Cuadernos FIE, 30 - Fundación Iberoamérica Europa
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Cuadernos FIE, 30 - Fundación Iberoamérica Europa
Portada30.ai 19/11/09 11:14:06 M Y CM MY CY CMY K las n este libro s explica e ismo es una rlo e M so Alfon l Islam r las que e biertas razones po iedades a c so s la e ra a p derivan d amenaza riesgos se o é n u q o s, m a ó e c europ rlo …y ta n o fr a o ello, cóm hacerlo. 92-7356-2 -6 ISBN 978-84 27 35 62 9 78 84 69 cuadernos FIE 30 C político, pluralismo l e , ia c ra erechos La democ de los d sa n fe e o el d Libertad la firme os y la d ticas to rís s te o n c huma son cara o h c re e D s abiertas. Estado de sociedade s la tae d fundamen propias lementos e de n so ié a b c m a Son ta éxito o el fr l e n a c lic ara pro u les que exp empeño p su la n y e r s a o st los Estad s el biene iudadano plantean u e rar a sus c st e d. No es te teórico. prosperida simplemen o o ric tó práctica. miento re do en la a b ro p m sarrollo. o Está c d más De a rt e b Li s á Cuanto m Pobreza. enos, más m to n a u C El Islamismo como amenaza ideológica a las sociedades abiertas europeas s FIE cuaderno 30 o m o c o m s i El Islam a c i g ó l o e id a z a n e m a s e d a d e i c o a las s as e p o r u e s abierta nso Merlos Alfo Portada30.ai 19/11/09 11:14:06 M Y CM MY CY CMY K las n este libro s explica e ismo es una rlo e M so Alfon l Islam r las que e biertas razones po iedades a c so s la e ra a p derivan d amenaza riesgos se o é n u q o s, m a ó e c europ rlo …y ta n o fr a o ello, cóm hacerlo. 92-7356-2 -6 ISBN 978-84 27 35 62 9 78 84 69 cuadernos FIE 30 C político, pluralismo l e , ia c ra erechos La democ de los d sa n fe e o el d Libertad la firme os y la d ticas to rís s te o n c huma son cara o h c re e D s abiertas. Estado de sociedade s la tae d fundamen propias lementos e de n so ié a b c m a Son ta éxito o el fr l e n a c lic ara pro u les que exp empeño p su la n y e r s a o st los Estad s el biene iudadano plantean u e rar a sus c st e d. No es te teórico. prosperida simplemen o o ric tó práctica. miento re do en la a b ro p m sarrollo. o Está c d más De a rt e b Li s á Cuanto m Pobreza. enos, más m to n a u C El Islamismo como amenaza ideológica a las sociedades abiertas europeas s FIE cuaderno 30 o m o c o m s i El Islam a c i g ó l o e id a z a n e m a s e d a d e i c o a las s as e p o r u e s abierta nso Merlos Alfo El islamismo como amenaza ideológica a las sociedades abiertas europeas Alfonso Merlos Esta publicación forma parte del proyecto: “Programa de investigación y sensibilización en valores democráticos”, cofinanciado por la Consejería de Inmigración y Cooperación de la Comunidad de Madrid. Edita Proyecto Cofinanciado por La Comunidad de Madrid no asume responsabilidad alguna sobre su contenido. Copyright © Fundación Iberoamérica Europa. C/ Hermanos Bécquer 6, 1º. C - 28006 Madrid Tel: 91-5322828 / Fax: 91-532-2699 [email protected] www.fundacionfie.org Fundación Iberoamérica Europa no se identifica necesariamente con las opiniones expresadas en los textos que publica. Depósito Legal: S.1546-2009 PRESENTACIÓN La democracia, el pluralismo político, la firme defensa de los derechos humanos todos y la Libertad o el Estado de Derecho son características propias de las sociedades abiertas. Son también elementos fundamentales que explican el éxito o el fracaso de los Estado en su empeño para procurar a sus ciudadanos el bienestar y la prosperidad. No es este un planteamiento retórico o simplemente teórico. Está comprobado en la práctica. Cuanto más Libertad más Desarrollo. Cuanto menos, más Pobreza. Alfonso Merlos explica en este libro las razones por las que el Islamismo es una amenaza para las sociedades abiertas europeas, qué riesgos se derivan de ello, cómo afrontarlo…y cómo no hacerlo. Deja claro en el prefacio su posición: “la neutralidad o la equidistancia entre quienes defienden el sistema de libertades y quienes trabajan activamente para quebrarlo y liquidarlo sólo puede contribuir de forma inicua y obscena a legitimar y a fortalecer a estos últimos” y rebate un buen número de postulados que se venían considerando como los únicos válidos en la investigación sobre terrorismo evitando caer en “lo políticamente correcto”: “la ideología, y no la pobreza o el analfabetismo, es el combustible que alimenta el terrorismo” y añade “hoy hacemos frente a una ideología radical de objetivos inalterables que pasan por intimidar y esclavizar al conjunto de naciones libres. Ninguna concesión que hagamos ni acto de contención, independientemente 4 de su naturaleza, cambiará o limitará los planes de quienes están entregados al asesinato indiscriminado”. Alfonso Merlos piensa que Occidente no está ganando la batalla al terrorismo salafista y afirma: “Como el comunismo ayer, el yihadismo tiene hoy un compromiso firme de actuar en cualquier lugar del mundo contra quienes defienden el avance de la libertad”. Pablo Izquierdo Juárez Presidente de FIE 5 6 “La claridad moral, muchas veces, implica ir contracorriente. Muchas veces implica tener posiciones incómodas y que son, seguro, incomprendidas. Pero implica, sobre todo, hacerlo para defender los principios y valores en los que se cree.” José María Aznar 7 Índice 1 Prefacio: sólo el combate del terror sirve al avance de la libertad 10 2 Europa o el soñado heartland de la yihad 16 3 La ideología como lubricante de la violencia 24 4 La recta interpretación de la yihad 32 5 Doctrina del núcleo de referencia del salafismo 39 6 Identificando a la nueva oleada de combatientes 51 7 Renovación y empuje de la corriente takfirista 58 8 Europa y la consolidación del movimiento yihadista global 65 9 Las redes continentales de apoyo al terrorismo en Irak 73 10 Corolario: contra la sombra y la plaga del apaciguamiento 84 11 ANEXOS 92 11 BIBLIOGRAFÍA 110 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism 1 PREFACIO: SÓLO EL COMBATE DEL TERROR SIRVE AL AVANCE DE LA LIBERTAD De quienes alertan sistemáticamente de la amenaza del terrorismo yihadista se dice, con excesiva frecuencia y ligereza, que construyen enemigos para sustentar el temor a una amenaza externa, que crean un miedo necesario para mantener el sistema existente y el poder dominante con el que se encuentran cómodos y, con asombroso apego a la propaganda más esquelética, que en realidad tienen la voluntad de excluir y silenciar a las víctimas del capitalismo. Se ha llegado a decir que las alarmas sobre el auge del fundamentalismo islámico obedecen sencillamente a una sobrerreacción histérica occidental siempre proclive a sembrar amenazas por doquier. Durante demasiado tiempo, independientemente del enemigo que tuviera enfrente, Occidente ha fracasado al encarar la batalla en tres puntos centrales. En primer lugar, la actitud ante sus oponentes ha sido esencialmente reactiva; en segundo lugar, ha adolecido de falta de imaginación para doblegarlos; en tercer lugar, y como consecuencia de lo anterior, ha sido vulnerable a la sorpresa. Hay una tendencia en nuestro pensamiento y forma de planificar la defensa, en efecto, que nos lleva a confundir aquello que nos resulta poco familiar con aquello que resulta improbable. Las contingencias que no consideramos seriamente nos 10 erlos Alfonso M parecen extrañas. Y aquello que vemos como algo lejano damos por hecho que no afectará seriamente a nuestras vidas1. Nos equivocamos porque éste es el mecanismo que está paralizando a Europa y bloqueándola en su respuesta al movimiento yihadista global. Las metas que tienen los salafistas son claras, las vías para alcanzarlas son las más diversas y el terrorismo es sólo una de ellas. Quienes recurren a este tipo de violencia política en suelo comunitario se esfuerzan y conjuran para conseguir una profunda reorganización de la sociedad y armonizarla con la visión ideal de lo que, en su opinión, las escrituras islámicas exigen innegociablemente. Su extremismo está estrechamente vinculado a su disposición al sacrificio y a su voluntad para involucrarse en acciones agresivas para la consecución de sus fines, que pasan por: a) captar a individuos e integrarlos en sociedades islamistas puras alternativas; b) levantar muros de separación para proteger a la comunidad de la contaminación del mundo exterior; c) entrar en el proceso democrático para influir en la sociedad y la cultura mayoritaria para así conseguir cambios constitucionales en la línea de su ideología; y/o d) legi- 1 FREIER, Nathan. “Known Unknowns: Unconventional Strategic Shocks in Defense Strategy Development”. Analysis for the Strategic Studies Institute, noviembre de 2008, pp. 1, 18. 11 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism timar la violencia con el propósito de conquistar cuotas de poder en el Estado e imponer reformas desde arriba2. El islamismo está progresando en los últimos años y el mundo civilizado está incurriendo en errores profundos, culpándose a sí mismo del odio musulmán, subestimando y apaciguando al enemigo. Hoy hay gobiernos que mantienen una actitud abierta y positiva para negociar con organizaciones terroristas como Hamás e Hizbulá. Hoy hay instituciones y personalidades relevantes dentro de los medios de comunicación y el estamento académico que aceptan a los islamistas como parte de la solución a los males que aquejan al Gran Oriente Medio. Hoy la izquierda radical, la política y la social, está haciendo causa con el islamismo contra las democracias occidentales3 y está difundiendo indoctos y escalofriantes análisis con el ánimo de explicar falazmente las causas del terrorismo para terminar justificando y legitimando su persistencia en el tiempo. Carece de todo sentido intentar sofocar a base de cesiones a quienes están obsesionados con las atrocidades en masa, a quienes han convertido la religión en un instrumento para proyectar el nihilismo y para destruir todo aquello que se crea, indepen2 SOOKHDEO, Patrick. “Cómo contrarrestar el apoyo ideológico al terrorismo”. Fundación Giménez Abad. Conferencia pronunciada en las III Jornadas Internacionales sobre Terrorismo, 25 de noviembre de 2008, p. 5. 3 PIPES, Daniel. “¿Cómo va la guerra contra el terror?”. Colaboración nº 1937 para el Grupo de Estudios Estratégicos, 19 de septiembre de 2007. 12 erlos Alfonso M dientemente de su naturaleza y su ámbito de desarrollo, en el mundo libre4. Precisamente por eso la comunidad de naciones libres debe tener un objetivo doble al encarar los desafíos importados desde el mundo árabe y musulmán: de una parte, promover la dignidad humana y la justicia trabajando activamente para poner fin a la tiranía y extendiendo la prosperidad; de otra, y de forma paralela y sincronizada, confrontar las amenazas a la seguridad de inicios del siglo XXI e impulsar decididamente en todo el mundo la ampliación del club, todavía hoy minoritario, que conforman las democracias5. Esta misión estratégica debe afrontarse desde la asunción de diversas consideraciones. En primer lugar, desde la aceptación de que la pobreza y la falta de educación no son factores que estén directamente relacionados con el terrorismo o su apoyo; en segundo lugar, desde la constatación de que la mayor parte de los terroristas no proceden de Estados pobres sino de Estados en los que hay una fuerte restricción de las libertades civiles; en tercer lugar, encajando el hecho indubitado de que el terrorismo 4 ANCONA, Matthew. “Confessions of a Hawkish Hack: The Media and the War on Terror”. Analysis for the Policy Exchange Institute, 6 de diciembre de 2006. 5 DRINKWINE, Brian. “The Serpent in Our Garden: Al Qaida and the Long War”. Analysis for the Strategic Studies Institute, enero de 2009, p. 41. 13 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism está dirigido más frecuentemente contra democracias que contra regímenes autoritarios o dictatoriales6. La ideología, y no la pobreza o el analfabetismo, es el combustible que alimenta el terrorismo. Es el factor decisivo que enmarca la estructura del grupo, que influye en su composición y su motivación, que condiciona su liderazgo y las formas de acometer las funciones de reclutamiento y entrenamiento. Es por esto que, para contrarrestar a un grupo yihadista, su caudal ideológico debe ser secado y un fracaso a este nivel sólo contribuirá a empujar positivamente a los violentos en su cómoda labor de regeneración de eventuales pérdidas materiales y humanas7. Hoy hacemos frente a una ideología radical de objetivos inalterables que pasan por intimidar y esclavizar al conjunto de naciones libres. Ninguna concesión que hagamos ni acto de contención, independientemente de su naturaleza, cambiará o limitará los planes de quienes están entregados al asesinato indiscriminado8. Se hable de radicalismo islámico o de islamofascismo, estamos ante una forma de extremismo que explota la visión política 6 KRUEGER, Alan. What Makes a Terrorist: Economics and the Roots of Terrorism. Nueva York. Princeton University Press, 2007. 7 GUNARATNA, Rohan. “The Ideology of Al-Jamah Al-Islamiya”. Current Trends in Islamist Ideology, vol. 68, 2005, p. 68. 8 PRESSMAN, Jeremy. “Rethinking International Counterterrorism: Beyond a National Framework”. The Washington Quarterly, vol. 30, nº 4, 2007, p. 68. 14 erlos Alfonso M más totalitaria del Islam para imponer regímenes opresivos allá donde pueda9. En lo que respecta a Europa, la escalada o el freno a la amenaza que representan las redes infiltradas en nuestras sociedades dependerá de tres variables principales. En primer lugar, de su mayor o menor capacidad para seguir conectadas a escenarios de conflicto como el de Irak. En segundo lugar, de la mayor o menor capacitación de los servicios de información para la penetración no sólo de los equipos de ataque sino de los grupos de riesgo. En tercer lugar, de la mayor o menor aceptación por parte del conjunto de la diáspora musulmana de las tesis yihadistas; dicho de otra manera, del grado de rechazo y condena o por el contrario de tolerancia, de complicidad y amparo que puedan mostrar los musulmanes hacia esas venenosas ideas. Las páginas que siguen a este prefacio se comprenden mejor desde el compromiso del autor en la lucha intelectual y moral contra toda forma de terrorismo, y desde el convencimiento de que hay algunos planteamientos, sólo algunos, que favorecen claramente su aislamiento, persecución y definitiva erradicación. La neutralidad o la equidistancia entre quienes defienden el sistema de libertades y quienes trabajan activamente para quebrarlo y liquidarlo sólo puede contribuir de forma inicua y obscena a legitimar y a fortalecer a estos últimos. 9 DE ATKINE, Norwell. “Islam, Islamism and Terrorism”. Army, enero de 2006, p. 56. 15 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism 2 EUROPA O EL SOÑADO HEARTLAND DE LA YIHAD Europa es hoy un campo de batalla para la confrontación civil de los propios musulmanes, dado el choque entre aquellos que defienden escuelas de pensamiento que más o menos pueden aceptar un cierto nivel de convivencia con las sociedades occidentales y aquellos otros que promueven visiones ultras, rigoristas y conservadoras de la religión mahometana con la intención última de favorecer las tesis del movimiento yihadista global10. Este fenómeno no debe minusvalorarse ni contemplarse desde la distancia. En Europa no se pueden repetir los errores de Oriente Medio, donde en numerosos segmentos sociales los radicales han ganado la pelea a los moderados a través de un ejercicio sistemático de la intimidación, impidiendo el arranque de un proceso mínimamente democratizador y reforzando las tendencias autoritarias y totalitarias, tanto a nivel social como en ocasiones político11. En el caso de los terroristas insertos en la diáspora musulmana comunitaria, hoy se dan tres perfiles encuadrados en otras 10 NIBLETT, Robin. “Islamic Extremism in Europe”. Statement before the Senate Foreign Relations Committee, Subcommittee on European Affairs, 5 de abril de 2006. 11 La primera clave para que se haya dado esta situación ha sido el dinero; la segunda, la organización. En términos generales, los extremistas han estado más generosamente financiados y mejor cohesionados. RABASA, Angel. Building Moderate Muslim Networks. Santa Monica. Rand Corporation, 2007, p. Xi. 16 erlos Alfonso M tantas categorías más o menos establecidas: en primer lugar, existe la figura de quienes se han convertido al Islam radical por profundas convicciones, tanto si han pasado por campamentos de entrenamiento como si se han auto-radicalizado antes de sumarse a redes yihadistas; en segundo lugar, la de aquellos inmigrantes de primera generación que no han encajado el cambio y la instalación en una nueva sociedad o se han visto abocados a llevar una vida en la marginalidad; en tercer lugar, la de quienes forman parte de la segunda generación de inmigrantes y han rechazado las políticas asimilacionistas sintiéndose víctimas de las mismas. Esta tipología debe considerarse partiendo de una doble base. En primera instancia, la población terrorista conforma un magma dinámico. El número de individuos que calibran y recalibran su nivel de compromiso con la violencia depende de sus propias circunstancias individuales, de sus percepciones sobre la marcha de la yihad y de un conjunto de factores grupales imposibles de determinar matemáticamente12. En segunda instancia, el tamaño de la amenaza no puede ser estimado por la referencia exclusiva al número de militantes activos. Hay que medir en paralelo la proporción probable de individuos que pueden ser calificados de simpatizantes reales del salafismo radical; aquel grupo que, sin tener contacto con ningún entramado yihadista activo, apo- 12 JENKINS, Brian. “Lessons for Intelligence in the Campaign Against Al Qaeda”. Vanguard, 1 de marzo de 2006. 17 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism ya sus fines y aprueba sus métodos de actuación, lo que les convierte en potenciales colaboradores de eventuales planes de ataque13. Los cerebros del yihadismo en Europa son perfectamente conscientes de las oportunidades que representa el hecho de contar con una población más o menos cautiva y susceptible de ser atraída hasta las redes del terror. En este proceso están otorgando una extraordinaria relevancia al factor demográfico, que es considerado una de las claves para la victoria del Islam en Europa. El crecimiento del número de musulmanes que emigran al viejo continente se interpreta como parte de la providencia divina y está facilitando de hecho a los seguidores de la religión mahometana la creación de grupos de presión políticos más efectivos en el seno de las democracias occidentales. En realidad, se está alimentando la esperanza de quienes buscan provocar cambios jurídicos que beneficien en el mayor número de ámbitos posibles a los musulmanes, una mejor educación islámica y, en definitiva, la introducción de disposiciones enmarcadas en la sharia en el corpus legislativo de cada Estado14. En este contexto general, los reclutadores están captando a jóvenes yihadistas apelando a las más diversas fuentes de ins- 13 DE LA CORTE, Luis. “Yihadistas en Europa”. Athena Assessment, vol. 3, nº 8, 18 de abril de 2008, p. 7. 14 SOOKHDEO, Patrick. “Cómo contrarrestar el apoyo ideológico…”, conf. cit., p. 6. 18 erlos Alfonso M piración: al patriotismo, si se trata de musulmanes que están asentados en familias acomodadas; al progresismo, si se trata de quienes están luchando por la supervivencia desde la marginalidad; al espíritu revolucionario, si se trata de quienes se esfuerzan por oponerse, sin más, al sistema y a las instituciones establecidas. Entre los factores internos que están facilitando la captación están primando tanto los económicos (como la pérdida del empleo), los sociales (como la generación de un sentimiento de discriminación) o los puramente personales (como la muerte de un familiar cercano). Entre los externos están destacando los de tipo político, como el agravamiento de conflictos internacionales en los que se ven envueltos musulmanes. Se están convirtiendo fundamentalmente en carne de reclutador aquellos jóvenes a los que su modo de vida les frustra y les descontenta, a los que les cuesta ver una salida convencional para solucionar sus problemas. La reacción habitual que tienen es la de desligarse y distanciarse de su entorno social habitual. Absorbidos por sus dificultades internas, se retiran y buscan el aislamiento. En no pocas ocasiones retoman la costumbre de visitar la mezquita para encontrar algún tipo de alivio entre sus correligionarios. En no pocos casos, es un pariente cercano, un amigo o un líder religioso carismático el que intenta hacerle des- 19 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism cubrir el camino de la verdadera fe que se presenta en ocasiones como el primer jalón en la senda del fanatismo religioso15. Este endiablado proceso, con frecuencia irreversible, no se entiende sin el combustible que la ideología aporta para su avance. Es la clave en los procesos de radicalización16 de jóvenes europeos, fascinados tanto por la narrativa como por la doctrina que lubrica la violencia17. También es la llave para comprender cómo los movimientos pietistas, salafistas e islamistas están siendo instrumentalizados por los yihadistas con fines de reclutamiento. En este último caso, Europa está viviendo el aumento de corrientes que, a pesar de que no apoyan abiertamente el terrorismo, en algunos aspectos se aproximan a la interpretación del Islam y a la visión del mundo que ampara la violencia de matriz yiha- 15 WALDMANN, Peter. “Procesos de radicalización en Alemania”. Fundación Giménez Abad. Conferencia pronunciada en las II Jornadas Internacionales sobre Terrorismo, 30 de noviembre de 2006. 16 Hablamos de radicalización cuando un individuo, influido tanto por factores internos como externos, comienzan a explorar lo que representa desde el punto de vista ideológico el yihadismo salafista y gradualmente van abandonando su vieja identidad para comenzar a asociarse con sujetos que tienen una nueva visión del mundo y que, tras un periodo de crisis, han abandonado las certidumbres que hasta ese momento no habían cuestionado. SILBER, Mitchell y BHATT, Arvin. “Radicalization in the West: the Homegrown Threat”. Analysis for the NYPD Intelligence Division, agosto 2007, p. 6. 17 ROY, Olivier. “Al Qaeda in the West as a Youth Movement: The Power of a Narrative”. Micro Level Analysis of Violent Conflict, working paper nº 2, noviembre de 2008, p. 6. 20 erlos Alfonso M dista y le sirve de motor. Es ésta la razón que determina que los círculos en los que operan los seguidores de estas corrientes se hayan convertido en auténticos caladeros o canteras de quienes realizan labores de proselitismo18. Empieza a resultar preocupante por su potencial e influencia la reciente expansión de grupos y asociaciones con larga tradición en la difusión del salafismo pietista, como el Tabligh o Hizb ul Tharir. Dada su oposición genérica al uso de la violencia, bien es cierto que en ocasiones excesivamente vaga e incluso ambivalente, no se les puede etiquetar estrictamente como grupos yihadistas, pero esto no debe ensombrecer el hecho de que numerosos individuos que se radicalizaron dentro o fuera de Europa hasta ingresar en alguna trama terrorista habían pertenecido previamente a alguno de esos colectivos. Esta dinámica es coherente porque, por una parte, la familiarización con el ideario salafista puede despertar un cierto interés por el discurso yihadista con el que comparte no pocos principios doctrinales. Por otra, porque no es infrecuente la infiltración de predicadores en grupos pietistas cuyas prácticas de adoctrinamiento pueden allanar el camino para posteriores manipulaciones ideológicas. 18 JORDÁN, Javier. “Redes yihadistas en España: evolución desde el 11M”. Athena Intelligence Occasional Paper, nº 17, 4 de octubre de 2007, p. 15; PAZ, Reuven. “Middle East Islamism in the European Arena”. Middle East Review of International Affairs, vol. 6, nº 3, 2002, pp. 65-76. 21 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism No en vano, se trata de entramados desde los que se llama a un esfuerzo revolucionario prolongado a través del desarrollo de una intensa campaña de agitación y propaganda que se materializa en que: 1) se espolea a los musulmanes para que sigan el verdadero Islam; 2) se les mentaliza del alto grado de corrupción de los sistemas occidentales presentándoles una alternativa vertebrada en las enseñanzas del Corán; y 3) se busca el apoyo de todos aquellos que están dispuestos a remover a cruzados y apóstatas a través de la dawa o predicación. En definitiva, la evolución de esos movimientos en Europa, la actitud que adopten sus líderes hacia el terrorismo y sus esfuerzos de integración (a veces dudosos o titubeantes), podrían constituir un factor decisivo para atenuar las simpatías de los musulmanes europeos respecto al yihadismo19. Y esto porque en suelo comunitario, el carácter clandestino de las organizaciones terroristas necesitará de plataformas sociales que respalden, legitimen y apoyen sus objetivos últimos, con mensajes o acciones de diferente orden que no se darán únicamente en entornos sensibles, guetificados y empobrecidos social y económicamente20. 19 DE LA CORTE, Luis. “Yihadistas en Europa”. Athena Assessment, vol. 3, nº 8, 18 de abril de 2008, p. 8. 20 TRUJILLO, Humberto y MOYANO, Manuel. “La violencia urbana asociada al radicalismo islamista: simulación de un escenario hipotético y análisis DAFO”. Athena Assessment, nº 4, 27 de enero de 2009, p. 3. 22 erlos Alfonso M Dado este panorama, plagado de incertidumbre, es tarea urgente e innegociable de los poderes públicos revocar la inmunidad que tienen los grupos religiosos y presuntamente caritativos y que les hace permanecer al margen de la investigación y la vigilancia de las fuerzas de seguridad, al verse ilegítimamente beneficiados por el ejercicio de los derechos de reunión y asociación21. 21 ARCHICK, Kristin (coord.). “European Approaches to Homeland Security and Counterterrorism”. Congressional Report for Congress, 24 de julio de 2006, p. 20. 23 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism 3 LA IDEOLOGÍA COMO LUBRICANTE DE LA VIOLENCIA La información extraída de las bases de datos y estadísticas de mayor aceptación internacional sobre incidentes y grupos terroristas apunta objetivamente hacia el galopante auge del terrorismo de inspiración religiosa, especialmente del activado por el islamismo yihadista fruto de una interpretación parcial del Corán y de la tradición islámica. Y ello, a pesar de que en ocasiones no resulta fácil separar las motivaciones religiosas de un atentado de las puramente etno-nacionalistas o separatistas, algo que se hace flagrante en el caso de las ‘Brigadas de los Mártires de Al Aqsa’, una organización terrorista palestina profundamente islamista pero radicalmente nacionalista. Tomando como referencia el informe anual sobre patrones del terrorismo global que elabora el Departamento de Estado de Estados Unidos, en 1968 ninguno de los 11 grupos incluidos en la lista de organizaciones terroristas operaba impulsado por el factor religioso; en 1980 sólo lo hacían 2 de los 64 contabilizados y en 1982 ya eran 11 de 48. La cifra comienza a escalar de forma más pronunciada en la década de los noventa: en 1994, 16 de 49; en 1995, 26 de 56; en 2000, 20 de 33; en 2003, 22 de 37; en 2005, 45 de las 82 organizaciones estaban inspiradas por la religión, en su práctica totalidad de raíz islamista-yihadista. No sólo los grupos de idiosincrasia religiosa han superado con el paso de los años a los de origen laico desde un punto de vista cuantitativo. Son más numéricamente pero además son más ac- 24 erlos Alfonso M tivos y más letales22. Si en 1980 el ‘terrorismo religioso’ era responsable del 3% de los atentados perpetrados, en 1996 ya lo era del 33%. A pesar de que entre 1982 y 1989 las organizaciones impulsadas por la religión perpetraron el 8% de los atentados, causaron el 30% de las muertes en ese periodo. En 1996, 10 de los 13 atentados con mayor número de víctimas eran ejecutados por este tipo de entramados. Capítulo especial por su eclosión merece el terrorismo de raíz yihadista que tiene su máxima expresión en la organización Al Qaeda y en la tupida red de células y elementos más o menos interconectados que le han sucedido tras el 11S dando forma al movimiento yihadista global. Este terrorismo se sitúa en el punto central de un sistema concéntrico que presenta, desde el exterior hacia el interior: 1) en el anillo exterior a los ‘islamistas’ (aquellos que pretenden que la ley islámica sea la primera y principal fuente legislativa y cultural en la identidad en un Estado, propugnando la consecución de este objetivo por medios pacíficos); 2) en un anillo intermedio a los ‘salafistas’ (aquellos que pretenden establecer un gobierno islámico en el Estado basado en ejemplo del profeta Mahoma y de las primeras generaciones de musulmanes, propugnando algunos el recurso a la violencia para la consecución de este objetivo y otros la lucha pacífica); y 3) en el anillo final a los ‘yihadistas’ (aquellos que 22 QUILLEN, Chris. “A Historical Analysis of Mass Casualty Bombers”, en MARTIN, Gus (ed.). The New Era of Terrorism. Londres. Sage Publications, 2004, pp. 37-38. 25 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism abogan abiertamente por el recurso a la fuerza sin restricciones para imponer la sharia en aquellos territorios en los que presuntamente los musulmanes están siendo privados de sus derechos y su dignidad)23. Quienes se insertan en este último núcleo abogan abiertamente por: 1) la unidad de pensamiento dentro del Islam, rechazando toda forma de pluralismo y arrogándose el monopolio de la verdad de acuerdo con la interpretación maximalista que hacen de la religión; 2) la lucha por el poder en el conjunto del mundo árabe y musulmán hasta la instauración definitiva de un orden totalitario y teocrático; 3) la defensa de la violencia contra personas, gobiernos, Estados y sus intereses y recursos como método necesario, religiosamente sancionado y obligatorio para la revolución y el cambio político y social; y 4) el desarrollo de una imagen del Islam como religión injustamente mancillada y sitiada por Estados Unidos, Israel y sus aliados24. Ha sido rampante la velocidad y profundidad con que ha calado a lo largo de la década de los noventa la retórica y la narrativa yihadista en amplios segmentos del mundo árabe y musulmán así como entre las masas inmigrantes residentes en Europa. La tesis que sostiene que sólo una minoría muy poco significativa de los musulmanes entre la diáspora asentada en suelo comu23 McCANTS, William (ed.). “Militant Ideology Atlas: Executive Report”. Analysis of the West Point Combating Terrorism Center, noviembre de 2006, p. 6. 24 Ibid., pp. 9-10. 26 erlos Alfonso M nitario apoya los postulados de Al Qaeda y sus medios de acción no resiste desgraciadamente una detenida reflexión. En los sondeos publicados en Estados tan representativos como Reino Unido, resultado de los interrogantes planteados a muestras representativas de musulmanes residentes antes del 7J, la mayoría consideraba que Osama Bin Laden estaba conduciendo una campaña justa, una tercera parte sostenía que estaba justificado el atentado contra las Torres Gemelas, la misma proporción apoyaba a los musulmanes británicos decididos a sumarse a las filas talibán y la mayoría absoluta se consideraba en primer término musulmán y, a continuación, británico. Así lo confirmaban los estudios demoscópicos publicados sistemáticamente por diarios como The Times, The Daily Telegraph o The Guardian, realizados por la cadena BBC o por los institutos ICM Survey, You Gov y Mori entre octubre de 2001 y enero de 2007. Las organizaciones yihadistas han explotado y siguen explotando este magma social receptivo a sus doctrinas para desarrollar un sistema de reclutamiento en cruz, movilizando a musulmanes de las clases privilegiadas y de las desposeídas, intelectualmente preparados e iletrados hasta el extremo, presentando a sus líderes como guardianes de las verdaderas creencias, regeneradores y auténticos defensores de la fe. El movimiento yihadista global no sigue un patrón de reclutamiento uniforme: hay distintos procesos que se ponen en marcha en función de los contextos de mayor o menor seguridad en los que los terroristas operan y que en consecuencia demandan de distintas intervenciones 27 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism contraterroristas. Lo que une a todos los reclutados, se trate de magrebíes económicamente desfavorecidos, de palestinos originarios de campamentos de refugiados o de saudíes procedentes de la elite social es, por lo general, su sentimiento de humillación y desastre y la necesidad de restaurar el poder de ‘la nación musulmana’25. El auge de la ideología propugnada por Osama bin Laden se explica por una concatenación de circunstancias: los regímenes árabes están fracasando en la construcción de un futuro real de oportunidades y bienestar para esas sociedades, que se mueven hacia la frustración y desarrollan un sentimiento sostenido de odio; eso está provocando que los más jóvenes o estén buscando el escape a Occidente donde son susceptibles de ser captados o se estén volviendo en el frente interno hacia las mezquitas más radicales que plantean el Islam salafista como solución a todos los males26. A su vez, el recuerdo de la grandeza pasada, sumado al sentimiento de fracaso y a la constatación del éxito de cristianos y judíos ha generado un resentimiento contra Occidente, a quien se culpa de la práctica totalidad de los problemas que aquejan 25 RONFELDT, David. “Al Qaeda and its Affiliates: A Global Tribe Waging Segmental Warfare?”. First Monday, 20 de octubre de 2006. 26 FRIEDMAN, Thomas. Longitudes and Attitudes: The World in the Age of Terrorism. Farrar. Straus & Giroux, 2002, p. 66. 28 erlos Alfonso M a los musulmanes, explicados mediante un frecuente recurso a teorías de la conspiración en las que la influencia del antisemitismo, aderezada por la tarea amplificadora y propagandística de los elementos más iletrados de la izquierda radical, juega un papel central y determinante. Ese resentimiento acumulado conduce hacia el integrismo, al rechazo de toda influencia exterior para volver a la supuesta pureza original del Islam27. La explotación de la religión por ideologías como la yihadista, que intenta ganar adeptos para una causa asociada directamente al ejercicio de la violencia, ha llevado en ocasiones a la percepción de que la religión puede funcionar en sí misma como raíz y causa profunda de un conflicto intercultural28. La principal función que la ideología yihadista ha rendido a organizaciones como Al Qaeda es la de sostener argumental y retóricamente sus acciones, habida cuenta del déficit de legitimidad que acompaña a este tipo de violencia. La ideología sirve de base para justificar la necesidad de un cambio social y político estructural y profundo, especificar los blancos preferentes de ataque, identificar a los yihadistas como los elegidos para llevar a cabo un mandato divino y curar a la sociedad de sus plagas, concretar de forma más o menos explícita mediante qué métodos pueden llevarse 27 AVILÉS, Juan. “La amenaza del terrorismo yihadí: una reevaluación”. Análisis del Grupo de Estudios Estratégicos, 21 de febrero de 2006, p. 7. 28 UNITED NATIONS. “Alliance of Civilizations”. UN Report of the High Level Group, 13 de noviembre de 2006, p. 6. 29 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism a cabo las oleadas de violencia29, y definir e idealizar los fines revolucionarios que se persiguen con el propio ejercicio del combate armado30. Como cualquier ideología, en tanto que conjunto de ideas o ideales, el islamismo yihadista ha conseguido conformar un sistema de opiniones y creencias fundado en un orden de valores subyacentes que, expresado de forma ordenada y formal, está encauzando las actitudes y comportamientos de grupos sociales muy receptivos a la manipulación31. La ideología que arropa las actividades yihadistas se distingue por las propiedades genéricas de maniqueísmo, extremismo, utopismo y simplicidad, y cumple una función orientadora de las estrategias terroristas. Al margen de funcionar como ideología, el islamismo yihadista constituye una auténtica subcultura de la violencia fundamentada en una interpretación fanática del Islam. Y en tanto que subcultura, admite tantas interpretaciones y justificaciones 29 DE LA CORTE, Luis. La lógica del terrorismo. Madrid. Alianza Editorial, 2006, pp. 230231. 30 POST, Jerrold et al. “The Radical Group in Context (2): Identification of Critical Elements in the Analysis of Risk for Terrorism by Radical Group Type”. Studies in Conflict and Terrorism, vol. 25, 2002, p. 104. 31 GALVACHE, Francisco. “La inteligencia de la amenaza global: presupuesto básico de la respuesta”. Conferencia dictada en el Seminario ‘Alianza de Civilizaciones y Amenazas Compartidas’. Instituto Universitario de Investigación sobre Seguridad Interior, Granada, 21 de septiembre de 2006, p. 8. 30 erlos Alfonso M como grupos puedan surgir apelando a la violencia reactiva ante la diversidad de injusticias políticas, sociales y económicas que existen en los Estados de religión musulmana32. 32 CALDUCH, Rafael. “Conflictos internacionales, culturales y violencia terrorista”. Ponencia presentada en los Cursos de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales de Vitoria, 10 de julio de 2006, p. 41. 31 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism 4 LA RECTA INTERPRETACIÓN DE LA YIHAD El terrorismo yihadista se apoya en una retórica violenta, revolucionaria, totalitaria, maximalista, antisistema y opresiva33 que esgrime la perpetua guerra de creyentes frente a apóstatas e impíos con un objetivo fundamental: instaurar regímenes defensores de la sharia en el conjunto de la umma y destruir toda religión, credo o ideología -socialista, comunista, capitalista o nacionalista- que impida el desarrollo completo de la fe de los musulmanes. Los yihadistas plantean una lucha de la religión contra la blasfemia, de lo correcto contra lo equivocado. Se presentan como protectores de un orden moral innegociable y sacan partido de la sensación de impotencia que padecen los musulmanes esgrimiendo la necesidad de ejercer un poder arrebatado. En la concepción del islamismo yihadista, el profeta Mahoma dejó de manifiesto que los musulmanes estaban predestinados a estar inmersos en un conflicto permanente entre el bien y el mal, entre la fe y el ateismo; el hombre sólo podía situarse en dos estados: el de musulmán o el de infiel, el de sabiduría o el de ignorancia, sin término intermedio; o hacía la yihad y ayudaba al Islam con la palabra o la espada en cualquier lugar o por el contrario contribuía a que el mundo islámico fuese sometido al dictado de los infieles. 33 DE ARÍSTEGUI, Gustavo. El Islamismo contra el Islam. Barcelona. Ediciones B, 2004, pp. 38-43. 32 erlos Alfonso M Desde estos postulados, la Sociedad Internacional se encuentra en un estado de yahiliyya o ignorancia y los musulmanes en un estado permanente de debilidad motivado por la intimidación y el asalto de los infieles. La guerra no es un fenómeno terrible ni la paz es el estado natural de una sociedad; muy al revés, la guerra es la condición perpetua y el hombre está inmerso en una permanente batalla contra aquellos impulsos internos que le separan del verdadero Islam y contra los enemigos externos de la religión de Mahoma. Los defensores del terrorismo yihadista postulan como preferentemente válido o exclusivamente válido el corpus jurídico desarrollado históricamente por la escuela hambalí, la más rigorista, la que genera mayor grado de rechazo a las sociedades abiertas y liberales y cuenta entre sus paladines con los clérigos y juristas más ultraconservadores del Golfo Pérsico. De acuerdo con los principios doctrinales defendidos por los subalternos de Osama Bin Laden, es imposible devolver a los musulmanes a su época de esplendor a través del juicio y la razón, del diálogo, la negociación, la coexistencia o el compromiso político con los apóstatas, indispuestos a ceder posiciones: sólo con la fuerza se les puede y se les debe llevar a los enemigos hasta la capitulación. Entre los adversarios no sólo se identifica a judíos, cristianos o ateos sino a aquellos líderes musulmanes que se convierten en apóstatas si no aplican la sharia o si anuncian una legislación pretendidamente superior a la estrictamente islámica. Estos gobernantes se transforman automáticamente en blanco de los 33 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism yihadistas por aplicar el paganismo y dar pábulo a una moderna yahiliya que no sólo representa la cara opuesta del ideal de sociedad islámica sino que supone una amenaza directa al orden religioso y moral que emana del mensaje de Mahoma; merecen y deben ser castigados por creer en el dominio del hombre por el hombre y no en la sumisión del hombre a la voluntad de Alá. La yihad se plantea como el único camino aceptable para recuperar los territorios en los que ha regido el Islam y para defender aquellas zonas en las que los musulmanes están en lucha: es un acto de autodefensa contra los que conspiran para socavar las bases de la sociedad, la religión, la cultura y los valores del mundo islámico. La yihad es asimismo el gran deber desatendido y debe ser resucitado como un pilar central de la fe: el que muere sin haberla practicado, o habiéndola considerado como algo pasajero, muere en la hipocresía. Desde el salafismo armado se entiende que la ‘yihad ofensiva’ es una obligación colectiva que se pone en marcha cuando los infieles están desprevenidos o no están organizados, que es un deber enviar un ejército con regularidad para aterrorizar a los enemigos de Alá y que se puede librar contra apóstatas y ateos si suponen una amenaza grave e inminente para la umma, así como para ampliar la comunidad islámica extendiendo el mensaje de Mahoma donde no ha llegado. La ‘yihad defensiva’, de forma complementaria, se plantea como obligación individual: nadie necesita el permiso de nadie para llevarla a cabo sino sim- 34 erlos Alfonso M plemente obedecer al mandato de Alá expulsando a los infieles del territorio musulmán, desde el más cercano al más lejano. La teoría de la ‘yihad permanente’, por su parte, establece que sólo caben dos opciones para el musulmán: la primera es estar combatiendo al enemigo; la segunda, estar preparando futuros ataques por sorpresa para poner al descubierto sus vulnerabilidades. La iniciativa en este pulso por la defensa del Islam la debe tomar un movimiento de vanguardia que asuma las tareas más arriesgadas y los mayores sacrificios, una fuerza de choque especial que, empleando preferentemente la táctica de guerra de guerrillas, sea capaz de doblegar Ejércitos regulares explotando sus flancos débiles34. El islamismo yihadista busca la fusión de todos los musulmanes en una única y dominadora comunidad política en la que los creyentes de otras religiones tienen tres opciones: vivir bajo el yugo del Islam, convertirse al Islam o prepararse para ser muertos. Se trata de un discurso que sostiene asimismo que los musulmanes están al final de una era de debilidad y abuso occidental y al inicio de otra de recuperación de la gloria, el honor 34 Precisamente tras el inicio de la ‘Operación Libertad Iraquí’ fueron numerosas las páginas electrónicas yihadistas que insistían en que la guerra de guerrillas era la mejor arma de los musulmanes y el más eficaz método para doblegar a los cruzados en Irak, ya que con ella Estados Unidos había sido derrotado en Vietnam y la Unión Soviética en Afganistán, y ése había sido además el camino del éxito para acabar con el colonialismo francés en Argelia. 35 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism y el renacimiento de su poderío, una nueva fase que sólo será apuntalada mediante la acción de la yihad. En la nueva etapa, los musulmanes pondrán fin a una estrategia que Occidente completa: a) esforzándose en establecer pequeños Estados islámicos para asegurarse de que el mundo musulmán esté dividido, atomizado y debilitado; b) consolidando el poder de Israel; c) garantizando el establecimiento de familias reales y emiratos frágiles en el área petrolífera del Golfo Pérsico, reservándose así el acceso directo a las riquezas ajenas; d) invadiendo ideológica, intelectual y culturalmente el mundo árabe para destruir cualquier vestigio de su estructura espiritual y su identidad religiosa; e) apoyando a falsos clérigos que difunden un Islam edulcorado que no se ajusta al mensaje de la yihad; y f) distrayendo al pueblo musulmán de sus verdaderos problemas y anulando su identidad religiosa. Para cumplir esos objetivos, los yihadistas entienden que Estados Unidos y sus aliados no se valen únicamente de su poder militar, económico y político sino de instrumentos como Naciones Unidas, las corporaciones multinacionales, los medios de comunicación o las agencias humanitarias, convertidas a su juicio en eficaces y peligrosos vehículos de espionaje. El mensaje de renovación y de revolución del islamismo yihadista parte de la base de que hay tiempos de peligro y de crisis para el Islam, un peligro que no procede únicamente de los territorios y los individuos no musulmanes sino del interior del 36 erlos Alfonso M mundo islámico; ante este diagnóstico, la yihad emerge como el único sendero para la reinstauración del esplendor del Islam, lo que requiere un esfuerzo máximo espiritual y armado y lo que implica que ningún musulmán está exento de participar en esta lucha para alcanzar la universalidad y unidad indisoluble de la umma35. Entre los objetivos marcados doctrinalmente por los principales defensores de la yihad, en consecuencia, figuran la liberación de los lugares santos del Islam (La Meca y Medina) del yugo y la influencia de Estados Unidos, la liberación de Jerusalén de la ocupación de Israel, la recuperación de aquellos territorios (Cachemira, Chechenia) que ahora forman parte de Estados no islámicos, el establecimiento de gobiernos islámicos en los que impere la sharia en aquellos países musulmanes con ejecutivos laicos o apóstatas, y la fusión de los conceptos de yihad y solidaridad islámica en aquellos lugares en los que los derechos de los musulmanes estén siendo vulnerados. En su apelación a la ideología para recurrir a la lucha armada con el fin de subvertir un orden mundial considerado injusto, Osama Bin Laden no introduce ninguna novedad en la teoría de la toma 35 Precisamente el núcleo central de la organización Al Qaeda ha predicado el rechazo al regionalismo y al tribalismo en el Islam para convertir la religión en una única bandera y la umma en la única comunidad integral e indivisible que sirva para agitar los ánimos y apoyar socialmente la yihad. VLAHOS, Michael. “Terror’s Mask: Insurgency Within Islam”. Analysis of the John Hopkins University Applied Physics Laboratory, mayo de 2002, pp. 7-21. 37 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism del poder a través de la acción revolucionaria. De manera análoga a la instrumentalización que el líder de Al Qaeda ha hecho de la tradición yihadista, Lenin se valió de la teoría marxista para argumentar que un Occidente corrupto estaba intentando imponer a escala mundial los valores sociales, económicos y culturales del capitalismo. Ambos contemplan que acabar con las sociedades abiertas es el único medio para abrir la vía tanto al Estado comunista como al Califato islámico: ambos contemplan que el fin justifica como medio para alcanzarlo un uso irrestricto de la violencia36. 36 CHIPMAN, Don. “Osama bin Laden and Guerrilla War”. Studies in Conflict and Terrorism, vol. 26, nº 3, 2003, p. 164. 38 erlos Alfonso M 5 DOCTRINA DEL NÚCLEO DE REFERENCIA DEL SALAFISMO Los ideólogos de la yihad, por lo general, entienden que es necesario conducir la violencia contra el enemigo hasta tal nivel de devastación que las pérdidas materiales y humanas le resulten intolerables a las opiniones públicas y los gobiernos de los Estados que supuestamente pretenden convertir Oriente Medio en un gran protectorado occidental. De la misma manera que Osama bin Laden, quienes son considerados referencia y fuente de legitimación para los yihadistas (históricos y contemporáneos), no se han distinguido por una especial formación religiosa. Este factor ayuda a comprender que el extensivo uso de referencias al Corán entre los paladines del terror global incluya interpretaciones marginales del libro del Islam. Sayyid Qutb, uno de los propulsores de los Hermanos Musulmanes y cuyas tesis gozaron de extraordinario predicamento entre la Yihad Islámica, era periodista. Desengañado por completo después de visitar Estados Unidos, defendió la teoría revolucionaria de la toma del poder a través del uso de la fuerza. En su crítica tanto a los Estados democráticos de derecho como a los regímenes dictatoriales árabes conviven argumentos antisistema de las doctrinas comunista y fascista, de las que extrajo la idea de la necesidad de formar una vanguardia que debía liderar la lucha por la transición más o menos abrupta hacia una nueva sociedad, una misión que el cofundador de Al Qaeda, Abdullah 39 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism Azzam, encomendó desde un primer momento a los muyahidines árabes-afganos37. Qutb intentó convencer a las sociedades islámicas de que las creencias, las costumbres y las leyes impuestas por Occidente en la tierra del Islam y asimiladas por gobiernos irresponsables estaban basadas únicamente en la ignorancia; al mismo tiempo, defendió que la evolución hacia un nuevo Estado islámico requería algo más que un esfuerzo espiritual y de diálogo: sería necesaria una guerra defensiva contra los paganos y los apóstatas; no una guerra de argumentos y palabras sino un ‘combate con espadas y lanzas’. A su juicio, la religión del Islam no era una declaración para la liberación de los pueblos árabes en particular sino un mensaje para el conjunto de la humanidad que sólo atendiendo al ejemplo del profeta Mahoma sería capaz de liberarse de la esclavitud. Tampoco aceptaba que la yihad se interpretase en un sentido sencillamente defensivo ni simplemente espiritual: sus vertientes ofensiva y armada eran fundamentales38. Abdesalam Faraj, otro de los grandes teóricos de la yihad obsesionado con la necesaria primacía del esfuerzo armado, era ingeniero. Su concepción de la lucha era análoga en numerosas facetas a la de Qutb: los gobernantes musulmanes habían caído de forma generalizada en la apostasía y los que no estaban so37 BERMAN, Paul. “The Philosopher of Islamic Terror”. The New York Times Magazine, 23 de marzo de 2003. 38 McGREGOR, Andrew. “Al Qaeda’s Egyptian Prophet: Sayyid Qutb and the War on Jahiliyya”. Terrorism Monitor, vol. 1, nº 3, 10 de octubre de 2003. 40 erlos Alfonso M metidos al comunismo lo estaban al sionismo o al capitalismo, de manera que debían ser castigados con la muerte. Al igual que años más tarde propugnaría el propio Bin Laden, Faraj no sólo entendía que la implicación activa de cada musulmán en la yihad era legítima, sino que se trataba de un deber, una obligación asimilable al cumplimiento de los cinco pilares de la religión: el testimonio de fe, la oración, la ayuda a los pobres, el ayuno durante el Ramadán y la peregrinación a la Meca. La decadencia del mundo islámico tenía en su origen, de acuerdo a sus ideas, en el fracaso, la desviación y la renuencia de los musulmanes para sumarse masivamente a una yihad contemplada no desde una perspectiva espiritual sino beligerante, como confrontación y batalla abierta completamente justificada y respaldada por el Corán. Faraj introduce en su pensamiento algunos de los principios capitales que sostienen doctrinalmente el terrorismo yihadista: el ataque a los infieles debe emprenderse explotando el factor sorpresa, sin previo aviso, y la muerte de inocentes en este tipo de ofensivas no atenta contra la religión. Especial es su aversión a los regímenes árabes hipócritas y corruptos, al ‘enemigo interno’ por su intolerable complicidad y servilismo hacia las potencias occidentales. También formación profesional de ingeniero es la de Abu Hamza Al Masri, uno de los imanes más respetados por las células y organizaciones europeas del movimiento yihadista global desde su posición -antes de ser destituido- como líder religioso de la mezquita londinense de Finsbury Park. Máxima autoridad del 41 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism movimiento ideológico Ansar Al Sharia, Abu Hamza entiende que los infieles sólo tienen tres caminos para salir del blanco de la yihad: a) convertirse en musulmanes, b) vivir bajo el yugo del Islam pagando un impuesto, o c) alcanzar algún tipo de acuerdo con aquellos regímenes en los que se implante la sharia para que éstos garanticen su seguridad. De lo contrario, deben prepararse para ser muertos. Defiende, además, que el uso de la violencia es el medio más efectivo para los musulmanes que buscan defender su fe, restaurar su orgullo y derribar los gobiernos renegados que se encuentran ilegítimamente instalados en el Gran Oriente Medio. Para Abu Hamza, ‘el gran cáncer’ del mundo árabe y musulmán lo representan los dictadores que han buscado la ayuda de Estados Unidos y sus aliados para proteger sus riquezas en lugar de pelear por la ayuda incondicional de la umma y defender los santos lugares de Arabia Saudí y Palestina: habría sido precisamente la influencia occidental la que habría llevado la perversión, la corrupción y la herejía al espacio geopolítico en el que siglos atrás reinó el Islam. Palestina, históricamente bajo ocupación, primero por los británicos y luego por los judíos siempre con el consentimiento y el respaldo de Estados Unidos, se ha convertido, desde su óptica, en la tierra que más injusticia, crímenes, destrucción y hostilidad ha padecido. 42 erlos Alfonso M Este agitador ha sido referencia de los yihadistas que intentaron una matanza indiscriminada el 21J en Londres39 así como de Richard Reid, Zacarías Moussaoui o Nizar Trabelsi. A su juicio, el 11S no fue mas que un acto de autodefensa cometido por musulmanes desesperados, humillados, pisoteados y sin esperanza cuyas vidas estaban bajo amenaza por la hegemonía de Estados Unidos en Oriente Medio y esa mañana alcanzaron en Washington y Nueva York a través del martirio ‘la forma más alta y perfecta de yihad’40. Defensor de la colaboración de las nuevas células yihadistas implantadas en el escenario post 11S con grupos terroristas regionales como Hamás e Hizbulá o Estados patrocinadores como Irán, Abu Hamza no reconoce el término terrorismo ya que lo considera un arma semántica inventada por Occidente para descalificar a los que intentan defender de la manera más noble y valiente el Islam y acabar con los regímenes decadentes que retienen el verdadero monopolio de la violencia. Según sus tesis, el profeta Mahoma contempló como la estrategia más eficaz para restituir el Islam la que pasa por ‘matar y morir’, por ‘no despegarse del cañón de la pistola’. Para cumplir ese objetivo ha insistido a los jóvenes musulmanes londinenses en que no hace falta viajar al 39 GARDINER, Nile. “The Foiled London Bomb Attack: A Reminder that Britain is at War”. Web Memo nº 1532, Heritage Foundation, 29 de junio de 2007. 40 O’NEILL, Sean y McGRORY, Daniel. The Suicide Factory. Abu Hamza and the Finsbury Park Mosque. Londres. Harper-Perennial, 2006. 43 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism extranjero para completar las más altas y reconocidas misiones: ‘se puede alcanzar el martirio en casa’41. No extraña la ignorancia en términos religiosos de éste y otros imanes carentes de formación específica en teología y leyes. El propio Ayman Al Zawahiri, cemento ideológico del movimiento yihadista global, es médico. El motor intelectual de la organización Al Qaeda es partidario de extender la acción revolucionaria más allá de cada Estado-nación y de potenciar la capacidad de organizaciones islamistas autóctonas, aisladas y de implantación local para fomentar una acción común transnacional contra el ‘enemigo lejano’, que representa el verdadero obstáculo para cualquier cambio en el frente doméstico. Al Zawahiri entiende que el apoyo saudí y estadounidense a los muyahidines en el contexto de la invasión soviética de Afganistán sólo sirvió para distraer o postergar los verdaderos planes y objetivos mundiales de los islamistas y su objetivo de llevar un cambio profundo en todo el mundo árabe y musulmán. Considera que entre los regímenes árabes que reniegan del Islam auténtico no hay una verdadera intención de acabar con la ocupación israelí de los territorios palestinos: la represión desatada tras el asesinato de Sadat demuestra desde su punto de vista que el régimen estaba más preocupado por reprimir a los islamistas que por combatir al enemigo sionista. 41 PHILIPS, Melanie. Londonistan. New York. Encounter Books, 2006. 44 erlos Alfonso M Influido por la retórica y la doctrina de Qutb y Azzam, entiende que hay una urgencia por fortalecer la yihad en dos direcciones. La primera, en aquellas zonas de conflicto en las que se humilla a los musulmanes y se les priva de sus reclamaciones y sus aspiraciones políticas y territoriales; la segunda, en aquellos Estados en los que, a pesar de tener una fuerte implantación social, sus derechos son pisoteados. Es en este campo en el que, a su juicio, la lucha debe intensificarse con el fin de evitar que Oriente Medio siga siendo un gran protectorado cercado por bases militares, ejércitos y flotas de guerra occidentales. Para Al Zawahiri, el Islam se puede reducir a la yihad, y ésta al uso de la violencia ilimitada. Su justificación del terrorismo no conoce restricciones. El asesinato en masa de civiles así como los ‘daños colaterales’, entendiendo por éstos los que se causan de manera no intencionada o por accidente a personas o instalaciones que no son considerados objetivos a eliminar, están perfectamente contemplados por el Islam. Los ciudadanos occidentales eligen a sus gobiernos por su propia voluntad y, en consecuencia, son responsables de sus acciones y copartícipes de sus decisiones y las consecuencias que generan. Si sus gobiernos apuestan por ir a la guerra, toda la ciudadanía pierde su estatus de no combatiente o inocente bajo la ley islámica y se convierte en blanco legítimo de unos ataques proyectados desde el derecho de autodefensa. Que la violencia sea el único medio establecido para hacer avanzar la agenda política islámica implica que cualquier tipo de par45 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism ticipación de partidos y entidades musulmanas en procesos electorales promovidos por Estados árabes apóstatas es totalmente condenable. El concurso en comicios patrocinados y controlados por Washington en Estados como Egipto o Jordania debilita al verdadero Islam que, con este tipo de actuaciones, estaría condenado a mantener durante años su posición de opresión respecto de judíos y cruzados42. Entre las escasas figuras de relevancia a las que avala su formación religiosa dentro del movimiento yihadista global destaca Abu Qutada. En este jordano palestino confluye la figura del ideólogo y el reclutador. Desde su papel a mediados de la década de los noventa de líder espiritual del ‘Comité para la Reforma y el Consejo’ y editor de la publicación salafista Al Ansar (originalmente redactada en Francia pero trasladada posteriormente a Reino Unido para disfrutar de un ámbito mayor de libertad de expresión), ha demostrado una convicción en el recurso al terror como instrumento para el progreso y ha arremetido con dureza contra aquellos islamistas que han adoptado posturas dialogantes y de apaciguamiento, mostrando cierta predisposición a aceptar las reglas del juego político impuestas por los apóstatas. 42 BRACHMAN, Jarret et al. “The Power of Truth? Questions for Ayman Al Zawahiri”. Report of the Combating Terrorism Center at West Point, abril de 2007; RAPHAELI, Nimrod. “Radical Islamist Profiles: Ayman Muhammad Rabi’ Al-Zawahiri: The Making of an Arch Terrorist”. MEMRI Inquiry and Analysis Series, nº 127, 11 de marzo de 2003. 46 erlos Alfonso M Para Qutada, la nación islámica ha sido castigada con la humillación y la derrota por una causa fundamental: se ha conformado con las comodidades y el estilo de vida fácil importado de Occidente y se ha dejado contaminar por los valores materialistas. Sus discursos, en casetes, vídeos y revistas han aparecido en numerosos campamentos de entrenamiento de Chechenia, Argelia y Afganistán y en pisos francos de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia o España, donde su visión del Islam inspiró a los fundadores de ‘Soldados de Alá’, el embrión de la organización de Bin Laden en Madrid. Terroristas integrantes del núcleo central de Al Qaeda como Mohamed Atta, vinculados a redes más externas, como Serhan Ben Abdelmajid ‘El Tunecino’, y operativos periféricos como Richard Reid han revelado públicamente o en reuniones privadas su admiración y respeto por Abu Qutada43. No sólo figuras espirituales centrales en la estructura del movimiento yihadista global han conseguido espolear a jóvenes muyahidines. Clérigos de limitada influencia han conseguido indoctrinar cara a cara a suicidas autores de los atentados más altamente letales. Es el caso de Abdullah Al Faisal, imán de la mezquita británica de West Yorkshire y converso al Islam de origen jamaicano que se formó en Arabia Saudí antes de instalarse 43 PANTUCCI, Raffaello. “Abu Qatada’s Comfortable British Jihad”. Terrorism Monitor, vol. 6, nº 14, 10 de julio de 2008. Sobre la instrumentalización de la figura de este predicador por el salafismo armado, véase: PANTUCCI, Rafaello. “British Hostage Threatened with Death unless Abu Qatada is Released from British Prison”. Terrorism Monitor, vol. 7, nº 13, 18 de mayo de 2009. 47 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism en Reino Unido y ser encarcelado por incitar al odio racial y al asesinato en 200344. Tuvo entre sus seguidores a los componentes de la célula que perpetró los atentados del 7J. Al Faisal defiende que el objetivo de los ateos occidentales es borrar a los musulmanes de la faz de la tierra y que los cristianos y los judíos no van a aceptar a los que practican el Islam si éstos no abrazan la corrupción y el mal como forma de vida45. Para los ideólogos contemporáneos del yihadismo, hitos como el 11S deben contemplarse como la consecuencia natural que debe esperar un Estado que usa el terror, la arrogancia, la opresión, la tiranía y la imposición de un único modo de pensamiento y de vida en el mundo entero. El sentimiento antiestadounidense de los grupos y células que se inscriben en el movimiento yihadista global puede medirse por: a) la retórica y la declaración de unos objetivos que pasan por desestabilizar no sólo a Estados Unidos sino en paralelo a sus aliados; b) la voluntad de los yihadistas de asociarse con todo tipo de células, grupos y organizaciones más o menos estructurados cuyo objetivo sea dañar a las instituciones, los intereses y los ciudadanos de Estados Unidos y sus aliados; c) su rechazo al modelo occidental de derechos y libertades 44 HUSSAIN, Ali et al. “British Imam Praises London Tube Bombers”. The Times, 12 de febrero de 2006. 45 ATTEWILL, Fred. “Race Hate Preached Faisal Deported”. The Guardian, 25 de mayo de 2007. 48 erlos Alfonso M políticas, sociales, económicas, culturales y religiosas; y d) sus ataques consumados contra judíos y cruzados46. En el lenguaje del enemigo y en el fondo de su pensamiento, Estados Unidos y Europa constituyen la máxima expresión moderna de la herejía por su inigualable grado de corrupción moral, ideológica, política y económica. Estadounidenses y europeos están detrás de los desastres y los padecimientos que han sufrido los musulmanes en la segunda mitad del siglo XX. No conocen la gramática del diálogo ni de la coexistencia pacífica. La historia demuestra que han apoyado a India en Cachemira, a Rusia en Chechenia y, en general, a todos sus gobiernos amigos que se han rendido a los intereses de los judíos, que han contribuido al saqueo de las riquezas islámicas y han convertido el mundo árabe en una gran cárcel para los musulmanes píos. Más allá de la rígida retórica antiliberal, el islamismo yihadista ha demostrado la carencia de un programa político que merezca tal nombre: Stalin y Mao acabaron con la vida de millones de personas pero incluso a pesar de su brutalidad ilimitada tenían planes más o menos articulados para sus sociedades. Bin Laden y sus herederos tienen como única meta secuestrar cualquier esfuerzo democratizador en el mundo árabe, por minoritario que 46 CRAGIN, Kim y DALY, Sara. The Dynamic Terrorist Threat: An Assessment of Group Motivations and Capabilities in a Changing World. Santa Monica. Rand Corporation, 2004, pp. 9-11. 49 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism sea, y extirpar la democracia allí donde ha germinado con fuerza: aspiran a destruir todo y no construir nada47. 47 FRIEDMAN, Thomas. Longitudes and Attitudes: The World in the Age of Terrorism. Farrar. Straus & Giroux, 2002, pp. 53, 144. 50 erlos Alfonso M 6 IDENTIFICANDO A LA NUEVA OLEADA DE COMBATIENTES islámicosLa inspiración y patrones de actuación de Al Qaeda han estado presentes en los principales atentados de destrucción masiva perpetrados desde el 11S. El movimiento yihadista global ha conservado al menos tres capacidades propias de Osama bin Laden: la habilidad para la recaudación de fondos económicos, el rigor, la planificación metódica y detallista de proyectos terroristas y, por último, la perpetuación de una narrativa de liderazgo hilvanada por un discurso redentor. Para el combate del terrorismo global ha dejado de ser eficaz personalizar la amenaza en un terrorista o un grupo: el número de actores potencialmente peligrosos se ha multiplicado exponencialmente, sus formas de organización se han difuminado, sus patrones de conexión se han diversificado, y la identificación del oponente para la infiltración preventiva se ha hecho progresivamente más complicada. La diversificación de los focos de riesgo ha generado serios y, en ocasiones, insalvables obstáculos para la recolección de información, su análisis y explotación, y su última transformación en inteligencia operativa48. Los servicios de información están chocando con formaciones celulares desestructuradas en las que la vigilancia electrónica o la infiltración física difícilmente revelan una cadena de mando y control o sistemas ortodoxos de comunicación. 48 PILLAR, Paul. “Counterterrorism after Al Qaida”. The Washington Quarterly, vol. 27, nº 3, verano de 2004, p. 102; HERMAN, Michael. Intelligence Services in the Information Age. London. Frank Cass, 2001, pp. 228-231. 51 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism El movimiento yihadista global ha probado que en su terror calculado hay una visión geopolítica basada en análisis sistemáticos y rigurosos poco emocionales, con una primacía del componente político sobre el religioso. Desde los ataques contra Washington y Nueva York, ha buscado golpear a aliados clave de Estados Unidos en el Magreb (Marruecos y Túnez), en la región del Golfo (Arabia Saudí), en el centro de Asia (Pakistán) y en el sudeste asiático (Indonesia); además ha atacado dos puertas estratégicas de entrada a Europa: España, desde el Magreb, y Turquía49, desde Oriente Medio. A pesar de la presión y el acoso de las agencias occidentales, ha sido capaz de conceptualizar, desarrollar y ejecutar planes sumamente complejos. La debilitada matriz de Al Qaeda ha actuado como ejemplo inspirador e instigador de un terrorismo catalítico que busca provocar un grado de confrontación y una escalada de violencia permanente demostrando la eficacia de la acción directa y sus notables ventajas para la movilización y el reciclaje de recursos humanos. Una nueva generación de yihadistas ha tomado progresivamente el relevo de una primera árabe-afgana que ha quedado seriamente tocada en Afganistán y Pakistán. La pérdida de una parte importante de su conocimiento operativo sumada a la necesidad de seguridad ha conducido al núcleo fundador a una posición 49 ROUGHNEEN, Simon. “Terrorist Attacks in Turkey: Why and How?”. Foreign Policy in Focus, 3 de diciembre de 2003; WARD, Adam. “Terror in Turkey: the problem of intelligence gathering”. Strategic Comments, vol. 9, nº 10, diciembre de 2003. 52 erlos Alfonso M conservadora, a pesar de que la lentitud en la implantación de la estabilidad política y económica de Afganistán y las precarias condiciones de seguridad están favoreciendo de forma alarmante el gradual reagrupamiento de elementos afines al régimen talibán y Al Qaeda. Con el tiempo, este germen puede aumentar su grado de respaldo popular y sumar infraestructura y capacidades operativas susceptibles de favorecer atentados contra las fuerzas de seguridad de Estados Unidos y sus aliados50. En términos generales, los yihadistas se han visto privados de desarrollar sus misiones de planificación y entrenamiento en áreas donde disfrutan de amplia simpatía de la población local. La amenaza se ha cernido progresivamente sobre las sociedades abiertas buscadas por los propios terroristas para fusionarse e infiltrarse pasando desapercibidos. Ha crecido la preocupación en los entramados yihadistas por tomar precauciones especiales para proteger el grupo y a sus coordinadores reforzando los canales y sistemas que garantizan la seguridad interna51. Esta dinámica de ‘desterritorialización’ se ha incardinado entre una oferta ideológica que emana del salafismo armado y una demanda presentada por operativos cada día más jóvenes, ansiosos 50 MERLOS, Alfonso. “Operaciones de apoyo a la paz y contrainsurgencia: la misión de Afganistán”. Revista de Aeronaútica y Astronaútica, nº 783, mayo de 2009, pp. 436443. 51 IQBAL, Anwar. “Terrorist Prepped for a Long Conflict”. The Washington Times, 14 de febrero de 2004. 53 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism de enfrentarse con toda su fuerza y con todas las consecuencias a una sociedad que consideran injusta y enferma, como sería el caso de la europea52. Esta nueva generación ha intentado sacar lecciones de los errores de protección que han conducido a la captura o eliminación parcial de la primera hornada de líderes de Al Qaeda. Se trata, por lo general, de elementos que, independientemente de su nivel de formación académica e intelectual, manejan con mayor precisión, sofisticación y profesionalidad las técnicas de comunicación y propaganda. De acuerdo a lo profetizado por Setmarian Nasar, estamos viendo cómo una segunda oleada de yihadistas está cediendo paso a una tercera vanguardia que tiene como referencia a los originarios líderes de Al Qaeda que están muertos, han sido capturados o se encuentran inhabilitados, y que ha adquirido su más visible notoriedad en el campo de batalla de posguerra iraquí. Setmarian Nasar considera que aquellos jefes no capturados por Estados Unidos y sus aliados están llamados a enlazar la segunda y tercera generación, destinada a crear con el paso del tiempo gravísimos trastornos de seguridad en los Estados de origen de los voluntarios que han combatido en Irak; asimismo, entiende que los fundadores de una organización terrorista, a pesar de su capacidad para promover su causa y su agenda, para aglutinar el 52 GARAPON, Antoine. “¿Tiene Francia una ventaja en la lucha contra el terrorismo?”. Análisis nº 109 del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, 19 de septiembre de 2005, p. 2. 54 erlos Alfonso M apoyo de miles de seguidores necesitan de nuevas promociones de operativos para hacer avanzar sus intereses. Especialmente la experiencia europea ha demostrado que los perfiles no son determinantes para sondear posibles grupos de riesgo y que, en cambio, el círculo de relaciones sociales es fundamental para determinar la existencia de neosalafistas en potencia y en acto: la organización como entidad institucional no importa; lo fundamental son las funciones, no los cargos; lo importante no es la pertenencia, sino la conexión; en este tipo de estructuras personalistas, las relaciones son informales, variables y temporales, y están por encima de la lealtad a una organización abstracta53. En las células desmanteladas antes y después del 11M convergen jóvenes y adultos, musulmanes socialmente integrados y socialmente desintegrados, con formación superior y con educación primaria, trabajadores poco cualificados y profesionales especializados, individuos con permiso de residencia y en situación irregular, solteros y casados con hijos, arraigados y desarraigados familiarmente, con y sin recursos financieros. Hoy, en suelo comunitario, los adversarios son terroristas que, en términos generales, disponen de una formación y un entrenamiento distintos (no siempre de mayor cualificación) a los de sus antecesores, y han demostrado una extraordinaria flexibilidad 53 JORDÁN, Javier et al. “Perfil sociocomportamental y estructura organizativa de la militancia yihadista en España. Análisis de las redes de Abu Dahdah y del 11M”. Inteligencia y Seguridad, vol. 1, nº 1, diciembre de 2006. 55 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism ideológica y una permanente intención de reorganizar y reconducir la dirección de los diversos proyectos terroristas en los que se han implicado al ser presionados por el hostigamiento de las fuerzas de seguridad. Son operativos que sólo verán reforzada la eficacia de esos proyectos si son capaces de asumir el discurso de una nueva generación de intelectuales y clérigos salafistas que sean capaces de comprender y difundir el mensaje del Islam como religión bajo el yugo de Occidente para dotar así único de pensamiento estratégico y de legitimidad religiosa a las campañas lanzadas en cualquier punto del mundo54. En el escenario posterior al 11S, los yihadistas sin previa experiencia de combate han demostrado una notable capacidad para desarrollar, mejorar y emplear nuevas formas de organización, tácticas y habilidades que les han permitido mantener un umbral de actuación alto, circunvalar una ofensiva contraterrorista abrumadora y disponer de una aceptable capacidad de movimiento y margen de maniobra. El legado de la organización de Al Qaeda ha sido el de la emergencia y crecimiento de células en numerosas ocasiones autoconstituidas que operan como un sistema de relaciones personales y de parentesco entre sus miembros y sin una estructura formal 54 BRACHMAN, Jarret y McCANTS, William. “Stealing Al Qaida’s Playbook”. WP Counterterrorism Center Report, febrero de 2006. 56 erlos Alfonso M y una cadena de mando perfectamente definida o establecida55. Se trata, en un alto porcentaje, de células auto-reclutadas, muy variables y heterogéneas en su composición, que reciben una potente inspiración de una Al Qaeda con la que no mantienen por lo general lazos operativos de ninguna índole, y que están ansiosas por fijar nuevos hitos en la historia del terrorismo en Europa56. 55 WATERMAN, Shaun. “Eurojihadis: A New Generation of Terror”. United Press International, 2 de junio de 2005. 56 MERLOS, Alfonso. “La deconstrucción de Al Qaeda: de la jerarquía al yihadismo individualizado”, en RIVAS, Pedro y REY, Pablo. Oriente Próximo y nuevo terrorismo. Madrid. Fragua, 2007, pp. 174-191; WHINE, Michael. “The Aftermath of 7 July: New Trends in Terror”. Analysis of the International Institute for Counterterrorism, 20 de enero de 2006. 57 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism 7 RENOVACIÓN Y EMPUJE DE LA CORRIENTE TAKFIRISTA La emergencia constante de células yihadistas, especialmente en el caso de Europa, ha derivado no sólo de la regeneración de entramados parcialmente destruidos sino de la creación de nuevas unidades terroristas. Un porcentaje significativo de estas últimas han sido inspiradas y dominadas por la corriente Takfir war Hijra (‘Anatema y Exilio’). Se trata de yihadistas que piensan, se organizan, reclutan y operan de forma parcialmente distinta a la de sus predecesores en la década de los noventa. A diferencia de lo ocurrido en anteriores generaciones, en la década de los ochenta y los noventa, los yihadistas movilizados y lubricados ideológicamente por el takfirismo no tienden a atraer la atención de las fuerzas de seguridad luciendo barba, vistiendo largas túnicas o haciendo proselitismo abiertamente en las mezquitas de las grandes ciudades occidentales: son capaces de mantener un doble estilo de vida para garantizar la eficacia de sus operaciones57. Buscan el camuflaje tanto a través de esta vía como de la utilización de sistemas de comunicación seguros y compartimentalizados que eviten la configuración por parte de las agencias de información del dibujo integral y completo de la amenaza. Los takfires se rigen por unas normas de actuación que les pueden hacer pasar especialmente inadvertidos a la vigilancia y ac57 JOHNSTON, Keity y CRAWFORD, David. “New Breed of Islamic Warrior is Emerging”. The Wall Street Journal, 29 de marzo de 2004, p. 16. 58 erlos Alfonso M tuación de las fuerzas policiales. Son capaces de mimetizarse en una sociedad que consideran corrupta. Pueden para ello consumir alcohol, acompañarse de mujeres occidentales llegando a mantener relaciones sexuales, relacionarse con bandas de delincuentes comunes independientemente de su origen y motivaciones, y adoptar aquellas costumbres que más encono generan entre los yihadistas. A diferencia de otras corrientes islamistas, los takfires no acuden por lo general a las mezquitas para practicar los rezos habituales de su religión sino para captar nuevos adeptos y divulgar su doctrina. Tampoco es frecuente que reivindiquen los atentados que cometen, y cuando lo hacen suelen recurrir a denominaciones ficticias para desorientar las investigaciones. Entienden que la preferencia por los atentados de destrucción en masa no pasa necesariamente por el recurso al método suicida: es preferible que una misma célula pueda multiplicar sus acciones para multiplicar el daño material y humano que generan. Esta corriente absolutista tiene su origen en los Hermanos Musulmanes y propugna la destrucción revolucionaria y convulsa del poder establecido (y no la mera reforma de la sociedad) para cambiar regímenes corruptos e impíos por sistemas auténticamente islámicos. Se trata de un movimiento sunita, salafista e internacionalista, que arraigó en la década de los setenta especialmente en Egipto, Argelia, Marruecos, Líbano y Sudán, y que postula la preeminencia de la nación islámica sobre la noción de Estado regional, la integración de todos los musulmanes en 59 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism una macrocomunidad islámica sin fronteras ni identidades nacionales, el retorno al Islam original en el más amplio sentido del concepto, y la estricta aplicación de los preceptos coránicos para regir todas las facetas de la vida cotidiana y como solución de los problemas contemporáneos. Los takfires se distinguen por una flexibilidad ideológica interiorizada para la consecución de unos fines innegociables. A diferencia del precursor de esta corriente, Sukri Mustafá, enemigo de la modernidad, sus herederos han apostado ciegamente por el uso de Internet y las nuevas tecnologías para obtener una ventaja estratégica frente a sus enemigos58. A diferencia de Mustafá, que predicaba la retirada física de las sociedades infieles, han buscado un ‘exilio interior’, una infiltración clandestina sobre la base del camuflaje. Desde esa posición, y sin necesidad de rendir lealtad y compromiso permanente y formal a líderes del movimiento yihadista global, es desde la que han planificado y perpetrado sus atentados bajo la máxima según la cual ‘el fin justifica los medios’59. Uno de los elementos principales de esta doctrina se sustenta en la acusación a los gobiernos de haber vuelto a la barbarie preislámica, por lo que se postula en consecuencia la excomunión y 58 MERLOS, Alfonso. “Internet y yihad: las nuevas tecnologías al servicio del islamismo armado”. Estrategia Global, nº 16, 2006, pp. 54-59. 59 MILI, Hayder. “Jihad Without Rules: The Evolution of Takfir wal Hijra”. Terrorism Monitor, vol. 4, nº 13, 29 de junio de 2006. 60 erlos Alfonso M el ataque a los que no pregonan y cumplen las verdaderas leyes musulmanas. Para ello, los takfires se comprometen a afrontar una ‘retirada interna’ que les lleva a rechazar la totalidad de las instituciones del Estado e intentar derribarlas violentamente a través de la lucha armada. En su afán por alcanzar el poder, utilizan la retórica de los preceptos islámicos y mediante manipulaciones y desviaciones del mensaje original culpan a los regímenes apóstatas de los problemas de todo orden que sufre el mundo árabe y musulmán, sean de índole social, cultura, política o económica. Organizativamente, han promovido la constitución de pequeñas células con compartimentos estancos en las que se cultiva al máximo el secretismo y en las que destaca la presencia de un emir, una figura de carisma que dota de coherencia ideológica y operativa los proyectos criminales. La dificultad de los servicios de información europeos para detectar, controlar y desarticular este tipo de entramados deriva del hecho de que sus miembros no sólo fingen y simulan la adopción y la sensación de comodidad con costumbres no acordes con los preceptos coránicos más estrictos sino del hecho de que pueden llegar a ocultar por completo que profesan la religión islámica, como fue el caso de algunos de los terroristas de origen marroquí y argelino vinculados al 11M: como cualquiera de las personas de su entorno, hacían pequeñas obras de albañilería, desarrollaban la actividad comercial de venta de ropa de segunda mano, 61 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism trabajaban en empresas de limpieza o se dedicaban a la venta de artículos de artesanía dentro de los límites de la legalidad. A nivel interno, las órdenes que emanan en este tipo de asociaciones del emir se siguen hasta tal punto que aquellos que intenten desviarse de su cumplimiento o abandonar la célula pueden recibir severos castigos físicos. Las medidas de seguridad que toman a la hora de contactar entre sí les llevan a usar el lenguaje encriptado, cambiar permanentemente de teléfonos móviles y usar cabinas públicas en sus conversaciones. Se reservan los pisos francos para la celebración de reuniones de legitimación y exaltación de la yihad en las que: a) se llevan a cabo proyecciones de vídeos propagandísticos; b) se procede a la lectura de revistas, panfletos y textos que propagan la ideología salafista; y c) se intercambian impresiones sobre la situación de los musulmanes en el mundo y las vías de solución a sus problemas. El proceso de conversión de los takfires y su incardinación en el marco genérico de actuación del movimiento yihadista global tiene numerosos elementos en común con el proceso de aislamiento en que se inician los miembros de distintas sectas religiosas: pierden totalmente la independencia como personas, fijan una serie de figuras de culto tomadas como referencia y modelos de conducta a seguir, desarrollan una ideología colectiva sustentada en el ejercicio de la violencia y en la confrontación inevitable entre el bien y el mal y, por último, desde una situación de casi completo aislamiento de la célula, sus elementos desarrollan un 62 erlos Alfonso M sentimiento de rechazo y hostilidad al entorno que les rodea mientras externamente simulan su aceptación60. Los terroristas que siguen esta corriente se han valido comúnmente del uso de técnicas para la penetración de las sociedades occidentales y el engaño a los servicios de información que tienen su origen en la taqiya y el kitman, dos conceptos fundamentales en la doctrina que emana del Corán. Bajo el manto de la primera, los musulmanes están autorizados para actuar con disimulo y mantener en secreto y en la más estricta intimidad sus convicciones más profundas siempre que el objetivo sea doblegar a los falsos creyentes, judíos y cristianos actuando desde su terreno. Bajo la fórmula de la segunda, pueden reservar para su fuero interno sus intenciones más malévolas61. A nivel internacional, los takfires lejos de ser considerados miembros de una secta nociva, han llegado a gozar de un gran predicamento, influencia y reputación en el seno del movimiento yihadista global, especialmente en organizaciones magrebíes como el Grupo Islámico Combatiente Marroquí o el Grupo Islámico Combatiente Libio. Han demostrado una notable capacidad para el robo, la falsificación de documentos administrativos, el 60 GENERAL INTELLIGENCE AND SECURITY SERVICE. Violent Jihad in the Netherlands. The Hague. Ministry of the Interior and Kingdom Relations, 2006, p. 38. 61 SHULTZ, Richard y MARGOLIES, Ruth. “Tactical Deception and Strategic Surprise in Al Qaeda’s Operations”. Middle East Review of International Affairs, vol. 8, nº 2, junio de 2004. 63 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism reclutamiento y la captación de fondos a través de las más diversas fuentes. Han sido pioneros en la transmisión de la idea en función de la cual a la espera de poder derrocar algún régimen árabe y/o musulmán y poder aprovechar para la exportación de la yihad el territorio conjunto de un Estado, son extraordinariamente relevantes para el entrenamiento y el adiestramiento los ‘territorios liberados’ y vetados a la presencia de las fuerzas del enemigo. Muchas de esas áreas empiezan a estar localizadas en Europa, en distritos de grandes ciudades en las que de facto rige la ley islámica. 64 erlos Alfonso M 8 EUROPA Y LA CONSOLIDACIÓN DEL MOVIMIENTO YIHADISTA GLOBAL Europa occidental ha funcionado en el contexto de seguridad post 11S como uno de los escenarios centrales en el choque de ideas entre el Islam moderado y el salafismo armado. No es factible determinar científica y exactamente el número de musulmanes instalados en suelo comunitario proclives a las tesis de Osama bin Laden que eventualmente podrían incorporarse a un proyecto terrorista o que, efectivamente, están implicados en actividades directas o indirectas de apoyo a la consecución de las metas del movimiento yihadista global. Según la fórmula genérica manejada por los servicios de inteligencia franceses, de una muestra de población islámica, en torno al 5% se muestran favorables a las tesis yihadistas, y de ese porcentaje, un 3% o ejercerían el terrorismo o no tendrían ningún reparo moral en ejercerlo eventualmente. En el caso de Europa, esa fórmula daría como resultado que de los 12 millones de población, 600.000 serían favorables al islamismo armado, y unos 18.000 serían terroristas o susceptibles de ser captados con escasos esfuerzos para ejercer la violencia política62. 62 MONIQUET, Claude. “The Radicalization of Muslim Youth in Europe: the Reality and the Scale of the Threat”. Testimony before the Committee on International Relations, Subcommittee on Europe and Emerging Threats, United States House of Representatives, 27 de abril de 2005. 65 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism En el marco pre 11S, los yihadistas ya tomaron ventaja de las sociedades abiertas europeas para fortalecer sus organizaciones y hacer avanzar sus ideas63. El 11M y el 7J rompieron la teoría asumida de forma generalizada y acrítica según la cual los actores que conforman el magma neosalafista evitarían la perpetración de atentados allí donde disponían de su base de operaciones, habida cuenta de que, hasta el 11M, el territorio europeo había sido utilizado fundamentalmente para: a) el refugio, descanso y relevo de células de ataque, b) la falsificación de documentos que eran entregados a terceros yihadistas para facilitar sus desplazamientos, c) la recaudación y el envío de fondos que eran obtenidos mediante la utilización fraudulenta de tarjetas de crédito o la delincuencia, d) la adquisición y el envío clandestino de armamento y material logístico, e) el reclutamiento de voluntarios, y f) la distribución y difusión de propaganda. Los partidarios del salafismo armado han manifestado sistemáticamente que su objetivo en Europa es emular la toma de poder en tres fases, tal y como la llevó a cabo en su época el profeta Mahoma. En una primera, diseminando sus ideas en un intensivo esfuerzo de persuasión. En una segunda, creando todas las células posibles en todos los Estados posibles y forzando, paulatinamente, una dialéctica de tensión con los gobiernos legíti- 63 BARAN, Zeyno. “Combating al Qaeda and the Militant Islamic Threat”. Testimony to the The United States House of Representatives, Committee on Armed Services, Subcommittee on Terrorism, Unconventional Threats and Capabilities, 16 de febrero de 2005, p. 1. 66 erlos Alfonso M mamente elegidos. En tercer lugar, infiltrando las instituciones del Estado para condicionar o controlar el proceso de toma de decisiones tanto a nivel micro como macro64. Los elementos insertos en el movimiento yihadista global están trasladando con especial intensidad una doble idea. Primero, que los musulmanes asentados en Europa son hermanos oprimidos que tienen que ser rescatados y liberados de la perversa influencia de las sociedades occidentales. Segundo, que es posible trabajar en la creación en territorio europeo de distritos exclusivistas y aislados, completamente islamizados, incluso crear estructuras sociales islamistas paralelas que lleguen a suplantar al Estado como ocurre en algunos enclaves del mundo árabe y musulmán65. En efecto, los yihadistas se han marcado como objetivo crear dentro de Europa espacios urbanos de mayoría musulmana donde la sharia regule el comportamiento y las normas de convivencia de la población: la elevada concentración étnica de determinadas áreas de determinadas capitales europeas en las que se percibe una mínima presencia de la administración, en las que emergen jóvenes de inspiración salafista ejerciendo un visible control social y en las que se construye y refuerza una 64 Ibid., pp. 4-5. 65 HASAN, Khalid. “Al Qaeda Wants to Radicalise Western Goverments”. Daily Times, 2 de abril de 2006. 67 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism identidad ‘musulmanes vs no musulmanes’ son factores que contribuyen a la creación y consolidación de guetos regidos por los terroristas en los que les resulta extraordinariamente favorable el reclutamiento66. Los yihadistas han difundido y hecho calar en determinados sectores la tesis según la cual la cultura europea (reflejada en las manifestaciones de su clase política, sus creadores de opinión y su ciudadanía en general) está llena de prejuicios contra el Islam. Este diagnóstico les ha llevado a promover e incitar al desarrollo de una contracultura endógena basada en un exaltado proceso de victimización: su nivel de autocrítica respecto de los problemas que sufren los musulmanes es mínimo y contrasta con la profusión de teorías de la conspiración que tienden a justificar todos los males sufridos por los seguidores de esa religión bajo el argumento único de la deliberada e ilimitada opresión judeocristiana67. El galopante crecimiento demográfico de la diáspora musulmana se ha desarrollado de forma paralela y simultánea a la constitución de amplios círculos sociales en los que la masificación y las altas tasas de desempleo se han consolidado como factores que 66 JORDÁN, Javier y TRUJILLO, Humberto. “Entornos favorables al reclutamiento yihadista: el barrio del Príncipe Alfonso (Ceuta)”. Jihad Monitor Occasional Paper, nº 3, 22 de noviembre de 2006, pp. 6-7. 67 GENERAL INTELLIGENCE AND SECURITY SERVICE. Violent Jihad in the..., ob. cit., pp. 34-36. 68 erlos Alfonso M han disparado las amenazas a la estabilidad y la seguridad68, por las facilidades que han encontrado las células especializadas en la captación en llevar a cabo con éxito las funciones de proselitismo e indoctrinamiento. Por ejemplo, las tasas de paro son más de un 10% más altas entre los británicos de origen musulmán y, en el caso de Holanda, esa tasa escala por encima del 60%, a lo que hay que sumar la voluntad de un porcentaje significativo de los musulmanes de ‘no integrarse’ en las instituciones políticas, sociales y culturales de los Estados europeos. Incluso la consolidación económica y social de un determinado segmento de las comunidades islámicas, que ha ido acompañada de la emergencia de generaciones de musulmanes mejor educados y más familiarizados con la cultura occidental ha constituido una amenaza en la medida en que ese bagaje no ha sido utilizado para su integración en la sociedad sino para atentar contra ella69. La monitorización de los elementos vinculados al terrorismo en esa diáspora es especialmente complicada en algunos casos debido a sus potentes conexiones exteriores. En el caso de Reino Unido son unos 400.000 los británicos de origen pakistaní que 68 CENTER FOR STRATEGIC AND INTERNATIONAL STUDIES. “Current and Crosscurrents of Radical Islamism”. CSIS Report on Transatlantic Dialogue on Terrorism, abril de 2006, p. 6. 69 PAZ, Reuven. “Global Jihad and the European Arena”. Presentation in the International Conference on Intelligence and Terrorism, Priverno, 15 de mayo de 2002, pp. 5-7. 69 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism viajan una o varias veces al año a su país de origen, algunos con la clara voluntad de contactar con redes yihadistas clandestinas o de pasar un tiempo en determinadas mezquitas o centros culturales y organizaciones caritativas que dan amparo a la propagación del salafismo armado70. El nivel de riesgo que representan las ‘células europeas’ está condicionado por la debilidad de las herramientas legislativas de las que disponen algunos Estados71. En enero de 2005 un tribunal italiano pronunciaba su sentencia sobre la implicación del marroquí Mohamed Daki en una red de falsificación de documentos utilizados, entre otros, por Maxamed Cabdullah Cise, un terrorista que viajó a Irak para combatir junto a yihadistas de Ansar al Islam. La juez Clementina Forleo estimó que Daki era pieza central en la red de reclutamiento pero que las misiones en las que tomaban parte los reclutados en Irak debían ser consideradas no ‘actos terroristas’ sino ‘operaciones de guerrilla’, y que los objetivos genéricos de Ansar al Islam no eran de naturaleza terrorista a pesar de apoyarse ideológicamente esta organización en el fundamentalismo islámico. La sentencia hizo declarar al ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini que se estaba transmitiendo a las células terroristas un mensaje de70 CALDWELL, Christopher. “After Londonistan”. The New York Times, 25 de junio de 2006. 71 SARCINA, Giuseppe. “Frattini: ‘Ora c’e il rischio che l’Italia diventi zona franca per gli estremisti”. Corriere della Sera, 25 de enero de 2005. 70 erlos Alfonso M vastador: ‘Europa es un refugio seguro en el que los yihadistas pueden operar con impunidad’. La amenaza de estas redes no deriva únicamente de su potencial para la radicalización más extrema sino de su influencia en las comunidades musulmanas y su inducción para que quienes profesan esta religión eviten la asimilación, rechacen la ley y el orden y creen una situación de polarización frente a su entorno72. Estas células se han constituido bajo ‘oasis identitarios’, en la medida en que se han desligado de las sociedades de implantación vinculándose única o fundamentalmente a esa comunidad de referencia que conforman los musulmanes en general y, en particular, los terroristas que combaten en los diversos frentes de yihad73. Desde una perspectiva comparativa transatlántica, Europa ha tenido que hacer frente al reto de la integración de una manera más adversa que Estados Unidos por diversas razones. Principalmente, porque porcentualmente es mayor la presencia de musulmanes en suelo comunitario y porque tradicionalmente los musulmanes que han emigrado a Norteamérica han tenido niveles de bienestar social y económico que, como mínimo, se 72 AKERBOOM, Eric. “Counterterrorism in the Netherlands”. Analysis for the General Intelligence and Security Service of the Netherlands, 11 de noviembre de 2003, p. 2. 73 JORDÁN, Javier y TORRES, Manuel. “El yihadismo en Europa: tendencias y evolución”. Ponencia presentada en el VII Congreso de la Asociación Española de Ciencia Política y de la Administración. Madrid, 21 de septiembre de 2005. 71 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism han tendido a situar en la media nacional; además, porque la percepción subjetiva y la realidad objetiva de la nación estadounidense como crisol de culturas ha favorecido que la diáspora musulmana no se haya visto, en términos generales, desplazada o rechazada. 72 erlos Alfonso M 9 LAS REDES CONTINENTALES DE APOYO AL TERRORISMO EN IRAK La persistencia en el tiempo del terrorismo yihadista y la explotación del conflicto en Irak ha estado directamente ligada, entre otros factores, a la función del territorio europeo como cabeza de puente en el que se han establecido entramados para la captación, el indoctrinamiento y el envío de operativos al corazón de Oriente Medio74. Ya en la segunda mitad de 2004 se comenzó a detectar por las agencias de inteligencia europeas, en términos generales, la presencia de reclutadores, fundamentalmente en Italia, Francia, Suecia, Bélgica, Alemania, Reino Unido y España que procedían a la preparación de terroristas. Antes de dejar Europa, las familias de un significativo número de terroristas que con el tiempo se convirtieron en suicidas, habían detectado notables cambios en su comportamiento, en la vestimenta, en la alimentación o en el cuidado físico75. Esos jóvenes, en un porcentaje minoritario, se han convertido en autores materiales de atentados en los que se han dejado la vida. La mayor parte, en cambio, y tal y como han recomenda74 MERLOS, Alfonso. “Irak como escenario de conflicto para la consolidación del movimiento yihadista global”. Política y Estrategia, vol. 112, 2008, pp. 26-49. 75 KEATEN, Jamey. “Homegrown Militants Present Europe With New Terror Threat”. Associated Press, 9 de diciembre de 2005. 73 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism do los ideólogos de referencia del movimiento yihadista global, han viajado a Irak con el objetivo de adquirir experiencia en la lucha armada para posteriormente retornar a Europa y diseñar o ejecutar planes de ataque76. Su meta es realizar una contribución temporal a uno de los escenarios de la yihad para regresar posteriormente a sus Estados de origen77. Las propias organizaciones operativas en Irak se han esforzado en mantener abierto y pujante su vector y ramificaciones europeas. Fue una célula alemana vinculada al entramado Ansar al Islam la que intentó asesinar al ex primer ministro iraquí Iyad Alaui durante su visita a Berlín en diciembre de 2004, lo que ayudó a la inteligencia germana a destapar la compleja trama de esta organización en Europa y a determinar su fisonomía y estructura: en la cúpula se encontraba un ‘director’, que contaba con un ‘subdirector’ y el apoyo para la toma de decisiones de varios ‘ingenieros’ y ‘capataces’, situados en un tercer nivel; en la base operaban los ‘trabajadores’ y ‘empleados’ destinados a ser enviados a Irak para tomar parte en atentados suicidas. El entramado Ansar al Islam ha crecido numéricamente en términos de operativos en el escenario post 11S mediante la inclu- 76 HAAHR, Kathryn. “New Reports Allege Foreign Fighters in Iraq Returning to Europe”. Terrorism Facuss, vol. 3, nº 20, 23 de mayo de 2006, p. 2. 77 CORDESMAN, Anthony. “Iraq’s Evolving Insurgency”. Report of the Center for Strategic and International Studies, 9 de diciembre de 2005, p. 19. 74 erlos Alfonso M sión entre sus filas de jordanos, marroquíes, palestinos y afganos y ha ido cimentando su presencia en una docena de Estados europeos, fundamentalmente en Alemania, Francia, España, Reino Unido, Italia, Noruega y Bosnia. Desde Internet ha transmitido en reiterados mensajes la necesidad de mantener y reforzar la capacidad de proselitismo y captación; también la de incurrir en actividades criminales para crear fuentes autónomas y diversificadas de financiación que permitan circunvalar las sanciones internacionales y explotar los agujeros de seguridad europeos tanto a nivel estatal como transnacional78. No sólo conglomerados como Ansar al Islam buscan el uso del territorio comunitario para el apoyo a operaciones en Irak. Estados Unidos ha probado la presencia de yihadistas europeos con proyectos para la perpetración de atentados en suelo estadounidense en escenarios muy distintos: a través de un ataque coordinado con coches bomba en grandes ciudades y áreas densamente pobladas recurriendo al uso de suicidas, a través del envenenamiento de la red hidraúlica de grandes ciudades mediante agentes químicos y, por último, a través del asesinato selectivo de altos cargos federales o estatales. Los grupos entregados al aprovisionamiento de documentación falsificada, el indoctrinamiento, la financiación y la búsqueda de rutas para la infiltración en territorio iraquí han mejorado pro78 DARLING, Dan. “Ansar al Islam Dossier”. Analysis for the Center for Policing Terrorism, 30 de julio de 2004, p. 5. 75 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism gresivamente su nivel de coordinación a escala transnacional79, operando desde la mayor parte de Estados europeos: Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, España, Noruega, Holanda, Bélgica, Austria, Polonia, República Checa, Bulgaria o Rumania80. La última semana de noviembre de 2005, la policía belga desmantelaba en Bruselas y Antwerp una red de catorce terroristas vinculados a Murielle Degauque, la primera suicida conversa al Islam que había atentado el 9 de ese mismo mes contra militares estadounidenses a las afueras de Bagdad. Se trataba de nueve belgas, dos tunecinos y tres marroquíes vinculados al envío de yihadistas en coordinación con el GICM. En Holanda, los servicios de información han detectado que la amenaza que representa el islamismo no está vinculada únicamente al ejercicio directo de la violencia. Son numerosos los salafistas que están trabajando desde la propaganda y el proselitismo para influenciar a la diáspora musulmana instalada en ese Estado con el fin de crear un escenario de polarización social y alienar a la minoría musulmana. Esa tarea, que persigue el bloqueo de la integración de los inmigrantes, se levanta sobre la base doctrinal que defiende que, de acuerdo con el verdadero 79 BUTLER, Desmond y VAN NATTA, Don. “Recruiters: Trail of Anti-US Fighters Said to Cross Europe to Iraq”. The New York Times, 6 de diciembre de 2003. 80 BARNETT, Anthony et al. “Terror Cells Regroup and Now They Target Europe”. The Observer, 11 de enero de 2004. 76 erlos Alfonso M Islam, los musulmanes no pueden acatar los sistemas democráticos, liberales y abiertos de corte occidental. El propio escenario de posguerra iraquí ha influido en el comportamiento de determinadas ‘células europeas’81. Es el caso de aquella en la que se insertó el asesino del cineasta Theo Van Gogh. El hecho de que Mohamed Bouyeri intentase consumar el atentado rebanando el cuello a su víctima es un indicador de que el método de ataque estaba influenciado por las imágenes de la campaña de secuestros y decapitaciones de rehenes en Bagdad, a las que esos criminales tenían acceso diariamente a través de Internet. Tanto la documentación incautada como las comunicaciones a las que se tuvo acceso determinaron que la situación en Irak había actuado como acelerador y elemento para la radicalización de este entramado yihadista82. En Alemania, las fuerzas antiterroristas desmantelaban el 12 de enero de 2005 en una operación sincronizada en distintas ciudades una red de 22 operativos especializados en la falsificación de pasaportes, la elaboración y difusión de propaganda y el reclutamiento de jóvenes para Ansar al Islam. Pocos días más tarde, las autoridades detenían en una investigación conjunta con Estados 81 PAZ, Reuven. “The Impact of the War in Iraq on Islamist Groups and the Culture of Global Jihad”. PRISM Series of Global Jihad, septiembre de 2004. 82 MERLOS, Alfonso. “La cibercomunicación en la estrategia de Al Qaeda”. Cuadernos de Periodistas, nº 14, junio de 2008, pp. 73-84. 77 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism Unidos a un terrorista que ejercía como mentor de suicidas; se trataba de un iraquí que no sólo indoctrinaba a los reclutas antes de enviarlos a Bagdad sino que les inducía a la comisión de delitos para la financiación de los gastos del viaje83. A inicios de 2005, la inteligencia germana cifraba en un centenar los operativos de Ansar el Islam activos en el país y calculaba que sólo en la región de Bavaria habían sido captadas dos decenas para ser infiltrados en Irak, algunos con la voluntad de llegar hasta el suicidio, entre ellos un correo de 27 años que había viajado hasta en 20 ocasiones a la zona antes de ser detenido por las autoridades de Bagdad84. A mediados de mayo de 2006, sólo en Hamburgo eran 170 los yihadistas bajo sospecha, una cifra que a nivel nacional alcanzaba los 2.00085. En el caso de Francia, la amenaza en la década de los noventa procedía de yihadistas infiltrados desde el exterior, principalmente de Argelia, que iniciaban un proceso de extensión del islamismo activista entre aquellos segmentos de la población ori- 83 VAN NATTA, Don y BERGMAN, Lowell. “Militant Imams Under Scrutiny Across Europe”. The New York Times, 25 de enero de 2005, p. 9. 84 CZUCZKA, Tony. “Militants Said to Send Fighters to Europe”. Associated Press, 8 de enero de 2005; WHITLOCK, Craig. “In Europe, New Force for Recruiting Radicals”. The Washington Post, 18 de febrero de 2005, p. 1. 85 HAVEN, Paul. “Europe Tries to Prevent Next Attack”. The Guardian, 29 de mayo de 2006. 78 erlos Alfonso M ginarios del Magreb. Con el tiempo esa amenaza ha cedido paso a la de yihadistas autóctonos que han buscado la exportación del terror a teatros de batalla como el iraquí86. Las fuerzas policiales comenzaron a detectar la actividad de redes organizadas de reclutamiento para la yihad en otoño de 2004, después de que las autoridades de Washington y Bagdad comunicaran a sus contrapartes en París que entre julio y octubre de ese año tres jóvenes parisinos de origen magrebí, todos de 19 años, habían perdido la vida en distintos combates. El primero, Hakim Redouane murió durante el bombardeo por el Ejército de Estados Unidos de una posición terrorista en Faluya, el 17 de julio. El 20 de septiembre caía en un enfrentamiento con tropas estadounidenses Tarek Ouinis. El 20 de octubre Abdelhalim Badjoud se dejaba la vida en un atentado en el camino hacia el aeropuerto de Bagdad matando a dos soldados estadounidenses. Además, los magistrados de París87 tuvieron conocimiento de que tres ciudadanos franceses habían sido detenidos por las fuerzas de Estados Unidos. Dos de ellos, Peter Cherif y Chekou Diakhabi, de 22 y 20 años respectivamente luchaban en Faluya. El tercero, 86 INTERNATIONAL CRISIS GROUP. “La France face à ses musulmans: émeutes, jihadisme et dépolitisation”. ICG Rapport Europe, nº 172, 9 de marzo de 2006, p. 18. 87 VIDINO, Lorenzo. Al Qaeda in Europe: The New Battleground of International Terrorism. New York. Prometheus Books, 2005, pp. 112-113. 79 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism Faras Howeini, también de 20 años, había sido arrestado en Mosul acusado del asesinato de un agente de la policía iraquí88. Estos seis jóvenes procedían del mismo suburbio de París, del distrito 19, un área al noreste de la capital densamente poblada por inmigrantes norteafricanos. Todos, en situación de desempleo, habían dejado el país en marzo de 2004 camino de Siria, donde se inscribieron en el Instituto Islámico Al Fatah en el que permanecieron unas semanas antes de cruzar la frontera. En diciembre de 2005, Francia había identificado a 22 jóvenes que se habían infiltrado en Irak para convertirse en suicidas. Por esa fecha, siete de ellos habían muerto, dos estaban apresados por el Ejército de Estados Unidos y de trece se desconocía su paradero aunque no se descartaba que, algunos de ellos, hubiesen regresado a Europa para proseguir la yihad. La mayoría eran procedentes de París y Lyon. El responsable de la Dirección de Vigilancia del Territorio (DST), Pierre de Bousquet, ha confirmado que los potencialmente reclutables presentan un perfil común: son muy jóvenes, proceden de barrios marginales, su proceso de radicalización es rápido, hacen gala abiertamente de su extremismo, y la mayoría abandona el país con el pretexto de seguir estudios islámicos en Oriente Medio. 88 CHICHIZOLA, Jean. “Le troisième français capturé en Irak a eté identifié”. Le Figaro, 5 de febrero de 2005. 80 erlos Alfonso M En septiembre de 2006, Francia tomaba la determinación de frenar la eventual exportación de yihadistas a través de un nuevo procedimiento de expatriación contra los imanes radicales, los referentes religiosos y los líderes de opinión que aprovechaban las mezquitas para propagar la doctrina del salafismo armado. En esa fecha, el Ministerio del Interior incoaba once expedientes de expulsión contra otros tantos predicadores: siete magrebíes, un sirio, un paquistaní, un bosnio y un último originario de Chad. La mayoría difundía su mensaje en los alrededores de París y dos de ellos habían llegado a Francia extraditados por los gobiernos de Reino Unido y Alemania por actividades vinculadas a la justificación y la apología del terrorismo89. Esta lucha contra la propagación de la versión más radical del Islam no era nueva. A finales de 2004, agentes de información monitorizaban más de cuarenta mezquitas en todo el territorio nacional en las que eran grabados con especial atención las soflamas difundidas en los sermones de los viernes usando una amplia red de confidentes y colaboradores. Más allá de la Europa continental, en Reino Unido la amenaza que deriva de las células locales conectadas operativamente en mayor o menor grado con el escenario de posguerra iraquí ha tenido para las autoridades el elemento de preocupación añadido provocado por el creciente grado de alienación de la comunidad 89 FARAMAZI, Scheherezade. “France, a Past Victim of Terrorism, Doesn’t Pull Punches in Fighting Back”. Associated Press, 21 de diciembre de 2004. 81 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism musulmana y sus posiciones y actitudes hacia el ejercicio de la yihad. Las tasas de desempleo de esta comunidad se elevan hasta el 15%, escalando hasta el 28% en el caso de los jóvenes de entre 16 y 24 años, lo que dispara la vulnerabilidad para la captación en estos segmentos. Respecto de su opinión sobre la yihad, en porcentajes muy altos (más del 80%, según la mayoría absoluta de los sondeos) contempla que la ‘guerra contra el terror’ es equiparable de forma simple y directa a una ‘guerra contra el Islam’ y en porcentajes muy bajos (en torno al 10%, según la mayoría absoluta de los sondeos) se muestra favorable a que Al Qaeda o, por extensión, los actores encuadrados en el movimiento yihadista global sigan su campaña de atentados90. En junio de 2005, unos setenta voluntarios habían dejado Reino Unido para combatir en Irak: al menos tres de ellos habían muerto en combate y uno más, Idris Bazis, originario de Manchester y muy por encima de la media de edad de los yihadistas, 41 años, se había dejado la vida en un atentado suicida91. A mediados de 2006 las fuerzas de seguridad estimaban en algo menos de un centenar los que habían conseguido infiltrarse en Irak92. 90 VIDINO, Lorenzo. “Islamic Extremism in Europe”. Testimony before the US House Committee on International Relations, Subcommittee on Europe and Emerging Threats, 27 de abril de 2005. 91 LEPPARD, David y JABER, Hala. “70 British Muslims Join Iraq Fighters”. The Times, 26 de junio de 2005. 92 BRIMLEY, Shawn. “Tentacles of Jihad: Targeting Transnational Support Networks”. Parameters, verano de 2006, p. 39. 82 erlos Alfonso M Las autoridades revelaron a finales de mayo de 2006 que desde el 7J habían sido desbaratadas hasta una veintena de tramas en distintas fases de planificación, muchas de ellas conectadas directa o indirectamente con individuos y células yihadistas activas en Irak; la última semana de ese mes, la policía arrestó a ocho terroristas libios que estaban financiando operaciones en Bagdad y que planificaban una ola de atentados suicidas contra las fuerzas estadounidenses y británicas. Las células que operan en Reino Unido y han mantenido conexiones con el escenario de conflicto en Irak han explotado parcialmente las redes creadas por organizaciones como Al Muyahirun, que con distintos grados de apoyo a la yihad, internamente y en círculos más o menos restringidos: ha incitado a la violencia, ha llamado al antisemitismo, ha intentado de manera encubierta difundir falsos rumores y teorías de la conspiración susceptibles de cuajar en la diáspora musulmana, y ha buscado la creación de un estado de confrontación social en sintonía con los intereses de los yihadistas. 83 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism 10 COROLARIO: CONTRA LA SOMBRA Y LA PLAGA DEL APACIGUAMIENTO Los poderes públicos europeos se han esforzado en los últimos años en la elaboración de guías de acción destinadas a orientar la misión de periodistas, académicos e intelectuales en el combate de los procesos de radicalización de la diáspora musulmana. Entre las más heterogéneas amalgamas de recomendaciones, la mayor parte de ellas con la horma de la corrección política, se ha apuntado: 1) que el uso de términos como “terrorismo islámico” debería ser descartado para apostarse por una distinción clara entre las reivindicaciones que presentan los grupos terroristas y la fe tal y como es contemplada por la mayoría de musulmanes; 2) que no debe deslizarse la idea de que los musulmanes no se oponen activamente al terrorismo, ya que es algo que en términos generales hacen sistemáticamente; 3) que debe dejarse de manifiesto que hay ataques de componente antisemita que son perpetrados por jóvenes musulmanes deslindados de aquellas tramas perfectamente organizadas y planificadas que entran en los circuitos del terrorismo internacional; y 4) que no es conveniente que los medios de comunicación contribuyan a crear un clima de alerta generalizado sobre eventuales atentados desviando la atención de otros asuntos diarios de interés general93. 93 HOUSE OF COMMONS. “Terrorism and Community Relations”. Sixth Report of Session 2004-2005, vol. 1, 22 de marzo de 2005, pp. 66-67. 84 erlos Alfonso M Esos mismos poderes se han entregado con menor entusiasmo a recalcar que la respuesta ante la amenaza debe centrarse en un triple rearme: el militar, con fuerzas de intervención apropiadas a las exigencias que presenta el nuevo escenario de seguridad; el legal, con nuevas disposiciones normativas para combatir la fisonomía cambiante del enemigo; y el moral, con una reafirmación definitiva e inquebrantable de los valores de la tradición judeocristiana que tan activamente han contribuido a que la libertad germine, se extienda y arraigue en nuestras sociedades94. Esta redefinición de los mecanismos e instrumentos de combate es necesaria en la medida en que la lógica de la Guerra Fría y de la Era Industrial ha abierto paso a una nueva lógica y, por lo tanto, a nuevas reglas y modos de encarar el conflicto. Si no somos capaces de definir esas reglas, corremos el riesgo de dejar que sean definidas por nuestros enemigos95. No estamos estrictamente ante un choque entre civilizaciones sino entre un choque entre la civilización y la barbarie. Estamos ante la vieja batalla entre el progreso y el reaccionismo, entre aquellos que abrazan y ven una oportunidad en el mundo nuevo y aquellos que rechazan su existencia, entre el optimismo y la esperanza 94 AVILÉS, Juán. “Occidente ante el desafío del islamismo radical: un ensayo de interpretación”. Análisis nº 38 del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, 27 de marzo de 2007, p. 3. 95 REED, Donald. “On Strategy: The War on Terror in Context”. Analysis for the Naval Postgraduate School, marzo de 2006, p. 27. 85 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism de un lado frente al pesimismo y el miedo del otro: la ecuación resultante de esta confrontación entre el extremismo y la modernidad determinará el signo del futuro96. Sólo se conseguirá la derrota del terrorismo de matriz salafista si las elites políticas creen en ella y si son capaces de trazar y recorrer vías para la victoria que se transiten tras asumir varias consideraciones. La primera, que el eficaz combate contra esta forma de violencia va más allá de la contabilización cuantitativa y matemática del número de terroristas capturados o muertos. La segunda, que el triunfo no será marcado ni quedará grabado con un signo tan visible como la caída del Muro de Berlín y el colapso del comunismo. La tercera, que la recuperación de espacios democráticos que amortigüen los efectos de la presencia yihadista en Oriente Próximo, Asia Central, la región del Golfo Pérsico y el Sudeste Asiático pasa por ofrecer y, en ocasiones, imponer al mundo árabe y musulmán la libertad como antídoto de los planteamientos más atroces y tiránicos que abanderan los terroristas. La violencia política de destrucción masiva exige una respuesta motivada por el desbordamiento del paradigma de terrorismo entendido como acto criminal de efectos, materiales y humanos, muy restringidos. Incluso a pesar del riesgo de caer en esa tentación, a los gobiernos apaciguadores no les resulta posible 96 BLAIR, Tony. “A Clash about Civilization”. Conferencia pronunciada en el Foreign Policy Centre, 21 de marzo de 2006. 86 erlos Alfonso M hoy la estrategia que pasa por ‘tomar la temperatura’ o ‘tomar el contacto’ con los yihadistas para, al detectar el punto óptimo, entablar conversaciones y llegar a algún compromiso previa claudicación a través de concesiones políticas. Como advirtiera el ex director de la CIA, James Woolsey, ‘los terroristas de hoy no quieren sentarse en ninguna mesa; quieren destruir la mesa y liquidar a sus interlocutores’. Occidente no está ganando la batalla contra el totalitarismo yihadista. Tras su proceso de dispersión, reagrupamiento y descentralización, el conglomerado que ha derivado de la organización Al Qaeda está exhibiendo una elevada capacidad para sobreponerse a los resultados de un ciclo sostenido de eficaces operaciones contraterroristas. La destrucción, desactivación o aislamiento de unas células está teniendo como paralelo la potenciación, radicalización y activación de otras, periféricas y durmientes, que han garantizado una capacidad de actuación y réplica sostenida. Las democracias avanzadas no han conseguido paralizar la campaña en marcha contra apóstatas, judíos, cruzados y ateos; no han conseguido minar la moral de los terroristas; no provocar la disminución del umbral de letalidad de sus atentados; no generar un colapso o lucha interna en el seno del movimiento; no llevar a los yihadistas a desistir en sus ataques o negociar su rendición. Sin embargo, las democracias avanzadas sí están asumiendo que la disuasión significa poco para terroristas que no tienen territorio ni ciudadanos que defender; que la contención 87 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism es ineficaz frente a quienes buscan el factor sorpresa obsesionados con escalar hasta las más altas tasas de victimización con sus embestidas; están comprendiendo que favorecer el diálogo y la distensión para mercadear o llegar a modificar la agenda neosalafista implica no entender las dimensiones expansionistas del pensamiento alimentado por el Islam radical. La determinación que debe guiar la lucha global el enemigo yihadista no debe ser menor que la que propició la derrota del enemigo comunista. Como el comunismo ayer, el yihadismo tiene hoy un compromiso firme de actuar en cualquier lugar del mundo contra quienes defienden el avance de la libertad. Como el comunismo ayer, el yihadismo hoy está conformado por una variedad de grupos y movimientos con un considerable respaldo social que, en consecuencia, deben ser abordados, atacados y atajados con herramientas diversas y complementarias. Como el comunismo ayer, el yihadismo hoy está nutrido por una ideología contraria a los valores democráticos y con aspiraciones transnacionales. Como el comunismo ayer, el yihadismo hoy aspira a un cambio del orden político, social y económico a través del uso más despiadado, incondicional e irrestricto de la violencia. Como el comunismo ayer, el yihadismo hoy postula la división del mundo en dos esferas: la de quienes oprimen recurriendo a la barbarie a los más débiles y la de quienes son oprimidos por defender sus ideas y creencias. Como el comunismo ayer, el yihadismo hoy tiene entre sus líderes y compinches a quienes no están dispuestos a moldear ni corregir sus preconceptos y a 88 erlos Alfonso M quienes son impermeables a cualquier argumento o razón que les llegue del exterior. Como el comunismo, el yihadismo contempla que la democracia y el capitalismo contienen las semillas de su propia destrucción, desencadenada tras una guerra y una revolución inevitable a escala global. Las coordenadas desde las que encarar la amenaza yihadista, abanderada por Al Qaeda, son estratégicamente similares a las que propiciaron la erradicación de la amenaza comunista, abanderada por la Unión Soviética. Como ayer, hoy resulta vital para derrotar al enemigo no sólo usar la fuerza en el campo de batalla sino desacreditar la ideología que lo moviliza y activa; como ayer, hoy debe acatarse que en la medida en que la victoria sólo puede resultar de un proceso prolongado, duro y difícil con un final no necesariamente claro ni definitivo, la lucha debe cometerse con persistencia y confianza en los principios que la motivan. Como ayer, hoy hay que asumir que el desafío no es sólo, ni siquiera principalmente, de carácter armado. Como ayer, hoy se vuelve a situar la defensa de los derechos humanos y las libertades más fundamentales en el centro del sistema de creencias de quienes confían en el avance de la democracia al margen de culturas, ideologías y religiones. En definitiva, como ayer, hoy se debe confiar en la superioridad moral de Occidente en contraposición a las tenebrosas utopías que activan a quienes se valen del terror para imponer falsos sistemas teocráticos trasnochados y desviados. 89 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism Para recorrer este camino largo que Occidente está obligado éticamente a liderar será necesario soltar el lastre que representan quienes, desde las elites políticas y desde algunas alcantarillas por las que transitan voluntariamente tanto académicos menores como consagrados intelectuales, entienden que es posible el entendimiento cuando no el abrazo con los que creen en la opresión, son llamados por el odio y se obstinan en socavar la paz mundial, la prosperidad y la seguridad internacional. Como Hannah Arendt sentenciara en relación a la amenaza del nazismo, somos responsables del mundo en que vivimos, y por tanto nos corresponde tomar algún tipo de compromiso cuando el totalitarismo, sea de la índole que sea, se nos aproxima y nos golpea. Según los casos ese compromiso debe ser, o al menos puede ser, cívico. Pero también profesional. 90 erlos Alfonso M 91 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism 11 ANEXOS ANEXO I: “Juntos, haciendo frente a un Nuevo Totalitarismo”97 Después de haber doblegado al Fascismo, al Nazismo y al Comunismo, el mundo hoy hace frente a una nueva amenaza totalitaria: el Islamismo. Nosotros, escritores, periodistas e intelectuales hacemos un llamamiento para que se resista a esta forma de totalitarismo religioso y a que se promueva la libertad, la igualdad de oportunidades y los valores seculares. Los eventos asociados a la publicación de las viñetas de Mahoma en periódicos europeos han revelado la necesidad de mantener la lucha por los valores universales. Esta lucha no será ganada por la vía de las armas, sino en el campo ideológico. No estamos ante un choque de civilizaciones o un antagonismo entre Occidente y Oriente, sino ante una lucha global que enfrenta a los que creen en la democracia con los que creen en la teocracia. Como todas las formas ideológicas de totalitarismo, el Islamismo bebe en las fuentes del miedo y la frustración. Los predicadores del odio toman esas referencias y se aprovechan 97 Documento firmado por un grupo de intelectuales y periodistas, originalmente publicado el 1 de marzo de 2006 en el semanario francés Charlie Hebdo, uno de los medios de comunicación que republicó las caricaturas de Mahoma en un ejercicio de defensa de la libertad de expresión y de combate del apaciguamiento frente a la amenaza islamista. 92 erlos Alfonso M de esos sentimientos para aglutinar fuerzas y asegurar que ellos impondrán un mundo de verdadera libertad que acabe con el reino de las desigualdades. Es tarea nuestra decir algo fuerte y claro: nada, ni siquiera la desesperación, justifica que se apueste por la vía de la oscuridad, el totalitarismo y el odio. El Islamismo es una ideología reaccionaria que acaba con la igualdad, con la libertad y con el secularismo allá donde se implante. Su victoria solo llevaría a un mundo de injusticia y de dominación: de los hombres sobre las mujeres, de unos fundamentalistas sobre otros. Por el contrario, es labor nuestra asegurar el acceso a los derechos humanos universales a todos, especialmente a quienes son oprimidos y discriminados. Rechazamos el “relativismo cultural” que implica la aceptación de que los hombres y las mujeres de la cultura musulmana están privados de sus derechos de igualdad y libertad en nombre del respeto a cierta cultura y ciertas tradiciones. Rechazamos renunciar a nuestro espíritu crítico por miedo a ser acusados de “islamófobos”, un concepto gastado que confunde la crítica que se hace del Islam como religión con la estigmatización de los que creen en ella. Defendemos la universalidad de la libertad de expresión porque el espíritu crítico debe y puede existir en todos los continentes por encima de los dogmas. 93 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism Apelamos a los demócratas y a aquellos que creen en la libertad de espíritu en cada país a que trabajen para que nuestro siglo sea el de la luz, y no el de la oscuridad. Firmado por: Ayaan Hirsi Ali, Chahla Chafiq, Caroline Fourest, Bernard-Henri Levy, Irshad Manji, Mehdi Mozaffari, Maryam Namazie, Taslima Nasreen, Salman Rushdie, Antoine Sfeir, Philippe Val, Ibn Warraq. 94 erlos Alfonso M ANEXO II: “Los diez mandamientos de la democracia”98 1. Debemos separar la política de la religión, y nunca permitir que la religión se sitúe por encima de las leyes de la democracia. 2. Debemos respetar la igualdad de derechos de todos, independientemente de su sexo, etnia, orientación sexual o creencias religiosas. 3. Nadie debe incitar al odio, y nunca debemos permitir que el odio entre en nuestros corazones. 4. Nadie debe usar o animar al uso de la violencia, independientemente de la frustración que sienta o de lo justa que pueda ser la causa a la que apele. 5. Debemos usar el diálogo, siempre. 6. Debemos mostrar respeto por la libertad de expresión, incluso por la que ejercen los que están en desacuerdo con lo que sostiene la mayoría. 7. Nadie puede asignarse para sí mismo una posición superior respecto de otros o presentarse como la eterna víctima. 98 Texto elaborado por el diputado danés de origen árabe Naser Khader, defensor de un Islam moderado cuyos fieles estén en condiciones de coexistir con los demócratas europeos. 95 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism 8. Debemos tratar los símbolos religiosos de quienes pertenecen a otras naciones de la misma manera en que gustaría que se tratase a los nuestros: la quema de banderas, las pinturas en las Iglesias, mezquitas y sinagogas son insultos que obstaculizan el diálogo y abren la vía de la represión desatada por la parte afectada. 9. Debemos cuidar nuestras formas en público. La esfera pública no es un lugar en el que promover la agresión o en el que diseminar miedo y odio, sino un foro en el que exponer visiones y argumentos en el que las mejor expuestas son las que ganan más apoyo. 10. Debemos permanecer del lado de nuestro oponente si él o ella son sometidos a un trato cruel. 96 erlos Alfonso M ANEXO III: “Why I Published Those Cartoons”99 Childish. Irresponsible. Hate speech. A provocation just for the sake of provocation. A PR stunt. Critics of 12 cartoons of the prophet Muhammad published in the Danish newspaper JyllandsPosten have not minced their words. They say that freedom of expression does not imply an endorsement of insulting people’s religious feelings, and besides, they add, the media censor themselves every day. So, please do not teach us a lesson about limitless freedom of speech. I agree that the freedom to publish things doesn’t mean you publish everything. Jyllands-Posten would not publish pornographic images or graphic details of dead bodies; swear words rarely make it into our pages. So we are not fundamentalists in our support for freedom of expression. But the cartoon story is different. Those examples have to do with exercising restraint because of ethical standards and taste; call it editing. By contrast, I commissioned the cartoons in response to several incidents of self-censorship in Europe caused by widening fears and feelings of intimidation in dealing with issues related to Islam. And I still believe that this is a topic that we Europeans must confront, challenging moderate 99 Artículo publicado originalmente el 19 de febrero de 2006 en The Washington Post por Flemming Rose, periodista danés y editor del área cultural del Jyllands-Posten, el periódico que difundió en primer término las caricaturas de Mahoma. 97 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism Muslims to speak out. The idea wasn’t to provoke gratuitously -and we certainly didn’t intend to trigger violent demonstrations throughout the Muslim world. Our goal was simply to push back self-imposed limits on expression that seemed to be closing in tighter. At the end of September, a Danish standup comedian said in an interview with Jyllands-Posten that he had no problem urinating on the Bible in front of a camera, but he dared not do the same thing with the Koran. This was the culmination of a series of disturbing instances of self-censorship. Last September, a Danish children’s writer had trouble finding an illustrator for a book about the life of Muhammad. Three people turned down the job for fear of consequences. The person who finally accepted insisted on anonymity, which in my book is a form of self-censorship. European translators of a critical book about Islam also did not want their names to appear on the book cover beside the name of the author, a Somalia-born Dutch politician who has herself been in hiding. Around the same time, the Tate gallery in London withdrew an installation by the avant-garde artist John Latham depicting the Koran, Bible and Talmud torn to pieces. The museum explained that it did not want to stir things up after the London bombings. (A few months earlier, to avoid offending Muslims, a museum in Goteborg, Sweden, had removed a painting with a sexual motif and a quotation from the Koran.) 98 erlos Alfonso M Finally, at the end of September, Danish Prime Minister Anders Fogh Rasmussen met with a group of imams, one of whom called on the prime minister to interfere with the press in order to get more positive coverage of Islam. So, over two weeks we witnessed a half-dozen cases of selfcensorship, pitting freedom of speech against the fear of confronting issues about Islam. This was a legitimate news story to cover, and Jyllands-Posten decided to do it by adopting the well-known journalistic principle: Show, don’t tell. I wrote to members of the association of Danish cartoonists asking them “to draw Muhammad as you see him.” We certainly did not ask them to make fun of the prophet. Twelve out of 25 active members responded. We have a tradition of satire when dealing with the royal family and other public figures, and that was reflected in the cartoons. The cartoonists treated Islam the same way they treat Christianity, Buddhism, Hinduism and other religions. And by treating Muslims in Denmark as equals they made a point: We are integrating you into the Danish tradition of satire because you are part of our society, not strangers. The cartoons are including, rather than excluding, Muslims. The cartoons do not in any way demonize or stereotype Muslims. In fact, they differ from one another both in the way they depict the prophet and in whom they target. One cartoon makes fun of Jyllands-Posten, portraying its cultural editors as a bunch of 99 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism reactionary provocateurs. Another suggests that the children’s writer who could not find an illustrator for his book went public just to get cheap publicity. A third puts the head of the antiimmigration Danish People’s Party in a lineup, as if she is a suspected criminal. One cartoon -- depicting the prophet with a bomb in his turban -- has drawn the harshest criticism. Angry voices claim the cartoon is saying that the prophet is a terrorist or that every Muslim is a terrorist. I read it differently: Some individuals have taken the religion of Islam hostage by committing terrorist acts in the name of the prophet. They are the ones who have given the religion a bad name. The cartoon also plays into the fairy tale about Aladdin and the orange that fell into his turban and made his fortune. This suggests that the bomb comes from the outside world and is not an inherent characteristic of the prophet. On occasion, Jyllands-Posten has refused to print satirical cartoons of Jesus, but not because it applies a double standard. In fact, the same cartoonist who drew the image of Muhammed with a bomb in his turban drew a cartoon with Jesus on the cross having dollar notes in his eyes and another with the star of David attached to a bomb fuse. There were, however, no embassy burnings or death threats when we published those. Has Jyllands-Posten insulted and disrespected Islam? It certainly didn’t intend to. But what does respect mean? When I visit a 100 erlos Alfonso M mosque, I show my respect by taking off my shoes. I follow the customs, just as I do in a church, synagogue or other holy place. But if a believer demands that I, as a nonbeliever, observe his taboos in the public domain, he is not asking for my respect, but for my submission. And that is incompatible with a secular democracy. This is exactly why Karl Popper, in his seminal work “The Open Society and Its Enemies,” insisted that one should not be tolerant with the intolerant. Nowhere do so many religions coexist peacefully as in a democracy where freedom of expression is a fundamental right. In Saudi Arabia, you can get arrested for wearing a cross or having a Bible in your suitcase, while Muslims in secular Denmark can have their own mosques, cemeteries, schools, TV and radio stations. I acknowledge that some people have been offended by the publication of the cartoons, and Jyllands-Posten has apologized for that. But we cannot apologize for our right to publish material, even offensive material. You cannot edit a newspaper if you are paralyzed by worries about every possible insult. I am offended by things in the paper every day: transcripts of speeches by Osama bin Laden, photos from Abu Ghraib, people insisting that Israel should be erased from the face of the Earth, people saying the Holocaust never happened. But that does not mean that I would refrain from printing them as long as they fell within the limits of the law and of the newspaper’s ethical 101 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism code. That other editors would make different choices is the essence of pluralism. As a former correspondent in the Soviet Union, I am sensitive about calls for censorship on the grounds of insult. This is a popular trick of totalitarian movements: Label any critique or call for debate as an insult and punish the offenders. That is what happened to human rights activists and writers such as Andrei Sakharov, Vladimir Bukovsky, Alexander Solzhenitsyn, Natan Sharansky, Boris Pasternak. The regime accused them of anti-Soviet propaganda, just as some Muslims are labeling 12 cartoons in a Danish newspaper anti-Islamic. The lesson from the Cold War is: If you give in to totalitarian impulses once, new demands follow. The West prevailed in the Cold War because we stood by our fundamental values and did not appease totalitarian tyrants. Since the Sept. 30 publication of the cartoons, we have had a constructive debate in Denmark and Europe about freedom of expression, freedom of religion and respect for immigrants and people’s beliefs. Never before have so many Danish Muslims participated in a public dialogue -- in town hall meetings, letters to editors, opinion columns and debates on radio and TV. We have had no anti-Muslim riots, no Muslims fleeing the country and no Muslims committing violence. The radical imams who misinformed their counterparts in the Middle East about the situation for Muslims in Denmark have been marginalized. They no longer 102 erlos Alfonso M speak for the Muslim community in Denmark because moderate Muslims have had the courage to speak out against them. In January, Jyllands-Posten ran three full pages of interviews and photos of moderate Muslims saying no to being represented by the imams. They insist that their faith is compatible with a modern secular democracy. A network of moderate Muslims committed to the constitution has been established, and the anti-immigration People’s Party called on its members to differentiate between radical and moderate Muslims, i.e. between Muslims propagating sharia law and Muslims accepting the rule of secular law. The Muslim face of Denmark has changed, and it is becoming clear that this is not a debate between “them” and “us,” but between those committed to democracy in Denmark and those who are not. This is the sort of debate that Jyllands-Posten had hoped to generate when it chose to test the limits of self-censorship by calling on cartoonists to challenge a Muslim taboo. Did we achieve our purpose? Yes and no. Some of the spirited defenses of our freedom of expression have been inspiring. But tragic demonstrations throughout the Middle East and Asia were not what we anticipated, much less desired. Moreover, the newspaper has received 104 registered threats, 10 people have been arrested, cartoonists have been forced into hiding because of threats against their lives and Jyllands-Posten’s headquarters have been evacuated several times due to bomb threats. This is hardly a climate for easing self-censorship. 103 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism Still, I think the cartoons now have a place in two separate narratives, one in Europe and one in the Middle East. In the words of the Somali-born Dutch politician Ayaan Hirsi Ali, the integration of Muslims into European societies has been sped up by 300 years due to the cartoons; perhaps we do not need to fight the battle for the Enlightenment all over again in Europe. The narrative in the Middle East is more complex, but that has very little to do with the cartoons. 104 erlos Alfonso M ANEXO IV “Carta enviada a Zapatero por catorce congresistas de Estados Unidos alertados por el aumento del antisemitismo en España”100 Querido Presidente Zapatero, Como miembros del Congreso de los Estados Unidos que apoyan las relaciones cercanas entre EEUU y España, queremos expresar nuestras preocupaciones acerca del creciente anti-semitismo en España. Como un socio democrático y aliado de los Estados Unidos, creemos firmemente que usted y su gobierno deberían tomar medidas inmediatas para denunciar y combatir el antisemitismo en España. Como quizá ya conozca, el Proyecto de Actitudes Globales de 2008 del Centro de Investigación Pew (Pew Research Center) documentó que el sentimiento anti-judío está creciendo en algunos países de Europa, pero que la situación es “particularmente dramática en España, donde las opiniones desfavorables se han más que doblado en los últimos tres años, ascendiendo desde el 21% en 2005 al 46% en la encuesta actual”. En una encuesta de 2007 dirigida por la Liga Anti Difamación (Anti Defamation League, ADL), el 60 por ciento de los encues100 Los elementos fundamentales de preocupación de los autores de la iniciativa, diez demócratas y cuatro republicanos, son: 1) el hecho de que el diario El País publique constantemente artículos y viñetas que transmiten estereotipos anti-israelíes, y 2) el hecho de que haya gobiernos autonómicos que utilicen fondos públicos para difundir materiales susceptibles de generar sentimientos y reacciones antisemitas. 105 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism tados en España respondieron que los judíos son más leales a Israel que a España, el 53 por ciento de los encuestados creían que los judíos tienen demasiado poder en el mundo de negocios, el 68 por ciento creían que los judíos tienen demasiado poder en los mercados financieros internacionales, y el 46 por ciento respondieron que los judíos todavía hablan demasiado sobre lo que les ocurrió en el Holocausto. Las encuestas del Pew y la ADL indican un nivel inquietantemente elevado del sentimiento anti-semita, y plantea serias preocupaciones acerca de la seguridad de la comunidad judía en España, quien durante años ha denunciado a las autoridades españolas asuntos desconcertantes, incluyendo incidentes de acoso verbal, vandalismo hacia sinagogas e instituciones de la comunidad judía, y un creciente sentimiento anti-semita en la opinión pública y en eventos públicos como los deportivos. También estamos profundamente preocupados acerca de la perpetua retórica anti-semita en los medios de comunicación españoles, quienes indudablemente impactan sobre la percepción pública en España y contribuye a la intolerancia y los actos llevados por el odio. Mientras que entendemos que pueden existir críticas legítimas al gobierno israelí y a sus políticas, nos preocupa el que la prensa mayoritaria, particularmente prestigiosos periódicos como El País que son leídos a lo largo de todo el mundo de habla hispana, esté sistemáticamente publicando artículos y viñetas que transmiten burdos bulos y estereotipos anti-semitas. Además, estamos preocupados por los informes 106 erlos Alfonso M que sugieren que funcionarios en las Islas Baleares están usando financiación pública para publicar material para niños que contiene opinión y dibujos anti-israelíes. Esta inaceptable retórica anti-semita, envuelta en el disfraz de la opinión anti-israelí, es peligrosa y refuerza los estereotipos negativos de los israelíes, tanto en España como internacionalmente. El Departamento de Estado de EE.UU. también documentó las preocupaciones de la comunidad judía en España en sus informes de 2005 y 2008 sobre el anti-semitismo global. Desafortunadamente, los indicadores actuales sugieren que la animosidad hacia los judíos no se ha reducido; de hecho ha ascendido a nuevas alturas. Si esta situación no es tratada desde las más altas instancias del gobierno, tememos que la situación podría acabar en violencia hacia la comunidad judía en España. Presidente Zapatero, le elogiamos por su liderazgo al establecer la Casa Sefarad y la Fundación Pluralismo y Convivencia, y por la participación de España en el Equipo de Trabajo para la Cooperación Internacional sobre la Educación, Recuerdo e Investigación del Holocausto (Task Force for International Cooperation on Holocaust Education, Remembrance, and Research). Estas son valiosas e importantes iniciativas, las cuales creemos que establecerán una base firme desde la que su gobierno tome más medidas para combatir el anti-semitismo y establecer una relación constructiva y positiva con la comunidad judía de su nación y el mundo judío en su conjunto. 107 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism Es esencial que su gobierno dé pasos adicionales para detener los sentimientos anti-semitas en España. Para ese fin, urgimos a usted y a su gobierno a que hagan afirmaciones públicas y tomen posiciones firmes rechazando las expresiones de anti-semitismo. Creemos que su gobierno debe implementar completamente la legislación anti-discriminación que convertiría al anti-semitismo en un acto criminal, penalizaría la negación del Holocausto, y crearía un Fiscal especial para tratar actos de racismo, xenofobia y anti-semitismo. Finalmente, es importante que cualquier esfuerzo por parte de su gobierno para tratar esta cuestión también incluya un componente educativo sobre el Holocausto y estudios judíos, especialmente en las instituciones de educación superior. Se ha demostrado en Europa y otros lugares que estos programas educativos producen resultados positivos. En una época en la que el Presidente Obama y los Estados Unidos están/estamos en proceso de establecer una agenda con nuestros aliados para promover la democracia, los derechos humanos, la libertad religiosa y combatir la xenofobia, la intolerancia y el odio, es importante que España se una a los Estados Unidos para solventar el anti-semitismo. Creemos que las relaciones entre americanos y españoles –que descansan sobre valores comunesserían reafirmadas aun más por los esfuerzos de su gobierno para tratar esta cuestión y nosotros estamos dispuestos a trabajar con ustedes para solventar el anti-semitismo y otros asuntos de mutua importancia. 108 erlos Alfonso M Esperando su respuesta y oír más sobre sus esfuerzos para combatir el inquietante aumento del anti-semitismo en España. Atentamente 1 de mayo de 2009 Rep. Robert Wexler, member of Congress Chairman, House Subcommittee on Europe 109 s s europea es abierta d a d ie c las so ológica a enaza ide m a o m o oc El islamism 11 BIBLIOGRAFÍA · AKYOL, Mustafá. “Who is an Islamist? Who is a Muslim? And What About Me?”. Turkish Daily News, 10 de abril de 2008. · ALLIEVI, Stefano y NIELSEN, Joergen. Muslim Networks and Transnational Communities in and across Europe. Boston. Brill, 2003. · ARCHICK, Kristin (coord.). “European Approaches to Homeland Security and Counterterrorism”. 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Doctor en Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y Diplomado en Estudios de Seguridad por el Instituto Español de Estudios Estratégicos, es Profesor de Teoría y Ciencia Política en la IE School of Communication (IE University), e imparte clases de Relaciones Internacionales en el Máster de Relaciones Internacionales y Comunicación de la UCM y en la Universidad Francisco de Vitoria. Ha publicado los libros Al Qaeda: raíces y metas del terror global (2006), La transformación de al Qaeda: el uso de la fuerza y la inteligencia contra el terrorismo yihadista (2007), ¿Rendirse ante ETA? 25 voces contra la negociación (2007) y Terror.com: Irak, Europa y los nuevos frentes de la yihad (2008). Ha ganado el Premio ‘Defensa 2006’ y el Segundo Premio ‘Revista Ejército’ 2007. Es Consejero Editorial de Política y Estrategia y analista en el área Internacional de La Gaceta de los Negocios. 118 119 · NUMERO l.“LA INTERRELACION CULTURAL ENTRE ESPAÑA E IBEROAMERICA”. Autor: Carlos Bascuñán. · NUMERO 2.“CRISTIANOS EN POLITICA”. Autores: Sergio Molina,Claudio Orrego,Eugenio Ortega,Raúl Troncoso. · NUMERO 3.“LA VISION POLITICA DEL NUEVO ORDEN INTERNACIONAL”. Autor: Andrés Zaldívar Larraín. “EL INGRESO DE ESPAÑA EN LAS COMUNIDADES EUROPEAS”. Autor: Luciano Berrocal. · NUMERO 4.“PROPUESTAS PARA UNAS NUEVAS RELACIONES ENTRE ESPAÑÁ E IBEROAMERICA”. Autor: Alberto Sepúlveda. · NUMERO 5.“EL MENSAJE HUMANISTA”. Autor: Eduardo Frei. (Español, Inglés, francés). · NUMERO 6.“EXILIO EN MADRID”. Por: Florencia Varas (Entrevista a Andrés Zaldívar). · NUMERO 7.“VIOLENCIA Y TERRORISMO”. Autor: Gustavo Jiménez. · NUMERO 8.“PROPOSICIONES POLITICAS Y ECONOMICAS PARA UNA SOLUCION A LOS PROBLEMAS DE LA DEUDA EXTERNA EN AMERICA LATINA”. Autores: Hernán Bosselín y Ramón Briones. · NUMERO 9.“TERRORISMO,GUERRILLA Y REINSERCION POLITICA - INSTITUCIONAL”. Autor: Rodolfo Fortunatti. · NUMERO lO.“EL FENOMENO DE LA CONCERTACION SOCIAL COMO BASE PARA UN DESARROLLO ESTABLE Y DEMOCRATICO”. Autor: Andrés Aylwin Chiorrini. · NUMERO 11.“EL PENSAMIENTO POLITICO DE EDUARDO FREI”. Autor: Jaime Castillo Velasco. · NUMERO 12.“ERNESTO SABATO: TESTIGO Y PROTAGONISTA”. Autor: Francisco Tokos. · NUMERO 13.“LOS VALORES Y LA EDUCACION”. Autor: Iván Navarro Abarzúa. · NUMERO 14.“ESPAÑÁ Y AMERICA LATINA: UN ESTUDIO DE POLITICA INTERNACIONAL”. Autor: Alberto Sepúlveda. 120 Otras publicaciones Cuadernos FIE · NUMERO 15.“AMERICA LATINA HOY”. Autor: Andrés Zaldívar Larraín. · NUMERO 16.“VIGENCIA DE BOLIVAR”. Autor: Felipe Herrera. · NUMERO 17.“CHILE-ESPAÑA, REFLEXIONES POLITICAS”. Autor: Luis Risopatrón. · NUMERO 18.“REFLEXIONES SOBRE LAS RELACIONES ENTRE LA COMUNIDAD AMPLIADA Y AMERICA LATINA”. Autor: Pedro Luis Gómis Díaz. · NUMERO 19.“LAS NACIONES UNIDAS E IBEROAMERICA”. Autores: Javier Pérez de Cuéllar y José Rodríguez Elizondo. · NUMEROS 20 Y 21.“EDUARDO FREI: PENSAMIENTOS”. Selección de Andrés Zaldívar Larraín. · NUMERO 22.“DEUDA EXTERNA Y DESARROLLO”. Autor: Javier Pérez de Cuéllar. · NUMERO 23.“BOLIVAR Y EL PROYECTO LATINOAMERICANO”. Autores: Miguel Angel Gutiérrez, Pedro de Baquero Lazcano, Ana Irka Seitz Graciano,Silvia Paz Illobir, Aurora Ravina. · NUMERO 24.“EDUARDO FREI: PENSAMIENTOS”. Selección de Andrés Zaldívar Larraín. Cuadernos CIPIE, número 24, Madrid · NUMERO 25.“LA EUROPA QUE VIENE”. Autores: José María Aznar, Mijail Gorvachov, Wilfred Martens, Jordi Pujol, Manuel Marín,Pedro Luis Gómis, Emilio Fontela, Alberto Van Klaveren. · NUMERO 26.“ELECCIONES PRESIDENCIALES EN ESTADOS UNIDOS. ¿CAMBIO O CONTINUIDAD?”. Autora: Soledad Segoviano Monterrubio · NUMERO 27.“EL POPULISMO EN AMÉRICA LATINA: ¿PASADO O PRESENTE?”. Autores: María Victoria Almonte, Alfredo Crespo Alcázar · NUMERO 28.“BURBUJA FINANCIERA INTERNACIONAL: LA REGULACIÓN EN CRISIS”. Autor: Jorge Bolaños Martínez · · NUMERO 29.“LA INFILTRACIÓN ISLAMISTA Y LA AMENAZA YIHADISTA EN AMÉRICA LATINA”. Autor: Alfonso Merlos. 121