Exploraciones arqueoogicas en la cuenca media del río Bogotá

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Exploraciones arqueoogicas en la cuenca media del río Bogotá
EXPLORACIONES ARQUEOLOGICAS
EN LA CUENCA MEDIA DEL
RIO BOGOTA
GERMAN ALBERTO PEÑA LEON
Antropólogo
Universidad Nacional de Colombia
Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales
Banco de la República
Bogotá, 1991
FICHA BIBLIOGRAFICA
I.
DEPARTAMENTO DE CUNDINAMARCA
1. Títul o
11. Arqueología Colombiana
2. Serie
G asificación Dewey: 913.8641
PEÑA LEON, GERMAN ALBERTO
Exp loraciones Arqu eológicas en la Cuenca Media del Río B(ogotá. Departamento de
Cundínamarca)
BIBLIOGRAFIA: p . 125
Págs . 137 , IJus t. 66 Crns. 24 (Publicación de la Fundación de Inves tigaciones Arqueol ógicas
Na cionales) NQ50
Portada: Vista Panorámica de la Laguna de Salcedo, Municipio de Apulo (Cundínamarca)
Diagramación, Artes Finales e Impresión: La Imprenta Ltda.
Dedicado a:
Mercedes León de Peña y
Remando Peña A.
Mis Padres.
AGRADECIMIENTOS
Manifiesto mi gratitud a la Fundación de Investigaciones Arqueológicas
Nacionales del Bancode la República, (FINARCO)y de manera especial a los
Doctores Luis Duque Gomez e Ivonne Hatty, por el apoyo financiero
prestado al trabajo de monografía presentado al departamento de
Antropología de la Universidad Nacional de Colombia, que se desarrollo en
el municipio de Cachipay (Cund): y a la investigación efectuada en el
municipio de Apulo (Cund), dos proyectos cuyos resultados se integran en
el presente info~e.
Expreso mis agradecimientos a los profesores e investigadores de la
Universidad Nacional, Hector Llanos V., Gonzalo Correal U., Maria Pinto
N., y a la investigadora Marianne Cardale de Schrimpff, quines conocieron
de cerca el desarrollo de este trabajo; sus oportunos comentarios y críticas
fueron esenciales.
Agradezco especialmente a [amillie Londoño Sánchez, futura
antropóloga, quíen siempre estuvo presente; su constante ayuda y paciencia
fueron indispensables en la culminación de este trabajo.
Por su participación en la etapa de monografía, agradezco a los compañeros del departamento de Antropología de la Universidad Nacional,
Armando Moreno, Pedro Luque, Natalia Pradilla, así como los que
participaron en la segunda etapa, Regina Chacin, Martín Rodríguez,
Maria Suaza y particularmente a Hugo Armando Camacho quien además
colaboró con Camilo Ramírez y el Centro de Sistemas Censis Ltda., en la
corrección y presentación del texto. De igual forma a mi hermana Cármen
Alicia quien siempre me ha colaborado en la parte gráfica y a Hassem
Londoño y Olam Londoño por la presentación artística de las figuras
relacionadas con la cerámica.
La clasificación del material lítico contó con la ayuda de la profesora
María Pinto. Los restos óseos fueron analizados con la colaboración de los
profesores Gonzalo Correal y José Vicente Rodríguez. El material
odontológico fué analizado por la Doctora Marcela Corredor. Las
determinaciones mineralógicas, contaron con la colaboración del profesor
Rubén Llinás , de l dep artamento de geología de la Universidad Nacional, y
el pe rsonal d el laboratorio de suelos de l Institu to Geográfico Agustín
Codazzi. Los ag rólogos Edilbert o León , profesor de la Universidad Jorge
Tad eo Loza no, y Ped ro Botero, investigad or del Centro Intera me ricano d e
A éreo Fotografía, prestaron su valiosa ayuda en la in terpre tación d e los
sue los y paisaje.
Los aná lisis de radiocarbono realizad os enel laboratorio de Beta Analityc.,
Florid a, fueron posibl es gra cias al patrocinio d e la Fundaci ón d e
Investigacion es Arqueológicas Nacionales; El análisis efectuado en el
laborator io Groningen, Holanda, fué gracias a la colaboración del d octor
Thom as Van Der Hammen .
Finalmente d eseo destacar la hos pitalida d brindada por las personas d e
la vereda Tocarema (Cach ípay), especialmente a la señora Ange lita Vda . d e
Torres, los señores Arnulfo Torres, Carl os Rojas, José Mu ñoz, y a la familia
Suaréz. En las veredas Salcedo y Qu intas (Apulo), a la famili a Camacho, al
señor Eliecer Pinz ón y Sra., a la familia Herrera propietaria del predi o de la
laguna de Salcedo, y a los demás propietarios que permitieron el desarrollo
de las exploraciones.
INDICE
INTRODUCCION
11
I. ASPECfOS GEOGRAFICOS DE LA CUENCA MEDIA
DEL RIO BOGOTA
19
11. EXPLORACION ARQUEOLOGICA y DEL PAISAJE
21
2.1. Primera Fase: Exploración Arqueológica en el
Municipio de Cachipay
23
2.1.1 . Ubicación Geográfica
2.1.2. Cortes Estratigráficos y cronología
23
25
. 2.2. Segunda Fase: Exploración Arqueológica en el
Municipio de Apulo
29
2.2.1. Ubicación Geográfica
2.2.1 .1. Paisajes Aluviales
2.2.1.2. Paisajes de colinas
2.2.1.2.1. Exploración Arqueológica
2.2.1.3. Paisaje montañoso
2.2.1.3.1. Exploración y Cortes Estratigráficos
2.2.1.3.2. Cortes Estratigráficos y Cronología
III. LA CERAMICA
29
30
30
32
33
36
42
51
3.1. Criterios Metodológicos
3.2. Períodos Cerámicos
3.3. Cerámica del período Herrera
3.3.1. Mosquera Roca Triturada
9
51
52
52
53
3.3.2. Zipaquirá Rojo sobre Crema
3.3.3. Zipaquirá Desgrasante Tiestos
3.3.4. Mosquera Rojo Inciso
3.3.4.1. Subgrupo I
3.3.4.2. Subgrupo II
3.3.5 Salcedo Arena de Río
3.3.5.1. Subgrupo I
3.3.5.2. Subgrupo II
58
63
65
65
3.4. Cerámica Temprana del período Mui sca
3.4.1. Tunjuelo Cuarzo Fino
3.4.2. Cachipay Desgrasante Gris
82
3.5. Cerámica del Período Pubenza
3.5.1. Pubenza Rojo Bañado
3.5.2. Pubenza Polícromo
3.5.2.1. Subgrupo I
3.5.2.2. Subgrupo II
93
94
67
76
77
78
83
90
99
99
101
N . ARTEFACTOS unces
109
ANEXO 1 CAPAS ESTRATIGRAFICAS
115
ANEXO 2 RESTOS HUMANOS
119
BIBUOGRAFIA
125
INDlCE DE GRAFICAS
131
INDICE DE FIGURAS
133
INDICE DE LAMINAS
137
10
INTRODUCCION
Las investigaciones arqueológicas efectuadas durante las dos últimas
décadas en el altiplano Cundiboyacense, su vertiente occidental y el valle
del río Magdalena, permitieron conocer diversos aspectos culturales de los
grupos que poblaron en tiempos prehispánicos dichas áreas. Sus resultados
han enriquecido el conocimiento de períodos históricos, antes poco estudiado s, desde los tempranos cazadores recolectores, pasando por los grupos
que desarrollaron técnicas hortícolas, hasta las primeras comunidades agroalfareras, anteriores a las conocidas en tiempos de la conquista española.
La historía se remonta a los finales del pleistoceno, cuando algunos
grupos de cazadores recolectores que recorrían el valle del río Magdalena
ascendieron al frío altiplano Cundinamarqués,encontrando en él suficientes
medios de subsistencias naturales. Un registro completo fué logrado en las
excavaciones de sitios abiertos y abrigos rocosos, bajo los cuales dichos
grupos desarrollaron sus actividades domésticas y en algunos casos
enterraron a sus gentes, durante más de cinco milenios (Correal y Van Der
Harnrnen 1969, 1977a;Correal 1977,1979, 1981).
Pos teriormente ocurrió un cambio significativo en las pautas de
asentamiento y subsistencia de estos grupos precerámicos; entre el septimo
y el quinto milenio antes del presente, los abrigos rocosos, tradicional sitio
de vivienda, fueron remplazados por campamentos o estaciones a cielo
abierto, ubicadas sobre antiguas terrazas naturales próximas a zonas de
pantano, remanentes del lago pleistocénico (Ardila, 1984; Correal, 1990;
Pinto, 1991).
Así mismo, su dieta alimenticia fué enriquecida con un mayor número de
productos recolectados o derivados de la pesca. Son de especial interés los
vegetales, fruto del desarrollo en las técnicas de una agricultura incipiente,
que por vez primera se registran en un contexto arqueológico colombiano
(Correal,1990).
Estas comunidades precerámicas existieron hasta principios del cuarto
milenio y finales del tercero antes del presente. Simultáneamente, en sitios
cercanos vivían comunidades portadoras de técnicas agrícolas y alfareras,
11
las cuales darían el inicio al primer perí odo cerámico, conocid o en la
actualida d como "Período Herrera" .
Al respecto, la excavación efectua d a por Corr eal y Pinto (1983), bajo el
abrigo d e Zipac ón, reveló que fué ocupado a principios de l cua rto milenio
antes del presente, constituyend o un punto de contacto inicial, entre grupos
agro -alfareros que ascendieron por las cálidas vertientes próxima s al valle
del río Magdalena y los grupos recolectores y cazado res tardíos qu e habitaba n
la saba na de Bogotá.Sin embargo, los resultados d e recientes inves tigacio nes
efectua das en el sitio Aguazuque (Correal, 1990), indican que los últimos
grupos precerámícos, efectu aron d esplaz amientos frecuentes po r es tas
tierras templadas y cálidas, entre el quinto y finales d el tercer milenio antes
del pr esente, sin que se manifiesten evidenci as de contacto con gru pos
po rtado res d e cerámicas.
El origen y desarrollo de estos primeros gru pos agro-alfareros sigue
siendo tema de investigación, con hipótesis directrices qu e señalan la necesidad de continuar su búsqueda en las zona s de vertiente intermedi as al suroccidente del altiplano y el valle del río Magdalena (Cardale, 1976; 1984;
Correal y Pinto, 1983). Por esta razón y gracia s al apoyo de la Fundación d e
Investigacion es Arqueológicas Nacionales del Banco de la República
(FIN ARCO), se efectuaron expl or aciones en alg unos municipio s
pertenecientes a la cuenca med ia y límites con la cuenca baja de l río Bogotá,
áreas d onde probablemente se localizan ruta s naturales que facilitaro n el
ascenso y descen so de poblaciones, desde tiempos pr ecerámicos.
Ha sta el momento se han localizado sitios del períod o Herrera en el
municipio de Cachipay y el municipio de Apul o. Los resultados de las fechas
radiocarbónica s provenientes de uno de los cortes efectuados en Cachipay,
permitieron registrar alrededor de un mileni o de ocupación entre el siglo
IX a.e. yel 11 d.e.
Las evid encias excavadas en los sitios de Zipacón y Cachipay separadas
cro nológicamente 500añ os revelan que alrededor d e los siglos XIVYIXa.e.
per sistían actividades de recolección y caza menor, combinadas con
tem pr anas prácticas de agricultura (Correal y Pinto 1983; Peña 1988). Las
condiciones del abrigo de Zipacón permitieron la conservación de restos
ani ma les y vegetales que constituy en importan tes indicadores de los
ambientes na turales que explotaron sus ocupantes.
De otro lad o entre los siglos IX a.e. y II d .e., en el sitio de Cachipay, se
observa una marcada disminución en los artefactos indicadores de actividades
d e recolección y caza, así como un predominio d e los u tensilios cerámicos
carac terísticos del período Herrera, los cua les a su vez, se ven reem plazados
progresivamente por otra cerámica encontrada en yacimientos Muiscas,
cuya cronología absoluta no era conocida .
Alrede dor de los siglos IIIa.e. y 11 d .e., once de los quince sitios fechados
hasta el mom ento fueron ocupados; es ta época podría con sidera rse
12
intermedia y quizás de mayo r desarrollo en cuanto a la explotación de los
recursos naturales que les proporcionó varios pisos térmicos (Cuadro No . 1).
En estos siglos, grupos con cerámica Herrera, emparentada a ella, poblaron
un amplio terri torio que comprendió varias zonas:cálidas y secas vecinas al
valle del río Magda lena, templadasy hú medas de la vertiente; frías, hú medas
ó secas de la altiplanicie cund iboyacense y frías, a templadas secas de los
sectores encaño nados del norte de Boyacá y sur de Santande r.
ó
En el piso térmico cálido seco se localizan los sitios: Guaduero (municipio de Cuaduas), fechado en el siglo III a.e. (Fulleda y Hem ández, 1989);
y Salcedo 1 (municipio de Apulo), fechado desde el siglo 1a.e. por debajo
de evidencias de l período Pube nza, sitio cuyos resultados se presentan en
este informe.
Siguiendo como marco geográfico la cuenca media del río Bogotá, dentro
del piso térmico templado húmedo se localiza el sitio de Cachípay, Tocarema
5 ocupad o alrededor del siglo 11 d.e.,cuyos resultados tambíen forman parte
del presente informe.
Alrededor de los siglos III a.C y 1d .C,las gentes del período Herrera que
habitaron al norte de la sabana de Bogotá(municipios de Zipaquirá,Nemocón
y Tausa), desarrollaron la industria de la explotación salina (Cardale,1981),
considerada de granimportancia en tiempos de los Muiscasdada la cobertura
que logró el comercio de la sal. Este hecho se evidencia en tiempos del
período Herrera, pu es a medida que avanzan las inves tigaciones se han
encontrado fragmentos de vasijas relacionadas a tal industria, en sitios
Herre ra cada vez más lejanos de las salinas, tales como Zipac ón, Cachipay,
Apulo y Tunja, ampliando a su vez notablemente el lapso de tiempo durante
el cua l se desarrolló esta industria .
Así mismo, entre los siglos III a.e. y 11 d .e. las evidenci as halladas en
varios abrigos rocosos indican que estos fueron ocupados por grupos
Herrera; dichos abrigos se distribuyen en sitios muy lejanos entre sí como
son: "Tequendama" en el municipio de Soacha, Cund inamarca (Correal y
Van der Hammen, 1977);"Peñitas" en el municipio de Chía, Cund inamarca
(Ard ila, 1984); "Piedra Pinta da" en el municipio de Nuevo Colón, Boyacá
(Becerra, 1982); y la cueva "La Antigua" en el municipio de San Gil,
Santander, cuya cerámica empa rentada con la del período Herrera, fué
encontrada debajo de la ocupación Guane (Bray en Cardale, 1988). Por esta
misma época han sido fechados sitios a cielo abierto relacionados con
estru cturas de monolitos alineados, tales como los reportados en el sitio "El
Infiernito" municipio de Villa de Leyva, Boyacá, (Silva Celys, 1981)Yotros
alineamientos de piedra ubicados en el municipio de Chita, Boyacá,
investigados por Ann Osborn, fechados en el siglo 1 a.e. (Cardale,
comunicación personal) .
En la actualidad se conocen tres sitios de la fase tard ía del período
Herrera, dos en el departamento de Boyacá, y uno en el Departamento d e
13
Santander. En el municipio de Sativa Sur, Boyacá, se hallo un sitio con
cerámica emparentada a la Herrera, asociada con cerámica del período
Muisca, cuya fecha corresponde al siglo IIId .C. (Pérez, 1990). El segundo fué
encontrado en Tunja Boyacá, donde se reporta por primer vez un sitio
estratificado que permite apreciar el contacto entre los períod os cerá micos
Herrera y Muisca (Castillo 1984). En este sitio se encontró más de un milenio
de ocupación contínua, que se inicia alrededor del siglo III o IV d .C.
(cronología relativa), con la llegada de grupos . portadores de cerámica
emparentada a la Herrera d e la sabana de Bogotá, la cual se desarrolla hasta
el siglo X d.C. . Alrededor del siglo VII u VIII d .C., se encuentra material de
un período de transición, que finaliza en el siglo IX d.C. con el pred omi nio
de la cerámica Muisca local. El tercer sitio es la "cueva léi. antigua" localizada
en el municipio de San Gil, Santander (Bray S.P.) ocupado hasta el siglo VI
d .C. por grupos con cerámica relacionada al Herrera, hallada por debajo de
cerámica del período Guane. (Cardale, comunicación personal).
No ha y duda de la importancia que tuvo el conocimiento de las técnicas
agrícolas en el desarrollo de estas primeras comunidades alfareras; Sin
embargo, pocas especies de plantas cultivadas se conocen. Los registros
obtenidos indican que el cultivo del maíz (Zea mays) se practicaba desde el
segundo milenioa.C. (Correal y Pinto, 1983)y durante el primermilenioa.C.
(Cardale, 1981; Silva Celís, 1981), acompañado del probable cultivo de
quinoa (Cardale, 1981), así como de otros productos de clima cálido o
templado como la batata (Ipomea batata) y el aguacate (persea americana,
Mill) registrados en el municipio de Zipacón. No obstante, recordemos, que
a finales del período precerámico, entre el tercero y segundo milenio a.c.,
existía una agricultura incipiente que incluyó especies de clima frío como la
calabaza (Cucurbita p epo) y la ibia (Oxalis tuberosa); de clíma templado o
cálido como el ñame (Dí oscore a), hecho que sugiere desplazamientos
temporales entre el altiplano y el valle del Magdalena (Correal, 1990).
De otro lado, el registro arqueológico de la fauna cazada en este período
indica que el venado de mayor tamaño (Odocoileus virginianus) sigue siendo
una de las especies más consumidas, al igual que el curí (Cavia po rcellus),
ya probablemente domestica do . En tre otras especies reportadas,
especialmente en los abrigos, se encontraron: venado pequeño (Masam a sp ),
conejo (Sylvilagus sp ), ratón (Sigmodon sp, y Thomasomys sp), borugo
(Aguti sp, y, cunículus), comadreja (Mustela frenata), armadillo (Dasypus
n ovecinctus), pecarí (Tayassu p ecarí) propio del clima medio a cálido,
zarigñeya (Didelphis marsupia lis), tigrillo (felíx sp), tigre (Felix panthera
onca), además de varias clases de caracoles y en menor proporción restos de
peces y aves (Correal y Van Der Hammen, 1977; Cardale, 1981; Correal y
Pinto, 1983; Ardila, 1984; Castillo, 1984).
En la actua lidad, elementos característicos de este período se han reconocid o en más de medio centenar de sitios, localizados en los departamentos
de Cundinamarca, Boyacá y sur de Santander. En términos generales, el
14
conjunto de estos sitios se distribuye sobre un eje orientado del sur-oeste al
nor-oeste,cubriendo una distancia apróximada de 350kms .,en cuyo recorrido
encontramos variaciones altitudinales que oscilan entre los 450 y los 3350
m .s.n.m ., comprendiendo los pisos térmicos cálido, medio y frío.
Este amplio territorio abarca once regiones naturales (..) que presentan
variadas características geológicas yfisiográficas, sobre las que se superponen
ocho zonas de vida o formaciones vegetales (....), lo que da una idea del
po tencial en recursos naturales, que estos primeros grupos agro-alfareros
disfru taron en el transcurso de su historía.
En el departamento de Cundinamarca se localiza el 83% de los sitios
reportados; más de la mitad se encuentran en la sabana de Bogotá y sus
alred edores, concentrándose especialmente en su extremo meridional. Sin
embargo, en otras regiones naturales deCundinamarca, menos investigadas,
se está confirmando su presencia, como en la región del Sumapaz, la
vertien te del río Bogotá, la hoya del río Guavio, la cuenca del río Negro
Oriental y la sabana de Ubate (Fig. 1).
Por su parte, en el departamento de Boyacá ha sido localizado el 13.4%
de l total de los sitios reportados, en regiones naturales conocidas como : la
vertiente de Moniquirá, la altiplanicie de Ramiriquí, la altiplanicie Central
y las inmediaciones de los páramos del Cordón Magistral. Los pocos sitios
repo rtados en el departamento de Santander (3.4%),han sido localizados en
el área de influencia del río Suárez.
Cerca del 50% de los sitios registrados se inscriben dentro de la zona de
vida o formación vegetal bosque seco montano bajo (bs-MB),que cubre las
frías altiplanicies andinas, como la sabana de Bogotá, Tunja, valle de
Duitama y Sogamoso, e incluye también zonas del cañón del Chicamocha.
Rodeando la zona bosque seco montano bajo de la sabana de Bogotá, se
localiza un 20% de los sitios, sobre la zona de piedemonte más húmeda que
la anterior, conocida como bosque húmedo montano bajo (bh-MB). A
medida que avanzan las investigaciones se ha ampliado la gama de zonas
ecológicas habitadas por grupos Herrera; en la actualidad se sabe que estos
grupos aprovecharon recursos propios de zonas de bosque húmedo montano (bh-M)próxirnasal páramo y ubicadas porencima de los 3000m.s.n.m.,
así como zonas de vertiente húmedas premontanas, localizadas entre los
1000 y 2000 m.s .n.m., y zonas de bosque seco tropical (bs-T) localizadas en
regiones próximas al valle del río Magdalena, ubicadas entre los 400 y
800 m.s.n.m. Considero que se debe profundizar en el conocimiento del
control que estos primeros grupos agroalfareros ejercieron sobre diversos
pisos térmicos, pues es necesario ampliar la visión que de ellos tenemos en
1°)
Regiones naturales delim itadas en: Ramirez y Sotomayor, 1988.
(" 0)
Formaciones vegetales descritas por Espinal, L.S y Montenegro, E., 1963YMapa s ICAe, 1977.
15
cuanto a sus posibilidades de subsistencia y adaptabilidad a medios
geográficos distintos.
De otro lado, a medida que avanzan las investigaciones se am plian las
fron teras del terri torio ocupado por estos grupos con cerámica del período
Herrera o emparentada a esta, superando los límites geográficos conocidos
pa ra el período Muisca en el momento de la llegada de los conquistadores
españoles e incluyendo regiones que fueron habitadas posteriormente por
los grupos Guane, Tunebo, 5utagao y Panche.
El estudio de las relaciones entre grupos Herrera y sus pos teriores
ocupantes en las diversas regiones es tema de investigación, pues son pocos
los sitios encontrados con varios períodos sucesivos y aún no se ha adoptado
una metodología que permita una interpretación regional de tales procesos.
También han sido pocos los intentos por desarrollar métodos y técnicas que
amplíen la información relacionada con aspectos tales como los patrones de
asentamiento, enterramiento y subsistencia.
Las exploraciones efectuadas en el presente proyecto, estuvieron
orientadas a la búsqueda de sitios Herrera que permitieran conocer algunas
de las fases de su desarrollo en dos zonas de la cuenca media del río Bogotá,
con características geográficas distintas, así como contribuir al estudio de
sus relaciones con las gentes de períodos cerámicos posteriores; no se
pretende solucionar el problema del cambio o transición de un período a
otro, pues para tal fines necesario obtener una mayor cantidad de información
relacionada con otros aspectos de sus culturas, que escapan a los alcances
de este trabajo .
Por ahora, sólo se espera contribuir al respecto con la construcción de un
marco de referencia cronológico y espacial, basado principalmente en el
análisis y clasificación de los materiales arqueológicos, hallados en distintos
yacimientos, así como la relación de estos últimos en el paisaje que los
inscribe, con el objeto de lograr una aproximación inicial al conocimiento de
las pautas de asentamiento desarrolladas por los grupos que habitaron la
región en tiempos prehispánicos.
16
CUADRON 2 1
CRONOLOGIA RELACIONADA AL
PERIODO HERRERA
FECHA S C-14 (#LAB)
SITIOS
INVESTIGADORES
DESPUES DE CRISTO
69O±120(BETA-3559)
Tunja : Basurero
Ca stillo
582±103 (B-M-804)
San Gil:Cueva la Ant igua
Bray S.P.
480±294 (ALPHA-565)
Gu adero:Taller Cerám ico
Hemandez
280±44 (B-M-806)
San Gil: Cu eva la Anti gua
Bray S.P.
310±40 (Gr N- 4200)
Sogamoso: Cementerio
Silva C.
1977 "3
1984
.. . "1
1989
~
~
240±80 (BFA-26526)
Bura : Basusero
Perez
1989
13O±80(GrN-15742)
Cachipay:Basurero
Peña
1988
70±100 (GrN- 6543)
Nemocon: .Basurero-salinas
Cardale
1981
60±50 (GrN- 9240)
Zipaquira: Basurero-salin
Cardale
1981
30±35 (GrN- 8454)
Zipaquira: Basurero-salin
Cardale
1981
5 ±40 (GrN- 8433)
Zipaquira: Basurero-salin
Cardale
1981
10±80 (BETA38528)
Apulo: Basurero
Pefia
1991
1981
ANTES DE CRISTO
25±70 (GrN- 6542)
Nemocon: Basurero-salinas
Cardale
38±98 (B-M- 805)
San Gil: Cueva la Antigua
BrayS.P.
14O±60 (GrN-10267)
Chia : Abrigo roco so
Ardila
1984
15O±60 (GrN-8452)
Zipaquira: Basurero-salin
Cardale
1981
210±60 (BETAll133)
Pu ente Boyaca : A. roco so
Becerra
1983
230±140(IAN -128)
Villa de Leyva: mon olitos
Silva C.
1981 "3
23O±90(BETA-5944)
Gu ad uero: Taller cerám ico
Hem andez
1989
260±65 (GrN~544)
Nemocon: Basur ero -salina s
Carda le
1981
Soacha : Abrigo rocoso
Co rre al y
275±35 (GrN~536)
54O±195 (lAN-1l9)
. Villa de Leyva : Monolitos
Silva C.
OOJ
1977
1981'- 3
800±100 (BETA20951)
Cachipay: Basu rero
Peña
1988
93O±95 (1AN-148)
Villa de Leyva : Mon olitos
Celis
1981
1320±35 (Gr N-11125)
Zipa con: Abrigo rocoso
Correal y
1983
"l Obtenidas gracias a la comunicaci6n personal de Marianne Cardale.
"2 Fecha lograda por termoluminiscencia.
"3 El autor no a planteado relaciones con la cerámica del período Herrera .
17
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1
ASPECTOS GEOGRAFICOS DE LA CUENCA MEDIA
DEL RIO BOGOTA
La principal cuenca hidrográfica del departamento de Cundinamarca es
la comprendida por el río Bogotá, el cual desde su nacimiento en el páramo
de Guachaneque hasta su desembocadura en el río Magdalena drena un área
de 585.000has. que se distribuyen en varios pisos térmicos; el curso del rio
recorre alrededor de 300Kms.y atraviesa el departamento de Cundinamarca
en sentido 5.0 - N.E.. de acuerdo a sus características topográficas y
climáticas la cuenca del río Bogotá ha sido dividida en cuenca alta, media
y baja (OPSA-CIAF 1981).
La cuenca alta cubre el 71% del total de la cuenca (416.000 has) y
comprende la sabana de Bogotáy los sistemas montañosos de sus alrededores;
se extiende desde su nacimiento, en el municipio de Villapinzón, hasta el
borde suroccidental de la sabana donde se sitúa el salto de Tequendama; su s
alturas sobre el nivel del mar oscilan entre 2.000y4.000 mts., comprendiendo
los pisos térmicos frío subpáramo y páramo. Por su parte la cuenca media
y baja, ubicadas en la vertiente oriental, se caracterizan por conformar un
callejón natural que desciende hacia el valle del río Magdalena;'la cuenca
media o región del Tequendama corresponde al 19% (111.000has) del total
de la cuenca y comprende desde el salto del Tequendama hasta el boquerón
de l Portillo en inmediaciones de Tocaima . Presenta paisajes muy variados
con zonas planas y de cordillera con alturas que oscilan desde 400 a 2.000
m.s.n.m, y comprenden los pisos térmicos templado y cálido. El área final o
cuenca baja representa el 10% (58.000 has) del total de la cuenca, desde el
boqueróndel Portillo hasta la desembocadura del río Bogotá en el Magdalena.
En contraste con la cuenca media el paisaje es menos complejo, y está
conformado principalmente por un amplio valle, limitado por sistemas
montañosos, en medio de los cuales el río se vuelve apacible, rodeado por
suaves colinas cuyas alturas oscilan entre los 200 y 400 m.
Por los motivos expuestos, la región objeto de este estudio es la cuenca
media del río Bogotá; esta región comprende los municipios de Anolaima,
Anapo ima, Apulo, Cachipay, Mesitas del Colegio, La Mesa, San Antonio de
19
Tena, Tena, Viotá, Zipacón y parte de Quipile (Fíg. 2), en su mayor parte
ubicados en el piso térmico medio o templado y en menor proporción cálido.
En general, se presenta una alta precipitación que llega a valores superiores
a los 1.600 mm. anuales, en las montañas que enmarca la cuenca, en
contraste con lo que sucede en los límites con la cuenca baja, donde la
precipitación desciende hasta los 1000 mm. La temperatura hacia las partes
altas oscila alrededor de los 19° C en tanto que en las partes bajas llega a los
24° C; los períodos lluviosos se presentan entre los meses de mayo-junio, y
septiembre-noviembre, con épocas intermedias de más baja precipitación.
Según la clasificación bioclimática de Holdridge (IGAC 1977),se identifican
las formaciones vegetales:bosque húmedo premontano,bosque muy húmedo
premontano, bosque muy húmedo montano bajo y bosque seco tropical.
La cuenca media del río Bogotá constituye una gran depresión limitada
por sistemas montañosos pertenecientes a la formación Guadalupe (Cretáceo
Superior), entre los que sobresalen montañas con cimas estrechas y laderas
abruptas con 'frecuentes afloramientos rocosos; entre estas montañas se
destacan, la falla del Tequendama al nororiente, la cuchilla de Peñas Blancas
al oriente, las cuchillas de Chuciul y la Herradura al sur, las de Guacaná y
las Lomas del Sinaí al occidente.
En su mayor parte esta depresión intramontanaestá constituída por
lutitas de la formación Villeta (Cretáceo Inferior) que dan origen a paisajes
de laderas de montaña con influencia coluvial (OPSA-CIAF,1981) . Es
frecuente divisar en esta región varios niveles de terrazas ubicados sobre
algunas laderas próximas al río Bogotá, tales como las situadas en los
municipios de Mesitas del Colegio, Anapoima, Apulo y Tocaima, así como
algunas mesas de superficie inclinada como las de Anapoima y La Mesa;
el origen de estas terrazas y mesas se remonta a las épocas lluviosas del
pleistoceno inferior, tiempo en que se precipitan flujos de lodo aluviónico,
provenientes de la falla del Tequendama y Cuapé-Quinine. Actualmente
estas terrazas y mesas presentan elevados taludes debido a la acción erosiva de las corrientes torrentosas que descienden por estas laderas. Al
respecto, la red hidrográfica de la cuenca media es reducida y por lo general
el lecho desus corrienteses profundo, formando valles en ''V''. Sin embargo,
se encuentran ríos con valles estrechos y planos como son: Calandaima,
Apulo y Lido que caen directamente al río Bogotá, y el Bajamón y Curí que
van al Apulo.
20
2
EXPLORACION ARQUEOLOGICA y DEL PAISAJE
Un estudio arqueológico sistemático de la región comprendida por la
cuenca media del río Bogotá, sería tarea de un equipo interdisciplinario que,
en el transcurso de varias etapas de investigación, configurara el desarrollo
cultural alcanzado por los grupos que quizás desde tiempos precerámicos,
explotaron los recursos de los diversos pisos térmicos. Por esto considero
que las exploraciones efectuadas representan solo una muestra del potencial
arqueológico de la región, cuyos resultados pretenden contribuir al
conocimiento de algunos grupos agro-alfareros y en especial de las gentes
del período Herrera.
Con este propósito fué necesario definir un eje que permitiera orientar
pequeñas prospecciones; la trayectoria tuvo en cuenta los planteamientos de
los investigadores Cardale (1976-1981), y Correal y Pinto (1983), de tal
manera que dicho eje se proyectó con orientación N .E - 5.0, partiendo del
municipio de Zipacón, ubicado en zona limítrofe entrela cuenca alta y media
del río Bogotá, descendiendo y cruzando el área media, hasta el municipio
de Tocaima donde se inicia la cuenca baja . Esta trayectoria coincide con el
descenso del río Apulo y sus tributarios, el Curí, Bajamón y Cachipay hasta
que desemboca en el río Bogotá el cual inicia su curso bajo al llegar al valle
de Tocaima (Fig.2). Correal y Pinto refiríendose a esta ruta, anotan:
"La vertiente del río Apulo, tributarío del río Bogotá, marca valles
alargados y vías naturales de fácilacceso para los grupos que debieron
desplazarse desde los pisos térmicos cálidos hasta la sabana de
Bogotá y en sentido inverso, desde ésta hasta el valle del río Magdalena"
(Correal y Pinto 1983,37).
Sin embargo, esta región no sólo proporcionó a los grupos que vivían en
la sabana de Bogotá y valle del río Magdalena, importantes vias naturales de
comunicación, sino que además debió estar habi tada en diversas épocas, por
grupos que probablemente se beneficiaron de los variados recursos que
ofrecen tres pisos térmicos.
21
CONVENCIONES
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C U .Yil D(
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•• 080t1 0T Io
En razón de las consideraciones anteriores, se realizaron dos etapas de
exploración preliminares cuyos resultados permitieron elegir dos zonas de
mayor interés ubicadas en los municipios de Cachipay y Apulo, en las cuales
se efectuaron exploraciones más detalladas (Fig.2).Con el objeto de establecer
relaciones entre arqueología y paisaje, se consultó la cartografía y líneas de
vuelo que dispone el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y la
Corporación Autónoma Regional (CAR); así como el estudio general de
suelos efectuado por el IGAC (1985).
La relación arqueología - paisaje permitió establecer una aproximación
a las pautas de asentamiento desarrolladas por algunos de los grupos
prehispánicos que ocuparon la región.
2.1. PRIMERA FASE: EXPLORAOON EN EL MUNIaPIO
DECACHIPAY
2.1.1. Ubicación Geográfica.
Se localiza en el piso térmico medio húmedo, dentro de la zona de vida
bosque muy húmedo premontano (brnh-Plví). Con una temperatura que
oscila entre los 18° y 24° C, presenta un promedio anual de lluvias que
fluctúa entre los 2.000 y 4.000 mm. (Espinal y Montenegro,1963).
El área explorada pertenece a la vereda Tocarema comprendida entre la
quebrada Miquita yel río Cachipay, y se encuentra ubicada a 4°45' de latitud
norte y 74° 27' de longitud al oeste del meridiano de Greenwich.
El paisaje general corresponde a la forma de montaña, siendo por su
localización y relieve un área característica de los sectores bajos de ladera
con influencia coluvial,comprendida desde los 1.300hasta los 1.800m.s.n.m.;
el área presenta un relieve ligeramente quebrado a quebrado con pendientes
de 7, 12 Y25%, Yposee suelos profundos con buen drenaje y poca erosión,
derivados de lutitas y cenizas volcánicas (IGAC, 1985) (Lam. 1,).
Durante el reconocimiento del terreno, se conocieron otras características particulares del paisaje, que permitieron orientar la exploración
arqueológica. La presencia de zonas más planas y otras con pendientes
acentuadas permitió subdividir el área en cuatro sectores, tres de los cuales
correspondena pequeños valIesen "v" en cuyo lecho profundo se encuentran
las quebradas Miquita, Chay y el río Cachipay; estos sectores presentan por
lo general pendientes acentuadas (y pocos terrenos planos) que dificultan la
ubicación de asentamientos humanos; como consecuencia los materiales
culturales de ocupaciones prehispánicas son poco representativos; sobre
estos sectores se demarcan cuatro franjas de prospección que corresponden
a los sitios Tocarema: 1,2,3,8 Y 11 (Fig. 3), los cuales fueron descartados. De
otro lado, en el sector intermedio a valles en "v" de las quebradas Miquita
y Chay se localizaron terrenos más planos que conforman una serie de
pequeñas terrazas naturales, que descienden escalonadamente desde los
1.800hasta los 1.600m.s.n.m.; consideradas también como terrazas coluviales
23
LAMINA
1
Mun ic ip io
2.
Veredo
de
1
Coch ipoy
Toco rem o,
I
s i t io
Vereda
Tocoremo
Tocoremo
5
su origen sederiva de procesosfisiográficostalescomola erosión ycoluviación
conformando terrenos ligeram ente planos con pendientes de 1 a 3% que
ofrecieron mejores condiciones para el desarrollo de los asentamientos
humanos. En este sector se localizaron los sitios Tocarema: 4, S, 6, 7, 9 Y10
Yla parte plana de la franja de prospección que incluye los sitios Tocarema:
1 y 2, en estos sitios se recolectaron' muestras superficiales de fragmentos
cerámic os y algunos artefactos líticos, ad emás se localizaron seis rocas con
petroglifos en los sitios Tocarema: S, 7 Y10 (Fíg. 3).
2.1.2. Cortes Estratigráficos y Cronología
Con base en los resultados de esta prospección se escogieron los sitios
Tocarema :4 y 5 en los cuales se obtuvieron evidencias confiables de su ocupación prolongada,representadas por muestras significativas de fragmentos
de vasijas cerámicas, relacionadas con los períodos Herrera y Muisca .
En ambos sitios se efectuaron pozos de sondeo, a fin de facilitar la
ubicación de las áreas más intensamente ocupadas y mejor conservadas.
Una vez localizadas se excavaron pequeños cortes controlados por niveles
arbitrarios (de 10 cm.) y estratigrafía natural. El material cultural se halló
distribuído en tres capas (horizontes pedogenéticos: Ah, Al YAB, anexo 1)
con una profundidad que fluctuó en el sitio Tocarema 4 entre 30 y 60 cm., y
en el sitio Tocarema 5 el espesor de este conjunto de capas culturales osciló
entre 50 y 140 cm. de profundidad; el material hallado en este último sitio
aportó la muestra más significativa,tanto cuantitativa como cualitativamente.
Su análisis y clasificación permi tió efectuar una interpretación de los cambios
ocurridos en el transcurso de la ocupación del sitio.
Los resultados de las excavaciones efectuadas en los sitios mencionados,
permitieron deducir que habían sido ocupados casi sin interrupción, siendo
evidente un cambio gradual en eluso y/o elaboración de utensilios cerámicos,
y en menor grado algunos artefactos líticos.
El resultado del análisis de dos muestras radiocarbónicas obtenidas en
el corte 2x del sitio Tocarema S, (Fig.4) permite registrar alrededor de un
milenio de ocupación entre el siglo IX a.C y el 11 d.C. Estas muestras,
obtenidas a 130y 80cm. respectivamente, corresponden a dos momentos en
los cuales el piso próximo a zonas de vivienda fué acondicionado con
piedras de variado tamaño.
El momento más antiguo fué fechado en el año 800 +/- 100 a.C. (Beta
20951), y está asociado al final de la capa 3 (horizonte AB)con el área de una
antigua hondonada en la cual afloran bloques de tipo arenisca, que al
parecer facilitaron la tarea de acond icionar varios pisos constituídos por
fragmentos de areniscas de tamaño mediano, fragmentos de cerámica e
instrumentos líticos, cuyo conjunto presenta un espesor promedio de 20cm.
(Lam. 2 No .2).Las característica s de algunos artefactos líticos sugieren que
su s habitantes derivaron su sustento de la caza y recolección alternado con
prácticas de agricultura. Al igual que en los demás cortes efectuados tanto
25
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en Tocarema 5 como en Tocarema 4, la cerámica que predomina en los
tiem pos má s antiguos es característica del período Herrera representada
por los tipos Mosquera Roca Triturada, Mosquera Rojo Inciso, Zipaquirá
Rojo Sobre Crema y Zipaquirá Desgrasante Tiesto; es ta cerámica coexis tió
con u na baja proporción de cerámica que ha sido reportada en yaci mien tos
Muiscas conocida como Tunjuelo Cuarz o Fino. Este último m aterial se
incrementó progresivamente,junto con otro tipo de cerámica no identificado
hasta ahora en o tr os yacimientos, la cual denominamos Cachipay
D esgrasante Gris, cuyos rasgos estilísticos lo emparen tan con la cerámica
Muisca Guatavita Desgrasante Gris.
Posteriormente en el transcurso d e la acumulación de la capa dos
(horizonte A1), el piso fué reacondicionado varias veces, concluyendo entre
los 80 y 70 cm. de profundidad donde se registraron los últimos conjuntos
de piedras, algunas procedentes de río y otras de afloramientos de lutita y
plaeners; su distribución sugiere que hacía parte de una estructura probablemente de habitación cuyos postes fueron acuñados por estos conjuntos
(Lam. 2 No. 1). A este contexto se asocia la segunda fecha que data del año
130 +/- 80 d.C. <Col. 617 GRN 15742) época en que probablemente sus
ocupantes derivaron el sustento especialmente de actividades agrícolas y
predominó la cerámicaTunjuelo Cuarzo Fino y Cachipay De~grasanteGris.
2.2. SEGUNDA FASE: EXPLORACION EN EL MUNICIPIO
DEAPULO
2.2.1. Ubicación Geográfica
La segunda fase corresponde al reconocimiento arqueológico efectuado
en el valle del río Apulo, perteneciente al municipio del mismo nombre,
antiguamente llamado Rafael Reyes. Su cabecera municipal se ubica a los
4°3' de latitud norte y 74°36' de longitud al oeste de Greenwich. El
área municipal es de 112 km. Y sus límites con los municipios vecinos son:
por el norte con Jerusalén, y Anapoima; por el sur con Viotá y Tocaima;
por el oriente con Viotá y Anapoima y por el occidente con Tocaima (IGAC,
1980) (Fig. 2).
El municipio de Apulo está situado entre la cuenca media y baja del río
Bogotá, lugar donde contrasta el rápido descenso al cruzar los municipios
de la cuenca media, con el lento recorrido al aproximarse a la planicie aluvial
de la cuenca baja. El clima de esta zona es cálido seco, característico de la
zona de vida bosque seco tropical (bs-T), con una temperatura media de
24°C y un promedio anual de lluvias que oscila entre los 1.000 y 2.000 mm..
Se presentan d os períodos lluviosos, el más intenso entre los meses de
sep tie mbre y d iciembre y el men os intenso entre marzo y junio, alternados
por fuertes períodos secos (Espinal y Montenegro, 1963). En es ta zona
afloran las formaciones geo lógicas del período cretáceo Villeta medio y
su perio r, encontrando también áreas conformad as por aluviones recientes
propios del período Cuaternario (Servicio Geológico Nacional, 1961).
29
El propó sito de esta eta pa del proyecto fué hacer énfasis en la relación
entre los yacimien tos arqueológicos y el paisaje, con el fín de aproximamos
al conocimiento d e las pau tas de ase ntamiento desarrolladas por los
po bladores prehi spánicos que habitaron la zona; por esta razón además d e
los objetivos arqueológicos expuestos anteriormente, se escogió el valle del
río Apulo, en la zo na de confluencia con el río Bogotá, y se delimitó un área
de 16 km" aproximadamente, en la cual con vergen paisajes de montaña,
colina y aluviales (Fig. 5).
2.2.1.1 Paisajes A luviales
Este paisaje está representado por dos tipo s de terrazas denominadas de
nivel III y 11, la primera está localizada al sur-oriente de la cabecera municipal, paralela a los ríos Apulo YBogotá en su área de confluencia. Se ubica
a una altura de 450 m .s.n.m., y presenta un relieve plano con pendientes de
1 a 3%; sus suelos, originados por aluviones gruesos y recubrimientos
calcáreos, presentan un drenaje red ucido y una baja fertilidad (IGAC,
1985); hasta el momento no disponernos de evidencias que indiquen su
ocupación prehispánica.
Con un relieve semejante al an terior, existen dos terrazas de nivel 11 que
presentan una altu ra alred ed or de550m. s.n.m.;está localizadaa continuación
de la de nivel III ya descrita, y la otra se ubica al oriente del área urbana,
próxima a la confluencia del río Apulo en el Bogotá . Ambas presentan suelos
desarrollados a partir de materiales arcillosos con drenaje y fertilidad
moderada (IGAC,1985).Seefectuaron recorridos sistemá ticos, especialme nte
en la segund a, en momentos en qu e más del 80% de ésta se enco ntraba
recientementearada;sin embargo sólo fueron hallados unos pocos fragmentos
cerámicos pertenecientes a la ocu pación Pubenza de la zona (Lam. 3).
2.2.1.2 Paisajes de Colinas
Las colinas son elevaciones de poca altura, con relieve muy variado, que
va de sd e lige ramente ondulado hasta escarpado. Dentro de este paisaje
encontramos un valle plano coluvio - aluvial, laderas erosionales de colina
y laderas con menor inclinación, originadas por depósitos coluviales (Fig. 5)
La franja del valle coluvio aluvial la encontrarnos adyacente a lo largo
del cu rso d el río Apulo; su origen está asociado con la acción de arrastre
ejercida por el desbordamien to del río en épocas anteriores. El relieve es
plano a ligeramente inclinado (pendientes de 1, 3 Y 7%) con alturas que
oscilan entre 450 y 500 m.s.n.m., los suelos originados a partir de materiales
aluviales finos (arcillas), presentan d renaje y fertilidad moderada (IGAC,
1985), (Lam .4 No .l).
Por su parte, las laderas de colina son flancos muy inclinados situados
a ambos lados del valle coluvio aluvial, cuyas alturas oscilan entre 500 y 900
m .s.n.m ..Su relieve variado incluye sectores quebrados a escarpados y otros
fuertemente ond ulados (pendientes de 12,25Y50%).Lossuelos sonderivados
30
Figura No .5
o. Ladera erosionol
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b. Lod er o - colu vio l - ero siono l
c . Terrozo coluviol
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Co luvlol
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COP.
de areniscas, lutitas y arcillas con arena, por lo cual su drenaje en algunos
sectores es bueno e imperfecto en otros; su fertilidad oscila de moderada a
baja (Lam . 3, No. 2)
Finalmente, encontramos dos áreas de laderas de colina con influencia
coluvial que presentan pendientes menos acentuadas (2,7 Y12%) Ysuelos
originados a partir de materiales rodados provenientes de las anteriores
laderas bastante inclinad as, las cuales ofrecen una fertilidad y un drenaje
moderados. Se localizan al este y nor-este de la cabecera municipal (Fig. 5),
las primeras descienden hasta la terraza de nivel II, rodean laderasinclinadas,
presentando alturas que van de 500 a 800 m.s .n.m.; las segundas se ubican
en una zona intermedia al valle coluvio aluvial y las laderas pendientes con
alturas que oscilan entre 440 y 500 m.s.n.m. (Lam. 3, No. 2).
2.2.1.2.1 Exploración Arqueológica
El resultado de reconocimientos arqueológicos realizados en cada uno
de los distintos relieves que componen el paisaje colinado, nos permite
establecer que fueron las laderas de colina con influencia coluvialla zona
ocupada preferencialmente por diversas comunidades prehispánicas. En
dicha zona, perteneciente a la vereda Guacamayas, se localizaron cuatro
sitios en donde se obtuvieron abundantes instrumentos líticos y fragmentos
cerámicos 'en recolecciones superficiales que confirman la presencia d e
grupos humanos de los períodos Herrera y Pubenza.
Estas laderas coluviales poseen dos niveles (Fig. 6) sobre el más bajo
(entre 440 y 460 m.s .n.m.) se ubican los tres primeros sitios y sobre el nivel
superior (entre 450 y 470 m.s.n .m.), en el extremo norte, se localiza el cuarto
sitio. En todos los sitios el material se concentró en los bordes del talud que
separa las laderas coluviales del valle coluvio - aluvial.
Con el fín de encontrar áreas con materiales estratificados, efectuamos
series de sondeos y pruebas con barreno, con pocos resultados debido a la
accióncoluvíal, Se obtuvieron en los dos últimos sitios (Guacamayas III y IV)
capas más conservadas y es posible que existan depósitos culturales un poco
más profundos (Lam. 3, No. 2; Lam. 4, No . 1).
De otro lado, el reconocimiento arqueológico efectuado en las laderas de
colina proporcionó muy pocos resultados; al parecer no fueron habitadas
debido a su escarpada topografía y suelos poco fértiles, bajo los cuales son
frecuentes, a escasa profundidad, capas de yeso que dificultan el desarrollo
de algunos culti vos. Actualmente son zonas despobladas y con alto grado de
erosión, incrementada por la extracción del yeso, en cuyo proceso la capa
vegetal desaparece.
Es muy probable que estas laderas de colina fueran lugares preferidos
para realizar entierros secundarios; al respecto las informaciones suministradas por varios trabajadores de las yeseras, afirman haber encon trado
vasijas grandes con huesos en su interior, estos lugares se encuentran sobre
32
la ladera ubicada al oeste del sitio Guacamayas I, y se observaron frag.m entos de hueso y de cerámica no diagnóstica, al parecer perteneciente al
tipo Pubenza Polícromo.
Finalmente, en la zona del valle coluvio - aluvial no fueron halladas
evidencias que indiquen su ocupación, probablemente por encontrarse con
frecuencia anegado en tiempos prehispánicos.
2.2.1.3 Paisaje Montañoso ·
Las montañas son elevaciones del terreno generalmente contínuas, con
grandes diferencias de alturas (más de 300 mts) respecto a su base. El paisaje
montañoso cubre gran parte del sector occidental del área estudiada y se
ubica entre el valle coluvío- aluvial y la cuchilla de Guacaná. En este paisaje
se identifican dos formas generales de relieve: laderas de montaña y laderas
de montaña con influencia coluvial (IGAC, 1985) (Fig. 5).
Las laderas de montaña c~n influencia coluvial, presentan alturas que
van desde los 500 hasta los 900 m .s.n.m., por lo general su relievevaría de
ondulado a fuertemente ondulado, con pendientes de 7,12 Y25%;sussuelos
son desarrollados a partir de arcillas, areniscas y lutitas calcáreas; son
superficiales y limitados por altos contenidos de piedra (70%), presentan
buen drenaje y moderada fertilidad (IGAC, 1985).
Por su parte, las laderas de montaña se encuentran desde los 800 hasta
los 1.200 m .s.n.m., su relieve es fuertemente quebrado a escarpado con
pendientes de 25, 5Ó y 75%; sus suelos se derivan de areniscas y lutitas
calcáreas, presentando un buen drenaje y una fertilidad que oscila de
moderada a alta (IGAC, 198~).
La observación sobre el terreno de los relieves que componen este paisaje
montañoso permitió precisarotras importantes características fisiográficas....
Al respecto, el relieve de ladera de montaña está conformado por: laderas
erosionales y laderas coluvio - erosionales (Fig. 5).Igualménte, se observó
que en el relieve de laderas de montaña con influencia coluvial se presenta
una serie de terrazas naturales con pendientes de 3 a 7%, conformadas por
la acumulación de materiales rodados durante largos procesos coluvíales:
en estas terrazas coluviales distribuídas en varios niveles se ubicaron la
mayoría de los sitios arqueológicos (Fig. 5).
.
Es importante destacar que las laderas coluvio - erosionales, conforman
la franja más fértil de la zona, y a pesar de su acentuada pendiente, ha sido
intensamente cultivada, sin que su capa vegetal presente agotamiento o disminución; esto se debe principalmente a la estructurade sus capas, dispuestas
en forma perpendicular a la pendiente, de tal forma que sus salientes
retienen el suelo, y permiten un buen desarrollo de las plantas (Fig. 5).
Efectuada con la colabora ción del Agr610g0 Pedro Botero investi gador de l GAF.
33
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Ladera. de cal ina can influencia caluv;al (b >
Sitios Guacamayos .lD:.
y nr
2.2.1.3.1 Exploraciones y Cortes Estratigráficos
La exploración arqueológica del paisaje montañoso se efectuó en las
veredas las Quintas y Salcedo, comprendiendo cada uno de los relieves que
componen este paisaje general. Allí fueron halla dosocho sitios, ubicados
dentro de las formas descritas en el relieve de laderas de montaña con
influencia coluvial; todos se localizan sobre terrazas coluviales de variado
tamaño, distribuídos en varios niveles; en cada ,una d e éstas terrazas se
obtuvieron en superficie muestras representativas d e cerámica de los
períodos Herrrera y Pubenza, así como algunos instrumentos líticos (Fíg. 7;
Lam . 4, No.2).
'
En las terrazas más altas situadas en la base delas f értiles laderas coluvioerosionales, se localizan los sitios: Quintás 1, Salcedo 1 y Salcedo TI. La
terraza en la cual se ubica el primero, a diferencia de los otros está separada
de la ladera por una hondonada originada por la acción de las aguas que
descienden- en épocas de invierno; en dirección sur, por un estrecho y
profundo cañón y en dirección norte por la que brada Santiago. El área
central y más plana se encuentra a 785 rn.s.n .m.j con un tamaño aproximado
de 120 m. de largo por 100 de ancho; presenta en superficie una alta
pedregosidad. Sobre esta superficie y especialmente en su parte oriental, se
obtuvo una gran cantidad de fragmentos cerámicos en su mayoría del tipo
Pub enza Rojo Bañado considerada temprana dentro del periódo Pubenza
(Cardale, 1976) (Lam. S, No . 1).
Al nor-oriente del anterior se localizó el sitio Salcedo I, sobre una terraza
ubicada entre 790 y 800 m.s.n.m., con un tamaño aproximado de 500 m. de
largo por 300 de ancho. A diferencia de la anterior terraza esta superficie se
encuentra rodeada en su costado occidental porladeras coluvio-erosion ales
las cuales se prolongan en los extremos de la terraza, conformando terrazas
más pequeñas. En el medio se encuentra la laguna de Salcedo, (Fig. No . 7)
nutrida por las aguas que descienden por escurrimiento superficial o
interno. Debido probablemente a la descomposición de materiales calcáreos,
el agua es algo salobre, siendo poco consumida directamente por sus
actuales habitantes, quienes la destinan al consumo animal yen los últimos
años al riego intensivo de cultivos más bajos, hecho que ha ocasionado un
descenso considerable en su nivel (Fig. 8; Lam. 6, No. 1).
En una región donde los períodos secos son tan intensos y el nivel de
precipitación tan bajo la existencia de esta fuente permanente de agua
garantiza tanto a los hombres como a los animales mejores condiciones de
vida. A pesarde la caza indiscriminada, todavía se encuentran con frecuencia
' algu nas especies de animales como : iguanas, tortugas morrocoi, conejo
silvestre, zarigueya y, ocasionalmente, serpientes como la coral, la voladora
y la boa; esporádicamente venados pequeños, zorro, armadillo y ñeque. Así
mis mo son frecuentes varias clases de aves como los pericos, perdices,
palomas y patos silvestres; en la actualidad las tilapias son los peces que
: -pred omínan en la laguna y quizás su introducción desplazó especies locales.
36
•
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Carret eobl,
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CAR " .9 84
l. Visto
Valle Coluvio - aluv ial
(o)
Colinos (b) y Montaña. (C)
Sitio
Guo.comoyos :"Ill"
2. Vi.ta
Loderos de Monto/io
(o)
Loderos
de Montafto con Inf l uencio
Caluvlal
(b
r.
Sit ios : Quinto. 1 y Salcedo 1 y llr
A pesar de la escasa vegetación nativa, todavía es un importante nicho
ecológico, el cual, en épocas anteriores debió constituír uno de los sitió;'
preferidos por los grupos humanos que habitaron la zona, como lo
confirmaron los materiales obtenidos superficialmente en la ladera oriental;
estos ratifican la permanencia de gentes de los períodos Herrera y Pubenza.
La tercera terraza, estudiada es la más alta de las exploradas; se encuentra al norte de la anterior y constituye el sitio Salcedo 11. Se ubica entre 850
y 870 m.s.n.m ., y presenta un tamaño aproximado de 250 m. por 150 m . de .
fondo; su superficie ligeramente inclinada presenta una alta pedregosidad
debido al lento proceso de erosión y coluviación. Las pendientes que dé ella
se desprenden descienden por sus costados casi 100 m .. Así como .enla
anterior terraza se obtuvo en esta una muestra de materiales cerárñlcos
superficiales de los periódos Herrera y Pubenza, por lo general erosionados
(Fig. 7; Lam. 6, No. 2).
De otro lado, se localizaron cerca de 40 rocas con petroglifos, en su
mayoría ubicadas entre los 750 y 850 m.s.n.m., estas se concentran en los
tres sitios descritos y, por lo general, en las áreas próximas a la base de las
laderas erosionales donde se han depositado gran cantidad de rocas
desprendidas de las partes altas. Lasrocas con petroglifos puedenencontrarse
dispersas como en Quintas 1, o formando conjuntos como en los sitios
Salcedo 1yn (Fig. 7); los diseños grabados conforman una gran variedad de
motivos, algunos geométricos como líneas rectas y sinuosas, cuadrados, '
triángulos, círculos, 'círculos concéntricos y espirales, así como algunas "
representaciones de figuras antropomorfas y zoomorfas, lamentablemente
esta rica manifestación artística, no l~ podemos relacionar directamente con
algunos de los períodosarqueológícos identificados enla zona.Sin embargo,
por la repetición de motivos que conservan la misma técnica de elaboración,
se puede suponer 'que fueron realizados por las gentes de una misma
ocupación (Lam. la).
Otro grupo decínco sitios fué hallado en ambas márgenes de la quebrada
Santiago, límite entre las veredas las Quintas y Salcedo; todos se localizan
sobre terrazas coluviales IDá,s pequeñas que las anteriores, 'Por 10 general
dispuestas en forma escalonada. (Fig. No . 7).
El hallazgo de lossitiós Salcedo III,IVYV se facilitó por encontrarse estos
terrenos en época de siembra, hecho que hizo posible obtener, sobre un
conjuntode terrazas y laderas coluviales ubicadas entre 680 y 760 m.s.n.m.,
una muestra abundante de fragmentos cerámicos que se relacionan
exclusivamente co~el tipo Pubenza Polícromo, vinculado con la época
tardía de la ocupaciónPubenza(Cardale,1976). Estosmateriales se obtuvieron
en el sitio Salcedo III sobre el plan de la terraza; en el sitio Salcedo IV fueron
más abundantes sobre su ladera y en el sitio Salcedo V se localizaron en una
. serie de tres pequeñas terrazas y laderas dispuestas en forma escalonada
(Lam . S, No. 2).
39
lo. Visto
Sitio Quinto s 1
20 . Vis t o
S itios : Solcedo
:m. Ill:;1l .
I H UN A fi
1
Visto
Sitio Solcedo
2 . Visto
Sitio : Sal cedo JI
Finalmente, los sitios Quintas Il y m fueron localizados en la otra margen
de la quebrada Santiago; el primero se ubica a 630 m .s.n.m., sobre una
pequeña terraza en la cual tamb ién se obtuvo principalmente material
cerámico, relacionado casi en su tota lidad con la época tardía del periód o
Pubenza . Sin embargo, en Quintas m se obtu vo una mu estr a de cerámicas
de los períodos Herrera y Pubenza, sobre una ladera formada por lentos
despl azamientos coluviales y ubicada entre 550 y 560 m .s.n.m , (Fig. 7).
2.2.1.3.2 Cortes Estratigráficos y Cronología
Teniendo en cuenta que entre los objetivos propues tos en esta exploración , se pretende contribuir al estudio de las relaciones entre los
periód os Herrera y Pub enza, se consi deró indispensable, ade más de la
relación de los sitios con el paisaje, proporcionar un marco d e referencia
cronológico para la zona el cual permitiera un a primera aproxima ción a la
ubicación temporal de las gentes que la poblaron.En razón d e lo anterior nos
prop usimo s ubicar en los sitios Quintas m, Salcedo 1,Salcedo 11 áreas en las
cuales sus vest igios se encontraran depositados estra tigráficamente. La
ubicació n de tales áreas se dificultó en gran medi da por la acción de los
lentos procesos coluviales y la erosión causada por el hombre, frecuentes en
estas laderas de montaña. Por tal razón, descartamos por ahora los sitios
Quintas m y Salcedo Il donde tales procesos se manifestaban, limitando las
po sibilidades de localización de áreas estratificadas.
Afortunadamente, la conformación de l sitio Salcedo 1(laguna de Salcedo)
permitió la con serv ación de terrenos ligeramente planos que no han sido
muy afectados en épocas recient es por tales procesos, esto sugirió la
existencia de áreas estratificad as en lugares ubicados en los alrededores d e
la laguna de Salcedo, un o d e los sitios más agrad ables de la zona y
probablemente preferid o por los diferentes grupos que la habitaron .
En los alrededores de la lagu na se consideran tres posibl es lugares d e
habitación, dos de los cuales se sitúa n sobre terraza s coluviales menores
ubicadas en los extremos norte y sur, y un tercero localizado sobre unafranja
de terreno plano, paralela a la ladera oriental y elevada un os metros por
encima del antiguo nivel de la laguna. Sólo en este último sitio se obtuvo
material abundante de los periód os mencionados. Esta suave elevación
presenta una franja plana de aproximada mente 200 m . de largo por 50 d e
ancho, probablemente ampliad a artificialmente por los últimos ocupantes
prehi spánicos (fig. 8). En un área de 38 m. d e largo por 22 m. de ancho
rod eada por cinco rocas; efectuamos series de. pozos de sondeo que
permitieron conocer la estratigrafía y sus variacio nes, así como las zonas
donde los materiales culturales se encontraban estra tificados; éstas se localizaron especialmente en los alrededores de las rocas mencionadas, frente a
dos de las cuales se efectuaron pequeños cortes (Fig. 11).
Dichos cortes no fueron excavados por niveles arbitrarios, sino teniendo
en cuenta el relieve d e los pisos cultura les y su relación con las capas
42
LClIlLftl de Salcedo
Rlzos de sondeo
PttroQlilo
Viviencb actual
Bosque
o
.
-
estratigráficas (Anexo 1). Cada piso representa un momento de ocupación,
constituído por una superficie en cuya base se depositaron principalmente
fragmentos cerámicos, artefactos líticos, piedras de arenisca y fragmentos
de plaeners.
El resultado del análisis de los materiales y. la confrontación de ambos
cortes, permitió realizar una primera interpretación de los cambios ocurridos
en el transcurso de la ocupación del sitio y su ubicación cronológica, basada
en los resultados de los análisis radiocarbónicos y en el método de seriación.
Las primeras evidencias se encuentran en la capa 5 del corte J, (pisos: 9
y lO), en ellos se excavaron unos pocos artefactos líticos, no asociados con
material cerámico, los cuales nos podrían indicar el paso por el lugar de
grupos precerámicos, cuya antiguedad no conocemos (Fig.9; Lam. 7, No. 2).
A partir de la capa 4 (piso 8) se encontraron las primeras evidencias de
ocupación cerámica, fechadas en el año 10 +/. 80 a.C. (Beta 38528), los
fragmentos de vasijas utilizados en esta época no han sido encontrados en
otros yacimientos, y se les denominó Salcedo Arena de Río, esta cerámica
presenta rasgos estilísticos que la emparentan con la del período Herrera y,
especialmente, con la excavada en el abrigo de Zipacón, cuya fecha se
remonta al siglo XIV a.C. (Correal y Pinto).
>
Fragmentos de estas vasijas se depositaron principalmente en la capa 3
y 4 del corte I (capas ausentes en el corte II) donde se excavaron los pisos 5
al 8; esta cerámica se encuentra asociada a un bajo número de instrumentos
líticos relacionados con actividades de caza y preparación de alimentos
cultivados (Fg.9; Lam.S).
Posteriormerite se ubica el material depositado en la capa 2a del corte 11
(capa ausente en el corte I) que comprende los pisos del 2 al 5; en ellos se
concentraron principalmente los tipos cerámicos del periódo Herrera
conocidos como Mosquera Rojo Inciso, Mosquera Roca Triturada y
Zi p aquirá Desgrasante Ti esto, asociada a bajas proporciones de cerámica
Salced o Arena d e Río,Pubenza Rojo Bañ ad a (considerada temprana dentro
del período Pubenza (Cardale, 1976) y Tunju el o Cu arzo Fino. Este último
tipo ha sido hallado en la sabana de Bogotá en yacimientos Muiscas
(Broadbent,1970), pero asociada con cerámica del período Herrera en las
excavaciones efectuadas en el municipio de Cachipay (Peña, 1988) (Fig. 10).
Esta capa no ha sido fechada hasta el momento, pero su antiguedad
puede remontarse a los primeros siglos d .C, Dentro del contexto Herrera fué
hallado un depósito de huesos humanos, enterrados por segunda vez
(entierro secundario), pertenecientes por lo menos a tres individuos; este
hallazgo reviste especial importancia si consideramos la escasa información
que se tiene en cuanto a prácticas funerarias y restos aseos humanos en
contextos Herrera. (Anexo 2). Dicho entierro secundario y colectivo, fué
excavado bajo el piso 5 (corte II), asociado principalmente con fragmentos
de vasijas del período Herrera y algunos artefactos líticos (Fig. 10; Lam. 14).
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3
LACERAMICA
La cerámica en el presente trabajo constituye uno de los principales y
más frecuentes elementos de la cultura material que se preservan en los
sitios arqueo lógicos hallados; por lo cual se pretende, con su análisis e
interp retación contribuir al reconocimiento de los períodos cerámicosque se
desarrollaro n en las área s mencionadas vistos en relación a sus variables,
tanto temporales como espaciales.
3.1 CRITERIOS METOOOLOGICOS.
El material cerámico analizado proviene de los cortes estratigráficos y
recolecciones superficiales realizadas en los municipios de Cachipay y
Apulo; para su análisis y clasificación se tuvieron en cuenta las descripciones
tipológicas relacionadas con el contexto arqueológico regional.
Sebusc a principalmente,complementar las características de estos estilos
cerá micos y profundizar en álgunos asp ectos técnic os y formales,
anteriormente poco analizados, o de carácter local. Sólo en los casos en qu e
las características de un conjunto de materiales no hubi eran sido reportadas
en otros yacimientos se procedió a definir nuevos grupos cerámicos.
En toda la colección se analizaron características de la pasta tales como
color, dureza, espesor, cocción y textura, mediante el uso d e-las técnica s
convencionales, y se profundizó en el examen de los componentes minerales
y su posible origen; para esto se efectuaron análi sis según su tamaño, de tal
forma que la fracción arcilla (menor a 0.002mm .) se analizó por medio de la
difracción de rayos x; las fracciones de arena fina (0.2 a 0.02 mm.), arena
gruesa (2 a 0.2 mm.) y grava fina (mayor a 2 mm .) se examinaron al
microscopio petrográfico, separadas de la matriz arcillosa o con ella, en
series de secciones delgadas.
De otro lado, se analizó el tratamiento de la superficie, así como el
conju nto de elementos diagnósticos que permitieron efectuar una
reconstru cción aproximada de las formas de las vasijas y sus decoraciones,
procurando complementar en estos aspectos, los tipos ya establecidos y
describíendolos en los nuevos.
51
Finalmente se elaboraron secuencias seriadas, teniendo en cuenta el
método cuantitativo (Meggers y Evans, 1969),que permitieron examinar la
ubicación cronológica absoluta y relativa de los tipos cerámicos, así como el
cambio que registran sus frecuencias a través del tiempo. Las gráficas de
estas secuencias seriadas sintetizan los porcentajes registrados en los cortes
Tocarema 5 (Graf. 1), y Salcedo 1(Graf. 2), relacionando este último 'con los
sitios donde se obtuvo material superficial (Graf. 3), y finalmente se ubican
los resultados del corte efectuado en el sitio Quintas 1(Graf. 4).
3.2. PERIODOS CERAMICOS
A medida que continúa la búsqueda de las zonas ocupados por las gentes
con ceramicas del período Herrera o emparentada a ella, sus fronteras
geográficas se amplían, la mayor parte de los sitios encontrados se concentran
en el territorio poblado en los tiempos de la conquista española por los
grupos del período Muisca; no obstante, dichas fronteras no eran las de sus
predecesores Herrera, pues varios sitios reportados se ubican en regiones
habitadas en tiempos de la conquista por los grupos Guanes, Tunebos,
Sutagaos y Panches.
Como se ha dicho anteriormente, las gentes portadoras de cerámica
Herrera que vivieron en las dos zonas exploradas, precedieron en cada una
de ellas períodos cerámicos distintos; en tanto que en el sitio de Cachipay la
cerámica Herrera fué gradualmente desplazada por una manifestación
temprana de la cerámica Muisca, en el sitio de Apulo la misma cerámica
precedió a la cerámica del periódo Pubenza, cuyo momento más tardío
podría relacionarse con los grupos panches.
3.3. CERAMICA DEL PERIODO HERRERA.
La cerámica de este período está conformada por un conjunto de tipos
inicialmente descritos por Broadbent (1970), quien propuso la ocupación
"Premuisca" al efectuar una seriación con muestras superficiales, localizadas
en los alrededores de la laguna de la Herrera (municipio de Mosquera),
corroborando las hipótesis planteadas por Hernández de Alba (1937) y
Duque Gómez (1951).
Como resultado de las investigaciones efectuadas principalmente por
Cardale (1981) en el municipio de Zipaquirá, Correal y Pinto (1983) en el
municipio de Zipacón y Castillo (1984) en Tunja (Boyacá), la tipología
cerámica efectuada por Broadbent ha sido modificada, complementada y,
en algunos casos, ampliada a nuevos tipos que por 10 general se emparentan
con los tipos iniciales.
Naturalmente existen variaciones de estilo en los mismos tip os o tip os
emparentados que podrían caracterizar una fase más temprana, una media
y una tardía, sin descartar diferencias de índole local. Al respecto, el estil o
de la temprana cerámica de Zipacón cuya antiguedad se remonta al siglo
52
XIV a.c., presenta diferencias en formas y decoraciones con la existente en
Zipaquirá entre los siglos IV a.C y 1 d .C, época intermedia en la cual las
características de la cerámica elaborada fueron compartidas por la mayoría
de los sitios quese localizan en la sabana de Bogotá y vertiente suroccid ental.
Por su parte, la cerámica hallada en Tunja repr esenta la fase tardía, la cual
se emparenta con la anterior pero difiere en algunas características, bien sea
po rque su elaboración se produjo entre los siglos IV d .C y X d .C, ó por ser
el desarrollo de un estilo local.
Tanto en Cachipay como en Apul o se reconocieron las carac terísticas de
la fase in termed ia, especialmente en los tipos Mosquera Roca Tri tu rada,
Mosquera Rojo Inciso, Zipaquirá Des grasante Tiestos y Zip aquirá Rojo
Sobre Crema, éste último no hallado en Apul o. Mientras que en el sitio de
Cachipay están presentes alrededor del sigloVIIl a.c. y hasta los primeros
siglos d .C., en Apulo se ubica especialmente en los primeros siglos d .C y su
llegada al sitio fué posterior a otro tipo de cerámica no registrada en otros
yacimientos pero con características que lo' emparentan con la cerámica
Herrera y en parti cular con el estilo qu e caracteriza la fase temprana d e
Zipacón : Esta cerámica se denominó Salced o Arena de Río y predominó
alrededor del siglo 1antes o después de Cristo (Grafs. 1 y 2).
3.3.1. Mosquera Roca Triturada
Fue descrito por Broadbent (1970) y posteriormente complemen tad o
por Cardale (1981), qu íen al identificar su inclusión mineral predominante
lo unifica con el tipo Mosquera Poroso descrito por Broadbent. Una variante temprana fué descrita por Correal y Pinto (1983), y una tardía por
Castillo (1984).
a) Pasta
Color: 7.5 YR (red dish yellow) 6/8; 10 YR (gray 6/1, 5/ l).
Dureza: De 2 a 3 en la escala de Mohs .
Espesor: De 4 mm . a 10 mm .; más frecuente 6 mm..
Cocción: Realizad a en atmósfera oxidante, por lo general incompleta a
juzgar po r la presencia de nucleos am plios.
Matriz: Con stituye un 60 o 65% de material arcilloso, en algunos casos
ferruginoso; en él predominan materiales no cristalinos, baja propor ción d e
cuarzo y trazas de pirofilita .
Inclusiones: Comprend e de un 35 a 40%, constituído en su mayoría por
carbonatos de tipo calcita, con tamaño arena gru esa, fácilmente destrúible
en suelos ácidos,como los de Cachipa y, conservándose con mayo r fr ecuencia
en suelos como los de Apul o.los cuales presentan un menor gra do de acid ez.
Con tama ño arena fina pred ominan feldespatos, seguido por cuarzo y
anfibol. Entre las inclusiones menos frecuen tes se encontraron: piroxenos,
circón, orblenda, fragm ent os líticos (chert y are niscas ferruginosas) y
estru ctur as silíceas de origen vegetal, conocidas como fitolitos .
53
~ { C ON S 'RlI ( C I O"
A P R OXIM A(),I.
Fig.
11
CERA MICA
M.9saUERA
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1
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CER A MICA
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Fig . 13
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MOSOUE RA
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ROCA
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L..J----.l-----'-----'- --lI 5 crns
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Fi g . 14
Ceramica
Mosquero
8
Roca
Tr iturada .
2C m
Origen posi ble: Tod o parece indicar que la materia prima usada en la
manufactura d e es tos utensilios la con stitu ye arcillas derivadas d e llu vias d e
ceniza vo lcánica, es probable que la calcita, tr itu rada como desg rasante
principal, p ro ven ga de ambientes menos acidos.
Textura: Con calcita l(s gr anu losa y liger amente laminar, al descomponerse se toma muy porosa.
b) Tratamiento de la superficie
Color: lOR (very pal e brow) 8/3, 7/8; 10YR (yellow) 8 /6; 10 YR (linght
gray) 7/2; 5 YR (reddish ye llow) 7/ 6, es te úl timo poco frecuente.
Acabado: Además de lo an otado po r Broadben t (1971, 192), se em pleó
durante el proceso de alisado, agu a arcillosa del mismo color d e la pasta, a
manera d e bañ o.
e) Formas y decoración
Se encontraron con má s frecuencia cuencos hemisféricos con hombro
curvo o an gu lar (Fig. 11 No . 1-12) sobre el cual frecuentemente se dec or ó con
pintura roja 00 R red, 4 / 8), que en algunos casos se extiende al labi o y cara
interna (Fig. 12 N os. 7 Y8).
Otros combinaban la anterior dec oración con series de impresiones
ovalad as o ungulares, y en algunos casos modelada (pellizcada), qu e por lo
general se ubica sobre la su pe rficie exterior angular (Fig. 12 No . 1 - 5 )
algunos cuencos pandos con bordes similares a los anteriores presentan un
marcado angulo exterior, (Fig. 12 No. 7; Fig. 14 No . 5), algunos fuer on
decorados sobre el hombro con series de im presiones ungulares similares al
del tipo Zipaquira rojo sobre crema . Menos comunes son los cuencos
aquillados, por 10 general dec orados sobre el hombro con pintura roja o
series d e impresiones ungulares (Fig. 11, Nos. 13 - 16; Fig. 12 N o . 6), Y los
cue ncos con bord e refor zad o y labi o plan o (Fig. 11, No. 17).
Las vas ijas con cu ello presentan forma globular o subglobular, hombro
curvo o angu lar, y frecu en teme nte su boca es amp lia, con bordes d irec tos y
eve r tid os muy va riados, que pued en ser sen cillos, reforzados o doblados
hacia afu era . Por lo general fueron decor ad os con líne as incisas, paralelas o
achuradas y en algunos casos presentan pintura roja 0 0 R red 4/8) o series
de pequeñas impresiones circulares sobre el labio (Fig . 11, N os. 18 - 34; Fig.
13, Nos. 1 - 7; Fig. 14, Nos. 1 - 4).
Algunos fragmentos de cuerpo de estas vasijas, presentan d ecoración incisa achurada, series de impresiones ungulares y pequeños apliques circulares
(Fig 13, Nos.8 Y9; Fig. 14, Nos. 7 - 8), probablemente algunas de estas vasijas
presentan patas decoradas con impresiones e inci siones (Fig . 13, No. 10).
3.3.2. Zipaquir á Roja Sobre Cr ema
Definid o ten tativamente po r Card ale (1981) quíen 10 relaciona con el tipo
Mo squera Ro ca Tr iturada, caracterizándolo principalmente por una sola
forma de vasijas, que cons iste en:
58
"cue ncos con d ecora ción ungular o apa renteme nte ungular sobre el
hombro, y pintura roja sobre crema en la parte inte rior" (p . 85-S6).
Las carac terísti cas generales de es te tipo cerámico se compleme nta n con
la información obtenida en los sitios de Cachipay. Este tipo cerá mico no fue
encontrado en los sitios de Apulo .
a) Pasta
Color:
7.5 YR (very dark gray) 3/2; 7.5 YR (gray) 5/1; 7.5 YR (red dis h
yellow) 6/S.
Dureza: De 2 a 3 en la escala de Mohs .
Espesor: De 5 a 9 mm, más frecuente 7 mm.
Cocción: Realizad a en atrnosfera oxidante, en generalpresenta un amplio
nucleo, que indica inco mpleta oxidación.
Textura: Compacta, ligeram en te lami nar.
Matriz: Com prende de l SO alS5 % de material arcilloso , bajo en hierr o
y sin orientación definida. Pred om inan minerales no cristalinos, una baja
proporción d e cuar zo y traz as de kaolin ita.
Inclusion es: Constitu ye el 15 o 20 % restante; con tamaño are na fina y
media predominó cuarzo, segu ido por una menor proporción de feldespatos;
con tama ño aren a gruesa son comunes algunos fragmen tos líticos en especial
de are nisca ferruginosa, así como fragmentos de calcita, qu e se presenta en
menor proporción con respecto al tipo roca tritu rada. Otras inclusiones
menos frecuentes son :circón, anfíboles, orblenda, por lo gene ra l con tamaño
arena fina y fitolitos de menor tamaño.
Posible origen: En términos generales su composición correspon de con
los nivel es de arcilla d e la formación Guada lupe, con poca contami nació n de
lluvi as de ceniza volcánica.
b) Tratamiento de la superficie
Color: 10 YR (gray) 5/1, 6/ 1; 10 YR (light bro wni sh gray) 6/2; 10 YR
Oight gray) 7/2; 10 YR (very pale brown) 7/3,7/4; 7.5 YR (pink gray) 7/ 2.
Acabado: Por lo general es bu eno, en algunos casos con baño marrón
noYR, 6/2).
e) Formas y decoración
Los cuencos hemisférico s consti tuyen el tipo de vasija pred ominante,
cuy a variedad depende de las forma de sus bordes y la di versid ad de sus
decoracion es por 10 general restringid a a él. El borde más común prese nta
ho mbro curvo o an gul ar , genera lmente d ecorad o sobre el hombro con series
de im presiones ungular es y en algu nos casos con pintura roja (l a R 4 /4,4 /
6) aplicada sobre el labio, en menor frecuencia decorados con di seños incisos
o sedes de impresiones ovaladas y triangulares. Algunos presentan tiras
aplicad as generalmente con impresiones ungul ar es (Fig. 15, Nos. 1 -16; Fig.
16, Nos 1 - 7).
59
F ig. 15
CERA MICA
ZIPA QUIRA
ROJO
SOBRE
CREMA
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CERAMICA ZIPAOUIRA ROJO
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Fig . 16
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Fig .
17
CER A MICA
ZIPAQUIRA ROJ O
SOBR E
CREMA
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I
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5cms
Otros bord es presentan refuerzo exterior que puede ser curvo, angular
o denticulad o, con decoraciones variadas como series de impresiones un gulares, tiras aplicadas con estas mismas impresiones y modelado o pellizcado,
conformando series denticuladas sobre el ángulo. Por lo gen eral presentan
pintura roja (10 R4/4) sobre el labio, la cual en algunos casos se prolonga en
su cara interna, en líneas paralelas (Fíg. 15, Nos . 17 - 22; Fig. 16, No . 8; Fig.
17, Nos. 1 y 2). Tambíen se encontraron cuencos con una depresión o
acanaladura entre el labio y el refuerzo externo angular, decorados con
series de impresiones y pintura roja sobre el labio o sobre el hombro y en
algunos casos en su interior (Píg, 15, Nos . 23 y 24; fig. 17, No . 4).
Otras formas como cuenc os aquillados y vasijas con cuello fueron poco
frecuentes, los primeros presentan decoración con series de impresiones
ungulares y pintura roja sobre el labio (Fig. 15, No . 25; fig. 16, No. 9), los
escasos bordes de vasija con cuello son semejantes a las descritas en la
cerámica Mosquera Roca Triturada (Fig. 15,Nos. 27 y 28;Fig. 17, No .3). Por
último, registramos fragm entos de recipientes pandas qu e al parecer
correspo nde n a platos sin ninguna decoración (Fig. 15, No. 26).
3.3.3 Zipaquirá Desgrasante Tiestos
Este tipo fué descrito por Cardale (1.981) quíen incorpora una subvariedad del tipo Guatavita Desgrasante Tiestos, descrita por Broadbent 1970.
Cardale reconoce dos subgrupos de vasijas una s de stinadas a labores
domésticas y otras asociadas al proceso de elaboración de la sal. Muestras
del segu ndo se obtuvieron en los dos sitios estudiados; La cerámica de uso
doméstico se identificó solamente en Cachipay.
En términos generales las muestras analizadas no presentan rasgos
distintos por lo cual sólo se complementan otra s características de la pasta
y señalan las formas y decoraciones identificadas.
a) Pasta
Matriz: Constituye el 60 al 65% de material arcilloso, mu y ferruginoso
con alto contenido de materiales cristalinos, y mu y bajo contenido de
cuarzos y micas .
Inclusiones: Corresponden al 35 o 40% restante, en el cual predominan
fragmentos de tiesto triturado agregados como desgrasante, con un tamaño
de arenisca gruesa o gra va fina; con un tamaño arena fina a media, se
ide ntificaron altos contenidos de cuarzo con respecto al contenido de
feldespatos y fragmentoslíticos principalmente de tipo arenisca sedimentaria.
Igu almente se observaron, en mínima proporción, minerales como
lamprobolita yanfibol.
Textura: Compacta, laminar irregular y estriada.
Estructuras especiales:Es muy común encontrar un espacio en forma de
aureola en tomo al fragmento de tiesto molido, que lo separa de la matriz.
63
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Fig. 18
CERAMICA
ZIPAOUIRA
DESGRASANTE
TIESTO
I
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En el interior de estos fragmentos de tiesto se observaron inclusiones y
estru cturas diversas. lo cual indica que se trituraron tipos de cerá mica s
diferentes cuyas arcilla s pueden pre sentar ano influencias volcánicas.
Posible origen: En términos gene rales su composición corresponde con
nivel es de arcilla propios de la formación Guadalupe poco influenciada por
lluvias de ceniza volcánica.
e) Form as y decoración
Se encuentran formas de vasijas pe rtenecientes a los dos grupos
diferenciados por Cardale (1981). Entre las formas de l grupo de cerámica
do méstica se hallaron cue ncos he misféricos y aqu illados,algunos d ecorados
sobre el hombro con series de impresiones efectua das con los dientes de un
peine (Fig. 18, Nos. 1 - 4).
.
De otro lad o, entre el grupo de cerámica asociada con la elabo ración de
la sal se ide ntificaron vasijas campaniformes yollas cuenco, algu nas decorad as
con series de impresiones triangulares (Fig. 18, Nos . 5 - 10).
3.3.4 Mosquera Roja Inciso
Fué d escrit o inicialmente por Broadbent (1970) y posteriormente
compleme ntado por Cardale (1981), quíen propone por primera vez
relaciones entre esta cerám ica y la de varios estilos d esarrollad os en la
vertiente sur occidental de la sabana de Bogotá y zona colinda nte al valle del
río Magdalena, y en especial con la cerámica del perío do Pubenza, defi nid o
como Pubenz a Rojo Bañado (Cardale, 1976 - 1981).
El análisis de las muestras obtenidas en el sitio de Cachipay, permitió
ide ntificar dos subgrupos, los cuales difieren en los aspectos relacionados
con las caracterís ticas d e la pa sta, acabado de superficie y forma s,
compartiendo principalmente la técnica deco rativa. La muestra analizad a
en los sitios de Apul o solo apo rto material correspondiente al subgru po 1.
3.3.4.1 Subgrupo 1
a) Pasta
Color:
7/6.
5 YR (reddish yellow) 7/6, .7.5 YR (red disch yellow) 7/8. 6/6,
Dureza: De 3 a 4 en la escala de Mohs,
Cocción: Realizada en un a atmósfera oxidante, pero son frecuentes los
fragmentos con núcl eos negros.
Espesor: Fluctua entre 4 y 12 mm., más frecuente 6 y 9 mm..
Textura: Compacta granular.
Matriz : Constituye un 50 o 55% d e ma terial arcilloso, donde pred ominan ma teriales no cristalinos y una baja proporción de Cristobalita . Fué la
única muestra sin cuarzo de tamaña arcilla.
65
Inclusiones: Comprende el 50 o 45 % restante, del cual con tamaño arena
fina pred ominan cristal es de feldespatos con respecto a otros minerales
como el cuarzo, anf íbol, mica bioti ta y orblenda basáltica.
Estructuras especiales: Son frecuentes los fragmentos de roca s volcáni cas como el basalto, comunes en la lava, los cual es presentan finos cristales
de lamprobolita característicos d e regiones con intensa actividad volcánica .
Posible origen: La anterior composición sugi ere que el material usad o
en la fabricación de es ta cer ám ica, proviene de la cordillera central o del vall e
del río Magdalen a. Sin embargo, no se descarta que fuertes explosiones
volcánicas, expulsaran estos materiales y fuera n depositados en regiones
distantes, por lluvias de ceniza volcánica.
b) Tratamiento de la superficie
Presenta un bu en acabado en ambas caras; las superficies sin engobe,
que po r lo general corresponden a la cara interna, po seen los mismos colores
mencionados en la pa sta . La mayor part e de la muestra fué sometida a un
engobe d e color rojo en su cara externa con los sigu ientes ton os: 10 R (wa ak
red,4/4) y 10 R (red, 4/6,5/6,6/6). Algunos frag men tos con ser van brillo y
es común obse rva r huellas de un pulidor; en su superficie es frecu ente ver
ciertos resplandores, anotados por Broad bent 0971, 193) originados por las
inclusiones reportadas an teriormente como cua rzo, feldespato y mica ; las
superficies eros ionadas se presentan mu y arenosas y friabl es.
e) Formas y decoración
Las formas más caracterís ticas la constituyen vas ijas globulares o subglobulares, con hombro curvo o angu lar, cuello curvo y borde evertido; su s bordes por lo general son reforzad os, con labio acanalado o biselado (Fig. 19).
Estas vasijas fue ron deco radas especialmente con diseños incisos, trazados
sobre arc illa endurecida y d espués de la aplicació n del engobe rojo . Los
bordes fueron decorad os principalmente con diseños triangulares, línea s
paralelas, horizontales, tra nsversales y achu radas (Fig. 20, No. S, Fig. 21,
Nos. 1 - 4; Fig. 22, Nos . 6 - 10). Con menor frecuencia se aplican franjas
pa rale las de pintura roja oscura 0 0 R 3/2) (Fig. 22, No. 8). Sólo un ejemplar
difiere de los anteriores, prese nta labio plan o, sobre el que se d ecoró u na
serie d e im presiones ungulares (Fig , 22, No. 11), estas caracterí sticas son
semeja ntes a una varied ad de vasijas de la cerámica Pubenza Ro jo Bañado
(Cardale, 1976, 355).
Tambíen se presenta decoraci ón incisa en el hombro y cuerpo de algunas
d e estas vas ijas con cuello, las cuales fueron dec oradas con di seños
compues tos por líneas curvas y angulares, o líneas en zig-zag (Fig. 20, No.
6). Areas del cuerpo decorad as con pintura roja fueron poco u suales (Fig. 20,
No s. 3 Y4), así como la presencia de asas en vasijas con cuello (Fig . 21 No. 5).
Los cuenc os de este subgrupo, po r lo genera l poseen una forman globular
o subglobular y labio curvo con refu erzo intern o (Fig. 23, Nos. 1 - 9), fueron
66
decorados con variados dis eños incisos compuestos por triángulos. líneas
paralela s, horizontales, perpendiculares o transversales solas o en
combinación (Fig . 22, Nos. 1 - 4; Fig. 24, Nos. 3 - 6).
Los cuencos hemisféricos son menos frecuentes, algunos presentan
refuerzo exterior angular y decoración incisa sobre el hombro (Fig. 22,
NI! 5; Fig. 23, Nos. 10 y 11); o labio plano reforzado igualmente decorado
(Fig. 24 No . 1 - 2).
Otros poseen refuerzo externo curvo posteriormente acanalado, decorado con un aplique o falsa asa (Fig. 23, No. 26). Es probable que existieran
formas de copas con paredes inclinadas hacia afuera, a juzgar por los
fragmentos de bases anulares (Fig. 20 Nos. 1 y 2), con paredes cuya
inclinació n coincide con la de algun os bordes rectos (Fig. 23, No. 30); las
bases encontradas presentan huellas de pintura roja (lO R, 3/2) en la
su perficie engobada de la cara interna.
Tanto en el sitio Tocarema 5 (Cachipay), como en Salcedo 1 (Apul o)
coincide n las formas y decoraciones anteriormente de scritas; en el primero
esta cerámica existió desde el siglo IX a.e. y perduró hasta los primeros
siglos de spués de Cristo, época en la cual hace su aparición en Salcedo 1; sin
embargo en este último sitio ya existía desde el siglo 1 a.e. otra forma de
vasijas perteneciente a este mismo tipo cerámico, pero relacionado con un
estilo tem prano del período Herrera registrado en el abri go de Zipacón
(Correal y Pinto, 1983). Estas vasijas presentan cuerpo globul ar o subglobular,
borde evertido, cuello corto o amplio por lo general decorado con series de
impresiones paralelas, con motivos triangulares u ovalados, y cuerpo algu nas
veces decorado con líneas incisas e impresiones ovaladas (Fig, 25).
Car acterísticas similares se observaron en la cerámica Salcedo Arena de Río,
que se describirá posteriormente .
3.3.4.2 Subgrupo II
Este subgrupo no se halló en el municipio de Apul o; la muestra analizada
proviene en su totalidad del municipio de Cachipay y especialmente de los
cor tes efectuados en el sitio de Tocarema 5.
a) Pasta
Color: 10 YR (dark gra y) 4/ 1; 10 YR (gray) 5 /1 ; 7.5 YR (reddish
yellow) 7/6.
Dureza: 3 en la escala de Mohs .
Espesor: de 5 a 13 mm.; más frecuente 6 mm.
Cocción: Realizada en atrnosfera oxidante, con núcleos negros muy
amplios.
Matriz: Comprende el 60% de arcilla con bajo contenido en hierro;
predo minio de materiales no cristalinos respecto a contenido de cuarzo y
peq ueñas cantidades de pirofilita y Kaolinita.
67
Fíg . 19
CERA MICA
MOSOUERA
ROJO
IN CISO
I
I
I
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Fig . 2 0
CERAM ICA
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ROJO
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CERA MICA
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CERAM ICA
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Fig . 26
CERAMICA
MOSOUERA
ROJO
INCISO
1I
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5cms
Textura: Compacta ligeramente laminar.
Inclusiones: Representan el 40% restante, con tamaño arena gru esa,
predominan fragmentos líticos de tipo chert, arcillolita y lutita negra con
formas de arena de río; con tamaño arena fina a media dominan altos
contenidos de cuarzo sobre el porcentaje de feldespatos; se encu entra
también con este tamaño una buena proporción de fragmentos líticos
principalmente lu titas negras; y en baja proporci ón ma teriales de origen
volcánico tales como epidota, piroxena s, orblenda y vidrio volcánico.
Posible origen: En contraste con el subgrupo 1, la materia prima usada
en la fabricación de esta cerámica, present a muy baja contaminación de tipo
volcánico. En términos generales el origen de estos materiales pueden estar
en zonas d e la formación villeta (cretáceo inferio r).
b) Tratamiento de la superficie
Ambas caras presentan buen acabado, la cara externa y en menor med id a
la inte rna, pr esentan un engobe rojo con tonos que varian entre 10 R (dusky
red 3/3, 3/4) Y 2.5YR(red, 5/ 6). Es frecue nte observar en las su perficies con
o sin engobe, las inclusiones predominantes antes mencionad as.Con respecto
al gr upo 1, esta cerámica es más compacta, menos are nosa po r lo cual las
su pe rficies expues tas a la erosión son menos friables.
e) Formas y decoración
En este subgrupo no encontramos vasijas con cuello siendo m uy frecuente
las formas de grandes cuencos, con paredes casi verticales, hemisféricos y
aquillados, p robablemente algu nos sopo rtados por patas huecas o macisas;
los bordes presen tan refue rzo inte rno curvo o ligeramente angular, y en
algunos casos también con refuerzo exterior por lo general decorados con
series de impresio nes un gu lares (Fig. 23, Nos . 12 - 25), Y otros pand a s con
pa redes inclinadas hacia afuera (Fig. 23, Nos. 27 - 29 Y 31). Fueron
principal mentedecoradas con diseñosincisos compuesta porlíneas paralelas,
en zig-zag y con formas triangulares, estos último s por lo general subdivididos
con líneas paralelas perpendiculares o tran sversales, realizadas desp ués de
la aplicación del engobe, característica que compa rte con en subgrupo 1,pero
a di ferencia de este el trazo es más fino debido al carácter arcilloso de su
matriz, y porque se efectuó en arcilla húmeda (Fig. 26, Nos. 2 - 9). Sólo un
fragmento de cuenco presenta decoración con pintura crema (7.5 YR 8/2),
sobre espacios circulares no engobado s (Fíg. 26 No.1)
3.3.5 Salcedo Arena de Río
No ha sido reportado en otros yacimientos, por lo cual se de scribe a
continuación; presenta dos subgr upos que difieren principalmente por
algu nas carac terísticas de la pas ta y acabado de supe rficie, compartiendo
formas y deco raciones . Esta cerámica presenta rasgos forma les y técnicos
que la relacio nan con el tipo Mos quera Roca Triturada, des crita en la fase
temprana de Zipacón.
76
3.3.5.1. Subgrupo 1
a) Pasta
Color: 7.5 YR (orange) 7/ 6; 6/ 6; 7.5 (d ull orange ) 6/ 4; 7.5 YR (grayish
brown) 6/2; 10 YR (brownish gray) 6/l.
Dureza: De 2 a 3 en la escala de Mohs,
Espesor: De 4 a 21 mm.; má s frecu ente 5 mm.
Cocción: En atmósfera oxidante, con frecuentes núcleos os curos por lo
general p róxim os a la cara in tern a.
Textura: Gra nulosa - lami nar .
Matriz: Corresponde al 55% de arcill a con alto contenido d e hierro.
Inclusiones: El 45% restan te lo compon en principalmente fragmentos
red ondeado s (arena de río) con tamaño arena media a grava fina, consti tu ídos
por rocas sedimen tarias , arcillosa (arcillolita), arenosa (areniscas) y
ferruginosas, que en conjunto componen su principal desgrasan te. Con
tamaño arena fina se encuentra n en orde n de importancia cuarzo, feld espat os
y algu nos fragmentos de anfibol.
Posible orígen: Es una cerámica con escasa contaminación d e tipo
volcánico, compuesta por materiales pr esentes en la formación Guadalupe .
b) Tratamiento de la superficie
Por 10 ge neral presen ta un alisa do regular, con frecue ncia la pérdida d e
baño o d e engobe deja ver el d esgrasan te. Ade más de los colores an otados
en la pasta se observan los siguientes bañ os: 10 YR (d ull yellow orange) 7/
2,7/3,7/4.; 10 YR (light gra y) 7/1 ; 10 YR (dull yellow ora nge) 6/2; 7.5 YR
(b rownis h gray) 6/ 1, 4/1, Yen menor frecuencia 5 YR (orange) 7/8; algunos
presentan engobe 2.5 YR (orange) 6/6 y 7.5 YR (brownish gray) 6/l.
e) Formas y decoración.
Las formas más comunes son las vasijas globulares o subglob ulares con
cuello amplio y boca grande; los bordes son evertidos por lo general con
refuerzo externo sobre el labio curvo o angular, sobre el que es frecuente
encon trar una línea incisa o una acanaladura que circunda la boca (Fig. 27
Nos. 11 -14, 16 Y17).
El área más d ecorada se localiz a sobre el hombro y cuello d e la va sija, y
sus moti vos con sisten en series de impresiones circulares u ov aladas,
algu nas veces zo nificadas por lín eas recta s o acanaladas que las limitan (Fig.
28, Nos. 1 y 2), o simpleme nte series paralelas de imp res iones circulares u
ovalad as, se mejan tes a las anotada s en las vasijas similares y con tempo rá neas
del Mosquera Rojo Inciso del subgr u po l.
En otros casos, circundan do el cue llo, se observan cana les realizados en
el m omento d el alisado d e la superficie, qu e dan una apariencia corrugada
(Fig. 27, Nos. 14 y 16). En la misma zon a otros ejem pla res fueron decorados
77
con diseñ os incisos (sobre arcilla blan da) qu e consisten en línea s paralela s
irregulares las cuales descienden en sen tido transversal, conformando en su
conjunto motivos triangu lares; también se encontraron algunos fragmen tos
d e cuerpo con d ecoraci ón incisa en diseños achurados (Fig. 28, No. 3).
Una d ecoraci ón particular, obse rvad a más claramente en el subgrupo 11
(Fig. 29, No. 1), lograda durante el proceso de alisado d e la superficie,
consiste en líneas raspadas paralelas, suaves y angostas, qu e descienden
desde el hombro, perpendicular al plano ecuatorial de la vasija, y se perciben
al tacto o a contraluz.
Algunos ejemplares presenta pintura roja (lO red 4/1; 10 R drark red 3/
6) se conserva poc o, sus huella s se encuentran sobre el labi o de algunas
vasijas y área interna ad yacente a él.
Son men os frecuentes y po r lo general sin d ecoraciones, las formas d e
vasija con cuerpo globular y subglobular, sin cuello o con uno muy corto
(Fig. 27, Nos . 1 y 2), así corno los cue ncos hemi sféricos (Fig. 27, Nos. 5 Y 7),
algunos pandos con borde evertido (Fig 27, No. 8) y los aquillad os (Fig. 27,
No. 9).
3.3.5.2 Subgrupo II
a) Pasta
Color: 10 YR (light gray) 7/1 ; 10 YR (grayi sh yellow br own) 6/2; 5 YR
(d ull orange ) 6/4.
Dureza: De 2 a 3 en la escala de Mohs.
Espesor: De 4 a 9 mm., más frecuente 7 mm..
Cocción: En atmósfera oxidante, con amplios núcleos gruesos y negros.
Textura: Compacta ligeramente laminar.
Matriz: Corresponde al 70% de arcilla, probablemente con alto
contenido de Kaolíníta.
Inclusiones: Respecto al subgrupo 1, la proporción de arena de río es
menor, y se encuentran con más frecuencia fragmentos de rocas sedimentarias
arcillosas, muchas veces difíciles de diferenciar en la matriz por asimilarse
perfectamente a ésta.
El material predominante con tamaño arena fina es el cuarzo, seguido
por feldespato y una baja proporción de anfíbol y orblend a.
Posible origen: Similar al subgrupo 1.
b) Tratamiento de la superficie
El acabado de la superficie presenta buen alisado, más uniforme que en
el subgrupo 1,y generalmente conservan engobes de color: 10 YR (brownish
gray) 6/1 y 7.5 YR(dull brown) 5/4 yenalgunoscasos baño de color 7.5 YR
(dull brown) 5/3.
78
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C E RA M ICA
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CERAMICA
SALCEDO
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e) Formas y decoración
Se encuentran vasijas con cuello y cuencos semejantes a los observados
en el su bgrupo 1. Las vasija s globulares y subglobulares con cuello amplio
presentan bord es reforzados, curvos o angulares, est os últimos con líneas
incisas O acanaladura en el labio (Fig 27, No . 15); el cuello de algunas de
estas vas ijas fué decorado con series d e líneas cortas incisas o series paralela s
de pequeñas impresiones circulares; en el hombro y cuerpo presenta
decor ación raspad a semeja nte a la d escrita en el subgrupo 1 (Fíg 29, No. 1;
Lam . 8 Nos. 2).
Ha y vasijas con cuello más corto y borde menos evertido (Fig. 27, No . 10)
Yalgunos decorad os sobre el hombro con d iseñ os incisos (Fig . 29, No . 2).
Los cue ncos son hemi sf éricos no decorad os, algunos con un pequeño
refu er zo interi or sobre el labio (Fig. 27, Nos. 3,4 Y6). Son poco usuales decoraciones con pintura roja, encontrándose restringida a labio y área adyacente
in tern a de algunas vasijas con cuell o.
.
3.4 CERAMICA TEMPRANA DEL PERIODO MUISCA
La cerámica qu e confo rma este períod o, fué encontrada principalmente
en el sitio d e Cachipay y la compo nen d os tip os cerámicos: el Tunju elo o
Funza Cuarzo Fino, y el Cachipay Desgrasante Gris. El p rimero definido
por Bro adbent (1970) fué considerado ha sta el momento exclusivo de la fase
tard ía d el períod o Muisca , po r haber sido encontrado en sitios ocupados en
la época de la conquista, que se localiz an al suro ccid ente de la sabana d e
Bogotá (Broadbent, 1971; Gutiérrez, 1980-85; Hoyos, 1985), anter iormente
no se d ispuso de fechas radiocarbónicas que verificaran su antiguedad .
Como resul tad o d e los cortes estra tigráficosefectuados en el sitio Tocarema
5 se pudo establecer que dicha cerámica coexistió con la del periódo Herrera,
en el inicio de la ocu pación en baja proporción, incrementando su frec uencia
grad ualm ente entre los siglos VII a.C. y II d .C, predominando en los siglos
po sterio res hasta fechas todavía no conocidas (Graf. No. 1) .
En el sitio Salcedo 1(Apulo) se encontró en mu y baja proporción, hec ho
que indica el contacto entre las do s zonas desde los primeros siglos d .C.
Esta cerámica fué conocida anteriormente por Haury y Cubillos (1953)
quienes la describen entre los tipos E Y D; posteriormente Broadbent los
incorpo ra como varian tes del Funza o Tunjuelo Cuarzo Fino. Las
características d e la colección analizada en Cach ípay, corresponde con la
varian te tipo E estilo 1, la cual Haury y Cubillos con sideraron que exis tió
antes de la con quista .
De otro lado, el tip o Cachipay Desgrasante Gris no ha sid o enco n trado
en otros yacimie ntos sin embargo, presenta rasgos técnicos y formales que
lo emparentan con la cerámica Muisca con ocid a como Guatavita Desgr asante
Gri s, d efinida por Broadbent (1970) y fechada entre los siglos XI YXVI d .C,
(Ca rd ale, 1981 b). El tip o Cachipay Desgrasante Gris comparte con el tipo
82
Guatavita Desgrasante Gris algu nas de sus formas, especialmente la de
vasijas de cuello bajo con asas de sección plana, así com o varias de las
características de su pasta; ningu no de los fragm ent os analizados en el tipo
Cachipay present o motivos decorativos realizados con pintura roja, o rojo
sobre blanco, característica del tipo Gua tavita. La escasa decoración del tipo
Cachipay y algunas de sus formas, se relacionan con los tipo s Zipaqu ira
Desgrasante Tiestos, M osquera Rojo Inciso y Tunjuelo Cuarzo Fino.
El tipo Cachipay Desgrasant e Gri s se encontró únicamente en los sitios
de Cachipay, y al igual que el tipo Tunju elo Cuarzo Fino coexistió con la
cerámica Herrera en baja proporción desde el inicio de la ocupación (siglo
VIII a.c., presentando un incremento considerable en épocas no datadas
po steriores al siglo II d .C,y desapareciendo del sitio poco antes del final de
la ocupación (Graf. No . 1).
3.4.1 Tu njuelo Cuarzo Fino
a) Pasta
Color: 10 YR (whi te) 8/4; 10 YR (linght gray) 7/2; 10 YR (very pale
brown) 8/4, 7/4; 10 YR (yellow) 7/6; 10 YR (lígh t yellowis h brown) 6/4.
Dureza: 3 en la escala de Mohs.
Espesor: De 4 a 11 mm ., más frecuente 6 mm .
Cocción: En atmósfe ra oxidante. Algunos presentan núcleos gri ses.
Textura: Com pacta a ligeramente poros'"
Matriz: Comprende el 70%de arcilla, con pr edominio de materiales no
cristalinos y bajos contenid os de cuarzo y trazas de pirofilita.
Inclusione s: El 30% restante lo constituye n principalmente cristales de
cuarzo mu y finos, con tamaño de arena fina a limo, seguido de una ba ja
proporción de elementos líticos (arenisca y particulas ferruginosas), tiesto
molid o y una mínima proporción de feld espatos. Otros min eral es menos
frecuentes son: orblendas verdes, mica biotita, anfibol y piroxena s.
Estructuras esp eciales: En esta cerámica se encuentran con frecuencia
pequeños filamentos transparentes con formas d e d iminutas agujas
generalmente orientadas, conocidas como fitolitos los cuales son estructuras
silicias provenientes de algunas especies de plantas y de algunas partes de
ellas. A pesar de su reducido tamaño, en algunas ocasiones es posible llegar
a ver con una lente de au mento en esta cerámica, pequeñisi mos filamentos
claros qu e probablemente corresponden a los obse rvados por Haury y
Cubillos (1953) qui enes ano tan :
"El desgrasante orgá nico es finamente dividido y reconocible p or
peq ueños filamentos, ordenados general mente paralelos a la supe rficie; proba blemente fué reducido a cenizas an tes de mezclarlo con la
arcilla" (p . 28).
83
No se puede asegurar que se trate de un desgrasante pues puede hallarse
en algunas arcillas con buenos contenidos orgánicos.
Posibl e orige n: La materia prima de esta cerámica, en términos generales corresponde con los niveles de arcilla de la formació n Guadalupe, con
poca conta miriación volcánica.
b) Tratam iento de la superficie
Color: Además de los registrados en la pasta, en las superficies sin
engobe se observó: 10YR(very pale brown) 8/3, 7/3; 10YR (light brownish
gray) 6/2; 7.5 YR (Pink) 8/4; 7.5 YR (red dish yellow) 8/6 y 75 YR (very
dark gray) 3/1. En algunos casos, con el fín de mejorar el acabado, se
impregn o la pieza en un baño de color 10 YR (yellow) 8/6 sobre el cual
generalmente se aplico el engobede color:10YR(red )5/6,4/6;10YR(dusky
red ) 3/2 y 2.5 (reddish brown) 5/ 4, posiblemente aplicado por medio d e
pulido re de ocre y limonita humedecidos, de los cuales se excavaron varios
fragmentos, con claras evidencias de uso. En algunos casos su aplicacion fué
zonificada en el interior o exterior de algunas vasijas. Al respecto Haury y
Cubillos ano tan:
"En algunos casos parece como si la piedra pulidora fuera en sí la
fuente del pigmento y que el color hubiera sido aplicado po r el
sistema de crayón" (p. 60).
Otros aspecto s relacionados con el acabado coincide n con los registrados
por Broadbent (1971, p . 200).
Com o veremos a continuación un rasgo d istinti vo que caracterizo esta
variante temprana es la de decoración incisa, similar a la registrada el tipo
Mosquera Rojo Inciso, observada en un 85% de los bordes encontrados;
esta decoración se realizó después de la aplicación y pulimento del engobe
en arcilla seca y posiblemente después de la cocción, si tenemos en cuenta
que su pasta es relativamente blanda y sus inclusiones finas, permitiendo un
trazo regular. Esto difiere de lo anotado por Broadbent (1971)quíen describe
una cerámica poco decorada yal referirse a ese tipo de incisión afirma:
"raras veces incisión después de la aplicación del baño, como el
Mosquera Rojo Inciso" (p./ 200).
Este hecho nos acerca más al tipo E de Haury y Cubillos (1953)quienes
registran dicha decoración con el nombre de "grabado", diferenciándola de
la incisión, pues consideran que esta última se realizó sobre pas ta hú meda
(p. 62 - 63).
e) Formas y decoración
Los cue ncos, tanto hemisféricos com o aq uillados, son las formas
predominantes en este tipo cerámico; menos frecuentes fueron las formas de
copas y vasijas globulares y subglobulares con o sin cuello.
84
Los cuencos hemisféricos más comunes presentan labio plano y refuerzo
exterior o exterior e interi or (Fig. 30, Nos. 6 - 18), con borde evertido y labio
plano (Fig. 30, Nos. 19 - 21). Generalmente, su área d ecorada se limita a la
superficie plana del labio sobre la cual trazan diversos motivos incisos
compuestos por líneas rectas, curvas y puntos qu e se combinan en líneas de
zig-zag, ángulos opuestos, franjas paralelas achuradas, trianguloscocéntricos
con serie de puntos o líneas perpendiculares, entre otr os diseños que como
los anteriores, tienden a ser simétricos (Fig. 33), rara vez esta decoración se
efectu ó en el interior (Fig.33No .1). La decoración impresa es poco frecuente,
sólo algunos de estos cuencos hemisféricos presentan series d e impresiones
ungulares y moldeadas sobre el refuerzo externo del labio (Fig. 30, No. 13).
Otros cue ncos hemisféricos presentan hombro pronunciad o, red onde ado o angular (Fig. 31, Nos. 3 - 10). Por lo general las vasijas con hombr o
pronunciad o exhiben sobre él diseños incisos, pequeños apliques con
motivos zoomorfos y tiras aplicadas con impresionesovaladas que recuerd an
las descrita s en el tipo Zipaquirá Rojo sobre Crema (Fig. 32, Nos. 5 - 7;
Fig. 33, No. 3 - 4); algunas fueron decorad as en la cara interna no engobad a,
con líneas paralelas pintadas en el mismo color del engobe que recubre el
labio superior y superficie externa (Fig. 32, No . ~) .
Los cuencos hemi sféricos con hombro sua ve y redondeado (Fig.31, Nos .
3 y 4) son poco decorados, algunos presentan moti vos incisos impresos
realizados con un peine como en el tipo Zipaquirá Desgrasante Tiestos
(Fig. 32, No s. 3) o pequeños apliques redondeados.
Los cuencos aquillados presentan homb ro plano o ligeramente cóncavo,
sobre el cual se efectuaron diversos diseños incisos rara vez extendidos
al labio, algunos tenían apliques pequeños de figura s zoomorfas (Fig. 31,
Nos. 11 - 17).
Las vasijas globulares o subglobulares con cuello y borde evertido fueron
menos frecuentes que los cuencos; el cuello de estas vasijas es corto, curvo
o ligeramente angular y su hombro es generalmente curvo y en algunos
casos aquillado. (Fig. 31, Nos. 18 - 21). Estas vasijas por lo general no tienen
decoración, sólo algu nos fragm entos que pertenecen al hombro indicaron
qu e pocas fueron mu y decoradas con motivos en los cuales se combina
engobe zonificado, con series de impresiones ovaladas y ungulares o
representaciones de figuras zoomorfas aplicadas (Fig. 33 No . 6 - 7). Algunas
de estas vasijas tenían asas de sección plana y patas de sección circular;
menos frecuentes fueron las vasijasglobulares, en algunos casos con pequeñas
asas y decoradas con diseños incisos (Fig. 31, No. 1 Y2).
La presencia de bases anulares con paredes que tenían inclinaci ón y
diseños semejantes a los bordes casi rectos, permitió suponer la existencia de
copas con base anular corta o campaniforme y paredes rectas, inclinadas
hacia afuera, por lo general mu y decoradas con diseños incisos (Fig.30, Nos.
1 - 3; Fig:32, No . 1).
85
RECONST RUCCI ON
APROX' MAOA.
Fig.
30
CERAMICA
TUNJUELITO
CUARZO
FINO
L-L-'-J1'-J1--J1 5 c m s.
Fig, 3 1
CERAMICA
TUNJ UELlTO
CUARZO
FI NO
1
r
I
I
1
1
5 cms,
Fig. 32
CERAMICA
TUNJUELlTO
CUARZO
FINO
5 cms
Fig.
33
CERAMICA
TUNJUEl1TO
CUARZO FINO
J
1
1 1 1 1 5 crns.
~~
3.4.2 Cachipay Desgrasante Gris
a) Pasta
Color: 7.5YR(reddish yellow) 6/6; 7.5YR (strongbrowm) 6/4; lOYR
(yellow) 7/6; 10 YR (língh t yellowiss h brown) 6/ 4.
Dureza: De 3 a 4 en la escala de Mohs.
Espesor: De 5 a 16 mm., mas frecuente 7 y 9 mm .
Cocción: En atmós fera oxidante incompleta, pues la mayoría de los
fragme ntos presenta n núcleos.
Textura: Granulosa ligeramente laminar.
Matriz: Corresponde al 65% de arcilla, donde predominan materiales
no cristalinos con bajos contenidos de cuarzo y trazas de mica.
Inclusiones: El 35% restante lo constituye principalmente arena de río
con tamaño arena media a grava fina, compuesta principalmente por
arcillo lita, arenisca, chért, probablemente agregado como desgrasante, al
igual que fragmentos de tiesto molido encontrado en menos proporción.
Con tamaño arena fina predominaron trazasde cuarzo y los fragmentos
líticos mencionados sobre contenidos de feldespato. Entre los minerales
menos frecuentes se encontró anfibol y trazas de orble nda.
Posi ble origen: La escasa contaminación volcánica nos indica que la
fuente de la materia prima estuvo poco expuesta a las lluvias de ceniza; el
origen de sus materiales probablemente se localiza en áreas pertenecientes
a la formación Guadalupe o Villeta.
b) Tratamiento de la superficie
En gen eral, el acabado de la superficie presenta un alisado regular y en
algu nos casos burdo (en fragm entos de ollas especialmente), observándose
con frecuencia abundantes partículas que conforman su desgrasante,
paralelas a la superficie. Además de los colores de su pasta se observaro n los
siguientes: 7.5 (pink 7/4);7.5YR(reddish yellow 8/ 6);10 YROingt brownish
gray6/2,6/3).Algunosfragmentosdecuerpopresentanengoberojode tipo
10R{wrakred,4/3,4/4) y l 0R{red,4 / 6)sobre la cara extema principalmen te;
en algunos casos se extend ió sobre el cuello, borde, labio y área interna
adyacente, en otro s se registró solo en el labio.
e) Formas y decoración
Entre las formas que presentan, la más característica es la de vasijas con
cuerpo globular o subglobular, hombro corto o angular, borde evertido,
cuello bajo, curvo o con tendencia angular, labio curvo o plano del cual con
frecuencia se desprenden asas de sección plana que lo conectan con el
hombro de la vasija (Fig. 34, Nos. 10 Y11, 14 - 18; Fig. 35, Nos. 4 Y5); estas
vasijas son poco decoradas, limitándose a di seños incisos realizados sobre
pasta endurecida y generalmente posterior a la aplicación del engobe que es
característico de la cerámica Mosquera Rojo Inciso y Tunjuelo Cuarzo Fino
(Fig. 35; Nos. 6 - 8).
90
f1ECONS TRVCCION APROXIMADA
~
~
~
lIáii;¡ Aplic Qdo
/ I Impruo,
-"'--"P ¡ro!a dCl
- - -Incisa
Fig.
34
CERMICA
CACHIPAY
DESGRASANTE
GRIS.
L....I---l.-L-L....I1 5 cms,
.-' C].
~~
: I~.
:1
Fig.
35
CERA MICA
CACHIPAY
DESGRASANTE
GRIS
I
I
I
I
I
1 5 cm s.
Otras vasijas menos frecuentes, presentan bordes semejantes a los descritos
el tipo Mosquera Rojo Inciso Subgrupo I caracterizados por ser evertidos,
reforzados con labio biselado o acanalado y decoración incisa (Fig. 34, Nos.
12 y 13; Fig. 19, Nos . 7y 23).
De otro lado, los cuencos en su mayoría son hemisféricos, sin hombro,
con labio curvo o plano y pequeños refuerzos internos o internos y externos,
por lo general su escasa decoración consiste en series de impresiones
ovaladas o ungulares bordeando siempre la parte externa de11abio (Fig. 34,
Nos. 1,6 - 9 Fig. 35, No. 3) pocos tienen hombro redondeado (Fig. 34, Nos.
2 y 3) sobre el cual presentan series ungulares que rodean la vasija; un
ejemplar de esta forma, presentó decoración incisa e impresiones ejercida
con un peine cuyo diseño es semejante al usado en el tipo Zipaquira
Desgrasante Tiesto (Fíg. 35, No.1). Por último encontramos los cuencos
aquillados (Fig. 34, Nos. 4 Y5) por 10general no decorados, exepto uno con
decoración incisa sobre el hombro, similar a la descrita en el tipo Tunjuelo
Cuarzo Fino, pero adicionalmente fué enegreddo o ahumado sobre esta
área y el labio (Fig. 35, No . 2).
3.5 CERAMICA DEL PERIODO PUBENZA
La cerámica que conforma este período fué descrita por Carda1e (1976),
en la .investigación que efectuó en el sitio dePubenza (Municipio de
Tocaima) ubicado en las faldas de la serrania de Alfonso Vera .Identifica dos
períodos cerámicos a partir del análisis de dos tipos cerámicos, los cuales
denomina Pubenza Rojo Bañado y Pubenza Polícromo; encuentra que entre
los siglos XYXIVd.C. ambos coexistieron, sin embargo plantea que el origen
del tipo Pubenza Rojo Bañado se remonta siglosantes al X d.C. y el .tipo
Pubenza Polícromo haría su aparición alrededor de ese siglo . Así mismo
propone:
"...que el tipo de cerámica Pubenza Rojo Bañado pertenece a una
tradición de cerámica con baño rojo y decoración incisa que estuvo
difundida a 10 largo de una zona relativamente grande. Es probable tambíen que esta tradición durara casí dos milenios" (Cardale,
1976,418).
Agrega Cardale, que a dicha tradición probablemente pertenecen varios
estilos desarrollados entre el valle del río Magdalena y los limites
suroccidentales de la sabana de Bogotá, a los cuales podrían pertenecer las
cerámicas encontradas en los sitios de: Honda y Espinal (Dolmatof, 1943),
Mendez (Jimenez yOchoa, 1943),Guaduas(Perdomo, 1976),Pasca(Herrera,
1972),Silvania (Montoya, 1974),Tibacuy (Gomez 1974);y otros sitios en los
cuales se ha encontrado la cerámica del período Herrera Mosquera Rojo
Inciso (Cardale, 1976, 1981).
Los "resultados obtenidos en los sitios Salcedo I y Quintas 1, en el
municipio se Apulo confirman algunas de las anteriores consideraciones,
Por un lado, todo indica que la cerámica Pubenza Rojo Bañado, es más
antigua que la cerámica Pubenza Polícromo. En el sitio Salcedo I, se pudo
establecer que la llegada de las gentes portadoras de la cerámica Pubenza
Polícromo, ocurrió alrededor del siglo IXd.C., época en la cual la cerámica
rojo bañada es poco frecuente. Por su parte en el sitio Quintas I, (no fechad o)
ocurre lo contrario, la cerámica Pubenza Rojo Bañado predomina mientras
que la cerámica policromo, solo se presenta al final de la ocupación del sitio,
en baja proporción.Eneste sitiolacerámica Pubenza Rojo Bañado seencontro
asociada con bajas cantidades de cerámica del período Herrera
principalmente del tipo Mosquera Rojo Inciso.
Lo anterior sugiere que en la zona explorada existió una fase temprana
del período Pubenza, representada por la cerámica Pubenza Rojo Bañado,
la cual se ubica entre el final del período Herrera y el ingreso de las gentes
portadoras de la cerámica Pubenza Policromo. El momento en que la
cerámica Rojo Bañado fué más frecuente no se manifiesta en la secuencia
del sitio Salcedo I (Craf . 2),pero permanece en pocas cantidades durante los
dos períodos.
De otro lado al incorporar los resultados del sitio Quintas I, en la
secuencia seriada general de la zona (Graf. 4), se observa en que momento
esta cerámica predominó, sin embargo registra una no table variación en el
desarrollo de la cerámica del período Herrera. Este hecho solo se podrá
aclarar con otras excavaciones de sitios que presenten dicha problemá tica.
Finalmente, todo parece indicar que los últimos ocupantes prehispánicos
de la zona, fueron los portadores de la cerámica Pubenza Policroma, cuyos
vestigios se hallaron en todos los sitios hasta ahora reconocidos en el
municipio de Apulo; esta cerámica predomina en la mayoría de los casos y
en uno fué esclusiva (Graf No . 3).
Por su parte, los resultados de los cortes efectuados en el sitio Salced o I,
(municipio de Apulo) indican que la cerámica Pub enza Polícromo
predominaba al rededor del siglo IXd.C y llegó a constituírla única presente
al final de la ocupación prehispánica del sitio cuya fecha se desconoce. Por
su parte, en los cortes efectuados en el municipio de Cachipay esta cerámica
se relaciona, con una serie de fragme ntos no diagnósticos (sin clasificar )
excavados en los niveles superiores.
Es muy probable que los portadores de esta cerámica se relacionen con
los grupos Panches pertenecientes a las provincias Lutayma, Tocaima, y
Tocarema, que habitaban estas regiones en los tiempos de la conquista
española (Simón, 1.981) si se tiene en cuenta que las fechas más tardias se
remontan al siglo XIVd .C,(Cardal e, 1.976); sin embargo, en la actualidad no
ha sido investigado los sitios de contacto que permiten establecer con
certeza, estas relaciones.
3.5.1 Pubenza Ro jo Bañado.
La muestra analizada se encontro unicamente en los sitios investigados
en el municipio de Apulo.
94
a) Pasta
Color: 7.5 YR (d ull orange) 6/4; 7.5 YR (orange) 6/6.
Dureza: De 2 a 3 en la escala de Moh s.
Espesor: De 4 a 13 mm., más frecuente 7 mm .
Cocción: Realizada en atmos fera oxidante incompleta, presenta amplios núcleos.
Textura: Compacta ligeramente granulosa - laminar.
Matriz: Corresponde al 60% de arcilla , tipo ilita (de orige n micasio),
baja en oxidas de hierro.
Inclusiones: El 40% restante lo compo nen principalmente fragmentos
de rocas arcillolitas, lutitas y hema titas con formas redondeadas (arena de
TÍo), cuyo tamaño oscila de arena media a gruesa. Con tamañ o arena fina
pred ominan en su orden cua rzos, feldespatos y una significativa cantidad
de fragmentos d e.carbon atos d e calcio.
Origen posible: El material utilizado en la fabricación de esta cerá mica,
no proviene d e fuentes con taminadas con lluvias de ceniza volcánica; en
términos general es su orige n pudo encontrarse en áreas de formación
Guadalupe medio y supe rior.
b) Tratam iento de la superficie
El acabado de la superficie es regular,por lo general con engobe rojo; las
su pe rficies sin engobe son de color: 7.5 YR (dull orange 7/3, 7/4, 6/4);
algunos presentaron un baño arcilloso de color 7.5 YR (dull brown, 6/3). El
engobe rojo más frecuente es de color lOR (red 5/6, 4/1) Y 10 R (reddsh
orange, 4/ 4).
e) Formas y decoración
Las formas más comunes la con stituyen , vasijas globu lares o subglobulares, con hombro redondead o o angula r, cuello curvo alto o bajo y borde
evertido, por lo general reforzado; los más usua les presentan labio curv o y
engrosado (Fig. 36, No . 16 Y 17), algunos decorados en el cuello con motivos
circu lares o líneas horizontales o pe rpend iculares incisas (en arcilla blanda)
y series de impresiones ovaladas o ungulares (Fig. 38, Nos. 3 y 4).
Otras vasijas con bord e evertido, presentan labio plano que pu ed e ser
corto o an cho, po r lo general d ecorad o con moti vos compuestos por líneas
incisas rectas o curvas y series de impresiones ovaladas, ungulares o con
pequeños puntos; algunos mostraron decoración incisa en el cuello y bajo el
labio en la cara interna (Fig 36, Nos. 18 - 22; Fig. 38, No. 1 Y 2).
Probablem ent e algunas de estas vasijas con cuello pre sentaron bases
tetrápodes hu ecas, semejantes a las descritas por Cardale (1976,55 8) y otras
de forma similar pero con decoración incisa (Fig. 37, No. 9).
De otro lad o se identificaron varias clases de cuencos hemisféficos,
aquillados o subglobulares . Entre los cue ncos hemisféricos se encuentran
95
FIV , 36
CERAMICA
PUBENZA
ROJO
BAÑA DO
8
Cerómica Pubenza Rojo Bañado
9
L.....---L_...J' ? Cm
FieJ.
38
Cerómica Pubenza Rojo Bañado
con labio reforzado y ligeramente plano, sobre el cual en algunos casos
se realizaron diseños incisos (Fig. 36, Nos. 7 - 8 Y 10; Fig 37, Nos. 1 - 3);
cuencos abiertos con rebordesublabial por lo general poco decorados (Fig.
36, No . 6); cuencos con borde evertido, casí siempre decorados en la cara
interna del borde con motivos sinuosos que limitan áreas con impresiones
ovaladas (Fig. 36, Nos . 9, 11 - 13; Fig. 37, Nos . 6 y 7).
Los cuencos aquillados presentan generalmente hombro vertical un
poco curvo, decorado con diseños incisos e impresos (Fíg. 36, Nos.3 y 4; Fig.
37,No.4); otros tienen labio curvo reforzado y hombro cóncavo sin decoración
(Fig. 36, No .5); menos comunes son los cuencos subglobulares, algunos con
dec oración incisa entre "el hombro y el labio (Fíg. 36, Nos . 1 y 2) Y los platos
no decorados, algunos con labio reforzado (Fíg. 36, Nos. 14 y 15).
3.5.2 Pubenza Polícromo.
Las características de este tipo cerámico fueron identificadas en el
municipio de Apulo.
3.5.2.1 Subgrupo 1
Esmuy probableque a este subgrupo correspondala muestrade elementos
no clasificados (por falta de fragmentos diagnósticos) excavados en los
niveles superiores de los cortes efectuados en el municipio de Cachipay,
pues comparte las carácteristicas de la pasta identificadas en' la muestra
analizada del municipio de Apulo que se describe a continuación.
a) Pasta
Color: 5 YR (orange, 6/8); 7.5 YR (líght yellow orange, 8/4; 7.5 YR
(orange, 7/6); 7.5 YR (dull brown, 5/4).
Dureza: De 3 a 4 en la escala de Mohs .
Espesor: De 5 a 17 mm., más frecuente 6 y 10 mm.. '
Cocción: Realizada en una atmósfera oxidante, con baja frecuencia de
fragmentos o núcleos gruesos.
Textura: Granulosa con grietas laminares.
Matriz: Corresponde al 60% de arcilla hematita,
Inclusiones: En el 40% restante predominó con tamaño arena gruesa a
grava fina fragmentos de antiguos tiestos molidos, seguidos por fragmentos
de roca sedimentaría de tipo arcillolita . lutita y arenisca. Con tamaño arena
fina a media encontramos principalmente fragmentos de cuarzos.
Posible origen: La composición de esta cerámica no presenta ninguna
evidencia de contaminaciónporlluvias de ceniza volcánica; sus componentes
minerales son de origen sedimentario y se encuentran en zonas de la
formación Guadalupe medio y superior.
99
Tratamiento de la superficie
Por lo general el acabado es burdo a regular, no presenta engobe pero sí
un baño arcilloso de colores amarillo a naranja, entre los que encontramos : 10 YR (light yellow orange 8/3); 10 YR (dull yellow orange, 7/4); 10
YR (grayish yellow brown, 6/2); 7.5 YR (dull orange, 7/3,7/4); 7.5 (orange,
7/6,6/6).
e) Formas y decoración
Entre las formas más características de la cerámica hallada en Pubenza,
se encuentran las vasijas con cuello, borde evertido, boca amplia y cuerpo subglobular hondo o pando; en Apulo se encuentran estas formas y
algunas variantes.
Las vasijas identificadas tienen cuerpo subglobular y hemísferico con
cuello y borde evertido, en algunos casos doblado a manera de refuerzo
externo (Fig. 39, Nós. 13, 1517) o con pequeños apliques sobre el hombro a
manera de falsas asas, otras sin cuello presentan cuerpo"subglobular con
paredes inclinadas hacia adentro (Fig.39 No .9),o con cuello y borde directo,
en algunos casos tambíen con refuerzo exterior doblado (Fig. 39, Nos.10,12);
varias de estas fueron decoradas con diseños elaborados en pintura roja (7.5
R dark red, 3/6) a juzgar por las huellas en algunos bordes y fragmentos del
cuerpo; Sin embargo su poca conservación sólo permite decir que sus
diseños estaban compuestos por líneas rectas y puntos (Fig. 40, No. 3).
Una técnica decorativa poco común en la colección Pubenza, descrita
por Cardale, la constituye los diseños compuestos por líneas incisas, cuyo
trazado se efectuó por una sucesión de pequeñas impresiones escalonadas,
técnica conocida como "incisa intermitente" (Castaño y Davila, 1984, 158),
identificada frecuentemente en la cerámica del valle medio' del río Magdalena
(Fig. 40, No. 4).
Los cuencos por lo general son sencillos y hemísfericos (Fíg. 39, Nos. 47)y algunos globulares y subglobulares (Fig.39,No .1y 2)algunos fragmentos
conservan huellas de pintura roja aplicada en líneas paralelas.
Fragmentos de plato tambíen fueron identificados (Fíg. 39, No. 8) forma
que Cardale relacionó con la cerámica decorada con impresión de estera, sin
embargo esta decoración no esta presente en los bordes analizados.
Otros elementos que forman parte de algunas de las vasijas descritas lo
constituyen las bases anulares, asas de sección circular, agarraderas y
representaciones antropomorfas aplicadas que consisten en narices
aguileñas, con o sín nariguera y ojos aplicados, con forma de grano de café
(Fig. 40, No. 1; Fig. 41, Nos. 1 Y 2).
La actividad textil y la cestería esta representada por volantes de huso
(plano o cónico) (Fig.41, Nos. 6 Y7) Yfragmentos cerárnicoscon impresiones
de tejidos y de estera (Fig. 40, No . 2).
100
Finalm ente se hallaron dos pequeños rodillos con diseños compuestos
por líneas rectas, triángu los rellenos de líneas verticales y d iseños ovalad os.
(Fig. 41, Nos , 4 y 5).
3.5.2.2. Subgrupo II
a) Pasta
Colo r:
5 YR (orange 7/6,7/8); 7.5 YR (orange 7/6,6/6).
Dureza: De 3 a 4 en la escala de Mohs.
Espesor: De 5 a 16 mm .; más frecuente 6 mm..
Textura: Compacta granular.
Cocción: En atmósfera oxidante por lo general bien controlada .
Matriz: Corresponde al 65% de arcilla.
Inclusiones: Representa el 35%restante, constituido principalmente por
minerales (con tama ño arena fina a media) dentro de los que predominan
feld espato y cuarzo, y otros menos frecuen tes como plagíoclasas y anfiboles.
Con tamaño arena gresa a media se encontraron fragmentos líticos d e roca
volcánica de tipo toba y fragmentos de tiesto molido.
Posibl e or igen: La compos ición de esta cerámica muestra la influencia de
materiales igneos provenientes d el valle del río Magdalena o la cordillera
central .Elorigen de este material podría ser en dichas regiones, sin de scartar
tampoco la posibilidad que hallan sido obtenidas en áreas de la región
contaminada s por lluvias de ceniza volcánica .
b) Tr atamiento de la superficie
Respecto al subgrupo 1, el acabado es mejor y sus paredes má s
homogeneas, presentan en algunos casos engobe de color 5 YR (d ull orange,
6/4) Ypor lo general las vasijas fueron some tidas a un baño de color 7.5 YR
(dull orange, 7/ 4) frecu~n temente erosionable.
e) Form as y decoración
Los pocos fragm entos diagnósticos corresponden con las formas de las
vasija s descritas en el subgru po 1, identificadas como subglobular con cuello
yborde directo reforzado (doblad o) (Fig.39,No .11).Loscuencos hemísfericos
(Fig. 39, No . 3) son tambíen similares a los del subgrupo 1; Sin embargo
algunos de estos presentan decoración incisa sobre el labio y pequeños
apliques externos .
Algunos fragmentos de cuerpo pertenecientes probablem ente a las
vasijas con cuello presentan hue llas de pintura roja (2.5YR bright brow n, 5/
6) Ycrema
YR light gray, 8/2), cuyos diseños polícromos no se pueden
describir debid o a su deterioro. Finalmente tambíen estas presentan rostros cuya nari z aplicad a es semejante a las descrita s en el subgrupo 1,
mostrando diferencias en la 'representación de los ojos realiz ad os por
impresiones. (Fig. 41, No. 3).
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101
APROXIMAO
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-', 2 Cm,
4
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Fig .4 1
Cerámica
Pubenza Policromo
2cms
Grof ico
SECUENCIA
SERIADA
IDENTIFICADOS
HQSOU [I U,
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ARTEFACTOS LIneas
Las características generales que presentó el material lítico excavado en
los sitios de Cachipay y Apulo, coinciden con las series registradas por el
Doctor Gonzalo Correal, en la sabana de Bogotá y vertientes del río Guavio,
consideradas dentro de la ''Tradición Abriense". Así mismo la percusión
mal controlad a continúa caracterizando su bajo nivel tecnológico.
La materia prima utilizada en su elaboración proviene de las formaciones Villeta y Guadalupe, identificándose en la Villeta, artefactos elaborados
en chert, y en la segu nda, elaborados en plaeners, y areniscas arcillosas con
diversos grados de cementación. Muy pocos artefactos fueron realizados
con materiales de origen igneo provenientes de la cordillera central.
En general, el material utilizado se caracteriza por poseer un buen
cemento siliceo, depositado en un medio ambiente tranquilo; su color varia
de tonalidades grises a negras indicando alto contenido en materia orgánica,
los tonos amarillos y rojisos, tambíen presentes, fueron causados por óxidos
de hierro; po r lo general este material presenta poco carbonato de calcio.
La mayor parte del material lítico excavado proviene del sitio Tocarema
5 (Cachipay) y en especial se relaciona con los primeros ocupantes del
periódo Herrera, que llegaron al sitio alrededor del siglo.VIII a.e. (Lam. 2
No. 2);-En los siglos posteriores la frecuencia de artefactos líticos disminuyen considerablemente .
De otro lado, en los cortes efectuado s en el municipio de Apulo, no se
encontraron frecuencias significativas de instrumentos líticos que permitan
hacer consideraciones relacionadas con el momento en que dichos artefactos
fueron elaborados con más frecuencia. En su mayor parte se encontraron
asociados a cerámica del periódo Herrera y sus características son similares
a los excavad os en el sitio de Cachipay.
Es importante destacar, la presencia de ocho artefactos líticos excavados
en el sitio salcedo 1, bajo la ocupación del período Herrera (corte 1, capa S,
piso 9 y lO), los cuales indican el paso por el lugar de grupos precerámicos
cuya an tiguedad se desconoce (Lam. 7, No. 2; Lam. 13).
109
Con la colaboración de la Profesora Maria Pinto, del lnst itui to de Ciencias
de la Universidad Nacional, las muestras obtenidas en excavación se
clasificaron dentro de diez y ocho categorías cuyas frecuencias se en cuen tra n
en la siguiente tabla :
Elementos Líticos
1
•
2
3
•
4
5
6
•
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
Cantos rodados
Fragmentos de cant os rod ad os
Fragmentos tabulares
Percutores
Fragmentos de percutor
Fragmen tos de mano de moler
Morteros
Núcleos
Fragmentos de núcleo
Desechos de talla
Lascas triangulare s
Lascas concoidales
Lascas prismática s
Lascas át ipicas
Raspado res cóncavos
Raspadores laterale s
Raspadore s terminales
Raspadores discoidales
Perforadores
Pulidores
Fragmentos pulimentados
Cach ipay
Apulo
26
13
99
14
02
04
04
71
71
465
51
59
06
49
14
55
34
15
01
22
01
03
00
00
00
00
03
00
16
00
68
02
09
09
15
01
12
08
01
01
17
01
En términos generales la mayoría de las clases mencionadas han sid o
ampliamente descritas por el Doctor Correal y otros, en sus trabajos
publicados de 1969 a 1990, por lo tan to solo se de scribirá el ma terial sobre
el cual fuer on elaborado s, y algunos elementos que presentaron características especia les.
Entre los eleme ntos que no mos traron señales de uso encontramos los
cantos rodado s y fragmento s de és tos constituidos principalmente por
are nisca y chert; igu almente se hallaron fragmentos tabulares no modificados
de chert y plaeners. Algu nos can tos roda dos presentan huellas evidentes d e
uso; estos cantos fueron clasificados d entro de la categoría de percutores o
martillos, posiblemente empleados en la elabo ración de artefa ctos, a juzgar
por las evidencias d e pe rcusión observadas en nucleos y artefactos
convenciona les, o para la pr eparaci ón de materiales vegetales. Vale la pena
110
destacar en esta categoría qu e dichos artefactos presentan por lo general una
o dos superficies de trabajo, sin emb argo do s ejemplares excava d os (Tocarema S capa 3) fueron utilizados en todo el con torno de sus su pe rficies
angostas (Lam .12,No.S).Otros ejemplares presentaron superficies opuestas
utilizadas, el primero de los cuales (Tocarema S capa 2) elaborad o en
arenisca, posee forma cilíndrica y tiene en sus extremos clara s hu ellas de uso,
sus otras caras pr esentan un alisamiento similar al que caracteriza las manos
de moler (Lam . 11, No. S). El segu ndo ejemplar (Tocarema 4 capa 1) fué
elaborado en roca ignea de tipo faneritica, y presenta forma aplanad a cuya s
caras opuestas fueron alisadas, y en sus extremos angostos huellas de uso
(Lam . 11, No. 1). Es probab le que estos artefa ctos esten relacionad os con la
trituración de materiales vegetales.
Los fragme ntos de mano de moler excavado s, fueron elaborados en
arenisca, al igua l que los metates encontrados en superficie. De los siete
fragment os de mano de moler excavados en ambos sitios, los dos más
antiguos present an forma aplanada y angu los laterales desgastados por
haber sido usad os como perc utor (Tocarema S, capa 3; Lam. 11, No. 3). Los
cinco restantes presentan form a similar pero sus angu los laterales son más
pronunciados y no evide ncian desgaste (Tocarema S, capa 2; Salcedo 1,capa
3) Lam . 11, No . 2.
Cuatro fragmentos de cantos rodados de arenisca y chert, excavados en
Tocarema S (capa 3) presentaron varias de presiones circulares, que al
parecer son las huellas dejadas por la trituración de materiales vegetales o
de pigmentos, por lo cual estos elementos se clasifican en la catego ría d e
morteros (Lam. 11, No . 4).
Entre los ocho elementos líticos excavados en el sitio Salcedo 1,bajo la
ocupación d e los períodos cerámicos, se destaca una gran lasca concoidal,
con borde agudo utilizad o, elaborada en roca ígnea, proveniente de la
cordill era central (Lam. 13, No. S).
Otras clases de elementos líticos encontrados en los sitios de ambas
zonas, tales como: nucleos, desechos de talla, raspadores y perforadores
fueron elaborados en chert y plaeners, cuyas características corresponden
con las descripciones realizadas en las series típicas de la tradición abriense
(Lam.12 y 13); De otro lad o la materia prima de los elementos clasificados
como pulidores, la cons tituyó cantos rodado s principalmente de arenisca y
chert, cuyo uso se relaciona con el alisad o de las superficies de las pieza s
cerámicas. Se incluyen dentro de esta misma categoría fragm entos de ocre
y limonita cuya s huellas indican que fueron usados en la extracción de
pigmentos de color rojo, probablemente utilizados en el engobe de las piezas
cerámicas. Finalmente se hallaron dos fragmentos de instrumentos pulímentados,los cuales fueron elaborados en materiales metamórficos propios
de la cordillera central; el primero encontrado en Salcedo 1(corte 1, capa 1),
y el segundo proviene del inicio de la ocupación del sitio Tocarema S .pa
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8
Anexo 1
CAPAS ESTATIGRAFICAS
1. SITIO TOCAREM A 5
Fué realizado con la colaboración d el agrólogo Edilberto León, profesor
de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, y con la colaboración del personal
del laboratorio de suelos del Instituto Geográfico Agustín Codazzi.
1.1. Capa 1 (Horizonte AH)
Color negro (7.6 YR 2/0); textura franco arenosa; estructura en bloques
suba ngulares, débiles, finos;consistencia en húmedo muy friable, en mojado
no pegajos o, ligeramen te pl ást ico; por os poco finos; actividad d e
macrorganismos poca; raíces pocas medias o finas, reacción al floruro d e
sod io fuerte; límite difuso ond ulado . Su análi sis químico reportó: Ph 5.6;
calcio 3.7; magnesio 2.4 y sodio 0.02.
1.2 Cap a 2 (Horizonte Al)
Color pardo grisáceo muy oscuro (lO YR 2/2); textura franco arenosa
fina; estructura en bloque subangu lares moderados medios; consistencia en
húmedo friable, en mojad o pegajosa ligeramente plástica; poros abundantes
finos; se encu entran restos de material seríatico y elítico; actividad de
macror ganismos no hay, raices pocas medias a gr uesa s; reacción al floruro
de sod io fuerte; límite claro y ond ulado . Su análisis químico reportó :Ph 5.4;
calcio 1.2, magn esio 1.0; potasio 0.2, sodio 0.1.
1.3 Capa 3 (Horizonte AH)
Color húmedo pardo amarillento (l O YR 4/4); textura areno limosa;
estru ctu ra en bloque subangu lares débiles, finos o medios; consistencia en
hú medo muy friabl e, en mojad o mu y pegajosa plás tica;raices pocas gruesas;
reacción al floruro de sodio fuerte; límite abrupto ondulado; su análisis
qu ímico rep ortó: Ph 4.8; magnesio 0.2; pota sio 0.02; sodio 0.2.
2 SITIO SALCEDO 1
Con la colabo ración del personal del laboratorio de suelos del IGAe.
115
2.1. Capa 1
Color negro (Hue 5YR 1.7/1); tex tura fra nco are nosa, es tructu ra en
bloque subangulares finos; consistencia en húmedo firme y en mojado
ligeramente pegajoso y plástico; bajo contenido d e fragmentos gruesos su
análisis químiéo reportó: Ph 6.4; calcio 14.9; magnesio 0.9; potasio 0.2.
2.2. Capa 2
Color negro (Hue 7.5 YR 1.7/1); textura franc o are no arcilloso, estructura en bloque subangulares finos; consistenci a en h úmedo firme y en
mojado ligeramente pegajoso a plástico; bajo contenido de fragmentos
gruesos; su análisis químico reportó: Ph 6.3; calcio 16.3; magnesio 0.9;
potasio 1.0; sodio 1.0.
2.3. Capa 2a
Color negro (Hue 7.5 YR 2/1); textura ar cillosa; es tr uctura d e bloques
angulares finos ; consistencia en húmedo y firme en m ojado ligeramen te
pegajoso y plástico; con bajos contenidos de fragmentos gruesos; su análisis
químico reportó: Ph 6.3; calcio 14.8; magnesio 1.6; potasio 0.4, sodio 0.2.
2.4. Capa 3
Color café oscuro (Hue 7.5 YR 3/1); textura arcillosa; estructura en
bloques subangulares finos a medios; consistencia en húmedo firme y en
mojado ligeramente pegajoso a plástico; alto contenido de fragmentos
gruesos (cascajo); su análisis químico reportó: Ph 6.8; calcio 12.5; magnesio
2.1; potasio 0.9, sodio 0.1.
2.5. Capa 4
Color café oscuro (Hue 7.5 YR 2/2); textura arcillosa; estructura en
bloques subangulares finos a medios; consistencia en húmedo friable y en
m ojado pegajoso y ligeramente plástico; bajo contenido de fragmentos
gruesos; su análisis químico reportó: Ph 6.8; calcio 18.2; magnesio 0.9;
potasio 0.9, sodio 004.
2.6. Capa 5
Color café oscuro (Hue 7.5 YR3/3); textura franco areno arcillosa; estructura en bloques subangulares fino s; con sistencia en húmedo friable y en
mojado pegajoso y plástico; alto contenido de fragmentos gruesos; su análisis químico reportó: Ph 6.7; calcio 15.5; magnesio 1.3; potasio 1.0, sodio 0.1.
3. SITIO QUINTAS I
3.1 Capa 1
Color negro (Hue 5 YR 1.7/1); textura franco areno arcillosa; estructura
gran u lar fino; consistencia en húmedo friable y en mojado pegajoso y
116
plástico; bajo contenido de fragmentos gruesos; su análisis químico reportó:
Ph 6.8; calcio 12.0; magnesio 1.6; potasio U, sodio 0.1.
3.2 Capa2
Color café oscuro (Hue 7.5 YR 2/2); textura franco areno arcillosa;
estructura granular fina; consistencia en húmedo friable y en mojado
ligeram ente pegajoso y plástico; alto contenido de fragmentos gruesos
(gravilla); su análisis químico reportó: Ph 6.6; calcio 10.0; magnesio 2.0;
potasio 1.0, sod io 0.1.
3.3 Capa 3
Color café oscuro (Hue 7.5 YR 2/2); textura franco areno arcillosa;
estru ctura en bloques subangulares muy finos; consistencia en húmedo
friable y pegajoso; muy alto contenido de fragmentos gruesos (cascajo);
su análisis químico reportó: Ph 6.2; calcio 7.2; magnesio 1.6; potasio 0.6,
sod io O.1.pa.
117
Anexo 2
RESTOS HUMANOS
Este anexo fué elaborado con la colaboración de los Doctores Gonzalo
Correal del Instituto d e Ciencia s Naturales de la Univ er sidad Nacional, José
Vicente Rodríguez, del d epartamento de Antro pología de la Uni versidad
Na cional, y la Od ontóloga Marcela Corred or, del Cu erpo Técnico de la
Policia Judicial.
Un depósito de restos humanos, fué hallad o en el sitio Salced o I (corte 2,
capa 2a, bajo piso 5) asociados con ma teria les cerámicos del período Herrera ,
cuya antiguedad se remonta a los primeros siglos después de Cristo
(cronología relati va). Lam. 14.
Se trata de un en tierro colectivo y secund ario compuesto po r fragmentos
óseos pertenecientesa dos cráneos y hu esos largos de los miembros superio res
e inferiores, cuyas frecuencias y número mínimo de individuos fuerón:
Miembro
Derecho
Izqui erdo
Número mínimo
de individuos
Húmero
Rad io
Cúbito
Femur
Tibia
Peroné
2
2
1
3
2
O
1
2
1
2
3
2
2
3
1
3
3
2
Los hu esos largos corres ponden a por lo menos tres indi viduos, d os de
los cua les eran adultos, a juzga r por los rasgos d e la línea áspera de sus
fémur es y crestas adyacen tes;el tercero caren te de estos rasgos se encontraba
en eda d juve nil.
Los 21 hu esos largos presentan la pérdida de sus epífisis, de bido al grado
de erosión yen algunos casos pued e relacio narse con prácticas cul tura les,
tales como la fractura intencional de algu nas tibias, prod ucida po r percusión
119
LAMINA 14
2 . Salcedo : 1
1.
Corte 2
Salcedo : 1 Corte 2
controlada, realizada probablemente con la intensión de extraer la médula ósea.
Los fragmentos de uno de los cráneos permitieron la reconstrucción de
la zona occipital y parietal que a juzgar por la unión de sus suturas
perteneció a un individuo adulto jovén. Este individuo presentó un aplanamiento en la región occipital,conaumentoenlasprotuberancias parietales,
lo cual sugiere unadeformación .fronto - occipital de tipo tabular erecto.
De otro lado algunas de las piezas dentales se encuentra impregnadas
con una resina negra, que actualmente se analiza; la cual podría estar
relacionada con la costumbre de embalsamar usando un betún llamado
"neme", empleado por algunas comunidades indígenas que habitaron las
márgenes del río Magdalena (Suárez de Cepeda, 1.958, citado por Castaño
y Dávila, 1.984, Pago 116); su color era negroy probablemente de origen
vegetal a juzgar por el vocablo "neme" (betún) en lengua de los indios
Caribes 'de Sur America, que equivale a "name" (goma negra como pez),
"neme" (cera) "manni" (sustancia resinosa negrusca) en el caribe insular
(Castillo 1.977). Lam 15.
.
Algunas de las carácteristicas analizadas en estos restos óseos, podrían
sugerir la presencia temprana de elementos caribes dentro de un contexto
del período Herrera; sin embargo, es preciso esperar el resultado de otras
investigaciones que amplien la escasa información relacionada con los
patrones funerarios y estudios de Antropología Física, pues en la actualidad
solo se conocen, aparte de las anteriores evidencias, un conjunto de ochenta
y seis restos humanos calcinados, que fueron hallados dispersos en la
escavación del abrigo de Zipacón, que pertenecian por lo menos a un niño
y a un adulto, cuyos entierros fueron alterados por posteriores ocupantes
(Correal y Pinto 1983).
EVALUACION ODONTOLOGICA
Esta evaluación fué realizada y escrita por laodontóloga Marcela Corredor Santamaria, del Cuerpo Técnico de la Policia Judicial, quíen efectuó la
reconstrucción y ubicación de las piezas dentales (Larn, 15).
La consideración sobre el estado de la dentición: caries, grado de atrición
enfermedad periodontal, anomalías dentales, oclusión y patologías,
determina de manera aproximada el estado nutricional del individuo, los
patrones alimenticios, las técnicas de procesamiento 'de alimentos ylas
prácticas de higiene oral.
Además recopila aspectos interesantes en relación con factores metabólicos, genéticos, raciales, como de cantidad y calidad de la dieta.
Existen dos relaciones importantes entre dieta y caries, y dieta y atrición
que se tratan a continuación.
121
1. Dieta y Caries:
Deb id o a la producción de ácid o en la superficie del diente de spúes d e
cada ingestión de azúcar o de polisacáridos, la formaci on d e la placa esta
influe ncia da por el tipo de dieta consumida.
Las pruebas epidemiológicas en d iferentes grupos raciales sugiere que se
deben considerar a los carbohidratos en general, la frecuencia de su consumo,
el estado en que se consume (sólido - líqu ido) y el tipo de cereal que
predomina en la di eta, que generalmente es: trigo, arroz y maíz (Bowen BH,
1981:430).
El índice de caries de ntal en las estru ctu ras den tales de esta serie es ba jo
y está asociado con el grado de atrición.
2. Dieta y Nutrici6n
En los restos prehíspanicos como los Herrera, el diente suministra
información sobreel régimen de alimentación y el uso de sustancias abrasivas
añadidas a la dieta, así como la idea de prepa ración de sus alimentos,
concluyendo que el grado de atrición observado clínicamente es leve y
moderado en algunos casos.
Paralelamente en poblaciones modernas, el régimen alimenticio practicado contiene pocas sustancias abrasivas y el desgaste del esmal te y / o de la
dentina es mínimo aunque se encuentran muchas excepciones (Symons NB,
1981:436) .
Para establecer una relación entre el grado de atrición y edad nos
basamos en los estu d ios y tablas propuestas por Guerasimov, Brotwell y
Murphy; se concluyó que el rango de edad apróximada, en uno d e los
individuos esta entre los 25 y los 30 años.
3. Pérdida de di entes:
Los factores predisponentes tales como una dieta defectuosa, depósito
de cálculos dentales, mala higiene oral y grado de enfermedad periodontal
son causas frecuentes de la pérdida de piezas dentarias, en este caso específico resul ta arriesgado determinar pérdida pasto antemortemdelas estructuras
dentales por encontrase desarticuladas de sus respectivos alvéolos óseos.
4. Anomalías en la estructura del esmalte
Hipoplasias: Se define como una anomalía de la superficie del esmalte en
forma linel o circunferencial consistente en huecos profundos periquimatosos
(Boyde, A, 1981: 401).
En la serie dental que se analizó, se observan algunas alteraciones en el
grosor del esmalte que se podría confundir con hipoplasias pero no 10 son.
5. Fracturas de esmalte
Se clasifican como verticales o de tipo horizontal, según corresponda,
observándose 10 siguiente:
122
Fractura tipo vertical en la superficie vestibular del 11, 21, 14, 23.
6. Características dentales
6.1 Ta m año
El tamafto de cada estructura dental es normal y de acuerdo a estudios
realizados podría establecerse diformismo sexual a nivel de caninos y
molares, siemprey cuando existan series dentales más amplias para comparar.
Sin embargo en al análisis inter e intra arcada superior o/e inferior, se
establece una relación de tamaño adecuado.
6.2 Posición
De acuerdo al orden de ubicación de las piezas dentarias en la arcada
su perior o inferior yen los puntos de contacto proximales, da una secue ncia
de la línea de oel usíó n que puede correlacionarse con un paladar amplio tipo
paraboloide.
6.3 Color
El color dental es blanco marfil y la raiz amarilla, debido probablemente
a la degradación del material orgánico de la dentina, esmalte y cemento en
un medio como la tierra, en la cual la degradación es más lenta en una
proporción de 2.5:3,que en el aire 1:1 (Vargas, E. 1983:36).
6.4. Forma
Los morfológicos presentes en este sistema dental están consignados
como sigue:
l .Inc. Centro semi pala, rasgo característico de poblaciones indígenas
mongoloides.
,
2. Molares superiores e inferiores; en su superficie palatina y vestibular,
respectivamente, no existe características como el tuberculo de carabelli o
el protostilio.
123
LAMINA
2.
1.
: 15
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129
INDICE DE GRAFICAS
GRAFICA 1.
GRAFICA 2.
GRAFICA 3.
GRAFICA 4.
Secuencia seriada de los tipos cerámicos
identificados en Tocarema 5 "Los Naranjitos" .
105
Secuencia seriada de los tipos cerámicos
identificados en Salcedo I.
106
Secuencia seriada de los tipos cerámicos
identificados en el municipio de Apulo.
107
Secuencia seriada de los tipos cerámicos
identificados en el municipio de Apulo incluyendo
el sitio Quintas: 1,corte 1.
108
CUADRO
CUADRO 1. Cronología relacionada al período Herrera.
131
17
IN DICE DE FIGURAS
FIGURA 1
Localización general de los sitios del periodo Herrera.
18
FIGURA 2
Localizaci ón de las áreas exploradas en la cuenca
media del río Bogotá.
22
Localización de los sitios explorados en el
municipio de Cachipay, verda de Tocarema.
26
FIGURA 4
Sitio Tocarema 5; cortes y perfiles estratigráficos.
27
FIGURA 5
Sitios arqueológicos y paisajes del área
explorada del municipio de Apulo.
31
Localización de los sitios ubicados sobre laderas de
colina con influencia coluvial en el municipio
de Apulo.
34
Localización de los sitios ubicados sobre las laderas de
montaña con influencia coluvial en el municipio
de Apulo.
37
FIGURA 8
Sitio Salcedo 1,ubicación de los cortes.
43
FIGURA 9
Salcedo 1, corte 1, perfiles estratigráficos.
45
FIGURA 10
Salcedo 1, corte 2, perfil estratigráfico.
50
FIGURA 11
Bordes y recontrucción aproximada de las formas
de la cerámica Mosquera Roca Triturada, con
ejemplares excavados en el municipio de Cachipay.
54
Decoración de la cerámica Mosquera Roca
Triturada; ejemplares excavados en municipio
de Cachipay.
55
Decoración de la cerámica Mosquera Roca
Triturada; ejemplares excavados en el municipio
de Cachipay.
56
FIGURA 3
FIGURA 6
FIGURA 7
FIGURA 12
FIGURA 13
133
FIGURA 14
FIGURA 15
FIGURA 16
FIGURA 17
FIGURA 18
FIGURA 19
FIGURA 20
FIGURA 21
FIGURA 22
FIGURA 23
FIGURA 24
FIGURA 25
Bordes y decoraciones complementarias de la
cerámica Mosquera Roca Triturada; ejemplares
hallados en el municipio de Apulo.
57
Bordes y reconstrucción aproximada de las
formas de la cerámica Zipaquirá Rojo sobre
Crema; solo identificados en el municipio
de Cachipay.
60
Decoraciones de la cerámica Zipaquirá sobre
Crema; solo identificados en el municipio
de Cachipay.
61
Decoraciones de la cerámica Zipaquirá sobre
Crema; solo identificiados en el municipio
de Cachipay.
62
Bordes, decoraciones y reconstrucción aproximada
de las formas de la cerámica Zipaquirá desgrasante
tiestos; ejemplares hallados en el municipio
de Cachipay.
64
Bordes y construcción aproximada de las formas
de la cerámica Mosquera Rojo Inciso 1;ejemplares
hallados en el municipio de Cachipay.
68
Decoraciones de la cerámica Mosquera Rojo Inciso 1;
ejemplares hallados en el municipio de Cachipay.
69
Bordes y decoraciones complementarios de la
cerámicas Mosquera Rojo Inciso 1;ejemplares
hallados en el municipio de Apulo.
70
Decoraciones de las cerámica Mosquera Rojo
Inciso 1;ejemplares hallados en el municipio
de Cachipay.
71
Bordes y reconstrucción aproximada de las formas
de la cerámica Mosquera Rojo Inciso I y TI;
con ejemplares hallados en el municipio
de Cachipay.
72
Bordes y decoraciones complementarias de la
cerámica Mosquera Rojo Inciso 1;ejemplares
hallados en el municipio de Apulo.
73
Bordes decoraciones y reconstrucción aproximada
de las formas de la cerámica Mosquera Rojo Inciso 1,
con características locales identificadas en el
municipio de Apulo.
74
134
FIGURA 26
FIGURA 27
FIGURA 28
FIGURA 29
FIGURA 30
FIGURA 31
FIGURA 32
FIGURA 33
FIGURA 34
FIGURA 35
FIGURA 36
FIGURA 37
FIGURA 38
FIGURA 39
FIGURA 40
FIGURA 41
Decoraciones de la cerámica Mosquera Rojo
Inciso 11; encontrada unicamente en el municipio
de Cachipay.
75
Bordes y reconstrucción aproximada de las formas
de la cerámica Salcedo Arena de Río I y 11 hallada
unicamente en el municipio de Apulo.
79
Decoraciones de la cerámica Salcedo Arena de Río I
hallada en el municipio de Apulo.
80
Decoraciones de la cerámica Salcedo Arena de Río 11
hallada en el municipio de Apulo.
81
Bordes y reconstrucción aproximada de la cerámica
Tunjuelo Cuarzo Fino con ejemplares hallados en
el municipio de Cachipay.
86
Bordes y reconstrucción aproximada de las cerámica
Tunjuelo Cuarzo Fino con ejemplares hallados en
el municipio de Cachipay.
87
Decoraciones de la cerámica Tunjuelo Cuarzo Fino;
ejemplares hallados en el municipio de Cachipay.
88
Decoraciones de la cerámica Tunjuelo Cuarzo Fino;
ejemplares hallados en el municipio de Cachipay.
89
Bordes y reconstrucción aproximada de las formas
de la cerámica Cachipay Desgrasante Gris hallada
unicamente en el municipio de Cachipay.
91
Decoraciones de la cerámica Cachipay
Desgrasante Gris; ejemplares hallados en
el municipio de Cachipay.
92
Bordes y reconstrucción aproximada de las formas
de la cerámica Pubenza Rojo Bañado; ejemplares
hallados en el municipio de Apulo.
96
Decoraciones de la cerámica Pubenza Rojo Bañado;
ejemplares hallados en el municipio de Apulo.
97
Decoraciones de la cerámica Pubenza Rojo Bañado;
ejemplares hallados en el municipio de Apulo.
98
Bordes y reconstrucción aproximada de las formas
de la cerámica Pubenza Policromo I y 11; ejemplares
hallados en el municipio de Apulo,
102
Decoraciones de la cerámica Pubenza Policromo;
ejemplares hallados en el municipio de Apulo.
103
Decoraciones de la cerámica Pubenza Policromo;
ejemplares hallados en el municipio de Apulo.
104
135
INDICE DE LAMINAS
LAMINA 1
LAMINA 2
LAMINA 3.1
3.2
LAMINA 4.1
4.2
Vistas panorámicas del paisaje de la era de montaña
de la vereda Tocarema, municipio Cachipay.
24
Detalles del corte 2 efectuado en sitio Tocarema S,
municipio de Cachipay.
28
Vista de las terrazas aluviales del municipio de Apulo. 35
Vista de las laderas de colina, las laderas de
colina con influencia coluvial y los sitios
35
Guacamayas I al N .
Vistas del valle coluvio aluvial, de las colinas y
montañas; sitio Guacamayas I.
Vista de l paisaje de montaña y sitios Quintas I y
Salcedo I y N .
38
38
LAMINA 5.1
5.2
Vistas del sitio Quintas I.
Vista de los sitios Salcedo III al V.
40
40
LAMINA 6.1
Vista en primer plano de la laguna de
Salcedo (Salcedo 1).
Vista del paisaje de montaña y del sitio Salcedo 11.
41
41
6.2
LAMINA 7.1
7.1
LAMINA 8
LAMINA 9
LAMINA 10
Detalle del corte I sitio Salcedo 1; piso de
ocupación del período Pubenza Tardio.
Detalle del corte I sitio Salcedo 1; piso de
ocupación precerámico.
46
46
Detalles del corte 1, siti o Salcedo 1;piso de
ocupación período Herrera con cerámica Salcedo.
47
Detal les del corte 1, sitio Quintas 1; piso de
ocupación período Pubenza Temprano.
49
Detalles de rocas con petrolifos ubicadas en el
sitio Salced o I.
50
LAMINA 11
Artefactos Líticos.
112
LAMINA 12
Artefactos Líticos.
113
LAMINA 13
Artefactos Líticos.
114
LAMINA 14
Restos humanos hallados en el sitio Salcedo I
corte 2, asociados con cerámica del período Herrera . 120
LAMINA 15
Montaje de las piezas dentales.
137
124