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Índice
Introducción: La Mujer según el Corán, la Sunna y la Sharia.
pág. 2
Capítulo 1:
El pensamiento del Islam tradicional acerca de la mujer.
pág. 3
Capítulo 2:
Matrimonio.
pág. 10
Capítulo 3:
Costumbres islámicas repudiables.
pág. 21
Capítulo 4:
El Velo Islámico.
pág. 29
Capítulo 5:
Adulterio y Lapidación.
pág. 40
Capítulo 6:
Las violaciones en el Islam
pág. 48
Capítulo 7:
Matrimonio de niñas y pedofilia
pág. 56
Capítulo 8:
Violencia contra las mujeres
pág. 63
Capítulo 9:
Musulmanas destacadas
pág 75
Epílogo
Tras el velo. La mujer en el Islam
Escrito: Rubén Kaplan
Diseñado: Eva Bes
Producción: Proyecto "Ha-Tzad Ha-Sheini" 2010
pág.100
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Introducción:
La Mujer según el Corán,
la Sunna y la Sharia.
Los mil quinientos millones de musulmanes, que hay aproximadamente en el mundo, consideran al
Corán el libro más sagrado e importante de todos, epítome de toda sabiduría posible, guía de verdadera felicidad para sus vidas y comunidades y el parámetro que utilizan para medir sus actos. Para
la ortodoxia islámica es un libro divino, que no ha sido compuesto por Mahoma, ni siquiera bajo
inspiración divina, sino que está presente desde la eternidad en la sustancia divina y es coeterno con
Alá. El Corán (al Qur’an) es el Libro Sagrado de los musulmanes que lo consideran la palabra de Dios
y su significado, que se traduce múltiplemente como recitación, proclamación, predicación, es también en su sentido estricto, una aglutinación de textos y frases recopiladas en lengua árabe por
Muhammad ibn Abdallah entre los años 610 y 632 de la era cristiana. Para los creyentes del Islam,
cuya raíz verbal es “al-Silm”, que significa sumisión o entrega y no “al- Salaam, "paz" en árabe, el Corán
es la palabra misma de Dios, transmitida a los seres humanos a través de un hombre, el profeta
Muhammad o Mahoma nacido en la Meca, en el seno de una familia perteneciente a la tribu de
Quraish y al clan de los Banu Hashim o Hashemita.
Los musulmanes tienen la convicción que el Islam es “la religión perfecta” y que “la sola verdadera
religión a los ojos de Dios es el Islam”. “Hoy he hecho perfecta la religión de ustedes, los he colmado
de mis favores y me ha agradado darles por religión el Islam”. Profundizar en el contenido del Corán,
dividido en ciento catorce capítulos, que se denominan suras, es una tarea de suma complejidad y esa
acción debe ser llevada a cabo por eruditos. Su discernimiento en el transcurso de los siglos fue y es
hasta el presente, probablemente distorsionado por algunos exégetas que lo adecuan a su arbitrio
y conveniencia.
Las mujeres musulmanas, tema excluyente a tratar en este libro, no constituyen un bloque homogéneo y sus condiciones son muy heterogéneas y varían según sus clases sociales, su nivel de instrucción
y espacio geográfico. Tienen en varios países un estatuto social inferior al de los hombres, primordialmente por culpa de una interpretación cerrada de los textos, cuya dilucidación es alimentada por una
voluntad política de marginación de las mujeres con el fin de hacer perdurar el inmovilismo sociopolítico que las somete.
Abu Huraira narró que un individuo vino
al Profeta Muhammad
y le preguntó,
'¿Quién de entre la gente merece más mi buen trato?'
El Profeta respondió, 'Tu madre.
" El hombre dijo, '¿Y después?'
El Profeta respondió, 'Tu madre."
El hombre preguntó una vez más '¿Y después?'
Y el Profeta dijo de nuevo, 'Tu madre."
El hombre preguntó de nuevo '¿Y después?'
Y el Profeta Muhammad dijo,
'Tu padre."
Este versículo del Corán, interpretado literalmente, pareciera que otorga en la figura de la madre un
lugar de preeminencia a las mujeres musulmanas en relación a los hombres.
Sin embargo, la teoría es completamente distinta a la realidad. En casi la totalidad de los países islámicos, las mujeres son consideradas seres inferiores y carecen de los derechos y prerrogativas que gozan,
hogaño, sus pares occidentales. El cercenamiento de la libertad e igualdad de condiciones con el
género opuesto, alcanza grados paroxísticos en las naciones regidas por la Sharia, la severa ley islámica, donde las mujeres son consideradas y tratadas casi peor que los animales. El imbuirse en algunas
de las leyes del Corán, aprehender las normativas emanadas de la Sunna, la tradición, ahondar en la
Sharia, dilucidar las contradicciones y confrontando a los apologistas con los detractores, darán al lector la posibilidad de contar con los datos y conocimientos necesarios para sacar su conclusión.
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Capítulo 1:
El pensamiento del Islam
tradicional acerca de la mujer
I.- Los textos coránicos
acerca de la mujer
Después de sus conquistas militares,
Muhammad repartía mujeres capturadas
como premio de guerra a sus hombres. En
por lo menos un caso, él abogó para que
fueran violadas delante de sus maridos.
Mujeres aprisionadas fueron hechas
esclavas sexuales por los mismos hombres
que mataron a sus esposos y hermanos. Hay
por lo menos tres versos en el Corán donde
Allah hace claro que un amo musulmán
tiene acceso sexual completo a sus esclavas
femeninas, pero no hay uno, que prohíbe la
violación.
Veamos algunos ejemplos de textos del
Corán en donde se habla del tema:
Primer texto:
Los hombres están un grado por encima
de ellas (2,228) (wa-lil-riyal 'alaihunna
darayatun 2,228)
Etimología: Darayatun, significa:
al-manzala: lugar donde baja el viajero,
lugar de relieve, punto, etapa y, por extensión, posición, grado, escalón, dignidad.
Comentario del exégeta Al-Fakhr Al-Razi,
sobre esta frase: "Sabed que la superioridad
del hombre sobre la mujer es un hecho
reconocido. En los avatares de la vida, el
hombre es muy superior a la mujer por las
razones siguientes:
1. Por la inteligencia
2. Por la diya, precio de la sangre, pagada a los familiares de un hombre asesinado,
3. Por la herencia (La mujer recibe,
como máximo, la mitad que el hombre),
4. Por la propia competencia para
ejercer los cargos de Imam, de Qadii (juez) y
de Xahid (el testimonio del hombre posee
doble valor que el de la mujer),
5. Por ser el hombre el que se casa con
la mujer o el que puede vivir en concubinato y no a la inversa.
6. Por la potestad que tiene el marido
de repudiar a su mujer y de readmitirla, con
o sin el consentimiento de ella, en cambio la
mujer no puede repudiar a su marido. Una
vez repudiada no puede exigir al marido
que la readmita o, al contrario, no puede
oponerse a que el marido la obligue a
retornar al domicilio conyugal.
7. Finalmente, porque la parte de los
bienes obtenidos como botín de guerra es
mayor en un hombre que en una mujer.
Así, pues, habiendo establecido la superioridad del hombre sobre la mujer, es evidente que se puede afirmar que la mujer es
como un cautivo (asir) impotente en manos
del hombre.
Por esta razón el Profeta ha dicho:
Os recomiendo que os comportéis bien con
las mujeres, ya que son vuestras auxiliares.
Y, en otro hadith, (narración relativa a
hechos o dichos del Profeta o de sus compañeros, según testimonios contemporáneos) nos dice: Reverenciad a Allah a través
del huérfano y de la mujer, porque son los
seres más débiles de la sociedad.
Varias páginas webs feministas critícan el trato
hacia las mujeres en los países islámicos.
Esta, es una de las muestras…
El significado del versículo 2,228 es, pues, el
siguiente: La supremacía concedida por
Allah a los hombres es también una
invitación divina para que éstos reconozcan
generosamente los derechos de las mujeres;
y, al mismo tiempo, es una premonición
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sobre la maldad y la malicia de las mujeres
en caso que los hombres no se comporten
como manda Allah. En efecto, la injusticia es
innoble cuando es causada por aquellos que
Allah ha privilegiado, pues se convierten en
merecedores del desprecio definitivo por
parte de Allah. (Al-Fakhr Al-Razi: Tafsir, sura
Al-Baqara,2 228, vol.III, p.103-04).
1. La inteligencia, la firmeza de carácter, la
energía, la fuerza y, a menudo, la actividad
literaria.
Segundo texto:
Los hombres tienen autoridad sobre las
mujeres en virtud de la preferencia que
Allah ha dado a unos sobre otros y de los
bienes que gastan. Las mujeres virtuosas
son devotas y cuidan, en ausencia de sus
maridos, de lo que Allah manda que cuiden
¡Amonestad a aquéllas de quienes temáis
que se rebelen, dejadlas solas en el lecho,
pegadles! Si os obedecen no os metáis
más con ellas (4,34)(Al-rijal qawwamun
'ala-n-nisa...4,34)
Etimología: Qawwamun es sinónimo de
musaitirun, es decir, al cargo de, amo absoluto. También es sinónimo de musallatun,
que significa, mandar absoluta y duramente. (Lisan Al-Arab)
3. Su facultad de testimoniar en los tribunales, su responsabilidad en la aplicación
de la ley del talión y de la reconciliación.
2. La práctica de la caballería, el tiro al arco,
la profecía y la sabiduría, la Guerra Santa y
la llamada a la oración, la prédica en la
mezquita y la espiritualidad.
4. .La regulación del turno en el cumplimiento del débito conyugal con las diversas
mujeres, la soberanía en el matrimonio, en
el repudio, en la reconciliación y en el
número de las esposas.
5. La conservación de la genealogía de la
familia, y el llevar barba y turbante.
(Al-Zamakhxari, Al-Kaixxaf, vol. I, 495; AlRazi, Tafsir, vol. V, p. 92).
Tercer texto:
Comentario de los exégetas Zamakhxari y
Razi:
"Los hombres se comportan con las mujeres
del mismo modo que el soberano con sus
súbditos: ¡con autoridad! Amirin nahiin:
mandando y prohibiendo. El pronombre
unos va referido a los hombres y a las
mujeres en general. Es decir, los hombres
tienen autoridad absoluta (musaitirun)
sobre las mujeres debido a la preferencia
que Allah tiene por unos, los hombres,
sobre los otros, las mujeres.
Es la prueba de que la autoridad soberana
del hombre constituye un atributo
intrínseco a su naturaleza, y no el fruto de
una victoria, de una conquista o de una
coacción. (Y, podríamos añadir, la autoridad
del hombre es una gracia divina:( fadl).
Recordemos, ahora, cuáles son los méritos y
atributos de los hombres, según los sabios
del Islam:
Vuestras mujeres son campo labrado para
vosotros. ¡Venid, pues, a vuestro campo
(nisâu-kum
harzun
como
queráis!
lakum...2,223)
Los comentarios de este versículo aluden
todos a las posturas adoptadas en el coito y
a la reprobación de los actos contranaturales.
Sin embargo, es importante notar que el
adverbio como es la traducción imperfecta
de la partícula annâ que figura en el texto
árabe, la cual puede traducirse por: cómo,
dónde y cuándo, esta última modalidad
manifestando hasta qué punto la mujer
debe estar siempre dispuesta a satisfacer el
deseo de su marido. Una Sunna dice:
¡Cuando para satisfacer el deseo el hombre
llama a la mujer, que ella acuda corriendo
aunque esté con las manos en la artesa!
(Talq bin Alí)
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Cuarto texto:
Los derechos de las mujeres sobre sus
esposos son iguales a los derechos de éstos
sobre ellas (wa lahunna mithlu al-ladhi 'alaihinna bi-l-ma'aruf 2,228).
Comentarios según:
1. El tradicionista Ibn Maja:
"Un hombre preguntó al Profeta: "¿Cuáles
son los derechos de la mujer respecto a su
marido?"
El Enviado respondió: - El marido ha de alimentar a su mujer y la ha de vestir. No le ha
de pegar en la cara ni desfigurarla; pero
puede rechazar a su mujer dejando de
acostarse con ella" (Ibn Maja, Sunan, Kitab
al-Nikah).
En relación al mejor método para pegarles a
las mujeres, transcribo una serie de
recomendaciones que compiten en horrorosa originalidad.
Claude Aner, citado por H. Bousquet en
L’éthique sexuelle de l‘Islam, sugiere:
¡Hay que pegar a las mujeres, sí, pero hay
maneras y maneras de hacerlo: a la que es
delgada, con un bastón; a la robusta, con el
puño; a la gordita, y sólo a ella, con la mano
bien abierta…, de modo que uno no se haga
daño a sí mismo!
Una mujer es castigada en el marco del regimen
talibán en Afganistán – www.rawa.org
En un video emitido en un programa de la
televisión libanesa, el Ramadán TV Show,
que dio la vuelta al mundo, el doctor
Muhammad Al- Arifi, imán de la mezquita
Rey Fahd de la marina saudí, explicaba en
detalle cómo pegar a sus futuras esposas
siendo
respetuosos
con
el
Islam.
Recomendaba golpearlas con el cepillo de
dientes, ya que no son un camello o un asno
y tienen inteligencia para discernir entre lo
correcto y lo incorrecto. “El hombre debe
pegar a la mujer allí donde no deje marcas”,
sentenciaba
en un momento de la
grabación ante los jóvenes. Algunos de
ellos parecían algo sorprendidos, mientras
que otros asentían y se mostraban de acuerdo con el teólogo. En otro programa análogo en la cadena LBC TV, enfatizaba a los
musulmanes que golpear a las mujeres en el
rostro está prohibido por el Islam, que no se
las puede tratar como animales, sino que los
golpes tienen que ser suaves y nunca en la
cara. No se puede precisar si el consejo conllevaba cierta conmiseración o era dado
para no dejar evidencias visibles de la agresión. Pedagógicamente, el imán radical se
extendió: Primero, el esposo debe advertir a
su mujer "una, dos, tres veces, cuatro, diez
veces" que está enfadado. Si esto no sirve,
entonces optará por no dormir con ella en la
misma cama, ni dirigirle la palabra para
expresar su malestar. En caso que ambas
alternativas no funcionen, entonces "tendrá
que pegar" a su esposa. Ahora bien, aconseja golpear a las mujeres con "delicadeza
porque el objetivo no es infringir dolor.
Cuando golpeas a un animal, tu intención es
causarle dolor para que te obedezca porque
el animal no te entiende si le dices ¡Oh!
Camello, venga, muévete', el camello no
entenderá este tipo de cosas hasta que lo
golpees. Un burro no entiende nada si no le
pegas, pero a una mujer, un hombre, un
niño y demás les afecta generalmente más
las emociones que otras cosas". Si él pega a
su esposa, "los golpes tienen que ser suaves
y no dejar marcas feas en la cara. Tiene que
pegarla allí donde no deje marcas". Al- Arifi
se lamentaba porque desafortunadamente,
muchos maridos pegan a sus esposas "sólo
cuando se enfadan y, cuando empiezan a
golpearlas lo hacen como si estuvieran
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dando puñetazos en un muro, les pegan
con las manos, de derecha a izquierda, y en
ocasiones con los pies. Hermano, estás golpeando a un ser humano. Eso está prohibido. Él no debe hacerlo". El clérigo de los
sabios consejos, Muhammad Al- Arifi, ya era
conocido cuando criticó a las organizaciones de homosexuales occidentales y aseguró que hay mujeres en Occidente que se
acuestan con sus perros y que el 54% de las
danesas no sabe quién es el padre de sus
hijos. En 2002, proclamó: "Nosotros controlaremos la tierra del Vaticano, nosotros gobernaremos Roma e introduciremos el Islam".
nombra como autora o fuente de muchos
hadices (sing hadith), las tradiciones acerca
de la vida de Mahoma, que narran la vida
personal del profeta.
Algunas fetuas, (del árabe fatwa o fatawi)
decretos emitidos por una autoridad religiosa, que intentan aclarar puntos oscuros
de la ley y orientar en casos y planteos
nuevos, pretenden morigerar el impacto
negativo que produce en la cultura occidental el maltrato del que son objeto las
mujeres musulmanas. Todas las traducciones consultadas del Corán coinciden en
que el verbo “daraba” equivale a pegar. Sin
embargo se han emitido fetuas donde se
decía que “daraba” no significa pegar, sino
“hacer algo espectacular que llama la atención”. Cabe consignar que en teoría, entre
los shiítas, las fetuas no son de aplicación
obligatoria y dejan de tener validez después
de la muerte de quien la promulga.
Una mujer que ocupa un lugar preponderante en la devoción de los musulmanes, es
Aisha bint Abi Bakr, quien fue la esposa
predilecta de Mahoma. Según algunas tradiciones consumó el matrimonio con el
Profeta a los nueve años, Ibn Hisham, asevera que a los diez. La unión a edad precoz
de Aisha, que en árabe significa “la que
vive” con Mahoma, es vista por el prisma de
Occidente, como se analizará en otro capítulo, como un caso emblemático de pedofilia.
Aisha es llamada en los escritos islámicos, la
«Madre de los Creyentes» (umm-almu'minīn), debido a la descripción (Corán
33.6) de las distintas esposas de Mahoma
como «madres de los creyentes». También
aparece como Madre de los Fieles (como en
el Qutb's Ma'alim fi al-Tariq, página 6). Se la
Aisha bint Abi Bakr, una de las esposa de Mahoma,
quizás la preferida, fue casada con el profeta del
Islam, posiblemente, a los nueve años.
Se atribuye a Aisha, la favorita de Mahoma:
El Profeta dijo: “Las mujeres son iguales a los
hombres”. No obstante este hadith aclara:
Las mujeres son iguales a los hombres en
cuanto a las obligaciones de la ley: La
oración, el ayuno, la limosna y el peregrinaje. Pero no lo son respecto a la herencia, a la
responsabilidad en los asuntos generales,
como la justicia y la capacidad de gobernar.
Consta en el libro de leyes que expresa: La
nación que confía sus asuntos a una mujer
no puede marchar bien!
(Al-Bukhari, citado por Ghazzali: Ihya'a
'Ulum Al-Din, 2/5 p. 51.)
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II. La mujer en la Sunna
La Sunna, considerada tradicionalmente
como la segunda fuente del derecho islámico, contemporáneamente, está siendo objeto de cuestionamientos por diferentes
razones. La Sunna es el registro de todos los
hechos, dichos y confirmaciones del
Mensajero, además de ser la segunda
fuente de legislación islámica y vida (el
Corán es la primera). Todos los eruditos de
ciencias religiosas, y a veces los de ciencias
naturales, la usan para establecer los principios de sus disciplinas y para resolver dificultades. El Corán y las tradiciones proféticas
auténticas ordenan a los musulmanes que
sigan la Sunna. Es muy probable que el
Profeta y los cuatro primeros califas, los
denominados rashidun, o “bien guiados”,
no estuvieran de acuerdo con la recopilación escrita de la sunna. Se cree que
querían impedir que los hadices fueran
escritos sobre copias del Corán porque de
esa manera se mezclarían ambos textos y se
correría el riesgo que los musulmanes prefirieran las colecciones de la Sunna, pletóricas de anécdotas atribuidas al fundador del
Islam, en detrimento del Libro Sagrado, que
para sus creyentes contiene la palabra de
Dios. Entre los adherentes a esta tesitura se
encuentra Soheib Bensheij, nacido en el
puerto saudí de Jidda en 1961, que escribió:
“La gran corrupción de la Sunna se produjo
cuando fue escrita, porque la Sunna es tradición y como tal, desde el momento en que
se escribe, se convierte en ley no en costumbre. Fue fijada por escrito dos siglos y medio
después de la muerte de Mahoma, cosa que
hace dudar legalmente de su autenticidad”.
Benshejei añade que la mayoría de los
musulmanes ignora que tanto el mismo
Profeta como los primeros califas prohibieron que el contenido de las hadices fuera
recogido por escrito, sustentando su afirmación en que la recopilación preocuparía a
los musulmanes y los apartaría del “Bello
Libro”, que tiene un discurso simple y deja
espacio para la reflexión, la meditación y la
interpretación.
Muhammad Hamidullah, autor de una traducción del Corán al francés y una biografía
del Profeta, hace una fervorosa defensa de
los hadices, aunque con argumentos endebles. Según un artículo de Robson sobre el
hadith en la Encyclopédie de l’Islam, el
número de hadices o episodios recopilados
en las diversas colecciones existentes, oscila
entre los cuarenta a los seiscientos cuarenta
mil, y añade que su consideración global no
siempre puede resistir una crítica seria ya
que algunos ponen en boca de Mahoma
frases que forman parte del Antiguo o del
Nuevo Testamento, o hacen referencia a
poblaciones lejanas que difícilmente el
Profeta podía conocer o a otras que en ese
entonces no habían sido fundadas.
Según la Sunna la mujer es menos
inteligente y menos religiosa que el hombre:
Abdullah b. 'Umar, el Profeta dijo:
- ¡Mujeres! ¡Dad limosna! Multiplicad
las plegarias y que Allah os perdone, ya que
entre los moradores del infierno he visto
que erais más en número que los hombres.
Una mujer perspicaz, se atrevió a preguntar
- ¿Y qué culpa tenemos las mujeres de
ser más en número, en el infierno, que los
hombres?
# Es a causa de vuestra tendencia a
insultar y a difamar con tanta facilidad y
porque sois ingratas con vuestros maridos.
No conozco ningún ser con tan poca
inteligencia y con tan poca religiosidad
como vosotras que pueda ser superior al
hombre.
La mujer replicó:
-- ¿En qué consiste esta falta de
inteligencia y de religiosidad en la mujer?
-- Su inferioridad intelectual se pone
de manifiesto en el hecho de que se necesita el testimonio de dos mujeres para igualar
el testimonio de un solo hombre: ésta es
una prueba de poca inteligencia. En cuanto
a la falta de religiosidad es porque la mujer
no pasa la noche rezando ni cumple el
ayuno durante el mes de Ramadán (por
culpa de los periodos menstruales). (Muslim,
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III. La Sharia
pertenece a Alá. Esa posición provoca que
se impida cualquier avance, discusión y
dinamismo con el pretexto de que se trata
de "innovaciones" en lugar de aceptar que
se trata de reformas necesarias. La Sharia
imparte normas precisas sobre el modo de
cumplir los cinco preceptos sobre los que se
fundamenta el Islam y que constituyen sus
pilares: la profesión de fe, la oración cinco
veces al día (salat), la limosna ritual, la peregrinación a La Meca al menos una vez en la
vida, para los que dispongan de los medios
económicos para hacerla, y el ayuno del mes
de Ramadán que culmina con la fiesta de la
rotura del ayuno (id al fitr). En teoría, la
Sharia está vigente en todos los países
islámicos, y desde los primeros tiempos de la
expansión del Islam, fue complementada
pero nunca derogada, con excepción de
Turquía, que la sustituyó por un código civil
en 1921 con otras leyes llamadas qanun
que contrastan con la Sharia y fueron promulgadas por reyes musulmanes y sultanes
otomanos.
La Sharia, vocablo árabe que significa
“senda que conduce al manantial” o “senda
que los musulmanes han de seguir” es la ley
considerada canónica del Islam, resultante
de la unificación de las normativas contenidas en el Corán y la Sunna, juntamente
a la jurisprudencia elaborada por los ulemas, que son sabios o doctores de la Ley
islámica expertos en cuestiones jurídicas y
teológicas. Otras dos fuentes de la Sharia
son el ijma (consenso de la Umma) y el qiyas
(razonamiento analógico) que indiscutiblemente no son de origen divino y, en consecuencia, no son inmutables. Así, entre las
cuatro fuentes de la Sharia (el Corán, los
hadices, el ijma y el qiyas) sólo la primera es
de origen divino. Cabe preguntar entonces
¿por qué la Sharia de los tres primeros siglos
se ha establecido como "Ley divina"
inmutable y trascendental? En principio, en
base a un hadith que dice "Mi comunidad
(Umma) no se unirá jamás en el error", es
decir, que el ijma está libre de todo error, en
contra de la mayor evidencia que consiste
en afirmar que la infalibilidad sólo
Para los musulmanes, la Sharia es la directa
y personal voluntad de Alá y todo -la vida
religiosa, política y social- debe ser regulado
por ella. A partir de la descolonización y de
la modernización de muchas naciones
islámicas, la aplicación de la Sharia se circunscribía a que ninguna ley estatal podía ir en
su contra. Pero últimamente, sectores radicalizados y retrógrados del Islam intentan
imponerla por doquier. La República
Islámica de Irán, Arabia Saudí, Sudán, la
parte islámica de Nigeria y el movimiento
terrorista Hamás en la Franja de Gaza ya se
rigen por ella. Ya se está reimplantando en
Indonesia, Somalia y Eritrea, aboliendo los
modernos sistemas que conservan atisbos
occidentales. La numerosa migración de
musulmanes, especialmente a Europa, conlleva la intención de aquéllos de islamizar a
los países que los cobijan. Un ejemplo fehaciente es Gran Bretaña, donde en varias
localidades, la Sharia reemplaza a los tribunales ordinarios, cuando los juzgados son
islamitas. El rigor, atavismo y crueldad contenidos en la Sharia, es susceptible de
causar espanto y horror a los occidentales.
Sahih, al-Iman, I,2, pp. 57-59).
El testimonio de un hombre en un juicio vale dos testimonios de mujeres. Para demostrar que una mujer
musulmana ha sido violada, en una corte regida por
la shaarya, necesita el testimonio directo de dos
mujeres por cada hom,bre que afirme lo contrario.
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El espectro de víctimas de su primitivo sistema legal es amplio. Amputaciones de
manos en el caso de ladrones, ahorcamiento a los homosexuales, azotes y lapidaciones
a las mujeres adúlteras, son penalidades
corrientes, que serán tratados en el caso de
estas últimas, con mayor amplitud en otro
capítulo.
Uno de los mayores exponentes de la aplicación estricta de la Sharia, es el Talibán en
algunas regiones de Afganistán. Sus miembros indignaron a la comunidad internacional en 2001 cuando destruyeron las
famosas estatuas gigantes de Buda en
Bamiyan. Los talibanes, que tratan a las
mujeres peor que a sus animales, niegan a
ellas y a las niñas, los derechos civiles básicos, como salud, educación, asistencia médica y trabajo.
Las restricciones y maltratos contra las
mujeres por parte del Talibán, son las
siguientes:
1- Completa prohibición del trabajo
femenino fuera de sus hogares, que igualmente se aplica a profesoras, ingenieras y
demás profesionales. Sólo unas pocas doctoras y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos hospitales en Kabul.
2- Completa
prohibición
de
cualquier tipo de actividad de las mujeres
fuera de casa a no ser que sea acompañadas
de su mahram (parentesco cercano masculino como padre, hermano o marido).
3- Prohibición a las mujeres de cerrar
tratos con comerciantes masculinos.
4- Prohibición a las mujeres de ser
tratadas por doctores masculinos.
5- Prohibición a las mujeres de estudiar en escuelas, universidades o cualquier
otra institución educativa (los talibán han
convertido las escuelas para chicas en seminarios religiosos).
6- Requerimiento para las mujeres
para llevar un largo velo (burka), que las
cubre de la cabeza a los pies.
7- Azotes, palizas y abusos verbales
contra las mujeres que no vistan acorde con
las reglas talibán o contra las mujeres que
no vayan acompañadas de su mahram.
8- Azotes en público contra aquellas
mujeres que no oculten sus tobillos.
9- Lapidación pública contra las
mujeres acusadas de mantener relaciones
sexuales fuera del matrimonio (un gran
número de amantes son lapidados hasta la
muerte bajo esta regla).
10- Prohibición del uso de cosméticos
(a muchas mujeres con las uñas pintadas les
han sido amputados los dedos).
11- Prohibición a las mujeres de
hablar o estrechar las manos a varones que
no sean
.
12- Prohibición a las mujeres de reír
en voz alta (ningún extraño debe oír la voz
de una mujer).
13- Prohibición a las mujeres de llevar
zapatos con tacones, que pueden producir
sonido al caminar (un varón no puede oír
los pasos de una mujer).
14- Prohibición a las mujeres de viajar
en taxi sin su mahram.
15- Prohibición a las mujeres de tener
presencia en la radio, la televisión o
reuniones públicas de cualquier tipo.
16- Prohibición a las mujeres de practicar deportes o entrar en cualquier centro o
club deportivo.
17- Prohibición a las mujeres de montar en bicicleta o motocicletas, aunque sea
con sus mahrams.
18- Prohibición a las mujeres de llevar
indumentarias de colores vistosos. En términos de los talibán, se trata de “colores sexualmente atractivos”.
19- Prohibición a las mujeres de
reunirse con motivo de festividades como el
Eids cono propósitos recreativos.
20- Prohibición a las mujeres de lavar
ropa en los ríos o plazas públicas.
21- Modificación de toda la nomenclatura de calles y plazas que incluyan la palabra “mujer.” Por ejemplo, el “Jardín de las
Mujeres” se llama ahora “Jardín de la
Primavera”.
22- Prohibición a las mujeres de asomarse a los balcones de sus pisos o casas.
23- Opacidad obligatoria de todas las
10
ventanas, para que las mujeres no puedan
ser vistas desde fuera de sus hogares.
24- Prohibición a los sastres de tomar
medidas a las mujeres y coser ropa femenina.
25- Prohibición del acceso de las
mujeres a los baños públicos.
26- Prohibición a las mujeres y a los
hombres de viajar en el mismo autobús. Los
autobuses se dividen ahora en “sólo hombres” o “sólo mujeres”.
27- Prohibición de pantalones acampanados, aunque se lleven bajo el burka.
28- Prohibición de fotografiar o cortejar mujeres.
29- Prohibición de imágenes de
mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas.
30- Prohibición de escuchar música,
ver películas, televisión y videos, aunque en
estos casos, la restricción se hace extensiva
a los hombres.
Capítulo 2:
Matrimonio
El matrimonio islámico (nikah) es un contrato, en virtud del cual el marido adquiere
derechos duraderos sobre la mujer a cambio
del pago de una dote (mahr) y de ciertas
obligaciones. La confección del contrato
otorga al marido el derecho absoluto sobre
la mujer, y a ella le representa el pago del
mahr. La dote matrimonial, propiedad de la
mujer, tiene una doble función: como condición de validez del matrimonio y como freno
del repudio, tópico que se analizará más
adelante.
El Corán instituye el mahr o sadaq como un
derecho legítimo de las esposas: “Dad a
vuestras mujeres su dote gratuitamente”
(C.4, 4) “Y si queréis cambiar de esposa y le
habéis dado a una de ellas un quintal, no
volváis a tomar nada de él. ¿Ibais a tomarlo
con infamia y pecado manifiesto, después
de haber yacido y de haber concertado con
ellas un pacto solemne? (Corán 4, 24-25/2021). No obstante lo expresado en los textos,
gran parte de los musulmanes actúan de
manera muy diferente. Aprovechando que
muchas mujeres ignoran esos preceptos o
no se atreven a contrariar a sus padres o
tutores, algunas familias utilizan la dote
para la adquisición del ajuar de la novia,
coste que debería estar a cargo del marido.
Otras, se apropian de ella, desvergonzadamente.
Los juristas islámicos asemejan el matrimonio a una venta, de modo que sin ser formalizadas las condiciones antes mencionadas,
la unión de los cónyuges resulta nula. Los
requisitos legales para validar el convenio
nupcial son, la capacidad jurídica de las
partes, el consentimiento de los futuros
esposos, la intervención del tutor de la
mujer (wali) que es indispensable, dada la
inexperiencia de la mujer a consecuencia de
la reclusión femenina desde temprana
edad.
Una mujer afgana es lapidada en el 2005, tras
denunciar que habia sido violada.
En caso que la novia no tenga algún wali,
que por lo general es un pariente próximo,
puede actuar en su reemplazo el gadí, que
11
es un juez religioso. Teóricamente, la mujer
posee el derecho de elegir a su futuro marido, pero en la práctica ese derecho casi
nunca es respetado. Un hadith ejemplifica la
tácita sumisión que debe asumir una joven:
¿Qué hija bien educada, se puede permitir
hablar, opinar o, aún menos, disentir ante
su padre…? La anuencia de la mujer para
contraer enlace, la prerrogativa para consentir o elegir su esposo, mencionada anteriormente, considerando que las bodas se
llevan a cabo cuando son muy jóvenes e
incluso niñas, es casi irrelevante, porque el
tutor puede disponer el casamiento de ellas,
sin o contra su voluntad.
Diversos hadices relatan las quejas de algunas mujeres que habían sido casadas a la
fuerza por sus familiares y a las que el
Profeta daba la opción de rehusar o aceptar
su situación. Ibn Majah refiere el caso de
una joven a quien su progenitor en el afán
de rescatarla de la miseria en la que estaba
sumida, la obligó a casarse con un primo,
razón por la que el Profeta la dejó decidir
qué hacer. La joven se manifestó: “Ratifico la
decisión de mi padre, pero si he venido a
quejarme es porque he querido que las
mujeres sepan que nuestros padres no
tienen derecho a decidir por nosotras”. En la
actualidad, abundan noticias en los medios
de comunicación que denuncian la fuga de
gran cantidad de jóvenes musulmanas que
huyen de sus familias y países para evitar el
casamiento forzado.
Los islamistas devotos, se esfuerzan por
exteriorizar una visión del matrimonio ideal
y romántico, enfatizando los versículos del
Corán, más contemporizadores.
que encontréis en ellas la quietud y de ellas
os concedió hijos y nietos y os agració con
todo lo bueno que apreciáis”. Además anuncia sobre las bendiciones de Dios al hombre
en el siguiente versículo. “Hombres, de
entre sus signos de misericordia para
vosotros está el haberos creado esposas de
vuestra misma especie, para casaros con
ellas y os vinculó por la misericordia y el
amor”.
En el Islam, la concepción de la mujer y el
matrimonio, emana de dos fuentes, el Corán
y la Sunna. Para el primero, la mujer es dada
al hombre como esposa para que “repose
sobre en ella” (sura. 30, 21). Ella fue creada
como “compañera del hombre” (s. 4,1), para
que el hombre y la mujer formen una “pareja” (s. 53,45). La mujer es en todo igual al
hombre delante de Dios en lo atinente a las
prácticas y obligaciones religiosas; no
obstante, “los hombres están en un peldaño
más arriba que las mujeres” (s.2, 228). En
rigor, “ los hombres son antepuestos a las
mujeres, porque Dios ha predestinado a
algunos a estar sobre otros y porque ellos
les dan de sus bienes para mantenerlos; las
mujeres buenas, son por lo tanto, devotas
de Dios y solícitas de su propia castidad, así
como (Él) ha sido solícito de ellas; en cuanto
a aquellas de quienes teman actos de desobediencia, amonéstenlas, luego déjenlas
solas en sus lechos, después, azótenlas; pero
si les obedecen, entonces no busquen pretextos para maltratarlas” (s.4,34).
En la Sunna la mujer es presentada como la
Pastora del hogar:
Según ellos, el matrimonio es una práctica
recomendada por Dios, innata, trascendental y necesaria en el hombre. Dijo Dios en el
Sagrado Corán: “Y de todo creamos parejas,
ojala os sirva el recuerdo y así creáis en
nuestro poder”.
Además, dijo Dios en el Corán: “¡Gloria a
Dios! Creador de todas las cosas de acuerdo
a la ley: macho y hembra, plantaciones, ellos
mismos y otras cosas que no conocen”.
En otro versículo menciona: “Dios os
designó esposas de vuestra especie para
La mayoría de los historiadores reconoce que Mahoma tuvo,
por lo menos, 9 esposas (5 más de lo que permite el Coran).
Expertos en el tema estiman que Mahoma tuvo de 12 a 25
esposas. Esto último no está totalmente comprobado. En varios países musulmanes se acostumbra casarse con niñas,
como forma de honrar las acciones de Mahoma.
12
Según Ibn Umar, el Profeta dijo: Cada uno
de vosotros es un pastor y cada uno es
responsable de su rebaño. El príncipe es un
pastor para todos aquellos que viven bajo
su techo; la mujer es una pastora para el
hogar de su marido. (Bukhari, Kitab AlNikah, vol.4)
En el hadith siguiente, el profeta hace un llamamiento encubierto en favor del respeto y
la compasión que se deben a la mujer:
A menudo ocurre que alguno de vosotros se
decide por azotar a su mujer como si fuese
un esclavo. ¡No importa; eso no le privará de
hacerle el amor cuando decline el día!
(Bukhari, Kitab Tafsir al-Qur'an, As-Shams,
vol. 3/4).
En contraposición a las enseñanzas de los
precedentes textos, otros, como los que se
enumeran a continuación, evidencian alarmantes indicios de misoginia.
¡La mujer es como una costilla, si la quieres
poner recta se rompe, si quieres servirte de
ella has de hacerlo manteniendo su curvatura! (Bukhari, Kitab Al-Nikah, vol.3).
Las mañas de las mujeres son más
poderosas que las del demonio, ya que
Allah dice: "Las mañas del demonio son
débiles", mientras que, hablando de las
mujeres, dice: ¡Vuestras mañas son más
poderosas! (Abu Huraira)
¡Cuando entras en casa, la mujer te insulta;
cuando sales, te traiciona! (Abu Mansur
Dilma)
La mujer es un escollo insuperable para el
hombre. Cuando ella le levanta el deseo, ni
la inteligencia ni la religión pueden resistirse a ella. (Al-Ghazzali, Ihyaa 'ulum al-din,
vol. 2)
La mujer es el instrumento más poderoso
del que el demonio se sirve contra los hijos
de Adán (Al-Ghazzali, ídem).
Matrimonio Temporal
Si bien para sus fieles, el matrimonio en el
Islam se describe como un compromiso
serio, fuerte, que conlleva la intención de
permanecer unidos de por vida, existe otra
variante peculiar fundamentada en el Corán
(4,28/24-30) que se llama muta, que significa matrimonio temporal. Hay quienes afirman que persigue el placer y es una forma
de libertinaje sexual embozado. Se dice que
esta modalidad de matrimonio se basa en el
uso que hicieron el Profeta y algunos de sus
primeros combatientes, alejados de sus
mujeres durante las luchas por expandir el
Islam.
Un hadith explica que Mahoma de visita a
los miembros de una expedición, les dijo:
¡Haced uso de esta facultad! Algunos
exégetas conjeturan que se permitía para
evitar las relaciones sexuales entre los soldados. El matrimonio temporal (Zauaj al
mutah) es una boda con un plazo predeterminado que se concuerda antes de llevar a
cabo el contrato matrimonial, es decir, el
hombre hace un acuerdo con la mujer para
permanecer casados por un tiempo específico, ya sea una hora, un día, una semana o
un mes. Al cumplirse cualquiera de esos lapsos, el matrimonio queda disuelto y la mujer
recibe la retribución previamente acordada
entre ambos. Este tipo de relación, fue inicialmente permitida por el mensajero de
Allah, para ser definitivamente abolida al
terminar de establecerse la ley Islámica. Su
prohibición fue progresiva En un principio
y por tratarse de una sociedad donde la fornicación era moneda corriente, el matrimonio temporal fue permitido, y luego prohibido definitivamente. Los sunitas cesaron
en su práctica, a partir del Califato de Umar
(634-644).
Se relata en un hadith de Ali: “escuché a Ibn
Abbas siendo flexible con respecto a la
muta con las mujeres, así que le dije:
"Despacio ¡oh! Ibn Abbas (es decir cuidado
con lo que dices) en verdad que el
Mensajero de Allah la ha prohibido el día de
Khaibar, también prohibió la carne de
asno"” (Hadiz transmitido por Bujari y
13
Muslim (Muttafaqun aleihi), Muslim sharh
sahih Muslim de An naaui 3: 536: 31), Dijo
Tirmidhi: (los más sabios de los Sahabas
obraban de acuerdo a esto). Este Hadith
narrado por Ali bin Abi Talib está presente
en muchos libros de los shiítas, sin embargo,
muchos de ellos no lo aceptan y actúan contrariamente a él. Tal es el caso de la
República Islámica de Irán donde la muta
sigue vigente. En el país persa, con el advenimiento del Ayatolá Khomeini se revitalizó
esa normativa jurídica que se equipara a un
contrato de alquiler y que con frecuencia se
la sindica como una prostitución legalizada,
en virtud que para implementarla, no son
menester testigos, ni requiere ser inscripta
en el registro civil y la mujer, aunque fuese
virgen, no necesita el permiso de su padre o
tutor. En la actualidad, funciona en los
grandes centros de peregrinaje como los de
Qom y Mashad en Irán y el de Najaf en Irak,
debido a que las aglomeraciones facilitan el
contacto entre hombres y mujeres. Otros
que usufructúan el privilegio de la muta,
son los miembros del movimiento terrorista
chiíta Hezbollah que actúa en el Líbano. Los
matrimonios temporales se consuman a
cambio de un beneficio pecuniario, con las
viudas de los suicidas considerados como
mártires por el grupo guerrillero que las protege. Por lo general, la duración de esos
matrimonios, no excede una noche.
su familia ni a los amigos y conocidos. Como
puede darse el caso de que la policía pida
identificaciones a las parejas con tal de evitar las relaciones sexuales libres, existen
unos impresos especiales con las firmas y los
sellos correspondientes, que solo hay que
rellenar con los nombres de los contrayentes”.
Dolors Bramon, la profesora de estudios
islámicos, explica que Irán permite bodas
temporales como una solución al desequilibrio numérico entre hombres y mujeres y
señala algunas peculiaridades. “La mujer
dispuesta a casarse temporalmente suele
ponerse el chador al revés o camina sin
rumbo y mirando continuamente a su
alrededor, mientras que los hombres suelen
enseñar una llave para mostrar que disponen de una habitación o de una vivienda.
Existen también alcahuetes, hombres y
mujeres, que tienen listas de mujeres que
desean este tipo de matrimonio y a las que
ponen en contacto con los interesados a
cambio de dinero. Con frecuencia, el matrimonio de placer tiene carácter secreto, es
decir, un hombre puede contraerlo y llevar
una vida relativamente normal sin decirlo a
La investigadora Dolores Bramon explica en su libro
el proceso de casamientos momentáneos communes incluso en Irán.
Domicilio Conyugal
El domicilio conyugal constituye para la
mujer, un lugar de reclusión y obediencia al
marido, tal como lo expresa taxativamente
esta sentencia, Baitu at- Ta ‘a: el lugar de
sometimiento (CF: E.I: Al-Mar' a, volumen .6,
p. 452). Esta expresión está revalidada por
una serie de declaraciones del Profeta:
- Cuelga el zurriago allí donde tu mujer
pueda verle (Bukhari).
- ¡Que Allah se apiade del hombre que cuelga el zurriago en casa y lo usa para educar a
14
su mujer! (Abdula bin Dinar, citado por AlZamakhxari, Al-Kaixxaf, 1/4, p. 497).
- La oración que la mujer reza en el patio de
su casa es mejor que la oración dicha en la
mezquita. La oración dicha en el interior de
la casa es mejor que la oración dicha en el
patio. La oración dicha en un rincón del dormitorio es mejor que la oración dicha en el
interior de la casa. (Ibn Masud y Abu Daud,
Sunan).
- La mujer nunca se halla tan cerca del sitio
privilegiado que le corresponde como cuando se encuentra en el lugar más escondido
de la casa (Ibn Mas`ud ).
- Haz de la casa la salvaguarda de tu virtud y
de tu habitación haz su tumba. (Umm
Salama).
- ¡Mujeres! ¡Vuestra guerra santa la tenéis en
la cocina! (Ibn Hanbal).
- ¡Mujeres! ¡No dejéis entrar en casa a
ningún hombre sin el permiso de vuestro
marido! (Bukhari).
La Poligamia
La ancestral e inequitativa práctica de estar
casado con más de una mujer a la vez, la
poligamia (taaddudu l- zawjat, dirr o durr)
practicada y abandonada por los antiguos
hebreos, egipcios, griegos, persas, asirios,
japoneses, hindúes, rusos y germanos, es
permitida actualmente por el Islam, que la
limita a cuatro mujeres por hombre. Esta
autorización emana del siguiente fragmento coránico: “Si teméis no ser equitativo con
los huérfanos, entonces, casaos con las
mujeres que os gusten: dos, tres o cuatro.
Pero si teméis no obrar con justicia, casaos
entonces con una sola o con vuestras
esclavas” (Corán 4,3). Otra aleya (del árabe
aya, nombre de cada una de las divisiones
de las suras o capítulos del Corán), que
abreva de la misma fuente, acentúa, la injusticia y desigualdad de la que son objeto las
esposas: “No podréis ser justos con vuestras
mujeres, aún si lo deseáis” (Corán 4,
128/129). Sin embargo, algunos hadices,
que exaltan el vigor sexual del Profeta,
transmiten que éste tuvo nueve esposas:
Bukhari (5:268) El Profeta solía dar la vuelta
(eufemismo de tener relaciones sexuales)
con todas sus esposas en una noche, y tenía
nueve esposas”. Otro hadith que también
relata las proezas amatorias de Mahoma y
evidencia que Mahoma poseía prerrogativas y reglas especiales, difiere en el número
de esposas Bukhari (5:268) “El Profeta solía
visitar a todas sus esposas en una ronda,
durante el día y la noche y eran once de
número”. Le pregunté, Anas, “¿Al Profeta le
da la fuerza para ello?”. Anas respondió:
“Solíamos decir que al Profeta se le dio la
fuerza de treinta hombres”.
El reformismo y el feminismo contemporáneo han bregado por la abolición de la
poligamia, prohibida en Túnez desde 1956.
Defensores de su vigencia, naturalmente
hombres o excepcionalmente mujeres que
prefieren ser segundas o cuartas esposas
antes que sufrir el oprobio de la soltería, alegan que el marido musulmán polígamo,
está obligado al sostenimiento total de
todas sus mujeres y de sus respectivos hijos.
Una prueba concluyente que demuestra la
desigualdad con los hombres, la constituye
el hecho que a las mujeres no se les permite
la misma libertad para buscar la satisfacción
sexual de fuentes alternas, si su marido
merma en su capacidad o pierde interés por
ausencia de libido.
Divorcio y Repudio
Los códigos de familia de los países islamistas contemplan dos modos de disolución del
matrimonio en vida de los cónyuges: el
divorcio y el repudio. El marido musulmán
tiene en exclusividad, la potestad del repudio. La mujer, en cambio, necesita recurrir a
un complicado divorcio judicial para romper
el matrimonio y para obtenerlo debe alegar
y probar ante el juez, que concurren algunas de las causas tipificadas en la ley.
En el Derecho musulmán clásico, el esposo
puede repudiar a la mujer pronunciando
15
sucesivamente por tres veces la fórmula yo
te repudio. Lo que entraña la anulación
definitiva e irrevocable del matrimonio.
La extinción del vínculo conyugal conlleva
el sometimiento de la mujer a un periodo de
retiro legal denominado Idda que se
extiende durante tres periodos menstruales
o hasta el momento del parto si la mujer
está encinta. Durante ese lapso la mujer
debe permanecer en el domicilio conyugal,
mantiene el derecho a alimentos -nafaqa- y
no puede contraer nuevo matrimonio. La
finalidad primordial del retiro legal es asegurar la determinación de la paternidad en
caso de embarazo. Marginalmente de los
aspectos de nulidad absoluta y relativa del
matrimonio y de la disolución por fallecimiento de alguno de los cónyuges, el matrimonio islámico se disuelve por tres
modos: el repudio unilateral y extrajudicial
o talak, el repudio consensuado mediante
compensación -hul- y la disolución judicial
-trafriqat -.
La figura, más controvertida y perjudicial
para la mujer es la del talak, que es el privilegio que se le otorga al marido para que
este ponga fin al matrimonio de manera discrecional, unilateralmente, sin justificar su
decisión, ni necesidad de intervención judicial alguna y tampoco de la anuencia de la
mujer.
Según palabras atribuidas al Profeta, “entre
las cosas lícitas, ninguna es más odiosa a
Alá que la del repudio”. Sin embargo, aún
moralmente reprobado, el derecho islámico
clásico determina que el repudio disuelve
jurídicamente el vínculo matrimonial y tal
instrumento se mantiene en la actualidad.
En el repudio revocable, una vez que se ha
pronunciado, la mujer entra en el periodo
de continencia -idda-, manteniendo el derecho a la nafaka. Durante ese tiempo, el marido puede retractarse y reanudar la vida
conyugal. Aunque las modalidades y condiciones de este repudio varían en las diferentes escuelas todas coinciden en entender que su revocación y la reanudación de la
vida conyugal no suponen un nuevo matrimonio, por lo que no es necesario para ello
el consentimiento de la mujer ni la fijación
de una nueva dote.
El repudio irrevocable disuelve el matrimonio automáticamente. Durante la idda la
mujer mantiene el derecho de alimentos,
pero las partes no pueden reanudar la vida
conyugal, para lo cual, deberán esperar a
que termine el periodo de retiro y realizar
un nuevo contrato matrimonial con consentimiento y dote. Esta nueva celebración se
permite sin ninguna traba en el repudio
irrevocable menor o imperfecto -sugra-. Si se
trata de un repudio irrevocable mayor o perfecto -kubra- no se admite el nuevo matrimonio entre ellos salvo que la mujer
después del repudio haya contraído y consumado matrimonio con otro hombre, que
éste se haya disuelto y se haya cumplido el
consiguiente retiro legal.
El procedimiento para divorciarse de una mujer musulmana se reduce a que el hombre repita tres veces “yo te
repudio”. En algunos países, el marido puede enviar el
mensaje por sms y el divorcio será reconocido. Esas palabras deberá decirle el Presidente de Irn Ahmadinayed si
desea divorciarse de su mujer (aquí en la foto)
Con posterioridad se aceptó con carácter
general, la práctica según la cual el marido
puede repudiar a su mujer de forma irrevo-
16
cable mediante una única fórmula a la que
la ley atribuye la fuerza de tres. Por consiguiente, el varón puede optar a su libre arbitrio por un repudio irrevocable o por otro
con valor meramente suspensivo.
Para la mujer repudiada, las compensaciones económicas son exiguas. Estas consisten en una pensión alimenticia, limitada
al tiempo de la idda y a una eventual indemnización o “don de consolación” (mouta).
Si el marido en el período legal contemplado, eventualmente cambiara de opinión y
manifestase su deseo de reemprender la
vida en común y la reanudase antes de concluir la idda, puede volver a repudiar a la
mujer por una segunda vez en la misma
forma que en la primera y así hasta una tercera, pero en este caso, el repudio es ya
irrevocable y el matrimonio queda definitivamente disuelto.
La Herencia
La desigualdad existente entre la mujer y el
hombre musulmán, se manifiesta también
en las cuestiones inherentes a la herencia.
Este aserto se comprende desmenuzando
las mejoras introducidas por la nueva doctrina (Corán 4, 11/12-15; 4, 175/176; 2,
176/180-178/182). En materia de herencia,
no hay ninguna diferencia en el Islam entre
bienes muebles o inmuebles: todos deben
repartirse entre los herederos legales. El
derecho islámico distingue con claridad
siete categorías de herederos de sexo
femenino a saber; hija, hija de la hija, madre,
abuela, hermana, esposa y mujer de esclavo
a quien se le ha concedido la libertad.
Algunos ulemas, la elevan a diez. De acuerdo al Corán y lo que recogió posteriormente
la jurisprudencia, hay que dejar siempre al
hombre el doble de lo que se deja a una
mujer con el mismo grado de parentesco y
de circunstancias. En lo concerniente estrictamente a las mujeres, la esposa recibe un
octavo, si el difunto tiene también hijos;
sino, recibe un cuarto. La hija única recibe la
mitad; si hay varias hijas, se reparten entre si
de los dos tercios, en proporciones iguales.
Todo esto cuando no hay hijos. En presencia de un hijo, la hija recibe la mitad de lo
que corresponde a su hermano. La madre
sola, recibe un tercio; en presencia del
padre, o de hijos o hermanos del difunto, le
corresponde un sexto. La hermana no hereda, si el difunto deja hijos varones; si sólo
está ella, tiene derecho a la mitad; varias
hermanas se reparten entre ellas los dos tercios; en presencia de una hija, la hermana
recibe un sexto; en presencia de un hermano, recibe la mitad de lo que corresponde a su hermano. Hay una diferencia
entre las hermanas consanguíneas, las hermanas uterinas y las que tienen el mismo
padre y madre. Esa legislación no igualitaria
entre hombres y mujeres, se ha justificado
con el fragmento coránico que establece
que los hombres tienen responsabilidad
sobre las mujeres (Corán 4, 38/34).
Basándose en esa premisa, se colijo que la
mujer no tiene ninguna obligación de contribuir a las necesidades económicas de la
familia, y por ende, parecía justo que le
correspondiera menos parte en la herencia
que le tocase. En el afán de no dividir ni
perder matrimonio, muchas familias se inclinaron a casar a sus hijas con sus primos por
vía paterna, consagrando de esa manera un
hábito endogámico que se observa en
muchas sociedades islámicas.
En los países musulmanes más desarrollados, la creciente inserción de la mujer en el
ámbito laboral y su contribución al mantenimiento del hogar a la par de su marido, o
la mujer independiente que trabaja o estudia y que no tiene un esposo que la mantenga, están generando un cuestionamiento y
revisión de la doctrina coránica, no aceptado por los islamistas radicalizados, que pretenden perpetuar el abuso y la discriminación de la mujer.
El matrimonio mixto
En el Islam, el hombre es el transmisor de la
religión, de modo tal que los hijos de un
matrimonio mixto tienen que seguir la
religión y educación del padre sin tener en
cuenta el eventual derecho de la madre. Por
17
consiguiente, la mujer islamista, sólo puede
casarse con un musulmán. El contrato matrimonial entre una mujer musulmana y un
varón que no lo es, se considera tradicionalmente como ilegal y nulo, por tanto un adulterio desde el punto de vista legal. Si se disuelve el matrimonio, la esposa musulmana o
de otra confesión, en teoría, podrá beneficiarse del derecho de guarda de los hijos
menores, pero sólo en la medida que eso no
dañe la educación musulmana de los hijos, y
durante un tiempo limitado. Pasada la edad
fijada, según el Derecho Musulmán
Ordinario, los hijos son devueltos a su padre
o, si ha fallecido, a la familia de éste, pero no
a su madre.
Los hombres, por su parte no pueden contraer matrimonio con mujeres politeístas,
pero sí con las creyentes incluidas en lo que
el Corán llama “gentes del Libro”, como el
judaísmo, cristianismo o el zoroastrismo o
mazdeísmo, religión basada en el las
enseñanzas del profeta y reformador iraní
Zoroastro (Zaratustra). “Se os permiten las
mujeres creyentes honestas y las honestas
del pueblo que, antes de vosotros, habían
recibido la Escritura, si les dais la dote,
tomándolas en matrimonio y no como fornicador o amantes” (Corán 5,5) y “No os caséis
con mujeres asociadas mushikrat (vale decir
que Dios está asociado con otras
divinidades) hasta que crean (en el Dios
único). Una esclava creyente es mejor que
una asociada, aunque ésta os guste más. No
caséis a vuestras hijas con asociados, hasta
que éstos crean. Un esclavo creyente es
mejor que un asociado mushrik (Corán
2,22). En teoría una esposa de otra creencia
de Escritura, (doctrina revelada) que se case
con un musulmán, puede continuar practicando su religión, aunque a través de los
siglos le resulta imposible hacerlo sin la
anuencia del esposo.
La historia del Islam, registra el ejemplo paradigmático de su máximo exponente, el
profeta Mahoma quien se casó con mujeres
que no eran musulmanas, como los casos de
María la Copta y Safiya, judía de la tribu de
Kaybar, cuya familia fue asesinada por
orden del Profeta. También menciona a
Rihanah, cautiva de guerra de la tribu de
Nadir, que prefirió ser concubina y no
esposa, para poder practicar el judaísmo. En
el ataque al oasis de Jaybar, Mahoma hace
torturar ferozmente a un notable de la tribu
medinense refugiada de Banu Nadir,
abrazando su pecho bajo el pretexto de descubrir un tesoro oculto, hasta que ordena su
decapitación. Ello posibilitó el inmediato
casamiento del Profeta con Safiya, la esposa
del fallecido, saltándose el plazo legal
establecido para la unión con una viuda, a
quien gentilmente ofrece la mañana
siguiente su mano como estribo para subir
al camello (Ibn Hisham, 316-317).
Como consecuencia de los divorcios en los
matrimonios mixtos, se suscitan con
asiduidad situaciones que afectan a los
hijos, inocentes víctimas de esas desavenencias.
Hemos escogido un caso emblemático,
donde una bella mujer, Gabriela Arias
Uriburu,
católica, hija del embajador
argentino en Guatemala, casada con un
musulmán en ése país, y con tres hijos
Karim, Zahira y Sharif, nacidos de esa
relación, sufren desde hace trece años
penosas vicisitudes y pesares (ahora morigerados) por la ruptura del matrimonio, que
culminó con el secuestro y posterior traslado de los niños menores por parte del padre
Imad Shabad a Jordania, país de donde éste
es oriundo. El siguiente trabajo aquí transcripto, que proporciona una semblanza del
doloroso proceso inicial, fue elaborado por
el Instituto de Derecho Internacional
Privado.
Gabriela y sus hijos.
18
“Gabriela Arias Uriburu, de nacionalidad
argentina, contrajo matrimonio con Imad
Mahmoud
Mohammad
Shaban,
de
nacionalidad jordana, en Guatemala, país
de residencia de ambos, el 13 de julio de
1991. Luego, al viajar a Jordania a conocer
a la familia de su marido, contrajeron allí,
nuevo matrimonio bajo la ley del Islam, el 21
de septiembre de 1991. De la unión,
nacieron en Guatemala, sus tres hijos: Karim
(15/05/92), Zahira (25/12/93) y Sharif
(5/04/96). Hacia 1997 comienzan las
desavenencias matrimoniales.
que deberá abstenerse de causar TODA
CLASE DE MOLESTIAS FÍSICAS Y MORALES
a la presentada y menores hijos, EN FORMA
DIRECTA O INDIRECTA, PERSONALMENTE,
TELEFÓNICAMENTE O A TRAVÉS DE
INTERPÓSITA PERSONA, bajo apercibimiento de que si no cumple se certificará lo conducente a un Juzgado del Ramo Penal para
lo que resulte procedente en su contra,
debiéndose librar oficio respectivo a la
Dirección General de la Policía Nacional
Civil, PARA QUE SE LE PRESTE EL AUXILIO Y
PROTECCIÓN NECESARIOS A EFECTO DE
HACER EFECTIVA LA MEDIDA DECRETADA. III) Se hace saber al demandado que la
presentada y menores hijos se encuentran
bajo la PROTECCIÓN DE ESTE JUZGADO,
RAZÓN POR LA CUAL DEBERÁ DAR FIEL
CUMPLIMIENTO A LO DECRETADO, DE LO
CONTRARIO SE HARÁ EFECTIVO EL
APERCIBIMIENTO CONTENIDO EN EL
NUMERAL ROMANO QUE ANTECEDE...”
(¡Ayuda! Quiero a mis hijos, Gabriela Arias
Uriburu, Ed. Planeta, Noviembre 1998).
El día 10/12/97 el Juzgado de Familia
otorgó la tenencia a la Sra. Arias Uriburu, sin
embargo ese fue el día en que el Sr. Shaban
sustrajo a sus tres hijos. Cabe resaltar que el
día 13/11/97 el Sr. Shaban había solicitado
ante la justicia guatemalteca el arraigo de
los niños y la Sra. Arias Uriburu en
Guatemala, y paradójicamente fue él quien
violó la medida, trasladando ilícitamente a
sus hijos a Jordania.
Este es el libro de Gabriela Arias Uriburu en donde
cuenta lo que debió sufrir para ver a sus hijos que
fueron secuestrados por su ex marido a Jordania.
Gabriela Arias Uriburu, efectúa una denuncia por violencia intrafamiliar, por ante el
Juzgado Segundo en Primera Instancia del
Ramo de Familia, guatemalteco, que llevó el
Nº 1649/97. Este Juzgado ordena con fecha
9/12/97: “...II)...se decreta el depósito de la
presentada y menores hijos en el lugar indicado, asimismo se previene al demandado
IMAD MAHMOUD MOHAMMAD SHABAN
La Convención de La Haya sobre Aspectos
Civiles de la Sustracción Internacional de
Menores (ratificada por Guatemala pero no
por Jordania), califica el traslado de un
menor como ilícito cuando: “...tenga lugar
en violación de un derecho de guarda,
atribuido a una persona, institución o
cualquier otro organismo, solo o conjuntamente, por el derecho del Estado en que el
menor tenía su residencia habitual inmediatamente antes de su desplazamiento o de su
retención...”
Los primeros días luego de que los niños
desaparecieran con su padre, no se sospechaba que habían salido del país. El día
19
22/12/97 el Juzgado Undécimo de Primera
Instancia de Delitos de Narcoactividad y
Delitos contra el Ambiente ordena la captura contra el Sr. Shaban y su hermano primogénito, quien colaboró en la sustracción.
El 23/12/97 el Sr. Abdul Karim Shaban (hermano del Sr. Imad Shaba), fue arrestado, dictándosele Auto de Procesamiento por sustracción de menores con fecha 29/12/97 y
ordenándose medidas sustitutivas de caución económica de 6000 quetzales, la prohibición de salida del país y la obligación de
presentarse todos los jueves a firmar el libro
de arresto domiciliario. A los ocho días de
ser arrestado, salió bajo fianza, aunque la
prohibición de salida del país y la obligación
de firmar el libro de arresto domiciliario
seguía vigente. Los niños y su padre continuaban desaparecidos. Recién a los tres
meses de la sustracción la Sra. Arias Uriburu
se enteró por medio de su padre, que había
viajado a Jordania, que sus hijos se encontraban en aquel país.
Luego de localizar a los niños, la Sra. Arias
Uriburu, pudo conocer que el Sr. Imad
Shaban, el 27/12/97 había interpuesto ante
el Honorable Juzgado Canónico de Amman,
una demanda en su contra por medio de un
apoderado, solicitando la custodia de sus
hijos. La resolución inicial, ante el pedido de
“impedimento de objeción de tutela”, por
parte del Sr. Imad Shaban, por ante el
Honorable Juzgado Canónico de Amman,
dictada con fecha 28/12/97, fue:
“...2.- El demandante ha vuelto a su país, con
el fin de residir definitivamente en el mismo,
acompañado de sus hijos mencionados,
quienes están bajo su cuidado, no permitiendo a nadie viajar con dichos niños fuera
del Reino Hashemita de Jordania.
3.- La demandada reside en Guatemala y se
opone a la tutela del padre, a pesar que la
misma reside fuera del Reino Hashemita de
Jordania, razón que anulará el derecho de
tutela de la demandada en base a las deliberaciones judiciales y las resoluciones del
Juzgado Canónico...la demandada no tiene
derecho a solicitar la tutela de los niños
mientras se encuentra residiendo fuera del
Reino y fuera de la vivienda matrimonial...
2.- Impedir a la demandada la oponencia
(sic) al padre de cuidar a los niños mencionados Abed Al Karim, Zahira y Sharif..."
(¡¡Ayuda! Quiero a mis hijos” Gabriela Arias
Uriburu, Ed. Planeta, Noviembre 1998)
La Corte islámica, luego reconoció que la
madre era la verdadera y legítima depositaria de la custodia de los niños, pero no
permitió que éstos salieran de Jordania.
Quien tuvo un rol preponderante para que
Arias Uriburu lograse mínimas concesiones
en su denodada lucha para poder optimizar
la relación con sus hijos y visitarlos espaciadamente, fue el Juez de Familia, doctor
Carlos Antonio Romano, nombrado por el
Gobierno de Argentina Embajador adhonorem para cuestiones de Estado relativas a la niñez, que ha pergeñado tesis jurídica reconocida internacionalmente, cuyo
desarrollo pudo llevar incluso al seno de La
Haya en 2002. Luego de haber realizado
varios viajes al reino Hashemita de Jordania,
el jurista argentino, merced a la empatía y
amistad que había surgido entre él y quien
ostentaba el más alto cargo jurídico-religioso, el Juez Supremo y Consejero
Espiritual del Rey, Izzedín Al- Khatib AlTamimi, había logrado sustanciales progresos para que mejorase el vínculo de Arias
Uriburu con sus hijos, evidenciado en visitas
de ella, bajo esquemas más abiertos en tiempo e intimidad. Paradójicamente, en
momentos que se estaba próximo a la
suscripción de un convenio histórico entre
Argentina y Jordania basado en la
Convención Sobre los Derechos del Niño, las
autoridades judiciales argentinas, interpretaron que esta no era labor compatible con
el Magistrado, no obstante que el juez
Romano, que estaba muy imbuido en la
Sharia, la ley islámica, sólo habría realizado
tres viajes que por pocos días lo alejaron de
su Juzgado.”La Suprema Corte de Justicia
de la Provincia de Buenos Aires entendiendo existe incompatibilidad en sus funciones
por la repetición y el progreso de sus gestiones, así como por una activa intervención
y participación en el tratamiento y búsqueda de soluciones a un "caso particular", y
por mayoría decide en 7 de julio de 2004 no
conceder su salida al exterior para estas
labores e iniciarle investigaciones vía
sumario interno”. Al respecto se pronunció
el afectado: “Evitando se enmarcara el
precedente en posible conflicto, el Dr.
Carlos Antonio Romano pone su renuncia a
20
disposición del Señor Presidente de la
Nación, quedando oficialmente, y hasta
tanto le sea aceptada, sin operativa desde lo
protocolar sobre el proyecto de acuerdo
Jordania – Argentina”. Lamentablemente,
el excelente desempeño del Embajador adhonorem de la niñez, quedó neutralizado
en su propio país, que desaprovechó hacer
historia en el tema de Derechos Humanos a
nivel mundial. En agosto de 2005, bajo el
techo de las cortes islámicas, según el doctor Romano, “Imad Shaban y Gabriela Arias
Uriburu concretan sus primeros acuerdos
respecto del destino de los niños. Imad
instado al diálogo por el Juez Supremo.
Gabriela sin perder de vista el interés de
Karim, Zahira y Sharif. Se divorcian y generan con más confianza esquemas de visitas y
contacto. Se cerrarían todas las causas. El
padre abonaría dos viajes anuales de la
madre a Amman. En cuanto a la venida de
los hijos a la Patria de la mamá, claro, falta
un acuerdo bilateral que incorpore a los
Estados en su deber de garantes de toda
seguridad jurídica”.
En momentos de escribirse este libro, marzo
de 2010, Gabriela Arias Uriburu quien
durante los primeros cinco años en que
clamaba por el reintegro de sus vástagos,
sólo estuvo con ellos en cuatro oportunidades y ni siquiera conocía su domicilio,
está viajando por diez días a Jordania para
visitar a sus amados hijos. Habiendo sido
entrevistada por el autor, reconoció que de
no haber cuidado al extremo su mente y
cuerpo que sufría de recurrentes dolores
uterinos, no hubiese sobrellevado la pena
causada por el alejamiento con sus amados
Karim, Zahira y Sharif, y difícilmente hubiera
podido sobrevivir.
su naturaleza, la mujer es capaz de sobrellevar con alacridad el embarazo, la lactancia
y los cuidados de un bebé entre otros menesteres. Consideran que, por estas características emocionales de la mujer, es posible que ella se guíe por sus emociones al
momento de atestiguar y cambie los hechos
y distorsione su testimonio. Explican, casi
puerilmente, que los cambios biológicos
que ocurren en su cuerpo durante el período menstrual, embarazo o posparto
reducen su poder de memoria y puede olvidar los detalles del asunto. Todas esas ponderaciones melifluas de la mujer, no pueden
soslayar el hecho irrefutable de la desigualdad imperante entre los hombres y mujeres
musulmanas, ya que el testimonio de estas
últimas, no se considera equivalente al de
los primeros. Se atribuye a un hadith en el
que el Profeta respondió afirmativamente a
quienes les preguntaban si el testimonio de
una mujer valía la mitad que el del hombre,
la discriminatoria diferenciación. El testimonio de mujeres solas, sólo es válido en asuntos relacionados con el género femenino
como el parto, la desfloración y enfermedades ginecológicas. En caso de conflicto, solamente las mujeres pueden examinar
las partes del cuerpo comprendidas entre
las rodillas y el ombligo. Les es permitido
también testificar en asuntos concernientes
a bienes materiales e inclusive en testamentos, sucesiones y en el fuero penal, pero
indefectiblemente, el testimonio de dos
mujeres, tiene que estar acompañado por el
de un hombre.
El Valor del Testimonio de la Mujer
“Y busca a dos hombres de entre quienes
consideréis justos que sean vuestros testigos, y si no contáis con dos hombres recurrid a un hombre y dos mujeres, de manera
que si una se equivoca, la otra subsane el
error”. [2:282]
Según los apologistas del Islam, el Corán le
ha conferido a la mujer una sensibilidad
especial, sentimientos delicados y una predisposición especial por cuidar y amar a los
miembros de su familia. Aseguran que por
El testimonio de mujeres solas en un juicio, sólo es
válido en asuntos relacionados con el género
femenino como el parto, la desfloración y enfermedades ginecológicas.
21
Capítulo 3:
Costumbres islámicas repudiables
La Mutilación Genital Femenina La mutilación genital femenina, (en árabe khafd
que significa rebajar, o taharah, que quiere
decir purificación) horrorosa práctica de
algunas corrientes islámicas, consistente en
la extirpación total o parcial de los genitales
externos de las niñas, practicada en más de
28 países, la mayoría africanos, y que tiene
como objetivo destruir la capacidad de
experimentar placer sexual a las mujeres, es
otro ejemplo cabal, del apego a la exégesis
o distorsión del Corán a la que son proclives
musulmanes radicales que se aferran a referencias imprecisas y vagas.
Un Hadith relata el diálogo entre Umm
‘Atiyyah, una mutiladora y Mahoma: “Una
mujer acostumbraba a practicar la circuncisión en Medina. El Profeta dijo: Cuando circuncides, no cortes severamente, aunque es
mejor para una mujer y más deseable para
un marido”. En las interpretaciones del
Hadith se dice que sólo es cortado el prepucio (bazr) del clítoris, no el propio cuerpecillo carnoso eréctil en la vulva del aparato
genital femenino, como algunos, por ignorancia afirman. Este Hadith, como otros
parecidos, es considerado por muchos los
musulmanes como Da’if (débil o de origen
dudoso o poco fiable).
2007, el gobierno de Eritrea que también la
permitía, decidió prohibir la ancestral costumbre de la mutilación femenina, basándose en que es un procedimiento que pone
seriamente en peligro la salud de las
mujeres, les causa daños considerables y
además amenaza a sus vidas. La ablación
genital femenina causa daños irreparables.
Puede acarrear la muerte de la niña por
colapsos hemorrágicos y del desarrollo del
sistema nervioso debido al intenso dolor y el
traumatismo, así como infecciones agudas y
septicemia. Muchas niñas entran en un estado de shock inducido. Otros efectos pueden
ser una mala cicatrización; la formación de
abscesos y quistes, un crecimiento excesivo
del tejido cicatrizante; infecciones del tracto
urinario; coitos dolorosos; el aumento de la
susceptibilidad al contagio del VIH/SIDA, la
hepatitis y otras enfermedades de la sangre;
infecciones del aparato reproductor; enfermedades inflamatorias de la región pélvica;
infertilidad; menstruaciones dolorosas;
obstrucción crónica del tracto urinario o
piedras en la vejiga; incontinencia urinaria y
partos difíciles.
Según estimaciones de la UNICEF, se calcula
que 70 millones de niñas y mujeres actualmente en vida han sido sometidas a la mutilación genital femenina en África y el
Yemen. Además, las cifras están aumentando en Europa, Australia, Canadá y los
Estados Unidos, principalmente entre los
inmigrantes procedentes de África y Asia
sudoccidental.
La ablación se practica principalmente a
niñas y adolescentes de entre 4 y 14 años.
No obstante, en algunos países la ablación
genital femenina se practica a niñas
menores de 1 año, como por ejemplo, en
Malí, donde la práctica afecta, respectivamente, a un 44 y un 29% de estas niñas. En
La mutilación genital femenina es la extirpación total
o parcial de los genitales externos de las niñas, practicada en más de 28 países, la mayoría africanos, y que
tiene como objetivo destruir la capacidad de experimentar placer sexual a las mujeres.
22
La ablación genital femenina constituye
una violación fundamental de los derechos
de las niñas. Es una práctica discriminatoria
que vulnera el derecho a la igualdad de
oportunidades, a la salud, a la lucha contra
la violencia, el daño, el maltrato, la tortura y
el trato cruel, inhumano y degradante; el
derecho a la protección frente a prácticas
tradicionales peligrosas y el derecho a
decidir acerca de la propia reproducción.
Estos derechos están protegidos por el
Derecho internacional.
De acuerdo a datos de la Organización
Mundial de la Salud, que recoge la profesora Dolors Bramon, “se practican diversas
modalidades del mutilaciones genitales
femeninas:
• Del tipo I: que consiste en la supresión
del prepucio con eliminación o no de todo o
parte del clítoris;
• Del tipo II: que es la supresión del clítoris con extirpación total o parcial de los
labios menores, y
• Del tipo III: que consiste en la extirpación de todos los órganos genitales o de
una parte y la sutura de la abertura genital.
En este caso, se deja un pequeño orificio
que permita la salida de la orina y de la sangre menstrual.
En 1998, se dio a conocer una cuarta
tipología, con mutilaciones y otras prácticas
terroríficas, que afecta a entre el 15 y el 20 %
de las mujeres que han sufrido alguna de
estas mutilaciones”.
Una de las más vigorosas luchadoras contra
la ablación a las niñas, es la activista alemana Inés Laufer, fundadora en febrero de
2007 del Force Task, Fuerza de Tareas con
sede en Hamburgo, concebido para la eficaz
prevención de la MGF, una verdadera red
de derechos humanos que agrupa a organizaciones cuyo propósito es prevenir y evitar,
esa aberración genital a las niñas musulmanas migrantes en la Unión Europea.
En una entrevista concedida al Yemen
Times, Laufer denunció que el número de
víctimas de MGF y niñas menores en
situación de riesgo por la subsistencia de
esa atroz práctica, es mucho más elevada de
lo que se supone
En Alemania, a pesar de que la mutilación
genital de las mujeres y las niñas es condenada como lesiones graves, se sigue practicando. La organización de derechos
humanos y de la mujer “Terre des Femmes”,
que ha proporcionado información acerca
de este tema durante más de 30 años, estima que hay alrededor de 4.000 niñas en
riesgo en Alemania, y un total de alrededor
de 30.000 víctimas. “Pero la verdadera cifra
es, sin duda, muy superior a ésta”, afirma la
portavoz de la organización, Franziska
Gruber.
En muchos países de Europa registran miles de
casos de mutilación genital femenina que sufren
niñas musulmanas.
Sin embargo, en el país germánico no hay,
hasta la fecha, políticas adecuadas para salvaguardar a las niñas. Según Laufer, el
Estado alemán descuida su deber de proteger a las víctimas. “Se deben tomar medidas
activas para garantizar que el derecho fundamental a la vida y la libertad de los daños
corporales se apliquen también a los hijos
de padres inmigrantes que viven aquí.
Cualquier otra cosa es discriminación”.
Si bien es un hecho conocido y fehaciente
que las obliteraciones genitales se practican regularmente en Alemania, nadie ha
sido detenido.
Como resultado de un ejemplar fallo judicial, a una mujer en Suecia, se le concedió
una indemnización de su madre, por haber
sido sometida a MGF en una “fiesta” en
Somalia en 2001 cuando tenía once
años.”La tortura” fue descripta por la víctima.
23
A la niña le fueron cercenados, su clítoris y
labios interiores por un hombre, a cambio
de una importante remuneración.
Su vagina fue cosida hasta a la apertura de
la uretra. Todo el procedimiento se llevó a
cabo sin anestesia.
Otros países europeos, son escenario de
situaciones análogas.
En Francia, impulsado por un creciente registro de actuaciones judiciales, el gobierno
repartió 100.000 folletos a las escuelas,
médicos, y otros servicios públicos para
explicar la amenaza a la salud y los riesgos
legales que conllevan las mutilaciones y
proporcionar información sobre los servicios de apoyo a las víctimas. Gran Bretaña,
por su parte, prohibió el procedimiento en
1985, pero cientos de niñas son todavía
mutiladas cada año. Algunas escuelas
tienen programas de la institución mediante los cuales, profesores son capacitados para detectar las víctimas de la mal llamada circuncisión femenina y a los alumnos
en situación de riesgo.
La peninsular Italia, en sintonía con el presidente de la Asociación de Mujeres
Marroquíes, que también es un miembro del
Parlamento, se ha pronunciado contra la
MGF. Esas operaciones se prohibieron en
2006.
Un ministro del Gobierno en los Países
Bajos ha propuesto a parejas adoptar niños
en situación de riesgo en sus países de origen, para ello deben firmar una declaración
reconociendo que la mutilación genital
femenina es un delito, por consiguiente permite el procesamiento en caso que transgredan esa normativa.
Estas plausibles medidas son insuficientes.
Los estudios realizados en otros países
europeos muestran que entre el 35% y el
80% de las niñas en situación de riesgo, de
hecho, se convierten en víctimas.
Interrogada Inés Laufer sobre la situación
en África, Arabia y los países asiáticos en
relación a la mutilación genital femenina y
su afectación por las políticas de desarrollo
europeo, la presidente de la Fuerza de
Tareas, dijo que los gobiernos europeos y
Organizaciones No Gubernamentales, socavan y obstaculizan lo esfuerzos para
erradicar la MGF en aquellos países.
“Desde comienzos del decenio de 1980, ha
habido numerosas iniciativas, redes y organizaciones en el continente africano que se
han comprometido a la erradicación de la
MGF en sus países. La red más grande, que
aún está activa hoy en día, es la Inter
Africana Committé (IAC), que fue fundada
en 1984. En ese momento, la mayoría de los
organismos de desarrollo, así como la World
Health Organisation, el UNICEF y otros
organismos de las Naciones Unidas, se
negaron a poner el problema de la MGF en
su programa y a dar apoyo a iniciativas
como la CAI, porque no querían “interferir
en una costumbre cultural”. El miedo a herir
el pundonor de los musulmanes, resulta evidente.
En la década de 1990, organizaciones como
el UNICEF advirtieron que MGF es muy
apropiada para ser explotada para la recaudación de fondos. Ellos crearon los proyectos y obtuvieron donaciones generosas de
la población occidental. Funcionó. Por ejemplo, al UNICEF Alemania, el pueblo alemán
le donó más de medio millón de marcos alemanes en 1994, para un proyecto de MGF
en Etiopía, después de ver una emisión de
televisión y leer grandilocuentes artículos
en la revista Stern-vivir, sobre la mutilación
de una niña etíope.
Laufer se mostró muy crítica con el UNICEF,
El Fondo de Naciones Unidas para la
Infancia. Hace unos años se le solicitó infructuosamente al citado Organismo la obtención de resultados tangibles. El UNICEF no
fue capaz de dar respuestas concretas.
La política de tolerancia y aceptación hacia
la MGF y otras formas de violencia contra
los niños, por razones culturales o religiosas,
va en desmedro de la convención de las
Naciones Unidas de los Derechos del Niño
24
que ha sido creado en 1989 y firmado por
todos los países, excepto Somalia y los
EE.UU. y que podría ser un fuerte instrumento para exigir el respeto de los derechos
del niño dentro de cada proyecto, es censurable.
Por ello, al descuidar la demanda de protección de las niñas de MGF, el UNICEF (Inés
Laufer dixit) debe ser considerado cómplice
de la mutilación de miles de niñas, en virtud
que fue creado por la Asamblea General de
las Naciones Unidas en 1950, con la finalidad de ayudar a los niños de Europa
después de la Segunda Guerra Mundial.
La implementación religiosa de la castración
genital femenina que llevan a cabo algunos
grupos religiosos musulmanes fanáticos,
con los que no están de acuerdo la gran
parte de los pertenecientes a esa grey, no se
puede ejercer violando los valores universales de los derechos humanos.
Los crímenes de honor
A pesar de no tener sustento en la doctrina
del Islam, en países musulmanes u otros
donde estos habitan, cada año son
asesinadas
aproximadamente
5.000
mujeres y niñas por crímenes de “honor”,
cometidos la mayoría de las veces por los
propios familiares, que pretenden con esos
espeluznantes homicidios, restaurar el
honor de la familia perdido o mancillado
por el comportamiento de ellas. Esos verdaderos ajusticiamientos perpetrados para
recuperar la honra, se originan en las exigencias de la comunidad o familia musulmanas "para que las niñas, adolescentes o
mujeres, conserven su castidad sexual y virginidad”. Los "crímenes de honor" constituyen una forma reconocida de violencia
contra las mujeres en la legislación internacional de derechos humanos, puesto que
violan los derechos de la mujer a la vida y a
su seguridad personal; a no ser torturadas
ni recibir un trato inhumano o degradante,
y a su igualdad ante la ley además de a una
protección legal igualitaria.
Los "crímenes de honor" violan además
los derechos garantizados a las mujeres
por parte de la Convención de las
Naciones Unidas sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) como la libre elección del cónyuge y el derecho a la igualdad
en el matrimonio. La Recomendación
General número 19 de la CEDAW define la
violencia de género como una forma de discriminación contra la mujer y hace referencia explícita a los "crímenes de honor".
CEDAW obliga a los Estados a proteger a las
mujeres contra la violencia de género,
incluyendo aquella cometida por miembros
de su misma familia y a prevenir, investigar
y castigar los actos de violencia contra las
mujeres. La Convención requiere además a
los Estados que descalifiquen el "honor"
como una defensa legal por actos de violencia contra las mujeres. La Declaración de las
Naciones Unidas sobre la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer se hace eco de
estas obligaciones y afirma que, "Los
Estados deben condenar la violencia contra
la mujer y no invocar ninguna costumbre,
tradición o consideración religiosa para
eludir su obligación de procurar eliminarla",
para que las niñas, adolescentes o mujeres,
conserven su castidad sexual y virginidad.
Existen dos tipos diferenciados de crímenes
de honor: Sharaf e Ird. Ambos son códigos
de honor de los beduinos anteriores al
Islam, que están cayendo en desuso, por la
aceptación de éstos de la Sharia, o los códigos penales como medio de administrar justicia. Con sharaf se designa tanto el honor
de una unidad social, como la tribu o la
familia, como el de los individuos, y está
sujeto a fluctuación positiva o negativa. El
fracaso de un individuo en seguir lo que se
define como conducta moral adecuada
debilita el estatus social de la familia o de la
unidad tribal. Por otro lado, el sharaf de la
familia puede ser realzado por comportamientos modélicos tales como la hospitalidad, la generosidad, el valor en el combate, etc. En resumen, sharaf se corresponde aproximadamente al concepto occidental de dignidad. Por el contrario, ird no
designa más que el honor de las mujeres, y
25
su valor no puede más que degradarse. Se
relaciona más o menos con el concepto occidental de “castidad” y de “pureza”. De la
misma manera que ocurre con estas
nociones, un comportamiento moral ejemplar no puede reforzar el ird de una mujer,
pero la conducta contraria puede acarrear
daños irreparables. Además, ird prevalece
sobre sharaf: el honor de la familia árabe o
de la tribu, el respeto que se le reconoce,
puede verse gravemente afectado cuando
la castidad de una de sus mujeres es violada
o cuando su reputación es manchada.
Los "asesinatos para restaurar la honra" van
en aumento en todo el mundo, según
informaba la abogada pakistaní Asma
Jahangir, Relatora Especial de las Naciones
Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales,
sumarias o arbitrarias. La doctora Jahangir
colaboraba estrechamente con investigadores especiales de las Naciones Unidas
sobre la violencia contra la mujer y sobre la
independencia de jueces y abogados para
abordar la cuestión. En su informe anual del
año 2000 a la Comisión de Derechos
Humanos, la señora Jahangir dijo: "Quienes
perpetran esos crímenes son mayormente
hombres miembros de la familia de las
mujeres asesinadas, que quedan exentos de
castigo o reciben sentencias reducidas
debido a que se justifica que hayan asesinado a la mujer para defender sus erróneas
nociones de "la honra de la familia"". Según
el reporte, se habían registrado matanzas
de ese tipo en Bangladesh, Brasil, Ecuador,
Egipto, India, Italia, Jordania, Marruecos,
Pakistán, Reino Unido, Suecia, Turquía y
Uganda. Otro informe de las Naciones
Unidas de 2004, refería que hubo en ese
año asesinatos por honor en los siguientes
países: Albania, Bangladesh, Brasil, Canadá,
Dinamarca, Ecuador, Egipto, Alemania,
India, Irán, Irak, Israel (en el seno de las
comunidades árabes, drusas y beduinas),
Italia, Jordania, Marruecos, Pakistán, los territorios palestinos, Suecia, Turquía,
Uganda, Gran Bretaña y los Estados
Unidos". Transcurridos casi diez años del
primer informe, no se han verificado cambios sustantivos. Al estar involucrados en
los repudiables crímenes de honor países
islámicos o profesantes de esa fe, que gravitan en la ONU, pareciera que produce
desidia e inercia en el accionar del organismo internacional.
Un informe de "Amnesty International"
sobre asesinatos por honor en Pakistán, en
donde esos crímenes reciben el nombre de
karokari, explicaba en estos términos en
qué consiste esta costumbre arcaica que
sigue vigente hoy en la mayor parte del
mundo islámico y en comunidades musulmanas en Occidente: "Las mujeres de
Pakistán viven en el miedo. Ellas pueden ser
muertas, baleadas, descuartizadas con
hachas o quemadas si se considera que trajeron vergüenza a la familia. Son asesinadas
por relaciones consideradas "ilícitas", por
elegir pareja de acuerdo con su elección o
por divorciarse de esposos violentos. Incluso
son asesinadas por sus familiares cercanos si
son violadas, por lo que se considera que
traen deshonor a la familia. Si las sospechas
son ciertas o no, no tiene importancia. Es
suficiente que tomen estado público para
justificar las muertes". Cabe señalar que en
Pakistán se han contabilizado entre 1999 y
2005, cuatro mil víctimas. Por su parte, la
organización de Defensa de los Derechos
Humanos "Human Rights Watch" define los
"asesinatos por honor" en los siguientes términos: "Los crímenes por honor, habitualmente asesinatos, son cometidos por hombres de la familia contra las mujeres que
habrían traído deshonor a la familia. Una
mujer puede ser víctima por una serie de
razones que incluyen el rechazo a un matrimonio arreglado, ser víctima de un asalto
sexual, buscar el divorcio, incluso de un
marido violento o por ser sospechosa de
cometer adulterio. La mera percepción que
una mujer se ha comportado de una manera que trae deshonor a la familia es suficiente para desencadenar un ataque. Por
ejemplo, los asesinatos por honor a veces
toman como blanco a mujeres que se
atreven a elegir sus novios, amantes o
esposos fuera del grupo étnico o religioso
de su familia. Algunas mujeres que adoptan
las costumbres o la religión de un grupo
externo, también suelen convertirse en víctimas”. Si bien numerosos clérigos musul-
26
manes enfatizan que los asesinatos por
honor no están permitidos ni por la Sharia
ni por el Corán, de hecho en todos los países islámicos, existe una actitud permisiva
hacia esta salvaje costumbre.
En 2001 el rey Abdullah de Jordania presentó al Parlamento una ordenanza temporaria aumentando los castigos por
asesinatos por honor. El Parlamento rechazó la propuesta legislativa y de hecho los
artículos 340 y 98 de la ley jordana legalizan
este tipo de asesinato. El 25 de enero de
2007 la agencia Associated Press informó
del primer asesinato por honor en Jordania
cuando un padre mató a su hija de 17 años
por sospechar que tenía una vida sexual
activa pese a que un examen médico que le
fue practicado antes de su muerte probó su
virginidad. La joven al parecer se había
escapado de su casa por razones que se
desconocen y había regresado a su hogar
procedente de una clínica de protección
familiar, luego que los médicos atestiguaron
su virginidad y su padre firmó una promesa
de no dañarla, que obviamente no cumplió.
El patólogo confirmó en la autopsia que le
fue practicada, una vez más, su virginidad.
Europa, con una población musulmana
cada vez más numerosa, es testigo y escenario de estos horrendos asesinatos. A continuación, transcribo algunos ejemplos de
crímenes de honor, cometidos durante la
última década en diferentes países del Viejo
Continente.
Surjit Athawal (1998)
Surjit, de 22 años y residente en Inglaterra
fue invitada a participar en una supuesta
boda en la India. Una vez allí, fue estrangulada por la abuela de su marido con la
ayuda de un cuñado. Su delito: tener un
affaire y solicitar el divorcio.
Rukhsana Nanz (1999)
Rukhsana, de 19 años y residente en
Inglaterra, fue estrangulada por su propio
hermano en presencia de su madre y otro
hermano. Su delito: Rechazar un matrimonio arreglado y después quedarse embarazada de su novio y negarse a abortar.
Fadime Sahindal (2002)
Fadime, de 32 años y residente en Suecia,
fue asesinada por su padre mientras visitaba
a escondidas a su madre. Su delito: rechazar
un matrimonio arreglado e irse a vivir fuera
de su casa y tener un novio no musulmán.
Heshu Yones (2002)
Heshu, 16 años y residente en Inglaterra,
fue apuñalada y degollada por su padre. Su
delito, tener un novio fuera de la comunidad kurda.
Sohane Benziane (2002)
Sohane, 17 años y residente en Francia, fue
violada, torturada y quemada viva por su exnovio con la ayuda de sus amigos. Su delito:
estar demasiado occidentalizada.
Anooshe Sequid Ghulam (2002)
Anooshe, 22 años madre de 2 hijos y residente en Noruega, fue baleada por su marido
a la entrada de la comisaría. Su delito: No obedecer a su marido y pretender divorciarse.
Anita Gindha (2003)
Anita, de 22 años, residente en Escocia y
embarazada de 8 meses y medio, fue asesinada por un familiar (no se ha podido determinar quién) enfrente de su hijo de 19 meses.
Su delito: Rechazar un matrimonio arreglado,
huir de casa y casarse con un hombre que no
pertenecía a la comunidad Sikh.
Sahjda Bibi (2003)
Sahjda, de 21 años y residente en Inglaterra,
fue asesinada por su primo el día de su
boda. Su delito: Casarse sin el consentimiento familiar.
27
Maja Bradaric (2003)
Maja, 16 años y residente en Holanda, fue
asesinada por su sobrino con la ayuda de
tres personas más dentro de un automóvil y
su cadáver quemado. Su delito: Ser demasiado occidental y buscar novio por Internet.
Rudina Qinami:
Rudina, de 16 años y residente en Albania,
fue baleada por su padre. Su delito: aceptar
auto-stop de un desconocido.
Banaz Mahmod (2006)
Banaz, de 20 años y residente en Inglaterra,
fue violada y estrangulada por su padre, su
tío y otros miembros de su clan. Su delito.
Abandonar a su marido (resultante de un
matrimonio arreglado cuando tenía 16
años) e irse a vivir con otro hombre.
Ghazala Khan (2006)
Ghazala, de 18 años y residente en
Dinamarca, fue asesinada por su hermano,
siguiendo instrucciones de su padre, con la
ayuda de al menos nueve miembros más de
su familia. Su delito: Casarse sin el consentimiento paterno
Shafilea Ahmed (2003)
Shafilea, de 16 años y residente en
Inglaterra, fue supuestamente asesinada
por sus padres (no se ha podido demostrar).
Su delito: rechazar un matrimonio arreglado
y querer estudiar derecho.
Hatin Surucu (2005)
Hatin, de 23 años y residente en Alemania,
fue baleada en la calle por tres de sus hermanos. Su delito: Huir de un matrimonio
arreglado y negarse a usar el velo islámico.
Samira Nazir (2006)
Samira, 25 años y residente en Inglaterra,
fue apuñalada y degollada entre su hermano y su primo. Su delito: Rechazar un
matrimonio arreglado y enamorarse de un
refugiado afgano.
Sazan Bajez-Abdullha (2006)
Sazan, de 24 años y residente en Alemania,
fue apuñalada por su marido hasta la
muerte y luego le prendió fuego al cadáver.
Su delito: Actuar de manera “inmodesta”.
28
Sabia Rani (2006)
Sabia, de 19 años y residente por sólo 4
meses en Inglaterra, fue maltratada hasta la
muerte por su marido en la casa de sus suegros durante tres semanas. Su delito: querer
divorciarse.
Caneze Riaz y sus hijas Sayrah Sophia,
Alicia y Hannah (2006)
Caneze (39) y sus hijas Sayrah(16),
Sophia(15), Alicia (10) y Hannah (3) residentes en Inglaterra fueron quemadas vivas
por su marido y padre de las niñas. Sus delitos: El de la madre ampararlas, y los de las
hijas ser demasiado occidentales y negarse
al matrimonio arreglado.
Hina Saleem (2006)
Hina, de 21 años y residente en Italia, fue
apuñalada hasta la muerte entre su padre,
un tío y un cuñado. Su delito: No respetar la
cultura pakistaní, divorciarse y usar ropa
que permitía ver su vientre.
Morsal Obeidi (2008)
Morsal, de 16 años y residente en Alemania,
fue apuñalada por su hermano con la ayuda
de su primo un total de 20 veces. Su delito:
Querer demasiada libertad y no sentir aprecio por los principios musulmanes.
Los crímenes por honor se suceden ininterrumpidamente y por doquier. Enumerar
los casos que se registran en diferentes
países islámicos y occidentales con fuerte
presencia de musulmanes, requeriría un
libro aparte. El siguiente caso que relato,
acaecido en Tailandia en 2009, considerando la edad de la víctima, es emblemático.
Una niña musulmana de 10 años fue obligada a casarse con un hombre, obviamente
de su misma fe, en un clásico matrimonio
de conveniencia arreglado por sus padres.
La pequeña, objeto de un claro abuso y
pedofilia, huyó en varias ocasiones, pero su
familia la obligó en todas las oportunidades
a regresar con su esposo. Agobiada por su
situación, la pequeña se rebelaba y desobedecía. Esa transgresión, motivó que sus
progenitores, en aras del honor de su
esposo y familia, decidieran asesinarla. Un
video espeluznante que se puede ver en
truth tube tv muestra a la niña, hallada en
un parque público, cerca de donde vivía su
familia, con su cuerpo mutilado, desmembrado y su cabeza decapitada.
Lamentablemente, la mayoría de los homicidios por honor quedan prácticamente
impunes, ya que tanto la policía como el
poder judicial de los países islámicos suelen
ponerse de parte de los agresores. Las disposiciones legales específicas que reducen
la pena para los actos supuestamente causados por una “provocación grave y
repentina” y la ley de Qisas y Diyat, que permite que los herederos legales de la víctima
perdonen al agresor, han permitido que los
crímenes de honor rara vez sean castigados.
Turquía, que aspira a integrar la Unión
Europea, según cálculos de diversas ONG,
registra alrededor de 300 crímenes de
honor al año. En los primeros días de
febrero de 2010, el diario británico Daily
Mail, informó que Medine Memi, una joven
turca de 16 años, fue enterrada con vida
por sus familiares, después que éstos se
enterasen que la adolescente mantenía
una relación de amistad con jóvenes
varones. El cuerpo de la infortunada, fue
encontrado en diciembre de 2009 en una
fosa de dos metros de profundidad, sentada y con las manos atadas, bajo un corral
en el exterior de la casa paterna en Kahta,
al sureste de Turquía, 40 días después que
se hubiera dado aviso de su desaparición.
La autopsia reveló que los pulmones y el
estómago de la joven estaban llenos de tierra, lo que significaría que la adolescente
estaba viva en el momento en el que fue
depositada en ese lugar y que agonizó
hasta la muerte. Agentes de la policía turca
informaron al diario local Hurriyer, que
Medine quiso denunciar a su padre y a su
abuelo por malos tratos, días antes de su
desaparición por lo que ambos han sido
detenidos como presuntos autores de una
muerte que podría tratarse de un “crimen
de honor”. La madre de la joven afirmó que
"la joven intentó refugiarse en tres ocasiones en la comisaría, y las tres veces fue
enviada de vuelta a casa".
29
El Gobierno turco reformó en 2004 el código penal para eliminar una disposición que
consideraba el "honor" como un atenuante
en la violencia doméstica y, gracias a la presión de las organizaciones de defensa de los
derechos de la mujer, se han incrementado
las penas en estos casos.
Capítulo 4:
El Velo Islámico
Hay musulmanas que viven en perfecta
armonía y coherencia el uso del velo. Para
ellas, aferradas a una interpretación literal
del Corán, apoyada además en algunos
hadices discutibles, el atavío les parece conveniente y plausible y se sienten realizadas y
felices, porque les significa seguir los preceptos de Alá. Es su manera de someterse a
Él y exigen el derecho a profesar su fe abiertamente. El problema clave que señalan
algunas feministas musulmanas es que para
que la mayoría de las mujeres quieran ser
libres y exijan sus derechos, deberían ser
conscientes que justamente no son libres y
que se les priva de ellos, ya que están condicionadas por una visión utilitarista del Islam
HIJAV
HIJAV
El hiyab es un
velo característico de las
mujeres árabes.
Deja libre la cara
y muchas
mujeres lo llevan
como un signo
de identidad.
fomentada por los hombres para perpetuar
su statu quo y su necesidad de hegemonía.
Para la mujer musulmana portadora del
velo, este representa un signo de modestia,
el ocultamiento en el espacio público, por
obligación religiosa o, en los casos en que a
este elemento se le atribuye una dimensión
política, de seña de identidad, de expresión
visual de la sociedad y de la cultura a la que
pertenece. Para ciertos sectores sociales en
Europa, el aumento de niñas y mujeres
veladas supone la emergencia de un peligro, la afirmación de una comunidad y de
una religión que poco tienen que ver con
los valores de la cultura occidental. El
pañuelo, u otras prendas más extremas
como el chador o el burka, se identifican
con el auge de los movimientos fundamentalistas en el seno del Islam y son la manifestación palmaria de la discriminación de la
mujer musulmana, de su relegación pública
y de su sometimiento al poder del varón. Por
eso su erradicación, pedida por los
movimientos feministas incluso ignorando
la voluntad de la propia mujer musulmana,
es un acto de emancipación, aunque sea formal, de la mujer respecto de la sujeción irracional de una religión que las reprime.
BURKA
BURKA
NIQAB
NIQAB
Oculta completamente el cuerpo. Una rejilla
de tela en los
ojos permite
que la mujer vea
pero no ser
vista. Las manos
se cubren.
El niqab es una
prenda que
cubre hasta la
rodilla y sólo
deja libre los
ojos. Se combina con otro velo
para los ojos.
SHAYLA
SHAYLA
Es un pañuelo
largo y rectangular usado en
la zona del
Golfo Pérsico.
Este velo se
coloca alrededor de la
cabeza.
CHADOR
CHADOR
Usado por
mujeres iraníes
cuando salen
de casa. Cubre
todo el cuerpo
y puede combinarse con un
pañuelo en la
cabeza.
30
Para explicar el uso del velo en el Islam
hay que remitirse, igual que para el resto
de las prácticas, a los fundamentos de la
Shaarya o camino por el que se deben
guiar los musulmanes. Millones de
mujeres islámicas lo usan ufanas por
tradición, y en ningún caso, quieren
renunciar a él. Algunas defensoras de ese
atuendo, afirman que en Occidente, la
mujer expone sin pudor su cuerpo públicamente y que la exhibición del mismo,
de algún modo simboliza para ella la
expresión de la liberación femenina, que
coadyuva de esa manera a que los hombres lleven a cabo sus más depravados
deseos sin ningún límite. Marginalmente
de esta visión sesgada, el conflicto surge
cuando más allá de una elección personal, deben usarlo por imposición, para evitar latigazos, multas y penas de cárcel. La
obligación del uso coercitivo del velo, en
cualquiera de sus variantes, se observa
en sociedades que pretenden mantener
costumbres atávicas, que desprecian la
modernidad y relegan a las mujeres a un
segundo plano. Tal es el comportamiento de países como Arabia Saudí,
Afganistán e Irán que institucionalizan la
vestimenta de las mujeres y utilizan a la
policía religiosa para que controlen y
arresten a todas aquellas que no usen
velo, contradiciendo al declamado principio islámico de libre elección "En Islam no
hay coacción" (2:256).
El Corán y el velo
Varios fragmentos del Corán aluden a la
vestimenta adecuada para los creyentes
del Islam. En su texto, la palabra "velo",
( hijab en árabe) como se denomina hoy
día el pañuelo islámico, aparece ocho
veces. Ninguno de ellos hace referencia
al velo para cubrir el cabello, sino que
tiene un claro sentido de "cortina", (7: 46,
17: 45, 19: 17, 33: 53, 38: 33, 41: 5, 42:
51, 83: 15). Se trataría, pues, de un doble
contrasentido: lingüístico y de objetivo.
En el primer caso porque el Corán no
habla nunca de velo para cubrir el pelo y
en el segundo, porque si en sus orígenes
el velo se asociaba a la li-beración de las
mujeres que se convertían, hoy en día
produce más bien el efecto contrario al
deseado. En el Corán no aparece en absoluto la idea de que la mujer se deba cubrir
el pelo y para justificarlo, es menester
recurrir únicamente a algunos hadices.
Uno muy conocido para los devotos del
Islam, refiere que Ayesha contó que
Asmaa, hija de Abu Bakr, se fue hacia el
Mensajero de Alá llevando ropas finas. Él
se acercó a ella y dijo:"¡Oh Asmaa!
Cuando una chica llega a la edad menstrual no debe dejar ver nada más que
esto y esto". Y señaló la cara y las manos
(Transmitido por Abu Dawud). Para el
musulmán común, es difícil determinar la
fiabilidad de este hadith y si está en
armonía o contradicción con el espíritu
del Corán. También puede resultarle complicado poder establecer si es qudsi (divino), sahih (auténtico) o maudu’ (inventado) y asimismo discernir si debe considerar a todos los hadices de la misma manera.
Otra norma aplicada a las esposas del
Profeta, extensiva a todas las mujeres
musulmanas, expresa: ”¡Profeta! Di a tus
esposas, a tus hijas y a las mujeres de los
creyentes que se cubran con el manto. Es
lo mejor para que se las distinga y no
sean molestadas” (Corán 33,59). La
misma fuente dice: Di a los creyentes que
bajen la vista con recato y que escondan
su sexo. Es más correcto. Dios está informado de lo que hacen. Y di a las
creyentes que bajen la vista con recato y
no muestren más adorno de lo que está a
la vista, que cubran su pecho con una
prenda de su vestido (bi khumurihinna) y
no exhiban sus adornos sino a sus
esposos , a sus padres, a sus suegros, a
sus propios hijos, a sus hijastros, a sus
hermanos, a sus sobrinos carnales, a sus
mujeres, a sus esclavas, a sus criados
varones fríos (eunucos o carentes de
instintos sexuales) y a los niños que no
saben aún de las partes femeninas. Que
no batan ellas sus pies de manera que
muestren sus adornos ocultos (Corán 24,
30-31).
31
El velo y sus diferentes percepciones
En Occidente el velo genera a veces
crispación y polémica. En general, la
sociedad occidental piensa que las mujeres
musulmanas son sumisas y que el velo denigra a la mujer porque se la trata como a un
objeto. Afirman que el uso del hijab representa además, el grado de servidumbre de
la mujer y la negación extrema de la igualdad entre los sexos. No obstante, después
del revuelo creado con la ley que prohíbe
los signos religiosos ostensibles en las
escuelas en Francia, algunas feministas de
esa nacionalidad se alzaron en defensa del
uso del velo alegando que hay que respetar
el "multiculturalismo". Paradojalmente, ese
apoyo de tinte corporativo, impregnado de
cierto lirismo, provocó la reacción de intelectuales y de algunas feministas musulmanas,
como la abogada argelina Wassyla Tamzali.
Ésta denunció que el uso del velo no es una
cuestión cultural, sino que a lo largo de la
historia islámica los que están en el poder lo
han perpetuado intencionadamente y han
"impuesto" interpretaciones que confirman
el supuesto orden social que debe reinar
con el uso del velo y la segregación sexista,
exclusión de la mujer del espacio público; el
acceso a la educación y al mundo laboral.
Tamzali, en su reclamo, abogaba para que la
mujer lograse su identidad individual, sin
que estuviese supeditada a su condición de
madre o esposa.
Los musulmanes, por su parte, tienen percepciones diferentes del velo que pueden
llegar a ser antagónicas. Algunos defienden
su uso porque, según piensan, lo dice el
Corán. Consideran esa prenda adecuada
para mostrar modestia, decoro y pudor, y
permitir así que se viva en una sociedad en
armonía, en la que cada uno debe desempeñar un papel preciso e inalterable. Desde
este punto de vista, la mujer sigue una
obligación divina y se somete a la voluntad
de Alá y no a la del hombre. Se trata pues de
la aceptación “voluntaria” impuesta" por el
Corán. Otros piensan que además simboliza
una resistencia contra el modelo occidental
y utilizan el velo como ícono de ese Islam
"de oposición". Los casos de agresión contra
mujeres con velo refuerzan esa necesidad
de "resistencia militante", que algunos
resumen con la idea "estás con nosotros o
contra nosotros, y para demostrar tu lealtad
has de llevar el velo". Esta idea se contradice
con la primera percepción, que sostiene
que el uso del velo está indicado por Alá y
no por los hombres.
Diferentes modelos de velos
En el universo del Islam, las mujeres musulmanas, tienen la opción u obligación, en la
mayoría de los casos, de incluir en su vestimenta tradicional, o en reemplazo de ésta,
alguna de las variedades de velo. Como se
podrá apreciar a continuación.
Europa se debate entre los que opinan que hay que
permitir el uso del velo por tratarse de una parte de la
cultura particular islámica mientras otros afirman que
se trata de una forma de humillar a la mujer.
HIJAB o HIYAB.
Hoy en día es el velo más característico
usado en Occidente. Es una especie de
pañuelo, que deja la cara al descubierto y
cubre el pelo. Los cabellos y la nuca son
considerados los máximos exponentes
femeninos de provocación para el hombre,
que el hijab cubre. Es utilizado sobre todo
por mujeres jóvenes que lo consideran un
símbolo que amalgama religión y femineidad. El rigor del blanco más ortodoxo
puede sustituirse por el color.
32
El BURKA.
Las mujeres de Afganistán están obligadas
por ley al uso de esta prenda ominosa, una
túnica negra que consta de una sola abertura a la altura de los ojos, cubiertos, a su
vez, por una cerrada redecilla de tela.
Contravenir la norma oficial puede significar la cárcel o decenas de latigazos. El
burka, provoca numerosos accidentes por
atropello, debido a la falta de visibilidad
lateral, que conlleva vestir esta indumentaria denigrante.
El DJILBAB:
De tejidos gruesos y colores oscuros cubre
la cabeza escondiendo la frente y los cabellos. Puede complementarse con un pañuelo en la cara, guantes y medias negras. Es
uno de los trajes preferidos por los integristas islámicos, frente al hijab que sería la
versión más "light" del velo. Importado de
los países del Golfo y Oriente Medido.
El NIQAB.
Similar al Burka, es el sucesor exacerbado
del djilbab: De color negro, oculta totalmente el rostro y deja libres los ojos. Es utilizado en las comunidades musulmanas
radicales de los países del Golfo, Yemen y
otras zonas de Oriente Medio. Últimamente ha invadido también Egipto. En
1994 este país prohibió su uso en las escuelas, pero la ley, tuvo que ser retirada.
El CHADOR
Cubre todo el cuerpo pero deja libre los
ojos. Usado en Irán, Irak, Siria y Líbano por
los musulmanes chiítas. El manto es siempre negro, el color distintivo de esta comunidad. Los chiítas, que tienen a Alí, el yerno
del Profeta, como referencia espiritual, han
logrado cobrar especial relevancia desde el
año 1979 y han convertido al chador en
uno de los símbolos visibles de lucha.
El KHIMAR.
Es una capa media o larga, similar al
chador, pero cubre sólo el cabello, los hombros y el cuello y llega hasta la cintura o
hasta casi los pies y deja el rostro al descu-
bierto. Se lo ponen las mujeres en Irán
sobre todo, cuando salen a la calle, cubre
todo el cuerpo pero deja libre el rostro.
El AL AMIRA.
Consiste en un velo de dos piezas. Está
compuesto por una pieza ajustada en la
cabeza en forma de gorra, usualmente
hecha de algodón o poliéster y otro velo
ajustado de forma tubular.
El SHAYLA.
Es una especie de velo-bufanda largo y rectangular muy usado en los países del Golfo
Pérsico. Con él, se envuelve la cabeza y se
pliega o fija en los hombros.
El HAYEK.
A pesar de que los radicales islámicos
intentan imponer el djilbab, los países
mediterráneos tienen sus propios mantos
tradicionales, que todavía siguen utilizando las mujeres más ancianas. El Hajek, es
un gran manto de color marfil, a veces también negro, que se utiliza junto con un
pequeño pañuelo rectangular para tapar la
boca.
El SARI.
Utilizado en Pakistán. Gasas de llamativos
colores combinadas con túnicas y pantalones haciendo juego, para cumplir con
la norma musulmana en un país que, regido durante años por una mujer, la asesinada Benazir Bhutto, es un punto de acogida
para los movimientos radicales. Los talibanes usaron como base Pakistán, para
emprender la conquista de Afganistán.
El MELFA.
Pañuelo de algodón fino de vistosos colores
que cubre el cuerpo de la mujer. Es utilizado
preferentemente en las zonas saharianas y
en general, en los países africanos (Sahara
Occidental, Mauritania, Mali, sur de
Argelia). Las tonalidades y la calidad de las
telas son cuidadosamente elegidas, en función de la actividad que la mujer realiza.
33
El Velo en Europa
Muammar al-Gaddafi, el dictador libio que
ostenta el poder con mano férrea en su país
desde hace cuarenta años, recientemente
hizo una declaración, que a diferencia de
otras disparatadas hechas en otras ocasiones, tiene visos de realidad. “Hay signos
que Alá garantizará la victoria islámica sin
espadas, sin pistolas, sin conquista. No necesitamos terroristas, ni suicidas. Los más de
cincuenta millones de musulmanes que hay
en Europa, lo convertirán en un continente
musulmán en pocas décadas. En sintonía
con esa declaración, el gobierno alemán
reconoce que los cincuenta y dos millones
que hay en estos momentos en Europa, se
duplicarán en los próximos años hasta llegar a los 104 millones y, posiblemente,
habrá un estado islámico en 2050. Francia
tiene una tasa de natalidad del 1,8, sin
embargo, las familias musulmanas que
viven en este país multiplican la tasa hasta
llegar al 8,1. De esta manera, no es de
extrañar que el sur de Francia, antaño plagado de iglesias y templos católicos,
hogaño se vea superado con creces por
nuevas mezquitas y minaretes. El 30 por
ciento de los jóvenes menores de 30 años
que viven en esta zona, son musulmanes. Y
en las ciudades de Niza, Marsella o París,
esta cifra se eleva hasta llegar al 45 por ciento. En 2027, según el reportaje televisivo
‘Muslim demographics’ uno de cada cinco
franceses será musulmán, y en sólo 39 años,
Francia será una república islámica. España
tiene en estos momentos una tasa de natalidad de 1,1, sin duda, la más baja de toda
Europa. En los últimos 30 años, la población
musulmana de Gran Bretaña ha crecido
desde los 82.000 a los dos millones y medio
de musulmanes. Un crecimiento 30 veces el
número original. En estos momentos hay
más de 1.000 mezquitas en las islas, muchas
de ellas antiguas iglesias», señalan los
expertos entrevistados por ‘Muslim demographics’. En Holanda, el 50 por ciento de
los recién nacidos son musulmanes, y en
sólo 15 años, la mitad de la población holandesa será musulmana. En Rusia hay más de
23 millones de musulmanes lo que significa
que uno de cada cinco rusos es musulmán.
Con esta progresión, el 40 por ciento del
ejército ruso será islámico en pocos años.
Por su parte, en Bélgica, un 25 por ciento de
su población es musulmana, y el 50 por ciento de los recién nacidos son musulmanes. A
partir de las estadísticas mencionadas, se
mencionan a continuación, casos paradigmáticos de algunos países europeos donde
el uso por parte de las mujeres musulmanas
del velo islámico, genera controversias y
debates.
En Francia, país de larga tradición en la
reafirmación de la identidad nacional y laica
del Estado, hace ya algunos años que el
debate sobre el uso del velo islámico
aparece cíclicamente. El pasado colonial del
país galo, explica que tenga una gran concentración multinacional de religión islámica, estimada en tres millones de personas,
aunque se presume que esa cifra se incrementa notablemente, si se contabilizan a los
ilegales. En marzo de 2004, el Parlamento
de Francia sancionó la ley de laicidad, más
conocida como la "ley del velo islámico", que
prohíbe el uso de todo signo religioso
"ostensible" en los lugares públicos,
incluyendo la kipá judía y los rosarios y
cruces católicas.
En el inicio de 2010, el pronunciamiento del
presidente francés Nicolas Sarkozy a favor
de una resolución del Parlamento para prohibir el velo integral islámico o burka, está
generando un fuerte debate que divide a
oficialismo y oposición. Sarkozy había subrayado "Debemos buscar una solución
que permita obtener la mayor adhesión
posible. Deseo que el Parlamento saque
conclusiones para una resolución sin
ambigüedades porque la reforma constitucional del 2008 les otorga ese poder". De
esta forma, el presidente francés opta por el
camino de una prohibición por ley, como lo
desea parte del oficialismo y la oposición,
siguiendo una iniciativa que en junio pasado presentaron 60 diputados de diferentes
tendencias. No obstante, el riesgo de que la
resolución sea censurada por el Consejo
Constitucional o el derecho europeo en
nombre del respeto a la libertad individual
es grande. Por ese motivo, algunos parla-
34
mentarios, de diferentes corrientes, se posicionaron abiertamente contra la idea de
una ley al respecto.
Alemania se sitúa en un estadio intermedio
puesto que no tiene una Ley estatal que prohíba el uso de los símbolos religiosos en
general, o del velo islámico en particular,
pero al menos cuatro Länder, (el nombre
alemán que designa los estados federados
que componen los países de Alemania y
Austria) han aprobado una legislación
específica que prohíbe el uso de esta prenda
para entrar en colegios públicos, debido a la
creciente casuística que se estaba generando en torno a este tema más por parte de
profesoras musulmanas que de alumnas y,
por tanto, por la duda en torno a la influencia que el velo pudiera tener sobre la educación de menores de edad. En el país germánico, un tribunal federal, reconoció el
derecho de usar el velo a una profesora
musulmana, pero dejó abierta la puerta a
que cada Estado legislara o resolviera de
modo diferente.
El Reino Unido tampoco prohíbe el uso de
los símbolos religiosos, de hecho, a pesar de
tener una Iglesia Estatal, es uno de los países que ya sea por temor o convicción, más
está luchando por la integración de los
musulmanes y la buena gestión del pluralismo religioso. Ahora bien, se da carta libre a
los colegios para crear sus propios
reglamentos interiores, especialmente en
materia de uniformes, lo que supone que los
alumnos tendrán que seleccionar el colegio
conforme a sus necesidades en este aspecto, o ajustarse a los tipos de uniformes
establecidos.
España no prohíbe el uso de símbolos religiosos en las escuelas ni en lugares de trabajo, aunque haya tenido ya varios conflictos
protagonizados especialmente por alumnas
musulmanas que desean portar el velo
islámico en escuelas privadas. De las resoluciones se desprende que prima el derecho a
recibir educación o a ser escolarizadas por
encima de cualquier normativa interna del
colegio, o del significado que se otorgue al
velo islámico. En otras palabras, no hay
mayor profundización sobre si la manifestación del derecho de libertad religiosa o
de conciencia requiere límites, ni se plantea
como un símbolo proselitista.
Italia es un país de notable tradición católica, que a pesar de tener firmados algunos
pactos con confesiones no católicas, todavía
no ha aprobado una ley orgánica de libertad religiosa para las minorías, entre ellas, la
comunidad musulmana. La controversia
con el velo islámico en Italia ha sido más
mediática que judicial. En Italia no hay una
regulación o desarrollo orgánico de la libertad religiosa. Hubo un proyecto de ley
aprobado por el Parlamento, el 1 de marzo
de 2002: “Normas sobre la libertad religiosa
y derogación de la legislación sobre los cultos admitidos”, para adecuarse a las disposiciones del Convenio Europeo y a las
recientes previsiones de la Carta de
Derechos de la Unión Europea; partiendo
también de fallos como el Campbell and
Cosans vs. Reino Unido, de 25 de febrero de
1982, en el que se ponía de relieve la necesidad de equiparar el tratamiento de todas
aquellas manifestaciones de la libertad de
conciencia que no constituyan en sí mismas
una mera opinión sino que tengan fuerza,
seriedad, coherencia e importancia. En abril
de 2003 también hubo un proyecto de Ley
Orgánica de Libertad Religiosa, que nunca
fue aprobado, por lo que las confesiones
religiosas no católicas tienen regulado su
estatus jurídico a través de la Ley número
1159 sobre Cultos Admitidos, de 24 de junio
de 1929, y el Real Decreto número 289, de
28 de febrero de 1930, que desarrolla la
anterior, ambas dictadas en el régimen del
dictador fascista Benito Mussolini. En julio
de 2005 el Parlamento italiano aprobó leyes
antiterroristas que convirtieron en una
infracción esconder el rostro en público. El
gobierno dijo que propondría un borrador
para una nueva ley que prohibiera el velo
islámico que cubre la cara.
Contra su costumbre, el Vaticano, terció en
la discusión. Es una de las pocas ocasiones
en las que el Vaticano entró en el debate
europeo para opinar si el uso del velo islámico permite la integración de las mujeres, el
35
Cardenal Renato Martino, que se ocupaba
de los temas de inmigración, dijo que los
inmigrantes debían respetar las tradiciones,
la cultura y la religión de las naciones
adonde van, o países de destino. También
debían cumplir las leyes locales que prohíben el uso de ciertos velos islámicos.
Advirtió que le parecía acertado que las
autoridades demandasen tal supresión. En
octubre de 2006, el presidente del Consejo
de Ministros, Romano Prodi, reflexionando
sobre el velo islámico como problema que
agitaba a muchos países europeos, adoptó
una posición intermedia declarando que no
se oponía al uso del velo siempre y cuando
la cara estuviese descubierta.
Una semblanza de lo que representa el radicalismo islámico, fue percibida en la emisión
de un programa televisivo en el que Daniela
Santanche, miembro del Parlamento en el
conservador partido de Alianza Nacional,
dijo que el velo no es requerido por el
Corán. Desde entonces tiene que ir siempre
acompañada de un escolta. Ali Abu
Shwaima, un imán que participó en el citado
programa, la insultó llamándola infiel, ignorante y profirió otros calificativos muy
graves, por lo que ella se sintió en peligro.
La razón de su temor fue justificada, porque
recibió tres amenazas de muerte. Santanche
escribió el libro titulado: “La Donna Negata”
(La Mujer Negada) en el que se retrata cómo
las mujeres musulmanas viven en Italia y en
sus países de origen. Esta parlamentaria
convirtió a las mujeres musulmanas en una
causa personal, de ahí que intentó introducir un proyecto de ley para prohibir que
las chicas menores de dieciséis años puedan
usar el velo islámico en las escuelas. Ella
opina que no es una cuestión de índole religiosa, sino de igualdad de derechos, haciendo notar que las chicas adolescentes no son
capaces de decidir por sí mismas, y probablemente usan el velo fuera de sus países
porque se ven obligadas a ello, no por su
propia elección.
En el 2009, el Gobierno de Silvio Berlusconi
se propuso prohibir el uso del 'burka', basado en una propuesta de ley presentada por
la Liga del Norte, el partido que Gobierna en
coalición con el oficialismo. La iniciativa inició su recorrido parlamentario en ese año.
El texto, que el Ejecutivo italiano espera que
sea aprobado en breve y que gracias a su
abultada mayoría no debería tener problemas en ser refrendado, modificaría una
norma en vigor desde 1975 que prohíbe el
uso de cascos, máscaras o cualquier otra
vestimenta que impida el reconocimiento
de la persona "sin motivo justificado".
Bélgica, prohibirá el uso del velo islámico
en todos los colegios a partir de setiembre
de 2010, por determinación del Consejo de
Enseñanza de la comunidad flamenca. Esta
decisión había originado airadas protestas
en el pasado y manifestaciones de repudio
en una escuela del barrio de Hoboken, a
pesar de la prohibición expresa del alcalde
de Amberes, Patrick Janssens, de que los
reclamos se produjesen en los alrededores
de los establecimientos educativos. El Reino
de Bélgica, que después de Francia, se convierte en el segundo país europeo que prohíbe el velo islámico en los establecimientos
públicos; es a la sazón, uno de los miembros
fundadores de la Unión Europea y tiene una
población musulmana de 450,000 personas, de la cual, unas 225.000 son de origen marroquí, 120.000 turcos, 30.000
albaneses y el resto lo conforman argelinos,
tunecinos, bosnios y palestinos. La ciudad
portuaria de Amberes, ya prohíbe el uso del
hijab al personal de su Administración
Pública.
En Bélgica ya no se podrá llevar «el rostro cubierto o
escondido parcial o totalmente, de manera tal que
impida su identificación. Así lo decidieron en marzo
del 2010.
En Dinamarca, el uso del velo islámico está
permitido en los centros escolares, bajo el
principio de no discriminación religiosa,
racial, étnica, o de origen que caracteriza a
36
las sociedades escandinavas. La norma constitucional danesa garantiza la libertad religiosa, a pesar de que al mismo tiempo se
considera la Iglesia Evangélica luterana
como Iglesia Nacional, y que ésta es dirigida
por el Folketing, en cuanto órgano legislativo, y por el Gobierno, a través del Ministerio
de Asuntos Eclesiásticos, como órgano
administrativo supremo. Desde 2001 las
relaciones entre la sociedad danesa y los
musulmanes se han ido deteriorando,
según indica el informe del 2006 de la
Organización Internacional Helsinki para
los derechos humanos. Su integración viene
siendo la preocupación protagonista en los
principales debates políticos. Cerca de
100.000 mujeres musulmanas viven en
Dinamarca, alrededor de 0,15 por ciento de
ellas usan el niqab. El Reino de Dinamarca,
el más meridional de los países nórdicos, ha
tenido tensas relaciones con el mundo
musulmán desde la publicación de los dibujos realizados en 2005 por el caricaturista
danés Kurt Westergaard, publicados en el
diario Jyllands Postenes, que representaban
al profeta Mahoma con un explosivo en su
turbante. Las viñetas consideradas blasfemas e insultantes, provocaron violentas
protestas en muchos países musulmanes,
que incluyeron incendios y crímenes. Desde
entonces, Westergaard, es objeto de amenazas de muerte e incluso su casa en
Aarhus, en el oeste de Dinamarca, fue
asaltada a principios de 2010 por un hombre, armado con un cuchillo y un hacha, con
estrechos lazos con el movimiento islámico
somalí Al Shabab y Al Qaeda en África oriental. En enero de 2010, el Primer Ministro
danés, Lars Rasmussen Loekke, anunció en
Copenhague que su país está considerando
la restricción del uso de los velos islámicos.
''La posición del Gobierno es clara: el burka
y el niqab, velos usados por algunas mujeres
musulmanas, no tienen cabida en la
sociedad danesa. Ellos simbolizan el fin de la
mujer, a lo que nos oponemos totalmente''.
Rasmussen pidió la prohibición de los velos,
observando los “límites legales y otros”.
”Dinamarca fue una sociedad abierta y
democrática donde nos fijamos en la persona a la que estamos hablando, ya sea en
un aula o en el trabajo. Es por eso que no
queremos ver a esta prenda en la sociedad
danesa”.
En Holanda, el gobierno anunció el 17 de
noviembre de 2006 la aprobación de una
ley que prohíbe en los lugares públicos el
uso del burka y otras formas de velo islámico que esconde los rostros "debido a problemas de orden público, seguridad y protección de las personas". Este anuncio se produjo tras la aprobación en diciembre de
2005 de una propuesta de Geert Wilders,
un político crítico con el Islam, para prohibir
el uso del velo completo. Mientras que la
legislación ya restringe en Holanda llevar
burka y otros velos escondiendo la cara
entera en el transporte público y las escuelas en el país.
Un feroz crimen acaecido en Ámsterdam el
2 noviembre de 2004, produjo un quiebre
entre la tolerante comunidad holandesa y
los musulmanes. El cineasta Teo Van Gogh a
partir de un guión de Ayaan Hirsi Ali,- nacida en Somalia y crítica furibunda de algunas
prácticas islámicas como la ablación genital
femenina, y que fue de enero de 2003 hasta
el 16 de mayo de 2006, diputada del
Parlamento holandés- , produjo y realizó el
cortometraje Submission (Sumisión), que
aborda el tema de la violencia contra las
mujeres en las sociedades islámicas. El film
se emitió en la televisión holandesa en agosto de 2004 y provocó gran indignación
entre los musulmanes, que lo tildaron de
blasfemo. La película muestra a cuatro
mujeres maltratadas y semidesnudas cuyos
cuerpos fueron caligrafiados con textos
denigrantes para la mujer, extraídos del
Corán. Van Gogh que no quería protección
policial, a pesar de las amenazas que había
recibido, fue asesinado en plena calle cuando se dirigía a su trabajo en bicicleta, por un
musulmán holandés de origen marroquí de
26 años, llamado Mohammed Bouyeri, que
le disparó y derribó de su rodado. Bouyeri,
miembro de una organización islamista radical, que portaba una chilaba larga, lo
remató a sangre fría en el suelo con vente
disparos más, lo apuñaló varias veces y lo
degolló. En el cadáver del director, clavada
con un cuchillo en el pecho, el asesino dejó
37
una carta de cinco páginas, firmada “en
nombre de Alá”, que incluía amenazas a los
gobiernos occidentales, a los judíos y a los
no creyentes en Mahoma. La carta iba dirigida a Ayaan Hirsi Ali y le prometía a ella y a
otros dirigentes holandeses que citaba por
sus nombres, un final similar. La horripilante muerte de Van Gogh parece haber
perturbado a los holandeses aún más,
debido a su alarmante proximidad y desconcertante crueldad. En un sondeo realizado
poco después del asesinato, el 47% dijo ser
menos tolerante hacia los musulmanes que
antes. La noticia de que el asesino formaba
parte de una célula más amplia de militantes
radicales intensificó la aprehensión general
de los holandeses hacia los musulmanes.
aunque respetando siempre el contenido
esencial de los derechos fundamentales.
Otro dato de considerable interés es que los
cantones tienen independencia para
entablar relaciones con las confesiones religiosas. El domingo 29 de noviembre se llevó
a cabo en Suiza un referéndum, en el que
sus ciudadanos, votaron masivamente a
favor de una ley que prohíbe la construcción de nuevos minaretes en las mezquitas,
a pesar de la activa posición en contra del
gobierno y de las comunidades religiosas de
diferentes creencias. El resultado enervó a
los musulmanes que habitan el país helvético, que pensaron que como consecuencia
de prohibir la construcción de los alminares,
el velo podría eventualmente correr la
misma suerte.
El velo en Turquía
El cineasta holandés Teo Van Gogh hizo una película
que explicaba la degradante costumbre de la ablación
femenina. Fue asesinado en el 2004 por un chiita de
origen marroquí, miembro de una organización
islamista radical.
En Luxemburgo, al igual que en Bélgica, el
reglamento general de la policía local, que
entra en la jurisdicción municipal, indica
que la prohibición general debe aplicarse
para el uso del burka o el niqab, por ejemplo: "Fuera de la época de carnaval, está prohibido para cualquier persona aparecer
enmascarados en las calles, plazas y lugares
públicos, salvo que esté autorizado por el
alcalde”.
Suiza: La Constitución Federal Suiza considera las libertades religiosas y de conciencia, como inviolables, en su artículo 15, pero
en el artículo 36 establece como límites el
interés público y los derechos de los demás,
Durante los últimos 80 años los turcos han
vivido en un Estado laico fundado por
Mustafa Kemal Ataturk, quien rechazó el
uso del velo como parte de su campaña
para secularizar la sociedad turca. A pesar
de su influencia, se estima que al menos
un 60% de las mujeres turcas se cubre la
cabeza con un velo. Sin embargo, esos
atuendos fueron prohibidos en escuelas,
universidades estatales o privadas y edificios gubernamentales.
En noviembre de 2005 la Corte Europea
de Derechos Humanos determinó que la
prohibición era legítima. Objeto de una
batalla político-religiosa, la prenda femenina traza una línea de fractura en la
sociedad turca, entre las endurecidas posiciones de laicos e islamistas. En febrero de
2008, el Parlamento turco, dominado por
el partido de la Justicia y el Desarrollo, dio
lo que se estimaba, el respaldo definitivo a
la reforma que acababa con la prohibición
de llevar el velo islámico en las universidades públicas. Los legisladores turcos
habían aprobado una enmienda constitucional que incluía el levantamiento de la
prohibición, de modo que las universitarias turcas podrían lucir sus pañuelos en
38
las aulas siempre que mostrasen sus rostros. La enmienda originó que 100.000
personas, de acuerdo a fuentes policiales,
salieran a protestar contra la autorización
del velo por las calles de Ankara. Los manifestantes, convocados por más de 70 organizaciones entre sindicatos, ONG y entidades feministas, coreaban “Turquía es
laica y lo seguirá siendo”. Los que se
oponían a la reforma, temían que el levantamiento de la prohibición en las universidades fuera un primer paso para levantarla también en la administración, las escuelas y los institutos, donde seguía prohibido. Poco después otra marcha que
aglutinó a 125.000 personas, reiteraron
las consignas y portaron banderas turcas y
retratos del padre de la Turquía moderna y
laica, Mustafa Kemal Ataturk. En mayo del
mismo año, el Tribunal Constitucional
turco anuló la reforma que permitía a las
estudiantes musulmanas llevar velo en la
universidad, asestando un golpe al Partido
de la Justicia y el Desarrollo (AKP), que
dirige el primer ministro Recep Tayyip
Erdogan, islamista cada vez más radicalizado, que había impulsado la enmienda
constitucional con el apoyo del derechista
Partido de Acción Nacionalista. El Tribunal
Constitucional de Turquía, apelando al
principio vigente del laicismo, anuló las
enmiendas a la Carta Magna que otorgaban libertad a las estudiantes para asistir a
clases universitarias con el velo islámico.
Tras cinco horas de deliberaciones, los
magistrados informaron de su resolución a
través de un comunicado. El Tribunal
Constitucional decidió que las enmiendas
sobre el velo eran "contrarias al no modificable principio constitucional del laicismo". Los analistas políticos turcos valoraron la decisión judicial como un severo
revés para el primer ministro Recep Tayyip
Erdogan y una advertencia de que podría
ser ilegalizado en el proceso en curso. Al
declarar las enmiendas sobre el velo contrarias a los principios de la Carta Magna,
la Corte también ordenó que fuera detenida la puesta en práctica del libre uso del
velo en las universidades.
El Tribunal Constitucional de Turquía decidió que las
enmiendas sobre el velo impuestas por el gobierno
islámico de Erdogan eran "contrarias al no modificable
principio constitucional del laicismo". A pesar de eso,
el Canal 10 de Israel informaba en una crónica de
Oshrat Kotler (marzo 2010) que en la escuela en la
que había estudiado Erdogan se obviaba la ley y las
mujeres deambulaban con velo.
El velo en Túnez
El Gobierno tunecino inició en 2006 una
campaña oficial contra el uso del velo islámico por parte de las jóvenes tunecinas, al
aludir a su carácter “sectario y de inspiración
extranjera”. El partido gubernamental tunecino del Reagrupamiento Constitucional
Democrático (RCD), recordó en pleno mes
de Ramadán, su oposición al uso del velo
islámico por las mujeres tunecinas, ya que
no se corresponde con las costumbres del
país. El RCD señaló en un comunicado que
“si hoy aceptamos el uso del velo, mañana
los extremistas nos obligarán a prohibir que
la mujer trabaje o que ejerza su derecho a
votar en las elecciones”. El antiguo ministro
del Interior, Hedi Mhenni, y posterior secretario general del RCD insistió en que el uso
del velo y otras vestimentas originarias de
Oriente Medio “no tienen nada que ver con
la identidad y la autenticidad de nuestro
país”. Asimismo, el ministro de Exteriores,
39
Abdelwaheb Abdallah, afirmó ante un
grupo de militantes: “El velo islámico es una
proclama política que defiende un grupúsculo, el cual se disimula detrás de la religión
para llevar a cabo acciones políticas”. Alertó
también sobre el peligro de “vestimentas
sectarias”.
El velo en EE.UU. y Rusia
En los Estados Unidos, la no injerencia del
Estado y la libertad de culto están garantizadas estrictamente en la Primera
Enmienda de la Constitución. Manifestar su
pertenencia es corriente en un país que
tiene una gran variedad religiosa y en el que
el 80% de la población se considera
creyente. Barack Hussein Obama ha recordado en un discurso pronunciado el 4 de
junio de 2009 en la Universidad de Al Azhar
en El Cairo, Egipto, con el objeto de tender
puentes con el Islam, que "en Estados
Unidos, nuestra actitud es no decir a los ciudadanos lo que pueden vestir.” La forma
más eficaz de integrar a toda las personas, a
todas las confesiones fundidas, es no
impedirles llevar vestidos tradicionales o de
otro tipo”. Es difícil determinar con exactitud la población islámica en EE.UU. Por ley,
en los censos no se permite hacer preguntas
acerca de la religión. Ese impedimento dio
lugar a estadísticas dispares y caprichosas.
En 1990, una compulsa contabilizó 1, 3 millones de musulmanes. En 1998 un periódico pakistaní, elevó el número a 12 millones.
Buscando un consenso “razonable”, organizaciones musulmanas acordaron fijarla en 6
millones, para elevarla al año siguiente en 7
millones.
En Rusia con una población de 23 millones
de musulmanes, aunque la cifra difiere de
otras que la estiman en 13 o 20 millones, la
Corte Suprema revirtió una norma del ministerio del Interior de 1997 que prohibía a
las mujeres usar velos en la fotografía del
pasaporte. La federación Rusa, exhibe una
curiosa dicotomía. Mientras reprime a los
musulmanes chechenios, coquetea y hace
negocios con la República Islámica de Irán y
con Siria, países que arman y financian a los
grupos terroristas Hezbollah y Hamás, en
Líbano y la Franja de Gaza, respectivamente. Un conocido profesor universitario,
Paul Goble, escritor y analista norteamericano especializado en minorías étnicas de
Rusia, dijo hace unos años: “Suponiendo
que se mantenga en las actuales fronteras,
la Federación Rusa será un país musulmán.
Y eso lo veremos la mayor parte de
nosotros”.
A modo de conclusión
El supuesto del velo islámico es la punta del
iceberg de un problema legal, político y
sociológico más profundo, que un simple
atuendo tapando los cabellos de una mujer.
El tema del Islam y su particular visión de los
derechos humanos ha sido estudiado a
nivel mundial por innumerables intelectuales e investigadores universitarios, pero
el verdadero conflicto es el de los musulmanes dentro de nuestro territorio o, para
ser más exactos, el de los musulmanes conviviendo con la cultura occidental. La cultura de los musulmanes en los países donde
reina el Islam tiene un gran atractivo
académico, pero los musulmanes residiendo
en los países occidentales originan conflictos de coexistencia que provocan controversias jurídicas, políticas y sociales.
La presencia del velo en todos los países occidentales
deja de ser un tema aislado, convirtiéndose en muchos
casos en un problema de difícil solución.
40
Capítulo 5:
Adulterio y Lapidación
De acuerdo a la concepción del Islam, la
figura del adulterio (condenada por otras
religiones con anterioridad), es la violación
del contrato marital, y considerado por su
gravedad, uno de los pecados principales.
Una errónea interpretación de la fe del
Profeta, contempla para esa transgresión,
severos castigos que llegan inclusive a condenar a la muerte por lapidación a las
mujeres, y excepcionalmente a los hombres
que lo cometen, reafirmando la discriminación de los musulmanes con el sexo
femenino, como sucede con la poligamia. La
penalidad referida, no aparece taxativamente el Corán, pero hadices y tradiciones
enfrentadas de dudosa verosimilitud, dilucidados por exégetas, posibilitan que hoy
día la lapidación se lleve a cabo en países
como Irán, Arabia Saudí, Afganistán,
Pakistán y Somalia. Para la Shaarya, el adulterio incluye el sexo previo al casamiento y
el extraconyugal. La fornicación y el adulterio están amalgamados en la palabra árabe
“zina”.
"Al que comete Zinâ y a la que comete
Zinâ exponed su piel cien veces y por
respeto al Dîn de Allâh que la benevolencia hacia ellos no os detenga si tenéis
confianza en Allâh y en el Último día y
que un grupo de gente con Imân presencie su castigo." (Surat 24, an-Nûr, ayat 2).
El castigo por adulterio, zina, quedó establecido en el Corán, fehacientemente, en cien
azotes, cinco años antes de la muerte del
Profeta, en el año 5º después de la Hégira
(la emigración o el paso de Mahoma de la
Meca a Medina). En árabe la raíz de zina,
remite a “infidelidad, ruptura de un pacto de
lealtad”, en relación al contrato matrimonial
con otra persona o al pacto que hace el
creyente con Alá. En el Corán a menudo se
los menciona juntos (25:68, 60:12). La genuina traducción de zina que sirve en el contexto de la ruptura de un pacto de lealtad
con Alá y con el cónyuge es, más apropiada
que infidelidad, es “traición”. Es menester
para que haya zina , 1) un pacto entre dos
personas, de modo tal que se excluyen
situaciones de indecencia sexual en la que
no haya infidelidad alguna, como sería el
caso de vínculos entre solteros y divorciados, 2) el pacto que se está vulnerando debe
haber sido establecido, como cualquier contrato válido, libremente y no por obligación
(y esto tiene consecuencias legales al más
alto nivel en lo relativo a los casamientos a
la fuerza), 3) debe facilitarse la ruptura legal
del pacto por cualquiera de los dos contrayentes que así lo desee (en este caso, el
divorcio). En unas condiciones en las que
alguno de los contrayentes se vea obligado
a ello y se le imposibilite el divorcio cuando
no sea feliz en su matrimonio, no hay zina,
porque no hay libre acuerdo de ser fiel el
uno al otro.
El Corán recomienda 100 azotes para el adulterio pero
en virtud que la Sunnah describe muchos casos de lapidaciones para este crimen, muchas sociedades musulmanas hasta el día de hoy hacen cumplir este terrible
castigo.
En lo que concierne al matrimonio, se estima que la palabra zina debe traducirse
“adulterio” y no “fornicación”, ya que los
solteros o viudos no tienen que ser fieles a
nadie, no hay pacto o está roto por la
muerte, transcurrido el período de luto, sino
que en todo caso incurren en dzanb respecto de Alá. El dzanb, palabra árabe traducida con frecuencia como pecado pero que
no tiene las mismas consonancias metafísicas que en el cristianismo, es el resultado del
egoísmo (nafs) y el aferramiento al mundo
(duniâ), de la miseria que resulta de la
41
‘ausencia’ de Alá. Tiene su origen en
Shaitân, el Demonio, que es “estar lejos de
Alá”, es “apartarse de la Rahma, la
Misericordia”, y para el Islam, ese es el enemigo del ser humano, la fuente de todos sus
padecimientos y frustraciones.
La lapidación (raÿam) fue establecida entre
los musulmanes a partir del segundo califa
‘Umar Ibn al-Jattab, que gobernó la Umma
antes de la definitiva compilación del Corán,
y afirmaba guiarse por la Sunna del Profeta
cuando legisló la lapidación. El segundo califa explicaba que “si no fuera porque le
acusarían de alterar el Libro de Alá, incluiría
esa aleya (versículo del Corán) ya porque él
llegó a recitarla”, por lo que se deduce que
ya por aquel entonces no existía la aleya en
cuestión en los textos sueltos del Corán que
circulaban. Evidentemente, si el aleya se
hubiera encontrado entre los textos coránicos que ya existían ‘Omar no habría tenido
que añadir “pero el Mensajero de Allâh
lapidó y por eso hemos lapidado” (Muwatta,
libro 41: 10). En esta aleya perdida del
Corán Alá habría dicho: “al adultero y la
adultera, lapidadlos”. A pesar de que también Abdallâh ibn Abbas (Muwatta, libro
41:8), así como ‘Ubâda ibn as-Samît (Sahih
Muslim 4191) dan fe de dicha pena en el
Corán antes de su compilación y de que el
Profeta recibiera una revelación en este sentido, cualquiera puede comprobar que esa
aleya no existe en el Corán. Si existió, hecho
que desmentiría a Omar, los musulmanes
coligen que la voluntad de Alá fue que se
perdiera; el Corán es ahora lo que Alá ha
querido que fuera. Se genera una nueva
confusión cuando se corrobora que también Ali lapidó. Amparándose en la Sunna
del Profeta, dijo: “La he lapidado de acuerdo
a la Tradición del Mensajero de Dios”
(Buhari vol. 8 hadiz 803). Es por esta recurrencia a justificar una práctica como la lapidación en la Sunna del Profeta, enfrentándose al hecho de que en el Corán aparezca
una pena distinta, que se expondrán
algunos casos que se dieron de lapidación
en vida de Muhammad, y deducir si son justificación suficiente para consolidar esta
práctica en las sociedades de Dar al Islam.
Para el supuesto crimen de adulterio, encon-
tramos que Mahoma en los hadices hace
cumplir las leyes del Antiguo Testamento
con respecto a la lapidación. El Corán
recomienda 100 azotes para el adulterio
pero en virtud que la Sunnah describe
muchos casos de lapidaciones para este
crimen, muchas sociedades musulmanas
hasta el día de hoy hacen cumplir este terrible castigo.
Del libro perteneciente a penas prescritas
por el Islam, Kitab Al- Hadud:
Musulmanes libro17, hadith 4214 “Sucedió
que un judío teñido de negro y azotado
pasó al lado del apóstol de Allah. El apóstol
de Allah, los llamó (a los judíos) y dijo: ¿éste
es el castigo que encuentran en su libro (la
Torá) como un castigo prescrito para el
adulterio?... Decidimos teñir de negro la
cara con carbón y dar latigazos como castigo substituto a la lapidación. Acto seguido
el mensajero de Alá dijo: Oh Alá, soy el
primero en revivir Tu orden cuando ya la
habían matado. Entonces ordenó que él (el
infractor de la ley, sea apedreado hasta
morir”.
Los judíos de aquel tiempo habían señalado
la barbaridad de tales castigos reduciendo
su dureza a la humillación y azotamiento.
Sin embargo Mahoma insistió que ya que
fue decretado por el Dios de Abraham,
ningún incumplimiento de Sus órdenes era
posible.
Los sabios judíos, determinaron a diferencia
de Mahoma, que aquél que interpretara la
Torá literalmente, debía ser considerado un
embustero.
Bujari 89:303 Un beduino vino y dijo,
“¡Apóstol de Allah. Juzgue entre nosotros
según el libro de Allah”! Su adversario se
puso de pie y dijo, “él ha dicho la verdad,
juzgue entre nosotros según las Leyes de
Allah”. El beduino dijo, “mi hijo era un
obrero de este hombre y cometió una
relación sexual ilegal con su mujer. La gente
me dijo “tu hijo debe ser matado a
pedradas”, así que rescaté a mi hijo por cien
ovejas y una esclava. Después le pregunté a
los hombres religiosos instruidos y me
42
dijeron “su hijo tiene que recibir cien latigazos más un año de destierro”. El profeta dijo:
¡Juzgaré entre ustedes de acuerdo al libro
de Allah (Leyes)!. En lo que respecta a la
esclava y las ovejas, les será devuelto, y su
hijo recibirá cien latigazos y será desterrado
por un año. “Ve en la mañana a la esposa de
este hombre y apedréala hasta que muera”.
Así fue que Unais fue a ella en la siguiente
mañana y la apedreó hasta matarla.
Este verso trasunta la sutil diferencia entre
el adulterio (relación sexual fuera de un
matrimonio) y la relación sexual de una persona soltera. El soltero en este caso debe ser
azotado cien veces y desterrado por un año
entero, mientras la mujer casada debe ser
lapidada. La mujer no estaba presente
durante la presentación del caso o el dictado de la sentencia y recién se enteraría a la
mañana siguiente al ser sacada a la fuerza
para ser lapidada públicamente.
Mahoma, en este hadith dice que la sentencia es de acuerdo al libro de Allah, en otras
palabras el Corán. Sin embargo en el Corán
no encontramos ningún verso disponiendo
el castigo de lapidación para el adulterio. La
controversia y confusión aumenta cuando
los llamados moderados dicen que tal castigo no está mencionado en el Corán y que
no tiene nada que ver con el Islam. Sin
embargo Mahoma parece afirmar que tal
castigo está en el libro de Allah.
Encontramos la confirmación de este hecho
en los hadices de Bujari y Muslim (las dos
recopilaciones de dichos supuestamente
más auténticas), en los cuales Umar, el
segundo Califa del Islam, relata lo siguiente:
Bujari 82:817 Umar dijo: Allah envió a
Mahoma con la Verdad y le reveló el Libro
Sagrado, y entre lo que Allah estaba el
Verso de Rajam (lapidación de una persona
casada, hombre y mujer que comete
relación sexual ilegal), y nosotros recitamos
este Verso y lo comprendimos y lo memorizamos. El apóstol de Allah llevó a cabo el
castigo de lapidar y después de él nosotros
también. Temo que después de que mucho
tiempo haya pasado, alguien dirá, por Allah,
no encontramos el Verso del Rajam en el
Libro de Allah y así se extraviarán dejando
una obligación que Allah ha revelado. Y el
castigo del Rajam debe ser aplicado a
cualquier persona casada, que comete
relación sexual ilegal, si la prueba requerida
está disponible o hay embarazo o confesión
(también incluido en Sahih Muslim 7:4194).
Se desprende de los dichos de Umar, que
Allah reveló a Mahoma el verso concerniente a lapidar adúlteros y que el mismo
Profeta, llevó a cabo el castigo al igual que
aquellos que lo sucedieron. También revela
este hadith, que los compañeros recitaron y
memorizaron el verso y que las personas en
el futuro, podrían llegar a olvidar o ignorar
el castigo revelado por Allah, al no verlo en
el Corán.
Ibn Majah (Ibn Maýa) 19.44 en su colección
de hadices considerados auténticos narra lo
siguiente: Aisha, la esposa de nuestro
Profeta dijo: “El verso de Rajam y de amamantar a un bebé al menos diez veces ciertamente había sido revelado, y estaban
escritos en una página que estaba bajo mi
cama, pero cuando el Profeta murió, mientras estábamos ocupados con la tragedia,
un animal doméstico entró y se comió la
página”.
Por lo referido de fuentes cercanas al
Profeta, surgiría evidencia de que tal verso
fue revelado a Mahoma y era parte del
Corán inicial. Por consiguiente se puede
asumir que algunos eruditos y clérigos
islámicos exégetas, se aferran de estos
hadices, para que la horrenda práctica de
apedreamiento o lapidación, sea aplicada
actualmente, en varios países islámicos,
como se ilustrará a continuación.
La vigencia en el siglo XXI en algunos países
musulmanes del Rajam o lapidación, consistente en el entierro de las víctimas vivas sólo
hasta la cintura, dejando el torso y la cabeza
fuera, para que una horda de gente enardecida, le arroje piedras de todo tamaño, hasta
que fallece, muestra la cara más oscura del
Islam, que fue definido por Winston
Churchill, como “la fuerza retrógrada”. El
salvaje ritual, que se realiza durante el día
en lugares públicos, busca que las víctimas
43
del escarmiento, no mueran inmediatamente, de modo que el sufrimiento y
agonía, sean largos. El espeluznante castigo
ha retornado con fuerza desde el sur de
Somalia y Afganistán hasta regiones dominadas por fundamentalistas islámicos como
Indonesia e Irán, mientras que en otras
naciones del Medio Oriente los castigos son
más “civilizados” como la decapitación o
latigazos, en Arabia Saudita.
En la República Islámica de Irán, su Código
Penal, determina que los hombres condenados por adulterio deben ser enterrados
hasta la cintura y las mujeres hasta el pecho,
para posteriormente ser apedreados. El
artículo 104 del mismo, establece que “las
piedras no deben ser excesivamente
grandes para no provocar la muerte al
primer o segundo golpe”. El espíritu de esa
abominable ley, es hacer la muerte de la
condenada, más lenta y dolorosa. No
obstante, si esta consiguiese sobrevivir,
posibilidad altamente improbable, es “agraciada” con una pena de 15 años de cárcel.0
La piedra utilizada para la lapidación no debe ser muy
grande, para extender el sufrimiento por el pecado
cometido.
Un paradigma que refleja cabalmente al
régimen teocrático de Irán, es un conmovedor libro escrito por el fallecido periodista
franco-iraní Freidoune Sahebjam en 1994,
titulado “La Lapidación de Soraya M.” que
cuenta la historia dramática y verdadera de
Zarah y Soraya. El escritor, que se había
manifestado crítico sobre el régimen del
Ayatolá Jomeini, recorrió en secreto su Irán
natal en 1986, cuando se topó con la aldea
de Kapuyeh. Allí conoció a Zarah y escuchó
el relato que inspiraría su libro. En él, se
describe la historia de una mujer, Soraya,
madre de nueve niños, que es acusada falsamente de adulterio por su esposo Ali, quien
quiere deshacerse de ella para casarse con
una joven que le ha sido ofrecida. La cruda
narrativa, motivó que fuera llevada al
“Séptimo Arte” en 2009 con el mismo nombre que el libro. El largometraje “La
Lapidación de Soraya M. (The Stoning of
Soraya M)” exhibido en el Festival de cine de
Toronto, fue dirigido por Cyrus Nowrasteh,
(guionista del nuevo proyecto de Oliver
Stone, Jawbreaker, sobre las memorias en
Afganistán de un ex agente de la CIA), hijo
de padres iraníes, nacido en Boulder, en el
estado de Colorado, en el oeste de EE.UU.,
que vivió en Irán de pequeño. La película,
que enfatiza la terrible situación que
enfrentan las mujeres musulmanas acusadas de adulterio, sentenciadas a lapidación en el marco de la Sharia, comienza
con la radio de un automóvil anunciando a
todo volumen los éxitos de la Revolución
Islámica de 1979 en Irán. En pocos segundos, el filme transporta a los espectadores al
lecho de un río, donde una mujer llamada
Zarah se inclina sobre el cadáver de su sobrina, a quien los mulás del pueblo condenaron por adulterio a morir por lapidación, el castigo que se considera hoy adecuado en la nueva República Islámica de
Irán. Mientras sigue las huellas del viaje de
Soraya Manoucherhi, desde que recoge flores con sus dos hermanas pequeñas y confecciona una nueva falda para su tía, hasta
sangrar profusamente y, al final, morir por
lapidación, el filme envía un poderoso mensaje. La película, en una escena de muerte
que dura 20 minutos, muestra minuciosamente todos los detalles del castigo bárbaro
y horrible: las piedras son elegidas, no muy
grandes, pues no deben de matar rápidamente, su cuerpo es lavado ritualmente,
envuelto en una túnica blanca y ella llevada
en una camilla al campo de lapidación. Sus
manos atadas a su espalda. Ahí, ella es
sepultada hasta las axilas, y entonces se
desarrolla el ritual macabro. Como cruel
44
corolario, sus dos hijos son obligados a abjurar sobre ella y unirse a los que arrojan
piedras.
Cabe señalar que cuando la actriz principal
que interpretó el rol de Soraya, la iraní-americana Shohreh Aghdashloo, habló con un
reportero en Estados Unidos sobre la tortura en Irán, su hermano que vive allí, fue
arrestado por la policía iraní y confinado en
prisión por un año. Oficialmente no ha
habido lapidación en Irán después que la
cabeza de la magistratura, el Ayatollah
Mohmoud Hashemi-Shahroudi, bajo la presión de una protesta internacional ordenó
una moratoria a la lapidación en 2002. Pero
aun así, mucha gente ha muerto apedreada.
En julio de 2007, el caso de Jafar Kiani, lapidado en Qazvin (noreste de Irán), causó una
protesta internacional. En mayo de 2006,
Abbas H. y Mahbubeh A. fueron apedreados hasta morir en Mashhad en el noreste de
Irán. Durante 2007, la Suprema Corte
Islámica de Irán aprobó varias sentencias de
muerte por lapidación. En enero de 2008,
Amnistía Internacional pidió a Irán que
aboliera la ejecución por lapidación. Al
momento al menos nueve personas, sentenciadas a muerte por lapidación, estaban en
la espera de la ejecución. Fuertes protestas
en Irán e internacionales presionaron para
que las sentencias fueran reducidas, pero
aun no está claro si las víctimas realmente
están a salvo. Mientras tanto, el Concilio
Nacional de Resistencia de Irán y las organizaciones de derechos humanos denunciaron los casos de Gilan Mohammadi, una
mujer de 30 años de edad, y de la afgana
Gholamali Eskandari, ambas sentenciadas a
muerte por lapidación, esperan sus sentencias para ser ejecutadas en Isfahan, la
prisión central de Irán. La mayoría de las víctimas de apedreamiento en el mundo son
mujeres, según la analista política conservadora Katharine De Brecht. Esta tendencia
se ve claramente en Irán. Siete de cada diez
personas que aguardan ser sometidas a este
castigo son mujeres, afirma Amnistía
Internacional. El inconcebible hecho que la
víctima sea considerada responsable, lo
ejemplifica De Brecht: "A menudo, cuando
una mujer reporta que fue violada se lo con-
sidera una confesión de adulterio". Otro factor que también contribuye con la alta cantidad de lapidaciones de mujeres es el de la
falta de educación y derechos legales que
éstas poseen bajo la Sharia. Habitualmente
son menos educadas que los hombres,
debido a las limitaciones que impone la ley
islámica a la educación de las niñas, y no
pueden representarse a sí mismas en tribunales, como sí ocurre con los hombres,
explicó Lily Mazahery, presidente del
Instituto de Derechos Legales, con sede en
Washington. La gran desigualdad de derechos de género en Irán, fue un acicate para
que las mujeres de ese país apoyaran en las
elecciones del 2009 a candidatos reformistas como Mehdi Karroubi y Mir Hossein
Moussavi, que se comprometieron a abordar la discriminación contra ellas. Pese a la
violenta ofensiva policial, las mujeres
salieron a las calles masivamente para
protestar contra los resultados de los fraudulentos comicios del 12 de junio, que
dieron como triunfador al actual presidente
Mahmoud Ahmadinejad, conspicuo y peligroso exponente del radicalismo integral
islámico.
Otro de los países que aplican la oprobiosa
pena de lapidación como castigo al adulterio, es Arabia Saudí, que al carecer de un
Código penal escrito, la Sharia se constituye
en su derecho vigente. Allí prevalece el
wahabismo, una secta religiosa fundamentalista musulmana de la corriente mayoritaria sunita y en especial de la escuela
Hambali, la más literal y ortodoxa, de las
cuatro grandes escuelas jurídicas del Islam,
que emite sus decretos basada en el Corán y
la Sunna, por encima de todas las formas de
consenso o inferencia. Los tribunales son
colegiados, con derecho a recurrir a una
corte superior y las ejecuciones son públicas.
En noviembre de 2006 el diario saudí “AlWatan” informaba que una mujer viuda de
39 años, que fue madre después de haber
transcurrido seis años de la muerte de su
marido, había sido condenada a morir por
lapidación. Los jueces de la ciudad de Hail,
aplicaron para su veredicto, la justicia islámi-
45
ca de la Sharia, en la que las relaciones sexuales fuera del matrimonio, son consideradas un delito de tal magnitud, que amerita la pena de muerte para las mujeres.
Según la interpretación de la Sharia en
Arabia Saudí, las mujeres deben estar su
vida entera bajo la férula y acompañadas
permanentemente cuando salen de sus
casas, por algún “mahram” pariente masculino, marido, padre, hermano mayor o
primo. La viuda, de origen no árabe, carecía
de dicha tutela y por eso no podía contraer
matrimonio con un nuevo hombre. La
mujer, que vivía con su hijo “ilegítimo”
además de los tres hijos del esposo fallecido,
había pedido la nacionalidad saudí con 18
años. Después de la muerte del marido, vivía
bajo condiciones miserables en una cabaña
de arcilla al lado de una mezquita y recibía
ayuda de un benefactor. Sus cuatro niños
fueron enviados a un orfanato. Si algún
ingrediente faltaba en esta penosa historia,
la viuda, evidenciando un grado de sumisión
exasperante, manifestó estar de acuerdo
con la condena y reconoció su “pecado”.
Agregó que con el castigo, "su alma podrá
ser purificada, y así poder ir al paraíso".
La República Islámica de Afganistán, el
convulsionado país sin salida al mar, ubicado en el corazón de Asia, fue y sigue siendo,
desde hace años, el escenario, de continuas
guerras y conflictos. En 1996, como consecuencia de una guerra civil, tras la retirada
soviética en Afganistán, tomó el poder el
grupo integrista tribal y guerrillero el
Talibán, plural pashto de la palabra árabe
talib, que significa estudiante de las
madrazas o escuelas islámicas de
Afganistán. De inmediato, los talibanes, calificados por la ONU como los más misóginos del planeta, a través de la Organización
Islámica para la Supresión del Vicio y la
Propagación de la Virtud, impusieron con
rigor, la ley de la Sharia, instaurando en
Afganistán un régimen atávico de represión, especialmente para las mujeres, que
incluía la lapidación para los “crímenes” de
adulterio.
Durante
aquella
época
trascendían constantemente a pesar de las
dificultades para reportar, denuncias a
través de algunas organizaciones humani-
tarias y las redes de Internet, sobre lapidaciones y latigazos propinados a las mujeres
por adulterio y otras ofensas, que se llevaban a cabo usualmente en el estadio de
Kabul ante miles de espectadores. Las leyes
del Talibán, rigieron plenamente hasta que
en 2001 los Estados Unidos, ayudados por
una coalición internacional, como reacción
a los atentados del 11 de septiembre de
2001 en Nueva York y respondiendo a una
política de persecución del grupo Al Qaeda
en la región por parte del régimen estadounidense, derribó al gobierno talibán. La
autorización del Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas para la creación de una
fuerza internacional para ayudar al régimen
del presidente Hamid Karrzai, no consiguió
estabilizar el país, que se encuentra en una
guerra constante. Si las mujeres afganas,
supusieron que su situación cambiaría drásticamente con la caída de los talibanes, un
juez del Alto Tribunal de Kabul inmediatamente las impuso de la cruda realidad, al
asegurar que la nueva Administración "no
abolirá las ejecuciones y lapidaciones públicas, ya que la ley islámica seguirá en vigor
en el país y eso es lo normal en un Estado
islámico".
Tratando de exhibir mayor benevolencia
que el Talibán, el alto magistrado prometió
más equidad y clemencia y dijo que las condenas serán “suavizadas”, con menos
exposición pública de los ajusticiados y
piedras más pequeñas para las lapidaciones.
"Habrá algunos cambios respecto a la época
de los talibán", dijo el juez Ullah Zarif. "Por
ejemplo, los talibán colgaban los cuerpos de
las víctimas en público durante cuatro días.
Nosotros no los exhibiremos más que unos
momentos, digamos que 15 minutos”. El
juez subrayó que el objetivo de las ejecuciones era, según el Corán, servir de advertencia. "Es por ello por lo que deben ser
públicas y nosotros debemos mantenerlos
colgados ante los ojos de todo el mundo
tras la ejecución." Los culpables de adulterio, tanto hombres como mujeres, serán lapidados, "pero nosotros utilizaremos
piedras más pequeñas", afirmó el juez Zarif.
De ese modo, explicó, los condenados tendrán una oportunidad de salvarse. "Si son
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capaces de huir, son libres." Los talibán, dijo
el juez, lanzaban piedras grandes con tal
fuerza que los condenados no tenían ninguna oportunidad de sobrevivir. De todos
modos, el mantenimiento de la vida no será
concedido más que a aquellos que confiesen su crimen. "Aquéllos que se nieguen a
confesar sus faltas y sean condenados tendrán los pies y las manos atados para que no
puedan huir. Se enfrentarán a una muerte
segura", aseguró didácticamente el juez
Zarif. Una lapidación puede durar entre tres
y cuatro horas. "Comienza con el juez, que
lanza la primera piedra. Le siguen los otros
miembros del tribunal y, finalmente, el
público asistente", explicó el magistrado.
Las advertencias de los jueces del Alto
Tribunal de Kabul, no fueron meras bravatas; en abril de 2005 se llevó a cabo la
primera ejecución contra una mujer acusada de adulterio desde la caída del régimen
talibán en 2001. La víctima, una joven de 29
años, llamada Amina, fue hallada culpable
de adulterio y condenada a muerte por un
tribunal situado a 300 kilómetros al norte
de Kabul. Aproximadamente 48 horas
después de la sentencia, estimulada por un
líder religioso de la zona, la desdichada
mujer, fue sacada a rastras de la casa de sus
padres en el distrito de Urgu, provincia de
Badakhan, por su esposo y autoridades
locales, antes de ser lapidada públicamente.
El marido “agraviado” había abandonado a
Amina hacía más de cinco años y estaba
fuera de Afganistán. Al regresar al país, le
contaron que su mujer mantenía relaciones
sexuales con un vecino. En una inequívoca
corroboración de la desigualdad de sexos
imperante en el Islam, al hombre acusado
de cometer adulterio con ella, le propinaron
cien latigazos y lo dejaron libre.
A raíz de las críticas recibidas por organismos internacionales de derechos humanos,
el gobierno afgano prometió que investigaría ese homicidio “ilegítimo” y que llevaría
a todos los responsables a la justicia.
Afganistán, país donde cerca del 90 por
ciento de las mujeres sufren abusos domésticos, de acuerdo a The United Nations
Development Fund for Women, adhirió al
Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, cuyo artículo 7° establece: “Nadie
será sometido a torturas ni a penas o tratos
crueles, inhumanos o degradantes”.
Pareciera que la lapidación, no está incluida
en esos declamados, pero no respetados,
derechos.
En la República de Indonesia, el país insular ubicado entre el Sureste Asiático y
Oceanía, con más islamistas en el mundo, ya
que cerca del 86,1% de la población de más
de 230 millones de personas es musulmana, el Parlamento de la provincia indonesa de Aceh, aprobó por unanimidad en septiembre de 2009, a pesar de un aluvión de
críticas nacionales e internacionales, una
legislación basada en la Sharia que contempla la lapidación en casos de adulterio y los
latigazos en público, para quienes mantengan relaciones prematrimoniales. Los
detractores de la ley, denunciaron su inconstitucionalidad, por considerar que es violatoria de los Derechos Humanos, en contraposición de algunos expertos que afirmaron
que la Carta Magna de Indonesia, sanciona
el derecho de Aceh en su estatuto
autónomo, para imponer la Sharia o Ley
islámica. Usman Hamid, el coordinador de
la ONG por los Derechos Humanos
“Indonesia Kontras”, declaró al periódico
“The Yakarta Post” que “la lapidación no
tiene base constitucional. Un castigo de ese
tipo es cruel, inhumano y degrada el valor
de la persona”. Aceh, cuenta con un mayor
grado de autonomía que el resto de provincias indonesias gracias al acuerdo de paz firmado entre Yakarta y la guerrilla separatista
en 2004 después de tres décadas de conflicto armado. La Ley de Gobernación de Aceh,
aprobada por el Parlamento nacional en
2006, permite la implantación del código
penal coránico, dado su carácter de bastión
del conservadurismo islámico. Por su parte,
Raihan Iskandar, vicepresidente del
Parlamento de Aceh, aseguró que la normativa cuenta con un “gran respaldo social y
político”.
Según los expertos, al menos 16 de las 33
provincias de Indonesia han aprobado leyes
en los últimos años influenciadas en mayor
o menor medida por la ley islámica.
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Somalia o Somalía, formalmente conocida
como República Somalí, el país ubicado en
el llamado Cuerno de África, también aplica
con todo rigor la Sharia. En consecuencia, se
registran en su territorio, numerosos casos
de lapidaciones para castigar el adulterio.
En octubre de 2008, las agencias de noticias
internacionales, informaban por referencia
de testigos presenciales, que islamistas
somalíes, habían ocasionado la muerte de
una mujer de 23 años lapidándola públicamente por cometer adulterio. De acuerdo a
los testimonios, un niño murió por disparos
efectuados por guardias, cuando un pariente intentó frenar el asesinato. La ejecución de la mujer, identificada como Aisha
Ibrahim Duhuhulow, tuvo lugar frente a
cientos de personas en el puerto de
Kismayu, en el sur del país, una localidad
dominada por esa facción extremista. Un
residente de ese lugar declaró: "Nos han
dicho que la mujer se ofreció para ser castigada, pero pudimos ver cómo gritaba y sus
brazos y piernas eran atados contra su voluntad. La hermana de la víctima por su
parte, manifestó que “la lapidación fue ilógica y antirreligiosa”.
En noviembre de 2009, Occidente se conmovió por otro crimen ocurrido en Somalia.
Una mujer de 20 años, divorciada y acusada
de cometer adulterio, fue lapidada hasta
morir, por radicales islámicos, ante una multitud de más de 200 personas. La sentencia
fue dictada por un juez nombrado por el
grupo extremista islámico al –Shabab, que
controla grandes áreas del sur de Somalia,
donde impuso su interpretación más estricta de la Sharia, ante el descontento de
muchos somalíes. Según el magistrado, la
mujer, que poco antes había dado a luz a un
niño muerto, había cometido adulterio.
Testigos presenciales, dijeron que la víctima,
procedente de un pequeño pueblo a más de
400 kilómetros de la capital, Mogadiscio, fue
llevada a una cancha pública donde la
enterraron hasta el pecho y fue lapidada
hasta su muerte. En aplicación de la misma
sentencia, su pareja recibió 100 latigazos.
Por la dilucidación que al-Shabab hace de la
Shaarya, todo aquel que haya estado casado alguna vez puede ser condenado a
muerte mediante lapidación por adulterio,
incluso después de haberse divorciado.
Según esta misma aplicación de la ley islámica, una persona soltera que mantenga relaciones sexuales antes del matrimonio se
expone a recibir un castigo de hasta 100
latigazos.
El año pasado, en otro episodio estremecedor, una niña murió lapidada en la ciudad
sureña de Kismayo. En aquella ocasión, grupos de derechos humanos denunciaron que
la víctima había sido violada y tenía sólo 13
años. El corresponsal de la BBC en África oriental, Will Ross, aseguró que a lo largo del
año 2009 se llevaron a cabo, al menos cuatro lapidaciones por adulterio. Desde hace
más de 18 años, Somalia vive una situación
política muy inestable y el gobierno no tiene
un control efectivo de buena parte del territorio. El actual presidente del país, Sheikh
Sharif Sheikh Ahmed, que asumió el cargo
en enero de 2009, en el marco de las conversaciones de paz, amparadas por las
Naciones Unidas, es miembro de la Unión
de Cortes Islámicas y considerado un moderado. Esa calificación, no fue óbice, para que
el mandatario asegurara que su gobierno,
también aplicaría la Sharia
Imagenes como estas siguen repitiendose en pleno siglo XXI
48
Capítulo 6:
Las violaciones en el Islam
El abyecto delito de violación de mujeres,
que se registra desde tiempos inmemoriales,
se penaliza con distintos grados de severidad en los diferentes países del orbe, con la
ominosa excepción de los Estados islamistas
regidos por la Sharia, donde las víctimas,
irónica y paradójicamente, son castigadas.
El laureado escritor norteamericano Robert
Spencer, autor entre otros libros de “La verdad acerca de Mahoma” y académico de historia, teología y derecho islámicos, considera que la mayor amenaza para las mujeres
reside en la concepción musulmana de la
violación, en la medida en que se conjuga
con las restricciones islámicas respecto a la
validez del testimonio femenino. En un
juicio, el testimonio de una mujer vale la
mitad que el de un hombre (Corán, 2:282).
Los hombres musulmanes en los países regidos por la
shaarya pueden cometer una violación con total
impunidad: si niegan los cargos y no hay testigos, serán
absueltos, porque el testimonio de la víctima es inadmisible. Peor aún, si una mujer acusa a un hombre de violación puede terminar incriminándose a sí misma.
Los teóricos de la ley islámica han restringido aún más la validez del testimonio femenino al limitarlo, en palabras de un manual
legal, a "casos relativos a la propiedad o a
transacciones referidas a propiedades, tales
como las ventas". En otros casos solamente
pueden testificar los hombres. En los casos
de abuso sexual, se requieren cuatro testigos. Éstos deben poder aportar otros elementos aparte de la mera testificación de
que se ha producido un hecho de fornicación, adulterio o violación; en este último
caso, deben haber sido testigos presenciales. Esta disposición tan peculiar como
demoledora tiene su origen en un incidente
de la vida de Mahoma, cuando su esposa
Aisha fue acusada de infidelidad. La
acusación conmocionó especialmente a
Mahoma, porque Aisha era su esposa
favorita. Pero en este caso, como en muchos
otros, Alá acudió en ayuda de su Profeta, le
reveló la inocencia de Aisha e instituyó la
estipulación de los cuatro testigos requeridos para los pecados sexuales: "¿Cómo es
que no presentan cuatro testigos para probar su imputación? Pues, ¡si no presentan
dichos testigos, son ésos los que, ante Alá,
son en verdad mentirosos!" (Corán, 24:13).
Por consiguiente, es casi imposible probar
una violación en los territorios que siguen
los dictados de la Sharia. Los hombres
pueden cometer una violación con total
impunidad: si niegan los cargos y no hay
testigos, serán absueltos, porque el testimonio de la víctima es inadmisible. Peor aún, si
una mujer acusa a un hombre de violación
puede terminar incriminándose a sí misma.
Si no se pueden encontrar los testigos masculinos requeridos, la acusación de violación de la víctima pasa a ser una admisión
del adulterio. Esto explica el grave hecho
que hasta el 75% de las mujeres encarceladas en Pakistán lo están por el crimen de
haber sido víctimas de una violación. Allí,
entre el 79% y el 90% de ellas son víctimas
de abusos domésticos, una de cada cuatro
es violada en algún momento de su vida y,
en las zonas rurales, se impone un código
por el que un hombre puede impunemente
matar a una mujer alegando que su honor
ha sido mancillado. Una mujer es atacada
sexualmente cada dos horas en el país
asiático, la mitad de las víctimas son
menores y si apenas hay denuncias es
porque las ultrajadas son sistemáticamente
condenadas a penas que van desde la cárcel
a la lapidación por los delitos de adulterio o
fornicación fuera del matrimonio.
49
La principal causa que Pakistán se haya
convertido en una tierra donde los autores
de una violación se saben impunes es la ley
Zina, también conocida como las ordenanzas Hudood, que penalizan el adulterio. El
nombre de ese ordenamiento legal tiene su
origen en su autor, el ex presidente paquistaní Zia ul-Haq. Los decretos islámicos
Hudood, que deben ser aplicados dentro
del sistema legal supuestamente secular del
país, fueron impuestos hace dos décadas
por el dictador paquistaní dentro de su programa de islamización de Pakistán, e
incluyen la amputación de las manos a los
ladrones, los latigazos por beber alcohol y la
lapidación por adulterio. Aunque las más
medievales de esas medidas ya no se aplican, aquellas que afectan a las mujeres han
sido mantenidas e incluso radicalizadas. Así,
el testimonio de cuatro musulmanes
varones “de buen carácter” debe atestiguar
que ha habido penetración para que la versión de una mujer tenga alguna credibilidad
(no importa el número de testigos femeninos) en un caso de violación. Cuando la víctima no puede aportar los testigos, algo que
ocurre siempre, el juez desestima la denuncia y procesa a la mujer por mantener relaciones sexuales ilícitas. El resultado es que
entre el 75% y el 90% de las mujeres encarceladas en Pakistán han sido acusadas bajo
la ley Zina. La legislación y su letra pequeña
han hecho posible que médicos, jueces, abogados, policías y autoridades de una
sociedad radicalmente conservadora hayan
denegado hasta ahora la existencia de miles
de casos de violación y de paso hayan
hecho imposible que las mujeres se atrevan
a denunciar las agresiones. En el estado de
Punjab una mujer es violada cada seis horas,
pero sólo pocas osan reportar los abusos, ya
que las mujeres que denuncian una agresión sexual, invirtiendo el valor de la prueba, son culpables, hasta que demuestren su
inocencia. Para las víctimas de violación el
sistema no hace distinción por edades ni
condición. Un informe de Human Rights
Watch (Observatorio de los Derechos
Humanos) revela cómo las menores que
acuden a un hospital o centro médico tras
ser violadas deben pasar una prueba en la
que se establece si la niña ha “tenido rela-
ciones habituales previas” según el número
de dedos que pueden introducirse en su
vagina “si admite dos dedos, está acostumbrada al sexo”. Los médicos también tratan
de establecer si la víctima era virgen antes
del supuesto ataque. Aquellas que no pasan
el test son rechazadas como posibles víctimas y, en ocasiones, enviadas a un juzgado
acusadas de fornicación. La práctica se hace
a pesar de la nula credibilidad científica de
esas pruebas e ignorando el resto de
señales (heridas) que corroborarían el
abuso, según denuncia la organización
humanitaria. Nuevamente, la ley Zina, es
interpretada para condenar a las mujeres
agredidas.
Según informes que ya han sido publicados, en las prisiones de la República Islámica de Irán, las manifestantes
detenidas en el levantamiento posterior a las elecciones
presidenciales del 12 de junio de 2009, fueron violadas
muchas mujeres, una de ellas es Roya Toloui.
En noviembre de 2006, la Cámara baja del
Parlamento de Pakistán votó para someter
el crimen de violación al código penal civil,
recortando el alcance de leyes islámicas que
grupos de derechos humanos han criticado
ampliamente como injustas para las
mujeres. La principal enmienda aprobada,
sacaba la violación fuera de la esfera de la
ley religiosa y la sometía al código penal. De
esta manera se suprimía el requisito de cuatro testigos masculinos y permitía condenar
en base a evidencia forense y circunstancial.
El proyecto debía ser aprobado por la
Cámara Alta del Parlamento, antes de convertirse en ley. Las enmiendas a las leyes
religiosas tuvieron una feroz oposición por
parte de una alianza de partidos islámicos,
que conforman el principal bloque opositor
50
del Parlamento. Legisladores islámicos se
retiraron de la sala boicoteando la votación,
luego de que el líder Maulana Fazal-urRehman denunció que la norma “animará el
sexo libre”. "Esto es un intento de crear una
zona de sexo libre en Pakistán,". "Las leyes
existentes son correctas y deberían ser mantenidas, los cambios no son conformes a las
enseñanzas islámicas”.
Según informes que ya han sido publicados,
en las prisiones de la República Islámica de
Irán, las manifestantes detenidas en el levantamiento posterior a las elecciones presidenciales del 12 de junio de 2009, en particular las mantenidas en Kahrizak, han sido
violadas en grupo y los guardias las han
sometido a las peores torturas medievales.
Muchos de los detenidos, mujeres y hombres, han muerto debido a las repetidas violaciones en grupo, por la ruptura del útero o
el recto y el sangrado intestinal. En el régimen iraní, muchas mujeres en las cárceles
han sido violadas y asesinadas hasta ahora
y las que han sobrevivido han quedado
traumatizadas con graves daños físicos y
psicológicos debido a la violación y la tortura. Zahra Kazemi, Zahra Bani Yaghoub, Al
Azar Cana'an, Roya Toloui son algunas de
estas personas. También niñas, niños y adolescentes fueron violados en las cárceles por
el régimen islámico de Irán, que niega los
hechos, para evitar enfrentarse a los iraníes
y a la opinión pública de los países occidentales. Pasar por la experiencia de la violación, es considerada una tragedia en la
vida de cualquier persona, independientemente de su edad, sexo, religión, educación
y etnia. La víctima que sobrevive es más vulnerable y frágil en términos físicos y mentales. La condición de los abusados es tan
inestable, que la falta de una adecuada
atención y tratamiento dará como resultado
el desarrollo de problemas psicológicos que
se desprenden de las lesiones mentales. El
recurso al suicidio, a los que son proclives
las víctimas de violación es una de las etapas
más peligrosas y puede inducir a una persona con depresión grave a cometerlo,
como sucedió en el caso de Mohammad
Javad Parandakh, un manifestante contra
las elecciones, que pocos días después de su
liberación se arrojó de un puente peatonal y
se mató.
Mohammad Javad Parandakh se suicidó tras ser abusado
en la cárcel iraní tras las últimas elecciones del 2009.
La violación y el acoso sexual de los presos
políticos en Irán no es un fenómeno
reciente, videos de entrevistas realizadas
por Allamezadeh, un director de cine, con
los presos políticos que sobrevivieron a las
violaciones en la década de 1980 son un testimonio de esta afirmación. En 2005, un
informe de la Organización de Mujeres
Contra la Pena de Muerte en Irán, una ONG
en el exilio, que publicó el diario ABC de
España, denunció que al menos 2000
mujeres fueron ejecutadas en el país persa
durante la década de los ochenta. De la lista
de nombres que han logrado compilar, 187
pertenecen a mujeres menores de 18 años,
de las cuales 9, tenían menos de 13 años y
32
de
las
ajusticiadas,
estaban
embarazadas. De acuerdo con las normas
revolucionarias, las jóvenes sentenciadas a
muerte, no pueden ser ejecutadas si son vírgenes. Algunos exégetas chiítas que hoy
detentan el poder político en Teherán, consideran que las “criminales” no merecen el
paraíso en la otra vida, y que el mejor modo
para de asegurar para ellas el “gehena”
51
(infierno), es privarlas de la virginidad. El
procedimiento, es simple. Las condenadas
son obligadas a casarse con algún funcionario del presidio o un carcelero, y son
violadas por alguno de ellos, en la víspera
de la ejecución, luego de ser previamente
dopadas con algún tranquilizante. Después
del ahorcamiento, en un procedimiento cínico y perverso, un juez redacta el certificado
de matrimonio y lo envía a la familia de la
víctima, con una caja de dulces. El testimonio de la ONG feminista iraní sobre la violación previa al ajusticiamiento, está refrendado por el informe del doctor Hamiz, médico forense en las cárceles iraníes hasta su
huída del país en 1986. Según el facultativo,
el Ayatolá Jomeini decretó que las mujeres
podrían ser ejecutadas a partir de los 10
años de edad por una serie de delitos,
aunque la niña más pequeña de la que
Hamiz tiene constancia, fue Nasrin Sakvar,
de 11 años. Otras ejecuciones tuvieron
lugar en la República Islámica de Irán en los
últimos años, por diferentes “delitos”. El 15
de agosto de 2004, la adolescente de 16
años Atefeh Rajabi, fue colgada en público
en la ciudad de Neka, según el juez que la
sentenció, por “actos incompatibles con la
castidad”, mientras que su amigo, que también había sido arrestado, recibió 100
latigazos, y quedó libre. Se conoció que la
ejecutada, había enardecido al magistrado
durante el transcurso del juicio, al despojarse del velo islámico. En agosto de 2009, el
ex candidato presidencial en Irán, Mehdi
Karroubi, denunció que algunos de los manifestantes detenidos durante las protestas
por la elección fraudulenta en la que fue
reelegido Mahmoud Ahmadinejad, fueron
violados en la cárcel. “Una determinada cantidad de detenidos afirmaron que algunas
mujeres fueron salvajemente violadas".
"También hombres jóvenes fueron brutalmente violados” señalaba la carta que fue
enviada el 29 de julio al ex presidente iraní
Akbar Hachemi Rafsanyani, que dirige el
Consejo del Discernimiento y la Asamblea
de Expertos, dos instituciones clave del régimen islámico iraní, según la cadena árabe
Al Arabiya. Karroubi indicó que las víctimas
sufren depresión y serios problemas psicológicos y físicos desde entonces. En
octubre del mismo año, IRNA, la agencia
estatal de noticias de Irán, informó que el
poder judicial iraní, abrió un proceso contra
el clérigo reformista y ex candidato presidencial Mehdi Karroubbi, por las denuncias
que había hecho éste, refiriendo que
algunos partidarios de la oposición, tanto
hombres como mujeres habían sido violados en prisión después de ser detenidos
durante las manifestaciones posteriores a
los tramposos comicios presidenciales del
12 de junio de 2009. Como parte de la campaña de intimidación a los opositores, un
comité especial judicial preparó un dossier
sobre el caso y lo envió a la oficina del fiscal,
precisó la agencia."Karroubi es un clérigo y
sus comentarios deben ser estudiados por
un tribunal especial para el clero", declaró el
fiscal de Teherán, Abbas Jafari-Dolatabadi.
"Algunas personas ya han sido citadas en
relación con el caso", añadió el procurador,
sembrando intranquilidad en la oposición.
El 19 de julio de 2009, Taraneh Mousavi, de
29 años, fue arrestada durante la ofensiva
postelectoral por el Basiji, el grupo paramilitar estrechamente asociado con Mahmoud
Ahmadinejad. Junto con 14 otros manifestantes, fue trasladada a un centro de interrogatorio y tortura, pero su caso nunca fue
publicado ni reportado a la policía.
Mientras sus amigos se reunieron con sus
familias, Taraneh permaneció detenida en
las semanas que siguieron. Un testigo que
la vio en la prisión de Evin, dijo que ella fue
repetidamente violada a lo largo de varios
días. Una llamada anónima alertó a sus
desesperados padres, diciendo que su única
hija fue ingresada en el hospital de Imán
Khomeini, debido a un "accidente". Pero los
progenitores no la encontraron en ninguna
de las camas, y su nombre no figuraba en el
registro del hospital. En medio de la angustia, una enfermera les avisó que una mujer
inconsciente coincidía con la descripción de
Taraneh, fue traída por las fuerzas de Basiji.
Pero para su horror, descubrieron que la
joven estaba sin conciencia, con el útero y el
ano desgarrados. Taraneh definitivamente
no es la primera ni la última persona que ha
sufrido humillaciones y denigraciones tan
inmensas, que son muchas veces más duras
que una muerte rápida, sobre todo en una
52
cultura, que irónicamente, valora la virginidad.
practica en algunas partes de Arabia
Saudita.
Un informe emitido en agosto de 2009 por
la Misión de Asistencia de las Naciones
Unidas en Afganistán (UNAMA) y la
Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos
Humanos, a cargo de la sudafricana
Navanethem (Navi) Pillay, denunciaba que
la violación es un fenómeno generalizado
en todas las comunidades y grupos sociales
de Afganistán. En consecuencia, la limitación del espacio que se abrió para las
mujeres afganas tras la caída del régimen
Talibán en 2001, está bajo ataque constante, no sólo por los propios talibanes, sino
por las prácticas culturales profundamente
arraigadas y costumbres, lo que significa un
fracaso institucional para frenar la violencia
contra la mujer, y la consagración de una
cultura de la impunidad, que deja sin sanción estos crímenes. Episodios como estos,
amenazan con tener un impacto devastador
a largo plazo, sobre la participación de la
mujer en la sociedad afgana. El reporte
agregaba que las víctimas que buscaban
ayuda y justicia, son desdeñadas por la
policía y los fiscales, que no están convencidos que la violación sea un delito grave.
Las violaciones y otras formas de violencia
sexual están aumentando dramáticamente
en los países islámicos. Como se ha ejemplificado someramente, la mayoría no se
denuncian debido al estigma y trauma asociado con ellas, y a los sistemas jurídicos,
especialmente los que se basan en la Sharia,
que tornan a las víctimas en culpables. En
otros países de mayoría musulmana, como
es el caso de Egipto, considerado por
Occidente como moderado, las violaciones
se producen no sólo con las mujeres y niñas
de la misma religión, sino también con las
de otra fe, con el propósito de convertirlas al
Islam, como escribió en un artículo el autor
de éste libro, reproducido a continuación.
Las mujeres son víctimas de discriminación
sistemática en Arabia Saudita. La violencia
doméstica y la violación son problemas generalizados, y las mujeres no tienen la
reparación de tales crímenes ni pueden viajar, ser admitidas en un hospital o
desplazarse en un automóvil sin permiso de
sus maridos. Los autobuses son segregados,
y las mujeres deben sentarse en la parte
trasera. Esas mujeres deben usar una abaya
(un vestido negro que cubre todo el cuerpo)
y cubrir sus rostros, para no ser acosadas
por la por la mutawwa'in, la policía religiosa. Las leyes que discriminan contra las
mujeres incluyen las que rigen la propiedad,
el testimonio de la herencia en la corte, y
custodia de los hijos en casos de divorcio.
Ellas ocupan sólo el cinco por ciento de los
lugares de trabajo, es casi imposible para las
mujeres ser empleadas en alguno. Además,
la Mutilación Genital Femenina es legal y se
La puesta en el aire, a mediados de noviembre de 2009, de un programa del canal de
televisión cristiana “Vida TV” que transmite
desde fuera de Egipto y tiene una audiencia
de casi 60 millones de televidentes, donde
se mostró públicamente por primera vez el
fenómeno del secuestro, violación e
islamización forzada de niñas cristianas en
Egipto, amparados por el Estado y sus
fuerzas de seguridad, pone en evidencia
que aún los gobiernos islámicos considerados como moderados por Occidente, como
es el caso de la República Árabe de Egipto,
intentan imponer su fe sobre las otras confesiones a través de la persuasión o la fuerza.
En un programa llamado “Vida TV”, Magdi Khalil (foto), una
autoridad en asuntos coptos que ha hecho un estudio
exhaustivo de la islamización forzosa de
menores cristianas en Egipto. Khalil explicó la larga data (40
años) de conversión forzosa, violaciones, llevada a cabo por
bandas que son totalmente financiadas por el Estado y con
el apoyo de las fuerzas de seguridad del mismo.
53
En la emisión televisiva, que reprodujo la
periodista Mary Abdelmassih para la
Agencia de Noticias Asirias Internacional
(AINA), se pudieron ver y oír, desgarrantes
testimonios de algunas víctimas y sus familiares. Rasheed El Maghreby, el moderador
del programa que causó conmoción y sorpresa, puesto que el tema que se abordó era
tabú para los medios de comunicación egipcios, dijo que su rol era el de exponer a los
responsables de esos crímenes. “Vida TV”
entrevistó a Magdi Khalil, una autoridad en
asuntos coptos que ha hecho un estudio
exhaustivo de la islamización forzosa de
menores cristianas en Egipto. Khalil explicó
que este aberrante hecho en su forma actual, data de casi 40 años y agregó que la mayoría de estos crímenes de conversión, con
algunas excepciones aisladas, se llevan a
cabo por bandas que son totalmente financiadas por el Estado y con el apoyo de las
fuerzas de seguridad del mismo.
Esas bandas altamente organizadas llevan a
cabo una “planificación sistemática”, dice
Khalil,
quien
las
etiqueta
como
“Islamización Mafia”. Además de secuestros
violentos, otros medios utilizados, son:
seducción, engaño, presión psicológica,
tentación financiera, falaz involucramiento
en relaciones afectivas y emocionales que
culminan en la violación y las fotografías
posteriores tomadas para chantajear a las
víctimas e inducirlas a la conversión, y sembrando el terror en los corazones de sus
familias. Convierten a la menor en una persona quebrada, humilde y sumisa que va a
la deriva por un camino que habría sido
impensable que ella transitara en circunstancias normales por propia voluntad,
viviendo con su familia o gozando de la elemental protección jurídica.
El programa de TV exhibió tres casos de víctimas, cuyos relatos aportan luz sobre la
completa indefensión de las familias afectadas por la mafia de la “islamización”, en
vista de la falta total de apoyo, en rigor connivencia, de las autoridades. Uno de ellos, es
paradigmático por demás. Ingy Adel, ahora
de 16 años, fue secuestrada a la edad de 12
años. Iba camino a la escuela, cuando fue
violentamente introducida en un automóvil
y anestesiada. “Me llevaron a una
habitación donde un hombre llamado
Sultan, me ató las manos detrás de mi espalda y me violó”. El aberrante hecho fue consumado a continuación por cuatro hombres
más. “Sentí con la violación de cada uno de
ellos, que yo era su enemigo. Ellos me han
golpeado ferozmente”. Durante todo un
mes me dieron medicamentos, “más de 50
hombres me violaron”. Después de dos
meses, y sólo a través de los esfuerzos de su
padre, fue finalmente encontrada y llevada
de vuelta a su casa. Cuando se informó del
delito a los organismos de seguridad del
Estado, fue golpeada por el receptor de la
denuncia para cambiar su testimonio y decir
que ella huyó de su familia por su propia y
libre voluntad. “Hasta hoy no han hecho ni
hacen nada al respecto, porque soy cristiana”, dijo Ingy, entre sollozos.
Los ardides que utilizan las bandas musulmanas, incluyen el vestirse como sacerdotes
coptos, subir en un ascensor con niñas cristianas y luego secuestrarlas. “La Iglesia
copta ha advertido a su congregación en
contra de permitir que cualquier persona
desconocida con hábitos de sacerdote,
ingrese en sus hogares o comparta un elevador.”
El papel de la Seguridad del Estado es evidente y fundamental en todos los casos de
secuestro “Ellos saben donde están las
niñas, y ocultan información a sus familias”.
A pesar de la existencia de leyes en Egipto,
estableciendo la edad mínima de la conversión al Islam a los 21 años, así como la ley
que prohíbe el matrimonio de una niña
menor de 18 años sin el consentimiento de
su padre o tutor, unas fatwas (edictos reli-
Magdi Khalil, refiriéndose a la penosa
declaración de Ingy Adel, dijo que “Esta es
la represión. En la medida que es para el
beneficio del Islam, todas las autoridades se
unen como si se tratase de una invasión
armada. El hecho ejemplifica sobre la influencia de la Shaarya y el Islam en el país.
Khalil acusó al Estado egipcio, con sus
poderes ejecutivo, legislativo y las autoridades judiciales, de ser cómplice.
54
giosos) se publicaron para justificar los actos
criminales.
El Presidente del Comité para la Fatwa de
Al-Azhar, el jeque Abdulah Mogawer,
hablando con Al-Arabya-net justifica el matrimonio de dos niñas menores de edad cristianas (15 y 17 años cuando fueron
secuestradas) diciendo que aceptan la
islamización a la edad de 16 años. “De
acuerdo con la Sharia, los principales criterios de validez del matrimonio es para la
chica para llegar a la pubertad y no está vinculada a una edad determinada. Aisha se
casó con el profeta Mahoma con a la edad
de 9. Algunas niñas pueden llegar a la
pubertad a los 14 o 15 años de edad, en función de su crecimiento físico”, dijo
Mogawer.
islamización provienen de una red
financiera de decenas de empresas, organizaciones benéficas, y bancos como el Banco
de la Solidaridad Islámica, Faisal Islamic
Bank, Banco Islámico de Dubai, y la Islamic
Relief Organization, así como de numerosas
empresas creadas a través de las operaciones de blanqueo, y que son supervisadas
por la Hermandad Musulmana.
No obstante la condena internacional y
local, aún no se hace nada sobre los viles
atropellos y vejaciones contra las niñas cristianas en Egipto. Parafraseando al experto
en asuntos coptos Khalil: “Es una gran
vergüenza para el gobierno egipcio, ser
cómplice de estos crímenes contra la
humanidad”.
Privación de la libertad
Varias organizaciones internacionales han
criticado a Egipto y se quejaron en relación
con la islamización forzada de las menores,
expresadas en los respectivos informes publicados
por
Libertad
Religiosa
Internacional de 2005 a 2009, de la
Comisión de Helsinki del 9 de noviembre de
2006, Human Rights Watch del 12 de
noviembre 2007, y el 10 de noviembre, de
2009,
y
de
Solidaridad
Cristiana
Internacional que citó 25 casos concretos.
El jeque Fawzy-Zafzaf, ex jefe de la comisión
Al-Azhar para el diálogo interreligioso, dijo
al diario Al-Destoor el 17 de noviembre de
2009, que no negó la existencia de casos de
secuestro y la islamización forzada de las
niñas cristianas en Egipto. Pidió al Gobierno
que intervenga para detener esos actos
mediante la imposición de sanciones sólo a
las personas que los cometen.
El Papa Shenouda III, la máxima autoridad
de los coptos ortodoxos, advirtió durante
una conferencia el 17 de marzo de 2004,
que recibió miles de cartas denunciando
secuestro de niñas.
Según la señora Rasha Nour, jefe de
Egypt4Christ, especializada en los secuestros de menores, los recursos de la
La ley islámica estipula que el marido puede
prohibir a su mujer salir de su casa, y que
una mujer no debe abandonar la ciudad sin
estar acompañada por su marido o por
algún miembro de su familia política, a
menos que el viaje sea obligatorio, como el
hajj (la peregrinación a La Meca). En otras
circunstancias, es ilegal que ella viaje, o que
el marido le permita hacerlo. Según
Amnistía Internacional, en Arabia Saudí “las
mujeres que caminen sin compañía, o que
vayan en compañía de un hombre que no
sea su marido ni tampoco un pariente cercano, corren el riesgo de ser arrestadas bajo
sospecha de prostitución o de otras ofensas
"morales".
Entre muchos musulmanes, existe una
aceptación generalizada, hasta el punto de
convertirse en un axioma, de creer que las
discriminaciones a las mujeres son de orden
cultural, que no derivan del Corán y que
actualmente el Islam ofrece a las mujeres
una vida mejor de la que pueden disfrutar
en Occidente. Leila Ahmed, profesora de
estudios sobre las mujeres y la religión en
Harvard, declaró: "Me sorprende hasta qué
punto la gente piensa que Afganistán y los
talibanes representan a las mujeres y al
Islam". "Nos encontramos en las primeras
55
etapas de un gran replanteamiento del
Islam para su apertura hacia las mujeres.
Los ulemas , (estudiosos legales musulmanes) están efectuando una relectura de
los textos sagrados del Islam, desde el
Corán hasta los textos legales, en todas sus
posibles alternativas". Sin embargo, la pretendida relectura, del Corán y otros textos
sagrados, no permiten columbrar la apertura que menciona Ahmed.
El Profeta dijo:
“Una mujer no debe viajar sola sin un
mahram. Ningún hombre puede entrar en
la casa de una mujer salvo que esté su
mahram”. Un hombre se paró y le preguntó: “O Mensajero de Dios, mi esposa irá al
Hajj (la peregrinación) mientras yo estaré
en batalla, ¿qué debo hacer?”. El Profeta
respondió: “Ve con ella” (Transmitido por
Bujari)].
Esta privación de la libertad: prohibir a
las mujeres movilizarse solas, encuentra
almibaradas justificaciones entre los apologistas del Islam, que atribuyen ese cercenamiento al hecho que para proteger a la
mujer y su honor, el Islam estableció una
regla que prohíbe que sea ésta joven o
vieja, soltera o casada, viaje sola sin que la
acompañe un hombre o pariente de su
familia mahram). Los defensores sostienen
que algunos pueden pensar que esta regla
restringe la libertad de la mujer a ejercer su
derecho de transitar por donde quiera,
pero afirman que el propósito de esta regla
es librarla de todo tipo de daño o de ser
molestada y así preservar su dignidad. Para
estos pueriles panegiristas, viajar implica
tomar muchos riesgos y correr peligros, y
debido a que la mujer es más débil que el
hombre e incluso ella puede estar
embarazada o en su período menstrual o
amamantando, seguramente necesitará
ayuda. También afirman que la mujer es
más emocional e impresionable que el
hombre y por eso son susceptibles a que
algún inescrupuloso la convierta en su víctima. En el Islam, el mahram de una mujer
la protege y la sirve con sinceridad ya que
es su obligación y será recompensado por
Dios. Por lo tanto, y siguiendo este razo-
namiento, prohibirle a una mujer que viaje
sola y mandarla con un hombre, mahram,
que la acompañe, no es de ninguna manera una forma de restringir su libertad o
insultar sus habilidades, sino que se la
honra al brindarle compañía, protección y
servicio de un familiar que ha dejado sus
asuntos para ir con ella.
El reino de Arabia Saudí, que alberga los
dos principales lugares santos del Islam, La
Meca y Medina, a la sazón, absolutamente
prohibidos visitar por los que no sean
musulmanes, se rige por los principios del
wahabismo, que se caracteriza por una
aplicación estricta de la Sharia e impone
una separación total de sexos. El marco de
regulaciones político-sociales para la vida
de las mujeres sólo permite que éstas trabajen para organizaciones humanitarias,
aunque su actuación está más bien limitada al campo de mitigar situaciones de
emergencia social. En Arabia Saudí, conocido por sus leyes misóginas y donde el 80%
de las mujeres sufre violencia doméstica,
las mujeres no pueden salir en compañía
de un hombre que no sea de su familia, no
pueden viajar sin autorización del marido o
de otro hombre de la familia, no pueden
comer solas en el restaurante, no pueden
conducir ningún tipo de vehículo y deben
cubrirse de la cabeza a los pies en público.
Formalmente, las mujeres tienen el mismo
derecho que los hombres a la educación,
pero otros preceptos discriminatorios
hacen prácticamente imposible que ellas
puedan acudir a la escuela y obtener un
trabajo. En el país existe una institución llamada "Mutawa" o policía religiosa, también
conocida como Policía para la Promoción
de la Virtud y Prevención del Vicio. Tiene
3.500 oficiales y millares de voluntarios,
cuyo trabajo consiste en hacer cumplir la
ley islámica. Tienen el poder de arrestar a
cualquier hombre y mujer que se encuentren reunidos públicamente sin que sean
familia y también de prohibir e incautar
productos, como podrían ser juegos, CD de
música occidental, películas y otros productos que no se consideren compatibles
con las leyes de la Sharia.
El 11 de marzo de 2002, una noticia con-
56
movió al mundo. La policía religiosa saudí,
en un acto fanático y demencial, bloqueó
la salida y evitó que alumnas escaparan de
un colegio incendiado en la Meca debido a
que no llevaban puesto los hijab en la
cabeza y la "abaya" (capa negra). Quince
adolescentes murieron y otras 50 fueron
heridas en el luctuoso episodio. En marzo
de 2008, el príncipe Sultan ben Salman ben
Abdel Aziz, secretario general de la
comisión suprema de Turismo de Arabia
Saudí, asistió a la ceremonia en la que se
inauguró el Luthan Hotel and Spa de Riad,
un hotel total y exclusivamente reservado
para las mujeres, el primero de su género
en Oriente Medio. El hotel, que cuenta con
26 habitaciones, propone 150 tipos de
curas termales. La princesa Madawi Bint
Mohammad ben Abdalá, que preside el
consejo de administración del hotel, aseguró que su apertura representaba un
importante paso hacia adelante para las
saudíes. En el 2009, Arabia Saudita aceptó
una recomendación presentada por
Estados miembros de la ONU para tomar
medidas a fin de terminar con el sistema de
tutela de los hombres sobre las mujeres,
dar plena identidad jurídica a las mujeres
sauditas, y prohibir la discriminación de
género. Las mujeres sauditas han esperado
mucho tiempo para estos cambios", dijo
Nisha Varia, directora adjunta de la
división de los Derechos de la Mujer en
Human Rights Watch. "Ahora necesitan
medidas concretas para que estos compromisos no se queden en Ginebra como palabras en papel, sino que tengan un
impacto sobre las mujeres sauditas en su
vida cotidiana".
Arabia Saudí y otros países islámicos que
aplican la Sharia, violan abiertamente la
Convención sobre la Eliminación de Todas
las Formas de Discriminación contra la
Mujer, que establece en su artículo 10: "Los
Estados partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer, con el fin de asegurarle la igualdad de derechos con el hombre en la esfera de la educación y en particular para asegurar la igualdad de condiciones entre hombres y mujeres".
Capítulo 7:
Matrimonio de niñas y pedofilia
El matrimonio entre hombres adultos y
niñas impúberes es una práctica arraigada
entre los islamistas, en virtud que el profeta
Mahoma cuando tenía 52 años, tomó como
esposa a Aisha cuando ésta tenía seis o siete
años. Según diferentes hadices, la que pasó
a ser la esposa preferida de Mahoma,
padecía una enfermedad, motivo por el
cual, fue desflorada recién a los nueve,
cuando había presuntamente cumplido su
primer ciclo menstrual. Numerosos musulmanes, en el afán de hallar algún tipo de justificación moral o defender el casamiento
del Profeta con una menor, hecho considerado por Occidente como un inequívoco
acto de pedofilia, rechazan las tradiciones o
las refutan por erróneas. Hurgando en
fuentes del Islam, principalmente sunnitas,
se encontrarán las principales referencias,
que aportan datos enfrentados y esclarecedores de este controvertido e intrincado
tema.
Sahih al-Bujari (Tomo 5, libro 58, número
234) (al-Bujhari es considerado como
‘auténtico’ por la mayoría de los académicos
sunnitas. Sus hadices son la segunda fuente
en términos de importancia después del
Corán).
Narrado por Aisha: “El Profeta se comprometió cuando yo era una niña de seis (años).
Fuimos a Medina y se quedó en la casa de
Bani-al-Harith bin Khazraj. Luego me enfermé y mi pelo se cayó. Más tarde mi pelo creció (otra vez) y mi madre, Um Ruman, vino a
mí mientras yo estaba jugando en un
columpio con algunas de mis amigas. Ella
me llamó y me acerqué a ella, sin saber lo
que quería hacer conmigo. Ella me agarró
de la mano y me llevó a la puerta de la casa.
Yo estaba entonces sin aliento, y cuando mi
respiración se puso bien, ella tomó un poco
de agua y me frotó la cara y la cabeza con
ella. Luego me llevó a la casa. Allí, en la casa
pude ver a algunas mujeres ansaris (de clase
alta) que dijeron: "Mis mejores deseos y la
bendición de Alá y la buena suerte".
Entonces ella me confió a ellos y estos me
57
prepararon
(para
el
matrimonio).
Inesperadamente el Apóstol de Alá vino a
mí en la mañana y mi madre me entregó a
él, y en ese momento yo era una niña de
nueve años de edad”.
Abu Dawud cuyos hadices son los terceros
más respetados dentro del Islam, refiere en
el volumen segundo folio 2116: “Aisha dijo,
“El apóstol de Alá se casó conmigo cuando
tenía siete años.” (El narrador Suleiman dijo:
“o seis años”). “Tuvo relaciones (sexuales)
conmigo cuando tuve 9 años”.
En la historia escrita de Abu Ya'far
nio (con Mahoma) fue consumado cuando
tenía nueve años” En el volumen 9 de la
misma historia, página 131 “Luego los hombres y mujeres me levantaron y me dejaron.
El mensajero de Alá consumó su matrimonio conmigo en mi casa cuando tenía nueve
años. Ni camello ni cordero fue sacrificado
en mi nombre". El Profeta, se casó con ella
tres años antes de la emigración, cuando
ella tenía siete años y consumó el matrimonio cuando Aisha tuvo nueve, después de
que hubo emigrado a Medina desde
Shawwal. Ella tenía dieciocho años cuando
él murió.”
Cita de Shajid Muslim en la página 5981
dice que "Aisha era tan joven que jugaba
en su casa con sus amigas a las muñecas”.
Las hadices islámicas de Abu Dawud son de las más
respetadas. Allí se afirma que Mahoma se casó y tuvo
relaciones sexuales con una de sus esposas, Aisha,
cuando esta tenía 9 años. Otros afirman que se casó
con ella cuando era más joven aún (6 años).
Muhammad ibn Jarir al-Tabari, más conocido como al-Tabari, uno de los más
grandes académicos a quien atribuyen
haber escrito la mejor recopilación histórica
nunca contada hasta la fecha sobre el Islam,
que cubre 39 volúmenes, se puede leer en
uno de ellos, el 7, página ídem: “Mi matrimo-
El arabista E.J. Bril escribe en la enciclopedia
del Islam sobre Aisha: “Algún tiempo
después de la muerte de Jadiya, Jawla,
sugirió a Mahoma que se casase con Aisha,
la hija de seis años de una de los jefes tribales y seguidor suyo, o con Sawda Zama,
una viuda que tenía aproximadamente 30
años, que había ido como musulmana a
Abisinia y cuyo marido había muerto ahí. Se
dice que Mahoma le pidió que arreglara
para él el matrimonio con ambas. Había sido
acordado que Aisha debería casarse con
Djubayr Mutim, cuyo padre, aunque seguía
siendo pagano, era amistoso con los musulmanes. Por mutuo acuerdo, sin embargo,
este pacto se rompió, y Mahoma se
prometió a Aisha. El matrimonio no se consumó hasta algunos meses después de la
héjira en abril del 623/624. Aisha, que fue a
vivir en un aposento de la casa de Mahoma,
no pudo haber tenido más de nueve años
en ese tiempo, y llevó sus juguetes con ella
a la nueva residencia”.
Narrado por Aisha El apóstol de Alá me
dijo, “se mostraron a mí dos veces (en mi
sueño) antes de casarme contigo. Ví un
ángel que la llevaba a usted en una pieza de
tela de seda, y yo le dije, déjala al descubierto, y he aquí que era usted. Le dije, si esto es
de Alá, entonces debe ocurrir." (Sahih AlBujari, Tomo 9, Libro 87, número 140).
Narrado por Aisha: que el Profeta se casó
58
con ella cuando ella tenía seis años y se consumó su matrimonio cuando ella tenía
nueve años de edad, Y luego permaneció
con él durante nueve años (es decir, hasta
su muerte). (Sahih Al-Bujari, Volumen 7,
Libro 62, número 64).
Aisha “El mensajero de Alá se casó conmigo
cuando yo tenía seis años, y fui admitida
en su casa a la edad de nueve años.
Fuimos a Medina y tuve un ataque de fiebre
durante un mes, y mi cabello se había llegado a los lóbulos de las orejas. Umm Ruman
(mi madre) vino a mí y yo estaba en ese
momento en un columpio junto con mis
compañeros de juego. Ella me llamó en voz
alta y me fui a ella y yo no sabía lo que
quería de mí. Ella cogió mi mano y me llevó
a la puerta, y yo decía: ¡Ha, ha! (como si
estuviera jadeante), hasta que la agitación
de mi corazón había terminado. Ella me
llevó a una casa, donde se habían reunido
las mujeres ansaris. Todas ellas me bendijeron y me desearon buena suerte y dijeron:
Puede usted tener participación en el bien.
Ella (mi madre) me confió a ellas. Me lavaron
la cabeza y me embellecieron y nada me
daba miedo. Mensajero de Allah, que en la
mañana, fui confiada a él”. (Sahih Muslim,
libro 08, número 3309).
Sunan Abu Dawud, número 2116: Aisha
dijo: "El Apóstol de Alá se casó cuando yo
tenía siete años. El narrador Sulaiman dijo: o
seis años. Mantuvo relaciones sexuales
conmigo cuando yo tenía nueve años de
edad.
Por la lectura de diferentes autores de
hadices, de muchos otros coincidentes que
se omitieron, y narraciones de Aisha misma,
se puede corroborar que ésta y el Profeta, se
casaron cuando ella tenía 6 o 7 años, pero
por una enfermedad que la aquejaba, y no
por conmiseración de Mahoma, consumaron el matrimonio cuando tenían 9 y
52 años respectivamente, en Medina o
Shawwal. También surge con claridad, que
Aisha era una niña que se divertía con
muñecas y juguetes. En el período en que
Aisha tenía entre 6 y 9 años y no tuvo relaciones carnales con el Profeta, se presume
que hubo entre la desigual pareja, escarceos
sexuales conocidos con el nombre de
mufa'khathat, término que traducido literalmente significa "colocar entre los muslos",
(colocar el miembro viril masculino entre los
muslos de una niña), hábito que perdura
hasta el presente convalidado por diversas
fatwas (decretos religiosos). El libro de Alá
Ayatu Al Khumaini's, “Wasila Al Tahrir", p.
241, número 12, dice: "No es ilegal que un
adulto de sexo masculino pueda disfrutar
de una joven que se encuentra todavía en la
edad del destete, lo que significa colocar a
su miembro viril entre los muslos, y darle un
beso”.
Denominar matrimonios, a la unión entre
hombres adultos y niñas, aunque tenga
visos legales, es una manera eufemística de
encubrir la pedofilia. Esta aberrante práctica
se lleva a cabo actualmente sin disimulo, en
numerosos países islámicos, como se dará a
conocer a continuación.
En diciembre de 2007, la patética imagen
de Ghulam, una niña afgana de once años
sentada junto a su marido de 40, realizada
por fotógrafa estadounidense Stephanie
Sinclair, fue elegida como mejor fotografía
del año por el Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia (UNICEF). La instantánea,
en que la niña miraba con temor y recelo a
su esposo con quien fue obligada a contraer
matrimonio, fue distinguida en Berlín, entre
otras 1.230 imágenes, por su denuncia de
una práctica "mundial" y "terrible". En abril
de 2009, la directora ejecutiva de UNICEF,
Anne M. Veneman, anunció que el organismo que trabaja a favor del desarrollo y protección de los niños, pidió la anulación del
matrimonio de una niña de 8 años con un
hombre de 47 en Arabia Saudí, donde un
juez de ese país, regido por la Shaarya, el
jeque Al-Habib Habib, rechazó anular la
unión, pese a las peticiones de la madre de
la menor. Veneman, lamentó que "independientemente de las circunstancias de cada
marco legal, el matrimonio de un menor es
una violación de los derechos de la infancia". Según un comunicado de la ONU,
"UNICEF se une a las numerosas voces preocupadas porque el matrimonio infantil con-
59
traviene los estándares internacionales de
Derechos Humanos". La funcionaria,
recordó que la propia Declaración Universal
recoge que el matrimonio debe ser libre y
consentido, algo que a su juicio no se puede
dar cuando una de las partes implicadas "es
demasiado joven para tomar una decisión
informada" y advirtió de que si esta
situación no se corrige, la niña podría sufrir
daños emocionales, físicos y psicológicos a
largo plazo. Arabia Saudita ha ratificado la
Convención sobre los Derechos del Niño
(CRC) y la Convención sobre la Eliminación
de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW). El artículo 1 de la CRC
define al niño como “todo ser humano
menor de dieciocho años de edad”. El artículo 16(2) de la CEDAW establece que “no tendrán ningún efecto jurídico los esponsales y
el matrimonio de niños y se adoptarán
todas las medidas necesarias, incluso de
carácter legislativo, para fijar una edad mínima para la celebración del matrimonio y
hacer obligatoria la inscripción del matrimonio en un registro oficial”. El artículo 16(1)
(b) de la CEDAW estipula también que las
mujeres tendrán el mismo derecho que los
hombres “para elegir libremente cónyuge y
contraer matrimonio sólo por su libre
albedrío y su pleno consentimiento”. Sin
embargo, Arabia Saudita no ha definido
una edad mínima para contraer matrimonio
ni ha adoptado otras medidas para eliminar
los matrimonios precoces o forzados. Por el
contrario, la práctica de Arabia Saudita generalmente aceptada de la tutela masculina
sobre la mujer entra en contradicción directa con las normas internacionales de derechos humanos. En Arabia Saudita una mujer
se considera bajo la tutela de su padre o de
su pariente masculino consanguíneo
(mahram) más allegado durante toda su
vida. Esto limita seriamente su capacidad
para tomar decisiones relativas a las cuestiones de estado personal, incluyendo el
matrimonio, el divorcio, la custodia de los
hijos, la herencia, la propiedad las decisiones tomadas en la familia, y la elección de
residencia, la educación y el empleo.
Estudios realizados por el UNICEF y el
Consejo de Población demuestran que el
matrimonio precoz tiene consecuencias físicas, emocionales, psicológicas, intelectuales
y sexuales en los niños. El matrimonio infantil viola los derechos humanos de las niñas
al excluirlas de decisiones relativas a la
fecha del matrimonio y la elección del
cónyuge. Puede dar pie a un inicio brusco
en las relaciones sexuales, a menudo con un
marido que es bastante mayor y casi un
desconocido. El embarazo prematuro conlleva importantes riesgos para la salud y las
muertes relacionadas con el embarazo son
la principal causa de muerte para las niñas
entre los 15 y 19 años de edad. El matrimonio precoz también pone en peligro el derecho de las niñas a la educación. Además, las
niñas casadas tienen pocas relaciones
sociales, una movilidad restringida, un control limitado de los recursos y poco poder en
sus nuevos hogares, y estudios realizados
por UNICEF han encontrado que la violencia doméstica es común en los matrimonios
infantiles.
En diciembre de 2007, la patética imagen de Ghulam,
una niña afgana de once años sentada junto a su
marido de 40, realizada por fotógrafa estadounidense
Stephanie Sinclair, fue elegida como mejor fotografía
del año por el Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF).
En enero de 2009, el Gran Mufti de
Arabia Saudita, en un discurso pronunciado en Riad, dijo que la ley islámica, Shaarya,
permite casarse a niñas aún no adolescentes y que los críticos de esa práctica,
cometían una injusticia. "Oímos a menudo
en los medios de comunicación sobre el matrimonio de menores de edad. Tenemos que
60
saber que la Shaarya no es injusta para las
mujeres". Su comentario fue en respuesta a
la repercusión mediática de numerosos
casos de niñas casadas con hombres, que
podrían ser sus bisabuelos. Ratificando este
aserto, la agencia de noticias francesa AFP,
difundió en febrero de 2010, basándose
en medios de comunicación sauditas, que
una niña de 12 años, inesperadamente
renunció a su petición de divorcio con un
hombre de 80 años, con el que su padre la
había obligado a casarse a cambio de una
dote. No obstante el apoyo de abogados de
derechos humanos y defensores del bienestar infantil, la madre de la niña, que había
pedido el divorcio en nombre de ella y hecho
una denuncia por violación, en una sugestiva actitud, se retractó y retiró la demanda,
radicada en un tribunal de Buraidah, en la
provincia de Al- Qasim. La niña, seguramente objeto de una gran presión, declaró a
los jueces, que el casamiento con el anciano,
se hizo con su consentimiento y aprobación.
“Estoy de acuerdo con el matrimonio. No
tengo ninguna objeción. Esto es por el
respeto filial a mi padre y la obediencia a su
deseo”. Saleh al Dabibi, el abogado proporcionado por un grupo de caridad para asistir
a la niña, se manifestó sorprendido porque
la madre no lo notificó del cambio de actitud. Según consta en el expediente, el padre
de la niña, que está separado de su madre,
concertó su matrimonio con el octogenario,
a cambio de una dote de 85.000 riales, el
equivalente de 22.667 dólares. El caso, tuvo
enorme repercusión pública cuando en
enero de 2010, el periódico Al-Riad, que reveló que el matrimonio había sido consumado, reprodujo las declaraciones de la
influyente princesa Adela bint Abdullah, hija
del rey saudí, donde expresaba su preocupación por el matrimonio de la niña. “Yo, personalmente, y muchos especialistas en la
participación social y de la educación,
opinamos que se está en presencia de la violación de los derechos de los niños. Un niño
tiene el derecho a vivir su infancia y no ser
obligado a casarse”.
Arabia Saudita no tiene una ley contra el
matrimonio infantil y los clérigos y jueces
religiosos justifican la práctica, basados en la
Sharia. Organismos de derechos humanos,
han estado presionando para la sanción de
una ley que establezca la edad mínima de 16
años o superior, para que las mujeres
puedan contraer matrimonio. En enero de
2010, el clérigo y jeque Abdullah al- Manie
Okaz, un miembro del Consejo Superior de
los Ulemas (eruditos), dijo que el matrimonio
del profeta Mahoma con Aisha, una niña de
9 años, unos 14 siglos atrás, no puede ser
utilizado ni equiparado para justificar los
matrimonios de niñas hoy, cuando las condiciones y circunstancias son muy diferentes.
En octubre de 2009, un tribunal de
Indonesia absolvió al controvertido clérigo
musulmán Pujiono Cahyo Widianto de los
cargos de abuso sexual infantil, por casarse
con una menor de edad, de 12 años en el
2008. Widianto corría el riesgo de recibir
una pena de hasta 15 años en la cárcel, en
caso que hubiera sido declarado culpable de
los cargos que se le imputaban. Los fiscales
dijeron que iban a apelar el fallo del tribunal.
La niña es su segunda esposa. Después de
escuchar los alegatos del equipo jurídico de
Syech Puji Pujiono, de 43 años, dirigido por
el principal abogado de la delincuencia organizada Kaligis, el presidente del tribunal Hari
Mulyanto consideró los cargos poco claros e
imprecisos, lo que significaba que el juicio no
podía continuar. "El acusado es absuelto de
los cargos y debe ser liberado de la detención," dijo Hari durante el juicio en el
Tribunal de Distrito de Ungaran, Java
Central, que estaba abierto al público.
En octubre de 2009, un tribunal de Indonesia absolvió al
controvertido clérigo musulmán Pujiono Cahyo Widianto
de los cargos de abuso sexual infantil, por casarse con una
menor de edad, de 12 años en el 2008.
61
La fiscalía había acusado a Pujiono, un empresario acaudalado, y turbio propietario de
Miftahul Jannah Islámica, una escuela e internado en el distrito de Jambu, de violar la ley de
2002 sobre la protección del niño y el artículo
290 del Código Penal de Indonesia sobre
abuso de menores, por haberse casado con
una menor de edad, Lutfiana Ulfa, de sólo 12
años de edad, que todavía cursaba el octavo
grado, en agosto de 2008.
La segunda esposa de Pujiono, Lutfiana, y la
primera, Ummi Hani, también presente en el
tribunal, saludaron la absolución con alegría y
lloraron.
Los fiscales dijeron que presentarían una
apelación. "Vamos a volver a redactar los cargos de inmediato y presentar una apelación",
declaró el fiscal Didik Djoko Ady después del
juicio. Los jueces deberían haber proseguido
con el juicio y escuchar los cargos. "En lugar de
eso, absolvieron al acusado y terminó el juicio",
dijo Didik. Añadió que su equipo reelaboraría
las acusaciones, para enviarlas nuevamente a
la corte. El escandaloso matrimonio, se convirtió en una cuestión pública y generó mucha
polémica, especialmente por la autodefensa
del clérigo, afirmando que el casamiento fue
autorizado por su religión.
Las mujeres y los activistas de protección de la
infancia condenaron al clérigo, e instaron a la
policía a tomar medidas contra Widianto por
violar las leyes de protección de menores. La
Directora del Centro de Recursos Jurídicos de
Género y Derechos Humanos, Eva Risan, en
declaraciones formuladas al diario The Jakarta
Post, tras el fallo, censuró al tribunal por retirar
los cargos."Es un mal precedente. La decisión
es jurídicamente errónea. Los jueces no se han
comprometido a respetar las leyes de protección del niño". Risan, que consideró que los jueces estuvieron bajo presión porque Pujiono,
convocaba a sus partidarios al tribunal, dijo
que su entidad, junto con otras organizaciones
agrupadas en la Coalición para la Protección
de la Mujer y la Infancia, presentaría un
informe a los jueces de la Corte Suprema de
Indonesia y a la Comisión Judicial del país.
En el Reino de Bahrein, el país más pequeño
de la región del Golfo Pérsico, el sistema judicial es relativamente independiente del gobierno y está basado en diversas fuentes legales,
incluyendo la Sharia, Ley islámica, sunnita y
chiíta. En el 2009 el gobierno provocó una
fuerte controversia, cuando propuso una ley
que establece la edad mínima de 15 años para
contraer matrimonio para las niñas. Los legisladores del bloque de la oposición en el
Parlamento de Bahrein, que no tienen planes
para cerrar una laguna legal que permite a las
niñas por debajo de esa franja de edad casarse
en el Estado insular del Golfo, a pesar de la legislación destinada a prohibir la práctica, se
habían opuesto a la legislación, diciendo que
iba en contra de los principios islámicos.
No obstante, una cláusula en la legislación,
determina que los padres todavía son capaces
de casar a sus hijas menores, con el consentimiento de los tribunales. "Creo que hemos
dado un gran paso para quitar la decisión de
las manos de los padres, por lo que todo debe
ser aprobado por el juez," Su Excelencia el
Jeque Khalid bin Ali Al-Khalifa, Ministro de
Justicia y Asuntos Islámicos, dijo a Arabian
Business en una entrevista."Sin embargo no
hay planes para impulsar aún más en esta
etapa, presionando más no creo que nadie
tendrá que estar de acuerdo con usted. Será
difícil encontrar un consenso entre la comunidad a decir 'sí, esto es lo que queremos’".Al
Khalifa, continuó diciendo que sólo en circunstancias muy excepcionales se podría contraer
matrimonio teniendo las mujeres menos de 15
años, en armonía con el siglo XXI. "¿Cómo
pueden un hombre y una mujer consentir y
acordar iniciar una relación que durará para
siempre y traer consigo hijos y obligaciones, si
ni siquiera han terminado su educación?". "Es
algo abominable, que nadie hable en contra
de la ley, realmente me gustaría ver a ellos, si
sus hijas o hijos menores de 15 años se
casasen”.
En septiembre de 2009, la CNN informó que
una niña yemení de 12 años de edad, Fawziya
Ammodi, quien había sido obligada a contraer
matrimonio con un hombre de 24, falleció
durante un parto doloroso que también mató
a su bebé. La desdichada niña, luchó durante
tres días en el trabajo, antes de morir de
hemorragia grave en un hospital, denunció la
Organización Seyaj para la Protección de los
Niños. "Aunque la causa de su muerte fue la
falta de atención médica, el motivo real fue la
falta de educación en el Yemen y el hecho de
que los matrimonios de niños siguen ocurriendo", dijo el presidente de Seyaj, Ahmed
Qureshi, que contó que Fawziya, nacida en el
seno de una familia pobre en Hodeidah, la
cuarta ciudad más grande de Yemen y con un
puerto importante, se vio obligada a abandonar la escuela para contraer matrimonio en
62
el 2008. Las novias infantiles son frecuentes en
Yemen, especialmente en la costa del Mar
Rojo, donde las costumbres tribales predominan. Más de la mitad de todas las niñas
yemenitas se casan antes de los 18, la mayoría
de las veces con hombres mayores, algunos
con más de una esposa, según un estudio realizado por la Universidad de Sanaa. Si bien se
desconocen las motivaciones que tuvieron los
progenitores de Fawziya para permitir el
casamiento, las razones varían. A veces,
ahogados financieramente y con escasos
recursos económicos, los padres ofrecen a sus
hijas para obtener dotes importantes. Con el
matrimonio las niñas dejan de ser una carga
financiera o moral para los padres, que ingenuamente creen que podrán extraer una
promesa al marido, para que espere hasta que
la niña sea mayor para consumar el matrimonio.
En septiembre de 2009, la CNN informó que una niña
yemení de 12 años de edad, Fawziya Ammodi, quien había
sido obligada a contraer matrimonio con un hombre de 24,
falleció durante un parto doloroso que también mató a su
bebé.
UNICEF, con respecto a este caso luctuoso emitió una comunicado: "El matrimonio infantil
viola los derechos de los niños de la forma más
deplorable. Cuanto más joven es la niña
embarazada, mayores son los riesgos de salud
para ella y su bebé. "Las niñas que dan a luz
antes de la edad de 15 años tienen cinco veces
más probabilidades de morir en el parto que
las mujeres en sus 20 años. El matrimonio
infantil priva a la niña de su infancia, de una
educación y de su inocencia. Se debe hacer
más para abordar las causas subyacentes a fin
de evitar muertes trágicas como las de Fawziya
de 12 años de edad y su bebé".
En septiembre de 2009, Occidente fue espectador incrédulo y estupefacto, de la más
descarada manifestación de pedofilia del siglo
XXI. En la Franja de Gaza, dominada por el
movimiento terrorista Hamás, que impuso la
Sharia en el territorio, 450 niñas menores de
10 años contrajeron matrimonio con hombres adultos, en un evento de gala. Los
novios, quienes estaban vestidos con trajes
negros, camisas, corbatas y chales, y
provenían del cercano campo de refugiados
Jabalia, recibieron de parte de Hamás un regalo de 500 dólares; mientras que las niñas, que
en muchos casos no superaban los 7 años, y
estaban ataviadas con trajes de novias, sólo
recibieron un ramo de flores y banderas
palestinas. El acontecimiento fue anunciado
con orgullo y gran pompa. “Presentamos este
casamiento como un regalo a nuestro pueblo
que se mantuvo firme enfrentando el sitio y la
guerra”, declaró el hombre fuerte de Hamás,
Ibrahim Salaf. “Así le decimos al mundo y a los
Estados Unidos que los palestinos tienen derecho a la felicidad y la alegría”, manifestó
Mahmud Zahar, un líder de Hamás, al que se le
adjudicó la cínica misión de felicitar a las “parejas”. El ejemplo del casamiento de Mahoma
con Aisha, la niña de 9 años, es la excusa para
que en la actualidad, se sigan perpetrando
escandalosos actos de pedofilia entre los
musulmanes, con la fachada de matrimonios.
El extinto Ayatolá chiíta iraní, Seyyed Ruhollah
Musavi Jomeini, fallecido el 3 de junio de 1989,
considerado por las potencias occidentales
como un líder mesiánico y fanático, cuyas iniciativas ponían en riesgo la estabilidad internacional, dejó en su legado, pavorosas consideraciones concernientes a las niñas. “Un hombre
puede tener placer sexual de una niña tan
joven como un bebé. Sin embargo, no debe
penetrarla; sodomizar a una niña está bien. Si
un hombre penetra y daña a una niña,
entonces debe ser responsable por su subsistencia toda su vida. Esta niña, sin embargo, no
cuenta como una de sus cuatro esposas permanentes. El hombre no tendrá derecho a
casarse con la hermana de la niña. Es mejor
para una niña casarse en una época en que
comenzará a menstruar en la casa de su
esposo, mejor que en la casa de su padre. Un
padre que case a su hija tan joven, tendrá un
lugar permanente en el cielo”. Los esposos
podrán consumar su matrimonio una vez que
las niñas cumplan nueve años, sin embargo si
lo hacen antes, la única sanción será que no
podrán casarse con la hermana de la menor”.
63
Capítulo 8:
Violencia contra las mujeres
Ácidos corrosivos
A las diversas formas de violencia contra las
mujeres y niñas musulmanas ya descriptas
en capítulos precedentes, hay que resaltar
otra, especialmente atroz, consistente en
arrojar ácidos corrosivos para desfigurar
rostros y cuerpos de las inermes víctimas.
Esta horripilante práctica que no se fundamenta en el Corán ni en los hadices, es no
obstante utilizada actualmente en algunos
países islamistas radicalizados con fuerte
y salafista como
influencia wahabí
Pakistán, Bangladesh y Afganistán.
En el 2002, el Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos
Humanos en un informe sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, dio a
conocer la Resolución de la Comisión de
Derechos Humanos 2002/52, cuyo considerando 3, afirma que por "violencia contra la mujer" se entiende todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o
psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se
producen en la vida pública como en la vida
privada, e incluida la violencia doméstica,
los delitos cometidos por cuestiones de
honor, los crímenes pasionales, la trata de
mujeres y niñas, las prácticas tradicionales
nocivas para la mujer, incluida la mutilación
genital femenina, el matrimonio precoz y
forzado, el infanticidio de niñas, los actos de
violencia y los asesinatos relacionados con
la dote, los ataques con ácido y la violencia
relacionada con la explotación sexual comercial y con la explotación económica. En
el artículo 6, decía el mismo reporte:
Condena enérgicamente la violencia física,
sexual y psicológica que tiene lugar en la
familia y que abarca, sin limitarse a estos
actos, las palizas, los abusos sexuales de
mujeres y niñas en el hogar, la violencia
relacionada con la dote, la violación marital,
el infanticidio de niñas, la mutilación genital
femenina, los delitos cometidos contra la
mujer por cuestiones de honor, los delitos
pasionales, las prácticas tradicionales nocivas para la mujer, el incesto, los matrimonios precoces y forzados, la violencia no
conyugal y la violencia relacionada con la
explotación sexual comercial y la
explotación económica. Los destinatarios
de las denuncias son nítidamente muchos
países islámicos, sin embargo, éstos no
aparecen nombrados taxativamente en la
resolución, lo que evidencia que la ONU, ya
en ese entonces estaba cooptada por los
Estados musulmanes que la integran, y no
quería herir su pundonor ni susceptibilidad.
Es difícil encontrar una mínima racionalidad
en los motivos que impulsan el ataque con
ácido a las mujeres. En muchos casos esas
brutales agresiones se produjeron porque
ellas se atrevieron a rechazar a alguien que
les propuso matrimonio o en otras ocasiones, por pedir el divorcio. La conducta
patológica también se pudo detectar en
casos de disputa familiar, decepciones de
padres por haber nacido las hijas mujeres,
violaciones, desobediencia a los hombres,
no estar ataviadas con el burka, o usar vestimentas consideradas indecentes o provocativas. Centenares de mujeres y niñas convertidas en monstruos por las desfiguraciones,
quedaron ciegas en los últimos años como
consecuencia de ser atacadas con ácido,
otras tantas debieron ser sometidas veinte o
treinta veces, a cirugías reconstructivas para
poder ver un poco, respirar, escuchar algo,
comer o hacerse entender. En octubre de
2008, el diario británico The Independent
publicó un artículo del periodista Johann
Hari, donde éste relataba la historia de
Shahnaz, una joven de 21 años de
Bangladesh, que conoció en la Fundación
de Sobrevivientes de ácido en Dhaka,
donde fue derivada, después de ser atacada
con ácido, por el delito de ser una mujer
musulmana que quería ser tratada igual que
un hombre. “Es el olor que recuerdo.
Shahnaz, su cara, lo que quedaba de ella,
olía a un día de barbacoa que partió con la
lluvia. Su carne era un plato de carne
chamuscada; su piel, la suave piel de sus
mejillas, y los huesos debajo, habían sido
64
quemados. Su nariz, había desaparecido.
Sus labios colgaban sobre la barbilla como
la cera derretida. Su ojo izquierdo no puede
cerrare, por lo que riega todo el tiempo, un
sinfín de lágrimas”. A Shahnaz le atraía la
ciencia y poesía, pero al contraer matrimonio obligada por su familia, su esposo le
ordenó que abandonara sus estudios, a lo
que ella se negó. Siguió concurriendo a la
escuela a pesar de las amenazas y golpizas
que recibió. Su obstinación, le valió que el
marido y sus hermanos, le arrojaran ácido
de batería en su cara, con el resultado que
referimos antes. Munira Rahman, el director
de la Fundación de Sobrevivientes de Ácido,
explicaba que: "Desde finales de 1980 las
mujeres estaban recibiendo cada vez más
puestos de trabajo en Bangladesh. Las
mujeres eran más independientes y de pronto podrían empezar a rechazar propuestas
de matrimonio y elegir por sí mismos. Esta
es la reacción de los hombres que ven a las
mujeres como propiedad”. En Bangladesh,
los ataques con ácido a las mujeres son una
epidemia. Sólo en 2002 más de 500 mujeres
sufrieron la desfiguración de sus rostros.
Menos del 10% de los agresores, han sido
condenados por los jurados, quienes consideran responsables a las mujeres por no
guardar el debido recato con la ropa que
usan y negarse a obedecer a los hombres.
Nasima, una niña de 11 años de
Bangladesh, que fue violada y tuvo un hijo
con retardo mental, acusó a sus agresores y
recibió desde entonces continuas amenazas. Un ataque con ácido en su rostro y
espalda disuadió a su familia de seguir con
la demanda y la convenciera que retirase su
acusación. Según la ley, el ácido se pueden
comprar sólo con una licencia, pero
cualquiera puede adquirir ácido en el mercado abierto, pagando alrededor de 60 céntimos de euro por kilo, cantidad suficiente
para causar horribles deformaciones y estragos en una persona.
En 2008, la CNN citando a un portavoz del
Ejército de Estados Unidos, informó que dos
de las estudiantes afganas que habían sido
atacadas con ácido por un par de hombres a
bordo de una moto en Kandahar, perdieron
la vista. Cuatro de las jóvenes asaltadas
resultaron heridas en este incidente. “Dos
de ellas se han quedado ciegas y continúan
ingresadas en el hospital, mientras que las
otras dos ya han sido atendidas y se les ha
dado el alta, explicó el coronel Greg Julian”.
Los hombres escaparon después del ataque
y ningún grupo ha reivindicado la autoría,
pero la cadena de televisión Al Yazira informó que los milicianos talibán podrían ser los
responsables. Durante el régimen talibán,
en los años noventa, las niñas y mujeres
tenían prohibido asistir a la escuela y aún
hoy muchas son atacadas y sus escuelas
quemadas. El portavoz del Gobierno provincial de Kandahar, Parwaz Ayoubi, ofreció
datos distintos sobre el ataque, que tuvo
lugar a primera hora de la mañana junto al
colegio femenino Mirwais Nika. Ayoubi aseguró que las jóvenes heridas por el ácido
fueron seis y que una de ellas se encontraba
herida de gravedad. A los asaltantes los calificó de "enemigos de la educación". Según
Al Yazira, las jóvenes fueron atacadas con
ácido de batería. "Íbamos de camino al colegio cuando dos hombres en motos se
pararon cerca de nosotras. Uno de ellos
lanzó ácido a la cara de mi hermana. Traté
de ayudarla y me tiraron ácido a mí también", explicó una de las estudiantes, de 16
años, a la cadena de televisión. "Empezamos
a gritar y la gente vino a ver qué pasaba.
Luego, los dos hombre escaparon", señaló la
joven, que indicó que ella estaba herida y
que su hermana, de 18 años, se encontraba
más grave por las heridas que el ácido le
había provocado en la cara.
En la Franja de Gaza, gobernada por los
terroristas del Hamás, en 2008, una facción
hasta ese entonces desconocida, autodenominada Espadas del Islam, lanzó una
advertencia a las mujeres palestinas para
que usen el velo islámico o de lo contrario
serían blanco de la ira de sus miembros. En
los panfletos distribuidos en diversas partes
de Gaza, el grupo también se atribuyó la
responsabilidad por los ataques a los cafés
Internet que se registraron en aquél
entonces. La advertencia fue dirigida principalmente contra las estudiantes en una
serie de universidades y colegios que no se
65
cubren la cabeza en línea con la tradición
islámica. Espadas del Islam, dijo que sus
seguidores habían arrojado ácido en la cara
de una mujer que no vestía con “modestia”
en el centro de la ciudad de Gaza. También
destruyeron el automóvil de un joven que
escuchaba música de radio demasiado alto.
En una amenaza a las estudiantes de sexo
femenino, un portavoz del grupo dijo: "No
tendremos piedad de cualquier mujer que
viola las tradiciones del Islam y que también
pasa el rato en los cafés de Internet". El
mismo vocero, imbuido en la Sharia, que
trata de imponerse con fuerza en Gaza,
agregó que esos lugares fueron atacados
debido a que “están distrayendo a toda una
generación de palestinos de su derecho al
culto de Alá y la Jihad, para que puedan
servir a sus amos sionistas y a los cruzados”.
El empleo de ácido por parte de los musulmanes, es de larga data. En el año 2001 la
agencia de noticias DPA, en un cable emitido en Nueva Delhi, que reprodujeron diversas publicaciones decía: “En Cachemira rige
el toque de queda. El ejército indio está a
punto de recibir poderes especiales. En este
disputado valle al pie del Himalaya, objeto
de tres guerras entre India y Pakistán, se
vive, una vez más, el estado de alerta.
La escalada separatista lo explica. Pero no
es todo, a la ya habitual confrontación entre
rebeldes y militares, se suma ahora una
amenaza que atenta directamente a la
población civil que osa vestirse "provocativamente".
Mujeres con vestidos "ultramodernos,
provocativos e indecentes" y hombres que
no se dejan la barba, visten jeans y no rezan
puntualmente, corren el riesgo de ser atacados con ácido. Ya ocurrió. Los separatistas
musulmanes, a quienes los militares indios
persiguen por sus intenciones de anexarse a
Pakistán, ya atacaron con ácido a cuatro
mujeres que no vestían de acuerdo al código impuesto por ellos.
En lo que se teme sea una campaña de terror para imponer un feroz "código de vestimenta islámica", los rebeldes lograron crear
pánico entre los padres de alumnos y fun-
cionarios de colegios y escuelas. El blanco
parecen ser las adolescentes que van a clase
vestidas de forma "provocativa".
Una tarde de marzo del 2010, Kulsoona,
una chica de 15 años, visitaba a su amiga,
Fouzia en Mehragunj, en el centro de la ciudad de Srinagar. Cuando las amigas se
despedían, dos hombres las empaparon con
ácido. Para cuando los vecinos escucharon
los gritos, la cara de Kulsoona estaba escaldada. Ahora está en el hospital, y sus
padres, demasiado asustados como para
hacer una denuncia. La noche siguiente,
dos maestras, Rubiya y Gazalla regresaban
de un picnic cuando recibieron la lluvia
ácida. Una recibió quemaduras en la cara y
el pecho, la otra, en las piernas.
No es la máxima represalia que una mujer
pueda recibir por su forma de vestir. Pocos
días atrás, una chica fue muerta de a balazos por llevar ropa "a la moda". Su amiga,
también fue baleada, pero sobrevivió, los
tiros dieron en la pierna.
Los grupos que se han adjudicado estos
actos, son totalmente ignotos para las
autoridades. "Aún no tenemos ninguna
pista, pero no hay dudas de que fueron sus
ropas la principal provocación", explicó el
jefe de policía Abdul Qayoom al diario
Indian Express. Además de los ataques con
ácido, en las ciudades se colgaron carteles
instando a las mujeres a no vestir "ropas
ultramodernas, provocativas e indecentes".
Uno de los grupos a los que la policía apunta es el Lashkar-e-Tayyaba. El vocero de este
grupo separatista, Abu Marsad, negó
responsabilidades: "No creemos en la
imposición forzada de valores islámicos en
la sociedad. No hemos emitido ningún
comunicado ordenando la burka (el velo
que cubre de pies a cabeza a las mujeres) ni
la barba para los hombres".
El pánico en la población está instalado y
recuerda al mundo talibán que rige en
Afganistán. Es un nuevo ingrediente de tensión en Cachemira, el campo de batalla más
elevado del mundo (7.000 metros), donde
66
desde hace medio siglo, Pakistán (musulmán) y la India (hindú) se miran, se miden y
se vigilan como “enemigos nucleares irreconciliables”.
En noviembre de 2009, salieron a la luz
unas estremecedoras fotos de mujeres horriblemente desfiguradas por ácido en
Pakistán, tomadas por el reportero gráfico
de Associated Press, Emilio Morenatti, para
ilustrar el trabajo realizado por Nicholas
Kristof, columnista de The New York Times y
ganador de dos premios Pulitzer. Al pie de
cada foto, se podía conocer los datos de
cada una de las desdichadas mujeres, como
leemos a continuación.
para tratar de recuperarse de sus cicatrices.
Nayaf Sultana, 16 años, posa para una
fotografía en su casa en Lahore, Pakistán el
miércoles 9 de julio de 2008. A la edad de
cinco Najaf fue quemada con ácido por su
padre mientras dormía, al parecer porque su
progenitor no quería tener otra niña en la
familia. Como resultado, Nayaf se quedó
ciega y vive con familiares, después de
haber sido abandonada por sus padres. Se
ha sometido a cirugía plástica alrededor de
15 veces para tratar de recuperarse de sus
cicatrices.
Shehnaz Usman, de 36 años, posa para una
fotografía en Lahore, Pakistán el domingo
26 de octubre de 2008. Shehnaz fue quemada con ácido por un familiar debido a
una disputa familiar que había ocurrido
cinco años atrás. Shehnaz ha sido sometida
10 veces a cirugía plástica para tratar de
recuperarse de sus cicatrices.
Shahnaz Bibi, de 35 años, posa para una
fotografía en Lahore, Pakistán, el domingo 26
de octubre de2008. Hace diez años Shahnaz
fue quemada con ácido por un familiar
debido a una disputa familiar. Ella nunca ha
sido sometida a una cirugía plástica.
Pakistán - mujer musulmana atacada con ácido por los mismos
mahometanos para aplicar ley racista musulmana: shaarya.
Irum Saeed, de 30 años, posa para una
fotografía en su oficina en la Universidad
urdu de Islamabad, Pakistán, Jueves, 24 de
julio 2008. Irum fue quemada en la cara, la
espalda y los hombros, hace doce años
cuando un joven a quien rechazó su pedido
de matrimonio, le arrojó ácido en medio de
la calle. Se ha sometido a cirugía plástica 25
veces para tratar de recuperarse de sus cicatrices.
Shameem Akhter, 18 años, posa para una
fotografía en su casa en Jhang, Pakistán, el
miércoles 10 de julio de 2008. Shameem fue
violada por tres muchachos que luego le
arrojaron ácido tres años atrás. Shameem
ha sido sometida a cirugía plástica 10 veces
Kanwal Kayum, 26 años, ajusta el velo
mientras posa para una fotografía en
Lahore, Pakistán, el domingo 26 de octubre
de 2008. Kanwal fue quemada con ácido en
2007 por un joven a quien rechazó su pedido de matrimonio. Ella nunca ha sido
sometida una cirugía plástica.
Munira Asef, 23 años, posa para una
fotografía en Lahore, Pakistán, el domingo
26 de octubre de 2008. Munira fue quemada con ácido hace cinco años por un chico a
quien ella rechazó para el matrimonio. Se ha
sometido a cirugía plástica 7 veces para
tratar de recuperarse de sus cicatrices.
Bushra Shari, de 39 años, se ajusta el velo
mientras posa para una fotografía en
Lahore, Pakistán, el viernes 11 de julio de
2008, Bushra fue quemada con ácido por su
marido en 2003, porque ella le manifestó su
decisión de divorciarse de él. Se ha sometido
67
a cirugía plástica 25 veces para tratar de
recuperarse de sus cicatrices.
Memuna Khan, 21 años, posa para una
fotografía en Karachi, Pakistán, el viernes
19 de diciembre de 2008. Memuna fue
incendiada por un grupo de chicos que arrojaron ácido sobre ella para resolver una disputa familiar. Se ha sometido a cirugía plástica 21 veces para tratar de recuperarse de
sus cicatrices.
Zainab Bibi, de 17 años, ajusta el velo mientras posa para una fotografía en Islamabad,
Pakistán, el miércoles 24 de diciembre 2008.
Zainab fue quemada en el rostro con ácido,
por un niño a quien ella rechazó para contraer matrimonio cuando tenía 12 años. Se
ha sometido a cirugía plástica en varias ocasiones para tratar de recuperarse de sus cicatrices.
Naila Farhat, 19 años, posa para una
fotografía en Islamabad, Pakistán, el miércoles 24 de diciembre de 2008. Naila fue
quemada en el rostro con ácido arrojado
por un niño a quien ella rechazó para contraer matrimonio hace cinco años. Se ha
sometido a cirugía plástica en varias ocasiones para tratar de recuperarse de sus cicatrices.
Naila Farhat, 19 años, fue quemada en el rostro con ácido
arrojado por un niño a quien ella rechazó para contraer matrimonio hace cinco años.
Azotes y latigazos
Otra modalidad frecuente de castigo retrógrado y medieval aplicado a las mujeres
musulmanas en las naciones que se rigen
por la Sharia, son los azotes y latigazos,
propinados por diferentes “ofensas”. La
ONU señala que los castigos corporales constituyen trato cruel, inhumano, degradante o
incluso tortura. La flagelación se prescribe
en Irán (al menos 197 condenas en 2003),
Arabia Saudí,
Pakistán, el Yemen,
Afganistán, parte de Nigeria, Sudán y
otros países islámicos cuando los delitos
son consumo de alcohol, calumnia o de naturaleza sexual. En el último tiempo, otras
conductas sociales por parte de las mujeres,
que Occidente considera absolutamente
normales, motivaron que ellas fueran objeto
en los países recién mencionados, del salvaje escarmiento.
En enero de 2001, Bariya Ibrahim Magazu,
una madre soltera nigeriana, que tenía estimativamente entre 14 y 17 años, recibió
100 azotes con una caña de azúcar por
haber tenido relaciones sexuales antes del
matrimonio. La cruel sanción, fue llevada a
cabo en cumplimiento de la sentencia que
había recibido en septiembre de ese mismo
año por parte del Tribunal Musulmán en el
Estado de Zamfara, ubicado en el norte de
Nigeria. La adolescente había quedado
embarazada en septiembre del 2000.
Trascendió que al ser interrogada sobre la
identidad del padre, ella nombró a tres hombres mayores y casados que la habían violado. Obviamente el trío de violadores, en
conocimiento que el adulterio de acuerdo a
la Sharia, está penado con la pena de
muerte, negó haber tenido relaciones sexuales con ella, de modo que la joven fue
sentenciada a recibir 80 azotes adicionales,
a los 100 que le habían sido fijados inicialmente, por hacer falsas denuncias.
Organizaciones y defensores de los derechos humanos, tanto nigerianos como internacionales, protestaron inútilmente contra
el veredicto. Una semana antes de de
haberse cumplido la condena, el juez Idris
Usman Gusau había suspendido la sentencia para otorgarle a Bariya al menos 12
68
meses para que pudiese criar a su hijo. La
decisión del magistrado que fue interpretada erróneamente como un gesto de benevolencia, había generado en los abogados
defensores la ilusión de poder pergeñar una
adecuada apelación. Los Oficiales del
Tribunal, que admitieron que se habían producido errores en el procedimiento, habían
reducido a 100 el número de azotes previsto originalmente en 180. Un corresponsal
de la BBC en Zamfara informaba consternado, que "Bariya no llegó a desplomarse
durante el castigo y que, aunque exhausta,
fue capaz de andar por sus propios pies".
En diciembre de 2007, el rey Abdalá bin
Abdelaziz al-Saud, de Arabia Saudí, en un
gesto “magnánimo”, indultó a una joven
que había sido víctima de una violación
múltiple, increíblemente condenada a seis
meses de cárcel y a recibir 200 latigazos, por
encontrarse en compañía de un hombre
con el que no tenía parentesco, cuando
ocurrió la agresión sexual. La noticia, que
fue difundida por un diario saudí, no
suponía sin embargo una revisión de la sentencia que causó escándalo internacional y
puso en evidencia el inhumano sistema judicial saudí. Ángeles Espinosa, escribió el 18
de diciembre de 2007 una crónica en el
diario el País, sobre el incidente, aquí reproducida.
"El rey siempre trata de aliviar el sufrimiento
de los ciudadanos cuando ve que los veredictos dejarán efectos psicológicos en los
condenados, aunque está convencido de
que los veredictos fueron justos", declaró el
ministro de Justicia, Abdalá bin Mohamed al
Sheij, al diario Al Jazirah. Al Sheij no confirmó directamente el perdón, pero ese periódico está considerado próximo a las
autoridades religiosas que controlan el sistema judicial saudí.
La víctima, a quien la prensa saudí se refiere
como la Chica de Qatif para preservar su
identidad, se encontraba en junio de 2006
en un coche con un compañero de instituto
cuando ambos fueron atacados y violados
por siete hombres. Tras su denuncia, los jueces castigaron a los violadores con penas de
entre 10 meses y cinco años de cárcel más
entre 80 y 1.000 latigazos, pero también le
impusieron 90 latigazos a ella por encontrarse a solas con un hombre que no era ni
su marido ni un familiar en primer grado, la
única compañía masculina permitida en el
país. En Arabia Saudí la interrelación entre
ambos sexos está estrictamente vedada,
aunque cada vez más los jóvenes buscan
formas de esquivar la prohibición. La chica,
una chií de la ciudad de Qatif que en el
momento en el que sucedieron los hechos
tenía 18 años, justificó esa situación porque
intentaba recuperar una fotografía, dado
que acababa de casarse con otro hombre y
no quería tener problemas.
El abogado de la mujer, un conocido
activista de los derechos humanos, recurrió
la sentencia por estimar escaso el castigo a
los atacantes y, en cambio, desproporcionado el de la víctima. En respuesta a esa
apelación, el tribunal elevó las penas, incluida también la de la joven, que pasó a ser de
seis meses de cárcel y 200 latigazos. También
retiró la licencia del abogado, al que acusó
de desacato por criticar la sentencia.
El nuevo veredicto motivó no sólo la denuncia de las organizaciones internacionales de
derechos humanos sino una inusual crítica
del Gobierno de Estados Unidos. Aunque
no llegó a condenar el sistema judicial saudí,
un portavoz de la Casa Blanca calificó la sentencia de "sorprendente", algo significativo
cuando Washington suele ignorar las habituales violaciones de derechos humanos de
su aliado.
El ministro saudí subrayó que el perdón no
significa que el rey ponga en entredicho a
los jueces. Aún así, la polémica está servida.
A pesar que es habitual que el monarca perdone a algunos convictos con motivo de la
festividad del Eid al Adha, o Fiesta del
Sacrificio, los sectores más conservadores lo
han interpretado como una concesión a las
presiones occidentales, tal como denunciaban en Internet.
Para los liberales y los defensores de los
derechos de la mujer resulta, sin embargo,
insuficiente. Esperan que el rey impulse la
69
reforma del sistema judicial que anunció el
mes de octubre del 2009. "No podemos
depender de perdones. Necesitamos sentencias más duras con los culpables y poder
sentirnos seguras", manifestó Fawziya al
Oyuni, una activista de los derechos de la
mujer, a la agencia France Presse. La
activista sudanesa, «una buena musulmana» perseguida en su país, aprovecha su
estancia en España para denunciar la interpretación torticera del Corán en el Día de los
Derechos Humanos”
Cabe recordar que el monarca saudí Abdalá,
en junio de 2007 visitó oficialmente España
y en una medida sumamente criticada por
diferentes sectores, el rey de España, Juan
Carlos I, le otorgó el Toisón de Oro, la máxima condecoración que él podía conceder.
En enero de 2010, una estudiante saudí de
13 años fue condenada a recibir 90 latigazos y dos meses de cárcel por haber llevado
un teléfono móvil al colegio. El castigo se
aplicará delante de sus compañeros de
clase. Bajo la Sharia, la ley islámica que se
aplica en Arabia Saudí, el azote es aplicado
para un número importante de “ofensas
morales”, además del adulterio.
Los cines y conciertos de música están prohibidos. La policía religiosa vigila las calles
para asegurar que no se establezcan relaciones entre hombres y mujeres. Arabia
Saudí, el aliado estratégico de EEUU en
Medio Oriente es el país líder mundial en el
empleo de la tortura mediante azotes,
decapitaciones públicas y la utilización
pública de la crucifixión de prisioneros condenados.
En octubre de 2009 la Federación
Internacional de Periodistas (FIP) expresaba
su repudio a la brutal, inhumana e injusta
sentencia de sesenta latigazos contra la
periodista Rozanna al Yami, por parte de un
tribunal saudí, que la halló culpable de participar en un programa de televisión donde
un hombre habló de sexo. Según el comunicado de la FIP, en el programa transmitido
por el canal satelital libanés LBC, el mes de
julio de 2009,
Mazen Abdul-Jawad,
describió una vida sexual activa y mostró
juguetes sexuales que fueron distorsionados, digitalmente, por los programadores.
Posteriormente, fue arrestado y sentenciado a cinco años en prisión y mil latigazos. El
caso suscitó un fuerte rechazo en el país,
donde este tipo de conversaciones suelen
calificarse como escandalosas. Por su parte,
la FIP destacaba que la sentencia a la periodista por participar en la producción del
programa y promoverlo por Internet,
establecía un nefasto precedente de intimidación y restricción a la libertad de expresión."Los periodistas, en todos los rincones
del mundo, están apabullados por esta sentencia", declaró Aidan White, Secretario
General de la FIP. "Lo ocurrido es brutal,
inhumano e injusto. Demuestra la negligencia hacia la libertad de expresión y el ejercicio libre del periodismo, y refleja la distancia
de Arabia Saudita con el mundo moderno",
agregó. La FIP manifestó su preocupación
porque el caso no fue llevado por una corte
especializada en asuntos de medios de
comunicación, lo que podría violar la propia
ley saudí. Ante los tribunales, los periodistas
tienen derecho a que sus responsabilidades
laborales sean consideradas en un litigio.
Otros tres entrevistados en el programa
Bold Red Line (La Valiente Línea Roja),
fueron hallados culpables de conversar
públicamente sobre sexo y sentenciados a
dos años de prisión y 300 latigazos cada
uno. La Federación también manifestó su
inquietud por la decisión del gobierno de
cerrar dos oficinas de Canal LBC, en el reino.
"Las determinaciones en este caso han sido
desproporcionadas. El encarcelamiento y
castigo físico no son medidas adecuadas
para fiscalizar a los medios de comunicación. Es hora que Arabia Saudita realice
las reformas necesarias para acabar con esta
manera legal de intimidación". Ante la presión y protestas internacionales, el rey de
Arabia Saudí, Abdalá bin Abdelaziz al-Saud
indultó a la periodista, condenada por su
participación en un programa de televisión,
que “promovía el pecado”.
En una entrevista publicada el 9 de febrero
de 2010 por el diario francés Le Figaro, la
princesa saudí Adelah bint Abdallah,
70
describía sus denodados e infructuosos
esfuerzos por mejorar la situación de las
mujeres en el reino, exhibiéndose ella
misma como una reformadora y defensora
de la modernidad. Los siguientes son extractos de la entrevista: “Sobre el tema de la
emancipación de la mujer, la Princesa
'Adelah dijo: "No hay límite (para lo que las
mujeres pueden hacer). Deberíamos contribuir en todos los campos, (aunque) de
forma indirecta. Por ejemplo, cuando
[Arabia Saudita] modificó su ley sobre los
extranjeros casados con mujeres sauditas,
decenas de académicos fueron consultados,
entre ellos muchas mujeres"... "Muchas leyes
relativas a la mujer deben ser cambiadas.
Las mujeres sauditas son mucho más educadas (de lo que solían ser) y el gobierno no
puede ignorar a todas estas notables
mujeres, muchas de las cuales se encuentran
en
posiciones
destacadas".
Respondiendo a una pregunta sobre si a las
mujeres se les permite gerenciar un negocio, la princesa dijo que la ley saudí ya les
permite administrar un negocio sin la tutela
de un hombre, pero agregó: "A menudo,
esta ley no se cumple. Algunas personas en
el gobierno previenen su aplicación. O bien
no la conocen o se oponen a esta. El Centro
Khadija Bint Khuwailid en Jeddah, del cual
soy presidenta honoraria, ha publicado una
guía para las mujeres que desean abrir un
negocio". "A una muchacha de 12 años de
edad no se le debería permitir firmar un contrato matrimonial, aun si sus padres lo
acuerdan". En cuanto al tema de los matrimonios infantiles, la princesa dijo: "También
estoy combatiendo la violencia contra las
mujeres y los niños, con el apoyo del Gran
Mufti y el Rey. La prensa ha escrito extensamente acerca de un caso reciente de una
muchacha de 12 años que estaba casada
con un hombre de 80 años de edad... Forzar
a una joven de 18 años a casarse con un
hombre que no le gusta es una forma de violencia. Pero a una muchacha de 12 años no
se le debería permitir firmar un contrato de
matrimonio (en lo absoluto). Incluso si los
padres lo acuerdan, es inaceptable. Estamos
tratando con este problema y no dejaremos
las cosas como están". Ella añadió: "El problema es que no existe una edad mínima
para contraer matrimonio, aunque varias
instituciones se esfuerzan por establecer
una. Mi padre (el Rey) está preocupado por
este tema...". Sobre el debate del velo en
Francia: El velo completo debe ser una
opción libre de la mujer, sin embargo, no
"debería permitirse en lugares donde uno
necesita ser identificado por razones de
seguridad". La princesa habló también
sobre el debate del velo en Francia: "(El velo
completo) es una cuestión de tradición en
lugar de religión. Aquí (en Arabia Saudita)
uno suele encontrar a algunas mujeres que
se cubren el rostro, y otras, que sólo cubren
su cabello o llevan puesto un pañuelo simple. Personalmente, no veo ninguna objeción en usar un pañuelo tal como yo lo llevo
puesto, de una manera más islámica. En
cuanto al velo que cubre el rostro, ¿por qué
debería ser un problema si es de libre elección para la mujer? En referencia a la mezcolanza entre hombres y mujeres, Adelah
agregó: “No veo por qué los hombres y las
mujeres no deben mantener relaciones
respetuosas en el trabajo, tal como lo hacen
en los hospitales o durante la peregrinación
a la Meca. Esto vendrá gradualmente, una
vez que la gente se acostumbre a esto y una
vez que las leyes contra el acoso (sexual)
sean aprobadas". Sobre el tema del conducir
para las mujeres: "Nosotras utilizamos todas
las herramientas del mundo moderno - ¿por
qué no usar ésta?". "No soy yo la que decide
(cuando a las mujeres se les permitirá conducir vehículos). Espero que el público [en
última instancia ponga fin a este debate,
que no merece todo este alboroto. Por último, la princesa respondió a una pregunta
acerca de Facebook, diciendo: "¡Mis cinco
hijos, tres niñas y dos varones de 14 a 25,
todos están en Facebook! Cuando eran más
jóvenes, yo solía monitorearlos, pero ahora
confío en ellos. Debemos enseñarles nuestros valores a nuestros hijos, pero no
podemos vigilarlos todo el tiempo". Las
respuestas idealizadas de la princesa a la
prensa occidental no se condicen con la
realidad que viven las mujeres corrientes en
su país, que no disfrutan de las excepcionales prerrogativas ni la libertad que
gozan ella y sus hijos.
71
El 20 de septiembre de 2009, la agencia de
noticias española EFE, difundía que una
mujer y su novio fueron condenados a ser
azotados por un tribunal islámico de
Malasia por conducta inmoral, después de
que la pareja fuera sorprendida cuando pretendía tener relaciones sexuales en un auto.
La pareja, él de 29 años y ella de 24, fue condenada a recibir seis latigazos y a pagar una
multa de 2.800 dólares en el juicio celebrado en marzo del 2010 en el Estado de
Selangor, en la región central del país. El fiscal del caso, Shafezan Rusli, dijo a la cadena
estatal de televisión, que la pareja fue
detenida semidesnuda por la policía islámica durante una de sus habituales patrullas
por una zona de estacionamiento de
automóviles.
La sentencia impuesta a la pareja, que en su
defensa argumentó que piensa contraer
pronto matrimonio, reavivó en Malasia la
polémica suscitada a raíz que una modelo
musulmana, y después un inmigrante
indonesio, fueran condenados a recibir seis
latigazos cada uno, por beber una cerveza.
El diario español minutodigital.com publicó
que “un tribunal islámico había condenado
a una mujer malaya a seis latigazos por
beber una cerveza. La joven Noorazah
Baharuddin, de 22 años, fue encausada
por beber la bebida alcohólica en el bar
donde trabaja como camarera. La sentencia
incluía una multa que de no abonarse se
convertirá en pena de tres años de cárcel.
Noorazah Baharuddin de Malasia fue condenada
a seis latigazos por beber una cerveza.
Un hombre de 38 años recibió la misma condena por consumir alcohol y se espera que
una modelo sea juzgada por el mismo delito
en mayo del 2010. Los musulmanes de
Malasia son juzgados por tribunales islámicos, mientras que los ciudadanos de segunda, tanto católicos como chinos o hindúes
acuden a tribunales civiles”.
Malasia es un país con una sociedad multirracial en la que la comunidad musulmana
representa cerca del 70% de sus 27 millones
de habitantes. Según una denuncia de
Amnistía Internacional (AI), en el país los
azotes con vara son una forma de castigo
corporal que se aplica con regularidad, y calcula que más de 35.000 personas, entre
ellas mujeres, fueron castigadas de esa
forma.
En 2009 la agencia de noticias Reuters,
informó que un grupo fundamentalista
islámico de Somalia, al- Shabaab azotó en
público a mujeres por el uso de sostenes,
alegando que violan el Islam mediante la
constitución de un engaño. El grupo radical,
que trata de imponer una forma estricta de
la ley Sharia en todo el país, amputó el pie
y una mano respectivos, de dos hombres
acusados de robo. También prohibieron las
películas, escuchar música, el baile en las
ceremonias de boda y jugar o ver el fútbol.
Los residentes dijeron que hombres armados detenían a cualquier mujer vista con un
busto firme, y posteriormente, hombres
enmascarados, las azotaban públicamente.
Las mujeres fueron luego obligadas a eliminar sus corpiños y agitar sus pechos. Ahora
les dicen que “los senos deben ser firmes
naturalmente, o simplemente planos". La
peculiar interpretación de línea dura del
grupo ha conmocionado a muchos somalíes, entre los que se encuentran musulmanes que son tradicionalmente moderados. Algunos residentes, sin embargo, dan
crédito a los insurgentes para restaurar la
Sharia en las regiones bajo su control. El
Shabaab, a quien Washington sindica como
el vector de Al Qaeda en el Cuerno de
África, controla amplios sectores de Somalia
meridional y central.
72
El 30 de julio de 2009, las agencias de noticias internacionales, informaban sobre la
comparecencia a tribunales, de la periodista
sudanesa que trabajaba para las Naciones
Unidas Lubna Ahmada al-Hussein Hussein,
que había sido arrestada junto a 13 mujeres
en un restaurante de Jartum por vestir pantalones en público; diez de ellas se
declararon culpables. El juez Hassan
Mohamed Ali condenó a cada mujer a 20
latigazos y a una multa de 250 libras
sudanesas (110 dólares). La detención fue
llevada a cabo, por la Policía de Orden
Público, que cuida de la 'decencia' en
Sudán, por infringir el artículo 152 del
Código Penal, que reza: “Cualquiera que
vista prendas obscenas, será castigado con
la flagelación”. Lubna que podría recibir 40
latigazos por llevar pantalones en público
compareció ante un tribunal acompañada
por sus seguidores, en lo que su abogado
describió como un desafío a las leyes sobre
la decencia que rigen en el país. Se produjeron escenas caóticas cuando en un
valiente y osado acto, la acusada asistió a la
vista con los mismos pantalones verdes que
condujeron a su arresto. Los casos de 'indecencia' son comunes en Sudán, pero
Hussein ha atraído la atención mediante la
publicidad que ha dado a su caso, invitando
a los periodistas a las audiencias, y utilizándolo para hacer una campaña contra los
códigos para vestir que se imponen de manera esporádica en la capital. El tribunal
decidió aplazar el caso después de la formulación de cargos, mientras los abogados discutían si su estatus como empleada de la
ONU le daba inmunidad legal. Después de
la vista, el abogado defensor, Nabil Adib
Abdalá, indicó que Husein había acordado
dimitir de su puesto en la ONU para que
pudiera celebrarse la próxima sesión el 4 de
agosto y continuar con el caso, que se suma
al de otras 43.000 mujeres que sólo en
Jartum, capital del país africano, fueron
arrestadas el año 2008 por llevar atuendos
'deshonestos' "En primer lugar, quiere
demostrar que es totalmente inocente, y utilizando su inmunidad no lo demostrará",
afirmó Abdalá a los periodistas. "En segundo lugar, quiere luchar contra la ley, la legislación es demasiado amplia, necesita ser
reformada", añadió. "Los grupos de
Derechos Humanos vigilarán el caso muy de
cerca", aseguró. Abdalá detalló que Hussein
está preparada para afrontar la máxima
pena por el delito criminal de llevar ropa
indecente en público, que conlleva 40
latigazos y una multa sin precisar. Antes de
la audiencia, Husein declaró que fue arrestada a principios de julio, cuando la Policía
irrumpió en una fiesta a la que asistía en un
restaurante en el distrito de Riyadh, en la
capital. "La ley se está utilizando para acosar
a las mujeres". "Miles de mujeres son castigadas a la pena de latigazos en Sudán, pero
permanecen en silencio", aseguró. "La ley se
está utilizando para acosar a las mujeres, y
quiero exponer esto", añadió. Los periodistas se enfrentaron con la Policía en los
alrededores del tribunal y algunos
reporteros, que fueron detenidos brevemente, vieron sus equipos y cintas confiscados. Decenas de mujeres, algunas con pantalones, asistieron a la vista. Algunas de
ellas portaban pancartas con el eslogan 'Dar
latigazos a las personas está en contra de
los Derechos Humanos'. Al juicio también
asistieron representantes de las Embajadas
de Francia, Canadá, Suecia y España, junto
con políticos y miembros del Sindicato de
Mujeres de Sudán. Un miembro del
Movimiento para la Liberación del Pueblo
de Sudán (SPLM), Yassir Arman, que
pertenece al partido dominante en Sur de
Sudán, indicó que había tratado el caso con
el enviado estadounidense, Scott Gration,
durante su reciente visita. "El SPLM pide que
la ley sea revocada", afirmó a Reuters.
"Humilla a las mujeres, tanto musulmanas
como cristianas", añadió.
Los latigazos son un castigo por el que se
pena una serie de delitos en Sudán, incluido
elaborar alcohol. El escarmiento suele
administrarse minutos después de la celebración de un juicio, para los hombres en
público y para las mujeres en privado. Para
indignación de Lubna, que estaba dispuesta
a llevar su caso hasta las últimas consecuencias, éste se cerró, «por la intromisión de
una asociación de periodistas supeditada al
gobierno». Ante la trascendencia de su proceso y la negativa imagen que trasuntaba el
73
país, las autoridades de Sudán, le dieron un
corte abrupto y le prohibieron salir del país.
Fue en vano, ella, que estaba dispuesta a
seguir combatiendo al sistema, se las
ingenió para burlar la vigilancia de la Policía
mediante el uso de una niqab, el velo que
oculta todo el rostro, y se escapó a Yemen,
de ahí pasó a Egipto, luego se desplazó a
Jordania y por fin recaló en París donde
publicó su libro “40 azotes por unos pantalones”. Lubna Hussein, había declarado
“Sé muy bien que mi lucha no ha terminado.
Y una cosa tengo muy clara: ni Alá ni EE UU
pueden ayudarnos si nosotros mismos no
ponemos nuestra parte. Debemos luchar
por reformar la sociedad, me sobra confianza, hay más gente como yo”. La contestataria e indoblegable Lubna, en la actualidad, suele pasear tranquilamente por la
plaza Saint-Sulpice, con la cabeza descubierta y un vestido floreado.
El país que se posiciona como uno de los
más feroces represores de las mujeres es la
República Islámica de Irán, cuyo presidente Mahmoud Ahmadinejad y el Líder
Supremo, Ayatolá Alí Hoseyni Jamenei, aplican con crueldad la Sharia para castigar
diferentes ofensas. En noviembre de 2003,
siete mujeres fueron condenadas a recibir
50 latigazos cada una por haber bailado al
ritmo de la música que se desprendía de la
radio de su auto, en Chiraz, al sudoeste de
Irán, según informaba el diario conservador
Kayhan. Los códigos de la policía de control
de la moral ya eran por aquél entonces muy
estrictos en ese país gobernado por la ley
islámica, y los miembros del tribunal justificaron la pena en base a dos observaciones.
La primera, que las siete mujeres estaban,
además, maquilladas y la segunda, que el
meneo de caderas de las muchachas era
una burla a los que respetan el Ramadán,
que es el mes de ayuno musulmán.
El ayatolá Ruhollah Jomeini fue el líder
espiritual de la revolución que sustituyó el
gobierno del Sha, en 1979. Fue Jomeini
quien instituyó más tarde el código islámico
o Sharia, que determina castigos severos
para todo el que no cumpla con la interpretación de las leyes coránicas que los reli-
giosos iraníes proponen. El código islámico
de vestimenta es el hijab. En 1936, el Sha
Reza Pahlevi (padre del que más tarde sería
derrocado por Jomeini) había obligado a las
mujeres a quitarse el velo, en un gesto que
quiso mostrarse como señal de progreso. En
1983, la revolución islámica volvió a cubrir
las cabezas femeninas, esta vez en busca de
una identidad islámico-iraní.
Según informes, en esa época las mujeres
iraníes intentaban eludir la norma en una
revolución silenciosa, una tarea de riesgo.
Usaban maquillaje y aflojaban sus chadores,
acortando los ruedos y también ajustando
las pinzas de sus abrigos.
También se cortaban el pelo para salir a la
calle, disfrazadas de varones, para no
cubrirse, corriendo el riesgo de terminar
detenidas. Todas estas transgresiones las
llevaban adelante bajo la atenta mirada de
la policía moral controlada por el ayatolá Alí
Jamenei, quien era el líder espiritual.
Noventa y nueve latigazos es la pena aplicada a una mujer soltera que mantiene relaciones con un hombre casado, (sin perjuicio
que sea después lapidada) un vínculo que el
código iraní entiende como "entretenimiento sexual". El propio Parlamento, de mayoría
conservadora, aprobó una ley por la que los
médicos sólo pueden atender a personas de
su sexo. Hombres y mujeres, además, están
separados en hospitales, laboratorios o farmacias. El mismo número de latigazos les
espera a dos hombres si son descubiertos
desnudos. Para las mujeres, todo siempre es
peor. Cien latigazos es la pena para dos
mujeres que consienten en mantener relaciones sexuales entre sí. También en 2003,
una “ofensa” nimia, ameritó que una famosa
actriz iraní fuera condenada a una sentencia en suspenso de 74 latigazos por haber
besado a un joven director durante una ceremonia de entrega de premios. La actriz de
cine y televisión Gohar Kheirandish
infringió el estricto código moral de la
República Islámica en septiembre de ese
año, mientras presentaba el premio al mejor
director en un festival en la ciudad de Yazd.
El contacto físico en público entre hombres
y mujeres que ni son familia ni cónyuges es
74
tabú en Irán. Kheirandesh entregó el premio y dio la mano a Ali Zamani, que había
sido alumno de su fallecido marido, y luego
le besó en la frente. El gesto, que Zamani
describió posteriormente como "de una
madre", provocó protestas y manifestaciones organizadas por líderes religiosos y
acabó con la pareja en el juzgado. "Lo que
ocurrió fue un gesto emocional, materno",
dijo la intérprete de algo más de 50 años de
edad. "No tengo nada más que decir".
Zamani, que tenía poco más de veinte años,
fue estudiante del extinto esposo de la
actriz, Jamshid Esmaeilkhani, un actor bien
conocido que ya había fallecido el año anterior. La inmediata disculpa de Kheirandish
por su ofensa, le aseguró la suspensión de
su condena, informó el periódico Iran Daily.
La sentencia decía que sólo recibiría los 74
latigazos en caso que cometiera de nuevo
otra ofensa similar. "He sido condenada a 74
latigazos suspendidos", dijo a la AP la actriz
Gowhar Kheirandish.
"Desafortunadamente, el tribunal divulgó el
veredicto a la prensa antes de informarme
de su dictamen". La sentencia del juzgado
no sólo incluía a la actriz sino también a
Zamani, quien salió libre después de pagar
una fianza de 20 millones de Rials (aproximadamente 4000 Euros). El cine iraní ha
sido aclamado internacionalmente en festivales y concursos pero continúa bajo fuertes
restricciones y leyes opresivas.
En 2006, dos mujeres iraníes fueron condenadas por la Justicia de Irán a recibir 35
latigazos y un año de prisión condicional,
por reclamar igualdad de derechos. La Corte
de Apelaciones ratificó la sentencia de
Massoumeh Zia, condenada a "35 latigazos
y un año de prisión condicional", mientras
que Marzieh Morteza Langheroudi fue
sentenciada a "seis meses de prisión y diez
latigazos con la condicional". Así lo informó
el abogado en ambos casos, Farideh
Gheyrat, quien recordó que Zia fue arrestada en junio de 2006 junto a más de 70 manifestantes en el curso de una protesta en
Teherán para reclamar igualdad de derechos entre mujeres y hombres.
Langheroudi, por su parte, fue detenida en
marzo de 2007 junto a otras 32 mujeres
también en una protesta, en esa ocasión
para apoyar a personas procesadas por
manifestaciones el año anterior.
En febrero de 2008, dos mujeres iraníes,
Zahreh y Azar, que previamente habían
sido sometidas a castigo corporal con
sendos 99 latigazos, por relaciones ilegales,
aguardaban en la cárcel ser lapidadas,
después de ser declaradas culpables de
adulterio por el Tribunal Supremo que las
acusó. La sentencia fue decretada sin pruebas, basándose sólo en la sabiduría del juez,
y las acusaciones de sus respectivos
esposos. Zohreh y Azar de 28 y 27 años de
edad respectivamente, estaban casadas y
residían en Shahriar, un suburbio cercano a
Teherán. La denuncia la había efectuado el
marido de Zohreh quien “por sentir celos”
instaló una cámara oculta en la casa donde
residían para vigilarla, informó el diario
Etemad. Según el esposo, las imágenes
mostraron que “recibían a hombres” en su
casa, por lo que las dos jóvenes fueron
declaradas culpables de adulterio. Seis
meses después de recibir la condena de 99
latigazos, las mujeres fueron convocadas a
un alto tribunal que las ha condenado a lapidación por adulterio. Por su parte el abogado de las mujeres, Jabar Solati, explicó
que ambas fueron condenadas sin pruebas,
bajo una sentencia basada únicamente en
la “sabiduría del juez”, un principio establecido en la ley islámica, que da amplio poder
discrecional a la autoridad que juzga.
El régimen teocrático de Irán condenó en
abril de 2008 a una periodista iraní y militante por los derechos de las mujeres en ese
país, a cumplir una condena de seis meses
de cárcel y diez latigazos, informó el sitio
online del diario UNO. Afzali fue encontrada culpable de “alterar el orden público por
haber participado en una concentración
ante el tribunal revolucionario de Teherán”,
señaló
su
abogado,
Mohammad
Mostaphaie, citado por el diario iraní
Etemad Melli. Además, agregó que “esta
condena fue pronunciada pese a que mi
cliente afirmó haberse encontrado con el tribunal revolucionario en calidad de perio-
75
dista, para seguir el juicio a cinco feministas
que participaron de una concentración en
2006”. Afzali, además de ser activista por los
derechos de las mujeres, integraba la
Oficina de Consolidación de la Unidad,
agrupación estudiantil de tendencia
reformista. Desde ese entonces, el gobierno
de Mahmoud Ahmadinejad arrestó decenas de militantes feministas, la mayoría de
las cuales se encuentran actualmente en
prisión.
Capítulo 9:
Musulmanas destacadas
En numerosas sociedades islamistas de
índole patriarcal, donde según el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) se registran aumentos considerables de violaciones individuales y colectivas de los derechos humanos, merecen
especial reconocimiento y admiración, una
plétora de mujeres musulmanas brillantes e
ilustradas, quienes a pesar de las adversidades y dificultades que atraviesan,
imbuidas en el Corán y en la iytihad, (su
interpretación) se atreven a desafiar a los
ulemas extremistas, (que las acusan de ser
corrompidas y licenciosas renegadas) y bregan por la igualdad de condiciones con los
hombres. Asimismo, una nutrida legión de
feministas combativas, tanto religiosas
como seculares, que consideran a la educación el factor preponderante de la emancipación de la mujer, coadyuvan para intentar suprimir la contradicción inherente
entre la palabra revelada y la práctica y así
obtener la reivindicación en favor de la
igualdad de los sexos y de la justicia social.
En la historia del Islam, han descollado
muchísimas mujeres en los diferentes campos. Seleccionar en este caso unas pocas de
ellas contemporáneas, apologistas y detractoras de su fe, seguramente conllevará injustos olvidos para la miríada de omitidas, que
el lector sabrá disculpar.
Shirin Ebadi - Premio Nóbel 2003 –
Abogada
Las mujeres no son las únicas en ser perseguidas en
Irán. La ejecución de hombres acusados de homosexualidad es moneda corriente en este país, incluyendo
menores de edad.
Shirin Ebadi, es una iraní de 62 años, abogada y activista por los derechos humanos y
la democracia. En un hecho sin precedentes, el 10 de octubre de 2003 recibió el
Premio Nobel de la Paz. Fue la primera ciudadana de ese origen y la única mujer
musulmana en recibir este premio. El
Comité Nobel destacaba que "como abogada, juez, conferenciante, escritora y
activista, ha hablado claro y fuerte en su
país, Irán, y fuera de sus fronteras. Ha sido
siempre una profesional prestigiosa y una
76
persona valiente que nunca ha temido las
amenazas a su propia seguridad". Ebadi representa al Islam reformista y aboga por
una nueva interpretación de la ley islámica
que esté en armonía con derechos humanos
tales como la democracia, la igualdad por
encima de la ley, la libertad religiosa y de
expresión. En cuanto a la libertad religiosa,
cabe destacar que Ebadi también incluye los
derechos de los miembros de la comunidad
Bahai, que ha tenido problemas en Irán
desde su fundación. Shirin Ebadi nació el 21
de junio de 1947 en Hamedan, el noroeste
de Irán, en el seno de una familia de
académicos y practicantes musulmanes que
se mudó a Teherán cuando ella tenía un año
de edad. En la Universidad de esa ciudad se
graduó en Leyes en 1968. Al año siguiente
en marzo de 1969, Shirin Ebadi se convirtió,
con 27 años, en la primera mujer juez de
Irán. Mientras se desempeñaba como magistrada continuó su educación y obtuvo un
doctorado con honores en Derecho Privado
de la Universidad de Teherán en 1971.
Shirin Ebadi
Asimismo ocupó una variedad de posiciones en el Departamento de Justicia., pero
la revolución islámica de Jomeini (1979), la
dejó sin trabajo porque las mujeres eran
"demasiado emocionales e irracionales"
para desempeñar ese cargo. “Después de la
victoria de la Revolución Islámica en febrero
de 1979, ya se creía que el Islam prohíbe a
las mujeres para actuar como jueces, yo y
otras mujeres jueces fuimos despedidos de
nuestros puestos”. Shirin fue forzada a
renunciar a su cargo de jueza, en cambio le
ofrecieron trabajos administrativos en la
misma corte donde antes presidía. Como
resultado de su protesta le dieron el título
de Experta en el Departamento de Justicia.
Sin embargo, Shirin no consiguió tolerar la
situación y solicitó permiso para su retiro
anticipado que fue aceptado. Este revés
humillante no la paralizó y Ebadi siguió trabajando para lograr que su país fuera más
justo. Luego de años de negársele la licencia
para abrir un estudio jurídico finalmente la
obtuvo en 1992. Shirin también fundó dos
organizaciones no gubernamentales: la
Sociedad Iraní para la Protección de los
Derechos de los Niños (1995) y el Centro
para la Defensa de los Derechos Humanos
(2001). Desde entonces da clases en la
Universidad de Teherán y, como letrada, ha
defendido a decenas de personas que han
sido torturadas o se han visto privadas de su
libertad de expresión. Como muchos abogados iraníes, ha pisado varias veces la cárcel,
la última vez en el 2000 cuando fue arrestada por, supuestamente, "manipular" una
cinta de vídeo con la que intentaba probar
la represión policial en las manifestaciones
de estudiantes. Durante un largo período
sin empleo, Shirin escribió varios libros y
artículos sobre temas de derechos
humanos. Así fue que defendió muchas víctimas de abuso de menores y asesinatos.
Asimismo, se hizo conocer por sus
enfrentamientos con los clérigos dominantes. Debido a su perseverancia y su renuencia a ser silenciada, su trabajo en derechos humanos le ha ganado la admiración y
el respeto de órganos humanitarios en todo
el mundo. Tomó la representación del único
caso admitido en la corte de la masacre de
estudiantes del 9 de julio de 1999. En 2000
recibió una condena condicional por promover testimonios que acusaban a prominentes líderes conservadores de instigar
ataques contra líderes del movimiento
reformista. Ebadi, además, cofundó la
primera organización por la lucha de los
derechos humanos después de la revolución. "Cualquier persona que quiera luchar
por los derechos humanos en Irán debe vivir
con el miedo en el cuerpo desde que nace
hasta que muere, pero yo ya he aprendido a
superarlo", ha dicho Ebadi en más de una
77
ocasión. Los que la conocen afirman que,
pese a su baja estatura y su voz suave, esta
mujer es un torbellino y tiene un coraje y
una valentía excepcionales en un país en el
que las mujeres se sienten personas de
segunda clase.
Las asociaciones de derechos humanos de
Irán desean que ella y su premio sean un
catalizador para las reformas que necesita
Irán. Shirin Ebadi ha intervenido en
numerosos casos de violación de los derechos humanos, en especial de las mujeres y
los niños. En la causa del asesinato de los
estudiantes antes citada, que contó con su
patrocinio, como consecuencia de la divulgación del testimonio de uno de los acusados en este caso, su licencia de abogada fue
suspendida por algunos meses. Como en
ese tiempo la obligaron a dejar su cargo, se
dedicó a ayudar a las mujeres y niños.
Cuando obtuvo el premio Nobel de la Paz,
Shirin Ebadi cumplió su promesa de no llevar el tradicional y obligado velo de las
mujeres iraníes y acudió con la cara descubierta y vestida de forma occidental a
recoger el galardón que el Comité Nobel
Noruego le concedió ese año por su "lucha
en defensa de los niños y los derechos
humanos". Al recibirlo en nombre de las
"todas las mujeres que luchan por sus derechos en el mundo islámico" dijo que el premio será "una inspiración para los
demócratas de la región. La abogada musulmana, recordó en sus palabras la cultura
humanitaria de su país y del Islam, y denunció a los que se escudan en el Corán para
defender estructuras patriarcales. "Muchos
musulmanes se amparan en que la democracia y los derechos humanos son incompatibles con el Islam, para así justificar gobiernos despóticos". La doctora Ebadi intervino
en sonados juicios nacionales en los que
representó a las familias de las víctimas de
asesinatos en serie durante el ataque a los
dormitorios universitarios. También participó en un gran número de casos sociales,
incluido el abuso infantil y en otros relacionados con la prensa.
El 31 de julio de 2007, Shirin Ebadi le envió
una carta a la Alta Comisionada Louise
Arbour, cuyo texto fue el siguiente:
Sra. Louise Arbour Alta Comisionada de la
ONU para los Derechos Humanos.
En los últimos tiempos los derechos de las
mujeres en Irán corren más peligro que
nunca, dado que un grupo de “defensoras
de los derechos humanos” han sido sentenciadas a prisión por distintos períodos de
tiempo. Por esto es que siento la necesidad
y me he tomado la libertad de informarle
sobre los puntos más importantes, hechos y
detalles. De acuerdo con la ley de la constitución, “Cláusula Nro 27” de la República
Islámica de Irán, las reuniones y manifestaciones de protesta en las que no se porten
armas y que no violen las leyes del Islam,
pueden realizarse en libertad. De acuerdo
con esto, el 12 de junio del 2006, un grupo
de mujeres –preocupadas por la discriminación que sufren en Irán- planearon
reunirse en una de las plazas de Teherán.
Tan pronto se reunieron en el lugar de
encuentro, y antes de que se pudieran hacer
discursos o leer alguna resolución, este
grupo de mujeres fue atacado por las
fuerzas policiales. Se las dispersó y un grupo
de ellas fue detenido durante unos días.
Algunas de las mujeres sufrieron heridas
mientras se las dispersaba. Quince de ellas
se me acercaron y me solicitaron que me
ocupara de su defensa en tribunales, lo que
por supuesto acepté y, en consecuencia,
presenté una demanda contra el jefe de la
policía de Teherán y contra aquellos que
habían participado en el ataque.
Desafortunadamente, aún no se ha finalizado la investigación de los hechos por parte
del lado opuesto al de las mujeres y, en consecuencia, nuestro caso contra ellos no
avanza. Por otra parte, el Sr. Saeed
Mortazavi, fiscal general de Teherán, también presentó demandas contra algunas de
las participantes de la mencionada reunión,
los que –otra vez- acepté defender junto
con la colaboración de algunos otros colegas. Lamentablemente, luego de un juicio
corto, la Corte Islámica Revolucionaria,
argumentando que el Ministerio del Interior
no había autorizado a las mujeres a realizar
la reunión, consideró que “tanto la reunión
78
como la acción de tomar parte en ella violaban la ley y se convertían en un acto contra
la seguridad del estado.” Las mujeres
arrestadas fueron sentenciadas a recibir
latigazos y a un largo tiempo en prisión. A
continuación incluyo la lista de los nombres
de las mujeres y las sentencias que recibieron:
1) Sr. Aliyeh Eghdam Dust / 3 años y 4
meses de prisión y 10 latigazos.
2) Ms. Delaram Ali / 2 años y 10 meses de
prisión y 10 latigazos.
3) Ms. Fariba Davoudi Mohajer / 4 meses de
prisión –tres de los cuales serán suspendidos durante 5 años si no vuelve a participar
en actos contra la discriminación en el
futuro; si lo hiciera deberá ir a prisión por un
año. (Obsérvese que esto significa que la
Sra. Davoudi Mohajer no tendrá jamás el
derecho, el derecho legal de tomar parte en
ningún acto contra la discriminación de la
mujer en Irán).
4) Sra. Noushin Ahmady Khorasani / 3 años
de prisión –dos y medio de los cuales le
serán suspendidos durante 5 años si no
vuelve a participar en actos contra la discriminación en el futuro, si lo hiciera deberá
ir a prisión por seis meses. (Obsérvese, otra
vez, que deberá renunciar a su derecho a
defender sus ideas sobre lo que ocurre en
Irán en materia de derechos de la mujer).
5) Sra. Parvin Ardalan / 3 años de prisión
–dos y medio de los cuales le serán suspendidos durante 5 años si no vuelve a participar en actos contra la discriminación en
el futuro, si lo hiciera deberá ir a prisión por
seis meses. (Nuevamente, un caso de discriminación de la mujer).
6) Sra. Shahala Entezari / 3 años de prisión dos y medio de los cuales le serán suspendidos durante 5 años si no vuelve a participar
en actos contra la discriminación en el
futuro, si lo hiciera deberá ir a prisión por
seis meses. (Otro caso que viola los derechos humanos de la mujer al no permitir
que se manifieste contra las leyes de dis-
criminación).
7) Sra. Sussan Tahmasebi / 2 años de prisión
–uno y medio de los cuales le serán suspendidos durante 5 años (Ya no podrá
tomar parte en actos contra la discriminación, nuevamente una decisión contra los
derechos de la mujer en general y discriminatoria al igual que todos los casos anteriores).
8) Sra. Azadeh Forghani / 2 años de prisión
–que pueden ser suspendidos durante 5
años si no vuelve a tomar parte en cualquier
tipo de acto contra la discriminación.
9) Sra. Bahareh Hedayad 7 2 años de prisión
–que pueden ser suspendidos durante 5
años si no vuelve a tomar parte en cualquier
tipo de acto contra la discriminación.
Posteriormente, en vista de lo actuado por
la policía y las fuerzas de seguridad contra
las mujeres el 12 de julio del 2006, se ha lanzado una campaña por escrito, para reunir
la firma de un millón de mujeres y hombres
que den a conocer sus ideas sobre la discriminación entre mujeres y hombres en el
marco de la ley de Irán.
Debido a que este sitio fue infiltrado por la
República Islámica de Irán, unos pocos estudiantes, muchachas y muchachos, se
ofrecieron
a
reunir
las
firmas.
Desafortunadamente, la policía y las fuerzas
de seguridad también los hostigaron y
algunos de ellos fueron detenidos en la
estación de policía y se presentaron cargos
en su contra. Estamos esperando que se
anuncie la fecha del juicio.
Seguramente, Usted coincidirá con nosotros
en que sentenciar a mujeres a prisión y
latigazos por manifestarse contra el derecho de que los hombres tengan más de una
esposa, que la mitad de los bienes que una
mujer recibe de su familia pertenecen al
hombre, o el hecho de que en un tribunal se
deban presentar dos testigos femeninos por
cada testigo masculino, etcétera, no sólo va
contra los estándares de los derechos
humanos, sino también contra todo principio moral.
79
Lo único que solicitaban estas personas era
terminar con la discriminación de la mujer:
tener el derecho a ser iguales a los hombres
dentro de la sociedad. Una de las peores
cosas es que aquellas que ya fueron sentenciadas no serán las únicas. Otras de mis
clientes todavía no han recibido la fecha de
juicio, dado que sus demandas todavía no
han sido atendidas. Estoy segura de que en
un futuro cercano ellas deberán enfrentar
terribles sentencias también. Por consiguiente, quiero hacerle llegar mi profunda
preocupación por el destino de estas
mujeres iraníes, cuyo único delito fue hacer
oír su voz contra la discriminación sexual. Le
solicito que, por favor, envíe un delegado a
Irán, para observar la situación de los derechos de la mujer, especialmente los de aquellas que ya han sido sentenciadas. Si estas
palabras e informes resultan ciertas –lo que
le aseguro que ocurrirá- podrán y deberán
tomarse acciones contra las agresiones a las
mujeres. Atentamente.
Shirin Ebadi está casada con un ingeniero
electrónico y tiene dos hijas, una de ellas de
23 años estudia para obtener un doctorado
en comunicaciones en la Universidad Mc
Gill en Canadá y la otra de 20 sigue la carrera de leyes en la Universidad de Teherán.
Su vocación y entrega en aras de la defensa
de las mujeres y derechos humanos en Irán,
pueden sintetizarse en algunas frases de su
autoría. “Sigo manteniendo que nada útil ni
perdurable puede nacer de la violencia”.
“Tengo el propósito de demostrar que aquellos gobiernos que violan los derechos de las
personas invocando el nombre del Islam
están abusando del Islam”. “La idea de relativismo cultural no es más que una excusa
para violar los derechos humanos”. “Las
mujeres son víctimas de esta cultura patriarcal, pero también son sus portadoras. No
olvidemos que todo hombre opresor ha sido
criado dentro de los limites del hogar de su
madre”.
Desde que recibió el premio Nobel, Ebadi
viene recibiendo amenazas de muerte y han
iniciado varios expedientes judiciales con la
intención de condenarla por algún cargo y
encarcelarla, pero la presión internacional
no les ha permitido hacerlo. Otra clara
intimidación tuvo lugar, cuando en diciembre de 2009 el diario italiano La Stampa
informó que Shirin Ebadi, la abogada y
activista de derechos humanos, Premio
Nobel de la Paz en 2003, habría indicado
que su hermana Nushin, fue detenida en su
casa de Teherán, por tres hombres y una
mujer, probablemente pertenecientes a la
inteligencia iraní, quienes luego de una
revisación minuciosa de su domicilio, le
incautaron su computadora. Shrin Ebadi,
preocupada, atribuyó el arresto a su actividad. En declaraciones a la CNN dijo que su
hermana “no ha hecho nada malo, no está
involucrada en mi trabajo por los derechos
humanos y nunca ha participado en alguna
protesta”. La mujer, aparentemente detenida había sido previamente contactada por
las autoridades que le pidieron ponerse en
contacto con su hermana para que ponga
fin a sus actividades y no hablar más de Irán.
Ebadi, afirmó el 24 de febrero de 2010 en
una rueda de prensa en Ginebra convocada
tras la ceremonia de inauguración del cuarto Congreso Mundial contra la Pena de
Muerte, que "En Irán se abolirá la pena de
muerte cuando haya democracia". "La gente
está en contra de la pena capital; sólo es el
gobierno quien la sustenta", agregó. La
activista persa recordó que en su país la
pena capital se abolió "hace 84 años, pero
con la Revolución Islámica se volvió a
establecer". Irán forma, junto a China,
Estados Unidos, Pakistán y Arabia Saudí el
quinteto de países que agrupan el 90 por
ciento de todas las ejecuciones sumarias en
el mundo. "En general estamos sólo detrás
de China en número de ejecuciones, pero
en algunos casos, como en las ejecuciones
de menores, somos los primeros", se lamentó la abogada. Asimismo, Ebadi deploró que
las penas capitales se ejecuten en Irán de
forma especialmente crueles con métodos
"como la lapidación, la crucifixión, o el
despeñamiento", y que se basen en delitos
absolutamente menores."En Irán está prohibido el consumo de alcohol. La primera
vez que un ciudadano incumple esta norma
es condenado a 100 latigazos, pero la tercera es condenado a muerte".
80
Shirin Ebadi, es autora de los libros The
Rights of the Child (Los derechos de los
niños) (1993), Tradition and Modernity
(Tradición y modernidad) (1995), The Rights
of Women (Los derechos de la mujer)
(2002), El despertar de Irán (2007). Éste último fue traducido a 20 idiomas, pero aún no
se ha publicado en persa.
Neda, la mártir que no quería morir
Neda Soltani
En la República Islámica de Irán, en el
2009, una joven estudiante, Neda Soltani,
se convirtió, sin proponérselo, en un símbolo
de la resistencia contra el opresivo régimen
teocrático iraní. Su trágico desenlace fue narrado por el autor de este libro en un artículo
publicado en varios periódicos, que se reproduce a continuación:
La palabra neda, que en idioma farsi significa “voz”, era también el nombre de una joven
iraní que mientras protestaba pacíficamente
contra el fraude electoral en su país, fue
asesinada por un sicario del brutal régimen
del Ayatolá Jamenei y su aliado el presidente
Mahmoud Ahmadinejad. En un video que
alguien grabó con un celular y posteriormente difundió por Internet en Youtube y
Twitter, el mundo pudo ver con estupor y
sufrimiento, las desgarrantes imágenes que
mostraban a Neda en la Avenida Karekar en
Teherán, yaciendo en el pavimento luego de
haber recibido, según testigos presenciales,
un balazo en su pecho, disparado por un
“basij” (paramilitar islámico) escondido en
una terraza. Se pudo observar en la filmación que también reprodujo la CNN, a la
bella Neda, con sus ojos desorbitados, hasta
que comenzó a sangrar profusamente por su
nariz y boca. Profiriendo ayes de dolor, un
hombre sollozando, intentaba reanimarla
junto a otros circunstanciales manifestantes.
Los ingentes esfuerzos, fueron en vano.
Neda, había fallecido y se erigía sin proponérselo, en un ícono de la lucha contra la
opresión teocrática de Irán y en favor de las
libertades individuales. Conmovedores
anuncios se publicaron en Twitter y sitios
análogos: “RIP Neda, el mundo llora viendo
tu último aliento, no has muerto en vano. Te
recordamos”. En otro mensaje, usufructuando su nombre, se lee: “Neda, te has convertido en la Voz del sufrimiento de tu pueblo y
permanecerás siempre en nuestros corazones como una heroína”. El ritual diario de
cánticos desde las azoteas, mediante el cual
se escucha a los opositores vociferar “Alahu
Akbar” (Alá es el más grande) y muerte al dictador, en referencia a Ahmadinejad, es interrumpido por continuos tiroteos. Indiferentes
al duelo de gran parte de la ciudadanía, por
el crimen de Neda y otro número impreciso
de víctimas, los basijis y policías, más violentos que nunca, patrullan las calles de
Teherán, para desalentar las multitudinarias
protestas. Amedrentando a la población, gritan: “Muerte a los opositores del Líder
Supremo” y “Hezbolah, Hezbolah”, en una
clara identificación con el grupo terrorista
chiíta libanés, apadrinado por Irán.
Neda Soltani
81
La violencia se enseñorea en la capital de
Irán. Algunos hospitales informan que
están recibiendo numerosos heridos y que
las milicias basijis están irrumpiendo en los
nosocomios para llevárselos arrestados.
Algunas embajadas extranjeras han abierto
sus puertas para proteger a los disidentes y
los heridos. La propia televisión estatal iraní
afirma que murieron diez personas. Cada
vez es más difícil confirmar los datos. Las
autoridades prosiguen en su cerco a los
periodistas y han expulsado al corresponsal
de la cadena británica BBC. El líder opositor,
Mir Hossein Mousavi, a la par que vuelve a
pedir la anulación de las elecciones, exhorta
a la contención a sus seguidores para evitar
un baño de sangre. Preocupado porque una
gran parte del pueblo que defenestra al
reelecto Ahmadinejad, por primera vez está
canalizando su ira hacia el Líder Supremo
Alí Jamenei, éste, en otro de sus acostumbrados dislates, y sin un mínimo de autocrítica, acusó a la “Sucia Entidad Sionista” como
eufemística y groseramente denomina a
Israel, junto con Occidente, de promover los
disturbios y distorsionar la información de
lo que sucede en su país. Resulta grotesco
que a pesar que el Consejo de Guardianes
de la República Islámica de Irán, a cargo de
la fiscalización de los comicios, admitiera
por primera vez graves irregularidades en el
recuento, como el caso de al menos cincuenta ciudades donde hubo más votantes que
el número de censados, haya negado la relevancia de esos datos anómalos y proclamara que no alteraban el resultado de las
elecciones. Sin embargo, el oficialismo iraní
tiene un defensor pertinaz. El impresentable
aliado venezolano Hugo Chávez, afirma que
el mundo debe respetar los resultados electorales de las elecciones en Irán y criticó los
rumores de fraude y dudas expresadas tras
la triunfal reelección de su par Mahmoud
Ahmadinejad. La posición timorata del presidente Barack Obama, que se limitó hasta
ahora a decir a Irán que el mundo observa,
y la actitud más comprometida de la Unión
Europea, que apoya moralmente a los que
protestan en las calles, no parecen poner en
riesgo la estabilidad del despótico régimen
teocrático de Irán, que sigue arrestando y
matando a los disidentes. La infortunada
Neda, a diferencia de las “mártires” suicidas
que utiliza el terrorismo islámico en aras de
la Jihad o Guerra Santa, se constituye involuntariamente, en el símbolo del anhelo de
un pueblo sometido, que pretende al
menos, un mínimo de libertad y democracia
verdadera.
La muestra de desafío y valentía femenina
Wafa Sultan
Wafa Sultan nació en 1958 en la ciudad
Siria de Baniyas, famosa por sus huertos de
cítricos y estar rodeada de verdes colinas.
Integrante de una familia musulmana sunita, se formó como médica psiquiatra en Siria
y emigró en 1989 a los Estados Unidos.
Actualmente reside en Los Ángeles,
California y posee la ciudadanía estadounidense.
Sultan comenzó a ser conocida desde el 11
de septiembre de 2001 por su participación
en los debates políticos sobre Medio
Oriente, con ensayos ampliamente distribuidos y esporádicas apariciones en programas
de la emisora de televisión por satélite de
lengua árabe Al Jazeera, (fundada en
noviembre de 1996 por el gobierno de
Qatar) y en la popular CNN. A partir de los
atentados del 11 de septiembre de 2001
contra Estados Unidos, Al-Jazeera, (en
árabe se pronuncia Al Yazira) cobró fama en
el mundo occidental como canal de difusión
privilegiado de los mensajes de Osama bin
Laden y otros miembros de la red Al Qaeda.
82
La doctora Sultan es además de psiquiatra,
escritora. No obstante ser reconocida por
sus posturas críticas contra en Islam, la fama
de ella, de acuerdo a su propio testimonio,
comenzó cuando el 21 de febrero de 2006
fue invitada a participar en el programa de
televisión emitido por Al- Jazeera llamado
“La dirección opuesta”. Wafa Sultan, que
habló desde Los Ángeles, tuvo un duro
enfrentamiento verbal con el conductor del
programa, Faisal al-Qassem, y con Ibrahim
Al-Khouli sobre la teoría del Choque de
Civilizaciones de Samuel P. Huntington. Los
seis minutos de video fueron subtitulados y
ampliamente distribuidos a través de Middle
East Media Research Institute (MEMRI) y por
medio de correo electrónico, The New York
Times estima que la grabación fue vista al
menos un millón de veces. Sultan, en ese
video criticó el tratamiento de los musulmanes hacia los que no lo son, y por no
reconocer los logros de los judíos y otros
miembros de las sociedades no islamistas en
el aprovechamiento y uso de sus riquezas y
la tecnología.
La siguiente es la transcripción del vídeo
que difundió MEMRI.
Wafa Sultan: "El enfrentamiento que estamos presenciando alrededor del mundo no
es un choque de religiones o un choque de
civilizaciones. Es un enfrentamiento entre
dos contrarios, entre dos eras. Se trata de un
choque entre una mentalidad que
pertenece a la Edad Media y otra mentalidad que pertenece al siglo 21. Es un
enfrentamiento entre la civilización y el
atraso, entre lo civilizado y lo primitivo,
entre la barbarie y la racionalidad. Se trata
de un choque entre la libertad y la opresión,
entre democracia y dictadura. Es un
enfrentamiento entre los derechos
humanos, por un lado, y la violación de
estos derechos, por la otra. Se trata de un
choque entre aquellos que tratan a las
mujeres como bestias, y aquéllos que las
tratan como seres humanos. Lo que vemos
hoy no es un choque de civilizaciones.
Civilizaciones no chocan, sino compiten".
[...] Anfitrión: "Entiendo de sus palabras que
lo que está sucediendo hoy es un choque
entre la cultura de Occidente, y el atraso y la
ignorancia de los musulmanes?" Wafa
Sultan: "Sí, eso es lo que quiero decir." [...]
Anfitrión: "¿De quién fue la idea de un
choque de civilizaciones? ¿No fue Samuel
Huntington? No fue bin Laden. Me gustaría
discutir este asunto, si no te importa."
Wafa Sultan: "Los musulmanes son los que
empezaron a usar esta expresión. Los
musulmanes son los que comenzaron el
choque de civilizaciones. El Profeta del Islam
dijo: "Se me ordenó la lucha del pueblo
hasta que crean en Alá y Su Mensajero”.
Cuando los musulmanes dividieron a la
gente entre musulmanes y no musulmanes,
y llamaron a combatir a los otros hasta que
crean en lo que ellos mismos creen, comenzaron este enfrentamiento, y comenzaron
esta guerra. Con el fin de detener esta guerra, deben reexaminar sus libros islámicos y
programas de estudio, que están llenos de
llamadas de takfir (apostasía) y lucha contra
los infieles.
"Mi colega ha dicho que él nunca ofende las
creencias de otras personas. ¿Qué civilización en la faz de esta tierra le permite llamar a otras personas con nombres que no
eligen por sí mismos? Una vez, los llama Ahl
Al-Dhimma, otra vez él los llama el 'Pueblo
del Libro', y otra vez los compara a monos y
cerdos, o llama a los cristianos 'aquéllos que
incurren en la ira de Alá'. ¿Quién te dijo que
son "gente de la Escritura?" Ellos no son el
Pueblo del Libro, son personas de muchos
libros. Todos los libros científicos útiles que
usted tiene hoy son de ellos, el fruto de su
pensamiento libre y creativo. ¿Qué te da
derecho a llamarlos 'aquéllos que incurren
en la ira de Alá', o 'los que han ido por mal
camino ", y luego vienen aquí y dicen que el
Islam se abstenga de ofender las creencias
de los demás?" [...] "Yo no soy un cristiano,
un musulmán o un judío. Yo soy un ser
humano secular. Yo no creo en lo sobrenatural, pero respeto el derecho de otros a
creer en ella". Dr. Ibrahim Al-Khouli: "¿Es
usted hereje?". Wafa Sultan: "Usted puede
decir lo que quiera. Yo soy un ser humano
secular que no cree en lo sobrenatural".
83
Dr. Ibrahim Al-Khouli: "Si usted es un hereje,
no hay punto de reprender, ya que usted ha
blasfemado contra el Islam, el Profeta y el
Corán“. Wafa Sultan: "Estos son asuntos personales que no le conciernen". [...]
"Hermano, usted puede creer en piedras,
mientras no las tiren ellos a mí. Eres libre de
adorar a quien quieras, pero las creencias de
otras personas no son de su interés, si creen
que el Mesías es Dios, hijo de María, o que
Satanás es Dios, hijo de María. Deje que la
gente tenga sus creencias". [...] "Los judíos
han venido de la tragedia [del Holocausto],
y obligado al mundo a respetarlos, con su
conocimiento, no con su terror, con su trabajo, no con su llanto y gritos. La
humanidad debe la mayoría de los descubrimientos y la ciencia de los siglos 19 y
20 a los científicos judíos. Quince millones
de personas, esparcidos por todo el mundo,
unidos y se ganaron sus derechos mediante
el trabajo y el conocimiento. No hemos visto
un judío volarse en un restaurante alemán.
No hemos visto ni un solo judío destruir una
iglesia. No hemos visto una protesta judía
sólo para matar gente. Los musulmanes
convirtieron tres estatuas de Buda en
escombros. No hemos visto ni un solo budista quemar una mezquita, matar a un
musulmán, o incendiar una embajada. Sólo
los musulmanes defienden sus creencias
quemando iglesias, matando gente y
destruyendo embajadas. Este camino no
dará ningún resultado. Los musulmanes
deben preguntarse qué pueden hacer por la
humanidad, antes de exigir que la
humanidad los respete".
En 2006 Wafa Sultan fue nominada en Time
Magazine en la lista de las 100 personas mas
influyentes del mundo "cuyo poder, talento
o ejemplo moral está transformando el
mundo.". "Time" dijo que "la influencia de
las corrientes de su voluntad de expresar
abiertamente opiniones críticas sobre el
extremismo islámico que son ampliamente
compartidas, pero rara vez dadas a conocer
por otros musulmanes.
En el 2008, Wafa Sultan se sumó a la lista de
personas críticas del Islam que tuvieron que
esconderse por una fatwa (edicto religioso).
En el caso de ella, debió ocultarse junto a su
familia, a raíz de un debate en Al-Jazeera
donde discutió con el islamista egipcio Talat
Rheim con respecto a las caricaturas de
Mahoma, que había publicado el diario
danés Jyllands-Posten como una ilustración
satírica que acompañaba un artículo sobre
autocensura y libertad de expresión. Sultan
sostuvo que Dinamarca tiene el derecho de
imprimir las viñetas. Esa opinión, bastó para
que pesara sobre ella, otra amenaza de
muerte.
El quiebre de Sultan con el Islam se produjo
en 1979 cuando extremistas de la
Hermandad
Musulmana
cometieron
ataques terroristas contra personas
inocentes en Siria, incluyendo el asesinato
con ametralladoras de su profesor Yusef al
Yusef, un oftalmólogo de fama internacional, abatido ante su presencia, en un
aula de la Universidad de Alepo, donde
Wafa estudiaba medicina. "Dispararon cientos de balas sobre él, gritando, ¡Alá es
grande! En ese momento, perdí mi confianza en su Dios y empecé a cuestionar todas
nuestras enseñanzas. Fue el punto de inflexión de mi vida, y me ha llevado a este presente. Tuve que parar. Tuve que buscar otro
Dios”. En ocasión de un viaje que
emprendió a Australia, Sultan dijo que ése
país y EE.UU. se equivocan al pensar que
existe una versión moderada del Islam.
Declaró que a los musulmanes se les somete
a un lavado de cerebro desde la más tierna
infancia, y se les hace creer que los valores
occidentales son nefastos y que el mundo
será dominado por la Shaarya. Advirtió que
los musulmanes se aprovechan de la libertad de expresión de Occidente, para
predicar el odio y atacar a su país de adopción. “Ustedes combaten a alguien que
desea morir”, “Deben comprender esta mentalidad para encontrar un medio que la
enfrente. La misión del musulmán en la tierra es la de combatir por el Islam y de matar
o ser muerto. Está aquí por corto tiempo,
una vez que ha matado a un kafir (infiel)
puede volver con Alá. Segun Wafa Sultan, el
Islam es una ideología política y Occidente
no comprende que todos aun los “moderados” parten de la misma base, (alusión a la
84
“taquiya” o simulación, la expresión islámica
de una realidad consustancial a la acción
política).
En su libro autobiográfico “El Dios Que
Odia” que salió a la venta en EEUU en
octubre de 2009, Wafa Sultan, mediante
anécdotas personales, se dedica a exponer
la evolución de su pensamiento. En la publicación desgrana sus vivencias y renueva sus
críticas hacia el sistema opresivo musulmán.
En lo concerniente a las mujeres, una visión
suya sobre la misoginia en esas sociedades
la explica de esta manera: “Como en el
Corán (33:21) se ratifica a Mahoma como el
ejemplo ideal para todos los creyentes, ésta
amplifica eternamente: “La parte más aterradora procede de las propias historias
sobre las esposas del profeta, las cuales
crean una trampa mortal en la que caen
todas las mujeres musulmanas: como no
puede haber ningún hombre mejor en mi
vida que Mahoma, no podemos ser menos
obedientes que las mujeres del Profeta lo
fueron para con su marido. Los hombres
han interiorizado a su profeta, y las mujeres
han interiorizado el papel de sus esposas”.
Temerariamente, la doctora Wafa Sultan,
madre de tres hijos, sobre la que pesan dos
fatwas ordenando su muerte, dice que “Los
musulmanes son prisioneros del Corán
desde hace 1400 años y que es imposible
encontrar una solución, mientras no se
destruya el Corán”.
Desde el dolor de Ser
Nonie Darwish, la escritora y activista de
Derechos Humanos nacida en 1949 en El
Cairo, Egipto, apóstata del Islam, es considerada una de las mujeres más odiadas por
los musulmanes. Autora de los libros “Now
They Call Me Infidel (“Ahora me llaman
infiel) y “Cruel and Usual Punishment”,
(“Cruel y habitual castigo”) es una consumada oradora pública, que advierte
a
Occidente en sus alocuciones, sobre el peligro que representa el Islam. Sus disertaciones polémicas, se refieren a los derechos
humanos y de las minorías, especialmente
los de la mujer.
Cuando Darwish tenía un año, su familia se
trasladó a Gaza, porque su padre, el coronel
Mustafá Hafez, había sido designado
Comandante de la Inteligencia del ejército
egipcio en ese lugar, por el presidente de
Egipto Gamal Abdel Nasser. Hafez fue el
fundador de los fedayines, nombre con el
que se designa a los terroristas, eufemísticamente llamados combatientes o milicianos,
que lanzaron incursiones a través de la frontera sur de Israel, donde entre 1951 y 1956,
fueron asesinados cerca de 400 ciudadanos
israelíes, en su mayoría civiles. Como retaliación por esos ataques, en julio de 1956,
cuando Darwin tenía ocho años, su progenitor fue víctima de una carta bomba, que
acabó con su vida. La muerte de Hafez
devenido en “shaid”, mártir, fue el primer
asesinato selectivo cometido por el IDF, la
Fuerza de Defensa de Israel.
Nonie Darwish
En ocasión del discurso donde anunciaba la
nacionalización del Canal de Suez, que trajo
como inmediata respuesta una contienda
militar de una alianza integrada por el Reino
Unido, Francia e Israel contra Egipto, conocida como La Guerra del Sinaí o Guerra de
Suez en 1956, Nasser prometió que todo el
país vengaría la muerte de Hafez.
Dirigiéndose a Darwish y sus hermanos, les
preguntó: ¿Quién de vosotros vengará la
muerte de su padre, matando judíos?
Darwish se pronunció al respecto: "Siempre
culpé a Israel por la muerte de mi padre,
porque eso es lo que me enseñaron. Nunca
me explicaron por qué Israel mató a mi
padre. Mataron a mi padre, porque los
fedayines estaban matando a los israelíes”.
Después de la muerte de su padre, la familia
85
de Darwish, regresó a El Cairo, donde ella
asistió a la escuela católica y posteriormente
a la Universidad Americana de El Cairo,
donde obtuvo las licenciaturas de
Sociología y Antropología. Luego de su
graduación, trabajó como editora y traductora de la Agencia de Noticias de Medio
Oriente.
La creciente islamización de Egipto, el
hecho que su madre viuda y con cinco hijos,
era insultada en El Cairo por atreverse a
comprar un automóvil y conducirlo, motivaron que en 1978, con su marido emigrasen a EE.UU. donde obtuvo la ciudadanía norteamericana y se convirtió al
cristianismo evangélico. Aproximadamente
un año después de los ataques terroristas
del 11 de septiembre de 2001, que la conmocionaron, Nonie Darwish comenzó a
escribir columnas críticas condenando al
extremismo islámico y el silencio de los
musulmanes moderados. Ese día, comprendió que la Jihad había llegado, también, a su país de adopción. Y desde
entonces no ha cesado de hacer denuncias
públicas sobre la peligrosidad del Islam,
sobre todo en dos de sus facetas más visibles: la violación de los derechos de las
mujeres y los infieles y el odio fanático a los
judíos. "Después del 9 / 11 muy pocos
norteamericanos de origen árabe y musulmán se pronunciaron, y por mi experiencia,
nos tomó mucho tiempo que lo notaran los
medios de comunicación occidentales, que
aceptan a las organizaciones musulmanas
como el Council on American-Islamic
Relation (CAIR) como representante de los
musulmanes moderados en Estados Unidos.
Este no es el caso. Grupos musulmanes en
los EE.UU. tratan de silenciar e intimidarnos,
cuando universidades estadounidenses nos
invitan a hablar”. Nonie Darwish, fundadora
y portavoz de la “Asociación Árabes por
Israel”, dio una conferencia el jueves 25 de
octubre de 2007 en la Universidad Berkeley
de California de la cual algunos fragmentos
relacionados con la mujer, son aquí transcriptos. “Como una mujer americana musulmana de origen árabe, aprecio mucho las
libertades que América me ha dado, un
derecho muy escaso en el Oriente Medio,
donde los derechos humanos, los derechos
de la mujer, la democracia e incluso la paz
con Israel, es un tabú, con graves consecuencias. La guerra global que estamos
luchando contra el fascismo islámico y la
Jihad no es sólo acerca de las bombas y los
aviones secuestrados, sino también de la
tiranía y la opresión de la mujer. La opresión
de la mujer y el apoyo de terror son dos facetas de la mentalidad fundamentalista
misma. La ley islámica que los terroristas
están luchando para imponer al mundo,
crearía un estado global de apartheid de
género. Yo viví por 30 años en las dictaduras opresoras y estados policiales. Fui
testigo de crímenes por honor, he visto el
asesinato de las niñas (nuestra criada), la
opresión de las mujeres y la mutilación genital femenina. Regularmente he oído la
maldición a los no musulmanes desde los
púlpitos de las mezquitas. Como mujer
joven, visité a un amigo cristiano en El Cairo
durante la oración del viernes, y ambos
escuchábamos los ataques verbales contra
cristianos y judíos de los altavoces. Hemos
oído: "Que Dios destruya a los infieles y los
judíos, los enemigos de Dios. No vamos a
trabar amistad con ellos o hacer tratados
con ellos". También hemos escuchado a los
fieles responder: "Amén". He oído oraciones
de maldición toda mi vida desde los púlpitos
de las mezquitas - y créanlo o no, si se crece
con oraciones maldiciendo, se puede sentir
ese sonido normal. Mi amigo cristiano me
miró asustado, y me dio vergüenza. Fue
entonces cuando me di cuenta de que algo
andaba muy mal en la forma en que mi
religión es enseñada y practicada.
Feministas árabes, reformistas e intelectuales son intimidados, amenazados o
asesinados. Incluso el extinto novelista egipcio Naguib Mahfouz, ganador del Premio
Nobel de Literatura, fue apuñalado en El
Cairo en 1994 por un musulmán radical que
afirmó que aquél había insultado al Islam. Es
por eso que todos debemos celebrar un
debate abierto. La mejor arma en la guerra
contra el terror y el fascismo islámico, es la
verdad. Yo me trasladé a EE.UU. en 1978. En
mi primera visita a una mezquita en
América, fuimos advertidos de no asimilarnos ya que el Islam se convertiría en la
86
religión dominante, me dijeron que usara
vestimenta islámica; pero ¿cómo podría hacerlo si nunca usé esa indumentaria en
Egipto? Las mujeres en mi país no usaron
hasta 1980, el atuendo islámico.
Bajo la ley islámica penal, los castigos
pueden ser la flagelación, lapidación, decapitación y amputación de extremidades. Un
castigo cruel e inusual para los estándares
occidentales y humanos. Abandonar el
Islam es penado con la muerte. Si el Estado
no puede matar a un apóstata, su muerte
está garantizada a manos de una turba de la
calle. Eso hace que el Islam más que una
religión, es un Estado de partido único, y
también un sistema jurídico complejo,
denominado la Sharia, que le puede decretar la muerte a quien deja el Islam. He vivido
bajo la Sharia durante 30 años de mi vida.
Ésta se practica en todos los países musulmanes, y permite sólo a los hombres el derecho a un divorcio fácil, tener hasta 4 esposas
y golpearlas. La mujer recibe la mitad de la
herencia que un hombre y su testimonio en
la corte vale sólo la mitad. Ella es respetada
solamente cuando protege su cuerpo, cara
e incluso su identidad. Al menos el setenta y
cinco por ciento de las mujeres en la cárcel
de Pakistán están tras las rejas por el delito
de haber sido violadas. La Sharia fue codificada como ley permanente en el siglo VII en
la tribal Península Arábiga, para todo
musulmán en cualquier cultura, para siempre. La poligamia tiene un efecto devastador en la dinámica familiar, en el vínculo
marido-esposa y la relación con la mujer.
Muchos hombres musulmanes tienen solamente una esposa, pero el daño a la esposa
ya se ha hecho en el contrato de matrimonio musulmán en sí, donde un hombre no
promete lealtad a su esposa y la esposa no
puede esperar que él la tenga con ella. El
contrato de matrimonio tiene tres espacios
más para ser llenados por otras mujeres, si
al hombre se le antoja. Por eso, una buena
mujer musulmana debe aceptar su destino
bajo la ley Sharia por una sencilla razón,
desafiando la ley de Alá es como un reto a
Alá mismo.
La religión, cualquiera sea, debe adaptarse
al concepto universal de los Derechos
Humanos, la libertad de elección de la fe, la
igualdad de derechos de las mujeres y las
minorías. Los árabes estadounidenses, ¿qué
vamos a hacer al respecto? ¿Vamos a permanecer en silencio y a la defensiva? Le
debemos a América respuestas honestas.
Debemos inspirar una verdadera reforma en
nuestra cultura de origen. Hay 7 mujeres en
Irán ahora esperando la muerte por lapidación, ¿vamos a permanecer a su lado, o
vamos a fracasar? Ex musulmanes conversos están en la clandestinidad; ¿vamos a
permitir que los maten en nombre del
Islam? ¿Vamos a ver a la población cristiana
de Egipto seguir siendo víctimas de discriminación? Si el Islam es una religión de paz,
entonces debemos exigir mejores líderes
religiosos. Hemos sufrido con los Ayatolás
auto ungidos e intolerantes, jeques y mulás
que actúan como Alá y suprimen la libertad
de expresión mediante la emisión de fatwas
de muerte. Las feministas deben adoptar
una sola norma tanto para Occidente como
para la sociedad islámica. Todos aquellos
interesados en la libertad humana deben
apoyar a los disidentes musulmanes, tanto
hombres como mujeres, que están arriesgando sus vidas en una batalla por los derechos de las mujeres en el Islam. Pido el
apoyo de la izquierda estadounidense.
Ustedes deben ser nuestros aliados naturales, porque somos los reformadores y los
defensores de las libertades en el Medio
Oriente”.
La mujer Imán
Amina Wadud, nacida el 25 de septiembre
de 1952 en Bethesda, Estados Unidos, que
recibió su doctorado (Ph. D.) en la
Universidad de Michigan, y durante sus cursos de grado, estudió arábico y egipcio en la
American University in Cairo y Al-Azhar
University, es una controvertida feminista
islámica y erudita que tuvo la osadía de
transgredir en marzo de 2005, XIV siglos de
tradición del Islam, al conducir como imán
la oración (reservada a los varones) de los
viernes en la Iglesia Anglicana en Nueva
York, después que tres mezquitas se
negaron a permitir el inusual evento que
87
tuvo que ser protegido por guardias de
seguridad debido a las amenazas de violencia por parte de los musulmanes fundamentalistas.
Amina Wadud
El doctor Yusuf Qardha, erudito egipcio y
predicador en televisión fustigó a Wadud
por violar catorce siglos de tradición islámica. Por su parte, el Gran Mufti Abdul Aziz alSeikh, fue más allá al declarar a ella “una
enemiga del Islam que ha violado la ley de
Dios”. Además, los periódicos egipcios y
saudíes publicaron informes sobre el servicio en sus portadas y se refirieron a Wadud
como una "mujer demente" que estaba
colaborando con los infieles occidentales.
Luthfi Assyaukanie, autor y profesor de la
Universidad de Paramadina, Indonesia y
miembro de la Red Liberal El Islam, una
organización islámica que promueve la tolerancia religiosa, manifestó que estas reacciones son inquietantes, ya que muestran
cómo los musulmanes están cerrados al
cambio y son paranoicos acerca de cómo
modificar la tradición religiosa. En particular, sus reacciones son extremas, pues
además de la burla y la crítica, Wadud
recibió amenazas de muerte por “corrupción” al Islam. Assyaukanie escribió que
mientras los eruditos musulmanes han estado debatiendo cuestiones tales como el uso
de pañuelos en la cabeza, la ONU, la naturaleza islámica de los intereses bancarios, la
eutanasia y el matrimonio mixto, la reacción
contra Wadud reemplaza todos estos
debates por ser ella la primera mujer que ha
tenido el valor suficiente para que efectiva-
mente su práctica como imán, sea un tema
de controversia de tal índole en la ley islámica. Las reacciones excesivas de los líderes
religiosos musulmanes, los intelectuales y
otros, indican que simplemente se niegan a
aprender de la historia. Del mismo modo,
casi todos los estudiosos musulmanes desde
el comienzo del siglo XX han prohibido los
intereses bancarios, criticaron a las mujeres
que trabajan y la planificación familiar, y
prohibieron ciertas tecnologías, todo en
nombre de la religión. “Sin embargo, el progreso histórico es necesariamente mayor
que tales puntos de vista conservadores,
que siempre trabajan para prevenir el cambio. En su opinión, a pesar de la resistencia
al cambio paradigmático en el Islam, la
aceptación de "imán de la mujer" es sólo una
cuestión de tiempo”. Hoy en día, el hecho
que algunos intelectuales y eruditos musulmanes, al igual que los líderes religiosos
que están de acuerdo en la prohibición que
haya mujeres imanes, es una consecuencia
de la denominación masculina en la
sociedad árabe patriarcal. En otras palabras,
no es un elemento de la doctrina religiosa
dada por Dios, sino una construcción sociocultural. Así, el Dr. Khaled Abou El-Fadl, un
experto en jurisprudencia islámica en la
Universidad de California en Los Angeles,
afirma que no existe ninguna prohibición
real en el Corán, que impida a las mujeres
convertirse en imanes. Mientras tanto, en
Indonesia, el Jeque Muhammad Hussein de
Cirebon cree que la mujer sí puede liderar
los rezos mixtos. En realidad, la objeción a
la oración de género mixto en última instancia, no tiene fundamento, ya que en el lugar
más sagrado en el mundo musulmán, la
Masjid al-Haram de la Meca, hombres y
mujeres rezan juntos. Según Assyaukanie,
lamentablemente se aprende de este caso
que los musulmanes son, en general, rara
vez capaces de aceptar diferentes opiniones, particularmente en términos de
religión.
“De hecho, Wadud sólo fue capaz de llevar
una oración de los viernes porque estaba en
América, y hasta allí había tenido dificultades para encontrar un lugar debido a las
amenazas de otros musulmanes. Hubiera
88
sido imposible organizar un evento así en
un país musulmán e, incluso en Estados
Unidos, las oraciones tenían que llevarse a
cabo en una iglesia y protegida por
guardias de seguridad debido a las amenazas de violencia de los musulmanes fundamentalistas. Por lo tanto, lo que descubrimos, una vez más, es que los musulmanes
son propensos a utilizar la violencia o amenazas como un medio para expresar las
creencias religiosas. Necesitamos urgentemente cambiar esta combinación de la intolerancia y el extremismo. Wadud merece
nuestro apoyo; su caso es en última instancia, no por el género y la oración, sino sobre
la tolerancia religiosa. Para apreciar los valores fundamentales de la libertad y la
democracia, los musulmanes deben aprender a aceptar que las visiones específicas y
de la interpretación de la religión están
abiertos al cambio - que las tradiciones religiosas no son estáticas”. No obstante que
una considerable proporción de la comunidad islámica, los considerados como estudiosos del Islam, son críticos de las posturas
y prácticas de Wadud, más de de 100 hombres y mujeres asistieron al servicio y el sermón dado por la profesora de estudios
islámicos en la Virginia Commonwealth
University. “El tema de la igualdad de
género es muy importante en el Islam y los
musulmanes, lamentablemente, han utilizado la interpretación muy restrictiva de la historia para que se mueva hacia atrás", dijo la
doctora. Wadud antes del inicio del sermón.
"Con este servicio de oración estamos avanzando. Este acto es un símbolo de las posibilidades dentro del Islam”. Unos 15 manifestantes se reunieron frente a la Casa
Sínodo de la Catedral de San Juan el Divino,
donde las oraciones se llevaron a cabo. Uno
de ellos llevaba una pancarta pidiendo que
la maldición de Alá estuviera sobre uno de
los organizadores del evento. "Ella empaña
la fe islámica entera. Si este fuera un Estado
islámico, esta mujer sería ahorcada, declaró
un hombre llamado Nussrah a la Associated
Press. El servicio fue organizado por un
grupo de activistas, periodistas y académicos con la esperanza de alentar el debate
acerca de la tradición secular de la separación de hombres y mujeres durante las
oraciones de la congregación, que reserva
el papel de líder de la oración, o imán para
los hombres. Sin embargo, el jeque de AlAzhar en El Cairo, una de las mejores instituciones del mundo islámico, dijo que el Islam
no permite a las mujeres predicar a los hombres. "Cuando se lleva a los hombres en
oración, no es apropiado mirar a la mujer
cuyo cuerpo se encuentra en frente de
ellos". El rol de imán desempeñado por
Wadud ha tenido muchas objeciones y escaso apoyo por parte de los musulmanes en el
mundo. A pesar de las críticas, Amina
Wadud continúa liderando servicios de rezo
del viernes para hombres y mujeres.
De Somalía a Holanda
Ayaan Hirsi Isse Ali nació el 13 de noviembre de 1969 con un peso de poco más de un
kilo y medio, en Mogadiscio, la capital de
Somalia, situada en la costa del Océano
Índico, en una familia islámica de la tribu
Daro. Su padre, Hirsi Magan Isse, tenía cinco
hijos y una hija con cuatro mujeres y era un
opositor del dictador somalí Mohamed Siad
Barre, quien fue Jefe de Estado por el
Partido Socialista Revolucionario Somalí, de
1969 a 1991.
Ayaan Hirsi Isse
Cuando Hirsi tenía 5 años, su abuela, definida hace poco por ella como “una mujer iletrada que vivía en la edad de hierro y que
consideraba los sentimientos una necedad
autoindulgente”, aprovechando que el
padre de la niña, que había estudiado en
Italia y Estados Unidos, estaba en el extran-
89
jero, la sometió a la cruel práctica de la
ablación genital femenina, procedimiento al
que su progenitor se oponía. El estallido de
la guerra civil en Somalia, en la que el padre
de Hirsi estaba involucrado, motivó que su
familia se viera forzada a abandonar precipitadamente el país. En primera instancia
huyeron a Arabia Saudí, posteriormente a
Etiopía, para recalar finalmente en Kenia.
En este último destino, Hirsi estudió en un
colegio de lengua inglesa, el Instituto
Nairobi de Jóvenes Musulmanas, donde su
profesora Aziza, una fundamentalista
islámica, ejerció sobre ella una gran influencia. En el transcurso de la guerra entre el
Estado secular de Irak y la República
Islámica de Irán, acontecida entre los años
1980 – 1988 y finalizada sin que emergiese
un claro vencedor, Hirsi, quien usaba jihab y
anhelaba convertirse en una mártir del
Islam, adhirió a los Hermanos Musulmanes,
quienes tienen como principal objetivo
implantar un estado islámico en Egipto
basado en la Sharia y el rechazo a la influencia occidental. En 1992, un episodio cambiaría sustancialmente la vida de Hirsi, cuando su padre acordó sin su consentimiento,
el matrimonio con un primo lejano que al
que ella nunca había conocido, que residía
en Canadá. El viaje al segundo país más
grande del mundo que ocupa cerca de la
mitad de América del Norte, se iba a efectuar con la ayuda de familiares que tenía en
Dusseldorf y Berlín, pero al llegar a
Alemania, decidió cambiar el rumbo y tomó
el tren hacia Holanda, en lugar de volar a
Canadá. En el país europeo que forma parte
del Reino de los Países Bajos, Hirsi solicitó
asilo político y obtuvo un permiso de residencia por razones humanitarias, a pesar
que al haber llegado al país germánico, tendría que haber gestionado el asilo allí. A
fines de no ser localizada al inscribirse, proporcionó otro nombre y alteró la fecha de
nacimiento. Desde entonces usa el apellido
Hirsi Ali en vez de Hirsi Hisse. Cuando le fue
concedido el asilo, tuvo algunos trabajos
breves, consistentes en tareas de limpieza y
clasificación de correo. En ese período tomó
clases de neerlandés y se anotó en un curso
de trabajo social. Más adelante estudió
Ciencias Políticas en la Universidad de
Leiden, donde obtuvo un master en esa disciplina. Entre 1995 y 2001 trabajó como
intérprete y traductora independiente primordialmente para el servicio nacional de
inmigración y se desempeñó también como
trabajadora social en refugios de mujeres
maltratadas. En virtud de este último menester, pudo imbuirse del sistema de inmigración holandés, lo que posibilitó que se
manifestase crítica de las políticas implementadas con los favorecidos solicitantes
de asilo educados, en desmedro de quienes
no lo eran. Después de su graduación en
Ciencias Políticas, Hirsi Ali, inició una
meteórica carrera política; primero se convirtió en miembro de la Fundación Wiardi
Beckman, un instituto científico ligado con
el Partido del Trabajo (PVDA) de tinte
socialdemócrata. Inspirada por el Manifiesto
Ateo de Herman Philipse, el profesor de
filosofía de la Universidad de Ultrecht en los
Países Bajos, Hirsi Ali abandonó el Islam,
convirtiéndose en una furibunda crítica de
su cultura, plasmada en su libro “De
Zoontjesfabriek”. Por esa época, a raíz de
una aparición televisiva, donde deslumbró
por su elocuencia y belleza, Hirsi Ali, que calificó al Islam de retrógrado, comenzó a
recibir las primeras amenazas de muerte.
Tras algunas disidencias con el PVDA, particularmente las referidas a las políticas de
inmigración que defendía su partido,
basadas en la idea del multiculturalismo, en
noviembre de 2002 Ayaan Hirsi Ali abandonó el partido socialdemócrata holandés e
inició su acercamiento al Partido Popular
por Libertad y Democracia (VVD), representante de la derecha liberal, donde fue elegida parlamentaria desde enero de 2003 a
junio de 2006, fecha en que tuvo que dejar
su escaño, cuando la ministra de
Inmigración, Rita Verdonk, anunció que la
nacionalidad holandesa de Hirsi no era válida, basándose en declaraciones, que ella
formulara en distintas entrevistas, en las
que admitía que había solicitado asilo con
un nombre y fecha de nacimiento adulterados. El caso tuvo gran repercusión internacional y suscitó una indignación generalizada. Presionada por su propio gobierno,
Verdonk tuvo que rectificarse y manifestar
que Hirsi Ali seguía siendo holandesa y se le
90
concedería la nacionalidad. Hirsi afirmó
que se alegraba del cambio de posición de
la ministra y el gobierno, pero mantendría
su plan de trasladarse a Estados Unidos, al
aceptar un ofrecimiento del think tank conservador, American Enterprise Institute.
Hirsi Ali es muy crítica con la posición de la
mujer en el Islam, con las prácticas de extirpación de clítoris que se llevan a cabo en
diversos países africanos y con los castigos
que se imponen a las personas homosexuales y adúlteras en los países que se rigen
por la Sharia. Ella escribió el guión para el
cortometraje “Submission” (“Sumisión”), que
es la acepción correcta de la palabra árabe
Islam), realizado por el extinto cineasta liberal Theo Van Gogh. Sumisión, que aborda
el tema de violencia contra las mujeres en
las sociedades islámicas, y se emitió por
televisión, provocando gran indignación
entre los musulmanes holandeses, que la
tacharon de “blasfema”. El film muestra a
cuatro mujeres maltratadas y semidesnudas
cuyos cuerpos han sido caligrafiados con
textos denigrantes contra la mujer, extraídos del Corán. Van Gogh, que pese a las
amenazas de muerte recibidas rechazaba la
protección policial, fue asesinado poco
después por un islamista neerlandés de origen marroquí en plena calle. Hirsi Alí, que
creyó en la veracidad de las amenazas, se
escondió y salvó su vida. En el cadáver de
Van Gogh, clavada con un cuchillo en su
pecho, el sanguinario asesino dejó una
extensa carta firmada “en nombre de Alá”,
dirigida expresamente a Hirsi Ali, con amenazas a ella, a los gobiernos occidentales, a
los judíos, y a los no creyentes.
En el año 2006, en ocasión de la visita de
Ayaan Hirsi Ali a Madrid para presentar su
libro “Yo Acuso”, una recopilación de sus
ensayos y entrevistas publicados en los últimos años, Ricardo Cayuela Gally le hizo un
jugoso reportaje, en el que destacamos
algunos tramos del mismo y aspectos inherentes a la mujer.
- La mayoría de los musulmanes vive en países en que no existe separación entre la
religión y el Estado y no tiene la posibilidad
de llevar una vida al margen de las obligaciones religiosas. En este sentido, su historia
personal, y el modo en que ha construido su
pensamiento crítico es, en verdad,
admirable. ¿Puede explicar los momentos
clave de su vida que la empujaron hasta su
postura actual, comprometida con la defensa del laicismo?
- Hay muchos momentos clave, pero el catalizador que me hizo reflexionar sobre el
Islam fue el 11 de Septiembre. Fue ver en
directo por televisión los edificios cayendo y
a la gente saltando por las ventanas, unido
al dogma fundamental de mi religión, “Alá
es el más grande”. Inmediatamente después
de los ataques y cuando estuvo claro que se
hicieron en nombre del Islam, los líderes
occidentales, como George Bush y Tony
Blair, empezaron por hacer un llamamiento
a los musulmanes diciendo “esto no corresponde a vuestra religión”. Pensé en ello
cuando me enteré de la carta escrita por
Mohamed Atta: yo no podía fingir que aquello no se hizo en nombre de mi religión,
porque era coherente con muchas de las
cosas que yo había visto en el Islam. Lo que
me pregunté fue: ¿cómo me relaciono a partir de ahora con mi religión? Y así es como
empecé.
- Y en su vida, ¿no hubo antes sucesos
dramáticos que la distanciaron de los valores opresivos que puede entrañar su
religión?
- Sí, pero era flexible, pasiva. Desafié la elección de mi padre y nuestra cultura del matrimonio, pero siempre excusaba al Islam,
como casi todos los musulmanes. Me negaba interiormente a establecer una conexión
entre las libertades que me quitaban como
mujer y lo que dice el Corán. Yo era
creyente. Ya en Holanda me creé unas
condiciones para no tener que pensar más
en la religión.
- ¿Cuáles son las responsabilidades de los
musulmanes que viven en Europa? ¿Cómo
pueden compaginar la fidelidad a su heren-
91
cia religiosa y el respeto por las leyes laicas?
- Yo sólo puedo hablar por mí. Lo que hice
fue aprender de la experiencia de los cristianos, los judíos y demás, echando mano
de su tradición y de la Ilustración. Tengo un
libro en proyecto titulado Shocked
Enlightenment, donde digo que aquellos
que se educaron en el Islam, como yo, no
tienen que inventar la rueda, que gran parte
del trabajo ya está hecho. Cuál es el camino
que deben seguir, es lo que intento explicar
en el libro: aprender a hacer autocrítica y a
reflexionar por uno mismo. Pero antes de
reflexionar, debe existir el “uno mismo”, y el
problema del Islam es que no hay sitio para
el “uno mismo”, no hay sitio para el individuo. La responsabilidad por la que usted
pregunta consiste en revisar la relación
entre Dios y el individuo. Esta relación en el
Islam es de masa y esclavitud, y con masa y
esclavitud lo que resulta es una completa y
total sumisión de la voluntad. Así es como se
mantiene a la gente oprimida. Pero
entontes llegamos al problema: si se acepta
que el Corán es la palabra de Alá, si él
mismo lo ha escrito, al ponerlo en duda
resulta que pasas de la sumisión a la rebelión, y yo digo que no, que de la sumisión se
pasa al diálogo. Si se acepta que el Corán no
lo escribió Dios, sino seres humanos,
entonces se puede cambiar.
Luego está el profeta Mahoma, que es infalible, sobre el que no se puede decir nada
malo ni pensar nada crítico. Mientras los
musulmanes estén de acuerdo con esto, no
habrá cambio, porque harán todo siguiendo las enseñanzas del profeta, lo que conlleva un completo estancamiento intelectual. Y
tenemos que cambiar eso, reconociendo
que el profeta fue un ser humano y no Dios,
como él mismo dice en el Corán. Se puede
usar esto para decir “vamos a seguir las
enseñanzas del profeta Mahoma que son
buenas, como la caridad, la hospitalidad, la
generosidad, pero no aquellas que conciernen a los logros de la humanidad: libertad
de conciencia, igualdad entre hombres y
mujeres, etcétera”.
Por último, pero no menos importante, está
la moral sexual. Que el sexo sólo esté permitido dentro del matrimonio, es algo que rige
en cualquier religión, pero el modo en que
funcionan los musulmanes es metiendo a
las mujeres en una jaula. Esa jaula no es sólo
física, sino también mental. Cuando se mete
a las niñas y a las mujeres en una jaula mental, no pueden escapar de la ignorancia, y
los hijos que educan, incluso los varones,
crecen igualmente ignorantes. Hay que
romper la puerta de esa jaula, dejarlas libres
y reconocerlas como individuos.
“Me gustaría centrarme en uno de los principales temas de su libro, la defensa de los
derechos de la mujer. ¿Por qué es tan importante el dogma de la virginidad para la construcción de la opresión femenina en el
mundo islámico?
La virginidad siempre ha sido un dogma característico en todas las religiones, y siempre ha conllevado un trato espantoso de las
mujeres. Pero en el siglo XX, las otras dos
grandes religiones decidieron aceptar que
cada uno decida lo que quiera: si es permanecer virgen hasta el matrimonio, perfecto; si no, Dios te pedirá cuentas. No es el
caso del Islam en el siglo XX. El Corán dice
que ni mujeres ni hombres pueden tener
relaciones fuera del matrimonio, pero en la
práctica, sólo las mujeres ven limitados sus
movimientos para asegurar su virginidad, lo
cual se corresponde con la mentalidad tribal
árabe de hacer temer al hombre que otro
hombre deje embarazada a su mujer. En los
países en los que rige la Sharia, a las mujeres
no se les permite salir de casa sin la compañía de un hombre de la familia, a las niñas
se las aparta de la escuela y no llegan a terminar sus estudios. Además, las casan a una
edad muy temprana, por eso soy tan vehemente con respecto al Profeta: los hombres
que se casan con niñas de nueve, once,
doce años, piensan que no hacen nada
inmoral, porque Mahoma hizo lo mismo.
Éste es el tipo de conductas que no pueden
seguir, sobre todo porque para las jóvenes,
embarazadas a los catorce o quince años, el
riesgo de morir durante el parto o de que el
bebé nazca muerto es muy alto. En el
mundo mueren cada año más de 600 mil
mujeres mientras dan a luz; gran parte tiene
que ver con problemas de salud, pero otra
gran parte concierne a mujeres muy jóvenes
92
de países islámicos.
A las mujeres no se les permite llevar una
vida pública. ¿Por qué? Porque la mentalidad islámica tiene miedo de que el hombre
la acose. Así que en vez de educar a los
niños para controlar su sexualidad, se
encierra a las mujeres en casa, se las
esconde, porque se asume que cuando un
hombre ve a una mujer se comporta como
un macho cabrío, se vuelve loco”.
¿Qué sintió al descubrir que los judíos
habían sido las víctimas del peor crimen de
la historia de la humanidad?
Me educaron como musulmana, y viví en
Arabia Saudí cuando era muy pequeña, así
que he visto de cerca ese antisemitismo, al
que por supuesto no llamaba así entonces.
Los judíos representaban el demonio. En
aquel tiempo, los cortes de luz o de agua
eran frecuentes en los sitios donde
vivíamos, y recuerdo a mi madre, cada vez
que se iba la luz, decir: “los judíos lo han
vuelto hacer”. Así que crecí con la idea de
que los judíos eran el sinónimo de Satán.
Más tarde, en Kenia, me uní a una hermandad musulmana, y recibíamos muchas obras
de catequesis de Arabia Saudí que daban
rienda suelta al odio a los judíos. Cuando
llegué a Holanda, tenía una idea terrible de
los judíos. Y entonces empecé a leer sobre la
Segunda Guerra Mundial y sobre el
Holocausto, siendo yo misma una refugiada. En 1993, conocí por primera vez a un
judío en persona. Mi primera reacción fue
pensar ¡si es un ser humano, no ninguna
clase de monstruo!
¿Por qué necesita el Islam pensar en los
judíos como un enemigo permanente?
Porque el islamismo, como muchos pensamientos totalitarios, es utópico, y necesita
este tipo de teorías conspirativas para llegar
a su ideal inalcanzable. Explicar por qué el
islamismo es antisemita no es difícil en ese
sentido.
0Las afirmaciones de Ayaan Hirsi Ali no
agradan a todos. Timothy Garton Ash, un
escritor y periodista británico, autor de ocho
libros como analista político, ha criticado su
pensamiento. "Ayaan Hirsi Ali es hoy una
valiente, abierta y un tanto simplificadora
fundamentalista de la Ilustración. No estoy
convencido de que declaraciones públicas
como las que ha hecho Hirsi Ali acerca de
que el Islam es 'atrasado' y su profeta 'perverso', sirvan para algo". Por el bien de
todos, en una palabra, Ayaan haría bien en
defender su vida pero endulzando su pensamiento y sin criticar demasiado a sus verdugos”. "Es la paradoja del multiculturalismo -responde el autor francés Pascal
Bruckner-, que otorga el mismo tratamiento
a todas las comunidades pero no a los individuos que las componen, negándoles la libertad de liberarse de sus propias tradiciones...". Para cerrar un debate tan profundo como vital para Europa, el célebre escritor
sueco Lars Gustafsson sugiere "dos axiomas
bastante obvios: La tolerancia de la intolerancia engendra intolerancia; La intolerancia
de la intolerancia engendra tolerancia".
Ayaan Hirsi Ali, que domina seis idiomas, ha
recibido
numerosos
premios
y
reconocimientos internacionales por su
defensa de la libertad, la tolerancia y los
derechos humanos. En marzo de 2005 le fue
concedido el Premio a la Tolerancia otorgado por la Comunidad de Madrid. Por su
parte, el miembro del Parlamento noruego
Christian Tybring-Gjedde la nominó para el
Premio Nobel de la Paz del 2006.
"El harén político"
Fátima Mernissi, la célebre escritora, historiadora, ensayista, doctora en sociología y
profesora universitaria, una de las mujeres
más descollantes de la intelectualidad del
universo árabe y respetada autoridad
mundial en estudios coránicos, nació en
1940, en un harén doméstico de Fez,
Marruecos. Éste, difería sustancialmente de
aquel otro harén imperial otomano, ámbito
propicio para la poligamia con reminiscencias de “Las mil y una noches”, la célebre
compilación de cuentos árabes y persas del
Medio Oriente medieval, extinguido en
1910, que describió en 1994 en su libro
“Sueños en el umbral. Memorias de una niña
del harén”, (su única obra narrativa) aclamada por la crítica internacional.
93
Fátima Mernissi
De familia acomodada, dueña de grandes
extensiones de tierra y fiel a las tradiciones, Mernissi, hija y nieta de mujeres
analfabetas, que habló sólo árabe hasta
los 20 años, aprendió varias y lenguas y
paradójicamente, nunca escribió en la
propia, sino que lo hizo en francés hasta la
Guerra del Golfo de 2001 y luego pragmáticamente lo siguió haciendo en inglés
hasta el presente.
Mernissi se licenció en ciencias políticas en
Marruecos y prosiguió sus estudios con
una beca en la Universidad de la Sorbona,
en París. Más tarde obtuvo el doctorado en
sociología en la Universidad de Brandeis
(Estados Unidos) y, de regreso a su país,
pasó a ejercer de profesora en la
Universidad de Mohamed V de Rabat y se
dedicó a la investigación en el Centre
Universitaire de la Recherche Scientifique
de la capital marroquí. También en esa ciudad dirigía un Taller de Escritura. En los
años setenta, al retornar a Marruecos tras
haber completado sus estudios en el
extranjero, Mernissi se dio cuenta que no
obstante ser una experta en su trabajo,
debería sentirse plenamente valorada en
él en su condición de mujer, por lo que
decidió revisar los textos coránicos. Tras
un minucioso estudio de las diferentes versiones del Corán, Mernissi, escribió "El
harén político" estudio histórico en el que
narra el importante papel de las esposas
de Mahoma, que enardeció al régimen y
logró que el libro se convirtiese en el único
texto prohibido en Marruecos, aunque en
otros países musulmanes, como en Siria,
obtuvo gran éxito. En él, afirmaba que el
profeta Mahoma había sido un hombre
feminista y muy progresista para su época,
y no fue él, sino otros hombres quienes
empezaron a considerar a las mujeres
como personas de segunda clase. "El
Profeta era famoso por su increíble capacidad de dominarse. Nunca actuaba sin pensárselo bien, reflexionaba días enteros
cuando estaba confrontado a un problema, y la gente estaba acostumbrada a esa
lentitud de reflexión. Captar el problema y
reflexionar sobre él antes de tomar ninguna decisión constituían los rasgos de carácter que le permitieron sobrevivir y comunicarse con una sociedad de costumbres violentas. La impresión dominante que se
desprende de su retrato oficial, tal y como
aparece en los libros de historia, es la de
un hombre dulce y tímido”.
“El velo y la elite masculina”, publicado en
1987, fue otro de sus estudios censurados
en Marruecos y en algunos países musulmanes. La socióloga marroquí fue también
una de las primeras en decir públicamente
que la educación de la mujer en los países
en vías de desarrollo es el mejor anticonceptivo existente. En otro de sus libros traducidos en España, "El poder olvidado. Las
mujeres ante un Islam en cambio", recopiló
una serie de artículos escritos en los años
ochenta y principios de los noventa que
intentaban responder, desde diferentes
ángulos, a la pregunta que la acuciaba por
aquel entonces: ¿por qué los Estados
árabes son tan hostiles a las mujeres? ¿Por
qué no las pueden ver como fuerza motriz
del progreso? "No comprendí el misterio
de la hostilidad estatal hacia la mujer -afirmó en una ocasión - hasta que estalló la
94
guerra del Golfo Pérsico. Fue entonces
cuando se vio claramente que no se trataba de una guerra contra la feminidad sino
de una guerra contra la democracia".
Mernissi concilia sus múltiples actividades
en Marruecos con su trabajo como escritora y las incontables invitaciones que recibe
de todo el mundo para dar conferencias y
presentar sus libros, en virtud que toda su
extensa obra ha sido traducida a varios
idiomas y muchos de sus títulos son textos
obligatorios en el ámbito universitario. Su
entusiasmo, como su risa, es una de sus
características más destacadas. Tiene una
extraña capacidad para tomárselo todo
con imbatible ánimo, para convertir una
derrota en un triunfo. Como, por ejemplo,
el tema de su imagen. Fátima procura no
salir en televisión y pocas veces se deja
retratar en los periódicos y las revistas de
manera que su rostro sea reconocible, por
ello acostumbra a ponerse un pañuelo o a
taparse un ojo o la boca o alguna parte de
la cara. Sin duda, ésta es una medida de
prudencia necesaria, conociendo la idiosincrasia del fundamentalismo islámico.
Pero Fátima se niega a admitir esa limitación de su libertad, el reconocimiento
de la presión de los integristas musulmanes, y prefiere decir que le gusta mantener el anonimato para poder investigar
mejor y no ser reconocida por la calle y que
al retratarse así está construyendo un símbolo de la situación de la mujer árabe, que
no es del todo libre para hablar, ver y ser,
a la vez que convierte sus retratos en una
parte más de su lucha y de su mensaje.
En septiembre de 2003 visitó Barcelona,
donde, invitada por el ayuntamiento, leyó
el pregón de las Fiestas de la Mercè, que
tituló «El cowboy o Simbad. ¿Quién
vencerá en la globalización?». Un mes más
tarde, recibía en Oviedo el Premio Príncipe
de Asturias de las Letras junto con la
escritora estadounidense Susan Sontag.
Para ella, el hecho de compartir el premio
con Sontag era todo un símbolo de diálogo
entre civilizaciones. Coincidiendo con la
entrega del galardón, llegó a Oviedo una
caravana cívica en la que participaron
políticos y artistas. Para la ocasión,
Mernissi escribió el libro "Los Simbads marroquíes". Guía para turistas cívicos. Su
incansable activismo, el rigor extremo de
sus estudios sobre el Corán y la originalidad de sus tesis feministas han convertido
a Fátima Mernissi en una de las más importantes intelectuales del mundo árabe.
Autora de obras de referencia como "Sexo,
ideología e Islam" (1975) o "Sultanas olvidadas" (1990), que han sido traducidas a
una veintena de lenguas, a diferencia de la
mayor parte de sus colegas de los países
musulmanes, no vive en el exilio sino en
Rabat.
Fátima Mernissi, cuyo nombre figura en el
"Grupo de Sabios para el Diálogo entre
Pueblos y Culturas", seleccionados por
quien fuera el presidente de la Comisión
Europea, Romano Prodi, para reflexionar
sobre el futuro de las relaciones euromediterránea, no se ha casado nunca y no
tiene hijos, aunque ya septuagenaria y
convertida en una intelectual de prestigio
internacional, reconoce que por primera
vez le gustaría disminuir un poco su actividad inagotable y encontrar a alguien con
quien compartir su vida. Es, sin duda, una
mujer infatigable, que fluctúa
entre
Oriente y Occidente, entre la tradición y la
modernidad. Uno de sus apotegmas dice:
”La confianza en uno mismo no es algo
tangible y estable, como un brazalete de
plata que no cambia por mucho que pasen
los años. La confianza en uno mismo es
como una lucecita débil que va y viene, por
lo que tenemos que cuidarla constantemente”. La totalidad de su obra está
encaminada al estudio socio poético de las
musulmanas, tanto heroínas, como intelectuales y mujeres comunes. Con la lucidez y
objetividad que la caracteriza, Fátima
Mernissi afirma que “es evidente que la
situación de la mujer en el Islam no es tan
clara como muchos nos quieren hacer
creer - no es claramente mala, como afirma
la crítica, y no es claramente buena, como
afirman los apologistas. En realidad es una
compleja interacción de la cultura, la política y la religión que se traduce en un estado que debe ser bueno en teoría, pero termina siendo malo en la práctica”.
95
Otras mujeres musulmanas destacadas
Como se había anticipado al inicio de este
capítulo, mencionar parte de la nómina de
mujeres sobresalientes musulmanas, implicaría una injusticia para aquéllas que, sin
duda,
merecerían
estar
incluidas.
Reiterando mi disculpa para aquéllas que no
lo están, sólo por razones de espacio y no
por merecimiento, se incluye sucintamente,
referencias de algunas mujeres más.
Shaheen Sardar Ali ha sido profesora de
Derecho en la Universidad de Peshawar.
Trabaja regularmente como consejera para
varias organizaciones internacionales,
como DFID, NORAD, UNICEF, UNIFEM, por
citar algunas. También ha sido miembro del
equipo técnico del Consejo Británico (British
Council Task Force) sobre Género y
Desarrollo, ha trabajado en la Comisión
Nacional de la Campaña sobre Mujeres
(National Commission of Inquiry on
Women), así como en el Comité Consultivo
sobre Mujeres adjunto al Primer Ministro en
Pakistán. Ha sido ministra de Sanidad,
Bienestar Social y Desarrollo Femenino en el
Gobierno de la Provincia de la Frontera del
Noroeste (Pakistán), y decana de la
Comisión Nacional sobre la Condición de la
Mujer de Pakistán. Fundó y coordina la Red
Sudasiática de Investigación sobre Género,
Ley y Gobernabilidad (SARN, South Asian
Research network on Gender, Law and
Governance). Sus clases y sus temas de
investigación incluyen: derecho internacional y derechos humanos; derechos
humanos de la mujer; derechos de la infancia; derecho público internacional; jurisprudencia islámica; género y derecho; teoría
constitucional y resolución alternativa de
conflictos. Entre sus publicaciones más
recientes se destacan dos monografías:
Gender and Human Rights in Islam and
International Law: Equal Before Allah,
Unequal Before Man? (2000, La Haya:
Kluwer Law International) e Indigenous
Peoples and Ethnic Minorities of Pakistan
Constitutional and Legal Perspectives
(2002, Richmond: NIAS/Curzon Press, junto
a J. Rehman).
Asra Q. Nomani nació en Bombay, India,
en una familia musulmana que se trasladó a
Estados Unidos cuando ella tenía cuatro
años, instalándose en Virginia Oriental.
Nomani se ha convertido en una escritoraactivista dedicada a la defensa de los derechos de mujeres y principios de tolerancia
en el mundo islámico. Fundó la Muslim
Women's Freedom Tour (Gira de Libertad
de las Mujeres musulmanas) y fue la máxima
responsable de la organización de la plegaria mixta protagonizada por Amina
Wadud en Nueva York el 18 de marzo de
2005. Es autora de los libros Standing Alone
in Mecca: An American Woman's Struggle
for the Soul of Islam (Harper San Francisco
Publishers, 2005) y Tantrika: Traveling the
Road of Divine Love (Harper San Francisco,
2003). También ha escrito sobre temas relacionados con el Islam para el Washington
Post, el New York Times y la revista Time.
Cubrió la guerra en Afganistán para Salon.
Nawal Al Sadawi. Nació el 27 de octubre
de 1931 en Kafr Tahla a orillas del Nilo,
Egipto. Escritora, médica, feminista y
activista, conocidos son sus méritos.
Diplomada en la Universidad de El Cairo y
en Columbia University de Nueva York,
investigadora en la Facultad de Medicina de
Ain Shams, en El Cairo, repetidamente
encargada de misiones por cuenta de las
Naciones Unidas, ex consejera de la
Comisión económica de las Naciones Unidas
en África Occidental, comprometida autora
de 45 libros, muchos de ellos premiados y
traducidos a más de 30 idiomas, Nawal Al
Saadawi es una luchadora y pionera incansable por la emancipación de la mujer en el
Islam, por la recuperación del nombre
materno asociado al paterno, por el aborto,
contra la ablación y contra el abuso sexual
de los niños. En un Egipto en el que un 91%
de las mujeres ha sufrido la ablación, "el velo
mental es el más peligroso -escribe-, porque
es invisible. El sistema educativo y los
medios de prensa colaboran para velar las
mentes". Encarcelada reiteradamente,
Nawal Al Saadwi, Doctora Honoris Causa de
tres Universidades y ganadora de varios premios literarios, vive exiliada desde abril de
2007. El detonador fue esta vez la reedición
96
de una obra de teatro escrita varios años
antes titulada “Dios dimite de la cumbre”, en
la que Dios aparece como un espíritu, ni
mujer ni hombre. No es demasiado políticamente correcto pedir para estas mujeres,
como para muchas otras, verdaderas víctimas de nuestro tiempo, junto con el derecho a expresarse libremente y a elegir su
vida, un reconocimiento internacional a la
altura de sus méritos.
Su partido la Liga Awami, del que ella ha
sido presidenta desde 1981, restauró la
democracia tras un golpe militar y mejorar
las relaciones con la India.
Nayereh Tohidi, nacida en Irán, es profesora asociada de estudios femeninos en la
Universidad de California (EE.UU.). También
es investigadora asociada para el Centro de
Estudios sobre Oriente Próximo de la UCLA.
Se doctoró y obtuvo un master en la
Universidad de Illinois, y se licenció (con
matrícula de honor) en sociología y psicología en la Universidad de Teherán.
Tohidi ha recibido numerosos galardones y
premios de investigación, incluyendo una
beca anual de investigación Fulbright en la
Academia de las Ciencias de la República
Soviética de Azerbaiyán (1991-92); estudios
posdoctorales en la Universidad de Harvard,
en el Hoover Institute de la Universidad de
Stanford y en el Kennan Institute del
Woodrow Wilson International Center for
Scholars. Antes de incorporarse a la
Universidad de California, Tohidi ha impartido clases en numerosas universidades
norteamericanas. También ha sido consejera para las Naciones Unidas (UNDP,
UNICEF, ILO, y WIDER) para proyectos que
tratan la cuestión de género, desarrollo y
construcción de sociedad civil. Representó a
ONG's de mujeres en la tercera y cuarta
Conferencia Mundial sobre Mujeres en
Nairobi (1985) y en Pekín (1995), presentando los temas ligados a las mujeres iraníes y a
las mujeres de países con economías en
transición de Asia Central.
Tohidi ha escrito una gran cantidad de
artículos sobre género y cambio social,
mujeres y modernización, y democracia e
islamismo en Oriente Medio y Asia Central,
especialmente sobre Irán y el Azerbaiyán
post-soviético. Entre éstos, "Islamic
Feminism: Perils and Promises", Middle East
Women's Studies Review, vol. 16, nº. 32001- 2002; "Women at the Forefront of
Democracy Movement in Iran", The
International Journal of Not- for-Profit Law,
vol. 7, nº. 3, junio 2005; o "Revolution?
What's in for them? Globalized Iranian
American women are nudging their homeland toward democracy", Los Angeles
Times, 31 de julio del 2005. Asimismo, es
coordinadora de los libros Gender,
Globalization, and Religion: The Politics of
Women's Rights in Catholic and Muslim
Contexts, junto a Jane Bayes (Nueva York:
Palgrave, 2001); y Women in Muslim
Societies: Diversity within Unity, junto a
Herbert Bodman (Boulder: Lynne Rienner,
1998).
Zainah Anwar nació en el estado de Johor
(Malasia), hija de Tan Sri Anwar Malik, fundador de la Organización Nacional de
Malayos Unidos. En los años setenta estudió
en el Instituto Tecnológico Mara Institute en
Shah Alam (actualmente la Universiti
Teknologi Mara, UiTM). Después de hacerse
un nombre como periodista en el New
Straits Times, viajó a los Estados Unidos para
proseguir con sus estudios hasta 1986. Tras
su regreso, se incorporó al think-tank del
Institute of Strategic and International
Studies (ISIS) hasta 1991, que se trasladó a
Londres para integrarse en la Secretaría de
la Commonwealth. Tres años más tarde
regresó al ISIS. Paralelamente Anwar dirige
Sisters in Islam desde hace dos décadas (se
fundó formalmente en 1990), un periodo
donde la organización ha pasado de ser una
pequeña ONG a convertirse en un referente
internacional. En este tiempo, ha sido invitada a realizar conferencias e impartir talleres
en numerosas partes del mundo.
Balghis Badri es directora del Instituto de
Mujeres, Género y Desarrollo de la
Universidad de Ahfad (Sudán). Esta universidad es una institución pionera en la promoción de los estudios de género, tanto en
97
Sudán como en África y Oriente Medio.
Badri trabaja principalmente sobre los derechos de las mujeres, las mujeres y el Islam y
la situación de la mujer en Sudán. Es miembro del comité ejecutivo de la Asociación
científica de Babiker Badri, una ONG que se
ocupa de promover ediciones sobre las
mujeres e iniciativas de paz en Sudán. Es
experta en los campos de género y desarrollo, construcción de la paz, buen gobierno,
formación civil de la sociedad, ciudadanía y
derechos de las mujeres. Está cualificada
tanto en sociología como en antropología
social, y su trabajo de investigación y de
supervisión en proyectos cooperativos se
centra en gobernabilidad y construcción de
la paz, con una especial atención en la
inclusión de mujeres.
Asma Barlas es profesora de Política y
directora del Centro para el Estudio de la
Cultura, Raza y Etnicidad en el Ithaca
College, Nueva York. Es doctorada en estudios internacionales (Universidad de
Denver, EE.UU.), periodismo (Universidad
del Punjab, Pakistán) y licenciada en
Literatura inglesa y filosofía (Kinnaird
College for Women, Pakistán). Desde hace
algunos años, Barlas ha estado estudiando
cómo los musulmanes interpretan y viven el
Corán. Propone una hermenéutica del
Corán que permita a los musulmanes
defender la igualdad entre los sexos y contra el patriarcado dentro de un marco islámico. Actualmente, está estudiando el encuentro entre cristianos y musulmanes, desde
una perspectiva teológica e histórica a fin
de analizar su enfoque de las diferencias
religiosas, para proponer una teología de
reconocimiento mutuo basada en las
enseñanzas del Corán. Ha publicado tres
libros: Islam, Muslims, and the U.S.: Essays
on Religion and Politics (India: Global
Media, 2004); Believing Women in Islam:
Unreading Patriarchal Interpretations of the
Qur'an (University of Texas Press, 2002); y
Democracy,
Nationalism,
and
Communalism: The Colonial Legacy in
South Asia (Boulder, CO: Westview Press,
1995). Web personal:
www.asmabarlas.com
Layla Bousquet es una intelectual musulmana de nacionalidad francesa, conversa al
Islam en la década de los ochenta.
Licenciada en filología inglesa y profesora
de Saint Etienne, Layla Bousquet proviene
de la izquierda política y del movimiento
feminista, siendo durante años militante del
MLAAC (Movimiento por la liberación del
aborto, el parto y la contracepción).
Durante más de veinte años ha llevado a
cabo una intensa tarea de estudio del
Corán, junto a Abdel Halim Jean-Loup
Herbert y Ubaydal-lâh Maurice Gloton, que
explicaron en su importante ensayo
"Trabajar en el Corán". Es autora de diversos
artículos de investigación, ha realizado una
minuciosa investigación sobre la figura de
María en el Corán y colabora habitualmente
en la revista Medina.
Paralelamente es miembro del Collectif des
Féministes pour l'Egalité (http://cfpe.overblog.org), creado en el 2003 a raíz de la
polémica ley de prohibición de los símbolos
religiosos en la escuela pública francesa.
Este colectivo se dio a conocer con el manifiesto "Un voile sur les discriminations" publicado en Le Monde del 9 de diciembre del
2004.
Mufuliat Fijabi Dasola, nacida en Nigeria,
es una de los miembros más destacadas de
la organización BAOBAB (www.baobabwomen.org) desde sus inicios. Firme defensora de los derechos humanos, ha realizado
conferencias y talleres en África, Asia y
Europa. Actualmente es encargada de programas y formación de esta organización
pionera en el continente africano y con
mucha repercusión en todo el mundo
musulmán, especialmente desde la aplicación de la ley islámica en algunos estados
de Nigeria.
Valentine M. Moghadam nació en
Teherán, República Islámica de Irán, y se
formó en Canadá y los Estados Unidos.
Doctorada en sociología, ha sido profesora
en varias universidades desde mediados de
la década de los ochenta. Ha sido la coordinadora externa del proyecto de la UNRISD
sobre política social y desarrollo económico
en Oriente Medio y África del Norte, junto a
98
Massud Karshenas. Es directora de estudios
sobre la mujer y profesora de sociología en
la Universidad de Illinois (EE.UU.). Como
miembro de la Universidad de las Naciones
Unidas, formó parte de la delegación que
asistió a la Cumbre Mundial sobre
Desarrollo Social (Copenhague, 1995) y a la
Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer
(Pekín, 1995). Sus ámbitos de investigación
son la globalización y las redes feministas
transnacionales, así como la sociedad civil
en Oriente Próximo. En el 2001 colaboró en
la elaboración del informe coordinado por
Naciones Unidas sobre el impacto de la
globalización en las condiciones económicas de las mujeres en el mundo árabe.
Moghadam ha publicado varios libros, como
Modernizing Women: Gender and Social
Change in the Middle East (2003); Women,
Work and Economic Reform in the Middle
East and North Africa (1998); y Globalizing
Women: Globalization, Transnational
Feminist Networks, and Public Policy.
Asimismo, ha coordinado varios volúmenes,
como Identity Politics and Women: Cultural
Reassertions and Feminisms in International
Perspective (1994); Democratic Reform and
the Position of Women in Transition
Economies (1993); y Patriarchy and
Development: Women's Positions at the
End of the Twentieth Century (1996).
Lily Zakiyah Munir es una importante
activista musulmana por los derechos
humanos, nacida en Indonesia. Es fundadora y directora del Center for Pesantren
(Internados islámicos) and Democracy
Studies, o CEPDES, una ONG dedicada a
promover la educación en la democracia y
los derechos humanos entre las bases de les
comunidades musulmanas de Indonesia. Es
miembro del Consejo Nacional del Muslimat
Nahdlatul Ulama (MNU), la rama femenina
del partido NU, una organización de base
integrada por cuarenta millones de indonesios. También ha realizado investigaciones
centradas en el Islam, la política y el género.
Su experiencia académica incluye formación
como antropóloga médica en la Universidad
de Ámsterdam, la dirección de la
Universidad de Northern Illinois en DeKalb,
miembro del equipo de investigación sobre
el Islam y los derechos humanos en la facultad de derecho de Atlanta, y miembro invitada en el Instituto de Estudios del Sudeste
Asiático de Singapur. Fue asesora del PDNU
en el Programa para la Igualdad de Género
junto al Ministerio para la Mejora de la
Mujer de Indonesia. Ha realizado conferencias alrededor del mundo y
escrito
numerosos artículos.
Asra Q. Nomani nació en Bombay, India,
en una familia musulmana que se trasladó a
Estados Unidos cuando ella tenía cuatro
años, instalándose en Virginia Oriental.
Nomani se ha convertido en una escritoraactivista dedicada a la defensa de los derechos de mujeres y principios de tolerancia
en el mundo islámico. Fundó la Muslim
Women's Freedom Tour (Gira de Libertad
de las Mujeres musulmanas) y fue la máxima
responsable de la organización de la plegaria mixta protagonizada por Amina
Wadud en Nueva York el 18 de marzo de
2005. Es autora de los libros Standing Alone
in Mecca: An American Woman's Struggle
for the Soul of Islam (Harper San Francisco
Publishers, 2005) y Tantrika: Traveling the
Road of Divine Love (Harper SanFrancisco,
2003). También ha escrito sobre temas relacionados con el Islam para el Washington
Post, el New York Times y la revista Time.
Cubrió la guerra en Afganistán para Salon.
También en la política se han destacado
mujeres. Una breve reseña de algunas de
ellas, se da a conocer a continuación:
Benazir Buhhto, política paquistaní, nació
el 21 de julio de 1953 en Karachi, Pakistán.
Luchó contra el régimen militar de su país y
se convirtió en la primera mujer dirigente
del mundo musulmán, al ser elegida
primera ministra de la República de Pakistán
en 1988. Destituida en 1996 y condenada a
prisión por corrupción en 1998, sentencia
que fue anulada, se autoexilió en 1999 en
los Emiratos Árabes Unidos, donde conoció
una nueva condena de tres años. Tras su
regreso a Pakistán, en octubre de 2007, fue
asesinada de un disparo durante un mitin
político de su partido el 27 de diciembre del
mismo año.
99
Megawati Setyawati Sukarnoputri, nacida el 23 de enero de 1947, en Jogyakarta,
en Java Central, hija del héroe de la
Independencia de Indonesia, Ahmed
Sukarno, fue la quinta presidenta de
Indonesia (única mujer) de 2001 a 2004.
Megawati entró en política en 1987 como
candidata del Partido Democrático
Indonesio (PDI) y sirvió en el Parlamento
durante 10 años. Su nombre Megawati, se
traduce como “mujer de las nubes” y
Sukarnoputri, significa hija de Sukarno”.
Tansu Ciller, Nació el 24 de mayo de 1946,
en Estambul, es una política turca que
estudió economía en la Universidad de
Bogaziçi, se doctoró en la Universidad de
Connecticut y cursó estudios posdoctorales
en la Universidad de Yale. Fue la primera
mujer en ocupar el cargo de Primera
Ministra en su país, de 1993 a 1996.
deja al descubierto parte de la cara, las
manos y los pies. Se distinguen por ser educadas en Universidades prestigiosas del
extranjero, vestir dispendiosa ropa occidental como Dior, Chanel y otras renombradas
marcas, complementadas en algún caso aislado, con un discreto hijab. Sobresalen por
todos los aspectos recién mencionados, las
siguientes:
Khadiga Mubarak, mujer de Gamal
Mubarak y nuera de Husni Mubarak, presidente de Egipto, posiblemente en un futuro
cercano, primera dama de ese país.
Rania Al-Yasin, reina de Jordania, casada
con el monarca Hashemita Abdalá II bin alHussein
Sheikha Mawza, una de las tres esposas de
Hamd bin Khalifa, emir de Qatar
Begum Khaleda Zia, nacida Khaleda
Majumder en el distrito de Jalpaiguri,
Estado de Bengala Occidental, India, el 15
de agosto de 1945. Perteneciente al partido
político BJD, fue Primera Ministra de
Bangladesh en el segundo ejercicio desde el
10 de octubre de 2001 al 29 de octubre del
2009.
Mehriban Aliyeva, mujer del presidente de
Azerbaiyán, Ilham Aliyev
Sheikh Hasina Wajed, política nacida el 28
de septiembre de 1947, en Tungipara, una
remota aldea en el distrito de Gopalgonj,
también lugar de nacimiento del Padre de la
Nación, Bangabandhu Sheik Mujibur
Rahman, es la actual Primera Ministra de
Bangladesh e hija de un estadista asesinado, al igual que Bhutto. Su partido la Liga
Awami, del que ella ha sido presidenta
desde 1981, restauró la democracia tras un
golpe militar y mejorar las relaciones con la
India.
La infanta Haya, mujer de Mohamed bin
Rashis Al Maktoum, soberano de Dubai.
Integran la lista de mujeres políticas islamistas, un número determinado de advenedizas, casadas con jefes de Estado o soberanos musulmanes. Se caracterizan por su
apariencia de modelos, ser llamativamente
hermosas, bronceadas por el sol, por no
usar burkinis, acrónimo de burka y bikini,
atuendo para mujeres musulmanas que sólo
Asma Al-Assad, mujer de Bashar Al-Assad,
presidente de Siria:
Lalla Salma, infanta consorte y mujer de
Mohamed VI, rey de Marruecos.
Aisha Gaddafi, hija del vitalicio dictador
libio Muamar al-Gadaffi
La infanta Amira Al-Taweel, mujer del
infante saudí Waleed bin Talal.
Lejos del glamour de las anteriores, se
encuentran mujeres musulmanas terroristas que se inmolan en ataques suicidas en
nombre de Alá. A diferencia de los hombres
suicidas (muchos cuentan con el beneplácito y orgullo de sus madres) que creen serán
recibidos en el paraíso por 72 huríes vírgenes, que los compensarán por su sacrificio y asesinato de infieles, ellas ignoran lo
que les deparará el Edén. Tampoco lo aclara
la primera mención de la mujer en el Corán,
al anunciar el paraíso, registrada en la Sura
100
2,23: “Allí hallarán mujeres exentas de toda
mancha y allí permanecerán eternamente”.
Y más adelante en la Sura 183. “Os está permitido acercaros a vuestras mujeres en la
noche del ayuno. Ellas son vuestro vestido y
vosotros sois el suyo. Dios sabe bien que os
engañáis a vosotros mismos. Ha vuelto a
vosotros y os ha perdonado. Ved a vuestras
mujeres en el deseo de recoger los frutos
que os están reservados”.
Una emblemática representante de esa afición a la manía suicida y homicida es Dallal
Mughrabi, una joven palestina que en el
año 1978 cuando tenía 19 años, perpetró
uno de los más sangrientos atentados terroristas, al asesinar junto a otros secuaces en
un ómnibus, en una carretera costera de
Israel, a 70 israelíes, incluyendo cerca de 35
civiles, de los cuales 13 eran niños y un fotógrafo norteamericano que capturaba imágenes de la vida silvestre. A 32 años de la
masacre, la criminal es recordada como mártir y heroína por la Autoridad Nacional
Palestina que inauguró en marzo de 2010
una plaza pública en su memoria en
Ramallah. El presidente de la ANP, Mahmud
Abbas, considerado ingenuamente por
Occidente como un moderado, propuso con
repugnante descaro, que en el marco de la
Semana Internacional de la Mujer, “El sacrificio de Dallal Mughrabi debe ser recordado”.
Epílogo
Tal como escribí al comienzo, espero que los
lectores saquen sus propias conclusiones,
por lo que haré sólo una breve disquisición
final.
Las respuestas de las mujeres musulmanas a
sus realidades locales, determinadas por
una red compleja de influencias, así como
sus tácticas de supervivencia en el mundo
islámico son tan diversas como sus realidades. Sus estrategias van desde las interpretaciones teológicas hasta un rechazo
taxativo de la religión, desde las aspiraciones individuales de afirmación personal y
de desarrollo de la profesión hasta la lucha
de clases. Algunas propician el mantenimiento del status quo. Muchas se identifican con el movimiento más amplio de las
mujeres, donde convergen numerosas corrientes y tendencias, y otras rechazan esta
integración. De hecho, la diversidad es tan
manifiesta que las mujeres plantean el problema de si es significativo emplear un término como "el mundo musulmán", que se
refiere a un conjunto tan amorfo, divergente y cambiante de individuos y
sociedades, a menudo en conflicto unas con
otras. La mujer debe ser conciente que tiene
que realizar un esfuerzo hermenéutico que
acabe con las interpretaciones patriarcales
del Corán y aquéllas dotadas del
conocimiento lingüístico y teórico necesario
para ofrecer lecturas alternativas en pos de
la mejora de la situación de las mujeres,
deben marchar hacia la reforma de las leyes
discriminatorias contra ellas.
Aunque la imagen de la igualdad de la
mujer se está desarrollando muy lentamente dentro de algunos Estados árabes
más seculares, sigue estando en gran medida reducida a los centros urbanos y a los círculos de la clase alta. Como se ha observado
a través del desarrollo de éste libro, en
Egipto, Irak, Libia, Jordania, Marruecos,
Omán y Yemen las mujeres casadas deben
tener permiso de sus maridos por escrito
para viajar al extranjero y ellos pueden
impedir que lo hagan en base a cualquier
razón. En Arabia Saudita, las mujeres deben
obtener un permiso escrito de su pariente
masculino más cercano para salir del país, o
para viajar en transporte público entre las
diferentes partes del reino.
Hemos visto la realidad de mujeres lapidadas en Irán y Afganistán, quemadas en
Pakistán, y las sometidas a la atroz práctica
de la Mutilación Genital Femenina, junto
con otras prácticas que contrarían el concepto de justicia proclamado por el Islam.
Según la ONU “la utilización de las capacidades de las mujeres árabes mediante la
participación económica y política sigue
siendo la más baja del mundo en términos
101
cuantitativos”. En algunos países islámicos
con Asambleas Nacionales elegidas, a las
mujeres les niegan aún el derecho a voto o
a desempeñar cargos. Una de cada dos
mujeres árabes es analfabeta. Ante la presión internacional, para que mejore la
condición de la mujer, algunos regímenes
musulmanes, introducen leves mejoras, que
no modifican sustancialmente su situación,
en lugar de legislar reformas radicales, a las
que se oponen los elementos conservadores.
La mujer musulmana, debe hacer una profunda autocrítica, en especial la madre, que
es la que gobierna dentro de su casa y perpetúa la educación misógina en sus hijos,
que corrompe y anula los derechos que
hace casi quince siglos, el Islam prometía
garantizar en la construcción de una
sociedad, justa e igualitaria, premisa totalmente desvirtuada en la actualidad.
Las valientes y desafiantes estudiantes
iraníes, que protestaban además de las elecciones fraudulentas de Irán en 2009, en
favor de los derechos avasallados de las
mujeres, por los que bregaba la asesinada
Neda, son una esperanza para que el cambio de la sociedad oprimida, empiece por
ellas. Quiero concluir con una cita de Farida
Shaheed, socióloga y activista de los derechos de las mujeres en Pakistán, supervisora
del Programa Mujeres, Derecho y Estatus en
Shirkat Gah, un centro de recursos para
mujeres en Lahore (Pakistán), donde intenta combinar la investigación con el desarrollo social y la militancia.
"De todas las distintas opresiones que
sufrimos las mujeres que vivimos bajo las
leyes musulmanas, una de las peores es
que se nos niega, incluso, el derecho a
soñar un mundo diferente y alternativo”.