Untitled - 4Shared
Transcription
Untitled - 4Shared
1 Índice Introducción: La Mujer según el Corán, la Sunna y la Sharia. pág. 2 Capítulo 1: El pensamiento del Islam tradicional acerca de la mujer. pág. 3 Capítulo 2: Matrimonio. pág. 10 Capítulo 3: Costumbres islámicas repudiables. pág. 21 Capítulo 4: El Velo Islámico. pág. 29 Capítulo 5: Adulterio y Lapidación. pág. 40 Capítulo 6: Las violaciones en el Islam pág. 48 Capítulo 7: Matrimonio de niñas y pedofilia pág. 56 Capítulo 8: Violencia contra las mujeres pág. 63 Capítulo 9: Musulmanas destacadas pág 75 Epílogo Tras el velo. La mujer en el Islam Escrito: Rubén Kaplan Diseñado: Eva Bes Producción: Proyecto "Ha-Tzad Ha-Sheini" 2010 pág.100 2 Introducción: La Mujer según el Corán, la Sunna y la Sharia. Los mil quinientos millones de musulmanes, que hay aproximadamente en el mundo, consideran al Corán el libro más sagrado e importante de todos, epítome de toda sabiduría posible, guía de verdadera felicidad para sus vidas y comunidades y el parámetro que utilizan para medir sus actos. Para la ortodoxia islámica es un libro divino, que no ha sido compuesto por Mahoma, ni siquiera bajo inspiración divina, sino que está presente desde la eternidad en la sustancia divina y es coeterno con Alá. El Corán (al Qur’an) es el Libro Sagrado de los musulmanes que lo consideran la palabra de Dios y su significado, que se traduce múltiplemente como recitación, proclamación, predicación, es también en su sentido estricto, una aglutinación de textos y frases recopiladas en lengua árabe por Muhammad ibn Abdallah entre los años 610 y 632 de la era cristiana. Para los creyentes del Islam, cuya raíz verbal es “al-Silm”, que significa sumisión o entrega y no “al- Salaam, "paz" en árabe, el Corán es la palabra misma de Dios, transmitida a los seres humanos a través de un hombre, el profeta Muhammad o Mahoma nacido en la Meca, en el seno de una familia perteneciente a la tribu de Quraish y al clan de los Banu Hashim o Hashemita. Los musulmanes tienen la convicción que el Islam es “la religión perfecta” y que “la sola verdadera religión a los ojos de Dios es el Islam”. “Hoy he hecho perfecta la religión de ustedes, los he colmado de mis favores y me ha agradado darles por religión el Islam”. Profundizar en el contenido del Corán, dividido en ciento catorce capítulos, que se denominan suras, es una tarea de suma complejidad y esa acción debe ser llevada a cabo por eruditos. Su discernimiento en el transcurso de los siglos fue y es hasta el presente, probablemente distorsionado por algunos exégetas que lo adecuan a su arbitrio y conveniencia. Las mujeres musulmanas, tema excluyente a tratar en este libro, no constituyen un bloque homogéneo y sus condiciones son muy heterogéneas y varían según sus clases sociales, su nivel de instrucción y espacio geográfico. Tienen en varios países un estatuto social inferior al de los hombres, primordialmente por culpa de una interpretación cerrada de los textos, cuya dilucidación es alimentada por una voluntad política de marginación de las mujeres con el fin de hacer perdurar el inmovilismo sociopolítico que las somete. Abu Huraira narró que un individuo vino al Profeta Muhammad y le preguntó, '¿Quién de entre la gente merece más mi buen trato?' El Profeta respondió, 'Tu madre. " El hombre dijo, '¿Y después?' El Profeta respondió, 'Tu madre." El hombre preguntó una vez más '¿Y después?' Y el Profeta dijo de nuevo, 'Tu madre." El hombre preguntó de nuevo '¿Y después?' Y el Profeta Muhammad dijo, 'Tu padre." Este versículo del Corán, interpretado literalmente, pareciera que otorga en la figura de la madre un lugar de preeminencia a las mujeres musulmanas en relación a los hombres. Sin embargo, la teoría es completamente distinta a la realidad. En casi la totalidad de los países islámicos, las mujeres son consideradas seres inferiores y carecen de los derechos y prerrogativas que gozan, hogaño, sus pares occidentales. El cercenamiento de la libertad e igualdad de condiciones con el género opuesto, alcanza grados paroxísticos en las naciones regidas por la Sharia, la severa ley islámica, donde las mujeres son consideradas y tratadas casi peor que los animales. El imbuirse en algunas de las leyes del Corán, aprehender las normativas emanadas de la Sunna, la tradición, ahondar en la Sharia, dilucidar las contradicciones y confrontando a los apologistas con los detractores, darán al lector la posibilidad de contar con los datos y conocimientos necesarios para sacar su conclusión. 3 Capítulo 1: El pensamiento del Islam tradicional acerca de la mujer I.- Los textos coránicos acerca de la mujer Después de sus conquistas militares, Muhammad repartía mujeres capturadas como premio de guerra a sus hombres. En por lo menos un caso, él abogó para que fueran violadas delante de sus maridos. Mujeres aprisionadas fueron hechas esclavas sexuales por los mismos hombres que mataron a sus esposos y hermanos. Hay por lo menos tres versos en el Corán donde Allah hace claro que un amo musulmán tiene acceso sexual completo a sus esclavas femeninas, pero no hay uno, que prohíbe la violación. Veamos algunos ejemplos de textos del Corán en donde se habla del tema: Primer texto: Los hombres están un grado por encima de ellas (2,228) (wa-lil-riyal 'alaihunna darayatun 2,228) Etimología: Darayatun, significa: al-manzala: lugar donde baja el viajero, lugar de relieve, punto, etapa y, por extensión, posición, grado, escalón, dignidad. Comentario del exégeta Al-Fakhr Al-Razi, sobre esta frase: "Sabed que la superioridad del hombre sobre la mujer es un hecho reconocido. En los avatares de la vida, el hombre es muy superior a la mujer por las razones siguientes: 1. Por la inteligencia 2. Por la diya, precio de la sangre, pagada a los familiares de un hombre asesinado, 3. Por la herencia (La mujer recibe, como máximo, la mitad que el hombre), 4. Por la propia competencia para ejercer los cargos de Imam, de Qadii (juez) y de Xahid (el testimonio del hombre posee doble valor que el de la mujer), 5. Por ser el hombre el que se casa con la mujer o el que puede vivir en concubinato y no a la inversa. 6. Por la potestad que tiene el marido de repudiar a su mujer y de readmitirla, con o sin el consentimiento de ella, en cambio la mujer no puede repudiar a su marido. Una vez repudiada no puede exigir al marido que la readmita o, al contrario, no puede oponerse a que el marido la obligue a retornar al domicilio conyugal. 7. Finalmente, porque la parte de los bienes obtenidos como botín de guerra es mayor en un hombre que en una mujer. Así, pues, habiendo establecido la superioridad del hombre sobre la mujer, es evidente que se puede afirmar que la mujer es como un cautivo (asir) impotente en manos del hombre. Por esta razón el Profeta ha dicho: Os recomiendo que os comportéis bien con las mujeres, ya que son vuestras auxiliares. Y, en otro hadith, (narración relativa a hechos o dichos del Profeta o de sus compañeros, según testimonios contemporáneos) nos dice: Reverenciad a Allah a través del huérfano y de la mujer, porque son los seres más débiles de la sociedad. Varias páginas webs feministas critícan el trato hacia las mujeres en los países islámicos. Esta, es una de las muestras… El significado del versículo 2,228 es, pues, el siguiente: La supremacía concedida por Allah a los hombres es también una invitación divina para que éstos reconozcan generosamente los derechos de las mujeres; y, al mismo tiempo, es una premonición 4 sobre la maldad y la malicia de las mujeres en caso que los hombres no se comporten como manda Allah. En efecto, la injusticia es innoble cuando es causada por aquellos que Allah ha privilegiado, pues se convierten en merecedores del desprecio definitivo por parte de Allah. (Al-Fakhr Al-Razi: Tafsir, sura Al-Baqara,2 228, vol.III, p.103-04). 1. La inteligencia, la firmeza de carácter, la energía, la fuerza y, a menudo, la actividad literaria. Segundo texto: Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Allah ha dado a unos sobre otros y de los bienes que gastan. Las mujeres virtuosas son devotas y cuidan, en ausencia de sus maridos, de lo que Allah manda que cuiden ¡Amonestad a aquéllas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, pegadles! Si os obedecen no os metáis más con ellas (4,34)(Al-rijal qawwamun 'ala-n-nisa...4,34) Etimología: Qawwamun es sinónimo de musaitirun, es decir, al cargo de, amo absoluto. También es sinónimo de musallatun, que significa, mandar absoluta y duramente. (Lisan Al-Arab) 3. Su facultad de testimoniar en los tribunales, su responsabilidad en la aplicación de la ley del talión y de la reconciliación. 2. La práctica de la caballería, el tiro al arco, la profecía y la sabiduría, la Guerra Santa y la llamada a la oración, la prédica en la mezquita y la espiritualidad. 4. .La regulación del turno en el cumplimiento del débito conyugal con las diversas mujeres, la soberanía en el matrimonio, en el repudio, en la reconciliación y en el número de las esposas. 5. La conservación de la genealogía de la familia, y el llevar barba y turbante. (Al-Zamakhxari, Al-Kaixxaf, vol. I, 495; AlRazi, Tafsir, vol. V, p. 92). Tercer texto: Comentario de los exégetas Zamakhxari y Razi: "Los hombres se comportan con las mujeres del mismo modo que el soberano con sus súbditos: ¡con autoridad! Amirin nahiin: mandando y prohibiendo. El pronombre unos va referido a los hombres y a las mujeres en general. Es decir, los hombres tienen autoridad absoluta (musaitirun) sobre las mujeres debido a la preferencia que Allah tiene por unos, los hombres, sobre los otros, las mujeres. Es la prueba de que la autoridad soberana del hombre constituye un atributo intrínseco a su naturaleza, y no el fruto de una victoria, de una conquista o de una coacción. (Y, podríamos añadir, la autoridad del hombre es una gracia divina:( fadl). Recordemos, ahora, cuáles son los méritos y atributos de los hombres, según los sabios del Islam: Vuestras mujeres son campo labrado para vosotros. ¡Venid, pues, a vuestro campo (nisâu-kum harzun como queráis! lakum...2,223) Los comentarios de este versículo aluden todos a las posturas adoptadas en el coito y a la reprobación de los actos contranaturales. Sin embargo, es importante notar que el adverbio como es la traducción imperfecta de la partícula annâ que figura en el texto árabe, la cual puede traducirse por: cómo, dónde y cuándo, esta última modalidad manifestando hasta qué punto la mujer debe estar siempre dispuesta a satisfacer el deseo de su marido. Una Sunna dice: ¡Cuando para satisfacer el deseo el hombre llama a la mujer, que ella acuda corriendo aunque esté con las manos en la artesa! (Talq bin Alí) 5 Cuarto texto: Los derechos de las mujeres sobre sus esposos son iguales a los derechos de éstos sobre ellas (wa lahunna mithlu al-ladhi 'alaihinna bi-l-ma'aruf 2,228). Comentarios según: 1. El tradicionista Ibn Maja: "Un hombre preguntó al Profeta: "¿Cuáles son los derechos de la mujer respecto a su marido?" El Enviado respondió: - El marido ha de alimentar a su mujer y la ha de vestir. No le ha de pegar en la cara ni desfigurarla; pero puede rechazar a su mujer dejando de acostarse con ella" (Ibn Maja, Sunan, Kitab al-Nikah). En relación al mejor método para pegarles a las mujeres, transcribo una serie de recomendaciones que compiten en horrorosa originalidad. Claude Aner, citado por H. Bousquet en L’éthique sexuelle de l‘Islam, sugiere: ¡Hay que pegar a las mujeres, sí, pero hay maneras y maneras de hacerlo: a la que es delgada, con un bastón; a la robusta, con el puño; a la gordita, y sólo a ella, con la mano bien abierta…, de modo que uno no se haga daño a sí mismo! Una mujer es castigada en el marco del regimen talibán en Afganistán – www.rawa.org En un video emitido en un programa de la televisión libanesa, el Ramadán TV Show, que dio la vuelta al mundo, el doctor Muhammad Al- Arifi, imán de la mezquita Rey Fahd de la marina saudí, explicaba en detalle cómo pegar a sus futuras esposas siendo respetuosos con el Islam. Recomendaba golpearlas con el cepillo de dientes, ya que no son un camello o un asno y tienen inteligencia para discernir entre lo correcto y lo incorrecto. “El hombre debe pegar a la mujer allí donde no deje marcas”, sentenciaba en un momento de la grabación ante los jóvenes. Algunos de ellos parecían algo sorprendidos, mientras que otros asentían y se mostraban de acuerdo con el teólogo. En otro programa análogo en la cadena LBC TV, enfatizaba a los musulmanes que golpear a las mujeres en el rostro está prohibido por el Islam, que no se las puede tratar como animales, sino que los golpes tienen que ser suaves y nunca en la cara. No se puede precisar si el consejo conllevaba cierta conmiseración o era dado para no dejar evidencias visibles de la agresión. Pedagógicamente, el imán radical se extendió: Primero, el esposo debe advertir a su mujer "una, dos, tres veces, cuatro, diez veces" que está enfadado. Si esto no sirve, entonces optará por no dormir con ella en la misma cama, ni dirigirle la palabra para expresar su malestar. En caso que ambas alternativas no funcionen, entonces "tendrá que pegar" a su esposa. Ahora bien, aconseja golpear a las mujeres con "delicadeza porque el objetivo no es infringir dolor. Cuando golpeas a un animal, tu intención es causarle dolor para que te obedezca porque el animal no te entiende si le dices ¡Oh! Camello, venga, muévete', el camello no entenderá este tipo de cosas hasta que lo golpees. Un burro no entiende nada si no le pegas, pero a una mujer, un hombre, un niño y demás les afecta generalmente más las emociones que otras cosas". Si él pega a su esposa, "los golpes tienen que ser suaves y no dejar marcas feas en la cara. Tiene que pegarla allí donde no deje marcas". Al- Arifi se lamentaba porque desafortunadamente, muchos maridos pegan a sus esposas "sólo cuando se enfadan y, cuando empiezan a golpearlas lo hacen como si estuvieran 6 dando puñetazos en un muro, les pegan con las manos, de derecha a izquierda, y en ocasiones con los pies. Hermano, estás golpeando a un ser humano. Eso está prohibido. Él no debe hacerlo". El clérigo de los sabios consejos, Muhammad Al- Arifi, ya era conocido cuando criticó a las organizaciones de homosexuales occidentales y aseguró que hay mujeres en Occidente que se acuestan con sus perros y que el 54% de las danesas no sabe quién es el padre de sus hijos. En 2002, proclamó: "Nosotros controlaremos la tierra del Vaticano, nosotros gobernaremos Roma e introduciremos el Islam". nombra como autora o fuente de muchos hadices (sing hadith), las tradiciones acerca de la vida de Mahoma, que narran la vida personal del profeta. Algunas fetuas, (del árabe fatwa o fatawi) decretos emitidos por una autoridad religiosa, que intentan aclarar puntos oscuros de la ley y orientar en casos y planteos nuevos, pretenden morigerar el impacto negativo que produce en la cultura occidental el maltrato del que son objeto las mujeres musulmanas. Todas las traducciones consultadas del Corán coinciden en que el verbo “daraba” equivale a pegar. Sin embargo se han emitido fetuas donde se decía que “daraba” no significa pegar, sino “hacer algo espectacular que llama la atención”. Cabe consignar que en teoría, entre los shiítas, las fetuas no son de aplicación obligatoria y dejan de tener validez después de la muerte de quien la promulga. Una mujer que ocupa un lugar preponderante en la devoción de los musulmanes, es Aisha bint Abi Bakr, quien fue la esposa predilecta de Mahoma. Según algunas tradiciones consumó el matrimonio con el Profeta a los nueve años, Ibn Hisham, asevera que a los diez. La unión a edad precoz de Aisha, que en árabe significa “la que vive” con Mahoma, es vista por el prisma de Occidente, como se analizará en otro capítulo, como un caso emblemático de pedofilia. Aisha es llamada en los escritos islámicos, la «Madre de los Creyentes» (umm-almu'minīn), debido a la descripción (Corán 33.6) de las distintas esposas de Mahoma como «madres de los creyentes». También aparece como Madre de los Fieles (como en el Qutb's Ma'alim fi al-Tariq, página 6). Se la Aisha bint Abi Bakr, una de las esposa de Mahoma, quizás la preferida, fue casada con el profeta del Islam, posiblemente, a los nueve años. Se atribuye a Aisha, la favorita de Mahoma: El Profeta dijo: “Las mujeres son iguales a los hombres”. No obstante este hadith aclara: Las mujeres son iguales a los hombres en cuanto a las obligaciones de la ley: La oración, el ayuno, la limosna y el peregrinaje. Pero no lo son respecto a la herencia, a la responsabilidad en los asuntos generales, como la justicia y la capacidad de gobernar. Consta en el libro de leyes que expresa: La nación que confía sus asuntos a una mujer no puede marchar bien! (Al-Bukhari, citado por Ghazzali: Ihya'a 'Ulum Al-Din, 2/5 p. 51.) 7 II. La mujer en la Sunna La Sunna, considerada tradicionalmente como la segunda fuente del derecho islámico, contemporáneamente, está siendo objeto de cuestionamientos por diferentes razones. La Sunna es el registro de todos los hechos, dichos y confirmaciones del Mensajero, además de ser la segunda fuente de legislación islámica y vida (el Corán es la primera). Todos los eruditos de ciencias religiosas, y a veces los de ciencias naturales, la usan para establecer los principios de sus disciplinas y para resolver dificultades. El Corán y las tradiciones proféticas auténticas ordenan a los musulmanes que sigan la Sunna. Es muy probable que el Profeta y los cuatro primeros califas, los denominados rashidun, o “bien guiados”, no estuvieran de acuerdo con la recopilación escrita de la sunna. Se cree que querían impedir que los hadices fueran escritos sobre copias del Corán porque de esa manera se mezclarían ambos textos y se correría el riesgo que los musulmanes prefirieran las colecciones de la Sunna, pletóricas de anécdotas atribuidas al fundador del Islam, en detrimento del Libro Sagrado, que para sus creyentes contiene la palabra de Dios. Entre los adherentes a esta tesitura se encuentra Soheib Bensheij, nacido en el puerto saudí de Jidda en 1961, que escribió: “La gran corrupción de la Sunna se produjo cuando fue escrita, porque la Sunna es tradición y como tal, desde el momento en que se escribe, se convierte en ley no en costumbre. Fue fijada por escrito dos siglos y medio después de la muerte de Mahoma, cosa que hace dudar legalmente de su autenticidad”. Benshejei añade que la mayoría de los musulmanes ignora que tanto el mismo Profeta como los primeros califas prohibieron que el contenido de las hadices fuera recogido por escrito, sustentando su afirmación en que la recopilación preocuparía a los musulmanes y los apartaría del “Bello Libro”, que tiene un discurso simple y deja espacio para la reflexión, la meditación y la interpretación. Muhammad Hamidullah, autor de una traducción del Corán al francés y una biografía del Profeta, hace una fervorosa defensa de los hadices, aunque con argumentos endebles. Según un artículo de Robson sobre el hadith en la Encyclopédie de l’Islam, el número de hadices o episodios recopilados en las diversas colecciones existentes, oscila entre los cuarenta a los seiscientos cuarenta mil, y añade que su consideración global no siempre puede resistir una crítica seria ya que algunos ponen en boca de Mahoma frases que forman parte del Antiguo o del Nuevo Testamento, o hacen referencia a poblaciones lejanas que difícilmente el Profeta podía conocer o a otras que en ese entonces no habían sido fundadas. Según la Sunna la mujer es menos inteligente y menos religiosa que el hombre: Abdullah b. 'Umar, el Profeta dijo: - ¡Mujeres! ¡Dad limosna! Multiplicad las plegarias y que Allah os perdone, ya que entre los moradores del infierno he visto que erais más en número que los hombres. Una mujer perspicaz, se atrevió a preguntar - ¿Y qué culpa tenemos las mujeres de ser más en número, en el infierno, que los hombres? # Es a causa de vuestra tendencia a insultar y a difamar con tanta facilidad y porque sois ingratas con vuestros maridos. No conozco ningún ser con tan poca inteligencia y con tan poca religiosidad como vosotras que pueda ser superior al hombre. La mujer replicó: -- ¿En qué consiste esta falta de inteligencia y de religiosidad en la mujer? -- Su inferioridad intelectual se pone de manifiesto en el hecho de que se necesita el testimonio de dos mujeres para igualar el testimonio de un solo hombre: ésta es una prueba de poca inteligencia. En cuanto a la falta de religiosidad es porque la mujer no pasa la noche rezando ni cumple el ayuno durante el mes de Ramadán (por culpa de los periodos menstruales). (Muslim, 8 III. La Sharia pertenece a Alá. Esa posición provoca que se impida cualquier avance, discusión y dinamismo con el pretexto de que se trata de "innovaciones" en lugar de aceptar que se trata de reformas necesarias. La Sharia imparte normas precisas sobre el modo de cumplir los cinco preceptos sobre los que se fundamenta el Islam y que constituyen sus pilares: la profesión de fe, la oración cinco veces al día (salat), la limosna ritual, la peregrinación a La Meca al menos una vez en la vida, para los que dispongan de los medios económicos para hacerla, y el ayuno del mes de Ramadán que culmina con la fiesta de la rotura del ayuno (id al fitr). En teoría, la Sharia está vigente en todos los países islámicos, y desde los primeros tiempos de la expansión del Islam, fue complementada pero nunca derogada, con excepción de Turquía, que la sustituyó por un código civil en 1921 con otras leyes llamadas qanun que contrastan con la Sharia y fueron promulgadas por reyes musulmanes y sultanes otomanos. La Sharia, vocablo árabe que significa “senda que conduce al manantial” o “senda que los musulmanes han de seguir” es la ley considerada canónica del Islam, resultante de la unificación de las normativas contenidas en el Corán y la Sunna, juntamente a la jurisprudencia elaborada por los ulemas, que son sabios o doctores de la Ley islámica expertos en cuestiones jurídicas y teológicas. Otras dos fuentes de la Sharia son el ijma (consenso de la Umma) y el qiyas (razonamiento analógico) que indiscutiblemente no son de origen divino y, en consecuencia, no son inmutables. Así, entre las cuatro fuentes de la Sharia (el Corán, los hadices, el ijma y el qiyas) sólo la primera es de origen divino. Cabe preguntar entonces ¿por qué la Sharia de los tres primeros siglos se ha establecido como "Ley divina" inmutable y trascendental? En principio, en base a un hadith que dice "Mi comunidad (Umma) no se unirá jamás en el error", es decir, que el ijma está libre de todo error, en contra de la mayor evidencia que consiste en afirmar que la infalibilidad sólo Para los musulmanes, la Sharia es la directa y personal voluntad de Alá y todo -la vida religiosa, política y social- debe ser regulado por ella. A partir de la descolonización y de la modernización de muchas naciones islámicas, la aplicación de la Sharia se circunscribía a que ninguna ley estatal podía ir en su contra. Pero últimamente, sectores radicalizados y retrógrados del Islam intentan imponerla por doquier. La República Islámica de Irán, Arabia Saudí, Sudán, la parte islámica de Nigeria y el movimiento terrorista Hamás en la Franja de Gaza ya se rigen por ella. Ya se está reimplantando en Indonesia, Somalia y Eritrea, aboliendo los modernos sistemas que conservan atisbos occidentales. La numerosa migración de musulmanes, especialmente a Europa, conlleva la intención de aquéllos de islamizar a los países que los cobijan. Un ejemplo fehaciente es Gran Bretaña, donde en varias localidades, la Sharia reemplaza a los tribunales ordinarios, cuando los juzgados son islamitas. El rigor, atavismo y crueldad contenidos en la Sharia, es susceptible de causar espanto y horror a los occidentales. Sahih, al-Iman, I,2, pp. 57-59). El testimonio de un hombre en un juicio vale dos testimonios de mujeres. Para demostrar que una mujer musulmana ha sido violada, en una corte regida por la shaarya, necesita el testimonio directo de dos mujeres por cada hom,bre que afirme lo contrario. 9 El espectro de víctimas de su primitivo sistema legal es amplio. Amputaciones de manos en el caso de ladrones, ahorcamiento a los homosexuales, azotes y lapidaciones a las mujeres adúlteras, son penalidades corrientes, que serán tratados en el caso de estas últimas, con mayor amplitud en otro capítulo. Uno de los mayores exponentes de la aplicación estricta de la Sharia, es el Talibán en algunas regiones de Afganistán. Sus miembros indignaron a la comunidad internacional en 2001 cuando destruyeron las famosas estatuas gigantes de Buda en Bamiyan. Los talibanes, que tratan a las mujeres peor que a sus animales, niegan a ellas y a las niñas, los derechos civiles básicos, como salud, educación, asistencia médica y trabajo. Las restricciones y maltratos contra las mujeres por parte del Talibán, son las siguientes: 1- Completa prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares, que igualmente se aplica a profesoras, ingenieras y demás profesionales. Sólo unas pocas doctoras y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos hospitales en Kabul. 2- Completa prohibición de cualquier tipo de actividad de las mujeres fuera de casa a no ser que sea acompañadas de su mahram (parentesco cercano masculino como padre, hermano o marido). 3- Prohibición a las mujeres de cerrar tratos con comerciantes masculinos. 4- Prohibición a las mujeres de ser tratadas por doctores masculinos. 5- Prohibición a las mujeres de estudiar en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa (los talibán han convertido las escuelas para chicas en seminarios religiosos). 6- Requerimiento para las mujeres para llevar un largo velo (burka), que las cubre de la cabeza a los pies. 7- Azotes, palizas y abusos verbales contra las mujeres que no vistan acorde con las reglas talibán o contra las mujeres que no vayan acompañadas de su mahram. 8- Azotes en público contra aquellas mujeres que no oculten sus tobillos. 9- Lapidación pública contra las mujeres acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio (un gran número de amantes son lapidados hasta la muerte bajo esta regla). 10- Prohibición del uso de cosméticos (a muchas mujeres con las uñas pintadas les han sido amputados los dedos). 11- Prohibición a las mujeres de hablar o estrechar las manos a varones que no sean . 12- Prohibición a las mujeres de reír en voz alta (ningún extraño debe oír la voz de una mujer). 13- Prohibición a las mujeres de llevar zapatos con tacones, que pueden producir sonido al caminar (un varón no puede oír los pasos de una mujer). 14- Prohibición a las mujeres de viajar en taxi sin su mahram. 15- Prohibición a las mujeres de tener presencia en la radio, la televisión o reuniones públicas de cualquier tipo. 16- Prohibición a las mujeres de practicar deportes o entrar en cualquier centro o club deportivo. 17- Prohibición a las mujeres de montar en bicicleta o motocicletas, aunque sea con sus mahrams. 18- Prohibición a las mujeres de llevar indumentarias de colores vistosos. En términos de los talibán, se trata de “colores sexualmente atractivos”. 19- Prohibición a las mujeres de reunirse con motivo de festividades como el Eids cono propósitos recreativos. 20- Prohibición a las mujeres de lavar ropa en los ríos o plazas públicas. 21- Modificación de toda la nomenclatura de calles y plazas que incluyan la palabra “mujer.” Por ejemplo, el “Jardín de las Mujeres” se llama ahora “Jardín de la Primavera”. 22- Prohibición a las mujeres de asomarse a los balcones de sus pisos o casas. 23- Opacidad obligatoria de todas las 10 ventanas, para que las mujeres no puedan ser vistas desde fuera de sus hogares. 24- Prohibición a los sastres de tomar medidas a las mujeres y coser ropa femenina. 25- Prohibición del acceso de las mujeres a los baños públicos. 26- Prohibición a las mujeres y a los hombres de viajar en el mismo autobús. Los autobuses se dividen ahora en “sólo hombres” o “sólo mujeres”. 27- Prohibición de pantalones acampanados, aunque se lleven bajo el burka. 28- Prohibición de fotografiar o cortejar mujeres. 29- Prohibición de imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas. 30- Prohibición de escuchar música, ver películas, televisión y videos, aunque en estos casos, la restricción se hace extensiva a los hombres. Capítulo 2: Matrimonio El matrimonio islámico (nikah) es un contrato, en virtud del cual el marido adquiere derechos duraderos sobre la mujer a cambio del pago de una dote (mahr) y de ciertas obligaciones. La confección del contrato otorga al marido el derecho absoluto sobre la mujer, y a ella le representa el pago del mahr. La dote matrimonial, propiedad de la mujer, tiene una doble función: como condición de validez del matrimonio y como freno del repudio, tópico que se analizará más adelante. El Corán instituye el mahr o sadaq como un derecho legítimo de las esposas: “Dad a vuestras mujeres su dote gratuitamente” (C.4, 4) “Y si queréis cambiar de esposa y le habéis dado a una de ellas un quintal, no volváis a tomar nada de él. ¿Ibais a tomarlo con infamia y pecado manifiesto, después de haber yacido y de haber concertado con ellas un pacto solemne? (Corán 4, 24-25/2021). No obstante lo expresado en los textos, gran parte de los musulmanes actúan de manera muy diferente. Aprovechando que muchas mujeres ignoran esos preceptos o no se atreven a contrariar a sus padres o tutores, algunas familias utilizan la dote para la adquisición del ajuar de la novia, coste que debería estar a cargo del marido. Otras, se apropian de ella, desvergonzadamente. Los juristas islámicos asemejan el matrimonio a una venta, de modo que sin ser formalizadas las condiciones antes mencionadas, la unión de los cónyuges resulta nula. Los requisitos legales para validar el convenio nupcial son, la capacidad jurídica de las partes, el consentimiento de los futuros esposos, la intervención del tutor de la mujer (wali) que es indispensable, dada la inexperiencia de la mujer a consecuencia de la reclusión femenina desde temprana edad. Una mujer afgana es lapidada en el 2005, tras denunciar que habia sido violada. En caso que la novia no tenga algún wali, que por lo general es un pariente próximo, puede actuar en su reemplazo el gadí, que 11 es un juez religioso. Teóricamente, la mujer posee el derecho de elegir a su futuro marido, pero en la práctica ese derecho casi nunca es respetado. Un hadith ejemplifica la tácita sumisión que debe asumir una joven: ¿Qué hija bien educada, se puede permitir hablar, opinar o, aún menos, disentir ante su padre…? La anuencia de la mujer para contraer enlace, la prerrogativa para consentir o elegir su esposo, mencionada anteriormente, considerando que las bodas se llevan a cabo cuando son muy jóvenes e incluso niñas, es casi irrelevante, porque el tutor puede disponer el casamiento de ellas, sin o contra su voluntad. Diversos hadices relatan las quejas de algunas mujeres que habían sido casadas a la fuerza por sus familiares y a las que el Profeta daba la opción de rehusar o aceptar su situación. Ibn Majah refiere el caso de una joven a quien su progenitor en el afán de rescatarla de la miseria en la que estaba sumida, la obligó a casarse con un primo, razón por la que el Profeta la dejó decidir qué hacer. La joven se manifestó: “Ratifico la decisión de mi padre, pero si he venido a quejarme es porque he querido que las mujeres sepan que nuestros padres no tienen derecho a decidir por nosotras”. En la actualidad, abundan noticias en los medios de comunicación que denuncian la fuga de gran cantidad de jóvenes musulmanas que huyen de sus familias y países para evitar el casamiento forzado. Los islamistas devotos, se esfuerzan por exteriorizar una visión del matrimonio ideal y romántico, enfatizando los versículos del Corán, más contemporizadores. que encontréis en ellas la quietud y de ellas os concedió hijos y nietos y os agració con todo lo bueno que apreciáis”. Además anuncia sobre las bendiciones de Dios al hombre en el siguiente versículo. “Hombres, de entre sus signos de misericordia para vosotros está el haberos creado esposas de vuestra misma especie, para casaros con ellas y os vinculó por la misericordia y el amor”. En el Islam, la concepción de la mujer y el matrimonio, emana de dos fuentes, el Corán y la Sunna. Para el primero, la mujer es dada al hombre como esposa para que “repose sobre en ella” (sura. 30, 21). Ella fue creada como “compañera del hombre” (s. 4,1), para que el hombre y la mujer formen una “pareja” (s. 53,45). La mujer es en todo igual al hombre delante de Dios en lo atinente a las prácticas y obligaciones religiosas; no obstante, “los hombres están en un peldaño más arriba que las mujeres” (s.2, 228). En rigor, “ los hombres son antepuestos a las mujeres, porque Dios ha predestinado a algunos a estar sobre otros y porque ellos les dan de sus bienes para mantenerlos; las mujeres buenas, son por lo tanto, devotas de Dios y solícitas de su propia castidad, así como (Él) ha sido solícito de ellas; en cuanto a aquellas de quienes teman actos de desobediencia, amonéstenlas, luego déjenlas solas en sus lechos, después, azótenlas; pero si les obedecen, entonces no busquen pretextos para maltratarlas” (s.4,34). En la Sunna la mujer es presentada como la Pastora del hogar: Según ellos, el matrimonio es una práctica recomendada por Dios, innata, trascendental y necesaria en el hombre. Dijo Dios en el Sagrado Corán: “Y de todo creamos parejas, ojala os sirva el recuerdo y así creáis en nuestro poder”. Además, dijo Dios en el Corán: “¡Gloria a Dios! Creador de todas las cosas de acuerdo a la ley: macho y hembra, plantaciones, ellos mismos y otras cosas que no conocen”. En otro versículo menciona: “Dios os designó esposas de vuestra especie para La mayoría de los historiadores reconoce que Mahoma tuvo, por lo menos, 9 esposas (5 más de lo que permite el Coran). Expertos en el tema estiman que Mahoma tuvo de 12 a 25 esposas. Esto último no está totalmente comprobado. En varios países musulmanes se acostumbra casarse con niñas, como forma de honrar las acciones de Mahoma. 12 Según Ibn Umar, el Profeta dijo: Cada uno de vosotros es un pastor y cada uno es responsable de su rebaño. El príncipe es un pastor para todos aquellos que viven bajo su techo; la mujer es una pastora para el hogar de su marido. (Bukhari, Kitab AlNikah, vol.4) En el hadith siguiente, el profeta hace un llamamiento encubierto en favor del respeto y la compasión que se deben a la mujer: A menudo ocurre que alguno de vosotros se decide por azotar a su mujer como si fuese un esclavo. ¡No importa; eso no le privará de hacerle el amor cuando decline el día! (Bukhari, Kitab Tafsir al-Qur'an, As-Shams, vol. 3/4). En contraposición a las enseñanzas de los precedentes textos, otros, como los que se enumeran a continuación, evidencian alarmantes indicios de misoginia. ¡La mujer es como una costilla, si la quieres poner recta se rompe, si quieres servirte de ella has de hacerlo manteniendo su curvatura! (Bukhari, Kitab Al-Nikah, vol.3). Las mañas de las mujeres son más poderosas que las del demonio, ya que Allah dice: "Las mañas del demonio son débiles", mientras que, hablando de las mujeres, dice: ¡Vuestras mañas son más poderosas! (Abu Huraira) ¡Cuando entras en casa, la mujer te insulta; cuando sales, te traiciona! (Abu Mansur Dilma) La mujer es un escollo insuperable para el hombre. Cuando ella le levanta el deseo, ni la inteligencia ni la religión pueden resistirse a ella. (Al-Ghazzali, Ihyaa 'ulum al-din, vol. 2) La mujer es el instrumento más poderoso del que el demonio se sirve contra los hijos de Adán (Al-Ghazzali, ídem). Matrimonio Temporal Si bien para sus fieles, el matrimonio en el Islam se describe como un compromiso serio, fuerte, que conlleva la intención de permanecer unidos de por vida, existe otra variante peculiar fundamentada en el Corán (4,28/24-30) que se llama muta, que significa matrimonio temporal. Hay quienes afirman que persigue el placer y es una forma de libertinaje sexual embozado. Se dice que esta modalidad de matrimonio se basa en el uso que hicieron el Profeta y algunos de sus primeros combatientes, alejados de sus mujeres durante las luchas por expandir el Islam. Un hadith explica que Mahoma de visita a los miembros de una expedición, les dijo: ¡Haced uso de esta facultad! Algunos exégetas conjeturan que se permitía para evitar las relaciones sexuales entre los soldados. El matrimonio temporal (Zauaj al mutah) es una boda con un plazo predeterminado que se concuerda antes de llevar a cabo el contrato matrimonial, es decir, el hombre hace un acuerdo con la mujer para permanecer casados por un tiempo específico, ya sea una hora, un día, una semana o un mes. Al cumplirse cualquiera de esos lapsos, el matrimonio queda disuelto y la mujer recibe la retribución previamente acordada entre ambos. Este tipo de relación, fue inicialmente permitida por el mensajero de Allah, para ser definitivamente abolida al terminar de establecerse la ley Islámica. Su prohibición fue progresiva En un principio y por tratarse de una sociedad donde la fornicación era moneda corriente, el matrimonio temporal fue permitido, y luego prohibido definitivamente. Los sunitas cesaron en su práctica, a partir del Califato de Umar (634-644). Se relata en un hadith de Ali: “escuché a Ibn Abbas siendo flexible con respecto a la muta con las mujeres, así que le dije: "Despacio ¡oh! Ibn Abbas (es decir cuidado con lo que dices) en verdad que el Mensajero de Allah la ha prohibido el día de Khaibar, también prohibió la carne de asno"” (Hadiz transmitido por Bujari y 13 Muslim (Muttafaqun aleihi), Muslim sharh sahih Muslim de An naaui 3: 536: 31), Dijo Tirmidhi: (los más sabios de los Sahabas obraban de acuerdo a esto). Este Hadith narrado por Ali bin Abi Talib está presente en muchos libros de los shiítas, sin embargo, muchos de ellos no lo aceptan y actúan contrariamente a él. Tal es el caso de la República Islámica de Irán donde la muta sigue vigente. En el país persa, con el advenimiento del Ayatolá Khomeini se revitalizó esa normativa jurídica que se equipara a un contrato de alquiler y que con frecuencia se la sindica como una prostitución legalizada, en virtud que para implementarla, no son menester testigos, ni requiere ser inscripta en el registro civil y la mujer, aunque fuese virgen, no necesita el permiso de su padre o tutor. En la actualidad, funciona en los grandes centros de peregrinaje como los de Qom y Mashad en Irán y el de Najaf en Irak, debido a que las aglomeraciones facilitan el contacto entre hombres y mujeres. Otros que usufructúan el privilegio de la muta, son los miembros del movimiento terrorista chiíta Hezbollah que actúa en el Líbano. Los matrimonios temporales se consuman a cambio de un beneficio pecuniario, con las viudas de los suicidas considerados como mártires por el grupo guerrillero que las protege. Por lo general, la duración de esos matrimonios, no excede una noche. su familia ni a los amigos y conocidos. Como puede darse el caso de que la policía pida identificaciones a las parejas con tal de evitar las relaciones sexuales libres, existen unos impresos especiales con las firmas y los sellos correspondientes, que solo hay que rellenar con los nombres de los contrayentes”. Dolors Bramon, la profesora de estudios islámicos, explica que Irán permite bodas temporales como una solución al desequilibrio numérico entre hombres y mujeres y señala algunas peculiaridades. “La mujer dispuesta a casarse temporalmente suele ponerse el chador al revés o camina sin rumbo y mirando continuamente a su alrededor, mientras que los hombres suelen enseñar una llave para mostrar que disponen de una habitación o de una vivienda. Existen también alcahuetes, hombres y mujeres, que tienen listas de mujeres que desean este tipo de matrimonio y a las que ponen en contacto con los interesados a cambio de dinero. Con frecuencia, el matrimonio de placer tiene carácter secreto, es decir, un hombre puede contraerlo y llevar una vida relativamente normal sin decirlo a La investigadora Dolores Bramon explica en su libro el proceso de casamientos momentáneos communes incluso en Irán. Domicilio Conyugal El domicilio conyugal constituye para la mujer, un lugar de reclusión y obediencia al marido, tal como lo expresa taxativamente esta sentencia, Baitu at- Ta ‘a: el lugar de sometimiento (CF: E.I: Al-Mar' a, volumen .6, p. 452). Esta expresión está revalidada por una serie de declaraciones del Profeta: - Cuelga el zurriago allí donde tu mujer pueda verle (Bukhari). - ¡Que Allah se apiade del hombre que cuelga el zurriago en casa y lo usa para educar a 14 su mujer! (Abdula bin Dinar, citado por AlZamakhxari, Al-Kaixxaf, 1/4, p. 497). - La oración que la mujer reza en el patio de su casa es mejor que la oración dicha en la mezquita. La oración dicha en el interior de la casa es mejor que la oración dicha en el patio. La oración dicha en un rincón del dormitorio es mejor que la oración dicha en el interior de la casa. (Ibn Masud y Abu Daud, Sunan). - La mujer nunca se halla tan cerca del sitio privilegiado que le corresponde como cuando se encuentra en el lugar más escondido de la casa (Ibn Mas`ud ). - Haz de la casa la salvaguarda de tu virtud y de tu habitación haz su tumba. (Umm Salama). - ¡Mujeres! ¡Vuestra guerra santa la tenéis en la cocina! (Ibn Hanbal). - ¡Mujeres! ¡No dejéis entrar en casa a ningún hombre sin el permiso de vuestro marido! (Bukhari). La Poligamia La ancestral e inequitativa práctica de estar casado con más de una mujer a la vez, la poligamia (taaddudu l- zawjat, dirr o durr) practicada y abandonada por los antiguos hebreos, egipcios, griegos, persas, asirios, japoneses, hindúes, rusos y germanos, es permitida actualmente por el Islam, que la limita a cuatro mujeres por hombre. Esta autorización emana del siguiente fragmento coránico: “Si teméis no ser equitativo con los huérfanos, entonces, casaos con las mujeres que os gusten: dos, tres o cuatro. Pero si teméis no obrar con justicia, casaos entonces con una sola o con vuestras esclavas” (Corán 4,3). Otra aleya (del árabe aya, nombre de cada una de las divisiones de las suras o capítulos del Corán), que abreva de la misma fuente, acentúa, la injusticia y desigualdad de la que son objeto las esposas: “No podréis ser justos con vuestras mujeres, aún si lo deseáis” (Corán 4, 128/129). Sin embargo, algunos hadices, que exaltan el vigor sexual del Profeta, transmiten que éste tuvo nueve esposas: Bukhari (5:268) El Profeta solía dar la vuelta (eufemismo de tener relaciones sexuales) con todas sus esposas en una noche, y tenía nueve esposas”. Otro hadith que también relata las proezas amatorias de Mahoma y evidencia que Mahoma poseía prerrogativas y reglas especiales, difiere en el número de esposas Bukhari (5:268) “El Profeta solía visitar a todas sus esposas en una ronda, durante el día y la noche y eran once de número”. Le pregunté, Anas, “¿Al Profeta le da la fuerza para ello?”. Anas respondió: “Solíamos decir que al Profeta se le dio la fuerza de treinta hombres”. El reformismo y el feminismo contemporáneo han bregado por la abolición de la poligamia, prohibida en Túnez desde 1956. Defensores de su vigencia, naturalmente hombres o excepcionalmente mujeres que prefieren ser segundas o cuartas esposas antes que sufrir el oprobio de la soltería, alegan que el marido musulmán polígamo, está obligado al sostenimiento total de todas sus mujeres y de sus respectivos hijos. Una prueba concluyente que demuestra la desigualdad con los hombres, la constituye el hecho que a las mujeres no se les permite la misma libertad para buscar la satisfacción sexual de fuentes alternas, si su marido merma en su capacidad o pierde interés por ausencia de libido. Divorcio y Repudio Los códigos de familia de los países islamistas contemplan dos modos de disolución del matrimonio en vida de los cónyuges: el divorcio y el repudio. El marido musulmán tiene en exclusividad, la potestad del repudio. La mujer, en cambio, necesita recurrir a un complicado divorcio judicial para romper el matrimonio y para obtenerlo debe alegar y probar ante el juez, que concurren algunas de las causas tipificadas en la ley. En el Derecho musulmán clásico, el esposo puede repudiar a la mujer pronunciando 15 sucesivamente por tres veces la fórmula yo te repudio. Lo que entraña la anulación definitiva e irrevocable del matrimonio. La extinción del vínculo conyugal conlleva el sometimiento de la mujer a un periodo de retiro legal denominado Idda que se extiende durante tres periodos menstruales o hasta el momento del parto si la mujer está encinta. Durante ese lapso la mujer debe permanecer en el domicilio conyugal, mantiene el derecho a alimentos -nafaqa- y no puede contraer nuevo matrimonio. La finalidad primordial del retiro legal es asegurar la determinación de la paternidad en caso de embarazo. Marginalmente de los aspectos de nulidad absoluta y relativa del matrimonio y de la disolución por fallecimiento de alguno de los cónyuges, el matrimonio islámico se disuelve por tres modos: el repudio unilateral y extrajudicial o talak, el repudio consensuado mediante compensación -hul- y la disolución judicial -trafriqat -. La figura, más controvertida y perjudicial para la mujer es la del talak, que es el privilegio que se le otorga al marido para que este ponga fin al matrimonio de manera discrecional, unilateralmente, sin justificar su decisión, ni necesidad de intervención judicial alguna y tampoco de la anuencia de la mujer. Según palabras atribuidas al Profeta, “entre las cosas lícitas, ninguna es más odiosa a Alá que la del repudio”. Sin embargo, aún moralmente reprobado, el derecho islámico clásico determina que el repudio disuelve jurídicamente el vínculo matrimonial y tal instrumento se mantiene en la actualidad. En el repudio revocable, una vez que se ha pronunciado, la mujer entra en el periodo de continencia -idda-, manteniendo el derecho a la nafaka. Durante ese tiempo, el marido puede retractarse y reanudar la vida conyugal. Aunque las modalidades y condiciones de este repudio varían en las diferentes escuelas todas coinciden en entender que su revocación y la reanudación de la vida conyugal no suponen un nuevo matrimonio, por lo que no es necesario para ello el consentimiento de la mujer ni la fijación de una nueva dote. El repudio irrevocable disuelve el matrimonio automáticamente. Durante la idda la mujer mantiene el derecho de alimentos, pero las partes no pueden reanudar la vida conyugal, para lo cual, deberán esperar a que termine el periodo de retiro y realizar un nuevo contrato matrimonial con consentimiento y dote. Esta nueva celebración se permite sin ninguna traba en el repudio irrevocable menor o imperfecto -sugra-. Si se trata de un repudio irrevocable mayor o perfecto -kubra- no se admite el nuevo matrimonio entre ellos salvo que la mujer después del repudio haya contraído y consumado matrimonio con otro hombre, que éste se haya disuelto y se haya cumplido el consiguiente retiro legal. El procedimiento para divorciarse de una mujer musulmana se reduce a que el hombre repita tres veces “yo te repudio”. En algunos países, el marido puede enviar el mensaje por sms y el divorcio será reconocido. Esas palabras deberá decirle el Presidente de Irn Ahmadinayed si desea divorciarse de su mujer (aquí en la foto) Con posterioridad se aceptó con carácter general, la práctica según la cual el marido puede repudiar a su mujer de forma irrevo- 16 cable mediante una única fórmula a la que la ley atribuye la fuerza de tres. Por consiguiente, el varón puede optar a su libre arbitrio por un repudio irrevocable o por otro con valor meramente suspensivo. Para la mujer repudiada, las compensaciones económicas son exiguas. Estas consisten en una pensión alimenticia, limitada al tiempo de la idda y a una eventual indemnización o “don de consolación” (mouta). Si el marido en el período legal contemplado, eventualmente cambiara de opinión y manifestase su deseo de reemprender la vida en común y la reanudase antes de concluir la idda, puede volver a repudiar a la mujer por una segunda vez en la misma forma que en la primera y así hasta una tercera, pero en este caso, el repudio es ya irrevocable y el matrimonio queda definitivamente disuelto. La Herencia La desigualdad existente entre la mujer y el hombre musulmán, se manifiesta también en las cuestiones inherentes a la herencia. Este aserto se comprende desmenuzando las mejoras introducidas por la nueva doctrina (Corán 4, 11/12-15; 4, 175/176; 2, 176/180-178/182). En materia de herencia, no hay ninguna diferencia en el Islam entre bienes muebles o inmuebles: todos deben repartirse entre los herederos legales. El derecho islámico distingue con claridad siete categorías de herederos de sexo femenino a saber; hija, hija de la hija, madre, abuela, hermana, esposa y mujer de esclavo a quien se le ha concedido la libertad. Algunos ulemas, la elevan a diez. De acuerdo al Corán y lo que recogió posteriormente la jurisprudencia, hay que dejar siempre al hombre el doble de lo que se deja a una mujer con el mismo grado de parentesco y de circunstancias. En lo concerniente estrictamente a las mujeres, la esposa recibe un octavo, si el difunto tiene también hijos; sino, recibe un cuarto. La hija única recibe la mitad; si hay varias hijas, se reparten entre si de los dos tercios, en proporciones iguales. Todo esto cuando no hay hijos. En presencia de un hijo, la hija recibe la mitad de lo que corresponde a su hermano. La madre sola, recibe un tercio; en presencia del padre, o de hijos o hermanos del difunto, le corresponde un sexto. La hermana no hereda, si el difunto deja hijos varones; si sólo está ella, tiene derecho a la mitad; varias hermanas se reparten entre ellas los dos tercios; en presencia de una hija, la hermana recibe un sexto; en presencia de un hermano, recibe la mitad de lo que corresponde a su hermano. Hay una diferencia entre las hermanas consanguíneas, las hermanas uterinas y las que tienen el mismo padre y madre. Esa legislación no igualitaria entre hombres y mujeres, se ha justificado con el fragmento coránico que establece que los hombres tienen responsabilidad sobre las mujeres (Corán 4, 38/34). Basándose en esa premisa, se colijo que la mujer no tiene ninguna obligación de contribuir a las necesidades económicas de la familia, y por ende, parecía justo que le correspondiera menos parte en la herencia que le tocase. En el afán de no dividir ni perder matrimonio, muchas familias se inclinaron a casar a sus hijas con sus primos por vía paterna, consagrando de esa manera un hábito endogámico que se observa en muchas sociedades islámicas. En los países musulmanes más desarrollados, la creciente inserción de la mujer en el ámbito laboral y su contribución al mantenimiento del hogar a la par de su marido, o la mujer independiente que trabaja o estudia y que no tiene un esposo que la mantenga, están generando un cuestionamiento y revisión de la doctrina coránica, no aceptado por los islamistas radicalizados, que pretenden perpetuar el abuso y la discriminación de la mujer. El matrimonio mixto En el Islam, el hombre es el transmisor de la religión, de modo tal que los hijos de un matrimonio mixto tienen que seguir la religión y educación del padre sin tener en cuenta el eventual derecho de la madre. Por 17 consiguiente, la mujer islamista, sólo puede casarse con un musulmán. El contrato matrimonial entre una mujer musulmana y un varón que no lo es, se considera tradicionalmente como ilegal y nulo, por tanto un adulterio desde el punto de vista legal. Si se disuelve el matrimonio, la esposa musulmana o de otra confesión, en teoría, podrá beneficiarse del derecho de guarda de los hijos menores, pero sólo en la medida que eso no dañe la educación musulmana de los hijos, y durante un tiempo limitado. Pasada la edad fijada, según el Derecho Musulmán Ordinario, los hijos son devueltos a su padre o, si ha fallecido, a la familia de éste, pero no a su madre. Los hombres, por su parte no pueden contraer matrimonio con mujeres politeístas, pero sí con las creyentes incluidas en lo que el Corán llama “gentes del Libro”, como el judaísmo, cristianismo o el zoroastrismo o mazdeísmo, religión basada en el las enseñanzas del profeta y reformador iraní Zoroastro (Zaratustra). “Se os permiten las mujeres creyentes honestas y las honestas del pueblo que, antes de vosotros, habían recibido la Escritura, si les dais la dote, tomándolas en matrimonio y no como fornicador o amantes” (Corán 5,5) y “No os caséis con mujeres asociadas mushikrat (vale decir que Dios está asociado con otras divinidades) hasta que crean (en el Dios único). Una esclava creyente es mejor que una asociada, aunque ésta os guste más. No caséis a vuestras hijas con asociados, hasta que éstos crean. Un esclavo creyente es mejor que un asociado mushrik (Corán 2,22). En teoría una esposa de otra creencia de Escritura, (doctrina revelada) que se case con un musulmán, puede continuar practicando su religión, aunque a través de los siglos le resulta imposible hacerlo sin la anuencia del esposo. La historia del Islam, registra el ejemplo paradigmático de su máximo exponente, el profeta Mahoma quien se casó con mujeres que no eran musulmanas, como los casos de María la Copta y Safiya, judía de la tribu de Kaybar, cuya familia fue asesinada por orden del Profeta. También menciona a Rihanah, cautiva de guerra de la tribu de Nadir, que prefirió ser concubina y no esposa, para poder practicar el judaísmo. En el ataque al oasis de Jaybar, Mahoma hace torturar ferozmente a un notable de la tribu medinense refugiada de Banu Nadir, abrazando su pecho bajo el pretexto de descubrir un tesoro oculto, hasta que ordena su decapitación. Ello posibilitó el inmediato casamiento del Profeta con Safiya, la esposa del fallecido, saltándose el plazo legal establecido para la unión con una viuda, a quien gentilmente ofrece la mañana siguiente su mano como estribo para subir al camello (Ibn Hisham, 316-317). Como consecuencia de los divorcios en los matrimonios mixtos, se suscitan con asiduidad situaciones que afectan a los hijos, inocentes víctimas de esas desavenencias. Hemos escogido un caso emblemático, donde una bella mujer, Gabriela Arias Uriburu, católica, hija del embajador argentino en Guatemala, casada con un musulmán en ése país, y con tres hijos Karim, Zahira y Sharif, nacidos de esa relación, sufren desde hace trece años penosas vicisitudes y pesares (ahora morigerados) por la ruptura del matrimonio, que culminó con el secuestro y posterior traslado de los niños menores por parte del padre Imad Shabad a Jordania, país de donde éste es oriundo. El siguiente trabajo aquí transcripto, que proporciona una semblanza del doloroso proceso inicial, fue elaborado por el Instituto de Derecho Internacional Privado. Gabriela y sus hijos. 18 “Gabriela Arias Uriburu, de nacionalidad argentina, contrajo matrimonio con Imad Mahmoud Mohammad Shaban, de nacionalidad jordana, en Guatemala, país de residencia de ambos, el 13 de julio de 1991. Luego, al viajar a Jordania a conocer a la familia de su marido, contrajeron allí, nuevo matrimonio bajo la ley del Islam, el 21 de septiembre de 1991. De la unión, nacieron en Guatemala, sus tres hijos: Karim (15/05/92), Zahira (25/12/93) y Sharif (5/04/96). Hacia 1997 comienzan las desavenencias matrimoniales. que deberá abstenerse de causar TODA CLASE DE MOLESTIAS FÍSICAS Y MORALES a la presentada y menores hijos, EN FORMA DIRECTA O INDIRECTA, PERSONALMENTE, TELEFÓNICAMENTE O A TRAVÉS DE INTERPÓSITA PERSONA, bajo apercibimiento de que si no cumple se certificará lo conducente a un Juzgado del Ramo Penal para lo que resulte procedente en su contra, debiéndose librar oficio respectivo a la Dirección General de la Policía Nacional Civil, PARA QUE SE LE PRESTE EL AUXILIO Y PROTECCIÓN NECESARIOS A EFECTO DE HACER EFECTIVA LA MEDIDA DECRETADA. III) Se hace saber al demandado que la presentada y menores hijos se encuentran bajo la PROTECCIÓN DE ESTE JUZGADO, RAZÓN POR LA CUAL DEBERÁ DAR FIEL CUMPLIMIENTO A LO DECRETADO, DE LO CONTRARIO SE HARÁ EFECTIVO EL APERCIBIMIENTO CONTENIDO EN EL NUMERAL ROMANO QUE ANTECEDE...” (¡Ayuda! Quiero a mis hijos, Gabriela Arias Uriburu, Ed. Planeta, Noviembre 1998). El día 10/12/97 el Juzgado de Familia otorgó la tenencia a la Sra. Arias Uriburu, sin embargo ese fue el día en que el Sr. Shaban sustrajo a sus tres hijos. Cabe resaltar que el día 13/11/97 el Sr. Shaban había solicitado ante la justicia guatemalteca el arraigo de los niños y la Sra. Arias Uriburu en Guatemala, y paradójicamente fue él quien violó la medida, trasladando ilícitamente a sus hijos a Jordania. Este es el libro de Gabriela Arias Uriburu en donde cuenta lo que debió sufrir para ver a sus hijos que fueron secuestrados por su ex marido a Jordania. Gabriela Arias Uriburu, efectúa una denuncia por violencia intrafamiliar, por ante el Juzgado Segundo en Primera Instancia del Ramo de Familia, guatemalteco, que llevó el Nº 1649/97. Este Juzgado ordena con fecha 9/12/97: “...II)...se decreta el depósito de la presentada y menores hijos en el lugar indicado, asimismo se previene al demandado IMAD MAHMOUD MOHAMMAD SHABAN La Convención de La Haya sobre Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores (ratificada por Guatemala pero no por Jordania), califica el traslado de un menor como ilícito cuando: “...tenga lugar en violación de un derecho de guarda, atribuido a una persona, institución o cualquier otro organismo, solo o conjuntamente, por el derecho del Estado en que el menor tenía su residencia habitual inmediatamente antes de su desplazamiento o de su retención...” Los primeros días luego de que los niños desaparecieran con su padre, no se sospechaba que habían salido del país. El día 19 22/12/97 el Juzgado Undécimo de Primera Instancia de Delitos de Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente ordena la captura contra el Sr. Shaban y su hermano primogénito, quien colaboró en la sustracción. El 23/12/97 el Sr. Abdul Karim Shaban (hermano del Sr. Imad Shaba), fue arrestado, dictándosele Auto de Procesamiento por sustracción de menores con fecha 29/12/97 y ordenándose medidas sustitutivas de caución económica de 6000 quetzales, la prohibición de salida del país y la obligación de presentarse todos los jueves a firmar el libro de arresto domiciliario. A los ocho días de ser arrestado, salió bajo fianza, aunque la prohibición de salida del país y la obligación de firmar el libro de arresto domiciliario seguía vigente. Los niños y su padre continuaban desaparecidos. Recién a los tres meses de la sustracción la Sra. Arias Uriburu se enteró por medio de su padre, que había viajado a Jordania, que sus hijos se encontraban en aquel país. Luego de localizar a los niños, la Sra. Arias Uriburu, pudo conocer que el Sr. Imad Shaban, el 27/12/97 había interpuesto ante el Honorable Juzgado Canónico de Amman, una demanda en su contra por medio de un apoderado, solicitando la custodia de sus hijos. La resolución inicial, ante el pedido de “impedimento de objeción de tutela”, por parte del Sr. Imad Shaban, por ante el Honorable Juzgado Canónico de Amman, dictada con fecha 28/12/97, fue: “...2.- El demandante ha vuelto a su país, con el fin de residir definitivamente en el mismo, acompañado de sus hijos mencionados, quienes están bajo su cuidado, no permitiendo a nadie viajar con dichos niños fuera del Reino Hashemita de Jordania. 3.- La demandada reside en Guatemala y se opone a la tutela del padre, a pesar que la misma reside fuera del Reino Hashemita de Jordania, razón que anulará el derecho de tutela de la demandada en base a las deliberaciones judiciales y las resoluciones del Juzgado Canónico...la demandada no tiene derecho a solicitar la tutela de los niños mientras se encuentra residiendo fuera del Reino y fuera de la vivienda matrimonial... 2.- Impedir a la demandada la oponencia (sic) al padre de cuidar a los niños mencionados Abed Al Karim, Zahira y Sharif..." (¡¡Ayuda! Quiero a mis hijos” Gabriela Arias Uriburu, Ed. Planeta, Noviembre 1998) La Corte islámica, luego reconoció que la madre era la verdadera y legítima depositaria de la custodia de los niños, pero no permitió que éstos salieran de Jordania. Quien tuvo un rol preponderante para que Arias Uriburu lograse mínimas concesiones en su denodada lucha para poder optimizar la relación con sus hijos y visitarlos espaciadamente, fue el Juez de Familia, doctor Carlos Antonio Romano, nombrado por el Gobierno de Argentina Embajador adhonorem para cuestiones de Estado relativas a la niñez, que ha pergeñado tesis jurídica reconocida internacionalmente, cuyo desarrollo pudo llevar incluso al seno de La Haya en 2002. Luego de haber realizado varios viajes al reino Hashemita de Jordania, el jurista argentino, merced a la empatía y amistad que había surgido entre él y quien ostentaba el más alto cargo jurídico-religioso, el Juez Supremo y Consejero Espiritual del Rey, Izzedín Al- Khatib AlTamimi, había logrado sustanciales progresos para que mejorase el vínculo de Arias Uriburu con sus hijos, evidenciado en visitas de ella, bajo esquemas más abiertos en tiempo e intimidad. Paradójicamente, en momentos que se estaba próximo a la suscripción de un convenio histórico entre Argentina y Jordania basado en la Convención Sobre los Derechos del Niño, las autoridades judiciales argentinas, interpretaron que esta no era labor compatible con el Magistrado, no obstante que el juez Romano, que estaba muy imbuido en la Sharia, la ley islámica, sólo habría realizado tres viajes que por pocos días lo alejaron de su Juzgado.”La Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires entendiendo existe incompatibilidad en sus funciones por la repetición y el progreso de sus gestiones, así como por una activa intervención y participación en el tratamiento y búsqueda de soluciones a un "caso particular", y por mayoría decide en 7 de julio de 2004 no conceder su salida al exterior para estas labores e iniciarle investigaciones vía sumario interno”. Al respecto se pronunció el afectado: “Evitando se enmarcara el precedente en posible conflicto, el Dr. Carlos Antonio Romano pone su renuncia a 20 disposición del Señor Presidente de la Nación, quedando oficialmente, y hasta tanto le sea aceptada, sin operativa desde lo protocolar sobre el proyecto de acuerdo Jordania – Argentina”. Lamentablemente, el excelente desempeño del Embajador adhonorem de la niñez, quedó neutralizado en su propio país, que desaprovechó hacer historia en el tema de Derechos Humanos a nivel mundial. En agosto de 2005, bajo el techo de las cortes islámicas, según el doctor Romano, “Imad Shaban y Gabriela Arias Uriburu concretan sus primeros acuerdos respecto del destino de los niños. Imad instado al diálogo por el Juez Supremo. Gabriela sin perder de vista el interés de Karim, Zahira y Sharif. Se divorcian y generan con más confianza esquemas de visitas y contacto. Se cerrarían todas las causas. El padre abonaría dos viajes anuales de la madre a Amman. En cuanto a la venida de los hijos a la Patria de la mamá, claro, falta un acuerdo bilateral que incorpore a los Estados en su deber de garantes de toda seguridad jurídica”. En momentos de escribirse este libro, marzo de 2010, Gabriela Arias Uriburu quien durante los primeros cinco años en que clamaba por el reintegro de sus vástagos, sólo estuvo con ellos en cuatro oportunidades y ni siquiera conocía su domicilio, está viajando por diez días a Jordania para visitar a sus amados hijos. Habiendo sido entrevistada por el autor, reconoció que de no haber cuidado al extremo su mente y cuerpo que sufría de recurrentes dolores uterinos, no hubiese sobrellevado la pena causada por el alejamiento con sus amados Karim, Zahira y Sharif, y difícilmente hubiera podido sobrevivir. su naturaleza, la mujer es capaz de sobrellevar con alacridad el embarazo, la lactancia y los cuidados de un bebé entre otros menesteres. Consideran que, por estas características emocionales de la mujer, es posible que ella se guíe por sus emociones al momento de atestiguar y cambie los hechos y distorsione su testimonio. Explican, casi puerilmente, que los cambios biológicos que ocurren en su cuerpo durante el período menstrual, embarazo o posparto reducen su poder de memoria y puede olvidar los detalles del asunto. Todas esas ponderaciones melifluas de la mujer, no pueden soslayar el hecho irrefutable de la desigualdad imperante entre los hombres y mujeres musulmanas, ya que el testimonio de estas últimas, no se considera equivalente al de los primeros. Se atribuye a un hadith en el que el Profeta respondió afirmativamente a quienes les preguntaban si el testimonio de una mujer valía la mitad que el del hombre, la discriminatoria diferenciación. El testimonio de mujeres solas, sólo es válido en asuntos relacionados con el género femenino como el parto, la desfloración y enfermedades ginecológicas. En caso de conflicto, solamente las mujeres pueden examinar las partes del cuerpo comprendidas entre las rodillas y el ombligo. Les es permitido también testificar en asuntos concernientes a bienes materiales e inclusive en testamentos, sucesiones y en el fuero penal, pero indefectiblemente, el testimonio de dos mujeres, tiene que estar acompañado por el de un hombre. El Valor del Testimonio de la Mujer “Y busca a dos hombres de entre quienes consideréis justos que sean vuestros testigos, y si no contáis con dos hombres recurrid a un hombre y dos mujeres, de manera que si una se equivoca, la otra subsane el error”. [2:282] Según los apologistas del Islam, el Corán le ha conferido a la mujer una sensibilidad especial, sentimientos delicados y una predisposición especial por cuidar y amar a los miembros de su familia. Aseguran que por El testimonio de mujeres solas en un juicio, sólo es válido en asuntos relacionados con el género femenino como el parto, la desfloración y enfermedades ginecológicas. 21 Capítulo 3: Costumbres islámicas repudiables La Mutilación Genital Femenina La mutilación genital femenina, (en árabe khafd que significa rebajar, o taharah, que quiere decir purificación) horrorosa práctica de algunas corrientes islámicas, consistente en la extirpación total o parcial de los genitales externos de las niñas, practicada en más de 28 países, la mayoría africanos, y que tiene como objetivo destruir la capacidad de experimentar placer sexual a las mujeres, es otro ejemplo cabal, del apego a la exégesis o distorsión del Corán a la que son proclives musulmanes radicales que se aferran a referencias imprecisas y vagas. Un Hadith relata el diálogo entre Umm ‘Atiyyah, una mutiladora y Mahoma: “Una mujer acostumbraba a practicar la circuncisión en Medina. El Profeta dijo: Cuando circuncides, no cortes severamente, aunque es mejor para una mujer y más deseable para un marido”. En las interpretaciones del Hadith se dice que sólo es cortado el prepucio (bazr) del clítoris, no el propio cuerpecillo carnoso eréctil en la vulva del aparato genital femenino, como algunos, por ignorancia afirman. Este Hadith, como otros parecidos, es considerado por muchos los musulmanes como Da’if (débil o de origen dudoso o poco fiable). 2007, el gobierno de Eritrea que también la permitía, decidió prohibir la ancestral costumbre de la mutilación femenina, basándose en que es un procedimiento que pone seriamente en peligro la salud de las mujeres, les causa daños considerables y además amenaza a sus vidas. La ablación genital femenina causa daños irreparables. Puede acarrear la muerte de la niña por colapsos hemorrágicos y del desarrollo del sistema nervioso debido al intenso dolor y el traumatismo, así como infecciones agudas y septicemia. Muchas niñas entran en un estado de shock inducido. Otros efectos pueden ser una mala cicatrización; la formación de abscesos y quistes, un crecimiento excesivo del tejido cicatrizante; infecciones del tracto urinario; coitos dolorosos; el aumento de la susceptibilidad al contagio del VIH/SIDA, la hepatitis y otras enfermedades de la sangre; infecciones del aparato reproductor; enfermedades inflamatorias de la región pélvica; infertilidad; menstruaciones dolorosas; obstrucción crónica del tracto urinario o piedras en la vejiga; incontinencia urinaria y partos difíciles. Según estimaciones de la UNICEF, se calcula que 70 millones de niñas y mujeres actualmente en vida han sido sometidas a la mutilación genital femenina en África y el Yemen. Además, las cifras están aumentando en Europa, Australia, Canadá y los Estados Unidos, principalmente entre los inmigrantes procedentes de África y Asia sudoccidental. La ablación se practica principalmente a niñas y adolescentes de entre 4 y 14 años. No obstante, en algunos países la ablación genital femenina se practica a niñas menores de 1 año, como por ejemplo, en Malí, donde la práctica afecta, respectivamente, a un 44 y un 29% de estas niñas. En La mutilación genital femenina es la extirpación total o parcial de los genitales externos de las niñas, practicada en más de 28 países, la mayoría africanos, y que tiene como objetivo destruir la capacidad de experimentar placer sexual a las mujeres. 22 La ablación genital femenina constituye una violación fundamental de los derechos de las niñas. Es una práctica discriminatoria que vulnera el derecho a la igualdad de oportunidades, a la salud, a la lucha contra la violencia, el daño, el maltrato, la tortura y el trato cruel, inhumano y degradante; el derecho a la protección frente a prácticas tradicionales peligrosas y el derecho a decidir acerca de la propia reproducción. Estos derechos están protegidos por el Derecho internacional. De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud, que recoge la profesora Dolors Bramon, “se practican diversas modalidades del mutilaciones genitales femeninas: • Del tipo I: que consiste en la supresión del prepucio con eliminación o no de todo o parte del clítoris; • Del tipo II: que es la supresión del clítoris con extirpación total o parcial de los labios menores, y • Del tipo III: que consiste en la extirpación de todos los órganos genitales o de una parte y la sutura de la abertura genital. En este caso, se deja un pequeño orificio que permita la salida de la orina y de la sangre menstrual. En 1998, se dio a conocer una cuarta tipología, con mutilaciones y otras prácticas terroríficas, que afecta a entre el 15 y el 20 % de las mujeres que han sufrido alguna de estas mutilaciones”. Una de las más vigorosas luchadoras contra la ablación a las niñas, es la activista alemana Inés Laufer, fundadora en febrero de 2007 del Force Task, Fuerza de Tareas con sede en Hamburgo, concebido para la eficaz prevención de la MGF, una verdadera red de derechos humanos que agrupa a organizaciones cuyo propósito es prevenir y evitar, esa aberración genital a las niñas musulmanas migrantes en la Unión Europea. En una entrevista concedida al Yemen Times, Laufer denunció que el número de víctimas de MGF y niñas menores en situación de riesgo por la subsistencia de esa atroz práctica, es mucho más elevada de lo que se supone En Alemania, a pesar de que la mutilación genital de las mujeres y las niñas es condenada como lesiones graves, se sigue practicando. La organización de derechos humanos y de la mujer “Terre des Femmes”, que ha proporcionado información acerca de este tema durante más de 30 años, estima que hay alrededor de 4.000 niñas en riesgo en Alemania, y un total de alrededor de 30.000 víctimas. “Pero la verdadera cifra es, sin duda, muy superior a ésta”, afirma la portavoz de la organización, Franziska Gruber. En muchos países de Europa registran miles de casos de mutilación genital femenina que sufren niñas musulmanas. Sin embargo, en el país germánico no hay, hasta la fecha, políticas adecuadas para salvaguardar a las niñas. Según Laufer, el Estado alemán descuida su deber de proteger a las víctimas. “Se deben tomar medidas activas para garantizar que el derecho fundamental a la vida y la libertad de los daños corporales se apliquen también a los hijos de padres inmigrantes que viven aquí. Cualquier otra cosa es discriminación”. Si bien es un hecho conocido y fehaciente que las obliteraciones genitales se practican regularmente en Alemania, nadie ha sido detenido. Como resultado de un ejemplar fallo judicial, a una mujer en Suecia, se le concedió una indemnización de su madre, por haber sido sometida a MGF en una “fiesta” en Somalia en 2001 cuando tenía once años.”La tortura” fue descripta por la víctima. 23 A la niña le fueron cercenados, su clítoris y labios interiores por un hombre, a cambio de una importante remuneración. Su vagina fue cosida hasta a la apertura de la uretra. Todo el procedimiento se llevó a cabo sin anestesia. Otros países europeos, son escenario de situaciones análogas. En Francia, impulsado por un creciente registro de actuaciones judiciales, el gobierno repartió 100.000 folletos a las escuelas, médicos, y otros servicios públicos para explicar la amenaza a la salud y los riesgos legales que conllevan las mutilaciones y proporcionar información sobre los servicios de apoyo a las víctimas. Gran Bretaña, por su parte, prohibió el procedimiento en 1985, pero cientos de niñas son todavía mutiladas cada año. Algunas escuelas tienen programas de la institución mediante los cuales, profesores son capacitados para detectar las víctimas de la mal llamada circuncisión femenina y a los alumnos en situación de riesgo. La peninsular Italia, en sintonía con el presidente de la Asociación de Mujeres Marroquíes, que también es un miembro del Parlamento, se ha pronunciado contra la MGF. Esas operaciones se prohibieron en 2006. Un ministro del Gobierno en los Países Bajos ha propuesto a parejas adoptar niños en situación de riesgo en sus países de origen, para ello deben firmar una declaración reconociendo que la mutilación genital femenina es un delito, por consiguiente permite el procesamiento en caso que transgredan esa normativa. Estas plausibles medidas son insuficientes. Los estudios realizados en otros países europeos muestran que entre el 35% y el 80% de las niñas en situación de riesgo, de hecho, se convierten en víctimas. Interrogada Inés Laufer sobre la situación en África, Arabia y los países asiáticos en relación a la mutilación genital femenina y su afectación por las políticas de desarrollo europeo, la presidente de la Fuerza de Tareas, dijo que los gobiernos europeos y Organizaciones No Gubernamentales, socavan y obstaculizan lo esfuerzos para erradicar la MGF en aquellos países. “Desde comienzos del decenio de 1980, ha habido numerosas iniciativas, redes y organizaciones en el continente africano que se han comprometido a la erradicación de la MGF en sus países. La red más grande, que aún está activa hoy en día, es la Inter Africana Committé (IAC), que fue fundada en 1984. En ese momento, la mayoría de los organismos de desarrollo, así como la World Health Organisation, el UNICEF y otros organismos de las Naciones Unidas, se negaron a poner el problema de la MGF en su programa y a dar apoyo a iniciativas como la CAI, porque no querían “interferir en una costumbre cultural”. El miedo a herir el pundonor de los musulmanes, resulta evidente. En la década de 1990, organizaciones como el UNICEF advirtieron que MGF es muy apropiada para ser explotada para la recaudación de fondos. Ellos crearon los proyectos y obtuvieron donaciones generosas de la población occidental. Funcionó. Por ejemplo, al UNICEF Alemania, el pueblo alemán le donó más de medio millón de marcos alemanes en 1994, para un proyecto de MGF en Etiopía, después de ver una emisión de televisión y leer grandilocuentes artículos en la revista Stern-vivir, sobre la mutilación de una niña etíope. Laufer se mostró muy crítica con el UNICEF, El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia. Hace unos años se le solicitó infructuosamente al citado Organismo la obtención de resultados tangibles. El UNICEF no fue capaz de dar respuestas concretas. La política de tolerancia y aceptación hacia la MGF y otras formas de violencia contra los niños, por razones culturales o religiosas, va en desmedro de la convención de las Naciones Unidas de los Derechos del Niño 24 que ha sido creado en 1989 y firmado por todos los países, excepto Somalia y los EE.UU. y que podría ser un fuerte instrumento para exigir el respeto de los derechos del niño dentro de cada proyecto, es censurable. Por ello, al descuidar la demanda de protección de las niñas de MGF, el UNICEF (Inés Laufer dixit) debe ser considerado cómplice de la mutilación de miles de niñas, en virtud que fue creado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1950, con la finalidad de ayudar a los niños de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. La implementación religiosa de la castración genital femenina que llevan a cabo algunos grupos religiosos musulmanes fanáticos, con los que no están de acuerdo la gran parte de los pertenecientes a esa grey, no se puede ejercer violando los valores universales de los derechos humanos. Los crímenes de honor A pesar de no tener sustento en la doctrina del Islam, en países musulmanes u otros donde estos habitan, cada año son asesinadas aproximadamente 5.000 mujeres y niñas por crímenes de “honor”, cometidos la mayoría de las veces por los propios familiares, que pretenden con esos espeluznantes homicidios, restaurar el honor de la familia perdido o mancillado por el comportamiento de ellas. Esos verdaderos ajusticiamientos perpetrados para recuperar la honra, se originan en las exigencias de la comunidad o familia musulmanas "para que las niñas, adolescentes o mujeres, conserven su castidad sexual y virginidad”. Los "crímenes de honor" constituyen una forma reconocida de violencia contra las mujeres en la legislación internacional de derechos humanos, puesto que violan los derechos de la mujer a la vida y a su seguridad personal; a no ser torturadas ni recibir un trato inhumano o degradante, y a su igualdad ante la ley además de a una protección legal igualitaria. Los "crímenes de honor" violan además los derechos garantizados a las mujeres por parte de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) como la libre elección del cónyuge y el derecho a la igualdad en el matrimonio. La Recomendación General número 19 de la CEDAW define la violencia de género como una forma de discriminación contra la mujer y hace referencia explícita a los "crímenes de honor". CEDAW obliga a los Estados a proteger a las mujeres contra la violencia de género, incluyendo aquella cometida por miembros de su misma familia y a prevenir, investigar y castigar los actos de violencia contra las mujeres. La Convención requiere además a los Estados que descalifiquen el "honor" como una defensa legal por actos de violencia contra las mujeres. La Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se hace eco de estas obligaciones y afirma que, "Los Estados deben condenar la violencia contra la mujer y no invocar ninguna costumbre, tradición o consideración religiosa para eludir su obligación de procurar eliminarla", para que las niñas, adolescentes o mujeres, conserven su castidad sexual y virginidad. Existen dos tipos diferenciados de crímenes de honor: Sharaf e Ird. Ambos son códigos de honor de los beduinos anteriores al Islam, que están cayendo en desuso, por la aceptación de éstos de la Sharia, o los códigos penales como medio de administrar justicia. Con sharaf se designa tanto el honor de una unidad social, como la tribu o la familia, como el de los individuos, y está sujeto a fluctuación positiva o negativa. El fracaso de un individuo en seguir lo que se define como conducta moral adecuada debilita el estatus social de la familia o de la unidad tribal. Por otro lado, el sharaf de la familia puede ser realzado por comportamientos modélicos tales como la hospitalidad, la generosidad, el valor en el combate, etc. En resumen, sharaf se corresponde aproximadamente al concepto occidental de dignidad. Por el contrario, ird no designa más que el honor de las mujeres, y 25 su valor no puede más que degradarse. Se relaciona más o menos con el concepto occidental de “castidad” y de “pureza”. De la misma manera que ocurre con estas nociones, un comportamiento moral ejemplar no puede reforzar el ird de una mujer, pero la conducta contraria puede acarrear daños irreparables. Además, ird prevalece sobre sharaf: el honor de la familia árabe o de la tribu, el respeto que se le reconoce, puede verse gravemente afectado cuando la castidad de una de sus mujeres es violada o cuando su reputación es manchada. Los "asesinatos para restaurar la honra" van en aumento en todo el mundo, según informaba la abogada pakistaní Asma Jahangir, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias. La doctora Jahangir colaboraba estrechamente con investigadores especiales de las Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer y sobre la independencia de jueces y abogados para abordar la cuestión. En su informe anual del año 2000 a la Comisión de Derechos Humanos, la señora Jahangir dijo: "Quienes perpetran esos crímenes son mayormente hombres miembros de la familia de las mujeres asesinadas, que quedan exentos de castigo o reciben sentencias reducidas debido a que se justifica que hayan asesinado a la mujer para defender sus erróneas nociones de "la honra de la familia"". Según el reporte, se habían registrado matanzas de ese tipo en Bangladesh, Brasil, Ecuador, Egipto, India, Italia, Jordania, Marruecos, Pakistán, Reino Unido, Suecia, Turquía y Uganda. Otro informe de las Naciones Unidas de 2004, refería que hubo en ese año asesinatos por honor en los siguientes países: Albania, Bangladesh, Brasil, Canadá, Dinamarca, Ecuador, Egipto, Alemania, India, Irán, Irak, Israel (en el seno de las comunidades árabes, drusas y beduinas), Italia, Jordania, Marruecos, Pakistán, los territorios palestinos, Suecia, Turquía, Uganda, Gran Bretaña y los Estados Unidos". Transcurridos casi diez años del primer informe, no se han verificado cambios sustantivos. Al estar involucrados en los repudiables crímenes de honor países islámicos o profesantes de esa fe, que gravitan en la ONU, pareciera que produce desidia e inercia en el accionar del organismo internacional. Un informe de "Amnesty International" sobre asesinatos por honor en Pakistán, en donde esos crímenes reciben el nombre de karokari, explicaba en estos términos en qué consiste esta costumbre arcaica que sigue vigente hoy en la mayor parte del mundo islámico y en comunidades musulmanas en Occidente: "Las mujeres de Pakistán viven en el miedo. Ellas pueden ser muertas, baleadas, descuartizadas con hachas o quemadas si se considera que trajeron vergüenza a la familia. Son asesinadas por relaciones consideradas "ilícitas", por elegir pareja de acuerdo con su elección o por divorciarse de esposos violentos. Incluso son asesinadas por sus familiares cercanos si son violadas, por lo que se considera que traen deshonor a la familia. Si las sospechas son ciertas o no, no tiene importancia. Es suficiente que tomen estado público para justificar las muertes". Cabe señalar que en Pakistán se han contabilizado entre 1999 y 2005, cuatro mil víctimas. Por su parte, la organización de Defensa de los Derechos Humanos "Human Rights Watch" define los "asesinatos por honor" en los siguientes términos: "Los crímenes por honor, habitualmente asesinatos, son cometidos por hombres de la familia contra las mujeres que habrían traído deshonor a la familia. Una mujer puede ser víctima por una serie de razones que incluyen el rechazo a un matrimonio arreglado, ser víctima de un asalto sexual, buscar el divorcio, incluso de un marido violento o por ser sospechosa de cometer adulterio. La mera percepción que una mujer se ha comportado de una manera que trae deshonor a la familia es suficiente para desencadenar un ataque. Por ejemplo, los asesinatos por honor a veces toman como blanco a mujeres que se atreven a elegir sus novios, amantes o esposos fuera del grupo étnico o religioso de su familia. Algunas mujeres que adoptan las costumbres o la religión de un grupo externo, también suelen convertirse en víctimas”. Si bien numerosos clérigos musul- 26 manes enfatizan que los asesinatos por honor no están permitidos ni por la Sharia ni por el Corán, de hecho en todos los países islámicos, existe una actitud permisiva hacia esta salvaje costumbre. En 2001 el rey Abdullah de Jordania presentó al Parlamento una ordenanza temporaria aumentando los castigos por asesinatos por honor. El Parlamento rechazó la propuesta legislativa y de hecho los artículos 340 y 98 de la ley jordana legalizan este tipo de asesinato. El 25 de enero de 2007 la agencia Associated Press informó del primer asesinato por honor en Jordania cuando un padre mató a su hija de 17 años por sospechar que tenía una vida sexual activa pese a que un examen médico que le fue practicado antes de su muerte probó su virginidad. La joven al parecer se había escapado de su casa por razones que se desconocen y había regresado a su hogar procedente de una clínica de protección familiar, luego que los médicos atestiguaron su virginidad y su padre firmó una promesa de no dañarla, que obviamente no cumplió. El patólogo confirmó en la autopsia que le fue practicada, una vez más, su virginidad. Europa, con una población musulmana cada vez más numerosa, es testigo y escenario de estos horrendos asesinatos. A continuación, transcribo algunos ejemplos de crímenes de honor, cometidos durante la última década en diferentes países del Viejo Continente. Surjit Athawal (1998) Surjit, de 22 años y residente en Inglaterra fue invitada a participar en una supuesta boda en la India. Una vez allí, fue estrangulada por la abuela de su marido con la ayuda de un cuñado. Su delito: tener un affaire y solicitar el divorcio. Rukhsana Nanz (1999) Rukhsana, de 19 años y residente en Inglaterra, fue estrangulada por su propio hermano en presencia de su madre y otro hermano. Su delito: Rechazar un matrimonio arreglado y después quedarse embarazada de su novio y negarse a abortar. Fadime Sahindal (2002) Fadime, de 32 años y residente en Suecia, fue asesinada por su padre mientras visitaba a escondidas a su madre. Su delito: rechazar un matrimonio arreglado e irse a vivir fuera de su casa y tener un novio no musulmán. Heshu Yones (2002) Heshu, 16 años y residente en Inglaterra, fue apuñalada y degollada por su padre. Su delito, tener un novio fuera de la comunidad kurda. Sohane Benziane (2002) Sohane, 17 años y residente en Francia, fue violada, torturada y quemada viva por su exnovio con la ayuda de sus amigos. Su delito: estar demasiado occidentalizada. Anooshe Sequid Ghulam (2002) Anooshe, 22 años madre de 2 hijos y residente en Noruega, fue baleada por su marido a la entrada de la comisaría. Su delito: No obedecer a su marido y pretender divorciarse. Anita Gindha (2003) Anita, de 22 años, residente en Escocia y embarazada de 8 meses y medio, fue asesinada por un familiar (no se ha podido determinar quién) enfrente de su hijo de 19 meses. Su delito: Rechazar un matrimonio arreglado, huir de casa y casarse con un hombre que no pertenecía a la comunidad Sikh. Sahjda Bibi (2003) Sahjda, de 21 años y residente en Inglaterra, fue asesinada por su primo el día de su boda. Su delito: Casarse sin el consentimiento familiar. 27 Maja Bradaric (2003) Maja, 16 años y residente en Holanda, fue asesinada por su sobrino con la ayuda de tres personas más dentro de un automóvil y su cadáver quemado. Su delito: Ser demasiado occidental y buscar novio por Internet. Rudina Qinami: Rudina, de 16 años y residente en Albania, fue baleada por su padre. Su delito: aceptar auto-stop de un desconocido. Banaz Mahmod (2006) Banaz, de 20 años y residente en Inglaterra, fue violada y estrangulada por su padre, su tío y otros miembros de su clan. Su delito. Abandonar a su marido (resultante de un matrimonio arreglado cuando tenía 16 años) e irse a vivir con otro hombre. Ghazala Khan (2006) Ghazala, de 18 años y residente en Dinamarca, fue asesinada por su hermano, siguiendo instrucciones de su padre, con la ayuda de al menos nueve miembros más de su familia. Su delito: Casarse sin el consentimiento paterno Shafilea Ahmed (2003) Shafilea, de 16 años y residente en Inglaterra, fue supuestamente asesinada por sus padres (no se ha podido demostrar). Su delito: rechazar un matrimonio arreglado y querer estudiar derecho. Hatin Surucu (2005) Hatin, de 23 años y residente en Alemania, fue baleada en la calle por tres de sus hermanos. Su delito: Huir de un matrimonio arreglado y negarse a usar el velo islámico. Samira Nazir (2006) Samira, 25 años y residente en Inglaterra, fue apuñalada y degollada entre su hermano y su primo. Su delito: Rechazar un matrimonio arreglado y enamorarse de un refugiado afgano. Sazan Bajez-Abdullha (2006) Sazan, de 24 años y residente en Alemania, fue apuñalada por su marido hasta la muerte y luego le prendió fuego al cadáver. Su delito: Actuar de manera “inmodesta”. 28 Sabia Rani (2006) Sabia, de 19 años y residente por sólo 4 meses en Inglaterra, fue maltratada hasta la muerte por su marido en la casa de sus suegros durante tres semanas. Su delito: querer divorciarse. Caneze Riaz y sus hijas Sayrah Sophia, Alicia y Hannah (2006) Caneze (39) y sus hijas Sayrah(16), Sophia(15), Alicia (10) y Hannah (3) residentes en Inglaterra fueron quemadas vivas por su marido y padre de las niñas. Sus delitos: El de la madre ampararlas, y los de las hijas ser demasiado occidentales y negarse al matrimonio arreglado. Hina Saleem (2006) Hina, de 21 años y residente en Italia, fue apuñalada hasta la muerte entre su padre, un tío y un cuñado. Su delito: No respetar la cultura pakistaní, divorciarse y usar ropa que permitía ver su vientre. Morsal Obeidi (2008) Morsal, de 16 años y residente en Alemania, fue apuñalada por su hermano con la ayuda de su primo un total de 20 veces. Su delito: Querer demasiada libertad y no sentir aprecio por los principios musulmanes. Los crímenes por honor se suceden ininterrumpidamente y por doquier. Enumerar los casos que se registran en diferentes países islámicos y occidentales con fuerte presencia de musulmanes, requeriría un libro aparte. El siguiente caso que relato, acaecido en Tailandia en 2009, considerando la edad de la víctima, es emblemático. Una niña musulmana de 10 años fue obligada a casarse con un hombre, obviamente de su misma fe, en un clásico matrimonio de conveniencia arreglado por sus padres. La pequeña, objeto de un claro abuso y pedofilia, huyó en varias ocasiones, pero su familia la obligó en todas las oportunidades a regresar con su esposo. Agobiada por su situación, la pequeña se rebelaba y desobedecía. Esa transgresión, motivó que sus progenitores, en aras del honor de su esposo y familia, decidieran asesinarla. Un video espeluznante que se puede ver en truth tube tv muestra a la niña, hallada en un parque público, cerca de donde vivía su familia, con su cuerpo mutilado, desmembrado y su cabeza decapitada. Lamentablemente, la mayoría de los homicidios por honor quedan prácticamente impunes, ya que tanto la policía como el poder judicial de los países islámicos suelen ponerse de parte de los agresores. Las disposiciones legales específicas que reducen la pena para los actos supuestamente causados por una “provocación grave y repentina” y la ley de Qisas y Diyat, que permite que los herederos legales de la víctima perdonen al agresor, han permitido que los crímenes de honor rara vez sean castigados. Turquía, que aspira a integrar la Unión Europea, según cálculos de diversas ONG, registra alrededor de 300 crímenes de honor al año. En los primeros días de febrero de 2010, el diario británico Daily Mail, informó que Medine Memi, una joven turca de 16 años, fue enterrada con vida por sus familiares, después que éstos se enterasen que la adolescente mantenía una relación de amistad con jóvenes varones. El cuerpo de la infortunada, fue encontrado en diciembre de 2009 en una fosa de dos metros de profundidad, sentada y con las manos atadas, bajo un corral en el exterior de la casa paterna en Kahta, al sureste de Turquía, 40 días después que se hubiera dado aviso de su desaparición. La autopsia reveló que los pulmones y el estómago de la joven estaban llenos de tierra, lo que significaría que la adolescente estaba viva en el momento en el que fue depositada en ese lugar y que agonizó hasta la muerte. Agentes de la policía turca informaron al diario local Hurriyer, que Medine quiso denunciar a su padre y a su abuelo por malos tratos, días antes de su desaparición por lo que ambos han sido detenidos como presuntos autores de una muerte que podría tratarse de un “crimen de honor”. La madre de la joven afirmó que "la joven intentó refugiarse en tres ocasiones en la comisaría, y las tres veces fue enviada de vuelta a casa". 29 El Gobierno turco reformó en 2004 el código penal para eliminar una disposición que consideraba el "honor" como un atenuante en la violencia doméstica y, gracias a la presión de las organizaciones de defensa de los derechos de la mujer, se han incrementado las penas en estos casos. Capítulo 4: El Velo Islámico Hay musulmanas que viven en perfecta armonía y coherencia el uso del velo. Para ellas, aferradas a una interpretación literal del Corán, apoyada además en algunos hadices discutibles, el atavío les parece conveniente y plausible y se sienten realizadas y felices, porque les significa seguir los preceptos de Alá. Es su manera de someterse a Él y exigen el derecho a profesar su fe abiertamente. El problema clave que señalan algunas feministas musulmanas es que para que la mayoría de las mujeres quieran ser libres y exijan sus derechos, deberían ser conscientes que justamente no son libres y que se les priva de ellos, ya que están condicionadas por una visión utilitarista del Islam HIJAV HIJAV El hiyab es un velo característico de las mujeres árabes. Deja libre la cara y muchas mujeres lo llevan como un signo de identidad. fomentada por los hombres para perpetuar su statu quo y su necesidad de hegemonía. Para la mujer musulmana portadora del velo, este representa un signo de modestia, el ocultamiento en el espacio público, por obligación religiosa o, en los casos en que a este elemento se le atribuye una dimensión política, de seña de identidad, de expresión visual de la sociedad y de la cultura a la que pertenece. Para ciertos sectores sociales en Europa, el aumento de niñas y mujeres veladas supone la emergencia de un peligro, la afirmación de una comunidad y de una religión que poco tienen que ver con los valores de la cultura occidental. El pañuelo, u otras prendas más extremas como el chador o el burka, se identifican con el auge de los movimientos fundamentalistas en el seno del Islam y son la manifestación palmaria de la discriminación de la mujer musulmana, de su relegación pública y de su sometimiento al poder del varón. Por eso su erradicación, pedida por los movimientos feministas incluso ignorando la voluntad de la propia mujer musulmana, es un acto de emancipación, aunque sea formal, de la mujer respecto de la sujeción irracional de una religión que las reprime. BURKA BURKA NIQAB NIQAB Oculta completamente el cuerpo. Una rejilla de tela en los ojos permite que la mujer vea pero no ser vista. Las manos se cubren. El niqab es una prenda que cubre hasta la rodilla y sólo deja libre los ojos. Se combina con otro velo para los ojos. SHAYLA SHAYLA Es un pañuelo largo y rectangular usado en la zona del Golfo Pérsico. Este velo se coloca alrededor de la cabeza. CHADOR CHADOR Usado por mujeres iraníes cuando salen de casa. Cubre todo el cuerpo y puede combinarse con un pañuelo en la cabeza. 30 Para explicar el uso del velo en el Islam hay que remitirse, igual que para el resto de las prácticas, a los fundamentos de la Shaarya o camino por el que se deben guiar los musulmanes. Millones de mujeres islámicas lo usan ufanas por tradición, y en ningún caso, quieren renunciar a él. Algunas defensoras de ese atuendo, afirman que en Occidente, la mujer expone sin pudor su cuerpo públicamente y que la exhibición del mismo, de algún modo simboliza para ella la expresión de la liberación femenina, que coadyuva de esa manera a que los hombres lleven a cabo sus más depravados deseos sin ningún límite. Marginalmente de esta visión sesgada, el conflicto surge cuando más allá de una elección personal, deben usarlo por imposición, para evitar latigazos, multas y penas de cárcel. La obligación del uso coercitivo del velo, en cualquiera de sus variantes, se observa en sociedades que pretenden mantener costumbres atávicas, que desprecian la modernidad y relegan a las mujeres a un segundo plano. Tal es el comportamiento de países como Arabia Saudí, Afganistán e Irán que institucionalizan la vestimenta de las mujeres y utilizan a la policía religiosa para que controlen y arresten a todas aquellas que no usen velo, contradiciendo al declamado principio islámico de libre elección "En Islam no hay coacción" (2:256). El Corán y el velo Varios fragmentos del Corán aluden a la vestimenta adecuada para los creyentes del Islam. En su texto, la palabra "velo", ( hijab en árabe) como se denomina hoy día el pañuelo islámico, aparece ocho veces. Ninguno de ellos hace referencia al velo para cubrir el cabello, sino que tiene un claro sentido de "cortina", (7: 46, 17: 45, 19: 17, 33: 53, 38: 33, 41: 5, 42: 51, 83: 15). Se trataría, pues, de un doble contrasentido: lingüístico y de objetivo. En el primer caso porque el Corán no habla nunca de velo para cubrir el pelo y en el segundo, porque si en sus orígenes el velo se asociaba a la li-beración de las mujeres que se convertían, hoy en día produce más bien el efecto contrario al deseado. En el Corán no aparece en absoluto la idea de que la mujer se deba cubrir el pelo y para justificarlo, es menester recurrir únicamente a algunos hadices. Uno muy conocido para los devotos del Islam, refiere que Ayesha contó que Asmaa, hija de Abu Bakr, se fue hacia el Mensajero de Alá llevando ropas finas. Él se acercó a ella y dijo:"¡Oh Asmaa! Cuando una chica llega a la edad menstrual no debe dejar ver nada más que esto y esto". Y señaló la cara y las manos (Transmitido por Abu Dawud). Para el musulmán común, es difícil determinar la fiabilidad de este hadith y si está en armonía o contradicción con el espíritu del Corán. También puede resultarle complicado poder establecer si es qudsi (divino), sahih (auténtico) o maudu’ (inventado) y asimismo discernir si debe considerar a todos los hadices de la misma manera. Otra norma aplicada a las esposas del Profeta, extensiva a todas las mujeres musulmanas, expresa: ”¡Profeta! Di a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran con el manto. Es lo mejor para que se las distinga y no sean molestadas” (Corán 33,59). La misma fuente dice: Di a los creyentes que bajen la vista con recato y que escondan su sexo. Es más correcto. Dios está informado de lo que hacen. Y di a las creyentes que bajen la vista con recato y no muestren más adorno de lo que está a la vista, que cubran su pecho con una prenda de su vestido (bi khumurihinna) y no exhiban sus adornos sino a sus esposos , a sus padres, a sus suegros, a sus propios hijos, a sus hijastros, a sus hermanos, a sus sobrinos carnales, a sus mujeres, a sus esclavas, a sus criados varones fríos (eunucos o carentes de instintos sexuales) y a los niños que no saben aún de las partes femeninas. Que no batan ellas sus pies de manera que muestren sus adornos ocultos (Corán 24, 30-31). 31 El velo y sus diferentes percepciones En Occidente el velo genera a veces crispación y polémica. En general, la sociedad occidental piensa que las mujeres musulmanas son sumisas y que el velo denigra a la mujer porque se la trata como a un objeto. Afirman que el uso del hijab representa además, el grado de servidumbre de la mujer y la negación extrema de la igualdad entre los sexos. No obstante, después del revuelo creado con la ley que prohíbe los signos religiosos ostensibles en las escuelas en Francia, algunas feministas de esa nacionalidad se alzaron en defensa del uso del velo alegando que hay que respetar el "multiculturalismo". Paradojalmente, ese apoyo de tinte corporativo, impregnado de cierto lirismo, provocó la reacción de intelectuales y de algunas feministas musulmanas, como la abogada argelina Wassyla Tamzali. Ésta denunció que el uso del velo no es una cuestión cultural, sino que a lo largo de la historia islámica los que están en el poder lo han perpetuado intencionadamente y han "impuesto" interpretaciones que confirman el supuesto orden social que debe reinar con el uso del velo y la segregación sexista, exclusión de la mujer del espacio público; el acceso a la educación y al mundo laboral. Tamzali, en su reclamo, abogaba para que la mujer lograse su identidad individual, sin que estuviese supeditada a su condición de madre o esposa. Los musulmanes, por su parte, tienen percepciones diferentes del velo que pueden llegar a ser antagónicas. Algunos defienden su uso porque, según piensan, lo dice el Corán. Consideran esa prenda adecuada para mostrar modestia, decoro y pudor, y permitir así que se viva en una sociedad en armonía, en la que cada uno debe desempeñar un papel preciso e inalterable. Desde este punto de vista, la mujer sigue una obligación divina y se somete a la voluntad de Alá y no a la del hombre. Se trata pues de la aceptación “voluntaria” impuesta" por el Corán. Otros piensan que además simboliza una resistencia contra el modelo occidental y utilizan el velo como ícono de ese Islam "de oposición". Los casos de agresión contra mujeres con velo refuerzan esa necesidad de "resistencia militante", que algunos resumen con la idea "estás con nosotros o contra nosotros, y para demostrar tu lealtad has de llevar el velo". Esta idea se contradice con la primera percepción, que sostiene que el uso del velo está indicado por Alá y no por los hombres. Diferentes modelos de velos En el universo del Islam, las mujeres musulmanas, tienen la opción u obligación, en la mayoría de los casos, de incluir en su vestimenta tradicional, o en reemplazo de ésta, alguna de las variedades de velo. Como se podrá apreciar a continuación. Europa se debate entre los que opinan que hay que permitir el uso del velo por tratarse de una parte de la cultura particular islámica mientras otros afirman que se trata de una forma de humillar a la mujer. HIJAB o HIYAB. Hoy en día es el velo más característico usado en Occidente. Es una especie de pañuelo, que deja la cara al descubierto y cubre el pelo. Los cabellos y la nuca son considerados los máximos exponentes femeninos de provocación para el hombre, que el hijab cubre. Es utilizado sobre todo por mujeres jóvenes que lo consideran un símbolo que amalgama religión y femineidad. El rigor del blanco más ortodoxo puede sustituirse por el color. 32 El BURKA. Las mujeres de Afganistán están obligadas por ley al uso de esta prenda ominosa, una túnica negra que consta de una sola abertura a la altura de los ojos, cubiertos, a su vez, por una cerrada redecilla de tela. Contravenir la norma oficial puede significar la cárcel o decenas de latigazos. El burka, provoca numerosos accidentes por atropello, debido a la falta de visibilidad lateral, que conlleva vestir esta indumentaria denigrante. El DJILBAB: De tejidos gruesos y colores oscuros cubre la cabeza escondiendo la frente y los cabellos. Puede complementarse con un pañuelo en la cara, guantes y medias negras. Es uno de los trajes preferidos por los integristas islámicos, frente al hijab que sería la versión más "light" del velo. Importado de los países del Golfo y Oriente Medido. El NIQAB. Similar al Burka, es el sucesor exacerbado del djilbab: De color negro, oculta totalmente el rostro y deja libres los ojos. Es utilizado en las comunidades musulmanas radicales de los países del Golfo, Yemen y otras zonas de Oriente Medio. Últimamente ha invadido también Egipto. En 1994 este país prohibió su uso en las escuelas, pero la ley, tuvo que ser retirada. El CHADOR Cubre todo el cuerpo pero deja libre los ojos. Usado en Irán, Irak, Siria y Líbano por los musulmanes chiítas. El manto es siempre negro, el color distintivo de esta comunidad. Los chiítas, que tienen a Alí, el yerno del Profeta, como referencia espiritual, han logrado cobrar especial relevancia desde el año 1979 y han convertido al chador en uno de los símbolos visibles de lucha. El KHIMAR. Es una capa media o larga, similar al chador, pero cubre sólo el cabello, los hombros y el cuello y llega hasta la cintura o hasta casi los pies y deja el rostro al descu- bierto. Se lo ponen las mujeres en Irán sobre todo, cuando salen a la calle, cubre todo el cuerpo pero deja libre el rostro. El AL AMIRA. Consiste en un velo de dos piezas. Está compuesto por una pieza ajustada en la cabeza en forma de gorra, usualmente hecha de algodón o poliéster y otro velo ajustado de forma tubular. El SHAYLA. Es una especie de velo-bufanda largo y rectangular muy usado en los países del Golfo Pérsico. Con él, se envuelve la cabeza y se pliega o fija en los hombros. El HAYEK. A pesar de que los radicales islámicos intentan imponer el djilbab, los países mediterráneos tienen sus propios mantos tradicionales, que todavía siguen utilizando las mujeres más ancianas. El Hajek, es un gran manto de color marfil, a veces también negro, que se utiliza junto con un pequeño pañuelo rectangular para tapar la boca. El SARI. Utilizado en Pakistán. Gasas de llamativos colores combinadas con túnicas y pantalones haciendo juego, para cumplir con la norma musulmana en un país que, regido durante años por una mujer, la asesinada Benazir Bhutto, es un punto de acogida para los movimientos radicales. Los talibanes usaron como base Pakistán, para emprender la conquista de Afganistán. El MELFA. Pañuelo de algodón fino de vistosos colores que cubre el cuerpo de la mujer. Es utilizado preferentemente en las zonas saharianas y en general, en los países africanos (Sahara Occidental, Mauritania, Mali, sur de Argelia). Las tonalidades y la calidad de las telas son cuidadosamente elegidas, en función de la actividad que la mujer realiza. 33 El Velo en Europa Muammar al-Gaddafi, el dictador libio que ostenta el poder con mano férrea en su país desde hace cuarenta años, recientemente hizo una declaración, que a diferencia de otras disparatadas hechas en otras ocasiones, tiene visos de realidad. “Hay signos que Alá garantizará la victoria islámica sin espadas, sin pistolas, sin conquista. No necesitamos terroristas, ni suicidas. Los más de cincuenta millones de musulmanes que hay en Europa, lo convertirán en un continente musulmán en pocas décadas. En sintonía con esa declaración, el gobierno alemán reconoce que los cincuenta y dos millones que hay en estos momentos en Europa, se duplicarán en los próximos años hasta llegar a los 104 millones y, posiblemente, habrá un estado islámico en 2050. Francia tiene una tasa de natalidad del 1,8, sin embargo, las familias musulmanas que viven en este país multiplican la tasa hasta llegar al 8,1. De esta manera, no es de extrañar que el sur de Francia, antaño plagado de iglesias y templos católicos, hogaño se vea superado con creces por nuevas mezquitas y minaretes. El 30 por ciento de los jóvenes menores de 30 años que viven en esta zona, son musulmanes. Y en las ciudades de Niza, Marsella o París, esta cifra se eleva hasta llegar al 45 por ciento. En 2027, según el reportaje televisivo ‘Muslim demographics’ uno de cada cinco franceses será musulmán, y en sólo 39 años, Francia será una república islámica. España tiene en estos momentos una tasa de natalidad de 1,1, sin duda, la más baja de toda Europa. En los últimos 30 años, la población musulmana de Gran Bretaña ha crecido desde los 82.000 a los dos millones y medio de musulmanes. Un crecimiento 30 veces el número original. En estos momentos hay más de 1.000 mezquitas en las islas, muchas de ellas antiguas iglesias», señalan los expertos entrevistados por ‘Muslim demographics’. En Holanda, el 50 por ciento de los recién nacidos son musulmanes, y en sólo 15 años, la mitad de la población holandesa será musulmana. En Rusia hay más de 23 millones de musulmanes lo que significa que uno de cada cinco rusos es musulmán. Con esta progresión, el 40 por ciento del ejército ruso será islámico en pocos años. Por su parte, en Bélgica, un 25 por ciento de su población es musulmana, y el 50 por ciento de los recién nacidos son musulmanes. A partir de las estadísticas mencionadas, se mencionan a continuación, casos paradigmáticos de algunos países europeos donde el uso por parte de las mujeres musulmanas del velo islámico, genera controversias y debates. En Francia, país de larga tradición en la reafirmación de la identidad nacional y laica del Estado, hace ya algunos años que el debate sobre el uso del velo islámico aparece cíclicamente. El pasado colonial del país galo, explica que tenga una gran concentración multinacional de religión islámica, estimada en tres millones de personas, aunque se presume que esa cifra se incrementa notablemente, si se contabilizan a los ilegales. En marzo de 2004, el Parlamento de Francia sancionó la ley de laicidad, más conocida como la "ley del velo islámico", que prohíbe el uso de todo signo religioso "ostensible" en los lugares públicos, incluyendo la kipá judía y los rosarios y cruces católicas. En el inicio de 2010, el pronunciamiento del presidente francés Nicolas Sarkozy a favor de una resolución del Parlamento para prohibir el velo integral islámico o burka, está generando un fuerte debate que divide a oficialismo y oposición. Sarkozy había subrayado "Debemos buscar una solución que permita obtener la mayor adhesión posible. Deseo que el Parlamento saque conclusiones para una resolución sin ambigüedades porque la reforma constitucional del 2008 les otorga ese poder". De esta forma, el presidente francés opta por el camino de una prohibición por ley, como lo desea parte del oficialismo y la oposición, siguiendo una iniciativa que en junio pasado presentaron 60 diputados de diferentes tendencias. No obstante, el riesgo de que la resolución sea censurada por el Consejo Constitucional o el derecho europeo en nombre del respeto a la libertad individual es grande. Por ese motivo, algunos parla- 34 mentarios, de diferentes corrientes, se posicionaron abiertamente contra la idea de una ley al respecto. Alemania se sitúa en un estadio intermedio puesto que no tiene una Ley estatal que prohíba el uso de los símbolos religiosos en general, o del velo islámico en particular, pero al menos cuatro Länder, (el nombre alemán que designa los estados federados que componen los países de Alemania y Austria) han aprobado una legislación específica que prohíbe el uso de esta prenda para entrar en colegios públicos, debido a la creciente casuística que se estaba generando en torno a este tema más por parte de profesoras musulmanas que de alumnas y, por tanto, por la duda en torno a la influencia que el velo pudiera tener sobre la educación de menores de edad. En el país germánico, un tribunal federal, reconoció el derecho de usar el velo a una profesora musulmana, pero dejó abierta la puerta a que cada Estado legislara o resolviera de modo diferente. El Reino Unido tampoco prohíbe el uso de los símbolos religiosos, de hecho, a pesar de tener una Iglesia Estatal, es uno de los países que ya sea por temor o convicción, más está luchando por la integración de los musulmanes y la buena gestión del pluralismo religioso. Ahora bien, se da carta libre a los colegios para crear sus propios reglamentos interiores, especialmente en materia de uniformes, lo que supone que los alumnos tendrán que seleccionar el colegio conforme a sus necesidades en este aspecto, o ajustarse a los tipos de uniformes establecidos. España no prohíbe el uso de símbolos religiosos en las escuelas ni en lugares de trabajo, aunque haya tenido ya varios conflictos protagonizados especialmente por alumnas musulmanas que desean portar el velo islámico en escuelas privadas. De las resoluciones se desprende que prima el derecho a recibir educación o a ser escolarizadas por encima de cualquier normativa interna del colegio, o del significado que se otorgue al velo islámico. En otras palabras, no hay mayor profundización sobre si la manifestación del derecho de libertad religiosa o de conciencia requiere límites, ni se plantea como un símbolo proselitista. Italia es un país de notable tradición católica, que a pesar de tener firmados algunos pactos con confesiones no católicas, todavía no ha aprobado una ley orgánica de libertad religiosa para las minorías, entre ellas, la comunidad musulmana. La controversia con el velo islámico en Italia ha sido más mediática que judicial. En Italia no hay una regulación o desarrollo orgánico de la libertad religiosa. Hubo un proyecto de ley aprobado por el Parlamento, el 1 de marzo de 2002: “Normas sobre la libertad religiosa y derogación de la legislación sobre los cultos admitidos”, para adecuarse a las disposiciones del Convenio Europeo y a las recientes previsiones de la Carta de Derechos de la Unión Europea; partiendo también de fallos como el Campbell and Cosans vs. Reino Unido, de 25 de febrero de 1982, en el que se ponía de relieve la necesidad de equiparar el tratamiento de todas aquellas manifestaciones de la libertad de conciencia que no constituyan en sí mismas una mera opinión sino que tengan fuerza, seriedad, coherencia e importancia. En abril de 2003 también hubo un proyecto de Ley Orgánica de Libertad Religiosa, que nunca fue aprobado, por lo que las confesiones religiosas no católicas tienen regulado su estatus jurídico a través de la Ley número 1159 sobre Cultos Admitidos, de 24 de junio de 1929, y el Real Decreto número 289, de 28 de febrero de 1930, que desarrolla la anterior, ambas dictadas en el régimen del dictador fascista Benito Mussolini. En julio de 2005 el Parlamento italiano aprobó leyes antiterroristas que convirtieron en una infracción esconder el rostro en público. El gobierno dijo que propondría un borrador para una nueva ley que prohibiera el velo islámico que cubre la cara. Contra su costumbre, el Vaticano, terció en la discusión. Es una de las pocas ocasiones en las que el Vaticano entró en el debate europeo para opinar si el uso del velo islámico permite la integración de las mujeres, el 35 Cardenal Renato Martino, que se ocupaba de los temas de inmigración, dijo que los inmigrantes debían respetar las tradiciones, la cultura y la religión de las naciones adonde van, o países de destino. También debían cumplir las leyes locales que prohíben el uso de ciertos velos islámicos. Advirtió que le parecía acertado que las autoridades demandasen tal supresión. En octubre de 2006, el presidente del Consejo de Ministros, Romano Prodi, reflexionando sobre el velo islámico como problema que agitaba a muchos países europeos, adoptó una posición intermedia declarando que no se oponía al uso del velo siempre y cuando la cara estuviese descubierta. Una semblanza de lo que representa el radicalismo islámico, fue percibida en la emisión de un programa televisivo en el que Daniela Santanche, miembro del Parlamento en el conservador partido de Alianza Nacional, dijo que el velo no es requerido por el Corán. Desde entonces tiene que ir siempre acompañada de un escolta. Ali Abu Shwaima, un imán que participó en el citado programa, la insultó llamándola infiel, ignorante y profirió otros calificativos muy graves, por lo que ella se sintió en peligro. La razón de su temor fue justificada, porque recibió tres amenazas de muerte. Santanche escribió el libro titulado: “La Donna Negata” (La Mujer Negada) en el que se retrata cómo las mujeres musulmanas viven en Italia y en sus países de origen. Esta parlamentaria convirtió a las mujeres musulmanas en una causa personal, de ahí que intentó introducir un proyecto de ley para prohibir que las chicas menores de dieciséis años puedan usar el velo islámico en las escuelas. Ella opina que no es una cuestión de índole religiosa, sino de igualdad de derechos, haciendo notar que las chicas adolescentes no son capaces de decidir por sí mismas, y probablemente usan el velo fuera de sus países porque se ven obligadas a ello, no por su propia elección. En el 2009, el Gobierno de Silvio Berlusconi se propuso prohibir el uso del 'burka', basado en una propuesta de ley presentada por la Liga del Norte, el partido que Gobierna en coalición con el oficialismo. La iniciativa inició su recorrido parlamentario en ese año. El texto, que el Ejecutivo italiano espera que sea aprobado en breve y que gracias a su abultada mayoría no debería tener problemas en ser refrendado, modificaría una norma en vigor desde 1975 que prohíbe el uso de cascos, máscaras o cualquier otra vestimenta que impida el reconocimiento de la persona "sin motivo justificado". Bélgica, prohibirá el uso del velo islámico en todos los colegios a partir de setiembre de 2010, por determinación del Consejo de Enseñanza de la comunidad flamenca. Esta decisión había originado airadas protestas en el pasado y manifestaciones de repudio en una escuela del barrio de Hoboken, a pesar de la prohibición expresa del alcalde de Amberes, Patrick Janssens, de que los reclamos se produjesen en los alrededores de los establecimientos educativos. El Reino de Bélgica, que después de Francia, se convierte en el segundo país europeo que prohíbe el velo islámico en los establecimientos públicos; es a la sazón, uno de los miembros fundadores de la Unión Europea y tiene una población musulmana de 450,000 personas, de la cual, unas 225.000 son de origen marroquí, 120.000 turcos, 30.000 albaneses y el resto lo conforman argelinos, tunecinos, bosnios y palestinos. La ciudad portuaria de Amberes, ya prohíbe el uso del hijab al personal de su Administración Pública. En Bélgica ya no se podrá llevar «el rostro cubierto o escondido parcial o totalmente, de manera tal que impida su identificación. Así lo decidieron en marzo del 2010. En Dinamarca, el uso del velo islámico está permitido en los centros escolares, bajo el principio de no discriminación religiosa, racial, étnica, o de origen que caracteriza a 36 las sociedades escandinavas. La norma constitucional danesa garantiza la libertad religiosa, a pesar de que al mismo tiempo se considera la Iglesia Evangélica luterana como Iglesia Nacional, y que ésta es dirigida por el Folketing, en cuanto órgano legislativo, y por el Gobierno, a través del Ministerio de Asuntos Eclesiásticos, como órgano administrativo supremo. Desde 2001 las relaciones entre la sociedad danesa y los musulmanes se han ido deteriorando, según indica el informe del 2006 de la Organización Internacional Helsinki para los derechos humanos. Su integración viene siendo la preocupación protagonista en los principales debates políticos. Cerca de 100.000 mujeres musulmanas viven en Dinamarca, alrededor de 0,15 por ciento de ellas usan el niqab. El Reino de Dinamarca, el más meridional de los países nórdicos, ha tenido tensas relaciones con el mundo musulmán desde la publicación de los dibujos realizados en 2005 por el caricaturista danés Kurt Westergaard, publicados en el diario Jyllands Postenes, que representaban al profeta Mahoma con un explosivo en su turbante. Las viñetas consideradas blasfemas e insultantes, provocaron violentas protestas en muchos países musulmanes, que incluyeron incendios y crímenes. Desde entonces, Westergaard, es objeto de amenazas de muerte e incluso su casa en Aarhus, en el oeste de Dinamarca, fue asaltada a principios de 2010 por un hombre, armado con un cuchillo y un hacha, con estrechos lazos con el movimiento islámico somalí Al Shabab y Al Qaeda en África oriental. En enero de 2010, el Primer Ministro danés, Lars Rasmussen Loekke, anunció en Copenhague que su país está considerando la restricción del uso de los velos islámicos. ''La posición del Gobierno es clara: el burka y el niqab, velos usados por algunas mujeres musulmanas, no tienen cabida en la sociedad danesa. Ellos simbolizan el fin de la mujer, a lo que nos oponemos totalmente''. Rasmussen pidió la prohibición de los velos, observando los “límites legales y otros”. ”Dinamarca fue una sociedad abierta y democrática donde nos fijamos en la persona a la que estamos hablando, ya sea en un aula o en el trabajo. Es por eso que no queremos ver a esta prenda en la sociedad danesa”. En Holanda, el gobierno anunció el 17 de noviembre de 2006 la aprobación de una ley que prohíbe en los lugares públicos el uso del burka y otras formas de velo islámico que esconde los rostros "debido a problemas de orden público, seguridad y protección de las personas". Este anuncio se produjo tras la aprobación en diciembre de 2005 de una propuesta de Geert Wilders, un político crítico con el Islam, para prohibir el uso del velo completo. Mientras que la legislación ya restringe en Holanda llevar burka y otros velos escondiendo la cara entera en el transporte público y las escuelas en el país. Un feroz crimen acaecido en Ámsterdam el 2 noviembre de 2004, produjo un quiebre entre la tolerante comunidad holandesa y los musulmanes. El cineasta Teo Van Gogh a partir de un guión de Ayaan Hirsi Ali,- nacida en Somalia y crítica furibunda de algunas prácticas islámicas como la ablación genital femenina, y que fue de enero de 2003 hasta el 16 de mayo de 2006, diputada del Parlamento holandés- , produjo y realizó el cortometraje Submission (Sumisión), que aborda el tema de la violencia contra las mujeres en las sociedades islámicas. El film se emitió en la televisión holandesa en agosto de 2004 y provocó gran indignación entre los musulmanes, que lo tildaron de blasfemo. La película muestra a cuatro mujeres maltratadas y semidesnudas cuyos cuerpos fueron caligrafiados con textos denigrantes para la mujer, extraídos del Corán. Van Gogh que no quería protección policial, a pesar de las amenazas que había recibido, fue asesinado en plena calle cuando se dirigía a su trabajo en bicicleta, por un musulmán holandés de origen marroquí de 26 años, llamado Mohammed Bouyeri, que le disparó y derribó de su rodado. Bouyeri, miembro de una organización islamista radical, que portaba una chilaba larga, lo remató a sangre fría en el suelo con vente disparos más, lo apuñaló varias veces y lo degolló. En el cadáver del director, clavada con un cuchillo en el pecho, el asesino dejó 37 una carta de cinco páginas, firmada “en nombre de Alá”, que incluía amenazas a los gobiernos occidentales, a los judíos y a los no creyentes en Mahoma. La carta iba dirigida a Ayaan Hirsi Ali y le prometía a ella y a otros dirigentes holandeses que citaba por sus nombres, un final similar. La horripilante muerte de Van Gogh parece haber perturbado a los holandeses aún más, debido a su alarmante proximidad y desconcertante crueldad. En un sondeo realizado poco después del asesinato, el 47% dijo ser menos tolerante hacia los musulmanes que antes. La noticia de que el asesino formaba parte de una célula más amplia de militantes radicales intensificó la aprehensión general de los holandeses hacia los musulmanes. aunque respetando siempre el contenido esencial de los derechos fundamentales. Otro dato de considerable interés es que los cantones tienen independencia para entablar relaciones con las confesiones religiosas. El domingo 29 de noviembre se llevó a cabo en Suiza un referéndum, en el que sus ciudadanos, votaron masivamente a favor de una ley que prohíbe la construcción de nuevos minaretes en las mezquitas, a pesar de la activa posición en contra del gobierno y de las comunidades religiosas de diferentes creencias. El resultado enervó a los musulmanes que habitan el país helvético, que pensaron que como consecuencia de prohibir la construcción de los alminares, el velo podría eventualmente correr la misma suerte. El velo en Turquía El cineasta holandés Teo Van Gogh hizo una película que explicaba la degradante costumbre de la ablación femenina. Fue asesinado en el 2004 por un chiita de origen marroquí, miembro de una organización islamista radical. En Luxemburgo, al igual que en Bélgica, el reglamento general de la policía local, que entra en la jurisdicción municipal, indica que la prohibición general debe aplicarse para el uso del burka o el niqab, por ejemplo: "Fuera de la época de carnaval, está prohibido para cualquier persona aparecer enmascarados en las calles, plazas y lugares públicos, salvo que esté autorizado por el alcalde”. Suiza: La Constitución Federal Suiza considera las libertades religiosas y de conciencia, como inviolables, en su artículo 15, pero en el artículo 36 establece como límites el interés público y los derechos de los demás, Durante los últimos 80 años los turcos han vivido en un Estado laico fundado por Mustafa Kemal Ataturk, quien rechazó el uso del velo como parte de su campaña para secularizar la sociedad turca. A pesar de su influencia, se estima que al menos un 60% de las mujeres turcas se cubre la cabeza con un velo. Sin embargo, esos atuendos fueron prohibidos en escuelas, universidades estatales o privadas y edificios gubernamentales. En noviembre de 2005 la Corte Europea de Derechos Humanos determinó que la prohibición era legítima. Objeto de una batalla político-religiosa, la prenda femenina traza una línea de fractura en la sociedad turca, entre las endurecidas posiciones de laicos e islamistas. En febrero de 2008, el Parlamento turco, dominado por el partido de la Justicia y el Desarrollo, dio lo que se estimaba, el respaldo definitivo a la reforma que acababa con la prohibición de llevar el velo islámico en las universidades públicas. Los legisladores turcos habían aprobado una enmienda constitucional que incluía el levantamiento de la prohibición, de modo que las universitarias turcas podrían lucir sus pañuelos en 38 las aulas siempre que mostrasen sus rostros. La enmienda originó que 100.000 personas, de acuerdo a fuentes policiales, salieran a protestar contra la autorización del velo por las calles de Ankara. Los manifestantes, convocados por más de 70 organizaciones entre sindicatos, ONG y entidades feministas, coreaban “Turquía es laica y lo seguirá siendo”. Los que se oponían a la reforma, temían que el levantamiento de la prohibición en las universidades fuera un primer paso para levantarla también en la administración, las escuelas y los institutos, donde seguía prohibido. Poco después otra marcha que aglutinó a 125.000 personas, reiteraron las consignas y portaron banderas turcas y retratos del padre de la Turquía moderna y laica, Mustafa Kemal Ataturk. En mayo del mismo año, el Tribunal Constitucional turco anuló la reforma que permitía a las estudiantes musulmanas llevar velo en la universidad, asestando un golpe al Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), que dirige el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, islamista cada vez más radicalizado, que había impulsado la enmienda constitucional con el apoyo del derechista Partido de Acción Nacionalista. El Tribunal Constitucional de Turquía, apelando al principio vigente del laicismo, anuló las enmiendas a la Carta Magna que otorgaban libertad a las estudiantes para asistir a clases universitarias con el velo islámico. Tras cinco horas de deliberaciones, los magistrados informaron de su resolución a través de un comunicado. El Tribunal Constitucional decidió que las enmiendas sobre el velo eran "contrarias al no modificable principio constitucional del laicismo". Los analistas políticos turcos valoraron la decisión judicial como un severo revés para el primer ministro Recep Tayyip Erdogan y una advertencia de que podría ser ilegalizado en el proceso en curso. Al declarar las enmiendas sobre el velo contrarias a los principios de la Carta Magna, la Corte también ordenó que fuera detenida la puesta en práctica del libre uso del velo en las universidades. El Tribunal Constitucional de Turquía decidió que las enmiendas sobre el velo impuestas por el gobierno islámico de Erdogan eran "contrarias al no modificable principio constitucional del laicismo". A pesar de eso, el Canal 10 de Israel informaba en una crónica de Oshrat Kotler (marzo 2010) que en la escuela en la que había estudiado Erdogan se obviaba la ley y las mujeres deambulaban con velo. El velo en Túnez El Gobierno tunecino inició en 2006 una campaña oficial contra el uso del velo islámico por parte de las jóvenes tunecinas, al aludir a su carácter “sectario y de inspiración extranjera”. El partido gubernamental tunecino del Reagrupamiento Constitucional Democrático (RCD), recordó en pleno mes de Ramadán, su oposición al uso del velo islámico por las mujeres tunecinas, ya que no se corresponde con las costumbres del país. El RCD señaló en un comunicado que “si hoy aceptamos el uso del velo, mañana los extremistas nos obligarán a prohibir que la mujer trabaje o que ejerza su derecho a votar en las elecciones”. El antiguo ministro del Interior, Hedi Mhenni, y posterior secretario general del RCD insistió en que el uso del velo y otras vestimentas originarias de Oriente Medio “no tienen nada que ver con la identidad y la autenticidad de nuestro país”. Asimismo, el ministro de Exteriores, 39 Abdelwaheb Abdallah, afirmó ante un grupo de militantes: “El velo islámico es una proclama política que defiende un grupúsculo, el cual se disimula detrás de la religión para llevar a cabo acciones políticas”. Alertó también sobre el peligro de “vestimentas sectarias”. El velo en EE.UU. y Rusia En los Estados Unidos, la no injerencia del Estado y la libertad de culto están garantizadas estrictamente en la Primera Enmienda de la Constitución. Manifestar su pertenencia es corriente en un país que tiene una gran variedad religiosa y en el que el 80% de la población se considera creyente. Barack Hussein Obama ha recordado en un discurso pronunciado el 4 de junio de 2009 en la Universidad de Al Azhar en El Cairo, Egipto, con el objeto de tender puentes con el Islam, que "en Estados Unidos, nuestra actitud es no decir a los ciudadanos lo que pueden vestir.” La forma más eficaz de integrar a toda las personas, a todas las confesiones fundidas, es no impedirles llevar vestidos tradicionales o de otro tipo”. Es difícil determinar con exactitud la población islámica en EE.UU. Por ley, en los censos no se permite hacer preguntas acerca de la religión. Ese impedimento dio lugar a estadísticas dispares y caprichosas. En 1990, una compulsa contabilizó 1, 3 millones de musulmanes. En 1998 un periódico pakistaní, elevó el número a 12 millones. Buscando un consenso “razonable”, organizaciones musulmanas acordaron fijarla en 6 millones, para elevarla al año siguiente en 7 millones. En Rusia con una población de 23 millones de musulmanes, aunque la cifra difiere de otras que la estiman en 13 o 20 millones, la Corte Suprema revirtió una norma del ministerio del Interior de 1997 que prohibía a las mujeres usar velos en la fotografía del pasaporte. La federación Rusa, exhibe una curiosa dicotomía. Mientras reprime a los musulmanes chechenios, coquetea y hace negocios con la República Islámica de Irán y con Siria, países que arman y financian a los grupos terroristas Hezbollah y Hamás, en Líbano y la Franja de Gaza, respectivamente. Un conocido profesor universitario, Paul Goble, escritor y analista norteamericano especializado en minorías étnicas de Rusia, dijo hace unos años: “Suponiendo que se mantenga en las actuales fronteras, la Federación Rusa será un país musulmán. Y eso lo veremos la mayor parte de nosotros”. A modo de conclusión El supuesto del velo islámico es la punta del iceberg de un problema legal, político y sociológico más profundo, que un simple atuendo tapando los cabellos de una mujer. El tema del Islam y su particular visión de los derechos humanos ha sido estudiado a nivel mundial por innumerables intelectuales e investigadores universitarios, pero el verdadero conflicto es el de los musulmanes dentro de nuestro territorio o, para ser más exactos, el de los musulmanes conviviendo con la cultura occidental. La cultura de los musulmanes en los países donde reina el Islam tiene un gran atractivo académico, pero los musulmanes residiendo en los países occidentales originan conflictos de coexistencia que provocan controversias jurídicas, políticas y sociales. La presencia del velo en todos los países occidentales deja de ser un tema aislado, convirtiéndose en muchos casos en un problema de difícil solución. 40 Capítulo 5: Adulterio y Lapidación De acuerdo a la concepción del Islam, la figura del adulterio (condenada por otras religiones con anterioridad), es la violación del contrato marital, y considerado por su gravedad, uno de los pecados principales. Una errónea interpretación de la fe del Profeta, contempla para esa transgresión, severos castigos que llegan inclusive a condenar a la muerte por lapidación a las mujeres, y excepcionalmente a los hombres que lo cometen, reafirmando la discriminación de los musulmanes con el sexo femenino, como sucede con la poligamia. La penalidad referida, no aparece taxativamente el Corán, pero hadices y tradiciones enfrentadas de dudosa verosimilitud, dilucidados por exégetas, posibilitan que hoy día la lapidación se lleve a cabo en países como Irán, Arabia Saudí, Afganistán, Pakistán y Somalia. Para la Shaarya, el adulterio incluye el sexo previo al casamiento y el extraconyugal. La fornicación y el adulterio están amalgamados en la palabra árabe “zina”. "Al que comete Zinâ y a la que comete Zinâ exponed su piel cien veces y por respeto al Dîn de Allâh que la benevolencia hacia ellos no os detenga si tenéis confianza en Allâh y en el Último día y que un grupo de gente con Imân presencie su castigo." (Surat 24, an-Nûr, ayat 2). El castigo por adulterio, zina, quedó establecido en el Corán, fehacientemente, en cien azotes, cinco años antes de la muerte del Profeta, en el año 5º después de la Hégira (la emigración o el paso de Mahoma de la Meca a Medina). En árabe la raíz de zina, remite a “infidelidad, ruptura de un pacto de lealtad”, en relación al contrato matrimonial con otra persona o al pacto que hace el creyente con Alá. En el Corán a menudo se los menciona juntos (25:68, 60:12). La genuina traducción de zina que sirve en el contexto de la ruptura de un pacto de lealtad con Alá y con el cónyuge es, más apropiada que infidelidad, es “traición”. Es menester para que haya zina , 1) un pacto entre dos personas, de modo tal que se excluyen situaciones de indecencia sexual en la que no haya infidelidad alguna, como sería el caso de vínculos entre solteros y divorciados, 2) el pacto que se está vulnerando debe haber sido establecido, como cualquier contrato válido, libremente y no por obligación (y esto tiene consecuencias legales al más alto nivel en lo relativo a los casamientos a la fuerza), 3) debe facilitarse la ruptura legal del pacto por cualquiera de los dos contrayentes que así lo desee (en este caso, el divorcio). En unas condiciones en las que alguno de los contrayentes se vea obligado a ello y se le imposibilite el divorcio cuando no sea feliz en su matrimonio, no hay zina, porque no hay libre acuerdo de ser fiel el uno al otro. El Corán recomienda 100 azotes para el adulterio pero en virtud que la Sunnah describe muchos casos de lapidaciones para este crimen, muchas sociedades musulmanas hasta el día de hoy hacen cumplir este terrible castigo. En lo que concierne al matrimonio, se estima que la palabra zina debe traducirse “adulterio” y no “fornicación”, ya que los solteros o viudos no tienen que ser fieles a nadie, no hay pacto o está roto por la muerte, transcurrido el período de luto, sino que en todo caso incurren en dzanb respecto de Alá. El dzanb, palabra árabe traducida con frecuencia como pecado pero que no tiene las mismas consonancias metafísicas que en el cristianismo, es el resultado del egoísmo (nafs) y el aferramiento al mundo (duniâ), de la miseria que resulta de la 41 ‘ausencia’ de Alá. Tiene su origen en Shaitân, el Demonio, que es “estar lejos de Alá”, es “apartarse de la Rahma, la Misericordia”, y para el Islam, ese es el enemigo del ser humano, la fuente de todos sus padecimientos y frustraciones. La lapidación (raÿam) fue establecida entre los musulmanes a partir del segundo califa ‘Umar Ibn al-Jattab, que gobernó la Umma antes de la definitiva compilación del Corán, y afirmaba guiarse por la Sunna del Profeta cuando legisló la lapidación. El segundo califa explicaba que “si no fuera porque le acusarían de alterar el Libro de Alá, incluiría esa aleya (versículo del Corán) ya porque él llegó a recitarla”, por lo que se deduce que ya por aquel entonces no existía la aleya en cuestión en los textos sueltos del Corán que circulaban. Evidentemente, si el aleya se hubiera encontrado entre los textos coránicos que ya existían ‘Omar no habría tenido que añadir “pero el Mensajero de Allâh lapidó y por eso hemos lapidado” (Muwatta, libro 41: 10). En esta aleya perdida del Corán Alá habría dicho: “al adultero y la adultera, lapidadlos”. A pesar de que también Abdallâh ibn Abbas (Muwatta, libro 41:8), así como ‘Ubâda ibn as-Samît (Sahih Muslim 4191) dan fe de dicha pena en el Corán antes de su compilación y de que el Profeta recibiera una revelación en este sentido, cualquiera puede comprobar que esa aleya no existe en el Corán. Si existió, hecho que desmentiría a Omar, los musulmanes coligen que la voluntad de Alá fue que se perdiera; el Corán es ahora lo que Alá ha querido que fuera. Se genera una nueva confusión cuando se corrobora que también Ali lapidó. Amparándose en la Sunna del Profeta, dijo: “La he lapidado de acuerdo a la Tradición del Mensajero de Dios” (Buhari vol. 8 hadiz 803). Es por esta recurrencia a justificar una práctica como la lapidación en la Sunna del Profeta, enfrentándose al hecho de que en el Corán aparezca una pena distinta, que se expondrán algunos casos que se dieron de lapidación en vida de Muhammad, y deducir si son justificación suficiente para consolidar esta práctica en las sociedades de Dar al Islam. Para el supuesto crimen de adulterio, encon- tramos que Mahoma en los hadices hace cumplir las leyes del Antiguo Testamento con respecto a la lapidación. El Corán recomienda 100 azotes para el adulterio pero en virtud que la Sunnah describe muchos casos de lapidaciones para este crimen, muchas sociedades musulmanas hasta el día de hoy hacen cumplir este terrible castigo. Del libro perteneciente a penas prescritas por el Islam, Kitab Al- Hadud: Musulmanes libro17, hadith 4214 “Sucedió que un judío teñido de negro y azotado pasó al lado del apóstol de Allah. El apóstol de Allah, los llamó (a los judíos) y dijo: ¿éste es el castigo que encuentran en su libro (la Torá) como un castigo prescrito para el adulterio?... Decidimos teñir de negro la cara con carbón y dar latigazos como castigo substituto a la lapidación. Acto seguido el mensajero de Alá dijo: Oh Alá, soy el primero en revivir Tu orden cuando ya la habían matado. Entonces ordenó que él (el infractor de la ley, sea apedreado hasta morir”. Los judíos de aquel tiempo habían señalado la barbaridad de tales castigos reduciendo su dureza a la humillación y azotamiento. Sin embargo Mahoma insistió que ya que fue decretado por el Dios de Abraham, ningún incumplimiento de Sus órdenes era posible. Los sabios judíos, determinaron a diferencia de Mahoma, que aquél que interpretara la Torá literalmente, debía ser considerado un embustero. Bujari 89:303 Un beduino vino y dijo, “¡Apóstol de Allah. Juzgue entre nosotros según el libro de Allah”! Su adversario se puso de pie y dijo, “él ha dicho la verdad, juzgue entre nosotros según las Leyes de Allah”. El beduino dijo, “mi hijo era un obrero de este hombre y cometió una relación sexual ilegal con su mujer. La gente me dijo “tu hijo debe ser matado a pedradas”, así que rescaté a mi hijo por cien ovejas y una esclava. Después le pregunté a los hombres religiosos instruidos y me 42 dijeron “su hijo tiene que recibir cien latigazos más un año de destierro”. El profeta dijo: ¡Juzgaré entre ustedes de acuerdo al libro de Allah (Leyes)!. En lo que respecta a la esclava y las ovejas, les será devuelto, y su hijo recibirá cien latigazos y será desterrado por un año. “Ve en la mañana a la esposa de este hombre y apedréala hasta que muera”. Así fue que Unais fue a ella en la siguiente mañana y la apedreó hasta matarla. Este verso trasunta la sutil diferencia entre el adulterio (relación sexual fuera de un matrimonio) y la relación sexual de una persona soltera. El soltero en este caso debe ser azotado cien veces y desterrado por un año entero, mientras la mujer casada debe ser lapidada. La mujer no estaba presente durante la presentación del caso o el dictado de la sentencia y recién se enteraría a la mañana siguiente al ser sacada a la fuerza para ser lapidada públicamente. Mahoma, en este hadith dice que la sentencia es de acuerdo al libro de Allah, en otras palabras el Corán. Sin embargo en el Corán no encontramos ningún verso disponiendo el castigo de lapidación para el adulterio. La controversia y confusión aumenta cuando los llamados moderados dicen que tal castigo no está mencionado en el Corán y que no tiene nada que ver con el Islam. Sin embargo Mahoma parece afirmar que tal castigo está en el libro de Allah. Encontramos la confirmación de este hecho en los hadices de Bujari y Muslim (las dos recopilaciones de dichos supuestamente más auténticas), en los cuales Umar, el segundo Califa del Islam, relata lo siguiente: Bujari 82:817 Umar dijo: Allah envió a Mahoma con la Verdad y le reveló el Libro Sagrado, y entre lo que Allah estaba el Verso de Rajam (lapidación de una persona casada, hombre y mujer que comete relación sexual ilegal), y nosotros recitamos este Verso y lo comprendimos y lo memorizamos. El apóstol de Allah llevó a cabo el castigo de lapidar y después de él nosotros también. Temo que después de que mucho tiempo haya pasado, alguien dirá, por Allah, no encontramos el Verso del Rajam en el Libro de Allah y así se extraviarán dejando una obligación que Allah ha revelado. Y el castigo del Rajam debe ser aplicado a cualquier persona casada, que comete relación sexual ilegal, si la prueba requerida está disponible o hay embarazo o confesión (también incluido en Sahih Muslim 7:4194). Se desprende de los dichos de Umar, que Allah reveló a Mahoma el verso concerniente a lapidar adúlteros y que el mismo Profeta, llevó a cabo el castigo al igual que aquellos que lo sucedieron. También revela este hadith, que los compañeros recitaron y memorizaron el verso y que las personas en el futuro, podrían llegar a olvidar o ignorar el castigo revelado por Allah, al no verlo en el Corán. Ibn Majah (Ibn Maýa) 19.44 en su colección de hadices considerados auténticos narra lo siguiente: Aisha, la esposa de nuestro Profeta dijo: “El verso de Rajam y de amamantar a un bebé al menos diez veces ciertamente había sido revelado, y estaban escritos en una página que estaba bajo mi cama, pero cuando el Profeta murió, mientras estábamos ocupados con la tragedia, un animal doméstico entró y se comió la página”. Por lo referido de fuentes cercanas al Profeta, surgiría evidencia de que tal verso fue revelado a Mahoma y era parte del Corán inicial. Por consiguiente se puede asumir que algunos eruditos y clérigos islámicos exégetas, se aferran de estos hadices, para que la horrenda práctica de apedreamiento o lapidación, sea aplicada actualmente, en varios países islámicos, como se ilustrará a continuación. La vigencia en el siglo XXI en algunos países musulmanes del Rajam o lapidación, consistente en el entierro de las víctimas vivas sólo hasta la cintura, dejando el torso y la cabeza fuera, para que una horda de gente enardecida, le arroje piedras de todo tamaño, hasta que fallece, muestra la cara más oscura del Islam, que fue definido por Winston Churchill, como “la fuerza retrógrada”. El salvaje ritual, que se realiza durante el día en lugares públicos, busca que las víctimas 43 del escarmiento, no mueran inmediatamente, de modo que el sufrimiento y agonía, sean largos. El espeluznante castigo ha retornado con fuerza desde el sur de Somalia y Afganistán hasta regiones dominadas por fundamentalistas islámicos como Indonesia e Irán, mientras que en otras naciones del Medio Oriente los castigos son más “civilizados” como la decapitación o latigazos, en Arabia Saudita. En la República Islámica de Irán, su Código Penal, determina que los hombres condenados por adulterio deben ser enterrados hasta la cintura y las mujeres hasta el pecho, para posteriormente ser apedreados. El artículo 104 del mismo, establece que “las piedras no deben ser excesivamente grandes para no provocar la muerte al primer o segundo golpe”. El espíritu de esa abominable ley, es hacer la muerte de la condenada, más lenta y dolorosa. No obstante, si esta consiguiese sobrevivir, posibilidad altamente improbable, es “agraciada” con una pena de 15 años de cárcel.0 La piedra utilizada para la lapidación no debe ser muy grande, para extender el sufrimiento por el pecado cometido. Un paradigma que refleja cabalmente al régimen teocrático de Irán, es un conmovedor libro escrito por el fallecido periodista franco-iraní Freidoune Sahebjam en 1994, titulado “La Lapidación de Soraya M.” que cuenta la historia dramática y verdadera de Zarah y Soraya. El escritor, que se había manifestado crítico sobre el régimen del Ayatolá Jomeini, recorrió en secreto su Irán natal en 1986, cuando se topó con la aldea de Kapuyeh. Allí conoció a Zarah y escuchó el relato que inspiraría su libro. En él, se describe la historia de una mujer, Soraya, madre de nueve niños, que es acusada falsamente de adulterio por su esposo Ali, quien quiere deshacerse de ella para casarse con una joven que le ha sido ofrecida. La cruda narrativa, motivó que fuera llevada al “Séptimo Arte” en 2009 con el mismo nombre que el libro. El largometraje “La Lapidación de Soraya M. (The Stoning of Soraya M)” exhibido en el Festival de cine de Toronto, fue dirigido por Cyrus Nowrasteh, (guionista del nuevo proyecto de Oliver Stone, Jawbreaker, sobre las memorias en Afganistán de un ex agente de la CIA), hijo de padres iraníes, nacido en Boulder, en el estado de Colorado, en el oeste de EE.UU., que vivió en Irán de pequeño. La película, que enfatiza la terrible situación que enfrentan las mujeres musulmanas acusadas de adulterio, sentenciadas a lapidación en el marco de la Sharia, comienza con la radio de un automóvil anunciando a todo volumen los éxitos de la Revolución Islámica de 1979 en Irán. En pocos segundos, el filme transporta a los espectadores al lecho de un río, donde una mujer llamada Zarah se inclina sobre el cadáver de su sobrina, a quien los mulás del pueblo condenaron por adulterio a morir por lapidación, el castigo que se considera hoy adecuado en la nueva República Islámica de Irán. Mientras sigue las huellas del viaje de Soraya Manoucherhi, desde que recoge flores con sus dos hermanas pequeñas y confecciona una nueva falda para su tía, hasta sangrar profusamente y, al final, morir por lapidación, el filme envía un poderoso mensaje. La película, en una escena de muerte que dura 20 minutos, muestra minuciosamente todos los detalles del castigo bárbaro y horrible: las piedras son elegidas, no muy grandes, pues no deben de matar rápidamente, su cuerpo es lavado ritualmente, envuelto en una túnica blanca y ella llevada en una camilla al campo de lapidación. Sus manos atadas a su espalda. Ahí, ella es sepultada hasta las axilas, y entonces se desarrolla el ritual macabro. Como cruel 44 corolario, sus dos hijos son obligados a abjurar sobre ella y unirse a los que arrojan piedras. Cabe señalar que cuando la actriz principal que interpretó el rol de Soraya, la iraní-americana Shohreh Aghdashloo, habló con un reportero en Estados Unidos sobre la tortura en Irán, su hermano que vive allí, fue arrestado por la policía iraní y confinado en prisión por un año. Oficialmente no ha habido lapidación en Irán después que la cabeza de la magistratura, el Ayatollah Mohmoud Hashemi-Shahroudi, bajo la presión de una protesta internacional ordenó una moratoria a la lapidación en 2002. Pero aun así, mucha gente ha muerto apedreada. En julio de 2007, el caso de Jafar Kiani, lapidado en Qazvin (noreste de Irán), causó una protesta internacional. En mayo de 2006, Abbas H. y Mahbubeh A. fueron apedreados hasta morir en Mashhad en el noreste de Irán. Durante 2007, la Suprema Corte Islámica de Irán aprobó varias sentencias de muerte por lapidación. En enero de 2008, Amnistía Internacional pidió a Irán que aboliera la ejecución por lapidación. Al momento al menos nueve personas, sentenciadas a muerte por lapidación, estaban en la espera de la ejecución. Fuertes protestas en Irán e internacionales presionaron para que las sentencias fueran reducidas, pero aun no está claro si las víctimas realmente están a salvo. Mientras tanto, el Concilio Nacional de Resistencia de Irán y las organizaciones de derechos humanos denunciaron los casos de Gilan Mohammadi, una mujer de 30 años de edad, y de la afgana Gholamali Eskandari, ambas sentenciadas a muerte por lapidación, esperan sus sentencias para ser ejecutadas en Isfahan, la prisión central de Irán. La mayoría de las víctimas de apedreamiento en el mundo son mujeres, según la analista política conservadora Katharine De Brecht. Esta tendencia se ve claramente en Irán. Siete de cada diez personas que aguardan ser sometidas a este castigo son mujeres, afirma Amnistía Internacional. El inconcebible hecho que la víctima sea considerada responsable, lo ejemplifica De Brecht: "A menudo, cuando una mujer reporta que fue violada se lo con- sidera una confesión de adulterio". Otro factor que también contribuye con la alta cantidad de lapidaciones de mujeres es el de la falta de educación y derechos legales que éstas poseen bajo la Sharia. Habitualmente son menos educadas que los hombres, debido a las limitaciones que impone la ley islámica a la educación de las niñas, y no pueden representarse a sí mismas en tribunales, como sí ocurre con los hombres, explicó Lily Mazahery, presidente del Instituto de Derechos Legales, con sede en Washington. La gran desigualdad de derechos de género en Irán, fue un acicate para que las mujeres de ese país apoyaran en las elecciones del 2009 a candidatos reformistas como Mehdi Karroubi y Mir Hossein Moussavi, que se comprometieron a abordar la discriminación contra ellas. Pese a la violenta ofensiva policial, las mujeres salieron a las calles masivamente para protestar contra los resultados de los fraudulentos comicios del 12 de junio, que dieron como triunfador al actual presidente Mahmoud Ahmadinejad, conspicuo y peligroso exponente del radicalismo integral islámico. Otro de los países que aplican la oprobiosa pena de lapidación como castigo al adulterio, es Arabia Saudí, que al carecer de un Código penal escrito, la Sharia se constituye en su derecho vigente. Allí prevalece el wahabismo, una secta religiosa fundamentalista musulmana de la corriente mayoritaria sunita y en especial de la escuela Hambali, la más literal y ortodoxa, de las cuatro grandes escuelas jurídicas del Islam, que emite sus decretos basada en el Corán y la Sunna, por encima de todas las formas de consenso o inferencia. Los tribunales son colegiados, con derecho a recurrir a una corte superior y las ejecuciones son públicas. En noviembre de 2006 el diario saudí “AlWatan” informaba que una mujer viuda de 39 años, que fue madre después de haber transcurrido seis años de la muerte de su marido, había sido condenada a morir por lapidación. Los jueces de la ciudad de Hail, aplicaron para su veredicto, la justicia islámi- 45 ca de la Sharia, en la que las relaciones sexuales fuera del matrimonio, son consideradas un delito de tal magnitud, que amerita la pena de muerte para las mujeres. Según la interpretación de la Sharia en Arabia Saudí, las mujeres deben estar su vida entera bajo la férula y acompañadas permanentemente cuando salen de sus casas, por algún “mahram” pariente masculino, marido, padre, hermano mayor o primo. La viuda, de origen no árabe, carecía de dicha tutela y por eso no podía contraer matrimonio con un nuevo hombre. La mujer, que vivía con su hijo “ilegítimo” además de los tres hijos del esposo fallecido, había pedido la nacionalidad saudí con 18 años. Después de la muerte del marido, vivía bajo condiciones miserables en una cabaña de arcilla al lado de una mezquita y recibía ayuda de un benefactor. Sus cuatro niños fueron enviados a un orfanato. Si algún ingrediente faltaba en esta penosa historia, la viuda, evidenciando un grado de sumisión exasperante, manifestó estar de acuerdo con la condena y reconoció su “pecado”. Agregó que con el castigo, "su alma podrá ser purificada, y así poder ir al paraíso". La República Islámica de Afganistán, el convulsionado país sin salida al mar, ubicado en el corazón de Asia, fue y sigue siendo, desde hace años, el escenario, de continuas guerras y conflictos. En 1996, como consecuencia de una guerra civil, tras la retirada soviética en Afganistán, tomó el poder el grupo integrista tribal y guerrillero el Talibán, plural pashto de la palabra árabe talib, que significa estudiante de las madrazas o escuelas islámicas de Afganistán. De inmediato, los talibanes, calificados por la ONU como los más misóginos del planeta, a través de la Organización Islámica para la Supresión del Vicio y la Propagación de la Virtud, impusieron con rigor, la ley de la Sharia, instaurando en Afganistán un régimen atávico de represión, especialmente para las mujeres, que incluía la lapidación para los “crímenes” de adulterio. Durante aquella época trascendían constantemente a pesar de las dificultades para reportar, denuncias a través de algunas organizaciones humani- tarias y las redes de Internet, sobre lapidaciones y latigazos propinados a las mujeres por adulterio y otras ofensas, que se llevaban a cabo usualmente en el estadio de Kabul ante miles de espectadores. Las leyes del Talibán, rigieron plenamente hasta que en 2001 los Estados Unidos, ayudados por una coalición internacional, como reacción a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y respondiendo a una política de persecución del grupo Al Qaeda en la región por parte del régimen estadounidense, derribó al gobierno talibán. La autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para la creación de una fuerza internacional para ayudar al régimen del presidente Hamid Karrzai, no consiguió estabilizar el país, que se encuentra en una guerra constante. Si las mujeres afganas, supusieron que su situación cambiaría drásticamente con la caída de los talibanes, un juez del Alto Tribunal de Kabul inmediatamente las impuso de la cruda realidad, al asegurar que la nueva Administración "no abolirá las ejecuciones y lapidaciones públicas, ya que la ley islámica seguirá en vigor en el país y eso es lo normal en un Estado islámico". Tratando de exhibir mayor benevolencia que el Talibán, el alto magistrado prometió más equidad y clemencia y dijo que las condenas serán “suavizadas”, con menos exposición pública de los ajusticiados y piedras más pequeñas para las lapidaciones. "Habrá algunos cambios respecto a la época de los talibán", dijo el juez Ullah Zarif. "Por ejemplo, los talibán colgaban los cuerpos de las víctimas en público durante cuatro días. Nosotros no los exhibiremos más que unos momentos, digamos que 15 minutos”. El juez subrayó que el objetivo de las ejecuciones era, según el Corán, servir de advertencia. "Es por ello por lo que deben ser públicas y nosotros debemos mantenerlos colgados ante los ojos de todo el mundo tras la ejecución." Los culpables de adulterio, tanto hombres como mujeres, serán lapidados, "pero nosotros utilizaremos piedras más pequeñas", afirmó el juez Zarif. De ese modo, explicó, los condenados tendrán una oportunidad de salvarse. "Si son 46 capaces de huir, son libres." Los talibán, dijo el juez, lanzaban piedras grandes con tal fuerza que los condenados no tenían ninguna oportunidad de sobrevivir. De todos modos, el mantenimiento de la vida no será concedido más que a aquellos que confiesen su crimen. "Aquéllos que se nieguen a confesar sus faltas y sean condenados tendrán los pies y las manos atados para que no puedan huir. Se enfrentarán a una muerte segura", aseguró didácticamente el juez Zarif. Una lapidación puede durar entre tres y cuatro horas. "Comienza con el juez, que lanza la primera piedra. Le siguen los otros miembros del tribunal y, finalmente, el público asistente", explicó el magistrado. Las advertencias de los jueces del Alto Tribunal de Kabul, no fueron meras bravatas; en abril de 2005 se llevó a cabo la primera ejecución contra una mujer acusada de adulterio desde la caída del régimen talibán en 2001. La víctima, una joven de 29 años, llamada Amina, fue hallada culpable de adulterio y condenada a muerte por un tribunal situado a 300 kilómetros al norte de Kabul. Aproximadamente 48 horas después de la sentencia, estimulada por un líder religioso de la zona, la desdichada mujer, fue sacada a rastras de la casa de sus padres en el distrito de Urgu, provincia de Badakhan, por su esposo y autoridades locales, antes de ser lapidada públicamente. El marido “agraviado” había abandonado a Amina hacía más de cinco años y estaba fuera de Afganistán. Al regresar al país, le contaron que su mujer mantenía relaciones sexuales con un vecino. En una inequívoca corroboración de la desigualdad de sexos imperante en el Islam, al hombre acusado de cometer adulterio con ella, le propinaron cien latigazos y lo dejaron libre. A raíz de las críticas recibidas por organismos internacionales de derechos humanos, el gobierno afgano prometió que investigaría ese homicidio “ilegítimo” y que llevaría a todos los responsables a la justicia. Afganistán, país donde cerca del 90 por ciento de las mujeres sufren abusos domésticos, de acuerdo a The United Nations Development Fund for Women, adhirió al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, cuyo artículo 7° establece: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”. Pareciera que la lapidación, no está incluida en esos declamados, pero no respetados, derechos. En la República de Indonesia, el país insular ubicado entre el Sureste Asiático y Oceanía, con más islamistas en el mundo, ya que cerca del 86,1% de la población de más de 230 millones de personas es musulmana, el Parlamento de la provincia indonesa de Aceh, aprobó por unanimidad en septiembre de 2009, a pesar de un aluvión de críticas nacionales e internacionales, una legislación basada en la Sharia que contempla la lapidación en casos de adulterio y los latigazos en público, para quienes mantengan relaciones prematrimoniales. Los detractores de la ley, denunciaron su inconstitucionalidad, por considerar que es violatoria de los Derechos Humanos, en contraposición de algunos expertos que afirmaron que la Carta Magna de Indonesia, sanciona el derecho de Aceh en su estatuto autónomo, para imponer la Sharia o Ley islámica. Usman Hamid, el coordinador de la ONG por los Derechos Humanos “Indonesia Kontras”, declaró al periódico “The Yakarta Post” que “la lapidación no tiene base constitucional. Un castigo de ese tipo es cruel, inhumano y degrada el valor de la persona”. Aceh, cuenta con un mayor grado de autonomía que el resto de provincias indonesias gracias al acuerdo de paz firmado entre Yakarta y la guerrilla separatista en 2004 después de tres décadas de conflicto armado. La Ley de Gobernación de Aceh, aprobada por el Parlamento nacional en 2006, permite la implantación del código penal coránico, dado su carácter de bastión del conservadurismo islámico. Por su parte, Raihan Iskandar, vicepresidente del Parlamento de Aceh, aseguró que la normativa cuenta con un “gran respaldo social y político”. Según los expertos, al menos 16 de las 33 provincias de Indonesia han aprobado leyes en los últimos años influenciadas en mayor o menor medida por la ley islámica. 47 Somalia o Somalía, formalmente conocida como República Somalí, el país ubicado en el llamado Cuerno de África, también aplica con todo rigor la Sharia. En consecuencia, se registran en su territorio, numerosos casos de lapidaciones para castigar el adulterio. En octubre de 2008, las agencias de noticias internacionales, informaban por referencia de testigos presenciales, que islamistas somalíes, habían ocasionado la muerte de una mujer de 23 años lapidándola públicamente por cometer adulterio. De acuerdo a los testimonios, un niño murió por disparos efectuados por guardias, cuando un pariente intentó frenar el asesinato. La ejecución de la mujer, identificada como Aisha Ibrahim Duhuhulow, tuvo lugar frente a cientos de personas en el puerto de Kismayu, en el sur del país, una localidad dominada por esa facción extremista. Un residente de ese lugar declaró: "Nos han dicho que la mujer se ofreció para ser castigada, pero pudimos ver cómo gritaba y sus brazos y piernas eran atados contra su voluntad. La hermana de la víctima por su parte, manifestó que “la lapidación fue ilógica y antirreligiosa”. En noviembre de 2009, Occidente se conmovió por otro crimen ocurrido en Somalia. Una mujer de 20 años, divorciada y acusada de cometer adulterio, fue lapidada hasta morir, por radicales islámicos, ante una multitud de más de 200 personas. La sentencia fue dictada por un juez nombrado por el grupo extremista islámico al –Shabab, que controla grandes áreas del sur de Somalia, donde impuso su interpretación más estricta de la Sharia, ante el descontento de muchos somalíes. Según el magistrado, la mujer, que poco antes había dado a luz a un niño muerto, había cometido adulterio. Testigos presenciales, dijeron que la víctima, procedente de un pequeño pueblo a más de 400 kilómetros de la capital, Mogadiscio, fue llevada a una cancha pública donde la enterraron hasta el pecho y fue lapidada hasta su muerte. En aplicación de la misma sentencia, su pareja recibió 100 latigazos. Por la dilucidación que al-Shabab hace de la Shaarya, todo aquel que haya estado casado alguna vez puede ser condenado a muerte mediante lapidación por adulterio, incluso después de haberse divorciado. Según esta misma aplicación de la ley islámica, una persona soltera que mantenga relaciones sexuales antes del matrimonio se expone a recibir un castigo de hasta 100 latigazos. El año pasado, en otro episodio estremecedor, una niña murió lapidada en la ciudad sureña de Kismayo. En aquella ocasión, grupos de derechos humanos denunciaron que la víctima había sido violada y tenía sólo 13 años. El corresponsal de la BBC en África oriental, Will Ross, aseguró que a lo largo del año 2009 se llevaron a cabo, al menos cuatro lapidaciones por adulterio. Desde hace más de 18 años, Somalia vive una situación política muy inestable y el gobierno no tiene un control efectivo de buena parte del territorio. El actual presidente del país, Sheikh Sharif Sheikh Ahmed, que asumió el cargo en enero de 2009, en el marco de las conversaciones de paz, amparadas por las Naciones Unidas, es miembro de la Unión de Cortes Islámicas y considerado un moderado. Esa calificación, no fue óbice, para que el mandatario asegurara que su gobierno, también aplicaría la Sharia Imagenes como estas siguen repitiendose en pleno siglo XXI 48 Capítulo 6: Las violaciones en el Islam El abyecto delito de violación de mujeres, que se registra desde tiempos inmemoriales, se penaliza con distintos grados de severidad en los diferentes países del orbe, con la ominosa excepción de los Estados islamistas regidos por la Sharia, donde las víctimas, irónica y paradójicamente, son castigadas. El laureado escritor norteamericano Robert Spencer, autor entre otros libros de “La verdad acerca de Mahoma” y académico de historia, teología y derecho islámicos, considera que la mayor amenaza para las mujeres reside en la concepción musulmana de la violación, en la medida en que se conjuga con las restricciones islámicas respecto a la validez del testimonio femenino. En un juicio, el testimonio de una mujer vale la mitad que el de un hombre (Corán, 2:282). Los hombres musulmanes en los países regidos por la shaarya pueden cometer una violación con total impunidad: si niegan los cargos y no hay testigos, serán absueltos, porque el testimonio de la víctima es inadmisible. Peor aún, si una mujer acusa a un hombre de violación puede terminar incriminándose a sí misma. Los teóricos de la ley islámica han restringido aún más la validez del testimonio femenino al limitarlo, en palabras de un manual legal, a "casos relativos a la propiedad o a transacciones referidas a propiedades, tales como las ventas". En otros casos solamente pueden testificar los hombres. En los casos de abuso sexual, se requieren cuatro testigos. Éstos deben poder aportar otros elementos aparte de la mera testificación de que se ha producido un hecho de fornicación, adulterio o violación; en este último caso, deben haber sido testigos presenciales. Esta disposición tan peculiar como demoledora tiene su origen en un incidente de la vida de Mahoma, cuando su esposa Aisha fue acusada de infidelidad. La acusación conmocionó especialmente a Mahoma, porque Aisha era su esposa favorita. Pero en este caso, como en muchos otros, Alá acudió en ayuda de su Profeta, le reveló la inocencia de Aisha e instituyó la estipulación de los cuatro testigos requeridos para los pecados sexuales: "¿Cómo es que no presentan cuatro testigos para probar su imputación? Pues, ¡si no presentan dichos testigos, son ésos los que, ante Alá, son en verdad mentirosos!" (Corán, 24:13). Por consiguiente, es casi imposible probar una violación en los territorios que siguen los dictados de la Sharia. Los hombres pueden cometer una violación con total impunidad: si niegan los cargos y no hay testigos, serán absueltos, porque el testimonio de la víctima es inadmisible. Peor aún, si una mujer acusa a un hombre de violación puede terminar incriminándose a sí misma. Si no se pueden encontrar los testigos masculinos requeridos, la acusación de violación de la víctima pasa a ser una admisión del adulterio. Esto explica el grave hecho que hasta el 75% de las mujeres encarceladas en Pakistán lo están por el crimen de haber sido víctimas de una violación. Allí, entre el 79% y el 90% de ellas son víctimas de abusos domésticos, una de cada cuatro es violada en algún momento de su vida y, en las zonas rurales, se impone un código por el que un hombre puede impunemente matar a una mujer alegando que su honor ha sido mancillado. Una mujer es atacada sexualmente cada dos horas en el país asiático, la mitad de las víctimas son menores y si apenas hay denuncias es porque las ultrajadas son sistemáticamente condenadas a penas que van desde la cárcel a la lapidación por los delitos de adulterio o fornicación fuera del matrimonio. 49 La principal causa que Pakistán se haya convertido en una tierra donde los autores de una violación se saben impunes es la ley Zina, también conocida como las ordenanzas Hudood, que penalizan el adulterio. El nombre de ese ordenamiento legal tiene su origen en su autor, el ex presidente paquistaní Zia ul-Haq. Los decretos islámicos Hudood, que deben ser aplicados dentro del sistema legal supuestamente secular del país, fueron impuestos hace dos décadas por el dictador paquistaní dentro de su programa de islamización de Pakistán, e incluyen la amputación de las manos a los ladrones, los latigazos por beber alcohol y la lapidación por adulterio. Aunque las más medievales de esas medidas ya no se aplican, aquellas que afectan a las mujeres han sido mantenidas e incluso radicalizadas. Así, el testimonio de cuatro musulmanes varones “de buen carácter” debe atestiguar que ha habido penetración para que la versión de una mujer tenga alguna credibilidad (no importa el número de testigos femeninos) en un caso de violación. Cuando la víctima no puede aportar los testigos, algo que ocurre siempre, el juez desestima la denuncia y procesa a la mujer por mantener relaciones sexuales ilícitas. El resultado es que entre el 75% y el 90% de las mujeres encarceladas en Pakistán han sido acusadas bajo la ley Zina. La legislación y su letra pequeña han hecho posible que médicos, jueces, abogados, policías y autoridades de una sociedad radicalmente conservadora hayan denegado hasta ahora la existencia de miles de casos de violación y de paso hayan hecho imposible que las mujeres se atrevan a denunciar las agresiones. En el estado de Punjab una mujer es violada cada seis horas, pero sólo pocas osan reportar los abusos, ya que las mujeres que denuncian una agresión sexual, invirtiendo el valor de la prueba, son culpables, hasta que demuestren su inocencia. Para las víctimas de violación el sistema no hace distinción por edades ni condición. Un informe de Human Rights Watch (Observatorio de los Derechos Humanos) revela cómo las menores que acuden a un hospital o centro médico tras ser violadas deben pasar una prueba en la que se establece si la niña ha “tenido rela- ciones habituales previas” según el número de dedos que pueden introducirse en su vagina “si admite dos dedos, está acostumbrada al sexo”. Los médicos también tratan de establecer si la víctima era virgen antes del supuesto ataque. Aquellas que no pasan el test son rechazadas como posibles víctimas y, en ocasiones, enviadas a un juzgado acusadas de fornicación. La práctica se hace a pesar de la nula credibilidad científica de esas pruebas e ignorando el resto de señales (heridas) que corroborarían el abuso, según denuncia la organización humanitaria. Nuevamente, la ley Zina, es interpretada para condenar a las mujeres agredidas. Según informes que ya han sido publicados, en las prisiones de la República Islámica de Irán, las manifestantes detenidas en el levantamiento posterior a las elecciones presidenciales del 12 de junio de 2009, fueron violadas muchas mujeres, una de ellas es Roya Toloui. En noviembre de 2006, la Cámara baja del Parlamento de Pakistán votó para someter el crimen de violación al código penal civil, recortando el alcance de leyes islámicas que grupos de derechos humanos han criticado ampliamente como injustas para las mujeres. La principal enmienda aprobada, sacaba la violación fuera de la esfera de la ley religiosa y la sometía al código penal. De esta manera se suprimía el requisito de cuatro testigos masculinos y permitía condenar en base a evidencia forense y circunstancial. El proyecto debía ser aprobado por la Cámara Alta del Parlamento, antes de convertirse en ley. Las enmiendas a las leyes religiosas tuvieron una feroz oposición por parte de una alianza de partidos islámicos, que conforman el principal bloque opositor 50 del Parlamento. Legisladores islámicos se retiraron de la sala boicoteando la votación, luego de que el líder Maulana Fazal-urRehman denunció que la norma “animará el sexo libre”. "Esto es un intento de crear una zona de sexo libre en Pakistán,". "Las leyes existentes son correctas y deberían ser mantenidas, los cambios no son conformes a las enseñanzas islámicas”. Según informes que ya han sido publicados, en las prisiones de la República Islámica de Irán, las manifestantes detenidas en el levantamiento posterior a las elecciones presidenciales del 12 de junio de 2009, en particular las mantenidas en Kahrizak, han sido violadas en grupo y los guardias las han sometido a las peores torturas medievales. Muchos de los detenidos, mujeres y hombres, han muerto debido a las repetidas violaciones en grupo, por la ruptura del útero o el recto y el sangrado intestinal. En el régimen iraní, muchas mujeres en las cárceles han sido violadas y asesinadas hasta ahora y las que han sobrevivido han quedado traumatizadas con graves daños físicos y psicológicos debido a la violación y la tortura. Zahra Kazemi, Zahra Bani Yaghoub, Al Azar Cana'an, Roya Toloui son algunas de estas personas. También niñas, niños y adolescentes fueron violados en las cárceles por el régimen islámico de Irán, que niega los hechos, para evitar enfrentarse a los iraníes y a la opinión pública de los países occidentales. Pasar por la experiencia de la violación, es considerada una tragedia en la vida de cualquier persona, independientemente de su edad, sexo, religión, educación y etnia. La víctima que sobrevive es más vulnerable y frágil en términos físicos y mentales. La condición de los abusados es tan inestable, que la falta de una adecuada atención y tratamiento dará como resultado el desarrollo de problemas psicológicos que se desprenden de las lesiones mentales. El recurso al suicidio, a los que son proclives las víctimas de violación es una de las etapas más peligrosas y puede inducir a una persona con depresión grave a cometerlo, como sucedió en el caso de Mohammad Javad Parandakh, un manifestante contra las elecciones, que pocos días después de su liberación se arrojó de un puente peatonal y se mató. Mohammad Javad Parandakh se suicidó tras ser abusado en la cárcel iraní tras las últimas elecciones del 2009. La violación y el acoso sexual de los presos políticos en Irán no es un fenómeno reciente, videos de entrevistas realizadas por Allamezadeh, un director de cine, con los presos políticos que sobrevivieron a las violaciones en la década de 1980 son un testimonio de esta afirmación. En 2005, un informe de la Organización de Mujeres Contra la Pena de Muerte en Irán, una ONG en el exilio, que publicó el diario ABC de España, denunció que al menos 2000 mujeres fueron ejecutadas en el país persa durante la década de los ochenta. De la lista de nombres que han logrado compilar, 187 pertenecen a mujeres menores de 18 años, de las cuales 9, tenían menos de 13 años y 32 de las ajusticiadas, estaban embarazadas. De acuerdo con las normas revolucionarias, las jóvenes sentenciadas a muerte, no pueden ser ejecutadas si son vírgenes. Algunos exégetas chiítas que hoy detentan el poder político en Teherán, consideran que las “criminales” no merecen el paraíso en la otra vida, y que el mejor modo para de asegurar para ellas el “gehena” 51 (infierno), es privarlas de la virginidad. El procedimiento, es simple. Las condenadas son obligadas a casarse con algún funcionario del presidio o un carcelero, y son violadas por alguno de ellos, en la víspera de la ejecución, luego de ser previamente dopadas con algún tranquilizante. Después del ahorcamiento, en un procedimiento cínico y perverso, un juez redacta el certificado de matrimonio y lo envía a la familia de la víctima, con una caja de dulces. El testimonio de la ONG feminista iraní sobre la violación previa al ajusticiamiento, está refrendado por el informe del doctor Hamiz, médico forense en las cárceles iraníes hasta su huída del país en 1986. Según el facultativo, el Ayatolá Jomeini decretó que las mujeres podrían ser ejecutadas a partir de los 10 años de edad por una serie de delitos, aunque la niña más pequeña de la que Hamiz tiene constancia, fue Nasrin Sakvar, de 11 años. Otras ejecuciones tuvieron lugar en la República Islámica de Irán en los últimos años, por diferentes “delitos”. El 15 de agosto de 2004, la adolescente de 16 años Atefeh Rajabi, fue colgada en público en la ciudad de Neka, según el juez que la sentenció, por “actos incompatibles con la castidad”, mientras que su amigo, que también había sido arrestado, recibió 100 latigazos, y quedó libre. Se conoció que la ejecutada, había enardecido al magistrado durante el transcurso del juicio, al despojarse del velo islámico. En agosto de 2009, el ex candidato presidencial en Irán, Mehdi Karroubi, denunció que algunos de los manifestantes detenidos durante las protestas por la elección fraudulenta en la que fue reelegido Mahmoud Ahmadinejad, fueron violados en la cárcel. “Una determinada cantidad de detenidos afirmaron que algunas mujeres fueron salvajemente violadas". "También hombres jóvenes fueron brutalmente violados” señalaba la carta que fue enviada el 29 de julio al ex presidente iraní Akbar Hachemi Rafsanyani, que dirige el Consejo del Discernimiento y la Asamblea de Expertos, dos instituciones clave del régimen islámico iraní, según la cadena árabe Al Arabiya. Karroubi indicó que las víctimas sufren depresión y serios problemas psicológicos y físicos desde entonces. En octubre del mismo año, IRNA, la agencia estatal de noticias de Irán, informó que el poder judicial iraní, abrió un proceso contra el clérigo reformista y ex candidato presidencial Mehdi Karroubbi, por las denuncias que había hecho éste, refiriendo que algunos partidarios de la oposición, tanto hombres como mujeres habían sido violados en prisión después de ser detenidos durante las manifestaciones posteriores a los tramposos comicios presidenciales del 12 de junio de 2009. Como parte de la campaña de intimidación a los opositores, un comité especial judicial preparó un dossier sobre el caso y lo envió a la oficina del fiscal, precisó la agencia."Karroubi es un clérigo y sus comentarios deben ser estudiados por un tribunal especial para el clero", declaró el fiscal de Teherán, Abbas Jafari-Dolatabadi. "Algunas personas ya han sido citadas en relación con el caso", añadió el procurador, sembrando intranquilidad en la oposición. El 19 de julio de 2009, Taraneh Mousavi, de 29 años, fue arrestada durante la ofensiva postelectoral por el Basiji, el grupo paramilitar estrechamente asociado con Mahmoud Ahmadinejad. Junto con 14 otros manifestantes, fue trasladada a un centro de interrogatorio y tortura, pero su caso nunca fue publicado ni reportado a la policía. Mientras sus amigos se reunieron con sus familias, Taraneh permaneció detenida en las semanas que siguieron. Un testigo que la vio en la prisión de Evin, dijo que ella fue repetidamente violada a lo largo de varios días. Una llamada anónima alertó a sus desesperados padres, diciendo que su única hija fue ingresada en el hospital de Imán Khomeini, debido a un "accidente". Pero los progenitores no la encontraron en ninguna de las camas, y su nombre no figuraba en el registro del hospital. En medio de la angustia, una enfermera les avisó que una mujer inconsciente coincidía con la descripción de Taraneh, fue traída por las fuerzas de Basiji. Pero para su horror, descubrieron que la joven estaba sin conciencia, con el útero y el ano desgarrados. Taraneh definitivamente no es la primera ni la última persona que ha sufrido humillaciones y denigraciones tan inmensas, que son muchas veces más duras que una muerte rápida, sobre todo en una 52 cultura, que irónicamente, valora la virginidad. practica en algunas partes de Arabia Saudita. Un informe emitido en agosto de 2009 por la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, a cargo de la sudafricana Navanethem (Navi) Pillay, denunciaba que la violación es un fenómeno generalizado en todas las comunidades y grupos sociales de Afganistán. En consecuencia, la limitación del espacio que se abrió para las mujeres afganas tras la caída del régimen Talibán en 2001, está bajo ataque constante, no sólo por los propios talibanes, sino por las prácticas culturales profundamente arraigadas y costumbres, lo que significa un fracaso institucional para frenar la violencia contra la mujer, y la consagración de una cultura de la impunidad, que deja sin sanción estos crímenes. Episodios como estos, amenazan con tener un impacto devastador a largo plazo, sobre la participación de la mujer en la sociedad afgana. El reporte agregaba que las víctimas que buscaban ayuda y justicia, son desdeñadas por la policía y los fiscales, que no están convencidos que la violación sea un delito grave. Las violaciones y otras formas de violencia sexual están aumentando dramáticamente en los países islámicos. Como se ha ejemplificado someramente, la mayoría no se denuncian debido al estigma y trauma asociado con ellas, y a los sistemas jurídicos, especialmente los que se basan en la Sharia, que tornan a las víctimas en culpables. En otros países de mayoría musulmana, como es el caso de Egipto, considerado por Occidente como moderado, las violaciones se producen no sólo con las mujeres y niñas de la misma religión, sino también con las de otra fe, con el propósito de convertirlas al Islam, como escribió en un artículo el autor de éste libro, reproducido a continuación. Las mujeres son víctimas de discriminación sistemática en Arabia Saudita. La violencia doméstica y la violación son problemas generalizados, y las mujeres no tienen la reparación de tales crímenes ni pueden viajar, ser admitidas en un hospital o desplazarse en un automóvil sin permiso de sus maridos. Los autobuses son segregados, y las mujeres deben sentarse en la parte trasera. Esas mujeres deben usar una abaya (un vestido negro que cubre todo el cuerpo) y cubrir sus rostros, para no ser acosadas por la por la mutawwa'in, la policía religiosa. Las leyes que discriminan contra las mujeres incluyen las que rigen la propiedad, el testimonio de la herencia en la corte, y custodia de los hijos en casos de divorcio. Ellas ocupan sólo el cinco por ciento de los lugares de trabajo, es casi imposible para las mujeres ser empleadas en alguno. Además, la Mutilación Genital Femenina es legal y se La puesta en el aire, a mediados de noviembre de 2009, de un programa del canal de televisión cristiana “Vida TV” que transmite desde fuera de Egipto y tiene una audiencia de casi 60 millones de televidentes, donde se mostró públicamente por primera vez el fenómeno del secuestro, violación e islamización forzada de niñas cristianas en Egipto, amparados por el Estado y sus fuerzas de seguridad, pone en evidencia que aún los gobiernos islámicos considerados como moderados por Occidente, como es el caso de la República Árabe de Egipto, intentan imponer su fe sobre las otras confesiones a través de la persuasión o la fuerza. En un programa llamado “Vida TV”, Magdi Khalil (foto), una autoridad en asuntos coptos que ha hecho un estudio exhaustivo de la islamización forzosa de menores cristianas en Egipto. Khalil explicó la larga data (40 años) de conversión forzosa, violaciones, llevada a cabo por bandas que son totalmente financiadas por el Estado y con el apoyo de las fuerzas de seguridad del mismo. 53 En la emisión televisiva, que reprodujo la periodista Mary Abdelmassih para la Agencia de Noticias Asirias Internacional (AINA), se pudieron ver y oír, desgarrantes testimonios de algunas víctimas y sus familiares. Rasheed El Maghreby, el moderador del programa que causó conmoción y sorpresa, puesto que el tema que se abordó era tabú para los medios de comunicación egipcios, dijo que su rol era el de exponer a los responsables de esos crímenes. “Vida TV” entrevistó a Magdi Khalil, una autoridad en asuntos coptos que ha hecho un estudio exhaustivo de la islamización forzosa de menores cristianas en Egipto. Khalil explicó que este aberrante hecho en su forma actual, data de casi 40 años y agregó que la mayoría de estos crímenes de conversión, con algunas excepciones aisladas, se llevan a cabo por bandas que son totalmente financiadas por el Estado y con el apoyo de las fuerzas de seguridad del mismo. Esas bandas altamente organizadas llevan a cabo una “planificación sistemática”, dice Khalil, quien las etiqueta como “Islamización Mafia”. Además de secuestros violentos, otros medios utilizados, son: seducción, engaño, presión psicológica, tentación financiera, falaz involucramiento en relaciones afectivas y emocionales que culminan en la violación y las fotografías posteriores tomadas para chantajear a las víctimas e inducirlas a la conversión, y sembrando el terror en los corazones de sus familias. Convierten a la menor en una persona quebrada, humilde y sumisa que va a la deriva por un camino que habría sido impensable que ella transitara en circunstancias normales por propia voluntad, viviendo con su familia o gozando de la elemental protección jurídica. El programa de TV exhibió tres casos de víctimas, cuyos relatos aportan luz sobre la completa indefensión de las familias afectadas por la mafia de la “islamización”, en vista de la falta total de apoyo, en rigor connivencia, de las autoridades. Uno de ellos, es paradigmático por demás. Ingy Adel, ahora de 16 años, fue secuestrada a la edad de 12 años. Iba camino a la escuela, cuando fue violentamente introducida en un automóvil y anestesiada. “Me llevaron a una habitación donde un hombre llamado Sultan, me ató las manos detrás de mi espalda y me violó”. El aberrante hecho fue consumado a continuación por cuatro hombres más. “Sentí con la violación de cada uno de ellos, que yo era su enemigo. Ellos me han golpeado ferozmente”. Durante todo un mes me dieron medicamentos, “más de 50 hombres me violaron”. Después de dos meses, y sólo a través de los esfuerzos de su padre, fue finalmente encontrada y llevada de vuelta a su casa. Cuando se informó del delito a los organismos de seguridad del Estado, fue golpeada por el receptor de la denuncia para cambiar su testimonio y decir que ella huyó de su familia por su propia y libre voluntad. “Hasta hoy no han hecho ni hacen nada al respecto, porque soy cristiana”, dijo Ingy, entre sollozos. Los ardides que utilizan las bandas musulmanas, incluyen el vestirse como sacerdotes coptos, subir en un ascensor con niñas cristianas y luego secuestrarlas. “La Iglesia copta ha advertido a su congregación en contra de permitir que cualquier persona desconocida con hábitos de sacerdote, ingrese en sus hogares o comparta un elevador.” El papel de la Seguridad del Estado es evidente y fundamental en todos los casos de secuestro “Ellos saben donde están las niñas, y ocultan información a sus familias”. A pesar de la existencia de leyes en Egipto, estableciendo la edad mínima de la conversión al Islam a los 21 años, así como la ley que prohíbe el matrimonio de una niña menor de 18 años sin el consentimiento de su padre o tutor, unas fatwas (edictos reli- Magdi Khalil, refiriéndose a la penosa declaración de Ingy Adel, dijo que “Esta es la represión. En la medida que es para el beneficio del Islam, todas las autoridades se unen como si se tratase de una invasión armada. El hecho ejemplifica sobre la influencia de la Shaarya y el Islam en el país. Khalil acusó al Estado egipcio, con sus poderes ejecutivo, legislativo y las autoridades judiciales, de ser cómplice. 54 giosos) se publicaron para justificar los actos criminales. El Presidente del Comité para la Fatwa de Al-Azhar, el jeque Abdulah Mogawer, hablando con Al-Arabya-net justifica el matrimonio de dos niñas menores de edad cristianas (15 y 17 años cuando fueron secuestradas) diciendo que aceptan la islamización a la edad de 16 años. “De acuerdo con la Sharia, los principales criterios de validez del matrimonio es para la chica para llegar a la pubertad y no está vinculada a una edad determinada. Aisha se casó con el profeta Mahoma con a la edad de 9. Algunas niñas pueden llegar a la pubertad a los 14 o 15 años de edad, en función de su crecimiento físico”, dijo Mogawer. islamización provienen de una red financiera de decenas de empresas, organizaciones benéficas, y bancos como el Banco de la Solidaridad Islámica, Faisal Islamic Bank, Banco Islámico de Dubai, y la Islamic Relief Organization, así como de numerosas empresas creadas a través de las operaciones de blanqueo, y que son supervisadas por la Hermandad Musulmana. No obstante la condena internacional y local, aún no se hace nada sobre los viles atropellos y vejaciones contra las niñas cristianas en Egipto. Parafraseando al experto en asuntos coptos Khalil: “Es una gran vergüenza para el gobierno egipcio, ser cómplice de estos crímenes contra la humanidad”. Privación de la libertad Varias organizaciones internacionales han criticado a Egipto y se quejaron en relación con la islamización forzada de las menores, expresadas en los respectivos informes publicados por Libertad Religiosa Internacional de 2005 a 2009, de la Comisión de Helsinki del 9 de noviembre de 2006, Human Rights Watch del 12 de noviembre 2007, y el 10 de noviembre, de 2009, y de Solidaridad Cristiana Internacional que citó 25 casos concretos. El jeque Fawzy-Zafzaf, ex jefe de la comisión Al-Azhar para el diálogo interreligioso, dijo al diario Al-Destoor el 17 de noviembre de 2009, que no negó la existencia de casos de secuestro y la islamización forzada de las niñas cristianas en Egipto. Pidió al Gobierno que intervenga para detener esos actos mediante la imposición de sanciones sólo a las personas que los cometen. El Papa Shenouda III, la máxima autoridad de los coptos ortodoxos, advirtió durante una conferencia el 17 de marzo de 2004, que recibió miles de cartas denunciando secuestro de niñas. Según la señora Rasha Nour, jefe de Egypt4Christ, especializada en los secuestros de menores, los recursos de la La ley islámica estipula que el marido puede prohibir a su mujer salir de su casa, y que una mujer no debe abandonar la ciudad sin estar acompañada por su marido o por algún miembro de su familia política, a menos que el viaje sea obligatorio, como el hajj (la peregrinación a La Meca). En otras circunstancias, es ilegal que ella viaje, o que el marido le permita hacerlo. Según Amnistía Internacional, en Arabia Saudí “las mujeres que caminen sin compañía, o que vayan en compañía de un hombre que no sea su marido ni tampoco un pariente cercano, corren el riesgo de ser arrestadas bajo sospecha de prostitución o de otras ofensas "morales". Entre muchos musulmanes, existe una aceptación generalizada, hasta el punto de convertirse en un axioma, de creer que las discriminaciones a las mujeres son de orden cultural, que no derivan del Corán y que actualmente el Islam ofrece a las mujeres una vida mejor de la que pueden disfrutar en Occidente. Leila Ahmed, profesora de estudios sobre las mujeres y la religión en Harvard, declaró: "Me sorprende hasta qué punto la gente piensa que Afganistán y los talibanes representan a las mujeres y al Islam". "Nos encontramos en las primeras 55 etapas de un gran replanteamiento del Islam para su apertura hacia las mujeres. Los ulemas , (estudiosos legales musulmanes) están efectuando una relectura de los textos sagrados del Islam, desde el Corán hasta los textos legales, en todas sus posibles alternativas". Sin embargo, la pretendida relectura, del Corán y otros textos sagrados, no permiten columbrar la apertura que menciona Ahmed. El Profeta dijo: “Una mujer no debe viajar sola sin un mahram. Ningún hombre puede entrar en la casa de una mujer salvo que esté su mahram”. Un hombre se paró y le preguntó: “O Mensajero de Dios, mi esposa irá al Hajj (la peregrinación) mientras yo estaré en batalla, ¿qué debo hacer?”. El Profeta respondió: “Ve con ella” (Transmitido por Bujari)]. Esta privación de la libertad: prohibir a las mujeres movilizarse solas, encuentra almibaradas justificaciones entre los apologistas del Islam, que atribuyen ese cercenamiento al hecho que para proteger a la mujer y su honor, el Islam estableció una regla que prohíbe que sea ésta joven o vieja, soltera o casada, viaje sola sin que la acompañe un hombre o pariente de su familia mahram). Los defensores sostienen que algunos pueden pensar que esta regla restringe la libertad de la mujer a ejercer su derecho de transitar por donde quiera, pero afirman que el propósito de esta regla es librarla de todo tipo de daño o de ser molestada y así preservar su dignidad. Para estos pueriles panegiristas, viajar implica tomar muchos riesgos y correr peligros, y debido a que la mujer es más débil que el hombre e incluso ella puede estar embarazada o en su período menstrual o amamantando, seguramente necesitará ayuda. También afirman que la mujer es más emocional e impresionable que el hombre y por eso son susceptibles a que algún inescrupuloso la convierta en su víctima. En el Islam, el mahram de una mujer la protege y la sirve con sinceridad ya que es su obligación y será recompensado por Dios. Por lo tanto, y siguiendo este razo- namiento, prohibirle a una mujer que viaje sola y mandarla con un hombre, mahram, que la acompañe, no es de ninguna manera una forma de restringir su libertad o insultar sus habilidades, sino que se la honra al brindarle compañía, protección y servicio de un familiar que ha dejado sus asuntos para ir con ella. El reino de Arabia Saudí, que alberga los dos principales lugares santos del Islam, La Meca y Medina, a la sazón, absolutamente prohibidos visitar por los que no sean musulmanes, se rige por los principios del wahabismo, que se caracteriza por una aplicación estricta de la Sharia e impone una separación total de sexos. El marco de regulaciones político-sociales para la vida de las mujeres sólo permite que éstas trabajen para organizaciones humanitarias, aunque su actuación está más bien limitada al campo de mitigar situaciones de emergencia social. En Arabia Saudí, conocido por sus leyes misóginas y donde el 80% de las mujeres sufre violencia doméstica, las mujeres no pueden salir en compañía de un hombre que no sea de su familia, no pueden viajar sin autorización del marido o de otro hombre de la familia, no pueden comer solas en el restaurante, no pueden conducir ningún tipo de vehículo y deben cubrirse de la cabeza a los pies en público. Formalmente, las mujeres tienen el mismo derecho que los hombres a la educación, pero otros preceptos discriminatorios hacen prácticamente imposible que ellas puedan acudir a la escuela y obtener un trabajo. En el país existe una institución llamada "Mutawa" o policía religiosa, también conocida como Policía para la Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio. Tiene 3.500 oficiales y millares de voluntarios, cuyo trabajo consiste en hacer cumplir la ley islámica. Tienen el poder de arrestar a cualquier hombre y mujer que se encuentren reunidos públicamente sin que sean familia y también de prohibir e incautar productos, como podrían ser juegos, CD de música occidental, películas y otros productos que no se consideren compatibles con las leyes de la Sharia. El 11 de marzo de 2002, una noticia con- 56 movió al mundo. La policía religiosa saudí, en un acto fanático y demencial, bloqueó la salida y evitó que alumnas escaparan de un colegio incendiado en la Meca debido a que no llevaban puesto los hijab en la cabeza y la "abaya" (capa negra). Quince adolescentes murieron y otras 50 fueron heridas en el luctuoso episodio. En marzo de 2008, el príncipe Sultan ben Salman ben Abdel Aziz, secretario general de la comisión suprema de Turismo de Arabia Saudí, asistió a la ceremonia en la que se inauguró el Luthan Hotel and Spa de Riad, un hotel total y exclusivamente reservado para las mujeres, el primero de su género en Oriente Medio. El hotel, que cuenta con 26 habitaciones, propone 150 tipos de curas termales. La princesa Madawi Bint Mohammad ben Abdalá, que preside el consejo de administración del hotel, aseguró que su apertura representaba un importante paso hacia adelante para las saudíes. En el 2009, Arabia Saudita aceptó una recomendación presentada por Estados miembros de la ONU para tomar medidas a fin de terminar con el sistema de tutela de los hombres sobre las mujeres, dar plena identidad jurídica a las mujeres sauditas, y prohibir la discriminación de género. Las mujeres sauditas han esperado mucho tiempo para estos cambios", dijo Nisha Varia, directora adjunta de la división de los Derechos de la Mujer en Human Rights Watch. "Ahora necesitan medidas concretas para que estos compromisos no se queden en Ginebra como palabras en papel, sino que tengan un impacto sobre las mujeres sauditas en su vida cotidiana". Arabia Saudí y otros países islámicos que aplican la Sharia, violan abiertamente la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, que establece en su artículo 10: "Los Estados partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer, con el fin de asegurarle la igualdad de derechos con el hombre en la esfera de la educación y en particular para asegurar la igualdad de condiciones entre hombres y mujeres". Capítulo 7: Matrimonio de niñas y pedofilia El matrimonio entre hombres adultos y niñas impúberes es una práctica arraigada entre los islamistas, en virtud que el profeta Mahoma cuando tenía 52 años, tomó como esposa a Aisha cuando ésta tenía seis o siete años. Según diferentes hadices, la que pasó a ser la esposa preferida de Mahoma, padecía una enfermedad, motivo por el cual, fue desflorada recién a los nueve, cuando había presuntamente cumplido su primer ciclo menstrual. Numerosos musulmanes, en el afán de hallar algún tipo de justificación moral o defender el casamiento del Profeta con una menor, hecho considerado por Occidente como un inequívoco acto de pedofilia, rechazan las tradiciones o las refutan por erróneas. Hurgando en fuentes del Islam, principalmente sunnitas, se encontrarán las principales referencias, que aportan datos enfrentados y esclarecedores de este controvertido e intrincado tema. Sahih al-Bujari (Tomo 5, libro 58, número 234) (al-Bujhari es considerado como ‘auténtico’ por la mayoría de los académicos sunnitas. Sus hadices son la segunda fuente en términos de importancia después del Corán). Narrado por Aisha: “El Profeta se comprometió cuando yo era una niña de seis (años). Fuimos a Medina y se quedó en la casa de Bani-al-Harith bin Khazraj. Luego me enfermé y mi pelo se cayó. Más tarde mi pelo creció (otra vez) y mi madre, Um Ruman, vino a mí mientras yo estaba jugando en un columpio con algunas de mis amigas. Ella me llamó y me acerqué a ella, sin saber lo que quería hacer conmigo. Ella me agarró de la mano y me llevó a la puerta de la casa. Yo estaba entonces sin aliento, y cuando mi respiración se puso bien, ella tomó un poco de agua y me frotó la cara y la cabeza con ella. Luego me llevó a la casa. Allí, en la casa pude ver a algunas mujeres ansaris (de clase alta) que dijeron: "Mis mejores deseos y la bendición de Alá y la buena suerte". Entonces ella me confió a ellos y estos me 57 prepararon (para el matrimonio). Inesperadamente el Apóstol de Alá vino a mí en la mañana y mi madre me entregó a él, y en ese momento yo era una niña de nueve años de edad”. Abu Dawud cuyos hadices son los terceros más respetados dentro del Islam, refiere en el volumen segundo folio 2116: “Aisha dijo, “El apóstol de Alá se casó conmigo cuando tenía siete años.” (El narrador Suleiman dijo: “o seis años”). “Tuvo relaciones (sexuales) conmigo cuando tuve 9 años”. En la historia escrita de Abu Ya'far nio (con Mahoma) fue consumado cuando tenía nueve años” En el volumen 9 de la misma historia, página 131 “Luego los hombres y mujeres me levantaron y me dejaron. El mensajero de Alá consumó su matrimonio conmigo en mi casa cuando tenía nueve años. Ni camello ni cordero fue sacrificado en mi nombre". El Profeta, se casó con ella tres años antes de la emigración, cuando ella tenía siete años y consumó el matrimonio cuando Aisha tuvo nueve, después de que hubo emigrado a Medina desde Shawwal. Ella tenía dieciocho años cuando él murió.” Cita de Shajid Muslim en la página 5981 dice que "Aisha era tan joven que jugaba en su casa con sus amigas a las muñecas”. Las hadices islámicas de Abu Dawud son de las más respetadas. Allí se afirma que Mahoma se casó y tuvo relaciones sexuales con una de sus esposas, Aisha, cuando esta tenía 9 años. Otros afirman que se casó con ella cuando era más joven aún (6 años). Muhammad ibn Jarir al-Tabari, más conocido como al-Tabari, uno de los más grandes académicos a quien atribuyen haber escrito la mejor recopilación histórica nunca contada hasta la fecha sobre el Islam, que cubre 39 volúmenes, se puede leer en uno de ellos, el 7, página ídem: “Mi matrimo- El arabista E.J. Bril escribe en la enciclopedia del Islam sobre Aisha: “Algún tiempo después de la muerte de Jadiya, Jawla, sugirió a Mahoma que se casase con Aisha, la hija de seis años de una de los jefes tribales y seguidor suyo, o con Sawda Zama, una viuda que tenía aproximadamente 30 años, que había ido como musulmana a Abisinia y cuyo marido había muerto ahí. Se dice que Mahoma le pidió que arreglara para él el matrimonio con ambas. Había sido acordado que Aisha debería casarse con Djubayr Mutim, cuyo padre, aunque seguía siendo pagano, era amistoso con los musulmanes. Por mutuo acuerdo, sin embargo, este pacto se rompió, y Mahoma se prometió a Aisha. El matrimonio no se consumó hasta algunos meses después de la héjira en abril del 623/624. Aisha, que fue a vivir en un aposento de la casa de Mahoma, no pudo haber tenido más de nueve años en ese tiempo, y llevó sus juguetes con ella a la nueva residencia”. Narrado por Aisha El apóstol de Alá me dijo, “se mostraron a mí dos veces (en mi sueño) antes de casarme contigo. Ví un ángel que la llevaba a usted en una pieza de tela de seda, y yo le dije, déjala al descubierto, y he aquí que era usted. Le dije, si esto es de Alá, entonces debe ocurrir." (Sahih AlBujari, Tomo 9, Libro 87, número 140). Narrado por Aisha: que el Profeta se casó 58 con ella cuando ella tenía seis años y se consumó su matrimonio cuando ella tenía nueve años de edad, Y luego permaneció con él durante nueve años (es decir, hasta su muerte). (Sahih Al-Bujari, Volumen 7, Libro 62, número 64). Aisha “El mensajero de Alá se casó conmigo cuando yo tenía seis años, y fui admitida en su casa a la edad de nueve años. Fuimos a Medina y tuve un ataque de fiebre durante un mes, y mi cabello se había llegado a los lóbulos de las orejas. Umm Ruman (mi madre) vino a mí y yo estaba en ese momento en un columpio junto con mis compañeros de juego. Ella me llamó en voz alta y me fui a ella y yo no sabía lo que quería de mí. Ella cogió mi mano y me llevó a la puerta, y yo decía: ¡Ha, ha! (como si estuviera jadeante), hasta que la agitación de mi corazón había terminado. Ella me llevó a una casa, donde se habían reunido las mujeres ansaris. Todas ellas me bendijeron y me desearon buena suerte y dijeron: Puede usted tener participación en el bien. Ella (mi madre) me confió a ellas. Me lavaron la cabeza y me embellecieron y nada me daba miedo. Mensajero de Allah, que en la mañana, fui confiada a él”. (Sahih Muslim, libro 08, número 3309). Sunan Abu Dawud, número 2116: Aisha dijo: "El Apóstol de Alá se casó cuando yo tenía siete años. El narrador Sulaiman dijo: o seis años. Mantuvo relaciones sexuales conmigo cuando yo tenía nueve años de edad. Por la lectura de diferentes autores de hadices, de muchos otros coincidentes que se omitieron, y narraciones de Aisha misma, se puede corroborar que ésta y el Profeta, se casaron cuando ella tenía 6 o 7 años, pero por una enfermedad que la aquejaba, y no por conmiseración de Mahoma, consumaron el matrimonio cuando tenían 9 y 52 años respectivamente, en Medina o Shawwal. También surge con claridad, que Aisha era una niña que se divertía con muñecas y juguetes. En el período en que Aisha tenía entre 6 y 9 años y no tuvo relaciones carnales con el Profeta, se presume que hubo entre la desigual pareja, escarceos sexuales conocidos con el nombre de mufa'khathat, término que traducido literalmente significa "colocar entre los muslos", (colocar el miembro viril masculino entre los muslos de una niña), hábito que perdura hasta el presente convalidado por diversas fatwas (decretos religiosos). El libro de Alá Ayatu Al Khumaini's, “Wasila Al Tahrir", p. 241, número 12, dice: "No es ilegal que un adulto de sexo masculino pueda disfrutar de una joven que se encuentra todavía en la edad del destete, lo que significa colocar a su miembro viril entre los muslos, y darle un beso”. Denominar matrimonios, a la unión entre hombres adultos y niñas, aunque tenga visos legales, es una manera eufemística de encubrir la pedofilia. Esta aberrante práctica se lleva a cabo actualmente sin disimulo, en numerosos países islámicos, como se dará a conocer a continuación. En diciembre de 2007, la patética imagen de Ghulam, una niña afgana de once años sentada junto a su marido de 40, realizada por fotógrafa estadounidense Stephanie Sinclair, fue elegida como mejor fotografía del año por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). La instantánea, en que la niña miraba con temor y recelo a su esposo con quien fue obligada a contraer matrimonio, fue distinguida en Berlín, entre otras 1.230 imágenes, por su denuncia de una práctica "mundial" y "terrible". En abril de 2009, la directora ejecutiva de UNICEF, Anne M. Veneman, anunció que el organismo que trabaja a favor del desarrollo y protección de los niños, pidió la anulación del matrimonio de una niña de 8 años con un hombre de 47 en Arabia Saudí, donde un juez de ese país, regido por la Shaarya, el jeque Al-Habib Habib, rechazó anular la unión, pese a las peticiones de la madre de la menor. Veneman, lamentó que "independientemente de las circunstancias de cada marco legal, el matrimonio de un menor es una violación de los derechos de la infancia". Según un comunicado de la ONU, "UNICEF se une a las numerosas voces preocupadas porque el matrimonio infantil con- 59 traviene los estándares internacionales de Derechos Humanos". La funcionaria, recordó que la propia Declaración Universal recoge que el matrimonio debe ser libre y consentido, algo que a su juicio no se puede dar cuando una de las partes implicadas "es demasiado joven para tomar una decisión informada" y advirtió de que si esta situación no se corrige, la niña podría sufrir daños emocionales, físicos y psicológicos a largo plazo. Arabia Saudita ha ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño (CRC) y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW). El artículo 1 de la CRC define al niño como “todo ser humano menor de dieciocho años de edad”. El artículo 16(2) de la CEDAW establece que “no tendrán ningún efecto jurídico los esponsales y el matrimonio de niños y se adoptarán todas las medidas necesarias, incluso de carácter legislativo, para fijar una edad mínima para la celebración del matrimonio y hacer obligatoria la inscripción del matrimonio en un registro oficial”. El artículo 16(1) (b) de la CEDAW estipula también que las mujeres tendrán el mismo derecho que los hombres “para elegir libremente cónyuge y contraer matrimonio sólo por su libre albedrío y su pleno consentimiento”. Sin embargo, Arabia Saudita no ha definido una edad mínima para contraer matrimonio ni ha adoptado otras medidas para eliminar los matrimonios precoces o forzados. Por el contrario, la práctica de Arabia Saudita generalmente aceptada de la tutela masculina sobre la mujer entra en contradicción directa con las normas internacionales de derechos humanos. En Arabia Saudita una mujer se considera bajo la tutela de su padre o de su pariente masculino consanguíneo (mahram) más allegado durante toda su vida. Esto limita seriamente su capacidad para tomar decisiones relativas a las cuestiones de estado personal, incluyendo el matrimonio, el divorcio, la custodia de los hijos, la herencia, la propiedad las decisiones tomadas en la familia, y la elección de residencia, la educación y el empleo. Estudios realizados por el UNICEF y el Consejo de Población demuestran que el matrimonio precoz tiene consecuencias físicas, emocionales, psicológicas, intelectuales y sexuales en los niños. El matrimonio infantil viola los derechos humanos de las niñas al excluirlas de decisiones relativas a la fecha del matrimonio y la elección del cónyuge. Puede dar pie a un inicio brusco en las relaciones sexuales, a menudo con un marido que es bastante mayor y casi un desconocido. El embarazo prematuro conlleva importantes riesgos para la salud y las muertes relacionadas con el embarazo son la principal causa de muerte para las niñas entre los 15 y 19 años de edad. El matrimonio precoz también pone en peligro el derecho de las niñas a la educación. Además, las niñas casadas tienen pocas relaciones sociales, una movilidad restringida, un control limitado de los recursos y poco poder en sus nuevos hogares, y estudios realizados por UNICEF han encontrado que la violencia doméstica es común en los matrimonios infantiles. En diciembre de 2007, la patética imagen de Ghulam, una niña afgana de once años sentada junto a su marido de 40, realizada por fotógrafa estadounidense Stephanie Sinclair, fue elegida como mejor fotografía del año por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). En enero de 2009, el Gran Mufti de Arabia Saudita, en un discurso pronunciado en Riad, dijo que la ley islámica, Shaarya, permite casarse a niñas aún no adolescentes y que los críticos de esa práctica, cometían una injusticia. "Oímos a menudo en los medios de comunicación sobre el matrimonio de menores de edad. Tenemos que 60 saber que la Shaarya no es injusta para las mujeres". Su comentario fue en respuesta a la repercusión mediática de numerosos casos de niñas casadas con hombres, que podrían ser sus bisabuelos. Ratificando este aserto, la agencia de noticias francesa AFP, difundió en febrero de 2010, basándose en medios de comunicación sauditas, que una niña de 12 años, inesperadamente renunció a su petición de divorcio con un hombre de 80 años, con el que su padre la había obligado a casarse a cambio de una dote. No obstante el apoyo de abogados de derechos humanos y defensores del bienestar infantil, la madre de la niña, que había pedido el divorcio en nombre de ella y hecho una denuncia por violación, en una sugestiva actitud, se retractó y retiró la demanda, radicada en un tribunal de Buraidah, en la provincia de Al- Qasim. La niña, seguramente objeto de una gran presión, declaró a los jueces, que el casamiento con el anciano, se hizo con su consentimiento y aprobación. “Estoy de acuerdo con el matrimonio. No tengo ninguna objeción. Esto es por el respeto filial a mi padre y la obediencia a su deseo”. Saleh al Dabibi, el abogado proporcionado por un grupo de caridad para asistir a la niña, se manifestó sorprendido porque la madre no lo notificó del cambio de actitud. Según consta en el expediente, el padre de la niña, que está separado de su madre, concertó su matrimonio con el octogenario, a cambio de una dote de 85.000 riales, el equivalente de 22.667 dólares. El caso, tuvo enorme repercusión pública cuando en enero de 2010, el periódico Al-Riad, que reveló que el matrimonio había sido consumado, reprodujo las declaraciones de la influyente princesa Adela bint Abdullah, hija del rey saudí, donde expresaba su preocupación por el matrimonio de la niña. “Yo, personalmente, y muchos especialistas en la participación social y de la educación, opinamos que se está en presencia de la violación de los derechos de los niños. Un niño tiene el derecho a vivir su infancia y no ser obligado a casarse”. Arabia Saudita no tiene una ley contra el matrimonio infantil y los clérigos y jueces religiosos justifican la práctica, basados en la Sharia. Organismos de derechos humanos, han estado presionando para la sanción de una ley que establezca la edad mínima de 16 años o superior, para que las mujeres puedan contraer matrimonio. En enero de 2010, el clérigo y jeque Abdullah al- Manie Okaz, un miembro del Consejo Superior de los Ulemas (eruditos), dijo que el matrimonio del profeta Mahoma con Aisha, una niña de 9 años, unos 14 siglos atrás, no puede ser utilizado ni equiparado para justificar los matrimonios de niñas hoy, cuando las condiciones y circunstancias son muy diferentes. En octubre de 2009, un tribunal de Indonesia absolvió al controvertido clérigo musulmán Pujiono Cahyo Widianto de los cargos de abuso sexual infantil, por casarse con una menor de edad, de 12 años en el 2008. Widianto corría el riesgo de recibir una pena de hasta 15 años en la cárcel, en caso que hubiera sido declarado culpable de los cargos que se le imputaban. Los fiscales dijeron que iban a apelar el fallo del tribunal. La niña es su segunda esposa. Después de escuchar los alegatos del equipo jurídico de Syech Puji Pujiono, de 43 años, dirigido por el principal abogado de la delincuencia organizada Kaligis, el presidente del tribunal Hari Mulyanto consideró los cargos poco claros e imprecisos, lo que significaba que el juicio no podía continuar. "El acusado es absuelto de los cargos y debe ser liberado de la detención," dijo Hari durante el juicio en el Tribunal de Distrito de Ungaran, Java Central, que estaba abierto al público. En octubre de 2009, un tribunal de Indonesia absolvió al controvertido clérigo musulmán Pujiono Cahyo Widianto de los cargos de abuso sexual infantil, por casarse con una menor de edad, de 12 años en el 2008. 61 La fiscalía había acusado a Pujiono, un empresario acaudalado, y turbio propietario de Miftahul Jannah Islámica, una escuela e internado en el distrito de Jambu, de violar la ley de 2002 sobre la protección del niño y el artículo 290 del Código Penal de Indonesia sobre abuso de menores, por haberse casado con una menor de edad, Lutfiana Ulfa, de sólo 12 años de edad, que todavía cursaba el octavo grado, en agosto de 2008. La segunda esposa de Pujiono, Lutfiana, y la primera, Ummi Hani, también presente en el tribunal, saludaron la absolución con alegría y lloraron. Los fiscales dijeron que presentarían una apelación. "Vamos a volver a redactar los cargos de inmediato y presentar una apelación", declaró el fiscal Didik Djoko Ady después del juicio. Los jueces deberían haber proseguido con el juicio y escuchar los cargos. "En lugar de eso, absolvieron al acusado y terminó el juicio", dijo Didik. Añadió que su equipo reelaboraría las acusaciones, para enviarlas nuevamente a la corte. El escandaloso matrimonio, se convirtió en una cuestión pública y generó mucha polémica, especialmente por la autodefensa del clérigo, afirmando que el casamiento fue autorizado por su religión. Las mujeres y los activistas de protección de la infancia condenaron al clérigo, e instaron a la policía a tomar medidas contra Widianto por violar las leyes de protección de menores. La Directora del Centro de Recursos Jurídicos de Género y Derechos Humanos, Eva Risan, en declaraciones formuladas al diario The Jakarta Post, tras el fallo, censuró al tribunal por retirar los cargos."Es un mal precedente. La decisión es jurídicamente errónea. Los jueces no se han comprometido a respetar las leyes de protección del niño". Risan, que consideró que los jueces estuvieron bajo presión porque Pujiono, convocaba a sus partidarios al tribunal, dijo que su entidad, junto con otras organizaciones agrupadas en la Coalición para la Protección de la Mujer y la Infancia, presentaría un informe a los jueces de la Corte Suprema de Indonesia y a la Comisión Judicial del país. En el Reino de Bahrein, el país más pequeño de la región del Golfo Pérsico, el sistema judicial es relativamente independiente del gobierno y está basado en diversas fuentes legales, incluyendo la Sharia, Ley islámica, sunnita y chiíta. En el 2009 el gobierno provocó una fuerte controversia, cuando propuso una ley que establece la edad mínima de 15 años para contraer matrimonio para las niñas. Los legisladores del bloque de la oposición en el Parlamento de Bahrein, que no tienen planes para cerrar una laguna legal que permite a las niñas por debajo de esa franja de edad casarse en el Estado insular del Golfo, a pesar de la legislación destinada a prohibir la práctica, se habían opuesto a la legislación, diciendo que iba en contra de los principios islámicos. No obstante, una cláusula en la legislación, determina que los padres todavía son capaces de casar a sus hijas menores, con el consentimiento de los tribunales. "Creo que hemos dado un gran paso para quitar la decisión de las manos de los padres, por lo que todo debe ser aprobado por el juez," Su Excelencia el Jeque Khalid bin Ali Al-Khalifa, Ministro de Justicia y Asuntos Islámicos, dijo a Arabian Business en una entrevista."Sin embargo no hay planes para impulsar aún más en esta etapa, presionando más no creo que nadie tendrá que estar de acuerdo con usted. Será difícil encontrar un consenso entre la comunidad a decir 'sí, esto es lo que queremos’".Al Khalifa, continuó diciendo que sólo en circunstancias muy excepcionales se podría contraer matrimonio teniendo las mujeres menos de 15 años, en armonía con el siglo XXI. "¿Cómo pueden un hombre y una mujer consentir y acordar iniciar una relación que durará para siempre y traer consigo hijos y obligaciones, si ni siquiera han terminado su educación?". "Es algo abominable, que nadie hable en contra de la ley, realmente me gustaría ver a ellos, si sus hijas o hijos menores de 15 años se casasen”. En septiembre de 2009, la CNN informó que una niña yemení de 12 años de edad, Fawziya Ammodi, quien había sido obligada a contraer matrimonio con un hombre de 24, falleció durante un parto doloroso que también mató a su bebé. La desdichada niña, luchó durante tres días en el trabajo, antes de morir de hemorragia grave en un hospital, denunció la Organización Seyaj para la Protección de los Niños. "Aunque la causa de su muerte fue la falta de atención médica, el motivo real fue la falta de educación en el Yemen y el hecho de que los matrimonios de niños siguen ocurriendo", dijo el presidente de Seyaj, Ahmed Qureshi, que contó que Fawziya, nacida en el seno de una familia pobre en Hodeidah, la cuarta ciudad más grande de Yemen y con un puerto importante, se vio obligada a abandonar la escuela para contraer matrimonio en 62 el 2008. Las novias infantiles son frecuentes en Yemen, especialmente en la costa del Mar Rojo, donde las costumbres tribales predominan. Más de la mitad de todas las niñas yemenitas se casan antes de los 18, la mayoría de las veces con hombres mayores, algunos con más de una esposa, según un estudio realizado por la Universidad de Sanaa. Si bien se desconocen las motivaciones que tuvieron los progenitores de Fawziya para permitir el casamiento, las razones varían. A veces, ahogados financieramente y con escasos recursos económicos, los padres ofrecen a sus hijas para obtener dotes importantes. Con el matrimonio las niñas dejan de ser una carga financiera o moral para los padres, que ingenuamente creen que podrán extraer una promesa al marido, para que espere hasta que la niña sea mayor para consumar el matrimonio. En septiembre de 2009, la CNN informó que una niña yemení de 12 años de edad, Fawziya Ammodi, quien había sido obligada a contraer matrimonio con un hombre de 24, falleció durante un parto doloroso que también mató a su bebé. UNICEF, con respecto a este caso luctuoso emitió una comunicado: "El matrimonio infantil viola los derechos de los niños de la forma más deplorable. Cuanto más joven es la niña embarazada, mayores son los riesgos de salud para ella y su bebé. "Las niñas que dan a luz antes de la edad de 15 años tienen cinco veces más probabilidades de morir en el parto que las mujeres en sus 20 años. El matrimonio infantil priva a la niña de su infancia, de una educación y de su inocencia. Se debe hacer más para abordar las causas subyacentes a fin de evitar muertes trágicas como las de Fawziya de 12 años de edad y su bebé". En septiembre de 2009, Occidente fue espectador incrédulo y estupefacto, de la más descarada manifestación de pedofilia del siglo XXI. En la Franja de Gaza, dominada por el movimiento terrorista Hamás, que impuso la Sharia en el territorio, 450 niñas menores de 10 años contrajeron matrimonio con hombres adultos, en un evento de gala. Los novios, quienes estaban vestidos con trajes negros, camisas, corbatas y chales, y provenían del cercano campo de refugiados Jabalia, recibieron de parte de Hamás un regalo de 500 dólares; mientras que las niñas, que en muchos casos no superaban los 7 años, y estaban ataviadas con trajes de novias, sólo recibieron un ramo de flores y banderas palestinas. El acontecimiento fue anunciado con orgullo y gran pompa. “Presentamos este casamiento como un regalo a nuestro pueblo que se mantuvo firme enfrentando el sitio y la guerra”, declaró el hombre fuerte de Hamás, Ibrahim Salaf. “Así le decimos al mundo y a los Estados Unidos que los palestinos tienen derecho a la felicidad y la alegría”, manifestó Mahmud Zahar, un líder de Hamás, al que se le adjudicó la cínica misión de felicitar a las “parejas”. El ejemplo del casamiento de Mahoma con Aisha, la niña de 9 años, es la excusa para que en la actualidad, se sigan perpetrando escandalosos actos de pedofilia entre los musulmanes, con la fachada de matrimonios. El extinto Ayatolá chiíta iraní, Seyyed Ruhollah Musavi Jomeini, fallecido el 3 de junio de 1989, considerado por las potencias occidentales como un líder mesiánico y fanático, cuyas iniciativas ponían en riesgo la estabilidad internacional, dejó en su legado, pavorosas consideraciones concernientes a las niñas. “Un hombre puede tener placer sexual de una niña tan joven como un bebé. Sin embargo, no debe penetrarla; sodomizar a una niña está bien. Si un hombre penetra y daña a una niña, entonces debe ser responsable por su subsistencia toda su vida. Esta niña, sin embargo, no cuenta como una de sus cuatro esposas permanentes. El hombre no tendrá derecho a casarse con la hermana de la niña. Es mejor para una niña casarse en una época en que comenzará a menstruar en la casa de su esposo, mejor que en la casa de su padre. Un padre que case a su hija tan joven, tendrá un lugar permanente en el cielo”. Los esposos podrán consumar su matrimonio una vez que las niñas cumplan nueve años, sin embargo si lo hacen antes, la única sanción será que no podrán casarse con la hermana de la menor”. 63 Capítulo 8: Violencia contra las mujeres Ácidos corrosivos A las diversas formas de violencia contra las mujeres y niñas musulmanas ya descriptas en capítulos precedentes, hay que resaltar otra, especialmente atroz, consistente en arrojar ácidos corrosivos para desfigurar rostros y cuerpos de las inermes víctimas. Esta horripilante práctica que no se fundamenta en el Corán ni en los hadices, es no obstante utilizada actualmente en algunos países islamistas radicalizados con fuerte y salafista como influencia wahabí Pakistán, Bangladesh y Afganistán. En el 2002, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en un informe sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, dio a conocer la Resolución de la Comisión de Derechos Humanos 2002/52, cuyo considerando 3, afirma que por "violencia contra la mujer" se entiende todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada, e incluida la violencia doméstica, los delitos cometidos por cuestiones de honor, los crímenes pasionales, la trata de mujeres y niñas, las prácticas tradicionales nocivas para la mujer, incluida la mutilación genital femenina, el matrimonio precoz y forzado, el infanticidio de niñas, los actos de violencia y los asesinatos relacionados con la dote, los ataques con ácido y la violencia relacionada con la explotación sexual comercial y con la explotación económica. En el artículo 6, decía el mismo reporte: Condena enérgicamente la violencia física, sexual y psicológica que tiene lugar en la familia y que abarca, sin limitarse a estos actos, las palizas, los abusos sexuales de mujeres y niñas en el hogar, la violencia relacionada con la dote, la violación marital, el infanticidio de niñas, la mutilación genital femenina, los delitos cometidos contra la mujer por cuestiones de honor, los delitos pasionales, las prácticas tradicionales nocivas para la mujer, el incesto, los matrimonios precoces y forzados, la violencia no conyugal y la violencia relacionada con la explotación sexual comercial y la explotación económica. Los destinatarios de las denuncias son nítidamente muchos países islámicos, sin embargo, éstos no aparecen nombrados taxativamente en la resolución, lo que evidencia que la ONU, ya en ese entonces estaba cooptada por los Estados musulmanes que la integran, y no quería herir su pundonor ni susceptibilidad. Es difícil encontrar una mínima racionalidad en los motivos que impulsan el ataque con ácido a las mujeres. En muchos casos esas brutales agresiones se produjeron porque ellas se atrevieron a rechazar a alguien que les propuso matrimonio o en otras ocasiones, por pedir el divorcio. La conducta patológica también se pudo detectar en casos de disputa familiar, decepciones de padres por haber nacido las hijas mujeres, violaciones, desobediencia a los hombres, no estar ataviadas con el burka, o usar vestimentas consideradas indecentes o provocativas. Centenares de mujeres y niñas convertidas en monstruos por las desfiguraciones, quedaron ciegas en los últimos años como consecuencia de ser atacadas con ácido, otras tantas debieron ser sometidas veinte o treinta veces, a cirugías reconstructivas para poder ver un poco, respirar, escuchar algo, comer o hacerse entender. En octubre de 2008, el diario británico The Independent publicó un artículo del periodista Johann Hari, donde éste relataba la historia de Shahnaz, una joven de 21 años de Bangladesh, que conoció en la Fundación de Sobrevivientes de ácido en Dhaka, donde fue derivada, después de ser atacada con ácido, por el delito de ser una mujer musulmana que quería ser tratada igual que un hombre. “Es el olor que recuerdo. Shahnaz, su cara, lo que quedaba de ella, olía a un día de barbacoa que partió con la lluvia. Su carne era un plato de carne chamuscada; su piel, la suave piel de sus mejillas, y los huesos debajo, habían sido 64 quemados. Su nariz, había desaparecido. Sus labios colgaban sobre la barbilla como la cera derretida. Su ojo izquierdo no puede cerrare, por lo que riega todo el tiempo, un sinfín de lágrimas”. A Shahnaz le atraía la ciencia y poesía, pero al contraer matrimonio obligada por su familia, su esposo le ordenó que abandonara sus estudios, a lo que ella se negó. Siguió concurriendo a la escuela a pesar de las amenazas y golpizas que recibió. Su obstinación, le valió que el marido y sus hermanos, le arrojaran ácido de batería en su cara, con el resultado que referimos antes. Munira Rahman, el director de la Fundación de Sobrevivientes de Ácido, explicaba que: "Desde finales de 1980 las mujeres estaban recibiendo cada vez más puestos de trabajo en Bangladesh. Las mujeres eran más independientes y de pronto podrían empezar a rechazar propuestas de matrimonio y elegir por sí mismos. Esta es la reacción de los hombres que ven a las mujeres como propiedad”. En Bangladesh, los ataques con ácido a las mujeres son una epidemia. Sólo en 2002 más de 500 mujeres sufrieron la desfiguración de sus rostros. Menos del 10% de los agresores, han sido condenados por los jurados, quienes consideran responsables a las mujeres por no guardar el debido recato con la ropa que usan y negarse a obedecer a los hombres. Nasima, una niña de 11 años de Bangladesh, que fue violada y tuvo un hijo con retardo mental, acusó a sus agresores y recibió desde entonces continuas amenazas. Un ataque con ácido en su rostro y espalda disuadió a su familia de seguir con la demanda y la convenciera que retirase su acusación. Según la ley, el ácido se pueden comprar sólo con una licencia, pero cualquiera puede adquirir ácido en el mercado abierto, pagando alrededor de 60 céntimos de euro por kilo, cantidad suficiente para causar horribles deformaciones y estragos en una persona. En 2008, la CNN citando a un portavoz del Ejército de Estados Unidos, informó que dos de las estudiantes afganas que habían sido atacadas con ácido por un par de hombres a bordo de una moto en Kandahar, perdieron la vista. Cuatro de las jóvenes asaltadas resultaron heridas en este incidente. “Dos de ellas se han quedado ciegas y continúan ingresadas en el hospital, mientras que las otras dos ya han sido atendidas y se les ha dado el alta, explicó el coronel Greg Julian”. Los hombres escaparon después del ataque y ningún grupo ha reivindicado la autoría, pero la cadena de televisión Al Yazira informó que los milicianos talibán podrían ser los responsables. Durante el régimen talibán, en los años noventa, las niñas y mujeres tenían prohibido asistir a la escuela y aún hoy muchas son atacadas y sus escuelas quemadas. El portavoz del Gobierno provincial de Kandahar, Parwaz Ayoubi, ofreció datos distintos sobre el ataque, que tuvo lugar a primera hora de la mañana junto al colegio femenino Mirwais Nika. Ayoubi aseguró que las jóvenes heridas por el ácido fueron seis y que una de ellas se encontraba herida de gravedad. A los asaltantes los calificó de "enemigos de la educación". Según Al Yazira, las jóvenes fueron atacadas con ácido de batería. "Íbamos de camino al colegio cuando dos hombres en motos se pararon cerca de nosotras. Uno de ellos lanzó ácido a la cara de mi hermana. Traté de ayudarla y me tiraron ácido a mí también", explicó una de las estudiantes, de 16 años, a la cadena de televisión. "Empezamos a gritar y la gente vino a ver qué pasaba. Luego, los dos hombre escaparon", señaló la joven, que indicó que ella estaba herida y que su hermana, de 18 años, se encontraba más grave por las heridas que el ácido le había provocado en la cara. En la Franja de Gaza, gobernada por los terroristas del Hamás, en 2008, una facción hasta ese entonces desconocida, autodenominada Espadas del Islam, lanzó una advertencia a las mujeres palestinas para que usen el velo islámico o de lo contrario serían blanco de la ira de sus miembros. En los panfletos distribuidos en diversas partes de Gaza, el grupo también se atribuyó la responsabilidad por los ataques a los cafés Internet que se registraron en aquél entonces. La advertencia fue dirigida principalmente contra las estudiantes en una serie de universidades y colegios que no se 65 cubren la cabeza en línea con la tradición islámica. Espadas del Islam, dijo que sus seguidores habían arrojado ácido en la cara de una mujer que no vestía con “modestia” en el centro de la ciudad de Gaza. También destruyeron el automóvil de un joven que escuchaba música de radio demasiado alto. En una amenaza a las estudiantes de sexo femenino, un portavoz del grupo dijo: "No tendremos piedad de cualquier mujer que viola las tradiciones del Islam y que también pasa el rato en los cafés de Internet". El mismo vocero, imbuido en la Sharia, que trata de imponerse con fuerza en Gaza, agregó que esos lugares fueron atacados debido a que “están distrayendo a toda una generación de palestinos de su derecho al culto de Alá y la Jihad, para que puedan servir a sus amos sionistas y a los cruzados”. El empleo de ácido por parte de los musulmanes, es de larga data. En el año 2001 la agencia de noticias DPA, en un cable emitido en Nueva Delhi, que reprodujeron diversas publicaciones decía: “En Cachemira rige el toque de queda. El ejército indio está a punto de recibir poderes especiales. En este disputado valle al pie del Himalaya, objeto de tres guerras entre India y Pakistán, se vive, una vez más, el estado de alerta. La escalada separatista lo explica. Pero no es todo, a la ya habitual confrontación entre rebeldes y militares, se suma ahora una amenaza que atenta directamente a la población civil que osa vestirse "provocativamente". Mujeres con vestidos "ultramodernos, provocativos e indecentes" y hombres que no se dejan la barba, visten jeans y no rezan puntualmente, corren el riesgo de ser atacados con ácido. Ya ocurrió. Los separatistas musulmanes, a quienes los militares indios persiguen por sus intenciones de anexarse a Pakistán, ya atacaron con ácido a cuatro mujeres que no vestían de acuerdo al código impuesto por ellos. En lo que se teme sea una campaña de terror para imponer un feroz "código de vestimenta islámica", los rebeldes lograron crear pánico entre los padres de alumnos y fun- cionarios de colegios y escuelas. El blanco parecen ser las adolescentes que van a clase vestidas de forma "provocativa". Una tarde de marzo del 2010, Kulsoona, una chica de 15 años, visitaba a su amiga, Fouzia en Mehragunj, en el centro de la ciudad de Srinagar. Cuando las amigas se despedían, dos hombres las empaparon con ácido. Para cuando los vecinos escucharon los gritos, la cara de Kulsoona estaba escaldada. Ahora está en el hospital, y sus padres, demasiado asustados como para hacer una denuncia. La noche siguiente, dos maestras, Rubiya y Gazalla regresaban de un picnic cuando recibieron la lluvia ácida. Una recibió quemaduras en la cara y el pecho, la otra, en las piernas. No es la máxima represalia que una mujer pueda recibir por su forma de vestir. Pocos días atrás, una chica fue muerta de a balazos por llevar ropa "a la moda". Su amiga, también fue baleada, pero sobrevivió, los tiros dieron en la pierna. Los grupos que se han adjudicado estos actos, son totalmente ignotos para las autoridades. "Aún no tenemos ninguna pista, pero no hay dudas de que fueron sus ropas la principal provocación", explicó el jefe de policía Abdul Qayoom al diario Indian Express. Además de los ataques con ácido, en las ciudades se colgaron carteles instando a las mujeres a no vestir "ropas ultramodernas, provocativas e indecentes". Uno de los grupos a los que la policía apunta es el Lashkar-e-Tayyaba. El vocero de este grupo separatista, Abu Marsad, negó responsabilidades: "No creemos en la imposición forzada de valores islámicos en la sociedad. No hemos emitido ningún comunicado ordenando la burka (el velo que cubre de pies a cabeza a las mujeres) ni la barba para los hombres". El pánico en la población está instalado y recuerda al mundo talibán que rige en Afganistán. Es un nuevo ingrediente de tensión en Cachemira, el campo de batalla más elevado del mundo (7.000 metros), donde 66 desde hace medio siglo, Pakistán (musulmán) y la India (hindú) se miran, se miden y se vigilan como “enemigos nucleares irreconciliables”. En noviembre de 2009, salieron a la luz unas estremecedoras fotos de mujeres horriblemente desfiguradas por ácido en Pakistán, tomadas por el reportero gráfico de Associated Press, Emilio Morenatti, para ilustrar el trabajo realizado por Nicholas Kristof, columnista de The New York Times y ganador de dos premios Pulitzer. Al pie de cada foto, se podía conocer los datos de cada una de las desdichadas mujeres, como leemos a continuación. para tratar de recuperarse de sus cicatrices. Nayaf Sultana, 16 años, posa para una fotografía en su casa en Lahore, Pakistán el miércoles 9 de julio de 2008. A la edad de cinco Najaf fue quemada con ácido por su padre mientras dormía, al parecer porque su progenitor no quería tener otra niña en la familia. Como resultado, Nayaf se quedó ciega y vive con familiares, después de haber sido abandonada por sus padres. Se ha sometido a cirugía plástica alrededor de 15 veces para tratar de recuperarse de sus cicatrices. Shehnaz Usman, de 36 años, posa para una fotografía en Lahore, Pakistán el domingo 26 de octubre de 2008. Shehnaz fue quemada con ácido por un familiar debido a una disputa familiar que había ocurrido cinco años atrás. Shehnaz ha sido sometida 10 veces a cirugía plástica para tratar de recuperarse de sus cicatrices. Shahnaz Bibi, de 35 años, posa para una fotografía en Lahore, Pakistán, el domingo 26 de octubre de2008. Hace diez años Shahnaz fue quemada con ácido por un familiar debido a una disputa familiar. Ella nunca ha sido sometida a una cirugía plástica. Pakistán - mujer musulmana atacada con ácido por los mismos mahometanos para aplicar ley racista musulmana: shaarya. Irum Saeed, de 30 años, posa para una fotografía en su oficina en la Universidad urdu de Islamabad, Pakistán, Jueves, 24 de julio 2008. Irum fue quemada en la cara, la espalda y los hombros, hace doce años cuando un joven a quien rechazó su pedido de matrimonio, le arrojó ácido en medio de la calle. Se ha sometido a cirugía plástica 25 veces para tratar de recuperarse de sus cicatrices. Shameem Akhter, 18 años, posa para una fotografía en su casa en Jhang, Pakistán, el miércoles 10 de julio de 2008. Shameem fue violada por tres muchachos que luego le arrojaron ácido tres años atrás. Shameem ha sido sometida a cirugía plástica 10 veces Kanwal Kayum, 26 años, ajusta el velo mientras posa para una fotografía en Lahore, Pakistán, el domingo 26 de octubre de 2008. Kanwal fue quemada con ácido en 2007 por un joven a quien rechazó su pedido de matrimonio. Ella nunca ha sido sometida una cirugía plástica. Munira Asef, 23 años, posa para una fotografía en Lahore, Pakistán, el domingo 26 de octubre de 2008. Munira fue quemada con ácido hace cinco años por un chico a quien ella rechazó para el matrimonio. Se ha sometido a cirugía plástica 7 veces para tratar de recuperarse de sus cicatrices. Bushra Shari, de 39 años, se ajusta el velo mientras posa para una fotografía en Lahore, Pakistán, el viernes 11 de julio de 2008, Bushra fue quemada con ácido por su marido en 2003, porque ella le manifestó su decisión de divorciarse de él. Se ha sometido 67 a cirugía plástica 25 veces para tratar de recuperarse de sus cicatrices. Memuna Khan, 21 años, posa para una fotografía en Karachi, Pakistán, el viernes 19 de diciembre de 2008. Memuna fue incendiada por un grupo de chicos que arrojaron ácido sobre ella para resolver una disputa familiar. Se ha sometido a cirugía plástica 21 veces para tratar de recuperarse de sus cicatrices. Zainab Bibi, de 17 años, ajusta el velo mientras posa para una fotografía en Islamabad, Pakistán, el miércoles 24 de diciembre 2008. Zainab fue quemada en el rostro con ácido, por un niño a quien ella rechazó para contraer matrimonio cuando tenía 12 años. Se ha sometido a cirugía plástica en varias ocasiones para tratar de recuperarse de sus cicatrices. Naila Farhat, 19 años, posa para una fotografía en Islamabad, Pakistán, el miércoles 24 de diciembre de 2008. Naila fue quemada en el rostro con ácido arrojado por un niño a quien ella rechazó para contraer matrimonio hace cinco años. Se ha sometido a cirugía plástica en varias ocasiones para tratar de recuperarse de sus cicatrices. Naila Farhat, 19 años, fue quemada en el rostro con ácido arrojado por un niño a quien ella rechazó para contraer matrimonio hace cinco años. Azotes y latigazos Otra modalidad frecuente de castigo retrógrado y medieval aplicado a las mujeres musulmanas en las naciones que se rigen por la Sharia, son los azotes y latigazos, propinados por diferentes “ofensas”. La ONU señala que los castigos corporales constituyen trato cruel, inhumano, degradante o incluso tortura. La flagelación se prescribe en Irán (al menos 197 condenas en 2003), Arabia Saudí, Pakistán, el Yemen, Afganistán, parte de Nigeria, Sudán y otros países islámicos cuando los delitos son consumo de alcohol, calumnia o de naturaleza sexual. En el último tiempo, otras conductas sociales por parte de las mujeres, que Occidente considera absolutamente normales, motivaron que ellas fueran objeto en los países recién mencionados, del salvaje escarmiento. En enero de 2001, Bariya Ibrahim Magazu, una madre soltera nigeriana, que tenía estimativamente entre 14 y 17 años, recibió 100 azotes con una caña de azúcar por haber tenido relaciones sexuales antes del matrimonio. La cruel sanción, fue llevada a cabo en cumplimiento de la sentencia que había recibido en septiembre de ese mismo año por parte del Tribunal Musulmán en el Estado de Zamfara, ubicado en el norte de Nigeria. La adolescente había quedado embarazada en septiembre del 2000. Trascendió que al ser interrogada sobre la identidad del padre, ella nombró a tres hombres mayores y casados que la habían violado. Obviamente el trío de violadores, en conocimiento que el adulterio de acuerdo a la Sharia, está penado con la pena de muerte, negó haber tenido relaciones sexuales con ella, de modo que la joven fue sentenciada a recibir 80 azotes adicionales, a los 100 que le habían sido fijados inicialmente, por hacer falsas denuncias. Organizaciones y defensores de los derechos humanos, tanto nigerianos como internacionales, protestaron inútilmente contra el veredicto. Una semana antes de de haberse cumplido la condena, el juez Idris Usman Gusau había suspendido la sentencia para otorgarle a Bariya al menos 12 68 meses para que pudiese criar a su hijo. La decisión del magistrado que fue interpretada erróneamente como un gesto de benevolencia, había generado en los abogados defensores la ilusión de poder pergeñar una adecuada apelación. Los Oficiales del Tribunal, que admitieron que se habían producido errores en el procedimiento, habían reducido a 100 el número de azotes previsto originalmente en 180. Un corresponsal de la BBC en Zamfara informaba consternado, que "Bariya no llegó a desplomarse durante el castigo y que, aunque exhausta, fue capaz de andar por sus propios pies". En diciembre de 2007, el rey Abdalá bin Abdelaziz al-Saud, de Arabia Saudí, en un gesto “magnánimo”, indultó a una joven que había sido víctima de una violación múltiple, increíblemente condenada a seis meses de cárcel y a recibir 200 latigazos, por encontrarse en compañía de un hombre con el que no tenía parentesco, cuando ocurrió la agresión sexual. La noticia, que fue difundida por un diario saudí, no suponía sin embargo una revisión de la sentencia que causó escándalo internacional y puso en evidencia el inhumano sistema judicial saudí. Ángeles Espinosa, escribió el 18 de diciembre de 2007 una crónica en el diario el País, sobre el incidente, aquí reproducida. "El rey siempre trata de aliviar el sufrimiento de los ciudadanos cuando ve que los veredictos dejarán efectos psicológicos en los condenados, aunque está convencido de que los veredictos fueron justos", declaró el ministro de Justicia, Abdalá bin Mohamed al Sheij, al diario Al Jazirah. Al Sheij no confirmó directamente el perdón, pero ese periódico está considerado próximo a las autoridades religiosas que controlan el sistema judicial saudí. La víctima, a quien la prensa saudí se refiere como la Chica de Qatif para preservar su identidad, se encontraba en junio de 2006 en un coche con un compañero de instituto cuando ambos fueron atacados y violados por siete hombres. Tras su denuncia, los jueces castigaron a los violadores con penas de entre 10 meses y cinco años de cárcel más entre 80 y 1.000 latigazos, pero también le impusieron 90 latigazos a ella por encontrarse a solas con un hombre que no era ni su marido ni un familiar en primer grado, la única compañía masculina permitida en el país. En Arabia Saudí la interrelación entre ambos sexos está estrictamente vedada, aunque cada vez más los jóvenes buscan formas de esquivar la prohibición. La chica, una chií de la ciudad de Qatif que en el momento en el que sucedieron los hechos tenía 18 años, justificó esa situación porque intentaba recuperar una fotografía, dado que acababa de casarse con otro hombre y no quería tener problemas. El abogado de la mujer, un conocido activista de los derechos humanos, recurrió la sentencia por estimar escaso el castigo a los atacantes y, en cambio, desproporcionado el de la víctima. En respuesta a esa apelación, el tribunal elevó las penas, incluida también la de la joven, que pasó a ser de seis meses de cárcel y 200 latigazos. También retiró la licencia del abogado, al que acusó de desacato por criticar la sentencia. El nuevo veredicto motivó no sólo la denuncia de las organizaciones internacionales de derechos humanos sino una inusual crítica del Gobierno de Estados Unidos. Aunque no llegó a condenar el sistema judicial saudí, un portavoz de la Casa Blanca calificó la sentencia de "sorprendente", algo significativo cuando Washington suele ignorar las habituales violaciones de derechos humanos de su aliado. El ministro saudí subrayó que el perdón no significa que el rey ponga en entredicho a los jueces. Aún así, la polémica está servida. A pesar que es habitual que el monarca perdone a algunos convictos con motivo de la festividad del Eid al Adha, o Fiesta del Sacrificio, los sectores más conservadores lo han interpretado como una concesión a las presiones occidentales, tal como denunciaban en Internet. Para los liberales y los defensores de los derechos de la mujer resulta, sin embargo, insuficiente. Esperan que el rey impulse la 69 reforma del sistema judicial que anunció el mes de octubre del 2009. "No podemos depender de perdones. Necesitamos sentencias más duras con los culpables y poder sentirnos seguras", manifestó Fawziya al Oyuni, una activista de los derechos de la mujer, a la agencia France Presse. La activista sudanesa, «una buena musulmana» perseguida en su país, aprovecha su estancia en España para denunciar la interpretación torticera del Corán en el Día de los Derechos Humanos” Cabe recordar que el monarca saudí Abdalá, en junio de 2007 visitó oficialmente España y en una medida sumamente criticada por diferentes sectores, el rey de España, Juan Carlos I, le otorgó el Toisón de Oro, la máxima condecoración que él podía conceder. En enero de 2010, una estudiante saudí de 13 años fue condenada a recibir 90 latigazos y dos meses de cárcel por haber llevado un teléfono móvil al colegio. El castigo se aplicará delante de sus compañeros de clase. Bajo la Sharia, la ley islámica que se aplica en Arabia Saudí, el azote es aplicado para un número importante de “ofensas morales”, además del adulterio. Los cines y conciertos de música están prohibidos. La policía religiosa vigila las calles para asegurar que no se establezcan relaciones entre hombres y mujeres. Arabia Saudí, el aliado estratégico de EEUU en Medio Oriente es el país líder mundial en el empleo de la tortura mediante azotes, decapitaciones públicas y la utilización pública de la crucifixión de prisioneros condenados. En octubre de 2009 la Federación Internacional de Periodistas (FIP) expresaba su repudio a la brutal, inhumana e injusta sentencia de sesenta latigazos contra la periodista Rozanna al Yami, por parte de un tribunal saudí, que la halló culpable de participar en un programa de televisión donde un hombre habló de sexo. Según el comunicado de la FIP, en el programa transmitido por el canal satelital libanés LBC, el mes de julio de 2009, Mazen Abdul-Jawad, describió una vida sexual activa y mostró juguetes sexuales que fueron distorsionados, digitalmente, por los programadores. Posteriormente, fue arrestado y sentenciado a cinco años en prisión y mil latigazos. El caso suscitó un fuerte rechazo en el país, donde este tipo de conversaciones suelen calificarse como escandalosas. Por su parte, la FIP destacaba que la sentencia a la periodista por participar en la producción del programa y promoverlo por Internet, establecía un nefasto precedente de intimidación y restricción a la libertad de expresión."Los periodistas, en todos los rincones del mundo, están apabullados por esta sentencia", declaró Aidan White, Secretario General de la FIP. "Lo ocurrido es brutal, inhumano e injusto. Demuestra la negligencia hacia la libertad de expresión y el ejercicio libre del periodismo, y refleja la distancia de Arabia Saudita con el mundo moderno", agregó. La FIP manifestó su preocupación porque el caso no fue llevado por una corte especializada en asuntos de medios de comunicación, lo que podría violar la propia ley saudí. Ante los tribunales, los periodistas tienen derecho a que sus responsabilidades laborales sean consideradas en un litigio. Otros tres entrevistados en el programa Bold Red Line (La Valiente Línea Roja), fueron hallados culpables de conversar públicamente sobre sexo y sentenciados a dos años de prisión y 300 latigazos cada uno. La Federación también manifestó su inquietud por la decisión del gobierno de cerrar dos oficinas de Canal LBC, en el reino. "Las determinaciones en este caso han sido desproporcionadas. El encarcelamiento y castigo físico no son medidas adecuadas para fiscalizar a los medios de comunicación. Es hora que Arabia Saudita realice las reformas necesarias para acabar con esta manera legal de intimidación". Ante la presión y protestas internacionales, el rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdelaziz al-Saud indultó a la periodista, condenada por su participación en un programa de televisión, que “promovía el pecado”. En una entrevista publicada el 9 de febrero de 2010 por el diario francés Le Figaro, la princesa saudí Adelah bint Abdallah, 70 describía sus denodados e infructuosos esfuerzos por mejorar la situación de las mujeres en el reino, exhibiéndose ella misma como una reformadora y defensora de la modernidad. Los siguientes son extractos de la entrevista: “Sobre el tema de la emancipación de la mujer, la Princesa 'Adelah dijo: "No hay límite (para lo que las mujeres pueden hacer). Deberíamos contribuir en todos los campos, (aunque) de forma indirecta. Por ejemplo, cuando [Arabia Saudita] modificó su ley sobre los extranjeros casados con mujeres sauditas, decenas de académicos fueron consultados, entre ellos muchas mujeres"... "Muchas leyes relativas a la mujer deben ser cambiadas. Las mujeres sauditas son mucho más educadas (de lo que solían ser) y el gobierno no puede ignorar a todas estas notables mujeres, muchas de las cuales se encuentran en posiciones destacadas". Respondiendo a una pregunta sobre si a las mujeres se les permite gerenciar un negocio, la princesa dijo que la ley saudí ya les permite administrar un negocio sin la tutela de un hombre, pero agregó: "A menudo, esta ley no se cumple. Algunas personas en el gobierno previenen su aplicación. O bien no la conocen o se oponen a esta. El Centro Khadija Bint Khuwailid en Jeddah, del cual soy presidenta honoraria, ha publicado una guía para las mujeres que desean abrir un negocio". "A una muchacha de 12 años de edad no se le debería permitir firmar un contrato matrimonial, aun si sus padres lo acuerdan". En cuanto al tema de los matrimonios infantiles, la princesa dijo: "También estoy combatiendo la violencia contra las mujeres y los niños, con el apoyo del Gran Mufti y el Rey. La prensa ha escrito extensamente acerca de un caso reciente de una muchacha de 12 años que estaba casada con un hombre de 80 años de edad... Forzar a una joven de 18 años a casarse con un hombre que no le gusta es una forma de violencia. Pero a una muchacha de 12 años no se le debería permitir firmar un contrato de matrimonio (en lo absoluto). Incluso si los padres lo acuerdan, es inaceptable. Estamos tratando con este problema y no dejaremos las cosas como están". Ella añadió: "El problema es que no existe una edad mínima para contraer matrimonio, aunque varias instituciones se esfuerzan por establecer una. Mi padre (el Rey) está preocupado por este tema...". Sobre el debate del velo en Francia: El velo completo debe ser una opción libre de la mujer, sin embargo, no "debería permitirse en lugares donde uno necesita ser identificado por razones de seguridad". La princesa habló también sobre el debate del velo en Francia: "(El velo completo) es una cuestión de tradición en lugar de religión. Aquí (en Arabia Saudita) uno suele encontrar a algunas mujeres que se cubren el rostro, y otras, que sólo cubren su cabello o llevan puesto un pañuelo simple. Personalmente, no veo ninguna objeción en usar un pañuelo tal como yo lo llevo puesto, de una manera más islámica. En cuanto al velo que cubre el rostro, ¿por qué debería ser un problema si es de libre elección para la mujer? En referencia a la mezcolanza entre hombres y mujeres, Adelah agregó: “No veo por qué los hombres y las mujeres no deben mantener relaciones respetuosas en el trabajo, tal como lo hacen en los hospitales o durante la peregrinación a la Meca. Esto vendrá gradualmente, una vez que la gente se acostumbre a esto y una vez que las leyes contra el acoso (sexual) sean aprobadas". Sobre el tema del conducir para las mujeres: "Nosotras utilizamos todas las herramientas del mundo moderno - ¿por qué no usar ésta?". "No soy yo la que decide (cuando a las mujeres se les permitirá conducir vehículos). Espero que el público [en última instancia ponga fin a este debate, que no merece todo este alboroto. Por último, la princesa respondió a una pregunta acerca de Facebook, diciendo: "¡Mis cinco hijos, tres niñas y dos varones de 14 a 25, todos están en Facebook! Cuando eran más jóvenes, yo solía monitorearlos, pero ahora confío en ellos. Debemos enseñarles nuestros valores a nuestros hijos, pero no podemos vigilarlos todo el tiempo". Las respuestas idealizadas de la princesa a la prensa occidental no se condicen con la realidad que viven las mujeres corrientes en su país, que no disfrutan de las excepcionales prerrogativas ni la libertad que gozan ella y sus hijos. 71 El 20 de septiembre de 2009, la agencia de noticias española EFE, difundía que una mujer y su novio fueron condenados a ser azotados por un tribunal islámico de Malasia por conducta inmoral, después de que la pareja fuera sorprendida cuando pretendía tener relaciones sexuales en un auto. La pareja, él de 29 años y ella de 24, fue condenada a recibir seis latigazos y a pagar una multa de 2.800 dólares en el juicio celebrado en marzo del 2010 en el Estado de Selangor, en la región central del país. El fiscal del caso, Shafezan Rusli, dijo a la cadena estatal de televisión, que la pareja fue detenida semidesnuda por la policía islámica durante una de sus habituales patrullas por una zona de estacionamiento de automóviles. La sentencia impuesta a la pareja, que en su defensa argumentó que piensa contraer pronto matrimonio, reavivó en Malasia la polémica suscitada a raíz que una modelo musulmana, y después un inmigrante indonesio, fueran condenados a recibir seis latigazos cada uno, por beber una cerveza. El diario español minutodigital.com publicó que “un tribunal islámico había condenado a una mujer malaya a seis latigazos por beber una cerveza. La joven Noorazah Baharuddin, de 22 años, fue encausada por beber la bebida alcohólica en el bar donde trabaja como camarera. La sentencia incluía una multa que de no abonarse se convertirá en pena de tres años de cárcel. Noorazah Baharuddin de Malasia fue condenada a seis latigazos por beber una cerveza. Un hombre de 38 años recibió la misma condena por consumir alcohol y se espera que una modelo sea juzgada por el mismo delito en mayo del 2010. Los musulmanes de Malasia son juzgados por tribunales islámicos, mientras que los ciudadanos de segunda, tanto católicos como chinos o hindúes acuden a tribunales civiles”. Malasia es un país con una sociedad multirracial en la que la comunidad musulmana representa cerca del 70% de sus 27 millones de habitantes. Según una denuncia de Amnistía Internacional (AI), en el país los azotes con vara son una forma de castigo corporal que se aplica con regularidad, y calcula que más de 35.000 personas, entre ellas mujeres, fueron castigadas de esa forma. En 2009 la agencia de noticias Reuters, informó que un grupo fundamentalista islámico de Somalia, al- Shabaab azotó en público a mujeres por el uso de sostenes, alegando que violan el Islam mediante la constitución de un engaño. El grupo radical, que trata de imponer una forma estricta de la ley Sharia en todo el país, amputó el pie y una mano respectivos, de dos hombres acusados de robo. También prohibieron las películas, escuchar música, el baile en las ceremonias de boda y jugar o ver el fútbol. Los residentes dijeron que hombres armados detenían a cualquier mujer vista con un busto firme, y posteriormente, hombres enmascarados, las azotaban públicamente. Las mujeres fueron luego obligadas a eliminar sus corpiños y agitar sus pechos. Ahora les dicen que “los senos deben ser firmes naturalmente, o simplemente planos". La peculiar interpretación de línea dura del grupo ha conmocionado a muchos somalíes, entre los que se encuentran musulmanes que son tradicionalmente moderados. Algunos residentes, sin embargo, dan crédito a los insurgentes para restaurar la Sharia en las regiones bajo su control. El Shabaab, a quien Washington sindica como el vector de Al Qaeda en el Cuerno de África, controla amplios sectores de Somalia meridional y central. 72 El 30 de julio de 2009, las agencias de noticias internacionales, informaban sobre la comparecencia a tribunales, de la periodista sudanesa que trabajaba para las Naciones Unidas Lubna Ahmada al-Hussein Hussein, que había sido arrestada junto a 13 mujeres en un restaurante de Jartum por vestir pantalones en público; diez de ellas se declararon culpables. El juez Hassan Mohamed Ali condenó a cada mujer a 20 latigazos y a una multa de 250 libras sudanesas (110 dólares). La detención fue llevada a cabo, por la Policía de Orden Público, que cuida de la 'decencia' en Sudán, por infringir el artículo 152 del Código Penal, que reza: “Cualquiera que vista prendas obscenas, será castigado con la flagelación”. Lubna que podría recibir 40 latigazos por llevar pantalones en público compareció ante un tribunal acompañada por sus seguidores, en lo que su abogado describió como un desafío a las leyes sobre la decencia que rigen en el país. Se produjeron escenas caóticas cuando en un valiente y osado acto, la acusada asistió a la vista con los mismos pantalones verdes que condujeron a su arresto. Los casos de 'indecencia' son comunes en Sudán, pero Hussein ha atraído la atención mediante la publicidad que ha dado a su caso, invitando a los periodistas a las audiencias, y utilizándolo para hacer una campaña contra los códigos para vestir que se imponen de manera esporádica en la capital. El tribunal decidió aplazar el caso después de la formulación de cargos, mientras los abogados discutían si su estatus como empleada de la ONU le daba inmunidad legal. Después de la vista, el abogado defensor, Nabil Adib Abdalá, indicó que Husein había acordado dimitir de su puesto en la ONU para que pudiera celebrarse la próxima sesión el 4 de agosto y continuar con el caso, que se suma al de otras 43.000 mujeres que sólo en Jartum, capital del país africano, fueron arrestadas el año 2008 por llevar atuendos 'deshonestos' "En primer lugar, quiere demostrar que es totalmente inocente, y utilizando su inmunidad no lo demostrará", afirmó Abdalá a los periodistas. "En segundo lugar, quiere luchar contra la ley, la legislación es demasiado amplia, necesita ser reformada", añadió. "Los grupos de Derechos Humanos vigilarán el caso muy de cerca", aseguró. Abdalá detalló que Hussein está preparada para afrontar la máxima pena por el delito criminal de llevar ropa indecente en público, que conlleva 40 latigazos y una multa sin precisar. Antes de la audiencia, Husein declaró que fue arrestada a principios de julio, cuando la Policía irrumpió en una fiesta a la que asistía en un restaurante en el distrito de Riyadh, en la capital. "La ley se está utilizando para acosar a las mujeres". "Miles de mujeres son castigadas a la pena de latigazos en Sudán, pero permanecen en silencio", aseguró. "La ley se está utilizando para acosar a las mujeres, y quiero exponer esto", añadió. Los periodistas se enfrentaron con la Policía en los alrededores del tribunal y algunos reporteros, que fueron detenidos brevemente, vieron sus equipos y cintas confiscados. Decenas de mujeres, algunas con pantalones, asistieron a la vista. Algunas de ellas portaban pancartas con el eslogan 'Dar latigazos a las personas está en contra de los Derechos Humanos'. Al juicio también asistieron representantes de las Embajadas de Francia, Canadá, Suecia y España, junto con políticos y miembros del Sindicato de Mujeres de Sudán. Un miembro del Movimiento para la Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM), Yassir Arman, que pertenece al partido dominante en Sur de Sudán, indicó que había tratado el caso con el enviado estadounidense, Scott Gration, durante su reciente visita. "El SPLM pide que la ley sea revocada", afirmó a Reuters. "Humilla a las mujeres, tanto musulmanas como cristianas", añadió. Los latigazos son un castigo por el que se pena una serie de delitos en Sudán, incluido elaborar alcohol. El escarmiento suele administrarse minutos después de la celebración de un juicio, para los hombres en público y para las mujeres en privado. Para indignación de Lubna, que estaba dispuesta a llevar su caso hasta las últimas consecuencias, éste se cerró, «por la intromisión de una asociación de periodistas supeditada al gobierno». Ante la trascendencia de su proceso y la negativa imagen que trasuntaba el 73 país, las autoridades de Sudán, le dieron un corte abrupto y le prohibieron salir del país. Fue en vano, ella, que estaba dispuesta a seguir combatiendo al sistema, se las ingenió para burlar la vigilancia de la Policía mediante el uso de una niqab, el velo que oculta todo el rostro, y se escapó a Yemen, de ahí pasó a Egipto, luego se desplazó a Jordania y por fin recaló en París donde publicó su libro “40 azotes por unos pantalones”. Lubna Hussein, había declarado “Sé muy bien que mi lucha no ha terminado. Y una cosa tengo muy clara: ni Alá ni EE UU pueden ayudarnos si nosotros mismos no ponemos nuestra parte. Debemos luchar por reformar la sociedad, me sobra confianza, hay más gente como yo”. La contestataria e indoblegable Lubna, en la actualidad, suele pasear tranquilamente por la plaza Saint-Sulpice, con la cabeza descubierta y un vestido floreado. El país que se posiciona como uno de los más feroces represores de las mujeres es la República Islámica de Irán, cuyo presidente Mahmoud Ahmadinejad y el Líder Supremo, Ayatolá Alí Hoseyni Jamenei, aplican con crueldad la Sharia para castigar diferentes ofensas. En noviembre de 2003, siete mujeres fueron condenadas a recibir 50 latigazos cada una por haber bailado al ritmo de la música que se desprendía de la radio de su auto, en Chiraz, al sudoeste de Irán, según informaba el diario conservador Kayhan. Los códigos de la policía de control de la moral ya eran por aquél entonces muy estrictos en ese país gobernado por la ley islámica, y los miembros del tribunal justificaron la pena en base a dos observaciones. La primera, que las siete mujeres estaban, además, maquilladas y la segunda, que el meneo de caderas de las muchachas era una burla a los que respetan el Ramadán, que es el mes de ayuno musulmán. El ayatolá Ruhollah Jomeini fue el líder espiritual de la revolución que sustituyó el gobierno del Sha, en 1979. Fue Jomeini quien instituyó más tarde el código islámico o Sharia, que determina castigos severos para todo el que no cumpla con la interpretación de las leyes coránicas que los reli- giosos iraníes proponen. El código islámico de vestimenta es el hijab. En 1936, el Sha Reza Pahlevi (padre del que más tarde sería derrocado por Jomeini) había obligado a las mujeres a quitarse el velo, en un gesto que quiso mostrarse como señal de progreso. En 1983, la revolución islámica volvió a cubrir las cabezas femeninas, esta vez en busca de una identidad islámico-iraní. Según informes, en esa época las mujeres iraníes intentaban eludir la norma en una revolución silenciosa, una tarea de riesgo. Usaban maquillaje y aflojaban sus chadores, acortando los ruedos y también ajustando las pinzas de sus abrigos. También se cortaban el pelo para salir a la calle, disfrazadas de varones, para no cubrirse, corriendo el riesgo de terminar detenidas. Todas estas transgresiones las llevaban adelante bajo la atenta mirada de la policía moral controlada por el ayatolá Alí Jamenei, quien era el líder espiritual. Noventa y nueve latigazos es la pena aplicada a una mujer soltera que mantiene relaciones con un hombre casado, (sin perjuicio que sea después lapidada) un vínculo que el código iraní entiende como "entretenimiento sexual". El propio Parlamento, de mayoría conservadora, aprobó una ley por la que los médicos sólo pueden atender a personas de su sexo. Hombres y mujeres, además, están separados en hospitales, laboratorios o farmacias. El mismo número de latigazos les espera a dos hombres si son descubiertos desnudos. Para las mujeres, todo siempre es peor. Cien latigazos es la pena para dos mujeres que consienten en mantener relaciones sexuales entre sí. También en 2003, una “ofensa” nimia, ameritó que una famosa actriz iraní fuera condenada a una sentencia en suspenso de 74 latigazos por haber besado a un joven director durante una ceremonia de entrega de premios. La actriz de cine y televisión Gohar Kheirandish infringió el estricto código moral de la República Islámica en septiembre de ese año, mientras presentaba el premio al mejor director en un festival en la ciudad de Yazd. El contacto físico en público entre hombres y mujeres que ni son familia ni cónyuges es 74 tabú en Irán. Kheirandesh entregó el premio y dio la mano a Ali Zamani, que había sido alumno de su fallecido marido, y luego le besó en la frente. El gesto, que Zamani describió posteriormente como "de una madre", provocó protestas y manifestaciones organizadas por líderes religiosos y acabó con la pareja en el juzgado. "Lo que ocurrió fue un gesto emocional, materno", dijo la intérprete de algo más de 50 años de edad. "No tengo nada más que decir". Zamani, que tenía poco más de veinte años, fue estudiante del extinto esposo de la actriz, Jamshid Esmaeilkhani, un actor bien conocido que ya había fallecido el año anterior. La inmediata disculpa de Kheirandish por su ofensa, le aseguró la suspensión de su condena, informó el periódico Iran Daily. La sentencia decía que sólo recibiría los 74 latigazos en caso que cometiera de nuevo otra ofensa similar. "He sido condenada a 74 latigazos suspendidos", dijo a la AP la actriz Gowhar Kheirandish. "Desafortunadamente, el tribunal divulgó el veredicto a la prensa antes de informarme de su dictamen". La sentencia del juzgado no sólo incluía a la actriz sino también a Zamani, quien salió libre después de pagar una fianza de 20 millones de Rials (aproximadamente 4000 Euros). El cine iraní ha sido aclamado internacionalmente en festivales y concursos pero continúa bajo fuertes restricciones y leyes opresivas. En 2006, dos mujeres iraníes fueron condenadas por la Justicia de Irán a recibir 35 latigazos y un año de prisión condicional, por reclamar igualdad de derechos. La Corte de Apelaciones ratificó la sentencia de Massoumeh Zia, condenada a "35 latigazos y un año de prisión condicional", mientras que Marzieh Morteza Langheroudi fue sentenciada a "seis meses de prisión y diez latigazos con la condicional". Así lo informó el abogado en ambos casos, Farideh Gheyrat, quien recordó que Zia fue arrestada en junio de 2006 junto a más de 70 manifestantes en el curso de una protesta en Teherán para reclamar igualdad de derechos entre mujeres y hombres. Langheroudi, por su parte, fue detenida en marzo de 2007 junto a otras 32 mujeres también en una protesta, en esa ocasión para apoyar a personas procesadas por manifestaciones el año anterior. En febrero de 2008, dos mujeres iraníes, Zahreh y Azar, que previamente habían sido sometidas a castigo corporal con sendos 99 latigazos, por relaciones ilegales, aguardaban en la cárcel ser lapidadas, después de ser declaradas culpables de adulterio por el Tribunal Supremo que las acusó. La sentencia fue decretada sin pruebas, basándose sólo en la sabiduría del juez, y las acusaciones de sus respectivos esposos. Zohreh y Azar de 28 y 27 años de edad respectivamente, estaban casadas y residían en Shahriar, un suburbio cercano a Teherán. La denuncia la había efectuado el marido de Zohreh quien “por sentir celos” instaló una cámara oculta en la casa donde residían para vigilarla, informó el diario Etemad. Según el esposo, las imágenes mostraron que “recibían a hombres” en su casa, por lo que las dos jóvenes fueron declaradas culpables de adulterio. Seis meses después de recibir la condena de 99 latigazos, las mujeres fueron convocadas a un alto tribunal que las ha condenado a lapidación por adulterio. Por su parte el abogado de las mujeres, Jabar Solati, explicó que ambas fueron condenadas sin pruebas, bajo una sentencia basada únicamente en la “sabiduría del juez”, un principio establecido en la ley islámica, que da amplio poder discrecional a la autoridad que juzga. El régimen teocrático de Irán condenó en abril de 2008 a una periodista iraní y militante por los derechos de las mujeres en ese país, a cumplir una condena de seis meses de cárcel y diez latigazos, informó el sitio online del diario UNO. Afzali fue encontrada culpable de “alterar el orden público por haber participado en una concentración ante el tribunal revolucionario de Teherán”, señaló su abogado, Mohammad Mostaphaie, citado por el diario iraní Etemad Melli. Además, agregó que “esta condena fue pronunciada pese a que mi cliente afirmó haberse encontrado con el tribunal revolucionario en calidad de perio- 75 dista, para seguir el juicio a cinco feministas que participaron de una concentración en 2006”. Afzali, además de ser activista por los derechos de las mujeres, integraba la Oficina de Consolidación de la Unidad, agrupación estudiantil de tendencia reformista. Desde ese entonces, el gobierno de Mahmoud Ahmadinejad arrestó decenas de militantes feministas, la mayoría de las cuales se encuentran actualmente en prisión. Capítulo 9: Musulmanas destacadas En numerosas sociedades islamistas de índole patriarcal, donde según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se registran aumentos considerables de violaciones individuales y colectivas de los derechos humanos, merecen especial reconocimiento y admiración, una plétora de mujeres musulmanas brillantes e ilustradas, quienes a pesar de las adversidades y dificultades que atraviesan, imbuidas en el Corán y en la iytihad, (su interpretación) se atreven a desafiar a los ulemas extremistas, (que las acusan de ser corrompidas y licenciosas renegadas) y bregan por la igualdad de condiciones con los hombres. Asimismo, una nutrida legión de feministas combativas, tanto religiosas como seculares, que consideran a la educación el factor preponderante de la emancipación de la mujer, coadyuvan para intentar suprimir la contradicción inherente entre la palabra revelada y la práctica y así obtener la reivindicación en favor de la igualdad de los sexos y de la justicia social. En la historia del Islam, han descollado muchísimas mujeres en los diferentes campos. Seleccionar en este caso unas pocas de ellas contemporáneas, apologistas y detractoras de su fe, seguramente conllevará injustos olvidos para la miríada de omitidas, que el lector sabrá disculpar. Shirin Ebadi - Premio Nóbel 2003 – Abogada Las mujeres no son las únicas en ser perseguidas en Irán. La ejecución de hombres acusados de homosexualidad es moneda corriente en este país, incluyendo menores de edad. Shirin Ebadi, es una iraní de 62 años, abogada y activista por los derechos humanos y la democracia. En un hecho sin precedentes, el 10 de octubre de 2003 recibió el Premio Nobel de la Paz. Fue la primera ciudadana de ese origen y la única mujer musulmana en recibir este premio. El Comité Nobel destacaba que "como abogada, juez, conferenciante, escritora y activista, ha hablado claro y fuerte en su país, Irán, y fuera de sus fronteras. Ha sido siempre una profesional prestigiosa y una 76 persona valiente que nunca ha temido las amenazas a su propia seguridad". Ebadi representa al Islam reformista y aboga por una nueva interpretación de la ley islámica que esté en armonía con derechos humanos tales como la democracia, la igualdad por encima de la ley, la libertad religiosa y de expresión. En cuanto a la libertad religiosa, cabe destacar que Ebadi también incluye los derechos de los miembros de la comunidad Bahai, que ha tenido problemas en Irán desde su fundación. Shirin Ebadi nació el 21 de junio de 1947 en Hamedan, el noroeste de Irán, en el seno de una familia de académicos y practicantes musulmanes que se mudó a Teherán cuando ella tenía un año de edad. En la Universidad de esa ciudad se graduó en Leyes en 1968. Al año siguiente en marzo de 1969, Shirin Ebadi se convirtió, con 27 años, en la primera mujer juez de Irán. Mientras se desempeñaba como magistrada continuó su educación y obtuvo un doctorado con honores en Derecho Privado de la Universidad de Teherán en 1971. Shirin Ebadi Asimismo ocupó una variedad de posiciones en el Departamento de Justicia., pero la revolución islámica de Jomeini (1979), la dejó sin trabajo porque las mujeres eran "demasiado emocionales e irracionales" para desempeñar ese cargo. “Después de la victoria de la Revolución Islámica en febrero de 1979, ya se creía que el Islam prohíbe a las mujeres para actuar como jueces, yo y otras mujeres jueces fuimos despedidos de nuestros puestos”. Shirin fue forzada a renunciar a su cargo de jueza, en cambio le ofrecieron trabajos administrativos en la misma corte donde antes presidía. Como resultado de su protesta le dieron el título de Experta en el Departamento de Justicia. Sin embargo, Shirin no consiguió tolerar la situación y solicitó permiso para su retiro anticipado que fue aceptado. Este revés humillante no la paralizó y Ebadi siguió trabajando para lograr que su país fuera más justo. Luego de años de negársele la licencia para abrir un estudio jurídico finalmente la obtuvo en 1992. Shirin también fundó dos organizaciones no gubernamentales: la Sociedad Iraní para la Protección de los Derechos de los Niños (1995) y el Centro para la Defensa de los Derechos Humanos (2001). Desde entonces da clases en la Universidad de Teherán y, como letrada, ha defendido a decenas de personas que han sido torturadas o se han visto privadas de su libertad de expresión. Como muchos abogados iraníes, ha pisado varias veces la cárcel, la última vez en el 2000 cuando fue arrestada por, supuestamente, "manipular" una cinta de vídeo con la que intentaba probar la represión policial en las manifestaciones de estudiantes. Durante un largo período sin empleo, Shirin escribió varios libros y artículos sobre temas de derechos humanos. Así fue que defendió muchas víctimas de abuso de menores y asesinatos. Asimismo, se hizo conocer por sus enfrentamientos con los clérigos dominantes. Debido a su perseverancia y su renuencia a ser silenciada, su trabajo en derechos humanos le ha ganado la admiración y el respeto de órganos humanitarios en todo el mundo. Tomó la representación del único caso admitido en la corte de la masacre de estudiantes del 9 de julio de 1999. En 2000 recibió una condena condicional por promover testimonios que acusaban a prominentes líderes conservadores de instigar ataques contra líderes del movimiento reformista. Ebadi, además, cofundó la primera organización por la lucha de los derechos humanos después de la revolución. "Cualquier persona que quiera luchar por los derechos humanos en Irán debe vivir con el miedo en el cuerpo desde que nace hasta que muere, pero yo ya he aprendido a superarlo", ha dicho Ebadi en más de una 77 ocasión. Los que la conocen afirman que, pese a su baja estatura y su voz suave, esta mujer es un torbellino y tiene un coraje y una valentía excepcionales en un país en el que las mujeres se sienten personas de segunda clase. Las asociaciones de derechos humanos de Irán desean que ella y su premio sean un catalizador para las reformas que necesita Irán. Shirin Ebadi ha intervenido en numerosos casos de violación de los derechos humanos, en especial de las mujeres y los niños. En la causa del asesinato de los estudiantes antes citada, que contó con su patrocinio, como consecuencia de la divulgación del testimonio de uno de los acusados en este caso, su licencia de abogada fue suspendida por algunos meses. Como en ese tiempo la obligaron a dejar su cargo, se dedicó a ayudar a las mujeres y niños. Cuando obtuvo el premio Nobel de la Paz, Shirin Ebadi cumplió su promesa de no llevar el tradicional y obligado velo de las mujeres iraníes y acudió con la cara descubierta y vestida de forma occidental a recoger el galardón que el Comité Nobel Noruego le concedió ese año por su "lucha en defensa de los niños y los derechos humanos". Al recibirlo en nombre de las "todas las mujeres que luchan por sus derechos en el mundo islámico" dijo que el premio será "una inspiración para los demócratas de la región. La abogada musulmana, recordó en sus palabras la cultura humanitaria de su país y del Islam, y denunció a los que se escudan en el Corán para defender estructuras patriarcales. "Muchos musulmanes se amparan en que la democracia y los derechos humanos son incompatibles con el Islam, para así justificar gobiernos despóticos". La doctora Ebadi intervino en sonados juicios nacionales en los que representó a las familias de las víctimas de asesinatos en serie durante el ataque a los dormitorios universitarios. También participó en un gran número de casos sociales, incluido el abuso infantil y en otros relacionados con la prensa. El 31 de julio de 2007, Shirin Ebadi le envió una carta a la Alta Comisionada Louise Arbour, cuyo texto fue el siguiente: Sra. Louise Arbour Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos. En los últimos tiempos los derechos de las mujeres en Irán corren más peligro que nunca, dado que un grupo de “defensoras de los derechos humanos” han sido sentenciadas a prisión por distintos períodos de tiempo. Por esto es que siento la necesidad y me he tomado la libertad de informarle sobre los puntos más importantes, hechos y detalles. De acuerdo con la ley de la constitución, “Cláusula Nro 27” de la República Islámica de Irán, las reuniones y manifestaciones de protesta en las que no se porten armas y que no violen las leyes del Islam, pueden realizarse en libertad. De acuerdo con esto, el 12 de junio del 2006, un grupo de mujeres –preocupadas por la discriminación que sufren en Irán- planearon reunirse en una de las plazas de Teherán. Tan pronto se reunieron en el lugar de encuentro, y antes de que se pudieran hacer discursos o leer alguna resolución, este grupo de mujeres fue atacado por las fuerzas policiales. Se las dispersó y un grupo de ellas fue detenido durante unos días. Algunas de las mujeres sufrieron heridas mientras se las dispersaba. Quince de ellas se me acercaron y me solicitaron que me ocupara de su defensa en tribunales, lo que por supuesto acepté y, en consecuencia, presenté una demanda contra el jefe de la policía de Teherán y contra aquellos que habían participado en el ataque. Desafortunadamente, aún no se ha finalizado la investigación de los hechos por parte del lado opuesto al de las mujeres y, en consecuencia, nuestro caso contra ellos no avanza. Por otra parte, el Sr. Saeed Mortazavi, fiscal general de Teherán, también presentó demandas contra algunas de las participantes de la mencionada reunión, los que –otra vez- acepté defender junto con la colaboración de algunos otros colegas. Lamentablemente, luego de un juicio corto, la Corte Islámica Revolucionaria, argumentando que el Ministerio del Interior no había autorizado a las mujeres a realizar la reunión, consideró que “tanto la reunión 78 como la acción de tomar parte en ella violaban la ley y se convertían en un acto contra la seguridad del estado.” Las mujeres arrestadas fueron sentenciadas a recibir latigazos y a un largo tiempo en prisión. A continuación incluyo la lista de los nombres de las mujeres y las sentencias que recibieron: 1) Sr. Aliyeh Eghdam Dust / 3 años y 4 meses de prisión y 10 latigazos. 2) Ms. Delaram Ali / 2 años y 10 meses de prisión y 10 latigazos. 3) Ms. Fariba Davoudi Mohajer / 4 meses de prisión –tres de los cuales serán suspendidos durante 5 años si no vuelve a participar en actos contra la discriminación en el futuro; si lo hiciera deberá ir a prisión por un año. (Obsérvese que esto significa que la Sra. Davoudi Mohajer no tendrá jamás el derecho, el derecho legal de tomar parte en ningún acto contra la discriminación de la mujer en Irán). 4) Sra. Noushin Ahmady Khorasani / 3 años de prisión –dos y medio de los cuales le serán suspendidos durante 5 años si no vuelve a participar en actos contra la discriminación en el futuro, si lo hiciera deberá ir a prisión por seis meses. (Obsérvese, otra vez, que deberá renunciar a su derecho a defender sus ideas sobre lo que ocurre en Irán en materia de derechos de la mujer). 5) Sra. Parvin Ardalan / 3 años de prisión –dos y medio de los cuales le serán suspendidos durante 5 años si no vuelve a participar en actos contra la discriminación en el futuro, si lo hiciera deberá ir a prisión por seis meses. (Nuevamente, un caso de discriminación de la mujer). 6) Sra. Shahala Entezari / 3 años de prisión dos y medio de los cuales le serán suspendidos durante 5 años si no vuelve a participar en actos contra la discriminación en el futuro, si lo hiciera deberá ir a prisión por seis meses. (Otro caso que viola los derechos humanos de la mujer al no permitir que se manifieste contra las leyes de dis- criminación). 7) Sra. Sussan Tahmasebi / 2 años de prisión –uno y medio de los cuales le serán suspendidos durante 5 años (Ya no podrá tomar parte en actos contra la discriminación, nuevamente una decisión contra los derechos de la mujer en general y discriminatoria al igual que todos los casos anteriores). 8) Sra. Azadeh Forghani / 2 años de prisión –que pueden ser suspendidos durante 5 años si no vuelve a tomar parte en cualquier tipo de acto contra la discriminación. 9) Sra. Bahareh Hedayad 7 2 años de prisión –que pueden ser suspendidos durante 5 años si no vuelve a tomar parte en cualquier tipo de acto contra la discriminación. Posteriormente, en vista de lo actuado por la policía y las fuerzas de seguridad contra las mujeres el 12 de julio del 2006, se ha lanzado una campaña por escrito, para reunir la firma de un millón de mujeres y hombres que den a conocer sus ideas sobre la discriminación entre mujeres y hombres en el marco de la ley de Irán. Debido a que este sitio fue infiltrado por la República Islámica de Irán, unos pocos estudiantes, muchachas y muchachos, se ofrecieron a reunir las firmas. Desafortunadamente, la policía y las fuerzas de seguridad también los hostigaron y algunos de ellos fueron detenidos en la estación de policía y se presentaron cargos en su contra. Estamos esperando que se anuncie la fecha del juicio. Seguramente, Usted coincidirá con nosotros en que sentenciar a mujeres a prisión y latigazos por manifestarse contra el derecho de que los hombres tengan más de una esposa, que la mitad de los bienes que una mujer recibe de su familia pertenecen al hombre, o el hecho de que en un tribunal se deban presentar dos testigos femeninos por cada testigo masculino, etcétera, no sólo va contra los estándares de los derechos humanos, sino también contra todo principio moral. 79 Lo único que solicitaban estas personas era terminar con la discriminación de la mujer: tener el derecho a ser iguales a los hombres dentro de la sociedad. Una de las peores cosas es que aquellas que ya fueron sentenciadas no serán las únicas. Otras de mis clientes todavía no han recibido la fecha de juicio, dado que sus demandas todavía no han sido atendidas. Estoy segura de que en un futuro cercano ellas deberán enfrentar terribles sentencias también. Por consiguiente, quiero hacerle llegar mi profunda preocupación por el destino de estas mujeres iraníes, cuyo único delito fue hacer oír su voz contra la discriminación sexual. Le solicito que, por favor, envíe un delegado a Irán, para observar la situación de los derechos de la mujer, especialmente los de aquellas que ya han sido sentenciadas. Si estas palabras e informes resultan ciertas –lo que le aseguro que ocurrirá- podrán y deberán tomarse acciones contra las agresiones a las mujeres. Atentamente. Shirin Ebadi está casada con un ingeniero electrónico y tiene dos hijas, una de ellas de 23 años estudia para obtener un doctorado en comunicaciones en la Universidad Mc Gill en Canadá y la otra de 20 sigue la carrera de leyes en la Universidad de Teherán. Su vocación y entrega en aras de la defensa de las mujeres y derechos humanos en Irán, pueden sintetizarse en algunas frases de su autoría. “Sigo manteniendo que nada útil ni perdurable puede nacer de la violencia”. “Tengo el propósito de demostrar que aquellos gobiernos que violan los derechos de las personas invocando el nombre del Islam están abusando del Islam”. “La idea de relativismo cultural no es más que una excusa para violar los derechos humanos”. “Las mujeres son víctimas de esta cultura patriarcal, pero también son sus portadoras. No olvidemos que todo hombre opresor ha sido criado dentro de los limites del hogar de su madre”. Desde que recibió el premio Nobel, Ebadi viene recibiendo amenazas de muerte y han iniciado varios expedientes judiciales con la intención de condenarla por algún cargo y encarcelarla, pero la presión internacional no les ha permitido hacerlo. Otra clara intimidación tuvo lugar, cuando en diciembre de 2009 el diario italiano La Stampa informó que Shirin Ebadi, la abogada y activista de derechos humanos, Premio Nobel de la Paz en 2003, habría indicado que su hermana Nushin, fue detenida en su casa de Teherán, por tres hombres y una mujer, probablemente pertenecientes a la inteligencia iraní, quienes luego de una revisación minuciosa de su domicilio, le incautaron su computadora. Shrin Ebadi, preocupada, atribuyó el arresto a su actividad. En declaraciones a la CNN dijo que su hermana “no ha hecho nada malo, no está involucrada en mi trabajo por los derechos humanos y nunca ha participado en alguna protesta”. La mujer, aparentemente detenida había sido previamente contactada por las autoridades que le pidieron ponerse en contacto con su hermana para que ponga fin a sus actividades y no hablar más de Irán. Ebadi, afirmó el 24 de febrero de 2010 en una rueda de prensa en Ginebra convocada tras la ceremonia de inauguración del cuarto Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, que "En Irán se abolirá la pena de muerte cuando haya democracia". "La gente está en contra de la pena capital; sólo es el gobierno quien la sustenta", agregó. La activista persa recordó que en su país la pena capital se abolió "hace 84 años, pero con la Revolución Islámica se volvió a establecer". Irán forma, junto a China, Estados Unidos, Pakistán y Arabia Saudí el quinteto de países que agrupan el 90 por ciento de todas las ejecuciones sumarias en el mundo. "En general estamos sólo detrás de China en número de ejecuciones, pero en algunos casos, como en las ejecuciones de menores, somos los primeros", se lamentó la abogada. Asimismo, Ebadi deploró que las penas capitales se ejecuten en Irán de forma especialmente crueles con métodos "como la lapidación, la crucifixión, o el despeñamiento", y que se basen en delitos absolutamente menores."En Irán está prohibido el consumo de alcohol. La primera vez que un ciudadano incumple esta norma es condenado a 100 latigazos, pero la tercera es condenado a muerte". 80 Shirin Ebadi, es autora de los libros The Rights of the Child (Los derechos de los niños) (1993), Tradition and Modernity (Tradición y modernidad) (1995), The Rights of Women (Los derechos de la mujer) (2002), El despertar de Irán (2007). Éste último fue traducido a 20 idiomas, pero aún no se ha publicado en persa. Neda, la mártir que no quería morir Neda Soltani En la República Islámica de Irán, en el 2009, una joven estudiante, Neda Soltani, se convirtió, sin proponérselo, en un símbolo de la resistencia contra el opresivo régimen teocrático iraní. Su trágico desenlace fue narrado por el autor de este libro en un artículo publicado en varios periódicos, que se reproduce a continuación: La palabra neda, que en idioma farsi significa “voz”, era también el nombre de una joven iraní que mientras protestaba pacíficamente contra el fraude electoral en su país, fue asesinada por un sicario del brutal régimen del Ayatolá Jamenei y su aliado el presidente Mahmoud Ahmadinejad. En un video que alguien grabó con un celular y posteriormente difundió por Internet en Youtube y Twitter, el mundo pudo ver con estupor y sufrimiento, las desgarrantes imágenes que mostraban a Neda en la Avenida Karekar en Teherán, yaciendo en el pavimento luego de haber recibido, según testigos presenciales, un balazo en su pecho, disparado por un “basij” (paramilitar islámico) escondido en una terraza. Se pudo observar en la filmación que también reprodujo la CNN, a la bella Neda, con sus ojos desorbitados, hasta que comenzó a sangrar profusamente por su nariz y boca. Profiriendo ayes de dolor, un hombre sollozando, intentaba reanimarla junto a otros circunstanciales manifestantes. Los ingentes esfuerzos, fueron en vano. Neda, había fallecido y se erigía sin proponérselo, en un ícono de la lucha contra la opresión teocrática de Irán y en favor de las libertades individuales. Conmovedores anuncios se publicaron en Twitter y sitios análogos: “RIP Neda, el mundo llora viendo tu último aliento, no has muerto en vano. Te recordamos”. En otro mensaje, usufructuando su nombre, se lee: “Neda, te has convertido en la Voz del sufrimiento de tu pueblo y permanecerás siempre en nuestros corazones como una heroína”. El ritual diario de cánticos desde las azoteas, mediante el cual se escucha a los opositores vociferar “Alahu Akbar” (Alá es el más grande) y muerte al dictador, en referencia a Ahmadinejad, es interrumpido por continuos tiroteos. Indiferentes al duelo de gran parte de la ciudadanía, por el crimen de Neda y otro número impreciso de víctimas, los basijis y policías, más violentos que nunca, patrullan las calles de Teherán, para desalentar las multitudinarias protestas. Amedrentando a la población, gritan: “Muerte a los opositores del Líder Supremo” y “Hezbolah, Hezbolah”, en una clara identificación con el grupo terrorista chiíta libanés, apadrinado por Irán. Neda Soltani 81 La violencia se enseñorea en la capital de Irán. Algunos hospitales informan que están recibiendo numerosos heridos y que las milicias basijis están irrumpiendo en los nosocomios para llevárselos arrestados. Algunas embajadas extranjeras han abierto sus puertas para proteger a los disidentes y los heridos. La propia televisión estatal iraní afirma que murieron diez personas. Cada vez es más difícil confirmar los datos. Las autoridades prosiguen en su cerco a los periodistas y han expulsado al corresponsal de la cadena británica BBC. El líder opositor, Mir Hossein Mousavi, a la par que vuelve a pedir la anulación de las elecciones, exhorta a la contención a sus seguidores para evitar un baño de sangre. Preocupado porque una gran parte del pueblo que defenestra al reelecto Ahmadinejad, por primera vez está canalizando su ira hacia el Líder Supremo Alí Jamenei, éste, en otro de sus acostumbrados dislates, y sin un mínimo de autocrítica, acusó a la “Sucia Entidad Sionista” como eufemística y groseramente denomina a Israel, junto con Occidente, de promover los disturbios y distorsionar la información de lo que sucede en su país. Resulta grotesco que a pesar que el Consejo de Guardianes de la República Islámica de Irán, a cargo de la fiscalización de los comicios, admitiera por primera vez graves irregularidades en el recuento, como el caso de al menos cincuenta ciudades donde hubo más votantes que el número de censados, haya negado la relevancia de esos datos anómalos y proclamara que no alteraban el resultado de las elecciones. Sin embargo, el oficialismo iraní tiene un defensor pertinaz. El impresentable aliado venezolano Hugo Chávez, afirma que el mundo debe respetar los resultados electorales de las elecciones en Irán y criticó los rumores de fraude y dudas expresadas tras la triunfal reelección de su par Mahmoud Ahmadinejad. La posición timorata del presidente Barack Obama, que se limitó hasta ahora a decir a Irán que el mundo observa, y la actitud más comprometida de la Unión Europea, que apoya moralmente a los que protestan en las calles, no parecen poner en riesgo la estabilidad del despótico régimen teocrático de Irán, que sigue arrestando y matando a los disidentes. La infortunada Neda, a diferencia de las “mártires” suicidas que utiliza el terrorismo islámico en aras de la Jihad o Guerra Santa, se constituye involuntariamente, en el símbolo del anhelo de un pueblo sometido, que pretende al menos, un mínimo de libertad y democracia verdadera. La muestra de desafío y valentía femenina Wafa Sultan Wafa Sultan nació en 1958 en la ciudad Siria de Baniyas, famosa por sus huertos de cítricos y estar rodeada de verdes colinas. Integrante de una familia musulmana sunita, se formó como médica psiquiatra en Siria y emigró en 1989 a los Estados Unidos. Actualmente reside en Los Ángeles, California y posee la ciudadanía estadounidense. Sultan comenzó a ser conocida desde el 11 de septiembre de 2001 por su participación en los debates políticos sobre Medio Oriente, con ensayos ampliamente distribuidos y esporádicas apariciones en programas de la emisora de televisión por satélite de lengua árabe Al Jazeera, (fundada en noviembre de 1996 por el gobierno de Qatar) y en la popular CNN. A partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos, Al-Jazeera, (en árabe se pronuncia Al Yazira) cobró fama en el mundo occidental como canal de difusión privilegiado de los mensajes de Osama bin Laden y otros miembros de la red Al Qaeda. 82 La doctora Sultan es además de psiquiatra, escritora. No obstante ser reconocida por sus posturas críticas contra en Islam, la fama de ella, de acuerdo a su propio testimonio, comenzó cuando el 21 de febrero de 2006 fue invitada a participar en el programa de televisión emitido por Al- Jazeera llamado “La dirección opuesta”. Wafa Sultan, que habló desde Los Ángeles, tuvo un duro enfrentamiento verbal con el conductor del programa, Faisal al-Qassem, y con Ibrahim Al-Khouli sobre la teoría del Choque de Civilizaciones de Samuel P. Huntington. Los seis minutos de video fueron subtitulados y ampliamente distribuidos a través de Middle East Media Research Institute (MEMRI) y por medio de correo electrónico, The New York Times estima que la grabación fue vista al menos un millón de veces. Sultan, en ese video criticó el tratamiento de los musulmanes hacia los que no lo son, y por no reconocer los logros de los judíos y otros miembros de las sociedades no islamistas en el aprovechamiento y uso de sus riquezas y la tecnología. La siguiente es la transcripción del vídeo que difundió MEMRI. Wafa Sultan: "El enfrentamiento que estamos presenciando alrededor del mundo no es un choque de religiones o un choque de civilizaciones. Es un enfrentamiento entre dos contrarios, entre dos eras. Se trata de un choque entre una mentalidad que pertenece a la Edad Media y otra mentalidad que pertenece al siglo 21. Es un enfrentamiento entre la civilización y el atraso, entre lo civilizado y lo primitivo, entre la barbarie y la racionalidad. Se trata de un choque entre la libertad y la opresión, entre democracia y dictadura. Es un enfrentamiento entre los derechos humanos, por un lado, y la violación de estos derechos, por la otra. Se trata de un choque entre aquellos que tratan a las mujeres como bestias, y aquéllos que las tratan como seres humanos. Lo que vemos hoy no es un choque de civilizaciones. Civilizaciones no chocan, sino compiten". [...] Anfitrión: "Entiendo de sus palabras que lo que está sucediendo hoy es un choque entre la cultura de Occidente, y el atraso y la ignorancia de los musulmanes?" Wafa Sultan: "Sí, eso es lo que quiero decir." [...] Anfitrión: "¿De quién fue la idea de un choque de civilizaciones? ¿No fue Samuel Huntington? No fue bin Laden. Me gustaría discutir este asunto, si no te importa." Wafa Sultan: "Los musulmanes son los que empezaron a usar esta expresión. Los musulmanes son los que comenzaron el choque de civilizaciones. El Profeta del Islam dijo: "Se me ordenó la lucha del pueblo hasta que crean en Alá y Su Mensajero”. Cuando los musulmanes dividieron a la gente entre musulmanes y no musulmanes, y llamaron a combatir a los otros hasta que crean en lo que ellos mismos creen, comenzaron este enfrentamiento, y comenzaron esta guerra. Con el fin de detener esta guerra, deben reexaminar sus libros islámicos y programas de estudio, que están llenos de llamadas de takfir (apostasía) y lucha contra los infieles. "Mi colega ha dicho que él nunca ofende las creencias de otras personas. ¿Qué civilización en la faz de esta tierra le permite llamar a otras personas con nombres que no eligen por sí mismos? Una vez, los llama Ahl Al-Dhimma, otra vez él los llama el 'Pueblo del Libro', y otra vez los compara a monos y cerdos, o llama a los cristianos 'aquéllos que incurren en la ira de Alá'. ¿Quién te dijo que son "gente de la Escritura?" Ellos no son el Pueblo del Libro, son personas de muchos libros. Todos los libros científicos útiles que usted tiene hoy son de ellos, el fruto de su pensamiento libre y creativo. ¿Qué te da derecho a llamarlos 'aquéllos que incurren en la ira de Alá', o 'los que han ido por mal camino ", y luego vienen aquí y dicen que el Islam se abstenga de ofender las creencias de los demás?" [...] "Yo no soy un cristiano, un musulmán o un judío. Yo soy un ser humano secular. Yo no creo en lo sobrenatural, pero respeto el derecho de otros a creer en ella". Dr. Ibrahim Al-Khouli: "¿Es usted hereje?". Wafa Sultan: "Usted puede decir lo que quiera. Yo soy un ser humano secular que no cree en lo sobrenatural". 83 Dr. Ibrahim Al-Khouli: "Si usted es un hereje, no hay punto de reprender, ya que usted ha blasfemado contra el Islam, el Profeta y el Corán“. Wafa Sultan: "Estos son asuntos personales que no le conciernen". [...] "Hermano, usted puede creer en piedras, mientras no las tiren ellos a mí. Eres libre de adorar a quien quieras, pero las creencias de otras personas no son de su interés, si creen que el Mesías es Dios, hijo de María, o que Satanás es Dios, hijo de María. Deje que la gente tenga sus creencias". [...] "Los judíos han venido de la tragedia [del Holocausto], y obligado al mundo a respetarlos, con su conocimiento, no con su terror, con su trabajo, no con su llanto y gritos. La humanidad debe la mayoría de los descubrimientos y la ciencia de los siglos 19 y 20 a los científicos judíos. Quince millones de personas, esparcidos por todo el mundo, unidos y se ganaron sus derechos mediante el trabajo y el conocimiento. No hemos visto un judío volarse en un restaurante alemán. No hemos visto ni un solo judío destruir una iglesia. No hemos visto una protesta judía sólo para matar gente. Los musulmanes convirtieron tres estatuas de Buda en escombros. No hemos visto ni un solo budista quemar una mezquita, matar a un musulmán, o incendiar una embajada. Sólo los musulmanes defienden sus creencias quemando iglesias, matando gente y destruyendo embajadas. Este camino no dará ningún resultado. Los musulmanes deben preguntarse qué pueden hacer por la humanidad, antes de exigir que la humanidad los respete". En 2006 Wafa Sultan fue nominada en Time Magazine en la lista de las 100 personas mas influyentes del mundo "cuyo poder, talento o ejemplo moral está transformando el mundo.". "Time" dijo que "la influencia de las corrientes de su voluntad de expresar abiertamente opiniones críticas sobre el extremismo islámico que son ampliamente compartidas, pero rara vez dadas a conocer por otros musulmanes. En el 2008, Wafa Sultan se sumó a la lista de personas críticas del Islam que tuvieron que esconderse por una fatwa (edicto religioso). En el caso de ella, debió ocultarse junto a su familia, a raíz de un debate en Al-Jazeera donde discutió con el islamista egipcio Talat Rheim con respecto a las caricaturas de Mahoma, que había publicado el diario danés Jyllands-Posten como una ilustración satírica que acompañaba un artículo sobre autocensura y libertad de expresión. Sultan sostuvo que Dinamarca tiene el derecho de imprimir las viñetas. Esa opinión, bastó para que pesara sobre ella, otra amenaza de muerte. El quiebre de Sultan con el Islam se produjo en 1979 cuando extremistas de la Hermandad Musulmana cometieron ataques terroristas contra personas inocentes en Siria, incluyendo el asesinato con ametralladoras de su profesor Yusef al Yusef, un oftalmólogo de fama internacional, abatido ante su presencia, en un aula de la Universidad de Alepo, donde Wafa estudiaba medicina. "Dispararon cientos de balas sobre él, gritando, ¡Alá es grande! En ese momento, perdí mi confianza en su Dios y empecé a cuestionar todas nuestras enseñanzas. Fue el punto de inflexión de mi vida, y me ha llevado a este presente. Tuve que parar. Tuve que buscar otro Dios”. En ocasión de un viaje que emprendió a Australia, Sultan dijo que ése país y EE.UU. se equivocan al pensar que existe una versión moderada del Islam. Declaró que a los musulmanes se les somete a un lavado de cerebro desde la más tierna infancia, y se les hace creer que los valores occidentales son nefastos y que el mundo será dominado por la Shaarya. Advirtió que los musulmanes se aprovechan de la libertad de expresión de Occidente, para predicar el odio y atacar a su país de adopción. “Ustedes combaten a alguien que desea morir”, “Deben comprender esta mentalidad para encontrar un medio que la enfrente. La misión del musulmán en la tierra es la de combatir por el Islam y de matar o ser muerto. Está aquí por corto tiempo, una vez que ha matado a un kafir (infiel) puede volver con Alá. Segun Wafa Sultan, el Islam es una ideología política y Occidente no comprende que todos aun los “moderados” parten de la misma base, (alusión a la 84 “taquiya” o simulación, la expresión islámica de una realidad consustancial a la acción política). En su libro autobiográfico “El Dios Que Odia” que salió a la venta en EEUU en octubre de 2009, Wafa Sultan, mediante anécdotas personales, se dedica a exponer la evolución de su pensamiento. En la publicación desgrana sus vivencias y renueva sus críticas hacia el sistema opresivo musulmán. En lo concerniente a las mujeres, una visión suya sobre la misoginia en esas sociedades la explica de esta manera: “Como en el Corán (33:21) se ratifica a Mahoma como el ejemplo ideal para todos los creyentes, ésta amplifica eternamente: “La parte más aterradora procede de las propias historias sobre las esposas del profeta, las cuales crean una trampa mortal en la que caen todas las mujeres musulmanas: como no puede haber ningún hombre mejor en mi vida que Mahoma, no podemos ser menos obedientes que las mujeres del Profeta lo fueron para con su marido. Los hombres han interiorizado a su profeta, y las mujeres han interiorizado el papel de sus esposas”. Temerariamente, la doctora Wafa Sultan, madre de tres hijos, sobre la que pesan dos fatwas ordenando su muerte, dice que “Los musulmanes son prisioneros del Corán desde hace 1400 años y que es imposible encontrar una solución, mientras no se destruya el Corán”. Desde el dolor de Ser Nonie Darwish, la escritora y activista de Derechos Humanos nacida en 1949 en El Cairo, Egipto, apóstata del Islam, es considerada una de las mujeres más odiadas por los musulmanes. Autora de los libros “Now They Call Me Infidel (“Ahora me llaman infiel) y “Cruel and Usual Punishment”, (“Cruel y habitual castigo”) es una consumada oradora pública, que advierte a Occidente en sus alocuciones, sobre el peligro que representa el Islam. Sus disertaciones polémicas, se refieren a los derechos humanos y de las minorías, especialmente los de la mujer. Cuando Darwish tenía un año, su familia se trasladó a Gaza, porque su padre, el coronel Mustafá Hafez, había sido designado Comandante de la Inteligencia del ejército egipcio en ese lugar, por el presidente de Egipto Gamal Abdel Nasser. Hafez fue el fundador de los fedayines, nombre con el que se designa a los terroristas, eufemísticamente llamados combatientes o milicianos, que lanzaron incursiones a través de la frontera sur de Israel, donde entre 1951 y 1956, fueron asesinados cerca de 400 ciudadanos israelíes, en su mayoría civiles. Como retaliación por esos ataques, en julio de 1956, cuando Darwin tenía ocho años, su progenitor fue víctima de una carta bomba, que acabó con su vida. La muerte de Hafez devenido en “shaid”, mártir, fue el primer asesinato selectivo cometido por el IDF, la Fuerza de Defensa de Israel. Nonie Darwish En ocasión del discurso donde anunciaba la nacionalización del Canal de Suez, que trajo como inmediata respuesta una contienda militar de una alianza integrada por el Reino Unido, Francia e Israel contra Egipto, conocida como La Guerra del Sinaí o Guerra de Suez en 1956, Nasser prometió que todo el país vengaría la muerte de Hafez. Dirigiéndose a Darwish y sus hermanos, les preguntó: ¿Quién de vosotros vengará la muerte de su padre, matando judíos? Darwish se pronunció al respecto: "Siempre culpé a Israel por la muerte de mi padre, porque eso es lo que me enseñaron. Nunca me explicaron por qué Israel mató a mi padre. Mataron a mi padre, porque los fedayines estaban matando a los israelíes”. Después de la muerte de su padre, la familia 85 de Darwish, regresó a El Cairo, donde ella asistió a la escuela católica y posteriormente a la Universidad Americana de El Cairo, donde obtuvo las licenciaturas de Sociología y Antropología. Luego de su graduación, trabajó como editora y traductora de la Agencia de Noticias de Medio Oriente. La creciente islamización de Egipto, el hecho que su madre viuda y con cinco hijos, era insultada en El Cairo por atreverse a comprar un automóvil y conducirlo, motivaron que en 1978, con su marido emigrasen a EE.UU. donde obtuvo la ciudadanía norteamericana y se convirtió al cristianismo evangélico. Aproximadamente un año después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, que la conmocionaron, Nonie Darwish comenzó a escribir columnas críticas condenando al extremismo islámico y el silencio de los musulmanes moderados. Ese día, comprendió que la Jihad había llegado, también, a su país de adopción. Y desde entonces no ha cesado de hacer denuncias públicas sobre la peligrosidad del Islam, sobre todo en dos de sus facetas más visibles: la violación de los derechos de las mujeres y los infieles y el odio fanático a los judíos. "Después del 9 / 11 muy pocos norteamericanos de origen árabe y musulmán se pronunciaron, y por mi experiencia, nos tomó mucho tiempo que lo notaran los medios de comunicación occidentales, que aceptan a las organizaciones musulmanas como el Council on American-Islamic Relation (CAIR) como representante de los musulmanes moderados en Estados Unidos. Este no es el caso. Grupos musulmanes en los EE.UU. tratan de silenciar e intimidarnos, cuando universidades estadounidenses nos invitan a hablar”. Nonie Darwish, fundadora y portavoz de la “Asociación Árabes por Israel”, dio una conferencia el jueves 25 de octubre de 2007 en la Universidad Berkeley de California de la cual algunos fragmentos relacionados con la mujer, son aquí transcriptos. “Como una mujer americana musulmana de origen árabe, aprecio mucho las libertades que América me ha dado, un derecho muy escaso en el Oriente Medio, donde los derechos humanos, los derechos de la mujer, la democracia e incluso la paz con Israel, es un tabú, con graves consecuencias. La guerra global que estamos luchando contra el fascismo islámico y la Jihad no es sólo acerca de las bombas y los aviones secuestrados, sino también de la tiranía y la opresión de la mujer. La opresión de la mujer y el apoyo de terror son dos facetas de la mentalidad fundamentalista misma. La ley islámica que los terroristas están luchando para imponer al mundo, crearía un estado global de apartheid de género. Yo viví por 30 años en las dictaduras opresoras y estados policiales. Fui testigo de crímenes por honor, he visto el asesinato de las niñas (nuestra criada), la opresión de las mujeres y la mutilación genital femenina. Regularmente he oído la maldición a los no musulmanes desde los púlpitos de las mezquitas. Como mujer joven, visité a un amigo cristiano en El Cairo durante la oración del viernes, y ambos escuchábamos los ataques verbales contra cristianos y judíos de los altavoces. Hemos oído: "Que Dios destruya a los infieles y los judíos, los enemigos de Dios. No vamos a trabar amistad con ellos o hacer tratados con ellos". También hemos escuchado a los fieles responder: "Amén". He oído oraciones de maldición toda mi vida desde los púlpitos de las mezquitas - y créanlo o no, si se crece con oraciones maldiciendo, se puede sentir ese sonido normal. Mi amigo cristiano me miró asustado, y me dio vergüenza. Fue entonces cuando me di cuenta de que algo andaba muy mal en la forma en que mi religión es enseñada y practicada. Feministas árabes, reformistas e intelectuales son intimidados, amenazados o asesinados. Incluso el extinto novelista egipcio Naguib Mahfouz, ganador del Premio Nobel de Literatura, fue apuñalado en El Cairo en 1994 por un musulmán radical que afirmó que aquél había insultado al Islam. Es por eso que todos debemos celebrar un debate abierto. La mejor arma en la guerra contra el terror y el fascismo islámico, es la verdad. Yo me trasladé a EE.UU. en 1978. En mi primera visita a una mezquita en América, fuimos advertidos de no asimilarnos ya que el Islam se convertiría en la 86 religión dominante, me dijeron que usara vestimenta islámica; pero ¿cómo podría hacerlo si nunca usé esa indumentaria en Egipto? Las mujeres en mi país no usaron hasta 1980, el atuendo islámico. Bajo la ley islámica penal, los castigos pueden ser la flagelación, lapidación, decapitación y amputación de extremidades. Un castigo cruel e inusual para los estándares occidentales y humanos. Abandonar el Islam es penado con la muerte. Si el Estado no puede matar a un apóstata, su muerte está garantizada a manos de una turba de la calle. Eso hace que el Islam más que una religión, es un Estado de partido único, y también un sistema jurídico complejo, denominado la Sharia, que le puede decretar la muerte a quien deja el Islam. He vivido bajo la Sharia durante 30 años de mi vida. Ésta se practica en todos los países musulmanes, y permite sólo a los hombres el derecho a un divorcio fácil, tener hasta 4 esposas y golpearlas. La mujer recibe la mitad de la herencia que un hombre y su testimonio en la corte vale sólo la mitad. Ella es respetada solamente cuando protege su cuerpo, cara e incluso su identidad. Al menos el setenta y cinco por ciento de las mujeres en la cárcel de Pakistán están tras las rejas por el delito de haber sido violadas. La Sharia fue codificada como ley permanente en el siglo VII en la tribal Península Arábiga, para todo musulmán en cualquier cultura, para siempre. La poligamia tiene un efecto devastador en la dinámica familiar, en el vínculo marido-esposa y la relación con la mujer. Muchos hombres musulmanes tienen solamente una esposa, pero el daño a la esposa ya se ha hecho en el contrato de matrimonio musulmán en sí, donde un hombre no promete lealtad a su esposa y la esposa no puede esperar que él la tenga con ella. El contrato de matrimonio tiene tres espacios más para ser llenados por otras mujeres, si al hombre se le antoja. Por eso, una buena mujer musulmana debe aceptar su destino bajo la ley Sharia por una sencilla razón, desafiando la ley de Alá es como un reto a Alá mismo. La religión, cualquiera sea, debe adaptarse al concepto universal de los Derechos Humanos, la libertad de elección de la fe, la igualdad de derechos de las mujeres y las minorías. Los árabes estadounidenses, ¿qué vamos a hacer al respecto? ¿Vamos a permanecer en silencio y a la defensiva? Le debemos a América respuestas honestas. Debemos inspirar una verdadera reforma en nuestra cultura de origen. Hay 7 mujeres en Irán ahora esperando la muerte por lapidación, ¿vamos a permanecer a su lado, o vamos a fracasar? Ex musulmanes conversos están en la clandestinidad; ¿vamos a permitir que los maten en nombre del Islam? ¿Vamos a ver a la población cristiana de Egipto seguir siendo víctimas de discriminación? Si el Islam es una religión de paz, entonces debemos exigir mejores líderes religiosos. Hemos sufrido con los Ayatolás auto ungidos e intolerantes, jeques y mulás que actúan como Alá y suprimen la libertad de expresión mediante la emisión de fatwas de muerte. Las feministas deben adoptar una sola norma tanto para Occidente como para la sociedad islámica. Todos aquellos interesados en la libertad humana deben apoyar a los disidentes musulmanes, tanto hombres como mujeres, que están arriesgando sus vidas en una batalla por los derechos de las mujeres en el Islam. Pido el apoyo de la izquierda estadounidense. Ustedes deben ser nuestros aliados naturales, porque somos los reformadores y los defensores de las libertades en el Medio Oriente”. La mujer Imán Amina Wadud, nacida el 25 de septiembre de 1952 en Bethesda, Estados Unidos, que recibió su doctorado (Ph. D.) en la Universidad de Michigan, y durante sus cursos de grado, estudió arábico y egipcio en la American University in Cairo y Al-Azhar University, es una controvertida feminista islámica y erudita que tuvo la osadía de transgredir en marzo de 2005, XIV siglos de tradición del Islam, al conducir como imán la oración (reservada a los varones) de los viernes en la Iglesia Anglicana en Nueva York, después que tres mezquitas se negaron a permitir el inusual evento que 87 tuvo que ser protegido por guardias de seguridad debido a las amenazas de violencia por parte de los musulmanes fundamentalistas. Amina Wadud El doctor Yusuf Qardha, erudito egipcio y predicador en televisión fustigó a Wadud por violar catorce siglos de tradición islámica. Por su parte, el Gran Mufti Abdul Aziz alSeikh, fue más allá al declarar a ella “una enemiga del Islam que ha violado la ley de Dios”. Además, los periódicos egipcios y saudíes publicaron informes sobre el servicio en sus portadas y se refirieron a Wadud como una "mujer demente" que estaba colaborando con los infieles occidentales. Luthfi Assyaukanie, autor y profesor de la Universidad de Paramadina, Indonesia y miembro de la Red Liberal El Islam, una organización islámica que promueve la tolerancia religiosa, manifestó que estas reacciones son inquietantes, ya que muestran cómo los musulmanes están cerrados al cambio y son paranoicos acerca de cómo modificar la tradición religiosa. En particular, sus reacciones son extremas, pues además de la burla y la crítica, Wadud recibió amenazas de muerte por “corrupción” al Islam. Assyaukanie escribió que mientras los eruditos musulmanes han estado debatiendo cuestiones tales como el uso de pañuelos en la cabeza, la ONU, la naturaleza islámica de los intereses bancarios, la eutanasia y el matrimonio mixto, la reacción contra Wadud reemplaza todos estos debates por ser ella la primera mujer que ha tenido el valor suficiente para que efectiva- mente su práctica como imán, sea un tema de controversia de tal índole en la ley islámica. Las reacciones excesivas de los líderes religiosos musulmanes, los intelectuales y otros, indican que simplemente se niegan a aprender de la historia. Del mismo modo, casi todos los estudiosos musulmanes desde el comienzo del siglo XX han prohibido los intereses bancarios, criticaron a las mujeres que trabajan y la planificación familiar, y prohibieron ciertas tecnologías, todo en nombre de la religión. “Sin embargo, el progreso histórico es necesariamente mayor que tales puntos de vista conservadores, que siempre trabajan para prevenir el cambio. En su opinión, a pesar de la resistencia al cambio paradigmático en el Islam, la aceptación de "imán de la mujer" es sólo una cuestión de tiempo”. Hoy en día, el hecho que algunos intelectuales y eruditos musulmanes, al igual que los líderes religiosos que están de acuerdo en la prohibición que haya mujeres imanes, es una consecuencia de la denominación masculina en la sociedad árabe patriarcal. En otras palabras, no es un elemento de la doctrina religiosa dada por Dios, sino una construcción sociocultural. Así, el Dr. Khaled Abou El-Fadl, un experto en jurisprudencia islámica en la Universidad de California en Los Angeles, afirma que no existe ninguna prohibición real en el Corán, que impida a las mujeres convertirse en imanes. Mientras tanto, en Indonesia, el Jeque Muhammad Hussein de Cirebon cree que la mujer sí puede liderar los rezos mixtos. En realidad, la objeción a la oración de género mixto en última instancia, no tiene fundamento, ya que en el lugar más sagrado en el mundo musulmán, la Masjid al-Haram de la Meca, hombres y mujeres rezan juntos. Según Assyaukanie, lamentablemente se aprende de este caso que los musulmanes son, en general, rara vez capaces de aceptar diferentes opiniones, particularmente en términos de religión. “De hecho, Wadud sólo fue capaz de llevar una oración de los viernes porque estaba en América, y hasta allí había tenido dificultades para encontrar un lugar debido a las amenazas de otros musulmanes. Hubiera 88 sido imposible organizar un evento así en un país musulmán e, incluso en Estados Unidos, las oraciones tenían que llevarse a cabo en una iglesia y protegida por guardias de seguridad debido a las amenazas de violencia de los musulmanes fundamentalistas. Por lo tanto, lo que descubrimos, una vez más, es que los musulmanes son propensos a utilizar la violencia o amenazas como un medio para expresar las creencias religiosas. Necesitamos urgentemente cambiar esta combinación de la intolerancia y el extremismo. Wadud merece nuestro apoyo; su caso es en última instancia, no por el género y la oración, sino sobre la tolerancia religiosa. Para apreciar los valores fundamentales de la libertad y la democracia, los musulmanes deben aprender a aceptar que las visiones específicas y de la interpretación de la religión están abiertos al cambio - que las tradiciones religiosas no son estáticas”. No obstante que una considerable proporción de la comunidad islámica, los considerados como estudiosos del Islam, son críticos de las posturas y prácticas de Wadud, más de de 100 hombres y mujeres asistieron al servicio y el sermón dado por la profesora de estudios islámicos en la Virginia Commonwealth University. “El tema de la igualdad de género es muy importante en el Islam y los musulmanes, lamentablemente, han utilizado la interpretación muy restrictiva de la historia para que se mueva hacia atrás", dijo la doctora. Wadud antes del inicio del sermón. "Con este servicio de oración estamos avanzando. Este acto es un símbolo de las posibilidades dentro del Islam”. Unos 15 manifestantes se reunieron frente a la Casa Sínodo de la Catedral de San Juan el Divino, donde las oraciones se llevaron a cabo. Uno de ellos llevaba una pancarta pidiendo que la maldición de Alá estuviera sobre uno de los organizadores del evento. "Ella empaña la fe islámica entera. Si este fuera un Estado islámico, esta mujer sería ahorcada, declaró un hombre llamado Nussrah a la Associated Press. El servicio fue organizado por un grupo de activistas, periodistas y académicos con la esperanza de alentar el debate acerca de la tradición secular de la separación de hombres y mujeres durante las oraciones de la congregación, que reserva el papel de líder de la oración, o imán para los hombres. Sin embargo, el jeque de AlAzhar en El Cairo, una de las mejores instituciones del mundo islámico, dijo que el Islam no permite a las mujeres predicar a los hombres. "Cuando se lleva a los hombres en oración, no es apropiado mirar a la mujer cuyo cuerpo se encuentra en frente de ellos". El rol de imán desempeñado por Wadud ha tenido muchas objeciones y escaso apoyo por parte de los musulmanes en el mundo. A pesar de las críticas, Amina Wadud continúa liderando servicios de rezo del viernes para hombres y mujeres. De Somalía a Holanda Ayaan Hirsi Isse Ali nació el 13 de noviembre de 1969 con un peso de poco más de un kilo y medio, en Mogadiscio, la capital de Somalia, situada en la costa del Océano Índico, en una familia islámica de la tribu Daro. Su padre, Hirsi Magan Isse, tenía cinco hijos y una hija con cuatro mujeres y era un opositor del dictador somalí Mohamed Siad Barre, quien fue Jefe de Estado por el Partido Socialista Revolucionario Somalí, de 1969 a 1991. Ayaan Hirsi Isse Cuando Hirsi tenía 5 años, su abuela, definida hace poco por ella como “una mujer iletrada que vivía en la edad de hierro y que consideraba los sentimientos una necedad autoindulgente”, aprovechando que el padre de la niña, que había estudiado en Italia y Estados Unidos, estaba en el extran- 89 jero, la sometió a la cruel práctica de la ablación genital femenina, procedimiento al que su progenitor se oponía. El estallido de la guerra civil en Somalia, en la que el padre de Hirsi estaba involucrado, motivó que su familia se viera forzada a abandonar precipitadamente el país. En primera instancia huyeron a Arabia Saudí, posteriormente a Etiopía, para recalar finalmente en Kenia. En este último destino, Hirsi estudió en un colegio de lengua inglesa, el Instituto Nairobi de Jóvenes Musulmanas, donde su profesora Aziza, una fundamentalista islámica, ejerció sobre ella una gran influencia. En el transcurso de la guerra entre el Estado secular de Irak y la República Islámica de Irán, acontecida entre los años 1980 – 1988 y finalizada sin que emergiese un claro vencedor, Hirsi, quien usaba jihab y anhelaba convertirse en una mártir del Islam, adhirió a los Hermanos Musulmanes, quienes tienen como principal objetivo implantar un estado islámico en Egipto basado en la Sharia y el rechazo a la influencia occidental. En 1992, un episodio cambiaría sustancialmente la vida de Hirsi, cuando su padre acordó sin su consentimiento, el matrimonio con un primo lejano que al que ella nunca había conocido, que residía en Canadá. El viaje al segundo país más grande del mundo que ocupa cerca de la mitad de América del Norte, se iba a efectuar con la ayuda de familiares que tenía en Dusseldorf y Berlín, pero al llegar a Alemania, decidió cambiar el rumbo y tomó el tren hacia Holanda, en lugar de volar a Canadá. En el país europeo que forma parte del Reino de los Países Bajos, Hirsi solicitó asilo político y obtuvo un permiso de residencia por razones humanitarias, a pesar que al haber llegado al país germánico, tendría que haber gestionado el asilo allí. A fines de no ser localizada al inscribirse, proporcionó otro nombre y alteró la fecha de nacimiento. Desde entonces usa el apellido Hirsi Ali en vez de Hirsi Hisse. Cuando le fue concedido el asilo, tuvo algunos trabajos breves, consistentes en tareas de limpieza y clasificación de correo. En ese período tomó clases de neerlandés y se anotó en un curso de trabajo social. Más adelante estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Leiden, donde obtuvo un master en esa disciplina. Entre 1995 y 2001 trabajó como intérprete y traductora independiente primordialmente para el servicio nacional de inmigración y se desempeñó también como trabajadora social en refugios de mujeres maltratadas. En virtud de este último menester, pudo imbuirse del sistema de inmigración holandés, lo que posibilitó que se manifestase crítica de las políticas implementadas con los favorecidos solicitantes de asilo educados, en desmedro de quienes no lo eran. Después de su graduación en Ciencias Políticas, Hirsi Ali, inició una meteórica carrera política; primero se convirtió en miembro de la Fundación Wiardi Beckman, un instituto científico ligado con el Partido del Trabajo (PVDA) de tinte socialdemócrata. Inspirada por el Manifiesto Ateo de Herman Philipse, el profesor de filosofía de la Universidad de Ultrecht en los Países Bajos, Hirsi Ali abandonó el Islam, convirtiéndose en una furibunda crítica de su cultura, plasmada en su libro “De Zoontjesfabriek”. Por esa época, a raíz de una aparición televisiva, donde deslumbró por su elocuencia y belleza, Hirsi Ali, que calificó al Islam de retrógrado, comenzó a recibir las primeras amenazas de muerte. Tras algunas disidencias con el PVDA, particularmente las referidas a las políticas de inmigración que defendía su partido, basadas en la idea del multiculturalismo, en noviembre de 2002 Ayaan Hirsi Ali abandonó el partido socialdemócrata holandés e inició su acercamiento al Partido Popular por Libertad y Democracia (VVD), representante de la derecha liberal, donde fue elegida parlamentaria desde enero de 2003 a junio de 2006, fecha en que tuvo que dejar su escaño, cuando la ministra de Inmigración, Rita Verdonk, anunció que la nacionalidad holandesa de Hirsi no era válida, basándose en declaraciones, que ella formulara en distintas entrevistas, en las que admitía que había solicitado asilo con un nombre y fecha de nacimiento adulterados. El caso tuvo gran repercusión internacional y suscitó una indignación generalizada. Presionada por su propio gobierno, Verdonk tuvo que rectificarse y manifestar que Hirsi Ali seguía siendo holandesa y se le 90 concedería la nacionalidad. Hirsi afirmó que se alegraba del cambio de posición de la ministra y el gobierno, pero mantendría su plan de trasladarse a Estados Unidos, al aceptar un ofrecimiento del think tank conservador, American Enterprise Institute. Hirsi Ali es muy crítica con la posición de la mujer en el Islam, con las prácticas de extirpación de clítoris que se llevan a cabo en diversos países africanos y con los castigos que se imponen a las personas homosexuales y adúlteras en los países que se rigen por la Sharia. Ella escribió el guión para el cortometraje “Submission” (“Sumisión”), que es la acepción correcta de la palabra árabe Islam), realizado por el extinto cineasta liberal Theo Van Gogh. Sumisión, que aborda el tema de violencia contra las mujeres en las sociedades islámicas, y se emitió por televisión, provocando gran indignación entre los musulmanes holandeses, que la tacharon de “blasfema”. El film muestra a cuatro mujeres maltratadas y semidesnudas cuyos cuerpos han sido caligrafiados con textos denigrantes contra la mujer, extraídos del Corán. Van Gogh, que pese a las amenazas de muerte recibidas rechazaba la protección policial, fue asesinado poco después por un islamista neerlandés de origen marroquí en plena calle. Hirsi Alí, que creyó en la veracidad de las amenazas, se escondió y salvó su vida. En el cadáver de Van Gogh, clavada con un cuchillo en su pecho, el sanguinario asesino dejó una extensa carta firmada “en nombre de Alá”, dirigida expresamente a Hirsi Ali, con amenazas a ella, a los gobiernos occidentales, a los judíos, y a los no creyentes. En el año 2006, en ocasión de la visita de Ayaan Hirsi Ali a Madrid para presentar su libro “Yo Acuso”, una recopilación de sus ensayos y entrevistas publicados en los últimos años, Ricardo Cayuela Gally le hizo un jugoso reportaje, en el que destacamos algunos tramos del mismo y aspectos inherentes a la mujer. - La mayoría de los musulmanes vive en países en que no existe separación entre la religión y el Estado y no tiene la posibilidad de llevar una vida al margen de las obligaciones religiosas. En este sentido, su historia personal, y el modo en que ha construido su pensamiento crítico es, en verdad, admirable. ¿Puede explicar los momentos clave de su vida que la empujaron hasta su postura actual, comprometida con la defensa del laicismo? - Hay muchos momentos clave, pero el catalizador que me hizo reflexionar sobre el Islam fue el 11 de Septiembre. Fue ver en directo por televisión los edificios cayendo y a la gente saltando por las ventanas, unido al dogma fundamental de mi religión, “Alá es el más grande”. Inmediatamente después de los ataques y cuando estuvo claro que se hicieron en nombre del Islam, los líderes occidentales, como George Bush y Tony Blair, empezaron por hacer un llamamiento a los musulmanes diciendo “esto no corresponde a vuestra religión”. Pensé en ello cuando me enteré de la carta escrita por Mohamed Atta: yo no podía fingir que aquello no se hizo en nombre de mi religión, porque era coherente con muchas de las cosas que yo había visto en el Islam. Lo que me pregunté fue: ¿cómo me relaciono a partir de ahora con mi religión? Y así es como empecé. - Y en su vida, ¿no hubo antes sucesos dramáticos que la distanciaron de los valores opresivos que puede entrañar su religión? - Sí, pero era flexible, pasiva. Desafié la elección de mi padre y nuestra cultura del matrimonio, pero siempre excusaba al Islam, como casi todos los musulmanes. Me negaba interiormente a establecer una conexión entre las libertades que me quitaban como mujer y lo que dice el Corán. Yo era creyente. Ya en Holanda me creé unas condiciones para no tener que pensar más en la religión. - ¿Cuáles son las responsabilidades de los musulmanes que viven en Europa? ¿Cómo pueden compaginar la fidelidad a su heren- 91 cia religiosa y el respeto por las leyes laicas? - Yo sólo puedo hablar por mí. Lo que hice fue aprender de la experiencia de los cristianos, los judíos y demás, echando mano de su tradición y de la Ilustración. Tengo un libro en proyecto titulado Shocked Enlightenment, donde digo que aquellos que se educaron en el Islam, como yo, no tienen que inventar la rueda, que gran parte del trabajo ya está hecho. Cuál es el camino que deben seguir, es lo que intento explicar en el libro: aprender a hacer autocrítica y a reflexionar por uno mismo. Pero antes de reflexionar, debe existir el “uno mismo”, y el problema del Islam es que no hay sitio para el “uno mismo”, no hay sitio para el individuo. La responsabilidad por la que usted pregunta consiste en revisar la relación entre Dios y el individuo. Esta relación en el Islam es de masa y esclavitud, y con masa y esclavitud lo que resulta es una completa y total sumisión de la voluntad. Así es como se mantiene a la gente oprimida. Pero entontes llegamos al problema: si se acepta que el Corán es la palabra de Alá, si él mismo lo ha escrito, al ponerlo en duda resulta que pasas de la sumisión a la rebelión, y yo digo que no, que de la sumisión se pasa al diálogo. Si se acepta que el Corán no lo escribió Dios, sino seres humanos, entonces se puede cambiar. Luego está el profeta Mahoma, que es infalible, sobre el que no se puede decir nada malo ni pensar nada crítico. Mientras los musulmanes estén de acuerdo con esto, no habrá cambio, porque harán todo siguiendo las enseñanzas del profeta, lo que conlleva un completo estancamiento intelectual. Y tenemos que cambiar eso, reconociendo que el profeta fue un ser humano y no Dios, como él mismo dice en el Corán. Se puede usar esto para decir “vamos a seguir las enseñanzas del profeta Mahoma que son buenas, como la caridad, la hospitalidad, la generosidad, pero no aquellas que conciernen a los logros de la humanidad: libertad de conciencia, igualdad entre hombres y mujeres, etcétera”. Por último, pero no menos importante, está la moral sexual. Que el sexo sólo esté permitido dentro del matrimonio, es algo que rige en cualquier religión, pero el modo en que funcionan los musulmanes es metiendo a las mujeres en una jaula. Esa jaula no es sólo física, sino también mental. Cuando se mete a las niñas y a las mujeres en una jaula mental, no pueden escapar de la ignorancia, y los hijos que educan, incluso los varones, crecen igualmente ignorantes. Hay que romper la puerta de esa jaula, dejarlas libres y reconocerlas como individuos. “Me gustaría centrarme en uno de los principales temas de su libro, la defensa de los derechos de la mujer. ¿Por qué es tan importante el dogma de la virginidad para la construcción de la opresión femenina en el mundo islámico? La virginidad siempre ha sido un dogma característico en todas las religiones, y siempre ha conllevado un trato espantoso de las mujeres. Pero en el siglo XX, las otras dos grandes religiones decidieron aceptar que cada uno decida lo que quiera: si es permanecer virgen hasta el matrimonio, perfecto; si no, Dios te pedirá cuentas. No es el caso del Islam en el siglo XX. El Corán dice que ni mujeres ni hombres pueden tener relaciones fuera del matrimonio, pero en la práctica, sólo las mujeres ven limitados sus movimientos para asegurar su virginidad, lo cual se corresponde con la mentalidad tribal árabe de hacer temer al hombre que otro hombre deje embarazada a su mujer. En los países en los que rige la Sharia, a las mujeres no se les permite salir de casa sin la compañía de un hombre de la familia, a las niñas se las aparta de la escuela y no llegan a terminar sus estudios. Además, las casan a una edad muy temprana, por eso soy tan vehemente con respecto al Profeta: los hombres que se casan con niñas de nueve, once, doce años, piensan que no hacen nada inmoral, porque Mahoma hizo lo mismo. Éste es el tipo de conductas que no pueden seguir, sobre todo porque para las jóvenes, embarazadas a los catorce o quince años, el riesgo de morir durante el parto o de que el bebé nazca muerto es muy alto. En el mundo mueren cada año más de 600 mil mujeres mientras dan a luz; gran parte tiene que ver con problemas de salud, pero otra gran parte concierne a mujeres muy jóvenes 92 de países islámicos. A las mujeres no se les permite llevar una vida pública. ¿Por qué? Porque la mentalidad islámica tiene miedo de que el hombre la acose. Así que en vez de educar a los niños para controlar su sexualidad, se encierra a las mujeres en casa, se las esconde, porque se asume que cuando un hombre ve a una mujer se comporta como un macho cabrío, se vuelve loco”. ¿Qué sintió al descubrir que los judíos habían sido las víctimas del peor crimen de la historia de la humanidad? Me educaron como musulmana, y viví en Arabia Saudí cuando era muy pequeña, así que he visto de cerca ese antisemitismo, al que por supuesto no llamaba así entonces. Los judíos representaban el demonio. En aquel tiempo, los cortes de luz o de agua eran frecuentes en los sitios donde vivíamos, y recuerdo a mi madre, cada vez que se iba la luz, decir: “los judíos lo han vuelto hacer”. Así que crecí con la idea de que los judíos eran el sinónimo de Satán. Más tarde, en Kenia, me uní a una hermandad musulmana, y recibíamos muchas obras de catequesis de Arabia Saudí que daban rienda suelta al odio a los judíos. Cuando llegué a Holanda, tenía una idea terrible de los judíos. Y entonces empecé a leer sobre la Segunda Guerra Mundial y sobre el Holocausto, siendo yo misma una refugiada. En 1993, conocí por primera vez a un judío en persona. Mi primera reacción fue pensar ¡si es un ser humano, no ninguna clase de monstruo! ¿Por qué necesita el Islam pensar en los judíos como un enemigo permanente? Porque el islamismo, como muchos pensamientos totalitarios, es utópico, y necesita este tipo de teorías conspirativas para llegar a su ideal inalcanzable. Explicar por qué el islamismo es antisemita no es difícil en ese sentido. 0Las afirmaciones de Ayaan Hirsi Ali no agradan a todos. Timothy Garton Ash, un escritor y periodista británico, autor de ocho libros como analista político, ha criticado su pensamiento. "Ayaan Hirsi Ali es hoy una valiente, abierta y un tanto simplificadora fundamentalista de la Ilustración. No estoy convencido de que declaraciones públicas como las que ha hecho Hirsi Ali acerca de que el Islam es 'atrasado' y su profeta 'perverso', sirvan para algo". Por el bien de todos, en una palabra, Ayaan haría bien en defender su vida pero endulzando su pensamiento y sin criticar demasiado a sus verdugos”. "Es la paradoja del multiculturalismo -responde el autor francés Pascal Bruckner-, que otorga el mismo tratamiento a todas las comunidades pero no a los individuos que las componen, negándoles la libertad de liberarse de sus propias tradiciones...". Para cerrar un debate tan profundo como vital para Europa, el célebre escritor sueco Lars Gustafsson sugiere "dos axiomas bastante obvios: La tolerancia de la intolerancia engendra intolerancia; La intolerancia de la intolerancia engendra tolerancia". Ayaan Hirsi Ali, que domina seis idiomas, ha recibido numerosos premios y reconocimientos internacionales por su defensa de la libertad, la tolerancia y los derechos humanos. En marzo de 2005 le fue concedido el Premio a la Tolerancia otorgado por la Comunidad de Madrid. Por su parte, el miembro del Parlamento noruego Christian Tybring-Gjedde la nominó para el Premio Nobel de la Paz del 2006. "El harén político" Fátima Mernissi, la célebre escritora, historiadora, ensayista, doctora en sociología y profesora universitaria, una de las mujeres más descollantes de la intelectualidad del universo árabe y respetada autoridad mundial en estudios coránicos, nació en 1940, en un harén doméstico de Fez, Marruecos. Éste, difería sustancialmente de aquel otro harén imperial otomano, ámbito propicio para la poligamia con reminiscencias de “Las mil y una noches”, la célebre compilación de cuentos árabes y persas del Medio Oriente medieval, extinguido en 1910, que describió en 1994 en su libro “Sueños en el umbral. Memorias de una niña del harén”, (su única obra narrativa) aclamada por la crítica internacional. 93 Fátima Mernissi De familia acomodada, dueña de grandes extensiones de tierra y fiel a las tradiciones, Mernissi, hija y nieta de mujeres analfabetas, que habló sólo árabe hasta los 20 años, aprendió varias y lenguas y paradójicamente, nunca escribió en la propia, sino que lo hizo en francés hasta la Guerra del Golfo de 2001 y luego pragmáticamente lo siguió haciendo en inglés hasta el presente. Mernissi se licenció en ciencias políticas en Marruecos y prosiguió sus estudios con una beca en la Universidad de la Sorbona, en París. Más tarde obtuvo el doctorado en sociología en la Universidad de Brandeis (Estados Unidos) y, de regreso a su país, pasó a ejercer de profesora en la Universidad de Mohamed V de Rabat y se dedicó a la investigación en el Centre Universitaire de la Recherche Scientifique de la capital marroquí. También en esa ciudad dirigía un Taller de Escritura. En los años setenta, al retornar a Marruecos tras haber completado sus estudios en el extranjero, Mernissi se dio cuenta que no obstante ser una experta en su trabajo, debería sentirse plenamente valorada en él en su condición de mujer, por lo que decidió revisar los textos coránicos. Tras un minucioso estudio de las diferentes versiones del Corán, Mernissi, escribió "El harén político" estudio histórico en el que narra el importante papel de las esposas de Mahoma, que enardeció al régimen y logró que el libro se convirtiese en el único texto prohibido en Marruecos, aunque en otros países musulmanes, como en Siria, obtuvo gran éxito. En él, afirmaba que el profeta Mahoma había sido un hombre feminista y muy progresista para su época, y no fue él, sino otros hombres quienes empezaron a considerar a las mujeres como personas de segunda clase. "El Profeta era famoso por su increíble capacidad de dominarse. Nunca actuaba sin pensárselo bien, reflexionaba días enteros cuando estaba confrontado a un problema, y la gente estaba acostumbrada a esa lentitud de reflexión. Captar el problema y reflexionar sobre él antes de tomar ninguna decisión constituían los rasgos de carácter que le permitieron sobrevivir y comunicarse con una sociedad de costumbres violentas. La impresión dominante que se desprende de su retrato oficial, tal y como aparece en los libros de historia, es la de un hombre dulce y tímido”. “El velo y la elite masculina”, publicado en 1987, fue otro de sus estudios censurados en Marruecos y en algunos países musulmanes. La socióloga marroquí fue también una de las primeras en decir públicamente que la educación de la mujer en los países en vías de desarrollo es el mejor anticonceptivo existente. En otro de sus libros traducidos en España, "El poder olvidado. Las mujeres ante un Islam en cambio", recopiló una serie de artículos escritos en los años ochenta y principios de los noventa que intentaban responder, desde diferentes ángulos, a la pregunta que la acuciaba por aquel entonces: ¿por qué los Estados árabes son tan hostiles a las mujeres? ¿Por qué no las pueden ver como fuerza motriz del progreso? "No comprendí el misterio de la hostilidad estatal hacia la mujer -afirmó en una ocasión - hasta que estalló la 94 guerra del Golfo Pérsico. Fue entonces cuando se vio claramente que no se trataba de una guerra contra la feminidad sino de una guerra contra la democracia". Mernissi concilia sus múltiples actividades en Marruecos con su trabajo como escritora y las incontables invitaciones que recibe de todo el mundo para dar conferencias y presentar sus libros, en virtud que toda su extensa obra ha sido traducida a varios idiomas y muchos de sus títulos son textos obligatorios en el ámbito universitario. Su entusiasmo, como su risa, es una de sus características más destacadas. Tiene una extraña capacidad para tomárselo todo con imbatible ánimo, para convertir una derrota en un triunfo. Como, por ejemplo, el tema de su imagen. Fátima procura no salir en televisión y pocas veces se deja retratar en los periódicos y las revistas de manera que su rostro sea reconocible, por ello acostumbra a ponerse un pañuelo o a taparse un ojo o la boca o alguna parte de la cara. Sin duda, ésta es una medida de prudencia necesaria, conociendo la idiosincrasia del fundamentalismo islámico. Pero Fátima se niega a admitir esa limitación de su libertad, el reconocimiento de la presión de los integristas musulmanes, y prefiere decir que le gusta mantener el anonimato para poder investigar mejor y no ser reconocida por la calle y que al retratarse así está construyendo un símbolo de la situación de la mujer árabe, que no es del todo libre para hablar, ver y ser, a la vez que convierte sus retratos en una parte más de su lucha y de su mensaje. En septiembre de 2003 visitó Barcelona, donde, invitada por el ayuntamiento, leyó el pregón de las Fiestas de la Mercè, que tituló «El cowboy o Simbad. ¿Quién vencerá en la globalización?». Un mes más tarde, recibía en Oviedo el Premio Príncipe de Asturias de las Letras junto con la escritora estadounidense Susan Sontag. Para ella, el hecho de compartir el premio con Sontag era todo un símbolo de diálogo entre civilizaciones. Coincidiendo con la entrega del galardón, llegó a Oviedo una caravana cívica en la que participaron políticos y artistas. Para la ocasión, Mernissi escribió el libro "Los Simbads marroquíes". Guía para turistas cívicos. Su incansable activismo, el rigor extremo de sus estudios sobre el Corán y la originalidad de sus tesis feministas han convertido a Fátima Mernissi en una de las más importantes intelectuales del mundo árabe. Autora de obras de referencia como "Sexo, ideología e Islam" (1975) o "Sultanas olvidadas" (1990), que han sido traducidas a una veintena de lenguas, a diferencia de la mayor parte de sus colegas de los países musulmanes, no vive en el exilio sino en Rabat. Fátima Mernissi, cuyo nombre figura en el "Grupo de Sabios para el Diálogo entre Pueblos y Culturas", seleccionados por quien fuera el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, para reflexionar sobre el futuro de las relaciones euromediterránea, no se ha casado nunca y no tiene hijos, aunque ya septuagenaria y convertida en una intelectual de prestigio internacional, reconoce que por primera vez le gustaría disminuir un poco su actividad inagotable y encontrar a alguien con quien compartir su vida. Es, sin duda, una mujer infatigable, que fluctúa entre Oriente y Occidente, entre la tradición y la modernidad. Uno de sus apotegmas dice: ”La confianza en uno mismo no es algo tangible y estable, como un brazalete de plata que no cambia por mucho que pasen los años. La confianza en uno mismo es como una lucecita débil que va y viene, por lo que tenemos que cuidarla constantemente”. La totalidad de su obra está encaminada al estudio socio poético de las musulmanas, tanto heroínas, como intelectuales y mujeres comunes. Con la lucidez y objetividad que la caracteriza, Fátima Mernissi afirma que “es evidente que la situación de la mujer en el Islam no es tan clara como muchos nos quieren hacer creer - no es claramente mala, como afirma la crítica, y no es claramente buena, como afirman los apologistas. En realidad es una compleja interacción de la cultura, la política y la religión que se traduce en un estado que debe ser bueno en teoría, pero termina siendo malo en la práctica”. 95 Otras mujeres musulmanas destacadas Como se había anticipado al inicio de este capítulo, mencionar parte de la nómina de mujeres sobresalientes musulmanas, implicaría una injusticia para aquéllas que, sin duda, merecerían estar incluidas. Reiterando mi disculpa para aquéllas que no lo están, sólo por razones de espacio y no por merecimiento, se incluye sucintamente, referencias de algunas mujeres más. Shaheen Sardar Ali ha sido profesora de Derecho en la Universidad de Peshawar. Trabaja regularmente como consejera para varias organizaciones internacionales, como DFID, NORAD, UNICEF, UNIFEM, por citar algunas. También ha sido miembro del equipo técnico del Consejo Británico (British Council Task Force) sobre Género y Desarrollo, ha trabajado en la Comisión Nacional de la Campaña sobre Mujeres (National Commission of Inquiry on Women), así como en el Comité Consultivo sobre Mujeres adjunto al Primer Ministro en Pakistán. Ha sido ministra de Sanidad, Bienestar Social y Desarrollo Femenino en el Gobierno de la Provincia de la Frontera del Noroeste (Pakistán), y decana de la Comisión Nacional sobre la Condición de la Mujer de Pakistán. Fundó y coordina la Red Sudasiática de Investigación sobre Género, Ley y Gobernabilidad (SARN, South Asian Research network on Gender, Law and Governance). Sus clases y sus temas de investigación incluyen: derecho internacional y derechos humanos; derechos humanos de la mujer; derechos de la infancia; derecho público internacional; jurisprudencia islámica; género y derecho; teoría constitucional y resolución alternativa de conflictos. Entre sus publicaciones más recientes se destacan dos monografías: Gender and Human Rights in Islam and International Law: Equal Before Allah, Unequal Before Man? (2000, La Haya: Kluwer Law International) e Indigenous Peoples and Ethnic Minorities of Pakistan Constitutional and Legal Perspectives (2002, Richmond: NIAS/Curzon Press, junto a J. Rehman). Asra Q. Nomani nació en Bombay, India, en una familia musulmana que se trasladó a Estados Unidos cuando ella tenía cuatro años, instalándose en Virginia Oriental. Nomani se ha convertido en una escritoraactivista dedicada a la defensa de los derechos de mujeres y principios de tolerancia en el mundo islámico. Fundó la Muslim Women's Freedom Tour (Gira de Libertad de las Mujeres musulmanas) y fue la máxima responsable de la organización de la plegaria mixta protagonizada por Amina Wadud en Nueva York el 18 de marzo de 2005. Es autora de los libros Standing Alone in Mecca: An American Woman's Struggle for the Soul of Islam (Harper San Francisco Publishers, 2005) y Tantrika: Traveling the Road of Divine Love (Harper San Francisco, 2003). También ha escrito sobre temas relacionados con el Islam para el Washington Post, el New York Times y la revista Time. Cubrió la guerra en Afganistán para Salon. Nawal Al Sadawi. Nació el 27 de octubre de 1931 en Kafr Tahla a orillas del Nilo, Egipto. Escritora, médica, feminista y activista, conocidos son sus méritos. Diplomada en la Universidad de El Cairo y en Columbia University de Nueva York, investigadora en la Facultad de Medicina de Ain Shams, en El Cairo, repetidamente encargada de misiones por cuenta de las Naciones Unidas, ex consejera de la Comisión económica de las Naciones Unidas en África Occidental, comprometida autora de 45 libros, muchos de ellos premiados y traducidos a más de 30 idiomas, Nawal Al Saadawi es una luchadora y pionera incansable por la emancipación de la mujer en el Islam, por la recuperación del nombre materno asociado al paterno, por el aborto, contra la ablación y contra el abuso sexual de los niños. En un Egipto en el que un 91% de las mujeres ha sufrido la ablación, "el velo mental es el más peligroso -escribe-, porque es invisible. El sistema educativo y los medios de prensa colaboran para velar las mentes". Encarcelada reiteradamente, Nawal Al Saadwi, Doctora Honoris Causa de tres Universidades y ganadora de varios premios literarios, vive exiliada desde abril de 2007. El detonador fue esta vez la reedición 96 de una obra de teatro escrita varios años antes titulada “Dios dimite de la cumbre”, en la que Dios aparece como un espíritu, ni mujer ni hombre. No es demasiado políticamente correcto pedir para estas mujeres, como para muchas otras, verdaderas víctimas de nuestro tiempo, junto con el derecho a expresarse libremente y a elegir su vida, un reconocimiento internacional a la altura de sus méritos. Su partido la Liga Awami, del que ella ha sido presidenta desde 1981, restauró la democracia tras un golpe militar y mejorar las relaciones con la India. Nayereh Tohidi, nacida en Irán, es profesora asociada de estudios femeninos en la Universidad de California (EE.UU.). También es investigadora asociada para el Centro de Estudios sobre Oriente Próximo de la UCLA. Se doctoró y obtuvo un master en la Universidad de Illinois, y se licenció (con matrícula de honor) en sociología y psicología en la Universidad de Teherán. Tohidi ha recibido numerosos galardones y premios de investigación, incluyendo una beca anual de investigación Fulbright en la Academia de las Ciencias de la República Soviética de Azerbaiyán (1991-92); estudios posdoctorales en la Universidad de Harvard, en el Hoover Institute de la Universidad de Stanford y en el Kennan Institute del Woodrow Wilson International Center for Scholars. Antes de incorporarse a la Universidad de California, Tohidi ha impartido clases en numerosas universidades norteamericanas. También ha sido consejera para las Naciones Unidas (UNDP, UNICEF, ILO, y WIDER) para proyectos que tratan la cuestión de género, desarrollo y construcción de sociedad civil. Representó a ONG's de mujeres en la tercera y cuarta Conferencia Mundial sobre Mujeres en Nairobi (1985) y en Pekín (1995), presentando los temas ligados a las mujeres iraníes y a las mujeres de países con economías en transición de Asia Central. Tohidi ha escrito una gran cantidad de artículos sobre género y cambio social, mujeres y modernización, y democracia e islamismo en Oriente Medio y Asia Central, especialmente sobre Irán y el Azerbaiyán post-soviético. Entre éstos, "Islamic Feminism: Perils and Promises", Middle East Women's Studies Review, vol. 16, nº. 32001- 2002; "Women at the Forefront of Democracy Movement in Iran", The International Journal of Not- for-Profit Law, vol. 7, nº. 3, junio 2005; o "Revolution? What's in for them? Globalized Iranian American women are nudging their homeland toward democracy", Los Angeles Times, 31 de julio del 2005. Asimismo, es coordinadora de los libros Gender, Globalization, and Religion: The Politics of Women's Rights in Catholic and Muslim Contexts, junto a Jane Bayes (Nueva York: Palgrave, 2001); y Women in Muslim Societies: Diversity within Unity, junto a Herbert Bodman (Boulder: Lynne Rienner, 1998). Zainah Anwar nació en el estado de Johor (Malasia), hija de Tan Sri Anwar Malik, fundador de la Organización Nacional de Malayos Unidos. En los años setenta estudió en el Instituto Tecnológico Mara Institute en Shah Alam (actualmente la Universiti Teknologi Mara, UiTM). Después de hacerse un nombre como periodista en el New Straits Times, viajó a los Estados Unidos para proseguir con sus estudios hasta 1986. Tras su regreso, se incorporó al think-tank del Institute of Strategic and International Studies (ISIS) hasta 1991, que se trasladó a Londres para integrarse en la Secretaría de la Commonwealth. Tres años más tarde regresó al ISIS. Paralelamente Anwar dirige Sisters in Islam desde hace dos décadas (se fundó formalmente en 1990), un periodo donde la organización ha pasado de ser una pequeña ONG a convertirse en un referente internacional. En este tiempo, ha sido invitada a realizar conferencias e impartir talleres en numerosas partes del mundo. Balghis Badri es directora del Instituto de Mujeres, Género y Desarrollo de la Universidad de Ahfad (Sudán). Esta universidad es una institución pionera en la promoción de los estudios de género, tanto en 97 Sudán como en África y Oriente Medio. Badri trabaja principalmente sobre los derechos de las mujeres, las mujeres y el Islam y la situación de la mujer en Sudán. Es miembro del comité ejecutivo de la Asociación científica de Babiker Badri, una ONG que se ocupa de promover ediciones sobre las mujeres e iniciativas de paz en Sudán. Es experta en los campos de género y desarrollo, construcción de la paz, buen gobierno, formación civil de la sociedad, ciudadanía y derechos de las mujeres. Está cualificada tanto en sociología como en antropología social, y su trabajo de investigación y de supervisión en proyectos cooperativos se centra en gobernabilidad y construcción de la paz, con una especial atención en la inclusión de mujeres. Asma Barlas es profesora de Política y directora del Centro para el Estudio de la Cultura, Raza y Etnicidad en el Ithaca College, Nueva York. Es doctorada en estudios internacionales (Universidad de Denver, EE.UU.), periodismo (Universidad del Punjab, Pakistán) y licenciada en Literatura inglesa y filosofía (Kinnaird College for Women, Pakistán). Desde hace algunos años, Barlas ha estado estudiando cómo los musulmanes interpretan y viven el Corán. Propone una hermenéutica del Corán que permita a los musulmanes defender la igualdad entre los sexos y contra el patriarcado dentro de un marco islámico. Actualmente, está estudiando el encuentro entre cristianos y musulmanes, desde una perspectiva teológica e histórica a fin de analizar su enfoque de las diferencias religiosas, para proponer una teología de reconocimiento mutuo basada en las enseñanzas del Corán. Ha publicado tres libros: Islam, Muslims, and the U.S.: Essays on Religion and Politics (India: Global Media, 2004); Believing Women in Islam: Unreading Patriarchal Interpretations of the Qur'an (University of Texas Press, 2002); y Democracy, Nationalism, and Communalism: The Colonial Legacy in South Asia (Boulder, CO: Westview Press, 1995). Web personal: www.asmabarlas.com Layla Bousquet es una intelectual musulmana de nacionalidad francesa, conversa al Islam en la década de los ochenta. Licenciada en filología inglesa y profesora de Saint Etienne, Layla Bousquet proviene de la izquierda política y del movimiento feminista, siendo durante años militante del MLAAC (Movimiento por la liberación del aborto, el parto y la contracepción). Durante más de veinte años ha llevado a cabo una intensa tarea de estudio del Corán, junto a Abdel Halim Jean-Loup Herbert y Ubaydal-lâh Maurice Gloton, que explicaron en su importante ensayo "Trabajar en el Corán". Es autora de diversos artículos de investigación, ha realizado una minuciosa investigación sobre la figura de María en el Corán y colabora habitualmente en la revista Medina. Paralelamente es miembro del Collectif des Féministes pour l'Egalité (http://cfpe.overblog.org), creado en el 2003 a raíz de la polémica ley de prohibición de los símbolos religiosos en la escuela pública francesa. Este colectivo se dio a conocer con el manifiesto "Un voile sur les discriminations" publicado en Le Monde del 9 de diciembre del 2004. Mufuliat Fijabi Dasola, nacida en Nigeria, es una de los miembros más destacadas de la organización BAOBAB (www.baobabwomen.org) desde sus inicios. Firme defensora de los derechos humanos, ha realizado conferencias y talleres en África, Asia y Europa. Actualmente es encargada de programas y formación de esta organización pionera en el continente africano y con mucha repercusión en todo el mundo musulmán, especialmente desde la aplicación de la ley islámica en algunos estados de Nigeria. Valentine M. Moghadam nació en Teherán, República Islámica de Irán, y se formó en Canadá y los Estados Unidos. Doctorada en sociología, ha sido profesora en varias universidades desde mediados de la década de los ochenta. Ha sido la coordinadora externa del proyecto de la UNRISD sobre política social y desarrollo económico en Oriente Medio y África del Norte, junto a 98 Massud Karshenas. Es directora de estudios sobre la mujer y profesora de sociología en la Universidad de Illinois (EE.UU.). Como miembro de la Universidad de las Naciones Unidas, formó parte de la delegación que asistió a la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (Copenhague, 1995) y a la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer (Pekín, 1995). Sus ámbitos de investigación son la globalización y las redes feministas transnacionales, así como la sociedad civil en Oriente Próximo. En el 2001 colaboró en la elaboración del informe coordinado por Naciones Unidas sobre el impacto de la globalización en las condiciones económicas de las mujeres en el mundo árabe. Moghadam ha publicado varios libros, como Modernizing Women: Gender and Social Change in the Middle East (2003); Women, Work and Economic Reform in the Middle East and North Africa (1998); y Globalizing Women: Globalization, Transnational Feminist Networks, and Public Policy. Asimismo, ha coordinado varios volúmenes, como Identity Politics and Women: Cultural Reassertions and Feminisms in International Perspective (1994); Democratic Reform and the Position of Women in Transition Economies (1993); y Patriarchy and Development: Women's Positions at the End of the Twentieth Century (1996). Lily Zakiyah Munir es una importante activista musulmana por los derechos humanos, nacida en Indonesia. Es fundadora y directora del Center for Pesantren (Internados islámicos) and Democracy Studies, o CEPDES, una ONG dedicada a promover la educación en la democracia y los derechos humanos entre las bases de les comunidades musulmanas de Indonesia. Es miembro del Consejo Nacional del Muslimat Nahdlatul Ulama (MNU), la rama femenina del partido NU, una organización de base integrada por cuarenta millones de indonesios. También ha realizado investigaciones centradas en el Islam, la política y el género. Su experiencia académica incluye formación como antropóloga médica en la Universidad de Ámsterdam, la dirección de la Universidad de Northern Illinois en DeKalb, miembro del equipo de investigación sobre el Islam y los derechos humanos en la facultad de derecho de Atlanta, y miembro invitada en el Instituto de Estudios del Sudeste Asiático de Singapur. Fue asesora del PDNU en el Programa para la Igualdad de Género junto al Ministerio para la Mejora de la Mujer de Indonesia. Ha realizado conferencias alrededor del mundo y escrito numerosos artículos. Asra Q. Nomani nació en Bombay, India, en una familia musulmana que se trasladó a Estados Unidos cuando ella tenía cuatro años, instalándose en Virginia Oriental. Nomani se ha convertido en una escritoraactivista dedicada a la defensa de los derechos de mujeres y principios de tolerancia en el mundo islámico. Fundó la Muslim Women's Freedom Tour (Gira de Libertad de las Mujeres musulmanas) y fue la máxima responsable de la organización de la plegaria mixta protagonizada por Amina Wadud en Nueva York el 18 de marzo de 2005. Es autora de los libros Standing Alone in Mecca: An American Woman's Struggle for the Soul of Islam (Harper San Francisco Publishers, 2005) y Tantrika: Traveling the Road of Divine Love (Harper SanFrancisco, 2003). También ha escrito sobre temas relacionados con el Islam para el Washington Post, el New York Times y la revista Time. Cubrió la guerra en Afganistán para Salon. También en la política se han destacado mujeres. Una breve reseña de algunas de ellas, se da a conocer a continuación: Benazir Buhhto, política paquistaní, nació el 21 de julio de 1953 en Karachi, Pakistán. Luchó contra el régimen militar de su país y se convirtió en la primera mujer dirigente del mundo musulmán, al ser elegida primera ministra de la República de Pakistán en 1988. Destituida en 1996 y condenada a prisión por corrupción en 1998, sentencia que fue anulada, se autoexilió en 1999 en los Emiratos Árabes Unidos, donde conoció una nueva condena de tres años. Tras su regreso a Pakistán, en octubre de 2007, fue asesinada de un disparo durante un mitin político de su partido el 27 de diciembre del mismo año. 99 Megawati Setyawati Sukarnoputri, nacida el 23 de enero de 1947, en Jogyakarta, en Java Central, hija del héroe de la Independencia de Indonesia, Ahmed Sukarno, fue la quinta presidenta de Indonesia (única mujer) de 2001 a 2004. Megawati entró en política en 1987 como candidata del Partido Democrático Indonesio (PDI) y sirvió en el Parlamento durante 10 años. Su nombre Megawati, se traduce como “mujer de las nubes” y Sukarnoputri, significa hija de Sukarno”. Tansu Ciller, Nació el 24 de mayo de 1946, en Estambul, es una política turca que estudió economía en la Universidad de Bogaziçi, se doctoró en la Universidad de Connecticut y cursó estudios posdoctorales en la Universidad de Yale. Fue la primera mujer en ocupar el cargo de Primera Ministra en su país, de 1993 a 1996. deja al descubierto parte de la cara, las manos y los pies. Se distinguen por ser educadas en Universidades prestigiosas del extranjero, vestir dispendiosa ropa occidental como Dior, Chanel y otras renombradas marcas, complementadas en algún caso aislado, con un discreto hijab. Sobresalen por todos los aspectos recién mencionados, las siguientes: Khadiga Mubarak, mujer de Gamal Mubarak y nuera de Husni Mubarak, presidente de Egipto, posiblemente en un futuro cercano, primera dama de ese país. Rania Al-Yasin, reina de Jordania, casada con el monarca Hashemita Abdalá II bin alHussein Sheikha Mawza, una de las tres esposas de Hamd bin Khalifa, emir de Qatar Begum Khaleda Zia, nacida Khaleda Majumder en el distrito de Jalpaiguri, Estado de Bengala Occidental, India, el 15 de agosto de 1945. Perteneciente al partido político BJD, fue Primera Ministra de Bangladesh en el segundo ejercicio desde el 10 de octubre de 2001 al 29 de octubre del 2009. Mehriban Aliyeva, mujer del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev Sheikh Hasina Wajed, política nacida el 28 de septiembre de 1947, en Tungipara, una remota aldea en el distrito de Gopalgonj, también lugar de nacimiento del Padre de la Nación, Bangabandhu Sheik Mujibur Rahman, es la actual Primera Ministra de Bangladesh e hija de un estadista asesinado, al igual que Bhutto. Su partido la Liga Awami, del que ella ha sido presidenta desde 1981, restauró la democracia tras un golpe militar y mejorar las relaciones con la India. La infanta Haya, mujer de Mohamed bin Rashis Al Maktoum, soberano de Dubai. Integran la lista de mujeres políticas islamistas, un número determinado de advenedizas, casadas con jefes de Estado o soberanos musulmanes. Se caracterizan por su apariencia de modelos, ser llamativamente hermosas, bronceadas por el sol, por no usar burkinis, acrónimo de burka y bikini, atuendo para mujeres musulmanas que sólo Asma Al-Assad, mujer de Bashar Al-Assad, presidente de Siria: Lalla Salma, infanta consorte y mujer de Mohamed VI, rey de Marruecos. Aisha Gaddafi, hija del vitalicio dictador libio Muamar al-Gadaffi La infanta Amira Al-Taweel, mujer del infante saudí Waleed bin Talal. Lejos del glamour de las anteriores, se encuentran mujeres musulmanas terroristas que se inmolan en ataques suicidas en nombre de Alá. A diferencia de los hombres suicidas (muchos cuentan con el beneplácito y orgullo de sus madres) que creen serán recibidos en el paraíso por 72 huríes vírgenes, que los compensarán por su sacrificio y asesinato de infieles, ellas ignoran lo que les deparará el Edén. Tampoco lo aclara la primera mención de la mujer en el Corán, al anunciar el paraíso, registrada en la Sura 100 2,23: “Allí hallarán mujeres exentas de toda mancha y allí permanecerán eternamente”. Y más adelante en la Sura 183. “Os está permitido acercaros a vuestras mujeres en la noche del ayuno. Ellas son vuestro vestido y vosotros sois el suyo. Dios sabe bien que os engañáis a vosotros mismos. Ha vuelto a vosotros y os ha perdonado. Ved a vuestras mujeres en el deseo de recoger los frutos que os están reservados”. Una emblemática representante de esa afición a la manía suicida y homicida es Dallal Mughrabi, una joven palestina que en el año 1978 cuando tenía 19 años, perpetró uno de los más sangrientos atentados terroristas, al asesinar junto a otros secuaces en un ómnibus, en una carretera costera de Israel, a 70 israelíes, incluyendo cerca de 35 civiles, de los cuales 13 eran niños y un fotógrafo norteamericano que capturaba imágenes de la vida silvestre. A 32 años de la masacre, la criminal es recordada como mártir y heroína por la Autoridad Nacional Palestina que inauguró en marzo de 2010 una plaza pública en su memoria en Ramallah. El presidente de la ANP, Mahmud Abbas, considerado ingenuamente por Occidente como un moderado, propuso con repugnante descaro, que en el marco de la Semana Internacional de la Mujer, “El sacrificio de Dallal Mughrabi debe ser recordado”. Epílogo Tal como escribí al comienzo, espero que los lectores saquen sus propias conclusiones, por lo que haré sólo una breve disquisición final. Las respuestas de las mujeres musulmanas a sus realidades locales, determinadas por una red compleja de influencias, así como sus tácticas de supervivencia en el mundo islámico son tan diversas como sus realidades. Sus estrategias van desde las interpretaciones teológicas hasta un rechazo taxativo de la religión, desde las aspiraciones individuales de afirmación personal y de desarrollo de la profesión hasta la lucha de clases. Algunas propician el mantenimiento del status quo. Muchas se identifican con el movimiento más amplio de las mujeres, donde convergen numerosas corrientes y tendencias, y otras rechazan esta integración. De hecho, la diversidad es tan manifiesta que las mujeres plantean el problema de si es significativo emplear un término como "el mundo musulmán", que se refiere a un conjunto tan amorfo, divergente y cambiante de individuos y sociedades, a menudo en conflicto unas con otras. La mujer debe ser conciente que tiene que realizar un esfuerzo hermenéutico que acabe con las interpretaciones patriarcales del Corán y aquéllas dotadas del conocimiento lingüístico y teórico necesario para ofrecer lecturas alternativas en pos de la mejora de la situación de las mujeres, deben marchar hacia la reforma de las leyes discriminatorias contra ellas. Aunque la imagen de la igualdad de la mujer se está desarrollando muy lentamente dentro de algunos Estados árabes más seculares, sigue estando en gran medida reducida a los centros urbanos y a los círculos de la clase alta. Como se ha observado a través del desarrollo de éste libro, en Egipto, Irak, Libia, Jordania, Marruecos, Omán y Yemen las mujeres casadas deben tener permiso de sus maridos por escrito para viajar al extranjero y ellos pueden impedir que lo hagan en base a cualquier razón. En Arabia Saudita, las mujeres deben obtener un permiso escrito de su pariente masculino más cercano para salir del país, o para viajar en transporte público entre las diferentes partes del reino. Hemos visto la realidad de mujeres lapidadas en Irán y Afganistán, quemadas en Pakistán, y las sometidas a la atroz práctica de la Mutilación Genital Femenina, junto con otras prácticas que contrarían el concepto de justicia proclamado por el Islam. Según la ONU “la utilización de las capacidades de las mujeres árabes mediante la participación económica y política sigue siendo la más baja del mundo en términos 101 cuantitativos”. En algunos países islámicos con Asambleas Nacionales elegidas, a las mujeres les niegan aún el derecho a voto o a desempeñar cargos. Una de cada dos mujeres árabes es analfabeta. Ante la presión internacional, para que mejore la condición de la mujer, algunos regímenes musulmanes, introducen leves mejoras, que no modifican sustancialmente su situación, en lugar de legislar reformas radicales, a las que se oponen los elementos conservadores. La mujer musulmana, debe hacer una profunda autocrítica, en especial la madre, que es la que gobierna dentro de su casa y perpetúa la educación misógina en sus hijos, que corrompe y anula los derechos que hace casi quince siglos, el Islam prometía garantizar en la construcción de una sociedad, justa e igualitaria, premisa totalmente desvirtuada en la actualidad. Las valientes y desafiantes estudiantes iraníes, que protestaban además de las elecciones fraudulentas de Irán en 2009, en favor de los derechos avasallados de las mujeres, por los que bregaba la asesinada Neda, son una esperanza para que el cambio de la sociedad oprimida, empiece por ellas. Quiero concluir con una cita de Farida Shaheed, socióloga y activista de los derechos de las mujeres en Pakistán, supervisora del Programa Mujeres, Derecho y Estatus en Shirkat Gah, un centro de recursos para mujeres en Lahore (Pakistán), donde intenta combinar la investigación con el desarrollo social y la militancia. "De todas las distintas opresiones que sufrimos las mujeres que vivimos bajo las leyes musulmanas, una de las peores es que se nos niega, incluso, el derecho a soñar un mundo diferente y alternativo”.