Hoja Parroquial V Domingo de Pascua, 3 de mayo de 2015

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Hoja Parroquial V Domingo de Pascua, 3 de mayo de 2015
CANTOS PARA LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA.
CANTO DE ENTRADA
CANTO DE COMUNIÓN
Un cántico nuevo, cantad al Señor,
un cántico nuevo, cantad al Señor.
Triunfó de la muerte el Hijo de
Dios.
Triunfó de la muerte el Hijo de
Dios.
1. Cantad las naciones, los pueblos del
orbe, decid a los hombres que
resucitó. Cantad aleluya, aleluya.
CANTO DE OFERTORIO
CRISTO RESUCITO, CRISTO
RESUCITO,
EL ES MI AMOR, ES MI SEÑOR.
CRISTO ES MI SALVADOR.
CRISTO HA VENCIDO AL MAL,
ÉL NOS ENSEÑA A AMAR,
ÉL ES LA PAZ, ES LA
VERDAD,CRISTO ES MI
LIBERTAD.
Cantad que es primavera en la vida,
cantad que ha amanecido el nuevo sol,
Cristo es el Alfa, el Omega, el Señor,
Cristo es mi redentor.
Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza a
gloria de la Víctima propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado que a las ovejas salva, a
Dios y a los culpables unió con nueva alianza.
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•
Parroquia Santo Tomás de Villanueva.
Agustinos Recoletos. Granada. Tlf. 958 095807
Lucharon vida y muerte en singular batalla y,
muerto el que es la Vida, triunfante se levanta.
¿Qué has visto de camino, María, en la
mañana? A mi Señor glorioso, la tumba
abandonada,
Los ángeles testigos, sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea, allí el Señor aguarda; allí
veréis los suyos la gloria de la Pascua.
Primicia de los muertos, sabemos por tu gracia
que estás resucitado; la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate de la miseria humana y
da a tus fieles parte en tu victoria santa.
DESPEDIDA
En la mañana de resurrección, caminan al
sepulcro donde esta el Redentor. Se
preguntan al marchar: quien moverá.
Quien abrirá la tumba donde esta el Señor.
El Señor nuestro Dios resucitó. Aleluya.
Aleluya. Aleluya.
AVISOS PARROQUIALES
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CORAZÓN AGUSTINIANO
Boletín litúrgico dominical.
Hoy, primer domingo de mayo, estamos realizando la colecta para Cáritas
Parroquial.
También hoy celebramos en nuestra ciudad de Granada, el “Día de la Cruz”.
Estamos en el mes de Mayo, dedicado a la Virgen María. Todas las tardes, a
las 19:30 rezo del Rosario y meditación mariana.
www.santotomasdevillanueva.parroquias.net
DOMINGO V DE PASCUA
3 DE MAYO 2015
Seguimos proclamando el Libro de los
Hechos de los Apóstoles como contenido
para nuestra primera lectura. Pero hoy
impacta por su realidad. Nos dice cómo en
una Iglesia que goza de paz, que progresa,
que se construye animada por el Espíritu,
existen también en ella sospechas, recelos
desconfianzas. Ha llegado un discípulo –
Pablo de Tarso-- que no era de los suyos y
les da miedo acogerlo. Necesitan la
confirmación de Bernabé para aceptarlo en el
grupo. Siempre debemos abrir nuestro
corazón y aceptar a los demás.
San Juan en la segunda lectura, procedente
de la primera carta del Apóstol, nos recuerda
que el amor no quiere palabras, sino obras.
Que la caridad, el amor, no se realiza con la
boca sino con las manos. Que una oración
por muy hermosa que sea, pierde su validez,
si en el corazón existen rencores, envidias,
recelos, maldad.
La solución a todos nuestros problemas la
encontramos en el Evangelio de Juan. Hemos
de estar injertados a la vid, a Cristo. Sólo así
podremos dar frutos. Sólo así nuestros frutos
serán: el amor, el servicio y la verdad.
Nuestra misión consiste en hacerlos fecundar
y ponerlos al servicio de los hermanos.
PERMANECED EN
MI AMOR
Realmente la imagen proyectada esta
semana por Jesús de Nazaret sobre la vid y
los sarmientos tiene una lectura de unidad,
de completa e indestructible unidad. Es
verdad que sin Jesús –la vid—, los
sarmientos –todos nosotros—no pueden
vivir, ni progresar, ni dar fruto.
Celebremos en el domingo nuestra unión
con El
LECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 9, 26-31
En aquellos días, llegado Pablo a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, porque no se
fiaba de que fuera realmente discípulo. Entonces Bernabé se lo presentó a los apóstoles.
Saulo les contó como había visto al Señor en el camino, lo que le había dicho y como en
Damasco había predicado públicamente el nombre de Jesús.
Saulo se quedó con ellos y se movía libremente en Jerusalén predicando públicamente el
nombre del Señor. Hablaba y discutía también con los judíos de lengua griega, que se
propusieron suprimirlo. Al enterarse los hermanos lo bajaron a Cesaréa y le hicieron embarcarse
para Tarso.
Entre tanto la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria. Se iba construyendo y
progresaba en la fidelidad y se multiplicaba animada por el Espíritu Santo.
SALMO 117
SALMO RESPONSORIAL
SALMO 21
R.- EL SEÑOR ES MI ALABANZA EN LA GRAN ASAMBLEA.
Cumpliré mis votos delante de sus fieles.
Los desvalidos comerán hasta saciarse,
alabarán al Señor los que le buscan:
viva su corazón por siempre. R.Lo recordarán y volverán al señor
hasta de los confines de la tierra;
en su presencia se postrarán
las familias de los pueblos.
Ante él se postraran las cenizas de la tumba,
ante él se inclinaran los que bajan al polvo. R.Me hará vivir para él, mi descendencia le servirá,
hablaran del Señor a la generación futura,
contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:
todo lo que hizo el Señor. R.-
LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN JUAN 3, 18-24
Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad. En esto
conoceremos que somos de la verdad, y tranquilizaremos nuestra conciencia ante Él, en caso de
que condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo.
Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios; y cuanto
pidamos lo recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.
Y este es su mandamiento que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y que nos amemos
unos a otros tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios y Dios
en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 15, 1-8
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
-- Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo
poda para que dé mas fruto. Vosotros estáis limpios por las palabras que os he hablado;
permaneced en mí y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no
permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los
sarmientos; el que permanece en mi y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis
hacer nada. Al que no permanece en mí, lo tiran fuera, como al sarmiento, y se seca; luego los
recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en
vosotros, pediréis lo que deseéis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis
fruto abundante; así seréis discípulos míos.
EL CANTO EN LA LITURGIA
La música y el canto son esenciales en toda fiesta humana, y también en nuestras
celebraciones litúrgicas. No son un mero adorno, “para que la celebración salga bonita”,
sino que son oración hecha música, palabra cantada. “Cantar es orar dos veces”, afirma
san Agustín. Para que el canto y la música tengan en la celebración de la comunidad el lugar
que les corresponde, es necesaria una buena preparación litúrgica y
musical de quienes componen el “coro”, y que éste sea siempre un servidor de la
asamblea, no un coro “espectáculo”.
Una celebración, especialmente una eucaristía sin canto, es como un día nublado:
igual es día, pero le falta algo para ser alegre, para estar lleno de vida. Por eso, el servicio
que prestan los guitarristas, vocalistas y otros instrumentistas es uno de los más importantes
y hermosos para la liturgia de la comunidad. Los cantos de la eucaristía
deberían ser siempre cuidadosamente preparados por el equipo de liturgia y el coro.
La improvisación, lamentablemente demasiado común en muchas comunidades, empobrece
nuestra posibilidad de alabar al Señor. Los cantos deben ser conocidos por los fieles.
Participemos con nuestros cantos en la celebración. Cada uno de nosotros puede aportar algo
de su voz para hacer más digna y bella nuestra celebración cristiana.
EL CREDO DE NUESTRA FE
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso.
Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica
la comunión de los santos, el perdón de los pecados.
La resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.