Untitled - Conservation Gateway

Transcription

Untitled - Conservation Gateway
Héctor Guzmán y Odalisca Breedy
Octubre 2008
Distribución de la Diversidad y Estado de Conservación
de los Arrecifes Coralinos y Comunidades Coralinas del
Pacífico Occidental de Panamá (Punta Mala - Punta Burica).
Derechos de autor © The Nature Conservancy,
Arlington, Virginia, EE.UU.
Todos los derechos reservados
Edición: Malena Sarlo y Alexandra Fischer
Fotografías: Alex Schmid-Albatros Media y Héctor Gúzman
Diseño/Diagramación: Diego Rincón
Foto de Portada: Alex Schmid-Albatros Media
Este informe es posible gracias al respaldo de la oficina de The
Nature Conservancy (TNC), en Panamá. Las opiniones aquí
expresadas pertenecen al autor y no son necesariamente las de
TNC.
(Foto: Alex Schmid-Albatros Media)
Guzmán, Héctor y Odalisca Breedy,
Distribución de la diversidad y estado de
conservación de los arrecifes coralinos y
comunidades coralinas del Pacífico Occidental
de Panamá (Punta Mala, Punta Burica)
The Nature Conservancy, 2008
40. ; 21 cm
ISBN 978-9962-8946-1-2
ii
Presentación
La República de Panamá, con sus 2,988.3 kilómetros de
costa, guarda en el mar, tanta o más diversidad, que en
los 75,517 kms2 de territorio. Esa diversidad sumergida
que no vemos, es abundante, única y frágil.
The Nature Conservancy se complace en compartir
los resultados de un trabajo intenso y colaborativo que,
pasa por las delicias y complejidades de la más robusta
ciencia, a las aplicaciones prácticas para el manejo
adaptativo de nuestra diversidad marina. Cuatro años
de datos científicos de arrecifes de coral y comunidades
coralinas en el Pacifico Occidental de Panamá (2004 a
2008) constituyen la base de la presente publicación.
Los arrecifes de coral y las comunidades coralinas
que alberga el área marina denominada Pacífico
Occidental de Panamá (desde Punta Burica en Chiriquí
hasta Punta Mala en Azuero), se revelan en este estudio,
como un tesoro vivo que crece, que es más exuberante y
diverso de lo que originalmente habíamos pensado. Un
tesoro de todos, que a la vez clama por reconocimiento y
protección.
Un tesoro que también se traduce en fuente de
riqueza económica, al constituir la base de la industria
pesquera en el Pacífico, por su relación con las poblaciones
de especies marinas de valor comercial. Y es que no
debemos olvidar que cerca de dos terceras partes de todas
las especies de peces capturadas en el mar dependen de
los arrecifes de coral y de sus ecosistemas asociados,
como los manglares y las praderas de pastos marinos.
Con maravillosas imágenes de coral vivo, corales
blandos, corales duros, y esponjas entre otros, el
documento nos revela un mundo desconocido para
muchos. Pero esta sinfonía de colores, formas y vida,
contrasta con la desolación de corales blanqueados, que
han sucumbido al aumento de las temperaturas, a la
sedimentación y a la fuerza bruta del metal de las anclas
y a la sinuosa, pero mortífera, presencia de redes de
pesca abandonadas, entre otras amenazas.
The Nature Conservancy agradece al Dr. Héctor
Guzmán, científico del Instituto Smithsonian de
Investigaciones Tropicales y su equipo, las incontables
horas de paciente buceo, que ahora se traducen en
información de primera calidad al alcance de todos.
Información que a la vez nos obliga a tomar partido por
un modelo de desarrollo que garantice crecimiento para
la economía, equidad para las personas y sostenibilidad
para los recursos. Tanto para los recursos que vemos,
como aquellos que, como los corales, más tímidos, se
esconden bajo las olas del Pacífico sonoro para ofrecernos
un espectáculo irrepetible de diversidad y naturaleza, en
su más nítida expresión.
Mayté González S.
Directora TNC Panamá
Octubre de 2008
iii
iv
Prefacio
TNC en Panamá enfoca esfuerzos sobre el área de
conservación que denominamos Pacifico Occidental
de Panamá (POP) que abarca aproximadamente 1.3
millones de hectáreas marinas y un millón de hectáreas
terrestres. Este paisaje costero y marino que se extiende
desde Punta Burica hasta el extremo sur oriental de la
Península de Azuero contiene 10 de los sitios
seleccionados por la Evaluación de Ecorregiones Marinas
en Mesoamérica (2008) como prioritarios para la
conservación de la biodiversidad, un ejercicio regional
de planificación para el Pacifico Tropical Oriental que
involucró a múltiples organizaciones y científicos de
Panamá, Colombia y Costa Rica. Además el POP esta
dentro del Corredor Marino del Pacifico Este Tropical,
considerado una de las zonas con mayor biodiversidad
marina en el mundo.
Desde el 2002 TNC Panamá ha apoyado varios
estudios dirigidos al entendimiento del contexto
biológico (marino y terrestre), social y económico del
POP. Estos trabajos incluyeron: (i) un análisis de la
situación de la pesca para el área llevado a cabo por el
Dr. Juan Maté (2005); (ii) la revisión de la información
científica existente para los ecosistemas costeros e
insulares del área, elaborado por la Dra. Alicia Ibáñez
(2006); (iii) un barrido socioeconómico realizado por
la Alianza para la Conservación y el Desarrollo (2006)
y el estudio que presentamos a continuación, la
investigación de la diversidad, estado y distribución de
los arrecifes y comunidades coralinas del POP, dirigido
por el Dr. Héctor Guzmán y la Dra. Odalisca Breedy,
un esfuerzo que empezó en el 2004 y ha sido actualizado
hasta el presente.
Este estudio no tiene precedentes para el área:
presenta los resultados de una escala de trabajo nunca
antes examinada para los arrecifes y las comunidades
coralinas del POP. Asimismo, el estudio identifica la
distribución de los centros de mayor diversidad de
organismos sésiles que además contienen especies raras
o amenazadas e identifica nuevas especies para la ciencia.
Otro gran aporte de este estudio ha sido la profundización
en la taxonomía de octocorales, un grupo que ha sido
rezagado en el POP por mucho tiempo. Así, refleja la
complejidad de la naturaleza de estos sistemas y nos
alienta a incorporar este aprendizaje en acciones que
presten mayor atención a las comunidades coralinas
del tradicional enfoque en los arrecifes coralinos. Por
ultimo, pero no por ello menos importante, nos recuerda
sobre la importancia de las áreas marinas protegidas como
eje central de la conservación: la importancia del Parque
Marino Golfo de Chiriquí para mantener el flujo genético
y la del Parque Nacional Coiba que alberga la mayor
diversidad de corales, mayor número de especies raras y
los mejores arrecifes del POP.
Esperamos entusiastamente que este esfuerzo y los
resultados del monitoreo anual de estos sistemas que
realizamos desde la iniciación de este estudio, aliente a
las autoridades y a los usuarios de los recursos marinos
y a los usuarios de recursos terrestres cuyas actividades
tienen impacto sobre los ecosistemas marinos, a la
utilización de estos datos para mejorar el manejo e
implementar mejores prácticas para la conservación
efectiva de los arrecifes y las comunidades coralinas de
nuestro país.
Malena Sarlo
Planificadora para la Conservación
The Nature Conservancy-Panamá
(Foto: Héctor Guzmán)
v
Resumen
Se observa un deterioro acelerado de los arrecifes coralinos
en amplias áreas de Panamá y su diversidad no se conoce
con certeza. A pesar de más de 30 años de investigación en
el Pacífico de Panamá, reconocemos que la escala de
muestreo ha limitado nuestra capacidad de manejo de
arrecifes y comunidades coralinas, al igual que no ha
permitido mejorar la percepción general de baja diversidad
de los arrecifes en toda la región del Pacífico Oriental (costa
de América). Este estudio describe la distribución de la
diversidad y del estado de conservación de los arrecifes
coralinos y comunidades de coral del Pacífico Occidental
de Panamá (POP), área comprendida entre Punta Burica y
Punta Mala y que alberga más de 455 islotes e incluye
alrededor de 1527 km y 767 km de costa continental e
insular, respectivamente. Además, se describe la diversidad
alfa en arrecifes coralinos y comunidades coralinas, al igual
que la cobertura relativa de coral y la de los principales
organismos sésiles (algas, esponjas, octocorales). Se describen
cuantitativamente la cobertura de coral vivo y la composición
de especies en 75 sitios dentro del POP, en su mayoría
nunca descritos, un esfuerzo nunca antes realizado en esta
región de Panamá. Se obtuvo una cobertura de coral vivo
promedio para el POP de 34.5%, incluyendo arrecifes con
coberturas extremas e inferiores al 1%, lo cual nos indica
que están muy degradados, pero también informamos de
arrecifes con un máximo de 84.4% y en excelentes
condiciones. Se informa de 75 especies de coral: 23 especies
de corales duros o escleractínidos y 52 de octocorales o
corales suaves, muchas de las cuales son nuevos registros
para Panamá, especies endémicas o especies nuevas para la
ciencia que se están describiendo.
Basados en la distribución de la diversidad y la cobertura
de coral vivo, se identifican y proponen varias zonas
prioritarias de conservación dentro del POP, destacándose
los extremos meridional y septentrional del área, que
coinciden en gran parte con el área marina protegida de
mayor tamaño de Panamá, el Parque Nacional Coiba. Una
conclusión notable de este estudio es que el Parque Nacional
Coiba definitivamente alberga la mayor riqueza de especies
de todo el POP. Estas áreas de alta diversidad contienen a su
vez la mayoría de especies raras, endémicas, y poblaciones
de especies antes consideradas en peligro. Se identifican
las amenazas a la integridad regional y se presentan
recomendaciones de manejo.
vi
Índice
Introducción
1
Materiales y Métodos 3
Área de Estudio 3
Orografía, Clima, Geología y Oceanografía 4
Cartografía 7
Reconocimiento de Arrecifes y Comunidades Coralinas 7
Análisis de Datos 7
Resultados 9
Distribución de la Diversidad Alfa en Arrecifes Coralinos y Comunidades Coralinas 9
Distribución y Análisis de la Cobertura de Coral 12
Discusión 15
Amenazas a la Integridad Regional del Pacífico Occidental de Panamá 21
Recomendaciones 24
Agradecimientos 27
Referencias 29
Cuadro 33
Mapas 34
(Foto: Alex Schmid-Albatros Media)
vii
viii
Introducción
La presencia de arrecifes coralinos en el Pacífico oriental
fue establecida durante los años de 1970 (Glynn et al.
1972). Dichos arrecifes han sido caracterizados como
pequeños en superficie, estructuralmente simples, bajos
en diversidad, y complejos en interacciones biológicas
(Glynn y Wellington 1983; Guzmán y Cortés 1993;
Cortés 1997). Hasta hace una década, la mayoría de las
descripciones sobre arrecifes se limitaban a ciertas áreas
geográficas (Ecuador, Panamá, Costa Rica) y se conocía
poco de las estructuras arrecifales en otras latitudes, y
las investigaciones se limitaban únicamente al estudio
y comparación de los corales escleractínidos (Guzmán y
Cortés 1993). Históricamente sabemos que estos arrecifes
han sido afectados por perturbaciones periódicas de
magnitud variable (ej., El Niño) que reducen su capacidad
de crecimiento y recuperación (Colgan 1990; Cortés
1997). El calentamiento de las aguas asociado a El Niño
1982/83 causó una mortalidad de corales sin precedentes
en la región, con una pérdida en la cobertura de coral
vivo de hasta 50-100% (Glynn 1984; Glynn et al. 1988).
En consecuencia, los arrecifes de la región, sufrieron una
severa degradación debido a: (1) pérdida del basamento
arrecifal por erosión asociada al aumento de las
poblaciones del erizo Diadema mexicanum que excedía
la tasa de crecimiento y recuperación de los arrecifes
(Eakin 2001); (2) extinción aparente de algunas especies
de coral (Glynn y de Weerdt 1991; Glynn et al. 2001); y
(3) efectos posibles no cuantificados en la productividad
y servicios del ecosistema arrecifal (ej., pesquerías,
recreación).
Recientemente y siguiendo el llamado a incrementar
esfuerzos hacia otras latitudes, a incluir otros grupos
taxonómicos y a validar la taxonomía existente (Guzmán
y Cortés 1993), hemos visto un aumento importante en
el descubrimiento y descripción de nuevos arrecifes en
el Pacífico Oriental tropical y afuera de las áreas
tradicionales, bien resumido para México (Reyes-Bonilla
2003), Ecuador (Glynn 2003), Colombia (Zapata y
(Foto: Héctor Guzmán)
Vargas-Ángel 2003), El Salvador (Reyes-Bonilla y
Barraza 2003) y Chile ( Glynn et al. 2003). Sin embargo
es importante notar que el enfoque hacia el estudio de
los corales escleractínidos continua siendo la norma y
poca atención se le está prestando a otros grupos. Los
primeros cambios a esta tendencia incluyen el estudio
de los octocoralarios (Breedy y Guzmán 2002, 2003a;
Guzmán et al. 2004).
Para los ya deteriorados arrecifes de Panamá, donde
de manera conjunta, existe numerosa información
científica disponible sobre procesos y posibles patrones,
las perspectivas de conservación a largo plazo han sido
evaluadas sucintamente, o no han sido evaluadas del
todo, a pesar de dos revisiones relativamente recientes
sobre los arrecifes del país (Glynn y Mate 1997; Mate
2003). La mayoría de estos estudios se han concentrado
en un pequeño número de arrecifes, sin un enfoque
espacial adecuado, en términos de su diversidad y su
distribución, que permita un manejo integral a nivel
local o sub-regional. De manera adicional, las pocas áreas
protegidas marinas (APM) del Pacífico de Panamá no
han sido evaluadas extensivamente (pero ver Guzmán et
al. 2004), carecen de planes de manejo, o se desconoce el
estado actual de conservación de los arrecifes. Se podría
decir que la escala de muestreo por más de 30 años ha
limitado nuestra capacidad de manejo de arrecifes y
comunidades (Guzmán et al. 2004), al igual que no ha
permitido mejorar la percepción general de baja
diversidad de los arrecifes del Pacífico oriental (Cortes
1997, Glynn y Mate 1997).
El presente estudio intenta reconciliar algunas de
estas deficiencias en un análisis a escala espacial más
amplia o paisajística que incluye octocorales además de
corales escleractínidos y comprende toda la región del
Pacífico occidental panameño. Los objetivos específicos
incluyen cuatro aspectos básicos: (1) cartografiar la
distribución de diversidad en arrecifes coralinos y
comunidades coralinas; (2) caracterizar la diversidad alfa
de corales y algunos organismos principales asociados al
arrecife; (3) describir cuantitativamente la cobertura
relativa de coral vivo y principales organismos sésiles; y
(4) proveer recomendaciones de manejo.
1
2
Materiales
y Métodos
Área de Estudio
El Golfo de Chiriquí está localizado en la Provincia de
Veraguas al suroeste de la República de Panamá. Aunque
geográficamente el golfo está definido desde Punta Burica
hasta Punta Ventana (Punta Roble) en el extremo
suroccidental de la Provincia (EGUP 2001), el presente
trabajo incluye la zona costera continental e insular
comprendida entre Punta Burica y Punta Mala, al
extremo sureste de la Península de Azuero. Aquí nos
referiremos al área de estudio como el Pacífico Occidental
de Panamá (POP). La plataforma continental dentro de
esta área abarca aproximadamente 14,214 km2. Pertenece
a la Provincia Biogeográfica Panámica, que se extiende
desde el Golfo de Guayaquil en Ecuador (3°S) hasta el
Golfo de Tehuantepec en México (16°N) (Glynn y
Wellington 1983; Cortes 1997), aunque algunos
biogeógrafos basados en la distribución de peces prefieren
limitar esta Provincia desde el Golfo de Fonseca
(Honduras) hasta Ecuador (Allen y Robertson 1994).
En el Golfo de Chiriquí se encuentran ocho áreas
protegidas bajo diferentes categorías de manejo y con
cierta proporción de superficie marina, siendo el Parque
Nacional Coiba el de mayor superficie (Guzmán et al.
2004). Esta última ha sido declarada Sitio de Patrimonio
Natural de la Humanidad por la UNESCO y es parte del
sistema de protección regional que forma el “Corredor
Marino del Pacífico Este Tropical”, el cual incluye las
islas oceánicas Malpelo y Gorgona (Colombia), Galápagos
(Ecuador) y Coco (Costa Rica). Este corredor, que abarca
un área de 211 millones de hectáreas, representa una
iniciativa mundial pionera, concebida para contribuir a
conservar la diversidad biológica y promover el uso
sostenible de los recursos marinos en esta área del Pacífico
Este Tropical. El corredor es considerado una de las zonas
(Foto: Alex Schmid-Albatros Media)
3
El abanico Pacifigorgia irene rodeado por otros octocorales, P. rubicunda, Leptogorgia alba, Heterogorgia verrucosa y Carijoa
riseii. (Héctor Guzmán)
de mayor diversidad biológica del mundo, brindando un
espacio de interconexión de ecosistemas que propicia la
migración de una importante variedad de especies de un
hábitat a otro y protegiendo especies como aves marinas,
ballenas, tortugas, tiburones y atunes.
Orografía, Clima, Geología y Oceanografía
El Pacífico Occidental de Panamá, desde Punta Burica
hasta Punta Mala, tiene una longitud de costa
continental e insular aproximada de 1527 km y 767 km,
respectivamente. El golfo incluye alrededor de 455 islas
e islotes, la mayoría dentro de cuatro archipiélagos bien
4
definidos, a saber, Islas Paridas, Islas Secas, Islas
Contreras e Isla Coiba. La superficie del sistema insular
del golfo es de aproximadamente 775 km2, siendo Coiba
la isla de mayor extensión (493 km2), seguida por Cebaco
(80 km2), Jicarón (20 km2) y Parida (15 km2). El clima de
la región es tropical húmedo monzónico con pluviosidad
alta de hasta 3.500 mm anuales, temperatura media de
25.9 °C, y un marcado cambio estacional durante el año:
período seco (mediados de diciembre - mediados de abril)
y período lluvioso (resto del año). Las principales islas
están cubiertas por bosques tropicales húmedos y
presentan numerosos ríos con caudal y tamaño de cuenca
hidrográfica variable.
Pacifigorgia rubinoffi
Tubastrea coccinea
(Foto: Héctor Guzmán)
En el POP ocurre la mayor actividad sísmica
superficial (< 70 km) del margen suroeste de Panamá
(Adamek et al. 1988, Kolarsky y Mann 1995). El área
es afectada por movimientos de fallas de desplazamiento
de rumbo (‘strike-slip’) de la Península de Azuero e Isla
Coiba y posiblemente deformada por complejos procesos
neotectónicos que incluyen de forma no excluyente la
subducción oblicua de la placa de Nazca, subducción/
colisión entre la Serranía del Coco y Costa Rica, y
colisión con el continente suramericano (Kolarsky y
Mann 1995). Las islas que conforman la mayoría de los
archipiélagos están compuestas principalmente por rocas
de origen volcánico formadas por basaltos del Eoceno-
Mioceno Temprano y por rocas sedimentarias del
Plioceno Tardío-Pleistoceno (Kolarsky y Mann 1995).
El área del POP es afectada por diversos sistemas de
corrientes marinas superficiales, particularmente la
Contracorriente Ecuatorial del Norte que proviene del
Pacífico central, con mayor intensidad en agosto, y que
baña todo el año las costas de Colombia, Panamá y Costa
Rica (Cromwell y Bennett 1959; Glynn y Wellington
1983). Se especula que durante la época seca las aguas
superficiales de la Ensenada de Panamá (‘Panamá Bight’)
forman el llamado Flujo de Panamá, el cual se mueve
con mayor fuerza hacia la Península de Azuero y hacia
el sur pudiendo alcanzar las Islas Galápagos (Glynn y
5
6
Mate 1997; Glynn 2003). Este fenómeno no es claro, así
mismo es incierto si esta corriente o flujo podría afectar
las diversas islas del POP y permitir así la conectividad
dentro de esta región. Las aguas del POP no son afectadas
por el afloramiento de aguas frías y ricas en nutrientes
como ocurre en el Golfo de Panamá, fenómeno estacional
que ocurre con la migración estacional hacia el sur de la
Zona de Convergencia Intertropical (ITCZ) durante la
época seca y la época de mayor influencia de los vientos
alisios del NE y N (Glynn 1977; Glynn y Mate 1997).
La ITCZ está más cerca de Panamá durante el comienzo de
la época lluviosa. En el Golfo de Chiriquí la temperatura
superficial del agua es de 27-29 °C durante el año, aunque
durante la época seca la termoclina superficial puede
estar a menos de 10 m de profundidad con temperaturas
de 24-25 °C (Glynn 1977) o inferiores a los 18°C en
ciertos años. Esto ha favorecido el desarrollo de arrecifes
al suroeste de Panamá (Glynn et al. 1972; Glynn 1977).
Sin embargo, dicho desarrollo arrecifal es afectado por
incrementos de temperatura asociados a la Oscilación
Sureña de El Niño (ENSO) que ocasiona grandes cambios
ambientales en el Pacífico oriental ecuatorial con
periodicidad de 2 a 7 años (Enfield 2001; Glynn et al.
2001).
Cartografía
Se elaboraron mapas de distribución de especies usando
Sistemas de Información Geográfico (GIS) basados en
mapas topográficos a escala 1:50,000 previamente
georeferenciados y proporcionados por el Instituto
Geográfico Nacional Tommy Guardia. Se utilizó el
programa ARCGIS 8.2 para la elaboración de mapas
temáticos, donde la zona costera somera (< 30 m
profundidad) se dividió en 188 polígonos
georeferenciados de aproximadamente 2 km de largo.
Se incluyen 84 polígonos previamente analizados
dentro del Parque Nacional Coiba (ver Guzmán et al.
2004).
Comunidad de corales dominada por los octocorales
Pacifigorgia irene, el abanico más grande, P. rubicunda,
P. cairnsi, P. eximia, Leptogorgia alba y Heterogorgia verrucosa. (Héctor Guzmán)
Reconocimiento de Arrecifes y
Comunidades Coralinas
Se realizaron 10 expediciones al área de estudio en las
siguientes fechas: 17 abril al 3 mayo, 1-10 agosto, 22-31
agosto y 4-7 diciembre de 2002, 11-23 abril, 1-7 mayo,
8-13 junio, 1-10 julio, 24-28 septiembre de 2003, y 5-8
mayo 2004. Toda la zona costera dentro de los límites
del POP fue muestreada empleando tres métodos
complementarios entre sí. El primer método, muestreo
tipo “manta” permitió un reconocimiento de extensas
áreas de arrecifes bajo distintas condiciones ambientales
(ej. corrientes, mareas, topografía) para caracterizar la
diversidad alfa de organismos sésiles y estimar
cualitativamente la cobertura viva de corales (Millar y
Müller 1999). El segundo método permitió la evaluación
de la diversidad, basada en un reconocimiento general
de las especies por medio de buceos de 80 minutos, en
los cuales se utilizó equipo SCUBA hasta profundidades
de 35 m. Cuando fue necesario, se recolectaron los
organismos para su posterior clasificación. El tercer
método fue una evaluación cuantitativa de la estructura
del hábitat (cobertura, diversidad), por medio de tres
transectas con réplicas de 10 m de largo paralelas a la
costa y a tres profundidades diferentes, en las cuales se
estimó visualmente la cobertura de los principales
organismos sésiles (corales, algas, esponjas) empleando
una cuadrícula de 1 m2, subdividida en 100 celdas de
100 cm 2 cada una (total de 90 m2 por arrecife o
comunidad). Debido a que la estructura de las
comunidades coralinas es limitada de manera vertical,
no pudimos muestrear en tres profundidades, no
obstante, siempre se cuantificó la misma superficie total
por sitio. Mayores detalles sobre la metodología se
encuentran disponibles en otras publicaciones (Guzmán
y Guevara 1999; Guzmán et al 2004).
Análisis de Datos
Para este informe se empleó únicamente estadísticas
descriptivas, para estimar la cobertura de coral viva
entre los sitios y su desviación estándar. Se utilizarán
métodos de análisis de distribución más complejos al
momento de preparar esta información para publicación
en revistas científicas.
7
8
Resultados
Distribución de la Diversidad Alfa en
Arrecifes Coralinos y Comunidades
Coralinas
El área costera que comprende el POP, sus islas e islotes,
fue evaluada completamente por medio de muestreos
“manta” con coordenadas GPS, lo que permitió
caracterizar cualitativamente la distribución de los arrecifes
y comunidades coralinas, al igual que la localización de
especies raras y sitios de alta diversidad. Además, se
hicieron también 124 buceos de reconocimiento dispersos
en toda el área y hasta 35 m de profundidad. Basado en
ambos métodos se obtuvo una lista de especies para los
taxones de corales escleractínidos y octocorales,
informando de un total de 75 especies para el POP
(Cuadro 1). Se encontró una diversidad de corales duros
o escleractínidos de 21 especies y 2 especies de
hidrocorales (Millepora y Distichopora). Distichopora robusta
es nueva para la ciencia (Lindner et al. 2004). Se confirma
la presencia en Panamá de Pavona maldivensis para
Panamá, informada por Holst y Guzmán (1993) y
cuestionada por Mate (2003). De igual forma, informamos
de la presencia de Pavona cf. duerdeni, P. xarifae y P. cf.
minuta. Todas estas especies de Pavona son de distribución
amplia en el Pacífico occidental y central, y P. xarifae y
P. maldivensis ya habían sido informadas para Costa Rica
(Cortés y Guzmán 1998).
La diversidad de corales blandos (octocorales) es
bastante alta en el área, con 52 especies agrupadas en
7 géneros (Cuadro 1). Muchas de las especies de
Pacifigorgia han sido recientemente descritas como
nuevas para la ciencia (Breedy y Guzmán 2003a, 2003b,
2004) o están siendo descritas (Cuadro 1). Las esponjas
parecieran no ser muy diversas como se ha sugerido en
estudios anteriores y están siendo evaluadas, pero no han
sido incluidas en este informe.
El análisis visual del mapa de distribución de
diversidad donde se incluyen los 188 polígonos, nos
(Foto: Héctor Guzmán)
9
Pacifigorgia irene
Leptogorgia alba
Pacifigorgia rubicunda
Heterogorgia
cf. verrucosa
Leptogorgia alba
10
Leptogorgia alba
Leptogorgia alba
Pacifigorgia rubicunda
Pacifigorgia firma
Pacifigorgia irene
Muricea sp.
Heterogorgia
cf. verrucosa
Pacifigorgia rubicunda
Leptogorgia alba
Tubastrea coccinea
Leptogorgia rigida
(Foto: Héctor Guzmán)
indica al menos 15 áreas dentro del POP que albergan
una moderada a alta diversidad (>50% especies), una de
éstas al sur del Parque Nacional Coiba (PNC) con más
del 75% de las especies (Fig. 1). Es importante notar que
áreas distantes al PNC contienen una importante riqueza
de especies, llamando la atención los islotes de Los Frailes,
al sur de la Península de Azuero y los sectores de Islas
Ladrones e Islas Secas.
(Foto: Héctor Guzmán)
Las 75 especies encontradas fueron catalogadas por
su riqueza (presencia y ausencia) para obtener una idea
de la distribución de especies raras en el área; las especies
presentes en menos del 25% de los sitios se consideraron
raras. Posteriormente, la diversidad de estas especies fue
clasificada arbitrariamente en tres niveles de rareza: alta
diversidad: > 66% ; diversidad moderada: entre 33 y 66%;
y baja diversidad: menor de 33% (Fig.2). Se encontró una
distribución espacial dispersa de ciertas especies que
coincide bastante con la distribución general de diversidad,
con 11 zonas albergando más de 33% de las especies raras
y una sola área con más de dos tercios de esta (Fig. 2).
11
Una colonia del abanico de mar Pacifigorgia stenobrochis, que pueden alcanzar tallas de 50 cm de altura, a cada lado un
grupo del coral ahermatipico Tubastrea coccinea, el octocoral Leptogorgia coffrini (izquierda y abajo). (Héctor Guzmán)
Una vez más, el sector meridional (Isla Jicarita) del
PNC se destaca como centro de diversidad importante
dentro del POP. Es importante resumir que estas áreas de
alta diversidad contienen a su vez la mayoría de especies
raras o poblaciones de especies antes consideradas en
peligro como Millepora intricata (Glynn et al. 2001; Mate
2003).
Distribución y Análisis de la Cobertura
de Coral
Se describió cuantitativamente la cobertura y composición
en 75 sitios dentro del POP, incluyendo arrecifes y
comunidades coralinas, un esfuerzo nunca antes realizado
para Panamá (ver Mate 2003). Los resultados muestran
una cobertura de coral vivo promedio para el POP
12
de 34.5% ± 2.6 (desviación estándar) y ámbito de
0.1% a 84.4%. La cobertura promedio para macroalgas
y algas coralinas incrustantes fue de 56.8% ± 2.8 y 8.1%
± 1.1, respectivamente. El algunos sitios las coberturas
de dichas algas fue tan alta como 97% y 66%,
respectivamente. Los restantes grupos sésiles estudiados
(esponjas, octocorales) presentaron cobertura promedio
inferior al 0.2%, lo cual no amerita mayor explicación.
Al comparar la cobertura de organismos sésiles entre
arrecifes coralinos y comunidades coralinas, encontramos
que la cobertura de corales promedio fue muy similar en
comunidades (32.7%, n =25) y en arrecifes (33.8%, n =
50). Similar cobertura también se observa con respecto
a las macroalgas, con 59.7% y 57%, respectivamente.
Las algas coralinas al igual que en los grupos anteriores
fueron similares en los arrecifes (8.5%) y en las
comunidades (7.2%). Estos sitios estudiados representan
las mejores áreas actuales del POP, con algunas
excepciones. Es importante notar aquí que el aumento
considerable de la escala de muestreo o el número de
sitios descritos cambia lo que se pensaba antes con
respecto a la mayor cobertura de coral en comunidades
que en arrecifes, relación que sí se mantiene dentro del
PNC (Guzmán et al. 2004). A nivel individual, la mayor
cobertura de coral vivo (>50%) se observó en algunos
arrecifes de Islas Secas (> 80%), los arrecifes de Isla Uva
y en el sector nororiental de Isla Coiba. Al este de Isla
Jicarita también existe un arrecife en buen estado con
45%. Pero es importante señalar que los arrecifes de la
Ensenada de Achotines presentan una cobertura que
oscila entre 10-77%, la cual es alta para arrecifes
continentales .
Se presenta en el mapa la distribución de la cobertura
relativa de coral vivo en las comunidades coralinas del
POP (Fig. 3). Las islas Contreras al norte del PNC se
destacan por albergar las áreas de mayor cobertura
coralina viva con cobertura superior al 70%, de igual
forma que las islas de Jicarón y Jicarita al sur, y el lado
este de las islas Canal de Afuera. En los alrededores de
la Isla Coiba, resalta el área al norte de la estación de
la Autoridad Nacional del Ambiente y el sector sur de
Isla Ranchería (Fig. 3). Tan solo el 13.3% de los sitios
presentó una cobertura de coral vivo “alta” y superior
al 40% de coral vivo. Nótese que el 68% de estos sitios
están dentro del área protegida del PNC (Fig. 3). En
términos generales, la cobertura de coral en las comunidades es moderada (20-40%) en la mayoría de la zona
costera. El promedio de cobertura de coral dentro del
PNC de 37.3% ± 4.6, es bastante similar a 31.9% ± 2.9
de otras áreas del POP.
Al comparar la cobertura relativa de corales en
las comunidades coralinas obtenida para los 188 sitios
(polígonos) del POP, encontramos que su distribución
espacial coincide bastante bien con los sitios de mayor
diversidad. Existe una relación positiva entre la diversidad
de corales escleractínidos y la cobertura de coral en las
comunidades, es decir, mayor diversidad con mayor
cobertura viva.
(Foto: Héctor Guzmán)
13
14
Discusión
El presente trabajo analiza en su conjunto alrededor de
1,400 km de costa insular y continental, donde se describe
la distribución de corales y su estado de conservación
desde un punto de vista paisajístico. Se describen más de
70 sitios entre comunidades coralinas y arrecifes. En este
estudio realizamos un muestreo extenso del Pacífico
Occidental de Panamá, que contempla varias áreas
protegidas y donde se destacan el Parque Nacional
Coiba y el Parque Nacional Marino Golfo de Chiriquí
(PNMGC).
Se reconoce como una decisión muy acertada, la
declaración de protección del PNC, ya que se mantiene
como el lugar que alberga la mayor diversidad de corales,
mayor número de especies raras y posiblemente los mejores
arrecifes de la zona (sensu Guzmán et al. 2004), a pesar
del análisis paisajístico realizado en el presente estudio.
No obstante, es importante considerar los resultados
en su conjunto, aunque los esfuerzos de conservación
tengan limitaciones económicas. Es decir, el PNMGC
a pesar de que no se encontró muy diverso en especies,
contiene un gran número de arrecifes importantes para
mantener el flujo genético dentro del POP. Su baja
cobertura relativa y diversidad podrían responder a la
falta de protección observada en esta área protegida. Se
observó tala indiscriminada y altos niveles de
sedimentación en todas las Islas Paridas, las cuales están
siendo desarrolladas con fines turísticos y agrícolas. De
igual forma, es importante otorgar algún nivel de
protección a las islas Montuosa y Ladrones, en particular
a esta última, ya que albergan una diversidad relativamente
alta en un área muy pequeña. Se necesita prestar atención
al pequeño archipiélago de las Islas Secas que está siendo
desarrollado rápidamente, ya que entre estas islas están
los arrecifes con mayor cobertura de coral y una diversidad
clasificada como moderada-alta.
Por lo general, la distribución de la diversidad
depende del tamaño de muestra o esfuerzo y la escala
geográfica, es decir, un mayor esfuerzo de muestreo
implica la posibilidad de encontrar un mayor número
(Foto: Héctor Guzmán)
15
de especies (Sheppard 1998; Clarke y Warwick 2001).
Conceptualmente, existen numerosos índices de diversidad
que proporcionan resultados controversiales o ambiguos
y no reflejan claramente cambios en composición de
especies o pérdida de “biodiversidad” en comunidades
a nivel local o regional (Griffiths 1999; Mumby 2001);
esto es debido a que se aplican en condiciones más
apropiadas a los ambientes terrestres que a los marinos
(Norse 1993). No obstante, en comunidades marinas
bénticas el uso de estadísticas basado en listados de especies
y en la forma de presencia/ausencia puede ser de utilidad,
ya que una de sus ventajas es asegurar que la contribución
al índice de diversidad no provenga de una sola especie
dominante (Clarke y Warwick 2001). De igual forma,
medidas simples como el “porcentaje de cobertura de
coral vivo” pueden ser un indicador de primer orden
del estado de salud de los arrecifes (Guzmán y Guevara
1999; Done 2001), pero debe de estandarizarse dentro
de una gama de sitios donde la cobertura de coral fluctúa
ampliamente en respuesta a disturbios naturales (Done
2001).
Nuestro estudio aporta nuevo conocimiento sobre la
naturaleza compleja de los arrecifes y comunidades del
Pacífico Occidental de Panamá, gracias a un mayor esfuerzo
en el muestreo y en su escala geográfica o paisajista. Esto
nos ha permitido identificar relativa facilidad la distribución
de los centros de mayor diversidad de organismos sésiles
que además contienen especies raras o amenazadas dentro
de la región señalada (Figs. 1, 2). Ademas, hemos asignado
categorías al estado de conservación de las comunidades
coralinas por contener éstas una mayor diversidad que
los propios arrecifes coralinos (Guzman et al. 2004). Los
Tunicado
Leptogorgia alba
Esponja
Muricea sp.
Heterogorgia
cf. verrucosa
(Foto: Héctor Guzmán)
16
Esponja
Diversidad de corales blandos de una comunidad coralina del Parque Nacional Coiba; Carijoa riseii, Leptogorgia alba,
L. cuspidata, L. cofrini, Pacifigorgia rubicunda, P. irene y Muricea sp. (Héctor Guzmán)
mapas indican en general un traslape espacial entre
estos parámetros (diversidad, cobertura), donde se
destacan dos regiones principales: septentrional (Islas
Ladrones, Islas Secas, Isla Contreras-Isla Coiba Norte y
noreste) y meridional (Isla Coiba sur-Isla Jicarita). En
estas regiones, existen hábitats rocosos profundos que
sobrepasan los 20-40 m de profundidad y que todavía
deben ser explorados con más detalle. Esta distribución
de la diversidad podría decirse que refleja en parte la
batimetría y morfología de la zona costera.
Conjuntamente con la localización de nuevas áreas
de arrecifes nunca antes descritas para esta zona de
Panamá, se debería considerar el análisis con sensores
remotos de todo el POP, que permita elaborar un mapa
aproximado de la distribución y superficie de arrecifes
coralinos y comunidades coralinas similar al del
archipiélago de Isla Coiba y alrededores (Guzmán et al.
2004). No se conoce bien la superficie total de arrecifes
del Pacífico de Panamá, y hasta la fecha solo se conocía
en detalle la superficie de algunos arrecifes principales
del PNC (Islas Uva, Coiba y Canal de Afuera) con
aproximadamente 140 ha de arrecifes (Glynn y Mate
1997; Mate 2003). Recientemente, un análisis como el
que sugerimos estimó una superficie de aproximadamente
17
Pacifigorgia irene
Distichopora
robusta
Pacifigorgia
rubicunda
Heterogorgia
cf. verrucosa
Esponja
Aplysina
chiriquiensis
(Foto: Héctor Guzmán)
1,700 ha para el PNC (Guzmán et al. 2004). Estos
arrecifes presentan la mayor edad conocida para Panamá
con 5,600 años BP, formados por estructuras verticales
de hasta 12 m de espesor y construidas principalmente
por el coral Pocillopora damicornis (Glynn y Macintyre
1977).
Estás regiones en su conjunto contienen poblaciones
relativamente pequeñas de especies raras, con distribución
geográfica restringida o amenazadas. Creemos que de estas
comunidades coralinas provienen las larvas que están
repoblando a ciertas especies devastadas durante los
eventos de El Niño, lo cual incluye especies comunes
como Pocillopora spp., o Millepora intricata que se han
clasificado como potencialmente en peligro o amenazadas
(Glynn et al. 2001). Una razón particular que explica
18
esto es que dichas comunidades albergan una mayor
diversidad de hábitats que los propios arrecifes coralinos
típicos del Pacífico oriental (Glynn y Wellington 1983;
Guzmán y Cortes 1993; Cortes 1997; Guzmán et al. 2004),
y además nos hace pensar que éstas están en plena
capacidad reproductiva, en particular los Pocillopora que
por lo general dentro de los arrecifes solo se reproducen
por fragmentación (Glynn 1977). A escala regional se
ha demostrado que la disponibilidad y diversidad de
hábitats es posiblemente el factor que mejor predice la
biodiversidad en corales y especies asociadas a arrecifes
(Hughes et al. 1999; Bellwood y Hughes 2001). Es decir,
la conservación de corales no solo debe centrarse en
los arrecifes coralinos, sino que también debe prestarse
igual o mayor atención a las comunidades coralinas.
Grupo de octocorales comunes en el Golfo de Chiriquí, Pacifigorgia stenobrochis (al centro), Carijoa riseii (a la izquierda) y
algunas colonias de Leptogorgia cofrini (a la derecha). (Foto: Héctor Guzmán)
Algunos ejemplos pueden ilustrar lo complejo y
paradójico que puede ser dedicar esfuerzos a conservar
solo un área del POP. Extensas poblaciones de Millepora
intricata han sido localizadas dentro del PNC y en las
nuevas zonas evaluadas del POP. Todas las colonias que
crecen sobre sustrato rocoso forman parte de comunidades
coralinas de profundidad intermedia, lo cual en nuestra
opinión, indica que estas poblaciones han estado siempre
presentes en abundancia en estos hábitats y no
exclusivamente en arrecifes coralinos someros donde se
han enfatizado las investigaciones que indican su
sensibilidad al calentamiento de las aguas y altas
mortalidades (Glynn et al. 2001). Es posible que muestreos
más profundos revelen la existencia de poblaciones de
otras dos especies Millepora boschamai (endémica) y M.
platyphylla consideradas como extintas (Glynn et al.
2001). El recién descrito octocoral Pacifigorgia rubinoffi se
conoce solo para 8 localidades de todo el Pacífico hasta
el momento (Breedy y Guzmán 2003b) y la mayoría de
sus poblaciones, de las cuales 4 están dentro del PNC,
no presentan más de una decena de individuos. De igual
forma, se confirma la presencia dentro del PNC de Pavona
maldivensis para Panamá con solo tres colonias vivas hasta
ahora localizadas. Se creía que esta especie solo se
distribuía en el Pacífico Occidental, pero ya hace
años se informó para Costa Rica y Panamá (Holst y
Guzmán 1993; Guzmán et al. 2004), aunque fue puesta
en duda recientemente (Mate 2003). Se informa por
primera vez para Panamá y con cierta reserva la presencia
de Pavona cf. duerdeni y P. cf. minuta. El nuevo hidrocoral,
19
Distichopora robusta (Lindner et al. 2004), solo lo hemos
encontrado al sur del archipiélago del PNC y se está
describiendo como especie nueva, posiblemente
endémica. Su presencia fue informada en el lugar a nivel
de familia Stylasteridae (Mate 2003). De alguna forma
se ha sugerido que Pocillopora eydouxi es una especie
poco común en Panamá, pero aquí observamos colonias
en prácticamente toda la zona costera donde existan
comunidades coralinas y en algunos arrecifes. Otros
ejemplos con octocorales podrían ilustrar que hemos
subestimado la biodiversidad y su abundancia en todo
el POP (ver Breedy y Guzmán 2003b, 2004); en menos
de 3 años se han descrito Pacifigorgia rubinoffi, P.
catedralensis, P. ferruginea, P. sculpta y P. smithsoniana
para el POP.
El valor de grupos indicadores para la selección de
reservas marinas ha sido analizado y es algo controversial
dada la naturaleza de los taxones incluidos en los análisis.
Algunos estudios comparan múltiples localidades usando
organismos bénticos sésiles versus no sésiles; corales y
peces de arrecife (Sheppard 1998), mientras que otros usan
organismos que fluctúan estacionalmente (macroalgas) con
moluscos (Gladstone 2002). Estos estudios representan
alternativas para la selección de sitios basados en una
falsa distribución tempo-espacial de la diversidad que
podría estar afectada notablemente por la historia natural
Comunidad coralina en sustrato rocoso donde se muestra varias especies recientemente descritas y que ilustran la falta de
conocimiento de la biodiversidad marina. La esponja Aplysina chiriquiensis y colonias de los corales blandos o octocorales
Pacifigorgia rubicunda, Pacifigorgia irene y Leptogorgia cofrini y del coral escleractinido Distichopora robusta. Únicamente P.
irene se conocia para comienzos de 2000s. (Foto: Héctor Guzmán)
20
Esponja roja
incrustante
Esponja roja
incrustante
Distichopora
robusta
Aplysina
chiriquiensis
Pacifigorgia
irene
Heterogorgia
cf. verrucosa
(Foto: Héctor Guzmán)
de estos organismos y por problemas comunes que afectan
a la mayoría de los arrecifes, como la sobrepesca (Sheppard
1998; Gell y Roberts 2003). Esta situación empeora con
la falta de una clasificación adecuada de la diversidad, al
menos de los grupos sésiles más notables. Posiblemente,
lo más novedoso de este estudio y un aporte esencial a
la conservación se logró al profundizar la taxonomía de
octocorales, grupo que ha sido ignorado en el Pacífico
Oriental por casi un siglo, al igual que las esponjas (ej.,
Glynn y Wellington 1983; Cortés 1997; Glynn y Mate
1997; Mate 2003). Parte de la crisis de “biodiversidad”
se debe a la clasificación incompleta de especies, lo
que sugiere la urgente necesidad de apoyar estudios
taxonómicos, concientes de que éstos toman tiempo y
dedicación (Knowlton y Jackson 1994; Nacional
Research Council 1995). En análisis futuros, sería
conveniente profundizar el conocimiento de las esponjas
en la región, como lo demuestra la esponja recientemente
descrita Aplysina chiriquiensis (Díaz et al. 2005),
inconcebiblemente abundante y ampliamente distribuida
en el Golfo de Chiriquí y Costa Rica.
Amenazas a la Integridad Regional del
Pacífico Occidental de Panamá.
El proceso de selección de áreas protegidas marinas debe
considerar la identificación a nivel local de las amenazas
hacia la diversidad y su abundancia (Nacional Research
Council 2001; Done 2001). Se dice entonces que la
creación de áreas protegidas marinas es importante para
la protección de la biodiversidad que albergan los arrecifes
coralinos e idealmente, la distribución de dichas áreas
debe incorporar cualquier riesgo relacionado con presiones
no manejables, incluyendo temperaturas anómalas del
21
Grupo de corales blandos u octocorales; Leptogorgia cuspidata al centro, rodeado por colonias de L. cofrini y Carijoa riseii.
(Foto: Héctor Guzmán)
mar (Done 2001). Los riesgos y amenazas que podemos
identificar para los arrecifes del Pacífico de Panamá abarcan
fenómenos naturales y disturbios antropogénicos comunes
a toda la región (ver revisión en Mate 2003).
No es nuestra intención revisar aquí todas las posibles
amenazas que afectan el funcionamiento de un arrecife
coralino, pero podemos mencionar que entre las más
aparentes están disturbios naturales como el calentamiento
de aguas asociadas al Fenómeno de El Niño y
antropogénicos como la sobrepesca y la sedimentación.
Hasta el momento los disturbios naturales han causado
un mayor daño, o al menos éstos han sido cuantificados,
aunque reconocemos que ha sido sobreestimado. Se
sabe que los arrecifes de esta región han sufrido
históricamente las consecuencias del calentamiento de
22
las aguas de 1982-83 y de 1997-98 y en menor grado
el impacto por mareas rojas (Glynn et al. 2001). No
obstante en la mayoría de los arrecifes de Panamá y en
particular del PNC, a pesar de haber sufrido una mortalidad
estimada entre 50-100%, se observan áreas donde se
mantuvo la integridad del arrecife superior al 50% de la
superficie total del sitio, con lo que parece ser una
mortalidad selectiva a genotipos menos tolerables al
estrés térmico. Esto queda en evidencia porque la
mortalidad no ocurrió en todos los hábitats y
profundidades por igual, ni dentro y entre arrecifes
poco distantes entre sí. Esto posiblemente se deba a
la diversidad de condiciones orográficas, hidrográficas
y oceanográficas que afectan al Golfo de Chiriquí. La
mortalidad afectó de forma similar a arrecifes localizados
a barlovento o sotavento de islas, y cercanos o alejados
de la influencia continental. Durante el calentamiento
de 1997-98 se observó un patrón de blanqueamiento y
mortalidad mayor en islas lejanas del continente y se
sugirió susceptibilidad de algunas especies indicadoras
como Millepora intricata, Gardineroseris planulata y Porites
panamensis (ver detalles en Glynn et al. 2001). Estas
especies están ampliamente distribuidas y son actualmente
abundantes en el POP. Es decir, en la región existen
especies de corales y genotipos resistentes a estos cambios
formando arrecifes coralinos o comunidades coralinas,
lo cual permite mitigar uno de los principales “riesgos
no manejables” y mejorar la conservación de estos
ecosistemas (Done 2001).
Cuatro factores antropogénicos afectan actualmente
al POP, lo cual coincide con otras publicaciones previas
(Mate 2003; Guzmán et al. 2004); sobrepesca,
sedimentación localizada, turismo y la extracción de
corales y peces de arrecife. (1) La pesca se dice que está
regulada para algunos sectores, en particular dentro del
PNC. No obstante, se observan diariamente pescadores
con redes, líneas largas, y buzos langosteros en todo el
POP. Los efectos de la sobrepesca son ampliamente
conocidos (Done y Reichelt 1998; Gell y Roberts 2003).
(2) La sedimentación por los momentos está afectando
toda la zona continental, las Islas Paridas y el área de
drenaje septentrional de Isla Coiba. Los efectos de la
sedimentación ya se observan en todas las áreas
mencionadas. (3) El turismo es potencialmente la mayor
amenaza al POP y se espera que su planificación se haga
adecuadamente. Un desarrollo desordenado de
infraestructuras dentro de las áreas protegidas como ya se
observa en el PNMGC incrementaría la sedimentación
y la contaminación en general, perdiéndose el valor
(Foto: Héctor Guzmán)
23
socio-económico y ecológico del área (Hall 2001).
Finalmente, (4) la extracción de corales y peces de
arrecifes está prohibida en todo el país. Sin embargo, la
presión de los proveedores de acuarios se ha incrementado
y se ha expandido a todo Panamá, ya que las áreas
tradicionales de extracción del Caribe y del Pacífico
cercanas a la capital han sido destruidas. Con el
incremento del turismo la extracción ha comenzado y
áreas tan sensitivas como el sur del PNC son vulnerables.
Recomendaciones
El presente estudio proporciona la información necesaria
que permitiría realizar un ordenamiento a nivel paisajístico
del POP, considerando los ambientes terrestres y marinos
en su conjunto, elemento importante en el diseño de
planes de manejo en áreas protegidas marinas (National
Research Council 2001). Una conclusión notable de este
estudio es que el Parque Nacional Coiba definitivamente
alberga la mayor riqueza de especies de todo el POP.
Proporcionamos únicamente tres recomendaciones que
consideramos deben implementarse con cierta urgencia:
(a) Se deben crear tres zonas núcleo de protección
absoluta, donde se prohiba cualquier actividad intrusiva
(pesca artesanal, deportiva y comercial; extracción de
arena, corales, etc.), pero en donde se permita el turismo
recreativo regulado (buceo y snorkel). Estas tres regiones
incluyen una primera zona que debe integrar la Zona
Norte (Islas Contreras), Zona Noreste (Canal de
Afuera-Ranchería-Isla Coiba Norte-noreste) y Zona Sur
Grupo de octocorales Pacifigorgia stenobrochis, P. irene, P. rubicunda y Leptogorgia alba rodeados por otros organismos y al
fondo la esponja Aplysina chiriquiensis. (Foto: Héctor Guzmán)
24
(Foto: Héctor Guzmán)
(Isla Barca-Isla Jicarón-Isla Jicarita) dentro del PNC
(según Guzmán et al. 2004), una segunda zona en las
Islas Secas y una tercera zona en las Islas Ladrones.
Dentro de estas tres zonas, se podrían zonificar áreas
“intangibles”, ya que se ha demostrado el beneficio de
estas áreas a las pesquerías aledañas (National Research
Council 2001; Gell y Roberts 2003); (b) Debido al alto
impacto que tienen las pesquerías en esta región de alto
valor económico, se deben iniciar estudios detallados
sobre estas actividades; y (c) Es importante ampliar el
número de sitios para el monitoreo biológico e hidrográfico
dentro del POP. El monitoreo es la única forma de
evaluar cambios en las comunidades marinas y en cierta
forma de alertar a las autoridades encargadas del manejo
sobre eventuales disturbios, naturales o antropogénicos.
25
26
Agradecimientos
Este trabajo no se hubiese realizado sin el aporte,
experiencia y esfuerzo de Carlos Guevara, al cual le
estamos muy agradecidos. Agradecemos al personal del
barco de investigaciones R/V Urracá por apoyo logístico
incondicional y a A. Lam, I. Betancourt, F. Guerra y
C. Schloeder por asistencia en el campo. Agradecemos
a J. M. Guevara por la elaboración de los mapas en
Sistemas de Información Geográfica. Agradecemos a
I. Hernández y K. Kaufman por el apoyo en el manejo
y análisis de datos, respectivamente. Este estudio fue
financiado parcialmente por el Smithsonian Tropical
Research Institute, The Nature Conservancy y la
Fundación AVINA.
(Foto: Héctor Guzmán)
27
28
Referencias
Adamek S, Frohlich C, Pennington WD (1988)
Seismicity of the Caribben-Nazca microplate
boundary: constraints on microplate tectonics of the
Panama region. J Geophys Res 93:2053-2075
Allen GE, Robertson DR (1994) Fishes of the tropical
eastern Pacific. University of Hawaii Press, Honolulu
Andréfouët S, Kramer P, Torres-Pulliza D, Joyce KE,
Hochberg EJ, Garza-Perez R, Mumby PJ, Riegl B,
Yamano H, White WH, Zubia M, Brock JC, Phinn
SR, Naseer A, Hatcher BG, Muller-Karger FE (2003)
Multi-sites evaluation of Ikonos data for classification
of tropical coral reef environments. Rem Sen Environ
(In press)
Bellwood DR, Hughes TP (2001) Regional-scale assembly
rules and biodiversity of coral reefs. Science
292:1532-1534
Breedy O, Guzmán HM (2002) A revision of the genus
Pacifigorgia (Coelenterata: Octocorallia:
Gorgoniidae). Proc Biol Soc Wash 115:782-839
Breedy O, Guzmán HM (2003a) The Genus Pacifigorgia
(Octocorallia:Gorgonacea) in Costa Rica and
Panama. Zootaxa 281:1-60
Breedy O, Guzmán HM (2003b) A new species of
Pacifigorgia (Coelenterata: Octocorallia: Gorgoniidae)
from Panamá. Zootaxa 128:1-10
Breedy O, Guzmán HM (2004) New species of the
gorgoniian genus Pacifigorgia (Coelenterata:
Octocorallia: Gorgoniidae) from the Pacific of
Panamá. Zootaxa 1-15
(Foto: Héctor Guzmán)
29
Colgan MW (1990) El Niño and the history of eastern
Pacific reef building. In: Global Ecological
Consequence of the (1982-83) El Niño-Southern
Oscillation. Glynn PW (ed) Elsevier, Amsterdam,
pp 183-232
Clarke KR, Warwick RM (2001) Changes in Marine
Communities: An Approach to Statistical Analysis
and Interpretation. 2nd Edition, PRIMER-E,
Plymouth
Cortés J (1997) Biology and geology of coral reefs of the
eastern Pacific. Coral Reefs 16:S39-S46
Cortés J, Guzmán HM (1998) Organismos de los
arrecifes coralinos de Costa Rica: Descripción,
distribución geográfica e historia natural de los corales
zooxantelados (Anthozoa: Scleractinia) del Pacífico.
Rev Biol Trop 46:55-91
Enfield DB (2001) Evolution and historical perspective of
the (1997-1998) El Niño-Southern Oscillation event.
Bull Mar Sci 69:7-25
Escuela de Geografía de Universidad de Panamá (2001)
Diccionario Geográfico de Panamá, vols. I and II.
Editora Universitaria, Panamá
Gell FR, Roberts CM (2003) The fishery effects of marine
reserves and fishery closures. WWF-US, Washington,
DC
Gladstone W (2002) The potential value of indicator
groups in the selection of marine reserves. Biol
Conserv 104:211-220
Glynn PW (1977) Coral growth and upwelling and
nonupwelling areas off the Pacific coast of Panama.
J Mar Res 35:567-585
Cromwell T, Bennett EB (1959) Surface drift charts for
the eastern tropical Pacific Ocean. Inter-Amer Trop
Tuna Comm Bull 3:215-237
Glynn PW (1984) Widespread coral mortality and
1982-83 El Niño warming event. Environm Conserv
11:133-146
Diaz MC, Van Soest RWM, Rutzler K, Guzman HM
(2005) Aplysina chiriquiensis, a new pedunculate
sponge from the Gulf of Chiriqui, Panama, Eastern
Pacific (Aplysinidae, Verongida). Zootaxa 1012: 1-12
Glynn PW (1997) Eastern Pacific reef coral biogeography
and faunal influx: Durham’s dilemma revisited. Proc
8th Int Coral Reef Symp 1:371-378
Done T (2001) Scientific principles for establishing MPAs to alleviate coral bleaching and promote
recovery. In: Coral Bleaching and Marine Protected
Areas. Salm RV and Coles SL (eds) The Nature
Conservancy, Honolulu, Hawaii, pp 53-59
Done TJ, Reichelt RE (1998) Integrated coastal zone and
fishery ecosystem management: generic goals and
performance indices. Ecol Appl 8:S110-118
Eakin CM (2001) A tale of two ENSOs: Carbonate
budgets and the influence of two warming events and
intervening variability, Uva Island, Panama. Bull Mar
Sci 69:171-186
30
Glynn PW (2003) Coral communities and coral reefs of
Ecuador. In: Cortes J (ed) Latin American Coral
Reefs. Elsevier Science BV, Amsterdam, pp 449-472
Glynn PW, Macintyre IG (1977) Growth rate and age of
coral reefs on the Pacific coast of Panama. Proc 3rd
Int Coral Reef Symp 2:251-259
Glynn PW, Wellington GM (1983) Corals and Coral
Reefs of the Galápagos Islands. University of
California Press, Berkeley
Glynn PW, de Weerdt WH (1991) Elimination of two
reef-building hydrocorals following the (1982-83) El
Niño warming event. Science 253:69-71
Glynn PW, Maté JL (1997) Field guide to the Pacific Coral Reefs of Panama. Proc 8th Int Coral Reef Symp
1:145-166
Glynn PW, Stewart RH, McCosker JE (1972) Pacific
coral reefs of Panama: structure, distribution and
predators. Geol Rundschau 61:483-519
Glynn PW, Cortes J, Guzmán HM, Richmond RH (1988) El Niño (1982-83) associated coral mortality
and relationship to sea surface temperature deviations
in the tropical eastern Pacific. Proc 6th Int Coral
Reefs Symp 3:237-243
Glynn PW, Mate JL, Baker AC, Calderon MO (2001)
Coral bleaching and mortality in Panama and
Ecuador during the (1997-98) El Niño-Southern
Oscillation event: spatial/temporal patterns and
comparisons with the (1982-1983) event. Bull Mar
Sci 69:79-109
Glynn PW, Wellington GM, Wieters EA, Navarrete SA
(2003) Reef-building coral communities of Eastern
Island (Rapa Nui), Chile. In: Cortes J (ed) Latin
American Coral Reefs. Elsevier Science BV,
Amsterdam, pp 473-494
Griffiths D (1999) On investigating local-regional species
richness relationships. J Anim Ecol 68:1051-1055
Guzmán HM, Cortes J (1993) Los arrecifes coralinos del
Pacífico oriental ecuatorial: revisión y perspectivas.
Rev Biol Trop 41:535-557
Guzmán HM, Guevara CA (1999) Arrecifes coralinos
de Bocas del Toro, Panamá: III. Distribución,
estructura y estado de conservación de los arrecifes de
las islas Pastores, Cristóbal, Popa y Cayo Agua. Rev
Biol Trop 47:659-675
Guzmán HM, Cortés J, Glynn PW, Richmond RH (1990)
Coral mortality associated with dinoflagellate blooms
in the eastern Pacific. Mar Ecol Prog Ser 60:299-303
Guzmán HM, Guevara CA, Breedy O (2004)
Distribution, diversity, and conservation of coral reefs
and coral communities in the largest marine
protected area of Pacific Panama (Coiba Island).
Environm Conserv 31:1-11
Hall CM (2001) Trends in ocean and coastal tourism: the
end of the last frontier? Ocean Coastal Manage
44:601-618
Holst I, Guzmán HM (1993) Lista de corales
hermatípicos (Anthozoa: Scleractinia; Hydrozoa:
Milleporina) a ambos lados del istmo de Panamá. Rev
Biol Trop 41:871-875
Hughes TP, Baird AH, Dinsdale EA, Moltschaniwskyj
NA, Pratchett MS, Tanner JE, Willis BL (1999)
Patterns of recruitment and abundance of corals
along the Great Barrier Reef. Nature 397:59-63
Knowlton N, Jackson JBC (1994) New taxonomy and
niche partitioning of coral reefs: jack of all trades or
master of some. Trends Ecol Evol 9:7-9
Kolarsky RA, Mann P (1995) Structure and neotectonics
of an oblique-subduction margin, southwester
Panama. Geol Soc Am Special Paper 265:131-157
Lindner A, Cairns SD, Guzman HM (2004) Distichopora
robusta n. sp., the first tropical shallow-water
stylasterid (Cnidaria: Hydrozoa: Stylasteridae) from
the East Pacific. J. Mar. Biol. Ass. UK. 84:943-947
Mate JL (2003) Corals and coral reefs of the Pacific coast
of Panama. In: Cortes J (ed) Latin American Coral
Reefs. Elsevier Science BV, Amsterdam, pp 387-417
Miller I, Muller R (1999) Validity and reproducibility of
benthic cover estimates made during broadscale
surveys of coral reefs by manta tow. Coral reefs
18:353-356
Mumby PJ (2001) Beta and habitat diversity in marine
systems: a new approach to measurement, scaling and
interpretation. Oecologia 128:274-280
31
National Research Council (1995) Understanding
Marine Biodiversity. National Academy Press,
Washington, DC
National Research Council (2001) Marine Protected
Areas: Tools for Sustaining Ocean Ecosystems.
National Academy Press, Washington, DC
Norse EA (1993) Global Marine Biological Strategy: a
Strategy for Building Conservation into Decision
Making. Island Press, Washington, DC
Reyes-Bonilla H (2003) Coral reefs of the Pacific Mexico.
In: Cortes J (ed) Latin American Coral Reefs.
Elsevier Science BV, Amsterdam, pp 331-349
32
Reyes-Bonilla H, Barraza JE (2003) Corals and
associated marine communities from El Salvador. In:
Cortes J (ed) Latin American Coral Reefs. Elsevier
Science BV, Amsterdam, pp 351-360
Sheppard CRC (1998) Biodiversity patterns in Indian
Ocean corals, and effects of taxonomic error in data.
Biodiversity Conserv 7:847-868
Zapata FA, Vargas-Angel B (2003) Corals and coral reefs
of the Pacific coast of Colombia. In: Cortes J (ed)
Latin American Coral Reefs. Elsevier Science BV,
Amsterdam, pp 419-447
CUADRO 1
Lista de especies de corales duros (23 escleractínidos) y gorgonias (52 octocorales) hasta un total de 75 especies
encontradas hasta el momento en la zona costera continental e insular del Golfo de Chiriquí, Panamá. Especies
similares pero podrían ser nuevas (cf.), especies en estudio o posiblemente nuevas en proceso de descripción (sp).
N° Escleractínidos
N° Octocorales
N° Octocorales (continuación)
1 Distichopora sp.
24 Carijoa riseii
47
2 Millepora intricata
25 Eugorgia ampla
48
3 Gardineroseris planulata
26 Eugorgia daniana
49
4 Pavona chiriquiensis
27 Eugorgia cf. multifida
50
5 Pavona clavus
28 Eugorgia sp
51
6 Pavona cf. duerdeni
29 Eugorgia sp1
52
7 Pavona frondifera
30 Eugorgia sp2
53
8 Pavona gigantea
31 Heterogorgia sp
54
9 Pavona maldivensis
32 Heterogorgia sp1
55
10 Pavona cf. minuta
33 Heterogorgia cf. verrucosa
56
11 Pavona varians
34 Leptogorgia alba
57
12 Pavona xarifae
35 Leptogorgia cuspidata
58
13 Pocillopora capitata
36 Leptogorgia diffusa
59
14 Pocillopora damicornis
37 Leptogorgia sp
60
15 Pocillopora elegans
38 Leptogorgia cofrini
61
16 Pocillopora eydouxi
39 Leptogorgia rigida
62
17 Pocillopora cf. inflata
40 Leptogorgia taboguilla
63
18 Pocillopora meandrina
41 Leptogorgia pumila
64
19 Porites lobata
42 Leptogorgia laxa
65
20 Porites panamensis
43 Muricea sp
66
21 Psammocora stellata
44 Muricea cf. austera
67
22 Psammocora superficialis
45 Muricea crassa
68
23 Tubastrea coccinea
46 Muricea cf. fruticosa 69
Total 23 Subtotal 23
70
71
72
73
74
75
Muricea sp8
Muricea sp9
Muricea squarrosa
Muricea austera
Muricea purpurea
Pacifigorgia adamsii
Pacifigorgia bayeri
Pacifigorgia cairnsi
Pacifigorgia catedralensis
Pacifigorgia eximia
Pacifigorgia ferruginea
Pacifigorgia firma
Pacifigorgia irene
Pacifigorgia rubicunda
Pacifigorgia rubinoffi
Pacifigorgia sculpta
Pacifigorgia senta
Pacifigorgia smithsoniana
Pacifigorgia stenobrochis
Pacifigorgia sp
Pacifigorgia sp1
Pacifigorgia sp2
Pacifigorgia sp3
Pacifigorgia sp4
Psammogorgia arbuscula
Psammogorgia cf. teres
Psammogorgia sp
Psammogorgia sp1
Psammogorgia sp2
Total 52
(Foto: Héctor Guzmán)
33
716312
775183
834053
892923
403057
403057
34
547536
Mapa de distribución de
diversidad basado en corales
duros (Hydrocorallina;
Scleractinia) y octocorales
(Alcyonacea) en la región
occidental del Pacífico de
Panamá. La diversidad
combinada de todas las
especies (ver Cuadro 1) se
presenta en cuatro categorías:
alta (>75% especies), mediaalta (50-75%), media (25-50%)
y baja (< 25%). Se señalan los
sitios donde se evaluó en
buceos profundos la diversidad
en arrecifes coralinos y
comunidades coralinas.
716312
775183
834053
892923
Figura 1.
547536
35
716312
775183
834053
892923
403057
403057
36
547536
Mapa de distribución de
especies raras de corales duros
(Hydrocorallina; Scleractinia) y
octocorales (Alcyonacea) en la
región occidental del Pacífico de
Panamá. La diversidad incluye
las especies que solo estuvieron
presentes en menos del 25% de
los 188 polígonos evaluados y se
presentan en cuatro categorías:
alta (> 66% de especies raras
o consideradas muy raras),
moderada (33-66%), baja
(< 33%), y no presentes. Se
señalan los sitios donde se
evaluó en buceos profundos la
diversidad en arrecifes coralinos
y comunidades coralinas.
716312
775183
834053
892923
Figura 2.
547536
37
715983
774853
833724
892594
402570
402570
38
547049
Mapa de distribución de la
cobertura de coral vivo en
comunidades coralinas de la
región occidental del Pacífico
de Panamá. La cobertura se
presenta en tres categorías:
alta (> 40%), media (20-40%)
y baja (<20%). Se señalan los
sitios donde se evaluó
cuantitativamente la cobertura
de arrecifes coralinos y
comunidades coralinas.
715983
774853
833724
892594
Figura 3.
547049
39
40
(Foto: Alex Schmid-Albatros Media)