baviera 4-v-2005 - Asociación de Diplomados en Genealogía

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baviera 4-v-2005 - Asociación de Diplomados en Genealogía
WITTELSBACH Y BORBÓN: RELACIONES Y ENLACES
ENTRE LAS CASAS REALES DE BAVIERA Y DE
ESPAÑA. SIGLOS XIX AL XXI
Amadeo-Martín Rey y Cabieses
Profesor de Dinastías Reales de la Escuela “Marqués de Avilés”
Académico Correspondiente de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía
Conferencia pronunciada dentro del programa del Curso 2004-2005
de la Escuela “Marqués de Avilés”,
de la Asociación de Diplomados en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria, Madrid
con la presencia de la Princesa Marisol de Baviera
Salón de Actos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (C.S.I.C.)
Madrid, 24 de febrero de 2005
A la Princesa Marisol de Baviera, digna representante de su estirpe
y de la su esposo el Serenísimo Señor Infante de España Don José Eugenio de Baviera
I. INTRODUCCIÓN
Siempre he creído que los historiadores y genealogistas españoles, no le habíamos dedicado a la
Casa Real de Baviera, el interés que merece en virtud de las estrechísimas relaciones de
parentesco que ha mantenido durante mucho tiempo –y sigue aún manteniendo- con la Casa
Real de España. Tres sucesivos matrimonios de miembros de la familia real española con
príncipes bávaros son una prueba más que evidente de los vínculos existentes entre ambas casas
y entre las familias Wittelsbach y Borbón, dos de las más antiguas del continente europeo.
Para el historiador Ricardo de la Cierva, los Borbón-Baviera se distinguen por su seriedad y su
lealtad a la Corona y a España en medio de pruebas terribles. Considera que a su ejemplo se
debe, como causa importante, la misma posibilidad de una Segunda Restauración 1 . En una de
sus obras, el conocido catedrático y escritor decía que “es difícil no sentir una simpatía bien
fundada” por esta familia de los Baviera españoles, “en contraste” –dice- “con la inquina
absurda que les demuestra un conocido cronista dinástico, por razones jamás explicadas”. Los
actuales Baviera españoles son unos príncipes sencillos, trabajadores, empresarios, sin que les
duelan prendas, aunque pertenezcan a la primerísimo nobleza y provengan de la realeza
europea, con la que están emparentados2 .
En las líneas que siguen intentaré dar una visión de conjunto de las relaciones entre las Casas
Reales de España y de Baviera, exponiendo la descendencia del matrimonio habido entre el
príncipe Adalberto de Baviera y la infanta Amalia de España.
1
Cierva, Ricardo de la. Alfonso y Victoria. Las tramas íntimas, secretas y europeas de un reinado
desconocido. Ed. Fénix, p. 263, Madrid, 2001.
2
Cierva, Ricardo de la. El mito de la sangre real (Razón de amor y razón de Estado: los "matrimonios
desiguales" en España desde Alfonso X el Sabio a los Reyes Católicos, a Alfonso XIII y la Infanta Elena.
La Pragmática de Carlos III no existe. Don Juan: "Reinar después de morir". ¿Hay limitaciones al
matrimonio del Príncipe Felipe?). Ed. Fénix, p. 145, Madrid, 1995.
1
II. UN CURIOSO ANTECEDENTE: LOS DUQUES DE BAVIERA Y LOS MONCADA
Sin ser una dinastía real española, la Casa de Moncada es un linaje de enorme importancia, no
sólo en la península Ibérica –España y Portugal3 - sino también en la Itálica. Fueron detentadores
de los señoríos y títulos de pr íncipes de Larderia y de Paternò, duques de Bivona, Montalto y
San Giovanni, marqueses de Adeje, Agropoli, Aytona, Bélgica, Benavites, Leiva, Los Trujillos,
Los Vélez, Martorell, Molina, Mondéjar, Orellana la Vieja, San Juan de Piedras Albas,
Vallehermoso de Tajuña, Villamayor de Iviernas, condes de Adernò, Agosta, Aytona,
Caltannissetta, La Gomera, Moncada, Sallent, Santa Eulalia , Tendilla, Villamonte,
Villardompardo, Sacro Romano Imperio, vizcondes de Bearn y de Marsan, señores de
Alconchel, Fraga, Peñíscola, Tortosa, Vich.
Quien observe las armas de los Moncada, marqueses de Aytona, podrán ver que llevan:
Cuartelado, 1º y 4º, de sable, un león de oro, coronado de lo mismo, armado y lampasado de
gules, el del primero, contornado, y 2º y 3º, losanjados en banda, de plata y azur, escusón de
gules, cargado de ocho bezantes de oro; partido de oro, con cuatro barras de gules.
Esos losanjes hacen referencia a su supuesta ascendencia hasta los duques de Baviera. En
efecto, Grimaldo, duque de Baviera y fallecido en 695 dejó como hijos a Theodon, Plectrudis,
mujer de Pepino, y ambos padres de Carlos Martel. Theodon, cuarto de tal nombre, casó con
Glisonota y falleció en 708. Fue padre de Theodon, casado con Willetruda, padres de Suhinolda
que –según Garibay- casó con Carlos Martel, y Grimaldo. Éste se tituló duque de Baviera y se
amancebó con la mujer de su hermano Theodon. San Corviniano le recriminó tal proceder y fue
desterrado. Grimaldo murió en una conspiración levantada contra él y dejó tres hijos: Alberto,
Odgerio y Uto.
Odgerio pasó a Francia, para defenderse de una conjuración al lado de su pariente Carlos
Martel, y de ahí pasó a Cataluña, con el título de Dapiser, para luchar contra los moros. Fundó
un castillo no lejos de Barcelona, que se llamó Mont-Cathaló o Castillo de Monte Catalán. Por
ello empezaron a llamarle Odgerio Cathaló. Dicho castillo se considera como el primitivo solar
de la familia de Mont-Cathaló, nombre que, con el tiempo se convirtió en Moncada. Odgerio
murió en 759. Estuvo casado con Hermelinda, y aunque el Arzobispo Marca y otros hacen
derivar de este caballero la descendencia de la Casa de Moncada, Pellicer, con más fundamento
dice que procede de su hermano Uto. Éste, pasó a Cataluña con su hermano Odgerio, y por
3
Donde pasaron antes del siglo XVII y se unieron a nobles familias portuguesas.
2
muerte de éste le sucedió en el empleo de Dapiser, que algunos han tomado por nombre propio,
cuando es un empleo o dignidad, sinónimo de Senescal o Intendente de la Casa Real. Continuó
Uto la guerra contra los moros y venció a los reyes de Fraga, Segorbe y Toledo. Falleció en 768,
dejando entre otros hijos a Arnao o Arnulfo Mont-Cathaló.
A Arnufo el emperador Ludovico Pío le dio en feudo la tierra de Moncada. Gozó de la dignidad
de Dapiser y falleció en 798. Tuvo dos hijos: Othón y Armengol. Éste poseyó el estado de Urgel
y otros en Cataluña. De Armengol pretende el Arzobispo Marca que descienden la Casa de
Moncada y sus ramas, y para Luis de Salazar y Castro la de Peralada y otras en Cataluña. Para
ello hacen a Armengol hijo de distintos padres como Borel y su esposa Engelrada, que
dominaron Urgel en 788. Othon de Moncada sirvió a Carlo Magno y fue señor de la mitad de
Vich y otras tierras. Falleció en 832 dejando por hijo y sucesor a Arnao o Arnulfo de Moncada,
que Tamayo encontró en el archivo de Serós. Sirvió al emperador Carlos “el Calvo”, quien se
hospedó en su castillo de Moncada. Murió en 855.
III. LA CASA DE BAVIERA
Baviera, una extensa región del sur de Alemania, fue durante la mayor parte de su historia un
independiente o semi-independiente ducado o reino. Desde el siglo VI, aproximadamente desde
555, fue gobernada por la Casa de los Agilulfings hasta ser conquistada por Carlomagno en 788,
siendo entonces gobernada por duques de diversas familias incluyendo a los Güelfos. En 1180
el ducado de Baviera pasó a ser de la Casa de Wittelsbach, católica, fundada por el margrave
Luitpoldo, fallecido el 5 de julio de 907, primo y general del emperador carolingio Arnulfo. Los
Wittelsbach fueron, desde que adquirieron el ducado de Baviera y el condado palatino del Rhin,
una de las dinastías más importantes de Europa. Sobre ambos estados reinaron distintas ramas
de la familia, que a su vez subdividieron sus posesiones entre los diversos miembros del linaje
en varias ocasiones. El linaje proveyó un emperador al Sacro Imperio Romano Germánico, Luis
IV, y durante un tiempo en la Edad Media, poseyeron Hainault y Brandeburgo. Baviera se
convirtió en electorado en 1623. En el siglo XVIII, el emperador Carlos VII fue uno de sus
miembros. La línea del palatinado también aportó un emperador, Ruperto del Rhin (fallecido en
1410), un rey a Bohemia y una dinastía a Suecia, y heredó las posesiones de Baviera en 17774 .
Las dos ramas reinantes en la casa de Wittelsbach eran la de los duques de Baviera propiamente
dichos y la de los electores palatinos que reinaron en Heidelberg y en Manheim hasta mediados
del siglo XVIII. A la muerte sin descendencia del elector Carlos Felipe en 1742, su primo
Carlos Teodoro de Zweibrücken, de la rama colateral de Birkenfeld, le sucedió. Años después
de recoger estar herencia del elector palatino, Carlos Teodoro se vio llamado en 1777 al trono
de Baviera, cuyo ocupante, el elector Maximiliano José III había muerto sin dejar descendencia.
Así se unieron bajo un mismo cetro, después de casi cinco siglos, el Palatinado y Baviera.
4
Tapsell, R.F. Monarchs Rulers Dynasties and Kingdoms of the World. (Compiled by). Thames and
Hudson, pp. 32 y 146, London, 1984.
3
Baviera se convirtió en reino en 1806. Fue parte del imperio alemán en la última porción del
siglo XIX y la monarquía fue abolida, como en el resto de estados alemanes, en 1918. También
a mediados del siglo XIX, uno de sus príncipes, Otto, hijo del rey Luis I de Baviera, se convirtió
en rey de Grecia, donde permaneció varias décadas. Era, precisamente, hermano del príncipe
Adalberto que, al casar con la infanta Amalia de España, iniciarán una serie de enlaces que –
como veremos- mantendrán unidas a las familias reales bávara y española durante generaciones.
Podemos considerar a los Wittelsbach como una de las casas reales más antiguas de Europa.
Han reinado sin interrupción en Baviera durante setecientos treinta y ocho años. Sobrevivieron
con asombrosa vitalidad a las luchas fratricidas que diezmaron o aniquilaron la mayoría de las
antiguas casas germánicas como los Hohenstaufen, y –dice Ghislain de Diesbach5 - pese a las
guerras o las revoluciones, a despecho de la extravagancia, e incluso de la locura, que mostraron
algunos de ellos, han conseguido conservar sobre sus súbditos un ascendiente que no poseen
otras familias reales todavía reinantes. La dinastía y la religión son en Baviera dos cosas
estrechamente emparajedas, y en la base de ese afecto a los Wittelsbach hay un elemento
místico que puede explicar su perennidad. Aunque desposeídos del trono en 1918, los
Wittelsbach siguen reinando oficiosamente en su país; y hasta su muerte, considerada como un
duelo nacional, el príncipe Rupprecht fue siempre tratado como quasi soberano, rodeado de
atenciones, consultado por las autoridades muniquesas sobre todos los asuntos importantes y
solicitado para que cumpliese la s obligaciones protocolarias que incumben a un jefe de Estado.
IV. LOS BAVIERA EN LA CASA REAL DE ESPAÑA
1. MARIA ANA DE NEOBURGO
Quizás el más importante matrimonio de un miembro de la dinastía de los Wittelsbach con un
príncipe español es el que el 14 de mayo de 1690 –en el claustro de San Diego, Valladolid- se
celebra entre el rey Carlos II, último monarca de la Casa de Austria en España, y la princesa
María Ana de Baviera, nacida en el Castillo de Benrath el 28 de octubre de 1667 y fallecida en
Guadalajara el 16 de julio de 1740. Era el segundo matrimonio de ese monarca, antes casado
con la princesa María Luisa de Orleáns.
María Ana era la décimosegunda hija de Felipe Guillermo, nacido en Neoburgo el 24 de
noviembre de 1615 y fallecido en Viena el 2 de septiembre de 1690, duque de Baviera y
Neoburgo en 1653, duque de Berg y Jülich en 1666, príncipe de Pfalz en 1685, habida con su
segunda 6 esposa la princesa Isabel Amalia de Hesse-Darmstadt, nacida en Giessen el 20 de
marzo de 1635 y fallecida en Neoburgo el 4 de agosto de 1709. María Ana había nacido en
Dusseldorf el 28 de octubre de 1667. El matrimonio, por poderes, tuvo lugar en Neoburgo el 28
de agosto de 1689, representando a don Carlos el rey José de Hungría. Bendijo la unión el
príncipe Alejandro de Neoburgo, hermano de la novia, que celebraba su primera misa en esa
ceremonia, a la que asistieron más de 900 invitados 7 .
5
Diesbach, Ghislain de. Los secretos del Gotha. Luis de Caralt Ed., 1ª ed., p.53, Barcelona, 1968.
La primera esposa del duque era la princesa Ana Catalina Constanza de Polonia y Suecia, nacida en
Varsovia el 7 de agosto de 1619 y fallecida en Colonia el 9 de octubre de 1651.
7
Susarte, F. Bodas y partos de las reinas de España. Instituto Alicantino de Cultura "Juan Gil-Albert",
Diputación Provincial de Alicante, p. 210, 2000.
6
4
María Ana de Neoburgo, reina de España
Juan Balansó escribió en cierta ocasión 8 : “Casi todas las figuras históricas tienen sus
defensores y sus detractores. María Ana de Neoburgo constituye una excepción: sólo tiene
detractores.”
No parece que demostrase mucho cariño por Carlos II. En su matrimonio hubo multitud de
escenas tormentosas. Se le consideraba una mujer fría, ambiciosa y llena de codicia, abocada a
la intriga política. Simuló hasta doce embarazos, farsas que evidentemente acababan
descubriéndose. De ella se cantaba en Madrid:
Tres vírgenes hay en Madrid:
La Almudena, la de Atocha
Y la reina nuestra señora.
María Ana sobrevivió cuarenta años a su marido. Felipe V, conociendo las simpatías de la viuda
por la causa del archiduque Carlos de Austria, mandó confinarla en Bayona, cerca de la frontera
hispano-francesa, rodeada de una pequeña corte. Allí parece que contrajo matrimonio secreto
con un caballero miembro de su séquito, Jean de Larréatéguy, del que quedó descendencia. De
todos modos el asunto se llevó con la mayor discreción. Solo en 1738, ya enferma e inofensiva,
recibió permiso para regresar a España como reina viuda e instalarse en el palacio del Infantado,
de Guadalajara, donde falleció dos años después.
8
Balansó, Juan. Las coronas huecas. Reinas y reyes olvidados que crearon leyenda. Plaza & Janés, 1ª
ed., p. 33, Barcelona, 2003.
5
Estampa conmemorativa de la boda de Carlos II y María Ana de Neoburgo
Carlos II de España no tuvo hijos de ninguna de sus dos esposas. El príncipe que reunía más
derechos, y así había sido señalado en su momento por Felipe IV, era su bisnieto el príncipe
José Fernando Leopoldo de Baviera, hijo del elector Maximiliano II Manuel de Baviera9 y de su
primera esposa la archiduquesa María Antonia de Austria, hija a su vez de la infanta Margarita
de España y del emperador Leopoldo I. En 1698 se acordó un tratado de partición secreto que, si
bien reconocía el derecho a la Corona de José Fernando de Baviera, establecía el reparto de
ciertos territorios entre Luis XIV y Leopoldo I con la aquiescencia de Holanda e Inglaterra. La
muerte de Fernando José10 en Bruselas el 6 de febrero de 1699 complicó las cosas, obligando a
un segundo reparto en 1700 entre el candidato francés, Felipe de Borbón, duque de Anjou, y el
archiduque Carlos de Austria. Luis XIV testó a favor de su segundo nieto Felipe.
9
Nacido en Munich el 11 de julio de1662 y fallecido en la misma ciudad el 26 de febrero de 1726. Había
casado en Viena el 15 de julio de 1685 con la archiduquesa María Antonia, nacida en Viena el 18 de
enero de 1669 y fallecida en la misma ciudad el 24 de diciembre de 1692. Contrajo segundas nupcias en
Wesel el 12 de enero de 1695 con Teresa Cunegunda Sobieska, princesa de Polonia, nacida en Varsovia
el 4 de marzo de 1676 y fallecida en Venecia el 10 de marzo de 1730.
10
Fernando José de Baviera había nacido en Viena el 28 de octubre de 1692.
6
Escudo del príncipe elector Maximiliano José Leopoldo Fernando, duque de Baviera
2. ALFONSO XIII Y WILTRUD DE BAVIERA
Una de las candidatas de las que se habló en su momento para contraer matrimonio con el rey
don Alfonso XIII fue la princesa Wiltrud Marie Alix de Bavie ra, nacida en Munich el 10 de
noviembre de 1884 y fallecida en Oberstdorf el 28 de marzo de 1975, hija del rey Luis III de
Baviera, y de la archiduquesa María Teresa de Austria. Precisamente ésta era hermanastra de la
reina María Cristina de España, madre de Alfonso XIII.
La princesa Wiltrud consiguió 1.488 votos en la “elección” que el diario ABC propuso bajo el
título. “¿Quién será la futura reina de España?” El periódico ofreció ocho posibles esposas11 .
Finalmente el rey eligió a la princesa Victoria Eugenia de Battenberg, aquella por la que el
pueblo había precisamente votado más.
11
Las otras fueron Victoria Eugenia de Batteberg (18.427 votos); Patricia Victoria de Connaught (13.719
votos); Victoria Luisa de Prusia (12.901 votos); Luisa de Orleáns (10.675 votos); María Antonia de
Mecklemburgo (7.040 votos); Beatriz de Sajonia-Coburgo (4.093 votos); y Olga de Cumberland (2.112
votos). (Cierva, Ricardo de la. Alfonso y Victoria. Las tramas íntimas, secretas y europeas de un reinado
desconocido. Ed. Fénix, pp. 178-179, Madrid, 2001.) También sonaron como candidatas la princesa Sofía
de Sajonia y la archiduquesa María Gabriela de Austria, hija del archiduque Federico (Cortés Cavanillas,
Julián. Alfonso XIII, vida, confesiones y muerte. 1ª ed., p. 88, Madrid, 1966.)
7
Rey Luis III de Baviera, padre de la princesa Wiltrud de Baviera
Por su parte, Wiltrud acabaría casando en Munich el 26 de noviembre de 1924 con S.A.Sª
Wilhelm Kart Florestan Gero Crescentius, II duque de Urach, conde de Württemberg. Nació el
3 de marzo de 1864 y falleció en 1928. Contrajo primeras nupcias en Tegernsee el 4 de julio de
1892 con Amelia, duquesa en Baviera, nacida el 24 de diciembre de 1865 y fallecida en 1912,
de quien tuvo una amplia descendencia 12 .
12
Le sucedió su hijo Carlos Gero Alberto José Guillermo Antonio María, III duque de Urach, conde de
Wurtemberg, nacido en el castillo de Lichtenstein el 19 de agosto de 1899, ya que su hijo varón
primogénito, Guillermo, príncipe de Urach, nacido el 27 de septiembre de 1897 y fallecido en 1957,
renunció a sus derechos a la sucesión al título de duque de Urach al casar en 1928 con Elisabeth Theurer,
nacida en 1899. Tuvieron dos hijas, la mayor de las cuales, Isabel, princesa de Urach, nació en 1932, y la
segunda, María Cristina, en 1933. Ésta falleció en 1990. Isabel, viuda del príncipe Guillermo de Urach, y
sus hijas Isabel y María Cristina, solteras ambas, vivían hacia 1984 en Hauptmannsreute 35, 7000
Stuttgart. (Vid. L'Allemagne Dynastique, Tome VI. Giraud, p. 272, Le Perreux-sur-Marne, 1991.)
8
Princesa Wiltrud de Baviera en dos épocas de su vida
Como curiosidad diremos 13 que al II duque de Urach se le ofreció la corona de Lituania el 13 de
julio de 1918. El Consejo Regional de Lituania, redenominado Consejo del Estado de Lituania
(Lietuvos Valstybes Taryba), reunido en Vilna 14 a las 12:30 de la mañana del 16 de febrero de
1918, había proclamado independiente al país 15 . El Tratado de Brest-Litovsk, de 3 de marzo de
1918 proclamó la no sujeción de Lituania a la soberanía rusa. Occidente no prestó colaboración
alguna a la Lituania independiente. Sólo el emperador Guillermo II, el 23 marzo de 1918,
reconoció tal independencia en un documento oficial, estableciendo diversos convenios y lazos
de subordinación. El 13 de julio de 1918 el Consejo de Estado de Lituania, oponiéndose a las
intenciones anexionistas de Alemania, que pretendía integrar Lituania en Prusia o en Sajonia,
instauró un régimen monárquico constitucional eligiendo rey a Guillermo, duque de Urach y
conde de Wurtemberg.
Guillermo de Urach llegó incluso a anunciar su aceptación de la corona y la intención de tomar
el nombre de Mindovg (Mindaugas) II, pero el 2 de noviembre de 1918, el Consejo de Estado
declaró nulo el decreto de elección y adoptó los artículos de base de la Constitución Provisional
del Estado lituano 16 .
Otra princesa de Baviera que sonó como candidata a novia de Alfonso XIII fue la princesa Pilar
de Baviera, hija de la infanta Paz17 , de las que hablaremos más adelante. Pilar siempre estuvo
enamorada de su primo y eso se trasluce en su obra, verdaderamente panegírica, del abuelo de
Juan Carlos I.
3. DESCENDENCIA DE ADALBERTO Y AMELIA
13
Rey y Cabieses, Amadeo-Martín. La sucesión del principado de Mónaco. En: Regalia Catalana.
Butlletí de la Societat d'Estudis Pere el Cerimoniós. Núm V, Barcelona, A.D. MMII, ANNO XXVII
REGNI IOHANNE CAROLI.
14
En el número 30 de la Grande Rue, (30, Didzioji gatve) hoy correspondiente al nº 26 de la Calle del
Castillo (26, Pilies gatve).
15
La soberanía de la nación fue proclamada correctamente, pero el restablecimiento de la independencia
no fue ratificado hasta el 15 de mayo de 1920 por una resolución de la Asamblea Constituyente de
Lituania.
16
Vid. Burke’s Royal Families of the World. Vol. II. Burke’s, p. 306, London, 1980. Y también:
http://www.lithuania.lt/IMI/i_fr.jsp?nr=istorija_12.
17
Cortés Cavanillas, Julián. Alfonso XIII, vida, confesiones y muerte. 1ª ed., p. 88, Madrid, 1966.
9
El conocido escritor Juan Balansó dijo que cierta ocasión que “los Wittelsbach de Baviera eran
unos príncipes difíciles de colocar. En el mercado matrimonial de la época no cotizaban lo
suficiente porque les perseguía el sambenito de que su cerebro hacía aguas”18 . Sin embargo, lo
cierto es que durante tres generaciones príncipes bávaros, de una misma familia, se casaron con
otras tantas infantas de España.
Rey Luis I de Baviera en 1860, padre del príncipe Adalberto de Baviera
I. S.A.R. el Príncipe Adalberto Guillermo Jorge Luis de Baviera, nacido en Munich el 19 de
julio de 1828 y fallecido en Nymphenburg el 21 de septiembre de 1875, mayor general del
ejército de Baviera, coronel y luego mayor general propietario del Regimiento de Coraceros nº
219 , caballero de la Orden de San Huberto y de la de San Jorge, caballero de la Orden española
del Toisón de Oro desde 1856, ingresando con el nº 993, caballero gran cruz de la Orden de
Carlos III. Hijo del rey Luis I de Baviera, nacido el 25 de agosto de 1786 y fallecido el 29 de
febrero de 1868 y de la princesa Teresa de Sajonia -Hildeburghausen, más tarde Sajonia Altenburg, duquesa en Sajonia, nacida el 8 de julio de 1792 y fallecida el 26 de octubre de 1854.
18
Balansó, Juan. Los diamantes de la Corona. Plaza & Janés, p, 153, 1ª ed., Barcelona, 1998.
Almanach de Gotha. Annuaire Diplomatique et Statistique pour l'année 1856. Quatre-Vingt-Tre zième
Année, p. 11, Justus Perthes, Gotha. Y : Almanach de Gotha. Annuaire Diplomatique et Statistique pour
l'année 1861. Quatre-Vingt-Dix-Huitième Année, p. 11, Justus Perthes, Gotha.
19
10
Príncipe Adalberto de Baviera
Adalberto fue príncipe heredero de Grecia cuando su hermano el príncipe Otón Federico Luis de
Baviera fue elevado al trono de Grecia como Otón I, rey de Grecia 20 . Adalberto era un hombre
rudo y bastante grueso. Dado el interés de su padre Luis I por Grecia y por el mundo
Mediterráneo, se cuenta que quiso enlazar con los Borbones y que eso le hizo venir a Madrid.
Boda del príncipe Adalberto de Baviera con la infanta Doña Amalia de España
Casó21 en el Palacio Real de Madrid el 25 de agosto de 1856 con S.A.R. Doña Amalia Felipa
del Pilar de Borbón y Borbón, infanta de España, nacida en Madrid el 12 de octubre de 1834 y
fallecida en el castillo de Nymphenburg el 27 de agosto de 1905, según su nieto “de una
parálisis al corazón” 22 , dama de la Orden de Damas Nobles de María Luisa, dama de la s órdenes
bávaras de Teresa y Santa Isabel, hija menor de Francisco de Paula Antonio María de Borbón y
Borbón, infante de España, duque de Cádiz, nacido el 10 de marzo de 1794, y de la princesa
Luisa Carlota de Borbón-Dos Sicilias, infanta de España, nacida el 24 de octubre de 1804, con
quien casó por procura el 15 de abril de 1819 y personalmente el 12 de junio de 1819.
20
En virtud de los poderes transmitidos por la nación griega a Francia, Gran Bretaña y Rusia, (aliados por
la convención preliminar de Londres de 6 de julio de 1827), por el tratado firmado en Londres el 7 de
mayo de 1832 y ratificado por el rey de Baviera el 27 de mayo de 1832, reconocido por la Asamblea
Nacional griega el 8 de agosto, aceptó la corona el 5 de octubre de 1832 y sube al trono de Grecia el 25 de
enero/6 de febrero de 1833 bajo una regencia establecida hasta cumplir veinte años de edad. (Almanach
de Gotha. Annuaire Diplomatique et Statistique pour l'année 1867. Cent-Quatrième Année, p. 18, Justus
Perthes, Gotha.)
21
Los contratos de boda los firmaron la reina Isabel II y el rey Maximiliano II de Baviera. Los reyes de
España fueron los padrinos de boda.
22
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 254, Madrid, 1935. Como esta muerte sucedió de modo
inesperado, se deduce que, fuera del príncipe Alfonso, no se hallaba nadie de la familia con ella. El
príncipe Luis Fernando de Baviera había ido aquel día al palacio del príncipe Regente Luitpoldo, para
comunicarle el desposorio de su hijo Fernando. Ya había oído noticias y se las comunicó a Luis Fernando.
Alfonso de Baviera estaba en Miesbach, en el descubrimiento de un monumento; la princesa Clara
visitaba a la Duquesa de Módena en el castillo de Wildenwart. Allí se enteraron por teléfono.
11
Príncipe Adalberto de Baviera e infanta Amalia de España
•
•
Nieta paterna del rey Carlos IV de España y de María Luisa de Borbón, princesa de Parma.
Nieta materna del rey Francisco I de la Dos Sicilias y de
La infanta Amalia vivía en el palacio real de Madrid , protegida y favorecida por su prima y
cuñada la reina Isabel II y, junto con su hermana María Cristina, era una de las pocas princesas
españolas solteras. El hermano de Adalberto era el rey Otto I de Grecia. Su padre, el rey Luis I
era un apasionado del clasicismo griego en el que se inspiró para convertir su capital, Munich,
en una nueva Atenas. Según Ricardo Mateos23 , el matrimonio de Adalberto y Amalia fue uno de
los últimos “por correspondencia” de la casa real de España. No era muy atractivo. Tampoco lo
era Amalia, que no era desde luego un portento de belleza ni especialmente rica, y sí algo
entrada en carnes y amante de los puros habanos, algo que asombró a su suegro el rey Luis I.
Dicen que éste, al llegar Amalia a Munich -él tan amante de la belleza, que le hizo constituir la
famosa galería de bellezas de Nymphenburg- se espantó de la falta de gracias de la infanta. Sin
embargo, el matrimonio de los “Adalbert”, como eran llamados en Munich, fue muy feliz y
fueron muy queridos por todos sus parientes, teniendo palacio propio en la capital bávara. Ella
mantuvo siempre un gran amor por España, y volvió de visita en numerosas ocasiones. Por eso,
por ejemplo, como luego veremos, su hijo Luis Fernando nació en Madrid. Sin embargo,
después de la revolución de 1868 la infanta Amalia no volvió a España. Vivió de casada y luego
de viuda en el Palacio de la Residenz de Munich o en Nymphenburg.
23
Mateos Sáinz de Medrano, Ricardo. Los desconocidos Infantes de España. Casa de Borbón. Ed.
Thassàlia, 1ª ed., p. 298, Barcelona, 1996.
12
Infanta Amalia de España
En 1871, antes de entrar en el Theresianum de Viena, Alfonso XII estuvo unos meses en casa de
sus tíos Adalberto y Amalia, para aprender alemán. Allí se hizo amigo de sus primos Luis
Fernando y Alfonso. Y allí le visitó su madre Isabel II. También el rey Francisco de Asís estuvo
en casa de Adalberto y de su hermana Amalia en el otoño de 1876. Ésta, en mayo de 1880 fue
con sus tres hijos mayores a París. La reina Isabel II les llevó a los teatros y a excursiones a St.
Cloud y Sèvres. Cuando su hijo Luis Fernando y la infanta Paz vivían ya en Munich, tras su
casamiento, la infanta Amalia solía pasar los veranos con ellos y con sus dos hijas solteras en
Nymphenburg.
El príncipe Adalberto tenía una especial predilección por la Casa de Borbón. Así lo explicó su
nieto, también llamado Adalberto 24 . Eso hizo que transmitiese a su hijo Luis Fernando ese amor
por la casa capetina, lo que contribuyó especialmente al profundo cariño que el rey Luis II de
Baviera, devoto de dicha Casa, profesaba a su primo Luis Fernando y a la mujer de éste, la
infanta Paz.
Al entierro de la infanta Amalia fueron los duques de Génova y los condes Wrbna. El cadáver
fue expuesto en la vieja capilla del palacio de la Residenz de Munich, siendo enterrada en el
panteón real de la Iglesia de San Miguel, junto a su marido, y en la proximidad de Luis II. La
población de Munich participó en masa25 .
El príncipe Adalberto y la infanta Amalia fueron padres26 de:
II.a. S.A.R. el Príncipe Luis Fernando María Carlos Enrique Adalberto Francisco
Felipe Andrés Constantino de Baviera, nacido en el palacio real de Madrid el 22 de
octubre de 1859, durante una de las pocas visitas de sus padres a España, y fallecido en el
castillo de Nymphenburg el 23 de noviembre de 1949, doctor en Medicina, cirujano
honorario de la Real Academia Española, general de caballería del ejército bávaro27 ,
24
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 111, Madrid, 1935.
25
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 254, Madrid, 1935.
26
Tras su boda, la infanta Amalia y el príncipe Adalberto salieron hacia Munich. Al poco, ella tuvo un
aborto.
27
Desde los 18 años llevó siempre el uniforme del 2º regimiento de caballería pesada.
13
coronel propietario del 18º regimiento de infantería bávara28 , jefe del 3er. Regimiento
silesio de dragones prusianos nº 1529 , inspector honorario del cuerpo de sanidad militar de
España, gran prior honorario de la Orden bávara de San Jorge, caballero de la Orden de
San Huberto, caballero de la Orden española del Toisón de Oro desde 1859 en la que
ingresó con el nº 998, caballero de la Orden del Águila Negra30 . Aunque, era caballero del
Toisón de Oro desde su nacimiento por orden de Isabel II, la imposición solemne del
collar de la Orden la recibió el último día del mes de febrero de 1883, en la basílica de la
Virgen de Atocha. Al día siguiente el rey Alfonso XII le cruzó caballero de la Orden de
Santiago. Con motivo de la boda de su hermana con el Duque de Génova, el Duque de
Aosta le hizo entrega en 1883 de las insignias de la Orden de la Santísima Anuncia ción.
El 20 de julio de 1883 el rey Alfonso XII escribió a Luis Fernando diciéndole: “… Hoy te
escribo para anunciarte que, estando vacante, por fallecimiento del Duque de Parma, la
dignidad de Comendador Mayor de Castilla en la Orden militar de Santiago, he resuelto
concerderte dicha dignidad y un día de éstos firmaré el decreto”31 .
Príncipe Luis Fernando de Baviera
28
El rey Luis II de Baviera le comunicó a Luis Fernando su ascenso a Coronel propietario de dicho
regimiento en carta fechada en Munich el 11 de mayo de 1883.
29
En otoño de 1897 el emperador Guillermo II de Alemania invitó a Luis Fernando al castillo de
Homburg para que tomase parte en unas maniobras y le distinguió con el mando de ese regimiento, que
participaba entonces en ellas y se hallaba acuartelado en Estrasburgo. Cuatro revoluciones e intemedios.
Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios del Príncipe Adalberto). EspasaCalpe, p. 203, Madrid, 1935.
30
Luis Fernando marchó a Berlín, acompañado de la Infanta Paz, el 15 de enero de 1894, para dar las
gracias personalmente al emperador Guillermo II por esta condecoración y recibir de sus manos el collar.
En la capital alemana fueron muy bien tratados. Se había puesto a las órdenes del príncipe el conde
bávaro Schönborn, que entonces servía en los coraceros de la guardia. El día de la fiesta para para la
condecoración, llevaron la cola de la infanta Paz dos cadetes oriundos de Baviera. En las habitaciones
puestas a disposición de Luis Fernando y Paz sólo se veían recuerdos de Munich. Sobre una mesa había
un libro que Paz había editado hacía tiempo para fines benéficos. (Cuatro revoluciones e intemedios.
Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios del Príncipe Adalberto). EspasaCalpe, pp. 193-194, Madrid, 1935.)
31
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 119, Madrid, 1935.
14
Casado32 en la capilla del palacio real de Madrid a las once de la mañana del 2 de abril de
1883 con S.A.R. Doña María de la Paz Juana Amelia Adalberto Francisca de Paula
Juana Bautista Isabel Francisca de Asís de Borbón y Borbón, infanta de España,
nacida en Madrid a las cinco y diez de la tarde del 23 de junio de 1862 y fallecida en el
castillo de Nymphenburg el 4 de diciembre de 1946. Fue bautizada por el cardenal
arzobispo de Toledo fray Cirilo de la Alameda y Brea33 , siendo su madrina su tía la
infanta Amalia, princesa Adalberto de Baviera. Era dama honoraria de la Orden bávara de
Teresa y dama de la Orden de Santa Isabel, dama de la Cruz Estrellada, hija de la reina
Isabel II de España y de Francisco de Asís de Borbón, infante de España, rey consorte de
España34 . Residía en el castillo de Nymphenburg, cerca de Munich.
Este magnífico palacio, residencia estival de los monarcas bávaros merece que nos
ocupemos de él –siquiera sea brevemente- en las siguientes líneas. Su primera piedra se
colocó en 1664 pero sufrió diversas reformas y añadidos durante todo el siglo XVIII.
Contribuyeron a que el castillo sea lo que hoy es los príncipes electores Fernando María,
Maximiliano Manuel, Carlos Alberto y Maximiliano IV José que ascendió al trono de
Baviera en 1806. Fernando María de Baviera regaló a su consorte Adelaida de Saboya la
mansión de Kemnat, adquirida el 1 de julio de 1663 por 10.000 florines. La ocasión del
regalo había sido el nacimiento el año anterior del príncipe heredero Maximiliano
Manuel. Adelaida hizo saber a su madre, que estaba en Turín, su intención de hacer
construir en “Kemmertin”. Se decidió por el arquitecto italiano Agostino Barelli,
arquitecto de la iglesia de los Teatinos de Munich, también erigida con el mismo motivo.
En 1675 la construcción del castillo estaba terminada. Era lo que hoy es el cuerpo central
del mismo: una villa italiana, un bloque cubiforme de cinco plantas. Se accedía a la puerta
central subiendo por una doble escalinata simétrica, construida en 1675 a la vez que la
análoga que daba a la fachada del jardín. El modelo para éste fue el jardín de Venaria
Reale, el pabellón de caza hecho construir cerca de Turín por el rey Carlos Manuel II de
Cerdeña, hermano de Adelaida. Falleció ésta en 1675 y más tarde su esposo Fernando
María. El príncipe Maximiliano Manuel comenzó a interesarse por Nymphenburg en
1701, a su regreso de los Países Bajos. Encargó el engrandecimiento de la villa hecha por
su madre al arquitecto Enrico Zuccalli di Rovereto, que ya había demostrado su capacidad
32
Fueron padrinos de los novios los reyes Alfonso XII y María Cristina de España. La novia entró en la
capilla acompañada de su madre, Isabel II, seguida de las hermanas de su padre, el rey consorte, las
infantas Isabel, casada con Ignacio Gurowski, Josefa, casada con el conde Güell, Cristina, esposa del
infante don Sebastián, y del hermano del novio, el príncipe Alfonso de Baviera. (Puga, Mª Teresa; Ferrer,
Eusebio. (Estudio psicológico por Enrique Rojas). 20 infantas de España. Sus vidas, entre las ilusiones y
el destino. Ed. Juventud, 1ª ed., p. 133, Barcelona, 1998.) Los casó el Patriarca de las Indias.
33
Junceda Avello, Enrique. Ginecología y vida íntima de las reinas de España. Tomo II. La Casa de
Borbón. Ed. Temas de Hoy, 1ª ed., p. 211, Madrid, 1992.
34
Según algunos autores, el verdadero padre de la infanta Paz fue el diplomático y político Miguel
Tenorio de Castilla, secretario de la reina Isabel II durante varios años. Para Ricardo de la Cierva, Paz
llegó probablemente a saber quien era su verdadero padre. (Cierva, Ricardo de la. Alfonso y Victoria. Las
tramas íntimas, secretas y europeas de un reinado desconocido. Ed. Fénix, p. 261, Madrid, 2001). Miguel
Tenorio murió el 11 de diciembre de 1916 en el palacio de Nymphenburg, después de haber vivido allí
veintséis años, en la suite 122 del ala sur, por concesión de la infanta Paz. Estuvo empadronado en
Munich desde 1890. Legó todas sus pertenencias íntimas a la infanta Paz, que las aceptó según
documento obrante en el Consulado de España en Munich con fecha 9 de marzo de 1917, como reproduce
el doctor Martínez González en su libro, sección de apéndices. Allí mismo figura en testamento de don
Miguel, por el que constituye única y universal heredera a la infanta Paz, la hija que le acogió en su
palacio durante los largos años de la vejez y a la que tampoco nombra por el apellido Borbón. (Vidal
Sales, José Antonio. Francisco de Asís de Borbón y Borbón: la peripecia íntima, secreta y sentimental
del esposo de Isabel II, un rey consorte afeminado y blando. Ed. Planeta, 1ª ed, pp. 168-169, Barcelona,
1995.) Parece que no fue sólo el padre de Paz, sino –según algunos- el de las infantas Pilar y Eulalia.
(Vidal Sales, José Antonio. Francisco de Asís de Borbón y Borbón: la peripecia íntima, secreta y
sentimental del esposo de Isabel II, un rey consorte afeminado y blando. Ed. Planeta, 1ª ed, p. 265,
Barcelona, 1995.)
15
diseñando los castillos de Lustheim y de Schleissheim además de la finalización de la
iglesia teatina de Munich. Zuccalli erigió dos pabellones cubiformes más a ambos lados
del pabellón central, unidos a éste por sendas galerías.
La planta del palacio no es francesa sino de proveniencia holandesa. Su modelo fue el
castillo de Rijkswijk, cerca de La Haya, finalizado en 1637, y el castillo de Het Loo
(1685-87). Durante su lugartenencia en los Países Bajos Maximiliano Manuel había
aprendido a apreciar la arquitectura holandesa y adoptó las ideas del más famoso
arquitecto de los Países Bajos, Daniel Marot. Zuccalli recibió precisas instrucciones de
Maximiliano Manuel acerca de las reformas de Nymphenburg35 . Una segunda ampliación
de castillo fue encomendada a Joseph Effner, convertido en 1724 en arquitecto de la corte,
tras la muerte de Zuccalli.
Castillo de Nymphenburg
En su niñez, la infanta Paz ocupaba, junto a sus hermanas Eulalia y Pilar, una ala del
Palacio Real, donde disponían de un poco de independencia. Tenían por camarera a la
marquesa de Santa Cruz. Veía al rey en las horas de la comidas y recibían a pocas
personas. Entre ellas a Antonio Cánovas del Castillo 36 .
La infanta Paz, como su madre, era ligeramente dismétrica y propensa a cierta mueca
familiar que torcía la boca. La nariz, algo respingona, los ojos pequeños y maliciosos y el
porte sencillo 37 . Era muy aficionada a la escritura de versos –que llegaría a publicar- y
manejaba perfectamente los pinceles, llegando a llevar a una exposición de pinturas un
cuadrito suyo representando una tormenta con lluvia torrencial al que llamó: “A mal
tiempo, buen cara…”. De niña, estudió historia de España con el padre Fernández. Con el
tiempo escribiría artículos en el diario ABC que fueron muy comentados. Era muy
romántica. Le gustaban las canciones de Tosti y las óperas de Verdi y Gounod. Tocaba el
harpa y leía a Lamartine. Cuando se fue a Munich, tras casarse, se llevó a su fiel servidora
Pepa. Desde Baviera seguía la vida española a través de las cartas de su hermana Isabel.
En ellas se vislumbra el cariño que el rey Don Alfonso XIII tenía por su tía Paz. No era
para menos. Fue Paz la que manifestó a sus amigos de Munich, cuando la reina María
Cristina estaba embarazada del niño rey, y en Austria y Alemania se expresaban graves
dudas sobre lo que podría ocurrir 38 : “La caballerosa España protegerá a una mujer y a
un niño”.
35
Hojer, Gerhard; Schmid, Elmar D. Nymphenburg. Il castello, il parco e i castelli del giardino. Guida
ufficiale. Bayerische Verwaltung der staatlichen Schlösser, Gärten und Seen, München, 1997.
36
Memorias de Doña Eulalia de Borbón, Infanta de España (1864-1931). Ed. Juventud, p. 33, 4ª ed.,
Barcelona, 1954.
37
Azorín, Francisco. La Chata. Ed. El Avapiés, 1ª ed., p. 84, Madrid, 1992.
38
Baviera, S.A.R. Princesa Pilar de; Chapman-Huston, Comandante Desmond. Alfonso XIII. Col. "Z", nº
49, Ed. Juventud, p. 58, 2ª ed., Barcelona, 1975.
16
En una de las cartas le decía a su hermana Isabel: “No me olvido de que me dijiste al
recibir otros mazapanes que te mandé que no te cansabas de contemplarlos, y yo te
contesté que no los contemplaras tanto que luego no pudieras comerlos”. En Munich la
infanta Paz se dedicó a obras piadosas. Sobre ello le escribía la “Chata”: “Me dices que
cada vez te engolfas más en obras de beneficencia; me parece muy bien, pero no quisiera
que te metieses en un camino de beatería que no te pega, porque tienes demasiado talento
y no es mi género”. Lo cierto es que Paz era muy piadosa. Se desvivió, por ejemplo,
porque en Alba de Tormes Santa Teresa tuviera una basílica digna de ella.
El príncipe Luis Fernando era no sólo primo sino gran amigo del rey Luis II de Baviera
quien le confiaba parte de sus asuntos económicos. Alfonso XII otorgó a su hermana una
dote muy generosa, establecida como contrato entre España y Baviera. Paz dejó escrito
antes de partir hacia Baviera39 : “Me voy a Baviera, no puedo contener la emoción de
dejar a mi pueblo que ha demostrado quererme tanto. A Luis le pido que me traiga a
España de vez en cuando. Yo a cambio le he jurado dedicar mi vida a hacerle feliz.”
Príncipe Luis Fernando de Baviera con su hermano el príncipe Alfonso de Baviera
Según su hijo el príncipe Adalberto de Baviera40 , la infanta Paz no pensaba en casarse
cuando en la primavera de 1880 comenzaron los preliminares de este matrimonio. La
reina Isabel II deseaba, no obstante, como todas la madres casar a sus hijas. Supo que el
hijo menor de su cuñada en Munich, Luis Fernando de Baviera, deseaba conocer a su hija
Paz. No había que ejercer influencia en ella, sino darle ocasión de ver a su primo.
La infanta Paz escribió en su diario el domingo 5 de junio de 188041 : “La tía Amalia de
Baviera (viuda del Príncipe Adalberto) está en París con sus hijos Luis y Alfonso y su
hija mayor Isabel. Luis quiere absolutamente conocerme, porque le ha gustado mi
retrato. Mi hermano los ha convidado a todos a Madrid. Los dos hermanos vendrán en
otoño. He oido hablar muy bien de Luis. Dicen que es serio y amable. Probablemente me
creerá por el retrato mejor de lo que soy en realidad. Dejo todo en manos de Dios…”
39
Puga, Mª Teresa; Ferrer, Eusebio. (Estudio psicológico por Enrique Rojas). 20 infantas de España. Sus
vidas, entre las ilusiones y el destino. Ed. Juventud, 1ª ed., p. 133, Barcelona, 1998.
40
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 87, Madrid, 1935.
41
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 88, Madrid, 1935.
17
Luis Fernando no había regresado a España desde su nacimiento en el Palacio de Oriente.
Cuando Alfonso XII, aún exiliado, fue a estudiar al Theresianum de Viena en 1871 pasó
una temporada previa hospedado en casa de sus tíos Adalberto y Amalia , el palacio de
Nymphenburg, para aprender alemán con sus primos Alfonso y Luis Fernando 42 . El rey de
España se hizo amigo íntimo de Luis Fernando, que casi tenía su misma edad. No
volvieron a verse hasta el compromiso de Paz, pero la simpatía perduraba en el tiempo.
El alma mater del matrimonio de Paz y Luis Fernando fue la infanta Amalia, princesa
Adalberto de Baviera, a la que Balansó califica de “gorda como una peonza”. Según este
autor, Amalia se aburría mortalmente en el tedio de la corte muniquesa y, por otra parte,
mantenía que, como las esposas españolas, ninguna. Se empeñó en casar a su hijo Luis
Fernando con una princesa de su raza, y no cejó hasta salirse con la suya, importunando a
su hermano Francisco de Asís y a su cuñada Isabel II hasta el delirio. Alfonso XII llegó
incluso a enfadarse un poco: “Si tu hijo, querida tía” –escribió a Amalia - “quiere obtener
la mano de Paz, tendría que tomarse la molestia de venir por aquí, porque no me parece
decente el que salgan las señoritas en busca del novio”. La amonestación tuvo sus efectos
y Luis Fernando fue a Madrid a conocer a su futura esposa. Por otra parte, a Isabel II le
gustaba la idea de que su sobrino Luis Fernando pudiera un día ser su yerno y envió con
ese fin al Marqués de Guadalcázar a Madrid para que preparase una entrevista.
El 24 de mayo de 1880 Alfonso XII escribió al príncipe Luis Fernando de Baviera43 : “Mi
queridísimo primo Luis: Recibe, en compañía de tu hermano y tocayo mío, la expresión
de mi agradecimiento por vuestra carta. El Marqués de Guadalcázar ha desempeñado su
misión como podiáis desearlo y os lleva contestación clara y terminante. Espero que te
satisfará, y, por mi parte, tendría un verdadero placer en que vinieseis a pasar una
temporada con nosotros. Así lo espero que os decidáis. En cuanto a mi, os suplico que,
cual en otros tiempos, me habléis de tú, pues por toda mi vida soy vuestro más decidido y
leal amigo y más amante primo, Alfonso”.
En otoño de 1880 Luis Fernando y su hermano Alfonso visitaron Madr id. A Paz no le
gustó Luis Fernando. Lo encontró muy feo y le dio calabazas. Sólo uno de los señores que
acompañaban a Luis Fernando sabía francés y Paz no podía hablar con los demás.
Pensaba que sería así con todos los bávaros y que se sentiría perdida en Munich. La tía
Amalia, al enterarse del rechazo de Paz, tuvo un desvanecimiento, pero seguidamente
redobló sus manejos. Y el propio Luis Fernando no cejó en su empeño. Dos años después,
la joven infanta capituló. No era ninguna belleza y no se avizoraban mejores partidos en
el horizonte.
Luis Fernando salió de Munich hacia España el 14 de enero de 1883, con el Conde Zech,
el doctor Schroeder y el capellán señor Ruez. Se prometió a Paz durante un paseo por la
Casa de Campo de Madrid el 22 de enero siguiente. La petición oficial fue el día de San
Ildefonso.
El contrato de Estado entre España y Baviera fue firmado el 1 de abril de 1883 en
presencia de los Reyes, la Reina Isabel II, las infantas Isabel y Eulalia, y el príncipe
Alfonso de Baviera. El mayordomo mayor hizo de notario y por Baviera estuvo el
comisario de Luis II, Herr von Rumpler. Testigos fueron, por parte del novio, el
42
Baviera, S.A.R. Princesa Pilar de; Chapman-Huston, Comandante Desmond. Alfonso XIII. Col. "Z", nº
49, Ed. Juventud, 2ª ed., p. 33, Barcelona, 1975.
43
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 89, Madrid, 1935.
18
embajador de Alemania, Conde de Solms-Sonnenwalde, y de la novia, el Duque de Sesto.
Los padrinos de boda fueron los Reyes de España44 .
El contrato de boda no sólo establecía una dote generosa para la infanta, sino que
estipulaba que Paz seguiría conservando sus derechos sucesorios españoles, para ella y
sus descendientes y, en su virtud, la Corona le pasaría una asignación anual de 150.000
pesetas en las partidas de la lista civil de la Real Familia. Es decir, aunque la infanta se
integraba a la Casa Real de Baviera por matrimonio, mantenía todas sus prerrogativas de
princesa española, madre de eventuales sucesores al trono de Madrid. En cambio, su
marido no recibió el título de infante puesto que, como príncipe en ejercicio de una casa
reinante, sus obligaciones representativas le mantenían al servicio de su país, Baviera,
donde continuaría residiendo 45 .
El rey Luis II le escribió en francés la siguiente carta de felicitación, desde
Hohenschwangau, el 1 de febrero de 1883: “Madame: Encantado con la carta de V.A.R.
con motivo de su boda con mi querido primo el Príncipe Luis Fernando, es una necesidad
de mi corazón darle a V.A.R. las gracias más calurosas por ella. Crea que me
enorgullezco y alegro de poder contar pronto en los miembros de mi familia una Princesa
de la excelsa Casa de Borbón, por la que tengo una verdadera veneración y cariño. Me
alegro extraordinariamente de conocerla . Le pido salude en mi nombre a su hermano y
me ponga a los pies de la Reina. Beso la mano de V.A.R. y soy de V.A.R. devoto primo,
Luis”. Fue el primer contacto del rey bávaro con Paz.
Infanta Paz de España, esposa del príncipe Luis Fernando de Baviera
Después de su boda en 1883, Luis Fernando llevó a la hija de Isabel II a París, para visitar
al rey Francisco de Asís, retirado en su palacio de Épinay, cerca de la capital francesa. En
la estación les recibió en compañía de los Duques de Fernán Núñez, embajadores de
España y de encargado de negocios de Baviera, von Reiter. En París visitaron al
presidente de la República, Jules Grévy, en el Elíseo. Y éste, a su vez, les visitó en el
Grand Hotel, donde se alojaban.
44
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, pp. 103-104, Madrid, 1935.
45
Balansó, Juan. Los diamantes de la Corona. Plaza & Janés, 1ª ed., p. 154, Barcelona, 1998.
19
De allí fueron a Munich para instalarse en el palacio de Nymphenburg, en las afueras de
la ciudad. La infanta se llevó con ella a su doncella española, Pepa Angulo, a la que ella
siempre llamó Pepilla. Una banda del Primer Regimiento de Infantería fue la encargada
de despertarla en su primer amanecer en Munich, interpretando la melodía de Schubert
Du bist die Ruh, der Friede mein (Tú eres mi calma, la paz mía)46 . Una vez en la capital
bávara, fueron a visitar a rey Luis II de Baviera, que ya había oído hablar de la infanta Paz
a sus entusiastas parientes y estaba ansioso por conocerla. Luis II sentía ya simpatía por la
familia de l príncipe Adalberto ya que la infanta Amalia pertenecía a la casa de Borbón
que él tanto admiraba 47 . Fue cautivado por Paz, que llevó a la triste vida del soberano
bávaro un poco de luz, igual que lo había ya hecho la infanta María Josefa de Portugal,
esposa del duque Carlos Teodoro en Baviera. El rey disfrutó de la compañía de la pareja
recién casada tanto que emergió de su reclusión, asistiendo a banquetes y recepciones con
una combinación de dignidad y de un benigno buen humor que sorprendió a la corte 48 .
Luis II, que siempre había sido extremadamente generoso con los regalos de boda, inundó
de flores a la infanta Paz. Ella, que ya había sido advertida antes de su presentación de
que debía tratar al misantrópico monarca con gran deferencia ya que él podría molestarse
enormemente si no era así. Menos ingenua que la citada adolescente María Josefa, que
había recibido instrucciones similares, replicó: “¿Pero cómo se trata a un Rey? Los
únicos reyes que conozco son mi padre y mi hermano”. Tan pronto como Luis II le sonrió
desde lo alto de la escalinata imperial del enorme y frío palacio de la Residenz, de
Munich, dándole su brazo para escoltarla con sus maneras corteses a su paraíso personal,
ella se dio cuenta de que no tenía nada que temer de él. El amable Luis le habló en francés
aunque ella tuvo cierta dificultad en oírle debido a su teatral costumbre de caminar con la
cabeza echada hacia atrás.
Paz siempre se entendió bien con Luis II. Parece que sus románticos caracteres
congeniaban sintiendo una especie de comunión espiritual, similar aunque distinta a la
que podía tener el rey con su prima la emperatriz de Austria. Se vieron poco porque a
Luis Fernando no le gustaba la vida de corte y preferían vivir en Nymphenburg,
plácidamente, con sus tres hijos y una especie de salón intelectual que reunía en su torno a
los artistas españoles que recalaban en Baviera: el compositor Tomás Bretón, el violinista
Sarasate, los pintores Rosales y Moreno Carbonero.
46
Puga, María Teresa. Matrimonios de la Casa Real Española (s. XIX-XX). Ediciones Internacionales
Universitarias, p. 70, Barcelona, 1995.
47
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 89, Madrid, 1935.
48
Burg, Katerina von. Ludwig II of Bavaria. The Man and the Mystery. Windsor Publications, Third
Impression, p. 224, Chippenham, 1996
20
Castillo de Nymphenburg
Meses después de su boda, Luis Fernando tuvo que ir a representar al Rey Luis II en el
entierro del Conde de Chambord, de iure Rey Enrique V de Francia, en Goerz. Sin
embargo la misión más constante de Luis Fernando en relación con Luis II fue la de
ocuparse de sus finanzas particulares.
Desde Baviera, Paz lamentó la pérdida de Cuba y de Filipinas, conoció la boda de la
infanta Mercedes con el hijo del Conde de Caserta y de los disturbios que eso causó en
Madrid por ser Caserta general de Carlos VII. Su amor por España, aún desde la lejanía
tenía múltiples manifestaciones. A los pocos días de su llegada a Baviera escribía:
“Alfonso, el pueblo español acaba de sorprenderme con un maravilloso regalo ¡Seis
jacas! Ya las he bautizado: Guadiana, Guadalquivir, Ebro, Tajo, Duero y Manzanares.
Además sabían que me gusta montarlas enjaezadas a la española. Estoy emocionada…”.
Las relaciones de Paz con la Casa de Baviera se hicieron estrechas ya no sólo por su
propio matrimonio sino por la amistad. En las fiestas de su recepción en Munich hizo los
honores el príncipe Luitpold, que luego sería Regente de Baviera, y a cuyos hijos Arnolfo
y Leopoldo ya había conocido la infanta en España. El primero, después de su viaje a
Sevilla, se casó con la princesa Teresa de Liechtenstein. El segundo, contrajo matrimonio
con la archiduquesa Gisela de Austria, hija del emperador Francisco José y de la
famosísima emperatriz Isabel, “Sisi”. Gisela se hizo muy amiga de Paz. Con la mujer del
príncipe Luis de Baviera, hijo mayor de Luitpold, tenía ya la infanta Paz muchos puntos
de contacto, porque era medio hermana de la reina María Cristina de España. Por su parte,
la hija soltera de Luitpold hablaba, entre otras lenguas, el español. En cuanto a la línea
ducal de los Wittelsbach, la duquesa Ludovica, madre de Sisi, fue muy amable con Paz.
Tanto la Reina de las Dos Sicilias, la heroína de Gaeta, como la Condesa de Trani,
estaban emparenadas con Paz a través de su cuñado el Conde de Girgenti. Además, el
duque Carlos Teodoro, conocido oculista, era el modelo del príncipe Luis Fernando de
Baviera. Su segunda mujer, María José de Braganza, y la princesa Amelia de Coburgo,
esposa del duque Max Emanuel en Baviera, se hicieron pronto amigas de Paz49 . Todo ello
contribuyó a que la vida en la capital bávara no se hiciera tan dura para Paz.
Edificio del Pedagogium español en Munich, fundado por la infanta Paz
49
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 109, Madrid, 1935.
21
La infanta Paz se dedicó desde su llegada a Munich a las obras caritativas. En primer
lugar amplió un asilo para niños pobres, en la proximidad de Nymphenburg, llamado
Marien-Ludwig-Ferdinand, en Neuhausen, a lo cual le ayudaron sus amistades de España.
Ingresó en varias asociaciones benéficas. Con el capuchino P. Cipriano fundó la Legión
Infantil, La infanta fundó en Munich, dentro de los terrenos del palacio de Nymphenburg,
en 1913 un Pedagogium en el que alojaba, para su enseñanza, a un muchacho, por lo
menos, de cada una de las provincias de España. Se trataba de enseñar a niños españoles
desprovistos de medios. Ayudaba a Paz, para enviárselos seleccionados, su capellán, el
canónigo de Salamanca Sr. Sanz, y era una preocupación constante de la infanta que
aquellos chicos aprendieran mucho. Llegó a albergar treinta y ocho alumnos. En cierta
ocasión Paz le pidió a su hermana Isabel, aprovechando un viaje de ésta a Mallorca, que
le enviase a algún estudiante de posición humilde y, para estimularla a hacerlo, le envió
una postal con los retratos de todos los chicos del Pedagogium50 . Esta institución, especia
de Escuela Normal de Magisterio, fue disuelta con la revolución de 1918 que acabó con la
monarquía bávara.
Príncipe Luis Fernando de Baviera con su esposa la Infanta Paz
y sus hijos los príncipes Fernando María y Adalberto de Baviera
Otra de las actividades de Paz fue ocuparse de las Exposiciones que se celebraban cada
año en el Glaspalast de Munich, hasta su incendio en 1931. Ya el 27 de julio de 1883, en
una visita que hizo a Munich la Reina María Cristina de España, de regreso de Viena,
mostró Paz a la soberana española la Exposición Internacional de Bellas Artes, en la que
España estaba muy bien representada51 .
Estando la reina Isabel II muy enferma en París, la infanta Eulalia escribió a su hermana
Paz: “… Sin pretender intranquilizarte, debo decirte la verdad. Mamá está gravemente
enferma. Hace seis días contrajo la gripe, que parece ser infecciosa. Hubo que darle
50
Ortega-Morejón, José Mª de. Doña Isabel de Borbón, Infanta de España. Ed. Aspas, p. 165, Madrid,
1943.
51
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 120, Madrid, 1935. Paz logró en esa ocasión que se enviase a
Munich el cuadro de Pradilla “La toma de Granada”, que estaba en el Senado de España.
22
digitalina, pues el corazón le falla. Se encuentra algo mejor, pero continúa la fiebre.
Espero que se salvará todavía… El Embajador de España permanece todo el día en su
casa y expide telegramas oficiales…”
Al día siguiente mandó de nuevo un telegrama a su hermana Paz, comunicándole el
agravamiento de la enferma. Sin perder un momento, llegó a París acompañada de su
marido, el príncipe Luis Fernando. Éste, al examinar a la reina, se alarmó y le prescribió
que permaneciera en la cama, sin salir de ella, pero en cuanto su yerno salía se levantaba
pretextando que tenía muchas cosas que hacer52 .
La infanta Paz relató a José Mª Ortega-Morejón cómo fue la muerte de su madre Isabel II
y de la participación que tuvo el príncipe Luis Fernando de Baviera en los últimos
momentos de la reina. “Mi madre, que había confesado y comulgado con esa fe que había
tenido toda su vida, le dijo al Nuncio el día antes de morirse: ‘El padre Claret me ha
prometido que vendrá a buscarme’. Hizo el último sacrificio que le quedaba por hacer
con la misma grandiosidad que había hecho tantos otros… No había sabios fríos
alrededor suyo. Luis era el único médico y podía hablarla en español. ‘No me hagas
daño’, decía la pobre, cansada de sufrir, al ver que le iba a hacer una inyección de
alcanfor, y se tranquilizaba al oir el cariño con que le contestaba: ‘no mamá, no te haré
daño’. Hasta el último momento pudo ver cómo trataban sus hijos de ayudarla. Fue un
momento solemne cuando la monjita que la cuidaba, con ese tono cariñoso que tienen
esos introductores de embajadores en el Cielo, dijo: ‘Majestad, haga el sacrificio de su
vida…’ La expresión de su cara y un apretón de manos a la monja, probaron que
accedía. Ella le acercó a los labios el crucifijo que llevaba en el pecho, el mismo signo de
redención que da a besar a los pobres de las guardillas, y siguió rezando en voz alta.
Luego calló… y miró a Luis. Isabel se levantó y la cerró los ojos, mientras yo ponía mis
labios con veneración en su mano, que como una bendición que me acompañará el resto
de mis días descansaba en sus últimos instantes entre las mías”53
52
García Louapre, Pilar. Eulalia de Borbón, Infanta de España. Lo que no dijo en sus memorias.
Compañía Literaria, p. 228, Madrid, 1995.
53
Ortega-Morejón, José Mª de. Doña Isabel de Borbón, Infanta de España. Ed. Aspas, pp. 126-127,
Madrid, 1943.
23
Pintoresca fotografía del príncipe Luis Fernando de Baviera
y la infanta Paz de España durante la visita a una mina54
En 1905, la infanta Paz recibió la visita en Nymphenburg de su sobrino el rey Alfonso
XIII que había estado en Viena durante ese viaje que hizo para “encontrar esposa”. Ella
fue la primera en enterarse de que la elección del rey había recaído en la princesa Victoria
Eugenia de Battenberg, a quien había conocido en Inglaterra. Ena, como era llamada
Victoria Eugenia en familia, no había aún aceptado definitivamente. El profesor Sánchez
Albornoz citará muchos años después una conferencia de la infanta Paz según la cual ella
y su familia habían advertido al rey el peligro de la hemofilia, que luego transmitió
Victoria Eugenia a dos de sus hijos, Alfonso y Gonzalo. Según ha escrito el catedrático
Ricardo de la Cierva, esta información no se produjo por la sencilla razón de que no era
posible a fines de 1905. En todo caso, fue precisamente Luis Fernando de Baviera quien
descubrió la hemofilia en la familia real española, pero no en 1905, sino en 1910 55 . El 22
de junio de ese año el príncipe de Asturias, Alfonso, acababa de cumplir tres años. Corría
hacia la puerta del comedor dándose un golpe contra ella en el lado derecho de la frente.
Estaba presente el príncipe Luis Fernando de Baviera, que no sólo era médico sino que
tenía consulta abierta en Munich y que, como hemos visto, ya había atendido a su suegra
la reina Isabel II en su última enfermedad. Luis Fernando de Baviera detectó un derrame
frontal interno y tras detenido examen diagnosticó hemofilia grave.
La tipificación de la enfermedad aún no había aparecido en la publicaciones médicas de
Europa, pero un médico bien informado como Luis Fernando, vinculado personalmente a
varias casas reales, conocía sin duda los datos aportados por los médicos de San
Petersburgo desde 1908. Estaba presente, además, la hija de Luis Fernando, la princesa
Pilar de Baviera, que reveló el episodio en sus memorias en 1959: “Como es sabido el
príncipe de Asturias padece una molesta debilidad hereditaria. Tenía ya dos o tres años
cuando se dieron cuenta de ello sus familiares, y fue sin duda la reina María Cristina
quien observó un día que, después de un leve accidente, la herida tardó mucho en curar”.
En 1906 fue Luis Fernando, acompañado por su esposa la infanta Paz, su hija Pilar y su
hermano Alfonso, quien representó al pr íncipe regente Lutipold de Baviera en los festejos
matrimoniales de Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg. Paz le regaló la corona
de oro con diseños de leones y castillos, hecha con el oro encontrado en el río Darro, que
había pertenecido a Isabel II.
Luis Fernando de Baviera fue un estudiante de profunda sensibilidad y altruismo. Tenía
muy buen juicio y gran amor por la música. De hecho tocaba el violín en la orquesta del
Teatro Real de Munich. Además de seguir la carrera militar, alcanzando los más altos
grados, ejerció la medicina asistiendo muchas veces a personas que no podían pagar sus
honorarios. Desde 1880 estudió en la Universidad de Munich Anatomía con el profesor
Rüdinger, Medicina Interna con Zimsen, Ginecología con Winkel, Cirugía con
Nussbaum, Oftalmología con Rothmund y con diversas celebridades de aquel tiempo. Su
trabajo de doctorado sobre la Anatomía de la Lengua (Antomie der Zunge) lo terminó en
1883 y lo dedicó a Luis II. El 2 de enero de 1884 se presentaron en casa de Luis Fernando
con las togas verdes de la Facultad de Medicina los profesores von Pettenkofer, von Voit,
Rüdiger, Kupfer y Rothmund para entregarle solemnemente el diploma de Dr. med h.c.
54
Agradezco esta imagen a don José Luis Sampedro Escolar, de cuya colección forma parte esta
fotografía.
55
Cierva, Ricardo de la. Alfonso y Victoria. Las tramas íntimas, secretas y europeas de un reinado
desconocido. Ed. Fénix, p. 180, Madrid, 2001. Y: Cierva, Ricardo de la. El mito de la sangre real (Razón
de amor y razón de Estado: los "matrimonios desiguales" en España desde Alfonso X el Sabio a los Reyes
Católicos, a Alfonso XIII y la Infanta Elena. La Pragmática de Carlos III no existe. Don Juan: "Reinar
después de morir". ¿Hay limitaciones al matrimonio del Príncipe Felipe?). Ed. Fénix, p. 166, Madrid,
1995
24
Siempre tuvo un comportamiento mesurado, cabal y ajeno a intrigas palaciegas. Ya un
primo suyo gozaba de fama como oculista, el duque Carlos Teodoro, por lo que los
príncipes Adalberto y Amalia dieron el pláceme a la rareza de su hijo Luis Fernando de
estudiar medicina, considerándola quizás una extravagancia más de los Wittelsbach. Con
el tiempo llegaría a ser muy reconocido como médico.
Infanta Paz, retratada por Lenbach
En 1914 doña Paz hizo un viaje en automóvil por Salamanca, León y la costa cantábrica,
acompañada por el marqués de la Vega de Anzo. Estuvo en Oviedo y Covadonga. En su
palacio de Grado, el marqués alojó a las infantas Isabel y Paz así como a la princesa Pilar
de Baviera. Al declararse la guerra el 1 de agosto de ese año, y teniendo en Baviera a su
hijo Adalberto, que era jefe de artillería, se refugió de nuevo en Nymphenburg, viendo
como su hijo partía a la campaña.
Una de las visitantes asiduas de Luis Fernando y Paz en Nymphenburg era la infanta
Eulalia, que en su juventud pasó allí gratos días, según cuenta en sus memorias56 . En ellas
cuenta que tenía hacía medio siglo la costumbre de visitar a su hermana Paz en su castillo
de Nymphenburg, pero desde que subió al trono Guillermo II de Alemania, sus estancias
en la capital bávara duraban poco ya que apenas llegada a Munich recibía la invitación de
trasladarse a Berlín, una de las cortes más agradables de Europa a fines del siglo XIX57 .
En el verano de 1909, por ejemplo, Eulalia estuvo en Munich, para reunirse con Paz
después de la boda de príncipe Alfonso de Orleáns, hijo de Eulalia, con la princesa
Beatriz de Sajonia -Coburgo-Gotha. En esa ocasión, estando en Nymphenburg, recibió
Eulalia un cable de Guillermo II recordándole que estaba aquel año invitada a las grandes
regatas de Kiel, la fiesta anual más importante del imperio alemán58 . Pero también Eulalia
fue como un ángel guardián de su familia bávara. Durante la Primera Guerra Mundial, en
56
Memorias de Doña Eulalia de Borbón, Infanta de España (1864-1931). Ed. Juventud, p. 72, 4ª ed.,
Barcelona, 1954.
57
Memorias de Doña Eulalia de Borbón, Infanta de España (1864-1931). Ed. Juventud, pp. 55-56, 4ª ed.,
Barcelona, 1954.
58
Memorias de Doña Eulalia de Borbón, Infanta de España (1864-1931). Ed. Juventud, p. 158, 4ª ed.,
Barcelona, 1954.
25
el castillo real de Nymphenburg se sufrían –escribió Eulalia - “las mismas privaciones que
en la más modesta casa de Munich”. Su llegada con varios baúles conteniendo arroz,
manteca, jamón, cereales, harina y conservas, ropas y zapatos, fue como un don celestial
para los que ya habían perdido toda la capacidad de resistencia física. La hermana de Paz
decía que de un hombre robusto, sonrosado, grueso, que era su cuñado Luis Fernando de
Baviera, encontró un hombre delgado, pálido, casi esquelético. Llevaba tres años sin
comer grasa de ninguna clase, y su espléndido vestuario había desaparecido en socorro de
los que nada tenían59 .
En Munich la infanta Eulalia conoció al Nuncio Apostólico, Monseñor Pacelli, que luego
llegó a ser Papa Pío XII. En aquel entonces era un mozo arrogante, de gran prestancia, y
de porte señorial y distinguido. En la capital bávara no acostumbraba usar para salir a la
calle otro traje que la levita inglesa, perfectamente cortada, y el sombrero de copa.
Vestido así lo encontró Eulalia una tarde en la plaza de Maximiliano, centro de la vida
vespertina de la ciudad, y, deteniéndose, se aislaron un tanto para charlar breves
momentos, y así pasaron un largo rato. Al regreso, entre sonriente y regañona, su hermana
Paz le interrogó, pues alguno de los hijos de ésta le habían visto pasar y, al volver a
Palacio, no tardó en contar la aventurilla callejera de la tía Eulalia hablando con un buen
mozo elegante en un rincón de la plaza de Maximiliano.
“-Hija mía” –respondió Eulalia a Paz- “ese buen mozo de que me hablas es el Nuncio de
Su Santidad, y creo que has pecado de pensamiento al juzgar tan ligeramente.”60
Tanto le gustaba a Eulalia Munich que se compró allí un pequeño chalet donde pasaba
cortas temporadas. Decía que iba allí a respirar aire puro, al tiempo que se aislaba del
mundanal ruido. Estando allí el 16 de febrero de 1929, con su hermana Paz, recibió un
telegrama de Alfonso XIII que decía: “Tengo el gran dolor de participarte la muerte de
mi amada madre. Alfonso Rey”61 .
59
Memorias de Doña Eulalia de Borbón, Infanta de España (1864-1931). Ed. Juventud, pp. 176-177, 4ª
ed., Barcelona, 1954.
60
Memorias de Doña Eulalia de Borbón, Infanta de España (1864-1931). Ed. Juventud, pp. 213-214, 4ª
ed., Barcelona, 1954.
61
García Louapre, Pilar. Eulalia de Borbón, Infanta de España. Lo que no dijo en sus memorias.
Compañía Literaria, p. 291, Madrid, 1995.
26
Príncipe Luis Fernando de Baviera e infanta Paz de España en su ancianidad
La reina María Cristina de España, cuñada de Paz y de Luis Fernando, sentía por éstos
gran afecto. Estando en vísperas de cumplir setenta años, decidió marchar al extranjero
para reunir en Munich a sus hermanos, desterrados de su patria, y poderles dar el abrazo
que ella presentía el último. Se notaba muy vieja y cansada y repetía con frecuencia estas
palabras: “Me parece que la muerte me ronda”. Emprendía el viaje con una ilusión triste.
Casi todos los veranos, desde que acabó la guerra europea, había ido a Suiza a encontrarse
con sus hermanos; pero afincados ahora el uno en Hungría, el otro en Polonia, y el tercero
en Ginebra, decidió citarlos a todos en la capital de Baviera para poder, al propio tiempo,
pasar unos días con su cuñada la infanta Paz, a la que quería entrañablemente 62 . También
fue el hogar de Paz y Luis Fernando el lugar donde se encontraron en alguna ocasión
Isabel II y el rey Francisco de Asís, sin que eso sirviera para que se reunieran
nuevamente.
Paz estuvo en el pueblo de Santillana del Mar hacia 1881 siendo recibida allí por el
Marqués de Santillana cuya biblioteca admiró. Le gustó un libro de horas que el señor de
la casa le regaló. Unos cuarenta años más tarde, el pueblo de Santillana, por voluntad de
su Concejo, regaló a la infanta Paz una casita típica para que pudiera habitarla en los
veranos o hacer de ella lo que estimase más conveniente 63 . El Conde de Güell, comunicó
a Paz mediante una carta que los conocidos y desconocidos de la provincia de Santander
(la idea partió de él mismo) ponían a su disposición en Santillana esa casa, completamente
amueblada. Seguiría un escrito oficial del Alcalde. La familia del Marqués de Comillas
sabía el cariño que Paz tenía a Santillana desde su juventud y los recuerdos que le unían al
62
Cortés Cavanillas, J. María Cristina de Austria, Reina Regente de España de 1885 a 1902. Ed.
Juventud, 2ª ed., p. 173, Barcelona, 1980.
63
Ortega-Morejón, José Mª de. Doña Isabel de Borbón, Infanta de España. Ed. Aspas, p. 176, Madrid,
1943. La princesa Pilar de Baviera llama a esa casa “viejo castillo restaurado” (Baviera, S.A.R. Princesa
Pilar de; Chapman-Huston, Comandante Desmond. Alfonso XIII. Col. "Z", nº 49, Ed. Juventud, p. 86, 2ª
ed., Barcelona, 1975.)
27
lugar. En octubre de 1928 partió Paz con su hija Pilar hacia Santillana con objeto de ver la
casa y dar las gracias64 .
Sin embargo Luis Fernando y Paz solían ir con frecuencia a Madrid, alojándose en el
palacio real, y a la finca de Cuenca que la infanta había heredado de su abuela la reina
María Cristina. Poseía el palacete de los duques de Riánsares, en Tarancón, donde
pasaban largas temporadas pues adoraban los campos secos de la Mancha. Compró
además una finca cercana, llamada Saelices, que después de varias vicisitudes, acabaría
siendo propiedad del torero Luis Miguel Dominguín. En esa finca de Saelices era donde
prefería residir Luis Fernando en sus visitas a España. Estaba cerca de Cuenca y la
convirtió en finca agrícola modelo. A la caída de la monarquía en Baviera en 1918, el
príncipe médico era tan respetado por sus compatriotas que le permitieron seguir
residiendo en un ala de Nymphenburg. Perdida gran parte de su fortuna, la lista civil
española ayudó a mantener el presupuesto familiar. Pero el derrocamiento de Alfonso
XIII en 1931 y la Segunda Guerra Mundial supusieron restricciones y hasta estrecheces.
A raíz de la caída de la monarquía en Baviera, en 1918, Paz y Luis Fernando abandonaron
Nymphenburg y se trasladaron a un piso en la plaza del Odeón, de Munich. En los años
siguientes, Paz hizo honor como nunca a su nombre haciendo gala de un pacifismo
militante, que le llevó a participar en los congresos de 1921 en París, 1923 en Friburgo,
1924 en Londres, 1925 en Luxemburgo o 1926 en Bierville, Île de France.
La Infanta Paz, rodeada de su familia, en una visita a S.S. el Papa. A su derecha, el Infante José Eugenio y a
su izquierda la esposa de éste, la Princesa Marisol de Baviera
Al llegar Hitler al poder en enero de 1933, la Gestapo llevó a cabo un durísimo registro en
casa de la infanta Paz y de su familia. Le fue terminantemente prohibido bajo amenaza de
pena de muerte, mantener correspondencia con España, con otros miembros de la familia
o amistades, salvo raras excepciones, como con su sobrino el rey de España, Alfonso
XIII, por entonces ya en el exilio. Las cartas de Alfonso XIII a Paz fueron todas abiertas,
leidas, copiadas y precintadas por la Gestapo, antes de ser remitidas a su destinataria.
Tanto Paz como Alfonso XIII lo sabían y algunas observaciones escritas por éste sobre
los ejércitos alemanes y el posible desarrollo de la guerra entre 1939 y su muerte en 1941
hacen suponer que escribía algunos párrafos en “honor” de los agentes de la Gestapo.
En 1945 las tropas americanas entraron en Munich. Varios soldados asaltaron la morada
de Luis Fernando y Paz y encañonaron a la anciana pareja. Uno de sus hijos, el príncipe
64
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 328, Madrid, 1935.
28
Constantino, narra en sus memorias la escena: “Les amenazaban con un revólver
gritando: ‘¡Venga, las joyas!’. Mi abuela Paz les entregó un joyero con las alhajas
heredadas de su madre, Isabel II, que habían podido salvarse. Los norteamericanos, para
probar la autenticidad del botín, rascaron las piedras preciosas contra el cristal de una
ventana. Luego se enfurecieron: ‘¡No quedan señales; es todo falso!’ Mi abuela, con voz
tranquila, respondió en inglés: ‘Qué curioso, siempre creí que las joyas de mi madre eran
auténticas…’”
La bondad de Paz era proverbial. En cierta ocasión, en que la infanta asistía al
descubrimiento de una estatua en Munich, ella preguntó cómo se llamaba cierto caballero
que estaba apartado del grupo de la realeza. “Es vuestro enemigo”, le murmuró alguien.
Doña Paz, que ignoraba que tuviera algún enemigo en el mundo, volvió a mirarlo, y al
hacerlo, él se le acercó e, inclinándose le dijo: “¿Enemigo?”. Era Jaime de Borbón, Jaime
III, rey carlista de España, que le ofreció su brazo y salieron a pasear hablando
amigablemente. Ella le invitó a que fuera a visitarla a Nymphenburg al día siguiente; él
fue, pero reconoció que su criado “se indignó” mucho ante aquella visita 65 .
En 1946, la infanta Paz cayó accidentalmente por unas escaleras y falleció horas después.
Aquella mujer menuda y serena, que se creía un hada benéfica y navegaba siempre en
nubes de tul, trocando la dura realidad en poesía, había sido el centro y la vida de Luis
Fernando de Baviera. El viejo príncipe sólo se consoló concentrándose en su trabajo.
Siguió llevando su consultorio médico diario en el que atendía a sus pacientes
gratuitamente.
El 22 de octubre de 1949 el príncipe, decano de su familia, cumplió noventa años y pocos
días después, a mediados de noviembre, sufrió un ataque cardíaco que logró superar.
Volvió a sufrir un ataque la mañana del 23 de noviembre y pareció también superarlo.
Cuando su hijo Adalberto le dijo que había pasado el peligro, Luis Fernando le contestó
tranquilamente: “Desde el punto de vista clínico, debería detenerse el corazón en
cualquier momento… y además, Mamá me está esperando”. Y así sucedió a las 10:50 del
mismo día. Murió serenamente en los brazos de su hijo Adalberto. El 7 de diciembre
transportaron su féretro al sepulcro preparado por él, junto a la infanta, en la cripta real de
la iglesia de San Miguel, de Munich, panteón de la Casa de Baviera66 .
Tanto Luis Fernando como Paz fueron muy respetados en Ale mania, pero también en
Inglaterra. Fueron muy amigos de la princesa Daisy de Pless y esa amistad la heredó su
hija la princesa Pilar de la que la Pless habla mucho en sus memorias. Fueron también
muy amigos de la archiduquesa Gisela, hija del emperador Francisco José de Austria y de
Sisi, la emperatriz Isabel.
La infanta Paz fue autora de varios libros: Cuatro revoluciones e intermedios (Espasa,
1935), Aus meine Leben, Erinnereungen von Prinzessin Ludwig Ferdinand von Bayern
(Munich, Georg Muller, 1917), De mi vida. Impresiones (Madrid, 1909), De mi vida.
Impresiones (Salamanca, 1911), Buscando las huellas de Don Quijote (Freiburg, 1905),
Emmanuela Theresa von Orden St. Clara, tochter des Kurfürsten Max Emanuel von
Bayern 1696-1750 (Munich, 1902, ediciones en alemán y en francés), Poesías (Freiburg,
1904), Roma eterna (Munich, 1922). Se ocupó de traducir al español las valiosas obras
históricas de su hijo el príncipe Adalberto de Baviera. Justamente el diario íntimo de Paz
fue utilizado por Adalberto para escribir una obra de gran interés, ya que añadió un gran
número de cartas que su madre había cruzado con diferentes miembros de su familia.
65
Aronson, Theo. Venganza real: la Corona de España, 1829-1965 (Con un apéndice 1966-1968). Ed.
Grijalbo, pp. 224-225, Barcelona-México DF, 1968.
66
Balansó, Juan. Los diamantes de la Corona. Plaza & Janés, 1ª ed., p. 158, Barcelona, 1998.
29
El catedrático Pedro Voltes considera que Paz era “poetisa de calidad” 67 , además de
periodista asidua, colaboradora de ABC. En efecto, mientras Luis Fernando curaba a sus
pacientes, Paz escribía versos que le publicaban algunos periódicos españoles. He aquí
una poesía dedicada a su marido, con un aire de disculpa:
Al hablarme de amor por vez primera
No te quise escuchar;
Temí no fuese tu pasión sincera,
Y te dejé marchar.
Mas viendo firme, al expirar los años,
Tu amante voluntad,
Comprendí que si el mundo ofrece engaños,
Tu amor era verdad.
Mientras gozaba alegre, tú, ni un día
Me llegaste a olvidar;
Pensaste que el cariño triunfaría,
Y al fin llegó a triunfar.
Tuyo es mi corazón: el Cielo santo
Nos bendijera ya.
¡Sólo la muerte, con su negro manto,
de ti me apartará!
Su casa estuvo siempre abierta a los literatos y artistas como Sarasate, Bretón, Richard
Strauss, el pintor Franz von Lenbach, o el Premio Nobel Paul Heyse, entre otros muchos.
De Paz dijo más tarde Alfonso XIII que había sido el orgullo de todos. Buena, cariñosa,
había reemplazado a su madre en el cuidado y atenciones de su hermana menor 68 . Su
matrimonio fue tan armonioso que –según contó la princesa Marisol de Baviera al
historiador Ricardo Mateos- durante toda su vida de casados Luis Fernando siempre puso
una flor sobre la mesa cada día a la hora de comer.
67
Voltes, Pedro. Sor Patrocinio, la monja prodigiosa . Ed. Planeta, 1ª ed., p. 295, Barcelona, 1994.
García Louapre, Pilar. Eulalia de Borbón, Infanta de España. Lo que no dijo en sus memorias.
Compañía Literaria, p. 131, Madrid, 1995.
68
30
Tumba de la infanta Paz en la Cripta de los Príncipes de la Iglesia de San Miguel de Munich
La infanta Paz era:
•
•
Nieta paterna del rey Fernando VII de España y de la princesa María Cristina de
Nápoles.
Nieta materna de Francisco de Paula de Borbón, infante de España, y de la princesa
Luisa Carlota de Borbón-Dos Sicilias.
Padres de:
III.a. S.A.R. el Príncipe Fernando María 69 Luis Francisco de Asís Isabel
Adalberto Ildefonso Martín Bonifacio José Isidro de Baviera, infante de
España70 , nacido en el palacio real de Madrid el 10 de mayo de 1884, bautizado en
el salón Gasparini de dicho palacio , por el Patriarca de las Indias, el 14 de mayo
siguiente , siendo sus padrinos la reina Isabel II y el rey Francisco de Asís,
representado éste por Alfonso XII. El 20 de octubre de 1905 optó por la
nacionalidad española que le correspondía por derecho de nacimiento, fallecido en
Madrid el 5 de abril de 1958, siendo enterrado en la cripta de la Catedral de Nuestra
Señora de la Almudena, capitán del regimiento de húsares de Pavía nº 20, coronel
de caballería y primer jefe de la Escolta Real, en el 2º regimiento de caballería
pesada bávara, caballero gran cruz de la Orden de San Huberto, de la Orden de San
Jorge y de la Orden española del Toisón de Oro, en la que ingresó el 20 de octubre
de 1905 con el nº 1117.
69
Conocido como “Nando” en familia.
El decreto de concesión del infantazgo de España es de 20 de octubre de 1905 y dice: “…vengo en
concederle los honores y prerrogativas de Infante de España y mando, por lo tanto, que se le guarden las
preeminencias, honores y demás distinciones correspondientes á tan alta gerarquía”.
70
31
Príncipe, luego Infante Fernando de Baviera, de niño
Renunció a sus derechos como miembro de la Casa Real de Baviera el 29 de junio
de 1914, después de su segundo matrimonio, pero recibió ad personam el derecho,
título, rango y armas de un príncipe de Baviera el 3 de agosto de 1914. Teniente
general del ejército español, trece de la Orden de Santiago y gran comendador de
León en dicha Orden (10 de febrero de 190471 y 27 de diciembre de 1906) ,
caballero de las reales maestranzas de Sevilla (desde 1905) y Zaragoza, bailío gran
cruz de la Soberana Orden Militar de Malta, presidente de la Asociación Española
de dicha Orden, presidente de la Junta de Gobierno del Real Cuerpo de Hijosdalgo
de la Nobleza de Madrid en la que ingresó en 1909 y fue su presidente desde el 10
de mayo de ese año, primer presidente de la Asociación de Hidalgos a Fuero de
España desde su fundación hasta su fallecimiento 72 , presidente del Instituto
Internacional de Genealogía y Heráldica73 . Fue collar y gran cruz de la Orden de
Carlos III, gran cruz de la Orden de Isabel la Católica, caballero del Santo Cáliz de
Valencia, y del Portillo de Zaragoza.
Además, era collar de la Orden del Elefante (Dinamarca), collar y gran cruz de la
Orden de San Andrés, gran cruz de la Orden de San Alejandro Newsky, gran cruz
de la Orden del Águila Blanca, gran cruz de la Orden de Santa Ana, gran cruz de la
Orden de San Estanislao, todas ellas de Rusia, collar y gran cruz de la Orden de San
Olav de Noruega, gran cruz de la Orden de San Ludovico del Gran Ducado de
Hesse, gran cruz de la Torre y de la Espada y de las Ordenes reunidas de San Benito
de Avis y de Cristo de Portugal, gran cruz de la Orden Real de Victoria de
Inglaterra, gran cruz del Principado de Hohenzolle rn-Sigmaringen, gran cruz de la
71
Cuando el príncipe Fernando se cruzó en la Orden de Santiago, su abuela la reina Isabel II escribió a la
Infanta Paz, el 17 de febrero de 1904: “Con gran interés leí en los periódicos españoles el cruzamiento en
Santiago de mis amadísimos nietos Fernando y Adalberto, y sabía que tú, hija de mi alma, habrías
pensado mucho en tu madre, que tanto cariño conserva por las Órdenes militares, tan caballerescas, y que
son una parte de la gloriosa historia de nuestra patria…” (Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años
de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 247,
Madrid, 1935.)
72
En el Padrón de Estado de dicha Asociación su expediente es el nº 1 e ingresó en ella por Notoria
Nobleza, aprobado por la Junta de Probanza en su sesión de 26 de marzo de 1955. (Asociación de
Hidalgos a Fuero de España. Padrón de Estado. Tomo I (Expedientes 1 al 819). 2ª ed. corr. y aum., pp.
15-16, Madrid, 1965)
73
Ver el saludo que como tal presidente se publicó en la revista Hidalguía en 1955. (Hidalguía. La revista
de Genealogía, Nobleza y Armas. Año III, 1955, Núm. 12, p. 581, Madrid.)
32
Orden de Alberto de Sajonia, gran cruz de la Orden de Ernesto de Sajonia Altenburgo, gran cordón de la Legión de Honor de Francia, caballero de la Orden
del Águila Negra (de Prusia), caballero de la Corona de Sajonia, caballero de la
Orden del Crancelin, caballero de la Suprema Orden de la Santísima Anunciación,
de la Orden de los Serafines de Suecia .
Boda de Don Fernando de Baviera, infante de España con la infanta Doña María Teresa
Casado en primeras nupcias en la capilla del palacio real de Madrid el 12 de enero
de 1906 con S.A.R. Doña María Teresa Isabel Eugenia Patrocinio Diega de
Borbón y Austria, infanta de España, nacida en Madrid el 12 de noviembre de
1882 y fallecida allí el 23 de septiembre de 1912, siendo enterrada en el Real
Monasterio de El Escorial, dama de la Cruz Estrellada, dama de la Orden de Damas
Nobles de María Luisa, dama honoraria de la Orden bávara de Teresa y de la Orden
de Santa Isabel, dama gran cruz de honor y devoción de la Soberana Orden Militar
de Malta, hija del rey Alfonso XII de España y de la archiduquesa María Cristina de
Austria, reina de España. Con motivo de esta boda hubo en Madrid fiestas, cacerías,
excursiones, representaciones teatrales… El embajador alemán, barón von
Radowitz, dio un gran banquete con asistencia de todos los príncipes bávaros, que
fue muy comentado en la prensa74 . Este matrimonio parece que había sido muy
preparado desde la infancia de ambos contrayentes, según ha podido ver el
historiador Ricardo Mateos en correspondencia antigua. Fernando era considerado
el más serio de los hermanos, mientras que Adalberto, que sentía fascinación por su
“tante Eulalia” era considerado el bohemio de la familia.
Casado en segundas nupcias en Fuenterrabía , Guipúzcoa, el 1 de octubre de 1914
con doña María Luisa de Silva y Fernández de Henestrosa, nacida en Madrid el
3 de diciembre de 1870 y fallecida allí el 22 de abril de 1955, siendo enterrada en el
cementerio de San Isidro, condesa de Pie de Concha, creada duquesa de Talavera de
la Reina, grande de España, por el rey Alfonso XIII de España, el 25 de junio/2 de
septiembre de 1914, con tratamiento de Alteza, e infanta de gracia de España con el
74
Puga, María Teresa. Matrimonios de la Casa Real Española (s. XIX-XX). Ediciones Internacionales
Universitarias, p. 86, Barcelona, 1995.
33
tratamiento de Alteza Real el 17 de mayo de 1927, dama de la Orden de Damas
Nobles de María Luisa desde el 11 de mayo de 1914, dama gran cruz de honor y
devoción de la Soberana Orden Militar de Malta, dama del Real Cuerpo Colegiado
de Hijosdalgo de la Nobleza de Madrid desde 1927, dama de la Real Maestranza de
Sevilla y del Santo Cáliz de Valencia, hija de don Luis de Silva y Fernández de
Córdova, X conde de Pie de Concha, XVII marqués de Zahara, nacido en Madrid el
16 de febrero de 1845, bautizado en la parroquia de San Martín el 18 de febrero
siguiente, y de doña María de los Dolores Fernández de Henestrosa y Fernández de
Córdoba, nacida el 25 de octubre de 1847. No hubo sucesión del matrimonio de
Fernando y María Luisa.
El título de infanta de España fue concedido a María Luisa para premiar su eficaz y
abnegada dedicación a la educación de los hijos de su marido, los infantes de
Baviera. El propio rey dijo que el título le fue dado “en recompensa de su
cumplimiento del deber y su cariñoso cuidado de mis sobrinos”. Según dijo un
miembro de la Familia Real, “doña Luisa es la única de nosotros que merece ser
infanta de España por sus méritos personales, no únicamente por el nacimiento”.
La princesa Pilar de Baviera escribió 75 que “este acto del rey, casi sin precedente
en la historia del España, demuestra su criterio moderno y cuán dispuesto estuvo
siempre a reconocer que no sólo la sangre, sino también el trabajo y el mérito,
pueden introducir a uno en la casta real.” Sin embargo, la reina María Cristina no
vio con buenos ojos que quien era una de sus damas chicas fuese elevada a infanta
de España76 .
El príncipe Fernando de Baviera fue el primer Baviera a quien se concedió el rango
de infante de España. Fue muy discreto y leal a la monarquía y al rey. Se negó a ser
enterrado en el Escorial mientras el Rey no volviese a España a ocupar su lugar en
el panteón de reyes.
Príncipe Fernando de Baviera, infante de España, con el hábito de la Orden de Santiago, de la que era
Trece y Comendador Mayor de León
75
Baviera, S.A.R. Princesa Pilar de; Chapman-Huston, Comandante Desmond. Alfonso XIII. Col. "Z", nº
49, Ed. Juventud, p. 201, 2ª ed., Barcelona, 1975.
76
Borràs Betriu, Rafael. El rey perjuro. Don Alfonso XIII y la caída de la Monarquía. Ed. Rondas, 1ª ed.,
p. 218, Barcelona, 1997.
34
La infanta Isabel, la “Chata”, hija de Isabel II, deseaba arreglar una boda
conveniente para su sobrina María Teresa. Según Balansó, esta infanta, que había
vivido en la austera corte de su madre, la reina regente, como una crisálida no tenía
una idea exacta de las diferencias entre hombre y mujer. No era bonita pero poseía
unos ojos lánguidos y cosía divinamente. Era modesta y bondadosa. A Isabel,
Fernando le pareció un candidato adecuado. No era ambicioso ni mujeriego, aunque
se decía que –de mediano intelecto- estaba interesado únicamente en sus uniformes
y en joyas, hasta el punto de que algunas de sus tías se las dejaban en testamento.
Ricardo Mateos ha escrito sobre el gusto de Fernando por las alhajas. Le asomaba
“un deje de feminidad que le daban un toque de distinción”. Además, Fernando
había nacido en Madrid lo que hacia innecesaria su nacionalización sino que
simplemente tenía que optar por la nacionalidad española que le correspondía por
nacimiento 77 . Su padre Luis Fernando nunca había ejercido ese derecho.
En todo caso, la Chata tomó pluma y papel y escribió a su hermana Paz: “Nuestra
María Teresa vale mucho. Deseo que sea muy feliz. Pero sería una pérdida si
tuviese que abandonar el país. Será muy difícil que encuentre lo debido, pues son
muy pocos con los que puede contarse…” El veneno inoculado por doña Isabel
surtió sus efectos y poco después los Baviera, en pleno, se presentaban en Madrid,
como si de una visita de familia más se tratase. Llegaron la infanta Paz y su esposo
con sus hijos, y la princesa Clara de Baviera, y se marcharon de Madrid el 24 de
febrero de 1904. Pocos días antes, desayunaban la infanta Paz y el príncipe Luis
Fernando cuando entró Fernando y, con rostro serio, declaró que necesitaba hablar
con ellos. Fue tal el asombro de Luis Fernando que dejó caer la cucharilla en la taza
y Paz preguntó si había hablado con ella del asunto. “Sí, ayer, después de la comida
en honor de la fiesta de onomástica del Rey”.
Fernando de Baviera estudió en la Academia Militar de Baviera y en la Universidad
de Munich. Al volver de ese viaje a Madrid cumplió servicio en el Establecimiento
de Equitación de Munich, es decir, la Escuela de Equitación Militar. Había tratado
a la infanta María Teresa en Munich durante un viaje que ella hizo a Viena y en el
que se detuvo en la capital bávara. El 30 de mayo de 1905 la infanta Eulalia escribió
a la infanta Paz78 : “…María Teresa no quiere hablar de su matrimonio antes de que
haya pasado un año de la muerte de su hermana, pero pronto se decidirá. Es muy
inteligente y cada día me gusta más…”
María Teresa nunca había mirado a Nando más que como a un primo pequeño.
Puesto que los Baviera estaban alojados en el Palacio Real, ella empezó a acudir por
la mañanas a leer versitos al cuarto de tía Paz, en presencia de Fernando, que no se
apartaba de la estancia, sincera o fingidamente embobado.
Don Fernando viajó –decíamos- en 1905 a Madrid donde se comprometió con la
infanta, no muy agraciada pero inteligente, dulce y sensible. La petición de mano
tuvo lugar el 20 de octubre de 1905. Su noviazgo se había comunicado oficialmente
en el verano de 1905 y fue bien acogido por la mayoría . El 21 de octubre de ese año
fue hecho capitán de caballería del regimiento de Pavía, elevado a infante de
España y hecho caballero de la Orden del Toisón de Oro, ante el Capítulo de la
77
Como el Almanaque de Gotha hiciera constar hasta 1942 que don Fernando había sido “naturalizado en
España”, el propio infante pidió a la publicación en 1943 que cambiara los términos en el siguiente
sentido: “Escoge la nacionalidad española que tenía de derecho desde su nacimiento”. Aunque lo cierto es
que tal opción no la ejerció hasta 1914, cuando se vio impelido a ello por la Primera Guerra Mundial.
78
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 253, Madrid, 1935.)
35
Orden. En el momento de su matrimonio Fernando era teniente de Caballería
bávara. Después de su matrimonio se quedaron a vivir algunos años en el Palacio
Real de Madrid. Así, ni el rey vivió separado de su hermana María Teresa ni la
reina María Cristina se vió privada de su hija.
Infantes Fernando y María Teresa
Tanto Fernando, como sus hermanos Adalberto y Pilar habían pasado algunas
temporadas felices en España, compartiendo con su primo, el rey Alfonso XIII, y
con las hermanas de éste, muchas de sus diversiones y entretenimientos, de los que
participaban en alegre y juvenil camaradería, en los jardines de palacio y en la Casa
de Campo, sirviéndoles de fondo las magníficas perspectivas del Guadarrama, en El
Pardo o en la playa de San Sebastián. Fernando iba a los veraneos regios en
Santander79 , cuando el rey pasaba temporadas en aquella hermosa ciudad española.
En 1906 el infante don Fernando fue enviado a Copenhague para representar al Rey
de España en las exequias del Rey de Dinamarca. Fue el primero de sus interesantes
viajes oficiales. Poco después, en 1907, Alfonso XIII le envió a Estocolmo para
representarle en el entierro del rey Oscar II de Suecia, y al mismo tiempo para el
bautizo del hijo mayor de príncipe heredero en Berlín. En mayo de 1908 Fernando
fue enviado por Alfonso XIII a Rusia para ofrecer al zar Nicolás II el uniforme de
un regimiento español. Llegó a San Petersburgo el 17 de mayo. Y él mismo contó a
su madre los pormenores de su estancia, en carta escrita en Madrid el 28 de mayo
siguiente:
“…Mi permanencia en Rusia ha sido muy hermosa. El 17 de mayo llegué en un
coche-salón imperial a Petersburgo. A mi paso por Varsovia me recibieron las
autoridades y los ayudantes que fueron puestos a mi disposición. Los últimos me
acompañaron hasta que hube cruzado la frontera en mi viaje de vuelta. En la
estación se hallaban los Grandes Duques, autoridades y media sotnia (centenar) de
cosacos del Don. Tocaron la Marcha Real española. Wladimir pasó revista
conmigo. Luego marché con Boris y el embajador español, al palacio de Invierno,
donde nos quedamos todos… Después de desayunar con Boris partimos en el tren a
79
Rodríguez Alcalde, Leopoldo. Crónica del veraneo regio. Ediciones de Librería Estudio, p. 62,
Santander, 1991. Cuando el príncipe Adalberto se cruzó en la Orden de Santiago, su abuela la reina Isabel
II escribió a la Cuatro
36
Zarskoyeselo y a la d’Aumont al castillo. El Zar me recibió muy afable y me
presentó a la Zarina. Me concedió las grandes cruces de San Andrés, San
Alejandro, el Águila Blanca, Santa Ana y San Estanislao. Yo le presenté la
Comisión Española, General Miláns y mis dos ayudantes. La Zarina me recibió con
sus hijos. Un carruaje me condujo a otro castillo, donde habían preparado
habitaciones. Poco después llegó el Zar, vestido de uniforme español, y me llevó al
banquete. Se hallaban unas 200 personas. A su brindis en francés respondí en el
mismo idioma. Terminada la comida, regresé a Petersburgo. Al día siguiente me
dirigió Boris por San Petersburgo, me enseñó los palacios, museos, iglesias y
fortalezas. Por la noche, banquete en la embajada española y concierto. En la
mañana siguiente volví en tren especial a Zarskoyeselo con objeto de felicitar al
Zar por su cumpleaños. Gran fiesta en la iglesia. Acabado el desayuno, retorné a
Petersburgo. Té en la embajada bávara, con el Conde Kart von Moy, y comida con
el Gran Duque Wladimir. Concierto. El 20 tuvo lugar una gran parada en
Zarskoyeselo, en mi honor. Me gustaron extraordinariamente los cosacos. Luego
que hubimos desayunado, me despedí de Sus Majestades. La Zarina me entregó la
Orden de Santa Catalina para Ena. Los señores que poseían ya sus
condecoraciones, recibieron petacas en la despedida; los oficiales de la Comisión,
sables, y los criados, relojes de oro. En la estación se reunieron de nuevo los
Grandes Duques para despedirnos. Un coche-salón imperial volvió a llevarme
hasta la frontera. Wladimir viajó conmigo hasta París con su mujer, su hija y su
yerno…”
En junio de 1908 el infante Fernando de Baviera, Nando en familia, y la infanta
María Teresa estuvieron en Cataluña donde recibieron grandes agasajos. En
Barcelona fueron huéspedes del Marqués de Comillas. En Zaragoza los recibieron
también muy bien. Allí llevaron a su hijo el infante Luis Alfonso para presentarlo a
la Virgen del Pilar.
Fernando, que estaba en uno de sus viajes oficiales, se incorporó a la campaña de
Melilla en 1909, en su regimiento destinado en África. En otoño de ese año
Fernando estuvo en Nymphenburg: había llevado un uniforme al Rey de Sajonia y
debía, además, cumplir una misión para el Emperador de Austria. En el verano de
1910 partió Fernando a Cristianía (Oslo), desde Nymphenburg, para entregar al Rey
de Noruega el Toisón de Oro, en nombre del Rey de España.
37
Infantes Fernando y María Teresa
En agosto de 1911 Fernando y María Teresa estuvieron en Nymphenburg visitando
a su madre la infanta Paz. Aquella fue la última vez que María Teresa estuvo en
Baviera. Poco después nacería su hija Mercedes y luego la princesa Pilar. Ocho días
más tarde del nacimiento de ésta, falleció repentinamente a consecuencia de una
embolia. Parece que al enterarse, Fernando cayó desplomado. Poco le sobrevivió
Pilar. Paz, que había estado junto a su nietecita en Madrid mientras duró la dolencia
que la llevó al cielo, se fue enseguida a Baviera. El 28 de noviembre la infanta
Isabel80 le escribió: “Comprendo tus emociones al marcharte de aquí… Ya hace dos
meses de la muerte de la pobre María Teresa. Yo sigo ocupándome de cuanto me
encargan; esta tarde hemos estado en el Ropero… y ya puedes figurarte lo que me
he afligido al pensar que aquella buenísima María Teresa nos faltaba, y nos faltaba
también Lola que, aunque el año pasado ya no pudo ir, aún vivía”81 .
El día de su muerte, María Teresa había estado acompañada por su madre la reina
María Cristina, que había estado junto a su lecho, en animada conversación con
ella, encontrándola muy bien en su estado convalenciente. Cuando volvió, la infanta
estaba muerta. La energía sobrehumana de la reina dominó el desfallecimiento de su
espíritu y la tortura de su corazón. Evidentemente parecía la estatua del dolor. De
nuevo –como ya había hecho con su hija mayor Mercedes- vistió con sus pálidas y
alargadas manos y amoroso cuidado, el cadáver de su María Teresa con el hábito
del Carmen82 .
80
En esas mismas fechas el príncipe Fernando de Baviera regaló a la infanta Isabel un busto de la infanta
María Teresa.
81
Ortega-Morejón, José Mª de. Doña Isabel de Borbón, Infanta de España. Ed. Aspas, p. 161, Madrid,
1943.
82
Cortés Cavanillas, J. María Cristina de Austria, Reina Regente de España de 1885 a 1902. Ed.
Juventud, 2ª ed., p. 166, Barcelona, 1980.
38
La infanta María Teresa llegó a ser muy amiga de la reina Victoria Eugenia 83 .
Amistad truncada por la prematura muerte de esta hermana mayor de Alfonso XIII.
Así perdió la reina a su mejor amiga en España.
Fernando seguía haciendo de embajador regio ante diversas cortes. En 1916 fue a
Viena enviado por Alfonso XIII para representarle en las exequias del emperador
Francisco José. Fernando congenió muy rápido con el rey de España, del que fue
íntimo, casi un hermano. Estuvo presente en momentos muy delicados de la vida de
la Familia Real. Por ejemplo, cuando con sólo cuatro años de edad, el infante Jaime,
que regresaba de Friburgo con gran dolor de cabeza, fue recibido en la Estación del
Norte, de Madrid, donde le dio un síncope y empezó a echar pus por la nariz y los
oídos. En la estación, además de Fernando de Baviera estaban la reina María
Cristina, la reina Victoria Eugenia y la infanta Isabel84 .
La confianza del monarca en Fernando de Baviera hizo que le encargara en
numerosas ocasiones que le representase, como hemos visto, en misiones del
máximo nivel, entre las que destacaron la coronación del rey Jorge V de Inglaterra
en Londres y la conmemoración del centenario de Magallanes en Argentina y Chile.
Firma de la infanta María Teresa en 16 de marzo de 1912
En efecto, en el otoño de 1920 Alfonso XIII envió a su cuñado el infante Fernando
de Baviera para que le representara en las fiestas organizadas por la República de
Chile en honor al cuarto centenario del descubrimiento del Estrecho de Magallanes,
el famoso explorador portugués al servicio de España. El infante salió de Algeciras
en el crucero España, y pasó por Canarias, Puerto Rico y el canal de Panamá.
La princesa Pilar de Baviera cuenta cómo fue esa visita. Dejémosle hablar a ella 85 :
“Los sudamericanos creían que un infante de España sería frío y etiquetero, pero
cuando les dijo, en Valparaíso y Santiago de Chile, que no le llamasen Alteza Real,
puesto que no estaban acostumbrados a tal trato, cambiaron de idea. En cuanto al
infante, su estancia allí le fue gratísima, pues los chilenos son muy hospitalarios.
Le gustó mucho el pueblo, cuya mezcla de sangre española, inglesa y alemana ha
producido una raza hermosa y fuerte, y las mujeres chilenas le parecieron
extraordinariamente bellas. Después de asistir a recepciones oficiales en Arica,
Iquique, Antofagasta y Valparaíso, dejó el infante el España en este último puerto y
fue en tren especial a Santiago, donde pasó diez días muy ocupado en recepciones
oficiales y fiestas y gozando de la simpática hospitalidad de los generosos
sudamericanos. De Santiago fue en tren especial a Puerto Montt para embarcar en
el crucero chileno O’Higgins, porque el España calaba demasiado para poder
83
Cierva, Ricardo de la. Alfonso y Victoria. Las tramas íntimas, secretas y europeas de un reinado
desconocido. Ed. Fénix, p. 214, Madrid, 2001.
84
Zavala, José María. Dos infantes y un destino. Ed. Plaza & Janés, 1ª ed., p. 88, Barcelona, 1998.
85
Baviera, S.A.R. Princesa Pilar de; Chapman-Huston, Comandante Desmond. Alfonso XIII. Col. "Z", nº
49, Ed. Juventud, pp. 162-164, 2ª ed., Barcelona, 1975.
39
navegar por los canales. En el viaje se hicieron breves paradas en San Fernando,
Curicó, Concepción, Valdivia y otros lugares. Una noche, el infante, rendido por
tanto trajín, estaba en la cama, durmiendo profundamente, cuando uno de sus
ayudantes le despertó diciéndole que estaban en Talca, la capital de la provincia, y
que el pueblo entero hallábase en las estación clamando por ver a un infante de
España. Cuando se les dijo que el infante estaba durmiendo, muy cansado
contestaron: ‘Pues si no quiere salir, traednos su uniforme para que lo veamos’.
Todavía medio dormido, el infante preguntó: ‘Pero ¿dónde está Talca?’
‘Por amor de Dios, señor –le contestó su ayudante- que nadie le oiga decir eso. Es
la capital de la provincia, y los habitantes sólo reconocen la existencia de tres
ciudades: Talca, Londres y París.’
Al oir tan interesante noticia, el infante se levantó, se vistió rápidamente de
uniforme y salió a hablar a la población, que quedó encantada.
Pasaron varios días en viajes por los canales o aguas interiores del sur de Chile,
hasta Punta Arenas, en el estrecho de Magallanes, donde el infante había de
inaugurar un monumento a su descubridor. Los pintorescos canales hacen siempre
recordar al viajero los fiordos de Noruega.
Cumplidos sus deberes oficiales en Chile, decidió el infante visitar particularmente
la República Argentina. Después de pasar unos días en casa de un amigo, en Viña
del Mar, cruzó los Andes hasta Mendoza, donde le esperaba un tren especial
enviado por el Gobierno argentino para llevarlo a Buenos Aires. El viaje a través
de las grandes llanuras pobladas de ganado y, lo que resulta bastante extraño, de
flamencos, dejó una impresión imborrable en su imaginación. En Buenos Aires, que
le pareció una ciudad encantadora, le fue ofrecido, para su estancia, el palacio de
una dama argentina casada con un chileno. Parece que en América del Sur nunca
se prestan meras casas: siempre son palacios. Mientras estaba en Buenos Aires
tuvo el infante noticias de que el España se había averiado y no podría zarpar por
algún tiempo. En consecuencia, decidió volver a Viña del Mar, con sus amigos
chilenos. Durante su estancia, el Pacific Squadron de la marina estadounidense
llegó a aguas de Chile. El vicealmirante cumplimentó al infante y le invitó a visitar
el barco americano New Mexico. Aceptó con gusto, y le recibieron con todos los
honores y un saludo de veintiún cañonazos, la primera vez que se había hecho esto,
para un príncipe español, desde la guerra entre los dos países. Este agasajo hizo
muy buena impresión tanto en los Estados Unidos como en España y fue muy del
agrado del rey Alfonso. Por fin, el España pudo hacerse a la mar, y el infante
embarcó para Panamá, donde pasó unos días interesantísimos, haciendo una visita
oficial al presidente. Las autoridades de los Estados Unidos fueron igualmente
obsequiosas. El infante se halló muy impresionado por la eliminación del
paludismo en toda la zona y encantado por las orillas del canal, que parecían
jardines llenos de flores.
Por doquiera que fuese el infante se le recibía con suma cordialidad. Le
obsequiaron con regalos, algunos de ellos, por cierto, bastante embarazosos, como
una pareja de pumas, aves tropicales de todas clases, caballos y un loro que llegó a
imitar a su amo llamando a un ayudante tan exactamente que la tripulación se
divirtió mucho con la confusión producida, recreo que la maliciosa ave pareció
compartir plenamente.
El infante regresó a España al cabo de ocho meses de ausencia, llevándose, como
él mismo ha dicho, ‘un recuerdo imborrable del cariño, de la hospitalidad y de la
gran generosidad de los pueblos de América del Sur’”.
Es jocosa la denominación que cierto funcionario otorgó a Fernando como “Alteza
Real de primera categoría”. En efecto, Emilio Mola , nombrado Director General de
Seguridad, contó que “era costumbre en la Corte, costumbre que por cierto tenía
arraigo, que el director general de Seguridad cumplimentase lo antes posible a
SS.MM. y además a las AA.RR. que pudiéramos llamar de primera categoría:
40
príncipe de Asturias, infanta Isabel, y a veces hasta a los infantes don Fernando y
don Alfonso”86 .
Todos los hijos de Fernando y María Teresa nacieron en la residencia que habitaban
en la Cuesta de la Vega, inmediata a Palacio, amueblada con objetos del rey
Francisco de Asís, que había mostrado predilección por Fernando. Fueron
reconocidos príncipes de Baviera e infantes de España. Los varones realizaron en
España su carrera militar.
Tras la muerte de María Teresa, Fernando vivió semienterrado con sus hijos en su
casa de la cuesta de la Vega. Su cuñado el rey le encargó diversas misiones oficiales
más en Alemania, Austria y Rumanía. Luego Fernando anunció súbitamente que iba
a casarse de nuevo.
María Luisa de Silva y Fernández de Henestrosa, segunda esposa de Fernando, era
una dama de la Reina Madre, una de las damas no grandes87 , pero sí de grandes
virtudes, predilecta de la reina María Cristina. Carecía de descollante belleza. En
realidad era notoriamente fea según algunos. Cuando el infante Fernando regresó en
cierta ocasión de un viaje a San Sebastián, las malas lenguas de Madrid susurraban
que había sido aclamado en Guipúzcoa pero que en Madrid “le aguardaba una
silba horrorosa”88 . No poseía gran patrimonio, y era catorce años mayor que su
marido, aunque ella se quitaba diez. La elección de Fernando no cayó bien al
principio en Palacio. A la reina madre María Cristina debió hacérsele cuesta arriba
aceptar que una de las personas de su servicio sustituyera a su llorada hija en el
tálamo. Fue muy dura con su dama chica, pero Alfonso XIII le resarció otorgándole
con el tiempo el infantazgo de España. Fernando alegaba, y no sin razón, que la
estirpe nobiliaria de su mujer era superior a la de algunas Casas Reales europeas.
Infanta María Luisa, duquesa de Talavera de la Reina
María Luisa era mujer inteligente, de superior tacto y de predilecciones artísticas,
formando una bella colección de tapices, miniaturas y porcelanas. Sobre ella
escribió su suegra la infanta Paz: “Yo soñé mucho, pero todo fue poco para lo que
Dios dio a mi hijo Fernando: María Teresa. Era demasiado buena para seguir con
nosotros y en su lugar me ha dejado otra hija, María Luisa.”
86
Mola Vidal, Emilio. Lo que yo supe. Memorias de mi paso por la Dirección General de Seguridad. P.
25, Madrid, 1933.
87
Otras damas no grandes de la Reina Maria Cristina eran la Condesa de Mirasol, la Marquesa de
Moctezuma, la Marquesa de Miraflores, Navarres-Peñaflorida, entre otras. (Romanones, Conde de. Doña
María Cristina de Habsburgo Lorena. La discreta Regente de España. Espasa-Calpe, 21ª ed., p. 185,
Madrid, 1934)
88
Rodríguez Alcalde, Leopoldo. Crónica del veraneo regio. Ediciones de Librería Estudio, Santander, 51,
1991.
41
En 1931 fueron el infante Fernando y su esposa la infanta Luisa, así como Alfonso
de Orle áns y su esposa la infanta Beatriz, quienes recibieron en Hendaya a la
infanta Isabel, la Chata, al salir de España, tras la caída del rey Alfonso XIII. Ya en
abril de 1931 fue el infante Fernando uno de los primeros en acudir a Palacio para
interesarse por el rey. Fue a las seis y media entrando por la puerta del Campo de
Moro, cerca de su casa. El rey –cuenta la princesa Pilar de Baviera- guardaba la más
perfecta calma y serenidad; decía que, para evitar derramamiento de sangre y la
guerra civil, tenía que salir de España enseguida 89 .
Al salir de España en 1931, Fernando de Baviera, que sirvió como jefe de Sección a
las órdenes de Niceto Alcalá -Zamora cuando éste desempeñó el ministerio de la
Guerra, se despidió de él enviádole un recado en el cual anunciaba que él, más
Baviera que Borbón, esperaba regresar para vivir en España bajo la República. Así
al menos lo cuenta Alcalá -Zamora en sus memorias90 .
Ya en el exilio de Alfonso XIII, Fernando de Baviera siguió manteniendo la
estrecha relación con el rey y su familia. En una reunión de caballeros del Toisón de
Oro que tuvo lugar en Versalles, Fernando obtuvo de Alfonso XIII el título de
Duque de Cádiz, que había llevado el abuelo de ambos, el rey Francisco de Asís 91 .
En 1935 fue testigo de la boda en Roma de Juan de Borbón, príncipe de Asturias,
con la princesa María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias y Orleáns, celebrada
en la iglesia de Santa María de los Angeles, el 12 de octubre de ese año92 .
Fernando de Baviera supo mantener los lazos existentes entre su familia Bávara y
España que, muchos años más tarde y tras dos guerras devastadoras, aún se
mantenían firmes en recuerdo de la solidaridad que un día existió entre las familias
reales93 .
Luisa de Silva y Fernández de Henestrosa era:
•
•
Nieta paterna de don Francisco de Borja Joaquín de Silva-Bazán y Téllez-Girón,
marqués de Santa Cruz de Mudela, y de doña María de la Encarnación Joaquina
Fernández de Córdoba y Alvarez de las Asturias Bohorques.
Nieta materna de don Francisco Javier Fernández de Henestrosa y Santiesteban,
marqués de la Vera, grande de España, IX marqués de Villadarias, príncipe de
Santo Mauro, nacido en Madrid el 3 de enero de 1818, y de doña María de la
Natividad Luisa Fernández de Córdova y Ponce de León, nacida en Ceuta el 7 de
septiembre de 1811 y fallecida en Madrid en 1865.
Hijo del primer matrimonio:
IV.a. S.A.R. Príncipe Luis Alfonso94 Fernando Cristino Adalberto Teresa
María de Guadalupe Santiago Isidro Ramón José Antonio María de la
89
Baviera, S.A.R. Princesa Pilar de; Chapman-Huston, Comandante Desmond. Alfonso XIII. Col. "Z", nº
49, Ed. Juventud, p. 264, 2ª ed., Barcelona, 1975.
90
Alcalá-Zamora, Niceto. Memorias. Barcelona, 1977. Citadas por: Borràs Betriu, Rafael. El rey perjuro.
Don Alfonso XIII y la caída de la Monarquía. Ed. Rondas, 1ª ed., p. 338, Barcelona, 1997.
91
García Louapre, Pilar. Paz de Borbón, Princesa de Baviera. Escritora y pacifista. Compañía Literaria,
p. 254, Madrid, 2000.
92
Borràs Betriu, Rafael. El Rey de los rojos. Don Juan de Borbón, una figura tergirversada. Ed. Rondas,
Los Libros de Abril, 1ª ed., p. 95, Barcelona, 1996.
93
Mateos Sáinz de Medrano, Ricardo. Los desconocidos Infantes de España. Casa de Borbón. Ed.
Thassàlia, 1ª ed., p. 297, Barcelona, 1996
94
Celebraba su onomástica el 25 de agosto.
42
Expectación y de Todos los Santos de Baviera, infante de España desde el
26 de septiembre de 1914, nacido en Madrid el 12 de diciembre de 1906,
siendo su madrina de bautismo la reina Victoria Eugenia, y fallecido en la
misma ciudad el 14 de mayo de 1983, caballero de la Orden española del
Toisón de Oro desde 1923, en la que ingresó con el nº 1155, presidente de la
Asamblea Española y bailío gran cruz de honor y devoción de la Soberana
Orden Militar de Malta, vice-presidente y luego presidente del Real Cuerpo
de Hijosdalgo de la Nobleza de Madrid, bailío gran cruz y presidente de la
Diputación de la Orden Constantiniana de San Jorge, caballero trece de la
Orden de Santiago y comendador mayor de Castilla de dicha orden en la que
tomó hábito el 25 de marzo de 1931, collar de la Orden de Carlos III, gran
cruz de la Orden de Isabel la Católica, caballero de la Insigne Orden de San
Genaro, caballero de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla desde 1928
y de la de Zaragoza, caballero de la Real Hermandad del Santo Cáliz de
Valencia, miembro de la Unión de la Nobleza del Antiguo Reino de
Mallorca95 , miembro de la Asociación de Hidalgos a Fuero de España desde
1955 96 , y desde 1969 presidente de la Junta del Principado de Cataluña de
dicha Asociación, socio del Real Automóvil Club.
Infante Luis Alfonso de Baviera
Fue inspector asistente de Señales del Ejército y más tarde alcanzó al grado
militar de general de división del arma de ingenieros, siendo gobernador
militar de Barcelona. Fue condecorado con la cruz y placa de la Real Orden
de San Hermenegildo, gran cruz del Mérito Militar con distintivo rojo,
medalla de campaña, y Aguila Alemana con espadas. Luis Alfonso era alto y
rubio, como sus antepasados de Baviera. En 1935 estuvo presente en Roma
en la boda de Juan de Borbón y Battenberg con la princesa María de las
Mercedes de Borbón-Dos Sicilias y Orleáns. Fue soltero y según Juan
95
Anuario de la Unión de la Nobleza del Antiguo Reino de Mallorca para el año 1969. Antigua Imprenta
Guasp, p. 17, Palma de Mallorca, 1969.
96
En el Padrón de Estado de dicha Asociación su expediente es el nº 4 e ingresó en ella por Notoria
Nobleza, aprobado por la Junta de Probanza en su sesión de 26 de marzo de 1955. (Asociación de
Hidalgos a Fuero de España. Padrón de Estado. Tomo I (Expedientes 1 al 819). 2ª ed. corr. y aum., p. 22,
Madrid, 1965)
43
Balansó, hombre de escasas luces97 . Siendo aún general en activo del ejército
el infante Luis Alfonso de Baviera asistió en el palacio de la Zarzuela al acto
de nombramiento de Juan Carlos de Borbón como “príncipe de España con el
tratamiento de Alteza Real”. Al acto asistieron también Alfonso de Borbón y
Dampierre y el hermano de éste, Gonzalo de Borbón, que no pudo firmar el
acta pues no había confirmado su presencia con la suficiente antelación 98 .
Cuando su cuñada Marisol se quedó viuda la quisieron casar con Luis
Alfonso, pero el proyecto no prosperó.
IV.b. S.A.R. Príncipe José Eugenio Alfonso Fernando Mariano Teresa
Antonio Jesús Santiago Isidro Ramón Braulio y de Todos los Santos de
Baviera, infante de España 99 desde el 26 de septiembre de 1914, nacido en
Madrid el 26 de marzo de 1909 y fallecido en Niza, Francia, el 16 de agosto
de 1966, siendo inhumado en la cripta de la catedral de Nuestra Señora de la
Almudena de Madrid. Era ahijado de bautismo de la reina Victoria Eugenia.
La propia infanta Paz, abuela del niño, contaba así algunos episodios del
bautismo del pequeño José Eugenio: “Un telegrama anunciándome que tenía
un segundo nieto me hizo atravesar, con mis hijos Adalberto y Pilar, la
distancia enorme que separa a España de Alemania, contando las horas que
me faltaban para abrazarlo…”
Don José Eugenio de Baviera, infante de España
Teniente coronel del arma de ingenieros, del C.I.A.C., daba clases de
electricidad superior en la Escuela Politécnica de Madrid. Era caballero de la
Orden española del Toisón de Oro desde el 15 de agosto de 1924, siendo el
97
Balansó, Juan. Trío de Príncipes. Plaza & Janés, 1ª ed., p. 131, Barcelona, 1995
Bardavio, Joaquín. La rama trágica de los Borbones. Plaza & Janés/Cambio 16 (Actualidad y Libros
S.A.), 1ª ed., p. 137, Barcelona, 1989. Y: Balansó, Juan. La Borbones incómodos. Plaza & Janés, 1ª ed., p.
122, Barcelona.
99
Poco antes de su nacimiento S.M. el rey don Alfonso XIII decretó, el 21 de marzo de 1909: “…vengo
en disponer que el Príncipe ó Princesa que diere á luz mi dicha hermana (la Infanta Doña María Teresa)
en su próximo parto, goce las prerrogativas de Infante de España y mando que se le guarden las
preeminencias, honores y demás distinciones correspondientes á tan alta gerarquía”.
98
44
caballero nº 1158 desde la fundación de la Orden, caballero de la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla desde 1928, diputado del Real Cuerpo de
Hijosdalgo de la Nobleza de Madrid, bailío gran cruz de honor y devoción de
la Soberana Orden Militar de Malta, caballero de la Orden de Calatrava,
caballero novicio de la Orden de Santiago en la que tomó hábito el 25 de
marzo de 1931, caballero de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla,
collar de la Orden de Carlos III, gran cruz de la Orden de Isabel la Católica,
caballero de la Ilustre y Noble Esclavitud de San Juan Evangelista de la
Laguna, miembro de la Unión de la Nobleza del Antiguo Reino de
Mallorca100 , miembro de la Asociación de Hidalgos a Fuero de España desde
1957 101 , cruces de la Orden del Mérito Militar, medalla de la Campaña,
Águila Alemana con Espadas. Fue director la Real Academia de Bellas Artes
de San Fernando. Era un gran pianista y gran musicólogo. Fue discípulo en
Francia de Marguerit Long y Alfred Cortot. Estudió música en la Universidad
de La Sorbona y en la Escuela Normal de París. Fue amigo de académicos y
músicos y participó en España, después de la Guerra Civil, en el Festival de
Música de Granada, y en la Costa Azul, en el Festival de Menton.
Infante José Eugenio de Baviera y Marisol de Messía y Lesseps el día de su boda
Casado en Urrugne, cerca de San Juan de Luz, Bajos Pirineos, Francia, el 25
de julio de 1933, con María de la Asunción Solange (Marisol) de Messía y
de Lesseps , nacida en Londres el 30 de septiembre de 1913, creada condesa
de Odiel por el rey Alfonso XIII de España el 25 de julio de 1933, hija de
Fernando de Messía y Fitz-James Stuart, XII conde de Mora, VI duque de
Tamames, III duque de Galisteo, grande de España, sobrino de la emperatriz
Eugenia de Francia, nacido en 1881, y de María Solange de Lesseps y Autard
de Bragard, nacida en 1877, séptima hija de sus padres.
Don José Eugenio tenía el aspecto español de su madre y era el vivo retrato
de su abuelo Alfonso XII. Entró con el número uno en la Academia Militar,
conservó su puesto durante toda su estancia y salió con el mismo número al
100
Anuario de la Unión de la Nobleza del Antiguo Reino de Mallorca para el año 1969. Antigua
Imprenta Guasp, p. 24, Palma de Mallorca, 1969.
101
En el Padrón de Estado de dicha Asociación su expediente es el nº 120 e ingresó en ella por Notoria
Nobleza, aprobado por la Junta de Probanza en su sesión de 15 de junio de 1957. (Asociación de Hidalgos
a Fuero de España. Padrón de Estado. Tomo I (Expedientes 1 al 819). 2ª ed. corr. y aum., p. 134, Madrid,
1965)
45
finalizar sus estudios. Se especializó en radio y estuvo destinado en la
Estación de Radio Militar en las afueras de Madrid. Era buen deportista pero
su afición principal fue la música, algo que heredó de su abuelo bávaro el
príncipe Luis Fernando y de su abuela austríaca la reina María Cristina. No
había concierto interesante en Madrid al que no asistiese y una de su mayores
ambiciones era la de ser conocido como compositor. Escribió mucho de
música102 y fue un constante mecenas. Por su ayuda a los músicos jóvenes fue
–según cuenta su hija Tessa en sus memorias- el “infante rojo”, porque
viajaba invitado a los países del Este para presidir conciertos.
Conocía a Marisol de Messía desde niño ya que habían compartido juegos en
Palacio. La razón era que la Duquesa de Tamames, madre de Marisol era
íntima amiga de la reina Victoria Eugenia. Su amistad continuó durante el
exilio en Francia mientras en España se iban sucediendo los gobiernos de la II
República. En 1931, al procla marse ésta, la princesa Marisol abandonó
España con su familia camino de San Juan de Luz. Es en ese exilio cuando el
infante José Eugenio se enamora de Marisol.
En 1935 estuvo presente en Roma en la boda de Juan de Borbón y Battenberg
con la princesa María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias y Orleáns.
Poco después, durante la Guerra Civil Española Juan de Borbón, hijo de
Alfonso XIII, intentó fallidamente ingresar como soldado en las filas
nacionales. En efecto, al día siguiente del nacimiento de su primera hija, la
infanta Pilar, al amanecer del 31 de julio de 1936, salió para España, desde
Cannes, acompañado de los activistas de Acción Española. Llegaron por la
tarde a San Juan de Luz, donde Juan pernoctó en la espléndida residencia del
millonario hispano-filipino Andrés Soriano 103 . En Biarritz se le unió su primo
el infante José Eugenio de Baviera, que entonces vivía en Cap Martin, así
como su cuñado el Conde de Mora, luego Duque de Tamames. Parece que el
infante José Eugenio escuchó junto al Conde de Barcelona y el Marqués de
Campollano las llamadas que por la radio hacían desde España. Decidieron
pues, ir.
Juan cruzó la frontera de Dancharinea el 1 de agosto de 1936 bajo el nombre
de incógnito de Juan López y su primo José Eugenio, el de José Martínez104 .
No consiguieron su propósito pero el intento quedaba realizado.
Terminada la guerra don José Eugenio y doña Marisol regresaron a Madrid y
se instalaron en la calle Oquendo. En esa casa fue donde nació su hija Tessa
en la madrugada de un 11 de enero. Ese día don José Eugenio tenía que asistir
a un concierto. A primera hora de la noche, cuando se disponía a salir, su
padre el infante Fernando le dijo medio en broma: “Cuando más tranquilo
estés, te sacamos del concierto. Seguro que esta noche nace vuestro tercer
hijo”. Así fue en efecto y José Eugenio tuvo que salir de la sala para ir a
buscar al doctor Luque.
102
Participó, por ejemplo, en el libro “Antonio, el bailarín de España”, Taurus, 1964, en el que
escribieron importantes plumas de la época como Joaquín Calvo Sotelo, José Mª de Cossio, Gerardo
Diego, Antonio Fernández-Cid, Ernesto Halffter, Serge Lifar, Federico Mompou, Edgar Neville, José Mª
Peman y Arturo Rubinstein. Con dibujos especialmente dedicados de Picasso, Jean Cocteau y José
Caballero.
103
Cierva, Ricardo de la. Don Juan de Borbón: por fin toda la verdad. Las aportaciones definitivas. Ed.
Fénix, p. 104, Madrid, 1997.
104
Borràs Betriu, Rafael. El Rey de los rojos. Don Juan de Borbón, una figura tergirversada. Ed. Rondas,
Los Libros de Abril, 1ª ed., pp. 105-106, Barcelona, 1996.
46
En Madrid, no participaban excesivamente de la vida social. A José Eugenio
le gustaban los conciertos, reunirse con sus amigos y escuchar música. El
infante, según reveló su hija Tessa en sus memorias, admiraba profundamente
a Franco y le respetaba, y éste a su vez le tenía gran cariño. Figuró entre las
personas de sangre real que pudieron haber ocupado el trono de España. En
abril de 1945 el monárquico general Varela fue recibido por Franco. El
generalísimo habló de Juan de Borbón de forma muy dura, comentando al
bilaureado general que ya no cabía pensar en él, después de la publicación del
famoso Manifiesto de Lausanne de 19 de marzo de 1945, como futuro Rey,
por lo que propuso a Varela que los monárquicos eligiesen entre una de las
tres soluciones que explicó a continuación: traer a España al hijo de Conde de
Barcelona bajo su tutela y coronarle a su mayoría de edad; si no pudiera
lograrse este fin, se haría lo mismo con el hijo del infante Jaime; en defecto
de las dos anteriores soluciones se restauraría la Corona en el infante José
Eugenio de Baviera. “Se me ha asegurado que para atraerse a éste último,
Franco ha encargado al general Roldán que ofrezca un puesto de consejero
en la Compañía Arrendataria de Tabacos a dicho Infante. La cosa parece de
broma, pero no lo es. Roldán ha cumplido –según dicen- su encargo, pero la
respuesta del Infante ha desagradado al Generalísimo, porque al decir que a
él le gustaría mucho desempeñar tal cargo, añadió que no podía aceptarlo
sin consentimiento de S.M.”105
Mucho tiempo después, la evolución de la política española obligó a los
monárquicos a cambiar su táctica. La declaración de la ONU favorable al
franquismo y los éxitos de la política exterior de Franco, les obligaron a
actuar de manera distinta. El primer síntoma de este acercamiento fue la
celebración de los funerales por el alma de Alfonso XIII en el palacio de El
Escorial con la asistencia del Jefe del Estado y de todo su Gobierno y la
presencia del infante José Eugenio de Baviera, acompañado de la Diputación
de la Grandeza 106 .
La Princesa Marisol de Baviera con el autor de este trabajo
105
Toquero, José María. Don Juan de Borbón, el Rey Padre. Plaza & Janés/Cambio 16, 1ª ed., pp. 132133, Barcelona, 1992.
106
Toquero, José María. Don Juan de Borbón, el Rey Padre. Plaza & Janés/Cambio 16, 1ª ed., p. 184,
Barcelona, 1992.
47
José Eugenio se halló presente en momentos claves de la vida del Conde de
Barcelona y del movimiento monárquico en España. Cuando murió
accidentalmente Alfonso de Borbón, hijo varón menor de Juan de Borbón,
José Eugenio de Baviera estuvo presente en la comitiva que llevó el cadáver
del príncipe español al cementerio de Guía, en Cascais, formada por Juan
Carlos, futuro Rey de España, el rey Humberto II de Italia, el príncipe Duarte
de Braganza, el infante Alfonso de Orleáns o el príncipe Torlonia entre otras
personas107 .
José Eugenio murió relativamente joven. Toda su vida había arrastrado las
secuelas de las heridas sufridas en el frente de Teruel. Estando en Madrid,
enfermó de doble neumonía. Respiraba mal aunque no dejaba de fumar y
tuvieron que hacerle un traqueostomía. Fue ingresado en la Clínica Covesa.
Le dieron de alta y se fue a Suiza donde fue ingresado de nuevo a causa de
una oclusión intestinal que acabó con su vida. Falleció en Menton pero fue
enterrado en la catedral de la Almudena de Madrid. Como infante de España
debería haber sido enterrado en El Escorial al lado de su madre la infanta
María Teresa. Pero él tuvo la voluntad de no ser enterrado en El Escorial
mientras no hubiese de nuevo monarquía en España.
Al fallecer, el alcalde de Menton no quería que su familia lo trasladara a
España y pidió a la princesa Marisol que le enterrasen en el pequeño
cementerio del pueblo, situado muy cerca de donde se celebra cada año el
festival de música que José Eugenio ayudó a crear.
La familia del Rey con el Papa, en la audiencia que les concedió en la Nunciatura Apostólica
en Madrid el 4 de mayo de 2003. Marisol de Baviera asistió en representación de todo el resto
de la Familia del Rey no presente en la audiencia.
María Solange de Messía y Lesseps es:
•
Nieta paterna de José Messía y Gayoso de los Cobos, duque de Tamames,
marqués de Campollano, caballero de la Orden del Toisón de Oro desde
1911 (ingresó con el nº 1130), nacido el 16 de mayo de 1853 y fallecido el
18 de mayo de 1917, y de María de la Asunción Fitz James Suart y Palafox,
duquesa de Galisteo, nacida en París el 17 de agosto de 1851 y fallecida el
14 de septiembre de 1927.
107
Toquero, José María. Don Juan de Borbón, el Rey Padre. Plaza & Janés/Cambio 16, 1ª ed., p. 200,
Barcelona, 1992.
48
•
Nieta materna del vizconde Ferdinand de Lesseps, nacido en 1805 y
fallecido en 1894, y de su segunda esposa Louise-Hélène Autard de
Bragard, nacida en 1848 y fallecida en 1909, con quien casó en 1869.
•
Bisnieta paterno-materna de don Jaime Fitz James Stuart y Ventimiglia, XV
duque de Alba, y de doña María Francisca Portocarrero de Palafox y
Kirkpatrick, XII duquesa de Peñaranda.
Bisnieta materno-paterna de Mathieu de Lesseps, nacido en 1774, y de
Catherine de Grevigné, nacida en 1774.
•
Los cuatro hijos del infante José Eugenio y la princesa Marisol de Baviera, de izq. a dcha:
Cristina, Luis Alfonso, Fernando y Tessa.
Padres de108 :
V.a. Doña María Cristina 109 Paz Teresa Alfonsa Eugenia Rita de
Todos los Santos de Baviera y Messía, nacida en París el 6 de
febrero de 1936, condesa de Odiel por cesión de su madre. Dama del
Real Cuerpo Colegiado de Hijosdalgo de la Nobleza de Madrid. Es
pintora y firma con el pseudónimo de Nuria Cortina, con obras
expuestas en muchos lugares, como en el Museo de Dibujo “Castillo
de Larrés”, en Aragón.
108
Según Juan Balansó, citado por Jaime Peñafiel, ninguno de los hijos del infante José Eugenio fue
inscrito en el Gotha como príncipe. En 1947 el infante don José Eugenio intentó que el Conde de
Barcelona los elevara de rango, pero se negó al igual que el Jefe de la Casa Real de Baviera. (Peñafiel,
Jaime. ¡Dios salve... también al Rey!: El retrato más íntimo de don Juan Carlos. Ediciones Temas de
Hoy, 1ª ed., p. 100, Madrid, 1995)
109
Conocida entre su familia y amigos como “Crista”.
49
Cristina de Baviera, por Macarrón (1974)
Casada en el Real Monasterio de la Encarnación, de Madrid, el 12 de
julio de 1967 con don Juan Manuel de Urquijo y Novales110 , nacido
en San Sebastián en 1937 y fallecido en 2002, licenciado en Ciencias
Económicas y ganadero, hijo de Francisco de Urquijo y de
Federico111 , socio de la Gran Peña, del Casino de Madrid, del Tiro de
Pichón, del Club Puerta de Hierro y del Aero Club, y de María del
Rosario de Novales y Pelayo, socia del Club Puerta de Hierro, del
Golf de Bilbao y del Marítimo. En abril de 1966, Roberto Osborne y
Vázquez vendió parte de su ganadería a Juan Manuel Urquijo y
Novales. Esa parte estaba compuesta por 14 yeguas, 8 potras, 10
rastras, el semental "Garboso XI" y cinco caballos de 4 a 5 años;
entre ellos se encontraban ejemplares como "Amoroso IV",
"Amoroso V", o Botinero.
•
Nieto paterno de don Juan Manuel de Urquijo y Ussía112 , caballero
del Real Cuerpo Colegiado de Caballeros Hijosdalgo de la Nobleza
de Madrid, caballero de la Legión de Honor, socio de la Gran Peña,
del Casino de Madrid, del Real Automóvil Club, y del Club de
110
Hermano de doña María de las Mercedes de Urquijo y Novales, casada con don Javier Martínez de las
Rivas; y de doña María del Rocío de Urquijo y Novales, casada con don Enrique Nóbel y Olgado.
(González Vera, E. Heráldica. Guía de Sociedad. (recopilada por). P. 779, Madrid, 1960)
111
Hermano de don Antonio de Urquijo y de Federico, propietario agrícola, ganadero de reses bravas,
presidente del Consejo de Administración de “Los Tiroleses, S.A.”, socio de la Gran Peña, del Real Club
Puerta de Hierro, casado con doña Trinidad Castillo y Caballero, de la Torre y Echagüe, marquesa de
Rafol de Almunia; de doña Cecilia Urquijo y de Federico, casada con don Antonio Martín de SantiagoConcha, marqués de Linares; de doña Antonia Urquijo y de Federico, casada con don Miguel Primo de
Rivera y Cobo de Guzmán, conde de San Fernando de la Unión (Vid.: Anuario Español del Gran Mundo.
S.A.E. Gráficas Espejo, Año XXVI, pp. 453 y 519, Madrid, 1950-51. Alonso de Cadenas y López,
Ampelio; Cadenas y Vicent, Vicente de. Elenco de Grandezas y Títulos Nobiliarios Españoles 1990.
(recopilado y redactado por). Ed. Hidalguía, 23ª ed., p. 722, Madrid, 1990)
112
Hermano de don Estanislao de Urquijo y Ussía, marqués de Urquijo, grande de España, caballero de la
Soberana Orden Militar de Malta, caballero del Real Cuerpo Colegiado de Caballeros Hijosdalgo de la
Nobleza de Madrid, oficial de al Legión de Honor, caballero de la Orden de la Isabel la Católica,
caballero de la Orden del Mérito Militar; y de don Luis de Urquijo y Ussía, marqués de Amurrio,
caballero del Real Cuerpo Colegiado de Caballeros Hijosdalgo de la Nobleza de Madrid. (Vid. Guía
Oficial de España. Imprenta de la "Gaceta de Madrid", p. 92, Madrid, 1907)
50
Campo, y de doña María del Carmen de Federico, del Club de
Campo 113 .
V.b. Don Fernando Juan Luis José María Santiago de Todos los
Santos de Baviera y Messía, nacido en San Remo, Italia, el 3 de
abril de 1937. Nació en esa ciudad ya que entonces sus padres se
encontraban en la Villa que poseen en la Costa Azul, llamada Villa
Teba. Su padre no deseaba que Fernando fuese francés por lo que
hizo atravesar la frontera franco-italiana a Marisol y quedarse en San
Remo. Caballero y diputado del Real Cuerpo Colegiado de
Hijosdalgo de la Nobleza de Madrid, caballero de San Fernando y de
la Sagrada y Militar Orden Constantiniana de San Jorge. Es un gran
aficionado a los automóviles y ha sido concesionario de BMW en
España a la vez que vice-presidente de la Federación Internacional de
Automóviles 114 . Cuando se le preguntó en cierta ocasión porqué
figuraba con la profesión de agricultor, contestó: “Es que cuando
empecé a llevar las fincas de mi madre me di cuenta de que el no
aplicar la nueva tecnología a la agricultura estaba mermando la
capacidad de producción de las tierras, y entonces propuse un nuevo
sistema de riegos. Mi madre, aconsejada por su administrador,
desechó la iniciativa, y me dijo que me dedicara a estudiar, que
cuando acabara la carrera ya tendría tiempo de ganar dinero. ‘No
me hace falta acabar la carrera para ganar dinero’ le dije.
Inmediatamente me presenté en la casa Mercedes y les solté: ‘Soy la
persona que necesitan: hablo alemán y me encantan los coches’. Y
así conseguí mi primer empleo”115 .
Casado en Biarritz, Francia, el 14 de mayo de 1966 –separados en
septiembre de 1974- con doña Sofía Cecilia de Arquer y Aris,
nacida en Barcelona el 13 de octubre de 1941, hija de José de Arquer
y Fugarolas, fallecido en Madrid el 3 de marzo de 1967, y de Sofía de
Aris de Moysi. Padres de:
VI.a. Doña Cristina de Baviera y Arquer, nacida en Ginebra,
Suiza, el 7 de febrero de 1974.
V.c. Doña María Teresa116 Luisa Fernanda de Todos los Santos de
Baviera y Messía, nacida en la casa que sus padres ocupaban en la
calle Oquendo en Madrid en la madrugada del 11 de enero de 1941.
Nació durante un apagón de luz por lo que los criados levantaban
antorchas y velas, y la primera impresión de su madre, al ver su cara,
fue de horror: tenía una gran mancha negra que cubría la parte
derecha de su rostro. El doctor Luque, que atendió al parto,
tranquilizó a la princesa Marisol diciéndole que era un antojo. Su tata
Juana, la primera que tuvo en sus brazos a Tessa, intentó calmar a su
madre. Consultaron a los mejores médicos de la época, como al
doctor Blanco Soler, que recomendó un tratamiento con radium. Le
radiaba el doctor Larrú.
113
Aubin Rieu-Vernet, José. Anuario Español del Gran Mundo. Ed. Ciencia y Cultura, p. 391, Madrid,
1946.
114
En su carnet de identidad figuraba como agricultor (Balansó, Juan. La Familia Real y la familia irreal.
Ed. Planeta, p. 194, Barcelona, 1992.)
115
Balansó, Juan. La Familia Real y la familia irreal. Ed. Planeta, p. 194, Barcelona, 1992.
116
Conocida como Tessa.
51
Tessa de Baviera con la mancha en la cara que tenía de niña
Esa mancha en la cara marcó su infancia. Ella sufría por ello y
prefería la compañía de su hermano Luis y los juegos de los chicos.
Iba con sus padres a veranear a Montecarlo, donde sus abuelos tenían
una casa. Un verano conocieron sus padres al doctor John Converse,
que más tarde se casaría con la viuda de Gary Cooper. Examinó a
Tessa y aseveró que tenía los tejidos de la mancha completamente
quemados y pidió que la llevaran a su consulta de Nueva York, antes
de que la lesión degenerase en un cáncer de piel.
José Eugenio y Marisol no gozaban de una espléndida situación
económica entonces y viajar a Estados Unidos era costoso. Marisol
habló con el gobierno de entonces para conseguir una ayuda. Pero no
se la dieron. Aún así viajaron. Ingresaron a Tessa en el Manhattan
Hospital de Nueva York. Tenían que hacerle varias intervenciones
quirúrgicas. Marisol se quedó a lado de Tessa durante quince días,
día y noche. Después de tres meses en Estados Unidos, regresaron a
Madrid. Luego, cada año, debía regresar a Nueva York para nuevas
intervenciones o revisión de su cicatriz. En uno de esos viaje s la
acompañó la Duquesa de Fernán Núñez, íntima amiga de su madre.
Cuando le dieron el alta definitiva quiso acudir a un concierto de
Elvis Presley. Su madre y la Duquesa de Fernán Núñez aguantaron
seis horas de cola para conseguir entradas. Tenía entonces once o
doce años.
A los siete años empezó a ir al colegio de la Irlandesas. Hasta
entonces, le daba clases la señorita Ángela. Hizo su primera
comunión con su hermano Luis, en la Iglesia del Espíritu Santo, en la
calle de Serrano, de Madrid.
Cada año, después de pasar unos días en Cap Martin, solía ir con sus
padres a Lausanne para visitar a la reina Victoria Eugenia, madrina
de José Eugenio. A raíz de una indicación de la reina, José Eugenio y
Marisol se hicieron cargo todos los veranos de los hermanos Alfonso
y Gonzalo de Borbón. A partir de entonces surgió un verdadero
cariño de hermanos entre ellos y los Baviera y Messía. En aquellos
veranos en la Costa Azul les acompañaban el príncipe Adam
Czartoryski, hijo de la princesa Dolores de Borbón-Dos Sic ilias, y
52
Alejandro Onassis, hijo de Aristóteles. También los Condes de
Barcelona, la infanta Pilar, hermana del rey Juan Carlos I, o Sandra
Torlonia, hija de la infanta Beatriz, pasaban temporadas en Cap
Martin con los Baviera y Messía.
En su adolescencia , Tessa se enamoró de Nicolás (Nico) Sartorius y
Alvarez de la Asturias-Bohórquez, hijo de los Condes de San Luis, al
que ella en sus memorias califica de “pelirrojo encantador,
inteligente y serio”. De ella se quedó prendado el príncipe Georges
Festetics, un austríaco al que todos llamaban “Bluques Biondos” por
los enormes rizos rubios que le caían sobre la frente. Después sería el
padrino de la princesa Carolina de Mónaco. Tessa se enamoró luego
de Mark Watney, un inglés que años más tarde se suicidó en su
apartamento de Londres. Después de terminar con Mark, Tessa
conoció al que sería su marido.
Aunque terminó el bachillerato superior y dio después clases de
decoración, arquitectura y fiolosofía en Montelar, nunca se consideró
una buena estudiante.
Tessa de Baviera, por Macarrón (1974)
Tessa se ha dedicado a varias actividades. Fue presidente de la
Sociedad Protectora de Animales. Pero se ha dedicado especialmente
al diseño de ropa y a la moda. Lo primero en que trabajó fue en una
representación de bisutería. Después, a través de José Luis Cardona,
tuvo una oferta en Loewe, que su marido Alfonso no quiso que
aceptase y no lo hizo.
Ha colaborado con diversos medios de prensa escrita, por ejemplo,
con la revista Semana, en la que publicó una entrevista que le hizo a
su tía la Condesa de Barcelona en 1984 117 . También hizo otras
muchas entrevistas como las realizadas al actor Omar Sharif o a la
princesa María Gabriela de Saboya. Tessa publicó sus memorias en la
revista ¡Hola! bajo el título “Luchar es vivir”. Ella misma contó que
la idea de publicarlas surgió cuando alguien le sugirió hablar de sus
117
Balansó, Juan. Trío de Príncipes. Plaza & Janés, 1ª ed., p.153, Barcelona, 1995.
53
experiencias y de las personas que había conocido. La periodista
Maika Vergara le hizo una entrevista en esa revista el 20 de mayo de
1993. En ella habló de la importancia que concede a la amistad, a la
buena educación, a la caridad con el prójimo, aprendida de su padre
el infante José Eugenio, a la sinceridad. Del rechazo que le produce la
envidia o el amor desmedido al dinero. En esas memorias contó con
la ayuda de su madre, que le recordó episodios de su infancia.
Alfonso Márquez y Patiño y Tessa de Baviera el día de su boda
Casada 118 en la Iglesia de San Francisco el Grande, en Madrid el 23
de noviembre de 1963 –separados en 1981, divorciados en Mónaco el
19 de noviembre de 1983- con don Alfonso Márquez y Patiño
Castillejo y Losada, marqués de Castro, caballero de honor y
devoción de la Soberana Orden Militar de Malta, caballero del Real
Cuerpo Colegiado de Hijosdalgo de la Nobleza de Madrid, nacido en
San Sebastián el 7 de agosto de 1936 y fallecido de accidente
automovilístico en Málaga el 12 de febrero de 1994. Abogado,
Cónsul General de Mónaco en Madrid, consejero del Banco Coca,
S.A., socio del Real Club de Puerta de Hierro, de la Real Sociedad
Hípica E. del Club de Campo, y del Club XXI. Propietarios en
Córdoba de la Hacienda “Las Quemadas”.
Alfonso Márquez y Tessa fueron muy amigos de los príncipes de
Mónaco. En cierta ocasión el príncipe Rainiero III le dijo a Alfonso
Márquez: “Alfonso, me gustaría que aceptaras el cargo de cónsul
honorario de Mónaco en España. Es una idea que desde hace tiempo
tengo en mente. He estado buscando la persona idónea y me gustaría
que aceptáseis. Dada nuestra amista y, bajo mi criterio, creo que sois
tú y Tessa las personas adecuadas para haceros cargo del
Consulado”.
Durante las estancias de Tessa y Alfonso en Mónaco, que eran
frecuentes, conocieron a mucha gente de Hollywood: actores como
George Hamilton y Sami Davis Jr., a David Niven y Gary Cooper,
todos amigos de Gracia. Otros actores que Tessa ha conocido son
Dudley Moore, Kira Douglas, Liza Minnelli, Robert Stack, Robert
118
Su viaje de novios fue a Roma, Egipto y el Líbano.
54
Redford, Joan Collins, Deborah Kerr y su marido Peter Viertel. En
Mónaco también ha conocido a Harry Belafonte, Helmut Berger,
Bella Darvi, Silvana Mangano, la princesa Soraya, Christian Dior,
Jean Cocteau, Henry Kissinger
Cuando la princesa Gracia iba a Madrid con motivo de celebraciones
de la Cruz Roja, se alojaba en casa de la princesa Marisol de Baviera.
Rainiero III y Gracia venían mucho a España. El príncipe de Mónaco
impulsado por su pasión por la caza.
Los príncipes Rainiero III y Gracia de Mónaco
con Alfonso Márquez y su esposa Tessa de Baviera
Tessa escribió que de haber conocido el futuro se habría casado igual
con su marido, pero habría cambiado algunas cosas de su
convivencia.
Padres de:
VI.a. Doña Myrta Sofía Márquez y Baviera, marquesa de
Castro (desde el 12 de febrero de 1994), nacida en la Clínica
Loreto de Madrid el 27 de octubre de 1965. Sus padrinos de
bautismo fueron los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía,
luego Reyes de España. Casada en Dos Hermanas el 17 de
septiembre de 1994 con don Pedro Escudero y Aznar.
Padres de:
VII.a. Doña Cristina Escudero y Márquez.
VI.b. Doña Sonia Victoria Márquez y Baviera, nacida en
Madrid el 7 de junio de 1969. Fueron sus padrinos de bautismo
su abuela la princesa Marisol de Baviera y su tío Fernando de
Baviera.
55
Boda de Miguel Matossian y Osorio con Sonia Márquez y Baviera
Casada en Olías del Rey, Toledo, el 11 de junio de 1992 con
don Miguel Matossian y Osorio, nacido el 10 de febrero de
1958. Fueron a vivir a París.
Padres de:
VII.a. Doña Sol Matossian y Márquez, nacida el 14 de
junio de 1995.
VII.b. Don Miguel Matossian y Márquez.
VII.c. Doña Victoria Matossian y Márquez, nacida en
julio de 1997.
V.d. Don Luis Alfonso Fernando María Santiago de Todos los
Santos de Baviera y Messía, nacido en la casa que sus padres
ocupaban en la calle Oquendo de Madrid el 26 de enero de 1942,
fallecido el 4 de diciembre de 1966 en accidente automovilístico en el
Rallye Internacional “Costa del Sol” , en el que participaba como
copiloto del francés Bernard Tramont, en la carretera nacional CádizBarcelona, en el punto conocido como “Cantarriján”, cerca de
Almuñécar, Granada. El coche cayó por un terraplén y Luis quedó
atrapado dentro. Se prendió fuego y no pudo salir. Fue inhumado en
la cripta de la catedral de Nuestra Señora de la Almudena. Caballero
del Real Cuerpo de Hijosdalgo de la Nobleza de Madrid. Soltero.
56
Luis Alfonso de Baviera y Messía
Estaba muy unido, especialmente, a su hermana Tessa. Hasta los diez
años durmieron juntos y compartieron los mismos amigos y juegos.
IV.c. S.A.R. Princesa María de las Mercedes119 Teresa María de la Paz
Fernanda Adalberta Cristina Antonia Isidora Raimunda Josefa Jesusa
Fausta de Todos los Santos Francisca de Borja de Baviera y Borbón,
infanta de España120 desde el 26 de septiembre de 1914, nacida en Madrid
el 3 de octubre de 1911 y fallecida en la misma ciudad el 11 de septiembre
de 1953, dama de la Orden de Damas Nobles de María Luisa, dama
protectora honoraria del Real Cuerpo de Hijosdalgo de la Nobleza de
Madrid, dama de las reales maestranzas de Sevilla y de Zaragoza, dama de
honor y devoción de la Soberana Orden Militar de Malta, dama enfermera
de la Cruz Roja Española, dama auxiliar de Sanidad Militar de 1ª clase,
medalla de Sanidad Militar, medalla de plata de campaña, Cruz Roja ,
medalla de oro de la Cruz Roja, placa de 2ª clase de la Cruz Roja, medalla
de campaña con distintivo de retaguardia . Era, dice Balansó “jibosa y
acomplejada” y su marido la hizo “perfectamente desgraciada”121 .
119
Celebraba su onomástica el 24 de septiembre.
El 29 de noviembre de 1911 se dispuso: “…vengo en disponer que el Príncipe ó Princesa que diere á
luz mi dicha hermana (la Infanta Doña María Teresa) en su próximo parto, goce las prerrogativas de
Infante de España y mando que se le guarden las preeminencias, honores y demás distinciones
correspondientes á tan alta gerarquía”.
121
Balansó, Juan. Los diamantes de la Corona. Plaza & Janés, 1ª ed., p. 193, Barcelona, 1998
120
57
Fotografía de la infanta Mercedes con el príncipe Irakly,
dedicada a la princesa Marisol de Baviera
Casada en la capilla de Ayete, de San Sebastián, el 29 de agosto de 1946
con S.A.R. (S.A.Sª. para algunos) el príncipe Irakli BagrationMukhransky122 , nacido en Tiflis, Georgia, el 21 de marzo/3 de abril de
1909 y fallecido en Madrid el 30 de noviembre de 1977, miembro de la
Academia Mallorquina de Estudios Genealógicos, naturalizado español,
hijo del príncipe Jorge (Giorgi) Alejandrovich Bagration-Mukhransky,
nacido en San Petersburgo el 16 de julio de 1884 y fallecido en Madrid el
29 de septiembre de 1957, educado en el cuerpo de pajes, mariscal de la
nobleza de Dousheti, Tiflis, y de Helene Sigismonovna Zlotnicky, nacida
en Tiflis el 29 de marzo de 1886 y fallecida en Madrid el 25 de abril de
1979, con quien había casado en Tiflis en julio de 1908.
Príncipe Jorge Bagration-Mukhransky y su esposa, Helene Sigismonovna Zlotnicka,
padres del príncipe Irakly
Príncipe Irakli Bagration-Mukhransky
Irakli ostentaba la condición de Jefe de la Casa Real de Georgia desde 29
de septiembre de 1957. Lo hacía en virtud de ser descendiente de los
últimos reyes de Georgia, dinastía que reinó desde el año 574. Era príncipe
de Kartli, príncipe hereditario de Mukhransky, duque de los Lasos, jefe
soberano y gran maestre de la Orden (Orden de Familia) de la Santa Túnica
sin Costura de N.S.J.C. y de la del Águila de Georgia, gran maestre de la
Orden de la Reina Tamara, gran provincial de la Orden de la Reina
Ketevana. Caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro. Presidente del
Gobierno de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén,
122
Otras grafías escriben Bagration de Mukhrani, pero conservaremos esta en este trabajo.
58
caballero gran cruz de la Orden de San Sava de Servia (Yugoslavia),
caballero gran collar de la Orden de Santa María de los Lirios, caballero
gran collar de la Orden de San Francisco de Asís, caballero gran cruz de
Justicia de la Orden de San Salvador, caballero gran collar de la Orden de
Núñez de Balboa (Panamá), caballero de la Orden del Bien Público,
caballero gran cordón de la Orden de San Constantino 123 . Era también
miembro de la Unión de la Nobleza del Antiguo Reino de Mallorca124 .
Príncipe Irakly Bagration-Mukhransky
e infanta Doña Mercedes de España el día de su matrimonio
El príncipe Irakly había estado casado en primeras nupcias con Maria
Belaiev, de la que se divorció. Y en segundas nupcias había casado en
Roma el 20 de junio de 1940 con la nobile Maria Antonietta Pasquini de los
condes de Costafiorita, nacida en San Angelo in Vado el 26 de abril de
1911 y fallecida en Roma el 22 de febrero de 1944, hija del nobile don Ugo
Pasquini, conde de Costafiorita, y de la nobile donna Enrichetta Gastaldi.
Ya viudo de su tercera esposa contrajo cuartas nupcias el 19 de octubre de
1961 con doña María del Pilar Pascual y Roig, fallecida en 1994, a quien
titulaba marquesa de Carsani. Según los autores de Le Sang de Louis XIV,
el tratamiento que le correspondía al príncipe Irakly era el de Ilustrísimo
que correspondía igualmente a su padre y descendencia . Se le daba el
tratamiento de S.A.R. el príncipe Irakly de Bagration de Mukhrani, príncipe
de Georgia, como se puede ver en su esquela de defunción.
123
Zorrilla y González de Mendoza, Francisco Javier, Conde de las Lomas. Genealogía de la Casa de
Borbón de España. Editora Nacional, p. 199, Madrid, 1971
124
Anuario de la Unión de la Nobleza del Antiguo Reino de Mallorca para el año 1969. Antigua
Imprenta Guasp, p. 18, Palma de Mallorca, 1969.
59
Esquela del príncipe Irakly Bagration-Mukhransky aparecida en el diario madrileño ABC
•
•
Nieto paterno del príncipe Alexander Iraklievich Bagration-Mukhransky,
nacido en Mtchadisdjavari el 20 de julio de 1853 y asesinado por los
bolcheviques en Piatigorsk el 30 de octubre de 1918, y de Maria
Dmitrievna Golovatcheva, nacida en Tiflis el 11 de octubre de 1855 y
fallecida en Niza el 12 de junio de 1932 con la que había casado en Tiflis
en octubre de 1881.
Nieto materno del conde Sigismond Dmitrievich de Nowino Zlotnicky de
Zloyniki, de los condes Nowina-Zlotnicki125 , y de la princesa Maria
Eliosbarvna Eristova, también llamada princesa Marian Eristavi de Ksani.
Los Bagration afirman descender en línea directa de un hermano de San José,
aunque sus orígenes probados se remontan "sólo" al siglo VIII, año 711. En el
siglo XIX una princesa Bagration se tomaba tan en serio esta pretensión que
consideraba los oficios de Viernes Santo como verdaderos funerales de
familia 126 .
125
Dmitri Zlotnicki y Celestina Trzeciak.
Delorme, Philippe. George Bagration-Moukhransky. La Géorgie réclame son roi. En: Point de Vue.
Images du Monde, Nº 2269, 23 janvier 1992, pp. 28-31.
126
60
Armas de los Bagration-Mukhransky
Especialistas en dinastías reales tan acreditados como Juan Balansó no
consideraban la Casa de Georgia como una de las casas reales del Este de
Europa. Al respecto éste autor escribía 127 : “¿Cabe otorgar algún crédito a los
Bagration cuando claman descender nada menos que de un hermano de San
José?.”
En el siglo XII-XIII con la reina Thamar, que reinó de 1184 a 1212, Georgia
alcanza su apogeo. En 1799 el rey Jorge XII 128 negoció un tratado con el
emperador Pablo I de Rusia y dos años después se anexionó Georgia al
imperio ruso. Pero veamos su historia con algo más de detalle.
La familia desciende de Ambat, príncipe de los bagrátidas en 314, antepasado
de Varaz-Tirots, virrey de Armenia (616-645), bisabuelo de Aschot III (726761), tronco de las líneas de los reyes de Georgia, y de los reyes de Armenia
(los últimos extinguidos por línea de varón). Jorge I (996-1027) unió los
reinos de Abasgia e Iberia en el reino de Georgia. Fue el antepasado de Bagrat
V, rey de Georgia (1360-1395) y rey de Imeritia (1360-1386). El segundo hijo
de éste, Constantino I (1405-1412) fue el fundador de las dos líneas de
Bagration (reyes de Georgia, príncipes de Mukhransky), y reyes de Imeritia,
estos últimos representados por la familia Bagration de Imeritia, Imeritinsky.
Alejandro I (fallecido en 1446), fue padre de Jorge VIII, zar de Kartli, y de
Dimitri III, fundador de la línea de los zares de Kakhetia (fallecido en 1476),
últimos en reinar en Georgia. Irakly II, zar de Kakhetia, unificó Georgia como
zar de Kartli y Kakhetia en 1725 y tras romper con el shah de Persia, puso a
Georgia bajo la protección de Rusia por el tratado de 24 de julio de 1783. Éste
confirmó que Georgia no había sido nunca vasalla del shah de Persia ni de
ningún otro poder y que el zar de Georgia reconocía para sí y sus
descendientes el supremo poder y la protección de Rusia, jurando apoyar a la
Corona de Rusia e ir en su ayuda en caso de necesidad, mientras que el
emperador de Rusia, recíprocamente, garantizaría la integridad soberana de
Georgia. Rusia, emprendió entonces la tarea de ayudar al zar Irakly a
recuperar antiguas posesiones del reino que habían sido perdidas con
anterioridad. El sucesor de Irakly II, Jorge XII, falleció el 28 de diciembre de
1800 y, el 12 de septiembre de 1801 el hijo y sucesor de éste, David, fue
desposeído de Georgia, que fue anexionada a Rusia, rompiendo el tratado de
1783. Rusia confirió a los hijos del rey exiliado y a su familia el título de
príncipes de Georgia (príncipes Grousinky) y el tratamiento de Alteza
Serenísima, para todos los varones descendientes del rey Jorge XII. Esta línea
se creyó que se había extinguido en 1935, con la muerte del príncipe Miguel
Alejandrovich de Georgia, cuando la línea de los príncipes Bagration de
Mukhransky, fundada por Constantino I, VIII príncipe de Mukhransky (que
reinó de 1658 a 1668), hermano menor del rey Vakhtang V de Georgia,
asumió la jefatura de la Casa. Dos líneas supervivientes, sin embargo,
emergieron del caos de la antigua Unión Soviética.
Descienden de Constantino II, zar de Kartli, que tuvo, dos hijos: el mayor,
David VIII, fallecido hacia 1525 ó 1526, fundó la línea de los reyes de
Georgia extinguida en línea masculina con Rostom, zar de Kartli, fallecido en
127
Balansó, Juan. Los Reales Primos de Europa: quién es quién en el mundo de los tronos ocupados o
vacíos. Ed. Planeta, 1ªed., p. 202, Barcelona, 1992.
128
La descendencia de éste, que fue el último rey de Georgia, se extinguió en 1928.
61
1658. El menor, Bagrat I, fallecido en 1539, fue príncipe de Moukhrani de
1512 a 1539, abuelo de Bagrat II, fallecido en 1624, IV príncipe de
Moukrahni, regente de Kartli de 1573 a 1574, padre de: 1. Vakhtang II, VII
príncipe de Moukhrani, que sucedió como Vakhtang V, zar de Kartli en 1658,
convertido al Islam como shah Naway I y fallecido en 1675. Fue abuelo de
Vakhtang VI, zar de Kartli (nacido el 15 de septiembre de 1675 y fallecido en
Rusia el 27 de marzo de 1737), depuesto y exiliado en 1725, cuyos
descendientes se extinguieron por línea masculina a finales del siglo XIX. Y
2. Constantino I, VIII príncipe de Mukhransky de 1658 a 1668, padre del
príncipe Theimouraz, confirmado como príncipe de Mukhransky en 1687.
Los miembros de esta familia fueron confirmados como príncipes Bagration
de Mukhransky por decretos del Consejo del Imperio de 20 de septiembre de
1805, 25 de marzo de 1826 y 8 de diciembre de 1850, y por el Senado el 25 de
marzo de 1836, 7 de junio y 7 de julio de 1847, 10 de mayo de 1850, 16 de
abril de 1858, 2 de diciembre de 1864 y 1 de mazo de 1872.
De una de las ramas del linaje de los Bagration, los Mukhransky-que reinaron
en parte de la actual Georgia - desciende el príncipe Irakly, hermano –por
cierto de la gran duquesa Leonida, viuda del gran duque Wladimiro
Kirilovitch de Rusia. Los Bagration fueron una de las familias que reinaron en
parte del territorio de la actual Georgia. La línea de Irakli era dueña de la
provincia de Mukhrani. Tenían unos parientes Bagration que sí llegaron a
ceñir la corona de Georgia y a principios del siglo XIX se sometieron al zar.
La familia no sólo reconoció a los emperadores vecinos, sino que pasó a
confundirse con la nobleza rusa y sus miembros prestaron servicios como
ayas, chambelanes y otros cargos de la corte zarista. Muchos consideraban el
matrimonio de una princesa rusa con un Bagration como morganático.
El príncipe Jorge, Jefe de la Casa Real de Georgia, es hijo del príncipe Irakli y
de su segunda esposa, la condesa María Antonieta Pasquini. En 1983 el gran
duque Wladimir de Rusia dio a conocer una carta que había escrito en 1946 a
raíz del matrimonio de Irakli, padre de Jorge, con la infanta Mercedes y que
decía: "Après une longue et minitieuse étude de l'historie de Géorgie, il est
consideré juste et utile de reconnaître la dignité royale des Bagration".
Balansó, comentando esta situación escribió 129 : “¿Concedía acaso Vladimiro
mercedes con ‘efectos retroactivos’? Porque, en ningún caso, Leonida
Bagration de Mukhrani, nacida en 1914 bajo el reinado del zar Nicolás II,
puede definirse, como aparece en las publicaciones confeccionadas por su
familia, ‘nacida princesa real de Georgia’, ya que vio la luz en Tiflis como
hija de un simple mariscal de la nobleza. Al emperador ruso no se le pasó por
la cabeza considerar a aquella familia como igual. Por otra parte, los
descendientes del último rey de Georgia, Jorge XII, no se extinguieron hasta
1928, cuando Leonida tenía catorce años (y, por supuesto, tampoco eran
considerados príncipes reales).”
Cierta vez, el gran duque Wladimiro Kirilovich de Rusia preguntó a Juan
Balansó: “¿Por qué os empeñáis en regatear el rango a los Bagration? Al fin
y al cabo, los Borbones de las Dos Sicilias y de Parma, como los Habsburgo
de Módena y Toscana, fueron sometidos por los Saboya al unificarse Italia”.
El periodista y escritor le contestó: “Señor, ninguna de esas dinastías se
129
Balansó, Juan. Los Reales Primos de Europa: quién es quién en el mundo de los tronos ocupados o
vacíos. Ed. Planeta, 1ªed., p. 203, Barcelona, 1992.
62
humilló hasta hacer de criados de sus nuevos amos”. Parece que el gran
duque cambió de tema130 .
Sin embargo, además de que la condición soberana de los Bagration ha estado
mucho tiempo en tela de juicio -recordemos que no figuraban en el Gotha, lo
cual no deja de ser significativo- los derechos dinásticos del príncipe Jorge
son discutidos por sus hermanastros Bagrat y María Paz, hijos del matrimonio
de su padre con la infanta Mercedes de Baviera y Borbón, hecho que queda
agravado porque las leyes dinásticas de Georgia no contemplan el derecho de
primogenitura131 . En este caso es la princesa María Paz la que reivindica su
derecho al trono por encima del de sus dos hermanos.
Los monarcas georgianos eran elegidos por un sistema sucesorio complejo
que no tiene equivalente en Occidente. Justamente por ello, las pretensiones
de Irakli ayer –y de su hijo mayor Jorge hoy-, dice Balansó, presentan erróneo
fundamento. Para éste autor sus hermanos Bagrat y Paz tenían, en cierto
sentido, razón al discutirle a Jorge sus derechos.
El Código Real georgiano, por el que se regía la familia Bagration, ordenaba
bien explícitamente 132 : “Cuando muera un príncipe, dejando hijos e hijas,
todos sus bienes serán divididos a partes iguales, y el hijo mayor tendrá el
poder. Pero si entre los otros hijos e hijas hubiera uno más digno, más hábil y
más sabio, será éste quien ocupará el trono de su padre. Tal es nuestra ley”.
En 1991 el presidente del Parlamento hizo una visita al príncipe Jorge en su
casa de Puerto Banús y le anunció la restauración de la monarquía en su
persona para antes del fin del siglo. Sería Jorge XIV (saltándose el XIII por
considerarla una cifra de mal agüero). Sin embargo, en 1992 representantes133
del Partido Nacional Democrático y del Partido Monárquico de Georgia, se
reunieron, además de con Jorge, con sus hermanos Bagrat y Paz.
En 1995 el príncipe Jorge realizó una visita a Georgia, acompañado por las
grandes duquesas María y Leonida de Rusia y del gran duque Jorge. En
aquella ocasión, el presidente Eduard Chevarnadze le llegó a decir:
"Monseñor, estáis en vuestra casa. Necesitamos a la Familia Real para
mantener la unidad del país"134 . En esos momentos un sondeo reconocía que
un 50 % de la población deseaba la restauración de la monarquía.
Autores distintos a Balansó, consideran –en cambio- que los Bagration sí
pueden reclamar ser tenidos como miembros de una auténtica Casa Real135 .
130
Balansó, Juan. Los Reales Primos de Europa: quién es quién en el mundo de los tronos ocupados o
vacíos. Ed. Planeta, 1ªed., p. 202, Barcelona, 1992.
131
El código del rey Wachtang VI dice: "Cuando muere un príncipe, dejando hijos e hijas, todos sus
bienes son divididos en partes iguales y el hijo mayor tiene el poder. Pero si entre los otros hijos o hijas,
hay uno más digno, más hábil o más sabio, es ese el que ocupará el trono de su padre. Esa es nuestra ley".
132
Balansó, Juan. Los Reales Primos de Europa: quién es quién en el mundo de los tronos ocupados o
vacíos. Ed. Planeta, 1ªed., p. 204, Barcelona, 1992.
133
Se trató de Guia Chanturia y de Temur Zhorzholiani. Vid. Point de Vue. Nº 2274, p. 10, 27 février
1992.
134
Changeux, Georges. La Georgie retrouve ses rois. En: Point de Vue, Nº 2460, pp. 26-29, 26 septembre
1995.
135
Torres-Muñoz y Osácar, Guillermo. La Casa Real de Georgia. En: Revista Iberoamericana de
Heráldica, nº 7, pp. 53-64, Colegio Heráldico de España y de las Indias, Madrid, diciembre 1995.
63
El príncipe Jorge, nacionalizado español pues llegó a España a los seis meses
de edad, fue doce veces campeón de España de rallies de 1963 a 1982. Desde
1982 dirigía las relaciones públicas como asesor general de Fiat-Lancia en
Marbella. Ha casado dos veces. Con Mercedes Zornoza y Ponce de León, de
la que tuvo tres hijos: María Antonieta, Irakli y David. Y con Nuria Llopis
Oliart con quien tuvo un tercer hijo varón, Hugo 136 .
El príncipe Irakly y la infanta Mercedes fueron padres de:
V.a. Princesa María de la Paz Victoria Tamara Elena Antonietta
Bagration-Mukhranskaya y de Borbón, nacida en Madrid el 27 de
junio de 1947, llamada por su padre S.A.R. la princesa Mariam (o
Miriam) Bagration, princesa de Georgia y Mukhransky, gran collar
de la Orden del Aguila de Georgia y de la Orden de la Túnica sin
Costura de N.S.J C137 . La princesa Paz habla el georgiano. Le
sorprendió el golpe contra el presidente Zviad Gamsajurdia cuando se
hallaba de visita en Tiflis. Es médico estomatólogo de profesión y,
mientras vivió en España ejerció en la Seguridad Social de Madrid,
además de tener abierta consulta privada. Siguió ejerciendo cuando
en 1995 decidió fijar su residencia en Tiflis, capital de Georgia.
Según se ha publicado, ella declaró: “A mi ni me mueven intereses
por ningún trono. Carezco de la ambición que tienen los políticos.
Prefiero ser médico, que es mi vocación”138 . En 1998 fue nombrada
por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, cónsul honoraria
de España en Tiflis. En 2001 fue la principal artífice de que dos
empresarios secuestrados en Georgia –Francisco Rodríguez y José
Antonio Tremiño- pudieran regresar sanos y salvos. Así lo
reconocieron las familias de éstos. En efecto, sin su actuación el
desenlace de ese secuestro se hubiera desarrollado de distinta manera.
No solamente fue valiosísima su ayuda, según Rosa Marquina y
Belén Ramos, las esposas de los empresarios, sino que en los trece
meses de secuestro la princesa puso en peligro su integridad física,
viajando por la zona en un desesperado intento de ponerse en
contacto con los bandidos.
136
Rey y Cabieses, Amadeo-Martín. Las dinastías no reinantes en la actualidad. En: Junta Sabatina de
Espacialidades Históricas. Revista Nº 2, Buenos Aires, República Argentina, 1999.
137
También es gran collar de la Orden Ecuestre Apostólica de San Jorge de Borgoña.
138
Peñafiel, Jaime.Una prima del Rey en el secuestro de los empresarios. En: El Mundo, nº 322, domingo
16 de diciembre de 2001.
64
Princesa María Paz Bagration-Mukhrani el día de la boda con su primer esposo,
José Luis Blanco y Briones
La Princesa María Paz contrajo primeras nupcias en la iglesia de San
Jerónimo el Real, de Madrid, y en el Templo Bizantino Ortodoxo de
Madrid con arreglo al rito bizantino, el 24 de octubre de 1968 con
don José Luis Blanco y Briones, nacido en Madrid el 23 de
diciembre de 1935 y fallecido 139 en Harare -la antigua Salisbury-,
Zimbawe -la antigua Rhodesia - el 22 de julio de 1985, diplomático,
hijo del doctor Francisco Blanco y Rodríguez, secretario general del
Patronato Antituberculoso, y de Araceli de Briones y Ballesteros.
Divorciados en 1977.
Princesa María Paz Bagration
Casada en segundas nupcias con don Tomás Ortiz y Valero, médico
forense y psiquiatra.
Hija del primer matrimonio:
139
Según se dice, en extrañas circunstancias. (Pérez Henares, Antonio. Nobles y plebeyos. Guerras y
escándalos en la aristocracia española. Ed. Temas de Hoy, 2ª ed., p. 213, Madrid, 1992.)
65
VI.a. Doña María de las Mercedes Tamara Blanco y
Bagration-Mukhransky, nacida en Madrid el 14 de octubre de
1969.
Hijo del segundo matrimonio:
VI.b. Don Luis Alfonso Ortiz y Bagration-Mukhransky,
nacido en Madrid en 1983.
V.b. Príncipe Bagrat Juan María Bagration-Mukhransky, nacido
en Madrid el 12 de junio de 1949, llamado por su padre S.A.R. el
príncipe Bagrat Bagration, príncipe de Georgia y de Mukhransky.
Bagrat Bagration-Mukhransky y Carmen de Ulloa y Suelves el día de su boda
Casado140 en la Iglesia de San Jerónimo el Real, de Madrid, el 12 de
noviembre de 1976 con doña María del Carmen de Ulloa y Suelves,
nacida en Madrid el 6 de mayo de 1953, hija de Gonzalo María de
Ulloa y Ramírez de Haro, X marqués de Castro Serna, conde de
Adanero, abogado, caballero de la Real Maestranza de Caballería de
Granada, y de María Josefa de Suelves y Ponsich. La boda del
príncipe Bagrat fue todo un acontecimiento en la época. Asitieron los
grandes duques Vladimiro Kirilovich y Leonida de Rusia, los duques
de Cádiz, la infanta Pilar, hermana del rey Juan Carlos I.
•
•
•
•
Nieta paterna de don Alvaro María de Ulloa y Fernández-Durán, y
de doña María Cristina Ramírez de Haro y Chacón.
Nieta materna de don Juan Nepomuceno de Suelves y Goyeneche,
X marqués de Tamarit, nacido en 1886, y de doña. María Ponsich y
de Sarriera.
Bisnieta paterno-paterna de don Gonzalo María de Ulloa y
Calderón y de doña Josefa Fernández-Durán y Caballero .
Bisnieta paterno-materna de don José María Ramírez de Haro y
Patiño y de doña María Ignacia Chacón y Silva.
140
Fueron padrinos de boda el Marqués de Castro-Serna y la princesa Mariam Bagration. Fueron testigos,
entre otros, el gran duque Vladimiro Kirilovich de Rusia, el duque de Cádiz y el príncipe Franz Wilhelm
de Prusia.
66
Padres de:
VI.a. S.A.Sª. Príncipe Juan Jorge Bagration-Mukhransky,
nacido en Madrid el 12 de agosto de 1977. Casado en la
parroquia de Guadalmina, Marbella, España, el 21 de junio de
2003 con doña Florianne del Río y Thorne.
VI.b. S.A.Sª. Princesa Inés Bagration-Mukhransky, nacida en
Madrid el 4 de diciembre de 1980.
IV.d. S.A.R. Princesa María del Pilar Aldegunda Luitpolda María de la
Paz Teresa Luisa Fernanda Cristina Antonia Isidra Ramona Atocha
María de las Mercedes Simona de Rojas y de Todos los Santos de
Baviera, infanta de España141 desde el 26 de septiembre de 1914, nacida en
Madrid el 15 de septiembre de 1912 y fallecida en esa ciudad el 9 de mayo
de 1918 a consecuencia de una meningitis. El nombre de Pilar le fue
impuesto como recuerdo de la hermana de su madre, la infanta Pilar.
III.b. S.A.R. Príncipe Adalberto Alfonso María Ascensión Antonio Huberto José
de Todos los Santos de Baviera, nacido en el palacio de Nymphenburg a las tres
de la mañana del 3 de junio de 1886 y fallecido en Munich el 29 de diciembre de
1970, siendo depositado en un sarcófago junto al de sus padres en la cripta de la
Iglesia de San Miguel, en Munich.
Nació durante una tempestad horrorosa.Los rayos iluminaban el cuarto y los truenos
eran espantosos. La reina Isabel II de España, que estaba junto a la cama de la
infanta Paz, decía que un niño que viene al mundo con esos signos de la Naturaleza,
tendría que ser algo extraordinario, o artillero… Adalberto fue artillero, según sus
propias y modestas palabras142 . En el bautismo estuvo su abuela la reina Isabel y
actuaron de padrinos su abuela la infanta Amalia y su tío el príncipe Alfonso de
Baviera. Cuando nació, el primer ministro del gabinete bávaro fue requerido desde
Munich para que, según la ley, se presentara personalmente en el lugar del
nacimiento del nuevo príncipe y comprobara el hecho. Llegó con algún retraso y,
deseando proteger al recién nacido contra el peligro de exposición prematura al aire,
la infanta Paz declaró que se trataba de un varón; pero el ministro del Gobierno de
Baviera, consciente de su deber, no quedó satisfecho e insistió en su deseo de ver al
niño 143 .
141
El 29 de agosto de 1912 se decretó: “…vengo en disponer que el Príncipe ó Princesa que diere á luz
mi dicha hermana (la Infanta Doña María Teresa) en su próximo parto, goce las prerrogativas de Infante
de España y mando que se le guarden las preeminencias, honores y demás distinciones correspondientes
á tan alta gerarquía”.
142
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 142, Madrid, 1935.
143
Baviera, S.A.R. Princesa Pilar de; Chapman-Huston, Comandante Desmond. Alfonso XIII. Col. "Z", nº
49, Ed. Juventud, p. 61, 2ª ed., Barcelona, 1975.
67
Príncipe Adalberto de Baviera en su infancia
Era doctor en Filosofía, coronel del primer regimiento de artillería de campaña de
Baviera, mayor de ejército bávaro, caballero de la Orden española del Toisón de
Oro desde el 10 de abril de 1909, ingresando con el nº 1059. La Infanta Paz
describió así la ceremonia 144 : “….Yo quería que mi hijo Adalberto, a quien se le
acababa la licencia, antes de que volviese a Munich viera aquella hermosa ciudad
y la basílica de Santa Teresa de Alba de Tormes. El día antes de nuestra salida
para Salamanca le impuso el Rey el Collar del Toisón de Oro. Yo presencié la
ceremonia detrás de una puerta. En tanto iba oyendo el lenguaje antiguo del ritual
de la nobilísima Orden, que recuerda nuestras glorias pasadas, yo vi a mis dos
hijos inclinarse ante el hijo de mi hermano y oí a Adalberto prestar juramento y le
vi levantarse ya con la cadena histórica alrededor de su cuello.”
Era también caballero novicio de la Orden de Santiago, en la que tomó hábito el 10
de febrero de 1904145 , caballero de la Orden de San Huberto, bailío gran cruz de la
Orden Constantiniana de San Jorge caballero de la Orden del Águila Negra. En
efecto, a mediados de diciembre de 1913 el emperador de Alemania visitó al rey de
Baviera. Con tal motivo, entregó la Orden del Águila Negra al príncipe Adalberto
diciendo a la infanta Paz: “Se honra a la madre condecorando al hijo”146 .
El príncipe Adalberto fue embajador de la República Federal Alemana en España
de 1952 a 1956. A fines de junio de 1952, Adalberto recibió una llamada telefónica
de la cancillería del gobierno de la República Federal de Alemania, anunciándole
que el día 1 de julio recibiría la visita de un representante del Ministerio de Asuntos
Exteriores. A la pregunta de Adalberto de si se trataba de algo desagradable le
contestaron que no era así, pero no le dieron más explicaciones. Sobre el mediodía
144
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 267, Madrid, 1935.
145
Cuando el príncipe Adalberto se cruzó en la Orden de Santiago, su abuela la reina Isabel II escribió a
la Infanta Paz, el 17 de febrero de 1904: “Con gran interés leí en los periódicos españoles el cruzamiento
en Santiago de mis amadísimos nietos Fernando y Adalberto, y sabía que tú, hija de mi alma, habrías
pensado mucho en tu madre, que tanto cariño conserva por las Órdenes militares, tan caballerescas, y que
son una parte de la gloriosa historia de nuestra patria…” (Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años
de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 247,
Madrid, 1935.)
146
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 285, Madrid, 1935.
68
del 1 de julio apareció en su casa un jefe ministerial llamado Blankenhorn, hombre
de confianza del canciller Adenauer, y nada más presentarse le preguntó: “El señor
canciller Honrad Adenauer le ofrece a usted el puesto de embajador de la
República Federal de Alemania en Madrid”. El príncipe Adalberto quedó
primeramente perplejo y cuando salió de su asombro le objetó: “¿No cree usted que
a mi edad de sesenta y seis años soy harto mayor para esa posición?”. “No señor,
Adenauer tiene diez años más que usted”, contestó Blankenhorn. “Pero tampoco
poseo experiencia diplomática”. “Dispondrá usted de un Consejero de Embajada
muy especialmente capacitado. Adenauer quiere un representante sin antecedentes
nazis y, además usted es de ascendencia y sangre española en un sesenta y cinco
por ciento, domina perfectamente el idioma y conoce el país a fondo como
historiador que es”.
El príncipe Adalberto aceptó después de once días de reflexión que le habían
concedido. Surgió un pequeño problema en el Ministerio de Asuntos Exteriores en
Bonn. Se lo expusieron abiertamente: “No nos parece conveniente tener que
llamarle Alteza Real… si usted está de acuerdo le llamaremos simplemente señor
Embajador”. “Me es absolutamente indiferente cómo me llamen, yo sé quie n soy”,
contestó el Príncipe.
Durante su embajada sucedió una vez lo siguiente: un día llegó a la embajada
alemana una visita inesperada, el profesor de la Universidad de Salamanca y
director del Instituto Ramiro de Maeztu, Domingo Sánchez, que había sido uno de
aquellos niños del Pedagogium español que la infanta Paz había fundado en
Munich147 .
Príncipe Adalberto de Baviera
En 1904 una misión partió de Munich hacia Madrid. Era portadora del
nombramiento de coronel en jefe del 5º Regimiento de Artillería (Landau) de
Baviera, a favor de Alfonso XIII. Por aquel entonces el príncipe Adalberto de
Baviera se encontraba en Madrid. Era casi de la misma edad que el rey y
aproximadamente de igual estatura que su primo el monarca español. Y como la
147
Ballester y Rocamora, Miquel. Recordando a María de la Paz, la infanta pacifista, en el 50
aniversario de su muerte. Madrid 1862-Munich 1946. Técnica Gráfica Industrial, S.L., pp. 229-230,
Alicante, 1996.
69
comisión encargada de hacerle entrega a éste del nuevo título de coronel había
llegado a la Corte antes que el monarca dispusiera del correspondiente uniforme, se
convino que, aprovechando alguno de los de su primo, se improvisaría como fuera
el que el monarca había de lucir en la comida oficial dispuesta en honor de los
enviados especiales bávaros. El regimiento a que pertenecía el príncipe Adalberto
era el 1º de Artillería de Baviera, cuyo uniforme ostentaba las iniciales del príncipe
regente en las charreteras y una hermosa crin de caballo, de color rojo, en el bruñido
casco. Pero el rey tendría que llevar un casco de coronel, con plumas azules y
blancas. Y la pintoresca combinación del uniforme con que se presentó el monarca
ante sus huéspedes de honor estaba constituida por la guerrera del príncipe
Adalberto (de cuyas charreteras se habían descosido las iniciales, sustituyéndolas
convenientemente por un cinco), el casco del coronel del príncipe Luis Fernando y
los pantalones de su primo, el pr íncipe Adalberto. En la mañana del día en que se
había de celebrar la comida se llevó a efecto una revista militar a la que asistió el
príncipe Adalberto, luciendo, naturalmente, su uniforme de artillero bávaro y
montando uno de los caballos más inquietos del rey. El príncipe, con gran regocijo
por parte de don Alfonso XIII, encontraba al principio cierta dificultad en dominar
su montura, a pesar de ser excelente jinete. Y el rey, mofándose de su primo, le
advertía: “Haz todo lo que quieras, pero procura no sudar. Recuerda que esta
noche tengo que llevar tu uniforme”148 .
Príncipe Adalberto de Baviera
De todos es sabida la dedicación que Alfonso XIII puso durante la Primera Guerra
Mundial para atender a los refugiados, encontrar a personas perdidas, velar por que
se diera a los prisioneros el trato adecuado, rescatar a familiares149 … También su
primo el príncipe Adalberto se benefició de la humanitaria labor del monarca
español. Desaparecido un amigo y ayudante suyo, la infanta Paz escribió a Alfonso
XIII que seguidamente preguntó por telegrama y pudo contestar que el joven oficial
estaba herido y prisionero en un hospital de Inglaterra. Las investigaciones duraron
148
Baviera, S.A.R. Princesa Pilar de; Chapman-Huston, Comandante Desmond. Alfonso XIII. Col. "Z", nº
49, Ed. Juventud, pp. 92-93, 2ª ed., Barcelona, 1975.
149
Vid. Rey y Cabieses, Amadeo-Martín. Alfonso XIII, Jorge V y el frustrado rescate de la Familia
Imperial de Rusia. En: Junta Sabatina de Especialidades Históricas, Revista Nº 3, pp. 99-131, Buenos
Aires, Argentina, 2003.
70
unos cuantos días. Por cualquier otro método hubiesen necesitado semanas o
meses150 .
Adalberto participó como militar en la Primera Guerra Mundial. Estuvo, entre otros
destinos, en el frente ruso como jefe de escuadrón en el 2º regimiento bávaro de
artillería pesada.
Fotografía en la boda del príncipe Adalberto de Baviera con la condesa Augusta Maria Gabrielle von
Seefried auf Buttenheim, 1919. Ultima fila, de izq. a dcha.: príncipe Alfonso, princesas Clara y Pilar,
príncipe Luis Fernando, los novios la condesa Auguste von Seefried auf Buttenheim y el príncipe
Adalberto, baron de Hertling, conde Otto de Seefried (padre de la novia), Sra. Von Sterinbauer, Max,
baron de Redwitz, José Clemente de Baviera, condes Konrad y Franz Seefried. Sentados, de izq. a
dcha.: princesas Louise, Paz, Gisela (abuela de la novia), Obispo Rieder, Elisabeth de Seefried (madre
de la novia) y sus hijas Valerie y Bessi.
El príncipe Adalberto casó en la capilla del arzobispo de Salzburgo el 19 de junio
de 1919 con su sobrina la condesa Augusta Maria Gabrielle von Seefried auf
Buttenheim, nacida en Znaim el 20 de junio de 1899 y fallecida en Munich el 21 de
enero de 1978, dama de las órdenes bávaras de Teresa y de Santa Isabel y de la
Orden de Damas Nobles de María Luisa, hija del barón y luego conde Otto von
Seefried auf Buttenheim, Señor de Buttenheim, nacido en Bamberg el 26 de
septiembre de 1870 y fallecido en el castillo Stiebar el 5 de septiembre de 1951, y
de la princesa Isabel María Augusta de Baviera, nacida en Munich el 8 de enero de
1874 y fallecida en el castillo Stie bar el 4 de marzo de 1957, dama de la órdenes
bávaras de Teresa y de Santa Isabel, dama de la Cruz Estrellada, co-propietaria de
los bosques de Stockgrund, con quien casó en Génova el 2 de diciembre de 1893.
Hay quien piensa que el matrimonio del príncipe Adalberto con la condesa Augusta
pudo haber surgido de la amistad entre la infanta Paz y el príncipe Luis Fernando de
Baviera con la archiduquesa Gisela de Austria, hija de los emperadores Francisco
José e Isabel151 . Los casó el arzobispo Rieder, de Salzburgo. Aparte de la familia de
la novia, acudieron a la boda la gran duquesa de Toscana con sus hijas solteras, la
abuela de la condesa Augusta von Seefried, la princesa Leopoldo de Baviera, con su
hijo Conrado, el príncipe Luis Fernando de Baviera y la infanta Paz, padres del
novio, la princesa Pilar de Baviera, el príncipe Alfonso de Baviera con su esposa e
hijo, el barón Redwitz y el barón Hertling. La boda fue muy sencilla, en una época
150
Baviera, S.A.R. Princesa Pilar de; Chapman-Huston,. Comandante Desmond. Alfonso XIII. Col. "Z",
nº 49, Ed. Juventud, p. 154, 2ª ed., Barcelona, 1975
151
Agradezco este dato a don Ricardo Mateos.
71
de convulsión en Baviera. En vez de viaje de bodas, los recién casados pasaron unas
semanas en la isla de Herren (lago de Chiem) 152 .
Princesa Isabel de Baviera, condesa Otto von Seefried auf Buttenheim, madre de la Condesa Augusta,
princesa Adalberto de Baviera, en dos épocas de su vida
Condesa Augusta von Seefried auf Buttenheim, princesa Adalberto de Baviera, con sus hijos los
príncipes Constantino y Alejandro de Baviera
LOS SEEFRIED AUF BUTTENHEIM
Los Seefried auf Buttenheim son una familia ale mana de Riesgau, en Suabia, conocida
desde Hans Seefried von Ummenheim (1415). La filiación probada se remonta a honrad
Seefried (1502). Les fueron otorgadas armas por el emperador Carlos V en Ratisbona el 20
de junio de 1546. Su nobleza y uso de armas fueron confirmadas por el emperador Carlos
VI, para Georg Christian Seefried, consejero íntimo, recibido como caballero del Sacro
Imperio del cantón de Steigerwald, Gebürg Rhön y Werra Bomberg, el 9 de febrero de
1740. Fueron hechos barones de Sacro Imperio y barones bávaros en Munich el 17 de julio
de 1790, por el elector palatino Carlos Teodoro de Baviera, como vicario del Imperio, en la
152
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, pp. 309-310, Madrid, 1935.
72
persona de Wilhelm Christian Friedrich Seefried auf Buttenheim. Son condes austríacos, por
diploma otorgado en Viena el 31 de enero de 1904, dado a Otto, barón von Seefried auf
Buttenheim. Sus armas: “cuartelado: 1º y 4º, de oro, cargado de un hombre barbudo
naciente, de perfil, vestido de azur, “tortillé” de lo mismo. Un “rabat” de plata llevando en
su mano izquierda dos hojas de árbol de sinople, la del 1º pasada; 2º y 3º, de plata, una rama
de coral de gules. El jefe del escudo, de azur, brochante sobre el cuartelado y cargado de tres
estrellas de oro. Casco coronado. Cimera: el hombre naciente, entre dos proboscidios,
cortados alternativamente de oro y de azur. 153
El príncipe Adalberto era aficionado a pintar acuarelas o dibujar caricaturas. Pero
fue especialmente un notable escritor e historiador. El 3 de marzo de 1921 hizo su
examen doctoral en Historia. Él mismo ha escrito que 154 “…la ocupación con la
Historia y las materias que a ella se refiere me había interesado desde hacía
mucho, sobre todo desde que mi madre me había relacionado con ellas. Además
quería demostrar que era capaz de emprender otra profesión, una vez que terminó
la militar, por desgracia para mí. Ahora podía dedicarme a escribir el libro que mi
madre se había propuesto llevar a cabo acerca de la Reina María Anna von
Neuburg, un estudio sobre la historia española y de los Wittelsbach, a fines del
siglo XVII”.
Se dedicó en especial a la historia de su propia familia. Escribió al dictado de su
madre la infanta Paz las memorias de ésta, con el título Cuatro revoluciones. Al
hablar de los encarnizados combates de la Primera Guerra Mundial, en los que tomó
parte activa, y tan heróica que logró la Cruz de Hierro, suprimió todo lo relacionado
con él, con una modestia heredada. Adalberto fue además de un gran soldado, un
poeta de corazón. La infanta Isabel escribió en cierta ocasión a su hermana Paz:
“Me gusta que me hayas mandado la imagen de este Cristo que perdió, por un
obús, la Cruz en que estaba enclavado, quedándose en pie, sin otro deterioro que el
de aquella pérdida. Eso debe haber impresionado mucho, porque lo de quedarse en
el aire, apoyando solamente los pies en la tierra, tiene algo más de casualidad, de
maravilloso, por no decir de milagro; te agradezco que pensases en mi para
mandármelo en una estampa tan preciosa, porque ya sabes que sé apreciar estas
cosas. Debió ser horrorosa, en efecto, la batalla de Sarburg, donde ocurrió esto de
que hablo, y ya comprenderás cuánto me satisface y envanece que haya sido allí
donde Adalberto haya ganado la Cruz de Hierro; estoy orgullosa del sobrino…”155
Y continúa, “Me hago cargo de lo bonitas que serán las cartas que os escribe
Apata (Adalberto), porque tiene mucho patriotismo y mucha poesía. Respecto de lo
que me dices de tu alegría porque los cañones de tu hijo no estuviesen en Iprés, ya
que allí fue muerto el hermano de la Reina Victoria, lo comprendo y me uno a ti en
lo que dices, pero eso son cosas de la guerra, que no se pueden
evitar.””…También me gusta mucho pensar en los servicios que presta tu hija
Pilar, y cuando leo el párrafo de tu carta en que me hablas de que Apata veló en la
Nochebuena como centinela vigilante de su campamento y de su patria, y que te lo
cuenta tan bien dicho, me parece que su espíritu de poeta le lleva a pensar en
Hagen velando en el Rhin, y celebro que mi señor sobrino piense tener toda la
perseverancia necesaria para cumplir con su deber, por largo y duro que sea”.
El príncipe Adalberto colaboró con Gabriel Maura y Gamazo, duque de Maura, en
la publicación de los Documentos inéditos alusivos a las postrimerías de la casa de
153
Araujo Affonso, Domingos de; Cuny, Hubert; Konarski, Simon; Mestas, Alberto de; Pinoteau, baron
Hervé. Le sang de Louis XIV. Volume II.Imprimerie Cruz & Ca Lda, p. 515, Braga, 1962.
154
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 315, Madrid, 1935.
155
Ortega-Morejón, José Mª de. Doña Isabel de Borbón, Infanta de España. Ed. Aspas, p. 169-170,
Madrid, 1943.
73
Austria , obra recientemente reeditada 156 . Fue autor, como decía, de una magnífica
biografía de la Mariana de Neoburgo, reina de España, publicada en España en
1938, y traducida del alemán por su madre la infanta Paz157
La condesa Augusta, princesa Adalberto de Baviera, era:
•
•
Nieta paterna de Ludwig, IV barón von Seefried auf Buttenheim, Hagenbach und
Stiebar, y de Emilie von Schmaltz.
Nieta materna del príncipe Leopoldo Maximiliano José María Arnulfo de Baviera,
general bávaro, caballero de las órdenes de San Huberto y de San Jorge, caballero
de la Orden austríaca del Toisón de Oro, nacido en Munich el 9 de febrero de 1846
y fallecido en la misma ciudad el 28 de septiembre de 1930, y de la archiduquesa
Gisela Luisa María de Austria, princesa imperial de Austria, princesa real de
Hungría y de Bohemia, dama de la Cruz Estrellada, dama de las órdenes bávaras de
Teresa y de Santa Isabel, nacida en Laxenburg el 12 de julio de 1856 y fallecida en
Munich el 27 de julio de 1932, casados en Viena el 20 de abril de 1873.
El príncipe Adalberto de Baviera y la condesa Augusta von Seefried auf
Buttenheim fueron padres de:
IV.a. S.A.R. Príncipe Constantino Leopoldo Luis Adalberto Jorge Tadeo
José Pedro Juan Antonio Francisco de Asís Asunción y de Todos los
Santos de Baviera, nacido en Munich el 15 de agosto de 1920, bautizado el
19 de agosto siguiente. Al nacer ocupó la histórica cuna que regaló la reina
Isabel II a la infanta Amalia cuando nació el príncipe Luis Fernando de
Baviera en el palacio real de Madrid. Los nombres que le impusieron se
debían a lo siguiente: Constantino en recuerdo de la cruz que contempló en
el cielo el gran Constantino 158 . Leopoldo porque la princesa Augusta, su
madre, deseaba que fuese padrino su abuelo el príncipe Leopoldo de
Baviera. Lo bautizó su tío el príncipe Jorge de Baviera. Fue un momento
solemne cuando el joven sacerdote hizo las preguntas sobre la fe, en la pila
bautismal a su padre, el Mariscal-General, y éste respondió con exactitud de
antiguo soldado de campaña 159 .
Falleció en accidente de aviación en Hechingen, cerca de Sigmaringen, el
30 de julio de 1969. Fue escritor , periodista y editor, teniente del ejército
bávaro, caballero de la Orden de San Huberto. Fue autor de una excelente
biografía del Papa Pío XII: “Der Papst. Ein Lebensbild”, que en España
fue publicada en 1954160 . Fue también autor de la obra “After the flood”,
publicada por Lippincott en 1955. Se dedicó asímismo a la política, siendo
el primer miembro de la familia en ser elegido para el Bundestag alemán
156
Adalberto de Baviera, Príncipe; Maura Gamazo, G. Documentos inéditos referentes a las postrimerías
de la Casa de Austria en España, 2 vols. (I: 1678-1697; II: 1698-1703), Centro de Estudios
Constitucionales, 2004.
157
Baviera, Príncipe Adalberto de. Mariana de Neoburgo, Reina de España. (Prólogo del Duque de
Maura. Traducción del original alemán por la Infanta Paz). Espasa-Calpe, Madrid, 1938.
158
Su abuela la infanta Paz decía que “desde el principio debe aprender que sólo es posible lograr el
vencimiento con ese signo”.
159
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 313, Madrid, 1935.
160
Baviera, Príncipe Constantino de. El Papa. Un retrato de su vida. Ediciones Destino, 1ª ed.,
Barcelona, 1954.
74
Príncipe Constantino de Baviera
Casado161 en primeras nupcias en Sigmaringen el 31 de agosto de 1942 –
matrimonio disuelto por divorcio el 14 de julio de 1948 y anulado en Roma
el 24 de marzo de 1950- con S.A.Sª la princesa María Adelgunda Alicia
Luisa Josefina de Hohenzollern-Sigmaringen162 , nacida en el castillo de
Sigmaringen el 19 de febrero de 1921, hija del príncipe Federico Víctor Pío
Alejandro Leopoldo Carlos Teodoro Fernando de HohenzollernSigmaringen, nacido en Heiligendamm el 30 de agosto de 1891 y fallecido
en Krachenwies el 6 de febrero de 1965, y de la princesa Margarita de
Sajonia, duquesa en Sajonia, nacida en Dresde el 24 de enero de 1900 y
fallecida en Freiburg im Breisgau el 16 de octubre de 1962, con quien casó
en Sibyllenort el 2 de junio de 1920. Este primer matrimonio no terminó
bien. Los Baviera eran muy amigos de los Hohenzollern-Sigmaringen
porque tras la muerte de María Teresa de Borbón-Dos Sicilias, hija de los
condes de Trani –Luis de Borbón-Dos Sicilias y Matilde en Baviera- el
príncipe Guillermo de Hohenzollern-Sigmaringen se casó –en 1915- con la
princesa Adelgunda de Baviera, hija del rey Luis III de Baviera, por cierto
muy amiga de la infanta Paz y del príncipe Luis Fernando de Baviera.
161
Parece que Blanca Velayos, la condesa de Romanones, pensó en casar a su hija Blanquita con el
príncipe Constantino de Baviera.
162
La princesa María Aldegunda, conocida en familia como “Medi”, se casó en segundas nupcias en
Baden-Baden el 25 de marzo de 1950 con Werner Hess, nacido en Baden-Baden el 20 de septiembre de
1907, del que se divorció en 1962. Contrajo terceras nupcias en Frauenfeld, Suiza, el 9 de febrero de 1973
con Hans Huber, nacido en Frauenfeld el 12 de mayo de 1909.
75
Príncipe Constantino de Baviera y princesa María de Hohenzollern-Sigmaringen
el día de su boda
Casado en segundas nupcias en Hohenosterwitz el 15 de agosto de 1952
con la condesa Helene Maria Anna Franciska von KhevenhüllerMetsch163 , nacida en Viena el 4 de abril de 1921, dama de las órdenes
bávaras de Teresa y de Santa Isabel, hija de Franz Eduard Joseph Adam
Othmar Leopold Hubertus Maria, VIII príncipe von Khevenhüller-Metsch,
nacido en Viena el 3 de diciembre de 1889 y fallecido el Niederosterwitz el
31 de enero de 1977, y de la princesa Anna zu Fürstenberg, nacida en Lána
el 19 de marzo de 1894 y fallecida en Freiburg el 19 de agosto de 1928, con
quien casó en el castillo de Heiligenberg el 16 de agosto de 1913. La
condesa Helene se casó por segunda vez en Munich –civilmente- el 16 de
noviembre de 1970 y en Innsbruck –religiosamente- el 21 de noviembre de
1970 con el príncipe Eugenio de Baviera, nacido en Munich el 16 de julio
de 1925, de quien no tuvo descendencia.
Castillo de Sigmaringen
En una carta de la infanta Isabel, la Chata, a su hermana Paz le decía:
“…también me alegra que hayáis asistido en Nymphenburg a la procesión
del Corpus, y que Luis y Adalberto lucieran sus uniformes, y los nietos,
Constantino y Alejandro, hayan acompañado a su abuelo y a su padre”164 .
Ortega-Morejón describió al príncipe Constantino como “sumamente
estudioso y trabajador”.
163
Conocida en familia como “Hella”. Prima y amiga de la condesa Olghina di Robilant, la cita con ese
apodo en sus memorias, recordando las estancias en Cortina d’Ampezzo durante los años 1939 a 1941.
(Robilant, Olghina di. Sangue blu. Arnoldo Mondadori Editore, p. 35, Milano, 1991.)
164
Ortega-Morejón, José Mª de. Doña Isabel de Borbón, Infanta de España. Ed. Aspas, p. 176, Madrid,
1943.
76
Princesa María Aldegunda de Hohenzollern, princesa Constantino de Baviera, con sus hijos
Leopoldo, Adalberto y Mónica.
La princesa María Aldegunda de Hohenzollern era:
•
•
Nieta paterna del príncipe Guillermo Augusto Carlos José Pedro
Fernando Benito de Hohenzollern , nacido en Benrath el 7 de marzo de
1864 y fallecido en Sigmaringen el 22 de octubre de 1927, y de su primera
esposa165 la princesa María Teresa de Borbón-Dos Sicilias, nacida en
Zurich el 15 de enero de 1867 y fallecida en Cannes el 1 de marzo de
1909, con quien casó en Sigmaringen el 27 de enero de 1889.
Nieta materna del rey Federico Augusto III de Sajonia, nacido en 1865 y
fallecido en 1932, y de la archiduquesa Luisa de Austria, nacida en 1870.
La condesa Helene von Khevenhüller-Metsch era:
•
•
Nieta paterna del príncipe Alfred Kart Felix Franz Leopold Othmar Maria
von Khevenhüller-Metsch, nacido en Budapest el 25 de julio de 1852 y
fallecido en Osterwitz el 23 de diciembre de 1911, y de la condesa
Melanie Erdödy von Monoyorókerék und Monoszló, nacida en Viena el 3
de mayo de 1861 y fallecida en el castillo Nieder-Osterwitz el 7 de mayo
de 1954, con quien casó en Viena el 27 de noviembre de 1888.
Nieta materna del príncipe Maximilian Egon II Christian Carl Aloys Emil
Leo Richard Antón zu Fürstenberg, nacido en Lána el 13 de octubre de
1863 y fallecido en Heiligenberg el 11 de agosto de 1941, y de la condesa
Irma von Schönborn-Buchheim, nacida en Viena el 19 de mayo de 1867 y
fallecida en Heiligenberg el 10 de octubre de 1948, con quien casó en
Viena el 19 de junio de 1889.
Hijos del primer matrimonio:
V.a. S.A.R. Príncipe Leopoldo Ruperto Luis Fernando Adalberto
Federico María y de Todos los Santos de Baviera166 , nacido en el
castillo de Umkirch, cerca de Freiburg im Breisgau, el 21 de junio de
1943, empresario, caballero de la Orden de San Huberto. Casado
morganáticamente en Berg, cerca de Starnberg, el 21 de octubre de
1977 (civilmente) y en Aufkirchen, cerca de Starnberg, el 19 de
165
Casado en segundas nupcias en Munich el 20 de enero de 1915 con la princesa Aldegunda de Baviera,
nacida en Villa Amsee el 17 de octubre de 1870 y fallecida en Sigmaringen el 4 de enero de 1958.
166
Conocido en familia como “Poldi”.
77
noviembre de 1977 (religiosamente) con Ursula Möhlenkamp167 ,
nacida en Velbert, Rheinland, el 20 de septiembre de 1947, hija de
Willi Möhlenkamp y de Ingeborg Brauckmann. El matrimonio del
príncipe Leopoldo y de Ursula fue reconocido como dinástico por el
duque Franz de Baviera el 3 de marzo de 1999.
Príncipe Leopoldo de Baviera y su esposa Ursula Möhlenkamp
Padres de:
VI.a. S.A.R. el príncipe Manuel María Alejandro Leopoldo
Jerg de Baviera, nacido en Starnberg el 27 de diciembre de
1972. El 11 de octubre de 2004 se hizo público el compromiso
matrimonial del príncipe Manuel con la princesa Anna zu
Sayn-Wittgenstein-Berleburg, cuyo matrimonio se fijó para el
verano de 2005.
Príncipe Manuel de Baviera
VI.b. S.A.R. la princesa María del Pilar Brigita Aldegunda
Carlota de Baviera, nacida en Starnberg el 3 de mayo de
1978.
VI.c. S.A.R. la princesa María Felipa Karin Marion
Gabriela de Baviera, nacida en Starnberg el 1 de febrero de
1981.
167
Conocida en familia como “Uschi”.
78
VI.d. S.A.R. el príncipe Constantino Eugenio Alejandro
Maximiliano-Manuel María Luis-Fernando Leopoldo de
Baviera, nacido en Munich el 8 de noviembre de 1986.
De izq. a dcha.: Príncipes Felipa, Constantino, Manuel y Pilar de Baviera
V.b. S.A.R. el príncipe Adalberto Federico Juan María y de Todos
los Santos de Baviera168 , nacido en Krauchenwies, cerca de
Sigmaringen, el 27 de diciembre de 1944, procesador de datos,
caballero de la Orden de San Huberto. Casado morganáticamente en
primeras nupcias en Munich el 9 de mayo de 1978 –civilmente(matrimonio disuelto por divorcio el 11 de noviembre de 1983) con
Marion Malkowsky, nacida en Celle el 14 de octubre de 1945, hija
de Wilhelm Malkowsky y de Margot Massengeil. Ella había casado
en primeras nupcias en Frankfurt am Main el 24 de abril de 1967 con
Hubertus von Biela, matrimonio que se disolvió por divorcio en
Frankfurt am Main el 3 de abril de 1970. Ella casó en terceras
nupcias en Las Vegas en 1983 con Rainer Haasslacher. El príncipe
Adalberto casó en segundas nupcias, morganáticamente (aunque el
matrimonio fue reconocido como dinástico por el duque Franz de
Baviera el 3 de marzo de 1999), en Munich el 21 de febrero de 1986
–civilmente- y el 1 de marzo de 1986 religiosamente en la Iglesia de
San Leonhard, cerca de Schliersee, con Sandra Brigitte Burghardt,
nacida en Munich el 19 de junio de 1966, hija de Frank Burghardt y
de Heidi Schiemeck. El matrimonio del príncipe Adalberto con
Sandra fue reconocido como dinástico por el duque Franz de Baviera
el 3 de marzo de 1999.
168
Conocido en familia como “Etzi”.
79
Príncipe Adalberto de Baviera con su segunda mujer, Sophie Burghardt, y sus hijos
los príncipes Bernadette y Hubertus
Hijos del segundo matrimonio:
VI.a. S.A.R. la princesa Bernadette Désirée de Baviera,
nacida en 1986.
VI.b. S.A.R. el príncipe Hubertus Florian Konstantin
Clemens de Baviera, nacido en Munich el 29 de agosto de
1989.
Hijos del segundo matrimonio:
V.c. S.A.R. la princesa Isabel Elena Ana Augusta María de la Paz
Ludovica-Fe rnanda de Baviera, nacida en Munich el 20 de julio de
1954, pintora, dama de las órdenes bávaras de Teresa y de Santa
Isabel.
Princesa Isabel de Baviera
Casada en Canberra, Australia, el 12 de febrero de 1976 –civilmentey en Munich el 30 de mayo de 1976 –religiosamente- con el conde
Alfred Maria Heinrich Friedrich Hoyos , barón zu Stichsenstein,
nacido en Glanegg, Salzburgo, Austria, el 17 de julio de 1951, hijo
del conde Dr. Heinrich Hoyos, barón zu Stichsenstein y de la
baronesa Thérèse Mayr von Melnhof.
80
Padres de:
VI.a. Condesa Stephanie Marie Theresita Hoyos , baronesa
zu Stichsenstein, nacida en Canberra el 23 de abril de 1977.
VI.b. Conde Johannes Maria Maximilian Hoyos , barón zu
Stiechsenstein, nacido en Canberra el 26 de noviembre de
1978.
IV.b. S.A.R. Príncipe Alejandro Alfonso Eugenio Víctor Luis Adalberto
Miguel Antonio y de Todos los Santos de Baviera169 , nacido en Munich
el 12 de junio de 1923 y fallecido el 6 de mayo de 2001, caballero de la
Orden de San Huberto, caballero de honor y devoción de la Soberana Orden
Militar de Malta. Fue apadrinado por los reyes de España, Alfonso XIII y
Victoria Eugenia, y bautizado por el cardenal Faulhaber, el 27 de junio de
1923 en la capilla de la Clínica donde nació, en la Maistrasse de Munich.
Para el bautizo se convidó a toda la colonia española en Munich170 . Vivió
hasta su muerte en el castillo de Nymphenburg.
Príncipe Alejandro de Baviera en 1946
III.c. S.A.R. Princesa María del Pilar Eulalia Antonia Isabel Luisa Francisca
Josefa Rita Eufrasia de Todos los Santos de Baviera, nacida en Nymphenburg el
13 de marzo de 1891 y fallecida allí mismo el 29 de enero de 1987, pintora, dama
honoraria de las órdenes bávaras de Teresa y de Santa Isabel. Fue durante muchos
años presidenta de la Cruz Roja de Baviera. Cuando nació, su madre la infanta Paz
se lo participó enseguida a su hermana la infanta Isabel, la famosa “Chata”. Ésta le
contestó171 : “Me alegro que tengas una hija tan robusta y que se llame Pilar.
Indudablemente será digna de tal nombre, ya que ha de ser educada por ti, y yo sé
perfectamente lo que ese nombre significa para tu corazón”. Justo después del
169
Conocido en familia como “Sascha”.
Ballester y Rocamora, Miquel. Recordando a María de la Paz, la infanta pacifista, en el 50
aniversario de su muerte. Madrid 1862-Munich 1946. Técnica Gráfica Industrial, S.L., pp. 169-171,
Alicante, 1996.
171
Ortega-Morejón, José Mª de. Doña Isabel de Borbón, Infanta de España. Ed. Aspas, p. 115, Madrid,
1943.
170
81
nacimiento de Pilar, su madre le dijo tímidamente a Luis Fernando de Baviera que
quería llamar así a la niña, pero que recelaba que ese nombre resultase demasiado
español para una princesa bávara. El príncipe le preguntó entonces si era para Paz
una alegría especial y cuando le respodió afirmativamente, mostró su conformidad.
En su diario, Paz confesó: “Me parecía que con este nombre revivía mi hermana”.
Fueron sus padrinos Antonio de Orleáns y su esposa la infanta Eulalia, hermana de
Paz, pero como no estaban fue la reina Isabel II la que sacó de la pila bautismal a la
niña 172 .
Años más tarde, Isabel escribió a Paz: “Mucho me alegro de que Pilar monte a
caballo y haga, además, cosas bonitas y útiles, porque a ti te consolará verla
contenta en lo posible y siempre con sentido común, que es lo que en mundo le falta
a mucha gente. También me satisface mucho lo bien que lo hace todo Apata”173 . Se
refería al príncipe Adalberto de Baviera, hermano de Pilar.
Princesa Pilar de Baviera en brazos de su madre la Infanta Paz
Princesa Pilar de Baviera en tres etapas de su vida:
el día de su primera comunión, en su juventud y en su vejez
Firma de la princesa Pilar de Baviera en 1940
172
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 183, Madrid, 1935.
173
Ortega-Morejón, José Mª de. Doña Isabel de Borbón, Infanta de España. Ed. Aspas, p. 161, Madrid,
1943.
82
Por su parte, la reina María Cristina, escribió a Paz la siguiente carta de felicitación
por el nacimiento de Pilar 174 : “Queridísima Paz: Como supongo que cuando llegue
esta carta a Munich ya podrás leerla, quiero enviarte mis más cariñosas
felicitaciones. Gracias a Dios que todo ha pasado felizmente y que tienes una hija
tan hermosa y robusta. Que Dios la guarde con salud y fuerza para ti y puedas tú
misma estar pronto completamente restablecida. Espero con impaciencia la carta
que me prometió Luis. Te envío con ésta una estampa religiosa para mi sobrinita;
hazme el favor de colgarla cerca de la cuna. Los niños te envían muchos besos.
Están encantados con su nueva prima y siempre me preguntan de dónde vino. Adios
queridísima Paz, te abrazo con todo mi corazón, así como a Luis y tus tres niños.
Tu hermana que te quiere en el alma. Crista”.
La princesa Pilar acudió con su madre el primer domingo de mayo de 1909 a
Colonia donde fue hecha reina de los Juegos Florales. En el banquete, el barón
Porfall pronunció un en honor de Pilar.
Tanto la princesa Pilar como sus hermanos los príncipes Fernando y Adalberto eran
casi de la misma edad del rey Alfonso XIII y sus hermanas, con quienes
compartieron muchos momentos de juegos. La princesa Pilar era la más joven del
grupo y como tal víctima de sus jugarretas, contra las que protestaba, aunque
siempre entre risas, porque, decía, “le daban muchos sustos”… Si jugaban al
escondite, ella era, naturalmente quien tenía que buscar a los que se escondían;
cuando se trataba de carreras de carretillas (utilizaban las de los jardineros),
igualmente le tocaba siempre a ella ir montada, lo cual, dado su enérgico
temperamento, le resultaba intolerable. Y lo peor, tal vez, era que cuando se
dedicaba a la equitación, tenía que cabalgar siempre en la jaca más pequeña, cuando
lo que realmente quería era hacerlo en un potro grandote, y no con una silla de
señora, como sus primas María Teresa y Mercedes, sino a horcajadas, como los
hombres, como su primo y sus hermanos 175 .
La princesa Pilar estaba con frecuencia –con la infanta Paz- acompañando a su
primo el rey Alfonso XIII. Tenía entonces que contestar a innumerables preguntas
que ella dejó publicadas176 : “Los jóvenes bávaros, que son buenos colonizadores,
¿deben aprender el español e ir a América del Sur…? Y si no lo hacen, ¿a qué se
debe? ¿Cómo va el cultivo de las fincas de la infanta, en La Mancha? ¿Cómo las
cosechas, los nuevos hatos, y las nuevas casas que acaba de construir para los
pastores? ¿Cómo va la cría del toro? Luego, una rápida exclamación: ‘¡Gracias a
Dios, llueve!’ La princesa Pilar debe hablar de pintura, de su dibujo, de sus
escritos. ¿Gana dinero? ¿Escribirá algunos libros de viaje acerca de España?
¿Quieren ella y su hermano Adalberto ir con el rey a Marruecos en la primavera,
para visitar los sitios más aislados donde, cinco años antes, la muerte era
inevitable y son ahora tan seguros y tranquilos como el estrecho de Gibraltar? A su
regreso ¿querrá ella escribir e ilustrar un libro que despierte el interés turístico
por el Marruecos español?”
La princesa Pilar fue una muy notable pintora cuyas obras continúan hoy en día
alcanzando altos precios en el mercado internacional del arte. Nunca se casó. Sin
174
Baviera, S.A.R. Princesa Pilar de; Chapman-Huston, Comandante Desmond. Alfonso XIII. Col. "Z", nº
49, Ed. Juventud, pp. 193-194, 2ª ed., Barcelona, 1975.
175
Baviera, S.A.R. Princesa Pilar de; Chapman-Huston, Comandante Desmond. Alfonso XIII. Col. "Z", nº
49, Ed. Juventud, p. 86, 2ª ed., Barcelona, 1975.
176
Baviera, S.A.R. Princesa Pilar de; Chapman-Huston, Comandante Desmond. Alfonso XIII. Col. "Z", nº
49, Ed. Juventud, p. 208, 2ª ed., Barcelona, 1975.
83
embargo, mantuvo siempre un casi secreto amor por Alfonso XIII, que se vislumbra
en la biografía que escribió de él. Y se habló en los años veinte de casarla con el
príncipe Luis Fernando de Orleáns, hijo de la infanta Eulalia. La idea era que aquel
matrimonio pudiera unir las dos fincas: “Castillejo” , que era de Luis Fernanado de
Orleáns, y “Luján” que era de Pilar. Las dos fincas -separadas por un pequeño río y
situadas en la villa de Tarancón, lugar de origen del Duque de Riánsares, segundo
esposo de la reina gobernadora- habían constituido un conjunto que se dividió en
dos tras la muerte de la reina gobernadora María Cristina. Luján, la parte de Paz y
Pilar, quedó en custodia de un sacerdote durante la Guerra Civil española, y todavía
anduvieron mucho por allí los Adalbertos cuando el príncipe Adalberto de Baviera
fue embajador de Alemania en España.
II.b. S.A.R. el príncipe Alfonso María Francisco de Asís Clemente Maximiliano
Manuel de Baviera, nacido en Munich el 24 de enero de 1862 y fallecido en la misma
ciudad el 8 de enero de 1933, general de caballería real de Baviera en el primer
regimiento de caballería pesada, gran prior honorario de la Orden bávara de San Jorge,
caballero de la Orden de San Huberto, caballero de la Suprema Orden de la Santísima
Anunciación (con motivo de la boda de su hermana Isabel con el Duque de Génova, el
Duque de Aosta le hizo entrega en 1883 de las insignias de esta orden), caballero de la
Orden del Águila Negra, caballero de la Orden española del Toisón de Oro desde 1906, en
la que ingresó con el nº 1119, caballero de la Orden de Santiago. Fue el representante del
rey Luis II de Baviera en la boda de su hermano Luis Fernando con la infanta Paz.
Príncipe Alfonso de Baviera y la cifra que usaba en su papel de carta
Casado177 en Nymphenburg el 15 de abril de 1891 con la S.A.R. la princesa Luisa
Victoria María Amelia Sofía de Orleáns , nacida en Bushy House, cerca de Teddington,
Surrey, Gran Bretaña, el 9 de julio de 1869, y fallecida el Munich el 4 de febrero de 1952,
hija del príncipe Fernando Felipe María de Orleáns, duque de Alençon, nacido en Neuillysur-Seine el 12 de julio de 1844 y fallecido en Belmont, Wimbledon, el 29 de junio de
1910, y de la duquesa Sofía en Baviera, dama de la Cruz Estrellada, dama honoraria de la
Orden bávara de Teresa y dama de la Orden de Santa Isabel. Residían en Munich, nacida
177
En su momento se habló de casar a la infanta Eulalia, todavía soltera, con Alfonso de Baviera. Pero la
infanta Paz desaconsejó ese matrimonio porque no quería meterse el problema en casa conociendo en
carácter de su hermana. Por cierto que también se habló de casar a la infanta Isabel, la Chata, con el
príncipe Arnulfo de Baviera, pero parece que ella no quiso. Él acabo contrayendo matrimonio con la
princesa Teresa de Liechtenstein, una fea pero buena mujer. Su único hijo, Enrique, que murió en la
Primera Guerra Mundial, fue –curiosamente- uno de los pretendientes de la princesa Beatriz de SajoniaCoburgo-Gotha antes de que ésta casara con el príncipe Alfonso de Orleáns. (Agradezco estos datos a don
Ricardo Mateos)
84
en Possenhofen el 22 de febrero de 1847 y fallecida en París el 4 de mayo de 1897 en el
incendio del bazar de la Caridad, con quien casó en Possenhofen el 28 de septiembre de
1868.
Princesa Luisa de Oreláns
Parece que el duque de Alençon se interesó vivamente por la salud mental de los Baviera,
que como es sabido no gozaba de buena fama, a partir del mes de febrero de 1889, y a raíz
de la muerte del archiduque heredero Rodolfo, hijo del emperador Francisco José de
Austria y de la emperatriz Isabel, cuñada de Alençon. Además, desde hacía dos años su
hija Luisa estaba enamorada del príncipe Alfonso de Baviera. Éste que era primo de
Luisa, ya que era nieto del rey Luis I de Baviera, ha sido descrito como no guapo pero si
grande y fuerte, de vigorosa salud, pelirrojo, pero con poco pelo, con aire abierto y
honesto, un militar de alma, un “beau cuirassier”, sirviendo en el ejército bávaro. Su
conversación era abundante y viva. Al elegir a Luisa de Orleáns, Alfonso lo hacía a
conciencia. Había rechazado la idea de mejores y más brillantes partidos y a una nieta de
la princesa Clementina.
Ya el 28 de febrero de 1887 la infanta Paz escribió desde Nymphenburg a su madre la
reina Isabel II 178 : “…Ayer estuvo en el teatro, en el palco enfrente del nuestro, la familia
de Alençon con María Ana de Braganza. Es muy bonita, pero aún lo es más la hija de
Alençon. Me gustaría que se casase con Alfonso…”. El príncipe Adalberto de Baviera,
escribió más tarde que su madre, la infanta Paz, sentía íntimo deseo de que se realizara
esa boda 179 .
En octubre de 1888 Alfonso hizo saber al duque y a la duquesa de Alençon que “sería
muy feliz si se le permitiese pretender la mano de Luisa.”180 Al principio, el duque de
Alençon no estaba entusiasmado con la idea de que un príncipe alemán, y por tanto
enemigo de Francia, fuese su yerno. Además, el príncipe Alfonso no poseía grandes
rentas, y deseaba que su futura esposa aportase una dote al menos igual que sus rentas
para mantener su rango y tren de vida. Alfonso percibía 41.000 marcos 181 anuales más una
178
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 153, Madrid, 1935.
179
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 179, Madrid, 1935.
180
Paoli, Dominique. Sophie-Charlotte. Duchesse d'Alençon. Au-delà du mythe. Éd. Racine, p. 216,
Bruxelles, 1995.
181
Según Alençon esos 41.000 marcos equivalían a 51.250 francos. (Paoli, Dominique. Sophie-Charlotte.
Duchesse d'Alençon. Au-delà du mythe. Éd. Racine, p. 262, Bruxelles, 1995.)
85
renta provisional de 20.000 marcos por año. Él pedía que Luisa aportase unos 50.000
marcos por año al matrimonio. El duque de Alençon habría, de hecho, rechazado ese
matrimonio si no hubiera conocido los sentimientos de su hija, enamorada del príncipe
bávaro.
Por el contrario, la duquesa de Alençon, la situación era diferente. No le disgustaba la
idea de ver estrecharse así los lazos con la familia real de Baviera, reforzados mediante
esta alianza. Durante los dos años previos al matrimonio, Sofía Carlota en Baviera,
duquesa de Alençon, sirvió de intérprete y de intermediaria, esforzándose en allanar las
múltiples dificultades surgidas derivadas de lenguas y mentalidades diferentes.
Por su parte, otros miembros de la familia se ocupaban en su correspondencia de este
compromiso. La reina Isabel II escribió a su hija Paz el 22 de febrero de 1889182 : “El rey
de Nápoles se alegraría mucho que Alfonso se casase con Luisa Alençon; veremos qué
me dice Nemours a mi de esto; te lo escribiré: ¡mucho me alegraría!”.
En junio de 1889 los duques de Alençon, tras pasar la primavera en París y después de
una breve estancia en Inglaterra para asistir a las bodas de plata de los condes de París,
llegaron a Parsch, cerca de Salzburgo, donde se instalaron varios meses en la Villa
Revertera. Días más tarde de su llegada, llegó también el príncipe Alfonso de Baviera,
pero en vez de quedarse el tiempo previsto, adelantó su marcha. Desde entonces las cosas
empezaron a estropearse. En una carta “a la más graciosa de las tías”, Sofía Carlota, el
príncipe le escribe: “…Porque aprecio en alto grado a Luisa y rindo culto a su persona,
no puedo presentarme si no entreveo para ella una existencia segura”. Fernando de
Orleáns, duque de Alençon, interpretó este comentario como el preludio de una ruptura, a
pesar de que sabía bien que para casarse, el príncipe Alfonso necesitaba el permiso del
príncipe regente de Baviera. Pronto conocerá el motivo de las dudas de Alfonso.
La baronesa de Bechtolsheim había sido una de las impulsoras de la idea del matrimonio
entre Luisa y Alfonso, probablemente en el curso del invierno muniqués de 1886-1887.
De pronto, manifestó, una notable antipatía por Luisa, debida parece ser a la actitud de la
joven princesa hacia su madre en la primavera de 1887, por lo que se opuso al proyecto
matrimonial mostrándose muy hostil a él. Al llegar Alfonso a Parsch parece que obtuvo
una entrevista con él. Muy unida a Amelia de Coburgo, de la que fue dama de honor, la
baronesa de Bechstolsheim, quiere ayudarle a hacer fracasar el matrimonio. De esa forma
Luisa podría casarse con Fernando de Coburgo y Alfonso con una nieta de la princesa
Clementina, probablemente la archiduquesa María Dorotea de Austria, hija del
archiduque José de Austria, palatino de Hungría, y de la princesa Clotilde de Sajonia Coburgo-Gotha. María Dorotea sería luego duquesa de Orleáns.
Finalmente, el duque de Nemours, hizo un esfuerzo y aumentó la dote de Luisa para que
el príncipe regente de Baviera diera su consentimiento. El compromiso matrimonal tuvo
lugar el 15 de julio de 1890. El acto se desarrolló en el castillo de Mentelberg. Este
edificio, situado cerca de Innsbruck, era la residencia estable de Fernando de Orleáns,
duque de Alençon, y no hacía mucho que la había ocupado. De hecho lo descubrió justo a
tiempo para el acontecimiento, esperando que éste traería buena suerte a su reciente
instalación. En Mentelberg pasarán luego muchos momentos Alfonso de Baviera y Luisa,
su mujer. Cuando Sofía Carlota llegó allí, en los primeros días de julio, se mostró bastante
satisfecha de la residencia, encontrando que estaba situada en un hermoso lugar, a pesar
de que no era una entusiasta de Innsbruck. El 15 de julio el príncipe Alfonso, llegado la
víspera a Innsbruck, llegó al castillo a las diez y media de la mañana para hacer la
petición de mano. La realizó en francés. Luisa, una vez introducida en el salón, recibió de
182
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 169, Madrid, 1935.
86
él un ramo de flores blancas y un anillo en losange de zafiros y diamantes, representando
las ramas de Baviera, soportados por dos pequeñas flores de lis.
Príncipe Alfonso de Baviera y princesa Luisa de Orleáns en su juventud
Al sencillo acto le siguió un pequeño almuerzo de familia. Asistieron los Alençon, los
novios, Emmanuel, Monseñor Ruez, antiguo preceptor de Alfonso, y los hijos de Amelia
de Coburgo y su preceptor, que estaban pasando una semana en Mentelberg. Mientras
Fernando de Orleáns telegrafió a su familia paterna, Sofía Carlota se encargó de hacerlo a
los bávaros. Al día siguiente, Alfonso organizó una visita al fotógrafo para retratarse junto
a su novia, un uso que según el duque de Alençon era ya casi obligatorio entonces. Al
haber vestido Alfonso su uniforme, que ya había llevado la víspera, Fernando de Alençon
declaró: “Cette séance n’a pas laissé de réveiller chez moi le sentiment des côtés punibles
de l’affaire désormais conclue”.
Durante las semanas siguientes se recibieron gran cantidad de felicitaciones y regalos de
todas partes. Francisco José de Austria , al que la noticia llenó de alegría, se mostró muy
afectuoso. La emperatriz de Austria “a la que no habíamos dicho nada para hacer caso a
la consigna dada, ha enviado un despacho afectuoso”, explicó Alençon a su padre. El
Conde de París quiso ofrecer una alhaja. La princesa Luisa eligió un collar de perlas. A
pesar de la generosidad del Jefe de la Casa de Orleáns, solo se trataba de una ristra de 56
piezas 183 . La reina Victoria envió un chal de Cachemira.
183
Sofía Carlota en Baviera, duquesa de Alençon había recibido cuando se comprometió cinco filas con
330 perlas rematadas con un gran cierre de diamantes.
87
Príncipe Alfonso de Baviera con uniforme de la Orden de Santiago
El Duque de Nemours preguntó a su nieta que deseaban ella y su prometido. Alfonso
sugirió “cosas prácticas” como porcelana: un servicio de té y de café y un servicio de
mesa para seis comensales. El deseo de Luisa fue más personal. Ella desearía tener un
juego de tocador con las armas de los Orleáns. Su abuelo le había ya regalado un espejo , y
para sus veinte años, un juego de lámparas. Faltan un pequeño cuenco con su “aiguière”,
algunas cajas largas y cuadradas, así como un pequeño espejo de mano con mango. Desde
su más tierna infancia ella ha visto a su madre y a sus tías utilizar sólo sus servicios de
tocador llevando su corona personal y ella quiere imitarlas. Su deseo será ejecutado en
plata maciza y encargado al célebre orfebre Odiot.
A mediados de agosto Alfonso fue a pasar veinticuatro horas en Mentelberg. En
septiembre, son Luisa y su madre quienes fueron a Nymphenburg. Ambas fueron las
invitadas del hermano mayor de Alfonso, Luis Fernando de Baviera, y de la infanta Paz.
En aquella ocasión, precisamente, la reina Isabel II estaba pasando una temporada en casa
de su hija por lo que entregó a Luisa de parte de su esposo el rey Francisco de Asís y de
ella misma un hermoso aderezo de diamantes que podía ser a voluntad diadema y
brazalete, o collar. Era un regalo suntuoso que contrastaba extrañamente con el de la reina
Victoria considerada una soberana muy rica.
Príncipe Alfonso de Baviera y su esposa la princesa Luisa de Orleáns
88
Nombre de la princesa Luisa de Orleáns, princesa Alfonso de Baviera,
en una carta dirigida a ella por su marido
La actitud de Paz hacia su futura cuñada testimonió igualmente el afecto que los Borbones
de España tenían por los Orleáns.
En principio el matrimonio estaba previsto para el 20 de noviembre de 1890. Alfonso
escribió al Duque de Nemours para presentarle su “respetuoso homenaje” y asegurarle
que intentaría “hacerse digno de su afecto dedicando su vida a lograr la felicidad de su
nieta”. Desgraciadamente la redacción del contrato matrimonial encontró dificultades
provocadas sobretodo por la adaptación de una lengua a la otra. La Casa del Regente que
empuñaba las riendas de la administración familiar se mostraba muy puntillosa. Luitpoldo
no era hombre que simplificara la marcha de las cosas. Luisa, al convertirse en princesa
de Baviera por matrimonio, no podía eludir los artículos del Estatuto de Familia que
obligaba a sus miembros a observar las leyes civiles en todo lo que hacía referencia a su
fortuna y a la sucesión. De semana en semana la situación se complicaba y Alençon se
preguntaba si no estaría a punto de romperse el compromiso. Más que nunca el papel de
Sofía Carlota fue capita l. Entre ella y Alfonso se estableció una correspondencia para
evitar lo peor. Cada uno se esforzaba en clarificar los textos. Paz, que conoció los mismos
problemas en 1883 con motivo de su propio matrimonio, no sabía ya qué hacer para
ayudar a su cuñado. Desesperada con la idea de que Luisa no se convirtiera en su cuñada
y conociendo los sentimientos de la joven princesa, acabó escribiendo a su madre para
que la reina intercediese ante Nemours: era preciso a toda costa que el duque se mostrase
más cooperador que los bávaros. Acabará aceptando sus reglas como ya lo había hecho
Isabel II para asegurar el matrimonio de Paz.
Príncipe Alfonso de Baviera
El año 1890 estaba ya demasiado avanzado para celebrar el matrimonio. Tuvo lugar por
eso en abril de 1891, habiéndose firmado el contrato en marzo. Las dos jornadas quedaron
para siempre grabadas en la memoria de los Alençon. El 14 de abril llegaron a Munich
con la princesa Luisa. En la estación le esperaba Alfonso, Luis Fernando y Amelia de
89
Coburgo. Una multitud respetuosa y no muy numerosa se situó ante los coches que
conduciría a los viajeros hasta el palacio donde les esperaban Ludovica y Emmanuel. El
joven príncipe recibió enseguida la Orden de San Huberto que le trajo un ayudante de
campo del Regente. El Conde de Eu acababa de recibir la misma condecoración en el
hotel Bellevue, donde residía para el acontecimiento. La misma tarde, a las ocho, el
regente Luitpoldo dio una cena de familia muy numerosa y bella. Los prometidos
ocuparon el lugar central, en el mitad de la mesa, con la reina Isabel II a la derecha y el
Regente a la izquierda. Gisela, hija mayor de los emperadores de Austria, que había
casado con el segundo hijo del Regente, Leopoldo, estaba sentada junto a Fernando de
Alençon. A su hermana Valeria y el esposo de ésta, el archiduque Francisco Salvador de
Austria -Toscana se les esperaba al día siguiente. Una vez más el Rey de las Dos Sicilias
no quiso asistir a una comida familiar. ¿Cuestión de protocolo? Se presentó sin embargo
en el palacio ducal, desde la vuelta de los Alençon, así como el Regente que hizo de igual
modo la visita de reciprocidad. Antes de volver a los apartamentos del duque Max, la
tribu fue a tomar el té a los de Ludovico con Gastón para comentar la cena.
El 15 de abril, día de la boda, la jornada comenzó a las 7 de la mañana, con las
devociones de Sofía Carlota, Luisa y Fernando de Orleáns en la capilla de la duquesa
Max. Media hora más tarde, la fanfarria del regimiento de Alfonso fue a dar una serenata
a Luisa. Tomaron un rápido desayuno, se vistieron y se fueron a casa de Ludovico que
quería ver a su nieta en traje de boda. A las 9:45 llegó el ramo de flores ofrecido por el
ayuntamiento de Munich y tomaron el camino de Nymphenburg. Ante la verja se había
situado un grupo de colegiales vestidos de blanco. El alcalde local pronunció un discurso
mientras que caía una tormenta de granizo. En el interior del castillo, la capilla, el
comedor, los salones estaban repletos de flores blancas. La Duquesa de Alençon estaba
más emocionada que en ocasión de su propio matrimonio. Tras la partida de los invitados,
hubo que esperar una hora hasta la partida de los recién casados. Sofía y Luisa lloraron
mucho y Alfonso se emocionó. La joven pareja partió hacia Venecia, inicio de su viaje de
bodas184 . Aparte de la familia de Baviera y de Orleáns –los Duques de Génova, el Duque
de Vendôme, el Conde de Eu, el Regente de Baviera, la duquesa Max en Baviera, etc.tomó parte en la boda el Rey de las Dos Sicilias, cuñado de la duquesa Sofía 185 .
Años más tarde, fue el príncipe Alfonso de Baviera quien, enviado por el príncipe regente
de Baviera, que reconocía la importancia creciente del joven rey Alfonso XIII, fue a
Madrid en enero de 1904 con la misión de entregar solemnemente al rey de España la
encomienda de la Orden de San Huberto, que también había sido entregada a su padre
Alfonso XII186 .
184
Paoli, Dominique. Sophie-Charlotte. Duchesse d'Alençon. Au-delà du mythe. Éd. Racine, p. 221,
Bruxelles, 1995.
185
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 183, Madrid, 1935.
186
Baviera, S.A.R. Princesa Pilar de; Chapman-Huston, Comandante Desmond. Alfonso XIII. Col. "Z", nº
49, Ed. Juventud, p. 92, 2ª ed., Barcelona, 1975.
90
El príncipe Alfonso de Baviera y su esposa la princesa Luisa de Orleáns
La princesa Luisa de Orleáns era:
•
•
Nieta paterna del príncipe Luis Carlos Felipe Rafael de Orleáns, duque de Nemours,
nacido en el Palais Royal, París, el 25 de octubre de 1814 y fallecido en Versalles el 26 de
junio de 1896, y de la princesa Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha, nacida en Viena el 16
de febrero de 1822 y fallecida en Claremont House, Surrey, el 10 de noviembre de 1857,
con quien casó en St. Cloud el 27 de abril de 1840.
Nieta materna del duque Maximiliano José en Baviera, nacido en Bamberg el 4 de
octubre de 1808 y fallecido en Munich el 15 de noviembre de 1888, y de la princesa
Ludovica de Baviera, nacida en 1808 y fallecida en 1892, con quien casó en Tegernsee el
9 de septiembre de 1828.
Padres de:
III.a. S.A.R. el príncipe José Clemente María Fernando Luis Antonio Agustín
Alfonso Alta Francisco de Sales Felipe Neri de Baviera, nacido en Munich el 25
de mayo de 1902 y fallecido en la misma ciudad el 8 de enero de 1990, historiador
del arte, caballero de la Orden de San Huberto, gran prior de la Orden bávara de
San Jorge.
Dos imágenes del príncipe José Clemente de Baviera con su madre
91
III.b. S.A.R. Princesa Isabel María Ana Enriqueta Josefa Sofía Amalia
Fernanda Ludovica Antonia Teresa Crescencia Alta Ghislaine de Baviera,
nacida en Munich el 10 de octubre de 1913, dama de las órdenes bávaras de Teresa
y de Santa Isabel. Casada en primeras nupcias en Nymphenburg el 6 de mayo de
1939 con el conde Franz Joseph Antonius Michele Heinrich Hubertus Maria
von Kageneck, nacido en Berlín el 8 de enero de 1915, y fallecido en acción de
guerra en Staritza, cerca de Kalinin, Rusia, el 29 de diciembre de 1941, teniente
coronel, hijo del conde Karl Marquard Viktor von Kageneck, mayor general, y de la
baronesa Maria von Schorlemer. Casada en segundas nupcias en Frankfurt an der
Oder el 9 de mayo de 1944 –civilmente- y en Garmisch-Parterkirchen el 6 de junio
de 1944 –religiosamente- (matrimonio disuelto por divorcio en Munich el 13 de
agosto de 1953) con Ernst Küstner, nacido en Hanau am Main el 18 de junio de
1920, empresario.
Princesa Isabel de Baviera en brazos de su madre la princesa Alfonso de Baviera
Princesa Isabel de Baviera
LOS KAGENECK
Los Kageneck son una familia noble austriaca, de antigua nobleza alsaciana, originaria de la
villa libre imperial de Estrasburgo, del mismo linaje que los Achenheim, Blumenau,
Ottfriedrich, Reimböldelin, todos descendientes de “dominus Cuno inter mercatores” y, por
consiguiente, de su padre Erbo. El hijo mayor de Cuno, Nikolaus von Kageneck (12301306), gobernador de Estrasburgo y feudatario del obispo de Estrasburgo, es el antepasado
de los Kageneck, miembros del consejo de Estrasburgo (1285 a 1734). Eran caballeros del
92
Sacro Imperio en la Baja Austria desde 1518; caballeros de Sacro Imperio en Brisgau desde
1625; barones del Sacro Imperio en Viena desde el 22 de septiembre de 1671, título recibido
por Johann Friedrich von Kageneck, gobernador de Austria interior; condes del Sacro
Imperio, en Viena, desde el 8 de enero de 1771, título recibido por Johann Friedrich
Fridolin, baron von Kageneck, chambelán imperial y real. La rama francesa actualmente
extinguida, tuvo el título de barón que les fue reconocido por el cuerpo de la nobleza de la
Baja Alsacia (Estrasburgo, 25 de noviembre de 1773), como consecuencia de una ordenanza
de Luis XV sobre la nobleza de esa provincia (Compiègne, 6 de agosto de 1773). Sus armas
son: de gules, una banda de plata. Dos cascos coronados. Cimeras; 1º un busto pasado,
vestido con las armas del escudo, tocado con un sombrero también con las armas del
escudo; 2º, tres plumas de avestruz, una de plata entre dos de gules. Tenantes: dos caballeros
armados de con todas las piezas, con la visera levantada, el casco de gules, de plata y de
azur, llevando cada uno una bandera, el de la derecha de azur tres alondras aladas de oro, el
de la izquierda de oro con un águila explayada de sable, “becquée”, armada y cada cabeza
coronada a la antigua de plata, llevando un escusón cargado de tres copas de oro. Divisa: In
valore virtus.187
Padres de:
IV.a. Conde Hubertus Joseph Alphons Carl Michael Maria von
Kageneck, nacido en Haus Blumenscheidt, cerca de Wittlich, el 10 de agosto
de 1940. Casado en primeras nupcias el 25 de noviembre de 1964 con Krista
Wöhrl, nacida el 4 de abril de 1940 de la que se divorció en 1965. Casado en
segundas nupcias el 28 de agosto de 1969 con Erica Mithoefer, nacida en
Nova Lisboa, Angola, el 24 de febrero de 1944, matrimonio anulado en 1970.
Casado en terceras nupcias en Munich el 22 de julio de 1983 con Karin
Waas, nacida en Gangkofen el 25 de mayo de 1950, de la que se divorció en
1986. Casado en cuartas nupcias en Nápoles, Florida, el 22 de octubre de
1994 con S.A.I y R. Micaela María Magdalena Kiliana Isabel de
Habsburgo-Lorena188 , princesa imperial y archiduquesa de Austria, princesa
real de Hungría y Bohemia, nacida en Würzburg el 13 de septiembre de 1954,
hija del archiduque Francisco José Otto Roberto María Antonio Carlos
Maximiliano Enrique Sixto Javier Félix Renato Luis Cayetano Pío Ignacio de
Austria, príncipe imperial y archiduque de Austria, príncipe real de Hungría y
de Bohemia, Jefe de la Casa Imperial de Austria -Hungría desde el 1 de abril
de 1922, nacido en Villa Warholz, cerca de Reichenau an der Rax, el 20 de
noviembre de 1912, y de la princesa Regina Elena Isabel Margarita de
Sajonia-Meiningen, duquesa de Sajonia, nacida en Würzburg el 6 de enero de
1925.
IV.b. Conde Michael Klemens Maria von Kageneck, nacido en Detmold, el
4 de diciembre de 1941. Casado en primeras nupcias el Aix-la-Chapelle el 3
de diciembre de 1964 con Christina Maria Bengels , nacida en Aix-la
Chapelle el 7 de febrero de 1942, de la que se divorció en 1970. Casado en
segundas nupcias el Würselen el 19 de mayo de 1972 con Beate Apeldorn,
nacida en Dahlheim-Rödgen el 13 de diciembre de 1947, divorciados en
1976. Casado en terceras nupcias en Aix-la-Chapelle en 26 de agosto de 1977
con Liselotte Buchenthal, nacida en Aix-la-Chapelle el 23 de junio de 1946.
187
Araujo Affonso, Domingos de; Cuny, Hubert; Konarski, Simon; Mestas, Alberto de; Pinoteau, baron
Hervé. Le sang de Louis XIV. Volume II. Imprimerie Cruz & Ca Lda, p. 283, Braga, 1962.
188
La archiduquesa Micaela había estado casada en primeras nupcias con Eric Alba Teran d’Antin,
nacido en Ciudad de México el 21 de mayo de 1920. Se casaron civilmente en Antón, Panamá, el 12 de
julio de 1982 y religiosamente en el mismo lugar el 14 de enero de 1984. Se divorciaron en 1993 y
tuvieron tres hijos: Marc Juan, Carla Regina y Justin Christopher Teran d’Antin.
93
Hijos del primer matrimonio:
V.a. Conde Martin Maria Ambrosius Thomas Maximilian
Rosario Rápale von Kageneck, nacido en Bardenberg el 3 de
noviembre de 1964. (nacido fuera del matrimonio)
V.b. Condesa Alexandra Felicitas Elisabeth Christine Maria von
Kageneck, nacida en Aix-la-Chapelle el 8 de junio de 1966.
V.c. Conde Andreas Franz-Josef Maria von Kageneck, nacido en
Aix-la-Chapelle el 23 de octubre de 1968.
Hijo del segundo matrimonio:
V.d. Conde Carl Marquard Maria von Kageneck, nacido en Aixla-Chapelle el 25 de septiembre de 1972.
Hijos del tercer matrimonio:
V.e. Conde Philipp Wilhelm Josef Carl Maria von Kageneck,
nacido en Aix-la-Chapelle el 27 de mayo de 1978.
V.f. Condesa Isabella Sophie Marie von Kageneck, nacida en Aixla-Chapelle, el 16 de octubre de 1984.
IV.c. Conde Peter Alphons Maria von Kageneck, nacido en Detmold el 4
de diciembre de 1941. Casado en Gauting el 18 de febrero de 1977 con
Brigitte von Sievers , nacida en Munich el 10 de junio de 1947.
Padres de:
V.a. Conde Ferdinand Franz-Joseph von Kageneck, nacido en
Schorndorf el 28 de junio de 1978.
V.b. Condesa Theresa Maria Felicitas von Kageneck, nacida en
Stuttgart el 6 de agosto de 1980.
V.c. Conde Constantin Peter Benedikt von Kageneck, nacido en
Munich el 7 de febrero de 1986.
Hijos del segundo matrimonio:
IV.d. Maria Anna Josephine Küstner, nacida en Frankfurt an der Oder el 10
de junio de 1943. (Nacida fuera del matrimonio). Casada en Aix-la-Chapelle
el 30 de julio de 1968 con Adolph Schweitzer, nacido en Aix-la-Chapelle el
27 de noviembre de 1940.
Padres de:
V.a. Klaus Schweitzer, nacido en Aix-la-Chapelle el 18 de agosto de
1966 (nacido fuera del matrimonio)
V.b. Stephanie Schweitzer, nacido en Aix-la-Chapelle el 25 de
agosto de 1972.
94
V.c. Carolina Schweitzer, nacida en Aix-la-Chapelle el 17 de enero
de 1974.
IV.e. Felicitas Küstner, nacida en Detmold el 23 de junio de 1945.
IV.f. Christina Küstner, nacida en Schmolz el 20 de diciembre de 1946.
IV.g. Gabriele Küstner, nacida en Alt-Joh, cerca de Kochel am See, el 3
de enero de 1948. Casada en Regensburg el 28 de mayo de 1971 con
Hermann Rademacher, nacido en Regensburg el 8 de marzo de 1950.
Padres de:
V.a. Bernd Rademacher, nacido en Regensburg el 20 de febrero de
1978.
II.c. S.A.R. Princesa María Isabel 189 Luisa Amalia Elvira Blanca Leono r de Baviera,
nacida en Nymphenburg el 31 de agosto de 1863 y fallecida en Roma el 26 de febrero de
1924. Dama honoraria de la Orden bávara de Teresa y dama de la Orden de Santa Isabel.
La princesa –dice Romano Bracalini- era feíta pero los periódicos italianos –al comentar
su boda con el príncipe Tomás de Saboya- la hicieron aparecer espléndida, “alta, di bella
complessione, con capella fulvi e occhi neri”. Se contaba que su madre la infanta Paz,
fumaba gruesos cigarros que suscitaban la envidia del entonces príncipe Humberto de
Saboya, luego Humberto I, al cual su mujer Margarita le había prohibido taxativamente el
tabaco190 . El rey Víctor Manuel II abrió en abril de 1883 la XV legislatura anunciando,
entre otras cosas, el matrimonio de Isabel de Baviera con el príncipe Tomás, duque de
Génova. Con el pasar de los años, la Duquesa de Génova fue quedándose aferrada al
pasado y como otras personas de su época le costó aceptar algunas máquinas “infernales”,
como el automóvil. Estuvo siempre más apegada a la carroza191 . Era ahijada de la reina
Isabel II de España que, desde el Real Alcázar de Sevilla, escribió a Luis Fernando de
Baviera el 17 de octubre de 1882192 : “…Me alegro de la próxima boda de mi querida
sobrina y ahijada Isabel. Dios la haga tan feliz como se merece…”Los preparativos de la
boda fueron realizados por su hermano Alfonso, ya que el mayor, Luis Fernando, salió
para España el 14 de enero de 1883.
189
Llamada “Bela” en familia.
Bracalini, Romano. La Regina Margherita. (Prefazione di Ugoberto Alfassio Grimaldi). Rizzoli
Editore, p. 120, Milano, 1983.
191
Como la marquesa de Villamarina que, contra su deseo y a pesar de su avanzada edad, debía
acompañar a la reina madre Margarita de Italia en fatigosos viajes en automóvil. (Bracalini, Romano. La
Regina Margherita. (Prefazione di Ugoberto Alfassio Grimaldi). Rizzoli Editore, p. 269, Milano, 1983.)
192
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 100, Madrid, 1935.
190
95
Princesa Isabel de Baviera, duquesa de Génova
La infanta Paz se conmovió profundamente cuando un telegrama de Roma le anunció la
muerte de la Duquesa de Génova, el 26 de febrero, y así lo dejó escrito 193 : “¡Cómo había
de pensar yo cuando describía yo hace poco nuestra alegre estancia en casa de mi
cuñada en Aglié, que sus días estaban contados! No hay duda que seguimos un impulso
del corazón cuando volvimos de España, dando la vuelta por Turín, con el exclusivo
objeto de verla. A pesar del intenso frío a fines de diciembre en Piamonte, iba con
nosotros por lo regular la gran parque y se complacía de que comprobásemos gran
semejanza con el Nymphenburg. Aglié la recordaba siempre Nymphenburg, donde ella
había nacido. Hablábamos de sus recuerdos juveniles en la patria bávara. Cruzamos
aquel país pintoresco en auto y, cubiertos con sus mantas y pieles, admiramos los Alpes
nevados. Todavía la contemplo la noche de San Silvestre, sentada junto a la chimenea,
donde chisporroteaban los troncos de leña. Bebimos el punch, de costumbre tradicional
en Alemania, y forjamos toda clase de planes para vernos con más frecuencia en el
porvenir. Quería que volviésemos en primavera, cuando estuviera el jardín lleno de flores
y luego pasaría con nosotros el verano en Baviera. Su cuñada la Reina Margarita, la
había invitado que fuese a su villa de Roma y allí pudieran bailar sus hijos y ella
divertirse un poco. Para no quitar la ilusión a su hija menor, la ocultó su malestar y fue
con fiebre a un baile. Al día siguiente se la declaró la pulmonía. Al instante se dio cuenta
de su gravedad. Hasta el fin conservó el conocimiento pleno. Se alegró especialmente de
que el Papa le concediese su bendición. Recuerdo lo que me decía en un paseo: que para
ver al Papa Pío X había ido una vez con su marido a una fiesta en San Pedro.Como
Princesa de Saboya, no le estaba permitido entrar oficialmente en el Vaticano. El Papa
se enteró de su presencia. Cuando pasó ante ella, se detuvo y la bendijo… La Reina
Margarita la acompañó hasta la cripta de los Príncipes, La Superga, en Turín. Su
temprana muerte ha dejado un vacío irreparable en la familia…”
193
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 324, Madrid, 1935.
96
Princesa Isabel de Baviera, duquesa de Génova
Casada 194 en Nymphenburg el 14 de abril de 1883 con S.A.R. el príncipe Tomás Alberto
Víctor de Saboya-Génova, II duque de Génova desde el 10 de febrero de 1855, nacido
en Turín el 6 de febrero de 1854 y fallecido en la misma ciudad el 15 de abril de 1931,
almirante de la Armada Italiana, senador del reino de Italia, lugarteniente del reino de
Italia de 1915 a 1919 195 , caballero de la Orden de la Suprema Orden de la Santísima
Anunciación, caballero de la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro, caballero de la
Orden de la Corona de Hierro, caballero de la Orden de los Serafines, caballero de la
Orden de San Andrés, caballero de la Orden del Águila Negra, caballero de la Orden de
San Huberto, caballero de la Orden del Toisón de Oro desde 1888, en la que ingresó con
el nº 1076, bailío gran cruz de honor y devoción de la Soberana Orden Militar de Malta,
bailío gran cruz de justicia de la Orden Constantiniana de San Jorge, hijo del príncipe
Fernando María Alberto Amadeo de Saboya-Génova, I duque de Génova desde 1831,
elegido rey de Sicilia el 10 de julio de 1848 por los sublevados sicilianos renunció a
aceptar ese trono, nacido en Florencia el 15 de noviembre de 1822 y fallecid o en Turín el
10 de febrero de 1855 siendo sepultado en la Basílica de Superga 196 , Turín, senador del
reino de Cerdeña, almirante, caballero de la Suprema Orden de la Santísima Anunciación,
194
Se dice que en esta boda tuvo mucho que ver la madre de Tomás de Saboya, que al ser una Sajonia,
estaba muy vinculada a aquellas dos princesas bávaras que fueron reinas consecutivas de Sajonia. El
matrimonio se celebró primero civilmente en unos salones y luego religiosamente en la capilla del
palacio. Hubo un banquete de 130 cubiertos en la sala grande llamada Steinerner Saal (Sala de piedra).
Partieron hacia Italia el 19 de abril de 1883.
195
El rey Víctor Manuel III dejó Roma el 25 de mayo de 1915 para dirigirse al frente. En la estación fue
despedido por el jefe de gobierno, Antonio Salandra, por el ministro de Asuntos Exteriores, Sidney
Sonino, y por su tío Tomás de Saboya, duque de Génova. Lo acababa de nombrar lugarteniente regio para
ocuparse de los asuntos de ordinaria administración durante su ausencia de la capital. (Oliva, Gianni. I
Savoia. Novecento anni di una dinastia. Oscar Mondadori, pp. 451-452, Milano, 1999.) Como
lugarteniente del Reino, el duque de Génova firmó el famoso Decreto Ley nº 1399 de 19 de agosto de
1917 con el que se aprobó el texto único de las disposiciones de ley emanadas como consecuencia del
terremoto de 28 de diciembre de 1908, y que fue publiacado en la Gazzeta Ufficiale nº 214 de 10 de
septiembre de 1917.
196
La Basílica de Superga es una de los panteones reales de la Casa de Saboya. En ella están enterrados,
por ejemplo, el rey Víctor Amadeo II de Cerdeña, su hijo Carlos Manuel III, el rey Carlos Alberto de
Cerdeña, la reina María Adelaida, la reina María Teresa, la duquesa María Victoria de Aosta, ex reina de
España. También están allí sepultados varios de los miembros de la rama de los Saboya-Génova,
empezando por el padre de Tomás Alberto, Fernando de Saboya, duque de Génova.
97
bailío gran cruz de la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro, caballero de la Orden de la
Corona de Hierro, caballero de la Orden de San Andrés, y de la Orden de San Huberto, y
de la princesa María Isabel de Sajonia, duquesa de Sajonia, nacida en Dresde el 4 de
febrero de 1830 y fallecida en Stressa el 14 de agosto de 1912, con quien había casado en
Dresde el 22 de abril de 1850. Fernando, duque de Génova era el hijo predilecto de su
padre, pero –como ha escrito Romano Bracalini- no de la suerte197 . Combatió en
Pastrengo (1848) y en Santa Lucía. Dirigió el asedio de Peschiera, se distinguió en
Villafranca, Sommacampagna y Novara.
El Duque de Génova en la escalinata exterior del castillo de Aglié
Los padres del príncipe Tomás Alberto, los duques de Génova, vivían en Turín en el
palacio Chiablese prefiriendo en verano y en otoño las residencias de Aglié y de
Govone 198 . Su vida no era fastuosa pero tenía ese toque de estilo que faltaba a la del rey
Víctor Manuel II. Fernando e Isabel eran refinados, tenían intereses intelectuales y
amaban viajar. En 1852 el Duque de Génova se complacía en enviar a su suegro una
edición particularmente apreciada de la Divina Comedia. En 1853, habiendo programado
una visita a la familia real de Sajonia, en Dresde, los duques aprovecharon la ocasión para
visitar las más importantes ciudades de Europa, y entre ellas París y Londres199 .
197
Bracalini, Romano. La Regina Margherita. (Prefazione di Ugoberto Alfassio Grimaldi). Rizzoli
Editore, p. 22, Milano, 1983.
198
El castillo de Govone se hizo famoso por la estancia en 1730 del joven J. J. Rousseau, entrado al
servicio del conde Ottavio Solaro di Govone. El castillo, antigua fortaleza medieval y hoy palacio
municipal y museo de sí mismo, perteneció a los Saboya de 1792 –cuando falleció sin descendencia el
último Solaro, el conde Vittorio Amedeo Ludovico Solaro- a 1870. Lo compró Víctor Amadeo III de
Saboya, rey de Cerdeña, para sus hijos Carlo Felice, duque del Genevese, y Giuseppe Benedetto Placido,
conde de Moriana. En 1810 por decreto napoleónico fue subastado y comprado por el conde Teobaldo
Alfieri di Sostengo, que lo cedió al príncipe Carlo Felice en 1816. Al morir el rey Carlo Felice en 1831
pasó a su primo Carlo Alberto, príncipe de Carignano, y el castillo pasó luego en herencia a su hijo
Fernando de Saboya, duque de Génova. En 1870 fue vendido a particulares y en 1897 comprado por la
Administración Municipal. Parte de sus mu ebles fueron vendidos en 1898 y se pueden ver hoy en día en
el Musée d’Art et d’Histoire “Masséna” de Niza. El castillo posee una hermosa escalinata de honor con
dos rampas, ornada con relieves provenientes de los jardines de Veneria Reale. Son de gran belleza las
salas adornadas con preciosos motivos chinescos y el salón de baile hecho pintar al fresco por el rey Carlo
Felice, de quien era su residencia veraniega preferida, al igual que de su mujer María Cristina de Borbón.
Es una de las residencias de los Saboya que la UNESCO convirtió en Patrimonio de la Humanidad en
1997.
199
Pinto, Paolo. Vittorio Emanuele II. El re avventuriero. Arnoldo Mondadori Editore, I edizione, p. 207,
Milano, 1997.
98
Isabel de Sajonia fue definida por Cavour, que desde luego entendía bastante de mujeres,
como “la più superba belleza del Nord” y Giovanni Prati le dedicó un madrigal. Su
carácter, sin embargo, era muy fuerte hasta el punto de haber merecido que Henry
d’Ideville, en su Giornale di un diplomatico in Italia 200 hubiera escrito: “la princesa
sajona, aunque es irreprensible, fue para su marido causa de serios disgustos y la aridez
y dureza de su carácter entristecieron quizás sus últimos momentos”.
Castillo de Govone, una de las residencias de los duques de Génova
Al morir la reina Adelaida de Cerdeña, Isabel que contaba con 25 años y el rey con 35,
aspiró a convertirse en reina por matrimonio. Parece que a Víctor Manuel no le pareció
oportuno el matrimonio. Isabel ya había rechazado casar con el príncipe Jerónimo
Bonaparte201 , primo del emperador Napoleón III, por no perder la tutela de sus hijos
Magarita y Tomás, así como los dos tercios de la herencia que el duque de Génova le
había dejado.
El príncipe Tomás Alberto, con sólo dieciséis años, fue propuesto para ocupar el trono de
España. Su padre había fallecido muy joven, a los 32 años, por lo que Tomás había
crecido con la sola presencia de su madre, que había casado finalmente –la noche del 4 de
octubre de 1856 en el castillo de Aglié - con el mayor marqués Niccolò Giuseppe
Rapallo 202 , un matrimonio juzgado en la corte como “imprevisto y demasiado
apresurado”. Rapallo era ex oficial de órdenes del duque de Génova y hermano de un
farmacéutico. Su boda con Isabel inspiró pasquines como el siguiente:
Un bel giorno una duchessa
Pose incauta un piede in fallo
E dal soglio genovese
Scese giù fino a Rapallo
El rey Víctor Manuel II explotó de ira con este matrimonio. Algunos dicen que también
de celos. En todo caso, y durante una violenta escena en la que amenazó con reenvíar a
Isabel a su padre, quitarle a sus hijos así como el título de duquesa, se contentó con
exiliarla en la bella villa de los duques de Génova en Belgirate 203 , cerca de Stressa, en el
200
Esta obra fue reeditada en 1981 bajo el título “Il re, il conte e la Rosina”, Longanesi, Milano, 1981.
Vid. p. 139.
201
Jerónimo acabó contrayendo matrimonio con la muy pía Clotilde de Saboya.
202
Nacido en Cagliari el 6 de julio de 1825 y fallecido en Italia el 27 de noviembre de 1882.
203
La Villa Ducal fue hecha construir por la familia Bolongaro. Existía ya en 1771. El edificio da sobre el
lago Maggiore. Tiene planta rectangular y se alza sobre una base decorada con una elegante balaustrada,
que se usa como terraza. La fachada tiene un pórtico con tres arcos que, junto a las ventanas decoradas
con estucos, reflejan el estilo típico de la escuela lombarda. En 1848 la propiedad pasó de la familia
Bolongaro al filósofo Antonio Rosmini que allí vivió sus últimos años de vida, hospedando hombres
99
lago Maggiore, prohibiéndole permanecer en ninguna ciudad del Piamonte, pero
consintiéndole conservar consigo a sus hijos, que tenían libre acceso al palacio real204 .
Quizás surtieran efecto las gestiones del conde de Witzhum, gran chambelán del rey Juan
de Sajonia, y del barón de Seebach, ministro de Sajonia, que se habían precipitado a Turín
para interceder a favor de la duquesa205 .
Villa Ducal de la duquesa de Génova en Belgirate
Tras la mésalliance de Isabel de Sajonia intercedió también por ella la princesa María
Clotilde, hija de Víctor Manuel II, aunque sólo tenía trece años. Pero La que más se
movió a favor de la Duqesa de Génova, a fin de que ésta no perdie ra la custodia de sus
hijos, fue la Condesa de Robilant, esposa de un ayudante de campo del rey Carlos Alberto
de Cerdeña. La condesa era alemana de nacimiento, como Isabel. Era una WaldburgTruchsee y su madre una Hohenzollern, de la Casa Real de Prusia. La Duquesa de Génova
le escribió: “Una princesa alemana, la madre de los hijos del Duque de Génova, se
encuentra sin ser culpable sola y abandonada. Se dirige a su compatriota; a un gran y
noble corazón que no la abandonará…” Recibida la carta, la Condesa de Robilant se
mueve con eficacia prusiana. Antes que nada fue a ver a Isabel, al palacio Chiablese, y la
abrazó. Isabel le contó la historia de su infelicidad: “Si alguno quiere quitarme el nombre
de mis hijos”, concluye con un movimiento de fiereza, “ninguno podrá quitarme el mío.
En nacido junto al trono de una de las más antiguas casas de Alemania. Tendré siempre
derecho al respeto debido a mi rango”.
En aquellos días, debía llegar a Italia para una cura termal la emperatriz madre de Rusia,
Alejandra Feodorovna, hermana de Federico Guillermo IV, rey de Prusia. Al pasar por
Berlín le habían recomendado que se interesase por la suerte de la Duquesa de Génova.
La zarina fue recibida en Turín con todos los honores. La Condesa de Robilant decidió
aprovechar la ocasión. Se hizo recibir por la emperatriz y le pidió que se interesara por el
tema. Animada por ella, la emperatriz pidió al rey Víctor Manuel poder ver a la
desventurada princesa. El Rey estaba contrariadísimo, pero tuvo que llamar a su cuñada,
relegada en Belgirate.
En el ínterin, llegó también desde Dresde el Rey de Sajonia para visitar a Isabel. Víctor
Manuel II envió a su ayudante de campo el general Morozzo della Rocca y al Conde de
Robilant para encontrarse con el soberano sajón. Entretanto, la Condesa de Robilant, pidió
audiencia al rey, que la recibió. Vieja amiga del rey Carlos Alberto, la condesa conocía al
Víctor Manuel II desde niño. “Majestad”, le dijo, “vos no podéis hacer una afrenta a un
príncipe coronado (el rey de Sajonia), impedirle ver a su hija, cuñada de Vuestra
Majestad, a la cual Vuestra Majestad ha dejado mediante acto oficial título, nombre y
ilustres como Alessandro Manzini, Ruggero Bonghi o Niccolò Tommaseo. A su muerte en 1857 la villa
fue adquirida por la duquesa de Génova que la conservó durante cincuenta años, pasando a llamarse Villa
Ducale y es hoy sede del Centro Internazionale di Studi Rosminiani y de una riquísima biblioteca.
204
Gigliozzi, Giovanni. Le regine d'Italia. La bella Rosina, regina senza corona, Margherita,
l'ammaliatrice, Elena, la casalinga, Maria José, la regina di maggio. Newton & Compton Editori, 1ª ed.,
p. 28, Roma, 1997. Vid. también: Belihar, Carlo. La vita della Regina Margherita. La prima regina
dell'Italia unita. Alberto Peruzzo Editore, p. 24, Sesto San Giovanni, 1985.
205
Bracalini, Romano. La Regina Margherita. (Prefazione di Ugoberto Alfassio Grimaldi). Rizzoli
Editore, p. 24, Milano, 1983.
100
prerrogativas. Reflexione Vuestra Majestad, en este momento no se trata de una cuestión
de familia. Esta noche el Teatro Real estará iluminado. Es preciso que la duquesa
comparezca con la familia real.”
Víctor Manuel, más habituado a las batallas y a la caza que a este tipo de requisitorias,
contestó: “Mi padre no habría obrado de modo diverso”. “Sire”, reaccionó la implacable
condesa, “vuestro padre no habría abandonado a la joven viuda de su hijo, como Vuestra
Majestad ha abandonado a su cuñada; él no le habría nunca dejado hacer un
matrimonio así, le habría protegido, salvado, sola con veinticinco años en un país
extranjero. Vuestra Majestad quiere perder a la madre de sus sobrinos, que algún día le
pedirán cuentas”.
En realidad, habiendo Víctor Manuel dejado el nombre y el rango de Duquesa de Génova
a Isabel, su ausencia sería una afrenta no sólo a ella, sino a las cortes de Sajonia y Rusia.
Cavour, que Víctor Manuel llamó para que le aconsejara, movió la cabeza: “Sí, es una
cuestión de familia, pero la presencia del rey de Sajonia hace imposible el rechazo”. La
Condesa de Robilant dice entonces que su intevención era “moralmente sostenida por el
deseo de la emperatriz madre de Rusia”. Y Víctor Manuel II cede206 .
Princesa Isabel de Sajonia, duquesa de Génova
La princesa Isabel de Sajonia, duquesa de Génova, estaba unidísima a su hijo,
especialmente tras la marcha de su hija Margarita, que había contraído matrimonio con el
príncipe Humberto de Saboya 207 , heredero del trono, que cumpliendo órdenes de su padre
había dejado en Milán a su amor de siempre, la duquesa Eugenia Litta, llamada “la bella
Bolognina”, hija de Giovanni Giacomo Attendolo Bolognini y casada con el duque Giulio
Litta Visconti Arese.
Hemos avanzado ya que se propuso a Tomás de Saboya para ocupar el trono español.
Cuando se da el nombre del príncipe Tomás como candidato a la Corona española, los
hombres que formaban el Gobierno provisional de España consideraron que el arquetipo
de quien debiera ser rey era el de una persona con antecedentes liberales, alejado por
206
Bracalini, Romano. La Regina Margherita. (Prefazione di Ugoberto Alfassio Grimaldi). Rizzoli
Editore, pp. 28-29, Milano, 1983.
207
A esa boda acudió el príncipe Tomás, que contaba sólo catorce años, con el uniforme de simple
soldado de artillería.
101
completo de la influencia de la Iglesia, educado en la escuela de la democracia y de una
nacionalidad que no pudiera influir en los destinos nacionales. Ateniéndose a esas
condiciones, ninguna figura convenía mejor que la de un príncipe italiano. Por eso se
buscó en primer lugar al Duque de Génova. Apenas conocida la candidatura se la tomó a
broma en Madrid y se la bautizó con la gracia y donaire típicos de los madrileños. En el
teatro de Novedades, en una revista muy aplaudida, se cantaban todas las noches coplas
alusivas al saboyano, que entusiasmaban al público208 .
En el parlamento español, al anunciarse la candidatura, hubo división –en la noche del 25
de octubre de 1869- entre unionistas y progresistas. Esta ruptura provocará la dimisión de
Topete, de cuya cartera se hará cargo, provisionalmente, Prim el 5 de noviembre.
Progresistas y demócratas se fusionaron en un solo partido, el radical, que adoptó por gran
mayoría la candidatura del Duque de Génova. En la noche del 30 al 31 de octubre se
procedió a la votación. En la segunda vuelta del escrutinio la candidatura italiana obtuvo
128 votos contra 52. Estos últimos representaban, probablemente, la opinión unionista,
favorable al duque de Montpensier. Entre las ciento y pico abstenciones están las de los
republicanos, los carlistas, y los unionistas y radicales indecisos. La candidatura podrá
ganar una quincena de votos, quizás una veintena, pero eso no constituirá la mitad de una
asamblea de trescientos miembros.¿Puede aceptar un príncipe una votación tan exigua?
Pero, si no la acepta y los adversarios de Montpensier siguen mostrándose irreductibles,
¿cuál será la solución? Mercier da la respuesta: “La prolongación de lo provisional”. Y
añade proféticamente: “Pero, en tal caso, quedará casi demostrado que debe desesperarse
de llegar al restablecimiento de la monarquía por las vías públicas y regulares, y que, en el
estado de cosas existentes en España, estas vías no pueden desembocar más que en la
anarquía, con o sin el nombre de república. Entonces, los partidos monárquicos sólo
podrán contar con la fuerza para conquistar el trono, y no se estará lejos de una nueva fase
de conspiraciones militares.”
El 28 de diciembre de 1869, Ruiz Zorrilla, ministro de Gracia y Justicia, considerado
como uno de los partidarios del Duque de Génova, se dirige, por Valencia y Tarragona, a
Barcelona para colocar la primera piedra a un monumento a la revolución de 1868. Fue
abucheado y sufrió violentas manifestaciones en toda su visita. En su discurso no hace
referencia a la candidatura italiana, sino que elogia la república unitaria. A la vez, las
potencias, sondeadas por el rey Víctor Manuel II, no muestran ningún entusiasmo por la
entronización de un príncipe italiano en Madrid.
El Duque de Génova estaba estudiando en el Colegio de Harrow, en Inglaterra. Hasta allí
se fue el “Señor Martín”, es decir, Francisco de Paula Montemar, ministro de España en
Florencia, enviado por Prim. Montemar parece que había recibido ciertas palabras de
compromiso de parte de Víctor Manuel II. El candidato se limitó a responder ante el
ofrecimiento que obedecería las órdenes del rey su tutor. Hay que tener en cuenta que el
príncipe era menor de edad y sometido a la voluntad de su madre. Napoleón III,
emperador de Francia, desconfiando de un príncipe imberbe educado en la temida
Inglaterra, ligada políticamente a España, había puesto una piedra en el engranaje puesto
en marcha por Prim. El soberano francés se apresuró a mandar un lacónico pero
impactante telegrama a Isabel de Sajonia, madre del príncipe Tomás: “Señora, he sabido
que vuestro único hijo varón se convierte en Rey de España. Rogad por él”. La princesa
se precipitó a ver al rey Víctor Manuel II, que sí veía con buenos ojos la candidatura,
conjurándole a evitar a su “niño” una prueba tan peligrosa. La secundó Margarita,
angustiada por la suerte de su “hermanito” y el rey, acosado por ambas mujeres, se rindió.
208
Romanones, Conde de. Amadeo de Saboya, el Rey efímero. Col. Austral, nº 1348, Espasa-Calpe Ed.,
pp. 13-14, Madrid, 1965
102
El 4 de enero el rey Víctor Manuel declara a Montemar que no le ha sido posible vencer
la resistencia persistente y obstinada de su cuñada, la duquesa de Génova. El 12 de enero
de 1870 envió a Madrid una seca comunicación: “Non posso violentare la volontà di una
madre, quinde mi vedo costretto a ritirare la mia autorizzazione alla candidatura del
principe Tommaso, duca di Genova”209 . Se dice que, además de la inestabilidad del trono
español, disuadió a la duquesa de Génova el recuerdo de lo acontecido al emperador
Maximiliano de México, asesinado en 1867. El pueblo italiano tampoco era favorable. Por
otra parte, como después de la entrevista de Montemar con el monarca italiano se quejó al
ministro de Negocios Extranjeros italiano dejándole entrever la posible publicación de los
compromisos formales contraidos y traicionados por Italia y el advenimiento en España
de un régimen peligroso para toda Europa, Visconti-Venosta, haciendo él también
hincapié en la “invencible repugnancia” de la duquesa de Génova, indicó a Montemar las
muy poderosas razones políticas que se oponían a la entronización en España de un
príncipe que quizá un día sería preciso sostener por las armas. Ya no le queda, pues, a
Montemar más que telegrafiar a Silvela: “El rey Víctor Manuel me encarga haga saber a
V.E. que, no habiéndole sido posible convencer a la duquesa de Génova… se cree en el
caso de retirar su palabra”210 .
El rey Víctor Manuel II no perdonó a su cuñada Isabel, duquesa de Génova, viuda de su
hermano Fernando, por haberle hecho la jugada de hacer saber al mundo entero que ella
se oponía a una eventual candidatura de su hijo Tomás al trono de Madrid. Isabel era una
mujer de gran temperamento. Alimentaba además especiales motivos de animadversión
hacia el rey de Italia, con el cual en algún momento había esperado contraer matrimonio,
cuando ambos enviudaron y ella soñaba en convertirse en reina. Sabidas las intenciones
de Víctor Manuel, hizo escribir a su segundo marido el marqués Rapallo una carta en el
Times de Londres (el joven Tomás estudiaba entonces en Inglaterra), para desmentir
cualquier voz acerca de la eventualidad de que su hijo aceptase la corona española. La
treta no podía ser más hábil. Frente a tal pública declaración de la princesa, madre del
príncipe Tomás, el soberano italiano fue obligado a resignarse211 . Ya desde mediados de
noviembre de 1869 habían empezado a extenderse en España los rumores, nacidos en ese
artículo del Times, probablemente, sobre la oposición de la candidatura de l Duque de
Génova por parte de la propia Duquesa de Génova.
209
Speroni, Gigi. I Savoia Scomodi. I duchi d’Aosta. Rusconi Libri, 1ª ed., pp. 99 y 101, Santarcangelo di
Romagna, 1999.
210
Luz, Pierre de. Los españoles en busca de un rey (1868-1871). Ed. Juventud, 1ª ed., pp. 107-110,
Barcelona, 1948.
211
Bertoldi, Silvio. Aosta. Gli altri Savoia. Rizzoli, prima edizione, pp. 23-24, Milano, 1987.
103
Poema laudatorio por la boda de la princesa Isabel de Baviera con el Duque de Génova
Desde muy joven Tomás de Saboya demostró una verdadera vocación marinera, por lo
que después de estudiar en Brighton y Harrow, Inglaterra, y en Génova, navegó
largamente. Entró en la Marina Real en 1879 y siendo capitán, comandó una travesía de
treinta meses en los mares de China y Japón, a bordo de la “Vittor Pisan”, travesía sobre
la que redactó una interesante relación, publicada en 1881.
Príncipe Tomás Alberto de Saboya, duque de Génova
En junio de 1886 Tomás de Saboya representó al rey Humberto I de Italia en la exequias
del rey Luis II de Baviera. El 6 de octubre de 1886 Isabel, duquesa de Génova llegó con
su marido a Nymphenburg, para pasar una temporada con la infanta Paz y el príncipe Luis
Fernando de Baviera. Llegaba de Sajonia, de la boda de la princesa María Josefa con el
104
archiduque Otón de Austria . El mes de octubre del año siguiente, la Duquesa de Génova
volvió a visitar Nymphenburg. El 18 de ese mes viajó con la infanta Paz a Italia. Se
separaron en Verona. El año siguiente el duque de Génova estuvo en Barcelona, de donde
volvió entusiasmado según escribió su hermana, la reina Margarita de Italia, a la Infanta
Paz212 . El duque estuvo en el Savoia, el barco en el que el martes 20 de octubre de 1896
entraron en el puerto de Bari los príncipes Víctor Manuel de Saboya y Elena de
Montenegro. En la Real Basílica Palatina de San Nicolás, Elena hizo la profesión de fé
católica, prescrita por el Concilio de Florencia. Los testigos fueron, por Italia, el propio
duque de Génova, como hermano de la reina Margarita y representando al rey Humberto
I, el príncipe de Nápoles, el guardasellos, señor Costa, y el ministro plenipotenciario de
Italia en Cetiñe, marqués de Catelbianco; y por Montenegro, el voivoda Vukovich,
ministro de Asuntos Exteriores, y el conde Veinovich, secretario del príncipe Nicolás de
Montenegro. Luego, tanto el duque como la duquesa de Génova y el príncipe Fernando
participaron en la solemne entrada de Elena a Roma, antes de su matrimonio 213 .
El 29 de julio de 1900 la mano del anarquista Bresci asesinó en Monza al rey Humberto I
de Italia. Una de las primeras cosas que hizo entonces su mujer la reina Margarita, fue
enviar un mensaje urgente a su hermano Tomás, duque de Génova, comandante entonces
de la flota anclada en el puerto de Santo Stefano, en el Argentario: “Umberto assassinato.
Non ho forza di aggiungere altro. Ti prego andare incontro a Vittorio e annunciargli
notizia”214 . Tomás fue al encuentro de Víctor Manuel de Saboya con la nave “Lepanto”
para anunciarle la terrible noticia del asesinato de su padre.
En 1901 el Duque de Génova se convirtió en almirante y comandó la escuara que recaló
en Toulon para confirmar el acercamiento a Francia y el decaimiento de cualquier
hostilidad hacia la república por parte de la Triple Alianza. Curiosamente, el 17 de mayo
de 1902 el Duque de Génova asistió al acto de jura de Alfonso XIII como rey de España,
el trono que hubiera podido ocupar él en otras circunstancias. La ceremonia tuvo lugar en
el Congreso de los Diputados 215 .
En 1912 representó al Rey de Italia en las exequias del príncipe regente Luitpold de
Baviera. Víctor Manuel III le nombró, del 25 de mayo de 1915 al 6 de julio de 1919
Lugarteniente General del Reino para asuntos de ordinaria administración y actos de
carácter urgente.
Años después, en 1923, los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia hicieron una visita a
Italia. El 16 de noviembre partieron de Valencia en el acorazado Jaime I, dándole escolta
los cruceros Alfonso XIII y Victoria Eugenia, tres cazatorpederos y tres submarinos. Al
día siguiente de iniciar la navegación con rumbo a La Spezia, partió de la gran base naval
italiana una escuadra mandada precisamente por el almirante Tomás de Saboya, duque de
Génova, para saludar en alta mar y ofrecer escolta de honor a los reyes de España. La
212
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 163, Madrid, 1935.
213
Siccardi, Cristina. Elena, la Regina mai dimenticata. Paoline Editoriale Libri, pp. 56, 58 y 60, Milano,
1996.
214
Bracalini, Romano. Vittorio Emanuele III, il re "vittorioso". Arnaldo Mondadori Ed., pp. 7-8, Milano,
1987.
215
Otros príncipes extranjeros asistentes al acto fueron: el príncipe Federico Guillermo de Prusia, el
archiduque Carlos Esteban de Austria, el gran duque Vladimiro de Rusia, el duque de Connaught, el
príncipe Christian Carlos de Dinamarca, el príncipe Nicolás de Grecia, el duque de Oporto, el príncipe
Mirza Riza Kahn de Persia, el príncipe Maha Vajiravudh de Siam, el príncipe Eugenio de Suecia, el
príncipe heredero de Mónaco y el duque de Calabria. (Cortés Cavanillas, J. María Cristina de Austria,
Reina Regente de España de 1885 a 1902. Ed. Juventud, 2ª ed., pp. 151-152, Barcelona, 1980. Y:
Romanones, Conde de. Doña María Cristina de Habsburgo Lorena. La discreta Regente de España.
Espasa-Calpe, 21ª ed., p. 174, Madrid, 1934.)
105
flota se componía de los acorazados Cavour, Cesare, Duillo y Doria, dos escuadrillas de
cazatorpederos, otras dos de torpederos, dos de submarinos y una de “15M”. Al encontrar
a la escuadra española, encabezada por el Jaime I, los acorazados italianos izaron la
bandera española, disparando cada barco veintiún cañonazos y tocando las bandas de la
Marina la Marcha Real216 .
Isabel de Baviera, duquesa de Génova, era prima hermana de la infanta Eulalia, hermana
de Paz. Por eso las relaciones de Eulalia con la Corte italiana se estrecharon rápidamente
por ser el Duque de Génova hermano de la reina Margarita de Italia. Como parienta
cercana, Eulalia fue invitada a pasar una temporada en el castillo de Aglié y cuando su
primo Tomás de Saboya-Génova fue designado almirante jefe del Arsenal de Venecia, fue
con él y con la Duquesa de Génova a habitar el palacio real de la histórica ciudad
adriática 217 . Como tales parientes, los Duques de Génova fueron invitados a la boda, en
1906, del rey Alfonso XIII y de la reina Victoria Eugenia 218 . Los Génova eran no solo
primos sino muy amigos de la infanta Eulalia y visitaban Munich constantemente.
También la infanta Paz y su familia estuvieron en Aglié en 1922 al regresar del Congreso
Eucarístico en Roma. Llegaron a Turín en tren y allí los Génova les llevaron en su auto al
castillo. Regresaron a Munich el 21 de junio. El año siguiente Luis Fernando y Paz
pasaron también bellos días en el castillo de Aglié con sus cuñados los duques de
Génova 219 .
Como otros miembros de la Casa Real italiana, Tomás de Saboya-Génova quedó
consternado por el atentado que estuvo a punto de sufrir Benito Mussolini en 1925 y, al
mismo tiempo, se alegró de que no tuviera éxito. Tomás le escribió el siguiente telegrama
publicado en el Corriere della Sera el 7 de noviembre de 1925: “Prego V.E. voler
accogliere le mie sincere espressioni di giubilo per scoperta indegne persone che
volevano attentare contro E.V. che ha ridato l’Italia agli italiani”. Su hijo el príncipe
Filiberto de Saboya-Génova, por su parte, envió el siguiente telegrama: “Invio a V.E. le
mie più vive felicitación per lo scampato pericolo che indegne persone nemiche della
Patria avevano ordito contro chi la Patria ha salvato e tiene alta di fronte al mondo”220 .
El 1 de enero de 1890 el rey Humberto I de Italia firmó un Real Decreto sobre Títulos y
Armas de la Familia Real, refrendado por Crispi, en el que, como del resto de los
príncipes de Saboya, se ocupó también de los Saboya-Génova. En el art. 23 de ese decreto
se establecía: “Alla attuale linea di Savoia Genova il re concede la spezzatura di una
bordura composta di argento e di rosso”. Además una disposición transitoria establecía,
el art. 55, decía que “Per un tratto di singolare benevolenza S.M. il Re concede che:
S.A.R. il Principe Reale Amedeo di Savoia duca di Aosta, con la Sua consorte S.A.R. la
Principessa Reale Letizia Napoleone e S.A.R. la Principessa Reale Elisabetta di Sassonia,
duchessa vedova di Genova; S.A.R. il Principe Reale Tomaso di Savoia duca di Genova,
colla sua consorte S.A.R. la Principessa Reale Isabella di Baviera; continuino ad usare,
personalmente, lo scudo dell’arme di Savoia”. Por último, en el art. 56 el monarca
italiano añadía : “Secondo il prescritto delle suddette RR. Lettere Patenti il principe
primogenito nascituro di S.A.R. il duca dell Puglie ed il principe primogenito di S.A.R. il
216
Cortés Cavanillas, Julián. Alfonso XIII, vida, confesiones y muerte. 1ª ed., p. 140, Madrid, 1966.
Memorias de Doña Eulalia de Borbón, Infanta de España (1864-1931). Ed. Juventud, p. 63, 4ª ed.,
Barcelona, 1954.
218
Vallotton, Henry. Alfonso XIII. Ed. Tesoro, 2ª ed., p. 53, Madrid, 1945.
219
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 323, Madrid, 1935.
220
Bracalini, Romano. Vittorio Emanuele III, il re "vittorioso". Arnaldo Mondadori Ed., p. 200, Milano,
1987.
217
106
principe reale Tomaso di Savoia duca di Genova, godranno personalmente, del
trattamento di Altezze Reali.”221
El príncipe Fabrizio Massimo Brancaccio, nieto de la princesa Adelaida de SaboyaGénova, me contó que su abuela y sus hermanos fueron educados juntos a los hijos del
rey Víctor Manuel III de Italia, en el palacio del Quirinale, debido a la prematura muerte
de sus padres, Tomás Alberto e Isabel, duques de Génova.
Tomás de Saboya, duque de Génova era:
•
•
Nieto paterno del rey Carlos Alberto I de Cerdeña y de María Teresa de HabsburgoLorena, archiduquesa de Austria, princesa de Toscana.
Nieto materno del rey Juan I de Sajonia222 y de la princesa Amelia de Baviera.
Padres de:
III.a. S.A.R. Príncipe Fernando Alberto Humberto Felipe Adalberto de SaboyaGénova, III duque de Génova desde 1931, nacido en Turín el 21 de abril de 1884 y
fallecido en Bordighera el 24 de junio de 1963, creado príncipe de Udine
(primogenitura) el 22 de septiembre de 1904, almirante de escuadra de la Armada
Italiana, caballero de la Suprema Orden de la Santísima Anunciación, caballero de
la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro, caballero de la Orden de la Corona de
Italia, caballero de la Orden del Águila Negra, caballero de la Orden de San
Huberto, bailío gran cruz de honor y devoción de la Soberana Orden Militar de
Malta. En 1901 entró en la Academia Naval, de la que salió en 1904 como
guardiamarina. Tomó parte en la guerra ítalo-turca y, al estallar la guerra ítaloaustríaca era teniente de navío, comandante de una torpedera. Al finalizar la guerra,
en la que ganó dos medallas de plata, fue promovido al grado de capitán de navío
por méritos extraordinarios. En mayo de 1917 fue jefe de una misión en los Estados
Unidos e hizo una gran labor de propaganda. Más tarde, al haber conseguido ocupar
la Isla Cursolari, antes del Armisticio, atravesando con su explorador Sparviero
zonas singularmente peligrosas, logró que se le confiriera la Orden Militar de
Saboya. En 1927 fue ascendido a contralmirante y en 1934 a almirante 223 . Fue
senador del reino de Italia 224 .
Casado en Turín el 28 de febrero de 1938 con la condesa María Luigia Alliaga
Gandolfi, de los condes de Ricaldone , nacida en Fossano el 11 de octubre de 1899
y fallecida en Turín el 19 de julio de 1986, dama gran cruz de honor y devoción de
la Soberana Orden Militar de Malta, hija de Carlo Alliaga Gandolfi, X conde de
Ricaldone, V conde de Borghetto, Montegrosso y Pornassio, títulos reconocidos por
Decreto Ministerial del 25 de mayo de 1890, nacido en Turín el 15 de septiembre de
1851 y fallecido en San Mauricio el 15 de septiembre de 1920, y de Emma Teresa
Luigia Cavalli, nacida en Terni el 5 de mayo de 1862, con quien casó en Milán el
19 de octubre de 1884.
221
Spreti, Marchese Vittorio. Enciclopedia Storico-Nobiliare Italiana (promossa e diretta dal). Famiglie
nobili e titolate viventi riconosciute dal Rº Governo d’Italia compresi: città, comunità, mense vescovili,
abazie, parrocchie ed enti nobili e titolati riconosciuti. Vol. I, p. 266, Arnaldo Forni Editore.
222
El rey Juan Nepomuceno de Sajonia era un hombre cultísimo, traductor del Dante al alemán.
223
Chiaserotti, Gian Luigi. I Savoia nel millenario del Casato. Edizioni Italia Nuova, pp. 55-56, Roma,
1984.
224
Badts de Cugnac, Chantal de; Coutant de Saisseval, Guy. Le petit Gotha. Collection le Petit Gotha, p.
470, Paris, 1993.
107
•
•
Nieta paterna de Camillo Alliaga Gandolfi, IX conde de Ricaldone, IV conde de
Borghetto, Montegrosso y Pornassio, mayor de artillería del Real Ejército Sardo,
nacido en Turín el 18 de julio de 1812, fallecido en la misma ciudad el 2 de febrero
de 1873, y de su segunda esposa Ernestina Avogadro Lascaris, hija del caballero
Agostino Avogadro Lascaris, de los condes de Valdengo, y de Cristina Baudi, de
los condes de Selve, con quien casó en Maglione, Ivrea, el 22 de octubre de 1849.
Nieta materna del general Francesco Cavalli y de Alina Casati.
III.b. S.A.R. Príncipe Filiberto Ludovico Maximiliano Manuel María de SaboyaGénova, IV duque de Génova desde 24 de junio de 1963, nacido en Turín el 10 de
marzo de 1895 y fallecido en Lausanne el 7 de septiembre de 1990, creado duque
de Pistoia (ad personam) el 22 de septiembre de 1904, general del ejército italiano,
senador del reino de Italia, caballero de la Suprema Orden de la Santísima
Anunciación, caballero de la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro, caballero de la
Orden de la Corona de Italia, caballero de la Orden de San Huberto, caballero de la
Orden del Águila Negra, caballero de la Orden de los Serafines, bailío gran cruz de
honor y devoción con cruz de profesión de la Soberana Orden Militar de Malta,
bailío gran cruz de justicia de la Orden Constantiniana de San Jorge.
Al salir en 1915 de la Escuela Militar de Módena, con el grado de subteniente,
participó en la Primera Guerra Mundial en el regimiento “Nizza-Cavalleria”. A
petición suya pasó pronto a las ametralladoras ganando una Medalla de Bronce.
Regresó, después de la guerra, a la caballería y en 1929 fue ascendido a coronel. En
1934 fue promovido a general de brigada de infantería, comandando la Brigada de
Bolzano (división Brennero).
En 1931 asistió a la boda en Asís de la princesa Juana de Saboya, hija del rey Víctor
Manuel III de Italia, con el rey Boris III de los Búlgaros. En aquella ocasión la
duquesa iba “elegantísima con un abrigo de terciopelo gris pálido sobre un vestido
verde claro”225 . En el cortejo real de esa boda, iba la duquesa de Pistoia del brazo
del conde de Turín y la princesa Catalina de Grecia del brazo del duque de
Pistoia 226 .
En octubre de 1935, el duque de Pistoia fue enviado a Etiopía, a la que Italia había
declarado la guerra. Desde el 1 de febrero de 1936, como general de división,
estuvo al mando de la división de camisas negras “XXIII marzo” 227 , mereciendo la
Medalla de Plata al Valor Militar y la cruz de la Orden Militar de Saboya.
Años más tarde, uno de los dos príncipes en que pensó Víctor Manuel III de Italia
para ocupar el trono de Croacia fue precisamente el duque de Pistoia. El 30 de abril
de 1941 el monarca dijo a Ciano: “Se fosse statu in Italia avrebbe senza meno
designado il duca d’Aosta: nelle contingenze attuali non rimane che scegliere tra il
duca di Spoleto e il duca di Pistoia ”228 . El príncipe Aimone de Saboya-Aosta,
duque de Spoleto, fue finalmente el elegido. A fines de la Segunda Guerra Mundial,
después del famoso 8 de septiembre, el duque de Pistoia se refugió en Suiza, donde
también fueron a parar la princesa María José con sus cuatro hijos, el conde de
Turín, el duque de Bérgamo, y la princesa Yolanda de Saboya, condesa Calvi di
Bergolo, con su marido229 .
225
Fortini, Arnaldo. Le nozze regali di Assisi. (Cronaca contemporanea scelta e raccolta dal podestà).
Edizioni Fratelli Treves, p. 268, Milano-Roma, 1931.
226
Fortini, Arnaldo. Le nozze regali di Assisi. (Cronaca contemporanea scelta e raccolta dal podestà).
Edizioni Fratelli Treves, p. 300, Milano-Roma, 1931.
227
Bertoldi, Silvio. Aosta. Gli altri Savoia. Rizzoli, prima edizione, p. 195, Milano, 1987.
228
Bertoldi, Silvio. Aosta. Gli altri Savoia. Rizzoli, prima edizione, p. 256, Milano, 1987.
229
Bertoldi, Silvio. Aosta. Gli altri Savoia. Rizzoli, prima edizione, p. 234, Milano, 1987.
108
Casado en Turín el 30 de abril de 1928 con S.A.Sª la princesa y duquesa Lydia
Hedwig Eléonore Charlotte Marie Melchiorre Antoinette Joséphine de
Arenberg , nacida en Bruselas el 1 de abril de 1905 y fallecida en Lausanne el 23 de
julio de 1977, dama de la Cruz Estrellada, dama gran cruz de honor y devoción de
la Soberana Orden Militar de Malta, dama gran cruz de justicia de la Orden
Constantiniana de San Jorge, hija de Engelbert Prosper Ernst Maria Joseph Jules
Baltasar Benoit Antoine Eleonore Laurent de Arenberg, IX duque de Arenberg, XV
duque de Aerschot y Croy, IV duque de Meppen, IV príncipe de Recklinghausen,
conde de Mark, nacido en Bürglstein bei Salzburg el 10 de agosto de 1872 y
fallecido en Lausanne el 15 de enero de 1949, y de la princesa Hedwige de Ligne,
nacida en París el 4 de mayo de 1877 y fallecida en Neuilly-sur-Seine el 22 de
septiembre de 1938, con quien casó en Bruselas el 14 de octubre de 1897.
•
•
Nieta paterna de Engelbert Auguste Antoine Joseph Léon Wenceslaus Baltasar
Épiphanie Léonard Maxime Ghislain de Arenberg, VIII duque de Arenberg, nacido
en Bruselas el 11 de mayo de 1824 y fallecido en el castillo de Heverlé el 28 de
marzo de 1875, y de la princesa y duquesa Eleonore de Arenberg, nacida en Viena
el 19 de febrero de 1845 y fallecida en Montreux el 28 de noviembre de 1919, con
quien casó en Viena el 27 de mayo de 1868.
Nieta materna del príncipe Charles de Ligne, nacido en 1837 y fallecido en 1914, y
de Charlotte de Gontaut Biron, nacida en 1852 y fallecida en 1933, con quien casó
en 1876.
III.c. S.A.R. Princesa María Bona Margarita Albertina Victoria de SaboyaGénova, nacida en el castillo de Aglié 230 , Piamonte, el 1 de agosto de 1896 y
fallecida en Roma el 2 de febrero de 1971, dama de honor y devoción de la
Soberana Orden Militar de Malta, dama de la Cruz Estrellada, dama de las órdenes
bávaras de Teresa y de Santa Isabel. Cuando niña, Bona estuvo varias veces en
Nymphenburg con el príncipe Luis Fernando de Baviera y su familia. Así lo explicó
el príncipe Adalberto de Baviera231 .
230
El castillo de Aglié fue propiedad de literato conde Filippo d’Aglié que transformó en palacio el viejo
castillo fotificado del s. XII. Lo adquirió en el s. XVIII Carlos Manuel III de Saboya a Giuseppe San
Martino d’Aglié para incrementar las posesiones de su tercer hijo Benedetto Mauricio de Saboya, duque
del Chiablese, que recibió el castillo, recién restaurado, en 1775. Es un edificio de unas trescientas
estancias, que a inicios del s. XIX, en 1825, fue elegida como residencia por el rey Carlos Félix de
Cerdeña, que la hizo arreglar y redecorar. Hay un gran salón de baile, pintado al fresco y adornado con
estucos. Los jardines son a la inglesa y a la italiana, con un gran parque con árboles centenarios y una
bella fuente. En 1849 se convirtió en propiedad del príncipe Fernando de Saboya, duque de Génova, a
cuya muerte, su viuda la princesa Isabel de Sajonia, duquesa de Génova, hizo algunas modificaciones.
Fue vendido por los duques de Génova al Estado en 1939, pero antes organizaron una gran subasta que
privó al castillo de muchos de los objetos decorativos originales. En 1955 se iniciaron labores de
restauración, convirtiéndose en museo. (Affenita, Giacomo. Residenze Reali. Collezionismo Sabaudo.
Editurist, Torino, 3ª edizione)
231
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 314, Madrid, 1935.
109
Princesa Bona de Saboya-Génova y su marido el príncipe Conrado de Baviera
Casada en el castillo de Aglié, Piamonte, el 8 de enero de 1921 con S.A.R. el
príncipe Conrado Luitpoldo Francisco José María de Baviera, nacido en Munich
el 22 de noviembre de 1883 y fallecido en Hinterstein el 6 de septiembre de 1969,
mayor del ejército bávaro, caballero de la Suprema Orden de la Santísima
Anunciación, caballero de la Orden de San Huberto, gran prior de la Orden bávara
de San Jorge, caballero de la Orden del Águila Negra de Prusia, caballero de la
Orden austríaca del Toisón de Oro, caballero novicio de la Orden de Montesa desde
11 de enero de 1906, hijo del príncipe de Leopoldo Maximiliano José María
Arnulfo de Baviera, nacido en Munich el 9 de febrero de 1846 y fallecido en la
misma ciudad el 28 de septiembre de 1930, y de la archiduquesa Gisela Luisa
María de Austria, nacida en Laxenburg el 12 de julio de 1856 y fallecida en Munich
el 27 de julio de 1932, con quien casó en Viena el 20 de abril de 1873.
En la boda de la princesa Bona de Saboya-Génova con el príncipe Conrado estuvo
la princesa Pilar de Baviera. Pero el momento histórico de interés se produjo
cuando se encontraron el mariscal general y comandante de las fuerzas en el frente
occidental, príncipe Leopoldo de Baviera, con el rey Víctor Manuel III de Italia 232 .
A pesar de la guerra entre Italia y Alemania, las relaciones entre los Baviera y los
Génova seguían exactamente iguales. De hecho, los duques de Génova visitaron a
fines de 1921 a la infanta Paz y su familia. Al partir, los Génovas se llevaron la
promesa de la infanta Paz de que los visitaría pronto en el castillo de Aglié, ya que
ella deseaba viajar en 1922 a Roma con ocasión del Congreso Eucarístico233 . En
efecto la infanta Paz estuvo en Roma en esa ocasión. Al terminarla sesiones del
congreso, decidió visitar a la reina madre Margarita, con quien siempre había
mantenido correspondencia, interrumpida por la guerra. Paz juzgaba muy reciente
la guerra para visitar al Rey, especialmente por hallarse el príncipe Adalberto de
Baviera en su compañía. Se rió la Reina y recordó que desde entonces ya se había
232
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 314, Madrid, 1935.
233
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 316, Madrid, 1935.
110
casado Conrado con Bona. Se puso al instante en comunicación con Víctor Manuel
III y le anunció la visita de Paz y su familia 234 .
Príncipe Conrado de Baviera
•
•
Nieto paterno del príncipe Luitpoldo Carlos José Guillermo Luis de Baviera,
príncipe regente de Baviera de 1886 a 1912, nacido en Würzburg el 12 de marzo de
1821 y fallecido en Munich el 12 de diciembre de 1912, y de la archiduquesa
Augusta de Austria, princesa de Toscana, nacida en Florencia el 1 de abril de 1825
y fallecida en Munich el 26 de abril de 1864, con quien casó en Florencia el 15 de
abril de 1844.
Nieto materno del emperador Francisco José Carlos de Austria, que ascendió al
trono el 2 de diciembre de 1848, nacido en Schönbrunn el 18 de agosto de 1830 y
fallecido en el mismo lugar el 21 de noviembre de 1916, y de la duquesa Isabel en
Baviera, nacida en Munich el 24 de diciembre de 1837 y fallecida asesinada en
Ginebra el 10 de septiembre de 1898, con quien casó en Viena el 24 de abril de
1854.
Castillo de Aglié
234
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 319, Madrid, 1935.
111
Padres de:
IV.a. S.A.R. Princesa Amalia Isabel María Gisela Margarita de Baviera,
nacida en Munich el 15 de diciembre de 1921 y fallecida en Milán el 28 de
marzo de 1985. Casada en Lugano el 25 de agosto de 1949 con Umberto
Poletti, luego –hacia 1960/1961- Umberto Poletti Galimberti de
Assandri, nacido en Milán el 21 de junio de 1921 y fallecido en la misma
ciudad el 18 de febrero de 1995, hijo de Luciano Poletti y de Adriana
Galimberti.
Dos imágenes de la princesa Amalia de Baviera
Padres de:
V.a. Conde Carlo Tommaso Guillermo Poletti, luego Carlo
Tommaso Guillermo Poletti-Galimberti di Assandri di Baviera,
nacido en Puerto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil, el 9 de junio de
1950. Casado en Milán el 14 de abril de 1988 con la Nob. Loredana
Biffi, nacida en 1957. Padres de:
VI.a. Tommaso-Eugenio de Baviera Poletti Galimberti di
Assandri, nacido en Milán el 10 de abril de 1989.
VI.b. Isabella-Amalia de Baviera Poletti Galimberti di
Assandri, nacida en 1991.
IV.b. S.A.R. Príncipe Eugenio Leopoldo Adelaida Tomás María de
Baviera, caballero de la Orden de San Huberto y gran prior de la Orden de
San Jorge, nacido en Munich el 16 de julio de 1925 y fallecido en Grasse,
Francia, el 1 de enero de 1997. El príncipe Fabricio Massimo Brancaccio
me contó que para el sesenta cumpleaños del príncipe Eugenio se
organizaron unas fiestas en el castillo de Neuschwanstein y alrededores, a
las que asistió entre otros la reina Doña Sofía de España.
Casado civilmente en Munich el 16 de noviembre de 1970 y religiosamente
en Innsbruck el 21 de noviembre siguiente, con la condesa Helene Maria
Anna Franziska von Khevenhüller-Metsch, nacida en Viena el 4 de abril
112
de 1921, hija de Franz Eduard Joseph Adam Othmar Leopold Hubertus
Maria, VIII Príncipe von Khevenhüller-Metsch, nacido en Viena el 3 de
diciembre de 1889 y fallecido en Niederosterwitz el 31 de enero de 1977, y
de la princesa Anna zu Fürstenberg, nacida en Lána el 19 de marzo de 1894
y fallecida en Freiburg el 19 de agosto de 1928, con quien había casado en
Heiligenberg el 16 de agosto de 1913. La condesa Helene había contraído
primeras nupcias, en St. Georg am Lingsee el 14 de agosto de 1953 y
religiosamente en Hochosterwitz el 15 de agosto siguiente, con el príncipe
Constantino de Baviera, nacido en Munich el 15 de agosto de 1920 y
fallecido en Hechingen el 30 de julio de 1969. Sin descendencia.
Recuerdo y oración por la muerte del Príncipe Eugenio de Baviera
Helene von Khevenhüller-Metsch, princesa de Baviera, era:
•
•
Nieta paterna de Alfred Kart Felix Franz Leopold Othmar Maria von
Khevenhüller-Metsch, nacido en Budapest el 25 de julio de 1852 y
fallecido en Osterwitz el 23 de diciembre de 1911, y dela condesa Melanie
Erdödy von Monoyorókerék u. Monoszló, nacida en Viena el 3 de mayo de
1861 y fallecida en el Schloss Nieder-Osterwitz el 7 de mayo de 1954.
Nieta materna del príncipe Maximilian Egon II Christian Carl Aloys Emil
Leo Richard Anton zu Fürstenberg, nacido en Lána el 13 de octubre de
1863 y fallecido en Heiligenberg el 11 de agosto de 1941, y de la condesa
Irma von Schönborn-Buccheim, nacida en Viena el 19 de mayo de 1867 y
fallecida en Heiligenberg el 10 de octubre de 1948.
III.d. S.A.R. Príncipe Adalberto Luitpoldo Elena José María de Saboya-Génova,
nacido en Turín el 19 de marzo de 1898 y fallecido en la misma ciudad el 15 de
diciembre de 1982. A su bautizo el Regente de Baviera, príncipe Luitpoldo, envió
en su representación al príncipe Luis Fernando de Baviera. El nombre de Adalberto
se le puso por su abuelo el príncipe Adalberto, esposo de la infanta Amalia. El
padrino de bautismo fue el príncipe Regente de Baviera. Dominaba entonces en
Italia una situación tirante. El rey Humberto I y la reina Margarita fueron al bautizo,
así como los duques de Aosta, y de los Abruzos, -hijos del que fuera rey Amadeo I
de España. Todos habitaban en el castillo. El palacio ducal de los Génova en Turín
era una parte del castillo real.
113
Fue creado duque de Bergamo (ad personam) el 22 de septiembre de 1904, general
del ejército italiano, senador del reino de Italia, caballero de honor y devoción de la
Soberana Orden Militar de Malta, caballero de la Suprema Orden de la Santísima
Anunciación, caballero de la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro, caballero de la
Orden de la Corona de Italia, caballero de la Orden de San Huberto, caballero de la
Orden del Águila Negra.
Siendo desde 1916 subteniente de caballería, tomó parte en la Primera Guerra
Mundial en el regimiento de lanceros de Novara. En agosto de 1917 se inscribió,
por voluntad propia, en los cursos de ametralladoras y fue con el contingente de
octubre a Montello y en febrero de 1918 a Val Lagarina. Como coronel, el príncipe
Adalberto comandó el regimiento “Savoia -Cavalleria”. El 10 de marzo de 1934 fue
ascendido a general de brigada. En 1935, el duque de Bérgamo fue enviado a
Etiopía, a la que Italia había declarado la guerra. Fue allí, desde el 20 de septiembre
de 1935, vice-comandante de la división de infantería del “Gran Sasso” 235 . El 15 de
febrero de 1936 ascendió a general de división y comandante de la división de
infantería antedicha. Se le condecoró con la Medalla de Plata y con la Medalla de
Bronce al Valor Militar.
En la Segunda Guerra Mundial fue general de cuerpo de ejército y en 1946, después
del referéndum institucional que abolió el régimen monárquico en Italia, salió
voluntariamente al exilio, a Lugano. Cinco años más tarde volvió a Turín, donde,
con su hermano Filiberto, se alojó en un hotel, llevando una vida de pensionado.
Con el cierre de ese hotel fue huésped de amigos en una villa de las colinas
turinesas236 .
Adalberto cumplió, como otros miembros de la Casa Real las funciones
representativas correspondientes mientras Italia disfrutó de monarquía. Así, por
ejemplo, se halló presente el 17 de octubre de 1924 en el 75 aniversario de la
muerte del rey Carlos Alberto de Cerdeña. Con ese motivo se organizó un congreso
histórico en la Mole Antonelliana a cuya inauguración fue el rey Víctor Manuel III
acompañado por el duque de Aosta y el propio duque de Bérgamo237 . Fue también
el duque de Bérgamo quien representó al monarca italiano en los funerales del
político Giolitti, que había sido ministro y jefe de gobierno. En 1931 asistió a la
boda en Asís de la princesa Juana de Saboya con el rey Boris III de los Búlgaros 238 .
En el cortejo real de esa boda, iba la princesa Elena de Rusia del brazo del duque de
Bergamo239 . Más tarde, el 28 de abril de 1938, el príncipe Adalberto de SaboyaGénova, duque de Bérgamo, ostentó la representación del rey de Italia en Tirana en
la ceremonia matrimonial del rey Zog de los Albaneses con la condesa Geraldine
Apponyi. Fue solamente de carácter civil, dada la diferencia de religiones: católica
ella y musulmán el novio.
A pesar de todo ello, el rey Víctor Manuel III no tenía al duque de Bérgamo ni al de
Pistoia, sue hermano, en alto concepto. Cuando Italia entró en la Segunda Guerra
Mundial, dijo un día al conde Ciano que esperaba que a su hijo Humberto se le
diera el mando de alguna unidad y añadió: “Hanno un comando quei due imbecilli
235
Bertoldi, Silvio. Aosta. Gli altri Savoia. Rizzoli, prima edizione, p. 195, Milano, 1987.
Chiaserotti, Gian Luigi. I Savoia nel millenario del Casato. Edizioni Italia Nuova, p. 57, Roma, 1984.
237
Bracalini, Romano. Vittorio Emanuele III, il re "vittorioso". Arnaldo Mondadori Ed., p. 187, Milano,
1987.
238
Fortini, Arnaldo. Le nozze regali di Assisi. (Cronaca contemporanea scelta e raccolta dal podestà).
Edizioni Fratelli Treves, p. 268, Milano-Roma, 1931.
239
Fortini, Arnaldo. Le nozze regali di Assisi. (Cronaca contemporanea scelta e raccolta dal podestà).
Edizioni Fratelli Treves, p. 300, Milano-Roma, 1931.
236
114
di Bergamo e di Pistoia, può bene averlo mio figlio, la cui testa vale quella del
Duca d’Aosta.”240
A fines de la Segunda Guerra Mundial, después del famoso 8 de septiembre, el
duque de Bérgamo se refugió en Suiza, donde también fueron a parar la princesa
María José con sus cuatro hijos, el conde de Turín, el duque de Pistoia, y la princesa
Yolanda de Saboya, condesa Calvi di Bergolo, con su marido241 .
III.e. S.A.R. Princesa María Adelaida Victoria Amelia Isabel María de SaboyaGénova, nacida en Turín el 25 de abril de 1904 y fallecida en Roma el 2 de agosto
de 1979, dama de honor y devoción de la Soberana Orden Militar de Malta, dama
gran cruz de justicia de la Sagrada y Militar Orden Constantiniana de San Jorge.
Como todas la princesas saboyanas se prodigó en hacer el bien, en asistir a
enfermos e intervenir en obras de beneficencia. Además, fue presidenta honoraria
del Círculo de Cultura y de Educación Política llamado “Rex”, con sede en Roma.
Casada 242 en la tenuta de San Rossore, cerca de Pisa, el 15 de julio de 1935 con el
príncipe don Leone Enrico Giuseppe Siegfried Lelio Massimo, príncipe y barón
romano, V príncipe de Arsoli, II duque de Anticoli Corrado tras la renuncia de su
tío don Fabricio, confirmado el 14 de abril de 1904, marqués de Roccasecca dei
Volsci, barón de Pisterzo, señor de Intrafumara, patricio romano coinscrito desde
1943, noble de Tivoli y noble de Velletri, superintendente general de los Correos
Pontificios y consejero de Estado de la Ciudad del Vaticano, caballero gran cruz de
la Orden de San Gregorio Magno, bailío gran cruz de justicia de la Sagrada y
Militar Orden Constantiniana de San Jorge, caballero de honor y devoción de la
Soberana Orden Militar de Malta, doctor en Filosofía, nacido en Roma el 25 de
enero de 1896 y fallecido en la misma ciudad el 4 de mayo de 1979, hijo de don
Camillo Francesco Massimo, príncipe y barón romano, IV príncipe de Arsoli, señor
de Arsoli y de Intrafiumara, patricio romano, noble de Tivoli y de Velletri,
superintendente general de los Correos Pontificios , teniente de infantería,
chambelán de capa y espada de Su Santidad el Papa, caballero de honor y devoción
de la Soberana Orden Militar de Malta, gran cruz de justicia de la Sagrada y Militar
Orden Constantiniana de San Jorge, con collar, nacido en Roma el 17 de septiembre
de 1865 y fallecido en Arsoli el 16 de enero de 1943, y de donna Maria Eleonora
Vittor ia Brancaccio, de los príncipes de Triggiano, nacida en Roma el 19 de febrero
de 1875 y fallecida en la misma ciudad el 24 de septiembre de 1943.
240
Bertoldi, Silvio. Aosta. Gli altri Savoia. Rizzoli, prima edizione, p. 159, Milano, 1987. El rey
expresaba así, por un lado desprecio por sus augustos parientes Bérgamo y Pistoia, y por otro cierta
envidia hacia el duque de Aosta, cuya fama militar adquirió con el tiemp o visos de heroicidad.
241
Bertoldi, Silvio. Aosta. Gli altri Savoia. Rizzoli, prima edizione, p. 234, Milano, 1987.
242
Su nieto el príncipe Fabrizio Massimo Brancaccio me contó que la boda se celebró en esa residencia
toscana del rey de Italia y no en el castillo de Aglié, de los Saboya-Génova, debido a la gran cercanía de
esa rama con los reyes y a que los hermanos Saboya-Génova fueron educados en el Quirinale debido a la
muerte de sus padres. Uno de los testigos de esa boda fue el propio príncipe Humberto de Saboya, luego
rey Humberto II de Italia. (Agradezco estos datos al príncipe Fabrizio Massimo Brancaccio)
115
Palazzo Massimo, Roma
LOS MASSIMO
Los Massimo son una de las más antiguas familias romanas, que la tradición hace descender
de Fabius Maximus. Desde el año 1012 se encuentra el nombre de Massimo en
inscripciones de las que una se puede ver aún en la iglesia de San Alessio en el Monte
Aventino. Se lee allí el epitafio de Leone Massimo, fallecido el 23 de abril de 1012. La
filiación probada se remonta al siglo XV. Angelo Massimo, señor de Intrafiumara (14911550) tuvo dos hijos: Fabrizio y Tiberio. La línea descendiente de éste último llevó los
títulos de duque de Rignano y de Calcata, y se extinguió con Emilio Massimo fallecido el 16
de mayo de 1907, esposo de Teresa Doria-Pamphilli-Landi, de los príncipes de Torriglia,
pasando sus títulos a la familia Colonna por el matrimonio en 1884 de su hija María
Massimo, duquesa de Rignano y de Calcata, con Prospero Colonna, príncipe de Sonnino. La
línea primogénita, descendiente de Fabrizio Massimo (1536-1633) lleva los títulos de señor
de Arsoli (1574), señor de Intrafiumara (1580). Adquirieron las posesiones de los Savelli
Palombara, como consecuencia del matrimonio en 1765 de Camillo Francesco Massimo con
Barbara Savelli Palombara. Son príncipes romanos todos sus descendientes desde el 27 de
junio de 1826, príncipes de Arsoli en la provincia de Roma, desde 1826. Adquirie ron
Roviano y el ducado de Anticoli-Corrado, en la provincia de Roma, por cesión de la casa
Colonna-Sciarra, el 3 de julio de 1872. Sus armas son: Partido: 1º, fajado de azur y plata con
una banda brochante sobre el todo; 2º, de plata, media cruz de azur, cargada de ocho
escusones de plata y cantonada de cuatro leones de gules, armados, “lampassés ” y
coronados de oro. Cimera : un león naciente de oro. Lambrequines de plata y gules.
Soportes: dos leones. Divisa: Cunctando restituit.243
El príncipe don Leone Massimo era:
243
Araujo Affonso, Domingos de; Cuny, Hubert; Konarski, Simon; Mestas, Alberto de; Pinoteau, baron
Hervé. Le sang de Louis XIV. Volume II. Imprimerie Cruz & Ca Lda , p. 360, Braga, 1962.
116
•
•
•
Nieto paterno de don Camillo Carlo Alberto Massimo, III príncipe de Arsoli, barón
romano, señor de Roviano, de Arsoli y de Anticoli-Corrado, patricio romano
conscripto, noble de Tivoli y de Velletri, nacido en Roma el 3 de diciembre de
1836 y fallecida en la misma ciudad el 21 de enero de 1921, y de donna Maria
Francesca di Paola Antonia Massimiliana Lucchesi Palli, de los príncipes de
Campofranco, nacida en Graz el 12 de octubre de 1836 y fallecida en Roma el 10
de mayo de 1923, dama de la Cruz Estrellada, dama de honor y devoción de la
Soberana Orden Militar de Malta, con quien casó en Bruñes el 21 de junio de 1860.
Nieto materno del príncipe don Salvatore Brancaccio, príncipe de Triggiano,
duque de Lustra, y de Elizabeth Hickson Field, dama del palacio de S.M. la Reina
de Italia.
Bisnieto paterno-materno del conde Ettore Lucchesi Palli, IX príncipe de
Campofranco, y de la princesa Carolina de Borbón-Dos Sicilias.
Padres de:
IV.a. Donna Isabella Massimo , nacida en Roma el 5 de junio de 1936,
patricia romana, noble de Tivoli y noble de Velletri. Casada en el castillo de
Arsoli el 4 de octubre de 1964 con el príncipe don Francesco Maria di
Carpegna Falconieri Gabrielli, nacido en Roma el 27 de abril de 1924,
conde de Carpegna, patricio romano coinscrito desde 1997, patricio de
Gubbio, noble de Viterbo, noble de Urbino, noble de Senigallia y noble de
Corneto, hijo del príncipe don Ulderico Orazio di Carpegna Falconieri
Gabrielli, nacido el 10 de marzo de 1872 y fallecido el 21 de abril de 1954,
conde de Carpegna, patricio romano coinscrito desde 1919, patricio de
Gubbio, noble de Viterbo, noble de Urbino, noble de Senigallia y noble de
Corneto, y de donna Anna Giusso, nacida en Roma el 20 de marzo de 1891 y
fallecida en Carpegna el 4 de marzo de 1973, con la que casó el 16 de
diciembre de 1920.
•
•
Nieto paterno del príncipe don Guido Orazio di Carpegna Falconieri
Gabrielli, nacido el 6 de febrero de 1840 y fallecido el 27 de octubre de
1919, conde de Carpegna, patricio romano coinscrito desde 1888, patricio de
Gubbio, noble de Viterbo, noble de Urbino, noble de Senigallia y noble de
Corneto, alcalde de Roma, senador del reino de Italia, y de Maria de ‘Gori
Pannilini244 . Con Real Decreto motu proprio de 1 de mayo de 1910 el rey
Víctor Manuel III de Italia renovó para Guido Orazio y para sus
descendientes varones primogénitos el título de príncipes del Sacro Romano
Imperio,
Nieto materno del conde don Luigi Andrea Giusso, III duque de Galdo, y de
Elena Marini Clarelli, de los marqueses de Vacone.
LOS CARPEGNA 245
Los orígenes de los condes de Carpegna son de alrededor del año 1000. Las
primeras noticias oficiales sobre ellos, sin embargo, se encuentran a mediados
del siglo XII, a la par que las de los condes de Montefeltro, sus adversarios, pero
de común origen, como los Malatesta.
Los Carpegna se encuentran en el séquito del emperador Federico II, schierati de
parte de los gibelinos, a los que siempre permanecieron fieles. Limitando con los
territorios de la Massa Trabaria, de jurisdicción eclesiástica, los condes de
Carpegna no desdeñaban cualquier intento de conquista de territorios contiguos.
244
245
Hija del conde Augusto de ‘Gori Pannilini y de donna Giacinta Orsini, de los duques de Gravina.
Lombardi, Francesco Vittorio. La Contea di Carpegna.
117
En torno al 1220, Ranieri, conde de Carpegna, era poseedor de numerosos
castillos, además de los dos de Carpegna (La Rocca y La Castellaccia, construido
sobre las ruinas de un antiguo castillo longobardo), hoy totalmente
desaparecidos. Entre los otros estaban el de Pieve di Carpegna (hoy localidad
Genghe), Florentino, Monte Acuto (sobre la actual Villagrande), Gattara,
Scavolino, Soanne, etc.
En 1316 una columna de gibelinos marchó sobre Forlì en el intento de arrancarlo
a los Malatesta: pero cerca de Civitella di Romagna cayeron en una emboscada y
los gibelinos fueron masacrados. Entre los caídos figuraba el conde Francesco di
Carpegna, nieto del buen Guido y gran contestatario, junto a su amigo Dante
Alighieri, de la política del Papa. En la primera mitad del 1300, los Tarlati de
Arezzo se estaban extendiendo en los valles del Foglia, del Metauro y del
Marecchia, comprimiendo en una línea cada vez más estrecha las posesiones de
los Carpegna y llegando hasta Frontino.
Ese período encuentra a los Carpegna nuevamente apartados por parte de los
Malatesta de Rimini y poco participantes en los acontecimientos políticos de los
territorios vecinos, cuidando de sus intereses y en equilibrio tras las opuestas
facciones en lucha.
Aunque considerando esa zona como posesiones propias, la Iglesia no había
conquistado nunca materialmente los territorios. En efecto, los ejércitos
pontificios se habían mantenido siempre muy lejos de esos lugares inhóstpitos
por miedo a los bandidos y a las emboscadas.
Los señores del lugar continuaban por ello siendo libres, y las frecuentes
excomuniones, imposición de tasas y amenazas papales caían regularmente en el
vacío. Sin embargo, estando la política de los Carpegna ligada a los Malatesta de
Rimini, los attriti con los Montefeltro de Urbino, se hacía cada vez más alta. El
conde Francisco di Carpegna representaba en torno a 1430 uno de los capisaldi
del poder de los Malatesta. Ese poderío en continua expansión representaba cada
vez más una amenaza para los Montefeltro y para la misma Urbino. En la cabeza
de los dos ejércitos estaban Sigismondo Malatesta y Federico da Montefeltro.
Cuando las hostilidades explotaron en una guerra furibunda, también fue
implicado el condado de Carpegna en batallas y devastaciones. Federico da
Montefeltro invadió y saqueó Carpegna y la Castellaccia, que en ese período no
era posesión de los condes, iniciando al mismo tiempo el asedio de todas la
localidades fortificadas de la zona.
En esa ocasión fue capturada y hecha prisonera la condesa Caterina, mujer del
conde Lamberto di Carpegna. Narra un cronista de la época: “...Passava per lo
mexe de marzo circa el mezo quando le brigade de Miser Fedrigo da Orbino
messeno Carpegno, castello del Conte Lamberto, a saccomanno e tratorno molto
male homine e femene di quel logho...”
La Rocca de Carpegna fue incendiada y entonces se perdieron la mayoría de los
escritos y documentos, y de los recuerdos de los Carpegna.
Sigismondo de Rimini, enterado de lo sucedido, formó un ejército encabezado
por sus mejores condotieros para liberar Carpegna pero Federico de Urbino,
informado de la maniobra, se movió a prisa desde Fossombrone y llegó a penas a
tiempo para detener y derrotar los ejércitos de Malatesta, inflingiéndole graves
pérdidas. No pasó mucho tiempo y Sigismondo, reorganizando el propio ejército
y conduciéndolo esta vez personalmente, volvió al ataque y reconquistó La
Castellaccia y el país.
Pero la Rocca de Carpegna, a pesar de la lluvia de fuego a la que fue sometida
por la artillería día y noche, resistió al ataque hasta la llegada de Federico el cual,
118
uniendo su ejército a Belforte, marchó hacia Carpegna, liberándola. Sigismondo
fue de nuevo expulsado y se retiró hacia Macerata Feltria.
Al inicio de 1462, el 25 de abril, en un enésimo ataque, Sigismondo reocupó
Carpegna. Pero a consecuencia de las numerosas derrotas sufridas en otros
lugares, las esperanzas de los de Rimini comenzaron a vacilar. Uno por uno,
todos los castillos independientes de la zona se rindieron y fueron conquistados
por Montefeltro. En una de esas batallas fue muerto el conde Lamberto.
En 1490 el conde Giovanni di Carpegna suscribió un pacto de alianza con la
señoría de Florencia, un pacto de ayuda recíproca en caso de necesidad o de
agresiones enemigas. En esa ocasión el conde Giovanni se empeñó, en caso de
falta de descendencia masculina suya, o de falta de descendencia masculina de
sus hijos, en consentir que sus jurisdicciones, castillos y territorios, se
convirtieran en propiedad de la República de Florencia. Giovanni tuvo cinco
hijos varones, pero de ellos sólo uno, Orazio, generó un varón que llamó
Giovanni como su padre.
Cuando César Borgia, hijo del Papa Alejandro VI, inició la ocupación de varios
estados de las Marcas y de la Romaña, también el condado de Carpegna fue
seriamente amenazado por las intenciones de César: sustraer a sus legítimos
propietarios las tierras de Carpegna y Piandimeleto para darlas a sus amigos
españoles era su sueño no demasiado secreto. Pero la muerte del Papa Alejandro
VI y el declinar de la fortuna de César Borgia impidieron también esta vez que el
sueño se realizara.
En 1522 quince mil soldados al mando de Giovanni de’Medici, llamado
Giovanni delle Bande Nere, pasaron a hierro y fuego todo el Montefeltro,
quemando Carpegna, La Castellaccia y Pennabilli. En 1560 murió el conde
Orazio di Carpegna, dejando a Giovanni, su único hijo, de ocho años, como
heredero de los Carpegna. Sin embargo, hecho muy grave y dramático para la
casa, Giovanni murió diez años después, a la edad de dieciocho. Parecía el final
de la noble familia. Sin embargo un hecho singular y fortuito salvó a la dinastía.
Cuenta un cronista que: “Adì 21 di gennaio 1570. Morse il conte Giovanni figlio
del conte Horatio da Carpegna, giovane d'anni 18, molto da bene e grandissimo
ricco. Tutta la città ne fece pianto. Il nostro signore illustrissimo Duca d'Urbino
gli havea dato in moglie la figlia del conte Antonio dal Landriano, et si dice
essere questa gravida. Dio faccia quello che è per il meglio”. La noticia de la
gravidez de la condesa Beatrice, mujer del joven conde difunto, sorprendió a las
cortes de Florencia y de Urbino.
Preocupado por la anexión del condado de Carpegna por parte de la Toscana, el
duque Guidubaldo della Rovere d’Urbino, se preocupó por supervisar la
regularidad del embarazo de la condesa Beatriz y lo mismo hizo el gran duque
Cosme I, el cual intentaba tutelar sus derechos. El duque de Urbino puso a
disposición de la condesa su palacio de Gubbio, mientras el gran duque de
Toscana envió dos comadronas para supervisar el parto y el sexo del recién
nacido: un hijo varón en la casa de Carpegna significaba conservar la dinastía y
anular el intento de anexión del condado por parte toscana.
Así, el día del parto se leyó en Urbino: “Adì 26 di settembre nacque il figlio del
conte Giovanni di Carpegna e fu di domenica, a hore doi di notte, veniente il
lunedì; della qual natività si rallegrò tutta la città”; y en Toscana: “…quanto
dolore ho avuto al mio core che è stato maschio, Idio lo sa lui, ma sed era
maschio io non lo potia far fare femina”.
El joven conde Orazio fue educado en la corte de Urbino. Nadie podía de hecho
tener más interés en vigilar la salud del único descendiente de los Carpegna que
el duque de Urbino. Su muerte prematura habría hecho renacer las pretensiones
toscazas sobre el condado de Carpegna.
119
Convertido en adulto, como muchos de sus antepasados, se dedicó a la carrera de
las armas y murió en 1632 en Cento di Ferrara, en una batalla de la Iglesia contra
Venecia. Dejó varios hijos. De ellos, Francesco Maria casó con Marzia, de los
condes Spada, y sus hijos se contaron entre los personajes más conocidos de la
burguesía romana de la segunda mitad del 1600. Pero el que de los Carpegna dio
mayor lustre a la familia fue el conde Gaspare, canónigo de San Pedro, secretario
de la Congregación del Bueno Gobierno. Alejandro VII lo nombró Auditor de la
Rota y Clemente IX Consultor del Santo Oficio. En 1670 fue nombrado cardenal
por Clemente X, y luego Vicario de la Santa Iglesia Romana, siendo creado
obispo en 1698.
Por su deseo y en memoria de la secular nobleza de la familia a la que
pertenecía, se inició la construcción del esplédido Palazzo dei Principi, que
todavía se puede admirar en la plaza central de Carpegna. Hombre de carácter y
cultura inigualables, participó en el cónclave de cinco Papas. Su famosa
biblioteca, el museo de antigüedades que creó y su colección de monedas y
camafeos se custodian actualmente en el Vaticano. Murió en Roma el 6 de abril
de 1714 a los 88 años.
Cardenal Gaspare Carpegna
En esa época el condado de Carpegna había ya pasado al sobrino de Gaspare,
Francesco Maria, que no tenía descendientes varones. Parecía repetirse la
situación de 1570. Esta falta de herederos varones obligó a Francesco Maria a
nombrar heredero suyo a su nieto Antonio, hijo de marqués Mario Gabrielli, de
Roma, y de su propia hija Laura, con la obligación de asumir el apellido
Carpegna.
A causa de ello, Francisco I, emperador de Austria y gran duque de Toscana,
envió a su ejército para ocupar el condado y hacer respetar el pacto de 250 años
antes, y con 108 hombres armados tomó posesión del estado. Era el 10 de junio
de 1749.
Las cancillerías de media Europa se pusieron en movimiento para resolver la
cuestión de esta minúscula localidad montañesa.
A la vez que Francia decidía apoyar al Papa, ampliamente sostenido por el reino
de Cerdeña y por la Corte de España, el imperio vienés se encontró solo y
aislado. En 1754, tras varios años de temporizar, retriró las tropas del condado y
el conde Antonio, hijo de Laura, retomó posesión de sus bienes.
120
En 1797 los franceses ocuparon el Estado Pontificio con la excepción del
condado de Carpegna haciendo que permaneciera como dominio de la Toscana y
por tanto del Imperio Austríaco.
En 1807 los territorios de Carpegna fueron absorbidos por el Reino de Italia bajo
el dominio napoleónico. Con la caída de Napoleón, el hijo de conde Antonio
Carpegna-Gabrielli, Gaspare, retomó la posesión del condado. Sin embargo, el
Papa Pío VII, que en 1816 había decretado la abolición de los feudos era poco
propenso a permitir la existencia de estados francos en el interior de los propios
territorios y comenzó a presionar a Carpegna con amenazas e intimidaciones
hasta que el conde Gaspare firmó el acto de sumisión.
Ultima bandera del Condado de Carpegna
En aquella época Carpegna se encontraba en las mismas condiciones que San
Marino, es decir territorio libre en el interior del Estado Pontificio. Y como San
Marino sería hoy aún un estado libre si el Papa no hubiese tenido a mano muchas
armas para someter al conde. Este poseía, en efecto, varios bienes en el estado
pontificio y no faltaron las amenazas de confiscación de tales posesiones. La
extensión territorial de San Marino y de Carpegna eran en aquel tiempo casi
equivalentes (cerca de 6.000 hectáreas cada uno). Carpegna permaneció como
condado libre hasta 1819. Desde ese año, todos los bienes, los palacios y los
derechos de soberanía de los Condes fueron cedidos a la iglesia.
En 1860 el Gran Ducado de Toscana dejaba de existir, abatido por las
insurrecciones de todas las ciudades toscazas. Algunos meses más tarde, el
ejército piamontés invadía la Romaña y las Marcas poniendo fin también al
dominio pontificio.
Mientras tanto Gaspar moría (1828), sin dejar ningún hijo vivo. De sus tres hijos
varones, de hehco, Luigi y Pietro murieron bajo los muros de Mantua
combatiendo en ejércitos distintos: uno con los austríacos, el otro con los
franceses. El primogénito, Filippo, murió doce años antes que su padre mientras
era dragón en el ejército pontificio. Sin embargo, Filippo había dejado un hijo,
Luigi. Por tanto, al conde Gaspare Carpegna le sucedió su nieto, quien con solo
21 años se casó con al condesa Amalia Lozano Argoli que falleció jovencísima.
Entonces Luigi se casó con una noble polaca, Ludmilla Holynska.
En 1851 el conde Luigi recuperó todos los bienes de los Carpegna cedidos a la
iglesia en 1819. Cuando el arzobispo de Rabean, el cardenal Chiarissimo
Falconieri, último descendiente de esa noble familia florentina, murió, dejó en
herencia al conde Luigi su entero patrimonio y el título principesco de los
Falconieri: Luigi asumió entonces el nombre de príncipe Orazio di CarpegnaFalconieri. En 1877 el príncipe Orazio dividió los bienes de su familia entre sus
tres hijos: Guido, Filippo y María, que heredaron el castillo y la propiedad de
Torre in Pietra en la campiña romana, la de Marcigliana, vecina de la primera, el
palacio Falconieri en Via Giulia en Roma, el palacio de los príncipes en
Carpegna, el palacio Carpegna junto al palacio Madama y Villa Carpegna en
121
Roma, además de varias casas en Roma, Viterbo y Senigallia. La Villa
Falconieri, situada e Frascati, permaneció indivisa.
El heredero del título de príncipe fue el conde Guido, artista y científico, que
destacó en el campo de la poesía con la publicación de diversas recopilaciones de
poesías. El título de príncipe le fue renovado con sucesión primogénita
masculina por el rey Víctor Manuel III. Fundó la azucarera de Rieti y murió en
Carpegna el 27 de octubre de 1919. De la condesa Maria de’ Gori-Pannilini de
Siena, su mujer, tuvo tres hijos: Amalia, Vittoria y Ulderico. Éste sucedió a su
padre en el título de príncipe y contrajo matrimonio con Anna Giusso de los
duques del Galdo, de Nápoles. De ellos nació Guidubaldo, primogénito y
heredero del título, y Francesco Maria.
El príncipe Guidubaldo di Carpegna-Falconieri falleció sin dejar hijos.
Actualmente, el palacio de los príncipes está habitado por el conde Francesco
Maria, convertido en príncipe di Carpegna-Falconieri al suceder a su hermano,
por su mujer, donna Isabella Massimo, y por sus hijos los condes Antonio,
Giovanni, Tommaso y Caterina, de los príncipes de Carpegna.
Padres de:
V.a. Don Antonio di Carpegna Falconieri Gabrielli, nacido en
Roma el 23 de agosto de 1965, conde de Carpegna, patricio romano,
patricio de Gubbio, noble de Viterbo, noble de Urbino, noble de
Senigallia y noble de Corneto.
V.b. Don Giovanni di Carpegna Falconieri Gabrielli, nacido en
Roma el 19 de diciembre de 1966, conde de Carpegna, patricio
romano, patricio de Gubbio, noble de Viterbo, noble de Urbino, noble
de Senigallia y noble de Corneto.
V.c. Don Tomasso di Carpegna Falconieri Gabrielli, nacido en
Roma el 21 de febrero de 1968, conde de Carpegna, patricio romano,
patricio de Gubbio, noble de Viterbo, noble de Urbino, noble de
Senigallia y noble de Corneto. Casado en Forte dei Marmi el 14 de
junio de 1997 con la condesa Anna Zileri dal Verme , nacida en
Florencia el 21 de julio de 1969, hija del conde Paolo Zileri dal
Verme, nacido en Roma el 30 de mayo de 1930, y de Lavinia
Assettati, noble de Amelia, con quien casó en Roma el 19 de octubre
de 1968.
•
•
Nieta paterna del conde Roberto Zileri dal Verme, nacido en Parma
el 28 de mayo de 1902 y fallecido en Florencia el 20 de agosto de
1974, y de Maria Magdalena Guicciardini246 , patricia de Florencia,
nacida en Florencia el 16 de agosto de 1901 y fallecida en la misma
ciudad el 21 de septiembre de 1984.
Nieta materna de Augusto Assettati, noble de Amelia, y de donna
Vittoria Theodoli, de los ma rqueses de San Vito e Pisoniano, nacida
en Perugia el 17 de septiembre de 1945.
Padres de:
VI.a. Donna Livia di Carpe gna Falconieri Gabrie lli, nacida
en Roma el 21 de septiembre de 1999, patricia romana, patricia
246
Hija del conde palatino Lorenzo Guicciardini, patricio de Florencia, y de Giulia, de los marqueses de
Capparello-Pasquali.
122
de Gubbio, noble de Viterbo, noble de Urbino, noble de
Senigallia y noble de Corneto.
V.d. Donna Caterina di Carpegna Falconieri Gabrielli, nacida en
Roma el 23 de julio de 1970, patricia romana, patricia de Gubbio,
noble de Viterbo, noble de Urbino, noble de Senigallia y noble de
Corneto. Casada en Carpegna el 10 de julio de 2004 con el noble
Guglielmo Masetti Zannini, de los condes Masetti Zannini, nacido
en Roma el 14 de noviembre de 1967.
IV.b. Don Filippo Massimo , nacido en el castillo de Aglié el 29 de
septiembre de 1938, VI príncipe de Arsoli, III duque de Anticoli Corrado,
marqués de Roccasecca dei Volsci, barón de Pisterzo, señor de Intrafumara,
patricio romano coinscrito desde 1979, noble de Tivoli y noble de Velletri.
Casado en Roma el 4 de abril de 1962 con Maria Luigia Capparella, nacida
en Roma el 15 de agosto de 1942, separados desde 1978 y divorciados, hija
de Pietro Capparella. Estudió letras antiguas en la Universidad de Roma “La
Sapienza”, especializándose en archivística en los Archivos Vaticanos y ha
sido investigadora en trabajos de archivo.
Padres de:
V.a. Don Fabrizio Massimo -Brancaccio , nacido en Roma el 28 de
octubre de 1963, patricio romano, noble de Tivoli y noble de Velletri,
asumió el apellido Brancaccio por decreto presidencial italiano de 7
de septiembre de 1968. Por Real Carta del rey Humberto II de Italia,
de 15 de octubre de 1982, se le reconocieron los títulos de príncipe de
Roviano (sucedible por el varón primogénito), príncipe de Triggiano
(sucedible por el varón primogénito) , duque de Lustra (sucedible por
el varón primogénito), marqués de Montescaglioso (sucedible por el
varón primogénito), con el apelativo de príncipes de Triggiano (para
varones y mujeres) y el uso del escudo partido Massimo-Brancaccio,
duque de Pontelandolfo, marqués de Bajada por Real Carta del rey
Humberto II de Italia de 7 de septiembre de 1979. Delegado para la
ciudad de Roma y su provincia de las Ordenes Dinásticas de la Real
Casa de Saboya: Orden de los Santos Mauricio y Lázaro, Orden al
Mérito Civil de Saboya, Orden Civil de Saboya.
Estudió en la Escuela Alemana de Roma, y habla correctamente el
alemán, inglés y francés, y ha estudiado también latín y griego. Se
licenció en la Universidad de Roma “La Sapienza” en Física, y se
especializó en Física de las Partículas Elementales. Ha trabajado en el
campo de la investigación, en el CERN de Ginebra, en los Estados
Unidos en experimentos internacionales, con varias universidades
americanas, con la NASA, con institutos de investigación rusos y en
el Istituto Nazionale di Fisica Nucleare, y en las universidades
romanas en Italia. Le interesa la filosofía antigua, la historia del arte y
las antigüedades247 .
Casado en 1999 con Ilaria Bottini, de la que se separó en 2002.
Padres de:
247
Agradezco estos datos al príncipe Fabrizio Massimo Brancaccio que tuvo la gentileza de
proporcionármelos.
123
VI.a. Don Marcantonio Massimo-Brancaccio , nacido en
Roma el 10 de diciembre de 1999, patricio romano, noble de
Tivoli y noble de Velletri, noble de los príncipes de Triggiano.
VI.b. Donna Barbara Massimo-Brancaccio, nacida en Roma
el 10 de diciembre de 1999, patricia romana, noble de Tivoli y
noble de Velletri.
VI.c. Donna Olimpia Massimo-Brancaccio, nacida en Roma
en noviembre de 2001, patricia romana, noble de Tivoli y noble
de Velletri.
V.b. Donna Barbara Massimo, nacida en Roma el 4 de junio de
1965, patricia romana, noble de Tivoli y noble de Velletri. Es
licenciada en Lengua y Literatura, con especialización en teatro
medieval alemán. Se dedica a la moda, a la cultura, a la beneficencia,
y a los derechos humanos y de los animales y tiene una verdadera
pasión por las filosofías orientales. Habla correctamente alemán,
inglés y francés, y conoce bien el latín. Estudió en la Escuela
Alemana de Roma, escogida no sólo por la seriedad de la institución
sino porque habiendo y frecuentando parientes de toda Europa, como
por ejemplo los alemanes Wittelsbach y Sajonia, las lenguas son
necesarias248 .
V.c. Ottavia Massimo , hija natural legitimada, nacida en Roma el 1
de octubre de 1980 de la unión con Luisa Orioli, nacida en Roma el
27 de julio de 1937 y fallecida en París el 7 de febrero de 1987.
IV.c. Don Ferdinando Massimo dei Principi di Arsoli, nacido en Roma el
20 de enero de 1940, patricio romano, noble de Tivoli y noble de Velletri.
Casado en Cefalù el 4 de junio de 1977 con Maresti Savona, nacida en
Cefalù el 1 de octubre de 1943, hija de Baldassare Savona y de Maria
Cristina Catafalmo.
Padres de:
V.a. Don Ascanio Massimo , nacido en Roma el 25 de julio de 1978,
patricio romano, noble de Tivoli y noble de Velletri.
V.b. Donna Lavinia Massimo , nacida en Roma el 25 de julio de
1978, patricia romana, noble de Tivoli y noble de Velletri.
IV.d. Don Carlo Massimo dei Principi di Arsoli, nacido en Roma el 3 de
julio de 1942, patricio romano, noble de Tiv oli y noble de Velletri. Casado
en Roma el 8 de octubre de 1989 con doña Elisa Osorio de Moscoso y de
Estanga, nacida en Madrid el 31 de marzo de 1946, hija de Pedro Osorio
de Moscoso y Moreno, IX duque de Montemar249 (desde 31 de octubre de
248
Agradezco estos datos al príncipe Fabrizio Massimo Brancaccio que tuvo la gentileza de
proporcionármelos
249
Don Pedro y doña Elisa de Estanga fueron padres de don Pedro Osorio de Moscoso y de Estanga, que
premurió a su padre y casó con doña Luisa Sanchiz y Mendaro. Son los padres de doña Tatiana Osorio de
Moscoso y Sanchiz, X duquesa de Montemar. (Márquez de la Plata, Vicenta María; Valero de Bernabé,
Luis. El Libro de Oro de los Duques. Prensa y Ediciones Iberoamericanas, p. 249, Madrid, 1994.)
124
1950), grande de España, capitán de infantería, nacido en Madrid el 22 de
mayo de 1904 y fallecido en Madrid el 24 de abril de 1986, caballero de la
Real, Antiquísima y Muy Ilustre Cofradía de Caballeros Nobles de Nuestra
Señora del Portillo, de Zaragoza, maestrante de la Real de Ronda, caballero
gran cruz de la Soberana Orden Militar de Malta, profesor mercantil del
Cuerpo Técnico de Comercio, y de Elisa de Estanga y Cologan-Franchi,
nacida en La Laguna, Tenerife, el 13 de marzo de 1911 y fallecida en
Madrid el 23 de junio de 2001, con quien casó en Madrid el 8 de julio de
1936.
•
•
•
•
Nieta paterna de don Luis Gonzaga Osorio de Moscoso y Jordán de
Urríes, VIII duque de Montemar, grande de España, capitán de infantería,
nacido en Madrid el 28 de diciembre de 1875 y fallecido en la misma
ciudad el 7 de diciembre de 1942, después de una vida muy azarosa que
incluso le llevó a la Legión, y de doña María del Consuelo Moreno de la
Serna y Zuleta de Reales, nacida en Jerez de la Frontera, Cádiz, el 23 de
marzo de 1885 y fallecida en Sanlúcar de Barrameda el 3 de enero de
1967, con quien casó en Jerez de la Frontera el 3 de mayo de 1902.
Nieta materna de don Mariano de Estanga y Arías-Girón y de doña
Angela Cologán-Franchi y de Ponte.
Bisnieta paterno-paterna de don Francisco de Asís Osorio de Moscoso y
de Borbón250 , XVII duque de Sessa, VII duque de Montemar, XVIII
duque de Maqueda, XI marqués del Águila, XX conde de Trastamara, XV
conde de Altamira, clavero de la Orden de Calatrava, cuatro veces grande
de España, nacido en el palacio real de Madrid el 15 de enero de 1848, y
fallecido en Madrid el 18 de enero de 1924, y de doña María del Pilar
Jordán de Urríes y Ruiz de Arana, nacida en Zaragoza el 21 de junio de
1852 y fallecida en Santander el 4 de agosto de 1924, con quien casó en
Biarritz, Francia, el 30 de noviembre de 1873.
Bisnieta paterno-materna de don Pedro Moreno y de la Serna, IV conde
de los Andes, y de doña María de la Concepción Zuleta (de Reales) y
Zuleta (de Reales).
LOS DUQUES DE MONTEMAR
El ducado de Montemar fue concedido por el rey Felipe V, por Real Carta de
20 de abril de 1735, al general don José Carrillo de Albornoz y Montiel (16711749), caballero del Toisón de Oro y de la Orden de Santiago, grande de
España, III conde de Montemar. Era hijo de don Francisco Carrillo de
Albornoz y Esquivel, II conde de Montemar -titulo que heredó de su hermano
don Pedro Carrillo de Albornoz y Esquivel251 , almirante general de los
250
Hijo de don José María Osorio de Moscoso y Carvajal, nacido en Madrid el 12 de abril de 1828 y
fallecido el 4 de noviembre de 1881, duque de Sessa, de Montemar, VIII duque de Atrisco, marqués de
Astorga, de Castromonte, de Leganés del Águila, de Morata de la Vega, de San Román, conde de
Altamira, de Cabra, de Trastamara, cuatro veces grande de España, caballero maestrante de la Real de
Zaragonza, y de doña Luisa Teresa de Borbón y Borbón, infanta de España, nacida en Aranjuez el 11 de
junio de 1824, con quien casó en el palacio real el 10 de febrero de 1847. La infanta doña Luis Teresa era
hija del infante don Francisco de Paula y de la infanta doña Luis Carlota, princesa de las Dos Sicilias.
(Zorrilla y González de Mendoza, Francisco Javier, Conde de las Lomas. Genealogía de la Casa de
Borbón de España. Pp. 127-128, Editora Nacional, Madrid, 1971.)
251
Ambos eran nietos de don José Carrillo de Albornoz y de doña Isabel de Esquivel. Entre sus
antecesores se encontraba el indómito arzobispo de Toledo, don Alfonso Carrillo de Albornoz, quien en la
denominada “Farsa de Avila” despojó de sus atributos reales a Enrique IV de Castilla e impulsó hacia la
Corona a sus hermanastros don Alfonso y doña Isabel, la futura Reina Católica. Es decir, sus antepasados
habían sido hacedores de reyes, lo que pesaría en el ánimo del primer conde-duque de Montemar,
guiándole en la restauración de los Borbones en el trono napolitano.
125
galeones del Perú y I conde de Montemar- y de doña Leonor de Montiel. Don
José sirvió a Felipe V en la Guerra de Sucesión, distinguiéndose en la campaña
de Cataluña. Mandaba la caballería del ejército que bajo las órdenes del duque
de Berwick participó en la conquista de Barcelona en 1714. Años más tarde
participaría en el fallido asedio al Peñón de Gibraltar de 1726 a las órdenes del
conde de las Torres. En esta malhadada acción bélica no tendría ocasión de
distinguirse el conde de Montemar aunque sí lo lograría más adelante en las
campañas de Orán y de Nápoles.
Orán se había perdido en 1708 cuando el conde de Santa Cruz, jefe de la flota
del Mediterráneo, se pasó con sus galeras al archiduque Carlos. Con tal
motivo, la plaza fue tomada por los moros. En 1732, FelipeV intenta recuperar
Orán. La escuadra, al mando del almirante Francisco Cornejo, comprendía 12
navíos con un mínimo de 50 cañones cada uno, siete galeras, cuatro
bergantines guardacostas, cincuenta fragatas, noventa y nueve saetías, cuarenta
y ocho pingües, veinte balandras, ciento sesenta y una tartanas, ocho
paquebotes, dos gabarras y veintiséis galeotas. Las fuerzas del ejército que se
ponen bajo el mando de don José Carrillo de Albornoz, constaban de ventiséis
mil cuatrocientos hombres. Se contaba con el factor sorpresa para dar un golpe
rápido.
Mas no fue así, pues el enemigo se hallaba prevenido, por la traición del duque
de Ripperdá, el anterior primer ministro caído en desgracia quien tras huir de
su prisión se trasladó a Mauritania. En ese lugar el Sultán escuchó con interés
lo que tenía que contar. Las noticias que Ripperdá trajo parecieron al Sultán de
mucho provecho y le nombró pachá y jefe del ejército imperial contra España.
Ripperdá enlazó ocultamente con sus cómplices en España y con lo que ya
sabía pudo estar prevenido cuando se planeó una sorpresa. Aunque se logró
tomar Orán, esta era continuamente hostilizada por los moros que se hacían
perseguir para luego organizar una emboscada. Una y otra vez las tropas caen
en la trampa y se llega al pesimismo en cuanto a la posibilidad de sujetar la
plaza.
Se le encargó a Montemar organizar la defensa y protección de Orán, cosa que
hizo con quince batallones y media docena de escuadrones, unos 8.000
hombres en total. Con los restantes reembarcó el 1 de agosto rumbo a Alicante.
Don Alvaro de Navia Osorio, vizconde del Puerto y marqués de Santa Cruz de
Marcenado quedó como gobernador de Orán. A los pocos días de la salida de
Montemar, en una refriega el de Santa Cruz de Marcenado perdió la vida y el
marqués de Valdecañas fue hecho prisionero. Las huestes atacantes eran
mandadas por el pachá de Ripperdá quien una vez vencido perdería la
confianza del Sultán, mas no por ello abandonó África sino que acabaría su
vida como musulmán y rodeado por las riquezas que se había traído de España.
De vuelta de África se ponen a las órdenes de Montemar nueve mil infantes y
cuatro mil jinetes, con unas cien piezas de batir. Estos hombres habían de
reunirse con los ocho mil hombres del príncipe Carlos, futuro Carlos III.
Juntos habían de dirigirse a Siena. Montemar es el general en jefe, se apodera
de Mirandola y de Piombino y más tarde se retira a invernar cerca de Siena, en
espera de refuerzos que vienen de Barcelona a las órdenes del conde de
Glimes.
En la primavera de 1734 comienza a avanzar en dirección a Nápoles. Sin
embargo, no fue necesario atacar. Una insurrección de lazzaroni le procuró la
posesión de Nápoles. El infante don Carlos recibió el juramento de los
magistrados en nombre de su padre, y éste, seguidamente le cedió todos sus
derechos. Visto el desarrollo de los hechos, el virrey austríaco, conde de
Visconti, decide replegarse y se hizo fuerte no lejos de Nápoles. En su
resistencia llegó a poner a Montemar en difícil situación. Por fin, éste se
decidió a presentar batalla. Lo mejor de la nobleza militar española se dio cita
126
sobre el campo de Bitonto. La infantería a las órdenes del duque de Veragua,
marqués de Bay y conde de Miranda. La caballería mandada por el marqués de
Pozo Blanco, el duque de Castropiñano, el marqués de Chateaufort y el de la
Mina. Hubieron 300 bajas españolas y 1.200 austríacas.
Esta victoria supuso al conde de Montemar el título de duque de Bitonto, que
pidió más tarde se cambiase por su antigua denominación, por lo que quedó
conde y duque de Montemar, desde el 20 de abril de 1735.
Con la ayuda de Montemar se tomó Sicilia y Mesina. Aliado con los francosardos terminó de rechazar a los austríacos de la península italiana. Siguiendo
sus éxitos fue llamado a España para reemplazar a Patiño, el primer ministro e
impulsor de las últimas campañas, que acababa de fallecer. Todavía había de
intervenir el duque de Montemar en Italia. A la muerte de Carlos VI de Austria
le sucedió su hija, la emperatriz María Teresa, por medio de una Pragmática
Sanción que perjudicaba los derechos de José I, tío de la emperatriz. España
entró en el conflicto general que se produjo e Isabel de Farnesio vio como una
ocasión de acrecentar su influencia y la de sus hijos en Italia. La batalla fue
muy complicada, con altibajos, y por fin Montemar fue obligado a entregar el
mando a Juan de Gages. Tenía ya más de sesenta años, amigos y –cómo nodetractores en la Corte. Isabel de Farnesio ya no lo necesitaba.
Desde entonces, el conde-duque de Montemar entró en la vida privada hasta su
muerte en 1749. Le sucedió como II duquesa su hija doña María Magdalena,
habida de su matrimonio con doña Francisca de Antich. Sin embargo, ésta no
pudo heredar el condado de Montemar por ser éste de rigurosa agnación y por
lo tanto sólo transmisible por línea de varón. En consecuencia pasó a otra rama
de la familia y hoy en día el ducado y el condado de la misma denominación se
encuentran en manos de diferentes titulares.
La II duquesa de Montemar casó con don José López Dávila, teniente general
de los Reales Ejércitos y III conde de Valhermoso. A ella le sucedió su hija
doña María Josefa Dávila y Carrillo de Albornoz, III duquesa de Montemar y
IV condesa de Valhermoso. Esta dama casó con don Joaquín Ponce de León y
Manrique de Lara, VII marqués de Castromonte, con grandeza de España,
marqués del Águila y de Montemayor, conde de Garcíez, y fueron los padres
de don Antonio Ponce de León y Carrillo de Albornoz, IV duque de Montemar
y poseedor de los demás títulos anexos. Fue regente de España y caballero del
Toisón de Oro. Casó con doña Luisa de Carvajal y Gonzaga, siendo los padres
de doña María del Carmen Ponce de León y Carvajal que casó con don
Vicente Osorio de Moscoso. Éstos fueron los padres de don Vicente Osorio de
Moscoso y Ponce de León, que sucedería a su abuelo como V duque de
Montemar. Nació en 1801 y falleció en 1864 y fue señor de las casas de Osorio
de Moscoso y de Montemar, duque de Sessa y quince veces grande de España,
además de caballero del Toisón de Oro. Casó con doña María Luisa de
Carvajal y Queralt, sucediéndole en todos sus títulos su hijo don José María
Osorio de Moscoso y Carvajal (1828-1881), VI duque de Montemar, caballero
del Toisón de Oro, casado con doña Luisa Teresa de Borbón y Borbón-Dos
Sicilias, infanta de España y princesa de las Dos Sicilias. Son los padres del ya
citado don Francisco de Asís Osorio de Moscoso y de Borbón, VII duque de
Montemar. 252 La actual duquesa de Montemar es doña Tatiana Osorio de
Moscoso y Sanchiz.
IV.e. Donna Maria Eleonora Massimo dei Principi di Arsoli, nacida en
Roma el 30 de marzo de 1944, patricia romana, noble de Tivoli y noble de
Velletri. Casada en el castillo de Arsoli el 7 de octubre de 1972 con
Giuseppe Gustavo Bergamini Ricci Paracciano, conde adoptivo Ricci
252
Márquez de la Plata, Vicenta María; Valero de Bernabé, Luis. El Libro de Oro de los Duques. Prensa y
Ediciones Iberoamericanas, pp. 247-249, Madrid, 1994.
127
Paracciani, nacido en Milán el 7 de febrero de 1943, creado marqués
Bergamini por Real Carta del rey Humberto II de Italia de 15 de octubre de
1982, sucedible por los varones primogénitos. Hijo de Ugo Bergamini y de
Maria Amalia Lanza Manzanillo. Padres de:
V.a. Elena Ricci Paracciani Bergamini, nacida en Roma el 30 de
julio de 1973.
IV.f. Don Francesco Massimo dei Principi di Arsoli, nacido en Roma el
15 de julio de 1946, patricio romano, noble de Tivoli y noble de Velletri.
Casado en Roma el 16 de julio de 1977 con Camillavelia Jacuzzi-Rostori,
nacida en Roma el 29 de enero de 1937, hija de Rodolfo Jacuzzi-Rostori y
de Amalia Vinca.
III.f. S.A.R. Príncipe Eugenio Alfonso Carlos María José de Saboya-Génova,
nacido en Turín el 13 de marzo de 1906 y fallecido en Sao Paulo, Brasil, el 12 de
agosto de 1996, V duque de Génova desde 1990, creado duque de Ancona (ad
personam) el 31 de marzo de 1906, coronel del ejército italiano, caballero de la
Suprema Orden de la Santísima Anunciación, caballero de la Orden de los Santos
Mauricio y Lázaro, caballero de la Orden de San Huberto, caballero de la Orden del
Águila Negra, caballero de honor y devoción de la Soberana Orden Militar de
Malta, bailío gran cruz de justicia de la Orden Constantiniana de San Jorge.
Siguiendo el ejemplo de su padre se dedicó a la Marina, estudiando en la Academia
Naval de Livorno, de la que salió en 1927 con el grado de guardiamarina. Fue
ascendido a subteniente de navío y en 1932 a teniente de navío. En octubre de 1935,
el duque de Ancona fue enviado a Etiopía, a la que Italia había declarado la guerra.
Estuvo al mando de una compañía del batallón de desembarco “San Marco”253 .
En 1931 asistió a la boda en Asís de la princesa Juana de Saboya, hija de Víctor
Manuel III de Italia, con el rey Boris III de los Búlgaros. En el cortejo real de esa
boda, iba la princesa María Alejandra de Hesse del brazo del duque de Ancona254 .
Muchos años más tarde era habitual ver al duque de Ancona en reuniones de
carácter monárquico –como ha escrito Gianluigi Chiaserotti255 - “signo concreto de
pertenencia a tan gloriosa Casa, aunque de una rama menor, le impulsaba a
honrar y apoyar cualquier buena manifestación.”
Casado en el castillo de Nymphenburg el 29 de octubre de 1938 con S.A.R. la
princesa Lucía María Raniera de Borbón-Dos Sicilias , nacida en el castillo de
Nymphenburg, Munich, el 9 de julio de 1908 y fallecida en Sao Paulo, Brasil, el 3
de noviembre de 2001, dama de la Cruz Estrellada, dama gran cruz de justicia de la
Orden Constantiniana de San Jorge, dama de la Orden bávara de Teresa, dama de
honor y devoción de la Soberana Orden Militar de Malta, hija del príncipe Fernando
(III) Pío María de Borbón-Dos Sicilias, duque de Calabria, nacido en Roma el 25 de
julio de 1869 y fallecido en Lindau el 17 de enero de 1960, y de la princesa María
Luisa Teresa de Baviera, nacida en Villa Amsee, cerca de Lindau, el 6 de julio de
1872 y fallecida en el mismo lugar el 10 de junio de 1954, dama gran cruz de
justicia de la Sagrada y Militar Orden Constantiniana de San Jorge, dama de las
órdenes bávaras de Teresa y de Santa Isabel, dama de la Cruz Estrellada, dama de
253
Bertoldi, Silvio. Aosta. Gli altri Savoia. Rizzoli, prima edizione, p. 195, Milano, 1987.
Fortini, Arnaldo. Le nozze regali di Assisi. (Cronaca contemporanea scelta e raccolta dal podestà).
Edizioni Fratelli Treves, p. 300, Milano-Roma, 1931.
255
Chiaserotti, Gian Luigi. I Savoia nel millenario del Casato. Edizioni Italia Nuova, p. 58, Roma, 1984.
254
128
honor y devoción de la Soberana Orden Militar de Malta, con quien casó en Munich
el 31 de mayo de 1897.
El príncipe Fernando, duque de Calabria, llamado a veces rey titular de Jerusalén
desde 1934, año en que sucedió a su padre convirtiéndose en Jefe de la Real Casa
de la Dos Sicilias y en gran maestre de la Sagrada y Militar Orden Constantiniana
de San Jorge256 , sirvió en la artillería española enviado por su padre con su hermano
menor el príncipe Carlos, llegando a coronel de Estado Mayor y propietario del 6º
regimiento de artillería de campaña “Príncipe Fernando de Borbón, duque de
Calabria”. Hizo las campañas de Cuba y de Marruecos y fue caballero de la Orden
del Toisón de Oro, de la de San Huberto, de Baviera, bailío gran cruz de honor y
devoción de la Soberana Orden Militar de Malta. En marzo de 1959 recibió el collar
de la Suprema Orden de la Santísima Anunciación de manos del rey Humberto II de
Italia a quien él le remitió el collar constantiniano, sellando así una reconciliación
entre las dos Casas antiguamente rivales.
La princesa Lucía de Borbón-Dos Sicilias era:
•
•
Nieta paterna del príncipe Alfonso (I) María José Alberto de Borbón-Dos Sicilias,
conde de Caserta, nacido en Caserta el 28 de marzo de 1841 y fallecido en Cannes
el 26 de mayo de 1934, jefe de la Real Casa de las Dos Sicilias, tras la muerte de su
hermano el rey Francisco II, y de la princesa Antonieta de Borbón-Dos Sicilias,
nacida en Nápoles el 16 de marzo de 1851 y fallecida en Freiburg-im-Breisgau el
12 de septiembre de 1938, con quien casó en Roma el 8 de junio de 1868.
Nieta materna del rey Luis III de Baviera y de la archiduquesa María Teresa de
Austria-Este.
Padres de:
IV.a. S.A.R. Princesa María Isabel Elena Inmaculada Bárbara Ana Paz de
Saboya-Génova, nacida en Roma el 23 de junio de 1943 y casada en la
misma ciudad el 19 de febrero de 1971 y en Lausanne el 29 de abril de 1971
con Alberto Frioli, conde de Rezzano, ennoblecido el 23 de julio de 1977
por Real Carta del rey Humberto II, nacido en Rimini el 7 de abril de 1943,
armador de barcos, hijo de Guido Aldo Frioli y de Vittoria Fabbri. Padres de:
V.a. Vittorio Eugenio Frioli, nacido en Sao Paulo, Brasil, el 27 de
febrero de 1972.
V.b. Maria Cristina Frioli, nacida el 18 de agosto de 1973 en Sao
Paulo, Brasil y fallecida el mismo año en ese lugar.
V.c. Carlo Alberto Frioli, nacido en Sao Paulo, Brasil, el 18 de julio
de 1974.
V.d. Maria Luce Lydia Frioli, nacida en Sao Paulo, Brasil, el 15 de
agosto de 1978.
De una unión con otra dama:
V.e. Sophia Vittoria Frioli, nacida en 2000.
256
Reorganizada el 20 de julio de 1934. Aunque el príncipe vivía en Lindau, Bodensee, Baviera, fue en
Cannes donde promulgó los nuevos estatutos de la Orden.
129
II.d. S.A.R. Princesa Elvira Alejandrina María Cecilia Clara Eugenia de Baviera,
nacida en Munich el 22 de noviembre de 1868 y fallecida en Viena el 1 de abril de 1943,
dama honoraria de la Orden bávara de Teresa y de la de Santa Isabel, dama de la Orden de
María Luisa. Era una gran belleza y la más morena de las hermanas. Fue la infanta
Amalia la que pidió la banda de María Luisa al rey Alfonso XII para Elvira 257 .
Casada en Nymphenburg el 28 de diciembre de 1891 con el Excelentísimo e Ilustrísimo258
conde Rudolf Christian Wilhelm von Wrbna-Kaunitz-Rietberg-Questenberg und
Freudenthal, chambelán austríaco, señor del fideicomiso auf Jarmeritz en Moravia, auf
Holleschau con Rymnitz y Waltersdorf, en Checoslovaquia, consejero imperial y real,
nacido en Nemes-Kér el 4 de junio de 1864 y fallecido en Brno (Brünn) el 24 de
diciembre de 1927. Era viudo de la condesa Terezie Chorinská, nacida en Viena el 21 de
enero de 1870 y fallecida en Holesov el 26 de enero de 1888, e hijo del conde Rudolf von
Wrbna-Kaunitz-Rietberg-Questenberg und Freudenthal, nacido el 27 de febrero de 1831 y
fallecido en Holesov (Holleschau) el 4 de julio de 1893, y de la noble Wilhelmine Kiss de
Nemeskér, fallecida en Viena el 27 de enero de 1916, con quien había casado en 1856.
Los Wrbna eran muy ricos por ser herederos del famoso príncipe de Kaunitz, antiguo
canciller del Imperio en tiempos de la emperatriz María Teresa. El conde Rudolf era –en
palabras del príncipe Adalberto de Baviera- un hombre “distinguido y
extraordinariamente simpático”. El 7 de octubre de 1891 se cambiaron los anillos de
compromiso. Y a la boda de Rudolf y Elvira asistieron, de la familia del novio, además de
su padre, los esposos conde y condesa Draskowitsch, baronesa Freudenthal, los esposos
Kiss von Nemesker y tres condes Kinski.
La infanta Paz conocía las posesiones de Elvira y el conde Wrbna. El 10 de mayo de 1900
escribía a su marido el príncipe Luis Fernando de Baviera259 : “…Hoy me llevará Elvira a
Holleschau (castillo del Conde Wrbna en Moravia). Volveremos mañana por la tarde.
Rudi se ha adelantado para preparar todo.”
En los últimos meses de 1922 en la República de Checoeslovaquia, bajo la presión
reformista de Vojelinek, líder enemigo tenaz de los terratenientes, se había votado la
famosa Ley Agraria que despojaba a la nobleza austrohúngara de gran parte de sus tierras
improductivas. De acuerdo con la ley, los magníficos castillos quedaban en manos de los
señores semifeudales, pero de las enormes extensiones de tierras que los rodeaban debían
ser segregados grandes lotes con que fomentar en el país la pequeña agricultura. Para la
nobleza austríaca, que tenía su base económica, precisamente, en esas tierras, constituía la
medida de un desastre en todos sentidos, ya que confirmaba con un hecho concluyente la
desaparición de los títulos nobiliarios. Uno de los propietarios más afectados por la Ley
Agraria fue el Conde Wrbna. En cierta ocasión, cuanta la infanta Eulalia en sus memorias,
“al llegar a Munich encontré a mis primos junto a Paz, negándose Elvira a ir a Praga por
no querer tratar ella, princesa de sangre real, con el líder agrarista. Sólo tratando con
Vojelinek directamente y discutiendo el caso podía evitarse que la división de las tierras
resultara aún más perjudicial, puesto que se trataba por el Gobierno de segregar las partes
inmediatas a los castillos, dejándolos aislados del resto de la tierra. El Conde Wrbna
tropezaba con una gran dificultad, pues hablaba escasamente el checo, idioma oficial del
nuevo Estado y lengua en que Vojelinek exigía que le hablaran los grandes propietarios,
por generaciones vinculados al país en que tenían sus riquezas. Por eso, no había otro
257
Agradezco este dato a don Ricardo Mateos.
Son los tratamientos que recibieron los condes Wrbna y Kaunitz en 12 de septiembre de 1703 como
testigos del Pacto de Familia firmado entre el emperador Leopoldo I y sus hijos José, rey de romanos, y
Carlos, que luego fue emperador Carlos VI.
259
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 211, Madrid, 1935.
258
130
recurso que el que la infanta Eulalia tomase la representación de su prima la princesa
Elvira, con lo que Vojelinek no se negaría a que habla sen en alemán y así podría el Conde
Wbrna tomar parte en el debate.
Eulalia acogió la tarea con entusiasmo. Quería ver de cerca al demonio rojo que le
pintaban, oir hablar al gran revolucionario y respirar la atmósfera que todos le decían
cargada de comunismo y de agresividad para cuanto tuviera matiz aristocrático. El Conde
Wrbna y la infanta Eulalia se pusieron en camino para Praga a principios de 1923. El
Conde de Pradera, Ministro de España, les recibió con no poco asombro, sobretodo al
saber los propósitos que le animaban. No atendió sus veladas recomendaciones ni prestó
atención a sus alarmas de diplomático monárquico a quien, por otra parte, sabía Eulalia
muy bien relacionado y estimado entre los hombres del nuevo régimen checo.
Praga era una colmena de grandes señores. En el hotel donde se alojaron Eulalia y el
Conde Wrbna, a la hora de la cena, el comedor se llenaba de los antiguos príncipes del
doble imperio, los Lobkowicz, Hanau, Metternich y Thurn und Taxis, cortesanos de
suaves maneras, de palabra fácil, de sonrisa medida, que aún en la derrota seguían siendo
palaciegos ceremoniosos y hombres de mundo, de trato delicadísimo. Menudeaban las
reverencias cortesanas, los besamanos mundanos, la pulida corrección de los que tienen el
hábito de la grandeza y han vivido a la sombra del Trono. Media Corte de Viena estaba
por aquellos días en Praga, cada noble empeñado en su lucha bajo la dirección de un
abogado, todos aguardando ser recibidos por Vojelinek para discutir los alcances de la
Ley Agraria. La República Checa, acabada de nacer, gobernada por hombres aupados por
la revolución, sin hábitos mundanos, con manos rudas y poco roce, ofrecía un rudo
contraste con el nutrido grupo de antiguos señores que, por el acento, el traje, el porte y
las maneras, recordaban los días antiguos con su rígido ceremonial y su cortesana
etiqueta.
Dos días después de su llegada, estando todos reunidos, se les anunció que Vojelinek
concedía audiencia a Eulalia y el Conde Wrbna, a la que acudieron al día siguiente.
Cuando llegaron a Palacio, abundantes grupos de nobles y abogados llenaban ya los
pasillos, montando vigilancia en las puertas, pasando recados a los numerosos secretarios
del Ministro, algunos de ellos antiguos empleados de los aristócratas, que vengaban con
su desatención y hasta manifiesto desdén el viejo sometimiento. El aspecto de la antesala
era el de un desorden completo, una total confusión. Tipos hirsutos entraban y salían con
aire de vencedores, campesinos ataviados como en la aldea cruzaban las puertas doradas,
hablaban todos en voz alta, dejando los sombreros campestres sobre las chimeneas de
mármol rosa y ensuciando de barro las alfombras. Flotaba todavía el ambiente de la
revolución y todo era hosco para la infanta y su primo. Resignadamente tomó asiento y se
dispuso ella a aguardar que se le llamase. Aunque brevísima, le hizo larga la espera el
carácter del Conde Wrbna, irritado, desagradado, hablando en voz alta contra todo y
contra todos. Encontrar una puerta cerrada ante sí era algo que no entraba en la
experiencia de Wrbna, y esto lo llevaba a una incontenible exaltación. En realidad, no
había motivo para tanto, pues tan pronto se anunció a Vojelinek la presencia de Eulalia,
les hizo entrar.
Encontró frente a ella, de pie, ceremonioso, discretísimo, a un hombre un poco grueso,
vestido sin gran esmero y que hablaba en tono suave, demostrando un manifiesto deseo de
ser cortés. No era, claro está, el hombre con el roce social de un viejo palaciego o de un
mundano diplomático, pero distaba mucho de ser el tosco aldeano malhumorado que se
les había pintado.
“-Dígame Vuestra Alteza lo que desea, le indicó en correcto francés.
-Hablemos, Excelencia, en alemán, si no hay incoveniente. Mi primo no conoce el francés
lo suficiente y yo, desgraciadamente, ignoro el checo”.
131
En alemán explicó al líder agrarista las pretensiones de la princesa Elvira de Baviera,
recordándole que era una princesa española y aprovechando esta coyuntura para hablarle
de España, tierra en donde había estado años antes su interlocutor, a quien ponderó el
recuerdo que había dejado a su paso. Esto desvió un tanto la conversación, pero sirvió a
Eulalia para apreciar el dúctil talento de aquel hombre, que había captado, con admirable
precisión, el problema del agro español con bastante más claridad, tal vez, de la que han
tenido los que intentaron después ser sus imitadores.
Volvieron al problema de Elvira. Discutieron, y el Conde Wrbna intervino varias veces
para decir cuales eran sus pretensiones. Al fin, llegaron a ponerse de acuerdo en algunos
puntos, a dejar para más adelante otros y a prometerse buscar una fórmula que, sin
barrenar la Ley, dañara lo menos posible los intereses de Elvira. El Conde Wrbna,
irritado, después de haber tratado de contenerse, no pudo, al final, dejar de manifestarse
en contra de la Ley Agraria , a la que calificó de despojo. Vojelinek, reposadamente, le
respondió dirigiéndose a Eulalia en francés:
“-Haga saber Vuestra Alteza a su primo el Herr Grossbesitzer –señor gran terrateniente,
apelativo que sustituía al título nobiliario- que, gracias a que yo estoy aquí, ellos están
vivos y sus castillos en pie, pues yo evité una carnicería de los feudatarios de estos
señores contra ellos, y el saqueo de sus propiedades. Se quejan de perder una parte,
cuando era casi lógico que lo perdieran todo. Con lo que se les quita, tierra que no
produce o que sólo sirve para mantener el lujo de los castillos, no van a ser menos ricos.
Lo que pasa –agregó con una sonrisa maliciosa y bajando un poco la voz- es que la
mayoría de los nobles están minados de deudas, y sé de uno de ellos que tiene deudas por
valor de ¡treinta millones de coronas! Vuestra Alteza puede tener la seguridad de que
han sido muy malos administradores estos señores. Lo que ganaban aquí se lo gastaban
en Viena y, generalmente, gastaban más de lo que ganaban.”
Terminada la entrevista, púsose en pie Vojelinek y les acompañó hasta la puerta, en donde
besó la mano de la infanta después de hacer que un secretario le acompañara hasta la
salida. En el curso de 1923 Eulalia le visitó en Praga ocho veces, siempre con el mismo
objeto, y en todas las ocasiones le encontró igualmente amable y correcto. Situados ambos
en polos opuestos de la vida, llegaron, con la frecuencia del trato, a ser buenos amigos 260 .
Princesa Elvira de Baviera
260
Memorias de Doña Eulalia de Borbón, Infanta de España (1864-1931). Ed. Juventud, pp. 196-199, 4ª
ed., Barcelona, 1954.
132
Firma de la princesa Elvira de Baviera
LOS WRBNA
Los Wrbna son una familia noble alemana, establecida en Würben (Wirbna), cerca de Schweidnitz.
El nombre aparece por vez primera en 1214, con Johannes “comes” (burgrave) de Wirbna; son
condes del Sacro Imperio, por título conferido en Viena el 5 de agosto de 1624; confirmados en
Bohemia con la calificación de “Hoch und Wohlgeboren”, en Viena el 16 de abril de 1642 (los dos
dados a Wenzel, conde von Würben-Freudenthal auf Burg Fulnek, Hultschin und Passkow);
señores en Austria del Norte desde 1805; señores de tierras en Estiria, desde el 18 de junio de
1807, y en Carniola, el 9 de abril de 1808 (los dos otorgados a Rudolf, conde von Wrbna und
Freudenthal, coronel comandante imperial y real); para Rudolf, conde von Wrbna y para sus
sucesores se unieron las armas de Kaunitz-Rietberg-Questenberg, en Budapest el 1 de marzo, y en
Viena el 16 de marzo de 1898. Armas (Wrbna un Freudenthal): de azur una faja de oro
acompañada por seis flores de lis de lo mismo. Casco coronado. Cimera: una columna de oro,
cargada de una flecha de lo mismo en banda, la punta en alto. Soportes: dos leones enfrentados de
plata. Armas (Kaunitz-Rietberg, condes von Questenberg): partido de dos trazos que hacen tres
palos: en 1, de Rietberg, de gules, un águila de oro, en II, cuartelado de Esenz y de Wittmund que
son: a) y d) de oro un oso rampante de sable, “colleté” y ”bouclé” de oro; b) y c) de azur dos
pendones partidos de oro, las astas de los mismo, puestas en sotuer: en III, de Cirksena von
Ostfrise, de sable una “harpie” de oro, la cabeza y el pecho de carnación, coronada de oro,
cantonada de cuatro estrellas de lo mismo, puestas en los cantones del escudo. Sobre el todo del
gran escudo, cuartelado de Kaunitz y de Sesina-Austi: a) y d) de gules, dos hojas de nenúfar de
plata, los troncos doblados y las raíces pasadas en banda: b) y c) de oro, una rosa de seis pétalos de
azur, “boutonée” del campo. Sobre el todo del todo, un escusón coronado con las armas de
Questenberg, que son cuartelado de oro y azur, un león de sable, coronado de oro, brochante sobre
ese cuartelado. Seis cascos de oro coronados de lo mismo . Cimeras: 1º una cabeza y cuello de
águila, contorneada de oro, entre un “vol” contorneado de gules (Rietberg), lambrequines de oro y
gules; 2º un león naciente y contorneado de oro (señorío de Landstein); lambrequines de oro y de
azur: 3º una rosa de seis pétalos de azur,”boutonnée” de oro (Sesina-Austi), lambrequines de oro y
de azur; 4º un “vol” a la antigua, de sable (Kaunitz), lambrequines de plata y de gules; 5º una flor
de lis de oro, delante dos plumas de avestruz de sable (Cirskena, condes von Ostfrise),
lambrequines de oro y de sable; 6º una flor de lis de azur, delante dos manillares de oro agregados
a dos astas de lo mismo, pasadas en sotuer (Wittmund), lambrequines de oro y de azur. Soportes: a
la diestra, un leopardo leonado de oro, coronado de lo mismo; a siniestra un oso de sable “colleté”
y ”bouclé” de oro, la cabeza puesta de frente. Manto de gules, doblado de armiño, “frangé” y
“houpée” de oro, sumado de corona de príncipe261 .
El conde Rudolf von Wrbna-Kaunitz-Rietberg-Questenberg und Freudenthal, esposo de la
princesa Elvira de Baviera, era:
•
Nieto paterno del conde Rudolf von Wrbna-Kaunitz-Rietberg -Questenberg und
Freudenthal, nacido el 4 de abril de 1802 y fallecido el 12 de febrero de 1874 y de la
condesa Konstancie Chorinská z Ledské, nacida el 27 de septiembre de 1807 y fallecida
en 1831.
Padres de262 :
261
Araujo Affonso, Domingos de; Cuny, Hubert; Konarski, Simon; Mestas, Alberto de; Pinoteau, baron
Hervé. Le sang de Louis XIV. Volume II.Imprimerie Cruz & Ca Lda, p. 606, Braga, 1962
262
Los hijos de los Wrbna anduvieron por España ya que la infanta Eulalia cita a alguno de ellos en sus
cartas de los años 40. (Agradezco este dato a Ricardo Mateos).
133
III.a. Excmo. e Ilmo. Conde Rudolf Ludwig Ferdinand Alfons Maria Wilhelmine
Adelbert Irenius von Wrbna-Kaunitz-Rietberg -Questenberg und Freudenthal,
señor von Holleschau-Rymnitz, teniente coronel, nacido en Munich el 26 de
diciembre de 1892 y fallecido en Zlin el 3 de junio de 1936. Casado en Holleschau
(Hollesov) el 19 de julio de 1930 con Bertha Wiedemann, nacida en Strakonitz
(Strakonice), Checoslovaquia, el 11 de abril de 1892 y fallecida en Kromeríz el 13
de febrero de 1962. Sin descendencia.
III.b. Excma. e Ilma. Condesa Isabella María de la Paz Elvira Klara Irene von
Wrbna-Kaunitz-Rietberg-Questenberg und Freudenthal, nacida en el castillo de
Nymphenburg, Munich, el 12 de mayo de 1894 y fallecida en Salzburg el 19 de
septiembre de 1964, casada en primeras nupcias en Viena el 27 de diciembre de
1915 (divorciados en 1923) con el conde Károly Antal Ferenc Ernö Esterházy
von Galantha263 , señor de Cseklész, capitán de caballería, nacido en SzentÁbrahám el 2 de diciembre de 1888 y fallecido en Viena el 3 de julio de 1931, y en
segundas nupcias en Szent-Ábrahám el 28 de agosto de 1924 con un hermano del
anterior, el conde Géza Victor Esterházy von Galantha, nacido en Szent-Ábrahám
el 26 de octubre de 1891 y fallecido en Nueva York el 18 de diciembre de 1959.
Tanto el conde Károly como el conde Géza eran hijos del conde Károly Stephan
Esterházy von Galantha, señor de Cseklész, de Szempcz, de Szent-Abrahám, de
Farkashida, nacido fuera del matrimonio, de la segunda esposa de su padre, en
Viena el 30 de noviembre de 1847 y fallecido en Cseklész el 1 de noviembre de
1919 y de su segunda 264 esposa Mary Evelyn Hamilton Charters, nacida en Belfast
el 9 de marzo de 1859 y fallecida en Viena el 16 de enero de 1932, con quien había
casado en Stoke Park el 15 de noviembre de 1882 y de la que se divorció el 16 de
julio de 1923.
LOS ESTERHÁZY VON GALÁNTHA
Los Esterházy von Galántha son una familia húngara de nobleza inmemorial, descendientes
del clan Salamon, establecido en el condado de Presburg (también llamado Pozsony), en
Hungría occidental, y mencionada desde 1186. Su filiación ininterrumpida se remonta a
Nicolas Salamon, 1242, cuyo nieto Pedro es el antepasado directo de los Esterházy. Este
nombre aparece por vez primera en 1425. Blaise, llamado Zerhás (en húngaro antiguo estera
es igual a caña; eszterhás-ház = casa cubierta de cañas ; por tanto, Esterházy = lugar de casas
cubiertas de cañas ). La forma Esterházy fue fijada por Benito (1508-1549), esposo de Elena
Bessenyei de Galántha, última de su linaje. Su hijo Francisco (1533-1604) fue el primer
Esterházy de Galántha y padre de trece hijos de los que tres son fundadores de otras las
líneas florecientes de Fraknò, de Csesznek y de Zòlyom. La rama principesca se desgajó de
la línea Fraknò de la que también proviene la rama condal de Cseklész de la que nos
263
Él se casó en segundas nupcias en Pozsony el 16 de enero de 1924 con la condesa Theresia von
Wrbna-Kaunitz-Rietberg-Questenberg und Freudenthal, nacida en Holleschau el 18 de enero de 1888,
esposa divorciada del conde Joseph Radetzky de Radetz, e hija del conde Rudolf von Wrbna y de la
condesa Terréese Chorinsky.
264
La primera esposa del conde Károly Stephan Esterházy de Galantha fue Paula Stauber, nacida en
Baden en 1847 y fallecida en el mismo lugar el 13 de diciembre de 1881, con quien había casado en
Baden, cerca de Viena, el 29 de junio de 1876.
134
estamos ocupando en este trabajo. Nicolás (1583-1645), hijo de Francisco, era palatino de
Hungría y obtuvo, el 10 de abril de 1613 el título de barón y más tarde, el 10 de agosto de
1626, el de conde hasta que su hijo Pablo (1635-1713) se convirtió en príncipe del Sacro
Imperio en 1687. Francisco (1641-1684), hermano menor del primer príncipe, Pablo, es el
origen de las ramas condales de Tata y de Cseklész, ésta última fundada por Francisco
(1715-1785). Las armas de la rama condal de la que hablamos son: de azur, un grifo
coronado, sostenido por una corona, todo de oro, llevando en su pata derecha un sable de
plata y en la izquierda una rama de rosal de sinople, florida por tres piezas de gules. Casco
coronado. Cimera: el grifo naciente. Soportes: dos grifos de oro. Manto de gules, franjado
de oro, doblado de armiño, sumado por una corona con nueve perlas.265
Ambos esposos de la condesa Isabella eran:
•
Nietos paternos del conde Károly Esterházy von Galantha, nacido en
Viena el 5 de febrero de 1799 y fallecido en la misma ciudad el 2 de
octubre de 1856, y de su segunda266 esposa Wilhelmine Felber, nacida en
Klagenfurt el 22 de abril de 1807 y fallecida en Viena el 29 de marzo de
1882, con quien casó en Pápa el 3 de julio de 1848.
Hijos del primer matrimonio 267 :
IV.a. Condesa Isabella Elvira Alexandra Mária Pilar Rudolfine
Esterházy von Galantha, nacida en Viena el 18 de noviembre de 1917.
Casada con Julius Neutag, familia de la burguesía austríaca.
IV.b. Conde Károly Géza József Rudolf Alfons Mária Fortuné
Esterházy von Galantha, nacido en Landschütz (también llamado
Cseklész) el 19 de diciembre de 1918 y fallecido en Salzburg el 24 de
febrero de 1958, señor de Cseklész y de Szempcz, cantante de ópera,
conocido bajo el nombre de Thalana. Casado en Landschütz (también
llamado Cseklész) el 2 de marzo de 1940 con Hildegard Petrech, nacida
en Presburg (también llamado Pozsony) el 1 de junio de 1922.
Padres de:
V.a. Condesa Szilvia Esterházy von Galantha, nacida en
Landschütz (también llamado Cseklész o Ceklis), en agosto de 1940
y fallecida en Bratislava el 3 de noviembre de 1941.
V.b. Conde Károly Rudolf Jenö Esterházy von Galantha, nacido
en Landschütz (también llamado Cseklész) el 12 de abril de 1943.
V.c. Condesa Hildegard Szilvia Esterházy von Galantha, nacida en
Landschütz (también llamado Cseklész) el 12 de abril de 1943,
melliza del anterior.
IV.c. Conde Jenö Esterházy von Galantha, nacido en Hollesov el 28 de
enero de 1921. Casado en Nueva Cork el 18 de septiembre de 1958 con
Melinda Várkuty, nacida el 16 de junio de 1921.
265
Araujo Affonso, Domingos de; Cuny, Hubert; Konarski, Simon; Mestas, Alberto de; Pinoteau, baron
Hervé. Le sang de Louis XIV. Volume II. Imprimerie Cruz & Ca Lda, p. 176, Braga, 1962.
266
Su primera esposa fue la baronesa Antonia Perényi de Perény, nacida en Köszeg el 10 de noviembre
de 1800 y fallecida en Viena el 23 de abril de 1847, con quien había casado el 4 de enero de 1820.
267
Los Esterházy se trataban con Alejandro de Baviera, nieto de la infanta Paz, y con Josef Clemens de
Baviera.
135
Hijos del segundo matrimonio:
IV.d. Conde Géza Alfons Rudolf Aristide Alexander Esterházy von
Galantha, nacido en Viena el 22 de diciembre de 1925. Casado en Munich
el 14 de julio de 1958 con Etelka Nagy, nacida en Budapest el 6 de enero
de 1937.
IV.e. Condesa Eva Elvira Alexandra Maria Esterházy von Galantha,
nacida en Viena el 19 de abril de 1927. Casada en Nueva York el 7 de junio
de 1959 con William Samuel Evans , nacido en Dayton, Ohio, el 23 de
enero de 1918 y fallecido en Stamford, Connecticut, el 4 de enero de 2002,
administrador de la St. Regis Paper Co. Hijo de William Lewis Evans
(1873-1957) y de Della F. Ferguson (1875-1956). Padres de:
V.a. Alexander William Evans, nacido en 1963.
V.b. Eva Elizabeth Evans , nacida en 1966.
IV.f. Condesa Elvira Alexandra Maria Lucia Isabella Rudolphine
Esterházy von Galantha, nacida en Viena el 13 de abril de 1929, directora
asistente de Fa Coty. Casada en Nueva York el 1 de dicie mbre de 1983 con
Eric de Kolb-Wartenberrg.
IV.g. Condesa Maria Assunta Franziska Elvira Alexandra Isabella
Esterházy von Galantha, nacida en Viena el 19 de mayo de 1934 y
fallecida en 1995. Casada en Salzburg en 1961 con László Oláh de Kis Barátfalva, nacido en 1930. Padres de:
V.a. Lászlo Oláh de Kis -Barátfalva, nacido en 1966.
V.b. Kristof Oláh de Kis -Barátfalva, nacido en 1978.
III.c. Excmo. e Ilmo. Conde Alfons Rudolf Ludwig Ferdinand Adelbert Georg
Wilhelm Karl Irenaeus Maria von Wrbna-Kaunitz-Rietberg-Questenberg und
Freudenthal, señor de Gross-Waltersdorf y de Jarmeritz, nacido en Viena el 11 de
enero de 1896 y fallecido en Munich en 1976. Casado en Nymphenburg el 30 de
septiembre de 1944 con Josephine Kellnberger, nacida en Munich el 19 de marzo
de 1896 y fallecida en Munich en 1976, viuda de Joseph Kassenetter, doctor en
Medicina fallecido en Munich el 23 de enero de 1943, hija de Johann Kellnberger y
de Maria Bindhammer.
II.e. S.A.R. Princesa Clara Eugenia Cristina Gabriela Alejandrina Amelia María
Teresa Eufemia Zenaida de Baviera, nacida en Nymphenburg el 11 de octubre de 1874
y fallecida en Munich el 29 de mayo de 1941, abadesa del convento real de damas de
Santa Ana en Wurzburg, dama honoraria de la Orden bávara de Teresa y dama de la
Orden de Santa Isabel. Fue una mujer tremendamente presente en la vida de los hijos de
Luis Fernando de Baviera y Paz de España. Residió toda su vida en Nymphenburg junto a
sus padres. Aunque no consiguió casarse, a través de la infanta Eulalia y de la reina Isabel
II se intentó su matrimonio con el príncipe Luis II de Mónaco. Fue muy querida por la
Infanta Paz y muy amiga de la archiduquesa María Josefa, madre del emperador Carlos I
de Austria 268 .
268
Agradezco este dato a don Ricardo Mateos.
136
Precisamente la princesa Clara acompañó a la Infanta Paz y a sus hijos en el viaje que
hicieron a Roma en octubre de 1902 para visitar al Papa León XIII269 . Entre finales de
1903 y principios de 1904 les volvió a acompañar en un viaje a Madrid. Poco antes de la
Navidad de 1903 llegaron a casa de la reina Isabel II a París. Poco después partieron hacia
Madrid. La Infanta Paz, su marido e hijos vivieron en el Palacio Real mientras que la
princesa Clara se instalaba en el palacio que la Infanta Isabel habitaba en la calle
Quintana 270 .
Princesa Clara de Baviera
Firma de la Princesa Clara de Baviera
269
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 219, Madrid, 1935.
270
Cuatro revoluciones e intemedios. Setenta años de mi vida. Memorias de la Infanta Paz. (Comentarios
del Príncipe Adalberto). Espasa-Calpe, p. 246, Madrid, 1935.
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