Ministerio del Proyecto Raquel

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Ministerio del Proyecto Raquel
Ministerio del Proyecto Raquel
Manual de recursos postaborto para sacerdotes y dirigentes del Proyecto Raquel
COMITÉ PARA EL CLERO, LA VIDA CONSAGRADA Y LAS VOCACIONES
COMITÉ PARA LAS ACTIVIDADES PRO-VIDA
CONFERENCIA DE LOS OBISPOS CATÓLICOS DE LOS ESTADOS UNIDOS
Edición 2010
Ministerio del Proyecto Raquel
Manual de recursos postaborto para sacerdotes y dirigentes del
Proyecto Raquel
Edición 2010
COMITÉ PARA EL CLERO, LA VIDA CONSAGRADA Y LAS VOCACIONES
COMITÉ PARA LAS ACTIVIDADES PRO-VIDA
CONFERENCIA DE LOS OBISPOS CATÓLICOS DE LOS ESTADOS UNIDOS
United States Conference of Catholic Bishops
Washington, DC
El documento Ministerio del Proyecto Raquel: Manual de recursos postaborto para sacerdotes y
dirigentes del Proyecto Raquel fue desarrollado por el Comité para el Clero, la Vida Consagrada y las
Vocaciones y por el Comité para las Actividades Pro-Vida de la Conferencia de los Obispos Católicos
de los Estados Unidos (USCCB). Fue revisado por los presidentes de los comités, el Cardenal Seán
O’Malley y el Cardenal Justin Rigali, respectivamente, y ha sido autorizado para ser publicado por el
abajo firmante.
Mons. David J. Malloy, STD
Secretario General, USCCB
Copyright © 2010 United States Conference of Catholic Bishops, Washington, DC. El texto de este
manual puede ser reproducido completa o parcialmente sin alteraciones ni modificaciones por diócesis y
seminarios católicos sin necesidad de autorización adicional, siempre y cuando estas reimpresiones
incluyan la siguiente nota: “Reimpreso [tomado] de Ministerio del Proyecto Raquel: Manual de recursos
postaborto para sacerdotes y dirigentes del Proyecto Raquel, copyright © 2009, United States
Conference of Catholic Bishops, Washington, DC Todos los derechos reservados.”
Índice
Los Papas les hablan a las mujeres que se han hecho abortos .......................................vii
Prefacio ...............................................................................................................................viii
Las madres ............................................................................................................ 1
Las secuelas del aborto en la madre del niño abortado .................................................... 3
La mujer que ha abortado recientemente .......................................................................... 7
Atención pastoral para las madres que sufren por el aborto ........................................... 9
El Sacramento de la Reconciliación................................................................................. 10
El ministerio del sacerdote en la orientación y la sanación postaborto .......................... 13
La mujer que ha abortado recientemente y el ministerio del sacerdote .......................... 23
El ministerio del sacerdote con aquellos que abortaron después de un diagnóstico
prenatal adverso ............................................................................................................... 24
Los padres ........................................................................................................... 25
Las secuelas del aborto en el padre del niño abortado .................................................... 27
Reacciones psicológicas y conductuales comunes observadas en padres de niños
abortados .......................................................................................................................... 29
Atención pastoral para los hombres heridos por el aborto ............................................ 33
El Sacramento de la Reconciliación................................................................................. 33
El ministerio del sacerdote en la atención a los hombres heridos por el aborto ............. 33
Otras personas heridas por el aborto ............................................................... 37
Las secuelas del aborto en otras personas heridas por un aborto ................................. 39
Los abuelos ....................................................................................................................... 39
Los sobrevivientes del aborto y los hermanos de niños abortados ................................. 40
Familiares y amigos ......................................................................................................... 41
Los practicantes de abortos.............................................................................................. 42
La parroquia......................................................................................................... 43
Comunicar esperanza y sanación en la parroquia ......................................................... 45
Homilías inspiradoras acerca de la reconciliación y la sanación postaborto ................ 45
Conexión de la parroquia con el Proyecto Raquel diocesano o
el ministerio de sanación postaborto................................................................................ 46
La diócesis ........................................................................................................... 51
El Proyecto Raquel y programas relacionados: compromiso diocesano
con la sanación postaborto ................................................................................................. 53
Introducción ..................................................................................................................... 53
Cómo comenzar (o fortalecer) un ministerio del Proyecto Raquel en su diócesis........... 54
Lanzamiento y promoción del ministerio del Proyecto Raquel ....................................... 59
Servicios adicionales de sanación:................................................................................... 60
Misas y retiros .................................................................................................................. 60
La perspectiva canónica sobre el aborto .......................................................... 63
Recursos recomendados.................................................................................... 69
Apéndices ............................................................................................................ 79
El ministerio del sacerdote para con aquellos en riesgo de abortar debido a un
diagnóstico prenatal adverso ............................................................................................. 81
Plantear el tema de una pérdida a causa de un aborto anterior en la preparación
al matrimonio ...................................................................................................................... 84
Bendición de un monumento en honor a los niños no nacidos que han perdido
la vida por el aborto ........................................................................................................... 85
Hora Santa por la vida ....................................................................................................... 89
Agradecimiento ................................................................................................................... 93
Notas .................................................................................................................................... 95
En Ramá se han oído unos quejidos
y un amargo lamento:
es Raquel que llora a sus hijos
y no quiere que la consuelen,
pues ya no están.
Así dice el SEÑOR:
Deja de lamentarte, y seca el
llanto de tus ojos,
ya que tu prueba tendrá su
recompensa: …
Ten esperanza para el futuro.
Jeremías 31:15-17
"Has de saber, hija mía, que Mi Corazón es la Misericordia Misma.
Desde este mar de Misericordia, las gracias se derraman sobre el mundo entero.
Ningún alma que se haya acercado a Mí se ha retirado sin consuelo.
Toda miseria se hunde [en] mi Misericordia,
y de este manantial brota toda gracia salvadora y santificante...
...Antes el cielo y la tierra se vuelven a la nada,
que Mi Misericordia deje de abrazar a un alma confiada.”
Diario de Santa María Faustina Kowalska, # 1777
Los Papas les Hablan a las Mujeres que se han hecho Abortos • vii
Los Papas les hablan a las mujeres que
se han hecho abortos
La Iglesia sabe cuántos condicionamientos pueden haber influido en vuestra
decisión, y no duda que en muchos casos se ha tratado de una decisión dolorosa e incluso
dramática. Probablemente la herida aún no ha cicatrizado en vuestro interior. Es verdad
que lo sucedido fue y sigue siendo profundamente injusto. Sin embargo, no os dejéis
vencer por el desánimo y no abandonéis la esperanza. Antes bien, comprended lo
ocurrido e interpretadlo en su verdad. Si aún no lo habéis hecho, abríos con humildad y
confianza al arrepentimiento: el Padre de toda misericordia os espera para ofreceros su
perdón y su paz en el sacramento de la Reconciliación. Os daréis cuenta de que nada está
perdido y podréis pedir perdón también a vuestro hijo que ahora vive en el Señor.
Ayudadas por el consejo y la cercanía de personas amigas y competentes, podréis estar
con vuestro doloroso testimonio entre los defensores más elocuentes del derecho de todos
a la vida. Por medio de vuestro compromiso por la vida, coronado eventualmente con el
nacimiento de nuevas criaturas y expresado con la acogida y la atención hacia quien está
más necesitado de cercanía, seréis artífices de un nuevo modo de mirar la vida del
hombre.
Juan Pablo II, Evangelium vitae
(El Evangelio de la Vida), no.99 (1995)1
La Iglesia, a ejemplo de su divino Maestro, piensa siempre en las personas concretas,
sobre todo en las más débiles e inocentes, que son víctimas de las injusticias y los
pecados, y también en los demás hombres y mujeres que, habiendo cometido dichos
actos, han incurrido en culpa y llevan sus heridas interiores, buscando la paz y la
posibilidad de una recuperación.
La Iglesia tiene el deber primario de acercarse a estas personas con amor y
delicadeza, con solicitud y atención materna, para anunciarles la cercanía misericordiosa
de Dios en Jesucristo. En efecto, como enseñan los Padres, él es el verdadero buen
Samaritano, que se ha hecho nuestro prójimo, que derrama aceite y vino sobre nuestras
heridas y nos conduce a la posada, la Iglesia, en la que hace que nos curen,
encomendándonos a sus ministros y pagando personalmente, por adelantado, nuestra
curación.
Benedicto XVI, Discurso a los participantes del Congreso Internacional “El aceite
sobre las heridas. Una respuesta a las plagas del aborto y del divorcio”,
(5 de abril de 2008), www.vatican.va
1
Juan Pablo II, Evangelium vitae (El Evangelio de la vida). Washington, DC: United States Conference of Catholic Bishops [USCCB], 1995.
viii • Prefacio
Prefacio
E
n su homilía de 2009 en la Fiesta de San Pedro
“Un buen pastor, un pastor según el
Corazón de Dios, es el tesoro más
grande que el buen Dios puede conceder
a una parroquia, y uno de los dones más
preciosos de la misericordia divina”.
y San Pablo, el Papa Benedicto XVI recalcó que “sin la
curación de las almas, sin la curación del hombre desde
dentro, no puede haber salvación para la humanidad.”2
¡Cuán esenciales son, pues, a la misión de la Iglesia,
San Juan María Vianney,
las actividades pastorales y apostólicas que acercan a las
citado por el Papa Benedicto XVI,
mujeres y a los hombres cargados con el pecado del
“Carta de Proclamación del Año Sacerdotal
en el 150 aniversario del Dies Natalis del
aborto al corazón misericordioso de Dios! No es una
Cura de Ars” (16 de junio de 2009)
exageración decir que el ministerio eclesial de sanación y
reconciliación después de un aborto está en el corazón de
la misión de la Iglesia en este momento de su historia.
Muchos grandes santos se han maravillado de la misericordia de Dios. El Cura de Ars, San Juan
María Vianney, patrono de los sacerdotes, en cuya memoria se está celebrando este año el Año
Sacerdotal, entendió bien este gran tesoro de Dios. En su “Carta de Proclamación del Año Sacerdotal”,
el Papa Benedicto escribe: “El Cura de Ars consiguió en su tiempo cambiar el corazón y la vida de
muchas personas, porque fue capaz de hacerles sentir el amor misericordioso del Señor. Urge también en
nuestro tiempo un anuncio y un testimonio similar de la verdad del Amor: Deus caritas est.”
San Juan María Vianney a menudo decía, y el Papa Benedicto lo afirma en su Carta, que “el
Sacerdocio es el amor del corazón de Jesús” y que “sin el sacerdote, la muerte y la pasión de Nuestro
Señor no servirían de nada. El sacerdote continúa la obra de la redención sobre la tierra.”
Los sacerdotes son, por tanto, primordiales para el ministerio postaborto. A través del Sacramento
de la Reconciliación, sólo ellos pueden llevar el amor incondicional y la misericordia de Cristo a
aquellos quebrados por el pecado. A través del sacramento y del acompañamiento pastoral, los
sacerdotes ayudan a restaurar la salud espiritual, emocional y mental de aquellos heridos por el pecado
del aborto y a asistirlos en el camino de la conversión y la sanación. Los obispos católicos de los Estados
Unidos, en su primer Plan pastoral para actividades pro-vida (1975) –que fue desarrollado en respuesta
a la legalización del aborto en el país– comprometieron “los recursos pastorales de la Iglesia” para “las
necesidades específicas de... aquellos que se han hecho un aborto o han tomado parte en uno” (no.6).
Los obispos destacaron en ese documento que “es importante que nos demos cuenta de que la
misericordia de Dios está siempre disponible y sin límites, que la vida cristiana puede ser restaurada y
renovada por medio de los sacramentos, y que la unión con Dios puede ser alcanzada a pesar de los
problemas de la existencia humana” (no. 24).
El Proyecto Raquel –una red de sanación en el corazón de la Iglesia– fue fundado en 1984 por Vicki
Thorn, la entonces directora pro-vida diocesana de la Arquidiócesis de Milwaukee. Al ser un ministerio
con base en la diócesis, el Proyecto Raquel es una red de sacerdotes, consejeros y laicos especialmente
capacitados, que brindan una respuesta conjunta de asistencia a aquellos que sufren las consecuencias
del aborto. Dependiendo de los recursos diocesanos, adicionalmente a la atención individual, se pueden
ofrecer grupos de apoyo y retiros. Más de 150 diócesis tienen programas del ministerio postaborto, en su
mayoría llamados Proyecto Raquel. El ministerio se ha expandido a Canadá, América Latina, Australia y
Nueva Zelanda, Europa y Asia.
La primera edición de El Ministerio Postaborto: Manual de recursos postaborto para sacerdotes
fue publicado en 1999. El nuevo material en esta edición revisada trata el impacto espiritual, emocional
y psicológico del aborto en los padres de los niños abortados, en los abuelos de estos niños y en otras
2
Excepto donde se indique algo diferente, todas las citas papales provienen del sitio web del Vaticano: www.vatican.va.
Prefacio • ix
personas involucradas en la decisión del aborto o lastimadas por la pérdida del niño, tales como otros
miembros de la familia, incluidos los hermanos.
Una nueva sección (Sección 5) propone un modelo para el ministerio diocesano postaborto e incluye
directrices detalladas sobre cómo desarrollar y fortalecer el ministerio diocesano.
Actualizaciones periódicas mantendrán informados a los dirigentes del Proyecto Raquel, de las
mejores prácticas para capacitar a sacerdotes, consejeros, miembros de equipos y voluntarios
administrativos, y para concientizar de las consecuencias del aborto y de la oportunidad para encontrar la
paz de Dios. Es nuestra profunda esperanza que la distribución de este manual de recursos en cada
diócesis de los Estados Unidos a todos los ministros ordenados, así como a todos los consagrados y
laicos comprometidos en el ministerio postaborto, asegure que la plenitud de la misericordia de Cristo
sea proclamada y esté disponible para aquellos que han sido heridos espiritual y emocionalmente por su
participación en un aborto. En este Año Sacerdotal, hagamos nuestra la oración de san Claudio de la
Colombière, SJ, director espiritual de santa Margarita María:
Señor, estoy en el mundo para enseñar a los demás tu misericordia.
Otros te glorificarán
haciendo visible el poder de tu gracia,
a través de su fidelidad y su constancia hacia Ti.
Por mi parte quiero darte gloria
revelando tu bondad hacia los pecadores,
que tu misericordia no tiene límites,
Ninguna recaída, por vergonzosa y criminal que sea,
debe conducir a ningún pecador a la desconfianza del perdón.
Te he ofendido gravemente, amable Redentor mío,
pero sería mucho peor si te hiciera esta grave ofensa
de pensar que no eres tan bueno como para perdonarme. y que ningún pecador, sin importar
Amén.3
Cardenal Seán O’Malley
Presidente
Comité de la USCCB para el Clero,
la Vida Consagrada y las Vocaciones
3
Cardenal Justin Rigali
Presidente
Comité de la USCCB para
Actividades Pro-Vida
Saint Claude de la Colombière, SJ, The Spiritual Direction of Saint Claude de la Colombiere [La Dirección Espiritual
de san Claudio de la Colombière], traducción al inglés y adaptación por la Madre Mary Philip, IBVM (San Francisco:
Ignatius Press, 1998).
Primera Sección
Las madres
Las secuelas del aborto en la madre del niño abortado • 3
Las secuelas del aborto en la madre del
niño abortado
E
n promedio, se practican más de 3.000 abortos por día en los Estados Unidos. Desde 1973,
más de 50 millones de niños han sido destruidos por el aborto. Aunque algunas informan de un trauma
relativamente leve después del aborto, ninguna sale verdaderamente ilesa. Para muchas, la experiencia es
devastadora, y les causa un trauma emocional, psicológico y espiritual severo y de larga duración. Toda
pérdida por causa de un aborto puede también afectar a los padres, abuelos y hermanos del niño, así
como también a los amigos de la madre e incluso a sus futuros esposo e hijos.
La evidencia de trauma postaborto de décadas de
“Todo lo que leí sobre el aborto antes
duración, que alguna vez fuera únicamente anecdótica, ha
de haberlo vivido, decía que las
sido ahora verificada por psicólogos, consejeros
mujeres no sufren depresión o
profesionales, investigadores académicos y por aquellos
arrepentimiento posteriormente...
que participan en el ministerio postaborto. En la sección
podía esperar sentirme aliviada.
“Recursos” de este manual se pueden encontrar citas a
“¿De dónde sacaron eso?”
artículos publicados en destacadas revistas, que miden la
“Yo nunca seré la misma.”
disfunción después de un aborto.
Es importante recordar que el aborto no comenzó con
Roe vs. Wade. Ese fallo simplemente legalizó el aborto a lo largo y ancho de los Estados Unidos. Los
sacerdotes encuentran muchas mujeres mayores que se hicieron abortos durante la Gran Depresión o la
Segunda Guerra Mundial. Estas mujeres pueden parecer agitadas a medida que se acerca la muerte.
Cuando son llamados a atender a alguien así, es una buena práctica pastoral decir: “No hay nada que
Dios no pueda perdonar, ningún adulterio o aborto...” y nombre algunos otros pecados. Al mencionar el
aborto, le ha dado permiso para desahogar su alma.
El significado y el impacto de un aborto pueden cambiar a lo largo del curso de la vida de una
mujer. Es imposible predecir cuándo problemas relacionados al aborto van a mover a una mujer a buscar
ayuda. Algunas mujeres llaman al Proyecto Raquel o a otros programas casi inmediatamente después de
un aborto. A menudo se encuentran muy agitadas, pero se describen a sí mismas como “entumecidas”.
Algunas mujeres buscan consejos y recurren al Sacramento de la Reconciliación cuando están
prontas para ser madres y cuando quedan de nuevo embarazadas.
Otras mujeres pueden confrontar la pérdida cuando se enfrentan a la infertilidad, un aborto
espontáneo subsiguiente, una enfermedad grave, o la muerte de alguien cercano, especialmente de otro
niño.
Otras pueden no reconocer la pérdida hasta que sus amigos se convierten en abuelos o ellas han
alcanzado la vejez o se están preparando para morir. Es importante ser conscientes de que las mujeres
agonizantes pueden estar llevando una pesada carga de culpa por haber estado involucradas en un
aborto, una carga que tienen dificultad en confrontar y confesar.
Es imposible para una mujer olvidar sus embarazos, a pesar de que puede estar negando cuántos
abortos ha tenido. Las investigaciones han demostrado que las mujeres llevan consigo células de cada
embarazo que han tenido, aparentemente por el resto de sus vidas.
En el mundo actual, se reconoce ampliamente que los sucesos traumáticos pueden ocasionar una
herida emocional considerable y superar la habilidad de una persona para hacer frente a las presiones de
la vida. El aborto es frecuentemente descrito por las mujeres y los hombres como una pérdida
traumática; como resultado, pueden ocurrir un duelo prolongado y no resuelto y otros problemas
postraumáticos. La intención de usar el término “trauma postaborto” no es etiquetar o fomentar la
estigmatización, sino más bien reconocer lo difícil que puede ser para algunos sanar después de un
aborto, y confirmar su sufrimiento. Una pérdida traumática también la pueden sufrir los padres, abuelos
4• las secuelas del aborto en la madre del niño abortado
y otros miembros de la familia. El duelo y la pérdida necesitan reconocimiento, expresión, tiempo,
compasión y educación, para que la sanación sea posible.
Sentir dolor tras un aborto es normal. Es el dolor de una madre que ha perdido un hijo de una
manera traumática y antinatural. Algunas mujeres, especialmente las mujeres jóvenes, pueden buscar
ayuda por “lo que hicieron” y pueden no estar prontas aún para reconocer su dolor y la pérdida de un
hijo. El darles a estas personas una oportunidad de hablar con un sacerdote o consejero del Proyecto
Raquel compasivo y conocedor, puede abrirles la puerta para que enfrenten sus sentimientos sobre su
aborto. Es siempre importante salir al encuentro de la mujer que ha abortado allí donde ella está, en lugar
de donde el que brinda la atención piensa que debería estar.
Con tantos millones de abortos realizados durante
tantos años, es cada vez más evidente que muchas
“Si no fuera por el Proyecto Raquel,
personas o bien se han hecho un aborto o conocen a un
todavía estaría llorando, diariamente.
compañero, un familiar o un amigo que ha estado
Mi Decisión fue el primer pensamiento
que cruzaba mi mente cuando me
involucrado en uno. Las secuelas psicológicas negativas
despertaba en la mañana. Mi Decisión
del aborto son actualmente reconocidas en el mundo
me recordaba que, a pesar de que me
entero. El mito de que las secuelas del aborto son
podía mover a través de mi rutina
resultado de la “culpa católica” o de la propaganda prodiaria, no me era permitido disfrutar de
vida es falaz. Muchas mujeres y hombres que no tienen
películas cómicas o momentos
fe han reconocido la pérdida duradera y dolorosa de su
especiales con mi familia. Mi Decisión
hijo por el aborto. Su pena y sufrimiento no están
me detenía literalmente en mitad de la
basados en la religión. Esto se demuestra por las
risa. Yo no merecía reír. Había
respuestas de duelo de las mujeres en Japón, donde los
cometido un acto imperdonable”.
católicos representan solo cerca del 0,4 % de la
población y la mayoría de la población es budista. En
ausencia de “propaganda” pro-vida, su necesidad de perdón y reconciliación con el niño no nacido ha
sido fuerte durante décadas, y continúa siéndolo.
Mientras que los partidarios del aborto en los Estados Unidos han tratado de ignorar la verdad
vivida de cómo el aborto puede afectar negativamente la vida de las mujeres, hoy en día también ellos
están comenzando a darse cuenta de que algunas mujeres en verdad necesitan ayuda después de un
aborto.
Cada mujer exhibe su propio y único conjunto de síntomas de duelo. Las siguientes son algunas de
las manifestaciones más frecuentes:













Culpa y vergüenza.
Dolor que no puede compartir.
Depresión y baja autoestima, algunas veces hasta el punto de tener pensamientos suicidas.
Alejamiento y/o enajenación del compañero/esposo, de la familia y de los amigos.
Temor de que Dios la castigará, o la está castigando, por haber cometido un “pecado
imperdonable”.
Desórdenes alimenticios, conductas autoflagelantes tales como “cortarse” (lastimarse a sí
misma deliberadamente)
Disfunción sexual, promiscuidad, o pérdida del apetito sexual; problemas con la intimidad.
Problemas para establecer vínculos afectivos con sus otros hijos o sus hijos subsiguientes,
incluyendo el ser sobreprotectora, emocionalmente distante, inasequible o abusiva.
Ira profunda e inexorable hacia sí misma, hacia su compañero/esposo, su familia, sus amigos,
hacia el practicante del aborto, incluso hacia Dios.
Problemas para dormir, incluyendo pesadillas relacionadas con el aborto, escenas
retrospectivas o “escuchar” a un bebé que llora.
Dependencia del alcohol y drogas usadas para auto-medicación.
Deseo de tener un bebé como “reemplazo”, un nuevo embarazo rápido. Mayor riesgo de
abortos subsiguientes.
Reacciones de tristeza o depresión en la fecha del aniversario del aborto o en la fecha que
esperaba el parto.
Las secuelas del aborto en la madre del niño abortado • 5



Furia o evasión cuando las conversaciones giran hacia los bebés o el aborto.
Participación en el movimiento pro-aborto o participación enfermiza o desequilibrada en el
movimiento pro-vida.
Adicción al trabajo
El estrés y el miedo pueden jugar un papel importante en la decisión de una mujer de abortar.
Algunas mujeres describen estar en un estado mental casi alterado en el momento de la decisión y
durante el aborto. Aisladas, llenas de temor y descreídas de que pueden y deben buscar la ayuda de
aquellos que más las aman, muchas mujeres toman la decisión de abortar sin consultar a otros. En la
clínica de abortos, sus temores pueden ser reforzados cuando se les incita a tomar una decisión
inmediata. A menudo hay poca o ninguna discusión de alternativas, tiempo insuficiente de
“asesoramiento”, presión para proceder, y divulgación insuficiente e imprecisa sobre la seguridad física
y emocional del aborto.
Cuando las mujeres están embarazadas y asustadas, el instinto de autopreservación toma el control.
El embarazo puede verse como un problema que amenaza la vida, y las mujeres embarazadas que se
sienten de esta manera harán lo que sea necesario para escapar del problema. Es de este modo que
muchas mujeres recurren al aborto. Más tarde, cuando la realidad se afianza, pueden estar perplejas e
incluso horrorizadas de que pudieran haberse sometido a un aborto. Las mujeres que han sufrido este
tipo de reacción de estrés pueden ser más proclives a abortar embarazos subsiguientes. Casi uno de cada
dos abortos que se llevan a cabo hoy en día son por mujeres que ya han abortado antes.
La evidencia científica que sostiene que el aborto es un factor de estrés traumático con efectos
adversos ha incrementado dramáticamente en la última década. Datos de dos de los estudios
científicamente más sólidos (Fergusson et al., 2006, 2008) han demostrado que el aborto aumenta
significativamente los riesgos a la salud mental en las mujeres jóvenes:
•
El 27% de las mujeres que abortaron, informaron tener ideas de suicidio, en una tasa 4 veces mayor
que las mujeres que nunca han estado embarazadas y más de 3 veces mayor que las mujeres que
dieron a luz.
•
Hubo un riesgo 61% mayor de ideas suicidas asociadas con el aborto.
•
Hubo un riesgo 31% mayor de depresión grave asociada con el aborto.
•
El 42% de las mujeres jóvenes que abortaron reportaron depresión grave a la edad de veinticinco.
Otros estudios rigurosos a gran escala afirman incrementos similares en riesgos para las mujeres
adultas:
•
Las mujeres con una historia de aborto son 3 veces más propensas que sus pares sin una experiencia
de aborto a reportar una depresión significativa (Pedersen, 2008).
•
La tasa de suicidios es casi 6 veces mayor entre mujeres que abortaron, comparada con la de
mujeres que dieron a luz (Gissler et al. 1996, 2005).
•
El riesgo de suicidio es 154% mayor entre mujeres que abortaron, comparado con el de aquellas que
dieron a luz (Reardon et al., 2002).
•
El aborto aumenta el riesgo de desarrollar un desorden bipolar en un 167% y depresión grave en un
45% (Coleman et al., 2009b).
En vista a estos resultados de investigación, es apropiado que el sacerdote, asesor o miembro del
equipo del Proyecto Raquel indague sobre los sentimientos postaborto de la mujer, las conductas de alto
riesgo que pueda estar teniendo, los sentimientos de desesperanza, vergüenza o ideas suicidas, y su
funcionamiento general. Esté alerta a comentarios tales como que ella “quiere estar con su bebé”. Eso
6• las secuelas del aborto en la madre del niño abortado
podría indicar un intento de suicidio, en cuyo caso debería remitirla inmediatamente a un profesional de
la salud mental.
Uno de los regalos más importantes que usted puede darle a la mujer que ha pasado por un
aborto es escucharla compasivamente, hacerle preguntas con sensibilidad, mostrarle su comprensión del
dolor que el aborto puede ocasionar, y construir una relación que sea un cable de salvación para la
esperanza y el cambio. No hay regalo mayor para una persona traumatizada y aislada que está luchando
en las corrientes del desprecio a sí misma, el dolor, la tristeza y la culpa. Al hacerlo, usted camina en las
huellas del Médico Divino y lleva Su amor y Su misericordia.
La mujer que ha abortado recientemente • 7
La mujer que ha abortado recientemente
“He sentido tanto dolor: la
vergüenza y la culpa y el
temor de que Dios me odie.
Todavía lloro todos los días
y pienso en mi bebé...
¿Cómo puede Dios alguna
vez perdonarme?
D
urante muchos años las mujeres que habían abortado
recientemente estuvieron reticentes a acercarse al Proyecto Raquel en
busca de ayuda. Algunas estaban en estado de negación, otras
estaban emocionalmente entumecidas, otras más pueden
simplemente haber sentido alivio. Actualmente, con mayor
frecuencia, la mujer que ha abortado recientemente puede estar
buscando ayuda a los pocos días de su aborto. Esto puede ser muy
beneficioso para ella y ayudar a evitarle años de sufrimiento.
En algunas mujeres, el trauma del aborto puede no manifestarse por meses o años. En otras, puede
emerger en la fecha prevista del parto.
No es inusual que una mujer intente quedar embarazada de nuevo dentro de un año después de su
aborto. Este embarazo rápidamente reiterado puede ser un intento de deshacer el aborto traumático, al
reconstruir compulsivamente las mismas circunstancias que la llevaron al aborto, con la esperanza de
tomar la decisión de quedarse con su hijo. Tristemente, este escenario a menudo se deteriora en otro
aborto y en sentimientos de fracaso incrementados. Si la mujer que está buscando su orientación
menciona el deseo de un embarazo de reemplazo, asegúrele que es un deseo normal, pero que ella
necesita concentrarse primero en sanar sus propios sentimientos de dolor y pérdida antes de pensar en
quedar embarazada de nuevo. Otras mujeres pueden sentirse presionadas a quedar embarazadas como un
medio de sentirse queridas y seguras en su relación primaria. Demasiado a menudo, un embarazo
rápidamente reiterado resulta en otro aborto y la doble pérdida de su relación. Pueden también haber
mecanismos biológicos/hormonales en juego que pueden influenciar el deseo de una mujer que ha
abortado de quedar embarazada de nuevo.
La mujer que ha abortado recientemente
“Puedo decir con sinceridad que mi
puede estar en un estado de shock fisiológico,
consolación más profunda como sacerdote ha
psicológico y espiritual. El shock es común
sido asistir a mujeres que han abortado en su
después de atravesar por un momento
deseo de la misericordia de Dios. ¿Por qué? La
traumático. Incluso si la mujer comienza el
salvación de las almas es el trabajo de Dios y
duelo, la primacía del shock puede bloquear
su principal preocupación, y por lo tanto,
sentimientos de tristeza y depresión. La
también el trabajo del sacerdote y su principal
insensibilidad emocional es parte del shock.
preocupación. El Padre de Misericordia les está
Algunas mujeres en shock expresan pocos
rogando a sus sacerdotes, en quienes Él actúa
sentimientos; otras están inundadas de
de una manera tan única, que asistan a las
remordimiento y dolor emocional. Con el
innumerables almas que están perdidas por
tiempo, el shock se puede disipar y las
causa del aborto y están buscando buenos
defensas pueden aflojarse, colocando a la
pastores que las traigan a casa.”
mujer en contacto con fuertes emociones
Mons. Robert Panke,
Arquidiócesis de Washington, D.C.
negativas que no había sentido antes. Algunas
mujeres sienten culpa, ansiedad, tristeza y pena
repentinos cuando llega la fecha prevista del
parto del niño abortado, o cuando un hermano o una amiga queda embarazada. Debe saber que una
mujer que ha abortado recientemente y que está en estado de shock o entumecimiento emocional
(caracterizado, por ejemplo, por un rostro sin expresión o de expresión limitada) muy probablemente no
será capaz de procesar lo que ha pasado. Presionarla a hacerlo sería contraproducente. Ella puede
intentar cooperar siguiendo las indicaciones, solo porque el sacerdote o el asesor le dice que lo haga.
Puede entrar en lo que se llama “pseudo-recuperación”; y cuando entre en una fase posterior de duelo,
puede creer que hay algo inherentemente malo en ella, porque los asuntos no resueltos han regresado.
8 • La mujer que ha abortado recientemente
Puede ser que no busque ayuda adicional, pero puede volcarse a mecanismos disfuncionales de
supervivencia como el alcohol o las drogas, e incluso puede tener ideas suicidas.
Es importante que usted la encuentre en el punto en donde ella está y escuche las preocupaciones
que comparte. Éstas pueden estar relacionadas con lo horrible que fue el procedimiento del aborto, la
coacción por parte de sus padres o de su compañero para hacerse el aborto, la falta de apoyo durante el
aborto, el fin de la relación con su compañero, o la soledad de no poder contarle a nadie acerca del
aborto; o, si le ha contado a alguien, pueden estar diciéndole qué buena decisión tomó. Si es una mujer
muy joven, incluso puede estar angustiada por algo
trivial. Incluso una cuestión aparentemente menor
puede estar agobiándola en ese momento. Ella solo
“En mi trabajo con el Proyecto Raquel, he
puede ocuparse de las cuestiones que se siente
encontrado hombres y mujeres que se
segura abordando. Además, probablemente esté
sienten atrapados por la vergüenza y el
probándolo a usted para ver si le importa, si está
aislamiento. Luchan con la depresión e
dispuesto a escuchar realmente y si la comprende.
inclusive con pensamientos suicidas. A
través del ministerio de sanación de Jesús,
Siga su iniciativa para abordar lo que ella se sienta
como se expresa en mi sacerdocio, he sido
cómoda discutiendo. Si ella habla de su bebé, usted
capaz de traer a estas personas aisladas a
puede hacer lo mismo. Si no lo hace, no lo traiga a
la reconciliación con Dios y con ellas
colación esta vez. Dios le mostrará toda la verdad
mismas. El ministerio del Proyecto Raquel
en el momento en que ella sea capaz de enfrentarla.
ofrece una salida de la oscuridad y hacia la
Si ella habla de cualquier preocupación médica
luz, y ha sido profundamente gratificante
tras el aborto, debería aconsejársele que la viera un
para mí ser parte de este trabajo. Puesto
médico o un centro de atención de emergencia. Los
que los sacerdotes son los “doctores del
trastornos hormonales pueden causar que se sienta
alma”, me gustaría animar a mis hermanos
inestable, que llore, que esté furiosa y que se sienta
sacerdotes a utilizar los dones que hemos
mal en general. La privación severa de sueño y la
recibido por medio de nuestra ordenación,
mala nutrición después de un aborto pueden
para traer la muy necesaria sanación a
contribuir a síntomas sicóticos y pensamientos
aquellos que han sido lastimados por el
suicidas.
aborto.”
Si ella no está pronta para hablar directamente
P. Jim Stack,
de su experiencia del aborto – mucho menos de lo
Arquidiócesis de Washington, D.C.
que significa para ella ahora - dele medios para que
permanezca conectada a la red del Proyecto Raquel
para que reciba atención adicional cuando esté pronta. Cuando haya pasado la fecha prevista del parto,
puede que se sienta más abierta a su orientación y asesoramiento. Puede que no vuelva más, o puede que
regrese por ayuda cuando no pueda aguantar más el dolor y la pena. Una atención cariñosa durante este
tiempo posibilita que ella busque ayuda en algún momento posterior.
Atención pastoral para las madres Que sufren por el aborto • 9
Atención pastoral para las madres que
sufren por el aborto
N
o hay un solo perfil de mujer que busca a un sacerdote para su sanación postaborto. Puede
que se identifique como católica pero tenga poca formación en la fe. O puede exhibir una conducta
excesivamente piadosa o escrupulosa, o hasta puede estar muy activa en la iglesia como una forma de
expiar su aborto. Puede asistir a misa regularmente y estar criando a sus hijos como católicos. O puede
que no haya pisado una iglesia desde el día de su aborto. Puede ser muy joven o muy mayor o estar en
algún lugar intermedio. Puede ser la mujer muy enojada que critica al cura párroco cuando éste predica
sobre el aborto.
Puede que nunca haya confesado su aborto, o puede haberlo hecho numerosas veces. En cualquier
caso, sin duda cree que ha cometido un pecado grave. Teme el rechazo de la Iglesia, pero al mismo
tiempo desea desesperadamente la sanación y la reconciliación con Dios.
Ella necesita saber desde el inicio que hay esperanza, que hay curación, y que existe la promesa de
ayuda y reconciliación de parte de la Iglesia, que se preocupa por ella.
Una mujer que se ha hecho un aborto puede acercarse al sacerdote en cualquier momento. Puede
hacerlo en el confesionario, o puede haber sido enviada por un amigo o por el programa local del
ministerio de sanación postaborto. Ella puede entender que tiene una profunda herida espiritual que solo
la misericordia y el amor de Dios pueden curar. Al mismo tiempo, puede creer que ha cometido “un
pecado imperdonable” y puede temer el juicio de Dios (el cual puede sentir que es merecido).
Su estilo de vida la puede haber llevado por un camino que fue perjudicial para ella. De hecho,
puede que nunca haya conocido salud espiritual o emocional verdadera. En las palabras de una mujer,
“El aborto fue casi inevitable, de acuerdo a la dirección en la que iba mi vida. Yo no había
hecho ningún compromiso, ninguno serio, no veía nada de malo en tener relaciones solo
porque no estaba casada, y cuando me enteré de que estaba embarazada, supongo que no vi
nada de malo en hacerme un aborto.”
La mujer que se ha hecho un aborto puede venir al sacerdote con preguntas, cuyas respuestas son
indispensables para comenzar su camino de sanación.
Puede que pregunte: “¿Podrá Dios perdonarme alguna
vez? ¿Podrá mi hijo perdonarme? ¿Podré yo
“El hablar con mujeres que han
perdonarme a mí misma alguna vez? ¿Me echará la
quedado afectadas por el aborto, me
Iglesia cuando confiese este pecado? ¿Dónde está mi
ha ayudado a entender que la
hijo? ¿Desaparecerá algún día este horrible dolor? ¿Es
desolación espiritual que sienten es
posible curarse?”
asombrosa. Muchas creen que han
cometido un pecado imperdonable y
En verdad necesita desesperadamente de
que están destinadas al infierno, o que
compasión y atención pastorales. Un sacerdote puede
merecen estar sentenciadas a muerte.
reunirse con ella tan solo una vez o trabajar con ella por
La mayoría sufren esta desolación
un período de tiempo, la mayoría de las veces en
espiritual en silencio, sintiéndose
colaboración con el ministerio diocesano del Proyecto
demasiado avergonzadas e indignas de
Raquel. Como sea que se desarrolle el ministerio, Dios
buscar la reconciliación con Dios.”
ha elegido al sacerdote para que sea el instrumento de
Mons. Robert Panke,
su ayuda.
Arquidiócesis de Washington, D.C.
Dada la sensación de vergüenza que muchas
mujeres cargan acerca de su experiencia de aborto,
puede que tengan una entendible renuencia a contactar a un sacerdote en su propia parroquia. Esto es
particularmente cierto en mujeres que están muy involucradas en la vida parroquial. El Proyecto Raquel
10 • Atención pastoral para las madres que sufren por el aborto
puede remitir de forma confidencial a mujeres y hombres a sacerdotes capacitados fuera de su parroquia.
Los sacerdotes no deben sentirse decepcionados y sentir como si hubieran fallado en su intento por
llegar a las personas, si las mujeres de su parroquia no se dirigen a ellos directamente. Su ministerio de
sanación puede alcanzar a muchos, quienes ellos nunca sabrán que se han beneficiado de sus acciones.
La siguiente información ayudará a los sacerdotes en su ministerio para con aquellos que están
sufriendo a causa del aborto, ya sea por medio del Sacramento de la Reconciliación o por medio del
trabajo pastoral, a menudo en colaboración con el ministerio diocesano local del Proyecto Raquel.
El Sacramento de la Reconciliación
Cuando celebra el sacramento de la Penitencia, el sacerdote ejerce el ministerio del Buen
Pastor que busca la oveja perdida, el del Buen Samaritano que cura las heridas, del Padre
que espera al Hijo pródigo y lo acoge a su vuelta, del justo Juez que no hace acepción de
personas y cuyo juicio es a la vez justo y misericordioso. En una palabra, el sacerdote es el
signo y el instrumento del amor misericordioso de Dios con el pecador.
Catecismo de la Iglesia Católica, no. 14654
Dios cuenta con nosotros, con nuestra disponibilidad y fidelidad, para hacer prodigios en los
corazones. Tal vez más que en otros, en la celebración de este Sacramento es importante que
los fieles tengan una experiencia viva del rostro de Cristo Buen Pastor...
Cada encuentro con un fiel que nos pide confesarse, aunque sea de modo un tanto
superficial por no estar motivado y preparado adecuadamente, puede ser siempre, por la
gracia sorprendente de Dios, aquel «lugar» cerca del sicómoro en el cual Cristo levantó los
ojos hacia Zaqueo. Para nosotros es imposible valorar cuánto haya penetrado la mirada de
Cristo en el alma del publicano de Jericó. Sabemos, sin embargo, que aquellos ojos son los
mismos que se fijan en cada uno de nuestros penitentes. En el sacramento de la
Reconciliación, nosotros somos instrumentos de un encuentro sobrenatural con sus propias
leyes, que solamente debemos seguir y respetar...
Esto es lo que sucede en todo encuentro sacramental. No pensemos que es el pecador,
con su camino autónomo de conversión, quien se gana la misericordia. Al contrario, es la
misericordia lo que le impulsa hacia el camino de la conversión. El ser humano no puede
nada por sí mismo. Y nada merece. La confesión, antes que un camino del ser humano hacia
Dios, es una visita de Dios a la casa del ser humano.
Así pues, podremos encontrarnos en cada confesión ante los más diversos tipos de
personas. Pero hemos de estar convencidos de una cosa: antes de nuestra invitación, e
incluso antes de nuestras palabras sacramentales, los hermanos que solicitan nuestro
ministerio están ya arropados por una misericordia que actúa en ellos desde dentro. Ojalá
que por nuestras palabras y nuestro ánimo de pastores, siempre atentos a cada persona,
capaces también de intuir sus problemas y acompañarles en el camino con delicadeza,
transmitiéndoles confianza en la bondad de Dios, lleguemos a ser colaboradores de la
misericordia que acoge y del amor que salva.
Juan Pablo II, Carta a los sacerdotes para el Jueves Santo de 2002
www.vatican.va
4
Catecismo de la Iglesia Católica, 2da. ed. (Washington, DC: Libreria Editrice Vaticana–USCCB, 2000).
Atención pastoral para las madres Que sufren por el aborto • 11
Encuestas recientes entre sacerdotes indican que muchas mujeres que se han hecho abortos, se
acercan a ellos por primera vez en el Sacramento de la Reconciliación durante el horario habitual
dispuesto para las confesiones. Si esto ocurre, se recomiendan los siguientes puntos:

Afirme su valentía y su humildad, su esperanza y su confianza al acudir al sacramento.

Pregúntele suavemente si ésta es la primera vez que ha confesado este pecado. Probablemente haya
visto múltiples confesores, algunos de los cuales pueden haber reforzado su culpa o haberla
avergonzado inadvertidamente.

Ella también puede sentir que su pecado es mayor que lo que la misericordia de Dios podrá nunca
soportar, así que asegúrele el gran amor de Dios, su misericordia y su gran compasión para con cada
uno de nosotros –no importa cuáles sean nuestros pecados.

No niegue la gravedad del pecado del aborto. Esto no solamente sería incorrecto, sino que negaría la
realidad de su experiencia con las secuelas del aborto.

Déjela hablar. Ella necesita contar lo que no ha sido capaz de contar antes: la historia de su aborto,
su dolor subsiguiente y sus peores temores. Asegúrele que sus reacciones son normales. Muchas
mujeres –durante muchos años– se sienten incapaces de sobrellevar las secuelas del aborto. Muchas
comparten el mismo dolor y los mismos miedos.

Pregúntele hace cuánto que su(s) aborto(s) tuvo/tuvieron lugar. Las mujeres que han abortado
recientemente requieren una atención particular. Por favor refiérase a la sección sobre “La mujer que
ha abortado recientemente y el ministerio del sacerdote” en la página 23.

Esté consciente de que ella puede creer que ha sido excomulgada. Por favor, refiérase a la Sexta
Sección, “La perspectiva canónica sobre el aborto”, en la página 63, para una explicación detallada
sobre este tema.

Elija una penitencia apropiada para facilitar su sanación y su aceptación del perdón de Dios. Al
elegir una penitencia, recuerde que ella puede haber sufrido ya por muchos años. La penitencia debe
reafirmar la vida. Tenga en mente que ella es a menudo escrupulosa. Asegúrese de que la penitencia
tenga un fin definitivo y parámetros claros. Si usted sugiere que asista diariamente a misa, por
ejemplo, va a temer que si alguna vez se pierde aunque sea una sola misa diaria, no va a tener más el
perdón de Dios. Algunos ejemplos útiles de penitencias apropiadas son los siguientes:
— Pídale que rece (un Rosario, la Corona de la Divina Misericordia, o un número fijo de oraciones
específicas) por otros involucrados en su pérdida por causa del aborto. Es una buena idea tener
estampitas con instrucciones para rezar el Rosario o la Corona de la Divina Misericordia en el
confesionario y alentar a la penitente a llevarse una cuando le asigne cualquiera de estas
devociones como penitencia.
— Sugiérale que ofrezca una misa diaria por su hijo abortado y/o por la sanación de la familia.
— Invítela a leer, rezar y reflexionar con uno o más de los siguientes pasajes de la Escritura,
entrando en la historia para escuchar la voz del Señor:
Lucas 13,11-13 (la curación de la mujer lisiada, encorvada)
Lucas 8,43-48, Mateo 9,20-22, o Marcos 5,25-34 (la mujer con una hemorragia)
Lucas 7,36-50 (la mujer que lava los pies de Jesús con sus lágrimas)
Juan 4,7-42 (la samaritana en el pozo)
Juan 8,2-11 (la mujer sorprendida en adulterio)
Salmo 51 (una oración de arrepentimiento)
Salmo 103 (alabando la misericordia de Dios)
12 • Atención pastoral para las madres que sufren por el aborto
Considere pedirle que sea la Buena Samaritana para con aquellos con quienes se encuentre en las
próximas tres semanas, o que se ofrezca a ayudar en un comedor o merendero o que participe en otras
actividades guiadas que pueden ayudarla a no enfocarse en sí misma y ayudar a causar un impacto
positivo en la vida de otro. Al hacer esto, ella puede aumentar sus sentimientos de propia valía como hija
de Dios. Las acciones para ayudar directamente a otros, junto con las oraciones y la Sagrada Escritura,
son muy beneficiosas.
Para una presentación detallada acerca de la eliminación de la censura de la excomunión, vea la
Sexta Sección “La perspectiva canónica sobre el aborto”, comenzando en la página 63. Si una penitente
estuviera sujeta a la penalidad, la mayoría de los obispos diocesanos han otorgado la facultad de eliminar
la censura de la excomunión a sacerdotes de sus diócesis. Ante la duda, es mejor confirmar esto con el
canciller diocesano.
Hay límites de tiempo en los horarios ordinarios dispuestos para confesiones. Un apoyo adicional
para la penitente puede ser importante para su curación en curso. Es esencial, sin embargo, mantener la
integridad del secreto de confesión. Los sacerdotes que participan activamente en el ministerio
postaborto ofrecen los siguientes puntos:

Es importante asegurarle que el Sacramento de la
Reconciliación es suficiente para recibir el perdón
de los pecados y alcanzar la plenitud de la
misericordia de Dios.

También puede sugerirle que, a menudo, la pena y
el dolor no reconocidos, asociados con abortos
anteriores, pueden ser la causa de un profundo
sufrimiento emocional y espiritual y que, por esta
razón, el asesoramiento y apoyo adicionales pueden
ser muy beneficiosos.

Si la mujer indica que ha confesado su(s) aborto(s)
varias veces, puede ser de ayuda para ella entender
por qué no está aceptando el perdón y la
misericordia de Dios.

Usted puede ofrecer estar disponible para
asesoramiento pastoral en otro momento. También
podría animarla a trabajar con otro sacerdote de su
parroquia o con la red del Proyecto Raquel, si usted
no está disponible para orientación pastoral o
dirección espiritual. Sería importante explicarle que debido a las protecciones aseguradas a todos los
penitentes por el secreto de confesión, ella debe tomar la iniciativa de acercarse a usted para fijar un
horario para encontrarse, aun si es inmediatamente después del horario de confesiones. El medio
más apropiado para facilitar una remisión, sería darle el nombre y el número de otro organismo o
persona. Las tarjetas de visita y folletos del Proyecto Raquel o de otros puntos de remisión, son
artículos importantes para tener a mano o en el confesionario.

Puede darle una estampita con una oración para ayudarla a seguir sanando. El Secretariado de
Actividades Pro-Vida ha puesto a disposición una adecuada tarjeta de oración “Confía en la
Misericordia de Dios” (ver la sección “Recursos recomendados” en este manual). También puede
darle una copia de las conmovedoras palabras del Papa Juan Pablo II a las mujeres que se han hecho
abortos, cuyo texto está incluido en este manual en la página vii.
“No estoy segura de cómo decir
gracias. Finalmente fui capaz de
comenzar a sentirme íntegra. El
Sacramento de la Reconciliación fue un
momento de liberación para mí. Casi
de la misma forma que recuerdo casi
todos los detalles de ese horrible día
hace catorce años, recuerdo esas
palabras de perdón, de que era
absuelta de todos mis pecados.
Continúo repitiendo esa frase en mi
mente, y casi me hace llorar. Pero son
finalmente
lágrimas
purificadoras,
sanadoras, en vez de lágrimas de
extrema tristeza. Soy capaz de ver a
Dios en mi vida, y me hace sonreír, Me
siento digna de estar entre el pueblo de
Dios, y de ser la mejor madre para mis
tres hijos. Espero que ellos nunca
conozcan o sufran el dolor que yo he
sufrido por tanto tiempo.”
Atención pastoral para las madres Que sufren por el aborto • 13
El ministerio del sacerdote en la orientación y la
sanación postaborto
Ya sea antes o después de la reconciliación sacramental, un sacerdote del ministerio del Proyecto
Raquel puede ser de gran utilidad si ayuda a las mujeres en sus caminos de sanación del dolor y el duelo
postaborto hacia una nueva vida en Cristo. La orientación espiritual concebida en este ministerio difiere
poco del ministerio sacerdotal de llevar las almas a Cristo. No es asesoramiento profesional, ni implica
necesariamente dirección espiritual per se, a menos que el sacerdote esté especialmente capacitado en
esas áreas. Las siguientes recomendaciones han sido ofrecidas por sacerdotes con experiencia en ofrecer
guía espiritual a corto plazo a las mujeres que han pasado por un aborto.
Ambiente pastoral
Antes de que la mujer llegue para su primera visita de guía espiritual, ore al Espíritu Santo
pidiéndole sabiduría para orientarla hacia la curación.
Es prudente arreglar su oficina de tal manera que la persona que viene a verlo pueda sentarse entre
usted y la puerta. Con el clima prevaleciente hoy en día, quizás sea prudente dejar la puerta ligeramente
entornada, siempre que no haya posibilidad de que su conversación se escuche desde el pasillo. Si la
puerta de su oficina tiene un panel de vidrio, esta precaución no sería necesaria. Tenga una caja de
pañuelos higiénicos al alcance de ella. La mujer que ha pasado por un aborto tiene que sentirse libre de
llorar y sin pensar que lo hace sentir incómodo. Algunas historias son tan dolorosas y horribles que
pueden causarle lágrimas. Es importante que pueda reconocer sus propios sentimientos y compartirlos
con la persona que está buscando su ayuda. El sacerdote/guía puede ser un modelo de apertura, y esto
puede tener un impacto considerablemente positivo para siempre.
Es importante recordar al personal de la parroquia la naturaleza altamente confidencial de estas
visitas, a fin de evitar cualquier brecha potencial en la confidencialidad en las casas u oficinas
parroquiales. Cuando una persona llama para pedir una cita y le menciona a una secretaria o ama de
llaves que ha sido remitida por el Proyecto Raquel o que vio un anuncio sobre el Proyecto Raquel en el
boletín parroquial, esta información debe ser tratada con gran discreción. Asimismo, no se debe presumir
que toda persona que llama por el Proyecto Raquel ha estado involucrada en un aborto.
Plazos y remisiones
La mujer que ha pasado por un aborto generalmente se reunirá con usted una o más veces durante el
proceso de sanación, para orientación y guía espiritual a corto plazo. Inicialmente, las reuniones pueden
tener lugar una vez por semana o varias veces en el mes, pasando a una vez al mes hasta que se
complete.
No sea renuente en remitirla a otros para obtener ayuda adicional. Si piensa que el progreso es
demasiado lento, o si sospecha que hay problemas más profundos (por ejemplo una enfermedad mental,
adicciones, desórdenes de alimentación, abuso sexual y quizás ciertos problemas de relación), tendrá que
remitirla a un terapeuta de la red del Proyecto Raquel o a alguno que se sepa que comprende el impacto
profundamente negativo del aborto en las mujeres, así como estos factores de complicación adicionales
en su vida. Si usted remite la mujer a un profesional de la salud mental fuera del Proyecto Raquel,
asegúrese de conocer bien sus creencias y su enfoque de tratamiento, etc. Remitirlas a un terapeuta no
informado que crea en el derecho al aborto, que sea ambivalente, o que no tenga valores similares, puede
ser desastroso.
14 • Atención pastoral para las madres que sufren por el aborto
Límites
La cuestión de los límites en el ministerio es crucial en el mundo actual. Como sacerdote que realiza
sesiones de orientación, usted debe ser la persona que establezca los límites. Quizás hoy más que nunca,
esta conciencia debe ser lo que más le preocupe.
El ministerio postaborto es un ministerio sin contacto físico. Muchas de las mujeres a quienes usted
va a orientar han sido reiteradamente lastimadas por hombres. Algunas cargan las heridas de abuso
sexual, además de las heridas del aborto.
Si en el curso de la orientación a una menor o a una joven adulta, ella revela que ha sido víctima de
abuso sexual siendo menor, usted podría estar obligado a informar de ese abuso a las autoridades
competentes conforme a lo que indique la ley estatal. Su oficina diocesana de protección de la infancia y
la juventud puede informarle sobre los requisitos aplicables.
Algunas mujeres pueden ser seductoras, creyendo que su sexualidad es todo en lo que pueden
confiar, procurando determinar si se puede confiar en usted, o tratando de auto sabotear una relación más
entre muchas otras. Algunas mujeres pueden sentir la necesidad de ponerlo a prueba, para ver si es quien
dice ser. Esta advertencia no es para asustarlo sino que tiene el propósito de darle a conocer esto y
ayudarlo a ejercer su ministerio de forma más efectiva.
Reconozca que, como hombre, usted es innatamente un protector. Su instinto de proteger puede
manifestarse cuando trate con mujeres heridas y posiblemente indefensas. Reconozca esto de sí mismo y
preste atención a sus respuestas. Usted no es el salvador ni el “caballero en la armadura brillante”.
Un sacerdote con experiencia, del Proyecto Raquel desarrolló estas reglas, con respecto a los
límites:

Cuando ella llega, sería descortés no darle la mano. Este es un signo socialmente esperado de
bienvenida.

Es mejor dejar simplemente que la persona llore, que acercarse para confortarla tocándole la mano o
decir “está bien”. La persona que está llorando puede interpretar el contacto o el comentario como
que sus lágrimas lo hacen sentir incómodo. El acto de llorar es muy terapéutico y no debería ser
interrumpido.

Éste no es un ministerio de abrazos. Es muy fácil para ella recibir mensajes confusos. Si ella quiere
darle un abrazo después de una sesión de acompañamiento, rehúsese en tono jovial o simplemente
diga, “Lo siento. Nada personal. No acepto abrazos cuando estoy atendiendo pastoralmente” o “Ésta
es verdaderamente la obra de Dios. Dele las gracias a Él”.

Cuando usted esté celebrando el Sacramento de la Reconciliación, si tiene el hábito de imponer las
manos en la cabeza del penitente, debería siempre preguntar antes si está bien que lo haga. El
contacto en la cabeza puede ser asociado con abuso sexual pasado tanto en hombres como en
mujeres. Es respetuoso preguntar y darles la opción.

Finalmente, al dar un cierre a la relación, entonces y solo entonces podría decidir aceptar un abrazo.
Debe usar su sabiduría pastoral para tomar esta decisión.
Las mujeres verdaderamente aprecian y necesitan que usted establezca límites claros. Para muchas
mujeres, usted es el primer hombre que pueden haber encontrado que no las juzga ni las lastima. Ellas
aprecian profundamente su respeto por ellas. Por primera vez, logran verse a sí mismas como personas
dignas de respeto, y no más como personas a ser usadas por otros.
Las mujeres han dicho que aprecian cuando un sacerdote usa cuello clerical o hábito religioso en
estas sesiones. Indica que usted es un sacerdote in persona Christi.
Atención pastoral para las madres Que sufren por el aborto • 15
El primer encuentro
Afirme su valentía en buscar sanación, reconociendo lo difícil que puede ser hablar sobre
decisiones que evoquen culpa y vergüenza, y lo difícil que es revelar las dolorosas consecuencias
emocionales y conductuales de haber tomado malas decisiones.
Establezca una atmósfera de seguridad (ver “Ambiente Pastoral”, arriba). Es importante informarle
que parte de la sanación consiste en que ella cuente su historia completa, no una versión aséptica. Esto
no es fácil y es en sí mismo doloroso. Puede ser abrumador narrar experiencias traumáticas, por lo cual
es importante que ella entienda que si quiere puede parar de contar su historia en cualquier momento.
Esto le da una sensación de control sobre sus sentimientos, sobre los cuales puede sentirse con muy poco
control.
Escuche cuidadosamente sus preocupaciones y su historia para determinar en qué punto de su
proceso de sanación está. Algunas mujeres habrán comenzado el proceso intuitivamente por su cuenta.
Otras pueden haber tenido una mala experiencia en algún intento previo de encontrar sanación.
Si la única manera en la que usted podría haberla conocido es a través del asesoramiento
postaborto, asegúrele que usted no la va a saludar en público, a menos que ella lo salude a usted primero.
El proceso
Para la mujer que se ha hecho un aborto, el proceso central de sanación del trauma del aborto
requiere:
1. Honestidad consigo misma
2. Reconocer y reconectarse con su hijo difunto.
3. Entregar su hijo a Dios.
4. Dar y aceptar perdón.
5. Reconciliación y compromiso con una nueva vida.
Explicarle este proceso y obtener su apoyo es importante y el lugar más efectivo para comenzar.
De todos los pasos, el perdón es el más crítico. Cuando ella decida perdonar a aquellos que la
lastimaron en el proceso de su decisión de abortar, se hará posible para ella creer que Dios puede
perdonarla, que su bebé puede perdonarla, y que ella puede perdonarse a sí misma. Tenga en cuenta que
ella puede perdonar a otros sin la participación o el conocimiento de ellos.
La reconciliación está relacionada con el perdón, pero implica la restauración de una relación que
está profundamente afectada. La reconciliación es necesaria en su relación con Dios, con su bebé y
consigo misma.
Certeza de la misericordia de Dios
Desde el comienzo, exprese la certeza del amor y la misericordia de Dios. Ella puede estar más
enfocada en el juicio de Dios. Puede decirle que la Iglesia ha estado en la vanguardia de la sanación
postaborto por décadas. Continúe reafirmando esta certeza durante el tiempo que esté con ella.
Invítela y anímela a decir una oración dándole a Dios permiso para sanarla. Puede ser tan simple
como “Dios, te doy permiso para que me sanes. Creo en ti y quiero tu amor.” Explíquele que a menudo
nos sentimos tan indignos del amor y la misericordia de Dios que mantenemos la misericordia de Dios a
distancia. Puede usar la imagen del cuadro que muestra a Jesús tocando a la puerta, recordándole que no
hay pomo del lado de Él. Dios siempre respeta nuestro libre albedrío, pero una vez que nos hemos
abierto a Él, nos guiará a lo largo de nuestra sanación. La oración abrirá la puerta.
En el siglo pasado, Jesús le pidió a Santa Faustina (María Faustina Kowalska, 1905-1938) que
difundiera el mensaje de Su divina misericordia. Santa Faustina recibió la imagen de la Divina
Misericordia (con los brazos abiertos y el corazón manando amor y gracias) y la Coronilla de la Divina
Misericordia. También recibió muchos mensajes hermosos acerca del amor inmenso de Dios por cada
16 • Atención pastoral para las madres que sufren por el aborto
uno de nosotros, los cuales anotó en su Diario.5 Usted puede compartir pasajes del Diario de Santa
Faustina, tales como éstos:
"... deseo derramar Mi vida divina en las almas humanas y santificarlas, con tal de que
quieran acoger mi Gracia. Los más grandes pecadores llegarían a una gran santidad si
confiaran en mi Misericordia." (Diario, 1784)
"...cuanto más grande es la miseria de un alma, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi
misericordia e (invita) a todas las almas a confiar en el inconcebible abismo de Mi
misericordia, porque deseo salvarlas a todas." (Diario,1182)
Contar su historia
Ella necesita contar su historia, con todo su dolor, y usted necesita ser un oyente compasivo. Ella
podría estar viviendo un sinnúmero de sentimientos, pero lo más probable es que un profundo dolor,
vergüenza y culpa encabecen la lista. Puede que tenga necesidad de contar su historia más de una vez.
La primera vez, puede que minimice o excluya partes, hasta que esté segura de que usted es digno de
confianza. Al reiterarla, ella puede arriesgarse a más dolor y contarle quizás acerca de múltiples abortos
o relaciones pasadas. Cuando una persona le confía a otra tal trauma lleno de vergüenza, es a la vez una
experiencia impactante y una lección de humildad. Al final de la reunión, es totalmente apropiado y
beneficioso agradecerle a esta persona por su valentía de compartir y su confianza al compartirla con
usted.
Disipar la ira
La ira es un sentimiento, incómodo sin duda, pero un sentimiento legítimo. Cuando la ira es
exteriorizada, puede ser perjudicial para sí misma o para otros. Cuando la ira se expresa como el
profundo dolor que realmente es, el alivio y la curación son posibles. Usted necesita darle a la mujer que
se ha hecho un aborto, permiso para estar enojada con aquellos que la traicionaron de alguna manera
durante la decisión y la experiencia del aborto. Éstos podrían ser el padre de su bebé, sus padres, amigos
o el personal de la clínica de abortos. Puede que ella no se sienta con derecho a estar enojada, que esté
fuera de control con su ira, o que esté en algún lugar en el medio. Recuérdele que este enojo es un
sentimiento legítimo y que, si queda sin resolver, puede llevar a la depresión o a algo peor.
Sugiérale que les escriba a aquellos con los que está enojada, porque al escribir puede ser capaz de
acceder a la verdad que está en su corazón. Las cartas no serán enviadas. Ella es libre de decir todo lo
que necesite decir. Después de terminar cada una, debería dejarla a un lado y luego volver y releerla. A
menudo se adquiere una visión profunda al hacer esto. Si ella quiere compartir las cartas con usted,
invítela a que se las lea. Darle voz a su ira y dolor puede ser muy sanador. Para algunos sacerdotes y
asesores, oír expresar ira puede ser desconcertante e incómodo. Si éste es su caso, ésta sería una buena
área de mayor auto-exploración y oración.
Anímela a hacer algo simbólico con las cartas: destruirlas, enterrarlas o quemarlas, etc. Explíquele
que decida lo que decida, la acción puede ser un símbolo de dejar ir toda su ira para que ella pueda dar el
paso de perdonar a estas personas. Si ella no perdona, va a estar atada a estas viejas relaciones, lo cual
puede tener un impacto en sus relaciones futuras.
Perdonar a otros
Explíquele que puede necesitar pedirle a Dios la gracia de perdonar a otros. Perdonar es difícil.
5
Ver el Diario de Sta. María Faustina Kowalska: La Divina Misericordia en mi Alma (Stockbridge, MA : Marian Press, 2006).
Atención pastoral para las madres Que sufren por el aborto • 17
Invítela a rezar por aquellos que la han lastimado y que está intentando perdonar. Una oración útil
es: “Dios mío, que se haga tu voluntad en la vida de ______.” También puede ofrecerle celebrar una
misa por la sanación de todos aquellos involucrados en este aborto.
Entender el aborto y aceptarlo como la muerte de su hijo
En nuestro mundo, aquellos que apoyan el “derecho” al aborto se han puesto de acuerdo para
convencer a nuestra cultura de que:

un embarazo no deseado no es realmente “humano”

el derecho de la mujer a ser libre de cualquier cosa indeseada es moralmente correcto y justificable

lo que va a ser abortado es “solo tejido”, o es tan pequeño o de aspecto tan extraño que no podría ser
humano. La mujer que ha abortado ha aceptado esta “información” para racionalizar su decisión, y
por lo tanto permanece en la negación de la humanidad del feto, mucho menos de su “hijo”. El
sacerdote/orientador puede ayudar a la mujer a quebrar esta negación preguntándole
compasivamente acerca de qué es lo que cree que abortó
Es increíblemente doloroso reconocer que el aborto es una experiencia de muerte. Puede ser tan
aterrador que algunas mujeres nunca admiten el aborto ante los demás. Viven sus vidas rodeadas de
miedo y vergüenza. El ministerio del sacerdote/orientador es mantener la esperanza de que la sanación
es posible. La reconciliación y la sanación, sin embargo, están abiertas sólo para una mujer que reconoce
lo que un aborto es realmente, y la realidad de que ella participó en este acto de muerte.
Cuando cesa la negación y la mujer tiene la relación con el sacerdote/orientador para ayudarla, las
compuertas emocionales se abren y la pena, la tristeza y las lágrimas encuentran su expresión. Esto
puede ser precedido o interrumpido por períodos de silencio, a medida que ella se va enfrentando a lo
que está sintiendo y comprendiendo. Anímela a aceptar estos sentimientos, invítela a compartirlos con
usted, y asegúrele que usted va a estar rezando en silencio para que Nuestro Señor la abrace. Esto puede
tener lugar en una única reunión con usted o durante múltiples visitas donde ocurra solo una revelación
y/o liberación parcial de sus sentimientos.
Duelo por el hijo perdido
Lamentar el hijo abortado puede provocar una nueva experiencia traumática y reacciones negativas
en aquellas mujeres cuyos abortos son recientes, especialmente en adolescentes y en otras que no son
emocionalmente maduras o no están prontas para enfrentar el trauma de su aborto. Estas mujeres pueden
no estar prontas para aceptar la realidad de que han contribuido decisivamente a la muerte de su hijo.
Construir una relación de confianza y seguridad con usted es prioritario; las revelaciones traumáticas
deberían reservarse solo para cuando la relación es lo suficientemente fuerte y la mujer está preparada y
dispuesta a revelar. Por favor, refiérase a la sección “La mujer que ha abortado recientemente y el
ministerio del sacerdote” en la página 23.
La mujer que ha pasado por un aborto y está lista para revelar sus sentimientos, compartir su historia
y aceptar la realidad de la muerte de su hijo, necesita ser alentada a hacer activamente duelo por su hijo o
sus hijos perdidos. Es importante ser sensible a su entorno cultural, y alentarla a que haga el duelo de la
manera que sea culturalmente cómoda para ella. Tenga presente que cuando comienza a trabajar con ella
por primera vez, podría no recordar o no sentirse cómoda contándole cuántos abortos se ha hecho. Puede
que ella solo recuerde uno vívidamente y hable de uno con usted como una prueba, pero puede que
recuerde los otros de una forma vaga, inaccesible, o que no los revele a propósito por provocarle
demasiada vergüenza. Cuando ella empieza a llorar específicamente a su hijo, Dios puede revelarle
cuántos hijos más ha perdido, o ella puede simplemente dejar escapar que hubo más. Cuando la gente
tiene múltiples traumas, estos recuerdos traumáticos son a menudo almacenados en una parte del cerebro
a la que no se accede fácilmente. Esa es la naturaleza del trauma: es decir, intenta controlar sentimientos
que fueron abrumadores y amenazantes, alternando entre el revivirlos de forma dolorosa (parcial o
completamente) y la evasión/negación, con períodos intermitentes de conductas o sentimientos intensos.
18 • Atención pastoral para las madres que sufren por el aborto
Puede que ella quiera saber qué le pasó a su hijo o hijos. Léale o indíquele que lea el párrafo 99 de la
encíclica Evangelium Vitae (El Evangelio de la Vida), en la que el Papa Juan Pablo II les asegura a las
mujeres que nada se pierde definitivamente, y que su hijo ahora vive en el Señor (ver el texto incluido en
la página vii).
El sexo del niño
Debería preguntarle suavemente si ella intuye si su bebé era una niña o un niño. No podemos llorar a
quien no conocemos. Un niño genérico no es lo mismo que “mi hijo” o “mi hija”.
Puede que ella admita que conoce el sexo del niño. Puede que diga: “no, pero si hubiera nacido,
ella tendría 18 ahora”. Hágale notar el uso instintivo del pronombre femenino.
Puede decir que no tiene ni idea. Anímela a tomarse un tiempo en silencio para rezar pidiendo
conocer el sexo de su hijo. También es posible que una mujer pueda haber abortado mellizos sin saberlo.
Usted debería plantearle esta posibilidad, si ella cambia el sexo del niño cuando habla de él o de ella.
El nombre del niño
Si ella se siente razonablemente segura del sexo de su hijo o hijos, invítela a darle un nombre a cada
uno y luego a referirse a cada uno por su nombre. Esto es un enorme regalo para ella. Darle un nombre a
cada hijo es un privilegio que los padres ejercen de forma única. Darle un nombre al hijo le confiere una
identidad personal y la ayuda a ella a crear un lazo espiritual y emocional con su hijo. Recuérdele la cita
de Jeremías 1,5: “Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tú nacieras, yo te
consagré”.
Comenzar una nueva relación con su hijo
Anímela a escribirle una carta a su hijo (o hijos) abortado(s), diciéndole todas las cosas que su
corazón de madre anhela. Ella podría explicar las circunstancias que rodearon el aborto (sus miedos,
presiones, falta de apoyo, su desinformación, su falta de confianza en los demás, su deseo desesperado
de retener a su novio, etc.). Puede expresar su amor por su hijo, contar su pena por lo que hizo, y pedir el
perdón del bebé. Esta no es tarea fácil, y se la debe animar a dedicar un tiempo a esto.
Usualmente, las lágrimas se tejen entre cada oración. Puede que necesite dejar la carta y
continuarla más tarde. Cuando vuelva con la carta, invítela a leerla en voz alta, si lo desea. Puede
también ayudar, después de haber leído esta carta especial, hacer que cierre los ojos y reflexione en
silencio lo que ella cree que su hijo respondería. Esto puede ser muy poderoso y sanador. Algunas
mujeres también les han escrito poemas o canciones a sus hijos.
Entregar su hijo a Dios
El P. Robert Sears, SJ, anteriormente miembro del Instituto de Estudios Pastorales de la
Universidad de Loyola, sugiere la siguiente alternativa. Invite a la mujer, siguiendo la técnica
de la contemplación ignaciana, que se imagine que le entrega el bebé a Jesús o a su Santísima
Madre, en espíritu de oración. Ella deberá pedirles que cuiden a su hijo, y contarles a Jesús y
a su hijo, los anhelos de su corazón. Es un consuelo para la mujer saber que su hijo está en un
lugar seguro. Esto satisface su necesidad de asumir la responsabilidad espiritual por su hijo..
Aliéntela a desarrollar una nueva relación con su hijo a la luz de la Comunión de los Santos. Este
hijo puede ser un poderoso intercesor para ella y su familia. Ella será para siempre la madre del niño; el
aborto no terminó con esa relación. Ayúdela a darse cuenta, como indicó Juan pablo II, que su hijo ahora
“vive en el Señor” y confiado a la misericordia del Padre Celestial.
Conmemorar al hijo
Anímela a encontrar una forma especial y de significación personal para conmemorar a su hijo. Hay
tantas formas creativas de hacer esto, como mujeres existen.
Atención pastoral para las madres Que sufren por el aborto • 19
Puesto que nunca tuvo un funeral para su hijo, usted podría ofrecer celebrar una misa en memoria de
su hijo. Puede ser una misa privada o una misa diaria por una intención especial. Incluya oraciones de
sanación por todos aquellos que estuvieron involucrados. Si es una misa privada, ella podría ser alentada
a incorporar Escrituras y música que tenga significado personal para ella, siempre que sean apropiadas
para la misa.
También se puede conmemorar comprando o haciendo un objeto que le recuerde a su hijo: un
medallón o un collar que llevará, un árbol u otra planta viviente para su patio, una estatua (como un
ángel con un niño), o una obra de arte o de punto que simbolice al niño o su propia sanación. Si ella
decide plantar un árbol, explíquele que si por alguna razón éste muere, no es un “signo de Dios” y que
puede reemplazarlo con otra planta viviente para que sirva de memorial.
Confrontar la ira con Dios
Hable con ella acerca de su relación con Dios. Puede que esté muy enojada con Él por “permitir que
quedara embarazada” o “no haber impedido el aborto”. Si está enojada con Dios, dígale que está bien.
Recuérdele que en el Antiguo Testamento, la gente hablaba abiertamente con Dios cuando estaban
molestos con Él. Asegúrele que Dios no la va a castigar por su enojo. Aliéntela a ser honesta y abierta al
compartir sus sentimientos con Dios. Este tipo de oración purgante es mejor hacerla cuando ella esté
sola, en un lugar aislado, o incluso en un auto, donde nadie pueda oírla. Invítela a gritarle a Dios, a
expresar todo su dolor y a decir todo lo que necesite decir. Verbalizar el dolor es mucho más efectivo
que solamente pensar en él o intelectualizarlo. Ella sabrá que terminó cuando esté emocionalmente
agotada. Una profunda sensación de paz sigue a esta descarga de emoción. También podría escribirle
una carta a Dios, pero esto puede no ser tan efectivo como el expresar oralmente su dolor o su ira. La
forma como exprese su ira depende de la personalidad de la mujer y sus características individuales.
Algunas mujeres que encuentran difícil reconciliarse con Dios, pueden primero profundizar su
relación con la Santísima Madre, como un primer paso para desarrollar una relación de confianza
amorosa en Dios. Tenga en cuenta que, mientras que, para muchas mujeres, éste puede ser un excelente
primer paso para lograr la confianza en Dios, hay otras a quienes también les cuesta conectarse con
María, porque sus propias madres estuvieron emocionalmente inaccesibles para ellas, o quizás, no las
protegieron del abuso en su hogar, debido a sus propias luchas emocionales.
Muchas mujeres pueden sentirse indignas del amor y el perdón de Dios. Es importante hablar a
menudo de la misericordia generosa y del amor tierno de Dios. Un sacerdote solía decir a las mujeres
que no hay nadie de nosotros que no haya abortado la voluntad de Dios en algún momento de su vida.
Esa es la base del pecado.
“A pesar de haber pedido a Dios su perdón,
tantas veces, todavía lo mantenía alejado de
ese pequeño rincón oscuro del que estaba tan
avergonzada –aquel en el que permití que
creciera tanto dolor durante tres décadas. En
el Proyecto Raquel me di cuenta exactamente
cuánto del amor de Dios había estado
rechazando –cuánta misericordia tiene para
con cada uno de nosotros. Dios me ha estado
haciendo más fuerte cada día. Me siento bien
conmigo misma por primera vez en 32 años.
Por primera vez en los últimos 7 años, he
cesado por completo de tomar medicación
contra la ansiedad. Y la parte maravillosa de
todos estos cambios es que proviene de
dentro de mí. Si Dios me ha perdonado,
¿quién soy yo para hacer mi voluntad y no
perdonarme a mí misma?
Perdonarse a sí misma
La mujer que ha abortado necesita avanzar
hacia la aceptación del perdón que Dios quiere
concederle, o ya le ha concedido, si ella ha
recurrido al Sacramento de la Reconciliación.
Una mujer que tiene una historia de abusos
puede tener dificultades con este paso. En su
mente, ella ha pasado de ser una víctima a ser
una victimaria. El sacerdote/orientador puede
tener que ayudarla a abordar estos traumas
previos, para ayudarla a resolver el trauma del
aborto. Alternativamente puede ser apropiado
remitirla a un profesional de la salud mental a
través del Proyecto Raquel.
Si ella participó en estudios
bíblicos o tuvo otra instrucción
religiosa en la que se le dijo que no
20 • Atención pastoral para las madres que sufren por el aborto
era posible perdonarse a sí misma, la mujer que ha pasado por un aborto puede estar
confundida. Su sanación puede ser obstaculizada. Si ha de ser verdaderamente libre de
aceptar el perdón de Dios, debe dejar ir la vergüenza de sí misma y la recriminación. Afírmele
que su culpa es una emoción valiosa y útil para corregir una conducta errada, pero explíquele
que la vergüenza es contraproducente y autolesiva. Los pensamientos basados en la
vergüenza incluyen “Estoy triste porque hice mal y soy culpable”. La misericordia divina de
Dios proclama que ningún pecado es mayor que Su amor y que es Su voluntad que ella acepte
su perdón y se perdone a sí misma. Leerle la Sagrada Escritura puede ser sumamente positivo.
Por ejemplo, Marcos 11,25 dice: “Y cuando se pongan de pie para orar, si tienen algo contra
alguien, perdónenlo, para que su Padre del Cielo les perdone también a ustedes sus faltas.”
Esto puede llevar algún tiempo y requerir educación. Puede ser útil explicar que cuando nos
seguimos juzgando duramente después de haber pedido a Dios que nos perdone, estamos
cerca del pecado de orgullo. Presumimos que sabemos más que Dios y ponemos límites a su
amor y misericordia ilimitados. La oración de San Claudio de la Colombière finaliza con este
pensamiento y consejo consoladores:
Ninguna recaída, por vergonzosa y criminal que sea, debe conducir a ningún pecador a la
desconfianza del perdón. Te he ofendido gravemente, amable Redentor mío, pero sería
mucho peor si te hiciera esta grave ofensa de pensar que no eres tan bueno como para
perdonarme
En su carta del 16 de junio de 2009, “Carta de Proclamación del Año Sacerdotal”, el Papa
Benedicto XVI se vuelve una y otra vez a San Juan María Vianney como el modelo del sacerdoteconfesor y apóstol de la Divina Misericordia:
“No es el pecador el que vuelve a Dios para pedirle perdón, sino Dios mismo quien va
tras el pecador y lo hace volver a Él”. “Este buen Salvador está tan lleno de amor que nos
busca por todas partes”.
Todos los sacerdotes hemos de considerar como dirigidas personalmente a nosotros
aquellas palabras que él ponía en boca de Jesús: “Encargaré a mis ministros que anuncien a
los pecadores que estoy siempre dispuesto a recibirlos, que mi misericordia es infinita”. Los
sacerdotes podemos aprender del Santo Cura de Ars no sólo una confianza infinita en el
sacramento de la Penitencia, que nos impulse a ponerlo en el centro de nuestras
preocupaciones pastorales, sino también el método del “diálogo de salvación” que en él se
debe entablar. El Cura de Ars se comportaba de manera diferente con cada penitente. Quien
se acercaba a su confesionario con una necesidad profunda y humilde del perdón de Dios,
encontraba en él palabras de ánimo para sumergirse en el “torrente de la divina
misericordia” que arrastra todo con su fuerza. Y si alguno estaba afligido por su debilidad e
inconstancia, con miedo a futuras recaídas, el Cura de Ars le revelaba el secreto de Dios con
una expresión de una belleza conmovedora: “El buen Dios lo sabe todo. Antes incluso de
que se lo confeséis, sabe ya que pecaréis nuevamente y sin embargo os perdona. ¡Qué
grande es el amor de nuestro Dios que le lleva incluso a olvidar voluntariamente el futuro,
con tal de perdonarnos!”
Si la mujer que ha pasado por un aborto parece incapaz de aceptar el perdón, sugiérale el siguiente
ejercicio. Su objetivo es perdonarse a sí misma. En los casos en los que el aborto ocurrió años antes,
explíquele que el aborto fracciona la percepción de sí misma de la mujer. La mujer que se hizo el aborto
es distinta de la mujer que está aquí hoy buscando sanación. Ella necesita pensar quién fue la mujer que
se hizo el aborto y verse a sí misma compasivamente como Dios la ve. ¿Qué le pasó cuando era una
mujer joven que la llevó a tener relaciones sexuales? ¿Cuáles fueron las circunstancias de su embarazo?
¿Por qué se hizo el aborto? Quizás se hizo más de un aborto. ¿Cómo sucedió? Después que haya tenido
tiempo para pensar en esto, sugiérale escribir una carta a la mujer que se hizo el aborto e incluir en ella
Atención pastoral para las madres Que sufren por el aborto • 21
todas las observaciones y revelaciones que ha recogido. Sugiera que concluya la carta escribiendo que
perdona a esta mujer, o que está tratando de hacer esto con la gracia de Dios y la ayuda de su confesor o
de su director espiritual. Otro método es que ella escriba una carta de perdón a un amigo o familiar para
suscitar los sentimientos que surgen al hacerlo. Algunas mujeres han crecido en familias que
alimentaron rencores y ejemplificaron la falta de perdón. Familias basadas en adicciones o abusos a
menudo lastiman de esta forma a los miembros de la familia. Anímela a seguir pidiendo la gracia de
poder perdonarse. Para algunas, esto es un proceso que lleva un tiempo considerable; para otras, trabajar
en lo antedicho puede ayudarlas a llegar al perdón y ser liberadas.
El padre del niño
Aquí también, es importante que usted oiga la historia de la mujer describiendo al padre de la
criatura abortada. A menudo la coerción, la presión o la persuasión sutil fueron factores que influyeron
en gran medida en su decisión de abortar. El P. Sears sugiere que rece con la mujer por el padre del niño
abortado, pidiendo que reciba el don del arrepentimiento y del perdón de Dios. El aborto no se trata
solamente de la madre; se trata de la relación de la madre, el padre y el niño. Es necesario rezar por la
reconciliación de todos los involucrados. (Para más información acerca del sufrimiento de los hombres
en las secuelas del aborto, ver la segunda sección de este manual, comenzando en la página 25).
Hablar en público
Si la mujer dice que quiere hablar en público sobre su aborto, evalúe en primer lugar, cuánto tiempo
hace que ella logró la sanación de su aborto. En segundo lugar, determine cuál es su motivación para
hacerlo. Puede que necesite preguntar: “¿Por qué quiere hacer esto?” Si lo está haciendo para reparar lo
que hizo, disuádala de hablar en público. Ella no ha terminado de sanar si es que aún continúa tratando
de “reparar” su aborto. En tercer lugar, determine si se está sintiendo presionada a hablar, por otros o por
circunstancias en su comunidad (a veces las comunidades,
“Hoy, gracias al Proyecto Raquel,
iglesias o grupos necesitan un orador para tratar este tema o
soy una persona diferente. Sentir el
incluso dar testimonio en una audiencia pública). En cuarto
poder del perdón es algo que no
lugar, ella necesita responder las siguientes preguntas:
encuentro palabras para describir.
¿Quién puede resultar lastimado por el hecho de que cuente
De hecho me siento más ligera.
en público la historia de su aborto? ¿Saben aquellos
Mis hombros ya no cuelgan tan
involucrados en la historia de su aborto que ella lo va a hacer
hacia delante. El poder del perdón
público? Los involucrados, ¿se oponen a que haga pública su
altera la vida. Siempre voy a
historia? Siempre está contraindicado que una mujer que no
arrepentirme de mi decisión, y
ha sanado completamente del trauma de su aborto presente su
seguiré cargando mi silencioso
historia o testimonio en público.
secreto conmigo. Se ha vuelto una
Si ha tenido otros hijos, urge gran precaución. Puede que
parte de quien soy. Pero ya no
sus hijos no hablen honestamente de cómo se sienten, porque
define quien soy. Hoy, soy una
no quieren herirla. La información sobre el aborto puede
esposa, mujer y una estudiante de
también ser demasiado para un hijo chico, y puede ocasionar
tercer año de Derecho. Planeo
culpa del sobreviviente. Un niño podría tener que soportar
dedicarme en mi carrera legal a
burlas de sus amigos si éstos oyen a la madre del niño hablar
trabajar con niños, y retribuir al
acerca de su aborto. Puede también que el niño no quiera que
Proyecto Raquel, ayudando a
se conozca el pasado de su madre. Esto puede ser un
mujeres que están sufriendo
problema importante en particular para los adolescentes.
silenciosamente por su decisión.”
La mujer que ha pasado por un aborto puede ser más
capaz de compartir su historia en forma privada o anónima. Algunas mujeres han visto a otras hablar
públicamente y presumen que ellas deben hacer lo mismo para sanar. Disipe esta noción y aliéntela a
tomarse su tiempo y reflexionar en oración antes de tomar una decisión. Dios quiere que sea libre de
vivir la vida que Él la está llamando a vivir.
22 • Atención pastoral para las madres que sufren por el aborto
Un sacerdote solía pedirles a las mujeres que escribieran una carta anónima contando su historia,
que él pudiera usar en el boletín. Cada vez que él imprimía tal carta anónima, muchas otras a menudo lo
buscaban por sanación.
Si ella decide hablar en público en TV o escribir un blog, recomiéndele que no incluya las palabras
“Proyecto Raquel” ni su nombre propio. Las mujeres que lo vean pueden pensar erróneamente que ellas
también van a tener que hacer pública su historia. El nombre “Proyecto Raquel” puede ser mencionado,
pero no debería aparecer en pantalla asociado a alguien que está contando su historia.
Problemas continuos y oportunidades
La mujer que ha abortado y está en proceso de sanación, aún puede sentirse tentada, por momentos,
a creer que Dios no la perdona. Puede escuchar una voz interior diciendo: “¡Qué persona horrible eres!".
Esta no es la voz de Dios, sino una tentación a la desesperación. Anímela a responder con oración. Una
oración simple como: “Jesús, ten piedad de mí” o “Señor, ayúdame”, la mantendrá en la presencia de
Dios en estos momentos de tentación. Luego también esa persona puede haber luchado toda su vida con
una baja autoestima, y el aborto simplemente ha confirmado lo inadecuada que realmente es y siempre
será. Recuérdele que todos tomamos a veces malas decisiones y que ella se ha arrepentido, acogido el
perdón de Dios y ahora tiene la oportunidad de vivir una vida más sana.
Puede haber momentos en los que algo le recuerde a su hijo y se sienta muy triste. Esto puede
ocurrir en una graduación, una boda, o en el nacimiento de un hermano o de sus propios hijos o nietos,
por ejemplo. Esta tristeza no significa que no esté curada. Más bien es un signo de que su corazón de
madre le fue restituido cuando Dios la sanó. Es muy natural sentirse triste a veces cuando hemos perdido
a un ser amado. Aunque hayamos pasado del duelo a la sanación, todavía estamos sobre la tierra y en
nuestra humanidad, extrañamos a nuestros seres queridos.
Nuevas circunstancias de vida pueden causar una reapertura en su herida del aborto (por ejemplo, un
nacimiento, un aborto espontáneo, la menopausia, el nunca casarse, el nunca tener hijos, o ver a sus
amigos convertirse en padres o abuelos). Anímela a encontrar a alguien con quien hablar cuando esto
ocurra. Este puede ser un momento apropiado para empezar en el Ministerio del Proyecto Raquel.
Aliéntela a permanecer fiel en la oración y los sacramentos. Puede que usted encuentre apropiado
catequizarla para que ofrezca su sufrimiento como sacrificio en unión con Cristo en la cruz. Puede
sugerirle que medite las palabras de Santa Francisca Javier Cabrini:
¿Por qué, hermana querida, pierdes el tiempo en tristeza cuando el tiempo es tan precioso
para la salvación de los pobres pecadores? Deshazte de tu melancolía inmediatamente. No
pienses más en ti misma. No te permitas tantas reflexiones inútiles y peligrosas. Mira siempre
adelante sin mirar nunca atrás. Ten tu mirada fija en la cima de la perfección donde Cristo te
espera...
Lleva tu cruz, entonces, pero llévala con alegría, hija mía. Piensa que Jesús te ama mucho.
Y a cambio de tal amor, no te pierdas en tantos deseos, sino acepta diariamente con serenidad lo
que sea que aparezca en tu camino. 6
Anímela a continuar su crecimiento espiritual participando en la adoración eucarística, leyendo la
Sagrada Escritura y los clásicos espirituales, rezando el Rosario y la Coronilla de la Divina Misericordia,
mirando programas católicos, escuchando la radio católica, yendo a retiros, y posiblemente, recibiendo
dirección espiritual. Anímela a pedir a otros que recen por ella en su iglesia o en un grupo de estudios
bíblicos o comunidades de fe.
Puede que encuentre que tiene mucha más energía ahora que no necesita más para mantener
controlado todo el dolor del aborto que ha sido liberado. Aliéntela a poner toda su energía vital en
trabajar de manera positiva. Un lugar excelente para comenzar sería amando a su esposo e hijos de una
6
“Letter to a Sister in 1885,” in Voices of the Saints: A Year of Readings, edited by Bert Ghezzi [“Carta a una Hermana en 1885”, en Voces de los santos:
año de lecturas] (Chicago: Loyola Press, 2009), 702..
Atención pastoral para las madres Que sufren por el aborto • 23
manera nueva y mejor, participando en varios ministerios parroquiales, ayudando a un vecino de edad
avanzada, o participando en algún esfuerzo que
reafirme el sentido de la vida.
“Terminé la reconciliación postaborto
Si detecta conductas disfuncionales, examínelas
ofrecida a través del Proyecto Raquel
y remítala a un terapeuta de la red del Proyecto
hace dos meses. No encuentro palabras
Raquel o a alguien que se sepa que entiende el
para describir lo maravillosa que fue esta
profundo impacto negativo del aborto en las mujeres
experiencia. Me ayudó a despojarme de
y sus familias.´
toda la negación, la ira, las mentiras, la
Finalizar la relación es tan importante como la
terquedad y las lágrimas que estaban en
mi corazón. Decirles que pequé es una
forma en que comenzó su trabajo con ella. Traiga a
cosa –pero yo afligía a mi Dios y ¡estaba
colación con antelación el tema del punto final de su
tan segura que Él me había dado la
camino de sanación. Ayúdela a darse cuenta de que
espalda! ¡Qué equivocada estaba!”
los problemas han sido identificados y encarados, de
“A través de este cuidado los muros
que ha enfrentado con honestidad la experiencia de
cayeron
y en sus lugares surgieron la
su aborto, de que el duelo ha comenzado y quizás
compasión,
el perdón, la gracia, la fe y el
incluso concluido, de que ha trabajado duro en el
amor.”
tema del perdón, y de que ahora ella debe comentar a
“¡Gracias por el Proyecto Raquel,
reconciliar todo lo que ha acontecido en su vida hoy.
porque ciertamente ha bendecido y
Ella sigue siendo una madre, incluso de su difunto
cambiado mi vida!”
hijo no nacido, en espera del reencuentro en el
Último Día. Agradézcale el permitirle ser su
compañero en este camino de sanación, y hágale saber que estará disponible en el futuro, si ella decide
continuar trabajando sobre su aborto, o si algún otro problema surgiera (si es que usted está dispuesto y
puede hacerlo).
La mujer que ha abortado recientemente y el
ministerio del sacerdote
Si una mujer que ha abortado recientemente se le acerca en el Sacramento de la Reconciliación, es
crucial recordar que ella puede aún no entender todas las ramificaciones de su pecado. Recíbala en el
punto en el que esté, y confíe en que la gracia del sacramento la ayudará a entrar en el proceso de
sanación. Muchas mujeres hablan de la gracia increíble que les trae la primera confesión, dándoles valor
para continuar el proceso de sanación.
Háblele de su valor al acercarse al sacramento. A menudo ella incluirá el pecado del aborto, entre
otras cosas, con la esperanza de deshacerse de él. Retome lo del aborto: haga las preguntas que necesite
para determinar culpabilidad. Dígale que hay ayuda disponible para procesar la pérdida, cuando ella esté
lista. Explíquele que hay una herida espiritual que la sana el Sacramento de la Reconciliación, y una
herida humana de una madre que perdió a su hijo de una manera traumática y antinatural. Agregue que
en algún momento ella va a necesitar enfrentar esto. En el Proyecto Raquel hay consejeros profesionales,
directores espirituales, personal capacitado y otros que pueden ayudarla a hacerlo. Es aconsejable tener
en el confesionario tarjetas de visita con la información de contacto, que ella pueda llevarse. Exprésele la
certeza del amor y la misericordia de Dios, y elija una penitencia apropiada, pero que tenga un límite
específico. Como se ha mencionado antes, estas mujeres se pueden volver muy escrupulosas.
Si una mujer continúa volviendo a confesar el aborto, es una señal de que no ha completado la fase
humana de su duelo, y sería prudente hablar de esto con ella. Ella no puede sentir el perdón de Dios, si
está llena de pena y se juzga a sí misma. Usted puede suavemente mostrarle esto y ayudarla a encontrar a
alguien a través del Proyecto Raquel, que pueda acompañarla en el resto del camino.
Una mujer que ha abortado recientemente puede no ser capaz de aceptar todavía la verdad de su hijo
perdido. Puede que usted no pueda guiarla a través de los pasos de la guía espiritual postaborto descritos
en la sección “El ministerio del sacerdote en orientación y la sanación postaborto” (página 13), porque
24 • Atención pastoral para las madres que sufren por el aborto
estos tratan la situación de mujeres que están más emocionalmente maduras y cuyos abortos son menos
recientes. Traer a colación el asunto de su hijo muerto demasiado rápido puede llevarla a la depresión,
insensibilidad emocional o ideas suicidas.
El ministerio del sacerdote con aquellos que
abortaron después de un diagnóstico prenatal
adverso
No hay absolutamente ninguna controversia acerca de la devastación psicológica del aborto por un
niño “deseado”, particularmente uno con una anomalía fetal. La literatura científica es universal en
afirmar el trauma del aborto en estas circunstancias.
Las mujeres (o parejas) que han sucumbido a la persuasión médica de terminar con la vida de su hijo
discapacitado se enfrentan a una compleja variedad de sentimientos, incluyendo ira (contra sí mismas,
contra Dios y contra los demás), incredulidad, ambivalencia respecto al doctor, dolor de que Dios las
abandonó en el momento de mayor necesidad, confusión acerca de la decisión de abortar, y oleadas de
insensibilidad emocional. Claramente lo que pasó estuvo mal, pero la delicadeza es la llave para ayudar
a estas madres (o parejas).
Considere ofrecer un acto de oración por el bebé para ayudar a la madre a alcanzar el cierre. Ella
puede que no sepa dónde está enterrado el cuerpo del niño, si es que está enterrado, o si se deshicieron
de él como desechos médicos. En muchas de estas circunstancias, el embarazo fue deseado. Ella y el
padre del bebé pueden haber estado viviendo en un estado de terror y pena a lo largo del proceso de
diagnóstico. Ofrézcase a hablar con la pareja y hábleles de cómo los hombres procesan usualmente el
duelo de forma diferente a las mujeres. Trate de hablar con el padre cuando la mujer no esté presente y
pregúntele cómo está. Si ella está presente, él puede cubrir sus sentimientos y enfocarse sólo en
protegerla y cuidarla. En privado, un hombre puede hablarle a otro hombre y estar dispuesto a reconocer
su pérdida.
Le pueden pedir que esté pastoralmente presente en una situación incómoda. A la luz de los
crecientes exámenes actualmente disponibles para determinar la salud del niño por nacer, puede que se
encuentre tratando con padres que se hallaron atrapados en situaciones abrumadoras e tomaron
decisiones trágicas.
Claramente, en los relatos de la Sagrada Escritura que hablan de Jesús y su trato con mujeres, su
respuesta siempre fue delicada; Él las curó y las llamó a una nueva vida. Nadie gana nada cuando
nuestra respuesta es dura o sentenciosa. Esto puede alejar a la gente de la Iglesia, en lugar de llamarla a
la conversión.
A menudo las parejas cuyos doctores les han recomendado terminar el embarazo a causa de un
diagnóstico prenatal grave, buscan el consejo de su párroco antes de decidir si abortar o llevar su
embarazo a término. Se dan sugerencias sobre cómo aconsejar a estas parejas en el Apéndice A de este
manual, comenzando en la página 81, junto con otros recursos útiles para todos los padres de niños con
discapacidades severas o que amenazan su vida.
Segunda Sección
Los padres
Las secuelas del aborto para el padre del niño abortado • 27
Las secuelas del aborto en el padre del
niño abortado
C
uando la gente piensa en el aborto, piensa en esto como un asunto de la mujer. Pero
claramente el embarazo ocurre con la participación de ambos, una mujer y un hombre. El aborto puede
tener un impacto profundo en el padre del niño abortado. Cuando la gente piensa en el papel de los
hombres en el aborto, generalmente parece pensar en el estereotipo del hombre que fuerza el aborto o
que abandona a la madre de su hijo. Ese es solamente uno de los muchos posibles roles que los padres
pueden haber tenido en la decisión del aborto. El impacto del aborto sobre el padre depende en gran
medida del rol que él jugó. Notar que algunos hombres han estado involucrados en múltiples abortos,
cada uno en un escenario diferente. Por esto, el sacerdote/orientador debe ser sensible a estos múltiples
escenarios y alentar al hombre a tomarse su tiempo para hablar del aborto, o de cada aborto, en detalle,
incluyendo las circunstancias previas. A continuación se describen algunos de los diferentes escenarios
en que los hombres se involucran y sus diversas reacciones.
El padre que se opuso rotundamente al aborto e intentó evitarlo
Este hombre intentó evitar el aborto, quizás ofreciéndose a criar al niño él mismo o a casarse con su
pareja, si no estaban ya casados. Recibió con alegría la paternidad y estaba entusiasmado y puso mucho
de sí en ser papá. Puede haber tenido una respuesta inmediata y abrumadora frente a la pérdida de su
hijo. Es difícil para él separar los sentimientos que tiene – incluso dolor, culpa, rabia, ira y una sensación
de impotencia masculina – porque no fue capaz de proteger a su pareja o al niño. Si están ahora
separados, puede sentirse inclinado a hacer contactos reiterados con su pareja para tratar de entender por
qué el aborto se llevó a cabo o para hacer un esfuerzo por salvar la relación y que le quede “algo”
después de haber perdido a su hijo. Este es un ejemplo de “vínculo traumático” que puede persistir
durante toda su vida. Pero esto no quiere decir que es apropiado que se reúna con la madre de su hijo
abortado. Puede que necesite animarlo a cesar en sus intentos de contactarla o a parar de fantasear con
reconciliarse con ella. Para algunos hombres que se sienten obligados a reconciliarse con su pareja
sexual, esta conducta puede ser vista como acoso o conducir a la violencia.
El padre que se opuso al aborto pero no hizo todo lo posible
para evitarlo
Este padre puede haberse opuesto inicialmente al aborto pero luego cesó de comunicar su oposición
o la fuerza de sus sentimientos. Puede tener también una reacción inmediata de tristeza, pena, ira y la
sensación de no haber sido capaz de proteger a aquellos a los que debería proteger. Puede sentir ira, pero
no la furia en toda su extensión o las fuertes emociones mencionadas anteriormente.
El padre que al principio apoyó la decisión de abortar pero luego
cambió de opinión, pero cuya pareja procedió con el aborto
Se puede sentir profundamente responsable porque estuvo de acuerdo con al aborto al principio.
Esto parece suceder con más frecuencia dentro de matrimonios. Puede convertirse en un problema que
interfiere con la confianza básica de la pareja y con la intimidad de su relación. Frecuentemente los
sentimientos pueden generar encono y resultar en un distanciamiento. Puede que él no diga nada por
28 • las secuelas del aborto para el padre del niño abortado
décadas, pero que resienta en secreto a su esposa. Esto se convierte en aquello “de lo que no se habla”
entre ellos en su matrimonio.
El padre que parecía ser neutral acerca del aborto
Él parecía apoyar lo que fuera que la mujer eligiese, aunque secretamente puede haberse opuesto al
aborto, pero se sintió presionado por sus pares y por la sociedad a apoyar la decisión de ella de abortar.
O puede haber hallado que la decisión le servía en ese momento de su vida.
Incapaz de articular cómo se siente realmente, puede reaccionar con tristeza, pena, ira, o la
sensación de no ser capaz de proteger a aquellos a quienes debería proteger. El hombre que
verdaderamente estaba de acuerdo con la decisión de abortar o era neutral puede no sentir ninguna
reacción hasta años después. A veces el aborto resurge en la edad madura –en una conversación
religiosa, o en un tratamiento psicoterapéutico o en un tratamiento por adicción, o cuando es padre de
nuevo. El tiempo no cura todas las heridas, pero puede traer una nueva percepción de que las heridas
existen y necesitan ser curadas.
El padre que abandonó a la mujer frente al embarazo
El hombre que abandonó a su pareja y a su hijo puede no estar inquieto por el aborto o puede que
más adelante le moleste el hecho de que fracasó en apoyar a la mujer. Este hombre puede haber tenido
varias experiencias de aborto con escenarios similares. Puede tener problemas de responsabilidad
importantes previos al aborto, sentimientos de “tener derecho a”, baja autoestima, miedo de
dependencia, sentimientos de abandono de su familia de origen, o una personalidad narcisista.
El padre que obligó una decisión de abortar o amenazó con retirar su
apoyo si el aborto no se realizaba
El hombre que obligó a una decisión de abortar puede haber tenido muchas pérdidas por causa del
aborto en su vida, así como varias relaciones fracasadas en su pasado. La mujer que es obligada a tomar
la decisión de abortar puede tener una reacción adversa inmediata, la cual puede no sentirse cómoda para
verbalizar por temor a un ataque o abuso. Cualquier sentimiento que la mujer pueda tener, puede ser
considerado irrelevante por este tipo de hombre a quien le importa poco y tiene barreras emocionales y
problemas de control. El aborto es visto como “algo sin consecuencias” para este tipo de hombre. Podría
fríamente decirle simplemente “supéralo” si ella intenta hablar de sus sentimientos negativos. El
malestar de ella puede frustrarlo, y podría sentirse “libre” de terminar la relación y seguir adelante.
El padre al que no se le dijo nada del aborto hasta
después de que éste ocurrió
Puede reaccionar con dolor y confusión de que su pareja no haya discutido este asunto y de que haya
hablado de este asunto y de que haya tomado una decisión unilateral. A veces se entera mucho más tarde
por ella o por alguien más. Puede sentir muchas emociones encontradas, luchando con la fragilidad de su
relación, la falta de confianza, tristeza mezclada con ira y sentimientos de venganza. A menudo se siente
mucha ambivalencia en estos escenarios, lo que puede contribuir tanto a una considerable inestabilidad
de la relación como a su disolución.
Las secuelas del aborto para el padre del niño abortado • 29
El padre que nunca estuvo seguro de que ocurrió un aborto, pero que,
al oír una descripción de las secuelas del aborto en la mujer, reconoce
los síntomas en una pareja anterior
Este hombre se pregunta si fue responsable de la concepción de un hijo, pero no puede confirmar
que hubo un embarazo. Esto puede dar lugar a muchas preguntas sin respuesta y sentimientos
encontrados. Si algo sucediera que afectara su habilidad para engendrar futuros hijos, como cáncer
testicular, puede sentir que su única oportunidad de paternidad biológica se extinguió para siempre. Si ya
no es capaz de tener hijos, anímelo a considerar la adopción.
El hombre cuya esposa tuvo una experiencia de aborto con alguien
más antes de su matrimonio
Este hombre puede estar envuelto en las confusas emociones de su esposa respecto a su(s) aborto(s)
previo(s). Puede que no haya sabido de la experiencia de aborto de ella antes de casarse. Puede estar
confundido por la angustia de su pareja y muy preocupado por su bienestar. También puede sentir falta
de confianza en ella si ella decidió no revelarle esta importante información antes de casarse. Algunos
hombres relatan sentirse manipulados y sentir una pérdida de respeto por su esposa. El perdón es crítico
en este escenario, pero no es una simple enunciación ni un proceso sencillo. Él puede estar
preguntándose: “¿Qué más me ocultó por conveniencia?”
Reacciones psicológicas y conductuales comunes
observadas en padres de niños abortados
Los padres de niños abortados pueden sentir algunas de las reacciones siguientes frente al aborto de
su pareja.
Rabia o ira
La ira puede ser interiorizada (ligada a la falta de comunicación y a la depresión) o exteriorizada
(evidenciada al actuar agresivamente con los demás). La rabia o ira expresada puede tomar la forma de
insultos, interrupciones, comunicación no respetuosa, gritos, críticas, etc. Cuando se sigue su impulso, la
rabia o ira puede precipitar el impulso de golpear físicamente a cualquiera, o a la novia/esposa
involucrada en la pérdida por causa del aborto.
Deterioro de la auto-imagen masculina
De muchas maneras, los hombres se sienten responsables por aquellos a quienes aman, y parte de
esa responsabilidad es protegerlos de cualquier daño. Después de un aborto, los hombres pueden sentir
que han fracasado en su obligación de proteger a su pareja sexual o a su descendencia. Esta reacción
puede ser psicológicamente desmoralizadora e incapacitar sexualmente, y puede ocasionar que los
hombres le den vueltas a esto y se sientan impotentes.
30 • las secuelas del aborto para el padre del niño abortado
Impotencia
Una pérdida por aborto puede interferir con el funcionamiento sexual de ambos cónyuges,
incluyendo la frecuencia de las relaciones sexuales, el tipo de comportamiento sexual y prohibiciones de
excitación. Para los hombres, la impotencia es un problema significativo en sí mismo, que ocurre
naturalmente con la edad o como resultado de enfermedades. La pérdida de potencia sexual tiene un
impacto en un hombre en su misma esencia y agrede su sentido de valor personal y de identidad.
Grave preocupación por su pareja y su bienestar
Un hombre puede buscar información sobre las secuelas del aborto en mujeres, debido a la
preocupación por su pareja. Puede tratar de alentarla a buscar ayuda profesional a causa de los síntomas
que él cree que están presentes como resultado del aborto. Si ella se rehúsa, algunos hombres pueden
enojarse y exigirle que busque ayuda. Él precisará que lo ayuden a ver que la sanación de un aborto
ocurre como un proceso y que ella puede resistirse – no porque no lo ame, sino porque tiene miedo de
enfrentar sus propios miedos y el trauma/tragedia de lo que ha vivido. Se le debe aconsejar que, hasta
que ella esté lista para atravesar por el duelo necesario para ser sanada, la mejor forma en que él puede
ayudarla es siendo paciente y apoyándola.
Incapacidad de hablar con su pareja acerca de sus experiencias
La comunicación puede romperse después de un aborto. Las mujeres y los hombres responden a la
pena de diferentes maneras. Por ejemplo, un miembro de la pareja podría estar teniendo dificultades,
mientas que el otro no se da cuenta. Se puede terminar usando algunos términos que rompen la
comunicación, tales como “¿Por qué no lo superas simplemente?”. Obviamente, estas respuestas son
contraproducentes y tienden a aumentar el conflicto en lugar de disminuirlo.
Uso y abuso químico (Uso excesivo de alcohol o drogas)
Este es un mecanismo común para sobrellevar las situaciones, compartido por muchos hombres.
Algunos buscarán ayuda a través de Alcohólicos Anónimos u otros programas de tratamiento. Si alguien
está trabajando con un varón en el Quinto Paso del programa (en el cual el hombre revela en detalle sus
defectos y sus errores pasados), el tema del aborto debería ser planteado. Sin enfrentarlo, la recuperación
se verá perjudicada.
Conductas con riesgo
Conducir automóviles o motocicletas de velocidad, domar caballos, practicar paracaidismo,
puentismo o ala delta pueden ser el producto de la frustración y la ira asociadas con el duelo no resuelto
de una experiencia de aborto. Los padres que se opusieron al aborto pueden estar al borde del suicidio o
incluso intentarlo.
Duelo y tristeza
Las reacciones emocionales de los hombres pueden tomarlos por sorpresa. En nuestra cultura, los
hombres tienen dificultad en expresar sus sentimientos. Esto es a menudo mal visto por la sociedad,
particularmente cuando los sentimientos incluyen la vulnerabilidad que se siente en el duelo y la tristeza.
Los hombres no esperan sentirse de esta manera y cuando lo hacen, generalmente se preocupan, porque
a menudo no tienen amigos cercanos con quienes compartir estos sentimientos y pueden estar demasiado
Las secuelas del aborto para el padre del niño abortado • 31
avergonzados para buscar asesoramiento u otras formas de ayuda. Para algunos hombres, el duelo activo
puede tomar la forma de enfermedad psicosomática.
Pensamientos obsesivos del hijo perdido
Algunos hombres describen pensamientos intrusos con respecto a su hijo perdido como no deseados
o incluso torturantes. Pueden encontrarse compulsivamente mirando bebés y padres con sus hijos. Los
pensamientos obsesivos y las conductas compulsivas pueden ser paralizantes si quedan sin resolver y sin
tratar.
Pesadillas en las que alguien o algo vulnerable está siendo amenazado
Las pesadillas pueden recrear escenas de padres e hijos, proporcionando elementos de peligro y el
rescate de un niño o un intento fallido de evitar la muerte del niño. Las pesadillas son a menudo acerca
de algún gran animal amenazante, como un tiburón o un león, que está amenazando a un animal o a una
persona más pequeña y vulnerable, y no hay nada que el hombre pueda hacer en el sueño para proteger
al ser vulnerable. Puede despertarse en un sudor frío con una sensación de fatalidad cerniéndose sobre él.
Son comunes los sentimientos de impotencia, fracaso y deficiencia personal.
Deseo de otro hijo y comportamiento subsiguiente para tratar de
alcanzar esa meta
El deseo de tener un embarazo de reemplazo no es raro tanto para mujeres como para hombres. Es
una forma de intentar deshacer el trauma del aborto. El deseo de tener otro embarazo puede tornarse casi
una obsesión para una pareja que haya tenido un aborto. Este deseo puede también generalizarse para el
hombre en embarazar a otra mujer. Si surge la infertilidad, el hombre puede creer que está siendo
castigado por haberse involucrado en un aborto en el pasado.
Ideas suicidas (pensar en cometer suicidio)
En algunos casos, varones jóvenes de secundaria o en edad universitaria, involucrados en un aborto,
pueden intentar cometer suicidio o lograrlo, a raíz de la experiencia de un aborto. Usualmente, puede que
sólo un amigo íntimo sepa del aborto, mientras que la familia lo ignora. Ha habido informes de prensa de
pactos de intentos de suicidio y suicidios realizados, entre parejas que quedaron abatidas después de un
aborto.
Abuso emocional y/o maltrato conyugal
Parece haber una predisposición en personas con historial de aborto, a encontrar parejas con la
misma historia. La nueva pareja del hombre puede recordarle a éste a la mujer que abortó su hijo contra
su voluntad, y él puede recordarle a ella al novio que insistió en que ella se hiciera un aborto. Esta
predisposición puede ser un intento de ejercer un cierto control o dominio sobre una experiencia de
aborto pasada, sin que ninguno, ni el hombre ni la mujer, esté consciente de esta necesidad.
Cuando la comunicación se deteriora dramáticamente, la sinceridad se torna imposible, se pierde el
respeto por los sentimientos del otro y la relación cae en riesgo de fracasar. A esta altura no es difícil
entender cómo las frustraciones intensificadas y los problemas de control pueden chocar y estallar en
maltrato emocional o físico. Para muchos, esta espiral descendente termina en divorcio.
32 • las secuelas del aborto para el padre del niño abortado
Activismo pro-vida
Un hombre puede sentir que está expiando su parte en el aborto, al participar activamente en el
trabajo pro-vida y luchar para salvar a otros de sus errores. Esto debe ser desalentado a menos que haya
resuelto su propio dolor relacionado al aborto. El trabajo pro-vida puede ser algo bueno, siempre que no
haya una necesidad enfermiza o desequilibrada de participar. Los mismos problemas mencionados para
la mujer en la sección anterior deberían aplicar a los hombres que han tomado parte en un aborto y
quieren “hacerlo público” o trabajar activamente en el movimiento pro-vida.
Otras observaciones
Algunos hombres describen que sufren una gran ansiedad cuando su pareja queda embarazada de
nuevo, y permanecen ansiosos hasta que el bebé nace. Algunos hombres describen ser padres
sobreprotectores, que temen tanto que algo le pase a sus hijos, que su preocupación se vuelve en
detrimento del normal desarrollo de sus hijos. Algunos describen que se enredan emocionalmente en la
vida de sus hijos; otros son emocionalmente distantes, pero sobreprotectores. Algunos hombres
describen que se tornan el progenitor que más vela por el niño, alejando a la madre y reaccionando de
forma exagerada a los acontecimientos normales de la infancia. Por ejemplo, un resfrío o una herida leve
puede llevarlo a una visita a la sala de emergencia.
Muy raramente, un hombre puede comportarse de formas socialmente destructivas: prender fuego a
una iglesia, cometer asesinato o suicido, o atacar una clínica para abortos.
Algunos hombres comienzan a mirar pornografía y desarrollan una adicción sexual tras una pérdida
por causa del aborto. En el mundo encerrado en sí mismo de estos hombres, esto proporciona alivio y al
parecer encubre el duelo con la búsqueda de placer. El resultado, sin embargo, es una autoestima
disminuida, depresión por la incapacidad de detenerse y un aumento en conductas de riesgo que pueden
escalar hasta quedar fuera de control con consecuencias devastadoras.
Cuando los hombres son capaces de determinar con precisión el problema más profundo que los está
molestando después de un aborto, lo identifican como la pérdida de la paternidad.
Vincent Rue, PhD, un investigador pionero en el campo de los hombres y el aborto, ha observado
que “los hombres sí sienten dolor después de un aborto, pero son más propensos a negar su pena o a
interiorizar sus sentimientos de pérdida en lugar de expresarlos abiertamente... Cuando los hombres sí
expresan su pena, tratan de hacerlo en formas culturalmente formuladas como “masculinas”, p. ej., ira,
agresividad, control. Los hombres usualmente guardan su pena de una manera privada tras un aborto.
Por esto, los pedidos de ayuda de los hombres a menudo pasan sin ser reconocidos ni atendidos por
aquellos que están a su alrededor.” El Dr. Rue agrega: “Un hombre atormentado, guiado por la culpa, no
ama ni acepta amor fácilmente. Su preocupación por su pareja, su negación de sí mismo y su
sentimientos persistentes de vacío postaborto pueden anular incluso las mejores intenciones. Su culpa
puede impedirle buscar compasión, apoyo o afecto. A cambio, él “olvida” cómo devolver
recíprocamente estos sentimientos (Rue y Tellefsen 1996).
Atención pastoral para los hombres heridos por el aborto • 33
Atención pastoral para los hombres
heridos por el aborto
A
veces el varón que ha pasado por un aborto entra en contacto con una persona que brinda
atención, tal como un consejero del Proyecto Raquel, bajo el pretexto de buscar ayuda para su pareja o
tratar de entender lo que su pareja está viviendo. Si está buscando materiales sobre las secuelas del
aborto, pregúntele si esto es para él o para su pareja. Si es para una pareja, se le puede preguntar “¿Es
usted el padre?”. Esto es algo difícil para él de discutir, pero es crucial reconocer que los hombres
pueden tener dificultades después de una pérdida por causa del aborto. Se le puede preguntar “¿En qué le
puedo ser de ayuda?”. También ayudaría determinar si ésta es su primera experiencia de aborto.
Escucharlo y afirmar su paternidad puede ser de gran ayuda.
El Sacramento de la Reconciliación
Vea las páginas 9-24 bajo el título “Atención pastoral para las madres que sufren por el aborto”. Mucho
del material en esa sección también aplicará a los hombres. Para ayudar a entender la profundidad del
amor de Dios y su disponibilidad para perdonar a los pecadores arrepentidos, es particularmente
beneficioso para los hombres, que mediten la Parábola del Hijo Pródigo (Lc 15,11-32).
El ministerio del sacerdote en la atención a los
hombres heridos por el aborto
Los hombres se pueden beneficiar de los mismos pasos generales en la sanación descritos en la
sección anterior sobre el asesoramiento a mujeres, comenzando con “El proceso” en la página 15.
El primer paso crucial en la sanación consiste en que el padre que ha pasado por un aborto cuente
su historia. El P. Martín Pable, OFM Cap., en su folleto Healing for Your Soul: A Guide for PostAbortion Fathers [Sanación para tu alma: guía para padres que han pasado por un aborto], sugiere áreas
que se deben examinar. Si el padre que ha tomado parte en aborto relata muy brevemente la experiencia
del aborto, estas preguntas se pueden traer a colación para ayudarlo a compartir su historia de forma más
completa:

¿Cuál era su edad y su estado civil en ese tiempo?

¿Qué llevó a la decisión de abortar?

¿Qué parte tomó usted en la decisión?

¿Pagó usted por el aborto?

¿Acompañó a su pareja a la clínica de abortos?

¿Cómo se sintió después y qué hizo?

¿De qué maneras, si hubo alguna, afectó el aborto su sentido de sí mismo? ¿Y su vida desde
entonces hasta ahora?

¿Cómo afectó su relación con la mujer?

¿Cómo afectó su relación con Dios y su práctica religiosa?
34 • Brindando Atención Pastoral a los hombres Heridos por el aborto
Los hombres que eligen hacer este “inventario moral sin miedo”, como Alcohólicos Anónimos lo
llama, dicen que se sienten como si se les quitara un gran peso de encima.
El padre también debería ser alentado a darle un nombre al niño, de forma tal que el niño se
convierta en una persona para él y no un niño abstracto, genérico. Los padres son padres para siempre,
aun si el niño murió antes de nacer.
El padre que ha pasado por un aborto necesita entender que Dios está dispuesto a personarlo en el
Sacramento de la Reconciliación y que él necesita aceptar el perdón de Dios. Los Evangelios están
llenos de ejemplos de Jesús perdonando a los pecadores. Además de la Parábola del Hijo Pródigo y de
numerosas historias de Jesús perdonando a mujeres arrepentidas, Jesús le dijo al paralítico: “«¡Animo,
hijo; tus pecados quedan perdonados!” (Mt 9,2). El P. Pable también refiere a los hombres a una línea
del profeta Miqueas: “¿Qué Dios hay como tú, que borra la falta y que perdona el crimen… /y que le
gusta perdonar? /… Tira, pues, al fondo del mar todos nuestros pecados.” (7,18-19)
Es importante para el padre que pasó por un aborto, pedir el perdón de la madre del niño si sus
palabras o acciones (o silencio e inacción) contribuyeron a su decisión de procurar un aborto. Si están
casados, su humildad y su amabilidad en pedir perdón podrían acercarlos emocionalmente y fortalecer su
lazo marital. Si la madre del niño abortado no forma ya más parte de su vida, expresar remordimiento y
pedir perdón se vuelve más complicado. Puede que ella no reciba bien la intromisión de él en su vida,
especialmente si está ahora casada y su familia no sabe del aborto. Independientemente de si ese
contacto es aconsejable, el padre que ha pasado por un aborto puede ofrecer misas y oraciones por la
sanación de ella.
A un hombre que se opuso a la decisión de abortar se le debería aconsejar que perdone sinceramente
a la madre de su hijo. Un hombre que coaccionó a su pareja sexual a hacerse un aborto, necesita también
perdonarse a sí mismo.
Es importante recordar que un hombre que ha estado involucrado en un aborto puede tener
problemas con su propio padre, por ejemplo, abandono por divorcio o muerte. Puede que esté sufriendo
profundamente, y es importante ayudarlo a entender el proceso de duelo. A los hombres les cuesta
entender y aceptar los sentimientos de duelo; quieren “arreglarlo”, pero no pueden.
El padre que ha pasado por un aborto debería pedir el perdón de su hijo, escribiéndole una carta a su
hijo o hija, si está dispuesto a ello. Tal expresión tangible de su paternidad puede ayudar a hacer que su
hijo o hija sea más real para él, de forma tal que puede comenzar a sentirse consolado al darse cuenta de
que el alma inocente de su hijo ahora vive en el Señor.
Un hombre que se opuso al aborto y trató de detenerlo, puede estar luchando para controlar su ira.
Usted puede sugerirle medios físicos para descargar parte de esta emoción: por ejemplo, correr,
ejercitarse en un gimnasio, o cualquier cosa que requiera esfuerzo físico. No lo debe alentar a pegarle a
cosas, ni siquiera a objetos inanimados, ni a golpear cosas estando solo. Al compartir el trabajo codo a
codo, los hombres a veces encuentran más fácil hablar de lo que están sintiendo. Si hay alguna
indicación de que el hombre puede ser propenso a reaccionar violentamente hacia alguien involucrado
en el aborto, es importante mantener a cada uno a salvo. La rabia puede estar dirigida a los demás o a sí
mismo, y ambos escenarios pueden ser muy peligrosos. La prevención de conductas arrebatadas o
acciones suicidas debería ser la principal preocupación para los sacerdotes/consejeros. Preguntas directas
acerca de su intento de lastimarse a sí mismo o a los demás deberían ser hechas cuando se trate la
ira/rabia. Puede que sea necesario que éste sea el foco por algún tiempo hasta que su autocontrol y su
seguridad estén mejor reguladas y manejadas. Con el tiempo, él también necesitará perdonar a aquellos
involucrados en el aborto.
El hombre también puede sentir “impotencia humana”, que es incapaz de proteger a aquellos
confiados a su cuidado. Puede manifestar rabia hacia Dios, y puede ser de ayuda señalar que Dios Padre
también presenció la muerte de su Hijo inocente y que el Padre se aflige con nosotros. Invítelo a trabajar
en los problemas espirituales de su vida, si parece dispuesto. La consolación y la gracia del Sacramento
de la Reconciliación pueden ser de gran ayuda.
Si el hombre ha estado involucrado en más de un aborto, puede que trabaje para resolver uno de los
abortos pero que niegue la necesidad de procesar el resto. Al ayudar a un hombre a resolver éstos, puede
que necesite ayudarlo a analizar cada aborto, cuál fue su parte en cada uno, y qué sentimientos sigue
cargando y por qué.
Atención pastoral para los hombres heridos por el aborto • 35
El hombre que ha pasado por un aborto también puede pedir que se celebre una misa por su hijo y
por la sanación de todos los que fueron lastimados por ese aborto. Las esposas a veces se ofrecen a
adoptar espiritualmente a los hijos abortados de su marido, y los maridos pueden ofrecerse a adoptar
espiritualmente a los hijos abortados de su esposa. Esto puede traer una gran paz a la relación.
Tercera Sección
Otras personas
heridas por el
aborto
Las secuelas del aborto en otras personas heridas por un aborto • 39
Las secuelas del aborto en otras
personas heridas por un aborto
L
os
abortos
pueden
tener
serias
y
duraderas
consecuencias para los seres queridos de la madre y el padre del
niño abortado. Independientemente de si estos miembros de la
familia o amigos influyeron en la decisión de abortar o
cooperaron de alguna manera en que el aborto se realizara, la
reacción que una vez tuvieron con el progenitor que pasó por el
aborto puede cambiar significativamente. La intimidad y la
confianza pueden verse afectadas. Los familiares y amigos
pueden tener dificultades al observar el dolor y la aparentemente
inconsolable aflicción de la madre o el padre, dolor que no
pueden aliviar. Pueden estar enojados, decepcionados o
apoyarlos; pero independientemente de cuál sea su actitud
respecto al aborto, el dolor de los padres empañará todas sus
relaciones. Los abuelos del niño abortado pueden llorar la pérdida
de su nieto y lamentar su conducta y la de su hija o hijo, tan
profundamente como los padres del niño abortado.
“Como sacerdotes,
desempeñamos un rol
esencial en sanar las ovejas
de nuestro rebaño. Es a
través de nuestra
participación activa,
sacrificial y orante en el
camino de sanación de
aquellos que han sido
heridos y están sufriendo
por el aborto, que
Dios permite que un alma
más experimente su
misericordia.”
P. Dan Leary,
Arquidiócesis de Washington, DC
Los abuelos
Los abuelos pueden lidiar con el conocimiento del aborto y la pérdida de un nieto. Sus reacciones
están frecuentemente ligadas a haberse involucrado en la decisión de abortar. Los padres de la madre
sometida a un aborto pueden haber forzado el aborto, pueden no haber sabido nada de él hasta después, o
pueden haberse opuesto al aborto pero haber apoyado cualquier elección que su hija hiciera.
Los abuelos pueden exhibir algunos de estos síntomas:

Pena profunda o tristeza por haber perdido un nieto.

Ira contra su hija por haber quedado embarazada o haberse hecho el aborto.

Ira contra la pareja de su hijo o hija o con los padres de la pareja.

Preocupación por su hijo/a, queriendo resolver los problemas emocionales/conductuales de su hijo/a.

Culpa, especialmente si ellos forzaron la decisión o si creen que no vieron las señales de un
embarazo.
Ocasionalmente habrá circunstancias trágicas cuando los padres vean que la vida de su hija/o toma
un giro preocupante hacia la dependencia de sustancias químicas, severas reacciones psicóticas,
desórdenes alimenticios, estilos de vida peligrosos e incluso el suicidio. Tales padres necesitan un gran
apoyo y ayuda para sobrellevar su dolor y presenciar las luchas de su hija o hijo.
El aborto puede darse en familias, en las cuales la madre, una tía, una abuela o algún otro familiar
cercano también se han hecho un aborto. Esto puede causar lo que se describe como una herida
generacional, y deberían ofrecerse oraciones específicamente para vendar y curar estas heridas. Un
aborto reciente en la familia puede activar un dolor no resuelto en otros miembros de la familia,
relacionado con sus propias pérdidas por causa del aborto.
40• las secuelas del aborto en otras personas heridas por un aborto
Atención pastoral para los abuelos
Aunque ambos abuelos pueden estar atribulados, es a menudo la abuela del niño abortado la que
vendrá en busca de sanación. Escuche su historia. Explíquele que las madres cuyas hijas han perdido un
hijo debido a un aborto pueden frecuentemente necesitar procesar esto antes de que la hija pueda estar
lista para hacerlo.
Invite a la abuela a analizar sus sentimientos y enfrentar su dolor y su ira ahora. Sugiérale que
escriba una carta a su hija –una carta que nunca le dará y que, de hecho, destruirá cuando esté lista para
hacerlo. En esta carta ella puede expresar todos sus sentimientos de ira, desilusión y tristeza.
Invítela a lamentar la muerte de su nieto y a escribirle una carta, diciéndole todas las cosas que su
corazón de abuela anhela decirle ahora. Anímela a hacer o comprar algo como conmemoración de este
niño difunto. Nadie más tiene que enterarse. Si ella es responsable de obligar a su hija a hacerse un
aborto, necesitará buscar perdón en el Sacramento de la Reconciliación y también directamente el
perdón de su hija. Sugiérale que ofrezca una misa por su nieto, los padres de su nieto y por la sanación
de la familia.
Cuando su hija esté lista para procurar su propia sanación, ella podrá entonces estar disponible para
su hija, porque ya ha comenzado a enfrentar sus propios problemas y sentimientos.
Los abuelos hombres –al igual que los padres de niños abortados– sienten diferentes reacciones
tras el aborto de su hija o de un hijo involucrado en un aborto, dependiendo del rol que hayan jugado en
la decisión de abortar.
Si el abuelo es pro-vida o se hubiera opuesto al aborto, pero no se enteró sino hasta después, puede
que esté lidiando con sentimientos ambivalentes hacia su propio hijo/a y la pareja de éste/a. Un abuelo
puede seguir preguntando por qué su hijo/a no acudió a él por ayuda o no siguió su consejo. Tal abuelo
puede beneficiarse de los mismos pasos detallados en la sección sobre la atención a hombres que han
sido heridos por el aborto (que comienza en la página 33): contar su historia, buscar perdón, darle un
nombre al nieto o nieta, y rezar por la sanación de todos los involucrados en la decisión de abortar. Un
abuelo que es pro-vida puede dedicar una energía tremenda a esfuerzos pro-vida para acabar con el
aborto. El trabajo pro-vida puede estar bien, mientras que no haya una necesidad insana o desequilibrada
de participar.
Por el contrario, el abuelo que obligó el aborto de su nieta porque el embarazo era una vergüenza
para él, puede tener una gran dificultad en aceptar la pérdida. Puede tender a ser narcisista, tendiendo
habitualmente a ejercer poder sobre otros para conseguir que se avengan a sus deseos. Puede sentirse
incapaz de pedir el perdón de su hija y puede sentirse incapaz incluso de dar el primer paso en el camino
de sanación. Con el apoyo paciente de los miembros de su familia que procuran lograr una verdadera
reconciliación entre sí, y con la gracia de Dios, incluso estos abuelos pueden encontrar la humildad de
pedir perdón y de perdonar a su vez.
Los sobrevivientes del aborto y los hermanos
de niños abortados
Las personas que han sobrevivido a un aborto fallido cuando estaban en el útero pueden lidiar con
profundas preguntas a lo largo de sus vidas. Pueden tener un sentido de valía disminuido y pueden
intentar suicidarse.
Algunas personas pueden haber perdido un mellizo en un procedimiento fallido de aborto y pueden
cargar con profundas heridas psicológicas a raíz de su pérdida. Algunas personas pueden haber perdido
varios hermanos a causa del aborto. Cuando se les da permiso, estas personas llorarán profundamente a
sus hermanos perdidos. Esto se está volviendo más común ahora con los embarazos producto de la
fertilización in vitro (FIV), donde un grupo de niños sobrevive a la implantación y algunos son con
posterioridad “reducidos selectivamente” para mejorar las chances de supervivencia del resto de los
hermanos.
Las secuelas del aborto en otras personas heridas por un aborto • 41
Aquellos que han perdido hermanos por causa de un aborto pueden ser ellos mismos más propensos
a procurar un aborto.
Los niños sobrevivientes de embarazos anteriores o posteriores en una familia, pueden exhibir un
síndrome de sobrevivencia similar al que se ha visto en niños que pierden a un hermano por cáncer o
muerte accidental. Pueden luchar con el hecho de ser “niños de reemplazo” o “niños seleccionados”.
Estos niños a menudo tienen expectativas imposiblemente altas puestas en ellos para alcanzar logros.
Pueden ser tomados como objetos por los padres, presionados para convertirse en “el reemplazo” y no en
niños únicos por derecho propio.
A menudo sienten una falta de relación verdadera con su madre, o su relación con su madre cambió
después del aborto. A veces un padre herido, en un arranque de rabia, dirá algo así como “¡Debería
haberte abortado a ti en lugar de a aquel otro!”
Algunos niños perciben que alguien falta en el grupo familiar. De conversaciones oídas o por
intuición, los niños pueden sorprendentemente percibir una pérdida familiar.
Atención pastoral a sobrevivientes del aborto y hermanos
Estas profundas heridas requieren ser examinadas y curadas. Puede haber rabia hacia la madre que
trató de abortarlos o defensa del derecho de ella a elegir abortarlos. Puede haber culpa del sobreviviente
porque un mellizo o un hermano murió, mientras ellos sobrevivieron.
Escúchelos y reconozca la pérdida que sienten. El tener a alguien con quien hablar ayuda un
montón. Confírmeles cuánto Dios quiso que existieran. Anímelos a perdonar a sus padres y a todos los
involucrados en la decisión de abortar. Ellos podrían participar en una misa por su hermano muerto y por
la sanación de sus padres. Explíqueles que en la Comunión de los Santos estamos todavía
espiritualmente conectados con los miembros difuntos de la familia y que ellos son poderosos
intercesores por nosotros. Invítelos a escribir una carta al niño que murió y a decir todo lo que han
estado guardando en sus corazones. Anímelos a encontrar una forma de conmemorar a este miembro de
la familia que murió.
Familiares y amigos
Las tías y los tíos del niño abortado puede que sepan del aborto. Podrían tener preguntas sobre cómo
facilitar la sanación de la madre, además de necesidad de llorar al niño muerto. Tienen que revisar sus
propios sentimientos, los cuales pueden incluir tristeza, ira y culpa si sabían del embarazo y no
intentaron impedir el aborto. Incluso los primos del niño abortado están a veces conscientes de que falta
una persona en la familia extendida. El duelo parece ser más pronunciado en aquellos que están más
cercanos en edad al niño muerto.
A menudo son los amigos de la pareja embarazada quienes son consultados e involucrados en la
decisión de abortar. Pueden apoyarla o rechazarla, pero serán los primeros en observar los cambios en la
conducta de sus amigos. Puede que busquen ayuda para entender qué les ha pasado a sus amigos.
Atención pastoral para familiares y amigos
Los familiares y amigos podrían haberse enterado del aborto, ya sea antes o después de que
sucediera. Cargan con tristeza y preocupación por los padres del niño así como con una sensación de
haberlo perdido. Anímelos a rezar por los padres y a tratar de continuar amando a los padres
incondicionalmente mientras éstos están sanando. Esto hace posible que la persona que estuvo
involucrada en el aborto eventualmente sea capaz de hablar de él sin miedo de ser condenada y juzgada.
Si se han enterado del aborto por una tercera persona, anímelos a respetar la confidencialidad,
incluso en su celo por ayudar a los padres a sanar.
42• las secuelas del aborto en otras personas heridas por un aborto
Rezar por aquellos lastimados por el aborto puede ser la forma más efectiva de llegar a las personas
y divulgar el programa. Mientras que los miembros de la familia y los amigos no pueden forzar la
sanación en una persona que no está lista, pueden casualmente compartir información sobre la sanación
postaborto e indicarles recursos locales de una manera informal, o incluso tan solo mencionar que
acaban de leer algo sobre el dolor que sigue a un aborto y cómo ellos no se habían dado cuenta de cómo
el aborto puede causar heridas emocionales.
Se puede invitar a los miembros de la familia y amigos a ofrecer una misa por la sanación de todos
aquellos involucrados. Invítelos, también, a escribir una carta al niño fallecido y decirle todas las cosas
que anhelan decirle. Estos niños fallecidos, todos miembros de la Comunión de los Santos, pueden ser
poderosos intercesores por sus padres, hermanos y el resto de la familia.
Los practicantes de abortos
Los practicantes de abortos –incluidos doctores, enfermeras, recepcionistas y personal
administrativo– sufren mucho estrés en su trabajo. A menudo se ofrecen seminarios para el manejo del
estrés en sus talleres anuales. Muchos practicantes de abortos tienen problemas con el alcoholismo, el
divorcio y los accidentes. Muchos que trabajan en este campo tienen sus propias historias de aborto.
Atención pastoral a los practicantes de abortos
Si un practicante de aborto viene buscando ayuda, puede que sea por su propio aborto en primer
lugar. Deben ser acogidos con amabilidad. Responda solo a los problemas que ellos planteen. Aquellos
que responden no deben imponer que se trate el tema del trabajo del practicante de abortos. A menudo el
verse involucrado en el negocio del aborto es una forma de lidiar con sus propias experiencias de aborto.
Al irse curando de su pérdida, percibirán la realidad de verse involucrados diariamente en la tragedia del
aborto, y generalmente abandonarán el negocio del aborto. El mayor regalo que podemos ofrecerles a
aquellos que buscan ayuda, es amor incondicional y el reconocimiento de que el aborto ha dejado
profundas cicatrices en sus vidas.
La Sociedad de Centuriones de América fue fundada por el Dr. Philip Ney como un grupo de apoyo
para ex practicantes de aborto. (Para más información, vea la sección “Recursos recomendados”.)
Cuarta Sección
La parroquia
Comunicar esperanza y sanación
en la parroquia
S
e puede dar una serie de pasos prácticos para crear una atmósfera parroquial que (1) anime a las
mujeres y los hombres que están sufriendo por un aborto a buscar sanación y reconciliación, (2) ayude a
los feligreses a ser compasivos y ayudar a aquellos que han tenido un aborto y (3) cree un mejor
entendimiento de las enseñanzas de la Iglesia sobre el aborto, que siempre anima y apoya la
reconciliación y la sanación. Estos pasos incluyen lo siguiente:

Homilías inspiradoras acerca de la reconciliación y la sanación postaborto.

Conexión de la parroquia con el Proyecto Raquel diocesano o el ministerio de sanación postaborto.

Conmemoraciones de niños que han muerto antes de nacer o durante la niñez

Oraciones e intercesiones
Homilías inspiradoras acerca de la reconciliación y
la sanación postaborto
Muchas mujeres y hombres han hecho algo respecto a su
necesidad de reconciliación y sanación postaborto, a raíz de
una homilía parroquial sobre el tema. Ésta puede ser una de las
formas más efectivas de llegar a las mujeres y hombres que han
pasado por un aborto en la parroquia.
Cuando se esté preparando para predicar acerca de la
sanación postaborto, récele al Espíritu Santo y esté abierto a sus
inspiraciones.
Decida cómo usar las lecturas del día para hablar del
amor, el perdón y la misericordia de Dios u otro tema que
quiera destacar. Utilice estas lecturas como comienzo y cierre
de su homilía, de forma tal que la asamblea entienda que Dios
Mons. Robert Panke,
quiere que se les hable de esto hoy. Asegúrese de que su
Arquidiócesis de Washington, D.C.
mensaje es apropiado para la edad del público. Tenga especial
cuidado con los niños, y no presuma que un público de
personas mayores no necesita oír hablar del aborto.
Podría comenzar pidiéndoles a aquellos en la comunidad que han pasado por la experiencia de un
aborto que recen por usted, para que pueda contar la verdad de la experiencia que ellos vivieron.
Reconozca que cualquier presentación sobre el aborto puede suscitar hondas emociones. Hoy en día, casi
todo el mundo conoce a alguien que ha sido afectado por el aborto. Además de las madres que se han
hecho un aborto, muchas otras personas pueden haber estado involucradas en un aborto. Invítelas
también a buscar reconciliación y sanación, y dígales dónde pueden encontrar ayuda.
Hable del dolor de las mujeres que se han hecho abortos. Lea secciones de testimonios escritos por
mujeres “En sus propias palabras” en el sitio digital de la USCCB (www.hopeafterabortion.org) o
de libros tales como A Path to Hope [Un camino a la esperanza], Catholic Women and Abortion,
“Mi participación en el Ministerio
del Proyecto Raquel me ha
ayudado a continuar predicando
con convicción contra el aborto,
pero también a tratar siempre de
llegar, en cada homilía pro-vida,
a aquellos que se han practicado
abortos, animándolos a
encontrarse con el Dios que los
ama tanto. Este es un mensaje
que necesita ser oído
frecuentemente.”
46 • El Proyecto Raquel y programas relacionados: compromiso diocesano con la sanación postaborto
[Mujeres católicas y el aborto] y The Jericho Plan [El plan Jericó]. (Vea la sección “Recursos
recomendados” de este manual). Usted quizás también conozca mujeres que le permitirían usar sus
testimonios escritos anónimamente.
Hable del dolor que sufren también los padres, abuelos, hermanos, tíos, tías y amigos.
Nuevamente, testimonios anónimos pueden ser de ayuda.
Comparta el amor compasivo y misericordioso de Dios. Explique la asistencia pastoral postaborto
de la Iglesia, y describa las palabras del Santo Padre a las mujeres que se han hecho un aborto
(Evangelium vitae, no.99; ver página vii). Podría mencionar la devoción a la Divina Misericordia, el
océano inconcebible de misericordia que Él desea derramar sobre nosotros, y nuestra tradicional
respuesta “Jesús, en Ti confío”.
Invite a la gente a que ore por aquellos que conocen personalmente que se han hecho abortos; o
anímelos a “adoptar espiritualmente”, por medio de la oración, a alguien que se ha hecho un aborto y
necesita curación. Enfatice el uso de la Coronilla de la Divina Misericordia para este propósito.
Invite a sus feligreses que están lidiando con un aborto pasado y quieren buscar sanación a que lo
llamen la semana próxima. Algunos llamarán; después de reunirse con ellos, puede conectarlos con el
ministerio del Proyecto Raquel.
Si alguien se va durante la homilía cuando usted está hablando de las secuelas del aborto, confíe en
que Dios los ha tocado de una manera profunda y los está llamando a la sanación. Cuando usted habla de
este tema, le está diciendo a la gente que a la Iglesia le importa y que la sanación es posible. Este es un
mensaje profundo y liberador para una persona que está sumida en el dolor del aborto.
No tema mencionar el perdón de Dios y la sanación del aborto en los días de fiesta cuando se reúne
la familia extendida y los miembros no practicantes de la familia pueden asistir a misa. La gente quiere
saber que es seguro volver al hogar. Ansían dejar atrás su pecado de aborto.
Si después de hablar del aborto encuentra a un feligrés enojado, no se ponga a la defensiva y no
argumente con él o ella. En cambio diga: “Usted tiene sentimientos muy fuertes sobre esto. ¿Estaría
dispuesto a contarme algo más para que pueda entender mejor sus sentimientos?”. Escuche con calma,
mírelo a los ojos, y cuando termine, simplemente agradézcale por compartir. Dígale que estaría feliz de
hablar con él/ella de nuevo si quiere. Su enojo no está dirigido a usted personalmente. Este enojo es
signo de una profunda herida personal de algún tipo, o surge en defensa de alguien a quien aman. Al
escucharlos, usted les permite descargar sus sentimientos, dejando lugar para que sientan la gracia de
Dios. La gente a menudo no puede ser convencida de abrazar una posición mediante razonamientos y
argumentos, pero muchos lo han hecho por haber sido amados.
Conexión de la parroquia con el Proyecto Raquel
diocesano o el ministerio de sanación postaborto
Lista de recursos parroquiales
Incluya el número de teléfono del ministerio diocesano de sanación postaborto apropiado en sus
listas de recursos parroquiales. También puede incluir un recurso y número de teléfono diferente para
aquellos que necesitan ayuda con un embarazo, tales como un centro local pro-vida de ayuda con
embarazos. La misma información debe estar en el directorio telefónico y en la página web de su
parroquia. Esos números de teléfono deben también aparecer en la portada de su boletín parroquial.
El Proyecto Raquel y programas relacionados: compromiso diocesano con la sanación postaborto • 47
El boletín parroquial
El boletín parroquial es probablemente el medio más subestimado para promover el mensaje del
amor y la misericordia de Dios para con las mujeres y los hombres que sufren a causa de la experiencia
de un aborto. Muchas mujeres dicen haber llegado al Proyecto Raquel al haberse enterado a través del
boletín parroquial. Una mujer que llamó al Proyecto Raquel dijo: “Cuando lo vi por tercera vez en el
boletín de mi parroquia, decidí que ustedes tomaban esto en serio”. Ni es la mujer que se ha hecho un
aborto la única beneficiaria. Todos los que han estado involucrados en una decisión de abortar pueden
saber de la asistencia que brinda la Iglesia cuando lean ese mensaje.
Ocasionalmente puede incluir anuncios de sanación postaborto en el boletín parroquial. Esto
incluirían anuncios diocesanos relacionados con actividades del Proyecto Raquel, capacitación, misas,
encuentros de oración o programas de sensibilización.
Aquí hay algunos ejemplos de anuncios para el boletín.
No es necesario que el dolor y la tristeza de un aborto pasado perduren toda la vida. Llame al
Proyecto Raquel para ser remitido confidencialmente a aquellos que pueden ayudar: (código
de área y número telefónico).
Confíe en la misericordia del amor de Dios. ¿Conoce a alguien que está cargando el dolor y
la tristeza de abortos pasados? Comparta con ellos “la Buena Nueva” del amor
misericordioso de Dios. Llame al Proyecto Raquel para ser remitido confidencialmente a
aquellos que pueden ayudar: (código de área y número telefónico).
Una palabra del Papa Juan Pablo II a aquellos que sufren debido al aborto: “No os dejéis
vencer por el desánimo y no abandonéis la esperanza... El Padre de toda misericordia os
espera para ofreceros su perdón y su paz en el Sacramento de la Reconciliación”
(Evangelium Vitae, no.99). Llame al Proyecto Raquel para ser remitido confidencialmente a
un sacerdote y/o asesor que puede ayudar: (código de área y número telefónico).
¿Siente vergüenza, noches de insomnio, culpa u otras emociones negativas después de un
aborto? No está solo. Cualquier mujer u hombre, que ha sido afectado personalmente por el
aborto, está invitado a contactar el Proyecto Raquel, un ministerio de sanación postaborto.
Personal capacitado, imparcial, puede remitirlo a aquellos que pueden ayudar. Todos los
contactos son confidenciales. Anímese y llámenos o envíenos un correo electrónico a
(código de área y número, dirección de correo electrónico).
Agregados al boletín
Considere anexar ocasionalmente un material especial en el boletín de su parroquia, tal como uno de
los siguientes:

Un extracto relevante de Evangelium Vitae de Juan Pablo II, no. 99 (en este manual, página vii)

Una carta anónima de un feligrés (o incluso de otra persona no feligresa), explicando su camino de
sanación, lo cual puede ayudar a calmar los temores de los demás y animarlos a buscar reconciliación.

Un folleto que describa el ministerio postaborto del Proyecto Raquel en su diócesis, el folleto
Proyecto Raquel: en el corazón de la Iglesia, el folleto Cómo hablarle a una amiga que ha tenido un
aborto en versiones para jóvenes y adultos (vea la sección “Recursos recomendados”), o un folleto
elaborado por su oficina diocesana.

Un mensaje del párroco que hable sobre las dolorosas secuelas del aborto y la disponibilidad de ayuda
pastoral y del Sacramento de la Reconciliación.
48 • El Proyecto Raquel y programas relacionados: compromiso diocesano con la sanación postaborto
Tarjetas de presentación
Estas pueden colocarse en los bancos antes de las misas dominicales. También los feligreses pueden
dejarlas en lugares públicos donde las personas puedan encontrarlas, como en baños o lavanderías de
autoservicio. Menos conspicuas que los folletos, también se pueden tener en el confesionario y ser
entregadas discretamente a la gente. El texto podría decir simplemente:
¿Tiene dificultades después de un aborto?
Para asistencia confidencial, llame al Proyecto Raquel
(código de área y número de teléfono)
para mujeres y hombres
O para proteger la inocencia de niños pequeños, las tarjetas podrían decir: “¿Busca paz después de
perder un embarazo?”. Las tarjetas pueden ser impresas en inglés de un lado y en español (o francés o
cualquier otro idioma necesario) del otro, dependiendo de la comunidad local. Póngase en contacto con
su ministerio diocesano del Proyecto Raquel para ver si ellos pueden proporcionarle estas tarjetas o para
obtener su logo y la información de contacto para que usted pueda imprimir las suyas.
Es importante tener estas tarjetas disponibles en encuentros diocesanos o parroquiales que se
celebren en conjunto con la preparación al matrimonio, con la catequesis de adultos y con la preparación
sacramental de niños. Estas ocasiones pueden aumentar la conciencia de la necesidad de cada uno de
reconciliarse con Dios. Los presentadores pueden llamar la atención sobre los materiales diciendo que
quizás ellos conocen a alguien, un pariente o un amigo, que se beneficiaría de esta información, y que
pueden llevarse una tarjeta o un folleto. (La gente es naturalmente reticente a llevarse este tipo de
materiales, si creen que los demás podrían pensar que es para ellos mismos). Las tarjetas o folletos
también pueden ser incluidos en cualquier paquete de información que se entregue en conjunto con la
preparación matrimonial, la instrucción en Planificación Familiar Natural (PFN), el Rito de la Iniciación
Cristiana de Adultos (R.I.C.A.), y clases para la preparación de otros sacramentos.
El revistero y la cartelera
El tablero parroquial es otra herramienta para llegar a las mujeres y a los hombres que han pasado
por un aborto. Debe exhibir allí regularmente información del Proyecto Raquel, volantes y pósters, para
información general, y el revistero siempre debe incluir folletos y materiales educativos sobre la
sanación postaborto. También se debe usar de la misma manera la sección de “Novedades” del sitio web
de la parroquia.
Conmemoración de los niños que han muerto antes de nacer o durante
la infancia
Una manera de promover la presencia de la parroquia como una comunidad de sanación, es
establecer un monumento conmemorativo en recuerdo de los niños que murieron antes de nacer. Un
lugar de recordación para los padres que han sufrido la muerte de un hijo, antes de nacer o durante la
infancia, puede ser un medio para recibir un gran consuelo.
Desde 1992 los consejos locales de los Caballeros de Colón han erigido cientos de monumentos
conmemorativos en propiedades de la Iglesia en todo el país. Usted podría pedirle a su consejo local si
han dedicado un monumento en su localidad o si considerarían llevar a cabo ese proyecto en su
parroquia. Es importante trabajar en estrecha colaboración con su oficina diocesana del Proyecto Raquel
en el desarrollo de tal memorial.
A veces las mejores intenciones pueden conducir a un memorial con frases o imágenes que en
realidad perjudican a aquellos que están lidiando con la muerte de un hijo, especialmente por aborto.
Algunas posibilidades de conmemoraciones (aunque esta es un área de gran creatividad):
El Proyecto Raquel y programas relacionados: compromiso diocesano con la sanación postaborto • 49

Un área del jardín en los terrenos de la parroquia.

Un monumento o estatua de la Santísima Virgen en el cementerio o en la propiedad de la
parroquia.

Un nicho o rincón en la iglesia dedicado a la memoria de estos niños.

Un “Cuarto del Recuerdo”, que provea un lugar de oración y un “Libro del Recuerdo”, en el que
los padres puedan escribir los nombres de sus hijos que murieron antes de nacer o durante la
niñez.

Una “Manta de Amor” o colcha de retazos conmemorativa (ver la sección Recursos).
Cualquiera puede ser invitado a hacer un retazo por un niño que saben que murió por aborto o
por otra pérdida infantil. Colcheras locales pueden unir los retazos. La colcha puede ser
desplegada en el vestíbulo de la iglesia o en el salón parroquial. Los retazos pueden incluir el
nombre de pila del niño y el año y la fecha de su muerte, si se conocen. En cada esquina pueden
ser bordados pequeños símbolos de nueva vida –la Cruz, una flor, hojas, una mariposa o un
corderito, por ejemplo.
Un ejercicio de oración para dedicar monumentos a niños que perdieron su vida en un aborto está
incluido en el Apéndice C de este manual.
Al igual que con todos los aspectos de la orientación postaborto, las conmemoraciones y las
dedicaciones deben cuidar de no violar la confidencialidad, para que las personas que participan no sean
tachadas de “post-abortivas”. Para evitar esto, estas oportunidades de sanación y recordación pueden ser
publicitadas para padres, familias y amigos que han perdido un hijo por aborto espontáneo, óbito fetal,
aborto provocado u otra pérdida infantil, y para aquellos feligreses (u organizaciones parroquiales) que
desean unirse a ellos en la oración y la solidaridad.
Plegarias e intercesiones
Las plegarias e intercesiones por la sanación de aquellas personas heridas por el aborto son
fundamentales. Aproveche la oportunidad de incluir regularmente una intención por la sanación
postaborto en las Oraciones de los Fieles.
Ejemplos de textos para las Oraciones de los Fieles
Por los padres que han perdido a un hijo por aborto,
para que abran su corazón a la misericordia de Dios:
y conozcan la gracia del arrepentimiento, la confesión
y el abrazo sanador del Padre,
oremos al Señor:
Por los padres que están abrumados por dolor y remordimiento
ante la pérdida de su hijo a causa de un aborto:
para que Jesús, el Buen Pastor,
tan rico en misericordia y compasión,
sane su corazón desgarrado,
oremos al Señor:
Por aquellos perseguidos por el recuerdo de un aborto:
para que reciban la gracia
de buscar la sanación en Cristo,
oremos al Señor:
Por todos aquellos afligidos por el pecado del aborto:
para que Dios los alivie y los cure
50 • El Proyecto Raquel y programas relacionados: compromiso diocesano con la sanación postaborto
con el bálsamo de su misericordia,
oremos al Señor:
Por todos aquellos que guían a padres que han perdido hijos por un aborto:
para que Dios recompense su testimonio a la Divina Misericordia,
los fortalezca y les conceda las palabras de sabiduría para conducir a las almas
extraviadas de regreso a Él,
oremos al Señor:
Por los niños en nuestra patria que han muerto por el aborto:
para que sus madres, padres y otros miembros de la familia
busquen la misericordia, la paz y el abrazo amoroso de Cristo,
oremos al Señor:
Considere ofrecer una Hora Santa o una misa por la intención de todos aquellos heridos por el
aborto. (Una “Hora Santa por la Vida” está impresa en el Apéndice D de este manual.)
Rece el “Rosario de Raquel”, que incluye meditaciones e intercesiones por aquellos involucrados en
un aborto. (Vea la sección “Recursos recomendados” de este manual.)
Distribuya estampitas con una oración por la sanación, tal como la siguiente oración:
Padre eterno,
fuente de todo amor y misericordia,
por amor a nosotros enviaste a tu Hijo,
y quisiste que la sangre y el agua
que brotaron de su costado lavara nuestro pecado
y restaurara la inocencia perdida.
Escucha el grito de cada mujer que llora
la pérdida de un hijo abortado.
Perdona su pecado, restáurala en tu gracia,
y calma el terror de su corazón
con una paz que sobrepasa todo entendimiento.
Mediante la intercesión
de la Bienaventurada Virgen María,
Madre de toda ternura y nuestra Madre,
fortalezca su fe en Ti.
Dale el consuelo de creer
que su hijo está ahora con el Señor.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor,
que conquistó el pecado y la muerte,
y que vive y reina contigo,
en la unidad del Espíritu Santo,
un Dios, por los siglos del siglos. Amén.
Mons. James P. Moroney
(Vea www.hopeafterabortion.com/hope.cfm?sel=G84D; para comprar esta estampita en la Secretaría de
Actividades Pro-vida de la USCCB: llame al 866-582-0943.)
El Proyecto Raquel y programas relacionados: compromiso diocesano con la sanación postaborto • 51
Quinta Sección
La diócesis
El Proyecto Raquel y programas relacionados: Compromiso diocesano con la sanación postaborto • 53
El Proyecto Raquel y programas
relacionados: compromiso diocesano con
la sanación postaborto
La Iglesia ofrece reconciliación así como cuidado espiritual y psicológico para aquellos
que sufren las secuelas del aborto, principalmente a través de programas diocesanos, a
menudo llamados Proyecto Raquel...
Todo programa patrocinado por la Iglesia y toda organización y agencia identificadas
como católica, deberían saber a dónde dirigir a aquellos que necesitan recuperarse después de
un aborto.7
H
oy más que nunca, la Iglesia es llamada a proclamar que toda vida humana es sagrada y que
el aborto quita la vida de una persona única que es creada y amada por Dios. Al mismo tiempo, la Iglesia
ofrece un cuidado pastoral efectivo a aquellos que han sufrido la pérdida de un hijo por el aborto.
Introducción
El Proyecto Raquel es el ministerio de sanación postaborto de la Iglesia Católica en los Estados
Unidos (y ahora en muchos otros países) y está activo de alguna manera en la mayoría de las diócesis
bajo el nombre de Proyecto Raquel o similar. El ministerio del
“El Proyecto Raquel me
Proyecto Raquel es una red de sanación compuesta por personal
dio la habilidad de
asistencial especialmente capacitado, que puede incluir sacerdotes,
alejarme de una vida de
diáconos, hermanas, personal laico y voluntarios, profesionales de la
desesperación y culpa y
salud mental, directores espirituales, mentores, capellanes, y otros,
comenzar una nueva vida
tales como personal médico. Estas personas, a menudo trabajando en
de esperanza y perdón.
equipo, proveen asistencia directa a mujeres, hombres y
Una experiencia que
adolescentes que han sido afectados por una muerte debida al aborto,
cambia la vida... nunca
permitiéndoles hacer el duelo, desarrollar una relación personal con
volveré a ser la misma.”
Cristo, y volver a unirse con la Iglesia a través del Sacramento de la
Reconciliación.
Cada diócesis controla y opera el ministerio del Proyecto Raquel bajo la supervisión de su
Ordinario. Mientras que algunas diócesis pueden contar con diferentes estructuras, la iniciativa de
asistencia del Proyecto Raquel generalmente incluye una línea de teléfono exclusiva para hacer
remisiones, atendida por personal o voluntarios del Proyecto Raquel, así como un director o coordinador
diocesano del Proyecto Raquel que supervisa al personal diocesano y a voluntarios preparados, que
contestan llamadas y remiten a sacerdotes, a profesionales de la salud mental y a varios miembros del
equipo dentro de la red del Proyecto Raquel.
Los sacerdotes son esenciales al ministerio del Proyecto Raquel, mediante la atención espiritual en
el Sacramento de la Reconciliación y de la dirección espiritual continua, cuando es posible. Sacerdotes,
7
USCCB, Plan Pastoral para Actividades Pro-Vida: Una Campaña en Apoyo de la Vida (Washington, DC: USCCB, 2001), 27.
54 • El Proyecto Raquel y programas relacionados: compromiso diocesano con la sanación postaborto
profesionales de la salud mental y otras personas en Internet también ofrecen buena y compasiva
orientación.
Un ministerio diocesano del Proyecto Raquel puede elegir ofrecer útiles programas adicionales,
como grupos de ayuda, jornadas de oración y reflexión, o retiros, incrementando los elementos centrales
del Proyecto Raquel. Los grupos de ayuda y los retiros pueden beneficiar a algunos hombres y mujeres
al brindarles una validación de su pérdida y de su duelo en un ambiente comunitario.
Cómo comenzar (o fortalecer) un ministerio del
Proyecto Raquel en su diócesis.
Primeros pasos
Al igual que en cualquier programa de asistencia diocesano, es de suma importancia tener el apoyo
de la diócesis y de los dirigentes clave, al mismo tiempo que se preparan las bases logísticas para el
ministerio.

Permiso: Obtenga el permiso y el apoyo de su Ordinario para establecer el ministerio del Proyecto
Raquel.

Apoyo de oración: Establezca una red de intercesores que rezarán por el éxito del ministerio, así
como por aquellos que brindarán la atención y por aquellos que necesitan sanación.

Apoyo de la gente: Consiga el apoyo y la participación de otras personas en programas similares y
complementarios en su área, y de aquellos que se ofrezcan para ayudar. Estos pueden incluir
personal de centros de cuidado de embarazos, asesores, personal de Caridades Católicas y otros
servicios sociales, personal de hospitales católicos, capellanes y otros.

Liderazgo: Para supervisar y coordinar el ministerio, elija un director que entienda del tema y esté
comprometido con el ministerio de sanación. Es esencial descartar personas que pueden estar
lidiando con sus problemas de sanación de un aborto.

Emplazamiento: Determine un lugar en la diócesis que pueda albergar al personal, los voluntarios y
una línea de teléfono exclusiva para remisiones. Éste podría estar en la oficina de Pastoral Familiar,
en la oficina de Respeto a la Vida (o Pro-Vida), en la cancillería, en una agencia diocesana de
asesoramiento, o quizás incluso en un convento.

Personal para el teléfono: Tendrá que asignar personal a la línea de teléfono exclusiva, los cuales
deberán ser empleados o voluntarios que estén capacitados para contestar preguntas sobre el
ministerio, escuchar atentamente, con delicadeza y compasión a la persona que está llamando por
ayuda, y remitirla apropiadamente. Es muy importante tener una línea de teléfono exclusiva para el
Proyecto Raquel. La misma línea de teléfono no debe recibir llamadas dirigidas a otros programas
tales como asistencia para embarazos en crisis. Las personas que han pasado por un aborto pueden
ser involuntariamente alejadas por un mensaje genérico dirigido a disuadir de un posible aborto a
una persona que llama. Ellas ya están sufriendo por haber tomado una decisión equivocada.
Las llamadas telefónicas iniciales son habitualmente cortas, pero a veces pueden ser largas y
requerir toda su atención. El personal que atiende el teléfono podría ser un empleado con otras
responsabilidades, siempre y cuando se les dé prioridad a estas llamadas. Cuando el ministerio
comienza, el volumen de llamadas no es muy pesado. Las llamadas aumentarán gradualmente,
dependiendo del grado de conciencia pública y de la difusión del ministerio. No es necesario brindar una
El Proyecto Raquel y programas relacionados: Compromiso diocesano con la sanación postaborto • 55
cobertura telefónica de 24 horas. El número del Proyecto Raquel es una línea para remisiones, no una
línea para atender crisis. Cuando se espera que el personal conteste llamadas de noche, puede ser puesto
en situaciones imposibles si la persona que llama es suicida, profiere amenazas o es sexualmente
sugerente. Recibir llamadas en el propio hogar puede llevar al agotamiento del personal o de los
voluntarios, puede ser perjudicial para la vida familiar, y causar dolor a la persona que llama si puede oír
en el fondo voces de niños u otras distracciones.
A veces surge la pregunta de si el ministerio debería proporcionar un servicio de línea directa por
teléfono celular las 24 horas. A menos que se haya llevado a cabo una difusión pública extraordinaria,
esto generalmente no debe hacerse. El objetivo del ministerio es ofrecer personal para remisiones, no
una atención de emergencia. La información sobre atención de emergencias, como una línea directa de
prevención del suicidio o contacto con la sala de emergencias, se puede proporcionar fuera de horario
con un mensaje grabado.
Despertar el interés mediante programas de sensibilización
Ofrecer uno o más programas de sensibilización postaborto del Proyecto Raquel puede ser una
manera muy eficaz de atraer voluntarios, así como personas que buscan ayuda.
Un programa de sensibilización postaborto es un esfuerzo educativo y de divulgación que incluye
información sobre la biología del embarazo y del aborto, los síntomas que las mujeres sienten por las
secuelas del aborto, el efecto del aborto en otros miembros de la familia incluyendo a los hombres, el
proceso de sanación, y las necesidades particulares de las personas que han abortado recientemente vs.
las de los hombres y mujeres que han sufrido los impactos del aborto durante mucho tiempo. El
programa puede incluir un testimonio personal de alguien que ha tenido un aborto, o un vídeo sobre un
tema similar. El programa debería concluir con una explicación de los recursos actuales para las mujeres
y los hombres que han pasado por un aborto, o de los programas y recursos que se están planeando.
El programa de sensibilización postaborto sirve para muchos propósitos y públicos. Aquellos que
han estado involucrados en un aborto a menudo no saben a dónde acudir por ayuda. Un programa de
sensibilización puede informarles sobre la disponibilidad de ayuda y, si asisten, infundirles seguridad en
sí, que pueden necesitar antes de acercarse a extraños en busca de ayuda para recuperarse de una
experiencia que consideran profundamente vergonzosa.
Los familiares y amigos de los que están lidiando con las secuelas del aborto pueden, de manera
similar, conocer más sobre la experiencia del aborto, familiarizarse con el ministerio de sanación
postaborto de la Iglesia, y adquirir información y folletos para compartir con el amigo o familiar que ha
pasado por un aborto, ya sea directamente o casualmente dejando folletos donde serán vistos.
Mucha gente no es consciente del sufrimiento emocional y espiritual que a menudo sigue a un
aborto. La realidad de esa experiencia puede cambiar el corazón de los que favorecen el aborto porque
creen que es una "buena opción" para una mujer con un embarazo no planificado. Mediante un programa
de sensibilización, los asistentes pueden aprender que hay al menos tres víctimas del aborto: la madre, el
padre y el niño. Mientras el niño ahora "vive en el Señor" (Evangelium vitae, no. 99), sus padres son
confiados a nosotros, para ayudar a guiarlos al Médico Divino. Es un gran privilegio que Dios confíe en
nosotros para ser mensajeros de Su misericordia, llevando a las almas heridas a la sanación y a la gracia
mediante la reconciliación.
El conocimiento de la experiencia postaborto de las mujeres y hombres puede también ablandar los
corazones de una pequeña minoría de defensores de la vida que a veces pueden condenar
despiadadamente a las mujeres que se han sometido a un aborto.
Un programa de sensibilización sobre el aborto es también una herramienta eficaz para llegar a los
profesionales de la salud mental, sacerdotes y otros dirigentes de la comunidad.
Por último, los medios de comunicación necesitan ser informados acerca de cómo el aborto lastima
a las mujeres, a los hombres y a los adolescentes. Una vez que esto se logre, se podrá contar con algunos
para escribir historias, facilitar entrevistas y escribir artículos de opinión sobre las secuelas del aborto,
que den publicidad gratuita al ministerio.
Al planificar un programa de sensibilización:
56 • El Proyecto Raquel y programas relacionados: compromiso diocesano con la sanación postaborto

Elija una ubicación céntrica que sea fácilmente accesible al mayor número posible de personas.
Con mucha frecuencia un lugar en la parroquia funciona bien.

Difúndalo ampliamente dentro de las comunidades a las que espera atraer al programa.

Considere llevar a cabo el programa de concientización a continuación de una “Misa de
Esperanza y Sanación”, celebrada por la sanación de aquellos que han perdido un embarazo, o
después de un acto de oración por aquellos que sufren a causa del aborto provocado, de un
aborto involuntario, o por otras pérdidas de hijos. (Ver información acerca de “Mañana o tarde
para conmemoración e intercesión” en la sección “Recursos recomendados”.) Esta combinación
también puede atraer a un grupo más amplio, sobre todo a aquellos dispuestos a orar por el
ministerio.

Considere ofrecer nuevos programas de sensibilización a lo largo del año y en diferentes lugares
de la diócesis. Estos seguirán generando más voluntarios y más personas en busca de ayuda.
En el programa de sensibilización, reparta un formulario para que los asistentes se inscriban para
formar parte de la red del Proyecto Raquel en actividades variadas, desde apoyo de oración hasta
asesoramiento profesional. Después del programa, el director del ministerio deberá reunirse
personalmente con todos los candidatos a voluntario para determinar si tienen la competencia necesaria
para la función deseada, si son respetuosos del Magisterio de la Iglesia en todos los temas morales, y si
pueden responder apropiadamente a las necesidades espirituales, emocionales, psicológicas y/o físicas de
las mujeres y los hombres que pasaron por un aborto. Es de particular preocupación descartar a las
personas que aun teniendo las mejores intenciones, puedan estar lidiando con sus problemas de sanación
o con la necesidad de ser un "sanador" para los demás.
Evaluación de los asesores y terapeutas profesionales
El director/coordinador de Proyecto Raquel deberá contactar personalmente a cada uno de los
profesionales de la salud mental para establecer si tiene las licencias y un seguro apropiados, los detalles
del proceso de remisión, y los costos, incluyendo su disposición para ofrecer sus servicios profesionales
con honorarios ligeramente reducidos y en algunos casos, para ofrecer ocasionalmente una o dos
sesiones gratuitas. También es importante averiguar si el profesional de la salud mental está de acuerdo
con las enseñanzas de la Iglesia, por ejemplo, sobre la anticoncepción y las relaciones sexuales fuera del
matrimonio.
Esto es importante porque un terapeuta que no esté familiarizado con las enseñanzas de la Iglesia o
que esté en desacuerdo con algunas o con todas, puede causar graves problemas a las mujeres o los
hombres que le son remitidos. No se puede presumir que alguien que trabaja para una agencia eclesial,
en servicios sociales o en un programa de consejería, sea católico, conozca las enseñanza de la Iglesia o
esté de acuerdo con ellas. Incluso los que trabajan en agencias católicas, hospitales, centros de retiro,
escuelas y programas deben ser cuidadosamente evaluados.
Puede plantearse la cuestión de cómo manejar las remisiones de personas sin recursos financieros
propios o de un seguro, para un asesoramiento profesional. En algunas diócesis, la oficina ha establecido
un fondo para pagar un cierto número de sesiones para los más necesitados. A veces también se puede
organizar un programa de tarifas reducidas. El dinero puede proceder de recaudaciones de fondos,
donantes privados, los consejos de los Caballeros de Colón, grupos de mujeres católicas, y comités
parroquiales de Respetemos la Vida.
Evaluar a los voluntarios y al personal
En el mundo actual, donde tal vez una de cada tres mujeres menores de 45 años ha tenido un aborto,
es fundamental determinar con certeza razonable, la experiencia de vida de los que participan
ofreciéndose como voluntarios o en los empleados para este ministerio. Ésta es una cuestión de
seguridad y de aplicación de límites para todos los involucrados. Por ejemplo, la persona que contesta el
El Proyecto Raquel y programas relacionados: Compromiso diocesano con la sanación postaborto • 57
teléfono no debería ser puesta en una situación que podría ser peligrosa para su salud mental, ni la
persona que llama debería ser puesta en riesgo por alguien que tal vez no esté sanado y/o tenga
problemas de límites. Si alguien ha sufrido la pérdida de un embarazo, debemos asegurarnos de que ella
sigue un proceso de sanación antes de permitirle que preste servicios. El director debe prestar una
supervisión adecuada .
A continuación se muestra una lista de preguntas de discernimiento para gente interesada en ser
voluntaria o que responderá a la línea telefónica del Proyecto Raquel.


¿Por qué me siento llamado a trabajar en este campo?
¿Cuál es mi historia?
o ¿He tenido un embarazo en crisis?
o ¿Tengo un/a hijo/hija o alguien a quien amo que haya tenido un embarazo fuera del
matrimonio? ¿Terminó el embarazo en parto, adopción, aborto involuntario o aborto
provocado?
o ¿Perdí algún embarazo?
o ¿Me he hecho un aborto?
o ¿Intentó mi madre abortarme?
o ¿He perdido a un familiar debido a un aborto? (Un hermano, sobrina o sobrino, por
ejemplo)
o ¿Ha sido alguien que conozco afectado por una experiencia de aborto? (Una tía, abuela,
amigo, hermano, primo, madre, cónyuge)
o ¿He lidiado con la pérdida de un hijo por un aborto involuntario, muerte fetal, embarazo
ectópico?
o ¿He lidiado con la infertilidad?
o ¿He llorado activamente estas experiencias, o he mantenido mi dolor bajo control con
actividades?
o Si he tenido un aborto, ¿he estado participando en alguna iniciativa de asistencia de
sanación postaborto? ¿Sigue el problema saliendo a luz a veces?
o ¿Por qué quiero participar en esto? ¿Estoy “compensando algo”? ¿Quiero curar a alguien?
Otras preguntas para la reflexión:











Cuando una mujer ha tenido un aborto, creo que. . .
Una mujer elige el aborto porque . . .
¿Cuáles son mis límites al ayudar a alguien? ¿Hay algunas personas que me resultan imposibles de
tratar? ¿Qué de su historia me afecta de esa manera?
Cuando pienso en alguien con quien se me haría difícil ser compasivo, pienso en... ¿Por qué?
Si una mujer ha tenido abortos múltiples, me preguntaría si. . .
Cuando pienso en hablar con un hombre que ha participado en un aborto, yo. . .
Cuando pienso en hablar con un practicante del aborto que viene a tratar su propia pérdida a raíz de
un aborto, quiero. . .
Cuando pienso en hablar con una madre que obligó a su hija embarazada a abortar, yo. . .
Para procesar las historias y emociones que sentiré al hacer este trabajo, mis medios para lidiar con
ellas son. . .
¿Tengo un director espiritual?
¿Qué habilidades o formación profesional tengo que sería aplicable?
Estas son preguntas inicialmente para la reflexión personal, pero también para la evaluación. Si estas
preguntas son contestadas por escrito, el director/coordinador del Proyecto Raquel debe tratarlas con la
máxima confidencialidad. El director/coordinador de Proyecto Raquel tiene la obligación de mantener a
todos seguros en este proceso y no puede presumir que cualquier persona que se ofrezca a ayudar está en
condiciones de poder hacerlo.
58 • El Proyecto Raquel y programas relacionados: compromiso diocesano con la sanación postaborto
Formación diocesana
Los programas de sensibilización generales antes mencionados, deberán ser seguidos por una
capacitación para públicos específicos. Considere brindar formación especializada para sacerdotes (de
preferencia todos los sacerdotes de la diócesis, tanto diocesanos como de órdenes religiosas),
seminaristas, diáconos, directores espirituales, personal de centros de retiro, religiosos y religiosas,
profesionales de la salud mental, personal de Caridades Católicas y de agencias de servicio social,
capellanes y consejeros de colegios y universidades, capellanes de hospitales, personal geriátricos,
trabajadores de hospicios, profesionales médicos, personal y voluntarios de centros pro-vida de ayuda a
la mujer embarazada, clero de otras religiones, y cualquier voluntario que trabaja con mujeres que tienen
embarazos no esperados o en “crisis”.
En las diócesis con ministerios del Proyecto Raquel activos, un 10% de los sacerdotes eligen
participar en la red de remisión del Proyecto Raquel. Lo ideal, sin embargo, es que todos los sacerdotes
sean capacitados, porque todos probablemente oirán confesiones de aquellos que han estado
involucrados en un aborto. Todos los sacerdotes necesitan saber cómo ser más eficaces para ayudar en el
Sacramento de la Reconciliación a las mujeres y a los hombres que han pasado por un aborto, y
necesitan saber cómo remitir a las personas a la red del Proyecto Raquel para que reciban apoyo
permanente.
Una vez que se establece el Proyecto Raquel en la diócesis, llegarán llamadas de personas de todas
las religiones. Por lo tanto, es importante que los clérigos de otras religiones estén capacitados y
disponibles para recibir a las personas que les sean remitidas. El Proyecto Raquel es un ministerio de
evangelización poderoso, pero no le corresponde al personal ni a los voluntarios del proyecto Raquel
hacer proselitismo con una mujer o un hombre que ha pasado por un aborto. El trasmitir con suavidad el
poder del amor de Dios y el mensaje de esperanza ofrece maravillosas oportunidades para evangelizar
sin hacer proselitismo. Dios es el que moverá a la persona a lo largo del camino de la fe.
Mantener confidencial la lista de sacerdotes
La lista de sacerdotes y otros religiosos que participan en el ministerio del Proyecto Raquel debe
permanecer confidencial. Sólo el director, el obispo (y otros que él estime pertinentes), y aquellos que
hacen remisiones directas deberían tener acceso a la lista. Esto es aconsejable por muchas razones:

Los sacerdotes están más dispuestos a ser parte del ministerio si saben que pueden optar por aceptar
(o rechazar) las remisiones. A veces es necesario para un sacerdote pedir que por un tiempo no se le
remitan personas; puede estar enfermo o cambiando de parroquia o simplemente puede tener
demasiados compromisos en ese momento.

Si todo el mundo sabe que “el Padre Fulano” es un sacerdote del Proyecto Raquel, el personal de la
parroquia o los feligreses pueden presumir que una mujer que viene a ver al Padre se ha hecho un
aborto, y sin querer pueden violar la confidencialidad o incluso pueden diseminar chismes.

En caso de que un sacerdote en la lista pruebe no ser una buena referencia, el personal del Proyecto
Raquel puede calladamente optar por no remitirle a nadie más, sin que se sepa en toda la red. Si los
nombres son de conocimiento público, podría ser imposible borrar el nombre de un sacerdote de la
lista de remisiones sin que se hagan suposiciones poco caritativas.

A veces los laicos no entienden el valor del ministerio del Proyecto Raquel, y pueden llegar a
criticar al sacerdote por participar en él.

Los practicantes del aborto podrán utilizar una lista publicada de sacerdotes para asegurarles a las
mujeres católicas que está bien que ellas se hagan un aborto, debido a que la Iglesia espera que esto
suceda y ha proporcionado una lista de sacerdotes que pueden “ofrecer perdón” después. Esto ha
ocurrido más de una vez.
El Proyecto Raquel y programas relacionados: Compromiso diocesano con la sanación postaborto • 59
Mantener confidenciales todas las otras listas
La lista de otros prestadores de servicios de atención también debe mantenerse confidencial. De
nuevo, esto permite que los voluntarios y los profesionales cumplan su función según sea apropiado. Si
alguien en la lista resulta inadecuado, su nombre puede ser retirado confidencialmente sin que sea de
público conocimiento.
Lanzamiento y promoción del ministerio del
Proyecto Raquel
Una vez que los sacerdotes, profesionales y voluntarios han sido capacitados y el ministerio está
listo para funcionar, ofrezca una misa especial para rezar por aquellos que han sido lastimados por el
aborto y anunciar públicamente que hay ayuda disponible. Idealmente, el obispo celebrará esta misa y
predicará sobre el amor y el deseo de Dios de curar las heridas del aborto. Esta es una oportunidad para
invitar a gente de toda la diócesis y a la prensa. Los medios de comunicación están a menudo muy
interesados en este ministerio, porque va en contra de lo que esperan de la Iglesia. Los medios de
comunicación asumen que la Iglesia condena tanto el pecado como al pecador y se sorprenden de que la
Iglesia ofrezca atención pastoral a los que han sufrido los impactos del aborto.
Promover el ministerio del Proyecto Raquel
Hacer conocer al público este ministerio es crucial para su éxito. Sin publicidad sostenida el
ministerio no prosperará. Más importante aún, los que tienen gran necesidad de sanación y
reconciliación con Dios pueden continuar viviendo en la alienación y la desesperación, sin percibir el
perdón y la gracia que Jesús hace posible mediante su Iglesia. Los sacerdotes diocesanos deben ser
alentados a predicar sobre el amor y la misericordia de Dios y a hablar acerca de la presencia del
Proyecto Raquel en la diócesis. Al comienzo del ministerio, es de gran ayuda si el obispo hace una
declaración pública anunciando el ministerio y explicando cómo funciona y qué servicios serán
proporcionados. El periódico católico local puede entrevistar al obispo, al director, y/o a un sacerdote
que participa en el ministerio del Proyecto Raquel para promover la labor. Las estaciones de radio y las
estaciones de televisión locales también pueden estar dispuestas a difundir historias sobre la puesta en
marcha del ministerio del Proyecto Raquel.
Un portavoz de la diócesis que se sienta cómodo con los medios de comunicación debería estar
preparado para transmitir el mensaje de esperanza y sanación del Proyecto Raquel y explicar cómo
funciona el ministerio. El portavoz, idealmente una mujer, debería ser capaz de expresar que la fuerte
posición profética de la Iglesia contra el aborto no es incompatible con su trabajo pastoral para ayudar a
aquellos lastimados por el aborto a encontrar sanación y paz.
Anuncios de radio pueden ser transmitidos de noche (cuando los costos de publicidad son más
bajos) y aun así llegar a muchos que han sufrido una pérdida por causa del aborto, debido a su frecuente
dificultad para conciliar el sueño. En algunas áreas, la publicidad por radio puede estar disponible a un
precio razonable, y en algunos casos, puede ser donada como un servicio público. Los anuncios pueden
ser descargados de la página digital de la USCCB “Hope After Abortion” (“Esperanza después del
aborto”), que apoya el ministerio Proyecto Raquel, en www.hopeafterabortion.org. Presione en “Jubilee
Program” (“Programa del Jubileo”) y en el enlace “radio listen” (“escuchar la radio”).
Es relativamente barato colocar pequeños anuncios en periódicos comunitarios y en guías
comerciales locales.
60 • El Proyecto Raquel y programas relacionados: compromiso diocesano con la sanación postaborto
Continuación del ministerio
Continúe educando a los participantes en la red y a la comunidad en general con materiales escritos
y talleres ocasionales.
Ofrezca talleres ocasionales de formación para personas nuevas a fin de que la red pueda continuar
expandiéndose. Incluso aquellos que no forman parte de la red de referencia oficial pueden beneficiarse
de la formación para que puedan recomendar el Proyecto Raquel con conocimiento de causa a las
personas que encuentran en su propia área ministerial.
Continúe colocando anuncios en los boletines parroquiales dominicales y en medios de
comunicación locales seculares y católicos. Aliente a los coordinadores parroquiales pro-vida a exhibir
materiales del Proyecto Raquel en la parroquia y a distribuir información del Proyecto Raquel en toda la
comunidad en general.
Busque los medios de comunicación a menudo, poniéndose a su disposición para hacerles llegar
historias sobre el crecimiento del ministerio.
Al proclamar de forma efectiva y sin cansancio el amor misericordioso de Dios, al servir a su pueblo
herido de manera competente y compasiva, y al permanecer fiel en la oración, el ministerio diocesano
del Proyecto Raquel crecerá y prosperará.
Servicios adicionales de sanación:
Misas y retiros
Misa de esperanza y sanación
Una o dos veces al año, una diócesis o parroquia puede planear una “Misa de Esperanza y Sanación”
para todos aquellos que han perdido hijos pequeños. Todos los materiales de promoción deberán dejar
claro que la misa se ofrece por cualquiera que haya sido afectado por la muerte de un hijo, ya sea por
aborto involuntario, muerte fetal, embarazo ectópico, muerte precoz en la infancia o aborto provocado.
Si se centra sólo en el aborto, la asistencia será extremadamente baja. Pero si se incluyen todas estas
pérdidas, vendrán muchos. Se pueden exhibir materiales sobre el aborto involuntario, la pérdida de un
hijo y la sanación postaborto en el vestíbulo de la Iglesia para que la gente se los lleve a casa.
Algunas sugerencias para la misa son las siguientes:

Coloque una canasta con papel y lápiz en la entrada para que la gente escriba el/los nombre/s del/de
los niño/s que quieren recordando (o, quizás, podrían escribir “la hija de mi hija”). Los papeles
deberían ser colocados en la canasta, la cual será llevada hasta el altar en el ofertorio.

La homilía debe centrarse en el duelo y la sanación. El relato de la muerte y resurrección de Lázaro
podría ser utilizado como punto de partida, pero muchas otras historias de las Escrituras podrían ser
usadas. Es importante hablar acerca de la misericordia infinita de Dios y del poder sanador de los
sacramentos.

Tenga algo que la gente pueda llevar consigo a casa al final de la misa como recuerdo –una
estampita con una oración, un pequeño crucifijo, una vela votiva en vidrio, o tal vez una atractiva
flor artificial que pueda ser expuesta sin provocar preguntas de los demás sobre su significado.
Trabajar con modelos de retiro
Actualmente se ofrecen varios modelos de retiro de sanación postaborto a través de programas
diocesanos o independientemente de las oficinas diocesanas. Los Ministerios del Viñedo de Raquel,
El Proyecto Raquel y programas relacionados: Compromiso diocesano con la sanación postaborto • 61
Entrar en Canaán, Tierra de Leche y Miel y el Ministerio de Sanación de Betesda han sido trabajados de
forma efectiva en colaboración con, o como parte de las oficinas diocesanas del Proyecto Raquel.
En algunos casos, la experiencia del retiro es el primer paso que una mujer o un hombre da en el
camino de la sanación. En muchos casos, los participantes en el retiro son remitidos después de un
trabajo inicial con un integrante del equipo del Proyecto Raquel, tales como un miembro del personal, un
sacerdote o un asesor. Algunas mujeres u hombres pueden necesitar ayuda inmediata y no pueden
esperar hasta el próximo retiro programado para recibir ayuda. Otros puede que quieran comenzar con
un sacerdote confesor antes de hacer cualquier otra cosa. El objetivo del Proyecto Raquel es
proporcionar a las mujeres y los hombres ayuda competente y atención integral cuando la necesiten. El
asesoramiento espiritual o psicológico individual, los retiros, las jornadas de reflexión y las misas de
sanación postaborto forman todos ellos parte de un abordaje en equipo, más amplio, para la sanación.
Si usted va a agregar un modelo de retiro a su ministerio, he aquí algunas consideraciones:

Defina cuidadosamente la relación entre la diócesis y el programa de retiro. ¿Es ésta una remisión
externa a una entidad independiente, o es éste un ministerio de la diócesis? Cuando se trabaja con
modelos de retiro que funcionan independientemente de la diócesis, asegúrese de que los contratos y
seguros son evaluados y aprobados por el abogado diocesano.

El equipo de retiro debe ser competente en sus campos respectivos (facilitadores, consejeros,
sacerdotes) y deben ser evaluados como cualquier otro voluntario o miembro del personal del
Proyecto Raquel (ver “Evaluación de consejeros y terapeutas profesionales”, y “Evaluación de
voluntarios y personal” en la página 56).

Los que hacen el retiro deben ser evaluados también. Cualquier persona que revele un pensamiento
suicida, abuso activo de sustancias, o un aparente desorden psicológico que pudiera resultar
perjudicial, debe ser alentado a aplazar su participación en el retiro. Si se les pregunta acerca de los
medicamentos que están tomando para la depresión o la ansiedad puede señalar la intensidad de
cualquier trastorno psicológico.

Se debe tener listo un procedimiento para el caso en que un participante requiera atención
psicológica o médica durante o después del retiro. Cada participante deberá previamente
proporcionar información de contacto, para el caso en que se precise contactar a un familiar.

Lo ideal es que los sacerdotes participantes en el retiro sean de la diócesis local. Estos están
cubiertos por la póliza de seguro diocesana y están familiarizados con los recursos locales y con las
prácticas usuales y acostumbradas de la diócesis. Por ejemplo, los sacerdotes diocesanos locales
pueden ayudar a que una mujer se dirija al tribunal si tiene que buscar una anulación. Si un
sacerdote participantes es de fuera de la diócesis, se deben seguir los procedimientos adecuados para
que pueda obtener facultades de la diócesis donde se ofrece el retiro.

Si hay exposición del Santísimo Sacramento, se debe obtener el permiso correspondiente y se deben
seguir los procedimientos de la diócesis. Asegúrese de coordinar con su oficina diocesana apropiada
por cualquier pregunta litúrgica excepcional.

Una lista impresa de recursos de seguimiento con información de contacto debe estar a la
disposición de todos los participantes al cierre del retiro.
Sexta Sección
La perspectiva
canónica sobre el
aborto
La perspectiva canónica sobre el aborto • 65
La perspectiva canónica sobre el aborto
C
omúnmente se piensa que la Iglesia excomulga a todos los católicos que han procurado y
logrado un aborto. Sin embargo, probablemente en un gran número de casos, circunstancias atenuantes
evitan que la persona incurra en la pena de excomunión. La tragedia del aborto desencadena preguntas
claras y diferenciadas en relación con la responsabilidad personal de quien procura y logra un aborto:
¿Se ha cometido un pecado? Si así fuera, ¿fue la comisión de ese pecado tal que también se incurrió en
una sanción penal?
Un pecado es una ofensa intencional y deliberada contra la voluntad de Dios: una expresión verbal,
una acción o un deseo consentido voluntariamente, contrarios a la ley de Dios. Objetivamente, el aborto
es un pecado mortal, un acto gravemente contrario a la ley moral.
Un crimen, que es más comúnmente mencionado como un “delito” en el derecho canónico, es una
violación externa de una ley o precepto de la Iglesia, que ha sido formalmente establecido por una
autoridad eclesiástica que tiene poder legislativo (cf. cc. 1311, 1315). Si bien puede resultar
sorprendente para mucha gente, en realidad, muy pocos pecados han sido establecidos por la Iglesia
también como crímenes. Pero entre esos pocos pecados que son crímenes, el aborto claramente está
incluido entre los más graves (c. 1398).
De la mano del crimen está la realidad de una pena, que es una sanción establecida por la ley
eclesiástica, que puede ser aplicada a un católico que comete un crimen. Esta pena es para motivar a la
persona a que vuelva al modo de vida de la Iglesia, reparar una injusticia cometida por el acto, y hacer
8
reparación por escándalo causado (cf. c. 1341). Según el Código de Derecho Canónico, el texto
legislativo clave de la Iglesia, tanto la persona que procura y completa un aborto, como cualquier
cómplice cuya cooperación positiva fue necesaria para llevar a cabo un aborto, incurren en la pena de
excomunión automática (latae sententiae) (cf. cc. 1398; 1329; §2; 1314). En realidad, la excomunión es
una censura que debería verse como una pena medicinal, que quiere decir que tiene como objetivo
principal fomentar el arrepentimiento y la reconciliación de la persona que cometió el acto (cf. c. 1312 §
1, 1 º). Por lo tanto, la excomunión podrá aplicarse sólo hasta que el trasgresor acepte la gracia sanadora
de Dios y se arrepienta, en cuyo momento se ha de levantar la excomunión en el Sacramento de la
Reconciliación o por otros medios legítimos. En otras palabras, la Iglesia ha establecido la excomunión
como una pena en casos de aborto, para dar testimonio de la gravedad de la ofensa, algo que no es
percibido por la sociedad secular, y para ayudar a reformarse al que ha cometido o cooperado con el
aborto. No es la intención que sirva como un estigma permanente que el ofensor deba llevar.
Algunos términos ameritan una explicación. El aborto es la muerte directa e intencional de un
embrión o el feto, por cualquier medio y en cualquier momento desde el momento de la concepción.
Procurar significa buscar, conseguir, inducir o causar directa e intencionalmente por medio de una
acción física o moral. Consecuentemente, una persona que participa activamente en el acto abortivo,
procura el aborto. Completar significa que el objetivo fue alcanzado, no simplemente que fue deseado,
que se tenía la intención, que se vio frustrado y/o que se hizo el intento. Por lo tanto, aunque el deseo, la
intención y/o el intento de abortar serían gravemente pecaminosos, no constituyen por sí solos el crimen
de aborto.
Por lo tanto, ¿podemos decir que todos los católicos que procuran un aborto y lo consiguen o que
cooperan positivamente con él, en este sentido jurídico estricto, quedan automáticamente excomulgados?
No necesariamente. Esto se debe al hecho de que, para que un delito sea cometido, la ley de la Iglesia
exige que los perpetradores del acto hayan actuado de una manera gravemente responsable. Es decir,
tuvieron que haber cometido el acto, con plena y deliberada voluntad de causar daño y de violar la ley.
8
Ver Código de Derecho Canónico, en www.vatican.va/archive/ESL0020/_INDEX.HTM
66 • La perspectiva canónica sobre el aborto
En consecuencia, al igual que el derecho civil reconoce circunstancias atenuantes que eliminan o
reducen la responsabilidad, también lo hace la ley eclesiástica.
Por lo tanto, las circunstancias siguientes, entre otras que figuran en el c. 1323, podrían dar como
resultado que una persona nunca sea objeto de una pena por procurar y completar un aborto, aun
cuando el acto que él o ella comete podría seguir considerándose gravemente pecaminoso y es, sin duda
alguna, objetivamente malo:
1. Aquel que “carece habitualmente de uso de razón” (tales personas son en realidad consideradas
incapaces de cometer una ofensa contra la ley, ya que no tienen capacidad para optar por actuar en
contra de la ley) (c. 1322).
2. Aquel “que aún no ha cumplido dieciséis años” (c. 1323).
3. Aquel que, sin culpa alguna, ignoraba que estaba infringiendo una ley o precepto de la Iglesia
(aunque fuera consciente de que el aborto es un pecado grave/mortal; sin embargo, la ley de la
Iglesia sí presume que los católicos conocen la ley por la que están obligados) (cf. c . 15 § 2).
4. Aquel que actuó coaccionado por fuerza física o en virtud de un mero accidente que no pudo
preverse o que, una vez previsto, no pudo evitar (cf. c. 1323). Sin embargo, hay una diferencia entre
obrar coaccionado por fuerza física y obrar por miedo grave. Aquel que actuó por miedo grave,
continúa sujeto a la imposición de una pena, dado que el acto del aborto es intrínsecamente malo (el
miedo grave es una reacción interna de una persona a una amenaza creíble de un grave mal a ser
causado por otra persona) (véase c. 1324 § 1, 5°).
Las siguientes personas no quedan sujetas a una pena automática por procurar y lograr un aborto,
aunque una pena menor aún podría ser impuesta como resultado de un proceso eclesiástico (cf. c. 1324):
1. aquel con “sólo uso imperfecto de razón” (c. 1324)
2. aquél que “carecía de uso de razón a causa de embriaguez u otra perturbación mental semejante de
la que fuera culpable” (c. 1324)
3. aquel que actúa “por impulso grave de pasión, pero que no precedió, impidiéndolos, a cualquier
deliberación de la mente y consentimiento de la voluntad, siempre que la pasión no hubiera sido
voluntariamente provocada o fomentada” (c. 1324)
4. “un menor de edad, que haya cumplido dieciséis años” (c. 1324), pero que no tiene todavía
dieciocho años
5. una persona que actuó coaccionada por “miedo grave, aunque lo fuera sólo relativamente”
(c. 1324)
6. aquél que, sin culpa alguna, ignoraba “que la ley o el precepto llevaban aneja una pena” (c. 1324)
Por lo tanto, para que una persona sea excomulgada automáticamente, esa persona debe haber
procurado y completado un aborto, o haber cooperado concretamente en la ejecución de aborto y:
1. haber tenido pleno uso de razón
2. haber tenido por lo menos dieciocho años de edad
3. no haber sido ignorante de que la ley de la Iglesia incluye la pena de excomunión por el crimen de
aborto (esto es diferente de simplemente saber que el aborto es un pecado grave o mortal; la ley
eclesiástica asume que los católicos no son ignorantes de la ley por la que están obligados: véase el
c. 15 § 2)
4. haber sido capaz de ejercer su libre albedrío y no haber estado obrando por miedo grave, por el
grave ardor de la pasión, la embriaguez inadvertida, o cualquier otro trastorno mental similar
La perspectiva canónica sobre el aborto • 67
5. la censura de excomunión puede ser remitida usando la fórmula provista en el Apéndice I al Rito de
la Penitencia (cf. cc. 1354-1357), por aquel al que la ley se refiere como un “Ordinario” de una
diócesis (el obispo designado para gobernar la diócesis). Además, la mayoría de los obispos
diocesanos han concedido esta facultad a sacerdotes de su diócesis. En caso de duda es mejor
confirmar esto con la cancillería de la diócesis.
Por último, veamos qué significa estar excomulgado. La pena de excomunión prohíbe a un
miembro de la Iglesia (cf. c. 1331)
1. “tener cualquier participación ministerial en la celebración del Sacrificio Eucarístico o en
cualesquiera otras ceremonias de culto [público]” (c. 1331)
2.
“celebrar los sacramentos o sacramentales y recibir los sacramentos” (c. 1331)
3.
“desempeñar oficios, ministerios o cargos eclesiásticos, o realizar actos de régimen” (c. 1331).
Nótese cuidadosamente, sin embargo, que una persona excomulgada, aunque está fuera de la vida
sacramental de la Iglesia y no puede ejercer la autoridad del ministerio dentro de la Iglesia, sigue siendo
un miembro de la Iglesia –sigue siendo un católico. Es más, a una persona excomulgada no le está
prohibido ni asistir a misa u otros actos de culto público ni participar en actos privados de oración o
devoción. De hecho, éstos deben ser alentados a fin de ayudar a la persona excomulgada a arrepentirse, a
reformar su vida, y para ayudar a reparar la injusticia y el escándalo cometidos por el acto del aborto.
Los puntos resumidos anteriormente con respecto a las leyes de la Iglesia son complejos, sobre todo
las cuestiones acerca de quién actúa como cómplice en el acto del aborto y quién ha realmente incurrido
en la pena correspondiente al acto del aborto. Si tiene preguntas adicionales sobre el aborto y el derecho
canónico, puede ponerse en contacto con un canonista en su diócesis o un sacerdote que lo pueda ayudar
de una manera confidencial.
Séptima Sección
Recursos
recomendados
70 • Recursos recomendados
Recursos Recomendados • 71
Recursos recomendados
Folletos
Burrin, Angela M. After Abortion: God Offers Forgiveness, Healing and Hope [Después del aborto:
Dios ofrece perdón, sanación y esperanza], 2da. ed. Ijamsville, MD: The Word Among Us Partners,
2010.
Este folleto contiene siete meditaciones guiadas de las Sagradas Escrituras para ayudar a las mujeres que sufren
las secuelas del aborto a vivir más profundamente el amor misericordioso de Dios. A partir de comienzos del
2010, estará disponible gratuitamente a través de The Word Among Us Partners: www.waupartners.org.
Coyle, C. T., PhD. Men and Abortion: Finding Healing, Restoring Hope [Los hombres y el aborto:
encontrando sanación, restaurando la esperanza]. New Haven, CT: Knights of Columbus, 2009.
El costo es de 1,00 dólares cada uno, con descuentos por grandes cantidades. Llame al 203-752-4574, o visite el
sitio Información Católica de los Caballeros de Colón en www.kofc.org/un/eb/en/about/contact/cis_contact.html.
Kupferman, Fr. Larry. A Rachel Rosary [Un Rosario de Raquel]. Totowa, NJ: Catholic Book Publishing,
1994.
Ayuda para la oración personal o en grupo.
Pable, Martin, OFM Cap. Healing for Your Soul: A Guide for Post-Abortion Fathers [Sanación para tu
alma: Una guía para padres que pasaron por un aborto]. Milwaukee, WI: National Office of PostAbortion Reconciliation and Healing, 2007.
Este folleto está diseñado para ser puesto en una parroquia en un lugar donde los hombres pueden recogerlo. Se
trata de una suave introducción a la sanación postaborto para padres varones, escrito por un sacerdote psicólogo
con muchos años de experiencia en el ministerio de sanación postaborto y pericia en el desarrollo espiritual de
los hombres. Están disponibles individualmente o al por mayor: 4,00 dólares cada uno, incluyendo gastos de
envío, en [email protected]. Para obtener más información o para hacer un pedido, llame a la
Oficina Nacional de Reconciliación y Sanación Postaborto al 800-5WE-CARE.
Thatcher, Brian, MD, y Fr. Frank Pavone. Rachel, Weep No More [Raquel, no llores más]. Stockbridge,
MA: Marian Press, 2003.
Historias de abortos, los obstáculos a la sanación, los efectos del aborto en los demás, y la sanación a través de
la misericordia divina.
Libros
Brennan, Jane. Motherhood Interrupted: Stories of Healing and Hope After Abortion [Maternidad
interrumpida: Historias de sanación y esperanza después del aborto]. Centennial, CO: Xlibris Corp.,
2008.
La autora, una consejera profesional que ha pasado por un aborto y que ha dedicado su práctica a ayudar a
aquellos que sufren por un aborto, presenta quince historias de aborto y sanación.
Burke, Kevin, David Wemhoff, y Marvin Stockwell. Redeeming a Father’s Heart: Men Share Powerful
Stories of Abortion Recovery [Redimiendo el corazón de un padre: Los hombres comparten impactantes
historias de recuperación del aborto]. Bloomington, IN: AuthorHouse, 2007.
Una colección de historias de hombres que estuvieron involucrados en abortos y de su recuperación.
Burke, Kevin, et al. Sharing the Heart of Christ [Compartiendo el Corazón de Cristo]. Staten Island,
NY: Priests for Life, 2009.
72 • Recursos Recomendados
Escrito por los fundadores de los retiros postaborto del Viñedo de Raquel y por el P. Frank Pavone, este libro
analiza el trauma del aborto, la metodología del Viñedo de Raquel, y consejos para los asesores y miembros del
clero que participan en el ministerio postaborto.
Burke, Theresa. Forbidden Grief [Duelo prohibido]. Springfield, IL: Acorn Books, 2002.
Se ocupa de lo que se denomina “reconstrucción traumática” en lo que respecta a las mujeres que están
enfrentando una pérdida por causa de un aborto.
Coyle, C. T., PhD. Men and Abortion: A Path to Healing [Los hombres y el aborto: Un camino a la
sanación]. Lewiston, NY: Life Cycle Books, 1999.
Para comprender las heridas de un hombre después del aborto, así como un proceso para ayudarlo a sanar.
Dillon, Fr., John J. A Path to Hope [Un camino a la esperanza]. Totowa, NJ: Catholic Book Publishing,
1990.
Un libro práctico acerca de cómo ayudar a aquellos que sufren las secuelas del aborto, incluyendo sugerencias
de oración, escritas por un sacerdote que ha participado en el ministerio postaborto.
Gray, Kathleen, y Anne Lassance. Grieving Reproductive Loss: The Healing Process [Llorando una
pérdida reproductiva: El proceso de sanación]. Amityville, NY: Baywood Publishing Co., 2002.
Libro extremadamente útil para aquellos que asisten a mujeres y hombres que han tenido pérdidas reproductivas,
incluyendo el aborto. Este libro relativamente corto es de fácil lectura y ofrece sugerencias concretas para el
clero, los facilitadores del duelo y los profesionales de la salud mental; escrito por expertos en el tema del duelo.
Horak, Barbara. Real Abortion Stories: The Hurting and the Healing [Historias reales de abortos: El
sufrimiento y la sanació]. El Paso, TX: Strive for the Best Publishing, 2007.
Catorce historias contadas por mujeres y una por un hombre, narrando sus luchas después de haber participado
en un aborto y cómo finalmente encontraron la paz.
Kirk, Peggy. You Aren’t Alone: The Voices of Abortion [No estás sola: Las voces del aborto]. Nevada
City, CA: Blue Dolphin Publishing, Inc., 2003.
Un orientador matrimonial y familiar presenta una docena de historias de las secuelas del aborto y la sanación,
junto con una sección de recursos sobre dónde encontrar ayuda para aquellos que están considerando abortar, los
riesgos médicos relacionados con el aborto, y capítulos sobre anticonceptivos abortivos.
Maestri, Fr. William F. Do Not Lose Hope [No pierdas la esperanza]. Staten Island, NY: Alba House,
2000.
Una serie de ocho breves reflexiones sobre las experiencias vividas por mujeres que sufren dificultades después
de un aborto, ligadas a las palabras de Juan Pablo II en el párrafo 99 de la Evangelium Vitae (El Evangelio de la
Vida). El autor, un sacerdote, escribe desde su propia experiencia como párroco que ha aconsejado a mujeres
que pasaron por un aborto.
Mannion, Fr. Michael T. Abortion and Healing: A Cry to Be Whole [Aborto y sanación: Un grito para
ser sanado], 2da. ed. Kansas City, MO: Rowman and Littlefield/Sheed and Ward, 1986.
Este libro ofrece una visión general de la sanación postaborto, escrito por un sacerdote que es un pionero en el
campo del ministerio postaborto.
Mannion, Fr. Michael, ed. Post-Abortion Aftermath [Secuelas postaborto]. Lanham, MD: Rowman and
Littlefield, 1994.
Recopilación de las ponencias presentadas por expertos en las secuelas del aborto en una conferencia en
Washington, DC, en 1995. Este es un libro que da una visión general del tema, con un capítulo sobre el Proyecto
Raquel y un capítulo sobre la curación sacramental.
Recursos Recomendados • 73
Nykiel, Connie. No One Told Me I Could Cry: A Teen’s Guide to Hope and Healing After Abortion
[Nadie me dijo que podía llorar: Una guía para adolescentes a la esperanza y la sanación después de un
aborto]. Lewiston, NY: Life Cycle Books, 2001.
Este libro está dirigido a adolescentes y a jóvenes adultas que se han hecho abortos. Los ministros de la pastoral
universitaria y juvenil pueden comprarlo al por mayor por y dejarlo en un lugar donde la gente pueda verlo, con
una nota que diga: “Para tus amigos. Por favor, mantenlo en circulación”. Ningún otro libro se enfoca en la
mujer joven que ha sufrido recientemente una pérdida a causa de un aborto sin estar lo suficientemente madura
psicológicamente para procesar todo lo que ha sucedido.
Reardon, David C. Aborted Women, Silent No More.[Mujeres que han abortado, no más en silencio].
Chicago: Loyola Press, 1987.
Una visión general de años de investigación en la experiencia del aborto. El Dr. Reardon está considerado uno
de los expertos mundiales en el campo.
Reardon, David C., PhD. The Jericho Plan: Breaking Down the Walls Which Prevent Post-Abortion
Healing [El Plan Jericó: Rompiendo las barreras que impiden la sanación postaborto]. Springfield, IL:
Acorn Books, 1996.
Un recurso corto, conciso desarrollado para ayudar al clero en la predicación sobre un tema tan cargado de
emociones como el aborto.
Reardon, David C., PhD. Victim and Victors: Speaking Out About Their Pregnancies, Abortion, and
Children Resulting from Sexual Assault [Víctimas y vencedores: Hablando de sus embarazos, abortos e
hijos resultantes de agresiones sexuales]. Springfield, IL: Acorn Books, 2000.
Historias personales de las diferentes decisiones y experiencias de las mujeres después de haber concebido un
hijo como consecuencia de una agresión sexual.
Ring-Cassidy, Elizabeth, and Ian Gentles. Women’s Health after Abortion: The Medical and
Psychological Evidence [La salud de las mujeres después del aborto: La evidencia médica y
psicológica], 2da. ed. Toronto, Ontario: deVeber Institute, 2003.
Basado en 500 artículos de revistas de los últimos veinte años que tratan los problemas que siguen a una pérdida
por causa del aborto. Excelente para cualquiera que busque una visión general de la investigación y de los
temas. Escrito por una psicóloga y un bioeticista. También está disponible en internet en deveber.org/womenshealth-after-abortion.
Riols, Noreen. My Unknown Child [Mi hijo desconocido]. Colorado Springs: Multnomah Books, 1999.
Historia conmovedora y bellamente escrita de una mujer, de su viaje desde el vacío y el pesar, después de un
aborto recomendado por los médicos, a la paz y la sanación a través de Jesucristo.
Shostak, A., y G. McLouth. 1984. Men and Abortion: Lessons, Losses, and Love [Los hombres y el
aborto: Lecciones, pérdidas y amor]. New York, NY: Praeger.
Habiendo acompañado a su novia a hacerse un aborto, el sociólogo Shostak fue conmovido por la experiencia.
Esto lo llevó a encuestar a 1.000 hombres en treinta clínicas de aborto en 18 estados. Se sorprendió al encontrar
que otros “hombres en la sala de espera” se sintieron excluidos, querían tener asesoramiento en la clínica, y se
vieron desbordados por sus propias respuestas emocionales negativas al aborto. Este trabajo sigue siendo el
único libro académico sobre el tema hasta hoy.
Stanford-Rue, Susan. Will I Cry Tomorrow? Healing Post-Abortion Trauma [¿Lloraré mañana?
Sanación del trauma postaborto]. Ada, MI: Revell, 1993.
Describe las secuelas personales del aborto sufrido por la Dra. Stanford-Rue y la sanación a largo plazo que es
posible.
74 • Recursos Recomendados
Folletos y artículos
Disponibles en la Secretaría de Actividades Pro-Vida de la USCCB (teléfono: 866-582-0943). Para las
descripciones, consulte el catálogo de la Secretaría en www.usccb.org/prolife/materials/index.shtml.
Después del aborto, Hermana Paula Vandegaer Versión impresa no disponible para la compra.
La gracia divina en mi alma, Theresa Bonopartis. Versión impresa no disponible para la compra.
Los hombres huecos. Dolor y trauma del varón después del aborto, Vincent M. Rue, Ph.D. Versión
impresa no disponible para la compra.
Cómo hablarle a una amiga que ha tenido un aborto - versión para jóvenes. Conferencia de Obispos
Católicos de los Estados Unidos (Item #0121)
Cómo hablarle a una amiga que ha tenido un aborto - versión para adultos. Ellen Curro, M.Ed. y
Secretariado de Actividades Pro-Vida. (Item #0017)
Tampoco yo te condeno. Secretariado de Actividades Pro-Vida. (Item #9907)
Proyecto Raquel: en el corazón de la Iglesia. Secretariado de Actividades Pro-Vida. Versión impresa no
disponible para la compra.
A Special Word to Women Who Have Had an Abortion. [Una palabra especial para las mujeres que se
han hecho un aborto], por E. Joanne Angelo, MD (Item #9701-ANG)
Panfletos
Disponibles en www.lifecyclebooks.com:
Do You Know Someone? [¿Conoces a alguien?]
The Fear I Felt [El temor que sentí]
Forgotten Fathers [Padres olvidados]
Hope and Healing [Esperanza y sanación]
The Pain That Follows [El dolor que sigue]
Secret Sorrow [Pena secreta]
Estampitas con oraciones
Disponibles en la Secretaría de la USCCB para Actividades Pro-Vida (teléfono: 866-582-0943). Para las
descripciones, consulte el catálogo de la Secretaría en www.usccb.org/prolife/materials/index.shtml.
Prayer for Healing (Oración por la sanación). Bilingüe (Item # 7-074)
Trust in God’s Mercy [Confía en la misericordia de Dios] (Item #9913
DVDs
Disponibles en www.lifecyclebooks.com:
Dear Children [Queridos hijos]
Beyond Regret [Más allá del arrepentimiento]
Sitios en Internet
www.hopeafterabortion.org— Secretaría de la USCCB para Actividades Pro-Vida, apoya el Ministerio
del Proyecto Raquel
www.noparh.org— Oficina Nacional de Reconciliación y Sanación Postaborto (ONRSPA)
Recursos Recomendados • 75
www.menandabortion.info—“Reclamando Paternidad,” divulgación educativa de ONRSPA
www.afterabortion.org— El Instituto Elliot
www.bethesdahealing.org— El Ministerio de Sanación de Betesda
www.postabortionhelp.org— Red de remisiones Lumina
www.rachelsvineyard.org— Retiros del Viñedo de Raquel
www.prolifejoes.com— Centro de información para hombres antes y después del aborto
Una mañana o una tarde de conmemoración e intercesión
Este encuentro de oración –consistente en charlas, testimonios, adoración eucarística, la Santa Misa,
oración de intercesión, y oportunidad para la confesión– fue desarrollado por las Hermanas de la Vida
(Sisters of Life) y por Teresa Bonopartis para la Arquidiócesis de Nueva York. Se ha realizado en la
Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington, DC, como parte de la
Vigilia de Oración por la Vida del 22 de enero y se lleva a cabo en muchas diócesis de todo el país. Para
obtener todas las charlas, testimonios y los textos de las oraciones e himnos pueden dirigirse a Teresa
Bonopartis (fundadora del ministerio de sanación postaborto Lumina) por el 877-586-4621 o en la
página web [email protected].
Grupos de apoyo para ex-practicantes de aborto
La Sociedad de los Centuriones de América fue fundada por el Dr. Philip Ney. Los practicantes
del aborto pueden ser remitidos a la Sociedad de Centuriones por apoyo permanente. Su directora, Joan
Appleton, RN, anteriormente enfermera en una instalación de abortos, puede ser contactada por el 651771-1500 (Ministerios de Acción Pro-Vida) o por correo a la casilla postal PO Box 75368, St. Paul, MN
55175.
Santuarios y lugares conmemorativos
Los Padres Marianos de la Inmaculada Concepción en el Santuario Nacional de la Divina
Misericordia en Stockbridge, Massachusetts, tienen un santuario de los Santos Inocentes, donde puede
conmemorar a un niño. Puede crear una conmemoración permanente de un niño en un azulejo de vidrio
(ya sea de 3” x 5" por U$S 200 o de 6” x 5" por U$S 400), en un estante de velas (U$S 100), o en el
Libro de los Santos Inocentes (U$S 25) . La construcción del nuevo santuario terminará en 2010; sin
embargo, las conmemoraciones se están creando ahora. Llame al 800-671-2020 o visite la página
memorialsonedenhill.org.
Los seres queridos de los niños conmemorados son recordados diariamente en la Santa Misa, en el
Rosario por la Vida y en la Novena Perpetua a la Divina Misericordia en el Santuario Nacional de la
Divina Misericordia, así como en misas especiales el 12 de diciembre (Fiesta de Nuestra Señora de
Guadalupe), el 28 de diciembre (Fiesta de los Santos Inocentes), y el tercer sábado de julio.
El Monumento Conmemorativo Nacional del Niño por Nacer en Chattanooga, TN, ofrece placas de
identificación para los niños fallecidos (U$S 35). Visite el sitio www.memorialfortheunborn.org. Un
ambiente hermoso; no es un sitio católico.
Artículos en revistas académicas
Buchanan, M. y C. Robbins. 1990. “Early Adult Psychological Consequences for Males of Adolescent
Pregnancy and Its Resolution [Consecuencias psicológicas de embarazos adolescentes en jóvenes
adultos varones y su resolución].” Journal of Youth and Adolescence 19 (4): 413-424.
76 • Recursos Recomendados
Calhoun, B. C. y N. J. Hoeldtke. 2003. “The Perinatal Hospice [El hospicio perinatal].” Journal of
Biblical Ethics in Medicine 9 (1): 20-23.
Coleman, P. K. et al. 2002a. “History of Induced Abortion in Relation to Substance Use During
Subsequent Pregnancies Carried to Term [Historia del aborto inducido en relación al consumo de
sustancias durante los embarazos subsiguientes llevados a término].” American Journal of Obstetrics
and Gynecology 187:1673-1678.
Coleman, P. K. et al. 2002b. “State-Funded Abortions vs. Deliveries: A Comparison of Outpatient
Mental Health Claims over Four Years [Abortos financiados por el estado vs. partos: Una comparación
de reclamos de salud mental de pacientes ambulatorios en un período de cuatro años].” American
Journal of Orthopsychiatry 72:141-152.
Coleman, P. K. et al. 2002c. “The Quality of the Caregiving Environment and Child Development
Outcomes Associated with Maternal History of Abortion Using the NLSY [La calidad del ambiente de
atención y resultados del desarrollo infantil asociados con la historia materna de aborto uso utilizando la
Encuesta Nacional Longitudinal de Juventud (NLSY)].” Journal of Child Psychology and Psychiatry
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and Child Maltreatment Among Low-Income Mothers [Asociaciones entre las formas voluntarias e
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Paediatrica 94.
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Reproductive Loss and Desire for Current Pregnancy [Consumo de sustancias en mujeres embarazadas
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Health Psychology 10:255-268.
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Versus Childbirth: Individual and Family Predictors and Consequences [Resolución de un embarazo no
deseado durante la adolescencia a través del aborto versus el parto: Predictores individuales y familiares
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aborto en el estudio de familias frágiles y bienestar: Conducta paterna, uso de sustancias y violencia en
la pareja.]” International Journal of Health Addiction (December 31).
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Vida Social de Chicago].” Public Health 123 (4) (April): 331-338.
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Isolating the Effects of Abortion in the National Comorbidity Survey [Aborto Inducido y trastornos por
ansiedad, estado de ánimo y abuso de sustancias: Aislando los efectos del aborto en la Encuesta
Nacional
de
Comorbilidad].”
Journal
of
Psychiatric
Research
43:770-776;
www.rachelsvineyard.org/PDF/Articles/Coleman%20et%20al._JPR.pdf.
Recursos Recomendados • 77
Coleman, P. K., V. M. Rue, and C. Coyle. 2009. “Induced Abortion and Quality of Intimate
Relationships: Analysis of Male and Female Data from the Chicago Health and Social Life Survey
[Aborto inducido y calidad de las relaciones íntimas: Análisis de los datos de hombres y mujeres de la
Encuesta de Salud y Vida Social de Chicago].” Public Health:1-8.
Cougle, J. 2003. “Depression Associated with Abortion and Childbirth: A Long-Term Analysis of the
NLSY Cohort [Depresión asociada con el aborto y el parto: Un análisis a largo plazo de la cohorte de la
Encuesta Nacional Longitudinal de Juventud (NLSY)].” Medical Science Monitor 9:CR105-112.
Cougle, J. et al. 2005. “Generalized Anxiety Associated with Unintended Pregnancy: A Cohort Study
of the 1995 National Survey of Family Growth [Ansiedad generalizada asociada con embarazos no
planeados: Un estudio de cohortes de la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar de 1995].” Journal
of Anxiety Disorders 19:137-142.
Cougle, J. et al. 2001. “Psychiatric Admissions Following Abortion and Childbirth: A Record-Based
Study of Low-Income Women [Internaciones psiquiátricas tras el aborto y parto: Un estudio basado en
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Abortion on Men [Los hombres y el aborto: Una revisión de los reportes empíricos relativos al impacto
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las mujeres jóvenes y la salud mental posterior].” Journal of Child Psychology and Psychiatry 47:16-24.
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Gissler, M., et al. 2005. “Injury Deaths, Suicides and Homicides Associated with Pregnancy, Finland
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Kersting, A. et al. 2007. “Complicated Grief After Traumatic Loss [Duelo complicado después de una
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Pedersen, W. 2007. “Childbirth, Abortion and Subsequent Substance Use in Young Women: A
Population-Based Longitudinal Study [Parto, aborto y uso subsiguiente de sustancias en mujeres
jóvenes: Un estudio longitudinal basado en población].” Addiction 102:1971-1978.
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A Prospective Record-Based Study [Tasas de tratamiento relativas para trastornos del sueño tras aborto
y parto: Un estudio basado en registros prospectivo].” Sleep 29:105-106.
78 • Recursos Recomendados
Reardon, D. C. et al. 2002. “Deaths Associated with Delivery and Abortion Among California Medicaid
Patients: A Record Linkage Study [Muertes asociadas con el parto y el aborto entre los pacientes de
Medicaid de California: Un estudio de enlace de registros].” Southern Medical Journal 95:834-841.
Reardon, D. C. et al. 2003. “Psychiatric Admissions of Low-Income Women Following Abortion and
Childbirth [Admisiones psiquiátricas de mujeres de bajos recursos tras el aborto y el parto].” Canadian
Medical Association Journal 168:1253-1256.
Reardon, D. C. et al. 2004. “Substance Use Associated with Prior History of Abortion and Unintended
Birth: A National Cross-Sectional Cohort Study [Uso de sustancias asociado con una historia previa de
aborto y parto no deseado: un estudio nacional transversal de cohorte” American Journal of Drug and
Alcohol Abuse 26:369-383.
Rees, D. I. y J. J. Sabia. 2007. “The Relationship Between Abortion and Depression: New Evidence
from the Fragile Families and Child Wellbeing Study [La relación entre aborto y depresión: Nuevas
evidencias del Estudio de Familias Frágiles y Bienestar Infantil] .” Medical Science Monitor 13 (10)
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Rue, V. M. 1985. “Abortion in Relationship Context [El aborto en el contexto de las relaciones).”
International Review of Natural Family Planning 9:95-121.
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Medicine (January/February).
Rue, V. M. 2004. “Induced Abortion and Traumatic Stress: A Preliminary Comparison of American
and Russian Women [Aborto inducido y estrés traumático: comparación preliminar de mujeres
estadounidenses y rusas].” Medical Science Monitor 10:SR5-16.
Rue, V. M., y C. Tellefsen. 1996. “The Effects of Abortion on Men [Los efectos del aborto en los
hombres].” Ethics and Medics 21:3-4.
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[El síndrome postaborto: Una preocupación emergente de salud pública).” Journal of Social Issues 48
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Speckhard, A. C., and V. M. Rue. 1993. “Complicated Mourning: Dynamics of Impacted Post Abortion
Grief [Duelo complicado: Dinámicas del duelo postaborto prolongado].” Journal of Prenatal and
Perinatal Psychology and Health 8:5-32.
Swingle, H. M., et al. 2009. “Abortion and the Risk of Subsequent Preterm Birth (El aborto y el riesgo
de partos subsiguientes prematuros].” Journal of Reproductive Medicine 54:95-108.
Apéndices
Apéndice A •
81
Apéndice A
El ministerio del sacerdote para con
aquellos en riesgo de abortar debido a
un diagnóstico prenatal adverso
H
oy en día, casi todas las mujeres embarazadas pasan por una serie de exámenes de
diagnóstico, diseñados para detectar problemas con el bebé o con el embarazo.
El diagnóstico de un problema por lo general hará que el médico recomiende una interrupción del
embarazo. El médico puede creer sinceramente que es "más fácil" o menos arriesgado poner fin al
embarazo tempranamente. Puede afirmar que es más compasivo "dejar que el bebé muera ahora." Les
asegurará a los padres que nadie tiene que enterarse. A menudo, sin embargo, sus consejos pueden en
realidad estar motivados por el temor de una demanda por mala praxis o por “vida injusta”, en la que los
padres buscan conseguir un sustento de por vida de la aseguradora del médico, alegando que el médico
no los asesoró completamente sobre el alcance de las condiciones de discapacidad de su hijo.
Trabajando en conjunto con la oficina diocesana del Proyecto Raquel y la oficina Respetemos la
Vida, es aconsejable elaborar una lista de padres que han sufrido una pérdida temprana de un niño,
llevaron adelante un embarazo con un diagnóstico adverso o son padres de un niño con necesidades
especiales. Ellos pueden ser un recurso valioso para otros padres que se enfrentan a la angustia de un
diagnóstico adverso y están siendo presionados para abortar. También es conveniente tener a mano
información para contactar obstetras pro-vida y especialistas en embarazos de alto riesgo.
Consejo para los sacerdotes
María Kellett, una madre católica con once hijos que fundó Socios Prenatales Por la Vida después
de que su hija menor fuera diagnosticada in utero con trisomía 18, ofrece este consejo para que los
sacerdotes lo tengan en cuenta cuando los padres busquen asesoramiento:
Acabar con la vida de un niño por inducción temprana es un aborto. Toda madre llora la
pérdida del hijo que aborta. Luego hace duelo por lo desconocido y los "¿y si..?" Al permitirle
a Dios decidir el destino de su hijo, una madre sana más plenamente, y al final, después de que
todo el dolor se cure, está feliz. No hay arrepentimientos. Llevar a ese niño a término no
perjudica a la familia ni inflige dolor en el niño por nacer. Lo que hace es enseñar la virtud de
la paciencia y la confianza en Dios.
Cuando una pareja llega en busca de respuestas para su dolor, para hacer lo correcto es
crucial aconsejarles que amen a ese niño todo el tiempo que Dios quiera. Estos padres vienen
en busca del amor, la verdad y la voluntad de Dios. Los sacerdotes son los pilares que hacen
fuerte al mundo. Mantengan una posición firme por la vida.
Respuestas que son de gran ayuda
Los padres que recibieron un diagnóstico prenatal negativo ofrecen las siguientes sugerencias para
ayudar a aceptar su situación con la confianza en Dios:
• Apéndice A
82

Dios les dará todas las gracias que necesiten.

Yo escucho su dolor. Dios escucha su dolor, los ama y llama a todos sus hijos a abrazar la
santidad de toda vida humana, desde su concepción hasta su muerte natural. Él estará con
ustedes y nunca se alejará de su lado.

Están unidos a Cristo a través de su sufrimiento.

Dios te ha escogido para ser la madre de este niño especial.

Acudan a nuestra Santísima Madre. Ella conoce su dolor y los envolverá en su manto.

Dale un nombre a tu bebé, háblale y ámale como cualquier madre lo haría.

Creen recuerdos maravillosos de este momento tan especial mientras que ella o él todavía está
vivo y protegido en su vientre.

Recuerden que Dios puede y hace milagros. No tengan miedo de pedir y no tengan miedo de
tener esperanza.

Toda vida es creada por Dios y tiene un propósito.

Estos bebés especiales traen consigo muchos dones espirituales y gracia.

Si su bebé no llega a término, existe el Bautismo de deseo.

No importa cuánto tiempo viva su bebé, será su hijo por toda la eternidad.
Respuestas hirientes
Los padres también ofrecieron sugerencias sobre qué no decir (cosas que pueden causar confusión y
llevar a una mujer a poner fin a su embarazo):

Sólo tú sabes lo que es mejor para ti y tu familia.

Esto es entre tú y Dios.

Necesitas preocuparte por tu propia salud.

Esto tiene que ser difícil para tu cuerpo.

¿Tú qué crees que sería correcto hacer?

Éste es un asunto complicado.

Haz caso a tu propia conciencia.

Estoy preocupado por tu salud mental.

Escucha a los médicos y haz lo que consideres que tu corazón te está diciendo que hagas.

Si tu elección se hace con amor, no puede estar equivocada.
Recursos adicionales
Adicionalmente, puede recomendar a los padres que visiten los siguientes sitios web:
morninglightministry.org
Apéndice A •
83
El Ministerio Luz de la Mañana es un ministerio católico para madres y padres afligidos que han sufrido la
muerte de su bebé por un embarazo ectópico, aborto involuntario, óbito fetal o muerte infantil hasta un año de
edad. Este ministerio también da la bienvenida a padres afligidos por la pérdida de su bebé de otras
denominaciones cristianas, de otras religiones o sin afiliación religiosa que estén luchando con la noción misma
de la fe.
La sección Esperanza en la Agitación del sitio proporciona información y apoyo para los que están lidiando
con un diagnóstico prenatal adverso.
El Ministerio Luz de la Mañana ofrece ayuda por teléfono para Canadá y Estados Unidos. Toda la ayuda
telefónica es proporcionada por padres que han perdido bebés y han sido capacitados a lo largo de muchos
meses para ofrecerla.
www.benotafraid.net
Benotafraid.net es un sitio de asistencia en línea para padres que han recibido un diagnóstico prenatal
desfavorable. Las historias familiares, artículos y enlaces se presentan como un recurso para aquellos a quienes
se les puede haber pedido que eligieran entre interrumpir el embarazo o continuarlo a pesar del diagnóstico. Las
familias de benotafraid.net se enfrentaron a la misma decisión y optaron por no terminar el embarazo. Al
compartir sus experiencias, dan ánimo a aquellos que puedan tener miedo de seguir adelante.
www.childrensmemorial.org/depts/fetalhealth/overview.aspx
El Instituto de Salud Fetal en Chicago es un recurso para toda la nación. Proporciona una oportunidad de hablar
con expertos mundiales y obtener información sobre las anomalías y las estrategias de tratamiento. Tal como el
sitio web del Instituto explica: "Mediante el uso de un enfoque multidisciplinario, el Instituto de Salud Fetal
permite realizar una consulta prenatal y planificar la atención pediátrica a las mujeres embarazadas que esperan
bebés con defectos congénitos o problemas médicos". Los padres pueden ponerse en contacto ellos mismos o
dejar que su médico lo haga por ellos.
www.prenatalpartnersforlife.org
Este sitio, desarrollado por Mary Kellett, ofrece apoyo, información y estímulo para llevar a término un
embarazo con un diagnóstico prenatal adverso, así como apoyo para criar a un niño con necesidades especiales
después del nacimiento. Los padres de hijos diagnosticados recientemente con un defecto de nacimiento son
puestos en contacto con padres de niños con un defecto similar, de modo que los padres con experiencia puedan
ofrecer apoyo, información y consejos sobre el cuidado de sus hijos hasta el día en que Dios los llame a casa.
www.elizabethministry.com/prenatal.html
El Ministerio Elizabeth International ofrece a las familias que han recibido un diagnóstico prenatal adverso
apoyo espiritual y compasivo a través del asesoramiento de acompañantes, desarrollo de planes de parto,
presencia durante el parto y el alumbramiento, servicios de recordación y entierro, retiros, oraciones,
bendiciones, grupos de apoyo, remitiendo a lugares de asistencia comunitaria y con una amplia variedad de
recursos adicionales.
Se puede encontrar información sobre hospicios perinatales en los siguientes sitios:
www.choicesmc.org/pages/pregnant/perinatal.php
www.aaplog.org/PositionsAndPapers/PerinatalHospice.aspx?fileID=1
www.perinatalhospice.org
84
• Apéndice B
Apéndice B
Plantear el tema de una pérdida a
causa de un aborto anterior en la
preparación al matrimonio
El tema de las historias sexuales debería ser tocado en los programas de preparación al matrimonio
como algo habitual. Las parejas necesitan ser animadas a ser sinceras, el uno con el otro, desde el
principio para establecer una base firme para la comunicación en el matrimonio. Si hay algo que
preocupa a cualquiera de las partes (por ejemplo, muchas parejas sexuales anteriores, o una experiencia
de aborto), es mejor saberlo antes del matrimonio, cuando todavía puede haber discernimiento.
Los miembros de la pareja deben ser invitados, de forma individual, a hablar de sus historias
sexuales. Existe el mito de que lo que está en el pasado debe quedarse en el pasado; sin embargo, las
historias sexuales entran en el matrimonio, ya sea que se hable de ellas o no. Esto es simplemente una
invitación a ser honestos. Es elección de ellos aceptar la invitación, pero al menos ésta se ha hecho.
El sacerdote o el diácono puede decir: "Las relaciones íntimas (sexuales) pasadas se vuelven parte
de nuestra historia. Algunas veces se han contraído enfermedades de trasmisión sexual, y su pareja tiene
derecho a saberlo, debido a que es una amenaza para la salud y para los futuros hijos. Heridas a la
intimidad como abusos y abortos pasados pueden interferir con el establecimiento de una intimidad
sexual saludable. Si bien pueden no haber pensado acerca de estos sucesos durante mucho tiempo, es
importante que compartan esta información con su pareja."
Tocar estos temas puede ser muy beneficioso para la pareja. Un compañero sin antecedentes de
aborto puede tener dificultades para entender a un cónyuge que ha pasado por un aborto. Si uno o ambos
sufrieron pérdidas a causa del aborto con otras personas, necesitan estar conscientes de cómo esto puede
afectar su matrimonio, sobre todo si aún no han sanado. Una profunda desconfianza puede surgir en su
relación. Por ejemplo, un hombre pudo haber estado involucrado en muchos abortos. Su prometida
necesita saber las circunstancias, porque si él ha forzado estos abortos, la misma reacción puede ocurrir
cuando se produzca un embarazo dentro de su relación. Cuando se comparte la verdad, la pareja puede
ayudar a sanar ofreciendo adoptar espiritualmente al niño o a los niños fallecidos.
En el caso de los sacerdotes que hacen la preparación al matrimonio, es aconsejable reunirse con
cada una de las partes por separado, después de haberse reunidos con ambos juntos. Esto permite que
haya tiempo para el diálogo y el asesoramiento y en muchos casos, para la Confesión.
Apéndice C •
85
Apéndice C
Bendición de un monumento en honor
a los niños no nacidos que han
perdido la vida por el aborto
Nota: Este acto puede ser adaptado para incluir a los niños perdidos en un aborto espontáneo, por muerte
fetal y en la infancia, en caso de que se desee un enfoque más amplio.
Saludo
Cuando todos se han reunido, el sacerdote o el diácono los saluda con las siguientes palabras u otras
apropiadas:
(adaptado del Book of Blessings, no. 1423)
La gracia de Nuestro Señor Jesucristo,
dador de vida y conquistador de la muerte,
esté con todos ustedes.
R/. Y con tu espíritu.
Con las siguientes o similares palabras, el sacerdote o diácono prepara a los presentes para la
celebración:
Hermanos y hermanas en Cristo:
El Espíritu de Dios, en los orígenes del mundo,
se cernía sobre las aguas
y sacó belleza del caos.
Entonces Dios tomó el polvo de la tierra
y con su aliento puso vida en nuestro ser.
Sin embargo, desde el tiempo de Caín, en nuestra debilidad humana,
hemos pecado contra este hermoso don de la vida.
Que este monumento sea un memorial de todos los niños
que han muerto en el vientre de sus madres.
Que éste se torne un lugar para honrar su memoria y llorar su pérdida.
Que todos confiemos en la misericordia de Dios,
y que aquellos que han participado en un aborto
encuentren la sanación y la misericordia de Dios Todopoderoso.
Que estemos resueltos a animar y fortalecer
a aquellas que están embarazadas y necesitadas
y a aquellos que necesitan sanación.
Por la intercesión de María, Madre de Toda Vida,
que cada uno de nosotros llegue a respetar, defender y proteger la vida en todas sus
etapas.
86
• Apéndice C
Lectura de la Palabra de Dios
Se puede tomar una lectura apropiada del Leccionario para funerales de niños que han muerto antes del
Bautismo, como se encuentra en el Ritual de Exequias Cristianas, capítulo 15.
Homilía
Oración de los Fieles
El sacerdote o diácono introduce las oraciones de los fieles:
Cristo, el Señor, borró el pecado al morir en la Cruz
y destruyó la muerte al resucitar de la tumba.
Encomendemos, pues, estos niños a su cuidado
y pongamos nuestra fe en su misericordia.
Otra persona guía las oraciones de los fieles:
Por todos los niños que han muerto a causa del aborto,
y especialmente por los niños de [diócesis, ciudad].
Que descansen seguros
en los brazos amorosos del Señor:
roguemos al Señor:
R /. Señor, escucha nuestra oración.
Por los padres de estos niños,
que Dios mueva sus corazones al arrepentimiento
y que con valor puedan ser restaurados a su paz:
roguemos al Señor:
R /. Señor, escucha nuestra oración.
Por los médicos y todos los profesionales de la salud,
que, por medio de nuestro paciente y amoroso ejemplo,
puedan convertirse a un amor por la vida
y ejercer su profesión con verdadera dignidad:
roguemos al Señor:
R /. Señor, escucha nuestra oración.
Para que haya un creciente respeto por toda vida humana
y una clara proclamación del Evangelio de la Vida.
Que podamos defender la vida de los más pequeños y más débiles
siguiendo el ejemplo de Cristo Jesús:
roguemos al Señor:
R /. Señor, escucha nuestra oración.
Apéndice C •
87
Por todos los niños que no han nacido,
y especialmente por aquellos seguros en el vientre de su madre,
que podamos atesorarlos como el don más precioso de Dios:
roguemos al Señor:
R /. Señor, escucha nuestra oración.
El sacerdote o diácono concluye las oraciones de los fieles invitando a todos a rezar la Oración del
Señor:
Dios escucha nuestras oraciones,
y por eso tenemos la valentía de orar:
Padre Nuestro . . .
Oración de conclusión y bendición del monumento
(basado en el Ritual de Exequias Cristianas, no. 15)
Señor Dios,
siempre lleno de bondad y misericordia,
confiamos a tu amor a estos pequeños,
traídos a la vida por tan poco tiempo.
Envuélvelos en tu amor.
Oramos por todos los responsables de la muerte de estos niños.
Dales el don de un arrepentimiento verdadero,
y consuélalos con una medida llena de tu misericordia.
Bendice este monumento + ,
que pueda ser una señal para nosotros
de nuestra necesidad de tu gracia.
Padre Celestial,
transforma nuestro egoísmo y nuestro pecado
y haznos volvernos a tu amor.
Ayúdanos a abrazar el Evangelio de la Vida,
a repudiar el pecado, el egoísmo y la muerte,
y a vivir sólo como tus hijos.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
Bendición de los presentes
(adaptado del Book of Blessings, nos. 1753-1754)
Un sacerdote o diácono reza:
Que la paz de Dios,
que está más allá de toda comprensión,
guarde sus corazones y mentes
en el conocimiento y el amor de Dios
y de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
R /. Amén.
88
• Apéndice C
Luego bendice a todos los presentes.
Y que Dios todopoderoso los bendiga,
el Padre y el Hijo + y el Espíritu Santo.
R /. Amén.
El servicio puede concluirse con un salmo apropiado u otra canción.
Apéndice D • 89
Apéndice D
Hora Santa por la vida
Procesión
Después que todos se han reunido, un sacerdote o diácono, revestido con capa pluvial y velo humeral,
trae el Santísimo Sacramento al altar en una custodia para la adoración. Puede ir acompañado de acólitos
con velas. Se puede cantar un himno apropiado (por ejemplo, "O Salutaris Hostia"). Se coloca el
Santísimo Sacramento sobre el altar. El celebrante entonces se arrodilla ante el altar e inciensa el
Santísimo Sacramento. Se concluye el himno de apertura, seguido de un período de oración en silencio.
Oración de apertura
Oh Dios,
que adornas la creación con esplendor y belleza,
y moldeas las vidas humanas a tu imagen y semejanza,
despierta en cada corazón
reverencia por la obra de tus manos,
y renueva en tu pueblo
una disposición de nutrir y sustentar
tu precioso don de la vida.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
Dios, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Liturgia de la Palabra
Primera Lectura
Lectura del Libro del Génesis
1,24-31a
Dijo Dios:
“Produzca la tierra vivientes según sus especies,
animales del campo, reptiles y fieras.”
Y así fue.
Dios hizo las distintas clases de animales salvajes según su especie,
los animales del campo según sus especies,
y todos los reptiles de la tierra según sus especies.
Y vio Dios que todo esto era bueno.
Dijo Dios:
“Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza.
Que tenga autoridad sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo,
sobre los animales del campo, las fieras salvajes
y los reptiles que se arrastran por el suelo.”
Y creó Dios al hombre a su imagen.
90 • Apéndice D
A imagen de Dios lo creó. Varón y mujer los creó.
Dios los bendijo, diciéndoles:
“Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla.
Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo
y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.”
Dijo Dios:
“Hoy les entrego para que se alimenten toda clase de plantas con semillas
que hay sobre la tierra, y toda clase de árboles frutales.
A los animales salvajes, a las aves del cielo y a todos los seres vivientes que se mueven
sobre la tierra, les doy pasto verde para que coman.”
Y así fue.
Dios vio que todo cuanto había hecho era muy bueno.
Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial
Salmo 138,1b-3.13-14b.23-24
R/. Señor, no dejes que me pierda.
Tú me conoces, Señor, profundamente:
tú conoces cuándo me siento y me levanto,
desde lejos sabes mis pensamientos,
tú observas mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.
R/. Señor, no dejes que me pierda.
Tú formaste mis entrañas,
me tejiste en el seno materno.
Te doy gracias por tan grandes maravillas;
soy un prodigio y tus obras son prodigiosas.
R/. Señor, no dejes que me pierda.
Examíname, Dios mío, para conocer mi corazón,
ponme a prueba para conocer mis sentimientos,
y si mi camino se desvía,
no dejes que me pierda.
R/. Señor, no dejes que me pierda.
Aclamación al Evangelio
R/. Aleluya, aleluya.
Juan 6,51
Yo soy el pan vivo bajado del cielo;
si alguno come de este pan, vivirá para siempre.
R/. Aleluya, aleluya.
Apéndice D • 91
Evangelio
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo
18, 1-5.10.12-14
En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
“¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?”.
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo:
“Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños,
no entrarán en el Reino de los cielos.
Así pues, quien se haga pequeño como este niño,
ése es el más grande en el Reino de los cielos.
Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños,
pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo,
ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo.
¿Qué les parece?
Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una,
¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes,
y se va a buscar a la que se le perdió?
Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella,
que por las noventa y nueve que no se le perdieron.
De igual modo, el Padre celestial no quiere que se pierda
ni uno solo de estos pequeños”.
Palabra del Señor.
Todos: Gloria a Ti, Señor Jesús.
Homilía
Oración en silencio o rezo del Rosario
La oración del Señor
El celebrante entonces canta o dice:
Ahora ofrezcamos juntos la oración que Nuestro Señor Jesucristo nos enseñó:
Todos: Padre Nuestro . . .
Bendición
Al concluir la Oración del Señor, el celebrante se dirige al altar, hace una genuflexión, y luego se
arrodilla. Mientras se arrodilla, se canta el "Tantum Ergo" u otro canto eucarístico apropiado y el
celebrante inciensa el Santísimo Sacramento. Después de terminado el himno, se levanta y canta o dice:
Oremos.
Tras un breve período de silencio, el celebrante prosigue:
92 • Apéndice D
(Ritual de la sagrada Comunión y del culto a la Eucaristía fuera de la misa, no. 98)
Oh Dios,
que en este admirable sacramento
nos dejaste el memorial de tu Pasión,
te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios
de tu Cuerpo y de tu Sangre,
que experimentemos constantemente el fruto de tu redención
Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Todos: Amén.
Después de la oración, el celebrante se pone el velo humeral, hace una genuflexión, y toma la custodia.
(El pueblo debería estar de rodillas). Hace la Señal de la Cruz con la custodia sobre el pueblo, en
silencio.
El celebrante quita el velo humeral y se coloca nuevamente de rodillas frente al altar para guiar a la
asamblea en las Alabanzas de Desagravio al Santísimo Sacramento. Cada aclamación es repetida por
todos juntos.
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
Reserva
Después de las Alabanzas de Desagravio, el celebrante remueve el Santísimo Sacramento de la custodia
y lo devuelve al sagrario. A partir de entonces, se canta un himno (por ejemplo: "Santo Dios, alabamos
tu nombre"), y el celebrante y los acólitos se inclinan ante el altar y se retiran.
Agradecimientos • 93
Agradecimiento
El Secretariado de la USCCB para el Clero, la Vida Consagrada y las Vocaciones y el Secretariado de la
USCCB para las Actividades Pro-Vida desean expresar su gratitud a estas personas:

Padre James E. Connell, JCD, Arquidiócesis de Milwaukee, y Mons. Ronny E. Jenkins, STL, JCD,
Secretario General Asociado, USCCB, por la presentación del derecho canónico; al Padre. Robert Sears,
SJ, PhD, anteriormente miembro del Instituto de Estudios Pastorales, Universidad de Loyola, Chicago,
por sus ideas sobre el asesoramiento y la oración de sanación interior

Vicki Thorn, fundadora del Proyecto Raquel y directora de la Oficina Nacional de Reconciliación y
Sanación Postaborto (NOPARH, sigla en inglés), Milwaukee, Wisconsin, por el asesoramiento y los
aportes al manual

Vincent M. Rue, PhD, Instituto para Pérdida del Embarazo, Jacksonville, Florida, por su asesoramiento y
aportes al manual

todos los sacerdotes activos en el ministerio postaborto, por toda la sabiduría que han adquirido y
compartido

las mujeres y los hombres que han recorrido el camino de sanación y han enseñado a otros por medio de
sus experiencias
Las citas bíblicas se han tomado de La Biblia Latinoamérica © 1972 Ramón Ricciardi y Bernardo
Hurault. Las lecturas para los actos de oración son tomadas del Leccionario Mexicano, Conferencia
Episcopal Mexicana. Ed de 2007. Obra Nacional de la Buena Prensa. Se usan con permiso.
Las citas del Catecismo de la Iglesia Católica se han extraído de la versión en español del documento
publicada en la página web de la Santa Sede http://www.vatican.va/archive/ESL0022/_INDEX.HTM
Las citas del Código de Derecho Canónico se han extraído del documento en español Código de
Derecho Canónico. Promulgado por la Autoridad de Juan Pablo II, Papa. Dado en Roma, el día 25 de
enero
de
1983,
publicado
en
la
página
digital
de
la
Santa
Sede
http://www.vatican.va/archive/ESL0020/_INDEX.HTM
Extractos de la traducción al español de Comunión y culto eucarístico fuera de la misa © 1973, Coeditores
litúrgicos, en Enchiridion. Documentación litúrgica posconciliar, Editorial Regina, 2000.
Citas del Diario de Santa María Faustina Kowalska: La Divina Misericordia en mi alma. Se usan con el
permiso de los Padres Marianos de la Inmaculada Concepción, Stockbridge, MA 01263. Copyright © 1996.
La imagen de la portada de “La Divina Misericordia” de Robert Skemp es cortesía de los Padres Marianos de
la Inmaculada Concepción, Stockbridge, MA 01263. Todos los derechos reservados.
Notas • 95
Notas