Estudio de Tozz Control
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ISSN 0001-6640 P E D I ÁT R I C A ESPAÑOLA Eficacia y tolerabilidad de la levodropropizina en el tratamiento de la tos no productiva Á.M. Villar del Fresno Publicado en Acta Pediatr Esp. 2010; 68(9): XXXXXX PEDIÁTRICA Eficacia y tolerabilidad de la levodropropizina en el tratamiento de la tos no productiva Á.M. Villar del Fresno Edita: Artículo publicado en Acta Pediatr Esp. 2010; 68(9): XX ©2010 los autores ©2010 Ediciones Mayo, S.A. Aribau, 185-187 / 08021 Barcelona Paseo de la Habana, 46 / 28036 Madrid Director y Editor de Acta Pediátrica Española: J. Dalmau Serra Subdirector: J.M. Moreno Villares Director honorífico: Prof. I. Villa Elízaga Preimpresión: M4 Autoedición Asociados, S.L. Depósito legal: M-3870-1958 Impresión: Impreso en España – Printed in Spain Reservados todos los derechos. No se puede reproducir ninguna parte de esta publicación, ni almacenarla en un sistema recuperable, ni transmitirla por ningún medio electrónico, mecánico, fotocopiado, en discos, ni por cualquier otra forma, sin la previa autorización escrita de los propietarios del copyright. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. El empleo de los nombres registrados, marcas registradas, etc., en esta publicación, no significa –incluso en ausencia de una declaración explícita– que tales nombres están exentos de las leyes y reglamentos protectores pertinentes y que por tanto pueden emplearse libremente. Responsabilidad de productos: el editor no puede garantizar los datos sobre la posología y aplicaciones de los medicamentos indicados en esta publicación. En cada uno de los casos, el usuario tiene que comprobar su precisión consultando otra literatura farmacéutica. www.edicionesmayo.es Eficacia y tolerabilidad de la levodropropizina en el tratamiento de la tos no productiva Á.M. Villar del Fresno Real Academia Nacional de Farmacia. Farmacia 11. Departamento de Farmacología. Facultad de Farmacia. Universidad Complutense de Madrid Resumen Abstract Distintos estudios clínicos han evaluado la eficacia antitusígena y la tolerabilidad de la levodropropizina (enantiómero de la dropropizina) frente a los antitusivos más prescritos/comercializados: dextrometorfano, dihidrocodeína y cloperastina. Estos estudios se realizaron en pacientes aquejados de tos improductiva de distintas etiologías y utilizando, en todos los casos, el método doble ciego. Los resultados confirman que las propiedades antitusígenas de la levodropropizina son, al menos, equiparables a las de los fármacos de referencia y, en algún caso, superiores. En el apartado de la tolerabilidad, las pruebas clínicas demuestran que su mecanismo de acción periférico confiere a la levodropropizina una sustancial ventaja sobre el resto de fármacos. La incidencia de los efectos adversos es significativamente menor en los tratamientos con levodropropizina que en las terapias con los demás antitusivos, cuyo mecanismo actúa directamente sobre el sistema nervioso central. En síntesis, la levodropropizina ha demostrado tener una eficacia clínica igual o superior a la de sus competidores y una mejor tolerabilidad, lo que ha llevado a los expertos internacionales a recomendar su uso para el alivio sintomático de la tos. Title: Efficacy and tolerability of levodropropizine in the treatment of non productive cough Palabras clave: Levodropropizina, dihidrocodeína, dextrometorfano, morclofón, cloperastina, acción central, acción periférica, bronquitis, antitusivos Keywords: Levodropropizine, dihydrocodeine, dextromethorphan, morclofon, cloperastine, central action, peripheral action, bronchitis, antitussives Introducción gicas o del aparato respiratorio, e incluso con complicaciones cardiovasculares o gastrointestinales, no genera ningún beneficio para el paciente. A la tos no productiva hay que sumar, además, la tos de origen psicógeno y la que se presenta como efecto secundario de medicamentos, como los inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina o los antagonistas del calcio. Una vez cumplido su papel coadyuvante, la tos puede convertirse en una molestia más o menos incómoda (dificultad para concentrarse, vómitos, insomnio), en un obstáculo que retrase o comprometa seriamente la recuperación del paciente (tras una intervención quirúrgica o una fractura ósea) o en un problema en sí misma que genere otras complicaciones más graves (daños musculoesqueléticos, pulmonares, cardiovasculares o sobre el sistema nervioso central [SNC]). En un ataque de tos persistente, la velocidad de salida del aire de los pulmones llega a superar los 800 km/h. La simple acción mecánica necesaria para alcanzar esa cifra puede provocar daños epiteliales. A La tos es una de las causas más frecuentes de las consultas médicas. Es un síntoma asociado a un gran número de cuadros clínicos de distinta etiología, por lo que se cuenta entre las quejas más comunes de los pacientes. Al igual que el estornudo o el hipo, la tos es un reflejo innato que no requiere una intervención consciente. Como mecanismo de defensa, el reflejo tusivo puede considerarse una respuesta adecuada y beneficiosa del organismo, que intenta expulsar cuerpos extraños o deshacerse de una acumulación excesiva de mucosidad. Es el caso de la llamada tos productiva, o tos blanda, que suele acompañar a las bronquitis crónicas y que cumple su función como ayuda expectorante. Por el contrario, la tos improductiva o seca que cursa con distintas afecciones otorrinolaringolóCorrespondencia: Á.M. Villar del Fresno. Ábrego, 17, 2.º D. 28223 Pozuelo de Alarcón (Madrid) Various clinical trials have evaluated the antitussive efficacy and tolerability of levodropropizine (a dropropizine enantiomer) versus the most prescribed/marketed antitussive agents: dextromethorphan, dihydrocodeine and cloperastine. These studies were carried out with patients complaining of non-productive cough due to various aetiologies and using, in all cases, the double-blind method. The results confirm that the antitussive properties of levodropropizine are at least equivalent to those of the reference drugs and, in some cases, superior. As for tolerability, clinical trials have shown that its peripheral mechanism of action gives levodropropizine a substantial advantage over other drugs. The incidence of adverse reactions is significantly lower in treatments with levodropropizine than in treatments with the other antitussives, whose mechanism of action directly affects the central nervous system. In summary, levodropropizine has been shown to have the same or greater clinical efficacy than its competitors and better tolerability, leading international experts to recommend the use of levodropropizine for the symptomatic relief of coughing. su vez, el epitelio dañado hace que los receptores sean más sensibles a los agentes tusígenos, lo que completa el círculo vicioso, agravando la patología. La primera labor del facultativo ante un cuadro de tos será localizar su causa subyacente y tratarla de manera adecuada. Sin embargo, y con independencia de cuál sea su origen, un tratamiento sintomático paralelo para la tos seca es a menudo recomendable y, a veces, necesario. Factores neurofisiológicos que intervienen en el reflejo tusivo Independientemente de que se admita o no la existencia de un centro regulador de la tos en el tronco cerebral, algo que aún no ha podido establecerse de manera definitiva, sí parecen estar claras las vías aferentes involucradas en la transmisión del reflejo tusivo, así como, en menor medida, los diferentes receptores sensoriales que lo desencadenan1,2. Los nervios aferentes implicados son fundamentalmente el nervio vago y el laríngeo superior. Respecto a los receptores, la mayoría de los estudios existentes dan importancia a los siguientes: • Receptores de adaptación rápida (RAR), también llamados receptores irritantes. • Fibras C o receptores tipo C. Los RAR son fibras nerviosas mielinizadas de diámetro pequeño (tipo Aδ), que se encuentran en el interior del epitelio respiratorio (laringe, tráquea, carina y bronquios principales) y responden tanto a estímulos químicos como mecánicos, si bien los receptores laríngeos se han mostrado mucho menos sensibles a la estimulación química que los bronquiales. Las fibras C son receptores no mielinizados que se localizan tanto en las paredes bronquiales como en las alveolares, y su papel en el reflejo tusivo suscitó numerosas controversias en el pasado. Sin embargo, actualmente la relación de los receptores tipo C con la tos inducida mediante diferentes estímulos, aunque aún no se ha estudiado suficientemente, está fuera de toda duda. La estimulación tanto de los RAR como de los receptores tipo C provoca una respuesta nerviosa central. Los primeros parecen ser los sensores primarios que desencadenan la tos, mientras que a los segundos se les adjudica la función de mediadores en la inflamación neurogénica. Las fibras C, además, pueden intervenir en el reflejo de la tos de dos modos distintos y, curiosamente, complementarios. Por un lado, se sabe que la estimulación selectiva de estos receptores inhibe la tos inducida por capsaicina, tanto en animales3 como en seres humanos4. Sin embargo, por otro lado, la activación de las fibras C libera neuropéptidos, como la taquicinina, que a su vez estimulan los receptores irritantes (RAR), lo que provoca tos. Además, existen antagonistas de la taquicinina capaces de anular el efecto estimulante de ésta sobre los receptores RAR, inhibiendo el reflejo tusivo. Si se introducen todos estos factores en una sola ecuación, el resultado es un sistema de interacciones complejo pero de gran utilidad terapéutica: si estimulamos suficientemente los receptores tipo C y, a la vez, conseguimos contrarrestar el efecto de la taquicinina liberada por éstos para evitar la activación de los recep- tores irritantes, lograremos apagar el circuito de la tos con una simple acción periférica. Tratamientos convencionales Tradicionalmente, los fármacos más utilizados para combatir la tos han sido la codeína y, más recientemente, sus derivados sintéticos: dihidrocodeína (DHC) y dextrometorfano (DXM). Se trata de sustancias que actúan sobre el SNC elevando el umbral tusígeno. Las poderosas propiedades analgésicas y narcóticas de la codeína (su metabolismo hepático convierte en morfina entre el 5 y el 10% de la codeína ingerida) actúan sobre el centro bulbar inhibiendo el reflejo de la tos. Su probada eficacia la ha convertido en un patrón de referencia para medir la capacidad antitusiva de otras sustancias. No obstante, como ocurre con los demás alcaloides opiáceos, la codeína conlleva efectos secundarios adversos (riesgo de dependencia física, depresión respiratoria, somnolencia, inhibición de la actividad mucociliar, sequedad de boca, estreñimiento...), por lo que su uso ha ido decayendo para dejar paso a sus derivados sintéticos, sobre todo el DXM. El DXM posee propiedades antitusivas equiparables a las de la codeína y ha conseguido eliminar, o al menos mitigar, algunos de los efectos secundarios de ésta, como el riesgo de dependencia, la depresión respiratoria o el efecto narcótico. Estas circunstancias, junto con su disponibilidad sin prescripción médica, lo han convertido en el antitusivo de elección. Sin embargo, hay que señalar entre los efectos adversos de este fármaco5 ciertas alteraciones del SNC (somnolencia, confusión mental, vértigo, cefalea), así como molestias gastrointestinales (náuseas, vómitos, estreñimiento). Además, el DXM puede interaccionar con gran número de sustancias (tabla 1) y está contraindicado en casos de insuficiencia respiratoria, enfisema, asma, terapia concomitante con inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) y en pacientes menores de 6 años. Debe administrarse con precaución en los pacientes con insuficiencia hepática o dermatitis atópica, y su utilización requiere una supervisión médica en pacientes con bronquitis crónica o tos debida al tabaco. Por otra parte, y debido a su disponibilidad sin receta y a sus efectos alucinógenos en dosis superiores a las terapéuticas, el DXM es susceptible de utilizarse como droga de abuso. La DHC, también llamada dicodina o paracodeína, posee una potencia antitusiva comparable a la del DXM, y su lista de interacciones, contraindicaciones y efectos adversos es similar e igualmente extensa. Al contrario que el DXM, la DHC sólo se dispensa en España bajo prescripción médica. Frente a estos medicamentos tradicionales, basados en una acción sobre el SNC, la aparición en el horizonte terapéutico de una nueva molécula, la levodropropizina, estableció un punto de inflexión en los tratamientos antitusivos. Debido a su probada eficacia antitusígena, que puede equipararse a la del DXM, la DHC o la cloperastina; a su mecanismo de acción periférico, que parece que no interfiere con el SNC; a su no interacción con otros fármacos, que permite su administración con otras terapias concomitantes, y a su reducida lista de efectos secundarios y contraindicaciones, la levodropropizina ocupa un lugar privilegiado entre los fármacos que combaten la tos. TABLA 1 Sustancias que interaccionan con el dextrometorfano5 • – • – – • – • – • – – – – • – • – • – – – – – – • – – – • – Anorexígenos Sibutramina Antiarrítmicos Amiodarona Quinidina Antibióticos Linezolid Antineoplásicos Procarbazina Antiinflamatorios no esteroideos Inhibidores de la ciclooxigenasa8 Parecoxib Valdecoxib Colecoxib Antiparkinsonianos Seleginina Antipsicóticos Haloperidol Antidepresivos Inhibidores de la monoaminooxidasa Moclobemida Tanilcipromida Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina Fluoxetina Paroxetina Otros depresores del sistema nervioso central Alcohol Psicotrópicos Antihistamínicos Otras sustancias Zumo de pomelo y naranja amarga Levodropropizina Origen, fórmula química y mecanismo de acción Químicamente hablando, la levodropropizina es un derivado del fenilpiperazinopropano, de nomenclatura estándar S(-)-3-(4-fenilpiperazin-1-il)propano-1,2-diol y fórmula C13H20N2O2 (figura 1). Se trata de un enantiómero de otro antitusígeno, la dropropizina, y fue desarrollada en los laboratorios de Dompé Farmaceutici SpA (Italia), dentro de un programa de investigación encaminado precisamente a eliminar los efectos secundarios de la dropropizina. La principal innovación de este fármaco consiste en su acción periférica. Al contrario que los derivados opioides, la levodropropizina no eleva el umbral tusígeno mediante la actuación sobre el centro bulbar del SNC. En su lugar, la levodropropizina consigue el mismo resultado actuando sobre los receptores y los mediadores que intervienen en el desencadenamiento del reflejo tusivo, situados en el epitelio de las vías respiratorias. La probada eficacia antitusígena de levodropropizina, comparada con la de DXM, demuestra que no es necesario atravesar la barrera hematoencefálica para inhibir el reflejo de la tos: ya no hace falta molestar al órgano director del sistema nervioso para lograr algo de lo que pueden encargarse eficazmente subsiste- OH OH H N N Figura 1. Representación gráfica de la molécula de levodropropizina mas más específicos. De hecho, mientras que la levodropropizina se ha mostrado eficaz al ser administrada por vía oral o intravenosa, cuando se ha administrado mediante inyección intracerebroventricular ha perdido su eficacia, lo que constituye una prueba de su acción periférica6. Eficacia clínica de la levodropropizina Las propiedades antitusígenas de la levodropropizina han quedado patentes en numerosos ensayos clínicos realizados tanto en individuos sanos como en pacientes con tos asociada a distintas patologías. Uno de ellos7 sometió a un total de 209 pacientes de ambos sexos, que presentaban tos no productiva, a tratamientos paralelos de 5 días con levodropropizina (n= 110) y dextrometorfano (n= 99). El estudio se realizó con la técnica de doble ciego y con método de asignación aleatoria. La edad media de los participantes era de 55 años (rango: 18-82), y los criterios de exclusión fueron bastante estrictos, para aumentar la fiabilidad de los datos. La dosis administrada fue de 60 mg tres veces al día para levodropropizina y de 15 mg tres veces al día en el caso de DXM. Tras 2 días de tratamiento, la media de accesos de tos por hora (el número de accesos fue medido por el paciente a lo largo de un periodo de 6 h) había pasado de 12,7 a 9 con levodropropizina (–29,1%) y de 12,9 a 9,8 (–24%) con DXM (figura 2). Al final del tratamiento, la reducción media fue del 65,4% (rango: 12,7-4,4) con levodropropizina y del 63,6% (rango: 12,9-4,7) con DXM. Ambos fármacos demostraron su eficacia antitusígena, consiguiendo una disminución tanto en la frecuencia como en la intensidad de la tos, sin diferencias relevantes entre ambos. Otro estudio comparativo interesante8 se llevó a cabo en pacientes con cáncer de pulmón primario o metastatizado, una enfermedad en la que la tos no productiva es un síntoma frecuente. Este ensayo clínico seleccionó aleatoriamente a 140 pacientes de ambos sexos y mayores de edad para recibir un tratamiento de 7 días con levodropropizina (75 mg tres veces al día) o dihidrocodeína (10 mg tres veces al día). El estudio se realizó en diferentes centros, con grupos paralelos y mediante el método doble ciego. Para medir la eficacia se estableció 12 3,5 10 Puntuación Número de accesos de tos por hora 4 14 8 6 3 2,5 4 2 0 2 Día 0 Día 2 Levodropropizina Día 5 Dextrometorfano Día 0 Día 1 Levodropropizina Día 3 Día 7 Dihidrocodeína Figura 2. Evolución del número de accesos de tos por hora (valores medios; p <0,01) Figura 3. Gravedad de la tos según el criterio del investigador (valores medios; p <0,05) una escala de 1 a 5 respecto a la gravedad de la tos, y se registraron los episodios de tos, tanto por parte del paciente (medición durante 5 h consecutivas tras la dosis) como del investigador (observando a cada enfermo durante 15 min). Los resultados obtenidos indican que ambos fármacos produjeron una reducción significativa (p <0,05) de los accesos de tos, tanto en número como en intensidad, que tendió a incrementarse con el avance del tratamiento (figura 3). En función de los diferentes criterios de paciente o investigador, la tos desapareció en 5 (11%) o 3 (7%) de los enfermos que tomaron levodropropizina, y mejoró en 30 (67%) o 33 (73%) de ellos. Con la DHC, en 5 (12%) o 3 (7%) pacientes la tos desapareció, y en 31 (76%) o 34 (83%) casos se obtuvo una mejoría, en opinión del paciente y el investigador, respectivamente. La eficacia antitusígena de la levodropropizina se ha probado en otros ensayos, como el realizado en pacientes con bronquitis9, en el que se comparó con el método doble ciego el efecto de la levodropropizina frente a otras tres preparaciones: dos antitusivos (morclofón y cloperastina) y un placebo. Los resultados indicaron que la levodropropizina resultó eficaz en el 56% de los casos, poco eficaz en el 24% y nada eficaz en el 20%, cifras comparables a las obtenidas con cloperastina (57, 13 y 30%, respectivamente) y muy superiores a las del morclofón (28, 7 y 65%, respectivamente). En resumen, puede decirse que la eficacia clínica de la levodropropizina y, por tanto, de la marca comercial TAUTOSS®, ha quedado probada frente a los antitusivos de referencia, a los que iguala al menos en potencia terapéutica y frente a los que, como se verá a continuación, presenta ventajas añadidas. con otras terapias concomitantes: antidepresivos (IMAO, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y depresores del SNC en general), determinados antiarrítmicos (quinidina, amiodarona) o antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Aunque se desconocen las interacciones de la levodropropizina con otros fármacos, se recomienda administrar con precaución si el paciente está tomando sedantes. Por otra parte, la dosis de este medicamento deberá ser ajustada por el facultativo en caso de insuficiencia renal. En cuanto a los efectos secundarios, los estudios clínicos a los que se hacía referencia en el apartado anterior tuvieron oportunidad de medir la tolerabilidad de la levodropropizina y obtuvieron resultados muy positivos. En el estudio comparativo con el DXM7, el efecto secundario más frecuente, casi el único, fue la somnolencia: de los 16 casos de efectos adversos detectados, 15 se asociaban a somnolencia. A raíz de esos efectos, 2 pacientes tuvieron que abandonar el tratamiento, ambos pertenecientes al grupo tratado con DXM. La incidencia, además, no se repartió de manera homogénea: en el grupo de levodropropizina se detectaron 4 casos (3,6%), frente a 12 (12,1%) en el grupo de DXM. Como se puede observar, la cifra absoluta de pacientes con efectos secundarios debidos al DXM triplica la de levodropropizina, y casi la cuadruplica en términos de porcentaje. Además, y atendiendo sólo al efecto más repetido del estudio, la somnolencia, se desprende otro resultado interesante: la incidencia máxima de la somnolencia entre los pacientes que tomaron levodropropizina fue del 4,6% durante los días 2 y 3 de tratamiento, mientras que alcanzó el 10,4% en el cuarto día en los pacientes a quienes se administró DXM (figura 4). En cuanto al estudio comparativo con la dihidrocodeína8, la incidencia total de los casos de somnolencia fue de 5 sobre 66 (7,6%) en los pacientes a quienes se administró levodropropizina y de 15 sobre 69 (21,7%) en el grupo que tomó DHC (figura 5). En el ensayo realizado en pacientes con bronquitis9, la tolerabilidad de la levodropropizina fue definida por los investigadores como excelente para el 79% de los pacientes, buena para el 20% y mala para el 1%. La incidencia total de los efectos secundarios fue de un 3% en el tratamiento con levodropropizina, un 2,5% en el caso del pla- Tolerabilidad y posibles interacciones Las ventajas de la levodropropizina no se limitan a sus probadas propiedades terapéuticas. Como ya se ha señalado, el mecanismo de acción de levodropropizina es periférico, por lo que, a diferencia de sus competidores, no interacciona con otros fármacos que centran su acción sobre el SNC. Esto representa un avance importante en los casos en que el tratamiento antitusivo deba administrarse 12 10 10 8 8 (%) (%) 12 6 4 4 2 2 0 Día 1 Día 2 Día 3 Levodropropizina Día 4 Día 5 Dextrometorfano Figura 4. Incidencia de la somnolencia (datos expresados en porcentaje; p <0,05) 25 20 (%) 6 15 10 5 0 Levodropropizina Dihidrocodeína Figura 5. Incidencia de la somnolencia (datos expresados en porcentaje; p <0,05) cebo, un 10% con morclofón y un 11% con cloperastina (figura 6), cifras que indican una buena tolerabilidad al tratamiento con levodropropizina. Conclusiones La levodropropizina ha demostrado ser, al menos, igual de eficaz contra la tos que los tratamientos tradicionales de referencia. Asimismo, existen evidencias clínicas de que la incidencia de los efectos secundarios es menor con la administración de levodropropizina que con otros antitusivos. Además, por su acción periférica, no interacciona con otros fármacos, lo que permite su administración con otras terapias concomitantes. Por otra parte, su excelente tolerabilidad la convierte en apta para niños, adultos y ancianos. Recientemente, la levodropropizina se ha visto respaldada por la opinión de expertos internacionales en la materia. En 2006, el American College of Chest Physicians norteamericano publicó sus recomendaciones clínicas basadas en pruebas para el diagnóstico y el tratamiento de la tos10. Dichas recomendaciones fueron recogidas posteriormente en la National Guideline Clearinghouse, la base de datos oficial (www.guideline.gov, actualizada semanalmente por 0 Levodropropizina Cloperastina Dextrometorfano Placebo Figura 6. Incidencia de los efectos adversos (datos expresados en porcentaje; p <0,05) el Department of Health and Human Services, a través de la agencia correspondiente), que constituye el manual de referencia básico para la práctica médica en Estados Unidos. Esta guía establece las directrices que seguir, basadas en la experiencia clínica, para diagnosticar y tratar convenientemente la tos de cualquier etiología. Más concretamente, en el apartado dedicado a la terapia farmacológica contra la tos, se aconseja textualmente: «En pacientes con bronquitis aguda o crónica, se recomienda el tratamiento con antitusígenos de acción periférica, como levodropropizina y moguisteína, para el alivio sintomático de la tos a corto plazo». El hecho de que una de las máximas autoridades mundiales en neumología considere la levodropropizina como el fármaco de elección para paliar la tos en los casos de bronquitis despeja cualquier duda sobre su eficacia. Bibliografía 1. Karlsson JA, Sant’ Ambrogio G, Widdicombe JG. Afferent neural pathways in cough and reflex brochoconstriction. J Appl Physiol. 1988; 65: 1.0071.023. 2. Widdicombe JG. Neurophysiology of the cough reflex. Eur Respir J. 1995; 8: 1.193-1.202. 3. Tatar M, Webber SE, Widdicombre JG. Lung C-fibre receptor activation and defensive reflexes in anaesthetized cats. J Physiol. 1988; 402: 411-420. 4. Stone RA, Wordsell YM, Fuller RW, Barnes PJ. Effects of 5-hydroxytryptamine and 5-hydroxytryptophan infusion on the human cough reflex. J Appl Physiol. 1993; 74: 396-401. 5. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Ficha técnica de levodropropizina 15 mg/5 mL jarabe. Fecha de revisión: junio de 2008. 6. Lavezzo A, Melillo G, Clavenna G, Omini C. Peripheral site of action of levodropropizine in experimentally-induced cough: role of sensory neuropeptides. Pulm Pharmacol. 1992; 5: 143-147. 7. Catena E, Daffonchio L. Efficacy and tolerability of levodropropizine in adult patients with non-productive cough. Comparison with dextromethorphan. Pulm Pharmacol Ther. 1997; 10: 89-96. 8. Luporini G, Barni S, Marchi E, Daffonchio L. Efficacy and safety of levodropropizine and dihydrocodeine on nonproductive cough in primary and metastatic lung cancer. Eur Respir J. 1998; 12: 97-101. 9. Allegra L, Bossi R. Clinical trials with the new antitusive levodropropizine in adult bronchitic patients. 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