Hermano sol, hermana luna. Es la tesina final
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Hermano sol, hermana luna. Es la tesina final
Hermano sol, hermana luna. Es la tesina final de formación en la escuela Sâdhana, realizada por Txefo Castell Sanz. Este trabajo, terminó de salir por la impresora de mi mesa de estudio el 28 – 02 – 2007. Trabajo que no tiene Copyright, así que se autoriza la reproducción total o parcial del mismo, siempre que se haga desde el respeto a su autor y sobre todo a su contenido. Se aceptan todo tipo de consultas y comentarios en: [email protected] OM MANI PADME HUNG Este trabajo está dedicado íntegramente a Avalokitesvara, Budha de la compasión. Y a mis padres Rafael Castell Elizagaray y Victoria Sanz Gayarre, sin los cuales nada de todo esto hubiera sido posible. Así, allá donde estén, a ellos mi más sincero agradecimiento. Sarva Mangalam. Qué todo sea auspicioso. Índice ¾ Poemas de la película “hermano sol hermana luna”. ¾ Presentación. ¾ Primera parte, voy a hacer yoga. ¾ Segunda parte, el profesor de yoga. ¾ Tercera parte, reconocernos en lo físico. ¾ Cuarta parte, reconocernos en lo energético. ¾ Quinta parte, reconocernos en lo emocional. ¾ Sexta parte, reconocernos en lo mental. ¾ Séptima parte, reconocernos en lo espiritual. ¾ Séptima parte bis, Satchitananda. ¾ Octava parte, conclusiones finales. ¾ Anexo. Caminando con el sol y la luna. ¾ Agradecimientos. ¾ Bibliografía. Hermano sol y hermana luna no puedo verlos no oigo su canción preocupado me pierdo en mi sufrir. Hermano viento y hermana brisa abran mis ojos a la visión sutil para encontrar la gloria que hay en mí. Soy obra del señor, fruto de su amor. Siento su luz aquí en mi corazón Hermano sol y hermana luna ya puedo verlos y oigo su canción con tanto amor por todo lo que halle. Si quieres que se cumplan tus sueños, trabaja en ellos lento pero seguro. El trabajo sincero crece con pureza. Si quieres vivir en libertad, tómate tu tiempo avanza lentamente. Haz unas pocas cosas pero hazlas bien. Las alegrías más sencillas son celestiales. Día a día, piedra a piedra, construye lentamente tu secreto. Sabrás que el cielo es la gloria. Si quieres que se cumplan tus sueños, trabaja en ellos lento pero seguro. Comienza con lo pequeño para un gran final. El trabajo sincero crece con pureza. Si quieres vivir en libertad, tomate tu tiempo avanza lentamente. Extraído de la película Hermano sol hermana luna. Presentación. rPresentación. ¿Tesina? ¡¡ Huuuffff!!, es lo primero que pensé, cuando me dijeron que al terminar la formación había que realizar un trabajo de este calibre. ¡¡ Huuufff!! Me enteré en el segundo o tercer seminario. Y para un mal estudiante como yo he sido, tengo el graduado escolar por los pelos. El enterarme de que había que hacer este trabajo, me cayó como una losa. Se me dijo que estuviera tranquilo y lo dejara para el final, pero el peso de una losa es difícil de ignorar. Como es lógico, los temas comienzan a revolotear por mi cabeza. Pero procuro seguir el consejo y tomarlo con tranquilidad. A lo largo de este primer curso, me voy soltando con los diarios de abordo, y veo la necesidad de adquirir un ordenador. Que evidentemente es con el que trabajo ahora. Aprovecho aquí también para decir, que es mi primer ordenador y mis conocimientos del mismo dejan mucho que desear. Así que no voy a devanarme los sesos, pediré ayuda para hacer una portada chula y lo demás será un sencillo trabajo con Word. Hay que reconocer también, que como el Yoga es un tema que realmente me gusta, y me interesa profundizar en él. Es agradable leer los textos que se nos dan en la escuela, y los libros que voy adquiriendo, también los leo con gusto y facilidad. Aunque no tengo una memoria de elefante y todo debe quedar en el subconsciente, más que en la mente consciente. Pero bueno algo seguro que va dejando poso. Además en el mundo del Yoga, vale más la práctica que la teoría. Y más vale, porque después de cuatro años estoy un poco saturado de tanta información. Para alguien sencillo, como soy, esto se empezaba a complicar. Pues es un mundo muy amplio el que se abarca, Yoga Sutras, Bhagavad Gîtâ, Âsana, Prânâyâma, etc. Decido parar un poquito, porque como dice un buen amigo, “en las pequeñas cosas están los grandes cambios”. Después de un merecido descanso, me fijo en que la idea que más ha rondado por mi cabecita para una posible “tesina uufff”, es la de los siete cuerpos o envolturas del Ser. En un principio elijo este tema porque me parece sencillo. Je.je.je. que iluso. En cuanto comienzo a indagar un poco lo primero que observo es que mientras en unos textos de yoga se citan cinco Kosha o revestimientos. ¾ ¾ ¾ ¾ ¾ Annamaya kosha, cuerpo grosero, físico, material. Pranamaya kosha, el vehículo del prâna, de la vitalidad. Manomaya kosha, constituido, formado por la mente. Vijnanamaya kosha, el cuerpo causal, sede del intelecto. Anandamaya kosha, sede del atma del espíritu. Algo destacable es, que todos los koshas terminan con el adjetivo maya, ilusión. Según la filosofía Vedânta, solo aquello que es inmutable y eterno merece el nombre de realidad. Todo aquello que esta sujeto a cambio por decaimiento y diferenciación, y que por lo tanto tiene principio y fin, es considerado como maya ilusorio. Y ciertamente es muy posible que así sea, y que estemos viviendo una especie de “realidad virtual” como en Matrix. Y que la realidad verdadera, sea otra muy diferente. -1- Presentación. Otros autores como Artur E. Powell, Annie Besant, etc. Que son estudiantes de teosofía. Estos, sí que se van a las siete envolturas, pero he encontrado hasta tres clasificaciones diferentes (habrá más), y también les llaman “planos de la naturaleza” o “principios”, y estos son: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Cuerpo físico Cuerpo de prâna Kâma Astral Manas inferior Manas superior Buddhi Âtmâ Cuerpo físico Doble Etéreo Prâna Kâma Astral Manas Buddhi Âtmâ Physical Astral Mental Buddhic Nirvânic Paranirvânic Mahaparanirvânic Como se puede comprobar esto se vuelve a complicar, y no es precisamente lo que quiero. Así, después de darle vueltas y revueltas, tantear otros temas. Y ver, que me venían grandes. Al final decido hacer un esquema, y sobre este esquema desarrollar el trabajo. Los temas son: ¾ ¾ ¾ ¾ ¾ ¾ ¾ Voy a hacer yoga. El profesor de yoga. Reconocernos en lo físico. Reconocernos en lo energético. Trascender lo emocional. Fluir en lo mental. Vivir en lo espiritual. Finalmente quedarán los cinco últimos capítulos como “Reconocernos en…”, el séptimo divido en dos partes, un octavo de conclusiones finales y un anexo, “caminando con el sol y la luna” de despedida. Como se puede comprobar, son temas de los cuales se podrían escribir libros. De hecho, a día de hoy existen infinidad de libros sobre estos temas. Pero mi intención es hablar partiendo de la experiencia, que he podido adquirir desde que comencé con el Yoga. Procurando hablar solo de temas que halla vivido o al menos que sea capaz de razonarlos. No descarto el hacer alguna consulta, para corroborar datos y hacer un trabajo documentado, pero evitando en lo posible copiar de los libros. Además, creo que puede ser una bonita forma, de reafirmar lo que he aprendido en este tiempo. Y de darle cierta creatividad a esta tesina, final de mi formación. El orden del esquema, salvo los dos primeros capítulos, es el que más o menos se nos ofrece en occidente, cuando nos dedicamos a la práctica del Yoga. No tengo muy claro, porqué se me ocurrieron los dos primeros capítulos. “Voy a hacer yoga”, y “el profesor de yoga”, pero lo cierto es que me apetece dar una pequeña opinión, con humildad y abierto a toda clase de críticas o comentarios. Los otros cinco, es evidente que al comenzar en yoga con lo primero que nos encontramos es con nuestro cuerpo físico, enseguida conectamos con lo energético y topamos con nuestras emociones. Cuando adquirimos cierto equilibrio y ecuanimidad, lo mental se va calmando y nos fundimos en el espíritu. Y más allá… A la hora de escribir los capítulos principales, he procurado comenzarlos con la parte de la respiración que más influye en la envoltura correspondiente, y terminarlos con una práctica y meditación sobre la misma envoltura. -2- Presentación. Como dice Francisco de Asís, en la película “Hermano Sol Hermana Luna”. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del espíritu es espíritu. Menciono esto porque esta película, aunque es antigua, la vi poco antes de comenzar la tesina. Y enseguida decidí que seria el título perfecto para este trabajo. Porque Hata yoga, asimismo se traduce como “Sol y luna, unión” y porque en yoga también intentamos equilibrar nuestro lado solar con el lunar, es decir los nâdîs ida y pingala. Y también porque me gustó mucho la película, y además del título e adoptado dos canciones, que adjuntaré en las primeras páginas de esta tesina, como poemas. Entiendo que para alguien que no este lo suficientemente asentado en la práctica del yoga, aquí se puede encontrar con conceptos extraños y que no entienda. El que escribe, gustosamente aclarará cualquier duda. Aunque describo algunos trabajos, no es aconsejable cogerlos de aquí como guía, ya que omito muchos detalles por no limitarme a copiarlos de los libros y dossier. También porque a la hora de practicar, aunque en este momento existe mucha documentación, en videos y libros, la guía de alguien que haya experimentado un pasito más en el camino, siempre será de gran ayuda, dándonos ejemplo con su presencia y su perseverancia. Como en la escuela de Sâdhana, se nos pide el estudio de los Yoga Sutras de Patañjali y del Bhagavad Gîtâ, me he apoyado en ellos cuando así me ha parecido oportuno. Por supuesto existen muchos más aforismos del Yoga Sutra y versos del Gîtâ, que tienen relación con las envolturas del Ser y con el Ser mismo, pero no he querido abusar de estos textos sagrados. El Yoga Sutra de Patañjali, es más erudito, y se hace imprescindible la interpretación de un maestro que halla integrado plenamente sus enseñanzas. El Bhagavad Gîtâ, por el contrario, está escrito de una forma asequible para que pueda acceder a el todo el mundo, tiene una enseñanza central de que se puede alcanzar el estado de yoga desde la vida social con el trabajo y la familia, sin la necesidad de recluirse en un monasterio, ni de tomar una forma de vida ascética. También nos enseña que los obstáculos para alcanzar esta unión que representa el estado de yoga no están fuera de nosotros si no dentro de nosotros. Debo de reconocer que a pesar de haber disfrutado realizando este trabajo, he tenido un orden de dificultad que podría expresarlo como sigue. El capítulo que más me ha costado ver claro, desarrollarlo y he necesitado alguna ayuda, a parte de consultar libros e Internet, es el emocional. Posteriormente sería el mental, otro capítulo que me ha costado un poquito. El capítulo espiritual también tuvo tela por la implicación en lo personal, ya que, como en él digo, la espiritualidad es algo que cada cual vive a su manera. El resto surgieron casi solos confirmando algún dato y otros ampliándolos un poquito, se componen prácticamente de lo que más claro voy teniendo en mi cabeza. El resto tendrá que quedar claro en mi corazón. Cuando comencé la formación en Sâdhana, mi única intención era la de profundizar un poco en el tema del yoga, porque después de diez años practicando esta disciplina y la meditación, no de una forma intensiva sino con el tiempo de que disponemos en occidente, pero aun así me pareció un tema interesante para estudiar. Pero, cosas de la vida, a final del segundo curso ya estaba dando clases de yoga. Éstas, al acabar cuarto curso y comenzar este trabajo, las tuve que dejar, no porque no me gustara, sino porque no lo podía compaginar bien con el trabajo a turnos en la fábrica, y en ese momento no me atreví a dejar este empleo. Ahora confío en que un buen día la Energía me ponga de nuevo en este camino, y pueda decidirme a dejar esta fuente de ingresos, y sobre todo reconocerme como un canal de esta Energía. Un canal a través -3- Presentación. del cual se pueda ayudar a otras personas, para ir de la periferia hacia su centro, y un canal de conocimiento ya que en realidad no creo que nos podamos considerar como portadores de nada, pero si transmisores de todo. Este trabajo refleja lo que he podido dar de mí hasta el día de hoy, con toda seguridad, dentro de unos años con la experiencia que da la propia vida y la dedicación en el intento de profundizar en el Sí mismo, saldría algo muy diferente. Pero bueno, es ahora cuando ha tocado desarrollarlo. Cuando estaba terminando, al ordenar un poco mi pequeña biblioteca, me aparece un cuaderno de notas que tome mientras realizaba el camino de Santiago, en septiembre del 2005. Se me ocurre redactar un anexo con las vivencias durante la peregrinación y añadirlo al final. Finalmente solo espero que quien lea este trabajo, lo disfrute. Y que sepa que estoy abierto a todo tipo de críticas. El hombre cree ser el que hace. Pero esto es un error. Es el poder supremo el que hace todo, y el ser humano es tan sólo una herramienta. Si acepta esta posición, está libre de problemas. Sri Ramana Maharashi. -4- Voy a hacer Yoga “Libera tu cuerpo de sus impurezas, permite que tus palabras sean verdaderas y dulces, siente amistad por el mundo, y con humildad busca el bienestar y el conocimiento.” T. Krishnamacharya. Primera parte: Voy a hacer Yoga. Son muchos, los motivos que nos pueden acercar al mundo del Yoga. Pero hay un denominador común, todo el que mantiene la práctica experimenta una transformación interior. Esta práctica por lo general es positiva pero, como todo camino transformador, tiene sus altibajos; momentos de euforia y otros de abatimiento, no obstante detrás de una capa oscura siempre hay otra que brilla y nos anima a continuar. En mi caso personal, comencé porque me lo aconsejó un familiar, al que estoy muy agradecido. Pero lo que hizo que continuara la práctica, no fue el verle a mi profe como se doblaba, ni que aguantaba una hora sentado con las piernas cruzadas, no. Lo que realmente me llamó la atención fue su aspecto jovial y alegre, con un gran amor y una enorme sonrisa, para todos los que nos acercábamos. Y también una positiva actitud fuera de clase. Estas cualidades son las que me atrajeron y tras algunas dudas iniciales, comencé a asistir a clases con asiduidad. Es evidente que en un principio, con asistir fielmente a las clases ya hacemos bastante. Pero enseguida comienza una demanda de algo más, y poco a poco se va buscando un hueco en el horario y un rinconcito en la casa, para ir personalizando la práctica. Cuando esto sucede es como si no hubiera vuelta atrás, otra vez vuelven los altibajos, temporadas de mas práctica otras más perezosas. Es parte de la vida y su oleaje. Cuando van pasando los años, es muy fácil que nos asalten nuevas dudas. Si esto sucede, es muy aconsejable consultarlas y hablarlas. Pues las dudas, y más en el camino interior, si se quedan dentro y sin solucionar, a lo único que nos pueden llevar es a dejar de practicar. Es también con el paso del tiempo, que un buen día parece que no sucede nada, no evoluciono. Pero si te paras y hechas una mirada a tu alrededor, entonces te dices “algo, algo si que está cambiando”. Con la parte física te encuentras bien, no solo por las Âsanas, si no también por llevar una vida más sana y equilibrada. En lo emocional también te vas descubriendo, aunque aquí más por medio de trabajos de crecimiento personal. En lo mental te das cuenta que vivimos una locura, que debemos intentar ralentizar. Y en lo espiritual, es algo más personal, porque el Yoga no es una religión en sí. Por lo tanto se puede comenzar siendo cristiano, musulmán o ateo. Pero si se practica en serio en seguida se ve que se puede ir más allá. Como dice el mantra “Gate gate, paragate, parasamgate, bodhi swaaha.” “Más allá, más allá del más allá, más allá de la orilla más lejana. Iluminación, hago esta ofrenda”. Y se ve que hay cabida para todos los credos. -5- Voy a hacer Yoga Hay veces que al comenzar con el Yoga, no sabemos donde nos metemos, o tenemos una idea confusa. Es bueno acudir sin conceptos y sin ideas preconcebidas, ya que éstas suelen llevarnos a confusión. Informarnos poco a poco, consultando con el profe. Y darnos cuenta, de que aunque se den ciertas pautas, también es un camino de indagación interior. Personalmente, el día que llego a mis manos el Yoga sutra 1.2 de Patanjali, me quedé sorprendido. “Yogas-citta-vrttih-nirodhah, yoga es el cese de las fluctuaciones de la mente”. Así de sencillo y de profundo, y. ¿Cómo se consigue esto? Manteniendo nuestra atención, fija en un punto. Más sencillo todavía. Pero cuando lo intentas por primera vez, surge el ego, los conflictos, las identificaciones, el pasado, el futuro. Sucede de todo, menos el cese de las fluctuaciones de la mente. Aquí, hay que hacer como nos aconseja Jack Kornfield, en su libro “Un camino con corazón”, tratar a la mente como un cachorro al que queremos educar. Una y otra vez insistir, con paciencia y amor, dándonos cuenta de que siempre hay una nueva respiración, un nuevo instante para volver a traer la consciencia al aquí y ahora, no identificarnos con nada de lo que suceda, practicando la ecuanimidad; ni deseo ni rechazo. Esta conciencia en el “aquí y ahora”, que maestros de tantas y tan diferentes tradiciones han aconsejado, esta presencia consciencia es lo que provocara el “estado de yoga” y por tanto el cese de las fluctuaciones de la mente. Pero no nos olvidemos de que estamos comenzando y de que los comienzos siempre o casi siempre, son duros. Y más aun si entran de por medio la mente, el ego, las emociones, las sensaciones, etc. Al principio no sabemos discernir, y ver cuál es cuál, o quién es quién. Aquí se hace imprescindible la ayuda de alguien que haya dado algún paso más en el camino, y nos oriente en estos primeros escollos. De todas formas, lo importante no es la meta. Porque en esta sociedad tan acelerada que vivimos últimamente, nos apuntamos a yoga u a otras actividades, buscando la panacea, la formula mágica que nos dé la solución, ya. Y esto no se si existirá, pero desde luego, no en el yoga. En el yoga más bien hay que aprender a disfrutar de cada paso, de cada respiración. Y dar tiempo a las capas de nuestro ser, que se vayan puliendo poco a poco. Si buscamos esa formula mágica, enseguida veremos que no existe, y si persistimos en este deseo sólo se dará tumbos. Otra cosa, de la que nos habla Jack Kornfield, es lo que el viene a llamar “El único asiento”. Ya que como vamos viendo, se trata de un camino, posiblemente para toda la vida. Es bueno escoger una práctica y trabajarla con firmeza. Esta imagen, de tomar “el único asiento” tiene dos lecturas. Exteriormente, significa seleccionar una práctica y un maestro entre todas las posibilidades, interiormente, significa tener la determinación de seguir con dicha práctica, surjan las dudas y dificultades que sean, hasta alcanzar una verdadera claridad y comprensión. Todo esto, con el paso del tiempo, también nos tiene que llevar a darnos cuenta de que, el verdadero yoga comienza cuando nos levantamos del cojín, o cuando salimos de la sala de trabajo. Esta actitud yóguica se refleja muy bien en la historia que cuenta S.N. Goenka sobre la botella de aceite, que dice así: -6- Voy a hacer Yoga Llenando la botella de aceite. Una madre mandó a su hijo con una botella vacía y un billete de diez rúpias a comprar aceite a la tienda de al lado. El niño fue y llenó la botella, pero al volver se cayó y se le fue al suelo. Antes de que pudiera recogerla se derramó la mitad del aceite. Al ver la botella medio vacía, volvió a su madre llorando: “¡He perdido la mitad del aceite! ¡He perdido la mitad del aceite!”. Se sentía muy desgraciado. La madre envió a otro hijo con otra botella y otro billete de diez rúpias. También lleno la botella y también se fue al suelo al caerse cuando volvía. De nuevo se derramó la mitad del aceite. Recogió lo botella y volvió a su madre muy contento. “¡Mira, he salvado la mitad del aceite! Se me cayó la botella y podía haberse roto. El aceite empezó a derramarse, se podía haber salido todo. ¡Pero salvé la mitad del aceite!” Ambos volvieron a su casa en la misma situación, con una botella que estaba mitad llena y mitad vacía. Uno lloraba por la mitad vacía, el otro estaba tan contento por la mitad llena. La madre envió a un tercer hijo con otra botella y otro billete de diez rúpias. Y como los cuentos son los cuentos, este tercer hijo también se cayó cuando volvía y tiró la botella. La mitad del aceite se derramó. Recogió la botella, e igual que el segundo hijo, volvió a su casa muy contento: “¡Madre he salvado la mitad del aceite!” Pero este chico era un chico Vipassana, lleno no solo de optimismo, sino también de realismo. El comprendía: “bien, se ha salvado la mitad del aceite, pero también se ha perdido la mitad.” Y por eso le dijo a su madre: “Ahora iré al mercado, trabajaré duro el resto del día, ganaré cinco rúpias y llenaré la botella. A la tarde la habré llenado.” Esto es Vipassana. Nada de pesimismo, sino optimismo, realismo y activismo. Goenkagi, cuenta esta historia para explicar la actitud de un meditador de Vipassana. Y la he añadido aquí, porque pienso que la forma de actuar de un yogui, ante las vicisitudes de la vida. Debe ser la misma, y hay que ser optimista, sabiendo ver en los obstáculos de la vida las oportunidades que estos nos brindan para nuestro propio beneficio. Hay que ser realista, viendo a los problemas tal como son. Y sobre todo, sabiendo que; desde una energía y mente equilibradas siempre actuaremos correctamente. Y si no pues a aprender de nuestros errores toca, que para eso están. Así mismo mantenerse en una actitud activista, ya sabes “Piensa globalmente, actúa localmente.” Para llegar a esta actitud de optimismo, realismo y activismo se debe de tener un buen equilibrio entre las tres esferas principales del ser humano. La vital para actuar, la emocional para ser optimista, y la mental para ver la realidad tal como es. He comenzado hablando de los comienzos en el yoga, y me he ido de un salto a este cuento de S.N. Goenka, que viene de la tradición Vipassana. Creo que no es un alejamiento muy grande, ya que Vipassana es la meditación de la visión profunda, y en la práctica de yoga en cada Âsana, deberíamos intentar entrar en un estado meditativo, fundiéndonos en la conciencia del instante e interiorizando todo lo que nuestro ego y nuestra mente nos permitan. Mientras, las impurezas se irán quemando por sí solas. Una de las ideas que últimamente he cambiado sobre el yoga, y creo que está muy bien encaminada, es que el yoga no es una acción. Es como bien nos dice -7- Voy a hacer Yoga Patanjali el cese de las fluctuaciones de la mente. Y esto no es algo que podamos hacer, es un estado que se da por sí solo. Una fusión de nuestro cuerpo, con nuestro sentir, que nos aporta calma y claridad mental. De hecho, se dice que el verdadero trabajo de yoga comienza cuando nos levantamos de nuestra esterilla. Y la conciencia de Âsana, la trasladamos a un paseo por el campo o por la ciudad, al ser más conscientes en el desempeño de nuestras labores diarias, con nuestros seres queridos he incluso cuando cogemos el automóvil. Y cuando aportamos conciencia a estas actividades, aportamos claridad y luz a nuestras vidas. El estado de yoga, es algo que cuando ponemos la intención, la aspiración y la atención correctas, sencillamente sucede. Una vez escuche una historia sobre un monasterio, en el que se hacía todos los años un retiro meditativo de tres meses, y el resto del año lo dedicaban a labores de campo y limpieza para la manutención y autogestión del monasterio. Un día un monje que trabajaba en la huerta vio que se acercaba el abad del monasterio y le solicito un momento para una preocupación. El monje dijo “entiendo que tengamos que trabajar para llenar las bodegas para los retiros de meditación, y para sostener el monasterio. Pero son largos periodos de tiempo en los que mi avance hacia el interior se ve obstruido.” El abad le contesto con dos preguntas. “Veamos, durante los tres meses de retiro ¿Qué es lo que hacemos?” el monje contesto, “día tras día mantenemos la presencia en aliento siguiendo a cada una de nuestras respiraciones, y observando nuestras sensaciones” a lo que el abad volvió a preguntar. “y mientras trabajas la huerta ¿es que no respiras, no sientes?” Esta pequeña historia, nos explica como podemos llegar a lo que sería mantener la meditación en la acción. Pero de todas formas no tenemos porque limitarnos a la respiración, ya que el cuerpo tiene varios sentidos. Podemos ser conscientes del olfato, del gusto, del tacto, de la vista u del oído, para que el sexto sentido, que sería la mente, este en el aquí y ahora. Y cuando en meditación conseguimos abstraernos de los sentidos, entraríamos en pratyâhâra, pero eso ya es otra historia que trataremos más adelante. Lo que tampoco debemos olvidar, es que para llegar a esta meditación en la acción, antes se debe haber trabajado profunda e intensamente, para conseguir discernir la realidad, desde una clara presencia y profunda consciencia. Pero veamos un poquito de donde viene todo esto del yoga, la palabra yoga viene del sanscrito. El sanscrito es el lenguaje clásico de los brahmanes en la India, es un idioma clásico y milenario, en el que cada letra tiene su significado oculto y su razón de ser. Las vocales, especialmente contienen las potencias más ocultas y formidables. La combinación de estas produce un efecto sumamente mágico y si lo leemos dando la entonación perfecta de cada apostrofe, acento y signos que acompañan a las letras, quedaría con una entonación musical y rítmica, como si se cantara. En este idioma están escritos todos los testos sagrados de la India, y su traducción puede llegar a variar un poco ya que cada palabra tiene varias acepciones. Por ejemplo yoga proviene de la raíz yug, y se puede traducir como yugo, ceñir, juntar, unir. Un dato curioso, es que la palabra religión aun viniendo del latín su etimología sea re-ligare, volver a unir. De estos testos sagrados, el Yoga Sutra que nos lego el Siddha Patanjali, es de gran importancia y me apoyaré en el en varias ocasiones a lo largo de este trabajo. Hay otros testos sagrados como los Upanishad, el Hata Yoga Pradipika o el Bhagavad Gîtâ, que no son menos importantes. Pero Patanjali fue de los primeros en sintetizar la práctica del yoga y dejarla por escrito. Estos aforismos sobre yoga los dividió en cuatro capítulos. -8- Voy a hacer Yoga El primero Samadhi Pâda, libro de la superconsciencia. Contiene 51 sutras en los que nos explica lo que es el yoga, las cualidades de la mente y sus obstáculos, como superarlos y las diferencias entre el Samadhi con y sin semilla. En el segundo Sâdhana Pâda, libro de la práctica. Contiene 55 sutras, en los que se nos habla del Kriya yoga basado en abstracción, auto estudio y abandono a la Voluntad Divina. De los impedimentos para alcanzar la concentración y como superarlos. También se mencionan los cinco primeros pasos del astânga yoga. El tercero Vibhuti Pâda, libro de los poderes psíquicos. Tiene también 55 sutras, en los tres primeros se completa el astânga yoga, y en el cuarto se menciona el samyama, o lo que es lo mismo el arte de poder mantener la concentración, la meditación y la superconsciencia, de forma simultanea. Y de los poderes alcanzables al practicar samyama sobre diferentes formas y no formas, en el sutra III.37 nos advierte que estos siddhis, poderes psíquicos, se vuelven un obstáculo considerable a la hora de mantener un estado continuado de yoga, o sea a la hora de la autorrealización. El cuarto Kaivalya Pâda, libro de la liberación. Es el más corto de todos con 34 aforismos. En los que se exponen las posibilidades que se ofrecen a una persona que haya purificado totalmente su cuerpo y mente. Se dan las últimas indicaciones para la liberación final, en la que el yogui o la yoguini se establecen en su naturaleza esencial y real, el verdadero SER. Se da la circunstancia de que todas las personas tenemos la posibilidad de identificarnos con este Yo real, pero ¿tendremos el anhelo necesario para mantener la justa práctica? ¿Y el coraje para superar los obstáculos que surjan? No lo sé, de todas formas está bien saber que existe un objetivo y una posibilidad real de autorrealización. Pero aun está mejor el disfrutar del día a día de nuestra Sâdhana. De Patanjali no se sabe mucho, ni se puede afirmar con seguridad la época en la que vivió, aunque parece llevar muchos puntos la idea de que viviera dos siglos antes o después de nuestra era. También se dice que escribió estos cuatro libros para cuatro discípulos de diferentes características o que los tres primeros fueron recopilaciones que hizo y solamente el cuarto lo habría escrito él. Se dicen tantas cosas… en fin. De todas formas el yoga es bastante anterior a Patanjali, se han llegado a encontrar en excavaciones arqueológicas, figuras de piedra con Âsanas de yoga que datan de hace cinco mil años. Se dice que viene de los Vedas, estos Vedas son las escrituras más antiguas y sagradas de los indos, y los libros más antiguos de la humanidad que han llegado hasta nuestros días. Veda lo podríamos traducir como “conocimiento divino”, acerca de su antigüedad nos dice Helena Petrovna Blavatsky, que no hay dos orientalistas que digan lo mismo. Los brahmanes les otorgan una antigüedad de 3.000 años antes de cristo. Es ciertamente complicado el ponerles una fecha, ya que en un principio se trasmitieron de maestro a discípulo durante muchos siglos, sin dejar nada escrito. Fue Krichna Dwaipâyana, conocido también como Veda Vyâsa quien hizo una primera recopilación escribiéndolos en Sanscrito antiguo, lo que nos verifica estos 5000 años de antigüedad. Los tres Vedas principales son contemporáneos del Bhagavad Gîtâ, y son Rig Veda, Yajur Veda, Sâma Veda y un cuarto Atharva Veda, escrito posteriormente a los otros tres y por tanto de origen más moderno. Expongamos brevemente de que trata cada uno de ellos y también los seis Darshanas, que igualmente son parte de la filosofía de la India, además de ser el Yoga uno de estos seis. Darshana significa, una forma de ver, de representar la realidad con discernimiento de lo irreal. En los seis Darshanas se reconoce a los Vedas como una revelación Divina. -9- Voy a hacer Yoga Bhagavad Gîtâ. Se traduce como “El canto del señor”, y es un episodio del Mahâbhârata. Este también fue recopilado y escrito por Krichna Dwaipâyana, el Mahâbhârata contiene 220.000 versos divididos en 18 libros, y se traduce como “La gran guerra de los Bhâratas”. Es probablemente el poema más extenso del mundo, y describe las pugnas por el poder que mantuvieron entre los Kuravas y los Pândabas, descendientes directos de los Bhâratas. Es una obra en la que la realidad permanece oculta en forma de fábula. El Bhagavad Gîtâ, es una parte en la que el gran arquero Arjuna, uno de los cinco príncipes Pândabas que intentan recuperar el trono, se encuentra acompañado en su cuadriga por Sri Krichna, encarnado en auriga conductor de la cuadriga. Y mantienen una relación de Guru y chela, es decir de maestro y discípulo. Arjuna al ver que en el campo de batalla de Kurusketa, tiene que hacer frente a sus parientes, primos, tíos y amigos, presa del dolor y del sufrimiento arroja su arco al suelo declarando que se dejará matar sin ofrecer resistencia antes de luchar contra aquellos por cuyas venas corre su misma sangre. Sri Krichna después de explicarle que en realidad no puede matarlos ya que sus flechas solamente acabarán con su envoltura física “lo que no existe no tiene ser y lo que existe jamás dejara de ser”, le dice Sri Krichna a Arjuna. También le dice que no puede omitir sus deberes para con el trono usurpado por los Kurus, y le revela en el mismo campo de batalla las sublimes doctrinas del Bhagavad Gîtâ, de las cuales cave destacar, el yoga de la Acción, el Yoga de la Devoción, el Yoga del Discernimiento y el Yoga de la subyugación. El Bhagavad Gîtâ, no contiene una doctrina o religión determinada con dogmas cerrados, ritos cerrados y moral definida. Como reflejo purísimo de la Verdad Divina, se sobrepone a toda limitación que vendría de la ignorancia o del incompleto conocimiento. Rig Veda. Rig viene de la raíz rich, celebrar, cantar; y veda ciencia. Esta ciencia del celebrar la divinidad, según se dice fue creado de la boca oriental de Brahmâ, y transmitido por grandes sabios a orillas del lago Mansaravara, mas allá de los Himalayas hace miles de años. Y como hemos dicho antes paso de maestro a discípulo hasta su recopilación. En esta “Biblia de la Humanidad” fueron colocados los pilares fundamentales de todas las religiones, credos y templos conocidos, y algunas perdidas en la noche de los tiempos. Los mitos universales, los poderes divinos y cósmicos, así como los personajes históricos de todas las regiones, fueron colocados en sus siete divinidades principales que corresponden con los siete Rayos de la Unidad única e infinita. Yajur Veda. Ciencia o tratado del sacrificio. Se compone casi exclusivamente de himnos tomados del anterior Rig Veda, pero contiene algunos pasajes en prosa que son nuevos. Su parte principal está formada por invocaciones aplicables a la consagración de las victimas de sacrificios y de utensilios propios del mismo. Lo que hace que el Yajur Veda, sea el libro del sacerdote oficiante de estos ritos. Sâma Veda. La escritura de la paz. “De los vedas soy el Sâma Veda” dice Sri Krichna en el Bhagavad Gîtâ, estancia décima, verso 22. El Sâma veda es el principal de los cuatro libros de los Vedas, sus himnos fueron compuestos para ser cantados durante las - 10 - Voy a hacer Yoga ceremonias religiosas. Es propiamente el Veda del canto, en el más elevado sentido de la potencia de la música. Atharva Veda. Literalmente encantación mágica. Como hemos dicho antes este libro es relativamente moderno en comparación con los otros tres. Contiene aforismos, encantos y fórmulas mágicas. Es uno de los más venerados por los brahmanes. Los seis Darshanas, escuelas de filosofía de la India. Son la Vaizechika, la Nyâya, la Pûrva Mîmânsa, la Sânkhya, la Yoga y la Uttara Mîmânsa o Vedânta. Las tres primeras forman el grupo de Prakriti, tratan del conocimiento y dominio de la materia. Las tres últimas Entran en el grupo de Purucha, y principalmente tratan del espíritu. Filosofía Vaizechika. Fundad por Kanâda, en el 200 de nuestra era. Se le conoce también como escuela atómica, por que enseña la existencia de un universo de carácter transitorio constituido de átomos permanentes, un número infinito de almas y un número fijo de principios materiales. Por cuya relación y acción reciproca se verifican las evoluciones cósmicas periódicas sin directriz alguna a excepción de una especie de ley mecánica inseparable de los átomos. Estudia ampliamente la materia y enseña la existencia de átomos primordiales eternos, que constituyen los cuatro elementos, tierra, agua, fuego y aire. Estos átomos eternos formarían universos temporales. Los principios materiales que enumeran son nueve, y son: Tierra, Agua, Luz, Aire, Éter o Akaza, Tiempo, Lugar o Espacio, Alma y Mente. Filosofía Nyâya. La escuela Vaizechika y la Nyâya, vienen a ser partes de un mismo sistema completándose la una a la otra, aunque difieren en algunos puntos y esto es lo que origina la división en dos escuelas. La escuela Nyâya la fundó Gotama el año 100 anterior a nuestra era. Conocida también como filosofía dialéctica de Gotama. Este sistema es el método adecuado para llegar a una conclusión mediante el análisis lógico. Según este método, cuando en virtud de un razonamiento justo y recto, el hombre se ha desligado del falso conocimiento, alcanza la liberación. Filosofía Pûrva Mîmânsa. Fundada por Jaimini, en el 200 antes de nuestra era. Su objetivo, lo mismo que la escuela Uttara Mîmânsa, es el de enseñar el arte de razonar, con el propósito de facilitar la interpretación de los Vedas, no sólo en la parte especulativa sino también en la práctica. Especialmente en lo referido al karma, esto es la acción tanto religiosa como mundana y sus frutos. También enseña el modo en el que el karma liga al hombre a este mundo, siendo causa principal de la reencarnación, motivo por el cual a este sistema filosófico a veces se le da el nombre de Karma Mîmânsa. Filosofía Sânkhya. Fundada por Kapila, en el año 100 de nuestra era. Es un sistema que va mas allá de la física analizando los veinticinco tattvas (fuerzas de la naturaleza en diferentes grados), Sânkhya significa sistema enumerativo, o aun mejor dicho sistema racionalista. Explica la naturaleza del Purucha, el espíritu y de Prakriti, la materia, dos principios igualmente increados y por lo tanto eternos, que por su mutua unión dan origen a todos - 11 - Voy a hacer Yoga los seres. Este sistema filosófico no hace mención a ninguna Divinidad o señor supremo, pero admite un sinnúmero de Puruchas, puesto que cada ser de la creación tiene su Purucha o Espíritu particular. Mientras habla de la actividad y continuos cambios de la materia, reconoce la inactividad del espíritu, que permanece como espectador pasivo, mientras la actividad de la materia se emplea únicamente a favor y en provecho del espíritu para su experiencia y liberación. Filosofía Yoga. Y esto ¿qué será?...Bien, como estamos viendo en este recorrido a través de los textos sagrados de la India. La filosofía Yoga se le atribuye a Patanjali, en el año 200 de nuestra era, por ser el quien dejo por escrito las bases de esta escuela. Pero el yoga en sí, es bastante más antiguo, de hecho el mismo Siddhârta Gautama, 500 años anterior a nuestra era. Antes de alcanzar el nirvana y el total despertar, abandono a su familia y la vida que llevaba en el palacio de Kapilavastu, para indagar en las raíces del sufrimiento. Se retiró a la selva donde permaneció seis años como asceta, practicando técnicas de concentración y meditación. Estas técnicas se las enseñaron maestros que anterior mente habían sido discípulos de otros maestros, y así sucesivamente. Estos son de suponer que ya conocían los antiguos Vedas y mediante sus técnicas, alcanzaban estados mentales muy elevados. El yoga de Patanjali viene a ser en el fondo, el sistema Sânkhya adaptado a la práctica y modificado en algunos puntos. La diferencia mas notable es que, mientras en el Sânkhya de Kapila no se hace ninguna mención de Divinidad alguna, Patanjali por el contrario es declaradamente teísta, pues admite la existencia de una Divinidad, siendo esta un Espíritu diferente de los innumerables Espíritus individuales, de la escuela Sânkhya. Otra diferencia importante entre dichos sistemas es la referente a los medios para lograr la liberación, según la filosofía Sânkhya consiste en el conocimiento de los principios tattvas y el discernimiento entre materia y espíritu, según los yoguîs consiste en la contemplación espiritual y la devoción. El yoga de Patanjali expone un “sistema de esfuerzos”, que tiene por objeto el dominio de la mente, la liberación del espíritu arrancándole de los lazos de la materia y finalmente la Unión con la Divinidad. Filosofía Uttara Mîmânsa. También conocida como Filosofía Vedânta, fundada por Vyâsa en el 200 de nuestra era. La Vedânta se divide a su ved en tres escuelas; Vedânta Dvaita, la dualista; Vedânta Vizichtadvaita, dualista con diferenciación entre el Espíritu individual y el Espíritu universal; Vedânta Advaita, doctrina monista o de la sustancia única, que si reconoce la fusión del Yo individual con el Yo universal. Este sistema místico de filosofía se ha desarrollado gracias a los esfuerzos de generaciones de sabios para interpretar el secreto de los Upanishad. Se dice que la Vedânta es el fin u objeto de todo conocimiento védico. Según esta escuela Brahmâ o el Alma universal, es la omnisciente y omnipotente causa de la existencia, mantenimiento y disolución del universo. Brahmâ está en todo y todo es Brahmâ, mientras esta verdad y única realidad no se reconoce como tal, se vive apegado a una realidad ilusoria. De la Vedânta Advaita, un gran exponente fue Zankarâ Achârya que vivió en el siglo VIII de nuestra era y de quien se llegó a decir que era la reencarnaron de Budha, éste dejó escrito el Drg Drsya Viveka, texto para un correcto discernimiento entre lo real y lo ilusorio, además de ser una buena introducción al sistema Vedânta Advaita. - 12 - Voy a hacer Yoga De esta tradición viene la división en tres cuerpos, Sharira y estos en cinco envolturas Kosha, que ampliaremos más adelante, ya que va ser el contenido principal de este trabajo. Los Upanishad. Este texto que ya hemos mencionado por dos veces, no es parte de los seis Darshanas, pero si es la culminación de los vedas. Los Upanishad fueron compuestos entre el 800 y 450 antes de Cristo. Los Upanishad se componen de 150 tratados, aunque solo 20 se han conservado con toda su pureza. Estos no son una doctrina, si no que reflejan la creencia de un principio universal llamado Brahmâ y otro individual, conocido como Âtmâ, nos explican como llegar al Yoga de Brahmâ con Âtmâ, es decir a la fusión del ego individual con el ego universal. También tratan cuestiones tales como; el origen del universo, la naturaleza y la esencia de la Deidad in manifestada y de los dioses manifestados; la conexión primitiva y final entre el espíritu y la materia; la universalidad de la mente y la naturaleza del ego y del alma humana. La palabra Upanishad, es traducida por los sabios de la India como: “aquello que destruye la ignorancia produciendo así la liberación”. Esta liberación del espíritu, se da por medio del conocimiento de la verdad suprema. Además de estos textos también están el “Hata Yoga Pradipika”, “Goraksha Samhita”, “Gheranda Samhita” y otros más modernos que explican más directamente lo que serian las prácticas y técnicas del Hata Yoga. Todos estos textos se encuentran escritos de forma oculta, como si dijéramos en clave y para entenderlos, salvo raras excepciones, se hace imprescindible la ayuda e interpretación de un maestro. Como ya hemos mencionado al hablar de la Filosofía Yoga, Siddhârta Gautama, el Budha vivió hace unos 2.500 años y aunque finalmente enseñó una nueva doctrina, en un principio comenzó, como mendicante y asceta, aprendiendo con otros gurus que seguramente eran conocedores de los Vedas. Sobre esta nueva doctrina se apoyaron posteriormente diferentes países. Esto fue gracias al rey Ashoka, del año 200 antes de cristo, este rey fue budista consumado, y las personas que trabajan profundamente y conectan con su interior, finalmente les mueve una compasión por compartir los meritos conseguidos, para que todos los seres puedan encontrar la paz y serenidad. Es con este sentimiento que este rey envió eruditos emisarios a diferentes países, y con ello se extendió el Budismo por Birmania, China, Nepal, Tibet, Camboya, etc... Y también es gracias a ello que no se perdieron estas sabias enseñanzas, pues 300 años después de Ashoka, o sea en el año cero de nuestra era, en la India una serie de circunstancias provocó que el budismo desapareciera, y fue en estos países donde se conservo. Se dice que en Birmania se conservo en toda su pureza, aunque también hay ordenes monásticas del Tibet que se atribuyen esta conservación integra de las enseñanzas de Budha. En realidad es lo mismo, lo importante es que no se perdió en la noche de los tiempos como tantas otras tradiciones y sabidurías místicas. Sobre Budismo, se han escrito cantidades de libros y con la invasión del Tibet por los chinos, se ha provocado su expansión por todo el mundo. Pero no hace falta mucha teoría para practicar el arte del despertar, ya que las enseñanzas del Budha fueron concretas y sencillas. Lo primero que descubrió es el seguir “el camino del medio” sin dejarse llevar por los extremos. Y lo segundo que nos dejó fue el óctuple sendero. Reconoció que en el extremo del ascetismo y la mortificación del cuerpo no - 13 - Voy a hacer Yoga conseguiría la total liberación, ni por supuesto tampoco dejándose llevar por la gula y por el deseo. Se cuenta que estando Siddhârta Gautama en la orilla de un río pasó una canoa en la que se desplazaban un maestro de Shitar (instrumento de cuerda), y su alumno. El maestro enseñaba como afinar el instrumento, y le decía “para que el Shitar tenga el sonido justo, la cuerda no debe de estar, ni excesivamente floja pues no haría nada, ni excesivamente tensa porque se rompería.” Para El Budha, estas palabras que escucho, aunque no fueran dirigidas a el, fueron reveladoras. Decidió que el camino correcto era el camino del medio. Así pues abandonó el ascetismo extremo y continuo su búsqueda por otros medios. Cuando finalmente alcanzó la liberación total, aun teniendo ya todo conseguido para el, le inundó una profunda compasión y permaneció hasta los 74 años compartiendo y enseñando, lo que llamo el Noble Sendero Octuple, y cuyos pasos son los siguientes: Entrenamiento en la sabiduría. Paso 1. Recta Visión. Paso 2. Recta intención. Entrenamiento en ética. Paso 3. Recta Palabra. Paso 4. Recta Acción. Paso 5. Recto Vivir. Entrenamiento en Meditación. Paso 6. Recto Esfuerzo. Paso 7. Recta Atención. Paso 8. Recta Concentración. Aunque hay una relación numérica y ascendente, la intención del Budha era que fuesen enseñadas como un círculo o como una rueda de ocho radios, así con el constante girar se va pasando y se van desarrollando los tres valores esenciales del budismo, sabiduría, ética y conciencia meditativa. Una de las principales bases de la meditación budista, se la transmita Sayagyi U Ba Khin a su discípulo S.N. Goenkagi en un sencillo y a la vez completo consejo: “El mejor amigo del hombre es… su nariz.” La respiración consciente, el fijarse al inhalar y exhalar el aire, el ponerse a tono con los ritmos del cuerpo, es una gran técnica para alcanzar la paz interior, también conocida esta técnica como Anapana, he introductoria a la Vipassana. Anapana mediante la atención en el aliento, orienta y afina nuestra concentración, después Vipassana a través de las sensaciones corporales nos ayuda a profundizar, de hecho se le conoce como la meditación de la visión profunda. Así una vez conseguida la concentración, la mente queda en calma y permaneciendo en nuestro cuerpo, sin apego ni rechazo de cualquier sensación que surja, nuestro Ser verdadero se revela. Posiblemente sea en este momento cuando los místicos de todas las tradiciones reconocen a lo Divino en su interior y comprenden: “Yo soy eso”, el Ser. A pesar de la evidente relación entre el yoga y las escrituras sagradas, no es necesario tener creencia alguna para su práctica. Lo ideal es practicar y experimentar por uno mismo, ya que una de las máximas establecidas es: “no te creas nada por que alguien lo diga, ni las palabras del Guru más venerado. Cree solamente lo que tú experimentes”. Por ejemplo en mi caso, cuando comencé con el yoga y le escuchaba al profe palabras como El Amado, El Padre, Lo Divino, El Innombrable, etc.… yo personalmente miraba para otro lado y no prestaba mucha atención, ya que no creía en nada y había salido de un colegio de curas un pelín escarmentado. Pero a día de hoy y después de cierta experiencia e indagación en mí mismo, tengo plena confianza en la existencia del alma, del Purucha, del Ser que habita en este cuerpo que me transporta. - 14 - Voy a hacer Yoga Y de su Sat-Chitt-Ânanda de idénticas cualidades a las de una conciencia superior. Siento que es como si una Seidad enorme no nacida e inmortal, se repartiera en partes pequeñitas pero de iguales cualidades en el interior de cada ser vivo. De esta Sat-ChittÂnanda hablaremos un poco más, al final de este trabajo. No puedo terminar este capítulo sin mencionar un sutra de Patanjali, que es esencial cuando queremos profundizar en el yoga, es el I.12 y dice así: Abhyâsa vairâgyâbhyâm tan nirodhah. Mediante la práctica constante y con el desapego, surge el cese de la identificación con las fluctuaciones de la consciencia. Es mediante la práctica, y no de otra forma como finalmente se adquiere una experiencia. Y cuando se ha adquirido experiencia surgen ciertas cualidades, que debemos dejar pasar mediante el desapego. Esto que dicho de esta manera puede parecer poca cosa, es importantísimo ya que el Ego espiritual es el más peligroso que pueda existir y difícil de soltar una vez que nos ha agarrado. Así pues mediante la práctica constante obtendremos unos resultados, y mediante el desapego a estos, cesarán las fluctuaciones de la consciencia y nuestro centro se nos revelará. Y al igual que los místicos de los que hablábamos antes también entenderemos que “Yo soy eso”, el Ser profundo y verdadero, de consciencia cristalina, energía universal y amor incondicional. Con este importante sutra, doy por terminado este capítulo y podemos pasar al siguiente. O mejor aun reflexionar sobre lo leído y dejad el siguiente para más tarde. - 15 - Voy a hacer Yoga - 16 - El profesor de Yoga. “Enseñar, es mostrar que algo es posible.” Fritz Perls. “El auténtico maestro es el que da a cada alumno, lo que necesita, en el momento justo en el que lo necesita.” Carlos Fiel. Segunda parte: El profesor de Yoga. En la actualidad existen gran variedad de libros donde informarnos y de centros donde nos podemos apuntar a practicar y aprender los fundamentos del Yoga. De momento parece ser que para bien y confiemos en que así sigua siendo. Para ello no es pequeña la responsabilidad que recae sobre los profesores de yoga y los que aspiramos a serlo. Ya que estas enseñanzas han llegado a nuestros días, gracias a que durante muchos milenios fuero secretas y solamente se transmitían de Guru a Chela, es decir de Maestro a Discípulo. Y no se transmitían de cualquier manera precisamente, ya que para comenzar la práctica, era muy común que el Maestro impusiera una condición al alumno antes de ser admitido, con ello se ponía a prueba su interés y posiblemente se le empezara a trabajar el Ego. Esto podía consistir en ayunar cierto tiempo, soltar pertenencias, una peregrinación o lo que el Guru estimara más oportuno. Una ved el alumno era admitido tenía que memorizar los textos sagrados, y posteriormente durante la práctica se les iban revelando las enseñanzas ocultas de los textos, que anteriormente habían memorizado. De esta forma, el conocimiento era transmitido a unos pocos y estos a su ved lo volvían a comunicar, en toda su pureza. De todas maneras el momento tan especial en el que actualmente se vive, parece ser el idóneo para la expansión de este sagrado conocimiento. En este capítulo, no quisiera pecar de presuntuoso, ni entrar en juicios extraños. Principalmente porque sé que no soy un erudito del tema, y porque sinceramente pienso, que puede haber una persona con pocas nociones de yoga y sin mucha experiencia, pero con un nivel espiritual alto que puede llegar, a otro individuo, impactándole profundamente, y ayudándole en la búsqueda de su propio camino. Además ya sabes, si no quieres ser juzgado, no hagas juicios. En realidad todos los seres viajamos en el mismo planeta, lo que quiere decir que compartimos un mismo destino. Mal que bien, deberíamos colaborar y compartir, tanto el pan como las enseñanzas. Hay veces en que los seres humanos creemos que al saber algo, solo yo, y solo mío, es como si tuviera más valor. Esta es una actitud totalmente egocéntrica y egoísta, cuando lo cierto es que, algo adquiere valor cuando lo compartimos y sirve también a otras personas. Además en estas enseñanzas místicas que nos llevan hacia la Luz, hay un dicho que escuche una vez y decía: “de cada 100 000 000 millones de seres, solamente un millón tendrán acceso a las enseñanzas alguna vez en su vida, de este millón solamente 1000 mantendrán la practica, de estos solo 100 comprenderán algo y de estos cien, solamente uno llegará.” No recuerdo bien las cifras del refrán. Pero más o menos, cero arriba cero abajo. Esto no es para desmoralizar a nadie, ya que también se dice. Que el simple hecho de tener acceso a las enseñanzas, es por haber llegado con un buen karma, a esta vida. Ante estas perspectivas, creo que lo mejor para un buen karma personal y colectivo, es hacer grupos en los que se comparta un mismo objetivo, ya que la propia - 17 - El profesor de Yoga. energía de grupo siempre facilita las cosas, además de comprobar que los seres humanos somos mas semejantes entre nosotros de lo que nos suele llegar a parecer. De todas formas en estos años de práctica y estudio, lo que más claro me ha quedado. Es que el yoga es un estado y una experiencia, lógicamente, para transmitir una experiencia necesitamos tenerla. Y no vale tenerla solo una vez, ya que la vida es impermanencia (todo lo que nace, muere). La experiencia también es impermanente, y por ello hay que mantener una práctica estable. Salvo cuando se ha comprendido hasta el final, y se está continuamente conectado, a la presencia conciencia, en un aquí y ahora continuado. Incluso Sri Aurobindo, Yoguî entre los yoguîs. Teniendo ya una plena conciencia de la realidad. Aun quiso ir más allá, al Supramental, y desarrollar la Divinidad aquí, en un cuerpo humano. Y para tener esta experiencia, práctica y más práctica. Como ya hemos visto en el capítulo anterior, Patanjali también nos lo recuerda en su yoga sutra 1.12 abhyâsavairâgyâbhyâm tan-nirodhah mediante la práctica constante y con el desapego. Surge el cese de la identificación con las fluctuaciones de la consciencia. La práctica es necesaria y vital ya que, es evidente que aquí nadie regala nada, y si quieres llegar a algún lugar tendrás que recorrer el camino. Y el desapego, la misma palabra lo dice, soltar el ego. No creernos más por haber conseguido algo. Además en la senda espiritual, debemos tener cuidado cuando los logros no nos ayudan a trascender el ego, si no que lo realzan, es muy fácil que estos se vuelvan en nuestra contra. A este respecto, tengo una amiga que dice. “Siempre que vivas sin rechazo ni apego lo que aparezca en cada momento presente, se disuelve el ego en ti, y profundizas en la libertad del desapego”. Volviendo a lo de ser profesor, creo que cada uno tiene que tener claro hasta donde llega su formación. Por supuesto que cuanto más amplia sea mejor, más hay para transmitir. Pero el yoga no es una terapia, clínica ni psicológica, y uno de los nueve obstáculos que nos da Patanjali, en el sutra 1.30 es vyâdhi, “la enfermedad”. En la sociedad actual, existe un campo amplio de depresiones, alteraciones mentales, físicas y emocionales, es muy posible que alguien se apunte a unas clases de yoga pensando en sanar su enfermedad. Y ahí es donde cada uno tiene que valorar, hasta donde llega su formación. Si se es terapeuta o medico, además de yogui. Se podrían dar sabios consejos. Si no, siempre será mejor aconsejar una visita al centro de salud más próximo o al terapeuta adecuado, antes de meter la pata. Bien es cierto, que los diferentes âsanas, las kriyas y dhautis. Tienen abundantes beneficios para la salud. Pero insisto en que cada uno debe valorar hasta donde llega su formación. No se, igual lo digo porque mi formación se limita a estudios de educación general básica, una amplia vida laboral, diez años de práctica de yoga, cuatro de formación en Sâdhana y la escuela que la propia vida me ha ido proporcionando. Como ya he comentado al principio del capítulo, tradicionalmente el yoga siempre ha pasado de maestro a discípulo, incluso los textos védicos y los sutras, están escritos de tal forma que se hace imprescindible para su correcta interpretación, de la guía de un Maestro cualificado. Esto, evidentemente, se hacía así pues las enseñanzas más puras y profundas no pueden ser transmitidas por escrito, de hecho, todos los seres que han experimentado una conexión interna con el Ser verdadero, coinciden en la imposibilidad de transmitir con palabras de este plano de existencia, la sensación vivida. Esta autorrealización es el estado de Yoga, la manifestación del Ser, la Consciencia, es el estado al que llegan los místicos de todas las tradiciones. - 18 - El profesor de Yoga. Leyendo el párrafo anterior podemos comprobar como lo que debe transmitir un profe de yoga, está relacionado con los mundos sutiles y a la hora de transmitir lo que conocemos o creemos conocer de éstos. Debemos ser muy gráciles, muy ligeros, pues si no tenemos cuidado cuando alguien llega a nuestro lado, depende lo que digamos, podemos provocar que salga corriendo o que se interese de corazón y comience, o continué con su propia autoindagación. Esta transmisión de lo sutil, de la experiencia vivida por el propio profesor, de la mejoría en todos los aspectos de su vida. Provoca en él, una actitud de servicio, un querer compartir lo aprendido y un deseo de que toda persona que se acerque a nuestra clase experimente esta mejoría. Esto es así, pero no nos debe de calentar la cabeza, ya que es el propio destino y el karma de cada cual, el que hará que demos con uno o con otro maestro. Lo único que está a nuestro alcance, una vez que decidimos dar clase de yoga, es esta actitud de servicio y de amor hacia todos los seres. En última instancia, el profesor de yoga lo único que puede hacer, es poner un poco de luz en la vida de los demás. Siendo consciente de que la propia vida, es muchas veces un buen guru, y de que el autentico Guru no es otro que el Budha, no el Budha histórico, si no aquel que ha reconocido en sí mismo la condición de Budha. ¿Cuáles el Guru-deva? Y para terminar este capítulo, un bonito poema. - 19 - El profesor de Yoga. Acompañar. Mi amigo, mi esbrozador de caminos por descubrir, quiero que sepas que sólo te puedo acompañar desde mi propio camino, sin forzar tu paso ni desviar tu destino. Te acompaño con el apoyo distante y cercano de mi silente presencia, calma y observadora. Apoyando tu búsqueda, abriendo ventanas a tu infinita conciencia, a tu ciencia de ser irrepetible. Sólo te puedo acompañar con la transparencia de mi búsqueda inacabada, sin pisar tus pasos, sin anular tu esfuerzo ni acortar tu propio caminar. Eres el único creador de este trenzado que surge, inmenso, misterioso y multiforme, del manantial inagotable de tu alma. Sólo te puedo acompañar respetando tu historia y lo que ahora eres. Por eso, nunca seré tu salvador, ni tu guía, ni tu estrella, seré un hermano que camina a tu lado, sin enturbiar tu búsqueda con mi paso lento. Te acompaño en la libertad y en el respeto, queriendo que tú seas tu propio modelo, tú, el alfarero que moldea y da forma al barro de tu espíritu. No cantaré tu canto, ni borraré tu huella, simplemente cuando estés cansado, triste o desorientado te ofreceré mi mano, señalaré tu estrella, y sabrás que camino a tu lado, que eres tú quien da sentido a mi vida. Te acompaño sabiendo que gracias a lo que tu eres, yo soy y que por eso yo soy tú. Oración de un padre jesuita, de Méjico. - 20 - Reconocernos en lo físico. “El hombre, cuando entra en la vida, es blando y débil, mas muere rígido y fuerte. Las plantas, cuando entran en la vida, son tiernas y delicadas, mas mueren secas y tiesas. Los duros y fuertes son compañeros de la muerte, los blandos y flexibles de la vida.” Lao Tse. Tercera parte: Reconocernos en lo físico. Lo más importante de la vida y el primer alimento que nos mantiene, es la respiración. Por todos es sabido que la vida comienza con una inspiración, y termina con la exhalación. También es conocido que sin comer el organismo aguanta semanas, sin beber días, pero sin respirar… sin respirar salvo raras excepciones sólo podemos mantenernos escasos dos o tres minutos. Por lo tanto dada su importancia vamos a comenzar con la parte física de la respiración. La respiración, es la única actividad fisiológica que es a la vez vegetativa y voluntaria. Es decir se puede dar de una forma natural y también podemos influir en ella. Algo a tener en cuenta, ya que es esta cualidad de la respiración la que le da una gran importancia en la práctica del yoga y nos servirá tanto para focalizar nuestra atención como para vitalizarnos y energetizarnos. Lo primero que propondría es observar esa respiración vegetativa, automática; para ello nos relajamos un poquito cerramos los ojos, y nos abandonamos a la exhalación. Permitiendo que se de la respiración natural, involuntaria sin influir en ella. Y ver que sucede. Observamos como de una forma natural el diafragma baja presionando ligeramente el abdomen y abriendo la zona costal baja. Este movimiento permite la entrada del aire absorbido por los pulmones, la exhalación se da al relajarse el diafragma y la parrilla costal. Esto sucede con medio litro de aire unas quince veces por minuto. Una vez el aire ha entrado en los pulmones. Tenemos una membrana recubriéndolos, a la cual llegan unas arterias que se van dividiendo y formando una red finísima de capilares, que llegan a estar en contacto con los alvéolos pulmonares. Aquí se produce un intercambio gaseoso, la sangre se libera del CO2 y absorbe O2, volviendo al corazón de donde luego se distribuye por todo el organismo. Donde finalmente llega a las células, ayudando a una microscópica combustión. Esta, genera el CO2 que será transportado a una nueva exhalación. Lo que nos lleva a comprobar que la respiración en última instancia es celular, y es ahí donde nos renovamos a cada instante y donde a un nivel microscópico la vida fluye, en nuestras células. Y es este con junto de células, las que formando los diferentes órganos nos dan la sensación de este cuerpo material y físico, en el que ahora habitamos. - 21 - Reconocernos en lo físico. En todo nuestro cuerpo tenemos, arterias que son las que se encargan de transportar la sangre oxigenada. Y venas que llevan de retorno la sangre empobrecida con el CO2. Un dato curioso es que del corazón a los pulmones van arterias con sangre pobre, y de ahí al corazón venas con sangre enriquecida. En todo el sistema vascular del organismo, esto solo sucede en esta zona. Todo este proceso es el natural, también sucede en algunas personas que esta respiración automática se da mas en el centro del tórax e incluso en las clavículas. Lo que nos muestra un bloqueo del diafragma, con todo lo que ello conlleva. Pues el diafragma, que también podríamos llamar el gran olvidado, por la poca atención que le prestamos, es ese músculo con forma de bóveda que además de separar la esfera torácica de la abdominal, es el principal músculo de la respiración. Pero también en su movimiento rítmico al bajar presiona el peritoneo, dando un masaje en el hígado páncreas bazo y estomago. Facilitando tanto la digestión como la evacuación. Asimismo es un centro de la estática de nuestro cuerpo y centro de gravedad. Al pasar por sus tres orificios el esófago, la aorta y la vena cava, ayuda a la circulación sanguínea funcionando como una bomba sobre todo en la circulación de retorno. Así pues, el bloqueo del diafragma afectaría a todas estas funciones. Como hemos dicho al principio, la respiración tiene la cualidad de ser voluntaria he involuntaria. Lo hasta ahora descrito, sucedería en una respiración automática, he imprescindible para la vida. Pero el poder influir en nuestra respiración, es una ventaja que no nos debe pasar desapercibida. En yoga existen diferentes formas de trabajar con la respiración, pero ahora nos vamos a centrar en la respiración conocida como yóguica o completa. La principal característica de esta respiración, es el usar la capacidad total de los pulmones. Con ello conseguimos desde una mejor oxigenación, hasta un mejor desarrollo de toda la musculatura de la respiración y una clara mejora de las funciones del diafragma, anteriormente descritas. Para estudiar esta respiración lo primero que observamos son los pulmones. Estos son dos, el derecho con tres lóbulos y el izquierdo con dos, posiblemente para respetar el espacio del corazón. A estos el aire les llega a través de la traquea, que es un tubo flexible pero a la vez con cartílagos que le dan cierta rigidez, para evitar así que se peguen sus paredes. Esta se va dividiendo hasta llegar a los alvéolos, que son unas bolsitas donde se produce el intercambio gaseoso. Todo esto envuelto en la pleura pulmonar, protegido por la parrilla costal y ubicado sobre el diafragma, sobre el abdomen. Comunicado con la parte superior, por la glotis. Toda esta esfera, que como vemos ocupa prácticamente la mitad superior del tronco. La dividiremos en tres zonas, abdominal o diafragmática, costal y clavicular. Comenzando por abajo, hay que entender que cuando se dice respiración abdominal. No es porque respire el abdomen, es porque al bajar el diafragma he hincharse la zona costal baja, esto provoca una presión en el peritoneo y sus vísceras, haciendo que de una forma natural el abdomen se abombe. Así que cuando nos dicen de hacer una respiración abdominal, no se trata de sacar tripa, sino de dejar que esto suceda de una forma natural. Aquí estará entrando aire en la parte baja de los pulmones. Se trata de una respiración que por si sola, puede llegar a ser muy relajante. - 22 - Reconocernos en lo físico. Continuando con esta respiración completa, una vez se ha llenado de aire la parte baja del tórax. Entran en acción la musculatura intercostal, los serratos y los pectorales. Haciendo que se abra la parte central y el aire llegue al medio de los pulmones. Esta es la respiración costal, que como ya hemos dicho muchas personas realizan de una forma inconsciente, dejando el diafragma bloqueado. Con los problemas fisiológicos que ello conlleva. Cuando la incluimos en la respiración completa, el tórax se ancha y los omóplatos se separan. Permitiendo la entrada de aire en la parte central de los pulmones. El siguiente paso es la respiración clavicular. En ella el aire entra en la zona alta de los pulmones, y es la zona mas complicada de percibir. Para sentirla, a veces es aconsejable acompañarla con algún movimiento de la cintura escapular. Por si sola es una respiración pobre, pues la zona que se utiliza de los pulmones es pequeña. Pero aun así de vital importancia en la respiración completa. Si además, observamos una suspensión del movimiento respiratorio a pulmones llenos, y otra a pulmones vacíos. Estaremos realizando una respiración completa y en cuatro tiempos. Todo este proceso, se realizará sin forzar y sin llegar al límite de nuestras capacidades. Tanto al llenado como al vacío. También a pesar de distinguir claramente tres zonas, tiene que ser una respiración fluida. Es decir sin trompicones ni escalonamientos. Asimismo atenderemos siempre que nos sea posible, a que nuestra respiración sea suave, silenciosa y prolongada. Para todo este trabajo respiratorio, aun pudiéndose realizar de pie y sentado. Lo más aconsejable es tumbarse boca arriba y comenzar con un buen vaciado de los pulmones. Para que de esta forma, aun sea mayor la oxigenación posterior. Podremos trabajar tanto de las clavículas hacia el abdomen, (respiración energetizante) y del abdomen a las clavículas, (respiración más relajante). O combinando ambas, de lo que se trata es que vayamos tomando conciencia de nuestra amplitud respiratoria. Y de que al terminar la práctica tengamos una sensación de mayor vitalidad física, tranquilidad emocional y claridad mental. Con un poco de práctica, pasaremos fácilmente de las quince respiraciones por minuto en la respiración automática. A tres o cuatro, utilizando los pulmones en su totalidad. El alargar la conciencia del aliento, teniendo en cuenta que los yoguîs miden la vida en número de respiraciones, es algo que debe valorarse y considerarse adecuadamente. También es muy importante la estructura del cuerpo, para la respiración. Por ejemplo, si permitimos al cuerpo que se vaya doblando y curvando, sacando incluso una pequeña chepa. Estaremos comprimiendo la zona del tórax y haciendo una vez mas, que nuestra respiración se empobrezca. Y ya que hablamos de la estructura del cuerpo, podemos cambiar de tercio. Pero continuando con annamaya kosha, o lo que es lo mismo la envoltura material y física. - 23 - Reconocernos en lo físico. El cuerpo humano está compuesto de un esqueleto que tiene 208 huesos, de los cuales un sacro con forma triangular y curva terminado en seis o siete vértebras fundidas, (cóccix, posiblemente antigua colita) cinco lumbares, doce dorsales y siete cervicales. Son de vital importancia, tanto para la vida como para el yoga. Y forman lo que conocemos como columna vertebral. Es una imagen graciosa, la de ver un dibujo de nuestro cerebro, médula y nervios, sin huesos, músculos ni vísceras. Y comprobar como de ese cerebro, que consideramos tan importante, la médula es una prolongación. De hecho la meninge exterior (llamada duramadre) que envuelve y protege al celebro, también se extiende envolviendo y protegiendo la médula espinal. Pero una protección aun más robusta, se la proporcionan las vértebras. Y para que estas “no bailen solas”, los músculos que las rodean. Proporcionándoles sujeción y movimiento. También hay un disco intervertebral, a modo de almohadilla. Esta médula podría considerarse como “la ingeniera de telecomunicaciones” entre el cerebro y resto del organismo. Y es importante su protección, pues una lesión dependiendo de la zona, lumbar dorsal o cervical. Provocaría una hemiplejia, paraplejia o tetraplejia. En el Hata Yoga, se le presta atención prácticamente en todas las posturas. Ya que cuando no está en flexión, está en extensión, laterización o en torsión, e incluso en compresión. Hay momentos, en los que se puede llegar a combinar dos de estos movimientos de la columna. Y también en muchas Âsanas, deberemos proyectar desde la coronilla. Como vemos en todo momento podemos “echar un ojo” a nuestro eje vertebral. Y no solo en Hata Yoga, ya que tanto en una oficina como en trabajos de fuerza. Es de gran importancia vigilar nuestra postura, para que la columna no coja vicios y así prevenir lesiones. También volviendo al Yoga, es importante cuando realizamos un movimiento, compensar con el contrario. Es decir, después de una flexión, continuar con una extensión, o después de torsionar a un lado, torsionar al contrario. Posiblemente para el lector o lectora, la palabra Âsana no sea nueva y ya la conozca, a modo de anécdota, el otro día me la encontré en un autodefinido, si, uno de estos pasatiempos de la prensa, preguntaba ¿postura de yoga? y la respuesta era Âsana. Bien, pero volviendo al tema que nos ocupa, que es el yoga. Y el yoga va de la periferia hacia el centro. Dejemos los autodefinidos en la periferia, y vayamos hacia el centro. Y en ese recorrido ¿Qué nos encontramos?, pues teniendo en cuenta que la periferia esta en el exterior y el centro en nuestro interior, lo que nos encontramos es nuevamente con la envoltura física del ser. Y aquí Âsana es el medio mediante el cual trabajamos con el cuerpo. Lo que no quiere decir que el mantener una postura no influya en nuestra energía y en nuestro mental. En última instancia hay una globalidad, en la que todo está relacionado. - 24 - Reconocernos en lo físico. Para estudiar Âsana, me parece muy interesante tomar la muy recomendable visión de Patanjali. Y descifrar los sutras del segundo libro, 46-47-48. II.46 Sthira sukham âsanam. “Âsana es una postura estable y cómoda.” II.47 Prayanta `saithilyânanta samâpattibhyâm. “La postura se perfecciona eliminando tensiones y meditando en lo ilimitado.” II.48 Tatah dvandvâh anabhighâtah. “A parir de entonces, el adepto no es perturbado por las dualidades.” En las posturas de yoga, a las cuales llegaremos después de un pequeño calentamiento de las zonas que se trabajen, deberemos mantenernos con firmeza y comodidad. Debemos buscar ese límite agradable, en el que notamos el trabajo en nuestro cuerpo, pero sin llegar al dolor. Esto es importante porque los músculos son muy flexibles, pero las fáscias (membrana que envuelve al músculo), son las que están contraídas y tienen que ir cediendo poco a poco, sin brusquedades. Ya que si llegamos al dolor el efecto, provocado por las terminaciones nerviosas que le llegan, es el de contraerse aun más. Es un movimiento totalmente involuntario de nuestro cerebro reptiliano, que cuando hay dolor contrae. El encontrar este punto agradable también hará que podamos mantener la postura con comodidad. Teniendo también en cuenta que el cuerpo no esta igual todos los días, y es muy posible que donde hemos llegado un día al otro no podamos. Por esta razón siempre hay que estar también muy atentos. Una buena técnica para controlar este sthira sukham âsanam, es la respiración. Si practicando una Âsana cualquiera, la respiración comienza a ser entre cortada e inestable, será mejor aflojar un poquito o incluso buscar una variante más suave. Por el contrario, mientras la respiración sea profunda y prolongada, podremos mantener cómodamente la postura. Salvo en Halâsana, el arado, en la que se produce una compresión del tórax que limita ligeramente la respiración. Cuando observamos estos aspectos, nos encontramos prácticamente con lo que dice el sutra II.47. Podemos soltar tensiones, estar relajados y mantener esa concentración, que nos abrirá a un estado meditativo. Para no romper este momento, los cambios a otra postura se realizaran con el mínimo esfuerzo, observando los cambios de gravedad y jugando con los ejes del cuerpo. Suavemente para no perder el centramiento. En el sutra II.48, se refiere a que una vez logradas estas cualidades en Âsana, se da el estado de no dualidad que pretende el Yoga, la unidad de cuerpo, mente y alma. Donde no puede existir ningún par de opuestos. Dejan de existir, el frió o el calor, la alegría o pesar, el dolor o placer. También este sutra II.48, T.K.V. Desikachar lo transcribe de la siguiente manera: “Si estos principios se siguen correctamente, la práctica de Âsana ayudará al practicante a soportar, e incluso minimizar, el efecto de las influencias exteriores sobre el cuerpo; la edad, el clima, la alimentación y el trabajo.” Todo esto, de todas formas es un trabajo lógicamente progresivo. Ya que, cuando una persona comienza la práctica de Hata Yoga, lo mas lógico es no poder mantener bien las posturas, que todo tiemble y que parezca imposible. Pero con paciencia, y continuidad - 25 - Reconocernos en lo físico. conseguimos que la expresión ¡yo no puedo!, desaparezca de nuestro vocabulario. Además en la práctica lo importante para alcanzar el “estado de yoga”, es la calidad de presencia conciencia, y no, si hacemos esta u aquella postura. Tampoco es necesario practicar todas las posturas, si no más bien las que nos convienen a nuestro organismo y estructura física. Hay una expresión oriental muy bonita, que resume todo lo que se relaciona con el cuerpo físico como “barrer el templo”. Y es bueno recordar que cuando, practicamos ejercicio, una dieta sana y la propia higiene del cuerpo. Lo único que hacemos, es mantener en condiciones adecuadas el vehículo de nuestro Ser. El ejercicio sin llegar al extremo de la competición, siempre es bueno para quemar los nutrientes que ingerimos. Pero el practicar yoga tiene una gran diferencia con el deporte. Ya que al realizar cualquier gimnasia consumimos Prâna, mientras que en las posturas de yoga acumulamos Prâna. De hecho si practicamos intensamente, una de las cosas que observamos es la menor necesidad de ingerir alimentos. Este Prâna, tiene que ver con la energía. Así que lo trataremos en el siguiente capítulo, sobre la envoltura energética. En lo referente a una dieta sana, todos habremos escuchado alguna vez el dicho de “somos lo que comemos”. Así pues cuando comemos carnes, debemos de saber que también ingerimos, el miedo y el sufrimiento que padeció el animal al morir. Aparte que los nutrientes de estas carnes, nos llegan principalmente de los vegetales que comió en vida el animal. ¿No será mejor comer directamente estos vegetales? También la forma de nuestra dentadura y del intestino, nos lleva más a pensar que el hombre es frugívoro. Incluyendo también como fruta, las verduras y los cereales. Algo también muy evidente es la agresividad que desarrollan quienes abusan de la carne en su dieta, mientras quienes toman otra alimentación son más pacíficos y serenos. Con todo lo que ello conlleva, es decir: una alimentación nefasta nos lleva hacia los instintos más bajos y depravados del hombre, mientras que una alimentación limpia nos ayuda a purificar e interiorizar. Es muy conocido también que todos los profetas y grandes seres de luz, en algún momento de su existencia terrenal han practicado el ayuno. En el tema de la alimentación, debo reconocer que es uno de los que más me ha costado integrar en mi vida, de hecho en el día de hoy todavía cometo algunos errores. De todas formas para concluirlo en este capitulo, voy a adjuntar unos datos que extraje de internet, de un texto del ISEV Instituto Superior de Estudios Védicos. Alimentación. La ciencia reconoce que a la dieta de cada ser viviente le corresponde una estructura anatómica y fisiológica especial, e igualmente ciertas condiciones naturales propias y ambientales (Ecosistema). En este sentido mediante nuestra experiencia práctica podemos notar que la fisiología, la constitución anatómica visible de los animales, los sistemas y funciones digestivos, son diferentes en los distintos reinos de la naturaleza. El ser humano y el tigre son buenos ejemplos de este agudo contraste. De acuerdo con sus dietas, podemos establecer dentro de los vertebrados tres grupos principales a saber: Los carnívoros, los herbívoros y los frugívoros. Examinemos de cerca algunas de sus características principales. - 26 - Reconocernos en lo físico. 1 Animales Carnívoros: este grupo incluye animales tales como el león, el perro, el gato, el tigre, etc. Una característica notable de su aparato digestivo, es que es generalmente corto (aproximadamente 3 veces la longitud de sus cuerpos). Esto se debe a que la carne, su dieta natural, se descompone rápidamente y los productos resultantes de esta putrefacción se vuelven tóxicos en forma rápida si no son expulsados inmediatamente del cuerpo. Un aparato digestivo corto permite la evacuación rápida de los químicos tóxicos que resultan de la descomposición de la carne. El estómago de los animales carnívoros contiene aproximadamente 10 veces más ácido clorhídrico que el estómago de los animales no carnívoros. Poseen hocico con boca rasgada que les permite introducirlo en las viseras y músculos de sus víctimas. Los carnívoros cazan usualmente durante la noche y luego descansan y duermen durante el día. Carecen en general de glándulas sudoríparas las cuales sirven para limpiar y refrescar la piel. La lengua reemplaza estas funciones Todos los carnívoros poseen poderosas mandíbulas y puntiagudos y alargados dientes además de sus poderosas garras. Esto permite atravesar hasta las pieles más duras y partir los huesos. No poseen molares, los que son imprescindibles para que un animal de dieta vegetariana pueda moler su alimento. La carne no necesita masticarse mucho para ser digerida, ya que se digiere en su mayor parte en el estómago e intestinos. 2 Animales Herbívoros: este grupo incluye al elefante, la vaca, la oveja, el camello, etc. Se alimentan de hierbas, hojas, etc. Su digestión comienza en la boca con una clase de enzima llamada ptialina, la cual se encuentra en su saliva. El proceso de asimilación es lento, y su alimento debe ser masticado cuidadosamente, para lo que poseen molares especiales y no poseen garras ni afilados dientes. Para beber aspiran el agua. Su aparato digestivo es más largo (aproximadamente diez veces el tamaño de sus cuerpos), ya que no ingieren sustancias que se descompongan rápidamente. 3 Animales Frugívoros: incluye principalmente a los monos antropoides, los cuales son muy similares anatómicamente a los seres humanos. Su dieta alimenticia consiste principalmente en frutas secas y frescas, hojas y raíces. Poseen millones de poros en la piel y también molares para poder masticar los alimentos. Su saliva es alcalina al igual que la de los herbívoros y contiene ptialina para la predigestión de las frutas y los vegetales. Los Seres Humanos son muy semejantes a los herbívoros y a los frugívoros y completamente diferentes a los carnívoros. Nuestro aparato digestivo es 12 veces el tamaño de nuestro cuerpo. La piel posee cerca de tres millones de poros, por donde se evapora y se refresca el cuerpo mediante el sudor. Así como los animales vegetarianos, el ser humano bebe agua mediante succión. La estructura dental y la forma de las mandíbulas (la nariz sobresale de la boca) son apropiadas para una dieta exclusivamente vegetariana. - 27 - Reconocernos en lo físico. La saliva humana es alcalina y también contiene ptialina para la predigestión de los alimentos. Cuando se acostumbra a comer carne, probablemente el cuerpo comience una producción anormal de ácido, lo que ataca las mucosas estomacales y origina úlceras. Por estas diferentes características anatómicas y fisiológicas, se ve claramente que el ser humano no esta diseñado para ser carnívoro. Si la carne fuese alimento natural y adecuado para el ser humano, lo comería tal y como lo ofrece el cadáver, sin necesidad de transformarla en la cocina para engañar los sentidos. En lo que se refiere a la higiene los yoguîs, son muy finos y han ido más allá de lo que muchos occidentales pudieran imaginar. Para que nos hagamos una idea voy a comentar todos los ejercicios de purificación física que realizan, pero de forma resumida. A la par, iré profundizando un poquito en los que conozco mejor, por estar ahora realizándolos o por haber probado alguna vez. Shatkarmas. Ejercicios de purificación física. El Hata yoga original consistía en la práctica de los seis shatkarmas. Los tres primeros realizan la purificación interna de tres segmentos corporales. 1. Neti: purifica la cabeza. 2. Dhauti: purifica la garganta, el tubo digestivo y el estómago. 3. Basti: purifica los intestinos y el aparato excretor. Los tres últimos además de colaborar en la limpieza interna, también realizan una purificación energética y mental. 4. Nauli: desbloquea las energías corporales y restablece el equilibrio energético. Otro objetivo, es despertar el centro energético umbilical. 5. Kapalabhati: además de la purificación del sistema respiratorio y del cerebro, se encarga también de elevar la energía y de centrarla en el centro energético del entrecejo, produciendo un estado de interiorización. 6. Trataka: enfoca la energía mental en un solo punto produciendo un estado de concentración. Neti. Es la purificación de las fosas nasales, y hay cuatro tipos. Limpieza con agua salada, con un cordel de seda, con mantequilla clarificada, con leche. Personalmente sólo he probado la limpieza con agua salada. Esta se realiza con una “lota”, artilugio similar a una tetera. En el que se introduce agua templada con un poco de sal marina. Luego se coloca el caño de la lota en un orificio de la nariz, inclinando la cabeza hacia el otro lado y mediante la fuerza de la gravedad, entra por un cornete nasal saliendo por el otro. Después procedemos a expirar con fuerza por la nariz y caen al lavabo todas las mucosidades que estaban apegadas. Para terminar secaremos los cornetes mediante unas expulsiones fuertes. - 28 - Reconocernos en lo físico. Esta limpieza es importante para eliminar todas las partículas que se acumulan, un buen anti catarros y permite trabajar mejor a una buena cantidad de terminaciones nerviosas que tenemos en los cornetes nasales. En las chicas incluso ayuda a regular el periodo. Dhauti Limpieza corporal que se divide en cuatro partes: 1. Antar Dhauti, se divide a su vez en cuatro tipos: a) Plavini: es la purificación por el aire. Consiste en tragar aire por la boca colocada en forma de pico y conducirlo por el interior del cuerpo hasta expulsarlo por el ano. b) Shankhaprakshalana: es la purificación por el agua. Se realiza bebiendo abundante agua salada que luego es conducida a lo largo de los intestinos y expulsada por el ano. c) Agnisara dhauti: es la purificación por el fuego. Consiste en una serie rápida de contracciones-expansiones del abdomen. d) Bahiskrita: es un ejercicio muy complejo en el que se limpia manualmente el intestino grueso. 2. Dhanta dhauti, se compone de cinco limpiezas. a) Danta dhauti: limpieza de la dentadura frotándola con polvo de acacia. b) Jihva dhauti: limpieza de la lengua. c) Karna dhauti: limpieza de los oídos con los dedos índice y anular. d) Kapalrandhra dhauti: purificación de los senos frontales, frotando con el dedo pulgar de la mano derecha la depresión de la frente que se encuentra encima de la nariz. e) Chakshu dhauti: purificación de los ojos, frotándolos con los dedos o con agua salada. 3. Hrid dhauti: se compone de tres limpiezas. a) Vastra dhauti: se introduce una gasa por la boca y se traga con cuidado hasta que llegue al estómago. Hay que tener la precaución de dejar un extremo de la gasa fuera de la boca para posteriormente tirar de ella y sacarla lentamente con todas las impurezas. b) Danda dhauti: consiste en introducir en el esófago un tallo de plátano y luego sacarlo suave y lentamente. c) Vamana dhauti: es el lavado de estomago bebiendo abundante agua salada que luego es vomitada. 4. Mula Shodhana: es la limpieza del ano y el recto. De todos estos dhautis personalmente solo he realizado tres. Jihva dhauti, que consiste en la limpieza de la lengua. Es aconsejable realizarlo por las mañanas, porque en la noche la lengua supura toxinas y otros desechos hacia fuera, si no los retiramos se reingieren con la deglución de la saliva, volviendo al organismo. En India existen unas paletas para este menester, aquí nos podemos servir de la parte cóncava de una cucharilla de café. Sacamos la lengua y la raspamos, observando que en la cucharilla queda una saliva pastosa (mas pastosa cuanto mas impurezas arrastre), este residuo lo pasamos por el grifo del lavabo. Y repetimos la operación hasta que la lengua quede sonrosada. Al principio dan - 29 - Reconocernos en lo físico. ligeras arcadas, pero conforme vamos realizando la limpieza cada día se hace más agradable y cómoda. Actualmente hay en las farmacias un palito curvo de plástico que se llama halita, y es idóneo para este menester. El Danta dhauti, lo realizo como todo el mundo por estos lares, cepillo y pasta de dientes e hilo dental. Shankhaprakshalan, es un poco más complicado. En esta limpieza se ingiere agua salada y posteriormente se dirige a la salida mediante una serie de movimientos. Hasta que el agua expulsada sale tan clara como la que se toma. Esto quiere decir que todo el tubo digestivo queda vacío, lo que no es aconsejable durante más de media hora. Así pues tendremos preparado un arroz blanco con mantequilla, o unos espaguetis con aceite de oliva. Para una primera ingesta de alimento de forma suave. Este ejercicio viene muy bien explicado en el libro “Perfecciono mi yoga” de André Van Lysebeth. Basti. Es la limpieza del intestino mediante agua o aire. Nauli. Es uno de los ejercicios más importantes del Hata yoga. Se realiza aislando los músculos rectos del abdomen y batiéndolos en círculo. Lo cierto es, que no tenemos costumbre de movilizar los músculos abdominales con una simple orden mental. Igual que hacemos con el bíceps y otros tantos músculos. Así pues cuando probamos nauli por primera vez, lo mas lógico es que no salga bien. Para comenzar a tomar conciencia de la musculatura abdominal, es aconsejable la práctica de uddiyâna bandha. Uddiyâna lo practicaremos en pie, con los pies paralelos y separados unos treinta centímetros. En la verticalidad hacemos alguna respiración completa, y al expulsar nos inclinamos hacia delante apoyando las manos en ambas rodillas. Con los pulmones vacíos realizamos una falsa inspiración, lo que provoca que el abdomen se retraiga hacia la zona lumbar y hacia el diafragma. Retenemos unos segundos, sin llegar nunca a forzar la retención, de tal forma que podamos soltar con suavidad he inspirar relajadamente. Esto lo comenzaremos haciendo tres o cuatro veces, y siempre en ayunas. Con el tiempo pasaremos a aislar los rectos abdominales, que se diferencian perfectamente marcados desde el pubis al externon. Y solo se hundirá el abdomen en los laterales. El siguiente paso será movilizar estos rectos abdominales, como un rodillo de un lado a otro del abdomen. En este ejercicio, el masaje en todas las vísceras es inmejorable, ya que si damos el masaje con las manos es a través de estos músculos, con el nauli es la propia musculatura abdominal la que proporciona el masaje. Esto provoca una buena irrigación de sangre arterial, y la salida de la sangre venosa. Influye también en el plexo solar, liberando procesos de ansiedad. Anula totalmente el estreñimiento, y ayuda a fortalecer los propios músculos abdominales. - 30 - Reconocernos en lo físico. Observemos lo que se dice de este ejercicio en el Hata yoga pradipika: “Nauli es la más importante de todas las prácticas del Hata yoga. Aumenta el fuego de la digestión, favorece la asimilación, produce una sensación agradable y destruye todos los malestares.” Kapalabhati. Tiene tres variantes. Una mediante la respiración, otra se absorbe agua salada por la nariz y se expulsa por la boca. Y una tercera a la inversa, es decir se absorbe agua por la boca y se expulsa por la nariz. De estas tres, la segunda la he probado sin querer. Pues algunas veces haciendo neti, la ducha nasal, se pude pasar agua a la boca. Pero no es la limpieza en si. La que si he probado, y aunque ahora tengo un poco abandonado es el kapalabhati respiratorio. Este se traduce literalmente como limpieza del cráneo. Y aunque se emplaza entre los Shatkarmas, se puede considerar también como un prânâyâma. Consiste sencillamente en invertir el proceso de la respiración. Normalmente al respirar provocamos la inspiración y nos abandonamos a la expulsión. En kapalabhati procedemos al revés, provocamos la expulsión y nos abandonamos a la inspiración. La expulsión se realiza mediante una fuerte contracción de la musculatura abdominal. Este ejercicio lo comenzaremos con tres series de diez expulsiones, y se aumentará progresivamente. Hasta llegar a las 120 por minuto que realizan los yoguîs en la India, tenemos un largo camino, seguramente se nos agote la potencia de los abdominales mucho antes. Y precisamente lo que nunca hay que hacer es, bajar la fuerza de la expulsión por ir más rápido o por hacer más veces. Trataka. Es la purificación de los ojos. Consiste en concentrar la mirada fijamente en un punto o en una vela, sin parpadear, hasta que los ojos lloren. Este ejercicio además de limpiar los ojos, también se convierte en un trabajo de concentración, al mantenernos fijos y sin distracción. Y para entrenar nuestra visualización, ya que podemos al terminar cerrar los ojos he intentar seguir viendo el objeto en nuestra pantalla mental. Después de ver los tres aspectos principales de la envoltura física como son, el ejercicio, la alimentación y la higiene. Me gustaría añadir que este cuerpo que habitamos, formado por los cinco elementos de la naturaleza; éter, aire, fuego, agua y tierra, aunque principalmente de agua. En realidad no es más que la expresión más burda de la conciencia, y el muro que nos impide percibir a nuestros vehículos, astral, mental y causal, de los que daremos más explicaciones en los siguientes capítulos. Pero aun así, es de vital importancia. Ya que es mediante el cuerpo físico como se reciben los contactos con el mundo exterior, sensaciones que trabajando con ellas, es como conseguiremos llegar al Ser consciente que reside en él. Una vez llegados a este punto, hay algo que no debemos de dejar de recordar, sin miedo a repetirnos. Y es la calidad de consciencia y presencia. Antiguamente en la - 31 - Reconocernos en lo físico. prehistoria, los habitantes de la tierra vivían en la presencia y al día. No se preocupaban del ayer ni del mañana. Con la evolución se fue ganando en conciencia, y se tenían otras aspiraciones. Pero por el camino perdimos la presencia. Y comenzamos a vivir en experiencias pasadas y proyectos de futuro. Actualmente, que todo parece ir tan rápido, deberíamos tender a fundir estos dos estados. Procurar vivir en la presencia y consciencia. Presentes en el aquí y ahora, y conscientes de nuestro Ser, para así estar también presentes y conscientes de todo cuanto nos rodea. Estas cualidades se deberían tener en cuenta en todo momento. Pero es complicado por la condición reactiva de la mente. Así pues, cuando trabajamos con nuestro cuerpo físico, es importante comenzar con una buena toma de conciencia. Poniendo los pies paralelos y sintiendo el contacto de estos pies con la tierra. Relajando las rodillas y observando qué sucede en nuestras caderas al respetar los ejes del cuerpo. Continuaremos centrando la pelvis y creciendo por nuestra columna vertebral sintiendo sus curvas naturales, hasta llegar a las cervicales y proyectar ligeramente la cabeza hacia el cielo, mandíbulas relajadas, la lengua descansa en el paladar superior, hombros relajados, los brazos cuelgan a los costados, con el dedo corazón de la mano descansando en la costura del pantalón. Y desde esta conciencia postural, respetando los ejes del cuerpo, percibiendo el volumen que ocupamos en el espacio, nos abandonamos unos instantes a la consciencia en la respiración, pero sin perder ese enraizamiento con la tierra, y la proyección de la coronilla hacia el cielo. Desde esta conciencia nos iremos moviendo con suavidad hacia Âsana, buscando esa sensación de estabilidad y comodidad, sthira sukham, que nos aconseja Patanjali. Y de esta forma, es como poco a poco nos iremos reconociendo en nuestro cuerpo físico, par poder ir más allá. Práctica y meditación. Ciertamente aquí podría adjuntar algunas series, pero como a lo largo de este capitulo no he pretendido hablar de posturas, ni de anatomía. Si no mas bien, de la importancia de reconocernos en esta primera envoltura que encontramos en el camino hacia el estado de Yoga. Así que me limitaré a transcribir como debería ser una serie de Hata yoga: ¾ Comenzaríamos, como acabamos de ver, con una buena toma de conciencia. Reconociendo también como está nuestro cuerpo en ese momento. Y a donde queremos llegar. ¾ Continuaríamos con ejercicios de calentamiento, sin generar tensiones y teniendo en cuenta las zonas que vallamos a trabajar mas intensamente durante la sesión. ¾ Practicaremos unos movimientos dinámicos antes de mantener una postura estática. ¾ Para realizar un Âsana, nos aseguraremos primero de conocer y poder realizar una contra postura adecuada. Y más sencilla que la Âsana a compensar. ¾ Estaremos siempre muy atentos, realizando cada Âsana como si fuera la primera vez. Disfrutando, observando y aceptando nuestros limites. - 32 - Reconocernos en lo físico. ¾ Para terminar con algún ejercicio respiratorio, o directamente pasar a la relajación. La relajación aparte de sus efectos sobre la mente, es también importante para que el cuerpo asimile los trabajos realizados. ¾ Algo que debemos de tener en cuenta, durante la práctica de los estiramientos, es que: para estirar debemos de relajarnos, para relajarnos hay que respirar, para que la respiración sea relajante debemos de realizarla de una forma consciente, para respirar conscientemente debemos de estar presentes. ¾ Una actitud de presencia y consciencia, nos llevará a que nuestra serie de yoga se convierta en una meditación en acción y movimiento. Y por lo tanto cada vez mas cercano el estado de yoga, de cese de las fluctuaciones de la mente y conexión con nuestro Ser. También es un buen ejercicio para reconocernos en lo físico. Hacer unos estiramientos genéricos de piernas y tronco, ponernos las zapatillas y salir a correr. A ser posible por el campo o por un parque, y sin forzar sentir como se va activando el fuego de nuestro cuerpo, se marcan la respiración y las palpitaciones del corazón. Disfrutando sintiendo que no nos cuesta ningún esfuerzo, como si no avanzáramos y fuese el horizonte el que se acerca a nosotros. Y cuando lo consideremos terminar también con algún estiramiento, una buena ducha y disfrutar de la sensación que queda en nuestro cuerpo físico. En la parte física de la meditación, nos limitaremos a hablar de la postura. Lo más importante de la postura, es que la columna vertebral este en la verticalidad. Partiendo de aquí nos podemos sentar en el suelo, en un cojín, sobre los talones o en una silla. Hay que tener en cuenta que en cualquier postura que adoptemos, después de mantenerla cierto tiempo van a surgir dolores, pero lo que no puede ser, es que desde el primer momento ya nos duela. Porque esto arrastraría nuestra atención y con ello nuestra concentración. Si hemos escogido la postura de sentados en el suelo, utilizaremos un cojín. Ya que solo en los países que tienen mucha tradición de sentarse en el suelo, son capaces de hacerlo manteniendo la columna recta. En este cojín notaremos los isquiones (huesecitos de la base de la pelvis), bien apoyados. Las rodillas a ser posible apoyadas en el suelo, las piernas se pueden poner en loto, en medio loto o sin mas una delante y otra atrás. De esta base proyectaremos la cresta iliaca de las caderas hacia las rodillas, notaremos como este gesto lleva la columna a su posición natural. Los hombros relajados con las manos sobre las rodillas o realizando un mudra. La cabeza ligeramente proyectada hacia el cielo y con la punta de la nariz en línea con el lóbulo de la oreja. Desde esta postura o desde cualquiera de las anteriores, de rodillas o sentados en una silla. Observaremos al inspirar todas estas pautas de abajo a arriba. Y al expulsar realizaremos como un escáner de arriba hacia abajo relajando todo el cuerpo pero sin mover la postura. La postura de meditación está muy estudiada. En el cuerpo las extremidades son auténticos receptores y emisores de energía. Al cruzar las piernas y juntar las manos, lo que se consigue es, hacer un circuito cerrado de energía. La verticalidad también es importante, - 33 - Reconocernos en lo físico. ya que por el tronco pasan canales principales de energía y si existe algún pliegue o pinzamiento esta quedaría bloqueada. Para terminar con la envoltura física veamos lo que dice Patanjali en el sutra III.46: Rûpa lâvanya bala vajra samhananatvâni kâya sampat. Patanjali define en este sutra lo que el entiende por perfección del cuerpo, y dice: “Belleza, gracia, fortaleza y extraordinaria durabilidad. Constituyen la perfección del cuerpo.” Hay también un verso del Siddha Tirumular, contemporáneo de Patanjali. Que dice: Si el cuerpo perece, el prâna se marcha, Tampoco será alcanzada la luz de la verdad. Aprendí el camino de preservar el cuerpo Y, al hacerlo, también mi prâna. Hubo un tiempo en el que despreciaba el cuerpo. Pero luego vi a Dios en su interior. El cuerpo, descubrí, que era el templo del señor. Así que empecé a preservarlo, con infinito cuidado. De estos versos se deduce que la preservación del cuerpo, no es un fin en sí mismo, si no un medio de ganar tiempo, para completar el proceso de autorrealización. Para terminar este capítulo y a la vez enlazar con el siguiente, anotaremos, que en la ciencia que estudia la naturaleza oculta del ser humano, la materia física se clasifica en siete grados u ordenes de densidad, de lo mas sutil a lo mas denso, sería: Atómico, Subatómico, Superetérico, Etérico, Gaseoso, Líquido y Sólido. Partículas de todos estos grados entran en la composición del vehículo físico. Pero el cuerpo físico tiene dos divisiones bien marcadas, una parte densa compuesta por sólidos, líquidos y gases, y una envoltura etérica que se compone de los cuatro grados más finos de la materia. Profundizando en nuestro ser, después de la cubierta física compuesta como vemos de gases, líquidos (agua en un alto porcentaje), y sólidos. Estaría la envoltura etérica, esta envuelve a cada célula, por lo tanto si las pudiéramos ver por separado, tanto la envoltura física como la etérica tendrían la misma apariencia. Se conoce la existencia de un ojo etérico, que hay personas que tiene activo y con el que pueden ver esta envoltura, la mayoría de los mortales tenemos este ojo dormido o inactivo, éste, seamos consciente de él o no lo seamos, se encuentra en el entrecejo a la altura del Chakra Âjnâ. Es importante observar que el cuerpo físico y el etérico cambian su calidad a la par, de esta forma si purificamos, cuidamos y refinamos nuestro cuerpo físico, de manera simultánea el etérico se mantiene sano y sutil. No debiera hacer falta decir que lo contrario le afecta negativamente. De hecho existe una tela o membrana atómica formada por una simple capa de átomos físicos, estrechamente entretejidos, muy comprimidos y cubiertos de una variedad especial de prâna. Esta membrana, sabiamente colocada por la naturaleza para - 34 - Reconocernos en lo físico. impedir el contacto prematuro entre el plano físico y el astral, es muy sutil. Las drogas y narcóticos, el alcohol e incluso los excesos café, pueden dañarla con sus nefastas consecuencias. Esto sucede debido a que ciertas substancias toxicas, en el interior del cuerpo se volatizan y llegan a atravesar la membrana dejándola seriamente dañada. Ya que menciono esta membrana atómica, aclaremos que lo que separa en realidad es el plano etérico del astral, no el físico del etérico. Es por ello también que una emoción fuerte de mal carácter y gran potencia, puede producir una “explosión” en el plano astral, dañando también seriamente esta membrana y pudiendo llegar a enloquecer la persona afectada. Como veremos en el capítulo correspondiente a las emociones, existe una gran relación entre el mundo emocional y plano astral. La envoltura etérica tiene dos funciones principales. En primer lugar absorbe prâna y la distribuye por el cuerpo físico, en segundo lugar, actúa como intermediario o puente entre el cuerpo físico denso y el cuerpo astral. Como estamos viendo, las personas damos vida a una serie de vehículos o envolturas, y son tres las principales física, astral y mental, estas tienen una serie de subdivisiones que iremos analizando a lo largo de este trabajo, de momento hemos visto que en lo físico también estaría la envoltura etérica. Todos los organismos y partículas del universo, viven en vibraciones rítmicas, se atraen por armonía y se separan por disonancia. Aún ahora en la naturaleza física, hay una infinidad de vibraciones que se nos escapan por completo, porque nuestro cuerpo físico es incapaz de recibirlas, es decir, de vibrar al unísono con ellas. Nos quedamos enganchados en nuestro cerebro físico, identificándonos con él y con su vibración densa e irreal, y no nos permitimos abrirnos a otras experiencias que van a una vibración más rápida. Sin darnos cuenta de que en realidad este cerebro y este cuerpo un día morirá, y somos algo más, aparte de la irrealidad que estamos acostumbrados a vivir. En la filosofía Vedânta se le conoce al etérico con el nombre de prânamâyakosha, es decir envoltura de prâna, y como esto comienza a estar relacionado con la envoltura energética, pasemos al siguiente capítulo. - 35 - Reconocernos en lo físico. - 36 - Reconocernos en lo energético. “Los deslumbrantes efectos de luces y visiones, las poderosas liberaciones de rapto y energía. Son maravillosas señales de la crisis, de las antiguas estructuras de nuestro ser, cuerpo y mente. Sin embargo, en sí mismas no producen sabiduría.” Jack Kornfield. Cuarta parte: Reconocernos en lo energético. Ya hace días, tomé la decisión de comenzar cada capítulo de este trabajo con la respiración, y su relación con la envoltura correspondiente. Y lo cierto es, que llevo tiempo pensando cual es la parte energética de la respiración, sin encontrarla. Es como lo Divino, lo tenemos tan cerca que ni lo vemos. Finalmente, he llegado a la conclusión, de que no se puede extraer una parte, ya que la respiración es cien por cien energía. Es el aliento que mueve nuestro cuerpo, y cuanto más limpia y pura, mejor será la calidad de nuestra vida. No hay como un paseo por el bosque o por la playa, realizando unas respiraciones amplias y completas, para comprobar como nos queda una sensación de plenitud, bienestar y fortaleza. También al realizar un ejercicio aeróbico e intenso, hay una demanda mas amplia de energía y con ella un aumento de la frecuencia e intensidad de la respiración. Con esta pequeña explicación, creo que nos podemos dar cuenta de la importancia de la respiración a la hora de energetizar el cuerpo. Ya que seamos conscientes o no, la respiración es el motor de nuestra vida. Pero como veremos enseguida el tema de la energía en nuestro organismo va mucho más allá. Y dada su importancia volveremos sobre la respiración a lo largo de este capitulo. La relación entre el hombre y el universo es inevitable, todo lo que esta aquí esta en otra parte, se dice en el tantra. Así pues, hay una energía que todo lo relaciona, mejor dicho tres. Y estas provienen del Sol. Es muy posible que existan otras fuerzas que colaboren con la vida y la evolución, pero por ahora son desconocidas. Incluso alguna de estas tres que voy a mencionar ahora, la ciencia occidental no las acaba de asimilar del todo. Estas son: 1. Fohat, o electricidad. 2. Kundalini, o fuego serpentino. 3. Prâna, o vitalidad. Fohat, prâna y kundalini, son tres fuerzas separadas y diferentes entre si. El Fohat, comprende prácticamente todas las fuerzas físicas conocidas: electricidad, magnetismo, luz, calor, sonido, química, movimiento, etc. Del Fohat dice H.P.Blavatsky en su glosario teosófico: “Es el misterioso lazo que une el Espíritu con la Materia, el Sujeto con el Objeto; el “puente” por medio del cual las ideas existentes en el pensamiento divino se imprimen en la substancia cósmica como leyes de la naturaleza.” Esta frase está extraída de una explicación mucho más amplia. Kundalini, es el término que habla de una energía muy poco conocida, para quienes no tienen nociones sobre yoga. Aunque con la adaptación de prácticas de oriente a occidente, cada vez se oye más hablar de ella. Según tengo entendido, se le dice fuego serpentino porque se la representa como una serpiente que permanece - 37 - Reconocernos en lo energético. enroscada y dormida en la base de la columna. Esta fuerza a veces se puede despertar sin querer, si esto sucede deberíamos acudir a un maestro cualificado, para que nos asesore. Y si se intenta despertar apropósito, también es conveniente contar con la guía de un buen guru. Ya que es una energía tan poderosa, como peligrosa. Esta se debe despertar siempre de abajo hacia arriba, y recorrer todos lo Chakras. El cuerpo físico debe estar totalmente libre de impurezas. Y si todo esto no se hace adecuadamente, corremos el riesgo de que kundalini despierte hacia abajo, hundiéndonos en los deseos, pasiones y apegos. De kundalini se dice en el hata yoga pradipika; “Libera a los yoguîs y esclaviza a los necios.” El prâna, al cual los textos yóguicos definen como, “energía de la misma naturaleza que el relámpago”, es uno de los motores de la vida y participa de ésta, queramos o no. Esta es una energía cósmica, que aparte de venir del Sol, también procede de los rayos cósmicos y del movimiento del agua. Es por medio del control del prâna que los yoguîs experimentados, consiguen controlar los latidos del corazón. Este prâna en el cuerpo lo asimilamos principalmente de tres maneras, en la respiración, a través de la piel y mediante el alimento. Es por ello también que los dhautis de los que hablábamos en el capítulo anterior, ayudan a su asimilación. El limpiarse las narinas, la lengua y frotar la piel con un guante de crin, son formas de mejorar la asimilación de prâna en nuestro organismo. Resumiendo, el prâna es vida. La misma energía de vida que recorre el organismo de todo ser vivo. Todas estas energías sutiles, ¿Cómo influyen en nuestro organismo? Al igual que toda energía necesita acumuladores y medios de distribución, y estos se distribuyen entre el cuerpo físico y el cuerpo etérico. Un centro físico importante de acumulación de energía son los riñones y en la parte etérica estarían los Chakras, los canales de distribución son los meridianos y los nâdîs. Y de estos tres últimos es de lo que va a tratar este episodio. Hay una historieta, que cuenta como: Da Mo, un príncipe indio budista fue invitado a predicar en China por el emperador Lang. Cuando el emperador dejó de apoyar su filosofía, Da Mo se retiró a un templo budista; allí descubrió que todos los monjes eran débiles y enfermos, por lo que decidió ayudarlos. Se recluyó para pensar sobre el problema y permaneció así durante nueve años. Cuando salió había escrito dos libros, el Yi Jin Jing (tratado del cambio de músculo y tendón) y el Xi Sui Jing (tratado del lavado de la médula). Las técnicas que enseñaba “el tratado del cambio de músculo y tendón”, fueron practicadas por muchos sacerdotes budistas que consideraron que para completar su entrenamiento necesitaban cuerpos sanos y fuertes. Y “el tratado del lavado de la médula” es muy posible que tenga relación con el despertar de la Kundalini. De todas formas esta historia, con lo que si que tiene una gran relación es con el desarrollo del Chikung. Esta técnica oriental a veces denominada como Yoga Chino, de lo que trata, es de unir el Chi energía que recorre el cuerpo con el Kung energía universal y cósmica. Esto viene a ser una introducción al mundo de los meridianos, ya que sin ser desconocidos en la india, es en china donde se desarrolla la acupuntura, y ésta utiliza en gran medida los meridianos. Pero ¿Qué son estos meridianos? Los meridianos o canales primarios de Chi, son los conductores de la energía a través del cuerpo. Poseemos doce canales, que la medicina china considera ríos de Chi. Cada canal, aunque nos refiramos a el en singular, es en realidad una pareja idéntica, uno a cada lado del cuerpo. Un extremo de cada uno de estos doce canales está asociado - 38 - Reconocernos en lo energético. con uno de los doce órganos, mientras que el otro extremo está conectado a un dedo del pie o de la mano. Seis meridianos están conectados a los dedos de las manos y los otros seis a los dedos de los pies. Y son los siguientes: ¾ Meridiano de los pulmones, a lo largo del brazo hasta el pulgar. ¾ Meridiano del intestino grueso, por el brazo hasta el dedo índice. ¾ Meridiano del estómago, desciende por la pierna hasta el dedo central del pie. ¾ Meridiano del bazo, por la pierna hasta el dedo gordo del pie. ¾ Meridiano del corazón, por el brazo hasta el meñique, en su parte anterior. ¾ Meridiano intestino delgado, hasta la parte posterior del meñique de la mano. ¾ Meridiano de la vejiga, por la parte de atrás de la pierna al dedo pequeño del pie por el exterior de la planta. ¾ Meridiano del riñón, parte interior de la pierna planta del pie y al meñique por debajo de la planta del pie. ¾ Meridiano del pericardio, por la parte anterior del brazo y la palma de la mano hasta la punta del dedo corazón. ¾ Meridiano del triple quemador, por el brazo hasta el dedo anular. ¾ Meridiano de la vesícula biliar, por la parte exterior de la pierna exterior del pie y al meñique. ¾ Meridiano del hígado, por el interior de la pierna al dedo gordo del pie. Los meridianos de hígado, pericardio, corazón, bazo, pulmones y riñones, son de polaridad yin, es decir de energía centrífuga. Y la vesícula biliar, intestino delgado, estómago, intestino grueso y vejiga, son de polaridad yang y por lo tanto de energía centrípeta. En la medicina tradicional china, también se distinguen ocho vasos principales por los que también circula la energía. Estos vasos forman una red de complejas interconexiones ente los meridianos, al mismo tiempo cada uno tiene sus propias funciones y características. En la medicina china se destaca la importancia de los doce canales primarios relacionados con los órganos y sólo dos de los ocho vasos, el vaso gobernador y el vaso de la concepción. Los otros seis vasos no se utilizan con mucha frecuencia por la sencilla razón de que no se conocen tan bien como el resto y todavía se están haciendo investigaciones al respecto. Así pues, el vaso gobernador recorrería toda la columna vertebral desde la zona del perineo, continuando por el centro de la cabeza, bajando por la frente, la nariz y hasta el labio superior. El vaso de la concepción, viene también del perineo pero en dirección contraria, es decir asciende por el pubis, por el centro del abdomen y tórax, la garganta y termina en la lengua. Estos dos vasos se pueden unir poniendo la punta de la lengua en la parte blanda del paladar o en la raíz de los dientes, formando un círculo cerrado de energía muy importante y a tener en cuenta durante las prácticas del hata yoga. Los otros seis vasos, sólo los nombraremos a modo de información. Vaso impulsor, vaso cinturón o ceñidor, vaso del talón yang, vaso del talón yin, vaso de unión yang, vaso de unión yin. - 39 - Reconocernos en lo energético. Todos estos meridianos, como hemos dicho antes tienen otro idéntico en la extremidad contraria. Y nacen evidentemente, en el órgano que les corresponde. El recorrido que aquí se expone es a modo de esquema básico. Ya que se podría entrar mucho mas en detalle con los cruces de meridianos y puntos clave a lo largo de cada uno de ellos. Pero como el objetivo de este trabajo, es reflejar las partes de la envoltura energética. Lo dejaremos aquí. Los meridianos y los nâdîs, es más que posible que sean lo mismo pero estudiado y analizado por diferentes tradiciones. En este trabajo, me he decidido ha tratarlos por separado, por las diferencias evidentes entre los vasos principales. Por ejemplo, en los meridianos y vasos, los dos canales principales son; vaso gobernador y vaso de la concepción. Que como ya hemos visto, son dos líneas que van por la parte central, anterior y posterior del tronco. Pudiéndose unir mediante la punta de la lengua y el cielo del paladar. Mientras que los nâdîs principales son, ida, pingala y sushumna. Ida nace en la narina izquierda, y baja hasta el testículo izquierdo, (ovario en la mujer). Pingala va de la narina derecha, al testículo derecho, (ovario derecho). Y sushumna va desde el ano, hasta la fontanela superior de la coronilla, también conocida como “orificio de brama”. Recorriendo toda la medula espinal. Entonces tenemos que la energía que recorre el cuerpo, solamente es una, pero con distintos nombres. En la tradición china se la denomino Chi, y en la hindú Prâna. Y ambos utilizan una serie de canales de distribución llamados meridianos y nâdîs. Lo que si parece ser evidente, es que estos no tienen que ver ni con las venas, ni con las arterias, ni con el sistema nervioso. La palabra nâdî, se traduce como “tubo”. Y la tradición nos indica los tres principales que ya hemos visto, más otros siete que corresponderían con los ojos, boca, orejas, ano y orificios genitales. Estos diez nâdîs principales, se ramifican en otros muchos, hasta 72.000 según unos textos y 350.000 según otros. En realidad como dice André Van Lysebeth, en su libro sobre prânâyâma. ¿Quién los ha contado? Personalmente pienso que los yoguîs se van a estas cifras tan elevadas, considerando las diferentes ramificaciones que finalmente llevan el prâna, a cada órgano, y a cada célula. De todas formas lo que si es destacable es la sutileza y la capacidad de interiorizar de los yoguîs de antaño. Para mediante: Âsana, postura estable, Prânâyâma, control del aliento, Pratyâhâra, abstracción de los sentidos, Dhâranâ, concentración y Dhyâna, meditación; ser capaces de descubrir los diferentes recorridos del prâna. Y poder llegar a imprimirlos, como muestra la fotocopia de un antiguo pergamino en la siguiente página. También llegaron a identificar el nâdî ida con: el sistema nervioso parasimpático, lo mental, la intuición, lo femenino, el frío, la luna. El nâdî pingala con: el sistema nervioso simpático, lo vital, la lógica, lo masculino, el calor, el sol. Y nâdî sushumna con: el sistema nervioso central, lo supramental, la sabiduría, lo andrógino, lo templado, la luz cósmica y la kundalini. En el siguiente pergamino antiguo, encontramos los diferentes recorridos de los diferentes nâdîs y también los principales Chakras. - 40 - Reconocernos en lo energético. Los nâdîs no van por fuera del cuerpo, pero el autor de este dibujo, es evidente que por problemas de espacio los sitúa fuera de la silueta del cuerpo, para más claridad. Se distinguen en la parte de arriba del dibujo dos caras, una indicaría Chandra nâdî, el canal lunar y la otra Surya nâdî, el canal solar. En este dibujo los dos nâdîs ida y pingala, no se cruzan, en la actualidad existen gran cantidad de textos sobre hata yoga y kundalini yoga, en los que si salen entrecruzados. Los chacras aquí también son más numerosos ya que están los secundarios además de los siete principales. - 41 - Reconocernos en lo energético. En la práctica del hata yoga, los nâdîs se van liberando. Y con el Prânâyâma y las bandhas, regulamos el prâna en el cuerpo. Con destreza y entrenamiento mental, se puede llegar a dirigir el prâna a las zonas de nuestro cuerpo que deseemos. De Prânâyâma podemos hacer dos lecturas, una que seria prâna-yâma control del aliento. Y otra prâna-ayâma, lo traduciríamos como alargar la conciencia del aliento. Para continuar con este tema, veamos lo que nos dice Patañjali en su yoga sutra, sobre el prânâyâma. II.49 Tasmin sati svâsa prasvâsayor gati vichedah prânâyâma. “El prânâyâma es la regulación consciente y deliberada de la respiración, que reemplaza las formas inconscientes de respiración. Sólo es posible si se tiene un cierto dominio de la práctica de Âsana.” II.50 Bâhya abhyantara stambha vrttir desa kâla samkhyâbhih paridrsto dìrgha sûksma. “Comprende la regulación de la expiración, de la inspiración y de la suspensión de la respiración. La regulación de estas tres fases se realiza modulando su duración y manteniendo esta modulación durante un cierto tiempo. La mente debe centrarse en este proceso. Los componentes de la respiración deben ser, a la vez, largos y uniformes.” En el Bhagavad Gîtâ, también se hace alusión al prânâyâma al explicarle Sri Khrisna a Arjuna diferentes formas de autorrealización le dice: “También hay quienes ofrecen en sacrificio la expiración en la inspiración y la inspiración en la expiración, reteniendo los soplos pulmonares con tarea de dominar el aliento.” Estancia 4ª verso 29. De lo que deducimos que para la práctica de prânâyâma, es necesario estar asentado en Âsana. Como ya hemos dicho antes, por la práctica del hata yoga se liberan los nâdîs. Después mediante la variación de los ritmos y la alternancia de las narinas, el control de la inspiración, expiración y retención, se pueden ir realizando una serie de ejercicios de prânâyâma, que no vamos a entrar a detallar en este trabajo, por no ser su finalidad. Lo que si diremos es que durante la práctica se hace imprescindible el mantener la concentración y una postura estable. Conforme avanzamos iremos incluyendo las bandhas, para potenciar los efectos y mantener el prâna en las tres esferas principales de nuestro cuerpo. Estas son la esfera del abdomen envuelta por la membrana del peritoneo, la del tórax envuelta por la pleura pulmonar y la de la cabeza envuelta por las meninges. Estas tres cavidades, a los médicos les tuvieron en jaque durante muchos siglos, ya que siempre que entraban en contacto con el exterior, el cuerpo físico fallecía. Hoy en día parece ser que esto ya no sucede. Estas tres cavidades son cerradas y solo tienen contacto entre sí, a la altura de la garganta, del diafragma y del perineo, con el exterior. Bandha se traduce como cierre o llave, y básicamente es una contracción que aísla una esfera de las otras dos. Pero veamos un momento las tres bandhas principales por separado. Jâlandhara bandha, llave de la garganta. Consiste en meter la barbilla hacia el externon, apoyándola en él, firmemente, con la nuca estirada pero sin tensión. Entonces, contraemos la glotis en el interior de la garganta, y luego poco a poco, contraer toda la garganta junto con los músculos del cuello. Relajar el tórax y sentir. A la hora de soltar lo haremos siempre sin llegar a nuestro límite, levantando la cabeza con suavidad y una vez soltado el cierre, - 42 - Reconocernos en lo energético. inspiraremos o expiraremos según toque ya que podemos trabajar tanto al lleno como al vacío. Jâlandhara bandha, por la presión que se ejerce y la posición de la garganta. Produce una saludable disminución del ritmo cardiaco y una lentificación de la circulación sanguínea en la cabeza, muy favorable para la relajación. Uddiyâna bandha, llave de contracción abdominal. Uddiyâna lo hemos tratado en el capitulo anterior, pero como trabajo abdominal para ir hacia el nauli. Ahora lo vamos a tratar como cierre energético. El trabajo es el mismo pero con diferente intención. Se puede practicar también sentado. Es al igual que para preparar nauli, una contracción del abdomen provocando la subida simultánea del diafragma y de las vísceras abdominales hacia la caja torácica, haciendo una retención del aliento con los pulmones vacíos. Y sin forzar soltar la contracción antes de volver a inspirar. Combinándolo con prânâyâma habrá veces en las que también trabajemos uddiyâna a pulmones llenos. Uddiyâna bandha, es una fuerte contracción que, mejora las funciones cardiaca, digestiva e intestinal. Al mismo tiempo que efectúa un masaje de los órganos internos, cuando la absorción del abdomen alcanza la columna vertebral, este masaje se extiende a todas las ramificaciones nerviosas que parten de esa zona lumbar y dorsal baja. También actúa como regulador de todo el sistema neurovegetativo. Mula bandha, la llave del perineo. Esta podría parecer la más sencilla de las tres, por relacionarse con los esfínteres del ano y los genitales. Pero para que este cierre influya a nivel energético, debe actuar sobre el periné. Es decir entre el ano y los genitales, y esto ya no es tan fácil. De todas formas, como casi todo en el yoga es progresivo, esto, también. Así comenzaremos por trabajar con los esfínteres genitales y anales, para poco a poco ir aislando la zona del periné y conseguir contraer sus músculos manteniendo los esfínteres de los genitales y del ano relajados. La finalidad principal de mula bandha, es impedir que el prâna se pierda, y poder dirigirlo hacia el chakra Anâhata. También ejerce una acción positiva sobre el sistema simpático y actúa sobre la musculatura del suelo pélvico. Mahâ Bandha, el gran cierre. Esta bandha, es una combinación de las otras tres. Es decir, después de una exhalación de todo el aire pulmonar, realizaríamos mula bandha, uddiyâna bandha y jâlandhara bandha. Antes de inspirar desharíamos en orden inverso. Para la práctica de este gran cierre, será imprescindible que controlemos antes los otros tres por separado. Mahâ bandha dinamiza las energías de la zona sacro lumbar, tonifica el cuerpo y sus órganos, facilita los movimientos de las energías sutiles. Estos cierres energéticos, al principio los trabajaremos y entrenaremos, pero será con el tiempo y con una correcta práctica que, durante el trabajo de prânâyâma se darán de una forma espontánea. Tanto en las suspensiones al lleno como al vacío. Nunca intentaremos los cierres, si se padece del corazón, se tiene la tensión alta ni en los postoperatorios, incluso hasta dos años después de una operación en el tronco del cuerpo o en la cabeza. Los bandhas también nos llevarán a una calma mental, esta calma nos ayudará a profundizar hacia el estado de yoga, y una vez alcanzado este a afianzarnos en el. - 43 - Reconocernos en lo energético. El verdadero campo donde actúa el hata yoga es en los cuerpos más sutiles, el cuerpo etérico como ya se ha dicho, envuelve al cuerpo físico en una imitación perfecta, y en el se encuentran los nâdîs y los Chakras. En el capítulo anterior ya habíamos visto que la diferencia entre el deporte y el yoga, era que mientras en uno gastamos prâna en otro lo acumulamos. Esto se hace evidente al observar como en el deporte se llega a una respiración jadeante y una necesidad apremiante de comida incluso antes de la practica para que no de un bajón, a veces conocido como “pájara”; sin embargo en yoga se aconseja estar con la digestión de los alimentos terminada e incluso en ayunas, ya que el proceso de la digestión centra mucha energía en la masa intestinal y en la practica de hata yoga conviene que esta energía se pueda mover libremente, se da muy a menudo que una persona omite este consejo y luego en las Âsanas se encuentra a disgusto pudiendo llegarse a marear. También en el yoga la respiración se puede lentificar y no se llega a la extenuación de algunos deportes. Comprobamos de esta forma, como el yoga influye en el cuerpo etérico además de en el físico, es el cuerpo etérico el que se encarga de recibir el Prâna y enviarlo tanto al físico como al astral. Como hemos visto anteriormente el prâna es vida, energía de vida y por lo tanto es mediante esta energía de vida que se animan todos los cuerpos de nuestro ser, desde los mas densos a los mas sutiles. Ya que sin prâna no hay vida y sin vida no hay envolturas ni sutiles ni densas. Hemos visto también como se distribuye la energía, pero nos falta por ver los acumuladores, receptores y transmisores. Estos serian los Chakras, que se definen como vórtices de energía y se traduce literalmente como rueda. Si de cada capítulo de esta tesina se puede escribir un libro, solamente de cada uno de los Chakras se podría escribir otro. Así que voy a intentar resumir, entre otras cosas porque como digo en el prólogo presentación de este trabajo, no quiero limitarme a copiar datos de los libros y además, porque al no tener yo mismo una visión muy sutil, el tema de los chacras se que está ahí, pero salvo algún trabajo con sonidos y alguna sensación en el sacro, en el abdomen y en el centro del pecho, tampoco tengo mayor experiencia sobre el tema. Lo que haré pues, será limitarme a enumerarlos y extraer algún dato concreto de los apunte de Sâdhana. Los Chakras los encontramos en los tres planos principales de existencia en, el etérico, el astral y el mental. Estos tres planos se encuentran a diferente vibración y por lo tanto cada uno es más sutil que el anterior, cuanto mas rápida es la vibración, más sutiles debemos de ser para percibirla. En realidad todo el universo funciona por vibraciones de diferentes frecuencias, en la física moderna está mas que demostrado, hoy en día, como todo átomo se compone de un núcleo y electrones en continuo movimiento. Los planos sutiles, a los que hacemos referencia constantemente, tienen una vibración tan rápida que no es perceptible al ojo físico. Entonces el Chakras es un remolino que gira y sirve de punto de inserción entre los tres planos principales. En el plano etérico conecta con lo físico mediante los ganglios nerviosos y las glándulas del sistema endocrino. En el plano astral se encuentran más cerca de la columna y alineados a la altura del nâdî Sushumna y en el plano mental están en el aura que envuelve todo el cuerpo. El conjunto de los Chakras etéricos, astrales y mentales forman la entidad humana, irradian desde el interior hacia el exterior formando auras que se ínterpenetran estando constantemente en relación entre si, y son puertas a otros niveles de consciencia. - 44 - Reconocernos en lo energético. La sabiduría de la naturaleza mantiene separados los cuerpos etérico y astral mediante una membrana atómica, como vimos al final del capítulo anterior. Y a nivel de Chakras también existen tres nudos energéticos que mantienen separados los tres planos principales de conciencia, ya que tener acceso a los planos más sutiles sin la pureza y preparación necesarias tendría nefastas consecuencias. Estos nudos están a la altura de Mûlâdhâra, justo en la base de la esfera vital. En Anâhata, debajo de la esfera emocional. Y en Âjnâ debajo de la esfera mental. Estos nudos a su vez impiden que la energía ascendente de kundalini ascienda antes de haber sido subliminada, es decir mientras no se está purificado y con la sutileza necesaria. El trabajo ha realizar en yoga, es, una vez purificado el cuerpo físico, mantener un equilibrio entre la energía solar y lunar, de los nâdîs que rodean a sushumna canal central donde los Chakras están alineados, también equilibrar estos y finalmente liberar los tres nudos, vital , emocional y mental. Para finalmente reconocernos en el Yo verdadero, y darnos cuenta de su similitud esencial, con el Yo Cósmico y Divino. Pasemos a ver por separado cada uno de los siete Chakras principales: Muladhara Chakra. Mûlâdhâra significa Raíz. Se encuentra situado en el plexo pélvico, entre el ano y el cuello del útero o escroto, para los hombres. Tiene que ver con el enraizamiento, la voluntad, el yo y los orígenes. Sus funciones principales son la supervivencia, nutrición y eliminación. Consta de cuatro pétalos, su sílaba sagrada es, Lam. Su cualidad emocional, la simpatía y compasión, el miedo en especial el de la sobrevivencia. Elemento tierra. Swadhsitana Chakra. Swadhsitana significa Centro de integración y unidad. Se encuentra a la altura del plexo esplénico, 1ª lumbar y hueso sacro, también hay quien lo sitúa en el coxis unido al plexo sacro-coxígeo, bajo el abdomen. Se relaciona con la fuerza vital, la reproducción, el Tu frente al Yo y con la polaridad. Sus funciones son la Sexualidad, la creatividad, el deseo, el placer, la sensibilidad y la adaptabilidad. Tiene seis pétalos, su sílaba sagrada es, Vam. Cualidad emocional es la escucha, la transparencia, el autocontrol, calidad en las relaciones y saber estar abierto a los otros. Elemento Agua. - 45 - Reconocernos en lo energético. Manipura Chakra. Manipura significa ciudad de joyas. Se sitúa a la altura del plexo solar entre L3 y D8, justo detrás del ombligo. Su clave es la afirmación, la lógica, mi instinto y mi poder. Sirve para ver la necesidad de reconocer nuestro Ego, para la fuerza de voluntad y autoafirmación. En cierta forma integra los Chakras 1º, 2º y 4º, formando así nuestro gran centro emocional. Consta de diez pétalos, su sílaba sagrada es, Ram. Tiene la cualidad, de apertura hacia el cuidado de otras personas y de uno mismo. Está muy desarrollado en personas calurosas y generosas. Elemento fuego. Anahata Chakra. Anâhata se traduce como, sonido que no se inmuta. Se encuentra justo encima del corazón. Se relaciona con el Amor, la armonía, la paz y la compasión hacia todos los seres. Reconocimiento propio y a otros, Yo-Tú; Tú-Yo. Sus funciones son la generosidad, la apertura y la unión. Las emociones que le corresponden son, el Amor, la alegría, el perdón, la compasión y la esperanza. Número de pétalos doce y silaba sagrada Yam. Elemento aire. Vishuddha Chakra. Vishudda significa, lo purificado. Se sitúa detrás de la garganta, a la altura de las cervicales C6 y C7. Tiene una clara relación con la voz, la palabra y la expresión, pero también con la escucha, la verdad, la creatividad y el conocimiento. Su cualidad emocional es, el juicio ecuánime, la sinceridad y crítica hacia uno mismo y para con los demás. La independencia interior, el sentirse integrado y alegre. La Fe y el conocimiento. Tiene dieciséis pétalos y su silaba sagrada es Ham. Elemento éter. - 46 - Reconocernos en lo energético. Ajna Chakra. Âjnâ se traduce como percibir, conocer. Lo encontramos en el entrecejo. Nos da intuición, inspiración e integración. Sirve para la vista, el orden y armonizar, además de conectarnos con lo espiritual. Su cualidad emocional es aprender de la experiencia, el autoanálisis e inteligencia emocional. Se representa con dos pétalos, su silaba sagrada es Om. Elemento, la fusión de los cinco elementos principales y la radiación. Sahasrara Chakra. Sahasrara, el loto de mil pétalos. Se encuentra en la coronilla a la altura del orificio de Brama, este chakra coronario aunque en el dibujo que he elegido se sitúa en la cabeza, en realidad se sitúa un poco por encima. Nos sirve para experimentar la Paz, la Libertad y la Alegría. También para comprender al Ser individual y unificarlo con el Ser Celestial. Sus cualidades emocionales son la alegría frente a la vida, Amor incondicional, actitud ética y humana, también una visión de totalidad y de que todos somos uno. Aunque se le conoce como el loto de mil pétalos, en realidad consta de novecientos sesenta. Silaba sagrada Aum. Elemento, se funden todos los elementos en la vacuidad y en la presencia consciencia. Todos los Chakras en realidad tienen muchas más simbologías y correspondencias, con diferentes colores, sonidos, perfumes, alimentos, enfermedades, glándulas, gónadas, planetas, etcétera, etcétera. Pero para no extenderme en exceso he omitido todos estos datos. Aparte, lo esencial es tener conocimiento de la existencia de estos remolinos de energías sutiles, para identificar ese corazón del corazón con Anâhata, la fuerza vital en Manipura, la energía sexual en Svadhistana, el conocimiento en Âjnâ y la línea que une a los siete Chakras el canal Sushumna. Otro asunto importante a saber es; que una vez equilibradas las energías en los canales Ida y Pingala, esta, se dirige al chakra raíz Mûlâdhâra, despertando la energía Kundalini y ascendiendo esta por sushumna, lógicamente pasando por todos los Chakras. Pero para este despertar de la kundalini, como se ha dicho al principio de este capítulo, es necesario haber purificado antes intensamente la envoltura física, para que la energía sutil se mueva sin problemas. - 47 - Reconocernos en lo energético. Los Chakras también se corresponden con las etapas evolutivas de la humanidad En los tiempos primitivos, se residía en el primer Chakra y el afán de supervivencia centraba todas las actividades. La agricultura y la navegación marcaron la era del segundo Chakra. Con la expansión y mezcla de culturas se entró en el tercero, y actualmente vivimos un momento de la evolución muy especial, ya que aunque es evidente que nos rodea algún troglodita con ansias de poder y de guerras, lo cierto es que estamos apunto de entrar en el cuarto Chakra, una fase de paz amor y equilibrio entre la tierra y el espíritu. Esto parece difícil, ya que con el caos que reina en la actualidad poca gente lo cree, pero en este universo siempre que se ha dado un fuerte cambio evolutivo, suele estar precedido de un gran caos. Este avance del ser y hacia el Ser, continuara a través de eones al quinto, sexto y séptimo Chakras, pero ahí no creo que termine todo. Pienso que después de ascender asta Sahasrara, deberemos volver a Anâhata al cuarto Chakra, ya que este además de ser un Chakra puente entre los tres inferiores y los tres superiores, es también el Chakra del sentir y de la apertura, y es aquí donde nuestro Ser, se manifestará en toda su pureza. Este Ser no se puede percibir desde lo mental y conceptual, es desde la apertura a la experiencia en el presente donde se manifiesta. Patanjali lo menciona en los primeros sutras con otras palabras pero viene a decir lo mismo, “Yoga es el cese de los movimientos mentales, cuando esto sucede el vidente mora en su propia forma verdadera, nuestro centro se revela”. Antes de terminar con los Chakras, me gustaría dar una visión energética de las Âsanas invertidas, su relación con los Chakras y su elemento correspondiente. Al darle la vuelta al cuerpo y con él a sus Chakras hacemos que el Aire de Anâhata avive el Fuego de Manipura, para que este calor lleve al punto de ebullición al Agua de Svadhistana y su vapor derrita la tierra de Mûlâdhâra. Este párrafo que nos puede llegar a parecer muy bonito y casi mitológico, es más real de lo que parece, ya que las posturas invertidas aparte de liberar el peso que soporta el peritoneo, y otras tantas funciones, también invierte el proceso del fuego del plexo solar que actúa siempre en corazón y pulmones, pasando así a calentar los productos de desecho de la digestión y ayudando a su eliminación. Representación de un vórtice energético. - 48 - Reconocernos en lo energético. Práctica y meditación. La primera propuesta que planteo para trabajar con nuestra envoltura energética, es una meditación con los diferentes elementos de cada uno de los Siete Chakras. Comenzamos adoptando la postura que más cómoda nos resulte para la meditación, espalda como siempre bien recta, nos centramos en el cuerpo y permitimos que la respiración se calme por sí sola. 1º Mûlâdhâra, mentalmente dirigimos nuestra atención hacia la zona del periné, para situarnos mejor podemos realizar unas contracciones de esfínteres. Una vez hemos conectado con esta zona, percibimos su cualidad de tierra, su pesadez, permitimos actuar a la fuerza de la gravedad, y nos mantenemos en esta sensación por unos instantes. Finalmente visualizamos el color rojo, inspiramos y por tres veces emitimos el sonido Lam al exhalar. Percibimos su vibración y su solidez una vez más. 2º Swadhsitana, nuestra pantalla mental se sitúa ahora en el bajo abdomen a la altura del útero, de la vejiga. Percibimos esta zona, como la zona de aguas que representa la fluidez, el cambio, la adaptabilidad. Intentamos sentir ahora lo mismo en todo nuestro cuerpo, si esto no es posible, al menos recordamos que el 75% del cuerpo es agua. Resonamos un poquito en nuestra sexualidad. Y al terminar visualizamos el color anaranjado, inspiramos y por tres veces emitimos el sonido Vam al exhalar. Volvemos a sentir el placer de la fluidez, antes de continuar. 3º Manipura, nos situamos ahora entre el ombligo y el plexo solar, pero no en la superficie de la piel, sino en el interior. Notamos el calor de esta zona, su fuego, podemos practicar al vacío uddiyâna bandha, el cierre del abdomen, para notar mejor este cinturón. Una vez centrados sentimos las articulaciones del cuerpo, si hay dolor o no lo hay, más tarde o más temprano surgirá en estas articulaciones el calor, el fuego, pero debe de surgir por sí solo, no hay que buscarlo. Cuando vamos terminando visualizamos el color amarillo, inspiramos y por tres veces emitimos el sonido Ram al exhalar. Prolongamos la sensación de calor en Manipura, durante unos instantes. 4ºAnahata, sentimos el centro del pecho y procuramos conectar con el palpitar del corazón, mientras el diafragma continua subiendo y bajando con naturalidad, sin influir en el. Y comenzamos a apreciar el corazón del corazón, ese centro espiritual, que se comienza a inundar de Amor y Compasión. Entonces sintiéndonos ampliamente equilibrados, permitimos que actúe el elemento de este chakra, el aire, permitimos que el aire distribuya esta sensación por la sala por todas las personas que en ella estamos y soplando ese mismo aire con la fuerza de todo el grupo, permitimos que este Amor incondicional y esta compasión que nos inunda, se propaguen en todas direcciones y conmuevan a todos los seres vivos. Así en medio de una gran Paz y serenidad visualizamos el color Verde, inspiramos profundamente y al exhalar pronunciamos el sonido Lam, también por tres veces. Y volvemos al centro del pecho percibiendo este espacio, de Amor compasivo. 5º Vishuddha, nos situamos ahora en la garganta pudiendo realizar Jâlandhara bandha, el cierre de la garganta para sintonizar con este chakra. Nos sentimos purificados y conectamos unos instantes con el sonido, cualquier sonido que nos llegue nos vinculamos con su vibración. Después sentimos el éter, su estructura volátil, su espacio, su sutilidad. Y totalmente presentes, con una sensación, como vaporosa, visualizamos el color Azul brillante. Inspiramos y al exhalar por tres veces expresamos - 49 - Reconocernos en lo energético. el sonido Ham, y por un instante retornamos a la zona de la garganta y en silencio dejamos que cualquier sonido que se produzca nos colme de plenitud. 6º Âjnâ, ascendemos entonces al área del entrecejo, conocido también como “tercer ojo”. Nos mantenemos sintiendo una radiación luminosa en este chakra y sentimos o imaginamos, como en el éter, el aire aviva el fuego, haciendo hervir el agua y diluyendo la tierra. Y en esta radiación luminosa los cinco elementos se disuelven, permanecemos unos instantes en la esencia mental donde ya no hay elementos, y en esta consciencia el ego también se disuelve. Visualizamos el gris violáceo o blanco, realizamos una plena inspiración y pronunciamos tres veces, el bîja mantra Om. Volvemos a esa radiación blanca y luminosa en el entrecejo, en una comprensión de la realidad pero de una forma humilde, sin sentirme alguien especial por ello. 7º Sahasrara, nos situamos ahora en lo alto de la coronilla, en el orificio de Brahmâ, sabiendo que ya no quedan elementos, todo es vacuidad, vacío. Si surge algún pensamiento somos conscientes, de que el pensamiento surge de esta vacuidad y al morir, vuelve a ella. Si es posible percibimos una luz blanca y brillante en lo alto de la coronilla, sentimos el canal raquídeo como un tubo de cristal y esta luz desciende hasta Mûlâdhâra, recorriendo todos los Chakras. Después de sentir el silencio, la plenitud y el conocimiento de esta vacuidad, visualizamos el color violeta u oro, inspiramos y por tres veces también pronunciamos la silaba “Aum”, lo haremos pronunciando la A, cerrando las mandíbulas y los labios iremos hacia una vocal indefinida entre la A, la O y la U, finalmente retrayendo la lengua hacia el fondo superior del paladar, en vez de la M pronunciaremos Ng. Siendo conscientes de que A, representa el nombre de Vichnu, U representa el nombre de Shiva y M el nombre de Brahmâ. Este trabajo completo puede durar más de media hora, así pues para no salir de él de una forma brusca, pronunciaremos las cinco vocales. Observando como vibra cada vocal en su correspondiente zona. La A, actúa sobre el esófago, las tres costillas superiores y los lóbulos pulmonares superiores. La E, actúa en la garganta, las cuerdas vocales, la laringe y la tiroides. La I, vibra hacia lo alto, hacia la nariz y la cabeza. La O, se manifiesta en el centro del tórax y en el diafragma. La U, es muy profunda y se manifiesta su vibración en todas las vísceras abdominales, estómago, hígado, intestino y gónadas. - 50 - Reconocernos en lo energético. Para continuar la práctica en le cuerpo energético, propongo la siguiente serie. Serie para trabajar los meridianos. Como vemos hasta aquí son seis posturas una por cada dos meridianos, y finalmente se trabajan los principales, es decir vaso gobernador y vaso concepción. Es imprescindible que en esta serie se respete el orden de las posturas y los movimientos respiratorios. - 51 - Reconocernos en lo energético. Como hemos dicho al principio de este capítulo, la respiración es cien por cien energética, así que no puede faltar en la práctica un trabajo respiratorio, aunque sea un poco básico. DOS PROPUESTAS: Primera: Solamente sentir la respiración. Al realizar cualquier actividad, aunque lo ideal seria mientras damos un paseo por el campo o por un parque, también nos sirve el trabajo o un momento de relax. Para sentir ese canal de respiración total, ese tubo luminoso libre de bloqueos, percibimos, como es todo el cuerpo el que respira. Observamos que la inspiración es la vida y la espiración es la eliminación de toda tensión, sin forzar permitiendo que actúe la sabiduría del cuerpo. Si no es posible conectar con la respiración de una forma natural, nos detenemos en un lugar que nos resulte agradable y abriendo los brazos al cielo, inspiramos profundamente inundándonos de vida, relajándonos totalmente con la exhalación al bajar los brazos. También, sin necesidad de salir de casa, podemos abrir la ventana por la mañana permitiendo que entre aire fresco, y realizar unas respiraciones completas. Si te abres a tu respiración, si te dejas ir con ella, si la liberas, todo se abre, si te cierras en tu respiración todo se va a cerrar. Segunda: Apertura de nâdîs. Después de un pequeño trabajo físico o serie de hata yoga. Nos sentamos en un cojín o en una silla, espalda relajada pero en la verticalidad. Aflojamos todo lo que podamos el tórax y la cara, soltamos todas las tensiones, observamos nuestra respiración, su ritmo y su intensidad… Entonces, dejamos reposar la mano izquierda a la altura del ombligo, juntando el índice y el pulgar, en la mano derecha recogemos los dedos índice y corazón hacia la palma de la mano y utilizaremos el pulgar para tapar la narina derecha y el anular para la narina izquierda. Y comenzamos el Nâdî Shodhana, también conocido como respiración alterna. Inspiro nâdî izquierdo expulso nâdî derecho Inspiro nâdî derecho expulso nâdî izquierdo Esto completa un ciclo, realizamos siete ciclos iguales, sin forzar y respetando nuestro ritmo. Al terminar, permanecemos unos minutos de quietud de observación, permitiendo que nuestra respiración nos guíe, por ese viaje interior. Con la práctica, iremos añadiendo suspensiones al lleno y al vacío, después diferentes ritmos respiratorios y estaremos preparados para adentrarnos en trabajos más profundos de prânâyâma. La respiración nos llevará a: - Regular nuestra tensión y estrés. - Aumentar nuestra energía y resistencia. - Mejorar la concentración mental. - Conducir mejor nuestras emociones. - Nos facilita el proceso espiritual. - 52 - Reconocernos en lo energético. Para la practica meditativa en lo energético, en Vipassana se enseña a; una vez afinada la concentración, mediante la atención a la respiración en la punta de la nariz (Anapana), comenzamos a recorrer el cuerpo percibiendo sus diferentes sensaciones sabiendo que estas son producto de nuestra mente, de emociones que se nos quedaron agarradas y de la energía que recorre el cuerpo. A todas estas sensaciones retenidas en la tradición oriental se les conoce como Shankaras. Debemos permitir, que nuestros Shankaras afloren a la superficie y se vayan diluyendo mediante la consciencia en el cuerpo. El día que consigamos sentir estos recorridos como una brisa o como un hormigueo que recorre todo nuestro cuerpo, sin generar deseo ni apego hacia lo placentero y sin rechazar lo desagradable, es decir integrando todo con una impecable ecuanimidad, ese día estaremos ante un gran logro espiritual y cada vez más cerca de nuestro Ser consciente. Si queremos sentir la parte energética de nuestro cuerpo en toda su pureza y efervescencia, también es muy aconsejable poner en práctica una de las meditaciones dinámicas que diseño Osho. En concreto la Kundalini Meditation. Para ello deberíamos conseguir primero el disco, que también creo Osho en el que oímos cuatro canciones que de forma progresiva escucharemos a la vez que experimentamos los siguientes pasos. Primera etapa: 15 minutos. Nos mantenemos relajados dejando que todo nuestro cuerpo vibre desde el hueso sacro, abandonándonos a las energías que se mueven hacia arriba desde nuestros pies. Nos abandonamos completamente y nos hacemos uno con este vibrar, los ojos pueden estar abiertos o cerrados indistintamente. Segunda etapa: 15 minutos. Danzamos, de cualquier forma que lo sintamos, dejando que todo el cuerpo se mueva como quiera y que cree su propias formas y figuras. Tercera etapa: 15 minutos. Se cierran los ojos y permanecemos inmóviles, sentados o de pie como nos apetezca, observando todo lo que está ocurriendo dentro y fuera de nosotros. Cuarta etapa: 15 minutos. Manteniendo los ojos cerrados, nos tumbamos y permanecemos inmóviles, en una total relajación y abandonándonos a la experiencia. Si ponemos en práctica esta Meditación Kundalini, debemos permitir que el cuerpo se sacuda, pero no hacerlo desde la mente. Hay que permanecer de pié inmóvil y en silencio sintiendo como nos llega la vibración, cuando el cuerpo comienza a vibrar le ayudamos un poco, recibimos la vibración y le damos la bienvenida pero sin forzarla. Si lo forzamos se convertirá en un ejercicio físico y el sacudir el cuerpo estará ahí pero solamente en la superficie, no nos penetrará y el interior permanecerá sólido como una piedra., y no se trata de hacer un ejercicio físico de lo que se trata es de ir profundizando en las capas mas sutiles. Lo que pretende Osho con este trabajo es que sacudamos nuestra solidez de forma que esta se pueda volver más fluida y que al final no tengamos noción de que “yo vibro” sencillamente es algo que sucede y cuando no hay nadie que lo hace el ego se disuelve. En los trabajos para despertar la Kundalini, siempre se habla de la energía que permanece dormida en el sacro y al despertar asciende recorriendo los Chakras, pero en meditación también es muy posible que la energía se manifieste en lo alto de la cabeza, y descienda inundando todo nuestro ser, a través de la fontanela superior también conocida como Orificio de Brama. Y una vez que ya hemos reconocido nuestro cuerpo físico y percibido la energía que lo recorre a través del cuerpo etérico, pasemos a nuestras emociones y aprendamos a vivirlas. - 53 - Reconocernos en lo energético. - 54 - Reconocernos en lo emocional. “La calidad del cuerpo astral, está determinada en gran parte, por el tipo de sentimientos y emociones, que lo hacen vibrar continuamente.” Arthut E. Powell. Quinta parte: Reconocernos en lo emocional. La respiración, si da para toda una vida, ciertamente da para mucho. Así pues continuando con ella, observamos que cuando nuestro estado emocional es alterado, respiramos de forma rápida y entrecortada, casi una respiración jadeante. Y cuando por el contrario, estamos en paz y calma, ésta se vuelve más tranquila y prolongada en el tiempo. Esto sucede, al rozar el aire un receptor nervioso, que tenemos a la altura del entrecejo, y que está directamente unido a la glándula hipófisis. Esta glándula que se encuentra, en el centro de la cabeza justo debajo del hipotálamo, aparte de ser parte importante del sistema endocrino, ya que coordina a otras glándulas, también influye en nuestros estados de ánimo. Y esto sucede en ambas direcciones. Es decir, tanto influye nuestro estado emocional en la respiración, como nuestra respiración en el estado emocional. Si atendiéramos a nuestra respiración para cambiarla, podríamos hacer lo mismo en nuestro estado anímico. El Hata Yoga Pradipika nos dice esto con las siguientes palabras: “Cuando el aliento vaga (cuando es irregular), la mente fluye inquieta; pero cuando la respiración es tranquila, la mente también se tranquiliza y el yogui obtiene el poder de la calma. Por tanto, debe controlarse la respiración”, esto es, dando por hecho que nuestros estados emocionales influyen directamente en nuestro estado mental. La idea esencial es, que la respiración conduce nuestras emociones y viceversa. Aquí también nos podemos fijar en la longitud del aliento. Que es la distancia por debajo de la nariz hasta la que llega nuestra exhalación. Para medir esta distancia basta con poner saliva en el dorso de la mano y al exhalar ir alejando la mano, hacia abajo, percibiendo el frescor en la zona ensalivada. Cundo perdemos esa sensación de frescor, miramos a que distancia esta la mano y esa será nuestra longitud de aliento, en ese instante. Lógicamente cuanto más largo sea este aliento, más alterado será nuestro estado emocional. Aunque también podría ser por un trabajo físico extenuante, en este capítulo nos referimos más a las emociones. Pero, ¿cuáles son estos estados emocionales que tanto nos influyen? El odio, el amor, la envidia, el altruismo, las pasiones, los deseos, son todas actitudes que nos hacen vibrar. Tanto a nivel energético como mental. Y no es por casualidad que se situé aquí el cuerpo emocional, ya que es el vehículo, por el que pasan los pensamientos antes de llegar al cerebro físico. Este cuerpo emocional, algunos autores como Arthur E. Powell, lo equiparan totalmente con el vehículo astral. La propia palabra astral, heredada de los alquimistas medievales, significa estelar y es de suponer que se refiere a la apariencia luminosa de la materia astral. Al hablar de materia astral, nos estamos situando en la cuarta dimensión. Aquí hay que hacer un pequeño paréntesis, y tener cuidado con lo que se dice. Pues si no recuerdo mal, hace unos pocos siglos Galileo estuvo cerca de ir a la hoguera por decir que la tierra era redonda. Y aunque en la actualidad no - 55 - Reconocernos en lo emocional. tenemos a “la Inquisición”, hay mucha gente que le resulta chocante el simple hecho de que pueda existir una cuarta dimensión. Esto es más que normal, porque actualmente vivimos en la tercera dimensión. Pero las dimensiones, al igual que todo en este universo, funcionan en frecuencias vibracionales y cuanto más alta es esta frecuencia más sutil la dimensión que le corresponde. Es por ello que no las percibimos, pues nuestros cinco sentidos todavía no vibran a estas frecuencias más altas. Posiblemente todo este tema de las dimensiones, tenga mucho que ver con la evolución humana. Ya que hace unos pocos milenios los homínidos, solo tenían noción del punto que tiene posición pero no magnitud. Después vino un gran cambio evolutivo, el punto se movió y dio lugar a la línea, creando así la primera dimensión: longitud, y expansión de la raza humana por todo el planeta. Posteriormente la superficie originada por el movimiento de una línea, en ángulo recto con sí misma, dio lugar a dos dimensiones: longitud y anchura, el plano en el que creían vivir en la época de Galileo, así creían que al llegar al extremo final del mundo caías en el abismo. Nuevamente otro importante cambio, y este plano genera un sólido. Producido por el movimiento de una superficie en ángulo recto a sí misma, ya tenemos las tres dimensiones, que hoy en día nadie pone en duda: longitud, anchura y espesor. Pero también podemos dar paso al “Tesseract”, que es un objeto hipotético, originado por el movimiento de un sólido, en una nueva dirección en ángulos rectos a sí mismos. Este posee cuatro dimensiones: longitud, anchura, espesor y otra, en ángulo recto a estas tres, que no tiene representación en nuestro mundo de tres dimensiones. Algunas de las propiedades del Tesseract, se pueden deducir de la siguiente tabla: Puntos Líneas Superf. Sólidos El punto tiene……………………… 1 La línea tiene………………………. 2 1 La superficie de cuatro lados tiene… 4 4 1 El cubo tiene………………………. 8 12 6 1 El tesseract tiene…………………... 16 32 24 8 Siendo esto así, porqué no podría darse también una quinta dimensión, y una sexta, séptima, octava, etc.… De todas formas para los maestros y estudiantes de teosofía (sabiduría divina), parece incuestionable que el mundo astral es cuatridimensional, el mental tiene cinco dimensiones y el búdico seis. Este plano, el búdico, según se dice en “la voz del silencio” de H.P. Blavatstky es el plano de los grandes iniciados, iniciados a otras logias y planos superiores. También en nuestra tradición cristiana se hace alusión a las cuatro dimensiones, cuando dice San Pablo, (Efesios III, 17-18). “Que estando arraigados y cimentados en el amor podáis comprender con todos los santos, cual es la anchura, y longitud, y la altura, y la profundidad”. Ya que hablamos de cuerpo astral, vamos a hacer otra pequeña observación. Las tres esferas principales que poseemos; abdomen, tórax y cabeza, se relacionan con lo vital, lo emocional y lo mental respectivamente. La vitalidad es más que evidente que recorre todo nuestro cuerpo, el cuerpo astral-emocional también va de pies a cabeza y lo mental también porque cada célula tiene memoria e inteligencia. Así pues, los tres ocupan el mismo espacio - 56 - Reconocernos en lo emocional. en todo nuestro cuerpo, salvo las uñas y el pelo, que son impurezas. Es más que probable, que cuando a una persona le amputan un pie, o cualquier extremidad, ese miembro fantasma del que se suelen percibir, sea la manifestación del cuerpo astral, dando la sensación de que el pie o la mano siguen ahí todavía. Hay que ver, (a dónde nos pueden llevar nuestras emociones). Llegado este punto, puede incluso parecer que me esté desviando del tema. Pero nada más lejos de mi intención. Ya que el hombre emplea su cuerpo astral, de manera consciente o inconsciente, cada ved que expresa una emoción. De la misma forma que emplea el cuerpo mental cuando piensa, y su cuerpo físico cuando realiza algún trabajo físico. Y si el astral se corresponde con la cuarta dimensión, esta pequeña explicación sobre las dimensiones, era imprescindible. De todas formas, como ya he expresado, el hablar de la cuarta dimensión puede resultar chocante, así que, lo dejaremos para los eruditos del ocultismo. Para continuar, observemos que prácticamente ante todas las situaciones de esta vida, reaccionamos de dos maneras: con apego o con rechazo, cuando lo aconsejable es la ecuanimidad, que tantos y tan diferentes maestros aconsejan, ya que cuando una emoción nos produce aversión, es muy posible que esta situación tenga algo que enseñarnos para nuestro progreso, y por el contrario cuando quedamos prendados por el apego, también es muy posible que esto bloquee nuestra evolución. Todo este cuerpo emocional, es muy sensible a la ira, al miedo a la agresión, y a todas las emociones que fácilmente lo sacan de su centro y lo desestabilizan. En esta envoltura de emociones, es donde se sitúa nuestro niño interior. Ese niño que llegó puro he impoluto, y que enseguida comenzó a acumular miedos, tensiones, he incluso agresiones. Luego vamos creciendo y en vez de limpiar y sanar estas heridas, les ponemos capas y capas, creyendo que nos fortalecemos con estas corazas, pero lo único que se hace, es tapar una llaga sin cicatrizar. Por eso a la hora de reconocernos en lo emocional, es muy importante que tomemos conciencia de estos bloqueos y los transformemos en caminos hacia nuestro ser más profundo. Estas emociones nos van creando patrones de conducta reactiva, y descontrolada. Mientras no las reconozcamos, nos arrastraran. Mientras las ignoremos como funcionan y como dominan nuestro ser, bloquearan nuestro avance. Cuando nos arrastran, no somos nosotros los que hablamos, es nuestra cólera, nuestra envidia, etc. Esto es muy grave y nos lleva a cometer importantes errores. Sobre todo no hay que bloquearlas ni declararles la guerra, pensando que son ellas la sola causa de nuestra desgracia y decidir, suprimirlas, aplastarlas, encerrarlas. No se trata de eso. Las emociones son naturales. No es contra ellas contra quien hemos de luchar, sino contra el poder que adquieren sobre nosotros mismos sin darnos cuenta. Podemos verlas y tomar conciencia de ellas, mirando en nuestro interior. Mientras no las hayamos visto y mientras no reconozcamos que están ahí, se harán con el poder sin que podamos hacer nada al respecto. Ya que al no vivir nuestras emociones, se irán acumulando en el inconsciente y el resultado será que, montaremos en cólera antes de romper un plato, lanzaremos un insulto antes de darnos cuenta como nos domina la envidia. - 57 - Reconocernos en lo emocional. El Maestro Gurdjieff, contaba que la primera enseñanza importante que recibió, fue a la edad de siete años, en el lecho de muerte de su abuelo. Este le dijo, “cuando alguien te insulte, espera veinticuatro horas para contestarle”. Es decir, controla tus emociones. Cuando damos un paso atrás y observamos nuestra emoción, podemos controlar la reacción y ver que podemos hacer cosas diferentes a montar en cólera o seguir cualquier otro impulso. Somos libres para elegir hacerlo o no. Pero debemos ser prudentes, pues el reconocer las emociones significa verlas y decirse, “Si, justamente es esto”, y no “Envidioso yo, ¡de eso nada!”. Están ahí, pero sabemos que no necesitamos ceder ante ellas. Para ayudarnos a no ceder sistemáticamente ante nuestras emociones, contamos afortunadamente con un aliado poderoso, nuestra mente. Pero cuando esto no se consigue también hay otros recursos. Personalmente en mi vida yóguica, las âsanas que fui aprendiendo estuvieron muy bien, el prânâyâma también y el tomar contacto con la meditación, ya fue genial. Pero creo firmemente que en ese “limpiar capas de cebolla” de fuera hacia adentro, un pilar importante fueron los trabajos de crecimiento personal. Ese sentarse frente a otro ser igual que tú y mantener la mirada, permitiendo que todo surja. El conocido vitchara del ¿Quién eres tú? Expresar por medio del dibujo y la poesía, aunque no seamos ni pintores ni escritores surgen cosas muy curiosas. También el danzar, bailar, el sacar a la luz tu secreto mas íntimo, sin necesidad de publicarlo. Y un masajito para soltar tensiones cuando el trabajo ha sido intenso. Tenemos que darnos cuenta de que el yoga es milenario, y los problemas y bloqueos actuales son muy del siglo XX. Así a la vez que se practica Hata Yoga y meditación, considero que se pueden dar grandes pasos en el camino interior, con estos y otros trabajos de crecimiento personal. Ya se que en yoga las prisas no son para nada aconsejables, y que todo lleva su tiempo. Pero no es por llegar a la meta es más por quitar autenticas barricadas, que nos pueden llevar a frenar realmente, en nuestro progreso. Las dos emociones principales, amor y odio, ciertamente son milenarias, pero es posible que la separación del hombre actual, con la naturaleza y con los ritmos biológicos naturales, estén provocando nuevas situaciones, o mejor dicho una separatividad con las situaciones de siempre. Hoy en día los movimientos de “New age”, se tiende a veces a ensalzar lo positivo, negando emociones negativas y sustituyéndolas por positivas. Cuando las emociones no son positivas ni negativas, son agradables o desagradables. Lo que se debe hacer es vivenciarlas, alguien que sabe vivir su dolor sin generar apego ni rechazo, es una persona más integrada y preparada, para enfrentar las vicisitudes de la vida. Como ejemplo del mundo emocional, del que estamos hablando, podemos observar la ira. Esta es como un monstruito oscuro y de ojos rojos, que provoca tanto dolor en la persona que la recibe como en quien la emite. Cuando somos los emisores de esta pasión, debemos parar a mirar y ver en que parte de nuestro ser fluye, si es una reacción visceral, sentimental o rencorosa. Una vez observado donde surge, procuraremos transformarla en amor, o si esto no es posible, observarla anclados en la respiración consciente. Esto no quiere decir que vayamos de sumisos por la vida, lo que se pretende es aprender a hacer frente a cualquier imprevisto, pero sin generar ira. Hay que ser muy prudentes y hacer frente a las situaciones, lo que nunca debe sucedernos es, por ejemplo tener un enfrentamiento con un compañero y tragarnos nuestra emoción dejándola oculta en el - 58 - Reconocernos en lo emocional. inconsciente, y luego con los hijos o en otra situación que sentimos poder, expresar toda nuestro enfado por cualquier simpleza, de una forma muy inconsciente y desproporcionada. Por el contrario cuando somos el objeto de la ira de otra persona, hay que intentar que nos resbale y ni nos toque. Ya que si nos toca y generamos más ira, viene el enfrentamiento. Esto es un hecho, que provoca las luchas internas de los humanos y la violencia que genera más violencia, es por lo que el planeta está continuamente en guerras y conflictos, en las que solo en el siglo XX hemos aniquilado a unos… 100 millones de nuestros congéneres. Y también es por ello que a gran escala no podemos hacer gran cosa, pero si a nivel individual, transformáramos el odio en amor, esa vibración se extendería poco a poco entre los seres de nuestro alrededor y cambiaría el mundo. Otra de las emociones o sentimientos importantes, es la depresión, además de una de las más peligrosas. Esta hay que valorar de donde surge, porque cuando no se corta en los primeros síntomas y nos agarra, luego es difícil tarea el salir de ella, incluso acudiendo a los mejores terapeutas. Las emociones son una energía, que si nos la vamos tragando en forma de tristeza, de miedo, de culpa, etcétera, cada vez nos llevan más hacia dentro. Todo lo que vamos acumulando en el inconsciente corremos el peligro de que nos cierre en exceso. Además de vivir las emociones, debemos salir a caminar, relacionarnos con gente o realizar cualquier actividad que nos guste. Y si aun así nos seguimos sintiendo mal y hundidos, acudir a terapia o pedir ayuda antes de que el mal vaya a mayores. Ya que como acabamos de decir, hay niveles de depresión de los que es muy difícil de salir. La tristeza a veces, también debemos permitir que fluya, para que pase, si la intentamos ignorar se acumula. A la hora de aceptar y vivir nuestras emociones, algo que tenemos que tener claro es que no nos queda otra opción, que no sea el vivirlas e integrarlas, de forma consciente. Ya que para un dolor físico podemos tomar un analgésico, pero para un dolor emocional, ni medicinas, ni drogas, ni alcohol, tomemos lo que tomemos, cuando se pase el efecto “agradable” de la droga, la emoción desagradable seguirá en nuestro cuerpo emocional y encima, con toda seguridad, habremos dañado nuestro cuerpo físico. Muchas adiciones son la consecuencia de esa parte que no queremos ver. Etimológicamente hablando, emoción viene del latín emovere y se traduce como perturbar. Al encontrarse el cuerpo astral-emocional en medio del etérico y mental, estas perturbaciones nos afectan en ambos sentidos, es decir en lo mental y en lo físico. Cuando esta molestia se refleja en alguna enfermedad física, si que acudimos al médico ya que nos identificamos ampliamente con lo físico y nos da miedo enfermar. Lo lastimoso es que la medicina sintomática se fija en los síntomas y no en la raíz de estos, y nos marchamos a casa con una caja de pastillas que nos calman el dolor físico, pero no solucionan el problema de raíz e incluso nos dan la simiente que generará otro problema. La actitud de la medicina debiera tender hacia un tratamiento holístico, es decir que de una forma global analizaran todas las circunstancias que nos han llevado a enfermar, el trabajo, la familia, las relaciones, etc. - 59 - Reconocernos en lo emocional. Antiguamente se creía que lo mental y lo intelectual, valía por encima de todo, y una persona inteligente no podía estar perturbada ni ser inestable. A día de hoy se habla de inteligencia emocional, y se sabe que una persona que vive sus emociones, puede llegar a tener una vida mucho más plena que alguien con un alto coeficiente intelectual que no sea diligente con sus emociones. Lo que realmente perturba es el no ser dueño de nuestros estados emocionales. También es cierto que hay emociones que pueden nublar la razón, por ello hay que estar muy atento en toda situación y circunstancia. La solución a todos los problemas emocionales, es tan compleja como sencilla. Hay quien dice que cuando se reconoce un problema, ya está el 50% de este resuelto. Y si además de reconocerlo lo aceptamos se solucionaría al 100%. Entiendo que la mayoría de las veces es mas fácil decirlo que hacerlo, pero si no se puede hacer frente a una situación que nos afecta emocionalmente, debemos cambiarla o aceptarla, y cuando la aceptemos cambiará por sí sola. La actitud de aceptación, es de una profunda espiritualidad, ya que si todo lo que sucede es parte del Plan Divino, el aceptar la realidad de lo que hay en mi y de cuanto me rodea es aceptar la Voluntad Divina. Aquí no olvidemos que estamos hablando de situaciones emocionales, y que si hay un pinche tirano en nuestra vida debemos aprender a ponernos en nuestro sitio y no dejarnos avasallar. Como nos dice Eckhart Tolle en “El poder del ahora” “Acepta cualquier cosa que contenga el momento presente como si la hubieras elegido. Trabaja siempre a favor del momento no contra él. Haz del presente tú amigo y aliado, no tu enemigo. Esto transformará milagrosamente tu vida”. A medida que pasa el tiempo existe una mayor tendencia a tener una visión más integrada del individuo. Lo emocional, lo físico y lo psíquico, están interrelacionados formando la expresión de la experiencia. Concretando podemos ver como un problema físico puede crear malestar emocional, (personas que padecen del hígado igual a enfado). La tensión psíquica puede crear tensión física, incluso las emociones desagradables pueden generar tensión corporal. A pesar de la tendencia a la especialización de la medicina, división cuerpo/mente (medicina/psicología). Los nuevos enfoques tienden a tener una visión global, holística. Los psicoterapeutas corporales conocen bien, como las emociones no vividas llegan a causar problemas físicos. Aunque esto es así, también se puede dar otro caso en el que surjan emociones por pura supervivencia, por ejemplo, ante un susto o un accidente. Son situaciones que el cuerpo emocional reacciona con el físico y el mental, todo a la vez se contrae. Estas situaciones, también debemos vivirlas e integrarlas. Este reflejo de lo emocional en lo físico se hace más que evidente cuando por ejemplo, se da el miedo y este se refleja en nuestros riñones, vejiga e intestino grueso, impidiendo incluso el control de los esfínteres y con el miedo, literalmente “nos vamos de varetas”. También la ira, que se refleja en la vesícula biliar, en el hígado y se trasmite incluso por los ojos. La preocupación que nos mantiene con el estómago encogido y el bazo, impidiéndonos comer cuando estamos muy preocupados. La tristeza que se da en los pulmones y también en el intestino grueso, que cuando nos inunda se nos olvida incluso respirar y surge ese suspiro realizando una inspiración ya casi imprescindible para no desfallecer. Y como no, la felicidad que se refleja en la lengua, en el intestino grueso y en el corazón, de hecho se dice que la risa es muy saludable para mejorar el sistema cardiovascular. - 60 - Reconocernos en lo emocional. Con los conceptos actuales que tenemos, al leer el párrafo anterior nos puede dar la impresión de que todas las emociones son negativas menos la felicidad, y lo cierto es que incluso la felicidad puede llegar a ser negativa. Intentaré explicarme. Por todos es sabido que hay una gran diferencia entre reírnos con alguien o reírnos de alguien. Y aunque esto es menos conocido la verdadera felicidad se expresa, desde en el trabajo hasta en un funeral, pasando por el día a día y cada instante venga como venga. Ya que si no sabemos ser felices ante un inconveniente no seremos felices nunca. El concepto de que lo bueno me da alegría y lo malo tristeza, lo único que hace es mantenernos sujetos en un estado de dualidad y polaridad, en esos dos pares de opuestos que generan rechazo y apego. Cuando lo que debemos intentar es potenciar la aceptación y el desapego para ir hacia ese estado, de no dualidad y fusión de los pares de opuestos, que es el estado de Yoga. Además este tipo de felicidad, digamos superficial, que buscamos en objetos externos, en relaciones en posesiones, etcétera, no suele tardar mucho en volverse monótona, y el objeto que creíamos que iba ser la solución a todo, no tarda en desilusionarnos, porque hay otro mejor en el mercado, porque cundo ya tenemos una buena novia ahora también quiero un buen vecino, o simplemente, porque con lo que habíamos soñado no cumple nuestras espectatativas. Todas estas situaciones, finalmente hacen que nuestro cuerpo emocional sea un cuerpo de dolor, que es tanto dolor físico como mental y que nos impide avanzar hacia nuestro espíritu, así pues también dolor espiritual. Son los sufrimientos de los que hablaba el Budha, pero como estamos plenamente identificados con ellos nos da miedo soltarlos y en vez de traspasarlos nos aferramos haciéndolos incluso nuestra forma de vida. Generalmente los estados emocionales son generados por las situaciones que nos rodean, y cundo algo no nos gusta tendemos a echar la culpa a la otra persona sin pararnos a mirar en nuestro interior. Y Aquí también hay un yoga sutra de Patanjali que nos aconseja como actuar. I.33 Maitrî karunâ muditâ upeksânâm sukha duhka punya apunya visayânâm Bhâvanâtha citta prasâdanam. “La consciencia retiene su calma imperturbable al cultivar actitudes de amistad hacia el que es feliz, compasión hacia el infeliz, deleite hacia el virtuoso y ecuanimidad hacia el no virtuoso.” Las emociones, como ya hemos visto, son perturbaciones. Para prevenir estos movimientos de la conciencia e ir hacia la calma interior, son recomendables estas cuatro virtudes. La amistad o buena voluntad hacia el que es feliz, nos ayudará a prevenir los celos y la envidia que surgen cuando a alguien le va mejor que a nosotros las cosas, en ved de sentir envidia deberíamos alegrarnos por esa persona. Mediante la compasión hacia el infeliz, aunque sea poco lo que podamos hacer, el abrirnos a la compasión generará un cambio positivo en nuestra mente y nuestras emociones, nunca debemos dar por valido el sufrimiento de otra persona con juicios como: “se merece todo lo que le pase” o “sufre a causa de su mal karma”. El deleite hacia el virtuoso, intentando imitarlos y alegrándonos de que existan tales personas, procurándonos siempre que podamos su consejo y compañía. Y ecuanimidad hacia el no virtuoso, no debemos permitir que nuestras emociones y nuestra mente se vean coloreadas por personas faltas de conciencia, tampoco tenemos que juzgar sus malas conductas. Para cambiar el mundo debemos comenzar por nuestros pensamientos y nuestra propia conducta. - 61 - Reconocernos en lo emocional. Las emociones generalmente son producidas por las percepciones de los sentidos, percibimos algo y dependiendo de cómo tratemos esta percepción nos genera sabiduría o ignorancia. Esto depende de la aceptación que antes hemos hablado, ya que la aceptación nos ayuda a integrar cualquier situación emocional y con la integración se da la calma mental, mientras que el rechazo nos mantiene en la dualidad y perturbación. Tenemos que entender que las emociones no tiene una existencia real. Las emociones aparecen debido a las condiciones creadas por nuestra mente confusa. Nuestra conciencia, que en el momento presente se encuentra ausente, es decir en un estado de total ignorancia, esta proyectada a partir de la idea de un mundo que experimentamos por medio de los cinco sentidos, los cinco órganos de los sentidos y sus relaciones activas con los objetos externos. Debido a nuestros hábitos previos, la mente proyecta imágenes que considera separadas de ella misma. Entonces, éstas se convierten en formas que actúan como objetos para la vista, sonidos para el oído, y así sucesivamente. La presencia de estos objetos aparentemente independientes hace que la mente se perturbe, permitiendo la aparición de las emociones. Por ejemplo, cuando nuestros ojos ven una forma, la cosa no se queda ahí, inmediatamente reaccionamos frente a ella. Cuando la forma nos parece agradable, nos sentimos atraídos. Si la encontramos desagradable o repulsiva, la rechazamos y queremos alejarnos. Lo mismo se aplica a toda la información sensorial, es decir, a todo lo que oímos, olemos, probamos o tocamos. Cada vez que los órganos de los sentidos entran en funcionamiento deberíamos mirar directamente la esencia real de lo que está sucediendo. Gradualmente llegaremos a ver que el objeto que estamos percibiendo no es más que la mente trabajando. Pero si no tenemos un buen discernimiento y vivimos en esa separatividad sujeto objeto, entonces surge el apego o el rechazo creando sus correspondientes reacciones de deseo, orgullo, codicia, ira, celos o envidia. Mirar directamente la naturalaza de una emoción es algo que siempre deberíamos hacer antes de reaccionar o de permitir que se aloje en nuestro inconsciente. Todas las actividades calificadas como negativas, sean pensamientos o sentimientos invariablemente se manifiestan como vibraciones de materia más densa. Mientras que los pensamientos y sentimientos altruistas se manifiestan como vibraciones en materia más sutil. Dado que la materia fina se mueve con más facilidad que la grosera, un pensamiento o un sentimiento bueno generan, tal vez, cien veces mas fuerza que la materia más grosera. Es gracias a esta sutilidad de los sentimientos altruistas y densidad de los negativos, que la evolución siempre va hacia arriba, aunque en la época actual debemos tener cuidado de no perdernos en lo material y en el poder del ego inferior que siempre se encuentra al acecho. Práctica y meditación. Para trabajar con nuestro cuerpo emocional lo ideal son los trabajos de crecimiento personal, con ello se potencian las cualidades humanas y se aumentan sus posibilidades de pensar, sentir y actuar de una manera saludable y plena. Este tipo de trabajos también nos ayudan a sacar a la luz heridas para posteriormente sanarlas, pero si estas heridas son muy profundas es más aconsejable la psicoterapia. Hay una bonita metáfora para expresar esta idea: “Imagina que cada persona tiene su propio jardín y es responsable de cuidarlo. El trabajo de psicoterapia consiste en limpiarlo de piedras, matojos y malas hierbas, remover la tierra, tapar los hoyos, etc., en dejar el terreno en buenas condiciones. Mientras que el trabajo de crecimiento personal consiste en estando ya limpio el terreno, regar y cuidar lo - 62 - Reconocernos en lo emocional. mejor posible las plantas y flores, para que crezcan sanas y hermosas expresando toda su belleza para deleite propio y ajeno”. Un buen trabajo para ir comenzando a regar nuestro jardín, es al empezar el día mirarnos en el espejo y sonreír, si no podemos, nos haremos muecas a nosotros mismos hasta que la sonrisa aparezca, después intentaremos llevar esta sonrisa todo el día. También es muy aconsejable, escribir, dibujar, trabajar con barro, cualquier cosa que potencie nuestra creatividad y exprese nuestro sentir. Para realizar en grupo, un trabajo muy bello es el de pensar en ese secreto intimo que nunca has contado a nadie, luego se elige una pareja al azar y cada uno le cuenta al otro su secreto pero sin consonantes, es decir pronunciando solo las vocales. El resultado es que la persona que escucha pone mucha atención y percibe la expresión, el tono, la mirada del que habla, pero no el significado de las palabras. Y por el contrario quien habla, se queda con una gran liberación, sintiendo que ha expresado su historia más íntima. También para liberarnos de miedos se pueden realizar trabajos con los ojos vendados, como por ejemplo dejarse caer hacia atrás con dos o tres personas detrás que nos sujeten en último momento. Y bailar, danzar sin intentar hacer ningún movimiento en concreto, es decir siendo creativos, permitiendo que nuestro cuerpo exprese y cree formas y figuras. Es muy buena cosa el llevar un registro personal a modo de diario e ir tomando notas de todas las sensaciones que surjan y los trabajos que se van realizando. Así al paso de unos años, revisando las notas podremos observar nuestra evolución o si por el contrario seguimos atascados en las mismas tonterías. Para meditar correctamente, debemos de tener comodidad y fortaleza física, no se puede estar enfermo. Si se da el caso, antes es necesario sanar físicamente. Después debemos sanar emocionalmente y tener dominio sobre nuestro estado emocional, no nos podemos dejar arrastra por las emociones. Para así con la mente poder mantener la atención fija en un punto. Es con estas condiciones cuando la energía Divina descenderá sobre nosotros y se acumulará. Esta energía siempre se está derramando sobre los seres humanos, pero sin estas cualidades que acabamos de mencionar, nos atraviesa y pasa desapercibida, regresando al cosmos que la generó. Igual que antes de reaccionar a una emoción deberíamos de dar un paso atrás y observar primero para actuar después. En meditación cuando la mente se convierte en un hervidero de pensamientos, también podemos dar un paso atrás y observar la mente desde detrás de la mente, desidentificandonos totalmente y viendo que toda esa revolución “no soy yo”. Cuando de esta forma conseguimos retirar la conciencia de la actividad mental, el observador, el testigo, se fortalece y la actividad mental se debilita. Si la mente genera las emociones que nos hacen reír y llorar, cuanto mas nos separemos de ella mas nos encontraremos a nosotros mismos viviendo en el presente, y cuanto mas se de esta situación de presencia consciencia, mas cerca de nuestro Ser verdadero nos hallaremos. La meditación, es aceptar la realidad tal como es, desde una ecuanimidad que no nos lleve ni hacia el rechazo ni al deseo. En una práctica diaria, pueden surgir esas emociones no vividas que abandonamos en nuestro inconsciente, pero es muy difícil ya que - 63 - Reconocernos en lo emocional. para cuando nos centramos un poco, ya nos tenemos que levantar. Aun siendo esta practica diaria imprescindible, se hacen muy aconsejables los retiros. No es necesario alejarse del mundo por periodos excesivamente largos, pero si que una o dos veces al año, juntarse con un grupo en un lugar donde no tengamos estímulos externos, facilitará que aflore una vivencia completa de nuestro mundo emocional olvidado y acumulado en el inconsciente. En este episodio he hablado sobre el apego la aceptación y el rechazo de las emociones. Generalmente las situaciones que nos generan apego, las consideramos buena suerte y las que nos provocan rechazo, como mala suerte. Y volvemos a entrar en el jugo de la mente de juzgar las situaciones, con el amplio margen de error que nos caracteriza a los seres humanos, “errare humanum est” dicen en latín. Hay un bonito cuento hindú que nos plantea una situación, para hacernos entender que no debemos juzgar a la ligera, sin un buen discernimiento y entendimiento. Y si poseyéramos un buen discernimiento y entendimiento, casi seguro este nos llevaría también a no juzgar. El cuento es el siguiente: Buena suerte, mala suerte. Un día el Sultán Akbar y el sabio Bírbal fueron a la selva a cazar. Al disparar la escopeta, es Sultán Akbar se hirió el pulgar y gritó de dolor. Bírbal le vendó el dedo y le endilgó el consuelo de sus reflexiones filosóficas: “Majestad, nunca sabemos qué es bueno o malo para nosotros.” Al Sultán no le sentó bien el consejo, se puso hecho una furia y arrojó al sabio al fondo de un pozo abandonado. Continuo después caminando solo por el bosque, y en esto un grupo de salvajes le salieron al encuentro en plena selva, lo rodearon, lo hicieron cautivo y lo llevaron a su jefe. La tribu se preparaba para ofrecer un sacrificio humano y Akbar era la víctima que Dios les había enviado. El hechicero oficial de la tribu examinó en detalle y, al ver que tenía el pulgar roto, lo rechazó, ya que la víctima no había de tener defecto físico alguno. Akbar cayó entonces en la cuenta de que Bírbal había tenido toda la razón, le entro remordimiento, volvió corriendo al pozo en el que lo había echado, lo sacó y le pidió perdón por el daño que tan injustamente le había causado. Bírbal contestó: “Majestad, no tiene porqué pedirme perdón, ya que no me ha causado ningún daño. Al contrario, su majestad me ha hecho un gran favor, me ha salvado la vida. Si no me hubiera arrojado a este pozo, hubiera continuado yo a su lado, y esos salvajes me habrían cogido a mi para su sacrificio y habrían acabado conmigo. Como ve su majestad, nunca sabemos si algo a de ser bueno o malo para nosotros.” Buena suerte mala suerte ¿quién sabe? Algo a lo que la mayoría de las personas no prestamos mucha atención hoy en día, es al poder de la mente. Ya que cuando de una forma intencionada pensamos en algo, estamos poniendo ahí nuestra energía y la energía sigue al pensamiento, al ir cogiendo fuerza el pensamiento se forma la emoción, y la emoción debemos vivirla. Así pues, una vez reconocido nuestro mundo emocional, pasemos a estudiar la envoltura mental, que como vemos, es donde se perciben las situaciones que generan las emociones. - 64 - Reconocernos en lo mental. “La mente es conocida con el nombre de “El gran pájaro” porque salta de un objeto a otro del mismo modo, que un pájaro salta de una rama a otra. Raja Yoga nos enseña como concentrar la mente, y luego como reconocer sus más recónditos lugares.” Swami Sivananda. Sexta parte: Reconocernos en lo mental. En lo mental, la respiración es la llave que a menudo utilizamos para mantener fija la mente en un punto. Lo que no quiere decir que también hay otras formas de concentración, pero ahora nos centraremos en esta. Ya hemos hablado un poco en el capítulo anterior de la longitud del aliento, y en el apartado del cuerpo físico de la respiración celular. Así pues cuando inspiramos llega la respiración a las células, este mismo movimiento puede provocar otro, que son los vritis, fluctuaciones de la mente o pensamientos, a los que a menudo nos enganchamos e identificamos, creando una madeja de pensamientos que nos lleva de un lado a otro, alejándonos de la concentración y por tanto también de la meditación. Por el contrario, si conseguimos no identificarnos y seguimos prestando atención a nuestro respirar, observaremos que durante la expulsión se da un estado de calma mental. Es por ello que cuando se alcanza el estado de yoga, la longitud del aliento es casi inexistente, y los movimientos mentales se esfumaron. De todas formas la mente tiene un gran poder y lo normal, sobre todo en los comienzos, es que nos arrastre. En este caso lo que no debemos hacer es enfadarnos ni desesperarnos, sencillamente volvemos a la siguiente respiración, una y otra vez hasta conseguir mantener la concentración. El Guru-deva, Sri Ramana Maharashi, decía que el origen de la mente y de la respiración es el mismo. Así pues, incluso siendo conscientes de nuestra respiración puede seguir la actividad mental, la cual se asemeja a las olas del mar, que no podemos pararlas, pero si podemos aprender a navegar o a observarlas. En “La voz del silencio” H.P.Blavatsky, comienza diciendo; “La mente es el gran destructor de lo Real. Destruya el discípulo al destructor”. Esto hay que verlo, como hay que verlo. Ya que una mente presente y consciente, también es una herramienta maravillosa, lo que se debe destruir realmente es la parte ignorante, ilusoria y ausente. Una vez que nos deshacemos de estos aspectos inconscientes de nuestra mente se adquiere un discernimiento entre lo real y lo ilusorio, que cada vez nos tendrá más cerca de la Verdad. Como veremos más adelante, la manera de alcanzar este discernimiento es la concentración en un punto. Esta frase tan sencilla que acabamos de ver, nos indica cómo alcanzar un buen discernimiento. Cuando nos paramos a observar el plano mental, enseguida nos damos cuenta de que es todo un mundo de vaivenes y voluptuosidad, pero es con presencia y atención la forma en la que conseguiremos distinguir entre el que ve y lo visto. Es como cuando en una obra de teatro desde el palco tenemos la certeza de que el que actúa no soy yo. Es desidentificandonos de los habituales procesos de la mente como se alcanza este discernimiento entre lo real y lo ilusorio. La Vedânta Advaita, se basa en la máxima de que todo el universo es ilusorio, todo es maya, lo único Real es Brahmâ y el Ser no dual. En - 65 - Reconocernos en lo mental. términos más de occidente, el auténtico buscador de Sí mismo a de darse cuenta de que la mente no es el Conocedor, si no el instrumento que este utiliza para adquirir conocimiento. Identificar a la mente con el Conocedor es como si el cincel se identificara con el escultor que lo maneja. Apoyándonos de nuevo en los Yoga-sutras de Patanjali, en el sutra 1.5 nos dice que las fluctuaciones de la mente son cinco, y que cada una de ellas puede ser beneficiosa y puede causar problemas. Y en el siguiente 1.6 las enumera como comprensión, comprensión errónea, la imaginación, el sueño y la memoria. ¾ La comprensión, pasa por tener un buen discernimiento y saber distinguir lo real de lo irreal. Para ello, es de gran ayuda el mantener la proximidad con personas de sabiduría y si esto no es posible apoyarnos en la lectura. Aquí debemos de tener en cuenta, otra vez, el concepto que acabamos de ver, de los Vedas, en los que se decía, que solamente Brama es real, todo lo demás es ilusorio. Y Patanjali fue heredero de estos, aunque anterior a Zankarâ Achârya Gran predicador de la Vedânta Advaita. ¾ La compresión errónea, es justamente lo contrario. La falta de Viveka o discernimiento, no viendo la realidad y dejándonos arrastrar por todo tipo de emociones y situaciones. Es la actividad mental más extendida en el día de hoy, con lo que esto conlleva. ¾ La imaginación, es lo que sucede al no tener una experiencia directa. Tomando como referencia los conceptos y las explicaciones adquiridas. Cuando estos conceptos son erróneos, pueden llegar a ser muy peligrosos pues quedan muy arraigados. ¾ El sueño, es una fluctuación mental basada en nociones inexistentes. Aquí es de gran importancia, que el último pensamiento al dormirse, sea de carácter noble y elevado. Porque esto dará la pauta que determine en gran parte, la naturaleza de los sueños que vengan a continuación. ¾ La memoria, es ese recuerdo de pasadas experiencias que a menudo nos impide disfrutar de las nuevas, por tener una idea preconcebida. Todas estas formas de la mente, son las que generan los pensamientos. Y estos, solamente, pueden ser de dos formas, buenos o malos, positivos o negativos. Los malos pensamientos hay que dejarlos pasar, mientras que los buenos y positivos hay que sujetarlos y potenciarlos. También cuando hay pensamientos negativos, es bueno acostumbrarse a darles la vuelta. Y sobre todo no desestimar nunca el poder de la mente. Ya que cuando se piensa mucho en algo o se desea realmente de corazón, casi siempre acaba sucediendo este objeto de deseo y generalmente cuando menos lo esperamos. En palabras de Ernesto Wood “tal es el poder de la mente, que con su ayuda todo llega a servir a nuestro propósito, y tal el poder del hombre que puede doblegar la mente a su voluntad”. ¿Cómo? Mediante la concentración en un punto y el refuerzo de potenciar los pensamientos positivos. También hay quien utiliza los pensamientos negativos, pero esto ya es magia negra, algo que ni va conmigo, ni me interesa. Para potenciar el poder de la mente, aunque se puede hacer algo desde afuera, el trabajo principal es parte de la actividad de la propia conciencia. Por tanto quien desee una mente fuerte, bien vitalizada, activa y capaz de captar las ideas más elevadas que se le presenten, ha de procurar constantemente, adquirir un recto modo de pensar. Si fijamos una - 66 - Reconocernos en lo mental. vibración adecuada en nuestra forma de pensar, los pensamientos que no armonicen con esta vibración serán automáticamente rechazados. Esto es, si se piensa verdad, la mentira no puede alojarse en la mente. Si se piensa amor, el odio no puede perturbarla. Si se piensa sabiduría, la ignorancia no puede paralizarla. No se a de permitir que la mente permanezca abandonada, porque entonces cualquier pensamiento puede arraigase en ella y germinar. Hay que saber que donde están nuestros pensamientos, ponemos nuestra energía, esto genera una emoción y finalmente una acción. La mente pertenece al hombre y éste no debe permitir la entrada en ella, nada más que de los pensamientos que él elija. El pensamiento correcto, por sí solo, nos llevará a la acción correcta. El poder del pensamiento y de nuestra actitud queda reflejado en el siguiente consejo, “Amasa amor en el pan que cuezas, envuelve fuerza y valor en el paquete que ates para la persona de rostro cansado, transmite confianza y candor con la moneda que pagas al hombre de ojos desconfiados.” Personalmente tengo más que experimentado el diferente resultado de un guiso con atención y amor, a otro guisado con desinterés, utilizando los mismos ingredientes el resultado final de aroma y sabor, es bien diferente. Todo este poder de la mente, no se puede ejercer sin una buena capacidad de concentración. El recto pensar y sentir, del que hablamos en este párrafo, actúa incluso sobre el cuerpo físico aumentando su capacidad para asimilar prâna, vitalidad. Ocurre con gran frecuencia que la mejor voluntad del mundo nada puede hacer físicamente, pero no hay caso en el que no podamos prestar ayuda mediante la compasión y pensamiento positivo, concentrado en un gran amor. Un punto a tener en cuenta es que la persona que habitualmente tiene pensamientos puros, buenos y fuertes, utiliza para ello la parte más elevada de la envoltura mental; esto no sucede habitualmente por no haber desarrollado esta zona de la mente. Tal persona es un bien para el mundo, y un beneficio para las personas cercanas capaces de conectar con su forma de pensar y sentir. Las vibraciones que emiten estas personas, tienden a despertar una nueva y más elevada parte de la mente, de manera que se abren nuevas esferas de pensamiento. Ni que decir tiene que el poder de pensamiento unificado y unidireccional de varias personas a la vez, es siempre mucho mayor, se podría decir que se multiplica. Esto sucede porque los pensamientos positivos son de una vibración más sutil que los negativos y tienden a elevarse hacia zonas más altas de la esfera mental por su propia sutilidad, así como los pensamientos negativos son más densos y tiran para abajo uniéndonos al deseo y a lo material. Pocos son los pensamientos humanos que no estén ligados al deseo, la emoción y la pasión. Si apuntáramos en un papel a lo largo del día los pensamientos, nos daríamos cuenta de que muchos se repiten, con esto hay que tener cuidado, ya que si permitimos que un problema nos preocupe mucho y le damos vueltas constantemente sin llegar a una conclusión, se crea una especie de tormenta en nuestro cuerpo mental, mejor dicho aun se crea un punto doloroso, al igual que una irritación y una ampolla surgen con la continua fricción. Además, el hecho de preocuparse, como la propia palabra lo dice es, ocuparse antes de tiempo. Si el mismo trabajo de apuntar los pensamientos lo realizamos al terminar el día, observaremos que de toda la multitud de impresiones mentales solamente recordamos diez a lo sumo. Así pues, ¿no se aprovechará más el tiempo estando en el presente? - 67 - Reconocernos en lo mental. Uno de los motivos por los que hay que rechazar los malos pensamientos es porque la mente está sujeta a la ley del hábito, y cuando algo se vuelve habitual resulta complicado desarraigarlo. Gran parte del sufrimiento mental, tiene su origen en una imaginación indisciplinada, los objetos de deseo por ejemplo, no tienen fuerza por sí solos es la imaginación la que les da poder y nos hace creer que nos harán felices. Mientras hay un deseo o una esperanza, la mente no puede estar en calma total ya que estos son como semillas de los que brota la ira, la mentira, el resentimiento, la impureza, la ambición, la ignorancia, etc. En occidente tenemos muy arraigada, la idea de que el pensamiento está en la cabeza, y con él la mente. Pero, igual que las meninges se prolongan por el canal raquídeo, y posteriormente se ramifican en nervios. Invadiendo tronco y extremidades. Desde la yema de los dedos hasta el celebro. De la misma forma el cuerpo mental no tiene porque limitarse al cerebro. Es por ello que cuando permanecemos en quietud surgen picores, que si vas a rascarte ya no pica. Dolores en articulaciones, que cuando te mueves ya se han pasado. Sensación de que una hormiga anda por tu piel, pero si miras no existe. Todo esto, no son más que reacciones de nuestro ego que le incomoda la quietud. Y nuestro mental que se solidariza con el ego he intenta distraernos o movernos a toda costa. Ya que en la quietud de la meditación, los samskaras salen a la superficie y nos vamos limpiando y purificando poco a poco. Los samskaras, son las impresiones que hemos ido grabando en nuestro cuerpo mental con el paso de los años. Por ello aunque no se medite, se hace de suma importancia respetar los preceptos de: no cometer excesos, respetar la vida propia y ajena, la veracidad o recta palabra y no desear lo ajeno. Así respetando estos preceptos no limpiamos los samskaras acumulados, pero por lo menos dejamos de generar nuevos, que no es poco. No recuerdo ahora en que libro escrito por un lama, decía una cosa muy curiosa. Exponía que nos parásemos por un momento a pensar que sucedería, si toda la humanidad respetara tan solo uno de los cinco preceptos. Por ejemplo, si nadie mintiera, si nadie se apropiase de lo que no es suyo, si todos respetáramos la vida y nadie matara a ningún ser vivo, si la conducta sexual de todos fuera impecable, si nadie tomara intoxicantes. Evidentemente si toda la humanidad respetara solamente uno de estos preceptos, el universo entero lo agradecería. En sánscrito, mente se dice manas y viene de la raíz "man" pensar. Este proceso se da de la siguiente forma: el acto de pensar concreto pone en vibración el cuerpo mental. Esta vibración se transfiere, por así decirlo, a la materia más grosera del cuerpo astral del pensador. Desde este afecta, a su vez, a las partículas etéricas del cerebro, y por medio de estas pone en acción la materia gris más densa del cuerpo físico. De manera que todos estos pasos sucesivos son necesarios para que un pensamiento se traduzca en conciencia activa en el cerebro físico. Esto se explica también por estar la materia burda física y las sutiles astral y mental, superpuestas y estrechamente relacionadas, todas ellas como vehículos del SER, que hablaremos más adelante. Uno de los motivos por los que algunas escuelas distinguen siete cuerpos o envolturas en lugar de cinco, es por que en esta envoltura mental se distingue el manas inferior y el manas superior o también, mente individual y mente universal. Este manas inferior, es del que estoy tratando de hablar, y el superior es como la mente universal, muy difícil de expresar con palabras incluso para seres altamente evolucionados. De este manas - 68 - Reconocernos en lo mental. superior H.P.Blavatsky nos dice lo siguiente. "Sólo muy raras veces se manifiesta en el presente periodo de la evolución humana. Es el aspecto más noble y sublime de la mente, el principio inmortal de la Egoidad, el Ego permanente e imperecedero, que en su marcha evolutiva, va recogiendo todas las experiencias mas elevadas y tiende sin cesar a remontarse hacia el Alma espiritual (Buddhi), a lo eterno, a lo divino". Estas dos mentes, también se identifican como mente de superficie y mente profunda. En la de superficie es en la que habitualmente estamos, y nos lleva del pasado al futuro y viceversa. Pero cuando conseguimos mantener la concentración, nuestro centro se revela, como nos dice Patanjali en el sutra I.3. Entonces nos encontramos en la mente profunda, y poder mantener esta relación con la mente profunda, es uno de los mayores logros a los que podemos aspirar. Es cuando conseguimos mantener la atención en un punto o cuando observamos el espacio entre pensamiento y pensamiento, agrandando este espacio y manteniendo la presencia, es entonces cuando nos relacionamos con la mente profunda y dejamos a un lado el ego y la agitación de la mente de superficie. Es con la presencia del aquí y ahora, que todo el alboroto de la mente de superficie cede, y pasamos a percibir la mente profunda, en la que nos encontramos en una profunda calma y sensación de apertura del corazón, y es con esta apertura cuando la meditación sucede. Tanto las mentes individual y universal como la de superficie o profunda podríamos decir que son sinónimos, es decir, la mente individual y de superficie sería lo mismo, al igual que la mente universal y la mente profunda. Esto puede parecer paradójico, pero en la individual y de superficie, es en donde las personas estamos acostumbradas a permanecer, la mente del pensamiento embrollado y acelerado. Mientras que la mente universal y la profunda son las que nos conectan con el estado trascendental de la mente, con el estado de calma y paz mental. Además si existe alguna manera de entender y percibir lo que puede ser la mente universal, es seguro que será a través de la mente profunda. Y no olvidemos la cita del Tantrismo que nos dice, “todo lo que está aquí, está en otra parte”. Es decir la mente universal y cósmica, perfectamente pude ser la misma que la mente profunda. Es por medio del cuerpo mental como el Yo verdadero se manifiesta, pero por medio de la mente profunda, ya que la mente de superficie, como acabamos de ver, nos mantiene identificados con el yo egoico e inconsciente y siempre proyectado en el futuro o regocijándose con el pasado. Hablando de esta mente acelerada en el Bhagavad Gîtâ estancia sexta verso 34, Arjuna dice: “la mente es en verdad inquieta, ¡oh Khrisna! es impetuosa, fuerte y difícil de doblegar. Juzgo que es tan difícil de sofrenar como el viento.” A lo que Khrisna le responde en el verso siguiente, 35, “sin duda, la mente es inquieta y difícil de doblegar, pero se la puede sofrenar mediante la practica constante y el desapego.” Y esta parte del diálogo entre Sri Khrisna y Arjuna, no puede dejar de recordarnos el sutra 1.12 de Patanjali al que hacíamos alusión al final del capítulo sobre el profe de yoga, y su correspondiente importancia para la evolución hacia el “estado de yoga”. La mente tiene cuatro facultades, el intelecto, el ego, el pensamiento y la memoria. Y estas facultades se dan en los tres planos de consciencia, en el consciente, subconsciente e inconsciente. Aunque la psicología occidental, de momento no lo reconoce. Existe un cuarto plano de la mente, que es la dimensión trascendental. Sería también en el que se conecta con la mente profunda. - 69 - Reconocernos en lo mental. Existen diferentes estados de la mente los dos más conocidos, son el de sueño y el de vigilia. Estos dos son estados muy parecidos, si tienen alguna diferencia es que en el sueño estamos más conectados con nuestro interior, la viveza y el realismo de algunos sueños, son la prueba de esa luz interior hacia la que intentamos acercarnos. Otra diferencia importante es que mientras dormimos no existe causalidad, esto es que no generamos karma, por el contrario en el estado de vigilia toda acción tiene un efecto, y por acción entendemos también el pensamiento, ya que el hecho de pensar positiva o negativamente genera karma de una o de otra índole. Por otro lado, en el estado de vigilia vivimos, tan proyectados hacia el futuro o regocijándonos en el pasado, he incluso soñando despiertos, que en realidad estamos, pero no estamos. Al no vivir en el presente cada acción, es como si estuviéramos dormidos en vida y lo que necesitamos es despertar, despertar a una mente consciente y presente, que nos llevará a otro estado mental el estado de trascendencia. Este estado mental trascendente, es el estado de conexión con la mente profunda que hablábamos anteriormente, el estado de yoga que se pretende alcanzar con la práctica, el estado consciente en el que han entrado los místicos y santos de todas las tradiciones. En la mente de superficie, que es a la que nos hemos habituado, los pensamientos nos tienen siempre en el pasado y en el futuro, soñando despiertos. Esta es una actitud muy arraigada en todas las personas, y es lo que nos mantiene en una rueda de sufrimiento ya que al estar nuestra mente proyectada hacia el pasado o en el futuro, no estamos disfrutando del momento presente, que es único e irrepetible. Esto a veces es chocante, porque decimos “como no voy a recordar aquel día que lo pase tan bien” o “como no voy a pensar en la próximas vacaciones”. No nos damos cuenta que al hacer esto nos perdemos el momento presente, y solo es aquí y ahora, donde realmente podemos estar despiertos. Desde la conciencia en el presente, no debemos temer olvidar los bellos momentos vividos, pues nos daremos cuenta de que no hay nada más bello que disfrutar de la vida, instante a instante. Tampoco hay que asustarse por no hacer planes de futuro, pues aparte de que esta más que comprobado que las cosas no salen como planeamos “el hombre propone y Dios dispone”, aparte de esto, desde la presencia se desarrolla una intuición especial que nos lleva a actuar correctamente. A este respecto me gusta mucho el símil de la entrevista de trabajo, que nos tiene durante equis tiempo pensando, la ropa que me pondré, lo que diré, cambio el currículo una y otra vez, tiempo perdido por no estar aquí y ahora. Y total llegado el día de la entrevista, el gerente se fue de viaje, ya han contratado a otra persona o incluso no nos contratan por dar una imagen falsa de nosotros mismos. Mientras que si acudimos con naturalidad y siendo quien somos, todo se vuelve más fácil y si tiene que ser será y si no, pues no. Y no nos habremos perdido maravillosos instantes, con sus luces, sus aromas, sus sabores, no disfrutados porque estábamos pensando en otra cosa. Además desde una mente presente, como acabamos de ver, surge una espontaneidad que nos llevará a actuar correctamente. Muchas veces, cuando se nos habla de estos conceptos de presencia y de calma mental, enseguida nos hacemos a la idea de que esto es poner la mente en blanco. Y nada más lejos de la realidad, la mente esta viva y como dice una canción muy flamenca “todo es de color”. De lo que se trata es de coger el mando en nuestros pensamientos, no de que la mente se dirija de un punto a otro sin ningún control. Para ello disponemos de cinco maravillosos sentidos, que percibimos a través del sexto, la mente. El oído, mediante el que nos llegan los sonidos, la piel que percibe el tacto de lo que nos roza, los ojos para ver lo - 70 - Reconocernos en lo mental. que nos rodea, la lengua para saborear y el olfato para distinguir diferentes aromas. Pero estamos acostumbrados a comer viendo la tele, y pensando en lo que vamos a hacer por la tarde o mañana. Continuamente nos estamos perdiendo lo que estos cinco sentidos nos hacen llegar. Estos sentidos son órganos de conocimiento que si los utilizamos correctamente, pueden ser una buena herramienta para venir al aquí y ahora. De todas formas aunque no sea posible poner la mente en blanco, esta también necesita descanso igual que el cuerpo físico, para el alivio de la mente esta la quietud y calma mental que se consigue a través de la concentración relajada. Cuando utilizamos los sentidos no debemos de regocijarnos en ellos, ya que como se nos recuerda en la tercera estancia, verso 34 del Bhagavad Gîtâ “El apego y la aversión hacia los objetos sensorios moran en los sentidos, que nadie llegue a estar bajo el dominio de estos dos, ellos son obstructores del sendero”. Mediante estos sentidos que acabamos de ver, percibimos lo exterior, al aislarnos de estos sentidos, nos adentramos en el mundo interior. Esto es el quinto paso del astânga yoga de Patanjali, pratyâhâra. Aquí en el yoga-sutra II. 54 Patanjali dice: “La sujeción de los sentidos se produce cuando la mente es capaz de permanecer en la dirección elegida y los sentidos, que se desvían de los diversos objetos del entorno, siguen fielmente a la orientación de la mente”. Esta abstracción de los sentidos que nos propone Patanjali, es el paso previo a la concentración, aunque también podemos servirnos de cualquiera de ellos para afinar nuestra concentración, como ya hemos visto. Cuando estamos totalmente concentrados en algo, no es el momento de deleitarse con los sentidos, en la autentica concentración cualquier aroma, sabor o sensación que nos llegue, tiene que pasarnos desapercibido. Es por ello que pratyâhâra, la abstracción de los sentidos, se produce anterior a la concentración, y luego la meditación. Como se dice en uno de los Upanishad “El órgano del pensamiento está compenetrado por los sentidos, purificado este órgano Âtmâ se manifiesta”. Todo tiene su parte positiva y negativa, la ira, la ignorancia y el apego a las cosas mundanas, los podemos considerar como tres venenos para la mente. Como veremos en el próximo capitulo, el observar ciertas normas éticas previene en gran medida estos tres estados mentales negativos. Son negativos porque nos sujetan a la materia a lo denso, y no permiten que percibamos lo sutil, lo que lleva nuestra percepción más allá. Como la materia mental es mucho más etérea que la astral y la física, en consecuencia la vida y actividad mental también es mayor. La materia mental está en movimiento constante e incesante, tomando forma bajo toda vibración de vida, y adaptándose rápidamente a cada cambio. Las vibraciones en el plano mental son mucho más rápidas que en el plano físico. De la misma manera que las de la luz son más rápidas que las del sonido y aún vibra lo mental a una frecuencia mayor que la de la propia luz. En este plano se daría lo que se conoce como telepatía. Si hablando de las emociones hemos visto que éstas se movían en el plano astral y en la cuarta dimensión, hablando de lo mental nos pasamos otro nivel y éste se mueve en la quinta dimensión. Pero si ya es difícil para nosotros que vivimos en la tercera dimensión, entender la posibilidad de una cuarta, el hablar de la quinta se complica más todavía. En el párrafo anterior hemos visto que cada plano es más sutil que el anterior, los planos principales para nosotros son las tres primeras dimensiones, ampliamente conocidas; la - 71 - Reconocernos en lo mental. cuarta con su mundo astral y la quinta en la que se mueve lo mental. Estas dimensiones son planos de existencia, en los que se forman las diferentes envolturas del Ser, estas envolturas se componen de materia de su plano correspondiente, y decimos que son las principales porque son sobre las que podemos actuar. Como estamos viendo a lo largo de este trabajo, actuamos sobre ellas con una dieta y ejercicio moderados, viviendo nuestras emociones y controlando nuestra mente. No lo he dejado muy claro a lo largo de este capítulo, pero debemos diferenciar entre lo que sería el plano o mudo mental más sutil, que es el que está después del astral y es donde se mueve toda la madeja de pensamiento. En este plano ya hemos visto que los pensamientos burdos por su propia densidad tienden hacia abajo y los altruistas más sutiles tienden a elevarse. Aquí conforme nos volvemos más sutiles nos damos cuenta como nos influyen los diferentes ambientes. Por ejemplo en un ambiente de trabajo donde las personas no se encuentran a gusto y continuamente hay pensamientos de negatividad, hay que estar muy atentos para que esta situación no nos arrastre. Por el contrario en un lugar donde los pensamientos son más bondadosos y espirituales podemos abandonarnos más y permitir que nuestra mente se abra. Si el mundo astral, no lo vemos con el ojo físico, por su sutilidad, el mundo mental, como decimos, es más sutil todavía, los pensamientos en realidad, son como cosas que van flotando por el aire y cosas peligrosas. No es poca la Sabiduría Divina, al no permitir que veamos este mundo ya que si el pensamiento humano fuera altruista, bondadoso y humilde, sería una bonita visión. Pero por el contrario, como hemos estudiado en este capítulo, la mayoría de los pensamientos humanos se dirigen hacia la pasión, el deseo y la ira. Aspectos que, aunque sepamos que están ahí, es mejor no verlos como formas mentales. Por otro lado, aparte de este plano mental, existe también una mente más conceptual, que es con la que nos identificamos como pensadores. Esta mente es la mente individual que decimos nos mantiene siempre alejados del aquí y ahora, pero a la vez si aprendemos a desidentificarnos de ella mediante la concentración, también puede ser una maravillosa herramienta y un órgano de conocimiento. Este conocimiento puede ser de tres formas, ilusorio, real y verdadero. ¾ Conocimiento ilusorio, es el que persigue los goces transitorios, la comodidad, la lujuria, el deseo, la ambición, la mezquindad, el egoísmo, etc. ¾ Conocimiento real, es el que persigue los goces duraderos, el bien, el no hacer daño, la salud, la prosperidad, la piedad, etc. ¾ Conocimiento verdadero, es el que se deja de perseguir objetivos y se experimenta la fusión con el todo, con lo eterno y con la no dualidad. El conocimiento ilusorio es el que nos aleja del Ser verdadero. El conocimiento real es el que alcanzamos mediante la proximidad de personas sabias y elevadas, si esto no es posible mediante la lectura y la auto indagación. El conocimiento verdadero es el que se nos muestra cuando hay un discernimiento entre lo real y lo ilusorio. Bien y para terminar el sabio consejo de un Maestro. “En la serena y plácida superficie de la mente inmóvil, se juntan las visiones de lo invisible y encuentran la representación en el mundo visible. Hemos de guardar con fervoroso cuidado nuestro plano de la mente, de las adversas influencias, que diariamente surgen durante nuestro pasaje por la vida terrena”. - 72 - Reconocernos en lo mental. Práctica y meditación. Para la práctica con el cuerpo mental lo mejor que se puede hacer es conseguir un buen nivel de concentración. La concentración consiste sencillamente en prestar atención a lo que se está haciendo, si prestamos la justa atención a lo que estemos realizando, la mente está concentrada. Muchas personas fracasamos en la concentración por cometer el craso error de asir firmemente la imagen mental, no debemos hacer eso. Por el contrario cogemos la imagen escogida ante nuestra atención y la contemplamos calmadamente, como si observáramos nuestro reloj para saber la hora. Este apacible mirar revela los detalles de una cosa tan bien como puede hacerlo un intenso esfuerzo, incluso mejor. Tratamos de hacerlo por unos cinco minutos, una vez que hayamos logrado mirar bien una cosa y verla perfectamente, en todo y en parte, sin poner la mirada fija y escudriñadora, sin fruncir el ceño, ni retener el aliento, sin cerrar los puños ni hacer nada semejante, podremos decir que hemos mantenido una concentración relajada, como si mirásemos con una amplitud de ciento ochenta grados. Para este trabajo, tomamos un objeto cualquiera, un reloj, una pluma, un libro, una hoja o una fruta, y lo miramos con toda tranquilidad por unos cinco minutos. Observamos en el cuantos detalles podamos, el color, peso, tamaño, composición, construcción, etc., sin efectuar la menor tensión, es necesario observar bien sin que se presente la más mínima tensión nerviosa. Supongamos que necesitamos sostener un objeto pequeño con el brazo estirado el mayor tiempo posible, deberemos sujetarlo con el mínimo de energía dejándolo que descanse en la mano, y no agarrándolo fuertemente. No imaginemos que la idea elegida para nuestra concentración tenga vida y voluntad propias, y que quiere saltar o alejarse de nosotros, el objeto no es voluble si no la mente. Confiamos en que el objeto permanecerá donde lo hemos puesto, ante el ojo mental y mantenemos serena nuestra atención sobre él. No hay necesidad de asirlo porque esto tiende a destruir nuestra concentración. Por lo general empleamos la energía mental únicamente en el servicio del cuerpo físico y en pensar todo lo relacionado con él. El hábito de pensar únicamente en asociación con la actividad o el estímulo corporales, es por lo general tan grande, que un esfuerzo especial del pensamiento suele ir acompañado del fruncir de las cejas, morderse los labios y otros varios desordenes musculares, nerviosos y físicos. Cuando un niño aprende algo despliega el más asombroso juego de contorsiones, al escribir sigue a menudo los movimientos de la mano con la lengua, aprieta con toda su fuerza el lápiz, enrosca el pie en la pata de la silla, etcétera, y se acaba cansando en poco tiempo. A los mayores nos pasa parecido, y tales gestos deben de cesar por completo en la práctica de la concentración. La tensión muscular y nerviosa, nada tienen que ver con la concentración. El buen éxito de este ejercicio no se mide por ninguna sensación o sentimiento corporal. A veces creemos estar concentrados al percibir cierta tirantez en el entrecejo o en su parte interna, pero lo único que lograremos son dolores de cabeza y otras molestias. En oriente el sabio o gran pensador posee un placido entrecejo. Hacer variar el rostro o retorcer su forma y cubrir la frente de arrugas es comúnmente una clara señal de que tratamos de pensar más allá de nuestra capacidad, o que no tenemos costumbre de hacerlo. Así pues debe practicarse siempre la concentración sin el menor esfuerzo. - 73 - Reconocernos en lo mental. El dominio de la mente no se consigue por un gran esfuerzo, si no con la práctica constante, calmada y tranquila. Esta práctica debe realizarse periódicamente y en tiempo suficiente para que sea efectiva, teniendo en cuenta que la calidad importa más que la cantidad. Siempre será mejor poco y frecuente que mucho con grandes intervalos. Podemos practicar una o dos veces al día y hasta tres, si son cortos periodos de tiempo, aunque seguirá siendo mejor una vez bien ejecutada que varias con indiferencia. Es necesaria cierta disciplina y es mejor que nos la impongamos nosotros mismos. El educar nuestra concentración será valioso en muy diferentes situaciones, ya que como hemos visto a lo largo de este capítulo todo lo que realicemos focalizando nuestra atención nos llevará al aquí y ahora, y con ello a una mente presente y consciente. Actuar de esta forma se puede llamar meditación en la acción, pero para lograrlo, salvo raros casos que vienen a este mundo con una predisposición especial, se hace imprescindible pasar por el cojín de meditación. La meditación de hecho se hace imposible, si no somos capaces de mantener la concentración. Así una vez hemos educado nuestra atención mental, al sentarnos a meditar todo será mas fácil, y la meditación entonces surgirá por si sola, no debemos buscarla. Es como la aguja del pajar si la buscas no la encontraras, pero si te sientas entre la paja es muy posible que te la claves. La mente en la sociedad actual, es como el agua de una balsa por la que acaba de pasar una manada de búfalos, removiendo todo el fango, enturbiando y dejándola opaca. Si no permitimos que los deseos, apegos y aversiones, remuevan el fango como si fueran búfalos. Esta calma, hará que las impurezas se posen, quedando el agua cristalina, pura y transparente. Esta transparencia, nos permitirá ir más allá y vislumbrar a nuestro Ser verdadero. Para meditar correctamente y de esta forma poder interiorizar, no hay más, que hacerlo como canta el Mahamudra: “Sin aferrarse a la mente y sin dejarla ir. Dejarla ser, sin tratar de agarrarla ni de liberarse de ella”. - 74 - Reconocernos en lo espiritual. “El día que digas, ¿estoy loco yo… o están locos todos los demás?, ese día a comenzado tu salvación.” Tony de Mello. Séptima parte: Reconocernos en lo espiritual. Respirar es vivir y vivir es respirar, casi podríamos decir que son sinónimos, aunque la academia de la lengua no los reconozca como tal. Lo cierto es que si no respiramos no vivimos, si nuestra respiración es pobre y triste, nuestra vida será infortunada y afligida; por el contrario si la respiración es plena, nuestra vida también lo será, aunque lo más importante de todo es que nuestra respiración sea consciente. Sintiendo como al inspirar me inundo de vitalidad y al exhalar me relajo. En la tradición Indú se dice que el sonido de la respiración es So al inspirar, y Ham al expulsar. Y esta palabra Soham es sanscrito, que traducido al castellano seria, yo soy eso o yo soy espíritu. Espiritual etimológicamente viene de “spiritus”, y ésta es una palabra del latín que describe la respiración, el flujo del espíritu a través de mi cuerpo. Si la vida es divina y a cada instante necesitamos respirar, es a cada instante que inspiramos pureza y luz. No olvidemos tampoco, que en nuestra tradición se dice “Dios está en todas partes”, y que mejor manera de estar en todas partes, que en forma de prâna, el aliento divino que atraviesa a todo ser viviente. Fundiendo el interior con el exterior. Sin lugar a dudas, si fuéramos realmente conscientes de cada respiración, estaríamos mucho mas cerca de la realidad y de la verdad del Plan Divino. Esta conciencia de la respiración se puede obtener sintiendo que al inspirar Él viene a mí y al exhalar yo voy a El. - 75 - Reconocernos en lo espiritual. Para continuar con este capítulo voy a añadir un cuento, que me contaron hace ya tiempo y lo adjunto tal cual lo recuerdo. Hace miles y miles de años, en los tiempos de la creación del hombre, había un consejo de sabios que colaboraban con Dios, con el innombrable, mejor aun digámosle con La Verdad. Entonces cuando tomaron la decisión de crear algo tan perfecto, se preguntaron “¿para que iban a crear al hombre?”, y decidieron que la misión mas importante que tendría, seria buscar a La Verdad. Pero había un problema, y es que en aquel tiempo La Verdad estaba en todas partes, en los árboles, en los ríos, en las piedras, en las nubes, incluso en el aire. Uno de los sabios propuso “escondámosla en las cimas de las montañas mas altas.” Y el mas anciano de todos le dijo “no, acabara subiendo y será fácil encontrarla.” Otro sabio planteo, “y en el fondo de los mares.” El anciano volvió a tomar la palabra, “tampoco, aprenderá a acumular oxigeno y ahí también le será fácil bajar.” “y en las estrellas”, opinó otro de los sabios. El anciano se volvió a negar argumentando “inventará maquinas para volar por las estrellas y también la encontrara.” “Entonces, ¿que nos propones?” preguntaron todos al unísono. Después de unos instantes de silencio el anciano sabio concluyó, “escondamos La Verdad en el fondo de sus corazones, ahí le costará mucho mirar.” Y ahí es donde continua, en el fondo de nuestros corazones. Pero parece ser que sigue siendo más fácil vivir desde el razonamiento y la confusión mental, que abrirnos al sentir y funcionar más con el corazón. En realidad la consciencia, lo único que quiere es manifestarse y mostrarse al hombre con toda su pureza, pero no lo hace porque sabe que no estamos preparados y una luz tan intensa, nos destrozaría. Lo cierto es que, escribir este capítulo, para alguien como yo, no es fácil, y leerlo para alguien como tú, depende. Depende del tiempo que hace que me conoces, de la relación que mantengas conmigo y de lo que creas que pasa por mi cabeza. Por ello voy a intentar realizar una síntesis de lo que ha sido para mí la espiritualidad a lo largo de mi vida. Mi vida como toda vida, es espiritual, una vez leí en un libro en el que el autor decía no concebir una vida que no fuera espiritual, pues todo lo que forma parte de la creación es obra del creador y por lo tanto del espíritu. Lógicamente antes no pensaba así, las primeras nociones de espiritualidad, las recibí, de nuestra tradición cristiana como la mayoría de la gente por estas tierras. Fui a un colegio de curas, en el que no me convencía el predicar de una forma y actuar de otra, en casa a pesar de apuntarme en dicho colegio tampoco me inculcaron la religión, ni me obligaron a ser cristiano practicante. Una serie de circunstancias al final de este periodo me llevaron a no creer en nada ni en nadie, incluso me atreveré a decir, cierto desprecio por la propia vida. Así me planté a los 21 años en mi primera clase de yoga y continué durante tres meses acudiendo un día a la semana, pero en un principio aunque me gustó lo que vi no me pareció que fuera mi forma de vida. Dos años más tarde como guardaba un buen - 76 - Reconocernos en lo espiritual. recuerdo volví a intentarlo, combinando mi vida con el yoga. El resultado fue un cambio en mi forma de vida que en un principio me asustó, pero entonces a los 23 añitos, ya me encontraba preparado para los altibajos que vendrían al integrar poco a poco el yoga en mi vida. Como ya he comentado en otra parte de este trabajo, al comienzo cuando el profe de yoga comenzaba a hablar de El Padre, de El innombrable, etc. Yo miraba para otro lado y pensaba “esta parte no va conmigo”, pero después de practicar, conocer la meditación y estudiar el tema un poco más a fondo, me fue cambiando el chip. Comencé a pensar que sí, algo habrá, no se que, pero algo. Y así despacito, se fueron cuajando las ideas que ahora rondan por mi cabeza. Al comunicarlas no pretendo nada, sencillamente compartirlas y contribuir con ellas a culminar este trabajo. Así como alguien dijo que no concebía una vida que no fuera espiritual, de la misma forma no concibo un Yoga que no sirva para el espíritu. Ya que el Yoga significa unión, unión de lo individual con lo universal. El yoga es una ciencia sagrada, que como ya hemos visto, se dedica al estudio de los cuerpos sutiles, el hata yoga nació como una forma de mantener sano y fuerte el vehículo del alma. Hoy en día es una lastima la cantidad de personas que no asimilan la existencia del alma, aunque parece existir una desilusión por la religión actual y un anhelo especial, de que algo superior esta detrás de todo. Hay unas preguntas que siempre se ha hecho la humanidad, ¿Quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy? La respuesta está en el interior, como bien narra el cuento anteriormente citado. Pero tenemos una pertinaz manía por buscar en el exterior, en fin. La consciencia eterna, única e indivisible es de la misma naturaleza que el alma, es Satchitananda, que veremos más adelante. Y esto está en cada persona, cuando alguien conecta con ello nos parece tan alucinante, que lo ponemos en un pedestal como algo inalcanzable y no probamos a practicar lo que nos dice, quien ya ha conectado con esta Satchitananda. Ya que siempre se me han dado bien los números, voy a apoyarme un poco en ellos para intentar explicarme. La conciencia única eterna e indivisible que acabamos de mencionar, es representada por el uno, la unidad donde no hay nada más que Existencia Divina. El dos ya representa la dualidad, la doble opción “el yin y el yang” donde hay fuerzas centrífugas y centrípetas, en la cual hay observador y observado, el dos es donde siempre hay un polo positivo y otro negativo, en esta dualidad debemos tener mucho cuidado porque es muy fácil caer en desequilibrios. He aquí donde surge el tres, con su magia y múltiples representaciones, el tres nos da la posibilidad de la ecuanimidad para equilibrar toda polaridad, representa la trinidad de todas las tradiciones, tres son los planos de conciencia física-astral-mental y tres las esferas principales del ser humano vital-emocional-psíquica. El cuatro que aparte de dar paso a la cuarta dimensión, también representa los puntos cardinales y agrupa la prudenciajusticia-fortaleza-templanza. Cinco suman las extremidades del cuerpo humano, cabeza pies y manos, también son cinco las puntas del sello de Salomón que encontramos en la construcción de diversos templos, representando a este numero mágico y protector. Y continuamos con el tres doble, es decir con el seis, dos triángulos superpuestos forman la Estrella de David de los cabalistas y para ellos es importantísimo por ser la primara palabra del génesis, bershit, “creó seis” en la metáfora de que el mundo se creo en seis días y al séptimo descansó. Siete otro numero muy especial y con múltiples representaciones en la naturaleza, siete son los planetas de nuestro sistema solar, siete los Chakras principales, siete los rayos místicos que iluminan las siete envolturas del Ser y sus siete planos de existencia, siete son los colores y otros siete los sonidos. Siete - 77 - Reconocernos en lo espiritual. de la multiplicidad más el uno de la unidad, nos da ocho y ocho son los pasos que nos aconseja seguir Patañjali en su Asthanga Yoga, que estudiaremos completo más adelante. El nueve numero triangular que contiene tres veces tres, esto la da un poder mágico por el que muchos tratamientos de sanción duran una novena. Y nos falta el cero la nada, durante mucho siglos se trabajo sin el cero, para realizar cuentas se dejaba un espacio por no existir el concepto de que pudiera existir una nada, fue necesario el concepto espiritual Indú del vacío y de la nada, para llegar a incluir el cero en la numeración. Esta incorporación del cero de oriente a occidente, se dio hacia el siglo X. Mediante la relación de estos diez números, los miembros de la escuela de Pitágoras representaban la creación del universo, los números 1,2,3,4 y su suma consecutiva forman por analogía la forma en que ellos concebían esta creación, 1+2+3+4=10. 1 = el creador. 2 y 3 = la Materia. 4, 5 y 6 = el Espíritu. 7, 8, 9 y 10 = las Manifestaciones Sensibles. Podríamos continuar con más números mágicos, el 12, el 15, el 28, el 33, el valor de Pi y sus decimales infinitos o incluso el número áureo, que su descubrimiento permitió construcciones armoniosas y equilibradas. De este número áureo, Platón llegó a decir “al calcular el número áureo, el pensamiento humano ha alcancazo uno de los cánones utilizados por Dios cuando decidió crear el universo”. Pero en vez de continuar con los números, vamos a concluir con una invocación mágica. “¡Debes comprender! Del uno haz diez. Y deja en paz al dos. Y al tres haz lo mismo. Así tú eres rico. ¡Pierde el cuatro! De cinco y seis, así dice la bruja, haz siete y ocho. Así esta concluido; y nueve es uno, y diez es nada.” Retomando por un instante el cero y su concepto de nada, de vacío. Es algo que en el budismo también se menciona, la vacuidad de donde todo surge y a donde todo vuelve. Esta vacuidad la experimentó Siddhârta Gautama el Budha, y hoy en día está más que demostrado por la física moderna que es una realidad. La materia no tiene solidez como tal, es una ilusión óptica producida por partículas en movimiento. Toda materia, se descompone en moléculas y estas en átomos, los átomos se componen de protones y electrones, con espacio vacío entre ellos, comparable al que habría en un campo de fútbol entre el centro y las gradas. Esto lo descubrió un físico americano en su laboratorio, mediante una herramienta que llamo “cámara de burbujas”. El Budha y el físico llegaron a la misma conclusión, pero el uno se iluminó y otro no, ¿qué sucedió? Muy sencillo, el físico lo descubrió en un laboratorio, mientras para el Budha el laboratorio fue su propio cuerpo y ahí lo experimentó en primera persona. Y es que, para alcanzar sabiduría no hay nada como la propia experiencia. Es por ello que en la Meditación Vipassana se nos enseña a trabajar con las sensaciones corporales, y quien consigue experimentar la continua vibración de la materia física y el espacio vacío entre los electrones y el centro del átomo, consigue a su vez un gran avance espiritual. Una pequeña parábola antes de continuar: “Estaban el maestro y el discípulo, en una mesa en la que había una vela. Y el discípulo preguntó, ¿Puede usted decirme de donde viene la llama de la vela? El maestro apagó la vela y dijo, Si tú puedes decirme a donde ha ido, yo te diré de donde vino.” - 78 - Reconocernos en lo espiritual. A lo largo de este trabajo estamos viendo las diferentes capas que envuelven al Ser verdadero, y aunque cada capítulo se titula “Reconocernos en…” lo cierto es que para lo único que debemos de reconocernos, es para darnos cuenta de que yo no soy eso, y que hay otra envoltura más. Es como el ego, primero debemos de reconocerlo para así poder trascenderlo. En este capitulo nos toca Atma, el Alma individual que tarde o temprano se fundirá con el Alma Universal. Este Atma, se mueve en el plano Buddhico, Buddhi es la facultad que está por encima de la mente razonadora, y es la razón pura que ejerce el discernimiento espiritual entre lo ilusorio y lo verdadero. Es también conocido como Plano Causal y Cuerpo Causal. Este cuerpo, como su propio nombre indica esta formado por causas y efectos, es en el que se acumula el Karma de vidas pasadas, y de la actual. Lógicamente también el que condicionará futuras reencarnaciones. El Karma no nos debe generar gran conflicto, sencillamente es el resultado de la famosa frase, “lo que siembras recoges”. La reencarnación es un poco más complicada, pero intentare dar la imagen mental que me ha quedado después de leer un poquito de teosofía. Cuando morimos, relativamente, porque la esencia del Ser es imperecedera no puede morir, solamente puede evolucionar. Bien, cuando el cuerpo físico muere se separa el etérico que permanece sobre el cadáver hasta que se diluye por sí solo, disolución ampliamente facilitada por la cremación; y por otro lado va el astral este permanece en el mundo astral por cierto tiempo, dependiendo de lo que nos retengan nuestros seres queridos, de la situación de la muerte y del propio Karma de cada uno; pero finalmente también se desvanece esta envoltura astral; después queda el mental que se mueve por el plano mental también hasta su disolución. Es por esta muerte del mental y con él, de la memoria, por lo que no recordamos las vidas anteriores. Entonces queda el cuerpo causal, que se compone de nuestras acciones, algo que le damos poca importancia y como vemos es lo único que realmente importa, pues cada acción genera karma e inevitablemente siempre estamos haciendo algo, aunque solo sea con el pensamiento, que como ya hemos visto en el capítulo anterior es muy poderoso. Aquí no termina todo porque este cuerpo causal lleva consigo un átomo de cada plano inferior, conocido como átomo permanente o elemental. Cuando en las altas esferas se nos asigna una nueva vida, se da el proceso a la inversa y cada átomo atrae materia de su plano correspondiente, formando nuevamente las envolturas ilusorias que volverán a desplazarse por sus respectivos planos. Realmente existe un plano más, en donde el alma se manifiesta, plano Atmico. Pero para no liarnos en exceso, vamos a englobarlo dentro del cuerpo causal. Como acabamos de ver, al desaparecer el cuerpo físico, continúa el astral y el mental; pero continúan con la evidente diferencia de que ya no están limitados por el cuerpo denso. Es por ello que se hace de suma importancia, que estando estos sujetos por el cuerpo físico aprendamos a controlar nuestras emociones y pensamientos. Ya que en estos planos se da una inmediatez que no podemos imaginar. Si por ejemplo, te acuerdas de un valle perdido que visitaste una vez allá en California, zas ya estas ahí viendo el valle, seguidamente recuerdas un amigo de Madrid, zas ya estas viéndolo. Sabiendo como funciona la mente no adiestrada, esa facilidad de movimiento tiene que ser de auténtica locura. Hay que tener en cuenta que en los mundos astral y mental, el tiempo y el espacio se miden de otra forma y la materia propia de dichos planos, al ser muchísimo más sutil de lo que conocemos en el plano físico, se atraviesa con facilidad. La forma de llegar a controlar nuestras emociones y pensamientos, es permitiéndonos vivir lo emocional, educando nuestra mente mediante la concentración y de esta forma surgirá la meditación. - 79 - Reconocernos en lo espiritual. La meditación comienza siendo amigo de uno mismo y conociéndonos, después el objetivo principal de la meditación es la aceptación de todo lo que surja y mantener la mente centrada, es algo que nadie puede hacer por nosotros. Cuando meditamos debemos evitar toda tensión, olvidarnos de ideas raras y supersticiones, para poco apoco, lograr estar en calma sin que perturbe nuestra mente el menor concepto, sea bueno o malo. La ecuanimidad, es la mejor forma de meditar, sin apego ni rechazo por nada de lo que surja. Cuando mantenemos esta actitud, en un retiro de meditación, aparecerá nuestro inconsciente, y sin rechazar nada deberemos permitir que todo fluya. Las experiencias que surjan no nos deben separar de la realidad, debemos aprender a ser fuertes en lo físico, pero a la vez tan sutiles como para conectar con lo Divino. La esencia de la espiritualidad, es siempre la misma, pero al igual que los yoguîs de la antigüedad, tenemos que observar mucho a la madre naturaleza. En esta observamos que los cambios son continuos, y los ciclos se abren para cerrarse, dando paso a otro nuevo. Así debemos estar siempre muy atentos, para reconocer cuando un ciclo termina y poder comenzar el siguiente, procurando que la evolución sea siempre ascendente. No debemos quedarnos atascados en nada, por muy bello y beneficioso que sea un trabajo, siempre será un ciclo para el que llegará su fin, y si la energía nos lo permite comenzaremos otro nuevo, con las mismas bases, la misma dirección, pero adaptándonos al cambio. Ya que el cambio es una ley universal, cambio e impermanencia. No digo cuales deben de ser las bases, porque no existen unas bases establecidas, son múltiples y diferentes los caminos que han guiado a los que han encontrado y muchas sendas quedan todavía por recorrer. La conclusión en la esencia espiritual, si que suele ser la misma, lucidez, conciencia y un intenso amor, Satchitananda. Como decimos la práctica espiritual es un movimiento continuo, un movimiento que nos llevará a la conciencia de Satchitananda, a la iluminación. Pero lo importante siempre será vivir la vida, el buscar la iluminación en el fondo es una falacia, porque en realidad es algo que ya lo tenemos; somos luz, pero no vemos; somos consciencia, pero no nos enteramos; somos amor, pero no lo sentimos ni compartimos; somos inteligencia, pero no lo sabemos; somos felicidad, pero no la disfrutamos. Lo tenemos todo tan cerca, pero a la vez lo vemos todo tan lejos. Este avance hacia el espíritu, se dice fácilmente, pero se complica por el miedo. Porque para que esto suceda, debemos morir. Nuestro ego, la personalidad con la que nos identificamos, tiene que disolverse. Y esto nos da mucho miedo. Esta muerte del ego, es el significado oculto de las palabras que dijo Jesús el Nazareno a sus discípulos, “dejadlo todo y venid conmigo”. Para disolver este falso ego y conectar con el Yo verdadero e imperecedero, tenemos que aprender a conectar con la mente profunda. Es en el espacio abierto de la mente profunda y consciente donde el falso ego se disolverá. Una palabra que nos llega de oriente y que tiene una gran relación con la espiritualidad, es Dharma, del Dharma podríamos decir que es el todo, y la nada a la vez. Es lo mismo que el Tao en la China. Son las enseñanzas sagradas, la ley universal que nos llevará a la Luz. Este Dharma sagrado, no es algo que se deba buscar, bien es cierto que se debe de tener una aspiración y poner cierta intención, pero el Dharma es algo que nos llegará por sí solo, en mayor o menor medida dependiendo del Karma de cada cual. Dharma es la ciencia sagrada de la verdad y la realidad de las cosas, es imperecedero y atemporal. Es también una de las tres gemas del budismo. En el budismo, antes de comenzar la práctica tomamos refugio en estas tres gemas, Dharma, Budha y Shanga. Budha se refiere al mismo príncipe Siddhârta, pero también a la esencia de Budha que reside en todos y cada uno de nosotros, desde la persona más mística y espiritual hasta la más malvada e infame que podamos imaginar, - 80 - Reconocernos en lo espiritual. tienen la esencia de Budha en su interior. Shanga hace alusión a los grupos de meditación y a la tradición de pasar el Dharma de maestro a discípulo. Después de la meditación se realiza la práctica de Mêta, el compartir los meritos conseguidos a través de nuestra experiencia, con todos los seres del universo. Y se puede volver a realizar la toma de refugio, de hecho esta se puede practicar cuantas veces se desee, teniendo en cuenta que en los retiros largos de meditación budista hay una practica que se llama “completar un zumbido” y consiste ni más ni menos que en cien mil postraciones. Hay una historia de un lama, que fue emocionado e ilusionado a su guru, porque había conseguido terminar un zumbido. El maestro lo vio tan fuera de sí y falto de ecuanimidad, que con un gran amor le contesto: bien eso está muy bien, ahora puedes proseguir hasta que completes un segundo zumbido. Volviendo al Dharma, H.P.Blavatsky nos dice: “El Dharma es la naturaleza interna, caracterizada en cada hombre por el grado de desenvolvimiento adquirido, y además, la ley que determina el desarrollo en el periodo evolutivo que va a seguir”. En este capítulo no podemos dejar de comentar la oración, ya que es la forma en que en todas las tradiciones se trata de alcanzar un estado espiritual. La oración, según yo la percibo, tiene un fallo de forma, no de fondo. El propósito en un principio está bien, pero se ora y se alaba, viendo a los santos y deidades como algo inalcanzable, cuando todos los santos y profetas han pasado por un plano físico como el que ahora vivimos, esto también evidencia que la esencia búdhica está en todo ser humano, al rezar a un dios o santo, lo deberíamos hacer con la conciencia de “yo soy tú”. Otro fallo en la forma de rezar, es que nos creemos con derecho a pedir por nuestro bienestar, o por el de nuestros seres queridos, y así la oración se convierte en algo que obedece a fines puramente egoístas, esto también muestra una clara desconfianza hacia la Sabiduría Divina, que como tal conoce mucho mejor que nosotros nuestras necesidades. En palabras del obispo y teósofo Mr. Leadbeater: “Yo mismo siento aún, como teósofo, lo que siempre sentí como sacerdote de la iglesia cristiana; que rogar a Dios a favor de uno mismo o para lograr alguna cosa personal, implica falta de fe en Él, pues denota claramente que Dios necesita que le digan lo que conviene a sus hijos. Jamás me sentí tan seguro de lo que más me convenía, que me pudiera yo creer en disposición de dictárselo al supremo Gobernador de cielos y tierra. Siempre me ha parecido que él lo sabía mucho mejor que yo, y que, siendo padre amoroso, ya hacía por mi cuanto podía hacerse, sin necesidad alguna de mis súplicas, con tanta más razón por cuanto mis peticiones podían probablemente ir encaminadas al logro de un deseo que en modo alguno me conviniese”. Como hemos visto anteriormente, el cuerpo causal se compone y sustenta de buenas acciones, así pues, más nos valdría actuar de buena fe. Por lo que a mí me llega, la oración cuando se realiza con devoción y sin pedir nada a cambio, como una invocación, más que un ruego o súplica. Tiene un triple efecto, por una lado sirve para tener pensamientos positivos además de focalizar la mente en una dirección, por otro lado realza la devoción del adepto y hace vibrar los tres planos principales en los que habitamos. La oración así realizada, genera una vibración especial, no hay como escuchar unos cantos gregorianos o unas invocaciones mántricas, para sentir esta vibración y abandonarnos, permitir que nos inunde. La vibración provocada por el sonido, es de gran poder místico y sanador, recordemos en la práctica con la envoltura energética el trabajo con las vocales, estas por sí solas contienen un gran poder. La forma de invocar y de orar en el yoga, es mediante la recitación de mantras. Mantra es otra palabra que viene del sanscrito, esta se descompone en “man” y “tra”, man es una abreviación de manas, que se traduce como “mente”, pensamiento; tra a su - 81 - Reconocernos en lo espiritual. vez es otra contracción de trâna, que traduce como “liberación, salvación”. Como vemos la traducción de mantra nos quedaría, liberación o salvamento de la mente y el pensamiento. El bija-mantra o mantra raíz, es la silaba sagrada AUM, que se pronuncia OM. Esta sílaba mística, de la cual se dice que fue el primer sonido del universo, se puede utilizar como afirmación, bendición e invocación. Muchos mantras compuestos comienzan con el OM, y Patañjali en los yoga sutras I-27, I-28 y I-29, también nos habla de esta sílaba sacra, diciéndonos: I-27, Tasya vâcakah pranavah La palabra para referirnos a Îsvara, Dios, es el sonido místico OM. I-28, Taj-japas-tad-artha-bhâvanam Por tanto, uno debería repetir esta sílaba sagrada, mientras reflexiona con devoción sobre su significado. I-29, tatah pratyakcetanâ adhigamo pyantrâya-abhâvas-ca De esta práctica, viene el logro de la conciencia del Ser interno y la desaparición de todos los obstáculos. Debemos de recordar que en el anterior sutra, en el I-26, nos dice de Îsvara que: incondicionado por el tiempo, él es el Maestro de incluso los más antiguos maestros. En el sutra I-28, Taj-japas, japa hace alusión a la práctica de japa, que consiste en la repetición de un mantra, tanto de palabra como mentalmente. Con la práctica de la repetición de mantras devocionales, se pueden alcanzar elevados estados de conciencia. Todo ello sin olvidar que el silencio, es, como la vacuidad, de donde todo viene y a donde todo vuelve. Este concepto de Dios en el Yoga, al que Patañjali llama “el señor” o Îsvara, es contrario al ateismo de la antigua escuela Vedânta Sâmkhya, donde el dualismo entre el Yo, Purusha, y la naturaleza en general, Prakriti, ambos principios eternos y sin causa, no dejan lugar para la existencia de Dios. Tampoco estaban desencaminados, ya que a pesar de no haber una necesidad lógica de Dios en el sistema del Yoga, Patañjali creyó necesario continuar la tradición teísta de las grandes escuelas de la antigüedad. Aunque “el señor”, no está activo en el proceso del mundo y permite un libre albedrío, tiene un significado especial para el Yoguî. A través de la concentrada devoción hacia el señor, Îsvara-pranidhâna, el Yoguî recibe su gracia divina. Un modo de devoción es, como ya hemos visto, la recitación de la sílaba OM, que también es una expresión simbólica de Dios, pero la auténtica devoción nace en el corazón. En el Bhagavad Gîtâ, que es declaradamente teísta, en la estancia undécima versículo 19, dice Arjuna de Sri Khrisna, ante su forma verdadera: “Sin origen, ni medio, ni fin, fuerza infinita. De brazos sin número, el Sol y la Luna son tus ojos. Veo tu rostro que arde cual fuego del holocausto. Su esplendor incendia los mundos”. Lo más cierto de todo es, que a lo largo de la historia de la humanidad, han existido multitud de visiones sobre el hombre, el supremo, la naturaleza y la espiritualidad de las cosas. Esta multitud de visiones, unas más acertadas que otras, también unas más extendidas y conocidas que otras, pero todas muy respetables. Nos da la idea de que en la evolución, siempre ha existido un anhelo por conocer la Verdad. Es como se dice en el cuento con el que comienza este capitulo como si fuera a lo único que venimos aquí, a descubrir la realidad del todo y de la nada. Dentro de esta multiplicidad de visiones, los estudiantes de teosofía encuentran cantidad de similitudes, en las diferentes religiones, en cuanto a la ética necesaria para evolucionar, y las características de un Dios, único pero llamado de mil formas diferentes. Como mucho, esta deidad la encontramos dividida en una trinidad, que también encontramos - 82 - Reconocernos en lo espiritual. en diferentes tradiciones y culturas, lógicamente con diferentes nombres, pero trinidad al fin y al cabo. Dentro de toda esta multiplicidad, hay una idea que con el estudio y la práctica, se ha ido formando poco a poco en mi cabeza. Esta es la existencia de una consciencia superior, compuesta de Energía, Inteligencia y Amor, y una pequeña parte de esta reside en el interior de cada persona, sería el Alma dentro del cuerpo causal. Lógicamente, esta pequeña parte también estaría compuesta de Energía, Inteligencia y Amor, y es la esencia de todo ser humano. De la que ya hemos hablado en este capítulo Satchitananda. La que no percibimos por estar envuelta en la multitud de capas que estamos viendo en este trabajo, y que ahora vamos a pasar a ampliar. - 83 - Reconocernos en lo espiritual. Antes de pasar a ampliar Satchitananda, permitamos que el siguiente poema nos impregne del conocimiento que contiene. Como un arco iris. La dicha no se encuentra con esfuerzo y voluntad, sino con tranquilidad y abandono. No te inquietes, no hay nada que hacer. Lo que emerge del espíritu no tiene ninguna importancia, ya que no tiene ninguna realidad. No te apegues a ello. No te juzgues. Deja que el juego se juegue solo: elevarse y recaer. Sin cambiar nada, todo se desvanece y comienza de nuevo sin cesar. La búsqueda de la dicha es lo que nos impide verlo. Es como un arco iris que se persigue y que nunca se atrapa: porque no existe, porque siempre a estado ahí y te acompaña en cada instante. No creas en la, realidad de las experiencias, buenas o malas: son como el arco iris. Y uno se agota en vano queriendo asir lo inasible. Pero en cuanto sueltas la presa, allí está el espacio: abierto, hospitalario, confortable. Por tanto, aprovéchate… Desde ya, todo es tuyo. No busques más… No quieras buscar en la jungla inextricable el elefante que ya está tranquilamente en casa. No hacer nada. No forzar nada. No querer nada. Y todo se hace solo. Dohas Vajra. - 84 - Reconocernos en lo espiritual. El nirvikalpa samâdhi es la mas pura expresión de que la divinidad reside en el seno de cada individuo, de que jamás hemos estado ausentes de su regazo y de que la ilusión, maya es un maravilloso juego del que ahora no existe el mas mínimo vestigio. Allí el universo se conjuga, se integra; y en su movimiento hacia Si Mismo surge la fuerza del amor, que en forma de Bienaventuranza absoluta Ânanda cubre todas las cosas como un manto de viva luz que protege toda la creación. Allí no existe pregunta alguna; allí el silencio se conjuga en miles de sones que conforman infinitas melodías. No se advierte pregunta alguna, pues se es dueño del Saber Chit; de hecho, se es el Saber mismo. En él no existe vacío alguno, pues la fuerza de la vida se extiende más allá de las fronteras mismas de todo lo que Existe Sat, impregnando del hálito de vida la más lejana y la mas cercana partícula de existencia. Sesha. Séptima parte. Bis. Sat chit ânanda. A la hora de hacer, cuando debemos de estar, en el momento de vivir y de actuar, cuando todo parece tan complicado. Lo cierto es que solo hay dos opciones, hacerlo bien o hacerlo mal. El actuar bien generará buenas consecuencias y actuar mal generará malas consecuencias. A la Consciencia Divina en realidad le da igual lo que hagamos, porque es pura Sat-Chit-Ânanda, no conoce ni apego ni rechazo. Todo lo que hagamos solo nos genera consecuencias a nosotros, aquí es donde existe un libre albedrío con el que en última instancia cada uno generamos nuestro propio destino. A esta Consciencia Divina, que tampoco conoce rencor alguno porque es todo Luz y Amor, le cuesta muy poco el ver como nos equivocamos y destruimos su obra, ya que la Consciencia lo único que quiere es expresarse a través de los seres humanos y si nosotros no se lo permitimos sencillamente buscará otros medios para expresarse y ya está, no tiene mayor problema. El único problema posible lo tenemos nosotros con nuestros conceptos de la vida, nuestro apego por todo incluso por el sufrimiento y nuestra capacidad de razonar con la cabeza en vez de permitirnos sentir con el corazón. Satchitananda, esta palabra compuesta, proviene del sanscrito. Y su traducción al castellano seria: Sat: ser, existencia, esencia, realidad, real, verdadero, bueno, puro, justo… Chit: inteligencia, conciencia, mente, pensamiento, conocimiento, percepción… Ânanda: beatitud, bienaventuranza, alegría, gozo, felicidad… El sanscrito, es el lenguaje clásico de los brahmanes en la India, y como podemos ver muy amplio en acepciones. Para resumir y simplificar elegiremos una de cada. Por ejemplo: existencia, conocimiento y gozo. Satchitananda, en realidad es la base de todo ser. Habita en el interior de cada persona, y debería de ser la meta de nuestras vidas el experimentar nuestra Satchitananda, que viene a ser lo mismo que la autorrealización del Ser. - 85 - Reconocernos en lo espiritual. Satchitananda lógicamente también es la base de Brahmâ, el absoluto no dual. Supremo principio del universo, de cuya esencia todo emana y a la cual todo vuelve. Brahmâ es incorpóreo, inmaterial, innato, eterno, sin principio ni final, la Suprema Divinidad, el Espíritu Universal, el de los mil nombres y ninguno, el innombrable. Partiendo de estas bases lo divino habita en cada ser, en cada individuo. Esto es lo que en nuestra tradición seria “hecho a su imagen y semejanza”. Pero, volviendo a la experiencia que es el Yoga. Nos queda recordar que la palabra Yoga, también proviene del sanscrito, de la raíz yug que se traduce como ceñir, unir, juntar, etc.… cuya última finalidad, seria la unión del Ser, con lo Divino. Fundirnos en Brahmâ. En realidad todo esto no se trata de creérnoslo así por que sí, ni porque nos lo hayan contado. De lo que se trata es de experimentarlo. Y si ya, a veces nos cuesta, el simple hecho de confiar en Él. ¿Cómo experimentarlo? Lo cierto es que hay infinidad de caminos, y aquí cada cual tiene que abrir su corazón, escucharse y elegir el suyo. Pero ya que estamos en el Yoga, deberíamos darle una oportunidad. Como hemos visto en el primer capítulo, el Yoga es una ciencia milenaria que proviene de los antiguos vedas de la India, donde los antiguos rishis y siddhas, lo estudiaron, lo trabajaron y llevaron a la perfección. Durante mucho tiempo todo este conocimiento, pasó de maestro a discípulo. Hasta que fueron quedando poco a poco algunos testos escritos, de estos testos los Yoga Sutras de Patanjali, a los que venimos haciendo alusión a lo largo de todo este trabajo. Tienen en su contenido, el Asthanga Yoga, que abarca, de los sutras II.29 al II.55 y los tres primeros del libro tercero; describen a la perfección lo que debería ser la senda del yogui o la yoguini. Hemos ido haciendo referencia a algunas de sus partes, y por lo tanto no podemos dar por terminado este trabajo sin verlo en su totalidad. Además aunque hay como decimos diferentes caminos para encontrar nuestra Satchitananda, creo que este es muy claro y conciso, compuesto por verdades universales que eran validas hace siglos y los siguen siendo hoy en día. - 86 - Reconocernos en lo espiritual. Asthanga Yoga Abstenciones yâma Medios externos (bahirang a) Medios internos Observancias âsana Control de la respiración prânâyâma Abstracción sensorial pratyâhâra Concentración dhâranâ Meditación dhyâna profunda ahimsâ No mentir satya No robar asteya Moderación sensual brahmacarya Desapego material aparigraha Pureza física y mental shauca Contentamiento shantosha Ascetismo tapas Auto investigación metafísica svâdhyâya Sumisión a lo absoluto îshvarapranidhâ na niyama Postura, posición (antarang Interiorización a) No ocasionar daño Control físico Control mental (samyama) Samâdhi Como vemos sobre todo esto se podría escribir un libro. De hecho hay varios autores que han tratado el tema, unos mas extensos otros mas resumidos. Unos muy esotéricos y metafísicos, otros mas prácticos y sencillos. Pero todos muy validos para estudiar el contenido de los yoga sutras. De momento para hacernos una pequeña idea, tenemos aquí este esquema, que acabamos de ver. Y he escogido un párrafo de “El sendero del Yoga”. En el que el maestro Osho, resume a la perfección el motivo de ser del Asthanga Yoga. - 87 - Reconocernos en lo espiritual. Osho nos dice: “yâma es el puente entre tú y los demás, es vivir conscientemente, relacionarse con las personas conscientemente. Luego están los segundos, niyama y âsana, que están relacionados con el cuerpo. El tercero prânâyâma, vuelve a ser un puente. Al igual que yâma, el primero, es un puente entre tú y los demás; éste segundo es un preparativo para otro puente. Tu cuerpo se prepara a través de yâma y âsana, y luego prânâyâma es el puente entre el cuerpo y la mente. A continuación, pratyâhâra y dhâranâ son los que preparan la mente. Dhyâna es un puente entre la mente y el alma. Y samâdhi es el logro. Están interconectados, como una cadena; y ésa es toda tu vida.” Donde queda Satchitananda después de todo esto. Podríamos decir que Satchitananda es la meta del Yoga, pero no me gusta usar esta palabra. Porque lo bonito e importante, es recorrer el camino de la autorrealización. El fin, como el mismo término indica, es cuando se llega, cuando se termina. Por lo tanto disfrutemos cada cual de nuestro camino, único e irrepetible. Esta Satchitananda quedaría envuelta, detrás de los diferentes cuerpos que estamos viendo en este trabajo. Continuando con el Asthanga Yoga, ampliaremos un poco algún apartado. Yâma abarcaría una serie de normas éticas y sociales, cuya finalidad es poner bajo control la vida instintiva del hombre, que se considera como la causa raíz de su confusión, depresión y sufrimiento. Estas normas son: ¾ Ahimsâ: Se suele traducir como “no matar”, pero lo cierto es que va mucho más allá. También es el no herir, no dañar, la no violencia y la consideración por todos los seres vivientes, en especial aquellos que son inocentes, que están en problemas o en peores condiciones que nosotros. ¾ Satya: La verdad, el no utilizar palabras ni gestos falsos. Si no somos sinceros con nosotros mismos y con los demás, nada de lo que hagamos puede llegar a buen puerto. La veracidad perfecta del yogui, hace que se convierta en verdad todo cuanto el diga. ¾ Asteya: No codiciar, o la habilidad para resistir el deseo de lo que no nos pertenece. No robar está estrechamente relacionado con no dañar, pues si nos apropiamos de los bienes de otra persona sin su permiso, esto le causa dolor a esta persona. ¾ Brahmacarya: la Castidad, se considera de vital importancia, la abstención de actividad sexual, en acto pensamiento o verbalmente. Esto permite conservar la energía vital. Aunque en el Darshana-Upanishad, se afloja esta norma para los yoguîs casados. Como soy practicante de yoga casado, me gusta más la traducción de este yâma que dan algunos autores como, moderación en todas nuestras acciones. ¾ Aparigraha: No ser avaro, o la habilidad de aceptar sólo lo que es apropiado. Conformarse con lo necesario, ya que si acumulamos posesiones en exceso, surge la desventaja del propio apego a nuestras pertenencias y el temor a su pérdida. - 88 - Reconocernos en lo espiritual. Niyama, considerando que yâma tiene como propósito mejorar las relaciones sociales del yogui, y purificar su mente de los tres venenos, el deseo, la ira y la codicia. Niyama tiene por objeto el crear una autodisciplina, para regular nuestra relación con lo trascendente, así comienza a mirar hacia nosotros y nos propone: ¾ Shauca: La pureza, cubre un amplio campo de prácticas, como vimos en la primera envoltura al hablar de los dhautis, los yoguîs llevan la limpieza al extremo, para que todo el ser se torne tan puro como el purusha, el yo eternamente inmaculado. ¾ Shantosha: El contentamiento, la satisfacción de conformarse con lo de uno mismo y no necesitar nada de nadie. Satisfacción o la habilidad para estar a gusto con lo que tenemos y con lo que no. Es el resultado del desapego, producido por el yâma aparigraha. ¾ Tapas: La eliminación de las impurezas de nuestros sistemas físicos y mentales a través del mantenimiento de buenos hábitos como el dormir, el ejercicio, la nutrición, el trabajo y la relajación. Antiguamente se realizaban prácticas como el ayuno, la exposición a frío o calor extremo, permanecer erecto y quieto por largo tiempo o manteniendo silencio absoluto. Sin embargo tapas no debe deteriorarse en la necia tortura faquirista, Patañjali deja claro que tapas ejecutado correctamente, fortalece y perfecciona el cuerpo. ¾ Svâdhyâya: El estudio de las escrituras sagradas, y la necesidad de revisar y evaluar nuestro progreso. ¾ Îshvarapranidhâna: La reverencia a la inteligencia suprema o la aceptación de nuestras limitaciones en relación con Dios, el que todo lo sabe. La verdad primera y última. Âsana, seria la postura correcta, saber estar en ese filo en el que hay tono y a la par un profundo abandono. Las posturas del Hata Yoga, tienen efectos neurofisiológicos muy concretos. Activan nuestro cerebro y regulan nuestro organismo. Patañjali, en sus yoga sutra, no menciona ninguna âsana en concreto, lo único que recalca es que esta debe de ser firme y cómoda, Sthira sukham âsana. Prânâyâma, estando afianzados en la práctica de, Yâma, Niyama y Âsana, Prânâyâma surge de una forma natural, y comenzamos a poder controlar nuestro aliento. Además de su función energetizadora, prânâyâma tiende también a curar las irregularidades normales de la respiración que perturban la concentración del yogui. El hecho de que la inhalación y exhalación rítmicas, igual que la prolongada retención de la respiración, tienen un efecto sobre la mente, debió haber sido descubierto en los inicios de la historia del yoga, presumiblemente en conexión con el cántico ritual. Pratyâhâra, como hemos visto en el capítulo sobre lo mental, consiste en la abstracción de los sentidos. Esta abstracción se hace imprescindible para dar el siguiente paso, pero también es como una frontera que separa los mundos exterior e interior. Ya que cuando estamos atentos a alguno de los cinco órganos de percepción, siempre es a través de algo que llega del exterior, y por el contrario si nos abstraemos de todos los sentidos, solo nos queda prestar atención a nuestro mundo interior y permitir que todo fluya. Hay textos, que lo comparan con una tortuga que recoge sus extremidades dentro del caparazón. En el Mahâbhârata, se dice de pratyâhâra: “El Âtmâ o Yo verdadero, no puede ser percibido con los sentidos que desunidos se esparcen de aquí para allá, y son difíciles de restringir en aquel cuyo yo no está preparado”. - 89 - Reconocernos en lo espiritual. Dhâranâ, la concentración. Dhâranâ viene de la raíz “dhri”, que significa retener, mantener la mente fija en un punto sin distracción alguna. El dolor, el cansancio, temblor en el cuerpo o respiración errática, son claros síntomas de una práctica defectuosa de la concentración. Dhyâna, la meditación. En realidad la meditación no es algo que podamos hacer, bien es cierto que la expresión “voy a meditar”, denota que nos vamos a sentar en cierta postura y permanecer por cierto tiempo. Pero lo único que podemos hacer, es crear las condiciones adecuadas. Una vez establecidos en yâma y niyama, la postura es firme y estable, el aliento relajado, los sentidos se retiran y podemos mantener la concentración, entonces el estado meditativo nace, florece. Samâdhi, es el estado trascendente en el que han entrado los místicos de todas las tradiciones. El estado de yoga en el que se da el cese de las fluctuaciones de la mente. Quien alcanza el samâdhi, posee un poder absoluto sobre todas sus facultades físicas, emocionales y mentales. Pero aun en el samâdhi, se distinguen dos clases, Sabîja-Samâdhi o samâdhi con semilla y Nirbîja-Samâdhi o samâdhi sin semilla. En el primero samâdhi con semilla, es un estado en el que si bien la mente se halla libre de vritis, de fluctuaciones, queda un resquicio de apego de identificación, como una semilla que germinará, impidiendo la fusión con el absoluto. En el segundo, samâdhi sin semilla, es el estado mas elevado posible de alcanzar, en este ya no queda resto alguno de apego ni de identificación con ninguna de las envolturas del Ser. Aquí solamente se da la unión don lo Divino, donde se reconoce su esencia en nosotros y se es capaz de percibir como esta misma esencia está en toda la creación, y en todos los seres. Como vemos en el siguiente diagrama, En concentración, el sujeto se mantiene fijo en el objeto. En meditación surge una interrelación directa, entre el sujeto y el objeto de la concentración. Cuando se alcanza la absorción cognitiva, la mente del sujeto, orientada e interrelacionada con el objeto, se funden en un éxtasis profundo y embelesado. En el Asthânga Yoga, o yoga de los ocho miembros, cada una de sus partes va produciendo unos frutos y efectos evidentes, tanto en nosotros como en quienes nos rodean. Todo Maestro aconseja desapegarse también de estos logros, ya que en cualquier clase de apego el ego, el yo individual sobrevive. Y es el Yo verdadero, el Ego superior, con el que debemos conectar para poder fundirnos en el Yo Universal. También se debe practicar la aceptación, ya que el rechazo al igual que el apego, da perdurabilidad al yo individual. - 90 - Reconocernos en lo espiritual. Patañjali, en el libro III, cuarto sutra, nos da un paso más. III-4. Trayam-ekatra samyama La practica de las tres (dhâranâ, dhyâna, samâdhi), sobre un objeto es la comunión samyama. Cuando la concentración, la meditación y la absorción cognitiva, se dan en una sola práctica y de forma simultánea, orientadas hacia un objeto de concentración, se produce el samyama, y con el se adquiere el conocimiento sobre todo lo referente al objeto sobre el cual el yogui se halla focalizado. En tal estado de comunión samyama, con el objeto de contemplación, el poder Divino fluye hacia cualquier objeto o idea en el que uno se concentre, y así se manifiesta de forma espontánea. Igual que en el microcosmos del cuerpo humano uno sólo necesita dar la sugestión de levantar el brazo para que este se levante, en el macrocosmos hecho accesible por samyama los poderes Divinos se manifiestan a voluntad. El Asthanga yoga, es la forma que nos aconseja Patañjali para alcanzar el estado de yoga, y ante la destreza de este gran sabio a la hora de transmitir las enseñanzas, hay que quitarse el sombrero y hacer una reverencia. Pero todos estos pasos o escalones, tampoco quiere decir que sean obligatorios. Son aconsejables, pero perfectamente podemos comenzar por âsana. Y luego irnos reconociendo en nuestras acciones. O directamente sentarnos a meditar, y comprobar hasta donde llega nuestra dispersión mental y falta de presencia. Conforme vayamos progresando, nos iremos dando cuenta, que las ocho partes del Asthanga yoga se complementan y nos podremos hacer una guía propia de nuestro camino. Por todo esto, la flexibilidad física que tanto nos preocupa cuando comenzamos en el yoga. Ya vemos que no es tan importante. Lo que realmente importa seria, reconocernos en nuestra actitud ante la vida. Aceptarnos tal y como somos, respetar sin juicios de valores. Ver nuestro ego y luego practicar el desapego. Observar nuestro cuerpo, y cuidarlo como el templo de nuestro Ser mas profundo. Ahí está el valor de âsana, la salud del cuerpo físico. Con esta expresión de lo espiritual, explicación de los ocho pasos del yoga y la realidad de Satchitananda. Doy por concluido este capítulo. Que todos los seres experimenten la verdad suprema. Que todos los seres se fundan en su Satchitananda. Visión de Satchitananda, por Sri Aurobindo. - 91 - Reconocernos en lo espiritual. Práctica y meditación. En lo espiritual, lo cierto es que la práctica es algo muy personal, y cada uno es muy libre de hacer lo que quiera y creer lo que desee. Así pues lo único que haré será recordar, que para la práctica del yoga no es necesario tener ninguna creencia en concreto, y también lo pueden practicar personas de cualquier tradición y credo. Será dándole una oportunidad a la práctica como experimentaremos si es lo que buscamos o no. Si es lo que buscamos con el tiempo nos irá cambiando la forma de pensar y de ver la vida, pero si esto no sucede tampoco pasa nada, todo está perfecto. Las series de yoga bien realizadas y compensadas siempre nos darán salud y fortaleza. Y el control de la respiración nos equilibrara mental y emocionalmente, esto es así, ya que aunque no creamos en vidas pasadas ni futuras, por lo menos creeremos en la que estamos viviendo actualmente. Aunque como digo, la práctica espiritual es algo personal, voy a lanzarme y aconsejar la práctica de los cinco preceptos que nos aconseja el budismo. Aunque son similares a los cinco Yâma, del Asthanga yoga, salvo el quinto precepto. Las propongo porque son unas normas éticas, que proporcionan bienestar a todos. 1. Abstenerse de matar, respetar la vida. No dañar, ni con nuestro pensamiento, ni con nuestra palabra, ni con nuestra acción, a ninguna criatura viva. Tenemos que ser especialmente conscientes de todos los seres vivos que pueblan nuestro mundo, y cultivar un sentimiento de atención y respeto hacia todos ellos. 2. Abstenerse de robar, cuidar las posesiones materiales y no apropiarnos de lo ajeno. 3. Abstenerse de palabras deshonestas, hablar desde el corazón, siendo sincero de palabra, pensamiento y acción, sin murmurar ni hablar bien ni mal de alguien que no se halle presente. 4. Abstenerse de una conducta sexual impropia, observemos con que frecuencia aparecen en nuestra mente pensamientos y sensaciones de carácter sexual, observemos el estado asociado a ello, el amor, la compulsión, el cariño, la soledad, la necesidad de comunicación, la agresividad, la pasión, etc. Practiquemos la sexualidad consciente. 5. Abstenerse del consumo de intoxicantes, no consumir ningún tipo de intoxicante o substancia adictiva. Debemos de estar muy atentos a las circunstancias que nos llevan a consumir este tipo de sustancias, lo que acontece en nuestra mente y en nuestro corazón en ese mismo instante. Y adoptar formas de vida saludables. Todo esto nos ayudará a que nuestras meditaciones sean más fructíferas. Lógicamente para sentir lo espiritual también debemos de meditar con regularidad. Esto hará que nuestro corazón se abra a los mundos sutiles, equilibrara nuestra forma reactiva de actuar y como no, para indagar en pos de nuestra Satchitananda. Siempre que nos sentemos a meditar, deberíamos hacerlo con devoción, discernimiento y desapego, recordando que meditar es el nombre que se le da a algo que surge. Solo podemos poner los medios adecuados, para que nuestro Ser profundo se revele cuando El amado quiera. - 92 - Reconocernos en lo espiritual. El maestro dijo que en este mundo hay una sola cosa que nunca debe olvidarse. Si fueras a olvidar todo lo demás, pero no esto, no habría motivo de preocupación, mientras que si recordaras, realizaras y atendieras a todo lo demás pero olvidaras esa única cosa, en realidad no habrías hecho nada en absoluto. Es como si un rey te hubiera enviado a un país para cumplir una tarea específica y concreta. Vas a ese país y realizas otras cien tareas, pero si no realizas aquella para la que te enviaron, es como si no hubieras realizado nada en absoluto. Del mismo modo, el hombre ha venido al mundo para cumplir para cumplir una tarea específica, y ese es su objetivo. Si no la realiza, no habrá hecho nada. Del poeta y Maestro sufí Rumi. No es fácil hallar la felicidad en nosotros mismos, y no es posible encontrarla en otro lugar. El milagro sobreviene apacible en la mente que se detiene un momento y permanece quieta. Hay dos maneras de vivir tu vida, una como si nada fuese un milagro, otra como si todo lo fuera. - 93 - Reconocernos en lo espiritual. - 94 - Conclusiones finales. “Conocer al hombre es conocer a Dios. Conocer a Dios es conocer el hombre. Estudiar el Universo es estudiar a Dios y al hombre; porque el Universo es la expresión del pensamiento divino y el universo se refleja en el hombre. El conocimiento es necesario únicamente para que el Ser se libere y pueda conocer a Si Mismo”. Annie Besant. Octava parte: Conclusiones finales. La respiración es envolvente, envuelve toda nuestra vida desde el momento en el que llegamos con una inspiración y nos vamos con una exhalación. Como hemos visto también ha envuelto, en parte, este trabajo. Y también hay un trabajo muy bello, para realizarlo durante una sesión de yoga, este consiste en que cada respiración envuelva al movimiento. Es decir, si por ejemplo voy a elevar un brazo comienzo primero a inspirar luego el movimiento acompaña la inspiración y una vez arriba termino de inspirar, siento la plenitud al lleno con el brazo arriba y comienzo a exhalar, después de comenzar a exhalar el aire, se va bajando el brazo acompañando la exhalación y cuando llego abajo aun expulso un poquito más de aire, siento el vacío en mi cuerpo, y procuro mantener esta actitud durante todos los movimientos. Esto le dará a la serie una calidad de conciencia y de presencia, que como ya sabemos, es lo que se busca en el yoga. Ya que cuando perdemos nuestra atención, nuestra práctica se vuelve mecánica y por lo tanto ya no estamos haciendo yoga. Así pues, para una buena calidad de nuestra práctica y nuestra vida, permitamos que nos envuelva la respiración. En este último capítulo, voy a exponer algunas conclusiones, a las que he llegado realizando esta tesina. También dar una visión de las envolturas del Ser desde la Vedânta y otra desde la Teosofía, pero solamente pequeños detalles como para concluir. Según la tradición yóguica los principales componentes del universo son: éter, prâna y akhasa. Una de las cosas que he observado realizando este trabajo, es la relación existente entre estas tres materias y el ser humano. Ya que el éter, es la sustancia del cuerpo físico y etérico. El prâna, del energético y el astral. Y el akhasa sería la del cuerpo mental y el causal. Como ya hemos visto a lo largo de este trabajo, éstos son todos mundos sutiles que están ampliamente interrelacionados, y no los percibimos con el ojo físico, porque si no vemos el éter, aún menos veremos lo superetérico, lo subatómico y lo atómico. El éter está catalogado como elemento, y la ciencia lo define como, “fluido invisible en el que se mueven las ondas electro magnéticas, entre ellas la luz”, como tal inunda todo el espacio. El prâna es un elemento esencial para la vida, este fue descubierto por los yoguîs de la antigüedad, y siempre ha sido un elemento de suma importancia para la práctica del yoga. Aunque no está todavía reconocido al el cien por cien de la comunidad científica, hay un amplio porcentaje que lo estudia y lo están comenzando a reconocer como algo más que real. El akhasa inunda todo el universo y toda materia, el éter y el akhasa están íntimamente relacionados, el akhasa es al éter, lo que el espíritu a la materia. Volviendo a la comunidad científica, - 95 - Conclusiones finales. lógicamente ya son muy poquitos los que creen en su existencia. Pero no hay ocultista que lo ponga en duda, el akhasa, de hecho se dice que los seres que han alcanzado la iluminación manteniéndose en un cuerpo físico, tienen acceso a los registros akhasicos, registros de información universal y en los que pueden ver sus vidas pasadas. Una vez visto estos tres componentes, fijémonos en los cuerpos que animan, el físico, el emocional y el mental. En estos tres cuerpos es donde ahora habitamos, y si conseguimos avanzar tiene que ser mediante ellos, ya que aun existiendo otros planos de conciencia, es en estos tres donde podemos actuar. Es en el cuerpo físico donde nos reconocemos como “yo”, nos identificamos y no creemos que pueda existir nada más. Pero también esta el mundo emocional y el mental, es en estos tres donde gira la rueda de la existencia humana. Interiormente, antes de comenzar en el mundo del yoga, ya tenía plena confianza de que fuera lo que fuese lo que hubiera después de la muerte, no podía ser ni peor ni más duro que el propio hecho de vivir. Ya que sentía la vida como algo complicado y percibía el sufrimiento, tanto en mí como en el resto de seres. Quizás sea por eso que lo que más me llamó la atención de mi primer profe de yoga fue su alegría y saber estar. Me parecía imposible que la creación fuera tan injusta, como para que después de la vida no hubiera nada, o lo que hubiera fuese tormentoso. Ahora esta sensación ha cambiado profundamente y pienso que a lo que venimos a esta vida es a participar de la evolución del ser humano. Y lo mejor que podemos hacer es participar con nuestro granito de arena. Evidentemente no me refiero a la evolución tecnológica, aunque siendo esta importante lo es más el estar en paz con uno mismo y reconocer en nuestro interior la naturaleza de lo divino, su energía y su amor incondicional. En la cita de Annie Besant, con la que comienza este capítulo, esta nos dice, que el conocimiento es únicamente necesario para que el Ser se libere. Pero, ¿de qué se tiene que liberar el Ser? De lo que nos tenemos que liberar es de la mente egoica e inconsciente. Y esto solo lo podemos hacer a través de la mente, impidiendo que esta se regocije con el pasado o se proyecte en el futuro. Es solo en el momento presente en el único lugar que podemos vivir, ya que la vida se da aquí y ahora. Lo que sucede, sucede ahora, ni antes ni después, es ahora cuando respiro es ahora cuando la vida me llega. Pienso que al igual que existen siete Chakras principales, también existen siete planos de existencia y siete envolturas de el ser. Mas no me he atrevido a profundizar en ellas, por que no lo tenía muy claro en mi pantalla mental. De estas siete envolturas, se dice en teosofía que cada una tiene otros siete niveles propios, los tres inferiores más conectados con el plano inferior, el del centro puramente del plano correspondiente, y los tres superiores relacionados progresivamente con el plano superior. En la Vedânta, que como sabemos, en la filosofía de los Vedas es donde fue cogiendo forma el yoga, en esta filosofía por el contrario se identifican tres cuerpos principales y estos a su vez se dividen en cinco envolturas. El primer cuerpo sería, Sthula Sharira, el cuerpo burdo de materia física, carne y huesos, que como hemos visto alberga al cuerpo sutil y causal, hasta el momento de la muerte. El segundo, Sukshma Sharira, cuerpo sutil no perceptible al ojo físico, y que a su vez englobaría, lo energético, lo emocional y lo mental. Aspectos que aunque como decimos no son visibles, pero si se perciben a nada que estamos un poco atentos. El tercero, Karana Sharira, sería el cuerpo causal, del que provienen los otros dos, este queda por encima de todo conocimiento mental y toda persona que alcanza una - 96 - Conclusiones finales. percepción directa de el, se puede decir que se ha autorrealizado o iluminado. Ya que el Karana Sharira es el alma misma, la Satchitananda de la que hablábamos en el capitulo sobre lo espiritual. Una cosa que ya he mencionado de este trabajo, pero no me importa repetirme, es que a pesar de que todos los capítulos se titulan, “Reconocerme en…”, para lo único que nos tenemos que reconocer es para ver que yo no soy eso, y que hay una envoltura más sutil, más profunda. Incluso cuando se llega al Karana Sharira y se encuentra la misma esencia divina que la del innombrable, se anula totalmente la conciencia del “yo” y se entra en un plano más elevado en el que se percibe que “yo soy tu, todo una unidad, no existe dualidad”. Estos tres cuerpos a los que se refieren en la Vedânta, se dividen en cinco envolturas. Como vamos a ver el primer cuerpo Sthula Sharira se corresponde con Annamaya kosha, el segundo Sukshma Sharira es el que englobaría a las tres kosha o envolturas siguientes, y el tercero Karana Sharira se relaciona con Anandamaya kosha. Las cinco kosha son las siguientes. ¾ Annamaya kosha, al ir del exterior hacia el interior. Es la primera que nos encontraríamos, y se trata del cuerpo físico. Lo primero que hacemos en hata yoga, es reconocernos en nuestro cuerpo, en sus hormigueos, su temperatura, su globalidad, etc. Lógicamente aquí es donde nos reconoceríamos en lo físico. ¾ Pranamaya kosha seria la segunda envoltura. Y como su nombre indica es la envoltura de prâna de energía, donde abarcaríamos todo el sistema de Chakras, nâdîs, meridianos, etc. En este, reconoceríamos al cuerpo etérico y energético. ¾ Manomaya kosha, el revestimiento mental. En el que se encuentran encerrados nuestra memoria, miedos, deseos, dudas, etc. Aquí se englobaría lo emocional, el cuerpo astral y la mente de superficie. ¾ Vijnanamaya kosha, sede de la inteligencia, la intuición. Aquí se encuentra, la facultad de tomar decisiones. También esta relacionado con la mente profunda que mencionábamos en el capítulo correspondiente, por tanto aquí está la posibilidad de trascender el ego y de reconocer el cuerpo causal. ¾ Anandamaya kosha quién realmente soy, el Ser mas profundo. Ânanda se traduciría como alegría, beatitud. Si se consigue conectar con este plano, la conciencia es pura, libre y sin conceptos. Es la esencia de Buda que todos llevamos en nuestro interior. Como vemos este esquema que nos da la Vedânta, no hace alusión al cuerpo emocional, pero lo he incluido en este trabajo porque lo considero de suma importancia, más aun si cabe en la sociedad actual que vive tan descompensada y desequilibrada emocionalmente. La no aceptación de nuestras emociones llega a ser una traba importante para el camino hacia la interiorización. De hecho en mi trabajo íntimo, el incluir actividades de crecimiento personal, pienso que fue de gran ayuda. Resumiendo y simplificando. Todo esto quiere decir, que primero nos tenemos que reconocer, en nuestro cuerpo físico. Experimentarlo, cuidarlo y fortalecerlo. Para luego ir más allá, vernos en lo emocional y equilibrarnos. Continuando más allá, a lo mental a toda esa agitación, que poco a poco se va calmando. Y aun más allá, hasta conectar con nuestro Ser mas profundo. Y siempre más allá. Como nos dice el mantram “Gate gate, paragate, parasamgate”, más allá, más allá, siempre más allá. - 97 - Conclusiones finales. La mayoría de las personas somos incapaces de separarnos de la mente, nos identificamos con ella constantemente, y no nos damos cuenta de ese Yo, que está más allá y que intenta expresarse a través de nosotros. El gran problema para esto es el miedo, el sentir que realmente no soy este cuerpo, ni su energía, ni sus pensamientos, tomar plenamente consciencia de este hecho es algo que nos da mucho miedo. Es por ello que mediante la concentración, si se consigue aquietar la mente y percibir la mete profunda; tomamos distancia con la mente de superficie y en el espacio abierto de la mente profunda el ego se disuelve. Pero mientras nos identifiquemos con este ego inferior nos seguirá dando miedo su disolución, para ir quitando un poquito este miedo, es importante tener un discernimiento entre lo real y lo irreal. Como dice el Bhagavad Gîtâ en su segunda estancia verso 16, “Lo irreal no tiene ser, lo real nunca deja de ser”. Como hemos visto a lo largo de este trabajo, a cada envoltura le corresponde un plano de existencia, pero esto no quiere decir que estén separadas. En palabras de Annie Besant, “Todas las esferas están en torno nuestro, sean la astral, la mental, la búdica, la nirvánica, o ya se trate de mundos mas elevados aún, hasta la vida del Ser Supremo. No tenemos necesidad de movernos para encontrarlas, pues están aquí mismo; pero nuestra grosera percepción nos aparta de ellas con mayor lejanía que si estuviera a muchos miles de kilómetros”. Hay tres verdades que nos da Arthur E. Powell, que también son una buena conclusión: “El alma del hombre es inmortal, y su fruto es el fruto de una cosa cuyo desarrollo y esplendor no tiene limite. El principio que da vida en y fuera de nosotros es imperecedero y eternamente benéfico; no se lo oye, ni se lo ve, ni se lo huele, pero es percibido por el hombre que desea percepción. Cada ser humano es su propio legislador absoluto, su propio dispensador de gloria o de sombras; quien decreta su vida, su recompensa y su castigo. Estas verdades, grandes como la vida misma, son tan sencillas como la más sencilla de la mente humana. Dése el alimento del conocimiento a todos aquellos que ardientemente lo ansíen”. Este trabajo sobre las envolturas del Ser, se complica desde el momento en que dejamos la envoltura física que es la que vemos y en la que nadie duda. En lo energético aun hay personas que tienen cierta sutilidad y perciben los movimientos energéticos. Pero cuando comenzamos a hablar de plano astral, mente inferior, mente superior, plano búdico y plano átmico, la cosa se complica porque al no ser perceptibles con el ojo físico, también es complicado encontrar palabras para definirlos. Lo que si es evidente que a medida que profundizamos la materia se sutiliza. Poéticamente se dice que la luz de un plano inferior es oscuridad en el inmediato superior. Todos los videntes que han conectado con planos superiores de consciencia, ya sean hindúes, budistas, cristianos o musulmanes, hablan extasiados de tan gloriosa belleza y confiesan la absoluta incapacidad de describirla, las palabras parece como si la rebajaran por muy hábil que pretenda ser la descripción. La conclusión última y más importante, a la que he llegado en este trabajo y también en mi vida personal, es que es bueno entender las cosas y tener una buena memoria y razonamiento; pero es mucho más importante integrar desde el sentir y el experimentar. Lo que aprendemos mediante la razón lo podremos transmitir como nos lo han contado, pero lo que experimentamos, lo transmitiremos con toda su pureza. Además el verdadero poder del yoga no esta en la razón, sino en la integración de la experiencia. - 98 - Conclusiones finales. Por último recordar que, no es feliz quien hace lo que quiere, si no quien quiere lo que hace. Hazlo de todos modos. Las personas son irrazonables, inconsecuentes y egoístas. Perdónalas de todos modos. Si eres bondadoso, te acusaran de tener oscuros motivos egoístas. Se bondadoso de todos modos. Si tienes éxito, te ganarás amigos falsos y enemigos verdaderos. Ten éxito de todos modos. Si eres franco y sincero, la gente puede engañarte. Se franco y sincero de todos modos. Lo que te cuesta años construir, alguien podría destruirlo en una noche. Construye de todos modos. Si encuentras sosiego y felicidad, podrían envidiarte. Se feliz de todos modos. El bien que hagas hoy, muchos lo habrán olvidado mañana. Haz el bien de todos modos. Da al mundo lo mejor que tienes, y quizás nunca sea suficiente. Da al mundo lo mejor que tienes de todos modos. Ya ves, a fin de cuentas, todo queda entre Dios y tú, nunca fue entre el mundo y tú de todos modos. Kent M. Keith. Om Shânti. - 99 - Caminando con el sol y la luna. Elige amar, en lugar de odiar. Elige reír, en lugar de llorar. Elige crear, en lugar de destruir. Elige perseverar, en lugar de renunciar. Elige alabar, en lugar de criticar. Elige curar, en lugar de herir. Elige dar, en lugar de recibir. Elige actuar, en lugar de aplazar. Elige crecer, en lugar de consumirte. Elige bendecir, en lugar de blasfemar. Elige vivir, en lugar de morir. Anónimo. Caminando con el sol y la luna. El Camino de Santiago, es una de las tres peregrinaciones cristianas más importantes. Antiguamente se realizaban dos caminos, el que baja por Navarra pasando por el monte del perdón, camino de penitencia; y el que viene de Huesca ruta iniciática y senda de conocimiento. Ambos tienen oculto cantidad de misticismo y simbología medieval e incluso anterior. Este camino se ha recorrido desde antes del cristianismo, de hecho había una ruta de los dólmenes, ya desaparecida, en la cual se caminaba de donde nace el sol hacia donde muere, en representación del ciclo de la vida y hasta donde se terminaba la tierra. Quizás en busca del conocimiento de la desaparecida Atlántida, ¿quién sabe? Lo que si parece ser cierto y documentado es la existencia de Prisciliano un santo y mártir por hereje. Este en realidad fue un místico eremita, que por sus cualidades tuvo gran cantidad de seguidores. Pero fue condenado por la iglesia y por el papa de Roma, siendo uno de los primeros juicios con los métodos de tortura hasta confesar, que posteriormente utilizaría la inquisición. Prisciliano y varios seguidores, fueron condenados y decapitados en el año 385. Quedando un mártir al cual se iba en peregrinaje a su tumba, hay quien llega a decir que los restos del apóstol Santiago, en realidad son los de Prisciliano, pero también otros datos ubican su tumba en Astorga. Sea lo que fuera, lo indudable es que el camino tuvo gran apogeo e ir y venir de peregrinos, creándose a lo largo de su recorrido toda una simbología, unas veces evidente y otras oculta. Es por ello que nadie queda indiferente, después de recorrerlo. De todas formas, no creo equivocarme mucho si digo, que a la mayor parte de peregrinos nos mueve una búsqueda interna más que el realizar una dolorosa penitencia. Lo que viene a continuación, esta copiado de las notas que tomé mientras realizaba el Camino a Santiago, en septiembre del 2005. Antes de comenzar con las notas, un pequeño resumen del camino que recorrí: Comencé en Somport, en el pirineo de Huesca. En donde antiguamente se encontraba el hospital de peregrinos Santa Cristina, uno de los más importantes en las peregrinaciones del medievo. Antes de llegar a Castiello de Jaca, unos diez kilómetro a la derecha según se baja, está San Adrián de Sásabe. Monasterio de monjes donde se dice que estuvo escondido el Santo Grial, este monasterio representa el lado masculino. Después sin atravesar del todo Castiello de Jaca, me dirigí otros diez kilómetros en dirección este hasta Santa María de Iguacel, antiguo convento de monjas del cister, que representa el lado femenino. Caminando con el sol y la luna. Así, con las energías masculina y femenina equilibradas, retomo el camino para llegar a Jaca, a la entrada de la cual, antiguamente había un olmo sagrado conocido como el árbol de la salud. En Jaca se encuentra la primera catedral de la península, que bien merece una visita. Saliendo de Jaca por Atares, accederé a la primera puerta o paso energético. Que me lleva hasta San Juan de la Peña. Antiguo monasterio románico, construido sobre otro mozárabe, en muy buen estado, después de haber sufrido tres incendios a lo largo de su historia. Bajando por Santa Cruz de la Seros, y bordeando el pantano de Yesa llegué el monasterio de Leyre, con mucha información en la portada de la iglesia, en sus capiteles y en la cripta. Aquí hay dos opciones, volver hasta Sangüesa o atravesar el monte Arangoiti en busca de Aldunate, segunda puerta energética. Llegando a Eunate, importante centro de conocimiento templario y antiguamente oculto a los peregrinos que realizaban el camino de los penitentes por Navarra. Este es el tercer paso energético, que durará hasta Estella. Pasando Estella encontré Torres del Río, con una iglesia en el centro del pueblo, muy similar a Eunate. Y de aquí me dirigí a Navarrete, donde también quedan restos de un antiguo hospital. Santo Domingo de la Calzada, importante parada de peregrinos, que lo abandonaremos por el puente de 24 ojos que construyera el santo fundador. Continuaré hasta San Juan de Ortega, en donde se encuentra a un amable párroco y hospitalero, que desde hace años venía observando un hecho puntual que se repetía durante cinco días desde dos antes y dos después en los equinoccios de primavera y otoño. A las cinco en punto de la tarde, hora solar, un rayo de luz proveniente de la ojiva central del crucero, comienza a iluminar un capitel laboriosamente tallado, en el que se refleja la anunciación, y conforme se mueve el sol el rayo va pasando por las diferentes escenas labradas en piedra. En San Juan de Ortega alcanzaremos la cuarta puerta o paso energético. Continuando se pasa por Burgos y más adelante encontramos las ruinas de San Antón, monasterio central de la antigua orden de los antonianos. El siguiente pueblo es Castrogeriz. Más adelante, se llega a Frómista, a mitad de camino entre el Pirineo y la costa gallega. Aquí se encuentra una bonita iglesia románica San Martín de Frómista, pero quizás excesivamente restaurada. Más adelante está Villalcázar de Sirga, antiguamente conocida como Villasirga. Aquí encontramos la imagen de la Virgen Blanca de Villasirga, a la que se le atribuyen diferentes milagros especialmente la curación de ciegos. Carrión de Los Condes, Sahagún y otros pueblos se pasan antes de llegar a León. En León la catedral es famosa, pero la pasé de largo, a la Colegiata de San Isidoro en donde las tallas son magníficas y se respira misterio. Después se alcanza Astorga, punto de encuentro de los primeros peregrinos incluso antes de que la ruta jacobea fuera oficial, ya que se dice que aquí podría estar enterrado Prisciliano, el santo acusado de herejía, por combinar ritos anteriores a la cristiandad, con los ritos del cristianismo. Caminando con el sol y la luna. Próximo punto destacable, Rabanal del Camino, quinto paso energético que nos acercará a la Cruz del Ferro, en donde la costumbre de los peregrinos de tirar una piedra bajo la cruz, ha levantado un gran montículo. Aquí, antes de continuar hasta Ponferrada, tendré la posibilidad de buscar un desvío que me adentre en el Valle del Silencio y visitar una iglesia mozárabe, Peñalba de Santiago, y la cueva del eremita San Genadio. Vuelta a Ponferrada con su Castillo del Temple y continuo hasta Villafranca del Bierzo, pueblo con gran cantidad de iglesias y conventos. Pero el siguiente punto importante es la subida a O Cebeiro, sexta puerta y paso energético. O Cebeiro a pesar de parecer un lugar preparado para turistas, debe su aspecto al párroco Don Elías Valiña, este, en vida se preocupo mucho por el lugar y fue uno de los mayores conocedores y potenciadores del camino, dejando incluso alguna guía de su puño y letra. Finalmente Portomarín y Melide nos acercan a Pasos de Oca que es la séptima puerta energética. Desde aquí a unos 35 kilómetros a la izquierda, se divisa el Pico Sacro. Poco más adelante el Monte Do Gozo, el cual al bajarlo nos deposita en Santiago de Compostela. Santiago de Compostela, para muchos es la meta y fin del camino, pero el camino más antiguo y la senda del conocimiento continúan. Se puede acceder al Pico Sacro, en donde el obispo Teodomiro reconociera la tumba del Apóstol. Desde ahí podemos continuar hasta Noya, lugar místico donde hubo quien culmino su camino iniciático y en donde existe un misterioso cementerio, que a día de hoy continua sin descifrar del todo, hay quien dice que aquí se enterraba a los maestros canteros que trabajaron las piedras del camino. De Noya se sube hasta Finisterre, en donde se encuentran As Pedras Santas, lugar de antiguas ceremonias, y donde la tradición dice que se debe de quemar todo lo que se lleva encima, para morir y nacer a una nueva vida, comenzando de nuevo con el conocimiento adquirido. Cada peregrino un camino, cada camino una vivencia. En un primer momento, la idea, fue la de compartir todo lo que escribí en un cuaderno de notas que me acompañó durante el camino. Pero desisto porque en algún momento son notas personales, y en muchos, relato los quehaceres diarios, algo que para quien lo lea puede resultar incluso pesado. Así que lo que sigue, será un pequeño recuerdo de las vivencias, en plan genérico, y si que transcribiré alguna nota, ya que el cuaderno de notas es lo que me ha motivado a añadir este anexo. El día 22 - 8 -“05, llego a Somport en autobús, y comienzo el camino con suavidad, para ir acostumbrando al cuerpo y no romperme nada más comenzar. Ya hace tiempo decidí que me gustaría realizar la peregrinación en solitario, así que voy a mi ritmo y disfrutando. En los primeros lugares especiales, San Adrián de Sásabe, Iguacel, Catedral de Jaca, San Juan de la Peña, comienzo a extasiarme con las maravillas del arte románico y si que se hecha en falta la compañía de alguien que conozca el significado oculto de estas maravillas, en fin me tendré que conformar con lo que pueda percibir. De todas formas, en estas primeras etapas disfruto mucho de la naturaleza, y recorro muy pocos tramos de asfalto. En el pueblo de Yesa, tengo un percance tonto con un camarero, sin comer y desilusionado, emprendo la subida a Leyre. Entre la carretera y el percance en el pueblo, Caminando con el sol y la luna. continuamente ronda por mi cabeza la idea de abandonar y marcharme a mi casita con mi chiquita, en fin. Por suerte la acogida en el monasterio, es de lujo, ya en la calle vino el padre Tomás a contarme aventuras, y orientarme hacia el padre Javier que es quien se encarga de los peregrinos, a pesar de que algún otro monje refunfuña un poco, la orden de los benedictinos tiene por norma acoger al peregrino. El padre Javier me enseña el monasterio, biblioteca incluida, me pasan a la zona de clausura en donde hay una habitación preparada, y me dan de cenar en cantidad abundante. Me sorprende la rapidez con la que ellos cenan, quizá sea para no deleitarse con el placer de la gula… El caso es que después de cenar el padre Javier me dice que tiene por costumbre charlar un poco con los peregrinos, la conversación resulta muy interesante e incluso mística. Ya que el hizo su tesis sobre otras religiones y tubo que indagar mucho en Sufismo, Budismo, Hinduismo, etc. Hablamos los dos muy sinceramente, el desde su punto de vista como monje cristiano y yo desde mi óptica yóguica occidental no practicante del cristianismo. El resumen es que gracias a esta buena acogida, me decido a cruzar el monte Arangoiti y continuar con mi periplo. Llegando a Puente la Reina donde se juntan los dos caminos, tenía pensado que bajaría mi Mari, pero decido subir yo a Pamplona porque después de una semana caminando, un día de descanso me vendrá bien, además necesito rehacer la mochila, ya que después de los primeros días veo lo que realmente necesito llevar. A estas alturas, a pesar del día de descanso, los pies los tengo bastante doloridos, pero como en todas las etapas a mitad del día me busco una fuente o un lugar donde lavarme los pies y ponerme calcetines limpios, estoy librándome de ampollas. El dolor de pies es algo que después de dos o tres kilómetros se pasa, las ampollas creo que serían peor. A partir de Puente se comienza a ver mucha gente en el camino, aunque como no madrugo mucho y me entretengo antes de salir, camino con la tranquilidad que buscaba, aunque el precio a veces es soportar las horas de calor… en el cuaderno escribo: “el caminar con el calor es muy exigente y el camino hay momentos en los que se muestra con toda su crudeza y en verdad se hace duro, pero por otro lado, percibo la naturaleza y una consciencia superior, que me dan fuerzas para seguir”. Los días van pasando y con ellos los kilómetros, lo pueblos, las gentes, las iglesias, las ermitas, todo pasa y nada vuelve, siempre caminando de donde nace el sol hacia donde se pone. La tónica que he cogido, es de almorzar fuerte por la mañana y pasar el día con cuatro picoteos hasta la noche en que busco un sitio para cenar, se hace mucho más cómodo el caminar con el estomago ligero. “El camino conforme va pasando, se parece cada vez más a un retiro, y cuando paso zonas de mucho ruido o entro en algún bar, me encuentro mal incluso se me carga la cabeza. Por ello aunque a veces sea duro el caminar, disfruto mucho de la soledad y el silencio”. Anotado en el cuaderno el día cinco de septiembre. Al realizar el camino tenía intención de dormir en el campo, en ermitas y demás, pero al ir solo no me atrevo del todo y en total, duermo a la intemperie solo cuatro días. Además la ducha, la cena y el colchón de los albergues, son cosas que atraen mucho. En San Juan de Ortega, el párroco nos junta a varios peregrinos y entre otras cosas, nos dice: “el recuerdo del camino siempre se conserva, porque es algo que se consigue con esfuerzo”. “el camino de Santiago, es algo que está profundamente enraizado en el corazón del hombre”. “es importante en el camino mantener el contacto con la naturaleza, para que así observemos todo lo que hace el creador”. A pesar de que Caminando con el sol y la luna. este lugar me encanta, el párroco se le ve una bella persona y con gran conocimiento del camino. Está todo tan masificado y ahí personas que hacen el camino con un espíritu tan extraño, que vuelve a rondar por mi cabeza la idea de abandonar. Pero recuerdo que en el medievo también hubo una masificación del camino, y también habría personas de todo tipo y condición. Y me digo, tendrá que ser así, pero los albergues de las ciudades grandes, con muchas plazas los procurare esquivar. En las ruinas de San Antón, estoy encantado de la vida. Aquí se respira espiritualidad y el auténtico ambiente del camino. A un tal señor Ovidio, autor del “Peregrino del siglo XXI”, le dio pena como estaba el lugar, y ante la imposibilad económica de restaurar todo el monasterio, habilitó una zona con literas, otra para comedor y un baño con ducha de agua fresca. Quedando un albergue tan rústico como acogedor. Aquí, aprovecho la seguridad que me brinda el lugar, para dormir en el centro del monasterio, bajo la estela de la vía láctea. Al ir solo y no entretenerme mucho, lo cierto es que avanzo bastante. Pero cuando el dolor de los pies y el llegar a Finisterre parece ser lo único del camino, saliendo de Astorga en el exterior de una iglesia moderna, encuentro el siguiente escrito: “Peregrino cuando el cansancio del camino te impida pensar, recuerda ¿Qué es lo importante? ¿La meta? O el encuentro con las montañas, los ríos, las flores, con Dios quizás”. La frase me reconforta y procuro que me acompañe. Del cuaderno de notas, literalmente, día quince. “Acabo de pasar Rabanal del Camino, 5ª puerta y paso energético. Estos pasos energéticos, de momento coinciden todos con preciosas sendas en medio de la naturaleza y hasta ahora siempre cuesta arriba. Me dan la sensación de lanzaderas, que te envían a un nuevo tramo del camino, a una nueva experiencia”. “Continuo subiendo hacia la Cruz del Ferro, y al girarme observo la llanura de León y Palencia, esta alcanza hasta el horizonte en donde se pierde la vista y posiblemente más. Me causa escalofríos y me acelera el corazón, el simple echo de pensar que todo esto lo he atravesado andando”. Aquí me desvío del camino que hace la mayoría de la gente, adentrándome en las montañas del Bierzo. En busca del Valle del Silencio y la cueva del eremita San Genadio. El camino muestra nuevamente su magia, y tras algún encuentro con amigos, inesperado por esa zona, llego a Peñalba de Santiago. La capilla mozárabe del año 937, tiene mucho significado oculto en la estructura de su puerta principal, por suerte una señora lo conoce y me proporciona la fotocopia de un libro donde lo explica. A lo largo de estos dos días que paso por las montañas del Bierzo, escribo, “En el camino nazco, en el camino muero. En el me energetizo, en el desfallezco. En el paso sed, pero aparece la fuente. Un día hace sol, otro aparece nublado. Una parte llana, en otra montaña. Y en medio de tanta dualidad, yo sigo en busca de la verdad. ¿Será la unidad?” El día veintitrés, adentrándome ya en tierras gallegas, escribo: “El camino, una vez que te acostumbras al gentío en los albergues, sigue siendo mágico y maravilloso cuando boy en soledad por estos bosques de eucaliptos y castaños entre los que la senda se abre paso formando a veces un auténtico túnel de vegetación y al fondo del túnel, los rallos de sol forman la anhelada luz. Esta imagen con música tétrica bien valdría para una película de miedo. Pero aquí, con el silencio del camino roto por una suave brisa, se torna en algo maravilloso. Que una vez más, me recuerda la relación del camino con la vida y con la muerte”. Caminando con el sol y la luna. “Dentro de tres o cuatro días, llegaré a Finisterre y podré ver al fin, ese atardecer que tiñe el mar de rojo como si fuera sangre, la sangre del universo derramada. Vista o visión que a los antiguos celtas inspiraba a levantar templos a ese poder supremo” “También es entrañable el paso por estos pueblos ganaderos, con sus calles estrechas, sus higueras, pequeñas huertas y descomunales piedras en la construcción de las casas y el cementerio junto a la iglesia. Pueblos que bien podrían parecer fantasmas, pero no, siempre acabo encontrando a alguien, unos con ganas de hablar otros parecen cansados de ver pasar tanto peregrino; pero aún así todos mucho más agradables que en las grandes ciudades, donde a veces da la impresión de que la humanidad se ha perdido y la gente es fría como el hielo y dura como el asfalto que en ellas piso”. “Dentro de todo volviendo a la magia del camino, creo que aquí cada cual encuentra lo que busca. El que quiere un reto deportivo lo tiene, el que quiere ligar liga, el que quiere soledad la encuentra, quien quiere naturaleza la vive, el que quiere cultura la disfruta, el que quiere mirar a su interior… ese puede viajar a cualquier parte a pie o en avión pues nuestro Ser profundo en nuestro interior es algo que siempre nos acompaña y el cielo es azul en todas partes. El que busca a Dios tiene tiempo, lo único que hay que tener en cuenta es que esta peregrinación es cristiana y hay que aprender el padre nuestro y a santiguarse. Por lo demás si alguien quiere un poco de cada cosa, pues también ese potpurrí se lo puede ofrecer el camino”. Santiago de Compostela, aunque no es el final del camino que estoy realizando, si que es un punto muy importante. Aquí entro con un amigo de Madrid, que encontré por casualidad y sin saber que mientras yo iba por un lado, el venía por el Cantábrico. Como resultado pasamos un día fantástico, pero el se quiere quedar un día más y a mi me siguen cargando las ciudades, así que después de la misa del peregrino continuaré. De este día, aparte de disfrutar de la compañía de lujo, porque este amigo ya había estado en Santiago y fue como ir con un guía. También guardo un buen recuerdo de la misa del peregrino en la catedral, ya que se congregó un gran gentío, se percibía la energía en el ambiente, y mientras daban de comulgar, que llevó un rato por la cantidad de gente, hubo una monja cantando una canción, con una bella voz y gran sentimiento, permanecí en cuclillas junto a una columna escuchándola, y realmente no puedo describir más que las palabras que anoto en el cuaderno, “lo que más me extasió de todo es…” De aquí el camino que recorro, va hacia el Pico Sacro y luego a Noya para subir hasta Finisterre, pero la senda no es evidente ya que la mayoría de la gente va por Negreira. Decido hacer lo mismo, porque si bajo hasta Noya aparte de no estar bien marcado el camino, en el mapa parece más distancia, lo que significa algún día más y ya llevo unos cuantos días fuera de casa. 26 – 9 – “05 último día de caminata, veo una señal que indica Finisterre 20 Km., recorro tres o cuatro y una señal indica “cruceiro 100 m. a la derecha”, me desvío hago un par de fotos y continuo. El camino es una pista forestal ascendente, con pinos y eucaliptos a ambos lados, cundo voy llegando arriba veo algo raro entre los árboles, como espuma en el cielo, y pienso ¿Qué es eso?... ¡¡¡el Mar!!! La sensación es indescriptible, un escalofrío me recorre el cuerpo y lo único que sale de mi boca es ¡¡¡Que sobrada!!! En pocos pasos más, la vista se abre y veo la Costa da Morte, paro ha realizar otra foto y coger el cuaderno de notas. Luego continuaré, pues hasta Finisterre aún quedan tres o cuatro horas. Después de ver el mar, cuando lo tengo cerca, el caminar por la orilla con los pies en el agua es muy reconfortante, ya la mochila ni pesa se ha convertido en parte de la espalda. Caminando con el sol y la luna. El día siguiente escribo: “ayer la experiencia era tal que tuve que dejar de escribir para vivirla”. Después de caminar por la orilla del mar llegué al albergue, aún faltan cuatro kilómetros a “As Pedras Santas”, estos últimos los hago sin mochila y casi corriendo, pues no me quería perder el atardecer. “As Pedras Santas”, no son fáciles de encontrar, de hecho todavía no estoy seguro de que fuera donde estuve; pero el otro posible lugar “Piedra San Genaro”, de ahí no se veía el atardecer. Así que decidí quedarme donde se veía. Solo, como la mayor parte del camino, vi como el sol desaparecía en el horizonte, para luego dejar las nubes teñidas del característico rojo atardecer. Parece mentira, la vida, el camino, la naturaleza, la magia, todo parece tan largo, pero después, el Gran Sol, es capaz de ocultarse en unos pocos segundos, en fin. Para terminar esta ruta de conocimiento, la tradición dice que se debe quemar todo lo que se lleve encima, que representa el pasado, y así nacer a una nueva vida. Personalmente, como buen bombero y para no liarla, solamente quemo una camiseta de forma simbólica. Y sí que percibo que un ciclo termina y otro comienza, como una iniciación a una nueva vida. Aunque en realidad es una tontería, gran tontería, ya que pienso que cada día, se sea peregrino o no, cada día los seres humanos tenemos una nueva oportunidad para ser mejores, para evolucionar, para enmendar errores, para compartir, para amar, para buscar; y para todo esto no hace falta caminar a Finisterre, solo hace falta, amar, actuar y no dormirse. Estar siempre alerta y observar el camino de la vida, que a cada ser le da lo que necesita y vida que siempre termina poniendo todo en su lugar. Durante el camino, lo cierto es que he estado bastante conectado, lo difícil será continuar ahora. En el tren ya me olvidaba, cuando en el hilo musical sonó una canción que a veces escuchamos en yoga, esto me recordó, que hay que estar presente a cada instante, acordándose de la magia de la creación siempre que uno pueda y de que una pequeña porción del creador va con nosotros haciéndonos auténticos creadores, tanto del arte como de nuestro propio destino. Una de las cosas más claras que me han quedado después de un mes caminando, es que, viajar a pie es una experiencia increíble; y lo mejor de toda esta experiencia, es que durante muchos años fue un sueño, y ahora me veo en condiciones de asegurar, que no hay nada como un sueño echo realidad. Atardecer en “As Pedras Santas”. Sencillamente Gracias. En primer lugar gracias a mis padres Rafael y Victoria, gracias por darme la vida sin la que nada de todo esto hubiera sido posible, como digo en la primera página de este trabajo. Para continuar gracias a mi hermana Anabel, que cuando contaba 21 añitos me orientó hacia Paco y Maria Jesús. Estos con su sola presencia y saber estar, con la integración del yoga en sus vidas, enderezaron mi senda cuando las curvas y los altibajos comenzaban a ser muy serios, por ello también gracias. Gracias a Carlos, por ser como una base de datos a la que siempre que consultas tiene una respuesta. Y también a todo el personal de Sâdhana, Arjuna, Juan Carlos, Víctor, Grachia, Rocío, e incluyendo por supuesto a todo Ulia y La Plana con todos sus Chelas. Inmensamente gracias a Antonia y Aitor, por su paciencia leyendo una y otra vez este trabajo, corrigiendo mis fallos ortográficos, por sus buenos consejos literarios y orientación a la hora de dar una forma coherente al capítulo de la envoltura emocional. Gracias a Cacho por sus consejos informáticos y la portada que me diseño con el fotoshop. Gracias a Antxoni y Edurne, por su valiosa contribución desinteresada, a que el Dharma se extienda por Pamplona, dándonos la oportunidad de meditar todos los días y de fabulosos retiros para profundizar. Gracias a Marisa y Kaleli que me dieron la oportunidad de experimentar lo que puede ser dar clases de yoga, animándome con ello a aplicarme más en la formación de Sâdhana. Gracias a las personas que confiaron en mi, para recibir clases de yoga. Sin saberlo, me ayudaron y motivaron inmensamente a seguir a delante. Gracias al resto de mis hermanos y hermanas, a mis tres preciosas sobrinas en Pamplona y cinco no menos guapas en Granada, y a todos mis parientes, amigos y amigas. Pues nadie está gratis en esta vida y de todos y todas he aprendido algo. Gracias a los pinches tiranos, a la gente extraña y elementos parecidos, que se han cruzado en mi camino, por enseñarme como no debo proceder en la vida y lo que no debo de hacer. Gracias especialmente a mi granadina Mari, por su amor y su paciencia permitiendo que vaya y venga a mi libre albedrío y recibiéndome siempre con los brazos abiertos. Y por último gracias a todos los profesores y maestros, que trabajan con una volición de servicio, gracias al Dharma por existir, al Budha por descubrirlo y a la Shanga por transmitirlo y compartirlo. Bibliografía. Libros utilizados en este trabajo. ¾ Cometarios de los yoga sutras de Patañjali. T.K.V. Desikachar. Marshall Govindan. B.K.S. Iyengar. Fernando Nogues. ¾ Vedânta Advaita. Iván Oliveros, Sesha. ¾ Bhagavad Gîtâ. La sabiduría antigua. Annie Besant. ¾ Libertad a través de la meditación. Jigme Rimpoché. ¾ Las claves del yoga. Danilo Hernández. ¾ El poder del ahora. Eckhart Tolle. ¾ Libro de texto de Yoga. Georg Feurestein. ¾ El sendero del yoga. Osho. ¾ Curso práctico de concentración mental. E. Wood. ¾ Diccionario teosófico. La voz del silencio. H.P. Blavatsky. ¾ La Vipassana. William Hart. ¾ El cuerpo etérico. El cuerpo astral. El cuerpo mental. El cuerpo causal y el ego. Arthur E. Powell ¾ La ruta sagrada. Juan G. Atienza. ¾ Apuntes y dossier de Sâdhana. Libros que me han gustado especialmente. ¾ Un camino con corazón. Jack Kornfield. ¾ El libro tibetano de la vida y la muerte. Sogyal Rimpoché. ¾ Autobiografía de un yogui. Paramahansa Yogananda. ¾ El corazón del yoga. T.K.V. Desikachar. ¾ El guerrero pacífico. Dan Millman.