contenido - benemérita escuela normal de coahuila

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CONTENIDO
Sembradores.
Número 5, febrero del 2011
Publicación semestral
Jorge Juan Torres López
Gobernador del Estado de Coahuila
Andrés Mendoza Salas
Secretario de Educación y Cultura de Coahuila
Jesús Manuel de la Garza Long
Subsecretario de Educación Superior
María Guadalupe Flores Gómez
Directora de Educación Normal y Actualización
Docente
Mario Alberto Domínguez García
Director de la Benemérita Escuela Normal de
Coahuila
2
Introducción.
3
Fundación de la Benemérita Escuela Normal de
Coahuila.
7
El edificio de la BENC.
15 El internado para señoritas.
17 Próceres del normalismo.
24 Hombres visionarios en la creación de la BENC.
REVISTA SEMBRADORES
28 Declaratoria de la BENC como Monumento Artístico
dentro del Patrimonio Cultural de Saltillo.
Juan Ramón Prado Salazar
Coordinador de Difusión y Extensión Educativa
30 Conmemoración del Centésimo Aniversario del edificio
de la BENC
Rolando Elizondo Arreola
Editor
51 Presea “El Orgullo Normalista”
Profr. Humberto Moreira Valdés
Profr. Eliseo F. Mendoza Berrueto
Profr. Eliseo Loera Salazar
Profr. Humberto Elizalde Jasso
Profra. Elvira Luna Muñoz
Profra. Enriqueta de la Peña
Fabiola Lizbeth Castaño Ordóñez
Diseño de interiores, logos, estilo, y cartones.
Myriam Linares de la Peña
Correctores
Martha Patricia González García
Correctora y Apoyo logístico
José Luis Velázquez Gil
Fotografías
Consejo editorial
María Elena Arreola Pérez
Sembradores es una revista pedagógica y
cultural semestral cuya finalidad es difundir artículos de investigación pedagógica,
reflexiones y comentarios de los maestros
coahuilenses, así como crear un espacio de
expresión para la labor artística y cultural de
los docentes. El contenido de los artículos así
como los derechos y obligaciones que se deriven de los mismos son responsabilidad exclusiva de los autores.
Presentación
“Cuando queremos
conocer la Historia de una
Institución recurrimos a los
documentos y los hechos
comprobados”.
Una manera de fortalecer la
identidad de los profesores es a través
de la difusión de la historia, valores y
símbolos que forman parte e identifican
al normalismo en general.
La edición histórica de la Revista
“SembradorES” que ahora presentamos
y comentamos, constituye una
expresión significativa en el terreno
de los trabajos que en muchos años se
han elaborado acerca de la historia de
la BENC.
Los principios de la creación de la
Escuela Normal han quedado inscritos
en la memoria de todos quienes hemos
pasado por tan noble institución,
dejando este legado de huella indeleble
de grandes hombres que tuvieron la
visión humanística de crear la mística
del apostolado docente y la formación
de profesores.
2
Esta publicación constituye un
escrito importante sobre el mundo
de los profesores normalistas, en esa
parte de los estudios historiográficos
testimoniales que tratan de articular
las múltiples variables de la realidad
a partir de la historia escrita; aquí, se
explicita que las Escuelas Normales
en Coahuila, tienen como origen
común la creación de la Benemérita
Escuela Normal de Coahuila.
Nuestra institución nace el 4 de
mayo de 1894 en el periodo conocido
como Porfiriato, la cual festejó el
primer Centenario de su majestuoso
edificio el 5 de febrero de 2009 y el
4 de mayo pasado jubilosamente
celebró su CXVII aniversario,
renovando su compromiso con los
valores, expectativas, necesidades
e intereses de la sociedad
coahuilense, que han tenido
presentes sus timoneles, desde Don
Luis A. Beauregard Zameza hasta el
presente.
La presente edición hace un
recorrido histórico interesante,
además
de
una
acertada
combinación
de
información
bibliográfica y de documentación
de archivos existentes en nuestro
Centro de Documentación.
Mtro. Mario Alberto Domínguez
García.
R
econstruir la historia de
la Benemérita Escuela
Normal de Coahuila desde
sus orígenes hasta la actualidad,
significa reconocer el amor, el
empeño, la fe, el optimismo
y la constancia de aquellas
personas que formaron parte
de ella en algún momento,
dejando a disposición de tantas
generaciones su valioso legado,
logrando así traspasar el umbral
del tiempo para inmortalizar tan
grande obra.
Es un gran orgullo para quienes
laboramos en una institución educativa
de gran prestigio como la BENC, formar
parte de su historia, sobre todo, haber
sido testigos de una fecha tan significativa
como el 5 de febrero del año 2009,
celebración del primer centenario del
majestuoso edificio que hoy alberga a tan
fecunda escuela formadora de docentes.
Pero hay algo que los documentos
históricos no nos muestran y es la
hermosa trama de afecto, respeto por su
alumnado, la dedicación por la carrera
docente, el amor por la tarea de enseñar
y de formar parte de esta escuela. Sus
aulas nos abrigan cual madre amorosa
y al egresar, son los recuerdos que
permanecen por siempre compartidos
por todos los que pasaron por ellas.
Los que hoy tenemos la responsabilidad
de trabajar en esta Institución tomamos
con respeto la experiencia de los ilustres
maestros fundadores y valoramos
su legado convertido ahora en una
estructura que nos fortalece.
Es satisfactorio expresar que la
Comunidad Normalista de la BENC se
regocijó al festejar el primer Centenario
de su majestuoso edificio el 5 de febrero
de 2009 y el 4 de mayo, jubilosamente
celebró su CXVII aniversario, renovando
su compromiso con los valores,
expectativas, necesidades e intereses de
la sociedad coahuilense.
REVISTA PEDAGÓGICA
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3
La celebración de estos magnos eventos requiere
de echar atrás nuestra mirada: reflexionar sobre los
logros, las dificultades enfrentadas durante esos
años cuando inicia la idea de crear una escuela
normal que preparara profesores que asumieran
una responsabilidad tan grande para cumplir con
una de las exigencias de la sociedad; evocar y
sentir lo que vivieron esos ilustres personajes a
quienes reconocemos el mérito de contribuir al
desarrollo de la educación en Coahuila, formando
a su vez a ilustres maestros que entregaron sus
conocimientos con amor, dedicación y vocación de
servicio.
Educar es pensar el futuro con esperanza y
estamos comprometidos a esforzarnos por imitar la
obra de nuestros antecesores, a trabajar día a día
por nuestra institución hasta lograrlo.
¡ Salve Benemérita Escuela Normal de Coahuila !
FUNDACIÓN DE LA BENC
Antecedentes
El artículo 1º de la Ley de Instrucción Pública del 11
de julio de 1867, señalaba la obligatoriedad de los
dueños de haciendas y ranchos para establecer por
su cuenta, escuelas de educación primaria para los
hijos de los trabajadores; para 1883 funcionaban
en Coahuila 231 escuelas primarias urbanas y
rurales, con una inscripción de 11 861 alumnos y
un presupuesto anual de $ 60,708.00.
Cien años
de perenne
majestuosidad
en su edificio
4
De 1889 a 1893, el desarrollo educativo se
estancó, al reducirse el presupuesto para ese
servicio, durante el gobierno del Lic. Garza Galán,
gobernador del Estado. Por otro lado, la falta
de preparación profesional de los maestros que
atendían a las escuelas primarias, era deficiente.
En estos años ya existían las Escuelas Normales
Particulares; desde 1884 funcionaba el Instituto
Madero, en donde se atendía la educación primaria
y Normal; esta fue la primera Escuela Normal,
no oficial, que expidió títulos de profesores en
Coahuila.
En 1890 comenzó el funcionamiento de
la Escuela Normal Presbiteriana hasta su
clausura en el año de 1916; el Colegio
Inglés, funcionó desde 1887 como
escuela primaria; en 1895 estableció
cursos de Educación Normal exclusivos
para señoritas y funcionó hasta 1930.
Un poco de historia
sobre la creación de
la Escuela Normal de
Coahuila.
Es en el año 1889 bajo el gobierno del C.
Don José Ma. Garza Galán cuando se crea
la Escuela Normal de Coahuila, en un
principio como escuela anexa al Ateneo
Fuente; cinco años después, en 1894, se
establece como escuela independiente,
bajo el gobierno del Sr. Francisco Arizpe y
Ramos; la iniciativa estuvo a cargo del Lic.
Don Miguel Cárdenas quien fungía como
Secretario de Gobierno de ese período.
El Decreto bajo el cual es creada la
Escuela Normal tiene fecha 18 de febrero
de 1889, que a la letra dice:
“Art. 1.- Se establece en la capital del
Estado una Escuela Normal de Profesores
de Instrucción Primaria.
Art. 2.- Esta escuela estará anexa
al Ateneo Fuente y sujeta en su
organización, reglamentación y dirección
a la Junta Directiva de Instrucción Pública
del Estado.
Art. 5.- La carrera del profesorado de
instrucción Primaria se hará en cinco
años y las materias serán las siguientes…”
El decreto contiene el Plan de Estudios
de la Escuela Normal de Profesores y es
firmado por Don José Ma. Garza Galán.
En la memoria de la Escuela
Normal del año 1909, se lee que
en el año 1894, el Gobierno del
Estado se propuso establecer la
Escuela Normal para Profesores;
era gobernador del Estado el Sr.
Lic. José María Múzquiz Echaiz,
sustituto del Coronel José Ma.
Garza Galán y como Secretario
de Gobierno el Sr. Lic. Don
Miguel Cárdenas, iniciador de la
idea.
La Escuela Normal se estableció en la
casa marcada con el número 4 de la
entonces 5ª calle de Hidalgo, hoy calle
de Hidalgo al sur, siendo adaptada
a las condiciones necesarias para su
funcionamiento; poco después, la escuela
se cambia de edificio a los números
16 y 17 de la misma calle, y en febrero
de 1909, queda instalada de manera
definitiva en su majestuoso edificio que
hoy la alberga.
La iniciativa presentada al ejecutivo
estatal por Don Miguel Cárdenas hace
eco en el gobernador Francisco Arizpe
y Ramos, quien establece el decreto
fechado en el mismo año y en donde se
expresa que: se autoriza al Ejecutivo del
Estado para que haga todos los trámites
que sean necesarios y que demanden la
instalación y sostenimiento de la Escuela
Normal de Profesores de esta capital.
1
Enrique C. Rébsamen, Obras completas, Tomo I, Xalapa, Ver., Secretaría de
Educación y Cultura, 2001, p. X
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Así mismo, Don Francisco Arizpe y Ramos
realiza todas las gestiones para cristalizar
esta idea; por ello, solicita a Don Enrique
Conrado Rébsamen, director de la
Escuela Normal de Jalapa, la presencia
de un distinguido maestro que viniese
a Coahuila para ponerse al frente de la
Escuela Normal de Coahuila.
Es pertinente recordar que “la formación
de maestros desde una perspectiva
moderna surgió en Jalapa, Veracruz, en el
año de 1887 con la creación de la Escuela
Normal a cargo del maestro suizo Enrique
C. Rébsamen”.1
En un principio, durante sus primeros
años luego de su fundación, la Escuela
Normal de Coahuila estuvo orientada en
su organización por la Escuela Normal de
Jalapa.
En esta época, la pedagogía moderna
era acorde a las pretensiones
modernizadoras del régimen porfirista;
ello favoreció su impulso a nivel nacional.
La Comisión de Escuelas Normales
adoptó el modelo en todas las escuelas
normales del país. Lo anterior trajo
consigo que el Positivismo del siglo
XIX formara parte de estos centros de
formación; entonces, el gobierno federal
asumió su compromiso en la formación
de maestros financiando y fomentando la
educación normal.
El objetivo era preparar a los maestros
con un sólido dominio de los
conocimientos a impartir, sin dejar de
lado lo medular como lo fue la técnica de
la enseñanza.
Para la contratación del personal que
habría de dirigir a la Escuela Normal de
6
Coahuila, el gobierno del Estado convino
en solicitar al gobierno de Veracruz y a la
Escuela Normal de ese Estado proponer
maestros que ofrecieran garantías en
cuanto a competencias y habilidades
profesionales; la responsabilidad de
la dirección de la Escuela Normal
recae en un principio en el distinguido
maestro veracruzano Luis A. Beauregard
Zameza, joven profesor egresado de la
Escuela Normal de Veracruz, a quien el
gobernador interino Francisco Arizpe
y Ramos invitó ex profeso para tan
importante encomienda.
Una vez organizado el establecimiento
educativo, se llevó a cabo una ceremonia
para la inauguración de la Escuela
Normal de Coahuila, la cual se realizó el
día 4 de mayo de 1894, presidiendo la
ceremonia el propio gobernador Arizpe y
Ramos y el recién nombrado director Luis
A. Beauregard. Muy pronto la Escuela
Normal comenzó a nutrirse de las teorías
pedagógicas y modelos de enseñanza de
la época.
El primer cuerpo docente estuvo
integrado por el mismo director
quien además impartía la materia de
Antropología; Hermilo Ayala, Secretario
de la Escuela Normal e impartía
Geografía; Canuto H. Domínguez, subdirector de la escuela Anexa y profesor
de Historia; Alfonso Rodríguez, que
impartía español y matemáticas; Antonio
Farga, daba clases de francés; Eduardo
Gariel, profesor de canto; José María
Cárdenas, profesor de caligrafía; Gabriel
H. Barba, impartía clases de dibujo y
Andrés Osuna, profesor ayudante de la
Escuela Anexa.
Tal como se observa en la actualidad, la
Benemérita Escuela Normal de Coahuila,
sigue recibiendo con los brazos abiertos
a cuanto estudiante foráneo quiera
convertirse en docente. En sus inicios,
recibió alumnos de varias partes del
Estado; dieciséis fueron los primeros
estudiantes que se inscribieron en la
Escuela Normal: Apolonio M. Avilés,
de Abasolo; Elías Gómez, de Zaragoza;
Francisco Zertuche, de Nadadores;
Leopoldo Villarreal, Rubén Moreira y
Mateo de León, de Monclova; Manuel
Méndez y Gabriel Calzada, de Parras;
Brígido Rivera, de Buenaventura;
Cayetano González, de Porfirio Díaz
(hoy Ciudad Acuña, Coah.); Jesús Taméz,
de Allende; Manuel Rodríguez, de San
Pedro; Sigisberto Durán, de Juárez y
Valentín García, de Guerrero; además
de los que eran propiamente de Saltillo:
Anastasio Gaona y Juan B. Reyes.
Años más tarde, esta primera generación
es apoyada por el
Gobierno
del Estado para que cinco alumnos de
los más aventajados de esa generación
se perfeccionaran profesionalmente
y son enviados a la Escuela Normal
Bridgewater, en Massachussets; mientras
que en verano acudían a la Escuela
Normal de Cook Country, de Chicago,
Illinois, bajo la dirección del profesor
Andrés Osuna. En 1896 viajan los recién
graduados Apolonio M. Avilés, Rubén
Moreira Cobos, Leopoldo Villarreal
Cárdenas, Anastasio Gaona Durón y
Gabriel Calzada.
De este grupo habría de surgir toda una
generación de profesores que influiría de
manera significativa en el desarrollo de la
educación en el Estado.
El Edificio de la Benemérita
Escuela Normal de Coahuila
Durante los primeros años del siglo XX,
en la ciudad de Saltillo no existían
muchos edificios con arquitectura
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tan emblemática para esta época; los
edificios más representativos eran el
conjunto arquitectónico de la Catedral,
cuya construcción se extiende desde
1745 hasta 1800, el Palacio de Gobierno,
construido hacia 1862, el Casino de
Saltillo, construido en 1870 de sillar
blanco, el Recinto de Juárez, el Templo de
San Juan Nepomuceno, del siglo XVII, el
Teatro García Carrillo construido en 1906
y años más tarde, formaría parte de todo
este conjunto de estilo neoclásico, el
edificio de la Escuela Normal de Coahuila.
El inmueble se inauguró oficialmente el 5
de febrero de 1909. Los festejos duraron
los días 5, 6,7 y 8 con la realización de
un programa de actividades sociales y
culturales preparado por el personal
docente de la Institución.
El primer edificio que ocupó la Escuela
Normal fue la casa ubicada en la calle
de Hidalgo sur, que en la actualidad
está marcada con el número 211; ahí
permaneció de1894 a 1897.
El segundo edificio ocupó algunas casas
del primer local en la calle de Hidalgo
más al sur y en la acera opuesta que
mira al oriente. En la actualidad es la
casa marcada con el número 244; ahí
permaneció de 1897 a 1901.
El tercer edificio se ubica también por
la calle de Hidalgo sur y abarcaba dos
propiedades, la ubicada en la esquina sur
de las calles de Hidalgo y De la Fuente,
hoy marcada con el número 249 y la otra
colinda al sur con la anterior, también por
la calle de Hidalgo.
El cuarto edificio es la monumental
construcción ubicada en la calle de
Aldama Pte. No. 858, desde 1994
Calzada de los Maestros. Edificio que
8
actualmente ocupa la Escuela. Ahí
permaneció de 1909 a 1968 y de 1984 a
la fecha.
El quinto edificio se ubica en la calle
Ramos Arizpe, entre las calles de
Obregón y Salazar. Fue ocupado de
febrero de 1968 a mayo de 1984.
Fue inaugurado el 31 de octubre de
1967 por el Lic. Gustavo Díaz Ordaz,
Presidente de la República. En mayo de
1984, con motivo del 90º aniversario, la
Escuela regresó al magno edificio que
actualmente ocupa.
En los primeros años de funcionamiento
de la Escuela Normal de Profesores del
Estado, se notó la necesidad de espacios
más adecuados y específicos para su
correcto funcionamiento.
La idea original de Don Andrés Osuna
Hinojosa fue la de reunir fondos para
la construcción del nuevo edificio, pero
en plena recaudación el Gobierno del
Estado viendo la magnitud del proyecto
acordó construir el edificio por cuenta
total.
Para la construcción de dicho edificio, el
gobierno puso a disposición el lote de
terreno ubicado al norte de la Alameda
Zaragoza, originalmente propiedad de la
Señora Ignacia Farías de Barrenecha.
En dicho terreno inició la construcción
del edificio que actualmente ocupa la
Benemérita Escuela Normal de Coahuila,
al noroeste de la Ciudad de Saltillo.
El 21 de marzo de 1906 dieron inicio a los
trabajos de construcción del majestuoso
edificio de la Escuela Normal, los que
duraron tres años en desarrollarse,
terminándose los últimos días del mes de
enero de 1909.
El gobernador designó a un ingeniero
norteamericano como el encargado de
la inspección general de la obra, el Ing.
Theodore Sperry Abott. El inmueble tuvo
varios contratistas especializados; para
el suministro de la cantera se contrató
gente especializada del Estado de
Durango.
El terreno sobre el que está edificado
mide 85 metros de frente por 112 de
fondo. Su elevación es de tres pisos
con altura de 14 metros, contados de
la superficie del terreno a la cornisa
superior y 31 metros a la parte más alta
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de la cúpula.
ven al sur y al occidente.
De la línea de la verja de hierro en el
frente de la escuela y el muro principal
existe una distancia de 9 metros. La
fachada principal es de cantera blanca
de Durango. La fachada posterior es de
ladrillo y mortero.
Ladrillo de la mejor clase para las demás
paredes y tabiques.
El segundo piso, que es el principal, se
adorna con un juego de columnas de
orden jónico.
En los contratos de construcción se
menciona que la edificación tuvo un
costo de aproximadamente $ 300,000.00
de aquella época, más $ 50,000.00 de
materiales que se compraron para dotar
de mobiliario a la Escuela Normal de
Profesores.
En el centro del frente se levanta una
gran escalinata, construida a base de
piedra negra, la cual fue traída de Parras
de la Fuente, en cuya parte superior
descansan cuatro columnas formando el
vestíbulo, que sostiene el cornisamiento
en que se ostenta un tímpano,
artísticamente decorado, donde se lee el
nombre de la escuela.
Es una obra arquitectónica
artística e imponente.
Es necesario destacar que desde
que inicia la construcción del edificio
de la Escuela Normal de Coahuila,
se observaron detenidamente las
condiciones higiénico-pedagógicas
imperantes en la época.
Los materiales empleados en su
construcción son:
Piedra fuerte de las canteras locales, para
los cimientos del primer piso y paredes
interiores.
Cantera de Durango para las paredes que
10
Vigas de acero y entre ellas hay arcos de
ladrillo. Esto significa que el edifico se
construyó a prueba de fuego.
Relevancia Histórica
El inmueble, dado su antecedente
histórico y la notable extensión que
presenta así como su localización,
arquitectura y destino, le otorgan una
personalidad especial en el contexto
urbano e histórico de la ciudad,
adaptándole un aspecto que no
pasa desapercibido, no sólo para los
ciudadanos sino para los extranjeros
y visitantes a la ciudad. Son varios los
factores que dan como resultado a
uno de los edificios de más tradición
de la ciudad. Uno es la conjunción de
la necesidad de generar maestros de
educación básica, el otro la decisión
política de apoyar a este desarrollo.
Se considera que este edificio es la
culminación de todo un proyecto
educativo a nivel estatal.
Aspectos de su construcción
El inmueble presenta un rectángulo
de 67.20 x 54.70 metros desarrollando
una superficie de 3,675.84 metros
cuadrados. Sus ejes principales van de
acuerdo a los que corresponden a las
“x” y a las “y” siendo preponderante
el eje de las “y”, desarrollándose
dos tipos de ejes secundarios o
auxiliares. La planta del edificio de
la Escuela Normal se forma de este
rectángulo así como de la sustracción
y adición de volúmenes, lo cual da
una superficie de desenvolvimiento
del proyecto de 3,304.64 metros
cuadrados aproximadamente. La
solución volumétrica permite analizar la
importancia de resaltar el punto central
y simétrico de los tres ejes principales.
Este último es del eje “z” en el cual
se ubican los principales elementos y
espacios arquitectónicos del edificio,
el salón de actos y la cúpula. Además
de resaltar el eje vertical, se le dio
enmarcamiento al acceso principal
elevando la altura del volumen del
pórtico y utilizando la escalinata de
acceso, dándole relevancia a los ejes de
simetría, orden y congruencia a todo el
volumen y al conjunto. Además de esta
solución formal también se le da un total
funcionalismo a la planta arquitectónica,
cumpliendo su función original como
escuela.
Las alturas del edificio y su fachada están
definidas originalmente por dos tipos
de modulaciones. La altura es definida
por la modulación a base de bloques
de cantera de 38 x 80 cms. y por 50
cms. de ancho. Esta modulación define
formalmente el edificio, representado
sobre todo en la fachada principal en
donde se tiene una altura de 37 x 84
bloques. La altura total es de 31 metros
incluyendo la cúpula, la linternilla y el
asta.
Existen varias líneas regentes por
medio de las cuales se define tanto la
verticalidad como la horizontalidad de
la fachada principal. Además de que
una de estas líneas regentes es un arco
de circunferencia que con centro en el
eje X y con un radio de 24.40 metros,
marca tanto la altura de la linternilla
de la cúpula, así como el punto interior
de los dos volúmenes extremos que
enmarcan al edificio. Esta modulación
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está representada por la anchura de la
base de los volúmenes extremos de la
fachada principal.
El diseño de las aulas determina
la funcionabilidad de la planta
arquitectónica en varios aspectos.
Las aulas ubicadas en las alas oriente
y poniente del edificio tienen una
superficie de 80 m2 con una altura a
la parte mas baja de las bovedillas de
4.50 metros, lo que dan un volumen de
360 m3 por salón. Para la iluminación
cuentan con 3 ventanales de 1.25 x
2.65 metros teniendo una superficie de
9.95 m2 de iluminación lo que significa
1/8 de la superficie del salón, lo que
proporciona una suficiente y buena
iluminación. Por otra parte en el caso
del volumen de aire que debe existir en
un salón, ese debe de ser mayor o igual
a 4 m3 por escolar. Si suponemos una
capacidad máxima de 50 alumnos por
espacio se tiene que el volumen debe
de ser de 200 m3. En este caso se
tienen 360 m3.
Intervenciones
Algunas intervenciones, cambios
y modificaciones ha sufrido el
edificio. En 1944 se instalaron
dos fuentes forradas de
cantera rosa de un estilo
colonial en el jardín del frente.
En los años setentas desaparece el jardín
poniente y es sustituido por banqueta
de concreto, quedando algunos pocos
senderos en el jardín de enfrente, los
cuales unían a la explanada principal
con la banqueta lateral que accesa al
patio. Poco después al lado oriente del
patio se construyeron dos grandes aulas
de ladrillo y concreto, solucionadas en
dos plantas con sus servicios sanitarios.
La tipología de las mismas no va de
acuerdo al edificio, no teniendo manera
de integrarse al conjunto.
El piso del gimnasio fue en un principio
de duela de madera y éste se mantuvo
así hasta 1971, cuando el espacio
fue adaptado para ubicar en él los
talleres de carpintería y electricidad.
Posteriormente y hasta la actualidad
se convirtió en Biblioteca, con área
de acervo, área de consulta, área de
cómputo, área de investigación, área de
difusión, área administrativa y un área
de actividades sindicales.
La altura libre original de piso a techo
es de 4.50 metros y debido al cambio
de material en los pisos, es de 4.28 a
la parte baja de las bovedillas que
conforman el entrepiso. El piso
original debió haber sido duela
de madera, pero desde hace
más de 30 años su acabado
es de mosaico de pasta tipo
humo gris con blanco de 20
Villar Rubio, Jesús et al, El centro histórico de la Ciudad de San Luis Potosí y la obra del Ing. Octaviano Cabrera Hernández, UASLP, 1998
Gutiérrez Lucinda et al. (Coord.), Monterrey a principios del siglo XX, la Arquitectura de Alfred Giles, Museo de Historia Mexicana, México, 2003
Villar Rubio, Jesús et al, El centro histórico de la Ciudad de San Luis Potosí y la obra del Ing. Octaviano Cabrera Hernández, UASLP, 1998
x 20 cms., sentado con mortero de pasta
cemento-arena con boquilla de cemento
blanco de 5 mm.
La Cúpula
El edificio de la BENC se compone de
acero, cantera, madera y ladrillo y
coincide con la época del Porfiriato,
una época en la que se construyen por
decreto presidencial muchos edificios
importantes como los mercados.Con la
llegada del ferrocarril, se presentó una
variación en los materiales, la forma
de construir y la urbanización, ya que
se decretó que las ciudades deberían
crecer en forma radial, de manera que
se construyeron las grandes calzadas. La
creación de la Escuela Normal coincide
con esta época de finales del siglo XIX.
fácil trabajar contraventeos, es decir, las
uniones de las vigas, y la viguería con
madera, y hacer el volumen hacia arriba
por la ligereza del material. El sistema
constructivo de la Escuela Normal lo
hace un edificio único en su tipo.
La construcción del edificio se atribuye
a Henry M. Guindon, Arquitecto de
origen francés, quien radicó también
en Canadá, creador de varias obras
arquitectónicas localizadas en las
ciudades de San Luis Potosí, Coahuila y
Tamaulipas.
“..El Arquitecto Henry Guindon
canadiense de origen Francés, fue uno
de los primeros a quien se le empezaron
El sistema constructivo de la cúpula es
de madera, que es único en el país; no
se ha encontrado otro parecido con ese
sistema de vigas de carga tipo puente
de ferrocarril. Si el auditorio tiene como
materiales acero y ladrillo, la cúpula,
por las dimensiones de su estructura, es
de madera. De acuerdo con la opinión
de expertos en arquitectura, era más
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a hacer encargos, en este caso por
la familia Meade, para el proyecto y
construcción del Palacio Mercantil,
las residencias Meade, el Palacio
Monumental, etc. El Ing. Arnold Nillus
colaboró con el Arq. Guindon en algunos
proyectos. Por los sucesos ocurridos
durante la Revolución, el Arq. Guindon
se trasladó con su esposa a la ciudad
de Tampico donde se cree que realizó
también algunas obras…”
El Arq. Henry Guindon desarrolló en el
estado de Coahuila el proyecto de la
Casa Purcell en 1906 para la familia de
Guillermo Purcell. Socio de la compañía
Alfred Giles & Guindon que se estableció
desde el año de 1886 en la ciudad de
San Antonio Texas. La duración de esta
sociedad fue corta, ya que se disolvió
en 1891, cuando Guindon partió para
Chicago, donde residió durante dos
años.
En 1896 el Arq. Guindon fue contratado
en San Luis Potosí por la familia Meade
para realizar el proyecto del Palacio
Mercantil de SLP, edificio monumental
que ocupó toda una manzana y con clara
influencia Francesa. La ejecución de la
cantería corrió a cargo del maestro de
obras Florentino Rico quien se encargó
de terminar esta obra en 1898.
En 1908 presenta en la ciudad de Saltillo
una propuesta arquitectónica del futuro
ATENEO FUENTE, esta propuesta jamás
se ejecutó.
14
En 1909, Henry Guindon regresa a
San Luis Potosí a fin de continuar una
fructífera carrera donde destacan las
siguientes obras: las Residencias Meade
1906, Palacio Monumental 1909, el
Banco de San Luis Potosí 1909, el chalet
Meade 1909.
De acuerdo con el Profr. Andrés Osuna
en sus memorias tituladas, “Por la
Escuela y por la Patria”, el Arquitecto
contratado para el desarrollo del
proyecto de la Escuela Normal en
1906 fue el Arq. Guindon se resolvió
escoger al mejor arquitecto de que se
tenía noticia.tomando eso en cuenta se
contrataron los servicios del Arquitecto
en cuestión que tenía varios años de
residir en San Luis Potosí.
El Arq. Henry Guindon desarrolla en
esa época en la ciudad de Saltillo otros
proyectos, como el del Santuario de
Guadalupe en 1911 y el Teatro García
Carrillo (1906), Benemérita Escuela
Normal de Coahuila (1906-1909)
El Arq. Henry Guindon es apoyado en
esta actividad por Theodore Sperry
Abbot, nacido en Inglaterra en 1865,
Ingeniero encargado del proyecto de
trazo de los Ferrocarriles CoahuilaPacífico entre Saltillo y Torreón, y el
Coahuila-Zacatecas.
En 1905 se encarga del desarrollo del
primer plano de la ciudad de Saltillo
y participó en la administración y
construcción del Ateneo Fuente.
Falleció en 1934 en la ciudad de Saltillo,
Coahuila.
EL INTERNADO PARA
SEÑORITAS
En los primeros años de fundada
la Escuela Normal, se detectó la
necesidad de crear un lugar seguro
para las señoritas que deseaban
estudiar para maestras y que
procedían de los distintos puntos
del Estado.
escrito por la Maestra Lucía Teissier
sobre la historia de la Benemérita Escuela
Normal de Coahuila en 1994, justo
cuando se cumplió el centenario de la
gloriosa Escuela Normal, se registra el
siguiente comentario que hace referencia
a la creación del Internado para
señoritas, texto que reza lo siguiente:
El Internado respondió a las necesidades
e intereses de la Escuela Normal; en un
principio se le denominó “Departamento
Práctico de Ciencias Domésticas”, situado
originalmente en el edificio que se
localizaba en la Tercera calle de Aldama
marcado con el número 29, de tres pisos,
construcción sólida y con los requisitos de
higiene indispensables. En este tiempo,
la dirección de este Departamento se
encomendó a la profesora Luisa Lorenz.
En un libro que se conserva en la
Institución, resguardado bajo llave y
REVISTA PEDAGÓGICA
15
Y CULTURAL /
Aunque al principio el alumnado de
la Escuela Normal fue exclusivamente
masculino, tres o cuatro años después
de la fundación ya predominaban las
mujeres en sus aulas. Hace un siglo era
inconcebible que las mujeres trabajaran
fuera de casa, y el magisterio, casi la
única opción de romper la tradición
secular. De hecho la educación primaria
estaba ya desde años atrás en manos de
maestras empíricas, y la posibilidad de
obtener un título fue la oportunidad de
oro para muchas jóvenes con inquietudes
de superación personal.
Así, pronto las aulas de la Escuela Normal
se llenaron de muchachas provenientes
de todos los rumbos de Coahuila y de
otros Estados, cuyos padres tropezaban
con la dificultad de encontrar alojamiento
seguro y no demasiado caro para ellas.
Ante la urgencia, el profesor Andrés
Osuna, director de la Escuela -1909-,
fundó el internado para alumnas de la
Escuela en una casa de la calle Aldama
- entre las que ahora son de Obregón
y Purcell -, a unos metros del plantel.
Antes, y por muy poco tiempo, el
internado estuvo por la calle de Zaragoza,
cerca de lo que hoy es Manuel Pérez
Treviño.
En 1912 el gobierno encabezado por
D. Venustiano Carranza adquirió la
propiedad donde ahora se halla el
internado, por Xicoténcatl al sur; pero fue
hasta 1916, en plena revuelta, cuando
el gobernador Gustavo Espinosa Mireles
inauguró el edificio ya acondicionado.
16
Desde hace 100 años miles de jóvenes
normalistas han tenido su hogar en la
vieja casona mientras estudian en la
Escuela.
Construido al estilo de las residencias
de las familias acomodadas de la época,
el edificio se dispone alrededor de un
gran patio con su fuente al centro y
pequeños arriates alrededor, al que
rodean los frescos corredores sobre los
que se abren las habitaciones privadas. Al
fondo el edificio tiene dos plantas: abajo
el comedor y la cocina; arriba, la amplia
y luminosa sala de estudios. Y todavía
detrás, el pequeño huerto con árboles
añosos.
Para dirigir y coordinar las actividades de
una comunidad sui géneris como ésta, se
necesita todo un conjunto de facultades
y cualidades difíciles de conjugar en una
persona. Y sin embargo, el internado
ha funcionado ya por 100 años sin
problemas mayores.
Más de una docena de mujeres se han
sucedido en el difícil puesto. Entre ellas,
rescatamos los nombres de Isabel y Luz
Larrañaga, la profesora Susana González,
doña María del Refugio Ramos de Tirán,
Rosaura “Chagua” Gómez Gil, también
maestra, Concepción y Adela Garza, la
profesora Alicia Sosa, María del Socorro
Navarro del Bosque, Ma. Concepción
Sáenz Álvarez, entre otras. La directora
actual, es la profesora Genoveva Catalina
Fernandez Torres. En todos estos años,
tradiciones, consejas y leyendas se
han tejido en torno al internado. Es
porque en el internado, prolongación
de la Escuela, se conservan y se cultivan
valores permanentes que moldean
carácteres fuertes y definidos.
El internado representa un servicio
invaluable para las alumnas foráneas
de la Escuela, que en la vieja casona de
Xicoténcatl encuentran el sustituto del
hogar que abandonan para ir en busca
de su futuro. Que su acción benéfica se
continúe por muchos años.
PRÓCERES DE LA GUARDIA DEL
NORMALISMO
humano, y sobre todo, profundo
espíritu de mexicanidad.
Apolonio M. Avilés
El profesor Apolonio M. Avilés ha sido el
único maestro coahuilense en obtener
el título de Benemérito de la Educación,
el más alto rango que el Gobierno del
Estado le otorga a todo docente que
realiza obras significativas en el rubro
educativo.
El maestro Avilés es el retrato del
hombre perfecto, sabio y justo, provisto
de valores humanos que manteniendo
sus convicciones supo armonizar las
exigencias de la fe educativa con las
nuevas e inevitables realidades que
imponían los tiempos aquellos.
La mayor parte de sus enseñanzas
fueron normas de sabiduría y prudencia
humana, preceptos pragmáticos a seguir
en las diversas circunstancias de la vida.
Nació en Abasolo, Coahuila el 9 de
febrero de 1876. Sus padres fueron Don
Tomás Avilés y Doña María Muñoz de
Avilés.
La Vieja Guardia de la Benemérita
Escuela Normal de Coahuila
es la mantenedora de todos
los honrosos galardones de
la noble institución: Honor,
Sabiduría, Tradición, Sentido de
Responsabilidad, Aspiración, Amor
Al cursar sus estudios profesionales
en la Escuela Normal de Coahuila se
distinguió notablemente, mereciendo
entusiastas felicitaciones de sus maestros
y compañeros.
A su regreso del extranjero, luego de
cumplir exitosamente con la comisión
encomendada, prestó sus servicios en la
misma Escuela Normal en 1898; profesor
REVISTA PEDAGÓGICA
17
Y CULTURAL /
de 3º y 4º años de la escuela Anexa.
Además de catedrático, fue Inspector
de las Escuelas Oficiales de la Ciudad
de Saltillo, Subdirector de las Escuelas
Anexas, Director de la Escuela Normal
de 1918 a 1920, Director General de
Educación de 1920 a 1922 y fundador de
Colegios Particulares.
La vida ejemplar y obra educativa de este
prócer de la enseñanza termina el 5 de
noviembre de 1930.
Profr. Rubén Moreira Cobos
Relata el Licenciado Don Roberto Orozco
Melo que el profesor Rubén Moreira
nació en Zacatecas el 10 de enero de
1875, hijo de don Concepción Moreira
y doña Daría Cobos quienes, por alguna
razón de trabajo, vinieron a vivir a
Monclova. Después de su instrucción
básica llegó a Saltillo gracias a una beca
del Gobierno de Coahuila para cursar
en el Ateneo Fuente los tres primeros
años de bachillerato -la secundaria- y
al concluirlos se inscribió en la recién
fundada Escuela Normal del Estado.
Obtuvo el título de profesor de
educación primaria de primera
generación y fue seleccionado en 1896
para integrar el reducido grupo de
profesores que viajó a Bridgewater,
Massachussets, a tomar cursos de
especialización en la enseñanza. Dos
años después retornó a Saltillo para
18
impartir cátedras en la Escuela Normal y
en el Ateneo Fuente.
Don Rubén Moreira poseía, en paralelo a
su educación formal, una cultura general
muy sólida. Cátedras seductoras que
siempre motivaron al estudio a quienes
fueron sus alumnos.
La intención de las clases del profesor
Moreira era el acercarse a una realidad
de sus alumnos en prácticas de
enseñanza, establecer la relación entre
teoría y práctica, práctica y realidad
educativa.
El profesor Moreira ejerció el magisterio
por más de cuarenta y tres años
ofreciendo servicios profesionales
satisfactorios a la educación en Coahuila.
Falleció el 2 de noviembre de 1954.
de 1896, y en premio a sus méritos fue
becado por el Gobierno del Estado para
perfeccionarse en el extranjero.
El profesor Villarreal se distinguió por
su magnifica técnica de la enseñanza,
por la perfecta disciplina observada en
sus clases y por las virtudes humanas
que poseía, es decir, la disposición o
capacidad adquirida, por el ejercicio
y el aprendizaje, de hacer lo que es
moralmente bueno; sus virtudes eran
una cualidad de la voluntad que supone
un bien para uno mismo o para los
demás.
Profr. Leopoldo Villarreal
Cárdenas
Un aspecto fundamental y característico
que utilizaba el Profesor Villarreal
Cárdenas en la formación integral de
sus alumnos era la disciplina formativa.
Consideraba que educar era ayudar al
niño y al joven a lograr cumplir la misión
para la cual había nacido. Al cumplir esta
misión lograría la felicidad y realización
plenas a las que todo hombre aspira.
La disciplina debía ser vista y manejada
desde un contexto trascendente de la
educación.
Nació en Monclova, Coahuila, sus padres
fueron Don Desiderio Villarreal y Doña
Francisca Cárdenas. Recibió su título
de profesor normalista el 20 de agosto
Fue maestro de la Escuela Normal de
Coahuila, en el Ateneo Fuente, en la
Escuela Regional de Agricultura hoy
UAAAN, y en la Academia Comercial
“Victoriano Cepeda”. Ocupó la Dirección
de la Escuela Normal en dos ocasiones,
en 1915 y 1922, además de catedrático
de la misma y la Dirección General de
Educación.
Más de cuarenta y tres años de servicios
profesionales a la educación coahuilense,
fueron los prestados por este destacado
educador.
Profr. José Rodríguez González
Es considerado como una cumbre de luz
y de virtud, inseparable de la Escuela en
toda su existencia ilustre.
REVISTA PEDAGÓGICA
19
Y CULTURAL /
natal Ocampo, Cuatro Ciénegas y Saltillo;
estudió en el Ateneo Fuente y de ahí
pasó a la Escuela Normal hasta graduarse
como maestro de instrucción primaria.
El afán por actualizarse, lo llevó a
inscribirse en cursos de mejoramiento
profesional que organizaron los maestros
Andrés Osuna, Rubén Moreira Cobos y
Leopoldo Villarreal Cárdenas.
Realizó una especialización en la Escuela
Normal de Bridegewater en los Estados
Unidos.
Disfrutó de una profunda admiración y
ennoblecidos afectos. Poseía virtudes y
características como la de ser un hombre
de acción; de pocas y finas palabras, con
gran don de convencimiento, profundo
respeto y desinteresado afecto hacia
todos.
Como director de la Escuela Normal,
siempre tuvo el tiempo perfectamente
distribuido para apreciar cada esfuerzo,
estimulando así el noble ahínco de
alumnos y maestros.
La profunda labor magisterial de este
ilustre mentor se extiende a todo lo
ancho del Estado, impulsando con
espiritú de lucha y superación, sin
interrupción, durante cuarenta y
cinco años servidos a la educación en
Coahuila.
Nació el 8 de febrero de 1880 en la
Congregación de Santa Catarina, lo que
actualmente es el municipio de Ocampo.
Sus primeros estudios los realizó en su
20
Al titularse como maestro, fue nombrado
director de la Escuela Oficial No. 3, cargo
que ejerció por un año.
De 1900 a 1901 ocupó la Dirección de
la Escuela de Primera Clase en General
Cepeda; de 1901 a 1904 aceptó la
dirección de la única escuela de Ocampo;
de 1904 a 1906 se desempeñó como
ayudante en la Escuela Anexa a la
Normal. De 1906 a 1908, fue nombrado
Director de las Escuelas Oficiales de
Saltillo. En 1909 y hasta 1914 fue
catedrático de la Escuela Normal. En
1914 recibió, por parte del Gobierno de
Coahuila, el nombramiento de Inspector
General de Educación en los distritos
de Monclova y Río Grande y en 1915,
el gobernador de Coahuila, Gustavo
Espinoza Mireles lo designó como
Director de la Escuela Normal y Director
de Educación en el Estado.
Como director de esta gloriosa
institución conservó y renovó la vida
colectiva de la escuela, despertando la
conciencia del orden, de la disciplina,
como primera etapa en la formación,
enlazando la vida propia con la de
la comunidad escolar; gestionó ante
el gobierno mejores sueldos y becas
para especialización de sus maestros y
gestionó pensiones para los alumnos de
escasos recursos económicos.
Durante el mandato estatal de Don
Venustiano Carranza, adquirió para el
Internado de la Escuela Normal el edificio
actual situado en la calle de Xicoténcatl.
Viajó a los Estados Unidos para formular
el proyecto de crear un Jardín de
Niños anexo a la Escuela Normal. Este
Jardín recibió el nombre de “Luis A.
Beauregard” en honor a uno de los
ilustres maestros y fundador de la
Benemérita Escuela Normal de Coahuila.
En 1916 creó un órgano de difusión y
extensión cultural: La Revista Pedagógica
REVISTA PEDAGÓGICA
Y CULTURAL /
21
“La Escuela Coahuilense”, organizó el
Primer Congreso Pedagógico celebrado
en la ciudad de Saltillo, organizó la
Escuela para formar maestras de jardines
de niños en la propia escuela, la cual
funcionó hasta 1934.
En 1918 renuncia a la Dirección de
la Escuela Normal, entregándosela
al maestro Apolonio M. Avilés; el
gobernador Espinoza Mireles lo ratifica
sólo en el cargo de Director General de
Educación en el Estado. En este cargo
recibió 90 escuelas en 1915 y en 1920
entregó 501. Con la apertura de un
mayor número de escuelas, surgieron
nuevas necesidades, se enriquecieron
los estudios con informaciones,
orientaciones y libros; se mejoraron los
programas y aumentó la escolaridad en
el Estado.
Su labor educativa al frente de la
Dirección se realza con la oportunidad
que da a los maestros para realizarse
en la comunidad con clara idea de
progreso social y cultural. Fomentó en
su conciencia la dignidad humana como
el sentido de responsabilidad y amor
al trabajo, para formar generaciones
de jóvenes entusiastas y ambiciosos
en la labor docente. Inculcó el amor
y respeto a los símbolos patrios para
formar ciudadanos amantes del trabajo,
defensores del derecho y la justicia
En 1941 fue nombrado nuevamente
Director de la Escuela Normal,
renovando las cátedras, elaboró y
programó los festejos para celebrar el
cincuentenario de la Escuela Normal,
realizando las gestiones necesarias ante
las autoridades gubernamentales para el
22
respectivo apoyo, y completó la Galería
de Directores.
Su labor magisterial se ejerció por
más de 57 años. Su vida consagrada al
estudio y al trabajo es paradigma de
virtudes, lección de abnegación que le ha
dado frutos de afecto y respeto.
José Rodríguez González fue declarado
“Maestro Emérito” por el gobierno del
Estado el 14 de septiembre de 1948
y obtuvo la medalla “Ignacio Manuel
Altamirano”, su nombre aparece grabado
en la placa develada en 1968 por el
entonces gobernador de Coahuila,
Braulio Fernández Aguirre como
homenaje a los diputados constituyentes
de Coahuila. La Benemérita Escuela
Normal de Coahuila en justo
reconocimiento a la labor realizada por
este insigne Maestro ha determinado
incluir su busto como parte de la Vieja
Guardía del Normalismo Coahuilense
en el espacio destinado a honrar a los
maestros distinguidos de Coahuila, y ha
sometido al H. Congreso del Estado la
propuesta de inclusión y develación del
busto del Constituyente José Rodríguez
González.
H. CONGRESO DEL ESTADO
INDEPENDIENTE LIBRE Y SOBERANO
DEL ESTADO DE COAHUILA DE
ZARAGOZA.
SOLICITUD DE INCLUSIÓN DEL BUSTO
DEL PROFESOR JOSÉ RODRÍGUEZ
GONZÁLEZ EN EL ESPACIO
DENOMINADO “GUARDIA DE HONOR
NORMALISTA”
PROPUESTA
La Benemérita Escuela Normal de
Coahuila reconociendo los méritos y
distinciones del destacado maestro Don
José Rodríguez González, como resultado
de sus dignas acciones en beneficio del
normalísimo coahuilense, ha decidido
presentar la siguiente propuesta:
Erigir un monumento del ilustre Maestro
y Constituyente e incluirlo en la Rotonda
de los Maestros Distinguidos de la BENC,
como justo reconocimiento por su
labor y formar parte de la Guardia del
Normalísimo Coahuilense y se somete a
consideración del H. Congreso Local la
solicitud de inclusión y develación del
busto de José Rodríguez González.
Exposición de motivos:
La experiencia vivida y ese don
maravilloso que tenía para enseñar,
hicieron posible que se desarrollara en el
Profesor Rodríguez González ese espíritu
de superación y el amor a la enseñanza y a
sus semejantes lo que finalmente lo llevó
a dedicarse a la docencia, por cuyo medio
transmitía sus conocimientos.
Su busto permanecerá en uno de los
escenarios más representativos de la
Benemérita Institución, la Guardia de
Honor Normalista.
Este busto nos recordará, a los
normalistas, a los coahuilenses y a los
mexicanos, día con día, el ejemplo de
entrega, congruencia y compromiso con
las mejores causas de la educación que
logró este insigne maestro. José Rodríguez
González dedicó su vida por entero
a la educación, es decir, a la tarea de
formar hombres y mujeres responsables,
sensatos, con un deseo de justicia y
lealtad a nuestras instituciones.
Su labor magisterial se ejerció por más de
57 años, su vida consagrada al estudio y al
trabajo es paradigma de virtudes, lección
de abnegación que le ha dado frutos de
afecto y respeto.
José Rodríguez González fue declarado
“Maestro Emérito” por el gobierno del
Estado el 14 de septiembre de 1948
y obtuvo la medalla “Ignacio Manuel
Altamirano”, su nombre aparece grabado
en la placa develada en 1968 por el
entonces gobernador de Coahuila, Braulio
Fernández Aguirre como homenaje a los
diputados constituyentes de Coahuila.
Su busto permanecerá junto a los ilustres
maestros: Apolonio M. Avilés, Rubén
Moreira Cobos y Leopoldo Villareal
Cárdenas; la nobleza de estirpe como
Guardia del Normalismo de los cuatro
ilustres profesores, será fiel testigo de la
historia del Normalismo Coahuilense.
“Ningún gran hombre vive en vano, pero
un gran hombre demuestra su grandeza
por la forma en que hace mejores a los
otros” José Rodríguez González 18811974.
REVISTA PEDAGÓGICA
23
Y CULTURAL /
HOMBRES VISIONARIOS EN LA
CREACIÓN DE LA BENC
reeligió ese año. Pero cuando intentó
una segunda reelección, en 1893,
enfrentó una dura resistencia popular,
posiblemente alentada por Bernardo
Reyes.
En este período de gobierno surge la
iniciativa de crear la Escuela Normal,
toda vez que para este gobernante que
buscaba el engrandecimiento del Estado
que lo vio nacer, la educación pública,
cuando se difunde es prueba segura
de prosperidad y grandeza, bienestar y
progreso.
Gobernador José María Garza
Galán
Asume la gubernatura del Estado
de Coahuila en 1886. En 1893
alcanza la reelección y en el mismo
año, por distintos movimientos de
inconformidad, renuncia al poder,
nombrando al Lic. Miguel Cárdenas
Santos como gobernador sustituto.
Fue Coronel del ejército originario de
Múzquiz. Se convirtió en Gobernador
del Estado con el apoyo del poderoso
ministro Romero Rubio, del régimen
porfirista. Beneficiado por la reforma
constitucional de 1889, Garza Galán se
24
Lic. Miguel Cárdenas Santos
Nació el 29 de septiembre de 1855; sus
padres fueron Pedro Cárdenas y María
de Jesús de los Santos.
Fue diputado local por el distrito de
Monclova, Secretario de Gobierno
y Gobernador interino. Fue un
impulsor de las vías de comunicación y
transporte.
En el año de 1908, debido a una licencia
que obtuvo el Gobernador Cárdenas
para separarse de su cargo durante dos
meses, el Congreso del Estado designó
al señor Carranza para el puesto de
Gobernador Interino.
A este ilustre personaje se debe el
mérito de concebir la idea de crear
la Escuela Normal de Profesores,
ejerciendo las funciones de Secretario
de Gobierno, y ya como gobernador,
recibe la iniciativa del Profesor Andrés
Osuna de dotar a la Escuela Normal
de un hermoso y majestuoso edificio
en donde habrían de forjarse hombres
y mujeres que diariamente luchan
por enaltecer el nombre de su Alma
Mater, dedicándose a la profesión de
maestros. La construcción del edificio de
la Escuela Normal se considera la obra
cumbre de su gobierno.” Falleció el 24
de mayo de 1930.
El salón de actos lleva por nombre “Lic.
Miguel Cárdenas Santos”, a propuesta
expresa del Profr. Rubén Moreira como
homenaje a la labor de este insigne
hombre.
Lic. José María Múzquiz Echaiz,
gobernador interino de Coahuila en
1893 sustituyendo en el cargo a José Ma.
Garza Galán. Luego es electo gobernador
constitucional en 1894. Participa como
gobernante en la creación de la Escuela
Normal de Profesores.
Profr. Enrique Conrado Rébsamen.
Nació en Suiza. Su interés por la
educación lo llevó a viajar por Europa
para estudiar las teorías educativas más
modernas de la época.
Recibió influencia de Pestalozzi, Herbartt
y Rousseau, influencia que se nota en su
obra pedagógica.
Don Enrique C. Rébsamen llegó a México
en 1884 e inició su labor educativa en
León, Guanajuato.
Su misión era coadyuvar en los cambios
necesarios a la educación pública,
particularmente enfocado a darle a
la enseñanza un carácter científico y
eliminar el empirismo pedagógico.
Con el apoyo del gobierno veracruzano,
organiza la Academia Normal de Orizaba
con el fin de dotar a los maestros de
los elementos técnico-pedagógicos que
les permitieran elevar la calidad de la
educación.
Los trabajos realizados en Orizaba por
Rébsamen originaron la creación de la
Escuela Normal de Jalapa, de la cual
Memoria de la Escuela Normal de Coahuila.- María Suárez de Alcocer.- 1944
REVISTA PEDAGÓGICA
Y CULTURAL /
25
entran a formar parte de la conducta
cotidiana de los alumnos.
El método Rébsamen de lecto-escritura
es su aportación pedagógica más
difundida. Murió el 8 de abril de 1904 en
Jalapa, Veracruz.
Don Venustiano Carranza Garza
Venustiano Carranza Garza nació en
Cuatro Ciénegas, Coahuila, el 29 de
diciembre de 1859. En 1887 inició
su carrera política como presidente
municipal de Cuatro Ciénegas,
renunciando al año siguiente por su
participación en la rebelión contra la
reelección del gobernador José María
Garza Galán.
fue director. La labor educativa de
Rébsamen se extendió a otros estados
de la República entre ellos Oaxaca,
Jalisco y Guanajuato.
Reconociendo sus dotes como
educador, Don Justo Sierra lo nombró
Director General de Enseñanza Normal
en el Distrito Federal y la conducción de
la Escuela Normal para Profesores.
En dichos cargos, Rébsamen tuvo la
oportunidad de aplicar los principios
pedagógicos de Pestalozzi, y consideró a
la Didáctica como “la manera de escoger,
ordenar y exponer la materia objeto de
enseñanza”.
En cuanto a la disciplina Don Enrique
distinguía dos tipos: la material y la
formal; la primera se logra mediante la
vigilancia y las sanciones y la segunda
conlleva la adquisición de hábitos y
valores que no requieren de castigos y
26
De 1894 a 1898, nuevamente fue edil
de su tierra natal. En 1901 fue electo
senador suplente por Coahuila, tres años
después, senador propietario. En 1908
fue gobernador interino de Coahuila,
y le gustaba visitar diariamente algún
departamento de la Instrucción Pública,
o las instalaciones de la Escuela Normal,
sin previo aviso. Era entonces director
Don Andrés Osuna, a quien siempre
encontró el Sr. Carranza, en su oficina.
En 1910 fue nombrado gobernador
provisional de Coahuila. El 22 de
noviembre de 1911 tomó posesión
como gobernador constitucional, cargo
que ocupó hasta febrero de 1913.
Se destacó por sus propuestas para
llevar a la práctica la soberanía estatal
y municipal. “En Coahuila apoyó la
educación en general; enriqueció con
una magnifica dotación el Gabinete de
Física y el Laboratorio de Química de la
Escuela Normal; enriqueció con libros
las bibliotecas de la ciudad; aumentó
el sueldo de los maestros y dio becas
a estudiantes para hacer estudios
en escuelas del Estado, en la Capital
de la República y para estudios de
especialización en el extranjero.
quien promulgara la nueva Constitución
Política Local el 5 de febrero de 1918.
Dos años más tarde, asesinado el señor
Presidente Venustiano Carranza, dejó
el gobierno en manos del general Luis
Gutiérrez.
Don Venustiano Carranza dotó a la
Escuela Normal con un espléndido
edificio para el internado de señoritas
que estudiaban en la institución que
inauguraría en 1916 el gobernador
provisional Lic. Gustavo Espinoza Mireles
y el director de la Escuela Normal
profesor Don José Rodríguez González.
Para el siguiente cuatrienio fue elegido
el general Arnulfo González, pero tuvo
un serio conflicto con los diputados
locales independientes quienes,
encabezados por el profesor Candor
Guajardo, lo acusaron de mal gobierno y
lo obligaron a retirarse del cargo, en una
transacción con el gobierno de Álvaro
Obregón, dirigida por el general Manuel
Pérez Treviño, quien se quedaría a vivir
en Coahuila para apoyar al gobernador
sustituto Carlos Garza Castro. Al concluir
el período Pérez Treviño se postuló para
gobernador y ganó. Luego fue llamado a
dirigir el Partido Nacional Revolucionario
y en el siguiente cuatrienio don Nazario
S. Ortiz Garza fue electo gobernador de
Coahuila.
Lic. Don Gustavo Espinosa Mieles
Asume la gubernatura provisional del
Estado de Coahuila en 1915 al triunfo
del Constitucionalismo; por diversos
motivos pidió licencia por unos meses
y luego compitió por la gubernatura
para el período que iniciaba el 15 de
diciembre de 1917. Sería él mismo
REVISTA PEDAGÓGICA
27
Y CULTURAL /
PROYECTO: DECLARATORIA
DE LA BENEMÉRITA ESCUELA
NORMAL DE COAHUILA COMO
MONUMENTO ARTÍSTICO
DENTRO DEL PATRIMONIO
CULTURAL DE SALTILLO
En el marco de los festejos para celebrar
el centenario del edificio de la Escuela
Normal, desde el mes de agosto de 2008,
las autoridades de la Benemérita Escuela
Normal de Coahuila, encabezadas
por su director, el profesor Mario
Alberto Domínguez García, mostraron
profundo interés para promover y
gestionar la declaratoria del inmueble
donde se asienta la institución como
un Monumento Artístico, en virtud de
que el edificio data del siglo XX y posee
características artísticas, estéticas y
materiales relevantes.
La declaratoria como Monumento
Artístico tendrá como beneficio la
conservación del edificio al otorgarle la
protección legal que merece un inmueble
de tal envergadura. Dada la fecha de
construcción, es importante considerar
que la prioridad de justificación para
obtener dicha declaratoria se realizará
a través de sus valores artísticos,
arquitectónicos y materiales.
Es preciso destacar que la Ley Federal
de Monumentos y Zonas Arqueológicas
Artísticas e Históricas considera que
28
“son Monumentos artísticos los bienes
muebles que revisten valor estético
relevante.
Para determinar el valor estético de
algún bien se atenderá a cualquiera de
las siguientes características: inserción en
determinada corriente estilística, grado
de innovación, materiales y técnicas
utilizadas y otras análogas.
Tratándose de bienes inmuebles, podrá
considerarse también su significación en
el contexto urbano”
De acuerdo a lo anterior, el
procedimiento que se siguió fue el de
elaborar un expediente técnico básico,
así como el levantamiento arquitectónico
a detalle para someter a consideración
del Instituto Nacional de Bellas Artes,
(INBA), la aprobación de la propuesta
y continuar con la declaratoria de
Monumento Artístico.
Los objetivos que se plantearon fueron:
-Realizar las gestiones respectivas
para llevar a cabo la Declaratoria de
Monumento Artístico al inmueble
localizado en Calzada de los Maestros
858 poniente de la Zona Centro en la
Ciudad de Saltillo.
-La conformación del expediente técnico
básico que se entregará al INBA para su
revisión.
-La gestión de las anuencias de las
autoridades estatales, municipales,
culturales y educativas, así como de
asociaciones civiles, patronatos, escuelas
de arquitectos, interesados en promover
esta declaratoria.
El trabajo se desarrolló en dos etapas:
En la etapa uno, la conformación de un
primer expediente técnico que incluía
todos los puntos mencionados, sin
dejar de lado por supuesto, el análisis
arquitectónico del inmueble, que incluye
los planos de la planta baja, planta alta,
planta de azotea, fachadas y dos cortes
(uno transversal y otro longitudinal).
La etapa dos, consistió básicamente
en la Declaratoria y Elaboración de la
Manifestación de Impacto Regulatorio
(MIR), es decir, el llenado de formatos
que requiere el INBA para dar de alta el
proyecto en el Sistema.
La conclusión de todo este proceso es el
siguiente:
-El edificio cumple desde diversos
aspectos con los requerimientos para ser
declarado como un Monumento Artístico
Nacional, pues posee los valores estéticos
relevantes.
-Es un hito para la ciudad de Saltillo,
además de poseer características
materiales y constructivas que son
muestra del alto desarrollo alcanzado en
la construcción en la ciudad de Saltillo
durante el siglo XX.
Por todo lo anterior, es obligación de
la Sociedad Saltillense el reconocer,
disfrutar, conservar, proteger y promover
su patrimonio cultural, no solamente
los bienes arqueológicos e históricos,
sino también el patrimonio moderno,
aquel que aunque haya sido construido
más recientemente, también aporta
información valiosa sobre una sociedad.
REVISTA PEDAGÓGICA
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Y CULTURAL /
CEREMONIA, FESTEJOS
Y EVENTOS DE
CONMEMORACIÓN DEL
CENTÉSIMO ANIVERSARIO DEL
EDIFICIO DE LA BENC
EVENTOS
Exposición pictográfica:
Pasado, presente y futuro de la
Benemérita Escuela Normal de Coahuila
4 de febrero de 2009
Este día, en punto de las nueve de
la mañana, en el vestíbulo de la
Presidencia Municipal de Saltillo, se
realizó la inauguración de la Exposición
pictográfica e historiográfica de la
BENC, en la cual se mostraron imágenes
relevantes del pasado y presente del
emblemático edificio que representa la
personalidad de la misma. Las imágenes
expuestas resumen gráficamente, en
su máxima expresión las virtudes que
caracterizan a la institución a lo largo de
los CXV años de su fundación.
En el recorrido por esta muestra
pictográfica, se explicó la amplia
trayectoria de nuestra Escuela en
la formación de docentes, que han
desplegado todo su saber pedagógico
a lo largo y ancho del Estado, sus
raíces liberales, raíces que tienen su
antecedente histórico en el pensamiento
liberal de Don Benito Juárez quien
siempre defendió la igualdad, la libertad,
la legalidad y la democracia, con el
claro compromiso de dar educación al
30
pueblo mexicano. Todo lo anterior se
encuentra plasmado y representado en
la arquitectura del majestuoso edificio
de la Escuela Normal.
De la misma manera, se dio una
amplia explicación sobre los rasgos
y características del edificio, su
conservación y el proceso de
reconocimiento de éste por parte del
Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH).
Se recordó que fue durante la dirección
del Profesor Andrés Osuna, cuando
se impulsó la construcción de esta
imponente obra arquitectónica, motivo
de orgullo de la sociedad saltillense, y
en general del Estado de Coahuila. Esta
impresionante construcción posee un
significado profundamente filosófico y
metafísico, pues no es tan sólo una obra
de la arquitectura neoclásica; se refiere
a utilizar el arte como instrumento
educativo del pueblo, al servicio de
los valores éticos, estéticos y cívicos;
aunado a lo anterior, en su estructura se
identifican elementos de innovación y
tecnológicos.
La actividad fue complementada con la
participación de los talentos artísticos
normalistas, quienes hicieron gala de sus
habilidades histriónicas para amenizar
esta presentación al celebrarse los
primeros cien años de la construcción de
este bello edificio.
La muestra historiográfica permaneció
por espacio de veinte días para
beneplácito de los visitantes que se
dieron cita para admirar en imágenes la
historia de Nuestra Alma Mater.
Durante su inauguración, la exposición
contó con la presencia de distinguidas
personalidades entre las que podemos
mencionar al exgobernador Lic. Eliseo
Mendoza Berrueto, el historiador Arturo
Berrueto González, Director del Consejo
Editorial del Gobierno del Estado,
profesor Jesús Manuel de la Garza Long,
subsecretario de educación superior de la
SEC, profesor Guadalupe Sergio Resendiz
Boone, Subsecretario de Educación
Cívica del Gobierno del Estado, Profesor
Rubén Gámez Valero, Exdirector de la
Escuela Normal de Coahuila, Profesor
Héctor Rivera, representantes de la
autoridad municipal, y el profesor Mario
Alberto Domínguez García, director de la
Escuela Normal.
Panel: Diseño y Construcción
del edificio de la BENC
El mismo día 5 de febrero, en el Salón
de Actos “Lic. Miguel Cárdenas Santos”,
se efectuó un Panel sobre “Diseño y
trascendencia histórico-arquitectónico
del edificio de la BENC. en Destacaron
los comentarios de expertos maestros en
arquitectura: Francisco Martínez Pérez,
David Pineda Muñoz, Álvaro Canales
Santos y Rolando Elizondo Arreola
quien fue el encargado de moderar la
actividad.
En este Panel se destacó la importancia
que tiene el edificio, su tipo de
arquitectura, el cómo está diseñado y
construido, la distribución arquitectónica
REVISTA PEDAGÓGICA
Y CULTURAL /
31
de cada uno de sus tres niveles, el
tipo de materiales empleados, su
procedencia, la imponente cúpula,
símbolo del orgullo normalista,
su localización, orientación, su
funcionalidad, las modificaciones que
se le han hecho, sus constructores, etc.
Cada uno de los invitados realizó una
excelente exposición, contrastada y
argumentada con documentos históricos
y planos arquitectónicos de la época
y actuales, lo que motivó una sesión
amena y agradable para los asistentes
quienes escucharon atentamente
la participación de cada uno de los
expertos.
En la sesión, no faltaron las amplias
explicaciones en relación a la magna
arquitectura del edificio, que forma
parte de una nueva generación de
edificios en la ciudad de Saltillo y en
Coahuila, así como la relación que
guarda con el contexto de los siglos XX
y XXI.
Luego de los brillantes comentarios
de los expositores, se concluyó, por
parte del moderador al mencionar la
importancia de nuestro edificio, que
como proyecto educativo tiene para
Coahuila y el país.
Develación de la placa con
el nombre de la BENC en el
Congreso del Estado
Un Decreto que a la letra dice:
Congreso del Estado
independiente Libre y Soberano
de Coahuila de Zaragoza
DECRETO NÚMERO 715
ARTÍCULO ÚNICO.- El Congreso del
Estado de Coahuila de Zaragoza,
aprueba que en el Muro de Honor
del Salón de Sesiones del Palacio del
Congreso, se inscriba con letras doradas
y se devele en Sesión Solemne, el
nombre de la “Benemérita Escuela
Normal de Coahuila”, en reconocimiento
a la fecunda y trascendente labor
educativa, cultural y social del
normalismo coahuilense para el
desarrollo integral del Estado.
TRANSITORIOS:
ÚNICO.- Publíquese el siguiente Decreto
en El Periódico Oficial del Estado.
DADO en el Salón de Sesiones del
Congreso del Estado, en la Ciudad de
Saltillo, Coahuila, a los veintinueve días
del mes de Diciembre del año Dos mil
ocho.
DIPUTADO PRESIDENTE FRANCISCO
JAVIER Z. CRUZ SÁNCHEZ
DIPUTADO SECRETARIO
32
GENARO EDUARDO FUANTOS SÁNCHEZ
DIPUTADO SECRETARIO
JOSÉ REFUGIO SANDOVAL RODRÍGUEZ
Con este antecedente, el día 5 de
febrero, en el Congreso del Estado, en
sesión solemne, el nombre de nuestra
institución fue develado con letras
doradas en el Muro de Honor del Recinto
Legislativo de Coahuila. El Profesor
Mario Alberto Domínguez García,
director de la BENC, recibió de manos
de los legisladores José Antonio Campos
Ontiveros y José Manuel Villegas, la placa
que contenía inscrito el decreto en el
que se decide realizar este homenaje a la
noble, centenaria y benemérita Escuela
Normal.
En la sesión solemne del Congreso y
presidiendo la Mesa se encontraba
el Licenciado Armando Luna Canales,
Secretario de Gobierno en el Estado,
en representación del C. Profesor
Humberto Moreira Valdés, Gobernador
Constitucional del Estado de Coahuila
de Zaragoza, el Magistrado Licenciado
Gregorio Alberto Pérez Mata, Presidente
del Tribunal Superior de Justicia del
Estado, y el Diputado Fernando De las
Fuentes Hernández, Presidente de la
Junta de Gobierno del Congreso del
Estado.
En el recinto legislativo hicieron acto de
presencia, además, el General de Brigada
Diplomado de Estado Mayor, Gerardo
Rubén Serrano Herrera, Comandante
de la Sexta Zona Militar, Don Francisco
José Madero González y Don Eliseo
Mendoza Berrueto, ex gobernadores de
nuestro Estado, así como el Licenciado
Jorge Torres López, Presidente Municipal
de Saltillo. El Procurador de Justicia,
el Licenciado Jesús Torres Charles; la
Secretaria de Desarrollo Social, María
Esther Monsiváis y el Secretario de
Educación y Cultura, Profesor Víctor
Zamora Rodríguez; el Secretario de la
Función Pública, Ismael Ramos Flores;
el Secretario de Salud, Raymundo
Verduzco Rosán; el Secretario de
Fomento Agropecuario, Román Alberto
REVISTA PEDAGÓGICA
Y CULTURAL /
33
Cepeda González; el Secretario de Medio
Ambiente, Francisco Martínez Ávalos.
Los Profesores Rubén Gámez Valero,
Guadalupe Sergio Reséndiz Boone,
Andrés Mendoza Salas, Thelma Cecilia
De la Fuente, Jesús de la Garza Long y
Gustavo Ramírez Natera, ex directores
de la Benemérita Escuela Normal de
Coahuila, su actual director, el Profesor
Mario Alberto Domínguez García, así
como maestros, alumnos y en general
toda la comunidad normalista.
Durante la Sesión Solemne, correspondió
al diputado Ramiro Flores Morales el
discurso oficial en donde subrayó que el
normalismo coahuilense forma maestros
que transforman la realidad, que captan
la corriente histórica del presente y la
adaptan al futuro.
DISCURSO DEL DIPUTADO
RAMIRO FLORES MORALES
“De una a otra frontera, tus hijos sin
mancha, pura, ha llevado tu bandera
luchando por la cultura y laureles
conquistando para bien y para gloria de
tu nombre inmaculado que símbolo es
de victoria”
Así reza una estrofa del marcial
himno de la Benemérita Escuela
Normal de Coahuila, nombre que hoy
perpetuamos en este recinto y que sus
34
acordes bien ejemplifican la razón de
este acto.
Una bondadosa designación me ha
concedido el privilegio de representar a
mis compañeros legisladores para dirigir
el pensar y sentir que nos motiva a este
meritorio, justiciero y trascendental
evento.
El normalismo coahuilense ha sido
eje vital de la educación, faro de luz
cuyos brillantes rayos han llevado sus
beneficios, no sólo en Coahuila sino
en todo México. Plantel de auténticos
maestros que han diseminado hacia los 4
puntos cardinales las virtudes esenciales
del educador; transformador mental,
escultor de hombres que capta la
energía de la corriente histórica del país,
la adapta a las circunstancias y dirige la
conspiración y método del futuro.
Para aquilatarlo estamos convocados
a esta sesión Solemne bajo los signos
del reconocimiento y de la gratitud para
atestiguar en este fausto acontecimiento
cultural como un tributo de
veneración y perenne reconocimiento a
la insigne Benemérita Escuela Normal
de Coahuila, al plasmar su nombre
en letras de oro, que como lámpara
votiva inextinguible permanecerán
en el Muro de Honor de este Recinto
Legislativo; y que a la vez, representan
una gran responsabilidad y compromiso
de continuar con su labor educativa en
beneficio de los futuros educadores del
pueblo.
Fue el 5 de febrero de 1909 cuando
es inaugurado con toda solemnidad
este majestuoso edificio. Aniversario
que nos remite a este momento y
sirve de motivo para inmortalizar
su nombre en la sede del Poder
Legislativo.
El origen de nuestra Alma Mater data
de 1894 - hace 115 años cuando siendo
gobernador don Francisco Arizpe y
Ramos, a través del Congreso expide
el decreto donde se autoriza la
instalación y sostenimiento de la Escuela
Normal de Profesores del Estado,
naciendo oficialmente el 4 de mayo.
El mismo gobernador decidió que
5 recién graduados distinguidos por
dedicación, inteligencia y buen
sentido: Apolonio M. Avilés, Rubén
Moreira Cobos, Leopoldo Villarreal
Cárdenas, Anastasio Gaona y
Gabriel Calzada; a quienes envió a la
mejor normal en Estados Unidos; la de
Bridgewater, Massachusetts, quienes
aparte de novedosos conocimientos
y tecnologías didáctico – pedagógica, se
trajeron los planos arquitectónicos para
la construcción de su futura escuela,
misma que inicio en 1908. Lográndose
gracias al empeño y visión del
Profr. Andrés Osuna, su tercer director
y a la solidaridad del gobernador Miguel
Cárdenas quien invirtió la importante
cantidad de trescientos cincuenta mil
pesos en la edificación. Admirable
expresión arquitectónica que distingue
a Saltillo y a todo el estado.
Los cimientos son fuertes como lo
exigen lo sólido de la construcción
de fachadas de bella cantera blanca
de Durango, de columnas jónicas de
recia verticalidad que sostienen sus
centenarios muros, pórtico neoclásico,
y escalinatas de mármol negro, hoy
desgastadas por las millones de fuertes y
pesadas pisadas que, plasmaran
sus alumnos cargados de sueños e
ilusiones que, a diario las transitan.
De sus aulas, irrumpieron gran
cantidad de alumnos para unirse
a los pronunciamientos y demandas
de la sociedad; desde los primeros
movimientos pre revolucionarios,
luego al sumarse a Madero y Carranza
y de ahí hasta el presente; la Normal
de Coahuila siempre vigente en cada
una de las épocas que ha vivido, y hoy
se proyecta con el vigor, creatividad
REVISTA PEDAGÓGICA
Y CULTURAL /
35
y sensibilidad; distinguiéndose por
la constante transformación; en esto
radica la trascendencia de su función
educativa, preparando docentes para
esparcir la generosa y prolífera semilla de
la educación por todos los rincones del
país. Antorcha perenne, que tal como
se simboliza en su escudo, es fiel reflejo
del conocimiento, de la libertad, y de la
permanente revolución educativa que en
esta institución día a día se vive.
Todo acorde a su origen de pertenencia
al pueblo, nutriéndose con la mejor
sangre - sus estudiantes-, y siempre al
servicio del pueblo, destacándose por
su vocación humanista y orientadora
de los cambios sociales, y por lo mismo
forjadora de la historia.
De ahí la justicia de este reconocimiento
a su legado histórico.
Sus egregios directores son dignos de
honrar, desde Luis A. Beauregard hasta
Mario Alberto Domínguez García, a
quienes les ha correspondido conducir
a nuestra Aula Magna, ajustándose
a las exigencias típicas de su encomienda,
y cumplieron con creces el deber que
la sociedad les señaló, con absoluta
conciencia de su responsabilidad y
lealtad, sin esperar más recompensa
que la de ver formados a sus
alumnos, como brotes nuevos de las
generaciones que han de buscar, con su
acción, la prosperidad de México.
Tras la inscripción de su nombre
con letras doradas en este muro,
honramos a la Benemérita Escuela
Normal, honramos y reconocemos
36
a todos los docentes pasados y
actuales, que con su enseñanza forjaron
el espíritu e intelecto de sus alumnos,
con capacidad, imaginación creadora,
autoridad moral, espíritu de servicio
social, optimismo inquebrantable,
enorme amor patriótico y con una
gran preparación científica didácticopedagógica. Lo mismo hacemos a las
más de 100 generaciones de alumnos
que han egresado de sus maternales
aulas, haciendo siempre suyo el
lema subyugante y alentador “Labor
Omnia Vincit”, presente como bautizo
intelectual y filosófico.
En mérito a su eficiente desempeño y
trascendencia, en abril de 1969 se le
otorgó por aclamación el insigne título de
Benemérita, esto aconteció a iniciativa
de los maestros asistentes al Cuarto
Congreso Nacional de Educación Normal.
13 años después, el 23 de marzo de 1983
el gobernador Lic. José de las Fuentes
Rodríguez y la XLIX (cuadragésima
novena) Legislatura, expidieron el
decreto 51 para confirmar el título de
Benemérita.
Hoy para todos los normalistas, es
motivo de profunda satisfacción y orgullo
que uno de sus alumnos, egresando
en la generación 1985, un verdadero
exponente de la filosofía humanista,
de gran sensibilidad social, esté
desempeñándose en la más alta y grave
responsabilidad, y el más grande honor
a que pueda aspirar un coahuilense.
Su trayectoria cívica, el conocimiento
de nuestro Estado, su honestidad
ideológica, apoyo y cariño a la tierra que
lo vio nacer y a sus instituciones: son la
garantía de que toda su actividad está
dedicada tal como lo ha demostrado,
siempre a lo mejor de las causas de la
gente.
Por ello me permito agradecer
cordialmente la significativa presencia
del Gobernador Constitucional del
Estado Profr. Humberto Moreira Valdés,
distinguido ex alumno de la Benemérita
Escuela Normal de Coahuila.
En estos muros donde se perpetúa la
memoria de los ilustres forjadores de
nuestro Estado. Nombres que unen el
pasado y el presente, y que reflejan la
raíz de nuestra identidad local. El pasado,
cargado de heroísmo y fecunda creación,
de empeño, sacrificios y realización; el
presente, puente con el pasado, lleno de
esperanza, anhelos y la sólida certeza de
que el camino será más promisorio con
esa simbiosis.
Y por fin, hoy salvamos un histórico
pendiente, en justo merito ganado a
pulso en sus 115 años de existencia,
y por su liderazgo a nivel nacional, la
Benemérita Escuela Normal de Coahuila
se incorpora a la ilustre nómina de
nuestros forjadores de la historia estatal
al inmortalizar para la eternidad su
nombre en este recinto de la soberanía
popular.
Durante los últimos años hemos sido
testigo de grandes acontecimientos que
vienen transformando vertiginosamente
a la sociedad, gracias a los avances
científicos y tecnológicos; a los cambios
ideológicos y sociales, la globalización
de la economía y cambios en la escala
de valores; ello sin duda alguna impacta
directamente al sistema educativo; por lo
que la formación de los actuales y futuros
profesores debe ser de renovación
permanente, y ofrecer a las nuevas
generaciones de alumnos una educación
que responda enfrentando y venciendo a
los retos por venir.
Todos los aquí presentes comulgamos
con algo en común…nuestra confianza
en la juventud estudiosa, quien
sabrá proceder preparándose para
satisfacer los reclamos del país y de
Coahuila, forjándose como docentes
más eficientes, mas constantes,
más preparados, mas arraigados y
comprometidos con el pueblo y sus
causas; y sabrán salvaguardar nuestro
histórico patrimonio, orgullo y mística de
normalistas.
Permítame terminar mi intervención
trayendo a este lugar la bella aportación
cultural de la distinguida compañera
egresada en 1938, Alicia Guedea,
originaria de Sabinas, que le compuso a
nuestra querida escuela:
mil clarines los ámbitos llenan
proclamando tu nombre inmortal
en los aires mil voces resuenen
¡Salve! ¡Salve!; ¡Escuela Normal!
REVISTA PEDAGÓGICA
Y CULTURAL /
37
DISCURSO DEL MTRO. MARIO
ALBERTO DOMÍNGUEZ GARCÍA
EN LA SESIÓN SOLEMNE DEL
CONGRESO
En abril de 1969 expresaba Don Agustín
Yáñez Secretario de Educación de aquella
época; “plantel insigne, plantel modelo,
plantel de auténticos maestros que
han diseminado hacia todos los rumbos
de México las virtudes esenciales del
educador “
La Escuela Normal para Profesores como
fue llamada desde su inicio en 1894 está
por cumplir el próximo 4 de mayo su
CXV aniversario, hoy está de fiesta ya
que celebra los primeros 100 años de su
señorial y majestuoso edificio, testigo fiel
de hechos trascendentales para nuestra
patria, cuya primera piedra se colocó
el 21 de marzo de 1906 bajo el amparo
del primer centenario del nacimiento
del hombre que instauró el estado de
derecho y el liberalismo radical: Juárez,
quien además dio cause y orientación a la
educación y al Normalismo en Coahuila.
Con Andrés Osuna, inolvidable tercer
Director, se cristaliza el sueño de darle
a la escuela Normal un hogar producto
del empeño y trabajo de profesores,
padres de familia y alumnos de todos los
municipios, finalmente con la aportación
del gobierno del Lic. Miguel Cárdenas
quien se hace cargo de la construcción y
equipamiento del inmueble.
Bastaron sólo tres años y en un día como
hoy 5 de febrero pero de 1909 se da
por inaugurado esta obra arquitectónica,
38
por lo que tanto en la fecha de
colocación de la primera piedra como
en su inauguración, el maestro Osuna
hace coincidir el legado de un ideario
filosófico- social que da sustento a la
labor educativa de esta noble institución.
Quince años estaban por cumplirse
desde su fundación, cuando finalmente
emerge en Saltillo el majestuoso
edificio con un diseño y construcción
únicos en México, cuya historia es
amplia e imposible de narrar hoy ante
ustedes, pero basta con decirles que
sólo una obra arquitectónica de tal
magnitud, sobriedad y elegancia podría
albergar una institución que cuenta
con una visión clara y firme movida
por las causas más justas: servirle al
pueblo mexicano y guiarlo a través de
la luz del conocimiento al progreso y la
trasformación social.
En su centenaria existencia, la
Benemérita Escuela Normal de
Coahuila ha sido semilla generadora
de otras instituciones: las escuelas
Anexas y nuestra querida Normal
Superior. Otros frutos lo son las sietes
Escuelas Normales de nuestro Estado
que en forma conjunta, definen y
continúan engrandeciendo el honor del
NORMALISMO COAHUILENSE.
La cosecha del Normalismo es pródiga
en varios campos, se distinguen:
Secretarios y subsecretarios de
educación, líderes sindicales tanto
estatales como federales, Directores de
Escuelas, Rectores de Universidades,
historiadores, escritores, periodistas,
cronistas, presidentes municipales,
regidores, síndicos, senadores, diputados
en los Congresos Estatales y de la Unión
y dos gobernadores, que son el “EL
ORGULLO NORMALISTA” distinguidos
ex alumnos de nuestra Benemérita
Institución que muestran que el trabajo
todo lo VENCE, su amor a la patria y
compromiso con la sociedad, nuestro
estimado Profr. Eliseo Mendoza Berrueto
y a nuestro ejemplo, nuestro amigo, el
amigo de la gente, El Profr. Humberto
Moreira Valdés.
Tres hechos sobresalen en los últimos dos
años como testimonio del compromiso
del gobierno de la gente por preservar
este invaluable recinto: la remodelación
de la cúpula que asegurará su estructura
otros cien años más, la espectacular
iluminación que desde el 2008 permite
contemplarla en todo su esplendor y la
iniciativa del Sr. GOBERNADOR de que
el edificio sea decretado Monumento
Artístico Nacional.
que proviene del conocimiento,
pugnando por una verdadera educación
de calidad, abriendo nuevos horizontes
y si es necesario derribando muros, como
el que hoy se vive ante la incertidumbre
nacional.
Hoy señores y señoras, se honra a la
BENC al colocar su nombre en este
recinto.
Por el cariño y el reconociendo que la
sociedad le hace a nuestra alma-mater,
¡GRACIAS, GRACIAS, A NOMBRE DE
TODOS LOS MAESTROS COAHUILENSES!
Es altamente significativo Señores
Diputados, el que hoy 5 de febrero el
nombre de la BENEMERITA ESCUELA
NORMAL DE COHUILA, sea colocado
en este honorable recinto donde toda
la familia normalista refrendamos
nuestro compromiso ante ustedes
y ante usted señor gobernador que
como ejemplo de los más de 11,000
maestros coahuilenses egresados
de esta benemérita y centenaria
institución, seguiremos luchado
contra la ignorancia, el analfabetismo,
la marginación y la injusticia social,
combatiendo por las causas más nobles
de la sociedad, bajo la luz de la esperanza
REVISTA PEDAGÓGICA
39
Y CULTURAL /
COLOQUIO DE HISTORIA
“NUESTRO SER NACIONAL”
10, 11 y 12 de febrero de 2009
Un interesante Coloquio de Historia
titulado “Nuestro Ser Nacional” fue
organizado por el Gobierno del Estado, el
Colegio Coahuilense de Investigaciones
Históricas, y la Benemérita Escuela
Normal de Coahuila, en el marco de los
festejos conmemorativos del Centenario
del edificio de la BENC. Los temas que
se analizaron y explicaron en este panel
se relacionaron con la independencia de
México, la Reforma y la República y el
México actual.
Para el primer tema, “La Independencia
y la organización de la República Federal
de México”, se contó con la presencia
de distinguidas personalidades como la
Mtra. María Elena Santoscoy Flores, el
Lic. Lucas Martínez Sánchez y Lic. Miguel
Felipe Mery Ayup, y moderando la sesión
el padre Rodolfo Escobedo Díaz.
Luego de la brillante exposición, los
panelistas establecieron las siguientes
conclusiones:
Durante el dominio español, nuestro
país era una colonia; en el siglo XIX
experimentó la monarquía; después de
que nuestro país logra su independencia,
se inicia una lucha entre dos grupos
por imponer su proyecto de nación. El
grupo progresista (liberales) luchó por el
establecimiento de la República Federal.
El grupo conservador, defendió el
centralismo, esto es el poder central que
debía gobernar a los departamentos en
40
que se dividiría el territorio nacional.
Esto significó que México enfrentó
muchos y graves problemas de
inestabilidad propios de una nación
que transitaba de la vida colonial a una
independiente. Pero, al mismo tiempo,
existía la esperanza de hacer de México
una República soberana, representativa y
democrática basada en su independencia
y libertad. En este contexto histórico
nació el liberalismo y, por tanto, derivado
de este, muchos años después, el
constitucionalismo.
Los gobiernos estatales del sistema
federal nacieron de la institución de la
diputación provincial, establecida en la
Constitución española de 1812.
De acuerdo a las bases constitucionales
de 1835, el Estado mexicano se convirtió
en centralizado; tuvo departamentos
en lugar de estados y gobernadores
designados por el ejecutivo nacional.
El Congreso formó las Siete Leyes
Constitucionales en 1836, un complicado
sistema de gobierno, en el cual, junto a
los poderes que hasta entonces habían
existido en México fue establecido
un cuarto poder; el Supremo Poder
Conservador, compuesto por cinco
individuos elegidos por las juntas
departamentales y el Congreso.
Con el nacimiento de la Primera
República Federal, el Estado Mexicano
se convertiría en garante de la vigencia
y efectividad de un nuevo ideal y de un
nuevo orden jurídico reinante en nuestro
país.
El segundo tema a presentar fue “La
Reforma de la República”, y quienes
tuvieron a su cargo la exposición fueron:
el maestro e historiador Arturo Berrueto
González, Profr. Juan Ramón Prado
Salazar y el Lic. Ariel Cueto Rodríguez.
El moderador fue Manuel H. Gil Vara,
cronista de la ciudad de Ramos Arizpe.
Al término de la intervención de cada uno
de los panelistas se llegó a las siguientes
conclusiones:
Que a pesar de las luchas entre
centralistas y federalistas, triunfa en 1855
con el Plan de Ayutla el régimen federal
que gozamos hasta nuestros días.
Que Juárez decretó la separación de
los estados de Coahuila y Nuevo León y
combatió a Santiago Vidaurri , traidor a la
patria, hasta el triunfo de la República.
Que Benito Juárez fue un ferviente
defensor de la soberanía nacional,
y extremadamente riguroso con los
conservadores al combatir la intervención
extranjera.
Que las Leyes de Reforma y la
Constitución de 1857 son el andamiaje
legal que edificó una sociedad moderna,
laica, republicana y soberana.
Que Juárez, con todo en contra,
se moldeó primero a sí mismo, y
después moldeó a su patria. Superó las
adversidades alentado por sus principios
y tuvo la habilidad política de rodearse
de los mejores hombres de su época, una
generación difícilmente igualada por su
patriotismo y su integridad personal e
intelectual: esta generación fue la de los
Liberales, que en número no alcanzaba
llegar a cien miembros.
Que la República Restaurada fue el
momento cumbre del espíritu juarista,
irrepetible hasta ahora, pero siempre
pendiente de recuperarse en sus
libertades, en su ideal social y cultural.
REVISTA PEDAGÓGICA
41
Y CULTURAL /
El día jueves 12, el tema a
exponer fue “Un país para
Todos”, y los exponentes:
el maestro e historiador
Jesús Alfonso Arreola
Pérez, el historiador Álvaro Canales
Santos y el Lic. Xavier Díez de Urdanivia;
moderando la sesión el Mtro. Mario
Alberto Domínguez García, director de la
BENC.
Luego de la brillante exposición, los
panelistas establecieron las siguientes
conclusiones:
42
es positivo, pues por
las fuerzas motrices
que la hicieron posible
—campesinos, indígenas
y obreros— la Revolución
tuvo un carácter eminentemente
popular; encarnó asimismo importantes
demandas políticas y sociales surgidos de
la opresión, la injusticia y la desigualdad
acumuladas por más de 30 años de
dictadura.
Las luchas internas en el país, entre
los distintos grupos políticos, dieron a
México una perspectiva diferente como
nación latinoamericana.
Somos un país que ha cambiado, México
es un país para todos los mexicanos,
pues hoy en día gozamos de libertades y
derechos de expresión, de manifestación
y de creencias, el sufragio efectivo, el
derecho de huelga, la educación gratuita,
el derecho a la tierra.
México es el único país que ha vivido
con muchas más libertades y progreso,
a diferencia de otros países, de hecho
después de la Revolución, sirvió
de refugio para perseguidos de las
dictaduras: españoles, argentinos,
chilenos, uruguayos, centroamericanos,
etc. quienes encontraron en nuestro país
libertad para vivir y trabajar. Por lo tanto,
el saldo de la Revolución Mexicana
Durante los tres días en que se apreció
el Coloquio, se contó con la presencia
de distinguidos representantes de la
Secretaría de Educación y Cultura, del
Colegio Coahuilense de Investigaciones
Históricas, directivos, personal docente
y alumnos de la institución anfitriona,
quienes externaron su beneplácito por
este tipo de actividades académicas que
permiten obtener nuevos aprendizajes
que serán de utilidad en su formación, y
sobre todo por el alto nivel de dominio
científico e histórico de los panelistas.
Presea IMARC
12 de febrero de 2009
En este día, el Instituto Mexicano
Norteamericano de Relaciones Culturales
de Saltillo, A. C. (IMARC), llevó a cabo
la XIV entrega de la Presea
IMARC 2009, teniendo
como sede el majestuoso
Salón de Actos “Lic. Miguel
Cárdenas de los Santos” de
la BENC.
La presea IMARC se entrega
en las categorías de Mérito
Institucional, empresarial,
comunitario, social,
profesional y
administrativo,
partiendo de las
propuestas de su
consejo general y de la
propia ciudadanía.
Este año, la Benemérita
Escuela Normal de Coahuila fue
galardonada con la Presea al Mérito
Institucional, coincidiendo con los
festejos del Centenario del edificio.
Correspondió al Mtro. Mario Alberto
Domínguez García, director de la misma,
quien a nombre de la comunidad
normalista recibió el galardón que se
convierte en un orgullo
de la trascendencia de
la Institución educativa.
Representa una más de
las distinciones de que ha
sido objeto la centenaria
institución reconocida a
nivel nacional como una de las
mejores escuelas formadoras de
docentes.
Este reconocimiento se
otorgó a la BENC por
su obra de beneficio
hacia la sociedad, por
su talento a favor de
la creación artística
y cultural y por la
conservación y uso del
patrimonio cultural
que representa.
REVISTA PEDAGÓGICA
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Y CULTURAL /
CEREMONIA EN LA ESCALINATA
DE LA BENEMÉRITA ESCUELA
NORMAL DE COAHUILA
El mismo día 5 de febrero, la hermosa
escalinata del imponente edificio de la
BENC sirvió de marco para las actividades
artísticas y verbena popular planeadas
especialmente por las autoridades,
docentes y alumnos de la institución,
quienes se dieron cita, pletóricos
de alegría y orgullo para festejar los
primeros cien años del edificio que
alberga a su escuela.
A partir de las 18:00 horas dio inicio la
Ceremonia Solemne con los honores a
la Bandera Nacional, la cual fue portada
con gallardía por la escolta de la BENC,
marchando con marcial donaire al paso
de la Banda de Guerra del Glorioso
Ejército Mexicano.
Posterior a los honores a nuestro lábaro
patrio, se procedió al izamiento de la
Bandera de la Escuela Normal, la cual
ondeó vigorosamente al ser acompañada
por una interpretación de tambores; tal
parecía que compartía con los asistentes,
del orgullo y emoción que se vivió el
momento.
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Enseguida se develó la placa en
donde se inscribe el nombre de la
Benemérita Escuela Normal de Coahuila,
correspondiendo a los directivos
profesores Mario Alberto Domínguez
García y José Mardonio Contreras
Martínez, director y subdirector
administrativo respectivamente, tal
honor, acompañados de personal
docente, jubilados y alumnos de la
escuela.
Posteriormente, la profesora María del
Rosario Domínguez García y profesor
Rubén Gámez Valero, maestra jubilada
y ex director de la escuela, dirigieron un
emotivo mensaje a los presentes en el
evento conmemorativo.
Palabras de la Profra. María del
Rosario Domínguez García
Es para mí motivo de orgullo y
satisfacción, brindar estas palabras que
he escrito hoy al mediodía, después
de asistir a una ceremonia hermosa
en donde se ha puesto una placa en el
Congreso del Estado con letras doradas
que dicen BENEMÉRITA ESCUELA
NORMAL DE COAHUILA, y he llegado muy
emocionada y he escrito este regalo para
nuestra Institución:
Para mi querida y Benemérita Escuela
Normal,
Entre lo hecho
y lo que está por hacerse,
tiéndase un lazo urdido
de experiencia y esperanza,
atrás queda la historia
y espera inexorable,
el compromiso creador,
la Benemérita y hoy
Centenaria Escuela Normal,
enfrenta con renovada decisión
ese compromiso.
Felicidades mil, muchas gracias por su
atención.
ACTIVIDAD ARTÍSTICA Y VERBENA
POPULAR
Varios cientos de personas se
concentraron frente a la Escuela
Normal de Coahuila para presenciar
el espectáculo de música y fuegos
artificiales que sirvió para cerrar los
festejos por el primer centenario del
majestuoso edificio de la Escuela
Normal de Coahuila. Como inicio del
programa artístico organizado para tal
efecto, se contó con la presencia de la
Banda Sinfónica del Estado, quienes
ejecutaron clásicas piezas musicales
para enseguida formar un ensamble
musical con el Coro Polifónico de la
Institución, lo cual representó un lujo
al realizar una fusión artística con sus
interpretaciones.
La Benemérita Escuela Normal de
Coahuila participa de manera activa
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Y CULTURAL /
en el Consejo de Vinculación Cultural
de Saltillo, hermanada con otras
Instituciones de Educación Superior y
promotoras de la cultura en nuestra
ciudad como la Universidad Autónoma
de Coahuila, Universidad Pedagógica
nacional, Universidad Autónoma Agraria
“Antonio Narro”, Universidad Autónoma
del Noreste, Universidad Tecnológica
de Coahuila, Universidad del Valle de
México y el Instituto tecnológico de
Saltillo, quienes estuvieron presentes
apoyando la fiesta que engalanó a
nuestra centenaria escuela.
Así, se contó con la participación de
grupos artísticos como la Rondalla del
ITS, el grupo de música latinoamericana
Takinkai, el grupo de música
norteña “Acordeón Incontenible”, el
Internacional Grupo “Reforma”, el
Internacional Grupo Yahari, además
de los valores normalistas, lo cual tuvo
una gran aceptación de parte de los
asistentes a la verbena popular, pues
en todo momento hubo canto, baile,
alegría, botargas, antojitos mexicanos,
como ingredientes principales del
festejo que cerró con broche de oro los
festejos por el centenario.
El momento más emotivo de la
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noche de fiesta fue cuando los fuegos
artificiales aparecieron en el cielo,
encendiéndose un letrero con las
palabras “Edificio 100 años”. Los
fulgores rojo, azul y blanco brillaron
proporcionando a la comunidad
asistente un espectáculo excepcional,
que mostró la emotividad y puso de
manifiesto el sentido de identidad con
su prestigiada escuela.
Al llegar a sus primeros cien años en su
edificio, la Benemérita Escuela Normal
de Coahuila, avanza con renovados
bríos en algunos proyectos que
enaltecerán aún más su trayectoria;
este año se cumplen 117 años de
fructífera vida institucional, y con
el propósito de conservar para las
generaciones venideras los testimonios
de su evolución educativa, científica
y tecnológica, continuará teniendo
el carácter de Benemérita para el
cotidiano desarrollo de sus actividades;
aunque para ello es requisito
indispensable mantener siempre
presentes los elementos y símbolos
más representativos que hacen de
esta institución, la Escuela Normal por
excelencia.
Misión
Formar Licenciados en Educación Primaria;
con un enfoque pedagógico, humanista
y ético; que les permita instrumentar
una práctica docente innovadora,
transformadora y de calidad que de
respuesta al desarrollo social, cultural,
económico actual.
Visión
Ser una institución de Educación
Superior con calidad en la formación
inicial de licenciados en educación
primaria a nivel estatal y nacional,
fundamentada en una práctica docente
emprendedora, creativa e innovadora
de alta capacidad, competitividad y
gestión académica, que se distinga por
el liderazgo académico y ético de los
docentes, alumnos en formación y de sus
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Y CULTURAL /
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egresados, lo que permitirá
consolidar la vinculación
interinstitucional en el marco
de una interculturalidad que
impacte positivamente en el uso
de la tecnología y el desarrollo
sustentable de la sociedad
con el ejercicio de los valores
universales.
El Escudo de la BENC
Elementos y significado
El símbolo de identidad normalista
es el Escudo de la institución, fiel
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reflejo del Ser Maestro. Simétrico,
con equilibrio y armonía en su
composición y colocación de sus
elementos. De forma ojival, en
campo de color rojo, rodeado
a partir de su parte media de
un segundo elemento en color
azul, una antorcha al centro que
tiene un significado heráldico:
magnanimidad y prontitud
en el desempeño o cometido
intelectual, es decir, es un fiel
reflejo del conocimiento, de
la libertad y de una revolución
educativa. El libro abierto sobre el
que se inscriben las siglas BENC,
significa la erudición, la sabiduría
y la ciencia. De diestra a siniestra,
en forma oval se lee el lema LABOR
OMNIA VINCIT que significa “El
trabajo todo lo vence”
La Bandera de la BENC
Su bandera armoniza con el
Escudo y se halla dividida en tres
franjas verticales, es una unidad
de representación que se plasma
en colores rojo (extremo), blanco
(centro) y azul (extremo). El
color rojo significa la pasión que
se imprime en el hacer; el color
azul significa la justicia, verdad y
lealtad; y el del centro en la cual
va colocada el escudo es de color
blanco, que significa castidad y
pureza.
El Estandarte de la BENC
Es la insignia personal de la
Institución. De forma rectangular,
en color blanco y al centro el
Escudo de la escuela; en la parte
superior y en semicírculo el
nombre y bajo el escudo se lee:
fundación, 4 de mayo de 1894,
Saltillo, Coahuila.
El Lema de la BENC
La Mística del Normalismo
El Normalismo es el cimiento del
sistema educativo mexicano y
representa muchos esfuerzos para su
consolidación. La mística de la Escuela
Normal continua viva en el imaginario
colectivo, reverenciando el modelo del
Maestro y de sus prácticas, la concepción
de la profesión, las convicciones
acerca de lo que se transmite como
saber científicamente fundado; la
responsabilidad de la palabra del
maestro, autorizada y respetada, tanto
por el alumno como por sus padres; pues,
el maestro actuaba y sigue actuando en
segundo orden, como formador de las
familias de los alumnos y como gestor
de muchas de sus necesidades, ahora,
en estos tiempos de globalización y de
la sociedad de la información, con una
nueva cultura docente.
Saber leer y escribir, tener al menos
18 años y contar con antecedentes
personales intachables eran requisitos
mínimos para ingresar a la Escuela
Normal, pero, sin duda, el principal y
el que es reconocido por los mismos
maestros era tener vocación, y la
vocación trae consigo el atractivo de
enseñar, de incorporarse a uno de los
quehaceres más hermosos a que puede
acceder un ser humano. El profesor tiene
en sus manos la más hermosa de las
misiones y responsabilidades, que es la
de formar a los mexicanos del mañana.
Esta es solamente una parte de la mística
del profesor de la BENC
Labor, Omnia, Vincit. El trabajo
todo lo vence.
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Y CULTURAL /
EL HIMNO DE LA BENEMÉRITA
ESCUELA NORMAL DE COAHUILA
de tu nombre inmaculado,
que símbolo es de victoria!
Este himno se elaboró durante las
festividades del cincuentenario, y
fue adoptado oficialmente durante
las Bodas de Oro de la Benemérita
Escuela Normal de Coahuila, y se
estrenó en la velada de graduación
que tuvo lugar el día 5 de mayo de
1944.
CORO
Letra: Profesor José de la Luz Valdez
Música: Profesor Félix Ruano
¡Hay en tus aulas amadas
Gloriosa escuela Normal
rumor de abejas doradas
en torno de su panal;
fulgor de blancas estrellas
ensueños de juventud,
esperanzas siempre bellas,
honor, trabajo y virtud…!
ESTROFA 2
CORO
¡Labor Omnia Vincit !
¡Labor Omnia Vincit !
¡Labor Omnia Vincit !
¡Hay en tus aulas amadas
Gloriosa escuela Normal
rumor de abejas doradas
en torno de su panal;
fulgor de blancas estrellas
ensueños de juventud,
esperanzas siempre bellas,
honor, trabajo y virtud…!
ESTROFA 1
¡De una a otra frontera
tus hijos, sin mancha, pura
han llevado tu bandera
luchando por la cultura
y laureles conquistando,
para bien y para gloria
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El camino del progreso
a la juventud señalas,
Madre que con tierno beso,
en las almas prendes galas
de amor, de fe y de confianza;
porque tú eres luz y vida,
porque tú eres esperanza
de nuestra Patria querida.
CORO
¡Hay en tus aulas amadas
Gloriosa escuela Normal
rumor de abejas doradas
en torno de su panal;
fulgor de blancas estrellas
ensueños de juventud,
esperanzas siempre bellas,
honor, trabajo y virtud…!
¡Labor Omnia Vincit !
¡Labor Omnia Vincit !
¡Labor Omnia Vincit !
Presea “El Orgullo Normalista”
Por primera ocasión en
la historia de la Benemérita
Escuela Normal de Coahuila,
se reconocerá a exalumnos y
excatedráticos que se hayan
destacado por su aportación a
la comunidad normalista y que
representen un ejemplo para los
futuros profesores por su ardua
carrera profesional, académica,
y de proyección humana, y
que participan activamente
en mejorar las condiciones de
la educación y de la sociedad.
Este reconocimiento se plasma
en la presea “EL ORGULLO
NORMALISTA”
La entrega de esta Presea es
producto de un acuerdo tomado
por la Dirección de la BENC y el
Comité de Planeación de la misma
Institución, quienes decidieron
instituir y otorgarla para distinguir
a personalidades destacadas que
estén comprometidas con el progreso
social y promueven los valores más
altos de la educación y del hombre a
favor del mejoramiento de la vida y el
desarrollo humano.
Se ha dispuesto que la Presea se
entregue en tres categorías; en esta
primera ocasión que se entrega la
Presea corresponderá tal distinción al
Profr. Humberto Moreira Valdés y al
Profr. y Lic. Eliseo Mendoza Berrueto
como exalumnos distinguidos;
en la categoría de excatedráticos,
corresponderá a la Profra. Elvira
Luna Muñoz y Profra. Enriqueta de
la Peña Espinosa; y en la categoría
postmortem, se entregará a los
profesores Eliseo Loera Salazar y
Humberto Elizalde Jasso. La decisión
se toma en una comisión formada por
el director en turno de la Benemérita
Escuela Normal de Coahuila y
dos exdirectores seleccionados
ex profeso, quienes considerando
atributos especiales de las personas
propuestas, seleccionarán a aquellos
a quienes se considera que merecen
tal distinción, considerando rasgos
tales como la entrega al trabajo,
liderazgo educativo, amplia visión
humana, identificación con las
causas más nobles de la sociedad, su
eficiencia y por sus valores morales
y éticos como maestros y servidores
públicos. Quienes cumplan con tales
características serán merecedores
de la presea. Se estudiarán los casos
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considerando las razones que los
sustenten, haciendo un análisis
y una síntesis de las condiciones
que ameritan su postulación o su
otorgamiento.
La presea “El Orgullo Normalista”
es un reconocimiento que consta de:
a) Medalla de Bronce sobre base
de madera;
b) Placa con el nombre del docente
a quien se le otorga la presea “Orgullo
Normalista”;
c) Diploma;
d) Publicación de la semblanza
de los seleccionados a recibir la
presea en la edición de la Revista
“Sembradores” y/o en una edición
especial, que llevará el nombre de
la Presea “El Orgullo Normalista”,
para la divulgación de su trayectoria
profesional.
El Director en turno de la
Benemérita Escuela Normal de
Coahuila, convocará cada año, en el
mes de noviembre a dos exdirectores
de la misma institución para formar
la comisión que habrá de proponer
candidatos a la Presea “El Orgullo
Normalista”. En esta primera ocasión
se ha considerado la entrega de la
Presea para el día 14 de abril del
2011 en una solemne ceremonia, que
se realizará en el Salón de Actos del
majestuoso edificio institucional.
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PROFR. HUMBERTO MOREIRA VALDÉS
“Voy con las riendas tensas y
refrenando el vuelo porque no es lo
que importa llegar solo, ni pronto, sino
llegar con todos y a tiempo.”
“No puede haber solidaridad si no
hay esfuerzo”
“La docencia no es más que la
enseñanza práctica de la educación,
la transformación en conocimientos
prácticos de los contenidos adquiridos
en la escuela por medio del estudio”
Ideas fijas que permanecen en
la mente de un gran hombre, que
definen su calidad humana, que lo
elevan por encima de la materia y
lo distinguen de los demás seres. De
ahí que, si nos asomamos a su interior,
podemos asegurar que varios de
sus atributos trascienden la materia,
como la libertad de pensar y la de
expresarse, la de escuchar y defender
las necesidades de otros, y que éstos
sólo pueden existir en un hombre que
desde pequeño se fijó metas, que se
mira a sí mismo a través de los demás.
Calidad humana, libertad,
energía contenida y liberada,
son precisamente los rasgos que
caracterizan la personalidad de
Humberto Moreira Valdés.
Nació en Saltillo, Coahuila el 28
de julio de 1966; Es Profesor de
Educación Primaria por la Benemérita
Escuela Normal de Coahuila. Tiene
una Licenciatura en Educación Media,
con especialidad en Ciencias Sociales,
por la Escuela Normal Superior de
Coahuila.
Ha cursado diferentes diplomados:
Diplomado en Análisis Político, por
la Universidad Iberoamericana;
Diplomado en Políticas Públicas por
el Instituto Nacional de Administración
Pública; y Diplomado en Sociología
Comunitaria Aplicada, por la
Universidad Iberoamericana.
Profesor de secundaria. Trabajó
para la Secretaría de Educación
Pública desempeñando además
los siguientes puestos: Profesor del
Centro de Investigación y Desarrollo
Profesional del Magisterio, Jefe
del Departamento de Recursos
Humanos de la Dirección General de
Educación Normal y Actualización
del Magisterio, Secretario Particular
del Director General de Educación
Normal y Actualización del Magisterio,
Director de Enlace con Entidades
Federativas del Programa Emergente
de Actualización del Maestro y
Secretario Particular del Subsecretario
de Educación Básica.
Miembro de una familia que
reunió las mejores virtudes, como
la esperanza, la honradez del
propósito y el trabajo desinteresado
y sobre todo, el ejercicio de la
docencia. Su familia fue formada
bajo principios orientados al servicio
de sus semejantes. Desde pequeño
y frente a las vicisitudes de la vida,
tuvo la necesidad de enfrentarse a los
problemas cotidianos… y aprendió a
resolverlos.
Un aspecto que a todos los
coahuilenses nos liga profundamente
al Profesor Moreira es su amor
por la gente, sobre todo, los menos
favorecidos. Poseedor de un juicio
recto, una honradez a toda prueba,
un patriotismo puro y desinteresado,
el más exquisito amor al orden,
un entusiasmo decidido por la
disciplina y un valor moral que
jamás se ha desmentido, todo ello
adquirido a partir de su formación
en la Benemérita Escuela Normal
de Coahuila, de la cual egresó en
1985, su Alma Mater que le ha dado
significación a su trabajo con la gente,
la construcción de saberes, creencias
y valores que han fortalecido su
REVISTA PEDAGÓGICA
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Y CULTURAL /
identidad profesional como normalista.
Las dos constantes en la vida
de Humberto Moreira, son, una, la
docencia, producto de su infatigable
apego al estudio, aún y cuando tuvo
que sacrificar su pasión por las aulas,
abriendo otros horizontes; la otra, la
honestidad y la disciplina en el campo
de la política, enseñándonos a todos
los que significa vivir, ser y pensar
mejor. De trayectoria profesional y
de servicio público, rica y fructífera;
un carácter de hombre de principios,
además de una gran apertura
espiritual, se refleja en su mejor obra,
su familia.
Una característica muy personal es
su fino humor, pero lo que convierte
la historia de Humberto Moreira en
algo tan único y heroico no es sólo
su perseverancia y su habilidad de
sobreponerse a los obstáculos, sino
su deseo y capacidad de alcanzar a
otros en el proceso de mejoramiento
personal, social y económico.
En muchas maneras, el profesor
Moreira ha ayudado a proveer
para otros lo que el mismo no tuvo
disponible en su momento.
Sus logros son asombrosos para el
punto de vista estándar de cualquiera
funcionario público y gobernante.
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Como parte de sus actividades,
el profesor Moreira se ha destacado
como delegado estatal del CONAFE
y del INEA, Secretario de Educación,
Presidente Municipal y Gobernador
del Estado; no tan solo impulsó la
educación en el estado sino que se
mantuvo recto ante la tragedia que
enlutó a la comunidad de Pasta de
Conchos, y enfrentó al Poder Ejecutivo
Federal, con la claridad y valentía
que le son peculiares, denunció las
irregularidades y señaló los caminos
adecuados a seguir.
Para Humberto Moreira “Una
persona debe compartir un mínimo de
los valores morales de la sociedad”.
Ejemplo claro de sacrificio de la
profesión docente por entregarse en
cuerpo y alma a la causa de velar y
ayudar a los demás, tal como nos lo
muestra su desempeño en el contexto
estatal, nacional e internacional,
ámbitos a los que ha trascendido un
normalista coahuilense que nunca
ha perdido el norte y que a todos
nos llena de orgullo, por ello es “El
Orgullo Normalista”
Es al final del día, en los momentos
individuales de quietud, de descanso,
de intensa persuasión y entusiasmo
desenfrenado cuando el gobernante
del pueblo adquiere el conocimiento
de la vida de la gente, la dirección
del trabajo a seguir, y le da el
significado final a las obras, a sus
amores, a sus amistades y a su gente.
PROFR. ELISEO FRANCISCO
MENDOZA BERRUETO
“La educación superior, con todas
sus limitaciones, es la tarea de
mayor trascendencia para afianzar
el futuro de México. Es una tarea
excepcionalmente importante y
quienes de alguna forma estamos
comprometidos a su mejor éxito,
debemos estar satisfechos porque
es un privilegio colaborar en dicha
labor”.
Cuando un joven de ímpetu bravo
y de gran liderazgo se cobija en una
institución humanista y progresista,
emerge una personalidad que en
múltiples escenarios hará notar su
voz y hará evidentes los ideales que
le sostienen.
San Pedro de las Colonias vio el
nacimiento de una estirpe de líderes
que con su quehacer han promovido
el desarrollo político, económico y
social de México. Tal es el caso de
Eliseo Francisco Mendoza Berrueto,
el joven que durante su estancia en
la hoy Benemérita Escuela Normal
de Coahuila se distinguió como
líder estudiantil, Presidente de la
Sociedad de Alumnos “Apolonio
M. Avilés” y esforzado alumno,
cimentando su espíritu con la doctrina
de grandes maestros coahuilenses.
Miembro distinguido de la
generación 1944 – 1950.
Fue tal su inquietud de superación
que, después de haber egresado
de su alma mater, viajó a la
Ciudad de México para comenzar
sus estudios de economía en la
Universidad Nacional Autónoma
de México, trabajando en una
escuela primaria de día y creciendo
académicamente por las tardes y
noches, e inmediatamente después
de concluida su licenciatura se
especializó en planeación del
desarrollo, asistiendo a las mejores
universidades de Holanda y Francia.
La semilla del magisterio prosperó
en Eliseo Mendoza Berrueto al
ocupar el cargo de profesorinvestigador del Instituto Politécnico
Nacional, de la Universidad de
Guadalajara, y de El Colegio de
México, donde además dirigió
el prestigiado Centro de Estudios
Demográficos y de Desarrollo
REVISTA PEDAGÓGICA
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Y CULTURAL /
Urbano.
La docencia y la investigación han
sido una parte fundamental de la vida
de Eliseo Mendoza Berrueto, al destacar
su labor en el Colegio de la Frontera
Norte y hoy en día como fundador y
director del Instituto de Altos Estudios
Internacionales. Sus frutos en este campo
incluyen una variedad de libros en los
que analiza el desenvolvimiento de la
política y las instituciones en México,
así como artículos especializados
sobre finanzas públicas, planeación
del desarrollo y otros muchos que han
servido como pauta para la toma de
decisiones en nuestro país.
Sin embargo, el espíritu de servicio
que desarrolló desde su época
estudiantil no se circunscribiría a la
cátedra. Su liderazgo y arrojo le
convirtieron en un eminente político que
con gran valor se atrevió a representar
a los coahuilenses en diversos escenarios
de la vida pública en México.
Su gran conocimiento de las políticas
públicas y de las necesidades sociales
fue ampliamente valorado al fungir
como Presidente de la Confederación
Nacional Campesina, Subjefe
administrativo del Banco Nacional de
Crédito Ejidal y como Subsecretario
de Comercio durante el sexenio 19701976.
Por su amplia trayectoria en el
servicio público y su destacada vocación
de servicio fue electo Senador de
la República, el más joven de la 50
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Legislatura, impulsando reformas
liberales que enaltecieron el espíritu
revolucionario coahuilense.
Su formación y decidida labor en el
sector público lo llevaron a trabajar en
distintas secretarías de Estado, como
en la Secretaría de Educación Pública,
al ocupar el cargo de subsecretario
de educación superior e investigación
científica, desde donde impulsó
convenios de colaboración con el sector
productivo e incentivó la actualización
permanente del profesorado.
Fue su gran talante de compromiso,
pragmatismo y conciencia social lo
que hizo que la sociedad coahuilense
le diera su apoyo al contender por
la gubernatura del Estado en 1987.
Como si toda su vida lo hubiera
preparado para ello, durante su
gestión gubernamental siguió fiel a los
principios humanistas y progresistas
del normalismo. Y es así como en
tiempos visiblemente difíciles a nivel
económico en el país, procuró cimentar
la infraestructura humana y física que le
dieran impulso a nuestro Estado en los
años por venir.
PROFR. ELISEO LOERA SALAZAR
“Solamente los que no caminan no se
tropiezan, y el triunfo es solamente para
los que participan, compiten y luchan, no
para los pusilánimes y timoratos”. Uno de
esos hombres que participó, compitió y
luchó fue Eliseo Loera Salazar. De origen
humilde, hombre de familia, alegre, que
gustaba de la convivencia con sus hijas
Martha y María Teresa, y la disfrutaba. Su
instrucción primaria la inicia en la Escuela
Primaria Rural Federal en Mesa de las
Tablas, donde se pone de manifiesto su
clara inteligencia y donde se abre para
él un nuevo mundo de conocimiento y
de cultura, a través de la guía del Profr.
Vicente Valdés.
Al llegar a Saltillo, a continuar su
instrucción primaria, ingresa a la Escuela
Federal “Tipo 20 de Noviembre”, donde
tiene la fortuna de contar con maestros
de la talla de Candelaria Valdés Valdés,
Francisco Almaguer, Josefina Valdés, etc.,
quienes continúan la obra iniciada en
Mesa de las Tablas y despiertan en
él el deseo de seguir la noble carrera
de Maestro. Poseía una vocación de
servir a través de la docencia; creció
en una comunidad campirana y ayudó
a los miembros de las comunidades
rurales para proporcionarles estudio y
superación; jamás se olvidó de su origen
ni de la gente de su comunidad.
Cursó sus primeros estudios en
escuelas públicas, con muchas carencias,
pero a sus padres no les interesaba eso,
querían la superación de Eliseo, quien
realizó su sueño de ingresar a la Escuela
Normal de Coahuila, alumno normalista
de 1949 a 1955, posteriormente se
convertiría en docente de su querida
institución; llevó las primeras letras
a los niños de las comunidades de
Coahuila. Era un hombre que vivía por
sus alumnos y para sus alumnos. Esta
era su faceta de maestro, adquirida
durante su formación en la Escuela
Normal bajo el código de honor, trabajo
y virtud, recibiendo el apoyo y la
orientación de los maestros Jesús Perales
Galicia, Carlos Espinoza Romero, José
Rodríguez González, Abel Suárez de
León, Ethel Sutton, entre otros, quienes
dejaron en él honda huella, que le
permite orientar el rumbo de su futura
actividad profesional. Todo ello le llevó
a desarrollar una gran fortaleza y el
sentido de lucha por los demás. Se
había formado un hombre con alas para
volar más lejos.
En otra faceta, como Secretario
de Educación, dio gran impulso a la
capacitación y actualización de los
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Y CULTURAL /
docentes, al deporte, a la cultura, al
esparcimiento y recreación. En su faceta
como líder sindical, impulsó la participación
política del magisterio, se le reconoció su
voluntad por sumar a los maestros y a las
mujeres a su proyecto político; por ello
obtuvo múltiples demostraciones de afecto
y apoyo durante su gestión como dirigente,
lo que permitió fortalecer la unidad de
la sección 38. Loera Salazar entendía la
política sindical como aquella que se basa
en principios y valores, con compromisos,
además de dedicación y veracidad, con
ahínco, fuerza, con diálogo y reflexión, con
tenacidad y autenticidad, basados en la
conformación de la modernidad, eficacia y
trato humano.
Contrajo nupcias con la Profra. Marta
Arámbula Castellanos, con la cual procreó
dos hijas. Vivió para su familia, pues era
un hombre leal, agradecido y solidario.
Hombre de trabajo, con un alto sentido
del patriotismo, alumno estudioso, maestro
cumplido, luchador tenaz. Sus armas: el
coraje, la dignidad y determinación para
triunfar, hombre comprometido consigo
mismo y con los demás.
Afirmaba que la unidad es la
fuerza que garantiza la estabilidad
y el progreso; la unidad es el arma
más efectiva para evitar que los logros
obtenidos sean socavados y disminuidos.
La unidad es garantía de fortaleza
y desarrollo. Eliseo Loera Salazar, un
profesional que siempre se preparó y
actualizó para no caer en la rutina y en la
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improvisación. Sus obras hablarán por
él, sus pensamientos, ideales y valores
permanecerán, su lucha sindical sigue en
pié.
Eliseo Loera Salazar, un hombre
que señaló el camino a su hija Martha,
sus ideales, para que llegara tan lejos
como quisiera, por medio del trabajo, el
estudio y la superación constante.
Su recuerdo aún permanece, por ello
es merecedor de la presea “el Orgullo
Normalista”
PROFR. HUMBERTO ELIZALDE JASSO
Nació en General Cepeda, el 5
de enero de 1930, sus padres fueron
Margarito Elizalde García y María Jasso
Miembro de la generación normalista
1942 – 1948, egresa con la ilusión
de poner en práctica el cúmulo de
conocimientos adquiridos durante su
estancia en la entonces Escuela Normal
de Coahuila, producto de una rica
formación científica y humanista que le
proporcionaron ilustres maestros de esta
casa del saber. En 1970 inició su tarea
como docente en la Escuela Anexa a la
Normal; posteriormente se desempeñó
en la Escuela Centenario; y en 1949 en la
Escuela Miguel López.
“La docencia es una actitud, una forma de
vida que inicia por todos y cada uno de
nosotros y que vamos a transmitir a los
alumnos”
Dar ejemplo no es la principal manera
de influir sobre los demás; es la única
manera.
En el profesor Humberto Elizalde
Jasso nos encontramos ante uno de los
maestros coahuilenses que mayor orgullo
ha dado a Coahuila. Fue un profesor
atento, hablaba con amabilidad y siempre
estaba dispuesto a escuchar. Para quienes
se acercaban a preguntarle o hacerle una
consulta, nunca tenía prisa; así era con sus
estudiantes.
En junio de 1953 concluyó sus
estudios de especialización y en
septiembre del mismo año recibió la gran
oportunidad de su vida al ser designado
Director de la Escuela Secundaria Marcos
Benavides de la ciudad de Allende
Coahuila, puesto, que desempeñó hasta
mayo de 1954, pasando luego como
catedrático a la Escuela Normal donde
atendió materias de su especialidad y de
lengua y literatura españolas.
Desde 1958 prestó servicios a
la Escuela Preparatoria Nocturna
perteneciente a la U A de C., en las
asignaturas de lengua y literatura
mexicana e iberoamericana; durante
el verano de 1970 con un grupo de
maestros de la Escuela Normal asistió
a un curso de verano a la Universidad
de “Chapel Gill” Carolina del Norte
E.U., para estudiar Psicología Educativa
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y Antropología. Posteriormente asistió
en calidad de observador, invitado por
autoridades educativas del vecino país
del norte a varios centros educativos del
estado de Texas.
Quienes fueron sus alumnos recibieron
una formación exquisita, lo sabía todo,
conocía a los autores de los libros con
los que enseñaba, resolvía las dudas
y facilitaba el aprendizaje. Los que
trabajaron con él saben de su honradez,
cercanía y austeridad, además de su
impecable trayectoria como docente y un
matiz indómito en su personalidad; otra
cualidad que le atribuyen es la coherencia,
y eso significa que lo que pensaba lo decía,
y luego, lo hacía.
Con particular interés en la docencia
es que se convierte en profesor de la
Escuela Normal de Coahuila, su Alma
Mater en 1954, donde atendió materias
de su especialidad y de lengua y literatura
españolas integrando ejemplarmente
las tareas del educador y del pedagogo
que siempre acompañaba, sin que sus
educandos se dieran cuenta. Su labor
docente presentó facetas innovadoras
respecto a lo que solían ser las prácticas
habituales de enseñanza.
y consciente de que las cosas podían
hacerse de otra manera. Fue un hombre
de familia, sensible, conoció bien el valor
de los acontecimientos en la vida. Le
gustó disfrutar con sencillez de la vida
familiar y profesional y de la compañía
con sus alumnos.
En los encuentros de compañeros
y amigos y de antiguos alumnos nunca
faltó. Nunca fallaba en las celebraciones
de su generación. Siempre estaba ahí:
haciendo aula, haciendo alumnos,
haciendo amigos.
Debido a su impecable trayectoria
como docente, en la actualidad llevan
su nombre una Escuela Secundaria, una
calle del Fraccionamiento del Magisterio
y la biblioteca de la Secundaria Federico
Berrueto Ramón.
El 16 de abril de 1980, fallece este
ilustre maestro, a la edad de 50 años,
suspendiéndose las clases en todo el
estado el día 17 de abril al declararse día
de duelo para el magisterio estatal.
Hoy en día cuando el tiempo que
vivimos requiere de mejores maestros
para educar a una sociedad que avanza
Otro aspecto a resaltar en su trayectoria vertiginosamente, son cada vez mayores
las necesidades de educación; se hacen
intelectual fue su actividad radiofónica sin
descuidar las tareas docentes que ocuparon necesarios docentes prácticos, al alcance
de todos, de buen nivel académico y con
toda su atención y su vida, y la política,
profunda sensibilidad pensando en el
pues ya jubilado participó como candidato
a la Presidencia Municipal con la ilusión de futuro de las generaciones venideras, que
ayuden verdaderamente al estudiante.
mejorar las condiciones socioeconómicas
de su querido pueblo, General Cepeda.
Maestros como Humberto Elizalde
Jasso, un “Orgullo Normalista”.
Hizo frente a la realidad con madurez
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PROFRA. ELVIRA LUNA MUÑOZ
mejor de sí.
Amplia trayectoria en el trabajo
de divulgar la enseñanza y el
conocimiento en la escuela primaria;
su permanente compromiso con
la incorporación de niños en la
tarea de educarse y formarse y
sus características personales la
han hecho ser reconocida por sus
estudiantes, maestros y la comunidad
en general.
Pertenece a ese grueso grupo
estadístico de mujeres que se
convirtieron en maestras luego
de su adolescencia a pesar de las
dificultades que suponía el ejercicio
del magisterio a tan temprana edad.
“Ser maestro significa construir,
moldear, cimentar, sembrar y conducir
En el año 1956 egresa de la Escuela
los conocimientos fundamentales para Normal de Coahuila con los títulos de
el futuro de la niñez”.
Educadora y Profesora de Educación
Primaria. En 1964 se integra a la
Nació en Saltillo, Coahuila el 23
planta docente de su Alma Mater. De
de abril de 1937. El nombre de Elvira
1960 a 1962 trabajó como Maestra de
Luna Muñoz, evoca al de las grandes
Segunda Enseñanza en la especialidad
maestras. Profesora pionera de la
de Lengua y Literatura Españolas.
educación preescolar, apostó al
estímulo constante de sus alumnos
Participó en el I, II y III Congreso
a partir de ideas renovadoras en
Nacional para la Enseñanza de las
el campo de la docencia. Una vida
Matemáticas en los años 1967,
dedicada a la educación.
1971 y 1973. En 1968 trabajó para
la Dirección General de Educación
Profesional que ha desplegado
Audiovisual en la Secretaría de
un esfuerzo notable para lograr que
Educación Pública, en México, D. F. y
nuestra educación sea cada día mejor. en 1969 participó en el IV Congreso
Maestra incansable, que jamás dio
de Educación Normal, en donde se
lugar al desánimo y no abandonó
nombra Benemérita a la Escuela
nunca el principal compromiso que
Normal de Coahuila.
reviste la tarea magisterial: educar y
formar a cada niño y niña dando lo
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De complexión menuda,
enérgica, vivaz, tenía la capacidad de
cambiar el ánimo de los alumnos con
los que trabajaba. Deja como legado,
el recuerdo imborrable de quienes
la conocieron y hoy la recordamos
como una visionaria y una maestra
ejemplar. Posee una energía única que
transmite no sólo en su enseñanza
sino también en las conversaciones
informales. Son numerosas las
anécdotas que pueden escucharse
y todas coinciden en retratar a una
Elvira Luna incansable que aparecía
en simultáneo por distintos espacios,
ámbitos y rincones vinculados con la
actividad docente.
Elvira Luna forma parte de un
grupo de profesores de la BENC que
en la década del 60 abrió un nuevo
campo de reflexión y de trabajo en
torno a la enseñanza. Ella tiene una
visión teórica crítica de la educación,
producto de su formación en la
Escuela Normal y del impacto que
han dejado en ella sus maestros. La
experiencia vivida en la formación
magisterial modeló su práctica
profesional. En los valores, principios
y saberes que hoy se ven reflejados
en los hogares, en los hijos, en las
amistades de quienes fueron sus
alumnos, permanece la palabra de la
profesora Elvira Luna.
A lo largo de su extensa
trayectoria, y como primera directora
y fundadora de la Escuela Normal
de Educación Preescolar, iniciadora
de los jardines de niños en el medio
rural, para Elvira Luna era una alegría
trabajar en el aula, escuchar los gritos
de los niños, planificar, entrevistarse
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con los padres de familia, evaluar,
solucionar conflictos entre los niños,
contener a los más inquietos, consolar
a los tristes, jugar, bailar, tomarles la
lectura, practicar con ellos las tablas
de multiplicar… y mil cosas más.
Ha participado en diversas
actividades de índole académico en el
ámbito local y nacional como cursos,
talleres, seminarios, conferencias y
congresos.
Para la maestra Luna ser docente,
profesor o educador significa ser
una persona comprometida con
la educación de los niños y niñas,
conocer y entender las diferencias
individuales de cada alumno,
fomentar valores, enseñarles a opinar
con respeto, a reflexionar, a trabajar
en equipo.
Su faceta de maestra solidaria
identificada con las causas más
nobles se puso de manifiesto
cuando en una ocasión, uno de
sus alumnos, de escasos recursos
económicos, requería urgentemente
de una intervención quirúrgica; la
profesora Luna sufragó los gastos,
no interesando en ese momento
quedarse sin dinero para comprar los
regalos navideños a sus sobrinos.
En 1995 fue declarada “Maestra
Emérita del Consejo”, por el Consejo
Nacional Técnico de la Educación. Se
jubiló en septiembre de 1987.
Así es la Maestra Elvira Luna
Muñoz, un “Orgullo Normalista”.
PROFRA. ENRIQUETA DE LA PEÑA
ESPINOZA
la parte fundamental para que
todo maestro salga adelante en su
profesión”, puesto que sin disciplina
no hay progreso escolar; el profesor
debe ser metódico, trabajar con
pulcritud e inculcar buenos hábitos
a sus alumnos. Esa era la visión que
Enriqueta de la Peña tenía acerca
de los maestros comprometidos y
preocupados por sus alumnos.
Cuántos de sus alumnos
recuerdan aún aquellos exámenes
cargados de conocimientos, que
tenían como finalidad comprobar el
dominio del contenido enseñado a
los niños.
“Buenos días niños; vamos a ver
encantos, la tarea"
Así iniciaba sus labores docentes
la Profra. Enriqueta de la Peña
Espinosa, luego de sacar su pañuelo
y limpiar escrupulosamente su silla
y escritorio del polvo diario que se
filtraba a su aula.
El carácter estricto pero bien
intencionado, metódico, disciplinado,
recto, característica principal de los
buenos maestros, de los verdaderos
maestros, era su rasgo personal
distintivo.
Afirmaba que: “la disciplina es
Cuántos de sus alumnos
recuerdan en dónde tenían
que buscar el número obtenido
como calificación del examen de
ciencias naturales; algunas veces,
su calificación la encontraban en
algún órgano de la ilustración del
aparato digestivo. el reto era buscar
en el lugar menos pensado… y
encontrarla.
Todo ello derivó de su formación
obtenida en la Escuela Normal
de Coahuila, en donde cursó sus
estudios titulándose como maestra,
miembro de la generación 1940
a 1946; una formación basada
en disciplina y conocimiento, en
una amplísima cultura, herencia
de las enseñanzas de aquellos
pilares del normalismo coahuilense
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en cuyas cátedras predominaba el
rigor académico y disciplinar. Así, se
convirtió en gestora de una nueva
generación donde el conocimiento, los
valores y las virtudes son la fuente de
desarrollo personal.
Ella abrió el camino desde la
educación básica para formar a
hombres de metas y proyectos, donde
el conocimiento es fuente de sabiduría
y es gestar el éxito en la vida, en la
cual, hoy son triunfadores, hombres
de bien, con criterio para discernir
y transmitir esas enseñanzas que
Enriqueta de la Peña supo inculcar
en su diaria pero incansable tarea de
educar.
Fue becada por la Dirección de
Educación Pública del Estado de
Coahuila para estudiar en la ciudad
de México, la Licenciatura en Ciencias
Experimentales por espacio de cuatro
veranos y uno más para presentar el
informe recepcional correspondiente;
así como la graduación en el Palacio de
Bellas Artes.
Obtuvo diploma en lengua
extranjera en el Instituto Mexicano
Norteamericano de Relaciones
Culturales, y becada para hacer un
diplomado en lengua extranjera en
Georgetown University, en la ciudad de
Washington D.C.
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Sus actividades no se limitaron
a la docencia; además de maestra
es escritora, diplomada en lengua
extranjera, ha desarrollado el gusto
por el arte y la pintura. Actualmente
es miembro activo de varias
organizaciones que apoyan a la
comunidad: la legión blanca, mesa
redonda panamericana, la sociedad
misionera femenil, apoyo al ejército
de salvación, en donde se ha puesto
de manifiesto ese sentimiento
altruista, solidario y comprometido
con las causas sociales a través de
colectas, recolección y venta de
objetos, con lo que se obtienen
recursos que llegan finalmente a las
comunidades marginadas.
Se ha desempeñado en
actividades sindicales, académicas
y culturales: formó parte del
comité de escalafón de la sección
38 del SNTE. , tesorera del Comité
Organizador del 25 aniversario
de la Escuela Normal Superior
y en el comité organizador del
75 aniversario de la Benemérita
Escuela Normal de Coahuila,
delegada del Congreso Nacional de
Normales en la ciudad de México,
Guadalajara, San Luis Potosí y
Saltillo.
Para Enriqueta de la Peña, la
educación de la mirada nace de
un querer mirar a los otros, a los
excluidos, al mundo… con unos ojos
de rebelde ternura.
Por ello es un “Orgullo
Normalista”