El medio marino

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El medio marino
NUESTRO PLANETA
La revista del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente — Diciembre de 2007
SINFONÍA DE
LOS MARES
El medio marino
NUESTRO PLANETA El medio marino
NUESTRO
PLANETA
Nuestro Planeta, la revista del Programa
de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA)
PO Box 30552
Nairobi, Kenya
Tel: (254 20)7621 234
Fax: (254 20)7623 927
e-mail: [email protected]
El Vicealmirante Conrad C.
Lautenbacher, h., Subdirector
del Organismo Nacional del
Océano y la Atmósfera, EE.UU...
instrumento flexible - página 4
Efthimios E. Mitropoulos, Secretario General
de la Organización Marítima Internacional...
barcos y buques ¿Qué está
haciendo la OMI? - página 8
El Profesor Dr. Ulf Riebesell,
del Instituto Leibnitz de
Ciencias Marinas, en Kiel
(Alemania)...
Lee A. Kimball, miembro del Grupo de
Expertos de la evaluación de evaluaciones
del estado del medio marino...
ISSN 101 — 7394
fomento de los
conocimientos - página 12
El contenido de la revista no refleja
necesariamente las opiniones ni las políticas
del PNUMA o de sus editores, ni es tampoco un
documento oficial. Las designaciones empleadas
y la presentación no implican la expresión
de opinión alguna por parte del PNUMA en
relación con la situación jurídica de ningún
país, territorio o ciudad o sus autoridades, o la
delimitación de sus fronteras o límites.
* Todas las cifras se expresan en EE.UU ($).
Su Santidad Bartolomeo I, Arzobispo de
Constantinopla, Nuevo Patriarca de Roma
y Ecuménico...
NUESTRO PLANETA El medio marino
...describe la manera en que la acidificación de
los océanos ha devenido una nueva razón para
adoptar cuanto antes medidas decisivas dirigidas a
disminuir las emisiones de dióxido de carbono.
...describe los esfuerzos internacionales
para crear conocimiento, por medio
de la evaluación de los océanos, que
sirva de base para la toma sólida de
decisiones.
...describe la manera en que el
desorden en los océanos y otras aguas del
mundo perturba profundamente la vida en
la Tierra.
en el mismo barco - página 16
Ibrahim Thiaw, Director de la División de
Aplicación de Políticas Ambientales del PNUMA...
repensar, realinear,
reorientar - página 18
Gerald Marten, ecologista del
Centro Este-Oeste de Honolulú
y autor de Human Ecology:
Basic Concepts for Sustainable
Development, y Amanda Suutari,
periodista ambiental,...
Sandra Bessudo, Directora de la
Fundación Malpelo/MarViva Colombia...
también
página 3 reflexiones
página 7 citas y cifras
página 15 libros
página 24 personas
página 25 premios y eventos
página 29 www
página 30 productos
...describe qué se está haciendo
para proteger el medio marino
frente al transporte marítimo.
océanos ácidos - página 10
Si desea consultar ediciones actuales o
anteriores de la presente publicatión, sírvase
acceder a www.unep.org/ourplanet
Director de Publicatión: Eric Falt
Editor: Geoffrey Lean
Coordinación: Naomi Poulton, David Simpson
Coordinadora auxiliar: Anne-France White
Contribuidor Especial: Nick Nuttall
Directora de suscripciones:
Manyahleshal Kebede
Diseño: Amina Darani
Producción: UNEP Division of Communications
and Public Information
Impreso por: Naturaprint
Distribuido por: SMI Books
...describe cómo ayuda a la ordenación sostenible
de los océanos y costas el Programa de Acción
Mundial del PNUMA para la protección del medio
marino frente a las actividades realizadas en tierra.
...describe cómo se está
rediseñando el Programa de
los océanos y costas en vista
de los nuevos problemas.
...describen de qué manera se puede
convertir un círculo vicioso ambiental
y de desarrollo en un círculo virtuoso
restaurando manglares.
puntos de inflexión - página 20
...describe una iniciativa pionera de
conservación de una zona única de los mares
del mundo.
laboratorio viviente - página 22
Philippe Gautier, Secretario
del Tribunal Internacional del
Derecho del Mar; Profesor,
Université Catholique de
Louvain (Louvain-la-Neuve)...
Cameron Diaz, actriz que ha
actuado en 35 películas exitosas de
Hollywood y fue nominada cuatro
veces al Globo de Oro...
...describe la importancia que reviste el Derecho
del mar en la protección y preservación del
medio marino y la función que desempeña en
estas áreas.
cuestiones de opinión - página 26
... describe la educación ecológica que
recibió de sus padres y explica cómo
anima a otros a cuidar el medio ambiente.
la causa de todos - página 31
reflexiones
por Achim Steiner,
Secretario General adjunto de
las Naciones Unidas y Director
Ejecutivo del PNUMA
Probablemente la mayoría de los lectores de Nuestro Planeta no están familiarizados
con el atolón Ducie, pero quizá deberían estarlo. De muchas maneras esta pequeña
roca deshabitada en el extremo de una cadena insular del Pacífico simboliza los
desafíos que plantea tratar de gestionar de manera sostenible los mares y océanos
del mundo. Hace varios años científicos que registraban nuevas especies en la
aledaña Isla de Pitcairn fueron a Ducie empujados por la curiosidad. En un paseo
matinal catalogaron casi 1.000 objetos de basura y desechos --desde viejas cestas
de pan hasta bolsas de plástico, una pelota pinchada, latas de carne desechadas y
dos autos de juguete.
Ese nada atractivo botín, reunido a casi 6.000 kilómetros del continente más cercano,
es ya algo malo de por sí. Pero quizá lo más alarmante tal vez sea la frecuente
contaminación invisible y la incesante explotación excesiva de los recursos marinos.
Hace algunos meses, el PNUMA publicó su informe insignia - Perspectivas del Medio
Ambiente Mundial-4 (GEO-4). Su punto de partida es la Comisión Brundtland 1987.
GEO-4 pregunta cómo nos ha ido en los últimos dos decenios. La respuesta, incluida
la relativa a las cuestiones marinas es: ‘no muy bien’. En 1987 los caladeros agotados
representaban el 15% del total mundial. En GEO-4 se indica que en la actualidad
esa cifra se ha casi duplicado y se acerca al 30%. Hace 20 años una quinta parte
de las especies de peces se explotaban excesivamente. Ahora la proporción se
ha elevado aproximadamente al 40%. En 2004, existían alrededor de 149 zonas
muertas - frecuentemente grandes zonas de aguas desoxigenadas por temporadas,
ocasionalmente o incluso permanentemente. Nuevas evaluaciones sitúan la cifra
total en 200.
El caso de las zonas muertas y el atolón Ducie ponen de manifiesto otra realidad:
gestionar una transición para el retorno a mares y océanos saludables y productivos
exigirá que la comunidad internacional haga frente al vínculo que existe entre
las actividades que se realizan en tierra y su repercusión en el mundo marino.
Es prácticamente inevitable que las aguas cloacales, los desechos sólidos y los
fertilizantes, sedimentos, productos químicos, e incluso los materiales nucleares
lleguen a las aguas costeras. Los científicos también se preocupan cada vez más por
las repercusiones de los gases de efecto invernadero, especialmente el dióxido de
carbono, que puede desencadenar la acidificación de los mares, y afectar los corales
y crustáceos y, de hecho, acabar con toda la cadena alimentaria.
Entre las principales respuestas internacionales a la gestión del medio marino
figuran el Programa de Mares Regionales del PNUMA y el Programa de Acción
Mundial del PNUMA (PAM). Más de 60 países -- incluidos Bangladesh, Barbados,
Costa Rica, la India y Filipinas-- han elaborado programas de acción, muchos de los
cuales han propiciado la revisión o promulgación de leyes en materia de política
costera, política sobre recursos hídricos y gestión integral de las zonas costeras.
En países como Bangladesh, la India, Nigeria y Sri Lanka se está llevando a cabo la
rehabilitación de los ecosistemas costeros, por ejemplo manglares, y está cobrando
Tanto a
nivel mundial como en
sus propias actividades el PNUMA
promueve prácticas favorables al medio
ambiente. La presente revista está impresa en
papel reciclado al 100%, y en ella se utilizan tintas
de base vegetal y otras prácticas ecológicamente
inocuas. Nuestra política de distribución procura
disminuir la repercusión carbónica del PNUMA.
impulso, la designación de zonas marinas protegidas, medidas importantes en
materia de gestión. Por ejemplo, México ha establecido importantes zonas en los
últimos cinco años.
Los beneficios económicos pueden ser importantes. En Fiji, se ha aumentado el
número de zonas en que está prohibida la pesca, la mejora de la gestión de las zonas
marinas ha propiciado el aumento de especies como las langostas de manglares
en un 250% anual, y ha generado aumentos anuales de 120% en aguas aledañas.
Entretanto, sigue evolucionando la integración de la gestión de las zonas costeras
y las cuencas fluviales internas. El FMAM apoya este enfoque, así como la gestión
integrada de los recursos marinos vivos comunes en el Caribe. Existen muchos
casos de resultados satisfactorios. Asimismo, existen motivos de optimismo en
otros foros, tales como la Organización Mundial del Comercio, en relación con
subsidios a pesquerías. No obstante, en GEO-4 se llega a la conclusión de que, si
bien hemos logrado que la respuesta multilateral esté a la altura de muchos desafíos
a la sostenibilidad, incluidos los de índole marina, no hemos aplicado medidas ni
proporcionales ni al ritmo de evolución del problema.
Parte de la respuesta debe provenir de modalidades de asociación entre las Naciones
Unidas, los gobiernos, el sector empresarial, la sociedad civil y los ciudadanos. Me
complace que la labor del PAM, por ejemplo, haya recibido el apoyo de órganos del
sector industrial, incluidos los que se ocupan del dragado y los puertos. La respuesta
también tiene que incluir la vigilancia, el cumplimiento y la ejecución de los acuerdos
existentes, la obtención del respaldo de los recursos necesarios para lograr el éxito.
El principal “eslabón perdido” es de carácter económico. El mundo tiene que aprender
a valorar cabalmente los ecosistemas marinos y salvaguardar su enorme potencial
de generación de ingresos. A veces esos beneficios económicos no se tienen en
cuenta. Como ejemplo se puede tomar el pez loro. En Kenya, la Reserva Marina de
Watamu es un imán para los turistas deseosos de disfrutar sus renombrados mar
azul y arena blanca. Según Richard Benett, naturalista local, al masticar el coral cada
pez loro produce 1 kilo de fina arena blanca al día. Si desaparecen los peces loro a
causa de la contaminación o la pesca excesiva, no sólo se tendrá que decir adiós a
esos atractivos organismos marinos, sino también a la arena, los turistas y las divisas,
de tanta importancia para la economía.
Foto de portada © SHINICHI EGUCHI/ amana images/ Gallo Images/ Getty Images. Complejo, hermoso, imponente pero frágil,
el medio marino es el tema de esta edición de Nuestro Planeta. Vista desde el espacio, la Tierra es el planeta azul. Los océanos
cubren cerca del 71% de la superficie terrestre y albergan una vasta proporción de la flora y fauna silvestres del mundo. Pero
los océanos y mares del mundo — de la Antártida al Caribe — se ven cada vez más amenazados por la contaminación, el
calentamiento de la atmósfera y el agotamiento de especies. Preservar sus frágiles ecosistemas es un componente clave de la
estrategia para revertir el deterioro ambiental del planeta.
NUESTRO PLANETA El medio marino
© Jeffrey L. Rotman/Corbis
instrumento
flexible
NUESTRO PLANETA El medio marino
Casi un 80% de toda la contaminación marina se origina en tierra. Aunque la
comunidad científica debatió las consecuencias de la contaminación marina de
procedencia terrestre durante muchos decenios, en las decisiones de política
parece haber regido la frase “ojos que no ven, corazón que no siente”. Sin
embargo, esta mentalidad cambió gradualmente, cuando cada vez más personas
llegaron a comprender el carácter interrelacionado de los sistemas ambientales
del planeta.
por Conrad C. Lautenbacher
Los responsables de formular políticas empezaron a entender la importancia de
la sanidad del medio marino para la calidad de la vida terrestre. Lo que es más
importante, empezaron a darse cuenta de las consecuencias que tenían para el
medio marino las decisiones que se tomaban en tierra y buscaron soluciones para
mitigar sus efectos nocivos.
La Cumbre para la Tierra que se celebró en Río de Janeiro de 1992 fue un
momento crítico en el que la voluntad política empezó a ponerse al día con la
visión científica. Las naciones se comprometieron a proteger el medio marino en
general y, particularmente, a embarcarse en una iniciativa mundial para combatir
las fuentes terrestres de contaminación marina. El apoyo político que se generó
en la Cumbre se fortaleció en 1995, cuando más de 100 naciones y la Comisión
Europea adoptaron el Programa de Acción Mundial para la protección del medio
marino frente a las actividades realizadas en tierra, de carácter voluntario, que
ofrece orientación a los responsables de formular políticas y a los administradores
de recursos para prevenir, reducir y vigilar los contaminantes marinos.
Los contaminantes marinos se originan en una amplia variedad de fuentes
terrestres, incluidas la agricultura, el desarrollo de las zonas situadas cerca de la
costa y fuera de ella, y la industria costera. Y cada país tiene sus propias prioridades
y limitaciones en materia de políticas. El Programa de Acción Mundial abordó
satisfactoriamente esos temas dando gran flexibilidad a las naciones para que
cumplieran los objetivos ambientales más amplios.
La sostenibilidad ambiental y la viabilidad económica guardan una relación
muy estrecha. Si bien gran parte de la atención se centra en la tensión entre
el medio ambiente y la actividad económica, la realidad es que uno depende
intrínsecamente del otro. Para tener en cuenta:
•
El 61% de la producción económica mundial total proviene de zonas ubicadas
dentro de los 100 kilómetros de la costa.
•
Se estima que el turismo marino, las pesquerías marinas y la acuicultura
generan beneficios económicos mundiales que ascienden a 161.000 millones,
80.000 millones y 57.000 millones de dólares, respectivamente.
•
El 70% de las ciudades con una densidad de población que supera los 8
millones de personas se ubica sobre las costas y el 38% de la población humana
mundial vive a lo largo de una estrecha franja de tierra costera que constituye
apenas el 7,6% de la superficie terrestre total del planeta.
•
En algunos países, hasta el 90% de las aguas residuales se vierte directamente
en el océano.
•
Cerca de la mitad de los humedales costeros del mundo ha desaparecido.
Gran parte del dinamismo económico se basa en la sanidad y vitalidad del medio
ambiente. Al mismo tiempo, gracias al crecimiento económico, es más fácil
adoptar políticas y medidas que promuevan la sostenibilidad ambiental. La clave
para alcanzar este equilibrio reside en elaborar políticas que sigan siendo flexibles
a las prioridades y necesidades cambiantes.
El Programa de Acción Mundial tuvo éxito, en gran parte, debido a su flexibilidad.
Fue elaborado para brindar orientación a nivel internacional, regional y nacional
y, por lo tanto, se puede emplear para abordar problemas relacionados con
las fuentes terrestres de la contaminación marina en todos esos ámbitos o en
el más adecuado para la situación. Por ejemplo, ha guiado la elaboración del
NUESTRO PLANETA El medio marino
Programa de Acción Regional del Consejo del Ártico y de una serie de programas
de acción nacionales de países como Islandia, el Canadá y Rusia. El plan regional
hace hincapié en los problemas transfronterizos, como los contaminantes
orgánicos persistentes (COP), mientras que los planes nacionales se centran en las
cuestiones internas.
El Programa de Acción Mundial es también flexible en su amplitud. Se ocupa de
todas las principales fuentes terrestres (tales como aguas residuales, nutrientes,
metales pesados, COP, aceites, sustancias radiactivas, desechos, movilización
de sedimentos y alteración y destrucción físicas de zonas costeras), en lugar de
concentrarse en una sola. Esto permite que la experiencia adquirida en la gestión
de una sola fuente se aplique a la gestión de otras, según proceda.
Dado que no es jurídicamente vinculante, el Programa de Acción Mundial también
permite que las naciones adopten medidas sobre la base de las necesidades y
capacidades particulares de sus economías e instituciones. Reconoce que no
existe una formula única y que las capacidades de administración y gestión varían
según las circunstancias nacionales. Asimismo, ayuda a los gobiernos durante la
elaboración y la aplicación de sus programas de acción nacionales. Por ejemplo, el
Organismo Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA) ha ayudado a 12 países del
Gran Caribe a elaborar programas de acción nacionales trabajando en conjunto
con la Oficina de Coordinación del Programa de Acción Mundial y haciendo las
veces de mecanismo de intercambio de información sobre fuentes terrestres
de contaminación.
El Programa de Acción Mundial también puede adaptarse a tendencias políticas y
“temas candentes”. Hace poco, los participantes del PNUMA plantearon el tema de
la carga de nutrientes, que, si bien no es un problema nuevo, adquirió notoriedad
pública últimamente. El enriquecimiento de nutrientes —en el medio costero
preocupa el nitrógeno— es un tema particularmente pertinente para analizar
NUESTRO PLANETA El medio marino
a través de la estructura del Programa de Acción Mundial. Suele traspasar los
límites geopolíticos y las disciplinas científicas, y afecta distintas áreas de distintas
maneras, lo que subraya la necesidad de intercambiar información y maximizar
la flexibilidad.
En última instancia, como sugiere su nombre, el Programa de Acción Mundial
fue diseñado para alentar la adopción de medidas. En respuesta a la creciente
preocupación pública por la carga de nitrógeno, la Oficina de Coordinación
del Programa de Acción Mundial del PNUMA celebró hace poco una reunión
oficiosa sobre el nitrógeno reactivo en el medio ambiente en la que los
participantes acordaron formar una alianza mundial sobre la gestión de
los nutrientes que prestará apoyo a una serie de actividades conjuntas
para hacer frente a los efectos del exceso de nitrógeno en los ecosistemas
costeros y marinos. Esta respuesta, impulsada por el Programa de
Acción Mundial, garantizará que se lleve a la práctica la Declaración de
Beijing de 2006, en la que los gobiernos participantes resolvieron “dedicar
mayores esfuerzos, financiación y apoyo a abordar fuentes de nutrientes
localizadas y de otro tipo … como fuentes de categorías principales y cada vez
mayores que afectan directamente a la salud y al bienestar humanos y al
medio ambiente”.
Cuando se examinan problemas ambientales tales como las fuentes terrestres
de la contaminación marina, resulta evidente que nuestro mundo está cada
vez más interconectado. Dado que los ríos y océanos traspasan fronteras políticas,
su ordenación debe ser integrada y flexible. Cuando se emplea a nivel local,
regional y mundial —ya se refiera a cursos de cabecera, costas o mares—, el Programa
de Acción Mundial puede proporcionar a nuestros líderes la información
necesaria para promover la seguridad de nuestros ciudadanos, el crecimiento
de nuestras economías y la ordenación efectiva de los valiosísimos recursos de
nuestro planeta. PNUMA
“El mar, el gran unificador, es la única esperanza
que le queda al hombre. Ahora más que nunca,
esta vieja frase tiene un sentido literal: estamos
todos en el mismo bote.”
Jacques Yves Cousteau, oceanógrafo
“Qué poco acertado es llamar Tierra a este planeta,
cuando claramente es Océano.”
Atribuido a Arthur C. Clarke
“[Mi hijo] murió en el mar con 81 jóvenes que eran
todos pescadores y todos de nuestro pueblo. (...)
Desde la época de nuestros antepasados, todas
nuestras familias son familias de pescadores.
Los hombres solían ir a pescar, las mujeres solían
comprar y vender lo que pescaban los hombres.”
Yayi Bayam Diouf, líder de un grupo senegalés femenino de
desarrollo que trabaja para poner freno a la migración. Según la Sra.
Diouf, la pobreza que causa la disminución de las poblaciones de
peces es el principal motivo por el cual los jóvenes están dispuestos
a correr el riesgo de ahogarse en el océano Atlántico por tratar de
llegar a Europa
“Los ecosistemas acuáticos continúan siendo objeto
de una intensa explotación, que pone en riesgo la
sostenibilidad del abastecimiento de alimentos
y la biodiversidad. (…) El número de capturas
marinas totales se mantiene sólo debido a que
se pesca todavía más mar adentro y a una mayor
profundidad, mermando de forma progresiva la
cadena trófica.”
Informe GEO-4 del PNUMA
“El [nuevo] informe [del IPCC] ha puesto de relieve
una amenaza al medio marino que el mundo casi
no ha notado aún. Esa amenaza es enorme porque
puede alterar la esencia de la vida marina al reducir
la productividad de los océanos y, al mismo tiempo,
empeorar el calentamiento de la atmósfera.”
Achim Steiner, Director Ejecutivo del PNUMA
© AFP/Gallo Images
citas
“Cuando yo era niño, esta isla era grande. A medida
que fui creciendo, la isla se fue achicando. Ahora, la
isla se dividió en dos. El mar se está comiendo la isla
con mucha rapidez; las islas se están achicando cada
vez más.”
Isleño de Carteret, Papua Nueva Guinea, entrevistado para un
documental de Amigos de la Tierra
“Los donantes deben tomar medidas para reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero. El cambio
climático provocará la inundación de muchas partes
de Bangladesh, dejará a millones de personas sin
hogar y aumentará el déficit alimentario del país.”
C. S. Karim, consejero ambiental y agrícola del gobierno provisional
de Bangladesh
cifras
¹⁄³
Proporción de la superficie
costera actual de África que
podría desaparecer a causa de
las crecidas provocadas por el
calentamiento de la atmósfera
– proyecciones del PNUMA
61
Población costera prevista
para 2025
Cantidad de turistas embarcados
hacia la Antártida a bordo de
buques en 2006 y 2007; en 1992
y 1993, eran 5.000
Porcentaje de las zonas de arrecifes de
coral del Caribe que se ven amenazadas
por la contaminación y la pesca excesiva
80
Porcentaje de
contaminación marina
procedente de
actividades terrestres
86
38 millones
6.000 millones
35.000
Cantidad de personas que
dependen de las pesquerías para
su empleo directo. La mayoría se
encuentra en Asia y el Pacífico
(87% del total mundial)
Porcentaje de aguas
residuales sin tratar
que se vierten en ríos
y océanos de América
Latina y el Caribe
6
Factor por el cual incrementó la explotación de
los recursos pesqueros de África occidental por
parte de flotas de la UE, Rusia y Asia entre los
decenios de 1960 y 1990
A menos que se indique otra cosa, todos los datos se extrajeron de la publicación Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO-4) del PNUMA: http://www.unep.org/geo/geo4/media/index.asp
NUESTRO PLANETA El medio marino
© Daniel Attia /zefa/Corbis
barcos y buq
Cada vez, y con razón, aumenta la preocupación por el medio ambiente y también
cada vez hay un miedo mayor, y genuino, a que si no cambiamos nuestras
costumbres el daño que estamos infligiendo al planeta hará que las generaciones
futuras no puedan disfrutar de la misma economía a la que nos hemos ido
acostumbrando nosotros. Cada uno de los contaminantes potenciales, cada
uno de los usuarios de energía y cada uno de los contribuyentes prominentes
al calentamiento de la atmósfera se ven más y más presionados para dejar de
contaminar y adoptar prácticas más verdes.
Desde que inició sus actividades en 1959, la Organización Marítima Internacional
(OMI), el organismo especializado de las Naciones Unidas que se ocupa de la
seguridad y la vigilancia en el mar y la prevención de la contaminación marina
derivada de los buques, ha adoptado una gran variedad de medidas para evitar
y controlar este tipo de contaminación y mitigar los efectos de todo daño
procedente de las operaciones marítimas.
Las estadísticas muestran que el marítimo es el medio de transporte que menos
perjudica al medio ambiente si se toma en consideración su valor productivo: la
enorme cantidad de cereal que hace falta para producir el pan de cada día en el
mundo, por ejemplo, no podría transportarse de ningún otro modo. Y cuando
se lo compara con la industria terrestre, el transporte marítimo en su conjunto
contribuye relativamente poco a la contaminación del mar.
La OMI aprobó el Convenio internacional para prevenir la contaminación por los
buques, más conocido por MARPOL, en 1973. El Convenio fue objeto de grandes
ampliaciones y actualizaciones y sigue siendo el instrumento internacional más
importante para las cuestiones relacionadas con ese tipo de contaminación, ya
sea procedente de operaciones normales o de situaciones accidentales. En los
seis anexos se estipulan las reglas para prevenir la contaminación derivada de los
buques por hidrocarburos; por sustancias nocivas líquidas que se transportan a
granel; por sustancias perjudiciales transportadas por mar en bultos; por las aguas
sucias; por las basuras; y para prevenir la contaminación atmosférica ocasionada
por los buques. Junto con otras medidas, ha sentado las bases para reducciones
sustanciales y continuas de la contaminación, a pesar del enorme aumento del
intercambio comercial realizado por mar a nivel mundial. Por ejemplo, la cantidad
promedio de derrames de más de 700 toneladas de petróleo proveniente de buques
cada año pasó de más de 25 en la década de 1970 a sólo 3,7 en la década del 2000.
El MARPOL promueve la aplicación de medidas a nivel mundial pero también
reconoce que algunas zonas necesitan más protección que otras. Es por ello que
en el Convenio se definen “Zonas especiales” del mar, en las que se aplican medidas
de lo más estrictas contra la contaminación. Por otro lado, la OMI ha adoptado
criterios para determinar y designar “Zonas marinas particularmente sensibles”
que necesitan un nivel aún mayor de protección a causa de su importancia
ecológica, socioeconómica o científica particular y de su vulnerabilidad al daño
que le pueden causar las actividades marítimas internacionales.
Los convenios de la OMI relacionados con la seguridad, tales como el Convenio
internacional para la seguridad de la vida humana en el mar (SOLAS), ayudan a
asegurar que no ocurran accidentes, mientras que otros convenios ambientales
contienen disposiciones sobre la cooperación, preparación y lucha contra la
contaminación por hidrocarburos y sustancias nocivas y peligrosas y los derechos
de los Estados a intervenir en alta mar para prevenir, mitigar o eliminar un peligro
para sus costas o intereses conexos originado por una contaminación resultante
de un accidente marítimo.
En febrero de 2004, la OMI adoptó el Convenio internacional para el control y
la gestión del agua de lastre y los sedimentos de los buques, que se ocupa del
inmenso daño que pueden causar los organismos acuáticos microscópicos
transportados alrededor del mundo a través de ese medio y depositados en
ecosistemas locales foráneos, que corren el riesgo de ver afectado su delicado
equilibrio. En septiembre próximo entrará en vigor un convenio que prohíbe el
uso de pintura antiincrustante dañina en los cascos de los buques.
NUESTRO PLANETA El medio marino
Cuando en marzo de 2006 entró en vigor un protocolo del Convenio sobre
la Prevención de la Contaminación del Mar por Vertimiento de Desechos y
Otras Materias de 1972 se produjo un gran cambio en la forma en que se
reglamenta el uso del mar como depositario de desechos. De hecho, a partir
de ese momento se prohibió el vertimiento de desechos, salvo para materiales
que se incluyen en una lista aprobada. En mayo pasado la OMI aprobó un
nuevo convenio sobre la remoción de restos de naufragios que puedan
llegar a plantear una amenaza para la navegación o un peligro para el medio
marino y costero, o ambos, y actualmente está elaborando un nuevo instrumento
vinculante sobre el reciclaje de buques que, según se prevé, se aprobará
en 2009.
La contaminación atmosférica es quizás la amenaza ambiental más importante
que se presenta al mundo hoy en día. La OMI está pasando revista al anexo VI
en vigor del MARPOL, en el que se establecen límites a las emisiones de óxido de
azufre y óxido de nitrógeno de los escapes de buques; se prohíben las emisiones
deliberadas de sustancias que agotan el ozono; y se pone un tope global al
ques ¿ qué está haciendo
la OMI?
por Efthimios E.
Mitropoulos
fuentes, en colaboración con otros organismos de las Naciones Unidas, en los
casos en que resultó adecuado. Por ejemplo, en 2006 ayudó a elaborar y poner
en práctica un plan de acción para asistir a las autoridades del Líbano a limpiar
la contaminación por hidrocarburos de sus costas como consecuencia de un
ataque aéreo a una refinería. El plan se acordó en una reunión internacional que
convocaron la OMI y el PNUMA y su ejecución está supervisada por el Centro
Regional del Mar Mediterráneo de intervención en casos de emergencia de
contaminación marina (REMPEC), administrado por la OMI, y el Ministerio de
Medio Ambiente del Líbano.
El REMPEC fue el primer centro regional en el mundo creado bajo la égida del
Programa de Mares Regionales del PNUMA, y recibe un apoyo cabal de la OMI. El
sector del transporte marítimo es una industria que se extiende a nivel mundial y
para la cual es necesario establecer normas y reglas acordadas a nivel internacional.
La cooperación y colaboración regionales resultan importantes para promover
una aplicación y cumplimiento efectivos, uniformes y mundiales de las normas
internacionales, lo cual es el objetivo fundamental del programa de cooperación
técnica mundial de la OMI.
contenido de azufre en los carburantes. Cuando se haya completado esta revisión,
quedarán incluidos, asimismo, las partículas y compuestos orgánicos volátiles.
La OMI también cuenta con un plan de acción para reducir las emisiones de gases
de efecto invernadero de los buques, particularmente de dióxido de carbono,
que no están incluidas en el anexo. La organización está cooperando en forma
estrecha con asociaciones de transporte marítimo internacionales y organismos
de las Naciones Unidas para garantizar que la cuestión se trata genuinamente a
nivel internacional y para evitar medidas contraproducentes adoptadas a nivel
regional o nacional en forma unilateral.
Por otro lado, el PNUMA ha elaborado una serie de planes de acción regionales,
que incluyen convenios regionales para proteger el medio marino y costero y
protocolos para luchar contra la contaminación del mar en casos de emergencia.
La OMI ha ayudado a formular esos protocolos y a garantizar un nivel sustancial de
armonización de las disposiciones pertinentes. También participó en actividades
que se realizaron tras incidentes de contaminación marina procedentes de otras
La OMI también mantiene vínculos con el PNUMA a través del Centro regional
de capacitación e información y respuesta en casos de emergencia por
contaminación marina para la Región del Gran Caribe (REMPEITC-Carib), que
presta ayuda a los países de la región a prevenir casos de graves incidentes de
contaminación, prepararse para esos casos y poder responder a ellos. Los dos
organismos también están asociados, junto a otros, en el Grupo de Expertos sobre
los Aspectos Científicos de la Contaminación del Mar (GESAMP) de las Naciones
Unidas y en el Grupo de Gestión Ambiental establecido a nivel de todo el sistema
de las Naciones Unidas. Asimismo, el proyecto de asociaciones GloBallast
para ayudar a los países en desarrollo a reducir la transferencia de organismos
acuáticos dañinos en las aguas de lastre, que ejecuta la OMI en asociación con
el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y el Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo, se apoya en la asistencia que le presta el PNUMA a través de sus
oficinas del Programa de Mares Regionales.
Estos ejemplos de cooperación ponen de relieve cómo la labor que realiza la OMI
para proteger el medio marino debe formar parte de un esfuerzo común en el
que todos y cada uno tiene una responsabilidad y una función que desempeñar,
concepto que se refleja en el lema: “Pensar a escala mundial y actuar a escala local”.
Este año, para su tema del Día Marítimo Mundial, que se celebró el 27 de septiembre
de 2007, el Consejo de la OMI eligió las cuestiones ambientales. Esas cuestiones
fueron el elemento fundamental de una gran cantidad de actividades e iniciativas
de la OMI destinadas a educar a la gente, aumentar su conciencia sobre el estado
verdadero - y en vías de deterioro - en que se encuentra el planeta, y ayudarnos
a todos nosotros a que nos convirtamos en ciudadanos responsables. Porque,
cuando se trata del medio ambiente, lo que hacemos todos, todos los días, cuenta
de verdad. PNUMA
NUESTRO PLANETA El medio marino
© Steve Curtis/ Aqua Ventures
océanos ácidos
10
NUESTRO PLANETA El medio marino
por Ulf Riebesell
Nos rodea una oscuridad total a medida que descendemos lentamente hacia
el lecho oceánico. Los números en los paneles de instrumentos de nuestro
submarino, JAGO, cambian rápidamente: la profundidad aumenta a 160 m, la
temperatura desciende a 4 °C. De repente, un mundo misterioso aparece en
el haz de luz proyectada por nuestras luces delanteras. Montículos de corales
blancos y rosáceos crecen contiguos, formando arrecifes del tamaño de campos
de balompié. Las pintorescas formaciones son un hervidero de actividad.
Cuando nos asomamos a mirar por nuestra portilla, vemos pasar peces, cangrejos
y pequeños camarones.
Al igual que sus congéneres tropicales, los corales de aguas frías proporcionan un
hábitat a una miríada de vida marina. Sólo en los últimos 10 años hemos llegado
a conocer estos focos de biodiversidad marina profunda. Como las perlas de un
collar, los arrecifes de coral de aguas frías se extienden por 5.000 km a lo largo de
la margen oriental del Océano Atlántico, desde el norte de Noruega hasta la costa
de África. A medida que nos deslizamos sobre los arrecifes admirando su belleza
silente, resulta difícil imaginar que esos ecosistemas prístinos pronto podrían
desaparecer de nuestro planeta. No obstante, si las emisiones de dióxido de
carbono andrógenas siguen aumentando al ritmo actual, en grandes extensiones
oceánicas los corales pronto tendrán que vivir en agua de mar que les corroe
sus esqueletos calcáreos. La expresión mediante la cual se describe ese proceso
es acidificación oceánica: el pH del agua de mar (la medida de su acidez) ha
venido disminuyendo constantemente. Al igual que la osteoporosis en los seres
humanos, los esqueletos calcáreos de los corales se disolverán con mayor rapidez
de la necesaria para reconstruirlos.
¿Pero cómo pueden esas emisiones poner en peligro la vida en los océanos? El
proceso subyacente de la acidificación oceánica es muy sencillo, mucho más
que los cambios inducidos por el CO2 en nuestro sistema climático. Su origen
radica en la absorción de cantidades masivas de CO2 andrógeno por la superficie
oceánica. Casi la mitad de la cantidad del gas emitido por los combustibles fósiles
mediante las actividades humanas desde el comienzo de la revolución industrial
-más de 500 mil millones de toneladas- ha sido absorbida por el océano, por
cuanto el mayor hábitat de nuestro planeta funciona como su mayor sumidero
de gases de efecto invernadero: a la larga, está previsto que absorba el 90% de
la totalidad del CO2 derivada de combustibles fósiles liberado en la atmósfera.
La acidificación del agua de mar seguirá descendiendo lentamente hacia las
profundidades oceánicas, aún mucho después de que las emisiones disminuyan
o cesen. Puede describirse como una bendición para nuestro sistema climático
debido a que atenúa el calentamiento de efecto invernadero inducido por el CO2
-- pero resultará una maldición para la vida marina.
Cuando el dióxido de carbono se disuelve en el agua de mar forma ácido carbónico.
Parte de éste es neutralizado por el tampón carbonatado, que es una reacción
química que consume los iones carbonatados - el material de construcción que
los organismos calcificadores utilizan para producir sus conchas y esqueletos. El
ácido remanente produce una disminución del pH del agua de mar. Mientras
menor sea el pH, mayor será la concentración de iones de hidrógeno y, en
consecuencia, mayor la acidez del agua. La absorción por el océano del dióxido de
carbono proveniente de los combustibles fósiles ya ha causado una disminución
de 0,1 unidades en el pH, que corresponde a un 30% de aumento en los iones de
hidrógeno. Si las tendencias actuales en las emisiones de CO2 continúan, en 2100
el pH del agua de mar disminuirá aproximadamente 0,45 unidades en relación
con la era preindustrial. Ello sería inferior -- y la tasa de cambio más rápida-- a lo
que ha tenido lugar durante al menos los últimos 400,000 años, y probablemente
durante los últimos 20 millones de años.
Lo anterior afectará no solamente a los corales de aguas frías, sino a los organismos
calcificadores en general. A medida que disminuya la concentración de iones
carbonatados, la producción de estructuras calcáreas se dificultará cada vez más.
Todas las especies calcificadoras que se han sometido a prueba en simulaciones
de laboratorio muestran una disminución de la calcificación en respuesta a la
acidificación oceánica. La calcificación es un fenómeno ampliamente difundido
entre muchos organismos marinos, que abarca desde los corales, los mejillones,
las babosas, las estrellas de mar y los erizos de mar, hasta minúsculos animales y
plantas unicelulares calcificadores que conforman la base de la red alimentaria
marina. Incluso los peces precipitan carbonato de calcio para construir algunas de
sus estructuras internas, tales como plaquetas calcáreas en su aparato vestibular.
A juzgar por los actuales resultados experimentales, existe un alto riesgo de que
muchos grupos calcificadores puedan perder su capacidad competitiva para
prevalecer en un océano cada vez más ácido. Actualmente se desconocen las
consecuencias que ello puede tener para la red alimentaria marina.
Si volvemos nuestra mirada hacia atrás en la historia de la Tierra, podemos
aprender una lección del registro paleontológico. Cuando un cometa se estrelló
en la Península de Yucatán en el norte de México hace 65 millones de años,
cantidades masivas de sulfato de calcio ascendieron impelidas a la atmósfera, y
reaccionaron con el oxígeno y el agua para formar ácido sulfúrico. Las cantidades
de ácido sulfúrico fueron suficientes para hacer que la superficie oceánica se
tornase corrosiva para las conchas y los esqueletos calcáreos de los organismos
que habitaban a nivel de la superficie. Probablemente bastaron sólo unos
pocos años para que la mezcla con las aguas oceánicas profundas neutralizara la
acidificación en la superficie, pero fue lo suficientemente prolongada como para
causar la extinción de casi todos los calcificadores planctónicos. Transcurrieron 2
millones de años antes que los corales reaparecieran en el registro paleontológico.
Fue necesario que transcurrieran otros 20 millones de años para que la diversidad
de especies de los grupos calcificadores se recuperara hasta volver a alcanzar los
niveles anteriores a su extinción.
Las investigaciones sobre los efectos de la acidificación actual de los océanos
se encuentran aún en su infancia. Nadie sabe la manera en que las respuestas
negativas observadas experimentalmente en organismos individuales se
manifestarán en las comunidades y los ecosistemas. ¿Cómo se verán afectadas
esas respuestas por otros factores de estrés como los cambios de temperatura
o la disponibilidad de nutrientes? Existe también un desafío importante en
cuanto a determinar la capacidad de los organismos sensibles para adaptarse a
la acidificación oceánica. A pesar de la gran incertidumbre, probablemente sea
acertado decir que la continuación de la acidificación oceánica causará la pérdida
de biodiversidad marina, aparejada de consecuencias aún imprevisibles para los
ecosistemas y las redes alimentarias marinas.
En su informe correspondiente a 1995, el Grupo Intergubernamental sobre el
Cambio Climático (IPCC) publicó varias situaciones hipotéticas de emisiones de
CO2 proyectadas para el siglo XXI. Su situación hipotética más desfavorable fue
juzgada críticamente a la sazón como demasiado pesimista. Sin embargo, los
registros tomados durante los últimos 10 años indican que la actual tendencia en
las emisiones de CO2 a nivel mundial es superior a la que se estima en esa situación
hipotética. A pesar de la mayor concienciación respecto de los problemas
vinculados con el aumento en los niveles de CO2 atmosférico, nuestros esfuerzos
dirigidos a dar marcha atrás a este proceso aún quedan a la zaga. La acidificación
oceánica y los peligros conexos para la vida marina proporcionan un incentivo
más para adoptar cuanto antes y resueltamente medidas dirigidas a disminuir las
emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial. PNUMA
NUESTRO PLANETA El medio marino
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© HO Old/Reuters
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NUESTRO PLANETA El medio marino
fomento de los
conocimientos
por Lee A. Kimball
Durante siglos los océanos han infundido temor e inspirado a la humanidad,
alimentando sueños de abundancia infinita, desafiando el ingenio, y suscitando
espectros de demonios y espíritus guardianes. Las personas siempre han sentido
curiosidad respecto del medio marino, pero su necesidad de comprenderlo ha
avanzado a paso lento a la par de actividades tempranas como la navegación a vela
y la pesca. Esa necesidad aumentó exponencialmente con la gran expansión de su
utilización por los seres humanos en la segunda mitad del siglo XX, y ahora guarda
relación no solamente con actividades como la explotación de los recursos vivos y
minerales oceánicos y la seguridad de la navegación internacional, sino también
con la preocupación cada vez mayor respecto del cúmulo de consecuencias de las
actividades humanas.
La tarea de asegurar a las generaciones presentes y futuras los bienes y servicios
del océano está condicionada a la existencia de ecosistemas marinos productivos,
sanos y capaces de recuperarse. Es menester que los encargados de adoptar
decisiones den un salto cuántico en la comprensión de la manera en que esos
sistemas interactúan con la sociedad humana; o sea, en la evaluación de los
océanos.
En muchos informes fragmentados recientes se describe el deterioro de los
recursos y las condiciones de los océanos, pero en pocos de ellos se explica con
claridad la manera en que ello afecta el bienestar de las personas. En algunos se
examina la manera en que las respuestas técnicas y normativas pueden paliar esas
tendencias, o si las políticas adoptadas han tenido resultados satisfactorios. Esto
debe integrarse plenamente en la evaluación de los océanos de manera que tanto
los encargados de adoptar decisiones como el público comprendan a cabalidad
las consecuencias del “criterio de que todo sigue igual” y de las modificaciones
que se le proponen.
El descubrimiento en 1977 de comunidades de aprovechamiento hidrotérmico dio
inicio a revelaciones de vida en las profundidades oceánicas que han modificado
la percepción de que el lecho oceánico es un gran erial. A comienzos del año en
curso, el análisis de ADN de microbios oceánicos en aguas superficiales reveló
millones de nuevos genes. Es menester contar lo antes posible con un medio
acordado para evaluar las consecuencias de los nuevos hallazgos en esferas que
relativamente no han sido objeto de estudio tanto sobre la salud y productividad
de los océanos, como los ciclos biológicos y geoquímicos de la Tierra.
Durante más de tres decenios la comunidad científica internacional ha venido
desarrollando conceptos sobre las relaciones que existen entre las especies
y el medio ambiente en los ecosistemas marinos, pero no fue sino hasta 2001
que la comunidad política internacional, a sus niveles más elevados, aceptó
oficialmente el enfoque por ecosistemas respecto de la gestión de los océanos.
Compete a la evaluación de los océanos analizar toda la variedad de presiones
que obran sobre las especies y las relaciones ambientales que integran un
ecosistema determinado, incluidas las externas. Un proceso de carácter mundial
puede ayudar a asegurar que las repercusiones cumulativas de las actividades
humanas se tengan en cuenta a la escala geográfica apropiada. Puede patrocinar
los análisis más detallados que los encargados de adoptar decisiones a nivel
regional necesitan: que incluyan la contaminación o los desechos provenientes
de fuentes terrestres y marinas; el estado de los peces y otras especies marinas
y sus hábitats; las especies invasoras, así como la influencia de los sistemas de
agua dulce, el cambio climático y el agotamiento del ozono en los ecosistemas
marinos regionales. Asimismo, puede aunar análisis regionales y temáticos para
asegurar que se establezcan las conexiones pertinentes, por ejemplo, respecto de
las especies que migran grandes distancias, la contaminación a gran distancia, o
los efectos de los cambios en las condiciones oceánicas o atmosféricas en gran
escala. Además, puede ayudar a los encargados de adoptar decisiones a prever la
aparición de nuevas cuestiones proporcionándoles un panorama bien integrado
de las condiciones y tendencias presentes.
Durante los últimos 60 años se han establecido órganos intergubernamentales
encargados de adoptar decisiones a nivel mundial con competencia respecto
de diferentes sectores que afectan los océanos. Han creado una variedad de
mecanismos para acopiar y evaluar datos e impartir asesoramiento científico. No
obstante, sus mandatos especializados significan que en cada uno de esos órganos
los encargados de adoptar decisiones pocas veces ven un panorama coherente
del estado del medio ambiente marino, y tampoco uno en que se destaque la
importancia relativa de las actividades a las que se asigna atención prioritaria en
un marco coherente regional o mundial. Un proceso de evaluación oceánica bien
diseñado, en el que se tengan en cuenta estas competencias respectivas, puede
proporcionar esos panoramas coherentes.
Por último, el ineludible desplazamiento hacia enfoques por ecosistemas más
integrados supondrá evaluaciones fundamentadas en diversas esferas de
conocimientos especializados. En un mundo marino complejo y en proceso
de cambio existirán inevitablemente incertidumbres, nuevas preocupaciones
y cuestiones polémicas. Además, el ritmo de adquisición de conocimientos
en esferas cada vez más especializadas dificultará mantener actualizados a los
científicos, administradores y encargados de adoptar decisiones. Un proceso de
NUESTRO PLANETA El medio marino
13
evaluación oceánica a nivel mundial en el que se fomenten las comunicaciones y
el establecimiento de redes entre especialistas puede propiciar el entendimiento
científico común y de esa manera agilizar el concierto político internacional.
En la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de 2002 (CMDS) la
comunidad internacional convino en “establecer antes de 2004 un proceso
ordinario en el marco de las Naciones Unidas para la presentación de informes
y evaluación a nivel mundial del estado del medio marino, con inclusión de
aspectos socioeconómicos... sobre la base de evaluaciones regionales existentes.”
La meta de 2004 resultó ser poco realista, pero en 2005 la Asamblea General inició
una “evaluación de evaluaciones” (EdE) como etapa preparatoria para el ‘proceso
periódico’, como se le denomina.
La EdE consiste en: 1) un grupo especial intergubernamental directivo, integrado
por miembros de 18 países y seis organizaciones internacionales; 2) el PNUMA
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO en calidad de
organismos rectores, para prestar servicios de secretaría y coordinar la iniciativa
preparatoria, bajo la orientación del grupo directivo, y 3) un grupo equilibrado
de 20 expertos, establecido por los organismos rectores y aprobado por el grupo
directivo, encargado de realizar la evaluación de las evaluaciones.
La Asamblea General estipuló que la EdE debía reunir y examinar evaluaciones
existentes a fin de determinar: deficiencias temáticas o geográficas, o ambas, en
los conocimientos científicos y el acopio de datos, o en las evaluaciones; la manera
en que los recursos existentes se pueden incorporar en un proceso ordinario,
o contribuir a este; así como las incertidumbres científicas que precisan mayor
investigación. El segundo objetivo principal es sintetizar y destacar las mejores
prácticas de evaluación, y el tercero es establecer la manera en que las evaluaciones
anteriores se han comunicado a los encargados de formular políticas.
El grupo de expertos (GdE) también deberá estudiar la utilidad de organizar
componentes de evaluación a diferentes escalas, y las limitaciones que ello plantea,
así como la manera en que ello pueda guardar relación con las evaluaciones
integradas. Deberá analizar la manera en que las evaluaciones existentes
establecen los elementos necesarios para la credibilidad científica, la pertinencia
14
NUESTRO PLANETA El medio marino
normativa, la legitimidad y la utilidad, así como examinar la necesidad de
fomentar la capacidad para apoyar el proceso periódico. Deberá tener en cuenta
las interacciones de carácter social con el medio marino y a nivel internacional:
las metas y los objetivos acordados relativos al desarrollo humano y la utilización
sostenible de los océanos. Conjuntamente, esos análisis conformarán la base
para que el GdE determine el marco y las opciones para proceder a establecer el
proceso periódico, con inclusión de los posibles costos.
El GdE ha organizado su examen de las evaluaciones, sobre la base de un
desglose tentativo en 21 regiones oceánicas. Esos exámenes regionales servirán
para determinar las deficiencias y mejores prácticas, así como las posibles
contribuciones de las actividades en curso. El GdE ha trabajado principalmente
por correo electrónico, se ha reunido dos veces en 2007 y tiene previsto realizar
otras tres reuniones. Su informe será objeto de un examen por homólogos, y a
finales de 2008 los gobiernos tendrán la oportunidad de formular observaciones
sobre la EdE, y contribuir a ésta. Se presentará un informe final al grupo directivo
especial antes de presentarlo al sexagésimo cuarto período de sesiones de la
Asamblea General de las Naciones Unidas en 2009.
La labor del GdE con el fin de determinar un marco y opciones para el proceso
periódico se fundamentará en:
•
la manera de integrar en un todo coherente y válido la variedad de iniciativas
sectoriales y temáticas en materia de acopio de datos y evaluación, a los niveles
regional y mundial;
•
la manera de determinar las prácticas más eficaces para realizar y comunicar
evaluaciones de manera que los encargados de adoptar decisiones, los
administradores, los usuarios y el público reciban la información clara, bien
fundamentada y oportuna que necesitan para asegurar la utilización sostenible
de los océanos; y
•
aunque el apoyo institucional a la evaluación oceánica varía en diferentes
regiones, la manera de lograr un marco mundial que pueda fortalecer los arreglos
y redes regionales, facilitar las conexiones interregionales, y crear un panorama
mundial que sea mayor que la suma de sus partes. PNUMA
libros
Juegos Olímpicos de Beijing 2008 –
Reseña ambiental
Este informe analiza los proyectos que se llevaron a cabo en la ciudad de
Beijing para incorporar la sostenibilidad ambiental en los Juegos Olímpicos
de 2008 y cumplir los compromisos ambientales asumidos durante el proceso
de selección de la sede. Desde 1994, los comités organizadores de los Juegos
Olímpicos han prestado cada vez más atención a las cuestiones ambientales,
y se espera que ahora dejen un legado sostenible y promuevan la conciencia
ecológica. El informe del PNUMA analiza los logros ambientales del Comité
Olímpico de Beijing y pasa revista de los éxitos y las dificultades del período
previo a los Juegos Olímpicos del próximo año.
Manglares de África occidental y central
Este informe presenta un perfil de país de 19
países de África occidental y central, teniendo
en cuenta el estado de sus manglares,
su distribución, biodiversidad y usos, así
como las amenazas que enfrentan y los
factores que impulsan su cambio. Aunque
se está trabajando mucho para investigar
este hábitat a nivel nacional, regional y
mundial, aún existen lagunas significativas
en la información, lo que pone de relieve la
necesidad de seguir tomando iniciativas para
mejorar la evaluación en la región.
Desechos marinos en la región de los mares de Asia
oriental – Una perspectiva regional
Este informe presenta una reseña de los
#/"3%!
desechos marinos en la región de los mares
de Asia oriental, tanto en los niveles regional
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INTHE
como nacional, y formula recomendaciones
%AST!SIAN3EAS2EGION
y propuestas de cambio. Entre las áreas que
abarca se incluyen conocimientos y datos
sobre el problema de los desechos marinos;
instrumentos, programas e iniciativas sobre
desechos marinos; y carencias y necesidades
relacionadas con la prevención, el control y
la gestión de los desechos marinos.
El informe integra aportes de gobiernos de
toda Asia oriental e información proveniente de instituciones dedicadas a la
ciencia marina y ONG ambientalistas internacionales.
-ARINELITTERINTHE%AST!SIAN3EAS2EGION
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BEIJING 2008 OLYMPIC GAMES
AN ENVIRONMENTAL REVIEW
Planeta océano:
viaje al corazón del
reino marino
El fuego de Apolo: cómo encender la chispa
de la economía ecológica en los
Estados Unidos
Antártida:
la advertencia de
la atmósfera
Parques de paz - Conservación y solución
de conflictos
Laurent Ballesta y Pierre
Descamp (National
Geographic, 2007)
Este libro, escrito por un
fotógrafo marino devenido
buzo y un biólogo marino,
incluye más de 400 fotografías de extraordinarios paisajes
submarinos de todo el mundo. Acompañan a las fotografías
25 ensayos escritos por destacados científicos, en los que se
destacan temas que van desde la acuicultura al calentamiento
de la atmósfera, ofreciendo una vívida descripción de las
amenazas que abruman a los océanos del mundo y de
los motivos por los que debemos proteger la increíble
diversidad de sus plantas y animales. La Unión Mundial
para la Naturaleza se ha unido en calidad de asociada del
proyecto para garantizar una presentación precisa, oportuna
e interesante de este tema de vital importancia.
Sebastian Copeland (Earth
Aware Editions, 2007)
El premiado fotógrafo
Sebastian Copeland documenta la frágil gloria de la
Antártida, capturando tanto la increíble belleza del
continente como los estragos que está causando en él el
cambio climático. El libro, cuyo prólogo fue escrito por
Mikhail Gorbachev, constituye una cruda advertencia de que
los seres humanos están destruyendo poco a poco uno de
los lugares más extraordinarios de la Tierra. Le ha valido a
Copeland el galardón al “Fotógrafo Profesional del Año” en
los Premios Internacionales de Fotografía de 2007.
La revolución de la tecnología no
contaminante - La próxima gran
oportunidad de crecimiento e inversión
Ron Pernick y Clint Wilder
(Collins, 2007)
Ron Pernick y Clint Wilder
estudian las principales fuerzas
que han llevado la “tecnología no
contaminante” a la vanguardia
de los principales negocios,
gracias a las inversiones de
miles de millones de dólares que
hacen gigantes de la industria
tales como GE, Toyota y Sharp.
El libro pone de relieve ocho sectores principales de la
tecnología no contaminante –solar, eólica, biocombustibles,
edificios ecológicos, transporte personal, la red inteligente,
aplicaciones móviles y filtración del agua– y sostiene que las
tecnologías no contaminantes están abriendo un mundo de
oportunidades para las empresas, los empresarios y
los inversionistas.
Jay Inslee y Bracken Hendricks
(Island Press, 2007)
Apollo Alliance es un
grupo estadounidense de
promoción e investigación
que reúne a sindicatos,
grupos ambientalistas y
organizaciones empresariales
comprometidas con el
fomento de una economía
ecológica. En este libro, Jay Inslee, legislador por el Estado
de Washington, y Bracken Hendricks, fundador de Apollo
Alliance, explican en detalle distintas maneras de reducir la
dependencia respecto de los combustibles fósiles y combatir
el calentamiento de la atmósfera. Entre sus propuestas se
incluyen el rediseño del automóvil, la inversión en energía
solar y eólica, y la creación de carbón no contaminante y
energía nuclear segura.
Editado por Saleem H. Ali
(MIT Press, 2007)
Aunque en 2004 fue el
ambientalista keniano
Wangari Maathai quien
ganó el Premio Nobel de
la Paz, muy pocos han
considerado la posibilidad
de que la conservación
ambiental contribuya a la
consolidación de la paz en las zonas de conflicto. Este libro
explora esa cuestión y analiza las maneras en que puede
ayudar la cooperación ambiental en zonas de conservación
pertenecientes a distintas jurisdicciones a resolver conflictos
políticos y territoriales. El libro analiza el papel de los
gobiernos, el ejército, la sociedad civil, los científicos y los
conservacionistas, y sus efectos en la ordenación ecológica y
el potencial de consolidación de paz en esas zonas.
El pedido de Ivan
Catherine Drury
(Stamford House
Publishing, 2007)
Este libro para niños
aborda el problema del
calentamiento de la
atmósfera con mucha
imaginación, mediante
una conversación entre el
iceberg Ivan y dos niños
que van en crucero a la Antártida con su familia. Ivan le pide
a Jo, de doce años, y a Colin, de nueve, que lo ayuden para
que no siga derritiéndose. Eso los lleva a difundir el mensaje
y sirve de inspiración a otros niños para actuar en favor del
medio ambiente.
NUESTRO PLANETA El medio marino
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© Ashley Karyl/ Stone/ Gallo Images/ Getty Images
En 2005, el PNUMA nombró Campeón de la Tierra a su Santidad Bartolomeo I de Constantinopla, Arzobispo de Constantinopla y Patriarca Ecuménico.
Este premio se entrega todos los años a siete líderes ambientalistas destacados que hayan efectuado un aporte significativo a la protección y
ordenación sostenible del medio ambiente del planeta.
En cada número de Nuestro Planeta se presentan las opiniones de uno de los Campeones del PNUMA. Para más información sobre el premio del
PNUMA a los Campeones de la Tierra, véase http://www.unep.org/champions/.
en el mism
por Su Santidad el Patriarc
16
NUESTRO PLANETA El medio marino
mo barco
ca Ecuménico Bartolomeo
Durante más de un decenio, el Patriarcado Ecuménico, una de las instituciones
religiosas más antiguas del mundo, ha venido obrando en aras de señalar a la
atención general la profunda crisis existencial que el mundo moderno encara
como resultado de actividades humanas irresponsables. Si bien el mundo tiene
ante sí muchos desafíos ambientales graves, en nuestras actividades hemos
asignado una atención sumamente prioritaria al estado de las aguas de la Tierra:
los océanos, los lagos, los ríos y la totalidad de la biosfera en la que el agua
desempeña una función fundamental.
En siete simposios flotantes, a los que han asistido distinguidos científicos,
ambientalistas y líderes religiosos, hemos señalado a la atención del mundo los
problemas concretos a los que determinadas extensiones de agua ecológicamente
sensibles hacen frente: el Mar Egeo, el Mar Negro, el río Danubio, el Mar Adriático
el Mar Báltico, el río Amazonas y el Océano Ártico. Todos esos simposios tuvieron
lugar a bordo de embarcaciones, navegando por esos bellos pero frágiles lugares,
destacándose de esa manera una sencilla verdad: independientemente de
nuestra raza, religión o clase económica, “todos estamos en el mismo barco”, en
el sentido de que nadie escapa a las consecuencias de una catástrofe ambiental
general, y nadie puede evadir la responsabilidad moral de evitarla. La humanidad
o bien sigue navegando, o bien se hundirá como resultado de su propio uso
irresponsable de las providenciales dádivas de Dios.
A veces algunos nos preguntan por qué en sus actividades y pronunciamientos
de índole ecológica el Patriarcado ha asignado una atención tan vehemente al
agua. Quizá la respuesta primera y más sencilla es que la noción de la importancia
primordial del agua como constituyente de la vida está profundamente enraizada
en nuestra tradición espiritual y litúrgica. Ello es válido en todas las creencias
abrahámicas, que tienen sus raíces en una región del mundo en la que el agua
escasea, y en la que es natural describir el ansia del alma humana por Dios como
una “sed” de lo que más necesita. Todas las tardes, los cristianos ortodoxos
inician su culto recitando el glorioso salmo de la creación (Salmo 104 según la
numeración occidental) que, al igual que en el relato de la Creación en el libro del
Génesis, parece expresar la profunda percepción de que la vida marina precedió
e hizo posible la vida que posteriormente surgió en tierra seca: ¡Cuán múltiples
tus obras, oh Señor! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus
criaturas. He allí el grande y anchuroso mar, en donde bullen criaturas sin número,
tanto pequeñas como grandes....”
El relato del encuentro de Nuestro Señor Jesucristo en el Pozo de Jacobo con
una mujer samaritana también es muy apreciado por los corazones cristianos
ortodoxos. Rompiendo el molde de la división entre samaritanos y judíos, Cristo
pide a la mujer que le dé agua de esta antigua fuente -y entonces procede a
ofrecerle el “agua vital” de la perfecta comunión con Dios, el tipo de agua que
sacia eternamente toda sed. Mediante relatos como éste, llegamos a percatarnos
de una verdad profunda: desde el punto de vista cristiano, la intensa necesidad
de agua que todos los seres humanos experimentan no es más que un puntero
que señala una necesidad aún más profunda: vivir según la intención de nuestro
Creador. La naturaleza de la vida en comunión con Dios es un misterio que hombres
y mujeres santos han ponderado y ejemplificado durante muchas generaciones.
Algo que sabemos ciertamente es que no fue la intención de Dios que tratáramos
los recursos de la Tierra, o sus aguas, como algo para ser utilizado exclusivamente
con fines económicos a corto plazo, sin tener en cuenta otras formas de vida en
la Tierra o las generaciones futuras. Durante el simposio efectuado el año pasado
en la región del Amazonas, y durante nuestra visita a Groenlandia este año,
tuvimos la atemperadora experiencia de encontrar culturas indígenas en las que
la necesidad de tomar en consideración a las generaciones futuras -y respetar la
integridad de los sistemas ecológicos- se comprende mucho mejor que en países
prósperos supuestamente herederos de la “civilización cristiana”.
Las culturas tradicionales, al igual que los redactores de nuestras Escrituras y
textos litúrgicos, han comprendido intuitivamente la importancia primordial
del agua, y el hecho de que su totalidad (desde los océanos hasta las nubes, los
pequeños riachuelos y los oasis) integran un sistema único. En uno de los himnos
más hermosos de la Iglesia Ortodoxa, una mujer devota de Cristo proclamó las
palabras: “Recibe el manantial de mis lágrimas, Tú que sacas agua de las nubes...”
Difícilmente exista una expresión más bella de la verdad de que cada molécula de
agua en la Tierra, desde el torrente más poderoso hasta una minúscula lágrima,
conforma un maravilloso sistema integral.
En tiempos modernos, los científicos han proporcionado un contenido más preciso
a esta percepción intuitiva. Por ejemplo, nos han dicho que aproximadamente el
70% del cuerpo humano es agua -- y que casi exactamente el mismo porcentaje
de la superficie de la Tierra está cubierta de la misma. Han explicado la manera
en que el vapor de agua en la atmósfera es uno de los factores que mantienen
relativamente estable la temperatura de la Tierra. Han explicado cada vez en
mayor detalle la manera en que, mediante la evaporación y la precipitación, el
agua circula perpetuamente alrededor de una biosfera formada por el mar, la
tierra y el aire.
Tanto la sabiduría antigua de nuestras Escrituras como las percepciones modernas
de la ciencia apuntan a una sola verdad: siempre que hay desorden en las aguas
de la Tierra --a causa de la elevación de los niveles del mar, la escasez de agua
dulce, o acontecimientos extremos como los huracanes y las inundaciones-ello constituye una señal profundamente perturbadora para la vida en la Tierra
en general. Preocupan cada vez más al Patriarcado Ecuménico esas señales, así
como los desórdenes espirituales que ponen de manifiesto. Pero el Patriarcado
no perderá la fe en el pacto de Dios con la humanidad, expresado en el relato
del justo Noé, quien sobrevivió una terrible inundación. El hombre puede
hacer cuanto pueda para destruir los efectos del pacto de Dios mediante su
irresponsable y egoísta uso indebido de las aguas y otros recursos de la Tierra;
pero el ofrecimiento hecho por Dios --de las “aguas vitales” de la vida humana en
perfecta armonía y sinergia con el Creador-- nunca será retirado. PNUMA
NUESTRO PLANETA El medio marino
17
© Nik Wheeler/Corbis
repensar, r
Desde hace tiempo, el programa del PNUMA de los océanos y costas ha sido uno de sus
más emblemáticos. Sigue siendo sólido, pero ciertas presiones convergentes lo están
obligando –y están obligando también a la comunidad internacional– a repensar la
ordenación marina y costera.
La primera presión, la fundamental, proviene de la investigación de una comunidad
científica que emplea una nueva profusión de metodologías e instrumentos de alta
tecnología. En el último decenio, los científicos han elaborado una serie de informes
preocupantes sobre nuevas amenazas para los ecosistemas marinos y costeros y para el
bienestar de los miles de millones de personas que viven cerca de los océanos. La más
grave es el cambio climático mundial, que perjudica la circulación oceánica, los ciclos
químicos y de los nutrientes, la acidez y la temperatura de los océanos y el nivel del mar.
Otra es la proliferación de las “zonas muertas”, es decir, zonas que pueden abarcar 100.000
km2 de océano donde la proliferación de algas, estimulada por los fertilizantes y las aguas
residuales, ha consumido todo el oxígeno del agua y ahuyentado a los seres vivos.
La alta mar también se ve amenazada. Las actividades pesqueras ilegales, no declaradas
y no reglamentadas han frustrado las iniciativas internacionales para que las pesquerías
sean sostenibles, mientras que el estudio de los fondos marinos ha revelado que se
están destruyendo algunos ecosistemas frágiles de aguas profundas, tal vez para
siempre, a medida que las redes de arrastre pesadas arrasan con los montes submarinos.
Asimismo, los científicos han seguido documentando otras amenazas y sus causas, entre
ellas, el creciente impacto costero de la urbanización y el turismo, la sobreexplotación
y la contaminación cada vez mayor de los mares como consecuencia de actividades
realizadas en tierra y mar. Ni el público ni los encargados de formular políticas pueden
seguir haciendo caso omiso de la ciencia.
En segundo lugar, es la sociedad civil –ONG, centros de investigación y otros grupos
internacionales– la que ejerce presión: se ha mostrado indignada con estos datos y ha
pedido que se tome una serie de nuevas iniciativas y medidas que den solución a los
problemas. Y, en tercer lugar, está la comunidad internacional más amplia.
Alentados por las reformas de mayor escala de las Naciones Unidas, el PNUMA y sus
asociados han reconocido que la ordenación convencional en la esfera de los océanos y
costas no nos ha dado los resultados que debería y podría haber dado. Muchas iniciativas
prometedoras se están quedando paralizadas ante la inercia institucional, la competencia
con otros intereses en materia de desarrollo, y las rivalidades locales y la fragmentación
entre distintas burocracias.
En consecuencia, dada la diversidad de intereses, entre ellos, los de la Cumbre Mundial sobre
el Desarrollo Sostenible, la Asamblea General de las Naciones Unidas, los gobiernos, las ONG
ambientales, una decena de organismos de las Naciones Unidas y una multitud de otros
interesados directos, es necesario adoptar un nuevo enfoque para la ordenación ambiental
internacional. Para ello, a su vez, debemos repensar nuestro enfoque de los problemas
relacionados con los mares desde una perspectiva “de abajo arriba”, realinear y consolidar
las fuerzas actuales y reorientar nuestros esfuerzos hacia un nuevo conjunto de metas.
Así, el PNUMA está reorganizando sus prioridades en el marco de una nueva estrategia
para 2010-2013, en respuesta a los problemas que puso de manifiesto la ciencia. En la
18
NUESTRO PLANETA El medio marino
realinear, reorientar
por Ibrahim Thiaw
estrategia se identifica la ordenación de los ecosistemas como uno de los seis
objetivos principales del programa, y el PNUMA ha iniciado un proceso destinado
a detectar elementos dentro de sus divisiones que puedan servir para un programa
marino y costero coherente que se ocupe de este tema.
Como parte de ese esfuerzo, en agosto de 2007 la organización celebró una
reunión consultiva –para repensar–, con el fin de analizar los nuevos problemas
relacionados con los océanos y costas; esbozar las capacidades y el potencial
del PNUMA; establecer algunas nuevas prioridades para el programa marino y
costero; y determinar las áreas de trabajo que quizá requieren más atención o una
atención continua. Entre esas áreas prioritarias se incluyen, a su vez, las siguientes:
contaminación causada por actividades realizadas en tierra; la alteración física y
la destrucción de los hábitats, incluso por la acuicultura; el impacto que tiene el
cambio climático en los océanos y costas; la diversidad biológica marina y costera,
incluso la de aguas profundas; los aspectos ambientales de la gestión y ordenación
de las pesquerías, la alta mar y los fondos marinos; la vulnerabilidad de las islas; y los
productos químicos y otras sustancias peligrosas que perjudican el medio marino.
Se desperdician innumerables recursos humanos y financieros por las iniciativas
duplicadas, poco coordinadas y a veces contradictorias de los organismos de
las Naciones Unidas, organizaciones internacionales, convenios y convenciones
mundiales, autoridades nacionales y regionales y otros. Las Naciones Unidas están
haciendo frente a este problema por medio de una iniciativa de reforma, conocida
como proceso “Una ONU”, en el que se utilizan conjuntamente distintos recursos
de todo el sistema. Con arreglo a esto, el PNUMA está atravesando un proceso
intenso de autorreflexión y aprendizaje orgánico para establecer asociaciones
más estrechas entre sus divisiones y más orientadas hacia los resultados.
Hasta ahora, la labor del PNUMA relacionada con los problemas marinos y costeros
ha tenido lugar fundamentalmente dentro de dos esferas programáticas: el
Programa de Mares Regionales y el Programa de Acción Mundial para la Protección
del Medio Marino frente a las Actividades Realizadas en Tierra. El Programa de
Mares Regionales reúne a los gobiernos de 17 regiones, la comunidad científica,
organizaciones intergubernamentales y otros interesados directos para que
evalúen los problemas ambientales marinos y elaboren estrategias, políticas y
herramientas de ordenación para solucionarlos. El Programa de Acción Mundial
para la Protección del Medio Marino frente a las Actividades Realizadas en Tierra
ayuda a los estados a tomar medidas a nivel mundial, regional y nacional por
medio de una serie de programas técnicos y de creación de capacidad.
El PNUMA seguirá reforzando las fortalezas indiscutibles de los programas pero
también tenderá nuevas redes de vigilancia, detectará fuentes de contaminación
y evaluará la contaminación marina, la diversidad biológica marina y la evolución
de la zona costera a la luz de sus nuevas esferas prioritarias. Trabajará más estrecha
y activamente con los acuerdos ambientales multilaterales relacionados con los
mares, así como con los programas científicos de sus asociados internacionales.
Ahora, la comunidad internacional está centrando su atención en nuevas
prioridades. Por ejemplo, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha instado
a la comunidad internacional a que tome medidas cuanto antes para proteger los
corales de aguas profundas, montes submarinos y otros ecosistemas vulnerables
de aguas profundas del impacto de la pesca con redes de arrastre de fondo y
otras prácticas destructivas en alta mar. Del mismo modo, los objetivos de
desarrollo del Milenio se han perfilado como una solución potencial al problema
de la competencia entre los intereses en materia de desarrollo, ya que relacionan
la pobreza con los problemas de los océanos y costas.
La reunión consultiva del PNUMA elaboró una nueva lista de cuestiones
prioritarias, algunas conocidas y algunas nuevas. La contaminación causada
por actividades realizadas en tierra y por sustancias peligrosas siempre ha sido
motivo de preocupación, pero ahora se está prestando más atención al problema
de la alteración física y la destrucción de los hábitats costeros. Las repercusiones
que tiene el cambio climático en los océanos y costas, la vulnerabilidad de las
islas pequeñas y la pérdida de la diversidad biológica en aguas profundas están
cobrando cada vez más importancia en la lista a medida que se dan a conocer
nuevas pruebas científicas. Y las prioridades también tienen que ver con las
dificultades que atraviesan las poblaciones humanas costeras en relación con
cuestiones económicas tales como las pesquerías y la explotación de la alta mar
y los fondos marinos.
De conformidad con el mandato del Programa de Acción Mundial y por conducto
de su Programa de alteración física y destrucción de hábitats, el PNUMA está
centrando su atención en problemas relacionados con el crecimiento demográfico,
las construcciones humanas en las zonas costeras y la consiguiente destrucción
de los hábitats, y destinando gran parte de sus recursos a solucionarlos.
Mientras tanto, el Programa de Mares Regionales es uno de los instrumentos
clave del PNUMA para aplicar las decisiones de los foros intergubernamentales
mundiales relacionadas con estos temas, pero sólo puede cumplir su función
si se le reconoce su credibilidad científica. Hace poco, adoptó una nueva serie
de orientaciones estratégicas y está fortaleciendo sus fundamentos científicos,
haciendo más hincapié en la vigilancia y la evaluación y en la cooperación con
los asociados científicos del PNUMA y otros organismos especializados. Se está
pidiendo a cada uno de los programas regionales que mejoren su base científica
y su capacidad de seguir de cerca las cuestiones científicas. También se están
destinando más esfuerzos a evaluar el impacto que tiene el cambio climático
en el medio marino y costero –y las repercusiones probables en las pesquerías,
el turismo, la salud humana, la diversidad biológica marina, la erosión costera y
los ecosistemas de las islas pequeñas– para obtener datos que sustenten nuevas
estrategias regionales de adaptación.
Cualesquiera sean el enfoque, la alineación y la orientación del PNUMA, es preciso
que su labor en materia de océanos y costas siga teniendo una base científica
sólida. Es preciso que los nuevos problemas cruciales que detecten los científicos
encuentren cabida en la lista de prioridades con más rapidez. Más que nunca,
tenemos que entender qué está sucediendo con el medio marino para poder
tomar medidas eficaces y concertadas antes de que ecosistemas enteros lleguen
a un “punto de inflexión” y no quede margen para reparar el daño. PNUMA
NUESTRO PLANETA El medio marino
19
puntos
de inflexión
por Gerald Marten y Amanda Suutari
Los manglares –“selvas junto al mar”– abarcan un cuarto de la costa tropical y
subtropical de la Tierra. Al ocupar dos mundos, como interfaz entre la tierra
y el mar, son vitales para la sanidad de los ecosistemas costeros, que a su vez
contribuyen a la sanidad de las pesquerías, y, de hecho, funcionan como criaderos
de peces. Aumentan la capacidad de recuperación de las costas y las protegen
de la erosión, las tormentas tropicales y los maremotos. Retienen los sedimentos
que se desprenden de la tierra y evitan así que se atarquinen las praderas marinas
y los arrecifes de coral. Y funcionan como un “supermercado” natural, ya que
proveen a quienes dependen de ellos una variedad de materiales necesarios, por
ejemplo, frutas, miel, otros alimentos, leña, plantas medicinales y material para la
construcción. Pero, además, son uno de los hábitats más amenazados del mundo
y su tasa de desaparición está aumentando a causa de la conversión de las tierras
costeras con fines de desarrollo, la producción de carbón, el turismo y la polémica
práctica de la acuicultura del camarón.
no calificado y mal remunerado en fábricas y dejaban a los niños en el pueblo, al
cuidado de abuelos ancianos, con lo que se debilitó aún más la estructura social.
A medida que disminuían las pesquerías –tanto por el impacto de los buques
arrastreros como por el desmonte de los manglares–, los pobladores tuvieron que
adentrarse en el mar y recurrir a métodos más destructivos para pescar cantidades
cada vez menores de peces, tales como el uso de dinamita, cianuro y redes de
empuje, que raspaban el fondo oceánico y causaban daños a las praderas marinas,
los arrecifes de coral y otros hábitats marinos. También tuvieron que invertir en
equipos más costosos para no “quedar rezagados” en la carrera por la pesca, cada
vez más escasa. Algunos optaron por vender las tierras. Las comunidades costeras
se encontraban en una encrucijada en la que las estrategias de supervivencia
diaria eliminaban o reducían sus opciones futuras: el resultado fue un espiral
descendente que se reforzaba a sí mismo y llevaba al aumento de la pobreza y
la degradación social y ambiental.
De 1975 a 1993, se perdió cerca de la mitad de los manglares ubicados a lo
largo de los 2.560 kilómetros de costa de Tailandia. Esto tuvo consecuencias
devastadoras en la provincia de Trang, por ejemplo, unos 800 kilómetros al sur
de Bangkok, sobre la costa oeste del Mar de Andamán. Hasta el decenio de 1960,
los pueblos costeros de esa región vivían principalmente de la pesca y dependían
también de los manglares para obtener plantas medicinales y materiales como
la paja para las viviendas y los aparejos de pesca. Más tarde, la mecanización de
la pesca desencadenó una serie de efectos, que minaron sobremanera el capital
natural y social de esos pueblos. Los grandes buques arrastreros comerciales
infringían la zona costera, de 3 km de longitud, donde pescaban los pobladores.
Sus aparejos y métodos destructivos causaban daños a los arrecifes de coral,
raspaban el fondo marino y ahuyentaban a los peces jóvenes, que aún no se
habían reproducido, pero los habitantes del pueblo temían hacerles frente. Casi
al mismo tiempo, se abrieron los bosques de manglares a los concesionarios,
que empezaron a desmontarlos para producir carbón. Algunos de los habitantes
más pobres no pudieron más que aceptar trabajos mal remunerados, ya fuera
desmontando manglares para los concesionarios o en los buques arrastreros
comerciales, destruyendo su propia base de recursos naturales. Los lugareños
también empezaron a desmontar los manglares ellos mismos, pensando “si no
los desmonto yo, los desmontará otro”. Las mujeres empezaron a buscar trabajo
En 1985, una pequeña organización llamada Yadfon (“gota de lluvia”, en
tailandés) empezó a trabajar con los habitantes de los pueblos costeros. Sus
fundadores, Pisit y Ploenjai Charnsnoh, conversaron durante meses con la
gente y el imán del lugar para inspirar confianza y detectar las necesidades
acuciantes. Excavaron juntos para abrir un pozo comunitario y crearon un
programa cooperativo destinado a ayudar a los pescadores a comprar
aparejos de pesca y motores para sus botes, vender la pesca diaria a
precios justos de mercado y disminuir su dependencia respecto de
los intermediarios. Establecieron un fondo rotatorio a fin de otorgar
préstamos pequeños sin interés a los habitantes más pobres y más
endeudados y ayudarlos a emprender proyectos que generaran
ingresos, tales como la acuicultura en pequeña escala del mejillón, la
ostra y el mero.
20
NUESTRO PLANETA El medio marino
Mientras se llevaba a cabo todo esto, a los habitantes del lugar se
les ocurrió la idea de recuperar los bosques tan degradados de
manglares. Un grupo de personas creó una zona de conservación
de bosques y praderas marinas de unas 95 hectáreas, la primera
de su tipo en Tailandia, manejada por la comunidad. Vedaron
la pesca en ciertas zonas, pusieron freno al uso de cianuro y
© Kazuo Ogawa/ amana images/ Gallo Images/ Getty Images
dinamita, y prohibieron las redes de empuje. Volvieron
a plantarse zosteras y algas marinas en una laguna litoral y
plantones de manglares en las zonas degradadas del bosque.
Hoy hay cerca de diez bosques de ese tipo, que ocupan entre 12
y 700 hectáreas, y cada uno está dirigido por el grupo de aldeas
que lo rodea o depende de él. Si bien cada uno tiene sus propias
normas de administración, en ninguno se permite la cría de
camarones dentro de los límites de la zona forestal porque todos
concuerdan en que ponen en peligro los manglares. Con los años,
los bosques han empezado a regenerarse y, por consiguiente, han
revivido las pesquerías. En 1992, Yadfon cofundó el Proyecto de Acción
por los Manglares, red internacional integrada por unos 800 grupos y
académicos conservacionistas de 60 países que trabajan para promover
la conservación de los manglares.
La creación de los bosques comunitarios y proyectos conexos empezó a
modificar las actitudes de los lugareños que habían olvidado las formas
tradicionales de trabajar juntos y los ayudó a redescubrir el sentido del
compromiso, la solidaridad y la confianza. A medida que crecía su unidad,
empezaron a surgir líderes y a brillar nuevos talentos. Gracias a los logros
alcanzados, los habitantes del lugar se convencieron de que podían
ayudarse a sí mismos en vez de verse como víctimas de un sistema injusto
y esperar que el gobierno acudiera a su rescate. La creación de bienes hizo
que sintieran sus recursos comunes como propios y los incentivó a unirse
para proteger esos recursos de los intereses ajenos. Invertir en su futuro los
motivó a luchar por él. Los pescadores empezaron a hacer frente a los buques
arrastreros que infringían la zona costera de 3 km de longitud y presionaron
al gobierno para que exigiera que la respetasen. Y cuando una empresa local
vertió aceite de palma venenoso en un curso de agua del lugar, los pobladores
llevaron el asunto ante las autoridades provinciales y, finalmente, obligaron a la
empresa a que pagara una indemnización.
Así, la creación de los bosques de manglares fue un punto de inflexión ecológica:
una palanca que accionó una catarata de efectos de gran alcance, sacó a la
comunidad y el medio ambiente locales de un círculo vicioso y los insertó en un círculo
virtuoso. La tendencia pasó de la destrucción a la recuperación y la sostenibilidad.
La invasión de los recursos comunitarios a manos de los intereses comerciales –la
mecanización de la pesca y la llegada de los concesionarios del carbón, que se dieron
casi simultáneamente– fue un punto de inflexión negativo que dejó a la gente
atrapada en un círculo vicioso de recursos cada vez más escasos y una carrera cada
vez más frenética por obtener lo poco que quedaba. Las perspectivas parecían tan
poco alentadoras que la recuperación habría parecido un sueño imposible.
Pero todo se revirtió, y se generó un círculo virtuoso cuando los pueblos empezaron
a crear praderas marinas y bosques comunitarios de manglares. Empezó a
restaurarse la pesquería, y los manglares volvieron a dar productos útiles, y se
consolidó así el compromiso de la comunidad con la protección y la gestión de esos
recursos. Con redes y trampas simples de madera, los niños pueden ganar ahora
entre 250 y 300 baht en una sola tarde vendiendo los cangrejos que capturan
en los manglares, cifra que equivale a lo que se solía ganar en un día entero de
trabajo talando árboles de los manglares para los concesionarios. En lugar de
quedar atrapados en el ciclo del agotamiento, los habitantes quedaron atrapados
en un ciclo de conservación, ya que los incentivos financieros para preservar los
manglares superan ahora los incentivos para destruirlos. En el mismo sentido, según
un estudio que se realizó con 500 familias de 1991 a 1994, la captura total de peces
creció un 40%. Y mientras los pescadores pasaban entre 3 y 4 horas menos en sus
botes en lugar de estar tanto tiempo en el mar, sus ingresos netos aumentaron
un 200%. Podían volver con los botes llenos sin usar dinamita ni redes de empuje.
Las poblaciones de peces se recuperaban con más rapidez, cosa que les facilitaba
aún más el trabajo. Y un mejor ingreso significaba que había menos necesidad de
emigrar de los pueblos.
Los puntos de inflexión ecológica como este ofrecen un nuevo paradigma
para la restauración de la comunidades, tanto naturales como humanas. Los
enfoques convencionales de los problemas ecológicos –desde la microgestión
fragmentada hasta la reglamentación vertical, pasando por las soluciones
tecnológicas– suelen fallar. Pero si se accionan las palancas adecuadas, se puede
recuperar el medio ambiente y las comunidades utilizando las mismas fuerzas que
los ponen en peligro. PNUMA
NUESTRO PLANETA El medio marino
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22
NUESTRO PLANETA El medio marino
© Sami Sarkis/ Photographer’s Choice/ Gallo Images/ Getty Images
laboratorio viviente
por Sandra Bessudo
Nuestro planeta es un planeta oceánico: el 70% está cubierto de mares y es en ellos
donde se originaron todas las formas de vida. Aun así, hemos hecho mucho menos
para proteger el medio marino que para proteger la porción seca del planeta, que
es mucho más pequeña. Mientras que casi el 13% de la superficie terrestre de la
Tierra está cubierta de zonas protegidas por designación oficial, menos del 0,6% de
los océanos se protegen de esa manera, ni siquiera por escrito. Y el WWF estima que
menos del 10% de esas zonas marinas protegidas alcanzan sus metas y objetivos
de ordenación en la práctica. Los dirigentes que asistieron a la Cumbre Mundial
sobre el Desarrollo Sostenible de 2002, celebrada en Johannesburgo, resolvieron
afrontar este problema y se comprometieron a incrementar la cantidad de zonas
marinas protegidas y establecer redes conformadas por esas zonas.
Durante los últimos 12 años, Colombia ha protegido y ordenado su extraordinaria
isla Malpelo y las aguas que la rodean. Cumbre de una cordillera submarina, que
nace a los 4.000 metros por debajo de la superficie del océano Pacífico –unos
490 kilómetros al oeste del puerto de Buenaventura–, la masa rocosa de la isla
se eleva unos 90 metros por sobre el nivel del mar. Fue declarada Santuario de
Flora y Fauna por el Sistema de Parques Nacionales de Colombia en 1995, y al año
siguiente se agregaron seis millas de océano que la rodean. Por último, en 2005,
la zona marina protegida se extendió a 25 millas náuticas alrededor de la isla, con
lo que se convirtió en la novena zona de veda más grande del mundo, con una
superficie total de 8.575 kilómetros cuadrados.
Ha alcanzado un alto grado de reconocimiento internacional. En 2002, la
Organización Marítima Internacional declaró la zona marina protegida “zona
sensible especial”. BirdLife y el Instituto Alexander Von Humboldt declararon el
Santuario zona de importancia ornitológica y la UNESCO, patrimonio mundial en
julio de 2006.
Los mares que rodean la isla contienen al menos 17 especies de arrecifes de
coral duros. Aunque sus formaciones no son muy extensas, están muy bien
preservadas y, dentro de sus duras paredes, albergan una fauna marina profusa.
Varias especies de tiburones –como el tiburón martillo y el tiburón de Galápagos–
nadan alrededor de la isla durante el día para alimentarse y, a su vez, para que
las mariposas, lábridos y angelotes les saquen los parásitos de la piel en lo que
se conoce como “estaciones de limpieza”. Se han observado alrededor de la isla
grandes agrupamientos de más de 1.000 tiburones tollos, aunque todavía se
desconoce el motivo. Además, Malpelo es uno de los únicos lugares del mundo
donde se puede observar en su ambiente natural al tiburón solrayo, que se
acerca a la isla durante los primeros meses del año, cuando el agua está más fría.
Los buceadores suelen encontrarse con tiburones ballenas, mantarrayas
gigantes y varias especies de tortugas marinas, y junto con los
fotógrafos, consideran que Malpelo es uno de sus destinos preferidos
del mundo.
Por desgracia, el Santuario enfrenta varias amenazas. La más importante –y la
más difícil de controlar– es la pesca ilegal. Hay buques colombianos y extranjeros
que patrullan la zona y entran al Santuario, lo que causa un enorme daño
porque se lleva cientos de tiburones y atunes, y amenazan con su conducta
irresponsable a las especies durante ciclos de vida muy sensibles. En la zona
también se realizan actividades pesqueras industriales sin control alguno, por lo
que las comunidades de tiburones, marlines, atunes y delfines se ven gravemente
perjudicadas. Cuando no se maneja como corresponde, el turismo también
puede afectar los ecosistemas, que suelen tener gran importancia biológica y son
muy vulnerables.
Malpelo es un laboratorio viviente natural, tal como han demostrado varios estudios
internacionales y nacionales. Desde 1998, el Sistema de Parques Nacionales
de Colombia –con el apoyo directo de la Armada de Colombia y la Fundación
Malpelo– han llevado a cabo expediciones anuales para estudiar y vigilar especies
y ecosistemas de importancia local, regional y mundial. Desde 1985, cuando la
Armada de Colombia abrió un puesto en la isla con fines de vigilancia y protección
de la soberanía, el gobierno ha tenido presencia permanente allí.
La Unidad de Parques Nacionales de Colombia, la Armada de Colombia,
Conservation International y la Fundación Malpelo/MarViva se han unido para
elaborar proyectos de conservación del Santuario. Uno de los más importantes
y efectivos es la puesta a punto de un bote, que ya ha contribuido enormemente
al patrullaje y la vigilancia de la zona. La Fundación también está trabajando
en un proyecto de telemetría acústica y satelital de avanzada para determinar
los movimientos de los tiburones, con el que se han obtenido resultados muy
prometedores que muestran los movimientos de los tiburones martillos en la
región oriental del Pacífico tropical.
A primera vista, la isla quizá parezca yerma, pero alberga una fauna muy especial
que está bien adaptada a su sustrato rocoso. El ecosistema terrestre depende de
los nutrientes que provienen del mar, del guano que producen las aves marinas y
de su escasa vegetación. Al menos cuatro especies terrestres son endémicas: una
de cangrejo, una de geco y dos de lagartija. También alberga una de las colonias de
cría de alcatraces de Nazca más grandes del mundo –con un tercio de la población
total del ave marina– y otras especies de alcatraces, melvas, aves tropicales,
petreles y gaviotas. Algunas de las especies son migratorias y se encuentran en
peligro por la destrucción del hábitat, la pesca excesiva y la contaminación.
Hace tres años, los cuatro países de esa región suscribieron a una iniciativa
regional que vinculaba siete zonas marinas protegidas: los Parques Nacionales
Coco y Baulas, de Costa Rica; el Parque Nacional Coiba, de Panamá; el Parque
Nacional Galápagos, de Ecuador; y el Parque Nacional Gorgona, así como
el Malpelo, de Colombia. Esa iniciativa apunta principalmente a conservar
los procesos ecológicos, tanto a nivel local como regional, así como a
generar una gestión política efectiva que garantice la sostenibilidad de los
recursos pesqueros y la protección de las especies, en especial las que están
en peligro. PNUMA
NUESTRO PLANETA El medio marino
23
personas
En Kurdistán, se están plantando 250.000
árboles para la Campaña de los Mil Millones
de Árboles gracias a Saadiyah Hassoon,
ingeniera química y ambientalista de Iraq. Ex
directora del departamento de protección
ambiental del ministerio iraquí de la industria,
la Sra. Hassoon fundó luego la ONG llamada
“Juntos para proteger a los seres humanos y el
medio ambiente”, que organizó la plantación
de más de 6.000 árboles en escuelas y
orfanatos de Bagdad. Su proyecto actual –
cuyo lema reza “Plantar árboles es un símbolo
de paz”– se volvió más ambicioso cuando
el ministerio kurdo de agricultura acordó
facilitar 250.000 plantones. Los ministerios
kurdos de medio ambiente, educación y
defensa también están ayudando con los
costos y la logística del proyecto, así como
lo están haciendo Greenpeace, la unión de
Kirkuk para la agricultura y el periódico local
Alsabah Aljadeed. Mientras que la situación
política de Iraq sigue siendo inestable, el
admirable impulso que ha cobrado esta
campaña puede interpretarse como un signo
de que plantar árboles quizá sea la semilla de
la paz y la cooperación, incluso en los rincones
más conflictivos del mundo.
El bahamés Don Cooper ha sido designado
nuevo Secretario Ejecutivo del Convenio de
24
NUESTRO PLANETA El medio marino
Estocolmo y Secretario Ejecutivo Adjunto
del Convenio de Rotterdam. Tras haber
participado como representante del Gobierno
de las Bahamas en las negociaciones de
varios acuerdos internacionales desde
principios del decenio de 1980, desde hace
algún tiempo el Sr. Cooper es miembro del
Consejo del Fondo para el Medio Ambiente
Mundial en representación de los países del
Caribe. También fue miembro de la Mesa
del 23º período de sesiones del Consejo de
Administración/Foro Ambiental Mundial a
Nivel Ministerial. El Sr. Cooper tiene amplia
experiencia como dirigente y administrador,
y ha demostrado determinación y capacidad
para dar prioridad al medio ambiente no sólo
en el programa del Caribe. Asumió su nuevo
puesto en la secretaría de los convenios de
Estocolmo y Rotterdam el 1º de noviembre.
sobre la relación entre las actividades
humanas y el calentamiento de la atmósfera”.
Asimismo, el Sr. Pachauri es director fundador
del Instituto para la Energía y los Recursos,
importante centro de investigación ambiental
de la India.
Leonardo DiCaprio es la última de
las estrellas de Hollywood que se unió a
la lucha por el medio ambiente. Haciendo
eco de la preocupación que generó “Una
verdad incómoda”, de Al Gore, su película
“La última hora” documenta los graves
problemas que enfrenta el medio ambiente,
una Conferencia de Dirigentes de las Islas
del Pacífico celebrada en mayo. Varios de
los Estados insulares que limitan con Palau,
incluidas las islas Marshall y Micronesia, ya
han adoptado el programa.
El 12 de octubre, Rajendra Pachauri,
presidente del Grupo Intergubernamental
de Expertos sobre el Cambio Climático, se
enteró de que su organización había sido
galardonada con el Premio Nobel de la Paz
de 2007, junto con el ex vicepresidente de los
Estados Unidos, Al Gore. “No lo puedo creer.
Estoy muy emocionado”, dijo. “En realidad, es
la comunidad científica la que contribuye con
la labor del IPCC y los gobiernos que apoyan
la labor del IPCC los verdaderos merecedores
de esta distinción.” El Grupo recibió el premio
“por sus esfuerzos por construir y diseminar
más conocimientos sobre el cambio climático
provocado por el hombre y sentar las
bases de las medidas que se necesitan para
contrarrestar ese cambio”. Bajo la dirección
del Sr. Pachauri, la principal autoridad del
mundo en materia de calentamiento de la
atmósfera ha elaborado una serie de informes
cada vez más desalentadores sobre el estado
del planeta y ayudó así a poner el cambio
climático en el corazón del debate público.
Cuando anunció el premio, el Comité del
Premio Nobel encomió al IPCC por crear “un
consenso fundamentado aún más amplio
La Presidenta de Chile, Michelle Bachelet,
acompañó hace poco al Secretario General
de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, en un
viaje a la base de investigación chilena de
la Antártida con el propósito de observar
directamente los efectos del calentamiento
desde el calentamiento de la atmósfera a la
deforestación y la extinción de especies. El
documental, que fue escrito, producido y
narrado por el Sr. DiCaprio, pide a la gente
que reoriente la actividad humana mundial
a través de la tecnología, la conservación y
la responsabilidad social. Participan en él
decenas de pensadores y ambientalistas
destacados de todo el mundo, incluidos
Stephen Hawking, la ganadora del premio
Nobel Wangari Maathai y los Campeones de la
Tierra del PNUMA Mikhail Gorbachev y Sheila
Watt-Cloutier.
Tommy Remengesau, Jr., Presidente de
Palau, ha diseñado un programa ambiental
enérgico para preservar la isla del Pacífico
de la invasión del cambio climático: el
gobierno de su país ha destinado el 20% de
la superficie del país y el 30% del océano
cercano a la costa para su conservación. El Sr.
Remengesau afirma que las islas del Pacífico
ya están experimentando el calentamiento
de la atmósfera –con la decoloración de los
corales, el aumento del nivel del mar y la
sequía– y está pidiendo a las islas de toda la
región que se unan a la lucha. “Es cuestión de
tiempo. Tiempo para que todos los dirigentes
del Pacífico den prioridad a la conservación”,
dijo a 20 dirigentes de Estados insulares en
de la atmósfera, viaje que llevó al Sr. Ki-Moon
a hacer un vigoroso llamamiento a la acción
para combatir el cambio climático. Además
de ser una de las primeras mujeres que dirigió
uno de los países latinoamericanos más
grandes, la Sra. Bachelet aporta una mayor
conciencia de los problemas ambientales
y sociales. Ha dado gran prioridad a la
pobreza en su plan de gobierno y suscribió
diez acuerdos con reconocidos dirigentes
ecológicos chilenos en el marco de su
campaña presidencial. Durante la reunión
de alto nivel de las Naciones Unidas sobre el
cambio climático celebrada en septiembre,
la Sra. Bachelet comparó nuestro planeta con
una isla en el universo. “Podemos destruirlo”,
dijo a los 80 jefes de Estado presentes en la
reunión, “o salvarlo”.
premios y eventos
héroes del
medio ambiente
Todos los años, la revista Time publica un número doble que rinde homenaje a los “héroes”
del año, es decir, personas de distintos ámbitos que han dejado su huella en el mundo. El
tema de este año fue “Héroes del medio ambiente”, en reconocimiento a los “actores
más innovadores e influyentes en la protección del planeta”. En palabras de Michael Elliott,
editor de Time: “Este no ha sido un año cualquiera: en 2007, las cuestiones relacionadas
con el medio ambiente –agotamiento de especies, contaminación del aire y el agua y,
lógicamente, el cambio climático– han entrado por la fuerza en nuestros debates, ya sea
durante la cena a la mesa familiar o en las conferencias donde se reúnen los líderes de todo
el mundo”. Los 42 candidatos van desde los más obvios hasta los menos conocidos y las
categorías comprenden desde los “líderes y visionarios” a los “activistas” y los “científicos e
innovadores”. Entre los nombres conocidos se cuentan Wangari Maathai, Al Gore y el Príncipe
Carlos, pero la lista incluye muchas personas que son candidatos por primera vez a un premio
ambiental, tales como Karl Ammann (fotógrafo y defensor de los grandes simios), Abul
Hussam (químico que creó un modo de purificar el agua contaminada con arsénico) y Olga
Tsepilova (activista ecológica rusa). Aparecen figuras “ecológicas” de larga data, como Robert
Redford, junto a opciones menos ortodoxas, como el empresario británico Richard Branson
y el multimillonario de la energía solar Shi Zhengrong. Las candidaturas también premian
a las grandes empresas, así como a los movimientos de base comunitaria: cumplieron los
requisitos tanto el equipo de diseño de Toyota Prius como el grupo de préstamo sin fines
de lucro creado por dos músicos de rock japoneses para financiar proyectos inocuos para el
medio ambiente.
http://www.time.com
En noviembre, un grupo de científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC),
galardonado con un premio Nobel, se reunió en Valencia con el fin de especificar ciertas recomendaciones clave para los responsables
de tomar decisiones antes de la reunión sobre cambio climático que se celebrará en diciembre en la ciudad de Bali. El informe de 23
páginas que se elaboró durante esa reunión es una síntesis de tres informes del IPCC publicados unos meses antes y, hasta ahora,
la advertencia más dura del IPCC sobre el cambio climático. En el documento, producto de cinco días de deliberaciones entre los
científicos, se llega a la conclusión de que hoy en día las pruebas del calentamiento de la atmósfera son “inequívocas” y los efectos
sobre el sistema climático podrían ser “abruptos o irreversibles”. Se prevé que un aumento de la temperatura de la Tierra de 1,5 a 2,5º
C pondrá en peligro entre el 20 y el 30% de la flora y fauna del planeta y que unos 75 a 250 millones de habitantes de África se verán
afectados por déficits de agua para 2020. El informe ha dado lugar a un llamamiento de las Naciones Unidas a los políticos para que
tomen de una vez la iniciativa y aborden la amenaza del cambio climático.
www.ipcc.ch
27º período de sesiones del IPCC
premios por la protección
del ozono en ocasión del
vigésimo aniversario
Los Premios por la protección del ozono en ocasión del vigésimo aniversario son
un reconocimiento a la labor de personas, organizaciones y empresas para proteger la capa
de ozono de la Tierra. Los entregan el PNUMA y las Partes en el Protocolo de Montreal para
premiar los aportes científicos a la comprensión del agotamiento del ozono, así como la
aplicación de políticas y la concienciación sobre el ozono. Una categoría interesante es el
Premio a la concienciación pública, un reconocimiento a “la labor destacada por concienciar
al público sobre el problema del agotamiento de la capa de ozono y los esfuerzos mundiales
por solucionarlo”. Entre los laureados se cuenta el Comité Organizador de los Juegos
Olímpicos de Beijing 2008, por su “alto grado de compromiso con la utilización de los
preparativos para los Juegos Olímpicos como oportunidad de promover la protección de la
capa de ozono y el uso de equipos inocuos para el ozono”. Entre los otros ganadores de esa
categoría se incluyen el Banco de Maharashtra, de la India, por sus “publicidades innovadoras
del día del ozono”; el Consejo del Cáncer, de Australia, por su campaña titulada “Slip, Slop,
Slap”, destinada a informar al público australiano sobre cómo reducir la exposición a la
radiación ultravioleta; y la Dependencia Nacional del Ozono de Níger.
http://ozone.unep.org/20th_Anniversary/index.shtml
green awards
Los premios Green Awards del Reino Unido, creados en 2006, tienen por objeto
reconocer la labor creativa destacada que comunique la importancia de la
responsabilidad social de las empresas, el desarrollo sostenible y prácticas éticas
óptimas en todos los sectores y en todas las disciplinas de comercialización. Pueden
presentarse marcas que promuevan todo tipo de causa, desde el comercio justo
y la energía renovable hasta la eficiencia de los recursos y la concienciación sobre
desechos. El argumento es que dado que la comercialización es impulsora clave del
crecimiento económico, está bien perfilada para convertirse en impulsora clave del
crecimiento responsable. En el evento de este año, el Grand Prix fue para Honda,
por la iniciativa ecológica de su equipo de Fórmula 1. La campaña mostró en los
automóviles del equipo de carrera una imagen llamativa de la Tierra, en vez de los
habituales logotipos de los patrocinadores. La elección generó cierta polémica, lo
que no sorprendió, dado que no suele considerarse que la Fórmula 1 merezca el
aplauso de los ambientalistas. Sin embargo, los organizadores sostuvieron que el
debate debe verse como una función positiva del ejercicio de concienciación. En
efecto, un portavoz de Honda señaló que si el 1% de los fanáticos de la Fórmula
1 optaran por bombillas que ahorran energía, el consiguiente ahorro de energía
mitigaría las emisiones que produce el equipo de carrera de Honda durante
tres temporadas.
http://www.greenawards.co.uk
En 2001, la Asamblea General declaró el 6 de noviembre Día Internacional para
la prevención de la explotación del medio ambiente en la guerra y los
conflictos armados. Este fue un claro mensaje de que los daños causados al
medio ambiente en tiempos de conflicto armado siguen afectando los ecosistemas
y los recursos naturales mucho después de terminado el conflicto y a menudo se
extienden más allá de los límites de los territorios nacionales y de la generación
actual. En su mensaje para el evento de este año, Ban Ki-Moon, Secretario
General de las Naciones Unidas, dijo: “Tener en cuenta consideraciones ecológicas
es fundamental si queremos evitar problemas ambientales de largo plazo que
pueden minar la seguridad y el desarrollo y conducir a más ciclos de conflicto y
desplazamiento”. La Subdivisión de Gestión de Desastres y Situaciones posteriores
a Conflictos del PNUMA, con sede en Ginebra, trabaja en regiones del mundo
donde el medio ambiente sufre el impacto de los conflictos y desastres o es un
factor que contribuye al conflicto. En la actualidad, el PNUMA está trabajando
con el gobierno de la República Democrática del Congo y varios asociados de las
Naciones Unidas para mitigar los efectos de los desplazamientos en la región
oriental del país, donde hace poco se han establecido varios campos en la frontera
del Parque Nacional Virunga, Sitio del Patrimonio Mundial que alberga la mitad de
la población restante total de gorilas de montaña.
http://www.un.org/depts/dhl/environment_war/index.html
día Internacional para
la prevención de la
explotación del medio
ambiente en la guerra y los
conflictos armados
NUESTRO PLANETA El medio marino
25
cuestiones de o
Los problemas que genera la contaminación de los mares distan mucho de ser
nuevos, como lo demuestran las fechas de derrames importantes de petróleo
entre los que se cuentan los de Amoco Cádiz (1978), Exxon Valdez (1989), Erika
(1999) y Prestige (2002). Lo que probablemente sea nuevo es que, a diferencia
de esos sucesos de contaminación, los problemas más recientes, tales como el
agotamiento de determinadas poblaciones de peces por la sobreexplotación o la
elevación del nivel del mar como consecuencia del cambio climático, son globales
y tienen repercusiones universales.
El derecho internacional está relativamente bien preparado para tratar estos
problemas. La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del
Mar, de 1982, destina su Parte XII a la “Protección y preservación del medio
marino”. Entre otras obligaciones, exige a los Estados que tomen las medidas
nacionales e internacionales necesarias para prevenir, vigilar, reducir y controlar
la contaminación procedente de fuentes terrestres, actividades relativas a los
fondos marinos, el vertimiento, los buques y la atmósfera. La Convención también
establece normas relativas a la conservación de los recursos vivos de la alta mar y
la zona económica exclusiva, y asigna obligaciones a los Estados del pabellón.
A diferencia de muchos otros tratados internacionales, la Convención también
prevé un mecanismo obligatorio para la solución de controversias relativas a
su interpretación o aplicación. A petición de un Estado Parte, las controversias
26
NUESTRO PLANETA El medio marino
relativas a la Convención pueden someterse a un tribunal o corte internacional,
con sujeción a ciertas limitaciones y excepciones opcionales. No obstante, los
Estados Partes pueden elegir libremente uno o varios de los medios siguientes
para la solución de controversias: el Tribunal Internacional del Derecho del Mar
(institución judicial establecida en virtud de la Convención, con sede en Hamburgo,
compuesta por 21 jueces que son expertos en derecho del mar y elegidos por los
Estados Partes), la Corte Internacional de Justicia, tribunales arbitrales o tribunales
arbitrales especiales. Las Partes en una controversia pueden someter una causa al
Tribunal a través de un acuerdo especial o una petición unilateral si ambos han
hecho una declaración en ese sentido, que se deposita en poder del Secretario
General de las Naciones Unidas. De lo contrario, el mecanismo obligatorio de
que disponen las partes en la controversia es el arbitraje, aunque, a diferencia del
procedimiento con recurso al Tribunal, el arbitraje genera costos.
Los Estados aún no han hecho un uso extensivo de la gran cantidad de normas
ambientales de la Convención en el litigio internacional. Hasta el momento, el
Tribunal ha tratado en su mayoría problemas ambientales relacionados con el
medio marino en el contexto de procedimientos de medidas provisionales, hasta
la constitución de un tribunal arbitral, procedimiento específico que se puede
utilizar cada vez que se entablan acciones arbitrales. Como la constitución de un
tribunal de esas características puede demorar varios meses, mientras tanto quizá
sea necesario preservar los derechos respectivos de las partes en la controversia
© Stuart Westmorland/ Science Faction/ Gallo Images/ Getty Images
opinión
por Philippe Gautier
o impedir que se causen daños graves al medio marino. Así, a petición de una de
las partes, el Tribunal puede decretar medidas provisionales. A la fecha, se han
presentado las siguientes causas sobre esa base:
•
Los casos del atún de aleta azul del sur, presentados por Nueva Zelandia y
Australia contra el Japón en 1999, se relacionaban con una controversia por las
medidas de conservación de las poblaciones de atún de aleta azul del sur y la
asignación de cuotas de captura;
•
En 2001, Irlanda presentó el caso relativo a la planta de combustible de mezcla
de óxidos contra el Reino Unido, que versaba sobre las consecuencias nocivas
que podía tener para el mar de Irlanda la apertura de la planta de combustible de
mezcla de óxidos en la central nuclear de Sellafield;
•
En 2003, Malasia presentó la Causa relativa a la reclamación de tierras por
Singapur en el Estrecho de Johor y sus alrededores contra Singapur ante el
Tribunal. Esta causa se refería al supuesto perjuicio que causaba la reclamación de
tierras por parte de Singapur a los derechos de Malasia y al medio ambiente.
También está pendiente de resolución ante el Tribunal un caso entre Chile y
la Comunidad Europea relativo a la explotación del pez espada: Chile sostiene
que la Comunidad Europea no garantizó que los buques pesqueros europeos
cumplieran sus obligaciones dimanantes de la Convención en lo que respecta a la
conservación de las poblaciones de pez espada.
Dada la atención que han recibido los problemas ambientales, cabe esperar
que en el futuro se presenten más casos sobre cuestiones relacionadas con la
contaminación o las pesquerías ante el Tribunal o una de sus salas. Las partes
potenciales en una controversia relacionada con el medio marino deberían tener
en cuenta los siguientes elementos:
•
Suele expresarse una preocupación legítima por la duración de los
procedimientos internacionales. La práctica del Tribunal –que se pronuncia en
procedimientos urgentes dentro del mes siguiente a su constitución– demuestra
que los casos en los que entiende se tratan con rapidez. Esto subraya la función útil
que podría desempeñar, en especial cuando se compara con las complejidades
de los procedimientos relativos a reclamaciones ambientales internacionales
presentadas ante los tribunales municipales: los tribunales estadounidenses
demoraron 12 años en pronunciarse sobre el caso del Amoco Cádiz.
•
Los procedimientos de medidas provisionales pueden resultar de particular
interés a los Estados que enfrentan problemas de contaminación ambiental que
implican daños graves al medio marino. Los ejemplos quizás estén relacionados
con medidas urgentes de descontaminación o mitigación, o con medidas
imparciales destinadas a evaluar el alcance del daño ambiental.
NUESTRO PLANETA El medio marino
27
•
El Tribunal ha prestado mucha atención en su jurisprudencia a los derechos
procesales de los Estados y tomado medidas para preservarlos. Esto atañe, por
ejemplo, al deber de una parte de divulgar información sobre una actividad
potencialmente perjudicial o de cooperar en la evaluación del riesgo de
que ocurra.
•
Cuando los sucesos de contaminación provocan daños a una gran cantidad
de personas privadas, es posible que los Estados se nieguen a iniciar un litigio
internacional porque el derecho internacional exige que las víctimas privadas
agoten primero los recursos disponibles ante los tribunales del Estado que
supuestamente provocó el daño. No obstante, esto no se aplica en aquellos casos
en que la contravención del derecho internacional se relaciona con un derecho
que corresponde directamente al Estado solicitante. En los casos en que un Estado
ribereño enfrenta daños graves a su medio marino –con consiguiente perjuicio
a un grupo de individuos–, cabe sostener que la reclamación internacional se
relaciona con una contravención de su propio derecho: sería verdaderamente
poco realista exigir a cientos o miles de víctimas que primero iniciaran acciones
ante los tribunales locales extranjeros para luego interponer la demanda ante un
tribunal internacional.
El Tribunal tiene competencia para conocer no sólo de las controversias
relacionadas con la Convención, sino también de aquellas relacionadas con todo
28
NUESTRO PLANETA El medio marino
otro acuerdo que le dé jurisdicción. Así, los Estados tienen la opción de incluir
disposiciones que confieran jurisdicción al Tribunal en sus acuerdos, incluidos
los que se refieran a cuestiones ambientales o relativas a las pesquerías. También
se puede sostener que un acuerdo especial de esa naturaleza podría abarcar
asimismo acuerdos suscritos entre Estados y entidades privadas (tales como
sociedades de clasificación o empresas de seguros) con el fin de evaluar, por
ejemplo, cuánto daño causó un siniestro.
Por último, el Tribunal está habilitado para emitir opiniones consultivas, y quizá
las Partes prefieran solicitarlas a someter una controversia a su autoridad. Solicitar
una opinión –que podría emitirse con carácter de urgente– podría ayudarlas a
hallar una solución a través de negociaciones u otros medios. Por ejemplo, un
Estado que enfrente un suceso grave de contaminación podría presentar una
solicitud para determinar qué reclamaciones podrían admitirse.
Nunca está de más destacar la necesidad de proteger y preservar el medio
marino. La función patente que desempeña ya la Convención al garantizar que
los Estados dispongan de un mecanismo vinculante de solución de controversias
que promueva la solución pacífica pone de relieve la importancia del papel que
podría jugar el Tribunal en la resolución de las controversias futuras relacionadas
con el ambiente marino. PNUMA
Medio marino: Enlaces útiles
Esta página contiene vínculos a sitios web de gobiernos, organizaciones internacionales,
organizaciones no gubernamentales, empresas, medios de comunicación y otros grupos de
todo el mundo para ayudarlo en la búsqueda de información sobre el medio marino. Hemos
recopilado estos vínculos luego de revisar una gran cantidad de información disponible en
internet, para ayudarlo a encontrar las fuentes más importantes para su búsqueda. Sin embargo,
la revista Nuestro Planeta no suscribe los puntos de vista de ninguno de los grupos cuyos vínculos
proporciona, y no podemos garantizar la exactitud de la información publicada en estos sitios.
Más bien, deseamos proporcionarle una amplia variedad de opiniones y perspectivas.
Organismos internacionales
www
www.unep.org
www.unep.org/regionalseas - Mares regionales – El Programa de mares regionales, creado en 1974, aspira a hacer frente a
la degradación cada vez más rápida de los océanos y zonas costeras del mundo a través de la gestión y uso sostenibles del medio
marino y costero. Para ello, procura que los países limítrofes adopten medidas amplias y específicas para proteger el medio marino que
comparten. Hoy en día, más de 140 países participan en 13 Programas de mares regionales establecidos bajo los auspicios del PNUMA.
Además de las páginas regionales, el sitio web del Programa de mares regionales también contiene enlaces a páginas temáticas tales
como el sitio web de Marine Litter.
www.gpa.unep.org - Programa de Acción Mundial para la protección del medio marino frente a las actividades realizadas en tierra
– El único programa intergubernamental que se ocupa de los vínculos entre el agua dulce y el medio costero. Este es un tema clave,
ya que cerca del 80% de la contaminación marina proviene de actividades realizadas en tierra. Además de brindar información amplia
sobre el Programa de Acción Mundial, la página web incluye un enlace a las “redes de profesionales”, lugar de encuentro interactivo en
línea para que los interesados directos intercambien experiencias e ideas sobre distintas cuestiones relacionadas con el Programa.
www.imo.org
La Organización Marítima Internacional, que se reunió por primera vez en 1959, fue creada
con el fin de elaborar y mantener un marco reglamentario amplio para el transporte marítimo.
Actualmente, su cometido incluye la seguridad, cuestiones ambientales, cuestiones jurídicas, cooperación técnica,
seguridad marítima y la efectividad del transporte marítimo.
http://www.cms.int/
La Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres es un tratado
intergubernamental que aspira a conservar la vida y los hábitats silvestres a escala mundial.
www.un.org/Depts/los/doalos_activities/about_doalos.htm
La División de Asuntos Oceánicos y del Derecho del Mar de las Naciones Unidas informa a la Asamblea General sobre
cuestiones relacionadas con el derecho del mar y los asuntos oceánicos. También formula recomendaciones a la
Asamblea y otros foros intergubernamentales dedicados a promover una mejor comprensión de la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
www.fao.org
El sitio web del Departamento de Pesca y Acuicultura de la FAO contiene información sobre estadísticas pesqueras,
utilización del pescado, comercio y pesquerías, ordenación pesquera, ecosistemas e investigación sobre pesquerías.
www.ioc.unesco.org
La Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la UNESCO facilita a los Estados miembros de las Naciones
Unidas un mecanismo fundamental de cooperación mundial en el estudio de los océanos. Ayuda a los gobiernos a
hacer frente a sus problemas individuales y colectivos en materia de océanos y costas mediante el intercambio de
conocimientos, información y tecnología y la coordinación de los programas nacionales.
http://www.coastalmanagement.com/
Coastal Zone Management (CZM) es una empresa con sede en Australia que presta servicios de consultoría centrados
en la ordenación de la zona costera. Entre sus clientes se cuentan la Oficina Nacional de los Océanos de Australia, la
Municipalidad de Dubai, el Ministerio del Interior de Taiwán y la secretaría de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático, con sede en Bonn (Alemania).
De un océano a otro
www.ccamlr.org
Antártida: El sitio web de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, que tiene por
objeto conservar la vida marina del Océano Glacial Antártico.
www.pame.is
Ártico: Información sobre el Programa de protección del medio marino ártico, que, según su mandato, se ocupa de las
cuestiones normativas y las medidas no urgentes de prevención y control de la contaminación para la protección del
medio marino ártico frente a actividades terrestres y marítimas.
www.helcom.fi
Mar Báltico: La Comisión de Helsinki o HELCOM trabaja para proteger el medio marino del Báltico de todas las fuentes
de contaminación mediante la cooperación intergubernamental entre Alemania, la Comunidad Europea, Dinamarca,
Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania, Polonia, Rusia y Suecia.
www.blacksea-commission.org
Mar Negro: La Comisión del Mar Negro proporciona conocimientos técnicos e información sobre la protección del Mar
Negro frente a la contaminación, la conservación de la diversidad biológica y la ordenación pesquera.
Allí fuera
Día de acción de los blogs
El 15 de octubre, 20.600 blogs de todo el mundo escribieron sobre temas relacionados con el medio ambiente
como parte de la primera edición del Día de acción de los blogs, iniciativa que contó con la colaboración del
PNUMA. Participaron diecinueve de los “100 principales blogs de Technorati”, incluidos Mashable, Treehugger y
el blog oficial de Google. El Comisario de Medio Ambiente de la UE, Stavros Dimas, blogger también, participó
“chateando” por internet en vivo al mismo tiempo que se celebraba el Día de acción de los blogs.
www.ecotippingpoints.com
El sitio web de ecotippingpoints incluye casi 100 casos exitosos de todo el mundo relacionados con el medio
ambiente y recopilados por un equipo de científicos y periodistas. Los casos difieren bastante en los detalles, pero
tienen una característica importante en común: una “palanca” a la que se denomina “punto de inflexión ecológica”,
es decir, un proceso basado en la comunidad que revierte el deterioro del medio ambiente y lo convierte en un
ciclo de restauración y sostenibilidad. El sitio web presenta la experiencia adquirida a partir de los casos y, al
mismo tiempo, explica cómo funcionan los puntos de inflexión ecológica y qué se necesita para generarlos.
http://green-blog.org/
Green Blog es un blog ambientalista escrito por varios autores que proporciona noticias, asesoramiento y
perspectivas ecológicas de todo el mundo. Incluye secciones tales como “Consumidor ecológico”, “Negocios y
política”, “La cita ecológica de la semana” y una categoría titulada “¡Actúa!”.
www.ospar.org
Nordeste Atlántico: El sitio web oficial del Convenio OSPAR, de 1992, instrumento actual que guía la cooperación
internacional en materia de protección del medio marino del Nordeste Atlántico.
www.ropme.com
Oriente Medio: La Organización Regional para la Protección del Medio Marino reúne a la Arabia Saudita, Bahrein,
los Emiratos Árabes Unidos, el Iraq, Kuwait, Omán, Qatar, la República Islámica del Irán para que cooperen en la
“protección de su medio marino común a pesar de los límites geopolíticos existentes”.
www.sacep.org
Mares de Asia meridional: El Programa cooperativo de Asia meridional para el medio ambiente es una organización
intergubernamental creada en 1982 por los gobiernos de Asia meridional para promover y apoyar la protección,
ordenación y mejoramiento del medio ambiente de la región. Sus países miembros son el Afganistán, Bangladesh,
Bhután, la India, Maldivas, Nepal, el Pakistán y Sri Lanka.
http://www.sprep.org
Pacífico Sur: El Programa Regional del Pacífico Sur para el Medio Ambiente (SPREP) es una organización regional
creada por los gobiernos y administraciones de la región del Pacífico con el fin de cuidar su medio ambiente. De ser
un pequeño programa dependiente de la Comisión del Pacífico Meridional en el decenio de 1980, pasó a convertirse
en la principal organización intergubernamental de la región del Pacífico encargada de proteger y ordenar el medio
ambiente y los recursos naturales. Tiene sede en Apia, Samoa, y una nómina de más de 70 empleados.
NUESTRO PLANETA El medio marino
29
productos
Reciclar la chancleta
Bastoncitos de pescado sostenibles
Todos los días, aparecen en las playas de todo
el mundo cientos de chancletas desechadas.
La orilla de Kenya está llena de calzados
provenientes de lugares tan lejanos como
el Japón, Indonesia y Malasia, y el plástico
colorido impide que las tortugas de mar
pongan sus huevos en la playa y que las crías
recién nacidas vuelvan al océano. Hace diez
años, los lugareños empezaron a recolectar
los desechos no degradables para hacer
juguetes, boyas de pesca y relleno para
almohadones. El Proyecto de Reciclado de
Chancletas, creado en 2005, llevó la iniciativa
más allá y pasó a incluir la producción de
joyas, esculturas, llaveros, cinturones y bolsos
hechos de desechos de chancletas para
ayudar a las comunidades locales a mejorar
sus medios de subsistencia. Hace poco,
esa iniciativa se amplió y pasó a incluir la
reutilización de la basura de las comunidades
de bajos ingresos de Nairobi, tales como el
barrio de tugurios de Kibera.
Young’s, empresa británica de alimentos, ha
presentado lo que dice ser el “primer bastoncito
de bacalao 100% sostenible” del Reino Unido.
El alimento contiene bacalao silvestre del
Pacífico de Alaska, pescado con anzuelo y
100% sostenible, certificado por el Consejo de
Administración Marina (MSC). Young’s recibió el
Premio del Marisco de 2007 al Logro Destacado
en reconocimiento de sus iniciativas para apoyar
la pesca sostenible. Según Rupert Howes, Jefe
Ejecutivo del MSC: “Con esos bastoncitos de
pescado y los muchos otros productos de Young’s
que llevan la etiqueta ambiental del MSC,
Young’s está ayudando a dar forma al futuro de
la pesca ofreciendo a sus clientes la mejor opción
ambiental en materia de mariscos”.
www.saveourfishfingers.co.uk
http://www.uniqueco-designs.com
Monitor de energía inalámbrica
Impresión ecológica
El monitor de energía inalámbrica de Owl es un dispositivo innovador
que muestra cuánta energía está utilizando el usuario en su casa en
cualquier momento dado. Cuando se prenden las luces y los aparatos
eléctricos, el monitor LCD, fácil de leer, muestra exactamente cuánta
electricidad se está usando, cómo varía el costo de electricidad por hora
y cuánto CO2 nocivo está emitiendo la casa del usuario. Los productores
del dispositivo afirman que con sólo apagar los aparatos eléctricos
cuando no se necesitan, los consumidores pueden ahorrar hasta 25%
de su consumo de electricidad y, de ese modo, reducir tanto las cuentas
como las emisiones de carbono nocivo de los hogares. Lo bueno de
este monitor es que da una noción clara de la energía que se está
desperdiciando y de la que se podría ahorrar tomando medidas simples
como apagar los televisores por completo, lavar la ropa con agua más
fría, desenchufar los cargadores de teléfono que no se usan y emplear
secadoras lo menos posible. El dispositivo también muestra la energía
que se sigue consumiendo durante la noche mientras dormimos,
y señala todos los aparatos eléctricos que se dejaron prendidos
innecesariamente. Un método innovador de hacer un uso más eficaz de
la energía.
La impresora Stylus Pro 3800 de Epson recibió
el Premio Ecohitech de 2007, galardón italiano
con el que se reconoce los procesos, productos,
sistemas y servicios de alta tecnología más
ecológicos. En comparación con los modelos
anteriores, la impresora Pro 3800 genera un 44%
menos de emisiones estimadas de CO2 durante
su vida útil y emplea un 55% menos de recursos
para su funcionamiento. La impresora cuenta con
la certificación de Ecoleaf, etiqueta ambiental
japonesa que reconoce que se ha evaluado el
ciclo de vida del producto que la lleva.
www.epson.com
http://www.earthwhile.co.uk/Shop/Energy_Measuring/Owl_Wireless_
Energy_Monitor/Product.html
Computadora que ahorra energía
Bolsas reutilizables
Las computadoras consumen entre el 40 y el 60% de la
energía que utilizan los equipos de oficina, precedidas
sólo por la iluminación en lo que hace al consumo de
electricidad. Las computadoras de escritorio son las grandes
culpables, ya que consumen unos 70W cuando están
prendidas, frente al rango de entre 12 y 22W que necesitan
las computadoras portátiles. Novedosa en el mercado, la
computadora SC20 con cliente inteligente sube la apuesta
y realiza “todas las funciones comerciales de una PC grande
utilizando apenas el 10% de la energía”, según Cranberry,
su fabricante. La computadora, que tiene el tamaño de un
libro de edición rústica, cuenta con un microprocesador
ultraeficaz y “ofrece una alternativa verdaderamente viable
y más ecológica a la PC de oficina, que es tan vulnerable y
consume tanta energía”, afirma Simon Ponsford, Gerente
General de Cranberry.
El mundo está reaccionando en contra de las bolsas de plástico, que, cada vez más,
se consideran contaminantes y poco sostenibles ambientalmente. Bhután, Rwanda,
Bangladesh y Sudáfrica las han prohibido por completo, así como lo han hecho San
Francisco y Mumbai. Pronto podrían sumarse más ciudades, entre las que se incluyen
Londres y París. En Taiwán y un creciente número de países europeos, los comercios
cobran ahora por las bolsas de plástico. Mientras que la bolsa de plástico cae en
desgracia, la bolsa reutilizable se ha convertido en una declaración ambiental muy de
moda. Hace unos meses, la diseñadora de modas Anya Hindmarch causó un revuelo
cuando presentó un bolso de lona con la leyenda “No soy una bolsa de plástico”, que
se convirtió en un fenómeno de la moda después de que se entregó junto con los
demás obsequios del Oscar de 2007. Luego apareció colgado del hombro de un sinfín
de celebridades y se agotó en los comercios minoristas en cuestión de horas. Fuera del
mundo de la moda, cada vez más comercios están ofreciendo bolsas de almacén de
larga duración hechas de tela lavable, y en www.reusablebags.com hay una amplia
variedad de bolsas reutilizables, que se consiguen en todas partes, por ejemplo, en el
Japón, el Canadá y la India. Incluso la Campaña de los Mil Millones de Árboles del PNUMA
tiene su propio bolso, que viene en tres colores y dice “Plantemos para el planeta”.
http://www.cranberrynet.com
http://www.kannarosa.com/
Tacho de basura por colores
Brasil siempre se ha caracterizado por su sentido pionero del diseño, y la
última tendencia que ha marcado el país quizá sea la presentación de una serie
de productos ecológicos fabricados por empresas brasileñas, tales como un
tacho de basura para separar los desechos en cuatro categorías distintas. Con
una tapa azul, una verde, una roja y otra amarilla, el tacho de basura “Recicla
Fácil” es fácil de usar e ideal para enseñar a los niños a clasificar los desechos.
Quienes viven en Brasil pueden comprar el tacho en línea, pero los fabricantes
también lo han exportado a España, Portugal e Italia, lo que indica que la
clasificación de basura podría estar cobrando impulso en todo el mundo.
http://planetasustentavel.abril.com.br
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NUESTRO PLANETA El medio marino
© © Tim Wimbourne/Reuters/Corbis
Cameron Diaz
Otrora, al igual que en la famosa lamentación de la rana Kermit, “no era fácil ser
verde” en el mundo del espectáculo. Ahora se ha puesto de moda que a veces
parece que existe todo un ecosistema de grandes celebridades de Hollywood
que compiten por ser más conscientes ambientalmente. No obstante,
Cameron Díaz es a la vez una de las mayores entre ellas, y una pionera –
una estrella que llevaba la teoría a la práctica antes que ambas cosas se
popularizaran, y una de las primeras en comprarse un auto híbrido.
Ciertamente, según explica, parece que era verde antes que ella misma
lo supiese. Hija de un trabajador de la industria petrolera, cubanoamericano de segunda generación, y de una corredora de importaciones/
exportaciones de descendencia inglesa, alemana y americana nativa,
debe gran parte de su preocupación por el medio ambiente a la
influencia de su abuela materna en la California rural cuando aún era
una niña.
“Mi abuela criaba su propio ganado en su traspatio, sus propias
hortalizas en su traspatio”, recuerda. “La observaba reutilizar el papel
de estaño y las bolsas de plástico. Hacía jabón a partir del goteo de
la grasa de la carne que cocinaba. Nada se desperdiciaba. Todo se
reutilizaba y reciclaba.
Vivía una verdadera existencia sostenible. Todo lo que tomaba de la tierra
lo devolvía. Todo lo que devolvía, lo volvía a tomar. Era un ciclo continuo. Y
yo fui testigo de eso, que ejerció una gran influencia en mí. Ello influyó en
mi madre, y ella me lo transmitió”.
Aunque originalmente quiso ser zoóloga – y crió dos serpientes como
mascotas, y ratones para alimentarlos – dice que al principio la retórica
del movimiento ambientalista le produjo rechazo. “Verdaderamente
no podía conectarme con lo que se decía, y de la manera en que se
decía. Soy una americana egoísta. No quiero darlo todo”.
Pero entonces, añade: “Me di cuenta que ya practicaba los
elementos básicos, todo desde el reciclado hasta el estercolado,
el ahorro de energía y los autos híbridos. Había venido
haciendo esas cosas yo misma sin saber que formaban parte del
movimiento. Entonces comencé a prestar mayor atención a lo
que se decía, porque quería encontrar una manera de incorporarme.
Quería hacer más de lo que estaba haciendo sólo para mí. Quería contribuir a
que otras personas hicieran más”.
Indudablemente, ha dedicado la mayor parte de su atención a difundir el mensaje,
a menudo en una jerga de chica surfista que llega a los jóvenes. Y ciertamente, dice,
“para mí el surfing es una experiencia religiosa. Uno llega a formar parte de
la Madre Naturaleza y experimenta su poder”.
Nominada para el Globo de Oro cuatro veces como actriz, ha
promovido los vehículos híbridos, las bombillas que ahorran
energía, y otras medidas de ahorro del carbono en varios anuncios
junto con Gwyneth Paltrow, y desempeñó un papel principal en
la serie televisiva Trippin´, que difunde mensajes verdes llevando
celebridades a lugares ambientalmente importantes. El verano pasado se unió a Al Gore
para promover los conciertos Live Earth (Tierra Viva). “Esta es”, dice, “la única cuestión en la
historia de la humanidad que afecta a todos y cada uno de nosotros. Es la causa de todos. Es
lo único que realmente todos compartimos en común: el planeta”.
Insiste en que el mensaje se debe dar a conocer positivamente. “No debemos verlo como ‘¡Santo
Cielo! ¡Todos moriremos!’ Debemos verlo como ‘¡Sí! ¡Todos viviremos!’ No se trata de prescindir de
todo. Se trata de crear algo mejor. Tenemos las respuestas y tenemos el poder, y la resolución y
la capacidad para lograr el cambio. Si solamente todos cambiasen un aspecto de su vida, si sólo
hicieran algo de manera diferente, sólo eso sería un paso más hacia la solución del problema”.
G.I.
PNUMA
NUESTRO PLANETA El medio marino
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