sistema universitario ana g. méndez universidad metropolitana

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sistema universitario ana g. méndez universidad metropolitana
SISTEMA UNIVERSITARIO ANA G. MÉNDEZ
UNIVERSIDAD METROPOLITANA
RECINTO DE CUPEY
ESCUELA GRADUADA DE EDUCACIÓN
EL DEPORTE ESCOLAR COMO REFLEJO DE UNA SOCIEDAD
AGRESIVA Y VIOLENTA
JOSÉ M. ROSA ORTIZ
MAYO 2010
DEDICATORIA
“Porque Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía; sino de poder, amor y dominio
propio” (2 Timoteo 1:7). Gracias, Dios, por haberme permitido el logro de esta meta, día a día
me diste la fortaleza para seguir hacia adelante y en los momentos que no veía la salida tú me
alumbraste el camino y pude superar los obstáculos. Te amo Dios.
A mi familia en especial a mis hijos Zeisha Marie Rosa, siempre estuviste presente José
Francisco Andrés Rosa y José Manuel Alejandro Rosa, Dios los bendiga son mi orgullo. A mis
padres José M. Rosa y Marta Ortiz que siempre me brindaron su apoyo y en los momentos
difíciles de mi vida siempre han estado presentes. A mi esposa Keila, que me brindó su apoyo y
en todo momento me escuchaba. Este triunfo es de todos ustedes.
iii
AGRADECIMIENTOS
A todas las amistades que de una forma u otra aportaron un grano de arena para lograr
esta meta, gracias son muchos. Emma Rivera gracias por tus consejos y las hermanas del martes
de victoria gracias por sus oraciones, Emma Otero, eres una gran amiga, Dios te bendiga, Keila
Rodríguez, gracias por brindarme tu apoyo, Diana Morales y Griselle Cristóbal excelentes
compañeras de trabajo siempre presentes, Gloria Algarín, Miriam López, Miguel Núñez,
gracias. A la Facultad de profesores de la Universidad Metropolitana, me llevo buenos
recuerdos. Profesor William Ramos, gracias por darme el estimulo. Dr. Mariano Santini, gracias
por dirigirme en este proceso, ¡Dios lo bendiga! A todos de todo corazón gracias por ser parte de
este logro.
iv
SUMARIO
El propósito de este trabajo fue investigar los factores que impulsan a los jóvenes a
reaccionar o actuar violenta y agresivamente en las actividades de las que son participes en la
escuela. El fenómeno de la violencia es hoy por hoy una de las principales preocupaciones de
los científicos sociales, que estudian las diversas variables que afectan el estudiantado. La
violencia es estructurada y es utilizada por grupos para controlar los diferentes aspectos
deportivos que surgen en las actividades deportivas escolares. Cada vez se reportan actos de
indisciplina más frecuentemente en las competencias deportivas. La sociedad enfrenta el flagelo
de la violencia que muchas veces se traslada a los diversos escenarios deportivos creando el
ambiente propicio para que surjan situaciones desagradables. Para esta investigación se utilizaron
varios estudios realizados con jóvenes y adolescentes entre las edades de 11 a 16 años de varias
partes del mundo como: Canadá, Estados Unidos, Puerto Rico, Colombia, Costa Rica, España y
Chile.
La violencia en las actividades deportivas ejerce un atractivo adicional y muchas veces
irresistible para adolecentes y jóvenes de ambos géneros. Este trabajo expuso cómo la violencia
está afectando los cimientos de la sociedad y cómo la escuela, está siendo afectada. La violencia
está presente en muchas de las atracciones sociales, registrando una tendencia en que la violencia
es vista por los estudiantes como algo normal, reflejando las situaciones que ocurren en la
sociedad.
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TABLA DE CONTENIDO
DEDICATORIA.
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AGRADECIMIENTO.
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iv
SUMARIO.
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CÁPITULO 1 INTRODUCCIÓN. .
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Planteamiento del Problema. .
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Objetivo del estudio. .
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Preguntas de Investigación. .
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Justificación del Problema. .
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Definición de Términos.
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Delimitaciones.
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Limitaciones. .
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CÁPITULO II REVISIÓN DE LITERATURA.
Marco Teórico.
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Marco Empírico.
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Marco Conceptual.
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CÁPITULO III METODOLOGÍA. .
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Población y Muestra. .
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Instrumentación.
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Procedimiento.
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Análisis de Datos.
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CÁPITULO IV RESULTADOS Y HALLAZGOS. .
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Estudios Revisados. .
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Análisis de Estudios y Proyectos de Investigación Revisados.
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Análisis de Preguntas de Investigación.
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Hallazgos.
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CÁPITULO V CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.
Conclusiones. .
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Recomendaciones.
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Implicaciones Educativas.
REFERENCIAS.
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LISTA DE TABLAS
TABLA
1. Estudios Revisados
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LISTA DE APÉNDICES
APÉNDICE
(A)Plantilla de tabla
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(B) Informe de incidente .
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1
CAPÍTULO
INTRODUCCIÓN
Planteamiento del problema
La sociedad enfrenta conflictos de violencia constantemente. Se vive en un mundo
violento. No existe país ni comunidad a salvo de la violencia, se encuentra en las calles, hogares,
lugares de trabajo y en la escuela, según la Organización Mundial de la Salud, OMS (2002). La
violencia es una constante en la vida de gran número de personas y afecta de muchas maneras,
la complejidad y diversidad de los actos violentos suscitan sentimientos de impotencia y apatía.
El propósito de esta investigación es determinar qué factores propician y abonan al aumento
vertiginoso de actos violentos en las escuelas secundarias. En Puerto Rico, se tiene constancia
que la violencia en juegos deportivos no es una situación nueva, según Huyke (1987). La
violencia en Puerto Rico es una situación que atañe a todos los sectores de nuestra sociedad, sin
embargo, prevalece la creencia de que la escuela es quien tiene que resolver el problema (Lucca,
2008)
La violencia tiene la capacidad de multiplicarse y expandir sus dinámicas y
consecuencias según, Torres (2005). Muchos de estos actos violentos se evidencian en casi todos
los aspectos y contextos del entorno sin discriminar el nivel social, económico, académico,
étnico o de género. La violencia no solo está presente en los deportes, también se encuentra en
las actividades sociales (cine, teatro y conciertos) registrando una tendencia en la que los actos
violentos en las actividades escolares son más comunes cada día, según Lucca y Rodríguez
(2008).
Para Contreras (2007), la escuela se convierte en un reproductor de los conflictos sociales
que ocurren en nuestro medio ambiente. De acuerdo a Kleimann (2004), el fenómeno de la
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violencia escolar es uno de los asuntos más difíciles que se plantea en los salones de clases
diariamente, el aumento vertiginoso de conflictos sociales en las comunidades son trasladados al
ambiente escolar donde se producen actos violentos en forma de peleas y acoso entre estudiantes
Organización Mundial de la Salud OMS (2002). El grupo donde más se manifiesta la violencia
se ubica entre las edades de 15 a 25 años de edad, sin embargo existe un incremento alarmante
en el grupo de juveniles de 12 a 15 años, según Torres (2005).
El deporte por si no es un símbolo de agresión ni de violencia. Los seres humanos han
trastocado el propósito de la sana convivencia convirtiendo su entorno en un lugar hostil y ahora
se ven las consecuencias de la promoción de la violencia por diferentes medios (Muñoz, 2000).
La violencia es una construcción social, cuando la violencia se ingresa y se apodera de los
distintos espacios por donde transitan los individuos diariamente se reviste de las características
propias de estos espacios. Es entonces cuando aparece la violencia institucional, familiar escolar
y deportiva.
Objetivo del estudio
Basado en la información recopilada en lo antes expuesto en el planteamiento del
problema, el objetivo de esta investigación va dirigido a auscultar qué componentes influyen en
los jóvenes en torno al problema de la violencia escolar, al ser vista por estos como algo natural
y explorar dicho fenómeno. Según Cohen (1997), el ser humano es potencialmente agresivo
desde que nace, ya que existe una agresividad innata y la frustración provocada por el entorno es
capaz de activarla.
Preguntas de investigación
1. ¿Tiene algún significado el concepto violencia para los jóvenes del nivel secundario?
2. ¿Contribuye la escuela en las vivencias de conducta agresiva de los estudiantes?
3
3. ¿Cuáles son las causas que propician las situaciones violentas entre estudiantes?
4. ¿Qué factores favorecen la violencia y la agresión en las competencias?
5. ¿Cuáles actividades físicas o deportes crean ambientes competitivos o de alta incidencia
de violencia y agresividad?
6. ¿Cuáles actividades físicas o deportivas se consideran sedantes o disuasivas de violencia?
7. ¿Cuál es la relación entre los deportes y las actividades combativas y la agresividad y
violencia?
Justificación del problema
La preocupación de los científicos sociales con el problema de la violencia los ha llevado
a examinar múltiples variables asociadas al fenómeno en diferentes lugares del planeta, máximo
cuando los niños y jóvenes se han convertido en eje y centro del mismo, según Lucca (2008).
Todos los días ocurren actos de violencia que destruyen vidas de individuos. Las estadísticas
comienzan a mostrar la magnitud del problema de la violencia, especialmente los jóvenes. Se
asesina una persona cada 21 minutos se viola una mujer cada 5 minutos y se agrede a una
persona cada 29 segundos (Pruitt, Crumpler & Prothrow, 2000).
La violencia en las escuelas debe estudiarse desde una perspectiva multidisciplinaria ya
que esta implica analizar y relacionar variables vinculadas al individuo a la sociedad y a la
escuela misma (Americana, 2002). La violencia está tan presente, que se percibe a menudo
como un componente ineludible de la condición humana un hecho en que muchas veces
reaccionamos en vez de prevenirlo, Organización Mundial de la Salud (OMS, 2002). De
acuerdo con Prieto, Carrillo y Jímenez (2005), la violencia escolar es una realidad incuestionable
que tiene múltiples formas y se da en varias direcciones: de autoridades a alumnos y maestros, de
maestros a alumnos y de alumnos a alumnos. Los brotes de agresividad en los centros educativos
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constituyen un fenómeno al que los individuos se están acostumbrando. Lo que ocurre en las
escuelas muestra lo que pasa en el entorno de los estudiantes (Martínez & Pérez, 2005). Según
Lucca (2008), la tendencia alcista en las actividades relacionadas con la violencia en los
escenarios escolares apunta a una situación seria y alarmante entre la juventud.
En Puerto Rico, según las estadísticas de la Policía, ha ocurrido un incremento de actos
de violencia en las escuelas públicas diurnas en los últimos años. De acuerdo a Lucca (2008), los
maestros de escuela pública identificaron que los actos de violencia más frecuentes eran las
peleas. En un estudio realizado por Larke, Machado y Torres (2001), enfocándose en los
factores para prevenir la violencia en las escuelas en Puerto Rico desde la perspectiva de los
estudiantes, ellos señalan que estos no se sienten responsables de la violencia que viven.
Definición de términos
Las siguientes definiciones están relacionadas con la investigación:
1. Violencia: Todo cuanto se encamine a conseguir algo mediante el empleo de una fuerza a
menudo física, que anula la voluntad del otro. Según esta acepción jurídica, el término
debe distinguirse de la coacción o de la intimidación, relacionadas con aquellos actos con
los que inspira a uno de los contratantes al temor racional y fundado a sufrir un mal
inminente en su persona, bienes o familia (Del Campo, Marsal, Garmendia
(1976).Diccionario de ciencias sociales. (Tomo II, p. 1174 ,1175).Madrid, España:
Instituto de Estudios Políticos).
2. Violencia escolar: Se produce cuando un alumno, profesor o empleado de la escuela es
victimizado en forma repetida y durante un tiempo prolongado por otro u otros
compañeros (Prieto et al, 2005).
5
3. Agresividad: Condición del individuo que le impulsa a mostrarse hostil al medio que lo
rodea, o contra sí mismo. Aparece en determinados trastornos sicológicos, a veces sin un
motivo aparente (Zamora 2005).
4. Indisciplina estudiantil: Comportamiento de uno o más alumnos que obstaculiza el
trabajo de sus compañeros o del docente (Kleimann, 2004)
5. Comportamiento agresivo: Acción dirigida contra un objetivo viviente con intensiones de
dañar este y que halla una expectativa razonable de que la agresión va a ser exitosa y el
objetivo dañado. (Del Campo, Marsal, Garmendia, 1976). Diccionario de ciencias
sociales. (Tomo II, p. 1174-1175, Madrid, España: Instituto de Estudios Políticos).
6. Conducta observable: Forma como se ordenan y dirigen los elementos para la ejecución
de determinados actos. (Zamora, 2005)
7. Deportes: Ejercicio físico o juego en que se hace ejercicio físico, realizado, con o sin
competición, con sujeción a ciertas reglas. (Moliner, 2006).
Delimitaciones
Esta investigación está delimitada por lo siguiente:
1. La investigación se llevó a cabo basada en estudios realizados a jóvenes estudiantes del
nivel secundario.
2. Los estudios utilizados para esta investigación son desde 2001 hasta 2009.
Limitaciones
Algunas de las limitaciones que afectan este estudio incluyen:
1. La cantidad de componentes relacionados a la violencia escolar y deportiva hace casi
imposible definir cuando un acto es violento y cuando no.
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2. Existen “áreas grises” en cuanto a cuando conductas inconvenientes o poco respetuosas
se convierten en violencia.
3. Los recursos de información para la población particular a enfocarse pueden ser limitados
y exiguos.
4. Muy pocos proyectos de investigación han investigado la violencia en el contexto escolar
en relación con la actividad física y el deporte.
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CAPÍTULO II
REVISIÓN DE LA LITERATURA
Este capítulo presenta la literatura relacionada al tema de la presente investigación.
Además, pretende revisar y dar luz sobre la literatura relacionada a la problemática de la
agresión y violencia que personas manifiestan en las actividades escolares deportivas. Esta
recopilación de datos va dirigida a investigar qué factores impulsan a la juventud a reaccionar
agresiva y violentamente en las actividades en las que participan.
Como parte de esta investigación y evidenciando la magnitud y seriedad del problema de la
violencia y agresividad que afecta a la juventud es importante mencionar la atención que las
grandes organizaciones tales como: Organización de las Naciones Unidas para la Educación la
Ciencia y la Cultura (UNESCO), Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas
para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) le están dedicando al
grave problema que representa la violencia para el desarrollo de la vida equilibrada
(Lucca,2008). Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) (2006), la violencia en las
escuelas también se produce en forma de peleas y acoso entre estudiantes, en algunas sociedades
el comportamiento agresivo, incluidas las peleas, se percibe como un problema menor de
disciplina.
Marco Teórico
La teoría desarrollada por Albert Bandura (1973) sobre el aprendizaje social sirvió como
marco teórico en este trabajo investigativo relacionado con el deporte escolar. La teoría expuesta
por Bandura es amplia y abarca las facetas de la agresión grupal como la agresión individual. En
la teoría sobre el aprendizaje social, la agresión es definida como la conducta que produce daños
tanto al individuo como a la propiedad y las lesiones que pueda causar la agresión pueden ser
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tanto físicas como sicológicas. Bandura sugiere que el individuo aprende a adquirir y mantener la
conducta agresiva en su entorno social. De los muchos estudios realizados por Bandura, un grupo
se alza por encima de los demás, los estudios del muñeco bobo. Lo hizo a partir de una película
de uno de sus estudiantes, donde una joven estudiante solo pegaba a un muñeco bobo. Un
muñeco bobo es una criatura hinchable en forma de huevo con cierto peso en su base que hace
que se tambalee cuando se le pega. En la actualidad llevan pintados, rostros de diferentes
personajes reales como ficticios, pero en aquella época llevaba al payaso “Bobo” de
protagonista.
La joven le pegaba al muñeco, gritando, lo golpeaba, se sentaba encima de él, le daba con
un martillo y demás acciones gritando varias frases agresivas. Bandura les enseñó la película a
un grupo de niños pequeños que, como podrán suponer, disfrutaron de alegría al ver la película.
Luego se les permitió jugar a este mismo grupo de niños en el salón de juegos, en el salón se
encontraban varios observadores escribiendo sus anotaciones, un muñeco bobo nuevo y algunos
pequeños juguetes. Y ustedes podrán imaginarse lo que los observadores anotaron: un grupo de
niños golpeando a mansalva al muñeco bobo. Le pegaban gritando, se sentaron sobre él, le
pegaron con martillos y demás. En otras palabras, hicieron lo que la joven de la película había
realizado, de una manera bastante precisa y exacta.
Las teorías del aprendizaje social coinciden y plantean la agresión como un medio para
obtener algún objetivo, de acuerdo a Bandura y Walter (1974). Según Bandura (1973), los
individuos pueden tener la capacidad para actuar agresivamente, pero este aprendizaje pocas
veces ocurrirá si la conducta no tiene valor funcional para los individuos. Además, expone que
la mayor parte del aprendizaje ocurre en el medio ambiente donde se desarrolla y socializa el
individuo y también al moldeamiento de la conducta al que éste ha sido expuesto.
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De acuerdo a Bandura (1978), los individuos no nacen predispuestos a ser agresivos,
aprenden estilos agresivos de conducta al estar expuestos a experiencias directas de combate, o
por observación de modelos agresivos a que están expuestos. Según Bandura (1973), los estilos
de agresión son aprendidos, en gran medida por la observación, donde el individuo aprende
estrategias generales al observar la conducta de los demás.
Bandura y Walter (1974) plantean la agresión como un medio para conseguir ciertos
objetivos en las diferentes actividades del individuo. Las personas pueden adquirir, retener y
poseer las capacidades para actuar agresivamente y las circunstancias sociales determinarán si lo
pondrán en práctica o no Bandura (1973).
Marco empírico
En Puerto Rico, el problema de la agresión y violencia entre los jóvenes ha tomado un
giro vertiginoso, y constituye un problema de salud pública que alcanza proporciones
alarmantes, según informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2003). En un trabajo
investigativo realizado por Lucca (2008), Puerto Rico figura entre los lugares en el mundo donde
se registran las tasas más elevadas de actividades violentas. Su investigación incluyó
entrevistas a jóvenes estudiantes de la corriente regular donde estos reconocieron que la
violencia se da en todas partes y mencionan que algunas de las causas son la exposición
temprana a la violencia, provocación, amenazas, corrupción, narcotráfico y la necesidad de
sobrevivir en un mundo hostil. Además, mencionan la intolerancia, insatisfacción, la
competencia y el deseo de dominar a otros individuos provocando situaciones de violencia. Esta
tendencia alcista entre los renglones relacionados con la violencia en los diferentes escenarios
escolares apunta a una situación seria y alarmante entre la juventud.
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Para Cañón y García (2007), los medios de comunicación documentan con relativa
frecuencia actos de violencia realizados por escolares. Además sugieren que existen grupos
escolares violentos entremezclados con fanáticos adultos y que son militantes de equipos
nacionales. Según Cañón y García el asunto de territorialidad, siendo este el campo de batalla en
el que se expone el aguante de los jóvenes frente al adversario, donde se ataca lo más preciado
para el otro equipo. De acuerdo a Coakley (2001), la comercialización del deporte ha permitido
ver la influencia de los medios de comunicación en los eventos deportivos.
Según Lemieux, McKelvie y Stout (2002), el propósito de su investigación fue examinar
la relación de la agresión hostil en atletas de deportes de contacto fuera del campo de juego y en
estudiantes no atletas. Su objetivo fue poner a prueba las predicciones de la teoría de aprendizaje
y el objetivo práctico evaluar la imagen en los medios de comunicación de los atletas en
particular integrantes de deportes de contacto. En su estudio, el beisbol se incluyó como deporte
de no contacto y el futbol como deporte de contacto.
De acuerdo a Field y Comstock (2008), la violencia se produce en todas las categorías
deportivas, desde las ligas infantiles hasta las competencias escolares, universitarias, aficionadas
y ligas profesionales. Las investigaciones relacionadas a las lesiones deportivas en su mayoría se
han centrado en la descripción de patrones de lecciones y el estudio de los métodos de reducción
de las mismas. Además Field expone que las lecciones deportivas pueden ser potencialmente
graves, tanto física como sicológica para la juventud mucho más si son relacionadas con la
actividad ilegal en los deportes.
En el estudio de Pizarro (2007), la agresividad en los jóvenes se está tornando en algo
preocupante. En su estudio plantea, que los hechos violentos de jóvenes estudiantes se viven
frecuentemente en los salones, o con iguales en ambientes como: competencias intercolegiales,
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gimnasios, canchas de futbol, y más recientemente estos actos violentos se han convertido en una
manera de protesta contra directores y docentes.
De acuerdo a Moreno, López, Pérez y Musitu (2009). En su estudio se pone de manifiesto
la importancia del clima familiar y la actitud hacia la autoridad institucional. Estas contribuyen
de manera significativa en la percepción que el adolescente percibe en la escuela, en la
implicación en comportamientos violentos. Por tanto, la percepción familiar influye en la
conducta del adolescente en su actitud hacia los demás compañeros, profesores y la escuela.
Según el estudio de Cangas, Gázquez, Pérez, Padilla y Miras (2007), los problemas de
convivencias y violencia escolar suponen un tema de debate en los países de la Unión Europea.
Este estudio, señala distintas conductas violentas, tales como: insultos, peleas e inexistencias de
normas de convivencia en varios países europeos. Además este estudio señala, que más de la
mitad del estudiantado ha visto o participado en conductas de intimidación hacia otros
compañeros.
En los Estados Unidos, las estadísticas arrojan que los jóvenes entre las edades de 15 a
24 años son el grupo de más alto riesgo de violencia en ese país. La tasa de homicidios para ese
grupo en particular es siete (7) veces mayor que en Canadá, 22 veces mayor que en Portugal y
44 veces más que en Japón, según Pruitt y asociados (2000). Esta alza en la actitud agresiva y
violenta, se refleja en las actividades deportivas escolares donde acuden los malos hábitos de
barrio, los del pueblo, de la ciudad y del país, aún más si existe una rivalidad entre equipos
cercanos o comunidades que hayan tenido problemas entre sí. Este tipo de situación violenta
entre fanáticos de equipos diferentes ocurre comúnmente. Además, es importante saber que
existe una relación de interdependencia entre los problemas de violencia y agresión, pero es
importante entender que agresión y violencia no es lo mismo (Cagigal, 1990).
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En el estudio de Contador (2008) sobre la percepción de la violencia en estudiantes de
enseñanza media, se indica que los jóvenes de edad juvenil están expuestos a situaciones
violentas constantemente, siendo los varones quienes más sufren de violencia. No obstante, lo
perciben como algo natural que no les preocupa y éstos jóvenes poseen su propio sistema de
creencia que los justifica.
Existen varias formas de violencia y éstas se construyen en espacios diferentes y
particulares como el hogar, la escuela, el barrio y el equipo deportivo, donde los grupos de
amigos encuentran un lugar para dar rienda suelta a sus emociones, siendo los de 12 a 15 años el
grupo de mayor incremento en las acciones violentas en las diferentes actividades (Lucca, 2008).
La violencia es un fenómeno social que se manifiesta en la conformación de pequeños grupos
hasta las grandes fanaticadas deportivas que se caracterizan por enfrentarse en el nombre de su
equipo (Torres 2005).
Marco conceptual
En las últimas décadas se observa un creciente interés por el fenómeno de la violencia en
adolecentes y jóvenes por parte de los gobiernos y actores de la sociedad civil. Cada día se
reportan más actos violentos en las actividades deportivas, tanto profesionales como escolares.
Lorenz (1966) plantea que la agresividad es un instinto que el ser humano tiene. La
violencia no es más que una forma concreta de agresividad especificada sobre todo por el ataque
físico. No toda agresividad es violenta; toda violencia, sin embargo es agresiva, es originada por
la agresividad (Cagigal, 1990).
De acuerdo a Bakker, Whithing y van der Brug (1993), el deporte proporciona
posibilidades para el aprendizaje de la conducta agresiva. Son muchos los deportes en los que
apenas resulta evidente la conducta agresiva mientras que, por el contrario existen otros donde la
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agresividad es evidente y muchas veces necesaria. Los deportes que proveen oportunidades para
exhibir una conducta agresiva establecen normas que resultan satisfactorias desde el punto de
vista de dicha conducta. La agresividad muy poco tiene que ver con la procedencia del
individuo, pero sí tiene que ver con las experiencias adquiridas en su medio ambiente.
Para Hernández (2008), atender el fenómeno de la violencia escolar es uno de los asuntos
más difíciles que se plantea diariamente en las aulas del mundo. La escuela ha mantenido una
ilusión de un afuera agresivo y violento con un interior pacifico y armonioso. Esta idea de que el
salón de clases es un espacio de relaciones sociales es una falacia. Para muchos jóvenes, la
escuela es un lugar donde sus vidas, su salud y su integridad personal están en riesgo. Aunque la
violencia tiene orígenes estructurados, es en última instancia, el sujeto, quien la expresa y el
responsable inmediato de la situación que surge en el ambiente de los planteles escolares.
De acuerdo a Martínez y Pérez (2005), los brotes de agresividad o de violencia en los
centros educativos constituyen un fenómeno cada vez más frecuente, que se interpreta como un
reflejo de lo que ocurre en la sociedad. Se señala que las acciones antisociales exhibidas por
niños y por adolescentes muestran lo que ocurre en su entorno, y sus causas hay que buscarlas en
varios factores: sociales ambientales, relacionales, escolares, familiares y personales.
La violencia, tanto en la escuela como en la sociedad, ha ido en aumento. La violencia se
evidencia en casi todos los aspectos de nuestra sociedad, según Cava, Musitu y Murgui (2006).
En las últimas décadas se ha constatado una creciente preocupación por la violencia escolar, un
tipo de conducta transgresora que tiene lugar en la escuela y colegios. El estar expuesto a
actividades violentas a temprana edad aumentará las probabilidades del individuo de realizar o
participar de actos violentos (Macmillan, 2001).
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Es importante entender cómo las diferencias culturales y de género influencian en la
conducta del individuo. El mover a un estudiante de su entorno puede agravar los problemas
con su comportamiento, según lo expone Meichenbaum (1985). Por otro lado, Coakley (2001)
expresa que, desafortunadamente, los jóvenes, al estar expuestos a la comercialización del
deporte donde observan conductas agresivas de sus héroes se hacen más propensos a poner en
práctica este tipo de comportamiento y por consiguiente, resulta difícil cambiar este tipo de
conducta. El deporte, por sí, no es un símbolo de agresión ni de violencia. Los seres humanos
han trastocado el propósito de la sana competencia, convirtiendo su entorno en un lugar hostil y
ahora se ven las consecuencias de la promoción de la violencia por diferentes medios (Muñoz,
2000). Según Martínez (2005), los brotes de agresividad o de violencia en los centros educativos
constituyen un fenómeno al que nos estamos acostumbrando y al que cabe interpretar como un
reflejo de lo que ocurre en la sociedad. Lo que ocurre en la escuela es el reflejo o muestra de lo
que ocurre en el entorno de los estudiantes.
Cada día se habla más de violencia para referirse a una amplia gama de acciones que
tiene por objeto producir daño. Guilbert (2004) intenta demostrar que las formas de violencia
difieren dependiendo de la actividad deportiva. Su estudio demostró la existencia de violencia en
diferentes formas: violencia verbal, violencia psicológica y violencia física. Según Baigorri
(1995), algunos deportes de índole combativo se borran en la práctica de agresión controlada. La
obsesión por el juego limpio lleva a los profesionales del deporte a desensibilizarse cada vez más
frente a comportamientos agresivos.
De acuerdo a Kleimann (2004), la sociedad contemporánea se caracteriza porque en ella
se han desarrollado formas legitimadas de agresividad que pueden reconocerse en espectáculos
deportivos o a través del cine y de la televisión. Los medios de comunicación en general, y la
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televisión en particular, influyen sobremanera en los escolares, con frecuencia de modo
perjudicial. Estas formas actúan de manera catártica, debido a que permiten expresar emociones
o comportamiento no permitidos en otros ámbitos.
Según Cacho (2009), la violencia es un acto común en el deporte y se manifiesta, tanto
en el espectáculo deportivo profesional, como en el deporte inicial. Existen deportistas
profesionales que utilizan métodos intimidatorios, actuando con mucha rudeza, asustando y
atemorizando a sus rivales por el solo hecho de obtener el triunfo. También, estas situaciones
están ocurriendo en actividades deportivas donde los niños son los protagonistas y que se
manifiestan cuando juveniles que están más vivos o están más desarrollados intentan amedrentar
a sus rivales.
Para Kleimman (2004), la naturaleza humana es de por sí agresiva. El deporte genera
agresividad y se convierte para muchos en un reflejo de los problemas de la sociedad. La escuela
es una institución que se caracteriza por mostrar a los individuos poder y autoridad, les indica
que está permitido y qué está prohibido y les informa sobre los riesgos de transgresión o sobre
los beneficios. Todos los deportes son inherentemente competitivos y de ahí que se produzca un
despertar de la agresión y de la violencia. El nivel de tensión puede subir hasta un punto en que
se rompa el equilibrio entre la rivalidad amistosa y la rivalidad hostil a favor de esta última. Para
Hernández (2004), las actitudes violentas tienen un génesis en el acosador, quien cuenta con que
su víctima callará lo que ocurre, que tiene numerosas raíces y muchas de ellas son dolorosas.
La violencia es una construcción social. Los modos violentos de las personas, son
conductas socialmente aprendidas; cuando la violencia ingresa y se apodera de los distintos
espacios por donde transitamos nuestro diario vivir se reviste de las características propias de
esos espacios. Es entonces, cuando aparece la violencia institucional, familiar, escolar y
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deportiva. Sin embargo, sería conveniente añadir, que en un clima donde se realizan diferentes
actividades y no existan normas o sean poco claras, la
actividad violenta tiene todas las
posibilidades de aparecer, según Leva (2006). La violencia se evidencia en casi todos los
aspectos de nuestra sociedad se manifiesta en distintos contextos sociales sin discriminar la
procedencia del individuo, y el deporte no es la excepción cuando se habla de violencia
(Rodríguez 2009). Para Thing (2001), la agresión en el deporte no es materia de agresividad
masculina, sino una ejecutoria simbólica aprendida por la representación femenina y además
concluye que la agresión es aprendida. La agresión es una conducta que manifiesta las
reacciones y acciones a una situación y puede ser considerada directa o indirecta, aseveración
respaldada por Kleimann (2004), quien dice que el fenómeno de la violencia crece y se agrava,
y afecta tanto el norte como el sur y tiene lugar entre varones, aunque se han detectado casos
entre niñas.
El ser humano se vuelve más agresivo cada día en la cancha, en los estadios, en las
escuelas, donde se realice una actividad deportiva. La violencia deportiva se ha vuelto un mal
necesario y se ha constituido en una realidad común a la gente. Esta no se produce
espontáneamente, por efectos emotivos, sino producto de una sociedad que se debate en
antagonismos sociales irreversibles. La sociedad moderna ha fomentado la competencia por
sobre el juego y el niño, el futuro deportista, crece en un ambiente donde se reproducen las
contradicciones y frustraciones diarias y de la sociedad, según Santamaría (1981).
De acuerdo a Cohen (1997), la agresión y la violencia se encuentran en los diferentes
ámbitos de la actividad humana. Esta aparece en las relaciones personales, laborales, familiares,
escolares, profesionales, políticas, comerciales, por consiguiente no debe extrañar su aparición
en uno de los fenómenos más característicos e importantes de la sociedad contemporánea, el
17
deporte, Cohen cita a Bredemeier (1983), quien afirma que la violencia en el deporte se idealiza,
condena, legitima o tolera, y en otras ocasiones se la confunde con la vehemencia competitiva y
con la firmeza con que se lucha legalmente por la lucha de un balón.
El deporte se ha convertido en una de las actividades sociales con mayor presencia y
capacidad de convocatoria en los últimos tiempos. Al ser uno de los aspectos que más
contribuyen al desarrollo sociocultural, debe ser tenido en cuenta en conexión con otras materias
(educación, salud y sociales). Es un elemento más de la estructura que conforma la sociedad y,
como tal, refleja las características y peculiaridades de esta en cada época o momento histórico.
Es un invento social sujeto a los mismos procesos de la sociedad en la que se ha originado, por lo
que no resulta extraño pensar que si en las sociedades modernas se registran situaciones de
violencia, en el deporte, como integrante de la sociedad que es también puede haberlas. Las
manifestaciones de violencia en el deporte varían en gran medida de un deporte a otro, de una
sociedad a otra y de un momento a otro, según Zapico (2004).
El deporte produce euforia, emoción, disfrute y sentimientos de logro en todos los
participantes de la actividad, sin importar cual sea su rol. Por otro lado, el deporte provoca
acciones controladoras, sentimientos de egoísmo y conductas agresivas por obtener el triunfo. El
deporte es, tal vez, el único espacio social donde la agresión, la agresividad y la violencia no sólo
se toleran, sino que son aplaudidas por un segmento de la sociedad, según Rodríguez (2009).
Son muchos los problemas sociales en estos tiempos en los que casi a diario ocurren
episodios de violencia explicita y situaciones violentas de difícil resolución en el ámbito escolar
en Puerto Rico. Es difícil dar respuesta a cada acto violento ya que cada uno tiene su
particularidad. No sólo en Puerto Rico se han incrementado las actividades de naturaleza
violenta entre la juventud. Para evidenciar aún más, en países como Chile, Cuba, Colombia,
18
México, Perú, Venezuela y España se han realizado estudios con el único interés de entender por
qué ocurre la violencia entre los más jóvenes. La escuela, como lugar de encuentro ha ido
experimentando más actos violentos y de naturaleza más intensa que en el pasado. Es importante
mencionar que, para los estudiantes de la corriente regular, la violencia es un mal social que se
produce cuando hay una acumulación de tensión que provoca la expresión de coraje y puede
tener una base instintiva o puede ser conducta aprendida (Lucca, 2008).
De acuerdo a Cruz (2000), la violencia dentro de las escuelas puertorriqueñas ha
atravesado un incremento escalonado. A su vez, señala que el aumento en los actos de agresión
no solo ha traído consigo la necesidad imperativa de trascender la exposición del problema, sino
la de tomar cartas en el asunto. Desde los años 70 existen reclamos por los peligros que
enfrentaba la escuela pública, entre estos, el aumento en el uso de drogas, agresiones físicas y
verbales. De acuerdo a Ortiz (2005), los incidentes violentos van en aumento, las
manifestaciones de conductas conflictivas en la escuela por parte de los adolecentes constituyen
una de las situaciones más preocupantes para el personal docente. Según Villanueva (2007), la
violencia escolar es un fenómeno que ha crecido en intensidad, abarcando a protagonistas cada
vez más jóvenes. Además, se pregunta cómo explicar este incremento y si los medios de
comunicación, producen o reproducen esta violencia. Se señala que la violencia estalla
diariamente en la escuela y existen violencias sutiles como las agresiones con burlas e ironía, que
hay violencia incluso en el sistema educativo y en la sociedad, de la que la escuela es parte.
El inicio del tercer milenio se ha caracterizado por un deterioro continuo de las
instituciones sociales, de acuerdo a Castañeda, (2003). Este cita a Díaz Pérez (1998), que a su
vez cita un estudio realizado por la Organización Fondos Unidos de Puerto Rico donde se
concluyó que los grupos más vulnerables de la sociedad puertorriqueña eran los adolecentes
19
entre las edades de 10 a 18 años. Estas edades corresponden a la de los estudiantes de las
escuelas elementales, intermedia y secundarias, convirtiendo estas en protagonistas y en
escenario para la acción. De acuerdo a Díaz (2003), en las últimas décadas se ha generado una
creciente preocupación por los efectos negativos que han sido causados por actos violentos en los
escenarios escolares y cómo este tipo de problemática afecta a la juventud. La violencia se
presenta como un obstáculo para el logro de los objetivos, es parte de la vida institucional de los
centros educativos. El problema de la violencia y crímenes por parte de los adolecentes es
particularmente notable en aquellos lugares donde ellos pasan la mayor parte del tiempo, la
escuela donde estos se congregan.
De acuerdo a Díaz (2009), citando a Picó, la violencia no es un fenómeno producto de la
modernidad, sino un rasgo cultural. Hay que reconocer que la sociedad puertorriqueña es
violenta. Puerto Rico ha sido y seguirá siendo una sociedad violenta, además, Díaz cita a la
psicóloga Cintrón, donde ésta indica que el 100% de los menores de 18 años que terminan en
instituciones correccionales juveniles dejaron la escuela cerca del noveno grado y estimó que
unos 45,000 jóvenes han abandonado la escuela. Luego de documentar la literatura concerniente
a este trabajo investigativo la información recopilada permite utilizar los estudios realizados por
los investigadores que han sido de mucha utilidad para la elaboración de este capítulo.
20
CAPÍTULO III
METODOLOGÍA
En este capítulo se describen en detalles los pasos utilizados para el desarrollo de esta
investigación documentada. Esto incluye: muestra, procedimiento, instrumentos y el análisis de
los datos.
Población y Muestra
Para propósitos de este estudio se analizará la población y muestra de estudios desde la
perspectiva documental y desde la perspectiva demográfica. En términos de la perspectiva
documental, la muestra de este estudio incluye todos los textos, estudios, revistas, periódicos y
literatura a revisarse relacionada al tema de la violencia y agresividad en el contexto escolar. La
muestra particular, para este estudio, se circunscribe a base de datos electrónicos.
En términos de la población y muestras demográficas esta investigación documentará el
fenómeno de la violencia y agresión en los deportes con la población de estudiantes de edad
escolar de estudios realizados en diferentes partes del mundo, la muestra intencional es la de
adolescentes del nivel escolar intermedio en Puerto Rico.
La muestra para esta investigación se compone de varios estudios realizados entre los
años 2001 y 2009. Con juveniles y adolescentes entre las edades de 11 a 16 años de varias partes
del mundo como: Canadá, Estados Unidos, Puerto Rico, Colombia, Costa Rica, España, Chile y
en el estudio de Cangas y asociados (2007) que fue realizado con muestras de cuatro países
europeos: España, Austria, Francia y Hungría. La mayoría de los participantes fueron estudiantes
de escuelas intermedias y superior. Matriculados en la corriente regular, de áreas metropolitanas
y rurales.
21
Instrumentación
Para efecto de esta investigación el investigador, creó una planilla de información. Los
renglones que contiene la misma son: autor, año y país donde se realizaron los estudios. El
propósito de esta planilla es presentar los datos generales de los estudios analizados de manera
que se aprecie la totalidad de proyectos en la muestra.
Procedimiento
El primer paso fue escoger el tema a investigarse, basándose en el aumento de situaciones
violentas ocurridas en actividades deportivas escolares. Luego se realizó una minuciosa
búsqueda a través de la base de datos de la universidad Metropolitana. Libros de textos
encontrados en las bibliotecas de la UMET y tesis investigativas relacionadas al tema de la
violencia escolar de la Universidad del Turabo. Además se utilizaron revistas profesionales
como: Revista digital EF Deportes, Intervención Psicosocial, Psicología educativa, Psicothema,
Revista de Psicología del Deporte y Revista Ibero-Americana.
Los descriptores utilizados fueron, violencia en actividades deportivas, violencia en los
deportes, violencia escolar, sociedad violenta, deportes y agresividad escolar, estudios violencia
y agresión y violencia nivel secundario. Para efecto de este trabajo se desarrolló una planilla
dónde se analizaron los estudios. Los siguientes pasos fueron observados para la recolección de
información y datos relacionados con la violencia y agresión escolar.
1. Delimitar el tema de investigación a una población y muestra manejable y documentable.
2. Elaborar un plan de recuperación de datos.
3. Preparar una bibliografía anotada de los estudios y documentos relacionados al tema de la
violencia y agresión escolar.
22
4. Identificar descriptores para facilitar y encarrilar la búsqueda como: violencia, agresión,
conducta antisocial, agresividad, comportamiento agresivo y actividad ilegal en
competencias deportivas.
Análisis de Datos
En este estudio se empleará la técnica de análisis descriptivo donde se comparan y
relacionan los estudios con el contenido estudiado. Los datos serán presentados a base de por
ciento, de manera que se puedan comparar con exactitud las diferentes investigaciones
relacionadas al tema de la violencia y agresión en las actividades deportivas escolares.
23
CAPÍTULO IV
RESULTADOS Y HALLAZGOS
En este capítulo se presentan los resultados y hallazgos encontrados en la investigación.
Se proveen datos obtenidos de los instrumentos utilizados por los investigadores en cada uno de
los estudios. Por otro lado, se discuten los resultados de los mismos tomando en cuenta la
revisión de la literatura en las teorías sobre el tema. La investigación consiste del análisis de
ocho estudios realizados entre el 2001 (n=1), 2002 (n=1), 2007 (n=3), 2008 (n=2) y 2009 (n=1).
Cinco de estas investigaciones están relacionadas al tema de la violencia escolar. Las siguientes
tres hablan directamente o mencionan la violencia en las actividades deportivas escolares. (Ver
tabla 1).
En este capítulo se revisan los datos obtenidos de las investigaciones con la intención de
contestar las preguntas que guían esta investigación, a saber, si tiene algún significado el
concepto violencia para los jóvenes del nivel secundario, si contribuye la escuela en las vivencias
de conducta agresiva de los estudiantes, las causas que propician las situaciones violentas entre
estudiantes, los factores que favorecen la violencia y la agresión en las competencias deportivas
escolares, si las actividades físicas o deportes crean ambientes competitivos o de alta incidencia
de violencia y agresividad, las actividades físicas o deportivas que se consideran sedantes o
disuasivas de violencia y la relación entre los deportes y las actividades combativas y la
agresividad y violencia. Todas estas interrogantes son analizadas, tanto a la luz de las revisiones
de los estudios de la violencia y la agresión escolar en el contexto deportivo, como en la
perspectiva analítica directamente relacionada a las preguntas de investigación planteadas.
24
Tabla 1
Estudios revisados
_________________________________________________________________
Autor (es)
Año
Lugar
_________________________________________________________________
Contador, M.
2001
Chile
Lemieux, Mckelvie & Stock
2002
Canadá
Cangas, Gázquez, Pérez, Padilla & Miras
2007
Europa
Cañon & García
2007
Colombia
Pizarro, H.
2007
Costa Rica
Lucca & Rodríguez
2008
Puerto Rico
Field & Comstock
2008
E.E.U.U.
Moreno, Esteves, Murgui & Musita
2009
España
__________________________________________________________________
Análisis de estudios y proyectos de investigación revisados
Para Contador (2001) el instrumento utilizado para esta investigación fue un cuestionario
de autorreporte con el propósito de medir las variables, violencia escolar, alcohol, drogas,
rendimiento escolar y disciplina. La muestra se compone 584 sujetos estudiantes de escuela
intermedia. El número de veces que los jóvenes reconocen haber participado en situaciones que
reflejan violencia dentro del colegio varía de acuerdo al tipo de agresión. De acuerdo a la
investigación más del 80% de los sujetos dicen, haber participado mayormente en eventos de
violencia verbal que de violencia física. La mayoría de los estudiantes manifestaron haber
25
participado en más eventos violentos como agresores que como víctimas. Sin embargo quienes
respondieron haber agredido a un compañero también dicen haber sido víctimas de otro
compañero.
La percepción de violencia que involucra a profesores es principalmente de insultos y
amenazas hacia el estudiante con un 15% de los casos y hacia el profesor de los estudiantes es de
un 23%. Un 10.7% de los estudiantes dijo haber sufrido intimidación de sus compañeros y 5.5%
se sintió intimidado por parte de los profesores. Solo el 5% de los estudiantes dijo haber llevado
armas de fuego, palos o rociadores paralizantes para defenderse y un 15% armas blancas. El 26%
de los sujetos dijo haber tenido una oferta de droga. Se encontró que las causas que los
estudiantes atribuyen a la violencia escolar son las siguientes: provocación, rivalidad u odio
hacia un determinado grupo de alumnos, necesidad de sentirse importantes o superiores y a la
vez defenderse. Entre un 80y 92% de los estudiantes dijo que la violencia escolar no tenía un
efecto que provocara el hacerlo faltar a clase.
Los hombres consideran como causas principales de la violencia escolar aquellas
situaciones que se relacionan con la satisfacción de suplir ciertas necesidades a través del uso de
la violencia tales como hacerse respetar y dominar a otros. Los varones perciben la violencia
como un fenómeno inherente al ser humano, como algo natural. Mientras que las mujeres no lo
ven así, estas responsabilizan en mayor medida al colegio, a las féminas, la violencia le genera
pena y miedo. Sin embargo los varones prefieren actuar antes de defenderse y la violencia no es
un tema de preocupación para ellos.
En el estudio realizado por Lemieux y asociados (2002), en dos universidades en
Canadá en donde fueron reclutados un total de 96 atletas y 98 estudiantes que no pertenecían a
ningún equipo, se le administró un cuestionario. Los atletas representaron a dos universidades
26
una de habla francesa y otra de habla inglesa en 8 deportes tales como: fútbol americano, rugby,
baloncesto, futbol, beisbol, volibol, pista y campo y golf. Los participantes que no eran atletas,
practicaron algún deporte a nivel universitario, en intramurales y actividades de esparcimiento.
Por cada atleta universitario se igualó con un estudiante que no era atleta. Las variables utilizadas
para escoger los atletas fueron: edad, años de estudio, altura y peso. Este procedimiento dio lugar
a una muestra final de 86 atletas y 86 estudiantes no atletas. Los atletas se dividieron en 46
atletas de deportes de contacto y 40 atletas de deportes de no contacto.
Todos los participantes fueron evaluados de diferentes maneras: individual, grupal o a
través del correo electrónico. Los resultados demostraron que los atletas de mayor tamaño
reaccionaron más agresivamente que los de individuos de menor tamaño. De acuerdo a Lemieux
y asociados (2002), esto significa que la agresividad puede atribuirse a las diferencias en
tamaño entre los individuos. El estudio demostró que la mayor agresión en deportes de contacto
es coherente con la teoría del aprendizaje social.
También, el estudio demostró que al alcohol está involucrado significativamente en las
peleas en las actividades no deportivas, esto puede significar que el alcohol sirva de combustible
para los más grandes. La proporción de personas que reportaron que el alcohol fue un factor en
la agresión hostil del individuo fue menor para los atletas que los no atletas.
De acuerdo a Cangas, Gázquez, Pérez, Padilla y Miras, en su estudio (2007) realizado con
una muestra de 1,629 estudiantes de cuatro países europeos, donde el objetivo de su
investigación fue analizar la prevalencia de diferentes problemas de convivencia con juveniles,
de una media de edad de 14 años, donde se investigaron los diversos comportamientos
relacionados con la convivencia escolar aplicando un mismo instrumento.
27
El cuestionario utilizado para la investigación cuenta con 26 preguntas que hacen
referencias a 13 situaciones problemáticas que afectan y dificultan la convivencia escolar. Estos
son: enfrentamiento entre alumnos y profesores, malas palabras, ausencia de normas claras,
insultos, peleas, grupos que no se llevan bien, falta de integración, estudiantes solos, falta de
compromiso de los maestros, alumnos desmotivados, aburrimientos, presencia de objetos de
agresión, drogas y problemas de convivencia intercultural.
Los datos obtenidos en este estudio demuestran que los problemas de convivencia de
mayor frecuencia son los siguientes: insultos 67.9%, desmotivación y aburrimiento 57.4%, el que
los alumnos piensan que los maestros no los entienden 55.6%, malas palabras en clase 53.9%,
grupos que no se llevan bien 52.8%, peleas 52.5%, no existencia de normas de convivencia,
49.1% y enfrentamiento entre alumnos y profesores 43.5%. Los ítems con las puntuaciones más
bajas fueron el uso o presencia de objetos de agresión, 13.2%, y consumo de drogas con 18.5%.
En cuanto a la afectación personal, las puntuaciones mayores tienen que ver con la
desmotivación 49.9%, profesores que no los entienden 45.9%, insultos 43.3%, peleas 35.17%,
grupos que no se llevan bien 40.6% y malas palabras 32.16%. Los aspectos de poca motivación y
comunicación con los profesores, los estudiantes las destacan mas y por encima de insultos y
peleas a la hora de indagar que les afecta en la escuela.
De acuerdo a Cañón y García (2007) el aumento de la violencia en las instituciones
escolares, pone en presente la participación de los jóvenes en grupos beligerantes que están
haciendo daño en la cotidianidad de la escuela. Este estudio es un acercamiento a la violencia
escolar ejercida por jóvenes relacionados con el fenómeno de las barras bravas (pandillas) en
Colombia. El método que se empleó para el desarrollo de este trabajo fueron los núcleos de
28
educación familiar basados en la investigación- acción participación, donde se involucra a los
miembros de la comunidad en el proyecto de investigación.
Se combinaron e integraron variados instrumentos de investigación tales como: grupos
focales, entrevista semiestructurada, encuestas relatos de vida, observación y filmaciones. Los
190 estudiantes estudiados pertenecen a los grados de noveno, décimo y undécimo. Alrededor
del 54% de los estudiantes contestó que tiene un equipo favorito de futbol, que son apasionados
y asisten con regularidad al estadio. El 46% de los individuos no quieren saber nada referente a
que equipo pertenecen, pues en la escuela el identificarse con algún equipo les crea problema.
Existen 8 equipos de futbol superior en Colombia: Chico Medellín, Junior, América, Cali,
Nacional, Santa Fe y Millonarios. Los dos equipos con más seguidores son Millonarios con 34%
de fanáticos y Nacional con 29% de seguidores, siendo los seguidores de estos equipos los que
más conflictos generan dentro y fuera de la institución escolar. Los demás grupos son minorías,
entre todos llegan a 23% de seguidores y 15% no pertenecen a ningún equipo.
Finalmente, se le preguntó a qué barra (pandilla) pertenecen, siendo los equipos de
Millonarios, Santa Fe y Nacional los que más seguidores tienen con un 54% entre los tres
equipos. El problema de las pandillas en los colegios y en los escenarios deportivos es un
asunto de territorialidad, siendo el área de juego el campo de batalla en el que los jóvenes son
expuestos a presiones de parte de sus compañeros y por sus adversarios, creando una atmosfera
hostil en las actividades deportivas escolares.
En Costa Rica se realizó un estudio para detectar las conductas agresivas de los
estudiantes entre las edades de 13 a 16 años, (Pizarro, 2007). Esta investigación se realizó con
371 alumnos de ambos géneros ubicados en los niveles de sexto a octavo grado en las zonas de
29
cuatro municipios en Costa Rica. El instrumento utilizado fue un cuestionario y se les entregó un
formulario que debían contestar.
Los datos obtenidos reflejan que el 19.1% de los estudiantes que participaron en el
estudio se han visto involucrados en actos de acoso o de violencia. La manera de acosar en
ambos géneros va desde golpear, 3.8% amenazas 11.6% palabras fuertes 2.25 y amenazas con
armas blancas 2.9%. Las características de los individuos acosadores son variadas tales como,
no fue en serio, me cae mal, no sabe, es débil, le menciona la madre, es tímida y es manipulable.
Los resultados obtenidos muestran que el 61.1% de las veces los varones se encontraban
acompañados al momento de agredir a un compañero y 38.9% de las veces estaba solo. En el
caso de las féminas, el 53.85% de las veces se encontraban solas mientras que el 46.15% estaban
acompañadas cuando agredían a otros estudiantes.
En un 50.6% de las veces en que se agredió a un compañero los agresores no fueron
castigados. Las conductas amenazantes en ambos géneros reflejaron que diariamente el 16.6% de
los individuos fue amenazado. Semanalmente, el 40% de los individuos fue amenazado.
Mientras que una vez por mes el 38.7% y una vez al año solo el 10%.
El acoso estudiantil se presenta de manera sostenida a través de la vida escolar de muchos
estudiantes afectando su desarrollo emocional y académico. Los resultados indican que un 17%
de los estudiantes ha participado en algún tipo de agresión, siendo comparables con los datos
obtenidos de estudios europeos. En este estudio la información obtenida muestra que tanto los
varones como las féminas participan agrediendo a sus compañeros casi en una misma proporción
9.4% de féminas y 9.7% de varones. Se encontró que muchos estudiantes no son castigados
29.4% no fue visto. En el caso de las mujeres el 21.6% indicó que nadie se dio cuenta.
30
En el siguiente estudio realizado por (Lucca & Rodríguez, 2008), se utilizó el diseño
cualitativo y fenomenológico dirigido al fenómeno de la violencia que ocurre en los escenarios
de familia, comunidad y escuela. El objetivo de este trabajo fue profundizar en las experiencias a
las que los jóvenes han estado expuestos en su medio ambiente. Los participantes para este
estudio fueron estudiantes de escuelas intermedias y superiores de Puerto Rico matriculados en
la corriente regular. Para esta investigación participaron 65 estudiantes pertenecientes a
diferentes distritos escolares. Para recopilar la información se utilizó, la entrevista
fenomenológica profunda, a través de este instrumento se buscó examinar la percepción de los
jóvenes respecto a la violencia, Lucca también utilizó la estrategia de grupo focal, esta se utilizó
para triangular la información obtenida.
En su investigación, Lucca y Rodríguez (2008) exponen cómo los jóvenes perciben la
violencia en su medio ambiente. Para los jóvenes entrevistados la violencia es un mal social en
donde el individuo acumula tensión y luego la expresa agresivamente desencadenando una serie
de conductas perjudiciales tanto para el individuo como para su medio ambiente. Los jóvenes
reconocen que la violencia puede ocurrir en cualquier lugar, creando en los jóvenes una serie de
conflictos internos emociones tales como: indiferencia, orgullo, miedo, odio, incredulidad e
impotencia.
Las respuestas ofrecidas por los estudiantes permitieron a Lucca (2008) categorizar las
causas de la violencia en nueve categorías: ambiente, economía, carencias, cualidades
personales, psicológicas, relaciones interpersonales, familiares, factores biológicos y cambio
sociocultural y generacional. Lucca agrupó las manifestaciones de violencia de los jóvenes en
tres categorías, verbal, físicas y psicológicas. En el aspecto verbal los estudiantes manifestaron
sentirse en ocasiones intimidados por los maestros e incluyeron en sus respuestas que mucha de
31
la música que escuchaban era una manifestación de violencia, por otro lado en el aspecto físico
reconocieron como violencia las peleas, golpear, tirar y romper con el propósito de hacer daño
tanto a un individuo como a su medio ambiente. En el área psicológica las acciones con el
propósito de ofender, menoscabar y menospreciar la integridad de un individuo son ejemplos de
violencia, dentro de este renglón el acoso de mayores a menores es una manifestación de
violencia entre los estudiantes.
Para el grupo de jóvenes entrevistados la familia ha provisto una crianza positiva y
conceptúan la disciplina ofrecida en sus hogares como no violenta y justa. Sin embargo, los
participantes del estudio en su mayoría manifestaron haber entrado en contacto con actos
violentos desde el nivel primario e identifican los contextos escuela y comunidad como los de
mayor incidencia de violencia.
El estudio de Field (2008) utilizó una muestra nacional de atletas de escuelas secundarias
de los Estados Unidos. Este se realizó en 100 escuelas secundarias en donde se investigó la
relación de lesiones causadas por actividad ilegal en nueve deportes y donde se comparó las
diferencias de género y la proporción de las lecciones con la actividad ilegal. Las escuelas que
participaron en el estudio mediante un sistema de vigilancia por Internet de lesiones causadas
ilegalmente en las actividades deportivas. En el estudio de Field se encontró que, en 2l de los
deportes de escuela secundaria 6.4%, las lesiones estaban asociadas con las actividades ilegales
dentro del deporte. Donde más lesiones ocurrieron fue en el baloncesto femenil con un 14% y en
el fútbol de niños 11.4% y en el de niñas con un 11.9%.
En los deportes de contacto tales como el baloncesto, el fútbol americano y el fútbol las
lesiones por la actividad ilegal en las competencias fueron más que en los deportes de no
contacto, tales como el voleibol, softbol y beisbol. El 32% de las lesiones fueron en la cabeza
32
y/o la cara. El 25% fueron conmociones cerebrales. Para el 10.5% de los jóvenes atletas esto
significó perder la temporada debido a una lesión causada por una acción ilegal. El 5.7% de los
atletas requirió cirugía, y el 35.1% de los estudiantes lesionados a causa de una acción ilegal en
las actividades deportivas perdió entre 7 y 21 días de clase.
En otro estudio realizado por Moreno, Esteves, Murgui y Musita (2009), se analiza la
relación entre el clima familiar y el clima escolar desde la perspectiva del adolecente donde se
examina el rol desempeñado por factores tales como: la capacidad empática, actitud hacia la
autoridad y conducta violenta en la escuela. Esta investigación se realizó con una muestra de
1319 adolescentes entre las edades de 11 a 16 años, estudiantes de siete centros educativos de
nivel secundario en Valencia, España.
El instrumento utilizado para la recopilación de datos fue la escala de clima social y
familiar, que consta de 27 ítems que informan sobre el clima social y las relaciones
interpersonales en la familia, y además se utilizó la escala de actitud hacia la autoridad
institucional.
Los datos obtenidos por Moreno y asociados (2009), mostraron que existen relaciones
significativas entre las variables del clima familiar, actitud hacia la autoridad, conducta violenta
y el clima social. En segundo lugar se analizó la relación existente entre el clima familiar y el
clima escolar, los resultados mostraron una relación directa y significativa entre el clima familiar
y el clima escolar (B=.40, p<.001) y una varianza del 13.3% para el clima escolar. El modelo
estructural final mostró relaciones indirectas entre el clima familiar y el clima escolar a través de
la empatía, la actitud positiva hacia la autoridad y la conducta violenta, sin embargo no se
observó una asociación directa entre los climas familiar y escolar. Los resultados mostraron, una
influencia directa y positiva del clima familiar en la actitud del adolecente hacia la autoridad
33
formal (B=.24, p <.001) la cual se relacionó a su vez estrechamente y de modo positivo con el
clima escolar (B=.59, p<.001). La actitud hacia la autoridad mostró una relación indirecta con el
clima escolar a través de su influencia en la conducta violenta del adolecente en la escuela
(B=23, p<.001) y el impacto posterior de esta en el clima escolar (B=18, p<.001).
Los resultados obtenidos en este estudio indican que se da una estrecha asociación entre
el clima familiar percibido por el adolescente y el comportamiento violento del adolecente en el
contexto escolar. Un clima familiar negativo, determinado por mala comunicación y falta de
afecto entre los miembros familiares, puede influir de manera negativa en el desarrollo
psicosocial del adolescente y contribuye a configurar una imagen negativa de los adultos que
forman su núcleo familiar, como de profesores y de la escuela, de tal modo que esta actitud
desajustada puede generar un clima nocivo en el contorno escolar.
Análisis de preguntas de investigación
Para la primera pregunta de investigación, ¿tiene algún significado el concepto violencia
para los jóvenes del nivel secundario?, puede aseverarse que, de acuerdo a Lucca (2008), en
estudio realizado con jóvenes puertorriqueños, los resultados apuntan a que dentro de la
comunidad escolar la visión que existe sobre la violencia tiene varias perspectiva en relación a
este fenómeno social. Además, Lucca plantea en su investigación que los jóvenes reconocen que
la violencia ocurre en los diferentes escenarios de la sociedad, en cuanto a la percepción de los
jóvenes de educación especial para algunos les produce placer. En el estudio de Contador
(2008), sobre la percepción de la violencia en estudiantes de enseñanza media, se indica que los
jóvenes de edad juvenil están expuestos a situaciones violentas constantemente, siendo los
varones quienes más sufren de violencia. No obstante, lo perciben como algo natural que no les
preocupa y éstos jóvenes poseen su propio sistema de creencia que los justifica.
34
En otro estudio (Pizarro, 2007) al niño estar expuesto a situaciones violentas durante el
periodo de desarrollo donde ha sido objeto de peleas tanto en el hogar como en el centro
educativo, pueden llegar a percibir la conducta violenta como algo normal.
Sobre la segunda pregunta de investigación planteada, ¿contribuye la escuela en las
vivencias de conducta agresiva de los estudiantes?, es necesario considerar que de acuerdo a un
informe de la ONU (2006) en muchos establecimientos escolares exponen a los estudiantes a la
violencia e incluso pueden enseñarle a usarla, siendo la violencia perpetrada por profesores u
otros trabajadores en la escuela, con o sin la aprobación de los directores escolares y otras
autoridades que dirigen las escuelas. La violencia puede llegar como castigo físico, psicológico y
hasta acoso.
Para Hernández (2008), la falta de respeto en los procesos educativos es un tema de suma
importancia y en el que se debe reflexionar. Cuando se hiere la sensibilidad de los seres
humanos, mucho más si son niños, esto puede llegar a tener un efecto decisivo en la manera en
que el individuo ha de enfrentarse a la vida. Muchas veces aquellos que dirigen y que tienen el
poder, promueven procesos contrarios a las metas y objetivos de los centros e instituciones para
las que trabajan y con estas acciones se convierten en elementos que perpetúan la opresión y la
deshumanización, mediante la exclusión y la marginación de los individuos.
Los brotes de agresividad y violencia en los centros educativos constituyen un fenómeno
al que nos empezamos a acostumbrar, y al que cabe interpretar como un reflejo de lo que ocurre
en la sociedad (Valentín & Otero, 2005). De acuerdo a Valentín, la escuela contribuye a la
violencia escolar al no existir armonía en el claustro por múltiples razones. La sobrecarga de
tareas, abuso de poder, desacuerdos sobre estilos de enseñanza, incapacidad de trabajo en equipo,
y pobre identificación con el proyecto educativo de la escuela son solo algunas razones que
35
explican la violencia y agresividad. Otros motivos son, las desavenencias con el equipo
directivo, desmotivación del alumno, metodologías docentes poco atractivas, el fracaso escolar,
falta de sensibilidad hacia las necesidades de los alumnos y la dificultad para trabajar con
grupos. Además las múltiples exigencias de adaptación producto de un entorno escolar
altamente jerarquizado, la preocupación excesiva por los resultados académicos y el elevado
número de alumnos que impide o que dificulta la atención personalizada, aportan al clima
escolar de manera significativa.
En términos de la tercera pregunta de investigación, ¿cuáles son las causas que propician
las situaciones violentas entre estudiantes?, según Morales (2004), dentro de los factores o
causas que propician la violencia escolar entre estudiantes se encuentra presenciar actos
violentos en el hogar o sufrir abuso físico. Esto puede condicionar a los adolecentes a considerar
la agresión como un medio aceptable para resolver problemas. Además, la exposición
prolongada a conflicto armado puede contribuir a sostener una cultura de terror que haga más
fácil la aparición de adolecentes y jóvenes violentos (OMS, 2003; Bandura, 1978). También, las
experiencias de fracaso escolar siempre constituyen un factor de riesgo que puede propiciar
situaciones violentas en las escuelas (Morales, 2004).
Según Pizarro (2007), otra causa que puede propiciar situaciones de actividad violenta es
el mal manejo, inacción, indiferencia y permisibilidad por parte de las autoridades escolares en
situaciones ocurridas en las escuelas. De acuerdo a Samper, Tur, Mestre y Cortez (2008), la
interculturalidad es una realidad que caracteriza la escuela y la sociedad y el incremento
acentuado en los últimos años de población inmigrante y el aumento de adopciones
internacionales han generado en algunos planteles escolares un alto porcentaje de alumnos
36
procedentes de otros países, lo que ha creado en algunas escuelas un incremento de conducta
agresiva y antisociales.
De acuerdo a Torres (2005), en su estudio Jóvenes y Violencia, las causas que propician
la violencia son múltiples y variadas. Una de ellas es la mala utilización del tiempo libre, debido
a que muchos de estos jóvenes se dedican a reunirse en bares, discotecas y a formar parte de
pandillas. Torres sugiere que otra causa es el consumo de alcohol, donde la totalidad 100% de la
muestra de su estudio lo ha ingerido al menos una vez. También sugiere que la comunicación
entre padres e hijos donde las familias desintegradas no brindan un medio conveniente para que
los adolescentes fortalezcan su identidad. Y la desorganización, la pérdida del respeto por las
normas de comportamiento, de convivencia y el debilitamiento del estado, que no presenta
alternativa al fenómeno de la violencia.
Para la cuarta pregunta de investigación ¿Qué factores favorecen la violencia y la
agresión en las competencias? Existen factores, tanto sicológicos como sociológicos, que
podrían provocar e impulsar la violencia y las conductas agresivas en las actividades y eventos
deportivos (Coakley, 2001). Los seres humanos están expuestos a la violencia desde temprana
edad. La exposición a conductas violentas desde la niñez aumentará las posibilidades del
individuo a envolverse en actos violentos (MacMillan, 2001).
Algunos de los factores son los medios de comunicación espectadores y las facilidades
deportivas. De acuerdo a Maíz (2004), se reportó en su estudio que los medios de comunicación
masiva fomentaban el comportamiento violento en las actividades deportivas, mediante el
continuo bombardeo propagandístico, creando el ambiente propicio para que surgieran episodios
de violencia, al prestar demasiada atención a estos individuos violentos. La actuación de los
37
medios no hace otra cosa que contribuir como reforzador de la conducta de los individuos al
repetir situaciones de violencia del pasado constantemente.
David (2005), argumenta que la agresión en las actividades deportivas es causada por un
enfoque excesivo de conseguir la victoria y usualmente es reforzada por entrenadores, padres,
madres y apoderados. Para David (2005), la promoción a obtener el triunfo les permite a los
atletas y entrenadores justificar la descarga de emociones negativas hacia los oponentes. Crosset
(1999), expone que las conductas enseñadas por padres y entrenadores contribuyen a que los
participantes y atletas ignoren o toleren el dolor, motiven a lastimar a compañeros y promueven
la separación entre géneros y menosprecio en contra o hacia la mujer.
Sobre la pregunta quinta de investigación ¿Cuáles actividades físicas o deportes crean
ambientes competitivos o de alta incidencia de violencia y agresividad?, en un estudio realizado
en España (Cechini, González, & Montero, 2007), se evidenció que el grado de implicación de
los chicos en deportes de contacto alto, como el futbol americano, la lucha, el judo, el futbol
europeo y el baloncesto, se asociaban con un razonamiento moral menos maduro y con
tendencias agresivas en el deporte y en la vida diaria. De acuerdo a Bakker y asociados (1993), el
deporte provee experiencias para el aprendizaje de la conducta violenta y existen deportes, como
el boxeo y el rugby, que proporcionan oportunidades para la conducta agresiva.
Según Lemieux y asociados (2004), los deportes de contacto pueden atraer a las personas
que ya son agresivas a participar en este tipo de deporte. La agresión además, puede ocurrir no
solo en el área de juego, sino también fuera del campo de juego. Jiménez y Martos (1994)
exponen que la violencia que ocurre en el baloncesto, balonmano y el fútbol tiene cierta
conexión con la violencia que se genera en relación al deporte, los deportes que han ocasionado
u originan violencia externa al deporte son aquellos que permiten contacto físico y establecen
38
una doble relación entre terreno de juego y fanaticada. De acuerdo a Ramos (2008), el deporte en
sí, se concibe como un conflicto simbólico, con las consecuencias que implica tal asociación:
mientras más significativo o relevancia tiene un deporte en un grupo social, mayor es la cantidad
de incidentes. En Estados Unidos, los deportes con más incidentes violentos son el beisbol,
futbol americano, baloncesto, hockey sobre hielo, boxeo y carreras de caballo, siendo el beisbol
el deporte que no es de contacto directo que presenta más problemas.
En términos de la pregunta seis ¿Cuáles actividades físicas o deportivas se consideran
sedantes o disuasivas de violencia?, según Pelegrín (2002), refiriéndose al deporte en general, las
artes marciales se consideran sedantes y diversos autores se han centrado en la terapéutica de
este deporte para la rehabilitación de jóvenes con comportamientos violentos y delictivos. De
acuerdo a Jiménez y Martos (1994), no se conocen actos violentos con notable relevancia en las
disciplinas deportivas tales como el tenis, voleibol y atletismo, que no ocasionan pasiones tan
elevadas como el balonmano, futbol y baloncesto. La mayoría de los sicólogos del deporte
comparten la opinión de que el deporte constituye un entorno neutral para la socialización
(Torregrosa, 2004). Además, menciona que, tanto los niños como las niñas, disfrutan con la
práctica deportiva y, por lo tanto, solo hay que preocuparse de que los adultos no estropeen esta
experiencia enriquecedora para el desarrollo infantil.
Para los efectos de la pregunta número siete ¿Cuál es la relación entre los deportes y las
actividades combativas y la agresividad y violencia?, en estudio multidisciplinario de los
orígenes y las manifestaciones de la violencia en la actividad deportiva realizada por la
Organización de las Naciones Unidas ONU (1987), el término de violencia asociado al deporte
es ambiguo. El enfrentamiento deportivo y la búsqueda de resultados positivos implican que el
competidor utilice su agresividad y sus fuerzas en la búsqueda de esos resultados. Ciertas
39
disciplinas como el boxeo y los deportes de combate introducen en sus reglas la agresión, los
golpes y la eliminación del adversario, sin embargo en violencia no debe confundirse ni con la
combatividad que es indispensable en el deporte, ni tampoco, con la agresividad que puede ser
positiva cuando se manifiesta sin hostilidad en el marco de sus reglas.
Para Avelar y Figueiredo (2009), las actividades de lucha no son, en ningún momento,
acciones motrices generadoras de violencia, sino por el contrario, demuestran que a través de
ellos es posible conquistar otras alternativas educativas. Para Avelar y Figuereido (2009),
algunas disciplinas de combate presentan un trabajo donde el alumnado pasa por un proceso
donde, primeramente, es de cooperación y realizado en forma de coreografía, pero luego
evoluciona hacia una práctica agonística de combate. Esto permite distintas concepciones de ese
mismo objeto donde se valoran las actividades propuestas y permiten construir otros contenidos
de enseñanza.
De acuerdo a Rosa (2008), las prácticas de actividades combativas se usan en una
pluralidad de usos sociales, algunos de estos son: deportivos (internacionalización de las
competencias), profesionales (actividad remunerada), de integración (poblaciones consideradas
de riesgo), higienista (salud y desarrollo personal), de seguridad (preparación militar) y artísticos
(estilos corporales). Según Rosa (2008), existen una variedad de deportes combativos, tales
como: esgrima, judo, karate, “full contact”, aikido, yoseikan, artes marciales chinas, artes
marciales modernos, taekwondo, thai boxing, budo y kickboxing. Este último deporte refleja un
sistema de palizas con guantes de boxeo sin un mínimo de seguridad y sin soporte formativo o
educativo.
De acuerdo a Denizard (2009), los deportes combativos considerados no tradicionales,
tales como la lucha olímpica, judo, boxeo, esgrima y taekwondo han demostrado ser
40
beneficiosos para quien lo practica porque aporta al desarrollo físico, motor e integral del
individuo. Además, según Denizard (2009), la integración de varios de estos deportes de
combate en las escuelas y comunidades de Puerto Rico, por parte del Departamento de
Recreación y Deportes, ha sido utilizado como una estrategia innovadora para la retención de
jóvenes con alto riesgo de ser desertores escolares. Según Ponce (2006), estos deportes ayudan a
modelar conductas de sana convivencia a través de la educación física pedagógica ayudando a
que disminuya la violencia, el consumo de drogas, alcohol, males que afectan la sociedad.
Hallazgos
Los hallazgos obtenidos en los estudios investigados demuestran que la violencia es un
fenómeno social que está presente en el medio ambiente donde el individuo interactúa. De
acuerdo a Lucca (2008), la violencia es un fenómeno complejo donde inciden variados elementos
tanto en el plano individual como del medio ambiente. Hay diferencias de género en la
percepción de la violencia: los hombres son quienes más sufren de violencia, pero perciben esta
como algo natural, que no les preocupa, de acuerdo a Contador (2001). Además, a las mujeres
la violencia les genera más malestar que a los hombres, siendo más capaces de articular su rabia
y dolor, teniendo una mayor consciencia de su mundo interno. Esta actitud limita el riesgo de
reproducir la violencia.
Según Cangas y asociados (2007), la violencia escolar no es solo causada por conductas
antisociales, abusos e intimidación de parte de los estudiantes, sino que también la poca
motivación y comunicación de la dirección escolar y el profesorado hacia los estudiantes
contribuye a que ocurran eventos de violencia. Para Cangas, a la hora de indagar sobre cómo
afectan los problemas de convivencia en el salón de clase, la dejadez y la permisibilidad de los
41
directores van por encima de las peleas o malas palabras como mayor preocupación entre
estudiantes.
Moreno y asociados (2004), a su vez, exponen que la interacción negativa entre padres e
hijos afecta a otros niveles de relación social en los adolescentes, tanto con sus iguales, como con
el profesorado, aumentando la probabilidad de que se desarrollen comportamientos hostiles hacia
otros y dificultando la convivencia escolar. La percepción del clima familiar influye
directamente en el desarrollo de otras características individuales como determinadas actividades
sociales (empatía), actitudes hacia la autoridad, y conducta del adolescente que contribuyen a
determinar la relación con sus compañeros, el profesorado y la escuela.
Para Pizarro (2007), la violencia y la conducta agresiva que se presenta en la comunidad
escolar es un fenómeno social que ocurre de manera sostenida a través de la vida escolar de los
estudiantes. La violencia en las mujeres se muestra de manera sutil, pero igual de destructiva, y
muchas veces se inicia en la escuela bajo el consentimiento de adultos o figuras de autoridad,
ocurriendo tanto en los salones como en las áreas de juego donde se encuentran los estudiantes.
Lemieux (2002), con respecto a la agresividad del individuo generada en los deportes, indica que
esta se desarrolla más en función de su tamaño y talla corporal, que por practicar un deporte de
contacto o no contacto.
Según Field (2008), el problema de la violencia y la actividad ilegal en los deportes
escolares se debe en muchas ocasiones a que se permite la conducta agresiva en las actividades
deportivas, se ignora el problema y no se penaliza el comportamiento ilegal.
42
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
En este capítulo se presentan las conclusiones y recomendaciones de acuerdo al análisis
de los ocho estudios utilizados para esta investigación.
Conclusiones
Basado en los hallazgos obtenidos en este estudio se puede llegar a las siguientes conclusiones:
1. De acuerdo a los estudios, los estudiantes de nivel escolar intermedio están expuestos a
actividades violentas en las escuelas desde el nivel elemental, siendo los varones quienes
más sufren violencia.
2. Existe una estrecha relación entre el clima familiar percibido por el adolescente y la
violencia en el contexto escolar. Si el niño es expuesto a situaciones violentas durante su
desarrollo puede percibir la violencia como algo normal.
3. En los diferentes estudios, los varones perciben la violencia diferente a las féminas, sin
embargo, ambos géneros participan agrediendo a sus compañeros casi en una misma
proporción.
4. La violencia es un fenómeno complejo. Existen factores múltiples que contribuyen a los
diferentes comportamientos de los adolescentes. La conducta agresiva se manifiesta en
los diferentes escenarios donde el individuo interactúa: hogar, escuela, área de juego y
comunidad.
43
Recomendaciones
1. El Departamento de Educación debe proveer adiestramientos relacionados a los temas de
violencia, agresividad y agresión en las actividades deportivas a los maestros de
educación física y no solo a los trabajadores sociales escolares.
2. Es necesario que se diseñen cursos de formación para las nuevas generaciones de
maestros para que, éstos obtengan las destrezas necesarias para poder enfrentar las
situaciones violentas que se puedan producir en los escenarios educativos y deportivos.
3. El Departamento de Educación debe ofrecer a maestros y entrenadores ayudas educativas
con el fin de adiestrarlos en el manejo de conflictos en las escuelas.
4. Se recomienda realizar seminarios en la comunidad escolar con el propósito de
desarrollar estrategias efectivas que permitan prevenir posibles conductas violentas en
competencias deportivas en las escuelas.
5. Se sugiere diseñar un manual de ética y valores con el propósito de capacita a
padres, maestros, directores escolares y estudiantes para que estos puedan responder a las
necesidades que surgen de hechos violentos.
6. Desarrollar planes de prevención de actos violentos dónde los protagonistas sean los
jóvenes que viven en la violencia.
7. Se recomienda al Departamento de Educación crear una base de datos donde se registren
todos los incidentes violentos relacionados a las actividades deportivas escolares para
así lograr obtener estadísticas confiables que, permitan identificar qué factores
promueven la violencia en competencias escolares.
44
Implicaciones educativas
La violencia es un fenómeno complejo, sin embargo esto no debe ser una excusa para no
tomar acción contra los actos ilegales en las actividades escolares deportivas. Los
comportamientos violentos son realidades presentes cada vez más en las escuelas. Basado en este
estudio, se recomienda lo siguiente:
1. Comprometer la comunidad escolar, desarrollando programas que fomenten la sana
convivencia entre el estudiantado, a la vez que prevenga y minimice la violencia
mediante, la disciplina, la mediación y la competencia social.
2. Enfrentar la violencia desde una perspectiva multidisciplinaria donde se incluya en el
currículo el tema de la no violencia en las actividades escolares, como parte del programa
de educación física y que este sea requisito para participar en actividades deportivas.
3. Investigar cuál es la percepción de los maestros hacia el estudiantado en relación con su
conducta y actitudes hacia la escuela y sus actividades.
4. Iniciar acciones que fomenten el desarrollo de valores y buenas aptitudes en los
estudiantes desde la escuela primaria, donde se premie el juego limpio y el respeto a los
demás aumentando las probabilidades de evitar conductas antisociales en actividades
escolares y deportivas.
5. Cambiar el deseo desmedido de los entrenadores por obtener la victoria, mediante talleres
educativos donde se enfatice el enfoque competitivo del deporte desde una perspectiva,
donde lo primordial sea la enseñanza de valores como el respeto, trabajo en equipo,
honestidad, disciplina y el compartir con los demás, sea más importante que el ganar una
competencia deportiva.
45
6. Utilizar la tecnología con carácter educativo y como medio socializador, exponiendo a
los jóvenes a situaciones de violencia ocurridas en actividades deportivas, donde estos
identifiquen que factores promovieron los actos violentos y evalúen las acciones a seguir
tanto del agresor como del agredido.
46
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Autor (es)
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Lugar
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APENDICE B
INFORME DE INCIDENTES