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José Benítez y el arte huichol La semilla del mundo José Benítez y el arte huichol La semilla del mundo Gabriel Pacheco Salvador José Luis Iturrioz Leza Portada: La semilla del mundo Mural de José Benítez ubicado en la estación del Sistema de Transporte Eléctrico de Guadalajara, considerado el mural wixarika hecho en estambre más grande de América. Agradecimientos Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Jalisco Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas Primera edición, 2003 Producción: CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES Dirección General de Culturas Populares e Indígenas Coordinación de la edición: Teresa Blanco Moreno Diseño de portada e interiores: Elsa Mendoza García D.R. © 2003 Dirección General de Culturas Populares e Indígenas Av. Revolución 1877, 6º piso San Ángel, C.P. 01000 México, D.F. ISBN 970-35-0478-7 Impreso y hecho en México Índice Presentación ..................................... Introducción ................................... 9 11 Entrevista con José Benítez ................ 14 Gabriel Pacheco Salvador José Benítez mati tikuxatati ............... 15 Gabriel Pacheco Salvador La semilla del mundo ........................ 34 Gabriel Pacheco Salvador ?Imiakame ..................................... 35 Gabriel Pacheco Salvador Nierika: visión, conciencia y símbolo .... 40 José Luis Iturrioz Leza Nierika: nieriya, ?iyari,?aitsiwame ....... 41 Gabriel Pacheco Salvador “La semilla del mundo” Mural de José Benítez ....................... 49 Presentación L a experiencia estética de los pueblos indígenas está impregnada de sueños y realidades. En ella resalta vigorosamente su cosmogonía por medio de diversas formas de expresión artística que desbordan colores, imágenes, sonidos, luces y sombras que nos enseñan a mirar su riqueza espiritual y su visión del mundo transformada en arte y manifestación política y cultural. El presente texto tiene como propósito mostrar el arte indígena contemporáneo. Numerosas expresiones artísticas se conservan y desarrollan en las comunidades, donde las técnicas tradicionales se mezclan con nuevos elementos que dan origen a propuestas culturales diversas, complejas y dinámicas, que abren nuevas perspectivas a la creación artística. Las culturas indígenas son inmensamente creativas, se nutren de su pasado vigoroso y de la modernidad para abrir nuevos cauces a sus expresiones estéticas. Sus creadores, con sutileza y precisión, han sabido combinar los patrones estéticos de sus culturas con las propuestas que llegan del exterior. El arte indígena constituye un icono que afirma la personalidad de cada pueblo y reivindica su dignidad; como expresión de sus sentimientos nos acerca al conocimiento del conjunto de culturas que interactúan en los diferentes rincones de la geografía nacional. Esperamos que este texto contribuya al reconocimiento 9 de las expresiones artísticas de los pueblos indígenas y sus creadores, y se valoren sus aportaciones a la vida nacional como pueblos con culturas vigentes que son parte de nuestra existencia. Soc. Griselda Galicia García Directora General de Culturas Populares e Indígenas del CONACULTA. 10 Introducción L a magia y la tradición que rodea al mundo huichol se localiza al norte de Jalisco, en la Sierra Madre Occidental, en un intrincado laberinto de sierras. Este pueblo se llama a sí mismo wixarika, y gracias a su localización geográfica ha conservado su fuerte resistencia a la influencia de grupos externos. Su forma de expresión artística refleja sus sentimientos religiosos y se manifiesta en una gran variedad de objetos rituales tradicionales, en los diseños de su ropa y en la elaboración de instrumentos musicales. Los cuadros de estambre son otro tipo de expresión artística que elaboran con tablas de madera cubierta con cera. Con la finalidad de dar cabida a todas las manifestaciones artísticas de nuestro pueblo, y dignificar la cultura wixarika entre los jaliscienses, la estación Juárez del Sistema de Transporte Eléctrico Urbano de la ciudad de Guadalajara es el recinto donde permanece expuesto el Mural Huichol más grande del mundo en su tipo. La difusión de la tradición huichola y el respeto hacia las costumbres de este pueblo, es una labor que el gobierno de Jalisco comparte con los jaliscienses. 11 En la Secretaría de Cultura de Jalisco estamos convencidos de la necesidad de acercar el arte a las personas. Llevar la cultura a las manos de los ciudadanos es un esfuerzo que vale la pena, ya que con ello contribuimos a la formación de nuevos públicos que, como todos sabemos, renovarán el escenario de la cultura y las artes. El mural “La semilla del mundo” es un claro ejemplo de que fomentar el respeto, el aprecio y la promoción de las expresiones culturales populares e indígenas, permite fortalecernos y reconocernos como mexicanos, ya que estas manifestaciones constituyen la raíz más profunda de nuestra identidad. Como habitantes de esta tierra, nos podemos considerar afortunados por contar con ricas culturas étnicas que han perdurado a pesar de la modernidad y los nuevos tiempos. Los huicholes son parte de nuestro acervo y orgullo de la historia de nuestro estado. Nuestra labor como autoridades culturales incluye políticas de difusión, preservación y respeto a las costumbres y expresiones artísticas de los huicholes, un esfuerzo que le da a Jalisco una historia viva. Esta obra, de más de treinta metros cuadrados de superficie, es admirada diariamente por más de cinco mil personas que transitan hacia sus lugares de trabajo o vivienda mediante el uso de este sistema de transporte. El proceso creativo de “La semilla del mundo” atrajo la atención de los jaliscienses desde el inicio de su elaboración a cargo de un marakame huichol: José Benítez Sánchez, quien plasmó la particular visión del mundo y sus orígenes según la cultura wixarika. Como jaliscienses, nos enorgullece contar con esta cultura étnica que ha perdurado a pesar de la modernidad y los nuevos tiempos. 12 Los huicholes son parte de nuestro acervo y orgullo de nuestra historia. Por eso tenemos la responsabilidad de compartir con todos ustedes las tradiciones y costumbres de este grupo del norte de Jalisco que nos recuerda lo que somos y enaltece nuestro valor como habitantes de la tierra del peyote y del venado. Sofía González Luna Secretaria de Cultura del Gobierno de Jalisco 13 entrevista con José Benítez ?Iritemai (Gabriel) Pacheco Salvador J osé Benítez es mara?akame y artesano wixarika (huichol). Nació en la localidad de Santa Gertrudis, comunidad de Wautia (San Sebastián Teponahuaxtlán, municipio de Mezquitic, Jalisco). A los tres años de edad su familia emigró a Nayarit donde ahora reside en la comunidad de Zitakwa, municipio de Tepic. Se llama Yukaiye por parte de los ancestros huicholes. Desde niño se inició en los conocimientos tradicionales de sus antepasados guiados por su padre. Para ser buen mara?akame tuvo que invertir 25 años de aprendizaje. Con mucha devoción y entrega, iba y venía de su comunidad a Wirikuta; así pasaron 13 años sin dejar de ir allá. Iba cada año sólo con la idea de conocer y entenderse con Nuestros Ancestros y Nuestras Madres. En Wirikuta comía peyote. Por la tarde, en el momento álgido de la ceremonia, todos los peregrinos comían. Por la noche sentía cosas raras: “todo lo que sentía, lo que veía, lo que llegaba a hacerme Nuestra Madre Hikuri. Y cada que ella me encontraba me sentía portando un morral. Dentro de mí sentía que algo parecido a una víbora fría se internaba en mí, recorría mi cuerpo de abajo hacia arriba hasta llegar a mi cabeza. Mientras tanto a Nuestro Hermano Mayor (que es el peyote) lo oía silbar hasta que llegaba a mí, justo cuando estaba bajo los efectos del peyote. Esto me sucedía allá en el lugar del peyote cuando yo intentaba asimilar lo que veía y sentía con él. Al regreso a casa los peyoteros teníamos que 14 José Benítez mati tikuxatati ?Iritemai (Gabriel) Pacheco Salvador Y ukaiye mara?akame titi ?uxa ?utiwame wixarika katinitewaka. Wana Wautia Mekitsata Jalisco kwieyaritsie kanikiekametini. Haika witari hexeiyati Nayarit kwieyaritsie pita kaneyani. Hiki Zitakua kanekakani Tepiki munitsipiuyaritsie. Kakaiyarixi wahetsie miemeki Yukaiye katiniutamatiwa. Yeme wixarika ke mitiumie ya ke mewatiyixime, miki nai katinanukuweiya nunutsiyari pai ti. Yuyeu ?ikitsikaya kananukuweiya. 15 dar inicio a la caza del venado. Durante la noche los lloridos del venado me llevaban a encontrarme con el verdadero venado anunciado en el canto”. En el mundo todo es posible. Alguna vez Benítez pensó: “¿A poco comiendo peyote uno logra ver y escuchar a las divinidades? Será posible que el hikuri sea venado y maíz a la vez. Todas las emociones que siento al ver y escuchar ¿podrían pintarse alguna vez?”. Sintiendo y escuchando todas estas emociones, se entregaba al cumplimiento anunciado por los ancestros. Cada que cazaba un venado se quedaba viéndolo fijamente pensando en todas las relaciones posibles que se hacen entre venado y hombre. Actuando de esta manera sintió que ya se encontraba con la sabiduría. Él mismo se sentía diferente. Ya no se sentía como cuando recién quería iniciarse en el conocimiento. Así que era otra persona. Se veía con los ancestros de su casa, que eran los que lo requerían más; todo esto ocurría a través de sus sueños, cada que quería llegar a su casa era interrumpido por los ruidos de carrera de animales. Luego venía la reflexión: “¿Por qué me ocurrirá esto?” “A cambio de la reflexión veía a la altura de sus ojos algo tembloroso parecido a una telaraña, pero luminosa. Cuando aún era niño su padre le decía: “No pienses en desperdiciar tu vida, mañana o pasado tú vas a ser un sabio, ahora los represento a todos en este palo que estoy labrando”. Eran palabras de aliento con las que procedía a dibujarlos en la madera labrada. Decoraba con hilo de lana la jícara sagrada y la flecha votiva. En ese tiempo no había estambre, sólo hilo de lana. Su papá hilaba lana con colores blanco y negro y con ellos dibujaba a toda su familia en la madera labrada de ?iarixa. Ofrendaba en Teekata y por el rumbo de Teupa, así como en los lugares donde le requerían ofrendas. Una vez que Benítez vio y vivió de cerca estas experiencias, se animó a elaborar un cuadro diciéndose: “Creo que también yo puedo hacer un dibujo”, así pensaba constantemente. Como dice Benítez, solemos encontrarnos con un cuadro que contiene peyotes, águilas volando, o simple16 Mara?akame mayaniki xei tewiyari heimana ?auxuwi witari kaniuyurieni. Yu?iyariki Pariyatsie kaniyanekaitini. Me tsi tamamata heimana ?atahaika witari yaneti kanayani. Xapa ?utawewiwati Wirikuta kanituanekaitini. Mitimaiweniki ?etsiwa reu?utiwati tsiyeyeume muwa pai kanituanekaitini. Takakáima Tatetéima ke memuyitika miwamaiweniki kaniyianekaitini ?anuyeneikakaku. Híkuri tuutúri temite?iteriwa Wirikuta kanetikwa?akaitini. Taikai miti?ewatinitsie ?aku memitekumikiexianitsie ?ana kaneitikwa?akaitini. ?Ana ri tikariki yiki katineikuyuruwakaitini: “ke nemitinemaani, ke nemitinierekai, Tatei Híkuri ke minetsiutayuruwakai, kitsiuri wa?ati nepiranatatikikai, ?ana nemutaxexeiyariwakai. Netaita mititiyeikakai ku pai ti?aneti tihaititi; miya yianeti nemu?utsie pai muneikakai. Tamaatsi ta muwa muyeika, ?aku híkuri mayeika, miki wa?ati metamaixiwa xeu, xeu, xeu; nehetsie pai miye?ani ?ari ri ne nehikurixiekaku. Nai ri hikurixiyapa neraka?ikixiame miya nemitinekuhiaweni. Nekie neminuani temitetiweiya hikuritamete. Tikariki maxa ke mitikutsuakani minetsitaxeiya ?iweiyaripa.” Kauka ?aixia tineyiwetika ?ipai?i ta waniu Benítez katiniyutihiawetiyani: “kari ?aku pitiyiwetika tiutikwame mipai mitiuniere, mipai mitiu?ena; kari híkuri titi maxa payeika, híkuri titi ?ikú payeika. Ke nemitinema ke nemiti?ena, kari nemitiuta?utiwani pikayiwe”. Mipai tiye?enarimeti katinaye?atiwakaitini. Kepauka mititaweiya maxa mikaxeiya mipai xeikia waniu ra?eriwati nenukaxeiyakamiki. Miya ri yianeti wa?ati timaiweti nayani, xeimieme ?axa tiniuyumaani. Matiari tixai katimateti, ke ? nemireu eriekai, mipai waniu ri mikareu?eriekai. Mana ri mitiyetia miyutixeimatiya, yukie kakaiyarixi ke ? memite uwetika, muwa metakwekwewiwakai. Peru tsi yukutá pai kaneta?axekaitini, maye?aximenitsie kuranari 17 mente alguien captándolas con su muwieri, también piedras amontonadas o una mujer sentada que asoma medio cuerpo, u otra cosa más llamativa. También puede aparecer Haitsi Kipuri como símbolo del lenguaje saliendo de la boca de alguien en forma de niebla. Según Benítez el mismo Haitsi Kipuri cuando se acerca a uno se transforma en mujer que luce un bonito atuendo con un extraordinario bordado; así es como se capta en el cuadro. Otras veces aparecen flores de lirio en lo alto en forma de gotas de rocío, así son apreciadas por Benítez. Al momento que él fija la vista sobre ellas logra captar el aroma del lirio a mucha distancia. “Tú, rocío, que floreces bonito, ¿no podría yo dibujarte tal cual eres?”, pensaba. En otros cuadros se refleja un rocío naciendo o cayendo en cascadas. Eso mismo es lo que se suele dibujar, incluso bebiéndoselo con las manos. Así fue como Benítez se iba transformando poco a poco en un conocedor de su cultura; en más de una ocasión oyó que le decían: “¡Mira!, tú no estás así nomás por nomás”. Era cuando él tenía hinchada una pierna en la que sentía tener tres piedras luminosas como si estuvieran encendidas. Con todas estas andanzas pudo entonces preguntar y ser respondido en sus sueños: “¿Por qué te pasa eso?”, le dijeron. “No te pasa esto sólo por nomás, tú estás pidiendo dos caminos a seguir: para tener el don del conocimiento, para hacer dibujos en los cuadros, pero además quieres ser mara?akame; como verás, ya todo está completo. Ahora: ¿por qué no has mandado hacer tu Pariya, o por qué no has respondido a tu hauri? Estás así porque las jícaras que hablan no dejan de perseguirte. Y para que ya no sigas con ese mal haz tu propio nierika”, así oyó que le decían en sus sueños. Hasta entonces pudo elaborar un nierika pequeño que luego llevó a Wirikuta. Enseguida elaboró y llevó a Haramaratsie un tepari de piedra de cantera labrada y con un grabado de Nuestro Hermano Mayor. “Ahora sí ejecuta tu sueño”, le dijeron. Entonces, después de elaborar y llevar todas las ofrendas inició con la ceremonia por toda una noche; esto sucedió una vez que llevó las ofrendas a los lugares sagrados que le señalaron, es 18 xeikia mi?enieni: tirara tirara tirara mitiutaineni. Kwitiwa waniu: “titayari ri miya minetiyuriene” mitiyuhiawe. Hixiena waniu xeikia yiyiakati mitiuyemaare witsari pai ti?aneti, peru taatikaiti. Matiari papayatikai waniu: “?uxa?a warie pepika?au?ayehiaka ?eki petimaiweti pepayani, ne xika ?uxa?atini ?atsi ne?uyini, penetsiku?eriwati pepayani; ?iki ne neuxei kiye nemitsatsetsie nekanixeti?utiwani” ?ipai tiwakuhiaweti hetsiena miwati?utiwakai yunaime. Xukuri ?iirí mititiwewiyani kiyemuxaki ranuku?utikaime. ?Ana wita mikatixuawekai xeikia kiyemuxa mixuawekai; miki ?itawitame yiwime tuxameki miwatiwewieni kiye ?iarixatsie. Teekata Teupa mitiukuhane miyetuatiyeikakai, kewa tsi memetakwewiyarieni. Miya ri Benítez tiniereti ?uxa kanaye?erietiyani: “kauka neyiwe ne ta nemitiuta?utiani” tiniuyutihiawetiyani waniu. Yuri tsi Benítez kaniutaineni, heiwa me ti ?uxatsie híkuri minikateni, werika mana tiuyewieka, xewiti muwieriki tikwewieka ya tini tetexi mikateni, ?ukaratsi mana rakukani ke tsieti miti?aneni. Ya tini Haitsi Kipuri mikateeni tateta titi mayeneikani, ?aku haiwitiri pai ?aneneti kanaye?ukamiki ?uxatsie. Ya Benítez mutaine pai, Haitsi Kipuri wana hura ?akumieti ?ukaratsi pai miyini: chileuku?uti chileuxuti chileuniiti mayani, miki tsiere kanikuhekikiareni ?uxatsie. Heiwa ta tseiye mana kanihekiakamiki, wa pai me ?aitsikari pai ?aneneti miniuyeteni mitikunenierekai Benítez. Kepauka matsi kwi mixeiyani yeme chimi?aneni tewa pai mi?iaka. ?Ana waniu: “?aitsikari miya pemitiuxuturi mipai nematiku?ikenikeyu kari pikatiyiwe” mitiyukuhiaweni. Heiwa me haitsi ?uxatsie minitineikani mexika minikakikani, miki ?ikiyaya titi wanui kaniyurienemiki, heiwa yumamatsie ?ikwewieme kanitiharimiki pai ti. Miya yianeti waniu wa?ati kaneuweni. Me tsi hakewa meyianekai ?ipai waniu miretahiawarie: “neuxei tsi ?eki yaki pemika?ane”. ?Anatsie ta waniu ?ikaya kanihaakaitini me tsi waniu teka pai ti?aneneme haikame taatikaime teurieyatsie kaneyeteekaitini katiniyumaani. 19 decir, después de llevar peyotes, flechas, jícaras decoradas o dibujadas. Como dije antes, también llevó un pequeño nierika a Wirikuta. Al momento de llevar las ofrendas sintió escuchar algo: “¡Mira! Tú estás tratando con tus Bisabuelos, con tus Madres, con Abuelo Fuego, con Nuestro Padre Sol y con todos los que tienen que ver con tu Madre ?Imiakame. Bueno, si es eso lo que anhelas, y si es lo que siempre soñaste hacer, empieza a hacer tus cuadros, sólo que por cinco años irás de cacería, al mismo tiempo sacrificarás una res. Al término de este periodo fijarás otro para que ahí hagas una ceremonia final. Hasta no cumplir con estas encomiendas podrás vender tu trabajo”. Así fue como le iban diciendo a Benítez en sus sueños. Fue así como empezó a entregarse al arte del dibujo en madera a base de estambre y cera. El primer trabajo lo hizo en una tabla que medía 60 x 60 cms, en la que sólo dibujó un venado solitario, pero gordo y panzón. Fueron los del INI quienes le compraron su primer cuadro. En ese tiempo Benítez tenía sus propios conocimientos adquiridos de la sabiduría del mara?akame, él mismo se convirtió en mara?akame. Como él dice, la habilidad artística no sólo se origina de la carrera de mara?akame, sino también del aprendizaje del kutsarai, de Nuestro Hermano Mayor, de Nuestro Abuelo Fuego, o desde mucho más atrás: todo tiene su origen en el nacimiento de Nuestra Madre ?Imiakame. Luego le fueron pidiendo más cuadros y los iba haciendo. Aunque, como dice él, todo se lo debe también a su padre, quien dibujaba a toda su familia en una madera labrada por él mismo, destinada a las divinidades de Wirikuta. Al mismo tiempo pensaba: “Si me propusiera hacer un cuadro podría conseguirlo”. Según Benítez no logra aún hacer dibujos como lo hacen otros artistas contemporáneos, es decir, no dibuja a hombres en plena ceremonia, sino a sus bisabuelos, sus ancestros y demás. Hasta después de terminar con las divinidades pasará a las costumbres actuales de los wixaritari: describir cómo son las danzas, cómo son las fiestas del esquite o cómo es la danza del peyote; esto es lo que aún no logra desarrollar en su trabajo. Tal vez, terminando este cuadro de ?Imiakame 20 Yuheinitsita pai ti miya tikuyeikati kaneyuta?iwauritiani: “¿titayari miya peti?ane? ?akimana tsi pemika?ane, ?eki hutame pemitiyeweiya: pemitimaiweniki, pemiti?utiaweniki pemitiwawa, meta mara?akatsiyaki tsiere pemitiwawa. Kami tsi ?iki maye?axe ri, kami titayari ?eki ?apariya pekatita?aitawe, titayari hauri pekatita?eiyawe. Xukurite naiti mitiutiniuka mematsikuweiyatiwekaku pekani?aneni. Neuxei mipai tsi pemika?aneniki ?anierika ke neutawewi”, tiniutahiarieni yuheinitsita. ?Ana ke nierika ya yeume ?utawewieka kaneikutuatiyani Wirikukuta pai. Mana ta miraniere tepari niutamani, tenuxa tsatsaiyakametsie Yumaatsi ?uta?ikeka, haramaratsie pai kaneikutuatiyani. “Hikirixia ya ?ane ke nayexeiyani” tiniutahiawarieni. ?Ana reutatuaxiaka kaniutapariyarieni, naime híkuri, ?iirí , xukuri, ? tiuti utiaxiaka kaneuyianeni. Nierika yayeume ?utanika Wirikuta pai kaneikutuatiyani. Muwa pai nai mirekutua, wa?ati ri ?ana naniukakaitini: “neuxei tsi ?Atetéima, ?Atuutsíma, ?Atewarí, ?Akaiye, ?Atei ?Imiakame pemiwayuriene. Hiki xeniu mipai xika ? peti akuhiaweni, ?a?iyari pexikauyurieni, ?uxa xeniu pewewimiti xika peyianeni, mipai ke tineyurieneni; peru tsi ?auxuwi witari muwieri pemiwauneni, xuturi pemakumakani ?auxuwime witari. Miya ta peyime nuiwari pemayeitiani nuiwaripa pemutineni. Mipai ke ri peyime tsepa ke peti?ahareruta” tiniutahiawarieni. Mana ri mitiyetia Benítez tiniutiwewietiyani. Matiari maxa kwinie ?akayeume, xeime ?ayeweme, kaniutawewieni (60 x 60). INI matiari meninanarieni. ?Ana ri naime ?iyari rakapiti niyianekaitini, me tsi mara?akametsie pai naiti katinakuwetikani. Miki maine pai Kutsaraitsie makuwetika Tamaatsitsie makuwetika Tatewarítsie makuwetika, ya hiki pai Tatei ?Imiakame ke mitiuyuritsie pai kanakuwetikani. Tawari ta muti?aitiarietiya nitiwewietiyani. Maine pai yeuyatana pai ti katiniuyini, tsi yeuya kiye titsatseweti mana kaniwakawewiwakaitini; 21 22 23 pueda terminar ya con las historias de sus ancestros, aunque él lo duda mucho. Mucho tiempo atrás, Nuestra Madre ?Imiakame fue quien creó el mundo junto con Watakame, después de ellos aparecieron los común y corrientes creados por Kauyumarie, que fueron los que establecieron el segundo mundo; en tercer lugar Nuestra Madre Águila Joven creó otro mundo, desde donde no cesa de esperarnos a los hombres. Cuando morimos nos dirigimos directo a donde está Nuestra Madre Águila Joven, que no deja de vigilarnos. A raíz de todos estos conocimientos Benítez ha sabido transmitir su trabajo, que se reconoce en el extranjero. Ahora él sabe cómo responder al Abuelo Fuego, él se entrega al cumplimiento sagrado y lo ejerce junto con su familia. Encabeza las distintas ceremonias del año. Hay días en que es llamado a hacer una fiesta y otro día otra, y así sucesivamente. Toda esta historia es difícilmente terminable, como dice Benítez: el canto de Nuestro Abuelo Fuego es muy profundo. Existe toda una historia de cómo Kauyumarie contesta a sus Madres, a sus Bisabuelas. Como sabemos, Kauyumarie es un portavoz, que viene a ser el portavoz de los tsaurixikate. Pues todo lo que Kauyumarie logra escuchar o preguntar a sus Bisabuelas, lo comunica a los tsaurixikate. Éstos a su vez lo transmiten a las familias de la fiesta. Este mismo conocimiento es el que pregona Benítez en sus cuadros. Como bien dijimos al principio, todo este conocimiento se origina en la carrera de mara?akame. Cuando aún no se es tsaurixika, difícilmente se entenderá con Nuestro Abuelo Fuego o comprenderá las palabras de Nuestras Bisabuelas. Para él quedará todo oculto sin posibilidad de saber el porqué del Viento, de la Lluvia, o por qué el Sol nos alumbra, mucho menos sabrá comprender las palabras de Nuestra Madre Yurienaka, Nuestra Madre Maíz. Si no se sabe gran cosa difícilmente se hará un cuadro de calidad. Sólo el que escucha y sabe interpretar los mensajes podrá hacer un buen trabajo. Esto que Benítez llama semilla, viene a ser todo lo que nos ofrecen Nuestras Bisabuelas. 24 miya ?ane tari kanituanekaitini Wirikuta pai. Mana ta ?atimieti: “ne ta ?uxa nexika?utawewieni nemiyiwekaxiani”, tiniu?erieni. Takwe kuta yeme hipati wahepai kuxi tiu?utiwaka, ?akuxi teiteri kapiwa?utiane, miki tati kuxi yutsuutsima Yukakáima kaniwa?utianeni. Xika ke ri waniu warayenini nitayuamiki wixaritari ke temite?uhu hepaista timieme: kepai temite?uneixime kepai temite?uxarikirime, ya Tetéi temuneixime mipai kuxi waniu kapitiyuriene. Xiari ke waniu ?iki ?uxa “’Imiakame” miya yeume mi?aitiarie tanime kaniwarayenimiki. Hikia meukahane, Tatei ?Imiakame xeniu mitiukatsutia, Watakame yunaiti memite?uyuri. ?Ena ke ta memiye?axia ?Irimaritsixi. Kauyumarie memiteyurie, tatsi ri hutarieka kiekari memutama. Hairiekatsie ta Tatei Werika ?iimari manakawe mitiuyuri. ?Iki ya tatitakwewieti miya mireukuwe, temitakukuwe hepana temutineika; Tatei Werika ?iimari mana makawe, miya tareukukwewieti. Mana pai rakuwetikaikaku hiki Benítez ?utiarikaya tewa pai kaniyumaika. Hiki Yutewarí mi?eiyawe yukie yutiiriyama warewenati kaneyeikani. ?Ixiarari metiwewiwa ?uxa?a wa?uwitikiexime warie wa?uwitikiexime kane?itiarieneni. ?Iki niuki miya manuyine kapa mineyunirinia, Benítez maine pai, Tatewarí niukieya kananutewani. Tsi Kauyumarie Yutetéima Yutuutsíma ke mitiwaku?eiya ke mitiwaku?iwawiya kananiereni. Kauyumarie miwaniukame miwa’iyari, miya tiniketi tsaurixikate waniukame nihikitini. Tsi yutsuutsíma ke mitiwaku?eniwa ke mitiwaku’eiya mipai tsaurixikate katiniwakuhiaweni, ?iki tari mi?ane tiirí mipai katiniwakuhiaweni. ?Ipai?i Benítez ?iyarieya kuyinekaku miya katiniu?utiwani. Peru tsieti mara?akametsiyatsie pai ti rakuwietikaikaku miya ?iyarieya kani?aneni. Xika kuxi katsaurixikatini kemitiwayaki Tatewarí Tatuutsíma ke memutiyuane kapiwa?enieka, hepaistana xeikia katina?awiekamiki. Titayari mitiuku?eeka, titayari 25 Benítez considera que aún no describe grandes historias en sus primeros trabajos. Pues en los primeros cuadros no sabía comprender aún el significado de la flecha, o para qué sirven las flores, o el porqué de la existencia de las piedras o el significado de un águila. Ahora pareciera contar con todos los conocimientos de su cultura, que así lo refleja en sus cantos chamánicos. Todo lo que se propone hacer lo realiza siempre bajo planes ideados por él mismo. Cuando tuvo la oportunidad de ir a Suecia, se llevó todos sus cuadros que había expuesto en el Museo de Arte Moderno en México. A su regreso a México contaba ya con reconocimiento como artista. Comenta Benítez que la cera que su padre empleaba para dibujar en tabla a su familia, era producida por unas abejas de la sierra llamadas wawemete, taxawikatsixi, tsiurixi, wirikixi. De los panales de estos tipos de abejas se extraía la cera original. El material que emplea Benítez como base es el triplay. Sobre él coloca la cera, pero ya no es la cera original, sino una cera ya muy mejorada. Comenta Benítez que antes empleaba el “estambre del indio”, lana teñida que duraba mucho y que se pegaba bien en la cera. Ahora sólo se emplea el “acrílico”, “diamante” o “cristal”. Los colores que concuerdan con el dibujo ideado son los que siempre elige para su trabajo; cuando emplea colores que no van con su dibujo ideal entonces baja de colorido y finalmente es un mal trabajo. Primero idealiza una escena o una historia diciéndose: “Este cuadro tiene que quedar así, y los dibujos quedarán así, o las patas de este otro color así, las piedras quedarán de este color”; así planea su trabajo. Según Benítez, el color amarillo viene a ser el dibujo de Nuestras Bisabuelas. Por allá en Pariyatsie es donde abunda este color. Es una raíz con la que los wixaritari se pintan el rostro. El color amarillo se origina del dibujo sagrado de Wirikuta, luego se relaciona con Nuestro Abuelo Fuego, es decir, con las llamas que vienen a ser las plumas de él 26 mitiukawiwiye ya titayari Takaiye ?atineikati mitihekiariwie kapitimaika. Ya Tatei Yurienaka, Taniwetsika kepai titi memutaine, xika karakumaika tixai ?uxa kapitiutawewieni. ?Enati hirixia tiniutawewimiki. ?Iki Tatuutsíma memiteyexata, ?Imiari xeniu Benítez mimamateke, titi kanihikitini. Matiari waniu ?uxa mutiwewi waika mika?utiniukani pai katinimaika. ?Ana kemiwayaki timaikaitika ?iirí ke ? mi ayumieme, tuuturi titaki mitimieme titayari tetexi mitiukutetika; ya werikaxi titayari memiteu?uwa, miki mikaheti?eniewekai. Hiki ke ri ?iyarieya mutaxewire pai kani?aneni, me tsi tunuwati kanayani ri. Ke mitiyuhiawe ya ke miti?erieni mipai xeikia tiniuwewietiyeikani ?uxatsie. Meripai Benítez Suecia heyeikakaku pinieya Mekiku, Museo de Arte Moderno mitiyepikai kanekutikietiyani. ?Ana pai titi ri mewanua waika matiwati nayani . Benítez kaniutaineni matiari pai waniu papayatikai xirikaki kiyetsie kaniwarayewestiwakaitini, ?aku wawemete, taxawikatsixi, tsiurixi, waxirikaki; ya wirikixi meutatuxati miki xietexi titi waniu meniyiakaitini. ?Iki waxirika ?ayewiriwati kaniwaruti?utiwakaitini kiyetsie. Hiki ke ta triplay tinaweti hetsiena katiniuti?utiwani. Xirika tsiere tsi kaniyurieneni titi, peru yeme yuri xirika kuta hikitika, herie mieme xeikia kaniyurieneni. Meripai ?aku waniu estambre del indio titewati kanixuawekaitini Benítez kaniutaineni, muxa ?uayematikaiti titi waniu nihikitikaitini, kwinie titeriweti xirikatsie, ?aixia tiweriweti. Hiki ri acrílico diamante cristal mekaniyurieka. Wita ke ?aneneti ?uxayatsie mitinakeni, ya ke?aneti ?aixia mirekemaka, miki nanuyewaumiki. Xika karekemakameki tiutawewieni naiti ?uxa kananukanuatiyeikani. Yuxaita meri waniu mipai mitiyuhiawe: “?iki ?uxa ?ipai mitayini, ?iya ta ?ipai nemiyurieni; ?ikateya ?ipai mi?aneneni, tetexi ?ipai 27 (muwierieya), y como dice él mismo viene a ser Nuestro Padre Sol o Nuestro Creador que aparece en forma de víbora todas las mañanas. Pero antes de todo esto se toma en cuenta a Nuestra Madre Kipuri en Haramaratsie, después aparecen las flechas de Nuestro Padre Sol con sus plumas luminosas. Así es como el amarillo se toma de Nuestro Abuelo Fuego, pues Nuestros Bisabuelos fueron por sí mismos quienes crearon el color amarillo en Pariyatsie. Este color nace básicamente de tres elementos: Nuestro Abuelo Fuego, Nuestro Padre Sol y la raíz color amarillo. Otras veces los cuadros tienden a sombrearse, porque se toma el color negro originado en la oscuridad de Tikarita; mientras que el gris corresponde al tiempo de secas, es decir, cuando ya dejó de llover y las hierbas están secas; el verde corresponde al tiempo de lluvia, donde las hierbas están verdes. Con todas estas combinaciones se logra un buen cuadro, dice Benítez. Todo lo que el artista idealice, sin dejar de lado los sentimientos y emociones, se reflejará en el cuadro. Por ejemplo, si en el contenido del cuadro predomina lo sombreado no lucirá mucho para la vista, pero sí tendrá mucho significado simbólico. Porque se estaría narrando la historia correspondiente a Nuestras Bisabuelas que llegaron a ?Etirita. En cambio, cuando sale el sol, los hombres nos vemos claros y legibles al descubierto: es lo que llega a reflejar el cuadro de Benítez cuando emplea colores vivos y fuertes. Hablando de clima, unas veces hace frío y otras veces calor; en el temporal una veces hay vegetación y otras veces apenas llueve para humedecer la tierra; así es como se aprecian los dibujos o contenidos de los cuadros según Benítez. Todos estos elementos son los que inspiran a Benítez. El surgimiento de la vegetación fue obra de Nuestra Abuela Nakawé. Se llama ?Imiakame con el sentido más respetuoso. Todo lo que ahora existe en la tierra fue sembrado por ?Imiakame. Entonces germinó la vegetación comestible y no comestible, y todos los animales existentes que van desde los zorros, coyotes, leones, tejones, mapaches, ardillas, hasta aves como pericos, guacamayas; y algunos hasta entregaron su sabiduría como las águilas piwame, el milano o el águila real amarilla. Todos ellos 28 nemitiyurieni”, tiyukuhiaweti waniu mipai ?aneeme kaniyutinanairiwani. ?Ipai?i ri ta katinikuxatani Benítez. Mitataxawi waniu Tatuutsíma wa?uxa kanihikitini, huteiki Pariyatsie kaneuxuaweni, ?aku naaná titi kaniutataxareni, mikiki meniyu?utiwani teiteri. ?Uxatsie pai ti kuyinekaku mitaxaiye kanihekiaka, kwitiwa ta Tatewarí muwierieya tataxawiti mewatineikatsie kaniutaneka. Benítez maine pai. Tayeu Tawewiekame titi kuu pai ?aneti manatiyeika; yuhuyeta Haramaratsie meri Tatei Haitsi Kipuri mikwewieni, mana ke ri Takaiye ?iiríya kitasawime ?ukamuwieriti manatineika. Miya tiniketi ri, mitaxaiye Tatewarítsie pai ti yuku?iketi nayeikani. Tsi Tatuutsíma Pariyatsie ?uxa mitaxaiye yikimana meka?utawewieme meka?itinuiwitiame. ?Iki yuhaikametsie niyuka?ikeni mitaxaiye: Tatewarítsie, Takaiyetsie ?Uxatsie. Heiwa me ta miniuku?etireni, miki miyiwi Tikarita mieme kanayeikani. ?Iya ta mikitaxie manuyeneximenitsie ?aku mitikuwaximenitsie kanimiemetini titi. Mitsiilaiye ta witarita, tsimitiu?anenitsie mitiuyiranitsie, kanimiemetini. Miya tipaimemeki waniu ?uxa tsititemaikiti kanayewautseni. ?Utiwame ke mitiyukuhiaweni ?uxatsie pai ti tsiere ?iyarieya kanihekiakamiki, meriki tsi tita mana mitiyepika, xika haye?etini, kakanayehekiakamiki. Miki xeniu ri, ?Etirita memu?axia Tatuutsíma memahekiarixi waxatakaku nikuyinemiki ?uxa. Kepauka kwi maxiire, hekia yeme ri teye?uwati tekanakikani ?uxatsie. Tsi yeme ? tsikanaye anekamiki naiti kanayehekiakamiki. Heiwa me ti ta miniuhaitini, heiwa ta tiuxikani, heiwa reuwieka, heiwa mexika tiwiyeni ke ti mitineu?aneni, mipai titi ta ?uxatsie katinikuhekikiareni. Mipai waniu Benítez hiki tiku?eriwati katiniu?utiwani. ?Iteirite mitiuhekiarixi ?Imiakame titi xeniu, Takutsi Nakawé, mitiuyuri. Hiki pai miemeki waniu ?Imiakame mitiutamatiwaxi miki nai ?ena mitiuhekiataxi. ?Ena ke tipaimeti mitixuawe mutiuta?iwi, kiekari ke miyewa miya yeume ?Imiakame muta?iwi. Naiti tikwaiwati mitiutinexia katikwaiwati mitiutinexia, naiti 29 surgieron por ?Imiakame. Todas las divinidades entregaron asimismo la sabiduría. Así se refleja por medio del dibujo que expresa todo. Un hecho más cercano a nosotros es que ?Imiakame viniendo por Hauxa Manaka, lugar donde se esparció la semilla y donde nació la jícara, la flecha, el maíz, las plumas mágicas, hizo aparecer el animal del Sol, la persona, Tlacuache, quien descubrió a Nuestro Abuelo Fuego. “Como dije antes, hablo así habiendo llevado una vida muy difícil, pues toda una pierna se me hinchó. Además me pidieron que diera nacimiento a una jícara y una flecha, sin dejar de cazar al venado, el sacrificio de reses y de borregos, en fin todos los elementos que se requieren en las ceremonias. Ahora puedo decir que ya me los gané y puedo ya dibujarlos en mis cuadros”. El cuadro que exhibe Benítez lleva el título de “La semilla del mundo”. Fue ?Imiakame quien trayendo semilla del más allá la sembró aquí en la tierra. Así surgieron los pueblos de hoy. Si ahora intentáramos narrar caso por caso no acabaríamos de contar pronto —dice Benítez—. No acabaríamos de contar el porqué del significado de Nuestro Hermano Mayor, Nuestro Abuelo Fuego, Nuestro Padre Sol, Nuestra Madre Maíz, Nuestra Madre Haitsi Kipuri, Nuestra Madre ?Utianaka, en fin todo lo que está a nuestro alrededor. O contar por ejemplo la historia de Timuxawi, que no es más que Watakame. O contar la historia de Nuestra Bisabuela Maxa Kwaxí, Nuestro Hermano Mayor Kauyumarie. No podríamos contar la historia de nuestros ancestros ni en cinco años, porque es algo muy profundo. “Mi abuelo se llamaba Xira Mu?ú y vivió 105 años sin siquiera tener un cabello en la cabeza, con él me crié y aprendí todo lo que le preguntaba. Por las tardes me contaba todo: “Mira, Nuestro Abuelo Fuego surgió así cuando yo era aún pequeño”. Como bien dice Benítez, un anciano sabe más que un joven. Él sabe cómo aparecieron Nuestras Bisabuelas o Nuestros Ancestros. Cómo ellos después de encontrar su centro se dirigieron a todos los puntos cardinales: norte, sur, oriente y poniente, para concluir en el centro. Es por eso que 30 memiteu?uwa memite?uhekiarixi: kauxaitsi, yawixi, mayetsi, haitsirixi, meetari, tsimuakarixi, wikixi ke memitetewa perikutsixi, yuarixi; tsiere waniu yu?iyari memuyuri werikaxi, piwametsixi, wiitse, kwixi mitaxaiye, naiti memitexuawe hiki ?ana meteniunexiani. Miki titi ri waniu yu?iyari meniuyurieni. Me tsi hiki naiti ?uxatsie miya ?aneneti kanikayuyuipikeni. Mana ta ?atimieti ?Imiakame Hauxa Manakaa, tatsi ri ?imiari miyutaxiritsie, xukuri, ?iirí, niwetsika, muwieri, Kaiye tewaya, yeuxu tewiyari, Tatewarí mutahekiataxi. “Xike nemaine pai haweri netiuwikweka nekanaineni. Ne?ikatsie nemutahai, ?iirí, xukuri ke nemitiukwewiyarie, maxa nemutakwewiyarie turu nemutakwewiyarie muxa nemutakwewiyarie ke mireuyupaime; kami kauka newara?iwaka neneuyi. Hiki neniwa?utiaka tsi ri ?uxatsie”. Hiki Benítez ?uxa miwewie teiwariki “Semilla del mundo” katiniteriwani, wixarikaki ta “Kiekari Wiyakame” mexika “?Imiakame”. ?Imiakame tsiari waniu mitiuyuri ?upai ?imiari matinetia ?ena ke ri waniu kanitaxirieni. Mipai katineuyukuwiyani ?iki kiekari hetsiena temu?uwa. Xexuime texikate?uta?axiya titayari mitixukuri yapauka ? tekapite ayenini, Tamaatsi, Tatewarí, Takaiye, Niwetsika, Tatei Haitsi Kipuri. ?Utianaka texikawaruta?axiya ke yupaimeme memiwareuwiya ya Timuxawi Watakame titi ke memuyixia, Tatuutsí Maxa Kwaxí, Tamaatsi Kauyumarie ke yupaimeti hiki memukuniniere, miki xika yuxexuime tewarutamaani ni ?auxuwime witari tekapiwarayenini; ?ekananutewani matsi kuxi ?iki. 31 ahora en Tateikie (San Andrés Cohamiata) moran los creadores de la tierra, así como en Tuapurie, en Wautia, en Tuxpan o en Xatsitsarie. Habiéndose originado así ahora moran en sus espacios. Lo mismo sucedió en ?Aitsarie y en Teekata, donde moran las ?Imiakate, Nuestras Bisabuelas, Nuestras Madres y Kipemete, que son los dueños de la sabiduría. Todas estas historias no se olvidan, perviven en la memoria de los chamanes. Así nos lo siguen leyendo los mara’akate en el tapete y el equipal sagrados a quienes habitamos la tierra, que somos para las divinidades niños o ángeles envueltos en el xikuri. 32 “Ne neteukaritikai Xira Mu?u mititewakai 105 witari mexeiyakai kipaya hawaiki tima mikareka?uukai. Miki hetsia ne nemutawerixi, nemiku?iwawiyakai: taikai mititixatatiyani ‘?ipai tsi mi?ane Tatewarí ?ipai mireukuwie’, ?etsiwa tsieti ya neti?aneti”. Benítez maine pai ?ukiratsi waniu matsi mitiuyemaate Tatuutsíma Takakáima ke memite?unuiwaxi. Yuhixiapa waniu meyenuaxiaka Yutserieta, Yuyeeta, Yu?utata, Yutsuutía muyunixi Hixiapa memekani. ?Aimieme waniu Tateikie kiekari wiyakate menitamakani. Tuapuritari, Wautiari memikaniere, mexika Tuxpan, Xatsitsarie memikaniere, miki miya meteukunuiwaxiaka memeukumarixia. Yaxeikia tsiere waniu ?Aitsarie, Teekata mitiuyi. Muwa waniu ?Imiakate, Tatuutsíma, Tatetéima, Kipemete memikaniere, ?ikitsika memikayetsa. ?Iki takwe titimaiyarieka tsaurixika ?iyarieya kuxi mipai kanikuyuruwani. ?Itari, ?uweni mipai tsiere kani tiyuaneni, hiki miya teteukuwiyati tame tiirí hakeri temixatsiwa, wawimari temixatsiwa ?ena kwiepa tekanitamakani. 33 La semilla del mundo ?Iritemai (Gabriel) Pacheco Salvador “L os que surgimos de Tsuutía nos quedaremos en Reu?unaxi”. Ellos se protegieron y se ocultaron con su nierika. Ahí Tatei ?Imiakame (que es Takutsi Nakawé, con falda, estómago y cabeza) nos dejó todo diciéndonos: “Ahora todo está en sus manos, todo se lo dejo aquí: ya mi estómago se hizo jícara; mi pie se hizo maíz; mi pensamiento: la flecha; mis cuernos se hicieron instrumentos de oír; y mi cabeza se hizo mundo”. En Tsuutía nació el primer mundo, el segundo apareció en Hixiapa y el tercer mundo en Yeetá. Fueron Nuestra Abuela Nakawé, Watákame y Tixi?iwa los que crearon al mundo. La Perra Negra a quien siempre consideraron suya se transformaba en mujer. En Tsuutía vivían Nuestros Antepasados, Nuestras Bisabuelas, Nuestros Ancestros y Nuestra Madre Haramara. Allá mismo quedaron los templos de Nuestra Madre Lluvia, que es Nuestra Madre Haramara. Por Yeetá quedó la jícara sagrada de ?Utianaka, mientras Kauyumarie se transformó en aliento o respiración al ser intérprete de ellos. Ellos crearon su propia sabiduría, la trajeron acá para renovar la vida: para que la Jícara Sagrada, la Flecha Votiva (o sea Nuestras Bisabuelas y Nuestros Ancestros) tengan vida desde sus moradas. Acudieron a Nuestro Hermano Mayor y lo trajeron al nuevo mundo, cargando su gran sabiduría. 34 ?Imiakame ?Iritemai (Gabriel) Pacheco Salvador “T suutía tematiyiraxi Reu?unaxi teniyemanekakuni”. Yukimana ri Haikiteni meneuyunani nierikaki. Muwa ri Tatei ?Imiakame Takutsi Nakawé titi mana?iwikai, ma?ikakai, mirekahukakai, mirekamu?ukai, mana nai tiniutatuani: “Tami tsi ri kexemi?aneni, nai netiniukuhayewa nehuka xukuri matia niwetsika matia ne?ika, ne?iyari matia ?iirí, ne?enakareme matia ne?awate, nemu?u matia kiekari”. Tatsuutía kiekari mutanuiwaxi Hixiapa metahekiarixi, Yeeta haika kiekariyari matia. Takutsi Nakawé, Watakame, Tixi?iwa memite?uyuri kiekari memutama. Tsiki meuyiwi yuniwe mexatati tewi ?ukaratsi mayeikakai. Tatsuutía pai Tatutúma, Tatuutsíma, Takakáima, Tatei Haramara memiyemanekai. Muwa Tatei Witari Tatei Haramara kiya matike. ?Uwa pita Yeeta ?Utianaka wa?aikutsi miyuhayewaxi, Kauyumarie wa?iiyari waniukame matia. Miki yu?iiyari memuyuri memenatituutiki kimana memiyuriniki: xukuri ?iirí, ya Tatuutsíma Takakáima memiteukuneniere memiteweniniki Tamaatsi memanatiwiti ?iyarieya memanatitui ?ena kwiepa memihayewaxi. Watakame Tsaurixika titi timaiweti meuyianekai kiekari mutama, tita miranatipiitiya muwa heuka?enati matia. Kwiepa ri me?u?uwati ?Imiakame mutayi: “Neuxei, ?atuukari tsi ri meuhura, takwe kuta ?uwa kiekari 35 Watákame, quien es un verdadero Tsaurixika sabio, dio origen a este mundo. Todo lo que trajo de Tsuutía se quedó para entenderse con ellos acá. Ya andando en la tierra, ?Imiakame dijo: “Mira, tu vida ya casi se agota, aquí no nacerá el mundo, sino en Hekiaripa. ¡Vámonos de aquí!”. Entonces, Watákame se convirtió en la semilla. De acuerdo a sus propias medidas corporales, construyó su canoa. Fue en Hauxa Manaká donde esparció la semilla y nació. Todo lo que echó en la canoa equivale a un respiro o un aliento. De ahí que un respiro de Takutsi Nakawé se haya convertido en viento, y una vez convertida en viento pudo hacer uniones con todos, por medio del jabalí. Los hizo respirar y hablar. En eso Tsaurixika dijo: “Ahora sí, ya apareció nuestro mundo. Ahora ya pueden trabajar a su gusto. Ya estamos en la claridad”. Nuestra Bisabuela Cola de Venado dijo: “Si es así, que nuestro camino sea siempre así. Si logran entenderme, lo harán por siempre”. En Tsuutía quedó la flecha sazona como instrumento de comunicación con Wirikuta, que finalmente quedó constituido en Pariyatsie. Allá surgió otra interrogante: “Ahora falta Nuestro Abuelo Fuego, Nuestra Flecha, Nuestra Jícara y falta que aparezca Nuestra Abuela”. 36 tamareke, Hekiaripa pita kanitamarimiki, tekanitayeixiakuni”. Watakame muyi ?imiari niutawewieni yuku?ininiatati yeyeixati nitanini kanuwa. Hauxa Manakaa mitiuta?iwi mitiuhekiarixi. Kanuwatsie xei ?iiyari xei ?itukariyari mitikapi: Takutsi ?iyaya ?eeka matia, ?eeka ?ayaka yunaime miwaruwiyastia, tuixu yeutanakaki yunaime miwaruti?istia memutiniukaniki memuti?iweniki. ?Ana Tsaurixika niutayini: “Takiekari hikirixia nahekiare, neuxei xetene?uximayaka tita xemiteuyehiwa hikirixia katinihekiaka: ?iirí, xukuri, niwetsika, muwieri, ?iirí, nierika katinihekiaka”. Tatuutsí Maxa Kwaxí mutine: “kami tsi tahuye mipai pireuhaneni, xika xenetsihaka?ike mipa xemikuyuruwani”. Tsuutía ?iirí xaureti mutake niukame matia Wirikuta muparetiya Pariyatsie matia. Muwa ta: “Ke tsi Tatewari meuyewetse, ta?iirí, taxukuri, takutsi mahekiare meuyewetse”, meniutiyuani. Miya metehuti Haikitenie memiteuyepi Tawewiekame mana matinuiwaniki: “Neuxei ?ena?i Hixiapa payani” memutiyua. Mana ?iirí memanuwaikaxi: Tsuutía, Tserieta, Yeeta, Ta?utata tinakeme memuyuri. Haikiteni memahekiarixi kakaiyarixi. Miya me?uyika Hixiapa memeuyunixi watepari menakine. Mana Tamaatsi mutake: “Ne ne?iyari neniyetuamiki nexuriyaki kaniyumeiyakamiki Xapawiyeme”. Muta?i naiti tinahekiare tita Tsuutía memitehatinetia. Hikuritamete meniuhekiare meniyeiketiweni kewa pai meyenuatika. Tatuutsí Maxa Kwaxí yuhauri ri nanuwaika. Meutanierixia naiti 37 Entonces abrieron la puerta de Haikiteni para dar nacimiento a Nuestro Creador. Luego se dijeron: “Miren, aquí va a ser el mero Centro”. En ese mismo rato ofrendaron la flecha con las mismas medidas para Tsuutía, Tserieta, Yeetá, Ta?utata. Fue así como en Haikitenie surgieron todos los Ancestros. Después se sumergieron en Hixiapa, convirtiéndose ellos mismos en Tepari. Aparece Nuestro Hermano Mayor diciendo: “Yo entregaré mi sabiduría: que con mi sangre sea ungido Xapawiyeme”. Al momento de respirar surgió todo lo que traía desde Tsuutía. Así aparecieron los peyoteros que no dejan de buscar sus huellas hasta donde fueron a quedar los ancestros. Por fin Nuestro Bisabuelo Cola de Venado pudo ofrendar la vela sagrada, y mirando a su alrededor pudo ya ver al nuevo mundo. Dijo: “Ahora sólo nos queda permanecer sagrados: Nuestro Pariya, Nuestro Kutsarai, Nuestra Jícara, Nuestra Flecha, Nuestras Plumas Mágicas, Nuestro Maíz, Nuestro Nierika permanecerán muy sagrados. Ahora sólo pervivirá nuestra sabiduría. Si alguien nos llegara a imitar nos veríamos en Tunuarita”. 38 tinixuawekaitini. “?Ipai xeikia ri temi?aneni temaiweti ?uwa temikaniereni, tapariya, takutsarai, taxukuri, ta?iirí, tamuwieri, taniwetsika, tanierika miyumaiweni. Hiki tari xeikia ta?iyari muyeikani. Xika neti ?ena xewiti tetsaka?ike Tunuarita temihekiaka”. 39 Nierika: visión, conciencia y símbolo José Luis Iturrioz Leza L as tablas de estambre se desarrollan en la actualidad a partir principalmente del objeto ritual llamado nierika, que sirve de significante a una red compleja de representaciones simbólicas dentro del discurso y de las prácticas religiosas tradicionales. El precedente histórico de estas tablas son por tanto las sencillas tablitas que describía Lumholtz a principios del siglo XX, sobre las cuales se pegan perlitas de chaquira y estambres de colores con cera de abeja. El ritual nierika que se sigue ofrendando hoy en los lugares sagrados sirve como vehículo de comunicación destinado a transmitir mensajes figurados a las divinidades. Según la divinidad a la que vayan dirigidos los mensajes, varían los colores y los motivos. La palabra nierika significa “ver”, “estar despierto”, “estar vivo”, “estar consciente”. De los antepasados que han adquirido la categoría de divinidades, materializados en picachos o en los ojos de agua, se dice que miran, hacia abajo o al fondo, dependiendo precisamente de su ubicación. Como seres sobrenaturales, no pueden ser directamente vistos, pero el rostro de ellos, es decir, el nierika, constituido por la visión y un conjunto de rasgos identificativos, en suma sus identidades como fuerzas inmateriales que subyacen al mundo de las apariencias, se reflejan en las más diversas formaciones y procesos naturales. Los dioses miran, viven y dan vida a la naturaleza. La tierra es el nierika de 40 Nierika: nieriya, ?iyari, ?aitsiwame Traducción ?Iritemai (Gabriel) Pacheco Salvador H iki wixarika ?uxa miwewie nierika ?ikiyaya titi kanihikitini, mikitsie tatuutsíma wa?iyari ke mi?ane, ya kakaiyarita memukuwetika wa?iyari, ?ewaripa ke memutiyuane kanihekiaka nierikatsie. Hikia meukahane xewiti Lumholtz titewati, tatsi ri XX tsikuruyaritsie kaneuyianeni, ?etsiwa neni ti?anenemetsie ra?utikaime katiniuhekiata xapatsie; kuka mexika witaki haye?utikaime kanikuxatani, yuri xiete xirikaya ?ayewekame. Nierika tuiwame kakaiyarita tatuutsíma wa?iyari ke mi?ane ya ke mutaine mana tsiere kanihekiaka. Hakewa nierika mekwewarieka wita ya kuka mipai reunaketi kanaye?urikemiki hetsiena. Nierika, nieriya mexika ?ayeniereti ya wikweti ?uka?iyariti kananuyineni. Hipati Tatuutsíma kawitsie hekiatsimeki memuku?uixia haixa mukumanetikatsie, miki mehakaniniereti kwi tetiata pai meuka?iyariti mekateneuku?uka. Hipati ta ke memi?anene temikawaxeiya memikayuhekiata, waniawari ke manuyine ya wa?iyari ke meuku?anene, miki naiti nierikatsie kanikaxewini. Mana wa?ewari wanuiwari kanihekiaka; ke tewa yu?iirí memu?iniataxi ke reu?atikaime memuyuri mipai ? reu atikaime yupariya memutake, wa?iirí, waxukuri mutiniuxia hekiatsipa muyuhayewaxi. Tatei Yurienakatsie temu?uwa, nierika titi tsiere katineukumakani, mana takipuri kanatiwieka mana tekaneukayuyuipikeni. Ha 41 Nuestra Madre Yurienaka. El agua es el principio de la vida y el nierika en que se reflejan los rostros de las deidades madres. Un ojo de agua es un nierika que nos permite ver hasta el inframundo. El Sol es el nierika del cosmos, el que ilumina y permite ver todas las cosas. El peyote es un nierika que nos abre la visión interior a los símbolos que permiten la comunicación con los dioses. La tierra sagrada de Wirikuta es un gran nierika donde está escrita la historia del antiguo mundo. El coamil es un nierika donde se reproduce, tanto en un sentido semiótico como material, la historia de la creación de los hombres de maíz. En el coamil vuelven a nacer los dioses en forma de maíz y por medio del maíz la naturaleza se convierte en vida humana. Por extensión se llaman así otros objetos rituales que revelan aspectos del mundo sobrenatural. El tepari (disco de roca que cubre el pozo sagrado donde se depositan ofrendas) es el nierika que abre la visión al tiempo de los antepasados, representa a la tierra que cubre y tapa la visión del inframundo, pero que al mismo tiempo lleva escritas encima, como el tepari, las huellas y señales que nos informan sobre el mismo. Nierika es el nama o escudo protector en forma de disco hecho de carrizo y otate, dentro del cual se teje una red con hilo de estambre u otro tipo de filamentos. El ?itari o tapete hecho de tela en que se envuelven los artículos del chamán es un nierika donde éste puede leer y seguir los pasos de los antepasados que constituyen el tema de su canto. 42 mukumane temika?inewie hetsiena tekawiti xia temu?uwa temutiniuka temita?enie, Tatuutsíma Tatetéima ? memuku uixia yunierika tsiere memutahekiataxi hetsiena memutiniuka memiku?ewa. Ha xeniu nierika titi mi?ane kwi Tetiata pai meukaniere kanihikitini. Tawexikia miyuawi nierikaya titi mi?ane, miki tatsi?iwiyati tahixie katinikupiika hekiatsimeki temitexeiyaki mana xia hiki te?ukuneti tekaniu?uwani. Hikuri tsiere nierika titi mi?ane, kimana Tatuutsíma ke memayepaime ke memutiyuane menihekiaka hetsiena. Wirikuta xeniu pariya meyemaarixi miki naiti nierika matia, muwa Tatetéima Tatuutsíma Takakáima ke memayepaime yukiekari meniunitiani, ?aimieme yupariya menayeitiani. Ya Watakame watsiya mutama nierika titi xeniu kaniuyurieni. Mana waniu te?atiyirati temu?uwaniki Tatetéima wahetsie te?ukuneti temiwa?eniekaki, tayeiyari ke mireuhane, ya Tatei Niwetsika ?ewarieya ke manutewa mihekiakaki watsiya nierikaya kaniuhekiare. Watsiyapa xeniu temixata Tatetéima mana memayetikare memayeyiyire witarita. ?Anuyeneximekaku ke ta ke mekanayehekikiareni Tatei Niwetsika mitanuiwatsie. Ke tipai wixarika mitikumauwa miki nierika ?ikiyaya titi ta kani?aneni. Kepai hekiatsipa temikatewaxeiya mara?akate xeikia temiwa?enie, mana meteku?eniwati mekani?aneni. Tepari tsiere nierika titi tsiere kanihikitini, kakaiyarixi wa?iyari waniawari meukamate kanihikitini. Tetiapa ke memayepaime matiari ke memite?uwenixi mikitsie mekanihekiaka. Tatei Yurienaka heima muyemarixi titi kaneuyianeni, miya tiniketi ri heriepa wa?ikiya muyuhayewaxi Tetiapatari waku?eniwati kanayani. Nierika ta nama titi mi?ane taheima nuakame, xikiraiyeti hakaki wewiyati mexika ?uta kiyeyariki wewiyati, wita tsipemeki yutaita mayetsaiya katinitewaka. ?Itari ta ?ixuriki titi kanihikitini hetsiena mara?akame pinieya mitiye?eime ya mikitsie ?uyeniereti Tatuutsíma waketa manukuyeike yuniawarita katinitewaka. Tita temikatexeiya ya tita temikatemaiwe miki nierika mititewa hirixia katinimaika. ?Uxa nierikayaki hikuritamete mekaniyu?utiwani, kimana 43 Nierika es el conocimiento que transciende la percepción superficial de las cosas. Los dibujos redondos que se pintan en los carrillos con colores solares son un nierika que representa la luz del sol y la comunicación visionaria del chamán y de los participantes en las ceremonias. El rostro de los antepasados se refleja en el rostro de los peyoteros, como la historia de los antepasados se refleja y sigue viviendo en las costumbres de los huicholes. Los huicholes actuales son un reflejo de los antepasados. Su vida escenifica los actos de los antepasados fundadores en un drama destinado a dar permanencia a la creación del mundo y la generación de la vida, dando actualidad a la historia y profundidad histórica al presente. Entrelazados como en un juego de espejos, los humanos hacen las veces de los dioses, transcendiendo la condición humana, pero al mismo tiempo sembrando en la naturaleza las semillas que seguirán haciendo posible la materialización de los dioses y su reciclaje en la vida de los humanos. El arte hace visible lo invisible. Los artistas huicholes plasman su vivencia sobrenatural de la naturaleza en innumerables imágenes que se recombinan en los bordados, en los tejidos y en las tablas de chaquira o estambre como las palabras en composiciones textuales. Las tablas modernas son una extensión artística del símbolo religioso que viene a enriquecer también el campo referencial de la palabra nierika fuera del dominio religioso, pero sin desligarse del mismo, ya que las experiencias religiosas siguen alimentando la sensibilidad artística de los creadores e impregnando de significado sus obras. Si las representaciones simbólicas del nierika tradicional 44 Tawewiekame ?iyarieya mara?akame yutiiriyama kaniwawenani ?ewaripa. Tatuutsíma Takakáima ke memi?anene miki hikuritamete yunierikatsie mekaniwaraye?utiwani, yeme tsi ?ixiarapa ke mitiutaine tayeiyari ke mireuhane, ta?aikutsi ke mutiyuane, mipai yeme ? hikuritamete wa uxa katiniku?urikeni wahixie. Wixaritari hiki temixuawe temitehayexeiya Tatuutsíma wanierika titi xia tekaneuyiaka. Meripai kiekatari ke memuyi ke memewatiyitiki, ya ?ewari ke rayekwiniyakame memutama, miki naime ?ikiyaya hiki tekaneuyurieka temumawarime. Miya tiniketi yeiyari heukatewati haheteti tahetsie kaniuyukuhayewa. Tixaiti xikiri yitsarie ?ukikati manuyutananakeni pai ri hiki tekani?aneneni, yeme Tatuutsíma wahepai wa?ati tekani?aneneni, tsi tsepa yayinemete temi?ane hekiatsipa wa?iyari wawimari tetekumauwati tekaniwarayexeiyani; mipai xia ?utaineme ?ikú tekaneututikani hetsiena te?ukuneti. Hiki wixaritari ‘uxate memeuwewie tita memiteuyemate, ya yu?iyarita pai ke memitekuniniere miki mete?utiati, xuiya ?itsari ya ?uxa witaki kukaki mekaniwewieka; wa?ati kwikaritsie tixaiti mikareuyewekani pai yeme mekateniyurieka yuwewiyatsie. Hiki ?uxa miyuwewie waika wixarika yeiyarieya ke mi?ane miki kanikuxatani. Miya tiniketi nierika temixata xaitsie pai tari yuxeiyaniati kanayeikani, tsieti titi wixarika ?iyarieyatsie yemamatiwati ni?anemiki, tsi ke tipai timaateti muyeikani, ya maiya ke reu?atikaime xeikia mititauniyarieka miki mana katinikuhekikiatamiki; ?aimieme hiki ?uxa waika rayepitikaiti kaniyutiwewiwani. Matiari waika rayepitikaiti kaniuyutiwewieni, hiki ?uxate wita tsi?anenemeki mayewewiyatika, peru miya titi wixarika yeiyarieya kapanukaye?a, mana tsiere kanihekiaka. Xeikia ri ?uxate tuiyari mayaniki wita tsi?aye?anenemeki mekatenayenitsani. Wahura ke ta ri ratimieti hipati tewewiwamete meniutinexiani. ?Aixia matsi yeme ?aye?aneneme mekanihekiatani, kepai yu?iyariki metetimamateti mekateniwewieka. Miki temiwakuxata José Benítez yeme wewiyaya 45 tienen ya una dimensión artística, en las modernas tablas de estambre la dimensión religiosa no desaparece, éstas son mucho más que un objeto decorativo fabricado para obtener recursos a cambio de satisfacer la curiosidad de los extraños. En un tiempo relativamente breve, varias generaciones de artistas han venido perfeccionando las técnicas y diversificando los estilos. José Benítez es una de las figuras más relevantes de la primera generación de grandes artistas. Obras como ésta son una herramienta de comunicación en el pleno sentido de la palabra, donde los destinatarios ya no son los dioses o los miembros de la propia cultura, sino las personas que desde otras culturas desean comprender algo de las costumbres y las representaciones simbólicas colectivas del pueblo wixarika. Un nierika es un espejo en que se reflejan aspectos de su cultura material y sobre todo religiosa, una ventana que nos permite asomarnos a otra realidad y a los procesos en que los huicholes la construyen, generando así su propia identidad colectiva. El nierika se ha convertido así en una herramienta de comunicación intercultural. Desde este punto de vista, nos puede recordar los frisos de pinturas en los templos cristianos o los murales de los edificios públicos, que representan escenas de textos sagrados, de la vida de los santos o de los héroes de la Revolución. Pero por medio de un nierika, los huicholes no tratan de convertirnos o de convencernos, sólo nos brindan la oportunidad de asomarnos a su mundo, de ver y comprender aspectos de su cultura que de otra manera nos resultaría difícil descubrir y apreciar. 46 mukaheitia ya kwi tewa mimatiwa tekanixatani, ?utimana ke ta ke ri hipati mekateniwewieka. ?Iki ?uxa wewiya waika tsiere titi ta tikuxatati kanayeikani. Tsepa ?inaweme yeme kakaiyari kahiki ya tsepa kawixarika, wana pai meu?uwati wixarika yeiyarieya tsiere memimaitiwe, memitehanupineniki tsiere katiniyianeni. Xike temaitika pai nierika xikiri pai yeme wa?ati kanikuyineni, hetsiena wixarika yeiyarieya kanihekiaka. Hetana meuyeninieretsie yiki pita ti?aneneme tixeiyati kanayeikani, wixarika ke yianeti miya ti?ane mitiutama ti?aneka, pita Tatuutsíma wa?ikiya wa?iyari tixeiyakaku miya katinikuyineni. Miya tiniketi nierika taniukame taniniereme tatsi?iwiyame kanihikitini. Teiwari yeiyarieya tsiere xika te?utamaani wa?utiarika ?aixia rahekiati kanayeikani. Wawewiekame ke mi?ane ya hikia ?ikiyaya ke mewatiyi, miki tsiere kanikuhekikiareni ?utiarikatsie. Ke meyiati ta miki yukiekari memuhekiataxi ya kuyaxá matiatsie ke memuyi, miki metekuxatati tsiere teyupanitsie mekateneu?utiwani. Wixaritari takwe yunierika me?anuxatatikikaka xeime tima mehetuikistiiyaka memimaiwetaniki, xeikia wixarika ?iyarieya mimatiwaniki katiniwewieka. Meriki xewiti teiwari mireutemawie, mireuhiwe?erie yuhetsie tinanupinemiki. 47 48 “La semilla del mundo” Mural de José Benítez 49 50 51 52 53 54 55 José Benítez y el arte huichol La semilla del mundo —con un tiraje de 2000 ejemplares— lo terminó de imprimir la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en los talleres de Ediciones Corunda, S.A. de C.V. Oaxaca núm. 1 Esquina con Periférico Sur San Jerónimo Aculco, México, D.F. 10700 tel. 5568•4701 en el mes de noviembre de 2003 Cuidado de la edición: Subdirección de Publicaciones de la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas
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