La Delegación Argentina de ALPE como organizadora del II
Transcription
La Delegación Argentina de ALPE como organizadora del II
La Delegación Argentina de ALPE como organizadora del II Congreso Mundial de Terapia Existencial ha elaborado una entrevista a través de una serie de preguntas para que sean respondidas por los representantes más destacados de la Terapia Existencial en el mundo. Mensualmente será subida a la página de ALPE. Primero encontrará la entrevista en español y a continuación de la misma, en inglés. First you will find the interview in Spanish, followed by the version in English. Entrevista a Susana C. Signorelli (Argentina) Nombre y apellido: Susana C. Signorelli País: Argentina Ciudad: Buenos Aires Lugar donde desarrolla su actividad: Fundación CAPAC ¿Qué lo decidió a ser un terapeuta existencial? Cuando estaba en cuarto año de la escuela secundaria tuve una profesora de literatura que admiraba y ella siempre nos recomendaba libros para leer fuera de lo obligatorio para su tema, que hice con placer infinito. Así fue que en ese momento leí Erick Fromm: “El arte de amar” y el “Miedo a la libertad”. Al mismo tiempo apliqué tests a mis compañeras y les hice interpretaciones. Me divertía mucho ese juego. Fue en ese momento que decidí estudiar Psicología. Ya en la carrera de la Universidad leí Ionesco y las obras de Sartre hasta que llegué a “La Nausea”, que me fascinó. Luego, llegó el momento de estudiar la ”Psicología Comprensiva” (como asignatura). Esa asignatura cambió mi vida en muchos aspectos. En primer lugar y respetando una línea cronológica, los profesores nos mostraron otra visión del hombre y eran diferentes de otros profesores, siempre dispuestos al diálogo con los estudiantes, más allá de la obligación de la asignatura. Hubo un gran revuelo entre los estudiantes y un grupo muy entusiasta se acercó a los Profesores para pedirles más bibliografía y empezamos a encontrarnos todos los sábados para estudiar existencialismo. Ese grupo, del que formé parte, duró hasta que recibimos la licenciatura y seguimos con algunos de ellos muchos años más. En ese momento sentí que lo que leía en los libros y que también he visto en mis Maestros fue una respuesta a mi propia manera de ser y entonces abracé el Existencialismo con todo fervor. Acercarse a ese ser que está sufriendo no podía ser de otra manera que con esta visión. Uno de esos maestros fue Pablo Rispo quien años más tarde fue mi marido. ¿Qué desarrollo tiene la T. E. en su país? La terapia existencial en Argentina tiene una larga trayectoria, comenzó en la década del 50 pero recién fue en la del 60 cuando tuvo presencia académica, primeramente en la Universidad de Buenos Aires y luego en algunas cátedras de otras universidades. Siempre fue minoritaria y lo sigue siendo, tiene poco espacio dentro de la carrera que sigue siendo mayoritariamente psicoanalítica. Incluso decir hoy en día que sos existencial, podés ser mirado como excéntrico, o ser considerado como demasiado filosófico y por lo tanto “poco” profundo o como una rareza desconocida. Sin embargo, en los últimos 10 años, los estudiantes buscan otro tipo de acercamiento con sus pacientes y se inclinan a buscar propuestas humanísticas. Desde la Fundación CAPAC y luego desde ALPE hemos sido impulsores de esta formación en Argentina, lo cual permitió que distintos profesionales se aproximaron para formarse con nosotros. En muchos países el enfoque existencial es minoritario, ¿lo es en el suyo? Si es así ¿en qué cree que los terapeutas existenciales fallan y qué podrían hacer para revertir esa situación? Si no es así, ¿cuáles cree que son los motivos? Tal vez esta pregunta está un poco contestada en la anterior. En Argentina es un enfoque minoritario. En qué fallamos los terapeutas existenciales en dar a conocer nuestras propuestas, tengo varias respuestas: 1) La sucesión de dictaduras por muchos años no favorecía la enseñanza de ideas humanísticas, eran consideradas revolucionarias 2) Los pocos existenciales estábamos aislados en nuestros propios centros y a puertas cerradas. Para revertir esta situación, como ya dije, primero a través de CAPAC y luego a través de ALPE empezamos a reunir a estudiantes y profesionales interesados en estas temáticas e hicimos cursos de formación. Hoy tenemos presencia a través de cursos, jornadas, seminarios, en distintos lugares del país. ¿Qué problemas afronta un T. E. en relación con los conflictos sociales existentes en su país? Como terapeutas existenciales afrontamos los mismos problemas sociales que nuestros consultantes y que la población en general. Cuando un consultante hace un planteo no nos resulta nada extraño ya que vivimos en la misma comunidad y sufrimos las mismas o semejantes cuestiones. Para mencionar algunos, hoy en día en Argentina hay un fuerte debate y una gran movilización en contra el femicidio (violencia hacia la mujer), en contra de la corrupción política y en contra de la inseguridad y del avance del abuso de sustancias. Como terapeuta existencial siento que el consultorio “me queda chico”, no puedo quedarme a espe rar a que una persona agobiada por la angustia acuda a la consulta, creo que es necesario un compromiso social que vaya más allá de las cuatro paredes del consultorio. ¿Cuáles son esos conflictos y cómo inciden en la vida de sus consultantes? Di respuesta en la pregunta anterior a cuáles son esos conflictos. Los pacientes traen esos problemas al consultorio, cómo se sienten dominadas en sus relaciones de pareja, como entran en competencia para ser ellas dominadoras, a veces con formas muy sutiles pero que no terminan satisfaciéndolas. Otras, cuando la violencia es física se atreven a hacer denuncias, a pedir la exclusión del hogar, etc. Otra situación que traen a la consulta es la insatisfacción con la vida, con su trabajo, con sus relaciones, lo cual permite indagar sobre cuestiones propias de la existencia. También puede suceder que consulten porque han sido víctimas de inseguridad o cuando presencian algún acto delictivo o cuando conocen a alguien que ha sido afectado, expresan su miedo a la muerte. Es una época en que se ven incrementadas las consultas por ataques de pánico. La incertidumbre por el futuro es otro crucial. La terapia existencial permite abordar todas estas problemáticas, abriendo el horizonte de posibilidades de nuestros pacientes. ¿Cuáles son las ideas básicas del existencialismo que considera en su práctica profesional? Podría resumirlas en tres: libertad, responsabilidad y compromiso. Si el hombre es un ser libre, no puede no elegir, hasta un pretendido no elegir eludiendo la responsabilidad y el compromiso es una forma de elegir. Ante cada posible elección siento angustia por la incertidumbre de lo que vendrá, pero a su vez cada elección me libera de la angustia cuando la asumo con responsabilidad porque me siento comprometido con mi propio proyecto de ser. Me gusta la idea de Nietzsche sobre el eterno retorno. Es una idea que suelo usar cuando quiero dar fuerza a las elecciones de mis pacientes. ¿Cuál es el autor que más incidió en su formación y por qué? No podría nombrar uno solo porque me sentiría injusta. De mis años juveniles tuvo una gran influencia en mí, Ernesto Sábato con su visión de la vida y su compromiso social, además por el apoyo incondicional que me brindó como persona. Siendo aún estudiante, otro hombre influyente fue Pablo Rispo, ya citado, con quien compartimos nuestras existencias, con sus dichas y desdichas. Comenzó siendo mi profesor y guía en los estudios de los existencialistas y con quien luego formaríamos nuestra propia escuela con nuestra visión de la terapia existencial. Dentro de los filósofos existenciales podría mencionar a Heidegger, a Sartre y entre los psiquiatras existenciales a Binswanger. Sus ideas sobre la existencia me parecen fundamentales. ¿Qué les diría a los estudiantes de psicología que eligen ser terapeutas? Les diría que si eligen ser terapeutas y más aún terapeutas existenciales que lo hagan con todo su ser, desde lo más profundo de su ser. No es una profesión ni un trabajo más, que cuando termina la jornada laboral comienza con su vida, ser terapeuta existencial implica que su propia existencia continúa de la misma forma. Todo el tiempo es un existente que lleva a cabo su vida, sus proyectos, sus sueños y aspiraciones, sus frustraciones y tristezas, consciente y comprometido con sus propias elecciones. Y su compromiso es doble consigo mismo y con los demás. Su modalidad de ser terapeuta existencial no es más que su propia manera de ser. Permeable ante la vulnerabilidad, curioso en la búsqueda, con capacidad de sorprenderse y dejarse sorprender, aceptando nuevas alternativas, no encerrado en la teoría sino viviéndola intensamente, dejar fluir los sentimientos, ser capaz de cuidado, amar la vida tal como se nos presenta con la disponibilidad para el encuentro con el otro y para la búsqueda de transformaciones. Quien no experiencia su vida con intensidad no le recomendaría ser un terapeuta existencial. Recuerdo lo que me decía Pablo, una cosa es ser existencial y otra es ser existencialista, el primer caso responde a un modo de ser y el segundo a un dogma teórico. ¿Qué futuro le ve a la T. E. en su país y dentro del contexto mundial? A medida que la sociedad va perdiendo los valores más elementales como el respeto a la vida, tanto del otro como de los demás seres vivos, incluido el planeta en su totalidad, más potencial de crecimiento tendrá la terapia existencial. Esto lo refiero tanto a mi país como al mundo en general. Cuando hay una profunda crisis de valores como en nuestro tiempo, la terapia existencial tiene mucho para contribuir para la recuperación del ser como expresión plena de su humanidad. ¿Qué expectativas tiene respecto al Segundo Congreso Mundial? Qué decir frente a esta pregunta que yo misma elaboré y que yo misma, junto a mi equipo más cercano y a la comisión directiva de ALPE, soy organizadora. Claro está, entonces, que mis expectativas son múltiples. Puedo decirles que organizar este Segundo Congreso es para mí un sueño no soñado. Cuando me elegí como terapeuta existencial nunca imaginé ni proyecté llegar hasta este punto. Por muchos años fue tan difícil ser terapeuta existencial, ser siempre los distintos, los raros, los solitarios, no pertenecer a ninguna institución que nos diera cabida y nos contuviera, por lo cual, lograr reunir en mi país al mundo existencial me parece casi un imposible y me produce una gran emoción. En el Primer Congreso me sentí feliz por estar con tantos existenciales de las más remotas tierras aunque mucho no entendiera el idioma, percibí la alegría de estar juntos compartiendo experiencias con personas con ideas semejantes, no en tanto a la manera de hacer terapia existencial sino en la concepción de libertad a que nos convocaba el congreso. Ahora puedo decir que mi alegría es doble, por un lado por el hecho de volvernos a encontrar y por otro por ser anfitriona, aunque esto implique una gran responsabilidad y también, permítanme contarles me produce tristeza no poder compartirlo con el ser que amé, quien con su sabiduría intuitiva me dijo antes de morir, refiriéndose a mi actividad como terapeuta existencial, “vos vas a tener más suerte que yo, vas a poder vivir el crecimiento de la terapia existencial” y no se equivocó. Aprovecho esta oportunidad para brindarles a todos una cálida bienvenida y les deseo que disfruten los días intensos que vamos a vivir. Los esperamos en Buenos Aires en mayo de 2019.. ALPE’s Argentine Delegation, as organizer of the 2nd World Congress of Existential Therapy has developed an interview with a series of questions to leading representatives of Existential Therapy in the world. ALPE will post this interview in their page. Name: Susana C. Signorelli Country: Argentina City: Buenos Aires Location of activities: Fundación CAPAC Why did you decide to be an Existential Therapist? When I was in 4th year of high school I had a teacher of literature who I admired, he always recommended us books to read apart from the mandatory list of his subject, which I read with infinite pleasure. So, it was at that time I read Erick Fromm’s “The art of loving” and the “Fear of freedom”. At the same time, I used to carry out "tests" with my classmates and made them interpretations. That game was much amusing for me. It was at that time that I decided to study Psychology. Once in the undergraduate career I discovered Ionesco and the plays of Sartre until I got to "Nausea": it fascinated me. Then, it was time to study “comprehensive psychology” (as a subject). That changed my life in many aspects. In the first place and respecting a timeline, professors showed us another vision of the man and were different from other academics, always willing to dialogue with students, beyond the regular lectures. There was a great commotion among the students and a very enthusiastic group approached the professors asking for more bibliography, and this resulted in us meeting every Saturday studying Existentialism. That group, of which I was part, lasted until we received the Bachelor’s degree and continued with some of them many years more. At that time, I felt that what I read in the books and what I saw from my professors was a response to my own way of being and then I passionately embraced Existentialism. Approaching that suffering being could not be otherwise than with this vision. One of those professors was Pablo Rispo who years later was my husband. How far is E.T. developed in your country? Existential Therapy in Argentina has a long history. It began in the 1950s but it was in the 1960s when it had academic presence, first at the University of Buenos Aires and in some departments of other universities. ET has always been and still is a minority. It has little space within psychology degrees, which are predominantly psychoanalytic. Even today, if you say you are an existential therapist it can be regarded as eccentric, or considered as too philosophical and therefore "little" deep or as an unknown rarity. However, in the last 10 years, students have been looking for another approach with their patients and are inclined to seek humanistic proposals. In many countries the existential approach is a minority one, is this the same in your own country? If so, what do you believe existential therapists fail in and what could they do to reverse this situation? If not, what do you think the reasons are? First from CAPAC Foundation, and later from ALPE, we promote this training in Argentina, which allows different professionals to approach us and get this training with us. In many countries existential approach is a minimal, is it the same in your own country? If so, what do you think is the key aspect in which existential therapists are failing and what could they do to reverse this situation? If not, what do you think are the reasons? Perhaps this question is somewhat answered in the previous one. In Argentina, this approach is not that much extended. Existential therapists have failed to present our proposals, probably related to these two aspects: 1) The succession of dictatorships for many years did not favour the teaching of humanistic ideas, they were considered revolutionary. As I said, to reverse this situation, first through CAPAC Foundation and then through ALPE, we began to bring together students and professionals interested in these issues and developed training courses. Today we are present through courses, seminars, in different parts of the country. consultation is the dissatisfaction with life, with their job, with their relationships, which allows us to investigate aspects of their existence. Clients also consult because they were victims of insecurity or they were involved as witness in some criminal scenes or even when they know someone who has been a victim of these. In such situations, they express their fear of death. This is a time in which consultations for panic attacks have significantly increased. The uncertainty for the future is also crucial. Existential therapy allows us to approach all these problems, opening the horizon of possibilities for our clients. What problems does an Existential Therapist face as to the social conflicts existing in their respective countries? What are the basic ideas of Existentialism that you take into account in your professional practice? As existential therapists, we face the same social problems that our patients and the general population do. When a client consults us is not strange at all to us because we live in the same community and suffer the same or similar situations. Just to mention a few, today in Argentina there is a heated debate and a large mobilization against femicide (violence against women), against political corruption and against insecurity and the progress of substance abuse. As an existential therapist, I feel that my office "becomes small", I cannot sit just waiting for someone overwhelmed by anxiety coming to the consultation, I think that a social commitment is necessary and goes beyond the four walls of my office. I might summarize them in three: freedom, responsibility and commitment. If the human being is a free being, it cannot choose not to choose; even pretending to elude responsibility and commitment is a way of choosing. Before every possible choice, we feel angst at the uncertainty of the result, but in turn, every choice liberates us from the angst when we assume it with responsibility because I feel compromised with my own project of being. I like Nietzsche's idea about the eternal return. It is an idea that I use when I want to reinforce the choices of my clients. 2) The few existential therapists were isolated in our own centres and behind closed doors. Which are these conflicts and how do they affect the lives of those who visit your office? I replied in the previous question about the essence of these conflicts. Female patients bring these problems to the psychologist's office; they transmit us how they feel dominated in their partner relationships, the way by which they enter into competition to be the dominator, sometimes with very subtle forms that generally do not satisfy them. Others, when violence is physical they dare to legally denunciate their partner, to ask for a legal instruction to exclude the violent from the home, etc. Another situation that clients bring to the Who is the author that influenced you the most and why? I cannot name just only one because it would feel unfair. When I was young, Ernesto Sábato had a great influence on me with his vision of life and his social commitment, in addition to his unconditional personal support. Being still a student, another influential author was Pablo Rispo, already mentioned, with whom we shared our existences, with our own joyful and sad moments. He was first my professor who guided me in the study of the existentialists, and later on, we founded our own school with our vision of existential therapy. From the existential philosophers I can mention Heidegger and Sartre, and among the existential psychiatrists, Binswanger. Their ideas on the existence seem to me fundamental. What would you say to students of Psychology who choose to be therapists? What are your expectations regarding the Second World Congress? I would tell them that if they choose to be a psychotherapist, and even more if they choose to be existential therapists, they should make that choice with all their being, from the depths of their being. This is not a profession in which your life begins after your workday. Being an existential therapist implies that your own existence continues in the same way. All the time you are a person ruling your life, plans, dreams and aspirations, frustrations and sorrows, and your are aware of and committed to your own choices. And, this commitment is double: with yourself and with the others. Your mode of being as an existential therapist is no different from your own mode of being. Permeable to vulnerability, curious in the search, with the ability to surprise and be surprised, accepting new alternatives, unlocked from theories and living intensely, permitting the flow of feelings, being able to care, to love life as it is, being available to the encounter with the other and to make transformations. I would not recommend being an existential therapist to anyone that does not live life with intensity. I remember that Pablo Rispo used to say, “One thing is to be an existential and another thing is to be existentialist. The former is a way of being and the latter a theoretical dogma.” Well, what can I say to this question that I elaborated together with my closest team and ALPE’s board while we organize the next Congress… I think it is clear I have many expectations for the Second Congress. I can tell you that organizing it is a dream not dreamed. When I chose to be an existential therapist, I never imagined or had projected to get to this point. For many years it was very hard to be an existential therapist, we were the rare ones, the lonely ones; we did not belong to any institution that could receive or contains us. Therefore, now being able to gather in my country the existential world seems almost impossible and produces me a great emotion. At the First Congress, I was happy to be with so many existential therapists from the most remote lands. Despite the language barrier, I was able to feel the joy of being together sharing experiences with people with similar ideas, not necessarily in the way of doing existential therapy but in the conception of freedom with which we were called to the congress. Now I can say that my joy is twofold: on one hand because we will meet again, and on the other because I will be hosting the next Congress, even if it means a great responsibility. Let me tell you as well that it is sad for me not being able to share this with the man I loved, who with his intuitive wisdom told me before he passed away, referring to my work as an existential therapist: "you will have better luck than me; you will be able to live the growth of existential therapy". And he was right. I take this opportunity to give you all a warm welcome and I wish you enjoy the intense days we will live together. We look forward to seeing you in Buenos Aires in May 2019. What future do you see for the ET in your country and in the global context? As society is losing the most basic values such as the respect for life, in terms of the other as a person and as living things including the planet as a whole, I think existential therapy will have a significant growth potential. This means both in my country and in the world in general. When there is a profound crisis of values such as the one we currently face, existential therapy has much to contribute for the recovery of the "being" as a full expression of humanity.