ERNEST HEMINGWAY
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ERNEST HEMINGWAY
Prof. José Antonio García Fernández [email protected] DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69 ERNEST HEMINGWAY (1899-1961) Y EL VIEJO Y EL MAR http://www.avempace.com/personal/jose-antonio-garcia-fernandez ÍNDICE 1. VIDA DE ERNEST HEMINGWAY (1899-1961) ........................................................................................ 1 2. ARGUMENTO DE EL VIEJO Y EL MAR .................................................................................................... 3 3. PERSONAJES ...................................................................................................................................... 4 4. SENTIDO Y SIGNIFICACIÓN DE EL VIEJO Y EL MAR................................................................................. 5 5. HEMINGWAY Y EL DEPORTE ............................................................................................................... 9 6. HEMINGWAY & CÍA.: A MODO DE BALANCE DE UN CURSO................................................................... 9 7. BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................................. 12 ooo 000 OOO 000 ooo 1. VIDA DE ERNEST HEMINGWAY (1899-1961) Ernest Miller Hemingway nació en 1899 en Oak Park, Illinois. Su padre era médico y su madre, profesora de música y pintora aficionada. Ella quería que Ernest fuera músico profesional, pero a él le gustó de siempre la aventura, aunque sus estudios musicales le ayudaron a dar ese ritmo tan característicamente suyo a las frases. Nunca fue buen estudiante y no quiso ingresar en la universidad. A los diecinueve años se fue a la Primera Guerra Mundial, como miembro de la Cruz Roja, se hizo conductor de ambulancia en Italia y fue herido en la pierna, convirtiéndose así en héroe de guerra. Se enamoró de una enfermera ocho años mayor que él mientras estaba convaleciente en el hospital de la Cruz Roja Americana de Milán, Agnes Hannah von Kurowsky, quien sin embargo prefirió a otro hombre, un napolitano maduro. En 1820, a los 21 años, Ernest se casó con Elisabeth Hadley Richardson, también ocho años mayor que él, y se establecieron en París, donde Ernest conoció los ambientes literarios de vanguardia (Gertrude Stein, James Joyce, Samuel Beckett, Scott Fitzgerald, Ezra Pound, Sylvia Beach…). Trabajo de corresponsal del Toronto Star y de profesor de boxeo. Gertrude Stein le enseñó a comprimir la expresión y evitar adjetivos superfluos, usando frases cortas, contundentes. Un estilo muy diferente al florido y exuberante de Faulkner, que Ernest siempre repudió. Admiró sin embargo al Fitzgerald de El gran Gatsby, a Sherwood Andersen (1876-1941), a Rudyard Kipling y a Pío Baroja (a quien visitó en 1956 poco antes de que muriera). En 1923 vino a España, a luchar por la República en la Guerra Civil. Visitó El Prado, amó a Goya y Velázquez, los toros, los sanfermines de Pamplona y la cultura flamenca, hizo amistad con Luis Miguel Dominguín. Siempre admiró la cultura española. Tuvo su primer hijo en 1924 y lo llamó John Hadley Nicanor, en honor al torero aragonés Nicanor Villalta, quien lo dejó profundamente admirado con su arte de matador. En 1924 publicó también su primer libro de relatos, In Our Time, En nuestro tiempo. En 1926 publicó su primera novela, The Torrents of Spring, Los torrentes de la primavera. Y en 1927, Men without Women, Hombres sin mujeres y Fiesta, The Sun also Rises, con la que conoció su primer éxito literario, historia contada por un periodista americano que se queda impotente a causa de las heridas provocadas en la Primera Guerra Mundial. En la historia novelesca un grupo de amigos se reúnen en España para pescar y ver los sanfermines. También en 1927 se casó por segunda vez, con Paulina 1 Prof. José Antonio García Fernández [email protected] DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69 Pfeiffer; se instalaron en Cayo Hueso, Florida, donde practicó la pesca, que le apasionaba. La pareja tuvo dos hijos, Patrick y Gregory. http://www.avempace.com/personal/jose-antonio-garcia-fernandez En 1929 publicó Adiós a las armas (Farewell to Arms). Siguió viajando a España y a África, donde participó en varios safaris. Durante la Guerra Civil española sustituyó a John Dos Passos como guionista del documental Spanish Earth, Tierras de España, del alemán Joris Ivens. En 1932 publica Death in the Afternoon, Muerte en la tarde, donde defiende el toreo y el valor. Poco después, su única obra de teatro, La quinta columna. También Tener o no tener (adaptada al cine por Howard Hawks en 1944). Y la novela Por quién doblan las campanas, que será su libro más vendido (y del que se hizo asimismo una adaptación cinematográfica protagonizada por Gary Cooper e Ingrid Bergman). En 1935 publicó Las verdes colinas de África, Green Hills of Africa y, en 1936, el relato The Snows of Kilimanjaro, Las nieves del Kilimanjaro. Tuvo amoríos con varias mujeres, entre ellas Jane Adam, y su matrimonio con Pauline se deterioró definitivamente cuando apareció la periodista Martha Gellhorn, con la que se casó en 1940 y con la que viajó a Extremo Oriente y de nuevo a Europa como corresponsal de guerra en varios conflictos bélicos. La relación con Martha terminó de manera tempestuosa en 1945. En 1946 se instala en Londres con su nueva mujera, Mary Walsh, corresponsal de la revista Time. Después, vivió en varios lugares de Estados Unidos y Cuba, donde siguió escribiendo y dedicándose a su gran afición, la pesca. En Cuba vivió en la famosa finca La Vigía1, que hoy alberga el museo Hemingway (con más de 30 mil libros y documentos personales del escritor, además de sus torneos de caza; hay guiones inacabados, cartas, fotografías, etc.). Viajó aún a España e Italia, donde recoge materiales narrativos para Across the River and into the Trees, Al otro lado del río y entre los árboles (1950), un libro muy mal recibido por la crítica, que empezó a hablar de decrepitud, repetición, agotamiento creativo…, y que acusaba a Hemingway por machista e indiferente al tema social. Concibe entonces otra obra, “una novela del mar”, Islands in the Stream, Islas en el golfo, pero decide finalmente no terminarla y centrarse solo en una de sus partes. Así nació El viejo y el mar, escrita en 1951 y publicada en 1952 en la revista Life. Tuvo tanto éxito que se editó en forma de libro y, en solo dos días, vendió cinco millones de ejemplares. Hemingway comenzó a recibir felicitaciones, cartas… y hasta una condecoración del dictador cubano Batista (jefe del estado cubano contra el que Fidel Castro hizo la revolución). En 1953 ganó el premio Pulitzer con The Old Man and the Sea, El viejo y el mar. En 1954 ganó el premio Nobel de Literatura como reconocimiento a toda su trayectoria literaria. En 1956 viaja de nuevo a España y visita Zaragoza y las corridas de toros de las Fiestas del Pilar. En la plaza fue recibido como un héroe. Hemingway volvió a Cuba y llamó a su barco Pilar en homenaje a la patrona de la ciudad que tan bien lo había acogido. En el pueblo de Cojimar, cercano a la finca La Vigía, muchos cubanos compartieron con él los daiquiris y mojitos que solía tomar en el Ambos Mundos2, La Floridita, La Bodeguita o La Terraza. En 1959 se trasladó por problemas de salud a Ketchum, Idaho, en los Estados Unidos, y dejó al pescador Gregorio Fuentes a cargo del barco. Comienzan las complicaciones y su declive físico: se cae del 1 La finca dista 15 kilómetros de la capital de Cuba, La Habana. Allí vivieron Mary y Hemingway con cuatro perros y más de cincuenta gatos, ahora enterrados en el jardín. La revolución cubana expropió la finca y la convirtió en museo Hemingway. En el jardín se conserva el barco Pilar, que quedó al cuidado del pescador Gregorio Fuentes, alter ego de Santiago, cuando Hemingway se fue a vivir a Ketchum, Idaho (Estados Unidos), por problemas de salud. 2 El hotel Ambos Mundos, de La Habana, mantiene intacta la habitación 511 en la que Hemingway estuvo desde 1932 hasta 1939. 2 Prof. José Antonio García Fernández [email protected] DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69 http://www.avempace.com/personal/jose-antonio-garcia-fernandez caballo, sufre un accidente de coche, dos de avioneta, se quema en un incendio forestal, pierda la visión en un ojo, tiene problemas de hígado por el abuso del alcohol… Aún tiene fuerzas para emprender su último viaje a España. En Churriana, Málaga, conoce al escritor Gerald Brenan. Pasa por Madrid, regresa Ketchum. El 6 de julio de 1961, víspera de los sanfermines, muy deprimido por su enfermedad, se suicidó en Ketchum, Idaho, pegándose un tiro con su escopeta de caza. Su amigo el torero Juan Belmonte, que se suicidaría un año después, comentó: “¡Bien hecho!” En la familia Hemingway se suicidaron, además del escritor: su padre, sus hermanos Leicester y Ursula y su nieta Margaux (en 1966). Quizás Ernest pensó, antes de morir, como lo hiciera Santiago en El viejo y el mar, en los leones de las playas africanas. Entre sus obras más importantes figuran las novelas Fiesta (1927), Adiós a las armas (1929), Por quién doblan las campanas (For Whom the Bell Tolls, 1940, la historia de Robert Jordan, profesor americano de español especialista en explosivos, enamorado de la española María), el relato Las nieves del Kilimanjaro y el libro de memorias París era una fiesta, A Moveable Feast (póstumo, el título ha quedado como un marbete para referirse a que cualquier tiempo pasado fue mejor). El carácter de Hemingway era vitalista. Fue un gozador de la vida, la bebida, las mujeres, los viajes… Presumía de ser alto, guapo, fuerte, seductor y escritor. Amaba el riesgo, el boxeo, los toros, la caza y la pesca, el béisbol… Fue corresponsal de guerra, conductor de ambulancias, revolucionario… Tenía buen oído para la música y sabía apreciar los buenos cuadros. Hay mucho de autobiográfico en todo lo que escribe. Fue Goya quien le mostró el camino de la autobiografía, de él admiraba que siendo pintor de la Corte se hubiese atrevido a pintar como lo hizo a la familia real. 2. ARGUMENTO DE EL VIEJO Y EL MAR El relato cuenta la lucha épica de un viejo pescador cubano, Santiago, y un pez enorme, un marlín, el mayor que ha pescado nunca. Santiago llevaba 84 días sin pescar, así que, queriendo cambiar su suerte, sale más lejos. Él tiene un joven ayudante, Manolín, al que aprecia mucho. Los padres del muchacho le han hecho cambiar de embarcación porque Santiago no tenía suerte, pero Manolín sigue visitando a su amigo todas las noches, cuando regresa de pescar, y le lleva comida y habla con él de béisbol, del jugador Joe DiMaggio, al que adoran; también le da carnada y sardinas frescas y le ayuda a llevar los aparejos a la barca para que el viejo siga pescando. Él lo hace al amanecer, rema, se aleja de la costa, observa el sol, las tortugas, el mar. A mediodía pica un pez, el marlín enorme al que quiere controlar, pero el pez lo lleva mar adentro. La lucha es entre iguales, Santiago llama al pez “hermano”, están unidos por el cordón umbilical que es el sedal, que Santiago se niega a soltar, aunque sus manos se agrietan. A la noche aún sigue la lucha. Santiago se duerme con el sedal enlazado en sus manos, sueña con leones africanos en una playa. Cuando amanece el pez vuelve a tirar, Santiago se esfuerza, consigue acercarlo a la barca, le clava un arpón y lo mata. Como es tan grande, lo ata al costado de su barca. La sangra del marlín atrae a un marrajo, que muerde al pez. Santiago lo mata, pero pierde el arpón. Pronto vienen más tiburones y él defiende a su hermano, pero todo es inútil. Cuando llega a puerto, de noche, en el costado de la barca solo hay el esqueleto de un pez. Santiago, agotado, va a su cabaña y se tiende en la cama, se duerme. 3 Prof. José Antonio García Fernández [email protected] DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69 A la mañana viene Manolín, ve a Santiago dormido, observa sus manos agrietadas y llora. En el pueblo la gente mira la gran espina y la cabeza del marlín. El muchacho vuelve al lado de Santiago con un café y se sienta a esperar que despierte. Santiago confiesa que está derrotado (“Me vencieron, Manolín, vaya si me vencieron”), pero Manolín quiere volver a pescar con él cuando esté bien. Cuando se duerme el viejo, vuelve a soñar con los leones. http://www.avempace.com/personal/jose-antonio-garcia-fernandez 3. PERSONAJES Santiago es el pescador, viejo, cubano. Es el alter ego de Gregorio Fuentes, al que Hemingway conocía de siempre. Está muy arrugado, es delgaducho, tiene los ojos claros, llenos de vitalidad (como Hemingway). Representa una forma antigua, artesanal, de pescar, llena de respeto hacia la naturaleza, frente al padre de Manolín, más acomodaticio, que ve en el mar un almacén en el que proveerse y solo le interesa la eficacia, el rédito, la productividad económica. Lleva mucho sin pescar, tiene mala suerte, poco dinero, está envejecido, pero tiene orgullo y no se rinde. Sigue intentándolo, como su héroe DiMaggio. Recuerda sus tiempos de joven, cuando ganó su pulso con “el negro gigantesco de Cienfuegos”. Su hazaña con el marlín es memorable, pero inútil. Los turistas y curiosos solo ven la espina de un pez, no dan importancia al suceso, lo ven como una derrota. Pero el viejo, agotado, no lo ve así, no se siente vencido, sale enriquecido espiritualmente, hace frente a su destino. No se rinde, salva su honor, su dignidad, su orgullo. Ha cumplido su deber, es un héroe de epopeya. Santiago, como Hemingway, no cree en la pesca inmerecida. Para él, solo con el dolor y el sacrificio, el coraje, es el que da derecho a la presa, como ocurre con el cazador. En el elogio de la caza y la pesca como algo ecológico, épico, coinciden Hemingway y el escritor español Miguel Delibes. Armonía, ecología de la rivalidad, equilibrio. El nombre de Santiago, y el que sea devoto de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, convierten al pescador en un apóstol que busca caminos (marinos) para predicar la Buena Nueva, en un mártir y un peregrino jacobeo. Manolín es un muchacho, empezó a pescar con Santiago cuando tenía cinco años, aprendió todo con él, aprecia mucho a su maestro, lo cuida, lo anima, va a verlo a pesar de que sus padres le han prohibido salir con el viejo en la barca. Representa al heredero, la continuidad de la vida. Él es el discípulo, y Santiago, el Maestro: “Tiene que recuperarse cuanto antes porque me queda mucho por aprender y usted puede enseñármelo”. El viejo y el mar es la única obra de Hemingway en la que un anciano pasa sus conocimientos a un joven. El pez, el marlín, es enorme, bello, no se deja capturar fácilmente, está unido a Santiago y su destino por el sedal, es su “hermano”, hasta el punto de que el pescador siente casi que ha cometido un fratricidio al matarlo y que luego lo defiende con pena contra los tiburones: “Me estás matando, pez, pensó el viejo. Aunque estás en tu derecho. No he visto un animal más noble, calmado y hermoso que tú, hermano. Sal y mátame. Me da igual quién mate a quién” peor?” “Lo has matado por orgullo y porque eres pescador… Y, si lo amabas, ¿no es pecado matarlo? ¿O será algo El pez representa el valor, la dignidad, la fuerza, todo lo que Hemingway apreciaba. El mar, el océano. La novela no tiene personajes femeninos, Hemingway sabía que en español el mar también se llama la mar. De modo que él o ella es todo: vida y muerte, espacio y horizonte, el líquido amniótico al que regresamos tras la vida, el desnacerse. El viejo llama al océano “la mar” y, según dice, “la luna le afectaba igual que a las mujeres”. La actitud de Santiago hacia la naturaleza es franciscana: no la increpa por su maldad, no mata ni oprime al hombre, sino que simplemente es, sin más. Las corrientes están ahí y alejan a las barcas, pero sin maldad. Santiago sabe interpretar los vientos, la naturaleza, las nubes y la luz, anticipa los cambios meteorológicos. 4 Prof. José Antonio García Fernández http://www.avempace.com/personal/jose-antonio-garcia-fernandez [email protected] DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69 Las criaturas del mar: Santiago las observa e interpreta: los peces voladores anuncian la presencia de delfines, los huevos de tortuga sirven para alimentarlo a él, el marlín alimenta a los marrajos... Los tiburones son el símbolo de la voracidad, de los aprovechados que se alimentan de lo que otros han encontrado. Santiago los desprecia, pues encarnan la destrucción, la depredación, y luchar con ellos no aporta ninguna gloria. En el mar hay un ciclo de creación y destrucción que pertenece al orden natural. Las criaturas de la tierra: los leones aparecen tres veces, son bellos, libres, fuertes y valientes. Están presentes a través del sueño, del subconsciente. Se relacionan con la juventud de Santiago, un tiempo que el viejo ya había perdido, como le había ocurrido a Hemingway. Al final Santiago se escapa a las playas africanas en su sueño último y ve a los leones de nuevo, jugando. Un símbolo de la juventud perdida, de que no hay derrota final, de la armonía universal. La imagen última de Manolín contemplando el placentero sueño de Santiago sugiere que el círculo se ha completado. Las criaturas humanas: los pescadores y habitantes del pueblo miran a Santiago con condescendencia, consideran que está acabado. Joe DiMaggio (1914-1999) es el ejemplo de la fuerza y la superación, capaz de jugar con un espolón calcáreo que a otros les había hecho abandonar, el mejor bateador de todos los tiempos, durante muchos años indiscutible número uno. Santiago se acuerda de él cuando flaquea. DiMaggio, de origen italiano, hijo de un pescador, estuvo casado con Marilyn Monroe, como Arthur Miller y jugó con los Yankees de Nueva York. Fue enormemente popular. 4. SENTIDO Y SIGNIFICACIÓN DE EL VIEJO Y EL MAR De Hemingway dijo Faulkner que era “el novelista norteamericano más importante del siglo XX”. Su novelita El viejo y el mar, escrita por encargo de la revista Life en 1951 y publicada en 1952, ha sido desde su aparición una de las obras más celebradas del autor y aún podríamos decir de toda la literatura americana. En 1953 ganó con ella el premio Pulitzer, como ha quedado dicho más arriba. Y en 1954 recibió el premio Nobel de Literatura como reconocimiento a toda su trayectoria, pero muy influida la Academia sueca que se lo concedió por el éxito universal de esta obrita. A Hemingway no le hizo mucha gracia recibir un galardón que también habían ganado Sinclair Lewis y William Faulkner, a los que aborrecía como escritores, pero la dotación económica del premio (35 mil dólares) le hizo aceptarlo, aunque por problemas de salud no pudo ir a Estocolmo a recogerlo. Italo Calvino habla de que Hemingway, en esta obra, nos señala “como prueba del valor humano la capacidad de medirse, de lograr, de fracasar”. Y eso es precisamente The Old Man and the Sea: una historia de éxitos y fracasos. Faulkner la consideraba la mejor de Hemingway y de toda la Generación Perdida (the Lost Generation), a la que ellos pertenecían, al igual que Dos Passos, Fitzgerald, etc. Vargas Llosa recuerda que Hemingway es el cantor de “la proeza física, el coraje, la fuerza bruta” y Luis Sepúlveda afirma que con él aprendió que, para dar categoría y dimensión épica al vivir, había que decidir con firmeza “llegar al final de las empresas”. Digamos que son Whitman y Hemingway quienes construyen la mitología del americano grande, noble y fuerte, sin maldad ni egoísmo, emprendedor y bravucón que conocemos hoy. Hemingway, además, encarnó en su persona ese ideal del aventurero rudo, cosmopolita, mujeriego y bebedor, sin miedo, capaz de recorrer el mundo, de vida azarosa y final trágico (se suicidó disparándose con una escopeta cuando supo que tenía cáncer). El viejo y el mar iba a formar parte de una novela más larga, Islands in the Stream, Islas en el golfo, que iba a tener cuatro partes: el mar joven, el mar ausente, el mar en esencia y el último mar. La tercera parte, el mar en esencia, es la que corresponde a The Old Man and the Sea. Como se ve, el 5 Prof. José Antonio García Fernández [email protected] DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69 protagonismo del mar, de “la mar” (en femenino), como la llama Santiago, es muy marcado. Desde hacía mucho tiempo, Hemingway buscaba una réplica personal al relato de Moby Dick, de Herman Melville, convertido ya en un clásico norteamericano y estudiado en todas las escuelas del país. http://www.avempace.com/personal/jose-antonio-garcia-fernandez En 1951, cuando se pone a escribir el relato, ya han pasado sus tiempos de gloria juvenil, ya no está para proezas físicas, ha tenido varios accidentes, ha vivido guerras, matrimonios, divorcios, borracheras, amistades, enemistades, cacerías, combates de boxeo… Treinta años antes, en 1921, ya había escrito sobre la pesca: su primer reportaje para el Toronto Star en Europa fue sobre la pesca del atún en Vigo, y ahí ya se fijaba en el sufrimiento muscular del pescador: “Cuando atrapas un atún después de una pelea de seis horas, cuando luchas hombre contra pez hasta que tus músculos sienten náusea por el terrible estiramiento, cuando por fin lo subes a bordo, azul verde y plateado en el perezoso océano, entonces puedes sentirte purificado y comparecer sin rubor ante los dioses antiguos”. El viejo y el mar es un relato corto que compendia todas las características de la literatura del escritor norteamericano y que vuelve sobre aquel tema que ya esbozaba su crónica de treinta años antes: Está escrito en un lenguaje directo, sencillo, de gran fuerza. Hay diálogos frecuentes entre el viejo pescador Santiago y su aprendiz, Manolín, ubicados en el prólogo y el epílogo. Durante el desarrollo de la historia, se prefiere el monólogo (Santiago habla consigo mismo o con el pez). Se prefiere el estilo directo al indirecto. Hay también palabras españolas, hispanismos, pues la obra está ambientada en Cuba, donde Hemingway vivió largo tiempo. Abundan las referencias al béisbol y el léxico marinero. Hemingway, corresponsal y periodista, amante de los deportes, aprendió de los grandes del periodismo deportivo, como Ring Lardner, los recursos de la crónica deportiva: lo incontrolable de los sucesos, lo épico en un entorno de normalidad, el lenguaje especializado, el elogio de la destreza técnica3. Su visión de la vida está muy ligada a los deportes, a la superación física, quería romper plusmarcas, ser competitivo; admiraba a los triunfadores. El béisbol, o “pelota base”, es muy popular en Hispanoamérica, especialmente en Cuba, cuyo equipo nacional es tan bueno que ha derrotado al americano en las competiciones internacionales en varias ocasiones. Santiago admira a Di Maggio, quien por entonces pasaba por un bache en su carrera, y como él quiere superar las dificultades. Está al tanto de las Grandes Ligas, que sigue en los periódicos que le trae Manolín. Es fácil identificar al protagonista con el propio escritor (autobiografía), especialmente cuando sueña con África y ve leones, cuando expresa su sentido de la existencia como lucha y aventura, cuando se muestra amante del peligro o se siente atraído por lo imposible, etc. Por otro lado, el pescador Santiago está inspirado en un pescador cubano real, Gregorio Fuentes, al que Hemingway conocía de toda la vida. El relato se caracteriza por sus dimensiones épica y ética. Hay reflexión sobre el sentido de la vida y también sobre el fracaso, la dignidad humana, la nobleza entre los combatientes (el hombre y el pez). Hemingway es un escritor forjado en el periodismo, inicia la saga de grandes creadores procedentes del mundo informativo (como García Márquez, por ejemplo, o Pérez Reverte), lo que le importa es llegar al público, ser claro, directo, conciso; hablar sin afectación. Es la historia de un viejo pescador sin suerte, que lleva ochenta y cuatro días sin pescar nada, hasta que en su última salida pesca en solitario el pez más gordo que jamás se haya visto en la bahía, un marlín enorme con el que lucha a muerte durante días y al que llega a llamar “hermano”, hasta que consigue capturarlo. Su proeza nunca será olvidada, a pesar de que cuando llega a puerto, solo queda la espina del 3 La desteza técnica es muy importante en Hemingway, hombre sin gran preparación intelectual, pues el saber hacer algo es lo que da al hombre un dominio de sí mismo, lo que le confiere dignidad. 6 Prof. José Antonio García Fernández [email protected] DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69 gigantesco pez, pues los tiburones han ido devorándolo por el camino. El que la hazaña sea realizada por un hombre solo le da una dimensión épica: el hombre y su destino. http://www.avempace.com/personal/jose-antonio-garcia-fernandez La historia está ambientada al final de los años cuarenta del siglo XX y, aunque no se especifica el nombre del pueblo en el que vivía Santiago, se considera que está inspirado en el pueblecito cubano de Cojimar y que la acción marina transcurre en aguas del Golfo de México, en alta mar, adentrado el frágil esquife de Santiago en el proceloso Atlántico Norte, adonde lo arrastra el enorme pez. El conflicto se desarrolla en cinco días. La historia se cuenta en tercera persona (narrador omnisciente), pero a menudo oímos directamente a los personajes, especialmente a Santiago, que habla en primera persona. Es decir, predominan los diálogos y el estilo directo. El texto no está dividido en capítulos, todo el texto es un continuum, la narración es lineal. En cuanto al estilo, Hemingway usó su “teoría del iceberg”, de “la omisión”, según la cual lo que cuenta es lo que no se dice, lo que permanece oculto para el lector: “Yo siempre trato de escribir siguiendo el principio del iceberg. Hay siete octavos del iceberg bajo el agua por cada parte que se muestra sobre la superficie. Cualquier cosa que uno sabe y puede eliminar, refuerza el iceberg. Lo que vale es lo que no se muestra”. No hay ornamentación, el lenguaje es directo, descarnado. Evita los adjetivos superfluos, los juicios de valor. Busca la frase breve. Sí hay aliteraciones y onomatopeyas e interjecciones, porque renuncia al esteticismo, pero no a la expresividad. También hay mucho ritmo en su prosa, el relato gana al ser leído en voz alta, tiene ritmo de jazz. Usa asimismo la prosopopeya, es decir, la humanización de personajes animales. Hemingway era enemigo de la introspección y la novela de ideas, en sus personajes todo es exteriorización, conductismo. Su teoría de la ocultación produce ambigüedad, plurisignificación, de manera que el texto puede ser interpretado de varias maneras. La lectura del libro solo adquiere plenitud cuando se interpreta en un sentido simbólico: la lucha por la vida, la dimensión épica de la existencia, el esfuerzo por llegar a la meta, la asunción del riesgo, la presencia inevitable de los aprovechados… Estas y otras son las enseñanzas que pueden extraerse de un libro que nunca ha dejado de sorprender desde su publicación y que ha sido adaptado al cine en varias ocasiones. Desde su aparición en 1952 se sigue discutiendo sobre la edad de Manolín, si es un adolescente dieciséisañero o un joven de veintintantos; también intrigan mucho las asociaciones religiosas de Santiago, si son pertinentes o no para deducir su religiosidad. “Cogió todo su dolor, las fuerzas que le quedaban y el orgullo que había perdido hacía tiempo y lo enfrentó a la agonía del pez”, dice el narrador. “Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado”, añade Santiago, al modo del Robert Jordan de Por quién doblan las campanas, quien afirma: “Morir sólo es terrible cuando uno se falla a sí mismo”. El viejo y el mar enlaza con otras obras literarias, como: Capitanes intrépidos, de Rudyard Kipling, donde el mimado hijo de un millonario se cae por la borda de un transatlántico y es rescatado por un pobre marinero que le enseña a valorar las cosas de la vida. Gran Sol, de Ignacio Aldecoa, donde el escritor de Vitoria cuenta sus experiencias a bordo de un pesquero, sobre la convivencia de trece pescadores vascos y gallegos, de manera casi documental. 7 Prof. José Antonio García Fernández http://www.avempace.com/personal/jose-antonio-garcia-fernandez [email protected] DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69 Lord Jim, de Joseph Conrad, trágica historia de Jim, que en un momento de debilidad abandonó a su suerte a 800 personas en un barco y dedicó después toda su vida a redimir su mala conciencia. Moby Dick, de Herman Melville, donde el capitán Achab, con la tripulación del pesquero Pequod se obsesiona por capturar a la mítica ballena blanca. Un viejo que leía novelas de amor, de Luis Sepúlveda, historia de un colono que va a la selva amazónica, convive con los indígenas y con la peligrosa tigra que vive en el bosque, y a la que consigue matar. Por último, vamos a reproducir el poema de Baudelaire “XIV. El hombre y el mar”, procedente de Las flores del mal, uno de los libros más importantes de la literatura universal, donde se hace alusión a la eterna lucha entre los humanos y el océano, que no es más que el combate entre lo evanescente y lo permanente o, si se prefiere, de lo finito e infinito. XIV. L’homme et la mer. ¡Hombre libre, siempre adorarás el mar! El mar es tu espejo; contemplas tu alma En el desarrollo infinito de su oleaje, Y tu espíritu no es un abismo menos amargo. Ambos sois tenebrosos y discretos: Hombre, nadie ha sondeado el fondo de tus abismos, ¡Oh, mar, nadie conoce tus tesoros íntimos, Tan celosos sois de guardar vuestros secretos! Te complaces hundiéndote en el seno de tu imagen; La abarcas con ojos y brazos, y tu corazón Se distrae algunas veces de su propio rumor Al ruido de esta queja indomable y salvaje. Y empero, he aquí los siglos innúmeros En que os combatís sin piedad ni remordimiento, Tanto amáis la carnicería y la muerte, ¡Oh, luchadores eternos, oh, hermanos implacables! (COMENTARIO: Analogía del arquetipo de las profundidades marinas y el inconsciente. El mar y el inconsciente son símbolos de lo incontrolado, lo libre, de lo salvaje indómito. Las profundidades marinas y espirituales son amargas y tenebrosas. También guardan celosamente sus riquezas: el mar “richesses intimes” (“riquezas íntimas”), y el inconsciente sus secretos. La lucha de la última estrofa es el símbolo de la lucha del inconsciente y la consciencia humanas, la inteligencia racional y las potencias elementales, el intelecto viril y el inconsciente feminizado. Las resonancias sexuales se intensifican de manera creciente en el poema. También podríamos pensar que la lucha entre el hombre y el mar (presente por ejemplo en El cementerio marino, de Paul Valéry, o en El viejo y el mar, de Ernest Hemingway) representa el combate entre lo efímero y pasajero (lo humano) y lo permanente (la divinidad oceánica). Además, hay películas relacionadas con este relato y con Hemingway: El viejo y el mar, versiones de John Sturges (interpretada por Spencer Tracy, Oscar a la mejor banda sonora, de Dimitri Tiomkin) y Jud Taylor (para TV, con Anthony y Lorenzo Quinn) y Aleksandr Petrov (Oscar al mejor corto de animación). Captain Courageous, Capitanes intrépidos, basada en la novela de Rudyard Kipling. Moby Dick, basada en la novela de Herman Melville, dirigida por John Huston en 1956, interpretada por Gregory Peck, guión de Ray Bradbury. Tiburón, Jaws, de Steven Spielberg, 1975, basada en la novela de Peter Benchley. Adiós a las armas, Por quién doblan las campanas, Tener y no tener (dirigida por Howard Hawks, en 1944), Las nieves del Kilimanjaro, etc., películas inspiradas en las novelas y relatos de Hemingway. 8 Prof. José Antonio García Fernández [email protected] DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69 http://www.avempace.com/personal/jose-antonio-garcia-fernandez 5. HEMINGWAY Y EL DEPORTE En Hemingway hay un constante elogio del vigor físico, de la fuerza. En El viejo y el mar, se habla expresamente de béisbol y los personajes principales admiran al bateador DiMaggio. La masculinidad tiene algo de competición, de llegar al límite, de saber sufrir y vencer. Esa dignidad del querer ganar es la que hace aceptable incluso la derrota. La historia del derrotado Santiago ya estaba anticipada en algunas crónicas deportivas del periodista Hemingway, como esta que ofrecemos aquí, de 1924, donde cuenta un combate de boxeo en el Cirque de París: el veterano Charles Ledoux, de treinta y un años, desafió al campeón, más joven, Édouard Mascart, y el arrebató el título por decisión unánime de los jueces. Un veinteañero Hemingway escribía por entonces: “Luchando en un ring resbaloso por su propia sangre, superado en el boxeo, degradado, golpeado sin misericordia pero nunca dominado, Édouard Mascart perdió su título ante Charles Ledoux. Después de veinte rounds las facciones de su rostro se habían disuelto en una masa hinchada y sanguinolienta, sus ojos estaban casi cerrados, y a cada pocos segundos se veía obligado a escupir sangre de la boca. También Ledoux estaba bañado en sangre, pero no era la suya”. Ledoux era de la estirpe de Santiago, el hombre derrotado, pero nunca vencido. 6. HEMINGWAY & CÍA.: A MODO DE BALANCE DE UN CURSO Estudiamos a Hemingway después de haber estudiado anteriormente a otros autores. Intentemos compararlos, para ver similitudes y diferencias: Goethe y Hemingway El alemán, de finales del siglo XVIII, era hombre de orden, estudioso, intelectual, político, comprometido con las instituciones y el estado (Weimar). Goethe era un sabio, un Leonardo de su tiempo, un ilustrado con pretensiones morales y reformistas. Amaba la reflexión. El americano, sin embargo, era más anarquista, no le interesaban las instituciones políticas, aunque sí tenía ideología (progresista). Hemingway representa la idea del aventurero, del hombre de acción que no quiso ir a la universidad, al que le gustaba la cultura de la calle, el trato con la gente sencilla en bares y salones. Echaba pulsos con sus amigos y enemigos, practicaba el boxeo, la caza, la pesca… Amaba la acción. Flaubert y Hemingway El francés fue llamado “el solitario de Croisset”, nombre de la finca en que vivía, a pocos kilómetros de su Ruán natal (Normandía, Francia), finca comprada por su padre y recibida por él como herencia. Retraído, poco sociable, salía poco, se carteaba con sus amigos escritores, llevaba vida de familia con su sobrina (no tenía hijos), iba de vez en cuando a París (en su juventud había viajado algo, pero luego solo iba a los sitios para documentar sus novelas y ser exacto en las descripciones). Estaba obsesionado con el estilo, que para él lo era todo, quería encontrar “le mot juste”, corregía sin parar, necesitaba zambullirse en el ambiente de época a través de lecturas eruditas, cuando hacía novela histórica (por ejemplo, en Salambó) o sumergirse en la situación y en el alma del personaje (“Madame Bovary, c’est moi!”) cuando hacía novela realista. Su proceso creativo era lento y laborioso. Escribía muchas horas, rompía gran parte de lo que había hecho, comía mucho, se adormilaba, caminaba para hacer mejor la 9 Prof. José Antonio García Fernández [email protected] DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69 http://www.avempace.com/personal/jose-antonio-garcia-fernandez digestión… Odiaba el estilo romántico, tan apasionado y partidista. Él buscaba la frialdad narrativa y usaba la pluma como el cirujano se sirve del escalpelo o bisturí. Hemingway era completamente diferente. Vitalista, mujeriego, aventurero, bebedor. Se casó cuatro veces, tuvo varios hijos. Entendía la vida como aventura y como búsqueda, le daba al vivir una dimensión épica. Su estilo era directo, odiaba el esteticismo. Él era conductista: sus personajes se dan a conocer por sus palabras y pensamientos, no hay juicios de valor del narrador, intromisiones morales, solo narración. Su credo estético era la “teoría del iceberg”, la ciencia de la omisión: sugerir antes que decir, importa más lo que se calla que lo que se dice. Ideas no demasiado alejadas en el fondo de la famosa teoría flaubertiana de la impasibilidad (desimplicación emotiva del narrador). Vidas distintas, estilos distantes, perspectiva decimonónica en uno y periodística en otro y, sin embargo, concomitancia estética al fin: odio a lo ornamental y narración pura. Poe y Hemingway Ambos son norteamericanos y narradores, ambos tienen relatos cortos. Pero la narrativa de Poe es más psicológica y derivada hacia lo gótico, la de Hemingway, más barojiana, con más acción. Poe ya era un maestro reconocido en tiempos de Hemingway, de manera que el autor de El viejo y el mar habrá leído las obras de aquél y conocería bien su estilo. Baudelaire y Hemingway Baudelaire inventó el malditismo, a Hemingway también le gustó impresionar, “épater les burgeois”. Ambos prescinden de lo convencional. Baudelaire experimentó con las drogas, los placeres prohibidos; anduvo por los bajos fondos, en el lumpen y la bohemia, en el arrabal. Hemingway fue un bebedor, un gozador de la vida y las mujeres, es más autodidacta. Baudelaire tenía aún una exquisita formación clásica, que usó para dar la vuelta al canon poético. Le gustaba escandalizar, admiraba profundamente a Poe, a quien tradujo, se definía contra lo establecido, quería ofender a su familia, especialmente a su padrastro, el general Aupick. A Hemingway todo eso le daba igual, él era un hijo de Whitman, un americano libre que se empeñó en vivir a su manera, nunca se preguntó por la opinión de los demás, por lo establecido; tampoco tuvo la sólida formación académica de Baudelaire. Él solo quería contar las historias que le interesaban y hacerlo a su manera. Whitman y Hemingway Los dos son norteamericanos, uno poeta, el otro narrador. El primero cantó el Nuevo Mundo, al hombre americano libre y fuerte. El otro lo encarnó, le dio carne y sangre. La obra de Hemingway siempre habla de valores como la importancia del gesto, la dignidad, la lucha del hombre frente a su destino… Kafka y Hemingway Muy distintos en carácter. Tímido Kafka, seguro de sí mismo y bravucón Hemingway. El praguense, pusilánima, débil, enfermizo, estuvo dominado por un padre autoritario. El americano se puso el mundo por montera sin que nadie lo frenara (aunque sí lo paró, y en seco, el cáncer, con el que no pudo y ante el que se rindió –suicidio-). Kafka reflexionó sobre el absurdo de la existencia: era un inadaptado social. Hemingway luchó y gozó: era un vividor, fue admirado, triunfó. Sin embargo, algo hay que aproxima a estos escritores: el uso literario del símbolo. El insecto de Kafka, esa visión monstruosa de sí mismos que tenían el escritor y su personaje, Gregor Samsa. El viejo 10 Prof. José Antonio García Fernández [email protected] DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69 Santiago, derrotado, aunque finalmente vencedor, de Hemingway, que consigue atrapar el pez más grande jamás visto. ¿Qué es el insecto, qué representa el pez? Cada lector tiene una respuesta a estas preguntas. La literatura sugiere réplicas a los interrogantes eternos de la humanidad: ¿quién soy?, ¿por qué estoy aquí?, ¿cómo me ubico en el mundo que me rodea?, ¿para qué luchar? Siempre la misma sed de Absoluto: “El hombre, siempre buscando a Dios entre la niebla” (Antonio Machado). http://www.avempace.com/personal/jose-antonio-garcia-fernandez Hemingway y Arhtur Miller Ambos son escritores de compromiso, ambos norteamericanos, si bien Miller era judío. Hemingway busca una manera no convencional de vivir, no quiere aburguesarse: libertad, aventura, lucha, dignidad, cosmopolitismo, amores… Miller fue la conciencia crítica de América, como se puede comprobar en sus obras (Todos eran mis hijos, Muerte de un viajante, Las brujas de Salem). Es el anti-Whitman, nada de optimismo existencial. Él muestra que no basta con ser trabajador, voluntarioso, para encarnar el sueño americano, el “american way of life”, con sus promesas de éxito y bienestar. A veces, las circunstancias pueden llevarnos cuesta abajo, a un mal final. Estuvo casado con Marilyn Monroe, de la que se divorció finalmente. Hemingway admiró mucho a Joe DiMaggio, jugador de béisbol, primer marido de Marilyn. Hemingway inventa una manera americana de estar en el mundo: el vitalismo, la autoconfianza. Miller también busca la suya: la eticidad, el compromiso moral. Hemingway era hombre de acción. Miller prefiere la reflexión. Para Hemingway, la narración, el periodismo, la agilidad en la forma de contar. Para Miller, el teatro, la representación escénica, las tablas como forma de representación del transcurrir humano en esta vida. CUADRO-RESUMEN DE LOS AUTORES VISTOS EN EL CURSO JOHANN W. GOETHE Del s. XVIII, introduce el romanticismo con Werther. Erudito, intelectual. Novela, poesía, teatro, ensayo. Participa en política, moralista, reformador. Vida burguesa, cortesana. El autor, ser inspirado. Reflexión más que acción. GUSTAVE FLAUBERT WALT WHITMAN Verso libre, casi prosa. Hombre nuevo americano. Sentimiento de la naturaleza. Homo-, bi-sexualidad. Obra rehecha y ampliada: Hojas de hierba, sucesivas ediciones (9). Poesía como himno, exaltación, optimismo. Americanismo. El poeta como respondedor. Odia el romanticismo. Teoría de la impasibilidad. Realismo, documentación. “Le mot juste”, corrige mucho, rigor expresivo. Vida burguesa, ermitaña. Producción lenta. Ritmo pausado. El escritor, obrero de la palabra. EDGAR ALLAN POE FRANZ KAFKA Existencialismo, dudas. Técnica realista. Absurdo de la existencia, angustia, dolor, hastío. Soltería, no se decidió a casarse. El insecto: interpretación simbólica. Gregor Samsa es un viajante. Pesimismo. El Estado contra el individuo, la burocracia. CHARLES BAUDELAIRE ERNEST HEMINGWAY 11 Parte del romanticismo, deriva hacia lo gótico y lo psicológico. Malditismo, alcoholismo, opio. Problemas de dinero, marginalidad. Periodismo, se gana la vida con la escritura, como profesional. Relato corto, rapidez. Periodismo y literatura. Aventura, caza, pesca, boxeo, béisbol, ambulancias, guerras. Premio Nobel. Teoría del iceberg, antirretoricismo, ocultación, sugerencia, antiintelectualismo. Frase corta, rapidez. El pez: valor simbólico. DiMaggio-Marilyn Monroe. Americanismo, hispanismo (Cuba, España). Vitalismo, acción. Malditismo, paraísos artificiales, alcoholismo, drogas. Satanismo, sacrilegio. Dandismo, origen burgués. Sífilis, vida lupanaria. Formación clásica Tradujo a Poe, al que admiraba. El poeta como visionario. ARTHUR MILLER Conciencia crítica de América, americanismo crítico. Contra el “sueño americano”. Intelectualismo, contestación. Teatro. El protagonista de Muerte de un viajante tiene la misma profesión que Gregor Samsa. Casado con Marilyn Monroe, luego divorciado. Prof. José Antonio García Fernández [email protected] DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69 7. BIBLIOGRAFÍA http://www.avempace.com/personal/jose-antonio-garcia-fernandez Ernest Hemingway, El viejo y el mar, Barcelona, Debolsillo, 2011. Trad.: Miguel Temprano García. Edic.: Maribel Cruzado. Ernest Hemingway, El viejo y el mar, Barcelona, Debolsillo, 2010. Edic.: Lino Novás Calvo. 12
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