IEDEE, Vol. 14, Nº 3
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INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA V.14 - Nº 3 Año 2008 ISSN: 1135-2523 Edita: AEDEM, Academia Europea de Dirección y Economía de la Empresa Imprime: Impresores de Galicia, S.L. Depósito Legal: C-492 / 95 ACADEMIA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ACADEMIA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Presidente de Honor José María FERNÁNDEZ PIRLA • Universidad Complutense de Madrid Miembros de Honor Josep ABELLÓ I PADRÓ Carmela ARIAS Y DÍAZ DE RÁBAGO • Condesa de Fenosa Camilo CIMOURDAIN DE OLIVEIRA • Universidad Portugalense Presidente Camilo PRADO FREIRE • Universidad Rey Juan Carlos Vicepresidentes Jaime GIL ALUJA • Universidad Central de Barcelona Luís Tomás DÍEZ DE CASTRO • Universidad Complutense de Madrid Álvaro CUERVO GARCÍA • Universidad Complutense de Madrid Matilde FERNÁNDEZ BLANCO • Universidad de Valencia Arturo RODRÍGUEZ CASTELLANOS • Universidad del País Vasco Secretaria General Encarnación GONZÁLEZ VÁZQUEZ • Universidad de Vigo Vicepresidente Tesorero Enrique MARTÍN ARMARIO • Universidad de Sevilla ACADEMIA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Coordinadora de Relaciones Internacionales Pilar LAGUNA SÁNCHEZ • Universidad Rey Juan Carlos Coordinadora Adjunta de Relaciones Internacionales Cristine GAUTREAU • IAE-Bordeaux Vocales • España Fernando CASADO JUAN • Universidad Central de Barcelona • Francia Gèrard HIRIGOYEN • Université de Bordeaux • Bielorrusia Victor KRASNAPROSHIN • Univ. Estatal de la República de Bielorrusia-Minsk • Rumanía Horia-Nicolai TEODORESCU • Universidad Politécnica de IASI • Bulgaria Hristo DALKALACHEV • Universidad de Economía Nacional y Mundial Sophia ACADEMIA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Consejeros Científicos • Área de Dirección de Empresas Emilio DÍEZ DE CASTRO • Universidad de Sevilla Manuel GUISADO TATO • Universidad de Vigo • Área de Finanzas Ana Isabel FERNÁNDEZ ÁLVAREZ • Universidad de Oviedo Carlos GARCÍA-GUTIÉRREZ FERNÁNDEZ Universidad Complutense de Madrid • Área de Marketing Enrique C. DÍEZ DE CASTRO • Universidad de Sevilla Miguel MARTÍN DÁVILA • Universidad Complutense de Madrid Carmelo MERCADO IDOETA • Universidad Rey Juan Carlos • Área de Producción José A. DOMÍNGUEZ MACHUCA • Universidad de Sevilla Esteban FERNÁNDEZ SÁNCHEZ • Universidad de Oviedo • Área de Recursos Humanos Edelmira NEIRA FONTELA • Univ. de Santiago de Compostela Ramón VALLE CABRERA • Universidad "Pablo de Olavide" ACADEMIA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Director de Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa José Antonio VARELA GONZÁLEZ Universidad de Santiago de Compostela Director de Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Manuel GUISADO TATO • Universidad de Vigo Director de Revista de Economía y Empresa Jaume VALLS PASOLA • Universidad de Girona Directora de AEDEM-Virtual Mercedes VILA ALONSO • Universidad de Vigo Director del Índice de Citas de Dirección y Economía de la Empresa Aedem Bibliográfica Ricardo M. HERNÁNDEZ MOGOLLÓN • Univ. de Extremadura INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 14, Nº 3 Septiembre - Diciembre 2008 DIRECTOR Manuel GUISADO TATO Universidad de Vigo CONSEJO CIENTÍFICO Aaron CICOUREL Universidad de California-San Diego Rodolfo H. PÉREZ Universidad de Buenos Aires Elie COHEN Université Paris-Dauphine Heinz-Jürgen SCHEIBE Honchschule Bremerhaven Jaime GIL ALUJA Universidad Central de Barcelona Horia-Nicolai TEODORESCU Universidad Politécnica de IASI Constantin ZOPOUNIDIS Technical University of Crete COMITE DE REDACCIÓN Jon BARRUTIA GÜENAGA Universidad del País Vasco Encarnación GONZÁLEZ VÁZQUEZ Universidad de Vigo Enrique BIGNE ALCAÑIZ Universidad de Valencia Javier LANDA BERCEBAL Universidad de Sevilla José A. DÍEZ DE CASTRO Universidad de Santiago de Compostela Enrique LÓPEZ GONZÁLEZ Universidad de León Antonio TERCEÑO GÓMEZ Universidad Rovira i Virgili SECRETARIO Tony CRESPO FRANCO Universidad de Vigo INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 14, Nº 3 Septiembre - Diciembre 2008 INDICE RAZONES PARA CRECER EN LA EMPRESA FAMILIAR: UN ANÁLISIS COMPARATIVO Fuentes Lombardo, G.; Hernández Ortiz, M.J. y Vallejo Martos, M.C. ........................15-34 EL CRÉDITO COMERCIAL: MARCO CONCEPTUAL Y REVISIÓN DE LA LITERATURA Rodríguez Rodríguez, O.M. ............................................................................................ 35-54 EL COMERCIO ELECTRÓNICO EN PERSPECTIVA: DINÁMICA Y DESENCADENANTES Rodríguez-Ardura, I. ; Meseguer Artola, A. y Vilaseca i Requena, J. ...........................55-66 OTRI: AGENDA DE INVESTIGACIÓN Vendrell Herrero, F. y Ortín Ángel, P. ........................................................................... 67-78 ESTUDIO Y ANÁLISIS DE LAS LISTAS DE DISTRIBUCIÓN EN PROYECTOS DE SOFTWARE DE CÓDIGO ABIERTO COMO MEDIO PARA COMPARTIR CONOCIMIENTO Martínez Torres, R.; Toral Marín, S.L.y Barrero García, F.J. ......................................79-90 DISPERSIÓN RETRIBUTIVA, ESTRUCTURA SALARIAL Y RESULTADOS DE LA ORGANIZACIÓN: UN MODELO DE INVESTIGACIÓN Sánchez Marín, G. ......................................................................................................... 91-106 LA CALIDAD Y SU RELACIÓN CON LOS INDICADORES NO FINANCIEROS DE CONTROL Marín Vinuesa, L.M. y Ruiz-Olalla Corcuera, M.C. ..................................................107-126 MECANISMOS DE COORDINACIÓN ESTRUCTURAL, NO ESTRUCTURAL E INFORMAL. PROPUESTA Y VALIDACIÓN DE ESCALAS DE MEDIDA Lloria Aramburu, M.B. ...............................................................................................127-150 LA CREACIÓN, INTEGRACIÓN, TRANSFERENCIA Y ASIMILACIÓN EFICIENTE DE CONOCIMIENTO EN REDES: UNA PROPUESTA PARA INCREMENTAR LA CONFIANZA Y LA VINCULACIÓN CON LOS PRESCRIPTORES Cabanelas Lorenzo, P.; Cabanelas Omil, J, y González Vázquez, E. ........................151-166 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 14, Nº 3 Septiembre - Diciembre 2008 ASPECTOS ORGANIZACIONALES Y DE COOPERACIÓN EN I+D COMO CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN. EL CASO DE LA INDUSTRIA ALIMENTARIA EN LA COMUNIDAD VALENCIANA Sierra Pereiro, M.; Albors Garrigós, J. y Ruiz Molina, M.E. ....................................167-184 LOS ACUERDOS DE COOPERACIÓN DE LAS EMPRESAS QUE COTIZAN EN BOLSA: ANÁLISIS DEL CASO ESPAÑOL González Serrano, L.; Laguna Sánchez, M.P. y Robles Fernández, M.D...................185-201 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 14, Nº 3 Septiembre - Diciembre 2008 CONTENTS REASONS TO GROW IN THE FAMILY FIRM: A COMPARATIVE ANALYSIS Fuentes Lombardo, G.; Hernández Ortiz, M.J. and Vallejo Martos, M.C. .........................15-34 TRADE CREDIT LITERATURE: A SURVEY Rodríguez Rodríguez, O.M. .................................................................................................35-54 ELECTRONIC COMMERCE IN PERSPECTIVE: DYNAMICS AND DRIVERS Rodríguez-Ardura, I. ; Meseguer Artola, A. and Vilaseca i Requena, J. ............................55-66 TTO: RESEARCH AGENDA Vendrell Herrero, F. and Ortín Ángel, P. ............................................................................67-78 STUDY AND ANALYSIS OF OPEN SOURCE SOFTWARE PROJECTS MAILING LISTS AS A TOOL FOR KNOWLEDGE SHARING Martínez Torres, R.; Toral Marín, S.L.and Barrero García, F.J. .......................................79-90 PAY DISPERSION, WAGE STRUCTURE, AND FIRM PERFORMANCE: A RESEARCH MODEL. Sánchez Marín, G. ...............................................................................................................91-106 THE RELATIONSHIP BETWEEN QUALITY AND NON-FINANCIAL MEASURES Marín Vinuesa, L.M. and Ruiz-Olalla Corcuera, M.C. ....................................................107-126 STRUCTURAL, NON- STRUCTURAL AND INFORMAL COORDINATION MECHANISMS. PROPOSAL AND VALIDATION OF MEASUREMENT SCALES Lloria Aramburu, M.B. .....................................................................................................127-150 EFFICIENT KNOWLEDGE CREATION, INTEGRATION, TRANSFERENCE AND ASSIMILATION IN NETWORKS. A PROPOSAL TO STRENGTHEN THE TRUST AND COMMITMENT WITH PRESCRIBERS Cabanelas Lorenzo, P.; Cabanelas Omil, J, and González Vázquez, E. ..........................151-166 ORGANIZATIONAL AND R&D COOPERATION ISSUES AS INDUSTRY CLASSIFICATION CRITERIA. THE CASE OF THE FOOD INDUSTRY IN THE VALENCIA REGION Sierra Pereiro, M.; Albors Garrigós, J. and Ruiz Molina, M.E. ......................................167-184 ALLIANCES IN SPAIN: EVIDENCE FROM STOCK MARKET FIRMS González Serrano, L.; Laguna Sánchez, M.P. and Robles Fernández, M.D.....................185-201 Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34, ISSN: 1135-2523 RAZONES PARA CRECER EN LA EMPRESA FAMILIAR: UN ANÁLISIS COMPARATIVO Fuentes Lombardo, G. Hernández Ortiz, M.J. Vallejo Martos, M.C. Universidad de Jaén Recibido: 28 de julio de 2006 Aceptado: 11 de julio de 2008 RESUMEN: El crecimiento de la empresa puede considerarse un objetivo estratégico muy interesante independientemente de que el negocio sea familiar o no. Si bien, las peculiaridades que caracterizan a las empresas familiares, consecuencia del solapamiento que se produce entre tres sistemas distintos (familia, empresa y propiedad), pueden ser el motivo de que la empresa se plantee alcanzar este objetivo por razones distintas a otras empresas que no revistan este carácter familiar. Los resultados obtenidos en un estudio empírico realizado en el sector vitivinícola con denominación de origen en España muestran que a medida que la empresa tiene un mayor grado de familiaridad, el crecimiento se persigue más por motivos familiares que por motivos empresariales. De otro lado, cuando la empresa presenta un menor grado de familiaridad las razones empresariales para fijar como objetivo estratégico el crecimiento están más presentes. Al mismo tiempo los propósitos que llevan a las empresas a fijar este objetivo difieren en función de si los directivos de la compañía pertenecen o no a la familia propietaria. PALABRAS CLAVE: Empresa Familiar, Crecimiento, Sector Vitivinícola, Objetivos. REASONS TO GROW IN THE FAMILY FIRM: A COMPARATIVE ANALYSIS ABSTRACT: Growth is considered a very important strategic goal for family and non family firms. However, due to the singularities of family firms and the overlap of their three different systems (family, management and ownership), their reasons to grow can be different from non family firms. The results of this empirical research in the Spanish wine Industry show that when familiness is higher, the growth is motivated more for family than for business reasons. On the other hand, when the firms show a less familiness, growth as a strategic goal is more motivated for business reasons. At the same time, reasons to justify growth are different if the managers of the company are or not members of the owned family. KEYWORDS: Family Firm, Growing, Wine Industry, Goals. 1. INTRODUCCIÓN En la literatura existen muchos trabajos que han estudiado el crecimiento empresarial, así como los motivos que llevan a la empresa a desear alcanzarlo (Penrose, 1962; Chandler, 1990; Gertz y Baptista, 1995; Ghoshal et al., 1997; Canals, 2001). También podemos afirmar que el estudio del crecimiento en la empresa familiar ha recibido una especial atención por parte de algunos autores (Drozdow y Carroll, 1997; Ward, 1997; King et al., 2001; Sambrook, 2005) durante la última década, aunque son escasos los estudios que profundizan en los motivos que llevan a estas compañías a fijar el crecimiento como un objetivo estratégico, atendiendo a las posibles diferencias que puedan existir entre empresas familiares y no familiares. Las fortalezas y debilidades que presentan las empresas familiares podrían influir notablemente en sus orientaciones estratégicas y en el éxito alcanzado con las mismas. Las peculiaridades de estas empresas, derivadas de la superposición de los sistemas de gestión Fuentes Lombardo, G.; Hernández Ortiz, M.J.; Vallejo Martos, M.C.. empresarial y familiar, las diferencian del resto (Kets de Vries, 1993, 1996; Ibrahim y Ellis, 1994; Ginebra, 1997; Donckels y Lambrecht, 1999), y pueden influir en que cualquier opción estratégica que deseen abordar pueda revestir para ellas unas particularidades únicas y específicas (Ward, 1988; Harris et al., 1994; Sharma et al., 1997; Westhead, 1997), entre ellas la del crecimiento. De este modo, el objetivo de este trabajo es analizar si el crecimiento en la empresa familiar estaría motivado por razones relacionadas con la familia propietaria y por razones puramente empresariales, mientras que en las empresas no familiares sólo estarían presentes estas últimas. Por ello, el interés de este trabajo radica en conocer cuáles son los motivos que llevan a la empresa familiar a establecer como objetivo el crecimiento del negocio, en comparación con aquellas otras empresas que no revisten un carácter familiar, y analizar cómo las fortalezas y debilidades que caracterizan a estas empresas influyen en estos motivos. Para alcanzar el objetivo propuesto en este trabajo hacemos uso de la metodología cualitativa y como técnica de investigación empleamos la entrevista en profundidad. Esta metodología y técnica de investigación las utilizamos porque buscamos la comprensión detallada de la perspectiva de las personas implicadas en la gestión de la empresa, que nos ayude a profundizar en determinados aspectos relativos a los motivos que justifican el crecimiento dentro de las compañías, sobre todo en el caso particular de las familiares. Además, esta metodología se considera como la más adecuada cuando el investigador pretende profundizar en el por qué y el cómo de un determinado fenómeno social (Taylor y Bogdan, 1992; Anguera, 1986), en este caso, el estudio de las razones que llevan a la empresa familiar a fijar como objetivo el crecimiento del negocio. Siguiendo el esquema metodológico apuntado, el presente trabajo ha sido estructurado en cinco apartados, incluido este primero de carácter introductorio. En el segundo apartado realizamos una revisión de la literatura del crecimiento empresarial. El tercero está destinado al análisis de este objetivo en el caso particular de la empresa familiar. El cuarto describe la metodología empleada en el estudio y las fases de trabajo desarrolladas hasta alcanzar los resultados de investigación. Finalmente, el quinto apartado está destinado a comentar las principales conclusiones que se desprenden del estudio y a exponer las limitaciones del mismo. 2. MOTIVOS QUE JUSTIFICAN EL CRECIMIENTO DE LA EMPRESA Tal y como señala Ariño (2005), en un entorno caracterizado por la creciente internacionalización de la economía, la rapidez del cambio tecnológico, la integración de los sectores de actividad y la entrada constante de nuevos competidores en los mercados, la empresa que no alcance un mínimo tamaño se enfrenta sin duda a serias dificultades para subsistir. Así, el crecimiento empresarial ha sido un tema central de estudio en el campo de la dirección estratégica que ha llevado a profesionales y a académicos a cuestionarse lo qué subyace tras este concepto, a cómo medirlo, qué motivos justifican el hecho de que las empresas experimenten procesos de desarrollo, así como, los pros y los contras de la mayor dimensionalidad empresarial (García, 2003). Pese a que existen autores (Donaldson y Lorsch, 1984) que consideran que las compañías se plantean crecer para asegurar su continuidad a largo plazo, Grant (1996) y Goold (1999) señalan que entre los objetivos que explican el crecimiento empresarial están la 16 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 Razones para crecer en la empresa familiar: Un análisis comparativo búsqueda de mayor prestigio de los directivos o las mejores posibilidades de promoción de los empleados. A estos argumentos Canals (2001) añade otros, tales como, encontrar y retener en la empresa personal con talento, atraer capital de inversores, gestionar el riesgo que puede suponer para la empresa que aparezca un nuevo producto en el mercado con calidad y precio superior, y encontrarse en un sector maduro. En esta línea, aunque el crecimiento implique la asunción de riesgos, en determinados casos, la ausencia de crecimiento podría implicar riesgos aún mayores, pues estaríamos en el caso de que la empresa no sea capaz de atraer a nuevos clientes o satisfacer a los actuales (Canals, 2001). Desde la perspectiva del enfoque de recursos y capacidades, el perfil de recursos de la empresa determina no sólo la existencia de crecimiento sino también la dirección del mismo (Kochhar y Hitt, 1998). Montgomery y Hariharan (1991) demostraron que empresas con una amplia base de recursos tendían a crecer y diversificarse. Para estos autores, las empresas que posean una mayor variedad de recursos, sobre todo intangibles, tendrán un mayor potencial de desarrollo, ya que los recursos sobrantes permitirán a la empresa expandirse hacia nuevos mercados y sectores. Por otro lado, Wernerfelt (1989) apuntó que los recursos de la empresa limitan la entrada en los mercados y el nivel de beneficios a esperar de ellos. Efectivamente, la dirección del crecimiento estará determinada por el ajuste entre el perfil de recursos y capacidades de la empresa y la base de competencia de las industrias de destino (Montgomery y Hariharan, 1991) o, enunciado de otra manera, las oportunidades del entorno, considerando que las empresas actúan bien para responder al mismo o bien para crear los suyos propios (Mahoney, 1995). La existencia de recursos ociosos o infrautilizados, junto con el hecho de que no todos los recursos se utilizan a la misma velocidad, provoca que pueda existir capacidad sobrante de alguno de ellos, constituyendo un estímulo interno para el crecimiento de la empresa (Penrose, 1962). A pesar de todo, no podríamos considerarla como una condición suficiente para la diversificación. Los recursos de la empresa también definen los límites del crecimiento o la tasa de crecimiento sostenible, ya que “la gestión interna de los recursos”, también denominado “efecto Penrose1” (Marris, 1963), constituye el límite más importante al crecimiento. Por esta razón, la empresa se diversifica cuando posee recursos sobrantes, útiles en otros negocios y cuyo intercambio en el mercado esté sometido a altos costes de transacción por la existencia de algún fallo de mercado que no permite la simple venta u alquiler de éstos (Peteraf, 1993), debido a que en este caso, la empresa preferirá explotarlos por sí misma (Teece, 1982). Esta condición para la diversificación ya había sido sostenida antes por Chandler (1962), para quien el exceso de capacidad debido a las indivisibilidades y a la demanda cíclica dirigía la diversificación de la empresa, o por Ramanujan y Varadarajan (1989), según los cuales la diversificación existía si la empresa contaba con un exceso de capacidad física específica de un solo producto final. Para alcanzar este crecimiento, la empresa puede desarrollar distintas estrategias. La tipología de estrategias de crecimiento más conocida corresponde a Ansoff (1976), quien distingue entre la estrategia de expansión y la estrategia de diversificación. De otro lado Rumelt (1974, 1982) recoge como estrategias de diversificación empresarial la relacionada y la no relacionada. Otros autores como Mahoney y Pandian (1992) y Canals (2001), señalan idénticas estrategias a las anteriores y argumentan como la empresa puede crecer al dirigirse a nuevos mercados, tanto geográficos como de clientela. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 ISSN: 1135-2523 17 Fuentes Lombardo, G.; Hernández Ortiz, M.J.; Vallejo Martos, M.C.. A la vista de lo anteriormente expuesto y dado que nuestro objetivo de investigación no es otro que conocer si los motivos para alcanzar el crecimiento del negocio, comentados anteriormente, serían o no similares, en el caso de que la empresa fuese o no familiar, en el siguiente epígrafe realizamos una revisión de la literatura sobre los trabajos que se han centrado en el análisis del crecimiento en la empresa familiar y, de este modo, obtenemos aquellos aspectos que pueden influir en el objetivo de crecimiento de estas compañías. 3. EL CRECIMIENTO COMO OBJETIVO ESTRATÉGICO EN LA EMPRESA FAMILIAR La dirección estratégica, a pesar de ser una importante área de investigación, ha estado un tanto descuidada en el ámbito de la empresa familiar (Harris et al., 1994; Wortman, 1994). Así, algunos autores sugieren que las investigaciones con contenido estratégico en la empresa familiar no han sido sólo escasas en cantidad, sino que tampoco han sido lo suficientemente rigurosas (Brockhaus, 1994; Hoy y Verser, 1994) y de ahí la necesidad de investigar dentro de este campo (Sharma et al., 1997). La revisión de algunos de los trabajos que han sido publicados sobre empresa familiar y que se relacionan con la dirección estratégica de estas empresas, nos ha permitido conocer aquellos aspectos relacionados con el análisis estratégico, en general, y con la misión, objetivos y filosofía de la empresa familiar, en particular. Estos estudios aparecen clasificados en función de su carácter teórico o empírico en la tabla 1. Tabla 1. Estudios con contenido estratégico en empresa familiar. Aspectos estudiados Teóricos Análisis estratégico Misión, objetivos y filosofía Aspectos estudiados Miller (2000). Habbershon et al. (2003); Chrisman et al. (2003). Empíricos Análisis estratégico Misión, objetivos y filosofía Robins (1991); Westhead (1997); Gudmundson et al. (1999). Donckels y Fröhlich (1991); Singer y Donohu (1992); Tagiuri y Davis (1992); File et al. (1994); Dunn (1995); Lee y Rogoff (1996); Andersson et al. (2002). Fuente: Fuentes (2006). Pues bien, de la revisión de estos trabajos debemos destacar que los objetivos y metas de la empresa familiar suelen ser múltiples, complejos y con distintas prioridades, en comparación con los de las empresas que no poseen un carácter familiar. Mientras que Habberson et al. (2003) consideran como principal objetivo de la empresa familiar la creación de riqueza, Chrisman et al. (2003) argumentan que la creación de valor a través de las distintas generaciones llevaría implícitos múltiples objetivos que trascienden la búsqueda de rentabilidad. Algunos autores (Daily y Dollinger, 1992, 1993; Gallo y Sveen, 1991; Donckels y Fröhlich, 1991) argumentan que las empresas no familiares adoptan estrategias más orientadas al crecimiento que las empresas familiares y, de este modo, distintos estudios (Poza, 1989; Upton et al., 2001, Kepner, 1983 y Swinth y Vinton, 1993) aconsejan estrategias de crecimiento para las empresas familiares. 18 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 Razones para crecer en la empresa familiar: Un análisis comparativo A pesar de que Westhead (1997) considera que las estrategias seguidas por las empresas familiares responden a oportunidades y amenazas del entorno externo, a la hora de acometer estrategias de desarrollo, se encuentran con graves dificultades por rechazar la financiación externa o por no querer reclutar a directivos de fuera de la familia. En relación a la elección de la estrategia de estas empresas, Daily y Thompson (1994) no encontraron en su estudio diferencias significativas entre el tipo de propiedad, elección de la estrategia y el crecimiento de la empresa, resultados que coinciden con los obtenidos por Gudmundson et al. (1999). De la revisión de los anteriores trabajos, podemos sintetizar como las metas que fijan las empresas familiares y las estrategias que desarrollan para alcanzarlas se relacionan, con las fortalezas que las caracterizan y con las debilidades que presentan (a ambas haremos referencia al final de este epígrafe); la búsqueda de rentabilidad no parece ser el principal objetivo de la empresa familiar; las estrategias que desarrollan estas empresas parecen estar menos orientadas al crecimiento, en comparación con las no familiares; y, finalmente, entre los objetivos empresariales de estas compañías se observa una fuerte influencia de las necesidades familiares. Por otra parte, los trabajos que han estudiado los motivos que llevan a la empresa familiar a fijar entre sus objetivos el crecimiento del negocio son escasos y además, en su mayoría, de carácter teórico, por lo que no existe una evidencia empírica de las conclusiones obtenidas en los mismos. Así, la mayor parte de estos estudios no se centran únicamente en los motivos que llevan a la empresa familiar a fijar como objetivo estratégico el crecimiento del negocio, sino que analizan otros aspectos que pueden afectar positiva y negativamente a que éste se alcance, tales como la sucesión y la etapa del ciclo de vida que atraviesa la familia. El trabajo realizado por Ward (1997) pone de manifiesto como la percepción general del negocio familiar es que estas empresas no crecen. Así, Danco (1980) considera que estas empresas terminan destruyéndose así mismas por preferir una evolución del negocio lenta pero segura y por la acción -en la mayoría de los casos inacción- de los directivos propietarios. La revisión de la literatura realizada por Ward (1997) recoge las principales razones que explican el escaso crecimiento de la empresa familiar y su dificultad de supervivencia a largo plazo. De este modo, los principales aspectos que afectan al crecimiento de estas empresas se relacionan con encontrarse en un mercado maduro con un incremento de la competencia, tener dificultades financieras para garantizar las necesidades familiares y de la compañía, la falta de flexibilidad de los líderes y su resistencia al cambio, la incorporación al negocio de la siguiente generación familiar, conflictos de sucesión en las distintas generaciones familiares y disparidad entre objetivos, valores y necesidades familiares. Cuando se trata de una empresa familiar, garantizar la supervivencia y crecimiento del negocio no resulta ser una tarea fácil, sin embargo, puede tener una enorme importancia para asegurar la continuidad de la compañía en manos de la siguiente generación. Fuentes (2006) señala como dentro de los objetivos de estas empresas debería considerarse la importancia del crecimiento del negocio2 para garantizar su continuidad en manos de las futuras generaciones familiares. De este modo, algunos autores (Kaslow, 1983; Kepner, 1991; Kuratko et al., 1997; Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 ISSN: 1135-2523 19 Fuentes Lombardo, G.; Hernández Ortiz, M.J.; Vallejo Martos, M.C.. Heck, 2004) argumentan como, a medida que la familia crece, la empresa también crece y, entendemos que si efectivamente se desea transmitir un legado a las siguientes generaciones, las estrategias de este tipo de empresas deberían ir orientadas al crecimiento, pues de no ser así, el patrimonio empresarial a legar cada vez se iría reduciendo más, en términos relativos, al aumentar el número de miembros familiares3. En esta línea, Gallo y Amat (2003) señalan como en la mayoría de los casos hay un momento determinado en el que los fundadores de negocios familiares desarrollan su empresa y la hacen crecer con la intención de que el día de mañana sea dirigida y sea propiedad de sus sucesores. Así, estos autores recogen algunas de las razones de los líderes de la empresa familiar, en particular sus fundadores, para desear la continuidad del negocio, destacando entre ellas el deseo de conservar la herencia y el legado familiar, crear riqueza para garantizar la seguridad económica de la familia y mantenerla unida. Otros autores (Hollander y Elman, 1988) también han considerado la importancia de las motivaciones y características del fundador por la influencia que ejercen en los objetivos de la empresa familiar. Sambrook (2005) señala algunos de los principales aspectos a considerar para alcanzar el crecimiento como reclutar empleados con potencial, considerando las motivaciones de las carreras profesionales de los posibles trabajadores y transferir los conocimientos tácitos organizacionales y personales de la actual generación al posible sucesor, ya sea un empleado interno o un contratado externo. Efectivamente, la planificación de la sucesión es una cuestión de vital importancia cuando el crecimiento de la empresa implica asegurar los ingresos después de que el fundador decide retirarse, garantizar el empleo de futuros miembros de la familia que deseen incorporarse al negocio o sentir el orgullo de haberlo logrado (Gray y Lawless, 2000). Otros argumentos para la búsqueda del crecimiento de la empresa familiar podrían estar basados en la alta preocupación que muestran estas compañías por sus recursos humanos. Gallo y Amat (2003) destacan como en las compañías que no hay crecimiento es muy difícil mantener una pirámide de edades equilibrada en el personal de la empresa, y las pirámides invertidas, tan frecuentes en las empresas familiares, son casi siempre uno de los mayores lastres para cambiar. Así, cuando no hay crecimiento, de un lado resulta muy difícil atraer a directivos jóvenes que aporten nuevos conocimientos y ayuden a preservar el espíritu emprendedor de la empresa y, de otro lado se hace difícil conseguir muchos tipos de economías de escala y de alcance, que en ocasiones resultan necesarias para continuar en el mercado. Finalmente, el trabajo realizado por Ward (1997) recoge distintos aspectos a tener en cuenta por aquellas empresas familiares que desean promover su expansión. Así, este autor señala la necesidad de promover la revitalización estratégica de la compañía, atraer y retener a buenos directivos externos a la familia, crear flexibilidad e innovación organizacional, generar y conservar riqueza y preparar al sucesor para liderar la compañía. A su vez, las empresas familiares cuentan con una serie de características propias, consideradas por la literatura como ventajas e inconvenientes, que podrían afectar notablemente a sus orientaciones estratégicas, en general, y a la fijación de un objetivo de crecimiento, en particular (ver tabla 2). 20 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 Razones para crecer en la empresa familiar: Un análisis comparativo Tabla 2. Ventajas e inconvenientes de la empresa familiar. Ventajas El conocimiento y la experiencia en el negocio. Autores: Leach (1993); Kets de Vries (1993, 1996); Ginebra (1997) y Donckels y Lambrecht (1999). Inconvenientes La sucesión o relevo generacional Autores: Calder (1961); Burack y Calero (1981); Leach (1993); Kets de Vries (1993, 1996); Ibrahim y Ellis (1994) y Gallo (1995). Visión a largo plazo Autores: Donnelley (1964); Davis (1983); Leach (1993); Kets de Vries (1993, 1996); Ibrahim y Ellis (1994); Gallo (1995); Ginebra (1997) y Poutziouris (2001). Nepotismo Autores: Calder (1961); Burack y Calero (1981); Kepner (1983); Kets de Vries (1993, 1996); Ibrahim y Ellis (1994); Gallo (1995); Cauffman (1996); Tagiuri y Davis (1996); Ginebra (1997) y Poutziouris (2001). Discordias familiares que influyen en el negocio Autores: Horton (1986); Gilbert (1989); Levinson (1971); Kets de Vries (1993, 1996); Leach (1993); Harvey y Evans (1994); Ibrahim y Ellis (1994) y Tagiuri y Davis (1996). Compromiso, dedicación y orgullo familiar Autores: Calder (1961); Donnelley (1964); Horton (1986); Kets de Vries (1993, 1996); Leach (1993); Ibrahim y Ellis (1994); Gallo (1995, 2002); Poza (1995); Cauffman (1996); Tagiuri y Davis (1996); Ginebra (1997) y Poutziouris (2001). Lealtad, confianza y comunicación Autores: Donnelley (1964); Davis (1983); Leach (1993); Ibrahim y Ellis (1994); Gallo (1995, 2002); Tagiuri y Davis (1996); James (1999); Ibrahim et al. (2001) y Poutziouris (2001). Flexibilidad y rapidez en la toma de decisiones Autores: Davis (1983); Hall (1988); Kets de Vries (1993, 1996); Leach (1993); Gallo (1995); Goffee y Scase (1985); Poza (1995); Cauffman (1996); Tagiuri y Davis (1996); Ginebra (1997); Poza et al. (1997) y Donckels y Lambrecht (1999). Convicciones, valores y visión compartida Autores: Donnelley (1964); Ibrahim y Ellis (1994); Tagiuri y Davis (1996) y Denison et al. (2004). Satisfacción del cliente y preocupación por la calidad Autores: Davis (1983); Leach (1993); Poza (1995); Adams et al. (1996) y Ginebra (1997). Autonomía en la forma de actuar y financiera Autores: Donnelley (1964); Kets de Vries (1993, 1996); Poza (1995); Cauffman (1996); Ginebra (1997); Donckels y Lambrecht (1999) y Poutziouris (2001). Falta de estructuras claras y solapamiento de roles Autores: Donnelley (1964); Burack y Calero (1981); Hayes (1981); Kets de Vries (1993, 1996); Harvey y Evans (1994); Ibrahim y Ellis (1994); Tagiuri y Davis (1996) y Ginebra (1997). Problemas de financiación Autores: Donnelley (1964); Miller y Rice (1988); Kets de Vries (1993, 1996); Friedman y Friedman (1994); Gallo (1995); Cauffman (1996); Ginebra (1997) y Donckels y Lambrecht (1999); James (1999). Estilo de dirección autocrático y paternalista Autores: Calder (1961); Burack y Calero (1981); Kets de Vries (1993, 1996); Leach (1993); Ibrahim y Ellis (1994); Gallo (1995); Cauffman (1996); Ginebra (1997) y Poutziouris (2001). Enfeudamiento Autores: Burack y Calero (1981); Ginebra (1997) y Poutziouris (2001). Coacción moral a los descendientes Autores: Gilbert (1989); Kets de Vries (1993, 1996) y Ginebra (1997). Fuente: Vallejo (2003). Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 ISSN: 1135-2523 21 Fuentes Lombardo, G.; Hernández Ortiz, M.J.; Vallejo Martos, M.C.. Del análisis de estas fortalezas y debilidades se desprende que algunos de estos aspectos podrían influir positivamente (orientación a largo plazo, compromiso, dedicación, flexibilidad y orgullo) tanto en la supervivencia como en el crecimiento de estas compañías, mientras que otros aspectos (sucesión, nepotismo, dificultades financieras y discordias familiares) lo harían en sentido contrario. Así, la visión a largo plazo que caracteriza a estas empresas podría influir positivamente en que las mismas deseen crecer para garantizar la continuidad del negocio en manos de la siguiente generación familiar. Del mismo modo, su compromiso, dedicación, el orgullo familiar y el que presenten unas convicciones, valores y visión compartida también podrían ser aspectos favorables para que la empresa opte por aumentar su dimensión empresarial. La mayor flexibilidad y rapidez en la toma de decisiones de las que gozan estas compañías pueden convertirse en fortalezas para fijar el crecimiento de la empresa cuando el mercado esté maduro y presente un incremento de la competencia. Sin embargo, los problemas sucesorios, típicos de estas empresas, la falta de profesionalización, las dificultades financieras por no permitir, en ocasiones, la entrada de capital que provenga de inversores ajenos a la familia debido a la pérdida de control que ello supondría, junto con la existencia de discordias familiares que afecten a la marcha de la empresa, pueden considerarse aspectos que podrían afectar negativamente al crecimiento empresarial. 4. ASPECTOS METODOLÓGICOS Y RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN La metodología empleada en este trabajo ha sido cualitativa y la técnica de investigación seleccionada la entrevista abierta semidirectiva. Ambas se consideran como las más adecuadas cuando el investigador pretende profundizar en el por qué de un determinado fenómeno social. En nuestro caso, conocer las motivaciones que llevan a la empresa familiar a fijar el crecimiento como un objetivo estratégico. El sector seleccionado fue el vitivinícola, pues tiene una enorme importancia si consideramos que España ocupa el segundo puesto a nivel mundial en volumen de producción. Además, este sector posee un importante papel tanto por el valor económico que genera4, como por su demanda exterior que lleva a nuestro país a ocupar el tercer puesto a nivel mundial después de Francia e Italia. De otro lado, dentro de este sector se observa una tendencia al crecimiento de aquellas empresas amparadas dentro de alguna denominación de origen en detrimento del resto de superficies destinadas a vinos de mesa. Así, todas las empresas que han participado en este estudio pertenecen al sector vitivinícola con denominación de origen en el marco de Jerez, Montilla-Moriles y Rioja. Realizando un breve análisis del sector hemos podido observar como, pese a que en las últimas nueve campañas la demanda exterior de vino español con denominación de origen ha aumentado notablemente5, no ha ocurrido lo mismo en el caso de las denominaciones de origen del marco de Jerez6 a las que pertenecen el 80% de las empresas que han participado en este trabajo. Además, este análisis nos ha permitido conocer que muchas de las empresas del sector poseen carácter familiar el cual impregna la filosofía del negocio pues en este sector la tradición y antigüedad resulta ser un importante recurso intangible valorado por el mercado. La información recogida en este trabajo empírico procede de bases de datos empresariales y de los discursos contenidos en las entrevistas realizadas. Así, en este estudio 22 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 Razones para crecer en la empresa familiar: Un análisis comparativo han participado 20 empresas, en las cuales se hicieron un total de 32 entrevistas durante el periodo de tiempo comprendido entre enero y septiembre de 2005 a directivos y miembros del consejo de administración, familiares y no familiares. Las cuestiones planteadas en las entrevistas fueron diseñadas a partir de la revisión de la literatura y depuradas después de la realización de cuatro entrevistas piloto, si bien, debemos señalar que estas cuestiones fueron planteadas de un modo abierto con la intención de obtener una información amplia y profunda sobre todos aquellos aspectos relacionados con el objetivo de investigación. En el desarrollo del trabajo de campo tuvimos que realizar una preselección a priori de las empresas que participarían en función de los datos recogidos en una ficha de empresa elaborada a partir de información secundaria (bases de datos empresariales) que después se contrastó con las personas que finalmente fueron entrevistadas. Finalmente, el análisis de los datos recogidos en las fichas de empresa, así como el análisis de los discursos, nos permiten obtener los siguientes resultados de investigación. 4.1. Análisis y resultados de la información recogida en las fichas de empresa Del análisis de los datos objetivos recogidos en la ficha de empresa pudimos observar como las empresas que participaban en este estudio podían ser clasificadas en tres grupos por las coincidencias que se observaron en relación a las características que poseían (ver figura 1) para delimitar su carácter familiar o no. De ahí, la imposibilidad de poder comparar los motivos que llevan a la empresa a fijar el crecimiento del negocio atendiendo únicamente al carácter familiar o no del mismo, pues se han encontrado empresas con distintos grados de familiaridad que no nos permiten hacer esta discriminación. Figura 1. Características de las empresas que participan en el estudio. EMPRESAS FAMILIARES PRIVADAS Propiedad Familiar MENOR C A Dirección Familiar R Consejo Administración Familiar Á Nº relevos generacionales C T EMPRESAS FAMILIARES MIXTAS Propiedad Familiar E R Dirección Familiar F Consejo Administración Familiar A Nº relevos generacionales M I EMPRESAS FAMILIARES PURAS Propiedad Familiar L Dirección Familiar A Consejo Administración Familiar R Nº relevos generacionales I MAYOR Fuente: elaboración propia. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 ISSN: 1135-2523 23 Fuentes Lombardo, G.; Hernández Ortiz, M.J.; Vallejo Martos, M.C.. Si consideramos el grado de familiaridad de una empresa como el valor o medida en que pueda variar la intensidad de su carácter familiar, aquellas con menor deseo de crecimiento eran las que poseían un mayor grado de familiaridad, por tener la totalidad de la propiedad familiar y los puestos directivos y cargos del consejo de administración ocupados por familiares. Aquellas otras que presentaban un menor grado de familiaridad eran las que estaban realizando una planificación estratégica más orientada al crecimiento. Así, los tres grupos de empresas a los que nos hemos referido anteriormente son: En primer lugar, aquellas que presentan el mayor grado de familiaridad, a las que denominamos empresas familiares puras. Estas compañías se caracterizan porque la totalidad de la propiedad o su mayoría es familiar, los puestos directivos y los cargos del consejo de administración están ocupados en su totalidad o en su mayor parte por miembros de la misma familia y, muchas de estas empresas se encuentran en tercera generación. En segundo lugar, encontramos compañías con un menor grado de familiaridad a las anteriores, pues la propiedad se reparte entre familiares y externos, al igual que ocurre con los puestos directivos y los cargos del consejo de administración, además estas empresas suelen encontrarse en una generación más avanzada y las denominamos empresas familiares mixtas. Finalmente, están aquellas empresas que denominamos empresas familiares privadas, en las que se observa el menor grado de familiaridad, pues la minoría del capital pertenece a miembros de una misma familia y los cargos directivos y puestos del consejo de administración son ocupados en su minoría por familiares, además, muchas de ellas se encuentran en primera generación. 4.2. Resultados del análisis de los discursos contenidos en las entrevistas. Del análisis de los discursos contenidos en las entrevistas debemos señalar que, pese a que el crecimiento es considerado importante para todas las empresas que han participado en nuestro estudio, las empresas familiares puras no realizan planificación estratégica orientada a alcanzar este objetivo, sino que más bien consideran que el crecimiento de la empresa será lento y dependerá de la aceptación que sus productos tengan en el mercado. Para estas empresas el objetivo prioritario es la supervivencia. Se trata de empresas que en definitiva no están orientadas al mercado. Tradicionalmente han sido bodegas de crianza y almacenado y, por la actual crisis que atraviesa el sector, han tenido que comenzar a comercializar sus productos en un mercado distinto del habitual (las bodegas de crianza y expedición)7: “… la empresa ha ido cada vez creciendo un poquito más, un poquito más, hasta como estamos ahora mismo, que no es una gran empresa pero bueno medianita … Nosotros vivimos bien, mis hijos viven bien, yo vivo como quiero, hombre nos gusta vender más, si decimos que no nos gusta es de tontos, pero bueno, no queremos tampoco comernos el mundo, no estamos en esas…, porque ya los negocios cuando son tan grandes…. Nosotros vamos paso a paso, ¿sabes? pero positivo, pisando firme”. 24 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 Razones para crecer en la empresa familiar: Un análisis comparativo En cierto modo los productos que elaboran estas empresas tienen un alto grado de diferenciación, están destinados a un segmento muy concreto del mercado dispuesto a pagar un alto precio, no compiten en volumen (en ocasiones por la imposibilidad dada la falta de recursos). Sin embargo, este sector está bastante maduro en España, e incluso en fase de declive, y de ahí que vean la necesidad de buscar nuevos mercados en los que estos productos se encuentren en fase de crecimiento: “… la única forma de buscar ya el crecimiento es buscando eh…, buscando consumidores…, hay que buscar consumidores donde estén”. Por su parte, las empresas familiares mixtas y privadas sí consideran el crecimiento del negocio como uno de sus principales objetivos en la actualidad. Las empresas familiares privadas se refieren a la importancia de que la empresa crezca, desarrollando una estrategia de internacionalización, hasta conseguir que su cifra de ventas totales se reparta al cincuenta por ciento entre el mercado nacional e internacional, es decir, buscan diversificar el riesgo. Otra motivación apuntada por las empresas familiares privadas es la necesidad de obtener sinergias, ventajas en costes de producción y/o distribución, aprovechando las estructuras que ya poseen sus compañías para elaborar y/o comercializar otros productos (ya sean suyos o de otras empresas). En este sentido, debemos señalar como son estas empresas las que presentan mayor dotación de recursos tangibles e intangibles (humanos, tecnológicos, relacionales y organizativos). Además, estas compañías han optado por estrategias de diversificación en productos y en mercados. Con la diversificación en productos complementarios desean obtener estas sinergias en costes mejorando su posición competitiva en los mercados a los que se dirigen y ofreciéndole al cliente una gama más amplia de productos. En definitiva son empresas con una gama de productos orientada a volumen y otra gama orientada a precio: “… la estrategia de internacionalización de la compañía es uno de los tres pilares para alcanzar el crecimiento de la empresa junto con el desarrollo de la marca y nuevos productos, porque ya las cuotas de mercado que teníamos con los productos nacionales eran muy grandes y el crecimiento pasaba por irse fuera”. De otro lado, los directivos de empresas familiares mixtas se refieren a la necesidad de crecer para aumentar la cifra de negocios y seguir, de este modo, reinvirtiendo en nuevos proyectos de expansión y adquisición de nuevas bodegas para aumentar su volumen de producción. Esta adquisición de bodegas tanto en el mercado nacional como internacional puede explicarse por el deseo de elaborar y distribuir otras variedades de vino que en la actualidad resultan ser más competitivas en mercados internacionales, tal y como ocurre con los vinos procedentes del “nuevo mundo”: “… así que nuestro interés es seguir creciendo, impulsando la cifra de ventas principalmente por las exportaciones, y evidentemente el objetivo desde siempre en el grupo era y es conseguir el 50% de las ventas provenientes de la exportación, todavía estamos en un 31%, entonces queda mucho camino, y también es cierto que en el mercado de la exportación hay una competencia tremenda de los llamados Países del Nuevo Mundo que están sacando productos Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 ISSN: 1135-2523 25 Fuentes Lombardo, G.; Hernández Ortiz, M.J.; Vallejo Martos, M.C.. algunos buenos, otros no tan buenos, pero baratos y atractivos en la presentación, vinos que se beben con facilidad, saben mucho a fruta y bueno pues esos están copando el mercado sobre todo de los vinos baratos ¿no?, de los vinos jóvenes”. Así, el crecimiento se convierte en un objetivo necesario para poder competir con el mismo poder negociador que otras empresas multinacionales, por ello, la necesidad también de aumentar volúmenes de producción y reducir costes, en definitiva, ganar en eficiencia: “… estamos buscando una masa crítica para poder competir de tú a tú, con las multinacionales que están manejando el tema de vinos y alcoholes espirituosos en el mercado nacional y en el mercado de la exportación. Entonces, tu tienes que crear una masa crítica para poder luchar con las mismas armas, desde el punto de vista de promoción, desde el punto de vista publicitario, de comunicación”. Una de las principales motivaciones que hemos encontrado ha sido el deseo de aumentar la cuota de mercado, pues para algunas empresas el mercado nacional se queda pequeño por dirigirse a un grupo concreto de clientes muy especializados dentro del sector de hostelería y restauración. Estas empresas, en ocasiones, han elegido la diversificación de los mercados en lugar de optar por la diversificación de productos: “… si ya mi mercado se me queda pequeñito o diversifico en productos o me voy a otro mercado, para mi lo lógico es irme a un mercado de exportación porque mi producto es atractivo fuera”. También debemos señalar, como otro motivo que explica el crecimiento de las empresas familiares mixtas es la expansión internacional de empresas del mismo sector e idéntico ámbito geográfico, que les motiva a iniciar también procesos de internacionalización: “… por orgullo, por prestigio, por la calidad de nuestros productos, tenemos que ser capaces de hacer lo que están haciendo otras empresas de nuestro mismo sector”. El interés de aumentar el compromiso de la empresa en algunos mercados en los que el producto ya es conocido, o la necesidad de seguir al cliente, son otras de las razones apuntadas por estas compañías: “… nosotros nos movemos en un ámbito desde el punto de vista de mercado donde nuestros clientes cada vez son más grandes y más fuertes, los supermercados, los hipermercados, entonces por una pura relación de proveedor cliente …”. En relación con lo anterior, se han encontrado diferencias en las fortalezas y debilidades que muestran las empresas, de cara a desarrollar el crecimiento del negocio. Estas diferencias se relacionan también con el grado de familiaridad de la empresa. Así, las empresas familiares puras muestran todas las ventajas que caracterizan a las empresas familiares a excepción de la flexibilidad, pues, en ocasiones, no son capaces de responder a la demanda de los clientes por cuestiones relacionadas con el volumen o porque aún no han conseguido adaptarse a los cambios del entorno. Respecto a los inconvenientes que observamos en ellas, de cara a promover el crecimiento del negocio, coinciden en su totalidad con los recogidos en la tabla 2. De este modo, estas empresas presentan un estilo de liderazgo 26 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 Razones para crecer en la empresa familiar: Un análisis comparativo autoritario y paternalista, escasa profesionalización, prácticas de nepotismo, como mantener a familiares ocupando puestos directivos sin la suficiente formación, y sucesión no planificada, entre otros inconvenientes. Las empresas familiares mixtas sí presentan todas las fortalezas apuntadas en esta tabla 2. Además, los únicos inconvenientes encontrados han sido las discordias familiares, que influyen en el negocio y dificultan y ralentizan la toma de decisiones, así como problemas de financiación. Sin embargo, con relación a este último inconveniente conviene señalar una diferencia respecto a las empresas familiares puras. En efecto, ahora los problemas de financiación surgen a consecuencia de los nuevos y numerosos proyectos de inversión que se desean desarrollar para alcanzar un mayor crecimiento del negocio, mientras que en las empresas familiares puras la falta de financiación coincide con un menor deseo de crecimiento y de desarrollo de proyectos de expansión que resulten ser arriesgados. Finalmente, las fortalezas encontradas en las empresas familiares privadas han sido visión a largo plazo, compromiso, dedicación y orgullo familiar, flexibilidad y rapidez en la toma de decisiones y autonomía, tanto de actuación como financiera. Además, se trata de empresas cuyo conocimiento y experiencia del negocio no proviene en todos los casos de la tradición familiar sino que se obtiene con la contratación de directivos externos de reconocido prestigio dentro del sector. Por último, en estas empresas no encontramos ninguna de las debilidades apuntadas en la tabla 2. De otro lado, el análisis contenido en los discursos de las entrevistas nos ha permitido comprobar como, pese a que el crecimiento de la compañía es considerado un objetivo importante tanto para los directivos familiares como para los externos, los motivos ofrecidos por ambos para implantar estrategias orientadas al mismo difieren en algunas ocasiones. Los directivos familiares y externos coinciden en la necesidad de crecer para aumentar la competitividad, el poder negociador de la empresa y maximizar la riqueza. Sin embargo cuando se refieren a mejorar la reputación e imagen de la compañía y al orgullo que crecer les supone existen diferencias entre ambos. Además, garantizar la continuidad del negocio ha sido un argumento señalado exclusivamente por directivos o miembros del consejo de administración familiares. Los directivos familiares consideran el crecimiento como uno de sus principales objetivos para seguir manteniendo y aumentando la competitividad de la empresa, mejorar su reputación, alcanzar un mayor prestigio y respeto, ser líderes del sector, mejorar la imagen de sus marcas, e incluso por orgullo personal, para ver reconocido los resultados del esfuerzo realizado. Otras razones argumentadas para explicar el deseo de crecimiento de la empresa están más relacionadas con aspectos personales y sentimentales, pues el interés puede estar en el apego que los familiares sienten por la tierra, la zona y los productos que elaboran, y que desean proyectar: “ … la rentabilidad no. Yo antes te hablaba del crecimiento, aquí lo prioritario es crecer. Una parte muy importante es la sentimental, pero por eso quieren (los familiares) crecer, crecer, crecer, para que con ello crezca el Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 ISSN: 1135-2523 27 Fuentes Lombardo, G.; Hernández Ortiz, M.J.; Vallejo Martos, M.C.. sector; si crece el sector, el sector irá bien, entonces irá bien todo el entorno que es lo que ellos, es su primer, su primer…, aunque suene un poquito a película es la realidad hoy”. Además, estos directivos opinan que el crecimiento puede aumentar el valor de la empresa, pensando en la siguiente generación que se incorpore al negocio, e incluso, garantizar su supervivencia. En esta misma línea, consideran que el crecimiento es necesario para que la empresa pueda seguir manteniendo su carácter familiar, pues es una opción ante la venta de la empresa, la posibilidad de que las transmisiones se realicen siempre a una única rama familiar o no hacer nada y esperar que la empresa desaparezca: “… lo que pasa es que a medida que se va multiplicando el número de familiares se va subdividiendo la propiedad y, entonces, también tiene un fallo que es que tu interés por la empresa es menor”. “… porque es el crecimiento normal de la demografía familiar, y se dividen los patrimonios, se dividen todas las cosas, se multiplican (los familiares) y a veces no hay para todos. Muchas veces la familia aumenta y ya no da para todos y entonces tienes que decidir. Si se diluyen, pues entonces hay una facilidad de poder seguir con el negocio, pero si la familia se mantiene unida y no hay un aumento en el negocio, la empresa desaparece”. De otro lado, los directivos externos nos argumentan que el crecimiento es importante para crear valor, maximizar la riqueza del accionista, generar beneficios, seguir incrementando la cifra de ventas y facturación de la empresa y obtener mejores resultados, mayores márgenes, pues cuentan con productos competitivos en calidad, precio e imagen que pueden alcanzar una mayor cuota de mercado. Además, estos directivos señalan que el crecimiento de la empresa es importante de cara a alcanzar un mayor poder negociador, por ejemplo con distribuidores. En este sentido, coinciden con algunos directivos familiares en la necesidad de crecer para ser más competitivos. En las empresas familiares privadas, los motivos argumentados para fijar el crecimiento del negocio son en su mayoría aquellos que señalan los directivos externos, pues no podemos olvidar que son este tipo de directivos los que más abundan en estas empresas. Sin embargo, en las empresas familiares mixtas, la toma de decisiones se comparte entre directivos familiares y ajenos a la familia, y los intereses de ambos grupos no siempre van en la misma dirección. Así, en estas empresas es más difícil llegar a un consenso y surgen más conflictos entre estos dos tipos de directivos, pues los externos señalan como en ocasiones se anteponen los deseos y necesidades de la familia a las del negocio. Esto podría explicar la alta rotación que presentan los directivos que no pertenecen a la familia en estas compañías. De este modo, además de las diferencias encontradas en los motivos que llevan a la empresa a fijar el crecimiento como un objetivo estratégico en relación al grado de familiaridad que presente, también existen algunas diferencias para explicar el deseo de crecimiento del negocio en relación a la pertenencia o no del directivo a la familia. Estas diferencias las sintetizamos en la figura 2. 28 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 Razones para crecer en la empresa familiar: Un análisis comparativo Figura 2. Argumentos que explican el crecimiento de la empresa. RAZONES EMPRESARIALES Aumentar la competitividad de la empresa Aumentar el poder negociador de la compañía Maximizar la riqueza de los accionistas Directivos Familiares Directivos No Familiares RAZONES FAMILIARES Mejorar la imagen y reputación de la compañía Garantizar la continuidad del negocio Alcanzar un mayor prestigio y respeto Ser líderes del sector Ver reconocido el esfuerzo realizado (orgullo) Proyectar los valores, convicciones y cultura Aumentar el valor de la empresa (siguiente generación) Fuente: elaboración propia. 5. CONCLUSIONES Y LIMITACIONES La literatura resalta el crecimiento de la empresa como un objetivo estratégico independientemente de que el negocio sea familiar o no. Sin embargo, son escasos lo trabajos que se han ocupado de analizar las motivaciones que llevan a la empresa familiar a perseguir el objetivo de crecimiento. La presente investigación se ha centrado en profundizar en las diferencias o singularidades en la motivación de sus órganos de gobierno a la hora de perseguir este objetivo de crecimiento. El estudio empírico que hemos desarrollado, a partir de entrevistas con directivos y miembros del consejo de administración en empresas del sector vitivinícola, además de los datos recogidos en las fichas de empresa sobre sus características familiares y empresariales, ha puesto de manifiesto, a diferencia de las conclusiones de trabajos previos, que no se pueden establecer comparaciones entre los motivos que llevan a las empresas a crecer, considerando únicamente el carácter familiar o no del negocio, pues se han observado distintos grados de familiaridad en las empresas, que influyen en que existan distintas motivaciones. Al analizar la información de las empresas con respecto a su grado de familiaridad (medido por la participación de la familia en la propiedad, en la dirección y en el consejo de administración), proponemos en nuestro estudio tres grupos de empresas diferenciadas, según el mayor o menor grado de familiaridad, empresas familiares puras, mixtas y privadas. Los resultados del trabajo muestran que el crecimiento de la empresa es un objetivo importante para todas aquellas compañías que participan en el estudio, pero se han observado diferencias entre los motivos perseguidos con el crecimiento de la empresa, según ésta fuese empresa familiar pura, mixta o privada. De este modo, las empresas con un mayor grado de familiaridad, empresas familiares puras, argumentan que su mercado se encuentra en fase de madurez e incluso declive y de ahí la necesidad de crecer buscando nuevos mercados, su objetivo prioritario es la supervivencia y Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 ISSN: 1135-2523 29 Fuentes Lombardo, G.; Hernández Ortiz, M.J.; Vallejo Martos, M.C.. para ello, en esta situación, buscan el crecimiento lento del negocio. Sin embargo, las empresas familiares mixtas justifican su crecimiento por la necesidad de aumentar la cifra de ventas, mejorar la posición competitiva y seguir al cliente. Además, entre los objetivos de estas empresas está presente la búsqueda del crecimiento del negocio porque al aumentar el número de miembros de la familia que se incorporan a la empresa (de manera activa o pasiva) se hace necesario, a la vez, el crecimiento de la misma para asegurar su continuidad, argumento que coincide con los señalados en la literatura por distintos autores (Kaslow, 1983; Heck, 2004; Fuentes, 2006). En cuanto a los principales argumentos señalados para justificar el crecimiento en las empresas familiares privadas son la diversificación del riesgo (ampliación de productos y mercados) y la obtención de sinergias. En este sentido, podemos puntualizar que las empresas familiares puras, con un mayor grado de familiaridad, argumentan en mayor medida razones familiares para crecer, mientras que en las empresas familiares privadas, los argumentos empresariales tienen un mayor peso y, finalmente, en las empresas familiares mixtas encontramos una mezcla de ambos. Por otro lado, al entrevistar a directivos y a miembros del consejo de administración familiares y no familiares, hemos encontrado diferencias importantes en sus argumentos sobre el crecimiento. Mientras que ambos grupos coinciden en la necesidad de crecer por motivos relacionados exclusivamente con el negocio (mayor valor, mayores beneficios, mejores resultados, mejorar la competitividad, mayor poder de negociación, etc…), los directivos y miembros del consejo de administración familiares consideran otros argumentos además de éstos. No referimos a razones personales más relacionadas con la familia, tales como asegurar la supervivencia y continuidad de la empresa a medida que la familia aumenta, conseguir mejorar la imagen de la compañía por cuestiones relacionadas con el orgullo familiar y mejorar la situación económica de la familia, del sector y de la zona en la que se encuentran. Los resultados obtenidos en este trabajo tienen importantes implicaciones para el crecimiento de negocios familiares. Así, cuando éstos presenten características similares a empresas familiares puras, deberían plantearse alcanzar una mayor flexibilidad y resolver la falta de profesionalización de la empresa, por no permitir la entrada de directivos ajenos a la familia, así como, los problemas que se originen por no haber realizado una correcta planificación de la sucesión, si tenemos en cuenta que éstas han sido las debilidades que presentan estas compañías y que limitan su crecimiento. Ante la existencia de conflictos familiares que afecten a la marcha de la empresa, difícilmente se podrán implantar objetivos de crecimiento. En relación a las empresas familiares mixtas, el principal inconveniente encontrado, de cara al crecimiento de la empresa, es la escasez de recursos financieros, en ocasiones motivada por el no deseo de compartir la propiedad del negocio con terceros ajenos a la familia, sin embargo, estas compañías deberían considerar la posibilidad de mantener su carácter familiar, aún compartiendo la propiedad y el control con personas ajenas a la familia, pues ello les podría permitir obtener un mayor crecimiento del negocio. Finalmente, en las empresas familiares privadas, no se observan inconvenientes para garantizar el crecimiento de la empresa. En definitiva, estas compañías han sido capaces de superar aquellas debilidades que caracterizan a la empresa familiar. Estas conclusiones deben tomarse en consideración teniendo en cuenta las limitaciones del trabajo. Efectivamente, la validez de los resultados obtenidos en este trabajo depende de una serie de cuestiones relacionadas con el diseño de nuestra investigación. Así, nuestro 30 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 15-34 Razones para crecer en la empresa familiar: Un análisis comparativo estudio se ha centrado en un solo sector, el vitivinícola, por lo que serían necesarias réplicas del mismo en otros sectores empresariales. Por último, este estudio se basa en datos transversales. Un estudio longitudinal podría aportar una visión más exacta de la influencia del carácter familiar de la empresa en su crecimiento. Otra limitación que presenta este trabajo es el no haber delimitado teóricamente “los grados de familiaridad” de una empresa. Así, conocer las posibles tipologías de “grados de familiaridad” y las variables que se han de considerar en cada una de ellas podría considerarse una futura línea de investigación surgida a partir de los resultados obtenidos. En definitiva, se trataría de descubrir cómo afectan los distintos “grados de familiaridad” de la empresa, una vez analizadas las variables que los discrimen, a la orientación estratégica del negocio. NOTAS 1 Esta autora señala que los recursos humanos, y los recursos en general, no sólo constituyen un incentivo sino también un límite al crecimiento empresarial. Existe, por consiguiente, una ambivalencia de los recursos ociosos como freno y motor del crecimiento. Dicha autora escribe que incluso el crecimiento mediante fusión y adquisición no escapa a las restricciones impuestas por la necesidad de utilizar unos inputs que son los que mantienen la coherencia de la organización. 2 Aunque este objetivo no sea específico de la empresa familiar, por estar también presente en las empresas que no revisten dicho carácter, la finalidad que se persigue al plantearlo podría diferir entre ambas. Por un lado, las empresas no familiares lo podrían fijar con el propósito de mejorar su cuenta de resultados y maximizar los dividendos de sus accionistas, mientras que de otro lado, las empresas familiares podrían buscar una mayor reputación o la continuidad del negocio a medida que el número de miembros de la familia aumenta. 3 Gallo y Amat (2003) recogen como, en ocasiones, los fundadores optan, a la hora de transmitir el negocio a la siguiente generación, por la poda del árbol familiar. Si estuviésemos ante este caso, en el cual el patrimonio no se transmite a todos los miembros de la siguiente generación sino a sólo una parte de los mismos, la razón argumentada aquí para buscar el crecimiento de la empresa dejaría de ser prioritaria. 4 El incremento del valor de las ventas netas entre los años 1995 y 2000 fue de 57,6%, el mayor experimentado en toda la industria agroalimentaria española, según el trabajo realizado por ICEX (2004) sobre el comercio exterior del sector agroalimentario español. 5 Ver la Memoria de la Federación Española del Vino (2004). 6 Ver las memorias publicadas por el C.R.D.O. Jerez-Xérès-Sherry, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda y Vinagre de Jerez (2000-2005). 7 Existen tres tipos de bodegas: de producción, de crianza y almacenado y de crianza y expedición. Las primeras elaboran y crían vinos para su posterior venta a las bodegas de la zona de crianza. Las segundas se centran en la crianza de los vinos para su posterior venta a las bodegas de expedición. Finalmente, las terceras son aquéllas que se dedican a la crianza de los vinos, así como a su comercialización. BIBLIOGRAFÍA ADAMS, J.; TASCHIAN, A. y SHORE, T. (1996): “Ethics in family and non-family owned firms: An exploratory study”. Family Business Review, Vol. 9, N. 2, pp. 157-170. ANDERSSON, T.; CARLSEN, J. y GETZ, D. (2002): “Family business goals in the tourism and hospitality sector: Case studies and cross-case analysis from Australia, Canada and Sweden”. Family Business Review, Vol. 15, N. 2, pp. 89-110. ANGUERA, M.T. (1986): “La investigación cualitativa”, Educar, Vol. 10, pp. 23-50. ANSOFF, H.I. (1976): La estrategia de la empresa. Ediciones Universidad de Navarra, S.A. Traducción de: Corporate Strategy. Mcgraw-Hill, 1965. ARIÑO, A. (2005): “Las alianzas estratégicas: una opción para potenciar el crecimiento de la empresa familiar”, en Garrido, M. y Furgado, J.M. 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Este trabajo ofrece una visión clara y completa sobre este instrumento de financiación, al mismo tiempo que informa de los aspectos menos consensuados en la literatura, posibilitando, así, la investigación futura. Asimismo, el artículo es el primero que recoge, exhaustivamente, la vinculación que en la literatura se ha realizado entre la política monetaria y el crédito comercial, aspecto éste que está generando una emergente corriente de investigación. PALABRAS CLAVE: Crédito comercial, Costes de transacción, Discriminación de precios, Información asimétrica, Insolvencia. TRADE CREDIT LITERATURE: A SURVEY ABSTRACT: Economic literature reveals a lack of a general theory on trade credit. This paper reviews the main theoretical and empirical contributions providing a simple but complete guide to researchers. Likewise, future research is encouraged by showing the puzzled and less explored features of trade credit. Moreover, this study is novel in reviewing the linking between trade credit and monetary restrictions, providing some light to the emerging literature on the role of trade credit in the transmission of monetary policy. KEYWORDS: Trade credit, Transaction costs, Price discrimination, Asymmetric information, Default. 1. INTRODUCCCIÓN El uso del crédito comercial por parte de las empresas no financieras es un tema relativamente poco analizado. En términos generales, puede señalarse que no existe una teoría del crédito comercial única y uniforme. Por el contrario, los trabajos que tratan este tema analizan determinadas características del mismo, justificando por qué las empresas hacen uso de este recurso financiero y analizando las diferencias en los términos en que se establece. El resultado de estas investigaciones es, por tanto, un conjunto de teorías que explican este tipo de crédito desde diferentes puntos de vista. El resto de trabajos en este campo constituyen aplicaciones empíricas en las que se contrastan estas teorías o se comparan los términos del crédito comercial entre diferentes industrias o a nivel internacional. El objetivo de este trabajo es doble. Por un lado, describir el marco conceptual de referencia del crédito entre empresas, destacando sus principales características. Por otro, recopilar las diversas teorías que justifican el uso del crédito comercial y agruparlas de acuerdo a las explicaciones que se han ofrecido sobre el mismo. Esta labor permite recoger prácticamente todas las investigaciones que se han realizado sobre el crédito interempresarial al mismo tiempo que informa de los aspectos menos consensuados en la literatura, posibilitando, de esta manera, la investigación futura. Asimismo, el artículo es novedoso en la Rodríguez Rodríguez, O.M. medida que es el primero que recoge, de manera exhaustiva, la vinculación que en la literatura se ha realizado entre la política monetaria y los aplazamientos del pago, aspecto éste que está generando una emergente corriente de investigación. El trabajo se estructura de la siguiente manera: en la sección 2 se describe el marco conceptual del crédito interempresarial indicando sus principales rasgos. La sección 3 contiene, en sus 5 apartados, los diferentes bloques en los que se ha clasificado la literatura sobre el crédito comercial. En la última sección se presentan las principales conclusiones del trabajo. 2. EL CRÉDITO INTEREMPRESARIAL: DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS El crédito interempresarial constituye una forma de desintermediación financiera, que incluye los créditos comerciales y financieros que se conceden entre sí las empresas no financieras. Este tipo de crédito moviliza un gran volumen de fondos y está definido por rasgos muy particulares. Por ello, resulta conveniente evaluar su relevancia en el proceso de financiación empresarial así como en el propio funcionamiento comercial de la empresa. Dentro de lo que se conoce como crédito interempresarial se distinguen dos tipos: el crédito comercial y el crédito financiero. El crédito comercial es una categoría relativamente poco estudiada en economía financiera. Se trata de un tipo de deuda a corto plazo y de naturaleza informal, cuyos términos no están generalmente fijados de forma legal. Así, el crédito comercial se puede conceder a través de fórmulas como el aplazamiento del pago de una transacción sobre bienes o servicios que sean objeto de negocio típico de la empresa, en la que el comprador actúa como prestatario y el vendedor como prestamista. En ocasiones, tiene lugar a través del pago a cuenta de una compra futura, en cuyo caso se invierte la posición de los participantes en la operación. De esta manera, el vendedor se convierte en deudor mientras que el comprador asume el papel de acreedor. En cuanto a los términos del crédito comercial, éstos dependen de la industria y el país en que se apliquen. Por otra parte, generalmente el colateral no forma parte explícita del contrato, siendo precisamente esta no obligatoriedad, junto con el riesgo de cobro, lo que justificaría la exigencia de un elevado tipo de interés (frente a un crédito bancario más barato). Así, las empresas con un mayor riesgo de impago de sus deudas son las candidatas a preferir los contratos de crédito comercial, haciendo que sus acreedores comerciales operen en la parte más arriesgada del mercado de crédito. En las operaciones comerciales suele ser frecuente el uso de los descuentos por pronto pago frente a precios más elevados en pagos aplazados. Esta práctica implica que, de manera efectiva, se está cargando un tipo de interés implícito a las empresas que renuncian a estos descuentos y aplazan el pago (aparentemente de manera gratuita) a sus proveedores1. Aunque se desconocen explícitamente las condiciones regulares de comercialización y los tipos de interés que se aplican en el aplazamiento del cobro de sus productos o servicios objeto de negocio, los balances y las cuentas de resultados de las empresas permiten realizar una aproximación, mediante los llamados períodos medios de cobro o de pago de las 36 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 El crédito comercial: marco conceptual y revisión de la literatura operaciones comerciales2. De esta manera se obtiene un indicador de los plazos que, en promedio, se otorgan entre sí las empresas en dichas transacciones3. El crédito financiero o no comercial abarca los aplazamientos de pago que se conceden entre sí las empresas fuera de lo que es su objeto comercial. Se trata, fundamentalmente, de deudas contraídas con acreedores o financiación concedida a deudores diversos. El crédito financiero tiene lugar entre grupos reducidos de empresas, sobre todo entre compañías que forman parte de un mismo grupo económico-financiero. Según Chuliá (1991), los aspectos principales que caracterizan el marco institucional que se ha ido configurando en torno al uso del crédito interempresarial son, entre otros, los siguientes: • La instrumentación del crédito interempresarial, que se lleva a cabo, fundamentalmente, a través de facturas, recibos, letras de cambio, pagarés, compromisos de pago y certificaciones; aunque las tarjetas de crédito se han convertido en el componente más sofisticado de esta forma de financiación. • No negociabilidad. El hecho de que el crédito interempresarial se base en una estructura instrumental poco favorable a su movilización, hace que no exista un mercado organizado para esta clase de deuda. Sin embargo, podría producirse algún tipo de compraventa de la misma entre grupos de empresas conocidas mutuamente4. 3. EL CRÉDITO COMERCIAL: UNA REVISIÓN DE LA LITERATURA El crédito comercial ha sido un tema relativamente poco analizado por la literatura tradicional del crédito. Aunque no existe una teoría general sobre el mismo, existen trabajos donde se plantean diversas hipótesis justificativas del uso de este tipo de financiación desde varios puntos de vista. En esta sección se lleva a cabo una revisión de la literatura mediante el recorrido por los diversos modelos que han sido planteados, tanto desde la perspectiva de la demanda como de la oferta. Se pueden distinguir hasta cinco líneas que han abordado el estudio de los aplazamientos del cobro y del pago. El Cuadro 1 recoge los principales enfoques, así como la explicación que cada uno de ellos ha dado sobre el uso del crédito comercial por parte de las empresas no financieras. Asimismo, incluye las principales aportaciones en cada línea de investigación. 3.1. Modelos “macroeconómicos” Los primeros trabajos que trataron el crédito comercial lo hicieron desde una perspectiva fundamentalmente macroeconómica. En estos estudios se analizaron los aplazamientos de pago y de cobro, teniendo en cuenta las interacciones entre éstos y los efectos de la política monetaria. Como principales investigaciones destacan los trabajos de Meltzer (1960), Brechling y Lipsey (1963), White (1964), Nadiri (1969), Laffer (1970), Jaffee (1971), Schwartz (1974), Myers (1977), Cumby (1983) y, más recientemente, Ramey (1992), Norrbin y Reffett (1995) y Nilsen (2002). Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 ISSN: 1135-2523 37 Rodríguez Rodríguez, O.M. Cuadro 1: Modelos sobre el crédito comercial: principales características y trabajos destacados Líneas de investigación Justificación del crédito comercial Trabajos destacados Meltzer (1960), Brechling y - Podría frustrar total o parcialmente Modelos macroeconómicos los objetivos de la política monetaria. Lipsey (1963), White (1964), Nadiri (1969), Laffer (1970), - Papel inflacionario del crédito Jaffee (1971), comercial. Schwartz (1974), Myers - La dirección de la política (1977), Cumby (1983), monetaria influye en el volumen y Ramey (1992), Norrbin y los términos de este tipo de crédito. Reffett (1995) y Nilsen (2002). Modelos de teoría financiera 1. Modelos de teoría financiera pura 2. Modelos de costes de transacción 1. Fuente alternativa de financiación y ganancia financiera neta (imperfecciones en los mercados financieros). 2. Permite reducir los costes de transacción por su papel desintermediador y por la posibilidad de una mejor gestión de inventarios, sobre todo en productos con gran estacionalidad. 1. Schwartz (1974), Herbst (1974), Emery (1984), Chant y Walker (1988) y Petersen y Rajan (1994). 2. Nadiri (1969), Ferris (1981) y Emery (1987). Modelos de discriminación de precios - Permite discriminar precios a través del pago aplazado y los descuentos por pronto pago. Meltzer (1960), Nadiri (1969), Schwartz y Whitcomb (1979), Brennan, Maksimovic y Zechner (1988), Mian y Smith (1992) y Petersen y Rajan (1994). Modelos de información asimétrica - Facilita la reducción de asimetrías informativas relativas a la calidad del producto y calidad crediticia de la empresa (señalización). - Se utiliza como filtro para reducir los problemas de selección adversa. Smith (1987), Lee y Stowe (1993), Long, Malitz y Ravid (1993), Freixas (1993), Biais, Gollier y Viala (1994), Biais y Golier (1997), Chee, Smith y Smith (1999). Modelos de procesos de liquidación e insolvencia - Ofrece ventaja al proveedor frente a los bancos en caso de insolvencia del cliente. Relaciones de dependencia proveedor-cliente. Maksimovic (1998), Wilner (2000) y Cuñat (2002). Fuente: elaboración propia Una de las primeras referencias al crédito comercial apareció en un trabajo de Meltzer (1960) en el que las variaciones en el volumen y en la distribución de este tipo de crédito iban unidas a los cambios en la política monetaria. Meltzer señalaba que la proposición tradicional de que las grandes empresas no se veían afectadas por cambios en la política monetaria ignoraba dos aspectos importantes. Por una parte, la forma concreta en que la liquidez respondía a cambios en el mercado de dinero. Por otra, el modo en que las grandes empresas podían incrementar la extensión de crédito comercial cuando están cayendo sus ventas a pequeños clientes. Por estas razones, Meltzer consideraba que no se podía suponer 38 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 El crédito comercial: marco conceptual y revisión de la literatura que un gran tamaño o una alta liquidez de la empresa llevaran a ésta a ser inmune a las posibles restricciones de crédito5. En esta misma línea se encuadraba el trabajo de Brechling y Lipsey (1963), que reconsideraba la teoría de que el crédito comercial podría frustrar los intentos de las autoridades monetarias para reducir los gastos del sector privado (diferenciando entre teorías de crédito comercial bruto y neto). En una aplicación empírica demostraba que durante los períodos de restricción monetaria, las empresas habían sufrido un efecto cantidad de la política monetaria, lo que les había llevado a responder incrementando sus niveles de crédito comercial neto recibido y, por tanto, haciendo fracasar los esfuerzos de las autoridades monetarias en los años 50 en Gran Bretaña6. Por su parte, White (1964) argumentaba que, en la medida que las restricciones monetarias hacían que la cantidad de dinero existente fuera usada de forma más eficiente, y que se desarrollaran sustitutivos del dinero, una política monetaria restrictiva tenía cierto grado de autofrustración, considerando exagerado el papel inflacionario que Brechling y Lipsey (1963) habían otorgado al crédito comercial. Las medidas de política monetaria podrían afectar al crédito comercial de distinta manera según el indicador de política monetaria utilizado y según el tipo de crédito comercial considerado (recibido, concedido o neto), tal y como señalaba Nadiri (1969). En este trabajo se indicaba que los tipos de interés no eran, en general, buenos indicadores del efecto de restricciones monetarias sobre el crédito comercial, ya que reflejaban otro tipo de fuerzas y no sólo las decisiones tomadas por las autoridades monetarias. En concreto, el indicador de política monetaria utilizado en este estudio consistió en los cambios en la oferta de dinero. Contrariamente a los resultados obtenidos en Meltzer (1960) y Brechling y Lipsey (1963), el trabajo de Nadiri concluía que tanto el crédito comercial concedido como el recibido respondían positivamente a cambios en los instrumentos de regulación monetaria mientras que el crédito comercial neto era insensible a dichos cambios. El crédito comercial ha sido considerado incluso como una parte de la oferta de dinero. Así, Laffer (1970) distinguía entre la deuda comercial (aquella proporción del crédito comercial que ha sido utilizada) y el crédito comercial disponible no utilizado, definido como la cantidad adicional de bienes y servicios que podrían ser adquiridos por entidades económicas en los términos de crédito existentes. Desde su punto de vista, el crédito comercial estaría compuesto tanto por la deuda comercial como por el crédito comercial disponible no utilizado (p.241). Entre los resultados empíricos más interesantes del trabajo de Laffer hay que resaltar que la inclusión del crédito comercial disponible no utilizado en el mercado de dinero permitía considerar que tanto la oferta como la demanda real de dinero se mostrarían sensibles a los tipos de interés existentes a corto plazo en el mercado (frente a la visión tradicional que consideraba a la oferta real de dinero como fija). La política monetaria dirigida únicamente al dinero bancario tendría menos impacto si el crédito comercial disponible no utilizado existiera que si, por el contrario, no hubiera o si estuviera controlado por la autoridad monetaria. Jaffee (1971) argumentaba que en épocas de restricción monetaria y de racionamiento del crédito, en el sector manufacturero las empresas grandes concedían más crédito comercial a sus clientes que las empresas de menor tamaño. De esta manera, el acceso al crédito comercial Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 ISSN: 1135-2523 39 Rodríguez Rodríguez, O.M. de las empresas racionadas en los mercados de crédito podría compensar, de alguna manera, los efectos de una política monetaria ajustada7. En el trabajo de Jaffee se destacaba, además, que el acceso de las empresas con restricciones crediticias a fuentes alternativas de financiación, como el crédito comercial o el mercado de capitales, influía en los efectos del racionamiento del crédito sobre las decisiones de inversión de la empresa. Siguiendo la misma línea, Schwartz (1974) argumentaba que el crédito comercial complementa el mercado de capital de manera que podría reducir la eficacia de cualquier control sobre los agregados monetarios, aunque también mitiga los efectos discriminatorios generados por una política monetaria restrictiva (p.655). De esta manera, en épocas de restricción crediticia, las empresas más pequeñas utilizarían el crédito comercial en lugar del crédito bancario, en la medida que es precisamente este tipo de sociedad la que encuentra más restricciones a la hora de obtener fondos en los mercados de capitales. Por su parte, las grandes empresas harán uso de su capacidad de acceso a estos mercados para hacer partícipes a sus clientes de este tipo de fondos (canal del crédito comercial). En épocas de política monetaria restrictiva, las grandes empresas, al vender más a través de una extensión de los períodos de crédito, elevarían los precios, dando lugar a un incremento en la tasa de inflación. Así, se tendría que una política monetaria restrictiva, al suponer una sustitución de crédito bancario por crédito comercial, podría no sólo ser ineficaz sino además y, paradójicamente, inflacionaria. Sin embargo, este efecto inflacionario sería sólo ilusorio y dejaría de observarse si la inflación se midiera en términos de los cambios del valor actual de los precios. Por ello, Schwartz sugería que al referirse a los precios de catálogo en lugar de al valor actual de los precios, las autoridades monetarias estarían, de manera sistemática, sobrestimando la tasa de inflación y subestimando el éxito de sus medidas. Una de las implicaciones más importantes era que el no reconocimiento de que las empresas venden recursos monetarios junto con su producto podría dar lugar a una incorrecta formulación de la política económica a nivel agregado. Myers (1977) matizaba los resultados obtenidos por Schwartz señalando que el crédito comercial podría compensar los efectos de una política monetaria contractiva, pero que la vía para ello habría que analizarla teniendo en cuenta el crédito comercial neto y bajo determinados ajustes en las categorías contables. De esta manera, para que el crédito comercial disminuyera los efectos de la política monetaria deberían darse las siguientes dos condiciones. En primer lugar, que la empresa que concediera el crédito comercial poseyera un exceso de liquidez, así como que financiara dicho crédito reduciendo este nivel de liquidez. Y, en segundo lugar, que la empresa que recibiera el crédito comercial lo utilizara para incrementar sus existencias o sus activos fijos. No obstante, Myers coincidía con Schwartz en que las grandes empresas, al actuar como agentes transmisores (obteniendo fondos del sistema bancario y canalizándolos hacia sus clientes vía crédito comercial) reducían el efecto discriminatorio de una política monetaria restrictiva. Ahora bien, discrepaba en que ello supusiera la consiguiente eliminación de su impacto. Dentro de esta línea de “modelos macroeconómicos” también se ha analizado cómo responde el crédito comercial a los cambios en los tipos de interés diferenciales domésticos y extranjeros. Así, los resultados del trabajo de Cumby (1983) mostraban que el crédito 40 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 El crédito comercial: marco conceptual y revisión de la literatura comercial no suponía una restricción importante en la conducta de la política monetaria británica durante el período 1963-1979. En este trabajo se analizó cómo, mediante la extensión de crédito comercial a clientes en el extranjero, una empresa podría legalmente eludir los controles de cambio. Así, los exportadores lo harían permitiendo a los importadores extranjeros diferir el pago, y los importadores mediante el pago adelantado de sus importaciones. Ramey (1992), a través de un modelo de ciclos reales, contrastaba la importancia relativa de los shocks tecnológicos y financieros como fuentes de las fluctuaciones monetarias. En este sentido, mediante una extensión del modelo de King y Plosser (1984), y considerando inputs en la producción tanto al dinero como al crédito comercial, argumentaba que eran los shocks financieros, fundamentalmente, los que explicaban estas fluctuaciones. Sus resultados indicaban una relación negativa entre el dinero y el crédito comercial, tanto a corto como a largo plazo, destacando, de esta manera, la importancia de incorporar el sector financiero en los modelos de calibración de ciclos reales. Más recientemente, y frente a los resultados de Ramey (1992), Norrbin y Reffett (1995) encontraban evidencia de que el componente financiero no era la única causa del comportamiento estocástico del dinero y del crédito comercial. Junto a este factor permanente que afectaba a la sustituibilidad entre los medios de pago, se argumentaba también un segundo componente relativo a la innovación tecnológica. El estudio más reciente dentro de esta línea de investigación es el de Nilsen (2002), donde se estudiaba la relación entre el llamado canal del crédito bancario y el crédito comercial. Partiendo de los trabajos de Kashyap et al. (1993), Gertler y Gilchrist (1994) y Oliner y Rudebusch (1996), se contrastaba la teoría del canal del crédito bancario, utilizando como sustituto del mismo el crédito comercial, al ser éste una forma de financiación disponible no sólo para las empresas grandes sino también para las pequeñas. Dado que el crédito comercial es, prácticamente, la única fuente de financiación alternativa para estas últimas, un mayor uso del mismo permitiría argumentar que, durante los períodos de restricción monetaria, es la reducción en la oferta de crédito bancario, y no en la demanda de crédito debido a una contracción en la actividad productiva de las empresas, la que explicaría la transmisión de los efectos de dicha política. Los resultados del trabajo de Nilsen apoyaban la teoría del canal de crédito bancario, en la medida que las empresas pequeñas, con más restricciones crediticias, acudían a la financiación vía crédito comercial8. No obstante, también se obtenía, de manera sorprendente y en aparente contradicción con aquella teoría, que las empresas grandes acudían igualmente a este tipo de fondos, e incluso en mayor medida que las pequeñas. Por esta razón, se clasificó a las empresas grandes según que tuvieran o no valía crediticia (bond rating). Así, las primeras no acudirían al crédito comercial en épocas de política monetaria ajustada. Sin embargo, aquellas empresas con dificultades para acceder a fuentes de financiación externas, las que presentaban altos niveles de efectivo (mantenidos por motivos de precaución al no tener estas empresas calidad crediticia) y las que no tenían gran cantidad de activos que pudieran ser utilizados como colateral en los préstamos bancarios, recurrían al crédito comercial (a pesar de que éste fuera un sustituto caro del resto de los fondos), al no contar con otras alternativas de financiación más atractivas. Por lo tanto, se proporcionaba evidencia de que las dificultades en la obtención de crédito, en períodos de política monetaria restrictiva, tenían un impacto mayor del que la literatura había señalado hasta ese momento. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 ISSN: 1135-2523 41 Rodríguez Rodríguez, O.M. 3.2. Modelos de teoría financiera Dentro de esta perspectiva, pueden distinguirse aquellas investigaciones que enmarcan el crédito comercial en un contexto de imperfecciones en los mercados de capitales, donde las empresas con mayores restricciones a la hora de conseguir fondos consideran al crédito comercial una fuente de financiación alternativa. Estos estudios se encuadran en lo que se ha denominado “modelos de teoría financiera pura”. Asimismo, otros trabajos resaltaban el papel que juega en la reducción de los costes de transacción la utilización del crédito comercial, en la medida que supone una forma de desintermediación financiera. Estos últimos constituyen los llamados “modelos de costes de transacción”. 3.2.1. Modelos de teoría financiera pura Entre las investigaciones más interesantes que destacan este papel financiero del crédito comercial destacan los trabajos de Schwartz (1974), Herbst (1974), Emery (1984), Chant y Walker (1988) y Petersen y Rajan (1994). Aunque Schwartz (1974) identificaba dos motivos distintos para llevar a cabo una transacción con aplazamiento del pago (motivo transaccional y motivo financiero), únicamente trataba éste último para facilitar el análisis. La principal implicación de su modelo consistía en que el crédito comercial fluye fundamentalmente desde las empresas que tienen un acceso más fácil a los mercados de capital hacia aquellas que tienen dificultades para acceder a los mismos. Igualmente, sugería que la restricción del crecimiento de las empresas, debido al tamaño de sus mercados, puede ser suavizada mediante la actuación de empresas que financian el crecimiento de sus clientes extendiendo crédito comercial. En un trabajo contemporáneo al anterior, Herbst (1974) también consideraba los pagos aplazados como una fuente alternativa de fondos a corto plazo para las empresas. Este estudio destaca en el sentido de que es uno de los pocos trabajos que relaciona la estructura del mercado con el crédito comercial. De esta manera, sugería que las empresas en un contexto competitivo tendrían más incentivos para diferenciarse a través de los términos de su crédito comercial. Como resultado de sus estimaciones, Herbst obtenía que los cobros aplazados podrían ser explicados de forma adecuada por los modelos pasivos, ya que no son más que una consecuencia de la actividad de la empresa. Por el contrario, los pagos aplazados no se justificaban bien con los modelos pasivos, dado que son el resultado de un proceso de decisión concreto y activo. Por su parte, Emery (1984) señalaba, siguiendo a Schwartz (1974), dos motivos por los que una empresa podía conceder crédito comercial: por una parte, un motivo puramente operacional, que surge por la oportunidad de cambiar las políticas de crédito, proporcionando al vendedor una forma eficiente de responder a las fluctuaciones en la demanda. Por otra parte, un motivo puro de intermediación financiera, cuando la empresa debe mantener una reserva líquida para cumplir con sus requerimientos de efectivo debido a las imperfecciones de los mercados financieros9. En este artículo de Emery se desarrollaba el segundo motivo.. Así, el crédito comercial aparecía como un medio de eliminar la denominada tarifa del mercado financiero (si los costes de transacción fueran nulos), que surge en el contexto de un mercado financiero imperfecto. 42 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 El crédito comercial: marco conceptual y revisión de la literatura Teniendo en cuenta que los clientes de una empresa que vende a crédito son un grupo relativamente homogéneo, en comparación con la diversidad de clientes que puede tener un banco, la concesión de crédito comercial puede permitir al vendedor eliminar parte de los costes de información, puesto que el coste de calcular el riesgo de impago se ve reducido notablemente. Además, esta ventaja de la empresa sobre los intermediarios financieros aparece también en lo que se refiere a los costes de recaudación de los efectos a cobrar, ya que en el peor de los casos la empresa podría recuperar el producto, realizar transformaciones en él y revenderlo a través de sus canales de distribución habituales. Respecto al otro componente de la tarifa del mercado financiero, esto es, las rentas que pueden obtener los bancos debido, por ejemplo, a las barreras a la entrada en el mercado bancario, la extensión de crédito comercial puede internalizar parte de estas rentas, cuyo tamaño puede venir limitado por la existencia de otras fuentes de crédito no bancarias. En el artículo de Chant y Walker (1988) se partía del supuesto de que el crédito bancario es un sustituto del crédito comercial desde el punto de vista de los demandantes de crédito (fundamentalmente empresas pequeñas), aunque también se recogía la posibilidad de que, para aquellas empresas que están creciendo rápidamente, el crédito comercial y el bancario pudieran complementarse10. Los lazos existentes entre una empresa y sus acreedores pueden afectar tanto a la disponibilidad de fondos, como al coste de los mismos. Sin embargo, la evidencia empírica parece revelar que las mejoras aparecen por el lado de las cantidades, mientras que el efecto sobre el precio del crédito es mucho menor. Los resultados de la investigación de Petersen y Rajan (1994) han mostrado que las empresas pequeñas concentran mucho sus deudas, solicitando fondos de pocos prestamistas11. Además, una parte importante de estos fondos proceden de aquellos prestamistas que les han proporcionado información sobre otros servicios financieros. Entre los resultados empíricos obtenidos en Petersen y Rajan destacaba el que la edad de la empresa tenía un mayor impacto sobre la disponibilidad de crédito que sobre el precio del mismo. Asimismo, la longitud de la relación entre la empresa y sus prestamistas ejercía un fuerte impacto sobre la disponibilidad de crédito, mientras que no tenía ningún efecto en el precio del mismo. Así, cuando una empresa mantiene una estrecha y duradera relación con un banco, se recurre menos a los pagos aplazados. Teniendo en cuenta la teoría de la jerarquía financiera, el crédito comercial sería un indicador del racionamiento del crédito. Además, el hecho de que los acreedores comerciales concedan crédito comercial a las empresas cuando las instituciones financieras no lo hacen, sugiere que los primeros tienen algún tipo de incentivo relacionado con el producto que están vendiendo, que poseen cierta influencia sobre la empresa o, incluso, que están más informados que las instituciones financieras respecto de la sociedad. 3.2.2. Modelos de costes de transacción El pago al contado de las transacciones que tienen lugar entre proveedores y clientes lleva asociado una serie de costes que pueden ser reducidos con la utilización de crédito comercial. Así, por una parte, al realizarse los pagos periódicamente tiene lugar una reducción de los costes fijos motivada por la disminución del número de liquidaciones; por otra parte, el uso del crédito comercial reduce los costes de transacción derivados de situaciones de incertidumbre en los intercambios. Además, la concesión de crédito comercial permite al Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 ISSN: 1135-2523 43 Rodríguez Rodríguez, O.M. vendedor llevar una mejor gestión de las existencias, especialmente en el caso de productos con una fuerte estacionalidad. Entre los trabajos que han tratado al crédito comercial desde esta perspectiva, destacan Nadiri (1969), Ferris (1981) y Emery (1987). Para Nadiri (1969) el crédito comercial afectaba a la posición y a la elasticidad de la demanda de la empresa. Al igual que la publicidad, era una forma de extender el mercado, aumentando los gastos de las ventas en el contexto de la articulación de la política de precios de la empresa12. Dado que los términos del crédito comercial permanecen aproximadamente estables, resulta más barato para el comprador incrementar el volumen de crédito o alargar el período de pago de sus efectos comerciales a pagar cuando se eleva el tipo de interés bancario. Asimismo, el hecho de que un comprador no pague a tiempo o se comporte como moroso frente a sus proveedores, hace incrementar el coste de futuros créditos. Es decir, cuanto menor sea la frecuencia de este tipo de comportamientos de impago por parte del comprador, menor tiende a ser el coste de sus efectos comerciales a pagar. Además, si la empresa cliente posee un nivel adecuado de liquidez, la probabilidad de impago es baja y su proveedor se mostrará más propicio a extenderle crédito o a alargar el período de madurez de un crédito ya realizado. En un trabajo bastante posterior, Ferris (1981) resaltaba este papel desintermediador del crédito comercial, señalando que el crédito comercial surge como una forma de reducir los costes de transacción mediante la separación de lo que es el intercambio de bienes y lo que es el intercambio de dinero (p.244). En este estudio se consideraba que dicha separación permite que el crédito comercial transforme una corriente incierta de pagos monetarios en una secuencia que puede conocerse sin incertidumbre. Una vez que ésta es eliminada, no hay razón para mantener dinero por motivo de precaución, con lo que se eliminarían los costes asociados al mantenimiento del mismo. Existen otras versiones de esta teoría de los costes de transacción que parten de la base de que puede existir una amplia estacionalidad en el patrón de consumo de los productos de una empresa, por lo que, en orden a mantener ciclos de producción suaves, ésta tendría que mantener grandes inventarios. Este hecho llevaría aparejado dos tipos de costes: los costes de almacenamiento de inventarios y los costes de financiarlo. Ofreciendo crédito comercial, tanto en cantidad como en período de aplazamiento, la empresa podría controlar mejor su posición de inventarios, reduciendo sus costes de almacenamiento, sobre todo si sus clientes tuvieran mayor capacidad para mantener estos inventarios. Así, Emery (1987), siguiendo la línea de Ferris (1981), desarrolló un modelo basado en el motivo puro de flexibilidad operacional, donde se consideraba al crédito comercial como una respuesta financiera a variaciones en la demanda a la que se enfrenta la empresa que concede este tipo de crédito, resaltando el papel del mismo en la reducción de los costes de transacción. 3.3. Crédito comercial y discriminación de precios En la literatura sobre el crédito comercial se puede distinguir un tercer enfoque, que justifica el uso del crédito comercial como una forma de discriminar precios por parte de las empresas proveedoras cuando éstas no pueden establecer legalmente un sistema de precios preferentes para sus clientes más directos. En este sentido, la posibilidad por parte de éstos de acceder a un descuento por pronto pago en sus compras, así como el establecimiento de distintos períodos de pago, constituyen formas de acceder a un precio menor por el producto. Dentro de esta perspectiva, los trabajos de Meltzer (1960), Nadiri (1969), Schwartz y Whitcomb (1979), Brennan, Maksimovic y Zechner (1988), Mian y Smith (1992) y Petersen y 44 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 El crédito comercial: marco conceptual y revisión de la literatura Rajan (1994) constituyen las principales aportaciones. Algunos de éstos ya han sido mencionados en esta revisión de la literatura sobre el crédito comercial. Schwartz y Whitcomb (1979) mostraban que el crédito comercial alteraba los precios efectivos pagados y recibidos por el comprador y por el vendedor, respectivamente. En mercados de capitales perfectos, el rendimiento del crédito comercial que buscaba el vendedor se igualaría al máximo tipo de interés que el comprador estaría dispuesto a pagar por el mismo, independientemente del período del crédito. De este modo, se tiene que, para llevar a cabo una discriminación de precios óptima, deberían concederse períodos de crédito mayores a aquellos compradores con mayor elasticidad-precio de la demanda; siendo menor el precio que pagarían efectivamente. La implicación más importante que se desprende del análisis del crédito comercial como parte de la fijación de precios de una empresa, es que la política de crédito no es simplemente una decisión financiera. En mercados de productos imperfectos, la decisión sobre el crédito comercial es una parte integral en la política de determinación de precios. Asimismo, este motivo para el crédito comercial proporciona un vínculo directo entre las condiciones monetarias a nivel agregado y las decisiones en la determinación de precios por parte de las empresas. En esta misma línea, Brennan, Maksimovic y Zechner (1988) desarrollaron un modelo en el que la ausencia de competencia en el mercado de productos, junto con los problemas de selección adversa, hacían que la discriminación de precios fuera rentable. Esto ocurriría siempre que los precios de reserva de los clientes que pagan al contado fueran mayores que los correspondientes a aquellos que compran a crédito. El trabajo de Brennan et al. presenta un modelo de un solo período en el que se analizaron los siguientes casos: 1) los compradores son homogéneos en cuanto al riesgo de crédito, y los niveles de liquidez están relacionados con los precios de reserva. En este caso nos encontramos, por un lado, con compradores con altos precios de reserva que tienen un nivel de liquidez suficiente para realizar sus compras al contado; por otro lado, estarían los compradores con menores precios de reserva y con una mayor probabilidad de que realicen sus compras a crédito; 2) los compradores exhiben diferentes características en cuanto a sus niveles de riesgo de crédito. En el primer caso el crédito comercial podría ser ventajoso, en la medida que la posibilidad de aplazar el pago proporciona información sobre los precios de reserva, permitiendo así la discriminación de precios. Al establecerse un alto tipo de interés, el contrato de crédito comercial separa los dos tipos de compradores. En el segundo caso, si el problema de selección adversa conduce al racionamiento en los mercados de crédito, podría ser más rentable para el vendedor tener pérdidas desde el lado del crédito que hacer frente a la posibilidad de perder el cliente. Así, sólo los compradores con poca liquidez necesitarían el crédito y pudiera ser que no cumpliesen sus obligaciones de pago. Para Mian y Smith (1992) cuanto mayores fueran las ganancias de la explotación del poder del mercado a través de la discriminación de precios, tanto mayor sería la posibilidad de que se extendiera crédito comercial. En el artículo se determinaba la forma en la que las empresas eligen la política de gestión de sus efectos comerciales a cobrar. Así, la empresa podría delegar todas o parte de las funciones relacionadas con la valoración, así como con la concesión y recuperación del crédito, en aquellas empresas especializadas en la realización de este tipo de funciones13. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 ISSN: 1135-2523 45 Rodríguez Rodríguez, O.M. 3.4. Crédito comercial e información asimétrica La incorporación explícita de asimetrías de información ha permitido, desde finales de los años 80, la aparición de una explicación diferente del crédito comercial. Desde esta perspectiva, es un instrumento de filtro que se hace necesario en un contexto en el que los agentes están desigualmente informados. En esta línea, destacan las investigaciones, fundamentalmente teóricas, de Smith (1987), Lee y Stowe (1993), Long, Malitz y Ravid (1993), Freixas (1993), Biais, Gollier y Viala (1994), Biais y Golier (1997), y empírica de Chee, Smith y Smith (1999). El trabajo pionero de Smith (1987) muestra que los términos del crédito comercial actúan como una señal que permite al vendedor obtener información sobre el comprador, en la medida que, al establecer altos tipos de interés implícitos, podrá diferenciar a compradores con un bajo riesgo de impago de aquellos con un mayor riesgo. El crédito comercial se utiliza, desde esta perspectiva, porque el valor de la información sobre el riesgo de impago del comprador, para el vendedor que ha hecho una inversión irrecuperable en ese comprador, puede superar el valor que este tipo de información tiene para otra fuente alternativa de financiación. El aplazamiento del pago tendrá lugar si el proveedor puede responder de alguna manera en aras de proteger esa inversión, en caso de que la señal transmitida al aceptar el cliente la venta a crédito sea de alto riesgo de impago. Para ello, los términos del contrato a crédito serán determinados adecuadamente por parte del vendedor. Cuando un prestamista establece el tipo de interés se enfrenta a un problema de selección adversa. Como no conoce las diferentes probabilidades de cumplimiento en el pago de los distintos clientes, un aumento del tipo de interés llevaría a que disminuyera el número de prestatarios con mayor solvencia, elevándose, de esta manera, el riesgo medio del conjunto de solicitantes del crédito. Debido a que cada comprador maximiza su beneficio esperado y su propia estimación de su nivel de riesgo, el prestamista puede filtrar entre los solicitantes del crédito para un determinado nivel de riesgo crítico mediante la elección adecuada del tipo de interés. Los vendedores también pueden utilizar este carácter de filtro de los tipos de interés mediante la concesión de crédito comercial. Para que el proceso de filtro sea efectivo, debe ser más costoso señalar un buen estado financiero para un comprador con un alto nivel de riesgo que para otro con menor probabilidad de impago. De otro modo los agentes enviarían señales falsas. Aunque el trabajo de Smith avanzó en la comprensión de aspectos importantes sobre el crédito comercial, no ofrecía explicación alguna de por qué hay variaciones en los términos del crédito comercial entre distintas empresas y entre distintas industrias, ni al hecho de que hubiera vendedores que no ofrecieran ningún tipo de descuento por pronto pago. El trabajo de Lee y Stowe (1993) permitió, sin embargo, responder a estas cuestiones. Su investigación incluyó al crédito comercial como un instrumento de garantía de la calidad del producto14. Por ello, a pesar de los altos tipos de interés implícitos, se justificaba la elección, por parte del comprador, del aplazamiento del pago de la mercancía, ya que al pagar al contado (haciendo uso del descuento por pronto pago) se corría el riesgo de que el producto fuera defectuoso. En otras palabras, el descuento por pronto pago podía actuar como una forma de compartir el riesgo. La diferencia entre el precio al contado y el correspondiente a la compra a crédito, podría considerarse como el valor de la garantía de la calidad del producto. 46 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 El crédito comercial: marco conceptual y revisión de la literatura En este modelo se llegaba a un equilibrio separador donde los productores con baja calidad de sus productos ofrecerían grandes descuentos, de cara a inducir a sus clientes a pagar al contado la mayor parte de sus compras con un descuento irrevocable, poniendo, de este modo, un riesgo mayor sobre el comprador; por su parte, los proveedores con una mayor calidad en sus productos, ofrecerían un menor descuento, dado que tienen una mayor seguridad de que su producto no fallará en el mercado. Además, no habría incentivo a “engañar” por parte de los vendedores de productos de baja calidad, en la medida que, para ellos el descuento irrevocable es más valioso (restricción de incentivos), dado el mayor riesgo de que su producto falle en el mercado. En esta misma línea se enmarca el trabajo de Long, Malitz y Ravid (1993)15. La idea básica consistía en que el aplazamiento del pago sería tanto más importante cuanto más desconocida fuera la calidad de los bienes objeto de la transacción. Ahora bien, una vez establecida la reputación del vendedor, el crédito comercial dejaría de tener tanta importancia, ya que la calidad del producto estaría garantizada, y lo único que podría aportar sería el hacer más creíble cualquier garantía ya existente. Del modelo se obtenía un equilibrio separador donde las empresas con baja calidad del producto venderían al contado mientras que las de alta calidad otorgarían crédito comercial en la venta de sus bienes. El análisis empírico permitió validar las hipótesis planteadas en el trabajo entrando, de este modo, en contradicción con algunas de las teorías tradicionales sobre el crédito comercial. Así, por ejemplo, no se encontró ninguna evidencia de que el crédito comercial pudiera considerarse un sustituto del crédito institucional, tal y como se mantenía en la teoría financiera. Además, las empresas pequeñas eran las que más crédito comercial concedían, lo cual era también inconsistente con los resultados de las teorías previas. Asimismo, se obtuvo que al menos algunas empresas que concedían crédito comercial también compraban a crédito, lo cual estaba, una vez más, en contradicción con los resultados señalados en otras teorías, en las que se afirmaba que las empresas o bien compran a crédito o bien venden a crédito, pero no ambas cosas a la vez16. Sin embargo, la teoría de la calidad del producto no estaba completamente en contradicción con las teorías tradicionales. Así, los resultados revelaban que aquélla coincidiría con la teoría operacional (Emery, 1987), en el sentido de que las empresas con una demanda variable extendían más crédito comercial que las que se enfrentaban a una demanda estable. En Freixas (1993) se planteaba la disyuntiva entre la financiación bancaria a corto plazo y la financiación a través del crédito comercial, considerando que el aplazamiento del pago no incorporaría ningún coste porque el vendedor y el banco tendrían el mismo coste de capital. Por esta razón, los pagos aplazados no incorporarían ninguna señal; ahora bien, la elección que el comprador realizara entre un tipo de financiación u otra sí que contendría información. En el modelo de Freixas se obtenían dos tipos de equilibrios: por una parte, el equilibrio de crédito bancario, en el que el comprador acudiría al banco si la señal que recibe éste del comprador fuera buena, acudiendo, en caso contrario, al vendedor mediante los aplazamientos del pago de sus compras. De esta manera, la utilización de esta última forma de financiación a corto plazo constituiría una señal negativa. Por otra parte, en el equilibrio de crédito comercial el comprador acudiría a su proveedor si la señal que éste recibe del primero fuera buena mientras que, de lo contrario, recurriría al banco en busca de crédito a corto plazo. Desde esta perspectiva, la utilización del aplazamiento del pago constituiría una señal positiva. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 ISSN: 1135-2523 47 Rodríguez Rodríguez, O.M. Adicionalmente, Freixas hacía una comparación de la organización institucional de los cobros aplazados entre países. Al considerar las diferencias de información entre los bancos y los proveedores respecto del comprador, podían existir dos tipos de equilibrio en el mercado para los cobros aplazados: por un lado, un equilibrio caracterizado por un bajo nivel de efectos comerciales a cobrar, un alto nivel de riesgo y, por tanto, un alto tipo de interés, como el que se observaba en Estados Unidos; y, por otra parte, un equilibrio con un alto nivel de efectos comerciales a cobrar, un bajo nivel de riesgo y bajos tipos de interés, como el que predominaba en el continente europeo. Asimismo, se consideraba que el más eficiente sería aquel en el que el agente más informado concediera más crédito a las empresas. El principal resultado del modelo de Biais, Gollier y Viala (1994) consistía en que al existir asimetrías de información entre la empresa y el banco, podría producirse un problema de selección adversa, que llevaría a un racionamiento del crédito à la Stiglitz y Weiss (1981). Sin embargo, a través de los equilibrios separadores, se observaba cómo los compradores sin riesgo trasmitirían información sobre su categoría recurriendo al crédito comercial. Es decir, al obtener financiación del vendedor, la empresa conseguiría señalizar a qué categoría de riesgo pertenece y, de esta manera, podría acceder a una financiación bancaria complementaria y a un bajo coste, aliviándose, de este modo, el problema de selección adversa. El artículo de Biais y Gollier (1997) constituyó la versión final del trabajo anterior. En él se obtenía que las condiciones de compatibilidad de incentivos para el equilibrio del modelo eliminaban la posibilidad de colusión entre dos de los agentes (proveedor y cliente) frente a un tercero (banco). De esta manera, las empresas utilizarían conjuntamente crédito bancario y crédito comercial de manera óptima para evitar dicha colusión. Coincidiendo con las conclusiones de Petersen y Rajan (1995), se obtenía que las empresas sin relaciones con las entidades bancarias demandarían más crédito comercial, y los proveedores con una mayor posibilidad de generación de fondos proporcionarían más crédito comercial a sus clientes. De la misma manera, su modelo era consistente con la evidencia empírica proporcionada sobre la reacción de las empresas pequeñas a las restricciones monetarias a través del uso de crédito comercial. Más recientemente, en Chee, Smith y Smith (1999) se realizaba un estudio empírico sobre los determinantes de los términos de crédito comercial utilizados entre las empresas y la variación de éstos entre las industrias. En este sentido, el trabajo mostraba una amplia variación de estos términos entre diferentes industrias aunque muy poca variación intraindustrial17. Asimismo, se encontraba que los términos de crédito comercial se mantenían estables a lo largo del período muestral. Los resultados obtenidos por Chee et al. no apoyaban algunas de las teorías tradicionales sobre el crédito comercial, sobre todo aquellas relacionadas con la justificación de la liquidez de las empresas como un determinante de la decisión de conceder crédito comercial, y las que han sostenido que los vendedores que hacen frente a una demanda variable tienden a alterar los términos de este tipo de crédito. Por el contrario, las conclusiones eran totalmente consistentes con las teorías que han vinculado el crédito comercial con las asimetrías informativas en las relaciones interempresariales18. De este modo, se argumentaba que, cuando fuera probable que la reputación del vendedor, en cuanto a la calidad de sus productos, se conociera, era más probable la extensión de crédito con dos partes (descuento por pronto pago y período neto de crédito) que la de términos netos (período de crédito sin 48 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 El crédito comercial: marco conceptual y revisión de la literatura descuento). Asimismo, cuando la reputación del comprador fuera elevada, se usaba con mayor probabilidad el crédito comercial que los pagos al contado. 3.5. Crédito comercial, procesos de liquidación e insolvencia y renegociación de la deuda Los trabajos sobre el crédito comercial que han sido revisados en los apartados anteriores no han ofrecido una explicación teórica sobre determinadas características del mismo, como puede ser el excesivo coste implícito de este tipo de crédito. En los últimos años se ha desarrollado una nueva corriente, que ha vinculado el uso del crédito comercial con los procesos de liquidación e insolvencia por los que puede atravesar una empresa en determinados momentos de su actividad comercial. Estos estudios se han basado en el tipo de relaciones que pueden existir entre una empresa y sus acreedores. De esta manera, se han modelizado estas vinculaciones en contextos de incertidumbre, ofreciendo interesantes aportaciones teóricas al estudio del crédito comercial. Los trabajos de Frank y Maksimovic (1998), Wilner (2000) y Cuñat (2002) destacan en esta línea. Frank y Maksimovic (1998) desarrollaron un modelo que explicaba las ventajas de un proveedor sobre un inversor externo a la hora de financiar al cliente. En primer lugar, debido a que el proveedor opera en la industria en la que se lleva a cabo la transacción, en caso de incumplimiento del pago de la empresa cliente y dada la legislación sobre situaciones de insolvencia y bancarrota, el proveedor puede obtener más valor en la recuperación y reventa de los bienes. En segundo lugar, debido a que el proveedor tiene ventaja sobre el inversor externo en la valoración de los activos y dado que éste lo sabe, surge un problema de selección adversa que puede ser mitigado con el uso del crédito comercial, como consecuencia de la información que puede obtenerse a partir del mismo19. En general, las transacciones serían financiadas por la parte del mercado que hace frente a un menor coste de selección adversa. De este modo, si el cliente se enfrentara a un mayor problema de este tipo, sería más eficiente que el proveedor obtuviese financiación externa y permitiera el pago aplazado. Sin embargo, si fuera el proveedor quien se enfrentara a un mayor problema de información asimétrica, entonces sería más eficiente que el cliente obtuviese financiación externa y la compra se realizara al contado20. En el modelo más reciente de Wilner (2000) se argumentaba que el alto coste implícito que supone la aceptación de crédito comercial por parte de una empresa es compensado con la asistencia por parte del proveedor en caso de dificultades financieras del cliente. En este sentido, las empresas con una alta probabilidad de incumplir en los pagos, estarían más dispuestas a aceptar crédito comercial (más caro) que crédito bancario. El grado de dependencia en las relaciones bilaterales puede explicar gran parte de las características que definen un contrato de crédito. Así, una de las implicaciones más destacadas del modelo de Wilner señalaba que un acreedor comercial concedería más facilidades en la renegociación de la deuda cuanto más dependieran sus beneficios futuros de su negociación con el cliente. Para compensar estas concesiones, el tipo de interés cargado por estos proveedores se incrementaría con el grado de dependencia. Consecuentemente, los proveedores cuyos beneficios estuvieran menos vinculados a su relación con el cliente, estarían menos dispuestos a realizar determinadas concesiones en la renegociación de la deuda. Adicionalmente, el modelo mostraba que el tipo de interés cargado por un acreedor dependería de la credibilidad de sus amenazas, estando muchas de sus implicaciones en concordancia con la evidencia empírica proporcionada por Petersen y Rajan (1994, 1995 y 1997). Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 ISSN: 1135-2523 49 Rodríguez Rodríguez, O.M. La investigación de Cuñat (2002) ofrecía la respuesta, desde un punto de vista teórico, a algunas cuestiones sobre el crédito comercial hasta ese momento sin responder: a) por qué el coste implícito del crédito comercial es tan elevado y b) por qué las empresas asumen el papel de financiadores de sus clientes. Su modelo partía de dos elementos básicos en la relación entre proveedor y cliente: por un lado, los proveedores tienen mayor poder contractual que los bancos para forzar al cliente a pagar la deuda, en la medida que siempre pueden amenazarle con el corte de suministros futuros; por otro, los proveedores pueden proporcionar liquidez al cliente en caso de que éste experimente shocks de liquidez temporales. La condición necesaria para estos elementos debía ser la existencia de un excedente, procedente de la relación, que pudiera ser compartido por ambos agentes. Es decir, que fuera costoso para el cliente buscar proveedores alternativos y para el proveedor buscar clientes alternativos21. El modelo de Cuñat justificaba el elevado coste implícito del crédito comercial por una parte, por el cargo de una prima que el proveedor hace al cliente por el hecho de estar dispuesto a proporcionarle fondos cuando el banco no lo esté (default premium) y, por otra, por una prima de seguro que el proveedor impone al cliente por verse en la necesidad de acudir en su ayuda en caso de dificultades financieras de este último (insurance premium). Como resultado, el equilibrio del modelo implicaba que todas las empresas utilizan tanto el crédito bancario como el comercial de manera complementaria. Este resultado se mantenía incluso cuando se suponía que los bancos fueran más competitivos que los proveedores. 4. CONCLUSIONES La literatura sobre el crédito comercial se ha caracterizado por la falta de una teoría general de este tipo de financiación, siendo diversos los modelos que se han planteado y contrastado para justificar el uso del mismo. Esta investigación reúne las principales aportaciones teóricas y empíricas sobre el crédito comercial, clasificándolas de acuerdo al motivo que subyace en la utilización de este instrumento financiero. El análisis realizado permite extraer la conclusión de que existe un consenso entre los investigadores sobre algunos motivos que justifican el uso del crédito comercial mientras que otros han generado más discrepancia y menos contrastación empírica. De esta manera, la reducción de asimetrías informativas, ya sea relacionadas con la calidad del producto como con la calidad crediticia del cliente, constituyen un motivo generalmente aceptado y ampliamente contrastado. Por su parte, los motivos financieros también han contribuido de manera bastante consensuada a la explicación de los aplazamientos del pago. Por el contrario, la teoría que contempla al crédito comercial como una forma efectiva de discriminar precios ha conciliado a menos investigaciones y no existe evidencia empírica que la contraste de manera sólida. Los trabajos que han vinculado el uso del crédito comercial con los procesos de liquidación e insolvencia por los que puede atravesar una empresa han sido fundamentalmente teóricos y poco contrastados empíricamente debido, entre otras razones, a lo relativamente reciente de su publicación. La mayor disponibilidad de datos con mayor grado de detalle que proporcionan las bases actuales podría, sin duda, contribuir a obtener evidencia empírica que apoyara estos modelos. El análisis del papel de los aplazamientos del pago en los procesos de transmisión monetaria está generando una emergente corriente en la literatura, que pretende resolver los resultados difusos que arrojaban las primeras investigaciones sobre el crédito comercial. 50 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 El crédito comercial: marco conceptual y revisión de la literatura En las investigaciones sobre el crédito comercial no existe unanimidad respecto a la relación de complementariedad y/o sustituibilidad entre el crédito comercial y el crédito bancario. Por consiguiente, cualquier estudio que trate de esclarecer esta cuestión tendría gran aceptación en la literatura económica. Finalmente, un aspecto prácticamente inexplorado del crédito comercial reside en su evolución a lo largo del tiempo. A pesar de la utilización de paneles de datos que proporcionan mayor y mejor calidad en la información de las empresas, la dinámica del crédito comercial ha sido prácticamente desatendida en la investigación de esta parte de la Economía. De esta manera, todo análisis sobre la misma supondría, sin duda, una interesante aportación. NOTAS * Quiero agradecer a Manuel Navarro y a Juan Acosta sus comentarios y su apoyo en la realización de esta investigación. 1 El cálculo del tipo de interés implícito del crédito comercial difiere entre autores. Así, por ejemplo, comparando los trabajos de Jaffee (1971), Chuliá (1992), Cristóbal (1992) y Chee et al. (1999) pueden contrastarse estas diferencias. 2 El Banco de España en su publicación Central de Balances. Resultados anuales de las empresas no financieras ha incorporado desde la monografía correspondiente al año 1998 (y publicada en 1999) los cuadros II.B.2.9 y II.B.2.10, que recogen los períodos medios de cobro a clientes y pago a proveedores. Además, en el recuadro 4 de aquella publicación puede consultarse la formulación y el significado de estas ratios. Igualmente, para un examen de las medidas del crédito comercial véase Lewellen y Johnson (1972), donde aparece tanto un listado de las formas de medición más utilizadas en los Estados Unidos y de las principales ventajas e inconvenientes de utilizar cada una de ellas, como la manera de gestionar los efectos comerciales a cobrar. Otros trabajos en los que se ha tratado la gestión de los efectos comerciales a cobrar y a pagar son los de Gentry y de La Garza (1990) y Mian y Smith (1992). 3 En Chuliá (1992) se ofrece un ejemplo de esta aproximación. 4 Una excepción a la escasa movilidad de los instrumentos del crédito interempresarial lo constituye el uso de las empresas de factoring. Éstas ofrecen una serie de servicios especializados, tales como la gestión del cobro de créditos, el control de riesgos, la cobertura contra el riesgo de crédito y la financiación total o parcial de la deuda. La modalidad de factoring más utilizada en España es la llamada factoring con recurso, en la que el tenedor de la factura o recibo traspasa sólo la gestión manteniendo el riesgo de crédito (Bescós, 1990). 5 En Nilsen (2002) se proporcionaba evidencia de que no sólo las empresas pequeñas, con baja calidad de crédito, eran las que acudían al crédito comercial al encontrarse racionadas en el acceso al crédito bancario. De esta manera, se señalaba que algunas empresas grandes podrían estar también racionadas en los mercados de crédito institucional. En este sentido, se argumentaba que “el tamaño, per se, es sólo un indicador imperfecto de la calidad de crédito y las restricciones crediticias envuelven un conjunto de empresas más amplio de lo que implican los mercados de crédito perfectos” (p.3). 6 Estos autores distinguían entre un efecto cantidad y un efecto interés de la política monetaria. Consideraban que el primero tenía lugar cuando la política monetaria influía directamente en la renta mientras que el segundo suponía que la política afectaba a la renta sólo si las transacciones de activos provocaban cambios en los tipos de interés. 7 En Duca (1986) se encontraba evidencia a favor de esta idea. 8 Kohler, Britton y Yates (2000), utilizando una muestra de empresas británicas cotizadas en Bolsa, encontraban alguna evidencia de la existencia de un “canal del crédito comercial” compensador de los efectos del tradicional canal del crédito bancario cuando se producen contracciones monetarias. Los resultados del trabajo apoyaban la predicción del estudio de Meltzer (1960), según el cual los flujos de crédito comercial entre las empresas reducen los efectos de las imperfecciones en el mercado de crédito intermediado. 9 El trabajo de Lewellen et al. (1980) constituyó el otro antecedente del trabajo de Emery (1984). 10 El carácter complementario y/o sustitutivo entre el crédito comercial y el bancario continúa siendo una de las cuestiones menos claras y con menos consenso dentro de la literatura sobre el crédito comercial. 11 En Petersen y Rajan (1995) se analizó el efecto de la diferencia entre mercados de crédito competitivos y mercados concentrados sobre las relaciones entre prestamistas y prestatarios. Así, se consideraba que los acreedores estarían más dispuestos a financiar a empresas con restricciones crediticias cuando los mercados de crédito no fueran competitivos, ya que, en ese caso, sería más fácil para ellos beneficiarse de sus relaciones con el prestatario. 12 En el reciente trabajo de Blazenco y Vandezande (2003) se extiende esta hipótesis de la diferenciación del producto a través del crédito comercial. A diferencia de la predicción del modelo de Nadiri, ellos indican una relación opuesta entre el margen de beneficio y el crédito comercial. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 35-54 ISSN: 1135-2523 51 Rodríguez Rodríguez, O.M. 13 Adicionalmente, en Mian y Smith (1992) se argumentaban otros motivos para el uso del crédito comercial, como son las ventajas en costes de los proveedores frente a otros prestamistas y los beneficios derivados de ventajas fiscales. Por su parte, Brick y Fung (1984) desarrollaron un modelo en el que se mostraba cómo los impuestos determinan el flujo de crédito comercial, sin utilizar el supuesto tradicional de la existencia de imperfecciones en los mercados financieros. De esta manera, la dirección del flujo de crédito comercial aparecía dependiendo de la distribución de los tipos impositivos marginales entre compradores y vendedores. 14 Emery y Nayar (1998) también destacaron este papel del crédito comercial. 15 Deloof y Jegers (1996) replicaron, para una muestra de empresas belgas, el modelo desarrollado en Long et al. (1993). Aunque los resultados obtenidos por Deloof y Jegers confirmaron parcialmente la teoría de la calidad del producto como explicación del uso del crédito comercial, también mostraban que este tipo de crédito podría utilizarse como una herramienta para redistribuir los fondos dentro de un grupos de empresas. 16 Petersen y Rajan (1997) apoyaron los resultados de Long et al. en el sentido de que observaron dos tipos de efectos: un efecto demanda y un efecto oferta, tanto en los efectos a cobrar como en los efectos a pagar, considerando la posibilidad de que una empresa que concediera crédito comercial también compraría a crédito. Bahillo (2000), basándose en el trabajo de Petersen y Rajan (1997), analizaba también los componentes de demanda y de oferta existentes en la demanda de crédito comercial por parte de una muestra de empresas americanas. En este último trabajo se desarrollaba un modelo de desequilibrio, donde se consideraba que los valores observados en la cuenta de proveedores coincidían con los valores mínimos entre la cantidad de crédito comercial deseada por las empresas y la cantidad de aplazamientos del pago que les es ofrecida. 17 El estudio de Fisman y Love (2003) constituye otro ejemplo entre los que estudian las variaciones de crédito comercial entre diferentes industrias y su relación con el crecimiento de las mismas. 18 Los trabajos de Hernández de Cos y Hernando (1999), Rodríguez-Rodríguez (2006) y Rodríguez-Rodríguez (2008) sobre muestras de empresas españolas, proporcionan evidencia empírica a favor de la teoría que señala la existencia de asimetrías informativas entre las empresas como factor importante en la justificación de este recurso financiero. 19 En Santos y Longhofer (2003) también se incluyó esta ventaja financiera del proveedor a la hora de liquidar las mercancías, dado que éste controla los canales de distribución donde puede revenderlas. 20 El modelo de Burkhart y Ellingsen (2004) revela que los problemas de agencia que surgen entre acreedores y prestatarios pueden resolverse si el valor de liquidación de los bienes intermedios es menor que su precio de compra. 21 McMillan y Woodruff (1999) encontraron, para una muestra de empresas vietnamitas, que éstas ofrecían más crédito comercial cuando es difícil para el cliente encontrar un proveedor alternativo. Este trabajo constituye uno de los escasos estudios sobre el crédito comercial en los países en desarrollo, junto con Fafchamps (1997, 2000), Fafchamps y Minten (1999) y Fisman (1999, 2001). Asimismo, en las economías de transición el crédito comercial ha sido muy poco analizado, destacando, entre otras, las investigaciones de Perotti (1998) y de Denisova (2000), en las que se estudiaba el efecto de los retrasos en los pagos más allá de la fecha acordada (arrears) sobre el comportamiento de las empresas; y de Hege y Ambrus-Lakatos (2000), donde se presentaba un modelo para explicar las cadenas de crédito comercial y la oferta endógena de liquidez, basándose en las relaciones interempresariales en las economías del centro y este de Europa. Igualmente, el trabajo teórico de Buduru y Colonescu (2002) destacaba el papel de los retrasos del pago como incentivo al comportamiento colusivo de las empresas en las economías de transición. BIBLIOGRAFÍA BAHILLO, I. 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Pero mientras que con el tiempo algunas empresas que actúan bajo su influencia acaban emprendiendo actividades comerciales en línea, otras en cambio continúan optando por canales convencionales de distribución. Este trabajo propone y examina un modelo integrador en el que se contemplan factores tanto del entorno como de la propia empresa que pueden incidir en la dinámica del comercio electrónico en el conjunto de una economía desarrollada. La validación realizada del mismo, efectuada para España en un periodo de nueve años, permite constatar la contribución relativa de estos factores sobre las compras efectuadas a las empresas que desarrollan iniciativas de comercio electrónico. PALABRAS CLAVE: Comercio electrónico, Difusión, Desencadenantes, Barreras, Internet. ELECTRONIC COMMERCE IN PERSPECTIVE: DYNAMICS AND DRIVERS ABSTRACT: Several studies conducted on electronic commerce in developed economies have highlighted the influence of impediments or barriers. These determinants of electronic commerce diffusion can be technological, legal or economic in nature. However, over time, while some firms that operate under the influence of this environment choose in the end to realize commercial activities on line, others continue to opt instead for conventional channels of distribution. This paper proposes and examines an integrative model that takes into account external environmental factors as well as internal company factors, factors which may influence the dynamics of electronic commerce within a developed economy on the whole. The validation of this model, which concerns the Spanish market over a defined period of nine years, demonstrates the relative contribution of these factors on purchases to firms that develop electronic commerce initiatives. KEYWORDS: Electronic commerce, Diffusion, Drivers, Barriers, Internet. 1. INTRODUCCIÓN Desde que las empresas comenzaron a hacer un uso comercial de Internet, profesionales y académicos han venido volcando sus esfuerzos por identificar los factores que influyen en el desarrollo de las actividades de marketing y comercio electrónicos. Y es que esta clase de iniciativas de negocio han sido reconocidas como fuentes de sostenibilidad y crecimiento económico (Brynjolfsson y Kahin, 2000). La literatura que ha abordado la difusión del comercio electrónico ha llegado a identificar un amplio y variado conjunto de determinantes de este fenómeno. Para ayudarse en la comprensión de las aportaciones efectuadas por dichos trabajos cabe considerar los principales determinantes o factores que éstos llegan a tener en consideración. Ello conduce a identificar un primer grupo de trabajos, que han estudiado, predominantemente, los factores relativos a la empresa (Arnott y Bridgewater, 2002; Chaston y Mangles, 2002; Bertschek y Rodríguez-Ardura, I.; Meseguer Artola, A.;Vilaseca i Requena, J Fryges, 2002; Riquelme, 2002; Wang y Cheung, 2004; Vilaseca et al., 2007, entre otros muchos), por lo que sitúan los determinantes de la difusión en un contexto interno: sus competencias organizativas, su orientación estratégica, etc. En segundo lugar, cabe destacar un grupo de estudios que responden a una perspectiva tecnológica e innovadora, que se halla fundamentada en modelos como los de difusión de innovaciones (Gatignon y Robertson, 1985) y de aceptación de la tecnología (Davis, 1989). Y en tercer lugar, cabe señalar aquellos estudios que se han centrado en el entorno de la relación de intercambio, de modo que tienden a destacar influencias externas tales como el nivel de desarrollo económico del país (Lee et al., 2003; Wong, 2003; Ferguson y Yen, 2006), la infraestructura tecnológica (Javalgi y Ramsey, 2001; Ferguson y Yen, 2006) o el apoyo institucional (Oxley y Yeung, 2001; Jordana et al., 2005) como principales determinantes. No es menos cierto, sin embargo, que también ha surgido algún destacado trabajo, tal es el caso del llevado a cabo por Kim y Galliers (2004), que responde a una aproximación alternativa, acorde en la visión “interaccionista” (Molla y Licker, 2005) o integradora propugnada por Tornatzky y Fleischer (1990). Sin embargo, los estudios que responden a dicha aproximación sobre una base empírica son muy escasos (Gibbs y Kraemer, 2004; Molla y Licker, 2005; Chong, 2006; Lai et al., 2006). Precisamente, bajo el propósito de explorar una aproximación integradora que ayude a explicar la difusión del comercio electrónico, este artículo define y propone un modelo explicativo de las iniciativas de comercio electrónico dirigidas a los consumidores finales por parte de las empresas, que responde a dicha visión. Asimismo, recoge una validación empírica de dicho modelo, efectuada para el conjunto de las actividades de comercio electrónico que los consumidores españoles han venido desarrollando con las empresas durante el periodo comprendido entre 1996 y 2005. 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS E HIPÓTESIS Partiendo del marco teórico integrador que acaba de exponerse, y que hunde sus raíces en el trabajo de Tornatzky y Fleischer (1990), parece conveniente contemplar hasta cuatro tipologías distintas de factores determinantes del comercio electrónico (Kim y Galliers, 2004): a) factores no tecnológicos relativos a la oferta de valor de la empresa, que tienen que ver fundamentalmente con su estrategia comercial o de negocio; b) factores situados en la esfera de la empresa, relativos, por lo tanto, a su oferta de valor pero que, a diferencia de los anteriores, son de orden tecnológico; c) factores relativos al entorno y con carácter no tecnológico, que tienen que ver principalmente con el atractivo comercial o de negocio que el mercado (en este caso la comunidad de internautas) representa para las empresas que actúan en el mismo; y d) factores concernientes al entorno y de índole tecnológico (tal es el caso de la penetración de infraestructuras tecnológicas estrechamente vinculadas a Internet, como la banda ancha) como también de orden institucional o legal. 2.1. La estrategia de negocio A diferencia de como sucede en los entornos convencionales, en Internet existen intermediarios, conocidos como motores de compra (Rodríguez-Ardura, 2008) - en inglés, shopbots, que proporcionan acceso a información sobre el surtido de productos y la oferta complementaria de servicios (usabilidad del establecimiento virtual, coste de la entrega a 56 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 55-66 El Comercio Electrónico en Perspectiva: Dinámica y Desencadenantes. domicilio, etc.) de un amplio número de vendedores que compiten entre sí, lo que permite que los costes que conlleva la búsqueda y comparación de productos y ofertas de valor sean inferiores a los habituales en la compra tradicional (Alba et al., 1997; Brynjolfsson y Smith, 2000). Dado que con la ayuda de los motores de compra se pueden reducir las asimetrías de información entre compradores y vendedores, lo que permitiría que los consumidores contaran con un mayor poder en el proceso de intercambio (Rodríguez-Ardura y Martínez-López, 2008), se ha llegado a predecir que, a medida que los consumidores se hagan más hábiles en la búsqueda de información comercial en Internet, las comunicaciones de marketing y la imagen de marca, entre otras herramientas comerciales y de negocio, perderían su importancia para crear señales sobre la calidad y adecuación de los productos (Ward y Lee, 2000). En última instancia, y puesto que de cumplirse esta premisa (a la que se ha dado en denominar “comercio sin fricciones”) los consumidores serían capaces de identificar a aquellos vendedores que, presentando una oferta de características similares, contasen con precios más bajos, se produciría una mayor rivalidad de las empresas sobre la base de los precios y una situación de competencia perfecta (Alba et al., 1997; Bakos, 1998). Sin embargo, los estudios realizados no han proporcionado respuestas definitivas sobre el comportamiento de los precios en línea. Así, mientras que algunas investigaciones han obtenido que los precios de determinados productos son más elevados en Internet (Lee, 1998; Palmer, 1997); otras, en cambio, han obtenido resultados opuestos (Brynjolfsson y Smith, 2000). En cambio, sí parece existir cierto acuerdo en que la dispersión de precios en línea es elevada (Bailey, 1998; Clemons et al., 2002; Iyer y Pazgal, 2003) y que se produce una fuerte concentración de la oferta (Brynjolfsson y Smith, 2000). De ahí que parezca más plausible considerar que los consumidores no se muestran más sensibles a los precios en Internet que en los entornos convencionales. De hecho, existen otros atributos de la oferta de valor (información sobre el surtido, merchandising del establecimiento virtual, servicio de atención al cliente, fiabilidad y rapidez en la entrega, imagen de marca, etc.) de relevancia en Internet (Swaminathan et al., 1999; Degeratu et al., 2000; Lynch y Ariely, 2000; Smith et al., 2000; Lee-Kelley et al., 2003; Gómez y Lorenzo, 2006). Además, y puesto que Internet explota los beneficios de la comodidad y la conveniencia (Bhatnagar et al., 2000; Mathwick et al., 2002; Chiang and Dholakia, 2003), a los consumidores que buscan ahorrar tiempo y esfuerzo en sus compras les resulta demasiado costoso probar nuevos productos cuyos atributos sensoriales deberían evaluar físicamente. En lugar de acudir a la tienda para hacer una evaluación global de nuevas marcas, estos consumidores preferirían mantenerse leales a las marcas que adquieren cuando compran en Internet, lo que los hace menos sensibles al precio. Por ello, parece poco probable que la difusión del comercio electrónico se vea asociada con la oferta de precios a la baja y la creación de mercados electrónicos en competencia perfecta, en detrimento de la adopción, por parte de las empresas, de estrategias de diferenciación de su oferta de valor (Rodríguez-Ardura et al., 2008). En consecuencia, cabe presuponer que el énfasis de las empresas en los elementos de marketing en Internet que les permiten diferenciar su oferta y estrechar su relación con el cliente esté positivamente asociada con la difusión del comercio electrónico. 2.2. El desarrollo de una oferta segura La adopción, por parte de las empresas vendedoras, de sistemas que hagan más seguras las transacciones por Internet puede estar asociada, de manera relevante, con la difusión de Internet como canal de distribución comercial (Cronin, 1996; Li et al., 1999; Eid et al., 2002). Y es que, a pesar de los avances introducidos en los mecanismos de seguridad en las Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 55-66 ISSN: 1135-2523 57 Rodríguez-Ardura, I.; Meseguer Artola, A.;Vilaseca i Requena, J comunicaciones y los pagos electrónicos, los consumidores pueden dudar en utilizar Internet para efectuar intercambios seguros (Swaminathan et al., 1999; Kung et al., 2002). Parece, por lo tanto, que ganarse la confianza del consumidor constituye un objetivo relevante para las empresas presentes en Internet por cuanto la compra electrónica incorpora no sólo los riesgos habituales en la compra a distancia sino también otros riesgos adicionales, como los asociados, por ejemplo, al uso fraudulento de tarjetas de crédito (Kau et al., 2003). De ahí que la incorporación a la oferta de las empresas de diferentes componentes tecnológicos que la hagan más segura puede contribuir a generar confianza en el establecimiento electrónico, lo que en última instancia estaría positivamente asociado con las compras en línea (Rodríguez-Ardura et al., 2008). 2.3. La comunidad internauta Parece evidente considerar que un requisito necesario para que las empresas realicen actividades de comercio electrónico con los consumidores finales lo constituye el acceso de éstos a Internet (Javalgi y Ramsey, 2001), por lo que resulta lógico que esta variable haya mostrado ser un determinante de gran importancia en el desarrollo de las actividades de comercio electrónico (Rodríguez-Ardura et al., 1999; Corbitt, 2000; Meseguer et al., 2003). Pero, además, el alcance de una masa crítica de clientes potenciales, que hacen uso habitual de Internet, puede hacer que este grupo de usuarios se convierta en un mercado suficientemente amplio como para que sea rentable y, en consecuencia, atractivo para las empresas (O’Keefe et al., 1998; Kau et al., 2003; Rodríguez-Ardura et al., 2008). De ahí que quepa presuponer que el tamaño de la comunidad internauta, en tanto que refleja el atractivo comercial que el mercado representa para las empresas, constituye un factor del entorno competitivo que se halla positivamente asociado con la difusión del comercio electrónico. 2.4. El marco tecnológico y legal La difusión del comercio electrónico puede estar también asociado a otros aspectos del entorno competitivo, y entre los que destacarían especialmente los que tienen que ver con la infraestructura tecnológica disponible (Javalgi y Ramsey, 2001; Ferguson y Yen, 2006), así como también las relativas al marco legal en el que se desarrolla la actividad comercial por Internet (Javalgi y Ramsey, 2001). De un parte, el grado de penetración de la banda ancha ha sido identificado como uno de los factores que mejor explicarían los diferentes niveles de difusión que se registra el comercio electrónico en los países desarrollados (Stewart et al., 2002), donde la infraestructura convencional de acceso a Internet está ampliamente implantada (Dutta, 1997). De hecho, la penetración de la banda ancha permite que las empresas proporcionen un mejor servicio a los consumidores. De aquí que se hayan obtenido variados indicios sobre la influencia beneficiosa de un diseño avanzado, y adecuado a la audiencia, sobre los resultados de las actividades de comercio electrónico (Mandel y Johnson, 2002; Eid y Trueman, 2004; entre otros). Pero, además, la difusión del comercio electrónico depende de la implicación de los poderes públicos por diseñar un marco legal y unas políticas que favorezcan su desarrollo (Javalgi y Ramsey, 2001; Fillis et al., 2004; Jordana et al., 2005). Entre los diversos ámbitos de intervención de los poderes públicos destaca, especialmente, el de la protección al consumidor y, dentro de éste, el de la privacidad. De hecho, existen variados indicios de la incidencia positiva del marco político-legal en materia de privacidad sobre el desarrollo de las actividades de negocio en Internet (Phelps et al., 2000; Sheehan y Hoy, 2000; Graeff y Harmon, 2002). Y es que el entorno de Internet ofrece oportunidades sin precedentes para la invasión de la esfera 58 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 55-66 El Comercio Electrónico en Perspectiva: Dinámica y Desencadenantes. privada de las personas: De ahí que los usuarios valoren de modo muy especial su privacidad en el medio y el control de la información que se obtenga sobre ellos (Hoffman et al., 1999), y que se muestren más propensos a proporcionar datos personales o a mostrar una mayor intención de compra cuando existen mecanismos que les aseguren qué información personal se recabará y qué uso se hará de ella (Hoffman et al., 1999; Swaminathan et al. 1999; Castañeda y Montoro, 2005). Por ello parece conveniente considerar que la difusión de tecnologías de conexión a Internet de banda ancha y la definición de un marco legal de protección al consumidor en Internet están positivamente asociadas con la difusión del comercio electrónico. De este modo, se procede a formular las siguientes hipótesis del estudio, cuya validación permitirá proporcionar un modelo explicativo de la difusión, entre las empresas, de las iniciativas de comercio electrónico que se dirigen a los consumidores. Hipótesis 1: El énfasis en los elementos de marketing en Internet que permiten diferenciar la oferta y estrechar la relación con el cliente (con respecto a los relativos al precio) se asocia positivamente con la difusión del comercio electrónico. Hipótesis 2: La definición de una oferta empresarial segura en Internet se asocia positivamente con la difusión de las iniciativas de comercio electrónico. Hipótesis 3: El tamaño de la comunidad internauta se asocia positivamente con la difusión de las iniciativas de comercio electrónico. Hipótesis 4: La difusión de tecnologías de conexión a Internet de banda ancha y la definición de un marco legal de protección al consumidor en Internet se asocian positivamente con la difusión del comercio electrónico. Figura 1. Factores desencadenantes del comercio electrónico al consumidor final Factores de la oferta de valor Factores comerciales Diferenciación vs liderazgo en precio de la oferta de valor Factores tecnológicos/legales Seguridad en la oferta de valor H1 H2 Difusión del comercio electrónico H3 Factores comerciales Tamaño del mercado potencial en Internet Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 55-66 H4 Factores del entorno Factores tecnológicos/legales Tecnología de banda ancha Marco legal ISSN: 1135-2523 59 Rodríguez-Ardura, I.; Meseguer Artola, A.;Vilaseca i Requena, J 3. ESTUDIO EMPÍRICO Se ha tomado como indicador de la variable a explicar (esto es, la difusión de las iniciativas de comercio electrónico de las empresas con los consumidores finales) el volumen de compras (Adsuara, 2004) realizado por los consumidores del mercado español en sus iniciativas de compra electrónica. De acuerdo con las recomendaciones establecidas por la OCDE (OECD, 2000), este indicador engloba el importe de las compras conseguidas a través de Internet, independientemente del medio del que el vendedor se haya servido en cada caso para la distribución y el cobro de los productos adquiridos. Los datos sobre este indicador han sido obtenidos del Estudio sobre Comercio Electrónico B2C, una encuesta representativa de la población española mayor de 14 años que, desde 1996 hasta 2005, han elaborado anualmente la Asociación Española de Comercio Electrónico y Marketing Relacional (AECEM) y el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información de Red.es –perteneciente al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. La encuesta se basa en entrevistas telefónicas asistidas por ordenador (sistema CATI-Bellview) a una muestra de la población española seleccionada aleatoriamente a partir de listados telefónicos (integrada por 5.012 personas en la última edición contemplada) (Red.es, 2006). De los entrevistados que eran usuarios de Internet se han obtenido los datos (en millones de euros) referidos a la compra en línea. Se ha utilizado como indicador de la importancia relativa de las estrategias de diferenciación y relación con el consumidor respecto a las estrategias de liderazgo en precio, el precio de uno de los productos más vendidos a través de la Red, como es el ordenador (AIMC, 2006b). Para ello se han tomado los datos aportados para Europa con periodicidad anual por el Observatorio Europeo de Tecnologías de la Información (EITO, 2006) sobre los precios (en euros) del ordenador que, en cada momento, contaba con más prestaciones en el mercado. Para el factor seguridad en la oferta empresarial en Internet se ha tomado como indicador el número de servidores con dominio “.es” que utilizan protocolos de seguridad por cada mil usuarios. Para su medición se ha recurrido a los datos elaborados sobre España por la empresa de servicios Netcraft. Esta firma realiza, de forma automatizada y mensual, una exploración de los servidores seguros de Internet (Netcraft, 2006). Se ha tomado como indicador del tamaño del mercado potencial que representa Internet para las empresas el número de usuarios de Internet en España (expresado en miles de personas), también con datos desde 1996 hasta 2005. Se entendió como usuario de Internet aquella persona mayor de 14 años que accede al medio, al menos, una vez al mes. Los datos se han obtenido del Marco General de los Medios en España, que elabora la Asociación para la Investigación de los Medios de Comunicación (AIMC) a partir del Estudio General de Medios (EGM). El EGM es una encuesta representativa a la población española mayor de 14 años sobre la audiencia general de los medios de comunicación, que se realiza en tres oleadas anuales y que, en la última edición contemplada, se basó en 43.000 entrevistas personales, aproximadamente (AIMC, 2006a). Finalmente, para la medición de los factores tecnológicos (difusión de la banda ancha) y legales (marco jurídico de protección al consumidor en Internet) del entorno competitivo del comercio electrónico se ha recurrido a una variable dicotómica, a la que se asigna el valor “0” para el periodo comprendido de 1996 a 2001, y “1” a partir del año 2002 (Rodríguez-Ardura et al., 2008). Con estos valores se ha pretendido recoger el cambio estructural que, a partir del año 2002, provoca el despegue del ADSL entre los particulares -tras la autorización de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones a la compañía Telefónica para comenzar a 60 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 55-66 El Comercio Electrónico en Perspectiva: Dinámica y Desencadenantes. operar como proveedor directo del servicio- y la difusión del Anteproyecto de la primera norma destinada a regular las actividades comerciales en Internet, Ley 34/2002, de 11 de julio, denominada como de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico. 3.1. Proceso de interpolación Puesto que los datos de las series temporales que se obtuvieron a través de estas fuentes mostraban diferencias en su periodicidad y que el fenómeno objeto de estudio es muy reciente, lo que supone que las series con datos anuales son muy cortas, se consideró necesario realizar un proceso de interpolación. A través de este proceso se derivaron los datos iniciales en series de 109 periodos, cada uno de los cuales se habría de referir a la aproximación de la observación mensual de las variables (desde diciembre de 1996 hasta diciembre de 2005). Para derivar las series se realizó una interpolación por splines cúbicos de tercer grado (Dahlquist y Björck, 1974; Stoer y Bulirsch, 1980), lo que permite aproximar funciones de las que sólo se conocían algunos valores A través de este método de análisis numérico se han construido (y unido) trozos de polinomios de tercer orden que enganchan con continuidad C1, de forma que la segunda derivada de cada polinomio sea cero en los extremos. De este modo, se ha conseguido asegurar que la curva (aproximación) finalmente obtenida llegue a pasar por cada uno de los puntos iniciales a partir de los que ha sido creada. 3.2. Resultados Para la contrastación de las hipótesis planteadas en este artículo, se ha llevado a cabo un análisis de regresión múltiple. En la realización del mismo se han contemplado como variables independientes todas las relativas a los desencadenantes considerados en el modelo conceptual previamente propuesto (véase figura 1), y como variable dependiente el volumen de compras a través de sistemas de comercio electrónico. De los resultados obtenidos se desprende, en primer lugar, que el modelo analítico obtenido es significativo en su conjunto. En el análisis de la varianza, el valor “F” es igual a 968,39, con un valor “P” asociado igual a cero. Las variables contempladas tienen coeficientes significativamente diferentes de cero (con valores “P” iguales a cero), por lo que queda justificada estadísticamente su presencia en el modelo explicativo. Asimismo, éste ofrece una elevada explicabilidad de la variabilidad total de la variable dependiente (esto es, el volumen del negocio electrónico) por cuanto el valor obtenido para R2 es de 97,4% (el valor de R2 (aj) es de 97,3%). Tabla 1. Análisis de regresión Predictor Coeficientes Constante Precio medio de ordenadores Volumen de servidores seguros Volumen de usuarios Marco tecnológico/legal favorable -1974,3 0,51709 3,2201 0,165076 553,37 Coef. estand. 155,5 0,04729 0,4263 0,008220 47,43 T Sig. -12,69 10,93 7,55 20,08 11,67 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 La significación del coeficiente asociado a la variable que recoge el precio de los ordenadores (P = 0,000) y su signo positivo, permiten validar la primera de las hipótesis formuladas. Este efecto positivo muestra que la disposición de ordenador no constituye una barrera significativa de acceso a Internet, a diferencia de como se había registrado en las modelizaciones anteriores realizadas para el mismo ámbito de estudio (Rodríguez-Ardura et al., 1999; Meseguer et al., 2003). De hecho, la relación positiva entre el precio de este producto (uno de los más intercambiados en Internet) y el volumen de negocio del comercio electrónico Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 55-66 ISSN: 1135-2523 61 Rodríguez-Ardura, I.; Meseguer Artola, A.;Vilaseca i Requena, J ahora se muestra indicativa de que la demanda en Internet es poco elástica y que pueden existir otros instrumentos de marketing (como la imagen y reputación de la marca, la atención al cliente, etc.) de elevada importancia para los consumidores que acceden al medio. Se constata que la variable relativa a los servidores seguros es significativa en el modelo (el coeficiente de regresión asociado a la variable es significativamente diferente de cero, con P = 0,000). Además, el efecto de dicha variable sobre la evolución del comercio electrónico tiene signo positivo, de modo que su aumento incide favorable y positivamente en el volumen del comercio electrónico. También se comprueba la importancia de la evolución de los usuarios de Internet en la explicación de la difusión del comercio electrónico. El coeficiente que acompaña a la variable resulta significativamente distinto de cero (P = 0,000) y muestra signo positivo, por lo que cabe considerar como validada la influencia positiva del tamaño de la comunidad de internautas. Asimismo, se constata la presencia de un cambio estructural desde el año 2001, ya que el coeficiente que acompaña a la variable dummy es significativamente distinto de cero (P = 0,000). De ahí que quepa dar por validada la hipótesis relativa al marco tecnológico y legal y su positiva asociación con la difusión del comercio electrónico. A modo de resumen, en la tabla 2 se muestran las variables empleadas para explicar la evolución del volumen de compras de comercio electrónico en España desde el año 1996 hasta 2005, sus indicadores, sus coeficientes y su elasticidad. A partir de la comparación que permite realizar el valor de las elasticidades, se desprende la importancia relativa que tiene el tamaño de la comunidad de internautas en la explicación de la variable dependiente. De acuerdo con este modelo analítico, un aumento del orden del 1% sobre el número de usuarios a diciembre de 2005, supondrá un crecimiento del mismo orden (1,00%) en el volumen de compras. En cambio, un aumento del 1% en los valores de los demás indicadores contemplados (a excepción del relativo a los factores tecnológicos/legales del entorno) implicará, respectivamente, un aumento del 0,21% y un 0,38% en el volumen de compras electrónicas. Tabla 2. Factores, indicadores y elasticidad Factores • Importancia relativa de la estrategia de diferenciación • Seguridad en la oferta de valor • Tamaño del mercado potencial • Marco tecnológico/legal favorable Indicadores Precio medio de ordenadores Servidores seguros Usuarios de Internet Variable dummy Coef. Elasticidad + 0,52 0,21 + 3,22 + 0,17 + 553,37 0,38 1,00 - 4. CONCLUSIONES Los hallazgos obtenidos con la investigación demuestran la adecuación de los modelos integradores o “interaccionistas” (Molla y Licker, 2005) para explicar la difusión del comercio electrónico, lo que da soporte al marco teórico inicialmente propuesto, y fundamentado en el trabajo de Kim y Galliers (2004). El primer desencadenante contemplado (la aplicación de un estrategia de diferenciación versus una estrategia de liderazgo en precios) viene a reflejar las características comerciales de la oferta empresarial definida para Internet. El hecho de que el precio del ordenador (uno de los 62 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 55-66 El Comercio Electrónico en Perspectiva: Dinámica y Desencadenantes. productos más vendidos por Internet) tenga un efecto significativamente positivo a la hora de explicar la difusión del comercio electrónico mediante el modelo analítico propuesto, conduce a señalar, de una parte, que el ordenador ha dejado de ser un indicador de las barreras de acceso a Internet, por lo menos en países desarrollados, como España, que han alcanzado una masa crítica de usuarios. Por otra parte, la relación positiva entre el nivel de precios en Internet y el volumen de negocio de comercio electrónico, lejos de mostrar que los mercados electrónicos llevan a una reducción generalizada de los precios, pone de manifiesto la importancia de los elementos habituales en la definición de una estrategia de marketing diferenciada, proporcionando un mayor valor al consumidor y contribuyendo a estrechar su relación con él. El segundo desencadenante considerado (seguridad en la oferta por Internet), relativo a aspectos tecnológicos de la oferta empresarial, también ha mostrado ser significativo en la explicación de la difusión del comercio electrónico. Se confirma, una vez más, que la confianza de los consumidores en la seguridad de los mecanismos de comunicación e intercambio comercial que les ofrecen las empresas favorece los intercambios en línea. El tercero de los desencadenantes contemplados, la dimensión de la comunidad de usuarios, se constituye como un factor del entorno y de índole comercial con una importancia decisiva en la difusión del comercio electrónico, claramente superior a la del resto de los factores examinados. De acuerdo con los resultados obtenidos para el caso español, parece haberse alcanzado una masa crítica de usuarios que conformarían un mercado con un tamaño suficientemente atractivo para las empresas, provocando el interés creciente de éstas por el comercio electrónico. A la luz de los resultados registrados se deduce que los incrementos futuros en el tamaño de la comunidad de internautas podrían tener como respuesta un aumento de igual proporción en la difusión del comercio electrónico (la elasticidad de esta variable en el modelo analítico es de 1,00). En cuarto lugar, parece deducirse que en los países desarrollados, como España, en los que las tasas de penetración de Internet entre la población comienzan a ser elevadas, la difusión de la banda ancha ejerce un papel relevante. Esta clase de tecnologías facilita el acceso de los usuarios a sistemas avanzados de comunicación comercial, atención personalizada, etc., por lo que hace de Internet un entorno más atractivo para los intercambios comerciales. De igual modo, la definición de un marco legal en el ámbito de la privacidad, aun no siendo una medida suficiente para proteger completamente a los consumidores en Internet, se muestra necesaria para la difusión del comercio electrónico. NOTAS 1 Profesora Agregada de la UOC, Directora del Programa de Doctorado e Investigadora del IN3-UOC Internet Interdisciplinary Institute, Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Av. Tibidabo 45-47, 08035 Barcelona Email: [email protected], URL: http://www.uoc.edu/webs/irodriguez 2 Profesor Agregado de la UOC, Director de los Estudios de Economía y Empresa, e Investigador del IN3-UOC Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Av. Tibidabo 39-43, 08035 Barcelona Email: [email protected], URL: http://www.uoc.edu/webs/ameseguer 3 Profesor Agregado de la UOC, Delegado de la Rectora para el Proyecto Universidad Empresa, e Investigador del IN3-UOC. Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Rambla del Poble Nou 156, 08018 Barcelona Email: [email protected], URL: http://www.uoc.edu/webs/jvilaseca BIBLIOGRAFÍA ADSUARA, B. (2004): “Algunas consideraciones previas sobre el comercio electrónico”, Información Comercial Española. Revista de Economía, No. 813, pp. 15-25. AIMC (2006a): Marco general de los medios en España (resumen en línea). Disponible en http://www.aimc.es. 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Muchas de estas líneas permanecen todavía sin analizar y en las que se dispone de evidencia ésta proviene básicamente de EEUU y UK. La investigación empírica debe fomentar nuevos avances en el ámbito teórico. PALABRAS CLAVE: OTRI, Spin-off, Licenciar, Diseño de contratos, Universidad. TTO: RESEARCH AGENDA ABSTRACT: The present paper presents different lines of work in order to extend the current empirical research about the role of the technology transfer offices (TTO). Those lines of research come from the new advances in the micro economic analysis of TTOs and focus on questions such as the economic reasons for the existence of TTOs, the incentives scheme of the scientist and the best way of transferring technology, licensing or spinning-off. Most of these lines still remain without analyzing and the existent evidence comes basically from US and UK. The empirical research should foment new advances in the theoretical approach. KEYWORDS: TTO, Spin-off, Licensing, Design of contracts, University. 1. INTRODUCCIÓN El gobierno de España creó en 1998 la figura de las Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) en el primer Plan Nacional de I+D presentado y desarrollado por la Secretaría General de I+D (Martínez, 1995: 114). La OTRI asume el rol de dinamizador que el Plan Nacional necesitaba con el fin de facilitar el traspaso de innovaciones tecnológicas desde la universidad a la industria. La transferencia de tecnología por parte de las Universidades suele realizarse a través de dos vías, la de licencia para la explotación de patentes y la creación de empresas (Spin-offs). Dicha transferencia corre a cargo de las denominadas Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI). Para ello, el plan reconoce como principales funciones de la OTRI: ¾ Entrar en contacto con expertos que posean el conocimiento necesario que las empresas requieren en cuestiones de asesoría. ¾ Preparar y redactar los contratos sirviendo de puente de colaboración entre la universidad y las empresas. ¾ Encontrar ayudas financieras públicas para las actividades de colaboración establecidas. ¾ Difundir el catálogo de conocimiento científico y tecnológico de las universidades a las empresas. Vendrell Herrero, F.; Ortín Ángel P. ¾ Administrar las patentes que pertenecen a la universidad y controlar la explotación por parte de las empresas interesadas. Coincidiendo con la introducción de dicha legislación se ha producido un fuerte crecimiento en el proceso de transferencia tecnológica de las universidades públicas españolas hacia la industria. De acuerdo con un estudio realizado por la asociación de las OTRI2 españolas, RedOtri, el número de Spin-offs creadas en España antes del 2004 es aproximadamente 300 (ver Tabla 1). Con anterioridad al año 2001 sólo existían 18 Spin-offs, por lo que la mayor parte se han creado durante el periodo 2001-2004. Durante dicho periodo, el incremento del número de licencias generadas anualmente por las Universidades españolas ha seguido un ritmo de crecimiento muy parecido al de las Spin-offs, tanto en su número como en su tendencia. Tabla 1. Numero de Spin-off y Licencias en España Antes Diciembre 2000 2001 2002 2003 2004 Total Número de Spin-off Número de licencias 18 39 65 87 90 299 --50 53 78 143 324 Fuente: Estudio RedOtri Universidades 2005. Un efecto similar produjo la introducción de la Bayh-Dole Act (1980) y el Federal Technology Transfer Act (1986) en EEUU. Al igual que la actual Ley Española de patentes, dicha legislación da el derecho de propiedad y comercialización de los inventos provenientes de investigación con fondos públicos a las universidades. A partir de ese momento la innovación comercializada desde las universidades ha incrementado ostensiblemente (Nelson, 2001; Mowery et al., 2001). Dicho fenómeno no sólo se produce en Estados Unidos, también en otros países donde las universidades tienen una estructura de derechos de propiedad intelectual similar, por ejemplo Italia o el Reino Unido (Geuna, Salter y Steinmueller, 2003). Además, no sólo ha aumentado el volumen de innovación comercializada por las universidades, sino su peso en el total de innovaciones de la economía. En un reciente estudio Mowery (2005) muestra como la proporción de patentes universitarias ha incrementado en relación al total de patentes generadas en la economía. Sus cálculos indican que las patentes universitarias han pasado en Estados Unidos de un 0,25% en 1950 a un 4% del total de patentes en 1996. La importancia creciente de la innovación universitaria y sus posibilidades para generar riqueza (Etzkowitz, 1998; Shane, 2002) han aumentado el interés académico por el tema. Es creciente el número de estudios sobre el proceso de transferencia tecnológica desde las universidades a las empresas, y en particular sobre la figura de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI). El presente trabajo realiza una revisión de la literatura académica más relevante sobre el tema. El énfasis se centra sobre los modelos teóricos surgidos alrededor del papel económico de la OTRI y, en concreto, sobre la agenda de futuros trabajos empíricos que contrasten sus principales implicaciones. 68 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 67-78 OTRI: agenda de investigación 2. EL PAPEL DE LA OTRI La Oficina de Transferencia de Resultados e Innovación (OTRI) es la entidad responsable para la protección y comercialización de la propiedad intelectual de la universidad. Básicamente existen dos maneras de comercializar la innovación universitaria, vender licencias o generar empresas de base tecnológica (Spin-off). Siegel, Walkman y Link (2003) argumentan que en este proceso de comercialización de la tecnología desde la universidad al mercado existen 3 agentes principales: los investigadores universitarios, los responsables de las OTRIs y las empresas interesadas en licenciar (Ver Figura 1 y Tabla 2). Figura 1. Proceso de transferencia tecnológica Continúa con investigación básica Investigador OTRI Crear una Spin-off NO Licenciar Empresa Licencia Fuente: elaboración propia El científico o el inventor de la universidad tiene una cultura académica y, por lo tanto, tiene una relación ambigua con la innovación comercial. El profesor universitario suele tener una preferencia clara por la investigación básica (Ndonzuau, Pirnay y Surlemont, 2002). La mayor parte de su reconocimiento proviene de su éxito en dicha actividad de investigación. Este hecho aumenta el coste de oportunidad para el desarrollo de la innovación comercial. Obviamente, las políticas universitarias pueden modificar tales intereses. Además de la política del personal científico y académico, la universidad también tiene otras vías para estimular el desarrollo de la innovación comercial. Más concretamente, la universidad decide la distribución interna (administración general, la OTRI, y el inventor o departamento al cuál está adscrito) de la renta proveniente de invenciones patentables y no patentables, también llamadas invenciones de trabajo. El profesor tiene derecho a participar en los beneficios que la universidad consigue por explotación de los derechos de propiedad intelectual de las invenciones. La mencionada participación figura en los estatutos de cada universidad (artículo 20.6 de la Ley Orgánica de Universidades)3. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 67-78 ISSN: 1135-2523 69 Vendrell Herrero, F.; Ortín Ángel P. Tabla 2. Agentes que participan en la transferencia de innovación universitaria Acciones Científico/ Inventor universitario OTRI Empresa/ Emprendedor Continuar con investigación básica o comercializar el proyecto actual Vender la tecnología para licenciar, ayudar a la creación de Spin-off o incluso cancelar los inventos Comercializar nueva tecnología Motivaciones primarias Reconocimiento del mundo académico. Proteger y comercializar los derechos de propiedad intelectual de la Universidad. Beneficio monetario Motivaciones secundarias Beneficios monetarios y la posibilidad de conseguir fondos adicionales Facilitar la difusión tecnológica y asegurar fondos adicionales Cultura de la organización Científica Tener control de propiedad de las nuevas tecnologías Emprendedora Burocrática Fuente: Adaptado de Siegel, Waldman y Link (2003 La OTRI se relaciona normalmente con los investigadores universitarios para recibir innovaciones comerciales, y con las empresas, para vender esta innovación. La OTRI recibe proyectos de científicos y/o investigadores y analiza la futura rentabilidad del proyecto en el mercado. A raíz de ese análisis decide si vender el proyecto a una empresa en forma de licencia o si ayuda a crear una empresa de base tecnológica. En caso de crear una empresa los fundadores suelen ser los empleados universitarios que han desarrollado dicho proyecto (profesores, investigadores, estudiantes, etc.) en el seno de la universidad (Birley, 2002). A pesar de que parte de los ingresos presupuestados por la OTRI provienen de las mencionadas actividades, dichas oficinas suelen tener una cultura burocrática como institución pública, dado que también realizan tareas administrativas dentro de la universidad. La OTRI también debe buscar empresas interesadas en invertir en nuevos proyectos. Estos proyectos tienden a ser una prueba conceptual o un prototipo y por tanto están en una etapa embrionaria y necesitan desarrollo adicional antes de ser comercializadas. De este modo se necesita la colaboración de los científicos de la universidad. Para comercializar estos proyectos, en una primera etapa, la empresa paga generalmente a la universidad un honorario fijo para desarrollar una determinada investigación. En caso de éxito, también paga “royalties” si finalmente se licencia o da acciones en el caso de que se cree una Spin-off. Existen abundantes trabajos empíricos analizando la organización y estrategia de las OTRIs. Así por ejemplo, existe evidencia sobre cómo las dotaciones de recursos influencian su éxito (Shane y Stuart, 2002) y sobre los efectos de sus estructuras organizativas en su eficiencia (Bercovitz y otros., 2001; Siegel et al., 2003), viéndose las actividades de licenciar caracterizadas por rendimientos constantes a escala. Muchos estudios han analizado los factores que llevan a la OTRI a fomentar la creación de Spin-offs (Locket, Wright y Franklin, 2003; Di Gregorio y Shane, 2003; Hindle y Yencken, 2004; De Coster y Butler, 2005). En este sentido, los resultados indican que las universidades tradicionalmente más exitosas en licenciar han desarrollado estrategias pro-activas más explícitas hacia la creación y desarrollo de Spin70 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 67-78 OTRI: agenda de investigación offs. Asimismo, otros factores que influencian la creación de dichas empresas son la inserción en la estructura de capital por parte de la universidad, la presencia en la universidad de investigadores con brillantes carreras académicas, y la reducción de los “royalties” por licencia pertenecientes a los investigadores. Del Palacio, Solè y Montiel (2006), han estudiado detalladamente los programas de creación de Spin-off en la Universidad Politécnica de Catalunya. Del mismo modo se ha observado que la relación de la Spin-off con la universidad se reduce con el tiempo (Perez y Martinez, 2003, Locket et al., 2003), y se han estudiado las características del inventor académico y su rol en la empresa (Locket et al., 2003; Murray, 2004). En este sentido los resultados indican que el papel del inventor académico en la empresa es muy variado, desde cargos de gerencia y dirección a cargos consultivos. En paralelo, y en parte gracias a los resultados de estos trabajos empíricos han surgido desarrollos teóricos sobre el papel de las OTRIs que han suscitado nuevas preguntas y que constituyen una nueva agenda de investigación que nos proponemos abordar en los próximos párrafos. 3. UN ANÁLISIS ECONÓMICO DE LA TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA Las OTRIs también han atraído la atención de la teoría económica. Los agentes involucrados en los procesos anteriormente descritos tienen información e incentivos distintos. Ello conlleva una gran posibilidad para el estudio económico de dichas instituciones (Siegel y Phan, 2006). De esta manera es creciente el análisis micro económico del papel de las OTRIs. Algunas de las preguntas estudiadas recientemente por esta corriente son: ¿Por qué existen las OTRIs? (Macho, Veugelers y Perez, 2007), ¿Cómo las universidades estimulan la innovación comercial? (Jensen, Thursby y Thursby; 2001, 2003), ¿Bajo qué condiciones se licencia o se genera una nueva empresa de base tecnológica? (Chukumba y Jensen, 2005). En los próximos párrafos vamos a revisar los principales argumentos y conclusiones de estos trabajos. Especial interés reciben las implicaciones empíricas de dichos trabajos ya que amplían la agenda de investigación sobre el tema. 3.1. ¿Por qué existe la figura de la OTRI? Aunque la OTRI tiene algunas ocupaciones relevantes tales como servicios especializados o gestión de la propiedad intelectual que pueden justificar su presencia, Macho et al. (2007) consideran que la existencia de la OTRI se debe a la necesidad de construir una reputación. Muy previsiblemente los miembros de la universidad, la OTRI o sus propios investigadores, tienen mejor información que las empresas sobre los proyectos de investigación que se están desarrollando bajo su seno. Desde esta perspectiva, si las empresas no pueden distinguir entre los distintos proyectos, invertirían en todos ellos por igual. Como la probabilidad de éxito en promedio será baja, el nivel de inversión será menor que el que estarían dispuestos a realizar si dispusieran de buena información sobre los proyectos. Si los investigadores o departamentos universitarios ofrecieran de una forma continuada sus proyectos a las empresas, éstas, en los casos de malos resultados, podrían penalizarlos no contratando sus servicios en el futuro. Anticipándose a dicha reacción, los investigadores tendrían incentivos a intentar comercializar sólo los proyectos comercialmente interesantes. Sin embargo, si la interacción con el mundo empresarial de los investigadores o departamentos es escasa, al no poder las empresas reaccionar ante los proyectos poco Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 67-78 ISSN: 1135-2523 71 Vendrell Herrero, F.; Ortín Ángel P. atractivos, es de esperar que les ofrezcan todo tipo de proyectos. En esta situación es donde la OTRI puede jugar un papel importante. Si dicha oficina centraliza todos los proyectos de la universidad, su interacción con las empresas se multiplica y con ello los incentivos a comercializar proyectos exitosos. De este modo, el hecho de comercializar todos los proyectos de una universidad a través de la OTRI permite la creación de una reputación que evita los problemas de selección adversa que hemos descrito. No sólo por concentrar muchos proyectos, cantidad, sino también por concentrar proyectos tanto de investigadores que se han de forjar reputación cómo de aquellos que se encuentran al final de su carrera profesional, y por lo tanto, con menos beneficios por salvaguardar su reputación. Las reflexiones anteriores se sintetizan en la siguiente línea de investigación: Línea 1: Comparar los resultados en cuanto a transferencia de tecnología, (número de contratos e ingresos) antes y después de introducir la figura de la OTRI o en su defecto entre Universidades que dispongan o no de la misma. Godfarb y Henrekson (2003) encuentran evidencia parcial a esta implicación. Comparan el caso de Suecia, en donde el derecho de comercializar la propiedad intelectual pertenece al inventor, con el caso de los EEUU, en donde el derecho de comercializar la propiedad intelectual y de explotar estos recursos, a través de la figura de la OTRI, pertenece a la universidad. Concluyen que Suecia tiene una cantidad relativa más alta de investigadores que los EEUU pero que la renta generada por las licencias es relativamente más grande en los EEUU. Por lo tanto, la presencia de la OTRI conduce a un proceso más eficiente de transferencia tecnológica. Sin embargo, de la argumentación anterior no debe deducirse que todas las universidades deban decidir crear una OTRI. Dicha oficina tiene unos costes fijos de funcionamiento que en algunos casos pueden no superar los beneficios de los problemas de asimetría de información que pretenden solucionar. En universidades donde la investigación que se transfiere está muy concentrada en algún departamento concreto, o el volumen de transferencia tecnológica es reducido, la capacidad de mejorar la reputación por parte de la OTRI es reducida. Línea 2: Analizar los beneficios de crear una OTRI en relación con el volumen de transferencia tecnológica y la dispersión de ésta entre los distintos investigadores o centros de investigación de la universidad. 3.2. ¿Cómo estimular la innovación comercial? De acuerdo con Jensen y Thursby (2001) y Jensen et al. (2003) tres son los principales escollos que ha de salvar un proyecto para que finalmente sea comercializado. Primero, que haya investigadores que lo desarrollen y se los ofrezcan a las OTRIs. Segundo, que las OTRIs lo encuentren lo suficientemente interesante para que hagan un esfuerzo en buscar empresas interesadas y tercero que finalmente la encuentren. Siguiendo con los argumentos de Jensen y Thursby (2001) y Jensen et al. (2003), en el momento que un científico realiza una innovación potencial, ésta es un prototipo y necesita desarrollo adicional. Para asegurar este desarrollo es en muchos casos imprescindible la participación del promotor del invento. Aparte de la calidad intrínseca del proyecto, el esfuerzo 72 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 67-78 OTRI: agenda de investigación realizado por el inventor en la fase de desarrollo determinará finalmente la probabilidad de éxito de dicho proyecto. En consecuencia, el inventor se planteará de alguna manera cuál es el nivel de esfuerzo necesario para que la OTRI esté dispuesta a comercializarlo y haya una empresa que finalmente lo haga. Dicho esfuerzo será menor cuanto más eficiente sea la OTRI en las actividades de investigación y menos costes genere a la empresa su desarrollo. ¿Qué obtiene el investigador a cambio? Principalmente dejar de realizar otro tipo de investigación básica, que habitualmente está reconocida a través de incentivos más (sexenios) o menos (promociones) explícitos. Si la realización de éste sacrificio no se ve compensado monetáriamente difícilmente se llevará a cabo. Este hecho nos lleva a la siguiente línea de investigación. Línea 3: Relacionar el desarrollo y la comercialización de inventos con la participación en los ingresos que la universidad haya fijado para sus investigadores, con la eficiencia de la OTRI en las actividades de comercialización y con los costes que han de incurrir las empresas para desarrollar dichos proyectos. En este sentido Lach y Shankerman (2003) aportan evidencia de que mayores “royalties” incrementan el número de proyectos recibidos por la OTRI. Llegan a esta conclusión usando datos de panel para universidades de EEUU, y encontrando que aquellas universidades con mayor proporción de ingresos para el inventor consiguen más ingresos por licencias. Sin embargo las otras dos relaciones permanecen prácticamente inexploradas. De las argumentaciones anteriores, no sólo debe deducirse que los incentivos afectan al número de proyectos recibidos, más investigadores realizan investigación comercializable, sino que también afectan a su calidad, los investigadores dedican un mayor esfuerzo a los proyectos. Línea 4: Relacionar los incentivos para los inventores en las distintas universidades con la probabilidad de éxito de los proyectos comercializados. Obviamente, la reacción ante los incentivos no se espera que sea igual entre los distintos investigadores de la universidad. El coste de oportunidad de dejar la investigación básica es superior para aquellos investigadores con carreras más brillantes y que consiguen mayores fondos para dicha investigación. Los argumentos anteriores se sintetizan en la siguiente línea de investigación. Línea 5: Relacionar la carrera académica de los investigadores con su capacidad para desarrollar innovaciones comerciales. Jensen et al. (2003) presentan evidencia parcial en esta línea. A través de una encuesta muestran que los directores de las Oficinas de Transferencia Tecnológica de los EEUU consideran que la calidad de las invenciones que les llegan es baja en relación al nivel de investigación básica que se lleva a cabo en la universidad. De lo que deducen que las facultades de alto nivel tienen más incentivos a continuar con su investigación básica que a desarrollar nuevos proyectos. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 67-78 ISSN: 1135-2523 73 Vendrell Herrero, F.; Ortín Ángel P. 4. SOBRE LAS FORMAS DE TRANSFERIR: LICENCIAR vs. SPIN-OFF. La transferencia de tecnología desde las universidades al mercado ha estado históricamente dominada por las licencias (Siegel et al., 2003). A pesar de ello, Locket et al. (2003) indican que las universidades más exitosas en el Reino Unido tienen estrategias explícitas que incentivan la creación y desarrollo de Spin-offs. Ello parece una señal evidente de que no está claro que una de las dos formas de transferencia tecnológica deba predominar siempre sobre la otra. Chukumba y Jensen (2005) analizan dicho problema. De hecho su argumentación parte de los escollos que de acuerdo con Jensen et al. (2003) debe salvar un proyecto para ser comercializado y discutidos en la sección anterior. En concreto se licenciará siempre y cuando se superen las distintas barreras externas, es decir que la OTRI esté dispuesta a buscar empresas y finalmente encuentre una empresa dispuesta para su comercialización. Su argumento es que aquellos proyectos que han sido archivados por las OTRIs por no ser factible su licencia pueden acabar siendo desarrollados por sus inventores como Spin-offs. Línea 6. Comparar los ingresos generados por los proyectos comercializados a través de licencias con los comercializados a través de Spin-offs. En este sentido, Chukumba y Jensen (2005) encuentran evidencia parcial sobre esta implicación. Señalan que aquellas Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación con ingresos suculentos provenientes de “royalties” no son las mismas que las que crean Spinoff. Por lo tanto, una OTRI con éxito consigue sus ingresos a partir de empresas ya establecidas y parece considerar la creación de Spin-offs como una última alternativa. La posibilidad de éxito de estos proyectos, en principio descartados para ser licenciados, se debe básicamente a tres factores: recompensa no pecuniaria de los investigadores y ahorro de costes de comercialización por parte de la OTRI y/o desarrollo por parte de la empresa. De acuerdo con los mencionados autores, el inventor tiene una relación muy cercana con la Spin-off. Su éxito puede ser una gratificación extra a las compensaciones monetarias. Ello conlleva que esté dispuesto a rechazar proyectos de investigación básica que no rechazaría en el caso de que el proyecto se comercializara mediante licencia. De esta manera estaría dispuesto a desarrollar proyectos que no se comercializarían como licencia. Además, Chukumba y Jensen (2005) consideran que la comercialización a través de licencias por parte de la OTRI tiene unos costes que parcialmente se pueden ahorrar dichas instituciones, si es el inventor quién hace el esfuerzo de encontrar a inversores para tal efecto, o en otras palabras si se crea una Spin-off. Téngase en cuenta que en algunos casos las Spin-offs se financian sólo con las aportaciones de sus fundadores. En otros casos, las empresas ya establecidas pueden preferir aportar tan sólo financiación antes que desarrollar ellas mismas las invenciones, especialmente cuando éstas no se insertan bien en las líneas de productos existentes. Esto es, el coste para los inversores externos puede ser menor en la creación de una Spin-off que en el desarrollo del invento en una empresa ya establecida. Además, si se tiene en cuenta que las Spin-off, al ser empresas de nueva creación, pueden conseguir subvenciones con más facilidad que empresas ya establecidas, la posibilidad de que finalmente se cree aumenta. Todo ello se sintetiza en la siguiente línea de investigación. Línea 7: Relacionar la probabilidad de que un proyecto se comercialice como una Spinoff con la valoración personal que el inventor haga de convertirse en empresario, la dificultad que tenga para atraer los fondos necesarios y su capacidad de gestionar un nuevo proyecto. 74 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 67-78 OTRI: agenda de investigación Arrow (1962), Shane y Stuart (2002) y Locket et al. (2003) ofrecen otra justificación para la existencia de Spin-off en el caso de los proyectos que se protegen con patentes ineficientes. En ese caso, los beneficios de la empresa son inobservables para la OTRI y no susceptibles de figurar en un contrato ya que difícilmente se puede demostrar su cumplimiento. De este modo los “royalties” no se van a corresponder con los beneficios realmente originados por la invención, y por lo tanto los inventores tienen menos incentivos para desarrollar la innovación comercial. Para estos autores, la Spin-off permite que los beneficios sean observables para el científico y en alguna medida por la OTRI, y por lo tanto, que haya incentivos para el desarrollo de nuevos proyectos en estado embrionario. Línea 8: Relacionar la probabilidad de que un proyecto se comercialice a través de una Spin-off con la dificultad de verificar o proteger los beneficios que el proyecto origina para la empresa. 5. EL DESARROLLO DE LAS SPIN-OFF El desarrollo de una Spin-off exige una dedicación mucho mayor de personal de la universidad que en el caso de una licencia, una vez ésta ya ha sido concedida. Algunos autores (Vohora, Wright y Lockett, 2004) han analizado las fases o procesos críticos que una Spin-off debe superar hasta conseguir beneficios sostenibles (Véase Figura 2). En particular, y a través de los casos analizados, dichos autores identifican cinco fases: (i) Investigación, (ii) Enmarcar la oportunidad, (iii) Preorganización, (iv) Reorientación y al fin (v) beneficios sostenibles. Los mismos autores definen como proceso crítico a los objetivos que deben ser adquiridos en cada fase para poder alcanzar la siguiente. De esta forma identifican cuatro procesos críticos (a) reconocer la oportunidad (b) compromiso emprendedor (c) umbral de credibilidad y (d) umbral de sostenibilidad. Las dos primeras etapas hacen referencia a las circunstancias necesarias para que un investigador considere más atractivo comercializar su investigación que continuar desarrollando investigación básica. En este proceso es necesario que el investigador reconozca la oportunidad (a) es decir sea capaz de detectar una necesidad incumplida del mercado y disponga de una solución que la satisfaga. Para hacer esto posible es necesaria una capacidad para sintetizar conocimiento científico, y a la vez una comprensión de las necesidades del mercado. Identificada la necesidad o al menos la posible oportunidad de negocio, debe enmarcar dicha oportunidad, es decir, definirla mejor y ser capaz de identificarla como una posibilidad que le pueda generar niveles de bienestar superiores a continuar realizando sus actuales actividades en la Universidad. Utilizando la terminología de Audrescht, Stam y Meijaard (2006), ver cuáles son los motivos que hacen renacer el compromiso emprendedor (b) a investigadores universitarios que previamente habían descartado esta actividad profesional. Figura 2. Fases de desarrollo de una Spin-off Investigación básica Reconocimiento oportunidad Enmarcar la oportunidad Preorganización Compromiso emprendedor Umbral de credibilidad Reorientación Beneficios sostenibles Umbral de sostenibilidad Fuente: Vohora y otros (2004) Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 67-78 ISSN: 1135-2523 75 Vendrell Herrero, F.; Ortín Ángel P. Una vez superadas estas dos primeras etapas, la siguiente dificultad es conseguir financiación. Para este fin es necesario que el proyecto tenga credibilidad (c). En este sentido, Macho, Veugelers y Pérez (2008) consideran que parte del problema de credibilidad es un problema de riesgo moral. Las posibles fuentes de financiación tienen problemas para evaluar el esfuerzo que realizará el emprendedor académico para desarrollar el proyecto una vez dispone del capital necesario. El emprendedor académico debe tener una participación sustantiva en el capital de la Spin-off de tal manera que haga creíble al resto de fuentes de financiación su compromiso con el proyecto. Línea 9: Analizar la implicación del inventor en las spin-offs que desarrollan un invento universitario, tanto en lo que hace referencia a la gestión como a la aportación de capital para financiar el proyecto. Nótese que el emprendedor académico debe utilizar su riqueza personal para financiar en parte la Spin-off. Según Macho et al. (2008) las limitaciones de riqueza del emprendedor universitario pueden ser un freno a la credibilidad externa que pueda conseguir. Una vez conseguida la financiación necesaria e iniciado el proceso comercial de explotar sus activos tecnológicos, el equipo emprendedor debe desarrollar la capacidad de crear valor a través de los recursos existentes. Así, el punto principal para superar el umbral del sostenibilidad (d) es la necesidad de que el equipo fundador adquiera las habilidades correctas o se rodee de las personas que las dispongan. Según Lazear (2004, 2005) los empresarios realizan muchas tareas. El equipo fundador de una Spin-off necesita tener muchas habilidades para gestionar los avances científicos y tecnológicos, contratar trabajadores, elegir localización u obtener buenos materiales de proveedores a un coste razonable entre otras muchas actividades. A modo de simplificación las podemos sintetizar en dos, habilidades de gestión y habilidades técnicas. Nótese que en el caso de los fundadores de una Spin-off, dado su origen universitario, es de esperar que estén especialmente dotados de habilidades técnicas, y por lo tanto, sean buenos especialistas técnicos. En este sentido, Lazear (2004, 2005) argumenta que todas las habilidades son relevantes para ser empresario, y que por tanto, los fundadores de Spin-off deberían de desarrollar de alguna manera las habilidades de gestión. Línea 10: Relacionar la consecución de beneficios sostenibles de las Spin-off con los recursos financieros disponibles del fundador y con las habilidades, sobretodo de gestión, que éste disponga. Lazear (2005) presenta evidencia de esta última proposición en un entorno distinto al de las Spin-off. Su análisis concluye que tanto aquellos trabajadores con experiencias profesionales diversas, como aquellos estudiantes (Stanford MBA) con currículum variado, tienen mayor probabilidad para ser empresarios en el futuro. 6. CONCLUSIONES Paralelamente al creciente interés económico de las universidades por la transferencia tecnológica se ha desarrollado su interés académico. A la vez que muchos estudios empíricos han analizado cuestiones relacionadas con la estructura y la estrategia de las OTRIs, la teoría económica se ha preocupado por entender el papel que juegan dichas instituciones. El presente estudio muestra cómo dichos trabajos han ampliado la agenda de la investigación empírica a través de diez nuevas líneas concretas. La relativa novedad de dichos trabajos teóricos hace que dichas nuevas líneas de investigación empírica, permanezcan prácticamente inexploradas y por lo tanto reclamen la atención de los investigadores. 76 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 67-78 OTRI: agenda de investigación Evidencia empírica sobre qué universidades cuentan con una OTRI cuando las universidades tienen posibilidad de elegir, evidencia sobre los determinantes de la eficacia de las OTRIs o contrastes directos de si los clientes de las OTRIs las perciben como una señal de la calidad de sus proyectos, ayudará a contrastar y a entender mejor cuáles son los beneficios para las universidades de tener una OTRI. Aunque ya existe evidencia que analiza el efecto de los incentivos en el comportamiento y las decisiones de los científicos, es necesario trabajo adicional para refinar tales contrastes. Es de especial interés para los argumentos expuestos a lo largo del trabajo contrastar si las decisiones que tanto la OTRI y las empresas van a tomar sobre los proyectos a financiar influyen sobre la clase de investigación (básica o comercial) que los investigadores van a desarrollar. Las decisiones sobre licenciar o crear una Spin-off pueden mejorarse si existe evidencia adicional sobre las reglas de decisión que actualmente se siguen y los resultados de tales decisiones. Es de interés ver si las Spin-off de la universidad tienen problemas diferentes que los de otras empresas y analizar cuáles pueden ser las causas. La evidencia existente es escasa y muy centrada en el mundo anglosajón, especialmente los Estados Unidos. Evidencia proveniente de otros países y en especial de España, puede aportar robustez sobre la validez de las proposiciones desarrolladas en diversos contextos institucionales. En conclusión, el trabajo ofrece un marco teórico en el que extender el trabajo empírico sobre OTRIs, además de proponer una serie de contrastes empíricos necesarios para poder corroborar dicho marco teórico o en su defecto avanzar con nuevas propuestas. NOTAS 1 Este trabajo ha contado con el apoyo financiero del proyecto del Ministerio SEJ2007-67895-C04 RedOtri (2005) www.redotriuniversidades.net. 3 Por ejemplo, de acuerdo con los estatutos de la Universidad Autónoma de Barcelona (2003), un 33% de los beneficios de de transferencia de tecnología van al profesor, un 33% va a la financiación de la OTRI y el resto se destina a cubrir los gastos generales de la universidad. 2 BIBLIOGRAFÍA AUDRESTSCH, D. STAM, E. MEIJAARD, J. (2006): “Renascent Entrepreneurship”. Erim report series research in management. ERS-2006-017-ORG. www.erim.eur.nl ARROW, K.J., (1962). “Economic welfare and the allocation of resources for inventions”. Nelson, R. (ed.) The rate and direction of economic activity. 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La herramienta más importante para esa colaboración y coordinación son las listas de correo, seguido por los foros de discusión asíncronos, informes de bugs y chat. Uno de los argumentos principales a la hora de decidirse por una distribución de Linux embebido es el soporte proporcionado a los desarrolladores. Pero generalmente, es difícil tomar una decisión a priori sin conocer si el soporte proporcionado será lo suficientemente bueno durante todo el futuro desarrollo del proyecto. Para ayudar en esta tarea, este trabajo se centra en analizar el comportamiento y la actividad de las listas de correo para extraer una serie de parámetros que puedan aportar información sobre la calidad y la evolución de la lista. Esta información resultaría relevante para analizar y decidir sobre la mejor distribución de Linux embebido a utilizar. PALABRAS CLAVE: Software de Código Abierto, Listas de Distribución, Linux embebido, Análisis Factor, Sistemas de Información. STUDY AND ANALYSIS OF OPEN SOURCE SOFTWARE PROJECTS MAILING LISTS AS A TOOL FOR KNOWLEDGE SHARING ABSTRACT: This research explores the role of mailing lists in open source software projects as a tool for knowledge sharing and problem resolution. One of the benefits that firms can derive from using Open Source Software (OSS) is informal development collaboration. The primary tool for collaboration and coordination are group mailing lists, followed by asynchronous discussion forums, bug reports, and chat. One of the main arguments when deciding about an embedded Linux distribution is the support provided to developers. However, it is usually difficult to decide a priori if the provided support will be good enough for the future development of the project. Particularly, the behaviour and activity of mailing list are analyzed to extract a set of parameters that could inform about the quality and the evolution of the list. This information could be useful to decide the best embedded distribution to be implemented. KEYWORDS: Open Source Software, Mailing Lists, Embedded Linux, Factor Analysis, Information Systems 1. INTRODUCCIÓN El software de código abierto es un modelo de desarrollo del software en el que el código fuente se encuentra disponible para que los programadoras puedan verlo, leerlo, modificarlo y redistribuirlo sin las restricciones de derechos de propiedad típicos del software propietario distribuido bajo licencia (Waring y Maddocks, 2005). La innovación constante se consigue gracias a las contribuciones individuales de desarrolladores ampliamente distribuidos geográficamente. Según su definición, software de código abierto no supone únicamente el acceso al código fuente, sino una serie de reglas sobre la redistribución, trabajos derivados, integridad del código fuente del autor y no discriminación (Perens, 1997). Martínez Torres, M.R.; Toral Marín, S.L.; Barrero García, F.J. La investigación en el ámbito del software de código abierto se ha ido incrementando a lo largo de los años, analizando áreas tales como la motivación de programadores y desarrolladores (Bonaccorsi, A., & Rossi, 2003; Hertel et al., 2003), los beneficios proporcionados por el software de código abierto (Kogut & Metiu, 2001; Spinellis & Szyperski, 2004; Spinellis, 2006), las implicaciones para el sector público (Waring & Maddocks, 2005; Applewhite, 2003; McDonald et al., 2003) o las licencias de dominio público (Gambardella & May, 2006; Valimaki & Oksanen, 2005). No obstante, la investigación sobre el papel desempeñado por las listas de correo como fuente de soporte para el software de código abierto es más limitada, aunque se trate de una característica común a todos los proyectos de desarrollo de software de este tipo. Sowe et al. (2006) identificaron un grupo dentro de los participantes en proyectos de software de código abierto, los “brokers” del conocimiento, usando para ello las listas de distribución que sirven de soporte. Algunos otros estudios explican este fenómeno desde el punto de vista de las comunidades de práctica (Kogut & Metiu, 2001; Li et al., 2006). Esta será la perspectiva a seguir en el desarrollo del presente trabajo al analizar las listas de distribución. Existen muchos paquetes informáticos que se desarrollan como comunidades de código abierto, pero de entre todos ellos Linux es quizás el ejemplo más claro. Linux es un sistema operativo UNIX desarrollado por Linus Torvalds y una comunidad de programadores de Internet en 1991. Su modelo de desarrollo en código abierto y su licencia general pública GNU (GPL, General Public License), bajo la cual se puso en circulación, permitió que el código fuente del kernel de Linux estuviese disponible gratuitamente para uso personal o comercial. Fue precisamente la disponibilidad del código fuente la que estimuló a los programadores a contribuir al desarrollo del kernel de Linux. El resultado final ha sido un desarrollo distribuido geográficamente, en el que los programadores trabajan en ubicaciones arbitrarias, con escasos o ningún encuentro de tipo presencial, y que coordinan sus actividades casi exclusivamente por medios electrónicos (Mockus et al., 2002). La existencia de Linux demuestra que los procesos de los proyectos de software de código abierto pueden producir un software de alta calidad aun cuando no empleen los mecanismos tradicionales de coordinación tales como planes, planificaciones, niveles de diseño y definición de procesos. Los defensores de esta forma de hacer software argumentan que los defectos se encuentran y solucionan muy rápidamente, ya que hay “muchos ojos” observando posibles problemas y aportando soluciones (“Ley de Linus”). El código se escribe con mayor cuidado y creatividad, ya que los desarrolladores trabajan en aquello por lo que sienten una auténtica pasión (Raymond, 1999) El objetivo del presente trabajo es analizar el desarrollo colaborativo en un campo más concreto dentro del software de código abierto, que es el de Linux embebido. Un sistema embebido es un dispositivo que lleva un procesador dentro, aunque el usuario final no sea necesariamente consciente de que existe. Ejemplos de sistemas embebidos se encuentran permanentemente a nuestro alrededor, desde dispositivos de electrónica de consumo (PDA, teléfonos móviles, reproductores MP3, cámaras digitales, …), pasando por la electrónica de vehículos de automoción y sistemas de seguridad y vigilancia, hasta equipos de comunicación e instrumentación o equipos aeroespaciales (Abbott, 2003). El Linux embebido muestra algunas diferencias significativas con respecto al Linux tradicional para PC. En primer lugar, los sistemas embebidos incorporan una variedad más amplia de dispositivos de entrada y salida que los PCs. Eso supone que los programadores de sistemas embebidos tienen que trabajar frecuentemente con el hardware del sistema. En segundo lugar, y en contraste con otros proyectos de software de código abierto, la mayoría de las contribuciones en este campo no 80 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 79-90 Estudio y análisis de las listas de distribución en proyectos de software de código abierto como medio para … viene de voluntarios o aficionados sino de firmas comerciales, muchas de las cuales son empresas dedicadas a Linux embebido. Por último, el hecho de que Linux se distribuya con licencia GPL hace que las empresas consideren revelar sus propios desarrollos software, a diferencia del caso de usar un software propietario. Todas estas características fomentan el trabajo colaborativo y justifican la necesidad de analizar las posibilidades de soporte mediante medios electrónicos. El presente trabajo se organiza de la siguiente forma: la sección II está dedicada a introducir las comunidades de práctica en proyectos de software de código abierto, con unos patrones de desarrollo radicalmente diferentes del software propietario. La sección III presenta el caso de estudio basado en un procesador con Linux embebido. La metodología utilizada para procesar los datos recogidos de la lista de distribución se explica en la sección IV, y los resultados obtenidos a cerca de los parámetros que describen el comportamiento y la evolución de las listas de distribución se detallan en la sección V. Estos resultados son discutidos junto con las conclusiones en la sección VI. 2. COMUNIDADES DE PRÁCTICA EN PROYECTOS DE SOFTWARE DE CÓDIGO ABIERTO El éxito de proyectos de desarrollo de alta complejidad tecnológica depende fuertemente de la habilidad de los miembros del equipo para interaccionar de manera productiva, de modo que el conocimiento relevante pueda ser adquirido, generado y transmitido de modo efectivo en coste y en tiempo. En este sentido, el concepto de comunidades de práctica ha ido ganando atención como medio para explicar como el conocimiento y el aprendizaje se desarrollan en contextos sociales específicos (Garrety et al., 2004). Las comunidades de práctica (CoP) se organizan en torno a un conjunto de actividades limitada y sus miembros se encuentran generalmente en contacto directo unos con otros. Ellos desarrollan sus propias rutinas, reglas formales e informales y, como resultado del aprendizaje, las prácticas desarrolladas evolucionan (Wenger, 1998). La noción de CoP sugiere que los límites de las comunidades no se corresponden con los típicos límites funcionales. En su lugar, incluye redes basadas en prácticas y en personas. Los miembros de las comunidades típicamente emplean su tiempo ayudándose unos a otros a resolver problemas. La importancia de las comunidades de práctica ha sido reconocida en numerosos trabajos previos (Brown & Duguid, 1998; Boland & Tenkasi, 1995; Pan & Leidner, 2003; Zárraga & Saá, 2005). El éxito de los proyectos de software de código abierto, como Linux, Apache, Sendmail o Jabber, puede explicarse desde esta perspectiva. Estos paquetes, pública y gratuitamente disponibles, han alcanzado una amplia difusión así como una calidad comparable e incluso superior a otros productos comerciales similares, a pesar de que no estuvieran soportados por ninguna compañía comercial, al menos en sus inicios. Estos proyectos fueron creciendo a través de comunidades de desarrolladores geográficamente dispersos y colaborando por internet (Gruber & Henkel, 2006). Los programadores que trabajan en proyectos de software de código abierto colaboran sin recibir ningua compensación monetaria por ello, al menos directa. Entre las motivaciones para realizar esa colaboración se encuentra la necesidad de nuevas funcionalidades en el software, apoyo a otros desarrollos, reputación entre colegas, diversión, necesidad de nuevos Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 79-90 ISSN: 1135-2523 81 Martínez Torres, M.R.; Toral Marín, S.L.; Barrero García, F.J. aprendizajes, búsqueda de nuevos horizontes laborales, el deseo de devolver el apoyo recibido de la comunidad de programadores o una aversión al software propietario, en general. Un caso particularmente interesante e importante dentro del software de código abierto es el representado por el llamado Linux embebido. Este término se refiere a las variantes del sistema operativo Linux adaptadas a los dispositivos embebidos. Los sistemas embebidos se encuentran permanentemente a nuestro alrededor y Linux se ha convertido en la elección más habitual como sistema operativo interno. No obstante, la heterogeneidad de los sistemas embebidos fuerza habitualmente a adaptar el sistema operativo a los dispositivos específicos en los que se implemente. Muchas veces, los drivers específicos requeridos en determinadas aplicaciones no se encuentran disponibles o bien no soportan la funcionalidad completa de ese periférico. En consecuencia, es necesario desarrollar un importante trabajo de adaptación del sistema operativo. Típicamente, son firmas comerciales las que desarrollan Linux embebido, fundamentalmente fabricantes de bienes o productos electrónicos. Para una compañía puede resultar interesante participar en una comunidad que dé soporte a un proyecto de software de código abierto o fomentar el desarrollo de una comunidad en torno a su propio software (Henkel, 2003). Las ventajes e inconvenientes del desarrollo de software de código abierto con fines comerciales ha sido estudiado por numerosos autores (Henkel, 2006: Dahlander & Magnusson, 2005; Johnson, 2006). Básicamente, se pueden distinguir cuatro categorías de potenciales beneficios: establecimiento de un estándar mejorando la compatibilidad, incremento de la demanda de bienes y servicios complementarios, aprovechamiento del soporte de desarrollos externos realizados por la comunidad y divulgación de la excelencia técnica. En el caso de Linux embebido, el beneficio del soporte de desarrollos externos se puede obtener por dos vías diferentes: • Como librerías de código fuente u objeto, o como módulos que resuelven alguna funcionalidad critica del sistema embebido. Por ejemplo, todos los protocolos y componentes de la pila TCP/IP proporcionan servicios muy útiles si nuestro sistema va a estar conectado en red. La pila TCP/IP se encuentra incluida por defecto en Linux embebido, pero sería de pago en el caso de utilizar un sistema operativo propietario. • Como soporte proporcionado por las listas de distribución, bastante útil en el caso de sistemas embebidos que son muy heterogéneos y que requieren un trabajo de adaptación del software muy superior al de los PCs. Desde un punto de vista estructural, estas listas de distribución funcionan a modo de repositorios en los que cada programador o desarrollador puede suscribirse, facilitando a todos los participantes la búsqueda de expertos en un área determinada (Gutwin et al., 2004). Los participantes en la lista pueden enviar libremente preguntas o cuestiones y obtener respuestas a los problemas planteados. 3. CASO DE ESTUDIO: LINUX EMBEBIDO PARA ARM De los 6.2 billones de procesadores fabricados en 2002, menos del 2% fueron a parar a PCs, Macs o estaciones de trabajo Unix. El otro 98% formó parte de sistemas embebidos (Ganssle, 2003) en aplicaciones que van desde juguetes y semáforos hasta equipos de consumo o aplicaciones domóticas o satelitales. 82 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 79-90 Estudio y análisis de las listas de distribución en proyectos de software de código abierto como medio para … Al comienzo de su desarrollo, los sistemas embebidos no incorporaban sistemas operativos. El desarrollo del software se realizaba actuando directamente sobre el hardware del sistema, sin incluir prácticamente capacidad de procesamiento multitarea ni de acceso en red. A medida que los sistemas embebidos fueron aumentando su complejidad y su capacidad de procesamiento, también fueron en incremento los requerimientos sobre ellos: capacidad de procesamiento multitarea, gestión de memoria y de procesos, comunicación entre tareas y procesos, acceso a redes de comunicación, etc. Un sistema embebido puede, por ejemplo, incluir un servidor web que permita la configuración remota de un equipo mediante una página accesible por Internet, así como accesos remotos de mantenimiento y actualización (Raghavan et al., 2006; Yaghmour, 2003). Todos estos requerimientos obligaron el uso de sistemas operativos en los sistemas embebidos. Aunque actualmente existen varios sistemas operativos embebidos disponibles (Wind River’s VxWorks, Microsoft Windows CE, QNX Neutrino, etc), Linux es claramente el líder en este tipo de sistemas. Las principales ventajas de Linux embebido frente a otros sistemas operativos propietario son independencia del proveedor, plazo de comercialización y bajo coste. No obstante, hay que tener en cuenta que la licencia pública general (GPL), bajo la que Linux se distribuye, estipula que la distribución del software original o de versiones modificadas debe realizarse bajo las mismas condiciones definidas por GPL. En particular, el comprador o cliente tiene derecho a recibir el código fuente así como los derechos de modificar y redistribuir el software (Henkel, 2003; Free Software Foundation: GNU General Public License, 2006). De todos modos, GPL no obliga a hacer público el software modificado ni excluye poder vender el software (eso sí, sin royalties por unidad vendida). Debido a la gran heterogeneidad de los sistemas embebidos, no existe una versión estándar de Linux, sino que hay que hablar de muchas distribuciones de Linux que cubren una o varias arquitecturas procesadoras. Todas ellas tienen en común los mismos componentes básicos, incluyendo el kernel de Linux, drivers, comandos, entornos de ventanas, utilidades básicas y librerías. Las diferencias entre las distribuciones se centran normalmente en cuál de los cientos de utilidades existentes se incluyen, en los módulos añadidos (tanto en código fuente como propietario), en las modificaciones del kernel y en la gestión de los procesos de instalación, configuración, mantenimiento y actualización. La Tabla 1 proporciona la ubicación más apropiada de los diferentes kernel de Linux para diferentes arquitecturas procesadoras. Tabla 1. Ubicación de los kernel de Linux para diferentes arquitecturas procesadoras. Arquitectura procesadora Ubicación del kernel x86 http://www.kernel.org/ ARM http://www.arm.linux.org.uk/developer/ PowerPC http://penguinppc.org/ MIPS http://www.linux-mips.org/ SuperH http://linuxsh.sourceforge.net/ M68k http://www.linux-m68k.org/ Fuente: Elaboración propia Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 79-90 ISSN: 1135-2523 83 Martínez Torres, M.R.; Toral Marín, S.L.; Barrero García, F.J. ARM (Advanced RISC Machine) es una familia de procesadores mantenida y promovida por ARM Holdings Ltd. A diferencia de otros fabricantes de procesadores como IBM, Motorota o Intel, ARM Holdings no fabrica sus propios procesadores. En su lugar, diseña los núcleos de la CPU para sus clientes a los que les carga un canon de licencia por el diseño, permitiéndoles a cambio fabricar sus chips basados en este núcleo ARM. Actualmente, Intel, Toshiba, Samsung, Freescale y otros muchos fabrican chips con núcleos ARM. Su arquitectura es tremendamente popular y existen cientos de proveedores con productos y servicios basados en él. Hoy en día, Linux soporta más de 1200 tarjetas basadas en microprocesadores con un ARM. Uno de los foros más efectivos con mayor calidad para encontrar respuesta a los problemas sobre Linux en un ARM es la lista de distribución lists.arm.linux.org.uk. Este servicio es gratuito para la comunidad Linux y es frecuentemente consultado por muchos desarrolladores de Linux embebido sobre ARM. El uso de las listas de distribución como fuente de soporte resulta de gran interés, ya que es una forma sencilla y útil de conseguir adaptar una distribución de Linux a las características particulares de un proyecto concreto. Como consecuencia, la caracterización de las listas de distribución es una cuestión de interés para obtener información a cerca de las posibilidades de soporte y la tendencia de una distribución de Linux y del procesador subyacente. Este es el objetivo primordial de este trabajo, en el que se analizará la lista de distribución sobre Linux para ARM con idea de deducir los parámetros que indiquen es éxito de esa distribución y su evolución en el tiempo. 4. METODOLOGÍA Las listas de distribución permiten la interacción ente los buscadores y los proveedores de conocimiento y entre los desarrolladores y usuarios del software, jugando un papel muy importante tanto en su difusión como en su mejora. Este trabajo pretende profundizar en el conocimiento de estas actividades e interacciones, y en su importancia para el éxito de los proyectos de software de código abierto. La cuestión central del trabajo es la caracterización de las lista de distribución, utilizando como caso de estudio la lista sobre ARM ubicada en lists.arm.linux.org.uk. Hasta ahora, la investigación desarrollada en torno a esta cuestión ha sido más bien escasa. La mayoría de los trabajos se concentran en la naturaleza de la participación en comunidad en las listas de distribución asociadas a proyectos de software de código abierto (Mockus et al., 2003; Krogh et l., 2003; Lakhani & Hippel, 2003). Con la excepción de algún estudio (Sowe et al., 2006), poca ha sido la atención prestada a la actividad de las listas de distribución en este tipo de proyectos. En este trabajo no se pretende únicamente identificar un conjunto de parámetros capaces de explicar la actividad de las listas de distribución, sino también analizar su evolución en el tiempo. La hipótesis fundamental es que la evolución de las listas de distribución proporciona información sobre las posibilidades de conseguir un buen soporte técnico durante el desarrollo de un sistema embebido, y éste es un parámetro fundamental a la hora de elegir una distribución de Linux embebida. Los datos de las listas de distribución en proyectos de código abierto se encuentran disponibles y son fáciles de obtener, lo que permite medir toda una serie de parámetros sobre su actividad. Nuestro estudio ha utilizado los datos de la lista de distribución de Linux para ARM entre los años 2001 y 2006, midiéndose los parámetros detallados en la Tabla 2. Dado que se pretende analizar la evolución en el tiempo, estos parámetros han sido medidos por meses. 84 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 79-90 Estudio y análisis de las listas de distribución en proyectos de software de código abierto como medio para … Tabla 2. Parámetros medidos en la lista de distribución. Variable Var01 Var02 Var03 Var04 Var05 Var06 Var07 Var08 Var09 Var10 Var11 Var12 Var13 Descripción Número de mensajes Número de autores Número de mensajes por autor Número de temas diferentes Número de temas sin respuesta Número medio de mensajes con el mismo tema Desviación típica de mensajes con el mismo tema Máximo número de mensajes con el mismo tema Número medio de mensajes enviados por el mismo autor Desviación típica de los mensajes enviados por el mismo autor Máximo número de mensajes enviados por el mismo autor Número medio de mensajes enviados por el mismo autor a temas diferentes Desviación típica de mensajes enviados por el mismo autor a temas diferentes Fuente: Elaboración propia Los factores latentes que explican la actividad de la lista de distribución se extraerán haciendo uso del análisis factor. De acuerdo a esta técnica estadística, las variables medidas depende de un conjunto más pequeño de factores latentes no observables. Debido a que cada factor puede afectar a varias variables, se les suele denominar también factores comunes. Cada variable puede expresarse como una combinación lineal de los factores comunes o latentes, con unos coeficientes denominados cargas. El análisis factor resulta de gran utilidad para identificar relaciones entre variables que no son directamente observables, segmentando una muestra en grupos relativamente homogéneos. Las cargas estimadas de un análisis factor sin rotación suelen tener una estructura complicada. El objetivo de la rotación factor ortogonal es precisamente encontrar una parametrización en la que cada variable solamente tenga un número reducido de cargas elevadas, o, lo que es lo mismo, que sólo se vea afectada por un pequeño número de factores. El análisis factor con rotación permite que los factores representen constructos unidimensionales, más fácilmente interpretables. En nuestro estudio, la muestra está formada por los meses entre Enero de 2001 y Diciembre de 2006 (72 casos en total). Los factores latentes que se obtengan se utilizarán para realizar un estudio longitudinal. Los casos de la muestra (meses) serán agrupados conforme a los factores latentes resultantes. Los grupos que se obtengan mostrarán si los patrones mensuales son repetitivos, o si por el contrario existen tendencias claras temporales en la evolución de los factores. 5. RESULTADOS Las principales aplicaciones del análisis factor consisten en reducir el número de variables y en detectar la estructura de relaciones entre variables, permitiendo su clasificación. El análisis factor trata de identificar los factores subyacentes que explican el patrón de correlaciones dentro de un conjunto de variables observadas. Los autovalores de la matriz de covarianzas de la muestra se muestran en la Tabla 3. Habitualmente, el análisis factor toma un número de factores igual al número de autovalores mayor que la unidad. En nuestro caso, son tres los autovalores que satisfacen esta condición. La Tabla 3 también muestra el porcentaje de la varianza explicada por cada factor así como la varianza explicada acumulada. Los tres Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 79-90 ISSN: 1135-2523 85 Martínez Torres, M.R.; Toral Marín, S.L.; Barrero García, F.J. factores anteriores explican un 88,2 % del total de la varianza de la muestra, ofreciendo por tanto una adecuada representación de las trece variables de partida. Tabla 3. Varianza total explicada. Factor 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 Valor 7,270 2,728 1,468 ,734 ,362 ,200 ,107 ,064 ,033 ,024 ,006 ,004 3,20E-005 Autovalores % de Varianza % Varianza acumulada 55,920 20,986 11,294 5,644 2,786 1,538 ,826 ,492 ,254 ,187 ,046 ,028 ,000 55,920 76,906 88,200 93,843 96,629 98,167 98,993 99,485 99,739 99,926 99,972 100,000 100,000 Fuente: Elaboración propia Las cargas de los factores se estiman a partir de los autovectores asociados. Normalmente, suele resultar complicado realizar una correcta interpretación de los factores a partir de las cargas estimadas. Afortunadamente, las cargas de los factores se pueden rotar multiplicándolos por una matriz ortogonal. Las cargas rotadas preservan las propiedades de las originales y además facilitan la interpretación de los factores. El método Varimax es un método de rotación ortogonal que minimiza el número de variables con una carga elevada en cada factor. Este método simplifica la interpretación de los factores. La Tabla 4 muestra las cargas de los factores rotadas mediante el método Varimax. Tabla 4. Cargas de los factores rotadas por el método Varimx. V1 V2 V3 V4 V5 V6 V7 V8 V9 V10 V11 V12 V13 86 ISSN: 1135-2523 Cargas de los factores 1 2 3 ,488 ,835 ,139 ,128 ,931 ,047 ,860 ,340 ,248 ,345 ,931 -,072 ,100 ,912 -,022 ,450 -,150 ,622 ,089 -,116 ,947 ,102 ,209 ,897 ,863 ,331 ,248 ,933 ,123 ,224 ,873 ,157 ,183 ,627 ,704 -,106 ,852 ,420 -,122 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 79-90 Estudio y análisis de las listas de distribución en proyectos de software de código abierto como medio para … Para extraer el significado de cada factor, nos movemos horizontalmente de izquierda a derecha observando las cargas de cada una de las trece variables, e identificando para qué factor alcanza su valor máximo. Las cargas de los factores se consideran significativas a partir del umbral de 0,6 (Rencher, 2002). El resultado es una serie de variables asociadas a cada factor que conducen a los siguientes factores latentes: • Factor 1 (variables V3, V9, V10, V11 y V13): el primer grupo representa aquellos casos en los que existe un ratio óptimo de mensajes por autor. Los autores son bastante activos y el número de mensajes sin respuesta es bajo, por lo que existen un debate efectivo alrededor de las cuestiones propuestas. El valor intermedio de la carga de V6 y el bajo valor de la carga de V7 significan que el número de mensajes en cada tema tiene un valor adecuado con una desviación típica baja, lo que garantiza un debate en profundidad. Podría decirse que una lista de distribución que se encuentre en esta situación goza de una buena salud. • Factor 2 (variables V1, V2, V4, V5 y V12): el segundo de lo grupos se caracteriza fundamentalmente por el alto número de mensajes sin respuesta. Son muchos los mensajes enviados por los autores, pero poco el debate generado. El bajo valor de la carga en V6, acompañado del bajo valor de V7, sugiere que hay pocos mensajes alrededor de las cuestiones enviadas. Una lista de distribución en estas condiciones resulta inútil, ya que no proporciona un soporte a las cuestiones enviadas. • Factor 3 (variables V6, V7 y V8): el último grupo representa el caso de una lista de distribución con pocos autores pero muy activos en las cuestiones suscitadas. Aunque esta situación no tiene por qué ser negativa, puede ocurrir que el debate se encuentre excesivamente polarizado en torno a algunos temas polémicos. En cualquier caso, no debería ser una situación prolongada en el tiempo debido a la falta de variedad en los temas tratados en la lista. Además de la carga de los factores, el análisis factor también proporciona los valores de los factores. Estos valores pueden utilizarse para asignar cada uno de los casos de la muestra (meses) a alguno o ninguno de los factores latentes obtenidos. La asignación se ha realizado al factor para el que ese caso tiene un valor máximo, siempre y cuando dicho valor sea mayor de 0,1 (Rencher, 2002). De las 72 observaciones de la muestra, 58 han sido clasificadas en alguno de los tres factores latentes obtenidos. La Tabla 5 muestra el valor medio de los trece parámetros de la lista de distribución considerados, medidos sobre los casos asociados a cada factor. Tabla 5. Valor medio de los parámetros de la lista de distribución para los casos asociados a cada factor. Factor 1 2 3 Total Factor 1 2 3 Total N 19 21 18 58 N 19 21 18 58 V1 28,34 35,79 23,39 V2 21,76 42,83 22,11 V3 40,11 23,19 25,67 V4 28,13 39,24 19,58 V5 26,34 39,57 21,08 V6 32,11 20,62 37,11 V8 22,34 24,21 43,22 V9 40,11 23,00 25,89 V10 42,89 19,62 26,89 V11 41,21 21,48 26,50 V12 34,63 33,38 19,56 V13 41,74 27,81 18,56 V7 27,26 16,33 47,22 Fuente: Elaboración propia Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 79-90 ISSN: 1135-2523 87 Martínez Torres, M.R.; Toral Marín, S.L.; Barrero García, F.J. Los resultados obtenidos muestran claramente cómo las variables asignadas al primer factor (V3, V9, V10, V11 y V13) tienen un valor medio claramente superior al valor medio de estas mismas variables en el resto de factores. Lo mismo podría decirse para los otros dos factores. Para validar estos resultados, la hipótesis nula de igualdad de medias en las poblaciones debería ser rechazada. Para ello, se ha aplicado el test de Kruscal-Wallis. Los resultados obtenidos aparecen detallados en la Tabla 6. La hipótesis nula puede rechazarse en todos los casos excepto para la variable 1, el número total de mensajes, donde el nivel de significación está por encima de 0,05. Esto significa que el número de mensajes no es un parámetro discriminatorio entre los factores y que por tanto no debe uilizarse para modelar el comportamiento de las listas de distribución. Tabla 6. Test de Kruscal-Wallis. Chi-Square V1 5,357 V2 20,551 V3 11,353 V4 13,335 V5 12,650 V6 9,917 V7 32,925 df 2 2 2 2 2 2 2 Asymp. Sig. ,069 ,000 ,003 ,001 ,002 ,007 ,000 Chi-Square V8 17,629 V9 11,428 V10 19,574 V11 14,503 V12 9,107 V13 17,748 df 2 2 2 2 2 2 Asymp. Sig. ,000 ,003 ,000 ,001 ,011 ,000 Fuente: Elaboración propia Las observaciones de nuestro caso de estudio representan los 72 meses que van de Enero de 2001 a Diciembre de 2006. 58 de las 72 observaciones han sido clasificadas en uno de los tres factores latentes obtenidos. Estas categorizaciones muestran realmente una evolución temporal, ilustrada en la Figura 1. Figura 1. Evolución temporal de la lista de distribución de Linux sobre ARM. 100% 90% 80% 70% 60% Meses Sin Factor 50% Factor 3 40% Factor 2 30% Factor 1 20% 10% 0% 2001 2002 2003 2004 2005 2006 Años 88 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 79-90 Estudio y análisis de las listas de distribución en proyectos de software de código abierto como medio para … Los meses que no han sido asignados a ningún factor se muestran en color blanco mientras que los meses asignados a algunos de los factores se muestran en distintas tonalidades de gris. El primer año, 2001, no se puede considerar significativo dado que son muchos los meses que no han sido asignados a ningún factor. Durante 2002, el comportamiento dominante es el representado por los factores 3 y 2. Obsérvese que durante esta etapa los desarrolladores comienzan a realizar aplicaciones basadas en Linux sobre plataformas ARM. La lista de distribución no es todavía una buena fuente de soporte: a veces el debate se polariza demasiado en torno a pocas cuestiones (factor 3) y otras veces no resulta útil a los desarrolladores (factor 2). Los años 2003 y 2004 corresponden a una etapa de crecimiento en la que las aplicaciones basadas en Linux sobre ARM se consolidan y la lista de distribución tiene un comportamiento más positivo. La suma de meses con el comportamiento de los factores 1 y 3 crece en 2003 y durante 2004 alcanza el valor de los meses con un comportamiento negativo como el descrito por el factor 2. Los dos años siguientes corresponden ya a una etapa consolidada, donde los desarrollos con Linux embebido sobre ARM son habituales. El número de meses con el comportamiento descrito por los factores 1 y 3 permanece constante y mayor que el número de meses con un comportamiento negativo. De los resultados anteriores se observa una evolución concordante con la evolución del mercado en lo referente a aplicaciones basadas en Linux sobre ARM. El soporte proporcionado por la lista de distribución también contribuye a la evolución exitosa de esta familia de procesadores. 6. CONCLUSIONES El propósito de este trabajo ha sido la caracterización de una lista de distribución como fuente de soporte en proyectos de software de código abierto. Básicamente se han obtenido tres tipos de comportamiento en el caso de la lista de distribución de Linux sobre ARM. El primer comportamiento identificado representa una verdadera comunidad de práctica con autores activos y variedad de temas tratados. La lista de distribución se puede considerar en este caso una buena fuente de soporte para los desarrolladores. El segundo tipo de comportamiento es bastante negativo, ya que se caracteriza por muchas cuestiones no contestadas. Este hecho causa un efecto de frustración entre los desarrolladores, al no encontrar un soporte adecuado. El útimo comportamiento se caracteriza por un debate hiper-concentrado en pocos temas. Aunque este tipo de debate no tiene por qué ser negativo, una situación prolongada de este tipo puede originar una falta de variedad de temas y, nuevamente, frustración entre los desarrolladores. Para poder realizar un estudio longitudinal en el tiempo, la muestra se ha organizado por meses. Básicamente, se ha identificado la presencia de alguno de los tres comportamientos anteriores en los últimos seis años. Esta evolución muestra la tendencia de la lista de distribución como fuente de soporte y, al mismo tiempo, la evolución del procesador subyacente. En el caso de la lista de distribución de Linux sobre ARM, se puede decir que la lista goza de muy buena salud, al igual que la evolución en el mercado de los procesadores ARM. La principal limitación del trabajo es la generalización de los resultados obtenidos. Se trata de un estudio exploratorio que debería ser replicado utilizando otras listas de distribución de Linux, pero sobre procesadores diferentes. BIBLIOGRAFÍA ABBOTT, D. (2003): Linux for Embedded and Real Time Applications, Newnes, Elsevier Science, USA, 2003. APPLEWHITE, A. (2003): “Should governments go Open Source?” IEEE Software, Vol. 20, nº 4, pp. 88–91. BOLAND, R., TENKASI, R. (1995): “Perspective making and perspective taking in communities of knowing”, Organization Science, Vol. 6, nº 4, pp. 350–372. BONACCORSI, A., & ROSSI, C. (2003): “Why Open Source Software can succeed”, Research Policy, Vol. 32, pp. 1243– 1258. 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En este trabajo se intentan resolver algunas de estas cuestiones, elaborando un modelo de investigación que, de manera global e integrada, basándose en las principales perspectivas teóricas – torneo y equidad-, aclare las interrelaciones existentes entre dispersión retributiva y resultados organizacionales, remarcando el papel de los principales factores que moderan dicha relación. Sobre la base de dicho modelo se elaboran proposiciones de investigación y se sugieren posibles líneas futuras de investigación. PALABRAS CLAVE: Dispersión retributiva, Estructura retributiva, Resultados, Modelo teórico, Proposiciones de investigación PAY DISPERSION, WAGE STRUCTURE, AND FIRM PERFORMANCE: A RESEARCH MODEL. ABSTRACT: Although there are quite a lot of studies that have tried to identify factors shaping pay structures, not many works have showed their effects on organizations. Analysis of compensation differences between jobs and levels –pay dispersion- report more controversies and contradictions than consensus. This study attempts to sort out some of these questions trough a research model based on main theoretical perspectives –tournament and equity- and empirical findings. This model gives support to interrelations between pay dispersion and performance, remarking the role and influence of moderating factors. Based on the model, we propose several research propositions, suggesting possibilities for future studies. KEYWORDS: Pay dispersion, Pay structure, Performance, Theoretical model, Research propositions 1. INTRODUCCIÓN La estructura retributiva supone el establecimiento de unas diferencias salariales entre puestos que responden a factores relacionados con la organización formal que tienen detrás. La principal razón que lleva a las organizaciones a construir una estructura retributiva que, en principio, supone desmarcarse de los niveles retributivos señalados por el mercado se encuentra, según Gerhart y Rynes (2003), en la necesidad que ésta tiene de relacionar las retribuciones con la organización interna: crear una relación salarial lógica, consistente y equitativa entre puestos que, a su vez, pueda motivar y satisfacer a los empleados, contribuyendo a la mejora de la eficiencia de la organización (Gerhart y Milkovich, 1992). Son indudables las implicaciones que el diseño de la estructura retributiva tiene para el comportamiento del empleado y para la eficiencia de la organización, especialmente desde el punto de vista de la dispersión retributiva que esta genera entre puestos y niveles (Milkovich y Newman, 2004). Así lo expresa, por ejemplo, Lazear (1989) para quien a medida que la diferencia entre la retribución del ganador y la del perdedor es mayor, más se fomenta la competencia entre empleados y su mayor esfuerzo, a la vez que se desalienta la cooperación. También Cowherd y Levine (1992) aseguran que existe una tensión ideológica fundamental Sánchez Marín, G. entre las premisas igualitarias, que apoyan la gestión participativa, y la existencia de grandes diferencias retributivas entre niveles. La mayor parte de la literatura que se ha centrado en las propiedades relacionales de la estructura retributiva, es decir, en el estudio de los efectos que provoca diferentes grados de dispersión retributiva no ha llegado a un claro consenso. Así, por ejemplo, trabajos como los de Ehrenberg y Bognanno (1990a, 1990b), Becker y Huselid (1992), Main, O’Reilly y Wade (1993) y Eriksson (1999), apoyándose en la perspectiva del torneo, afirman que grandes diferencias retributivas contribuyen a la mejora de los resultados individuales y de la organización. Por el contrario, estudios basados en una perspectiva de equidad (Cowherd y Levine, 1992; Pfeffer y Langton, 1993), defienden que son las pequeñas diferencias salariales entre niveles y puestos las que fomentan mejores rendimientos generales debido al fomento de la igualdad y a la mejora de la satisfacción y la cooperación entre empleados. También hay investigaciones que se sitúan en una posición intermedia, afirmando que las diferencias salariales de la estructura no producen efectos en los resultados de la organización (Conyon, Peck y Sadler, 2001). La falta de mayor consenso se debe, por un lado, a los numerosos factores que están detrás e influyen en el diseño de la estructura retributiva (Bloom y Michel, 2002) y que dificultan la apreciación de los efectos de la dispersión retributiva provocada por ésta (Conyon et al., 2001). En este trabajo se intentan resolver algunas de estas cuestiones, elaborando un modelo de investigación que, basado en las principales perspectivas teóricas –torneo y equidad- y apoyado en la revisión de la literatura empírica (Kühl y Sánchez Marín, 2008), aclare las interrelaciones existentes entre dispersión retributiva y resultados organizacionales, remarcando el papel de los principales factores que moderan dicha relación y en qué sentido. El modelo se concreta en un conjunto de proposiciones de investigación que tratan de contribuir, por un lado, a aclarar el estado del conocimiento actual en esta línea y, por otro, al desarrollo futuro de estudios que cubran las lagunas actuales de este campo tan poco explorado. Para ello, el trabajo se estructura de la siguiente forma. En primer lugar, se aborda el concepto de dispersión salarial y su relación con la estructura retributiva. A continuación, se revisan las aportaciones teóricas y empíricas que han tratado de explicar el por qué de las estructuras retributivas diferentes y sus efectos en términos individuales y organizacionales. En tercer lugar, se elabora y desarrolla un modelo teórico que relaciona el grado de dispersión retributiva con el rendimiento organizacional y que desemboca en un conjunto proposiciones de investigación. Finalmente, se exponen las principales conclusiones derivadas de la revisión de la literatura, así como las líneas de investigación que se abren de cara al futuro. 2. DISPERSIÓN RETRIBUTIVA Y ESTRUCTURA SALARIAL. La dispersión retributiva hace referencia a las diferencias retributivas que se origina en la organización. Su origen se encuentra en la introducción de estímulos que tratan de impulsar y enfatizar el rendimiento de los empleados y, en consecuencia, favorecer el resultado empresarial. Así lo explica Livernash (1957), quien señala la necesidad de la organización de crear escalones salariales con el objetivo de garantizar una diferenciación en el potencial de capital humano y en la participación de cada empleado en el rendimiento organizacional. Milkovich y Newman (2004) se acercan al concepto de dispersión retributiva a través de las diferencias salariales que existen a lo largo de los diferentes niveles funcionales dentro de la 92 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 91-106 Dispersión retributiva, estructura salarial y resultados de la organización: un modelo de investigación organización. La dispersión retributiva es, por tanto, la consecuencia de la distribución salarial realizada a los empleados y vincula los niveles retributivos a diferencias en el grado de responsabilidad, en el capital humano, o en el rendimiento del empleado individual. Bloom (1999), por su parte, entiende la existencia de dispersión retributiva en el contexto de los niveles jerárquicos y la define como la distribución total y las desviaciones absolutas y relativas del salario asignado a los empleados individuales o puestos de trabajo dentro de la organización. También Gerhart y Milkovich (1992) se acercan al concepto de dispersión retributiva a través de la existencia de niveles salariales dentro de la organización: el nivel salarial se justifica porque diferentes grupos de empleados reflejan valores económicos distintos y, por tanto, se diferencian en términos retributivos. El resultado es la dispersión retributiva o grado de variación entre distintos niveles salariales. La dispersión retributiva, por lo tanto, tiene consecuencias en términos salariales que se hacen tangibles a través del diseño de una determinada estructura retributiva. Esta refleja la decisión de cuánto pagar a diferentes tipos o niveles de trabajo que se relacionan formalmente mediante una estructura organizativa (Kühl y Sánchez Marín, 2008). Se trata de una decisión de carácter estrictamente interno, centrada en la creación de unos criterios que sirven para establecer diferencias retributivas entre las posiciones y trabajos distintos de una organización. Por tanto, la estructura retributiva refleja y es esencialmente jerarquía. El diseño de la estructura retributiva tiene como objetivo conseguir un sistema retributivo que sea internamente consistente. Milkovich y Newman (2004) sostienen que la estructura retributiva consistente es aquélla que soporta y apoya un flujo de trabajo eficiente, fomenta el trato justo y equitativo desde el punto de vista retributivo y dirige las conductas y comportamientos de los empleados claramente hacia los objetivos de la organización. Para conseguirlo, la estructura retributiva puede variar en su diseño dependiendo (Gerhart y Milkovich, 1992): (1) de los niveles fijados, los cuales vienen a reflejar la naturaleza jerárquica de la organización: número de niveles jerárquicos y relaciones con motivo del trabajo (Hill, Hitt y Hoskisson, 1992); y (2) de las diferencias retributivas establecidas, que señalan las diferencias salariales no sólo entre niveles sino también dentro de los niveles. Dichas diferencias suelen depender de las cualificaciones requeridas para desempeñar los trabajos y de la importancia que dichos trabajos tienen para la organización (Cowherd y Levine, 1992). Teniendo en cuenta el grado de dispersión retributiva, las estructuras pueden oscilar desde igualitarias en un extremo hasta jerárquicas en el otro (Milkovich y Newman, 2004; Kühl y Sánchez Marín, 2008). Las estructuras retributivas jerárquicas se caracterizan por establecer un elevado número de niveles, fijando grandes diferencias retributivas entre niveles adyacentes y entre empleados mejor y peor pagados (alta dispersión retributiva). Esta estructura es consistente con la creencia de que los efectos motivacionales basados en las promociones frecuentes apoyan el reconocimiento de diferencias a nivel individual en conocimientos y habilidades, así como de contribuciones del empleado a la organización. Por su parte, las estructuras retributivas igualitarias se caracterizan por fijar un reducido número de niveles, con pequeñas diferencias entre niveles adyacentes y entre empleados mejor y peor pagados (baja dispersión retributiva). Esta estructura se basa en la creencia de que todos los empleados pueden ser tratados con igualdad y que ese trato igual implica una mayor satisfacción, contribuye al trabajo en equipo y redunda en un mejor rendimiento de los empleados. Existen varias perspectivas teóricas que han aportado diferentes explicaciones de por qué las estructuras retributivas difieren entre organizaciones y divergen, a su vez, de la línea Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 91-106 ISSN: 1135-2523 93 Sánchez Marín, G. retributiva señalada por el mercado (Gerhart y Rynes, 2003). Por ejemplo, el modelo del torneo enfatiza el efecto incentivador de las promociones a través de estructuras retributivas jerarquizadas (Lambert, Larcker y Weigelt., 1993; Lazear, 1999). El modelo de dependencia de recursos defiende el valor de la retribución como elemento para atraer y retener a los mejores en los puestos clave de la organización (Pfeffer y Davis-Blake, 1987; Carpenter y Wade, 2002). Los modelos de mercados internos y de costes de transacción, menos preocupados por fomentar la competición y más comprometidos con la cooperación, enfatizan el uso de incentivos para animar a los empleados a adquirir y compartir conocimientos, así como para fomentar la permanencia de los mismos en la organización (Williamson, Wachter y Harris, 1975; Baker, Gibbs y Holmstrom, 1994a, 1994b). La perspectiva institucional, por su parte, sostiene que la estructura retributiva se ve claramente influenciada, al menos en los altos niveles jerárquicos, por mecanismos orientados a la consecución de legitimidad social, tanto en el ámbito interno como en el externo (Porac, Wade y Pollock, 1999; Staw y Epstein 2000). Finalmente, el modelo de equidad, centrado más explícitamente en la búsqueda de cooperación, defiende una estructura retributiva igualitaria con pocas diferencias entre niveles bajos y altos, para así apoyar los objetivos colectivos y la filosofía de la organización (Cowherd y Levine, 1992; Pfeffer y Langton, 1993). Aunque la evidencia empírica de dichas explicaciones ha sido mayor en algunas perspectivas teóricas –como, por ejemplo, en la teoría del torneo- que en otras –teoría de costes de transacción-, de alguna forma, todas tienen justificada y comprobada su existencia. Lo que han tratado de hacer los investigadores a partir de aquí es determinar cuáles son las diferencias retributivas óptimas entre niveles y puestos, esto es, qué efectos tienen distintas estructuras retributivas –y por lo tanto distintos grados de dispersión retributiva- en los resultados individuales y de la organización. 3. EFECTOS DE LA DISPERSIÓN RETRIBUTIVA Es muy probable que exista una relación inversa entre el efecto incentivador y la percepción de equidad, por lo que la cuestión principal que se ha planteado en la literatura es si las estructuras más jerarquizadas contribuyen a mejorar el esfuerzo y el rendimiento o si, por el contrario, es mejor diseñar estructuras más igualitarias para favorecer la cooperación, la confianza y el trabajo en equipo. A pesar de la importancia de esta cuestión, no se puede decir que la investigación haya sido muy profusa en este ámbito, estando, además, la gran mayoría de ella centrada en conocer si la estructura retributiva defendida por el modelo del torneo – caracterizada por una amplia dispersión retributiva- realmente incrementan el rendimiento (Gerhart y Rynes, 2003). Tres investigaciones han utilizado los eventos deportivos para comprobar la teoría del torneo. Por un lado, Ehrenberg y Bognanno (1990a, 1990b) examinan los efectos de diferentes niveles de premios en los resultados del conjunto de torneos de golf de la PGA encontrando que a medida que la dispersión –varianza- en la estructura del premio del torneo es mayor, los jugadores obtienen mejores resultados por evento –medidos en número de golpes realizados-.El segundo estudio, realizado por Becker y Huselid (1992), analiza el modelo del torneo en las carreras de automóviles organizadas por NASCAR. Utilizando como muestra a 44 pilotos en 28 carreras, la investigación demuestra que la variación en términos absolutos en el premio retributivo entre los mejor clasificados y los peor clasificados tiene una influencia significativa en el resultado de los pilotos en la carrera. Finalmente, Bloom (1999), quien utiliza datos 94 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 91-106 Dispersión retributiva, estructura salarial y resultados de la organización: un modelo de investigación procedentes de la liga de béisbol profesional de Estados Unidos, halla que el rendimiento de los jugadores está negativamente relacionado con estructuras retributivas jerarquizadas –de mayor dispersión retributiva-, así como con todas las medidas de rendimiento organizacional. Estos resultados indican que en aquellas organizaciones en las que los resultados dependen del esfuerzo cooperativo de los individuos que la forman, el modelo del torneo puede constituir un elemento que vaya en contra del resultado organizacional. Estos trabajos confirman, por tanto, el hecho de que las estructuras retributivas jerarquizadas según el modelo del torneo mejoran el rendimiento individual, si bien, cuando se trata de organizaciones con objetivos que dependen de un colectivo, parece más apropiado utilizar estructuras más igualitarias. Sin embargo, la diferente naturaleza de las relaciones de empleo –por ejemplo, interdependencias, relaciones de largo plazo, etc.- podría limitar la generalización de estos hallazgos (Gerhart y Milkovich, 1992). Para tratar de suplir estas deficiencias, otros tres estudios han analizado las relaciones entre estructura de torneo y rendimiento, pero centrándose esta vez en organizaciones no deportivas. En primer lugar, se encuentra el trabajo de Main et al. (1993), quienes hallan una relación positiva entre la dispersión retributiva (medida mediante el coeficiente de variación del salario base más primas) existente entre los miembros del equipo directivo y los resultados económicos de la organización, medidos a través de la rentabilidad económica de los activos. Otro de los estudios en esta línea es el de Eriksson (1999) quien, basándose en una muestra de 2600 directivos encuentra que un incremento de la dispersión retributiva entre directivos está positivamente relacionado con los resultados de la organización. El tercer trabajo destacable en esta línea es el de Conyon et al. (2001), quienes, utilizando datos de 500 directivos, hallan, por un lado, una relación convexa entre retribución del directivo y nivel jerárquico y, por otro, una distancia significativa entre la retribución del máximo directivo y la de otros miembros de dirección. Estos tres estudios, a pesar de que todos apoyan empíricamente la existencia de una estructura retributiva según el modelo del torneo, no han encontrado, sin embargo, relaciones significativas entre interdependencia de tareas y dispersión retributiva en la predicción del resultado empresarial. A estas controversias hay que sumar la aportada por Cowherd y Levine (1992), quienes, desde la teoría de la equidad, analizan si menores diferencias retributivas y, por tanto, estructuras retributivas más igualitarias, están asociadas con mejores resultados individuales y organizacionales. Basándose en una muestra de 41 corporaciones, encuentran que mayores diferencias retributivas entre los altos directivos y los empleados de los niveles bajos de la organización están claramente asociadas a un menor nivel de calidad de los productos. También Pfeffer y Langton (1993) parten de una perspectiva de equidad para analizar los efectos de dispersión salarial en la satisfacción, nivel de colaboración y productividad de los empleados. Para ello utilizan una muestra de 17000 profesores universitarios. Los resultados de este estudio no dejan lugar a dudas: a medida que la dispersión retributiva es mayor, los profesores están más insatisfechos, tienden a colaborar menos entre ellos para emprender investigaciones y su nivel de productividad –medida en función del número de publicaciones- también es menor. ¿Se puede hablar, entonces, de una estructura retributiva óptima? Se puede concluir que, a pesar de los trabajos realizados, la evidencia empírica sobre los efectos de la estructura retributiva en los resultados de la organización es mixta. Si bien algunas investigaciones han afirmado que grandes diferencias retributivas están vinculadas con mejores resultados (Eriksson, 1999; Main et al., 1993), otras, en cambio, no han encontrado efectos significativos Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 91-106 ISSN: 1135-2523 95 Sánchez Marín, G. de la dispersión retributiva en los resultados (Conyon et al. 2001) o, incluso, afirman lo contrario: que menores diferencias retributivas están asociadas con una mayor calidad percibida del producto (Cowherd y Levine, 1992). Para tratar de resolver estas controversias, las más recientes investigaciones en esta línea (Shaw Gupta y Delery, 2002; Bloom y Michel, 2002; Brown Sturman y Simmering, 2003; Lee Lev y Heng Yeo, 2005) tienden a centrarse más en cuáles pueden ser los factores contextuales que median en la relación entre dispersión retributiva y resultados individuales y organizacionales. Estos estudios han hallado que factores de tipo individual como el grado de discrecionalidad, de tipo interno, como el nivel de interdependencia del trabajo, el sistema formal de incentivos, y de tipo externo, como el nivel de incertidumbre en el entorno, son algunos de los que pueden darnos las respuestas definitivas sobre los efectos de la dispersión retributiva en la estructura. En el modelo teórico que se presenta a continuación se integran todos estos aspectos y se plantean algunas de las proposiciones de investigación más importantes en esta línea. 4. MODELO DE INVESTIGACIÓN PROPUESTO El modelo de investigación propuesto (figura 1), basándose en fundamentos teóricos de los modelos del torneo y de la equidad y considerando los hallazgos más significativos de la literatura empírica, trata de dar una explicación integrada y panorámica de las interrelaciones dispersión retributiva de la estructura salarial y los resultados. Además, el modelo también recoge los principales factores –ya sean individuales, internos o externos- que moderan esta relación (Kühl y Sánchez Marín, 2008). Figura 1. Modelo de investigación propuesto ESTRUCTURA RETRIBUTIVA Niveles salariales Diferencias entre niveles MODERADORES DISPERSIÓN RETRIBUTIVA Discrecionalidad Posición jerárquica Interdependencia de tareas Sistema de incentivos Incertidumbre del entorno RESULTADOS Rendimiento individual Resultados organización Fuente: elaboración propia a partir de Kühl y Sánchez Marín (2008). 4.1. Dispersión retributiva y rendimiento individual La teoría del torneo (Lazear y Rosen, 1981; Lazear, 1999) defiende que las amplias diferencias retributivas en la estructura salarial son más apropiadas cuando el rendimiento de los empleados es crítico y afecta más directamente a los resultados de la organización, así como 96 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 91-106 Dispersión retributiva, estructura salarial y resultados de la organización: un modelo de investigación cuando las oportunidades de promoción son más limitadas. La naturaleza relativa de la competición que plantea la teoría del torneo –esto es, decidir si un empleado es más eficiente que otro– es especialmente útil si lo que la organización quiere es minimizar los costes de supervisión y control, debido a que los juicios relativos sobre el rendimiento requieren menos información que los juicios absolutos (Lazear, 1999). Así, si se tiene en cuenta la poca necesidad de supervisión y se le añade el fuerte efecto incentivador, la estructura retributiva jerarquizada, marcada por una amplia dispersión retributiva, puede ser muy adecuada para motivar a los empleados y enfocarlos a altos niveles de rendimiento (Bloom, 1999) y, especialmente, para puestos de trabajo como los de alta dirección, en los que la actuación del empleado tiene mucho impacto en la organización y en los que el número de empleados que optan al premio de promoción suele ser pequeño (Conyon et al., 2001). En este sentido, Gerhart y Milkovich (1990) hallan incrementos del 10% del salario base en los niveles más bajos de la organización, mientras que dichos aumentos llegan hasta el 86% si se consideran los dos niveles jerárquicos más altos. Del mismo modo, Main et al. (1993) descubren resultados similares al analizar los cinco niveles jerárquicos de un conjunto de organizaciones: a medida que se sube de nivel, la diferencia retributiva relativa es mayor. También el estudio de Conyon et al. (2001) corrobora la relación convexa entre el nivel del puesto y la retribución para los empleados de dirección: a medida que el puesto de trabajo tiene más importancia y está situado en un nivel superior en la jerarquía, las diferencias retributivas entre empleados se hacen más pronunciadas. Desde el punto de vista de las promociones y sus respectivos premios, Lazear (1999) encuentra que las promociones están asociadas con incrementos de entre el 11% y el 14% en la retribución por cada una de las categorías que se asciende. También Main et al. (1993) y Conyon et al. (2001) encuentran que a medida que aumenta el número de competidores, el premio retributivo que se entrega por la promoción es mayor. Esto supone para la organización ofrecer mayores premios retributivos a medida se sube en la jerarquía (Eriksson, 1999; Lambert et al., 1993; Main et al., 1993) lo que provoca, en general, mayores niveles de dispersión retributiva. En suma, todos estos resultados confirman la estrecha relación existente entre categoría del puesto y retribución y, por lo tanto, la importancia del puesto –más que del individuo– como predictor salarial (Weber y Rynes, 1991). Sin embargo, desde la perspectiva de equidad (Adams, 1965) se defiende que en determinados casos existen razones favorables a la moderación de las diferencias retributivas – o premios– entre los empleados de alto y bajo nivel (Gerhart y Rynes, 2003). De hecho el modelo del torneo puede originar falta de cooperación entre empleados y puede llevar al incremento de los índices de rotación, absentismo y conflictos laborales, incidiendo en un descenso del rendimiento (Jacques, 1961). Estos problemas se originan como consecuencia de que los empleados realizan comparaciones entre trabajo, cualificación y salario de sus puestos con otros puestos (Adams, 1965; Lawler, 1971), las cuales pueden ser especialmente críticas cuando se contrastan puestos de alto nivel jerárquico –directivos– con puestos de nivel básico en la organización. Este tremendo aumento de la brecha retributiva que, en los últimos años, se está produciendo entre altos y bajos niveles de la organización (Gerhart y Rynes, 2003; Milkovich y Newman, 2004) está originando claramente problemas de justicia retributiva que afectan al rendimiento organizacional y a la cooperación. La teoría de la equidad apoya, pues, una estructura retributiva más igualitaria como una forma de favorecer la cooperación, el trabajo en equipo, la confianza en la organización y la mejora del rendimiento. Estudios como el de Cowherd y Levine (1992) han demostrado que a medida que las diferencias retributivas entre empleados y directivos son más pequeñas, la satisfacción del empleado es mayor y los resultados de la organización mejoran. Finalmente, hay que considerar también los argumentos Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 91-106 ISSN: 1135-2523 97 Sánchez Marín, G. de Brown et al. (2003), quienes afirman, basándose en la teoría de la equidad, que mientras estructuras retributivas muy jerarquizadas pueden estar asociadas con resultados organizacionales e individuales negativos, también las estructuras retributivas exageradamente igualitarias pueden tener efectos no deseados: en la medida en que los sistemas retributivos no reconocen salarialmente mayores niveles de conocimientos y habilidades en los empleados, los sentimientos de inequidad pueden surgir en aquellos que precisamente tienen los más altos niveles de conocimientos y habilidades. Estos argumentos nos llevan a formular las siguientes proposiciones de investigación: P1: Existe una relación cóncava (U invertida) entre dispersión retributiva y rendimiento del empleado: el rendimiento del empleado será menor tanto con una muy baja dispersión retributiva como con una muy alta dispersión retributiva. P2: Mayor dispersión retributiva está asociada con mayor nivel de rendimiento del empleado a medida que éste ocupa una más alta posición jerárquica -o tiene un puesto de trabajo mejor valorado-. 4.2. Factores moderadores Shaw et al. (2002) señalan que la dispersión retributiva no es sustancialmente funcional o disfuncional en la organización, sino que su efectividad depende de ciertos factores situacionales. La revisión de la literatura nos deja fundamentalmente cuatro factores de diversa índole -individuales, internos de la organización y externos- que moderan la relación entre dispersión y rendimiento: la discrecionalidad del empleado, la interdependencia de tareas, la existencia de sistema formal de incentivos y la incertidumbre del entorno-. A continuación se comentan. La discrecionalidad se interpreta como libertad que tiene el empleado para actuar, programar sus tareas y decidir los procedimientos mediante los cuales las va a llevar a cabo. El establecimiento de altos niveles retributivos vinculados al rendimiento de la organización para los empleados con altos grados de discrecionalidad puede ejercer un efecto positivo sobre el comportamiento del mismo, haciendo que actúe a favor de los intereses de la organización y evitando una actuación menos egoísta o conducida por objetivos personales (Jensen y Murphy, 1990). Este efecto provoca mayores diferencias retributivas entre los empleados y, por lo tanto, estructuras salariales más jerarquizadas y con mayor grado de dispersión. Así lo constatan en su estudio empírico Lee et al. (2005), quienes encuentran que una dispersión retributiva amplia está asociada con un nivel de rendimiento elevado cuando la organización se caracteriza por soportar altos costes de personal en puestos con una gran autonomía, principalmente directivos y profesionales. La organización establece un nivel salarial elevado vinculado al rendimiento de la empresa para los empleados en funciones cruciales. La garantía de esa retribución da mayor confianza al empresario sobre la actuación leal de los empleados a los que no puede controlar fácilmente –con alta discrecionalidad-. P3: Mayor dispersión retributiva está asociada con un mayor rendimiento del empleado cuando su nivel de discrecionalidad es mayor. La interdependencia de tareas hace referencia al grado en el desempeño de las funciones y tareas de un puesto de trabajo por parte de un empleado depende del desempeño de otros empleados (Shaw et al., 2002). Mayor nivel de interdependencia requiere, por lo tanto, mayor 98 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 91-106 Dispersión retributiva, estructura salarial y resultados de la organización: un modelo de investigación colaboración y cooperación entre empleados si se quiere obtener un buen resultado. En la literatura, el estudio de la interdependencia de tareas se ha hecho conjuntamente con el de la existencia o no de sistemas formales de incentivos, ya que su implantación supone habitualmente una pronunciada oscilación en las diferencias retributivas entre empleados (Gómez-Mejía y Sánchez Marín, 2006). En este contexto, Bloom (1999) encuentra que la existencia de incentivos individuales activa un comportamiento egoísta del empleado para llegar a un escalón retributivo elevado, activando su motivación y su rendimiento a nivel individual, pero dificultando la cooperación en el caso en el que las tareas sean interdependientes. También Shaw et al. (2002) ponen de manifiesto que la mayor dispersión retributiva está asociada positivamente con niveles elevados de rendimiento de los empleados si la organización implementa un sistema formal y transparente de incentivos y si predomina la independencia de tareas en la organización. Al contrario, una menor dispersión retributiva es más efectiva cuando no existe dicho sistema de incentivos individuales y cuando las tareas en el trabajo son interdependientes y se engranan a través de equipos de trabajo o departamentos. P4: Mayor dispersión retributiva está asociada con mayor nivel de rendimiento del empleado cuando existe una menor interdependencia en las tareas que éste realiza con respecto a las que realizan otros empleados. P5: Mayor dispersión retributiva está asociada con mayor nivel de rendimiento del empleado cuando existe un sistema formal de incentivos a nivel individual. Los entornos inciertos son impredecibles, complejos y difíciles de entender y gestionar (Dess y Beard, 1984). Dichos entornos también suponen la asunción de diversos riesgos para los empleados que operan en ellos, teniendo, por lo tanto, un impacto significativo en la forma en que dichos empleados actúan. Bloom y Michel (2002) sostienen que, debido a la aversión natural al riesgo del empleado, se requiere la aplicación de instrumentos de recompensa que les atraigan y motiven para actuar en defensa de los intereses de la organización en situaciones de alta incertidumbre. Según Lazear (1999), esta situación de incertidumbre, que supone dificultades para la medición del rendimiento relativo de los empleados y para el control efectivo sobre las actividades de dichos empleados, hace que aumenten los niveles de dispersión retributiva en la organización. La dispersión retributiva se origina como consecuencia de que la organización debe recompensar al empleado por ese alto nivel de riesgo al que se enfrenta en sus tareas. Además, dado que las organizaciones requiere empleados eficientes en los puestos críticos –con más incertidumbre-, utilizan estructuras salariales más dispersas como forma de asegurar que los mejores ocupan dichos puestos. Así lo constatan Bloom y Michel (2002), quienes hallan que mayores niveles de dispersión retributiva están significativamente vinculados a mejores rendimientos individuales de los empleados cuando el entorno en el que la organización opera es más incierto. P6: Mayor dispersión retributiva está asociada con un mayor rendimiento del empleado cuando existe un mayor nivel de incertidumbre en el entorno en el que actúa. 4.3. Dispersión retributiva y resultados de la organización Es difícil establecer un único marco teórico que ofrezca una explicación clara y un marco comprensivo que permita entender las relaciones entre dispersión retributiva y resultados de la organización. De manera integral, los empleados son los responsables de producir los productos y/o servicios de la organización a la que pertenecen; sin su adecuado y Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 91-106 ISSN: 1135-2523 99 Sánchez Marín, G. diligente esfuerzo, la organización no dispondría del output necesario que le permita obtener ingresos. Las retribuciones, cuando están bien estructuradas y distribuidas, pueden influir de manera significativa en el esfuerzo del empleado, el cual a su vez afecta al output de la organización (Gerhart y Milkovich, 1992). La dispersión retributiva de la estructura salarial, por tanto, influye en la cantidad y tipo de esfuerzo del empleado. Desde la perspectiva del torneo, cuando la dispersión es alta –estructuras jerarquizadas- los individuos están motivados para conseguir mayor rendimiento y así obtener el premio de mayores retribuciones (Lazear, 1999). En este caso las organizaciones se benefician del esfuerzo combinado de los empleados eficientes y, por tanto, el resultado de la organización –económico y financiero- mejoraría ostensiblemente (Bloom, 1999). Sin embargo, en organizaciones con fuertes interdependencias, en las que el output depende del esfuerzo cooperativo, altas dispersiones retributivas pueden ir en detrimento del resultado organizacional debido a que erosionan la colaboración (Deutsch, 1985). Una alta dispersión retributiva en organizaciones donde se requieren tareas cooperativas está enviando al empleado un mensaje mixto e incluso contradictorio. En estos casos, autores como Bloom (1999) o Shaw et al. (2002) señalan y comprueban empíricamente que los empleados “se concentran únicamente en su propio rendimiento –excluyendo los objetivos organizacionales- ya que las decisiones relativas a la distribución retributiva y a los ascensos en la jerarquía van a tener como base dicho rendimiento individual. Si a esto le sumamos los hallazgos de Becker y Huselid (1992), quienes, utilizando una perspectiva de equidad, encuentran mejores resultados organizativos –en términos de calidad de productos y serviciosa medida que la dispersión retributiva entre directivos y no directivos es menor, podemos considerar que: P7: Mayor dispersión retributiva está asociada, en términos generales, con menores resultados de la organización. 5. CONCLUSIONES Y LINEAS FUTURAS DE INVESTIGACIÓN La estructura retributiva supone el establecimiento de diferencias salariales entre puestos y niveles de trabajo relacionados a través de la estructura jerárquica de una determinada organización. Son los empleados quienes juzgan –comparando su retribución con las cualificaciones requeridas, el rendimiento alcanzado y el valor del trabajo- si las diferencias retributivas entre puestos y niveles son equitativas, lo que determina, en última estancia, la efectividad de la estructura retributiva (Lawler, 1971). En este sentido, las organizaciones pueden aplicar fundamentalmente dos diseños diferentes para tratar de alcanzar dicha efectividad (Bloom, 1999; Kühl y Sánchez Marín, 2008): (1) estructuras jerárquicas, que establecen grandes niveles de dispersión retributiva entre niveles y puestos, y que se basan en que los efectos motivacionales del premio retributivo fomenta mayor rendimiento individual y organizacional; y (2) estructuras igualitarias, que fijan pequeños niveles de dispersión retributiva entre niveles y puestos, y que se fundamentan en que la igualdad salarial implica una mayor satisfacción, colaboración y rendimiento del empleado. Precisamente, las cuestiones de eficiencia y efectividad de la estructura salarial con motivo del nivel de dispersión retributiva que provoca son las que han ocupado la mayor parte del debate científico en esta línea, el cual se ha caracterizado por numerosas controversias y contradicciones (ver, por ejemplo, Cowherd y Levine, 1992; Becker y Huselid, 1992), incluso a pesar de que la evidencia empírica no ha sido excesivamente amplia (Shaw et al., 2002). Por ello, con este trabajo se ha tratado de analizar, por un lado, los efectos que las diferencias 100 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 91-106 Dispersión retributiva, estructura salarial y resultados de la organización: un modelo de investigación salariales que generan dichas estructuras tienen, tanto a nivel individual como a nivel organizacional y, por otro, establecer un modelo integrado que aclare las principales relaciones entre dispersión retributiva y rendimiento y que considere los principales factores determinantes y moderadores de dicha relación. La ordenación y sistematización de la literatura así como la construcción del modelo de investigación ha permitido el establecimiento de unas conclusiones generales en esta área de investigación y el planteamiento de líneas futuras de investigación. 5.1. Conclusiones ¿Cuáles son los fundamentos que explican la existencia de un tipo u otro de estructura retributiva? Existen varias perspectivas teóricas que han aportado diferentes explicaciones de por qué las estructuras retributivas difieren entre organizaciones y divergen, a su vez, de la línea señalada por el mercado externo (Gerhart y Rynes, 2003). Específicamente, el modelo del torneo enfatiza el efecto incentivador de las promociones a través de estructuras retributivas jerarquizadas (Lambert et al., 1993; Lazear, 1999). El modelo de dependencia de recursos defiende el valor de la retribución como elemento para atraer y retener a los mejores en los puestos clave de la organización (Pfeffer y Davis-Blake, 1987; Carpenter y Wade, 2002). Los modelos de mercados internos y de costes de transacción, menos preocupados por fomentar la competición y más comprometidos con la cooperación, enfatizan el uso de incentivos para animar a los empleados a adquirir y compartir conocimientos con otros, así como para fomentar la permanencia de los mismos en la organización –para recuperar la inversión en formación- (Williamson et al., 1975; Baker et al., 1994a, 1994b). La perspectiva institucional, por su parte, sostiene que la estructura retributiva se ve claramente influenciada –al menos en los altos niveles jerárquicos- por mecanismos orientados a la consecución de legitimidad social, tanto en el ámbito interno –introducción de determinadas técnicas populares de gestióncomo en lo externo –influencia de otras empresas del sector- (Porac et al., 1999; Staw y Epstein 2000). Finalmente, el modelo de equidad, centrado más explícitamente en la búsqueda de cooperación, defiende una estructura retributiva igualitaria con pocas diferencias entre niveles bajos y altos, para así apoyar la filosofía y la estrategia de la organización (Cowherd y Levine, 1992; Pfeffer y Langton, 1993). De todas estas teorías, claramente es la estructura retributiva basada en el modelo del torneo la que tiene un mayor sustento empírico desde el punto de vista de su existencia en las organizaciones aunque, dicha evidencia es más discutible cuando se trata de determinar sus efectos en términos de rendimiento (Conyon et al., 2001). En este sentido, la revisión de los estudios centrados en cuál es la estructura más efectiva para la organización pone en cuestión los efectos reales de la dispersión retributiva: por un lado, existe un conjunto de estudios centrados en organizaciones deportivas (Ehrenberg y Bognanno, 1990a, 1990b; Becker y Huselid, 1992), que señalan que una mayor dispersión retributiva puede tener un efecto positivo en el rendimiento individual, corroborando el modelo del torneo en el caso de que el éxito de la organización depende muy directamente del rendimiento individual. Por el contrario, otros trabajos (Bloom, 1999) encuentran que la mayor dispersión retributiva ejerce un efecto negativo en el rendimiento agregado y, por tanto, resulta perjudicial para aquellas organizaciones cuyo éxito depende de que se cumplan objetivos que dependen del esfuerzo y rendimiento del colectivo. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 91-106 ISSN: 1135-2523 101 Sánchez Marín, G. Cuando la investigación se ha centrado en organizaciones no deportivas, la evidencia empírica ha sido bastante más dispar. Algunas investigaciones han corroborado la existencia de una estructura de torneo –relación convexa entre retribución y nivel jerárquico y distancia significativa entre retribuciones de niveles adyacentes- y han encontrado que grandes diferencias retributivas están vinculadas con mejores resultados globales de la organización (Main et al., 1993; Eriksson, 1999). Otras, sin embargo, aunque confirman la existencia de diferencias salariales de acuerdo al modelo del torneo, no han encontrado que dichas diferencias produzcan efectos positivos en los resultados de la organización (Conyon et al. 2001). A esto hay que sumar investigaciones que contradicen claramente el modelo del torneo, afirmando que mayores diferencias retributivas están asociadas con una menor calidad del producto (Cowherd y Levine, 1992) o con menores niveles de satisfacción, participación y productividad de los investigadores universitarios (Pfeffer y Langton, 1993). ¿Cómo interpretar estos resultados? Los últimos trabajos realizados señalan que la dispersión retributiva no es positiva o negativa para el rendimiento individual y organizacional, sino que su efectividad depende de ciertos factores situacionales. Uno de los elementos clave que más tratamiento ha recibido como moderador de la relación dispersión retributiva y resultados ha sido la jerarquía. Desde la perspectiva del torneo se ha confirmado la estrecha relación existente entre categoría del puesto y retribución y, por lo tanto, la importancia del puesto –más que del individuo– como predictor de las diferencias retributivas. La literatura (Main et al., 1993; Conyon et al., 2001) encuentra que a medida que aumenta el número de empleados que compiten por un puesto, el premio retributivo que se ofrece la organización es mayor, lo que supone ofrecer mayores premios retributivos a medida se sube en la jerarquía (Eriksson, 1999; Lambert et al., 1993) lo que provoca, en general, mayores niveles de dispersión retributiva. Pero no hay que olvidar otros factores moderadores que tienen una influencia significativa. Así, Shaw et al. (2002) encuentran que la mayor dispersión retributiva se asocia con mayores niveles de rendimiento de los empleados cuando vienen acompañadas de un sistema formal de incentivos a nivel individual y de sistemas de trabajo independientes. Una menor dispersión salarial mejora el rendimiento de la fuerza de trabajo en ausencia de incentivos individuales y cuando el trabajo es más interdependiente. Bloom y Michel (2002) identifican el nivel de incertidumbre en el entorno como un factor del contexto externo que influye específicamente en la dispersión retributiva y en su utilidad para la organización: mayores niveles de dispersión retributiva están significativamente vinculados a mejores rendimientos cuando el entorno en el que la organización opera es más incierto. Relacionado con el anterior, pero esta vez de procedencia individual, se encuentra, tal y como señalan Lee et al. (2005) el grado de discrecionalidad del empleado que, a medida que es mayor (en puestos con una gran autonomía, principalmente directivos y profesionales), mayor efectividad tendrá una amplia dispersión retributiva. Considerando estos factores moderadores es probable que se aclaren las dudas sobre los efectos de la dispersión retributiva en el rendimiento individual. Sin embargo, el efecto sobre los resultados globales de la organización es bastante más difícil de prever. En este sentido, aunque los estudios empíricos son bastante aislados y escasos, autores como Bloom (1999) o Shaw et al. (2002) afirman que los empleados, cuando reciben señales contradictorias –por ejemplo, recompensas individuales vs. trabajo cooperativo- se concentran únicamente en su propio rendimiento –excluyendo los objetivos organizacionales- ya que las decisiones relativas 102 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 91-106 Dispersión retributiva, estructura salarial y resultados de la organización: un modelo de investigación a la distribución retributiva y a los ascensos en la jerarquía van a tener como base principal, en última estancia, dicho rendimiento individual. Por tanto, es presumible que grandes niveles de dispersión retributiva de la estructura salarial de la organización vayan en perjuicio de sus resultados globales. Se necesitan, por lo tanto, estudios adicionales que, desde una perspectiva más global, traten de responder definitivamente a si diferencias retributivas grandes o pequeñas se traducen en mejores rendimientos individuales y, sobre todo, en mejores resultados globales para la organización (Kühl y Sánchez Marín, 2008). El modelo de investigación presentado en este trabajo trata de contribuir a esta línea de investigación presentando un marco global e integrador de los principales elementos que intervienen en el análisis y evaluación de los efectos –a nivel individual y agregado- de la dispersión retributiva, tanto desde una perspectiva de antecedentes –estructura retributiva, niveles y puestos- como desde el punto de vista de factores moderadores –jerarquía, discrecionalidad, interdependencia de tareas, sistemas de incentivos e incertidumbre en el entorno- . 5.2. Líneas futuras de investigación Existen varias y muy interesantes áreas en las que la investigación sobre estructuras retributivas puede poner su punto de mira en el futuro. En primer lugar, en la medida en que los efectos de diferentes distribuciones retributivas dependa de diferentes factores, la cuestión más crítica cambia desde qué estructura es la mejor hasta cuándo y dónde es la más apropiada. Así, las investigaciones posteriores deberán estudiar las diferencias retributivas considerando potenciales variables moderadoras –como, por ejemplo, la estrategia de negocio o el puesto de trabajo- junto a factores mediadores específicos de la situación concreta de la empresa –tales como la equidad percibida, la calidad del empleado, el nivel de motivación, etc.- (Gerhart, 2000), sin perder de vista, además, los factores institucionales que pueden ser fuente de influencia (Staw y Epstein, 2000). Adicionalmente, podría ser más interesante utilizar pruebas de “inferencia fuerte” (en los que un modelo –por ejemplo, el del torneo- se enfrenta a otro contrario a aquél –por ejemplo, el de la equidad-) en lugar del caso más usual en el que se trata de contrastar si un conjunto de datos son consistentes con un determinado modelo (O’Reilly, Main y Crystal, 1988). En segundo lugar, el cambio actual en la importancia de los puestos de trabajo frente a las características individuales puede tener importantes implicaciones para las futuras investigaciones sobre estructura retributiva. Es un hecho que, debido a las necesidades de flexibilidad y de coste, los puestos están pasando a ser cada vez menos importantes como fuente de variación de la retribución en algunas organizaciones (Heneman, Ledford y Gresham., 2000). Esto ha provocado dos tendencias en el desarrollo de las estructuras retributivas de las empresas. Por un lado, la utilización del broadbanding, que supone la reducción del número de niveles con la consiguiente ampliación de su extensión (Gerhart y Milkovich, 1992) y, por otro lado, la utilización de estructuras retributivas que se fundamentan en el nivel de habilidades o conocimientos que posee el empleado y utiliza en la organización, independientemente de la posición que ocupa. En ambos casos, esto supone una mayor flexibilidad a la hora de fijar las recompensas por niveles y por posiciones. Es preciso, por lo tanto, realizar investigaciones adicionales para contrastar si esta mayor discrecionalidad directiva se materializa en mayores diferencias retributivas o no y si dichas diferencias –esta vez basadas más en el individuo que en el puesto- tienen efectos en los resultados individuales y organizacionales. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 91-106 ISSN: 1135-2523 103 Sánchez Marín, G. Desde el punto de vista metodológico también es preciso hacer ciertas recomendaciones para las investigaciones futuras. Una de las consideraciones más importantes es la de tratar de desarrollar vías alternativas de medida de la estructura y de determinación de las implicaciones del uso de cada medida. Las diferentes medidas de la dispersión retributiva –diferencias salariales entre niveles, variaciones salariales totales dentro de la organización, diferencias entre el mejor y peor salario, etc.- pueden ser adecuadas para medir distintos fenómenos. Así, por ejemplo, las diferencias entre niveles adyacentes son más apropiadas para valorar los efectos incentivadores, mientras que los aspectos de equidad podrían analizarse mejor a través de la medición de las diferencias entre niveles distantes (Gerhart y Rynes, 2003). Otra de las cuestiones metodológicas importantes hace referencia a que el análisis de la estructura retributiva y sus efectos no puedan ser completamente abordados considerando únicamente el salario base de los diferentes niveles y puestos. Dado el gran aumento de otras formas de retribución en los últimos años –primas, incentivos a largo plazo, opciones sobre acciones, etc.y su tremendo efecto en el comportamiento de los empleados, los estudios futuros deben considerar los efectos del total de componentes, incluyendo la valoración de los que no son en efectivo (como las opciones sobre acciones), especialmente en el caso de los directivos (Gerhart y Rynes, 2003). Por último, los trabajos futuros deberían considerar especialmente los datos procedentes de empleados no directivos para determinar los efectos que determinados diseños de estructura retributiva tienen sobre los resultados individuales y organizacionales. Casi todos los estudios realizados hasta ahora se han centrado en las diferencias retributivas entre directivos y, quizás, sea más importante conocer qué piensa y cómo reacciona el empleado no directivo ante las estructuras retributivas y las diferencias salariales (Greenberg, 1990). En este sentido, sería interesante tener en cuenta el efecto de las percepciones de estos empleados sobre la retribución y sus diferencias tanto desde una perspectiva de justicia distributiva como desde el punto de vista de justicia de procedimiento (Frank y Kook, 1995). En cualquier caso y, para terminar, no hay que olvidar que la estrategia de estructura retributiva por sí sola tiene un efecto limitado en los resultados individuales y organizacionales. Así lo remarcan Brown et al. (2003), quienes encuentran que las prácticas de nivel retributivo interactúan con las prácticas de diseño de estructura retributiva para afectar a los resultados de la empresa. Específicamente, señalan que los altos salarios pueden compensar los efectos negativos de una estructura demasiado jerarquizada y no equitativa y, por tanto, a medida que la estructura es más jerarquizada, el nivel retributivo debe ser mayor para que se produzca un efecto positivo en los resultados de la empresa. Esto corrobora, pues, que las futuras investigaciones sobre estructura retributiva deberían también considerar los efectos conjuntos de ésta con otras políticas retributivas –especialmente las de nivel retributivo y las de incentivos- para poder apreciar adecuada y realmente su alcance y consecuencias. BIBLIOGRAFÍA ADAMS, J.S. (1965): “Inequity in social exchange”. En L. Berkowitz (Ed.): Advances in experimental social psychology, vol. 2, pp. 267-299, Academic Press, New York. BAKER, G., GIBBS, M. y HOLMSTROM, B. (1994a): “The wage policy of a firm”, Quarterly Journal of Economics, vol. 109, pp. 921-955. BAKER, G., GIBBS, M. y HOLMSTROM, B. 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Universidad de la Rioja Recibido: 24 de agosto de 2007 Aceptado: 26 de mayo de 2008 RESUMEN: La implantación y certificación de sistemas de calidad se ha convertido en una de las prácticas más generalizadas en el ámbito empresarial. El sistema de medición y control adoptado por la empresa debería ser un reflejo de su grado de compromiso con la gestión de la calidad. De manera generalizada, se admite la necesidad de desarrollar indicadores no financieros de medición que respalden la implantación de los sistemas de calidad y su posterior evaluación continua. Este trabajo analiza la relación entre la calidad y la utilización de indicadores no financieros para gestionarla, en el sector del mueble en España. Nuestros resultados nos permiten afirmar que las empresas certificadas por la ISO 9000 utilizan en mayor medida indicadores no financieros que las empresas no certificadas. PALABRAS CLAVE: Medición, Indicadores no financieros, ISO 9000, Gestión de la Calidad. THE RELATIONSHIP BETWEEN QUALITY AND NON-FINANCIAL MEASURES ABSTRACT: The implementation and certification of QA systems has become a widespread practice in the business world. Measurement and control systems adopted by businesses should reflect their level of commitment to quality management. Generally speaking, the need to develop non-financial indicators supporting the implementation of QA systems and their subsequent continual assessment is generally accepted. This work studies the relationship between quality and the use of non-financial indicators to manage quality in the Spanish furniture industry. Our results allowed us to claim that ISO 9000 certified businesses use non-financial indicators to a larger extent compared to non-certified businesses. KEYWORDS: Measurement, Non-financial measures, ISO 9000, Quality management. 1. INTRODUCCIÓN En los últimos años y en paralelo al desarrollo de la tecnología industrial, la apertura de los mercados y el impulso de la competencia, en las empresas ha surgido con fuerza el interés por la calidad como instrumento de gestión empresarial. Prueba de ello es el notable desarrollo de la implantación y certificación de sistemas de calidad. Uno de los modelos de referencia más extendidos en el mundo para establecer en las empresas un sistema de aseguramiento de la calidad1, es el constituido por las normas ISO 9000. La base fundamental de estas normas ha consistido en asegurar la calidad, lo que supone, según Juran (1951), un avance cualitativo importante en la evolución de la gestión de la calidad, al introducir el enfoque de prevención en la gestión frente al tradicional basado en la detección de errores. Además, el ambicioso planteamiento de la nueva edición de normas ISO 9000:2000, presenta una estructura y un enfoque orientado a los procesos, en los que la mejora continua y la medición de la satisfacción de los clientes parecen contar con un papel destacado. Por ello, y a pesar de todo el paradigma que envuelve a la calidad, en algunos casos la certificación se traduce en un primer avance hacia la implantación de la filosofía TQM (Total Quality Management). Marín Vinuesa, L.M.; Ruiz-Olalla Corcuera, M.C. El importante avance en la aplicación de prácticas de gestión, tales como la Gestión de la Calidad Total, no ha contado, con frecuencia, con el adecuado respaldo por parte de los sistemas de información e instrumentos de medición y control, pudiendo ser ésta una de las razones de fracaso de tales iniciativas (Juran, 1994). En este sentido y en orden a alcanzar una adecuada posición competitiva en el mercado, las empresas tienen por delante el reto de su transformación interna para adaptarse a nuevos modelos de calidad que puedan conducirles hacia una mejora permanente en el tiempo. Una de las funciones de la Contabilidad de Gestión es proporcionar a la alta dirección información relevante a través de unas adecuadas herramientas de medición, para que ésta pueda tomar decisiones sobre la estrategia de calidad más acertada para la organización, así como ayudar a implantar y controlar las prácticas de gestión más adecuadas que permitan su consecución. Los tradicionales sistemas contables, caracterizados por su excesiva orientación hacia aspectos financieros y hacia el corto plazo, se muestran obsoletos ante la evolución de los nuevos modelos de gestión que las empresas demandan en función de la estrategia de calidad elegida. La utilización de adecuadas herramientas de medición de la calidad como variable estratégica de gestión, y los cambios en la forma de medir a través de indicadores no financieros, más centrados en aspectos intangibles, suplen las deficiencias de los tradicionales indicadores financieros, pudiendo contribuir favorablemente al logro de los objetivos estratégicos de la empresa (Kaplan, 1984). En los últimos años se viene insistiendo en la necesidad de desarrollar indicadores no financieros de medición que proporcionen a la dirección información acerca de los logros alcanzados en la implantación de estrategias de calidad, y en su adecuada gestión (McNair, Lynch y Cross, 1990; Daniel y Reitsperger, 1991; McKinnon y Bruns, 1993; Lord, 1997; Perera, Harrison y Poole, 1997; Chenhall, 1997; Matta, Chen y Tama, 1998; Corrigan, 1998; Sjoblom, 1998; Vaivio, 1999). Los efectos positivos de implantar sistemas de control contable basados en indicadores no financieros para gestionar los intangibles implicados con la TQM han sido evidenciados por autores como Abernethy y Lillis (1995), que fundamentan la hipótesis de asociación entre la estrategia centrada en el cliente y el uso de indicadores no financieros de medición. También se evidencia la utilización de indicadores no financieros por parte de las empresas, con el fin de aumentar las mejoras continuas en la calidad (Daniel y Reitsperger, 1991). Profundizando en este tipo de trabajos, otros autores como Perera et al. (1997) han evidenciado que el incremento de una estrategia de producción centrada en el cliente, como aproximación de prácticas de gerencia y tecnología de fabricación avanzadas, está asociada con el incremento en el uso de indicadores no financieros de medición. Por consiguiente, el objetivo general de este trabajo consiste en analizar la relación entre la calidad y la utilización de indicadores no financieros para gestionarla, en el sector del mueble en España. Para ello, en primer lugar ahondaremos en el conocimiento de las prácticas de gestión de la calidad implantadas por las empresas de dicho sector, y en la naturaleza y características de los indicadores de medición que utilizan. En un segundo análisis trataremos de contrastar si las empresas certificadas con las normas ISO 9000, están más comprometidas con la utilización de indicadores no financieros de medición que las empresas no certificadas. Para avanzar en el cumplimiento de estos objetivos, estructuramos nuestro estudio en las siguientes partes: 108 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 La calidad y su relación con los indicadores no financieros de control Tras esta breve introducción, se revisan los argumentos más relevantes en cuanto a la relación entre la gestión de la calidad y la utilización de indicadores no financieros de medición, y se propone la clasificación de indicadores que va a ser utilizada en el estudio. En el siguiente apartado nos apoyamos en la literatura existente para seleccionar, de entre las escalas fiables y válidas que han sido analizadas y utilizadas anteriormente para valorar el énfasis en el uso de indicadores, aquella escala que más se adecua a nuestro trabajo. Seguidamente se describe el diseño de la investigación y se presenta la muestra de empresas españolas del sector del mueble objeto de análisis, sus características generales, así como las referentes a la calidad de su gestión. En último lugar se estudia la relación de la certificación de calidad con la utilización de indicadores no financieros por parte de dichas empresas. El trabajo finaliza con las conclusiones más relevantes del estudio. 2. UTILIDAD DE LOS INDICADORES NO FINANCIEROS EN LA GESTIÓN DE LA CALIDAD El objetivo estratégico de las empresas ha ido evolucionando conforme iba aumentando la competitividad, la complejidad y el tamaño, y consecuentemente, la demanda de información también ha ido variando al mismo ritmo. Si bien el éxito de una empresa no depende exclusivamente de su sistema de Contabilidad de Gestión, existiendo otros factores relevantes (satisfacción de clientes, inversión en proyectos acertados, utilización eficaz de los recursos, etc.), tampoco es menos cierto que, como ya apuntaba Kaplan (1985), “Solamente cuando los sistemas de contabilidad para la dirección se pongan en línea con el nuevo entorno competitivo, podrían resultar auténticamente positivos y permanentes los esfuerzos por mejorar la producción”. Una década después, Fuentes (1995) sigue insistiendo en la misma idea, afirmando que a pesar de que la estrategia esté bien formulada, “un sistema de Contabilidad de Gestión que no sea el adecuado, puede hacer fracasar los esfuerzos en los demás aspectos”. Ante el espectacular avance en la aplicación de prácticas de gestión empresarial, tanto académicos como profesionales han reconocido la necesidad de utilizar nuevas herramientas de medición. Las nuevas filosofías de fabricación, ingeniería, marketing, se convierten en opinión de Blanco, Aibar y Cantorna (1998) en “un foco de información para la mejora continua animando al rediseño de los sistemas contables y al desarrollo de nuevas medidas financieras y no financieras”. Tradicionalmente el proceso de control de gestión se centraba en cumplir con el presupuesto, y por ello se ha venido privilegiando el seguimiento de factores e indicadores financieros como el rendimiento del capital empleado (ROI), el valor añadido económico (EVA) o el flujo de caja (Cash-Flow). Estos indicadores están basados en un modelo de contabilidad que hoy tiene varios siglos de existencia, y que se diseñó en sociedades que valoraban los activos físicos pero no los intangibles. En la actualidad existen muchos otros factores clave del éxito empresarial, como la calidad, los recursos humanos, la innovación tecnológica, la cultura organizativa, la relación entre accionistas, etc., que deben ser controlados y evaluados. Por ello una de las críticas más importantes realizada a los tradicionales sistemas contables basados en indicadores financieros es que no proporcionan medidas de algunas Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 ISSN: 1135-2523 109 Marín Vinuesa, L.M.; Ruiz-Olalla Corcuera, M.C. variables que hoy día se consideran claves para la toma de decisiones estratégicas (Kaplan,1984; Howell y Soucy, 1987; Carmona, 1990; Castelló y Lizcano, 1994). En el mismo sentido, Maskell (1989) y Dent (1990) critican su excesivo énfasis en el corto plazo y su escasa integración con las metas estratégicas de la empresa. La respuesta a estos problemas puede consistir en desarrollar nuevos indicadores de medición “no financieros” que complementen, para ciertas situaciones concretas, la batería de medidas utilizadas tradicionalmente. Sin embargo, esta situación no es nueva, ya desde la primera década de los 80 se viene insistiendo en la necesidad de utilizar medidas no financieras, que junto con las de carácter financiero, contribuyan a la creación de valor empresarial a largo plazo (Kaplan, 1984). Este mismo autor indica, un año después, que “las empresas que logran resultados financieros satisfactorios, pero muestran un resultado estancado o deteriorado en sus indicadores no financieros, tienen pocas probabilidades de convertirse o de permanecer por mucho tiempo en la primera línea de la competitividad mundial” (Kaplan, 1985). Así, la necesidad de gestionar las empresas utilizando información no financiera e incluso cualitativa que complemente a la información económico-financiera, ha ido confirmándose y cobrando importancia con el paso del tiempo (Kaplan, 1984; Howell y Soucy, 1987; McNair et al., 1990; Carmona, 1990; Lord, 1997; Aibar, 1998; Corrigan, 1998; Sjoblom, 1998; Vaivio, 1999; Arellano, 1999). Los indicadores no financieros son mejores indicadores del resultado financiero futuro que las tradicionales medidas financieras (Kaplan y Norton, 1996). En opinión de Perera et al. (1997), la principal influencia para la introducción de información no financiera viene del lado de las nuevas filosofías de gestión, y no tanto por las tecnologías productivas. Por su parte, Matta et al. (1998) consideran que TQM es un sistema de gestión intensivo en información que requiere una gran integración de datos e información, recogida tanto interna como externamente. De la misma forma, Lord (2001) se expresa en términos similares cuando afirma que los mayores efectos de la TQM sobre los sistemas de Contabilidad de Gestión derivan no sólo del cambio en los sistemas de costes, sino también del uso de indicadores no financieros, cuantitativos y cualitativos, sobre todo en el área de operaciones. Los críticos de los tradicionales sistemas de costes de calidad proponen complementar los indicadores financieros con indicadores no financieros de medición, argumentando que estos últimos proporcionan mejor información sobre las pérdidas relacionadas con la percepción de calidad del cliente (Najar y Rajan, 2001). Así, un sistema de medición apropiado para examinar los efectos de las prácticas de gestión de la calidad, desarrolladas más allá de la certificación de calidad, debería incluir en opinión de Najmi y Kehoe (2000) medidas financieras, medidas de tiempo y medidas de calidad. En la tabla 1 se recogen los principales estudios empíricos que examinan la utilidad de los sistemas de medición contable, que incluyen indicadores no financieros en la gestión de estrategias basadas en la calidad. En el trabajo de Daniel y Reitsperger (1991) ya se puso de manifiesto que las empresas que siguen una estrategia de calidad basada en cero defectos, han cambiado sus sistemas de control de gestión con el fin de aumentar las mejoras continuas en la calidad, que son a la vez la clave de esta estrategia. Por su parte, Carr, Mak y Needham (1997) comparan las prácticas de gestión de la calidad y la utilización de indicadores de medición de los resultados en empresas certificadas y no certificadas, y aunque no encuentran diferencias significativas en las prácticas de gestión analizadas, sí evidencian una mayor utilización de medidas de la calidad en las empresas certificadas ISO 9000. Del análisis de comparación realizado por Abernethy y Lillis (1995) se desprende que las empresas que implantan estrategias 110 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 La calidad y su relación con los indicadores no financieros de control de calidad centradas en el cliente, utilizan indicadores no financieros de medición en mayor medida que las empresas cuya estrategia de calidad es diferente. Asimismo, mediante un análisis de regresión, Perera, et al. (1997) demuestran la relación positiva entre las estrategias de calidad centradas en el cliente, como aproximación de prácticas de gerencia y tecnología avanzadas, y la utilización de indicadores no financieros. En el mismo sentido, Najmi y Kehoe (2000) proponen un modelo de desarrollo de la calidad y evidencian una fuerte correlación positiva entre el desarrollo de prácticas de gestión de la calidad y la utilización de sistemas de medición que incluyen indicadores no financieros de control. También se detectan correlaciones positivas entre el uso de indicadores no financieros y las nuevas prácticas de gestión empresarial, la TQM entre otras, en el estudio de Abdel-Maksoud, Dugdale y Luther (2005). Tabla 1. Utilidad de los Indicadores No Financieros de medición Referencia Ámbito de estudio y Metodología PERERA, S.; HARRISON, G. Y POOLE, M. (1997) CARR, S.; MAK, Y.T. y NEEDHAM, J.E. (1997) NAJMI, M. Y KEHOE, D.F. (2000) Principales Conclusiones Los sistemas de control que apoyan la consecución de estrategias de calidad “cero defectos” incluyen metas de calidad y feed-back de información más regular y frecuentemente que los sistemas que no apoyan dichas estrategias de calidad. Melbourne Examinar la relación entre la Las empresas que en la formulación de (Australia). Sector implantación de estrategias su estrategia dirigen su atención hacia el Industrial centradas en el cliente y la cliente utilizan indicadores no Cuestionario. 42 empª utilización de indicadores no financieros de medición en mayor de 81 con más de 200 financieros de medición y medida que las que no lo hacen así. No empleados analizar la influencia del uso de se encuentra relación entre estas Test estadístico t. indicadores no financieros sobre iniciativas de gestión y el resultado Regresión lineal los resultados de la empresa. empresarial. Analizar si la gestión de La gestión de estrategias de calidad estrategias de calidad centradas centradas en el cliente, como Sydney (Australia). Sector Industrial en el cliente está relacionada con aproximación de prácticas de gerencia y Cuestionario. 109 el uso de indicadores de tecnología avanzadas, está relacionada positivamente con el mayor uso de empª de 200 con más medición no financieros. de 50 empleados Analizar la relación de estas indicadores no financieros de medición. (54,5% respuesta) iniciativas de gestión con la No se evidencia la relación entre el uso mejora de los resultados de la de indicadores no financieros y la Regresión lineal empresa. mejora del resultado empresarial. Nueva Zelanda. Todos los sectores. Investigar si las empresas 200 empresas (100 certificadas ISO difieren de las No encuentran diferencias significativas empª certificadas ISO en las prácticas de gestión de la calidad, no certificadas en su estrategia y 100 no certificadas) salvo en la mejora de los procesos y en de negocio, en la implantación Encuesta. 65 empª de prácticas de gestión de la el uso de medidas de calidad. Tampoco certificadas y 42 empª encuentran diferencias en sus sistemas calidad y en la utilización de no certificadas indicadores de resultados. de información de resultados. (53,5% respuesta) Test de diferencia de medias Reino Unido. Sector Proporcionar un modelo Propuesta de un modelo de desarrollo Industrial conceptual de la implantación de de la calidad y evidencia de una fuerte Cuestionario. 221 prácticas de gestión de la calidad correlación positiva entre la empª de 1.050 (21,5% más allá de la certificación ISO. implantación de prácticas de gestión de respuesta) Identificar relaciones entre el la calidad y los sistema de medición de Correlación desarrollo de la calidad y el los resultados que incluyen indicadores Estudio de Caso (18 sistema de medición de los no financieros. empresas) resultados en distintas empresas. Japón. Sector de Automoción y DANIEL, S.J. y Electrónica REITSPERGER, Cuestionario. Muestra W.D. (1991) 26 empresas ANOVA ABERNETHY, M.A. y LILLIS, A.M. (1995) Objetivos de Investigación Analizar si los sistemas de control directivos han sido modificados para complementar la implantación de estrategias de calidad basadas en cero defectos y de la TQM. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 ISSN: 1135-2523 111 Marín Vinuesa, L.M.; Ruiz-Olalla Corcuera, M.C. Reino Unido. Sector Industrial Cuestionario. 313 ABDELempª de 2.242 con MAKSOUD, A.; más de 200 DUGDALE, D. empleados (14,3% y LUTHER, R. respuesta) (2005) Análisis Factorial. Correlación Examinar el grado de utilización de los indicadores no financieros y explorar su relación con variables tales como tecnologías avanzadas de producción, nuevas prácticas de gestión, sistemas de auto-almacenaje y autocontrol, software de programación de la producción, adopción de nuevas ideas, prácticas de gestión competitiva, comunicación ascendente, características de la mano de obra y ambiente competitivo. El uso de indicadores no financieros está relacionado con los ambientes altamente competitivos, la comunicación ascendente en la empresa y la adopción de sistemas de gestión tales como JIT (just in time) o TQM. 3. MEDICION EMPÍRICA DE LA UTILIZACIÓN DE INDICADORES NO FINANCIEROS DE CALIDAD La revisión de los principales estudios que analizan el énfasis en la utilización de indicadores no financieros de control de los resultados, nos muestra que su medición se ha realizado a través de una “lista cerrada”. Es decir, se trata de definir una lista de indicadores que podrían haber sido utilizados por un grupo de empresas durante un periodo de tiempo. Seguidamente, los encuestados deben indicar el grado de utilización de cada uno de ellos, la frecuencia de uso, la importancia concedida a su utilización, etc. De esta forma, y tal como se refleja en la tabla 2, se ha venido midiendo el énfasis en los indicadores de control en los estudios de Daniel y Reitsperger (1991), Abernethy y Lillis (1995), Chenhall (1997), Perera et al. (1997), Carr et al. (1997), Najmi y Kehoe (2000), Najar y Rajan (2001), Hoque (2004; 2005), Abdel-Maksoud et al. (2005) y Wiersma (2007). Para examinar si los sistemas de control se han modificado para complementar la implantación de estrategias basadas en la calidad, el estudio de Daniel y Reitsperger (1991) analiza una serie de indicadores que, en su opinión, pueden ser fácilmente utilizados por los gerentes y trabajadores de empresas japonesas del sector de automoción y electrónica, en sus plantas de producción. Estos sistemas incluyen medidas sobre productos defectuosos, reprocesos, desechos y tiempos muertos, medidas de ajuste de los objetivos, medida de las paradas de la producción para prevenir productos defectuosos y medidas de los esfuerzos orientados a la mejora continua. La frecuencia de uso de estos indicadores en la empresa, expresados cada uno de ellos en unidades físicas y en unidades monetarias, aparece valorada con una escala likert de 6 puntos. Más tarde, para analizar la relación entre la implantación de estrategias centradas en el cliente y la utilización de indicadores no financieros Abernethy y Lillis (1995) desarrollaron una lista de indicadores de resultados, basándose en las aportaciones de Kaplan (1983), Howell y Soucy (1987) y Chase (1990). Esta lista contenía dieciocho ítems, de los cuales diecisiete correspondían a indicadores no financieros de control. Entre estos ítems, cada encuestado debía seleccionar aquellos tres de mayor grado de utilización en su empresa, además debía valorar con una escala de 3 puntos la importancia otorgada a cada uno de los indicadores seleccionados. A partir de este ranking de indicadores más utilizados por cada empresa, los autores valoran tanto el uso como la importancia relativa de los indicadores de control en un estudio realizado sobre empresas industriales de Australia. Para el mismo ámbito de estudio y con el mismo objetivo, esta lista de indicadores propuesta por Abernethy y Lillis (1995) fue adaptada posteriormente en el trabajo de Perera et 112 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 La calidad y su relación con los indicadores no financieros de control al. (1997). Estos autores, reducen los dieciocho ítems de la relación original a quince indicadores. Para llevar a cabo su clasificación, donde se distingue entre indicadores financieros y no financieros, proceden siguiendo las aproximaciones de Horngren, Foster y Datar (1994), así como las de Abernethy y Lillis (1995). De esta forma, del total de los quince indicadores, once de ellos se recogen como indicadores no financieros y los cuatro restantes se incluyen como financieros. Cada uno de estos ítems se valoran con una escala Likert de 5 puntos, y sumando las puntuaciones otorgadas a los indicadores no financieros, se consigue una medida de su utilización. Este método de medición es consistente con el utilizado en el trabajo de Brownell (1985). Además, Perera et al. (1997) también comprueban en su estudio que los resultados conseguidos con la medida relativa (relacionando la suma de puntuaciones de indicadores no financieros con la de los financieros) no era substancialmente diferente. Posteriormente, para comparar el uso de indicadores no financieros en empresas certificadas y no certificadas en Nueva Zelanda, Carr et al. (1997) utilizan una lista de dieciséis ítems que incluye algunas medidas de calidad y medidas de eficiencia tradicional. Entre las medidas de calidad, expresadas a su vez en unidades físicas y en unidades financieras, se recogen medidas de productos defectuosos, reprocesos, desechos, tiempos muertos, actividades de inspección, reparación de garantías y devoluciones de productos. Las cuestiones sobre estas medidas de calidad (físicas y financieras) fueron adaptadas del estudio de Daniel y Reitsperger (1991). Por otra parte, se incluyen otras medidas tales como la satisfacción del cliente y el tiempo de entrega, y por último, se incluyen medidas de eficiencia tradicional que recogen las desviaciones relacionadas con los materiales, con la mano de obra y con los gastos generales, y ratios de utilización de la capacidad. Para cada una de estas medidas se valora con una escala likert de 5 puntos la frecuencia con la que se informa a los directivos sobre ellas. Tratando de analizar la influencia del sistema de indicadores no financieros sobre la relación entre la TQM y la rentabilidad empresarial, Chenhall (1997) examina en las empresas americanas del sector industrial el grado de utilización de un sistema de control que agrupa medidas cuantitativas de producción, grado de alcance de los objetivos específicos con relación a los resultados alcanzados, grado de revisión de los objetivos específicos y grado de consideración de las medidas cuantitativas de producción sobre los sistemas de remuneración y los sistemas de promoción en la empresa. Estas medidas son valoradas con una escala likert de 5 puntos, garantizándose mediante un análisis factorial la validez de esta escala unidimensional que explica un 62% de la varianza total. Limitando este ámbito de estudio al sector de la electrónica, Najar y Rajan (2001) centran su análisis en la capacidad de las medidas para explicar el efecto de la calidad sobre el resultado futuro de la empresa. Por una parte consideran como medidas los costes de la calidad, tales como los costes de prevención, los de evaluación, los de fallos internos y los de fallos externos, y por otra parte, los ratios de productos defectuosos y el número de pedidos entregados a tiempo. Los costes de calidad se valoran como un porcentaje sobre la cifra de ventas y los ratios de productos defectuosos son el número de piezas defectuosas por millón identificadas en la revisión final. Para examinar la relación existente entre las prácticas de gestión de la calidad desarrolladas más allá de la ISO y el sistema de medición de los resultados, Najmi y Kehoe (2000) analizan, sobre una muestra de empresas industriales del Reino Unido, la posibilidad de que las empresas hayan adoptado o no un sistema de medición apropiado para identificar los efectos de su programa de calidad2. Ellos proponen como sistema de medición apropiado un conjunto de dieciséis indicadores que se corresponden con medidas de calidad, medidas de tiempo y medidas financieras. Abdel-Maksoud et al. (2005) también analizan el grado de utilización de los indicadores no financieros y su relación con ciertas variables de producción y Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 ISSN: 1135-2523 113 Marín Vinuesa, L.M.; Ruiz-Olalla Corcuera, M.C. gestión sobre el mismo tipo de empresas. A partir de la literatura revisada3, estos autores valoran la importancia de 19 indicadores mediante una escala likert de 7 puntos. Tras la realización del análisis factorial, los ítems son agrupados en cinco factores: eficiencia y utilización, entrega a tiempo, recursos humanos, calidad del producto y satisfacción del cliente, que en su conjunto explican un 48,12% de la varianza total. Algunos años después, Hoque (2005) analiza en empresas industriales de Nueva Zelanda el efecto de la incertidumbre ambiental en la relación entre los indicadores no financieros y el resultado de la empresa. Para medir el uso de los indicadores, utiliza una relación de 13 ítems, similar a la desarrollada por Hoque y James (2000). Estos ítems fueron propuestos a partir de estudios como los de Abernethy y Lillis (1995), Kaplan y Norton (1996) y Perera et al. (1997), y se valoran mediante una escala likert de 5 puntos. Siguiendo las aproximaciones de Kaplan y Norton (1996), estos indicadores aparecen en el estudio de Hoque (2005) clasificados dentro de tres perspectivas: clientes, procesos internos y aprendizaje y crecimiento. Los resultados del análisis factorial que este autor lleva a cabo, corroboran la validez de la escala de los tres factores correspondientes a las citadas perspectivas. A partir de aquí, para su valoración construye una única escala para cada factor, tomando el promedio de las puntuaciones dadas a cada ítem dentro de cada factor . Más recientemente, y con el objetivo de analizar el contenido de información de los indicadores no financieros en relación con los indicadores financieros para predecir los resultados futuros, Wiersma (2007) centra su estudio en el análisis de dos indicadores utilizados en empresas holandesas del sector de servicios. Los indicadores analizados son la frecuencia de absentismo laboral, medida por el número de informes de baja por enfermedad por cada cien días de trabajo, y utilizada como aproximación a la satisfacción del trabajador, y la entrega a tiempo, calculada como cociente entre el número de productos entregados a tiempo y el número total de productos entregados. Tras la revisión de estos estudios empíricos hemos decidido utilizar en nuestra investigación la relación de indicadores propuesta por Perera et al. (1997), similar a la utilizada por Hoque (2005), y basada en una exhaustiva revisión de la literatura sobre indicadores de medición. Por una parte, la muestra de empresas con la que vamos a trabajar sólo incluye empresas industriales del mueble. Por esta razón, no se adaptan a nuestro diseño de investigación la relación de indicadores propuesta por Wiersma (2007), cuyo estudio se centra en el sector de servicios y en el análisis de dos únicos indicadores no financieros, ni la propuesta por Carr et al. (1997), que aunque recoge más aspectos que la anterior, está orientada a empresas de distintos sectores de actividad. Buscando una relación de ítems detallada y previamente utilizada en el sector industrial, hemos descartado la propuesta por Daniel y Reitsperger (1991). Utilizada para medir el uso de indicadores en empresas japonesas de los sectores de automoción y electrónica, se constituye exclusivamente a partir de esas medidas que los autores consideran de mayor uso en un sector de actividad muy específico y diferente al sector del mueble. Además, cuenta sólo con cuatro ítems y en ellos no se incluye a los clientes. Dada la importancia que estos agentes desempeñan en la actualidad en las organizaciones, hemos considerado oportuno incluirlos en nuestro estudio. Si bien las escalas utilizadas por Perera et al. (1997), Chenhall (1997), Najmi y Kehoe (2000), Najar y Rajan (2001), Hoque (2005) y Abdel-Maksoud et al. (2005) se fundamentan en una amplia revisión de la literatura y están orientadas al sector industrial, decidimos utilizar la 114 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 La calidad y su relación con los indicadores no financieros de control relación de indicadores desarrollada por Perera et al. (1997) por ser la más adecuada para los objetivos que persigue nuestra investigación4. Esta lista de indicadores ha sido utilizada en nuestro estudio incorporando una pequeña modificación en la redacción de los ítems para favorecer su total comprensión. Además, con el objeto de conocer su grado de utilización por parte de las empresas, incluimos un indicador más en la relación seleccionada. Así, incluimos el “coste de la calidad” para valorar su utilización, porque de la revisión teórica efectuada se deduce que es una de las medidas más comúnmente utilizada en entornos relacionados con la calidad. Dicho indicador fue incluido entre los indicadores no financieros, atendiendo a la norma UNE-EN-ISO 840243, dónde los costes de calidad aparecen definidos como: “Costes ocasionados para asegurar y garantizar una calidad satisfactoria y dar la confianza correspondiente, así como las pérdidas en que se incurre cuando no se obtiene calidad satisfactoria”. La clasificación propuesta para el resto de los indicadores, en función de su naturaleza financiera o no, se corresponde con la realizada por Perera et al. (1997). Por todo lo expuesto, la escala que vamos a utilizar en este trabajo para medir el uso de indicadores no financieros contiene inicialmente doce ítems: (1) número de pedidos entregados a tiempo (2) número de clientes satisfechos (3) número de productos defectuosos detectados en la empresa (4) número de productos devueltos por defectos de calidad (5) tiempo empleado en la entrega de productos (6) reclamaciones o quejas de los clientes (7) relación entre resultados reales y resultados previstos (8) número de productos nuevos lanzados al mercado (9) habilidades en el diseño y mejora de los productos (10) relación entre recursos reales y previstos (11) tiempo de utilización de las máquinas (12) costes de calidad. Tabla 2. Medidas subjetivas del uso de los Indicadores PERCEPCIÓN DE LOS DIRECTIVOS Referencia DANIEL, S.J. y REITSPERGER, W.D. (1991) • - ABERNETHY, M.A. y LILLIS, A.M. (1995) - PERERA, S.; HARRISON, G. Y POOLE, M. (1997) • - Productos defectuosos, reprocesos, desechos y tiempos muertos Ajuste de las metas u objetivos - Indicadores No Financieros Informe de los resultados de la entrega a tiempo Número de clientes satisfechos Estadísticas de eficiencia laboral Productos defectuosos Número de quejas Informes de cumplimiento de los costes estándares Estudios de satisfacción de los clientes Reducción de costes debido a mejoras de calidad Evaluación de la cooperación y respuesta a las demandas de otros departamentos - Indicadores No Financieros Entrega a tiempo Número de clientes satisfechos Productos defectuosos Reducción en tiempo de entrega Informes sobre desviaciones en costes Ratio de introducción de nuevos productos Número de productos devueltos Variación en el precio de compra del material Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 - • • - Parada de la producción para prevenir productos defectuosos Esfuerzos orientados a la mejora continua Clientes satisfechos en el servicio postventa Ratio de introducción de nuevos productos Evaluación de la habilidad en modificar las características de los productos Duración del tiempo de entrega Duración del tiempo de variación de los productos requeridos por los clientes Variación en el precio de compra del material Ratio de pérdida de material defectuoso Medida del tiempo de utilización de las máquinas Indicadores Financieros Rotación de las ventas Reducción del ciclo de orden de compra Evaluación de la habilidad en modificar las características de los productos Medida del tiempo de utilización de las máquinas Indicadores Financieros Productividad o eficiencia laboral Beneficio Neto Rotación de la inversión Ventas ISSN: 1135-2523 115 Marín Vinuesa, L.M.; Ruiz-Olalla Corcuera, M.C. • CARR, S.; MAK, Y.T. y NEEDHAM, J.E. (1997) - CHENHALL, R. (1997) • NAJAR, V. y RAJAN, M.V. (2001) - NAJMI, M. Y KEHOE, D.F. (2000) ABDEL-MAKSOUD, A.; DUGDALE, D. y LUTHER, R. (2005) HOQUE, Z. (2005) Medidas de calidad (cada una de ellas expresadas en unidades físicas y en unidades financieras) Productos defectuosos, reprocesos y desechos Tiempos muertos Actividades de inspección Reparación de garantías Devoluciones • • • - Medida de satisfacción de los clientes Tiempo de entrega Medidas de eficiencia tradicional Desviaciones en coste de materiales Desviaciones en costes de mano de obra Desviaciones en costes generales Ratios de utilización de la capacidad Medidas cuantitativas del proceso de fabricación Comparación de los objetos específicos de producción con los resultados reales Revisión de los objetivos de las medidas cuantitativas para mejorar continuamente - Consideración de las medidas cuantitativas de producción en los sistemas de remuneración Consideración formal de las medidas cuantitativas de producción en los sistemas de promoción Costes de Calidad Costes de prevención (ingeniería de calidad, inspección de entrada, mantenimiento preventivo, ingeniería de procesos, ingeniería de diseño, entrenamiento de calidad) Costes de evaluación (intervención del laboratorio, aceptación de producto, inspección de fabricación) - - • • • - Tiempo de ciclo Flexibilidad Tiempo de entrega Productos desarrollados en tiempo de escala Medidas financieras Costes de Calidad Costes del producto Ratio de crecimiento de las ventas Cuota de mercado Eficiencia y utilización Eficiencia Actividad Utilización de capacidad Entrega a tiempo Entrega a tiempo a los clientes Porcentaje de producción a tiempo Porcentaje de adherencia al horario Eficiencia en el ciclo de producción Encuesta sobre actitud de los empleados Recursos Humanos Volumen de ventas del personal • • - Absentismo Retraso Porcentaje de horas extras Calidad del producto Productos defectuosos Reprocesos Ajustes del proceso Satisfacción del cliente Quejas Devoluciones Demandas de garantía • • - Clientes Cuota de mercado Estudios de satisfacción de los clientes Tiempo de entrega Tiempo de reacción de los clientes Coste de garantía de las reparaciones Procesos Internos Variación del material y de la eficiencia laboral • - Proceso de mejora y de reingeniería Introducción de nuevos productos Relaciones a largo plazo con los proveedores Aprendizaje y Crecimiento Desarrollo y entrenamiento del personal Relaciones en el lugar de trabajo Satisfacción de los empleados Salud y seguridad de los empleados - Frecuencia de absentismo laboral - Entrega a tiempo • • - Medidas de calidad Calidad de las piezas Calidad del proceso Productos de calidad Errores, productos defectuosos, reprocesos Falta de fallos bajo garantía Clientes satisfechos Medidas de tiempo Plazo de ejecución del producto • • • - - Coste de los fallos internos (productos defectuosos, reprocesos, ingeniería de procesos) Coste de los fallos externos (devoluciones, marketing, coste de reparaciones, recorrido, ingeniería de procesos) Ratios de productos defectuosos Número de entregas a tiempo WIERSMA, E. (2007) 4. APLICACIÓN EMPÍRICA Para analizar la relación entre la calidad y la utilización de indicadores no financieros para gestionarla, seleccionamos como población objeto de estudio al conjunto de empresas mercantiles con domicilio social en España que, pertenecientes al sector industrial del mueble, 116 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 La calidad y su relación con los indicadores no financieros de control cuentan como mínimo con 45 trabajadores5. La ficha técnica queda resumida en la tabla 3. La población estaba constituida por 515 empresas y el número de cuestionarios válidos ascendió a 130, lo cual supone una tasa de respuesta del 25,24% similar a la de otros trabajos que han utilizado metodologías comparables (Powell, 1995; Leal, 1997; Chenhall, 1997; Easton y Jarrell, 1998; Samson y Terziovski, 1999; Rahman, 2001). Tabla 3. Ficha Técnica ÁMBITO GEOGRÁFICO Población Metodología Encuestas válidas Recogida de información NACIONAL Empresas mercantiles del sector del mueble, con 45 trabajadores como mínimo (515 empresas) Cuestionario Estructurado Base SABI 130 empresas Periodo: diciembre 2005 a marzo 2006 Paralelamente a la elaboración de la base de datos diseñamos un cuestionario estructurado que nos permitiera abordar los objetivos fijados en el trabajo. Utilizamos dos apartados del cuestionario para conocer la vinculación de las empresas con la gestión de la calidad y la utilización de indicadores no financieros de medición6. Centrándonos en el ámbito de la gestión de la calidad, preguntamos en la encuesta si la empresa había conseguido algún certificado de calidad y en ese caso cuál. En el gráfico 1 se refleja el interés de las empresas por la certificación ISO. De las 130 empresas de la muestra, las que gozan de certificación (85 empresas) vienen a representar un 65,38%, frente a las 45 empresas no certificadas que suponen el 34,62% restante. Gráfico 1. Certificación ISO No Certificadas 35% Cert if icadas 65% Es destacable el interés en el sector por la ISO 9000 frente a la normativa ISO 14000 u otras normas sectoriales (gráfico 2). Observando la distribución de las 85 empresas certificadas en el sector, la mayoría de éstas están certificadas por una única norma (60 empresas), esto representa el 70,59 %. En concreto, 57 de estas empresas están certificadas por la ISO 9000, sólo 1 empresa está certificada por la ISO 14000 y 2 empresas por normas sectoriales. Las 23 empresas certificadas por dos normas representan un 27,06% del total, de las cuales 16 empresas gozan de la certificación ISO 14000 además de la ISO 9000 y las 7 empresas restantes poseen la ISO 9000 y otras norma sectorial. Sólo dos empresas de la muestra están certificadas por tres normas: ISO 9000, ISO 14000 y otra norma sectorial, estas empresas tan sólo representan un 2,35% del total. Como conclusión podemos decir que aunque algunas empresas cuentan con más de un certificado de calidad, la mayoría, en particular 82 empresas que representan un 96,47% del total, están certificadas por la norma ISO 9000, y tan sólo 3 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 ISSN: 1135-2523 117 Marín Vinuesa, L.M.; Ruiz-Olalla Corcuera, M.C. empresas de la muestra (3,53%) han buscado la certificación en la ISO 14000 u otra sectorial, sin previamente estar certificadas por la ISO 9000. Gráfico 2. Empresas certificadas por una o varias normas 60 50 40 30 57 20 10 0 16 1 ISO 9000 ISO14000 2 Normas Sectoriales 7 2 ISO 9000- ISO 9000-Normas ISO 9000ISO14000 Sectoriales ISO14000Normas Sectoriales Por otra parte, presentamos en la tabla 4 la pregunta del cuestionario utilizada como soporte de recogida de información sobre la utilización de indicadores no financieros por parte de las empresas. Para valorar el grado de utilización de cada uno de los indicadores hemos utilizado una escala Likert de 7 puntos. Así, la persona encuestada7 ha indicado de 1 a 7 el uso de estas medidas, donde 1 = no ha sido utilizado un determinado indicador en la empresa y 7 = el grado de utilización ha sido máximo. Tabla 4. Soporte de recogida de información sobre la utilización de indicadores no financieros Por favor, piense en los tres últimos años y díganos en qué medida han sido utilizados en su empresa cada uno de los siguientes indicadores. Si durante los tres últimos años no ha sido utilizado en su empresa un determinado indicador, asígnele el número 1, y así sucesivamente hasta el 7, si usted piensa que el grado de utilización ha sido máximo. Número de pedidos entregados a tiempo (EP) Número de clientes satisfechos (SC) Número de productos defectuosos detectados en la empresa (DF) Número de productos devueltos por defectos de calidad (DV) Tiempo empleado en la entrega de productos (TE) Reclamaciones o quejas de los clientes (RC) Relación entre resultados reales y resultados previstos (DRD) Número de productos nuevos lanzados al mercado (IN) Habilidades en el diseño y mejora de los productos (HB) Relación entre recursos reales y previstos (DRC) Tiempo de utilización de las máquinas (TM) Costes de calidad (CC) Las empresas reconocen altos niveles de utilización de indicadores no financieros (gráfico 3). Los indicadores más utilizados son aquellos que permiten controlar la calidad del producto obtenido y la satisfacción de los clientes. En particular se refieren a las reclamaciones o quejas de los clientes, los pedidos entregados a tiempo, las devoluciones por defectos de 118 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 La calidad y su relación con los indicadores no financieros de control calidad, los productos defectuosos detectados en la empresa, el tiempo de entrega, y el número de clientes satisfechos. La utilización media del resto de indicadores es elevada y de similares valores, superior al 4,5 y en torno al cinco en todos los casos. Gráfico 3: Indicadores No Financieros 7, 00 6, 00 5, 40 5, 11 5, 22 5, 24 5, 43 5, 12 5, 28 5, 05 4, 73 5, 00 4, 56 4, 72 4, 55 4, 00 3, 00 2, 00 1, 00 0, 00 EP CL DF DV TE RC DRD IN HB DRC TM CC (EP) pedidos entregados a tiempo, (SC) clientes satisfechos, (DF) productos defectuosos, (DV) devoluciones, (TE) tiempo de entrega, (RC) quejas o reclamaciones, (DRD) desviación en resultados, (IN) productos nuevos lanzados al mercado, (HB) habilidades en el diseño y mejora de los productos, (DRC) desviaciones en recursos, (TM) tiempo de utilización de las máquinas y (CC) costes de calidad. 4.1. EVALUACIÓN DE LA MEDIDA Como hemos indicado anteriormente, para medir el uso de indicadores no financieros hemos utilizado la relación de ítems propuesta por Perera et al. (1997). Dado que hemos incorporado un nuevo ítem que consideramos relevante, que hemos introducido alguna modificación en su redacción para conseguir una mayor comprensión de los mismos y que pueden existir peculiaridades o diferencias de las empresas españolas frente a las americanas, hemos decidido comprobar la fiabilidad y validez de la escala que vamos a utilizar. Con objeto de delimitar las dimensiones relacionadas y comprobar la validez del constructo propuesto para explicar la utilización de indicadores no financieros, realizamos un análisis factorial exploratorio sobre los doce ítems incluidos en el apartado del cuestionario relacionado con el uso de indicadores. El análisis factorial, efectuado mediante el análisis de componentes principales con rotación no ortogonal8, confirma la validez de constructo de la escala. Tal como se refleja en la tabla 5, el análisis indicó la existencia de tres factores que explican en su conjunto el 65,32% de la varianza total. Cada una de las variables tuvo cargas significativas9, superiores en todo caso a 0,5, en alguno de los tres factores. Las variables más correlacionadas con el primer factor, explicativo del 37,91% de la varianza, son los indicadores que permiten controlar la calidad del producto: devoluciones, quejas o reclamaciones, productos defectuosos y costes de calidad. Por ello, este primer factor podría interpretarse como “calidad del producto ”. El segundo factor, explicativo del 17,39% Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 ISSN: 1135-2523 119 Marín Vinuesa, L.M.; Ruiz-Olalla Corcuera, M.C. de la varianza, podría interpretarse como “proceso” ya que incluye aquellos indicadores más relacionados con el desarrollo del proceso productivo: desviaciones en recursos, productos nuevos lanzados al mercado, habilidades en el diseño y mejora de los productos, desviación en resultados y tiempo de utilización de las máquinas. Finalmente, el tercer factor recoge los indicadores para controlar la calidad del servicio ofrecido al cliente y su satisfacción: pedidos entregados a tiempo, clientes satisfechos y tiempo de entrega. Por su elevada correlación con estas variables, podría interpretarse como “cliente ”. Tabla 5. Análisis factorial sobre la utilización de indicadores no financieros Factor 1 (calidad del Producto) Pedidos entregados a tiempo (EP) Clientes satisfechos (SC) Tiempo de entrega (TE) Productos defectuosos (DF) Devoluciones (DV) Quejas o reclamaciones (RC) Desviación en resultados (DRD) Productos nuevos lanzados al mercado (IN) Habilidades en el diseño y mejora de los productos (HB) Desviaciones en recursos (DRC) Tiempo de utilización de las máquinas (TM) Costes de Calidad (CC) AUTOVALOR % VARIANZA DETERMINANTE % VARIANZA ACUMULADO ESTADÍSTICOS Factor 2 (proceso) Factor 3 (cliente) 0,855 0,841 0,565 0,877 0,921 0,899 0,685 0,764 0,742 0,791 0,685 0,639 4,550 37,91% 2,087 1,201 17,39% 10,01% 0,003 65,32% KMO = 0,773 Test de Bartlett (sig.= 0,000) Para analizar la fiabilidad de los ítems del instrumento de medición, se ha procedido a evaluar su consistencia interna10. Según Nunally (1978), la consistencia interna se define como: “el grado de intercorrelación entre los ítems que comprende una misma dimensión o variable”. Una forma para conseguir una evaluación de la consistencia interna de una escala multidimensional es la utilización del coeficiente alpha de Cronbach11. El alto valor alcanzado por este coeficiente nos permite corroborar la fiabilidad interna del instrumento de medida12. Los resultados podemos considerarlos aceptables: 0,87, 0,79 y 0,69 para los factores 1, 2 y 3 respectivamente y 0,85 para la escala considerada globalmente. 4.2. EL USO DE INDICADORES NO FINANCIEROS EN EMPRESAS CON Y SIN CERTIFICACIÓN Con objeto de analizar la relación entre los sistemas de certificación ISO 9000 y la utilización de indicadores no financieros en las empresas del sector del mueble en España, utilizamos el contraste t. Este análisis nos permitirá analizar si las empresas certificadas utilizan los indicadores en mayor medida que las empresas no certificadas. A la vista de los resultados del contraste t efectuado sobre los tres factores que explican la utilización de indicadores no financieros, se aprecia que existen diferencias significativas en algunos de los indicadores no financieros utilizados por las empresas certificadas, frente a las que no gozan de certificación (tabla 6). Analizando con más detalle la utilización media de cada indicador en los dos grupos de empresas, a un nivel de significación del 0,01 se aprecia 120 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 La calidad y su relación con los indicadores no financieros de control que las empresas certificadas utilizan en mayor medida indicadores de “calidad del producto” para controlar productos defectuosos, productos devueltos por defectos de calidad, quejas o reclamaciones, y costes de calidad13. De la misma forma, a un nivel de significación del 1%, se observa en las empresas certificadas un mayor nivel medio en la utilización de indicadores de “cliente” para controlar pedidos entregados a tiempo, clientes satisfechos y tiempo de entrega de los productos14. Sin embargo, el grado medio de utilización de indicadores de “proceso”, aquellos para controlar el tiempo de utilización de las máquinas, las habilidades en el diseño y mejora de los productos, el número de productos nuevos lanzados al mercado y las desviaciones (tanto en recursos como en resultados), no es significativamente diferente entre ambos tipos de empresas15. Tabla 6. Diferencia de medias en empresas certificadas y no certificadas Media del factor Factor 1: “calidad del Producto” Factor 2: “proceso” Factor 3: “cliente” a Productos defectuosos Devoluciones Quejas o reclamaciones Costes de calidad Desviación en resultados Productos nuevos lanzados al mercado Habilidades en el diseño y mejora de los productos Desviaciones en recursos Tiempo de utilización de las máquinas Pedidos entregados a tiempo Satisfacción de los clientes Tiempo de entrega Certificadas No certificadas t 0,3051 -0,5763 t = -5,250 a sig.= 0,000 -0,0003 0,0007 t = 0,006 sig.= 0,995 t = -3,401 a 0,2087 -0,3941 sig.= 0,001 Significativo al 0,01 Si bien Perera et al, 1997 encuentran una relación positiva entre la gestión de estrategias de calidad centradas en el cliente y el uso de indicadores no financieros, otros estudios consiguen diferentes resultados. Así, en el estudio de Carr et al. (1997) las diferencias encontradas en el uso de medidas físicas de calidad, entre empresas certificadas y no certificadas, fue marginalmente significativo (p<0,10), sin embargo, no encuentran diferencias en el uso de medidas financieras de calidad ni en el de medidas de eficiencia tradicionales16. Por su parte, Daniel y Reitsperger (1991) no encuentran apoyo en la presunción que asocia el mayor uso de medidas no financieras con la certificación de calidad, sin embargo y tal como indicamos en el epígrafe anterior, el estudio de Daniel y Reitsperger (1991) sólo incluye información sobre la utilización de medidas para controlar: productos defectuosos, reprocesos, desechos y tiempos muertos. Para finalizar el análisis, en el gráfico 4 recogemos información sobre el grado de utilización de los indicadores no financieros en empresas con y sin certificación de calidad. En el grupo de empresas certificadas, los indicadores más utilizados (grado de utilización próximo al seis) son aquellos que permiten controlar la calidad del producto obtenido y la satisfacción de los clientes. En particular, se refieren a las reclamaciones o quejas de los clientes, los pedidos entregados a tiempo, la devoluciones por defectos de calidad, el número de clientes satisfechos y los productos defectuosos detectados en la empresa. Además, la implantación de Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 ISSN: 1135-2523 121 Marín Vinuesa, L.M.; Ruiz-Olalla Corcuera, M.C. estos factores es significativamente superior a la realizada en empresas sin certificación. La utilización del resto de indicadores es elevada y de similares valores, en torno al cinco. Algunos de los indicadores que menores valores muestran en las empresas certificadas, en particular las habilidades en el diseño y mejora de los productos, el número de productos nuevos lanzados al mercado, y la desviación en resultados, sin embargo son los indicadores más utilizados por las empresas que no gozan de certificación. En particular, estos indicadores alcanzan valores próximos a 5. El grado de utilización del resto de indicadores en estas empresas gira en torno al 4, destacándose aquí el indicador costes de calidad, cuyo grado de utilización es el más débil. Gráfico 4. Indicadores no financieros en empresas con y sin certificación CC TM DRC HB IN no certificada DRD certificada RC TE DV DF SC EP 0 1 2 3 4 5 6 7 (EP) pedidos entregados a tiempo, (SC) clientes satisfechos, (DF) productos defectuosos, (DV) devoluciones, (TE) tiempo de entrega, (RC) quejas o reclamaciones, (DRD) desviación en resultados, (IN) productos nuevos lanzados al mercado, (HB) habilidades en el diseño y mejora de los productos, (DRC) desviaciones en recursos, (TM) tiempo de utilización de las máquinas y (CC) costes de calidad. 5. CONCLUSIONES A pesar del notable desarrollo experimentado por la Contabilidad de Gestión, todavía en nuestros días se sigue insistiendo en que ésta no suministra a la dirección la información relevante que las nuevas filosofías de gestión requieren. En este sentido, se manifiesta su excesiva orientación hacia los aspectos financieros y el corto plazo, y consecuentemente, hacia las mediciones realizadas mediante los tradicionales indicadores financieros. Por ello se admite la necesidad de controlar, y por lo tanto medir, no sólo los factores ligados a la minimización del coste, sino también las nuevas variables empresariales: calidad, innovación, flexibilidad, satisfacción del cliente, etc. sobre las que actualmente se sustenta la ventaja competitiva de la empresa. La gestión de estas variables, entre las que se encuentra la calidad, obliga a las empresas a introducir cambios en las formas de medir. Por ello, una de las mayores influencias de la gestión de la calidad sobre los sistemas de Contabilidad de Gestión ha sido la utilización de indicadores no financieros de medición. 122 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 La calidad y su relación con los indicadores no financieros de control Centrando nuestro estudio en las empresas españolas del mueble, ahondamos en el conocimiento de la implantación de prácticas de gestión de la calidad e indicadores no financieros en dichas empresas. Del análisis descriptivo se desprende como resultado una muestra de empresas muy interesadas por la certificación de calidad. Esto se refleja en el alto porcentaje de empresas certificadas en su práctica totalidad por la norma ISO 9000 (65%), no siendo relevante el número de certificaciones en otras normas, ni tampoco la implantación de otros sistemas de excelencia empresarial. Asimismo, se observa un gran interés por la utilización de indicadores no financieros de medición. El estudio corrobora, para las empresas del sector del mueble, la fiabilidad y validez de la escala de medición empleada para determinar el nivel de utilización de indicadores no financieros. Este modelo puede servir a los directivos para mejorar el entendimiento sobre los indicadores más apropiados para gestionar la calidad. Utilizando esta escala para comparar el grado de compromiso con la utilización de indicadores no financieros entre empresas certificadas y no certificadas, observamos un mayor nivel medio de utilización por parte de las empresas certificadas de los indicadores que permiten controlar la calidad del producto obtenido y la satisfacción de los clientes. Sin embargo, no son estadísticamente significativas las diferencias observadas en cuanto al grado de utilización de indicadores de control del proceso productivo. Además, se observa que los indicadores de control del número de productos nuevos lanzados al mercado y de las habilidades en el desarrollo de nuevos productos son los menos utilizados en empresas certificadas. En todo caso, estas conclusiones deben ser interpretadas con mucha cautela, ya que este mayor interés por la utilización de indicadores no financieros por parte de las empresas certificadas respecto a las empresas que no gozan de certificación, pudiera ser debido a otro tipo de factores internos de las empresas, y no sólo a la posesión del certificado ISO de calidad. NOTAS 1 El Aseguramiento de la Calidad se define, según la norma ISO (8402:1995), como el conjunto de todas aquellas actividades sistemáticamente planificadas y que aseguran que un producto o servicio satisfará unos determinados requisitos de calidad. 2 Najmi y Kehoe (2000) utilizan una pregunta de la encuesta dirigida a las empresas analizadas para conocer si estas han adoptado o no un determinado sistema de medición de los resultados. 3 Abdel-Maksoud et al. (2005) afirman encontrar en la literatura que han revisado (entre otros estudios: Maskell (1989), Bhimani (1993), Drury (1996), Otley (1997), Chenhall (1997) Ittner y Larker (1998), etc.) alguna inconsistencia en la clasificación de los indicadores. 4 En la misma línea de investigación que el estudio de Perera et al. (1997), nuestro objetivo de investigación consiste en analizar la relación entre la gestión de la calidad y la utilización de indicadores no financieros de control. 5 Establecimos de manera discrecional un límite de dimensión de 45 empleados para dejar al margen empresas con una estructura y organización empresarial menos desarrollada. 6 El cuestionario constaba de seis apartados diferenciados. Para elaborar este documento de trabajo sólo utilizamos los dos primeros apartados del cuestionario. 7 Todos los cuestionarios fueron dirigidos al director de calidad o director financiero en la empresa, entendiendo que esran estas personas las que se encontraban en mejor disposición para contestar. 8 La interpretación del análisis factorial se ha llevado a cabo mediante un método de rotación oblicua (oblimin) ya que nuestro objetivo no era tanto reducir el número de variables originales sino el obtener factores significativos (Hair, Anderson, Tatham y Black, 1999). 9 Se consideran cargas significativas las superiores a 0,30 (Hair et al., 1999). Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 107-126 ISSN: 1135-2523 123 Marín Vinuesa, L.M.; Ruiz-Olalla Corcuera, M.C. 10 Aunque existen tres tipos o formas de analizar la fiabilidad: fiabilidad test-retest, fiabilidad en forma equivalente y consistencia interna nos hemos inclinado por esta última por ser una de la más clásicas. Para una discusión sobre la pertinencia de los distintos tipos de fiabilidad veansé, por ejemplo, Anastasi, 1988; Gulliksen, 1987. 11 El coeficiente alfa de Cronbach es el estimador de fiabilidad más utilizado en los estudios empíricos (Flynn, Schroeder y Sakakibara, 1995; Powell, 1995; Ahire, Golhar y Waller,1996; Leal, 1997; Chenhall, 1997; Perera et al., 1997; Grandzol y Gershon, 1998; Fuentes, 2002; Rueda, Aragón y Martín, 2006). 12 El nivel mínimo recomendable es 0,7 (Nunally, 1978). 13 El nivel medio del primer factor que explica el uso de indicadores no financieros, en el grupo de las empresas certificadas (positivo y superior a la media del factor) es mayor que el valor del factor en las empresas no certificadas (negativo e inferior al valor medio). La diferencia es estadísticamente significativa al nivel de significación del 1%. 14 El nivel medio del tercer factor que explica el uso de indicadores no financieros, en el grupo de las empresas certificadas (positivo y superior a la media del factor) es mayor que el valor del factor en las empresas no certificadas (negativo e inferior al valor medio). La diferencia es estadísticamente significativa al nivel de significación del 1%. 15 No son estadísticamente significativas las diferencias observadas, entre empresas certificadas y no certificadas, en el valor medio del factor 2 que explica el uso de indicadores no financieros (p=0,995). 16 Carr et al. (1997), incluyen entre las medidas físicas de calidad las siguientes: productos defectuosos, reprocesos, desechos, tiempos muertos, actividades de inspección, reparación de garantías, devoluciones, satisfacción de clientes y plazo de entrega de productos, todas ellas expresadas en unidades físicas. Entre las medidas financieras de calidad, incluyen las anteriores (salvo satisfacción de clientes y plazo de entrega de productos) expresadas en u.m. Por último, entre las medidas de eficiencia tradicional están incluidas las desviaciones relacionadas con materiales, con mano de obra y con gastos generales, y los ratios de utilización de la capacidad. BIBLIOGRAFÍA ABDEL-MAKSOUD, A.; DUGDALE, D. y LUTHER, R. (2005): “Non-financial performance measurement in manufacturing companies”, The British Accounting Review, No. 37, pp. 261-297. ABERNETHY, M.A. y LILLIS, A.M. (1995): “The impact of manufacturing flexibility on management control system desing”. Accounting, Organizations and Society, No.20, pp. 241-258. AHIRE, S.; GOLHAR, D. y WALLER, M. (1996): “Development and Validation of TQM Implementation Constructs”, Decision Sciences, Vol. 27, No. 1, pp. 23-56. AIBAR, B. 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Los mecanismos de coordinación no estructural sirven de complemento a los anteriores. En este grupo se encuentran la normalización de procesos de trabajo, de habilidades y de resultados. Por último, los mecanismos de carácter informal son el esfuerzo de socialización y la adaptación mutua. Tras la generación de una batería de 43 ítems, se han comprobado sus propiedades psicométricas: fiabilidad y validez -validez convergente y discriminante-. La muestra utilizada corresponde a 167 grandes empresas españolas. PALABRAS CLAVE: Escalas de medida, Fiabilidad, Validez, Mecanismos de coordinación. STRUCTURAL, NON- STRUCTURAL AND INFORMAL COORDINATION MECHANISMS. PROPOSAL AND VALIDATION OF MEASUREMENT SCALES ABSTRACT: The objective of this study is to design and validate scales for measuring several structural, non-structural and informal coordination mechanisms. The first group is primarily linked to managerial posts or specific bodies. This study focuses on the design of networks, project and development teams, and work teams. Non-structural coordination mechanisms do not characteristically create bodies or jobs, but complement them. For this group we design and validate other scales for measuring the regulation of work processes, skills and outcomes. Lastly, scales for mechanisms of an informal nature are provided for aspects such as the strive for socialization and mutual adaptation. After creating a group of 43 items, the reliability and validity (convergent and discriminant validity) of the items were verified. A sample of 167 large Spanish firms was used for the analysis. KEYWORDS: Measurement scales, Reliability, Validity, Coordination mechanisms. 1. INTRODUCCIÓN El diseño organizativo es un área amplia de conocimiento por lo que delimitar y estructurar un marco global en el que trabajar puede ser una tarea delicada. Desde el estudio pionero de Lawrence y Lorsch (1967), uno de los esquemas básicos más comunes para estructurar el área de diseño organizativo, lo constituyen dos procesos simultáneos y complementarios: la diferenciación, y la integración o coordinación. El primero busca separar actividades para mejorar la eficiencia de la estructura, mientras que el segundo pretende coordinar los esfuerzos de las distintas partes diferenciadas para garantizar el cumplimiento de los objetivos de la organización. En el presente trabajo nos centraremos en el proceso de integración o coordinación. De esta forma, nuestro objetivo será diseñar y validar diversas escalas para medir diferentes mecanismos de coordinación. Los mecanismos de coordinación pueden dividirse en dos grandes grupos, los mecanismos de carácter formal y los mecanismos de carácter informal. A su vez, los mecanismos de carácter formal se pueden dividir en mecanismos de coordinación estructural y no estructural, en función de que estén vinculados a puestos directivos u órganos específicos, o no. Entre los primeros se M. Begoña Lloria encuentran el diseño de redes, los equipos de proyecto y desarrollo, y los equipos de trabajo; y entre los mecanismos de coordinación no estructural podemos considerar la normalización de procesos, de habilidades y de resultados. Con relación a los mecanismos de carácter informal, estudiaremos el esfuerzo de socialización y la adaptación mutua. Tras la reflexión teórica de estos mecanismos de coordinación, hemos diseñado diversas escalas de medida con un total de 43 ítems. Una investigación llevada a cabo en 167 grandes empresas españolas nos ha permitido comprobar sus propiedades psicométricas: la fiabilidad y la validez. Hemos hecho un especial énfasis en la validez de constructo; este tipo de validez se ha demostrado a partir de la validez convergente y la validez discriminante. Una de las etapas más laboriosas de cualquier investigación empírica son precisamente las fases iniciales en las que se definen las variables y se construyen las escalas de medida. En este sentido, creemos que estas escalas pueden ser de gran utilidad para futuras investigaciones de carácter cuantitativo. 2. MARCO TEÓRICO. MECANISMOS DE COORDINACIÓN ESTRUCTURAL, NO ESTRUCTURAL E INFORMAL La importancia de los mecanismos de integración o coordinación ha sido resaltada por numerosos autores (De la Fuente et al., 1997; Galbraith, 1994; Lawrence y Lorsch, 1967; Mintzberg, 1979; Nadler y Tushman, 1988). Ello ha permitido trasladar una visión vertical de la organización hacia una visión horizontal mucho más acorde con la forma de organización actual (Johannnessen, Olaisen y Olsen, 1999; Terziovski et al., 2000; Gold y Campbell, 2002; Wooddridge y Minsky, 2002). Respecto a la visión horizontal, los procesos dinámicos y los equipos reemplazan, en gran medida, las rígidas líneas jerárquicas. Las actividades necesitan ser coordinadas e integradas pero, a diferencia de la visión vertical, esta integración descansa sobre las habilidades, el conocimiento, las relaciones y un claro sentido del propósito (Palmer, 1998: 296). Las diferencias entre ambas perspectivas pueden observarse en el cuadro 1. Cuadro 1. Comparación entre la visión vertical y la visión horizontal Visión vertical Visión horizontal Las funciones tienen interacciones extensivas con otras funciones desde donde se observa a los clientes y proveedores internos Los resultados y los procesos son medidos y gestionados Los sistemas son continuamente analizados y mejorados Los clientes y los procesos necesitan dominar la toma de decisiones La implicación de los empleados en la toma de Los equipos cross-funcionales a todos los niveles son decisiones no existe o está restringida a la función convocados frecuentemente para dirigir asuntos críticos del trabajo Los empleados son recompensados por su contribución Los empleados son recompensados por su contribución funcional organizativa No se comparte información regularmente entre las La información y el interés mutuo es compartido entre funciones las funciones Las funciones tienen mínima interacción con otras funciones Sólo se miden y se gestionan los resultados Se examinan los sistemas sólo cuando hay un problema Las funciones necesitan dominar la toma de decisiones Fuente: Adaptado de Terziovski et al. (2000: 26) 128 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 Mecanismos de coordinación estructural, no estructural e informal. Propuesta y validación de escalas de medida En relación a esta visión horizontal de la organización toman protagonismo los diferentes mecanismos de integración o coordinación. Los mecanismos de coordinación que vamos a estudiar en esta investigación pueden observarse en el cuadro 2. La primera distinción que observamos es la de mecanismos de carácter formal e informal. Como su nombre indica, los primeros son establecidos de una manera consciente y deliberada en la organización, mientras que los segundos coordinan individuos o unidades de una manera más espontánea o informal. Los mecanismos de carácter formal, a su vez, se dividen en mecanismos de coordinación estructural y no estructural (De la Fuente et al., 1997: 197 y 205). Los mecanismos de coordinación estructural son definidos explícitamente para coordinar actividades y suelen estar vinculados a puestos directivos u órganos específicos. Concretamente, nos referimos al diseño de redes, los equipos de proyecto y desarrollo, y los equipos de trabajo. Los mecanismos de coordinación no estructural, por su parte, se caracterizan porque no crean órganos o puestos, pero constituyen un complemento relevante a los mecanismos estructurales facilitando la organización del trabajo. Siguiendo a Mintzberg (1979 y 1989)1, estudiaremos la normalización de procesos de trabajo, de habilidades y de resultados. Los mecanismos de coordinación informal u orientados a facilitar las relaciones informales son los más simples y fáciles de utilizar. Los individuos se enfrentan a una determinada situación y, espontáneamente, se comunican entre sí. Si no se requiere una mayor coordinación, los mecanismos de carácter informal pueden ser suficientes. Cualquier mecanismo adicional complicaría innecesariamente la toma de decisiones, además de suponer mayores costes. En este trabajo consideraremos el esfuerzo de socialización y la adaptación mutua. Cuadro 2. Mecanismos de coordinación MECANISMOS DE CARÁCTER FORMAL Mecanismos de coordinación estructural Mecanismos de coordinación no estructural MECANISMOS DE CARÁCTER INFORMAL U ORIENTADOS A FACILITAR LAS RELACIONES INFORMALES Diseño de redes, equipos de proyecto y desarrollo, y equipos de trabajo Normalización de procesos de trabajo, de habilidades y de resultados Esfuerzo de socialización y Adaptación mutua Presentados ya de forma general los distintos mecanismos de coordinación, desarrollamos ahora cada mecanismo de forma particular. 2.1. Mecanismos de coordinación estructural 2.1.1. Diseño de redes o spider´s web El diseño de redes o spider´s web consiste en un conjunto de nudos o posiciones ocupadas por individuos o grupos, y enlaces o vínculos manifestados por las interacciones entre las distintas posiciones gracias a la red (Cohen, 1993: 198). Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 ISSN: 1135-2523 129 M. Begoña Lloria Su propósito es permitir a los individuos o grupos trabajar cooperativamente y compartir conocimiento rápida y fácilmente gracias a la tecnología sin considerar el tiempo, la distancia o los límites organizativos (Browne, 1997: 152). Las redes son apropiadas cuando el conocimiento es fundamentalmente explícito y está disperso entre muchos especialistas quienes deben proporcionar una solución coordinada a un problema complejo (Quinn y Paquette, 1990: 72; Quinn et al., 1996: 79). Pueden ser más o menos intensas según el número y el tipo de interacciones entre los miembros (Cohen, 1993: 198). Ejemplos de diseños de redes pueden encontrarse en compañías profesionales de servicio como bancos de inversión, empresas consultoras o equipos de diagnóstico médico. Otras de sus principales características pueden ser las siguientes. - Las tecnologías de información (TI) son un factor clave en el diseño de redes. Proporcionan un lenguaje común y una base de datos para las comunicaciones. Ayudan a producir, manipular, almacenar, comunicar o diseminar información. Capturan información del entorno, ayudan a los miembros a encontrar las fuentes de conocimiento y permiten compartir conocimiento y resolver problemas de una manera interactiva (López y Carretero, 1999: 89; Armbrecht et al., 2001: 41). Cada nudo tendrá su propio software y el éxito se consigue gracias a la interacción de la red completa (Quinn et al., 1996: 79). Se crean de esta forma los llamados equipos virtuales en los que, como su nombre sugiere, sus miembros no están físicamente localizados en un mismo lugar sino dispersos aunque conectados gracias a la red. - Las redes permiten a más personas, con más diversidad ⎯diferentes especialidades, culturas y lenguajes⎯ y separadas geográficamente, reunirse en un único proyecto y focalizar sobre un único problema o cliente. - El diseño de redes difiere de otras estructuras de equipo por la carencia de claros límites entre la red y la organización. En contraste con otras estructuras formadas por equipos, las redes no están autocontenidas. El número de miembros conectado a la red es difuso y fluido. Ello implica que no es posible delimitar de forma veraz los miembros que están en la red ni ser consciente de los participantes con quienes se tienen contactos directos (Cohen, 1993: 198-199). - Las redes requieren decisiones más rápidas. Ahora los miembros del equipo, al tener acceso inmediato a la información y feedback sobre los resultados del equipo, están bajo una mayor presión para responder de una forma más rápida a las demandas organizativas (Barner, 1996: 15; López y Carretero, 1999: 90). - Los miembros del equipo necesitarán desarrollar ciertas habilidades de comunicación y manejo de software para tener éxito en el entorno de trabajo virtual que crea la red. Estas herramientas ayudan a coordinar la toma de decisiones poniendo en condiciones a cada trabajador para evaluar las distintas opciones sin discutirlas dentro del grupo (Barner, 1996: 15). - El poder de las interconexiones que proporciona la red puede ser tan grande, que incluso con un número no muy elevado es posible aumentar en gran medida la capacidad del conocimiento. Es por ello que este diseño se utiliza para crear valor resolviendo problemas complejos que exceden de las capacidades de un único profesional (Quinn et al., 1996: 78). Esto es así porque es más difícil que un individuo en solitario sea capaz de crear nuevo conocimiento. En la medida que interactúe con otros, aunque sólo sea a través de una red, las posibilidades aumentan de forma considerable. 130 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 Mecanismos de coordinación estructural, no estructural e informal. Propuesta y validación de escalas de medida 2.1.2. Equipos de proyecto y desarrollo Los equipos de proyecto y desarrollo son equipos que se forman en la empresa para llevar a cabo tareas de innovación y creación de conocimiento. Son adecuados cuando se requiere gran interdependencia entre personas, recursos y tareas, y cuando el proyecto requiere hasta su culminación un largo periodo de tiempo (Ranney y Deck, 1995: 9). Los equipos de proyecto y desarrollo han sido muy utilizados por las organizaciones y existe una amplia literatura sobre ellos. Sus miembros ⎯típicamente profesionales como ingenieros, diseñadores o investigadores⎯ se reúnen y forman equipos para conducir proyectos durante un período de tiempo. Sus principales características para un mejor funcionamiento y eficiencia pueden resumirse en las ideas recogidas en el cuadro 3. Cuadro 3. Características distintivas de los equipos de proyecto y desarrollo 1) Asignación de tareas únicas e inciertas. Su trabajo no se basa en procedimientos estandarizados debido a que están creando un output nuevo (Cohen, 1993: 211). La incertidumbre, la complejidad y las tareas genuinas y novedosas son, por tanto, rasgos típicos del trabajo que se lleva a cabo en estos equipos. 2) Capacidad de autogestión. Se logra cuando el equipo posee autonomía y multidisciplinariedad. Un equipo que se autorganiza está, generalmente, compuesto por miembros de diversas especialidades funcionales. 3) Designación de un líder y rotación de liderazgo. El líder del proyecto debe ser capaz de ayudar al equipo a entender su dirección, alinear sus esfuerzos con los objetivos estratégicos de la organización, asegurar que se incorpora al equipo experiencia o establecer relaciones con otros grupos de interés. Una forma muy común de liderazgo es rotar el liderazgo conforme va avanzando el proceso de desarrollo de un nuevo producto. 4) La alta dirección debe incorporar inestabilidad y ser catalizador. La alta dirección debe intentar desarrollar una visión referente a los principales propósitos estratégicos y alinear a los equipos con esa visión, dejándoles libertad para realizar su trabajo. También debe crear un elemento de tensión en el equipo dejando libertad técnica pero sin entrar en temas de específicos de trabajo. 5) Multiaprendizaje. Aprendizaje multinivel ─que se puede manifestar a lo largo de los niveles individual, grupal y organizativo─; y Aprendizaje multifuncional. Los miembros del equipo pueden sentirse motivados acumulando experiencia y conocimientos en áreas que no le son propias. 6) Control sutil. Es el control necesario para que los equipos de proyecto y desarrollo trabajen pero, al mismo tiempo, posean la libertad necesaria para innovar. 7) Permanencia de personal dentro de los grupos. Según Hedlund (1994: 83-84) para tareas de innovación, resultan más efectivos los equipos temporales con gente fija, que los equipos permanentes con gente diferente. Fuente: Adaptado de Lloria (2004: 133) Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 ISSN: 1135-2523 131 M. Begoña Lloria 2.1.3. Equipos de trabajo Los equipos de trabajo son responsables de la producción de bienes y servicios. En contraste con los equipos de proyecto, los equipos de trabajo representan el trabajo regular y continuo de la organización proporcionando flexibilidad y variedad a la unidad en la que trabajan. Aunque los equipos de trabajo se encuentran más frecuentemente en escenarios de manufactura, este diseño de equipo es aplicable a cualquier área o situación en la que los individuos sean interdependientes y puedan hacerse responsables de fabricar un producto o proporcionar un servicio para un cliente interno o externo. Algunos ejemplos podrían ser equipos de producción, equipos de ensamblaje, equipos de soporte administrativo, equipos de ventas y servicio al cliente o equipos de soporte profesional, entre otros (Cohen, 1993: 215). Presentamos aquí la visión más avanzada de los equipos de trabajo y más ligada a la innovación. Hay otros casos mucho más modestos que también pueden considerarse equipos de trabajo aunque no compartan estas características. Según esta visión más avanzada los equipos de trabajo poseen tres características importantes: son autocontenidos ⎯selfcontained⎯, están autorizados ⎯empowered⎯ y se autogestionan ⎯self-managing⎯ (Albers et al., 1995: 74-75). En primer lugar, el equipo de trabajo típico es una entidad autocontenida, es decir, es responsable colectivamente de una parte identificable y sustancial del trabajo de la organización. Debido a que abarca todas las tareas realizadas para el logro de su misión, depende mínimamente de las tareas requeridas por individuos de fuera de sus límites. En su forma ideal tendría los atributos siguientes. 1) Los servicios de soporte están incluidos en el equipo, de tal forma que contienen los recursos clave necesarios para llevar a cabo sus objetivos. 2) Los individuos poseen conocimientos y habilidades a lo largo de varias disciplinas para facilitar la flexibilidad y la coordinación entre los miembros. 3) Los miembros trabajan prácticamente de forma exclusiva para el equipo sin tener otras prioridades. 4) Por último, el equipo, como una sola unidad, informa a la organización. En segundo lugar, el equipo gestiona muchos aspectos de su propio funcionamiento, es decir, se autogestiona. Las tareas tradicionalmente representadas por los directivos recaen dentro del equipo. En tercer lugar, los equipos de trabajo están autorizados, es decir, no tienen que buscar la aprobación jerárquica para muchas de sus decisiones sobre cómo realizar su trabajo. Esta autorización o empowerment tiene dos aspectos: dirección y capacidad. Ambos aspectos forman el poder, si se carece de uno, el poder desaparece. Si saben lo que están intentando llevar a cabo, es decir, tienen dirección, pero se carece de capacidad, no se podrán alcanzar los resultados; y también al contrario, si se posee la capacidad pero no se sabe muy bien lo que el equipo debe hacer, tampoco se alcanzarán los objetivos. Tener una dirección clara supone o requiere que exista autorización por dos razones: 1) La dirección focaliza atención y energía. Si no hay dirección o si la dirección no está clara, la energía colectiva se disipa y no surge una acción coordinada. 2) Tener una dirección clara proporciona una oportunidad para los individuos de relacionar sus objetivos personales y los objetivos organizativos. 132 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 Mecanismos de coordinación estructural, no estructural e informal. Propuesta y validación de escalas de medida El segundo aspecto de nuestra definición de empowerment es la capacidad para el logro de los objetivos. Los equipos poseen capacidad cuando poseen: 1) El conocimiento y habilidades ⎯técnicas, de negocio, interpersonales y organizativas⎯ requeridas para contribuir al resultado del equipo y de la unidad. 2) La información sobre objetivos y resultados a múltiples niveles: organización, unidad de negocio y equipos. 3) Los recursos materiales, incluyendo espacio, tiempo y equipamiento necesarios para llevar a cabo el trabajo. 4) Por último, la autoridad para tomar decisiones sobre cómo el equipo realiza su trabajo; de esta forma, la toma de decisiones tiene lugar allí donde reside la experiencia. 2.2. Mecanismos de coordinación no estructural Además de los mecanismos de coordinación estructural que hemos definido, existe otro grupo de mecanismos de coordinación que no crean órganos de la estructura pero constituyen un complemento singular a los mecanismos estructurales anteriores facilitando la organización del trabajo. Los mecanismos no estructurales son los siguientes: normalización de procesos de trabajo ⎯formalización⎯, normalización de habilidades y conocimientos ⎯preparación⎯, y normalización de resultados ⎯planificación y control⎯. 2.2.1. Normalización de procesos de trabajo. Formalización Se normalizan los procesos de trabajo cuando el contenido del trabajo queda especificado, es decir, programado. Generalmente las normas y reglas de trabajo se desarrollan en la tecnoestructura o staff de analistas para su cumplimiento en el núcleo operativo, como en el caso de las instrucciones de trabajo que surgen de los estudios de métodos y tiempos (Mintzberg, 1984: 29-30; 1991: 116). A la variable de diseño utilizada para normalizar los procesos de trabajo se le denomina formalización del comportamiento, y puede ser definida de forma estricta o de forma amplia. La definición estricta se refiere sólo a formas de actuación de la organización que están reguladas mediante documentos escritos, es decir, mediante manuales de procedimientos o documentos correspondientes a instrucciones de trabajo. La definición amplia de formalización abarca las reglas de obligado cumplimiento, la estandarización de procesos y los diferentes procedimientos, estén especificados o no en manuales o documentos (Moreno-Luzón, Peris y González, 2001: 217). Esta segunda definición de formalización que recoge todo lo que efectivamente responde a un esquema predeterminado, tanto sea fruto de las rutinas o la costumbre, es la que se adopta en este trabajo. Aunque se puede considerar que uno de los motivos fundamentales de la formalización es la coordinación de actividades, existen otros motivos que justifican su utilización. Así la formalización del comportamiento se utiliza para lograr la eficiencia productiva a base de garantizar el cumplimiento de normas. Igualmente puede ser utilizada para evitar un trato desigual ante los clientes o cuando existe en la dirección un deseo arbitrario de orden (De la Fuente et al., 1997: 207). 2.2.2. Normalización de habilidades y conocimientos. Preparación Las habilidades y/o conocimientos se normalizan cuando ha quedado especificado el tipo de preparación requerida para la realización del trabajo (Mintzberg, 1984: 30-31; 1991: 117-118). Así ocurre, por ejemplo, entre profesionales ⎯ingenieros, médicos o economistas, Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 ISSN: 1135-2523 133 M. Begoña Lloria entre otros⎯ que responden de forma previsible, según su preparación, a los problemas que deben afrontar. Mediante la normalización de habilidades la organización puede especificar los conocimientos y las habilidades que tiene que disponer el candidato antes de incorporarse a la empresa. En este caso, se contrata del exterior un empleado “preprogramado” o “preformalizado” que más adelante se perfeccionará con formación intraorganizativa, hasta que esté perfectamente preparado para cubrir las necesidades de la organización que lo contrata. La normalización de habilidades se refiere, por tanto, a la exigencia de las habilidades y los conocimientos relacionados con el puesto que se va a desempeñar. Las unidades u organizaciones que se coordinan principalmente mediante este mecanismo dan una gran importancia a las habilidades y los conocimientos que posee el individuo antes de entrar en la empresa. Estos individuos, especialmente si son profesionales cualificados, poseen una amplia autonomía, llegando incluso a no ser necesaria la coordinación con otros participantes y realizando una tarea con características puramente profesionales de carácter individual. 2.2.3. Normalización de los resultados. Planificación y control En este caso se logra la coordinación especificando los resultados de diferentes trabajos. También se desarrolla en la tecnoestructura, como es el caso de un plan financiero que especifica los objetivos de las subunidades, las especificaciones técnicas y de calidad de un producto final o los objetivos de ventas de un equipo (Mintzberg, 1984: 30; 1991: 116). Las variables utilizadas para normalizar los resultados son la planificación de acciones y el control de rendimiento. Precisamente, el objeto de los planes consiste en especificar el resultado deseado en un momento futuro, mientras que el control determinará si se han cumplido o no los planes. Considerados conjuntamente, la planificación y el control regulan y normalizan las actividades e indirectamente también el comportamiento. 2.3. Mecanismos de coordinación informal u orientados a facilitar las relaciones informales Como ya adelantamos, el último grupo de mecanismos de coordinación corresponde a los mecanismos de coordinación de carácter informal. La literatura clásica sobre organizaciones puso énfasis fundamentalmente en la estructura formal, trabajo fuertemente estandarizado, puestos muy especializados y un claro sistema de autoridad y control. Pronto surgieron reacciones y gracias a la Escuela de Relaciones Humanas ⎯impulsada desde las experiencias llevadas a cabo por Mayo y Roethlisberger entre 1927 y 1932⎯, se destacó la presencia de una estructura informal o la existencia de relaciones no previstas por la jerarquía y el mando. En la actualidad, este énfasis en la organización informal se ha intensificado estableciéndose en las empresas diferentes mecanismos de coordinación de carácter informal. De este modo, la integración surge de la posesión de unos valores compartidos que hacen que los individuos, de una manera espontánea, actúen de forma coordinada y conjunta. Comprenden este tipo de mecanismos, el esfuerzo de socialización y la adaptación mutua. 134 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 Mecanismos de coordinación estructural, no estructural e informal. Propuesta y validación de escalas de medida 2.3.1. Esfuerzo de socialización La socialización o convergencia en valores se refiere a la medida en la cual los miembros de la organización se sienten, efectivamente, parte de la empresa. Las ideas que giran en torno a esta variable son, entre otras: el nivel en el cual existen relaciones de confianza, el grado en que existen valores comunes entre los miembros de la organización, y el nivel de compromiso con la tarea y con la organización (Moreno-Luzón, Peris y González, 2000: 167-168). Sin embargo, creemos que la variable socialización no es una variable directamente controlable por la dirección. La organización no tiene medios para socializar a sus miembros cuando quiere y en el grado que desea. Por consiguiente, hemos bautizado a la variable como esfuerzo de socialización y, en este caso, creemos que se manifiesta en la medida en que los valores y normas de la organización están explícitamente considerados en la selección de personal, y en la medida en que existen actividades orientadas a que los miembros de la organización tomen conciencia de los valores de la empresa, tanto a través de los programas de formación como debido al clima organizativo y a las relaciones de equidad que logre la organización. Cuando se consigue, la socialización actúa como un mecanismo de coordinación en la empresa mediante la normalización de los comportamientos, lo que permite crear previsibilidad, orden y consistencia. En este sentido, se puede decir que la socialización consigue un fin similar al constituido por un conjunto de normas, reglas y regulaciones escritas, pero sin necesidad de documentación (De la Fuente et al., 1997: 213). 2.3.2. Adaptación mutua Consigue la coordinación del trabajo por medio del proceso simple de la comunicación informal (como el que tiene lugar entre dos operarios). Por ser un mecanismo muy simple, la adaptación mutua se utiliza en las organizaciones más sencillas aunque paradójicamente es un mecanismo indispensable en las organizaciones donde el trabajo es muy complejo e incierto (Mintzberg, 1984: 27; 1991: 116). Estos contactos informales pueden llegar a ser mucho más poderosos que las estructuras formales y los sistemas de recompensas para alcanzar los objetivos de la organización (Joyce et al., 1997: 22). 3. DESARROLLO DE LAS ESCALAS. GENERACIÓN DE ÍTEMS El primer paso para desarrollar una escala es la generación de una lista de ítems que, en su conjunto, conformen el concepto que se pretende medir, en nuestro caso, los mecanismos de coordinación estructural, no estructural e informal anteriormente descritos. En las tablas 1 y 2 se muestran los distintos ítems que se han utilizado para medir cada una de las variables. Estos ítems se han generado a partir de la definición del concepto propuesto por los distintos autores2. De esta forma se otorga validez de contenido a la escala3. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 ISSN: 1135-2523 135 M. Begoña Lloria Tabla 1. Lista de ítems para medir los mecanismos de coordinación estructural DISEÑO DE REDES V1: Accesibilidad de todos los departamentos a los sistemas de información y comunicación V2: Accesibilidad de todos los individuos a los sistemas de información y comunicación V3: Conexión de los sistemas de información y comunicación con clientes y proveedores V4: Actualización de los sistemas de información y comunicación EQUIPOS DE PROYECTO Y DESARROLLO V1: Multifuncionalidad o multidisciplinariedad V2: Existencia de objetivos colectivos propios V3: Autorganización V4: Aprendizaje dentro del equipo V5: Compartir conocimiento V6: Trabajo poco formalizado V7: Existencia de control sutil V8: Recompensa colectiva del resultado del equipo V9: Existencia de objetivos definidos que no son interferidos por el funcionamiento normal de la empresa EQUIPOS DE TRABAJO OPERATIVO V1: Multifuncionalidad o multidisciplinariedad V2: Existencia de objetivos colectivos propios V3: Autorganización V4: Aprendizaje dentro del equipo V5: Compartir conocimiento V6: Trabajo poco formalizado V7: Existencia de control sutil V8: Recompensa colectiva del resultado del equipo V9: Existencia de objetivos definidos que no son interferidos por el funcionamiento normal de la empresa Tabla 2. Lista de ítems para medir los mecanismos de coordinación no estructural e informal NORMALIZACIÓN DE PROCESOS DE TRABAJO V1: Existencia de normas escritas, procedimientos e instrucciones de trabajo en la unidad de producción V2: Existencia de normas escritas, procedimientos e instrucciones de trabajo en la unidad comercial V3: Existencia de normas escritas, procedimientos e instrucciones de trabajo en la unidad de I+D NORMALIZACIÓN DE HABILIDADES V1: No necesidad de supervisión en la unidad de producción V2: No necesidad de supervisión en la unidad comercial V3: No necesidad de supervisión en la unidad de I+D NORMALIZACIÓN DE RESULTADOS V1: Existencia de sistemas de planificación y control que establecen objetivos para la unidad de producción V2: Existencia de métodos de control de rendimiento que permiten la autonomía en la unidad de producción V3: Existencia de sistemas de planificación y control que establecen objetivos en la unidad comercial V4: Existencia de métodos de control de rendimiento que permiten la autonomía en la unidad comercial V5: Existencia de sistemas de planificación y control que establecen objetivos en la unidad de I+D V6: Existencia de métodos de control de rendimiento que permiten la autonomía en la unidad de I+D ESFUERZO DE SOCIALIZACIÓN V1: Consideración de los valores y normas en la selección de personal en la unidad de producción V2: Existencia de actividades orientadas a la concienciación de los valores de la empresa en la unidad de producción V3: Consideración de los valores y normas en la selección de personal en la unidad comercial V4: Existencia de actividades orientadas a la concienciación de los valores de la empresa en la unidad comercial V5: Consideración de los valores y normas en la selección de personal en la unidad de I+D V6: Existencia de actividades orientadas a la concienciación de los valores de la empresa en la unidad comercial ADAPTACIÓN MUTUA V1: El diálogo y la comunicación informal como mecanismo de coordinación en la unidad de producción V2: El diálogo y la comunicación informal como mecanismo de coordinación en la unidad comercial V3: El diálogo y la comunicación informal como mecanismo de coordinación en la unidad de I+D 136 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 Mecanismos de coordinación estructural, no estructural e informal. Propuesta y validación de escalas de medida Para los mecanismos de coordinación no estructural e informal hemos preferido delimitar el área sobre la que se formula el ítem. De esta forma, el ítem queda perfectamente definido. Consideramos que las áreas de producción, comercial e I+D son tres áreas funcionales básicas. El cuestionario final incluyó los 43 ítems presentados. Cada ítem fue valorado a partir de una escala tipo Likert de 7 puntos (1=totalmente desacuerdo a 7=totalmente de acuerdo). 4. MUESTRA Y RECOGIDA DE DATOS Este trabajo se encuadra en una investigación de mayor envergadura que pretende analizar y conectar diversos aspectos relacionados con el diseño organizativo, la creación de conocimiento4 y la gestión de la calidad. El tipo de empresa más adecuado para esta investigación fueron las grandes empresas, ya que la ambición y amplitud de los objetivos así como las hipótesis formuladas en dicha investigación, requerían un desarrollo organizativo de cierta entidad. Aquí se presenta sólo una pequeña parte de dicha investigación, la correspondiente a mecanismos de coordinación estructural, no estructural e informal, y el diseño y validación de dichas escalas. La población de empresas se obtuvo a partir de la base de datos Dun and Brandstreet. Las empresas se seleccionaron, tal como establece la Cuarta Directiva 78/660/CE, mediante el cumplimiento de dos de los tres criterios de la Comisión Europea: número de empleados igual o mayor a 250, y facturación mayor a 40 millones de euros. Ello nos permitió obtener una población de 1465 empresas. La ficha técnica de la investigación se recoge en la tabla 3. El total de las grandes empresas españolas lo constituyen 1465 empresas. No pudimos o no nos dejaron contactar con nadie que pudiera contestar la encuesta en 182 casos. Finalmente, se contactó con 1283 de las cuales 96 (un 7,5%) no quisieron colaborar. Se enviaron 1187 cuestionarios, 1078 por e-mail y 109 por fax. Al final se recibieron 167 cuestionarios válidos ⎯134 empresas contestaron vía web y 33 en formato word⎯ lo que supone un 14,1% de los cuestionarios enviados. Tabla 3. Ficha técnica de la investigación empírica Universo y ámbito de la investigación 1465 empresas españolas de más de 250 empleados y más de 40 millones de euros de facturación anual Tamaño de la muestra 167 empresas Nivel de confianza 95.5% Error muestral ± 7% Procedimiento del muestreo Muestreo de conveniencia5 Ámbito geográfico Todo el territorio español Unidad muestral Empresa Fecha de realiza. del trabajo de Marzo-Junio 2003 campo Tipo de entrevista Cuestionario estructurado en formato web o en formato word a elección del entrevistado. La encuesta se realizó al máximo responsable de la empresa o, en su defecto, al director de calidad o similar El procedimiento fue el siguiente: tras un primer contacto telefónico con la empresa, se envió un mail a la persona encargada de su cumplimentación, con un enlace que le permitía entrar en una página web que capturaba los datos on-line. Así mismo, también se daba la opción de cumplimentar el cuestionario en formato word y luego remitirlo por e- mail o por fax. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 ISSN: 1135-2523 137 M. Begoña Lloria El cuestionario fue pretestado entre los directivos de cuatro empresas pertenecientes a la población seleccionada. Se les envió el cuestionario en formato web, tal y como se hizo posteriormente con la muestra real. Éste fue positivamente valorado planteándose algunas sugerencias que supusieron pequeñas modificaciones y que se incorporaron al instrumento de medida. En lo que se refiere a las características generales de la muestra podemos aportar datos referentes a los sectores de actividad y localización geográfica de las empresas. Según los sectores de actividad, la mayor parte de las empresas se encuadran en el sector secundario. Así mismo, hay cincuenta y seis empresas del sector terciario y sólo seis empresas del sector primario. Las empresas se encuentran distribuidas por todo el territorio nacional si bien, y como era de esperar, la mayor parte de ellas se encuentran en la Comunidad de Madrid y Cataluña -concretamente, un 52.7%-. En menor porcentaje se encuentran representadas el resto de Comunidades Autónomas, a excepción de la Comunidad cántabra que no aparece representada. 5. COMPROBACIÓN DE LAS PROPIEDADES PSICOMÉTRICAS Una escala de medida es un conjunto de ítems que permite medir el nivel que alcanza un atributo determinado no directamente observable. En el estudio que nos ocupa, el atributo no observable directamente son los mecanismos de coordinación estructural, no estructural e informal. Para que un instrumento de medida pueda denominarse escala debe reunir, entre otras, dos propiedades psicométricas fundamentales como son la fiabilidad y la validez. De esta forma, aseguramos que las escalas recogen la información del constructo que se pretende medir y, además, esta información se obtiene por el procedimiento más exacto y fiel con la realidad. Analizaremos ambas propiedades en los subepígrafes siguientes. 5.1. Análisis de la fiabilidad La fiabilidad o consistencia interna indica en qué medida los diferentes ítems son coherentes y si pueden ser utilizados para medir una magnitud específica (Jerez-Gómez et al , 2005). Existen diferentes procedimientos para medir la fiabilidad de una escala. Uno de ellos es el coeficiente alpha de Cronbach. Éste se define como la proporción de la varianza total de una escala que es atribuible a una fuente común, presumiblemente, el valor real de la variable que pretenden recoger los ítems (DeVellis, 1991). Su valor oscila entre 0 y 1. En la tabla 4 pueden observarse el número de ítems correspondiente a cada escala y el valor del α de Cronbach. Como puede observarse todas poseen valores superiores o cercanos al 0.7 recomendado (Nunally y Berstein, 1994), con lo que se demuestra la fiabilidad de las distintas escalas. Tabla 4. Análisis de fiabilidad de las escalas Escala Diseño de redes Equipos de proyecto y desarrollo Equipos de trabajo Normalización de procesos Normalización de habilidades Normalización de resultados Esfuerzo de socialización Adaptación mutua 138 ISSN: 1135-2523 Nº de ítems 4 9 9 3 3 6 6 3 α de Cronbach 0,7669 0,7893 0,6524 0,6801 0,7641 0,8746 0,9282 0,9017 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 Mecanismos de coordinación estructural, no estructural e informal. Propuesta y validación de escalas de medida 5.2. Validez de constructo o de concepto (construct validity). Validez convergente La validez de constructo está relacionada con la relación teórica entre la variable objeto de medida y otras variables. Trata de reflejar hasta qué punto una medida se comporta de la forma en que comportaría el concepto que pretende medir, con respecto a otras medidas ya establecidas para otros conceptos (Cruz, 2002: 16). La forma de operativizar la validez de constructo es a través de la validez convergente y la validez discriminante. En este epígrafe analizaremos la validez convergente. Existe validez convergente cuando se emplean distintos instrumentos para medir un mismo constructo ⎯distintos ítems para una misma variable latente⎯, y esos instrumentos están fuertemente correlacionados (Vila, Küster y Aldás, 2000: 20). La validez convergente se determina revisando los test t de las cargas factoriales. Si todas las cargas factoriales de las variables que miden el mismo constructo son estadísticamente significativas, se verifica la validez convergente de estos indicadores (Anderson y Gerbing, 1988). A continuación, mostramos los resultados obtenidos para cada uno de los diferentes mecanismos de coordinación, concretamente los resultados del análisis factorial confirmatorio y los principales indicadores de la bondad del ajuste. 5.2.1. Diseño de redes Tabla 5. Análisis factorial confirmatorio de la escala de medición del diseño de redes Variables λ Accesibilidad de todos los departamentos a los sistemas de información y comunicación 1.259*** Accesibilidad de todos los individuos a los sistemas de información y comunicación 1.483*** Conexión de los sistemas de información y comunicación con clientes y proveedores 0.791*** Actualización de los sistemas de información y comunicación 1.012*** Significatividad p*<0.05; t>1.96 p**<0.01; t>2.576 p***<0.001; t>3.291 Indicadores de la bondad del ajuste LISREL GFI= 0.987 LISREL AGFI= 0.934 Standardized RMR= 0.012 χ2(2 grados de libertad)= 15.397; p=0.113 t λ estandarizado 11.750 0.844 10.844 0.789 5.345 0.431 8.912 0.667 Esta escala ha mostrado óptimos resultados en cuanto a su validez. Como puede apreciarse en la tabla 5, se cumplen las condiciones exigidas que confirman la validez convergente de la escala. El estadístico t tiene valores muy elevados ⎯todos superiores a 3.291⎯ y, por tanto, significativo para p<0.001. Además de significativas, las cargas factoriales (λ estandarizado) deben ser grandes —cercanas o superiores a 0.6—, y lo son en todas las variables excepto en la tercera, si bien alcanza el valor mínimo de 0.4 exigido por Hair et al. (1999). Los indicadores de la bondad del ajuste ofrecen muy buenos resultados. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 ISSN: 1135-2523 139 M. Begoña Lloria 5.2.2. Equipos de proyecto y desarrollo Esta escala, que trata de medir la eficiencia y eficacia de los equipos de proyecto y desarrollo, ofrece también buenos resultados respecto a su validez. Tabla 6. Análisis factorial confirmatorio de la escala de medición de los equipos de innovación Variables Son multidisciplinares Existen objetivos de innovación propios del equipo Se caracterizan por su autonomía y autorganización Existe aprendizaje dentro del equipo Se comparte el conocimiento dentro del equipo Trabajo poco formalizado Existencia de control sutil Recompensa colectiva por el resultado del equipo Existencia de objetivos definidos en los equipos, que no son interferidos por el funcionamiento normal de la empresa Significatividad ; p*<0.05; t>1.96 ; p**<0.01; t>2.576 ; p***<0.001; t>3.291 λ 0.851*** 0.893*** 1.080*** 0.945*** 0.851*** 0.476** 0.797*** 0.736*** 0.663*** λ estandarizado 0.518 0.573 0.810 0.761 0.670 0.254 0.579 0.383 0.371 t 6.661 7.500 11.767 10.790 9.110 3.075 7.588 4.744 4.595 Indicadores de la bondad del ajuste LISREL GFI= 0.824 LISREL AGFI= 0.836 Standardized RMR= 0.06 χ2(27 grados de libertad)= 74371; p=0.000 Como se aprecia en la tabla 6, los indicadores de la bondad del ajuste arrojan buenos resultados, los dos primeros son cercanos al 0.9 recomendado y el tercero, el RMR, tiene un valor de 0.06. Por su parte, el estadístico t es superior a 3.291 en prácticamente todos los casos, por lo que los parámetros son significativos para p<0.001. Respecto a las cargas factoriales la mayoría superan el mínimo de 0.4, a excepción de la sexta, octava y novena variable que ofrecen un 0.254, un 0.383, y un 0.371, respectivamente. Son valores que no contribuyen demasiado a explicar la variable que queremos medir, en este caso, los equipos de proyecto y desarrollo. Si los elimináramos mejoraríamos la validez de la escala, pero creemos que no procede ya que perderíamos información. Además, y para confirmar la validez de esta escala, ofrecemos en la tabla 7 otros indicadores de la bondad del ajuste del modelo que también arrojan resultados satisfactorios. Tabla 7. Otros indicadores de la bondad del ajuste del modelo Indicador BENTLER-BONETT NORMED FIT INDEX BENTLER-BONETT NONNORMED FIT INDEX COMPARATIVE FIT INDEX (CFI) 140 ISSN: 1135-2523 Medida de esta escala 0.824 0.836 0.877 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 Mecanismos de coordinación estructural, no estructural e informal. Propuesta y validación de escalas de medida 5.2.3. Equipos de trabajo operativo Esta escala ha sido de las más complejas de validar. Los primeros resultados que ofrecía el programa no lograban alcanzar buenos resultados ni proponía cómo mejorarlos. Como se debe hacer en estos casos, realizamos un análisis factorial para comprobar la existencia de más de un factor. Efectivamente, el análisis nos confirmó la existencia de cuatro factores. Ya que ese resultado no tenía mucho sentido teórico y ya que sólo una variable constituía uno de los factores, decidimos intentar mejorar el análisis eliminando la sexta variable ⎯”trabajo poco formalizado”⎯. Observando la diagonal de la matriz de correlación anti-imagen, esta variable es la que ofrecía un valor menor de la medida de adecuación muestral (Hair et al., 1999). Con ocho variables el análisis factorial confirmó la existencia de tres factores. En la tabla 8 se muestra los resultados del análisis factorial y en la figura 1 el modelo estimado para esta escala. Tabla 8. Análisis factorial de la escala equipos de trabajo operativo Varianza Aprendizaje dentro del equipo 0.886 Compartición de conocimiento 0.782 F1 Autorganización 0.711 Recompensa colectiva del resultado del equipo 0.814 Existencia de objetivos definidos que no son interferidos por el funcionamiento normal de la empresa 0.613 F2 Multifuncionalidad o multidisciplinariedad 0.854 Existencia de objetivos colectivos 0.564 F3 Existencia de control sutil 0.465 Alpha total=0.669 Determinante de la matriz de correlaciones=0.255 Varianza total=59.932 KMO=0.685 Test de esfericidad de Barlett=168.918 Significance=0.000 32.285 14.819 12.829 Figura 1.- modelo estimado para la escala equipos de trabajo operativo D1 F1 D2 Equipos de trabajo operativo V3 E3 V4 E4 V5 E5 V8 E8 V9 E9 V1 E1 V2 E2 V7 E7 F2 F3 D3 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 ISSN: 1135-2523 141 M. Begoña Lloria Como puede observarse en la tabla 9 los resultados obtenidos son satisfactorios por lo que confirmamos la validez convergente de la escala. El estadístico t es significativo en todos los casos. Las cargas factoriales son superiores a 0.4 ⎯mínimo exigido por Hair et al. (1999)⎯, excepto para la variable “Multifuncionalidad o multidisciplinariedad” y la variable “Existencia de control sutil”. Ambas variables tienen valores inferiores a 0.4 lo que significa que son variables que no contribuyen demasiado a explicar lo que queremos medir. Son valores candidatos a salir de la escala. Sin embargo, dado que no deseamos perder información y ya que los índices de la bondad del ajuste son excelentes ⎯ver tabla 10⎯, hemos preferido mantener ambas variables confirmando así la validez convergente de la escala. Tabla 9. Análisis factorial confirmatorio de la escala de medición de los equipos de trabajo operativo Variables λ Multifuncionalidad o multidisciplinariedad 1.000 Existencia de objetivos colectivos 1.472** Autorganización 1.000 Aprendizaje dentro del equipo 1213*** Compartición de conocimiento 0.868*** Existencia de control sutil 0.736* Recompensa colectiva del resultado 1.000 Existencia de objetivos definidos que no son interferidos por el funcionamiento normal de la empresa 0.713** Significatividad p<0.05*; t>1.96 p<0.01**; t>2.576 p<0.001***; t>3.291 Indicadores de la bondad del ajuste LISREL GFI= 0.970 LISREL AGFI= 0.933 Standardized RMR=0.018 χ2(16 grados de libertad)= 21.659; p=0.1545 t --2.839 --6.986 6.897 2.295 --- λ estandarizado 0.381 0.603 0.645 0.919 0.626 0.300 0.577 3.109 0.480 Tabla 10. Otros indicadores de la bondad del ajuste del modelo Indicador BENTLER-BONETT NORMED FIT INDEX BENTLER-BONETT NONNORMED FIT INDEX COMPARATIVE FIT INDEX (CFI) Medida de esta escala 0.905 0.951 0.972 5.2.4. Normalización de procesos La escala que mide la normalización de procesos es una escala con sólo tres variables. Para poder realizar un análisis factorial confirmatorio, hemos fijado el coeficiente de regresión en la primera ecuación para poder obtener grados de libertad suficientes y poder estimar el modelo. De esta forma, el ajuste es perfecto como puede observarse en la tabla 11. 142 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 Mecanismos de coordinación estructural, no estructural e informal. Propuesta y validación de escalas de medida Tabla 11. Análisis factorial confirmatorio de la escala de medición de la normalización de procesos de trabajo Variables λ Existencia de normas escritas, procedimientos e instrucciones de trabajo en la unidad de producción 1.275 Existencia de normas escritas, procedimientos e instrucciones de trabajo en la unidad comercial 1.528*** Existencia de normas escritas, procedimientos e instrucciones de trabajo en la unidad de I+D 1.018*** Significatividad p*<0.05; t>1.96 p**<0.01; t>2.576 p***<0.001; t>3.291 Indicadores de la bondad del ajuste LISREL GFI= 1.000 LISREL AGFI= 1.000 Standardized RMR= 0.000 χ2(1 grado de libertad)= 0.000; p=1.00 t λ estandarizado --- 0.667 8.004 0.766 6.124 0.529 5.2.5. Normalización de habilidades Al igual que sucede con la normalización de procesos nos encontramos con una escala que posee sólo tres variables. Para validar la escala, y como hemos hecho en el caso anterior, hemos fijado el λ de la primera ecuación. De esta forma, el ajuste es perfecto. Como puede apreciarse en la tabla 12, el estadístico t es superior a 3.291 por lo que todos los parámetros son significativos en todos los casos y las cargas factoriales son superiores a 0.4. Los indicadores de la bondad del ajuste arrojan resultados perfectos. Tabla 12. Análisis factorial confirmatorio de la escala de medición de la normalización de habilidades Variables No necesidad de supervisión en la unidad de producción No necesidad de supervisión en la unidad comercial λ t λ estandarizado 1.275 --- 0.667 8.004 6.124 0.766 0.529 1.528*** No necesidad de supervisión en la unidad de I+D 1.018*** Significatividad p*<0.05; t>1.96 p**<0.01; t>2.576 p***<0.001; t>3.291 Indicadores de la bondad del ajuste LISREL GFI= 1.000 LISREL AGFI= 1.000 Standardized RMR= 0.000 χ2(1 grado de libertad)= 0.000; p=1.00 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 ISSN: 1135-2523 143 M. Begoña Lloria 5.2.6. Normalización de resultados El primer intento de ajuste del modelo no alcanzó los resultados óptimos para dar por validada la escala. Como hemos hecho en estos casos, procedimos a realizar un análisis factorial para comprobar la existencia de más de un factor, o conocer qué variable debíamos eliminar de la escala. Los resultados nos confirmaron la existencia de un único factor para esta escala, tal y como esperábamos, y la conformidad de tener que eliminar la cuarta variable⎯”la existencia de métodos de control del rendimiento que permiten la autonomía en la unidad de comercial”⎯, dado que la medida de adecuación muestral que se deriva de la matriz de correlación anti-imagen era la menor de las cuatro variables (Hair et al., 1999). Estimamos de nuevo el modelo y, como puede apreciarse en la tabla 13, a excepción del índice LISREL GFI que es un poco más bajo de lo esperado, los otros dos indicadores de la bondad del ajuste ofrecen muy buenos resultados. El LISREL GFI es cercano a 0.9 y el Standarized RMR es inferior a 0.05. El estadístico t ofrece valores muy elevados, superiores a 3.291 en todos los casos, y la mayor parte de las cargas factoriales son superiores a 0.6. La segunda variable tiene una carga factorial algo menor aunque supera el mínimo de 0.4. Por consiguiente, consideramos validada la escala. Tabla 13. Análisis factorial confirmatorio de la escala de medición de la normalización de resultados Variables λ Existencia de sistemas de planificación y control que establecen objetivos para la unidad de producción 1.363*** Existencia de métodos de control del rendimiento que permiten la autonomía en la unidad de producción 0.985*** Existencia de sistemas de planificación y control que establecen objetivos para la unidad comercial 1.229*** Existencia de sistemas de planificación y control que establecen objetivos para la unidad de I+D 1.370*** Existencia de métodos de control del rendimiento que permiten la autonomía en la unidad de I+D 1.030*** Significatividad p*<0.05; t>1.96 p**<0.01; t>2.576 p***<0.001; t>3.291 Indicadores de la bondad del ajuste LISREL GFI= 0.918 LISREL AGFI= 0.755 Standardized RMR= 0.025 χ2(5 grados de libertad)= 43.091; p<0.001 t λ estandarizado 6.260 0.816 8.394 0.584 6.745 0.790 6.327 0.812 8.290 0.610 5.2.7. Esfuerzo de socialización Los primeros indicadores de la bondad del ajuste de esta escala ofrecieron resultados muy poco satisfactorios. Por ello, realizamos un análisis factorial exploratorio para tratar de comprobar la presencia de más de un factor. Efectivamente, como puede observarse en la tabla 14, los resultados demostraron que esta escala tenía dos factores: un primer factor recoge si en los programas de formación existen actividades orientadas a la concienciación de los valores de la empresa en las unidades de producción, comercial e I+D, y un segundo factor recoge las tres 144 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 Mecanismos de coordinación estructural, no estructural e informal. Propuesta y validación de escalas de medida variables que hacían referencia a si los valores y normas de la organización están explícitamente considerados en la selección de personal en las tres unidades. El modelo estimado para la escala de esfuerzo de socialización puede observarse en la figura 2. Tabla 14. Análisis factorial de la escala esfuerzo de socialización Varianza Existencia de actividades orientadas a la concienciación de los valores de la empresa en la 0.926 unidad de I+D Existencia de actividades orientadas a la concienciación de los valores de la empresa en la 0.914 F1 73.651 unidad comercial Existencia de actividades orientadas a la concienciación de los valores de la empresa en la 0.884 unidad de producción Consideración de los valores y normas en la selección de personal en la unidad de producción 0.914 Consideración de los valores y normas en la selección de personal en la unidad comercial 0.914 F2 17.932 Consideración de los valores y normas en la selección de personal en la unidad de I+D 0.883 Alpha total=0.928 Determinante de la matriz de correlaciones=0.0007653 Varianza total=91.736 KMO=0.826 Test de esfericidad de Barlett=761.773 Significance=0.000 Figura 2. Modelo estimado para la escala esfuerzo de socialización D1 F1 V2 E2 V4 E4 V6 E6 V1 E1 V3 E3 V5 E5 Esfuerzo de socialización F2 D2 Una vez planteadas las ecuaciones oportunas, los resultados ofrecieron una considerable mejora de la validez de la escala. Como se observa en la tabla 15, los indicadores de la bondad del ajuste son excelentes. El estadístico t es superior a 3.291 en todos los casos por lo que todos los parámetros son significativos para p<0.001. Las cargas factoriales también son grandes, superiores a 0.6 en todos los casos. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 ISSN: 1135-2523 145 M. Begoña Lloria Tabla 15. análisis factorial confirmatorio de la escala de medición del esfuerzo de socialización Variables λ Consideración de los valores y normas en la selección de personal en la unidad de producción 1.000 Existencia de actividades orientadas a la concienciación de los valores de la empresa en la unidad de producción 1.000 Consideración de los valores y normas en la selección de personal en la unidad comercial 1.056*** Existencia de actividades orientadas a la concienciación de los valores de la empresa en la unidad comercial 1.106*** Existencia de actividades orientadas a la concienciación de los valores de la empresa en la unidad de I+D 1.016*** Consideración de los valores y normas en la selección de personal en la unidad de I+D 1.123*** Significatividad p *<0.05; t>1.96 p**<0.01; t>2.576 p**<0.001; t>3.291 Indicadores de la bondad del ajuste LISREL GFI= 0.928 LISREL AGFI= 0.943 Standardized RMR= 0.007 χ2(6 grados de libertad)= 30.947; p<0.001 t λ estandarizado --- 0.909 --- 0.872 21.204 0.951 19.947 0.961 19.609 0.920 20.591 0.977 5.2.8.- Adaptación mutua De nuevo nos encontramos con una escala de tamaño reducido. Como hemos hecho en casos anteriores, para poder estimar el modelo fijamos el valor λ de la primera ecuación y obtenemos un ajuste perfecto con los estadísticos t significativos. Como muestra la tabla 16, las cargas factoriales son mayores a 0.6 y los indicadores de la bondad del ajuste excelentes. Tabla 16. Análisis factorial confirmatorio de la escala de medición de la adaptación mutua Variables λ El diálogo y la comunicación informal como mecanismo de coordinación en la unidad de producción 1.584 El diálogo y la comunicación informal como mecanismo de coordinación en la unidad comercial 1.369*** El diálogo y la comunicación informal como mecanismo de coordinación en la unidad de I+D 1.645*** Significatividad p*<0.05; t>1.96 p**<0.01; t>2.576 p***<0.001; t>3.291 Indicadores de la bondad del ajuste LISREL GFI= 1.000 LISREL AGFI= 1.000 Standardized RMR= 0.000 χ2(1 grados de libertad)= 0.000; p=0.995 146 ISSN: 1135-2523 t λ estandarizado --- 0.901 13.665 0.784 18.246 0.923 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 Mecanismos de coordinación estructural, no estructural e informal. Propuesta y validación de escalas de medida 5.3. Validez discriminante Se afirma que una escala tiene validez discriminante cuando no mide un constructo para el que no se diseñó, es decir, cuando la medida no se correlaciona con otras medidas de las que se supone que debe diferir, porque realmente miden conceptos distintos (Cruz, 2002: 17). En nuestro caso se ha evaluado la validez discriminante comparando el α de Cronbach de cada escala con la correlación de dicha escala respecto al resto de escalas. Este tipo de validez queda confirmado si el α de Cronbach para cada escala es superior a cualquiera de las correlaciones de dicha escala con el resto (Berné et al., 1994), tal y como queda demostrado en la tabla 17. Nótese que, en aquellas escalas en las que para demostrar la validez convergente hemos eliminado alguna variable –como es el caso de los equipos de trabajo y la normalización de resultados–, hemos calculado de nuevo el α de Cronbach. En cualquier caso, los resultados de ambos análisis de fiabilidad son bastante similares. Existen otros métodos para el cálculo de la validez discriminante como, por ejemplo, el test de diferencias de las Ji-cuadrado o el test del intervalo de confianza, basados ambos en modelos de ecuaciones estructurales. Debido al elevado número de escalas no nos resulta operativo trabajar con estas técnicas. Tabla 17. Matriz de correlaciones y coeficientes alpha de cronbach Redes (1) Eq de proyecto (2) Eq trabajo (3) N procesos (4) N habilidades (5) N de rdos (6) E de socialización (7) Adaptación mutua (8) (1) 0.769 0.441 0.309 -0.13 0.176 0.342 0.436 0.238 (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) 0.789 0.648 0.014 0.092 0.258 0.307 0.307 0.669 -0.10 -0.00 0.276 0.254 0.263 0.680 0.268 -0.06 -0.19 -0.44 0.764 0.100 0.151 0.115 0.847 0.457 0.201 0.928 0.372 0.901 En la diagonal: α de Cronbach En negrita: correlaciones significativas p<0.01 ó p<0.05 6. CONCLUSIONES En el presente trabajo hemos diseñado y validado un total de ocho escalas para medir los mecanismos de integración o coordinación. Estas escalas pueden ser útiles en investigaciones de naturaleza cuantitativa ya que el diseño y la validación de escalas es una de las fases más laboriosas en este tipo de investigaciones. En este sentido, este trabajo puede ser de utilidad no sólo en lo que se refiere a la descripción de los ítems sino también en relación a las diferentes metodologías utilizadas para su fiabilidad y validez. Así mismo, otra de las ventajas de estas escalas diseñadas es su reducido tamaño, algo muy positivo y valorado por los directivos cuando se trata de responder cuestionarios. Los mecanismos de coordinación son cada vez más utilizados en las organizaciones modernas tendiendo a una visión más horizontal de la estructura y con un menor número de niveles jerárquicos. Estos mecanismos pueden dividirse en dos grandes grupos según tengan un carácter formal o informal. A su vez, y siguiendo a De la Fuente et al. (1997), los mecanismos formales pueden dividirse en mecanismos de carácter estructural o no estructural. En este trabajo, hemos diseñado y validado escalas para medir estos mecanismos. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 ISSN: 1135-2523 147 M. Begoña Lloria Los mecanismos de carácter estructural están vinculados a puestos directivos u órganos específicos. Para este grupo hemos diseñado escalas referidas al diseño de redes, equipos de proyecto y desarrollo, y equipos de trabajo operativo. Los mecanismos de carácter no estructural no crean órganos o puestos en la organización pero sirven de complemento a los anteriores. En este grupo encajan los mecanismos de coordinación definidos por Mintzberg (1979 y 1989) ampliamente divulgados y conocidos en la literatura: la normalización de procesos, de habilidades y de resultados. Por último, también hemos definido escalas para medir los mecanismos de carácter informal que pueden surgir de forma más espontánea en la organización. Para este tipo de mecanismos hemos diseñado escalas para medir el esfuerzo de socialización y la adaptación mutua. El total de las ocho escalas definidas conforman un total de 43 ítems. Una vez definidos estos ítems, hemos comprobado sus propiedades psicométricas de fiabilidad y validez. Para medir la fiabilidad o consistencia de la escala hemos utilizado el coeficiente α de Cronbach. Como puede comprobarse, todas las escalas poseen un valor cercano o superior al 0.7 recomendado (Nunally y Berstein, 1994). No existe un criterio objetivo para comprobar la validez de contenido de una escala (Hoskisson et al., 1993; Nunnally y Berstein, 1994). Sin embargo, podemos afirmar que existe cuando la selección de los ítems recoge las dimensiones del concepto que se pretende medir. En nuestro caso, hemos tenido un especial cuidado en la selección de los ítems que se ha realizado a partir de la literatura consultada. La validez de constructo, por su parte, se operativiza a través de la validez convergente y la validez discriminante. Se afirma que existe validez convergente cuando se emplean distintos instrumentos para medir un mismo constructo, y esos instrumentos están fuertemente correlacionados (Vila, Küster y Aldás, 2000). El método más fiable para comprobar este tipo de validez es revisar los test t de las cargas factoriales. Si todas las cargas factoriales de las variables que miden el mismo constructo son estadísticamente significativas, se verifica la validez convergente de estos indicadores (Anderson y Gerbling, 1988). Además las cargas factores deben ser superiores al valor de 0.4 (Hair, et al., 1999). En nuestra investigación hemos podido comprobar este tipo de validez para todas las escalas diseñadas. En los casos de los equipos de trabajo operativo, y el esfuerzo de socialización ha sido necesario realizar previamente un análisis factorial en el que se pudo comprobar la existencia de más de un factor. Para las escalas de equipos de trabajo y normalización de resultados fue necesario eliminar un ítem. Por último, se sostiene que existe validez discriminante cuando la escala no mide un constructo para el que no se diseñó (Cruz, 2002). Aunque existen diversos métodos para comprobar este tipo de validez, siguiendo a Berné et al. (1994), se puede comparar el α de Cronbach de cada escala con la correlación de dicha escala con el resto de escalas. En nuestra investigación los resultados confirman, de nuevo, este tipo de validez. 148 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 127-150 Mecanismos de coordinación estructural, no estructural e informal. Propuesta y validación de escalas de medida NOTAS 1 Estas dos obras de Mintzberg serán citadas, en adelante, en sus versiones homónimas castellanas de 1984 y 1991, respectivamente. 2 Nótese que los ítems correspondientes a equipos de proyecto y desarrollo son los mismos que los ítems correspondientes a equipos de trabajo. Hemos considerado que ésta era la mejor opción ya que ambos equipos difieren por la naturaleza del trabajo que realizan: en el primer caso, genuino y novedoso destinado a la innovación, y en el segundo, rutinario y repetitivo. Sin embargo, tanto en un tipo de equipo como en el otro pueden darse los ítems planteados aunque con intensidad diferente. 3 La validez de contenido está relacionada con la selección de los ítems que conforman la escala; determina en qué medida la selección de ítems recoge todas las posibles dimensiones del concepto que se pretende medir. Constatar esto no es sencillo dado que es difícil determinar exactamente cuál es el abanico de ítems que potencialmente debería recoger la escala, y qué muestra de esos ítems se podría considerar representativa. No existe un criterio objetivo y bien definido (Hoskisson et al., 1993; Nunnally y Berstein, 1994), por cuanto que se basa en el juicio del experto. 4 Ello justifica que, para los mecanismos de coordinación no estructural e informal, se formularan ítems para el departamento de I+D, junto con producción y comercial. 5 En este caso, la muestra está formada por unidades muestrales que son accesibles o favorables (Miquel et al., 1997: p. 146). BIBLIOGRAFÍA ALBERS, S., COHEN, S.G. y MOHRMAN, A.M. JR. (1995): Designing team-based organizations: New Forms of Knowledge Work, Jossey-Bass Inc., San Francisco, California. ANDERSON, J.C. y GERBING (1988): “Structural equation modeling in practice: A review and recommended twostep approach”, Psychological Bulletin, No 103, pp. 411-423. 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Universidade de Vigo Recibido: 13 de diciembre de 2007 Aceptado: 2 de julio de 2008 RESUMEN: El artículo propone identificar nuevas vías de generación de valor en mercados industriales caracterizados por un elevado grado de conocimiento técnico. En estas circunstancias, hemos detectado que los agentes, particularmente los prescriptores, tienen la necesidad creciente de disponer de servicios que incrementen el conocimiento y la confianza sobre el uso y utilización de los productos industriales. El trabajo expone una experiencia que persigue acometer la creación de valor y la internacionalización desarrollando redes eficientes en la creación, integración y transferencia de conocimiento susceptibles de ofrecer una respuesta eficaz a la toma de decisiones de los prescriptores y agentes frontera relacionados con los mercados industriales. PALABRAS CLAVE: Creación de valor en mercados industriales a través de redes sociales, Organización de conocimiento, Capacidad de absorción. EFFICIENT KNOWLEDGE CREATION, INTEGRATION, TRANSFERENCE AND ASSIMILATION IN NETWORKS. A PROPOSAL TO STRENGTHEN THE TRUST AND COMMITMENT WITH PRESCRIBERS. ABSTRACT: The paper purpose is to identify new ways for value generation in industrial products that need a high degree of specialized knowledge due to its technical component. The present research has found that agents who possess this knowledge have the growing necessity to identify services of value related to these products. It is included a purpose successfully applied in the business internationalization area, based on the generation of efficient networks connected to knowledge creation, integration and transference which allow to give a efficient response to prescriber decision making in industrial markets. KEYWORDS: Industrial markets, networks and value creation, Knowledge organization, Knowledge absorption. 1. INTRODUCCIÓN. LA ORGANIZACIÓN Y ABSORCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LAS REDES SOCIALES INDUSTRIALES CON CONOCIMIENTO ESPECIALIZADO El desarrollo de procesos ligados a la organización y absorción del conocimiento en el área de las actividades industriales posee un elevado potencial. Entre ellos, la satisfacción de las necesidades específicas por parte de los agentes capaces de influir en la decisión de compra. Y es que una característica diferencial de los mercados industriales es la existencia de agentes con conocimiento especializado que influyen de forma decisiva en el acceso de los productos a los mercados. La vía propuesta para conseguir un valor diferencial en los productos industriales radica en la generación de redes o tejidos sociales de relaciones (Napahiet, Ghoshal, 1998; Adler, Kwon, 2002; Bresnen et al., 2005), que intercambien conocimiento y respondan eficazmente a las necesidades de los agentes frontera y, particularmente, la de los prescriptores, entendiendo Cabanelas Lorenzo, P.; Cabanelas Omil, J.; González Vázquez, E. como tales a aquellos especialistas con capacidad de influencia cualificada en la toma de decisiones de terceros. En la actualidad, la interdependencia existente entre agentes permite la generación de redes de relaciones que pueden resultar beneficiosas para el desarrollo de los negocios (McLoughlin, Haran; 2000). Esta idea refuerza una corriente de pensamiento que sugiere que un enfoque de comunidad social, especializada en la creación, integración, transferencia y asimilación eficiente de conocimiento, tiene más recorrido que la visión neoclásica de las ventajas de localización y aglomeración (Morosini, 2004). De hecho, las redes sociales pueden impulsar la capacidad de absorción de conocimientos entre sus componentes (Zahra, Scorge, 2002) puesto que la capacidad de adquisición, asimilación, trasformación y explotación de conocimiento facilita la consecución de ventajas competitivas y de aprendizaje (Cohen, Levinthal, 1989; 1990; 1994). En este sentido, cada vez existen más evidencias de que los aspectos sociales juegan un papel clave en la creación y transferencia de conocimiento en los procesos de innovación y el aprendizaje organizativo (Brown, Duguid, 2001). Prueba de ello es que la innovación se está trasladando desde los emprendedores individuales hacia las redes integradas por empresas, instituciones, investigadores y agentes sociales. De hecho, las redes son capaces de generar corrientes de innovación mediante la integración inter-funcional (Song and Montoya-Weiss, 2000), la fusión tecnológica (Kodama, 1992) o la fusión de conocimientos (Preece et al, 2000). En esencia, existe un impacto positivo de la integración de conocimiento en red sobre el rendimiento de la innovación de productos (Lin, Chen; 2006). La confianza es un elemento esencial para los agentes integrados en redes (Gulati, Nohria y Zaheer, 2000), de hecho, las redes sociales promueven la confianza y reducen los costes de transacción, por ejemplo, al hacer el oportunismo más costoso por sus efectos sobre la reputación (Gulati y Gargiulo, 1999). En este sentido también se manifiesta Uzzi (1997), al afirmar que las relaciones integradas tienen tres componentes principales que regulan las expectativas y comportamientos de los socios del intercambio: confianza, transferencia de información detallada y acuerdos para la solución conjunta de problemas. De hecho, los procesos de creación, integración, transferencia y asimilación de conocimientos en las redes, deben articularse sobre la constitución de servicios de valor con un fuerte componente de innovación, que suscite el interés de los agentes que participan en la red. Esta perspectiva implica desarrollar un enfoque de “mercado ampliado” donde se establezcan redes sociales impulsadas por un conjunto de relaciones que han de tener la capacidad de interactuar y movilizar a los agentes de la red (Gummesson, 1999). Atendiendo a la teoría de los stakeholders, existen múltiples grupos que es necesario gestionar porque tienen una participación considerable y legítima en las actividades de las firmas (Cai, Wheale, 2004), especialmente, requiere gestionar la cooperación con clientes y con socios de la red como los suministradores, distribuidores, profesionales, centros tecnológicos, entidades financieras y otros, destacando los prescriptores como agentes de especial relevancia (Grönroos, 2000). Este enfoque implica desarrollar e implantar políticas y prácticas organizativas que consideren los objetivos de los agentes relevantes, condicionando así la capacidad de absorción y facilitando la confianza y la toma de decisiones (Post et al., 2002), lo cual será posible si se asume una perspectiva de red que gestione las múltiples inferencias sociales (Rowley, 1997; Mahon et al., 2004). La movilización de los activos de las organizaciones que promueven 152 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº3, 2008, pp. 151-166 La creación, integración, transferencia y asimilación eficiente de conocimiento en redes: una propuesta … iniciativas de este tipo resultan clave para comprometer a los prescriptores en la busca del rendimiento y coordinar los esfuerzos, así como resolver los conflictos que puedan surgir (Kochan, Rubinstein, 2000). Figura 1. Propuesta de actuación para los mercados industriales. Sistemas productivos industriales con elevado grado de conocimiento especializado REDES SOCIALES Empresas, Universidades, Profesionales, Administraciones Públicas ORGANIZACIÓN Y ABSORCIÓN DE CONOCIMIENTOS Procesos de creación, integración, transferencia y asimilación eficiente de conocimiento CREACIÓN DE VALOR PARA LOS PRESCRIPTORES Incremento de la confiabilidad y la vinculación Fuente: Elaboración propia. Teniendo en cuenta todas estas reflexiones, las proposiciones de partida del artículo son las siguientes: La consolidación de servicios de valor añadido ligados a procesos de creación, integración, transferencia y asimilación de conocimientos en las redes sociales son un recurso de primer nivel para el desarrollo de los negocios en los mercados industriales. De hecho, el stock y el flujo de conocimientos tienen un rol relevante en el establecimiento de ventajas competitivas para las redes de empresas (Tallman, 2004), a la vez que la creación e integración de conocimiento juega un papel destacado puesto que incrementa las capacidades de los agentes que componen una organización o una red (Grant, 1996a). La vinculación de agentes a través de procesos de transferencia y que incrementen la asimilación de conocimientos, implica desarrollar competencias relacionales específicas y focalizarse en el proceso de decisión de los agentes con capacidades de prescripción. El prescriptor es un agente clave en los mercados industriales y precisa de servicios de valor añadido y una sistemática que gestione su relación con la red de empresas y el resto de agentes de la red facilitando su confiabilidad y una mejor toma de decisiones. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 151-166 ISSN: 1135-2523 153 Cabanelas Lorenzo, P.; Cabanelas Omil, J.; González Vázquez, E. En definitiva, el problema que trataremos de resolver en este artículo está centrado en cómo articular la organización (creación e integración) y la absorción (transferencia y asimilación) de conocimientos eficaz y eficiente en redes sociales con alto conocimiento especializado, para que de esta manera se estimule la confianza y la vinculación de los prescriptores en los productos industriales. Las investigaciones también sugieren dos consecuencias derivadas: el incremento en la intensidad del rendimiento sobre la innovación de los productos y, a la vez, una mayor generación de valor añadido para los agentes que concurren en la red, facilitando una mayor penetración en los mercados industriales. Si bien estas dos últimas proposiciones no serán objeto específico de este trabajo. Figura 2. Principios, constructos, instrumentos y resultados al constituir redes eficientes en la creación, integración y transferencia eficiente de conocimiento. Creación e integración de conocimiento especializado Rendimiento en la innovación de productos Servicios de valor adaptados a las necesidades y demandas de los agentes Principios e intereses comunes de redes formadas por empresas, universidades, administraciones públicas y profesionales Vinculación de los agentes a la red a través de una gestión de relaciones adaptativa Mayor confiabilidad en los productos industriales Mayor generación de valor e incremento en la penetración en los mercados Transferencia y asimilación de conocimiento Bases de la red Constructos Instrumento Resultados intermedios Resultado final Fuente: Elaboración propia. 2. LA ORGANIZACIÓN Y ABSORCIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPECIALIZADO EN REDES La cooperación continuada de agentes que desarrollan actividades vinculadas a la investigación, producción, comercialización o desarrollo de servicios, puede ejercer una función básica a través de la integración de conocimiento y de intercambios de información especializada sobre la base de unos objetivos e intereses comunes (Morosini, 2004). Para ello, es preciso construir tejidos sociales con los agentes que ayuden a determinar cómo crear conocimiento nuevo e integrar el existente con el fin de otorgar valor superior a los productos y servicios (Morosini, 2004). En consecuencia, asumir una perspectiva de red exige la presencia 154 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº3, 2008, pp. 151-166 La creación, integración, transferencia y asimilación eficiente de conocimiento en redes: una propuesta … del conocimiento en el modelo organizacional global (Lee, Yang; 2000), lo cual supone revisar en cierto modo la primacía tradicional del conocimiento explícito sobre el tácito y atender a la estructuración del mismo. En la medida que la red asuma la necesidad de desarrollar el aprendizaje colectivo estará en disposición de integrar e, incluso, de crear nuevo conocimiento aplicable en la relación con los diferentes agentes. Este conocimiento puede ser común (permite el entendimiento) o específico de los agentes (posibilita la diferenciación a la hora de realizar determinadas actividades). Así, para más detalle: a. Conocimiento común: comprende aquellos elementos de conocimiento comunes a todos los miembros de una red u organización. Equivale a la intersección de sus activos de conocimiento (Grant, 1996b) y constituye la base que permite a los individuos compartir, crear e integrar conocimiento que anteriormente no tenían a su disposición. b. El conocimiento específico de los agentes puede clasificarse a su vez en: b.1 Contextual: aquel referido a las circunstancias concretas del lugar y del momento de desarrollo de una actividad (Hayek, 1945). En particular, destacamos el conocimiento específico sobre el medio ambiente y aquel relativo a los aspectos sociales e institucionales, donde se incluyen las reglas de juego y la normativa general con influencia en la actividad desarrollada. b.2 Tecnológico: lo compone el conjunto de procesos, herramientas y técnicas utilizadas en cualquier actividad (Choudhury, Sampler, 1997) incluidas la normativa y los aspectos técnicos. Este apartado incluye el conocimiento sobre los materiales y sus usos, sobre el diseño y la colocación, y sobre el tratamiento, mantenimiento, restauración y conservación. La identificación de cada una de las formas de conocimiento facilitan la creación e integración, de hecho, en palabras de Grant (1996b), la integración del conocimiento individual especializado es una capacidad organizativa que permite establecer y sostener ventajas competitivas y se potencia mediante una serie de mecanismos, como son el intercambio, la socialización y la internalización del conocimiento, sobre la base de una fuerte carga motivadora y de liderazgo asumida por aquellos agentes más activos (Sabberwal y BecerraFernández, 2005). En un contexto de organización aumentada, como es la red, la incursión de los diferentes agentes/socios proporciona recursos que contribuyen a mejorar el sistema en su conjunto (Dan et al., 2005). Las redes deben proporcionar los canales de comunicación adecuados para transmitir y utilizar el conocimiento, puesto que el objetivo no es gestionar contenidos específicos de conocimiento, sino articular y mejorar la gestión de procesos independientes (Dan et al., 2005) en busca de la creación de valor. Este proceso pretende que, en una iniciativa eminentemente humana como la generación de relaciones y redes (Ritter, Gemüden, 2003), exista la capacidad de integrar, transferir y asimilar conocimiento, que permita desarrollar competencias relacionales. Éstas estarán ligadas a la habilidad de generar unas corrientes innovadoras que generen un valor superior percibido en la capacidad de absorción y en la confiabilidad, y la toma de decisiones de los agentes de la red. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 151-166 ISSN: 1135-2523 155 Cabanelas Lorenzo, P.; Cabanelas Omil, J.; González Vázquez, E. Existen corrientes que posibilitan el desarrollo de instrumentos ligados a la cadena de valor de conocimientos, entre ellas las investigaciones sobre los productos que incrementan su valor, la información compartida sobre aspectos de interés que refuerzan la confianza del prescriptor, la atención y cooperación colectiva hacia al prescriptor en la resolución de problemas (incluida la satisfacción de sus necesidades), las acciones de promoción, los servicios compartidos de diseño o el tratamiento específico del material. La concienciación sobre la disponibilidad de instrumentos colectivos capaces de articularse en la forma de servicios, que sean comunicados de forma efectiva, posibilitará la consecución de resultados para la red y los prescriptores. Las corrientes planteadas por Brown e Eisenhardt (1995), y que consideraron como vitales en la innovación, son la aproximación racional a los problemas, la capacidad de compartir recursos, una estrategia de comunicación compartida por la red y una disciplina común para la resolución de problemas. En nuestra propuesta, la concurrencia de servicios de valor añadido que surgen de los procesos de creación e integración de conocimiento y su comunicación adecuada a través de un proceso que gestione las relaciones entre los agentes, con enfoque hacia los prescriptores, posibilita fortalecer las capacidades de redes de agentes vinculadas al desarrollo, producción y comercialización de productos industriales. La organización del conocimiento implica crear nuevo conocimiento e integrar información y conocimiento disperso, en posesión de numerosos agentes, pero muchas veces poco formalizado y sobre todo escasamente integrado para poder ponerlo a disposición del prescriptor de la forma adecuada. La gestión de relaciones implica responder a las necesidades del prescriptor de forma sistemática y ligar las respuestas a sus necesidades. 3. LA GESTIÓN DE RELACIONES CON LOS PRESCRIPTORES EN LA RED SOCIAL DE LA ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA En los últimos años, y merced a la colaboración de los autores en el Programa Regional de Acciones Innovadoras PRAI GAELIC de la Unión Europea, se han ido constituyendo redes ligadas a la Arquitectura Contemporánea tratando la utilización de materiales y productos del granito y madera, actividades en las que la industria gallega presenta posiciones de liderazgo dentro de nuestro país y ocupando un lugar de referencia en Europa. El sector de los equipamientos y, particularmente estos campos de actividad, perciben la necesidad de desarrollar procesos de innovación (Winch, 1998; Gann, 2000; Fairclough, 2002; Bresnen et al., 2005). A su vez, han surgido redes de agentes, que conforman comunidades de trabajo, que buscan compartir su repertorio de conocimientos relacionados con la práctica (Wenger, 1998; Mezher et al., 2005). Ante esta perspectiva, los mencionados sistemas productivos del granito y la madera, han detectado una oportunidad en la generación de tejidos sociales (Napahiet, Ghoshal, 1998; Adler, Kwon, 2002) que permitan satisfacer las necesidades concretas de los agentes con capacidad de prescripción. De ahí surge el sistema de gestión propuesto, que parte de la constitución de una red mundial ligada a la Arquitectura Contemporánea, donde colaboran, además de las empresas, instituciones, universidades, colegios de arquitectos e institutos tecnológicos, superando en la actualidad los quinientos agentes. 156 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº3, 2008, pp. 151-166 La creación, integración, transferencia y asimilación eficiente de conocimiento en redes: una propuesta … La metodología parte de la asunción de premisas comunes por parte de todos los agentes de la red, una propuesta estratégica que implique la integración de los intereses de cada colectivo con los intereses globales de la red y una participación activa de todos los agentes. Teniendo en cuenta estas premisas se procedió a la construcción de la red y posteriormente el diseño del sistema de gestión de relaciones con prescriptores. Los pasos seguidos para la construcción de la red fueron: 1. Identificar los prescriptores de referencia. 2. Detectar las necesidades de información de los prescriptores. 3. Integrar las bases de conocimiento: articular de servicios de valor que incrementen las competencias diferenciales. 4. Desarrollar el sistema de gestión de relaciones y la estrategia de relacióncomunicación. Esta metodología pretende obtener un mayor conocimiento de los procesos de decisión, así como de los tipos de agentes influyentes en el acceso a los mercados industriales. Establecer un análisis individualizado de las necesidades de los principales grupos identificados, susceptibles de ser satisfechas mediante la gestión de relaciones. Definir una estrategia de relación mediante servicios que puedan resultar exitosos de cara a la atracción de los prescriptores. a. Identificación de los prescriptores de referencia. La investigación comienza por la identificación de aquellos agentes que pueden ser prescriptores y decisores potenciales, entre ellos, constructores, promotores, decoradores, ingenieros, arquitectos, profesores (en disciplinas de ingeniería, arquitectura y conexas), revistas especializadas (construcción, arquitectura y decoración), proveedores de materiales y clientes finales, Administraciones Públicas (organismos relacionados con la promoción, la investigación, la industria y técnicos de la administración), creadores de tendencias, especialistas técnicos y comerciales de las empresas, directivos y miembros de los consejos de administración de las empresas. Identificados los colectivos hemos decidido trabajar con una muestra de distintos agentes con diferentes nacionalidades. El resultado fue la realización de 164 entrevistas personales que consideraran la vocación de internacionalización de las empresas y los agentes de la red (Tabla 1). Esta entrevista poseía dos partes, la primera pretendía definir el área de actividad y especialización del entrevistado. La segunda, pretendía arrojar información sobre los procesos de decisión, preguntando opinión sobre cuáles de los colectivos identificados influyen más en la decisión del tipo de material utilizado en el revestimiento interior o exterior. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 151-166 ISSN: 1135-2523 157 Cabanelas Lorenzo, P.; Cabanelas Omil, J.; González Vázquez, E. Tabla 1. Información sobre la muestra. Categoría Técnico: Arquitecto, decorador, ingeniero, publicaciones 53 12 3 6 3 15 9 3 21 6 3 134 País España Países Bajos Canadá Polonia Noruega Francia México Bélgica Reino Unido Japón Marruecos Total Constructor, promotor, interiorista, instalador 21 Total 74 12 3 6 3 21 9 3 21 9 3 164 6 3 30 Una vez recogida la información, el tratamiento ha pretendido determinar cuáles de los colectivos propuestos anteriormente tienen influencia en los distintos modelos de mercados de la construcción: vivienda privada (interior/exterior), obra pública, oficinas o cadenas comerciales. Los resultados (Tabla 2 y 3) muestran los colectivos con mayor influencia para cada mercado, incluyen la media (la valoración oscila de 1 a 6), mediana y desviación típica (que define el grado de consenso entre los entrevistados). Tabla 2. Influencia de cada colectivo en el proceso de decisión de materiales de construcción en vivienda. Vivienda Exterior Arquitectos Promotores Vivienda Interior Cliente final Arquitectos Promotores Interioristas Cliente final Media 4,58 5,56 2,58 4,12 5,71 2,85 4,66 Desv. típ. Mediana agrupada ,794 1,240 2,141 1,327 ,955 1,652 1,957 4,69 5,82 1,63 4,43 5,87 3,00 5,38 Tabla 3. Influencia de cada colectivo en el proceso de decisión de materiales de construcción en vivienda Oficinas Media Desv. típ. Mediana agrupada 158 Obra Pública Cadenas Comerciales Arquitectos Consejo Adm. Empr. Arquitectos Políticos Técnicos Adón Púb. Arquitectos Depto. técnico Depto. comercial 4,55 5,24 5,06 3,84 4,31 3,33 4,83 4,75 1,224 1,786 ,759 1,780 1,424 1,371 1,899 1,865 4,75 5,78 5,12 4,00 4,53 3,43 5,44 5,33 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº3, 2008, pp. 151-166 La creación, integración, transferencia y asimilación eficiente de conocimiento en redes: una propuesta … Como lectura inicial de los resultados cabe destacar que en la obra privada, el promotor es el agente que toma la decisión sobre los materiales y productos a emplear en la Arquitectura Contemporánea. El criterio técnico lo pone generalmente, un arquitecto, por lo que tiene una relevancia considerable. La influencia del arquitecto en la obra pública o de oficinas suele ser considerable, aunque posee ciertas limitaciones (dependientes de las disponibilidades presupuestarias, del tipo de obra, de la experiencia o prestigio personal). Los colectivos restantes (interioristas, constructores, proveedores de materiales, universidades y revistas especializadas) poseen una influencia reducida y la ejecutan indirectamente. De acuerdo con estas estimaciones, los colectivos que podrían ser de interés para generar una red de relaciones son los promotores inmobiliarios y los arquitectos. Los primeros, por su capacidad de decisión en obra privada y los segundos, por su capacidad de influencia o prescripción técnica en la decisión de compra. A partir de aquí, surge la idea de generar una red de arquitectura en granito, puesto que los arquitectos salían altamente valorados en lo que respecta a su influencia en la decisión de compra y, a su vez, son un colectivo que no tiene satisfechas determinadas necesidades, especialmente en lo que se refiere a aspectos técnicos. b. Identificación de las necesidades de información de los prescriptores. El siguiente paso consistió en determinar qué servicios pueden resultar más útiles para el colectivo crítico identificado: los arquitectos (presentes en todos los procesos de decisión y con gran capacidad de influencia técnico-estética). Pero estas actuaciones han de complementarse con otras medidas vinculadas a colectivos con un grado de influencia considerable en la decisión final: promotores, revistas especializadas, universidades o colegios profesionales. Con el objeto de definir las necesidades de cada colectivo, se incorporó en la entrevista en profundidad una cuestión relacionada con posibles actuaciones de valor para su actividad (tabla 4): Tabla 4. Vía actual más relevante en la incorporación de valor a los productos o servicios. Respuestas Porcentaje Información red de distribución Catálogos comerciales Servicio de apoyo técnico Servicio de apoyo en línea Sistemas difusión, comunicación 14 57 65 12 16 8,54% 34,76% 39,63% 7,32% 9,15% Fuente: Elaboración propia. c. Integración de conocimiento y servicios para los prescriptores. Hemos detectado que los agentes necesitan elementos que permitan integrar el conocimiento disperso a lo largo de la cadena de valor, de modo que facilite su actividad. Pero con el ánimo de confirmar que estas actuaciones son apreciadas por estos agentes, hemos preguntado sobre las utilidades y actuaciones más valoradas por los distintos colectivos provenientes del sistema productivo, sistema de innovación, sistema institucional y sistema de prescripción, en el que hemos obtenido la siguiente información (tabla 5 y 6): Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 151-166 ISSN: 1135-2523 159 Cabanelas Lorenzo, P.; Cabanelas Omil, J.; González Vázquez, E. Tabla 5. Utilidad de las posibles actuaciones por colectivo (escala mínimo 1-10 máximo). Fuente: GAELIC (2004). Tabla 6. Ponderación de actuaciones de gestión atendiendo a diferentes factores (escala: mínimo 1-5 máximo). Fuente: GAELIC (2004). De las respuestas se deriva que existe una necesidad latente de servicios que respondan a requerimientos de los agentes especializados. Estas necesidades pueden resolverse mediante una respuesta a través de la organización del conocimiento existente en la industria, el sistema de innovación, el sistema institucional y también en el propio sistema de prescripción. Por otra 160 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº3, 2008, pp. 151-166 La creación, integración, transferencia y asimilación eficiente de conocimiento en redes: una propuesta … parte, la mayoría de los proyectos a aplicar exigen la organización de conocimiento adaptado a los agentes a los que se dirija, de ahí que es conveniente discriminar por agente, porque sus exigencias o decisiones serán distintas. La actuación propuesta es doble y transversal, combinando la identificación de los agentes con la definición de las acciones que requieren con el fin de facilitar la toma de decisiones. Las valoraciones específicas sobre los servicios de valor y las competencias diferenciales que se derivan de ellos se explicitan en la tabla 7: Tabla 7. Valoración de productos y servicios para la prescripción y competencia diferencial afectada. Resultado Global Mínimo: 1; Máximo: 5 Servicio más demandado Puntuación Competencia relacionada Asesoría y características técnicas de producto 4,151 Aplicaciones funcionales 4,069 Aplicación Fácil Mantenimiento y cuidado de productos 4,000 Fiabilidad y Mantenimiento Convergencia de materiales (acabado, metales, plásticos…) 3,974 Convergencia de Materiales Identidad marca 3,970 Confiabilidad Red de expertos (instalación/formación) 3,788 Red de Expertos Excelencia en usos y aplicaciones 3,788 Aplicación Fácil Aplicación fácil 3,758 Aplicación Fácil Normativa técnica (N+H+C) 3,727 Confiabilidad Tendencias. Diseño interior 3,701 Tendencias en Diseño Confort y bienestar (ergonomía, VOC’s y humedad) 3,600 Confort y Bienestar Código Técnico de Edificación 3,485 Aplicación Fácil Sostenibilidad: indicadores y marca 3,485 Confiabilidad Estudio casos. Obras singulares 3,303 Aplicación Fácil Normativa medioambiental 3,030 Confiabilidad Servicio postventa, atención al cliente y garantía de calidad 3,000 Confiabilidad Eventos singulares 2,970 Red de Expertos Tendencias. Diseño estructural 2,853 Tendencias en Diseño Asistente diseño 2,758 Tendencias en Diseño Diseño verde 2,753 Tendencias en Diseño Cátedra 2,727 Red de Expertos Soluciones específicas CAD 2,606 Fiabilidad y Mantenimiento Diseño preventivo 2,606 Fiabilidad y Mantenimiento Aplicaciones singulares 2,541 Aplicación Fácil Tendencias. Diseño ergonómico y barreras arquitectónicas 2,519 Tendencias en Diseño Productos y domótica 2,376 Convergencia de Materiales Remodelación, rehabilitación y reciclaje 2,200 Fiabilidad y Mantenimiento Servicio de respuesta rápida a distribuidores y minoristas 2,152 Confiabilidad Servicio de protección del cliente 2,100 Confiabilidad Menciones especiales 2,061 Red de Expertos Servicio búsqueda de suministradores 2,000 Red de Expertos Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 151-166 Confiabilidad ISSN: 1135-2523 161 Cabanelas Lorenzo, P.; Cabanelas Omil, J.; González Vázquez, E. Los servicios ligados a la confiabilidad son los más destacados por la red de agentes a continuación le siguen los servicios relacionados con la aplicación fácil, la fiabilidad y el mantenimiento, la convergencia de materiales, las redes de expertos de apoyo a la instalación y la formación, las tendencias en el diseño y el confort y bienestar. Tabla 8. Resultado de productos y servicios por bloque de la cadena de valor del prescriptor y subsistema productivo. 1. CONFIABILIDAD Asesoría y características técnicas de producto Identidad marca Normativa técnica (N+H+C) Sostenibilidad: indicadores y marca Normativa medioambiental 4,151 3,970 3,727 3,485 3,030 2. APLICACIÓN FÁCIL Aplicaciones funcionales Excelencia en usos y aplicaciones Aplicación fácil Código Técnico de Edificación Estudio casos. Obras singulares 3. FIABILIDAD Y MANTENIMIENTO Mantenimiento y cuidado de productos 4. CONVERGENCIA DE MATERIALES Convergencia de materiales (acabado, metales, plásticos…) 5. RED DE EXPERTOS Red de expertos (instaladores/formadores) 6. TENDENCIAS EN DISEÑO Tendencias. Diseño interior 7. CONFORT Y BIENESTAR Confort y bienestar (ergonomía, VOC’s, humedad y aislamiento) 4,069 3,788 3,758 3,485 3,303 4,000 3,974 3,788 3,701 3,600 4. PROPUESTA DE GESTIÓN DE LA RELACIÓN CON LOS PRESCRIPTORES (PRM) La propuesta trata de establecer una sistemática en la relación con los prescriptores, dentro de una red orientada a mercados industriales, mediante actuaciones individualizadas que acerque el sistema productivo a la demanda y responda a los requerimientos de los agentes de la red. El planteamiento de fondo busca establecer vías de contacto continuadas con estos colectivos mediante el establecimiento de relaciones a través de canales de comunicación adaptados por los que se ofrezcan servicios diferenciales (Mezher et al., 2005). Estas actuaciones pretenden generar confianza en el prescriptor, derivada del dinamismo y de la capacidad de adaptación, que preceda a su compromiso en la relación. Esta estrategia requiere que se desarrolle la cadena de valor de conocimiento que implica su creación, integración y transferencia (Figura 3): 162 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº3, 2008, pp. 151-166 La creación, integración, transferencia y asimilación eficiente de conocimiento en redes: una propuesta … Figura 3. Modelo de puesta en marcha de la estrategia PRM. Procesos Métricas GESTOR DE RELACIONES (transferencia y asimilación) PRESCRIPTOR SERVICIOS DE VALOR (integración) Aplicaciones singulares Obras singulares y relevantes. Catálogo técnico Muestrario de productos y guías para la aplicación de materiales. Normativa y N+H+C global. Directorio de proveedores y de capacidades. Simulador de corte y colocación Biblioteca soluciones CAD Biblioteca información normativa Servicio de respuesta tecnológica Servicio normativas: medioambiental, jurídica, técnica, etc. Servicio de ayuda al diseño de proyectos y memorias Observatorio sectorial Servicio de apoyo a la instalación ÁMBITOS DE CONOCIMIENTO (creación) CONOCIMIENTO COMÚN clave para el entendimiento, la organización, la gobernanza y el desarrollo de la red) CONOC. DEL CONOC. DEL CONOC. CONOC. CONTEXTO CONTEXTO social ESPECÍFICO ESPECÍFICO sobre medioambiente y e institucional con TECNOLOGÍA el diseño y la desarrollo influencia. Por Conocimiento de colocación, el ejemplo reglas y los materiales, tratamiento, sostenible. normativas. productos, usos y mantenimiento, aplicaciones y de restauración y los procesos para conservación. crearlos y obtenerlos. AGENTES INVOLUCRADAS (ONTOLOGÍA) INTEGRACIÓN TRANSFERENCIA Y ASIMILACIÓN Contactos CREACIÓN CADENA DE VALOR DE CONOCIIENTOS (EPISTEMOLOGÍA) ESTRATEGIA PRM Fuente: elaboración propia. - Desarrollar la cadena de valor de conocimientos a través de la investigación (creación), la capacidad de compartir y el desarrollo de servicios (integración): - Diseñar las bases de conocimiento, detectar las “cajas negras” e investigar, crear nuevo conocimiento a través de unas bases de conocimiento adecuadas - Integrar el conocimiento: compartir el know-how en la búsqueda de una mayor satisfacción de las necesidades del agente intermedio (prescriptor) que redunde en una aproximación al cliente final y desarrollar servicios de valor. - Impulsar una relación (transferencia) eficiente y eficaz con los agentes prescriptores, para lo cual es necesario: - Articular una red con capacidad de innovación constante y que vincule a todos los agentes que conforman el sistema productivo. - Desarrollar una sistemática en la gestión de relaciones con los prescriptores que explote las relaciones en beneficio de todos los agentes involucrados. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 151-166 ISSN: 1135-2523 163 Cabanelas Lorenzo, P.; Cabanelas Omil, J.; González Vázquez, E. - Impulsar una orientación al mercado o la capacidad de atender las necesidades del cliente final y del prescriptor, mediante la coordinación de los diferentes agentes que forman la cadena de valor. Su aplicación puede ayudar a fortalecer una marca que diferencie a la red de agentes frente a los competidores. - Pro-actividad o capacidad de acción que tome la iniciativa en la relación con los prescriptores, no permanecer pasivos. - Una capacidad de liderazgo visible. El enfoque propuesto requiere una estrategia dinámica, asumida por todas las entidades involucradas. El instrumento propuesto para potenciar los activos relacionales implica atender a los contactos (identificación/clasificación de contactos sobre la base de su perfil), los procesos (actuaciones a ejecutar con los diferentes agentes) y métricas vinculadas a las tareas de control de funcionamiento de la estrategia, las incidencias, la ejecución y en los resultados obtenidos. La gestión de relaciones tendrá como soporte principal la integración del conocimiento procedente de diferentes ámbitos. Requiere una orientación al mercado continuada que permita identificar, adquirir y desarrollar conocimiento multidisciplinar (Bresnen et al., 2005): a. De la red de agentes y, particularmente, de las empresas productoras y de actividades principales (aprovisionamiento, fabricación y distribución). La integración de este conocimiento disperso a lo largo de la cadena de valor puede mejorar el diseño y aplicación de los productos. b. Del sistema de innovación, específicamente del ámbito tecnológico, normativo y medioambiental. El fuerte componente técnico del producto hace necesario disponer de conocimiento transversal. c. Del sistema institucional y social. Requiere la implicación de diferentes componentes del entorno del sistema productivo, incluidas las administraciones públicas y otros organismos influyentes (entidades reguladoras o de financiación) que impulsen normativas de homologación, certificación, desarrollen servicios públicos y valoricen socialmente una red ligada a las capacidades regionales. La integración de conocimiento a través de la puesta en marcha de servicios de valor es el instrumento de acción que canaliza la interacción con los prescriptores. Pretenden ofrecer conocimiento concreto basado en una respuesta específica a las necesidades identificadas de cada agente; incorporando a su vez un carácter innovador tanto a la comunicación como en su aplicación. 5. CONCLUSIONES Los hallazgos obtenidos en la investigación sugieren que la creación de redes sociales de prescriptores, que funcionen con una óptica de organización del conocimiento y orientadas a incrementar la capacidad de absorción, serán beneficiosas para las organizaciones promotoras así como una importante fuente de creación de valor (Bresnen et al., 2005). Estos resultados son consecuencia de una metodología que, partiendo de la detección del rol que juegan diferentes agentes frontera con influencia trata de dar una respuesta a través de la creación de una red y el desarrollo de servicios de valor sobre todo, aquellos basados en el incremento de la confiabilidad técnica. A partir de aquí, surge una propuesta de sistema para gestionar estas 164 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº3, 2008, pp. 151-166 La creación, integración, transferencia y asimilación eficiente de conocimiento en redes: una propuesta … relaciones que conecta a agentes de diferente naturaleza movilizada por intereses comunes. Esta aproximación refleja una estrategia personalizada de tratamiento del conocimiento en redes (Hansen et al., 1999) que exige la asunción de una serie de costes a todos los niveles de la red asumibles por los beneficios generados. Así, el presente trabajo posee considerables implicaciones a diferentes niveles de la gestión. La primera es que existe una necesidad creciente de articular nuevas estrategias colectivas basadas en la creación, integración y transferencia eficiente de conocimiento a través de la generación de redes de agentes relacionados con productos cuya utilización conlleva un fuerte componente de conocimientos especializados (particularmente sucede en los productos industriales). La articulación de estas redes estimula la integración y transferencia de conocimientos y, con ello, la capacidad de absorción de conocimientos entre los distintos agentes, con lo que aumenta su confianza, reforzándose a la vez las capacidades colectivas tanto de la industria como de los agentes frontera. Una segunda es que es un enfoque que posee gran aceptación en las empresas y en los prescriptores. Supone un cambio en la forma de actuar que traslada el agente principal de un individuo u organización hacia un colectivo articulado a través de redes. Con este enfoque el prescriptor dispone de servicios de valor orientados a resolver sus necesidades de información y conocimientos específicos. La tercera es que posee considerables valores innovadores asociados a la organización del conocimiento combinado con la comunicación personalizada. Realmente, las redes son la nueva frontera en la innovación en los negocios y ello exige un cambio de enfoque en los procesos de negocio tradicionales, donde la combinación de aspectos sociales y económicos se muestra crítica. Es necesario canalizar la potencialidad de estas redes estimulando las competencias colectivas y ofrecer una respuesta adecuada a los retos de creación, integración, transferencia y absorción de conocimientos a través de estrategias y sistemas que vinculen a los agentes. En este sentido, la propuesta expuesta está centrada en la gestión de contenidos y relaciones que impulse el valor percibido por todos los agentes. Pero también posee limitaciones, y es que, pese a la aceptación, aún no se puede cuantificar el esfuerzo a través de resultados, es decir, la propuesta que planteamos es de largo recorrido y los resultados se consiguen a largo plazo. Exige un cambio en la dinámica competitiva difícil de asumir por algunos agentes. Pueden surgir elementos de tensión entre los agentes componentes de la red social que provoquen la pérdida de consenso en sus objetivos (DeFillippi y Arthur, 1998), algo que puede afectar especialmente a una red con actividades y sensibilidades diferentes (Bresnen et al., 2004). En definitiva, la apuesta por la creación de una red social de agentes es una oportunidad de innovación y renovación del sistema productivo y de los agentes de la red que apuestan por la organización del conocimiento y la gestión de relaciones para difundir sus competencias diferenciales como base de su fuerza competitiva en el futuro. BIBLIOGRAFÍA. 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Dentro de los factores considerados para la conformación de los clusters destacan la colaboración con la universidad, el tamaño empresarial (en número de empleados y en facturación), la existencia de un departamento de I+D que no realice controles de calidad y dos factores internos relacionados a la competitividad: el dominio de nuevas tecnologías y el desarrollo de nuevos productos. Se han conformado tres conglomerados conformados por tres tipos de empresas que denominamos líderes, innovadoras potencialmente colaboradoras con la universidad y tradicionales, que presentan características significativamente diferentes. PALABRAS CLAVE: Cluster, Relación universidad-empresa, Sector alimentario. ORGANIZATIONAL AND R&D COOPERATION ISSUES AS INDUSTRY CLASSIFICATION CRITERIA. THE CASE OF THE FOOD INDUSTRY IN THE VALENCIA REGION ABSTRACT: The present paper addresses a proposal for a taxonomy of the local Valencia food industry by means of cluster analysis. This technique allows conforming conglomerates with similar characteristics which will facilitate its analysis and the design and application of public support policies contingent with the firms needs belonging to each cluster. In relation to factors and variables for the clusters conformation the following were emphasized: collaboration with university, firm size, existence of a dedicated R&D department as well as two factors associated with the firm competitiveness: skills at new product development and technology absorption capacity. Three distinctive conglomerates were found: “leaders” firms, “innovators” with potential for university collaboration and “traditional” conservative firms. KEYWORDS: Cluster, University-business relationship, Food industry. 1. INTRODUCCIÓN La innovación consiste en “introducir en el mercado un nuevo producto, introducir un nuevo proceso de valorización o de fabricación, o un nuevo modelo de organización en la empresa” (Bellon, 1994). Alrededor de este concepto se han suscitado numerosos debates y controversias (Carrier y Garrand, 1996). En particular, en las últimas dos décadas, el papel de la interacción de la universidad en relación a la industria y al compromiso con el desarrollo de la región donde se sitúa ha cobrado un auge especial. Esta cuestión empezó a adquirir una especial relevancia en los años 80 en EE.UU. en un contexto de “crisis de competitividad” (Lee, 1996, 2000). Actualmente en Europa se atraviesa una fase de reflexión en la que también se abordan esos aspectos de crisis Sierra Pereiro, M.; Albors Garrigós, J. ;Ruiz Molina, M.E. de competitividad que estuvieron presentes en el caso americano. Se habla, así, de la “Paradoja europea”, que se refiere al hecho de que si bien Europa cuenta con un nivel científico y tecnológico comparable a Estados Unidos y Japón; no tiene la capacidad de estos últimos de trasladar dicho acervo al ámbito industrial, promoviendo una mayor innovación en este terreno. Unido a la conciencia sobre dicha paradoja, en el ámbito europeo cada día cobra más fuerza el hecho de que las empresas más competitivas son aquellas que forman parte de redes regionales competitivas internacionalmente; dichas redes regionales se conforman con la participación de la administración, las empresas, las universidades, los centros de investigación y diversas instancias de soporte a la innovación regional (Gellynck, Vermeire y Viaene, 2006). En el comienzo del siglo XXI no compiten empresas aisladas sino potentes redes, por lo cual competir sin formar parte de las mismas es hacerlo en clara desventaja. Estas redes se sitúan en sistemas regionales de innovación y asumen la innovación como una tarea sistemática y continua de generación de ventajas competitivas. Para ello se requiere de un sistema de innovación articulado y “coopetente” con la participación de una diversidad de agentes públicos y privados que “cooperan y compiten”. La universidad como parte de esas redes, establece diversas vías de relación con las empresas de su entorno y contribuye directa e indirectamente en los procesos de innovación. El desafío es realizar una política de relación que articule diversos canales según el diverso perfil de las empresas del entorno; siendo además conscientes que los centros públicos de investigación son un agente importante, pero no exclusivo en la red de agentes que utilizan las empresas para realizar sus procesos de innovación. La caracterización y segmentación de las empresas del entorno de las universidades sienta las bases para la implementación de una política adecuada de relación entre universidad y empresa. Dada la difícil situación competitiva que atraviesa el sector alimentario europeo (CIAA, 2006) y su papel estratégico en la economía, la Universidad puede ejercer una importante función como fuente de información para la empresa alimentaria española y europea (Christensen, Rama y von Tunzelmann (1996). Sin embargo, la inversión en I+D por parte de las empresas agroalimentarias sigue siendo muy baja en comparación con otras industrias (Albert, Martin y Tanguy, 2002; 2003). El presente estudio pretende contrastar, a través de la obtención de una clasificación de empresas en base a su relación con la universidad, la existencia de una tipología de empresas dentro de la heterogeneidad del sector que permita el diseño de políticas específicas para mejorar la relación de las empresas con la universidad. 2. REVISIÓN DE LA LITERATURA El sector alimentario es un sector que ha sido clasificado en tres categorías diferentes entre el fin del siglo XX y comienzos del XXI. En la clasificación original de Pavitt (1984) se le consideraba como de escala intensiva. Luego se le clasificó y aún predomina dicha categorización como dominado por proveedores (García y Burns, 1999; García y Briz, 2001); y más recientemente se le considera como basado en la ciencia (Europe Innova, 2006), sobre todo a partir del desarrollo de los alimentos funcionales y también del peso creciente de la biotecnología en el sector. 168 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 167-184 Aspectos organizacionales y de cooperación en i+d como criterios de clasificación. El caso de la … Un rasgo destacado del sector alimentario es la existencia de una baja inversión en I+D, hecho que puede obedecer a diversas causas, entre las que destacamos las siguientes: Fuerte dependencia de la innovación de la industria alimentaria del progreso técnico y científico proveniente de otros sectores, los flujos de tecnología intersectorial (Rama, 1996, 1998a, 1998b; López, Montas-Peón y Vázquez, 2003). Desde 1970 los avances tecnológicos más espectaculares han sido originados en otros sectores. Por ejemplo, la extrusión proviene de la industria del plástico, la industria nuclear provee la ionización y las membranas minerales y desde la química viene la hidrogenación parcial de los ácidos grados. La incorporación de tecnología sobre todo proviene de las industrias de bienes de equipos y de otros proveedores. Las innovaciones radicales, dirigidas al control de los procesos biológicos, a la preservación de alimentos o a la segura adaptación de los alimentos a diferentes prácticas y contextos de consumo, son consecuencia de transformaciones fundamentales en los procesos tecnológicos basados en transferencias inter-industrias y más específicamente del incremento de interacciones sistemáticas con industrias basadas en la ciencia tales como la química y la bioquímica (Wilkinson, 1998, 2002). Aprovechamiento de los conocimientos científicos y los conocimientos tecnológicos producidos fuera de la firma. Según Mangematin y Mandran (2000), el sector alimentario, a pesar de tener débil capacidad interna de I+D, es capaz de aprovechar e incorporar los resultados producidos en los institutos públicos de investigación. Componente artesanal del sector alimentario (Bye, 1998; CIAA, 2006), atribuida a factores sociales y culturales que incrementan las preferencias de los consumidores por productos y dietas basados en tradiciones rurales que se mantienen estables a lo largo del tiempo. Este hecho implica que coexistan un importante número de pequeñas y medianas empresas que continúan usando técnicas y métodos tradicionales con empresas multinacionales que utilizan modernas tecnologías. Comportamiento conservador del consumidor e en su elección de los alimentos. Dado que, inicialmente los consumidores rechazan los nuevos productos, las innovaciones radicales escasean en el sector alimentario (López et al., 2003). La innovación es más defensiva que radical, determinada por ciclos económicos y no tan relacionada a avances científicos o tecnológicos como a regulaciones nutricionales y de seguridad alimentaria, cambios sociales y demográficos (urbanización, envejecimiento de la población, actividad laboral de la mujer fuera de casa, dimensiones y características de las familias), y cambios en el mercado (ingresos, precios, globalización de las preferencias, apertura de nuevos mercados, expansión de las multinacionales, competencia basada en diferenciación, etc.). Esto conduce a que en la industria alimentaria sea frecuente la novedad sin innovación (Denisse et al., 2002), y el llamado lanzamiento de un “nuevo” producto, en muchos casos es simplemente la segmentación de los productos existentes, una extensión de línea y variantes. La estrategia prevaleciente es de hecho una estrategia por la variedad más que una estrategia de innovación (Nakhla, 1993). Esto se debería a que en los alimentos mucha novedad tecnológica es fuente de preocupación y de desconfianza por el consumidor; como avalan recientemente el temor ante los procesos de ionización o los organismos genéticamente modificados. Las preferencias alimentarias Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 167-184 ISSN: 1135-2523 169 Sierra Pereiro, M.; Albors Garrigós, J. ;Ruiz Molina, M.E. individuales se han formado durante la infancia, esta característica de la demanda de alimentos tiene un efecto disuasivo en la creación de alimentos radicalmente nuevos. Esto comenzaría a cambiar con los alimentos funcionales (Stewart-Knox y Mitchell, 2003), más de dos décadas de investigaciones en varias industrias concluyen que los productos originales tienen más probabilidad de éxito (Dahan y Hauser, 2001). En relación a los alimentos, existe una creciente evidencia que indica que los conceptos originales son más exitosos que los copy-cat o me too, i.e. copias o imitaciones (Knox et al., 2001; Van Trijp y Steenkamp, 1998). Esto sería corroborado por un estudio en los EE.UU. donde se indica que el fracaso de los productos realmente nuevos era solamente de un 25% (Hoban, 1998). Sin embargo, solamente una pequeña proporción de los alimentos vendidos son realmente novedosos (Rudolph, 1995). El miedo al fracaso de los nuevos productos se refleja en los bajos ratios de innovación del sector alimentario con muchas compañías que prefieren re-desarrollar antiguos productos que crear nuevos buscando incrementar dicho ratio (Iori et al., 2001). Irónicamente, este enfoque aparentemente “seguro” perpetua los problemas del alto grado de fracaso de los productos alimentarios. Importancia de los gastos en comercialización, marketing y publicidad para la venta de los productos agroalimentario (Denisse et al., 2002). Dada la dura competición y la presión por los márgenes por parte de los grupos de distribución, las inversiones en I+D mantienen en niveles muy bajos. Así, en Francia la industria alimentaria gasta en publicidad 14 veces más que lo que gasta en I+D, y los nuevos productos desarrollados en las firmas se realizan con equipos humanos muy pequeños (Denisse et al., 2002). Si bien las características anteriores describen en gran medida al sector, en el mismo se observa una gran heterogeneidad de empresas (Fernández, Jiménez, Gutiérrez y Castro, 2003). La clasificación resulta fundamental para el estudio de cualquier fenómeno. Sin embargo, no existen muchos trabajos que contribuyan a segmentar al sector alimentario teniendo en cuenta la relación entre organismos públicos de investigación (OPIs) y empresas. Entre estos se encuentran Fontana et al. (2004) y Avermaete et al. (2003, 2004). Los primeros tratan de indagar los motivos por los cuales las firmas europeas de la industria química y de alimentos y bebidas colaboran con la universidad. Fontana et al. (2004) concluyen la existencia de un primer grupo de empresas que identifican a los OPIs como los más importantes contribuyentes en el proceso de innovación, y que parecen establecer relaciones con la universidad para cumplir con los requerimientos de las regulaciones gubernamentales. Este grupo de empresas concede mayor importancia que el resto a las motivaciones referidas a reducción de costes y actualización en los conocimientos tecnológicos; establecen relaciones con socios conocidos (previa experiencia) pero principalmente a través de contactos informales y consideran a las universidades como expertos capaces de tratar de cuestiones de seguridad, calidad, etc. Estas restricciones se establecen frecuentemente por el gobierno pero pueden ser impuestas por las empresas de distribución, las cuales pueden requerir evidencia, por ejemplo, de los estándares de higiene en los procesos de producción. La evidencia obtenida parece sugerir que las OPIs tienen un rol específico en el sector de alimentación y bebidas; proveen fiables y actualizados tests que facilitan mostrar que los productos cumplen con la regulación (impuesta por el gobierno y otras instituciones). Estas actividades (testaje y asesoramiento experto) no necesariamente requieren acuerdos formales. 170 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 167-184 Aspectos organizacionales y de cooperación en i+d como criterios de clasificación. El caso de la … Los resultados del análisis apoyan la idea que las relaciones entre las firmas y los OPIs son caracterizados por un alto grado de heterogeneidad. Afirman que se deben crear incentivos en ambas actores para colaborar y que sin una demanda apropiada poco se puede hacer para mejorar la relación universidad-empresa por más que las políticas se dirijan a las OPIs para que estas colaboren. Por otra parte, Avermaete, et al. (2004) analizan 177 empresas de alimentos de seis áreas rurales europeas identificando cuatro grupos: no innovadoras, tradicionales, seguidoras y líderes. Sus resultados destacan el papel clave de las habilidades y calificación del personal; la inversión de la firma en know-how y el uso externo de información. Sin embargo, no encontraron evidencia de la relación entre las características del emprendedor y la actividad innovadora de la empresa. Las empresas clasificadas como “no innovadoras” son empresas que no han introducido nuevos o modificaciones sustanciales de productos o procesos. “Tradicionales” son aquellas empresas que han introducido innovaciones de producto o proceso, pero no realizan actividades de I+D. “Seguidores” y “líderes” son firmas que han introducido innovaciones de producto y de proceso y en las cuales se ha invertido en actividades de I+D. Pero mientras que los “seguidores” invierten hasta 1% de su cifra anual de negocio, los “líderes” exceden ese 1% de las ventas anuales. Cerca del 44% de las empresas “líderes” consultan una o más veces a los institutos públicos cuando desarrollan productos o procesos innovadores. En el caso de “tradicionales” o “seguidores”, esta cifra es significativamente más baja (7 y 17% respectivamente). Se señala asimismo en la literatura que estas pequeñas empresas alimentarias producen en muchas ocasiones productos específicos de diferente naturaleza a los producidos por las grandes empresas. En este sentido, en estas empresas alimentarias se desarrolla un importante componente de la identidad cultural europea (Avermaete et al., 2004). No obstante, existe un amplio debate en torno al papel que juega el tamaño en la innovación1. 3. HIPÓTESIS Basándonos en la literatura existente, hemos formulado una serie de hipótesis. En primer lugar se considera la variable tamaño como relevante a la hora de segmentar el sector alimentario. Si bien este elemento ha sido fuente de controversia en la literatura existente, consideramos que es un factor a tener presente para la clasificación de empresas del sector. Sin embargo, como recogen Robertson y Gatignon (1998) los argumentos sobre la influencia del tamaño de la empresa en la decisión de cooperar son contradictorios desde el punto de vista teórico y también desde la evidencia empírica. Para llevar a cabo actividades de I+D es necesario que las empresas cuentan con una cantidad de recursos financieros, técnicos y humanos más fácilmente disponible en las empresas grandes. Esas empresas podrán realizar las actividades de I+D internamente, mientras que las empresas pequeñas, con mayor escasez de recursos, se verán abocadas a la cooperación con otras para poder acometer ciertos proyectos. Por otro lado, un argumento clave que tiene una empresa para cooperar es el de acceder a un conocimiento complejo del cual carece. Para poder absorber dicho conocimiento es necesario que la empresa tenga una base de conocimiento propio, unas habilidades, que sólo se obtienen 1 Véase Galizzi y Venturini (1996) para una revisión de la literatura. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 167-184 ISSN: 1135-2523 171 Sierra Pereiro, M.; Albors Garrigós, J. ;Ruiz Molina, M.E. si internamente ha realizado antes actividades de investigación (Cohen y Levinthal, 1990). Esto último es más probable que lo hayan hecho las grandes empresas, de manera que a veces las pequeñas no pueden cooperar porque carecen de una base de conocimiento propio. Los anteriores argumentos teóricos son contradictorios y la evidencia empírica no resuelve el problema puesto que mientras Bayona et al. (2001, 2003); Tether (2002) y Fritsh y Lukas (2001) encuentran que existe una relación positiva entre tamaño y cooperación; Pisano (1990) y Robertson y Gatignon (1998) no encuentran relación entre las variables. H1: El tamaño de las empresas es una variable que permite diferenciar de forma significativa los clusters del sector alimentario. H2: La colaboración universidad-empresa se favorece si la empresa cuenta con mayor tamaño. En segundo lugar se considera como factor de clasificación la capacidad de absorción. Este factor es analizado por Condom (2002), quien afirma que la relación entre cooperación y gasto en I+D de las empresas presenta en la literatura aproximaciones contradictorias, existe un debate sobre qué se entiende por capacidad de absorción y cómo medirla (gasto en I+D, personal cualificado en tareas de investigación, existencia de un departamento de I+D, experiencia investigadora). En este sentido, la capacidad de absorción ha sido medida de diversas formas, por ejemplo, como gasto en I+D (Arora y Gambardella, 1994; Colombo y Garrone, 1996), número de proyectos de I+D llevados a cabo internamente como medida de la experiencia de I+D (Pisano, 1990); la realización sistemática de actividades de I+D y el gasto interno de I+D por empleado (Tether, 2002); la intensidad de I+D, el número de ejecutivos y la existencia de una oficina de diseño (Bougrain y Haudeville, 2002). Desde la literatura de los recursos y las capacidades parece lógico pensar que las empresas más capacitadas en I+D no necesitarán cooperar con otras para llevar a cabo esta actividad. Sin embargo, las empresas que carecen de conocimiento y habilidades necesarios para la investigación buscarán cooperar con otras para acceder al know how de los socios, internalizar sus habilidades y competencias para, a partir de ellas, crear nuevas competencias válidas para la empresa. Pero desde la teoría de la capacidad de absorción se dice que para que una empresa aproveche el conocimiento externo en una materia es necesario que previamente cuente con una capacidad propia en dicha actividad. Así pues, desde este punto de vista el esfuerzo autónomo de I+D aumenta la propensión a cooperar (Cohen y Levinthal, 1990; Colombo y Garrone, 1996). Sin embargo, la aportación de los estudios empíricos en este tema es contradictoria. En este sentido, Arora y Gambardella (1994), Colombo y Garrone (1996), Bayona et al. (2001) y Fritsch y Lukas (2001) encuentran que la capacidad en I+D de las empresas influye de forma positiva en los acuerdos de cooperación. En cambio, Pisano (1990) demuestra que la experiencia que las empresas han adquirido por haber llevado a cabo proyectos de investigación internamente en un área dada, les lleva a tener una propensión menor a colaborar en proyectos de esa área. En el estudio realizado en Cataluña, Condom (2002) concluye que cooperan más aquellas empresas que tienen departamento de I+D, siendo esto valorado como un indicador de su mayor capacidad de absorción. H3: La capacidad de absorción de las empresas permite diferenciar de forma significativa los clusters del sector alimentario. 172 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 167-184 Aspectos organizacionales y de cooperación en i+d como criterios de clasificación. El caso de la … H4: La colaboración universidad-empresa se favorece si la empresa presenta mayor capacidad de absorción. Para contrastar estas hipótesis medimos la capacidad de absorción con una variable dummy que toma valor 1 ante la existencia de un departamento de I+D que no realiza controles de calidad y 0 en caso contrario. Seguidamente analizamos también los factores de competitividad de la empresa. En este sentido, se considera que si una empresa valora el desarrollo de nuevos productos como un factor importante de su competitividad estará más proclive a colaborar con otros agentes como las universidades que le permitan salir de la trayectoria habitual y aportar ideas y soluciones para el desarrollo de nuevos productos. Esto se está comprobando en el caso de los alimentos funcionales donde la colaboración con la ciencia es más fluida (Mark-Herbert, 2003, 2004). H5: La importancia otorgada al desarrollo de nuevos productos permite diferenciar de forma significativa los clusters del sector alimentario. H6: Las empresas que dan mayor importancia al desarrollo de nuevos productos como factor interno de competitividad colaboran en mayor medida con las universidades. Del mismo modo, se considera que si una empresa considera que el dominio de nuevas tecnologías es un factor interno importante de competitividad estará más proclive a colaborar con la universidad ya que ésta permanentemente requiere estar al día en las mismas como forma de actualizar su formación y su producción científica. Fort et al. (2002) sostienen que la innovación en los procesos de fabricación es poco corriente en el sector agroalimentario y que sobre todo se trata de adaptar las tecnologías existentes. Las innovaciones tecnológicas, de proceso y las organizacionales, necesitan de competencias y recursos que los dirigentes de las empresas alimentarias generalmente no poseen, y en estos casos puede ser necesaria la participación en redes (locales, nacionales o internacionales). H7: La importancia otorgada al dominio de nuevas tecnologías permite diferenciar de forma significativa los clusters del sector alimentario. H8: Las empresas que dan mayor importancia al dominio de nuevas tecnologías como factor interno de competitividad colaboran en mayor medida con las universidades. 4. METODOLOGÍA Para conseguir el objetivo propuesto, realizamos un análisis cluster. Esta técnica tiene por objetivo identificar grupos de elementos similares y descubrir así patrones y correlaciones interesantes en grandes grupos de datos. Así, el problema para la agrupación o el análisis cluster consiste en dividir determinado conjunto de datos en grupos (clusters) de forma que los datos dentro de un cluster sean más similares entre sí que los puntos en otros clusters (Haldiki et al., 2001). El análisis cluster es un instrumento de utilidad en distintas aplicaciones en la investigación en el campo de las ciencias sociales, especialmente en fases de análisis exploratorio (Jain et al., 1999; Haldiki et al., 2001). Con el fin de validar internamente las soluciones obtenidas, aplicamos un análisis cluster no jerárquico. Adicionalmente, se procede a validar externamente la solución obtenida Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 167-184 ISSN: 1135-2523 173 Sierra Pereiro, M.; Albors Garrigós, J. ;Ruiz Molina, M.E. comparando los valores medios obtenidos para otras variables en los distintos clusters. De esta forma, se trata de contrastar que las empresas que pertenecen a distintos clusters presentan valores significativamente diferentes en variables relativas a otros ámbitos no incluidos en el análisis. Para ello, se contrasta la hipótesis nula de igualdad entre los clusters para las distintas variables a través del análisis de la varianza de un factor (ANOVA). Una vez validados los resultados, se procede a identificar las características de los clusters generados. De esta forma, el análisis cluster permite segmentar a las empresas con el objetivo de diseñar políticas desde la universidad que respondan a sus características específicas. 5. MUESTRA Y BASE DE DATOS En el presente trabajo, abordamos el estudio de la cooperación universidad-empresa en I+D para el sector alimentario. La elección de este sector obedece a su carácter estratégico (Avermaete et al., 2004), tanto en cifra de negocio (segundo sector industrial europeo y cuarto en la Comunidad Valenciana) como en número de empleos generados (primer sector industrial con 4,5 millones de trabajadores y cuarto en la CV con 34.000 trabajadores). Por otra parte, la inversión en I+D es muy baja comparada con otras industrias como la farmacéutica, electrónica, informática, aeronáutica, etc. (Albert, et al., 2002, 2003). Si bien resulta improbable que la industria agroalimentaria llegue a ser un sector de alta tecnología, se defiende la necesidad de tener un equilibrio entre I+D, diseño e ingeniería e inversión de capital en planta, ya que todos juntos determinan los resultados de la compañía (Earle et al., 2001). Por último, según destacan Fort et al. (2002); la innovación de producto del sector alimentario es generalmente incremental y fácil de imitar, lo que puede explicar el carácter solitario de las empresas en materia de innovación de producto. La única fuente a este nivel es la del cliente (generalmente distribución alimentaria) que debe validar u orientar la innovación. Los otros tipos de innovación, de proceso, tecnológicas u organizacionales, necesitan de competencias y recursos que los dirigentes no poseen, y en estos casos puede ser necesaria la participación en redes (locales, nacionales o internacionales). La inserción local de los dirigentes y los apoyos públicos pueden ayudar a las empresas a comprometerse en las innovaciones organizacionales. Son de gran importancia las ayudas públicas a la exportación relacionadas a las innovaciones organizacionales, buscando adecuarlas a las exigencias del mercado exterior en materia de normas ISO y HACCP y mejorar la eficacia comercial y productiva. Dada la difícil situación competitiva que atraviesa el sector alimentario europeo (CIAA, 2006), la competencia basada en bajos costes de la mano de obra (IVIE, 2006), en recursos naturales abundantes, en conocimientos tradicionales y en la innovación informal, se debe dar paso a una competencia basada en diferenciación, innovación sistemática e incorporación de valor. En este proceso, la colaboración con la universidad podría ser de gran ayuda para las empresas del sector. La información relativa a la población de las empresas del sector objeto de estudio, así como la muestra y las bases de datos de donde se obtiene se presentan de forma sintética en la Tabla 1. 174 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 167-184 Aspectos organizacionales y de cooperación en i+d como criterios de clasificación. El caso de la … Tabla 1. Ficha de investigación del análisis de empresas Universo Ámbito geográfico Nº cuestionarios enviados Tamaño muestral (nº cuestionarios respondidos) 3.229 empresas del sector alimentario Comunidad Valenciana 370 76 empresas alimentarias Tasa de respuesta Error muestral Información recogida 20,54% 11,1% para 95% de confianza Características de la empresa Características de las actividades de I+D: personal, contenido, presupuesto, participación en programas públicos, relación con agentes del entorno Colaboración con las universidades: modalidades, motivos y barreras Estrategia global y factores de competitividad internos y externos Estrategia tecnológica Innovación: tipos, fuente de ideas, métodos de protección, ciclo de vida Opinión sobre actuaciones de la Administración pública Base de datos para la obtención de la muestra Diseño muestral Técnicas estadísticas Programa estadístico Fecha de realización del trabajo de campo Federación Empresarial de Agroalimentación de la CV (FEDACOVA) Federación de Cooperativas Agrarias Valencianas (FECOAV) Correo electrónico Refuerzo personal y telefónico Descriptivo Análisis de la varianza Cluster SPSS versión 14.0 Abril-julio del 2006 Fuente: Elaboración propia. Con el fin de caracterizar la muestra, en primer lugar, nos detenemos a analizar las características del profesional entrevistado en la empresa y de las características de la propia empresa. Por lo que se refiere a las características del entrevistado, un 75% cuenta con más de cinco años de experiencia en el sector, y un tercio del total tiene más de 14 años. Un 71,05% tiene titulación superior o doctorado, lo cual es coherente con la información aportada por los investigadores en relación al perfil de su interlocutor en las empresas. En cuanto al cargo del entrevistado en la empresa, un 25% son directores generales y un 26,32% son directores de I+D. Por tanto, podemos afirmar que las encuestas han sido respondidas por personas con un alto nivel de cualificación y poder de decisión en la empresa. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 167-184 ISSN: 1135-2523 175 Sierra Pereiro, M.; Albors Garrigós, J. ;Ruiz Molina, M.E. Por lo que respecta a la actividad desarrollada por las empresas analizadas, como se puede apreciar en la Tabla 2, una cuarta de ellas pertenecen al sector cárnico (CNAE 15.1) y entre estas, preparación y conservación de frutas y hortalizas (CNAE 15.3) y otros productos alimentarios (CNAE 15.8) superan el 50% de los sectores entrevistados. El mayor peso de estos sectores está en relación con su mayor peso en la Comunidad Valenciana, aunque se puede apreciar que mientras el sector cárnico estaría con una representación mayor a la real, los otros dos sectores estarían subrepresentados. Conviene tener presente que el sector de otros productos alimentarios incluye todas las empresas de panadería la cual está conformada por una multitud de pequeñas empresas con reducido número de empleados distribuidas por todo el territorio. Tabla 2. Sector alimentario al que pertenece las empresas encuestadas y su proporción en la población CNAE Concepto conservación de la carne, % Comunidad Valenciana % Muestra 11.0 25.0 15.1 Producción, procesamiento, productos cárnicos 15.2 Elaboración y conservación del pescado y productos de la pesca 2.5 6.58 15.3 Preparación y conservación de fruta y vegetales 27.1 15.79 15.4 Fabricación de grasas y aceites 3.1 6.58 15.5 Industrias lácteas y derivados 3.3 7.89 15.6 Fabricación de productos de molinería, almidones y productos amiláceos 1.8 6.58 15.7 Fabricación de productos para la alimentación animal 1.0 1.0 15.8 Fabricación de otros productos alimenticios 41.3 15.79 15.9 Elaboración de bebidas 5.9 6.58 Fuente. MAPA (2006) y elaboración propia. En relación al tamaño, cabe destacar que el 50% de las empresas que respondieron el cuestionario facturan más de 6 millones de euros y 33% más de 12 millones de euros. En cuanto al número de empleados, se observa un sesgo hacia empresas de mediano y mayor tamaño que en la población real de empresas agroalimentarias ocupan un porcentaje mucho menor, como se puede ver en la tabla 3. De hecho, el 95% de las empresas tienen menos de 50 empleados y contabilizan el 36% del empleo total. 176 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 167-184 Aspectos organizacionales y de cooperación en i+d como criterios de clasificación. El caso de la … Tabla 3. Estratificación de las empresas agroalimentarias por tamaño en España, la Comunidad Valenciana y la muestra de la presente investigación Comunidad Muestra Empleo España Microempresas (< 10 trabajadores) 69.0% 64.2% 23.58% Pequeñas (10 - 49 trabajadores) 21.4% 21.0% 27.63% Medianas (50 - 249 trabajadores) 4.3% Grandes (> 250 trabajadores) 1.1% Sin datos 4.2% 6.5% 0% Total 100% 100% 100% Valenciana 8.5% 25.0% 22.37% Fuente: www.ine.es. Este hecho puede deberse a que estas empresas son las que más realizan I+D y/o las que más colaboran con la universidad, por tanto se ha producido un fenómeno de autoexclusión por parte de empresas que por no realizar I+D, o no colaborar con la universidad, percibieron que el contenido de la encuesta estaba lejos de sus posibilidades e intereses. Por tanto las reflexiones que derivan de las respuestas se deben tomar como aportes cualitativos a la reflexión y no pretenden ser un reflejo cuantitativo de toda la realidad del sector alimentario. Los resultados reflejan sobre todo las opiniones de aquellos que más realizan actividades de I+D y que colaboran, han tenido algún tipo de relación con la universidad o por tratarse de personas que en su mayoría tienen formación universitaria mostraron una actitud positiva ante una investigación proveniente de la misma. Cabe destacar, por último, el hecho de que más de la mitad de las empresas entrevistadas pertenece a grupos empresariales o cooperativos de segundo grado. Esto es reflejo del peso del cooperativismo en la región de Valencia, ya que varias empresas entrevistadas forman parte de cooperativas de segundo grado; y además resaltan el hecho de que muchas empresas valencianas forman parte de grupos nacionales o multinacionales. Este hecho es muy importante ya que muchas empresas que han pasado a formar parte integrante de un grupo mayor nacional o multinacional generalmente cesan sus actividades de I+D en la región, por lo cual la colaboración con los centros de investigación locales seguramente cambie cualitativamente de rol. 6. RESULTADOS Para contrastar las hipótesis planteadas, realizamos un análisis cluster para clasificar a las empresas en función de su grado de colaboración con la universidad. Procedemos los resultados obtenidos tanto interna como externamente según se ha expuesto en el apartado de metodología. Los valores medios obtenidos, que permiten la caracterización de las empresas del sector alimentario valenciano incluidas en cada uno de los clusters, se muestran en las Tablas 4 y 5. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 167-184 ISSN: 1135-2523 177 Sierra Pereiro, M.; Albors Garrigós, J. ;Ruiz Molina, M.E. Tabla 4. Caracterización de cluster en el sector alimentario valenciano: valores medios Clusters C1 C2 C3 F P Valor Nº Casos 20 13 21 Colabo Desarrollo Depto ración nuevos Factura de I+D sin con productos ción control de Univers calidad idad 0,65 7,5 0,50 2,25 0,15 1,15 0,00 1,46 0,29 4,38 0,19 2,00 5,584 347,51 6,600 5,048 0,006 0,000 0,003 0,010 Dominio nuevas tecnologías Tamaño de la Empresa 2,25 1,23 1,62 11,885 0,000 3,45 1,15 2,33 42,435 0,000 Fuente: Elaboración propia. Tabla 5. Caracterización de clusters en el sector alimentario valenciano: frecuencias C1 20 CLUSTER C2 13 C3 21 Poco 3 8 5 Bastante Mucho 9 8 4 1 11 5 Nada Poco Bastante Mucho Poco/nada 0 2 11 7 7 1 8 4 0 11 0 9 11 1 15 Bastante/mucho < 10 11-50 51-250 > 250 13 0 1 9 10 2 11 2 0 0 6 3 11 4 3 Variables Nº Casos Desarrollo Nuevos Productos Dominio de nuevas tecnologías Colaboración con la Universidad Tamaño Empresa Fuente: Elaboración propia. Analizando los tres clusters resultantes de nuestro análisis, se puede apreciar que el conglomerado 1 corresponde a empresas de gran tamaño (más de 50 empleados) y de gran facturación (30 a 60 M euros), en un 50% de los casos cuentan con departamento de I+D que no realiza controles de calidad. El desarrollo de nuevos productos y el dominio de las nuevas tecnologías es un factor de competitividad muy importante para el 85% de las empresas que integran este grupo. El 65% de sus empresas colaboran bastante-mucho con la universidad. Por su parte el conglomerado 2 lo componen empresas de menor facturación (600.000 a 1,5 M euros), en un 85% de los casos con menos de 50 trabajadores. No tienen departamentos de I+D que no realicen control de calidad. El desarrollo de nuevos productos es poco importante para el 61% de las empresas y el dominio de nuevas tecnologías es poco importante en el 70% de sus empresas. Colaboran poco o nada con la universidad en el 85% de los casos. 178 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 167-184 Aspectos organizacionales y de cooperación en i+d como criterios de clasificación. El caso de la … El conglomerado 3 agrupa empresas que se encuentran en una situación intermedia a las dos anteriores. Son empresas con una facturación promedio entre 3 a 6 M euros. En el 62% de los casos son empresas de menos de 50 trabajadores. Tienen departamento de I+D que no realiza controles de calidad en un 19% de los casos. El desarrollo de nuevos productos es bastante a muy importante en un 76% de los casos, mientras el dominio de nuevas tecnologías es bastante a muy importante para el 57% de las empresas. En relación a la colaboración con la universidad un 71% colabora poco-nada y un 29% bastante-mucho. Por tanto, como se aprecia en la tabla 4, se confirman las hipótesis relacionadas a la posibilidad de diferenciar de forma significativa los clusters del sector alimentario en función del tamaño de las empresas (medido en número de empleados y facturación), la capacidad de absorción, el desarrollo de nuevos productos y el dominio de nuevas tecnologías; hipótesis 1, 3, 5 y 7, respectivamente. En todos los casos se observan valores del estadístico de contraste significativos para un 99% de confianza. Por tanto, los resultados se encuentran en sintonía con el marco teórico considerado. En relación a las hipótesis referidas a la incidencia de las variables analizadas anteriormente (tamaño empresarial, capacidad de absorción, desarrollo de nuevos productos y dominio de nuevas tecnologías) con respecto a la mayor colaboración con las universidades nuevamente las hipótesis se confirman asimismo las hipótesis 2, 4, 6 y 8. Así, las empresas que más colaboran con la universidad presentan un mayor tamaño (en términos de número de empleados y en facturación), muestran mayor capacidad de absorción, otorgan más importancia al desarrollo de nuevos productos y al dominio de nuevas tecnologías. En relación al desarrollo de nuevos productos nuevamente se aprecia que la media de los clusters 1 y 3 se encuentran bastante próximas. Este hallazgo, se puede deber a que si bien ambos grupos de empresas otorgan gran importancia al desarrollo de nuevos productos, esto no significa que en dicho desarrollo sea necesario contar con la colaboración de las universidades. Seguramente solamente las empresas que desarrollen nuevos productos que impliquen salir de su trayectoria tecnológica habitual recurrirán a las universidades. Como pudimos observar en el marco teórico, el desarrollo de nuevos productos obedece a múltiples razones y la definición de un nuevo producto es bastante amplia, una pequeña modificación de formato o envase da lugar a un nuevo producto y esto difícilmente permite distinguir perfiles empresariales. Por otra parte, se validó el análisis cluster, incorporando otras variables aparte de las utilizadas originalmente para conformar los conglomerados (tabla 6). Se pudo constatar que solamente la realización de actividades de I+D presenta un significación estadística al 99% de confianza; confirmaría que el cluster 1 realiza actividades de I+D en un 90% de los casos, mientras el Cluster 2 en solamente un 30% de los casos y el Cluster 3 en un 60%. Tabla 6. Validación del análisis cluster con otras variables Clusters C1 C2 C3 F P Valor Nº casos Realiza I+D Existe Depto de I+D Personas en Depto de I+D Titulados medios o superiores en Depto de I+D Doctores en Depto de I+D 20 13 21 0,90 0,31 0,60 7,523 0,001 0,60 0,33 0,39 1,352 0,269 6,46 1,75 3,50 1,685 0,212 3,92 1,00 2,83 1,852 0,184 1,43 0,00 0,50 1,328 0,304 Fuente: Elaboración propia Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 167-184 ISSN: 1135-2523 179 Sierra Pereiro, M.; Albors Garrigós, J. ;Ruiz Molina, M.E. Por tanto las empresas agrupadas en el conglomerado 1 se presentan como las empresas líderes. En un 65% colaboran bastante-mucho con la universidad, son por tanto socios estratégicos reales o potenciales, ya que un 35% colabora poco-nada con la misma. Son empresas que cuentan con gran capacidad de absorción y preocupadas por desarrollar nuevos productos y dominar nuevas tecnologías. Son serias candidatas a ser partícipes en los parques científicos de la región ya sea trasladando su departamento de I+D, construyendo institutos mixtos, realizando I+D conjunta u otras formas de colaboración. Con este tipo de empresas se hace posible el desarrollo de todo un amplio abanico de acciones de colaboración: prácticas de alumnos, movilidad de expertos en ambos sentidos (universidad-empresa), servicios tecnológicos y auditorías, explotación de patentes o modelos de utilidad y realización de I+D conjunta, con proyectos a nivel regional, nacional y europeo. Sin embargo, en algunos casos estas empresas pertenecen a grupos empresariales cuya política de I+D se define a nivel de la casa matriz generalmente situada en otra región u otro país, por este motivo el abanico de vías de colaboración con la universidad por parte de este tipo de empresas no es directamente proporcional a la potencialidad que expresa su capacidad de absorción y su poderío económico. En estos casos de pertenencia a un grupo multinacional las vías de colaboración generalmente consisten en prácticas de alumnos y asistencia de sus profesionales a impartir cursos en la Universidad. Tanto los profesionales como sus empresas son generalmente pioneros en diversos temas de gestión que deben ser aprovechados por los institutos de formación en la región y por su alumnado, futuros profesionales del sector. Otras formas de colaboración están supeditadas a la aprobación a nivel de la casa matriz. El conglomerado 2 se presenta como más problemático en la colaboración con la universidad, son mayoritariamente PYMES que actualmente colaboran poco o nada con la misma. Con poca preocupación por el desarrollo de nuevos productos y mayoritariamente poco interés por dominar nuevas tecnologías, podemos definirlas como tradicionales. Son empresas que generalmente no cuentan con personas dedicadas a temas de I+D y cuando los tienen, en la mayoría de los casos realizan tareas de control de calidad. El abanico de posibilidades de colaboración con las universidades es bastante menor que con las empresas del conglomerado 1; probablemente sus colaboraciones tendrán un carácter puntual en temas de asesoría tecnológica y prácticas de alumnos cuando la estacionalidad de sus actividades así lo requiera. Deberían ser empresas objetivo de los Centros Tecnológicos, promoviendo en las mismas una cultura de la innovación y también de la necesidad de un aumento de masa crítica y de escala para abordar temas de I+D+I. Sería interesante desarrollar una amplia campaña de sensibilización de estas empresas ante la importancia de asumir una política más decidida de innovación y valor añadido, así como la necesidad de contar con marcas y masa crítica (dimensión) para abordar una competencia nacional e internacional cada vez más difícil. Además de estas formas directas de colaboración sería conveniente incidir de forma indirecta en esta población tan importante de empresas, las asociaciones y federaciones empresariales, denominaciones de origen u otras formas organizativas en las cuales dichas empresas participan puede ser un canal adecuado para contactar con ellas y desarrollar proyectos de investigación, cursos de formación y temas en colaboración que interesan a varias empresas con esas características. La experiencia del proyecto “Network” de Noruega dirigida por el instituto MATFORSK (Baardseth et al., 1999) donde se ha construido una red de asesores “extensionistas” que trabajan con grupos de 10 a 12 empresas puede ser un ejemplo a 180 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 167-184 Aspectos organizacionales y de cooperación en i+d como criterios de clasificación. El caso de la … tener en cuenta. Son empresas que generalmente no participan en los programas de incentivo a la I+D+I, aunque en sus postulados aparecen siempre como público objetivo. El conglomerado 3 agrupa un conjunto de PYMES innovadoras, potencialmente colaboradores de la universidad. Sus dimensiones y facturación son menores al conglomerado 1 pero conciben al desarrollo de nuevos productos y en menor medida el dominio de las nuevas tecnologías como factores bastante importantes de su competitividad. Actualmente el 71% colabora poco-nada por lo cual será necesaria la definición de una política específica que mejore dicho porcentaje. La capacidad de absorción es bastante limitada por lo cual sería conveniente contactar con la persona referente que trabaja estos temas de I+D y desarrollar una política de relación acorde a sus posibilidades. Son empresas objetivo para programas como el Torres Quevedo aplicado en toda España o el Programa Expande de la Comunidad Valenciana, ambos dirigidos a la incorporación de doctores en las empresas, aumentando así su capacidad de absorción y mejorando su relación con los centros públicos de investigación e impulsando una política sistemática de I+D+I dentro de la empresa. 7. CONCLUSIONES Si bien se ha abordado desde la literatura la relación universidad-empresa, no existen estudios que permitan clasificar las empresas a partir de esta variable, cuestionando la existencia de un sujeto “empresa”, único, homogéneo y universal. El objetivo de la presente investigación es demostrar la existencia de diferentes tipos de empresas que requieren el diseño y la instrumentación de políticas específicas para mejorar su desempeño en I+D+I, especialmente en relación con las universidades. En este sentido, la técnica del análisis cluster ha permitido conformar tres conglomerados o grupos de empresas que presentan características similares entre sí y diferencias significativas con las empresas de los otros grupos. Considerando a la colaboración con la universidad como un factor de clasificación, podemos decir que dentro del sector alimentario de la Comunidad Valenciana se pueden distinguir tres grupos: las empresas líderes, las empresas tradicionales y las Pymes innovadoras potencialmente colaboradoras con las universidades. Además del grado de colaboración con las universidades, mayor en las empresas líderes, muy bajo en las tradicionales e intermedio en las potencialmente colaboradoras, los grupos se diferencian de forma significativa en otros aspectos tales como: tamaño empresarial (en número de empleados y en facturación), existencia o no de departamento de I+D sin tareas de calidad e importancia del desarrollo de nuevos productos y el dominio de nuevas tecnologías como factores de competitividad. Esta clasificación se presenta como operativa y, a nuestro juicio, permite diseñar políticas adecuadas a dichos perfiles. Si bien generalmente cuando se habla de cooperación universidad-empresa parece que exista sólo un tipo de universidad y un tipo de empresa, en el presente artículo aportamos elementos para que se tenga presente que la realidad empresarial es diversa. 8. LIMITACIONES Y FUTURAS LINEAS DE INVESTIGACIÓN El presente estudio no está exento de las limitaciones habituales en trabajos empíricos de similar naturaleza. En primer lugar, se cuenta con una muestra de empresas reducida. En la medida en que se localicen e incorporen nuevas empresas a la base de datos, se obtendrán Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 167-184 ISSN: 1135-2523 181 Sierra Pereiro, M.; Albors Garrigós, J. ;Ruiz Molina, M.E. resultados concluyentes. Asimismo, el hecho de haber recurrido a las bases de datos de asociaciones de empresas puede implicar un cierto sesgo apriorístico en la selección de empresas de la muestra, especialmente hacia aquellas de mayor tamaño y de mayor actividad en I+D que, generalmente, son las empresas más activas en estas asociaciones. Geográficamente predominan las empresas de la provincia de Valencia, en detrimento de las provincias de Castellón y Alicante, lo que deberá ser tenido en cuenta en futuras investigaciones para conformar una muestra equilibrada territorialmente en toda la Comunidad Valenciana. Por otra parte, debido al reducido tamaño muestral, no ha podido ser incluido entre las variables el origen del capital entre las variables que definen los clusters. No obstante, en la línea de Molero y Buesa (1996), entendemos que este es un elemento determinante a la hora de emprender o no colaboración tecnológica con instituciones locales. Este factor puede representar una limitación importante, dado el comportamiento diferenciado de las empresas nacionales y extranjeras respecto a las fuentes de las nuevas tecnologías (Molero y Buesa, 1996). Con todo, consideramos necesario replicar la clasificación en otros contextos geográficos y otros sectores económicos, analizando si la relación universidad-empresa es un criterio de segmentación válido también en otros contextos. Así como este estudio permite cuestionar la idea de que la relación universidad-empresa se realiza con un tipo único y universal de empresa, del mismo modo consideramos que en futuras investigaciones se deberían examinar las motivaciones de los profesores universitarios para colaborar con las empresas, intentando determinar si existe un sujeto único y universal a lo interno de las universidades o por el contrario existen también diferencias dentro del colectivo de profesores e investigadores universitarios que requiere un enfoque diferencial. BIBLIOGRAFÍA ALBERT, P., MARTIN M. Y TANGUY C. (2003): "Innovation dans les PME agro-alimentaires et insertion dans des réseaux : peut-on parler d'un ancrage territorial?". 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Para ello, se analizan sus características más relevantes: sector de actividad; lugar donde se lleva a cabo; número de socios; si se trata de empresas españolas o extranjeras y su nacionalidad; participación de entidades gubernamentales; área funcional del acuerdo; su carácter vertical, competitivo o complementario; tipo de alianza; forma legal y si existe notificación a la CNMV. Así, se ofrece una amplia visión de la las alianzas establecidas por las empresas españolas más relevantes. PALABRAS CLAVE: Cooperación empresarial, Empresas cotizadas, CNMV. ALLIANCES IN SPAIN: EVIDENCE FROM STOCK MARKET FIRMS ABSTRACT: This work examines 2486 cooperative arrangement announcements signed by firms that quote in the Spanish stock market during the period 1990-2002. To investigate, its more prominent characteristics are analyzed: sector of activity of the signatory companies; if the agreement is going to carry out in Spain or abroad; number of partners (and their nationality); governmental participation; value chain area in which the agreement is developed; their vertical, competitive or complementary character; alliance typology; legal implementation and if notification to the National Commission of the Stock Market exists. This way, an extensive vision of the reality of the alliances established by the most prominent companies of the Spanish panorama is offered. KEYWORDS: Alliances, quoted firms, NCSM. 1. INTRODUCCIÓN El aumento de la competencia a nivel internacional y la globalización de los mercados han desplazado el campo de las relaciones entre empresas de la tradicional competencia a la creciente importancia de las prácticas de cooperación. Las alianzas, al igual que las inversiones en capital, han sido ampliamente utilizadas como una herramienta de inversión que permite mejorar las capacidades y competitividad a largo plazo. Hoy en día se encuentra comúnmente aceptada la importancia de la cooperación como medio para afrontar con éxito el nuevo entorno empresarial y competir globalmente promoviendo la renovación estratégica (Deeds y Hill, 1996). Las organizaciones utilizan la cooperación con el fin de adquirir nuevas tecnologías y expandir sus mercados y productos, elementos clave de la gestión empresarial (Stevenson y Jarrillo, 1990). Además, permite acceder a información y recursos de otras organizaciones, lo que mejora la capacidad estratégica para enfrentarse a los retos de los mercados emergentes (Wissema y Euser, 1991). A pesar de los beneficios económicos de la colaboración empresarial, algunos estudios muestran que no está exenta de riesgos. Compartiendo recursos, las empresas pueden perder sus ventajas competitivas específicas y los resultados de la salida de estos recursos pueden ser devastadores. Así ha ocurrido con muchas empresas norteamericanas que decidieron formar joint ventures internacionales (p.e. Hamel et al. 1989; Parkhe, 1993; Park y Russo, 1996). González Serrano, L.; Laguna Sánchez, P.; Robles Fernández, M. D. Inicialmente, la atención se centraba en la reducción del nivel de competencia en los mercados, considerándose la cooperación como una suerte de comportamiento colusorio que disminuía la eficiencia económica desde el punto de vista social. Posteriormente, el reconocimiento de la existencia de ciertas imperfecciones del mercado da paso a la “teoría de los costes de transacción” y a la consideración de la cooperación como forma organizativa intermedia entre la jerarquía y el mercado. No obstante, surge otra corriente de pensamiento que sustituye el objetivo de minimización de los costes propuesto por el enfoque anterior, por el de máximos beneficios, analizando la cooperación como una cuestión estratégica para la empresa que proviene de un estudio cuidadoso de las oportunidades y amenazas que los acuerdos pueden generar (conducta estratégica). Por último, siguiendo las actuales teorías de recursos y capacidades, el enfoque organización ve la cooperación como un medio para trasvasar conocimientos específicos entre organizaciones1. Existen muchos trabajos que han analizado la cooperación en diferentes entornos. Así, algunos centran su atención en EEUU como Harrigan (1985); otros en los países industrializados como Hladick (1984) o Ricota (1987) o en los países de la antigua CEE, como Mariti y Smiley (1983), Jacquemin et al. (1986), o Delapierre (1991). Más recientemente, se encuentran numerosos trabajos que investigan diferentes cuestiones relacionadas con la colaboración. Entre ellos, resultan especialmente interesantes los que tratan de acercarse a los efectos de las alianzas en el mercado como Finnerty et al. (1986), Lee y Wyatt (1990), Chung et al. (1993), Das et al. (1998), Mohanram y Nanda (1998), Ueng et al. (2000), Anand y Khana (2000) y Min y Prather (2001). Aunque la implantación de estrategias de cooperación entre empresas españolas ha resultado más complicada que en otros países de nuestro entorno, el panorama ha cambiado gracias al impulso recibido por parte de la Unión Europea y los Organismos públicos y privados españoles. También, la conjunción de otros factores ha resultado determinante. Así, la entrada en vigor del Mercado Único Europeo, que supone un cambio de escala de los mercados tradicionales y una transformación de las formas de competencia; la desregulación de determinados sectores económicos (eléctrico, telecomunicaciones, etc.); el pequeño tamaño de las empresas españolas comparado con el de las europeas; el elevado número de PYMES que se encuentran en sectores maduros con escasas perspectivas de futuro y el reducido número de pequeñas empresas innovadoras en sectores de tecnología avanzada con grandes perspectivas de crecimiento. De forma paralela, se ha producido un creciente interés por el estudio de esta realidad en España. Encontramos un conjunto amplio de trabajos que analizan las características de los acuerdos de cooperación suscritos por empresas españolas (por ejemplo Costa Campí, 1989, Menguzzato, 1992, García Canal, 1992, Miranda, 1992, Costa y Callejón, 1992, Casani, 1995, Valdés y García Canal, 1995, Rialp y Rialp, 1996, García Canal et al., 1997, Rialp y Salas, 1999, López Navarro, 2000, García Ochoa, 2002, Escribá et al., 2003). No obstante, las conclusiones a las que llegan son difíciles de relacionar, pues se basan en distintos periodos temporales, objetivos diferentes, etc. Algunos se centran en los acuerdos nacionales, otros lo hacen en los internacionales. Unos analizan fórmulas concretas de cooperación (empresa conjunta) mientras que otros abarcan todo tipo de colaboraciones. En ciertos casos, se trata de examinar el comportamiento de las empresas pequeñas mientras que, en otros, prácticamente no se consideran. 186 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 Los acuerdos de cooperación de las empresas que cotizan en bolsa: analisis del caso español En este contexto, este trabajo trata de aportar nueva evidencia sobre la cooperación en el caso español y analizar la evolución y estado actual del fenómeno. Nuestro estudio se centra en las empresas que cotizan en el mercado continuo español pues estas empresas no han sido examinadas de forma independiente en la literatura. Además, en general, en la bolsa cotizan las organizaciones más representativas de la economía española. Por otro lado, estas instituciones están sometidas a un mayor control corporativo, por lo que sus decisiones se verán rápidamente reflejadas en el precio de las acciones. Pretendemos examinar los acuerdos firmados entre 1990 y 2002. Para ello, construimos una base de datos sobre los socios, las fechas y las distintas características de los acuerdos firmados a partir de la información publicada en la prensa. Parece lógico que, dada su representatividad, los medios especializados den amplia cobertura a estos convenios y, por tanto, se configuren como una referencia válida para nuestro objetivo. El resto del trabajo se estructura como sigue. En la Sección 2 se expone la situación española, en la 3 se describe la construcción de la base de datos. En la Sección 4 se presentan los resultados del análisis empírico y en la Sección 5 las principales conclusiones. 2. LA COOPERACIÓN EN ESPAÑA En los últimos años se ha producido un creciente interés por el análisis de la cooperación en España. Sin embargo, el reducido nivel de implantación de la cooperación en el tejido industrial y la escasa difusión pública de de información a cerca de estos proyectos, han supuesto un problema a la hora de abordar su análisis2. Tampoco existe coincidencia en la dimensión y sentido de la cooperación. Algunos consideran el término en su acepción más amplia e incluyen todo tipo de acuerdos (subcontratación, acuerdos informales, etc.) como Costa Campí (1989), Costa y Callejón (1992), Rialp (1996) o Escribá et al (2003). Otros establecen ciertas restricciones. García Canal (1992) excluye la creación de asociaciones patronales, inversiones minoritarias de carácter puramente financiero, fondos de capital riesgo, concesiones de líneas de crédito o sindicación de créditos; Casani (1995) descarta los pactos para establecer políticas de precios o comerciales y la subcontratación tradicional o contratos comerciales a largo plazo; Rialp y Salas (1999) exceptúan las tomas de participación accionariales mayoritarias, la sindicación de créditos por varios bancos y la concesión de líneas de crédito. Algunos centran su análisis en formas específicas como empresas conjuntas (Valdés y García Canal, 1995 o García Canal et al., 1997); consorcios de exportación (López Navarro, 2000); o alianzas estratégicas (García Ochoa, 2000). Por otro lado, dada la escasez de bases de datos sobre cooperación, muchos autores han utilizado la información publicada por la prensa especializada, como García Canal (1992), Miranda (1992), Rialp (1996), García Canal et al. (1997), Rialp y Salas (1999), García Ochoa (2002), Escribá et al (2003). Otros autores han reunido fuentes alternativas como encuestas u Organismos Oficiales. Por ejemplo, Menguzzato (1992) utiliza LAREA (Laboratoire de Recherche en Economie Appliquée) para estudiar la cooperación internacional de las empresas españolas, mientras que Costa y Callejón (1992) utilizan información del programa Europartenariat con el fin de analizar acuerdos suscritos por pymes y grandes empresas o sólo pymes en los países comunitarios. Casani (1995) escoge una triple vía de acceso a la información: las solicitudes al Ministerio de Industria para la concesión de ayudas a la cooperación, los proyectos del programa ESPRIT III en los que participan empresas españolas y revistas profesionales especializadas de los sectores más propensos a cooperar. Otros, como Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 ISSN: 1135-2523 187 González Serrano, L.; Laguna Sánchez, P.; Robles Fernández, M. D. Valdés y García Canal (1995), se centran en empresas de menor tamaño, eligiendo para su estudio empresas conjuntas promovidas por el Programa de Acciones Colectivas del Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa Industrial (IPMEI, hoy desaparecido). Por último, López Navarro (2000) analiza consorcios de exportación integrados por empresas españolas amparados por los programas de promoción del ICEX. Desde el punto de vista del objetivo del análisis, la mayoría de los estudios se centran en alianzas suscritas entre empresas españolas y extranjeras, aunque existen algunas excepciones como Valdés y García Canal (1995) que escogen acuerdos nacionales y Menguzzato (1992) o Gacía Canal et al (1997) que sólo consideran los internacionales. Los periodos de estudio son diversos y transcurren entre 1980 y 1999. En algunos casos se solapan y, en otros, resultan correlativos. Ninguno contempla un horizonte temporal tan amplio como el de nuestra investigación: desde 1990 a 2002. En cuanto a los resultados, se pueden encontrar unas pautas generales. Por ejemplo, Menguzzato (1992) analiza 76 acuerdos de cooperación iniciados entre 1980 y 1989. Los sectores a los que pertenecen son tecnología de la información, biotecnología y materiales. Encuentra que el aumento en la cooperación en los años 80 en España es equiparable tanto al de la CE como al mundial. La mayoría de los acuerdos son bilaterales, con empresas comunitarias. Detecta una creciente importancia de la cooperación multifuncional. En general, los acuerdos no tienen forma estructurada y son de carácter horizontal. García Canal (1992) considera 663 acuerdos entre 1986 y 1989. Observa también una tendencia creciente en el número de acuerdos y la preeminencia de los internacionales frente a los domésticos, en general, con socios europeos. La gran mayoría de los acuerdos son bilaterales. Predomina la empresa conjunta, aunque el peso de las estructuras menos formalizadas es muy importante. Los sectores más activos son los relacionados con las nuevas tecnologías y los más afectados por la entrada en la Comunidad (financiero, alimentación y energía). Prevalecen los acuerdos de actividad múltiple en los que se busca la expansión internacional. Miranda (1992) estudia 150 acuerdos de ámbito internacional (nacional, comunitario y extracomunitario) de cualquier sector de actividad firmados entre 1991 y 1992. Muestra una mayor frecuencia en la firma de acuerdos con empresas de Francia, Alemania y Gran Bretaña. En general, son acuerdos bilaterales. En los nacionales priman los sectores de electrónica y telecomunicaciones, en los Comunitarios el de maquinaria y el energético mientras en los extracomunitarios el energético y el de electrónica y telecomunicaciones. En los acuerdos Comunitarios la mayoría se establecen entre empresas públicas y privadas. La mitad de los acuerdos nacionales y Comunitarios se plasmaron en joint ventures de innovación tecnológica, mientras que los extracomunitarios se centraron en el área productiva. Costa y Callejón (1992) consideran dos casos: la cooperación entre pymes y grandes empresas y sólo entre pymes. En el primer caso, la mayoría de los acuerdos son domésticos, de producción, poco estructurados (el 42% no se formalizan) y con importante presencia de los sectores químico, software, fabricación de maquinaria y equipo mecánico. En el segundo, predominan los de distribución, desarrollados bajo la fórmula de proyectos conjuntos, en los sectores mecánico, electrónico y químico. Casani (1995) reúne un total de 190 casos entre 1992 y 1993. Encuentra que la mayoría de los convenios son bilaterales, entre empresas pequeñas y medianas. Se tiende a firmar acuerdos con empresas de la Unión Europea. La forma legal más frecuente es la empresa 188 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 Los acuerdos de cooperación de las empresas que cotizan en bolsa: analisis del caso español conjunta y el sector mas colaborador el agroalimentario, seguido del de servicios, electrónica e informática. La mayoría son acuerdos de actividad múltiple. Los acuerdos nacionales se desarrollan en el área comercial, mientras que los Comunitarios se dirigen al campo tecnológico. Valdés y García Canal (1995) analizan empresas conjuntas promovidas a través del Programa de Acciones Colectivas del IPMEI, entre 1978 y 1993. Observan que todos los socios son nacionales y pertenecen al mismo sector. Predominan los sectores textil, cuero, confección y calzado, las actividades múltiples con un número de socios elevado y amplia participación de personas físicas. El objetivo prioritario fue ampliar mercados y conseguir la expansión internacional. Para estudiar los procesos de internacionalización de la empresa española, Rialp y Rialp (1996) eligen los acuerdos de cooperación publicados en la prensa económica de 1990 a 1992. Analizan un total de 1.148 acuerdos de los que la mayoría son internacionales. Por sectores, aquellos en los que se registraron un mayor número de acuerdos fueron el de energía y agua, el financiero, servicios y ordenadores y semiconductores. García Canal et al. (1997) investigan 461 empresas conjuntas internacionales creadas durante el periodo 1986-1996. La tendencia es creciente hasta 1990. Predominan las empresas creadas por dos socios y el socio no español suele ser de nacionalidad europea y el español suele ser una empresa grande. La mayoría tienen como objetivo la realización de una actividad múltiple, siendo los sectores más activos el agroalimentario, servicios, servicios financieros y otros productos industriales. Rialp y Salas (1999), realizan un análisis más extenso de Rialp y Rialp (1996) tomando el mismo periodo temporal y número de acuerdos. La mayor parte se firman con empresas extranjeras (fundamentalmente de Europa Occidental), entre dos socios, formando coaliciones (de las que el 43.45% son empresas conjuntas) de actividad múltiple. La mayoría son horizontales y realizan su actividad en un solo país (sobre todo España). López Navarro (2000) estudia 83 consorcios de exportación integrados por empresas españolas, desarrollados al amparo de los programas de promoción del ICEX3 desde 1983 hasta 1996. En este caso, el número de socios es relativamente elevado y suele tratarse de acuerdos de complementariedad, donde los productos de unas empresas refuerzan la venta de los productos del resto. Estas coaliciones suelen estar integradas por empresas de dimensión reducida, creándose, principalmente, en sectores fragmentados donde predomina la pyme. García-Ochoa (2002) recoge 239 alianzas estratégicas formalizadas durante el periodo 1994-1998. Encuentra un crecimiento sostenido en el número de acuerdos, con mayor número de convenios internacionales que nacionales (y en especial con empresas pertenecientes a la UE). La mayor parte de alianzas son bilaterales y en forma de empresa conjunta. Los sectores más activos son el financiero, telecomunicaciones y energía. Predominan los acuerdos de actividad múltiple, seguidos de los comerciales, producción y tecnología. Por último, Escribá et al. (2003) consideran 611 alianzas suscritas entre 1994 y 1999 de las que una parte importante son internacionales, entre dos socios, con bastante equilibrio entre las no formalizadas y las joint ventures. Los acuerdos internacionales se firman entre empresas competitivas y los nacionales entre complementarias. La mayor parte son de actividad múltiple, seguidos por marketing y producción. Los sectores más activos son: medios de comunicación, telecomunicaciones, servicios, financiero, agroalimentario y construcción. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 ISSN: 1135-2523 189 González Serrano, L.; Laguna Sánchez, P.; Robles Fernández, M. D. En resumen, y a pesar de las dificultades argumentadas, a partir de la evidencia encontrada por los estudios anteriormente descritos, se pueden apuntar ciertas regularidades en las características de los acuerdos de cooperación suscritos por las empresas españolas como: cierta tendencia creciente, especialmente a nivel nacional, escaso número de socios, aunque, cuando los acuerdos son nacionales, se suele incrementar. Cuando se produce cooperación internacional se prefieren socios comunitarios. Los sectores que aparecen más activos son los de alta tecnología, aunque a nivel nacional despuntan también otros como el financiero y el agroalimentario. Normalmente, la finalidad es el desarrollo de una actividad de carácter múltiple. Existe cierta propensión a la estructuración de las colaboraciones a través de empresas conjuntas aunque, según el tipo de que se trate, se producen muchos acuerdos informales. 3. DISEÑO DE LA BASE DE DATOS La base de datos elaborada recoge información sobre el número y características de los acuerdos suscritos por las empresas que cotizan en el mercado continuo español. Sólo se han considerado los acuerdos firmados durante los periodos en los que alguna de las empresas firmantes ha cotizado de manera efectiva en este mercado. El lapso temporal analizado va de enero de 1990 a diciembre de 2002. La información sobre los acuerdos se selecciona a partir de la prensa económica. En particular, hemos consultado la base de datos Baratz (Servicios de Teledocumentación, S.A.) que recoge las noticias tanto de los principales periódicos de información general, como de los de información económico-financiera. Adicionalmente, hemos examinado las noticias publicadas en El País y Cinco Días a través de la Hemeroteca de El País (www.elpais.es). Además de información publicada en prensa, hemos revisado dos difusores de información financiera a través de internet: www.finanzas.com (Ya.com Internet Factory) y www.invertia.com (Terra Networks, S.A.) que divulgan noticias de agencias como EFE o Europa Press. Con todo ello pretendemos eliminar el sesgo que pueda introducir el medio que publica las noticias y completar todo lo posible la información que ofrecen.4 En nuestro caso, hemos contemplado todos los acuerdos independientemente de su forma jurídica o grado de formalización. Se han descartado, no obstante, aquellos que, aunque calificados como acuerdos por la prensa, reflejaban en realidad operaciones de fusión o adquisición. Como consecuencia, los acuerdos considerados mantienen la identidad jurídica independiente de los socios y, por tanto, su propia cultura y estructura de gestión. También han sido descartados aquellos que consistían en transacciones específicas de mercado pues se considera relevante el establecimiento de cierta dependencia mutua que emana de los acuerdos explícitos (escritos o verbales) asumidos por los socios. Lo importante son las relaciones que se establecen, basadas en la coordinación de actividades. En este sentido, seguimos el criterio aplicado por Costa Campí (1989), Rialp y Rialp (1996) o Escribá et al. (2003) y no realizamos las exclusiones apuntadas por García Canal (1992), Casani (1995) o Rialp y Salas (1999). Por ello, se encuentran incluidas las concesiones de líneas de crédito o sindicación de créditos. Para recopilar la información, se han utilizado como criterios de búsqueda palabras clave como acuerdo, alianza, alianza estratégica, cooperación, colaboración, consorcio, empresa conjunta, joint venture, UTE, etc. en combinación con los nombres de las empresas objeto de análisis. Se han considerado posibles variaciones en el nombre de las empresas a lo largo del periodo analizado, así como la creación de nuevas empresas, relacionada con fusiones y adquisiciones entre empresas de la muestra. 190 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 Los acuerdos de cooperación de las empresas que cotizan en bolsa: analisis del caso español Las variables seleccionadas son comunes con las utilizadas en otros estudios. Esto nos permitirá comparar nuestros resultados con los obtenidos en la literatura. En particular, para todos y cada uno de los acuerdos anunciados, se han contemplado las características que pueden identificar la naturaleza de la cooperación. Las variables se ordenan en el Cuadro 1. Cuadro 1. Información recogida sobre las características de los acuerdos • • • • • • • • Fecha en la que se firma el acuerdo Número de socios (nacionales y extranjeros) Nombre de las empresas participantes Nacionalidad de los socios Origen de las empresas no españolas Objeto del acuerdo Si el acuerdo se va a desarrollar en España o en el extranjero • • • • • • • • Naturaleza de los socios Sector de actividad de las empresas firmantes Área funcional del acuerdo Naturaleza del acuerdo Forma legal Comunicación de los acuerdos a la CNMV Si la empresa cotiza también en alguna bolsa extranjera La variable “naturaleza de los socios” recoge tres categorías: privada (se consideran así todos los acuerdos suscritos por empresas), gubernamental (acuerdos en los que participa el Estado o los poderes públicos) y mixta (en los que participan entidades como universidades, asociaciones, fundaciones, etc.). Esta definición es distinta de la utilizada por otros autores, como Miranda (1992), quien incluye los acuerdos firmados con empresas públicas en la categoría de gubernamentales. El área funcional del acuerdo refleja si éste se firma para realizar actividades de marketing, producción, investigación, finanzas o personal. También si la colaboración se desarrolla en varias áreas funcionales a la vez (caracterizándose entonces como múltiple). El campo “naturaleza del acuerdo” se divide en tres categorías: vertical, horizontal competitivo y horizontal complementario mostrando la relación entre las actividades de los socios. 4. RESULTADOS El número de acuerdos reunidos a lo largo del periodo de 13 años considerado, es de 3234. En algunos casos el convenio ha sido firmado por más de una empresa que cotiza en el mercado continuo español, lo cual tiene como consecuencia que aparezca duplicado. Teniendo en cuenta esta cuestión, el número efectivo de acuerdos recogidos es de 2465. El número de empresas que han firmado algún acuerdo en todo el periodo es de 161 del total de 227 del mercado. En cada año de la muestra, aproximadamente el 50% de las empresas del mercado han firmado algún acuerdo. La evolución temporal de los acuerdos se recoge en el Gráfico 1 y en la Tabla 1. No sólo se muestra el número total de acuerdos suscritos cada año, sino también, el número de empresas que han cotizado cada año y el número de acuerdos por empresas dentro de la muestra cada año. Ello se debe a que los resultados se encuentran influidos de forma importante por este hecho. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 ISSN: 1135-2523 191 González Serrano, L.; Laguna Sánchez, P.; Robles Fernández, M. D. Gráfico 1. Evolución temporal de los acuerdos (series estandarizadas) Puede observarse que el número total de acuerdos muestra una tendencia creciente, como también el número de empresas que cotizan. No obstante, se advierte lo contrario respecto al número de acuerdos por empresa. Por tanto, la propensión ascendente en los acuerdos suscritos se produce por el incremento en el número de empresas que cotizan y no por el hecho de que las empresas firmen un mayor número de acuerdos. Tabla 1. Evolución temporal de los acuerdos 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 Nº Acuerdos Nº Empresas (1) Acuerdos por empresa 195 152 140 168 158 146 149 198 196 165 297 284 217 46 52 52 55 55 55 55 55 67 62 78 76 76 4.2 3.8 3.8 3.5 3.5 3.5 3.5 3.5 2.9 3.1 2.5 2.6 2.6 (1) Es el número de empresas firmantes de acuerdos que cotizaban el mercado en el año correspondiente. Muchas de las empresas estudiadas han sufrido importantes procesos de adquisición y fusión en el periodo de referencia lo que ha configurado la cooperación como un paso previo a este proceso. Ello es especialmente relevante en algunos sectores como la construcción. En definitiva, al igual que en estudios previos, el número de acuerdos presenta una tendencia creciente. Sin embargo, la media de acuerdos por empresa ha disminuido en el periodo de referencia. Este aspecto no se puede comparar con la literatura precedente pues no reportan esta información. Lo que encontramos es un incremento en el número de acuerdos firmados relacionado con el hecho de que hay más empresas que utilizan la cooperación como estrategia empresarial. Bien es cierto que García Ochoa (2002) percibe un descenso en las alianzas estratégicas a partir de 1998 y Escribá et al (2003) apuntan la posibilidad de una cierta estabilización de la cooperación entre las grandes empresas a finales de los noventa. 192 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 Los acuerdos de cooperación de las empresas que cotizan en bolsa: analisis del caso español Tabla 2. Número de acuerdos por sectores Sector Banca Construcción Electricidad Petróleo, Gas y otras Fuentes Telecomunicaciones Ocio Turismo y Hotelería Alimentación Comercio Minorista Papel Madera y Químicas Electrónica y Software Otros Servicios de Mercado Publicidad Prensa y Televisión Aparcamientos y Autopistas Inmobiliarias Fabricación y Montaje de Bienes de Eq Bebida y Tabaco Textil, Vestido y Calzado Transporte y Distribución Seguros Metales Cartera y Holding Otros Bienes de Consumo Materiales para Construcción Nº Acuerdos 879 533 454 270 194 99 99 91 73 65 65 55 54 54 51 47 39 34 26 21 12 11 8 3234 Nº de empresas 30 16 12 5 4 4 12 6 11 3 6 4 4 6 9 5 4 3 3 7 2 2 3 161 Media del sector 29.30 33.31 37.83 54.00 48.50 24.75 8.25 15.17 6.64 21.67 10.83 13.75 13.50 9.00 5.67 9.40 9.75 11.33 8.67 3.00 6.00 5.50 2.67 20.09 La Tabla 2 muestra la tipificación sectorial de los acuerdos suscritos. Se ha seguido la clasificación de los sectores vigente en el mercado continuo durante el periodo de análisis. Como puede advertirse, los sectores más activos desde el punto de vista de la cooperación han sido banca, construcción, electricidad, petróleo gas y otras fuentes y telecomunicaciones. Estos resultados coinciden con los encontrados en estudios anteriores salvo en el caso de la construcción. Llama la atención que este hecho no haya sido constatado en ocasiones anteriores pues, por la naturaleza de su actividad, las empresas de este sector se ven abocadas a unirse para enfrentar grandes obras normalmente a través de fórmulas creadas para tal fin como son las Uniones Temporales de Empresas (UTEs). Bien es cierto, que ello podría deberse a las muestras escogidas para el desarrollo de dichas investigaciones y a la muy diversa clasificación sectorial utilizada como referencia. Cuando tenemos en cuenta el número de empresas que cotizan en cada sector encontramos que, las que firman más acuerdos en media, son las pertenecientes al sector petróleo gas y otras fuentes, seguidas de cerca por las del sector de las telecomunicaciones. Las empresas del sector electricidad, construcción y bancario también presentan una importante propensión a la cooperación así como el sector ocio turismo y hotelería. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 ISSN: 1135-2523 193 González Serrano, L.; Laguna Sánchez, P.; Robles Fernández, M. D. Para analizar la naturaleza de los socios, estos se han clasificado en tres categorías: privada, gubernamental y mixta. Como se ha comentado se consideran acuerdos gubernamentales los firmados con Estados y Administraciones Públicas (ayuntamientos, comunidades autónomas, ministerios, etc.). En la categoría acuerdos mixtos se incluyen los firmados con organismos que no pueden ser calificados ni como privados ni como gubernamentales (universidades, empresas públicas, fundaciones, asociaciones, etc.). Gráfico 2. Tipo de acuerdo según la naturaleza de los socios Así, como se puede ver en el Gráfico 2, en la mayoría de los casos han intervenido socios privados. Sólo en el 11% interviene alguna entidad gubernamental o de carácter mixto. Ello marca una clara tendencia entre las empresas con presencia en el mercado continuo español a firmar acuerdos con otras empresas antes que con entidades públicas o de otro carácter. Estos resultados difieren respecto a los de otros autores como Miranda (1992), quien como ya se comentó, utiliza una clasificación distinta a la nuestra. En otros casos, como Casani (1995), Valdés y García Canal (1995) o López Navarro (2000) la intervención estatal se produce de manera directa a través de ayudas o subvenciones a la cooperación. En cuanto a la nacionalidad de los socios elegidos, las empresas analizadas suscribieron más acuerdos nacionales que internacionales en el periodo 1990-2002 (1946 nacionales frente a 1130 internacionales) aunque ambas categorías se encuentran bastante próximas. Este resultado no está en la línea de los obtenidos en análisis anteriores, en los que se aprecia una preferencia por los socios extranjeros frente a los nacionales. Este hecho puede deberse al diferente criterio utilizado para considerar la nacionalidad de las compañías involucradas. Hay que resaltar que, entre las empresas que cotizan en el mercado continuo español, nos encontramos con empresas cuya nacionalidad no es fácil de determinar pues son multinacionales con una importante implantación en diferentes países (BP Oil, Bayer, Carrefour, etc.). En estos casos, hemos optado por considerar únicamente como españolas a aquellas empresas nacidas en territorio español, excluyendo de la clasificación a las filiales españolas de empresas extranjeras. En esta situación tenemos a 12 empresas de la muestra, que firman un total de 141 acuerdos. Esto produce que, en algunos de ellos, no participe ninguna empresa española (hecho que no sucede en ninguno de los estudios anteriores). Muchos autores no especifican el concepto utilizado para calificar una empresa como nacional. Otros, como Rialp y Rialp (1996) o García-Ochoa (2002) consideran española a toda empresa establecida en nuestro territorio independientemente de su lugar de origen o la titularidad de su capital, criterio distinto al de este estudio. 194 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 Los acuerdos de cooperación de las empresas que cotizan en bolsa: analisis del caso español Tabla 3. Procedencia de las empresas extranjeras en los acuerdos internacionales Continente Nº Acuerdos Porcentaje Europa 534 47.7% Norte América (1) 233 20.8% Ibero América 122 10.9% Mixto (2) 95 8.5% Asia 45 4.0% Norte de África 26 2.3% Organismos supranacionales 22 2.0% Europa Oriental 15 1.3% Oriente medio 13 1.2% América (3) 6 0.5% África Sub-Sahariana 4 0.4% Australia 4 0.4% Total general 1119 (1) Un 96% se corresponden con acuerdos firmados con empresas de USA (2) Acuerdos con varios países que proceden de distintos Continentes (3) Acuerdos firmados con algún país iberoamericano más USA La Tabla 3 recoge la nacionalidad de los socios que han participado en los acuerdos internacionales. Como se puede comprobar, una parte importante han sido suscritos con socios europeos, siguiendo la tendencia descrita en estudios anteriores. Bien es cierto, que también resulta importante la participación de socios norteamericanos e iberoamericanos. Cabe mencionar la tendencia que ya muestran algunos estudios como Rialp y Salas (1999), García Ochoa (2002) y Escribá et al. (2003) al incremento en la colaboración con socios latinoamericanos en detrimento de los japoneses y, en general, del resto de Asia, coherente con la recesión sufrida por la economía nipona y el incremento de la actividad empresarial española en los mercados del centro y el sur del continente americano. Tabla 4. Nº de socios firmantes del acuerdo Nº Acuerdos Porcentaje Nº de socios 2 1809 73.4% 3 332 13.5% 4 131 5.3% 5 64 2.6% > 5, < 10 37 1.5% 10 o más 92 3.7% Total 2465 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 ISSN: 1135-2523 195 González Serrano, L.; Laguna Sánchez, P.; Robles Fernández, M. D. Teniendo en cuenta el tamaño de los acuerdos respecto al número de socios firmantes, encontramos conclusiones muy en línea con la literatura. Los resultados se exponen en la Tabla 4. Las empresas que cotizan muestran una clara tendencia a suscribir acuerdos únicamente entre dos socios, seguidos por los acuerdos en los que intervienen tres y cuatro socios. Resultan minoritarias las colaboraciones de alta participación (más de cinco socios). Ello coincide, además, con que nuestra muestra está formada por empresas grandes y, como señalan Valdés y García Canal (1995), la tendencia a aumentar el número de socios es mayor en acuerdos entre empresas de menor tamaño o que cuentan con apoyo financiero público. Tabla 5. Forma legal del acuerdo Nº Acuerdos Porcentaje Sin forma 1734 70.3% Empresa conjunta 251 10.2% UTE 194 7.9% Consorcio 163 6.6% Subcontratación 43 1.7% AIE 37 1.5% Licencia 20 0.8% Franquicia 20 0.8% AEIE 3 0.1% Total general 2465 En cuanto a la forma escogida para organizar los acuerdos, los resultados se muestran en la Tabla 5. Como puede advertirse, más del 70% de los acuerdos suscritos por las empresas que cotizan en el mercado continuo español no han sido objeto de formalización alguna. Las empresas conjuntas, las uniones temporales de empresas y los consorcios son las fórmulas elegidas cuando se ha tomado la decisión de formalizar la colaboración. Estos resultados muestran una tendencia menor a la formalización de los acuerdos por parte de las empresas que cotizan en el mercado continuo español respecto a las analizadas en estudios anteriores. No obstante, las informaciones en prensa no siempre recogen todas las características de las alianzas pudiendo no contemplarse en ellas la estructura legal adoptada. Sólo si la noticia mencionaba la forma legal ésta ha sido recogida en la base de datos. Puede darse, por tanto, la circunstancia de que algunos de los acuerdos recogidos en el epígrafe “sin forma” correspondan en realidad a formas estructuradas de cooperación. Además, algunos autores como Miranda (1992) perciben una menor tendencia a la formalización de acuerdos nacionales (mayoría en nuestra muestra). Otra característica de los acuerdos que nos interesa analizar es su naturaleza, es decir la relación vertical, horizontal complementaria u horizontal competitiva existente entre los socios. Los resultados respecto a esa clasificación se muestran en el Gráfico 3. Como puede observarse, existe una distribución bastante equitativa entre las diferentes categorías de colaboración, aunque la mayoría de los acuerdos tiene carácter horizontal (61%). Este resultado coincide con el encontrado en estudios anteriores que han contemplado este hecho como Menguzzato (1992), García Canal (1992), Rialp y Rialp (1999) o Escribá et al. (2003). 196 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 Los acuerdos de cooperación de las empresas que cotizan en bolsa: analisis del caso español Gráfico 3. Naturaleza del acuerdo Dentro de los acuerdos de carácter horizontal el porcentaje mayor (el 35%) ha sido suscrito por empresas competidoras hecho que parece corroborar la tendencia generalizada a utilizar la cooperación como medio para generar sinergias que permitan alcanzar mayor competitividad y ampliar mercados. Escribá et al. (2003) también concluyen que, dentro de las colaboraciones de carácter horizontal, predominan las competitivas como ocurre en nuestro estudio. Además, en el caso de las empresas que cotizan en el mercado continuo, las alianzas han sido utilizadas en algunas ocasiones como paso previo a los importantes procesos de fusión y adquisición sufridos en algunos sectores. El Gráfico 4 muestra la distribución de los acuerdos según el área funcional en el que se inscribe su objetivo. Puede verse que, una parte muy importante, se desarrollan dentro del área de producción, entendida como tal la actividad fundamental de los socios. De este modo, por ejemplo, los acuerdos de carácter financiero suscritos por empresas bancarias han sido considerados de esta naturaleza como también los suscritos por empresas de sectores de alta tecnología (y, por tanto, no han sido clasificados como investigación). Estos resultados difieren de manera importante con respecto a los apuntados en estudios anteriores donde parecen predominar los de actividad múltiple, seguidos de los comerciales y tecnológicos (aunque en los estudios más actuales los acuerdos en I+D quedan por detrás de los de producción). Sólo Costa Campí (1989) y Costa y Callejón (1992) apuntan el predominio del área productiva en sus conclusiones (sobre todo en las colaboraciones establecidas entre pymes y grandes empresas). Valdés y García Canal (1995) y García Canal et al. (1997) encuentran que, la mayor parte de acuerdos múltiples, se refieren a las áreas de producción y comercialización. Además de las discrepancias con respecto a la clasificación, la baja participación de acuerdos de actividad múltiple puede encontrarse motivada por la escasa información que recogen las noticias en algunas ocasiones. Por ello, es probable que ciertos acuerdos asignados a un único área funcional sean, en realidad, más amplios en sus objetivos y, por tanto, en su clasificación. Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 ISSN: 1135-2523 197 González Serrano, L.; Laguna Sánchez, P.; Robles Fernández, M. D. Gráfico 4. Tipo de acuerdo según el campo de aplicación Con respecto a la localización del acuerdo, los resultados mostrados en la tabla 6 ponen de manifiesto que la mayor parte se desarrollan en territorio español. Ello coincide con lo apuntado por García Canal (1992), Rialp y Salas (1999) y Escribá et al. (2003), aunque no con García Canal et al. (1997) donde la mayoría localizan su actividad en un país extranjero (si bien, se estudian empresas conjuntas internacionales). No se puede olvidar que, en parte y como ya se ha comentado, el hecho de utilizar información en prensa hace prevalecer los acuerdos nacionales sobre aquellos que tienen como marco otro país. Tabla 6. Localización del acuerdo Nº Acuerdos Porcentaje Exterior 547 22% Interior 1658 67% Interior/Exterior 260 11% Total general 2465 Por último, nos centramos ahora en variables que tienen que ver con la característica fundamental de las empresas que examinamos: su participación en el mercado de valores. En este sentido consideramos si estas empresas cotizan en alguna otra bolsa internacional además de la española. De las 161 empresas en la muestra, 42 están en esta situación. Sin embargo, encontramos que el 42% de los acuerdos en la muestra han sido firmados por ellas. Adicionalmente, observamos en qué medida este tipo de actividades se hacen públicas a los inversores a través de su comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Percibimos que un porcentaje muy pequeño de los acuerdos son comunicados, sólo el 10%. Hay que tener en cuenta que las empresas no están obligadas a notificar este tipo de eventos. En este sentido, sería interesante investigar las características particulares de los convenios que son comunicados, así como la forma en que se interrelacionan las distintas características diferenciadas. Esta tarea es una extensión de este análisis que nos planteamos para el futuro. 198 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 Los acuerdos de cooperación de las empresas que cotizan en bolsa: analisis del caso español 5. CONCLUSIONES El objetivo de este trabajo ha sido analizar las características fundamentales de los acuerdos suscritos por empresas españolas que cotizan en Bolsa en el periodo 1990-2002. Tratamos de determinar en qué medida la cooperación entre este tipo de empresas muestra tendencias coincidentes con los resultados obtenidos en la literatura en España. En el análisis de los 2465 acuerdos efectivos estudiados se percibe una tendencia creciente en el número de acuerdos firmados, debido a que se ha incrementado el número de empresas que utilizan la cooperación aunque desciende la media de acuerdos por empresa. Algunos autores ya apuntan cierta estabilización de la cooperación a finales de los noventa. Además, es escasa la participación gubernamental o de otros organismos, a diferencia de lo indicado por la literatura para el caso español, aunque nuestra clasificación resulta más restrictiva en este aspecto puesto que excluye de la categoría gubernamental a las empresas públicas y no se concentra en colaboraciones directamente subvencionadas o relacionadas con ayudas estatales. Encontramos que existe cierto equilibrio en la firma de acuerdos nacionales e internacionales, mientras que los estudios anteriores coincidían en señalar la preferencia por los socios extranjeros si bien, hemos considerado únicamente españolas a las empresas nacidas en nuestro país y no a todas las establecidas en territorio nacional. Además, nuestra base recoge acuerdos en los que no participa ninguna empresa española (según nuestro criterio) lo que no ocurre en estudios anteriores. No obstante, existe coincidencia en cuanto a la procedencia de los socios extranjeros, ya que se prefieren fundamentalmente europeos, aunque con importante presencia de estadounidenses y latinoamericanos (en detrimento de los socios asiáticos) como ya percibe la literatura más moderna. Por otro lado, los resultados muestran una menor tendencia a la formalización de los acuerdos por parte de las empresas que cotizan (sólo un 30% del total) respecto a las consideradas en trabajos precedentes. Finalmente, estas empresas han suscrito una cantidad bastante elevada de acuerdos de producción mientras que estudios anteriores apuntaban a la predominancia de la cooperación múltiple seguida de la de marketing y la tecnológica (aunque esta última perdiendo fuerza en las últimas investigaciones). En nuestro caso, entendemos que las alianzas se inscriben dentro del área de producción cuando se encuentran relacionadas con la actividad fundamental de los socios (por lo que se han incluido en esta categoría los acuerdos financieros suscritos por empresas del sector financiero o los acuerdos tecnológicos firmados por empresas de alta tecnología). Las empresas que cotizan coinciden con análisis anteriores en cuanto a los sectores más activos (energía, telecomunicaciones y financiero) en la colaboración aunque con la particularidad de la importante participación de la construcción. La evolución del mercado de la vivienda y de las obras públicas parece configurarse como una razón que justifica este hecho. Por último, nuestros resultados son acordes con los precedentes en cuanto a la preferencia de las empresas por los acuerdos de baja participación (fundamentalmente dos socios), carácter horizontal (sobre todo, competitivo) y desarrollados en territorio nacional. Todo lo comentado revela las particularidades de los acuerdos suscritos por las empresas que cotizan frente a las alianzas firmadas por otras empresas. Los resultados ponen Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 ISSN: 1135-2523 199 González Serrano, L.; Laguna Sánchez, P.; Robles Fernández, M. D. de manifiesto la dificultad de establecer relaciones entre los distintos estudios realizados debido a la diversidad de empresas objeto de análisis y el ajuste de los criterios a sus particularidades. Por ello, sería de gran interés realizar una comparación con las empresas que cotizan en mercados de otros países, aunque existe una importante falta de información al respecto. NOTAS ∗ Queremos agradecer la financiación recibida por parte de la Universidad Complutense de Madrid y el Banco Santander Central Hispano a través del proyecto PR27/05-13913. 1 Véase González (1999, 2003) para una exposición más detallada. 2 Véase Miranda (1992) 3 En este trabajo se considera consorcio de exportación a la unión de una serie de empresas para constituir una entidad de propiedad conjunta, jurídicamente independiente, que se encargue de coordinar, total o parcialmente, su actividad exportadora en uno o varios mercados. 4 Utilizar datos de prensa no está exento de problemas. En general, tienden a ser publicados los acuerdos de gran envergadura y preferentemente nacionales, por lo que se discrimina a las empresas de menor tamaño, acuerdos internacionales y pactos mantenidos en secreto o relativos a aspectos “sensibles” como tomas de participación. Además, ésta no suele permitir profundizar demasiado en los aspectos internos del acuerdo. BIBLIOGRAFIA ANAND, B.; KHANNA, T. 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Investigaciones Europeas, Vol. 14, Nº 3, 2008, pp. 185-201 ISSN: 1135-2523 201 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 14, Nº 3 Septiembre - Diciembre RELACIÓN DE AUTORES Albors Garrigós, José Departamento de Organización de Empresas Universidad Politécnica de Valencia Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales Camino de Vera, s/n E-46022 VALENCIA [email protected] Barrero García, Federico José Departamento de Ingeniería Electrónica Universidad de Sevilla Escuela Superior de Ingenieros Avda. de los Descubrimientos, s/n E-41092 SEVILLA [email protected] Cabanelas Lorenzo, Pablo Departamento de Organización de Empresas y Marketing Universidad de Vigo Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Lagoas-Marcosende, s/n E-36310 VIGO [email protected] Cabanelas Omil, José Departamento de Organización de Empresas y Marketing Universidad de Vigo Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Lagoas-Marcosende, s/n E-36310 VIGO [email protected] Fuentes Lombardo, Guadalupe Departamento de Administración de Empresas, Contabilidad y Sociología Universidad de Jaén Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas Campus Las Lagunillas, s/n. Edificio D-3, dep. 122 E-23071 JAÉN [email protected] 2008 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 14, Nº 3 Septiembre - Diciembre González Serrano, Lydia Universidad Rey Juan Carlos Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales Paseo Artilleros s/n. Vicálvaro E-28032 MADRID [email protected] González Vázquez, Encarnación Departamento de Organización de Empresas y Marketing Universidad de Vigo Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Lagoas-Marcosende, s/n E-36310 VIGO [email protected] Hernández Ortiz, Mª Jesús Departamento de Administración de Empresas, Contabilidad y Sociología Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas Universidad de Jaén Campus Las Lagunillas, s/n. Edificio D-3, dep. 135 E-23071 JAÉN [email protected] Laguna Sánchez, Maria del Pilar Universidad Rey Juan Carlos Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales Paseo Artilleros s/n. Vicálvaro E-28032 MADRID [email protected] Lloria Aramburu, Mª Begoña Departamento de Dirección de Empresas Juan José Renau Piqueras Universidad de Valencia Facultad de Economía Avda. Tarongers, s/n Edificio Departamental Oriental E-46022 VALENCIA [email protected] Marín Vinuesa, Luz María Departamento de Economía y Empresa Universidad de la Rioja Edificio Quintiliano C/ Cigüeña, 60 E-26004 Logroño LA RIOJA [email protected] 2008 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 14, Nº 3 Septiembre - Diciembre Martínez Torres, Rocío Departamento de Administración de Empresas y Marketing Universidad de Sevilla Escuela Universitaria de Estudios Empresariales Avda. San Francisco Javier, s/n E-41018 SEVILLA [email protected] Meseguer Artola, Antoni Internet Interdisciplinary Institute (IN3) Universitat Oberta de Catalunya Av. Tibidabo 39-43 E-08035 BARCELONA [email protected] Ortín Ángel, Pedro Departamento de Economía de la empresa Universidad Autónoma de Barcelona Edifici B E-80193 Cerdanyola del Valles BARCELONA [email protected] Robles Fernández, Maria Dolores Universidad Complutense de Madrid Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Campus de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón E-28223 MADRID [email protected] Rodríguez-Ardura, Inma Internet Interdisciplinary Institute (IN3) Universitat Oberta de Catalunya Av. Tibidabo 45-47 E-08035 BARCELONA [email protected] Rodríguez Rodríguez, Olga María Instituto Universitario de Desarrollo Regional (IUDR) Departamento de Análisis Económico Universidad de la Laguna Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Campus de Guajara, s/n La Laguna E-38071 SANTA CRUZ DE TENERIFE [email protected] 2008 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 14, Nº 3 Septiembre - Diciembre Ruiz Molina, María Eugenia Departamento de Comercialización e Investigación de Mercados Universidad de Valencia Facultad de Economía Avda. Naranjos s/n E-46022 VALENCIA [email protected] Ruiz-Olalla Corcuera, Mª Carmen Departamento de Economía y Empresa Universidad de la Rioja Edificio Quintiliano C/ Cigüeña, 60 E-26004 Logroño LA RIOJA [email protected] Sánchez Marín, Gregorio Departamento de Organización de Empresas y Finanzas Universidad de Murcia Facultad de Economía y Empresa Campus de Espinardo E-30100 Espinardo, MURCIA [email protected] Sierra Pereiro, Miguel Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) Servicios Centrales Passeig de Gracia 44, 3r. E-08007 BARCELONA [email protected] Toral Marín, Sergio Departamento de Ingeniería Electrónica Universidad de Sevilla Escuela Superior de Ingenieros Avda. de los Descubrimientos, s/n E-41092 SEVILLA [email protected] Vallejo Martos, Manuel Carlos Departamento de Administración de Empresas, Contabilidad y Sociología Universidad de Jaén Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas Campus Las Lagunillas, s/n. Edificio D-3, dep. 155 E-23071 JAÉN [email protected] 2008 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 14, Nº 3 Septiembre - Diciembre Vendrell Herrero, Ferran Departamento de Economía de la Empresa Universidad Autónoma de Barcelona Edifici B E-80193 Cerdanyola del Valles BARCELONA [email protected] Vilaseca i Requena, Jordi Internet Interdisciplinary Institute (IN3) Universitat Oberta de Catalunya Rambla del Poble Nou 156 E-08018 BARCELONA [email protected] 2008 NORMAS DE PRESENTACIÓN DE ORIGINALES La Revista INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA publica trabajos originales de investigación sobre cualquiera de las especialidades relativas al campo de Dirección de Empresas, siendo el Consejo de Redacción el responsable final de su aceptación, previo informe de dos evaluadores anónimos con conocimiento e interés en las materias objeto de evaluación. El Comité de Revisores, ajeno e independiente de la directiva de AEDEM y del Consejo de Redacción de la revista, está integrado por profesores de universidades españolas, europeas e iberoamericanas, de reconocido prestigio en sus áreas de conocimiento. La adscripción como revisor es totalmente independiente de la pertenencia a la Academia Europea de Dirección y Economía de la Empresa (AEDEM). Para la revisión de los trabajos se deberá enviar el documento escrito, junto con un CD o diskette que contenga el trabajo en formato electrónico (Microsoft Word), a los Vocales del país del autor/es. En caso de que no se haya nombrado Vocal en dicho país, los trabajos se enviarán a los profesores Doctores Elie Cohen (Université de Paris-Dauphine) y Gèrard Hirigoyen (Université de Bordeaux I), excepto los trabajos en lengua española y portuguesa, que lo harán al Director de la Revista (Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Vigo, Lagoas - Marcosende, s/n, E-36310, Vigo, Pontevedra, España). El envío de los trabajos también podrá realizarse a través de la web de AEDEM (www.aedem-virtual.com). Los artículos deberán ser inéditos y no encontrarse en proceso de evaluación simultánea, o ya aprobados, para su publicación en otra revista. Las revisiones serán de naturaleza ciega en ambos sentidos, en la medida en que autores y revisores no tendrán conocimiento ni acceso a sus identidades mutuas. La revista comunicará al autor/es el informe final de revisión, en el que se incluirán los contenidos a modificar, si los hubiere, la aceptación o el rechazo del artículo. Dicha comunicación tendrá lugar en un plazo máximo de seis meses, a contar desde la fecha de recepción del mismo. Para obtener información adicional sobre la política editorial, o la preparación de los manuscritos, deben ponerse en contacto con el Director o alguno de los miembros del Consejo de Redacción de la revista Los trabajos tendrán que ajustarse a las siguientes especificaciones técnicas: — Mecanografiarse a doble espacio por una sola cara y con márgenes amplios. — La extensión aconsejable para los artículos se sitúa entre 15 y 25 páginas. Las páginas se numerarán de forma consecutiva, correspondiendo la primera al título, autor (es) del trabajo y su dirección de contacto; la segunda, al título, un resumen y las palabras clave; las siguientes, al texto; y, finalmente, las que contengan tablas, cuadros y figuras. — El resumen deberá tener una extensión máxima de 200 palabras, siendo necesario adjuntar su traducción en inglés. Junto con el resumen se deben especificar de 3 a 10 palabras clave en español e inglés que den una idea rápida del contenido del trabajo y faciliten su informatización. — Las referencias bibliográficas se incluirán ordenadas alfabéticamente al final del trabajo, y cronológicamente en el caso de varios trabajos del mismo autor. La citación completa se hará en el siguiente orden: 1. Apellido e inicial del autor. Si una referencia se hace para un trabajo de tres o más autores, figurarán todos los nombres de los autores cuando se citen por primera vez, y después sólo el primer nombre seguido de et al. 2. Fecha de publicación (entre paréntesis). 3. Título completo del trabajo (en itálicas). 4. Nombre de la revista, seguido del número de volumen, fascículo y páginas primera y última. Los títulos de libros deberán ir en itálicas y luego figurará la editorial y el lugar de edición. — Las tablas y cuadros irán numeradas consecutivamente con caracteres arábigos. Llevarán un encabezamiento conciso, similar al de las notas al pie que expliquen los símbolos utilizados y permitan las aclaraciones necesarias. En el texto se hará referencia a ellas como Tabla 1, etc., indicando donde se desea que aparezcan colocadas. RULES FOR PRESENTING ORIGINAL WORKS INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA (European Research on Management and Business Economics) publishes original research works that deal with any of the specialities relating to the field of Business Management. The Board of Editors has the final responsibility in accepting works, subject to the reviews of two anonymous evaluators with knowledge and interest in the topics submitted to review. The Reviewers Committee is formed by professionals belonging to Spanish, European and Latin-American universities of well-kown prestige in their areas of knowledge. Their adscription to the journal is totally independent from the belonging to the European Academy of Management and Business Economics (AEDEM) and from Editorial Board. All originals should be sent to the member of the Editorial Board in the author's own country, along with a CD/diskette which holds the work in Microsoft Word. If no member has been named in the author's country, it should be forwarded to Doctor Elie Cohen (Université de Paris-Dauphine) and Gèrard Hirigoyen (Université de Bordeaux I). Exception is made for works presented in Spanish or Portuguese, which should be sent to the Director of the journal at Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de Vigo, Lagoas-Marcosende, s/n, E-36310, Vigo, Pontevedra, Spain. It is possible to send the work through AEDEM's website too (www.aedem-virtual.com). Articles should be unpublished and should not be in process or be approved for publication by any other magazine or journal. The works submitted will be independently reviewed by anonymous evaluators. The reviews will be of blind nature in both senses. The work will be gone through them in such a way that reviewers and authors won't know eachother identity at the time of reviewing. For further information on editorial policies or the preparation of manuscripts, you should contact the Director or members of Editorial Board. All work must abide by the following technical specifications: — Work must be presented typed in double spacing on one side of the page. — The recommended length of the articles is between 15 and 25 pages. The pages should be numbered consecutively. The title of the work should appear on the first page along with the name (or names) ot the author and an address where they can be contacted. The second page should have the title of the work, a synopsis and some key words. The text should appear on the following pages and finally those pages with charts, diagrams and tables. — The synopsis should not exceed 200 words and it is advisable to include a copy of it in Spanish and English. Along with the synopsis it is necessary to give a few key words (3-10) that offer a quick idea of the content and that help facilitate computer work. — Bibliographical references should appear in alphabetical order at the end of the work and in cronological order in the case of various works by the same author. The full citation should be done in the following order: 1. Surname and initial of the author. If reference is made to work by three or more authors, all their names should appear when mentioned for the first time and thereafter only the first name followed by et al. 2. Date of publication (in brackets). 3. Full title of the work (in italics). 4. Name of journal, followed by the number of the volume, the fascicule and the first and last page numbers. The title of books should be in italics and the publishers and place of publication should follow. — The figures, charts, and diagrams must be numbered consecutively in Arabic numberals. They should have concise headings, as in the case of footnotes that explain symbols used and facilitate the necessary explanations. In the text these tables and diagrams should be refered to as Table 1, etc. and where they are to be placed must be indicated. NORMES DE PRESENTATION DES ORIGINAUX INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA (Recherches Européennes d'Administration et Economie d'Entreprise) publie des travaux originaux de recherche dans toutes les spécialités liées au monde de la direction d'entreprises, la décision finale de l'acceptation des dists travaux revenant au Conseil de Redáction, est basée sur le rapport d'experts anonymes. Les travaux ont été envoyés aux membres du pays d'origine des auteurs. Au cas ou aucun représentant n'aurait été nomé dans le pays concerné, les travaux seront envoyés aux professeurs Docteurs Elie Cohen (Université de Paris-Dauphine) et Gérard Hirigoyen (Université de Bordeaux I), sauf les travaux en langue espagnole et portugaise que seront remis au Directeur de la revue (Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Vigo, Lagoas - Marcosende, s/n, E-36310, Vigo, Pontevedra, Espagne). Les articles devront être inédits et ne devront pas avoir été acceptés pour leur publication dans une autre revue. Les articles devront obéir aux spécifications techniques suivantes: — Être écrits à la machine, à double espace, d'un côté de la feuille et avec des marges suffisantes. — Comporter de préférence, entre 15 et 25 pages. Celles-ci seront numérotées consécutivement, la première correspondant au titre, à l'auteur ou aux auteurs de l'article et l'adresse où l'on peut le/les joindre; la seconde au titre, à un résumé et aux mots clés; les suivantes, au travail en soi et les dernières pages à tous les tableaux, schémas et figures. — Le résumé ne devra pas competer plus de 200 mots, et il est recommandable de joindre sa traduction en espagnol et en anglais. Le résumé devra être accompagné d'une liste de 3 à 10 mots clés fournissant une idée rapide du contenu du travail et facilitant son informatisation. — Les références bibliographiques seront présentées par ordre alphabétique, à la fin de l'article et par ordre chronologique dans le cas d'oeuvres du même auteur. La citation complète sera faite dans l'ordre suivant: 1. Nom et initiale de l'auteur. Si, pour un travail, il est fait référence à trois auteurs ou plus, leurs noms figureront au complet la première fois, et ensuite on ne citera que le premier nom, suivi de et al. 2. Date de la publication (entre parenthèses). 3. Titre complet de l'article (en italiques). 4. Nom de la revue, suivi du numéro de volume, fascicule, ainsi que première et dernière page. Les titres de livres seront en italiques. Viendront ensuite le nom de l'éditeur et le lieu d'édition. — Les tableaux seront numérotés en chiffres arabes. Leur en-tête sera concis, de même que les notes en bas de page expliquant les symboles utilisés et fournissant les indications nécessaires. Dans le texte on se réfèrera à ceux-ci comme Tableaux 1, etc., en indiquant l'endroit où l'on désire qu'ils soient placés. Pour la révision des articles, on enverra quatre copies, ainsi qu'une CD/disquette contenant l'article en Microsoft Word. Les manuscrits seront analysés individuellement par des experts anonymes. Ces analyses seront ellesmêmes réalisées d'une manière anonyme, les évaluateurs ne connaissant pas l'identité des auteurs au moment d'effectuer celles-ci. Pour obtenir des renseignements supplémentaires sur la politique des éditeurs ou la présentation des manuscrits, prendre contact avec le Directeur ou les membres du conseil de Rédaction. SUBSCRIPTION FORM Year ............... NAME..................................................................................................................................................... ADDRESS .............................................................................................................................................. CITY ....................................................................................................................................................... COUNTRY ............................................................................................................................................. I enclose check number ............................... made out to: AEDEM Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Revista de Economía y Empresa C.O.D. Postal order ................. Check Nº ................ Orders from the Executive Secretary's Office. Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa: One year (four issues): 180 € Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa: One year (three issues): 120 € Revista de Economía y Empresa: One year (three issues): 75 € ORDER FORM FOR SINGLE ISSUES Vol. ............................. Number ............................... Year .............................. NAME..................................................................................................................................................... ADDRESS .............................................................................................................................................. CITY ....................................................................................................................................................... COUNTRY ............................................................................................................................................. I enclose check number ............................... made out to: AEDEM Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Revista de Economía y Empresa C.O.D. Postal order ................. Check Nº ................ Orders from the Executive Secretary's Office. Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa: One issue: 60 € Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa: One issue: 50 € Revista de Economía y Empresa: One issue: 40 € La correspondencia relacionada con la Academia Europea de Economía y Dirección de Empresa deberá dirigirse a la Secretaría Ejecutiva: Any correspondence relating to the European Academy of Business and Economic Management should be sent to the Executive Secretary's Office: La correspondance concernant l'Academie Européenne d'Economie et Direction d'Entreprise devra être adressée au Secrétariat Éxécutif: Prof. Dra. ENCARNACIÓN GONZÁLEZ VÁZQUEZ Prof. Dña. MERCEDES VILA ALONSO Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de Vigo Lagoas-Marcosende, s/n E-36200 VIGO, Pontevedra España Los artículos y correspondencia de la REVISTA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA, REVISTA DE ECONOMÍA Y EMPRESA y de INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA deberán remitirse a los Directores respectivos. Las normas que deben seguir los artículos se recogen en la penúltima página de las REVISTAS. Articles and correspondence for the REVISTA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA, REVISTA DE ECONOMÍA Y EMPRESA and for the INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA should be sent to the respective Directors. The norms that the articles should follow can be found on the second last page of the JOURNALS. Les articles et correspondence de la REVISTA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA, REVISTA DE ECONOMÍA Y EMPRESA et de la INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA devront être adressés aux Directeurs correspondants. Les normes à suivre pour les articles figurent à l'avant dernière page des REVUES.