IEDEE, Vol. 12, Nº 1
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IEDEE, Vol. 12, Nº 1
Edita: AEDEM, Asociación Europea de Dirección y Economía de la Empresa Imprime: Impresores de Galicia, S.L. Depósito Legal: C-492 / 95 ACADEMIA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ASOCIACIÓN EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Presidente de Honor José María FERNÁNDEZ PIRLA • Universidad Complutense de Madrid Miembros de Honor Josep ABELLÓ I PADRÓ Carmela ARIAS Y DÍAZ DE RÁBAGO • Condesa de Fenosa Camilo CIMOURDAIN DE OLIVEIRA • Universidad Portugalense Presidente Camilo PRADO FREIRE • Universidad Rey Juan Carlos Vicepresidentes Jaime GIL ALUJA • Universidad Central de Barcelona Luís Tomás DÍEZ DE CASTRO • Universidad Complutense de Madrid Álvaro CUERVO GARCÍA • Universidad Complutense de Madrid Matilde FERNÁNDEZ BLANCO • Universidad de Valencia Salvador MIQUEL PERIS • Universidad de Valencia Arturo RODRÍGUEZ CASTELLANOS • Universidad del País Vasco Elie COHEN • Université Paris-Dauphine Vicepresidente para la Gestión Pública Manuel ORTIGUEIRA BOUZADA • Universidad de Sevilla Secretaria General Encarnación GONZÁLEZ VÁZQUEZ • Universidad de Vigo Tesorero Enrique MARTÍN ARMARIO • Universidad de Sevilla ASOCIACIÓN EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Coordinadora de Relaciones Internacionales Pilar LAGUNA SÁNCHEZ • Universidad Rey Juan Carlos Coordinadora Adjunta de Relaciones Internacionales Cristine GAUTREAU • IAE-Bordeaux Vocales • España Fernando CASADO JUAN • Universidad Central de Barcelona • Francia Gèrard HIRIGOYEN • Université de Bordeaux • Bielorrusia Victor KRASNAPROSHIN • Univ. Estatal de la República de Bielorrusia-Minsk • Rumanía Horia-Nicolai TEODORESCU • Universidad Politécnica de IASI • Bulgaria Hristo DALKALACHEV • Universidad de Economía Nacional y Mundial Sophia ASOCIACIÓN EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Consejeros Científicos • Área de Dirección de Empresas Emilio DÍEZ DE CASTRO • Universidad de Sevilla Manuel GUISADO TATO • Universidad de Vigo • Área de Finanzas Ana Isabel FERNÁNDEZ ÁLVAREZ • Universidad de Oviedo Carlos GARCÍA-GUTIÉRREZ FERNÁNDEZ Universidad Complutense de Madrid • Área de Marketing Enrique C. DÍEZ DE CASTRO • Universidad de Sevilla Miguel MARTÍN DÁVILA • Universidad Complutense de Madrid Carmelo MERCADO IDOETA • Universidad Rey Juan Carlos • Área de Producción José A. DOMÍNGUEZ MACHUCA • Universidad de Sevilla Esteban FERNÁNDEZ SÁNCHEZ • Universidad de Oviedo • Área de Recursos Humanos Edelmira NEIRA FONTELA • Univ. de Santiago de Compostela Ramón VALLE CABRERA • Universidad "Pablo de Olavide" ASOCIACIÓN EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Director de Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa José Antonio VARELA GONZÁLEZ Universidad de Santiago de Compostela Director de Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Manuel GUISADO TATO • Universidad de Vigo Director de Revista de Economía y Empresa Jaume VALLS PASOLA • Universidad de Girona Directora de AEDEM-Virtual Mercedes VILA ALONSO • Universidad de Vigo Director del Índice de Citas de Dirección y Economía de la Empresa Aedem Bibliográfica Ricardo M. HERNÁNDEZ MOGOLLÓN • Univ. de Extremadura INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Vol. 12, N.º 1 Enero - Abril 2006 DIRECTOR Manuel GUISADO TATO Universidad de Vigo CONSEJO CIENTÍFICO Aaron CICOUREL Universidad de California-San Diego Rodolfo H. PEREZ Universidad de Buenos Aires Elie COHEN Université Paris-Dauphine Heinz-Jürgen SCHEIBE Honchschule Bremerhaven Jaime GIL ALUJA Universidad Central de Barcelona Horia-Nicolai TEODORESCU Universidad Politécnica de IASI Constantin ZOPOUNIDIS Technical University of Crete COMITE DE REDACCIÓN Jon BARRUTIA GUENAGA Universidad del País Vasco Encarnación GONZALEZ VAZQUEZ Universidad de Vigo Enrique BIGNE ALCAÑIZ Universidad de Valencia Javier LANDA BERCEBAL Universidad de Sevilla José A. DIEZ DE CASTRO Universidad de Santiago de Compostela Enrique LOPEZ GONZALEZ Universidad de León Antonio TERCEÑO GÓMEZ Universidad Rovira i Virgili SECRETARIO Tony CRESPO FRANCO Universidad de Vigo INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Vol. 12, Nº 1 Enero - Abril2006 ÍNDICE LAS CATEGORÍAS DE PRODUCTOS COMO BASE PARA LA ELABORACIÓN DE ESTRATEGIAS EXITOSAS EN EL COMERCIO ELECTRÓNICO B2C Borraz Mora, I.; Fuentelsaz Lamata, L. y Polo Redondo, Y. ...................................................13-32 LA INVESTIGACIÓN EN LA EMPRESA FAMILIAR: UN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE UN CAMPO INDEPENDIENTE Basco Rodrigo, J. T. ............................................................................................................... 33-54 ANÁLISIS DE LAS ESTRUCTURAS DE GOBIERNO Y SUS DETERMINANTES EN EL SUBSECTOR DE LOS CABLEOPERADORES Rodríguez López, N. y García Vázquez, J. M. ........................................................................ 55-84 LA PERFORMANCE DE EXPORTACIÓN: REVISIÓN TEÓRICA Y PROPUESTA DE UN MARCO INTEGRADOR Losada Pérez, F.; Navarro García, A.; Ruzo Sanmartín, E. y Barreiro Fernández, J. M. ............ 85-106 LA FLEXIBILIDAD Y RIGIDEZ DEL CRECIMIENTO EXTERNO DE LA INDUSTRIA AGROALIMENTARIA EN UN ENTORNO INSULAR Senfiel Fumero, M. A. y García Pérez, A. M........................................................................107-132 TIPOLOGÍAS DE VIVEROS DE EMPRESAS: TRADICIONALES Y ESPECIALIZADOS Marimon Viadiu, F. y Alonso Martínez, J. M. ..................................................................... 133-152 LA PROBLEMÁTICA EN LA MEDICIÓN DEL APRENDIZAJE ORGANIZATIVO: UNA REVISIÓN Real Fernández, J. C.; Leal Millán, A. y Roldán Salgueiro, J. L. ........................................ 153-166 1972-2004: EN LA CUARTA DÉCADA DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE GRUPOS ESTRATÉGICOS- ¿QUÉ HEMOS APRENDIDO? Hervás Oliver, J. L. y Dalmau Porta, J. I. ......................................................................... 167-206 PROPUESTA DE UNA ESCALA DE MEDIDA DE LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LAS INDUSTRIAS DE BIOTECNOLOGÍA Y TELECOMUNICACIONES Palacios Marqués Palacios, D. y Garrigós Simón, F. J. .................................................... 207-224 MODELO EXPLICATIVO DE LA INFLUENCIA DE LA DIVERSIDAD SOBRE EL DESEMPEÑO DE LOS GRUPOS DE TRABAJO. EL EFECTO MODERADOR DE LA DIRECCIÓN ESTRATÉGICA DE LOS RECURSOS HUMANOS Martín Alcázar, F.; Romero Fernández, P. M. y Sánchez Gardey, G. ............................... 225-250 RELACIÓN ENTRE LA CALIDAD DE SERVICIO Y LA SATISFACCIÓN DEL CONSUMIDOR. SU EVALUACIÓN EN EL ÁMBITO DEL TURISMO TERMAL Alén González, M. E. y Fraiz Brea, J. A. .............................................................................251-272 Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Vol. 12 Nº1, 2006, pp.13-31, ISSN:1135-2523 LAS CATEGORÍAS DE PRODUCTOS COMO BASE PARA LA ELABORACIÓN DE ESTRATEGIAS EXITOSAS EN EL COMERCIO ELECTRÓNICO B2C* Borraz Mora, I. Fuentelsaz Lamata, L. Polo Redondo, Y. Universidad de Zaragoza RESUMEN Internet y el comercio electrónico han supuesto una revolución para la sociedad en general y para el mundo de los negocios en particular. Sin embargo, se ha podido observar que no todos los productos tienen las mismas posibilidades de éxito en este medio, debido a las características particulares del mismo. Por ello, el interés por conocer cómo deben actuar a la hora de comercializar sus productos a través de la red se ha convertido en una prioridad para las empresas que utilizan este canal. De esta manera, el objetivo de este trabajo es, por un lado, elaborar una clasificación consistente de categorías de productos y, por otro, la proposición de estrategias exitosas para cada una de ellas. El trabajo denota la relevancia de dos variables sobre las que lograr nuestros objetivos: el grado de dificultad para evaluar el producto y el riesgo percibido por parte del consumidor. PALABRAS CLAVE: Comercio electrónico al consumidor final (B2C), Éxito empresarial, Categorías de productos. ABSTRACT The Internet and electronic commerce have entailed a revolution for society and businesses. However, it has been observed that all products have not the same probability of success due to its particular features. Thus, knowing how firms have to marketing their products through the Internet has become a key question. As a result, the main objectives of this paper are both, elaborating a consistent classification of product categories and proposing successful strategies for it. This research shows the relevance of two variables in order to reach our purposes: the difficult to evaluate a product and consumer perceived risk. KEYWORDS: Business to consumer (B2C) electronic commerce, Business success, Product categories. 1. INTRODUCCIÓN La revolución tecnológica acaecida en los últimos años y más concretamente la aparición de Internet y el comercio electrónico han tenido un impacto sin precedentes en el mundo de los negocios. Las empresas que sepan adaptarse a los nuevos cambios alcanzarán el éxito y tendrán un brillante futuro, mientras que aquellas que permanezcan aferradas a sus modelos de negocio tradicionales sin valorar las consecuencias del nuevo marco competitivo sobre su actividad corren un gran riesgo (Lucas, 2002). El impacto de Internet tanto en la sociedad en general como en el mundo de los negocios en particular (Turner 2000), hace que los responsables de la toma de decisiones en las empresas se enfrenten a nuevas situaciones y se planteen cuestiones de gran trascendencia para el negocio. De hecho no hay que olvidar que Internet y el comercio electrónico no abarcan simplemente el Borraz Mora, I., Fuentelsanz Lamata, L., Polo Redondo, Y. ámbito de la comercialización de productos sino que afecta a todos los estamentos de la empresa (Whinston et al., 1997; Poter, 2001; Lucas, 2002). ¿Puede tener mi empresa éxito en el comercio electrónico? ¿Se ajusta mi producto a la comercialización a través de este medio? De ser así, ¿qué tipo de estrategias óptimas debo adoptar? ¿Por qué dos empresas que suministran los mismos productos tienen diferentes resultados en lo que al éxito en este canal se refiere? Estas son sólo algunas de las preguntas que surgen en las mentes de los directivos actuales. Solucionarlas es de vital importancia para permitir la toma de mejores decisiones estratégicas, así como para entender mejor el funcionamiento de los mercados electrónicos. La investigación acerca del comercio electrónico ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años. Sin embargo, los temas analizados no han tenido una evolución y desarrollo parejo. Así, los trabajos se han centrado, principalmente, en el estudio de determinados atributos como el precio (Smith et al., 1999; Brynjolfsson y Smith, 2000; Ancarani y Shankar, 2002; Pan et al., 2002; Schmitz y Latzer, 2002), la publicidad (Silk et al., 2001; Flores, 2000; Bellman y Rossiter, 2001; Barwise y Strong, 2002) o la marca (Barwise, 1997; Dayal et al., 2000); en algunos tipos de bienes en particular como puedan ser los bienes de información (Shapiro y Varian, 1998; Shapiro, 1999; Varian, 2001); o han resaltado el papel fundamental de determinados conceptos como la lealtad del consumidor o la repetición de compras (Reibstein, 2002; Shankar et al., 2002). Por otra parte, algunos analistas se centran en analizar las posibilidades de la red como herramienta complementaria e integrada dentro de la actividad de la empresa (Porter, 2001), haciendo un mayor hincapié en aquéllas que ya operan en el mercado tradicional. Sin embargo, en pocas ocasiones se han tratado de aunar todos los elementos disponibles para intentar determinar qué estrategias llevarán, con mayor probabilidad, a una empresa al éxito actuando a través de este medio. Según Torkzadeh y Dhillon (2002) los escasos intentos se deben, por un lado, al rápido desarrollo y uso de las tecnologías de Internet y, por otro, a la carencia de bases conceptuales necesarias para desarrollar medidas del éxito. Si bien es cierto que la literatura existente nos ofrece cierta base en lo referente a cómo medir el éxito o el fracaso de un nuevo producto y que algunas de esas ideas pueden ser extrapolables al tema que nos ocupa, también lo es que existen ciertos matices que se antojan de especial relevancia. El primero de ellos, y quizás el más importante, es que el éxito y el fracaso en la literatura tradicional suele estar referido al lanzamiento de nuevos productos. Sin embargo, el ámbito que nos ocupa se refiere más a un nuevo canal de comercialización que a nuevos productos en sí mismos. Dicho de otra manera, muchos de los productos comercializados a través de Internet son los mismos que los vendidos en el mercado tradicional de modo que lo único que varía es el canal utilizado1. Por otro lado, y dada la característica de ausencia de contacto físico, no sólo con el personal de ventas sino con el producto en sí mismo, que posee la comercialización de productos a través de Internet, parece lógico pensar que no todos los bienes tendrán la misma probabilidad de éxito a la hora de comercializarse a través de este canal. Esta afirmación no sólo parece gozar de amplia aceptación entre los investigadores, sino que ha sido objeto, siquiera parcialmente, de constatación empírica. Por ejemplo, una de las conclusiones a las que llegan Liang y Huang (1998) en su estudio sobre cinco artículos de 14 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 Las categorías de productos como base para la elaboración de estrategias… industrias variadas hace referencia a que productos diferentes tienen distinto grado de aceptación por parte del consumidor en los mercados electrónicos. Este hecho confirma la idea según la cual el canal virtual posee determinadas características que favorecen la comercialización de ciertos productos con respecto a otros. De esta manera, desde nuestro punto de vista, analizar las categorías de productos constituye un paso prioritario y fundamental para poder llegar a entender, por un lado, qué productos son susceptibles de venderse mejor a través de Internet y, por otro, qué estrategias óptimas deben llevar a cabo las empresas para tener una mayor probabilidad de éxito en el comercio electrónico según las categorías de productos que comercializan. La literatura existente enfocada al diseño de categorías de productos y la posterior identificación de estrategias, no es excesivamente extensa. Además, la selección de variables para la elaboración de dichas categorías no suele ser homogénea, lo cual puede llevarnos a la existencia de criterios poco unificados para explicar esta problemática y proponer soluciones a la misma de manera adecuada. Por ello, el objetivo de este trabajo es, por un lado, intentar ofrecer una propuesta sólida de categorización de productos y, por otro, utilizar dicha clasificación para reflexionar acerca de cuáles pueden ser las estrategias con mayores probabilidades de éxito para las empresas, según la categoría en la que estén incluidos los productos que comercializan. El ámbito del estudio se circunscribe al comercio electrónico entre la empresa y el consumidor final (B2C). La razón principal de esta decisión subyace en que la literatura en comercio electrónico ha manifestado sin reservas que el comercio electrónico entre empresas (B2B) es el más desarrollado y el más importante hasta la fecha (Turner, 2000). Si bien este hecho es cierto, el gran número de empresas dedicadas a la venta de productos al consumidor final en la economía mundial justifica por sí solo el análisis de este ámbito. Más aún, una justificación adicional la constituye el hecho de que el tímido despegue que ha experimentado hasta hoy el B2C en muchos países hace que el potencial esperado de desarrollo del mismo sea altísimo. Este hecho se ve corroborado con los impresionantes crecimientos en este tipo de comercio electrónico. Como muestra de esta afirmación en el caso español, puede analizarse la información recogida en el cuadro 1 y en el gráfico 1. En ellos se observa que el incremento del B2C en el año 2002 ha sido de un 121%. Es más, considerando un mayor horizonte temporal, los resultados aún son más reveladores. Incluso si se elimina el valor atípico correspondiente al espectacular crecimiento del año 1998, seguramente originado por el despegue inicial de Internet y el comercio electrónico, así como por la euforia que se generó en los momentos previos al desplome de 1999-00 (Varian, 2001), el incremento medio anual del B2C desde 1999 a 2002 ha sido de un 179%, lo que da una idea clara del potencial de estas actividades. El trabajo se organiza de la siguiente manera. A continuación se examina la tipología de los productos en el B2C, con el fin de llevar a cabo la selección de las variables de categorización relevantes y, a partir de ellas, diseñar las categorías de productos. Seguidamente se aborda la identificación de las estrategias óptimas para cada una de esas categorías. El trabajo finaliza exponiendo las principales conclusiones alcanzadas, así como algunas consideraciones adicionales de interés para los directivos. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 ISSN:1135-2523 15 Borraz Mora, I., Fuentelsanz Lamata, L., Polo Redondo, Y. Cuadro 1. Evolución del B2C en España Año Ventas (millones €) Incremento (%) 1997 0,48 1998 20,43 4156,25 1999 71,83 251,59 2000 204,34 184,48 2001 525,12 156,98 2002 1160,90 121,07 Fuente: Asociación Española de Comercio Electrónico. Gráfico 1. Evolución del B2C en España (en millones de Euros) 2. TIPOLOGÍA DE PRODUCTOS EN EL COMERCIO ELECTRÓNICO B2C En la literatura existente acerca del comercio electrónico encontramos innumerables referencias al hecho de que el tipo y las características de los diferentes productos condicionan notablemente las posibilidades de comercialización de los mismos a través de Internet (Keeney, 1999; Kiang et al., 2000; Reibstein, 2002; Torkzadeh y Dhillon, 2002). Sin embargo, la mayoría de los trabajos realizados hasta la fecha se han preocupado fundamentalmente por demostrar que distintos productos van a poseer diferentes probabilidades de éxito en Internet, dejando en segundo plano un aspecto fundamental como es la elaboración de un marco conceptual que permita identificar las posibles estrategias exitosas para las empresas que venden a través de este medio. 16 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 Las categorías de productos como base para la elaboración de estrategias… Los escasos intentos realizados hasta la fecha han seguido, por lo general, un procedimiento de actuación común compuesto por tres etapas, tal y como queda reflejado en el gráfico 2. El primer paso consiste en la elección por parte del investigador de las variables relevantes que servirán como base para la elaboración de las categorías de productos. Posteriormente se determinan dichas categorías, insertando los diferentes productos (generalmente una muestra de los mismos) en aquella a la que correspondan. Por último, se configuran las opciones estratégicas más adecuadas en cada caso, teniendo siempre en cuenta que éstas deben estar sólidamente asentadas en principios económicos extraídos de la teoría. Las principales tentativas realizadas para llevar a cabo esta tarea han arrojado diferentes resultados, debido a las discrepancias en el primero de los pasos. Gráfico 2. Procedimiento de actuación para la elaboración de estrategias a partir de las categorías de productos Selección de Diseño de Elaboración variables categorías de estrategias Fuente: elaboración propia. Por ejemplo, De Figueiredo (2000) utiliza como variable de clasificación el grado de facilidad (o dificultad) para percibir a distancia la calidad de los productos. A través de dicha variable agrupa éstos en cuatro categorías: - - - Productos commodities. Aquellos bienes cuya calidad se conoce con su mera descripción. Las acciones es uno de los ejemplos que el autor incluye en esta categoría. Productos quasi-commodities. Son aquellos para los que, tras una etapa de búsqueda, sus características se asemejan a las de los commodities. Los libros estarían integrados en este tipo de productos. Productos look and feel. Su principal característica es que el consumidor necesita tocarlos, probárselos o examinarlos en persona antes de comprarlos. La ropa es un bien que se ajustaría a estos requisitos. Productos look and feel con calidad heterogénea. Aquellos para los cuales se hace necesaria una inspección in situ de cada unidad individual de un mismo producto, tal y como sucede con los productos agrícolas. Por su parte, Bughin (2001) y Bughin y Zeisser (2001) utilizan como criterios de división el potencial de los productos para generar ingresos brutos por visitante y el número de visitantes2. Uniendo estas variables establecen tres categorías. La primera de ellas está Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 ISSN:1135-2523 17 Borraz Mora, I., Fuentelsanz Lamata, L., Polo Redondo, Y. compuesta por productos con un gran número de visitantes y alta frecuencia de compra pero bajos márgenes (bajos ingresos por visitante). La segunda hace referencia a productos con altos márgenes (altos ingresos por visitante) pero con pocos visitantes, mientras que la tercera y última categoría aglutinaría los productos no incluidos en ninguna de las dos anteriores. Un resumen de las categorías elaboradas por los autores mencionados aparece recogido en el cuadro 2. Cuadro 2. Categorías de productos en diferentes estudios De Figueiredo (2000) Bughin (2001) / Bughin y Zeisser (2001) Commodities. Bajos ingresos por visitante/Alto nº de visitantes. Quasi-commodities. Altos ingresos por visitante/Bajo nº de visitantes. Look and feel. Resto de productos. Look and feel con calidad heterogénea. Fuente: Elaboración propia. Es importante destacar que una de las características más importantes que posee Internet como medio para realizar transacciones comerciales es la ausencia de contacto físico con el producto. Dicho de otro modo, la etapa de evaluación del comportamiento de compra de los consumidores debe realizarse a distancia. Los efectos de esta característica sobre el potencial de éxito del comercio electrónico de los diferentes productos han sido apuntados por diferentes autores (Liang y Huang, 1998; De Figueiredo, 2000; Turner, 2000; Liao y Cheung, 2001; Lucas 2002; Bhatnagar y Ghose, 2003; Citrin et al., 2003). Más concretamente, existe un elevado consenso en lo referente al progresivo grado de dificultad que entraña vender productos a través de Internet conforme aumenta la necesidad de contacto físico con el producto. Esto hace que nuestra propuesta de categorización nos lleve a considerar el grado de facilidad (o dificultad) para evaluar el producto a distancia como una dimensión fundamental. En concreto, la clasificación utilizada de los productos en torno a esta variable se concreta de la siguiente manera: - - 18 Productos perceptibles. Son aquellos productos que pueden evaluarse a distancia con suma facilidad. Su calidad y características se determinan fácilmente con su mera descripción. Productos presenciales. Se trata de productos para los que la evaluación a distancia resulta especialmente problemática. Sus características hacen tremendamente difícil tener una idea clara de sus propiedades a partir de una simple descripción de los mismos. ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 Las categorías de productos como base para la elaboración de estrategias… En la identificación de la segunda dimensión relevante en nuestra categorización debemos tener en cuenta que aunque han sido muchos los autores que han pregonado las ventajas de Internet como medio para realizar transacciones3, también es cierto que este nuevo canal de distribución no está exento de desventajas. Una de las más importantes es que incrementa la incertidumbre que envuelve al proceso de compra, aumentando el riesgo percibido por el consumidor (Bhatnagar y Ghose, 2003; Danaher et al., 2003). Este mayor riesgo percibido se ve potenciado por el hecho de ser un canal de compra nuevo, y por tanto poco familiar. La seguridad y protección de los datos y los pagos (Liang y Huang, 1998; Bhatnagar y Ghose, 2003), el suministro a tiempo y en buenas condiciones (Reibstein, 2002) e incluso la imposibilidad de evaluar determinados productos4 son factores de considerable preocupación declarados por los consumidores y que pueden integrarse dentro de una variable más general denominada riesgo percibido. Dado que no todos los productos llevan asociado un nivel de riesgo percibido similar, entendemos que su potencial discriminatorio resulta suficientemente relevante, por lo que distinguiremos entre productos con riesgo alto o productos de riesgo moderado. Nótese que nuestra propuesta guarda cierta relación con las dos clasificaciones recogidas en el cuadro 2. Entendemos, no obstante, que las diferencias entre algunas de las tipologías propuestas por De Figueiredo (2000) son demasiado sutiles, por lo que aunque en su momento estos matices podían resultar relevantes, en la actualidad tiene menos sentido una propuesta tan exhaustiva. Es importante, no obstante, destacar que existe una clara conexión entre la primera de nuestras dos dimensiones y la clasificación propuesta por De Figueiredo (2000), tal como se muestra en el gráfico 3. La línea sobre la cual se colocan los productos hace referencia al grado de dificultad para percibir la calidad a distancia en la clasificación del citado autor y a la variable definida en este trabajo como grado de dificultad para evaluar el producto. En ambos casos el grado de dificultad aumenta conforme nos desplazamos hacia la derecha. Los productos commodities y quasi commodities aparecen muy cercanos entre sí, al igual que sucede con los look and feel y los look and feel con calidad heterogénea, representando las diferencias sutiles de las que hablábamos. Sin embargo, la considerable distancia entre el primer par de categorías y el segundo refleja la existencia de mayores diferencias entre ellas. Así, los productos perceptibles definidos en este trabajo se asemejan a las dos primeras categorías expuestas en el análisis de De Figueiredo (2000), mientras que los productos presenciales se corresponderían con las dos últimas. Por su parte, nuestra propuesta también guarda cierta relación con las clasificaciones de Bughin (2001) y Bughin y Zeisser (2001). Téngase en cuenta que conforme se incrementa el número de clientes potenciales y disminuyen los ingresos por cliente para los diferentes productos, el riesgo percibido por el consumidor ante la compra de los mismos se reduce. En consecuencia, es posible establecer un claro paralelismo entre la segunda de nuestras dimensiones y las mencionadas clasificaciones. En suma, a partir de las dimensiones citadas identificamos cuatro categorías de productos, las cuales se sintetizan en el cuadro 3. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 ISSN:1135-2523 19 Borraz Mora, I., Fuentelsanz Lamata, L., Polo Redondo, Y. Gráfico 3. Relación entre la clasificación planteada por De Figueiredo (2000) y la elaborada en el presente trabajo Fuente: elaboración propia. Cuadro 3. Categorías de productos PERCEPTIBLES Acciones, libros, CD’s, RIESGO MODERADO DVD’s, billetes de avión, viajes. RIESGO ALTO Servicios financieros. PRESENCIALES Cosméticos, camisetas, fruta, verdura. Coches, muebles, trajes de diseño. Fuente: elaboración propia. 3. ESTRATEGIAS Una vez delimitadas las cuatro categorías, la última etapa del procedimiento previamente mencionado y que se sintetiza en el gráfico 2 atañe a la proposición de las estrategias más relevantes para cada categoría. Productos perceptibles con moderado riesgo percibido. Estamos, sin duda, ante la categoría con mayor potencial en el comercio electrónico5. Se trata de productos para los cuales es sencillo evaluar sus características a distancia. Muchos de ellos tienen un alto componente de información y el riesgo percibido por el consumidor ante la compra de los mismos es moderado y puede, en general, paliarse con cierta facilidad. Una característica de estos productos es que suelen tener un gran número de clientes potenciales, lo que tiene varias consecuencias relevantes. Por un lado, la competencia en estos mercados será habitualmente elevada con lo que los diferenciales de precio serán 20 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 Las categorías de productos como base para la elaboración de estrategias… bajos, lo que hace que el riesgo se minimice. Por otro, el intercambio de información y experiencia entre los consumidores será también alto, lo que llevará a un mayor y mejor conocimiento de los productos que desembocará en una mayor estandarización de los mismos. Todo ello supone que una vez que el consumidor sabe qué producto desea adquirir se va a preocupar por factores como el precio o el estado del suministro, ya que el producto es idéntico con independencia de quién sea el vendedor. Así, desde un punto de vista estratégico, las empresas que comercializan este tipo de bienes deben diferenciarse de la competencia en la etapa en la que el consumidor está buscando entre diferentes alternativas aquélla que mejor se adapte a sus necesidades y defenderse de la competencia una vez que aquél ya tiene tomada esa decisión (De Figueiredo, 2000). En la primera etapa – diferenciación – la marca del vendedor juega un papel crucial. Por un lado, ayuda a la consecución del objetivo mencionado y, por otro, ayuda a disminuir el riesgo percibido por el consumidor6. Si a esto se añade el aprovechamiento de las ventajas del pionero, es de esperar que la situación mejore aún más ya que, dado un aprovechamiento óptimo de sus recursos estratégicos, la empresa ganará terreno con respecto a la elevada competencia que afronta en este tipo de mercados. Un ejemplo de utilización de estas estrategias lo constituye Amazon. Esta empresa llevó a cabo una elevadísima inversión en marca del vendedor (Lucas, 2002) para consolidarse como primera opción entre el público en la compra de libros. Es cierto que no fue la pionera en el mercado; sin embargo, la fuerte inversión en marca en contraposición a su competencia, provocó que a los ojos de multitud de consumidores sí lo fuera. Otra opción de diferenciación para las empresas la constituye la gestión óptima de las tecnologías de la información. En este sentido, la disponibilidad de potentes motores de búsqueda, debido al hecho de que son productos con un amplio catálogo, o las recomendaciones y comentarios, tanto de expertos como de otros compradores, proporcionan un valor añadido al consumidor. Además, estos servicios proporcionan una ventaja adicional ya que la búsqueda de información en grupos de convivencia, en otros consumidores o en expertos que ya han utilizado un determinado producto ha sido destacada con frecuencia como una estrategia de disminución del riesgo percibido (Grande, 2000). El problema de la misma es que, si bien puede ser necesaria la adopción de este tipo de comportamientos para no perder terreno con respecto a la competencia, también es cierto que resultan fácilmente imitables7. El verdadero valor de las tecnologías de la información para la empresa recae sobre la optimización en la manipulación y el uso de la información contenida en la base de datos de la misma, la cual resulta en un factor único de la empresa (Shapiro y Varian, 1998; Turner, 2000). De nuevo podemos encontrar en Amazon una aplicación real de esta opción estratégica. Su base de datos, así como la gestión de la misma, se ha convertido en un factor clave de éxito hasta el punto de que el 70% de sus ventas las realiza a clientes que ya han comprado alguna vez en su tienda (Lucas, 2002). Una vez que un cliente ha realizado su primera compra, Amazon le envía información periódica acerca de la disponibilidad de libros de su interés. El proceso está completamente automatizado, con el ahorro adicional de costes que ello implica ante semejante operación de marketing individualizado. Una vez que el consumidor ha decidido lo que quiere comprar, entramos en la segunda etapa, donde el objetivo es defenderse de la competencia. La consecución de la eficiencia (Fuentelsaz et al., 2003) a través de la minimización de costes y el Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 ISSN:1135-2523 21 Borraz Mora, I., Fuentelsanz Lamata, L., Polo Redondo, Y. aprovechamiento de las economías de escala serán especialmente relevantes. Las estrategias de marketing destinadas a convertir la mayor parte del tráfico en clientes para propiciar dicha escala (Bughin y Zeisser, 2001) estarán a la orden del día. Por el mismo motivo, será práctica común observar en este tipo de empresas una ampliación de su oferta a otros productos relacionados8. Igualmente cruciales resultarán los servicios de valor añadidos diferenciales a la hora de atraer clientes. Sin embargo, dada la gran competencia existente, dichos servicios tienen que ser muy distintivos ya que, de lo contrario, resultarán fácilmente imitables, disipando la posibilidad de obtener cualquier ventaja competitiva sostenible. Los portales de productos financieros constituyen un buen ejemplo de esta afirmación. Servicios, tales como la información bursátil a tiempo real, las alertas para comprar o vender en un momento determinado o, incluso, las recomendaciones de compra-venta de valores son servicios fácilmente imitables por la competencia. Lo que ya no es tan sencillo de copiar es la calidad, la habilidad, los conocimientos, la pericia o la intuición de los expertos que hacen las recomendaciones. Por ellos, ese servicio puede convertirse en distintivo. Es importante destacar que conforme se incrementa el grado de especialización de estos productos el riesgo percibido por el consumidor también tiende a aumentar, porque la decisión de compra se hace más compleja y porque el consumidor necesita un conocimiento mayor de los productos (Zeng y Reinartz, 2003). Por ello, el volumen y la calidad de la información acerca de los productos juegan un papel muy importante9. Por ejemplo, es de esperar que ante la compra de un libro especializado el consumidor precise más información de la que necesita para adquirir una novela (es decir, además del índice, las dimensiones, el número de páginas o las recomendaciones de otros consumidores, también precisará de las opiniones de expertos e incluso de la posibilidad de visualizar parte del libro para ver si el contenido se ajusta a sus necesidades). Productos perceptibles con alto riesgo percibido. Se trata de productos cuyas características son fáciles de evaluar a distancia. En consecuencia, esto debería suponer que el comercio electrónico es una opción adecuada para su venta. Sin embargo, cuando un consumidor adquiere un producto de esta categoría afronta una decisión de compra que entraña un elevado grado de riesgo, que puede provenir de diferentes fuentes. Por ejemplo, los electrodomésticos de gama alta son bienes con un precio generalmente elevado y que precisan de un substancial servicio post-venta que requiere su presencia en un amplio ámbito geográfico, lo cual incrementa directamente el riesgo financiero10. Por su parte, entre los factores que elevan el riesgo de determinados seguros podríamos encontrar el desconocimiento de los productos, la disparidad de precios (Grande, 2000) o la complejidad y disparidad de las alternativas disponibles (Zeng y Reinartz, 2003). Estas características dificultan en gran medida la comercialización de estos productos a través de Internet. Aunque es cierto que la evaluación a distancia de sus principales características no presenta ningún problema11, el alto riesgo percibido por el consumidor ante la compra de estos productos es difícil de reducir. Suele tratarse de productos de alto valor o de gran importancia para el consumidor, el cual se involucra enormemente en la compra. Por ello, y pese a que su evaluación puede realizarse a distancia, el consumidor prefiere examinarlos de cerca. Además, la alta implicación en el 22 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 Las categorías de productos como base para la elaboración de estrategias… proceso de compra, unida al carácter complejo de muchos de estos bienes hace del contacto con los vendedores un factor a tener en cuenta. Por desgracia para el comercio electrónico, esta es una de sus desventajas principales ya que, como afirman Zeng y Reinartz (2003), cuando la evaluación de un producto requiere de conocimientos expertos por parte del consumidor es poco probable que la etapa de evaluación migre al ámbito online. Esto es debido a que los consumidores no tienen incentivos para adquirir tal conocimiento debido a que la compra de estos productos suele ser poco frecuente, por lo que no es posible recuperar la inversión en el desarrollo de esos conocimientos. Por todas estas razones, las empresas que comercializan este tipo de productos tienen limitadas sus opciones estratégicas en el ámbito del comercio electrónico. Concretamente, podríamos reducirlas al apoyo del medio online para fomentar las ventas en el canal tradicional (Bughin y Zeisser, 2001). Por ejemplo, un minorista de electrodomésticos podría ofrecer un servicio online adicional, manteniendo informado al cliente del estado de su suministro. Igualmente, una empresa de seguros podría proporcionar la posibilidad de efectuar cambios automáticos en los datos personales de sus asegurados a través de Internet, permitirles modificar sus coberturas o presentar partes de siniestros. Un ejemplo especialmente interesante de este tipo de productos lo constituyen los servicios financieros. Las empresas que los suministran a través de la red, como ING Direct o Patagon, se han dado cuenta de las dificultades que entraña su comercialización. Por este motivo, la estrategia que han adoptado consiste en comercializar servicios financieros que puedan estandarizarse. Dicho de otro modo, han tratado de trasladar parte de su cartera de productos a la categoría de perceptibles con un riesgo percibido moderado. De hecho, es fácil comprobar cómo la mayoría de los productos ofrecidos corresponden a servicios estandarizados, tales como depósitos o hipotecas. Esto disminuye el riesgo percibido por el consumidor y, por tanto, facilita su comercialización. Sin embargo, estas ventajas presentan paralelamente un coste asociado. Concretamente, la competencia para esos productos será mayor fruto de su estandarización (para confirmar este hecho basta con observar las frecuentes guerras de precios que mantienen las entidades afectadas), limitándose a su vez, la posibilidad de aprovechar las economías de alcance. Productos presenciales con moderado riesgo percibido. Un ejemplo de esta categoría lo constituye la venta de camisetas, las cuales poseen el requisito de que el consumidor debe probárselas para ver cómo le sientan. Sin embargo, el riesgo percibido por el consumidor ante el proceso de compra es moderado debido fundamentalmente a que, aunque poseen un importante valor psicológico, su precio no es demasiado elevado, lo que facilita la compra inicial. Otros ejemplos son los que hacen referencia a la fruta o la verdura. Estos bienes tienen el inconveniente de que no sólo hay que inspeccionarlos de cerca para observar su calidad, sino que es necesario examinar cada unidad individual de un mismo producto (De Figueiredo, 2000). Sin embargo, Bughin y Zeisser (2001) encontraron que ya existían empresas que suministrando este tipo de productos a través de Internet conseguían ser rentables. El principal objetivo para estas empresas debe ser, en primer lugar, fomentar la primera compra. Si el consumidor adquiere una vez un producto de estas características a través de Internet y la experiencia de compra resulta positiva, éste se planteará con elevada Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 ISSN:1135-2523 23 Borraz Mora, I., Fuentelsanz Lamata, L., Polo Redondo, Y. probabilidad la realización de posteriores compras en la misma empresa (e indirectamente de otro tipo de productos, ya que su predisposición será mucho más favorable). Sucesivas interacciones óptimas cliente-proveedor podrán generar una mayor fidelidad. El hecho de que el consumidor otorgue un valor reducido a algunos de estos productos o que otros posean un precio relativamente bajo, ayuda a que el cliente pueda “arriesgarse” a realizar esa primera compra ya que la pérdida y las consecuencias negativas de su decisión se minimizan. No obstante, existen otras opciones para fomentar esa primera compra. Las promociones constituyen una de las posibilidades; otra alternativa pasa por vincular la compra de estos productos con otros que posean un mayor grado de estandarización. Si consideramos, por ejemplo, el caso de la fruta o la verdura, podemos observar cómo éstas se adquieren, en muchas ocasiones, en establecimientos donde pueden comprarse junto con otros productos, como el agua o las cuchillas de afeitar, que poseen una menor necesidad de examen in situ. Si el consumidor ya adquiere este tipo de productos a través de Internet, tiene mayores incentivos para comprar también la fruta o la verdura. Los supermercados, por ejemplo, combinan algunas de estas estrategias. En ocasiones ofrecen promociones consistentes en regalar o bonificar productos de estas características por la compra de otros bienes estandarizados con el fin de fomentar la primera compra. Una vez logrado este objetivo, la empresa debe fomentar la lealtad del consumidor. En este sentido, la marca puede convertirse en un factor clave de éxito. Si este tipo de empresas consigue hacer fieles a su marca a los clientes, habrán conseguido alcanzar una situación en la que se apropien de las mejores características de los productos perceptibles (baja necesidad de evaluación in situ) y de las de los productos presenciales (diferenciación del producto y reducción de la competencia en atributos como el precio). Con esto, la empresa ha logrado que el producto sea más susceptible de ser comercializado a través de Internet de lo que lo era en un primer momento. Independientemente de que las empresas hayan logrado atraer a un cliente directamente a través de la marca o fomentando la primera compra, la lealtad dependerá de las experiencias de compra obtenidas. Para que dichas experiencias sean positivas, los servicios de valor añadido serán cruciales. Entre ellos destacan especialmente el suministro de los productos, tanto en lo referente a la calidad y estado de los mismos como al plazo de entrega (Reibstein, 2002), o la información ofrecida acerca de ellos12. Por ejemplo, Kukuxumusu, empresa que vende camisetas con marca y diseño propio, ofrece información acerca de un sencillo sistema para que el consumidor no pueda tener ninguna duda acerca de la talla de la camiseta que quiere. Además, gracias a su sistema de tratamiento previo de las prendas, éstas no encogen al lavarlas, lo cual imposibilita que el consumidor se equivoque en la elección de la talla. Todas estas características ayudan a mitigar en gran medida el riesgo percibido asociado a la necesidad de evaluación (probarse la prenda) que poseen estos productos. Para el caso de productos como la ropa o los cosméticos, donde la marca juega en ocasiones un papel relevante, la aplicación de estas opciones estratégicas es más efectiva para las empresas orientadas verticalmente (De Figueiredo, 2000). Dicho de otro modo, las tiendas que no suministran sus productos en exclusiva tienen una menor probabilidad de éxito porque, al tener el consumidor disponible el mismo producto a través de multitud de vendedores, la competencia se eleva sustancialmente. El diario El País13 publicó recientemente un artículo en el cual se analiza el caso de la empresa NaranjasLola.com, que vende naranjas a dos mil familias españolas a través de Internet y está comenzando a expandir su negocio a Andorra y Portugal. Después de recibir el pedido a 24 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 Las categorías de productos como base para la elaboración de estrategias… través de Internet, el empresario se pone en contacto telefónicamente con los nuevos clientes para explicarles las características de sus naranjas y que el plazo de entrega es de un día sin ningún gasto de envío. Sin embargo, el rasgo más curioso lo constituye el hecho de que la empresa no permite a estos nuevos clientes que paguen su pedido hasta que no lo hayan probado y hayan comprobado que las naranjas les gustan. La calidad de los productos y del suministro son en sí mismas altísimas, tal y como promete la empresa a sus clientes. El precio del producto no ha subido en cuatro años y esto ha provocado las peticiones de subidas de precios por parte de varios clientes, para asegurar que su demanda pueda ser cubierta. ¿Qué se puede extraer de este análisis? Básicamente el caso de NaranjasLola.com corrobora punto por punto varias de las opciones estratégicas expuestas en nuestro análisis. Las claves del éxito de esta empresa, así como la estrategia llevada a cabo pueden resumirse en haber fomentado la primera compra para, posteriormente, fomentar la lealtad del consumidor. Por supuesto, todas estas empresas pueden optar, simplemente, por utilizar el medio online como un apoyo para incentivar las ventas en el mercado tradicional. Sin embargo, de acuerdo a lo expuesto, la utilización de esta estrategia de forma aislada no es óptimo y las empresas que lo hagan estarán perdiendo oportunidades. Productos presenciales con alto riesgo percibido. Los productos pertenecientes a esta categoría poseen un mayor riesgo percibido por el consumidor ante su compra debido a su elevado precio, a su complejidad, al valor otorgado por el consumidor a los mismos o al hecho de que su evaluación deba realizarse in situ. Por más que se busque información acerca de los mismos a través de cualquier fuente, que se intente recopilar un número suficiente de alternativas para realizar comparaciones, que se tenga experiencia en una marca determinada al haberla consumido con anterioridad o que esa marca sea de confianza (Grande, 2000), resulta tremendamente difícil reducir el riesgo percibido asociado a estos productos así como evitar la necesidad de una evaluación presencial de los mismos. Incluso cuando un consumidor conoce perfectamente todas las características técnicas de un coche, sigue prefiriendo probarlo directamente (Zeng y Reinartz, 2003). Además se trata de productos que tienen muy pocos sustitutos ya que, una vez que el consumidor se ha decidido por uno de ellos, el resto varían en muchos atributos significativos (De Figueiredo, 2000). Los trajes de diseño constituyen un ejemplo que ilustra de manera adecuada esta circunstancia. Por todas estas razones, la mejor estrategia disponible para las empresas que venden estos productos consiste en la utilización del canal virtual como apoyo a las ventas en el mercado tradicional. En este sentido, como se ha apuntado anteriormente, Internet puede ser un complemento perfecto para proporcionar información acerca del estado del suministro del producto. Para determinados artículos de esta categoría, como los coches de segunda mano, existe una opción estratégica adicional. Concretamente, la empresa puede actuar como intermediaria (Turner, 2000), siendo la finalidad principal de su modelo de negocio el poner en contacto a los clientes y a los proveedores, para otorgarles un mayor valor y conveniencia. El cuadro 4 muestra un resumen de las estrategias propuestas para cada una de las categorías de productos diseñadas. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 ISSN:1135-2523 25 Borraz Mora, I., Fuentelsanz Lamata, L., Polo Redondo, Y. 4. CONCLUSIONES A lo largo de este trabajo hemos intentado establecer cuáles son las estrategias susceptibles de proporcionar un mayor éxito a las empresas en función del tipo de producto que comercializan. Para llevar a cabo esta tarea hemos identificado dos variables críticas en torno a las que se han elaborado las categorías de productos. Por una parte, entendemos que la decisión de compra está fuertemente condicionada por el grado de dificultad para evaluar el producto desde la distancia, carácter intrínseco a este tipo de actividad. Desde esta óptica distinguimos entre productos perceptibles y presenciables. La segunda dimensión considerada es el riesgo percibido por el consumidor ante la compra de un determinado producto (en la que diferenciamos entre dos niveles de riesgo, alto y moderado). De la conjunción de ambas dimensiones se derivan cuatro categorías de productos. A partir de ellas y de sus respectivas características económicas hemos identificado las estrategias con mayor probabilidad de éxito en cada caso. Sin duda, los resultados obtenidos en este trabajo pueden resultar de interés para los responsables encargados de tomar decisiones estratégicas en cualquier tipo de empresa, al disponer de un marco de referencia en el que apoyarse a la hora de identificar sus principales variables competitivas. Igualmente, dentro del ámbito de la investigación nuestro análisis ha intentado ampliar la literatura existente acerca de este tema, así como establecer un nuevo marco de categorización de los productos basado en variables clave en el ámbito del comercio electrónico. En todo caso es importante tener en cuenta que las categorías no son campos rígidos y, por ello, existe la posibilidad de encontrar productos en la frontera entre dos de ellas. De la misma manera pueden existir productos extremos en una categoría que posean características muy peculiares. Es el caso de los productos de papelería como los clips o los bolígrafos, para los que el consumidor realiza compras muy esporádicas, sólo en el momento en que los necesita, por un importe muy bajo y a los cuales otorga un valor muy reducido. Por ello, es difícil que se plantee comprarlos a través de la red. Todo esto hace que la necesidad de un análisis interno y externo del negocio siga teniendo vigencia. Es de esperar que el proceso de comprensión y adopción de estas estrategias sea gradual y, en ocasiones, lento. Una de las dificultades asociadas a Internet es la ausencia de relaciones personales, entendidas como el contacto “cara a cara” entre el proveedor y el cliente. Para muchos productos este hecho va a implicar que el riesgo asociado al proceso de compra se incremente notablemente. Además, el uso de Internet como canal de compras está todavía en su etapa más incipiente y el consumidor siempre dispone del canal tradicional con el que está completamente familiarizado. Por todas estas razones, la adopción por parte de las empresas de una filosofía de orientación al consumidor en todos los niveles de la organización debe convertirse en un requisito imprescindible para la consecución del éxito. Bughin (2001) concluye 26 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 Las categorías de productos como base para la elaboración de estrategias… claramente en su estudio que a pesar de las diferencias en cuanto a las acciones estratégicas a adoptar por las empresas según las categorías de productos, todas las empresas exitosas comparten una característica común: una capacidad de retención de los consumidores y de conversión del tráfico a clientes por encima de la media. Desde nuestro punto de vista, una de las herramientas más relevantes que existen a disposición de las empresas para lograr esa retención y conversión la constituye la orientación al consumidor. Así, las empresas que no tengan al consumidor en el centro de sus miradas tienen pocas posibilidades de supervivencia en la llamada “Economía de Internet”. La afirmación de que las empresas deben estar orientadas al consumidor puede parecer trivial, ya que desde hace muchos años el mundo académico e investigador no cesa de hacer hincapié en la importancia de esta filosofía como rectora de las actividades empresariales, por lo que la comercialización de productos a través de la red no podía ser diferente. Sin embargo, como apunta Brännback (1997), aún existen muchísimas empresas orientadas al producto o a la producción. Dada la “hipercompetitividad” y la naturaleza compleja y cambiante del entorno, las empresas deben estar continuamente revisando y adaptando su estrategia para competir de manera eficiente en este tipo de mercados (Lucas, 2002). Más aún, las empresas que consigan un nivel de flexibilidad y agilidad lo suficientemente elevado como para saber adaptarse con rapidez a los continuos cambios del entorno sobrevivirán, mientras que aquellas con una rígida capacidad de adaptación están abocadas al fracaso. Esto no significa que las empresas deben estar continuamente cambiando de estrategia, sino revisando sus factores claves de éxito y adaptarlos, si fuera necesario, a un nuevo escenario del mercado. Por último, el análisis de las categorías de productos para determinar qué tipo de estrategias son más aconsejables para las empresas es sólo el primer paso en el intento por comprender mejor cuáles son los factores de éxito y fracaso en el comercio electrónico. Será necesario analizar y evaluar muchas otras variables que puedan influir en la consecución del éxito por parte de la empresa, como puedan ser las razones que fomentan la recompra y la lealtad del consumidor, los cambios experimentados en la cadena de valor y sus repercusiones, o las habilidades directivas, por citar simplemente algunas de ellas, para, posteriormente, analizar cómo deben interactuar todas en conjunto para que la probabilidad de éxito sea máxima. Evidentemente, el análisis de estas cuestiones queda fuera del alcance de este trabajo, aunque consideramos que el intento por analizar y aunar las visiones desde el punto de vista de la empresa y del consumidor proporcionará un marco más completo y enriquecedor para poder comprender los factores claves de éxito y fracaso en el comercio electrónico, así como las estrategias óptimas a desarrollar por las empresas en este nuevo medio. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 ISSN:1135-2523 27 Borraz Mora, I., Fuentelsanz Lamata, L., Polo Redondo, Y. Cuadro 4. Estrategias óptimas para las categorías de productos PERCEPTIBLES PRESENCIALES - compra: 1ª etapa: diferenciación - 9 Oferta de Marca del productos vendedor. - - relacionados. Ventajas del primer entrante. Gestión óptima de 9 Promociones. - 9 Marca ĺ Beneficios de 2ª etapa: defensa de la perceptibles y competencia - presenciales. Eficiencia (min. 9 Servicios de costes + e. valor añadido escala). - (suministro y Serv. valor estado/calidad añadido de los diferenciales. - Fomentar la lealtad. las TI. RIESGO MODERADO Fomentar la 1ª productos, Oferta otros información, productos de la categoría. etc.). - Apoyo al canal tradicional. RIESGO ALTO - Apoyo al canal tradicional. - Apoyo al canal tradicional. - Intermediario. Fuente: elaboración propia. 28 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 Las categorías de productos como base para la elaboración de estrategias… NOTAS * La realización de este trabajo ha contado con la ayuda financiera del Ministerio de Educación y Ciencia y FEDER (proyectos SEJ 2005-01856 y SEJ 2005-05968) y del Gobierno de Aragón, a través del reconocimiento de los autores del trabajo como miembros del grupo de investigación de excelencia Generés 1 Por esta razón, y por ciertas características aparentemente comunes, en muchas ocasiones se han intentado establecer similitudes entre el comercio electrónico y la venta por correo o por catálogo, en un intento por disponer de un punto de partida algo más conocido. Sin embargo, el comercio electrónico está dotado de ciertas características que lo hacen único y, por tanto, merece un estudio y una consideración aparte (Zmud y Boynton, 1991). 2 Es interesante notar que los autores hacen especial hincapié en la primera de dichas variables. 3 En el estudio de Barwise, Elberse y Hammond (2002) puede encontrarse una recopilación de las ventajas más importantes. 4 A pesar de que la imposibilidad de evaluación a distancia del producto pueda ser considerada como una dimensión del riesgo percibido, su relevancia como variable merecedora de ser tratada por separado ha sido comprobada en los diferentes estudios citados anteriormente a tal efecto, no existiendo, por tanto, un solapamiento importante entre las variables de este estudio. 5 Turner (2000) afirma que las áreas donde se esperan las mayores repercusiones del B2C en Estados Unidos para el año 2003, ordenadas de mayor a menor repercusión, son: libros/música/vídeo, entradas de espectáculos, electrónica, viajes de placer y electrodomésticos, estos últimos ya a una considerable distancia. Por su parte, Bughin y Zeisser (2001) estiman las áreas con mayor potencial de ingresos brutos anuales dentro del B2C para el año 2003 en Reino Unido, Alemania, Francia, Países Escandinavos, Italia, España, Benelux, Brasil y Japón. Ordenadas de mayor a menor potencial se apuntan las siguientes: viajes de placer, libros, juguetes/juegos, CD’s/cintas. Para el caso concreto del B2C en España, el diario El País, en su suplemento Ciberp@país del jueves 13 de marzo de 2003, publica los resultados de una encuesta sobre los hábitos de compra de los internautas. Así, este estudio no es predictivo como los dos anteriormente citados sino confirmatorio, basado en los comportamientos expresados por los propios consumidores. Los libros son el primer producto comprado en Internet (44,2%), seguidos de la compra de entradas (39%), los viajes (34,7%), entendidos como la reserva de billetes o de hoteles, las compras musicales (29,4), que a pesar de incrementarse bajan del segundo puesto del año anterior al cuarto, y los programas informáticos (22,8%). 6 Una de las estrategias recomendadas por Grande (2000) para mitigar el riesgo percibido consiste en comprar los productos en establecimientos de confianza. 7 Kim et al. (2002) analizan medidas como la devolución del dinero o las garantías y argumentan que estas políticas ayudan a paliar el miedo de los consumidores provocado por el desconocimiento de la calidad de los proveedores. De la misma manera, De Figueiredo (2000) afirma que esas medidas podrían atraer a los consumidores que se encuentran inseguros de si comprar a través de la red o no. Sin embargo, este último autor sostiene que, desde un punto de vista estratégico, el problema se encuentra en que estas políticas resultan fácilmente imitables por la competencia. 8 Por productos relacionados entendemos aquellos que, bien suelen adquirirse junto con el producto objeto de la compra, bien pertenecen a la misma rama de actividad. 9 Lynch y Ariely (2000) encontraron que para productos diferenciados los consumidores tienden a centrarse en el precio cuando existe poca información disponible acerca de otras variables para diferenciar productos. Así, dotando a los consumidores de mejor información acerca de los productos, los vendedores amortiguarán una posible competencia en precios que pudiera surgir, e incrementarán el ajuste producto-cliente. 10 Grande (2000) identifica cinco clases de riesgo que componen el riesgo percibido: riesgo físico, psicológico, social, funcional y financiero. El riesgo físico es el temor, por parte del consumidor, a recibir algún tipo de daño físico del producto. El psicológico consiste en el temor a no saber si se realizará una compra acertada, porque se desconoce el uso que se hará del producto. El riesgo social es el temor a que la compra realizada no sea aprobada por otras personas. El funcional guarda relación con el temor a no saber usar el producto o a sacarle todo el partido posible. Finalmente, el riesgo financiero viene determinado por el temor a pagar una cantidad de dinero elevada por el producto, a que tras la compra pueda encontrarse en otro establecimiento a un precio menor, a que el producto no se pueda devolver en caso de insatisfacción y recuperar el dinero pagado, e incluso a que el servicio post-venta y de asistencia no sea lo suficientemente óptimo. 11 Algunos de ellos, como los seguros, son bienes de información, con los efectos beneficiosos que ello tiene para el comercio electrónico (Zeng y Reinartz, 2003). 12 Ver nota 9 al pié de página. 13 Diario El País del jueves 19 de febrero de 2004. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 ISSN:1135-2523 29 Borraz Mora, I., Fuentelsanz Lamata, L., Polo Redondo, Y. BIBLIOGRAFÍA ANCARANI, F.; SHANKAR, V. 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Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.13-31 ISSN:1135-2523 31 Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Vol. 12 Nº1, 2006, pp.33-54, ISSN:1135-2523 LA INVESTIGACIÓN EN LA EMPRESA FAMILIAR: “UN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE UN CAMPO INDEPENDIENTE” Basco Rodrigo, J.T. 1 Universidad Complutense de Madrid RESUMEN La empresa familiar ha creado, en la década de los noventa, un espacio de nuevas tendencias en la investigación logrando abrirse camino como ámbito de estudio desde la Dirección de Empresas. El escepticismo que genera la existencia de un posible campo intelectual ha iniciado un debate sobre el análisis de la empresa familiar considerando bien un campo independiente bien como una extensión de la visión de la empresa desarrollada por las teorías existentes en los diferentes ámbitos de estudio. A partir de esta idea, el presente artículo desagrega los elementos, extrínsecos e intrínsecos, que pueden abordarse para reflexionar sobre el estudio de la empresa familiar como un campo naciente. Las conclusiones muestran algunos pasos importantes que se han dado, con relación a los elementos extrínsecos, hacia una posición independiente en la generación de ideas cuando se compara su evolución en el tiempo con otros campos del saber. Sin embargo queda mucho camino por recorrer con relación a la construcción de teorías que debe ser alcanzado por lo propios interesados con investigaciones que enfoquen innovaciones en la consideración de los elementos que afectan el desarrollo de estas empresas y consoliden un conocimiento integrado sin visiones fragmentadas. PALABRAS CLAVE: Empresa Familiar, Campo, Eficacia. ABSTRACT In the nineties, the family-owned firm made room for new trends in research, and managed to break fresh grounds as a field of study within Business Management. The scepticism created by the existence of a possible intellectual field has raised a debate on the family-owned enterprise, which could be either considered as an independent field or else, as an extension of the vision of the firm developed by the existing theories in the various fields of study. It is from this idea that this article deals in depth with the intrinsic and extrinsic elements that can be approached to reflect on the study of the family-owned company as a brand-new domain. Conclusions show some important taken steps, as regards the extrinsic elements, towards an independent approach on the generation of ideas when their evolution is compared to other fields of knowledge. Nevertheless, there is a long way to walk in relation to the building of theories. This path is to be covered with the interested parties and with the help of investigation that focus on innovations related to the elements that affect the development of family-owned firms, and which may consolidate a comprehensive knowledge without fragmented visions. KEYWORDS: Family-owned company, Field, Efficiency 1. INTRODUCCIÓN La investigación en la empresa familiar ha conseguido en los últimos años una proyección que puede ser apreciada en el volumen de trabajos publicados en revistas especializadas como no especializadas. Su estudio ha traspasado las fronteras desde investigaciones que evolucionan con trabajos descriptivos, pasando por aquellos que se limitan a utilizar a la empresa familiar como un ámbito de aplicación, hasta los que desarrollan interpretaciones propias del fenómeno para dar respuesta a la problemática del campo. Basco, Rodrigo, J.T. Desde finales del siglo pasado, los estudiosos están intentando reflejar un conocimiento más amplio que se plasma en los aspectos intrínsecos y extrínsecos de la investigación. Entendido el conocimiento de un ámbito de estudio como un proceso acumulativo del aprendizaje colectivo, el presente artículo intenta abordar una reflexión sobre los elementos característicos que potencialmente se le atribuyen a un campo en creación y sobre los cuales se reflejan los parámetros de independencia. ¿Por qué estudiar la empresa familiar?, ¿desde qué campo o ámbito de estudio se deja abierta la investigación de la empresa familiar?, ¿pueden las teorías de otros ámbitos definir, explicar y justificar su existencia?, ¿podría la visión de la familia mejorar la explicación de las teorías existentes de la organización en función de nuevas variables?, ¿existe dentro de la empresa familiar un conjunto de visiones teóricas que puedan agruparse para definir el conocimiento del estudio?, ¿cuál es la construcción teórica que el avance de los trabajos empíricos produce y en qué medida la construcción de conocimientos derivados de trabajos empíricos (cualitativos o cuantitativos) se concatenan para avanzar en la descripción, explicación y predicción del fenómeno o de los temas de estudio particulares?. Cada uno de estos interrogantes se integran para conformar el razonamiento y extender el debate que gira alrededor del estudio de la empresa familiar. El presente trabajo se divide en dos apartados centrales. En el primer apartado se intenta justificar el estudio de la empresa familiar reconociendo la importancia histórica de estas empresas partiendo de la evolución experimentada a partir de los cambios sociales y económicos y su importancia en la participación de la vida moderna. El impacto de la gran empresa en el desarrollo social con la división de la propiedad y la dirección y el surgimiento del modelo gerencial americano no ha desplazado, en los diferentes sectores de las economías, la existencia de la empresa familiar. Sin embargo, la investigación de la empresa familiar no ha encontrado espacios en los ámbitos tradicionales de estudio hasta entrados los años 80 cuando la problemática práctica en las empresas familiares se convierte en un tema recurrente en las publicaciones. La evolución del estudio de la empresa familiar se desarrolla en el segundo apartado considerando su similitud con el campo de la Dirección Estratégica o del Emprendedor. A través del análisis de un conjunto de elementos se intenta responder a los interrogantes apuntados anteriormente, los factores extrínsecos (la problemática de las empresas familiares como inspiradora de la necesidad de investigación, la difusión del conocimiento, el respaldo científico y el reconocimiento social y la visión multidisciplinar) y los factores intrínsecos (el concepto de la empresa familiar, las características de los trabajos publicados y la estructura e integración del conocimiento). Dentro de los factores intrínsecos, el factor estructura e integración del conocimiento es analizado para el estudio del éxito de la empresa familiar y de la medición de la eficacia familiar y empresarial en la evolución del pensamiento de la bibliografía especializada. En el apartado tercero se realiza una reflexión integrando los argumentos esgrimidos para valorar la existencia del campo en nacimiento de la empresa familiar. En el último apartado se establecen las conclusiones finales. 34 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp33-54 La Investigación en la Empresa Familiar 1.1 Justificación del estudio de la empresa familiar La empresa y la familia se articulan en una institución social productiva que tiene su origen en la evolución histórica de las sociedades. En el ecuador de la edad media comienza a notarse la configuración de un incipiente sistema de mercado amparado por los propios estados entre oriente (Península Ibérica y el Magreb) y occidente (China). Sin embargo, a partir del siglo XVI se produce la transformación de un sistema basado en la tierra (marcadamente medieval) a otro capitalista basado en el dinero, las finanzas y la banca, para convertirse, con la primera revolución industrial, en un capitalismo industrial. Valdalizo y López García (2000) destacan que entre los siglos XVI y XVIII, antes de que surgieran los sistemas legales que garantizasen los contratos, los comerciantes y artesanos desarrollaron códigos de conducta cuando existía una cohesión social fuerte que impulsaba el comercio. Así surge la importancia de las relaciones familiares en los negocios como motor aglutinante del sistema económico que permitía el intercambio ante la incertidumbre de un marco que lo legislase. Las empresas familiares han ocupado un espacio sobresaliente antes y durante la primera revolución industrial (Colli, 2003). La incertidumbre derivada del incipiente marco legal y el riesgo asociado al comercio contribuía a que la forma predominante se relacionase con los lazos familiares en el mundo de los negocios, siendo la familia una fuente de capital físico y humano en la que existía una confusión total y una mezcla entre la familia y la dirección de la empresa, igual que entre el capital y el patrimonio de los propietarios. La revolución industrial cambia profundamente las bases sobre la que se estructura la empresa (la mecanización, el nacimiento de la fábrica, la concentración de los trabajadores en un mismo lugar y la formalización de instituciones jurídicas) y con ella la forma de dirección de la misma. Sin embargo, la revolución industrial no trae aparejada la destrucción de la relación familia-empresa1 sino que es la base a partir de la cual se materializan los proyectos productivos, dejando de lado la especialización artesanal característica del período anterior. El advenimiento de las corporaciones cuasi-públicas, que se destacan en el influyente trabajo de Berle y Means (1932), por la creciente partición y desmembramiento del capital y la dirección en la empresa americana, no han socavado la existencia de las Pymes y, ni mucho menos, la completa disociación entre capital y dirección que se han mantenido unidos desde antes de la primera revolución industrial. Las empresas familiares adaptaron su tamaño para competir, así una de cada cinco o seis de las 200 mayores empresas no financieras, a finales de los años 70, seguían bajo el control del fundador o descendiente en los Estados Unidos2. Los datos son aún más concluyentes con relación a la participación de la empresa familiar en el amplio abanico de sectores empresariales a medida que se utilizan muestras de empresas de países menos avanzados gerencialmente (como Italia o España). Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.33-54 ISSN:1135-2523 35 Basco, Rodrigo, J.T. La empresa familiar no solo se presenta como un ámbito de investigación histórica sino que, aún hoy, interviene con un papel activo y sustancialmente importante en el desarrollo económico-social en las regiones desarrolladas y en vía de desarrollo, manteniendo los niveles de generación de riqueza y generando el tejido industrial y comercial. Medir la presencia de las empresas familiares en las economías centrales del mundo capitalista depende de las dimensiones que se utilicen del término para su definición. Hoy no existe una definición consensuada del término que aplique los mismos parámetros y utilice los mismos niveles de extensión. Colli (2003) destaca que en Italia las empresas registradas oscilan entre un 75% a un 95%, en España 70% a 80%, en Reino Unido 75%. Similares datos recogen Donckels y Frohlich (1991) en la investigación de 8 países de la Unión Europea, en donde las Pymes, cuyo capital y propiedad familiar, exceden en un 60% de la muestra total. Shanker y Astrachan (1996) estiman que según la definición que se adopte para la empresa familiar (amplia, intermedia o restringida) los datos varían de 20,3 a 4,1 millones de organizaciones en los Estados Unidos. Sin embargo, la creación y sostenimiento de proyectos productivos familiares tiene diferente connotación según las épocas y las regiones. El surgimiento de los fenómenos sociales migratorios por el efecto del desequilibrado económico de las regiones, la fragmentación del conocimiento, su especialización y su liberalización (selectiva), la democratización social y la economía global enfrentan oportunidades y desafíos para los individuos por la incapacidad del mercado y del Estado en crear las verdaderas condiciones sociales requeridas para el crecimiento sostenido y uniforme. La iniciativa individual no deja de ser una fuente de auto-protección ante el abrupto sistema imperante y que obtiene apoyo en la familia convirtiéndose en un fenómeno con rasgos particulares. Las empresas familiares son los elementos más efectivos en el desarrollo económico, generando puestos de trabajo (Neubauer y Lank, 1999), seguridad, oportunidad y progreso a los participantes activos y pasivos del proyecto familiar, a la comunidad y a la estructura económica nacional. Independientemente de la variabilidad de los datos observados en las investigaciones sobre la presencia de la empresa familiar, por la falta de consenso de la definición del fenómeno objeto de estudio, resulta sorprendente la extensión de la empresa familiar en la sociedad moderna. Pero más sorprendente es la escasa representatividad de las investigaciones conducente a esclarecer el fenómeno para su comprensión y análisis. Si es un fenómeno real y empíricamente probado, ¿por qué ha sido un aspecto olvidado en la Dirección de Empresas? y ¿a qué ámbito de aplicación se deja su investigación?. El reconocimiento de las organizaciones como campo de estudio es relativamente reciente. Es a partir de la consideración de la gran empresa que surge como unidad de análisis y estudio válida y socialmente aceptable. Antes de la aparición de la gran empresa, la concentración de la investigación se relacionaba en aspectos referentes a la economía, la psicología y la sociología. Esta observación puede ser uno de los motivos por los cuales se ha obviado la consideración de la familia en la empresa. Tampoco parece que haya duda del aspecto desolador que se observa en la Dirección de Empresas ante el desconocimiento de 36 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp33-54 La Investigación en la Empresa Familiar la empresa familiar como generadora de potenciales interpretaciones capaces de aportar nuevas visiones a las investigaciones. Las divisiones del Academy of Management, la asociación más prestigiosa en el ámbito de la Dirección de Empresas, no contemplan entre su estructura ningún apartado que pueda ser representativo de la empresa familiar o de la problemática de la misma en alguna de sus categorías especiales (Gómez Mejía y Gutiérrez Calderón, 1996). Dentro del ámbito de la Dirección de Empresas se ha intentado dar explicaciones a la naturaleza de la empresa desde la Dirección Estratégica, la Teoría de la Organización, la Economía de las Organizaciones y el campo del Emprendedor. Sin entrar a valorar la existencia y necesidad de un campo individualizado, sí se puede apreciar la escasa consideración de la visión familiar en los diferentes paradigmas que agrupan los enfoques anteriores. Recientemente, entre la década de los sesenta y setenta, es cuando surgen algunos trabajos relacionados con la empresa familiar (eg. Barnes y Harshon, 1976; Barry, 1975; Donnelley, 1964; Levinson, 1971) y es a partir de finales de los 80 cuando el fenómeno de la empresa familiar suscita la atención de profesionales, consultores y académicos. La importancia de la investigación sobre la empresa familiar no sólo surge como mero objeto de estudio de una moda pasajera, sino por la necesidad imperiosa de conocer, describir y explorar el fenómeno que es un actor social, histórico y presente del tejido empresarial, tanto en los ámbitos nacionales como internacionales que, por lo tanto, tiene considerables efectos sobre los individuos. ¿Desde qué campo o ámbito de estudio se deja abierta la investigación de la empresa familiar?. La controversia esta servida sobre el interrogante de la existencia o no de un campo independiente. Para abordar esta problemática en el siguiente apartado se indaga en los diferentes elementos que, a juicio del investigador, podrían juzgarse como indicadores de la existencia de un campo de estudio independiente de la empresa familiar. 1.2 El estudio de la empresa familiar El estudio de la empresa familiar tiene grandes detractores con respecto a la existencia de un campo de investigación independiente de los tradicionalmente conocidos y, más aún, de las razones que justifican la necesidad de crearlo. Sin embargo, si se observa la progresión en el tiempo de otros campos del saber dentro de la Dirección de Empresas (eg. Dirección Estratégica o campo del Emprendedor) se encuentran ciertas similitudes en el proceso evolutivo de maduración cuando se los compara con el desarrollo de la investigación de la empresa familiar en las últimas décadas. Para abordar el análisis comparativo de la evolución del campo de la empresa familiar se considerarán dos tipos de factores: extrínsecos relacionados con aspectos periféricos de un campo (la problemática como inspiradora de investigación, la difusión del conocimiento, el respaldo científico y reconocimiento social y visión multidisciplinar) e intrínsecos que conforman el cuerpo teórico y desarrollo del conocimiento (concepto de empresa familiar, características de los trabajos publicados y estructura e integración del conocimiento). Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.33-54 ISSN:1135-2523 37 Basco, Rodrigo, J.T. 2. LA PROBLEMÁTICA DE LA EMPRESA FAMILIAR COMO INSPIRADORA DE INVESTIGACIÓN Las investigaciones relacionadas con la empresa familiar se remontan a varias décadas atrás a partir de trabajos que identificaron el surgimiento de una problemática muy concreta de la empresa. Entre la década de los 60 y 70 se han elaborado trabajos relacionados con la estrategia y la estructura de la empresa familiar, destacando las debilidades y fortalezas de la característica de ser familiar (Colli, 2003). A partir de los años 80, con el impulso de los consultores y las investigaciones más centradas en la problemática de la empresa familiar, surgen trabajos descriptivos basados en la experiencia práctica (Astrachan, 1988; Davis y Tagiuri, 1989; Lansberg, 1983; Ward, 1988; Ward y Handy, 1988). Otros campos han tenido el mismo nacimiento, tal y como sostienen Cuervo García y Fernández (1999-2000), en la Dirección Estratégica las primeras etapas están unidas a la práctica de las empresas, por ejemplo, a través de los trabajos de Andrews (1962) y Ansoff (1965), construidos a partir de la convergencia de la observación de los problemas reales. Landström y Johannisson (2001) describen el nacimiento práctico del Campo Del Emprendedor como la visión técnica de la creación del conocimiento aplicada a situaciones reales donde la intención se encuentra en el objeto de estudio y no en la teoría, siendo, por tanto, investigación descriptiva. La importancia práctica del fenómeno de estudio es una característica común de las ciencias sociales a partir de la cual se puede generar un conocimiento representativo de la trascendencia, impacto y características del fenómeno. Es decir, la primera etapa puede describirse por la inminente importancia descriptiva del reconocimiento derivada de la percepción de la realidad, basándose en trabajos marcadamente exploratorios y descriptivos. 3. DIFUSIÓN DEL CONOCIMIENTO La difusión del conocimiento y la edificación de la arquitectura sobre la que se sustenta el mismo, ha significado, en otras áreas de estudio, el armazón para consolidar el campo. Así, por ejemplo, la creación de revistas especializadas es una prueba del grado de madurez de una disciplina (Gómez Mejía y Gutiérrez Calderón, 1996) o un requisito que un campo debe cumplir para su consideración (Bird, Welsch, Astrachan y Pistrui, 2002). En el ámbito de las organizaciones no existían revistas especializadas hasta que en el año 1956 comienza a publicarse la revista Administrative Science Quarterly (Pfeffer, 1992) que indica la consolidación como disciplina autónoma. En la década de los 80 se crea Strategic Management Society, de la cual emergen dos revistas especializadas, la Strategic Management Journal y The Journal of Business Strategy, punto de inflexión en la Dirección Estratégica. Con relación a la empresa familiar, en el año 1983 la revista Organizational Dynamics estructura un número especial destinado a la empresa familiar; sin embargo, hay que esperar hasta finales de la década de los ochenta para la creación de una revista especializada, Family Business Review, en la que se agrupan los trabajos de la empresa 38 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp33-54 La Investigación en la Empresa Familiar familiar3 y se sintetiza la ordenación del conocimiento proponiendo un espacio de divulgación de la investigación. Las revistas especializadas dan impulso al trabajo científico en el ámbito de la Dirección de Empresas, ciñendo la rigurosidad de la investigación y creando bases para la construcción de un campo. Por lo tanto, son los editores los que deben fomentar, a través de las publicaciones aceptadas, la excelencia en los trabajos en sus aspectos teóricos y metodológicos. Sin embargo, las investigaciones relacionadas con la empresa familiar empiezan a encontrar espacio en revistas no especializadas como los trabajos de Gómez Mejía et al. (2001) y Schulze et al. (2003) en el Academy of Management Journal, Lee et al. (2003) en el Academy of Management Review, Andersen et al. (2003) en el Journal of Financial Economics y Schulze et al. (2001) en el Organizational Science. Por lo tanto, el debate sobre la empresa familiar encuentra reconocimiento en las principales revistas del ámbito de las organizaciones y aumenta, de esta forma, el alcance en otras áreas académicas. La creación de revistas especializadas dedicadas a compartir y transmitir el conocimiento es un elemento valioso en la maduración de un campo de estudio y la herramienta con la que cuentan los investigadores para proyectar el saber del fenómeno. La principal tarea de estas estructuras es respaldar la imagen para generar un conocimiento riguroso que sintetice el avance sobre fundamentos sólidos, y ganando espacios entre las demás disciplinas. 4. RESPALDO CIENTÍFICO Y RECONOCIMIENTO SOCIAL El prestigio y el poder de una determinada área científica estarán muy relacionados con el nivel de organización de la misma (Gómez Mejía y Gutiérrez Calderón, 1996). Las disciplinas más sólidas están caracterizadas por la creación de fuertes asociaciones profesionales (Bird et al., 2002). Por ejemplo, en la Dirección de Empresas, el Academy of Management es la institución destacada que reúne a la comunidad científica y vincula, a través de la organización de seminarios y congresos, la generación de ideas. En España, en el año 1992, se crea el Instituto de Empresa Familiar, una asociación sin fines de lucro dedicada a impulsar socialmente el reconocimiento de la empresa familiar a través de la agrupación de las empresas familiares y el impulso de la investigación en la universidad con la creación de cátedras especializadas contando con representación en diferentes universidades del país. A nivel europeo, en el año 1997, se crea el European Group of Family Enterprises compuesta por asociaciones europeas. De la misma forma, en los Estados Unidos, en el año 1986 surge el Family Firm Institute, destacándose entre sus objetivos el impulso a la investigación en el campo de las empresas familiares. 5. VISIÓN MULTIDISCIPLINAR La investigación en la empresa familiar tiene la característica de utilizar otras disciplinas para atraer hacia su problemática de estudio las teorías de los diferentes paradigmas que pueden ser aplicados para responder a los interrogantes existentes (Harris, Martínez y Ward, 1994). En la revisión realizada de los artículos publicados en la revista Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.33-54 ISSN:1135-2523 39 Basco, Rodrigo, J.T. Family Business Review entre 1988 y 1997 por Dyer y Sánchez (1998) identifican la Dirección de Empresas como la principal disciplina seguida por la psicología, terapia familiar y ciencia de la familia entre otras. En sus etapas iniciales, el campo del Emprendedor también tomó prestado de otros ámbitos teorías y modelos (Bird et al., 2002). La historia se repite en la Dirección Estratégica que ha desarrollado un conjunto de conocimientos marcado por otras áreas sociales. A través de la sociología ha intentando encontrar respuesta al proceso de formulación e implantación estratégica, de la economía para analizar la relación entre estrategia y resultados (Cuervo García, 1999; Gómez Mejía y Gutiérrez Calderon, 1996) y de la psicología con relación al comportamiento y toma de decisiones estratégicas. 6. CONCEPTO DE LA EMPRESA FAMILIAR La formación conceptual es una característica intrínseca que se exige a un campo para su existencia. En el campo del emprendedor no existe una idea consensuada para su definición debido a que la interpretación del fenómeno es concebida por: 1) el resultado de las acciones del emprendedor (eg. Schumpeter, 1934), 2) las características psicológicas / sociológicas que lo impulsan a actuar de una forma determinada y 3) las características de la dirección emprendedora (Bruyat y Julien, 2000; Shane y Venkataraman, 2000, Stevenson y Jarillo, 1990). Con una trayectoria similar, los investigadores en la empresa familiar no han encontrado un conjunto de dimensiones consensuadas que permitan su conceptualización. El estudio de una definición conceptual se ha convertido en el punto de partida de muchos trabajos en el ámbito de la empresa familiar (eg. Habbershon y Willians, 1999; Cabrera-Suárez y García Falcón, 1999; Chua, Chrisman y Sharma, 1999; Winter, Fitzerald, Heck, Haynes y Danes, 1998; Litz, 1995, 1997; Daily y Thompson, 1994). La primera conclusión que se extrae es la necesidad de encontrar un concepto de empresa familiar que permita posteriormente la creación de un marco teórico sólido. Los estudiosos, en la revisión de la literatura, destacan la inexistencia de un concepto arraigado entre los investigadores que imposibilita el análisis de los resultados obtenidos en los diferentes trabajos. Por lo tanto, no hay homogeneidad en los puntos de partida sobre lo que se entiende por empresa familiar, lo que ocasiona que los resultados sean imposibles de comparar (Chua, Chrisman y Sharma, 1999; Westhead y Cowling, 1998). Aunque no hay un consenso en una definición integral y completa, sí existen dimensiones sobre las que los investigadores parecen estar de acuerdo: propiedad-dirección de los miembros de la familia, la implicación familiar en el negocio, la transferencia generacional y criterios múltiples (Westhead, et al., 2002; Cabrera-Suárez y García-Falcón, 1999; Chua, Chrisman y Sharma, 1999; Handler, 1992). Chua, Chrisman y Sharma (1999), después de un análisis exhaustivo de la revisión de la literatura, apuntan tres conclusiones: 1) salvo excepciones, las definiciones no difieren en la dimensión de propiedad-dirección, 2) muchas definiciones requieren que exista propiedad o control familiar o ambas características a la vez y 3) otras definiciones difieren con relación a las formas de control de la propiedad. Podría sumarse a las conclusiones anteriores dos elementos que sesgan los trabajos: a) la visualización del fenómeno de estudio desde la teoría que justifica el trabajo, 40 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp33-54 La Investigación en la Empresa Familiar es decir que la utilización de una teoría fuerza al investigador a escoger unas dimensiones determinadas y b) el planteo del problema conceptual desde la óptica de la muestra, es decir, ceñir la visión conceptual a la delimitación de la muestra induce a la carencia de una concepción más teórica del término. A pesar de que estas dimensiones han sido las más utilizadas en el estudio de la empresa familiar y las que más aceptación han tenido entre los investigadores, el desarrollo del concepto de empresa familiar ha evolucionado, desde la Dirección Estratégica, al considerar como factor clave la intención de los participantes. Litz (1995) destaca que si bien las definiciones basadas en la estructura de propiedad o el tipo de dirección que utilizan son útiles y empíricamente fáciles de aplicar, no dejan apreciar las aspiraciones intra organizacionales (es decir, la intencionalidad de los participantes) y establece que una empresa sea considerada familiar cuando: la propiedad y dirección están concentradas dentro de una unidad familiar, los miembros de ese grupo se esfuerzan para lograr, mantener y/o aumentar las relaciones intra organizacionales basadas en las relaciones familiares y existe intencionalidad hacia las relaciones intra organizacionales basadas en las relaciones de familia. Esta definición amplía los horizontes que hasta el momento venían manteniéndose en los intentos de demostrar qué se entiende por empresa familiar. En ella se destacan las dimensiones clásicas de propiedad / dirección familiar, implicación familiar y transferencia generacional, esta última de una forma implícita. Sin embargo, la característica que hace relevante la definición es la intencionalidad de los participantes sobre las relaciones familiares intra organizacionales. Es decir, que existe una visión, implícita o explícita, de mantener y perpetuar la intrincada complejidad de las relaciones entre los sistemas familia y empresa. Quizás el trabajo posterior que expresa la definición de la empresa familiar con una nítida tendencia de la Dirección Estratégica es el de Chua, Chrisman y Sharma (1999). Estos autores destacan la necesidad de encontrar una definición que muestre y represente esa característica única de las empresas familiares y que a partir de ella se desarrolle el campo de estudio. Interpretan que las dimensiones basadas en los componentes estructurales de la empresa familiar son débiles en mostrar las intenciones de la empresa y no son fiables en la distinción de lo que se entiende por empresa familiar y no familiar. Sharma, Chrisman y Chua (1997) consideran a la empresa familiar como aquella dirigida de forma sostenible y, potencialmente, con simultaneidad de generaciones implicadas para dar forma y perseguir la visión formal o implícita de la empresa mantenida por los miembros de la familia o un pequeño número de familias. Esta definición va más allá que la utilizada por Litz (1995), en el intento de buscar el elemento que diferencia a las empresas familiares del resto. La última propuesta presentada en el campo es la de Astrachan, Klein y Smyrnios (2002) que interpretan cualidades particulares o características de la empresa familiar que pueden ser interpretadas en un continuo, más que las típicas medidas de escala dicotómica para definir el fenómeno. Las tres dimensiones de influencia son el poder, la experiencia y la cultura. Por lo tanto, las escalas permiten encontrar una medida de la influencia de la familia en la empresa. La propuesta no deja de ser, en resumidas cuentas, una alternativa Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.33-54 ISSN:1135-2523 41 Basco, Rodrigo, J.T. derivada de la teoría de sistema para su interpretación ya que mide la empresa familiar por el grado de influencia que ejerce la familia sobre la empresa y una conjunción de las escalas estructurales de continuos. La utilización de parámetros estructurales surge principalmente por la facilidad que tienen de ser medidos. Es posible concluir, compartiendo las reflexiones de Colli (2003), que tanto las perspectivas cualitativas como cuantitativas para definir la empresa familiar no aportan una clara definición del término. Sirven para trabajos concretos pero no proporcionan una visión integrada del fenómeno que estudia el campo de la empresa familiar. La formulación de la pregunta no debería ser restringida porque guía a los investigadores a utilizar escasos caminos para comprender el fenómeno. La dirección estratégica, por ejemplo, estudia el por qué algunas empresas tienen más éxito que otras y no pretende definir qué se entiende por estrategia ya que dependerá del paradigma y de las teorías concretas con que se analice la problemática. ¿Qué estudian los que estudian la empresa familiar? Es el interrogante que deberían plantearse los investigadores para despreocuparse de la existencia de un concepto específico y único para los trabajos, y desarrollar definiciones más homogéneas en función de los aspectos que se estudian dentro del campo de la empresa familiar. 7. CARACTERÍSTICAS DE LOS TRABAJOS PUBLICADOS Dyer y Sánchez (1998), al estudiar las publicaciones de la Family Business Review entre 1988 y 1997, clasificando los trabajos por temas de estudio, metodología de investigación y perfil de los autores, infieren el impacto de la evolución de los trabajos en la construcción del campo de la empresa familiar. Sus conclusiones son contundentes al demostrar el aumento de los trabajos empíricos como un aspecto de crecimiento y madurez. Sacristán Navarro (2002) ha reproducido la metodología utilizada por Dyer y Sánchez (1998) para corroborar lo sucedido entre los años 1998 y 2000 y concuerda con muchas de las conclusiones referentes a la evolución de los trabajos. De la revisión de los artículos destaca la tendencia creciente de publicaciones cuantitativas y cualitativas a expensas de los trabajos prescriptivos muy característicos del nacimiento de un campo. Bird et al. (2002) analizan las publicaciones entre los años 1997-2001 (con relación a los tópicos de estudio, las muestras y los métodos de investigación) y concluyen que la investigación en la empresa familiar en los últimos años se ha vuelto más empírica, rigurosa, con utilización de grandes muestras, sistemática y con manejo de sofisticadas herramientas estadísticas. Interpretando, por lo tanto, que la empresa familiar se ha constituido como un campo intelectual independiente a pesar del camino que aún le falta por recorrer. Con relación a los tópicos, los trabajos referidos a la sucesión y relaciones familiares4 siguen siendo los temas más publicados. Sin embargo, lo que sorprende es el aumento de trabajos clasificados en “formas de estudiar las empresas familiares”, en donde se incluyen los trabajos relacionados con aspectos conceptuales de la empresa familiar, modelos conceptuales teóricos, estado del arte de la investigación, etc. Esta tendencia aparece como un punto de inflexión importante ya que los trabajos teóricos, conceptuales y de recapitulación de la investigación son necesarios para conformar consenso en una disciplina y disponer de retroalimentación para depurar la formación de un cuerpo teórico sólido. 42 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp33-54 La Investigación en la Empresa Familiar Las conclusiones que abordan los diferentes trabajos de revisión parecen ser concluyentes con relación a la incorporación de investigaciones más estructuradas y robustas, incrementándose la investigación empírica como característica que se le exige a las disciplinas insertas en las Ciencias Sociales para abordar la problemática y la consolidación en el largo plazo. Sin embargo, la calidad y conformación de un cuerpo teórico que justifique el campo de la empresa familiar va más allá de la confirmación del número de trabajos empíricos y la robustez de los mismos a través de la aplicación de herramientas estadísticas avanzadas es sólo un requisito necesario pero no suficiente. ¿Cuál es la construcción teórica que el avance de los trabajos empíricos produce y en qué medida la construcción de conocimientos derivados de trabajos empíricos (cualitativos o cuantitativos) se concatenan para avanzar en la descripción, explicación y predicción del fenómeno o de los temas de estudio particulares?. En el intento de ordenar la construcción teórica dentro del estudio de la empresa familiar se realizará una revisión bibliográfica desde la visión del éxito de estas empresas para mostrar como ha evolucionado el pensamiento en un tema específico incorporando nuevas interpretaciones y elementos diferentes a los tradicionales. 8. ESTRUCTURA E INTEGRACIÓN DEL CONOCIMIENTO: UNA APROXIMACIÓN AL ÉXITO DE LA EMPRESA FAMILIAR Una de las principales dificultades a las que se enfrenta el estudio de la empresa familiar es interpretar la eficacia y los objetivos de la misma, es decir, definir los parámetros para medir el éxito. Conocer la forma en que las empresas familiares interpretan el éxito favorece la valoración de las mismas y agrega significado a las demás variables que se utilizan para describir o explicar el fenómeno. Si se realiza un recorrido por la literatura publicada dentro del campo, existe un amplio abanico de propuestas para interpretar la consecución de los objetivos, orientación o éxito de la empresa familiar. En la parte central del figura Nº 1 pueden observarse los grupos más significativos de dimensiones que agrupan posturas para valorar o comparar el éxito. Las dimensiones de eficacia muestran una evolución tendente a distanciarse de las consideraciones más cercanas al tratamiento tradicional de medición de las variables. La dirección estratégica (a través de la teoría de la agencia, el enfoque de los recursos y capacidades y el proceso estratégico incluidas las prácticas de dirección y gobierno) ha incorporado la visión familiar en el desarrollo teórico y con ella la consideración de los resultados familiares al mismo nivel que los resultados empresariales. Los resultados personales se relacionan con el nivel individual y se aplican principalmente al fundador o a los miembros familiares que trabajan con él, esta tendencia ha evolucionado desde posturas cercanas al campo del emprendedor. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.33-54 ISSN:1135-2523 43 Basco, Rodrigo, J.T. Figura 1: Relaciones al medir las empresas familiares en función de sus resultados. La teoría de la agencia aporta una visión centrada en los resultados empresariales al reproducir la aplicación de esta teoría a la empresa familiar. Los trabajos relacionados con la estructura de capital (Reyes Recio y Sacristán Navarro, 2003), el tipo de parentesco de las relaciones contractuales de los cargos de dirección (eg. Gallo y Vilaseca, 1998; McConaughy y Phillips, 1999; Gómez Mejía et al., 2001) el tipo de proceso de control o formación de órganos de gobierno (Chrisman et al., 2004; Schulze et al., 2001; Daily y Dalton, 1992) están vinculados con variables dependientes objetivas: financieras, de eficiencia, de crecimiento o en función del valor de las acciones. Las investigaciones están incorporando aspectos familiares en el desarrollo de la teoría de la agencia para su aplicación a la empresa familiar pero no en las variables dependientes. El enfoque de los recursos y capacidades, desde la dirección estratégica, también puede aportar significado al estudio de la empresa familiar (Habbershon y Williams, 1999). La evaluación, adquisición, desprendimiento, conjunción y apalancamiento de los cinco elementos (capital humano, social, supervivencia, paciencia financiera y estructuras de gobierno) son diferentes en las empresas familiares y no familiares (Sirmon y Hitt, 2003). Las relaciones de largo plazo (James, 1999), el conocimiento tácito que se transfiere de 44 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp33-54 La Investigación en la Empresa Familiar generación a generación (Cabrera Suárez et al, 2001) y las interacciones entre la unidad familiar, unidad empresarial y los individuos familiares crean unos recursos y capacidades poco comunes, complejos y dinámicos (Habbershon et al., 2003) que generan ventajas competitivas para la empresa familiar. Sin embargo, Chrisman et al. (2003) sostienen que una de las debilidades del enfoque de los recursos y capacidades y la teoría de la agencia es la suposición que el único objetivo de la empresa familiar es la creación de riqueza, a través de la generación de la ventaja competitiva. ¿Se puede medir el éxito de la empresa familiar con los mismos parámetros que la empresa no familiar?. Los métodos tradicionales de análisis y valoraciones, promovidos a partir del estudio de la empresa no familiar, no incorporan la realidad de este tipo de empresa y, por lo tanto, infravaloran aquellas características esenciales de su comportamiento. Las empresas familiares deben ser medidas con respecto a los objetivos que pretenden alcanzar (Sharma et al, 1997). El tipo de estructura de capital, la participación de la familia en la gestión de la empresa, la influencia en la planificación estratégica y el desarrollo cultural hacen que la empresa familiar no sólo busque objetivos relacionados con la maximización de la riqueza a través de la consolidación de los beneficios empresariales para mantener viva la idea empresarial en su desarrollo productivo y retribuir el capital y el riesgo, sino también otros tipos de resultados que son subjetivos, complejos de apreciar y corroborar en la práctica y que difícilmente son admitidos como válidos en la concepción tradicional de la empresa como ente racional en la toma de decisiones con base en las directrices del mercado. Uno de los aspectos más valorados por los empresarios en la creación de empresa, sostiene Quintana García (2001), es la red de apoyo moral que reciben de la familia y amigos. Esta red de apoyo suele provenir de tres de sus ámbitos más cercanos: del padre, del cónyuge y de los hijos. Por lo tanto, teniendo la familia un impacto en el éxito de la empresa (creación y consolidación), también ésta deberá contemplar sus necesidades y exigencias para afrontar las relaciones que entre ambas se establecen. Si el conjunto de recursos intangibles que subyace en la relación empresa-familia es considerado, desde una visión puramente económica, como un recurso que las empresas de nueva creación utilizan para la subsistencia y posterior consolidación, entonces el recurso debe ser retribuido de la misma forma que lo es el capital. Si lo anterior fuera posible se plantean un conjunto de interrogantes: ¿cómo se mide la aportación familiar en la empresa para la compensación de ese o esos recursos?, ¿cómo se compensan los recursos aportados no valorados en el estado de situación patrimonial?, ¿cuándo nace y cuando deja de existir el recurso?. Cómo se explica la dificultad de valorar el consejo que un padre presta al hijo en una situación determinada, el apoyo de un cónyuge que no participa en la empresa pero que da el respaldo psicológico al fundador, las relaciones informales derivadas de los contactos familiares que repercuten en ampliar la cartera de clientes, las relaciones con proveedores, la interacción informal que surgen entre familiares trabajando juntos que comparten implícitamente una cultura común y que mejora la eficiencia del trabajo. Por lo tanto, los recursos y capacidades no son económicamente valorables y representan en muchos casos recursos tan valiosos, en un momento determinado, como puede ser el capital, una patente o una maquinaria. Si son recursos escasos y potencialmente útiles por qué no medirlos, por Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.33-54 ISSN:1135-2523 45 Basco, Rodrigo, J.T. qué no retribuirlos. Es necesario explorar el comportamiento de la familia para reconocer el método que utilizan los administradores para valorar y recompensar esos recursos y capacidades; esta reflexión representa un desafío para el campo de la empresa familiar. No todo recurso o capacidad que se transfiere de la familia a la empresa o que se genera por la interacción de los elementos de ambos sistemas tiene una repercusión directa sobre la renta. La relación del trabajo conjunto de padres e hijos puede derivar en una relación que haga eficiente la comunicación y, por lo tanto, impacte en la capacidad de la empresa para generar rentas más allá de las normales, siendo esa relación una ventaja competitiva para tomar decisiones. Pero puede suceder que la ventaja en la toma de decisiones no se materialice sobre la base de las expectativas de maximizar las rentas sino, por ejemplo, en realizar un trabajo que represente un desafío para la empresa y las personas que la integran, en una decisión de no crecer más allá de las posibilidades o en crear una imagen de la familia en la sociedad y que ninguna de estas actividades aumente el margen de retorno del capital. Es decir, que sus acciones se realizan con independencia de la valoración del descuento de los beneficios futuros para calcular el valor actual neto. Decisiones racionales porque concuerdan con objetivos que persiguen. Siguiendo con el análisis anterior, en el que se relaciona la empresa y la familia para explicar la eficacia, y profundizando en el desarrollo de los objetivos de la empresa, Kuratko, Hornsby y Naffziger (1997) estudian las motivaciones de los emprendedores en la continuación de los esfuerzos de sostenimiento de las empresas creadas y demuestran claramente que los propietarios emprendedores no sólo buscan recompensas extrínsecas sino también recompensas intrínsecas de independencia y autonomía y de seguridad familiar. Este trabajo encuentra un punto de solapamiento con el campo de la empresa familiar que puede servir para justificar y reconocer el éxito de la empresa familiar en mayor profundidad. Uno de los primeros trabajos exploratorios en reconocer unos objetivos distintos a los económicos tradicionalmente utilizados, es el estudio de Taguiri y Davis (1992). Estos autores sostienen que el fundador no sólo mantiene un fuerte poder en la empresa, sino también una posición proporcionada en la familia que los lleva a considerar para la empresa múltiples objetivos. Los autores destacan seis importantes objetivos: que la empresa tenga empleados satisfechos y productivos, la seguridad financiera y los beneficios para el propietario, el desarrollo de nuevos productos, el vehículo para el crecimiento personal, social y de autonomía y el brindar seguridad laboral. El papel central que juega el fundador significa que debe cumplir con determinados códigos familiares y que a su vez debe respetar el entorno familiar con relación a sus necesidades y exigencias sin perder de vista la empresa como tal. El encaje de la familia en la empresa se produce indirectamente a través de la persona del fundador modelando los objetivos que persigue o bien directamente por la participación activa de los miembros familiares en la empresa. A conclusiones similares llega Andersson, Carlsen y Getz (2002) al realizar un estudio de caso en fundadores a partir de los cuales se revela la importancia de la familia sobre los objetivos. Los fundadores quieren continuar y crear un legado familiar, mejorar la posición económica familiar, vivir en un medio adecuado y perseguir el estilo de vida deseado. Athanassiou et al. (2002) identifican la repercusión del grado de 46 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp33-54 La Investigación en la Empresa Familiar centralidad del sucesor y la congruencia de la visión con el grupo de dirección estableciendo tres tipos de variables dependientes: resultados sociales, familiares y empresariales. Por lo tanto, el fundador como eje central de investigación amplía los horizontes de la visión de éxito de la empresa que dirige incorporando alternativas para valorar el éxito de la empresa familiar. Concentrar los esfuerzos de investigación en la persona del fundador implica perder de vista otros factores que afectarán a la empresa, como la familia en su participación directa. Por lo tanto, otra tendencia de la investigación ha enfatizado el reconocimiento de la existencia de metas y objetivos propios de las empresas familiares. Sharma et al. (1997) abordan esta visión a través del proceso de planificación estratégica, identificando la influencia de la familia en la elección de los objetivos, y sostienen que la empresa debe contemplar lo que la familia le exige para adecuar sus planes y su acción al logro de aquellos. El grado de permeabilidad entre los sistemas repercutirá en los objetivos y en la motivación para mantener viva la empresa. El trabajo de Lee y Rogoff (1996) demuestra que la participación de miembros familiares en la empresa familiar afecta a las metas y actitudes de los propietarios administradores, comparándola con las metas y actitudes de propietarios que no trabajan con otros miembros familiares. Exponen, a partir de los resultados obtenidos, que las metas relacionadas con la familia (la creación de la empresa como soporte familiar, la creación de algo para la familia y el traspaso de la empresa a los hijos) tienen mayor importancia para los propietarios que trabajan con familiares. La visión aportada por Hall (2002) al descubrir que el proceso estratégico de las empresas no se basa en la racionalidad económica sino que existen otras racionalidades que lo determinan, conduce el análisis a la conclusión de que existe más de un objetivo y prioridad en la empresa que el de la maximización de los beneficios. Esta investigación concuerda con lo apuntado anteriormente al destacar que la participación de la familia cambia los parámetros sobre los cuales se debe medir el éxito. Otra tendencia de la investigación parte de considerar la postura que asume la empresa con relación a sus prácticas para valorar la orientación que persigue. “¿Qué está primero, la familia o la empresa?” es, quizás, la pregunta que inquietó a gran parte de los investigadores. Autores como Schein (1995) intentan establecer una clasificación de empresas a partir de la cultura, García-Alvarez y Lopez-Sintas (2001) muestran la heterogeneidad de la empresa familiar a partir del sistema de valor del fundador y Birley, Ng y Godfrey (1999) y Birley (2001) construyen grupos de empresas familiares según las actitudes del fundador hacia los temas familia y empresa. La idea central que subyace es la orientación de la empresa familiar. Cromie et al. (2001) explican la orientación de la empresa en función de un conjunto de premisas basadas en las características de las prácticas de gestión. El modelo que proponen se relaciona con el tradicional debate en el campo sobre la importancia de cada uno de los sistemas y su efecto o poder en el sistema total (eg. Ward, 1987) siendo empíricamente probado posteriormente por Reid et al. (1999). La principal diferencia entre las empresas familiares y no familiares es que las primeras están preocupadas por los Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.33-54 ISSN:1135-2523 47 Basco, Rodrigo, J.T. resultados familiares y empresariales a la vez (Dunn, 1995). La pregunta que hay que contestar es: ¿Cómo se mide el éxito de la empresa familiar? En el estudio realizado por Dunn (1995) se destaca que los administradores de las empresas familiares definen el éxito incorporando criterios subjetivos y objetivos (calidad y creación de puestos de trabajo, bienestar para los miembros familiares y no familiares, reputación dentro de la industria y la comunidad local y existencia de un negocio saludable y rentable) a partir de sus propios términos, diferenciándose los mismos de las medidas racionales usadas tradicionalmente. Las prácticas de gestión y su impacto en los resultados de la empresa familiar también han implicado cambios sustanciales en la medición de estos últimos, desde visiones más tradicionales con medidas objetivas y subjetivas de resultados empresariales (eg. Miller et al., 2001; Astrachan y Kolenko, 1994; Leon Guerrero et al., 1998; McCann et al. 2001) hasta la consideración de dimensiones propias para valorar los resultados familiares como el trabajo de Sorenson (1999, 2000) que establece cuatro factores: independencia y satisfacción familiar, unidad familiar, respeto por la comunidad, desarrollo de los hijos y de los negocios. Hay una intención explícita por parte de los investigadores en responder con una interpretación independiente a la medición de la eficacia de la empresa familiar, rasgo que resulta relevante en el momento de distinguir los objetivos que persigue una empresa. La fundamentación aportada es válida para considerar que los parámetros sobre los que se mide la eficacia de la empresa familiar son diferentes a los de la empresa no familiar y que responden a una realidad derivada de las propias características, donde la maximización de los resultados no necesariamente es el objetivo último. Entender que otros aspectos motivan a las empresas familiares en su desarrollo empresarial es un factor crítico para decodificar el proceso de dirección familiar, un tema aún pendiente en el campo. La revisión de la bibliografía demuestra el avance en el reconocimiento de los factores considerados para medir el éxito en la empresa familiar. Sin embargo, el campo necesita una mayor investigación para depurar los componentes y operativizar el término adecuadamente para el entendimiento fenomenológico del objeto de estudio. La construcción de conocimiento con relación a la medición del éxito de la empresa familiar puede aportar significado al estudio de los diferentes aspectos que los investigadores han tratado como la sucesión, la estrategia y el gobierno para valorar no solo nuevas medidas de eficacia sino también los efectos de las variables independientes de estudio. 9. REFLEXIONES DEL MARCO DE ESTUDIO DE LA EMPRESA FAMILIAR ¿Se justifica un campo separado de los existentes para entender, explicar y predecir la empresa familiar?. El análisis comparativo en la trayectoria de la investigación de la empresa familiar con otros campos demuestra, a través de los factores extrínsecos, la similitud en el avance hacia la construcción de un campo intelectualmente independiente pero interrelacionado por el carácter interdisciplinario. El estado de la investigación en la empresa familiar acumula una serie de características propias de todo nuevo proceso que tiende hacia una investigación sistemática y rigurosa. El período embrionario se caracteriza, tal como se apuntó anteriormente y con similitud a otros ámbitos (Dirección Estratégica o Emprendedor), por: 1) la acumulación de 48 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp33-54 La Investigación en la Empresa Familiar información desordenada, 2) la investigación descriptiva y exploratoria, 3) los problemas conceptuales, 4) la teoría poco desarrollada con inclinación práctica más que abstracta con tendencia a ser prescriptiva y 5) el desarrollo de una naciente arquitectura que soporta la investigación en el medio académico, científico y práctico. Es difícil de precisar el momento exacto en el que la investigación de un fenómeno encuentra el grado de emancipación necesario, con relación a la práctica científica y a otros campo del saber, al cual se adscriben un conjunto de investigadores independientes preocupados por un mismo fenómeno y en el que se integran diferentes paradigmas. La progresión de la investigación sobre un fenómeno social es una construcción escalonada de conocimiento que se concatena en una combinación particular de elementos, a partir de los cuales se expresa la existencia de un campo. Una disciplina se refiere a un enfoque común de un conjunto de investigadores que pueden desarrollar su investigación desde diferentes paradigmas o perspectivas teóricas (Fabian, 2000). Por lo tanto, es necesario encontrar consenso entre los investigadores preocupados por el estado de la investigación en la empresa familiar en elementos tales como la definición del campo, los límites externos, la metodología, las relaciones internas entre los trabajos y, por supuesto, la construcción de teorías que expliquen el qué, el por qué y el cómo del fenómeno. Son los factores intrínsecos los que deben ser reinventados, estudiados y analizados para avanzar en la construcción de un campo independiente. Con respecto a la definición del concepto de empresa familiar, los investigadores no han encontrado consenso respecto a los elementos que deben ser utilizados para definir el fenómeno de estudio considerando elementos objetivos (capital, participación familiar) hasta elementos subjetivos (reconocerse como empresa familiar o intencionalidad del grupo dominante). Para avanzar en la construcción de un campo es necesario plantear dos consideraciones básicas: 1) definición de empresa familiar como objeto de estudio y 2) la definición del campo como ámbito de estudio. La diferencia entre ambos puntos de vista puede resultar borrosa pero la empresa familiar no es un todo homogéneo sino que existen diferentes tipos de empresas como lo demuestran los trabajos de Birley (2002, 2001), García Álvarez y López Sintas (2001) y Miller et al. (2001). Para avanzar en la construcción del campo es necesario establecer qué estudian los investigadores de la empresa familiar, es decir definir cuáles son los parámetros de estudio que hacen diferente al campo de la empresa familiar del resto de campos y, por lo tanto, delimitan los límites entre unos y otros. Si bien un fenómeno puede ser explicado por otros campos (al aplicar sus teorías al fenómeno deseado) es necesario prolongar la inquietud del saber que impulsa la investigación y cuestionar si el conocimiento producido por otros campos refleja la esencia del objeto de estudio y agota por entero las posibilidades del entendimiento global de su existencia, ya sea para evidenciar el fenómeno en todas sus peculiaridades (descripción), para explicar la relación de sus dimensiones internas y externas y su efecto en los resultados (explicación) o para predecir su comportamiento (predicción). De la Sociología, la Psicología, la Economía y la Dirección de Empresas y de sus correspondientes disciplinas se han tomado diferentes teorías y paradigmas implicados para avanzar en el estudio de la empresa familiar. ¿Son capaces de desarrollar las teorías Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.33-54 ISSN:1135-2523 49 Basco, Rodrigo, J.T. derivadas de otros campos un conjunto de investigaciones lo suficientemente amplio para describir, explicar y predecir el fenómeno de la empresa familiar?. Esta pregunta es la que debe guiar el futuro camino de la investigación en la empresa familiar para encontrar independencia, mostrando la necesidad mutua que existe con los campos colindantes, pero exponiendo las limitaciones que se derivan de los mismos por el desconocimiento de la idiosincrasia del fenómeno al pretender aplicar sus teorías. El estudio de la empresa familiar es una nueva pieza que completa el puzzle necesario para formar el mapa de la Dirección de Empresas y para ello se hace imprescindible desarrollar trabajos propios que rompan con el código genético de la investigación para trascender en conocimientos no explicados, por olvido u omisión, de los otros campos y desprenderse de la visión de la gran empresa como objeto de estudio. La Dirección de Empresas como disciplina de estudio toma, a partir de la empresa moderna, el modelo gerencial americano como espejo de investigación y estudia una variedad de temas como la estrategia, la estructura, la persona, el desempeño. El campo del Emprendedor, en cierta medida, rompe con el pensamiento y los caminos de investigación introduciendo nuevos desafíos a la Administración de Empresas, por ejemplo, con relación a la estrategia y al estratega. Sin embargo, existe un vasto desconocimiento del papel que juega la familia, su influencia y participación en la Dirección de Empresas. Por lo tanto, el surgimiento del campo de la empresa familiar no solo significaría aportación a la investigación de la propia empresa familiar sino que, con el tiempo y su desarrollo, podría aportar beneficios significativos al conjunto de teorías que estudian la empresa. Con respecto a la estructura e integración del conocimiento la aplicabilidad de teorías de los demás campos y sus paradigmas, en la investigación de la empresa familiar, se ha vuelto muy común. Sin embargo, este proceso conlleva un mero intercambio de información útil, pero con ciertas limitaciones para la investigación y la construcción de un campo independiente. Los trabajos de investigadores de otros campos ciñen sus investigaciones a la empresa familiar a partir de la muestra que utilizan y no de la metodología y adaptación de las teorías desde el campo del que provienen al conocimiento disponible de la empresa familiar. Es decir, utilizar una teoría y aplicarla a una muestra que se defina, según el consenso de los investigadores, como empresa familiar es un trabajo que intentará probar la aplicación de la teoría a una muestra concreta a la que hasta entonces no se había aplicado. Pero, ¿realmente este procedimiento explica el fenómeno de la empresa familiar o simplemente reproduce el conocimiento aplicado de la empresa no familiar a la familiar para dar forma y responder a los interrogantes existentes y construir hipótesis que se repiten?. Como se ha dejado evidenciado en el apartado de estudio del éxito de la empresa familiar, la evolución del pensamiento, respecto a los objetivos e indicadores de resultados, cambió a lo largo del proceso investigador generando una concepción más amplia que la tradicionalmente existente considerando la familia y su influencia en la percepción de éxito y el reconocimiento de los objetivos que persiguen las empresas familiares. A partir de los argumentos expuestos, la inmadurez de la investigación de la empresa familiar solo puede ser solucionada por los investigadores que rescaten la importancia de la empresa familiar para forjar un conocimiento estructurado y sistemático que permita responder, a través de la propia filosofía del fenómeno, a los interrogantes fundamentales que permanecen difusos por la incapacidad de una explicación cuando se trasvasan teorías de otros campos y se las aplica a la muestra de empresa familiar. 50 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp33-54 La Investigación en la Empresa Familiar 10. CONCLUSIONES La investigación en empresa familiar está desarrollando los pasos para ser considerada un campo independiente pero aún se encuentra en su proceso embrionario. La discusión desarrollada a lo largo del artículo ha intentado mostrar los caminos en la investigación de la empresa familiar para corroborar los avances que se están dando e incitar el debate constructivo que se necesita para su desarrollo. La similitud del proceso evolutivo de la investigación en la empresa familiar con otros ámbitos del saber, la visión multidisciplinar sobre la que se está construyendo el estudio, la creación de una estructura entre asociaciones, revistas y congresos que permiten el intercambio de conocimiento demuestran los avances que se han producido en la consideración de un campo en nacimiento. Sin embargo, la principal dificultad se encuentra en la excesiva fragmentación del conocimiento que se produce por la elevada investigación descriptiva, la inexistencia de teoría que explique el fenómeno y la falta de un definición de la empresa familiar. Los investigadores que estudian la empresa familiar deben integrar los conocimientos, intentar trabajar desde posturas comunes a través de las diferentes disciplinas para crear el cuerpo teórico que enriquezca el conocimiento y que con el tiempo permita crear la carencia fundamental del campo, es decir teorías propias y que sin ellas será imposible la consideración de un campo independiente. Mientras tanto la investigación de la empresa familiar solo puede ser considerada como un ámbito de aplicación de las disciplinas existentes. Los elementos intrínsecos son los que verdaderamente importan a largo plazo porque representan el estado real de la cuestión del fenómeno que es objeto de estudio. NOTAS 1 Véase Valdaliso y López García (2000) donde se documentan diferentes trabajos que muestran el impacto de la familia en los negocios durante y con posterioridad a la revolución industrial. Véase también García Ruiz et al (1998). 2 Información de Vadaliso y López García (2000), según estudio de Prais (1985) “Productividad y estructura industrial. Un estudio estadístico de la industria manufacturera de Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos”. Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. 3 Hasta la creación de la Family Business Review los trabajos relacionados con la empresa familiar se publicaban en revistas relacionadas con la Administración de Empresas, por ejemplo, Entrepreneurship Theory and Practice, Journal of Business Venturing o Journal of Small Business Management. Como se verá en el presente trabajo, esto denota los difusos límites que existen con otros campos del saber. 4 Por relaciones familiares se entienden los trabajos que abarcan cuestiones tales como nepotismo, confianza o conflicto en la empresa familiar. BIBLIOGRAFÍA ANDERSSON, T., CARLSEN, J. Y GETZ, D. 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La Revista Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa recibió este artículo el 21 de junio de 2004 y fue aceptada para su publicación el 10 de octubre de 2005 54 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp33-54 Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Vol. 12 Nº1, 2006, pp.55-84, ISSN:1135-2523 ANÁLISIS DE LAS ESTRUCTURAS DE GOBIERNO Y SUS DETERMINANTES EN EL SUBSECTOR DE LOS CABLEOPERADORES Rodríguez López, N. García Vázquez, J.M. Universidad de Vigo RESUMEN Es ya clásica la problemática derivada de la elección de la forma de gobierno, ocasionada por la dificultad de determinar en qué casos los beneficios de las estructuras integradas superan a los de las estructuras organizacionales basadas en la especialización. Con la finalidad de profundizar en este tema, el presente trabajo analiza, en el subsector de los operadores de cable, la posibilidad de que existan atributos en diferente grado en las diversas formas de gobierno, así como la importancia de la caracterización de las transacciones de cara a la elección del nivel de integración vertical más adecuado en cada caso. PALABRAS CLAVE: Integración vertical, Formas de gobierno, Costes de Transacción, Operadores de cable, Acceso a Internet. ABSTRACT A classic problem in deciding an organizational form is the assessment of the benefits of coordination and protection of competitive advantage and specificities offered by an integrated structure against the benefits of efficiency and flexibility characteristic of a organizational structure based on specialization. This in-depth work analysis, carried out under a transactional perspective, examines the impact of attributes in different grades in diverse government forms and the importance of characterizing transactions in achieving the most appropriate level of vertical integration. KEYWORDS: Vertical Integration, Organizational Forms, Transaction Costs, Cableoperators, Internet Access. 1. INTRODUCCIÓN Los cambios económicos, tecnológicos y sociales que se han venido sucediendo en los últimos años, han ido configurando un entorno descrito en multitud de ocasiones por su incertidumbre y turbulencia. En este marco, elementos como la rapidez e imprevisibilidad de las innovaciones tecnológicas, el menor plazo de desarrollo e introducción de nuevos productos, la aparición de nuevas tecnologías de la información, la globalización y las mayores presiones competitivas, han ido cobrando una mayor importancia a la hora de definir las estrategias empresariales (Gómez Jiménez y otros, 1997; Casani Fernández de Navarrete y otros, 1996; Rueda, 1995), y los modos de gestión y actuación, que se han ido modificando persiguiendo la tan mencionada “adaptación al ambiente” de la ecología organizacional (cf. eg. Campbell, 1969; Hannan y Freeman, 1993; Carroll y Teo, 2000). Entre estos nuevos estilos de gestión, se sitúa el énfasis en una nueva estructura organizacional que, naciendo de la idea de reducción del tamaño de las unidades organizacionales, se configura como una redefinición de la cadena de valor (Navas López y Guerra Martín, 1998), orientada hacia el aumento de la eficiencia y de la flexibilidad. Rodríguez López, N., García Vázquez, J.M. Las ventajas de coordinación, control, creación y protección de ventajas competitivas y especificidades de las estructuras integradas (cf. eg. Buzzell, 1983; García Vázquez, 1996; Shepard, 1993; Baumol, 1997; McIvor y otros, 1998), parecen haber sido relegadas por la generación de ventajas competitivas derivadas de la especialización y de la posibilidad de acceder a más y mejores recursos, procedentes de las estrategias cooperativas (cf. eg. Gómez Jiménez y otros, 1997; Güil, 1998; Fernández Sánchez y otros, 2003). De hecho se ha reconocido un cambio desde las antiguas relaciones de autoridad hacia unas nuevas relaciones basadas en el conocimiento y en la confianza mutua (Hope y Hope, 1997). Este marco de cambio estructural es lo que nos ha llevado a centrar el presente estudio en analizar el modo en el que las empresas se enfrentan a sus decisiones estratégicas de integración vertical. La gran heterogeneidad de resultados de las investigaciones que intentan asociar integración vertical y resultados empresarialesi, hacen pensar en la necesidad de abordar la resolución de esta decisión caso por caso (Martin, 1986), y en su análisis desde una perspectiva institucional que permita analizar “cómo los detalles particulares de una transacción afectan a la eficiencia diferencial de las alternativas formas organizacionales” (Masten, 1984:403). Este cuerpo teórico transaccional afronta la problemática de la integración vertical a través de distintas formas de gobierno con características peculiares y de su adecuación dependiendo del tipo de transacción a realizar en cada caso. La existencia o no de diferencias entre las formas de gobierno es estudiada a través de las propiedades o atributos que la mencionada teoría les atribuye, esto es: la predisposición a intercambiar información entre los agentes y a adaptar su relación ante cambios en las circunstancias, el grado de formalización de la relación, la autoridad que se ejerce sobre los diversos sujetos y la propiedad de los activos físicos utilizados en dichas actividades (Crocker, 1983; Imai e Itami, 1984; Palay, 1984; Williamson, 1989, 1991a, 1991b; Rosen, 1996). Además, estos dos últimos elementos se han considerado como los principales definidores del concepto de integración vertical (Masten y otros, 1989; Perry, 1998; Huerta, 1989; Lyons, 1994; Coase, 1996; Hill y Jones, 1996; Rialp y Salas, 2002). Sin embargo, es de resaltar que la puesta en duda de la existencia de diferencias entre formas de gobierno, ha sido una de las principales críticas de la teoría de los costes de transacción. Así, se propone que las diferentes formas organizacionales no son más que vocablos meramente descriptivos del agrupamiento concreto de relaciones contractuales ordinarias que se produce en cada caso; estos autores “rechazan la noción de que la integración implica ciertas ventajas de gobernación únicas, señalando que ni la naturaleza humana, ni la tecnología, ni la información, se alteran por el acto puramente nominal de la internalización” (Masten, 1996:271); tampoco admiten la mayor capacidad de la empresa para ejercer cualquier tipo de autoridad o acción disciplinaria que vaya más allá de la finalización del contrato (Alchian y Demsetz, 1972; Hart, 1996:193-194), ni su superioridad informativa y auditora (Grossman y Hart, 1986:695; Grossman y Helpman, 2002). 56 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 Análisis de las estructuras de gobierno y sus determinantes en el subsector de los cableoperadores En lo que se refiere a las características de las transacciones, desde un punto de vista transaccional se han abordado las variables de especificidad de los activos, frecuencia de las transacciones, incertidumbre y cantidad de agentes comerciales. Asimismo, las numerosas aportaciones en este campo investigador, han dado lugar a la ampliación de estos factores, considerando otras variables como el ciclo de vida de la industria, el tamaño empresarial, las características particulares inherentes a cada empresa, el sector, el tipo de actividad y el ámbito geográfico. Acordes con nuestro propósito de estudiar las causas de nivel de integración vertical, creemos necesario sistematizar en un único modelo todas las variables mencionadas así como las interrelaciones existentes entre ellas, recogiendo un conjunto de relaciones causales entre las características de las transacciones, los principales atributos de dichas formas de gobierno y el nivel de integración existente en cada caso. 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS 2.1 Interrelaciones entre formas de gobierno y atributos asociados Con la finalidad de abordar el análisis estadístico de las relaciones entre las características atribuidas a las formas de gobierno desarrolladas a lo largo de la parte teórica, y el nivel de integración vertical, las primeras se han estructurado según su procedencia de tres grupos de conceptos: elementos definidores de las formas integradas, estructuración de la relación y características de dichas formas. El primero de estos grupos es el que hace referencia a los dos principales elementos definidores de una forma de gobierno verticalmente integrada, es decir, la propiedad de los activos físicos y el control jerárquico sobre ellos (Masten y otros, 1989; Perry, 1998; Hill y Jones, 1996; Huerta, 1989). La propiedad de los activos (representada por la variable “prop”), además de ser una de las características destacadas como elemento necesario para que una forma de gobierno se pueda considerar integrada, es también la principal variable que han estudiado los teóricos de los derechos de propiedad como causante de los derechos y atributos asociados a la integración vertical (Jeuland y Shugan, 1983; Buzzell, 1983). En lo que se refiere a la autoridad (variable de nombre “mi_autor”), recoge el control directo que las empresas estudiadas ejercen sobre cada una de las actividades y está asociada a las estructuras más integradas, contrarrestando la existencia de contratos menos completos (Tirole, 1990; Mahoney, 1992). Hipótesis 1: La propiedad de los activos influirá positivamente en el nivel de integración vertical. Hipótesis 2: El control basado en la autoridad sobre las actividades influirá positivamente en el nivel de integración vertical. El segundo grupo, es el relativo a las mejores propiedades de adaptación, información y control que se han atribuido a las formas integradas frente a aquellas que implican a agentes externos a la organización, derivadas de la autoridad que se ejerce sobre la realización de las actividades (Rialp y Salas, 2002; Williamson, 1989, 1991a). Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 ISSN:1135-2523 57 Rodríguez López, N., García Vázquez, J.M. Para estudiar este grupo se ha considerado la variable adaptación, correspondiente con la facilidad y predisposición de la empresa a intercambiar información estratégica y a adaptar las relaciones y actividades existentes a las nuevas circunstancias futuras (variable “adap_fut”), haciendo especial referencia a los tipos de adaptación A y B propuestos por Williamson (1991a) y asumidos por sus seguidores. Teniendo en cuenta estas propiedades, ante entornos en los que sea difícil determinar su evolución futura y la adaptación a ésta sea de vital importancia para la empresa, como ocurre en el sector objeto de análisis, se tenderá a la adopción de formas integradas, resultando una relación positiva entre la adaptación e integración. Hipótesis 3: La importancia de la adaptación futura influirá positivamente en el nivel de integración vertical. Por último, el tercer grupo recoge el nivel de estructuración o formalización escrita de las relaciones, como indicador de la confianza existente entre individuos (variable “mi_conf”). Esta asociación está sustentada por los trabajos empíricos realizados al respecto, en los que se ha contrastado la relación inversa entre ambas variables (Arruñada, 1999; López Bayón y otros, 2002; Lyons, 1994), y adquiere especial relevancia en situaciones en las que la normativa legal no está muy desarrollada y en las que, por lo tanto, el modo más fiable de hacer valer un acuerdo es su expresa formulación escrita; como ya comentamos, el sector de las Telecomunicaciones destaca por su todavía insuficiente normativa legal. De este modo, las actividades que se caractericen por la confianza y poca estructuración, también deberían ser las que se reconociesen como menos internalizadas, o lo que es lo mismo, alejadas del concepto de integración. Hipótesis 4: La confianza, medida a través del nivel de estructuración de la relación, influirá negativamente en el nivel de integración vertical. Asimismo, dado que la confianza implica una voluntad de mantener la relación en el futuro, también es admisible su relación con la predisposición a realizar transferencias de información estratégica y adaptaciones recíprocas, conforme vayan cambiando las circunstancias. Esta circunstancia la recogen Subramani y Venkatraman (2003) a través de la relación positiva del concepto de flexibilidad relacional, asociado a la confianza, respecto de la maximización de resultados conjuntos y de los intercambios de información. Hipótesis 5: El nivel de confianza, medido a través de la estructuración relacional, influirá positivamente en la importancia de la adaptación esperada. Por último, también se pueden establecer relaciones positivas entre las dos primeras variables, propiedad y control, respecto de estas tres últimas. En el caso de la propiedad, ante la presencia de activos físicos específicos, la titularidad de los activos puede ejercer de indicador de la existencia de un compromiso creíble y confianza por parte del titular (Dyer, 1997); y debido a la mayor atadura que supone, también estará asociada positivamente con el intercambio de información y con una orientación de los recursos a las necesidades del comprador (Subramani y Venkatraman, 2003). 58 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 Análisis de las estructuras de gobierno y sus determinantes en el subsector de los cableoperadores Hipótesis 6: La propiedad de los activos físicos influirá positivamente en el nivel de confianza. Hipótesis 7: La propiedad de los activos físicos influirá positivamente en la importancia de la adaptación esperada. En lo que se refiere a la autoridad, se ha señalado como característica de las formas integradas la menor estructuración de las relaciones -los mencionados “contratos incompletos” de, por ejemplo, Crocker y Reynolds (1993)-. Sin embargo, también se ha precisado que las relaciones jerárquicas disminuyen la confianza (Mayer y otros, 1995), hecho que debería de reflejarse en una mayor estructuración y una menor tendencia a perseguir adaptaciones que aseguren la continuidad futura de la relación. Dado que la relación negativa respecto a la flexibilidad orientada al futuro se podría ver compensada con las mejores propiedades de coordinación de las formas integradas, no corresponde plantear una relación negativa entre adaptación y autoridad, si no más bien una forma de gobierno que combine la estructuración junto con la integración. Además, por otro lado, la autoridad como indicador de toma de decisiones unificada, debería de estar asociada positivamente con los intercambios de información y con la adaptación a los requerimientos de cada actividad (Subramani y Venkatraman, 2003). Hipótesis 8: El control basado en la autoridad sobre las actividades influirá negativamente en la confianza, medida a través de la estructuración contractual. Hipótesis 9: El control basado en la autoridad sobre las actividades influirá positivamente en la importancia de la adaptación esperada. Las variables tratadas en este apartado conformarán las variables endógenas de nuestro modelo que denominaremos tal como representamos en la Tabla 1. Tabla 1: Variables exógenas incluidas en el análisis NOMBRE iv prop mi_conf mi_autor adap_fut DESCRIPCIÓN VARIABLE Nivel de integración vertical. Nivel de propiedad de los activos físicos. Relaciones basadas en la confianza en empleados, socios o subcontratistas. Gobierno de las relaciones a través de autoridad. Importancia de las adaptaciones a favor de otros agentes que se está dispuesto a realizar. Fuente: Elaboración propia. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 ISSN:1135-2523 59 Rodríguez López, N., García Vázquez, J.M. Dado que el nivel de integración vertical depende de todos los conceptos mencionados hasta el momento, sería posible establecer relaciones entre cualquiera de estas variables (propiedad, autoridad, confianza y adaptación futura). Debido a la necesidad de asegurar la validez de contenido, sólo se incluirán en el análisis las relaciones justificadas a través de trabajos de investigación reconocidos, mencionados en las hipótesis planteadas. 2.2. Interrelaciones entre características de las transacciones y formas de gobierno En este apartado, se describe el modelo y las hipótesis relativas a las características de las transacciones que determinan el grado en el que se presentan los atributos de los modos de gobierno y, por tanto, en último término, el nivel de integración adoptado. Al igual que en el caso anterior, obedeciendo a la validez de contenido sólo recogeremos aquellas relaciones que han tenido un mayor sustento en la literatura. Tal como hemos mencionado, recogemos por características de las transacciones tanto las relacionadas directamente con la teoría de los costes de transacción (especificidades, frecuencia, intercambios de información, salvaguardas, incertidumbre y números pequeños), como otras variables más cercanas a los enfoques teóricos estratégicos procedentes de los diversos estudios empíricos orientados a completar dicho marco transaccional (poder de negociación, incertidumbre tecnológica y de la demanda, tamaño empresarial y actividades clave) (Tabla 2). Tabla 2: Variables exógenas incluidas en el análisis NOMBRE afe ade ahe frec_pas inf_pas adap_pas inc_tec inc_dem indivis conc fam_con DESCRIPCIÓN VARIABLE Activos físicos específicos Activos específicos dedicados Activos humanos específicos Duración de la relación Información intercambiada desde que se comienza la relación hasta el momento presente Adaptación realizada en el pasado y que condiciona en el futuro (salvaguardas) Incertidumbre tecnológica Incertidumbre de la demanda Incertidumbre o dificultad para medir el resultado del trabajo de cada agente (indivisibilidades) Poder de negociación medido a través de la cantidad de agentes que pueden realizar la actividad (concentración) Cercanía entre los conocimientos claves de la empresa y los que se necesitan para realizar cada actividad Fuente: Elaboración propia. Aunque también se ha demostrado la importancia de variables como el subsector, el tipo de actividad, las particularidades de la empresa, el ámbito geográfico, el tamaño empresarial y el tamaño del sector / ciclo de vida de la industria en el que ésta se desarrolla, a la hora de adoptar una determinada forma de gobierno vertical, no parece conveniente su 60 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 Análisis de las estructuras de gobierno y sus determinantes en el subsector de los cableoperadores inclusión dado el tipo de análisis a realizar por el hecho de abarcar sólo un sector y por el nivel de análisis microanalítico del enfoque teórico de partida. 2.2.1 Especificidades En la mayoría de los estudios analizados, se ha comprobado la existencia de una relación causal entre los diversos tipos de especificidades y la integración vertical, argumentada a partir de la idea de que las relaciones de mercado no funcionan bien cuando hay por medio activos específicos que generan cuasirrentas apropiables (MacDonald, 1985; Caves y Bradburd, 1988; Palay, 1984, 1985; Stuckey, 1983). En este sentido, el concepto de integración vertical subyacente en gran parte de los casos, suele ser el de “control de la realización de la actividad”; sin embargo, en algunos análisis, se ha resaltado la significatividad del tipo de activo para establecer la correspondencia entre su especificidad y tan solo algunos de los componentes descriptivos, atribuidos a las formas de gobierno. De este modo, para cubrirse ante los riesgos derivados de la especificidad de activos físicos se ha postulado como condición necesaria y suficiente, su propiedad, desechando cualquier otro elemento (Masten, 1984; Masten y otros, 1991). Por otro lado, también se ha contrastado la existencia de una asociación negativa entre la especificidad y la estructuración contractual, de modo que la existencia de activos específicos que aten a las partes e impidan cambios en las relaciones, hacen las veces de salvaguardia, aumentando las probabilidades de continuidad futura y la credibilidad de los compromisos (López Bayón y otros, 2002). Hipótesis 10: La especificidad de los activos físicos involucrados en una transacción influirá positivamente en el nivel de integración vertical. Hipótesis 11: La especificidad de los activos físicos involucrados en una transacción influirá positivamente en la posesión de su titularidad. Hipótesis 12: La especificidad de los activos físicos involucrados en una transacción influirá negativamente en la capacidad de adaptación de la empresa titular. Hipótesis 13: La especificidad de los activos físicos involucrados en una actividad influirá positivamente en la confianza, medida a través del nivel de estructuración de la relación. En el caso de que se trate de activos físicos dedicados a determinado cliente, su propia definición lleva a la ausencia de autoridad y propiedad (Williamson, 1989). Aunque no se puede rechazar que este tipo de activos tenga una influencia significativa en la propiedad, atendiendo a las contrastaciones empíricas consultadas (Masten, 1984; Masten y otros, 1991), resulta más adecuado plantear la hipótesis de la relación negativa respecto al nivel de integración vertical, sin distinguir las características de ésta a las que afectaría. Además, al igual que en el caso anterior, es posible proponer el aumento de la confianza procedente de la generación de salvaguardias por la existencia de ataduras. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 ISSN:1135-2523 61 Rodríguez López, N., García Vázquez, J.M. Hipótesis 14: La existencia de activos dedicados necesarios para llevar a cabo una actividad, influirá negativamente en el nivel de integración vertical. Hipótesis 15: La existencia de activos dedicados necesarios para llevar a cabo una actividad, influirá positivamente en la confianza medida a través del nivel de estructuración de la relación. A la especificidad de activos humanos se le ha dado un tratamiento semejante a la de activos físicos, es decir, su relación positiva respecto del nivel de integración vertical (John y Weitz, 1988; Anderson y Schmittlein, 1984; Levy, 1985; Armour y Teece, 1980). Si bien, a la hora de definir su influencia en alguno de los componentes de la integración y ante la imposibilidad de poseer su titularidad, creemos conveniente limitar la relación a la autoridad. Esta idea, junto con una relación semejante respecto a la adaptación, se puede establecer a partir del trabajo de Masten y otros (1991), en el que, ante la presencia de activos específicos humanos, se justifica la disminución de los costes de organización interna en base a los incentivos que ofrece a la cooperación y a la eficiencia en la gestión de los recursos. Hipótesis 16: La existencia de activos humanos específicos influirá positivamente en el nivel de integración vertical. Hipótesis 17: La existencia de activos humanos específicos influirá positivamente en un mayor control a través de la autoridad gerencial. Hipótesis 18: La existencia de activos humanos específicos influirá positivamente en una mayor flexibilidad y adaptación de las actividades ante cambios en las circunstancias iniciales. 2.2.2 Especialización de actividades En este apartado se aborda la integración como resultado de la cercanía entre los conocimientos clave que posee la empresa y los que se necesitan para cada transacción particular. Esta variable entronca con la diversidad de tareas estudiada por los teóricos de los costes de transacción (Masten y otros, 1991), y con las estrategias de especialización cognitiva y concentración en el “corazón del negocio” (Kakabadse y Kakabadse, 2000; Winter, 1996). En ambos casos se respalda la misma idea de la externalización de las actividades en las que la empresa no posee una ventaja competitiva; en el primer caso derivado de los mayores costes de organizar internamente gran diversidad de tareas heterogéneas; en el segundo, por las potenciales ventajas de aprovechar las sinergias de la cooperación con agentes especializados en dichas actividades. Con esta idea enlazan las teorías de la especialización empresarial orientada hacia la economía en los conocimientos y la información (Demsetz, 1996) y la concepción de la empresa como depósito de conocimientos (Williamson, 1999). 62 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 Análisis de las estructuras de gobierno y sus determinantes en el subsector de los cableoperadores De este modo, cuanto mayor sea la cercanía de los conocimientos y recursos necesarios para realizar determinada actividad respecto de aquellos considerados claves para la empresa, más altas deberían de ser las probabilidades de que dicha actividad estuviese integrada. Asimismo, los efectos en el nivel de integración vertical podrían reflejarse no sólo en el control sobre dichas actividades, sino también en la propiedad de los activos. De hecho, se ha demostrado la preferencia de estructuras de gobierno con propiedad conjunta frente a la propiedad separada con salvaguardas, y de ésta última frente a la propiedad separada sin salvaguardas (Rialp y Salas, 2002). Hipótesis 19: La proximidad de las actividades respecto de los recursos centrales de la empresa influirá positivamente en el nivel de integración vertical. Hipótesis 20: La proximidad de las actividades respecto de los recursos centrales de la empresa influirá positivamente en el nivel de autoridad que se ejerza sobre dichas actividades. Hipótesis 21: La proximidad de las actividades respecto de los recursos centrales de la empresa influirá positivamente en la propiedad de los activos. Hipótesis 22: La proximidad de las actividades respecto de los recursos centrales de la empresa influirá positivamente en el grado de adaptación futura de la relación. 2.2.3 Complejidad e incertidumbre Dentro de las variables indicativas de la complejidad e incertidumbre de la transacción incluimos la incertidumbre tecnológica, la de la demanda y la facilidad con la que se miden los resultados individuales. En lo que se refiere a la primera de las variables, la incertidumbre tecnológica, no existe unanimidad en la definición del signo de su relación con la integración vertical. Por un lado, las mejores propiedades de adaptación de las formas integradas, sustentan la preferencia de estas estructuras ante altos grados de incertidumbre tecnológica. En esta línea, se ha contrastado como la incertidumbre tecnológica favorece el nivel de integración vertical considerado de un modo global y, particularmente, la existencia de controles jerárquicos (John y Weitz, 1988; Gulati y Sinhg, 1998; Oxley, 1997; Masten, 1984; Masten y otros, 1991; Subramani y Venkatraman, 2003); además, el hecho de sustentar estas relaciones a través de la coordinación y la rapidez de adaptación, induce a plantear también la asociación respecto de la capacidad de adaptación en cada actividad. Por otro lado, la mayor flexibilidad de las formas no integradas y la posibilidad de obtener sinergias en relaciones comerciales con agentes especializados, apoyan la hipótesis contraria, es decir, la relación negativa de la incertidumbre tecnológica respecto del nivel de integración vertical (Harrigan, 1986). De este enfoque, es especialmente interesante, destacar la relación negativa con respecto a la propiedad de los activos, en aras a la mencionada flexibilidad (Rialp y Salas, 2002). Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 ISSN:1135-2523 63 Rodríguez López, N., García Vázquez, J.M. En nuestro caso, optamos por compatibilizar ambos enfoques, proponiendo una reducción en la propiedad de los activos que permita la flexibilidad requerida, junto con un aumento en el control directo sobre las actividades de modo que se favorezca la rapidez de coordinación. El resultado global sobre el nivel de integración vertical dependerá de las importancias relativas que tengan estas influencias. Hipótesis 23: La incertidumbre tecnológica influirá negativamente en la propiedad de los activos. Hipótesis 24: La incertidumbre tecnológica influirá positivamente en el nivel de autoridad que la empresa tiene sobre las actividades. Hipótesis 25: La incertidumbre tecnológica influirá positivamente en la capacidad de adaptación de la empresa. Hipótesis 26: La incertidumbre tecnológica influirá en el nivel de integración vertical. En la segunda de las variables, la incertidumbre de la demanda, tampoco se ha llegado a conclusiones generalizables sobre su influencia en la forma de gobierno adoptada. Al igual que en el caso anterior, las propiedades de adaptación de las formas integradas son un aliciente suficiente para que la empresa decida controlar ella misma las actividades (Subramani y Venkatraman, 2003; Levy, 1985; MacMillan y otros, 1986), máxime en el sector que nos ocupa, en el que la demanda en las actividades intermedias de la cadena de valor está indisolublemente ligada a la del consumidor final. Asimismo, la flexibilidad necesaria podría proceder de una menor cantidad de activos propiedad de la empresa (Harrigan, 1986). Hipótesis 27: La incertidumbre de la demanda influirá negativamente en la propiedad de los activos. Hipótesis 28: La incertidumbre de la demanda influirá positivamente en el nivel de autoridad que la empresa tiene sobre las actividades. Hipótesis 29: La incertidumbre de la demanda influirá positivamente en la capacidad de adaptación de la empresa. Hipótesis 30: La incertidumbre de la demanda influirá en el nivel de integración vertical. Por último, las indivisibilidades están referidas, fundamentalmente, a la difícil medición de los resultados individuales, cuando para la realización de las actividades es necesaria la intervención de un grupo de personas. La dificultad de establecer remuneraciones en base a resultados hace inapropiadas relaciones contractuales y, por tanto, favorecerá la integración de dichas actividades, tanto desde el punto de vista de su control, como en lo que se refiere a la propiedad de los activos (Langlois y Robertson, 1989; Anderson y Schmittlein, 1984). La propiedad unificada de los activos está fundamentada por las ineficiencias que, posiblemente surgirían, ante la inclusión de características del mercado en la empresa. 64 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 Análisis de las estructuras de gobierno y sus determinantes en el subsector de los cableoperadores Hipótesis 31: La presencia de indivisibilidades influirá positivamente en el nivel de integración vertical. Hipótesis 32: La presencia de indivisibilidades influirá positivamente en el nivel de autoridad sobre las actividades. Hipótesis 33: La presencia de indivisibilidades influirá positivamente en la propiedad de los activos. 2.2.4 Confianza La confianza está determinada principalmente por las circunstancias en las que se desarrollaron relaciones pasadas entre los agentes. En este sentido, destacan la reiteración de transacciones con un mismo agente, o la duración de la relación inicialmente definida, y la transmisión de información entre sujetos, como los principales generadores de confianza. Asimismo, también se ha señalado que la existencia de salvaguardias que protejan a cada una de las parte contra comportamientos indeseados de la otra, debería de influir positivamente en la sensación confiada de que se cumplirá lo acordado. Al aumentar la confianza, la influencia de estos factores se debería reflejar en una menor formalización contractual, compensada con el compromiso recíproco de continuidad a largo plazo, y la voluntad de compartir información estratégica y realizar adaptaciones con vistas en el beneficio futuro mutuo (Lyons, 1994; López Bayón y otros, 2002; Arruñada, 1999; Fernández y Arranz, 1999; Roy ٛ ogal, 1998; Selnes, 1998). Hipótesis 34: La frecuencia o duración pasada de la relación influirá positivamente en la confianza medida a través del nivel de estructuración contractual. Hipótesis 35: La frecuencia o duración pasada de la relación influirá positivamente en la importancia de la adaptación futura admitida. Hipótesis 36: La importancia de la información transmitida en el pasado influirá positivamente en la confianza medida a través del nivel de estructuración contractual. Hipótesis 37: La importancia de la información transmitida en el pasado influirá positivamente en la importancia de la adaptación futura admitida. Hipótesis 38: La importancia de la adaptación realizada en el pasado influirá positivamente en la confianza medida a través del nivel de estructuración contractual. Hipótesis 39: La importancia de la adaptación realizada en el pasado influirá positivamente en la importancia de la adaptación futura admitida. Respecto a la integración vertical, diferenciamos los efectos de la adaptación pasada respecto de los de las otras dos, frecuencia e información. En el caso de la primera, la adaptación recíproca exitosa ya realizada actúa de elemento generador de confianza y compromisos creíbles que reducen los costes de transacción y, por lo tanto, la necesidad de autoridad y el nivel de integración vertical (Dyer, 1997). Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 ISSN:1135-2523 65 Rodríguez López, N., García Vázquez, J.M. En lo que se refiere a la frecuencia y a la transmisión de la información planteamos la hipótesis contraria. Por un lado, la frecuencia o duración de la relación puede generar especificidades cuya protección induciría a la integración de la actividad (Subramani y Venkatraman, 2003); asimismo, también se ha resaltado la importancia de la duración para que los costes de las estructuras de gobierno especializadas sean recuperables (Williamson, 1989; Peris Bonet y otros, 1995). Por otro lado, la transmisión de información en el pasado puede entenderse como necesidad de transferencia de información, y esta necesidad sólo se podrá abordar a través de la integración vertical por sus mejores cualidades coordinadoras (Caves y Bradburd, 1988). Además, la coordinación puede actuar de seguro ante el uso correcto y eficiente de los activos, favoreciendo así la posesión de su titularidad y/o la percepción de ostentar un mayor control directo o autoridad sobre la realización de la actividad. Hipótesis 40: La frecuencia o duración pasada de la relación influirá positivamente en el nivel de integración vertical. Hipótesis 41: La importancia de la información transmitida en el pasado influirá positivamente en el nivel de integración vertical. Hipótesis 42: La importancia de la información transmitida en el pasado influirá positivamente en la propiedad de los activos. Hipótesis 43: La importancia de la información transmitida en el pasado influirá positivamente en la autoridad sobre la realización de las actividades. Hipótesis 44: La importancia de la adaptación realizada en el pasado influirá negativamente en el nivel de integración vertical. Hipótesis 45: La importancia de la adaptación realizada en el pasado influirá negativamente en el nivel de autoridad sobre la realización de las actividades. 2.2.5 Poder de negociación Uno de los principales causantes del mayor poder de negociación de un agente frente a los situados en etapas anteriores o posteriores de la cadena de valor, es la inexistencia de otros que lo sustituyan en la realización de esa actividad. Aunque para la organización con más poder no es necesaria la integración, sí puede resultar una opción interesante para el resto de compradores y vendedores, de cara a evitar excesos en los precios por parte del agente en situación privilegiada. Además es probable que ante una situación de monopolio u oligopolio en una de las etapas de la cadena de valor, se tienda a integrar el resto de etapas en una sola o muy pocas organizaciones. Consecuentemente, la concentración debería de estar asociada con un mayor control e integración vertical (Huerta, 1986; Caves y Bradburd, 1988). 66 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 Análisis de las estructuras de gobierno y sus determinantes en el subsector de los cableoperadores Esta idea también está apoyada por aquellos autores que confirman la menor formalización contractual, inducida por el agente con mayor poder de negociación (Caves y Bradburd, 1988; Lyons, 1994). Sin embargo, cabe destacar que, en lo referente a estructuración de la relación, también se ha ratificado el supuesto contrario, justificando la mayor formalización con cláusulas a favor del socio dominante, con la finalidad de proteger su mayor reputación (Arruñada, 1999). Dado que el sector analizado es de reciente aparición, se caracteriza por la libertad en la prestación de los servicios y las etapas monopolizadas por uno o pocos agentes son fruto de una regulación ya obsoleta, es extremadamente difícil valorar la reputación adquirida por los agentes hasta el momento; de aquí que la primera justificación adquiera, inicialmente, una mayor consistencia. Asimismo, en cualquiera de los dos casos parece existir una relación entre concentración y poca predisposición a realizar negociaciones futuras de adaptación. Hipótesis 46: La concentración influirá positivamente en el nivel de integración vertical. Hipótesis 47: La concentración influirá positivamente en la autoridad sobre la realización de las actividades. Hipótesis 48: La concentración influirá positivamente en la confianza, medida a través del nivel de estructuración de la relación. Hipótesis 49: La concentración influirá negativamente en el nivel de adaptación futura. 3. CONTRASTACIÓN EMPÍRICA 3.1 Metodología de investigación La población objeto de estudio se ha formado a partir de los operadores que suministran el acceso a Internet mediante tecnologías de cable, que aportan individualmente más del 1% de cuota en el mercado de accesoii. Nuestra población objetivo estará formada por 192 casos resultantes de multiplicar el número de empresas por la cantidad de actividades de la cadena de valor sobre las que se ha preguntadoiii. La muestra final utilizada para el análisis ha sido de 153 casos, lo que nos permite con un 95 % de confianza, trabajar con un error muestral del 3,58%. La realización de un un análisis factorial exploratorio nos ha permitido rechazar la posibilidad de que existiesen componentes subyacentes comunes a varias variables que hiciesen aconsejable su agrupación. Además, es interesante resaltar que cualquier agrupación de las variables analizadas, en base a una variable latente, incumple el supuesto de identificación del modelo. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 ISSN:1135-2523 67 Rodríguez López, N., García Vázquez, J.M. Para la contrastación de las hipótesis planteadas en este trabajo, se ha empleado un modelo estructural, con el que se pretenden contrastar relaciones causales entre variables. Esta herramienta nos permite estudiar los efectos directos e indirectos de unas variables sobre otras, considerando relaciones causales lineales y aditivas entre dichas variables (Lévy Mangin, 2001). El método de estimación empleado ha sido el de máxima verosimilitud con bootstrapping (Lévy Mangin y otro, 2003; Hair y otros, 1999). El criterio seguido para reespecificar el modelo ha sido eliminar relaciones causales con un ratio crítico |tvalue|<1,96 (correspondiente con un nivel de significación pd0,05). Si bien, se ha dejado alguna relación con un ratio t ligeramente inferior, asociado con una significación pd0,1, debido a la enorme pérdida de ajuste del modelo cuando se quitaba dicha relacióniv. El modelo reespecificado y sus índices de ajuste son los siguientes (Gráfico 1 y Tabla 3): Gráfico 1: Representación de las influencias significativas entre variables en los cableoperadores Fuente: Elaboración propia. 68 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 Análisis de las estructuras de gobierno y sus determinantes en el subsector de los cableoperadores Tabla 3: Coeficientes de regresión, correlaciones cuadradas múltiples e índices de ajuste prop mi_autor mi_autor prop mi_autor mi_autor mi_autor mi_autor mi_autor prop prop mi_conf adap_fut mi_conf mi_conf adap_fut adap_fut adap_fut adap_fut mi_conf adap_fut adap_fut iv iv Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ Õ indivis conc inc_dem fam_con inc_tec fam_con inf_pas adap_pas afe inf_pas afe inc_dem adap_pas mi_autor inf_pas frec_pas ahe inc_dem inc_tec prop conc fam_con inc_dem adap_pas Coeficiente estandarizado -,146 ,166 -,183 ,436 ,229 ,402 ,327 ,392 -,217 ,178 ,130 ,088 ,494 -,984 ,481 -,171 ,162 -,200 ,228 -,111 -,300 ,139 ,292 -,188 iv Õ ahe iv Õ inc_tec iv Õ mi_autor iv Õ prop iv Õ frec_pas iv Õ mi_conf iv Õ adap_fut C.R. -2,146 2,159 -2,838 6,246 3,478 7,114 4,123 7,070 -3,707 2,443 1,841 2,222 7,600 -21,019 10,104 -2,043 2,491 -2,059 2,880 -2,525 -3,692 1,928 3,907 -3,056 P ,032 ,031 ,005 *** *** *** *** *** *** ,015 ,066 ,026 *** *** *** ,041 ,013 ,040 ,004 ,012 *** ,054 *** ,002 Índices de ajuste CMIN DF P CMIN/DF RMR GFI AGFI PGFI NFI RFI IFI TLI CFI PNFI PCFI NCP RMSEA PCLOSE AIC CAIC ECVI MECVI HOELTER HOELTER ,098 -,155 2,096 ,036 -2,600 ,009 21,287 29 0,848 0,734 0,023 0,982 0,926 0,237 Delta1 0,985 rho1 0,945 Delta2 1,006 rho2 1,022 1 0,272 0,276 0 0 0,984 203,287 570,056 1,337 1,478 .05 304 .01 355 Correlaciones cuadradas múltiples Variables explicadas Estimadores ,330 ,516 ,271 -,220 ,168 4,076 10,794 4,417 -2,965 2,884 mi_autor prop adap_fut mi_conf iv *** *** *** ,003 ,004 0,638 0,45 0,507 0,777 0,725 Fuente: Elaboración propia. 3.2 Discusión de resultados En primer lugar, en este apartado recogemos en una tabla resumen los resultados empíricos obtenidos, relativos a la aceptación o rechazo de las hipótesis planteadas, utilizando el fondo blanco para los signos de las hipótesis y el gris para el de las relaciones Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 ISSN:1135-2523 69 Rodríguez López, N., García Vázquez, J.M. encontradas en la muestra de los operadores de cable (Tabla 4). A continuación pasaremos a exponer las principales derivaciones de estos resultados. Tabla 4: Caracterización de las formas de gobierno vertical y de su idoneidad ante diferentes características de las transacciones MÉTODO DE IMPOSICIÓN ADAPTACIÓN NIVEL CONFIANZA AUTORIDAD PROPIEDAD Negociación INTEGR. No buscando Control CARACTERÍSTICAS VERTICAL estructuración Control activos (IV) humanos activos físicos beneficio futuro contrato TRANSACCIONES ESPECIFICIDADES Activos físicos Activos dedicados Activos humanos CONOCIM. CLAVE INCERTIDUMBRE Tecnología Demanda INDIVISIBILIDADES FRECUENCIA TRANSF. INF. PAS. ADAPT. PASADO CONCENTRACIÓN CONFIANZA AUTORIDAD PROPIEDAD ADAPTACIÓN + ï + + + + + ± ± + + + ï + ï + ï + + + ï + + + + ï ï + + ï + + + + + + + + + + + ï ï ï + + + + ï ï + + + + + + + + ï ï + ï + + + + + + + + ï + + ï ï + ï + + + + si variaciones en los elementos de la primera columna causan variaciones positivas en las propiedades del encabezado; ï si las causan negativas; ± si no se puede determinar el sentido de la relación de antemano. +, ï Hipótesis planteadas; +, ï (fondo gris) Contrastación cableoperadores Fuente: Elaboración propia. 3.2.1 Relaciones entre variables endógenas Respecto a las variables influidas por la propiedad, se comprueba la relación positiva entre propiedad y nivel de integración vertical (Hipótesis 1). Sin embargo, no es un elemento significativamente influyente en la inclinación hacia la adaptación futura, posiblemente, por la rigidez que ello conlleva (Hipótesis 7). De este modo, la propiedad es vista más como una característica de las formas de gobierno integradas (Masten y otros, 1989; Perry, 1989; Hill y Jones, 1996; Huerta, 1989) que como un elemento favorecedor de la adaptación y coordinación futuras. 70 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 Análisis de las estructuras de gobierno y sus determinantes en el subsector de los cableoperadores Además, esta idea viene sustentada por la negación de la restante hipótesis planteada, esto es, la relación positiva entre propiedad y confianza medida a través de la estructuración contractual que plantea Dyer (1997) (Hipótesis 6), al obtener un signo negativo significativo, en consonancia con la existencia de activos físicos específicos y su protección mediante la propiedad. Este resultado puede obedecer a las grandes inversiones que deben realizar las empresas de cable para ofrecer sus servicios y al esfuerzo para definir actividades, procedimientos y relaciones en una tecnología relativamente nueva. En lo que se refiere a las relaciones planteadas de la autoridad como variable causante, todas son aceptadas. En este sentido, la autoridad es considerada como parte integrante del concepto de integración vertical (Tirole, 1990; Mahoney, 1992) y el control que permite sobre la actividad favorece la coordinación, la adaptación y la comunicación entre individuos (Subramani y Venkatraman, 2003), aunque con signo positivo escasamente significativo respecto de la adaptación futura (Hipótesis 2, Hipótesis 9). Además, la utilización de normas jerárquicas repercute negativamente en la confianza, medida a través de la estructuración contractual soportando los supuestos de Mayer y Davis (1995) sobre la pérdida de confianza ante la existencia de normas jerárquicas (Hipótesis 8); en concreto, esta relación negativa se atribuye a la dificultad para determinar qué hacer en cada ocasión y si lo hecho es correcto en un sector como el que nos ocupa, con tecnologías nuevas y complejas, y activos humanos específicos. En las variables influidas por la confianza, sólo resulta significativa la Hipótesis 4, corroborando la influencia negativa de la confianza en la integración vertical (Arruñada, 1999; López Bayón y otros, 2002; Lyons, 1994). En lo que se refiere a la relación de la confianza frente a la adaptación futura, ésta no es significativa (Hipótesis 5), rechazando así los planteamientos de aumento de la predisposición a realizar adaptaciones recíprocas conforme aumenta la confianza, realizados por Subramani y Venkatraman (2003). Según estos resultados, la confianza sería un elemento sustituto de la integración, si bien no podemos decir que aporte las ventajas de información y coordinación atribuidas originariamente a las formas jerárquicas. Por último, se acepta la hipótesis en la que se planteaba la relación positiva entre adaptación futura esperada e integración vertical, confirmando así las mejores propiedades de adaptación de las jerarquías propuestas por autores como Rialp y Salas (2002) y Williamson (1989, 1991a) (Hipótesis 3). 3.2.2 Relaciones entre variables exógenas y endógenas Especificidades En lo que se refiere a los coeficientes propuestos para la variable “activos específicos dedicados”, los resultados no son significativos, no pudiendo confirmar la generación de relaciones con agentes externos basadas en la confianza, formuladas a partir de los trabajos de Williamson (1989) y Masten y otros (1991) (Hipótesis 14, Hipótesis 15). La observación detallada de la información obtenida en el trabajo de campo sobre los operadores de cable, deja entrever las causas de esta falta de significatividad, ya que si bien, las valoraciones de los activos dedicados son altas para actividades como el acceso, en el nivel de integración vertical todas las actividades presentan altos niveles y en el de Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 ISSN:1135-2523 71 Rodríguez López, N., García Vázquez, J.M. confianza niveles bajos e intermedios. Por tanto, dado que el nivel de integración obedece a la necesidad de instalar infraestructuras que completen la red, resulta especialmente complicado establecer relaciones significativas entre las variables mencionadas. Respecto de los activos físicos específicos, es interesante mencionar la falta de significatividad de las relaciones positivas con la integración vertical justificadas en la mayoría de la literatura (df. eg. MacDonald, 1985; Caves y Bradburd, 1988; Palay, 1984, 1985; Stuckey, 1983) (Hipótesis 10), junto con la significatividad positiva en la propiedad (Hipótesis 11). Este hecho lleva a admitir los plantemientos de Masten (1984) y Masten, Meehan y Snyder (1991), en los que la propiedad es elemento suficiente para proteger las cuasirrentas apropiables, no siendo necesaria la integración total de la actividad. A pesar de existir una relación negativa entre los activos físicos específicos y la autoridad, no resultan significativas las hipótesis de la influencia positiva en la confianza (Hipótesis 13) y de la relación negativa con la adaptación (Hipótesis 12), no pudiendo confirmar que los activos específicos aumenten las probabilidades de continuidad futura y la credibilidad de los compromisos entre las partes (López Bayón, 2002). A la vista de la información aportada por las empresas en la que se ha obtenido bajos niveles de activos físicos específicos como causantes de unos bajos niveles de confianza (alta formalización contractual) en la mayor parte de las actividades analizadas, no podemos ratificar la validez de la explicación aportada en la definición de la hipótesis, es decir, la función de protección atribuida a los activos específicos. En lo que se refiere a la baja especificidad, en la parte de la red destinada al transporte a larga distancia, normalmente se usan tecnologías de gran capacidad que permiten su utilización en multitud de servicios, o incluso ser objeto de transacción por sí mismas a través de su alquiler o cesión. En el resto de las actividades este bajo nivel de especificidad se ve sustentado por la oferta de un paquete de servicios (televisión, Internet y telefonía) que permite rentabilizar las infraestructuras independientemente de que no se solicite el acceso a Internet. En lo que atañe a la alta estructuración, no se debe a falta de confianza; de hecho, las empresas entrevistadas han reconocido la realización de actividades fuera de contratov. Sin embargo, también mencionan la mayor eficiencia de disponer protocolos de actuación que dirijan el modo de realizar cada tarea; estos protocolos se van completando a lo largo del tiempo, conforme se va teniendo más claro y definido el conjunto de pasos a seguir para la realización de dicha actividad. En este sentido, se deja entrever la complejidad tecnológica de las actividades y la dificultad para determinar su correcta realización (estas características son objeto de análisis en apartados posteriores). En tercer lugar, falta comentar las hipótesis relativas a los activos humanos específicos. En este caso se ratifican las hipótesis positivas planteadas respecto de las cualidades de coordinación y gestión de los recursos de las formas integradas y la influencia positiva significativa de las especificidades humanas sobre el nivel de integración vertical, que muestra que los cableoperadores ven estos activos como elementos a proteger (John y Weitz, 1988; Anderson y Schmittlein, 1984; Levy, 1985; Armour y Teece, 1980, Hipótesis 18, Hipótesis 16) 72 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 Análisis de las estructuras de gobierno y sus determinantes en el subsector de los cableoperadores Por último, señalar la no significatividad respecto de la autoridad que proponían Masten y otros (1991) (Hipótesis 17), variable respecto a la cual se ha destacado la importancia de controlar todas las actividades de cara a la prestación de servicios de calidad; de este modo, tanto en las actividades que realizan internamente como en las subcontratadas, se realiza una supervisión continua que asegure la correcta realización de cada tarea, y, consecuentemente, no se reconoce que la autoridad sea especialmente importante en sólo algunas de estas actividades. Especialización de actividades Respecto a la especialización de las empresas alrededor de las actividades que consideran centrales, se observa un cumplimiento de las hipótesis planteadas. Así, destacan las relaciones positivas respecto a la propiedad y a la autoridad (Hipótesis 20, Hipótesis 21), principales indicadores de integración vertical, y respecto a la adaptación futura (Hipótesis 22), teniendo, sin embargo, poca significatividad la relación directa con el nivel de integración vertical (Hipótesis 19). De este modo, se soporta tanto la disminución de los costes de organización que se producen cuando la empresa posee conocimientos para realizar una actividad (Masten y otros, 1991; Rialp y Salas, 2002), como la especialización cognitiva y la concentración en el núcleo del negocio (Kakabadse y Kakabadse, 2000; Winter, 1996; Demsetz, 1996; Williamson, 1999). Complejidad e incertidumbre Respecto de la incertidumbre tecnológica, se ratifican las hipótesis planteadas de un mayor control (Hipótesis 24). La influencia negativa en la propiedad (Hipótesis 23) no se muestra significativa, mientras que, la existencia de inversiones obligadas en parte, resalta la importancia de la adaptación futura (Rialp y Salas, 2002, Hipótesis 25). Por último, se encuentra una relación negativa respecto del nivel de integración vertical considerado (Hipótesis 26). Se respaldan, pues, las hipótesis de una mayor flexibilidad y un menor riesgo, junto con la posible existencia de proveedores mejor dotados para realizar algunas de esas actividades (Harrigan, 1986), frente a la mayor capacidad de adaptación de los controles jerárquicos (John y Weitz, 1988; Gulati y Sinhg, 1998; Oxley, 1997; Masten, 1984; Masten y otros, 1991; Subramani y Venkatraman, 2003). En lo que se refiere a la incertidumbre de la demanda, se obtiene una relación positiva respecto del nivel de integración vertical (Hipótesis 30), favorecido por el reconocimiento por parte de las empresas, de una mayor incertidumbre de la demanda en las actividades de acceso y de transporte en la milla media. En estas actividades se presentan conjuntamente incertidumbre tecnológica y de la demanda, sin embargo, la relación negativa respecto de la autoridad, contraria a la esperada (Hipótesis 28), obliga a que la explicación no se apoye tanto en los beneficios del control (propuesta defendida por autores como John y Weitz, 1988; Gulati y Sinhg, 1998; Oxley, 1997; Masten, 1984; Masten y otros, 1991; Subramani y Venkatraman, 2003), sino en la necesidad de integrar dichas actividades para llegar al usuario final. Esta explicación también se ve apoyada por la escasa significatividad de la influencia de la incertidumbre de la demanda en la propiedad (Hipótesis 27) y por una significativa influencia negativa en la adaptación futura (Hipótesis 29), contraria a la esperada. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 ISSN:1135-2523 73 Rodríguez López, N., García Vázquez, J.M. Además, las empresas sustentan dichas relaciones negativas haciendo especial hincapié en la mayor dificultad para hacer buenas previsiones de la demanda en actividades que no controlan. Este sería el caso de los contenidos cuya no integración obedece más a su lejanía del core business de la empresa, que a la incertidumbre en la demanda, estando sin embargo, ambos conceptos correlacionados. Asimismo, la esperable variación creciente de la demanda, nos ayuda a explicar la necesidad de incluir una causalidad positiva respecto de la confianza. Este hecho, explicaría la poca significatividad de las hipótesis planteadas y la difícil interpretación de las restantes. Respecto a la última de las variables incluida en este apartado, las indivisibilidades, señalamos en primer lugar el incumplimiento de las hipótesis planteadas (Hipótesis 33 relativa a la propiedad, Hipótesis 31 sobre el nivel de integración e Hipótesis 32 sobre la autoridad), no pudiendo confirmar la integración de aquellas actividades en las que es más difícil observar el esfuerzo realizado por la otra parte, tal como proponen Langlois y Robertson (1989) o Anderson y Schmittlein (1984). Los resultados presentan signos predominantemente negativos, aunque no significativos. De este modo, se obtiene una relación negativa significativa en la Hipótesis 33, y no significativas en la Hipótesis 31 y en la Hipótesis 32. Las indivisibilidades se han medido por la facilidad con la que se puede observar el trabajo realizado por cada individuo. Su valoración se ha situado en niveles más bajos de la escala, reflejo de la facilidad con la que se puede comprobar que cada individuo realiza correctamente las actividades que le son encomendadas. Sin embargo, las razones que nos dieron las empresas argumentando estas respuestas, hacen necesario matizar el resultado obtenido. En este sentido, la correcta realización de las actividades se apoya en la existencia de protocolos escritos definidos a tal efecto y se confía en que los individuos seguirán esos protocolos, entre otras cosas, porque sistematizan y hacen más fácil la realización de la tarea. Una vez realizadas todas las actividades, se determina que todas se han hecho bien si el servicio se suministra correctamente al usuario. En caso de que dicho usuario detecte anomalías, el proceso para subsanarlas consiste, fundamentalmente, en ir acotando zonas de la red cada vez más pequeñas hasta localizar el punto concreto del fallo; una vez localizado se aplica el protocolo adecuado. La realización de las mismas actividades durante mucho tiempo hace que todos los procedimientos a seguir y protocolos de actuación estén muy especificados, que se hayan depurado procesos y que se esté en una situación de un gran ajuste entre los pasos teóricos y lo que en la realidad funciona. Teniendo esto en cuenta, la facilidad que se atribuye a cada actividad concreta no procede de que sea observable el resultado individual, sino de la continua sistematización y mejora de los procedimientos a seguir para su realización. En este sentido, se ratifican las ideas de generación de rutinas y capacidades a lo largo del tiempo, conforme se repiten las mismas acciones, y también la teoría de la disminución de los costes de transacción procedente de una mayor coordinación y asimetrías en la información. 74 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 Análisis de las estructuras de gobierno y sus determinantes en el subsector de los cableoperadores Confianza Como hemos comentado, los principales determinantes de la confianza (frecuencia/duración, información intercambiada y adaptaciones realizadas) están referidos a actuaciones pasadas de las empresas; este hecho junto con la reducida antigüedad de la mayoría de las actividades analizadas, hace conveniente tomar con cautela las relaciones que de ellas se deriven. Respecto a la primera de estas variables sólo resulta significativa la influencia directa en la integración vertical con el signo positivo esperado (Hipótesis 40), y la relación con la adaptación futura con signo negativo, contrario al pronosticado (Hipótesis 35). Se sustenta así la hipótesis de que la duración de la relación genera especificidades que llevan a la integración de la actividad como mecanismo de protección (Williamson, 1989; Peris Bonet y otros, 1995; Subramani y Venkatraman, 2003); en este sentido, también se soporta la afirmación de que las formas integradas poseen unas mejores propiedades de adaptación. Además, la dependencia directa de la integración vertical de la duración pasada, hace pensar que las actividades que se realizan internamente ya se hacían así antes, mientras que en el caso de las encargadas a otros agentes, son relaciones recientes, es decir, derivadas de procesos de externalización. Ante estas influencias hemos contrastado si la duración influía también a través de algunos de sus principales componentes y atributos. Todas las relaciones probadas han resultado poco significativas, no pudiendo confirmar el aumento del compromiso recíproco y continuidad a largo plazo, a lo largo del tiempo, propuesto por algunos autores (Lyons, 1994; López Bayón y otros, 2002; Arruñada, 1999; Fernández y Arranz, 1999; Roy Dugal, 1998; Selnes, 1998, Hipótesis 34), posiblemente debido al poco tiempo de andadura de estas empresas y al escaso cambio en las actividades abarcadas. El aumento del nivel de integración vertical, junto con la influencia negativa en la adaptación parecen estar poniendo patente que las empresas perciben como indispensable el control sobre todas las actividades que poseen, independientemente de la rigidez que añaden ante cambios futuros, es decir, que les aporta la posibilidad de obtener ventajas competitivas frente a sus competidores, aspecto fundamental desde un punto de vista estratégico. En la segunda variable de este apartado, la transmisión de información, todas las hipótesis planteadas resultan del signo positivo esperado, excepto las relativas al nivel de integración vertical (Hipótesis 41) y a la adaptación futura (Hipótesis 37), que no alcanzan el nivel de significación requerido. Según estos resultados podemos aceptar la influencia en el nivel de integración vertical de un modo indirecto a través de las variables confianza (Hipótesis 36), autoridad (Hipótesis 43) y propiedad (Hipótesis 42), apoyando así la preferencia por mayores niveles de integración como elemento de protección (Williamson, 1989; Peris Bonet y otros, 1995; Dyer, 1997; Subramani y Venkatraman, 2003), y la generación de confianza basada en relaciones no defraudatorias en el pasado (Lyons, 1994; López Bayón y otros, 2002; Arruñada, 1999; Fernández y Arranz, 1999; Roy Dugal, 1998; Selnes, 1998). En lo que se refiere a la variable que recoge la asunción de compromisos en el pasado que favorezcan a la otra parte en lo sucesivo, se obtiene una influencia negativa significativa en el nivel de integración vertical (Hipótesis 44); al igual que en los casos Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 ISSN:1135-2523 75 Rodríguez López, N., García Vázquez, J.M. anteriores, la justificación más inmediata recae en la disminución de los costes de transacción ante la generación de ataduras en momentos pasados de la relación (Williamson, 1989; Peris Bonet y otros, 1995; Dyer, 1997; Subramani y Venkatraman, 2003). También se comprueba la predisposición a realizar adaptaciones futuras (Hipótesis 39) junto con una influencia positiva respecto a la autoridad (rechanzado la Hipótesis 45), lo que muestra cómo los compromisos pasados aumentan la percepción de control directo sobre las actividades, al mismo tiempo que predisponen a seguir realizando adaptaciones en el futuro (Lyons, 1994; López Bayón y otros, 2002; Arruñada, 1999; Fernández y Arranz, 1999; Roy Dugal, 1998; Selnes, 1998). Sin embargo, junto a estos resultados, contrasta la relación negativa respecto a la confianza (Hipótesis 38). Una posible explicación de este hecho es la mencionada complejidad técnica de las actividades y la consecuente mayor definición y estructuración del modo en que deben ser realizadas, tanto para conseguir una mayor eficiencia, como para asegurar que todo se realiza del mejor modo posible. Asimismo, como ya comentamos, esto no significaría pérdida de confianza y estaría ligado con la mayor especificación que es posible realizar cuanta más duración tenga una relación. Poder de negociación El subsector de las empresas de cable se caracteriza por una alta concentración y su influencia positiva en la autoridad sobre todas las actividades, integradas o no, como se proponía en la Hipótesis 47. La importancia de este control directo orientado a equilibrar posiciones se ve sustentada por la relación negativa de la concentración respecto de la tendencia a realizar adaptaciones futuras (Hipótesis 49), que es reflejo de la rigidez que la concentración de la industria añade a las decisiones de integración vertical. En lo que se refiere a la influencia en la confianza (Hipótesis 48) y en la integración vertical (Hipótesis 46), las relaciones no resultan significativas, apoyando así la existencia de fuerzas contrapuestas, mostrada en el planteamiento de dichas hipótesis. Tras la supresión de la Hipótesis 46, sólo queda una influencia indirecta de la concentración sobre la integración vertical, a través de la autoridad y la adaptación. Las hipótesis contrastadas vienen a sostener la importancia del control sobre todas las actividades con la finalidad de protegerse de situaciones asimétricas derivadas del mayor poder de mercado del agente con pocos agentes sustitutos (Huerta, 1986; Caves y Bradburd, 1988; Lyons, 1994). Asimismo, también es posible apreciar una cierta reticencia por parte de los agentes, a realizar cambios en esta actitud, comportamiento que no hace sino confirmar las diferentes situaciones de poder en las que se encuentran. 4. CONCLUSIONES En primer lugar cabe resaltar la existencia y empleo diferenciado de las formas de gobierno propuestas (mercado, cooperación y empresa), en base a los atributos de propiedad y autoridad, que a su vez, son los dos elementos conformantes del concepto de integración vertical. También aparecen como determinantes de las formas integradas la 76 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 Análisis de las estructuras de gobierno y sus determinantes en el subsector de los cableoperadores adaptación y la confianza, aceptando así la existencia de diferencias en los atributos asociados a cada forma de gobierno. Asimismo, el nivel de integración vertical está condicionado por la duración de la relación, las adaptaciones pasadas, la incertidumbre tecnológica, la incertidumbre de la demanda y las especificidades humanas. Además, ha sido posible complementar la explicación de las hipótesis planteadas usando elementos de enfoques estratégicos como la teoría de recursos y capacidades. En concreto, estos apoyos han sido útiles para exponer las influencias de las especificidades humanas, de la cercanía a los conocimientos considerados como claves por cada empresa y de las indivisibilidades en la facilidad de medida de los resultados individuales. En lo que se refiere a la especificidad de los activos físicos apenas supera la puntuación media de la escala; de hecho, los operadores no han mostrado especial preocupación por el singular uso de los activos involucrados en cada actividad, sino todo lo contrario, al hacer hincapié en la cantidad de servicios que podían ofrecer a través de las mismas infraestructuras. Una relación que sí se ha contrastado, es que la propiedad es protección suficiente para los activos físicos específicos, no siendo necesaria una estructura verticalmente integrada. Se reconocen los riesgos tecnológicos, las indivisibilidades y los de mercado. Respecto a los tecnológicos, se destacan las etapas finales de la cadena de valor, cercanas al usuario, y los problemas que más se resalta son la dificultad para ajustarse a las circunstancias futuras y la rapidez de avance que dificulta la amortización de las inversiones. Pese a todo, la preocupación de las empresas en este punto no es muy alta, apostando plenamente por las tecnologías que ofrecen y dando plazos de tranquilidad en torno a los 5 ó 10 años. Las indivisibilidades tampoco parecen preocupar, sin embargo, tal y como comentamos, esta aparente despreocupación procede la existencia de protocolos de actuación, combinados con la confianza depositada en individuos especializados en la realización de la tarea, y con un estricto control de todas las partes y elementos de la red. Es interesante señalar que, en algún caso, también se añade como razón de la confianza en los individuos la existencia de mecanismos de control por resultados y salarios por objetivos. En el momento del análisis, la confianza es destacada por los cableoperadores que suelen ser empresas de pequeño tamaño en las que se tienen en cuenta tanto los resultados objetivos como los subjetivos. Los procedimientos que se necesitan para la realización de cada tarea incluso puede realizarlos y mejorarlos la propia persona a la que se le encarga ésta. En tercer lugar, nos queda mencionar la incertidumbre en la demanda, que no preocupa excesivamente a los operadores debido a la fase expansiva en la que se sitúa el sector. Aunque todavía existen incertidumbres y volatilidades, en los últimos años han pasado de pérdidas a una sucesiva recuperación que atenúa la percepción de incertidumbre en la demanda. Además, esta incertidumbre se afronta procediendo al despliegue de redes e instalaciones sólo cuando ya se tiene asegurada la existencia de demanda. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 ISSN:1135-2523 77 Rodríguez López, N., García Vázquez, J.M. El comportamiento respecto de la variable duración está marcado por condicionantes externos que derivan en gran parte de la cantidad de agentes existentes y que también aparecen reflejados en la variable concentración. En este sentido, resalta la importancia de la autoridad y la escasa predisposición ante cambios futuros, rigidez que se puede explicar por la propiedad de la mayor parte de las infraestructuras y la escasez de agentes en casi todas las actividades. En lo que respecta a la transmisión de información, se pone de manifiesto un aumento de la confianza y de la propiedad, poniendo en duda que la confianza pueda aportar todos los beneficios que los derechos residuales procedentes de la propiedad de los activos. La influencia de la adaptación pasada, muestra un aumento en la percepción del control autoritario sobre las actividades y en la predisposición a adaptarse en el futuro. La obligada integración de casi toda la cadena de valor en el caso de los cableoperadores, hace que éstos atribuyan una mayor importancia a la disminución del nivel de integración (disminución de los costes de transacción). Las empresas de cable conforman el grupo más integrado de los diversos tipos de operadores que actúan en el sector de Internet. Están más centradas en ofrecer servicios de acceso y de transporte en la denominada milla media; estas actividades son las más concentradas, pudiendo sólo ser realizadas por Telefónica y el cableoperador activo en cada demarcación. El servicio al cliente también se considera esencial para la prestación de sus servicios; en algunas ocasiones se subcontrata el personal pero la tendencia generalizada es a poseer las herramientas para prestar este servicio y dirigir o controlar directamente todas las actividades. Además, en la mayoría de los casos realizan actividades relacionadas con los servicios de Internet y con el transporte a larga distancia. Por el contrario, en muy raras ocasiones abarcan la generación de contenidos y la obra civil. Respecto a los contenidos, suelen tener un pequeño portal de promoción comercial y para los clientes que se inician en Internet. Sin embargo, consideran que no les compensa entrar en esta parte del negocio por el poco tiempo que cada usuario permanece en un portal, por la dificultad de amortizar los activos con el poco volumen de tráfico que tendrían, y porque al no ser especialistas en dicha actividad, se encontrarían con una alta incertidumbre tecnológica y en la demanda difícil de gestionar. En lo que se refiere a la obra civil, se subcontratan a otras empresas sin que existan acuerdos de colaboraciónvi; se poseen las infraestructuras que se despliegan, pero no así la maquinaria que emplean los subcontratistas para hacer la obra necesaria. El hecho de abarcar las etapas finales de la cadena de valor, que llevan asociadas un alto coste, se debe tanto a la necesidad de disponer de tramos de red que lleguen hasta los usuarios finales, como a las obligaciones legales de despliegue de red incluidas en sus licencias. Estas mayores inversiones son las principales causantes de los altos niveles de propiedad de activos de estas empresas y de la poca significatividad de los activos específicos dedicados. Asimismo, condicionan la enorme relevancia que los cableoperadores dan a las variables de propiedad, autoridad, coordinación y adaptación futuras, como causantes del nivel de integración vertical. 78 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 Análisis de las estructuras de gobierno y sus determinantes en el subsector de los cableoperadores Con la finalidad de compensar los altos riesgos derivados de las enormes inversiones que han hecho, han estructurado su negocio siguiendo las pautas siguientes: La oferta de un paquete de servicios en los que ofrecen conjuntamente los televisivos, los telefónicos y los telemáticos, usando la misma red. Esta oferta permite “rebajar” la especificidad de las infraestructuras y con ello, el nivel de cuasirrentas apropiables. La concentración, dentro de lo posible, en el núcleo del negocio. En este sentido, se ha producido una tendencia al abandono de las actividades relacionadas con los contenidos por considerarlas alejadas de los conocimientos y recursos claves, haciendo así difícil su rentabilización. Si bien, este elemento tiene una menor influencia sobre las variables endógenas, quedando restringida a los dos principales componente de integración, la propiedad y la autoridad, y a la adaptación futura. La combinación de un modo de competir tanto en costes como en calidad. Se señala que las redes de fibra y coaxial son más fiables y ofrecen un mayor ancho de banda que las redes telefónicas; además, la oferta que realizan los cableoperadores tiene unos precios inferiores a las de las otras compañías (sobre todo en llamadas provinciales). Por otro lado también destacan como característica distintiva la oferta de televisión, telefonía e Internet con factura única y conexión permanente. Las empresas han puesto de manifiesto la gran importancia del control directo sobre todas las actividades. El relevante nivel de integración y la importancia de la variable concentración, impulsando la autoridad y una cierta reticencia a realizar cambios en esta situación, sustentan la definición del control sobre todas las actividades como unos de los principales objetivos estratégicos de este subsector. El objetivo del control complementa la estrategia de negocio de los cableoperadores, centrada en el despliegue de infraestructuras propias y en el servicio al cliente, de modo que cuanto mayor sea el territorio abarcado con sus propias infraestructuras mayor será el control que ejerzan sobre los servicios suministrados sobre ellas y esto hará posible que el servicio al cliente sea mejor. En estas empresas también destaca la influencia negativa de la confianza en la integración vertical, dando a entender el efecto sustitutivo de la primera respecto de la segunda. Por último, es interesante resaltar que se observa una evolución de las empresas de cable hacia el modelo de otros operadores. En este sentido, se está creando un gran grupo de cable en torno a Auna (Auna Telecomunicaciones ya posee la mayor parte de los operadores de cable locales y, recientemente, prepara su fusión con Cableoropa), con cobertura nacional y con capacidad competitiva próxima a la de Telefónica, y en el que también se destaca la especialización y control como líneas estratégicas claves. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 ISSN:1135-2523 79 Rodríguez López, N., García Vázquez, J.M. 5. LIMITACIONES DEL TRABAJO Y LÍNEAS FUTURAS DE INVESTIGACIÓN Los resultados alcanzados deben ser tenidos en cuenta considerando las limitaciones del método de investigación empleado, así como los nuevos caminos de estudio que emergen a partir de las conclusiones obtenidas. En primer lugar, cabe destacar que el modelo de ecuaciones estructurales empleado asume la existencia de relaciones lineales entre las variables objeto de estudio. Dado que es posible que algunas relaciones sigan otro tipo de función, podría ser interesante el análisis detallado de las formas funcionales de las relaciones entre cada par de variables. Respecto a las variables empleadas en el modelo, todas ellas han sido medidas a través de un solo elemento; además, se ha comprobado que no es posible agrupar estas variables en factores o variables latentes. Otra alternativa sería la de elaborar escalas de medida a partir de varios indicadores y trabajar con relaciones causales entre variables latentes; si bien, en este caso, lo más adecuado sería centrase en una parte del modelo de modo que no resultase demasiado compleja su contrastación. Una variable en la que podría ser útil la separación de diversos indicadores es el nivel de confianza de la relación, recogido a través de su formalización contractual, o lo que es lo mismo, de la cantidad de aspectos que las partes consideraban necesario formular por escrito. En este concepto aparecen dos aspectos diferentes, uno relativo al modo de realizar la parte técnica de las actividades, y otro relacionado con el precio y tipos de actividades a realizar; de modo que se podría profundizar más en este aspecto estudiando las características que se abordan en las cláusulas contractuales y de qué modos se restringen sus variaciones. Sin embargo, cabe señalar que, aunque en nuestro análisis ya hemos hecho referencia a ellos de modo diferenciado, esta alusión llega tan lejos como las empresas encuestadas nos han permitido, ya que las mencionadas características contractuales son consideradas temas confidenciales en la mayor parte de los casos. Por último, una línea futura de investigación y que no se ha podido realizar en este trabajo por el reducido período de andadura del sector liberalizado, es la variación de las relaciones a lo largo del tiempo. Sería una interesante aportación, en el campo de los costes de transacción dinámicos, observar la evolución de las formas de gobierno y de si se produce, paralelamente una variación en la importancia relativa de sus causantes. NOTAS 1 Destacan cinco tipos de formas funcionales: neutra (Reed y Fronmueller, 1990), negativa (Rumelt, 1974; Macdonald, 1985; Hoskisson, 1987; Thomas y otros, 1990; Contini y otros, 1992), positiva (Babe, 1981; Sáinz Ochoa, 2001), convexa (Bowman, 1978; Buzzell, 1983) y cóncava (Maddigan, 1981; Maddigan y Zaima, 1985; Camisón Zornoza y Guía Julve, 1999). 2 La selección se ha realizado a partir de las estadísticas publicadas por la CMT (2003), por la AIMC (2001, 2003), y por DBK (2003). 3 La encuesta ha sido el instrumento principal de recogida de información. En ella, se preguntó, mediante escalas Likert de cinco puntos, por las variables objeto de análisis en las principales actividades de la cadena de valor de Internet. 4 La no eliminación de relaciones con ratios superiores a 1 es habitualmente aceptada como válida si existe un soporte teórico para dejar dichas relaciones (cf. eg. Skinner y otros, 1992; Subramani y otro, 2003). 5 En actividades típicamente externalizadas como lo es la obra civil, se señalan bajos niveles de formalización escrita porque, aunque se especifican aspectos como las tarifas, los contratos de trabajo en sí, son bastante libres. 6 Sólo se ha reconocido la existencia de acuerdos de colaboración en algún caso muy puntual en el que se llevaba mucho tiempo con el subcontratista y se estaba especialmente contento con él. 80 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 Análisis de las estructuras de gobierno y sus determinantes en el subsector de los cableoperadores BIBLIOGRAFÍA AIMC (2001): Navegantes en la Red. Cuarta Encuesta AIMC a Usuarios de Internet. Julio 2001. Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación, www.aimc.es. AIMC (2003): Navegantes en la Red. Quinta Encuesta AIMC a Usuarios de Internet. Enero 2003. Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación, www.aimc.es. 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La Revista Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa recibió este artículo el 5 de mayo de 2005 y fue aceptada para su publicación el 1 de febrero de 2006. 84 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.55-84 Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Vol. 12 Nº1, 2006, pp.85-105, ISSN:1135-2523 LA PERFORMANCE DE EXPORTACIÓN: REVISIÓN TEÓRICA Y PROPUESTA DE UN MARCO INTEGRADOR Losada Pérez, F. Universidad de Santiago de Compostela Navarro García, A. Universidad de Sevilla Ruzo Sanmartín, E. Barreiro Fernández, J.M. Universidad de Santiago de Compostela RESUMEN El estudio de los factores que influyen en el resultado exportador de las empresas es una de las líneas de investigación más prolíferas en la literatura de marketing internacional. Sin embargo, no existe consenso entre los investigadores sobre cuáles son los principales determinantes que afectan a los resultados obtenidos por la empresa en su actividad exportadora. En este sentido, el principal objetivo de este trabajo, tomando como base los principales estudios recopilatorios sobre este tema, es proponer un modelo conceptual que recoja las principales variables que influyen en la performance de exportación. PALABRAS CLAVE: Performance Exportación, Determinantes, Internacional. ABSTRACT The study of the factors that have an influence on firm’s export performance is one of the more fruitful lines of research in international marketing literature. However, there is no agreement among the researchers about which ones are the determinants that have an influence on the results of firms’ exporting activity. In this sense, starting from the main reviewing studies on this topic, the purpose of this work consists on proposing a conceptual model that contains the main variables that have an influence on the export performance. KEYWORDS: Export Performance, Determinants, International. 1. INTRODUCCIÓN Son numerosos y diversos los estudios realizados sobre el comportamiento internacional de las empresas y más concretamente sobre la exportación. Ésta es considerada, tradicionalmente, como el modo más popular y utilizado de entrada en los mercados exteriores, especialmente por las empresas de pequeño y mediano tamaño. Entre estas investigaciones, el estudio de los factores determinantes del resultado exportador de las organizaciones, ha sido uno de los temas más analizados en el área de marketing internacional. Buena prueba de ello son los trabajos recopilatorios realizados hasta la fecha, que tratan de analizar las distintas variables que pueden influenciar los resultados obtenidos por las empresas en su actividad exportadora (Madsen, 1987; Aaby y Slater, 1989; Chetty y Hamilton, 1993; Zou y Stan, 1998; Navarro, 2000; Leonidou, Katsikeas y Samiee, 2002). Losada Pérez, F., Navarro García, A., Ruzo Sanmartín, E, Barreiro Fernández, J.M. Estos estudios tenían por objetivo aglutinar y sintetizar el conocimiento sobre las variables que influencian el resultado exportador de las organizaciones. Sin embargo, la gran diversidad de antecedentes considerados por los investigadores como determinantes del resultado exportador, las grandes diferencias existentes entre las muestras utilizadas para su análisis y las diferentes medidas de la performance de exportación empleadas, dificultan la configuración de un modelo que incluya todas las variables potencialmente influyentes en el resultado exportador, así como la relación existente entre las mismas. En esta dirección, el objetivo fundamental del presente trabajo es identificar cuáles son los principales determinantes del éxito exportador de las organizaciones. Para conseguir este objetivo, en primer lugar, se define qué se entiende en la literatura de marketing internacional por performance de exportación, así como cuáles son los principales indicadores que deben utilizarse para su medición. En segundo lugar, se efectúa una revisión de los principales estudios recopilatorios existentes hasta la fecha sobre los determinantes del resultado exportador. Finalmente, teniendo en cuenta las principales conclusiones extraídas de estas investigaciones y la revisión de la literatura efectuada sobre este tema, se propone un modelo integrador sobre los determinantes del resultado exportador de las organizaciones. 2. LA PERFORMANCE DE EXPORTACIÓN El resultado de la actividad exportadora, es considerado por Madsen (1998) como un aspecto fundamental para la toma de decisiones en el desarrollo del comercio internacional. Sin embargo, no existe consenso en cuanto a su definición conceptual y operativa (Shoham, 1998; Katsikeas et al. 2000), llevando a menudo a resultados incoherentes y contradictorios (Walters y Samiee, 1990; Katsikeas et al., 2000). Entre las principales razones que se apuntan destaca la ausencia de medidas unificadas para su evaluación (Matthyssens y Pauwels, 1996; Zou et al., 1998), que dificulta la comparación de estudios que emplean diferentes indicadores, así como la generalización de conclusiones (Zou y Stan, 1998; Styles, 1998). Sin una medición uniforme del rendimiento exportador de la organización, los resultados de los diferentes estudios efectuados sobre los determinantes de la performance de exportación son difíciles de comparar, dejando un espacio importante para la incoherencia y la confusión (Zou et al., 1998). En la literatura internacional se emplea para definir el resultado de la actividad exportadora el término “performance de exportación”, entendiéndose como tal la extensión por la cual los objetivos de la empresa, tanto económicos (beneficios, ventas o costes, etc.) como estratégicos (expansión del mercado, incremento de la cuota de mercado en el exterior...), con respecto a la exportación de un producto en un mercado extranjero, son logrados a través de la planificación y ejecución de la estrategia de marketing internacional (Cavusgil y Zou, 1994). Actualmente, aunque la mayoría de los investigadores asumen la naturaleza multidimensional de la performance de exportación, existe discrepancia sobre cuáles son los indicadores que deben utilizarse para reflejar el éxito de la empresa en los mercados 86 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 . La performance de exportación: revisión teórica y propuesta de um marco ingegrador exteriores. Además, esta multidimensionalidad conlleva la posibilidad de que los indicadores usados para su medición puedan reflejar resultados contrapuestos (Matthyssens y Pauwels, 1996). Por otra parte, Madsen (1987) y Katsikeas et al. (1996), señalan que las medidas utilizadas para medir la performance de exportación dependen de cada empresa o unidad estratégica de negocios y, en particular, de los objetivos establecidos por sus dirigentes. Por ejemplo, alcanzar una alta cuota de mercado puede significar aplicar precios reducidos a los productos, minorando los beneficios empresariales, ocurriendo a la inversa en el caso de una política de precios elevados. En este contexto, Madsen (1987) manifiesta que en la medición de la performance de exportación se debería incluir al menos los conceptos más importantes del resultado exportador (ventas, rentabilidad y crecimiento de la actividad exportadora) y debería averiguarse la influencia que cada variable independiente (determinantes del resultado exportador) ejerce sobre cada una de estas dimensiones (Shoham, 1998). Según Matthyssens y Pauwels (1996), en la mayoría de los estudios revisados, las ventas, el crecimiento y los beneficios de la actividad exportadora, son las tres dimensiones más utilizadas para analizar el éxito obtenido en los mercados exteriores. En esta misma dirección también se manifiesta Shoham (1998). Zou et al. (1998), consideran tres dimensiones para medir la performance de exportación: resultados económicos, objetivos estratégicos logrados en los últimos tres años y nivel de satisfacción de la empresa con los resultados alcanzados. Similarmente, Zou y Stan (1998) señalan que todas las medidas del rendimiento exportador se agrupan en tres dimensiones: financieras, no financieras y compuestas. También Katsikeas et al. (2000), partiendo de la revisión efectuada a 93 estudios relacionados con los resultados exportadores, indican la necesidad de considerar tres dimensiones para medir el rendimiento exportador de las organizaciones: medidas económicas, medidas no económicas y medidas genéricas, siendo estas últimas de naturaleza subjetiva. Finalmente, en una investigación reciente realizada por Sousa (2004), en el que se revisaron 43 estudios correspondientes al período 1998-2004, se identificaron 50 indicadores diferentes para medir esta variable que se agruparon en dos grandes categorías: indicadores objetivos e indicadores subjetivos. Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, podemos concluir que existe una gran variedad de medidas para evaluar la performance de exportación. Ello dificulta considerablemente la labor de los investigadores a la hora de diseñar escalas que permitan establecer conclusiones generalizadas sobre cuáles son las estrategias de marketing más adecuadas para alcanzar los mejores resultados en los mercados exteriores, y facilitar la toma de decisiones empresariales en el ámbito internacional. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 ISSN:1135-2523 87 Losada Pérez, F., Navarro García, A., Ruzo Sanmartín, E, Barreiro Fernández, J.M. Sin embargo, a pesar de la ausencia de uniformidad en cuanto a qué tipo de indicadores debemos emplear para medir el resultado exportador, coincidimos con numerosos investigadores (Katsikeas et al., 1996; Zou et al., 1998; Shoham, 1998; Navarro, 2000; Katsikeas et al., 2000; Cadogan et al., 2002; Rose y Shoham, 2002; Sousa, 2004; entre otros) en que para evaluar el éxito obtenido por las organizaciones en los mercados exteriores se deberían incluir un componente cuantitativo (medida objetiva del resultado) y un componente cualitativo (medida subjetiva). 3. ESTUDIOS RECOPILATORIOS SOBRE LOS DETERMINANTES DE LA PERFORMANCE DE EXPORTACIÓN El estudio de los determinantes del resultado exportador se ha caracterizado en los últimos años por una creciente proliferación en el ámbito académico, confirmado tanto por el elevado número de trabajos publicados, como por su inclusión en revistas académicas de reconocido prestigio a nivel internacional (Journal of Marketing, Journal of Marketing Research, Journal of the Academy Marketing Science, Journal of International Marketing, International Marketing Review, Journal of Global Marketing, etc.) Si embargo, a pesar de la importancia reconocida de las investigaciones que analizan los principales factores que influyen en el rendimiento de las empresas exportadoras, estos estudios se caracterizan por su fragmentación y a veces resultados contradictorios, lo cual genera confusión entre los investigadores (Aaby y Slater 1989; Cavusgil y Zou, 1994). En este sentido, una revisión de los estudios recopilatorios sobre los determinantes del resultado exportador de las organizaciones puede ayudar no sólo a sintetizar la extensa bibliografía existente sobre el tema en cuestión, sino también a obtener conclusiones de carácter general. Éste es el objetivo del presente epígrafe. Los principales estudios recopilatorios sobre los determinantes del rendimiento exportador de las empresas1 se recogen en la tabla 1. Tabla 1. Estudios recopilatorios sobre los determinantes de la performance de exportación. Autores Período de revisión Madsen (1987) Aaby y Slater (1989) Chetty y Hamilton (1993) Zou y Stan (1998) Navarro (2000) Leonidou, Katsikeas y Samiee (2002) 1964-19842 1967-19883 1978-1991 1987-1997 1979-1999 1964-19984 Número de estudios revisados 17 55 111 50 69 36 Fuente: Elaboración propia. En el anexo de este artículo se incluye en una tabla todos los factores considerados por estos investigadores como determinantes del resultado exportador de las organizaciones. 88 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 . La performance de exportación: revisión teórica y propuesta de um marco ingegrador Madsen (1987) señala que la gran disparidad existente entre los 17 estudios analizados, en términos de tipo y estructura de la industria a la que pertenecen las empresas, tamaño muestral, unidad muestral analizada (empresa o unidad estratégica de negocio), fecha de obtención de los datos, países en los que se desarrolló la investigación, etc., suponen una mayor complicación a la hora de efectuar una comparación de los estudios revisados, siendo quizás esta última diferencia, junto con la gran diversidad de determinantes de la performance de exportación considerados y la forma de medir el resultado exportador los que más dificultan esta comparación5. Madsen (1987), en la revisión realizada, encontró una gran cantidad y diversidad de factores empleados como determinantes del rendimiento exportador, por lo que se procedió a su agrupación en 20 categorías de variables latentes o no observables (véase Anexo) y tres dimensiones: la estrategia de la empresa, la estructura de la organización y la estructura del entorno. Madsen (1987) señalaba como principales variables condicionantes del resultado exportador las siguientes6: x Los recursos que posee la empresa. x La intensidad tecnológica de sus productos. x El nivel de compromiso de los dirigentes con la actividad exportadora y la experiencia en actividades internacionales. x El tipo de mercado al que se dirige la empresa, debiendo seleccionar aquellos países con una menor distancia física, psicológica y cultural, con escasa competencia y/o altas tasas de crecimiento, y con reducidas barreras de entrada. x La planificación de la actividad exportadora y la realización de investigaciones de mercados con el fin de obtener un mayor conocimiento de los mercados internacionales. x La adaptación de las estrategias de marketing-mix, especialmente del producto, a las necesidades de los mercados exteriores. x El desarrollo de relaciones estables y duraderas con los intermediarios extranjeros, basadas en la confianza y en el contacto personal. Dos años más tarde, Aaby y Slater (1989), realizan una revisión de los determinantes de la performance de exportación de mayor amplitud que la efectuada por Madsen (1987). Según estos autores, se pueden identificar dos grandes grupos de variables que pueden influir en el éxito exportador de la organización (véase Anexo): factores internos y controlables por la dirección de la empresa (características de la empresa, competencias de la organización y estrategia empresarial) y, factores externos y no controlables (entorno). Aaby y Slater (1989), efectúan una revisión de 55 estudios en el que se analizan solamente aquellas variables controlables por la dirección de la empresa. Por tanto, se excluyen del análisis aquellos factores que se escapan del control de la organización, es decir, el entorno externo, a pesar de que no se pueda negar su influencia en el resultado asociado a la actividad exportadora. Aaby y Slater, argumentan su decisión en la dificultad de modificar el entorno externo, dada la limitada influencia que puede ejercer la organización sobre el mismo. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 ISSN:1135-2523 89 Losada Pérez, F., Navarro García, A., Ruzo Sanmartín, E, Barreiro Fernández, J.M. En el grupo de variables encuadradas dentro de las características empresariales, se observó la coincidencia en todos los trabajos analizados de la importancia que el compromiso de los dirigentes, su actitud y las percepciones que tienen sobre la actividad exportadora, ejercían en los resultados obtenidos por las empresas en los mercados exteriores. Por el contrario, aunque el tamaño de la organización fue una de las variables más estudiadas, no se pudo establecer una relación tan significativa con el éxito exportador como en el caso de las variables anteriores. Finalmente, la experiencia internacional se configuraba como un factor decisivo en al mejora de los resultados en los mercados internacionales. Las competencias que mayor influencia ejercían sobre el éxito exportador de la organización eran: un alto nivel de conocimiento de los mercados exteriores, el desarrollo de un proceso planificado de acceso a los mercados exteriores y el establecimiento de un sistema formal de control del resultado en los mercados exteriores. Por su parte, no se encontró consenso respecto al efecto sobre la performance de exportación del resto de competencias empresariales: intensidad tecnológica, etapa del proceso de internacionalización, calidad del producto y la fluidez en la comunicación con los clientes exteriores. El último grupo de variables analizadas fueron las concernientes a la estrategia exportadora de la empresa, estudiadas a través de la política seguida por la organización en lo referente a las cuatro variables del marketing-mix, y la estrategia de selección de mercados exteriores. La distribución comercial fue con diferencia la variable más estudiada (15 estudios), y la que mayor peso ejercía en el éxito exportador de la empresa. Con respecto al resto de variables analizadas no se encontró un consenso absoluto sobre su influencia en el resultado exportador de las empresas. Unos años más tarde, Chetty y Hamilton (1993) realizan un estudio recopilatorio sobre los determinantes del resultado exportador tomando como base de partida las aportaciones de Aaby y Slater (1989), es decir consideran los tres grupos de variables propuestos por estos autores como posibles causantes del resultado exportador de las empresas. Los resultados de los estudios empíricos analizados se clasificaron en tres categorías en función del nivel de relación existente entre las variables consideradas como determinantes del éxito exportador y la performance de exportación: relación positiva y estadísticamente significativa, relación negativa y estadísticamente significativa y, relación estadísticamente no significativa. Los resultados obtenidos confirman las proposiciones de Aaby y Slater (1989), en el sentido de que las competencias empresariales tienen una mayor influencia en el éxito exportador que las características empresariales. Para la estrategia de marketing, el precio, la selección de mercados y el producto, son los factores más importantes para mejorar el resultado exportador de las empresas. Al igual que en las recopilaciones precedentes, Zou y Stan (1998) procedieron a agrupar los factores determinantes del resultado exportador en diferentes categorías. Para su clasificación tomaron como referencia el que se tratase de un factor interno o externo, y el 90 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 . La performance de exportación: revisión teórica y propuesta de um marco ingegrador grado de control sobre el mismo. Sobre esta base se establecieron siete categorías y 33 factores como determinantes potenciales de la performance de exportación (véase Anexo). A nuestro entender, uno de los aspectos más novedosos del trabajo recopilatorio realizado por Zou y Stan (1998) con respecto a los estudios precedentes, reside en el análisis de forma individualizada del efecto de los diferentes factores determinantes del éxito exportador sobre cada una de las magnitudes empleadas para medir el resultado exportador de la organización. La conclusión fundamental que se puede extraer de esta revisión es que los factores que más afectan al rendimiento exportador son los clasificados como internoscontrolables, coincidiendo con las revisiones precedentes. Zou y Stan concluyen que los factores que más influyen en el resultado exportador son los siguientes7: x La planificación sistemática y la organización de las actividades de exportación. x La investigación de los mercados exteriores con objeto de tener un mayor conocimiento del comportamiento de estos mercados. x La adaptación de las variables de marketing-mix a las exigencias de los mercados internacionales. x La creación, el desarrollo y mantenimiento de relaciones estables, y basadas en la confianza con los distribuidores extranjeros. x El compromiso de los directivos con la exportación. x La orientación internacional de las empresas que les permite identificar mejor y beneficiarse de las oportunidades internacionales y evitar las amenazas. x Las percepciones positivas de la dirección sobre las ventajas que supone la exportación para la expansión y desarrollo de la empresa. x La formación y la experiencia internacional de los dirigentes. x Las competencias de la empresa, en términos tanto de sus habilidades internacionales como de gestión genérica del negocio. La revisión efectuada por Navarro (2000), recopila la literatura relevante publicada sobre los determinantes de la performance de exportación en el periodo 1979-1999. El método empleado para el análisis de los estudios sometidos a revisión es el empleado anteriormente por Zou y Stan (1998), es decir, una combinación de las técnicas de metaanálisis y la descripción narrativa. Siguiendo las propuestas de estos autores, también se agruparon los potenciales determinantes de la performance de exportación en diferentes categorías (véase Anexo). En la evaluación del concepto performance de exportación, se empleó al igual que en la revisión de Zou y Stan (1998), siete categorías: ventas, rentabilidad, crecimiento, éxito percibido, satisfacción de la dirección, logro de objetivos y escalas compuestas. En la misma dirección que las conclusiones aportadas en las revisiones precedentes, Navarro (2000) destaca que los factores internos y controlables, además de ser los más analizados por los investigadores, son también los determinantes más importantes del éxito exportador de la organización. Así, de los 16 factores que ejercen una influencia significativa y positiva sobre la performance de exportación 10 corresponden a esta categoría (Tabla 2). Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 ISSN:1135-2523 91 Losada Pérez, F., Navarro García, A., Ruzo Sanmartín, E, Barreiro Fernández, J.M. Tabla 2. Determinantes de la performance de exportación según Navarro (2000). Efecto positivo y estadísticamente significativo Planificación de la actividad exportadora Ventajas percibidas en la exportación Organización de la actividad exportadora Intercambios relacionales Adaptación del producto Experiencia internacional de los directivos Grado de diferenciación del producto Formación de los directivos Tipo de canal de distribución empleado Capacidades en el ámbito internacional Adaptación del precio Capacidades generales de la empresa Compromiso exportador de la empresa Intensidad tecnológica del sector Orientación internacional Entorno nacional Efecto negativo y estadísticamente significativo Barreras percibidas a la exportación Obstáculos al comercio exterior Relación no significativa Estrategia de expansión internacional Tecnología Investigación de mercados Tamaño Empleo intensivo de la comunicación Edad Empleo de precios competitivos Necesidad de contar con mayor número de estudios para determinar el tipo de efecto Adaptación de la comunicación Inestabilidad del sector Método de determinación del precio Nivel de competitividad Adaptación de los canales de distribución Atractivo de los mercados exteriores Características generales de la empresa Fuente: Navarro (2000). La última revisión existente hasta la fecha sobre los factores determinantes del éxito exportador de las organizaciones es la realizada por Leonidou, Katsikeas y Samiee (2002), en la que analizan 36 estudios correspondientes al período 1964-1998. Se procedió a agrupar las variables que influencian el resultado exportador de la empresa en 5 categorías (véase Anexo): características de los directivos8, factores de la organización, factores del entorno, mercado objetivo de exportación y estrategia de marketing-mix; de tal forma que los tres primeros grupos de variables se consideran como antecedentes de los dos últimos, afectando indirectamente a la performance de exportación de la empresa a través de las variables representativas de la estrategia de marketing internacional. Sin embargo, en este estudio sólo se centraron en la influencia que la estrategia de marketing internacional (marketing-mix y selección de mercados) ejercía sobre el resultado exportador. Para evaluar el resultado exportador se identificaron 12 medidas (financieras y no financieras) siendo las más utilizadas: la propensión exportadora, el crecimiento de las ventas de exportación, el nivel de beneficio de exportación, el volumen de ventas de exportación, la cuota del mercado de exportación y la contribución al beneficio de exportación9. Los otros dos grupos de variables considerados se catalogaron como: medidas compuestas y otras medidas de la performance de exportación. 92 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 . La performance de exportación: revisión teórica y propuesta de um marco ingegrador Según Leonidou, Katsikeas y Samiee (2002), los factores que tenían una influencia significativa y positiva sobre la performance de exportación son los siguientes10: x La estrategia de expansión exterior (concentración y diversificación de mercados). x Con respecto al producto todas las dimensiones analizadas tenían un efecto significativo y positivo en la performance de exportación, excepto el envase y el etiquetado. x Con respecto al precio: la fijación de precios en función de la competencia y de la demanda, la utilización de una estrategia de penetración, la concesión de créditos a los clientes extranjeros y la adaptación de los precios a los mercados exteriores. x Con respecto a la distribución: la utilización de oficinas/representantes de ventas y la venta directa, el apoyo a los distribuidores extranjeros en términos de publicidad, financiación, preparación de la venta, etc., la entrega del producto en tiempos reducidos y la adaptación de los canales de distribución al entorno de los mercados de exportación. x Finalmente, con respecto a la variable comunicación: la publicidad y la promoción de ventas, la utilización de la venta personal, la participación en ferias comerciales y la adaptación de la estrategia de comunicación a los diferentes mercados extranjeros 4. DETERMINANTES DE LA PERFORMANCE DE EXPORTACIÓN Tomando como punto de partida las principales conclusiones extraídas de los estudios revisados anteriormente y después de efectuar una exhaustiva revisión de la literatura relevante sobre los determinantes del resultado exportador de las organizaciones, podemos concluir que existe una gran diversidad de factores que pueden condicionar los resultados que la organización obtenga en el desarrollo de su actividad exportadora. Desde nuestro punto de vista, teniendo en cuenta la revisión de la literatura efectuada, los principales determinantes del resultado exportador, se pueden agrupar en diez categorías: 1. Planificación de las exportaciones La planificación de las exportaciones constituye uno de los pilares básicos en los que se sustenta el éxito internacional de la organización, así como la toma de decisiones asociada al desarrollo de la estrategia de marketing internacional (Shoham, 1996, 1999). Contribuye de forma decisiva al logro de los objetivos empresariales y constituye un incentivo para la exploración sistemática de los mercados exteriores (Evangelista, 1994). En consecuencia, puede atribuir a la empresa algún tipo de ventaja competitiva en su posicionamiento internacional, traduciéndose en mayores volúmenes de venta (Samiee y Walters, 1990), crecimiento (Madsen, 1989) o rentabilidad (Axinn et al., 1996). 2. Compromiso con la actividad exportadora El compromiso adquirido por la dirección de la empresa en el desarrollo de su actividad exportadora es considerado por los investigadores (Louter et al. 1991; Donthu y Kim, 1993; Evangelista, 1994; Navarro, 2000; O´Cass y Julian, 2003; entre otros) como uno de los determinantes más importantes del resultado exportador de la organización. Esta variable refleja la tendencia de las empresas exportadoras a persistir en el curso de sus acciones en los mercados exteriores en los cuales opera (Pauwels y Matthyssens, 1999). Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 ISSN:1135-2523 93 Losada Pérez, F., Navarro García, A., Ruzo Sanmartín, E, Barreiro Fernández, J.M. Uno de los rasgos característicos del compromiso exportador es su naturaleza multidimensional, pudiéndose considerar tres enfoques para identificar el papel que desempeña esta variable en el desarrollo exportador de las organizaciones: x Compromiso actitudinal. Esta dimensión refleja la percepción de los dirigentes hacia los beneficios y riesgos que supone involucrarse en la actividad exportadora, así como la predisposición de la empresa a comprometerse con la exportación (Evangelista, 1994). Desde esta perspectiva, las empresas cuyos directivos muestren actitudes positivas hacia la exportación ejercitarán comportamientos más activos en la búsqueda de oportunidades comerciales en los mercados internacionales, así como en la ejecución de estrategias de marketing más “agresivas” para el logro de los objetivos empresariales (Cavusgil y Zou, 1994). x Compromiso comportamental. Este componente refleja la disposición general de los dirigentes para destinar recursos financieros, gerenciales y humanos a la actividad exportadora de la organización (Aaby y Slater, 1989; Donthu y Kim, 1993). En este sentido Cavusgil y Zou (1994) y O´Cass y Julian (2003), manifiestan que cuando los dirigentes asignan los suficientes recursos financieros y humanos a la exportación, la incertidumbre se reduce y resulta mucho más factible la puesta en práctica de la estrategia de marketing planificada previamente, mejorando los resultados en los mercados internacionales. x Compromiso relacional. Esta dimensión refleja el nivel de recursos comprometidos por la empresa en las relaciones establecidas con sus distribuidores internacionales, de tal forma que aquellas empresas que inviertan mayores recursos conseguirán una relación más armoniosa con sus intermediarios exteriores (Leonidou, Katsikesas y Hadjimarcou, 2002). 3. Estrategia de selección de mercados La estrategia de expansión internacional (concentración versus diversificación), así como los países-mercados elegidos puede incidir en el resultado de la actividad exportadora. Países cercanos geográfica y/o culturalmente pueden reducir la incertidumbre en la toma de decisiones y alentar una actitud más proactiva de la organización en el desarrollo de sus negocios internacionales (De Luz, 1993). Sin embargo, consolidada la posición en estos países, deberá optarse por diversificar mercados, con objeto de minimizar la dependencia de las ventas, el crecimiento o la rentabilidad de las exportaciones en uno o pocos países-mercados (Navarro, 2000). No obstante, aunque la literatura existente considera que la estrategia de expansión internacional de las empresas es uno de los determinantes de su resultado exportador, no existe consenso sobre cuál de ellas, concentración versus diversificación, conducirá a mejores resultados (Lee y Yang, 1990; Donthu y Kim, 1993; Nicolau et al., 2000; Mas et al., 2002). La elección entre un tipo de estrategia de expansión internacional u otro, está condicionada por diversos factores empresariales, de mercado y del producto comercializado (Nicolau et al. 2000). 94 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 . La performance de exportación: revisión teórica y propuesta de um marco ingegrador 4. Estrategia de marketing-mix La combinación de los diferentes instrumentos de marketing-mix a través de los cuales la empresa va a rivalizar en mercados exteriores refleja la dimensión competitiva de la estrategia de marketing internacional (Louter et al., 1991). En el contexto internacional, una cuestión clave es conocer qué elementos del marketing-mix pueden ser aplicados de la misma forma (estandarización) en los mercados exteriores, y cuáles es necesario adaptar a sus exigencias (Douglas y Craig, 1989). La estandarización puede implicar el logro de economías de escala en producción, mientras que la diferenciación constituye la principal ventaja de la adaptación. El grado de adaptación de las variables del marketing-mix depende de factores situacionales tales como el producto exportado, las características de la empresa, del mercado, sector o entorno en el que opera la empresa (Cavusgil y Kirpalani, 1993; Cavusgil y Zou, 1994; Zou y Cavusgil, 1996; Shoham, 2002; Theodosiou y Leonidou, 2003; entre otros). En cualquier caso, de la revisión de la literatura efectuada parece desprenderse que la adaptación de los diferentes elementos de marketing-mix (producto, precio, distribución y comunicación) puede repercutir positivamente en la performance de exportación, al reducir la incertidumbre asociada a la compra de productos extranjeros y al mejorar la adaptación a los deseos, expectativas y necesidades de los consumidores situados en los mercados internacionales (Madsen, 1989; Das, 1994; Namiki, 1994; Zou et al., 1997), aunque el grado de adaptación de cada componente de la estrategia de marketing dependerá de los objetivos específicos perseguidos por la empresa (Leonidou, Katsikeas y Samiee, 2002). 5. La orientación al mercado La orientación al mercado es considerada, en la actualidad, el principal exponente de la efectiva adopción del concepto de marketing, acaparando el interés de académicos y profesionales del marketing (Álvarez et al. 2003). Aunque los comportamientos empresariales basados en la orientación al mercado han sido considerados tradicionalmente como uno de los factores más influyentes en los resultados de las empresas que se dirigen exclusivamente a los mercados domésticos, aún son escasos los estudios que han abordado esta línea de investigación en el ámbito internacional. En todo caso, los trabajos realizados hasta la fecha confirman la existencia de una asociación positiva entre la orientación al mercado de las empresas exportadoras y el resultado alcanzado en los mercados exteriores (Kwon y Hu, 2000; Cadogan, Diamantopoulos y Siguaw, 2002; Cadogan, Sundqvist, Salminen y Puumalainen, 2002; Rose y Shoham, 2002; Cadogan et al. 2003; Barreiro, et al., 2004; Losada, 2005). A pesar de los diferentes enfoques de la orientación al mercado, parece existir cierto consenso entre los investigadores en considerar dos perspectivas en el estudio de la orientación al mercado de las organizaciones: filosófica-cultural y operativa, considerando los trabajos de Kohli y Jaworski (1990) y Narver y Slater (1990) como el cuerpo doctrinal básico de esta línea de investigación, existiendo diversos estudios que han integrado estos dos enfoques de la orientación al mercado (Diamantopoulos y Hart, 1993; Cadogan y Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 ISSN:1135-2523 95 Losada Pérez, F., Navarro García, A., Ruzo Sanmartín, E, Barreiro Fernández, J.M. Diamantopoulos, 1995; Avlonitis y Gounaris, 1997; Álvarez et al., 2000), señalando que estos planteamientos no son excluyentes, sino que pueden considerarse complementarios. En esta dirección, Cadogan et al. (1999, 2001); Cadogan, Diamantopoulos y Siguaw (2002); Cadogan, Sundqvist, Salminen y Puumalainen (2002); Rose y Shoham (2002) y Cadogan, et al. (2003), proponen que la orientación al mercado de las empresas exportadoras debe estar formada por tres dimensiones, siguiendo la propuesta de Kohli y Jaworski (1990): x Generación de la información. Incluye todas las actividades realizadas por las organizaciones para recoger información sobre los clientes, competidores y los cambios que se produzcan en el entorno internacional. x Diseminación de la información. Comprende todas las actividades que implican compartir la información sobre los mercados exteriores entre los diferentes departamentos de la empresa. x Respuesta a la información. Refleja el diseño y la implementación de las respuestas dadas por la organización a la información obtenida y diseminada en el seno de la misma. 6. Relación con los importadores o distribuidores extranjeros El enfoque relacional, establece que el desarrollo de relaciones estables y duraderas entre los integrantes del canal de distribución contribuye de forma positiva al logro de los objetivos globales del canal de distribución y, por tanto, al de sus integrantes. En los mercados internacionales, los intercambios relacionales cobran mayor relevancia que en los mercados domésticos, ya que estos se caracterizan por la existencia de diferencias culturales, políticas, de actitud y comportamiento de los consumidores, etc., entre los países a los que pertenecen las empresas integrantes del canal de distribución (Samiee y Walters, 2003; Bello et al., 2003; Lages et al., 2005). Desde esta perspectiva, el intercambio relacional puede mejorar el resultado exportador reduciendo la incertidumbre en la toma de decisiones, aminorando los comportamientos oportunistas de los miembros del canal de distribución y favoreciendo la aparición de nuevas oportunidades de negocio (Lee y Jang, 1998). Bello et al. (2003) consideran esencial que las empresas exportadoras desarrollen buenas relaciones con sus distribuidores extranjeros por dos motivos: en primer lugar, porque los distribuidores comprometerán mayores recursos de marketing con aquellos fabricantes con los que tienen una relación más estrecha, y en segundo lugar, porque existirá una mayor coordinación en las tareas desarrolladas por ambas partes. En consecuencia, se hacen necesarios unos mecanismos de coordinación que gobiernen las relaciones entre los exportadores y sus distribuidores extranjeros. En este sentido, consideran que las normas relacionales: intercambio de información, flexibilidad y solidaridad, contribuyen a coordinar las relaciones de interdependencia entre los exportadores y sus distribuidores. x 96 La solidaridad o cooperación. Es un instrumento muy valioso de coordinación entre los integrantes del canal de distribución, puesto que contribuye a que las empresas cooperen con los otros socios del intercambio, a pesar de que esta colaboración pueda, ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 . La performance de exportación: revisión teórica y propuesta de um marco ingegrador en determinados momentos o circunstancias, perjudicar sus propios intereses, pues se espera unos resultados superiores a través de ese proceso de colaboración a largo plazo y la garantía de que no ocurrirán comportamientos de carácter oportunista. x El intercambio de información. Supone el compromiso entre los exportadores y sus distribuidores extranjeros de compartir, de forma continua, información esencial para el desarrollo de sus respectivas actividades, facilitando la toma de decisiones y aumentando la confianza entre las partes y permitiendo establecer prioridades, deseos y objetivos (Navarro, 2000). x La flexibilidad. Supone que los integrantes de la relación de intercambio se muestren dispuestos a adaptarse a los requerimientos de la otra parte y a los cambios que se produzcan en el entorno, siendo especialmente relevante en las relaciones internacionales porque las empresas suelen actuar en entornos económicos, políticos y culturales diversos, obligando a realizar ajustes en las relaciones para superar las condiciones cambiantes del entorno (Aulakh et al., 1996). 7. Competencias internacionales de la empresa Aaby y Slater (1989), consideran las competencias empresariales como uno de los factores claves del éxito en los mercados exteriores, definiéndola como el conjunto de capacidades de que dispone una organización para obtener algún tipo de ventaja competitiva en los mercados internacionales. Las competencias internacionales posibilitan que las empresas seleccionen mejor los mercados exteriores, formulen las estrategias de marketing más adecuadas y las pongan en práctica efectivamente, contribuyendo positivamente a la mejora del resultado exportador de la organización (Douglas y Craig, 1989; Cavusgil y Zou, 1994). Desde nuestro punto de vista, consideramos que existen dos factores esenciales que inciden en el desarrollo de las capacidades empresariales en el ámbito internacional. Por un lado, las características objetivas de los directivos, que les puede llevar a tomar decisiones diferentes partiendo de la misma información, y por otra, la propia información poseída de los mercados exteriores. x Características objetivas de los directivos con responsabilidades vinculadas a la actividad exportadora. Aunque son diversos los factores que influyen en el comportamiento exportador de las organizaciones, los directivos de la empresa son el elemento fundamental que guía a la empresa en el inicio, desarrollo, mantenimiento y éxito de la actividad exportadora (Leonidou et al., 1998; O´Cass y Julian, 2003). La actitud de los directivos frente al compromiso exportador puede estar condicionada por características de índole sociocultural: edad, nivel educativo, nivel de conocimiento de lenguas extranjeras, viajes efectuados a países extranjeros..., así como por características psicológicas: flexibilidad, riesgo percibido, percepción de las características de exportación o la tolerancia al riesgo (Hurtado, 2000). x Conocimiento de los mercados exteriores. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 ISSN:1135-2523 97 Losada Pérez, F., Navarro García, A., Ruzo Sanmartín, E, Barreiro Fernández, J.M. Los mercados exteriores representan para las empresas un entorno menos conocido y más incierto que los mercados domésticos, pues los niveles de riesgo que la empresa tiene que afrontar suelen ser mayores. Ello implica que la cantidad, calidad y fiabilidad de la información obtenida es un factor altamente condicionante en la reducción de la incertidumbre inherente a las operaciones internacionales. Además, la adquisición de información sobre los mercados exteriores, permite tener un conocimiento más profundo de los clientes extranjeros y de las estrategias desarrolladas por los competidores internacionales (Kaleka, 2002), facilitando la adaptación de la estrategia de marketing de la empresa a las peculiaridades de estos mercados y la obtención de ventajas competitivas (Morgan et al., 2004) y, por tanto, la consecución de mejores resultados exportadores. 8. Características empresariales Un gran número de investigaciones realizadas sobre los determinantes de la performance de exportación, tienden a considerar a las características empresariales como uno de sus posibles antecedentes. Sin embargo, no existe consenso entre los diferentes estudios realizados sobre cuáles son los aspectos del perfil empresarial que ejercen mayor influencia en los resultados, ni sobre el signo de esta relación. En todo caso, parece necesaria la inclusión de tales factores situacionales en el estudio de los determinantes del resultado exportador (Zou y Stan, 1998). En base a la revisión de la literatura efectuada, consideramos que las principales características de la empresa que se deberían incluir en todo estudio sobre los determinantes de la performance de exportación son: x El tamaño empresarial, considerado como una referencia obligada en cualquier estudio sobre el comportamiento exportador de la empresa (Alonso y Donoso, 1994, 1998). x La edad y la experiencia internacional de la empresa. x La organización de la actividad exportadora. La configuración de una estructura (ej: departamento de exportación) o la asignación de empleados y directivos dedicados exclusivamente a la actividad exportadora, puede incrementar la competitividad de las empresas en los mercados exteriores. x La asignación de un presupuesto específico a la actividad exportadora, puesto que esto denota un mayor compromiso de la organización con los mercados internacionales. x El número de mercados exteriores en los que opera la empresa. 9. Ventajas competitivas derivadas de la actividad exportadora En la medida en que las empresas se internacionalizan, las posibilidades de conseguir ventajas competitivas son mucho mayores, pero la tarea es mucho más compleja y diversa, ya que en el escenario de la internacionalización no sólo dependen de las decisiones de inversión en recursos y capacidades y de la adecuación de estas decisiones al estado evolutivo del correspondiente sector, sino también de las pertinentes dotaciones de factores que cada país ofrece (Guisado, 2003). 98 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 . La performance de exportación: revisión teórica y propuesta de um marco ingegrador En esta dirección, Kaleka (2002) señala que las diferencias existentes entre los mercados extranjeros y domésticos en términos de factores económicos, legales, socioculturales etc., hacen que las empresas pongan en práctica diferentes estrategias en cada uno de esos mercados, lo cual puede conducir a la obtención de diferentes ventajas competitivas en estos dos marcos de actuación. En este sentido, esta autora manifiesta que las ventajas competitivas derivadas de la exportación constituyen la posición que la empresa alcanza en relación a la combinación de los elementos de coste, producto y servicio en un mercado extranjero particular. Como se desprende de los estudios analizados sobre las ventajas competitivas en el ámbito internacional, no existe consenso entre los diversos autores a la hora de establecer cuales son las ventajas competitivas (costes o diferenciación) que ejercen una influencia más positiva en el resultado exportador de las empresas. Sin embargo, en términos generales, se puede considerar que las ventajas competitivas de la empresa contribuyen positivamente en la performance de exportación (Kirpalani y Macintosh, 1980; Moini, 1995; Katsikeas et al., 1996; Piercy et al., 1998; Albaum y Tse, 2001; Zou et al., 2003; Albaum et al., 2003; Morgan et al. 2004; Losada, 2005). 10. El entorno en las operaciones de exportación El éxito exportador de una organización depende del entorno en el que opera. Concretamente, de la capacidad mostrada por la empresa para interpretar efectivamente la influencia de este sobre sus actividades (Cateora y Graham, 2001). En este sentido es preciso tener en cuenta la repercusión de dos niveles de factores externos a la empresa que afectan a su desempeño (Nieto y Llamazares, 2001). En primer lugar, los asociados al entorno nacional. Su conocimiento permite interpretar las capacidades y limitaciones de la propia empresa para afrontar su andadura en los mercados exteriores. Desde esta perspectiva, resulta esencial el análisis de las fuerzas políticas y legales, la estructura competitiva del país y sector, y el clima económico en que se desarrollan las actividades comerciales nacionales. En segundo lugar, los factores externos inherentes a cada mercado extranjero (entorno internacional). Su conocimiento permitirá comprender el ámbito externo en el que la empresa va a desarrollar sus actividades. Por tanto, aunque constituyen un grupo de factores muy diversos y existen pocas investigaciones en las que son analizados, son difíciles de medir y constituyen el grupo de factores que en menor cuantía explican los resultados obtenidos por las empresas en los mercados exteriores (Zou y Stan (1998), creemos conveniente su inclusión como posibles determinantes del resultado exportador o como variables moderadoras o antecedentes del resto de factores considerados como determinantes de la performance de exportación. En este sentido y teniendo en cuenta las investigaciones de Madsen, 1987; Aaby y Slater, 1989; Cavusgil y Zou, 1994; Zou y Stan, 1998; Shoham, 1999; Navarro, 2000; entre otros, se debería analizar el entorno económico, cultural, social, político-legal, así como la intensidad competitiva de los mercados exteriores y la intensidad tecnológica del sector en el que la empresa va a desarrollar sus actividades. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 ISSN:1135-2523 99 Losada Pérez, F., Navarro García, A., Ruzo Sanmartín, E, Barreiro Fernández, J.M. 5. CONCLUSIONES El estudio de los determinantes del éxito exportador de las organizaciones ha sido uno de los temas más analizados por los investigadores en los últimos años. Sin embargo, los intentos por conseguir desarrollar un modelo generalizado que pueda aplicarse a una gran diversidad de empresas y a múltiples países no ha dado los frutos apetecidos por diferentes motivos: la gran diversidad de antecedentes considerados por los investigadores como posibles determinantes del resultado exportador, las grandes diferencias existentes entre las muestras empleadas para su análisis, las diferentes técnicas estadísticas utilizadas para analizar los resultados, la ausencia de una medición sistematizada que refleje el resultado de la actividad exportadora, las características de los sectores industriales analizados, la gran diversidad de países en los que se efectuaron las investigaciones, la tipología de empresas analizadas (pymes o grandes empresas), así como la diferente conceptualización que hacen los investigadores de las variables consideradas como determinantes de la performance de exportación. En este sentido se ha planteado el objetivo de esta investigación, como un nuevo intento de sintetizar la literatura existente sobre los factores que condicionan el resultado obtenido por las organizaciones en el desarrollo de su actividad exportadora. Tomando como punto de partida los principales estudios recopilatorios sobre los factores determinantes del resultado exportador de la organización, y basándonos en un exhaustivo análisis de la literatura internacional existente sobre este tema, consideramos como principales antecedentes de la performance de exportación los siguientes factores: la planificación de las exportaciones, el compromiso de los dirigentes con la exportación, la estrategia de selección de mercados, la estrategia de marketing-mix, la orientación al mercado, las relaciones establecidas con los distribuidores extranjeros, las competencias internacionales de la empresa, las características empresariales, las ventajas competitivas derivadas de la actividad exportadora y, finalmente, las características del entorno en el que opera la empresa. NOTAS 1 El primer estudio recopilatorio sobre los factores determinantes del proceso de internacionalización de las empresas se debe a Bilkey (1978), en el que sugiere la existencia de cuatro grupo de variables: las ventajas diferenciales de la empresa, los objetivos perseguidos por los directivos en los negocios exteriores, las expectativas de los dirigentes sobre los efectos de la exportación en los objetivos de la organización, y el nivel de compromiso de la empresa con el marketing de exportación. 2 Aunque los artículos revisados son del período 1964-1984, sólo un artículo está publicado en 1964, el resto de artículos analizados corresponden al período 1971-1984. 3 La mayoría de los artículos revisados corresponde a la década de los ochenta, solamente un artículo corresponde al año 1967 y cuatro a la década de los setenta. 4 Al igual que Madsen (1987), el primer trabajo incluido en la revisión es el de Tookey (1964). 5 Este problema considerado por Madsen (1987) es común para todas las revisiones analizadas posteriormente. 6 Sin embargo, no se encontró una relación significativa entre la estrategia de expansión internacional, la política de precios, la estructura organizativa de la empresa, el atractivo del mercado doméstico, y el resultado de la actividad exportadora. 7 Aunque se puedan extraer otras conclusiones además de las aquí expuestas, debido a la escasez de los estudios revisados que las corroboran o a la existencia de contradicciones en los mismos, no se han incluido en este análisis. 100 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.85-105 . La performance de exportación: revisión teórica y propuesta de um marco ingegrador 8 Esta clasificación fue establecida por Leonidou et al. (1998), incluye como variables generales-objetivas: la edad, la educación y la experiencia profesional; generales-subjetivas, comprende factores referentes al comportamiento y actitudes de los dirigentes: nivel de tolerancia al riesgo, el carácter innovador de los dirigentes, flexibilidad de la dirección, compromiso con los mercados exteriores, y habilidad y dinamismo de los directivos; específicasobjetivas: nacimiento en el extranjero, conocimiento de idiomas extranjeros, estancia en el extranjero y el número y duración de los viajes al extranjero; específicas-subjetivas, incluyen la percepción que los directivos tienen con respecto al riesgo, los costes, los beneficios, el crecimiento y la complejidad de los mercados exteriores con respecto a los mercados domésticos. 9 Las otras seis medidas son: inversión, satisfacción con la exportación, éxito percibido, crecimiento de la exportación percibido, rentabilidad percibida y cuota de mercado percibida. 10 Hay que tener en cuenta que la relación entre las variables independientes y la performance de exportación depende en algunos casos de cómo fuese medida ésta. 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Universidad de La Laguna RESUMEN Los fabricantes de productos agroalimentarios están reconsiderando sus estructuras y estrategias ante la presión competitiva que soportan, principalmente, de las grandes empresas de distribución. Así, las relaciones interoganizativas aparecen como una alternativa estratégica para acometer las distintas actividades y hacer frente al poder de otras empresas en el mercado. Además, pocas organizaciones disponen de los recursos suficientes para configurar su cadena de valor con absoluta independencia. Este trabajo analiza el comportamiento estratégico de las Industrias Agroalimentarias (IAAs) en Canarias, con relación a la flexibilidad y rigidez de los vínculos interorganizativos que establecen. Para ello se ha realizado un trabajo de campo mediante un cuestionario enviado a los responsables y directivos de las IAAs. El análisis de los resultados revela que la flexibilidad o rigidez de la estrategia de crecimiento externo implantada está relacionada con el tamaño de la IAA y con el número de socios que las integran, pero sólo se manifiesta parcialmente significativa para determinados tipos de socios y actividades de la cadena de valor. PALABRAS CLAVE: Industria agroalimentaria, Estrategias de crecimiento externo Flexibles y Rígidas, Cadena de valor. ABSTRACT Before the competitive pressure that they support, due the biggest power in negotiation of the big distribution companies, the makers of agricultural products are reconsidering their structures and strategies. Thus, the inter-organizational relationships appear like a strategic alternative to attack the different activities and to make in front of the power of other companies in the market. Also, few organizations have the enough resources to configure their value chain with absolute independence. This paper analyzes the strategic behavior of the Agricultural Industries (IAAs) in Canaries, relationed to the flexibility and rigidity of the inter-organizational bonds that settle down. For that, has been carried out a field work by a questionnaire sent to the responsibles and directives of the IAAs. Although the flexibility or rigidity of the implanted strategy be manifest as significant related to the size of the IAA and the number of partners that integrate them, and only partially significant for certain types of partners and activities of the value chain. KEYWORDS: Agricultural industry, Flexible and Rigid Strategies of External Growth, Value Chain. 1. INTRODUCCIÓN La globalización de los mercados actuales, el incremento de la competencia en los mismos, la complejidad y rapidez con que se producen los cambios tecnológicos, hace que cada vez adquiera mayor importancia una actitud estratégica en el desarrollo y en la potenciación de las relaciones entre organizaciones, con el objetivo de mejorar su competitividad y conseguir una mayor adaptación de las mismas a las nuevas necesidades de los mercados. Sanfiel Fumero, M. A., García Pérez, A. M. Además, pocas empresas disponen de los recursos suficientes para configurar su cadena de valor con absoluta independencia, así, la colaboración entre organizaciones aparece como una forma alternativa de organizar la actividad productiva y comercial, y permite dotarlas de recursos y capacidades que de forma individual les sería muy difícil obtener. Como indica Casani (1996), la posición competitiva de una empresa, actualmente, no depende sólo de su capacidad interna sino también del tipo de relaciones que es capaz de establecer con otras empresas y del alcance de dichas relaciones. Por lo tanto, el nuevo marco competitivo se configura entre organizaciones aliadas y no entre organizaciones aisladas o enfrentadas. En los últimos años las relaciones entre fabricantes y distribuidores de productos agroalimentarios han experimentado importantes transformaciones, derivadas, en parte, de los cambios que se han producido en la estructura competitiva de los mercados minoristas, lo que se ha traducido en un incremento del poder de la distribución en las negociaciones con los fabricantes (Lamo de Espinosa, 2003; Cruz, Rebollo y Yagüe, 2003). Así, el conflicto entre estos agentes del canal agroalimentario refuerza la necesidad para los suministradores de alimentos de tratar sus relaciones interorganizativas como cuestiones estratégicas que merecen especial inversión y atención. Por otro lado, en un sector maduro como el alimentario suele ser más fácil introducirse y crecer mediante las diferentes alternativas de relaciones interorganizativas o crecimiento externo, ya que no se altera el tamaño total del sector. Mientras que las estrategias de crecimiento interno son más recomendables en industrias emergentes o en crecimiento. En cualquier caso, la formación y gestión de estas relaciones constituye un reto para los directivos y para la dirección de la empresa. En este sentido, la idea central de este trabajo reside en estudiar el comportamiento estratégico vía crecimiento externo de las Industrias Agroalimentarias (IAAs)2 en Canarias3, con objeto de detectar diferentes tipos de relaciones interorganizativas según su mayor o menor grado de compromiso e implicación estructural, es decir, atendiendo a la flexibilidad o rigidez de los acuerdos llevados a cabo por estas empresas. Así, se pretende determinar características estructurales de estas relaciones como tamaño de la empresa, número y tipos de socios, y actividades de la cadena de valor afectadas por las mismas. Por lo que planteamos como objetivo: “Evaluar las características estructurales de las estrategias de crecimiento externo implantadas por las IAAs en Canarias, según su grado de flexibilidad y rigidez” Los estudios empíricos sobre las relaciones entre empresas han utilizado como principal fuente de información, tanto en el ámbito internacional (Mariti y Smiley, 1983; Porter, Fuller y Rawlison, 1984; Hergert y Morris, 1988), como en el nacional (García Canal, 1992 y 1993; Miranda, 1992; Menguzzato, 1992; Sanchis y Urra, 1994; Valdés y García Canal, 1995, Casani, 1995), datos que provienen de la prensa económica especializada, recogiendo, fundamentalmente, los acuerdos establecidos entre grandes empresas, y especialmente a nivel internacional. Sin embargo, en estos últimos años las investigaciones tienden a centrarse más en el proceso de evolución de las relaciones entre empresas y en aspectos interpersonales de los acuerdos, como la confianza y la dirección. En estos análisis la información proviene directamente de las empresas (García Canal et. al, 108 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 La flexibilidad y rigidez del crecimiento externo de la industria agroalimentaria… 2000; Bayona et. al., 2000; Benavides, 2001; Menguzzato y Dasi, 1999; Rialp, 1999; Telfer, 2001; Adams y Goldsmith, 1999; Rademakers, 2000), y también muchos de ellos están centrados en estudios de casos. En cambio, entre los análisis empíricos realizados en España sobre el sector de IAAs desde un punto de vista estratégico, se encuentran los que recogen información primaria de las empresas, centrados en análisis subsectoriales (Rodríguez-Zúñiga y Sanz,1997; Gil et. al., 1998), y los que acopian datos de procedencia secundaria sobre temas diversos de reestructuración del sector (Fernández Núñez, 2000a; 2000b; Lamo de Espinosa, 2003; Cruz, Rebollo y Yagüe, 2003; Juste y Gómez, 2002; Albisu y Gracia, 2002), pero ninguno se ha centrado, exclusivamente, en el estudio de las relaciones interorganizativas en las IAAs, de ahí la importancia de esta investigación. Para lograr el objetivo planteado hemos estructurado el trabajo en varias partes bien diferenciadas. Primeramente, se desarrolla el marco teórico en el que se apoya este trabajo. En los siguientes apartados se incluyen la metodología, el diseño de la investigación y el análisis de los resultados obtenidos, para finalmente concluir con un resumen y discusión de los mismos. 2. MARCO TEÓRICO La literatura sobre las relaciones entre empresas revela una diversidad de definiciones que ha llevado a calificarla como extensa y fragmentada (Oliver, 1990; García y Medina, 1998; Medina, 2002). En este sentido en el estudio de las estrategias de crecimiento externo entre empresas o relaciones interorganizativas se requiere, en primer lugar, explicar qué se entiende por este tipo de comportamiento entre empresas. Así, analizando las definiciones propuestas por los autores relevantes del campo4, entendemos que el crecimiento externo se produce por la fusión, absorción, adquisición o asociación de una empresa con otra u otras que ya estaban en funcionamiento. De este modo, crece la empresa pero no el sistema económico en el que están inmersas. Pero, este objetivo de crecimiento se consigue también a través de la cooperación, es decir, mediante el establecimiento de acuerdos con otras empresas con mayor grado de flexibilidad y menor grado de implicación estructural que la fusión o participación de empresas. Asimismo, la revisión de la literatura reveló la existencia de una amplia variedad de términos para hacer referencia a este tipo de vínculos implantados por las empresas, por lo que se ha optado, en este trabajo, por la utilización de forma indistinta de los términos Acuerdos entre empresas, Relaciones interorganizativas (RIs), Vínculos interorganizativos, y Estrategias de crecimiento externo, al ser los más utilizados por los investigadores sobre el tema (Ring y Van de Ven, 1992; Auster,1994; Borys y Jemison, 1989). Como señala la tabla 1, hemos distinguido entre aquellas RIs de mayor grado de compromiso e implicación estructural, que hemos definido como estrategias de crecimiento externo Rígidas y que integra la fusión y la participación en otras empresas, y aquellas otras de menor grado de compromiso e implicación estructural que hemos denominado Flexibles y que agrupa los acuerdos entre empresas para crear una empresa conjunta, acuerdos contractuales y acuerdos sin contrato. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 ISSN:1135-2523 109 Sanfiel Fumero, M. A., García Pérez, A. M. TABLA 1 CLASIFICACIÓN DE LAS ESTRATEGIAS DE CRECIMIENTO EXTERNO RÍGIDAS FLEXIBLES Asociaciones o acuerdos con otras empresas Fusión con otra/s empresa/s para crear una empresa conjunta (consorcios, joint-venture) Asociaciones o acuerdos contractuales con Participaciones en otras empresas* (compra otra/s empresa/s u organismo/s (franquicias, de acciones, activos...) licencias, subcontratación) Asociaciones o acuerdos de colaboración sin contrato con otra/s empresa/s u organismo/s Fuente: Elaboración propia. *Incluyen las participaciones en otras empresas con carácter mayoritario y/o minoritario. Por otro lado, la complejidad organizativa que pueden presentar las RIs hace que se deban considerar aquellos enfoques teóricos que planteen un marco adecuado para el estudio y análisis de las mismas, y de este modo, aprovechar las sinergias que se pueden obtener mediante la consideración simultánea de varias perspectivas teóricas (Child y Faulkner, 1998; Smith, Carrol y Ashford, 1995; Borch y Arthur, 1991; Oliver, 1990; Gray, 2000; Medina, 2002). Por lo que, planteamos las teorías de dependencia de recursos y de recursos y capacidades como las que mejor sustentan el problema que queremos investigar. 2.1. La dependencia interorganizativa de la IAA. Toda organización debe atravesar sus límites para adquirir nuevos recursos5 clave, pero cuando esto ocurre la organización se vuelve más vulnerable y dependiente de otras lo que genera mayor incertidumbre en la toma de decisiones. Hodge, Anthony y Gales (1998) establecen que la incertidumbre y las limitaciones de recursos surgen debido a las exigencias o demandas que otras organizaciones o personas del entorno imponen a la organización. Para que exista dependencia de una empresa con respecto a otra, Pfeffer y Salancik (1978) establecen que: x El recurso debe ser importante, es decir la empresa lo necesita para subsistir. x La empresa que controla el recurso lo utiliza con total libertad. x El recurso lo controla un número reducido de empresas. La principal implicación de la teoría de dependencia de recursos es que las variables explicativas claves que motivan la creación de relaciones entre empresas son la 110 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 La flexibilidad y rigidez del crecimiento externo de la industria agroalimentaria… dependencia y la incertidumbre (Pfeffer y Salancik, 1978). La segunda gran premisa de esta teoría, implica que las organizaciones tratan de maximizar su poder, y un mecanismo a través del cual lo hacen es con el establecimiento de vínculos interorganizativos que les permitan obtener los recursos, coordinar la interdependencia y reducir la incertidumbre competitiva. Así, la dependencia actual existente entre las IAAs y la gran distribución surge de la importancia del recurso que poseen estas últimas. La distribución moderna (DM)6 posee los recursos (controla el punto de venta, las condiciones en que se exhiben y venden los productos) que los fabricantes de productos agroalimentarios necesitan para asegurar y garantizar la colocación de sus productos en las mejores condiciones (Planells y Mir, 2002). Además, la DM utiliza y asigna estos recursos con tanta libertad de acción que las industrias de transformación de alimentos se ven totalmente sometidas a las disposiciones y condiciones de las empresas distribuidoras. Este poder de actuación, por parte de la distribución, se ve incrementado al presentar este sector minorista, actualmente, una elevada concentración. Esto hace que una gran proporción de las ventas de los fabricantes se realice a través de un menor número de distribuidores, y por consiguiente, tiende a producirse una mayor dependencia de los fabricantes respecto a sus distribuidores (Méndez y Oubiña, 2003). Aunque, hay que matizar que las Pymes agroindustriales son las que, en mayor medida, soportan esta presión competitiva vertical, debido a la deficiencia de recursos y al menor posicionamiento de sus productos en el mercado. Pero, desde esta perspectiva teórica se concibe a la organización como un participante activo en sus relaciones con el entorno, que toma decisiones para adaptarse al mismo, y en general, emprende acciones para gestionar las relaciones dependientes (Aldrich y Pfeffer, 1976). Aldrich (1979) y Freeman (1982) han sugerido que estas posibilidades de modificar el entorno con el fin de controlar la dependencia externa es una capacidad que poseen, principalmente, las grandes organizaciones. Aunque las organizaciones más pequeñas, a través de procesos de vinculación, también pueden obtener un control importante sobre sus entornos. Así, este trabajo se apoya en este enfoque de dependencia de recursos para justificar la necesidad de las IAAs en Canarias de desarrollar Estrategias de Crecimiento Externo con objeto de mejorar la interdependencia e incertidumbre competitiva que soportan, principalmente, de la DM. 2.2. Recursos y capacidades de la IAA El beneficio de una empresa es consecuencia tanto de las características competitivas del entorno, como de la combinación de los recursos de que dispone. Barney, (1991); Conner, (1991); Grant, (1991); Peteraf, (1993) señalan que la unidad básica de análisis para intentar descifrar las superiores rentabilidades de algunas entidades se Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 ISSN:1135-2523 111 Sanfiel Fumero, M. A., García Pérez, A. M. encuentra, principalmente, en la propia empresa y no sólo en el sector industrial en donde ésta se ubica. Además, la evidencia empírica refleja la existencia de una importante dispersión de resultados dentro de los sectores industriales que cuestiona la importancia concedida al sector como único factor explicativo de la rentabilidad empresarial (Fernández Sánchez; Montes y Vázquez, 1997). Desde este enfoque teórico, la principal tarea de la dirección consiste en identificar “ex –ante” aquél conjunto de recursos y capacidades cuyo desarrollo pueda permitir alcanzar ventajas competitivas sostenibles, que generen rentas apropiables por la empresa (Grant, 1991). Así, los recursos que están teniendo cada vez más importancia para la empresa como sustento de su ventaja competitiva son los intangibles, ya que sus características específicas, como el estar basados en la información y el conocimiento, hacen difícil su identificación y cuantificación (Navas y Ortiz de Urbina, 2002). Factores como la imagen de la empresa, el conocimiento tecnológico, el capital humano o la marca son variables con un peso cada vez mayor en la explicación del éxito empresarial. En este sentido, estudios precedentes (Cruz et. al. 1999; Rodríguez-Zúñiga y Sanz 1997; Gil, Iraizoz, Rapún y Sánchez 1998) manifiestan que los fabricantes agroalimentarios consideran que una marca de alto valor, el prestigio, la reputación o imagen corporativa, la red de relaciones con los agentes del entorno o la cartera de clientes, son uno de los activos más importantes para la empresa. Esto es un indicativo claro de que en estos mercados las empresas consideran que sostener una ventaja en diferenciación es fundamental para sobrevivir y que puede ser superior a la eficiencia en costes para hacer frente a sus principales amenazas. Esta apreciación, como señalan Telfer (2001) y García y Briz (2000), es consistente con la importancia relativa otorgada a otras capacidades, como la capacidad de innovación y de adaptación al cambio, ambas vitales para conseguir este tipo de ventajas competitivas. Aunque, estos recursos los poseen principalmente las industrias grandes, en cambio, las Pymes presentan deficiencias en estos aspectos. La vinculación interorganizativa ofrece beneficios potenciales para todo tipo de empresa, aunque como señalan Escribá, Menguzzato y Sánchez (2003) son las grandes empresas las que tienen una mayor propensión a establecerlos, dado que tienen más capacidad para gestionarlos. Sin embargo, para las Pymes la constitución de estos vínculos se presenta como una alternativa que les permite solventar las deficiencias que tienen en recursos y capacidades, y les ayuda a alcanzar la dimensión necesaria, compartiendo el riesgo de la operación (Edwards y Buckley, 1998). Además, la ejecución de actividades conjuntas con otras empresas puede generar unas capacidades derivadas de la relación que se establece entre las partes y de los efectos sinérgicos que originan estos acuerdos. Grant (1996), Johnson y Scholes (2000), Hitt, Ireland y Hoskisson (1999) y Hax y Majluf (1997), proponen la cadena de valor (Porter 1985) como instrumento para examinar de manera sistemática las formas que tiene una empresa para lograr una ventaja competitiva sostenible, siendo necesario desagregar el negocio en aquellas tareas que añaden valor. El análisis de estas actividades de la cadena de valor permitirá identificar los factores críticos de éxito que las IAAs consideran fundamentales para competir y que desarrollan con otras empresas a través del establecimiento de vínculos interorganizativos. 112 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 La flexibilidad y rigidez del crecimiento externo de la industria agroalimentaria… De este modo, este trabajo se apoya en el enfoque basado en los recursos para explicar que el comportamiento estratégico de las IAAs canarias orientado hacia la realización de Estrategias de Crecimiento Externo puede estar motivado por la obtención de los recursos y capacidades que necesitan y al mismo tiempo, desarrollar unas habilidades cooperativas que puedan ser fuente de ventajas competitivas. 3. METODOLOGÍA Y DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN. 3.1. Objetivo e hipótesis Un aspecto importante en el comportamiento estratégico de las IAAs en estos últimos años, es el estudio de su crecimiento externo. De este modo, en un entorno insular como Canarias se quiere evaluar y analizar, con relación a la flexibilidad y rigidez de la estrategia de crecimiento externo implantada (Tabla 1), qué tipo de empresas son las más proclives a este tipo de comportamiento, el número de agentes cooperantes, las características distintivas de los mismos, así como qué puntos de sus cadenas de valor se encuentran “afectados” por estas operaciones. Para ello, planteamos el siguiente objetivo: “Evaluar las características estructurales de las estrategias de crecimiento externo implantadas por las IAAs en Canarias, según su grado de flexibilidad y rigidez” La dimensión de una empresa es una variable causal importante para explicar el comportamiento estratégico y el desempeño de la empresa (Camisón, 1997). El carácter dual que caracteriza al sector alimentario presenta diferencias de comportamientos en el mercado al coexistir grandes empresas que acaparan gran parte de la producción sectorial y de cuota de mercado, y Pymes cuya producción se orienta, fundamentalmente, hacia mercados locales (Casani, 1995; Fernández Núñez, 2000a). Así, la realidad del sector de IAAs pone de relieve que son, principalmente, las grandes empresas las que han desarrollado cambios en sus estructuras y estrategias, encaminadas a la obtención de un crecimiento y de un poder en el mercado que les permita fortalecerse y enfrentarse mejor a las amenazas del entorno actual (Casani, 1995). De este modo, el comportamiento seguido por las grandes IAAs, fundamentalmente, ha transcurrido por la vía del crecimiento externo rígido, a través de fusiones y participaciones en otras empresas, con el fin de incrementar su cuota de mercado y adquirir con relativa rapidez recursos que mejoren su posición competitiva, de cara, principalmente, a sus competidores (Fernández Núñez, 2000b; Lamo de Espinosa, 2003). En cambio, la tendencia al crecimiento externo por parte de las Pymes agroalimentarias parece más difuso, debido, principalmente, al carácter familiar e individualista de su gestión (Fernández Sánchez, Montes y Vázquez, 1996). Así, estas Pymes suelen optar por estrategias de crecimiento externo con menor grado de implicación estructural, como la cooperación o colaboración entre empresas, integradas en este trabajo en el grupo de estrategias flexibles. De este modo, se quiere verificar en el sector de IAAs en Canarias la siguiente hipótesis: Hipótesis 1: El tamaño de las IAAs está relacionado con la flexibilidad o rigidez de la estrategia de crecimiento externo implantada. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 ISSN:1135-2523 113 Sanfiel Fumero, M. A., García Pérez, A. M. A) Características de los socios cooperantes. Además, se plantea que si efectivamente las grandes IAAs han desarrollado su crecimiento, principalmente, a través de RIs rígidas (fusión y/o participaciones en otras empresas), se espera que el número de socios implicados en la vinculación interorganizativa no sea muy elevado; y por lo tanto, la mayoría de las industrias grandes que se asocien, lo hagan con otra empresa por la mayor complejidad en su creación y disolución (GarcíaOchoa y Mayor, 2002). En cambio, las Pymes agroalimentarias, se espera que se agrupen con varias organizaciones, ya que como establecen Becattini (1979) y Camagni (1991) la flexibilidad de los acuerdos que establecen se caracterizan por integrar a un número mayor de participantes. Por otro lado, las estrategias de crecimiento externo rígidas suelen establecerse con organizaciones pertenecientes a la misma rama de actividad, es decir, con empresas competidoras con el objeto de obtener la cuota de mercado necesaria para rentabilizar sus producciones y mejorar su posición en el mercado (Rodríguez-Zúñiga y Sanz, 1994). En cambio, las organizaciones que han desarrollado RIs flexibles lo han hecho para subsanar, principalmente, las debilidades que poseen en sentido vertical y se asocian tanto con agentes distribuidores (Méndez, Oubiña y Rozano, 2000), como con organizaciones que no se encuentran en el grupo de competidores horizontales ni verticales (organismos públicos o empresas complementarias), lo que les permite a las IAAs acceder a servicios y recursos que no controlan. Por esto, se quiere verificar en las IAAs canarias las siguientes hipótesis: Hipótesis 2.: La flexibilidad o rigidez de las estrategias de crecimiento externo llevadas a cabo por las IAAs, está relacionado con el número de socios. Hipótesis 3.: La flexibilidad o rigidez de las estrategias de crecimiento externo llevadas a cabo por las IAAs, está relacionado con la elección del tipo de socio que integran estos acuerdos. B) Actividades de la cadena de valor integradas en las estrategias de crecimiento externo. Lo anterior hace suponer, que las grandes IAAs se unirán para llevar a cabo actividades de producción o publicidad y promoción, es decir, aquellas actividades primarias que inciden directamente en la mejora de la competencia horizontal y para ello utilizarán, como se ha apuntado anteriormente, vínculos rígidos. Por el contrario, las Pymes agroalimentarias se vincularían de forma flexible con otras organizaciones para acometer actividades primarias de logística y distribución, por lo que se aprecia que pretenden mejorar, principalmente, su posición vertical. Aunque también es probable que actividades de apoyo, como I+D y el desarrollo tecnológico sean acometidas por Pymes agroalimentarias, debido a la carencia que tienen de estas capacidades. Esto no quiere decir, que las grandes IAAs no se preocupen de su relación con la distribución y que las Pymes alimentarias no tengan presión competitiva. Es más, detrás de esa intensa competencia horizontal por parte de las grandes hay una repercusión vertical y, de la misma forma, tras esa mejora en la rivalidad vertical de las Pymes hay un rebote horizontal. Por lo tanto, según lo expuesto nos proponemos verificar la siguiente hipótesis: 114 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 La flexibilidad y rigidez del crecimiento externo de la industria agroalimentaria… Hipótesis 4.: La flexibilidad o rigidez de las estrategias de crecimiento externo implantadas por las IAAs, está relacionada con las actividades de la cadena de valor que se van a desarrollar conjuntamente con otras empresas. 3.2. Ámbito de actuación y tratamiento de la información. Para lograr el objetivo que se ha planteado en el presente trabajo, se ha llevado a cabo un estudio empírico cuyos aspectos metodológicos se recogen de forma resumida en la ficha técnica que aparece en la Tabla 2. El soporte para obtener la información ha sido un cuestionario estructurado y autoadministrado, enviado a directivos y responsables de las IAAs. Se ha contrastado la aptitud del mismo con anterioridad a la realización del trabajo de campo mediante la realización de un pretest. En la identificación del universo poblacional se tuvieron que solventar muchas dificultades, ya que no se disponía de un censo homogéneo de IAAs en Canarias, por lo que se tuvo que elaborar una base de datos propia, lo que supuso un trabajo considerable de esfuerzo y tiempo. Disponiendo finalmente de una población de 1418 empresas distribuidas en las dos provincias canarias de la siguiente forma: 614 en Las Palmas y 804 en Santa Cruz de Tenerife. TABLA 2 FICHA TÉCNICA DEL PROCESO METODOLÓGICO PROCESO METODOLÓGICO TIPO DE PREGUNTAS UNIVERSO AMBITO FORMA DE CONTACTO NÚMERO DE CONTACTOS MÉTODO DE MUESTREO MUESTRA DEFINIDA FECHA DE PRUEBA PILOTO FECHA DE TRABAJO DE CAMPO CONTROL DEL TRABAJO DE CAMPO TRATAMIENTO DE LA INFORMACIÓN Encuestas a través de cuestionarios estructurados y autoadministrados Cerradas y semiabiertas de tipo múltiples y de respuesta única, y de control o filtro 1418 Industrias agroalimentarias Canarias Fax, e-mail, teléfono, correo o personal 537 de los que resultaron positivos 236 Muestreo estratificado por provincias con afijación proporcional, con selección de cada estrato en muestreo aleatorio simple. 201 Junio 2001 Septiembre 2001 – Enero 2002 Se supervisó más del 25% de las encuestas enviadas, por contacto telefónico Informático a través del paquete estadístico SPSS (versión 12.0) Fuente: Elaboración propia. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 ISSN:1135-2523 115 Sanfiel Fumero, M. A., García Pérez, A. M. Asimismo, dada la dificultad que entrañaba acceder a todo el universo poblacional se decidió calcular y trabajar con una muestra para asegurarnos un mínimo de respuestas que nos permitiera efectuar con rigor el análisis estadístico posterior, y que determinamos en 201 empresas7, mediante un muestreo estratificado por provincias con afijación proporcional, con selección de cada estrato en muestreo aleatorio simple. Por otra parte, el envío de las encuestas se pretendía realizar a través de fax; aunque, al comprobar el elevado número de empresas de pequeña dimensión que no disponían de este sistema de comunicación, nos vimos obligados a enviar un gran número de cuestionarios por correo postal o entregarlos personalmente. Una vez recibida la información de las 201 IAAs de la muestra se codificó y procesó la misma, utilizando para ello el programa informático SPSS en su versión 12.0, con el fin de obtener los resultados y conclusiones de este trabajo. Para conocer el perfil demográfico de las empresas se ha llevado a cabo un análisis descriptivo univariante, a través de medidas de tendencia central y de dispersión. También, dada la naturaleza de la mayoría de los ítems (variables de tipo no numéricas), se ha realizado un análisis descriptivo cualitativo utilizando tablas de contingencia, y se midió la relación existente entre las escalas de dos variables mediante el estadístico de la Chi –cuadrado (X²). Una vez definida las características de la muestra a analizar, y antes de que se procediera a contrastar las hipótesis establecidas, se analizaron los niveles de fiabilidad y validez de las escalas de medición utilizadas (Anexo 2). Así, la fiabilidad fue evaluada mediante el coeficiente alfa de Cronbach, situándose en niveles adecuados para la investigación aplicada. Por otra parte, la contrastación de la validez se llevó a cabo desde diferentes enfoques al no existir un estadístico que proporcione un índice general. De esta forma, la validez del instrumento de medición fue demostrada con la utilización de la validez de contenido por medio del conocimiento de la literatura previa. También quedó demostrada mediante la validez de construcción o concepto, siendo necesario para ello conocer el grado de convergencia de los componentes del constructo. Así, al establecer la validez convergente de las escalas analizadas, sus coeficientes de correlación presentaron resultados positivos y significativos. 4. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS A) Tipos de estrategias de crecimiento externo implantadas por las IAAs, según tamaño8. Atendiendo a la clasificación realizada de estrategias de crecimiento externo (Tabla 1), se han detectado tres grupos de comportamientos distintos, el primero está integrado por las IAAs que solamente han llevado a cabo una o varias RIs flexibles, el 116 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 La flexibilidad y rigidez del crecimiento externo de la industria agroalimentaria… segundo recoge aquellas industrias que sólo han realizado acuerdos integrados en el grupo de rígidos y por último, empresas que han realizado estrategias rígidas y flexibles, y que hemos denominado ambas. Así, en términos generales, se observa en la Tabla 3 que sólo 53 IAAs de las 201 de la muestra han realizado operaciones de crecimiento externo. Esta poca vinculación de las empresas canarias en este sector contrasta con el comportamiento de las IAAs españolas y, principalmente, con las continentales9 protagonistas en estos últimos años de amplios procesos de reestructuración y concentración por la vía del crecimiento externo como respuesta estratégica ante la presión competitiva que soportan, principalmente de la DM, y por la internacionalización de sus actividades (Fernández Núñez, 2000a; 2000b). Analizando el tipo de vínculo interorganizativo llevado a cabo por estas 53 empresas, se observa en la Tabla 3 que 31 industrias han realizado únicamente acuerdos flexibles, lo que significa un 58,5% del total, tres empresas han establecido solamente acuerdos rígidos (5,7%) y 19 empresas han desarrollado ambos tipos de vinculación, lo que supone un 35,8% del total de IAAs que han implantado estrategias de crecimiento externo. De esta forma, podemos decir que del total de IAAs que han respondido afirmativamente a esta cuestión, la mayoría ha preferido vincularse de forma flexible, seguida de aquéllas que han realizado estrategias del tipo ambas. Por otro lado, si analizamos por tamaño empresarial, se corrobora parte de lo establecido en el planteamiento teórico, ya que del total de Pymes agroalimentarias que han establecido estrategias de crecimiento externo, la mayor proporción se concentra en las RIs flexibles (69,7%). En cambio, las IAAs de mayor dimensión destacan en el grupo de ambas, es decir, que en mayor medida han combinado un crecimiento externo flexible y rígido (50% del total de grandes que han realizado RIs). Asimismo, al analizar el nivel de significación entre las variables “tamaño de las IAAs” y los “tipos de vínculos interorganizativos” mediante el estadístico de la Chi – cuadrado, se desprende que existe relación entre las mismas. Por lo tanto, el tipo de vínculo inteorganizativo establecido está relacionado con el tamaño de la empresa que la establece. De este modo, se verifica la hipótesis 1, pero no totalmente en el sentido que habíamos planteado en el desarrollo teórico, ya que, si bien las Pymes han realizado, principalmente, RIs del tipo flexible, las IAAs grandes han preferido combinar vínculos flexibles y rígidos. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 ISSN:1135-2523 117 Sanfiel Fumero, M. A., García Pérez, A. M. TABLA 3 NÚMERO Y TIPOS DE ESTRATEGIAS DE CRECIMIENTO EXTERNO REALIZADAS POR LAS INDUSTRIAS AGROALIMENTARIAS, SEGÚN TAMAÑO % s/ % s/ TOTAL de % total total IAAs que s/ total de Pymes que grandes que han IAAs que han han desarrollado han Nº desarrollado Nº desarrollado estrategias desarrollado TIPOS DE PYMES estrategias GRANDES estrategias de crec. estrategias ACUERDOS de de externo, de crec. crecimiento crecimiento según tipo externo externo externo de vínculo 23 69,7 8 40 31 58,5 FLEXIBLES 1 3 2 10 3 5,7 RÍGIDAS 9 27,3 10 50 19 35,8 AMBAS TOTAL de IAAs que han realizado 33 100 20 100 53 100 estrategias de crecimiento externo, según tamaño Fuente: Elaboración propia. Total IAAs de la muestra: Pymes: 169; Grandes: 32. X² = 0,093; Nivel de confianza: 10% En la Tabla 4 se presenta un resumen del comportamiento estratégico realizado por las IAAs que han establecido algún tipo de vinculación interorganizativa (53 empresas), atendiendo al tamaño empresarial. De este modo, se pone de manifiesto que cuando integramos las IAAs que han implantado estrategias del tipo ambas en los grupos de IAAs que han establecido sólo del tipo rígido o flexible, la estrategia predominante implantada por estas industrias es del tipo flexible. En dicha Tabla, además, se aprecia que el tipo de vínculo flexible que mayoritariamente acometen las Pymes es el acuerdo de colaboración sin contrato, y el tipo de relación rígida más utilizada por estas organizaciones es la participación en otras empresas; resultado que se repite también en las grandes IAAs, aunque en las vinculaciones flexibles que establecen no destaca ninguna modalidad de forma clara. Esto nos permite concluir que, salvo en el último caso, la estrategia más utilizada tanto en el grupo flexible como en el rígido es la que menor implicación estructural exige. 118 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 La flexibilidad y rigidez del crecimiento externo de la industria agroalimentaria… TABLA 4 CARACTERÍSTICAS DE LAS ESTRATEGIAS DE CRECIMIENTO EXTERNO REALIZADAS POR LAS INDUSTRIAS AGROALIMENTARIAS, SEGÚN TAMAÑO Tamaño Tipo de Estrategia más frecuente Tipo de Estrategia (+Ambas)*más frecuente Composición Flexibles más utilizada Composición Rígidas más utilizada PYMES Flexibles Flexibles Acuerdos de colaboración sin contrato Participaciones en otras empresas GRANDES Ambas Flexibles Varios tipos Participaciones en otras empresas Fuente: Elaboración propia. *Ambas: recoge a las IAAs que han desarrollado estrategias de crecimiento flexible y rígida. En este caso se ha integrado al grupo que han establecido sólo flexibles y rígidas, el grupo de ambas. B) Número de socios u organizaciones que integran las estrategias de crecimiento externo implantadas, según su flexibilidad y rigidez En cuanto al tipo de estrategia de crecimiento externo implantada y el número de socios integrantes en las RIs, en la Tabla 5 se refleja que del total de IAAs que solamente han desarrollado estrategias flexibles (31 empresas), la mayor proporción integra en los acuerdos a dos socios (58,1%). En cambio, aquellas que han establecido únicamente estrategias rígidas (sólo tres empresas), presentan un mayor porcentaje la alternativa de más de dos socios (66,6%). Asimismo, para el caso de las industrias que han realizado ambos tipos de estrategias de crecimiento externo, se observa que la mayor proporción relativa integra a más de dos socios (89,5%). Por otro lado, el resultado obtenido por el estadístico de la Chi – cuadrado es significativo, por lo que el “tipo de estrategia de crecimiento externo adoptada” por las IAAs está relacionada con el “número de socios” que la integran y, por tanto, se verifica la hipótesis 2. Aunque, los resultados se manifiestan en sentido contrario al establecido en el desarrollo teórico al integrar las estrategias flexibles, en mayor medida, a dos socios y las rígidas a más de dos socios. Esto puede tener su explicación en que las Pymes agroalimentarias, que son las que han establecido mayoritariamente vínculos flexibles, presentan una mayor cautela para acometer estas RIs, debido probablemente al individualismo que caracteriza la gestión de estas empresas. Mientras que en el caso de las rígidas, al tratarse de participaciones en otras empresas se entiende que integre a un mayor número de socios. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 ISSN:1135-2523 119 Sanfiel Fumero, M. A., García Pérez, A. M. TABLA 5 18 1 Dos socios Más de dos 13 41,9 2 66,6 socios TOTAL IAAs que han realizado 31 100 3 100 estrategias de crec. Externo, según tipo Fuente: Elaboración propia. F= ,004. Nivel de confianza 10% % s/total de IAAs que han realizado estrategias de crec. externo Ambas TOTAL IAAs % s/total de IAAs que han realizado estrategias de crec. externo Rígidas 33,3 AMBAS % s/total de IAAs que han realizado estrategias de crec. externo Flexibles 58,1 RÍGIDAS FLEXIBLES NÚMERO DE SOCIOS U ORGANIZACIONES QUE INTEGRAN LAS ESTRATEGIAS DE CRECIMIENTO EXTERNO IMPLANTADAS POR LAS IAAs, SEGÚN SU FLEXIBILIDAD Y RIGIDEZ % s/ total 2 10,5 21 39,6 17 89,5 32 60,4 19 100 53 100 C) Tipos de socios que integran las estrategias de crecimiento externo implantadas, según su flexibilidad y rigidez. En lo que respecta al tipo de estrategia de crecimiento externo implantada y los tipos de socios con quienes realizan los acuerdos las IAAs, se observa en la Tabla 6 que, en términos globales, la mayor proporción de estas empresas han establecido estrategias de crecimiento externo con competidores, es decir, con empresas pertenecientes al mismo sector de actividad que las empresas analizadas, representado por 26 organizaciones del total de IAAs que han desarrollado RIs (53 IAAs). Le siguen en orden de importancia, las industrias que han llevado a cabo estos acuerdos con empresas complementarias y con otras empresas, constituyendo 18 y 15 IAAs, respectivamente. Aunque, si atendemos a la modalidad de estrategia de crecimiento externo implantada se observa que, en las IAAs que han realizado acuerdos con empresas competidoras, predomina la modalidad de ambas (61,5% del total de IAAs que han realizado acuerdos con estos socios). Igualmente, cuando estas organizaciones establecen sus vínculos con empresas complementarias y otras empresas, el tipo de acuerdo que en mayor medida adoptan es el de ambas. Por lo que, con estos socios las IAAs suelen combinar el tipo rígido y flexible en sus RIs. En cambio, con proveedores, clientes y organismos públicos las IAAs preferentemente adoptan la modalidad de flexible. Esto corrobora parte de lo planteado en el desarrollo teórico al establecer estas empresas acuerdos flexibles, en mayor medida, con agentes verticales de la cadena agroalimentaria y con organizaciones que no se encuentran en el grupo de competidores horizontales ni verticales, con el fin de acceder a servicios y recursos que no controlan. 120 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 La flexibilidad y rigidez del crecimiento externo de la industria agroalimentaria… TABLA 6 % s/total de IAAs que han realizado acuerdos con estos agentes Total IAAs % s/total de IAAs que han realizado acuerdos con estos agentes AMBAS % s/total de IAAs que han realizado acuerdos con estos agentes RÍGIDAS Tipos de socios FLEXIBLES TIPOS DE SOCIOS QUE INTEGRAN LAS ESTRATEGIAS DE CRECIMIENTO EXTERNO IMPLANTADAS POR LAS IAAs, SEGÚN SU FLEXIBILIDAD Y RIGIDEZ % s/ total F 7 53,8 6 46,1 13 100 ,461 Proveedores 7 53,8 6 46,1 13 100 ,461 Clientes 9 34,6 1 3,8 16 61,5 26 100 ,001 Competidores 7 38,8 2 11,1 9 50 18 100 ,093 Complementarias 7 58,3 5 41,6 12 100 ,599 Organismos Públicos 5 33,3 1 6,6 9 60 15 100 ,058 Otras empresas Fuente: Elaboración propia. Los resultados obtenidos corresponden a respuestas múltiples, es decir, que una misma IAA ha podido realizar acuerdos con más de un tipo de socio. Nivel de confianza de la Chi – cuadrado: 10% Por otro lado, con respecto a los resultados suministrados por el estadístico de la Chi – cuadrado, se desprende que existe relación entre las variables, “tipo de socio” y “modalidad de la estrategia adoptada”, sólo cuando el socio son empresas competidoras, complementarias y otras empresas, combinando con estos socios, en mayor medida, estrategias del tipo rígido y flexible en vez de vínculos de un solo tipo como habíamos establecido en el planteamiento teórico. Por lo tanto, se verifica la hipótesis 3, sólo parcialmente. D) Actividades de la cadena de valor “afectadas” por las estrategias de crecimiento externo implantadas, según su flexibilidad o rigidez. La construcción de la cadena de valor se lleva a cabo mediante la identificación de las actividades básicas de la empresa (Porter, 1987), las cuales, a su vez, pueden ser clasificadas en actividades primarias (aprovisionamiento, producción, publicidad y promoción, distribución y ventas, servicios logísticos) y de apoyo (tecnología, I+D, recursos humanos, y otras actividades de apoyo). En términos generales, como se observa en la Tabla 7, las actividades de la cadena de valor más afectadas por las RIs son las denominadas primarias. Así, en primer lugar, sobresalen las IAAs que han establecido acuerdos para desarrollar actividades de distribución y ventas, lo que supone 34 IAAs del total que han establecido estrategias de crecimiento externo (53 IAAs). De este modo, se pone de manifiesto la importancia que tiene, actualmente, esta actividad para la IAA en general, adquiriendo una mayor relevancia en aquéllas que actúan en un entorno insular como Canarias. Le siguen en proporción las empresas que han realizado vínculos interorganizativos para desempeñar operaciones de Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 ISSN:1135-2523 121 Sanfiel Fumero, M. A., García Pérez, A. M. aprovisionamiento (25 IAAs) y publicidad y promoción (22 IAAs). Asimismo, la realización de vínculos interorganizativos para el desempeño de actividades de aprovisionamiento de materias primas, ponen en evidencia la importante dependencia que tienen las IAAs canarias de inputs externos. Con respecto a la modalidad de estrategia de crecimiento externo que, en mayor medida, adoptan las IAAs para realizar estas actividades primarias, se observa que en las operaciones de distribución y ventas y de servicios logísticos predomina el tipo flexible (52,9% y 52,6%, respectivamente, de las 53 IAAs que han realizado acuerdos con otras empresas para el desempeño de estas actividades). En cambio, para las actividades de aprovisionamiento y producción la mayor proporción relativa se manifiesta en la modalidad de ambas (56% y 61,1%, respectivamente), presentando las operaciones de publicidad y promoción el mismo porcentaje de IAAs en las modalidades de flexibles y ambas (50% de las 53 IAAs que han realizado estrategias de crecimiento externo, respectivamente, para el desarrollo de esta actividad publicitaria). De esta forma, sólo se cumple con lo establecido en el desarrollo teórico lo concerniente a la modalidad de flexibles al establecerse estos vínculos, en mayor medida, para desempeñar actividades de logística y de distribución. TABLA 7 % s/ total de de IAAs que han realizado acuerdos para estas actividades TOTAL de IAAs que han realizado acuerdos, según actividad % s/ total % s/ total de IAAs que han realizado acuerdos para estas actividades AMBAS % s/ total de IAAs que han realizado acuerdos para estas actividades RIGIDAS ACTIVIDADES DE LA CADENA DE VALOR FLEXIBLES ACTIVIDADES DE LA CADENA DE VALOR QUE REALIZAN LAS IAAs, CON SUS SOCIOS, SEGÚN LA FLEXIBLIDAD Y RIGIDEZ DE LA ESTRATEGIA DE CRECIMIENTO EXTERNO IMPLANTADA F 7 50 7 50 14 100 ,305 Tecnológicas 3 25 9 75 12 100 ,005 I+D Otras actividades 4 57,1 1 14,3 2 28,6 7 100 ,656 de apoyo 40 1 4 14 56 25 100 ,020 Aprovisionamien 10 6 33,3 1 5,5 11 61,1 18 100 ,015 Producción Publicidad 11 50 11 50 22 100 ,096 y promoción Distribución 18 52,9 2 5,9 14 41,2 34 100 ,533 y ventas Servicios 10 52,6 9 47,4 19 100 ,229 logísticos Fuente: Elaboración propia. Los resultados obtenidos corresponden a respuestas múltiples, es decir, que una misma IAA puede haber realizado las estrategias de crecimiento externo para llevar a cabo varias actividades de la cadena de valor. Nivel de confianza de la Chi – cuadrado: 10% 122 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 La flexibilidad y rigidez del crecimiento externo de la industria agroalimentaria… En cuanto a las actividades de apoyo, se realiza un mayor nivel de acuerdos para el desarrollo de actividades tecnológicas, seguidas de las operaciones de I+D, representado por 14 y 12 IAAs respectivamente, de las 53 empresas que han establecido estrategias de crecimiento externo. Así, el tipo de estrategia de crecimiento interno adoptada, predominantemente, por estas empresas para desarrollar estas operaciones es la de ambas para investigación y desarrollo, y de flexibles y ambas para las tecnológicas. En cambio, para el desarrollo de otras actividades de apoyo predomina la modalidad de flexibles. Sin embargo, los resultados obtenidos por el coeficiente de la Chi-cuadrado, reflejan que solamente existe relación entre las variables, “actividades de la cadena de valor” y “tipo de estrategia de crecimiento externo implantada”, para el caso en el que realicen conjuntamente actividades de investigación y desarrollo, de aprovisionamiento de materias primas, de producción y de publicidad - promoción. Por lo tanto, estos resultados sólo permiten verificar parcialmente la hipótesis 4. Aunque, los mismos no se manifiestan en la dirección apuntada en el planteamiento teórico, al ser predominantemente las IAAs que han implantado estrategias del tipo ambas las que desarrollan estas operaciones. 5. RESUMEN DE LOS RESULTADOS Y DISCUSIÓN Desde una perspectiva empresarial, la aportación de nuestro trabajo se centra en ofrecer una descripción de los cambios que se están produciendo en el comportamiento de las empresas industriales de productos agroalimentarios en Canarias, sirviéndonos de los comportamientos y planteamientos de la IAA en general. De este modo, atendiendo a las características particulares y específicas que presenta este entorno insular y que influyen, de una manera directa, en el comportamiento de las empresas asentadas en este territorio, se pone de manifiesto que son pocas las IAAs canarias que están realizando operaciones de crecimiento externo, actuando todavía un gran número de ellas de forma independiente. Atendiendo a las estrategias de crecimiento externo implantadas por las IAAs, según la clasificación establecida (Tabla 1), se evidencia que existe relación entre el tamaño de la IAA y el tipo de estrategia de crecimiento externo desarrollada. Así, las Pymes agroalimentarias, tal y como se planteó en el desarrollo teórico, han implantado en mayor proporción estrategias de tipo flexible, concretamente sobresalen en los acuerdos de colaboración sin contrato, es decir, la modalidad de este grupo que presenta el mayor grado de flexibilidad. En cambio, las IAAs grandes han realizado estrategias del tipo ambas, es decir, que en su crecimiento externo han combinado el establecimiento de RIs rígidas y flexibles, destacando en las rígidas la participación en otras empresas por encima de la fusión, que se manifiesta como el acuerdo rígido que menos han desarrollado estas empresas. Aunque, si integramos el grupo de IAAs que han implantado estrategias del tipo ambas, en los dos tipos de estrategias considerados, predomina la modalidad de flexibles. Con relación al número de socios que incorporan estas operaciones de crecimiento externo, los resultados revelan que, efectivamente, la flexibilidad o rigidez de la estrategia implantada está relacionada con el número de socios que integran estos acuerdos, pero no en el sentido apuntado en el planteamiento teórico. Así, las IAAs que han desarrollado estrategias de tipo flexible integran, principalmente, a dos socios y las de tipo rígido a más de dos. Esto puede ser debido a que las Pymes agroalimentarias que, en mayor medida, han Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 ISSN:1135-2523 123 Sanfiel Fumero, M. A., García Pérez, A. M. realizado vínculos de tipo flexible, sean cautelosas a la hora de establecer acuerdos con otras empresas debido a su carácter familiar e individualista. En cambio, las estrategias rígidas que más han acometido las IAAs son las participaciones en el capital de otras empresas y no fusiones, lo que justifica que los acuerdos integren a más de dos socios. En cuanto al tipo de socio que predomina en el establecimiento de las estrategias de crecimiento externo, los resultados obtenidos ponen de manifiesto que la flexibilidad o rigidez de las estrategias de crecimiento externo está relacionado con la elección del tipo de socio, pero sólo cuando el socio es una empresa competidora, complementaria u otras empresas, estableciendo en mayor medida, con estas organizaciones vínculos interorganizativos flexibles y rígidos (ambas). De este modo, la asociación con este tipo de empresas les permitirá obtener la cuota de mercado que rentabilice sus producciones y mejorará su posición en el mercado, reduciendo su grado de dependencia e incertidumbre competitiva, y permitiéndoles acceder a servicios de otras empresas que no controlan. Aunque sólo se confirma lo planteado en el desarrollo teórico cuando las IAAs establecen RIs flexibles, ya que este tipo de vínculo se realiza, principalmente, en sentido vertical con proveedores y clientes, y con organismos públicos. Así, con el establecimiento de RIs con un menor grado de implicación estructural, las IAAs estabilizarán las relaciones asimétricas que tienen con los agentes distribuidores y lograrán coordinar la interdependencia en el canal agroalimentario, reduciendo la incertidumbre en las relaciones, y mejorando sus resultados. Asimismo, este tipo de asociación con organismos públicos ayudará a las IAAs a acceder a servicios y recursos que no dominan, y al ser organizaciones que no se encuentran en el grupo de competidores horizontales ni en el grupo de los verticales, también ratifica lo planteado para las estrategias flexibles. Por otra parte, con respecto a las actividades de la cadena de valor que desarrollan conjuntamente con sus socios destacan, en términos globales y por orden de importancia, las actividades primarias de distribución y ventas, aprovisionamiento, publicidad promoción, y servicios logísticos. Por lo que parece que existe una opinión más unánime entre estas empresas al establecer los vínculos en los extremos de sus cadenas de valor o vínculos verticales. El tipo de estrategia predominante para las operaciones de distribución y servicios logísticos es la flexible, la de ambas para el aprovisionamiento y en la de publicidad sobresale en igual proporción los tipos flexibles y ambas. En cambio, las actividades de apoyo se manifiestan como las operaciones que, en menor medida, acometen las IAAs para desarrollar conjuntamente con otras empresas. De este modo, las IAAs consideran estas actividades primarias como factores de éxito fundamentales para competir, al ser objeto principal en el establecimiento de sus estrategias de crecimiento externo. Así, el desarrollo conjunto de estas actividades también les permitirá coordinar la interdependencia actual con la distribución y reducirá los niveles de incertidumbre en las relaciones de intercambio, además de obtener los recursos que necesitan para mejorar su posición vertical y en general, su competitividad. Igualmente, se pone de manifiesto la relevancia que tienen las actividades de distribución y aprovisionamiento para las IAAs que actúan en un entorno insular como Canarias, donde una de las debilidades que presenta el desarrollo de cualquier actividad empresarial, es el aislamiento y la fragmentación del terreno que ocasionan importantes “costes de 124 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 La flexibilidad y rigidez del crecimiento externo de la industria agroalimentaria… insularidad” a sus industrias y en el que la distribución de productos y la compra de inputs ocupa una gran proporción del mismo. Sin embargo, la flexibilidad o rigidez de la estrategia de crecimiento externo desarrollada esta relacionado con las actividades de la cadena de valor sólo cuando se refiere a las actividades de investigación y desarrollo, aprovisionamiento, producción y, publicidad - promoción, pero en la línea apuntada por el planteamiento teórico no se cumple nuestra tesis al encontrarse estas actividades afectadas por las operaciones de crecimiento del tipo ambas, principalmente. De esta forma, una vez contrastadas las hipótesis planteadas, los resultados obtenidos permiten concluir que, en las IAAs que operan en un entorno insular como Canarias, la flexibilidad o rigidez de las estrategias de crecimiento externo implantadas por estas empresas está relacionada con el tamaño de las IAAs y con el número de socios que integran los acuerdos, aunque no en el sentido apuntado en el planteamiento teórico. Así, las grandes no se caracterizan por acometer estrategias rígidas, las flexibles suelen integrar a dos socios y las rígidas a más de dos. Por otro lado, el tipo de estrategia de crecimiento externo implantada se manifiesta sólo parcialmente significativa para determinados tipos de socios y actividades de la cadena de valor. No obstante, también somos conscientes de las propias limitaciones de este estudio que se traducen en nuevas posibilidades de investigación. Así, el escaso número de IAAs en Canarias que han llevado a cabo estrategias de crecimiento externo, hace que los resultados obtenidos no sean totalmente generalizables al resto de las empresas del sector. Otra de las limitaciones de este trabajo se encuentra en la heterogeneidad que caracteriza al sector de IAAs, por lo que los estudios posteriores se centrarán en análisis subsectoriales, al presentar cada uno dimensiones empresariales, formas de organizaciones y procesos de transformación diferentes, que son precisos distinguir. También, se realizarán estudios en profundidad que analicen de forma individual los comportamientos efectuados por las IAAs, lo que permitirá determinar tendencias y evoluciones en las estrategias asociativas implantadas por estas empresas. En definitiva, el crecimiento externo es actualmente una alternativa a integrar en la estrategia de la empresa. Estas estrategias tienen utilidad potencial en todos los sectores, principalmente en industrias maduras como la alimentaria. También, la clave para afrontar las relaciones asimétricas en el canal agroalimentario, se encuentra en las distintas habilidades que deben de poseer las empresas, no solamente para sobrevivir en el sector frente a la competencia, sino también para hacer frente a las relaciones de confrontación vertical en el canal. Así, atendiendo a los factores clave de éxito que deben de poseer las IAAs para sobrevivir y crecer en el mercado actual, y a los recursos y capacidades de que dispongan o deban de desarrollar, el fabricante de productos agroalimentarios podrá definir el comportamiento estratégico más adecuado a sus condiciones internas y externas. De este modo, competir por un nicho de mercado, bien en producto o mercado, competir en diferenciación o por el liderazgo en costes, son alternativas estratégicas que se le presentan a las IAAs para solventar los nuevos retos del entorno actual. Sin embargo, cuanto mayor sea la diferenciación de los productos ofertados por estas industrias, mayor poder tendrán en el canal y mejores resultados obtendrán en el ejercicio de su actividad. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 ISSN:1135-2523 125 Sanfiel Fumero, M. A., García Pérez, A. M. NOTAS 1 Este trabajo está integrado en un proyecto de investigación titulado “Estrategias de Crecimiento Externo de la Industria Alimentaria en Canarias”, financiado por la Consejería de Industria, Comercio y Consumo del Gobierno de Canarias y cuyo investigador principal es el Dr. D. Juan Ramón Oreja Rodríguez, constituyendo el resto del equipo las autoras de este trabajo. 2 Grupo 15 del CNAE (Código Nacional de Actividades Económicas). Se utilizará de forma indistinta tanto el término “industria” como el término “empresas”. 3 En Canarias la agroindustria es la segunda actividad industrial en importancia, después de la energía, participando en un 28,27% del empleo, el 23,47% de las ventas netas de producto y el 20,65% del valor añadido (MAPA, 2003), destacando por subsectores el de aguas, bebidas analcohólicas, el lácteo y el de pan-pastelería y galletas. En el texto utilizamos, indistintamente, IAA en Canarias o canaria, considerando a las IAAs que se encuentran establecidas en esta comunidad autónoma, y no sólo aquéllas cuyo capital sea únicamente canario. 4 Las distintas definiciones de relaciones interorganizativas, son aportadas por Casani (1996); Mariti y Smiley (1983); Fernández Sánchez (1991); Barney y Hansen (1994); Yoshino y Rangan (1996); García y Medina (1998), Child y Faulkner (1998), Phillips, Lawrence y Hardy (2000), Yagüe, 1998; Fernández y Arranz (1999). 5 El término recurso es utilizado en este contexto en un sentido amplio. Así, se definen como “aquellos medios o facilidades potencialmente controlables por las organizaciones y potencialmente utilizables –directa o indirectamente- en las relaciones entre la organización y su entorno” (Yuchtman y Sheasore, 1967). 6 DM: La distribución moderna o gran distribución integra a las grandes superficies de alimentación, principalmente, cadenas de supermercados e hipermercados. 7 Las características principales de las 201 IAAs canarias de la muestra encuestadas se resumen en el Anexo 1 8 El criterio de subdivisión atiende al volumen de facturación establecido por la IV Directiva del Derecho Societario de la CE (En miles de millones de pts. Grandes: más de 1900; Medianas: 1900-900 y Pequeñas: menos de 900), y está realizado en pts. debido a que en el período de consulta todavía no estaba implantado el euro. 9 Es preciso matizar, que aunque el proceso de crecimiento externo de las IAAs en España ha sido importante en estos últimos años, todavía es inferior al realizado por las IAAs en Europa, destacando el Reino Unido sobre el resto de países miembros (www.3i.com). BIBLIOGRAFÍA ADAMS, C.L. Y GOLDSMITH, P.D. (1999): “Conditions for successful strategic alliances in the food industry”. The International Food and Agribusiness Management Review, vol. 2 (2) junio, pp. 221-248 ALBISU, L.M. Y GRACIA, A. (2002): “La industria agroalimentaria española ante la ampliación de la U.E.”. Economía Industrial, nº 344, pp. 99-110 ALDRICH, H.E. (1979): Organizations and Environments. Prentice Hall, Englewood Cliffs. ALDRICH, H.E. Y PFEFFER, J. (1976): “Environment of Organizations”. Annual Review of Sociology, vol 2, pp. 79-105. 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(300.012 euros, aproximadamente). x Las Pymes agroalimentarias son empresas más jóvenes que las de mayor dimensión. x Fundamentalmente, son empresas independientes que no se encuentran vinculadas a otras empresas. Aunque cuando existe filiación, las Pymes lo están a empresas de carácter regional y las grandes a grupos internacionales. Ninguna empresa ha manifestado estar integrada a un grupo nacional. x x Son, básicamente, empresas de carácter familiar. x El ámbito de actuación de estas industrias es, principalmente, Canarias. Ahora, cuando lo hacen fuera de las fronteras insulares, son las grandes las que acuden, principalmente, a mercados foráneos, como son los internacionales, tanto pertenecientes a la U.E. como a países fuera del ámbito europeo. x En cuanto a los productos que fabrican, las empresas de mayor tamaño destacan, fundamentalmente, por ser empresas marquistas; en cambio, las Pymes fabrican tanto productos con marca propia como sin marca. x Entre las actividades agroalimentarias que desarrollan estas empresas, según la clasificación del Censo Nacional de Actividades Económicas (CNAE), destacan en ambas dimensiones empresariales, la actividad (158) definida como la Fabricación de otros productos alimenticios, que integra la elaboración de pan, galletas, café, etc.; y la (159) Elaboración de bebidas, que incluyen la elaboración de bebidas alcohólicas, analcohólicas, cervezas, elaboración de vinos y producción de aguas minerales, etc. x Con relación a las fases del proceso de transformación que llevan a cabo las IAAs, la mayoría manifiestan realizar todas las fases del proceso de fabricación. Aunque hay que tener en cuenta que, principalmente, las actividades agroalimentarias que desarrollan se caracterizan por tratarse de procesos de transformación cortos y pocos complejos, que incorporan poco valor añadido al producto. 130 Su capital procede de aportaciones privadas en ambos tamaños empresariales. En cambio, la forma jurídica adoptada cambia según sea la dimensión de la IAA. Así, las Pymes adquieren, principalmente, las formas de sociedad limitada y de empresa individual, y las grandes adoptan la figura de sociedad anónima y limitada, fundamentalmente. ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 La flexibilidad y rigidez del crecimiento externo de la industria agroalimentaria… x En cuanto a los clientes a quienes surten las IAAs, destaca la utilización de mayoristas como vía de intercambio de sus productos, y con respecto al comercio minorista, existen diferencias por tamaño. Así, las Pymes tienen fundamentalmente en su cartera de clientes a tiendas pequeñas o especializadas, seguido de supermercados y empresas de hostelería y restauración. En cambio, las grandes surten, en gran proporción, a todos los formatos de distribución contemplados, destacando por orden de importancia: los supermercados, las empresas de hostelería y restauración, los hipermercados y las tiendas pequeñas. x Asimismo, hay que destacar la gran proporción de empresas que surten directamente al consumidor final, siendo mayor la proporción de Pymes que de grandes. Además existen Pymes que tienen como único cliente a los consumidores finales. x Otro aspecto importante de las IAAs de la muestra, es que las empresas de mayor dimensión suelen combinar la fabricación de productos agroalimentarios con la distribución y/o representación de otros artículos alimentarios a los que le incorporan la marca propia de la empresa. ANEXO 2 ANALISIS DE FIABILIDAD Alfa DE CRONBACH ESCALA Alfa Alfa Standarizada Estrategias de crecimiento externo. 0,7032 0,7131 VALIDEZ CONVERGENTE CORRELACIONES ENTRE LOS COMPONENTES DE LAS SUBESCALAS DE TIPOLOGIAS DE ESTRATEGIAS DE CRECIMIENTO EXTERNO Tipos de acuerdos FLEXIBLES Tipos de acuerdos RIGIDOS Tipo de estrategias de crecimiento externo 1,000 ,484* ,434* 1,000 ,000 Tipos de acuerdos FLEXIBLES Tipos de acuerdos RIGIDOS Tipo de estrategias de crecimiento externo 1,000 Fuente: Elaboración propia. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.107-131 ISSN:1135-2523 131 Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Vol. 12 Nº1, 2006, pp.133-152, ISSN:1135-2523 TIPOLOGÍAS DE VIVEROS DE EMPRESAS: TRADICIONALES Y ESPECIALIZADOS Marimon Viadiu, F. Universitat Internacional de Catalunya Alonso Martínez, J. M. Universitat de Lleida RESUMEN A través del presente estudio empírico se detecta que existen dos tipos de viveros de empresas. Los viveros tradicionales se centran en la promoción de nuevas empresas que desde un buen inicio tengan unas ciertas garantías de éxito. En estos viveros conviven empresas que representan a una amplia gama de sectores empresariales. Los principales requisitos de entrada (obligatorios) son un plan de viabilidad económica y técnica, además de que la empresa sea de reciente creación. Los viveros especializados son aquellos que priman iniciativas empresariales relacionadas con un sector concreto: frecuentemente las empresas relacionadas con las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC). PALABRAS CLAVE: Vivero de Empresa; Servicio. ABSTRACT An empiric study allowed us to detect two types of business incubators. The traditional are focalized in those new companies that from the very beginning give some guaranties of success. In these business incubators coexists companies who represent a great range of industrial sectors. The main entrance pre-requisites are the economic ant technique viability. In the specialized business incubators, the sector of the company is the key in order to choose the candidates. Frequently, they choose companies related with the communication and information technologies. KEYWORDS: Business Incubator; Services. 1. INTRODUCCIÓN En la Unión Europea están operando unos 900 viveros de empresas, que generan unos 40.000 puestos de trabajo anualmente (European Comission, 2002). De hecho, la proliferación de entidades con la misión de promover la creación de nuevas empresas es universal. En Estados Unidos, en 1980 operaban menos de 100 viveros; en el 2000 se estima que operaban unos 1.000 (Lewis, D. et al. 2001). La figura del vivero es conocida, aunque en un censo reciente, tan solo constaban 38 viveros en España (European Comission, 2002), muchos de los cuales operan en Cataluña. Los primeros referentes de este tipo de actividad los encontramos en los inicios de los ochenta, tanto en Estados Unidos como en Europa. Este rápido desarrollo hace que el mismo concepto haya evolucionado, de manera que hoy se habla de viveros de primera generación y viveros de nueva economía. Marimon Viadiu, F., Alonso Martínez, J.M. El principal objetivo de los viveros pioneros (de los de primera generación) fue fomentar la aparición de emprendedores en un lugar determinado y promover el desarrollo económico del territorio. Todavía se puede decir que esta es la misión de la mayoría de los viveros actuales. Muchos de estos han sido promovidos por gobiernos nacionales o autoridades municipales. Los viveros enfocados a la nueva economía normalmente son gestionados por el sector privado, y es habitual que se especialicen en ayudar a empresas relacionadas con las nuevas tecnologías. De todas formas, algunos estudios sugieren que los viveros pueden mantener vivas durante largos períodos de tiempo a empresas enfermizas que no podrían subsistir fuera de este entorno protegido (Nueno, 1996). La proliferación de viveros durante estos últimos diez años ha propiciado un interés creciente para estudiar el role de estas entidades. El debate se ha ido enriqueciendo. De hecho, el papel del vivero ha evolucionado. En sus inicios, hacia finales de los setenta e inicios de los ochenta, los viveros tan solo ofrecían un espacio físico donde las empresas podían instalarse, compartir un equipamiento básico de tipo administrativo, obtener una información acerca de permisos, patentes, préstamos, recibir apoyo y asesoramiento en técnicas de dirección y de marketing, disfrutar de servicios básicos a bajo coste y encontrar acceso a capital (Gatewood et al. 1985; Peterson 1985; Allen 1985). Actualmente, los viveros deberían ofrecer un apoyo más amplio al emprendedor: asesoramiento en el start-up, acceso a instrumentos financieros específicos (business angels, capital riesgo, préstamos especiales…), conexión con otras instituciones (municipales, sectoriales, gremiales…), relaciones con el mercado laboral… Cataluña ha tenido tradicionalmente una tasa elevada de emprendedores, cosa que ha determinado su estructura industrial, formada por empresas pequeñas y medianas (Solé et al. 2003). En Cataluña había en el año 2000, 80 empresas por cada 1.000 habitantes, cifra superior a la española en un 32% (Cámaras de Comercio, Industria y Navegación y Fundación INCYDE, 2001). La proliferación de empresarios en Cataluña posiblemente se explique por el carácter de la gente del territorio. En la medida que hay personas con motivación para empezar nuevas aventuras empresariales, habrá más densidad de empresas, ya que, como indica Cooper (1985), el factor crítico para fundar nuevas empresas es la motivación personal. Por ello, el papel del vivero en Cataluña es bien aceptado y comprendido. Hay clientela potencial para los viveros. Jenssen et al. (2002) afirman que para que una persona se convierta en empresario es necesario que tenga una inclinación innata o intrínseca. Podríamos decir que se nace empresario, no en el sentido de pertenecer a una familia de tradición empresarial, sino que la persona ha de tener unas ciertas cualidades personales. De todas formas, hay un buen grupo de autores que matizan esta afirmación y aseguran que estas cualidades innatas no 134 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 Tipologías de viveros de empresas: tradicionales y especializados son determinantes en el momento en que una persona decide convertirse en empresario (Nueno, 1996). Krueger et al. (1994) afirman que los empresarios se hacen, no nacen. Aunque sí hay consenso entre todos los autores al afirmar que el entorno socio-cultural es un factor “facilitador” para emprender. No obstante, Westlund et al. (2001) añaden que también es necesario capital humano y social. El capital humano incluye aspectos como pueden ser la personalidad, la experiencia y la competencia: motivos personales para emprender, valores, técnicas… El capital social es un conocimiento disperso a través de las personas con las que interactúa o puede llegar a interactuar el emprendedor (Burt, 1997). Evidentemente, el emprendedor también necesita capital financiero para poner en marcha y desarrollar sus proyectos. Un punto en el que hay consenso entre todos los autores es en que el entorno sociocultural es un factor “facilitador” para emprender. Los viveros de empresas también actúan como facilitadores y como efecto demostración del fenómeno emprendedor en los territorios donde se ubican, y dada su creciente importancia en la actualidad queremos profundizar en su conocimiento. 2. OBJETIVOS El presente estudio define el tipo de servicio que actualmente ofrecen los viveros que operan en Cataluña. En primer lugar, por tanto, queremos conocer cuáles son los servicios que el vivero presta a los emprendedores. Es un punto de partida para investigar, posteriormente, si la oferta de este mercado cubre las expectativas que tienen los emprendedores alojados en estos viveros, o incluso las que tienen los futuros emprendedores. De todas formas, en este estudio tan solo abordamos la descripción de la oferta, sin valorar el nivel de expectativas que tiene el emprendedor. Además de identificar los servicios que presta el vivero, nos interesa conocer en qué grado el vivero está ofreciendo dicho servicio. Entendemos que un mismo servicio se puede ofrecer a un nivel elemental, o de forma más completa. Queremos diseñar unos indicadores de intensidad del servicio ofrecido, por lo que en el presente trabajo nos limitaremos a diseñar y calcular dichos índices. En posteriores análisis, dichos índices podrán servir para contrastar el nivel de servicio ofrecido con los objetivos asignados por las entidades de las que dependen. También, en estas futuras investigaciones, se podrá definir el perfil de vivero que pide el mercado. Urbano et al. (2001) han detectado que casi un 60% de los empresarios catalanes hacen una valoración negativa sobre los programas de apoyo a la creación de nuevas empresas en Cataluña. Estos mismos autores afirman que las instituciones públicas implicadas en la gestión de los viveros dependen excesivamente del ciclo político en el que están inmersos. A partir de este momento, nos preguntamos si hay diferencias entre el servicio prestado por los viveros de gestión municipal y los de gestión no municipal. Además, es conocido que en Cataluña hay un buen número de viveros promovidos por los ayuntamientos. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 ISSN:1135-2523 135 Marimon Viadiu, F., Alonso Martínez, J.M. También pensamos que puede haber una diferencia en el comportamiento de los viveros en función de su tamaño, y pretendemos averiguarlo. Una vez analizado el papel de los viveros en función de las categorías establecidas a priori (propiedad y tamaño), nos preguntamos si existe algún otro criterio para segmentar la muestra. Es posible, por ejemplo, que los viveros ubicados en grandes ciudades tengan un comportamiento distinto que los viveros ubicados en entornos rurales. Otra posible agrupación, que a priori creemos que puede haber, responde al tipo de empresas acogidas en el vivero. ¿Es cierto que los viveros se especializan en función de la actividad económica que desarrollan las empresas acogidas?. Por tanto, con el presente trabajo queremos identificar qué grupos de viveros se establecen, de forma natural, al analizar el comportamiento de las variables estudiadas, y contribuir a un mejor conocimiento de una de las medidas de apoyo a la creación de nuevas empresas con un mayor crecimiento en la actualidad. 3. METODOLOGÍA La base del estudio es una encuesta que se hizo llegar a los viveros de empresa que operan en Cataluña. La persona de contacto fue el gerente o la persona de más responsabilidad. En primer lugar, se confeccionó un listado de viveros que operan en Cataluña. Se detectaron veintiocho entidades que se ajustaban al perfil de vivero. Como la población objeto del estudio es reducida, nos pusimos en contacto telefónicamente con los gerentes para pedirles colaboración en el estudio. Esto explica el alto grado de respuesta: 20 respuestas (72%). La estimación del error admitido en el análisis estadístico, para un intervalo de confianza del 95%, es de ± 11.9% (particularizando para el caso p = q = 0.5). Es un margen amplio, pero habitual en estudios con una población objetivo tan reducida. Durante las visitas a los directivos de los viveros, también mantuvimos encuentros informales con emprendedores alojados en los viveros. Esta fase del trabajo se llevó a cabo entre junio y septiembre de 2003. El cuestionario estaba estructurado en ocho apartados: uno sobre las características de las acciones comerciales realizadas por los viveros para dar a conocer sus servicios; otro para conocer cuáles son los criterios utilizados para seleccionar proyectos; otro para saber qué servicios está ofreciendo el vivero,… En ningún caso sondeamos directamente la opinión de los emprendedores (aunque sí informalmente), ni de empresarios que en su momento iniciaron su actividad en un vivero. Sin duda, este es un punto débil de este estudio. Tras un breve análisis descriptivo de los servicios ofrecidos por los viveros, se pasa a estudiar el comportamiento de los segmentos establecidos a priori en función de la 136 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 Tipologías de viveros de empresas: tradicionales y especializados propiedad del vivero y en función de su tamaño. La herramienta estadística más empleada es la prueba de Kruskal-Wallis. Para determinar qué segmentos se establecen de forma espontánea, hemos empleado un análisis de conglomerados, forzando la formación de dos grupos. 4. DESCRIPCIÓN DE LA MUESTRA En primer lugar, procedimos a segmentar la muestra en función de dos criterios. Por un lado, agrupamos los viveros dos tipos: lo que son de gestión municipal o los que no. Por otro lado, hicimos una nueva agrupación en función de si trabajan más de cuatro personas en el vivero o no. De esta manera, pudimos estudiar el comportamiento de los viveros en función de la naturaleza de la entidad propietaria. También pudimos analizar si el servicio que ofrece el vivero tiene alguna relación con el tamaño. Así, al cruzar las dos clasificaciones, se obtiene la siguiente tabla de contingencia: Tabla 1. Contingencia de las categorías propiedad del vivero y tamaño CATEGORIAS SEGÚN PROPIEDAD Ayuntamiento Otras Total CATEGORÍAS SEGÚN TAMAÑO Entre 1 i 4 5 o más 6 4 4 4 10 8 Total 10 8 18 La observación de la tabla ya indica que no hay relación clara entre las dos categorías, es decir, el hecho de que un vivero sea de gestión municipal no quiere decir que pertenezca al grupo de viveros grandes ni al de los pequeños. También se puede analizar al revés: el hecho de que un vivero sea grande, no implica que sea municipal, ni que sea de gestión no municipal. Las dos categorías son independientesi. Más de la mitad de los viveros dependen de ayuntamientos. En la categoría de viveros de gestión no municipal nos encontramos con casos bastante diversos: dos dependen del mundo universitario, tres de empresas públicas, otros son consorcios de varias entidades difíciles de clasificar, pero en todo caso, no municipales. Los grupos que se establecieron según el número de empleados se denominaron viveros pequeños y grandes. Los viveros pequeños son los que tienen menos de cinco trabajadores y los grandes los que tienen cinco o más empleados. Se observa que la media es de 5.3 trabajadores por vivero, con la siguiente distribución: Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 ISSN:1135-2523 137 Marimon Viadiu, F., Alonso Martínez, J.M. Tabla 2. Media de personas que trabajan en los viveros Dirección Administración Asesoramiento Formación Otros Total N válido (según lista) N 20 20 20 20 18 19 18 Mínimo 0 0 0 0 0 0 Máximo 2 4 7 16 4 21 Media 0,95 1,20 1,80 1,10 0,61 5,32 Desviación est. 0,51 1,10 1,64 3,55 1,42 4,98 El cuestionario también pedía el tipo de empresa acogida en el vivero. Hemos analizado los sectores representados en los viveros. Destacan las empresas de servicios y las empresas relacionadas con tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Las dos terceras partes de las empresas pertenecen a estas dos categorías. A mucha distancia se encuentran los profesionales liberales y las empresas manufactureras. Figura 1. Representación de los diferentes sectores en los viveros 0DQXIDFWXUDV 2WURV 7HFQRORJtDVGH OD,QIRUPDFLyQ\ &RPXQLFDFLyQ 3URIHVLRQDOHV OLEHUDOHV 6HUYLFLRV Esta distribución se explica en parte, por las políticas de admisión de nuevos proyectos: discriminan la entrada en función del sector. La misma afirmación formulada en sentido positivo indica que los viveros fomentan la creación y desarrollo de empresas de servicios y, de manera muy especial, de empresas innovadoras situadas en los sectores que identifican como nuevas tecnologías. De hecho, como veremos más adelante, uno de los criterios de aceptación de proyectos es precisamente el sector de actividad económica. De todas formas, no nos atrevemos a definir los viveros catalanes como viveros de nueva economía o viveros tecnológicos, ya que, de hecho, no prestan un apoyo específico de tipo técnico, ni facilitan ningún programa especialmente dirigido para que este sector pueda acceder a capital. A través de las entrevistas mantenidas con gerentes de viveros, observamos que la razón por la que proliferan tantas empresas de sectores tecnológicos es que estas empresas no necesitan demasiada infraestructura para empezar. Además, de manera espontánea y natural, hay muchas empresas nuevas que pertenecen a este sector. 138 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 Tipologías de viveros de empresas: tradicionales y especializados 5. CRITERIOS DE SELECCIÓN. Hemos examinado cuáles son los criterios que utilizan los viveros para seleccionar a los emprendedores a los que darán acogida. En primer lugar, sorprende ver que no todas las empresas que entran en un vivero son de nueva creación. Hay cinco viveros que no imponen este criterio para seleccionar sus empresas. El resto de viveros imponen una antigüedad máxima de un año en la actividad; exceptuando dos casos que permiten la implantación de empresas con tres años de funcionamiento. Tampoco todos los viveros exigen un plan de viabilidad económica, y muchos de ellos no se plantean la posibilidad de analizar la viabilidad financiera o técnica de la empresa. Hay cuatro viveros que no piden un plan de viabilidad. De todas formas, estos son los requisitos más repetidos. Hay un gran consenso en estos dos aspectos. Podemos afirmar que los principales criterios a la hora de seleccionar candidatos son la antigüedad y un estudio favorable de viabilidad económica. El sector en el que actúa la empresa interesada en entrar en el vivero es discriminatorio en un 45% de los viveros (9 casos). La generación de puestos de trabajo es discriminatorio en el 40% de los viveros de la muestra (8 casos). La figura 2 muestra como los criterios más exigidos son la antigüedad y la viabilidad (sobretodo económica). De todas formas, los otros factores también son importantes. Figura 2. Frecuencia de utilización de requisitos en la selección de empresas 2WURV 3XHVWRVGHWUDEDMR 6HFWRUHVSHFtILFR 7ULEXWDFLyQ,$( 9LDELOLGDGWpFQLFD 9LDELOLGDGHFRQyPLFD $QWLJHGDG Cabe destacar que en la especificación de “otros motivos”, varios viveros valoran la capacidad de innovación. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 ISSN:1135-2523 139 Marimon Viadiu, F., Alonso Martínez, J.M. Se ha calculado un índice de intensidad de requisitos, como la cantidad de requisitos utilizados por cada vivero. La figura 3 muestra un histograma de este índice. Se observa que la mayoría de viveros utilizan cuatro o más criterios simultáneamente para evaluar la posible entrada de una empresa. Figura 3. Histograma de cantidad de requisitos de entrada utilizados (intensidad de requisitos) 12 Desviación tipo = 1.8 Media = 3,8 N = 20 10 8 6 4 2 0 2 4 6 8 Una vez evaluados los criterios utilizados para autorizar la entrada de una empresa (requisitos obligatorios), se estudiaron los factores que hacen que un candidato sea idóneo. Se pidió a los encuestados que repartieran 100 puntos entre estos criterios de idoneidad empleados para determinar la importancia relativa de cada uno. Los criterios de idoneidad hacen referencia a la empresa ideal desde el punto de vista del vivero. Los requisitos de entrada analizados más arriba son las condiciones sine qua non para tener opción a entrar en el vivero. Se detectaron tres criterios de idoneidad con un grado de importancia equivalente: el sector (23 puntos), la formación del emprendedor (23 puntos) y la cantidad de puestos de trabajo generados (20 puntos). Sorprende ver que el criterio “beneficio que generará la empresa” tan solo es valorado con 13 puntos. La política de admisión es una expresión de la misión del vivero. Los viveros que operan en Cataluña están fomentando la creación de empresas de servicios y, de manera especial, empresas relacionadas con las TIC. Al mismo tiempo, también se favorecen aquellas iniciativas que crean puestos de trabajo y, por tanto, aquellas que contribuirán a la dinamización económica local. 140 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 Tipologías de viveros de empresas: tradicionales y especializados Otro aspecto estudiado es el grado de implicación del vivero en la confección del plan de negocio. Como era de esperar, los viveros intervienen de forma masiva en esta fase. Sólo tres viveros no colaboran con el emprendedor en esta fase inicial. Un 35% de los viveros (7 casos) imparten cursos para facilitar la redacción del plan de negocio. Algunos viveros hacen constar que también colaboran con el emprendedor facilitándoles los trámites de constitución y proporcionado información sobre ayudas y subvenciones de las que se puede beneficiar. Por tanto, podemos decir que el vivero es un apoyo importante para el emprendedor en la elaboración del plan de negocio. No cabe duda de que la experiencia acumulada por el vivero, después de haber observado la evaluación de unas cuantas empresas que han iniciado su actividad en el vivero, le permite dar un asesoramiento acreditado a los nuevos emprendedores. 6. SERVICIOS OFRECIDOS Tradicionalmente, cuando el sector público ha querido promover nuevas actividades empresariales dentro de su área geográfica, se ha centrado más bien en aspectos financieros. Pocas veces se observan medidas de apoyo para encontrar capital humano y social. Como veremos a continuación, la primera aportación del vivero es facilitar un local a un precio por debajo de mercado. Es claramente una ayuda de tipo financiero, aunque bajo este epígrafe también está la posibilidad de encontrar financiación externa (ciertamente este es un aspecto muy desarrollado en Cataluña a través de programas institucionales). La aportación en conocimiento (capital social) también son muy elementales: orientación en la confección del plan de viabilidad del negocio e información sobre ayudas financieras. Desde el punto de vista del emprendedor, constatamos, a través de las entrevistas informales mantenidas, que lo que más valoran es la oportunidad de gozar de precios de alquiler por debajo del mercado. Gómez et al. (1998) coinciden con esta observación. Vemos que en otros países con larga tradición de viveros, éstos también siguen ofreciendo unos servicios muy básicos y elementales: alquiler de espacio; distribución de información y asesoramiento de tipo jurídico, técnico y económico; cursillos para emprendedores y poco más (Jenssen et al. 2002). En concreto y para Cataluña, la figura 4 muestra la capacidad del vivero para ceder espacios físicos. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 ISSN:1135-2523 141 Marimon Viadiu, F., Alonso Martínez, J.M. 2WURV $SDUFDPLHQWR (VSDFLRSROLYDOHQWH /RFDOFRPHUFLDO 7DOOHU 2ILFLQD Todos los viveros ofrecen el alquiler de espacios de oficina, y siempre con precios por debajo de mercado. Es el primer servicio que ofrece el vivero (alquiler de espacio a bajo coste). Esto lo decimos en varios sentidos. Es el primer servicio porque lo ofrecen todos los viveros. También lo decimos porque hemos observado que cuando el directivo del vivero piensa en el servicio que presta, le viene a la mente en primer lugar este servicio. Asimismo hemos detectado que los emprendedores que acuden al vivero buscan en primer lugar un precio de alquiler barato. También se produce un alto grado de coincidencia en el tipo de equipamiento que ofrecen los viveros. Prácticamente todos ofrecen el uso de fotocopiadora, fax, teléfono y conexión a internet (Figura 5). Es un equipamiento muy básico. El apartado otros no aporta más información. Aquí podría haber más infraestructura (videoconferencias, LAN, cañón de video…). 2WURV ,QWHUQHW 2UGHQDGRU )RWRFRSLDGRUD 7HOpIRQRID[ La oferta de servicios de apoyo administrativo es floja. Todos los viveros ofrecen la posibilidad de gestionar la domiciliación comercial, pero tan solo la mitad dan soporte de administración y de gestoría. La figura 6 muestra un elevado índice de oferta de servicios en el apartado de información y asesoramiento. Destaca la información sobre ayudas y subvenciones. 142 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 Tipologías de viveros de empresas: tradicionales y especializados 2WURV $FFHVREDVHVGHGDWRV )RUPDFLyQHQJHVWLyQ $\XGDV\VXEYHQFLRQHV 7pFQLFR &RQWDEOH /DERUDO )LVFDO -XUtGLFR En el apartado Otros figuran los siguientes conceptos: trámites, urbanismo, evaluación del proyecto, capitalización, internacionalización, nuevas tecnologías, medio ambiente… Finalmente, queremos señalar que los servicios de limpieza y seguridad son ofrecidos pos 18 viveros (90%). La figura 7 muestra unas variables que agrupan la oferta por tipologías de servicio. Para calcular el indicador de intensidad de Información y asesoramiento, por ejemplo, se ha efectuado la suma de variables dicotómicas que indican la existencia de los diferentes servicios que integran este apartado. Las variables dicotómicas toman valor cero cuando el vivero no ofrece el servicio y valor uno, si lo ofrece. Pera el resto de categorías de ha procedido de la misma manera. Sorprende ver la baja puntuación del indicador de alquiler de espacios. Siendo un servicio tan básico y sencillo, pesamos que se puede dar una oferta más rica. 6HJXULGDG\OLPSLH]D ,QIRUPDFLyQ\DVHVRUDPLHQWR 6RSRUWHDGPLQLVWUDWLYR (TXLSDPLHQWR (VSDFLRV Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 ISSN:1135-2523 143 Marimon Viadiu, F., Alonso Martínez, J.M. 7. ANÁLISIS COMPARATIVO DE LOS VIVEROS EN FUNCIÓN DE LA PROPIEDAD Y EN FUNCIÓN DEL TAMAÑO En este apartado analizamos si el comportamiento de los viveros municipales es diferente del de los viveros no municipales. Queremos obtener respuesta a preguntas como si es cierto que los viveros con dependencia municipal hacen más promoción que los que no dependen de un ayuntamiento; si ofrecen más servicios que los no municipales; si discriminan más o menos en función del sector de la empresa… Repetiremos un análisis parecido comparando viveros grandes y viveros pequeños. Contestaremos a las mismas preguntas, pero buscando diferenciación de comportamiento en función del número de trabajadores del vivero. Para este análisis utilizamos la técnica de análisis de la varianza de Kruskal-Wallisii. Es una prueba no paramétrica que se fundamenta en la reordenación de la muestra en función de la variable a estudiar. Cada individuo obtiene una posición y se comparan las medias de la posición de los grupos. Primeramente, hemos estudiado si hay comportamiento diferenciado entre las categorías establecidas en el proceso de captación y de selección. La tabla 3 muestra el rango obtenido en las dos categorías (viveros municipales y no municipales) en las variables que miden: x La intensidad de la promoción, x Intensidad de requisitos de entrada, x Los criterios de idoneidad de las empresas candidatas. En ningún caso se detecta que el comportamiento de los viveros municipales sea diferente de los no municipales. Tanto el grado de promoción, como la cantidad de requisitos exigidos, como la importancia relativa de los criterios de idoneidad para entrar en el vivero son muy parecidos en los dos grupos. No se aprecian diferencias estadísticamente significativas. ,QWHQVLGDGGHSURPRFLyQ ,QWHQVLGDGUHTXLVLWRVGHHQWUDGD &XUUtFXOXP\IRUPDFLyQGHOHPSUHQGHGRU 6HFWRU 3XHVWRVGHWUDEDMR %HQHILFLRVHVSHUDGRV 144 ISSN:1135-2523 &DWHJRUtDVVHJ~Q SURSLHGDG $\XQWDPLHQWR 2WURV $\XQWDPLHQWR 2WURV $\XQWDPLHQWR 2WURV $\XQWDPLHQWR 2WURV $\XQWDPLHQWR 2WURV $\XQWDPLHQWR 2WURV 1 5DQJRPHGLR Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 Tipologías de viveros de empresas: tradicionales y especializados La tabla 4 muestra los estadísticos. Los p-valores asociados son superiores a 0.05, por tanto, no podemos rechazar la hipótesis nula en ningún caso. Intensidad de promoción &KLFXDGUDGR JO 6LJDVLQWyW Intensidad requisitos de entrada Formación del emprendedor Sector Puestos de Beneficios trabajo esperados El mismo análisis, estableciendo dos categorías en función de la variable número de trabajadores, tampoco muestra que haya comportamiento diferenciado. Tanto los viveros pequeños como los grandes tienen una intensidad de promoción parecida, utilizan un número de requisitos de entrada parecido y utilizan los mismos criterios de idoneidad. Por tanto, podemos asegurar que el comportamiento de los viveros en el proceso de captación y selección de proyectos es similar en todos los casos. No se aprecian diferencias en función de las dos tipologías de categorías establecidas. Hicimos un análisis para evaluar posibles divergencias en los servicios ofrecidos por unos y otros; tampoco se encontraron diferencias significativas. Tanto los pequeños como los grandes, tanto los de gestión municipal como los de gestión no municipal están dando los mismos servicios. Relajando un poco las exigencias de grado de significación en la prueba de Kruskal-Wallis, encontramos que los municipales ofrecen menos servicios de tipo administrativo (p-valor 0.073). También se observa que los municipales dan más cobertura de limpieza (p-valor 0.088). 8. MISIÓN DE LOS VIVEROS En el cuestionario se incluía una pregunta de respuesta abierta en la que se pedía una descripción de la misión del vivero. Como resultado de las respuestas obtenidas, complementadas con las entrevistas realizadas, la misión del vivero ha quedado reflejada en una doble vertiente, que de hecho remarcan el mismo concepto. Frecuentemente se dice que la misión del vivero es la creación de empresas, en el sentido de dar asistencia al potencial emprendedor. Así, se entiende que el vivero ha de facilitar las cosas al emprendedor. Se busca el desarrollo económico del territorio fomentando las acciones emprendedoras. Por tanto, bajo este punto de vista, se considera que el vivero ha de estar en primer término al servicio del emprendedor. La otra vertiente, que también busca el desarrollo económico, hace referencia al impacto que el vivero tiene en el mercado laboral de la zona. Visto de esta manera, la misión del vivero es la generación de puestos de trabajo. Coopers (1985) afirma que el énfasis de los viveros promovidos por entidades o gobiernos locales es la creación de puestos de trabajo. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 ISSN:1135-2523 145 Marimon Viadiu, F., Alonso Martínez, J.M. En todo caso, las dos perspectivas coinciden, ya que ambas buscan el desarrollo económico del territorio en el que se ubican. La mayoría de los viveros declaran que dedican sus esfuerzos a fomentar acciones emprendedoras (el primero de los dos enfoques citados). Hemos constatado hasta 15 respuestas en este sentido. Algunos enunciados de este tipo son: x x x x x x Potenciar la creación de empresas en el territorio. Impulsar la creación de pequeñas empresas. Impulsar la creación y crecimiento de empresas innovadoras. Potenciar la generación de nueva actividad económica. Impulsar proyectos empresariales. Consolidar empresas nuevas. Queda claro que esta primera perspectiva de la misión a la que nos referimos es el fomento y creación de nuevas empresas. En algún caso se especifica el tipo de empresa que se está buscando: algún sector de actividad determinado, empresas del sector servicios, empresas relacionadas con las nuevas tecnologías… También se especifica, en algunos casos, que estas empresas deben ser nuevas. La formulación de la misión a partir de la segunda perspectiva es menos frecuente. Sólo hemos detectado dos casos que declaren explícitamente este enfoque. Los enunciados son: x Fomentar la ocupación. x Crear puestos de trabajo. Una vez hemos analizado la misión, estudiamos la manera que los viveros prevén que pueden alcanzar sus objetivos. En muchos casos (8) indican que quieren conseguirlo ofreciendo espacio para oficinas. Otra respuesta frecuente (6) es a través de la tutela y asesoramiento. Hay también alguna respuesta singular, como ayuda a la creación de acciones spin-off, fomentar acciones de capital riesgo, generar sinergias entre empresas e institucionales, generar lugares de intercambio empresarial… 9. SEGMENTACIÓN ENRTE VIVEROS TRADICIONALES Y ESPECIALIZADOS Se ha efectuado una segmentación de la muestra a través de un análisis de conglomerados de k medias, extrayendo dos grupos. El primer grupo está formado por 11 viveros. Sus características son tales que lo hemos denominado “viveros tradicionales”. El segundo grupo, integrado por 7 viveros, lo hemos llamado grupo de “viveros especializados”. Se ha logrado la convergencia en la quinta iteración (ver tabla 5). La distancia mínima entre los centros iniciales es de 153,912. 146 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 Tipologías de viveros de empresas: tradicionales y especializados ITERACIÓN 1 2 3 4 5 1 (tradicionales) 75,686 6,584 5,462 5,818 ,000 2 (especializados) 71,340 16,900 9,565 8,292 ,000 Las variables que intervienen en la formación de los conglomerados aparecen en la tabla 6. En ella se muestran los centros de los conglomerados finales. También aparece una columna indicando el rango natural de la variable. Conglomerado Rango de la variable Tradicionales (1) Especializados (2) Intensidad de promoción 2,09 2,29 [1,5] Intensidad de requisitos de entrada 4,09 3,57 [1,7] Currículum i formación del emprendedor 28,64 20,00 [0,100] Sector 20,91 32,86 [0,100] Puestos de trabajo 22,27 15,00 [0,100] Beneficios esperados 18,64 8,57 [0,100] Otros (criterios idoneidad) 9,55 26,43 [0,100] Intensidad cesión de espacio 3,27 3,29 [1,6] Intensidad cesión equipamiento 3,55 3,29 [1,4] Intensidad soporte administrativo 2,45 1,14 [1,4] Intensidad información y asesoramiento 5,45 6,43 [1,9] Tecnologías información y comunicación 16,15 57,71 [0,100] Profesionales liberales 14,42 6,43 [0,100] Servicios 48,91 8,00 [0,100] Manufactureras 17,51 ,00 [0,100] Otras (sectores) 2,91 27,86 [0,100] Tamaño respecto servicio 3,73 2,71 [1,5] Tamaño respecto beneficio 3,82 4,00 [1,5] Gama sectores respecto servicio 3,45 1,57 [1,5] Gama sectores respecto beneficio 3,36 2,43 [1,5] 1 2 [1,2] Categorías por número de personas Categorías según propiedad Conveniencia organismo soporte Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 1 1 [1,2] 4,00 4,57 [1,5] ISSN:1135-2523 147 Marimon Viadiu, F., Alonso Martínez, J.M. La tabla 7 muerta el análisis de varianza de las variables que definen mejor la diferencia entre estos dos grupos. Conglomerado Error F Sig. 16 3,668 ,074 372,403 16 3,274 ,089 1 ,599 16 12,287 ,003 7389,922 1 474,352 16 15,579 ,001 Media cuadrática gl Media cuadrática gl Beneficios esperados 433,351 1 118,141 Otros (criterios idoneidad) 1219,336 1 7,360 Intensidad soporte administrativo Tecnologías información y comunicación Servicios 7159,409 1 515,090 16 13,899 ,002 Manufactureras 1312,248 1 266,575 16 4,923 ,041 Otros (sectores) 2662,512 1 617,735 16 4,310 ,054 15,170 1 1,778 16 8,534 ,010 Gama sectores respecto servicio Las pruebas F sólo se deben utilizar con una finalidad descriptiva puesto que los conglomerados han sido elegidos para maximizar las diferencias entre los casos en diferentes conglomerados. Los niveles críticos no son corregidos, por lo que no pueden interpretarse como pruebas de la hipótesis de que los centros de los conglomerados son iguales. 9.1. Viveros tradicionales. En primer lugar, se observa que la composición de empresas acogidas en cada tipo de viveros es diferente: la mitad de las empresas de los viveros tradicionales son de servicios. En la otra mitad, quedan igualmente representadas empresas del sector de las tecnologías de la información y comunicación, profesionales liberales y empresas manufactureras. La figura 8 muestra el contraste en la composición de los dos tipos de viveros, atendiendo a la actividad económica que desarrollan las empresas que acogen. Especializados Otros Tradicionales Manofacturas Servicios Profesionales liberales Tecnologías de la Información y Comunicación 0 148 ISSN:1135-2523 10 20 30 40 50 60 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 Tipologías de viveros de empresas: tradicionales y especializados Los viveros tradicionales muestran una preocupación especial por conocer la viabilidad económica de las nuevas iniciativas acogidas: el 91% de los viveros de este grupo la exigen, mientras que en el grupo de viveros especializados tan solo la exigen en el 57% de los casos. Otro de los requerimientos de los viveros tradicionales es que el proyecto sea viable técnicamente, exigiéndose en un 73% de los casos, mientras que en el otro grupo sólo se pide en el 29% de los casos. Estos dos son los requisitos de entrada que utilizan con mayor intensidad los viveros tradicionales (condicionantes sine qua non de admisión). El otro requisito es que sea de creación reciente. Obviamente, este tercer requisito no diferencia a este tipo de vivero del tipo especializado. Una vez pasada la criba de selección, el criterio de idoneidad más importante es la formación del emprendedor (con un peso del 28%). Por contraste, el grupo de viveros especializados considera que el factor más importante es el sector de la nueva empresa (con un peso del 33%). Otra diferencia significativa entre ambos tipos de viveros en el proceso de selección es el peso otorgado a las expectativas de generación de beneficio de la nueva empresa. La prueba de Kruskal-Wallis confirma esta afirmación: el p-valor asociado a la prueba es 0.046. Mientras que los tradicionales le dan una importancia relativa de 18.6, los especializados tan sólo le dan una importancia de 8.6. Por tanto. Los viveros tradicionales están especialmente preocupados en que las empresas que acogen sean exitosas, en el sentido que sean viables en el tiempo. Se centran en actividades económicas más tradicionales y en aquellos empresarios que aporten experiencia y valores personales que avalen el éxito de la nueva empresa. Son unos viveros que están ofreciendo un apoyo administrativo completo. El 82% ofrecen servicios básicos de secretariado, más de la mitad ofrecen servicios de gestoría, todos ofrecen domiciliación comercial. Todo ello hace que la intensidad de soporte administrativo de este grupo sea de 2.45, en contraste con el 1.14 que alcanza esta variable en el otro grupo. 9.2. Viveros de especializados. Este tipo de viveros no busca tanto el éxito de la iniciativa empresarial que acoge, sino que apoyan iniciativas relacionadas con las nuevas tecnologías de la información y comunicación. Es por ello el curriculum vitae del emprendedor y las expectativas de generar beneficio económico pesan mucho. La promoción que hacen estos viveros es en gran medida a través de internet: todos los viveros del grupo utilizan este canal para dar a conocer su servicio. Sin embargo, en el grupo de viveros tradicionales, tan solo el 45% utiliza este medio. Otra diferencia significativa entre ambos grupos hace referencia al proceso de decisión empleado para decidir las empresas que deben abandonar el vivero. El grupo de viveros especializados utiliza el criterio que define la respectiva normativa de permanencia. En la gran mayoría de los casos, la normativa permite una permanencia durante tres años en el vivero. La salida en el tercer año es automática. Sin embargo, en el grupo de viveros tradicionales, se observa que la decisión sobre qué empresas deben salir se toma después de un estudio individual por parte de la dirección del vivero. Obviamente, esto se presta a que se utilicen criterios de carácter no estrictamente técnico. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 ISSN:1135-2523 149 Marimon Viadiu, F., Alonso Martínez, J.M. Los gestores de estos viveros piensan que el vivero debe especializarse. Opinión que contrasta con la de los gerentes de los viveros tradicionales. En una escala Likert de 1 a 5, los gerentes de viveros tradicionales se inclinan a pensar que cuantos más sectores estén representados en el vivero, el vivero puede ofrecer mejor servicio. La puntuación en la escala mencionada es de 3.5. Hacemos notar que el valor neutro de la escala es el 3, por tanto, tan solo se aprecia una ligera preferencia hacia la pluralidad de sectores de actividad. Sin embargo, en el grupo de los viveros especializados, el valor de esta variable es 1.6. La prueba Kruskal-Wallis confirma que la diferencia es significativa (el p-valor asociado es 0.027). El siguiente gráfico sitúa a los elementos que pertenecen a los dos grupos en el espacio formado por las dimensiones “Beneficio esperado de la empresa acogida” y “Porcentaje de empresas relacionadas con el sector de las nuevas tecnologías”. Figura 9. Situación de los viveros en función de la capacidad de generar beneficio económico de sus empresas y del porcentaje de empresas tecnológicas que albergan Expectativas generación beneficio 30 20 10 Tradicionales Especializados 0 0 40 60 80 100 Tecnologías información y comunicación Se observa que los viveros especializados ocupan las posiciones de la esquina inferior derecha, mientras que los viveros tradicionales quedan hacia la izquierda y más bien hacia arriba. Son los dos posicionamientos que hemos descrito. Los tradicionales tienen criterios clásicos para aceptar a sus candidatos (básicamente viabilidad económica), mientras que los especializados están interesados en atraer a un sector específico de actividad económica. 10. CONCLUSIONES El papel de los viveros ha tomado importancia en Cataluña durante estos últimos años, pero si comparamos con las mejores instituciones americanas o europeas, se observa que queda recorrido hasta igualar el servicio que prestan estos viveros punteros (Lewis et al. 2001; 150 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 Tipologías de viveros de empresas: tradicionales y especializados European Commission Enterprise Directorate-General 2002). De hecho, los viveros catalanes están ofreciendo unos servicios muy básicos y primarios. Podemos decir que son viveros de primera generación. Aunque dan cabida a bastantes empresas tecnológicas, no podemos decir que se hayan especializado en este tipo de empresas. Es cierto que varios viveros buscan específicamente empresas relacionadas con sectores de las nuevas tecnologías, pero esta focalización sólo la encontramos en el proceso de selección. No observamos una preocupación específica del vivero para poder servir adecuadamente a empresas de este sector; no hay un diseño del servicio para favorecer las necesidades específicas del sector tecnológico. Los viveros catalanes son todos ellos muy parecidos entre si, tanto por el tipo de empresas que promocionan, como por el tipo de apoyo que les ofrecen. Los principales servicios ofrecidos son: alquiler de espacio a buen precio, asesoramiento en la elaboración del plan de negocio, información sobre ayudas institucionales y apoyo administrativo. Se echa en falta un control y seguimiento de la marcha de las empresas acogidas. En algunos casos se hace de forma informal. Pensamos que los viveros podrían aumentar el valor que ofrecen al emprendedor durante el tiempo en que está en el vivero. Hay una relación fuerte entre vivero y emprendedor en el momento de entrada, pero una vez se instala la empresa, la relación se debilita mucho. Se ha detectado la existencia de dos tipologías de viveros. Los tradicionales buscan en primer término el éxito de las empresas acogidas. Para asegurarse tienen muy en cuenta tanto la formación y experiencia de los emprendedores, como su plan de viabilidad. Sin embargo, para decidir la salida de candidatos, no se aplican criterios rígidos, sino que un 45% los viveros toman una decisión particularizada para cada caso. La utilización de criterios poco claros para determinar la salida puede obedecer al compromiso político de los gestores del vivero. De hecho, Urbano et al. (2001) denuncian una excesiva dependencia de los ciclos políticos. También Nueno (1996) detecta un gran número de empresas que malviven en los viveros gracias a subvenciones (también controladas por políticos). Sin embargo, en nuestro estudio no hemos podido concluir que estos viveros sean mayoritariamente de gestión municipal. El otro grupo (los especializados) son viveros que buscan empresas de un sector determinado (TIC en muchos casos). El principal criterio de selección es el sector. Los gestores de estos viveros piensan que la especialización es necesaria para dar un buen servicio a sus empresas. En este grupo, el criterio de permanencia en el vivero es muy claro y no se hacen excepciones a la norma. Hay menos ocasión al trato preferencial o personal (al menos en este aspecto) que el que se da en los viveros tradicionales. Los autores nos planteamos la posibilidad de realizar un segundo estudio para conocer la calidad del servicio ofrecido por los viveros. Pensamos que un instrumento tipo Servqual (Parasuraman et al. 1985) podría ser de utilidad. Permitiría valorar el servicio que realmente espera el emprendedor, y compararlo con el nivel de prestación real, para saber si se satisfacen o no las expectativas. Otra posibilidad que nos planteamos es ampliar el estudio para encontrar posibles diferencias en los objetivos y servicios ofrecidos por los viveros ubicados en zonas urbanas y rurales. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 ISSN:1135-2523 151 Marimon Viadiu, F., Alonso Martínez, J.M. NOTAS i El coeficiente Phi mide el grado de asociación entre dos variables dicotómicas. En este caso, toma el valor 0.100 con un nivel de significación 0.671, lo que indica que la relación es más bien débil. ii Suponiendo que se tienen k subpoblaciones y que sobre cada individuo de la muestra se mide una variable al menos ordinal, el análisis de la varianza de Kruskal-Wallis se utiliza para contrastar la hipótesis nula de que las muestras proceden de k subpoblaciones en la que la distribución de la variable es la misma. Si el p-valor asociado al estadístico de contraste es menor que D, se rechaza la hipótesis nula con un nivel de significación D. BIBLIOGRAFIA ALLEN, D. 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(2001). “Local social capital and entrepreneurship” Comunicació presentada a la Western Regional Science Association, Palm Springs, CA. USA. La Revista Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa recibió este artículo el 27 de octubre de 2004 y fue aceptado para su publicación el 17 de octubre de 2005. 152 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.133-152 Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Vol. 12 Nº1, 2006, pp.153-166, ISSN:1135-2523 LA PROBLEMÁTICA EN LA MEDICIÓN DEL APRENDIZAJE ORGANIZATIVO: UNA REVISIÓN Real Fernández, J.C. Universidad Pablo de Olavide Leal Millán, A. Roldán Salgueiro, J.L. Universidad de Sevilla RESUMEN El escaso consenso que se ha producido en torno al significado del aprendizaje organizativo (AO) ha provocado un insuficiente debate sobre su medición (Easterby-Smith, Crossan y Nicolini, 2000). A pesar de la extensa literatura existente sobre este tópico, se han producido muy pocos intentos de operativizar el constructo a través de técnicas cuantitativas (Chaston, Badger y Sadler-Smith, 1999). El AO, considerado como un resultado, ha sido tratado como un instrumento unidimensional (Levitt y March, 1988). Sin embargo, su análisis como un proceso duradero vinculado a la adquisición de conocimiento y a la mejora de rendimiento, ha hecho posible estudiar su carácter complejo y multidimensional. En la última década se ha experimentado en el ámbito académico un creciente interés por el desarrollo de una escala de medida que permita valorar el AO como constructo latente multidimensional. En este sentido, este trabajo pretende mostrar una revisión de las escalas que se han empleado en la literatura para medir los diferentes significados con los que se ha hecho referencia al concepto de AO. PALABRAS CLAVE: Aprendizaje organizativo, Escalas de medida, Organización que aprende, Orientación al aprendizaje, Capacidad de aprendizaje organizativo. ABSTRACT The lack of consensus surrounding organizational learning (OL) meaning has given rise to an insufficient debate about its measurement (Easterby-Smith, Crossan and Nicolini, 2000). In spite of the extensive literature about OL, it has been given insufficient opportunity to operate using quantitative techniques (Chaston, Badger and Sadler-Smith, 1999). As a result, the OL is considered to be an unidimensional construct (Levitt and March, 1988). However, when it is analyzed as a process linked to knowledge acquisition and improvement of performance, it is possible to study in depth its complex and multidimensional character. In the last decade, the academic field has showed an increasing interest in OL through the development of a measurement scale that allows to consider the OL as a latent multidimensional construct. Due to circumstances, this work tries to present a revision of the scales used in the literature for measuring the OL concept. KEYWORDS: Organizational learning, Measurement scales, Learning organization, Learning orientation, Organizational learning capability. 1. INTRODUCCIÓN El aprendizaje organizativo (AO) ha sido abordado desde numerosas disciplinas lo que sin duda se ha traducido en una literatura que se encuentra fragmentada (EasterbySmith, 1997). La investigación ha avanzado con una gran lentitud como consecuencia de la complejidad y multidimensionalidad del objeto de estudio y de la ausencia de una sólida base de partida común. El AO se enfrenta actualmente a distintos problemas como son la confusión y el desconcierto teórico, la ausencia en la literatura de una opinión consensuada acerca de las dimensiones del concepto, además de una relativa escasez de trabajos empíricos (Easterby-Smith y Araujo, 1999). A lo anteriormente expuesto, hay que añadir el Real Fernández, J.C., Leal Millán, A., Roldan Salgueiro, J.L. hecho de que los límites del AO son con frecuencia poco claros y además compartidos con áreas de investigación cercanas, tales como la literatura sobre el conocimiento organizativo, la gestión del conocimiento, el capital intelectual y la memoria organizativa (Vera y Crossan, 2003). En este sentido, la medición del AO puede ayudar a revelar diferentes áreas en las cuales los directivos puedan actuar para desarrollar esta capacidad. También puede permitir establecer valores estándares con los que establecer procesos de benchmarking entre organizaciones (Leal y Roldán, 2001), de modo que aquéllas que obtengan valoraciones superiores sean consideradas como organizaciones que aprenden. Sin duda, la existencia de medidas del AO va a permitir evaluar modelos más complejos en los que establecer diferentes relaciones con variables antecedentes y consecuentes (Jerez-Gómez, CéspedesLorente y Valle-Cabrera, 2005). Todo ello contribuirá a eliminar parte de la controversia existente en cuestiones tan significativas como su impacto en el rendimiento empresarial. Es por ello, que resulta necesario proporcionar un mapa de investigación sobre la problemática de la medición del AO, como valiosa aportación en este campo para cualquier investigador que aborde cuestiones relativas al AO y sus relaciones con otras variables empresariales. En este contexto se plantea el presente trabajo, cuyo objetivo es realizar una revisión de las escalas que se han empleado en la literatura para medir los diferentes significados con los que se ha hecho referencia al carácter complejo y multidimensional del AO. Con este fin en mente y tras realizar un estudio del AO como un resultado, se presentan tres perspectivas sobre cómo abordar la medición del mismo. A continuación, en lo que constituye el eje central de nuestro trabajo, llevamos acabo un análisis teórico de las diferentes investigaciones que consideran el AO como un constructo latente multidimensional: la capacidad de aprendizaje organizativo, el AO como proceso y la integración del AO dentro de la literatura de conocimiento organizativo. En cada caso, se realiza un análisis de las diferentes dimensiones que integran cada perspectiva y se propone una guía sobre qué tipo de escala sería más adecuada según el objetivo de la investigación. Finalmente, en el apartado de conclusiones se mostrarán algunas líneas futuras de investigación con las que cubrir algunos vacíos existentes en la métrica del AO. 2. LA MEDICIÓN DEL APRENDIZAJE ORGANIZATIVO: ANTECEDENTES TEÓRICOS A pesar de la extensa literatura existente sobre el AO, ha habido muy pocos intentos de operativizar el constructo a través de técnicas cuantitativas (Chaston, Badger y SadlerSmith, 1999). El AO, considerado como un resultado, ha sido tratado como un constructo unidimensional (Levitt y March, 1988). Por otra parte, su análisis como un proceso duradero con consecuencias observables por su vinculación a la adquisición de conocimiento y a la mejora del rendimiento, ha permitido profundizar en su carácter complejo y multidimensional. La medición tradicional del aprendizaje como un resultado ha sido abordada a través de las llamadas curvas de aprendizaje y de experiencia, donde la habilidad de una organización para aprender es función del tiempo, lo que se entiende como aprendizaje 166 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.153-166 desde la experiencia interna (Bapuji y Crossan, 2003). Por ejemplo, Argote, Beckman y Epple (1990), estudiaron la productividad de los astilleros, mostrando que el aprendizaje era adquirido tanto de la experiencia como por la transferencia de conocimiento existente entre ellos. Las curvas de aprendizaje, desarrolladas en el marco de la producción (Levitt y March, 1988), relacionan el coste de fabricación de un producto con la experiencia acumulada en la producción del mismo, estableciendo que dicho coste disminuye a medida que se incrementa el número de unidades fabricadas. Aunque en principio la relación se limitaba al coste de mano de obra directa, posteriormente se extendió al coste de producción total. En los años 70, la Boston Consulting Group elevó esta idea a sectores industriales con las curvas de experiencia. Éstas extienden el efecto del aprendizaje a otras actividades distintas de las típicas de la producción (Albernathy y Wayne, 1974), describiendo la influencia que tiene sobre la variable coste y/o precio la experiencia adquirida a través de la repetición de una actividad concreta. Otra forma de evaluación del aprendizaje son las curvas de mitad de ciclo de vida. Con las mismas, se mide el tiempo que se tarda en lograr un 50% de mejora en una medida de rendimiento determinada, de forma que las curvas de mayor pendiente indican un aprendizaje más rápido (Garvin, 1993). Desafortunadamente, pocos estudios han intentado un examen directo del proceso de aprendizaje. Habitualmente, los investigadores han empleado los conceptos de AO para interpretar datos describiendo acciones organizativas después de que los datos hayan sido recogidos (Robey, Boudreau y Rose, 2000). Sin embargo, para una organización que aprende, esos sistemas de evaluación son incompletos ya que no observan el proceso de aprendizaje directamente, de forma que para captar el aprendizaje de una empresa deben incluirse el nivel cognoscitivo, los cambios en la conducta y su reflejo en la mejora del rendimiento, siendo en este caso de gran utilidad las encuestas, los cuestionarios y las entrevistas (Garvin, 1993). Esto permitirá captar su carácter complejo y multidimensional (Slater y Narver, 1995). Easterby-Smith, Crossan y Nicolini (2000) consideran que la cuestión de la medición del aprendizaje ha carecido hasta el momento de un debate epistemológico y ontológico ya que ha prevalecido una visión contingente donde los métodos empleados se consideran apropiados en función de los diferentes tipos de problemas a los que se aplican. En general, los estudios en este campo pueden adoptar tres perspectivas: (a) Perspectiva macro / positivista, que emplea métodos cuantitativos, siendo su unidad de análisis la organización, o subunidades significativas como son el grupo o el individuo. (b) Perspectiva micro / interpretativa, donde la obtención de datos se realiza vía entrevistas formales o conversaciones informales, centrando su interés en el fenómeno conocido como “comunidades de práctica”. (c) Perspectiva intermedia, principalmente centrada en el método del caso, que utiliza una mezcla de las metodologías anteriores. Siguen la tradición interpretativa hasta el punto Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.153-166 ISSN:1135-2523 165 Real Fernández, J.C., Leal Millán, A., Roldan Salgueiro, J.L. que los investigadores recogen datos principalmente de entrevistas y la observación, pero difieren en el sentido de que el foco está en un caso completo, o en comparaciones entre casos similares. Tal y como indican Easterby-Smith et al. (2000), los diferentes métodos son apropiados para diferentes clases de problemas de investigación. No obstante, hay que señalar que la inmensa mayoría de trabajos europeos utilizan los métodos interpretativos, mientras que los norteamericanos se decantan más por la investigación empírica cuantitativa . Por nuestra parte, seguiremos en el presente trabajo la perspectiva macro / positivista para analizar la medición del AO. 3. LA CAPACIDAD DE APRENDIZAJE ORGANIZATIVO En la última década se ha experimentado en el ámbito académico un creciente interés por el desarrollo de una escala de medida que permita valorar el AO como una variable latente multidimensional, es decir, compuesta por un conjunto de atributos o dimensiones relacionadas, siendo necesario que la organización presente un alto grado en todas y cada una de las dimensiones para afirmar que existe AO. Dentro de un primer grupo de trabajos se encuentran aquellos realizados por autores tales como Goh (2003), Goh y Richards (1997), Hult (1998), Hult y Ferrell (1997), Jerez-Gómez et al. (2005), Yeung, Ulrich, Nason y von Glinow (1999), que identifican como dimensiones del AO los componentes críticos para la organización que aprende u organización inteligente descritos inicialmente por Senge (1990) (Tabla 1). Con ello vinculan el AO con la capacidad de “aprender a aprender” o “meta aprendizaje”, donde la organización sigue un modelo de cambio continuo, capaz de cuestionar y replantear permanentemente sus asunciones básicas y marcos de referencia (Swiering y Wiersma, 1992). Tabla 1. La medición de la capacidad de aprendizaje organizativo Autor (es) Dimensiones del AO (items) Unidad de análisis Objetivo de la investigación Goh (2003) x Claridad de misión y visión (4) x Compromiso con el liderazgo y empowerment (5) x Experimentación y recompensas (5) x Transferencia efectiva de conocimiento (4) x Equipo de trabajo y resolución de problemas en grupo (3) Individuo: Dos muestras con individuos de dos organizaciones en distintos momentos del tiempo Análisis de la capacidad de aprendizaje de dos organizaciones con un estudio longitudinal Goh y Richards (1997) x Claridad de propósito y misión (4) x Compromiso con el liderazgo y empowerment (5) Individuo: 632 individuos de cuatro organizaciones, dos de carácter público y dos de carácter Medir las prácticas de gestión que facilitan el AO o las condiciones y facilitadores que pueden ayudar a la 166 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.153-166 Autor (es) Dimensiones del AO (items) x Experimentación (5) x Transferencia de conocimiento (4) x Equipo de trabajo y resolución de problemas en grupo (3) Objetivo de la investigación organización a convertirse en una organización que aprende Unidad de análisis privado Hult (1998) x x x x Orientación al equipo (5) Orientación de sistemas (4) Orientación al aprendizaje (4) Orientación a la memoria (4) Unidad estratégica de negocio: 179 nacionales y 167 internacionales Hult y Ferrell (1997) x x x x Orientación al equipo (8) Orientación de sistemas (5) Orientación al aprendizaje (6) Orientación a la memoria (4) Unidad estratégica de negocio: 179 nacionales y 167 internacionales Jerez-Gómez et al. (2005) x Compromiso directivo (5) x Visión de sistema (3) x Apertura y experimentación (4) x Transferencia e integración (4) Yeung et al. (1999) x Generación y generalización de ideas con impacto (24) x Incapacidades para aprender (34) Examinar el papel del AO en el proceso de suministro entre la central de compras y las unidades estratégicas de negocio Desarrollar y testar una medida de la capacidad de aprendizaje organizativo Organización: 111 organizaciones fabricantes de productos químicos Elaboración de una escala para la medición de la capacidad de AO Unidad estratégica de negocio: 268, de tamaño grande y gama muy amplia de industrias Establecer cómo variables de contexto (industria, estrategia empresarial y cultura de la empresa) pueden influir en el cómo y el por qué aprenden las organizaciones, y cómo la capacidad de la organización para aprender afectará al desempeño empresarial Fuente: elaboración propia. La noción de capacidad de aprendizaje presenta una clara vinculación con el concepto de orientación al aprendizaje, entendido como un conjunto de valores organizativos tales como el compromiso hacia el aprendizaje, la mentalidad abierta que prevalece en la organización y la visión compartida predominante entre sus miembros que influencian la propensión de la empresa a crear y usar el conocimiento (Sinkula, Baker y Noordewier, 1997). Para edificar una organización con capacidad de aprendizaje, Senge (1990) considera fundamental la puesta en práctica de una serie de principios o prácticas de gestión que denomina “disciplinas del aprendizaje”. La vinculación entre estas disciplinas y las dimensiones clave de los trabajos que emplean una medida de la capacidad de aprendizaje aparece recogida en la Tabla 2. Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.153-166 ISSN:1135-2523 165 Real Fernández, J.C., Leal Millán, A., Roldan Salgueiro, J.L. La disciplina de dominio personal supone que el individuo aclara y se replantea su visión personal, orientando la creación de futuro. Esta idea implica la experimentación, la búsqueda de soluciones innovadoras y flexibles a los problemas actuales y futuros que permita la generación de ideas. Los modelos mentales hacen referencia a las asunciones o esquemas de pensamiento que modelan los actos de los miembros de la organización. Es de vital importancia que la organización pueda modificar las pautas de comportamiento establecidas en su memoria organizativa, ofreciendo espacio para la creación de nuevo conocimiento, especialmente cuando dichas pautas no responden a la realidad y siguen vigentes guiando el comportamiento de la organización. La construcción de una visión compartida es el ideal compartido que aglutina las energías individuales de los miembros de la organización y los orienta en una dirección común, creando una tensión que conduce al aprendizaje. Es la imagen ideal y única de lo que la organización debería llegar a ser, normalmente a medio o largo plazo, capaz de provocar un impulso en la forma de actuar de las personas (Sinkula et al., 1997). Esta idea está apoyada por el compromiso directivo que implica que la dirección reconoce la relevancia del aprendizaje dentro de la organización y lo apoya, impulsando el desarrollo de una cultura que fomente como uno de sus valores fundamentales un clima de aprendizaje. Por lo que respecta al aprendizaje en equipo, el aprendizaje sólo puede producirse a través del intercambio de experiencias entre los individuos, lo que significa generalizar las ideas, es decir, compartir ideas a través de los límites de la organización. Bajo este principio se encuentra la habilidad de la organización para transferir conocimiento tanto externa como internamente. El trabajo en equipo permite que los miembros de la organización puedan compartir conocimiento e incrementen su comprensión sobre las necesidades y las formas en las que otros individuos trabajan en otras partes de la organización. La idea de pensamiento sistémico permite aglutinar los resultados del aprendizaje derivado de la práctica de las anteriores disciplinas, permitiendo dar el salto al plano organizativo. Aquellos investigadores que adopten como guía de actuación la corriente prescriptiva y práctica del aprendizaje, preocupada por cómo las organizaciones deberían efectivamente aprender (organización que aprende), estarán interesados en adoptar medidas centradas en la capacidad de aprendizaje organizativo que incluyan las anteriores dimensiones clave. Con ello, podrán determinar si la capacidad de aprender se configura como una de las principales fuentes de ventaja competitiva. Sin embargo, se estarán alejando de la corriente descriptiva y académica del AO, representativa de aquellas investigaciones que describen cómo las organizaciones aprenden (Tsang, 1997). 166 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.153-166 Tabla 2. Aspectos básicos de la organización que aprende relacionados con la capacidad de aprendizaje organizativo Dimensión de la capacidad de aprendizaje Dominio personal Modelos mentales Visión compartida Aprendizaje en equipo Pensamiento sistémico Factores relacionados según autores revisados x Orientación al aprendizaje de equipo (Hult, 1998; Hult y Ferrell, 1997) x Experimentación (Goh, 2003; Goh y Richards, 1997) x Generación y generalización de ideas con impacto (Yeung et al., 1999) x Apertura y experimentación (Jerez-Gómez et al., 2005) x Orientación al aprendizaje, orientación de sistemas (Hult, 1998; Hult y Ferrell, 1997) x Incapacidades para aprender (Yeung et al., 1999) x Visión de sistema (Jerez-Gómez et al., 2005) x Compromiso con el liderazgo y empowerment (Goh y Richards, 1997) x Orientación al aprendizaje, orientación de sistemas (Hult, 1998; Hult y Ferrell, 1997) x Claridad de propósito y misión (Goh, 2003; Goh y Richards, 1997) x Visión de sistema (Jerez-Gómez et al., 2005) x Orientación al aprendizaje, orientación al equipo (Hult, 1998; Hult y Ferrell, 1997) x Transferencia de conocimiento (Goh, 2003; Goh y Richards, 1997) x Equipo de trabajo y resolución de problemas en grupo (Goh, 2003; Goh y Richards, 1997) x Transferencia e integración (Jerez-Gómez et al., 2005) x Visión de sistema (Jerez-Gómez et al., 2005) Fuente: elaboración propia. 4. EL APRENDIZAJE ORGANIZATIVO COMO PROCESO Sobre las definiciones del AO la mayoría de los académicos están de acuerdo en que el AO es un proceso que parte de la adquisición y creación de conocimiento por parte de los individuos y continúa con el intercambio y la integración de los mismos hasta obtener un cuerpo de conocimiento colectivo. Esta idea recogida en la Tabla 3, la presentan un segundo grupo de trabajos como los de Pérez, Montes y Vázquez (2004), Templeton, Lewis y Snyder (2002) y Tippins y Sohi (2003). Los mismos consideran al AO, según propone Huber (1991), como un proceso dinámico que va desarrollándose en el tiempo a través de una serie de fases o etapas. Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.153-166 ISSN:1135-2523 165 Real Fernández, J.C., Leal Millán, A., Roldan Salgueiro, J.L. Tabla 3. La medición del AO como proceso Autores Dimensiones del AO (items) Unidad de análisis Objetivo de la investigación Pérez et al. (2004) x Adquisición externa de conocimiento (10) x Adquisición interna de conocimiento (7) x Distribución del conocimiento (7) x Interpretación del conocimiento (9) x Memoria organizativa (11) Analizar la influencia que la Organización: cultura organizativa 195 ejerce sobre el AO, organizaciones así como la industriales y de capacidad que este servicios tiene para generar resultados superiores Templeton et al. (2002) x Conocimiento / conciencia (awaraness) (5) x Comunicación (3) x Evaluación del rendimiento (4) x Cultivo intelectual (4) x Adaptabilidad al entorno (4) x Aprendizaje social (3) x Gestión del capital intelectual (3) x Injerto (grafting) organizativo (2) Organización: 119 organizaciones de sectores intensivos en tecnología y conocimiento Proporcionar una medida del constructo AO Tippins y Sohi (2003) x x x x x Organización: 271 organizaciones industriales Analizar el papel mediador del AO en el impacto de la tecnología de la información sobre el rendimiento Adquisición de la información (6) Distribución de la información (6) Interpretación compartida (5) Memoria declarativa (7) Memoria procedimental (5) Fuente: elaboración propia. En la Tabla 4 se comparan dichas etapas o subprocesos con las señaladas en diversos trabajos, las cuales comentamos a continuación. La adquisición de información se define como un proceso por el cual las organizaciones buscan activamente información y/o conocimiento procedente tanto de fuentes externas como internas. Dicho conocimiento puede tener su origen en los fundadores de la empresa, la gestión del capital intelectual, la adquisición en el mercado, la incorporación a la empresa de nuevos miembros que poseen conocimientos no disponibles y la exploración y observación de su entorno (Huber, 1991). La distribución de información representa la etapa en la cual la información obtenida en la fase anterior es distribuida, de forma intencionada o no, entre las unidades y miembros de la organización, promoviendo el aprendizaje de nuevo conocimiento o comprensión del mismo (Garvin, 1993). Mediante la interpretación se proporcionan uno o más significados a la información distribuida (Daft y Weick, 1984). Esto implica la presencia de consenso entre los miembros de la organización con respecto al significado de la información. Los mismos aprenden a través de canales sociales sobre las cuestiones organizativas. 166 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.153-166 La memoria organizativa es la última fase del aprendizaje y hace referencia al conjunto de sistemas y estructuras implantados en una organización para almacenar el conocimiento generado en la misma y poder ser utilizado con posterioridad (Aramburu, 2001). Este tipo de trabajos proporcionan una guía de actuación para aquellos investigadores que reconocen que el aprendizaje puede ser definido en términos de un proceso de creación, retención, transferencia, etc. Con ello se pretende mostrar una visión prescriptiva de cómo las organizaciones efectivamente gestionan su conocimiento, centrado en cómo el conocimiento es un recurso que proporciona ventaja competitiva y se estudia el proceso asociado con su gestión. Esta gestión del aprendizaje entendida como una gestión del conocimiento, está vinculada en el ámbito de las consultorías con el empleo de las tecnologías de la información (Easterby-Smith et al., 2000). Como indican Vera y Crossan (2003), aunque el término gestión del conocimiento también es a menudo definido e incorporado en el ámbito académico, se trata de una literatura prescriptiva del concepto de conocimiento organizativo, siendo este último un constructo para el que desde la literatura sí se ha establecido su vinculación con el AO. Tabla 4. Aspectos básicos del AO como proceso y su relación con las dimensiones del AO Dimensión del proceso de AO Adquisición de información Distribución de la información Interpretación de la información Memoria organizativa Factores relacionados según autores revisados x Aprendizaje social, conocimiento / conciencia (awaraness), cultivo intelectual, evaluación del rendimiento, gestión del capital intelectual, injerto (grafting) organizativo (Templeton et al., 2002) x Adquisición externa e interna de conocimiento (Pérez et al., 2004) x Adquisición de información (Tippins y Sohi, 2003) x Adaptabilidad al entorno, aprendizaje social, conocimiento / conciencia (awaraness), cultivo intelectual (Templeton et al., 2002) x Distribución del conocimiento (Pérez et al., 2004) x Distribución de información (Tippins y Sohi, 2003) x Adaptabilidad al entorno, aprendizaje social, comunicación, evaluación del rendimiento (Templeton et al., 2002) x Interpretación del conocimiento (Pérez et al., 2004) x Interpretación compartida (Tippins y Sohi, 2003) x Adaptabilidad al entorno, comunicación, cultivo intelectual, evaluación del rendimiento, gestión del capital intelectual (Templeton et al., 2002) x Memoria organizativa (Pérez et al., 2004) x Memoria declarativa y procedimental (Tippins y Sohi, 2003) Fuente: elaboración propia. Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.153-166 ISSN:1135-2523 165 Real Fernández, J.C., Leal Millán, A., Roldan Salgueiro, J.L. 5. APRENDIZAJE ORGANIZATIVO Y CONOCIMIENTO Por último, con una perspectiva distinta a las anteriores, según se expresa en la Tabla 5, existe un grupo de autores que presentan diversas escalas en un intento por aproximar las perspectivas del AO y del conocimiento organizativo. Así, mientras que el campo del conocimiento organizativo tiene una visión estática del conocimiento (como contenido o aquello que la organización posee, denominado knowledge) frente al AO, más interesado en los cambios en el conocimiento (proceso por el cual el mismo se crea o knowing), existen propuestas dentro de la literatura sobre el conocimiento que examinan su evolución a lo largo del tiempo (Vera y Crossan, 2003). En esta línea, Nonaka, Byosiere, Borucki y Konno (1994) consideran que las dimensiones de la creación de conocimiento son los cuatro modos de conversión del conocimiento de tácito a explícito (SECI) en el modelo teórico definido por Nonaka (1994). Según el mismo, el conocimiento tiene su origen en dos procesos independientes: el aprendizaje y la espiral de conocimiento. Por el primero se transforma la información en conocimiento y por el segundo se conecta la dimensión epistemológica (conocimiento tácito y explícito) con tres dimensiones ontológicas de conocimiento (individuo, grupo y organización), y se transforma el conocimiento tácito individual en conocimiento explícito colectivo. Bontis, Crossan y Hulland (2002) operativizan el modelo 4i de AO (i.e., intuición, interpretación, integración e institucionalización) propuesto por Crossan et al. (1999) empleando como instrumento la matriz de aprendizaje estratégico (SLAM). Dicha matriz integra las dimensiones clave de la literatura sobre AO en una perspectiva de análisis con múltiples niveles, una operativa conceptual y la integración del aprendizaje en magnitudes stocks y flujos: tres de stocks de aprendizaje en relación con cada nivel de aprendizaje (individuo, grupo y organización), y dos de flujos de aprendizaje (feedforward y feedback) por lo que corresponde al proceso de exploración y explotación del mismo. De esta forma, según Crossan et al. (1999), el AO es un proceso dinámico a través de niveles que crea una tensión entre la lógica incremental o amplificadora que supone la exploración o nueva asimilación de aprendizaje (feedforward) y la lógica reductora que implica la explotación o uso del que ha sido aprendido (feedback). A través del proceso de alimentación hacia delante, nuevas ideas y acciones fluyen del individuo al grupo, y de éste a la organización. Al mismo tiempo que se ha aprendido, se produce un proceso de retroalimentación o “hacia atrás” desde la organización al individuo y al grupo, y de este último al nivel individual, afectando al modo en que las personas actúan y piensan. Con esta perspectiva social del AO, el aprendizaje ocurre y el conocimiento es creado por la interacción social que se produce entre las dimensiones epistemológica y ontológica del conocimiento. Martínez y Ruiz (2003) desarrollan una escala global que permite medir el aprendizaje desarrollado por las organizaciones. Las autoras definen el AO como un proceso multinivel (i.e., individuo, grupo y organización) que toma como input la información, donde intervienen un conjunto de actividades que integran dicho proceso, además de una serie de factores que afectan al aprendizaje tanto positiva como negativamente así como unas herramientas que lo facilitan y ayudan a lograr su objetivo: la creación de conocimiento. Finalmente Lloria, Moreno-Luzón y Peris (2004), partiendo de la misma interrelación entre aprendizaje, información y conocimiento, presentan una escala multi-ítem teniendo en cuenta los distintos modos de conversión del conocimiento, la dimensión epistemológica del 166 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.153-166 conocimiento, los subprocesos 4i de aprendizaje señalados por Crossan et al. (1999), los distintos tipos de aprendizaje (bucle simple vs. bucle doble), los flujos de aprendizaje (feedforward vs. feedback) y los cuatro niveles ontológicos (individual, grupal, organizativo e interorganizativo). En resumen, los anteriores trabajos suponen una guía de actuación para aquellos investigadores interesados en analizar cómo el conocimiento organizativo se construye socialmente, considerándose, por tanto, como un proceso y no como el resultado del aprendizaje. Este planteamiento permite considerar que la supuesta distinción entre aprendizaje y conocimiento desaparece (Chiva y Camisón, 2003; Chiva y Alegre, 2005). La principal dificultad que se encuentra esta línea de investigación reside en que la visión basada en el conocimiento organizativo está principalmente centrada en comprender la naturaleza de conocimiento como un recurso o stock, frente al AO que enfatiza el proceso a través del cual el conocimiento se convierte en variable flujo. 6. CONCLUSIONES Durante el presente trabajo se ha puesto de manifiesto el escaso consenso en cuanto al significado del AO, ello se ha traducido en la confusión existente respecto a su medición, cuestión esta que no ha sido suficientemente tratada por la literatura desarrollada durante décadas de pensamiento organizativo, de ahí la escasez de trabajos empíricos sobre esta materia y, más en concreto, la elaboración de escalas de medida multi-ítem. Con todo ello, nos hemos centrado en analizar desde una perspectiva macro / positivista la existencia de escalas que permitan abordar la medición del AO como un constructo latente multidimensional, estableciéndose tres grandes grupos de trabajos fruto de la integración de diferentes literaturas. Un primer grupo de trabajos analizados miden la capacidad de aprendizaje organizativo como síntesis de los atributos que definen a una organización que aprende. Un segundo grupo de trabajos establecen la medición del aprendizaje a través de una serie de etapas o fases que se producen en el tiempo, cuyo resultado es el conocimiento colectivo procedente de un proceso de gestión de aprendizaje. Finalmente, se ha presentado un grupo de trabajos que consideran, desde una perspectiva social del AO, cómo el conocimiento organizativo sería construido socialmente, en un intento por demostrar que los campos del AO y del conocimiento organizativo representan una misma realidad organizativa. La necesidad de una teoría integradora del AO y de la literatura sobre conocimiento organizativo ha sido manifestada por muchos autores, siendo necesaria su diferenciación de otros enfoques prescriptivos que hacen referencia al cómo deberían efectivamente aprender las organizaciones (organización que aprende) o gestionar su conocimiento (gestión del conocimiento). Futuros trabajos que aborden la medición del AO deberían tener en cuenta ambos marcos teóricos, intentando evitar la confusión que se ha intentado solucionar con este trabajo. Asimismo, existe la necesidad de realizar estudios longitudinales que completen a la mayoría de los estudios de corte transversal existentes, especialmente si tenemos en cuenta la naturaleza continua del AO, siendo un proceso acumulativo en el tiempo, lo cual implica que la cantidad de aprendizaje obtenida en un momento del tiempo es función del aprendizaje acumulado hasta dicho momento. En todo caso, la existencia de un método de medición del AO va a permitir profundizar en la comprensión de los mecanismos que facilitan el proceso de transformación del AO en resultados empresariales. Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.153-166 ISSN:1135-2523 165 Real Fernández, J.C., Leal Millán, A., Roldan Salgueiro, J.L. Tabla 5. La medición del AO y su integración con la perspectiva basada en el conocimiento Autores Dimensiones del AO (items) x Stocks de aprendizaje a nivel individual (10) x Stocks de aprendizaje a nivel grupal (10) Bontis et al. x Stocks de aprendizaje a nivel organizativo (10) (2002) x Flujos de feedforward de aprendizaje (10) x Flujos de feedback de aprendizaje (10) x Sistemas de información (3) x Existencia de un marco de consenso (4) x Procedimiento para la Lloria et al. institucionalización y ampliación del (2004) conocimiento (5) x Formas de gestión y génesis del conocimiento (6) x Aprendizaje a nivel de individuo: facilitador cultural de conocimientos y valores del aprendizaje a nivel individual de los directivos (13), valores y cultura de los trabajadores (7), creatividad (5), motivación (4), incentivo económico en los cambios laborales (2), carencias básicas del proceso de aprendizaje (4), consideración (2) x Aprendizaje a nivel de grupo: cultura de los equipos directivos (5), objetivos Martínez y grupales (4), cultura de los equipos de Ruiz trabajo (5), motivación grupal (3), (2003) proactividad grupal (2) x Aprendizaje a nivel de organización: información y desarrollo del conocimiento en la organización (6), facilitadores del aprendizaje (4), inhibidores del aprendizaje (5), relación con agentes (3), benchmarking externo (2), benchmarking interno (2), herramientas complementarias (2) Fases de conversión del conocimiento (SECI): Nonaka et x Socialización (10) al. x Exteriorización (9) (1994) x Combinación (10) x Interiorización (9) Fuente: elaboración propia. 166 ISSN:1135-2523 Unidad de análisis Objetivo de la investigación Individuo: 480 individuos de 32 organizaciones de fondos de inversión Analizar las relaciones entre los stocks y flujos de aprendizaje con el rendimiento organizativo Organización: 167 organizaciones Validación de una escala para medir el aprendizaje y la creación de conocimiento en las organizaciones Organización: 113 organizaciones del sector agroalimentario Validación de una escala para la medición del aprendizaje en las organizaciones Organización: 105 organizaciones Validación de una escala para medir el proceso de creación de conocimiento organizativo Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.153-166 BIBLIOGRAFÍA ABERNATHY, W. 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Universidad Politécnica de Valencia RESUMEN El trabajo realiza un análisis exhaustivo de la principal literatura sobre el tema de los grupos estratégicos, tanto nacional como internacional, al objeto de sistematizar toda la información generada por los investigadores y posicionar el estado de la cuestión actual. En este sentido, el objetivo del trabajo es doble. En primer lugar, se sistematizan todos los avances y limitaciones existentes. En segundo lugar, se compara, empíricamente con técnicas de ChiCuadrado el estado de la cuestión en España con el ámbito internacional, desde el punto de vista de las líneas de investigación u objetivos seguidos, la metodología utilizada, las muestras y los resultados de los artículos. Por último, se ofrece una fotografía actual y se debaten las líneas futuras del campo de investigación. PALABRAS CLAVE: Grupos Estratégicos, Metodología, diferencia investigación España versus ámbito Internacional, Estado de la Cuestión. ABSTRACT This study show an exhaustive and current analysis about all the relevant literature on strategic groups published to date. Thus, the target is double. First, we analyse and classify the main papers in the field in order to clarify all de advantages and limitations got in the selected topic. Secondly, the work compare the state-of-the-art in Spain to the international one, from the point of view of the different stream researches, the methodology employed, the samples and the articles outcomes. Lastly, we offer a current photography and debate the future of the topic. KEYWORDS: Strategic Groups, Methodology, Spanish and International Research Gap, Stateof-the-art. 1. INTRODUCCIÓN. El concepto de grupo estratégico de empresas surgió a principios de los años 70 con el trabajo de Hunt (1972), aunque tomó fuerza a partir de los trabajos de Porter (1976, 1979) y Caves y Porter (1977) desde la escuela de Harvard, así como por los estudios de Hatten (1974) y Hatten y Schendel (1977) desde la escuela de Purdue. En sus orígenes, y desde la escuela del posicionamiento de Harvard, este concepto se enmarcó en el esquema estructura-conducta-resultados de la economía industrial, fundamentando el grupo como un ámbito intermedio entre la empresa y la industria. Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. A lo largo de este tiempo, han sido muchos y variados los objetivos que han planteado los investigadores y académicos, así como diversas las metodologías y enfoques utilizados para intentar validar las proposiciones e hipótesis formuladas. Sin embargo, pese a la dilatada experiencia que el mundo académico ha centrado sobre el tema de los grupos estratégicos, no existe una postura clara respecto a la existencia del grupo estratégico como una entidad que conforma la industria o, por el contrario, representa el papel de simple herramienta de análisis sectorial y no de elemento existente en la realidad empresarial de los sectores. Las principales enfoques de identificación de grupos competitivos son el de los grupos estratégicos (Cool y Schendel, 1987; Fiegenbaum y Thomas, 1990a; entre otros) y el enfoque cognitivo (Porac y Thomas, 1990; Bogner y Thomas, 1993; Reger y Huff, 1993; entre otros). Ambos identifican grupos competitivos en la mayoría de los estudios, sin embargo, y con carácter general los trabajos presentan limitaciones de partida por la utilización de un solo enfoque, lo que no permite que las conclusiones puedan ser definitivas para una industria y muestra determinada por el hecho de que se desconoce si bajo el otro enfoque se obtendrían las misma estructuras de grupos competitivos o rivales directos en la industria. En otras palabras, lo ideal sería que los grupos estratégicos identificados por el investigador se confirmaran por las estructuras cognitivas de los directivos del sector, para asegurarnos de que son grupos reales y no simples elementos difusos consecuencia de un análisis multivariante. La existencia de diversos enfoques proporciona una mayor riqueza metodológica para la identificación de grupos. Sin embargo, también constituye una fuente de controversia, ya que creemos que la diferencia de discursos a favor y en contra del concepto de grupos competitivos pude estar basada, al menos en parte, en la dicotomía de enfoques utilizados. Por lo tanto, la diferencia de discursos a favor y en contra del concepto de grupos competitivos pude estar fundamentada, a parte de la asociación de los mismos con las diferencias de desempeño, en la poca potenciación de la utilización de ambas líneas de investigación de forma conjunta y confirmatoria sobre los mismos trabajos, con objeto de validar si la existencia o no de los grupos se podría deber al efecto de la diferencia de enfoques utilizados sobre la misma muestra y sector. Otro problema adicional en el tema estudiado reside en evidenciar diferencias de desempeño entre los grupos, factor que no se manifiesta de forma sistemática en los estudios realizados para tal fin. Como señala Levinthal (1995:19) la principal misión de la dirección estratégica se centra en el análisis de la diversidad del desempeño entre las empresas como efecto resultante de las diferentes estrategias utilizadas, hecho resaltado en la importancia del grupo estratégico como herramienta para explicar dichas diferencias de rentabilidad (Mascarenas y Aaker, 1989). Sin embargo, existen estudios (Lewis y Thomas, 1990; Zúñiga et al., 2003) en los que no se evidencia diferencias de desempeño entre los grupos identificados. Asimismo, y añadiendo mayor complejidad 168 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… al tema, han aparecido en los últimos años una serie de estudios (MacNamara et al., 2003; Claver et al., 2003) que evidencian diferencias de desempeño entre los miembros de un mismo grupo. En nuestra opinión, creemos que existe suficiente evidencia empírica hasta la fecha como para posicionar el estado de la cuestión en un sentido favorable o desfavorable ante el tema estudiado, sólo que la diversidad de enfoques y la variabilidad de resultados no han sido sistematizados y analizados en un estudio que analice los resultados obtenidos hasta la fecha en la literatura sobre el tema y se llegue a una conclusión. Además, si nos centramos en los trabajos sobre el tema en la comunidad científica española, aunque existen trabajos que homogeneizan las metodologías y enfoques en la investigación de grupos (véase Flavián y Polo, 1999 o Sáez, 2000), parece existir un menor énfasis en la cuestión conceptual en sí, expresado en un menor número de trabajos, así como unas diferencias respecto a los enfoques y metodologías utilizados para contribuir al debate del concepto de grupos competitivos. Y la anterior afirmación proviene del hecho de que sólo se encontró en el proceso de búsqueda de información un solo artículo sobre grupos cognitivos y uno solo que aplicara una convergencia de enfoques (grupos estratégicos y cognitivos), por lo que constatamos que podrían existir, además, otras diferencias metodológicas en la forma de trabajar el concepto de grupos competitivos en la Academia en España respecto a las principales corrientes internacionales. En consecuencia, evidenciamos una ausencia de sistematización y posicionamiento que clarifique los resultados obtenidos en la temática de los grupos competitivos, al tiempo que también se evidencia un gap entre el estado de la investigación de grupos estratégicos en España con respecto al estado de la cuestión fuera de nuestras fronteras. Concretamente, en el ámbito anglo-americano se aprecian innovadores conceptos y metodologías que expanden el conocimiento en el campo, frente a los estudios realizados por universidades españolas[1], en las que se persiguen objetivos y criterios más tradicionales. De esta manera, creemos conveniente el realizar un análisis exhaustivo de la principal literatura[2] sobre el tema, tanto nacional como internacional, al objeto de sistematizar, analizar y organizar toda la información generada por los investigadores, al tiempo que sirva para comparar el estado de la cuestión sobre el tema en nuestra comunidad científica con respecto a las corrientes internacionales sobre el tema, para poder contribuir al doble gap research identificado. En este sentido, el objetivo del trabajo es doble. En primer lugar, queremos analizar y clasificar los principales trabajos realizados hasta la fecha para sistematizar todos los avances y limitaciones existentes. En segundo lugar, queremos comparar el estado de la cuestión en España con el ámbito internacional, ya que hasta la fecha desconocemos la existencia de algún estudio que sistematice la información sobre el tema en España y la compare con trabajos realizados fuera de nuestras fronteras. Para ello, aplicaremos una metodología tanto descriptiva como empírica. Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 169 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. El trabajo se organiza de la siguiente manera. Después de esta introducción, se dedica un epígrafe a las teorías y conceptos que enmarcan el grupo estratégico. A continuación se analizan, en diferentes apartados, las tres grandes líneas de investigación: identificación de grupos, análisis grupo-desempeño y la estabilidad de las estructuras en el tiempo, realizando tanto un estado de la cuestión como evidenciando las diferencias entre los dos ámbitos de estudio. Seguidamente, se evidencian las diferentes metodologías, datos y muestras empleadas en el análisis de grupos para, a continuación, establecer el estado de la cuestión sobre la existencia y validación de los grupos. Por último, se realiza una conclusión del estudio, incorporando las limitaciones del mismo y las líneas futuras de investigación en el campo. 2. EL GRUPO ESTRATÉGICO: TEORÍAS Y CONCEPTO Bajo la perspectiva de la organización industrial, centrada en el paradigma económico de estructura-conducta-resultados Hunt (1972) acuña el concepto de grupo estratégico. En esta línea, y desde la escuela del posicionamiento de Harvard (Hunt, 1972; Porter, 1973; 1979; Caves y Porter, 1977) y la del management de Purdue (Hatten, 1974; Hatten y Schendel, 1977; Cool y Schendel, 1987) arrancan los estudios de grupos estratégicos. Así, Porter (1979:215) definió el grupo estratégico como “un grupo de empresas que siguen estrategias similares en términos de variables de decisión claves”. Por otra parte, en los últimos años ha proliferado en el campo del management la perspectiva basada en los recursos y capacidades[3], que considera la empresa como un conjunto único de recursos y asumiendo que aquellas presentan diferentes recursos y capacidades sobre las que basar su estrategia, circunstancia que influirá sobre los resultados. En base a este enfoque, los grupos estratégicos se basarán en las diferencias de recursos y capacidades estratégicas entre las empresas de una misma industria (Nohria y García-Pont 1991; Mehra, 1996:309; Bogner, Mahoney y Thomas, 1993; Cool, Dierickx y Martens, 1994; Mehra, 1994; Mehra y Floyd, 1998; entre otros). Buscando la complementariedad de ambas teorías, y con objeto de integrar las perspectivas internas y externas de la empresa, se argumenta que el ámbito donde situar los grupos estratégicos debe apoyarse en unas dimensiones estratégicas que deben contener tanto elementos externos, a través de una dimensión de producto-mercado, como internos, a través de los recursos de la empresa (Galbraith y Schendel 1983; Cool y Schendel 1987; Aaker 1988). En esta línea, la definición de grupo estratégico es un conjunto de empresas que compiten en una industria sobre combinaciones similares de alcance o ámbito de actuación en el mercado y de compromiso de recursos (Cool y Schendel 1987). 170 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… En cualquier caso, e independientemente de la perspectiva teórica, los grupos competitivos son una forma de agrupar empresas con características estratégicas comunes en un determinado sector, todo ello desde el punto de vista de la oferta. Sin embargo, existen trabajos que analizan los grupos estratégicos desde las perspectivas de la demanda y de la oferta para comprender y definir de forma más amplia el agrupamiento, si bien se basan en la corriente cognitiva (Galbraith et al. 1994, Más 1998, entre otros). Con el objeto de sistematizar la información, podemos observar como la investigación sobre grupos estratégicos se ha centrado, fundamentalmente, en tres líneas de investigación que han marcado los diferentes objetivos que se aprecian en los trabajos analizados: identificación de grupos, diferencias de desempeño entre grupos y estabilidad en el tiempo de las estructuras de los grupos (Lee et al., 2003:728). Pasamos a analizarlas en los siguientes puntos al objeto de conocer lo logros, limitaciones y posibilidades que existen en cada uno de estos tres objetivos protagonistas del tema tratado. 3. IDENTIFICACIÓN DE GRUPOS COMPETITIVOS: ENFOQUES Para establecer el análisis de la literatura sobre grupos hasta la fecha y realizar, al mismo tiempo, la comparación con los resultados académicos en España, además de utilizar la literatura básica de referencia desde un punto de vista descriptivo, también explotamos una muestra de cincuenta artículos desde el punto de vista empírico, puesto que aplicaremos a dicha muestra diversas pruebas estadísticas basadas en el test de la ChiCuadrado para constatar la posible existencia de diferencias significativas entre los diferentes ámbitos de actuación del estudio. Seleccionamos los principales trabajos sobre grupos estratégicos realizados por universidades españolas[4], obteniendo 23 estudios de los que 19 eran empíricos. Asimismo, también seleccionamos 27 artículos del ámbito internacional[5]de los que 23 eran empíricos, obteniendo una muestra casi exhaustiva del tema tratado. En el ámbito internacional, tal y como se muestra en la tabla I, se evidencian las diferentes líneas de investigación perseguidas en los trabajos analizados que recogen los tres principales temas u objetivos en la investigación en grupos. A parte de los trabajos teóricos o conceptuales, en la mayoría de los trabajos se persigue, en ocasiones junto a otros, el objetivo de la identificación de grupos estratégicos. De la misma manera, los estudios nacionales que se recogen en la tabla II nos muestran idénticos resultados. Evidentemente, parece ser el objetivo fundamental que se persigue dentro del tema estudiado. Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 171 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. Tabla I Revisión de los principales estudios sobre grupos estratégicos de universidades españolas ESTUDIO ENFOQUE LÍNEA INVESTIGACIÓN -Identificación grupos Claver et al. (2003) Grupos estratégicos -grupos y desempeño OBJETIVO Identificar grupos estratégicos y establecer si existen diferencias de desempeño entre los grupos. VARIABLES ESTRATÉGICAS MUESTRA METODOLOGÍA Y Subrogados para identificar estrategias genéricas de diferenciación o coste en empresas constructoras: 88 empresas de construcción residencial registradas como promotoras. Identificadas por CNAE93. Datos 1996-98 para la provincia de Alicante. Fuente: SABE y ARDAN -precio; superficie edificada; número dormitorios; cuartos de baño; calidad METODOLOGÍA: Cluster jerárquico y no jerárquico, factorial, discriminante y Anova. DATOS:Archivo; Cuestionarios y entrevistas -Identificación grupos Zúñiga et al. (2003) Grupos estratégicos -grupos y desempeño -estabilidad estructura grupos Identificar grupos estratégicos y establecer si existen diferencias de desempeño entre los grupos. Bancos privados de España. Periodo 19831997 -Amplitud y oferta de productos y servicios Fuente: Asociación Española de Banca -Tipología de clientes -Recursos comprometidos METODOLOGÍA: Utiliza el modelo MCLUST y Anova. T2 de Hostelling y F de Barlett-Box DATOSArchivo -Identificación grupos Flavián et al. (2002) Grupos estratégicos -grupos y desempeño -estabilidad estructura grupos Muñiz, Cervantes y González (2001) -Identificación grupos Grupos estratégicos -grupos y desempeño -estabilidad estructura grupos Identificar grupos estratégicos y establecer si existen diferencias de desempeño entre los grupos. Además, comparar diferencias entre grupos españoles y británicos Identificar grupos estratégicos y analizar la relación grupodesempeño, de forma dinámica para diferentes períodos de estudio. Alcance: -segmento atendido; variedad productos; cobertura geográfica, tamaño; Recursos: estrategia de crecimiento; formato comercial; inversión en RR.HH; infraestructura; 28 empresas británicas y 71 españolas. Período 1990-94 para las británicas y 1989-93 para las españolas. Distribución comercial de alimentación METODOLOGÍA: Cluster y Anova. T2 de Hostelling y F de BarlettBox DATOS Archivo Tamaño vía: -ventas; número establecimientos; margen neto; productividad; ventas alimentación sobre totales; diversificación; vocación internacional; colaboración con fabricantes MUESTRA: 25 Empresas de distribución comercial en Europa. Fuente: Europe’s Leading Retailers. Período 8095. METODOLOGÍA: Aplicación de análisis cluster, Anova y Manova. T2 de Hostelling y F de BarlettBox RESULTADOS Identificación de diferentes grupos estratégicos pero no existencia de diferencias de rentabilidad entre grupos, sin embargo, sí existencia de rentabilidades entre los miembros del mismo grupo. Se identifican diversos grupos estratégicos, pero no existen diferencias claras de desempeño entre los diferentes grupos salvo para 3 años puntuales. A lo largo del período existe movilidad entre los grupos Existen grupos y diferencias de desempeño tanto entre grupos como entre miembros del mismo grupo. Además, existen diferencias entre los dos países. En Inglaterra existe estabilidad de grupos pero no en España. Identificación de grupos estratégicos internacionales y existencia de diferencias entre grupo-desempeño. DATOS: Archivo 172 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… Tabla I (continuación) Revisión de los principales estudios sobre grupos estratégicos de universidades españolas ESTUDIO ENFOQUE LÍNEA INVESTIGACIÓN OBJETIVO VARIABLES ESTRATÉGICAS MUESTRA Y METODOLOGÍA RESULTADOS García, Santos y Vallelado (2001) Grupos estratégicos -Identificación grupos Identificar grupos estratégicos y analizar la relación grupodesempeño, de forma dinámica para dos períodos de estudio: estable e inestable. Estrategia de mercado: MUESTRA: Cajas de ahorro españolas. Período 86-91 y 92-97. Fuente: anuarios estadísticos de CECA. METODOLOGÍA: Aplicación de cluster y análisis discriminante y Anova. T2 de Hostelling y F de Barlett-Box Identificación de grupos en los dos períodos considerados, observándose ciertas modificaciones en la estructura de los grupos en función del período. Además, existen diferencias entre la pertenencia al grupo y el grado de desempeño. -grupos y desempeño -estabilidad estructura grupos -número de oficinas; provincias en las que opera; cuota de mercado; Estrategias de producto: productos innovadores; % comisión de actividad tradicional; DATOS: Archivo Estrategia Tecnológica: cajeros entre oficinas; depósitos por empleado; Flavián y Polo (2001) Grupos estratégicos -Identificación grupos -grupos y desempeño -estabilidad estructura grupos Sáez (2000) -Grupos estratégicos Identificación grupos -Cognitivo -grupos y desempeño Identificar grupos estratégicos en la distribución comercial alimentaria en España y evaluar las posibles diferencias de rentabilidadgrupo. Identificar grupos estratégicos en empresas de construcción de Albacete tanto desde el punto de vista de grupos estratégicos como grupos cognitivos, evaluando sus posibles diferencias de rentabilidadgrupo. Alcance de las actividades -tamaño ; área geográfica; importancia actividad detallista; amplitud oferta comercial; tipo cliente atendido; dotación infraestructuras; tipo de establecimiento para servir al público; crecimiento y atención de mayor clientela. Grupos cognitivos Tamaño, reputación, experiencia, fase de la cadena de valor, calidad, ámbito de actuación y riesgo MUESTRA: Distribución comercial alimentaria en España. 71 empresas de facturación superior a 4000 millones pts. Período 89-93. METODOLOGÍA: Aplicación de cluster, Anova y Manova. T2 de Hostelling y F de BarlettBox DATOS: Archivo Muestra: 43 empresas constructoras de APECA Y ASECOPE, Albacete. Año 1998. Metodología: Cluster, Anova de un factor, Manova. Las empresas pertenecientes a diferentes grupos estratégicos de la distribución comercial alimentaria en España presentan diferencias de rentabilidad significativas. Además, también existen diferencias de rentabilidad entre empresas del mismo grupo estratégico, si bien las primeras prevalecen sobre estas últimas. Convergencia entre grupos estratégicos y cognitivos y asociación de ambos al nivel de performance. Grupos estratégicos Precio, publicidad, tipo de vivienda, DATOS: de archivo y entrevistas Ciudad de actuación, zona, etc. Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 173 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. Tabla I (continuación) Revisión de los principales estudios sobre grupos estratégicos de universidades españolas ESTUDIO ENFOQUE LÍNEA OBJETIVO VARIABLES ESTRATÉGICAS MUESTRA Y METODOLOGÍA RESULTADOS Más (1999) Grupos estratégicos -Identificación grupos Identificar periodos te tiempo estratégicamente estables y situar grupos estratégicos en cada uno de ellos -crédito personal/inversiones financieras 24 bancos españoles para el período 1984-1991. Fuente: Anuario Estadístico de la Banca Privada Se obtienen cuatro PEE, 1984, 1985-86, 1987-88 y 1989-91 con diferentes grupos estratégicos en cada período. La estructura de los grupos se modifica de forma significativa durante los períodos estudiados, tanto en número como composición y estrategia. -crédito comercial/inversiones financieras -crédito de garantía real/inversiones financieras;tesorería/inversiones financieras-cuentas corrientes/recursos ajenos-cuentas ahorro/recursos ajenos -estabilidad estructura grupos -intermediarios financieros/pasivo González y Ventura (2002) Grupos estratégicos -Identificación de grupos -Grupos y desempeño Identificar grupos estratégicos y evaluar la contribución que los tres posibles ámbitos de dispersión de performances entre empresas: la industria, los grupos estratégicos y la empresa. METODOLOGÍA Test F de BarlettBox, Anova y regresión de mínimos cuadrados ordinarios. -activo total DATOS Archivo (antes utiliza cuestionarios para los períodos de estabilidad) -Marketing sobre ventas Muestra: 2059 empresas españolas en 1991; 1977 en 1992; 1869 en 1993 y 1877 en 1994: -I+D sobre ventas -Activos fijos por empleado -Ámbito competitivo de la empresa (local, provincial, regional, nacional y extranjero) Fuente: Encuesta sobre Estrategias Empresariales (ESEE), Fundación Empresa Pública, Ministerio Español de Industria y Energía. METODOLOGÍA Cluster jerárquico y método heurístico objetivo, para identificar grupos estratégicos Se evidencian grupos estratégicos, y además se establece la importancia de la heterogeneidad entre empresas debido al efecto grupo (14-15%), industria (13%) y empresa (31%). Se evidencia la asociación entre grupo-desempeño y su importancia relativa. Análisis de componentes de varianza para determinar el efecto en la performance de los tres niveles. DATOS Cuestionarios Flavián y Polo (1999) Descriptivo Más (1998a) Grupos estratégicos Homogeneización de la investigación en grupos y estado de la cuestión -grupos y desempeños Demostrar la existencia de diferencias de resultados y de riesgo entre los miembros de cada grupo estratégico Descriptivo RENTABILIDAD: ROE, ROA y Margen ordinario/activo total RIESGO Desviaciones típicas de las anteriores variables. 24 bancos españoles para el período 1984-1991. Cuatro PEE, 1984, 1985-86, 1987-88 y 1989-91 con diferentes grupos estratégicos en cada período Fuente: Anuario Estadístico de la Banca Privada, del Consejo Superior Bancario Se detectan diferencias significativas intragrupo en la rentabilidad económica, pero no en la de riesgo. METODOLOGÍA Test F de BarlettBox, Anova y regresión de mínimos cuadrados ordinarios. DATOS Archivo (antes utiliza cuestionarios para los períodos de estabilidad) 174 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… Tabla I (continuación) Revisión de los principales estudios sobre grupos estratégicos de universidades españolas ESTUDIO ENFOQUE LÍNEA OBJETIVO VARIABLES ESTRATÉGICAS MUESTRA Y METODOLOGÍA RESULTADOS Céspedes (1996) Grupos estratégicos -Identificación grupos Identificar grupos estratégicos y analizar diferencias grupodesempeño en el sector español de la banca privada -control de costes diferenciación por producto y precio MUESTRA: Todos los bancos privados de España. Período 1986-91. Identificación de grupos estratégicos en la banca privada española y análisis de grupo-desempeño -grupos y desempeño -expansión estructura de negocio y tecnología. -solvencia o adecuación del capital METODOLOGÍA: Aplicación de cluster y contraste de Kruskal-Wallis. DATOS: Archivo -calidad de los activos rentabilidad Más (1996) Grupos estratégicos -estabilidad estructura grupos Predecir estructuras de grupos estratégicos Variable financieras propias del sector bancario: -crédito personal/IF -tesorería/IF -activo total, etc. MUESTRA: Banca privada española. Fuente: Más (1994) METODOLOGÍA: Aplicación de modelos de predicción, anova y manova, test -t Predice la estructura de grupos estratégicos en la banca privada española. DATOS: Archivo Céspedes (1995) Descriptivo Estado de la cuestión Más (1995) Descriptivo Estado de la cuestión Más (1994) Grupos estratégicos -Identificación grupos -estabilidad estructura grupos Identificar periodos te tiempo estratégicame nte estables y situar grupos estratégicos en cada uno de ellos -crédito personal/inversiones financieras -crédito comercial/inversiones financieras -crédito de garantía real/inversiones financieras -tesorería/inversiones financieras -cuentas corrientes/recursos ajenos -cuentas ahorro/recursos ajenos -intermediarios financieros/pasivo 24 bancos españoles para el período 1984-1991. Fuente: Anuario Estadístico de la Banca Privada METODOLOGÍA Test F de BarlettBox, T2 de Hotelling, Anova y regresión de mínimos cuadrados ordinarios. Se obtienen cuatro PEE, 1984, 1985-86, 1987-88 y 1989-91 con diferentes grupos estratégicos en cada período. La estructura de los grupos se modifica de forma significativa durante los períodos estudiados, tanto en número como composición y estrategia. DATOS Archivo (antes utiliza cuestionarios para los períodos de estabilidad) -activo total Fernández, Marco y Moya (1996) Grupos estratégicos -Identificación grupos -grupos y desempeño Identificación de grupos y asociación entre grupo y desempeño -control de costes rentabilidad y eficiencia Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 MUESTRA: Cooperativas de crédito españolas para 1993. METODOLOGÍA: Cluster. DATOS: Archivo Identifica grupos en el sector estudiado. ISSN:1135-2523 175 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. Tabla I (continuación) Revisión de los principales estudios sobre grupos estratégicos de universidades españolas ESTUDIO ENFOQUE LÍNEA OBJETIVO VARIABLES ESTRATÉGICAS MUESTRA METODOLOGÍA Iglesias (1997) Grupos estratégicos -Identificación grupos Identificación de grupos estratégicos y verificación de la relación grupodesempeño. -tamaño MUESTRA: Sector detallista de alimentación de Asturias. Año 1993. Fuentes de información secundarias (Expansión, Anuario de distribución, etc.). -grupos y desempeño -cuota de mercado -cotización en bolsa -inversiones -gama de productos -calidad -diferenciación -segmento de mercado objetivo -posicionamiento actual -poder de mercado. Y METODOLOGÍA: Análisis cluster, Discriminante y Anova RESULTADOS Identificación de cinco grupos estratégicos y existencia de diferencias de desempeño en función del grupo de pertenencia. Resultados superiores en las grandes superficies. DATOS: Cuestionario y archivo García y Rodríguez (1996) Grupos estratégicos -Identificación grupos Identificar grupos estratégicos -estacionalidad del producto -nivel de precios -grado de diversificación de productos ofrecidos -nivel de riesgo MUESTRA: 373 comercios textiles de venta al por menor en Gran Canaria. Año: 92 METODOLOGÍA: Aplicación de análisis discriminante y cluster Identifica grupos estratégicos en el sector estudiado DATOS: Cuestionarios y archivo Más y Gómez (1993) Grupos estratégicos -Identificación grupos Identificar grupos estratégicos en el sector español de cajas de ahorro. -Territorialidad y expansión -gestión actividad -Producto y mercado -Innovación -Tecnología MUESTRA: Cajas de Ahorro de España. Período 1986-89. Fuente: CECA. Identificación de grupos estratégicos en las cajas de ahorro españolas. METODOLOGÍA: Aplicación de cluster y componentes principales. DATOS: Archivo Espitia, Polo y Salas (1991) Grupos estratégicos -Identificación grupos -grupos y desempeño Identificar grupos estratégicos y analizar diferencias entre grupodesempeño Dimensiones estratégicas de tipo banca (mayor y al por menor, industrial, comercial y cajas de ahorro), ámbito geográfico (local, regional y nacional) y tamaño (total activo). MUESTRA: Sector bancario español. Fuente: Datos de la Caja Postal de Ahorro. Años 83-85. METODOLOGÍA: Test de diferencias de medias (Anova) Identifica diferentes grupos estratégicos, en función de las variables, existiendo diferencias entre grupodesempeño. DATOS: Archivo Fuente: propia 176 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… Tabla II. Revisión de los principales trabajos en universidades no españolas. ESTUDIO ENFOQUE LÍNEA INVESTIGACIÓN OBJETIVO VARIABLES ESTRATÉGICAS MUESTRA Y METODOLOGÍA RESULTADOS Lee et al. (2003) Grupos estratégicos -Identificación grupos Desarrollar un modelo de simulación bajo el que emergen los grupos estratégicos y persisten las diferencias de desempeño No procede Modelo de simulación basado en algoritmos genéticos La existencia de grupos estratégicos es Más probable cuando existen capacidades dinámicas, existe rivalidad y barreras de movilidad entre los miembros del grupo. Además, las barreras de movilidad y las interacciones estratégicas sostienen las diferencias de rentabilidades entre los grupos. Identificar relación entre grupo estratégico y desempeño empresarial tanto intragrupo como intergrupo. También identificar empresas principales, secundarias y aisladas, ligando el posicionamiento de la empresa en el grupo y el desempeño. Pasa de cuestionarios a los CEO’s para la identificación cognitiva de grupos 54 bancos de Mineapolis y San Paul, en EE.UU. Fuente: cuestionarios a los directivos de las empresas Identifica grupos estratégicos y existen diferencias de grupodesempeño entre los miembros del mismo grupos pero no entre grupos. Además, dentro del grupo identifica empresas principales y secundarias, diferentemente posicionadas y con consecuencias para la rentabilidad. Examinar la competencia dinámica en los grupos estratégicos en el largo plazo. Identificar interacción entre empresa y grupo -eficiencia en costes -grupos y desempeño MacNamara et al. (2003) Cognitivo -Identificación grupos (ámbito geográfico) -grupos y desempeño Nair y Filer (2003) Grupos estratégicos -estabilidad estructura de grupos METODOLOGÍA: Regresiones y análisis de varianza Anova y Manova DATOS: Cuestionarios -inversiones en capital -intensidad capital -exportaciones -tamaño 8 empresas japonesas de acero para el periodo 1980-99. Fuente: Analysts Guide y Japan Company Handbook Las empresas del grupo interaccionan en el sentido de que las estrategias convergen a lo largo del tiempo (cointegración) METODOLOGÍA: Test de cointegración y de no estacionariedad DATOS Archivo McNamara, Luce y Tompson (2002) Cognitivo -Identificación grupos (ámbito geográfico) -grupos y desempeño Asociar la complejidad de las estructuras de conocimiento de los equipos de alta dirección, filtros cognitivos de identificación del entorno y los grupos, con el desempeño de las empresas. Medidas de complejidad de estructuras formada por medias ponderadas de las respuestas sobre decisiones estratégicas, esto es, para categorizar bancos de la competencia en tipos de estrategia a través de cuatro ítems o preguntas ponderadas con escalas tipo Likert. MUESTRA: Bancos comerciales de Denver, Milwauke y Minneapolis (EE.UU). Un total de 76 empresas, con 234 miembros en total. 76 equipos de alta dirección. METODOLOGÍA: Multivariante. Envio de cuestionarios y estudio para período 1994 a través de escalas de Likert y regresión Asocian la complejidad de estas estructuras de conocimiento, estos filtro cognitivos de identificación del entorno y los grupos por parte de los equipos de alta dirección, con el desempeño de las empresas. Existe relación significativa entre la complejidad de los grupos cognitivos de los equipos de alta dirección y el desempeño de las empresas DATOS Cuestionarios Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 177 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. Tabla II (continuación) Revisión de los principales trabajos en universidades no españolas ESTUDIO ENFOQUE LÍNEA INVESTIGACIÓN OBJETIVO VARIABLES ESTRATÉGICAS MUESTRA METODOLOGÍA Nair y Kotha (2001) Grupos estratégicos -Identificación grupos Identificar relación entre grupo estratégico y desempeño empresarial Identifica grupos por inspección objetiva del tipo de tecnología. Además, utiliza variables de control como son: MUESTRA: Sector del acero de Japón. Período 80-87 y 88-93. Identificación objetiva sobre diferentes tecnologías de los grupos. -grupos y desempeño -Antigüedad de la empresa; tamaño; productividad; inversiones de capital; intensidad de capital; diversificación; exportaciones; costes de eficiencia. -estabilidad estructura grupos Osborne, Stubbart y Ramaprasad (2001) Cognitivo -Identificación grupos -grupos y desempeño Identificación de grupos y relación entre grupos estratégicosdesempeño. Evaluar la convergencia con grupos estratégicos Constructor desarrollados en base a: I+D Marketing Governance Finanzas Dirección (Management) Peteraf y Shanley (1997) Conceptual -Identificación grupos -grupos y desempeño Pegels, Song y Yang (2000) Cognitivo -Identificación grupos -grupos y desempeño 178 ISSN:1135-2523 Desarrollo de un marco teórico cognitivo para asociar identidad de grupos estratégicos y desempeño empresarial Identificación de grupos y relación entre grupos estratégicosdesempeño y equipos de dirección Heterogeneidad de los equipos directivos vía edad, educación, clasificación funcional del puesto, background. La identificación de grupos vía eventos estratégicos en una matriz de acción-respuesta. Y METODOLOGÍA: Anova para grupo-resultado. T2 de Hostelling y F de Barlett-Box RESULTADOS La pertenencia al grupo estratégico está significativamente asociada con la rentabilidad de la empresa. DATOS Archivo MUESTRA: 22 empresas “top” de la industria farmacéutica en EE.UU, compuestas por 400 informes anuales de la empresa. Años 1963-82. Sobre base de grupos estratégicos de Cool y Schendel (1987) METODOLOGÍA: Manova, factorial y cluster Sobre una base de grupos estratégicos predefinidos por Cool y Schendel, aplican un estudio de naturaleza cognitiva que converge con el anterior y se asocia al desempeño. Por lo tanto, existe convergencia de criterios o enfoques y se fortalece la idea de la existencia de grupos estratégicos. Conceptual Asocian teóricamente identidad de grupos estratégicos y rentabilidad. MUESTRA La identificación de grupos estratégicos está relacionada con la heterogeneidad de equipos de dirección. Además, se observan diferencias persistentes de resultados entre grupos y entre diferentes tipos de equipos de dirección 22 empresas nacionales de aerolíneas en EE.UU. Años 90-94 METODOLOGÍA Grupos estratégicos por claque partitioninig method, anova, regresiones DATOS Archivo Aviaron Daily y Bradstreet Referente Book of Corporate Management (D&B) Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… Tabla II (continuación) Revisión de los principales trabajos en universidades no españolas ESTUDIO ENFOQU E LÍNEA OBJETIVO VARIABLES MUESTRA METODOLOGÍA Dranove, Peteraf y Shanley (1998) Conceptua l. -Identificación grupos Establecen un marco teórico para la identificación de grupos estratégicos. El factor básico es la interacción estratégica, como señal de que para la existencia de grupo, la rentabilidad de la empresa debe ser una función de la conducta del grupo. Conceptual Restringen la existencia de los grupos estratégicos al hecho de que el desempeño de la empresa sea una función de las características del grupo. En otras palabras, argumentan el hecho de que el grupo estratégico es importante sólo si existe una relación entre la conducta del grupo y el desempeño de la empresa. En consecuencia, critican la falta de fundamentación teórica de los mismos. Identificar grupos estratégicos en dos períodos en un mercado turbulento 21 atributos bipolares para describir el propio negocio y el de los competidores. Cada atributo en escala de Likert con 7 puntos. Ejemplos: amplitud de servicio, calidad del staff, publicidad, servicio a los vendedores, etc. Reducción a dos básicos: poder de mercado y calidad. MUESTRA: Empresas inmobiliarias del Reino Unido. 58 empresas (208 participantes) en el primer período 1989 y 41 empresas (114 participantes) en el segundo 1990. Región específica de UK. A pesar del cambio turbulento de las características que se da en los dos períodos estudiados, el modelo mental colectivo del espacio competitivo permanece igual. Es la “inercia cognitiva”. En otras palabras, los gerentes son muy dependientes de sus modelos mentales y pueden no darse cuenta de que las condiciones del entorno cambian. -grupos y desempeño Hodgkinson (1997) Cognitivo (ámbito geográfico) -Identificación grupos Y METODOLGÍA de técnicas de reducción de datos o escalamiento óptimo. Datos de cuestionario DATOS Cuestionario Fergurson, Deephouse y Fergurson (2000) Grupos estratégicos -Identificación grupos -grupos y desempeño Identificar grupos estratégicos, reputación y relación entre reputación del grupo y desempeño. Alcance de actividades vía: -cobertura de pérdidas financieras -tipo de clientes (negocios o particulares) -diversidad de productos; tamaño; estructura propiedad; Compromiso de recursos vía -agencia de distribución propia o de terceros -porcentaje de riesgo transferido a reaseguradotas -tipo de financiación de la aseguradora -estrategia de inversión Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 MUESTRA: Industria de seguros de EE.UU en la rama de inmuebles. Año 1996. Muestra final de 84 empresas. Fuente: NAIC. METODOLOGÍA: cluster y Anova. DATOS RESULTADOS Identificación de grupos estratégicos y existencia de diferente reputacióndesempeño de la empresa en función de la pertenencia al grupo. Archivo ISSN:1135-2523 179 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. Tabla II (continuación) Revisión de los principales trabajos en universidades no españolas ESTUDIO ENFOQUE LÍNEA OBJETIVO VARIABLES MUESTRA Y METODOLOGÍA RESULTADOS Nath y Gruca (1997) -Grupos estratégicos -Identificación grupos Estudiar la convergencia de tres diferentes métodos para identificar estructuras de grupos estratégicos. Primero, a través del modelo metodológico de cluster y análisis factorial. En segundo lugar, utilizan escalas de percepciones de los gerentes, utilizando para ello atributos específicos de la industria estudiada. Por último, emplean la identificación directa. Ámbito de operaciones y recursos empleados: MUESTRA: 72 grandes hospitales privados en EE.UU. Datos de cuestionarios y contable-financieros de la Asociación Americana de Hospitales. Año de estudio 1987. El estudio confirma la convergencia entre estructuras de grupos estratégicos utilizando tanto los modelos grupos estratégicos de datos como los modelos cognitivos directos o multivariantes. Este trabajo argumenta que con los tres métodos las empresas con similares ámbitos de actuación y despliegue de recursos comparten una visión común de cómo están posicionados en el mercado. Identificar grupos estratégicos a través de atributos básicos cognitivos que construyen los grupos de competencia en la industria Provenientes de la entrevista los atributos básicos son: Predecir la estructura de grupos futuros y el grado en que la empresa ajusta sus variables estratégicas a las del grupo como punto de referencia. Ámbito de operaciones: -alcance del producto -diversidad de productos -tamaño de la empresa Compromiso de recursos: -variables de producción -variables de endeudamiento financiero -variables de inversión. -Cognitivo, multidimensional y directo -grupos y desempeño (ámbito geográfico) Porac, ThoMas, Wilson, Paton y Kanfer (1995) Cognitivo (ámbito geográfico) Fiegembaum y ThoMas (1995) Grupos estratégicos -Identificación grupos -Identificación grupos -estabilidad estructura grupos 180 ISSN:1135-2523 -Tamaño de la cama -Case mix index -Ámbito de servicios médicos ofrecidos -Costes formación; -Localización ; altas médicas Percepciones – Calidad Modernidad de equipos -Servicios enfermeras Rapidez de los tests –Prestigio Calidad del personal Accesibilidad a la administración Servicios disponibles Apariencia externa -tamaño -tecnología -estilo de producto -localización geográfica METODOLOGÍA: Aplicación de cuestionarios, cluster, factorial y Anova. DATOS Archivo Cuestionarios Diferencias de desempeño entre grupos. MUESTRA: Población de 262 empresas de confección de Escocia. Muestra: 89 empresas ( 89 cuestionarios y 20 entrevistas) METODOLOGÍA: Estudio cross de 1 año. Tratamiento del cuestionario a través de metodología cluster y regresión ordinaria. DATOS Cuestionarios Entrevistas MUESTRA. Industria de seguros de EE.UU. 85 empresas para el período 1970-75 y para el 1975-84 33 empresas adicionales. Obtención de grupos en el 1984 y predicción para 1988. METODOLOGÍA de cluster, manova, anova y test-t. También técnicas de predicción SUR . Fuente: Best’s Insurance Report. Los gerentes de la industria construyen los grupos estratégicos a través de modelos colectivos sociales y cognitivos en los que utilizan como atributos básicos para ensamblar la industria en grupos el tamaño, la tecnología, el estilo de producto y la localización geográfica de la empresa. Se centra en la influencia que tiene el grupo sobre la empresa, siendo aquél el punto de referencia al que la empresa converge ajustando sus variables estratégicas. Además, predice la estructura futura de grupos, en función de los ajustes estratégicos de las empresas componentes. DATOS Archivo Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… Tabla II (continuación) Revisión de los principales trabajos en universidades no españolas ESTUDIO ENFOQUE LINEA OBJETIVO VARIABLES ESTRATÉGICAS MUESTRA Y METODOLOGÍA RESULTADOS Galbraith, Merrill y Morgan (1994) Cognitivo -Identificación grupos Analizar grupos estratégicos a través de un contexto bilateral, tanto desde el punto de vista de oferentes como de demandantes. Preguntas de cuestionario como calidad del producto, servicio diario, sofisticación técnica, etc. Preguntas para los demandantes. Los oferentes se agrupan de forma objetiva o también llamada bivariante por el hecho de ser oferentes públicos y privadas. Identifica grupos de clientes y de oferentes. Esta relación bilateral fundamenta las bases de un mejor entendimiento de los grupos estratégicos. Calori, Johnson y Sarnin (1994) Cognitivo -Identificación grupos Analizar las estructuras cognitivas o los mapas mentales de los CEO’s para agrupar empresas Juicios de valor y percepciones de los CEO’s a través de las entrevistas personales. MUESTRA: En los clientes 475 organizaciones. En los oferentes un total de 65 oferentes. Cuestionario y datos de archivos. Datos de 1989. METODOLOGÍA: Aplicación de cluster y anova en el grupo de demandantes. Agrupación objetiva (oferentes públicos y privados) en el lado de la oferta. DATOS Cuestionario Archivo MUESTRA. 26 CEO’s de 26 empresas, 12 francesas y 14 inglesas en cuatro industrias: cerveza, automóvil, banco y editoriales. Año 1990. Fuente: entrevistas y cuentas anuales. Se concluye que los CEO’s que pertenecen a empresas que operan de forma internacional o que pertenecen a grupos multinacionales presentan mapas cognitivos Más amplios y complejos. METODOLOGÍA. Entrevistas y datos de archivo. Regresiones y análisis de varianza (Anova) DATOS Cuestionario y archivo Reger y Huff (1993) Bogner y ThoMas (1993) Cognitivo (ámbito geográfico) Conceptual -Identificación grupos Las percepciones de los estrategas se basan en estructuras de grupos y no en percepciones sobre estrategias individuales de cada grupo y, además, que la estructura del grupo estratégico se percibe de forma similar por todos los estrategas de una industria. -alcance geográfico -estrategias de crecimiento capacidad de dirección -alcance de producto propiedad del capital mercado objetivo MUESTRA: 18 grandes bancos de Chicago en el período 82-85. -localización -sistema de organización METODOLOGÍA: Cuestionario semiestructurado y posterior aplicación de cluster. Datos cognitivos y no financierocontables. -éxito de la compañía DATOS Los participantes de la industria comparten percepciones sobre estrategias comunes, agrupando de forma similar los grupos estratégicos de la industria. Cuestionarios Analizar los planteamientos básicos de grupos estratégicos y grupos cognitivos Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 181 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. Tabla II (continuación) Revisión de los principales trabajos en universidades no españolas ESTUDIO ENFOQUE LINEA OBJETIVO VARIABLES ESTRATÉGICAS MUESTRA METODOLOGÍA Cool y Dierickx (1993) Grupos estratégicos -Identificación grupos Asociación de grupos estratégicos y desempeño empresarial Alcance de actividades vía: MUESTRA: Industria farmacéutica de EE.UU Período 63-82. Pee’s en 63-69, 70-74, 75-79 y 8082. -grupos y desempeño -estabilidad estructura grupos Fiegenbaum y ThoMas (1993) Grupos estratégicos -Identificación grupos -grupos y desempeño -estabilidad estructura grupos -segmentos atendidos -tipos de producto compromiso con el mercado tradicional alcance geográfico Compromiso de recursos vía: -estrategia de I+D Identificar grupos estratégicos, verificar la relación grupodesempeño, y examinar la movilidad de empresas entre grupos. Y METODOLOGÍA: Cluster y regresiones de mínimos cuadrados ordinarios y generalizados. F de Barlett-Box Archivo Ámbito de operaciones: MUESTRA: Industria de seguros de EE.UU. 85 empresas para el período 1970-75 y para el 197584 33 empresas adicionales. Obtención de grupos en el 1984 y predicción para 1988. -tamaño de la empresa Compromiso de recursos: -variables de producción -variables de endeudamiento financiero -variables de inversión. Identificación de grupos estratégicos y asociación de grupos con rentabilidad de forma indirecta a través de la rivalidad. DATOS -estrategia de marketing -estrategia de promoción -tamaño -alcance del producto -diversidad de productos RESULTADOS METODOLOGÍA de cluster, Anova, ratios de unión. T2 de Hostelling y F de Barlett-Box Identificación de grupos estratégicos y evidencia de diferencias en el nivel de desempeño entre grupos. Además, demuestra empíricamente el bajo movimiento de empresas entre grupos, que indica consistentes barreras de movilidad. Fuente: Best’s Insurance Report. DATOS Archivo Lawless y Tegarden (1991) Grupos estratégicos -Identificación grupos -grupos y desempeño Identificar la relación grupodesempeño en función del tipo de industria donde se ubique el grupo -tamaño -costes/ventas publicidad entre ventas inversiones en capital entre activos -I+D entre ventas MUESTRA: 47 industrias a cuatro dígitos de SIC en EE.UU. Fuente: Compustat. Año 1982. METODOLOGÍA: Cluster y Anova. Los grupos los clasifica en función de dimensiones de la industria a la que pertenecen: concentración, barreras de entrada y diferenciación DATOS Archivo Lewis y ThoMas (1990) 182 Grupos estratégicos -Identificación grupos -grupos y desempeño ISSN:1135-2523 Identificar grupos estratégicos y verificar la relación grupodesempeño de la empresa -número de tiendas tamaño medio de las tiendas -gastos de publicidad entre ventas número de líneas de productos alimenticios -proporción de marcas propias -proporción de las ventas de alimentos sobre totales -ventas de supermercado entre total ventas del grupo MUESTRA: Distribución de la alimentación en U.K. Período 82-86. METODOLOGÍA: Cluster, Análisis discriminante y Anova DATOS Archivo El potencial de la influencia de la pertenencia al grupo estratégico y el desempeño de la empresa va a depender de la industria en la que se enmarque el grupo. Es decir, la relación entre desempeño y grupo va a depender del grado de concentración, de las barreras de entrada y del grado de diferenciación de la industria, todos ellos como dimensiones estructurales de la industria. Identificación de grupos estratégicos para analizar el sector, pero no explican las diferencias en el desempeño empresarial. Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… Tabla II (continuación) Revisión de los principales trabajos en universidades no españolas ESTUDIO ENFOQUE LINEA OBJETIVO VARIABLES ESTRATÉGICAS MUESTRA METODOLOGÍA Fiegenbaum y ThoMas (1990b) Grupos estratégicos -Identificación grupos Identificar grupos estratégicos y períodos de tiempo estables. También examinar movilidad de empresas entre grupos. Ámbito de operaciones MUESTRA: 22 empresas de la industria farmacéutica de EE.UU para el período 1974-81. METODOLOGÍA: Cluster y T2 de Hostelling y F de Barlett-Box Identificar grupos estratégicos y verificar la relación grupodesempeño de la empresa. Ámbito de operaciones: -estabilidad estructura grupos Fiegenbaum y ThoMas (1990a) Grupos estratégicos -Identificación grupos -grupos y desempeño -estabilidad estructura grupos Mascarenas y Aaker (1989) Grupos estratégicos -Identificación grupos -grupos y desempeño Comprobar estabilidad de la estructura de grupos Identificar grupos estratégicos a través de las barreras de movilidad y evaluar las diferencias entre grupodesempeño. Comprobar estabilidad de la estructura de grupos Cool y Schendel (1988) Grupos estratégicos -Identificación grupos -grupos y desempeño -estabilidad estructura grupos Identificar grupos estratégicos. Evalúa las diferencias de desempeño entre miembros del mismo grupo estratégico. Comprobar estabilidad de la estructura de grupos -activos -ventas gastos en publicidad I+D -inventarios Compromiso de recursos -variables financieras variables de producción -variables de marketing. Y RESULTADOS Identifica grupos estratégicos para períodos de tiempo estables. También se observan cambios de grupo en ciertas empresas coincidiendo con los límites de los períodos de tiempo estables. Fuente: Compustat. DATOS Archivo MUESTRA: Industria de seguros de EE.UU. 85 empresas para el período 1970-75 y para el 1975-84 33 empresas adicionales. METODOLOGÍA de cluster, anova y manova. T2 de Hostelling y F de Barlett-Box Fuente: Best’s Insurance Report. DATOS Archivo Identificación de grupos estratégicos y evidencia de diferencias en el nivel de desempeño entre grupos. No utiliza variables para agrupar, sino barreras de movilidad extraídas de las entrevistas. Dichas barreras se apoyan en dos dimensiones: activos y capacidades, y a su vez se componen de ámbito geográfico, capacidad tecnológica, capacidad operaciones bajo el mar, etc. MUESTRA: Industria perforadora de pozos petrolíferos. 10 ejecutivos para las entrevistas y 679 empresas para agruparlas. Período 1973-82. Fuente: Compustat y Petroleum Engineer International’s World Rig Locutor. METODOLOGÍA de cluster y Anova. Se agrupan empresas a través de las barreras de movilidad constituidas por activos y capacidades de las empresas de la industria. Se identifican 3 grupos estratégicos y diferencias de desempeño. Alcance de actividades vía: -segmentos atendidos -tipos de producto -compromiso con el mercado tradicional -alcance geográfico Compromiso de recursos vía: estrategia de I+D estrategia de marketing; -estrategia de promoción MUESTRA: Industria faramacéutica de EE.UU. Período 63-82. -alcance del producto -diversidad de productos -tamaño de la empresa Compromiso de recursos: -variables de producción variables de endeudamiento financiero -variables de inversión. Cambios en la composición de los grupos Alta estabilidad en la composición de grupos, aunque hubieron cambios También entrevistas para averiguar las barreras de movilidad DATOS Entrevistas y archivo METODOLOGÍA: Cluster, Homogeneidad de Kruskal-Wallis, Anova, Manova y regresiones. F de Barlett-Box Encuentra evidencia empírica de que existen diferentes grados de desempeño (como rentabilidad-riesgo) entre miembros de los mismos grupos estratégicos. Existen cambios en la composición de la estructura de grupos a lo largo del período de tiempo estudiado. DATOS Archivo -tamaño Fuente: propia Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 183 Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Vol. 12 Nº1, 2006, pp.167-205, ISSN:1135-2523 Sin embargo, este objetivo de identificación de grupos competitivos se cubre de forma diferente en función de las características de similitud entre las empresas que se busquen para la identificación y agrupamiento, desprendiéndose dos metodologías o enfoques de grupos estratégicos: enfoque grupos estratégicos y enfoque cognitivo[6]. El primero se basa, fundamentalmente, en agrupar empresas que presenten similares variables estratégicas, si bien el hecho de definir qué variables son o no estratégicas ya presenta, a priori, el primer problema de este enfoque. En segundo lugar, el método de los grupos cognitivos, cuyas características de similitud buscadas para agrupar son atributos percibidos directamente por los propios competidores, quienes seleccionan en el mismo grupo las empresas que perciben como similares, a través de variables percibidas que ayudan a ubicar empresas en diferentes grupos. 3.1. ENFOQUE GRUPOS ESTRATÉGICOS Este enfoque, llamado de grupos estratégicos o grupos estratégicos, se apoya en el hecho de que la similitud de las empresas del grupo se produce por el grado de semejanza en ciertas variables estratégicas de las empresas que lo componen. De nuevo, las variables estratégicas, o lo que entendemos por dimensión estratégica, pueden variar en función del enfoque estratégico en el que basemos la definición de estrategia. Así, desde el punto de vista de la organización industrial o la escuela del posicionamiento producto-mercado serán unas determinadas variables fundamentalmente externas, mientras que para la teoría de los recursos y capacidades serán unas variables referidas a recursos y capacidades de las empresas que se pretende agrupar. Este procedimiento de identificación de grupos se basa en el esquema sugerido por Fiegenbaum y Thomas (1990a:197-98). La definición del espacio estratégico integra tres dimensiones básicas. Los niveles de estrategia empresarial (corporativo, negocio y funcional) para centrar el estudio; los componentes que recogen las dimensiones estratégicas de las empresas, esto es, tomando como referencia el alcance de las actividades de la empresa y su compromiso de recursos (Galbraith y Schendel 1983; Cool y Schendel 1987; Aaker 1988); y, por último, el período de tiempo en el que se aplica el trabajo o estudio. Esta última dimensión es útil en el sentido de que pueden existir transformaciones de la industria estudiada que originen períodos de tiempo no estables estratégicamente en el que se pueden confundir las agrupaciones. Con respecto al alcance de las actividades de la empresa reflejará su ámbito de actuación, concretándose en los segmentos de mercado en los que la empresa está presente, los tipos de producto o servicio ofrecidos, y la cobertura geográfica realizada, mientras que en el caso del compromiso de los recursos recoge la distribución de recursos de la empresa a lo largo de las distintas áreas funcionales (recursos humanos, aprovisionamiento, ventas, etc.), resultando clave para la ventaja competitiva que se quiere sostener (Cool y Schendel, 1987). En cuanto a la selección de variables para agrupar comportamientos estratégicos similares, el primer punto consiste en tener un buen conocimiento del sector industrial estudiado (Cool y Schendel, 1987: ThoMas y Venkatraman, 1988). Por consiguiente, la selección de variables para identificar grupos va a diferir en función del tipo de industria analizada. Esto resulta obvio, puesto que no pueden ser las mismas variables las que representen agrupaciones en la industria de los seguros que en la industria de la distribución 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… comercial, por ejemplo. En las tablas I y II se puede apreciar la gran riqueza de variables utilizadas en diferentes trabajos, si bien la mayoría se enmarcan en las dimensiones estratégicas de alcance de las actividades y compromiso de recursos, aportado por Galbraith y Schendel (1983), Cool y Schendel (1987), Aaker (1988) y en general, se adaptan al sector en concreto a que se refiere el estudio. En este enfoque se utiliza fundamentalmente variables cuantificadas o aproximadas a través de datos secundarios (o datos de archivo) financiero-contables o que provienen de estudios sectoriales determinados, que si bien son objetivas, a su vez, suscitan críticas sobre si reflejan con exactitud la estrategia de la empresa. En concreto, para el ámbito internacional, de la totalidad de trabajos empíricos que utilizaban enfoque grupos estratégicos el 96% utiliza datos de archivo, mientras que sólo uno de ellos lo complementa con datos primarios. En el caso español, obtenemos similares resultados, si bien en el 33% de los casos se complementan con otros datos de cuestionarios o entrevistas, lo que nos muestra, de forma significativa, la diferente potencialidad y uso de las bases de datos utilizadas en los estudios en los ámbitos de estudio, factor este que puede constituir un obstáculo al desarrollo de este tipo de estudios en nuestra Academia y que en nuestro ámbito tendrá consecuencias en las industrias analizadas, que como veremos presenta en España muy poca variedad y se debe, entre otras causas, a que dichas industrias (bancaria o de distribución de consumo) son las que más información (datos secundarios) ofrecen a los usuarios (ver tabla III), al tiempo que condicionará las variables a integrar en los análisis. Tabla III Diferencias de datos utilizadas en los dos ámbitos en el enfoque g. estratégicos Información utilizada estudios ÁMBITO Archivo o secundarios Primarios complementados archivo Total enfoque estratégico España 12 6 18 Internacional 14 1 15 CHI-CUADRADO 2.83 (0.093)* Fuente: propia; * significativo a p<0,1 A lo largo del tiempo, el comportamiento estratégico empresarial no siempre permanece constante, sino que se encuentra sometido a un proceso continuo de evolución. Los cambios que pueden influir en los comportamientos estratégicos se pueden clasificar en dos grandes grupos. Por una parte, los que son motivados por factores que se encuentran fuera del control de las empresas (cambios en la legislación, en la tecnología, etc.). En segundo lugar, los cambios motivados por la conducta de las empresas. Estos períodos de estabilidad estratégica (PEE’s) se caracterizan porque el comportamiento estratégico observado por las empresas, a lo largo de las diferentes dimensiones, permanece estable o, lo que es lo mismo, no sufre cambios significativos. A raíz de todo esto podríamos concluir que el contexto adecuado para la identificación de los grupos estratégicos es cada uno de estos PEE’s (Flavián y Polo 1999:17-18). Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 185 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. En la tabla II podemos observar como el 65% de trabajos empíricos analizados en el ámbito internacional utilizan el enfoque de grupos estratégicos, aunque lo complementen con el enfoque cognitivo, observándose que el 56,5% de las veces el trabajo empírico sólo utiliza el enfoque de grupos estratégicos. Por el contrario, en España, todos lo trabajos empíricos (95%) menos uno, lo utilizan, si bien, excluyendo el mixto el 89,5% de los trabajos sólo se limitan al enfoque estratégico. En consecuencia, evidenciamos diferencias significativas en cuanto a la utilización de enfoques en los diferentes ámbitos de estudio (ver tabla IV). Tabla IV. Diferencias entre el enfoque utilizado y el ámbito Ámbito G. estratégicos G. Cognitivos Mixto España 17 (89,5%) 1 1 Internacional 13 (56.5%) 8 (34.8%) 2 CHI-CUADRADO 5.98 (0.049)** Fuente: propia Mixto: complementa los dos enfoques mismo estudio (industria-muestra); ** significativo a p<0.05 Si bien no existe tanta variedad de contenidos como en el enfoque cognitivo, destacan ciertos trabajos sobre identificación de grupos de enfoque grupos estratégicos que contribuyen con innovaciones sobre identificación de grupos. Así, por ejemplo, Fergurson et al. (2000) asocia la pertenencia al grupo y el desempeño de la empresa de forma indirecta a través del concepto de reputación. El análisis empírico desveló que los grupos estratégicos difieren en reputación, siendo este un concepto a diferentes niveles. La reputación es una barrera de movilidad que beneficia a los miembros del grupo y que necesita de acciones colectivas del grupo para mantenerlas. El trabajo propone que los grupos estratégicos tienen diferentes reputaciones. Además, los grupos de mayor reputación también manifiestan mayores desempeños, siendo aquella una barrera de movilidad para los miembros de ciertos grupos 3.2. ENFOQUE COGNITIVO Este enfoque tiene sus fundamentos en la Escuela Cognoscitiva (Simon, 1956), de base psicológica, donde empieza a plantearse el análisis de los procesos mentales de directivos empresariales basándose, en parte, en la racionalidad limitada. Desde esta escuela se analiza cómo las estrategias son construidas y cómo razonan las personas para realizar decisiones empresariales, utilizando los mapas cognoscitivos (Bougon, 1983) con los que se representan estructuras mentales o esquemas (Rosca y Lloyd, 1978) que servirán para ofrecer una descripción de la forma en que los directivos interpretan determinados ámbitos, entre ellos la rivalidad o la competencia. Funciona de manera que los gerentes o directivos, de forma individual o los equipos de la alta dirección de forma colectiva, forman representaciones simplificadas de modelos mentales o mapas cognitivos de sus mercados competitivos de forma que esos filtros o 186 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… formas de entender la realidad conforman los límites del mercado, de la competencia y de los grupos propiamente dichos. Tal y como señala Bogner y Tomas (1993) los gerentes categorizan o agrupan a sus competidores de forma cognitiva, siendo sus puntos de vista relativamente homogéneos dentro de una industria determinada. Esta aportación, puede implicar el hecho de que la similitud de modelos mentales puede producir que las empresas tenderán a tomar acciones similares, ya que poseen similares estructuras de pensamiento. A su vez, siguiendo a Reger y Huff (1993) se distinguen como líneas de investigación aplicadas a grupos cognitivos la fundamentada en la teoría de la clasificación (Anderson y Paine, 1975; Porac et al., 1987; Porac et al., 1994), en la que se describe el entorno competitivo de una industria y el directivo realiza una clasificación jerárquica de la visión sobre sí mismo en la industria y, por otra parte, la línea de la teoría personal (Kelly, 1955, Reger, 1990; Reger y Huff, 1993) que utiliza las dimensiones estratégicas del sector y el mismo directivo realiza juicios sobre la similitud de su estrategia con la de los competidores para identificar grupos estratégicos. Estas dos líneas de investigación cognitivas presentan diferentes metodologías de trabajo. En primer lugar, una metodología consistente en preguntar directamente al directivo, gerente o equipo de dirección sobre qué competidores de su industria pertenecerían a su grupo estratégico (cognitivo directo), mientras que la segunda metodología consiste en solicitar a los directivos, gerentes o equipos de dirección juicios sobre sus competidores en base a dimensiones estratégicas que estos perciben, aplicando posteriormente herramientas estadísticas sobre esas percepciones con el objetivo de identificar grupos estratégicos (cognitiva grupos estratégicos). En concreto, el hecho de utilizar en la formación de grupos únicamente percepciones de los directivos, conduce a la utilización de datos primarios para establecer los grupos las percepciones de los gerentes y no datos secundarios o de archivo que reciben muchas críticas sobre si realmente representan variables de dimensiones estratégicas. Dentro de esta corriente identificamos tanto trabajos empíricos [MacNamara et al. (2003), MacNamara, Luce y Thompson (2002), Pegels, Song y Yang (2000), Hodgkinson (1997), Nath y Gruca (1997), Reger y Palmer (1996), Porac, ThoMas, Wilson, Paton y Kanfer (1995), Baum y Lant (1995), Calori, Johnson y Sarnini (1994), Galbraith, Merrill y Morgan (1994), Hodginson y Johnson (1994), Reger y Huff (1993), Bogner y ThoMas (1993), Porac y ThoMas (1990), Porac, ThoMas y Baden-Fuller (1989)], como teóricos [Peteraf y Shanley (1997)], tal y como se exponen en la tabla II. Conviene destacar que sólo el 34,8% de los trabajos internacionales empíricos analizados se encuadran dentro del enfoque cognitivo en exclusiva, ascendiendo al 43,47% aunque complementen dicho enfoque con el alternativo. Por su parte, en España sólo uno de entre todos los trabajos empíricos utiliza dicho enfoque, y otro lo comparte con el de grupos estratégicos (mixto), resaltando la lenta incorporación que está teniendo entre nuestros investigadores (ver tabla V). Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 187 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. Tabla V Enfoque de g. cognitivos y ámbito de estudio Ámbito G. estratégicos G. Cognitivos Mixtos España 17 1 1 Internacional 13 8 (43.47%) 2 CHI-CUADRADO 5.98 (0.0498)** Fuente: propia; ** significativo a p<0.05 No obstante, si bien existen menos trabajos, en número, sí que existe más innovación en contenidos y nuevas líneas conceptuales, sobre todo en lo que respecta a la línea de la identificación de estos grupos cognitivos. En este sentido, MacNamara et al. (2003) aporta la novedad de identificar empresas principales y secundarias dentro del grupo, así como empresas aisladas de los grupos. Asimismo, MacNamara et al. (2002) asocia la complejidad de las estructuras de conocimiento de la alta dirección con la identificación de grupos. Por otra parte, Finkelstein y Hambrick (1990) apuntan que la formación de grupos estratégicos mayoritariamente resulta de elecciones estratégicas hechas por miembros de los equipos de alta dirección de las empresas. En este sentido, y por lo que respecta a la heterogeneidad de los equipos de dirección que realizan agrupaciones, Pegels, Song y Yang (2000) se basan en la línea cognitiva de identificación de grupos estratégicos y en la teoría de upper-echelon (Knight et al. 1999, entre otros). Esta última teoría argumenta que las características de los miembros de la alta dirección tienen importantes impactos sobre los resultados de la organización, ya que aquellos tienen la facultad de tomar decisiones estratégicas para la organización. El trabajo identifica grupos estratégicos, para posteriormente investigar las heterogéneas características que tienen los equipos de alta dirección de las empresas de cada uno de los grupos estratégicos identificados, obteniendo evidencia empírica de que las características de los equipos de alta dirección basadas en la experiencia de los miembros y el background tiende a ser homogénea en las empresas del mismo grupo estratégico. En otras palabras, el filtro cognitivo para identificar grupos es el mismo en aquellas empresas con similares equipos de alta dirección, de forma que se ubican en los mismos grupos estratégicos. Además, el desempeño de la empresa está ligado con el tipo de equipo de alta dirección de la misma. Hodgkinson (1997) evidencia la inercia cognitiva, proceso por el que a pesar del cambio turbulento de las características del entorno, el modelo mental colectivo del espacio competitivo sigue igual, si bien el concepto de inercia cognitiva ya es utilizado en anteriores trabajos por Gronhaug y Falkenberg (1989) y Reger y Palmer (1996). Por otra parte, Calori et al (199) concluye que los directivos de empresas multinacionales tienen mapas cognitivos más amplios y complejos, frente al problema de la territorialidad o restricción de competidores al entorno más próximo. 188 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… También es interesante el trabajo de Galbraith et al. (1994) en el que se da un paso más y se identifican los grupos no sólo desde la oferta, sino también desde el lado de la demanda, identificando grupos de clientes y oferentes en una relación bilateral que mejora la comprensión de los grupos estratégicos. En esta línea de investigación también destaca Más (1998) que identifica grupos estratégicos desde esta doble vertiente de relación entre oferentes y demandantes para un conjunto de empresas y clientes de la industria del mueble valenciano. Peteraf y Shanley (1997), de forma conceptual, asocia la pertenencia al grupo y el desempeño a través del concepto de identidad del grupo. El trabajo propone que los grupos estratégicos cognitivos pueden tener identidades, igual que las organizaciones, definiendo la identidad de un grupo estratégico como un conjunto de mutuos entendimientos entre gerentes. A su vez, la identidad del grupo estratégico se basará en la identificación y aprendizaje social de la empresa. Es decir, el hecho de que la empresa se desenvuelva en un complejo cambio social hace que altere su conducta en función del grupo al que pertenece. 4. GRUPOS ESTRATÉGICOS Y RENTABILIDADES. 4.1. INTRODUCCIÓN A LAS DIFERENCIAS DE DESEMPEÑO EN GRUPOS ESTRATÉGICOS La segunda línea de investigación y, quizá, la más importante analiza la asociación entre la pertenencia al grupo y el desempeño. Como señala Levinthal (1995:19) la principal misión de la dirección estratégica se centra en el análisis de la diversidad del desempeño entre las empresas. Asimismo, Mascarenas y Aaker (1989) señalan que la importancia del grupo estratégico radica en poseer una herramienta para explicar las diferencias de rentabilidad entre las empresas. Por consiguiente, las bases que argumentan la existencia de grupos estratégicos residen en la observación de que las empresas de un sector difieren unas de otras y de que existe, además, una persistencia en tales diferencias que se reflejan en los diferentes niveles de rentabilidad a lo largo del tiempo. El análisis de la relación entre rentabilidades de las empresas y la pertenencia a grupos estratégicos en una industria se ha abordado tanto con trabajos conceptuales [McGee y ThoMas (1986), ThoMas y Venkatraman (1988), Bogner y ThoMas (1993), McGee, ThoMas y Pret (1995), Peteraf y Shanley (1997), Dranove, Peteraf y Shanley (1998)], como empíricos [Poter (1979), Cool y Schendel (1987, 1988), Fiegenbaum y ThoMas (1990a), Lewis y ThoMas (1990), Lawles y Tegarden (1991), Cool y Dierickx (1993), Reger y Huff (1993), Mehra (1996), Pegels Song y Yang (2000), Fergurson, Deephouse y Fergurson (2000), Nair y Kotha (2001), McNamara, Luce y Thompson (2002), MacNamara et al. (2003), Lee et al. (2003)]. Asimismo, también desde España se ha investigado la relación grupo-desempeño en trabajos como Claver et al. (2003), Zúñiga et al. (2003), Muñiz, Cervantes y González (2001), García, Santos y Vallelado (2001), Flavián y Polo (2001), Más (1997,1998), Iglesias (1997), Céspedes (1996), Fernández, Marco y Moya (1996), Espitia, Polo y Salas (1992), entre otros, tal y como se recoge en la tablas I y II. Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 189 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. En concreto, en el ámbito internacional, de todos lo trabajos empíricos analizados el 60% integra el objetivo de asociar la pertenencia al grupo y el desempeño. En concreto, de la totalidad de trabajos de enfoque cognitivo el 50% utiliza dicho objetivo, mientras que en los trabajos de grupos estratégicos el 80% de los mismos asocia la pertenencia al grupo y el desempeño. En el caso español, existe una aproximación al ámbito de referencia, observándose dicho objetivo en un 57,8% de los trabajos analizados. El cognitivo no asocia desempeños y el mixto sí. Por lo tanto, el 61,1% de los trabajos de enfoque de grupos estratégicos asocia grupos y desempeño. Por lo tanto, en el caso de los grupos cognitivos las diferencias son claras, porque solamente existe uno en España y no utiliza el objetivo de asociar el desempeño, mientras que en el ámbito internacional la mitad de los trabajos cognitivos sí lo incorporan. Para el caso de los grupos estratégicos, la tabla VI sí nos confirma diferencias significativas entre los dos ámbitos estudiados. Tabla VI Enfoque de g. estratégicos y objetivo de desempeño Ámbito No desempeño Total 7(38,9%) Sí objetivo desempeño 11(61,1%) España Internacional 3(20%) 12(80%) 15 CHI-CUADRADO 6,08 (0,014)** 18(100%) Fuente: propia; **significativo a p<0.05 4.2. ¿EXISTEN DIFERENCIAS DE DESEMPEÑO EN LOS TRABAJOS EMPÍRICOS? El 90% de los artículos empíricos españoles que utilizan el objetivo de asociación de grupos-desempeño evidencia que sí existen diferencias de resultados entre grupos. Análogamente, el 85,7% de los artículos empíricos internacionales analizados con el objetivo descrito también evidencian diferencias significativas [Lee et al. (2003), McNamara et al. (2002), González y Ventura (2002) Nair y Kotha (2001), Flavián y Polo (2001), García et al. (2001), Muñiz et al. (2001), Pegels et al. (2000), Fergurson et al. (2000), Iglesias (1997), entre otros]. Por lo tanto, existe una gran mayoría de trabajos que (cuyos resultados pueden observarse en las tablas VII y VIII) se posicionan de forma positiva hacia la aceptación de la idea de grupos como un conjunto de empresas de similares estrategias que consiguen similares desempeños y entre las que se dará, en mayor medida, la idea de rivalidad y competencia. Asimismo, esta idea se acepta tanto entre los estudios de grupos estratégicos como en los de grupos cognitivos. Así, se reforzaría la idea de que el concepto de grupos competitivos no es una mera herramienta de análisis sectorial. 190 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… No obstante, existen otros trabajos empíricos que no respaldan las anteriores afirmaciones, si bien, debemos tener en cuenta que representan una gran minoría, siendo aproximadamente el 10% de los trabajos empíricos con el objetivo grupos-desempeño. En el ámbito internacional, tal como se muestra en la tabla VII, trabajos como los de Houthoofd y Heene (1997), Cool y Dierickx (1993), Lewis y Thomas (1990), Lawless et al. (1989), Cool y Schendel (1988) o Fraizer y Howell (1983) no han encontrado diferencias de rentabilidad entre grupos estratégicos. En la misma línea, Lewis y Thomas (1990) evidencian empíricamente que los grupos estratégicos son útiles constructos para estudiar la estructura de la industria, pero que generalmente no explican las diferencias en el desempeño de las empresas. Asimismo, Barney y Hoskisson (1990) demostraron que el desempeño diferente entre grupos existe incluso cuando se seleccionan diferentes variables o barreras de movilidad para la identificación de los grupos. Análogamente, para el caso español, mostrado en la tabla VIII, Zúñiga et al. (2003), Claver et al. (2003) y Flavián et al. (2002) no encuentras diferencias de rentabilidad entre grupos. Tabla VII. Estudios sobre desempeño y grupos en universidades no españolas DIFERENCIAS DE DESEMPEÑO Diferencias desempeño entre miembros del grupo MacNamara et al. (2003) Lawless et al. (1989) Cool y Schendel (1988) Diferencias desempeño entre grupos MacNamara et al. (2002) Nair y Kotha (2001) Fergurson et al. (2000) Pegels et al. (2000) Nath y Gruca (1997) Mehra (1996) Wiggins y Ruefli (1995) Vikkula (1993) Cool y Dierickx (1993) Fiegenbaum y ThoMas (1993) Lawless y Tegarden (1991) Fiegenbaum y ThoMas (1990) Kumar (1990) Mascarenas y Aaker (1989) Kim and Lim (1988) Bailey y Williams (1988) Primeaux (1985) Dess y Davis (1984) Hergert (1987) Oster (1982) Porter (1979) Newman (1978) NO DIFERENCIAS DESEMPEÑO No diferencias desempeño entre grupos Houthoofd y Heene (1997) Cool y Dierickx (1993) Lewis y ThoMas (1990) Cool y Schendel (1987) Fraizer y Howell (1983) Fuente: propia Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 191 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. Tabla VIII. Estudios sobre desempeño y grupos en universidades españolas DIFERENCIAS DE DESEMPEÑO Diferencias desempeño entre miembros del grupo Claver et al. (2003) Flavián et al. (2002) Flavián y Polo (2001) Más (1998a) Diferencias desempeño entre grupos Muñiz et al. (2001) García et al. (2001) Flavián y Polo (2001) Iglesias (1997) Céspedes (1996) Fernández et al. (1996) Espitia et al. (1991) (1993) NO DIFERENCIAS DESEMPEÑO No diferencias desempeño entre grupos Zúñiga et al. (2003)* *Sí que existieron pero para algunos años puntuales. En general, no se confirmo con consistencia Fuente: propia Asimismo, tal y como se muestra en las tablas VII y VIII, existen trabajos tanto nacionales [Claver et al., 2003; Flavián et al., 2002; Flavian y Polo, 2001; Más, 1998a] como internacionales [MacNamara et al., 2003; Lawless et al., 1989, Cool y Schendel, 1988] que encuentran evidencia empírica sobre las diferencias de desempeño entre los miembros del mismo grupo estratégico, pero no entre grupos. Estos resultados encuentran explicación en las barreras de movilidad y en la teoría de los recursos y las capacidades a través de los mecanismos de aislamiento. Las barreras de movilidad son la base de las diferencias de rentabilidad entre grupos dentro de una misma industria (Porter, 1976, 1979; Caves y Ghemawat, 1992, entre otros). Las barreras de movilidad son fuerzas estructurales que impiden a las empresas cambiar libremente su posición competitiva (Caves y Porter 1977) actuando como elementos disuasorios del cambio de las empresas que pertenecen a grupos de baja rentabilidad hacia grupos de mayor rentabilidad (Caves y Porter 1977; Cool y Diereickx 93, pp.47, entre otros). Asimismo, McGee y ThoMas (1986) consideran que las barreras de movilidad son los costes totales de traspaso de un grupo a otro que otorgan ventaja a las empresas que ya están presentes en dicho grupo. Además, establecen tres fuentes de barreras de movilidad: la estrategias relacionadas con el mercado (segmentación del mercado, canales de distribución, marca, cobertura de mercado, etc.), características de la oferta de la industria (economías de escala, tecnología de los procesos productivos, etc.) y rasgos específicos de la propia empresa (habilidad de los directivos, tamaño, propiedad, relaciones con grupos de influencias, etc.). Porter (1979) propuso que las barreras de movilidad protegían a los miembros de nuevos entrantes, sugiriendo que la rentabilidad también podría diferir entre grupos en una industria, sin embargo, puntualizó que las barreras de movilidad determinan la rentabilidad potencial del grupo, pero que el conseguirla va a depender de las actividades específicas de las empresas. Es decir, que se deja un hueco teórico posible de alcanzar dicha rentabilidad potencial. 192 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… En la misma línea, tal y como señala Rumelt (1984) los mecanismos de aislamiento pueden impedir que los miembros del mismo grupo obtengan rendimientos similares. El concepto de mecanismos de aislamiento es similar al de barreras de movilidad pero centrado en la propia empresa, no en el grupo. Estas aportaciones nos sirven para buscar un refugio teórico que justifique estas diferencias de desempeño intragrupo y que reside en la teoría de los recursos y capacidades, tal y como demuestran empíricamente Cool y Schendel (1988) y Lawless et al. (1989) que asocian empíricamente diferencias de rentabilidad intragrupo con diferentes stocks de activos (recursos y capacidades). Así, la mayoría de estudios no utilizan variables que representen los recursos y capacidades de la empresa, sino que utilizan subrogados de la estrategia que, en ocasiones, pueden no reflejar los recursos de una empresa. En consecuencia, pueden existir empresas similares en un grupo, atendiendo a la homogeneización de aquellas variables, pero que sean heterogéneas en cuanto a dotación de recursos y capacidades, por lo que estarían justificadas las diferencias de desempeño entre las empresas del mismo grupo. En nuestra opinión, está afirmación permite una base teórica suficiente para que incluso los estudios que no habían logrado asociar la pertenencia a los grupos y el desempeño, la causa, al menos en parte, se pueda deber a esas diferencias de recursos y capacidades que en ocasiones no pueden recogerse en ciertas variables estratégicas utilizadas para los estudios. En este sentido, MacNamara et al. (2003) plantea como objetivo básico no sólo buscar la diferencia de desempeño entre grupos sino también dentro del mismo grupo, encontrando evidencia empírica que lo demuestra y clasificando a su vez a las empresas del mismo grupo entre principales y secundarias, en función de su posicionamiento. Análogamente, en el ámbito español, Más (1998a) se plantea directamente la heterogeneidad intragrupo en la variable desempeño, encontrado evidencia empírica de la misma y corroborando sus resultados con la teoría de recursos y capacidades. En ambos artículos observamos como las empresas no se agrupan en función de sus recursos y capacidades, lo que puede explicar dicha heterogeneidad intragrupo en el desempeño, al contrario de Mehra (1996) que agrupa a las empresas en función de sus recursos y capacidades y, en consecuencia, no existe heterogeneidad intragrupo de desempeño, sino intergrupo. En definitiva, creemos que con la evidencia empírica sistematizada en este punto podemos afirmar, si bien con algunas limitaciones, que la mayoría de los artículos con el objetivo de asociación de grupo-desempeño demuestran que la pertenencia al grupo sí explica, al menos en parte, el desempeño de la empresa. En este sentido cabe resaltar el trabajo de González y Ventura (2002) que determina la contribución que la pertenencia al grupo ejerce sobre el desempeño de la empresa, después de aislar el efecto industria y el de la propia empresa. 5. ESTABILIDAD DE ESTRUCTURAS DE GRUPOS ESTRATÉGICOS Esta línea de investigación dentro del tema de los grupos estratégicos busca analizar, dinámicamente, la estabilidad estratégica de los períodos considerados, es decir, examinar las estructuras de los grupos para comprobar si existe movilidad entre los grupos a lo largo del tiempo o, por el contrario, existe estabilidad. Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 193 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. La forma de delimitar el período temporal en que la estructura de los grupos no sufre cambios significativos puede ser subjetiva, por conocimiento del sector que se analiza, u objetiva utilizando contrastes estadísticos para delimitar los PEE (períodos de estabilidad estratégica). Las causas de que existan cambios en las estructuras de los grupos radica en el entorno, que puede provocar cambios que puedan afectar a la composición de los grupos, o en el cambio de conducta de las empresas en cuanto a su estrategia. El movimiento entre grupos se fundamenta por las condiciones de la industria, las diferencias de resultado y las barreras de movilidad. Además, el cambio de posición estratégica de un grupo se origina cuando algunas empresas del mismo cambian su estrategia debido a malos resultados o por disponer de activos acumulados muy importantes (Fiegenbaum y Thomas 1993). En muchos trabajos se identifican los períodos de estabilidad estratégica durante el período de estudio utilizando metodología estadística, tanto en el ámbito internacional [Nair y Filer 2003, Nair y Kotha 2001; Fiegenbaum y ThoMas, 1995; Cool y Dierickx, 1993; Fiegenbaum y ThoMas, 1993; Fiegenbaum y ThoMas, 1990b; Fiegenbaum y ThoMas, 1990a; Cool y Schendel, 1988], representando el 35% de los estudios empíricos, como en el nacional [Zúñiga et al., 2003; Flavian et al., 2002; Flavián y Polo 2001; García et al. 2001; Muñiz et al. 2001; Más, 1999; Más, 1998a; Más 1998b; Más 1996] que ostenta el 42% de los trabajos empíricos. Asimismo, hay que hacer constar que todos los trabajos que incorporan el objetivo de la estabilidad de estructuras se limitan al ámbito de los grupos estratégicos, no observándose dicho objetivo en los trabajos sobre los grupos cognitivos. Asimismo, el 65% de los trabajos empíricos que identifican grupos, en el ámbito internacional (Lee et al., 2003; MacNamara et al., 2003; McNamara et al. 2002; Nair y Kotha, 2001; Fergurson et al. 2000; Pegels et al., 2000; Nath y Gruca 1997; Porac et al. 1995; Calori et al. 1994; Galbraith et al. 1994; Reger y Huff, 1993; Lawless y Tegarden, 1991; Lewis y ThoMas, 1990) no utilizan los PEE, siendo para el caso nacional el 58% de los trabajos [Claver et al., 2003; Más, 1998b; Iglesias 1997; Céspedes, 1996; Fernández et al., 1996; Más y Gómez, 1993; Espitia et al., 1991; García y Rodríguez 1996; Azofra et al., 1990] que identifican grupos estratégicos. Por lo tanto, con diferencia el mencionado objetivo es el menos utilizado en los trabajos de identificación de grupos estratégicos en los dos ámbitos estudiados. 6. TÉCNICAS METODOLÓGICAS EN EL ESTUDIO DE LOS GRUPOS 6.1. METODOLOGÍA PARA LA IDENTIFICACIÓN DE GRUPOS La metodología utilizada en los trabajos empíricos para la identificación de grupos, tal y como se muestra en las tablas I y II, varía en función de si el estudio se enmarca en el enfoque grupos estratégicos o cognitivo. Dentro del enfoque grupos estratégicos ha existido una evolución desde los estudios pioneros que no utilizaban técnicas estadísticas (Porter, 1979, Newman, 1978) hasta los más recientes, que sí las utilizan. Concretamente, en el ámbito internacional cerca del 80% 194 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… de los trabajos que identifican grupos utilizan la técnica cluster, tan sólo uno identifica grupos de forma unidimensional, y el resto utilizan novedades metodológicas en el campo que pueden constituir el inicio de la incorporación de técnicas de otras disciplinas a la investigación de los grupos estratégicos como es el modelo de algoritmos genéticos de Lee et al. (2003). Además, dentro de este ámbito y en los estudios que utilizan el cluster para identificar los grupos la mayoría (78%) utilizan sólo dicha técnica, mientras que el resto utiliza otros complementos como el análisis factorial y el discriminante. Solamente un trabajo utiliza una técnica de escala multidimensional. En el ámbito español, de los trabajos empíricos que identifican grupos, el 85% utiliza la técnica cluster, utilizándose en un caso el test de diferencia de medias en base a unas variables. Destaca la técnica novedosa del MCLUST aplicado en Zúñiga et al. (2003) para solucionar el problema de determinación de número objetivo de grupos que los métodos tradicionales no resuelven. A su vez, de estos trabajos que utilizan la técnica cluster el 50% lo utilizan conjuntamente con el análisis factorial y/o el discriminante para comprobar la idoneidad de los grupos. Con respecto al enfoque cognitivo, la tabla II evidencia, en el ámbito internacional, que en este caso la técnica cluster, si bien es la más utilizada, no tiene el protagonismo que tenía en el enfoque grupos estratégicos. En el 62% de los casos se utiliza, aunque menos de la mitad (40%) la utilizan individualmente, sino que lo más común es apoyarse en análisis factorial para reducir a pocos datos las percepciones registradas. El resto, 38% utilizan diferentes técnicas como escalas de likert o métodos de reducción de datos de forma individual. Solamente en Nath y Gruca (1997) encontramos un trabajo cognitivo directo, en el que, entre otros enfoques, los directivos clasifican directamente las empresas rivales de sus grupos, Nath y Gruca (1997). Por lo que respecta al ámbito español, el único trabajo cognitivo utiliza la técnica cluster. Conviene destacar, por último, que la utilización del análisis cluster en estos casos se suele hacer sobre variables percibidas por los directivos de las empresas analizadas. 6.2. METODOLOGÍA PARA LAS DIFERENCIAS DE DESEMPEÑO En primer lugar, la práctica totalidad de los trabajos utiliza los ratios de rentabilidad sobra activos (ROA) o sobre fondos propios (ROE) para subrogar unidimensionalmente el constructo desempeño. En los trabajos grupos estratégicos del ámbito internacional, el 88% utiliza la técnica Anova para contrastar las diferencias grupo-desempeño, mientras que un 33% de las veces lo complementan con el Manova. Una sola vez hemos identificado la regresión ordinaria por mínimos cuadrados. En el enfoque cognitivo, el 70% de los artículos utiliza el Anova y el resto regresiones. Para el caso español, en los estudios empíricos, grupos estratégicos y el único cognitivo, el 93% utilizan la técnica Anova, mientras que ésta se aplica conjuntamente con el análisis Manova en el 40% de los casos. Sólo un trabajo utiliza un método alternativo (test no paramétrico) como es el de homogeneidad de Kruskal-Wallis. Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 195 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. En este sentido, cabría lanzar una crítica respecto del hecho de utilizar constantemente el análisis Anova, que son paramétricos y asume la normalidad de los datos frente a los tests no paramétricos de diferencia de medias como son el de Mann-Whitnney y el de Kruskal-Wallis que son más robustos en el sentido de que no suponen aquella asunción para con los datos tratados. Creemos que es un punto ciego de la comunidad científica y que la utilización de los tests no paramétricos aportaría más rigor al análisis. 6.3. METODOLOGÍA PARA LOS PERIODOS DE ESTABILIDAD ESTRATÉGICA (PEES) En primer lugar, fue Cool (1985) quien desarrolla el procedimiento estadístico para detectar los PEEs. Para ello utiliza un test de estabilidad de la matriz de varianzas covarianzas de las variables estratégicas en los años consecutivos de la muestra para ver si se reflejan cambios significativos. En este sentido, un PEE queda definido cuando la estabilidad de dicha matriz es significativamente mayor que la de los siguientes períodos temporales, metodología que con posterioridad aplicarán otros autores como Cool y Dierickx, 1993 o Cool y Schendel, 1988, entre otros. Fiegenbaum (1987) amplió el anterior procedimiento añadiendo la estabilidad del vector de medias, siendo esta última más completa. Dicha técnica es la que mayoritariamente prevalece hoy y ha sido aplicada entre otros por Fiegenbaum y Thomas (1990,1995) o autores españoles como Zúñiga et al. (1993). Para el ámbito español todos los trabajos que analizan la estabilidad estructural dinámica de los grupos utilizan el test T2 de Hotelling y el F de Barlet-Box, a excepción de una sublínea dentro de la estabilidad de grupos que busca la predicción de las estructuras futuras (en concreto Más, 1996) que utiliza modelos de predicción y el Test-t. En el ámbito internacional el 60% de los artículos revisados que integran dicho objetivo utiliza ambos tests, mientras que el resto (Cool y Dierickx, 1993 y Cool y Schendel, 1988) utilizan sólo el de Barlet-Box. De nuevo, en la sublínea de investigación de predicción de estructuras futuras de grupos (Fiegenbaum y Thomas, 1995) se utilizan los métodos SUR de predicción. Por último, un trabajo en el que conviene destacar la novedad metodológica del test de cointegración y el de no estacionariedad aplicado por Nair y Filer (2003) para la estabilidad de la estructura de grupos. 6.4. ANÁLISIS DE LAS MUESTRAS, TIPOLOGÍA DE DATOS Y SECTORES ANALIZADOS Diversos autores (MacNamara et al., 2003; Porac et al., 1995; entre otros) argumentan la poca amplitud de la muestra como una limitación en sus trabajos. En ocasiones, el tener que conocer el sector, la necesidad de tener que contar con el apoyo de equipos de dirección o el problema de la obtención y disponibilidad de datos conlleva que la muestra seleccionada se concentre territorialmente en el ámbito geográfico más próximo del investigador con el problema que ello conlleva de extrapolación de resultados. 196 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… Partiendo del hecho de que la mayoría de los trabajos que utiliza enfoque grupos estratégicos se sirven de datos de archivo y los problemas de representatividad de la estrategia que ello puede conllevar, la utilización de estos datos conlleva una ventaja: la representatividad de la muestra frente al problema de la territorialidad de la misma. Para el caso español, se presenta una dualidad en cuanto a la elección de las muestras de estudio. Por una parte, existen trabajos en que la muestra equivale a la población del sector estudiado. En concreto, para el sector bancario español [véase, Zúñiga et al., 2003; García et al., 2001; Céspedes, 1996; Fernández et al., 1996; Más, 1996; Más y Gómez, 1993; Espitia et al., 1991; Azofra et al., 1990] o para el sector de distribución alimentaria [véase, Flavián et al., 2002; Flavián y Polo, 2001]. Sin embargo, también existen otros trabajos que se limitan a un ámbito o alcance más reducido. Por ejemplo, Iglesias (1997) para el sector de distribución alimentaria en Asturias, Claver et al. (2003) para el sector de la construcción en Alicante, etc. Similar circunstancia se da en el ámbito internacional, comprendiendo desde estudios que limitan sus muestras a un ámbito geográfico específico, como MacNamara et al. (2003) en bancos de Mineapolis y St. Paul, MacNamara et al. (2002) para bancos de Denver, Milwauke y Minneapolis o Reger y Huff (1993) con los bancos más grandes de Chicago, hasta trabajos que comprenden toda la industria de un país, como Nair y Kotha (2001) con las acererías Japonesas, Pegels et al. (2000) con las aerolíneas de EE.UU o Fiegenbaum y Thomas (1995) para el sector seguros de EE.UU. Ahora bien, tal y como las tablas I y II muestran, existe un patrón común en los dos ámbitos. Si bien en algunos trabajos de grupos estratégicos podemos encontrar el problema de amplitud de la muestra, y que fundamentalmente se deben al problema de la obtención de datos, es en la totalidad de trabajos de enfoque cognitivo donde se produce dicho problema debido a la naturaleza de los datos. No obstante, como posteriormente comentaremos, la inclusión de muestras territorial o geográficamente concentradas implicará unos aspectos clave para el desarrollo del concepto de grupos competitivos. Considerando los sectores estudiados, existe una gran diferencia con respecto a las industrias analizadas en los diferentes ámbitos. Para el caso español los investigadores han desarrollado trabajos en industrias como la construcción o los muebles, si bien se centran fundamentalmente en la industria bancaria en general, en el 53% de los casos y la distribución comercial (alimentación y textil) en el 38% de los casos tal y como se aprecia en la tabla I. En el ámbito internacional, tabla II, existe una mayor variedad de industrias sobre las que destacan la cerveza, industria farmacéutica, la banca, las aerolíneas, compañías de seguros, los electrodomésticos, las empresas petroleras, hospitales, confección, automóviles, etc, existiendo una mayor riqueza de conocimiento en diversas industrias que no existe en nuestro país. La disponibilidad de datos que se explicó al principio del trabajo podría contribuir, al menos en parte, a la explicación de estas consecuencias. 7. ¿EXISTEN LOS GRUPOS ESTRATÉGICOS?: TERRITORIO Y CONVERGENCIA. En base al análisis de la información que hemos realizado en el presente estudio podemos posicionarnos en cuanto a la pregunta fundamental que rodea el estudio de los grupos competitivos. Hemos visto como la totalidad de los estudio identifican grupos Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 197 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. estratégicos en base a determinadas variables en función de la industria analizada. Además, prácticamente el 90% de los estudios que incluían el objetivo de asociación de gruposdesempeño evidenciaba la existencia de un factor de explicación del desempeño en función de la pertenencia de la empresa a cada grupo. Asimismo, existe explicación teórica para los estudios que no identifican dicha asociación, en el sentido de que dentro del grupos también pueden existir diferencias de recursos y capacidades que explican la heterogeneidad intragrupo, existiendo trabajos empíricos que respaldaban esta idea. Por lo tanto, en nuestra opinión, el único punto pendiente es la convergencia o divergencia de los enfoques de grupos competitivos: estratégicos y cognitivos. El resto de elementos creemos, en función de la evidencia empírica analizada, que están superados. No obstante, el punto clave reside en que los grupos estratégicos que obtiene el investigador sean similares o iguales a los mapas cognitivos que tienen los directivos del sector. Si existe convergencia de estructuras de grupos utilizando los diferentes enfoques de identificación, entonces la existencia de grupos y su papel en la industria será un hecho. Por el contrario, si los grupos identificados por los investigadores no coinciden con las percepciones de los protagonistas de la industria, entonces los grupos identificados pueden representar un mero artificio de análisis de la industria. La evidencia empírica nos muestra que, con los estudios empíricos analizados existe convergencia de estructuras obtenidas por los diferentes enfoques. Nath y Gruca (1997), evalúan la convergencia de todos los enfoques (de grupos por grupos estratégicos y cognitivos) sobre los hospitales más grandes de EE.UU. En primer lugar, identifican grupos estratégicos a través del modelo metodológico de cluster. En segundo lugar, utilizan escalas de percepciones de los gerentes, utilizando para ello atributos específicos de la industria estudiada. Por último, emplean la identificación directa de los gerentes de las empresas que compiten en la industria. El estudio confirma la convergencia entre estructuras de grupos estratégicos utilizando tanto los modelos grupos estratégicos como los modelos cognitivos directos y cognitivos grupos estratégicos. También Sáez (2000) para el ámbito nacional, identifica grupos estratégicos y cognitivos sobre le sector de constructores de Albacete, llegando a la conclusión de que existe convergencia de estructuras por los dos enfoques y validando la existencia de grupos estratégicos y su asociación con el desempeño. Por último, Osborne et al. (2001) también confirma dicha convergencia sobre las más importantes compañías farmacéuticas de EE.UU. En consecuencia, ¿qué características presentan los mencionados estudios que evidencian convergencia de estructuras de grupos competitivos por los dos enfoques? En literatura internacional analizada el 60% de los estudios cognitivos (McNamara et al., 2003, 2002; Nath y Gruca, 1997; Hodgkinson, 1997; Porac et al., 1995; Reger y Huff, 1993) se refieren a localizaciones geográficas concretas dónde es más fácil percibir la rivalidad, bien por la definición del estudio o por tratarse de zonas de alta concentración de la industria elegida, y el 40% restante se aplica sobre industrias en las que se conoce muy bien el número de competidores por ser grandes empresas o global players (“top” Aerolíneas, Industria farmaceútica, etc.). En el caso español, Sáez (2000) realiza la convergencia sobre un ámbito territorial determinado en la ciudad de Albacete, donde la percepción de la rivalidad o competencia resulta más sencilla. 198 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… Por lo tanto, cuando se obtienen convergencias de estructuras se da en las circunstancias de que los competidores son conocidos debido a: -La industria se delimita en una localización geográfica determinada -Se aplica sobre la totalidad de la industria en las que existen pocos competidores, que generalmente son de gran tamaño por lo que pueden ser fácilmente identificados. Evidentemente, bajo las anteriores circunstancias es más sencillo, tanto por parte del investigador como del directivo, reconocer los grupos de rivalidad. Así, tradicionalmente la rivalidad se ha descrito como un proceso de “pocos”, en el sentido de que la limitación cognitiva (Walton, 1986; Porac y Thomas, 1990) condiciona el reconocimiento de rivales (Porac et al., 1995; Porac et al., 1989). Asimismo, la literatura (Porac et al., 1995; Gripsrud y Gronhang, 1985) coincide en que la rivalidad se limita al espacio geográfico debido a la influencia de la distancia (Porac et al., 1995) y la relación entre la localización y la elección del segmento específico (Porac y Thomas, 1994). En consecuencia, podemos establecer dos proposiciones que parecen confirmarse con los estudios de convergencia descritos (Nath y Gruca, 1997; Sáez, 2000; Osborne et al, 2001): Proposición 1: En entornos competitivos sectoriales delimitados geográficamente o en los que se presentan altas concentraciones geográficas del sector, existe probabilidad de que se identifiquen estructuras de grupos estratégicos y cognitivos convergentes. Proposición 2: En los sectores en los que es fácil identificar los competidores de la industria debido a la estructura de la misma o la naturaleza de los competidores, existe probabilidad de que se identifiquen estructuras de grupos estratégicos y cognitivos convergentes. Por lo tanto, en dichas circunstancias resulta más clarificador para la Academia el establecer y verificar la convergencia de grupos competitivos y, en consecuencia, la validez del concepto como elemento básico de la industria y contributivo a la explicación del desempeño empresarial. 8. CONCLUSIONES Y DISCUSIÓN SOBRE EL TEMA. El primer objetivo del estudio consistía en analizar y clasificar los principales trabajos realizados hasta la fecha para sistematizar todos los avances y limitaciones existentes, así como establecer conclusiones sobre el posicionamiento de la literatura ante el fenómeno de los grupos competitivos. En segundo lugar, queríamos comparar el estado de la cuestión en España con respecto al ámbito internacional. En el ámbito internacional, así como en España, destaca el enfoque grupos estratégicos sobre el cognitivo en los trabajos empíricos, hecho que se acentúa más en nuestro país donde el enfoque cognitivo es, prácticamente, residual. Con respecto a la línea de investigación u objetivo perseguido en los trabajos empíricos, para los dos ámbitos, el objetivo que tienen la práctica totalidad de los trabajos es el de identificar grupos, tanto en Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 199 Hervás Oliver, J.L., Dalmau Porta, J.L., Albors Garrigós, J. el enfoque grupos estratégicos como el cognitivo. En segundo lugar, destaca el objetivo de asociar grupos y desempeño. A su vez, este objetivo, en su mayoría, se integra en el enfoque grupos estratégicos, quedando poco reflejado en el cognitivo. En otras palabras, en el enfoque grupos estratégicos la mayor parte de los trabajos presentan los objetivos de identificación de grupos y análisis grupo-desempeño, mientras que el enfoque cognitivo persigue mayoritariamente el de identificación de grupos. Asimismo, el objetivo menos utilizado es el de identificar los períodos de estabilidad estratégica que se limita al enfoque grupos estratégicos. Por lo que respecta a la existencia e identificación de grupos estratégicos está, en general, bastante respaldada, incluso por la asociación de grupos-desempeño, si bien las diferencias de desempeño intragrupo pueden deberse a la teoría de recursos y capacidades y sus mecanismos de aislamiento. Asimismo, se observa un gran vacío en cuanto a la realización de estudios utilizando los dos enfoques de aproximación sobre la misma industria, al objeto de seguir buscando evidencia que contribuya a fortalecer el constructo de grupos competitivos. Asimismo, es necesario potenciar el enfoque de grupos cognitivos y aumentar la diversidad de industrias, especialmente para determinar el posible efecto de la industria (tipología, concentración geográfica, etc.) sobre los resultados. Por último, la tipología de datos utilizados en el enfoque grupos estratégicos se limita a los datos de archivo, mientras que los trabajos cognitivos se suelen apoyar en los cuestionarios y entrevistas. Asimismo, empiezan a aparecer trabajos que utilizan novedades metodológicas como el modelo de algoritmos genéticos o la técnica MCLUST para solucionar el problema de determinación objetiva del número de grupos que hasta ahora se intentaba resolver aplicando la técnica cluster, tanto jerárquica como de optimización. Con respecto al ámbito español, apenas se utiliza el enfoque cognitivo, lo que representa un desequilibrio para la contribución de la Academia al concepto. Evidenciamos, asimismo, la falta de líneas emergentes en dicho enfoque. También conviene destacar la ausencia de variedad respecto a las industrias en las que se ha analizado el concepto estudiado. Análogamente, constatamos una falta de estudios que evalúen la convergencia de resultados con los dos enfoques, identificando sólo un trabajo que lo acomete. Asimismo, existe muy poca explotación del concepto territorial para la identificación de grupos competitivos, máxime cuando en el ámbito español existen diversas industrias con un alto grado de concentración territorial o clusters que facilitaría la validación de estructuras por convergencia de enfoques. El estudio presenta ciertas limitaciones. En primer lugar, presentamos una limitación en la muestra, en el sentido de que aunque se hayan incorporado los principales estudios de las revistas de mayor impacto en el tema, extrapolar resultados al ámbito internacional puede ser excesivamente ambicioso sin haber analizado estudios de revistas nacionales de otros países, si bien creemos que los estudios de mayor relevancia están representados en las revistas exhaustivamente analizadas. 200 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 1972-200: En la cuarta década de la investigación sobre grupos estratégicos… Respecto de las líneas futuras de investigación, se propondría el realizar estudios de convergencia de enfoques, al tiempo que potenciar el estudio de los grupos congnitivos, relacionándolos especialmente con el concepto de territorio o localización geográfica. NOTAS 1 Nos referimos a estudios realizados por investigadores de universidades españolas, independientemente de que puedan aparecer publicados en revistas del ámbito internacional. 2 Las revistas analizadas con exahustividad son la Strategic Management Journal con más de 30 artículos sobre el tema, seguida con 6 artículos por la Journal of Management Studies, con tres artículos están la Review of Economics and Statistics y la Academy of Management Review. También hemos utilizado la Administrative Science Quarterly, Longe Range Planning, Journal of Internacional Management y otras con menos artículos. Para la parte española hemos analizado la revista CEDE, Revista de Economía Aplicada, Información Comercial Española, Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa, Economía Industrial, ESIC-MARKET, etc. 3 (Wernerfelt 1984; Barney 1986; 1991; Rumelt 1991; Grant 1991; Peteraf 1993, entre otros) 4 Por principales artículos entendemos los publicados en las revistas de mayor impacto definidas por AEDEM en el Índice de Citas de Revistas de Economía de la Empresa (ICREE), Aedem Bibliométrica (2004): Revista CEDE, , Información Comercial Española, Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa, Economía Industrial, ESIC-MARKET, Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa y otras importantes más multidisciplinares como Revista de Economía Aplicada y otras internacionales donde existían artículos de universidades españolas. 5 Las revistas analizadas con exahustividad son la Strategic Management Journal con más de 30 artículos sobre el tema, seguida con 6 artículos por la Journal of Management Studies, con tres artículos están la Review of Economics and Statistics y la Academy of Management Review. También hemos utilizado la Administrative Science Quarterly, Longe Range Planning, Journal of Internacional Management y otras con menos artículos. 6 Bogner y Thomas (1993) realiza la distinción conceptual de grupos estratégicos y grupos cognitivos para referirse a esta idea. Por enfoque grupos estratégicos entenderemos el enfoque fundamentalmente seguido por la escuela de Fiegenbaum y Thomas. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS AAKER, D. (1989): “Managing assets and skills: the key to a sustainable competitive advantage”, California Management Review, invierno, pp. 91-106 AMIT, R. Y SCHOEMAKER, P. (1993): “Strategic assets and organizational rent”, Strategic Management Journal, vol. 14, pp. 33-46 AZOFRA, V., DE LA FUENTE, J.M, DE MIGUEL, A. Y RODRÍGUEZ, J.M. (1990): “Cambios en la estrategia competitiva de la banca española durante los años ochenta”, Información Comercial Española, julio 1990, pp. 103-118 BAILEY, E. Y WILLIAMS, J.R. 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Investigaciones Europeas, Vol.12 Nº1, 2006, pp.167-205 ISSN:1135-2523 205 Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Vol. 12 Nº1, 2006, pp.207-224, ISSN:1135-2523 PROPUESTA DE UNA ESCALA DE MEDIDA DE LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LAS INDUSTRIAS DE BIOTECNOLOGÍA Y TELECOMUNICACIONES Palacios Marqués, D. Garrigós Simón, F. [email protected] Universitat Jaume I RESUMEN Este trabajo especifica como construir y validar una escala de medida para la Gestión del Conocimiento (GC). El proceso seguido en la elaboración de las escalas se basa en la metodología propuesta por Churchill (1979) y Devellis (1991), complementado con la técnica Delphi y los modelos de ecuaciones estructurales. El estudio empírico se lleva a cabo en dos industrias intensivas en conocimiento como son la Biotecnología y las Telecomunicaciones. Como resultado se obtiene una escala de medida de la GC que cumple con todas las propiedades sociométricas exigibles a las escalas de medición en ciencias sociales. PALABRAS CLAVE: Gestión del Conocimiento, método Delphi, ecuaciones estructurales, escalas de medición ABSTRACT This research specifies how to build and validate a Knowledge Management measurement scale. The process is based on Churchill (1979) and Devellis (1991) methodologies. The empirical study carried out in 222 Spanish firms from the Biotechnology and Telecommunications industries. As a result we obtain a KM measurement scale with all the sociometric properties which demand the development of measurement scales in social sciences. KEYWORDS: Knowledge Management, Delphi method, structurale equations, measurement scales. 1. INTRODUCCIÓN La Gestión del Conocimiento (GC en adelante) se ha convertido en la última década en una de las áreas que más interés ha suscitado en el campo de la Dirección de Empresas. Aunque el conocimiento como tal ya es un concepto con el que se ha venido trabajando desde hace muchos años, la creciente proliferación de trabajos teóricos en GC viene determinada en gran parte por el auge que ha tenido a nivel empresarial, así como por el desarrollo del Enfoque basado en las Competencias. En primer lugar, es necesario delimitar conceptualmente GC como punto de partida a partir del cual se pueda diseñar una herramienta de medida que contenga todos sus conceptos básicos, con el fin de analizar su grado de introducción. La literatura más reciente (eg., McEvily y Chakravarthy, 2002; Pitkethly, 2001; Alavi y Leidner, 2002; Venzin et al., 1998) reconoce la vulnerabilidad de los índices empleados en su medición. En especial, resulta menester distinguir entre GC y gestión de sistemas y tecnologías de la Palacios Marqués, D., Garrigós Simón, F. información. La rapidez con la que la industria de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) ha percibido la GC como una oportunidad comercial ha saturado el mercado con software que porta la etiqueta de GC (se hablaba de más de 1.800 productos en 1999). Además, las propuestas existentes sobre conceptos paralelos, como capital intelectual, son obra principalmente de empresas consultoras con claros intereses en “vender” ciertos resultados, y adolecen de falta de rigor metodológico. El objetivo de la presente investigación es delimitar conceptualmente la GC como punto de partida a partir del cual diseñar una herramienta de medida que contenga todas sus dimensiones básicas, con el fin de analizar su grado de introducción en la empresa. Así el trabajo se estructura de la siguiente manera. En el epígrafe 2 profundizamos en la delimitación conceptual de la GC, en el epígrafe 3 nos centramos en los aspectos metodológicos necesarios para la construcción de la escala y finalmente en el apartado 4 comprobamos las propiedades sociométricas exigibles a la escala de medición. En el apartado 5 desarrollamos las conclusiones que se obtienen y las implicaciones que tiene el trabajo para futuras investigaciones. 2. DELIMITACIÓN CONCEPTUAL DE LA GC Las definiciones que aparecen en la literatura académica adoptan varios prismas, reflejando los postulados nucleares del enfoque teórico del que se parte. Desde un primer ángulo, GC se entiende como una colección de procesos para gestionar la creación, la diseminación y el apalancamiento del conocimiento en la empresa a fin cumplir los objetivos de la organización (Beijerse, 1999; Tissen et al., 1998; Nonaka y Takeuchi, 1995). En una línea similar, para Fahey y Prusak (1998) GC significa gestionar tanto los stocks como los flujos de conocimiento. Otra perspectiva es la que coloca las herramientas basadas en las TIC en el centro de GC. Así, para Pitkethly (2001) GC representa la gestión de los sistemas y bases de datos en tecnologías de la información. Esta corriente enfatiza las capacidades ofrecidas por estas tecnologías, sea directamente (eg., Borghoff y Pareschi, eds., 1998) o como inductoras de buenas prácticas organizativas (eg., Frappaolo y Capshaw, 1999). Un tercer grupo de autores incide en la aplicación del conocimiento a fin de crear competencias distintivas, concibiendo GC como un proceso a través del cual la organización genera valor a partir de sus activos intelectuales o basados en el conocimiento (Bukowitz y Williams, 1999; Lei et al., 1996). Por fin, cabe aislar el enfoque humano, que percibe la gestión del talento del personal que posee y crea conocimiento y su interacción social como el eje de GC (Beamish y Armistead, 2001). Todas estas perspectivas pecan de una definición simple del dominio del constructo GC. Las dos primeras aproximaciones son conceptualizaciones parciales, que definen GC únicamente en base a algunas de las prácticas utilizadas en su proceso de implantación. Por el contrario, la tercera visión conceptúa GC a partir de uno de sus principios: el enfoque hacia el desarrollo de competencias. A su vez, el cuarto concepto restringe el concepto a la gestión del capital humano de la organización. La concepción de GC utilizada no es irrelevante. En este sentido, GC incorpora nuevos elementos que condicionan la forma de abordar el proceso directivo. GC es más que un conjunto de herramientas de gestión utilizadas esporádica y aisladamente puesto que, como señalan Firestone (2001) y Dibella y Nevis (1998), está basada en un enfoque 208 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 . Propuesta de una escala de medida de la gestión del conocimiento en las indústrias de… holístico que considera la interacción entre los diversos elementos y miembros de la organización como un sistema global. La disputa entre un enfoque centrado en las tecnologías, en las prácticas, en las personas o en los principios es artificial. En el contexto actual, es imposible desarrollar eficientemente principios para gestionar personas e interacciones sociales sin el apoyo de prácticas organizativas o TIC. Pero tampoco cabe esperar aportación de valor aplicando sofisticadas TIC si no van acompañadas de prácticas y principios que apoyen la implicación personal y la interacción social. En la misma línea, Davenport (1997) identifica como elementos de GC: la cultura (valores y creencias de la empresa sobre la información y el conocimiento), el comportamiento y los procesos de trabajo (cómo las personas usan actualmente la información y el conocimiento y qué hacen con ellos), la política (escollos que pueden interferir en la compartición de la información y el conocimiento) y la tecnología (sistemas de información instalados). Por ello, nuestra concepción de GC es la de un sistema directivo que captura aspectos de modelos establecidos de organización y los amplía para proporcionar una metodología práctica. Por tanto, como toda estrategia, GC se caracteriza por su contenido y por su proceso de implantación ambos perfectamente coordinados. El dominio del constructo se define entonces a partir de dos dimensiones: principios y prácticas. Esta definición permite verificar si el sistema de dirección se afronta en base a las creencias y valores que recogen los principios de GC. Tan importante como esto es analizar si esos principios se materializan en un conjunto de prácticas y técnicas en su comportamiento habitual. Cada empresa desarrolla los principios de GC en contextos distintos y con diferentes condicionantes. Sin embargo, creemos factible determinar unos principios comunes que deben contemplarse en todo sistema de GC para su desarrollo pleno. La literatura ofrece pocos trabajos que señalen de forma explícita estos principios. Los antecedentes manejados se refieren más bien a facilitadores o impulsores de la generación y aplicación de conocimiento, o bien a características de la organización que aprende. A partir de la revisión de la literatura (Bhatt, 2001; Rastogi, 2000; Davenport y Prusak, 2000; Davenport, 1996; Nonaka y Takeuchi, 1995; Nonaka, 1994, 1991), entendemos que existen seis principios que rigen en las empresas focalizadas hacia GC: (1) la orientación hacia el desarrollo, la transferencia y la protección del conocimiento (Davenport, 1996; Nonaka y Takeuchi, 1995); (2) el aprendizaje continuo en la organización (Andreu y Ciborra, 1996; Hamel y Prahalad, 1994; Brown y Duguid, 1991; Senge, 1990); (3) entender la organización como un sistema global (Dibella y Nevis, 1998) a fin de facilitar la alineación de los objetivos corporativos con las metas de todos los miembros de la organización para lograr su compromiso en la generación y compartición de conocimiento – socialización de la GC - (Firestone, 2001); (4) el desarrollo de una cultura innovadora que impulse proyectos de I+D+I (Van den Bosch et al., 1999; Galunic y Rodan, 1998; Whitehill, 1997; Nonaka y Takeuchi, 1995); (5) el enfoque en las personas (Davenport, 1999); (6) la gestión por competencias y el desarrollo de nuevas competencias (Hamel y Prahalad, 1994; Prahalad y Hamel, 1990). En especial, la implantación exitosa de GC pasa por cultivar una cultura de compartición de conocimiento dentro de la organización, a través del proceso de socialización de la GC. Este proceso es un elemento crítico para desembarazarse de Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 ISSN:1135-2523 209 Palacios Marqués, D., Garrigós Simón, F. erróneas interpretaciones de GC, y para concienciar a compartir conocimiento y cómo se pueden beneficiar hacer el conocimiento accesible a quien lo necesita. disponible sólo es factible cuando es bien conocido accesible. los empleados de en qué consiste de ello. GC implica básicamente El uso óptimo del conocimiento donde se encuentra y cuando es Para implantar adecuadamente las creencias y valores que subyacen en GC, se hacen necesarios sus correspondientes grupos de prácticas (Nelson y Winter, 1982: 134). La introducción efectiva de GC plantea una serie de obstáculos. Las barreras al sistema o las razones del fracaso pueden nacer de (Yu, 2002): (a) la ausencia de una cultura que supere la resistencia de los miembros de la organización al cambio o a la compartición de sus conocimientos; (b) una comunicación insuficiente o inadecuada para mejorar la comprensión por los empleados de lo que significa GC y los beneficios que puede reportarles; (c) una jerarquía que traba la difusión del conocimiento y los procesos de aprendizaje; (d) una estructura organizativa poco flexible, que obstaculiza la transferencia interna del conocimiento; (e) una infraestructura tecnológica obsoleta o, por el contrario, demasiado complicada; (f) fallos en la integración de GC en las prácticas de trabajo cotidianas; (g) falta de training. La superación de estos obstáculos exige la puesta en acción de una serie de prácticas que deben acompañar a los principios para GC. Las prácticas que facilitan el desarrollo, la transferencia y la protección eficaces del conocimiento son abundantes (Mertins et al., eds., 2001; Rastogi, 2000; Tiwana, 2000; Davenport y Prusak, 2000; Bukowitz y Williams, 1999; Dibella y Nevis, 1998; Tissen et al., 1998; Ruggles, ed., 1997; Liebowitz y Wilcox, eds., 1997; Allee, 1997; Nonaka, 1994). Nonaka (1994: 27-29) destaca la intención, la autonomía, la redundancia y la variedad de tareas; así como dos modelos organizativos que estimulan el conocimiento colectivo: el middle-up-down management, relacionado con el estilo de dirección, y la organización en hipertexto, en relación con el diseño organizativo, y que oponen al clásico modelo top-down. El fomento del aprendizaje continuo en la organización se beneficia de prácticas como planes de carrera y de formación, y de sistemas de mejora continua (Rastogi, 2000). La comprensión de la organización como un sistema global, donde interactúan todos sus miembros, es afectada positivamente con la implantación de sistemas de captación y tratamiento integral de la información (ERP), de proyectos interdepartamentales y de mecanismos de incentivos basados en objetivos grupales (Rastogi, 2000). El desarrollo de una cultura innovadora que impulse proyectos de generación de conocimiento requiere un cambio del estilo de dirección, de políticas activas de liderazgo, de acciones de formación y de adecuados modelos de gestión de proyectos de investigación, desarrollo e innovación (Davenport, 1996). La empresa puede inculcar y formar a todos sus empleados con el fin de involucrarles en la estrategia de GC con acciones que identifiquen sus necesidades de recursos e información, con prácticas para conocer sus opiniones y grado de satisfacción, con sistemas de trabajo en equipo que inciten a compartir conocimiento, y con sistemas de comunicación y reconocimiento formal de sus logros (Rastogi, 2000; Dibella y Nevis, 1998). Por último, la gestión por competencias y el desarrollo de nuevas competencias pueden catapultarse con prácticas que faciliten los medios necesarios para mejorar las competencias de sus empleados, como sistemas de remuneración y promoción ligados a la generación de ideas, la rotación de tareas y el benchmarking (Liebowitz y BecGCan, 1998). 210 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 . Propuesta de una escala de medida de la gestión del conocimiento en las indústrias de… 3. ELABORACIÓN DE LA ESCALA DE MEDIDA DE LA GC El procedimiento genérico que vamos a seguir para elaborar un instrumento de medición sobre el constructo GC, y que además cumpla las propiedades sociométricas exigibles a las escalas de medición en ciencias sociales se va a basar en los trabajos previos de Churchill (1979) y DeVellis (1991). Centrándonos en el modelo de medida, entendemos la GC como un constructo multidimensional que se manifiesta a través de diferentes características. Así, podemos considerar la GC como un modelo latente en el que las dimensiones representan al constructo, mientras que los indicadores representan a cada dimensión, siendo las dimensiones no observables. Recordemos que en el caso de los modelos latentes, el constructo es una abstracción de orden superior a partir de las dimensiones. Las dimensiones son en si mismas constructos que se rigen como manifestaciones de un constructo más general. Así, el constructo se puede representar como la comunalidad de las dimensiones. Identificación de los atributos y construcción de la escala de medición El principal problema para generar ítems surge por la inexistencia de trabajos empíricos anteriores. Aún así, hemos seguido dos tipos de trabajos para generar ítems. Por una parte, los trabajos de Davenport y Prusak (1998), Dibella y Nevis (1998) y Rastogi (2000), en los que se hace referencia a los factores críticos de éxito en la implantación de un proyecto de GC. Y por otro lado, los referentes a escalas de medición procedentes del aprendizaje organizativo (Goh y Richards, 1997; Tannenbaum, 1997; Brown y Eisenhardt, 1998; Yeung et al., 1999). A partir de la revisión teórica realizada, se obtuvo un primer conjunto de ítems que era bastante extenso, teniendo en cuenta las posteriores limitaciones prácticas del cuestionario, por lo que se redujo la escala utilizando un panel de expertos. Para la realización del Delphi se contó con un panel de 22 expertos, provinientes tanto del mundo académico como empresarial y con conocimientos y experiencia en GC. Mediante una escala Likert de 7 puntos, los expertos mostraban su grado de acuerdo / desacuerdo con los distintos ítems que formaban la escala. Además se les daba la posibilidad de cambiar un ítem considerado como principio a una técnica y viceversa. El procedimiento Delphi finalizó después de dos rondas. Pre-test El instrumento de medida fue pre-testado dos veces, la primera en 10 empresas. Todas las dudas, dificultades de interpretación y sugerencias de mejora se tuvieron en cuenta a la hora de confeccionar el cuestionario. Antes de elaborar el cuestionario definitivo, se realizó un segundo pre-test. La escala de medida de GC utilizada en el cuestionario se muestra en el Anexo. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 ISSN:1135-2523 211 Palacios Marqués, D., Garrigós Simón, F. Obtención de datos La escala de GC contaba con 49 ítems, 26 para medir los principios y 23 para medir las prácticas. Se utilizaron escalas Likert de 7 puntos (1 = totalmente en desacuerdo y 7 = totalmente de acuerdo) en las que el encuestado, el gerente de la empresa, mostraba su grado de acuerdo. En la tabla 1 mostramos las especificaciones técnicas. Tabla 1. Ficha técnica del estudio empírico Universo: Ámbito de la investigación: Tipo de entrevista: Tamaño muestral: Margen de error estadístico: Fecha del trabajo de campo: Sectores de la Biotecnología y de las Telecomunicaciones Nacional Por correo, mediante cuestionario estructurado 222 empresas (el número total de cuestionarios recibidos fue de 257) pero se eliminaron 35 por diversas anomalías r 5,7 % (para un nivel de confianza del 95% para el caso más desfavorable p=q=50%) Diciembre 2001 – Marzo 2002 Una vez hemos elaborado el instrumento de medida de la GC, el siguiente paso es determinar si efectivamente esta escala es adecuada para medir los conceptos teóricos planteados. Para ello utilizaremos los modelos de ecuaciones estructurales, que permiten la utilización de variables observables o indicadores para medir las variables latentes o no observables del modelo. Su utilización lleva implícita la existencia de errores de medida, es decir, que los indicadores son medidas falibles. 4. PROPIEDADES SOCIOMÉTRICAS EXIGIBLES A LA ESCALA DE MEDICIÓN En este epígrafe vamos a comprobar si la escala de medición de la GC que hemos elaborado cumple las condiciones de dimensionalidad, fiabilidad y validez. a) Dimensionalidad: Nos permite comprobar si el análisis de dimensionalidad del modelo de medida que hemos propuesto es acorde con los datos de nuestro estudio. El modelo de medida de la GC supone que este constructo es un factor de tercer orden, caracterizado por un conjunto de principios y prácticas. Los principios y prácticas se conciben como un factor de segundo orden que agrupa a seis dimensiones o factores. La técnica que vamos a utilizar para evaluar la dimensionalidad de la escala es el análisis factorial confirmatorio, estableciendo a priori el conjunto de restricciones de partida que hemos supuesto, apoyándonos en la revisión de la literatura. Los índices de ajuste de los modelos de las dimensiones individuales de la GC, tanto para los principios como para las prácticas, se exponen en las tablas 2 y 3. 212 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 . Propuesta de una escala de medida de la gestión del conocimiento en las indústrias de… Tabla 2. Índices de ajuste de los modelos de las dimensiones individuales para los principios de la GC P1 P2 P3 P4 P5 P6 Chi2 SatorraBentler 0,0663 0,0811 0,0556 0,0693 0,0597 0,0726 g.l. 2 1 2 2 2 1 P 0,5126 0,2956 0,7352 0,5121 0,5365 0,3125 BB NFI 0,9522 0,94 0,9901 0,95 0,98 0,94 IFI 0,9621 0,94 0,9935 0,95 0,98 0,94 GFI 0,9786 0,94 0,9878 0,95 0,98 0,92 AGFI 0,9532 0,9198 0,9656 0,9371 0,9601 0,9103 PGFI 0,9485 0,9365 0,9877 0,9512 0,9742 0,9289 Tabla 3. Índices de ajuste de los modelos de las dimensiones individuales para las prácticas de GC Chi2 SatorraBentler g.l. Técnica 0,0289 1 Técnica 2 Técnica 0,856 3 Técnica 0,965 4 Técnica 0,0365 5 Técnica 6 Técnicas 7,98 2y6 2 P BB NFI IFI GFI AGFI PGFI 0,8595 0,9972 0,999 0,9952 0,9762 0,9856 0 1 2 0,6523 0,9740 0,9795 0,9625 0,9478 0,9785 2 0,5263 0,9553 0,9584 0,9377 0,9101 0,9562 2 0,8462 0,9947 0,9976 0,9917 0,9744 0,9832 0,9452 0,9536 0,9296 0,9523 0 5 1 0,4356 0,9425 Los modelos correspondientes a las técnicas 2 (aprendizaje continuo en la organización) y 6 (gestión por competencias y desarrollo de nuevas competencias) saturan el modelo, provocando un ajuste perfecto de los mismos. Con la intención de ahondar en el ajuste de estos dos modelos, consideramos un modelo conjunto en el que se establece la correlación entre estos dos factores, obteniendo como resultado la existencia de dos dimensiones separadas, pero correlacionadas entre sí. Para analizar la bondad global del modelo, se han utilizado medidas absolutas de ajuste (Satorra Bentler Chi-Square, GFI), medidas incrementales (AGFI, BB-NFI, IFI) y medidas de parsimonia (PGFI). Como se puede ver en las tablas 2 y 3, los índices presentan valores estadísticamente adecuados.Respecto al ajuste del modelo factorial de tercer orden, obtenemos las cargas factoriales estandarizadas, los errores de medida y las perturbaciones de los principios (tabla 4) y de las prácticas (tabla 5). Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 ISSN:1135-2523 213 Palacios Marqués, D., Garrigós Simón, F. Tabla 4. Cargas factoriales estandarizadas, errores de medida y perturbaciones de los principios de la GC Principio1 Principio2 Principio3 Principio4 Principio5 Principio6 V_A1 0,4741* Errores y Perturbaciones 0,772 V_A2 0,7252 0,473 V_A3 0,6916 0,522 V_A4 0,6754 0,543 V_B5 0,8322* 0,306 V_B7 0,7515 0,433 V_B8 0,6486 0,579 V_B9 0,9181 0,155 V_C10 0,8874* 0,213 V_C11 0,6495 0,579 V_C12 0,7694 0,408 V_C13 0,8568 0,693 V_D14 0,861* 0,258 V_D15 0,792 0,373 V_D16 0,751 0,432 V_D17 0,723 0,486 V_E18 0,8417* 0,289 V_E19 0,7981 0,363 V_E20 0,6217 0,614 V_E21 0,7957 0,369 V_F22 0,8514* 0,275 V_F23 0,8893 0,208 V_F25 0,7739 0,403 V_F26 0,8176 0,332 PRINC. GC Principio 1 Principio 2 Principio 3 Principio 4 Principio 5 Principio 6 PRINCIP. 214 ISSN:1135-2523 0,558 0,6942 0,6652* 0,6941 0,518 0,7884 0,379 0,7125 0,492 0,6947 0,518 0,7102 0,497 0,518 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 . Propuesta de una escala de medida de la gestión del conocimiento en las indústrias de… Tabla 5. Cargas factoriales estandarizadas, errores de medida y perturbaciones de las prácticas de GC Técnica 1 Técnica 2 Técnica 3 Técnica 4 Técnica 5 Técnica 6 Errores y perturbaciones V_A1 0,8861* 0,203 V_A2 0,9111 0,215 V_A3 0,8964 0,167 V_B5 0,8475* 0,284 V_B6 0,8566 0,266 V_B7 0,9652 0,068 V_C8 0,9419* 0,118 V_C9 0,8038 0,354 V_C11 0,8276 0,318 V_C12 0,8452 0,283 V_D13 0,9394* 0,112 V_D14 0,8567 0,266 V_D15 0,7422 0,45 V_D16 0,8241 0,321 V_E17 0,9237* 0,148 V_E18 0,7637 0,415 V_E19 0,9174 0,158 V_E20 0,8228 0,324 V_F21 0,7548* 0,431 V_F22 0,9125 0,167 0,8524 0,273 V_F23 Técnicas GC Técnica 1 0,9021* 0,185 Técnica 2 0,8395 0,297 Técnica 3 0,9334 0,129 Técnica 4 0,9251 0.144 Técnica 5 0,8786 0,229 Técnica 6 0,9672 0,065 0,9953 0,009 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 ISSN:1135-2523 Técnicas 215 Palacios Marqués, D., Garrigós Simón, F. Como se puede observar en las tablas 4 y 5, el valor que presentan las cargas factoriales estandarizadas es elevado, ya que son superiores a 0,6 y en todo caso superiores a 0,4 que es el mínimo sugerido por Hair et al. (1999). Además, todos los parámetros estimados son estadísticamente significativos al 95 % (t t 1,96). En la tabla 6 mostramos la bondad del ajuste del modelo factorial de tercer orden de la GC. Tabla 6. Bondad de ajuste del modelo factorial de tercer orden de GC GC S.B. Chi2 372,256 g.l. 322 p 0,6526 GFI 0,9125 IFI 0,9356 BB NFI AGFI 0,9252 0,8901 NC 1,16 Tal como se aprecia en las tablas 4 y 5, con el fin de introducir mejoras en el modelo, y en función de las cargas factoriales y el LMTEST se eliminaron los indicadores 6 y 24 de los principios y 4 y 10 de las prácticas. b) Fiabilidad: Precisar la fiabilidad equivale a determinar la calidad de los instrumentos que hemos utilizado, de forma que la estructura de las escalas creadas esté correctamente diseñada, y por tanto las mediciones estén libres de las desviaciones producidas por los errores casuales (Hayes, 1992: 50). En las tablas 7 y 8 mostramos la fiabilidad compuesta para cada una de las dimensiones de principios y prácticas, así como el coeficiente de correlación múltiple de cada indicador. La fiabilidad compuesta para cada dimensión es superior a 0,7, lo que indica que dichas dimensiones han sido medidas con la suficiente precisión. Por lo que respecta a la fiabilidad individual de los indicadores, aunque algunos no llegan a 0,5, no se eliminan del modelo ya que recogen mejor el contenido de la dimensión. Tabla 7. Fiabilidad de los principios de GC Modelo Orientación hacia el desarrollo transferencia del conocimiento Aprendizaje continuo en la organización Fiabilidad Compuesta y 0,740 0,871 Entender la organización como un sistema global 0,841 Desarrollo de una cultura innovadora que impulse proyectos de I+D+I Enfoque en las personas 0,863 Gestión por competencias y desarrollo de nuevas competencias 0,901 216 ISSN:1135-2523 0,851 R2 de los Indicadores V1 0,228 V5 0,694 V10 0,787 0,307 V14 0,742 V18 0,711 V22 0,725 V2 V3 V4 0,527 0,478 0,457 V7 V8 V9 0,567 0,421 0,845 V11 V12 V13 0,421 0,592 V15 0,627 V19 0,637 V23 0,792 V16 0,568 V20 0,386 V25 0,597 V17 0,514 V21 0,631 V26 0,668 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 . Propuesta de una escala de medida de la gestión del conocimiento en las indústrias de… Tabla 8. Fiabilidad de las prácticas de GC Orientación hacia el desarrollo transferencia del conocimiento Aprendizaje continuo en la organización Fiabilidad Compuesta y 0,925 0,920 Entender la organización como un sistema global Desarrollo de una cultura innovadora que impulse proyectos de I+D+I 0,916 Enfoque en las personas 0,952 Gestión por competencias y desarrollo de nuevas competencias 0,879 0,907 R2 de los Indicadores V1 V2 V3 0,797 0,785 0,833 V5 V6 V7 0,716 0,734 0,932 V8 V9 V11 V12 0,882 0,646 0,682 0,717 V13 V14 V15 V16 0,888 0,734 0,55 0,679 V17 V18 V19 V20 0,852 0,585 0,842 0,676 V21 V22 V23 0,569 0,833 0,727 c) Validez: Una escala de medida es válida cuando realmente mide lo que el investigador pretende medir, es decir, la variable objeto de estudio. Así, la medida tiene validez cuando las diferencias en los valores observados reflejan diferencias reales en la variable objeto de medida, y no en otros factores (Churchill, 1979). Hay, pues, tres tipos básicos de validez: de contenido, convergente y discriminante. Ɣ Validez de contenido: La validez de contenido indica que el procedimiento seguido para el desarrollo del instrumento de medida ha sido adecuado (Peter y Churchill, 1986:1; Grapentine, 1994). El procedimiento utilizado para crear el instrumento de medición se ha basado en Churchill (1979) y DeVellis (1991), por lo que se puede afirmar desde el punto de vista de la metodología empleada, que el instrumento de medida cumple los requisitos de validez de contenido. Ɣ Validez convergente: Un constructo tiene validez convergente cuando la medida que se evalúa tiene una elevada correlación con otras medidas que evalúan el mismo constructo (Churchill, 1979:70). A partir de los datos que hemos presentado en las tablas 2, 3 y 6, constatamos que los valores del coeficiente Bentler-Bonett, tanto para el caso del modelo factorial de tercer orden como para las dimensiones individuales, presentan valores superiores al mínimo exigido. Respecto a la magnitud de las cargas factoriales (tablas 4 y 5), presentan valores superiores a 0,4, tal como aconseja Hair et al. (1999). Además, todos los parámetros estimados son estadísticamente significativos al 95% (t t 1,96). Ɣ Validez discriminante: Bearden et al. (1993) sostienen que la validez discriminante indica en qué grado dos medidas desarrolladas para medir constructos similares pero conceptualmente diferentes están relacionadas. De esta manera nos aseguramos que el constructo evaluado con la escala es nuevo y no un reflejo de otras variables. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 ISSN:1135-2523 217 Palacios Marqués, D., Garrigós Simón, F. En la tabla 9, para las 12 dimensiones presentes (6 principios + 6 técnicas), hemos elaborado un total de 66 tests de la chi-cuadrado, en los que recogemos la diferencia entre los valores de la chi-cuadrado de dos modelos, uno en el que se considera una correlación perfecta y un segundo en el que la correlación se deja libre. Tabla 9. Test de la chi-cuadrado para el análisis de la validez discriminante de la escala de medida de la GC (P = principio; T = técnica) P1 P2 P3 P4 P5 P6 T1 T2 T3 T4 T5 T6 P1 P2 0,526 P3 0,325 0,425 P4 0,526 0,356 0,542 P5 0,251 0,353 0,487 0,329 P6 0,423 0,463 0,125 0,219 0,65 T1 0,214 0,345 0,387 0,785 0,41 0,26 T2 0,741 0,452 0,325 0,562 0,25 0,48 0,93 T3 0,356 0,452 0,394 0,625 0,85 0,78 0,84 0,93 T4 0,873 0,546 0,147 0,369 0,35 0,56 0,79 0,84 0,91 T5 0,915 0,512 0,658 0,745 0,52 0,45 0,88 0,95 0,91 0,87 T6 0,485 0,625 0,485 0,618 0,41 0,62 0,92 0,90 0,89 0,93 0,94 Los valores de la chi-cuadrado presentan diferencias estadísticamente significativas (p d 0.05), por lo que cada una de las dimensiones representa conceptos diferentes, con lo que se puede afirmar la existencia de validez discriminante. 5. CONCLUSIONES El instrumento elaborado constituye una aportación metodológica significativa al estado de la cuestión, caracterizado por la ausencia de métricas fiables (McEvily y Chakravarthy, 2002; Alavi y Leidner, 2002; Pitkethly, 2001; Venzin et al., 1998). KM es un constructo latente multidimensional, estando todas sus dimensiones correlacionadas entre sí. La interdependencia planteada en el constructo es acorde con los planteamientos teóricos de Dibella y Nevis (1998) y Senge (1990), que reconocen la concepción global del sistema como un factor clave de éxito en la implantación del modelo. El constructo forjado nos sugiere la existencia de dos dimensiones como son los principios y las prácticas. Los principios, situados en un nivel más abstracto, se materializan en un conjunto de técnicas, que aportan los instrumentos necesarios para 218 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 . Propuesta de una escala de medida de la gestión del conocimiento en las indústrias de… asegurar que GC se implemente en la organización adecuadamente. Por tanto, entendemos que el grado de implantación de un sistema de GC exige implantar principios y prácticas encaminados hacia el desarrollo, la transferencia y la protección del conocimiento, el aprendizaje continuo, la visión global de la organización para alinear los objetivos corporativos con las metas de sus miembros a fin de lograr su compromiso en la generación y compartición de conocimiento, el desarrollo de una cultura innovadora que impulse la I+D+I, el enfoque en las personas, y la gestión por y para el desarrollo de competencias. La perspectiva reduccionista que enfatiza el papel de las tecnologías de la información en la GC (Pitkethly, 2001; Frappaolo y Capshaw, 1999; Borghoff y Pareschi, eds., 1998) se ve superada por la perspectiva holística (eg., Firestone, 2001) que insiste en el valor de conjuntar principios y prácticas. La escala que hemos construido para medir la GC cumple las propiedades sociométricas exigibles a las escalas de medición en las ciencias sociales, es decir, dimensionalidad, fiabilidad y validez. Por tanto, entendemos que puede ser una escala útil y válida para ser utilizada en empresas pertenecientes a sectores intensivos en conocimiento. Las futuras investigaciones deben ir encaminadas a ampliar el ámbito de estudio incorporando nuevos elementos, así como los diversos avances que se produzcan en el campo. Una primera línea de crecimiento se sitúa en el ámbito metodológico. Aunque la escala de medición de KM ha sido exitosamente validada, se trata de una aportación exploratoria que necesita de nuevos trabajos empíricos que la pongan a prueba y la perfeccionen. Una segunda línea de trabajo debe ir en la dirección de estudios de corte longitudinal que incluyan conjuntamente los stocks y flujos de conocimiento. Especialmente interesante para las organizaciones sería determinar aquellos flujos de conocimiento que les permiten mejorar cierto tipo de competencias, recombinando así sus recursos para priorizar ciertas variables de flujo. Un enfoque longitudinal permitiría igualmente reflejar teóricamente la existencia de un gap temporal entre el momento de inicio de un programa de KM y su generación de resultados; así como calibrar empíricamente cual es el tiempo necesario para la maduración de un programa de este tipo que permite ampliar el stock de competencias en conocimiento e incidir positivamente sobre el desempeño empresarial. A nivel teórico, tiene igualmente interés estudiar los efectos de KM sobre todas las clases de competencias distintivas. Incorporar las competencias funcionales, las competencias de cohesión y las competencias dinámicas puede aportar nuevo conocimiento sobre la manera en que la implantación de KM se traduce en una mejora tanto en las actividades funcionales de la empresa como en la generación de combinaciones de recursos y capacidades que se ajusten mejor al mercado. NOTAS *Esta investigación ha contado con la financiación del proyecto CICYT (SEC2003-01825/ECO) y las becas BANCAJA para la realización de estancias de investigación en el extranjero. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 ISSN:1135-2523 219 Palacios Marqués, D., Garrigós Simón, F. 6. BIBLIOGRAFÍA ALAVI, M. y LEIDNER, D.E.. (2002): Experiences into the practice of knowledge management systems. In Barnes, S. (Ed.), Knowledge management systems: Theory and practice. Thomson Learning, New York, 17-40. 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La organización debe abrirse hacia la absorción de conocimientos de otros organismos 2. El personal de la organización no debe ocultar información sobre su trabajo, al contrario, debe intentar explicitar sus conocimientos para que se depositen en la organización 3. Los nuevos procesos de trabajo que pueden ser útiles a toda la organización se deben divulgar y compartir con todos 4. En la empresa debe existir confianza para analizar los errores cometidos 5. En la empresa se ha de fomentar la reflexión, la crítica y el cambio para la mejora continua 6*. Uno de los factores que determinan el éxito futuro de una empresa es el aprendizaje continuo por parte de sus empleados 7. Las nuevas ideas deben ser muy valoradas, independientemente del empleado que las formule 8. En una organización se debe esperar de todos, no sólo de los directivos, que resuelvan los problemas y ofrezcan sugerencias 9. Los empleados deben ver su trabajo en la empresa como un proceso de aprendizaje que nunca termina 10. La estrategia y la política de gestión del conocimiento afectan a toda la organización y repercuten en la forma de concebir y gestionar la empresa 11. No es posible la elaboración de políticas y estrategias sin tener en cuenta a toda la organización, incluyendo proveedores y clientes 12. Una implantación efectiva de una estrategia requiere que el control se consiga gracias a los valores y la visión compartida por todos los miembros de la empresa 13. No es posible gestionar la empresa sin identificar los procesos de la organización y sus interrelaciones 14. En la empresa se deben analizar cuidadosamente las tendencias emergentes 15. La organización ha de estimular la iniciativa y el riesgo de los empleados 222 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 . Propuesta de una escala de medida de la gestión del conocimiento en las indústrias de… 16. Aunque los proyectos de I+D no produzcan beneficios a corto plazo, la empresa debe seguir una estrategia innovadora 17. El plan de I+D+I debe estar integrado en la estrategia empresarial 18. La fijación de los objetivos debe ser consensuada con los trabajadores afectados 19. Los trabajadores son quienes conocen mejor su trabajo y pueden hacer importantes aportaciones en su desempeño 20. La empresa debe comunicar su política y estrategia a todos sus empleados 21. Delegar autoridad a los empleados y permitirles que asuman responsabilidad en su trabajo, mejora su compromiso, su eficiencia y eficacia en el mismo 22. Los compañeros deben ayudar en la mejora de las competencias y habilidades de cada empleado 23. Un cometido de los jefes y supervisores es el de apoyar a sus subordinados en el desarrollo de nuevas competencias 24*. Los directivos o los jefes directos de cada empleado deben ofrecerle la oportunidad de utilizar sus nuevas habilidades en el trabajo 25. Las habilidades y competencias de cada empleado deben ser valoradas para el desarrollo de su carrera profesional 26. La empresa debe implantar un sistema de gestión por competencias que permita a cada empleado recibir un salario acorde con las competencias desarrolladas PRÁCTICAS 27. La empresa dispone de sistemas de codificación del conocimiento explícito de la organización 28. Existen sistemas y tecnologías de la información (intranet, internet, etc.) que permiten al empleado obtener la información necesaria 29. Existen mecanismos para incentivar al personal de la organización para que comparta información 30*. La empresa estimula la transmisión de conocimiento mediante instrumentos de participación como equipos interfuncionales, círculos de calidad, grupos de mejora, etc. 31. La empresa posee un plan de carrera que incentiva a sus empleados al aprendizaje continuo 32. Los empleados reciben formación generalista que posteriormente aplican a sus tareas habituales 33. Existe un sistema de mejora continua que permite mejorar los procesos que hayan alcanzado los estándares de calidad fijados 34. Existe un sistema definido de distribución de información al personal, clientes y proveedores de acuerdo a las necesidades detectadas 35. La empresa desarrolla proyectos que cruzan las barreras entre departamentos 36*. Las mejores prácticas de cada departamento son compartidas por el resto 37. Existen incentivos por el cumplimiento de los objetivos globales de la organización 38. La empresa dispone de sistemas de captación y tratamiento integral de la información sobre los procesos (tipo sistemas ERP) 39. El personal que desarrolla proyectos de I+D+I recibe la formación necesaria para la adecuada realización de los mismos 40. Existen técnicas de benchmarking externo que permiten aprender de los éxitos y Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 ISSN:1135-2523 223 Palacios Marqués, D., Garrigós Simón, F. fracasos de otras empresas 41. Los proyectos de I+D+I están dotados de mecanismos de control y revisión que faciliten su seguimiento 42. De los proyectos de I+D+I finalizados se obtiene retroalimentación que sirve para el desarrollo de nuevos proyectos 43. Se ponen en marcha acciones para identificar las necesidades de recursos y de información de todo el personal de la empresa 44. Se fomentan los sistemas de trabajo en equipo 45. Se establecen procedimientos (como encuestas o conversaciones directas) para conocer la opinión y satisfacción de nuestros empleados 46. La dirección comunica y reconoce formalmente los logros de sus colaboradores 47. La organización dispone de sistemas para medir las competencias de sus empleados 48. Los sistemas de remuneración y la promoción de los empleados influyen en el desarrollo de competencias, ideas y conocimientos por los empleados 49. La empresa emplea técnicas de benchmarking para la mejora de las competencias de sus empleados - Los ítems con * fueron eliminados para ajustar el modelo factorial de tercer orden La Revista Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa recibió este artículo el 1 de diciembre de 2004 y fue aceptado para su publicación el 12 de diciembre de 2005. 224 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.207-224 Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Vol. 12, Nº 1, 2006, pp 225-250, ISSN: 1135-2533 MODELO EXPLICATIVO DE LA INFLUENCIA DE LA DIVERSIDAD SOBRE EL DESEMPEÑO DE LOS GRUPOS DE TRABAJO. EL EFECTO MODERADOR DE LA DIRECCIÓN ESTRATÉGICA DE LOS RECURSOS HUMANOS1 Martín Alcázar, Fernando Romero Fernández, Pedro Miguel Sánchez Gardey, Gonzalo Universidad de Cádiz RESUMEN La transformación de las sociedades actuales dibuja organizaciones que se caracterizan más que nunca por la diversidad de su fuerza de trabajo. Bajo esta nueva circunstancia, los modelos explicativos de la dirección estratégica de los recursos humanos deben ser reconsiderados, deshaciendo la asunción clásica de que los trabajadores constituyen una categoría genérica y homogénea. Con esta intención, el artículo define la diversidad como un constructo multidimensional, y explica sus efectos sobre las organizaciones a través de la consideración de la dinámica de grupos como una variable que media la relación diversidaddesempeño. Sobre esta base, el artículo estudia el papel desempeñado por las estrategias de recursos humanos en el proceso, introduciendo el modelo configuracional clásico que distingue entre sistemas de recursos humanos orientados al control o al compromiso. A partir de este análisis se concluye que el sistema de dirección estratégica de los recursos humanos modera la relación diversidad-desempeño, por lo que el carácter positivo o negativo de los efectos de la diversidad dependerá de la manera en la que se articulen la estrategia, las prácticas y las políticas de recursos humanos. PALABRAS CLAVE: Diversidad, Dirección Estratégica de los Recursos Humanos, Configuraciones de Recursos Humanos, Modelo teórico ABSTRACT The transformation of actual societies draws organizations characterised more than ever by diverse workforces. Under this new circumstance, strategic human resource management models must be reconsidered, to break the classic assumption that employees constitute a generic and homogeneous category. In this sense, this paper defines diversity as a multidimensional construct, and analyse its effects on organizations, through the introduction of group dynamics as a variable that mediates the relationship between diversity and performance. Drawing on this explanation, this paper explores the role played by strategic human resource management in this process, applying the classical configurational model that distinguishes between control and commitment human resource patterns. From this analysis, we conclude that the strategic human resource system moderates the diversity-performance relationship. Therefore, positive or negative effect of diversity will depend on how human resource strategy, policies and practices are developed. KEYWORDS: Diversity, Strategic human resource management, Human resource patterns, Theoretical model Martín Alcázar, F., Romero Fernández, P.M., Sánchez Gardel, G. 1. INTRODUCCIÓN. Una de las principales consecuencias de la transformación de las sociedades actuales para las organizaciones es el incremento de la diversidad de sus grupos de trabajo, entendida como el grado en el que los atributos demográficos de los individuos que los componen se encuentran heterogéneamente distribuidos (Hope-Peled, Eisenhardt y Xin, 1999). Las empresas, como construcciones sociales, reflejan la estructura de los mercados laborales de los que reclutan su fuerza de trabajo que, en este caso, se encuentran directamente determinados por cuatro cambios sociales que la literatura ha resaltado como principales inductores de la diversidad organizativa: (1) la globalización: que fomenta la coincidencia de personas procedentes de diferentes culturas y subculturas, debido a la internacionalización de la actividad empresarial y a la creciente movilidad de los trabajadores (Jackson y Álvarez, 1991; Johnston, 1991; Tung, 1995); (2) los cambios en la composición demográfica de los mercados laborales, como la incorporación de la mujer al trabajo (Jackson y Álvarez, 1991) y la coincidencia en los equipos de personas de diferentes edades (Rhodes, 1983; Jackson y Álvarez, 1991); (3) la aparición de nuevas formas organizativas, como las estructuras de red o las alianzas estratégicas, que suponen la superación de las estructuras tradicionales y la reducción del número de niveles jerárquicos (Bartlett y Ghoshal, 1989; Tichy y Charan, 1990; Charan, 1991), fomentando la interacción de personas con diferentes culturas organizativas, o procedentes de diferentes áreas funcionales, especialidades o localizaciones (Jackson y Álvarez, 1991; Tung, 1991); y (4) la importancia creciente del sector servicios, que emplea en la actualidad a la mayoría de los trabajadores (Buerau of Labour Statistics, 1991) y que, debido a las particularidades de su actividad, en la que se desarrollan de manera simultánea actividades de producción, marketing, calidad y control, requiere plantillas diversas y empáticas con la población objetivo (Jackson y Álvarez, 1991). Todos estos cambios dibujan organizaciones diversas, no sólo en lo que a nacionalidad, edad o género se refiere, sino también en relación con otros factores psicosociales no visibles, como los valores, la proactividad, o la aversión al riesgo (Ferris et al., 1996). Si consideramos que, tanto en la literatura académica como profesional, existe un consenso ampliamente generalizado acerca de la importancia de la dirección de los recursos humanos, podemos llegar a la conclusión de que la diversidad incide sobre un elemento central de las estrategias empresariales. Así, la heterogeneidad en los atributos mencionados afecta directamente al nivel y al tipo de conocimientos, habilidades y destrezas que los trabajadores aportan a sus equipos de trabajo, así como a los valores o los modelos cognitivos colectivos. En definitiva, la diversidad influye sobre el fondo de Capital Humano de los grupos, que ha sido considerado por muchos autores como el objeto de la dirección estratégica de los recursos humanos (Wright y McMahan, 1992). De esta forma, los modelos explicativos de esta función empresarial deben ser reconsiderados para incorporar los efectos y las potencialidades de la diversidad de los grupos de trabajo, deshaciendo la asunción tradicional de que los trabajadores constituyen una categoría homogénea y genérica (Benschop, 2001). En este sentido, este artículo pretende plantear un análisis de los efectos de la diversidad sobre el rendimiento, con la intención de estudiar la incidencia que la dirección estratégica de los recursos humanos pueda tener en este proceso. Autores como Wright (2004) han resaltado la consideración de las particularidades de la 226 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 Modelo explicativo de la influencia de la diversidad sobre el desempeño de los grupos de… gestión de fuerzas de trabajo diversas como uno de los caminos básicos que la investigación en dirección estratégica de los recursos humanos tiene que seguir en su desarrollo futuro. Resulta interesante, no obstante observa cómo esta llamada a la investigación está comenzando a ser respondida no sólo desde la literatura en diversidad, sino también a partir de enfoques teóricos como la arquitectura de Lepak y Snell (1998, 1999), que analiza las diferencias entre las prácticas de recursos humanos en el seno de una misma organización en función de la importancia estratégica del grupo al que vayan destinadas. La diversidad comenzó a recibir un tratamiento explícito como tema de investigación en la década de los noventa, fundamentalmente después de informes como Workforce 2000 (Johnston y Parker, 1987) en los que se resaltaba la importancia creciente que la heterogeneidad demográfica adquiría en los mercados de trabajo. Desde este punto de partida, muchos trabajos se dedicaron a analizar cómo las organizaciones reflejaban este cambio social, y cómo la creciente diversidad influía sobre sus resultados, centrándose fundamentalmente en tres grandes áreas: (1) la diversidad de género (Acker, 1992; Mills y Tancread, 1992; Ibarra, 1992 y 1993; Kanter, 1997; Dickens, 1998), (2) la heterogeneidad cultural (Hofstede, 1983; Enz, 1988; Cox y Blake, 1991; Fugita y O’Brien, 1991; Mydans, 1991; McLeod y Lobel, 1992; Cox, 1993; Watson, Kumar y Michaelsen, 1993; Ibarra, 1995; McLeod y Lobel, 1996; Ng y Tung, 1998), y (3) otras dimensiones demográficas de diversidad, como la edad o la educación (Rhodes, 1983; Wagner, Pfeffer y O’Reilly, 1984; Kossek, Zonia y Young, 1996; Pelled, 1996; Lawrence, 1997). A pesar de la multitud de autores que intentaron testar la relación causal entre diversidad y rendimiento, los resultados no son en absoluto concluyentes. De hecho, se encontraron efectos tanto positivos como negativos, dependiendo de las medidas de diversidad planteadas y de las variables de resultado seleccionadas. Del análisis de estos trabajos se deduce que la divergencia de resultados se explica por la falta de consenso en las definiciones y medidas seleccionadas para evaluar el grado de diversidad demográfica, así como por la consideración de la vinculación causal diversidad-rendimiento como una relación directa y lineal, no mediada ni moderada por ninguna otra variable. De hecho, como apunta Lawrence (1997), muchos autores han seguido en el contraste de esta relación una perspectiva de “caja negra”, al centrarse sólo en una comparación de inputs y outputs, sin considerar su dinámica interna. En este trabajo, se plantea una revisión teórica de los trabajos que han analizado los efectos de la diversidad sobre aspectos internos de las organizaciones, así como aquellos estudios que apuntan variables que intervienen en este proceso. Con la intención de ofrecer un modelo comprehensivo y global, el artículo adopta una visión multidimensional de la diversidad para explorar la manera en la que ésta influye sobre la dinámica organizativa. El modelo que se presenta en este artículo ha sido desarrollado a partir, fundamentalmente, de dos campos diferentes de la literatura organizativa que sugieren un análisis más profundo que el contraste de la relación diversidad-rendimiento: (1) un grupo de trabajos previos que han estudiado la influencia de la diversidad sobre los procesos de grupo (Cox, 1993; Milliken y Martins, 1996; Ruderman, Hughes-James y Jackson, 1996; Elron, 1997; Chatman y Flynn, 2001), y (2) otro conjunto de contribuciones que se centran en la dirección de la diversidad (Kossek y Lobel, 1996; Thompson y Gooler, 1996; Benschop, 2001). Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 ISSN:1135-2523 227 Martín Alcázar, F., Romero Fernández, P.M., Sánchez Gardel, G. Sintetizando estos dos cuerpos de la literatura, se proponen dos elementos que intervienen en la relación diversidad-rendimiento (figura 1). En concreto, y recogiendo las aportaciones del primer grupo de trabajos, se define la dinámica de grupo como un constructo mediador, mientras que las proposiciones de aquellos autores que analizaron la gestión de la diversidad se llega a la conclusión de que la dirección estratégica de los recursos humanos desempeña un importante papel moderador (Cox, 1991; Milliken y Martins, 1996; Benschop, 2001). De hecho, de sus contrastes empíricos se deduce que el grado en el que la diversidad tenga efectos positivos o negativos depende de la capacidad de la empresas para orientar formal o informalmente las dinámicas de grupo a la diversidad. En algunas ocasiones, estas estrategias seguirán una voluntad explícita de gestionarla, pero en muchos otros casos, este fenómeno se dirige de manera implícita. Por lo tanto, a través de la introducción del sistema de dirección estratégica de los recursos humanos como un constructo moderador en el modelo, se pretende analizar también esta gestión no formal de la diversidad, estudiando cómo diferentes configuraciones genéricas de recursos humanos pueden fomentar o impedir los efectos positivos que la diversidad puede tener sobre los grupos de trabajo. Figura 1 Modelo de análisis Sistema de Dirección Estratégica de los RRHH Grado de Diversidad Dinámicas de grupo Rendimiento del grupo Fuente: Elaboración propia 2. MODELO DE ANÁLISIS. 2.1. Diversidad demográfica y de capital humano Para la especificación del modelo es necesario partir de una definición clara de lo que se entiende por diversidad, el punto de partida del conjunto de relaciones que se proponen. Del análisis de la literatura previa sobre esta materia se desprende que no existe consenso en las conceptualizaciones que los diferentes trabajos han hecho de esta realidad organizativa, ni en los atributos o los índices que se han seleccionado para medirla. Como se apuntó anteriormente, esta divergencia de medidas explica en parte la disparidad de resultados obtenidos en los estudios empíricos, al tiempo que hace especialmente difícil comparar sus conclusiones. 228 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 Modelo explicativo de la influencia de la diversidad sobre el desempeño de los grupos de… A la hora de analizar empíricamente los efectos de la diversidad, resulta especialmente interesante observar cómo la mayoría de los autores se han centrado en determinados atributos demográficos aislados. En este sentido, el trabajo de Jackson, Joshi y Erhardt (2003) es muy ilustrativo. Partiendo de una revisión profunda de la literatura empírica concluyen que el 51% de los trabajos se centran en una sola dimensión de la diversidad, y tan sólo el 25% de ellos construyen índices combinando cuatro o más atributos. De igual forma, también destacan la clara preferencia de los estudios por variables objetivas y fácilmente detectables, como la diversidad de antigüedad en la empresa (38% del total de artículos analizados), género (23%) y origen étnico (14%). Cuando se analizan otras dimensiones no materiales de la diversidad, como los valores, o los atributos cognitivos, normalmente son medidas a través de subrogados demográficos que se asumen de manera teórica, por ejemplo, la nacionalidad como indicador de los valores del individuo (Hofstede, 1983). Estas medidas indirectas han sido muy criticadas por la simplificación de la realidad que comportan, y por su incapacidad para recoger las relaciones internas que se producen entre las diferentes variables de diversidad (Milliken y Martins, 1996; Lawrence, 1997; Priem, Lyon y Dess, 1999). De todo lo dicho se desprende que es necesario desarrollar un concepto más complejo de diversidad, que no considere tan sólo efectos independientes de diversos atributos, sino que explore de manera más profunda los elementos y relaciones internas que componen el constructo (Priem, Lyon y Dess, 1999; Jackson, Joshi y Erhardt, 2003). Respondiendo a esta llamada de atención, este trabajo divide el constructo en dos dimensiones relacionadas entre sí: la diversidad demográfica y la diversidad de capital humano (figura 2). Bajo esta distinción subyace la asunción de que las diferencias demográficas no inciden sobre el trabajo de los grupos en sí mismas, sino a través de otras variables no tan visibles, como los “conocimientos, las habilidades, y otras formas de know-how” (Cornelius, 2002: 119). En este sentido, podemos considerar que la diversidad demográfica influye sobre la dinámica de los grupos a través del Capital Humano que, como apunta Lin (2001) representa el valor añadido que los trabajadores ponen a disposición de la organización. Figura 2 El constructo diversidad Características inmutables Conocimientos Edad Género Origen étnico Nacionalidad Destrezas Bagaje Educación Formación Experiencia Antigüedad Área funcional Habilidades Valores Fuente: Elaboración propia Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 ISSN:1135-2523 229 Martín Alcázar, F., Romero Fernández, P.M., Sánchez Gardel, G. En concreto, los atributos que describen la composición demográfica de los grupos de trabajo pueden ser clasificados de acuerdo a la literatura en las siguientes categorías (Lawrence, 1997; Hope-Pelled, Eisenhardt y Xin, 1999): (1) características inmutables: como la edad, el género, la nacionalidad o el origen étnico; (2) un conjunto de atributos que describen el bagaje de los individuos, como la educación, la formación, la experiencia, la antigüedad en la organización, o el área funcional en la trabajan o han trabajado; y (3) atributos que describen la posición del trabajador en la sociedad, como el estado marital o parental. Por otra parte, para introducir la diversidad de capital humano se ha expandido su definición tradicional como un conjunto de conocimientos, habilidades y destrezas (Schultz, 1961; Becker 1964; Kilker, 1966). Así, y de acuerdo a formulaciones establecidas con anterioridad en la literatura sobre diversidad, se ha completado esta visión del capital humano con la consideración de los valores de los individuos y sus características cognitivas (Daniels, Johnson y de Chernatony, 1.994; Gelfand, Kuhn y Radhakrishnan, 1.996) que pueden ser considerados como ejemplos de esas “otras formas de know-how” apuntadas por Lin (2001). Proposición 1: La diversidad demográfica influye sobre el desempeño de los grupos a través de la determinación de un conjunto heterogéneo de conocimientos, habilidades, destrezas, valores y bases cognitivas. 2.2. Efectos de la diversidad sobre la dinámica de los grupos Como se ha apuntado más arriba, para explicar sus efectos sobre los resultados, asumimos la idea de que la diversidad determina el modo de trabajar de los grupos (Gelfand, Kuhn y Radhakrishnan, 1996; Ruderman, Hughes-James y Jackson, 1996; Thompson y Gooler, 1.996). De esta manera, se pretende abrir la “caja negra” de los efectos de la heterogeneidad y explicar sus consecuencias, en vez de proponer las medidas de resultado como variables dependientes directas. De acuerdo con los avances que la literatura ha realizado hasta el momento en este sentido, podemos identificar influencias significativas de la heterogeneidad demográfica sobre: (1) características de grupo como el clima, la cohesión o los grados de compromiso o autonomía (Di Tomaso, Cordero y Farris, 1.996; Elmes y Connelley, 1997; Prasad et al., 1997); y (2) determinados procesos de grupo, entre los que destacan la toma de decisiones, la comunicación, la resolución de problemas y conflictos, la creatividad, o el liderazgo (Appelbaum, Abdallah y Shapiro, 1.999; Hartenian, 2003). Para analizar la conveniencia de introducir este tipo de variables en los modelos explicativos de los efectos de la heterogeneidad de los grupos, algunos autores han propuesto tests formales de mediación, con la intención de estudiar empíricamente si la influencia de la diversidad sobre el rendimiento queda mejor explicada con la introducción de variables de grupo, o de manera directa, no intervenida. En este sentido, los trabajos de Shaw (1981), Elron (1997), o Chatman y Flynn (2001) concluyeron que la consideración de los procesos de grupo como variables mediadoras mejoraban la capacidad explicativa del modelo. No obstante, y aunque ésta sea la línea en torno a la cual existe un mayor 230 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 Modelo explicativo de la influencia de la diversidad sobre el desempeño de los grupos de… consenso en la literatura, es necesario también considerar los resultados de otros trabajos que contrastan que la relación se produce de manera directa (Barsade et al, 2000), e incluso algunos que proponen modelos mixtos, con relaciones tanto directas como intermediadas de la diversidad sobre el rendimiento (Knight et al., 1997). Esta disparidad de resultados demuestra que ésta es una cuestión aún no cerrada en la literatura, por lo que más análisis empíricos resultad necesarios para comprender la manera en la que se producen los efectos de la diversidad sobre los resultados de los grupos. Para introducir las características y los procesos de grupo como variables mediadoras, se han analizado los diferentes efectos de la diversidad que los trabajos sobre la materia han resaltado, y han sido ordenados siguiendo el criterio de Milliken y Martins (1996) y Benschop (2001), quienes consideran que la heterogeneidad presenta cuatro tipos de efectos sobre los grupos de trabajo: cognitivos, afectivos, comunicacionales y simbólicos. En primer lugar, muchos autores han señalado que la diversidad influye sobre la manera que tienen los grupos de percibir estímulos, procesar la información y adoptar decisiones. La asunción que subyace bajo este argumento es que diversas características demográficas conducen a diferentes características cognitivas (Hambrick y Mason, 1984; Walsh, 1995), que representan diferentes modelos mentales que inciden sobre las decisiones que toman los individuos y sobre la manera en la que éstos interaccionan en los grupos (Day y Lord, 1992; Thomas, Clark y Gioia, 1993). Trasladando este razonamiento a los grupos de trabajo y siguiendo a Klimoski y Mohammed (1994) y Prahalad y Bettis (1986), podemos hablar de “modelos mentales de grupo”, como las cogniciones compartidas que resultan de la interacción de los individuos. La diversidad define grupos caracterizados por la confluencia de diferentes aproximaciones cognitivas, lo que repercute directamente sobre procesos de grupo básicos. En este sentido, Cox (1993) y Rosenzweig (1998) señalaron que la heterogeneidad puede conducir a sinergias positivas en la generación de ideas o la percepción de oportunidades, debido a la mayor amplitud de la base del modelo mental compartido. Además, se pueden encontrar consecuencias positivas también en lo que a los procesos de toma de decisiones respecta, fundamentalmente en términos de creatividad e innovación (Cox, 1993; Kandola y Fullerton, 1998; Rosenzweig, 1998; Shaw y Barret-Power, 1998). No obstante, la literatura también ha resaltado efectos cognitivos negativos, relacionados básicamente con las dificultades de consenso, de resolución de conflictos o toma de decisiones o debido a la generación de demasiadas soluciones alternativas (Jehn, 1995; Milliken y Martins, 1996; Knight et al., 1999). Por otra parte, muchos autores dedicados al estudio de la diversidad han señalado también consecuencias de carácter afectivo. Extendiendo teorías desarrolladas a nivel individual al marco de los equipos, e incluso de la organización, se ha comprobado la incidencia de la heterogeneidad de los grupos sobre sus niveles de cohesión, satisfacción o compromiso (Pfeffer, 1983; Jackson, Joshi y Erhardt, 2003). En concreto, los efectos afectivos de la diversidad se han desarrollado fundamentalmente desde las teorías de la identidad social y de la categorización social (Taylor, Fiske, Etcoff y Ruderman, 1978; Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 ISSN:1135-2523 231 Martín Alcázar, F., Romero Fernández, P.M., Sánchez Gardel, G. Turner, 1987; Brewer, 1995; Jackson et al., 1995; Williams y O’Reilly, 1998), así como desde el paradigma de la atracción por la similaridad de Byrne (1971). Todos estos enfoques parten de la asunción de que los sentimientos de identificación de los individuos dependen de sus percepciones de similaridad. Así, y basándonos en la proposición de O´Reilly, Caldwell y Barret (1989), podemos llegar a la conclusión de que los grupos heterogéneos presentan niveles más reducidos de cohesión que los homogéneos, ya que las diferencias percibidas conducen a los miembros del equipo a deducir que sus valores y actitudes no son compartidos por sus compañeros. Si consideramos que la diversidad ha sido asociada con el establecimiento de estereotipos y prejuícios (Jackson et al., 1995; Mayo, Meindl y Pastor, 1996), es posible también esperar que los grupos diversos tengan mayores dificultades para crear un clima de trabajo positivo. Por lo tanto resultará más fácil que se produzcan problemas de falta de satisfacción y compromiso (Tsui, Egan y O’Reilly, 1992; Pelled, 1996; Rosenzweig, 1998), y el conflicto interpersonal se enfatizará sobre el conflicto relacionado con las tareas (Janssen y Veenstra, 1999). De todas formas, existen trabajos que no hallan soporte empírico para contrastar estas consecuencias afectivas negativas, e incluso algunos que encuentran efectos positivos (Harrison, Price y Bell, 1998; Jehn et al., 1999). Para explicar estos resultados, Watson et al. (1993) y Benschop (2001) llegan a la conclusión de que es necesario considerar otras influencias, como las prácticas de recursos humanos, o el liderazgo, que pueden moderar estos efectos, motivando la cohesión, el compromiso o la satisfacción en contextos de alta diversidad. En tercer lugar, la diversidad también ha sido relacionada con la calidad y la frecuencia de la comunicación de los grupos (Lincoln y Millar, 1979). También en esta cuestión se han encontrado efectos tanto positivos como negativos. En este sentido, existe un consenso generalizado acerca del hecho de que los grupos muy heterogéneos tienen una comunicación interna mucho más formal, que, a juicio de Cox (1993) y Williams y O´Reilly (1998), resulta mucho menos efectiva. De hecho, las diferencias de los individuos en cuanto a sus bases cognitivas, valores o experiencias, les hace construir y decodificar los mensajes de diferentes maneras, desarrollando por lo tanto diferentes interpretaciones de una misma información (Forgas, 1988; Gelfand, Kuhn y Radhakrishnan, 1996). Pero, por otra parte, se ha demostrado también que la diversidad refuerza la capacidad de los grupos para comunicarse externamente (Cox, 1993), debido a que el conjunto de agentes externos con los que mantiene relaciones es igualmente heterogéneo. Por último, se asume que la diversidad también influye sobre la interpretación simbólica que el grupo recibe de los agentes externos. Así, la heterogeneidad puede reforzar la legitimación del grupo, integrándolo en el contexto en el que opera, siempre y cuando no se perciban problemas afectivos relacionados con ella. En este sendido, Kandola y Fullerton (1998) demostraron que los grupos homogéneos trabajando en entornos sociales heterogéneos recibían una percepción negativa, que se traduce en dificultades en el acceso a determinados grupos externos. Por otra parte, también se ha contrastado beneficios en términos de reputación e imagen para los grupos que son capaces de aprovechar los beneficios de la diversidad e impedir sus problemas potenciales (Totta y Burke, 1995) ya sea formalmente, a través de estrategias de gestión de la diversidad, o de manera informal, mediante una orientación implícita del sistema de recursos humanos. 232 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 Modelo explicativo de la influencia de la diversidad sobre el desempeño de los grupos de… Figura 3 Efectos de la diversidad sobre la dinámica de grupos &OLPD &RJQLWLYRV $XWRQRPtD 6DWLVIDFFLyQ $IHFWLYRV /LGHUD]JR &RPXQLFDFLyQLQWHUQD 6LPEyOLFRV &RPXQLFDFLyQH[WHUQD &RQIOLFWR 3URFHVRVGHJUXSR &RPXQLFDFLRQDOHV &RPSURPLVR &DUDFWHUtVWLFDVGHJUXSR &RKHVLyQ &UHDWLYLGDG 7RPDGHGHFLVLRQHV 5HVROXFLyQGHSUREOHPDV Fuente: Elaboración propia Proposición 2: la diversidad demográfica y de capital humano presenta efectos cognitivos, afectivos, comunicacionales y simbólicos sobre la dinámica de los grupos. Proposición 2.1.: la diversidad demográfica y de capital humano presenta efectos cognitivos sobre la creatividad y los procesos de resolución de conflictos, toma de decisiones y resolución de problemas de los grupos. Proposición 2.2.: la diversidad demográfica y de capital humano presenta efectos afectivos sobre el clima y la cohesión de los grupos, así como sobre sus niveles de compromiso y satisfacción. Proposición 2.3.: la diversidad demográfica y de capital humano presenta efectos sobre la calidad y la frecuencia de la comunicación interna y externa de los grupos. Proposición 2.4.: la diversidad demográfica y de capital humano presenta efectos simbólicos sobre el clima de los grupos y su comunicación externa. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 ISSN:1135-2523 233 Martín Alcázar, F., Romero Fernández, P.M., Sánchez Gardel, G. 2.3. El papel moderador de la dirección estratégica de los recursos humanos. Como se puede observar, resulta común a todas las perspectivas desde las que los efectos de la diversidad se han analizado, la consideración de que ésta puede tener consecuencias tanto negativas como positivas sobre los grupos de trabajo, por lo que resulta difícil establecer una relación lineal y directa sobre la diversidad, la dinámica de los grupos y el desempeño sin considerar otras variables que también intervienen en el proceso. En este sentido, el análisis del a literatura acerca de los efectos cognitivos, afectivos, comunicacionales y simbólicos conduce a la conclusión de que los efectos de la diversidad demográfica y de capital humano dependen de la capacidad de la empresa para: (1) reforzar los niveles de integración, compromiso y cohesión de los grupos, (2) establecer procesos abiertos de toma de decisiones y búsqueda de consenso; y (3) fomentar la interacción social tanto formal como informal para mejorar la comunicación interna (Benschop, 2001). La dirección estratégica de los recursos humanos puede, por lo tanto, intervenir en el modelo, determinando la composición de los grupos, a través de la planificación de los recursos humanos, u orientando explícita o implícitamente su dinámica interna. Por lo tanto, y basándonos fundamentalmente en las proposiciones de Jackson (1991), Kossek y Lobel (1996) y Benschop (2001), consideramos en el modelo el sistema de dirección estratégica de los recursos humanos como un constructo que modera la relación de la diversidad sobre el desempeño, incidiendo sobre la estructura y el funcionamiento de los equipos de trabajo. Para definir la dirección estratégica de los recursos humanos y analizar sus implicaciones en la gestión de la diversidad se han revisado las principales proposiciones de las cuatro perspectivas teóricas a través de las cuales se ha desarrollado esta disciplina (Jackson, Schuler y Rivero, 1989; Brewster, 1995 y 1999; Delery y Doty, 1996): (1) la perspectiva universalista: que demostró, con un grado de significación estadística muy elevado, la importancia estratégica de los recursos humanos, así como de las prácticas a través de las cuales se gestiona (Duncan y Hoffman, 1981; Russell, Terborg y Powers, 1985; Rumberger, 1987; Tsang, 1987; Gerhart y Milkovich, 1990; Terpstra y Rozell, 1993); (2) la perspectiva contingente: que completó el simple modelo universalista con la consideración de terceras variables que también intervienen en esta función organizativa, como la estrategia (Lengnick-Hall y Lengnick-Hall, 1988; Kerr y Jackofsky, 1989; Cappelli y Singh, 1992; Lado y Wilson, 1994; Wright, McMahan y McWilliams, 1994; Richard y Johnson, 2001; Wright et al., 2001), el contexto organizativo (Jones, 1984; Pfeffer, 1987; Jackson, Schuler y Rivero, 1989; Balkin y Bannister, 1993; Jackson y Schuler, 1995), y el entorno (Schuler y Walker, 1990; Becker & Gerhart, 1996; Boxall, 1998); (3) el enfoque configuracional : que centra su atención en la dinámica interna del sistema de recursos humanos, definiendo los elementos que lo constituyen y las relaciones sinérgicas que entre ellos se establecen. Desde la perspectiva configuracional se ha analizado también cómo estos elementos pueden combinarse de diferentes maneras dando lugar a diversas combinaciones que representan orientaciones alternativas de gestión de los recursos humanos (Miles y Snow, 1984; Wright y Snell, 1991; Snell, 1992; Snell y Dean, 1992; Arthur, 1994; MacDuffie, 1995; Lepak y Snell, 1998; Wright y Snell, 1998; Delery, 1998; Delery y Shaw, 2001); y (4) perspectiva contextual: que reconsidera la importancia del contexto para definirlo no sólo como un conjunto de variables de contingencia, sino como un marco para las decisiones de recursos humanos que están influenciadas y a la vez influyen sobre el entorno en el que se inscriben (Hendry y Pettigrew, 1986, 1990; Poole, 1990; Brewster y Bournois, 1991; Brewster y Lockhart, 1992; Brewster, 1993, 1995, 1999; Sparrow y Hiltrop, 1994). 234 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 Modelo explicativo de la influencia de la diversidad sobre el desempeño de los grupos de… A partir de las aportaciones desarrolladas desde estas cuatro perspectivas, el sistema de recursos humanos puede definirse como un conjunto interrelacionado de elementos a través de los cuales la organización dirige su capital humano, conforme a una estrategia empresarial determinada, y en el marco de su contexto organizativo y externo. Basándonos en las conceptualizaciones planteadas por Tichy, Fombrun y Devanna (1982); Devanna, Fombrun y Tichy (1984); Miles y Snow (1984); Guest (1989); Wright y Snell (1991); Peck (1994) y Jackson y Schuler (1995), podemos llegar a la conclusión de que esta función organizativa está compuesta por tres elementos estrechamente relacionados entre sí (figura 4): la estrategia, las políticas y las prácticas de recursos humanos. En primer lugar, la estrategia de recursos humanos describe la orientación de la empresa en lo que a la gestión de su factor humano respecta. En este sentido, desempeña un papel crucial, dando cohesión al conjunto de prácticas a través de las cuales se implanta. Por otra parte, las prácticas se circunscriben a áreas funcionales más concretas, mientras que las políticas se sitúan en un nivel intermedio, al suponer la coordinación de dos o más prácticas para conseguir objetivos puntuales (Walton, 1985; Guest, 1989). Del análisis de la literatura se desprende que no existe consenso en torno a qué prácticas constituyen el sistema de recursos humanos, como quedó demostrado en el trabajo de Dyer y Reeves (1995). No obstante, es posible identificar determinadas áreas funcionales que emergen repetidamente, en ocasiones simplemente con etiquetas diferentes. Siguiendo las configuraciones propuestas por Tichy, Fombrun y Devanna (1982); Devanna, Fombrun y Tichy (1984); Miles y Snow (1984); Walton (1985); Schuler y Jackson (1987 a y b); Delery y Shaw (2001) y Wright et al. (2001), podemos considerar que el sistema de recursos humanos está compuesto por las áreas funcionales que se recogen en la figura 4. Figura 4 El sistema de dirección estratégica de los recursos humanos Estrategia de Recursos Humanos Políticas de Recursos Humanos Gestión de la desafectación Formación y desarrollo Compensación Motivación Evaluación del rendimiento Socialización Reclutamiento y selección Gestión de la plantilla Diseño de puestos Fuente: elaboración propia Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 ISSN:1135-2523 235 Martín Alcázar, F., Romero Fernández, P.M., Sánchez Gardel, G. Para introducir este sistema en el modelo de diversidad este trabajo adopta una perspectiva configuracional, con la intención de analizar cómo diferentes orientaciones de dirección del capital humano moderan de diferente manera los efectos de la heterogeneidad sobre los grupos de trabajo. El enfoque configuracional resulta particularmente útil en este sentido, ya que permite extraer, de la combinación de los elementos que componen el sistema, patrones de gestión internamente consistentes, que representan tipos diferentes de dirección estratégica de los recursos humanos (Miller y Friesen, 1984; Ketchen, Thomas y Snow, 1993). Estos patrones configuracionales, supondrán por lo tanto, más que fenómenos observables empíricamente, tipos ideales a los que las organizaciones tenderán en cierta medida (Meyer et al., 1993; Doty y Glick, 1994). Desde un punto de vista configuracional, se han desarrollado muchos intentos por definir tipologías de estrategias de recursos humanos que establezcan diferentes categorías de orientaciones de dirección. En primer lugar, podemos destacar un grupo de trabajos que trasladan tipologías genéricas al campo de los recursos humanos, como las desarrolladas por Tichy, Fombrun y Devanna (1982); Fombrun, Tichy y Devanna (1984) o Miles y Show (1984). Pero por otra parte, y de manera más reciente, también han sido propuestas tipologías específicas de recursos humanos, fundamentalmente en los trabajos de Walton (1985), Wright y Snell (1991), Arthur (1994), Peck (1994), Huselid y Becker (1997) o Lepak y Snell (1999). Dentro de este segundo grupo destaca de manera especial la distinción clásica entre las orientaciones de control y compromiso para la dirección de los recursos humanos, que fue introducida por los trabajos de Walton (1985), Walton y Lawrence (1985) y Beer y Spector (1985), y desarrollada posteriormente por Arthur (1992 y 1994), Huselid y Becker (1997) y Bamberger y Meshoulam (2000). Estas configuraciones representan dos posibilidades de organización de la función que, más que tipos categóricamente opuestos, se pueden considerar extremos de un continuo, por lo que la orientación de cualquier empresa puede ser descrita en función de su posición en el mismo. Por esta razón, además de por su claridad expositiva, y el hecho de que sea una tipología ampliamente establecida en la literatura, para completar el modelo explicativo de la relación diversidad-dinámica de grupos-desempeño, se ha considerado la distinción entre estrategias de recursos humanos de control y compromiso. El objetivo, como ya se ha dicho, es analizar qué tipo de orientación refuerza los efectos positivos de la diversidad y minimiza sus consecuencias negativas, por lo que el siguiente paso en la especificación del modelo debe ser la descripción de la forma que toman las políticas y prácticas de recursos humanos bajo cada una de estas estrategias, así como sus efectos sobre la dinámica de los grupos de trabajo. Estrategia de recursos humanos: la orientación de control para la dirección estratégica de los recursos humanos representa una aproximación ligada a las prácticas tradicionales de gestión del personal (Walton, 1985), en la que el objetivo básico es el aseguramiento de la eficiencia y la reducción de costes (Beer y Spector, 1985). A consecuencia de ello, los recursos humanos se dirigen mediante sistemas jerárquicos basados en la autoridad, en los que el control se establece de arriba hacia abajo mediante reglas y procedimientos formales (Walton, 1985; Arthur, 1994). Por el contrario, la orientación de compromiso muestra una clara preferencia por el desarrollo del capital humano y social, a través del fomento de los conocimientos y habilidades de los empleados y de la motivación de la interacción social, tanto dentro de los grupos de trabajo como entre los empleados y la 236 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 Modelo explicativo de la influencia de la diversidad sobre el desempeño de los grupos de… organización. Para ello, se reduce el número de barreras jerárquicas y la coordinación se establece, más que a través del control, mediante sistemas de influencia mutua basados en valores, tradiciones y objetivos compartidos (Walton, 1985; Beer y Spector, 1985). En muchos casos se presenta la orientación de compromiso como el último escalón en la evolución de la relación entre empleado y empleador (Lawrence, 1985), no obstante, es necesario tener en cuenta que la relación entre el tipo de dirección de los recursos humanos establecido en la organización y su desempeño no debe considerarse universal. De hecho, se ha demostrado que cada uno de ellos puede conducir a mejores resultados organizativos dependiendo de la estrategia perseguida por la empresa y de las particularidades del entorno en el que desarrolla su actividad (Walton, 1985; Lawrence, 1985). Prácticas de recursos humanos: la orientación del sistema hacia estrategias de control o de compromiso se concreta, como pusieron de manifiesto Walton (1985), Lawrence (1985) o Arthur (1994), en diferencias sustanciales en la definición de las prácticas de recursos humanos. En lo que al diseño de los puestos respecta, podemos encontrar una orientación mucho más individualista en las estrategias de control que en las de compromiso, que utilizan más los grupos como nivel de análisis, al tiempo que diseñan las tareas de cada puesto de manera mucho más amplia y flexible, recogiendo normalmente una mayor capacidad del empleado de tomar decisiones sobre la organización de su trabajo. De la misma manera, también las prácticas de reclutamiento y selección se articulan de forma diferente bajo sistemas de dirección de los recursos humanos de control y compromiso. Así, el objetivo de la reducción de costes de los primeros se traduce en una orientación externa de la gestión de la plantilla, mientras que las estrategias más encaminadas al compromiso requieren el desarrollo de mercados internos de trabajo para cubrir las necesidades de efectivos. Por otra parte, prácticas que no se consideran prioritarias en los sistemas de control, como la socialización o la motivación de la fuerza de trabajo, son usadas como instrumentos básicos de las estrategias de compromiso. De esta manera, mientras que las organizaciones basadas en el control estimulan fundamentalmente la productividad a través de incentivos exclusivamente económicos, aquellas que se orientan al compromiso utilizan la motivación para desarrollar habilidades y actitudes. Con este mismo objetivo, las prácticas de formación bajo este tipo de estrategias de recursos humanos se desarrollan de manera extensiva, con la intención de fomentar habilidades generales, a diferencia de en los sistemas de control, en los que la formación se ofrece sólo a un núcleo determinado de trabajadores y sobre tareas específicas directamente ligadas con la productividad. La evaluación del rendimiento se convierte en una práctica esencial para las estrategias de control, que establecen procedimientos muy formales basados en medidas objetivas de productividad. Por otra parte, el énfasis en los grupos de trabajo de las estrategias de compromiso orienta las prácticas de evaluación más a los resultados que a los procesos. Los objetivos se establecen de manera más flexible y dinámica, y no se circunscriben exclusivamente a medidas de productividad, sino que incorporan también expectativas de rendimiento orientadas por el mercado (Walton, 1985). Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 ISSN:1135-2523 237 Martín Alcázar, F., Romero Fernández, P.M., Sánchez Gardel, G. Las prácticas de compensación reciben también un tratamiento diferente en función de la estrategia de recursos humanos seguida. Así, cuando el objetivo es el control, los salarios son comparativamente más reducidos y ligados al rendimiento individual, mientras que bajo estrategias de compromiso, se consideran otras variables relacionadas con habilidades y actitudes de los trabajadores. El nivel de análisis también varía, pasando de la orientación individual de los sistemas de control, que determina estructuras salariales no igualitarias, a un esquema de compensación basado en los grupos, en los que los incentivos se establecen no individualmente, sino en función del desempeño de los equipos. Por último, en cuanto a las prácticas de desafectación, las organizaciones que tienden más al extremo de control del continuo establecen procedimientos colectivos y formales, que contrastan con los esfuerzos de negociación de las estrategias de compromiso, que desarrollan en ocasiones actividades de recolocación de los trabajadores afectados cuando la retirada se produce de manera forzosa. Políticas de recursos humanos: las practicas que acaban de ser analizadas pueden combinarse en ocasiones para conseguir objetivos puntuales. Por la importancia que presentan en el establecimiento de grupos de trabajo con los requisitos necesarios para aprovechar los beneficios de la diversidad, podemos resaltar el diferente tratamiento que las políticas de seguridad en el empleo, participación y relación con los trabajadores reciben bajo estrategias de control y compromiso. La consideración implícita de los empleados como costes variables en los sistemas de control reduce las iniciativas del sistema de recursos humanos por fomentar la seguridad de los trabajadores, que sí que se desarrollan bajo estrategias de compromiso, fundamentalmente a través de actividades de formación, participación o recolocación (Walton, 1985). En cuanto a la participación del empleado, podemos observar como las organizaciones orientadas al control restringen esta actividad a mecanismos formales, normalmente a través de la negociación colectiva y a las relaciones con los sindicatos, mientras que en las estrategias de compromiso se fomenta la participación informal, que intenta incentivarse a través de la difusión de la información a todos los niveles de la organización (Lawrence, 1985; Arthur, 1994). Por último, en cuanto a las relaciones con los empleados, se observa una tendencia similar. Mientras que los sistemas de control enfatizan básicamente en la adversidad y el conflicto de intereses, el objetivo explícito de las estrategias de compromiso es la búsqueda de la mutualidad, que se traduzca en procedimientos compartidos de planificación y resolución de conflictos, y en una redefinición de la relación entre empleadores y sindicatos (Walton, 1985; Lawrence, 1985). Como se puede observar, las decisiones de dirección de los recursos humanos influyen directamente sobre los elementos básicos del modelo de diversidad planteado anteriormente: el capital humano y la dinámica interna de los grupos de trabajo. El grado en el que la organización siga una orientación de control o compromiso determinará la composición de los grupos, así como su autonomía, relaciones jerárquicas o el clima interno del equipo, especialmente si consideramos que existen prácticas y políticas que tienen una influencia directa sobre los niveles de satisfacción y compromiso de los trabajadores, como la socialización, la participación o la compensación. Además, la dirección estratégica de los recursos humanos modera los procesos de grupo, mediante actividades que influyen la manera en la que los grupos toman decisiones, se comunican interna y externamente, o afrontan la resolución de conflictos. 238 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 Modelo explicativo de la influencia de la diversidad sobre el desempeño de los grupos de… 2.4. Los sistemas de dirección estratégica de los recursos humanos de compromiso y la gestión de la diversidad. Considerando lo dicho en apartados anteriores de este artículo es posible también extraer conclusiones sobre el sentido de esta moderación en función de la orientación estratégica de los recursos humanos de la organización. En concreto, podemos observar cómo los sistemas que tienden más al compromiso que al control de la fuerza de trabajo fomentan una orientación de los grupos de trabajo que aprovecha en mayor medida los beneficios potenciales de la diversidad. Desde un punto de vista cognitivo, el énfasis de las estrategias de compromiso en procesos de interacción social, como la toma de decisiones o los mecanismos de resolución de conflictos, junto con su orientación a la participación de los empleados, facilita la construcción de modelos mentales compartidos (Prahalad y Bettis, 1986; Klimoski y Mohammed, 1994). De esta manera, los grupos de trabajo heterogéneos se benefician de los diferentes modos de percibir estímulos, interpretar la información y tomar decisiones que coinciden en ellos. Por otra parte, a través de su énfasis en la mutualidad de intereses, las estrategias de compromiso refuerzan las respuestas afectivas positivas a la diversidad, mientras que la orientación “de grupo” de prácticas como la evaluación, la compensación o la socialización, fomentan la cohesión y la integración de los equipos que, como la literatura ha señalado, son prerrequisitos para que los grupos acomoden un elevado grado de heterogeneidad. También en lo que a la comunicación respecta es posible identificar diferencias entre las estrategias de control y compromiso. En el primero de los casos, no la comunicatividad externa ni la interna se refuerza. La información se distribuye en el seno de la organización solamente cuando es necesario, y siempre a través de canales formales. Por otra parte, los sistemas de compromiso fomentan la comunicación externa de los equipos, y su énfasis en medidas de grupo mejora la interacción social, la comunicación interna y la difusión de la información (Benschop, 2001). De todo ello se desprende que este tipo de organizaciones promueven el establecimiento de un contrato psicológico relacional entre el empleado y el empleador, así como grupos basados en relaciones fuertes de confianza (Bassett-Jones, 2002). La investigación sobre los efectos de la diversidad ha mostrado también que los grupos diversos caracterizados por un clima de compromiso son percibidos por los agentes externos de manera más positiva, y presentan mayores facilidades para comunicarse con todos los segmentos del entorno en el que operan (Totta y Burke, 1995), beneficiándose de lo que anteriormente hemos denominado ventajas simbólicas de la diversidad Proposición 3: la dirección estratégica de los recursos humanos modera la relación entre la diversidad demográfica y de capital humano y el desempeño de los grupos. Proposición 3.1.: los sistemas de recursos humanos de “compromiso”, a través de su énfasis en la orientación a los grupos, la participación de los empleados, la mutualidad de intereses, los canales abiertos de comunicación y la interacción social, conduce a los equipos heterogéneos a un desempeño superior al de aquellos gestionados a través de sistemas de “control”. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 ISSN:1135-2523 239 Martín Alcázar, F., Romero Fernández, P.M., Sánchez Gardel, G. 3. RESUMEN Y CONCLUSIONES A lo largo de este trabajo, se ha analizado cómo la diversidad demográfica influye sobre el rendimiento de los grupos de trabajo. La disparidad de resultados de trabajos empíricos anteriores, que propusieron relaciones directas entre diversidad y desempeño, sugiere la necesidad de incorporar terceras variables que intervienen en el proceso. En este sentido, el artículo profundiza en el análisis de la diversidad como un constructo multidimensional, y propone un modelo que incorpora las dinámicas de grupo como una variable mediadora, y el sistema de dirección estratégica de los recursos humanos como un elemento que modera los efectos de la heterogeneidad de los grupos sobre el desempeño (figura 5). Figura 5 Modelo de análisis Estrategia de RRHH Políticas de RRHH Prácticas de RRHH control compromiso Diversidad de Capital Humano Diversidad demográfica diversidad Fuente: Elaboración propia cognitivos Dinámica de grupo afectivos comunicacionales simbólicos Características del grupo Procesos de grupo Desempeño de grupo Con respecto al concepto de diversidad, se concluye que es posible diferenciar dos dimensiones implícitas en este concepto: un primer conjunto de características demográficas observables, que denominamos diversidad demográfica; y otro grupo de atributos personales relacionados con medidas de capital humano (diversidad de capital humano). Como se ha dicho, bajo esta distinción subyace la asunción de que la heterogeneidad demográfica tiene consecuencias sobre los grupos no en sí misma, sino a través de la determinación de equipos caracterizados por la coincidencia de conocimientos, habilidades, valores y bases cognitivas diversas. Partiendo de la literatura anterior, el modelo también propone que los efectos de la diversidad sobre el rendimiento se producen a través de su influencia sobre las características y los procesos de los equipos de trabajo (dinámica de grupo). Como se ha visto, esta influencia se producía desde un punto de vista tanto cognitivo como afectivo, comunicacional o simbólico. 240 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.225-250 Modelo explicativo de la influencia de la diversidad sobre el desempeño de los grupos de… Finalmente el modelo se completa con las proposiciones básicas de la investigación sobre gestión de la diversidad y dirección de los recursos humanos, para analizar cómo el sistema de dirección estratégica de los recursos humanos puede moderar la relación entre la heterogeneidad de los grupos y sus resultados, a través de su influencia sobre las características y los procesos de los equipos. En este sentido, el análisis teórico configuracional que se propone revela que las estrategias, políticas y prácticas de recursos humanos orientadas al compromiso permiten un mejor aprovechamiento de las ventajas potenciales de la diversidad sobre los grupos de trabajo en comparación con las estrategias de control. Con la consideración de estas relaciones, el modelo pretende completar la explicación de los efectos de la diversidad, añadiendo un punto necesario de complejidad a las explicaciones tradicionales de la relación diversidad-rendimiento. No obstante, las proposiciones en las que se concretan las conclusiones deben ser consideradas como tentativas, ya que se han desarrollado a partir de la literatura anterior, pero no han sido aún testadas empíricamente. Desde este punto de partida, es necesario plantear definiciones más concretas de las relaciones propuestas, en términos de variables e hipótesis contrastables, que completen con evidencia empírica nuestra comprensión del fenómeno complejo de los efectos y de las posibilidades de dirección de la diversidad. NOTAS 1 Los autores aparecen por orden alfabético. Este trabajo se ha beneficiado de la financiación del proyecto de investigación PB98-0328 de la Comisión Ministerial de Ciencia y Tecnología, del Plan Nacional de I+D y del Grupo de Investigación SEC-360 del II Plan Andaluz de Investigación. BIBLIOGRAFÍA. ACKER, J. (1992): “Gendering Organizational Theory”. En Mills, A.J. y Tancread, P. (Eds.): Gendering Organizational Analysis. Newbury Park, CA. Sage. ADLER, N. (1986): International Dimensions of Organizational Behavior. Kent Publishing, Boston. APPELBAUM, S.H.; ABDALLAH C. Y SHAPIRO, B.T. (1998): “The self directed team: a conflict resolution analysis”. 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Universidad de Vigo RESUMEN La calidad de servicio y la satisfacción son constructos que han recibido una gran atención en la literatura de marketing, siendo elementos centrales de muchas investigaciones. Sin embargo, las relaciones entre ambos todavía no están claras. Por ello, en el presente trabajo, se contrasta empíricamente un modelo que recoge las relaciones causales encontradas para ambos. Concretamente, pretendemos evaluar en el contexto del turismo termal, si la relación entre ambos conceptos es bidireccional (la satisfacción como antecedente de la calidad de servicio y a al mismo tiempo, consecuente) o unidireccional (la satisfacción como antecedente o consecuente de la calidad de servicio). PALABRAS CLAVE: Calidad de Servicio, Satisfacción, Turismo Termal, Análisis Factorial Confirmatorio. ABSTRACT Service quality and satisfaction are constructs that have received so much attention in marketing literature; they had been the central elements of many investigations. However, the relationship between them is not still clear. Because of it, in the present work, a model which picks up the causal relationships for both is empirically contrasted. Specifically, we expect to evaluate in thermal tourism context, if the relationship between both constructs is bidirectional (satisfaction as an antecedent of service quality and at the same time, consequent) or unidirectional (satisfaction as antecedent or consequent of service quality). KEYWORDS: Service quality, Satisfaction, Thermal Tourism, Confirmatory Factor Analysis. 1. INTRODUCCIÓN En los últimos años, la literatura turística ha mostrado un creciente interés en la investigación de la calidad de servicio y la satisfacción, ya que las percepciones de calidad y los juicios de satisfacción han sido reconocidos como constructos clave a la hora de explicar las conductas deseables del consumidor (Bitner y Hubert, 1994; Zeithaml et al., 1993). Esto explica el gran número de estudios que han intentado aplicar las teorías y métodos existentes al turismo, pero a pesar de que se han conseguido avances en el conocimiento del comportamiento de compra del consumidor, todavía existe necesidad de refinar las teorías y metodologías para que se adecuen mejor al sector (Oh y Parks, 1997). En particular, el examen de la relación entre la satisfacción del consumidor y la calidad de servicio ha producido resultados controvertidos y por tanto, ha sido objeto de un profundo debate (Ekinci y Riley, 1998). Mientras que la investigación de la satisfacción en turismo comenzó antes de la década de los 60 (Manning, 1986), en el caso de la calidad de servicio el punto de inflexión lo marcó la aparición de los trabajos de Parasuraman, Berry y Zeithaml (1985,1988). A partir de entonces, la teoría dominante utilizada para la conceptualización de ambos ha sido Relación entre la calidad de servicio y la satisfacción del consumidor… el paradigma de disconfirmación, lo cual ha derivado en una considerable confusión a la hora de diferenciar a la calidad de servicio de la satisfacción. La literatura está repleta de trabajos que utilizan ambos conceptos como sinónimos y que no reconocen que son distintos (p.e. Howat et al., 1996), pero a pesar de esta confusión existe consenso en considerarlos como constructos distintos (Bansal y Taylor, 1999; Oliver, 1980). Sin embargo, todavía prevalecen posturas opuestas en lo que se refiere a la relación causal entre la satisfacción y la calidad de servicio. Por ello, y con el objetivo de desarrollar un entendimiento mejorado no sólo de los constructos en sí mismos, sino también de cómo se relacionan, se efectúa inicialmente una revisión de la literatura existente para ambos. Posteriormente, se somete a contraste empírico en el ámbito del turismo termal, un modelo que plasma las relaciones causales entre la calidad percibida y la satisfacción. El trabajo concluye con la discusión de los resultados del estudio, las limitaciones y las posibles líneas de investigación futuras. 2. MARCO TEÓRICO 2.1. SIMILITUDES Y DIFERENCIAS ENTRE LA CALIDAD DE SERVICIO PERCIBIDA Y LA SATISFACCIÓN DE LOS CLIENTES La calidad percibida es la variable que presenta límites menos claros respecto al concepto de satisfacción, ya que ambas se refieren a un proceso de evaluación en el que el cliente compara la experiencia del servicio con determinadas expectativas previas, es decir, ambas tienen en común el hecho de que se considera central el punto de vista de los clientes, al valorar los servicios que presta una organización. Pero los investigadores han intentado diferenciar la calidad de servicio de la satisfacción del consumidor, incluso mientras usaban el paradigma disconfirmatorio para medir las percepciones de la calidad de servicio (Bitner, 1990; Bolton y Drew, 1991; Parasuraman et al., 1988; Zeithaml et al., 1990). Dada la similitud conceptual entre los constructos de calidad de servicio y satisfacción, no es sorprendente que estén altamente correlacionados (Bansal y Taylor, 1999; Cronin et al., 2000; Cronin y Taylor, 1992; Gottlieb et al., 1994; Spreng y MacKoy, 1996; Taylor, 1997; Taylor y Baker, 1994). Por ello, algunos autores han caído en la tentación de sugerir que los modelos de satisfacción pueden ser denominados de calidad de servicio percibida, cuando lo que se estudia es un servicio y no un bien de consumo (Liljander, 1994). Otros, han venido a recalcar que los profesionales no suelen diferenciar entre ambos conceptos (Dabholkar, 1995). Actualmente, la mayoría de los autores sugieren que la calidad de servicio y la satisfacción son constructos distintos (Bansal y Taylor, 1999; Bolton y Drew, 1991; Boulding et al., 1993; Carman, 1990; Oliver, 1980; Parasuraman et al., 1988), aunque relacionados. En este sentido, Patterson y Johnson (1993) realizan una comparación detallada entre los dos constructos exponiendo las principales diferencias y similitudes que se recogen a continuación: x 252 La satisfacción contiene componentes tanto afectivos como cognitivos y representa una evaluación del consumidor respecto a una transacción específica y a una experiencia de ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 Alén González, M.E., Fraiz Brea, J.A. consumo. Lo que pronto se vuelve una actitud global hacia el servicio. La calidad de servicio percibida representa un juicio más global y duradero, a través de múltiples encuentros de servicio y es similar a una actitud general hacia la empresa. Es decir, la calidad de servicio se vincula a largo plazo, mientras que la satisfacción se asocia a un juicio transitorio, susceptible de ser cambiada en cada transacción (Bolton y Drew, 1990; Carman, 1990; Cronin y Taylor, 1992; Mentzer et al., 1993; Parasuraman et al., 1988; Reeves y Bednar, 1994). Sin embargo, investigaciones recientes sostienen que ambos constructos pueden operar en los dos niveles (Bitner y Hubert, 1994; Rust y Oliver, 1994; Taylor y Baker, 1994)1. x Los modelos de satisfacción incluyen una variable crucial: la disconfirmación, que es un constructo cognitivo distinto y está conceptualizado para tener un efecto independiente y aditivo sobre la satisfacción. El modelo de calidad de servicio según estos autores omite la disconfirmación. No obstante, Cronin y Taylor (1992) creen que la disconfirmación mediatiza las percepciones de calidad de servicio. x Las atribuciones del consumidor y sus percepciones de equidad son también antecedentes de la satisfacción, pero no han sido integrados en un modelo de calidad de servicio. Además, Bolton y Drew (1994) encontraron otros antecedentes de satisfacción como por ejemplo, la frecuencia de uso, la situación, el afecto o el control percibido. Se cree por tanto, que la calidad de servicio tiene menos antecedentes conceptuales que la satisfacción (Rust y Oliver, 1994). x Las percepciones de los consumidores sobre la calidad de servicio están directamente influidas por la disconfirmación e indirectamente por la disconfirmación, las expectativas y el actual nivel de desempeño (vía satisfacción/insatisfacción). Además, mediante un efecto indirecto en la satisfacción vía disconfirmación, el desempeño percibido tiene un efecto directo sobre la satisfacción, particularmente en servicios de alta implicación; aunque también se ha encontrado evidencia del efecto directo en la calidad de servicio percibida (Bolton y Drew, 1991b; Cronin y Taylor, 1992). Oliver y De Sarbo (1988) encuentran que tanto la disconformidad como la calidad percibida tienen un impacto más fuerte en la satisfacción que las expectativas. x La satisfacción está basada en la experiencia con el servicio, mientras que la calidad de servicio percibida no está basada necesariamente en la experiencia. Por ello, la investigación sobre satisfacción se ha centrado en evaluaciones post-consumo, mientras que la de calidad de servicio ha focalizado su atención en evaluaciones predecisionales (Latour y Peat, 1979). x La literatura reconoce que ambos constructos son el resultado de la comparación entre el desempeño del servicio y algún estándar (Spreng y Mackoy, 1996). La diferencia entre ambos es que utilizan distintos estándares de comparación (Parasuraman et al., 1988; Bitner, 1990; Zeithaml et al., 1993). En la literatura sobre satisfacción se utilizan normalmente expectativas predictivas hechas por el consumidor sobre lo que le gustaría que pasase durante una transacción inminente (Oliver, 1981). Sin embargo, en la literatura de calidad de servicio, se toma normalmente como estándar de Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 ISSN:1135-2523 253 Relación entre la calidad de servicio y la satisfacción del consumidor… comparación el nivel de servicio deseado (Walker y Baker, 2000). Es decir, lo que uno siente que el proveedor del servicio debe ofrecer, que está formado sobre la base de las expectativas previas de una compañía, su marketing mix, los competidores y la comunicación boca-oreja (Lewis, 1993). No obstante, Bouilding et al. (1993) sostienen que las expectativas predictivas pueden también formar parte de las percepciones de calidad de servicio. Finalmente, un resumen de los principales conceptos o elementos de comparación utilizados, puede verse en la tabla 1. Tabla 1. Comparación entre los conceptos de calidad y satisfacción Dimensión de comparación Atributos y dimensiones Tipos de expectativas Naturaleza experimental Elemento central de la investigación Cognitivo/afectivo Otros antecedentes Calidad de servicio Específicos de los juicios de calidad. Ideales, “excelencia”. No es necesaria, influida por factores externos. Dimensiones y medida. Predominantemente cognitivo. Comunicaciones. Satisfacción con el servicio Potencialmente todas las dimensiones son relevantes. Expectativas predictivas, normativas, necesidades. Necesaria. Procesos mediante los que se realizan las evaluaciones. Cognitivo y afectivo. Equidad, atribución, emoción,... Fuente: Adaptado de Oliver (1993: 76) 2.4. RELACIÓN CAUSAL ENTRE CALIDAD DE SERVICIO PERCIBIDA Y SATISFACCIÓN Actualmente, todavía se puede constatar la existencia de un debate, relativo a la dirección de la relación entre ambos conceptos, es decir, no está claro si la calidad de servicio es un antecedente o un consecuente de la satisfacción. Sin embargo, la dirección de la relación es importante si los objetivos de la investigación persiguen comprender el proceso evaluativo del consumidor; por otra parte, los proveedores de servicio necesitan saber si su objetivo debe ser tener consumidores satisfechos con su prestación de servicio, o prestar el nivel máximo de calidad de servicio percibida (Cronin y Taylor, 1992). No obstante, la mayoría de los artículos que han intentado examinar esta relación no tienen naturaleza empírica (Iacobucci et al., 1995) y los existentes son confusos por la dificultad aparente de los consumidores para distinguir no sólo entre distintos niveles de agregación (encuentro de servicio o calidad global), sino también para distinguir entre calidad y satisfacción (Bitner y Hubbert, 1994). Inicialmente, algunos autores señalaron a la satisfacción como un antecedente de la calidad de servicio percibida (ver figura 1). El argumento básico de esta posición consiste en que a partir de las experiencias de satisfacción con varios encuentros de servicio se 254 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 Alén González, M.E., Fraiz Brea, J.A. desarrolla y se va modificando una actitud global a largo plazo, es decir, mediante la acumulación de evaluaciones específicas (satisfacción con transacciones) se llega a una evaluación global (calidad percibida). Este es el caso que se expone en el modelo de Bitner (1990), en el cuál se sugiere que el cliente compara el servicio real que recibe en términos de 7 P’s, con sus expectativas o una disconfirmación positiva/negativa, cuando las expectativas y percepciones no son similares. La parte final del modelo supone que la satisfacción del cliente es un input en la percepción de calidad de servicio, que a su vez lleva a comportamientos postcompra. Otro modelo que considera la satisfacción como un antecedente de la calidad percibida es el de Patterson y Johnson (1993). De acuerdo con este modelo, la satisfacción con una transacción específica es un antecedente de la calidad de servicio global. Esto también es visto así por Parasuraman et al. (1988) quienes sostienen que experiencias satisfactorias a lo largo del tiempo dan lugar a percepciones positivas de calidad de servicio. Otros trabajos defienden la postura contraria, es decir, que la calidad de servicio es un antecedente de la satisfacción de los clientes (ver figura 1). En este sentido, el trabajo de Cronin y Taylor (1992) somete a examen el orden causal de la relación entre calidad de servicio y satisfacción, utilizando un modelo de ecuaciones estructurales. La investigación pone de manifiesto que de las dos relaciones recíprocas posibles, la única significativa es la que propone a la calidad como un antecedente de la satisfacción. En un trabajo posterior, llevado a cabo en hospitales de la Comunidad Valenciana, Bigné et al. (1997) también encontraron que la calidad percibida del servicio es un antecedente de la satisfacción, no observando ninguna relación en sentido inverso. Por tanto, estos autores defienden la tesis de que la satisfacción es un concepto más general, que engloba a la calidad percibida. Resultados semejantes han sido alcanzados recientemente también por Ekinci (2004). Sin embargo, es posible una postura intermedia, en la que la calidad de servicio percibida es considerada tanto un antecedente como un consecuente de la satisfacción. De hecho, muchos investigadores lo ven de esta manera (ver figura 1). Así, la satisfacción en una transacción concreta vendría determinada entre otros factores, por la calidad de servicio; a su vez, la satisfacción influye en la evaluación a largo plazo de la calidad de servicio que perciben los individuos. En este sentido, Iacobucci et al. (1994) demuestran empíricamente que la comparación de modelos estructurales en ambos sentidos (la calidad como antecedente de la satisfacción, y la satisfacción como antecedente de la calidad), resulta en ajustes idénticos. Es decir, existe una relación recíproca entre la calidad global de un servicio y la satisfacción; y por tanto, es imposible concluir empíricamente cuál de ellas es el antecedente de la otra (McAlexander et al., 1994). Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 ISSN:1135-2523 255 Relación entre la calidad de servicio y la satisfacción del consumidor… Figura 1. Resumen de las relaciones causales entre satisfacción y calidad de servicio Anderson et al., 1994; Bigné et al., 1997; Churchill y Suprenant, 1982; Cronin y Taylor, 1992; Cronin et al., 2000; De Ruyter et al., 1997; Ekinci, 2004; Fornell et al., 1996; Leunissen et al., 1996; Llorens, 1996; Maloles, 1997; Oliver, 1993; Rust y Oliver, 1994; Shemwell et al., 1998; Swan y Bowers, 1998; Woodside et al., 1989 Calidad de servicio Berné et al.,1996; Driver, 2002; McAlexander et al., 1994; Oliver, 1994; Teas, 1993 Satisfacción Bitner, 1990; Bitner y Hubert, 1994; Bolton y Drew, 1991; Carman, 1990; Grönroos, 1990; Parasuraman et al., 1988, 1994; Patterson y Johnson, 1993; Schommer y Wierderholt, 1994 Fuente: Elaboración propia Una propuesta innovadora que intenta explicar la relación causal entre calidad de servicio y satisfacción es la de Dabholkar (1995). Partiendo de la idea de que la calidad de servicio es básicamente cognitiva y la satisfacción normalmente afectiva, Dabholkar indica que la relación causal depende del momento en que se evalúe el servicio. Según este autor, en las transacciones específicas puede suceder que las evaluaciones de calidad y satisfacción sean divergentes para distintas situaciones y distintas personas, constatando la existencia de varios factores que influyen en la secuencia de evaluación del servicio y por tanto, en el orden causal entre satisfacción y calidad (ver tabla 2). Tabla 2. Marco de contingencias para la predicción de la causalidad entre la satisfacción de clientes y la calidad de servicio Naturaleza de la experiencia con el servicio Zona de indiferencia Aspectos esenciales del servicio Aspectos periféricos del servicio Tipo de servicio Tipo de cliente Estado de ánimo del cliente Calidad Satisfacción Poca o ninguna emoción Satisfacción Calidad Emoción fuerte activada Dentro de ésta Presentes Fuera de ésta Ausentes Ausentes Presentes Sin implicación emocional (p.e. compra de comestibles) Cognitivo Neutral Con implicación emocional (p.e. emergencias en un hospital) Afectivo/ emocional Muy bueno o muy malo Fuente: Dabholkar (1995: 102) 256 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 Alén González, M.E., Fraiz Brea, J.A. El modelo propuesto por Driver (2002), también supone relaciones en ambos sentidos. Se basa en que aunque la satisfacción en un encuentro puede reforzar las percepciones globales de calidad después del mismo, la satisfacción no está subordinada a la calidad a nivel de transacción (Rust y Oliver, 1994). Además, sostiene que la calidad de servicio influye en la satisfacción sólo vía valor percibido; es decir, el sacrificio percibido es comparado con la calidad de servicio para llegar al valor percibido, que a su vez determina la satisfacción (Storbacka et al., 1994). 3. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA Bajo el marco conceptual descrito, el objetivo principal del presente trabajo consiste en analizar la influencia de la calidad de servicio percibida en establecimientos termales sobre el nivel de satisfacción, para conocer en qué medida el nivel de calidad de servicio percibida contribuye o determina el nivel de satisfacción de las personas que reciben el servicio. Para ello, y como resultado de la revisión de la literatura relevante sobre el tema, proponemos el modelo recogido en la figura 2 que someteremos a contraste empírico. Concretamente, pretendemos testar las siguientes hipótesis: H1: Existe una relación positiva entre calidad de servicio y satisfacción. H1a: La calidad de servicio es un antecedente de la satisfacción. H1b: La satisfacción es un antecedente de la calidad de servicio. H1c: La calidad percibida no es el único elemento determinante del grado de satisfacción de los usuarios de establecimientos termales. Figura 2. Diagrama representativo de las relaciones propuestas entre calidad de servicio y satisfacción H1a Calidad de servicio Satisfacción H1b La elección del turismo termal como objeto de estudio se justifica en base a la escasa atención que se le ha prestado tanto en la literatura turística, como de marketing y por ser uno de los productos turísticos que mayor relevancia ha cobrado en los últimos años en España. Según la Asociación Nacional de Estaciones Termales (ANET), los aproximadamente 100 balnearios que existen a escala nacional, facturaron en el año 2000 alrededor de 138 millones de euros y generaron 6.000 empleos directos. Pero la importancia estratégica de este tipo de turismo transciende los datos económicos y se basa en: su baja estacionalidad, sus estancias medias superiores a las de cualquier otra tipología turística, y a que normalmente los balnearios se sitúan en zonas de interior, convirtiéndose en muchos casos en dinamizadores de la economía local (Alén, Fraiz y Mazaira, 2001). Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 ISSN:1135-2523 257 Relación entre la calidad de servicio y la satisfacción del consumidor… Toda vez que se decidió el sector, la recogida de información se realizó mediante un cuestionario que se dividió en varias áreas diferenciadas: (1) Descripción del perfil socioeconómico. Se obtuvo información sobre: edad, sexo, estado civil, ocupación principal, ingresos medios mensuales; (2) Medida de la calidad percibida mediante la adaptación de la escala SERVQUAL2. Se hizo necesaria la adaptación de los ítems, añadiendo unos y eliminando otros, para reflejar mejor las características específicas de cada servicio (Carman, 1990; Getty y Thompson, 1994). Se tomaron como referencia investigaciones anteriores realizadas en el ámbito de los servicios de alojamiento (ver tabla en anexo) y concretamente en turismo termal (Snoj; 1995; Snoj y Mumel, 2002). El cuestionario final evalúa la importancia de 22 componentes de calidad de servicio en establecimientos termales (ver tabla 3), medidos en una escala likert de 7 puntos que va desde “1 = Completamente en desacuerdo” a “7=Completamente de acuerdo”, y (3) Medida de la satisfacción. Se utilizó un único ítem consistente en la siguiente sentencia: “Respecto a los servicios prestados por este establecimiento termal, me siento”… y que fue medido en una escala likert de 7 puntos cuyos extremos son “1=Muy insatisfecho” y “7=Muy satisfecho”, siguiendo los trabajos de Cronin y Taylor (1992), Voss et al. (1998) o Woodside et al. (1989). Tabla 3. Ítems utilizados para la medición de la calidad percibida 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 258 Establecimiento bien situado (goza de excelente localización) Equipamiento termal moderno Decoración del establecimiento sencilla y acogedora Habitaciones confortables Existencia de facilidades de aparcamiento Personal con aspecto cuidado Empleados con buenos conocimientos para atender a los clientes (conocedores del negocio) Comida y bebida de buena calidad Limpieza e higiene de las instalaciones excelente Entorno natural de gran belleza Trato del personal cordial y familiar Atención a los clientes personalizada Reservas totalmente garantizadas Precios de los servicios prestados competitivos Buena reputación entre el público en general (buena imagen) Facilidades para el acceso a actividades complementarias (favorece el esparcimiento) Localización en un lugar tranquilo (tranquilidad en los alrededores y en el propio establecimiento) Ausencia de errores en la prestación del servicio Los empleados con empeño en solucionar los problemas de los clientes Existencia de asistencia médica permanente Aguas mineromedicinales de buena calidad y en perfectas condiciones Existencia de gran cantidad y variedad de tratamientos ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 Alén González, M.E., Fraiz Brea, J.A. El proceso de recogida de datos comenzó el 14 de abril de 2003 y finalizó el 19 de mayo de 2003, tal y como se recoge en la tabla 4. Estas fechas fueron escogidas porque incluían un periodo vacacional largo (Semana Santa), un puente y varios fines de semana, para intentar minimizar el sesgo en las respuestas debido a la duración de la estancia y al efecto estacional. Tabla 4. Ficha técnica del estudio Características Universo Ámbito geográfico Tamaño muestral Error muestral Nivel de confianza Diseño muestral Método de recogida de información Fecha del trabajo de campo Encuesta Clientes de tarifa de establecimientos termales3 Comunidad Autónoma de Galicia 270 encuestas válidas ± 5,9% 95,5% Z=1.96 p=q=0,5 Polietápico con estratificación por zonas y afijación proporcional al número de plazas ofertadas por cada establecimiento. Entrevista personal 14 de abril al 19 de mayo de 2003 Las encuestas se realizaron a los clientes de 12 establecimientos termales4, que se eligieron en función de la categoría hotelera y de la provincia, intentando que todos los tipos de clientes estuvieran representados. 4. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS Las principales características sociodemográficas de la muestra, se pueden observar en la tabla 5. De este modo se constata que la mayoría de los clientes de establecimientos termales fueron españoles, concretamente gallegos. Además, el cliente tipo se corresponde con una persona de entre 35 y 54 años, casada o que vive en pareja, con estudios universitarios y con una renta media o media-alta (ingresos medios mensuales de la unidad familiar superiores a 1.800 €). Estos datos varían según el balneario considerado, siendo bastante heterogéneos en su distribución, sobre todo los relativos a la edad e ingresos medios mensuales. Tabla 5. Principales características sociodemográficas de la muestra Procedencia Españoles (98,5%) Extranjeros Galicia Madrid Asturias Castilla León Resto Portugal 58,9 20,7 7,4 5,6 6,3 1,5 Sexo Estado civil Hombre Mujer Soltero Casado/Pareja Separado/Divorciado Viudo 47 53 17,8 74,1 2,2 5,9 Nivel de estudios Sin estudios Estudios primarios Estudios medios Universitarios 8,5 18,5 28,9 44,1 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 ISSN:1135-2523 259 Relación entre la calidad de servicio y la satisfacción del consumidor… Cta. Ajena/ Funcionario 35,2 Profesional 12,6 Menos de 600€ 8,1 Hasta 24 años 5,6 Situación laboral Empresario/ Estudiante Jubilado Autónomo 19,3 4,8 21,9 Ingresos medios mensuales familia (600€,1200€] (1200€,1800€] 12,6 17,0 Entre 25 y 34 16,7 (1800€,2400€] 20,0 Edad De 35 a 44 Entre 45 y 54 24,4 20,4 Desempleado Otros 1,1 5,2 23,3 No sabe, no contesta 18,9 De 55 a 64 13,7 + de 65 años 19,6 Más de 2400€ 4.1. ESCALA DE MEDICIÓN DE LA CALIDAD PERCIBIDA Para la determinación de la estructura factorial de la escala de medición de la calidad percibida, se evaluó en primer lugar, la fiabilidad de los ítems que la conforman a través del coeficiente alfa de Cronbach. Este coeficiente alcanzó un valor de 0,8978, claramente superior al 0,8 recomendado por diversos autores (Peterson, 1994; Luque, 2000) y a partir del cuál no se aprecian mejoras importantes en la calidad de los resultados (Nunnally, 1978). Para alcanzar este valor del coeficiente alfa fue necesario eliminar los ítems: P3 (Decoración sencilla), P4 (Habitaciones confortables) y P5 (Facilidades de aparcamiento), pues presentaban correlaciones con el total de la escala por debajo de 0,3. A continuación, para comprobar si los datos eran adecuados para ser sometidos a un análisis factorial, se calcularon los indicadores recogidos en la tabla 6. Se puede observar, como todos ellos alcanzan niveles superiores a los mínimos exigidos. Por ello, se procedió a realizar un análisis de componentes principales. Mediante la realización de este análisis, se identificaron cuatro factores que en conjunto explican aproximadamente un 62% de la variabilidad de los datos. Para facilitar la comprensión de los factores identificados se realizó una rotación Varimax sobre los mismos, cuyos resultados se recogen en la tabla 7. Tabla 6. Indicadores del grado de asociación entre las variables Indicador P Matriz de correlaciones Test de esfericidad de Bartlett Variables correlacionadas 2.526,584 sig. 0,000 Medida de adecuación de la muestra Índice de KMO 0,789-0,947 0,902 Los factores resultantes del análisis factorial con la escala de percepciones son: 1. 260 FACTOR 1 (39,51% de la varianza): Profesionalidad. Bajo esta dimensión se agrupan 9 ítems. La mayoría de ellos son relativos a la profesionalidad del personal, es decir, empleados con aspecto cuidado y con empeño en tratar de forma personalizada y cordial al cliente, que poseen conocimientos para desempeñar su labor y que no cometen errores en la prestación del servicio. Además, los clientes esperan que la empresa también sea profesional, lo cual ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 Alén González, M.E., Fraiz Brea, J.A. 2. 3. 4. implica que tenga una buena imagen externa, precios competitivos y que la limpieza e higiene de las instalaciones sea la adecuada. FACTOR 2 (8,88% de la varianza): Oferta balnearia. En esta dimensión se agrupan aquellos factores que tienen relación con la oferta balneoterápica del balneario, a saber: las aguas minero-medicinales, los tratamientos, la asistencia médica y la apariencia moderna del equipamiento. FACTOR 3 (6,79% de la varianza): Oferta del hotel. En este factor se recogen aspectos relativos a servicios relacionados con el hotel, como son las reservas, la comida y la bebida, o la organización de actividades complementarias. FACTOR 4 (6,55% de la varianza): Localización. La localización del balneario en un entorno natural, tranquilo y bien situado, es valorado por los clientes de forma conjunta, constituyendo el contenido de esta dimensión. Tabla 7. Matriz de componentes rotados Componente (P11) Personal trata cordial (P7) Personal con conocimientos (P12) Atención personalizada (P19) Empleados con empeño (P18) Ausencia de errores en la prestación (P6) Personal con aspecto cuidado (P15) Buena reputación (P14) Precios competitivos (P9) Limpieza e higiene (P2) Equipamiento moderno (P20) Asistencia médica (P21) Aguas MM (P22) Tratamientos (P16) Actividades complementarias (P13) Reservas garantizadas (P8) Comida y bebida (P10) Entorno natural (P17) Lugar tranquilo (P1) Establecimiento bien situado Valor propio Varianza explicada (%) 1 ,833 ,828 ,820 ,815 ,764 ,685 ,610 ,596 ,586 ,322 ,335 2 3 4 ,332 ,767 ,611 ,677 ,639 ,787 ,732 ,678 ,316 7,508 39,515 1,687 8,880 1,289 6,786 ,846 ,605 ,591 1,244 6,548 61,73 Teniendo en cuenta que el análisis factorial de componentes principales es una técnica exploratoria, sometemos a la solución factorial obtenida a validación mediante análisis factorial confirmatorio. Mediante esta técnica, se consigue un completo control de la especificación de los indicadores de cada factor (variable latente) y además, permite testar la calidad de ajuste de la solución propuesta. Como sostienen Hair et al. (1999:643), el análisis factorial confirmatorio es especialmente útil en la validación de escalas de medida. Al igual que en otras investigaciones similares, se realizó el análisis factorial confirmatorio comparando diferentes modelos, mediante el programa estadístico AMOS v4.0 lo que nos permitió avanzar en el proceso de depuración de la escala ya que nos indica si procede la eliminación de algún ítem incluido en los análisis previos (exploratorios). Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 ISSN:1135-2523 261 Relación entre la calidad de servicio y la satisfacción del consumidor… En la tabla 8 se recoge una breve descripción de los modelos propuestos, así como los valores de sus principales indicadores de medida. El análisis de los datos recogidos en la tabla, pone de manifiesto un ajuste no demasiado bueno de los modelos iniciales. Si bien algunos indicadores como el GFI o el AGFI, están por encima de los niveles mínimos recomendados, otros como la probabilidad, están claramente por debajo de dichos niveles mínimos para ambos modelos (A y B). Lo que queda patente es que el modelo B, muestra índices de ajuste mejores que el modelo A. Por ello, a continuación se procede a reespecificar dicho modelo. Tabla 8. Índices de bondad de ajuste INDICADORES DE MEDIDA F2 y p NCP GFI RMSEA ECVI AGFI NFI IFI CFI F2/DF PNFI PGFI AFC - 1º orden Modelo A (Unidimensional) AFC – 1º orden Modelo B (4 factores y 19 ítems) AFC – 1º AFC – 2º ord. ord. Modelo Modelo D B1 (4 (4 factores y factores y 10 ítems) 10 ítems) MEDIDAS DE AJUSTE ABSOLUTO 824,807 y 560,154 y 41,903 y 60,346 y p=0,000 p=0,000 p=0,073 p=0,002 672,807 414,154 11,903 28,346 0,920 0,946 0,939 0,912 0,128 0,103 0,038 0,057 3,349 2,409 0,342 0,395 MEDIDAS INCREMENTALES DE AJUSTE 0,900 0,930 0,889 0,850 0,846 0,895 0,842 0,772 0,870 0,920 0,949 0,878 0,870 0,920 0,946 0,871 MEDIDAS DE AJUSTE DE PARSIMONIA 5,426 3,837 1,397 1,886 0,752 0,764 0,561 0,549 0,736 0,727 0,512 0,531 AFC – 2º ord. Modelo D1 (4 factores y 9 ítems) 31,104 y p=0,120 8,104 0,942 0,036 0,279 0,886 0,871 0,963 0,961 1,352 0,551 0,481 Para la obtención de un modelo adecuado de primer orden con cuatro dimensiones o variables latentes correlacionadas entre sí, ha sido necesaria la eliminación secuencial de nueve ítems. De las variables suprimidas, la mayoría se vinculaban con la dimensión de Profesionalidad (seis), dos con la Oferta balnearia, una con la Oferta del hotel y otra con la Localización. Se observa en la tabla 8, que el modelo B1 es superior al resto de modelos de primer orden, presentando casi todos los indicadores valores por encima de los niveles mínimos exigidos. Además, la probabilidad asociada a la F2 se sitúa en el 0,073 superando claramente el 0,05 recomendado. Sin embargo, tanto el valor del AGFI como el del NFI, se encuentran por debajo de 0,9, si bien en ambos casos se sitúan en valores próximos. Toda vez que se consiguió determinar los ítems que componen el modelo especificado, se planteó el Análisis Factorial Confirmatorio de segundo orden. Sin embargo, el modelo de segundo orden planteado era mejorable, siendo necesaria para 262 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 Alén González, M.E., Fraiz Brea, J.A. considerarlo como idóneo la eliminación de una nueva variable. Finalmente, el modelo D1, presenta unos índices de ajuste buenos (con la excepción del AGFI y del NFI que también en este caso se quedan cerca de los niveles exigidos). La F2 toma un valor de 31,104 con una probabilidad asociada de 0,120, lo que nos hace concluir que el modelo es correcto. Además, este modelo se reveló superior al modelo B1 puesto que ostenta mejores índices de ajuste. En definitiva, los datos contenidos en la tabla 10 permiten proclamar la unidimensionalidad de la escala, si bien se identifican en ella cuatro factores o dimensiones críticas: Profesionalidad, Oferta balnearia, Oferta hotel y Localización. A continuación, se procede al estudio de la fiabilidad y la validez de la escala. Para el análisis de la fiabilidad se utilizará5: (a) el coeficiente de fiabilidad compuesta para cada una de las dimensiones críticas y (b) la varianza extraída. El coeficiente de fiabilidad compuesta se considera más adecuado que el alfa de Cronbach porque no depende del número de atributos asociados a cada concepto (Vandenbosch, 1996). En la tabla 9, se observa como todos los coeficientes de fiabilidad compuesta igualan o superan el 0,7 recomendado. Tabla 9. Coeficientes de fiabilidad Factor Fiabilidad compuesta Varianza extraída Profesionalidad 0,9 0,75 O. Balnearia 0,76 0,615 O. Hotel 0,7 0,545 Localización6 0,89 0,8 La varianza extraída por su parte, refleja la cantidad total de la varianza de los indicadores recogida por el constructo latente. Cuanto mayor sea su valor, más representativos son los indicadores de la dimensión crítica en la que cargan. En nuestro caso, la varianza extraída en cada una de las dimensiones consideradas es mayor que 0,5 (ver tabla 9). Para el análisis de la validez de la escala, se procede en primer lugar a la evaluación de la validez de concepto desde una doble perspectiva, a través de la validez convergente y de la validez discriminante. La validez convergente viene determinada porque todas las cargas factoriales de los indicadores de cada dimensión crítica sean estadísticamente significativas (John y Reve, 1982), lo cual supone que para una probabilidad de 0,05, deben tener un coeficiente crítico superior a 1,96 (Anderson y Gerbing, 1982). Sin embargo, algunos autores sostienen que es necesario que las cargas factoriales estandarizadas de cada indicador sobre la variable latente en la cual satura, sean sustanciales7 (Steenkamp y Van Trijp, 1991). Esto implica que sean mayores que 0,5 y estadísticamente significativos (Hildebrandt, 1987). En nuestro caso, vemos reforzada la validez convergente de la escala puesto que todos los coeficientes de regresión estandarizados son significativos y superiores a 0,5 (ver tabla 10). Además, del análisis de dichos coeficientes, se deriva que la dimensión más importante ha sido Profesionalidad con una carga estandarizada de 0,869, seguida por Oferta balnearia (0,782), Localización (0,648) y por último Oferta del hotel (0,572). Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 ISSN:1135-2523 263 Relación entre la calidad de servicio y la satisfacción del consumidor… Tabla 10. Coeficientes alcanzados por los modelos finales MODELO B2 INDICADORES MODELO D1 Cargas estandarizadas Lambda (t) R2 Cargas estandarizadas Lambda (t) R2 P12 0,881 - 0,776 0,900 - 0,810 P18 0,831 14,696 0,690 0,841 15,048 0,707 P19 0,886 16,529 0,785 0,892 16,914 0,796 P20 0,825 - 0,681 0,831 - 0,690 P21 0,739 9,410 0,546 0,736 9,495 0,542 P13 0,613 - 0,376 0,624 - 0,389 P16 0,842 5,094 0,709 0,850 5,243 0,722 P10 1 - 1 0,784 - 0,615 P17 0,776 7,121 0,602 0,806 6,593 0,650 CS------PROF 0,869 - 0,755 CS------ O.BALN 0,782 6,458 0,611 CS------O.HOTEL 0,572 4,761 0,327 CS------ LOCAL. 0,648 4,482 0,420 Con respecto a la validez discriminante, se evaluará si el modelo de medida satisface tres condiciones distintas (Voss et al., 1998: 51): (a) Las correlaciones al cuadrado entre pares de factores son menores que la varianza extraída para ese constructo. En nuestro caso, la mayor correlación al cuadrado toma un valor de 0,5184 (ver tabla 11) inferior a la menor varianza extraída (0,545). Por otra parte, las correlaciones estandarizadas son menores que 0,98, lo que también indica la existencia de validez discriminante (Luque, 2000). Tabla 11. Correlaciones entre dimensiones MODELO B1 MODELO B1 PROFlO.BALN 0,717 PROFlO.HOTEL 0,480 O.BALNlO.HOTEL 0,382 PROFlLOCAL. 0,632 O.HOTELlLOCAL. 0,486 O.BALNlLOCAL. 0,492 (b) El intervalo de confianza para las correlaciones estimadas no incluye el valor 1 en ningún caso, tal y como muestran los resultados recogidos en la tabla 12. 264 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 Alén González, M.E., Fraiz Brea, J.A. Tabla 12. Intervalos de confianza para las correlaciones entre dimensiones MODELO B2 MODELO B2 PROFlO.BALN (0,519-0,915) PROFlO.HOTEL (0,314-0,646) O.BALNlO.HOTEL (0,244-0,520) PROFlLOCAL. (0,536-0,728) O.HOTELlLOCAL. (0,418-0,551) O.BALNlLOCAL. (0,416-0,568) (c) Para cada par de factores, el valor F2 para el modelo de medida que tiene una correlación fijada a uno, es significativamente mayor que un modelo que no tiene esa restricción. Nosotros hemos contrastado la hipótesis nula de que la diferencia entre ambos modelos no es significativa. Los resultados recogidos en la tabla 13, permiten rechazar dicha hipótesis en todos los casos, es decir, se establece que las diferencias entre los modelos son significativas. Tabla 13. Test de diferencias de F2 F2 (g.l.) p PROFlO.BALN 9,664 (1) <0,001 PROFlO.HOTEL O.BALNlO.HOTEL 91,137 (1) <0,001 PROFlLOCAL. O.HOTELlLOCAL. 490,553 (1) <0,001 O.BALNlLOCAL. F2 (g.l.) p 59,138 (1) <0,001 241,804 (1) 282,451 (1) <0,001 <0,001 Los resultados alcanzados en los apartados anteriores nos permite derivar la validez discriminante de la escala de percepciones para la medición de la calidad de servicio. Finalmente, la validez predictiva de la escala se refiere al grado de eficacia con el que puede pronosticar una variable a partir de la medición efectuada. Es decir, evalúa si las puntuaciones de la escala están asociadas como se había planteado en las hipótesis con otras medidas relacionadas conceptualmente (Parasuraman et al., 1991). En nuestro caso, la existencia o no de dicha validez predictiva se pondrá de manifiesto con la evaluación del modelo causal9. 4.2. MODELO ESTRUCTURAL El modelo estructural completo en el que se plasman las relaciones causales propuestas entre los constructos calidad de servicio y satisfacción, se recoge en la figura 3. Las variables observables y latentes utilizadas para medir la calidad de servicio percibida son las que se derivaron de la aplicación del análisis factorial confirmatorio. Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 ISSN:1135-2523 265 Relación entre la calidad de servicio y la satisfacción del consumidor… Figura 3. Modelo estructural propuesto ef1 1 1 Profesionalidad P12 P18 P19 1 1 1 e12 e18 e19 ef2 1 1 ec 1 1 Calidad de servicio Oferta balnearia P20 P21 1 1 e20 e21 ef3 1 1 Oferta hotel P13 P16 1 1 e13 e16 ef4 1 Satisfacción 1 P10 Localización P17 1 1 1 e10 e17 es La tabla 14 muestra las cargas estandarizadas y los ratios críticos para las relaciones propuestas en la figura 3. En ella se puede observar como una de las relaciones posee un nivel de significación inferior a 1,96. Por tanto, se procederá a la eliminación de esta relación y a la reespecificación del modelo. Tabla 14. Coeficientes estandarizados del modelo estructural inicial SATISFACCIÓNÆ CALIDAD DE SERVICIO Cargas estand. -0,542 Coeficiente crítico -1,269 CALIDAD DE SERVICIOÆ SATISFACCIÓN 0,915 - Hipótesis H1b Rechazada Eliminada esta relación, los resultados muestran una relación causal significativa entre calidad de servicio y satisfacción (carga factorial estandarizada de 0,740 y t=12,323). Finalmente, los índices de ajuste se encuentran recogidos en la tabla 15. 266 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 Alén González, M.E., Fraiz Brea, J.A. Tabla 15. Indicadores de ajuste del modelo estructural MEDIDAS DE AJUSTE ABSOLUTO F2 y p NCP GFI RMSEA ECVI 55,696 y p=0,004 24,696 0,906 0,054 0,385 MEDIDAS INCREMENTALES DE AJUSTE AGFI 0,833 NFI 0,798 IFI 0,899 CFI 0,893 MEDIDAS DE AJUSTE DE PARSIMONIA F2/DF PNFI PGFI 1,797 0,550 0,510 En cuanto a las medidas de ajuste absoluto, el test de la chi-cuadrado alcanza un valor de 55,696 con una probabilidad asociada de 0,004, lo que implica que existen discrepancias entre la matriz de correlaciones y la matriz observada. Sin embargo, el resto de índices toman valores superiores a los niveles mínimos recomendados. Algunas medidas incrementales de ajuste como el AGFI son sensibles al número de indicadores; sin embargo, en nuestro caso supera el valor de 0,8. Además, otros índices como en IFI o el CFI están muy próximos a 0,9. En lo que respecta a las medidas de ajuste de parsimonia, destacamos el valor de la chi-cuadrado normalizada (1,797). Así, en base a lo expuesto, consideramos que el modelo presenta unos índices de ajuste adecuados. 5. CONCLUSIONES Los atributos propuestos para medir la calidad de servicio en establecimientos termales se han revelado como adecuados, ostentando la escala elevados niveles de fiabilidad y validez. En este sentido y en la línea de otras investigaciones, se han encontrado evidencias de la multidimensionalidad de la calidad de servicio, compuesta en este caso por cuatro dimensiones o factores críticos (Profesionalidad, Oferta balnearia, Oferta del hotel y Localización). En lo que se refiere a las hipótesis de la investigación, se han confirmado parcialmente las relaciones propuestas en el modelo de medida. Se encontró que la calidad de servicio es un antecedente importante de la satisfacción, sobre la que ejerce una influencia clara y significativa (0.740), quedando de este modo contrastada positivamente la hipótesis 1a. La relación contraria ha sido rechazada (hipótesis 1b) por alcanzar la carga estandarizada un coeficiente crítico no significativo. En base a estos resultados, los directivos de establecimientos termales deberían dar una mayor importancia a la calidad percibida porque mejorará la satisfacción del cliente y por ende los resultados de la empresa. En nuestro trabajo no se ha podido demostrar la relación bidireccional entre ambas variables, en la línea de los resultados alcanzados recientemente por Ekinci (2004). Sin embargo, esto no implica que la relación no exista, ya que la metodología de ecuaciones estructurales parte de la premisa de que las relaciones entre las variables son lineales y algunos autores sostienen que entre la calidad de servicio y la satisfacción existen efectos Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 ISSN:1135-2523 267 Relación entre la calidad de servicio y la satisfacción del consumidor… no lineales (Taylor y Baker, 1994). Por otra parte, desde un punto de vista académico, la utilización de modelos de ecuaciones estructurales con múltiples indicadores, nos ha permitido conocer mejor las influencias entre la calidad y la satisfacción en un modelo global, ya que todas las dimensiones de calidad de servicio ejercen una influencia positiva sobre la satisfacción. Además, se ha constatado que la calidad de servicio no es el único elemento determinante de la satisfacción, puesto que sólo explica un 55% de su variabilidad, con lo que se contrasta positivamente la hipótesis 1c. Por ello, la identificación de los elementos, incluida la calidad de servicio, que contribuyen a la satisfacción se revela como crítico. En este sentido, Oh (1999) sostiene que el valor percibido por el consumidor es una variable importante a tener en cuenta en los estudios sobre calidad de servicio y satisfacción, puesto que en combinación el valor y la calidad pueden mediar entre las percepciones y la satisfacción. Finalmente, es necesario considerar algunas limitaciones que obligan a tomar con cautela los resultados alcanzados. Hay que señalar en primer lugar, que nuestro estudio es de carácter sectorial y está circunscrito a un territorio concreto, por ello las generalizaciones de los resultados están supeditadas a la réplica del mismo en otros sectores y zonas geográficas. Por otra parte, quizás sería más conveniente la medición de la satisfacción a través de una escala, como por ejemplo la propuesta por Maloles (1997). Como futuras líneas de investigación sería interesante introducir en el modelo al valor percibido y utilizar alguna técnica estadística que nos permita identificar, si es que existen, las relaciones no lineales entre la calidad de servicio y la satisfacción. NOTAS 1 Hay autores que han planteado la existencia de una satisfacción acumulativa y otra transaccional (Anderson et al., 1994), o si se quiere una satisfacción transaccional y otra que hace referencia a la satisfacción general a lo largo de diferentes experiencias de consumo (Dabholkar y Torpe, 1994). La satisfacción transaccional se correspondería genuinamente con la satisfacción. En cambio, la satisfacción acumulativa sería difícil de diferenciar de la calidad de servicio como actitud. Concretamente, Bitner y Hubbert (1994) encontraron que la satisfacción con un encuentro (definida como la satisfacción con un encuentro de servicio discreto), era más fácil de distinguir de la satisfacción global (satisfacción con una empresa basada en todos los encuentros y experiencias con ella) y de la calidad percibida (impresión global de la superioridad relativa de la empresa y sus servicios) de lo que lo eran los dos últimos constructos entre sí. Además, Taylor y Baker (1994) confirmaron a nivel empírico la idoneidad de una estrategia que combinara la creación de actitudes a largo plazo, con el cuidado de la satisfacción en los encuentros específicos. En aquellas situaciones donde la compra puede producirse pocas veces en la vida de un individuo, la transacción concreta tiene una influencia significativa sobre la calidad de servicio que otros potenciales clientes pueden desarrollar por ejemplo, a través de la comunicación boca-oreja. 2 En la presente investigación sólo se utilizan las percepciones de los clientes, puesto que el objetivo que se persigue es establecer relaciones entre constructos y este método ostenta mejores propiedades psicométricas que el basado en el paradigma sustractivo (percepciones menos expectativas). 3 No se tuvieron en cuenta los termalistas que acuden al balneario al amparo de un programa de termalismo social, es decir, estancias de mayores de 65 años parcialmente subvencionadas por el estado. 4 Cuando se realizó el trabajo de campo estaban abiertos al público 18 balnearios. No se tuvieron en cuenta a los balnearios que no disponen de servicio de alojamiento propio. 5 Las fórmulas utilizadas para el cálculo de ambos indicadores pueden verse en Hair et al. (1999: 639). 268 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 Alén González, M.E., Fraiz Brea, J.A. 6 Los indicadores de esta dimensión se encuentran inflados por presentar el ítem P10 un caso de Heywood (para resolverlo fue necesario fijar la varianza del error igual a cero). Sin embargo, tomando como referencia las cargas estandarizadas del modelo de segundo orden, la fiabilidad compuesta y la varianza extraída toman respectivamente los valores 0,77 y 0,63, también superiores a los mínimos exigidos. 7 La sustancialidad es una condición fuerte de convergencia, mientras que la condición débil es que el coeficiente de regresión estandarizado de la variable observable sobre su respectiva latente sea estadísticamente significativo. 8 Si las correlaciones entre variables latentes son muy elevadas (mayores que 0,9), significa que están explicando información redundante y que no representan constructos diferentes (Luque, 2000). Incluso hay autores que recomiendan estudiar los casos en los que dichas correlaciones sean superiores a 0,8 (Hair et al., 1999). 9 En el modelo causal se relacionan las variables: calidad de servicio percibida y satisfacción. 10 La escala inicial estaba compuesta de 36 ítems, si bien en el proceso de purificación se reduce a 26 ítems. Los autores denominan a esta escala LODGSERV. 11 Utilizan los 22 ítems de la SERVQUAL más uno que mide la calidad de servicio global. Se emplea una escala de medida directa del diferencial entre percepciones y expectativas. 12 La escala resultante se denomina LODGQUAL. 13 Aunque el presente estudio no replica ni toma como base la escala SERVQUAL, nos parece interesante incluirlo puesto que propone una escala de medida de la calidad de la experiencia de servicio. Los autores argumentan que esta escala de medida se ajusta mejor al sector, porque el turismo es un servicio basado sobre todo en las sensaciones que experimenta el turista. 14 Los primeros 38 ítems eran una mezcla de algunos contenidos en la SERVQUAL y otros de la LODGSERV, finalmente en el proceso de depuración de la escala se obtuvo una medida de 18 ítems (16 de la SERVQUAL y 2 de la LODGSERV). En el estudio sólo se evalúan percepciones. 15 El instrumento definitivo compuesto por 20 ítems, se denomina HOTELQUAL. 6. 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Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 ISSN:1135-2523 271 Relación entre la calidad de servicio y la satisfacción del consumidor… 7. ANEXO Tabla a. Estudios réplica con SERVQUAL o extensiones de la misma en el sector hotelero SECTOR TAMAÑO MUESTRAL FIABILIDAD (D de Cronbach) Knutson et al. (1990) Hoteles 201 Saleh y Ryan (1991a) Hoteles 200 clientes y 17 empleados De 0.63 a 0.80 para las dimensiones 0.92 escala global Clientes: 0.74 a 0.93 factores; 0.77 escala Empleados: 0.63 a 0.79 factores; 0.74 escala Hartline y Ferell (1993) Hoteles 234 directivos, 758 empleados y 1351 clientes 269 0.98 Likert 1-5 22 ítems +1 P: 0.84-0.97 Likert 1-7 22 ítems ESTUDIO Getty y Thompson (1994) Richard y Sundaram (1994) Hostelería IDENTIFICACIÓN ESTRUCTURA FACT. Likert 1-7 36 ítems a 26 10 ítems AFC Identifican las cinco dimensiones de PZB Likert 1-5 33 ítems Análisis factorial Utilizan las identificadas por PZB, con la diferencia de que tangibles y fiabilidad resultan en un único factor Posteriormente mediante el análisis factorial: Convivencia, Tangibles, Aseguramiento, Empatía y Evitar el sarcasmo Unidimensional 11 12 AF + Rotación Oblicua AF + Rotación oblicua Tangibles, Fiabilidad y Contacto Recepción, Habitaciones, Gestión de salidas, Comida, Apariencia de las instalaciones y Baño. Cortesía y competencia del personal; Comunicación y transacciones; Tangibles; Conocimiento del cliente; Adecuación y prontitud del servicio; Solución a problemas; Adecuación de las reservas Hedonismo, Paz mental, Participación, Reconocimiento Servicios de alojamiento 198 Factores: 0.740.87 Medida directa 0-9 29 ítems AF + Rotación varimax Akan (1995) Hoteles en Turquía 228 No consta Likert 1-4 30 ítems AF Otto y Ritchie 13 (1996) Bigné (1996) Líneas aéreas, hoteles y atracciones Agencias de viajes 339 0.899 Likert 1-6 56 ítems a 23 ítems AF + Rotación varimax 400 Likert 1-7 22 ítems Ekinci et al (1998) Ingram y Daskalakis (1999) Casino Martínez (1999) Falces et al. (1999) Tsang y Qu (2000) García Buades (2000) López y Serrano (2001) Snoj y Mumel (2002) Ekinci et al. (2003) Resorts en Turquía Hoteles Factores: de 0.78 a 0.86 Escala: 0.927 0.87 y 0.92 para cada factor No consta Likert 1-7 38 ítems a 18 ítems 22 ítems SERVQUAL AF Componentes principales + Rotación Oblimin AFC P: 0.839 P-E: 0.7979 Likert 1-5 48 ítems Alojamiento turístico 115 200 clientes + 10 directores de hotel Entre 2276 y 2319 DIMENSIONALIDAD O ESTRUCTURA FACTORIAL Nº ÍTEMS ESCALAS Likert 1-7 14 Servicios de alojamiento Hoteles 455 P: 0.88-0.94 Likert 0-10 182 No consta Likert 1-5 26 ítems (20 15 ítems) 35 ítems Hoteles 381 P: de 0.77 a 0.9 E: de 0.88- 0.95 Likert 1-7 35 ítems Hoteles Clientes: 474 Empleados: 78 P: 0.9098 P-E: 0.8940 Likert 1-7 22 ítems Balnearios Est 1991: 175 Est 1999: 145 No consta Likert 1-5 23 ítems Hoteles 120 0.88 y 0.95 para cada factor Likert 1-7 16 ítems Cinco de PZB Estructura de dos factores: tangibles e intangibles No estudian la estructura factorial. Evalúan tres gaps de la calidad de servicio (1,2 y 5), en hoteles certificados mediante una ISO 9000 AF componentes No aparece clara una estructura principales factorial AF + Rotación Oblicua Personal, Instalaciones, Organización del servicio No estudian la estructura factorial. Evalúan los distintos gaps de la calidad de servicio AF Exploratorio y AFC 5 dimensiones originales, aunque también es posible una estructura de 3 dimensiones AF Componentes Fiabilidad; Características del principales + Rotación personal; Elementos tangibles y Varimax Oferta complementaria No identifican la estructura Forzada a las cinco originales dimensional de PZB (1988) AF Componentes principales + Rotación Oblicua Estructura de dos factores: tangibles e intangibles E: expectativas; P: percepciones; AF: análisis factorial: AFC: análisis factorial confirmatorio Fuente: Elaboración propia La Revista Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa recibió este artículo el 1 de septiembre de 2004 y fue aceptado para su publicación el 12 de febrero de 2006. 272 ISSN:1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol.12, Nº1, 2006, pp.251-272 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Vol. 12, N.º 1 Enero - Abril RELACIÓN DE AUTORES Alén González, Mª Elisa Departamento de Organización de Empresas y Marketing Universidad de Vigo Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo Bamio, s/n E-32004 OURENSE [email protected] Alonso Martínez, José Manuel Departamento de Administración de Empresas y Gestión de los Recursos Naturales Universidad de Lleida Facultad de Derecho y Economía C/ Jaime II, Nº 73 E-25001 LLEIDA Barreiro Fernández, José Manuel Departamento de Organización de Empresas y Comercialización Universidad de Santiago de Compostela Facultad de Administración y Dirección de Empresas Campus de Lugo Avda. Alfonso X o Sabio, s/n E-27002 - LUGO [email protected] Basco Rodrigo, Juan T. Cátedra de Empresa Familiar Universidad Complutense de Madrid Sánchez Barcaiztegui, 33, 5º E E-28007 MADRID [email protected] Borraz Mora, Ignacio Departamento de Economía y Dirección de Empresas Universidad de Zaragoza Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales C/ Gran Vía, 2, 3.ª Planta E-50005 ZARAGOZA [email protected] 2006 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Vol. 12, N.º 1 Enero - Abril Dalmau Porta, Juan Ignacio Departamento de Organización de Empresas, Economía Financiera y Contabilidad Universidad Politécnica de Valencia Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales Camino de Vera s/n E-46022 VALENCIA [email protected] Fraiz Brea, José Antonio Departamento de Organización de Empresas y Marketing Universidad de Vigo Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo Bamio, s/n E-32004 OURENSE [email protected] Fuentelsaz Lamata, Lucio Departamento de Economía y Dirección de Empresas Universidad de Zaragoza Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales C/ Gran Vía, 2, 3.ª Planta E-50005 ZARAGOZA [email protected] García Pérez, Ana María Departamento de Economía y Dirección de Empresas Universidad de la Laguna Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Campus de Guajara, s/n La Laguna E-38071 SANTA CRUZ DE TENERIFE [email protected] García Vázquez, José Manuel Departamento de Organización de Empresas y Marketing Universidad de Vigo Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Lagoas-Marcosende, s/n E-363130 VIGO [email protected] 2006 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Vol. 12, N.º 1 Enero - Abril Garrigós Simón, Fernando J. Departamento de Administración de Empresas y Marketing Universidad Jaime I Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas Campus del Riu Sec Apartado de Correos 224 E-12071 CASTELLÓN [email protected] Marimon Viadiu, Frederic Departamento de Dirección de Empresas Universidad Internacional de Catalunya Facultad de Ciencias Económicas y Sociales Inmaculada, 22 E-08017 BARCELONA [email protected] Hervás Oliver, José Luis Departamento de Organización de Empresas, Economía Financiera y Contabilidad Universidad Politécnica de Valencia Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales Camino de Vera s/n E-46022 VALENCIA [email protected] Leal Millán, Antonio Departamento de Administración de Empresas y Marketing Universidad de Sevilla Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Avda. Ramón y Cajal, 1 E-41018 SEVILLA [email protected] Losada Pérez, Fernando Departamento de Organización de Empresas y Comercialización Universidad de Santiago de Compostela Facultad de Administración y Dirección de Empresas Campus de Lugo Avda. Alfonso X o Sabio, s/n E-27002 - LUGO [email protected] 2006 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Vol. 12, N.º 1 Enero - Abril Martín Alcázar, Fernando Departamento de Organización de Empresas Universidad de Cádiz Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales C/ Duque de Nájera, 6 E-11002 CÁDIZ [email protected] Navarro García, Antonio Departamento de Administración de Empresas y Marketing, Universidad de Sevilla Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Avda. Ramón y Cajal, 1 E-41018 SEVILLA [email protected] Palacios Marqués, Daniel Departamento de Administración de Empresas y Marketing Universidad Jaime I Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas Campus del Riu Sec Apartado de Correos 224 E-12071 CASTELLÓN [email protected] Polo Redondo, Yolanda Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de Zaragoza Departamento de Economía y Dirección de Empresas C/ Gran Vía, 2, 3.ª Planta E-50005 ZARAGOZA [email protected] Real Fernández, Juan Carlos Departamento de Economía y Empresa Universidad Pablo de Olavide Facultad de Ciencias Empresariales C/ Utrera, Km. 1 E-41013 SEVILLA [email protected] 2006 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Vol. 12, N.º 1 Enero - Abril Rodríguez López, Nuria Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo Universidad de Vigo Campus de Ourense Bamio, s/n E-32004 OURENSE [email protected] Roldán Salgueiro, José Luis Departamento de Administración de Empresas y Marketing Universidad de Sevilla Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Avda. Ramón y Cajal, 1 E-41018 SEVILLA [email protected] Romero Fernández, Pedro Miguel Departamento de Organización de Empresas Universidad de Cádiz Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales C/ Duque de Nájera, 6 E-11002 CÁDIZ [email protected] Ruzo Sanmartín, Emilio Departamento de Organización de Empresas y Comercialización Universidad de Santiago de Compostela Facultad de Administración y Dirección de Empresas Campus de Lugo Avda. Alfonso X o Sabio, s/n E-27002 LUGO [email protected] Sánchez Gardey, Gonzalo Departamento de Organización de Empresas Universidad de Cádiz Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Glorieta Carlos Cano, s/n E-11002 CÁDIZ [email protected] 2006 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Vol. 12, N.º 1 Enero - Abril Senfiel Fumero, Mª Ángeles Departamento de Economía y Dirección de Empresas Universidad de la Laguna Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Campus de Guajara, s/n La Laguna E-38071 SANTA CRUZ DE TENERIFE [email protected] 2006 NORMAS DE PRESENTACIÓN DE ORIGINALES La Revista INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA publica trabajos originales de investigación sobre cualquiera de las especialidades relativas al campo de la Dirección de Empresas, siendo el Consejo de Redacción el responsable final de su aceptación, previo informe de tres evaluadores anónimos con conocimientos e interés en las materias de estudio. Los trabajos se enviarán a los Vocales de la Asociación del país del autor/es. En caso de que no se haya nombrado Vocal en dicho país, los trabajos se enviarán a los profesores Doctores Elie Cohen (Université de Paris-Dauphine) y Gèrard Hirigoyen (Université de Bordeaux I), excepto los trabajos en lengua española y portuguesa, que lo harán al Director de la Revista (Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Vigo, Lagoas Marcosende, s/n, E-36200, Vigo, Pontevedra, España). Los artículos deberán ser inéditos y no estar aprobados para su publicación en otra revista. Los trabajos tendrán que ajustarse a las siguientes especificaciones técnicas: - Mecanografiarse a doble espacio por una sola cara y con márgenes amplios. - La extensión aconsejable para los artículos se sitúa entre 15 y 25 páginas. Las páginas se numerarán de forma consecutiva, correspondiendo la primera al título, autor (es) del trabajo y su dirección de contacto; la segunda, al título, un resumen y las palabras clave; las siguientes, al texto; y, finalmente, las que contengan tablas, cuadros y figuras. - El resumen deberá tener una extensión máxima de 200 palabras, siendo necesario adjuntar su traducción en inglés. Junto con el resumen se deben especificar de 3 a 10 palabras clave en español e inglés que den una idea rápida del contenido del trabajo y faciliten su informatización. - Las referencias bibliográficas se incluirán ordenadas alfabéticamente al final del trabajo, y cronológicamente en el caso de varios trabajos del mismo autor. La citación completa se hará en el siguiente orden: 1.Apellido e inicial del autor. Si una referencia se hace para un trabajo de tres o más autores, figurarán todos los nombres de los autores cuando se citen por primera vez, y después sólo el primer nombre seguido de et al. 2.Fecha de publicación (entre paréntesis). 3.Título completo del trabajo (en itálicas). 4.Nombre de la revista, seguido del número de volumen, fascículo y páginas primera y última. Los títulos de libros deberán ir en itálicas y luego figurará la editorial y el lugar de edición. - Las tablas y cuadros irán numeradas consecutivamente con caracteres arábigos. Llevarán un encabezamiento conciso, similar al de las notas al pie que expliquen los símbolos utilizados y permitan las aclaraciones necesarias. En el texto se hará referencia a ellas como Tabla 1, etc., indicando donde se desea que aparezcan colocadas. Para la revisión de los trabajos se deberán enviar cuatro copias, junto con un diskette que contenga el trabajo en Microsoft Word en diskette (3½ high density). Los manuscritos serán revisados independientemente por evaluadores anónimos. Las revisiones serán de naturaleza ciega, de modo que los evaluadores no conocerán la identidad de los autores en el momento de realizar la revisión. Para obtener información adicional sobre la política editorial o la preparación de los manuscritos, deben ponerse en contacto con el Director o los miembros del Consejo de Redacción. RULES FOR PRESENTING ORIGINAL WORKS INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA (European Research on Management and Business Economics) publishes original works of investigation that deal with any of the specialities relating to the field of Business Management. The Board of Editors has the final responsability in accepting work, subject to the reviews of anonymous evaluation. All work should be sent to the Member of the Board of Directors of the Association in the author's own country. If no member has been named in the author's country, work should be forwarded to the teachers Doctor Elie Cohen (Université de Paris-Dauphine) and Gèrard Hirigoyen (Université de Bordeaux I). Exception is made for work presented in Spanish or Portuguese, this should be sent to the Director of the journal at Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Vigo, Lagoas - Marcosende, s/n, E-36200, Vigo, Pontevedra, Spain. Articles should be unpublished and should not be approved for publication by any other magazine or journal. All work must abide by the following technical specifications: - Work must be presented typed in double spacing on one side of the page. - The recommended length of the articles is between 15 and 25 pages. The pages should be numbered consecutively. The title of the work should appear on the first page along with the name (or names) ot the author and an address where they can be contacted. The second page should have the title of the work, a synopsis and some key words. The text should appear on the following pages and finally those pages with charts, diagrams and tables. - The synopsis should not exceed 200 words and it is advisable to include a copy of it in spanish and french. Along with the synopsis it is necessary to give a few key words (310) that offer a quick idea of the content and that help facilitate computer work. - Bibliographical references should appear in alphabetical order at the end of the work and in cronological order in the case of various works by the same author. The full citation should be done in the following order: 1.Surname and initial of the author. If reference is made to work by three or more authors, all their names should appear when mentioned for the first time and thereafter only the first name followed by et al. 2.Date of publication (in brackets). 3.Full title of the work (in italics). 4.Name of journal, followed by the number of the volume, the fascicule and the first and last page numbers. The title of books should be in italics and the publishers and place of publication should follow. - The charts and diagrams must be numbered consecutively in Arabic numberals. Thet should have concise headings, as in the case of footnotes that explain symbols used and facilitate the necessary explanations. In the text these tables and diagrams should be refered to as Table 1, etc. and where they are to be placed must be indicated. Four copies of work must be submitted along with a diskette which holds the work in Microsoft Word (diskette 3½, high density). The manuscripts will be independantly reviewed by anonymous evaluation. The work will be gone through in such a way that those evaluating won't know the author's identity at the time of reviewing. For further information on publishing policies or the preparation of manuscripts contact the Director of the Board of Editors. NORMES DE PRESENTATION DES ORIGINAUX INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA (Recherches Européennes d'Administration et Economie d'Entreprise) publie des travaux originaux de recherche dans toutes les spécialités liées au monde de la direction d'entreprises, la décision finale de l'acceptation des dists travaux revenant au Conseil de Redáction, est basée sur le rapport d'experts anonymes. Les travaux ont été envoyés aux membres de l'association du pays d'origine des auteurs. Au cas ou aucun représentant n'aurait été nomé dans le pays concerné, les travaux seront envoyés aux professeurs Docteurs Elie Cohen (Université de Paris-Dauphine) et Gérard Hirigoyen (Université de Bordeaux I), sauf les travaux en langue espagnole et portugaise que seront remis au Directeur de la revue (Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Vigo, Lagoas - Marcosende, s/n, E-36200, Vigo, Pontevedra, Espagne). Les articles devront être inédits et ne devront pas avoir été acceptés pour leur publication dans une autre revue. Les articles devront obéir aux spécifications techniques suivantes: - Être écrits à la machine, à double espace, d'un côté de la feuille et avec des marges suffisantes. - Comporter de préférence, entre 15 et 25 pages. Celles-ci seront numérotées consécutivement, la première correspondant au titre, à l'auteur ou aux auteurs de l'article et l'adresse où l'on peut le/les joindre; la seconde au titre, à un résumé et aux mots clés; les suivantes, au travail en soi et les dernières pages à tous les tableaux, schémas et figures. - Le résumé ne devra pas competer plus de 200 mots, et il est recommandable de joindre sa traduction en espagnol et en anglais. Le résumé devra être accompagné d'une liste de 3 à 10 mots clés fournissant une idée rapide du contenu du travail et facilitant son informatisation. - Les références bibliographiques seront présentées par ordre alphabétique, à la fin de l'article et par ordre chronologique dans le cas d'oeuvres du même auteur. La citation complète sera faite dans l'ordre suivant: 1.Nom et initiale de l'auteur. Si, pour un travail, il est fait référence à trois auteurs ou plus, leurs noms figureront au complet la première fois, et ensuite on ne citera que le premier nom, suivi de et al. 2.Date de la publication (entre parenthèses). 3.Titre complet de l'article (en italiques). 4.Nom de la revue, suivi du numéro de volume, fascicule, ainsi que première et dernière page. Les titres de livres seront en italiques. Viendront ensuite le nom de l'éditeur et le lieu d'édition. - Les tableaux seront numérotés en chiffres arabes. Leur en-tête sera concis, de même que les notes en bas de page expliquant les symboles utilisés et fournissant les indications nécessaires. Dans le texte on se réfèrera à ceux-ci comme Tableaux 1, etc., en indiquant l'endroit où l'on désire qu'ils soient placés. Pour la révision des articles, on enverra quatre copies, ainsi qu'une disquette contenant l'article en Microsoft Word (disquette 3½, high densit). Les manuscrits seront analysés individuellement par des experts anonymes. Ces analyses seront elles-mêmes réalisées d'une manière anonyme, les évaluateurs ne connaissant pas l'identité des auteurs au moment d'effectuer celles-ci. Pour obtenir des renseignements supplémentaires sur la politique des éditeurs ou la présentation des manuscrits, prendre contact avec le Directeur ou les membres du conseil de Rédaction. SUBSCRIPTION FORM Year NAME ADDRESS CITY COUNTRY I enclose check number made out to: AEDEM Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Revista de Economía y Empresa C.O.D. Postal order Check Nº ................ Orders from the Executive Secretary's Office. Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa: One year (four issues): 180 € Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa: One year (three issues): 120 € Revista de Economía y Empresa: One year (three issues): 75 € ORDER FORM FOR SINGLE ISSUES Vol. Number Year NAME ADDRESS CITY COUNTRY I enclose check number made out to: AEDEM Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Revista de Economía y Empresa C.O.D. Postal order Check Nº ................ Orders from the Executive Secretary's Office. Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa: One issues: 60 € Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa: One issues: 50 € Revista de Economía y Empresa: One issues: 40 € La correspondencia relacionada con la Asociación Europea de Economía y Dirección de Empresa deberá dirigirse a la Secretaría Ejecutiva: Any correspondence relating to the European Association of Business and Economic Management should be sent to the Executive Secretary's Office: La correspondance concernant l'Association Européenne d'Economie et Direction d'Entreprise devra être adressée au Secrétariat Éxécutif: Prof. Dra. ENCARNACIÓN GONZÁLEZ VÁZQUEZ Prof. Dña. MERCEDES VILA ALONSO Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de Vigo Apartado 874 Lagoas - Marcosende, s/n E-36.310 VIGO, Pontevedra España Los artículos y correspondencia de la REVISTA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA, REVISTA DE ECONOMÍA Y EMPRESA y de INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA deberán remitirse a los Directores respectivos. Las normas que deben seguir los artículos se recogen en la penúltima página de las REVISTAS. Articles and correspondence for the REVISTA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA, REVISTA DE ECONOMÍA Y EMPRESA and for the INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA should be sent to the respective Directors. The norms that the articles should follow can be found on the second last page of the JOURNALS. Les articles et correspondence de la REVISTA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA, REVISTA DE ECONOMÍA Y EMPRESA et de la INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA devront être adressés aux Directeurs correspondants. Les normes à suivre pour les articles figurent à l'avant dernière page des REVUES. ASECI Asociación de Empresarios de Coleccionismo e Inversión, convoca las siguientes Becas y Premios: PREMIOS Premio al Mejor Artículo de Investigación Publicado sobre bienes de colección. El premio es de 1.000,00 euros. BECAS Dos Becas de Análisis e Investigación del Mercado de los bienes de colección. La dotación económica de cada beca es de 3.000,00 euros. Para solicitar las bases de las convocatorias, dirigirse a: ASECI Asociación de Empresarios de Coleccionismo e Inversión C/ Goya 15 - 6º dcha. 28001 - Madrid Telf: 91 4263580 - Fax: 91 4263582 E-mail: [email protected]