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SEGUNDO FORO REGIONAL DE SALUD URBANA & TERCER FORO REGIONAL DE PROMOCIÓN DE LA SALUD INFORME FINAL D el 2 5 al 2 7 C iudad de de octubre N ue v a del 2 0 1 0 Y or k Sustainable Development and Environmental Health Area (SDE) PAN AMERICAN HEALTH ORGANIZATION Pan American Sanitary Bureau, Regional Office of the WORLD HEALTH ORGANIZATION 525 Twenty-third Street, N.W. Washington, D.C. 20037, U.S.A. 2011 iii Índice Introducción..............................................................................................................................................................................1 Antecedentes y finalidad..................................................................................................................................................... 3 Objetivos....................................................................................................................................................................................5 Metodología..............................................................................................................................................................................6 Ponencia principal: La crisis y los determinantes sociales de la salud, Dr. Bernardo Kliksberg........................................................................................................................................................ 7 Bienvenida y presentación de los documentos de base (Marilyn Rice)......................................................... 11 Resumen de las deliberaciones y las recomendaciones de los grupos de trabajo ................................. 15 Palabras de la Dra. Mirta Roses y entrega de los premios a los ganadores del Primer Concurso Iberoamericano de Mejores Prácticas en Urbanismo y Vida Saludable.................... 29 Anexos 1. Agenda Combinada.................................................................................................................................................... 33 2. Lista de participantes................................................................................................................................................. 36 3. Documento de base sobre la salud urbana.......................................................................................................... 41 4. Documento de base sobre la promoción de la salud......................................................................................... 97 5. Presentaciones por los ganadores del Primer Concurso Iberoamericano de Mejores Prácticas sobre Urbanismo y Vida Saludable......................................................................................................................... 123 Primer premio. Reducción de la vulnerabilidad social, ambiental y física de los habitantes de la Ciudad de Medellín a través de una estrategia de corresponsabilidad y participación comunitaria orientada a la gestión de riesgo....................................................................................................... 124 Segundo premio. Estrategia de entornos de trabajo saludables en unidades de trabajo informal en Bogotá (Colombia).............................................................................................................................................. 127 Tercer premio. Plan de movilidad sustentable del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires......................................................................................................................................................... 129 Cuarto premio. Programa de intervención sobre el hábito tabáquico en el Ayuntamiento de Murcia. (Servicios Municipales de Salud)..................................................................................................... 130 Quinto premio. Transmileno ambiental sostenible.......................................................................................... 132 6. Llamado a la acción de Kobe................................................................................................................................... 133 In 2008, for the first time in history, the United Nations reported that more than half the human population is living in urban areas, and this proportion is expected to rise to 70% by 2050. (UNFPA, 2007) 1 Introducción En el 2008, por primera vez en la historia, las Naciones Unidas informaron que más de la mitad de la población humana vivía en zonas urbanas y que se prevé que esta proporción se eleve a 70% para el 2050 (FNUAP, 2007). La información indica que las desigualdades en el futuro serán mayores que nunca. La mayoría de los residentes urbanos vivirán en ciudades de Asia, África y América Latina, en países que se están empobreciendo cada vez más en relación con los países industrializados (Stephens, 2000). Según las previsiones, este cambio urbano se caracterizará por un mayor desplazamiento de la población a los centros urbanos; los barrios pobres albergarán a una mayor proporción de los más pobres del mundo y las ciudades crecerán, con graves repercusiones sobre el ambiente y la salud humana (Vlahov y cols., 2007). América Latina y el Caribe es región la más urbanizada del mundo en desarrollo, dado que 77% de su población ya vive en ciudades. Se calcula que esta región seguirá urbanizándose en los próximos dos decenios, en que la proporción de habitantes urbanos llegará a 85%. Seis de las mayores zonas urbanas de la Región de las Américas son megaciudades, definidas como ciudades con una población de más de 10 millones, a saber: dos en Brasil, São Paulo y Rio de Janeiro; dos en Estados Unidos, Nueva York y Los Ángeles; Buenos Aires en la Argentina y la ciudad de México. Otras grandes ciudades son Bogotá (Colombia) y Lima (Perú), cada una de las cuales tiene más de 8 millones de habitantes. Les siguen Santiago, en Chile, y Belo Horizonte, en Brasil, cada una con cerca de 6 millones de habitantes. Sin embargo, la mayor parte del crecimiento urbano ocurre ahora en las ciudades pequeñas y medianas, que tienen una menor capacidad de planificación y gestión urbana. La urbanización es mucho más que una cuestión demográfica; también es una megatendencia y un proceso. Sus orígenes radican en los beneficios que se le atribuyen a la vida urbana, los cuales están presentes en todos los países, pero sobre todo en los países en desarrollo. La urbanización debe considerarse dentro de un contexto macroeconómico que abarca diversos factores sociales, económicos y políticos. Esta complejidad se amplifica por la expansión de las actividades productivas y la generación de un fenómeno económico nuevo y dinámico: las aglomeraciones urbanas metropolitanas que tienen la capacidad de definir las tendencias económicas, las inversiones productivas y el impulso para la ampliación de los servicios. La urbanización, como la globalización, puede considerarse un factor estructural entre los determinantes sociales de la salud. En vista de que la concentración de personas, recursos productivos e infraestructura social en las zonas urbanas es tanto la fuerza motriz del desarrollo económico como su resultado (Tannerfeldt y Ljung, 2006), las ciudades brindan oportunidades para mejorar las condiciones de vida de las personas. Reducir las inequidades en materia de salud mediante la reducción de la pobreza y la desigualdad es uno de los retos principales para los países de la Región, sobre todo en el contexto de una urbanización rápida y no planificada. Si bien todo parece indicar que los países de la Región han avanzado notablemente en muchos aspectos, como reducir el número de personas que viven en la pobreza y elevar los índices de alfabetización y la esperanza de vida al nacer, estos avances se basan en valores promedio para todos los países y, a menudo, ocultan profundas desigualdades, tanto al interior de cada país como de las ciudades (OPS/OMS, 2007). En los últimos años, muchos países del continente americano han puesto un mayor énfasis en los determinantes sociales de la salud. Como resultado, en los países de la Región se han incrementado las políticas y las actividades que abordan los determinantes de la salud a fin de reducir las desigualdades en materia de salud; dichas políticas reconocen, fortalecen y aprovechan las capacidades y recursos de las personas para mejorar su propia salud. La 2 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final generación de entornos saludables (municipios, escuelas, centros de trabajo, etc.) ha sido uno de las estrategias aplicadas más ampliamente en América Latina y el Caribe. Urbanización y promoción de la salud La promoción de la salud es una manera de pensar y trabajar integrada, multisectorial, basada en la población, participativa, relacionada con el contexto y que actúa a diferentes niveles para lograr una mejor salud y bienestar para todas las poblaciones, en especial las más vulnerables. En los últimos años, los Objetivos de Desarrollo del Milenio y otras iniciativas mundiales han reconocido el enfoque de promoción de salud, al destacar la necesidad de centrarse en la equidad, en los determinantes sociales y económicos de la salud y en las inequidades existentes en materia de salud (IUHPE, 2010). Conforme el interés en la promoción de la salud ha ido aumentando en todo el mundo, se ha utilizado como una estrategia central en los programas y políticas nacionales, así como en las iniciativas de desarrollo comunitario en todo el continente. La urbanización acelerada de la Región en los últimos decenios plantea un reto significativo para la promoción de la salud. En la Región hay una enorme diversidad social, económica, política, climática y étnica. A ella se agregan los múltiples factores que afectan los entornos urbanos, la salud y la calidad de vida de la población. Por ejemplo, el crecimiento caótico de las ciudades, el desarrollo industrial desorganizado y la migración del campo a la ciudad contribuyen a la aparición de zonas marginadas, la proliferación de viviendas precarias, mayor pobreza, contaminación ambiental y el aumento de las enfermedades y la violencia. En muchos países de la Región, las metas y los procesos de promoción de la salud se han integrado firmemente en las políticas, los programas, los objetivos y las metas de salud nacionales. En la actualidad, diez países del continente tienen en marcha políticas y planes de promoción de la salud (Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Estados Unidos, Guyana, México, Perú, la República Dominicana y Trinidad y Tabago). Muchos países han adoptado políticas sanitarias encaminadas a reducir los factores de riesgo y las enfermedades, así como políticas en otros sectores con el objetivo de influir sobre los determinantes sociales de la salud. Algunos países también han establecido políticas nacionales que integran mejoras de salud, sociales y económicas en los diversos niveles de la sociedad. Para muchos países de las Américas, tanto los argumentos como las cinco estrategias descritos en la Carta de Ottawa constituyen sus principales metas en materia de salud pública. Muchos han adoptado y aplicado la Carta de Ottawa a nivel nacional y local, a fin de mejorar la colaboración multisectorial para la elaboración de políticas públicas favorables a la salud. No obstante, las inequidades en materia de salud entre países y dentro de cada país van en aumento, sobre todo en los entornos urbanos. Para afrontar estos nuevos retos, es crucial fortalecer las condiciones necesarias para una eficaz promoción de la salud, al renovar el compromiso y poner en práctica los valores esenciales de la promoción de la salud. Es necesario, entonces, que quienes formulan las políticas y programas de promoción de la salud y los profesionales dedicados a esta adopten nuevos enfoques, con objeto de incorporar la promoción de la salud en la agenda política y de desarrollo de los centros urbanos de la Región. 3 Antecedentes y finalidad En el último decenio, la Región y el mundo han sufrido un proceso muy dinámico que ha colocado la promoción de la salud en una posición privilegiada. Todo ello convierte al 2010 en un momento particularmente favorable para impulsar la promoción de la salud en la Región. En el 2005, la OMS estableció la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud, la cual incluyó una Red Experta sobre Medios Urbanos, cuyo objetivo era examinar y formular recomendaciones sobre las intervenciones mediante políticas para una “urbanización saludable”. En el 2007, ONU-Hábitat publicó un influyente informe, Estado de las ciudades del mundo 2006/2007 (ONU-Hábitat, 2006) y la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI) publicó el libro More Urban, Less Poor (Más urbanos, menos pobres, aun sin traducción) (Tannerfeldt y Ljung, 2006). También en el 2007, el Worldwatch Institute y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) eligieron la salud urbana como el punto central de sus informes mundiales, y en el mismo año, la OMS destacó la importancia de la salud urbana en el Día Mundial de la Salud, con el tema “seguridad sanitaria internacional”. La Fundación Rockefeller brindó un respaldo mayor al análisis al establecer la Red Mundial de Investigación sobre Equidad en materia de Salud Urbana, cuyo informe se publicó recientemente (GRNUHE, 2010). A lo largo de los tres últimos decenios, en varias conferencias mundiales se han definido las principales estrategias y medidas para promover la salud. En la Carta de Ottawa de 1986, considerada por muchos como una referencia fundamental en la promoción de la salud, se definieron cinco áreas de acción para las intervenciones de promoción de la salud, a saber, elaboración de políticas públicas favorables para la salud, generación de entornos saludables, fortalecimiento de la acción comunitaria, promoción de aptitudes para la vida y reorientación de los servicios de salud. La Declaración de Adelaida (1988) se centró en las políticas públicas saludables; la de Sundsvall (1991), en los entornos saludables; la de Yakarta (1997) promovió el desarrollo de alianzas, mientras que la Declaración de México (2000) destacó la importancia de elaborar planes de acción. En el 2005, en la Carta de Bangkok se definió la base para la promoción de la salud en un mundo globalizado, y fue seguida por el “Llamado a la Acción” de Nairobi (2009), que hace especial hincapié en los países de ingresos bajos y medios. La Región de las Américas ha desempeñado un papel importante en el desarrollo histórico y el progreso de la promoción de la salud. La Región tiene notables antecedentes de movimientos sociales y comunitarios a favor de la ejecución de políticas y programas que dieran relevancia a la participación comunitaria y la colaboración. Las estrategias de entornos saludables (municipios, escuelas, centros de trabajo, hospitales y mercados) tienen profundas raíces en la Región y han sido clave para llevar a cabo acciones de colaboración e impulsar la planificación compartida y una participación vigorosa. La OPS ha establecido el Foro Regional de Salud Urbana con la intención de consolidar un marco conceptual y estratégico para la cooperación técnica en materia de salud urbana. Este foro se encarga de promover y facilitar el diálogo con los colaboradores internos y externos, a fin de lograr mejores políticas y programas sanitarios basados en datos científicos sobre salud pública. La primera reunión del Foro Regional de Salud Urbana se celebró en el 2007 en la ciudad de México. El Primer Foro de Promoción de la Salud se llevó a cabo en Chile (2002) y el Segundo Foro, en Brasil (2005); estos foros tuvieron el objetivo de fortalecer el compromiso de los países de la Región con la promoción de la salud y de destacar sus logros en la formulación de políticas y redes nacionales de promoción de la salud. 4 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Como parte de las actividades del Día Mundial de la Salud del 2010, dedicado a “la urbanización y la vida saludable”, la OPS organizó de manera conjunta el Segundo Foro Regional de Salud Urbana y el Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud, los cuales se realizaron en octubre de ese año en la ciudad de Nueva York, con la finalidad de mejorar la cooperación técnica y la asistencia a los Estados Miembros y a sus ciudades en materia de salud urbana y promoción de la salud. 5 Objetivos Objetivos generales Objetivos específicos El Segundo Foro Regional de Salud Urbana tuvo como objetivo mejorar la salud de los habitantes de las ciudades de las Américas, mediante el fortalecimiento de las estrategias que promueven la salud en los entornos urbanos de esta Región. A su vez, el objetivo del Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud fue fortalecer la promoción actual de la salud en las Américas y su contribución a mejorar la salud urbana en la Región. Estos Foros servirán para reconocer las áreas en las que podrán cooperar en el futuro la OPS, sus colaboradores clave y sus Estados Miembros, a fin de mejorar las políticas públicas y las prácticas actuales en lo relativo a la promoción de la salud en los entornos urbanos. 1. Presentar un panorama de los últimos adelantos técnicos en materia de promoción de la salud y salud urbana en la Región de las Américas. 2. Comentar la relación entre la promoción de la salud y la salud urbana. 3. Proponer revisiones a los documentos de referencia sobre promoción de la salud (elaborados para el Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud) y sobre salud urbana (elaborados para el Segundo Foro Regional de Salud Urbana), con base en las deliberaciones, observaciones y recomendaciones de ambos Foros. 4. Trazar la ruta que deberán seguir la OPS y sus asociados para promover la salud y apoyar las nuevas estrategias de promoción de salud en los entornos urbanos de las Américas. 6 Metodología Al inicio del primer día, ambos foros participaron en una ceremonia inaugural conjunta y un debate plenario. En la tarde del primer día, los participantes de cada foro se dividieron en cuatro grupos de trabajo. Los grupos de trabajo para el Foro de Salud Urbana fueron: Grupo de trabajo 1: Condiciones sociales (desarrollo humano, desarrollo comunitario, cohesión social y prevención de la violencia) Grupo de trabajo 2: Gobernanza urbana para la salud y la equidad (gobernanza; promoción de la salud; municipios, ciudades y comunidades saludables; y sanimetría urbana) Grupo de trabajo 3: Infraestructura urbana y planificación urbana (agua, saneamiento, eliminación de desechos sólidos, calidad del aire, vivienda, transporte, seguridad vial y planificación del uso de la tierra con atención a los riesgos) Grupo de trabajo 4: Cambios en los ecosistemas y preparación y respuesta ante crisis y emergencias inducidas por peligros naturales Los grupos de trabajo para el Foro de Promoción de la Salud fueron: Grupo de trabajo 1: Políticas públicas favorables a la salud: cómo relacionar la promoción de la salud, los determinantes de la salud y la atención primaria de la misma Grupo de trabajo 2: Seguimiento y evaluación: documentación de resultados y obtención de datos probatorios Grupo de trabajo 3: Cómo otorgar poder de decisión a la comunidad (“empoderamiento” de la comunidad) Grupo de trabajo 4: Acción intersectorial Cada grupo de trabajo recibió una guía para orientar sus deliberaciones sobre la promoción de la salud y la salud urbana en las Américas. Cada grupo también tuvo un moderador y un relator. El relator de cada grupo preparó un resumen de las discusiones y las conclusiones surgidas en su grupo. En la tarde del segundo día, cada grupo de trabajo de un foro se reunió con un grupo de trabajo del otro foro. Después de comparar y comentar sus respuestas a la guía para la discusión, estos cuatro nuevos grupos de trabajo prepararon un informe conjunto de sus conclusiones y recomendaciones. Los resúmenes y recomendaciones de los grupos se expusieron en la sesión plenaria de clausura, el martes 26 de octubre, y en una sesión extraordinaria en ocasión de la 9.a Conferencia Internacional sobre Salud Urbana (ICUH), el miércoles 27 de octubre. Asimismo, están contenidos en el presente informe. 7 Ponencia Principal La Crisis y los Determinantes Sociales de la Salud Bernardo Kliksberg Asesor Principal, Dirección Regional para América Latina y el Caribe del PNUD La mayor crisis en 80 años A fines del 2007 se desencadenó con epicentro en Estados Unidos la mayor crisis que haya conocido la economía mundial desde la depresión de los años 30. El producto bruto mundial que había subido 3.9% en el 2007, aumentó sólo 2.1% en el 2008, y cayó un 2.6% en el 2009. El comercio mundial que subió un 6.6% en el 2007, creció sólo 2.4% en el 2008, y cayó en 11.1% en el 2009. El producto bruto de los Estados Unidos cayó 2.5% en el 2009, el de la Europa 3.9%, y el de Japón 5.4%. El Estados Unidos produce 28% del producto bruto mundial. La desocupación en Estados Unidos pasó del 4.9% a fines del 2007 al 9.6% en Septiembre 2010. Hay cerca de 15 millones de desocupados. En la población de color la tasa es 16.1% y en la hispana 12.4%. Si se suman los subempleados involuntarios y los desalentados se agregan otro 15 millones. Según el informe de la OIT los efectos de la desocupación están siendo muy graves en los jóvenes. Hay un récord de jóvenes desocupados de 81 millones. La desocupación juvenil excede el 25% en diversas economías europeas. La OIT habla de una ¨generación perdida¨ que no está teniendo ninguna oportunidad para ingresar al mercado de trabajo. La crisis está agudizando los graves problemas de pobreza y desigualdad que tiene el mundo. El porcentaje de pobres era a fines del 2009, 14.3%, 44 millones de pobres. El mayor en 15 años. En la población de color era 25.8%, y en la hispana 25.3%. La duración promedio del desempleo viene subiendo y era en septiembre de 2010 de 33.3 semanas. Según la Universidad de la ONU, el 10% más rico de la población mundial tiene el 85% de los patrimonios, el 50% más pobre sólo el 1%. La crisis que comenzó siendo financiera se transformó en macroeconómica y ahora es humanitaria. Según la FAO la cifra de hambrientos ascendió en el 2009 en 100 millones. En el año 2008 se observó una triste paradoja. Aunque hubo la segunda mayor cosecha de la historia, 5 millones de niños murieron por hambre. Según la OIT (Octubre, 2010), se necesitarán por lo menos 5 años para que la economía mundial recupere los niveles de empleo del 2007. Dice que “las causas de la crisis no han sido atacadas apropiadamente”. Hablando sobre los EUA, Bernenke declaró: “Tendremos incertidumbre y altas tasas de desocupación por varios años”. En Europa donde la desocupación es del 10%, se prevé que el crecimiento será sólo del 1.1% en el 2010 y de 1.2% en el 2011. 8 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final La crisis tiene implicancias directas en la salud pública y propone interrogantes importantes para el trabajo en la salud urbana y la promoción de la salud. El contexto actual está presionando e impactando a los determinantes sociales de la salud. En un mundo globalizado, se observa un aumento de la vulnerabilidad y de la incertidumbre. La crisis influencia a la salud en 2 aspectos importantes: el aumento de la desocupación y la desocupación prolongada, y la violencia e inseguridad urbana. La respuesta a esta problemática requiere romper la agenda tradicional de salud pública. Algunas causas de la crisis: el factor ético Al describir la escisión entre ética y la economía, Adam Smith ha reconocido los siguientes factores fundamentales para los mercados: la prudencia, la humanidad, la justicia, la generosidad, y el espíritu público. Tras la crisis se han señalado factores como la desregulación ¨salvaje¨ de los mercados financieros en los años previos, la especulación en múltiples formas, y los comportamientos antiéticos de altos ejecutivos de organizaciones financieras líderes. Las fallas éticas jugaron un rol importante en la crisis. El New York Times editorializa: “Seamos claros, la crisis causada por la irresponsabilidad de los bancos costó al país más de 120 billones. Cualquier cálculo debe incluir también la mayor recesión desde los 30, y la pérdida de 7 millones de trabajos”. El Financial Times plantea: “La crisis surgió de la falta de liderazgo, y responsabilidad corporativa”. El Presidente de la Comisión creada por el Congreso americano para investigar la crisis, Phil Angelides habla de examinar en el sector financiero “la codicia, estupidez, y soberbia”. Hablando sobre el abandono de la protección del interés colectivo por parte de las políticas públicas, Juan Somavia (Director General de la OIT) reflexiona: “La visión ideológica de la economía que sostiene que la desregulación siempre es la mejor política nos ha llevado a los problemas del sistema financiero. Esta visión sobrevaloró el mercado, infravaloró el papel del Estado y devaluó la dignidad del trabajo”. En una visión de conjunto de las causas de la crisis y las fallas de la ética corporativa, Angel Curria (Secretario General de la OECD) plantea: “Estamos enfrentando una falla sistémica. La crisis global no ha sido causada por un shock externo, como un ataque terrorista o la manipulación de los precios del petróleo por un grupo de países. Ha sido creada por el mismo sistema, por el sistema que hemos creado, y por una combinación tóxica de comportamientos antiéticos de las empresas, y las fallas en la regulación y supervisión de sus actividades”. Algunos de los principales ideólogos del pensamiento que llevó a la crisis admitieron su falibilidad. En una declaración que hizo al Congreso americano, Allan Greenspan declaró: “Estoy en estado de estupor. Creímos que las instituciones financieras se auto-regularían para proteger sus intereses, y lo de los accionistas, y no lo hicieron… todo el edificio intelectual que construimos se ha venido abajo”. Según Ban Ki-Moon (Secretario General de la ONU): “Necesitamos una nueva comprensión sobre la ética en las empresas, y la gobernabilidad, con más compasión, y menos fe acrítica en la magia de los mercados”. Impactos en América Latina y en los Determinantes Sociales de la Salud La salud pública ha hecho grandes progresos en la región. Los esfuerzos denodados realizados en este campo por los Gobiernos democráticos, y numerosos sectores de la sociedad en los cuales entidades modelo como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han tenido un rol pionero, y un fuerte liderazgo, han estado en la base de esos avances sostenidos. Sin embargo, la inequidad en salud sigue presentándose como un problema de amplias proporciones y alta gravedad. Con frecuencia los análisis sólo enfatizan los avances en los promedios generales de salud de los países. Ello permite establecer una dimensión de inequidad que es la que surge de comparaciones interpaíses. Sin embargo, las inequidades fundamentales son subterráneas a esos promedios. Aparecen cuando se practica la sana recomendación de la Dra. Mirta Roses, directora de la Organización Panamericana de Salud, y se toma distancia de la ¨tiranía de los promedios¨. Como se ha resaltado (Alleyne, 2002), el mismo espíritu de la Declaración de Alma-Ata evoca este problema cuando llama a ¨salud para todos¨ en lugar de poner el foco en sólo lograr buenos promedios. Al desagregar las cifras de salud al interior de Ponencia Principal los países, teniendo en cuenta criterios como los estratos socioeconómicos, la localización geográfica, el género, la etnia, el color, las edades, y otros, surge un panorama de muy disímiles accesos a este derecho esencial que hace a la dignidad humana. La crisis se transmitió a América Latina en el 2009, interrumpiendo seis años de buen crecimiento económico. El producto bruto regional cayó en un 1.9%, después de haber crecido 4.7% anual entre 2004 y 2008, con marcadas diferencias según los países. Con el aumento de 8 millones más de pobres, la pobreza subió a 190 millones. Entre otros aspectos, hubo un impacto importante en las remesas migratorias, que protegen a 20 millones de familia en la región. Se estima que estas han reducido en un 11% en el 2009. Los grupos y poblaciones más vulnerables sufrieron los mayores impactos: los jóvenes, con una tasa de desocupación que duplica a lo general; las mujeres, que sufren más discriminación laboral; los niños con un aumento de la mortalidad infantil, la desnutrición, y la deserción escolar; y los indígenas y afroamericanos La desnutrición aumentó 13% en el 2009; se estima que actualmente afecta 47 a 53 millones de personas; en América Latina, 16% de los niños o aproximadamente 9 millones padecen de desnutrición crónica. Según la UNESCO, sólo 43.9% de los niños terminan la primaria a tiempo y sólo 49.7% de los jóvenes termina la secundaria. Entre en el 20% más pobre sólo el 30% la finaliza. El 11% de los niños en primaria trabaja. El 20% de las escuelas no tienen agua potable y el 33% no tienen baños suficientes. En la región, el presupuesto en educación es sólo el 4.1% del producto bruto. La región afronta muchos desafíos de salud pendientes, como por ejemplo, el hecho de que 40 millones de personas siguen viviendo sin agua potable y 115 millones sin instalaciones de saneamiento mejoradas. ¿Qué pasa con los desocupados? Como ya mencionado anteriormente, con la crisis se observó un aumento importante en los niveles de desocupación, que incluye no solamente a los desempleados, sino a los que sólo consiguen trabajo a tiempo parcial y los ¨desalentados¨, que ante los rechazos sucesivos se han retirado del mercado de trabajo. Una investigación de la Universidad de Rutgers (Septiembre 2009) entre los desocupados levantó los siguientes datos y conclusiones; 56% contestaron que se vieron obligados a pedir dinero prestado de familiares o amigos. Un 25% no pudieron pagar sus hipotecas o sus alquileres. 68% dijeron que estaban deprimidos; 61% que habían perdido el sueño. 55% estaban profundamente enojados. 58% reportaron tensiones en las relaciones familiares. Se percibían además muy solos en la situación; 61% dijo que se sentían desamparados. Uno de los encuestados explicó: “Siempre he trabajado, por lo tanto esto es muy deprimente. Nunca creí que a los 60 años pudiera estar desempleado, sin yo haber elegido.” Otro retrató así su situación: “tengo miedo por mi familia y mi futuro. Estamos por ser desalojados, y las cuentas se están acumulando. Hemos vendido todo lo que era posible vender para mantenernos y tenemos muy poca esperanza de nada”. 86% dijo “que no creía que tuviera una buena chance de recuperar su viejo trabajo”, 54% se sentían desesperanzados. Asimismo, cuando los seres humanos están en una encerrona de este tipo, con su autoestima disminuida, tensiones familiares, poca esperanza, tienden a alejarse de los otros. Un 52% estaban evitando socializar con amigos. Van Horn y Zukin conductores de la encuesta resaltan: “… los americanos creen que es un Katrina de las recesiones. La gente está en los techos sin un bote”. Los efectos de la desocupación resultan muy graves, por ejemplo, al resultar en un aumento sobre la violencia urbana, la deserción escolar, la exclusión laboral y la fractura familiar. Hay Salidas Hemos visto la magnitud y profundidad de la actual crisis mundial. Analizamos luego algunos de sus impactos en América Latina, que es una región que presenta varias paradojas. El futuro se presenta cargado de oportunidades 9 10 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final y desafíos para la región. El importante es de no mirar solo producto brutos, pero investir en el desarrollo de políticas públicas más integradas y centradas en la gente. Hay ejemplos importantes de dichas políticas en la región, como por ejemplo, en Brasil, Chile y Uruguay. La política social hoy que es mucho más ágil, precisa e innovadora debe de una vez por todas transformarse en una política de Estado, en lugar de respuestas a coyunturas. Hay que fortalecer los gobiernos locales. El nivel local es el lugar donde se puede aplicar de mejor forma a los enfoque innovadores con diversos actores. Es allí que se puede realizar un trabajo de articulación social para reducir la pobreza. La participación es clave: ¨Con la gente, no para la gente¨. La idea de los municipios saludables está bien desarrollada en la región y ya produce resultado. La concertación social y la cooperación regional ofrecen gran posibilidades para potenciar el trabajo en todos los campos. Esta cooperación debe invertir y fortalecer la responsabilidad social empresarial e involucrar a los distintos actores de la sociedad civil. ¿Esto es una agenda ilusoria? Creo que no. El ilusorio es creer que las cosas se van a arreglar solas; que no hace falta corregir las fallas centrales y que se puede seguir en frente. Esto puede llevar al descenso de la condición social, a fracturas y a la conflictividad. Lo sensato y realista es que todos sean incluidos, que haya posibilidades reales de que los derechos humanos, que están siendo violados todos los días por la pobreza en América Latina, sean respetados. La ilusión es seguir como si nada hubiera pasado. En cambio, lo sensato es trabajar con la idea de una economía con rostro humano. Bibliografía Ampliatoria Bernardo Kliksberg – Amartya Sen, “PRIMERO LA GENTE”, 8ª Edición, TEMAS 2010. 11 Bienvenida y presentación de los Documentos de Base Marilyn Rice Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) En la introducción de este documento se destaca la situación de la creciente urbanización en la Región de las Américas. Habida cuenta de ello, se prepararon dos documentos de base para estos dos foros, uno sobre salud urbana y el otro sobre promoción de la salud. En ambos documentos se analiza de manera mucho más detallada los efectos de la urbanización en zonas específicas de nuestros países, a la vez que se destacan los retos y se formulan las preguntas que deberán abordarse en los foros acerca de cómo afrontar dichos retos en el siglo XXI. Retos La vasta expansión urbana en los países en desarrollo tiene implicaciones mundiales. Lo que ocurra en las ciudades del mundo menos desarrollado en los próximos años configurará las perspectivas para el crecimiento económico, la mitigación de la pobreza, la estabilización de la población, la sostenibilidad ambiental y, a fin de cuentas, el ejercicio de los derechos humanos en todo el mundo (FNUAP, 2007). No obstante, las desigualdades sociales se exacerban en las ciudades. La infraestructura urbana afecta al estado de salud de la población, al facilitar u obstaculizar el acceso a los servicios públicos, como agua potable, saneamiento, electricidad y transporte, así como educación, servicios de salud, comunicaciones y espacios públicos para recreación y deporte. La complejidad de la solución de estos problemas se agrava por las dificultades en las relaciones sociales, familiares, comunitarias y de género. Tres factores que contribuyen de manera destacada a la carga de morbilidad en la Región son la violencia, el abuso del alcohol y el tabaquismo. La dinámica económica, industrial y de transporte de las ciudades y el consiguiente consumo de energía dejan una considerable “huella de carbono”, la cual tiene implicaciones a largo plazo para la salud y el bienestar de la población que habita en las ciudades y fuera de ellas. Esto se traduce en grandes inequidades que los sistemas de información sanitaria no siempre registran ni detectan. Gestionar los entornos urbanos de manera sostenible y equitativa es uno de los mayores retos para los próximos decenios. Si bien la Región ha ido avanzando en este sentido, con menos personas que viven en la pobreza, un índice de alfabetización más alto y una mayor esperanza de vida, los promedios en los datos tienden a disimular las grandes desigualdades que existen al interior de los países y de las ciudades (OPS/OMS, 2007). Para abordar la desigualdad hacen falta cambios metodológicos profundos y la generación de herramientas y capacidades apropiadas. Las ciudades deben formular políticas públicas favorables a la salud, centradas en los determinantes sociales de la salud, en un desarrollo local sostenible y en la equidad en materia sanitaria, así como adoptar mecanismos de planificación y gestión que incluyan una colaboración intersectorial y procesos participativos de toma de decisiones. 12 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final A partir de un análisis de las estrategias de intervención sobre los determinantes de la salud, es posible reconocer tres modalidades en las políticas públicas: 1) las que buscan mejorar la salud de los grupos de población más desfavorecidos, mediante programas dirigidos por objetivos; 2) la que pretenden cerrar la brecha entre los grupos sociales en peores condiciones y los que tienen una mejor situación; y 3) las que abordan todo el gradiente en materia de salud, es decir, la relación entre posición socioeconómica y salud en toda la población (Solar y cols., 2007). Tales políticas podrían ejecutarse en los entornos urbanos a nivel municipal, así como a nivel nacional. Necesidad de una gobernanza urbana favorable para la salud Una gobernanza urbana en pro de la salud es un aspecto fundamental para lograr y mantener ciudades saludables. Tener una gobernanza urbana que promueva la salud implica definir y abordar los determinantes de la salud urbana desde una perspectiva multisectorial. En un contexto urbano, la buena gobernanza se definirá por la “suma de las muchas formas en que los individuos y las instituciones, tanto en el sector público como en el privado, planifiquen y administren los asuntos comunes de la ciudad” (ONU-Hábitat, 2002). A fin de promover la salud urbana, es importante que los modelos de gobernanza incluyan la participación activa de todos los sectores de la sociedad (sector público, sector privado y sociedad civil) en los procesos de toma de decisiones, así como en mecanismos para planificar, gestionar, vigilar y evaluar las políticas y los programas que se aplican a los contextos urbanos. Sin embargo, muchas ciudades de las Américas excluyen del proceso de toma de decisiones a una gran proporción de sus habitantes, los pobres urbanos, ya que dicho proceso suele estar dominado por elites o grupos de interés. Debe hacerse hincapié en la participación dinámica de todos los interesados directos que tienen actividad a nivel local, tales como instituciones internacionales y regionales, organizaciones no gubernamentales nacionales y locales, grupos religiosos, movimientos sociales, medios de comunicación, investigadores y el sector educativo (Dodgson y cols., 2002). Es de suma importancia fomentar la participación de los grupos excluidos, como los pobres urbanos, las mujeres y las minorías étnicas y culturales. Promoción de la salud Influir sobre sectores distintos al de la salud (como alcaldías o presidencias municipales, transporte, vivienda, seguridad, educación, cultura, deporte, energía, agricultura y ganadería, turismo, comercio y protección civil) es una función clave de la rectoría que pueden ejercer la promoción de la salud y el sector sanitario en los entornos urbanos. Es imposible que el sector de la salud administre por sí solo el ambiente rápidamente cambiante; en lugar de ello, debe usarse la fortaleza de la colaboración con otros sectores para mejorar la calidad de vida. La promoción de la salud necesita tener un mandato claro que permita a las personas que viven en las ciudades, y a las instituciones que las atienden, modificar los determinantes de la salud para mejorar su calidad de vida, su salud y su bienestar. Por consiguiente, la atención debe concentrarse en modificar los determinantes de la salud, lo cual requiere una interacción con los actores y los sectores que gestionan dichos determinantes. Los gobiernos nacionales y locales, junto con la sociedad civil, organizaciones locales y entidades privadas, con el apoyo de instituciones académicas y organizaciones internacionales, pueden formular y contribuir a la adopción de medidas que propicien un cambio significativo en las condiciones sociales, económicas y ambientales de la mayoría de la población de la Región. Qué está haciendo la OPS para promover la salud Las redes de promoción de la salud en las Américas trabajan para mejorar la salud y las condiciones que determinan la calidad de vida con base en la equidad. Para ello, incorporan los temas de salud en las diversas agendas de desarrollo que abarcan tanto la salud en sí como la agricultura y la ganadería, y la educación. Aprovechan oportunidades regionales y subregionales para integrar a las autoridades y los sectores locales. Las redes regionales, como las de municipios, ciudades y comunidades saludables, escuelas y universidades promotoras de la salud y vivienda saludable, pueden dirigir la formulación Bienvenida y presentación y el fortalecimiento de las estrategias en su ámbito e introducir la promoción de la salud en los programas políticos de los países que las integran para, a su vez, contribuir a un desarrollo local sostenible y lograr mejoras en los determinantes sociales de la salud, incluida la urbanización. Además, las redes regionales de las Américas representan un foro destacado y ofrecen un modelo regional de promoción de la causa para las políticas públicas a favor de la salud, al fortalecer las alianzas a nivel continental, articular las iniciativas de las redes nacionales y locales, así como de otras redes relacionadas, y promover el intercambio de experiencias y la solidaridad entre sus miembros. Los centros colaboradores de la OPS/OMS ofrecen conocimientos técnicos especializados de gran relevancia y sirven como puntos de referencia sobre principios en los temas clave que se necesitan para impulsar el ámbito de la promoción de la salud. En los últimos cinco años, desde el Segundo Foro Regional de Promoción de la Salud, que se llevó a cabo en Rio de Janeiro (Brasil) y el Primer Foro Regional de Salud Urbana, con sede en la Ciudad de México, se han alcanzado algunos importantes hitos regionales y mundiales en materia de promoción de la salud y desarrollo. Entre ellos destacan el ejercicio de mapeo de la capacidades para promoción de la salud; la Carta de Bangkok para la promoción de la salud, que propone introducir el tema de salud en todas las políticas públicas; la resolución del Consejo Directivo de la OPS sobre promoción de la salud; el informe de la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud de la OMS; el Informe sobre la salud en el mundo de la OMS titulado La atención primaria de salud: Más necesaria que nunca; el Llamado a la Acción de Nairobi para cerrar las brechas en la ejecución de la promoción de la salud; las consultas del 2010 para incorporar la salud en todas las políticas públicas; el Día Mundial de la Salud del 2010, promovido por la OMS, cuyo tema fue urbanismo y vida saludable; las mesas redondas del Consejo Directivo de la OPS del 2010 con el tema de la salud urbana; y el informe de la OMS/ONUHábitat titulado Hidden cities: unmasking and overcoming health inequities in urban settings [las ciudades ocultas: revelación y superación de las inequidades sanitarias en los contextos urbanos]. Estos hitos se han acompañado de amplias iniciativas en materia de salud pública que apoyan la promoción de la salud de manera activa en muchas áreas de la práctica, tales como control del tabaquismo, 13 gripe pandémica, obesidad y alimentación sana, violencia y lesiones, mapeo de capacidades para la promoción de la salud y sistemas de salud en las Américas. Los datos probatorios analizados en ocasión de las mesas redondas del Consejo Directivo de la OPS sobre urbanismo y vida saludable y los compromisos surgidos de ellas permitieron examinar los retos que afronta la práctica de promoción de la salud en la Región y, especialmente, dentro de la realidad que ofrecen las ciudades como un entorno definitorio. Los ministros de salud y sus delegaciones recomendaron elaborar una estrategia y un plan de acción regionales preliminares sobre salud urbana en los que se describan las políticas que deberán adoptarse para orientar las actividades del sector a fin de adaptar los servicios de salud y tomar medidas eficaces ante los retos de la salud urbana. El Consejo Directivo solicitó a la Oficina Sanitaria Panamericana que adoptara medidas en las siguientes áreas: generar datos probatorios, crear conciencia, movilizar recursos, fomentar las asociaciones, adaptar y desarrollar las capacidades, fortalecer los servicios urbanos y alentar la aplicación de métodos específicos de evaluación, tales como la evaluación de las repercusiones sanitarias y la evaluación de las repercusiones sobre la equidad en materia de salud, con objeto de influir sobre la incorporación de la salud y la promoción de la salud en todas las políticas urbanas. Los Estados Miembros reconocieron las medidas que deben adoptar tanto los gobiernos locales como los nacionales para incorporar la equidad en materia de salud, promover activamente la participación de los ciudadanos y los principales interesados directos, evaluar la equidad en materia de salud, obtener de manera periódica datos sobre salud urbana y hacerlos accesibles, y facilitar el intercambio de información entre ciudades, gobiernos y países para aprender las mejores prácticas en el campo de la salud urbana. Ahora es el momento para responder a los retos emergentes de la urbanización. Es necesario examinar objetivamente las opciones de política con las que se cuenta y buscar respuestas más pragmáticas y creativas. Las decisiones que se tomen hoy en las ciudades configurarán no solo el destino de estas, sino el futuro social, ambiental y de salud de toda la Región. 15 Grupos de Trabajo Resumen de las deliberaciones y las recomendaciones ¿Cuál es la mejor manera de identificar e incorporar a los principales interesados directos en las labores en esta área? Resumen Al definir quiénes son los interesados directos y cómo incorporarlos en los temas de la salud urbana y la promoción de la salud es importante comprender cuáles son los puntos clave en las áreas o temas que están abordándose y analizar dichos puntos desde una perspectiva más amplia, es decir, la perspectiva de los determinantes sociales de la salud. Por ejemplo, un punto clave para la participación de los interesados directos en la gobernanza urbana es la falta de participación de los ciudadanos en la formulación de políticas antes de que se tomen las decisiones (a menudo, tal participación es meramente simbólica). En cuanto a las políticas públicas que favorecen la salud, el punto clave es la necesidad de convertir la salud en una prioridad para los sectores ajenos a ella. Un proceso de mapeo socioeconómico puede ayudar a identificar a los actores apropiados, capaces de comprometer a diversos sectores de la comunidad según sus distintos intereses y sus posibilidades de contribuir a solucionar el problema, o el grado al cual los afecten las medidas de solución. Posteriormente, es importante reconocer estrategias claras y la función de cada uno de esos actores. Retos principales Es difícil establecer las condiciones para que la comunidad adquiera poder de decisión. Hay enormes desigualdades en la distribución del poder y del control (por ejemplo, entre pobres y ricos; entre ciudadanos y políticos; entre personas educadas y no educadas; entre quienes participan y quienes son excluidos). La cultura y los antecedentes pueden no impulsar ni apoyar la colaboración. ¿Cómo puede distribuirse más equitativamente el poder? ¿Cómo puede compartirse el poder, es decir, el poder para colaborar y no el poder sobre los demás? Resumen de puntos clave y recomendaciones 1. Identificar los actores clave en los diversos sectores y niveles que sean apropiados a la escala e inmediatez del tema que se está abordando. Se debe tener en cuenta todos los niveles (nacional, regional, local) y los posibles colaboradores y aliados dentro y fuera del gobierno, los que disientan, los que se interesan por el tema y estén activos, los que se vean más afectados y los que puedan catalizar las acciones de otros colaboradores y sectores. Los encargados de adoptar las decisiones y los ciudadanos son fundamentales. No deben pasarse por alto el sector privado y el sector informal o no estructurado, aunque podrían no participar de la misma manera que otros interesados directos. Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final 16 2. Enmarcar el problema y los objetivos de manera amplia, pero también basada en los intereses de los afectados, es decir, de los interesados directos. Por ejemplo, para lograr la participación de los ciudadanos es importante mostrar las repercusiones del problema o del objetivo sobre su calidad de vida, mientras que un interesado del sector económico o empresarial quizá tenga que comprender el problema o el objetivo en términos de utilidades. La salud urbana, la promoción de la salud y la equidad en materia de salud también deben enmarcarse ampliamente como un sistema adaptativo complejo que funciona a todos los niveles. Es necesario comprender las crisis, tanto las agudas como las que son prolongadas y lentas, como acontecimientos causados por los seres humanos o en los que influyen los seres humanos. Se recomienda usar un marco ya existente para comprender los factores que contribuyen y los interesados directos, o bien elaborar uno al efecto; por ejemplo, existe el llamado Marco DPSEEA (siglas en inglés de fuerzas impulsoras, presión, estado, exposición, efectos y medidas).1 3. Reflejar el contexto, la historia y la identidad de la comunidad. Los métodos para incorporar a los interesados directos deben estar en armonía con las raíces, las tradiciones y la historia de la comunidad, a fin de lograr que los actores cultural y contextualmente apropiados participen en el proceso. Los líderes de la gobernanza urbana deben indagar qué motiva a los diversos actores y reconocer los intereses particulares de todos ellos. 4. Promover el liderazgo colectivo (multiinstitucional) entre los diferentes interesados directos. Es fundamental establecer un liderazgo colectivo. Permitir que los actores comprendan sus intereses particulares les ayuda a estar conscientes tanto de sus intereses individuales como de los intereses comunes y de la relación que guardan con el problema y con los objetivos que se persiguen. ¡El liderazgo colectivo conlleva una responsabilidad colectiva! Usar métodos democráticos e inclusivos para permitir la participación con una visión compartida, Véase la explicación del marco DPSEEA al final de este documento. 1 compromiso y rendición de cuentas. Es también fundamental garantizar el liderazgo de los funcionarios de más alto nivel (alcalde o gobernador) y asignar la responsabilidad de las políticas. 5. Facultar a los actores de la comunidad para que contribuyan a todas las fases de los procesos decisorios. Garantizar las condiciones que apoyen la participación en la toma de decisiones y la redistribución del poder, de modo que los intereses y las preocupaciones de todos los interesados directos se reflejen en el proceso de toma de decisiones, y no solo los de quienes ejercen las funciones u ocupan los puestos habituales de poder o autoridad. 6. Apoyar las prioridades reconocidas por la comunidad. Escuchar y tener en cuenta la información que aporte la comunidad, para asegurar que las prioridades reconocidas por esta se incluyan y se consideren en el proceso de toma de decisiones apoyado por una buena gobernanza. Usar métodos participativos para lograr que la comunidad y los interesados directos señalen los temas que deberán abordarse y las estrategias que se usarán en la promoción de la salud y la equidad. 7. Mantener a los interesados directos comprometidos y ocupados. A fin de cuentas, los diversos actores e interesados directos deben respaldar las convocatorias a la acción. Para apoyar los cambios en el ambiente de la comunidad, los actores e interesados directos a diversos niveles deben modificar su conducta. Los cinco objetivos para todo interesado deben ser: funciones, responsabilidades, respeto, resultados y recompensas. Obtener los recursos y el apoyo del personal dedicado a la materia (el personal mantiene en contacto a todos los interesados directos y conduce el proceso). ¿Cómo pueden documentarse las experiencias en el área de promoción de la salud y en el proceso de dotar de capacidad de acción y decisión, y cómo pueden obtenerse datos probatorios de la eficacia? Resumen La obtención de datos probatorios; la documentación y el análisis sistemático de las experiencias; y el intercambio Resumen de las deliberaciones y las recomendaciones de los grupos de trabajo de experiencias y enseñanzas extraídas son fundamentales para el progreso de la salud urbana y la promoción de la salud en la Región. Con tal objeto, es importante promover una cultura de participación y la voluntad de las comunidades de compartir sus experiencias. También es importante identificar los incentivos para que los interesados directos documenten y compartan los resultados de sus experiencias, por ejemplo, mediante concursos que destaquen las experiencias intersectoriales, así como mejorar las capacidades para documentar, evaluar y analizar los procesos, resultados y repercusiones. Cuando se pretende influir en las instancias normativas, es indispensable contar con datos probatorios de la eficacia. Documentar las experiencias y recopilar e interpretar los datos son dos de las áreas más importantes pero que con frecuencia se pasan por alto. El desglose de los datos es fundamental para discernir cómo influir sobre determinadas poblaciones vulnerables, tales como mujeres, niños, ancianos o discapacitados, y puede ayudar a determinar quién es vulnerable. Deben idearse buenos indicadores que permitan desglosar la información, para ir más allá de los promedios y revelar la verdadera profundidad de los problemas, a fin de dirigir las intervenciones a donde puedan ser más eficaces. Es necesario asignar fondos para los gastos de seguimiento y evaluación como parte del costo de un proyecto, de modo que puedan medirse los efectos. Los estudios de casos son una herramienta eficaz. Deben incorporarse las evaluaciones de las repercusiones sanitarias en la promoción de la salud y la práctica de salud urbana. Retos: Documentar las experiencias toma tiempo y esfuerzo. A menudo, ciertos métodos promisorios de promoción de la salud y de salud urbana (por ejemplo, los enfoques ambientales y de políticas públicas) no cumplen con las normas convencionales de los datos probatorios, y no son apropiados para los sistemas adaptativos complejos, en los cuales múltiples factores interrelacionados influyen en múltiples resultados interrelacionados. 17 Los enfoques “basados en datos probatorios” pueden cumplir con las normas en cuanto a una gran validez interna, al demostrar las relaciones de causa y efecto, pero por lo general son inferiores en cuanto a la validez externa o a los efectos demostrados en las situaciones características de la práctica. Lagunas en el conocimiento: Hacen falta datos probatorios acerca de cómo las condiciones influyen en el proceso y en los resultados de conferirles poder de decisión a las comunidades. Hacen falta datos probatorios en cuanto a qué enfoques favorecen los procesos y resultados de transferir el poder de decisión para mejorar la promoción de la salud y los desenlaces de salud urbana para grupos socialmente excluidos (por ejemplo, los jóvenes o los pobres). Puntos clave y recomendaciones 1. Identificar y reconocer las experiencias exitosas y las mejores prácticas. Es importante mantener una actitud inclusiva y propositiva para destacar las experiencias que están teniendo lugar a nivel comunitario con la participación de una variedad de interesados directos. 2. Invertir en el desarrollo de métodos de sanimetría para la salud urbana y la promoción de la salud que: incorporen los conocimientos, sistemas y herramientas de diversas disciplinas (antropología, sociología, etc.); apliquen la investigación mediante la acción participativa desde la perspectiva de la equidad, para conocer más a fondo tanto los mecanismos que favorecen como los que entorpecen la transferencia del poder de decisión a favor de la salud y de la equidad en materia de salud; y consideren el proceso, los resultados y los indicadores de las repercusiones en el marco de los determinantes sociales de la salud. 3. Incorporar el desarrollo de puntos de comparación y actividades de documentación como parte del proceso 18 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final de diseño y planificación. Asignar un presupuesto específico para el seguimiento y la evaluación de las intervenciones. 4. Mejorar los sistemas de información al incorporar los factores sociales determinantes, la equidad y los enfoques de desarrollo sostenible. Identificar los indicadores y los sistemas de recopilación de datos existentes. 5. Integrar el uso de tecnología. Por ejemplo, pueden usarse mapas de georreferencia para documentar y comunicar tanto la magnitud del problema (es decir, sus dimensiones) como las acciones comunitarias que se están apoyando a fin de abordar el problema o lograr el objetivo reconocido por la gobernanza urbana. 6. Intercambiar y compartir información con la comunidad y otros sectores en un formato apropiado y útil. Comprometer a los niveles superiores a presentar periódicamente un informe sobre la situación de la ciudad. 7. Fomentar la responsabilidad social para la notificación de datos. Los conocimientos y la influencia con respecto a los datos que se obtienen del sector privado son escasos. No hay normas ni reglamentos uniformes dentro de cada país y entre los distintos países que establezcan bases éticas para la notificación general de datos. Los gobiernos locales representan el mejor medio para proporcionar orientación y supervisión a fin de ayudar a que las fuentes de datos converjan y asegurar que se estén recopilando datos fidedignos y transmitiéndose a la comunidad. La responsabilidad social en cuanto a la notificación de datos adquiere particular importancia para lograr que los datos que se recopilan del sector privado, lo mismo que de las universidades, estén al alcance de los líderes encargados del gobierno de las ciudades. 8. Generar puntos de convergencia de los datos probatorios para orientar la toma de decisiones en materia de gobernanza urbana. Considerar un enfoque coordinado entre municipios, estados, territorios, naciones y regiones para generar una fuente coordinada (por ejemplo, una base de datos) que contenga la información básica sobre el tipo de datos y los principales hallazgos que se están recopilando de los diversos sectores y entornos (público, privado). Impulsar el establecimiento de observatorios de la salud urbana y la promoción de la salud para fines de transparencia y recopilación de datos. 9. Recopilar sistemáticamente los datos, usando métodos que permitan tanto aglutinarlos como desglosarlos. Debe haber algún tipo de acuerdo sobre las mediciones más apropiadas y sensibles con que se cuente, así como unidades de análisis comparables. Por ejemplo, la recopilación anual, longitudinal e independiente de datos para un seguimiento a nivel de vecindarios podría apoyar las comparaciones dentro de una misma ciudad, así como comparaciones entre distintas ciudades con características similares, lo cual aumentaría la sensibilidad al medir la eficacia de las estrategias e intervenciones urbanas. 10. Garantizar la recopilación de datos complementarios (secundarios) relativos a los grupos subrepresentados y vulnerables (por ejemplo, personas discapacitadas, jóvenes, pobres o sin hogar). Es apropiado demostrar los cambios y corroborar los datos cuantitativos y la significación estadística con los datos cualitativos; la información de este tipo puede ser más adecuada para documentar y validar la relevancia social y la importancia del esfuerzo. 11. Establecer mecanismos para intercambiar información y experiencias, por ejemplo mediante la creación de una base de datos regional de buenas prácticas y el reconocimiento de incentivos para que los interesados directos promuevan la colaboración intersectorial y compartan sus experiencias a un nivel nacional y regional. Emplear la plantilla de la OPS, probada en el terreno, para documentar las experiencias de promoción de la salud, y las directrices relacionadas, a fin de apoyar la documentación generalizada de las iniciativas prometedoras de promoción de la salud y los procesos afines de transferencia del poder de decisión, así como sus resultados. 12. Generar capacidades a todos los niveles para recopilar, evaluar y analizar datos. En particular, generar capacidades para el uso de las evaluaciones de las repercusiones sanitarias. Resumen de las deliberaciones y las recomendaciones de los grupos de trabajo ¿Cuáles son las mejores maneras de impulsar la integración de las estrategias de promoción de salud orientadas hacia la transferencia del poder de decisión en los programas de salud urbana? Resumen Para integrar las estrategias de promoción de la salud en los programas de salud urbana, es necesario que la salud y la equidad en materia salud sean una medida clave de los resultados del desarrollo regional y urbano y del desarrollo socioeconómico. Esto requiere una visión compartida, voluntad política, participación de las comunidades y acción intersectorial. En condiciones ideales, debería legislarse de arriba abajo, pero podría adoptarse primero a nivel local. También hace falta fortalecer el sector de la salud pública y convertirlo en el promotor de la causa y el guardián de la salud y de la equidad en materia de salud. Dotar de un verdadero poder de acción y decisión (“empoderar”) también debe entenderse como un derecho humano y relacionarse con la dignidad y con el poder. Un ejemplo de ello sería reconocer que los Estados tienen la responsabilidad de garantizar y proteger el derecho de las personas a influir sobre sus entornos. La promoción de la salud empieza por reconocer que la salud no es una cuestión únicamente de médicos, medicinas y tratamiento de las enfermedades, sino de mantenerse en condiciones saludables. Además de construir clínicas y hospitales, los planificadores urbanos tienen que brindar los medios para un modo de vida saludable. Las campañas en los medios de comunicación son una manera eficaz para promover los cambios de conducta, pero pueden ser muy costosas. Las redes sociales, incluidas las iglesias y las organizaciones cívicas, pueden ser una opción rentable. Los “embajadores” de buena voluntad, como las celebridades o las primeras damas, pueden ser promotores eficaces de los modos de vida saludables. La capacitación para la atención de la salud debe incluir el fomento de los modos de vida saludables como parte de la atención del paciente. Retos El contexto actual de grandes disparidades y poder diferencial en la Región. 19 Dado este contexto, la promoción de la causa es compleja y desafiante. Puntos clave y recomendaciones 1. Impulsar una promoción de la salud genuina e integrada, junto con estrategias y herramientas enfocadas a los determinantes sociales de la salud. Ayudar a los políticos y ministros gubernamentales a comprender la promoción de la salud y a comprometerse a largo plazo para apoyarla. Validar las políticas y los programas con la comunidad académica y los expertos de las asociaciones profesionales y trabajar en tres niveles: el conceptual, el político estratégico y el metodológico. 2. Invertir en la promoción de la causa y crear conciencia acerca de la promoción de la salud y los temas de salud urbana. Proponer que las estrategias de promoción de la salud estén bajo la responsabilidad de los niveles más altos del gobierno, tanto a nivel nacional como local, y no solo del sector de la salud. Dos ejemplos de ello son el Programa Vida Chile, que está bajo la responsabilidad de la Presidencia, y la creación de la Comisión Nacional de Determinantes Sociales de la Salud en el Brasil. Generar incentivos para la acción por parte de municipios y organizaciones no gubernamentales comunitarias, ya que es más fácil lograr una acción intersectorial al nivel local. Estas iniciativas también ayudan a desarrollar capital social en las comunidades. Reconocer “embajadores” (figuras políticas, celebridades, etc.) en las comunidades, para aumentar la credibilidad y la confianza en las intervenciones. 3. Emplear herramientas y estrategias de comunicación que utilicen información de otras áreas del conocimiento, no necesariamente dedicadas la salud, y que no concentren la responsabilidad exclusivamente en el sector de la salud. 4. Invertir en generar capacidades para la promoción de la salud y la salud urbana. Establecer alianzas interdisciplinarias entre los estudiosos para elaborar metodologías conjuntas. 5. Institucionalizar la promoción de la salud y los enfoques, metodologías y herramientas intersectoriales. Incorporar el presupuesto participativo para la 20 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final promoción de la salud, con intervención de los ciudadanos y haciendo hincapié en mejorar la calidad de vida. Exigir evaluaciones de las repercusiones sanitarias para todas las políticas gubernamentales (revisar las políticas nuevas y las ya existentes y buscar la coherencia o incoherencia en ellas). Evaluar las repercusiones sobre la equidad en materia de salud. Buscar la participación del sistema de salud e incorporar criterios de promoción de la salud en el desarrollo de la legislación y los reglamentos sobre planificación urbana. 6. Invertir en la obtención de datos probatorios, mediante la evaluación y la gestión rigurosa de la información. Documentar las experiencias positivas que ya estén en marcha, para demostrar que las políticas públicas a favor de la salud son eficaces. Evaluar los efectos sobre la salud (más allá de las repercusiones ambientales). ¿Cuáles son las maneras eficaces de conseguir que los programas de promoción de la salud se elaboren teniendo en cuenta el poder de decisión de las comunidades y la equidad en materia de salud? Resumen La equidad es crucial en el ámbito de la promoción de la salud y la salud urbana. Y el poder de acción y decisión es una parte fundamental de la equidad. Es importante adoptar estrategias que destaquen las diferencias (por ejemplo, en materia de género o de exclusión social). En la formulación de políticas y programas deben incorporarse consideraciones respecto a la equidad. Los procesos participativos ayudan a promover la equidad y el poder de decisión, todo lo cual debe incluir el acceso a entornos favorables para la salud. Las universidades deben enseñar equidad y ética como un valor fundamental en todos sus programas de estudios, especialmente en los de capacitación médica y planificación urbana. La promoción de la causa y la comunicación son clave para promover el entendimiento, la concientización y el cambio en el modo de pensar. Retos La tiranía de los promedios: los promedios ocultan grandes disparidades entre los lugares y entre los subgrupos dentro de los lugares. El predominio de las percepciones que menosprecian las distintas formas de discriminación y de exposición diferencial, así como las vulnerabilidades y las consiguientes inequidades (por ejemplo, la percepción de que el problema está en las personas y no en las condiciones que las afectan). Las barreras para ejecutar un proceso multisectorial eficaz, en particular cuando se trata de asignar y coordinar los recursos procedentes de diversos sectores y fuentes. La fragmentación de los sistemas de información. Puntos clave y recomendaciones 1. Apoyar la mercadotecnia social para atender la necesidad de enfoques creativos, en particular si el objetivo es cambiar comportamientos. Elaborar herramientas de comunicación y mensajes que presenten la equidad como un valor compartido (por ejemplo, “la salud y el bienestar de cada uno de nosotros se relacionan con el bienestar de todos nosotros”). Dichas herramientas deben crearse en áreas tales como las artes, los deportes y la cultura, de una manera que integre y promueva la salud. Los jóvenes, por ejemplo, necesitan diferentes herramientas sociales para cambiar sus hábitos y modos de vida. Aprovechar las crisis para enviar mensajes sobre la equidad y las inequidades. 2. Mejorar la documentación de las disparidades e inequidades y trabajar con base en los determinantes. Mejorar los métodos para evaluar los problemas y las inequidades ayudará a comprometer el poder cívico y la participación en la búsqueda de soluciones. Debe ser obligatorio evaluar las repercusiones sobre la equidad en materia de salud, como parte de las evaluaciones integradas de las repercusiones sanitarias. También es importante desarrollar métodos cuantitativos de evaluación de la gobernanza al nivel municipal. 3. Mejorar el acceso. Los problemas relacionados con el acceso se relacionan tanto con el acceso a servicios y Resumen de las deliberaciones y las recomendaciones de los grupos de trabajo promoción de la salud de calidad como con el simple acceso a los servicios. Reconocer los obstáculos y barreras para el acceso. Brindar acceso a programas y servicios de calidad, en particular a los grupos marginados. El estado debe pensar de manera integral en cómo las medidas adoptadas en las ciudades influyen o afectan a los municipios vecinos y las áreas circundantes. 4. Asegurarse de que se redistribuya el poder y de que haya oportunidades para una participación equitativa. Tener en cuenta los criterios del universalismo proporcional (Marmot: Fair Society, Healthy Lives [sociedad justa, vidas saludables]): “Concentrarse exclusivamente en los más vulnerables no reducirá de manera suficiente las desigualdades en materia de salud. Para reducir la inclinación del gradiente social en cuanto a la salud, las medidas deben ser universales, pero con una intensidad proporcional al nivel de desventaja”. 5. Escuchar a los miembros de la comunidad y trabajar primero en sus marcos y desde su perspectiva para comprometerlos a avanzar. Empezar por los puntos que más les importan a las personas en el contexto del asunto o problema que se está abordando. Reunirse con los ciudadanos o clientes donde estén y adoptar un plan de atención individual. 6. Buscar fórmulas especiales para ayudar a redistribuir el dinero y los presupuestos, de modo que quienes son vulnerables a las inequidades queden incluidos en los procesos democráticos y cuenten con recursos. 7. Incorporar en primer término a los principales interesados directos. Forjar alianzas multisectoriales amplias para impulsar la equidad en materia de salud a nivel de la comunidad y a otros niveles, incluidas las redes internacionales, vinculando la equidad en materia de salud al trabajo de los interesados directos (con preguntas como: ¿por qué es pertinente esta labor? ¿Cómo influyen actualmente sus acciones en la equidad en materia de salud?). Invertir en la creación y el fortalecimiento de redes y conexiones entre el sector de la salud y otros sectores. 8. Dar reconocimiento e incentivos a los grupos e individuos para reforzar los comportamientos 21 positivos. Por ejemplo en El Paso (Texas), antes de cada reunión del consejo había una proclamación del consejo para reconocer la participación de los grupos subrepresentados. 9. Incorporar la equidad como un aspecto clave en la formulación de políticas y programas públicos. Formular políticas públicas universales, ponerlas en práctica y hacer cumplir las políticas y los reglamentos ya existentes. Incorporar la tríada educación-trabajofamilia dentro del marco de los determinantes sociales de la salud en el diseño, desarrollo, seguimiento y evaluación de las políticas y los programas de salud urbana. ¿Qué medidas concretas pueden recomendarse para impulsar la promoción de la salud con un programa de equidad en el entorno urbano? Resumen Ahora es el momento de entrar en acción. Hay una multitud de iniciativas que se han documentado, y no obstante, las enseñanzas obtenidas y las recomendaciones no se han puesto en marcha del todo en la Región (es decir, las recomendaciones de la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud de la OMS y la Red Experta en Salud Urbana). Debe exigirse que se realicen evaluaciones de las repercusiones sanitarias, ya que estas pueden mejorar la salud urbana al poner a la salud en el centro de la planificación y el desarrollo urbano. La salud urbana y la promoción de la salud deben incorporarse en las políticas y los programas nacionales. La OPS debe seguir poniendo en práctica las recomendaciones de la Primera Reunión Regional de su propio Foro de Salud Urbana, que incluyen desarrollar métodos de medición y metodologías híbridas. Además de los observatorios que se proponen en dichas recomendaciones, debe haber “centros para la salud urbana en acción”, que incorporen tanto los observatorios para vigilancia como la función de promoción de la causa, a fin de incluir a la salud en cada etapa de la planificación urbana. Generar capacidades para la promoción de la salud y la salud urbana es fundamental para la sostenibilidad de 22 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final las acciones. Por último, los líderes políticos de alto nivel deben adoptar como propia la agenda de salud urbana, con objeto de facilitar la cooperación multisectorial necesaria para mejorar la salud en los entornos urbanos. Puntos clave y recomendaciones 1. Dar prioridad a la salud urbana y la promoción de la salud en las políticas nacionales. Esto requiere la creación de marcos jurídicos que den sostenibilidad y fortalezcan las capacidades a nivel nacional para aplicar y hacer cumplir tales políticas. Las políticas nacionales deben convertir a la salud y la equidad en materia de salud en una medida clave de los resultados del desarrollo urbano, social y económico. 2. Fortalecer las capacidades y las condiciones de trabajo para los recursos humanos dedicados a la salud. El desarrollo de la fuerza laboral debe hacer hincapié en la salud urbana, la equidad en materia de salud y los determinantes sociales de la salud. Puede aprovecharse la tecnología ubicada en la web para ofrecer capacitación, mediante el Campus Virtual en Salud Pública de la OPS. 3. Invertir en el desarrollo de sistemas de información que vinculen los temas de salud con las condiciones sociales, económicas y ambientales. Apoyar el desarrollo de sistemas de información sobre salud urbana (como RULER y Urban HEART). 4. Promover la adopción de métodos y herramientas que hagan hincapié en la equidad en materia de salud y en los determinantes sociales de la salud (evaluaciones de las repercusiones sanitarias, Urban HEART). 5. Apoyar la descentralización a favor de los gobiernos locales. Las ciudades son el núcleo de la innovación y de los cambios en materia de salud pública. 6. Desarrollar liderazgos en el área de la salud urbana y la promoción de la salud a diferentes niveles. La OPS debe crear un puesto de tiempo completo que actúe como referencia en los temas relacionados con la salud urbana y la promoción de la salud en la Región. 7. Exhortar a las autoridades locales y nacionales, junto con los miembros de la comunidad académica, a que identifiquen las áreas de la salud urbana que pueden compartirse para promover una vida saludable en el entorno urbano donde haya apoyo local. Por ejemplo, la OPS apoyó al Secretario de Salud de Bogotá para colaborar con las universidades y los líderes comunitarios. 8. Trabajar con todos los sectores y niveles de gobierno. Es importante señalar que las estructuras políticas son diversas. Las políticas públicas en materia de salud deben funcionar a múltiples niveles, tanto nacional como estatal, regional y local. 9. Identificar y normalizar los métodos de medición de la gobernanza. Hacen falta mediciones de la gobernanza e indicadores para los métodos de medición, tales como la participación cívica y la cohesión social. Pueden usarse métodos de medición normalizados, lo mismo entre los distintos países y entornos que dentro de ellos. 10. Mejorar la competencia de los profesionales y otros participantes dedicados a la equidad en materia de salud urbana, mediante la adquisición de capacidades interdisciplinarias y multidisciplinarias. Se necesita capacitación en las esferas de comunicación y consulta con las comunidades. Una capacitación a nivel medio que convoque a los representantes de la sociedad civil para enseñar a los académicos ayudará a los estudiantes y otros participantes universitarios a comunicarse mejor y establecer contacto con los municipios. 11. Establecer relaciones más estrechas con los académicos y las universidades. Es necesario volver a establecer o mejorar las relaciones y el marco de trabajo entre universidades y gobiernos, de modo que el gobierno obtenga beneficios. Hace falta adoptar y apoyar un enfoque multidisciplinario (por ejemplo, que incluya a psicólogos y planificadores urbanos), con una visión centrada en la salud. También se requiere una capacitación interdisciplinaria de los profesionales. 12. Ofrecer enseñanza sobre salud urbana, promoción de la salud y equidad en materia de salud en las escuelas de nivel medio superior. Empezar a fomentar el compromiso cívico y la democracia pública en relación con los temas de salud en las escuelas de nivel medio Resumen de las deliberaciones y las recomendaciones de los grupos de trabajo superior. Debe haber una mejor incorporación en las escuelas de los niveles básico y medio. 13. Proporcionar incentivos a las universidades, tales como designación a los niveles universitarios. Pueden ofrecerse incentivos a las universidades que promuevan la salud urbana o el aprendizaje en servicio, y también a los profesores que apoyen la equidad en materia de salud mediante el aprendizaje en servicio. La OPS puede ayudar a proporcionar incentivos para la elaboración de programas de promoción de la salud urbana, a fin de que resulte más atractivo para la administración de las universidades reconocer y participar en los programas de salud urbana. La clave es la sostenibilidad de los métodos de aprendizaje en servicio y de integración de la universidad con la comunidad. Debe realizarse una evaluación apropiada de las necesidades de los municipios, para que el proyecto de aprendizaje en servicio a fin de cuentas resulte benéfico para el municipio. 14. Identificar los incentivos y las maneras de enmarcar la mercadotecnia social y el apoyo privado a la promoción de la salud. Deben demostrarse la rentabilidad y la eficacia de la promoción de la salud. Hay que darles a las empresas privadas razones para invertir en los recursos humanos. Debe haber una responsabilidad social por parte de las empresas para invertir en beneficio de la sociedad. 15. La salud urbana tiene que servir como un enlace entre la salud comunitaria, la salud urbana propiamente dicha y la promoción de la salud. A menudo, la comunidad puede coincidir en torno a la salud más fácilmente que en relación con otros asuntos. La salud es un tema universal. La OPS podría establecer una relación más estrecha entre la iniciativa “Rostros, voces y lugares” y la estrategia de Municipios, Ciudades y Comunidades Saludables. Recomendaciones específicas para los distintos niveles e interesados directos Niveles regional y nacional de la OPS Identificar y apoyar a los centros de excelencia, los observatorios y los centros colaboradores de 23 la OMS dedicados a la salud urbana que puedan contribuir con el desarrollo de capacidades (por ejemplo, mediante una capacitación permanente) y con los sistemas de información en toda la Región. Impulsar el uso de la Guía para documentar iniciativas de promoción de la salud de la OPS, ya probada en el terreno, y las directrices asociadas, a fin de apoyar que se documenten y divulguen de manera amplia las experiencias prometedoras de promoción de la salud y los procesos de transferencia del poder de decisión relacionados, así como sus resultados. Promover los foros e intercambios de experiencias entre los países de la Región, para facilitar la formulación de iniciativas intersectoriales y su análisis. Elaborar guías y directrices para apoyar la puesta en práctica de sistemas de vigilancia que incorporen el enfoque basado en los determinantes sociales de la salud. Incorporar la promoción de la salud y la salud urbana dentro de los mecanismos de cooperación técnica, para mejorar la coherencia interna de las acciones y los programas. Fortalecer los vínculos entre la OPS, los centros colaboradores, los gobiernos nacionales y los donantes; alinear mejor las prioridades nacionales y las de otro tipo de interesados directos. Países (gobiernos nacionales y locales) Invertir en políticas nacionales y locales de promoción de la salud urbana, tales como impulsar las ciudades sin humo de tabaco, prohibir las grasas trans, asegurar el suministro y acceso a los alimentos saludables, lograr el equilibrio entre el transporte público y el privado y fomentar que las personas caminen y realicen actividad física. Elaborar marcos jurídicos y establecer mecanismos de financiamiento para promover la salud urbana y las políticas, iniciativas y proyectos de promoción de la salud. 24 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Apoyar las acciones intersectoriales para incorporar la promoción de la salud en todas las políticas públicas. Exigir que se realicen evaluaciones de las repercusiones sanitarias. Capacitar a los profesionales y a los alcaldes o concejos municipales en cuanto a su función para mejorar la salud y la equidad en materia de salud. Impulsar el uso de la Guía para documentar iniciativas de promoción de la salud de la OPS, ya probada en el terreno. Fortalecer los mecanismos de participación social para la gestión social de la salud. Generar y analizar los datos para evaluar las inequidades de salud locales. Fortalecer los nexos y la coordinación de los servicios de salud basados en la atención primaria. Comunidad académica (facultades y universidades) Ofrecer a los gobiernos asesoría para la evaluación de las repercusiones sanitarias y de las repercusiones sobre la equidad en materia de salud. Realizar investigación mediante acción participativa aplicada en las comunidades. Educar en todas las disciplinas acerca de su relación con la salud y el bienestar, la equidad en materia de salud, la sostenibilidad y la ética. Establecer asociaciones más estrechas entre la universidad y el gobierno (de la ciudad o el municipio), tanto para enseñar a los estudiantes como para beneficiar al gobierno, en particular en las áreas de evaluación e investigación. Desarrollar relaciones para lograr la capacitación de la comunidad en las áreas sensibles, destinar recursos a nivel de la comunidad e integrar la promoción de la salud y la equidad en los programas de estudios. Ofrecer certificaciones, programas a través de la web y otras oportunidades mediante los programas académicos. Comunidades y sociedad civil Adoptar enfoques participativos para que los miembros de la comunidad y otros interesados directos participen en el reconocimiento de los temas que deben abordarse y las estrategias que se usarán en las tareas de promoción de la salud y la equidad. Usar la Guía para documentar iniciativas de promoción de la salud de la OPS, ya probada en el terreno. Mejorar los vínculos entre los distintos sectores y la sociedad civil (organizaciones no gubernamentales y comunitarias). Sector privado Elaborar programas de responsabilidad social. Compartir datos e información. Asociados internacionales Colaborar estrechamente con ONU-Hábitat, PNUMA, PNUD y organizaciones internacionales de municipios, planificadores, alcaldes, ingenieros u otras asociaciones profesionales. Las organizaciones nacionales e internacionales deben conferir poder de acción y decisión (mediante capacitación, recursos y algunos fondos) y legitimar a la sociedad civil para que esta impulse la equidad en materia de salud urbana y la sostenibilidad. Resumen de las deliberaciones y las recomendaciones de los grupos de trabajo 25 Medidas concretas que se recomiendan para la OPS, los Estados Miembros y otros interesados directos a fin de impulsar los temas de promoción de la salud y equidad en materia de salud en el entorno urbano Medidas Medidas de la OPS Medicas de los países Evaluación de las repercusiones sanitarias y las repercusiones sobre la equidad en materia de salud (HIA y EHIA, por sus siglas en inglés) Formular pautas y normas para la evaluación de las repercusiones sanitarias (adaptar la herramienta HEART del Centro de Kobe). Contar con un marco jurídico que requiera la realización de evaluaciones de las repercusiones sanitarias. Medidas de la comunidad académica y centros colaboradores Orientar a los gobiernos sobre cómo aplicar las herramientas. Crear una herramienta para incorporar la perspectiva de promoción de la salud en la evaluación de las repercusiones sanitarias. Colaborar y asesorar en la creación de herramientas, directrices e indicadores y en el análisis de la información. Sistemas de datos e información que muestren los temas de salud y de equidad en materia de salud Recopilar datos sobre Formular directrices para el país y desglosarlos; los sistemas de información, preparar mapas sobre las métodos y herramientas condiciones urbanas y la de mapeo específicas para equidad en la distribución los sistemas urbanos en de bienes y servicios en relación con la salud y los general y en materia de determinantes sociales de salud. la salud. Políticas públicas favorables a la salud en los entornos urbanos Formular recomendaciones sobre políticas públicas favorables a la salud en los entornos urbanos. Incorporar la salud en todas las políticas públicas a todos los niveles de gobierno. Evaluación de la coherencia de las políticas Crear herramientas y ejemplos para analizar la coherencia de las políticas (tanto en sentido vertical como horizontal). Colaborar en la creación de Analizar las políticas en herramientas y en el análisis términos de su coherencia de las políticas. o incoherencia, primero en el ámbito de la planificación urbana y después en otras áreas. Fomentar la participación de las comunidades en la formulación de políticas Establecer directrices para la participación de las comunidades en la formulación de políticas públicas favorables a la salud. Fortalecer los vínculos Los niveles superiores entre los gobiernos y las de gobierno deberán comunidades; realizar ofrecer incentivos para investigaciones mediante impulsar la participación acción participativa. de las comunidades en la formulación de políticas a niveles locales (por ejemplo, apoyo a las comunidades saludables). Establecer asociaciones estratégicas entre los ámbitos de la salud y la salud urbana Apoyar y promover Buscar colaboradores entre Organizar reuniones donde asociaciones entre las individuos y organizaciones participen expertos y diferentes disciplinas. en los campos de la salud y asociaciones dedicados a la salud urbana. la promoción de la salud y a la salud urbana. Validar las políticas y los programas. Continúa en la página siguiente 26 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Medidas concretas que se recomiendan para la OPS, los Estados Miembros y otros interesados directos a fin de impulsar los temas de promoción de la salud y equidad en materia de salud en el entorno urbano Continuación Medidas de la comunidad académica y centros colaboradores Medidas Medidas de la OPS Medicas de los países Generar capacidades para la evaluación de las repercusiones sanitarias e incorporar la promoción de la salud en la salud urbana Impartir capacitación relativa a la promoción de la salud en los entornos urbanos, a la evaluación de las repercusiones sanitarias y a la evaluación de las repercusiones sobre la equidad en materia de salud. Preparar e impartir Alentar al personal a que se capacitación. capacite en la evaluación de las repercusiones sanitarias, en la evaluación de las repercusiones sobre la equidad en materia de salud y en la promoción de la salud. Organizar viajes de estudios para conocer de cerca las mejores prácticas. Incorporar la promoción de la salud en los marcos de la salud urbana (por ejemplo, determinantes sociales de la salud, equidad). Ofrecer ejemplos de promoción de la salud dentro de los marcos de salud urbana. Recibir y enviar a líderes en viajes de estudios. Exigir que se realicen evaluaciones de las repercusiones sanitarias. Brindar apoyo a la elaboración de marcos y herramientas conceptuales. Resumen de las deliberaciones y las recomendaciones de los grupos de trabajo Definición del marco DPSEEA (siglas en inglés de fuerzas impulsoras, presión, estado/situación, exposición, efectos y medidas) El modelo denominado “fuerzas impulsoras, presión, estado/situación, exposición, efectos y acciones” (conocido como DPSEEA, por sus siglas en inglés) se aplicó para formular indicadores apropiados (Corvalan y cols. 1999). Este modelo matricial tiene en cuenta el proceso del ciclo de relaciones entre la dinámica económica y social, la respuesta ambiental y la salud humana. Así pues, las fuerzas impulsoras son los procesos económicos y sociales, que dan origen a presiones tales como el uso intensivo de determinados recursos naturales. Tanto las fuerzas impulsoras como las presiones contribuyen al estado o situación, en el cual el ambiente a menudo está contaminado o deteriorado, lo cual ocasiona la exposición de los seres humanos a factores de riesgo ambientales que pueden tener efectos sobre la salud. Para cada una de estas categorías, se elaboran indicadores y propuestas de acciones que permiten lograr una mejor comprensión del problema y a la vez de las medidas que pueden adoptarse en cada nivel de complejidad del ciclo (figura 1). Figura 1 Transversalización de la salud Fuerzas y el ambiente dentro de Efectos políticas de desarrollo impulsoras (ex. Mortalidad debido a (ex económicos, sociales, enfermedades) políticos, institucionales) Promuevan padrones sustentables y equitativos, de producción y consumo Tratamiento, rehabilitación Acciones Exposición Presiones (ex. A contaminantes, agentes infecciosos) (ex. Gasto del ecosistema, descargo de desechos sólidos) Vigilancia de salud ambiental para mejorar la protección comunitaria 27 Construyen capacidades para vigilar y manejar ecosistemas y contaminantes Estado (ex. Ecosistemas degradados, polución) Fuente: Environmental Health Perspectives (2006). Septiembre; 114(9):1407–1408. El artículo (en inglés) puede consultarse mediante el enlace: http:/www.ncbi. nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1570067/. Photo: © Jack Hollingsworth Photo: © Medioimages | Photodisc 29 Palabras de la Dra. Mirta Roses Directora de la Organización Panamericana de la Salud en la Clausura de los Foros Regionales de la Salud Urbana y la Promoción de la Salud y durante entrega de los premios del Primer Concurso Iberoamericano e Interamericano de Buenas Prácticas en Urbanismo y Salud Hoy llega a su fin el Segundo Foro Regional de Salud Urbana y el Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud, y estamos muy complacidos por la activa participación y la dinámica de trabajo llevada a cabo por todos y cada uno de ustedes. Sabemos que han puesto mucho compromiso y con toda generosidad han brindado sus conocimientos sobre las mejores estrategias en salud urbana. Sus deliberaciones nos guiarán para definir las acciones a nivel hemisférico a fin de promover una vida saludable y mantener la equidad en salud en contextos urbanos en expansión y con grandes inequidades. Sus reflexiones y conclusiones han sido cuidadosamente registradas y servirán de base para diseñar un Plan de Acción que presentaremos a los Ministros de Salud de las Américas durante el 51.o Consejo Directivo de la OPS, en septiembre del próximo año. Como todos ustedes saben, este año la OMS a nivel global y la OPS a nivel hemisférico, adoptaron para el Día Mundial de la Salud el lema: “Urbanismo y Vida Saludable”. Para nosotros en las Américas este es un tema clave ya que somos la Región con mayor crecimiento urbano en el mundo — de 1970 al 2000 las zonas urbanas en la Región crecieron 240% en comparación con el 6% de crecimiento en zonas rurales— pero al mismo tiempo y, pese a los avances en los últimos años, reportados por la CEPAL, seguimos siendo la Región más inequitativa del mundo. Somos la Región que concentra la mayoría de las personas en extrema pobreza en los cinturones de miseria de las grandes ciudades como Sao Paulo, México DF y Bogotá. Es en los contextos urbanos pauperizados donde se hacen evidentes los grandes desafíos: el hacinamiento; la contaminación atmosférica; la violencia y el crimen organizado así como las lesiones del tránsito. Es en estos contextos donde hemos observado con pesar la mayor frecuencia de conductas de riesgo motivadas por el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias. Ya sea por falta de recursos, de acceso a alimentos nutritivos, de sedentarismo excesivo, los habitantes urbanos presentan riesgos que determinan un incremento de las enfermedades crónicas y problemas de salud mental. Es también en los tugurios urbanos donde el agua es más escasa y donde paradójicamente cuesta más, con una infraestructura inadecuada para el manejo de los desechos sólidos. Por estas razones valoramos altamente su activa participación y sus contribuciones para responder con pertinencia a los desafíos de un mundo cada vez más urbanizado. Nuestra responsabilidad es apoyar a los países —desde la perspectiva de los determinantes sociales de la salud, utilizando como herramienta básica la promoción de la salud y los valores y principios de la atención primaria de la salud sobre la base de respeto a los derechos humanos— para que el crecimiento de las ciudades ocurra de una forma más saludable, más segura y más sostenible. Nos toca invertir ahora para contribuir a la definición del futuro de las ciudades y planear los procesos de transformación a corto, mediano y largo plazo. Solamente si actuamos involucrando a los habitantes de las ciudades, 30 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final a todos sus actores institucionales y políticos en el proceso de transformación de su propio entorno, podremos influir para elevar los niveles de bienestar, de calidad de vida y de salud de los habitantes de las Américas. Desde el primer día hemos destacado la presentación de las cinco experiencias ganadoras del Primer Concurso Iberoamericano e Interamericano de Buenas Prácticas en Urbanismo y Salud. Cada una de ellas refleja no sólo los criterios de buenas practicas sino la participación y el compromiso de los habitantes en hacerlas sustentables. La propuesta de llevar a cabo el Concurso de Urbanismo y Salud intenta no sólo identificar las buenas prácticas de salud urbana en las Américas y España sino, con las mejores 30 experiencias, iniciar un portafolio de buenas prácticas que permita fortalecer la cooperación horizontal entre países mediante el intercambio de experiencias y lecciones aprendidas en salud urbana. Se enviaron y certificaron 132 experiencias de 16 países y mencionaré sólo aquellos países que enviaron más experiencias: de Argentina 42, de Colombia 37, de España y de Chile 12 respectivamente. PROINAPSA-UIS, nuestro centro colaborador en Colombia, desempeñó un papel fundamental en el proceso de recepción, certificación y PRE análisis de las experiencias. Envío una felicitación al equipo de PROINAPSA-UIS y a su Directora, Blanca Patricia Mantilla, que está con nosotros. En reconocimiento de la complejidad de los temas que involucra el avance hacia escenarios urbanos más saludables, se abrieron diez categorías de análisis y cada experiencia debía suscribirse a una de ellas, sabiendo que al mismo tiempo podría tocar de forma sinérgica las otras. Las categorías de análisis de las experiencias fueron las siguientes: Seguridad Humana, Hábitos y estilos de vida saludables (reducción del tabaquismo, alcohol y drogas), Generación de empleo, salud y seguridad ocupacional, Entornos Saludables (comunidades, barrios, escuelas, mercados, centros comunitarios), Infraestructura urbana (Planificación urbana, limpieza pública, transporte urbano, reciclaje, energía renovable, áreas verdes y agua y saneamiento), Control de la contaminación atmosférica y sonora (cambio climático y reducción de riesgos químicos y tecnológicos), Equidad, reducción de tugurios (urbanización inclusiva: infancia en situación de calle, personas sin techo) y atención a grupos vulnerables, Emergencia y desastres, Enfermedades trasmisibles y no trasmisibles, y salud materno infantil y nutrición. En la precalificación se seleccionaron 50 experiencias —cinco por categoría— para ser evaluadas por un grupo de expertos formado por los asesores de la OPS más los expertos de los centros colaboradores e instituciones de excelencia en nuestra Región y en España como EDEX de Bilbao que desempeñó un papel clave. Cada categoría seleccionó una experiencia ganadora. Para la selección de las cinco experiencias que hoy reciben el premio se formó un jurado internacional conformado por expertos de la OPS más la participación de dos centros colaboradores claves: la Escuela Andaluza de Salud Pública y CEPEDOC de Brasil. Cada una de las cinco experiencias seleccionadas cumplió con los criterios definidos de buena práctica: se llevó a cabo en ambientes urbanos; demostró impacto positivo en la salud pública con criterios de innovación; contó con elementos de sustentabilidad; reflejó una experiencia consolidada que se ha llevado a cabo por varios años; involucró a los actores urbanos claves en el proceso de realización de la experiencia; contó con la voluntad política a nivel local y desempeñó estrategias intersectoriales en su desarrollo. Pero sobre todo, cada una de ellas, había llevado a cabo un esfuerzo de sistematización definida como un espacio de reflexión de su propia práctica que se reflejó en el documento entregado. Por esta razón me da un gran placer presentarles las experiencias ganadoras. El Primer Lugar le corresponde al Sistema Municipal de Prevención y Atención de Desastres, SIMPAD desde la Alcaldía de Medellín, Colombia. La experiencia presentada describe la reducción de la vulnerabilidad Palabras de la Dra. Mirta Roses 31 social, ambiental y física de los habitantes de la Ciudad de Medellín a través de una estrategia de corresponsabilidad y participación comunitaria orientada a la gestión de riesgo. ¡Felicitaciones a todos por el excelente trabajo realizado! Vamos unidos a trabajar para construir ciudadanía desde la salud en las Américas! El Segundo Lugar le corresponde a la Secretaria Distrital de Salud de Bogota, Colombia con la experiencia Promoción de Entornos de Trabajo Saludables en Unidades de Trabajo Informal (UTI) Referencias El Tercer Lugar le corresponde al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, mediante el Ministerio de Desarrollo Urbano con el Plan de Movilidad Sustentable. El Cuarto Lugar le corresponde a los Servicios Municipales de Salud, Consejalía de Sanidad y Servicios Sociales, Ayuntamiento de Murcia, por el Programa Integral de Tabaquismo del Ayuntamiento de Murcia, España. El Quinto Lugar le corresponde a Transmilenio S.A, mediante la experiencia: Transmilenio Ambientalmente Sostenible de Bogota, Colombia. Cada una de estas experiencias comparte con todos nosotros un modelo de acción en entornos urbanos que materializa lo que ustedes han analizado tanto en el Foro de Salud Urbana como en el Foro de Promoción de la Salud. La corresponsabilidad y el empoderamiento comunitario en el proceso de transformación de los entornos urbanos es fundamental para transitar de la reflexión a la acción. Hemos premiado hoy cinco buenas practicas que responden a cinco de los desafíos de la salud urbana: el apoyo a los más vulnerables frente a las situaciones de emergencias y desastre; el imperativo de la salud y la seguridad ocupacional de los trabajadores informales; la transformación de los espacios urbanos en espacios más saludables, de convivencia, donde el desplazamiento en espacios urbano contribuya a incorporar en la vida diaria la actividad física; el avance impostergable hacia ciudades libres de humo con un modelo de apoyo psicológico y médico a los habitantes que quieren y no han podido dejar el cigarrillo para unirse a la cruzada y, por último, el desafío de un transporte masivo que cuida y respeta el medio ambiente. Fueron mucho más los desafíos planteados en estos días y les toca a ustedes sumar a sus conocimientos, energía, compromiso y acciones que materialicen los conceptos en buenas prácticas. Corvalán CF, Kjellstrom T, Smith KR (1999). Health, environment and sustainable development: identifying links and indicators to promote action. Epidemiology 1999 Sep;10(5):656-60. Dodgson R, Lee K, Drager N (2002).Global Health Governance: a conceptual review. Geneva: WHO. Global Research Network on Urban Health Equity (GRNUHE ) (2010). Improving health equity through action on the social and environmental determinants of health: Final report of the GRNUHE. London (United Kindgdom). International Union for Health Promotion and Education (IUHPE) (2010). Please consult: www.iuhpe.com. Organización Panamericana de la Salud (2007). Salud en las Américas 2007. Volumen 1-Regional. Washington, DC: OPS; 2007. Solar O, Irwin A (2007). Discussion paper for de Commission of Social Determinants of Health, Geneva, April 2007. Stephens C (2000) Urban Threats to Health: Issues of Environment and Social Justice 2020 Policy Briefs International Food Policy Research Institute, Washington DC. Tannerfeldt G, Per Ljung. 2006. More Urban, Less Poor. London: Earthscan. UN-Habitat (2002) The Global Campaign on Urban Governance: A concept paper. (second edition). UN-Habitat (2006). State of the World’s Cities 20062007. United Nations Population Fund (UNFPA) (2007). State of the World Population. Unleashing the Potential of Urban Growth. Vlahov D (2007) Urban as a Determinant of Health: Journal of Urban Health, Mar 14. 33 Anexo 1 Agenda Combinada DEL II FORO REGIONAL DE SALUD URBANA Y DEL III FORO REGIONAL DE PROMOCION DE SALUD 25-27 de Octubre de 2010 Nueva York LUNES 25 DE OCTUBRE 2010 Sesión de Mañana - Plenaria Traducción simultánea disponible en inglés y español 8:30 – 9:00 Registro de los participantes 9:00 – 9:30 Introducción Bienvenida y apertura: Luiz A. Galvão Conferencia Magistral: Bernardo Kliksberg – “Determinantes Sociales de la Salud: La agenda Pendiente en los Centros Urbanos de América Latina” 9:30 – 12:30 Antecedentes y Presentación de Documentos de Referencia y de Casos Presentación de documentos de referencia (Salud Urbana y Promoción de la Salud) – Marilyn Rice Presentación de 5 estudios de caso de ciudades seleccionadas en las Américas donde estrategias de promoción de la salud y de salud urbana han sido implementadas eficazmente. Estos casos son los cinco primeros ganadores del Primer Concurso Hispanoamericano e Interamericano de Buenas Prácticas en Urbanismo y Salud y proporcionarán ejemplos concretos de los temas s centrales a discutir en los dos Foros Discusión en Plenaria y preguntas 10:30 – 10:45 Receso 12:30 – 13:30 Almuerzo 13:30 – 17:00 Grupos de Trabajo: Participantes se dividirán en 4 grupos de trabajo para cada foro 34 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Foro de Salud Urbana Grupo de Trabajo #1: Condiciones Sociales (desarrollo humano; desarrollo comunitario; cohesión social; y prevención de violencia) Grupo de Trabajo #2: Gobernanza Urbana para la Salud y la Equidad (gobernanza, promoción de salud, municipios saludables, ciudades y comunidades y métricas de salud urbana) Grupo de Trabajo #3: Infraestructura y Planificación Urbana (agua, saneamiento, eliminación de residuos sólidos, calidad del aire, vivienda, transporte, seguridad vial, y la ordenación del territorio sensible al riesgo) Grupo de Trabajo #4: Cambios en los Ecosistemas y Preparación y Respuestas a Crisis y Emergencias derivadas de causas naturales Foro Promoción de Salud Grupo de Trabajo #1: Políticas Públicas Saludables – Vinculando la Promoción de la Salud, los Determinantes de Salud y la Atención Primaria de Salud Grupo de Trabajo #2: Monitoreo y Evaluación - Documentar los resultados y prueba Grupo de Trabajo #3: Empoderamiento de la Comunidad Grupo de Trabajo #4: Acción Intersectorial Cada grupo recibirá una guía que le ayudará a dirigir sus debates sobre la promoción de la salud y la salud urbana en las Américas. Cada Grupo tendrá un moderador y un relator. El relator de cada grupo preparará un resumen de los debates y conclusiones que surjan en su grupo; estos resúmenes y recomendaciones del grupo se presentarán en la sesión plenaria de cierre del Martes 26 de octubre, en la sesión especial durante el 9 Congreso Internacional sobre Salud Urbana (ICUH) el miércoles 27 de octubre y serán incorporadas al informe final de ambos Foros. 15:30 – 15:45 Receso MARTES 26 DE OCTUBRE 2010 8:30 – 10:30 Continuación de los Grupos de Trabajo Cada grupo de trabajo finalizará sus observaciones, conclusiones y recomendaciones 10:30 – 10:45 Receso 10:45 – 12:30 Fusión de los grupos de trabajo – Cada grupo de trabajo del 3r Foro Regional de Promoción de la Salud se unirá a un grupo de trabajo del 2° Foro Regional de Salud Urbana. (Seguirán siendo 4 grupos de trabajo no obstante su tamaño se duplicará) Cada grupo de trabajo fusionado trabajará conjuntamente para crear conclusiones y recomendaciones que incorporen los puntos claves surgidos de sus grupos de trabajo independientes. Anexo 1. Agenda Combinada 12:30 – 13:30 35 Almuerzo Sesión de Tarde – Sesión Plenaria conjunta: 13:30 – 15:00 Presentaciones de los 4 grupos de trabajo fusionados Presentación de las observaciones, conclusiones y recomendaciones claves 15:00 - 15:15 Receso 15:15 – 16:45 Discusión final y Recomendaciones Recomendaciones y próximas acciones para: •• Países •• Oficinas de la OPS (país y regional) y otras organizaciones internacionales •• Otros socios de la OPS/OMS (centros colaboradores y centros de excelencia) 16:45 – 17:00 Cierre de la sesión y reconocimiento de los ganadores del Primer Concurso Hispanoamericano e Interamericano de Buenas Prácticas en Urbanismo y Salud. Mirta Roses Periago MIERCOLES 27 DE OCTUBRE 2010 Conjuntamente con la 9ª Conferencia Internacional de Salud Urbana 9:00 – 11:00 Sesión de apertura de la 9ª Conferencia Internacional de Salud Urbana 11:00 – 12:30 Presentación de las observaciones finales, Conclusiones y Recomendaciones del 3rd Foro Regional de Promoción de Salud y del 2° Foro Regional de Salud Urbana de la OPS * Representantes del 3rd Foro Regional de Promoción de Salud y del 2° Foro Regional de Salud Urbana presentarán los puntos principales de la discusión, conclusiones y recomendaciones surgidos de los Foros Discusión abierta y retroalimentación con los participantes de la 9ª Conferencia Internacional sobre Salud Urbana *Traducción simultánea en inglés y español 10:45 – 12:30 Fusión de los grupos de trabajo – conjuntamente con el tercer Foro Regional de Promoción de Salud Cada Grupo de Trabajo del 2° Foro Regional de Salud Urbana se unirá a un Grupo de Trabajo del 3r Foro Regional de Promoción de Salud (Seguirán siendo 4 Grupos de Trabajo no obstante su tamaño se duplicará) Cada grupo de trabajo fusionado trabajará conjuntamente para crear conclusiones y recomendaciones que incorporen los puntos clave surgidos de sus grupos de trabajo independientes 12:30 – 13:30 Almuerzo 36 Anexo 2 Lista de Participantes EN EL FORO DE PROMOCIÓN DE LA SALUD Nombre Cargo Institución Correo electrónico Hiram Arroyo Director Centro Colaborador de la OMS/ OPS para la Capacitación e Investigación en Promoción de la Salud y Educación para la Salud, Universidad de Puerto Rico [email protected] Bojana Beric Profesora adjunta de estudios sobre la salud Universidad Monmouth, Nueva Jersey (Estados Unidos) [email protected] Universidad de São Paulo (Brasil) [email protected] Paulo Fernando Capucci Stephen Fawcett Director Centro Colaborador de la OMS/ OPS para la Salud y el Desarrollo Comunitario, Universidad de Kansas (Estados Unidos) [email protected] Mary Hall Subdirectora asociada para la promoción de la salud mundial Centro Nacional para la Prevención de las Enfermedades Crónicas y la Promoción de la Salud, Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) (Estados Unidos) [email protected] Suzanne Jackson Directora Centro para la Promoción de la Salud, Universidad de Toronto, (Canadá) [email protected] Marina Kosacoff Subsecretaria de Prevención Ministerio de Salud (Argentina) [email protected] Deborah Carvalho Malta Coordinadora general para enfermedades no transmisibles Ministerio de Salud (Brasil) [email protected] Blanca Patricia Mantilla Directora Instituto PROINAPSA-UIS (Colombia) [email protected] Rosilda Mendes Profesora Universidad Federal de São Paulo (Brasil) [email protected] FLACSO (Argentina) [email protected] CLAEH (Uruguay) [email protected] Ministerio de Salud Pública (Uruguay) [email protected] Raúl Mercer Sergio Meresman Sandra Moresino Directora nacional para promoción de la salud Anexo 2. Lista de Participantes Nombre Cargo Institución Correo electrónico Julio C. Noguera Asistente de investigación Centro para el Estudio y la Prevención de las Lesiones, la Violencia y el Suicidio; Desarrollo Educativo (Estados Unidos) [email protected] Gustavo Olaiz Fernández Director General Dirección General de Promoción de la Salud, Secretaría de Salud (México) [email protected] Wulfrano Olascoaga Asistente Gobierno de la Ciudad de México (México) [email protected] Frances Perkins Becaria Centro Colaborador de la OMS para la Promoción de la Salud, Universidad de Toronto (Canadá) [email protected] Lucero Rodríguez Cabrera Directora de estrategias y desarrollo de entornos saludables Dirección General de Promoción de la Salud, Secretaría de Salud (México) [email protected] Secretaría de Salud del Distrito Federal (Mexico) [email protected] Patricio Sanhueza Keiko Sakagami [email protected] Pattie Tucker División de salud de los adultos y comunitaria Centro Nacional para la Prevención de las Enfermedades Crónicas y la Promoción de la Salud, Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) (Estados Unidos) [email protected] Margaret Wolfe Secretaria adjunta para salud de la familia y promoción de la salud Departamento de Salud (Puerto Rico) [email protected] Luis Roberto Escoto OPS/OMS Argentina [email protected] Luiz A. Galvão OPS/OMS Washington, DC (Estados Unidos) [email protected] Marilyn Rice OPS/OMS Washington, DC (Estados Unidos) [email protected] Carlos Santos Burgoa OPS/OMS Washington, DC (Estados Unidos) [email protected] 37 38 Anexo 2 Lista de Participantes EN EL FORO DE SALUD URBANA Nombre Cargo Institución Correo electrónico Emma Acosta Alcalde interina El Paso (Estados Unidos) [email protected] Jose Armando Ahued Ortega Secretario de salud Gobierno del Distrito Federal (México) [email protected] Francisco Armada Centro de la OMS para el Desarrollo de la Salud, Kobe (Japón) [email protected] Françoise Barten Universidad Radboud, Nijmegen (Países Bajos) [email protected] Waleska Teixeira Caiaffa Profesora Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil) [email protected] Magdalena Cerdá Epidemióloga Academia de Medicina de Nueva York (Estados Unidos) [email protected] Antonio Domínguez Domínguez Jefe de promoción de la salud Departamento de Salud de la Región de Murcia (España) [email protected] Luis Fernando Duque Profesor Universidad de Antioquia (Colombia) [email protected] Britt Erickson Analista de políticas Agencia de Salud Pública del Canadá [email protected] María Cristina Franceschini Consultora OPS/OMS [email protected] Sharon Friel Profesora Universidad Nacional de Australia [email protected] Academia de Medicina de Nueva York (Estados Unidos) [email protected] Universidad ISALUD (Argentina) [email protected] Elizabet Griffith Departamento de Estado (Estados Unidos) [email protected] Trevor Hancock Ministerio de Vida Saludable y Deportes de Columbia Británica (Canadá) [email protected] Ana Garcia Ginés González García Rector Bernardo Kliksberg Asesor regional para América Latina y el Caribe PNUD [email protected] Jacob Kumaresan Director Centro de la OMS para el Desarrollo de la Salud, Kobe (Japón) [email protected] Patricio Luzuriaga Director Consejo Cantonal de Salud, Municipalidad de Cuenca (Ecuador) [email protected] Anexo 2. Lista de Participantes Nombre Cargo Institución Correo electrónico Laura Elidia Mesa Pino Líder de proyecto Municipalidad de Medellín (Colombia) [email protected] Guilherme Franco Neto Director de salud ambiental y salud laboral Ministerio de Salud (Brasil) [email protected] Danielle Ompad Directora adjunta Centro para Estudios Epidemiológicos [email protected] Urbanos, Academia de Medicina de Nueva York (Estados Unidos) Amit Prasad Centro de la OMS para el Desarrollo de la Salud, Kobe (Japón) [email protected] Alberto Pellegrini Filho Coordinador del Centro para Estudios, Políticas e Información sobre los Determinantes Sociales de la Salud Escuela Nacional de Salud Pública, FIOCRUZ (Brasil) [email protected] Fernando Proietti Profesor adjunto Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil) [email protected] Andrew Quinn Coordinator Sociedad Internacional para la Salud Urbana (Estados Unidos) [email protected] María Victoria Rudín Directora ejecutiva Asociación Centroamericana para la Economía, la Salud y el Ambiente (Costa Rica) [email protected] Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Argentina) [email protected] Dario Sarquís Lynn D. Silver Comosionada adjunta para prevención y control de las enfermedades crónicas Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York (Estados Unidos) [email protected] Nidia Rocío Sotelo Consultora Secretaría de Salud, Gobierno Distrital, Bogotá (Colombia) [email protected] Carlos Alberto Tejada Noriega Alcalde y Presidente de la Red de Municipios Saludables Municipalidad de San Borja (Perú) [email protected] David Vlahov Director Centro para Estudios Epidemiológicos [email protected] Urbanos, Academia de Medicina de Nueva York (Estados Unidos) Fritz Wagner Profesor investigador, diseño urbano y planeación Universidad of Washington, Seattle, (Estados Unidos) Jomella WatsonThompson Profesora adjunta Universidad de Kansas, (Estados Unidos) Laura Waynsztock Coordinadora de municipios Ministerio de Salud (Argentina) y comunidades saludables [email protected] Hector Zambrano Secretario de Salud [email protected] Mirta Roses Periago Directora Carlos Corvalán Gobierno Distrital, Bogotá (Colombia) [email protected] OPS/OMS [email protected] OPS/OMS [email protected] Diego González Machin OPS/OMS [email protected] Sofia Leticia Morales OPS/OMS [email protected] Eugenia Rodrigues OPS/OMS [email protected] Harold Ruiz OPS/OMS [email protected] Ary Silva OPS/OMS [email protected] Pilar Vidal OPS/OMS [email protected] 39 41 Anexo 3 Documento de base sobre la salud urbana Retos para la salud urbana en la Región de las Américas Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana Octubre 2010 42 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Lista de siglas CARMEN Conjunto de Acciones para la Reducción Multifactorial de las Enfermedades No Transmisibles CDC Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos CMCT Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco ECNT Enfermedades crónicas no transmisibles EPA Organismo de Protección Ambiental de Estados Unidos ODM Objetivos de Desarrollo del Milenio OMS Organización Mundial de la Salud OPS/OMS Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud PNB Producto nacional bruto RISS Redes Integradas de Servicios de Salud Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana Índice Agradecimiento.................................................................................................................... 44 Resumen.................................................................................................................................. 45 Introducción........................................................................................................................... 46 Beneficios del desarrollo urbano................................................................................. 49 La equidad, el desarrollo urbano y la salud............................................................. 50 Antecedentes y finalidad.................................................................................................. 50 Condiciones físicas............................................................................................................. 52 Infraestructura urbana y servicios esenciales............................................................ 52 Agua y saneamiento........................................................................................................ 53 Transporte y seguridad vial............................................................................................. 56 Condiciones sociales y conductuales......................................................................... 58 La violencia en el contexto urbano............................................................................... 58 El alcohol y el desarrollo urbano................................................................................... 60 El tabaco y el desarrollo urbano................................................................................... 62 Condiciones y servicios sanitarios............................................................................... 63 Enfermedades crónicas no transmisibles................................................................... 63 El desarrollo urbano y las enfermedades de transmisión vectorial: el caso del dengue........................................................................................................... 65 La atención primaria de salud........................................................................................ 66 Condiciones geográficas y climáticas........................................................................ 69 La urbanización y los cambios ecosistémicos........................................................... 69 La contaminación y la ecotoxicidad............................................................................. 71 Los peligros naturales y las situaciones de emergencia en las zonas urbanas.75 La respuesta a los retos de la salud urbana............................................................ 77 Gestión urbana saludable.............................................................................................. 77 Participación social y procesos decisorios.............................................................. 79 Incorporación de los determinantes sociales de la salud....................................... 80 Fortalecimiento de la función de rectoría del sector de la salud en el desarrollo urbano.............................................................................................................. 80 Conclusiones......................................................................................................................... 83 *ANEXO A: Plan Regional de Salud Urbana de la OPS........................................ 85 *ANEXO B: Llamado a la acción: cómo abordar los retos de la salud urbana en las Américas................................................................................................... 88 43 44 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Agradecimiento Coordinación: Luiz Augusto Cassanha Galvão Marilyn Rice Samuel Henao Documento de referencia preparado por: María Cristina Franceschini Ruti Levtov José Antonio Escamilla Emma Firsten-Kauffman Con contribuciones de (en orden alfabético): Adriana Blanco Alessandra Guedes Carlos Corvalán Ciro Ugarte Diego A. Bernardini José L. San Martín Mara Lucia Carneiro Oliveira María Eugenia Rodrigues Maristela Monteiro Mauricio Pardón Michelle Northtrup Nadia Fazal Patricia Bittner Paulo Teixeira Ricardo Torres Roberta Caixeta Romeo H. Montoya Rosa Sandoval Agradecimiento (en orden alfabético): Bojana Beric Carlos Santos-Burgoa David Vhlavov Hernán Montenegro Ricardo Mena Trevor Hancock Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana 45 Resumen En el 2008, por primera vez en la historia, las Naciones Unidas informaron que más de la mitad de la población humana vive en zonas urbanas, y se prevé que esta proporción suba a 70% para el 2050 (UNFPA, 2007). Los países de América Latina y el Caribe son los más urbanizados del mundo en desarrollo, con 77% de su población en las ciudades. El vasto crecimiento urbano en los países en desarrollo tiene implicaciones mundiales. Lo que suceda en las ciudades del mundo menos desarrollado en los próximos años determinará las perspectivas del crecimiento económico, la mitigación de la pobreza, la estabilización demográfica, la sostenibilidad ambiental y, en último término, el respeto de los derechos humanos en todo el mundo (UNFPA, 2007). Si bien la urbanización ofrece grandes oportunidades para reducir la pobreza y la desigualdad en materia de género y promover el desarrollo sostenible, la gestión sostenible y equitativa del medio urbano constituye uno de los principales retos para los próximos decenios. Durante los últimos 50 años, la acumulación de gente en zonas urbanas, sus hábitos de consumo, su comportamiento y sus actividades han causado una serie de cambios ecosistémicos y han tenido un gran impacto ambiental en lo que se refiere al consumo de recursos y el vertimiento de desechos (UNEP, 2002). En consecuencia, la expansión de las ciudades está teniendo un impacto sin precedentes en los ecosistemas naturales. La infraestructura urbana afecta al estado de salud de la población al facilitar u obstaculizar el acceso a los servicios públicos, como agua potable, saneamiento, electricidad y transporte, así como educación, servicios de salud, comunicaciones y espacios públicos para recreación y deportes. El diseño urbano debe proporcionar la infraestructura que permita a la gente realizar su potencial, satisfacer sus necesidades físicas, sociales y espirituales, ejercer mayor control sobre la calidad de su vida y contribuir al desarrollo de la sociedad. La falta de planificación urbana, el crecimiento urbano y la edad avanzada de las ciudades de las Américas son algunos de los factores que comprometen la calidad de vida de los residentes urbanos y el funcionamiento eficaz de la infraestructura de servicios públicos. Aunque se producen problemas ambientales debido a la concentración de los efectos perjudiciales en el medio ambiente, la buena planificación urbana puede reducir esos efectos. Las condiciones ambientales deficientes pueden tener graves repercusiones en la salud y el bienestar humano, en particular en el caso de los pobres (Hardoy, Mitlin y Satterthwaite, 1990). Según los datos epidemiológicos y demográficos mundiales, las tasas de supervivencia son mejores en las ciudades que en las zonas rurales debido al mejor acceso a servicios de salud. Si las ciudades se administran bien y se presta la debida atención al desarrollo social y el manejo ambiental, pueden reducirse al mínimo los problemas causados por la urbanización rápida y no planificada (UNEP, 2002). Hay tres factores principales que contribuyen a la carga de morbilidad en la región: la violencia, el abuso del alcohol y el consumo de tabaco. En las Américas, la violencia está concentrada en las zonas urbanas, a menudo en las zonas más pobres y más marginadas de las ciudades. El consumo de alcohol causa una considerable carga de morbilidad, sobrepasando los cálculos mundiales: 5,4% de todas las muertes y 10% de todos los años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD) en el 2002 se atribuyeron al consumo de alcohol, con la mayor parte de la carga en América Central y del Sur (Rehm et al., 2006; Monteiro, 2007). En las Américas, así como en el resto del mundo, el consumo de tabaco es la principal causa de muerte evitable. Causa alrededor de un millón de muertes en la Región cada año, y la mortalidad más alta por causas relacionadas con el tabaquismo se observa en el Cono Sur (WHO, 2002). En el 2005, la OMS elaboró el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT) y facilitó su adopción para responder a la globalización de la epidemia de tabaquismo. La implementación del CMCT en la Región ha sido desigual. Las condiciones en diversos entornos urbanos pueden exacerbar la prevalencia de diversas enfermedades infecciosas o de transmisión vectorial, que representan 78% del total de las muertes en la Región y 19% de las 46 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final muertes de hombres y mujeres de menos de 70 años. Las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) representan 74% de los años de vida ajustados en función de la discapacidad que se pierden (WHO, 2004b). Si persisten las tendencias actuales, podría haber un considerable aumento de la tasa de mortalidad por ECNT. Aunque antes las enfermedades no transmisibles estaban relacionadas con la riqueza, ahora se comprueba que el riesgo de algunas ECNT es en realidad mayor en niveles socioeconómicos más bajos (CARMEN, 2010). Los países de toda América Latina han realizado grandes esfuerzos para reformar y reestructurar sus sistemas de salud. No obstante, millones de personas siguen careciendo de acceso a la atención y a otras condiciones esenciales para gozar de buena salud (PAHO, 2009b). En un informe de la OPS de 2003 se señala que 47% de la población de América Latina está excluida de los servicios necesarios. Los sistemas de salud de las Américas están sumamente fragmentados, son costosos y tienen dificultades para adaptarse a los cambios en las tendencias epidemiológicas o demográficas (PAHO, 2009b). Los entornos urbanos brindan oportunidades y retos para mejorar la atención primaria de salud en las Américas; los gobiernos locales y nacionales podrían aprovechar la iniciativa de la OPS/ OMS de Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS) como hoja de ruta, adaptándola a los contextos urbanos. Las Américas son una de las áreas del mundo más expuestas a peligros naturales y emergencias (PAHO, 2007). La urbanización rápida y no planificada y el crecimiento desordenado contribuyen a la vulnerabilidad de las zonas urbanas a los efectos de los desastres naturales. Un número cada vez mayor de gente está asentándose en áreas que pueden ser peligrosas, como cerros inestables, flancos de volcanes, fallas tectónicas, planicies inundables y zonas costeras. Estos asentamientos se encuentran en su mayor parte fuera del marco jurídico y oficial de los códigos de construcción, las normas en materia de uso de la tierra y las operaciones inmobiliarias (ISDR, 2010). En consecuencia, los pobres de las zonas urbanas corren un riesgo mayor porque es más probable que vivan en lugares peligrosos (ISDR, 2010). Se necesita un enfoque diferente de la elaboración de políticas y programas a fin de preparar a las ciudades y a las poblaciones urbanas para los retos actuales y futuros. Esta acción debe estar centrada en la gente y hacer hincapié en el fortalecimiento de la trama social para fomentar el desarrollo humano con la inclusión de todos los sectores, tanto ricos como pobres. Las instituciones gubernamentales y no gubernamentales, las organizaciones internacionales, el sector privado, las instancias normativas y los planificadores urbanos pueden desempeñar un papel importante al apoyar a las organizaciones comunitarias, los movimientos sociales y los gobiernos locales para mejorar el índole y la estructura de la ampliación urbana futura con objeto de que sirva mejor a los fines de reducir la pobreza y promover la salud urbana, el desarrollo social y la sostenibilidad ambiental. Eso requerirá una visión realista del futuro, mejor información a nivel local y regional, así como enfoques participativos, alianzas y colaboración intersectorial. Una de las medidas más importantes consiste en integrar un enfoque de equidad y determinantes de la salud en los programas y las acciones de salud urbana. Eso significa proponer grandes cambios metodológicos y crear las herramientas y la capacidad apropiadas. Las ciudades deben elaborar políticas públicas saludables centradas en los determinantes sociales de la salud, el desarrollo sostenible y la equidad en el ámbito de la salud local y adoptar mecanismos de planificación y gestión que incluyan la colaboración intersectorial y procesos participativos para la adopción de decisiones. La gobernanza urbana saludable es un aspecto clave para la acción. Los procesos que afectan al ejercicio de la gobernanza urbana ponen de relieve la responsabilidad de los gobiernos locales de desempeñar un papel más activo en el desarrollo socioeconómico urbano. Además, el mayor énfasis en los derechos humanos, la seguridad humana y la inclusión de la sociedad civil, junto con movimientos de descentralización y democratización, ayudan a fortalecer la gobernanza urbana al aumentar la participación y al lograr que la administración local sea más responsable y receptiva. Introducción En el 2008, por primera vez en la historia, las Naciones Unidas informaron que más de la mitad de la población humana vive en zonas urbanas, y se prevé que esta proporción suba a 70% para el 2050 (UNFPA, 2007). Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana 47 América Latina y el Caribe es la región más urbanizada del mundo en desarrollo, con 77% de su población en las ciudades. Se calcula que la Región seguirá urbanizándose en los próximos dos decenios y que la proporción urbana llegará a 85%. La mayor parte del crecimiento urbano está produciéndose ahora en ciudades pequeñas y medianas que tienen menos capacidad de planificación y manejo urbano. fundamentales: la libertad que implica no tener necesidades insatisfechas ni miedo, y libertad para actuar en nombre propio. Significa más que la mera ausencia de conflictos; más bien, subraya la necesidad de crear sistemas que den a la gente los elementos fundamentales para la supervivencia y la dignidad, así como medios de vida (CD50/19, Add. I [Esp.], 15 de septiembre del 2010). La urbanización no es solamente una cuestión demográfica, sino también una megatendencia y un proceso. Es una consecuencia de los beneficios percibidos de la vida urbana, que están presentes en todos los países pero aun más en los países en desarrollo. La urbanización debe considerarse en un contexto macroeconómico que abarca diversos factores sociales, económicos y políticos. Los modelos actuales de urbanización promueven la configuración de una variedad de espacios que definen las redes urbanas y reflejan los nexos sociales diferenciados que están presentes en las ciudades. Por eso, una vez construido el entorno de la ciudad, eso determinará su infraestructura física y cuán favorable sea el ambiente para la salud de la gente que vive o trabaja en ella. Esta complejidad se amplifica con la expansión de las actividades productivas y con un fenómeno económico nuevo y dinámico: las aglomeraciones urbanas metropolitanas que tienen el potencial para definir tendencias económicas, inversiones productivas y tendencias para la ampliación de los servicios. Los beneficios del desarrollo urbano han sido relativos. El ambiente de la ciudad puede perpetuar y acentuar las desigualdades entre ricos y pobres, facilitando la acumulación de riqueza y poder por la elite urbana (Vlahov et al., 2007). El desarrollo urbano también puede afectar a la sostenibilidad ecológica debido a que hay una mayor demanda de recursos y se generan más desechos como consecuencia de una combinación del crecimiento demográfico y mayores expectativas. Dada su capacidad para concentrar recursos y facilitar la disponibilidad de servicios y conocimientos, los centros urbanos también brindan una oportunidad para mejorar la promoción de la salud y la prevención, así como la sostenibilidad ambiental. Es importante reconocer que tanto los retos como los beneficios de los entornos urbanos son experimentados de forma diferente por los hombres y las mujeres, los adultos, los ancianos y los niños, los indígenas y las minorías étnicas, los discapacitados y otros grupos. La urbanización, al igual que la globalización, puede considerarse como un factor estructural entre los determinantes sociales de la salud. En vista de que la concentración de gente, recursos productivos e infraestructura social en las zonas urbanas es tanto la fuerza impulsora del desarrollo económico como su resultado (Tannerfeldt y Ljung, 2006), las ciudades brindan oportunidades para mejorar las condiciones de vida de la gente. Las ciudades también tienen el potencial para promover o socavar la seguridad humana. La seguridad humana2 significa proteger las libertades individuales La visión general de la seguridad humana, compartida por los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los determinantes de la salud, reconoce la interdependencia de factores económicos, políticos, sociales y culturales y considera la salud como un fenómeno pluridimensional, en el cual la buena salud depende de una serie de factores y la mala salud tiene múltiples consecuencias. Destaca la necesidad de enfrentar los determinantes fundamentales de la salud humana para promover el desarrollo urbano saludable y aumentar al máximo los beneficios del desarrollo urbano. 2 También hay un debate acerca de los beneficios de la globalización de las relaciones económicas para los habitantes urbanos. Por una parte, algunos defienden las ventajas del crecimiento económico, el empleo y la integración de las ciudades latinoamericanas en la economía mundial y creen que, a largo plazo, la globalización mejorará las condiciones de vida y de salud (Harpham, 1994; De La Barra, 1998). Por otro lado, algunos se quejan de que la globalización ha contribuido a la desigualdad urbana y el desarrollo insostenible y de que la agenda neoliberal de desregulación y privatización ha reducido el acceso a la atención de salud, ha perjudicado a los servicios y la infraestructura de salud pública, y ha conducido a un deterioro en las condiciones de vida de sectores vulnerables de la población urbana (De La Barra, 1998). En el documento de antecedentes para la mesa redonda del Consejo Directivo de la OPS (OPS, 2010, Add. I) se señala que la megatendencia de integración y crecimiento 48 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final demográfico de las ciudades responde en parte a la dinámica cultural, económica y política de estos espacios. El resultado de esta tendencia es que, desde 1975, la población de las megaciudades (ciudades de más de 10 millones de habitantes) se ha triplicado; por lo general, esto ha ocurrido también en las ciudades de más de un millón de habitantes. El mundo está urbanizándose a un ritmo sin precedentes: en 1900, el 13% de la población mundial (220 millones) residía en ciudades; en 1950, la población urbana ascendía al 29,1% (732 millones), mientras que, en el 2005, el 49% de la población (o sea, 3.171 millones de personas) vivía en asentamientos urbanos. Esta tendencia es muy marcada en las Américas, región que presenta el grado más alto de urbanización y aglomeración de las ciudades de todo el mundo. Esto se traduce en el crecimiento del número de ciudades pequeñas, medianas y grandes, y su aglomeración en zonas metropolitanas y megalópolis. En América Latina y el Caribe se ha producido una transición temprana y acelerada en comparación con otras regiones de desarrollo similar: la población urbana, que era el 42% del total en 1959, pasó al 77% en el 2005. La proporción de ciudades de más de 20.000 habitantes es mayor en América Latina que en Europa. En el 2010, el 79,4% de la población de la Región de las Américas vive en zonas urbanas y se prevé que la mayor parte del crecimiento demográfico futuro tendrá lugar en las ciudades. En la Región de las Américas, seis de las zonas urbanas más grandes son megaciudades y están distribuidas de la siguiente forma: una en Argentina (Buenos Aires), dos en Brasil (São Paulo y Rio de Janeiro), una en México (Ciudad de México) y dos en Estados Unidos (Nueva York y Los Ángeles). Otras ciudades importantes son Bogotá (Colombia) y Lima (Perú), con más de ocho millones de habitantes cada una, seguidas de Belo Horizonte (Brasil) y Santiago (Chile), con seis millones cada una. Aunque estas ciudades grandes siguen creciendo, las ciudades de tamaño mediano de la Región (en general, con poblaciones de dos a cinco millones) están experimentando actualmente las mayores tasas de crecimiento demográfico. En América Latina y el Caribe, el crecimiento urbano acelerado tiende a superar la capacidad de la sociedad para ofrecer servicios, lo cual es exacerbado por la complejidad y la inestabilidad de un mundo interdependiente y desigual. El desarrollo del sector de servicios, que está reemplazando los empleos en la agricultura y los sectores industriales, conduce a una mayor inestabilidad laboral para los empleadores, a la inseguridad para los empleados de habitantes urbanos y a una mayor inequidad económica y social. En un informe reciente de alcaldes de ciudades (UCLG, 2009) se destacaron las presiones a las que han estado sometidas las ciudades debido a la crisis económica mundial más reciente. En términos generales, la población urbana se enfrentó con un ascenso inmediato del desempleo y la pérdida de oportunidades laborales, que condujeron a un deterioro del bienestar y a una intensificación de los problemas sociales, lo cual, a su vez, obstaculizó la capacidad de la población para satisfacer algunas de sus necesidades básicas, como vivienda, alimentos y la adquisición de bienes duraderos. Los países de bajos ingresos con un porcentaje mayor de la población que vive en la pobreza son especialmente vulnerables. Los cambios económicos desfavorables, aunque sean cortos, tendrán consecuencias graves para la pobreza y el crecimiento económico a largo plazo. En el informe de UCGL (2009) se señala que, durante las crisis económicas, hay un aumento enorme de la competencia fiscal por escasos recursos en el ayuntamiento, al mismo tiempo que los ayuntamientos compiten por los fondos del gobierno nacional. Según un informe de ONU-Hábitat (2010), mientras que la incidencia relativa de la pobreza urbana en la Región bajó de 41% en 1990 a 29% en el 2007, el número de pobres en las zonas urbanas subió de 122 millones a 127 millones durante el mismo período. Este fenómeno puede atribuirse a varios factores: 1) la incidencia elevada de pobreza en el campo ha impulsado a la población rural a migrar a zonas urbanas; y 2) el avance de la globalización, que afectó la capacidad de algunas ciudades y países para competir eficazmente y mantener un nivel adecuado de remuneración para el empleo urbano al ritmo del crecimiento demográfico. Las ciudades de las Américas también tienen problemas vinculados a la vivienda deficiente o los asentamientos humanos precarios con condiciones de vida deficientes, conocidos como favelas en Brasil, pueblos jóvenes en Perú y ranchos en Venezuela. En la Ciudad de México, casi la mitad de la población de la ciudad vive en asentamientos precarios de ese tipo (Tabibzadeh y Liisberg, 1997), que se Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana caracterizan generalmente por la falta de servicios básicos (agua, saneamiento, electricidad, caminos, transporte, empleo), problemas de propiedad e ilegalidad, viviendas en malas condiciones de habitabilidad, hacinamiento y gran densidad, condiciones de vida insalubres, ubicación peligrosa y exclusión social. Estas condiciones son las causas fundamentales de la gran vulnerabilidad de estos asentamientos a los peligros naturales. Tendencias de la urbanización Esquema 1: etapas del crecimiento urbano Crecimiento de la población + – periferia alejada periferia inmediata centro de la ciudad municipios combinados etapa 1 etapa 2 periferia inmediata periferia alejada municipios combinados etapa 3 etapa 4 Elaboración según Van der Haegen, 1991, p.263 A. M. Chávez (1999) describe las tendencias del proceso de urbanización. La primera etapa es un movimiento hacia el centro que proviene de zonas alejadas, caracterizado por un gran crecimiento de la población en el centro. La segunda etapa es un movimiento del centro de la ciudad a la periferia, integrando los pueblos vecinos en el funcionamiento de las ciudades. El centro se vacía (tercera etapa) y posteriormente, en la cuarta etapa, aumenta la megapolización3 y se revitalizan los centros urbanos. Chávez, Ana María (1999). La nueva dinámica de la migración interna en México. México: UNAM-CRIM. Se entiende por megapolización la tendencia al crecimiento del centro de una ciudad a medida que se va integrando en una serie de pueblos vecinos más pequeños. 3 49 Beneficios del desarrollo urbano Las zonas urbanas tienen ventajas sociales, educativas, económicas, culturales, tecnológicas y profesionales comparativas. Los grandes centros metropolitanos brindan más oportunidades para hacer carrera y educarse, mejores perspectivas laborales para diversas clases de profesionales y su familia, mejores servicios e instalaciones relacionados con el modo de vida y mejor acceso a infraestructura y servicios básicos tales como salud y vivienda. Hay una fuerte conexión entre el grado de urbanización y el desarrollo humano (UNCHS, 2001). El grado de urbanización está estrechamente correlacionado con los ingresos nacionales (los países más desarrollados ya están urbanizados en su mayor parte) y en casi todos los países las zonas urbanas representan una parte desproporcionada del producto nacional bruto (PNB). Las ciudades pueden ofrecer más oportunidades para la participación social y política, así como acceso a los medios de comunicación, a la información y a la tecnología. Pueden facilitar la participación comunitaria y política en los procesos decisorios. Las ciudades también pueden mejorar la equidad de género. La concentración de población y recursos en las zonas urbanas permite a las mujeres reunirse, trabajar, formar redes de apoyo social, intercambiar información y organizarse en torno a los temas de mayor importancia para ellas (UNFPA, 2007). En comparación con las zonas rurales, las ciudades ofrecen a las mujeres mejores establecimientos de enseñanza y opciones laborales más diversas (UNFPA, 2007). Las mujeres y sus hijos pueden llegar a beneficiarse de la proximidad y la mayor disponibilidad de servicios urbanos, como agua, saneamiento, educación, salud y medios de transporte. Todo eso puede reducir la triple carga de trabajo reproductivo, productivo y comunitario de las mujeres (UNFPA, 2007). El vasto crecimiento urbano en los países en desarrollo tiene implicaciones mundiales. Lo que suceda en las ciudades de los países menos desarrollados en los próximos años determinará las perspectivas del crecimiento económico, la mitigación de la pobreza, la estabilización demográfica, la sostenibilidad ambiental y, en último término, el respeto de los derechos humanos en todo el mundo (UNFPA, 2007). Si bien la urbanización brinda grandes oportunidades para Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final 50 reducir la pobreza y la desigualdad en materia de género y promover el desarrollo sostenible, la administración sostenible y equitativa de los medios urbanos es uno de los mayores retos para los próximos decenios. La equidad, el desarrollo urbano y la salud La falta de equidad en el ámbito de la salud es determinada por estructuras y procesos sociales profundamente arraigados. Es el producto de las circunstancias en las cuales la gente crece, vive, trabaja y envejece y del tipo de sistemas que se usan para combatir sus enfermedades. En estas circunstancias influyen, a su vez, fuerzas políticas, sociales y económicas (WHO, 2008a). La reducción de las inequidades en el ámbito de la salud mediante la reducción de la pobreza y la desigualdad es uno de los retos principales para los países de la Región, especialmente en un contexto de urbanización rápida y no planificada. Aunque los datos probatorios indican que los países de la Región han avanzado notablemente en muchos aspectos (por ejemplo, menos personas viven en la pobreza, en tanto que la tasa de alfabetización y la esperanza de vida al nacer han aumentado), este progreso se refiere a promedios para todos los países y a menudo oculta grandes desigualdades nacionales y en las ciudades (PAHO/WHO, 2007a). Por ejemplo, en comparación con el total del pais, la ciudad de Buenos Aires tenía tasas más bajas de viviendas precarias (18,5% en comparación con 6,4%), agua contaminada (21,3% en comparación con 1,9%) y personas que no habían terminado la escuela primaria (8,6% en comparación con 4,8%) en el 2001. Sin embargo, también hay grandes disparidades en el ámbito de la salud dentro de la ciudad: la mortalidad infantil va de 6,5% en una zona central a 16% en otra parte del Gran Buenos Aires4 (Bernardini, 2009). Aunque se reconoce que esta falta de equidad es una consecuencia directa de la distribución desigual de los recursos, las oportunidades y el poder, la mayoría de los recursos sanitarios siguen invirtiéndose en la atención medica, como si los servicios curativos fueran el único determinante de la salud. En realidad, los demás El Gran Buenos Aires abarca la ciudad de Buenos Aires y los 24 municipios contiguos. 4 determinantes de la salud tienen un efecto mayor en las condiciones sanitarias generales, así como en algunas desigualdades evitables (Villar, 2007). Para promover la equidad en materia de salud en las ciudades y mejorar la salud de sus habitantes, es necesario actuar en determinantes tales como la vivienda, el empleo, la educación, los ambientes construidos y naturales, las redes sociales y los servicios de salud. Eso significa mejorar la coordinación entre las personas y las instituciones que formulan y llevan a cabo programas, reducir la fragmentación y la duplicación de tareas, asignar recursos, ofrecer más oportunidades de capacitación, procurar la continuidad y sostenibilidad de las iniciativas, fortalecer las bases de datos y formular políticas públicas capaces de adaptarse a los cambios en la situación socioeconómica (CNDSS, 2008; ILPES, 2008; Stein et al., 2007). Se pueden observar tres modalidades de política a partir de un análisis de las estrategias de intervención en los determinantes de la salud: 1) mejorar la salud de los grupos más desfavorecidos de la población mediante programas focalizados; 2) eliminar las disparidades entre los grupos más pobres y los que se encuentran en mejores circunstancias sociales; y 3) abordar todo el gradiente de la salud, o sea, la relación entre la posición socioeconómica y la salud en toda la población (Solar et al., 2007). Tales políticas podrían ejecutarse en los entornos urbanos a nivel municipal, así como a nivel nacional. En los últimos años, muchos países de las Américas han puesto más énfasis en los determinantes sociales de la salud. En consecuencia, en los países de la Región se ha observado un aumento de las políticas y las actividades que abordan los determinantes de la salud para reducir las desigualdades en ese ámbito y que reconocen, fortalecen y usan la capacidad y los recursos de la gente para mejorar su propia salud (véase el recuadro). El desarrollo de entornos saludables (municipios, escuelas, lugares de trabajo, etc.) ha sido una de las estrategias más ampliamente aplicadas en América Latina y el Caribe. Antecedentes y finalidad En el 2005, la OMS estableció la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud, que incluía una Red de Conocimiento sobre Asentamientos Urbanos, cuyo Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana Iniciativas regionales para abordar los determinantes de la salud En el 2006 se creó en Brasil la Comisión Nacional de los Determinantes Sociales de la Salud (CNDSS). Esta comisión intersectorial trabajó para producir y difundir información sobre las relaciones entre los determinantes sociales de la salud y el estado de salud, mejorar la formulación de políticas y programas, integrar el tema de los determinantes sociales de la salud y las consecuencias de las desigualdades en la educación de los profesionales de la salud y movilizar la sociedad civil para aumentar el interés en la relación entre la salud y las condiciones de vida (CNDSS, 2008). Asimismo, en el 2007, el Ministerio de Salud de Argentina estableció la Secretaría de Determinantes de la Salud y Relaciones Sanitarias, que procura integrar las estrategias para responder a los problemas de salud y facilitar la ejecución de los programas nacionales en el país (Red de Municipios, Argentina, 2010). En Chile (2008) se creó la Secretaría de Determinantes Sociales de la Salud en el Ministerio de Salud, que realizó evaluaciones regionales de los determinantes sociales de la salud y foros para analizar estos factores a nivel nacional y regional. Esta experiencia posibilitó la formulación de propuestas de intervenciones con la participación del público (Foros de salud: desafíos y propuestas ciudadanas. Ministerio de salud de Chile, 2009, en http://www.equidad.cl/foros/). La OPS/OMS también impulsa una serie de iniciativas regionales con un enfoque de determinantes sociales de la salud; por ejemplo, la iniciativa de Municipios, Ciudades y Comunidades Saludables; Escuelas Promotoras de la Salud; la iniciativa “Rostros, voces y lugares”, y una campaña para renovar el enfoque de la atención primaria de salud. objetivo era examinar y formular recomendaciones sobre intervenciones de política en el ámbito de la “urbanización saludable”. En el 2007, ONU-Hábitat publicó el informe Estado de las Ciudades del Mundo 2006/2007 (UN- 51 HABITAT, 2006) y la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI) publicó el libro More Urban, Less Poor (Tannerfeldt y Ljung, 2006). También en el 2007, el Instituto de la Vigilancia Mundial y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) seleccionaron la salud urbana como foco de sus informes mundiales, y ese mismo año la OMS recalcó la importancia de la salud urbana en el Día Mundial de la Salud con el lema de la seguridad sanitaria internacional. La Fundación Rockefeller apoyó el análisis con el establecimiento de la Red Mundial de Investigación sobre Salud Urbana, cuyo informe se publicó recientemente (GRNUH, 2010). En las Américas, la OPS ha establecido el Foro Regional de Salud Urbana con la intención de consolidar un marco conceptual y estratégico para la cooperación técnica en el campo de la salud urbana. Este foro procura promover y facilitar el diálogo con colaboradores internos y externos con objeto de mejorar las políticas y los programas sanitarios sobre la base de pruebas científicas en el ámbito de la salud pública. La primera reunión del Foro Regional de Salud Urbana se celebró en el 2007 en la Ciudad de México. El Foro de Salud Urbana fue creado con el propósito de fomentar el diálogo y el debate entre los colaboradores y los interesados directos a fin de contribuir al establecimiento de un marco conceptual útil para las intervenciones de salud pública. Se proponía sentar las bases para el intercambio de conocimientos y adelantos mundiales, poniendo de relieve la métrica de salud urbana, la gobernanza, las políticas públicas de salud urbana, su relación con la equidad, y las recomendaciones del Informe de la Comisión OMS sobre Determinantes Sociales de la Salud. Un aspecto clave era señalar las esferas de interés para la cooperación técnica de la OPS. Se trataron experiencias específicas de Argentina, Brasil, Guatemala y México. Los participantes llegaron a la conclusión de que la OPS y los Países Miembros de la Región debían formular iniciativas para seleccionar modelos y prácticas óptimas, elaborar métodos e indicadores innovadores, establecer observatorios de salud urbana, transferir conocimientos, incluido el establecimiento de foros nacionales de salud urbana, y promover la capacidad de los profesionales de la salud y los medios de comunicación en el área de la salud urbana. Las recomendaciones incluyeron el buscar socios clave y 52 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final fomentar su participación, difundir enseñanzas y prácticas óptimas, establecer relaciones con otros organismos de las Naciones Unidas y explorar la posibilidad de hacer del Foro un órgano consultivo para responder a solicitudes de consultas, ayudar a desarrollar plenamente el marco conceptual de la salud urbana y formular directrices y documentos estratégicos que faciliten la elaboración de la estrategia regional. Como parte de las actividades del Día Mundial de la Salud 2010, dedicado al “Urbanismo y Vida Saludable”, la OPS está organizando el Segundo Foro Regional de Salud Urbana que tendrá lugar en octubre en Nueva York, con la finalidad de mejorar la cooperación técnica y la asistencia a los países miembros y sus ciudades en el tema de la salud urbana. Este documento de referencia fue preparado con la finalidad de basar y guiar las deliberaciones en dicho Foro. Presenta un resumen y un análisis de la situación en lo que se refiere a diferentes temas relacionados con la salud urbana en las Américas. No se propone hacer un análisis exhaustivo de cada tema relacionado con la salud urbana; más bien, destaca una amplia gama de temas que afectan a la salud en las ciudades de la Región. La primera parte del documento de referencia se divide en cuatro áreas: condiciones físicas, condiciones sociales y conductuales, condiciones y servicios sanitarios, y condiciones geográficas y climáticas. Después se describe la importancia de la buena gestión urbana y se recomiendan medidas para promover la salud, la seguridad humana y la equidad en la Región. Condiciones físicas Infraestructura urbana y servicios esenciales Los procesos de urbanización a menudo se han producido de una forma no planificada y no controlada, imponiendo así a las ciudades el reto financiero y administrativo de proporcionar infraestructura adecuada y servicios esenciales tales como abastecimiento de agua, saneamiento y eliminación adecuada de desechos y desagües. También ha obstaculizado la capacidad de las ciudades para prestar servicios de salud adecuados, oportunidades laborales, vivienda y seguridad. La infraestructura urbana afecta al estado de salud de la población al facilitar u obstaculizar el acceso al agua potable, el saneamiento, la electricidad y el transporte, así como a la educación, los servicios de salud, las comunicaciones y servicios públicos tales como parques, jardines y espacios para recreación y deportes. La infraestructura urbana debe proporcionar estructuras físicas que permitan a la gente realizar su potencial, satisfacer sus necesidades físicas, sociales y espirituales, ejercer mayor control sobre la calidad de su vida y contribuir al desarrollo de la sociedad. La falta de planificación urbana (por ejemplo, planes maestros de desarrollo urbano), el crecimiento urbano y la edad avanzada de las ciudades de las Américas son algunos de los factores que comprometen la calidad de vida de los residentes urbanos y el funcionamiento eficaz de la infraestructura de servicios públicos. La protección apropiada del medio ambiente no solo fomentará el suministro de agua de buena calidad para consumo humano, sino que también protegerá la salud y la calidad de vida de la población (Amorim, 2009). En muchas áreas periurbanas o urbanas donde los habitantes dependen de sistemas complejos de abastecimiento de agua, cañerías, tratamiento y alcantarillado, hay un déficit enorme de cobertura de servicios básicos. La infraestructura deficiente o inadecuada para los servicios básicos de saneamiento (principalmente la eliminación adecuada de excretas humanas) y para el acceso al agua potable da lugar a la contaminación del suelo, el agua y los alimentos, y atrae a roedores e insectos que facilitan la aparición de diversas enfermedades transmisibles, como ocurre también con la falta de acceso a agua potable. Los países con los peores servicios de abastecimiento de agua y saneamiento básico tienen tasas más elevadas de mortalidad de lactantes y de niños pequeños, lo cual no es sorprendente dado que los niños son los más afectados por estas deficiencias (Fay, 2005). La calidad de la vivienda es uno de los principales determinantes de la salud humana. Gran parte de la población, especialmente los habitantes de los barrios pobres de las ciudades grandes, está expuesta a viviendas inadecuadas, sin acceso a servicios básicos, y a una variedad de contaminantes ambientales. Las viviendas de los barrios pobres empeoran la salud de sus residentes, en particular los que son sumamente vulnerables, como los niños menores de 5 años, las mujeres, las personas con enfermedades crónicas Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana tales como la infección por el VIH/sida, los discapacitados y los ancianos, que pasan la mayor parte del tiempo en casa (Naciones Unidas, 2005). Para abordar estos problemas, uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) era reducir a la mitad la población sin acceso a agua salubre y saneamiento para 2015. Los datos proporcionados por las Naciones Unidas sobre la meta 11 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio indican que los barrios pobres urbanos de la Región todavía representan un grave problema. Aunque el porcentaje de habitantes de barrios pobres bajó, el número absoluto subió de 111 millones a 127 millones entre 1990 y 2001 (Naciones Unidas, 2005). Además, hay grandes disparidades entre los países de la Región. En Belice, Bolivia, Guatemala, Haití, Nicaragua, y Perú, 50% de la población urbana vive en barrios pobres, mientras que en Antigua y Barbuda, las Antillas Neerlandesas, Aruba, las Bahamas, Barbados, Bermudas, Chile, Cuba, Granada, Guyana, Puerto Rico, San Vicente y las Granadinas, Saint Kitts y Nevis, Suriname y Uruguay, menos de 10% de la población urbana vive en barrios pobres (Naciones Unidas, 2005). Iniciativa de Vivienda Saludable En el marco de la Estrategia de Vivienda Saludable de la OPS/OMS se han llevado a cabo actividades para proteger a las poblaciones más vulnerables a los riesgos de la vivienda en las áreas más necesitadas, contribuyendo al desarrollo local integrado de las comunidades (PAHO/WHO, 2006). La estrategia requiere un fuerte compromiso político, una sólida experiencia técnica e intercultural, una colaboración intersectorial permanente, un enfoque multidisciplinario y un alto grado de participación y acción comunitaria. Por lo tanto, un mecanismo eficaz para la aplicación de la estrategia es el establecimiento de redes nacionales intersectoriales y multidisciplinarias de vivienda saludable asociadas a la Red Interamericana de Vivienda Saludable. climático; pueden producirse lluvias y graves inundaciones como consecuencia de la degradación del medio ambiente y los asentamientos humanos, a menudo en barrios pobres, en zonas protegidas y en fuentes de agua con drenaje inadecuado y sin infraestructura para la eliminación de desechos. Los desastres naturales, como las inundaciones, los terremotos y los huracanes, ponen a prueba la calidad y la capacidad de recuperación de la infraestructura urbana y, en consecuencia, la salud. Sus efectos son más destructivos debido a que las ciudades se extienden a lugares peligrosos (barrancos, laderas, áreas propensas a inundaciones o cerca de fábricas) y a la incapacidad de los municipios de proporcionar viviendas o infraestructura adecuada a la población. Este peligro es evidente cuando se observan los vecindarios establecidos en laderas, cerros y barrancos de Rio de Janeiro (Brasil), La Paz (Bolivia), Caracas (Venezuela) y Ciudad de Guatemala (Guatemala) (ONU-Hábitat, 2010). Estas áreas son sensibles a los deslizamientos de tierra y las inundaciones, que a su vez pueden obstaculizar el acceso de los residentes a los servicios de urgencia. Agua y saneamiento Actualmente, habiendo transcurrido dos terceras partes del plazo para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), la región de América Latina y el Caribe ha experimentado un crecimiento en la prestación de servicios que la coloca por encima del nivel medio de cobertura de los países en desarrollo e incluso del resto del mundo. No obstante, aproximadamente 40 millones de personas no tienen acceso a un sistema mejorado de abastecimiento de agua potable (WHO/UNICEF, 2010). En el caso del saneamiento, 115 millones de personas no tienen acceso a “instalaciones de saneamiento mejoradas5” (WHO/UNICEF, 2010). La inequidad en el acceso a los servicios básicos afecta principalmente a los pobres: poblaciones rurales, sectores periurbanos y poblaciones indígenas (UN-HABITAT, 2003). Instalaciones de saneamiento mejoradas: instalaciones donde los seres humanos no tienen contacto con excretas humanas; incluyen: a) letrina de cierre hidráulico o de sifón con sistema de alcantarillado entubado, fosa séptica o letrina de pozo; b) letrina de pozo mejorada con ventilación; c) letrina de pozo con losa; y d) inodoro de compostaje. 5 La urbanización rápida y no planificada también aumenta la vulnerabilidad a los efectos extremos del cambio 53 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final 54 En un gran número de países de América Latina y el Caribe, la gestión de la calidad del agua es deficiente, debido principalmente al funcionamiento y el mantenimiento inadecuados de los sistemas de abastecimiento de agua como consecuencia de diferentes factores técnicos, económicos, sociales o políticos. Como se señala en un informe técnico del Banco Mundial (2005), “los ministerios de salud son a menudo los líderes más apropiados, pero rara vez participan en las actividades en el ámbito de los servicios de agua y saneamiento6”. En América Latina y el Caribe, sólo 85% de los hogares urbanos (y 64% de los rurales) usan instalaciones de saneamiento mejoradas. Los principales problemas del funcionamiento inadecuado de los sistemas de abastecimiento de agua pueden verse en la irregularidad del servicio (que se proporciona de 4 a 16 horas por día en algunos países, fomentando el almacenamiento de agua en los hogares, lo cual conduce a problemas de salud pública causados por la proliferación de mosquitos que transmiten dengue y fiebre amarilla). Eso, a su vez, afecta a la calidad (principalmente debido a la falta de desinfección y a las conexiones clandestinas que producen contaminación cruzada) y la cantidad de agua disponible por habitante (Caprara, 2009). En algunos países, la calidad del agua se ve afectada por contaminantes químicos y tóxicos presentes en las fuentes de agua, como arsénico y flúor (Halem, 2009). La contaminación del agua por productos químicos y muchas otras sustancias proviene de diferentes fuentes (entre ellas fertilizantes, plaguicidas y mercurio) que colocan los sistemas de agua dulce disponibles para consumo humano en una situación crítica que amenaza a la seguridad humana (Vörösmarty, 2010). Los factores relacionados con el servicio que afectan a la calidad del agua provista en la Región incluyen la falta de fuentes apropiadas, lo cual lleva al consumo de agua de lluvia, práctica muy difundida en las islas del Caribe (Heyworth, 2006); la presión baja en la distribución de agua; los costos y la administración de los aranceles; y la falta de información. Esta situación ha fomentado un aumento sustancial del consumo de agua embotellada, que es mucho más costosa. En un estudio realizado en cuatro ciudades Véase más información en http://web.worldbank.org/WBSITE/ EXTERNAL/TOPICS/EXTWAT/0,, contentMDK:21706928~men uPK:4602430~pagePK:148956~piPK:216618~theSitePK:4602123,00. html. 6 de Perú se constató que 89% de la gente empleaba algún método de tratamiento domiciliario (como hervir el agua) y 47% almacenaba agua (PAS/BM, 2008). A fin de mejorar la calidad del agua, varios países ya han examinando y actualizando el marco jurídico para la calidad del agua o lo están haciendo. Varios países tienen comités nacionales que siguen las directrices de la OMS (WHO, 2008b) como base y están abordando la gestión de riesgos (Brasil, Colombia, México, Perú y Uruguay). Otros países están elaborando y ejecutando planes de salud del agua (Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Guyana, Honduras, Jamaica, Paraguay, Perú y Uruguay). Es necesario adoptar medidas importantes con objeto de desarrollar el marco jurídico para la protección y el uso de las fuentes de agua potable a fin de reducir su contaminación y uso excesivo, que están llevando a una escasez creciente (exacerbada por el cambio climático). En el informe del 2000 sobre la evaluación mundial del agua y el saneamiento se señala que se depura solo el 14% de las aguas residuales recogidas por los pocos sistemas de alcantarillado existentes (PAHO/WHO, 2001). Aunque no se han hecho grandes inversiones en el tratamiento de aguas residuales en el último decenio, según el informe del 2000 (PAHO/WHO, 2001) Uruguay fue el país con el porcentaje más alto de tratamiento de aguas residuales (73%), seguido de la República Dominicana (34%) y Nicaragua (32%). Los países con la cobertura más baja de tratamiento fueron Guatemala (1%), El Salvador (2%) y Honduras (3%). Los datos se actualizaron en el 2007 en varios países, y se observó un aumento de la cobertura en las zonas urbanas en algunos países: Bolivia (40%), Chile (84%), Costa Rica (37%), Ecuador (24%), Honduras (22%), Nicaragua (50%), Perú (23%), Suriname (89%) y Uruguay (57%) (Conferencia Latinoamericana de Saneamiento, 2007). Otros países informaron individualmente; por ejemplo, Brasil (28%) (IBGE/PNSB, 2008). Se calcula que sólo 22,6% de los desechos generados en la Región se depositan en vertederos sanitarios adecuados, mientras que más de 45% de los desechos terminan en vertederos al aire libre o en cursos de agua (PAHO/ WHO, 2007c). Los grupos más expuestos a los efectos ambientales son las personas que viven en áreas donde no hay sistemas adecuados de recolección y almacenamiento Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana de desechos, los trabajadores del sector de residuos sólidos y las personas que seleccionan basura para subsistir. En la Región, el porcentaje de cartoneros o pepenadores que son mujeres y niños excede de 50% (PAHO/WHO, 2007c). Las políticas y los marcos institucionales de la Región en materia de residuos sólidos tienen grados dispares de desarrollo. En general, los ministerios de salud y medio ambiente se encargan de la supervisión y reglamentación, mientras que los municipios son responsables de los servicios. Sin embargo, los municipios carecen normalmente de capacidad administrativa y económica y no hay políticas adecuadas o mecanismos para hacer cumplir la normativa e imponer sanciones cuando no se emplean procedimientos apropiados con los residuos sólidos. También hay superposición en la legislación y a veces responsabilidades, en tanto que la jurisdicción no está claramente definida en muchos casos. Pocos países tienen leyes específicas sobre residuos sólidos (PAHO/WHO, 2007c). Los desastres naturales y sus efectos en los sistemas de agua y saneamiento constituyen un factor “externo” que representa una amenaza para los servicios de agua, saneamiento y residuos sólidos. Durante el último decenio, la Región de las Américas ha sido la segunda más afectada por desastres naturales (PAHO/WHO, 2007c). En muchos casos, debido a la ocupación ilegal y desordenada de tierras públicas y privadas, no hay un sistema de manejo de cuencas y aguas pluviales, lo cual, a su vez, da lugar a inundaciones y deslizamientos de tierra. Estrategias de la OPS para el agua y el saneamiento A fin de mejorar la salud y la calidad de vida, las políticas en materia de agua y saneamiento deben reconocer los factores de riesgo y propiciar cambios para promover entornos saludables. Eso incluye el reconocimiento de derechos sociales y de vivienda, así como la importancia de preservar los recursos naturales para que las ciudades puedan planificarse con una infraestructura integrada de agua, saneamiento, drenaje y eliminación de desechos; el acceso universal a los servicios; el uso de Continúa Estrategias de la OPS… (cont.) tecnologías apropiadas para prestar servicios a todos de forma equitativa y justa; y la mejora del control social y la integración con otras políticas públicas. Una estrategia promovida por la OPS/OMS en la Región para apoyar los programas de vigilancia y control de calidad es los planes de salud del agua propuestos en las Guías de la OMS para la Calidad del Agua Potable. Estos planes representan una declaración integral, basada en la evaluación y el manejo de los riesgos para la salud, a fin de optimizar la salud del agua potable con un enfoque que va de la cuenca al consumidor. La metodología de los planes de salud del agua, su evaluación y la gestión de los riesgos abarcan todo el ciclo del agua urbana, desde el momento de su captación para el consumo hasta la descarga de aguas residuales en el curso de agua. Plan de salud del agua para Spanish Town (Jamaica) En el marco de una alianza de la OPS/OMS, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y el Organismo de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), se llevó a cabo un programa piloto de planes de salud del agua en Spanish Town ( Jamaica) de julio del 2006 a noviembre del 2007. El grupo de trabajo estaba integrado por la Dirección de Recursos Hídricos, la División de Salud Ambiental del Ministerio de Salud, la Comisión Nacional del Agua (el operador), el Organismo Nacional de Medio Ambiente y Planificación, la Comisión Nacional de Riego, los Servicios de Salud de St. Catherine, el Consejo de Distrito de St. Catherine y el Laboratorio Nacional de Salud Pública. El Sistema de Abastecimiento de Agua para Spanish Town, la capital de St. Catherine, atiende a una población de aproximadamente 140.000. La principal fuente de captación es el río Cobre, fuente de agua superficial utilizada para el consumo y el riego. La planta de tratamiento es muy vieja y se Continúa 55 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final 56 Estrategias de la OPS… (cont.) Estrategias de la OPS… (cont.) está refaccionando como parte de un proyecto para modernizar y mejorar el abastecimiento de agua en la zona metropolitana de Kingston, que comprende Spanish Town. y la presión baja; se recordó que las interrupciones del servicio aumentan la probabilidad de que se almacene agua en el hogar y podrían crear un riesgo de mayor contaminación. Algunos de los logros del proceso En un examen de la calidad del agua, el cloro Intercambio de información entre los organismos interesados, aumentando su comprensión de las operaciones en los organismos y ministerios. Indicación de 44 peligros y clasificación de sus riesgos a fin de tomar medidas de control, entre ellas una campaña educativa permanente, la remoción de los asentamientos precarios y de las actividades alrededor de los canales y el establecimiento de una zona amortiguadora, evitar la precloración de agua sin tratar con un alto contenido de sustancias orgánicas a fin de reducir la posibilidad de crear subproductos nocivos, la creación de un régimen de autovigilancia con personal debidamente capacitado, el establecimiento de una línea telefónica para quejas que pueda usarse para notificar los problemas de falta de cloro o turbidez excesiva y disminuir el robo de bidones de cloro de las casetas que albergan la bomba de los pozos de agua, la educación pública sobre los riesgos de las conexiones ilegales, y el fortalecimiento de los recursos humanos y la capacidad institucional para llevar a cabo un plan integral de vigilancia de la calidad del agua. Con el apoyo de los CDC se realizó una valoración y encuesta para evaluar la calidad del agua que llega al consumidor, su almacenamiento y su uso. En el área abarcada por la encuestada se constató que la calidad del agua era buena, los usuarios estaban satisfechos y la diarrea no era motivo de gran preocupación7. Las quejas principales en los hogares encuestadas se referían a la falta de servicio Continúa Los encuestados no consideraban la diarrea como un problema de salud importante, pero alrededor de la mitad de los entrevistados acudieron a un establecimiento de salud para recibir tratamiento, mientras que otros usaron remedios caseros o productos farmacéuticos o dejaron que la enfermedad siguiera su curso. 7 residual y los niveles microbianos en los grifos, los tanques y los recipientes para almacenar agua potable, se observó una reducción de la calidad del agua a medida que la duración del almacenamiento aumenta. Se señaló que había mucho menos cloro y más coliformes totales y fecales en los recipientes de agua potable que en los grifos. Véase más información en http:/www.bvsde.paho.org/bvsacg/red_lac_ psa/casos/casos.html. Transporte y seguridad vial Los sistemas y la infraestructura de transporte urbano pueden repercutir profundamente en las oportunidades para los habitantes de la ciudad, así como en la carga de lesiones o mortalidad. Las lesiones por accidentes de tránsito causan 142.000 defunciones y alrededor de cinco millones de lesiones al año en las Américas. Las tasas de mortalidad ajustadas por edad de los accidentes de tránsito varían considerablemente entre los países, situándose entre 4,3 y 21,8 por 100.000 (PAHO/WHO, 2009a). La infraestructura de transporte en la Región ha favorecido el uso del automóvil particular. Hay 387 millones de vehículos registrados, con más de 70% en la subregión de América del Norte. La tasa de motorización se calcula en 430 vehículos por 1.000 habitantes, con grandes diferencias entre países: de menos de 100 vehículos por 1.000 habitantes en las Bahamas, Bolivia, Cuba, El Salvador, Nicaragua, Paraguay y Perú a más de 300 en Argentina, Barbados, las Islas Vírgenes Británicas, Canadá, Santa Lucía, Suriname, Trinidad y Tabago, y Estados Unidos (PAHO/WHO, 2009a). Los sistemas de transporte público en varios países latinoamericanos se caracterizan por grupos fragmentados de empresas que compiten para atraer pasajeros. Eso suele comprometer la adopción de prácticas seguras por los Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana conductores de autobuses (Villaveces y Rodrigues, 2009). El servicio es generalmente deficiente y los pasajeros que usan los sistemas de autobuses públicos son en general personas que no pueden costear vehículos particulares. Esta situación contribuye a una concentración en el suministro de servicios en zonas urbanas de gran densidad y a un suministro limitado e insuficiente de servicios fuera de los límites de las áreas comerciales. El suministro insuficiente de buenos servicios de transporte público fomenta la búsqueda de medios alternativos del transporte, como las motocicletas, que a menudo son menos seguras. En las áreas más populosas, la seguridad tanto de los pasajeros como de los peatones se ve aun más amenazada por la congestión del tránsito y la escasa separación de los usuarios de la calle o la falta de separación. En consecuencia, las lesiones y los riesgos de muerte y colisión son mayores (Villaveces y Rodrigues, 2009). La mayoría de los países han adoptado medidas para mejorar la seguridad vial a nivel nacional. La mayoría de las intervenciones se han concentrado en los conductores y los ocupantes de vehículos automotores. Sin embargo, los países de América Latina y el Caribe han iniciado recientemente actividades para proteger a los usuarios más vulnerables, como peatones, ciclistas y motociclistas, a fin de reducir la desigualdad entre los diversos usuarios de las vías públicas. Por lo tanto, es indispensable continuar la labor para promover intervenciones integrales de movilidad que sean inclusivas y seguras para todos (PAHO/WHO, 2009a). Un examen reciente de la legislación en materia de seguridad vial en la Región indica que los países de las Américas se encuentran en etapas diferentes con respecto a la legislación integral. Aunque todos los países tienen leyes de seguridad vial, varían en cuanto a su alcance y en la mayoría todavía no se están haciendo cumplir estrictamente las leyes ni se está evaluando su eficacia (PAHO/WHO, 2009a). Hay cada vez más datos probatorios de las ventajas del transporte público. Los sistemas de transporte público bien concebidos y coordinados pueden conducir a una gran reducción de las lesiones y defunciones por accidentes de tránsito ( Jacoby et. al, 2005). Cuando la densidad de 57 tránsito es menor, se reduce el ruido ambiental, mejora la calidad del aire, se reduce la incidencia de enfermedades respiratorias relacionadas con la contaminación y se reduce el estrés en la población. El transporte público asequible facilita el acceso universal de todos los estratos sociales y disminuye el aislamiento social y las desigualdades. La cobertura adecuada de transporte atiende a todos los sectores de la población. Al mismo tiempo, la seguridad, la asequibilidad, la eficiencia y la fiabilidad del transporte puede redundar en grandes ahorros individuales y familiares, así como para los sistemas de atención de salud y el gobierno local y nacional. Los sistemas de transporte público multimodales son una herramienta imprescindible para promover las comunidades saludables, la equidad y el desarrollo sostenible (Villaveces y Rodrigues, 2009). Es necesario pasar de un modelo que favorece el transporte privado individual a políticas que favorezcan el transporte público y, si la densidad de población es suficiente, lo garantice para la mayoría de la población. Tales políticas requieren una atención minuciosa a la planificación urbana que evita el crecimiento urbano. En las zonas urbanas extensas, las tasas de muerte per cápita por accidentes de tránsito tienden a ser mayores debido a las grandes distancias recorridas por los vehículos y a la velocidad de circulación (Litman, 2006); al mismo tiempo, es importante que haya una infraestructura adecuada para los usuarios de medios de transporte público, aceras sin obstáculos y cruces peatonales viables. Se debe prestar especial atención a las personas de edad que tienen mayor dificultad para caminar, a los niños menores de 15 años, a los padres con cochecitos de bebé y a los usuarios de sillas de ruedas. Caminar y andar en bicicleta, solos o combinados con el uso de transporte público, promueven un modo de vida físicamente más activo, ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad y a reducir el riesgo de trastornos crónicos conexos, y contribuye a un mayor bienestar físico y mental general. Los ambientes propicios para los peatones y el uso de bicicletas, combinado con sistemas de transporte público bien concebidos, eficientes y asequibles, pueden facilitar la adquisición de hábitos saludables y modos de vida activos, reducir la dependencia de vehículos automotores y contribuir a la calidad de vida y a la salud de la población general (Villaveces y Rodrigues, 2009). 58 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Prácticas adecuadas para la seguridad vial y el transporte En el 2008, Ciudad de Guatemala y Pereira (Colombia) fueron premiadas por la adopción de modelos de transporte sostenibles (ITDP, 2008). El sistema TransMilenio de Bogotá también es conocido en todo el mundo y es primer proyecto de transporte colectivo aprobado para participar en el Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kyoto. Como tal, sirve de modelo para iniciativas similares relacionadas con el transporte que están tomando forma en todo el mundo (Herro, 2006). Bogotá estableció uno de los sistemas de ciclovías más extensos del mundo, CicloRuta. Entre el 2000 y el 2007, el número de usuarios de bicicletas aumentó de 22.700 a 83.500, y el número de defunciones relacionadas con las bicicletas disminuyó en 33%. Curitiba (Brasil) tiene una de las tasas más elevadas de automóviles particulares de todo el país; sin embargo, también tiene una de las tasas más elevadas de uso de autobuses públicos. Según encuestas recientes, 28% de las personas que antes viajaban todos los días al trabajo en automóvil ahora recurren al transporte público (Villaveces y Rodrigues, 2009). Condiciones sociales y conductuales Los medios urbanos influyen en todos los aspectos de la salud de sus habitantes, entre ellos el comportamiento y la exposición a riesgos. En la sección siguiente se ponen de relieve tres factores importantes que contribuyen a la carga de morbilidad en la Región: la violencia, el abuso del alcohol y el consumo de tabaco. La violencia en el contexto urbano La violencia se encuentra entre las principales causas de muerte de personas de 15 a 44 años en todo el mundo. También contribuye en gran medida a la morbilidad. Los efectos de la violencia se extienden mucho más allá de los efectos en la salud y los medios de vida individuales, influyendo en el bienestar y la trama social de familias y comunidades, y puede tener repercusiones negativas en las perspectivas económicas de una ciudad (Krug et al., 2002). El temor a la violencia también puede tener un efecto terrible en el bienestar de una comunidad (Moser, 2004). Las tasas de violencia juvenil y mortalidad por homicidios en América Latina se encuentran entre las más altas del mundo, aunque hay considerables variaciones tanto dentro de la Región como entre países. Argentina, Chile, Costa Rica y Uruguay tienen una mortalidad baja relacionada con la violencia; la República Dominicana, Ecuador, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Perú tienen tasas moderadas; y Brasil, Colombia, El Salvador, Honduras, México y Venezuela tienen tasas de mortalidad altas o extremadamente altas (Briceño-León et al., 2008). En el estudio multinacional de la OMS sobre la salud femenina y la violencia contra la mujer, que abarcó dos países de la Región, se observaron tasas elevadas de violencia en una ciudad importante de cada país: 28% de las mujeres de São Paulo (Brasil) y 51% de las mujeres de Lima (Perú) dijeron que alguna vez habían sido víctimas de actos de violencia física o sexual perpetrados por su pareja (GarcíaMoreno et al., 2005). La violencia sexual perpetrada por un compañero sexual también es común en toda la Región, con una gama que va de 5% de las mujeres de la República Dominicana y Paraguay a 47% de las mujeres de Cusco (Perú), que dicen que alguna vez fueron obligadas a tener relaciones sexuales (Contreras et al., 2010). En las Américas, la violencia se concentra en las zonas urbanas, a menudo en los barrios más pobres y marginados de la ciudad. En Belo Horizonte, Bogotá, la Ciudad de México y Santiago de Chile, las tasas de homicidios son más altas en las zonas más pobres de la ciudad (Berkman, 2007). En las áreas donde coexisten la riqueza y la extrema pobreza, la violencia también parece ser más frecuente, como se observa en las zonas urbanas de Brasil, Colombia, México y Venezuela, (Briceño-León et al., 2008). La violencia puede contribuir a la segregación: los ricos se aíslan en “enclaves fortificados” o usan redes de transporte complejas y sistemas de seguridad privados para separarse de los pobres, que son vistos como los perpetradores de actos de violencia (Moser, 2004). La violencia urbana se debe a un conjunto complejo de factores en varios niveles, descritos por Briceño-León et al. (2008): a) factores en los cuales se origina la violencia: el Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana alto grado de desigualdad y desempleo, la paradoja de la gente con un buen nivel de educación pero cada vez menos oportunidades de empleo, las mayores expectativas y la imposibilidad de alcanzarlas, y la pérdida de mecanismos tradicionales de socialización y control social como aquellos fomentados por la familia y la religión; b) factores que promueven la violencia: el aumento de la densidad de población en áreas pobres y la segregación urbana, la cultura del machismo, los mercados de drogas y la presencia de pandillas, y sistemas judiciales ineficientes que no castigan a los agresores; y c) factores que facilitan la violencia: la proliferación de las armas de fuego, el consumo de alcohol y las dificultades de la gente para expresar verbalmente sus sentimientos y resolver conflictos. El narcotráfico, que ha contribuido a las tasas elevadas de violencia en la Región, impulsa la actividad delictiva de varias maneras: con la violencia directamente vinculada al narcotráfico, el desvío de recursos de la justicia penal, su contribución a la disponibilidad generalizada de armas de fuego, la normalización del comportamiento ilegal, y la erosión y corrupción de las instituciones sociales (UN Office on Drugs and Crime, 2007). Aunque la violencia es generalizada, la evidencia indica que se puede prevenir y se pueden cambiar los factores que contribuyen a las respuestas violentas, sean factores de la actitud y el comportamiento o relacionados con condiciones sociales, económicas, políticas y culturales más amplias (véase el recuadro) (WHO, 2009a). Estrategias de prevención de la violencia y experiencias en la Región En una publicación reciente, la OMS (2009a) documentó las pruebas científicas de la eficacia de las intervenciones para prevenir la violencia interpersonal y autoinfligida, basándose en exámenes rigurosos de la bibliografía: Establecimiento de relaciones seguras, estables y propicias entre los niños, sus padres y las personas a cargo de su cuidado. Los programas de visitas domiciliarias y los programas para padres sobre la crianza de los Continúa Estrategias de prevención de la violencia… (cont.) hijos previenen el maltrato de los niños y reducen la agresión en la niñez, las condenas por actos de violencia de adolescentes y adultos jóvenes, los actos de violencia perpetrados por la pareja y la violencia autoinfligida en etapas posteriores de la vida. Desarrollo de aptitudes para la vida en los niños y los adolescentes. El desarrollo de aptitudes sociales, emocionales y conductuales puede prevenir la violencia juvenil. Reducción de la disponibilidad y el consumo nocivo de alcohol. Disponibilidad de intervenciones breves y de tratamiento de más larga duración para los bebedores problemáticos, restricción de las horas y los días en que se permite consumir alcohol y reducción del número de tiendas minoristas de bebidas alcohólicas. Reducción del acceso a armas de fuego y navajas. Los estudios realizados en Colombia y El Salvador indican que hacer cumplir la prohibición de portar armas de fuego en público puede reducir las tasas de homicidio. Promoción de la igualdad de género para prevenir la violencia contra la mujer. Las intervenciones en la escuela y en la comunidad pueden promover la igualdad de género y prevenir la violencia contra la mujer al poner en tela de juicio los estereotipos de género. Pueden abordar las normas de género entre los niños y los adolescentes antes de que se arraiguen profundamente. Identificación de víctimas y programas de atención y apoyo. La disponibilidad de asesoramiento y orientación, la planificación de medidas de seguridad y la remisión a otros organismos pueden aumentar el comportamiento seguro de las víctimas y reducir los daños adicionales. urbana. Los espacios inseguros (senderos y carriles oscuros, paradas de autobús aisladas y letrinas públicas) pueden contribuir a las violaciones, los robos y los delitos violentos. Planificación 59 60 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Figura 1. Relación entre factores socioeconómicos y el consumo peligroso de alcohol Grado de urbanización Riquieza del Hogar e Índice de Enseres Domésticos Consumo peligroso de alcohol Educación Empleo Fuente: Modificado de Tompkins, S., et al., 2007. El alcohol y el desarrollo urbano En las Américas, el consumo de alcohol causa una considerable carga de morbilidad, sobrepasando los cálculos mundiales; 5,4% de todas las muertes y 10% de todos los años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD) en el 2002 se atribuyeron al consumo de alcohol, con la mayor parte de la carga en América Central y del Sur (Rehm et al., 2006; Monteiro, 2007). El alcohol es el principal factor de riesgo de la carga de morbilidad entre los 26 factores de riesgo evaluados por la OMS en la Región (Rehm y Monteiro, 2005). El consumo medio per cápita en las Américas es 8,7 litros de alcohol puro por año, muy por encima del promedio mundial de 6,2 litros (Rehm y Monteiro, 2005). El consumo de alcohol tiende a aumentar con el desarrollo económico y la urbanización: en las zonas urbanas, factores tales como la existencia de redes más fuertes de distribución de alcohol, la economía monetaria, la mayor anonimidad y autonomía con una disminución del apoyo social, y la presencia de más factores estresantes cotidianos pueden contribuir a un mayor consumo de alcohol (Room et al., 2002; WHO, 2005). La industrialización y la producción masiva de bebidas alcohólicas, combinadas con la mejora de las redes de distribución, conducen a una mayor disponibilidad. Un mayor nivel de ingresos disponibles posibilita la compra de bebidas alcohólicas. Las redes sociales menos estrictas y el entretenimiento centrado en la bebida también pueden aumentar el consumo de alcohol. Ante la falta de leyes y políticas para reglamentar las bebidas alcohólicas, el consumo aumentará junto con los problemas sociales y de salud relacionados con el alcohol, como las lesiones, la embriaguez en público, la violencia, los trastornos mentales, las enfermedades crónicas, la destrucción de bienes y la pérdida de productividad. Desde los años setenta se ha documentado en varios países una mayor distribución del consumo de alcohol en las zonas urbanas (Rom, R., 1977). El efecto urbano en el consumo de alcohol y la mala salud siguen documentándose incluso en países más desarrollados, como se observa en un informe reciente de un estudio de casos y testigos en el cual se observó un aumento de 13% en las mujeres y de 35% en los hombres del riesgo de defunciones relacionadas con el alcohol (por cirrosis, pancreatitis alcohólica, gastritis y miocardiopatías) en entornos urbanos de Inglaterra y Gales (Erskine, 2010). La interacción de los factores socioeconómicos que afectan al alcoholismo en las zonas urbanas es especialmente compleja. Tompkins (2007) los analizó en el contexto de una zona urbana en Rusia y elaboró un marco conceptual que tiene en cuenta el grado de urbanización y otros factores socioecionómicos, entre ellos el empleo, la educación y un índice de comodidades domésticas (disponibilidad de aparatos electrodomésticos, vehículos, etc.). Es fundamental mencionar que el entorno urbano es especialmente estresante para los jóvenes que cuentan con pocos mecanismos de apoyo social como los proporcionados por la familia, la educación o el trabajo (World Bank, 2007); esa situación propicia el consumo de alcohol y drogas y, a la larga, la violencia y lesiones conexas. Las comunidades pobres y las zonas urbanas marginadas pueden carecer de acceso a bienes y servicios tales como buena nutrición, atención de salud, caminos pavimentados, agua limpia y saneamiento, vigilancia policial y educación. Eso puede tener graves consecuencias cuando se combina con el consumo excesivo de alcohol. Las personas que Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana sufren lesiones en incidentes relacionados con el alcohol tal vez no dispongan de atención de salud y podrían quedar discapacitados o morir, o tal vez no tengan acceso a servicios sociales, como los relacionados con la violencia doméstica. El clima de ilegalidad puede intensificar el sufrimiento de las víctimas de accidentes de tránsito, violencia doméstica o agresión. El alcohol de producción local, a pesar de ser más barato, podría llevar a la producción de bebidas de mala calidad que no son aptas para consumo humano, ya que el alcohol se mezcla con sustancias nocivas tales como metanol que pueden ser letales o producir discapacidad y ceguera o insuficiencia renal. El consumo excesivo de alcohol también empeora la pobreza. Los gastos relacionados con el alcohol pueden reducir los medios individuales y familiares para obtener productos esenciales. Aunque tradicionalmente los hombres en las Américas beben con mayor frecuencia y en mayor medida que las mujeres, los hábitos de consumo de alcohol de los hombres y las mujeres están convergiendo (Monteiro, 2007) y los efectos del consumo excesivo afectan a toda la familia. Las mujeres de hecho tienden más que los hombres a sufrir efectos adversos no solo de su propio consumo sino también del consumo de su pareja y de sus consecuencias perjudiciales, entre ellas la carga económica, la violencia doméstica y las lesiones causadas por accidentes de tránsito (Monteiro, 2007; Graham et al., 2008). Las trabajadoras quizás no puedan sustentar a la familia u obtener acceso a una mejor educación o independencia si usan sus ingresos, o si su pareja los usa, para consumir alcohol. Los niños pueden perder el acceso a la educación, ropa, actividades recreativas y alimentos cuando los recursos se usan para comprar bebidas alcohólicas, o pueden sufrir las consecuencias de la violencia y el descuido. Estos problemas limitan sus oportunidades para salir de la pobreza y pueden causar problemas de salud mental. Por lo tanto, se multiplican los efectos negativos del consumo excesivo de alcohol y la pobreza. La implementación de políticas en relación con el alcohol puede ayudar a reducir la delincuencia, los riesgos y las cargas en los medios urbanos. Algunas de estas cargas son la embriaguez en público, el consumo de alcohol en lugares donde el expendio no está autorizado, la conducción de vehículos en estado de ebriedad, el consumo de bebidas 61 alcohólicas por menores de edad, actos de vandalismo, agresiones, lesiones y muertes (Babor et al., 2010). Las medidas para abordar la disponibilidad de alcohol, como aumentar los impuestos sobre el alcohol y restringir el número de lugares de expendio de alcohol o su horario de atención, se encuentran entre las intervenciones más eficaces para reducir el consumo nocivo de alcohol (WHO, 2004a). Otras medidas podrían ser la reglamentación de la comercialización de alcohol y los servicios de rehabilitación. La colaboración entre municipios o países es fundamental, ya que las políticas en un entorno pueden influir en el consumo en un área, país o región vecinos. Por ejemplo, las prohibiciones temporales de la venta de alcohol en ciudades mexicanas redujeron el consumo transfronterizo por estadounidenses jóvenes (Babor et al., 2010). La ampliación y la globalización de la industria de las bebidas alcohólicas pueden dar lugar a una mayor comercialización de estos productos, precios más bajos, una mayor disponibilidad e influencia política. Es necesario controlar el mercado de las bebidas alcohólicas y tener un sistema de concesión de licencias para reglamentar su venta, entre otras medidas, a fin de establecer una base sólida para la formulación de políticas y controlar los problemas relacionados con el alcohol en los entornos urbanos. Hay medidas relativamente sencillas y rentables que deben incorporarse en la planificación urbana y en las estrategias de salud urbana. Ejemplos de buenas prácticas relacionadas con las políticas en materia de consumo de alcohol En el 2008 se modificaron las leyes de Brasil sobre conducción de vehículos en estado de ebriedad a fin de reducir considerablemente, casi a cero, el límite legal de la concentración de alcohol en la sangre para conducir (lo que se conoce como “tolerancia cero”) (Ley 11.705/08, 19 de junio del 2008, Brasil). En Costa Rica, los avisos publicitarios de bebidas alcohólicas están muy restringidos y son examinados por una junta independiente (WHO global alcohol database, http://apps.who.int/globalatlas/default.asp). Continúa 62 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Ejemplos de buenas prácticas… (cont.) En Diadema (Brasil) se adoptó una ordenanza que prohíbe la venta de bebidas alcohólicas después de las once de la noche. Eso llevó a una disminución de 30% en los homicidios y de las llamadas telefónicas a la policía por problemas de violencia doméstica (Dualibi et al., 2007). En Cali (Colombia) también se restringió el horario de expendio de bebidas alcohólicas y se hicieron campañas para hacer cumplir las leyes relacionadas con la conducción de vehículos en estado de ebriedad, lo cuall levó a una disminución de las muertes relacionadas con el alcohol. En varias ciudades de México se están cambiando las leyes relacionadas con la conducción de vehículos en estado de ebriedad y se están usando alcoholímetros en puestos de control camineros o para hacer pruebas del aliento de conductores seleccionados al azar. El tabaco y el desarrollo urbano En las Américas, así como en el resto del mundo, el consumo de tabaco es la principal causa de muerte evitable. Causa alrededor de un millón de defunciones en la Región cada año. La mortalidad más alta por causas relacionadas con el tabaquismo se observa en el Cono Sur (WHO, 2002). Los hábitos de consumo están cambiando en toda la Región: mientras que los hombres adultos fuman más que las mujeres adultas en todos los países, las tasas de tabaquismo de niños y niñas (de 13 a 15 años) son iguales en varios países, en tanto que en otros, entre ellos Argentina, Brasil y Chile, las niñas ahora fuman más que los niños (PATIOS, 2010). Los datos sobre el consumo de tabaco no se desglosan sistemáticamente por zona urbana o rural, de manera que poco se sabe específicamente acerca de los hábitos urbanos de consumo de tabaco. Sin embargo, en los entornos urbanos posiblemente sea más fácil conseguir cigarrillos o haya una comercialización más intensa del tabaco. Es importante señalar que los habitantes urbanos pasan más tiempo en lugares cerrados y podrían estar más expuestos al humo de tabaco en los países donde no haya leyes que lo limiten. La exposición de los no fumadores al humo ajeno contribuye también a la morbilidad y la mortalidad. En informes internacionales prestigiosos, como el Informe del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, de la OMS (IARC, 2002), el Informe de la Administracion de Protección Ambiental de California (CalEPA, 2005) y el Informe del Cirujano General de Estados Unidos (DHHS, 2006), se describen detalladamente las enfermedades causalmente asociadas a la exposición de niños y adultos al humo ajeno, entre ellas cáncer de pulmón, infarto de miocardio y síndrome de muerte súbita del lactante. Según datos recientes de la OMS, esta exposición causa la muerte de 600.000 niños y adultos al año en todo el mundo (WHO, 2009b). En un estudio realizado en siete ciudades de América Latina para medir la presencia de nicotina en el aire en diferentes lugares públicos (hospitales, escuelas, dependencias públicas, aeropuertos, bares y restaurantes) se detectó humo de tabaco en 94% de los lugares examinados. A nivel de país, Argentina y Uruguay tenían las concentraciones medias mayores en la mayoría de los sitios (Navas-Acien, 2004). En otro estudio multicéntrico realizado en hogares de 31 países de todo el mundo (nueve en la Región de las Américas) se observó que la concentración media de nicotina en el aire era 17 veces mayor en los hogares con fumadores que en los hogares sin fumadores y que la concentración de nicotina en el aire y en el cabello de las mujeres y los niños aumentaba con el número de fumadores en el hogar. Por último, la concentración de nicotina en el aire era 12,9 veces mayores en los hogares donde se fumaba en ambientes interiores que en los hogares donde eso no se hacía (Wipfli, H., et al., 2008). En toda la Región, entre 15% y 62% de los jóvenes dijeron que habían estado expuestos a humo del tabaco en el hogar durante la semana anterior (PATIOS, 2010). En el 2005, la OMS formuló el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT) y facilitó su adopción para responder a la globalización de la epidemia de tabaquismo. El objetivo del CMCT es proteger contra las consecuencias sanitarias, sociales, económicas y ambientales del consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco, con un marco de medidas jurídicamente Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana vinculantes para los Estados, entre ellas las siguientes: a) aumento de los precios y los impuestos sobre los productos de tabaco (art. 6); b) protección contra la exposición al humo de tabaco (art. 8); c) advertencias sanitarias en los paquetes de productos de tabaco (art. 11); d) prohibición completa de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco (art. 13); y e) asistencia para el tratamiento de la dependencia de la nicotina (art. 14)8. Hasta la fecha9, 168 países del mundo (87% de los Estados Miembros de la OMS) han ratificado el CMCT, entre ellos 27 países de la Región de las Américas (77% de los Estados Miembros de la OPS). En la gran mayoría de los países se ha iniciado la implementación del CMCT a nivel nacional. Según el informe de la OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo, en el 2008 sólo 5% de la población mundial estaba amparada por algún tipo de medida eficaz de control del tabaco. La implementación del CMCT en la Región ha sido desigual. Aunque algunos países han logrado adoptar y aplicar políticas eficaces de control del tabaco, la legislación en la mayoría de los países no es compatible con las disposiciones del CMCT y las directrices para su implementación. En el caso específico de la exposición al humo ajeno, ocho países protegen eficazmente a la poblaciones, siete de ellos (Colombia, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, Trinidad y Tabago y Uruguay) han aprobado legislación nacional (leyes o decretos) que prohíben fumar en todos los lugares públicos y de trabajo cerrados; Canadá ha recurrido a la legislación subnacional para cubrir a más de 90% de la población10. En Uruguay se repitió el estudio antedicho de la nicotina tras la implementación de leyes para crear entornos sin humo de tabaco y se observó una reducción media de 90% en la concentración de nicotina en los lugares estudiados (Blanco-Marquizo, A., 2010). Otros países, como Argentina, Brasil y México, tienen leyes nacionales Disponible en http://whqlibdoc.who.int/publications/2003/9241591013. pdf. 9 20 de mayo del 2010. Véase en http://www.who.int/fctc/signatories_ parties/en/index.html una lista actualizada de los países que son Estados Partes del CMCT. 10 OPS. Informe regional sobre el control del tabaco en la Región de las Américas (en imprenta). 8 63 y/o subnacionales, a nivel de estado, provincia o ciudad, pero que todavía no abarca su implantación a la mayoría de la población. Sin embargo, cabe señalar también que, de las 100 ciudades principales del mundo que están 100% libres de humo, 12 se encuentran en América Latina y el Caribe. Para avanzar hacia ciudades más saludables es fundamental que haya leyes que protejan contra la exposición al humo ajeno en lugares públicos y de trabajo cerrados y aumentar la conciencia del público sobre este problema para que la gente pueda proteger a su familia y sus seres queridos en el hogar. Aunque los Estados Miembros están obligados por el CMCT a implementar estas medidas en forma de leyes nacionales, las ciudades pueden avanzar localmente. La Ciudad de México, Nueva York y São Paulo ya han hecho lo suyo para proteger la salud de sus ciudadanos. Se ha vinculado la exposición al humo de tabaco en el ambiente a derechos humanos protegidos por las leyes, y los gobiernos nacionales o locales pueden utilizar instrumentos interamericanos y de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos como estrategia para promover políticas saludables y mejorar la salud urbana (PAHO, 2006c). Condiciones y servicios sanitarios En América Latina, la transición de las enfermedades infecciosas a las enfermedades crónicas no transmisibles como causa primordial de morbilidad y mortalidad apareció en general primero en las zonas urbanas y ha sido más rápida en los países con un nivel más alto de urbanización (National Research Council, 2003). Al mismo tiempo, las condiciones en diversos entornos urbanos pueden exacerbar la prevalencia de una variedad de enfermedades infecciosas o de transmisión vectorial. En la sección siguiente se presenta un panorama breve de la situación sanitaria en la Región, así como un análisis de la atención primaria de salud y su potencial para mejorar la salud en los entornos urbanos. Enfermedades crónicas no transmisibles Las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas, representan una carga considerable de morbilidad y mortalidad en las Américas. Son la causa de 78% de las 64 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final defunciones en la población de la Región y de 19% de las defunciones de hombres y mujeres menores de 70 años. Además, las ECNT representan 74% de los años de vida ajustados en función de la discapacidad que se pierden (WHO, 2004b). Si persisten las tendencias actuales, podría haber un considerable aumento de la tasa de mortalidad por ECNT. Muchas enfermedades no transmisibles son altamente prevenibles. Hasta 80% de los casos de cardiopatía, accidente cerebrovascular y diabetes de tipo 2 y más de un tercio de los casos de cáncer podrían prevenirse si se eliminaran los factores de riesgo compartidos, como el consumo de tabaco, el régimen alimentario insalubre, la inactividad física y el consumo nocivo de alcohol (WHO, 2008c). Estos factores de riesgo son sumamente prevalentes en la Región. Por ejemplo, los datos probatorios muestran que, en América Latina y el Caribe, entre 50% y 60% de los adultos y entre 7% y 12% de los menores de 5 años tienen un peso excesivo o son obesos (PAHO/WHO, 2006), mientras que la prevalencia del exceso de peso en los adultos es de 45% en Canadá (Klein-Geltink, 2006) y 65% en Estados Unidos (NCHS, 2006). La obesidad se ha vuelto cada vez más prevalente en los grupos socialmente desfavorecidos y a menudo se relaciona con el peso inferior al normal o el hambre en las ciudades de todo el mundo (GRNUHE, 2010). Además, entre 30% y 60% de la población de la Región no llega al nivel mínimo de actividad física recomendada (WHO, 2002). La urbanización y el desarrollo económico contribuyen al aumento de los factores de riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles. Afectan al comportamiento individual y la forma de vida con la mayor disponibilidad de productos de tabaco y los cambios en el consumo que favorecen a los alimentos procesados con un alto contenido de grasas saturadas y azúcares. En el nivel de actividad física influyen la difusión del transporte motorizado, las políticas de zonificación urbana que fomentan los barrios suburbanos donde es imprescindible usar un automóvil, la falta de atención a las necesidades de los peatones y ciclistas en la planificación urbana, la profusión de aparatos que ahorran trabajo en el hogar, los vecindarios inseguros y el uso creciente de computadoras en el trabajo y para entretenimiento (WHO, 2002). Además, como las ocupaciones en las zonas urbanas han pasado de la agricultura y otras que requerían un trabajo manual a empleos en el sector de los servicios, el nivel de actividad física ha disminuido (WHO, 2004c). Por último, el hacinamiento y la mala ventilación de las viviendas y los lugares de trabajo, el alto grado de contaminación del aire y la presencia de contaminantes industriales pueden contribuir al riesgo de enfermedades. La carga de las enfermedades no transmisibles no afecta a todos los grupos sociales de la misma manera. Mientras que las enfermedades no transmisibles estaban asociadas tradicionalmente con la riqueza, los datos probatorios actuales indican que el riesgo de algunas ECNT en realidad es mayor en los niveles socioeconómicos inferiores (CARMEN, 2010). Los pobres de las zonas urbanas posiblemente cuenten con menos recursos para cambiar su forma de vida y también podrían tener menos acceso a servicios de salud de buena calidad, incluidos los servicios de atención preventiva, diagnóstico y tratamiento, y a medicamentos esenciales. La carga de morbilidad también puede variar según el género o el origen étnico, debido a las diferencias en la exposición a los factores de riesgo (como la contaminación de aire u oportunidades para la actividad física) o en la experiencia con los servicios de salud. Por ejemplo, en Canadá, el número de casos de diabetes es mayor en las mujeres indígenas que en los hombres indígenas y es el quíntuplo del número en las mujeres blancas (Canadian Women’s Health Network, 2010). Para hacer frente a las ECNT se necesita un enfoque integrado e intersectorial, con intervenciones y políticas para “mejorar el ambiente de la vivienda, facilitar la actividad física, reducir el consumo de tabaco y el abuso del alcohol, reglamentar el acceso a los productos peligrosos, suministrar información y servicios de educación sobre modos de vida más sanos y ofrecer suficientes opciones alimentarias más saludables” (WHO, 2008c). Los Países Miembros de la OPS han elaborado una Estrategia y Plan de Acción Regional para prevenir y controlar las enfermedades crónicas y están implementándolos por medio de la iniciativa de la red CARMEN (Conjunto de Acciones para la Reducción Multifactorial de las Enfermedades No Transmisibles) (véase más información en el recuadro). Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana Iniciativas regionales para combatir las enfermedades crónicas no transmisibles Estrategia Regional y Plan de Acción para un enfoque integrado sobre la prevención y el control de las enfermedades crónicas, incluyendo el régimen alimentario, la actividad física y la salud (PAHO, 2007b) Esta estrategia integrada e intersectorial lanzada por la OPS promueve una combinación de intervenciones colectivas e individuales para la prevención y el control de las principales enfermedades crónicas y los factores de riesgo comunes (especialmente el régimen alimentario, la actividad física y el consumo de tabaco y alcohol). La estrategia regional tiene cuatro líneas de acción: priorizar las enfermedades crónicas en las agendas políticas y de salud pública; adoptar la vigilancia como componente clave; reconocer la necesidad de reorientar los sistemas de salud para responder a las necesidades de las personas con trastornos crónicos; y poner de relieve la función esencial de la promoción de la salud y la prevención de enfermedades. La iniciativa y la red CARMEN La iniciativa CARMEN (Conjunto de Acciones para la Reducción Multifactorial de las Enfermedades No Transmisibles) es el vehículo principal para la implementación de la estrategia regional. Reúne a los Países Miembros, la Secretaría del Programa de Enfermedades Crónicas de la OPS/OMS y otros colaboradores. La red CARMEN abarca siete campos de acción: promoción de la causa, diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares, alimentación sana y vida activa, hipertensión y vigilancia (http:// www.paho.org/english/ad/dpc/nc/carmen-info.htm, consultado el 11 de junio del 2010). 65 El desarrollo urbano y las enfermedades de transmisión vectorial: el caso del dengue Las enfermedades de transmisión vectorial son poco comunes debido a la medida en que dependen del ambiente. Entre las más comunes se encuentran la malaria, el dengue y la fiebre amarilla. Las alteraciones ecológicas en las zonas urbanas que afectan de forma directa o indirecta a las poblaciones del agente patógeno, el vector o los anfitriones no humanos podrían llevar a cambios en la epidemiología de tales enfermedades. El cambio climático y otros factores ecosistémicos y sociales probablemente aumentarán su distribución. Un ejemplo de una enfermedad de transmisión vectorial que ha cambiado como consecuencia del desarrollo urbano es el dengue, que sigue viéndose con frecuencia en las Américas. Entre el 2000 y el 2009 se produjeron 6,5 millones de casos en más de 35 países y territorios de la Región11, en su mayoría en el Cono Sur (véase la figura 1). Hay un gran riesgo de aparición de variedades graves de la enfermedad, ya que en las Américas circulan los cuatro serotipos del virus del dengue. El dengue tiene un gran impacto económico en los países, según se comprobó en un estudio realizado en varios países de las Américas y Asia (Balza y Lareal, 2006; Suaya et al., 2009). Una de las condiciones que han llevado al aumento de la frecuencia del dengue en la Región es la urbanización no controlada y no planificada, caracterizada por el surgimiento de importantes cinturones de pobreza, hacinamiento crítico, falta de servicios básicos, falta de recursos energéticos y deficiencias en los sistemas de abastecimiento de agua y recolección de basura. Los neumáticos desechados y los envases de plástico no biodegradable (que llenan las comunidades y los vertederos de basura al aire libre) pueden ser criaderos de vectores. El vector de virus del dengue se ha extendido y ha entrado en contacto con un grupo mayor de seres humanos a medida que las ciudades han ido creciendo de forma desordenada en climas tropicales. Para tener un efecto positivo en la prevención y el control del dengue en las Américas se necesita una 11 Fuente: Base de datos de la OPS/OMS sobre programas regionales contra el dengue, 2000-2009. 66 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Figura 1. Aparición del dengue en las Américas, 1980–2009 1,200,000 1,100,000 1,000,000 900,000 800,000 Casos 700,000 600,000 500,000 400,000 300,000 200,000 100,000 2009 2007 2008 2005 2006 2003 2004 2002 2001 2000 1999 1997 1998 1995 1996 1993 1994 1992 1991 1990 1989 1987 1988 1985 1986 1983 1984 1982 1981 1980 0 Años Fuente: Informes de país a la OPS/OMS acción concertada y políticas públicas que favorezcan la reorganización del ambiente y que influyan en los macrodeterminantes que causan el dengue: el crecimiento urbano, el recalentamiento del planeta, el crecimiento de la población, la migración, los viajes y el turismo, las malas condiciones sanitarias y el deterioro de la infraestructura de salud pública. Una iniciativa fructífera que está abordando este problema de salud pública con un modelo participativo en las Américas es la Estrategia de Manejo Integrado del Dengue (Saint Martin et al., 2007). Este modelo usa seis componentes clave para la prevención y el control del dengue: epidemiología, entomología, laboratorio, atención del enfermo, comunicación de masas y medio ambiente. La atención primaria de salud Los países de toda América Latina han realizado grandes esfuerzos para reformar y reestructurar sus sistemas de salud. No obstante, a pesar de los avances notables en ciertos indicadores de salud, millones de personas siguen careciendo de acceso a la atención de salud y a otras condiciones esenciales para la buena salud (PAHO, 2009b). Experiencias fructíferas de prevención y control del dengue en la Región ECOCLUBES ECOCLUBES es un movimiento internacional de jóvenes que participan activamente en la creación de comunidades sostenibles. Está formado por organizaciones de la sociedad civil, con más de 15.000 niños y jóvenes afiliados, que han colaborado con la OPS/OMS desde el 2001 en una alianza estratégica en las actividades de control y prevención del dengue. Más de 6.000 jóvenes se han movilizado y capacitado acerca del dengue en 300 Ecoclubes de toda la Región (http://ecoclubes.opus.org.pl). Brasil: RECICLANIP En Brasil, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Medio Ambiente y la industria privada iniciaron un Continúa Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana Experiencias fructíferas de prevención… (cont.) Experiencias fructíferas de prevención… (cont.) programa de reciclaje de neumáticos para prevenir la formación de criaderos de A. aegypti, el vector del dengue. Se establecieron 218 centros de recolección de neumáticos inutilizables, donde ya se han recibido 129 millones de neumáticos, que representan 650.000 toneladas; 62 empresas recogen neumáticos inutilizables, empleando a 1.100 trabajadores de forma directa y casi a 9.000 de forma indirecta. Un ejemplo de estas empresas es RECICLANIP, entidad sin fines de lucro creada por fabricantes de neumáticos nuevos que se dedica principalmente a la recolección y eliminación de neumáticos inutilizables (http://www. reciclanip.com.br/). En 202 sitios de demostración donde la transmisión de malaria era elevada, se observó una reducción de 63% en la incidencia de la malaria, con una reducción de 86,2% en los casos causados por Plasmodium falciparum. Además, se promovió la capacidad institucional de los países para controlar la enfermedad sin usar ningún tipo de insecticida mediante un programa sostenido de vigilancia epidemiológica y entomológica, participación social, planificación participativa y medidas de saneamiento del medio, principalmente con un enfoque de cuidado del medio ambiente (http://www.bvsde.paho.org/ bvsacd/cd51/ DDTGEFesp/dDTGEFesp.html, consultado el 27 de mayo del 2010). Costa Rica: FUNDELLANTAS Durante muchos años, algunos distribuidores de neumáticos de Costa Rica con un gran sentido de la responsabilidad social y ambiental han estado preocupados por el destino final de los neumáticos desechados, que van a parar a ríos, arroyos, terrenos baldíos e incluso quemándose al aire libre y en hornos inadecuados. En el 2001, varias empresas de neumáticos se unieron y crearon la Fundación Ecológica para el reciclaje de goma y neumáticos desechados, FUNDELLANTAS. Los objetivos principales de FUNDELLANTAS son impedir que los neumáticos desechados contaminen el medio ambiente y advertir que los neumáticos viejos propician la propagación del mosquito del dengue (http:/www.fundellantas.org/ online/modules/i/index.php?id=1). Estrategias de remediación: Programa regional de acción y demostración de alternativas sostenibles para el control de vectores de la malaria sin uso de DDT en México y América Central Del 2003 al 2008, el Proyecto de DDT-PNUMAFMAM, que se llevó a cabo en México y Centroamérica, consistió en la elaboración de programas piloto utilizando un modelo alternativo para el control integral de vectores de la malaria sin usar DDT, basado en una experiencia mexicana fructífera y adaptado a ecosistemas específicos. Continúa 67 En un informe de la OPS del 2003 se señala que 47% de la población de América Latina no tiene acceso a los servicios necesarios (PAHO y SIDA, 2003). Además, los sistemas de salud de las Américas están muy fragmentados, son muy costosos y tienen dificultades para adaptarse a cambios en las tendencias epidemiológicas o demográficas (PAHO, 2009b). La OMS y la OPS hicieron un llamado hace poco para que se renovara el énfasis en la atención primaria de salud, basándose en los principios de la Declaración de Alma-Ata de 1978, en la cual se señalaba este enfoque como la clave para alcanzar la meta de salud para todos. La Directora General de la OMS, doctora Margaret Chan, respaldó este enfoque como “la única manera de garantizar el acceso justo, asequible y sostenible a la atención esencial de toda la población” (PAHO, 2009b). La fragmentación excesiva del sistema de salud constituye una barrera al acceso y contribuye a la mala calidad de los servicios, la poca satisfacción de los consumidores, el aumento de los costos y el uso ineficiente de los recursos. A nivel del sistema, se manifiesta en la falta de coordinación entre servicios y sitios, la duplicación de servicios, capacidad subutilizada y la prestación de servicios en entornos inapropiados, como hospitales. A nivel individual, la fragmentación causa dificultades con el acceso a los servicios, la pérdida de la continuidad de la atención, una falta de adecuación entre los servicios disponibles y las necesidades de los usuarios, y una falta de 68 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final adaptación a las preferencias culturales de la gente o a los aspectos de género (OPS, 2010). Sin embargo, cuando los sistemas están integrados y bien financiados y responden a las necesidades locales, pueden contribuir no solo a la salud, sino también a las metas más amplias de AlmaAta en lo que se refiere a justicia social, participación y solidaridad. Los entornos urbanos plantean tanto oportunidades como retos para mejorar la atención primaria de salud en las Américas. Por un lado, los promedios de los indicadores sanitarios tienden a ser mayores en las ciudades, y la gente tiene más acceso físico a los establecimientos de salud. Por otro lado, la diversidad social, económica y cultural de las ciudades y la presencia de poblaciones vulnerables, como migrantes y ancianos, requieren esfuerzos adicionales para comprender y satisfacer las necesidades de cada grupo (WHO, 2008d). Además, el acceso físico a los proveedores de servicios de salud no garantiza que los servicios sean de buena calidad; los pobres de las zonas urbanas tienen mayores probabilidades de recibir servicios de calidad inferior, a veces de proveedores no autorizados o no reglamentados (WHO, 2008d). Un reto importante para la atención primaria en las ciudades es que sea accesible y asequible para una población que vive en zonas diferentes de los lugares donde se desplazan a diario con motivos ocupacionales y donde realizan sus dinámicas actividades sociales y económicas (OPS, 2010, Síntesis). La estructura física de la ciudad también puede plantear retos; por ejemplo, la congestión del tránsito puede limitar la eficacia de los servicios de urgencia. Al mismo tiempo, las ciudades brindan grandes oportunidades para mejorar la atención primaria de salud. En una ciudad concentrada posiblemente sea más fácil contratar personal y ofrecer servicios que en zonas más alejadas. Los centros de salud de las ciudades pueden convertirse en centros de excelencia para apoyar la capacitación e innovación en el resto del sistema. Por último, las ciudades posiblemente tengan más recursos para movilizar redes o grupos de interés que propugnen los cambios necesarios. Las ciudades atraen a la gente debido a las oportunidades que ofrecen para mejorar la calidad de vida y el bienestar. Asimismo, crean economías de escala, dando lugar a la disponibilidad de servicios educativos, conocimientos, atención médica y alimentos. Por otro lado, el crecimiento industrial brinda oportunidades de empleo asalariado. Como se señala en el documento de antecedentes de la OPS para la mesa redonda del 50.o Consejo Directivo (OPS, 2010, Add. I), la concentración de tecnología y suministros, así como de profesionales, para los servicios médicos en la Región es muy desigual entre los medios urbanos y rurales. Por ejemplo, hay de 8 a 10 veces más médicos en las ciudades que en las zonas rurales: en Argentina, la razón es de 10:1; en Paraguay, de 16:1; en Nicaragua, de 27:1, en Perú, de 5,3:1; y en Colombia, de 2,4:1. En Canadá, en el 2004 sólo 9,4% de los médicos trabajaban en zonas rurales, donde reside 21,1% de la población. En el 2005, un estudio del Departamento de Salud reveló una concentración equivalente a 80% de todos los médicos y 87% de los especialistas en las ciudades, donde vive solo 59% de la población. En términos generales, en Estados Unidos de América, la razón entre los médicos de atención primaria que trabajan en zonas urbanas y los que trabajan en zonas rurales en el 2005 era de 1,5:1, mientras que la razón correspondiente a los especialistas era de 2,4:1. En México, un estudio realizado en el 2005 reveló que, en el estado de Chiapas, donde 54% de la población es rural, había 0,79 médicos por 1.000 habitantes, mientras que en la Ciudad de México, donde 99,5% de la población es urbana, la cifra era de 3,03, o sea, una razón de 3,8:1. Un informe del 2002 publicado en Uruguay complementa la imagen. Brasil tiene 6 médicos por 10.000 habitantes en la región del norte, 8 por 10.000 en el nordeste y 21 por 10.000 en el sudeste. En Guatemala, la razón entre los médicos que trabajan en zonas rurales y en zonas urbanas es de 4:1. En Argentina, la razón entre la ciudad de Buenos Aires y Tierra del Fuego es de 10,13:1. Los habitantes de las ciudades tienen niveles mayores de ingresos; en el 2007, la pobreza en la población rural de América Latina era 53% mayor que en la población urbana. La mayoría de los habitantes de ciudades grandes tienen acceso a servicios básicos; la gente vive más tiempo, con una esperanza de vida que ahora llega a 75 años en promedio. La mayoría tiene suficientes ingresos para adquirir bienes duraderos, como televisores y equipo de audio, y en las ciudades se han ido construyendo cada vez más parques y otras instalaciones recreativas (OPS, 2010, Add. I). Para mejorar la atención primaria de salud en las ciudades, los gobiernos locales y nacionales podrían recurrir a la Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana iniciativa de la OPS/OMS de Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS), que proporciona una hoja de ruta para renovar el énfasis en la atención primaria de salud que puede adaptarse a contextos urbanos específicos. Los elementos esenciales de este enfoque son 1) un modelo de atención que reconoce las necesidades y preferencias de distintos grupos y proporciona un sistema extenso para atender esas necesidades, 2) gestión y estrategia centralizadas e inclusivas, 3) organización y gestión de servicios y recursos, y 4) asignaciones e incentivos alineados con las metas de la red (OPS, 2010). Como ya se dijo, la atención de las necesidades de una amplia gama de habitantes de la ciudad y la firme organización y reglamentación de los servicios podrían ser particularmente importantes en las zonas urbanas. Más importante aún, sin embargo, es que los sistemas de asistencia sanitaria estén alineados con el crecimiento y el cambio de las ciudades. Condiciones geográficas y climáticas La urbanización y los cambios ecosistémicos La salud y el bienestar de los seres humanos dependen en gran medida de los ecosistemas12 y sus recursos, como los alimentos y el agua potable. Sin embargo, durante los últimos 50 años, la acumulación de personas en zonas urbanas, sus hábitos de consumo, los comportamientos y las actividades han producido una serie de cambios ecosistémicos13 y han tenido un gran impacto en el ambiente en cuanto al consumo de recursos y la descarga de desechos (UNEP, 2002). En consecuencia, las ciudades están teniendo un impacto sin precedentes en los ecosistemas naturales. Prácticamente todos los ecosistemas del planeta se han transformado en gran medida como consecuencia de las acciones y los procesos humanos, como la urbanización. Estos cambios están produciéndose aun Un ecosistema es el sistema complejo de comunidades de plantas, animales, hongos y microorganismos y su ambiente no vivo asociado que interactúa como unidad ecológica. Los ecosistemas no tienen límites fijos, sino que sus parámetros se fijan según la pregunta científica, de manejo o de política que se aborde. Según la finalidad del análisis, un lago, una cuenca hidrográfica o toda una región podría considerarse como un ecosistema (www.greenfacts.org). 13 Los cambios del ecosistema son cualquier variación del estado, los resultados o la estructura de un ecosistema (www.greenfacts.org). 12 69 más rápidamente en los países en desarrollo. Algunas de las repercusiones más importantes han sido la conversión de bosques y tierras de cultivo para usos urbanos, el desvío y almacenamiento de agua dulce para el consumo urbano, la pérdida de manglares y arrecifes coralinos, la deforestación para satisfacer la demanda de combustible y una disminución de la diversidad biológica general de las plantas y los animales. Las zonas urbanas no solo afectan a sus ambientes locales, sino que dejan una “huella ecológica”14 (WWF, 2000). Hasta cierto punto, la huella ambiental urbana relativamente desproporcionada es aceptable ya que el impacto ambiental per cápita de las ciudades es más pequeño que el impacto que tendría un número similar de personas en un entorno rural (UNEP, 2002; UNCHS, 2001). Al concentrar a grupos de la población, las ciudades pueden reducir la presión sobre las tierras, además de posibilitar economías de escala y ofrecer la conveniencia de la proximidad de infraestructura y servicios (Hardoy, Mitlin y Satterthwaite 2001), lo cual es prometedor para el desarrollo sostenible. Aunque los problemas ambientales se deben a la concentración de efectos negativos en el medio ambiente, la buena planificación urbana puede reducir estos efectos. Las condiciones ambientales deficientes pueden tener graves efectos en la salud y el bienestar humanos, especialmente en el caso de los pobres (Hardoy, Mitlin y Satterthwaite, 1990), pero los datos epidemiológicos y demográficos mundiales parecen indicar que las tasas de supervivencia son mejores en las ciudades que en las zonas rurales como consecuencia del mayor acceso a los servicios de salud (UNCHS, 2001). Si las ciudades se administran adecuadamente y se presta la debida atención al desarrollo social y el ordenamiento del medio, los problemas causados por la urbanización rápida y no planificada pueden reducirse al mínimo (UNEP, 2002). Un primer paso en esta dirección sería que los gobiernos nacionales incorporaran un componente urbano claro en sus políticas económicas, sociales y ambientales (UNEP, 2002). 14 Una huella ecológica es el área de tierra productiva y los ecosistemas acuáticos requeridos para producir los recursos usados y asimilar los desechos producidos por una población definida con un nivel de vida material especificado, dondequiera que esté ubicada esa tierra (UNEP, 2002). 70 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final En el resto de esta sección se tratarán los siguientes aspectos del “cambio ecosistémico”, según la clasificación de Hancock y Davis (Davies y Hancock, 1997): 1) el cambio climático y atmosférico, 2) la contaminación y la ecotoxicidad, 3) el agotamiento de recursos y 4) la pérdida de hábitat, de especies y de diversidad biológica. El cambio climático y atmosférico Como consecuencia del cambio climático, las personas que viven en las ciudades son más vulnerables a los riesgos para la salud y las enfermedades; por ejemplo, hay un mayor riesgo de exposición a enfermedades transmisibles, inundaciones, contaminación del aire y olas de calor. La gran densidad de población, combinada con la degradación ambiental, aumenta la vulnerabilidad de las ciudades. La pobreza es, una vez más, un factor de riesgo importante porque los pobres tienden a vivir en las zonas más vulnerables y peligrosas de los centros urbanos (UNEP, 2002). Las ciudades de las Américas contribuyen mucho a la generación de gases de efecto invernadero, lo cual plantea preocupación por el impacto en la salud pública de la vida en la ciudad. Entre las fuentes de gases de efecto invernadero en las ciudades se encuentran los edificios, los medios de transporte, el suministro de energía, las industrias y la eliminación de desechos. Los medios de transporte urbanos contribuyen a la contaminación del aire, y la gran concentración de automóviles e industrias en las ciudades produce la mayor parte de las emisiones urbanas de gases de efecto invernadero en el mundo (UNEP 2002). Además, la concentración de grandes poblaciones en las ciudades aumenta la demanda de productos agropecuarios, que generan más gases de efecto invernadero como consecuencia de los sistemas de producción y transporte de larga distancia para abastecer a los mercados urbanos. La reducción del uso de combustibles fósiles puede ayudar a disminuir la generación de gases de efecto invernadero y, por consiguiente, mitigar los efectos del cambio climático y tener un efecto positivo en la salud de la población urbana tanto a corto como a largo plazo. La creación de condiciones favorables e infraestructura, como sistemas de transporte público, ciclovías y senderos peatonales, puede ser beneficiosa para el medio ambiente y fomentar una vida sana. Muchas de las ciudades grandes y densamente pobladas de las Américas están en la costa y son vulnerables a la elevación del nivel del mar. Entre ellas se encuentran no solo ciudades grandes como Rio de Janeiro y Buenos Aires, sino también ciudades más insulares más pequeñas del Caribe. En el continente americano se producen fuertes tormentas e inundaciones; las inundaciones repentinas causan muertes debido a una combinación de la vulnerabilidad humana y la vulnerabilidad ambiental. Aunque el mayor impacto de estos fenómenos se observa en países en desarrollo, el huracán Katrina, que azotó a Nueva Orleans (Estados Unidos) en 2005, mostró que los países desarrollados también son vulnerables a estos sucesos. En general, las inequidades sociales, la pobreza y los sistemas inadecuados para responder a los desastres exacerban las repercusiones negativas. La pobreza es, una vez más, un factor de riesgo importante, ya que lleva al asentamiento de poblaciones pobres en las zonas más vulnerables de una ciudad, lo cual puede intensificar la degradación ambiental (por ejemplo, con la deforestación) y la vulnerabilidad a los desastres. Debido al cambio climático, los habitantes de las ciudades están expuestos a mayores riesgos para la salud y las enfermedades. Causan gran preocupación las enfermedades transmisibles, las tormentas, las inundaciones, la contaminación de aire y las olas de calor. Las inundaciones y las tormentas pueden repercutir en la calidad del agua y su accesibilidad. Otro motivo de preocupación es la escasez de agua, que puede guardar relación con cambios en las precipitaciones y las sequías consiguientes, con la fusión de glaciares que proveen de agua a las zonas urbanas o con cambios en el flujo de agua de los ríos como consecuencia de ambos fenómenos. En muchas infecciones transmitidas por el agua y por vectores influyen las condiciones climáticas. El dengue, por ejemplo, es una enfermedad de transmisión vectorial muy importante en las Américas. Después de reducirse a unas pocas áreas, se extendió extraordinariamente en los últimos decenios. La gran densidad de población aumenta la vulnerabilidad de las ciudades, y a eso se suma la amenaza emergente del cambio climático. En los distritos de Carabuco y Mocomoco, en Bolivia, vienen produciéndose brotes de malaria de altura desde 1998, con el cambio climático como uno de los posibles factores (Lardeux et.al., 2008). El aumento de la temperatura media Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana también puede influir en las tasas de diarrea infantil. En un estudio realizado en Lima (Perú), donde la temperatura, la humedad y las precipitaciones guardaban relación con las hospitalizaciones pediátricas por diarrea, se observó un aumento de 8% de las hospitalizaciones por cada grado centígrado de aumento de la temperatura durante el año (Checkley et al., 2000). La contaminación del aire es actualmente motivo de preocupación en la región, donde varias ciudades tienen niveles que exceden los límites de las directrices nacionales e internacionales. La interacción de la contaminación del aire y el calor puede causar un deterioro de la salud y el bienestar, en particular de los ancianos y niños (Kinney, 2008). Las olas de calor son más comunes en las ciudades que en las zonas rurales, porque la temperatura tiende a aumentar en las zonas construidas. Eso se debe al llamado “efecto de isla de calor urbano”, donde la temperatura puede ser de cinco a diez grados más alta que en las zonas rurales circundantes. Ha habido olas de calor en países más ricos (por ejemplo, en Canadá y Estados Unidos) (Luber, 2008). Sin embargo, eso no significa que la población de los países en desarrollo esté en mejores condiciones para hacer frente a las olas de calor. Con mejores sistemas de notificación, como el observatorio del cambio climático que está estableciéndose en Brasil, será más fácil detectar efectos del calor en la salud que en la actualidad pasan desapercibidos. Claramente, la urbanización saludable, buena para el ambiente, para la salud y para los efectos a largo plazo del cambio climático, es posible. Los centros urbanos son un entorno apropiado y crucial para abordar los temas ambientales y sus efectos en la salud y reducir la huella de carbono de las ciudades en el mundo. Sin duda, las intervenciones que promueven la urbanización saludable también crearán comunidades con una buena capacidad de recuperación, adaptadas al hecho inevitable del cambio climático, ayudando al mismo tiempo a mitigar sus efectos. La contaminación y la ecotoxicidad15 Durante los últimos decenios, la calidad del aire se ha deteriorado seriamente en muchos centros urbanos. La ecotoxicidad consiste en la contaminación de ecosistemas enteros, incluidas las cadenas alimentarias enteras, con contaminantes orgánicos persistentes y metales pesados, que pueden tener efectos graves en la salud de la población y en el medio ambiente. 15 71 En consecuencia, millones de personas están expuestas a concentraciones de contaminantes que exceden los límites recomendados por la OMS (UNEP, 2002). La contaminación del aire y del agua causa enfermedades crónicas y enfermedades infecciosas tales como diarrea y parasitosis intestinales, tasas de mortalidad más altas, especialmente en los niños, y muertes prematuras, en particular entre los pobres (OECD-DAC, 2000; Listorti, 1999; Satterthwaite, 1997; Mcgranahan, 1993; Hardoy, Cairncross y Satterthwaite, 1990). Dos factores principales han contribuido al aumento de la contaminación del aire urbana: el aumento del número de vehículos automotores y el aumento de la duración de los viajes como consecuencia de la congestión del tránsito (CEPAL, 2000). Aunque la gasolina sin plomo ha estado disponible durante algún tiempo en muchos países de la región, las emisiones de vehículos todavía producen de 80% a 90% del plomo que está presente en el ambiente (Banco Mundial, 2001). Otros factores importantes son la demanda de energía en las zonas urbanas para la vivienda (calefacción, aire acondicionado, preparación de alimentos, alumbrado) y la fabricación de productos. El problema puede exacerbarse como consecuencia de las condiciones climáticas y la topografía, como la inversión térmica que tiende a ocurrir en ciudades tales como Bogotá, México y Santiago, que entorpece la dispersión de los contaminantes y expone a un gran número de personas a aire de mala calidad (PAHO/WHO, 2005). Algunas ciudades, como la de México, están ubicadas en un valle que atrapa contaminantes, causando smog. Debido a la contaminación del aire, cada año en las Américas posiblemente se produzcan hasta 93.000 defunciones por enfermedades cardiopulmonares y 13.000 por cáncer pulmonar y se pierdan 58.000 años de vida a causa de infecciones respiratorias agudas en niños menores de 4 años de edad, más un total de 560.000 años de vida ajustados en función de la discapacidad (Cohen, 2004). Los graves efectos de la contaminación del aire en la salud pública pueden verse no solo en las enfermedades y muertes, sino también en la disminución de la productividad y la pérdida de oportunidades de educación, entre otras, para el desarrollo humano. 72 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final En un estudio reciente se analizó la concentración de contaminantes atmosféricos en los centros urbanos de América Latina y el Caribe (Maggiora, 2006). Se encontró que, en 45 de 53 centros urbanos, las partículas excedían los niveles admisibles. Las partículas son el contaminante que se monitorea con mayor frecuencia y presentan los mayores riesgos para la salud humana. La calidad del aire varía dentro de una ciudad. Las personas que viven cerca de las calles con la mayor densidad de tránsito generalmente son las que están más expuestas (Van Roosbroeck, 2006; Brauer, 2003; Levy, 2003; Rundell, 2006; Soliman, 2006). En comparación con las fuentes exteriores, la contaminación del aire en lugares cerrados no contribuye mucho a las emisiones en conjunto. Sin embargo, la salud puede correr grave peligro con la exposición a los contaminantes del aire en el interior de los ambientes como consecuencia del uso de leña, de la ventilación inadecuada y del humo de tabaco. Las mujeres y los niños que pasan mucho tiempo en estos ambientes se ven especialmente afectados (WHO, 2004b). Los sistemas inadecuados de recolección y manejo de desechos crean grandes peligros para la salud y problemas de contaminación urbana, especialmente en las ciudades de países en desarrollo. Otro problema que está surgiendo en países desarrollados es la falta de vertederos apropiados para la demanda creciente de servicios de eliminación de desechos sólidos. Otros efectos se sienten a mayor distancia, como la contaminación de cursos de agua, lagos y aguas costeras por efluentes sin tratar. La contaminación del aire de las ciudades afecta la salud de sus habitantes, así como la vegetación y los suelos a gran distancia. Desde el punto de vista de los posibles efectos sanitarios, las medidas existentes pueden redundar en considerables beneficios. Por ejemplo, simplemente con las medidas de control que se aplican actualmente en ciudades tales como la Ciudad de México, Nueva York, Santiago y São Paulo (véase el recuadro siguiente), que limitan la circulación de vehículos y vigilan la calidad de las emisiones, se podrían evitar casi 100.000 defunciones y 34 millones de días de actividad limitada en los grupos más vulnerables entre el 2000 y el 2020 (Cifuentes, 2001). Es importante reconocer los esfuerzos que han hecho los países de la región. En algunas zonas metropolitanas, la contaminación está disminuyendo debido a los controles en las fuentes de emisión, cambios en los modos de uso de combustible y el cierre de establecimientos industriales obsoletos. Sin embargo, en varias ciudades, la concentración de contaminantes atmosféricos sigue siendo mayor que los niveles admisibles. El problema es multifactorial. Un proceso de gestión eficaz para mejorar la calidad del aire, disminuir los efectos nocivos en la salud y fortalecer la vigilancia sanitaria asociada a la contaminación de aire requiere el compromiso y la participación sostenida de diferentes sectores, así como de actores sociales y económicos. Ejemplos de iniciativas urbanas para reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire Zona Metropolitana del Valle de México: Programa para Mejorar la Calidad del Aire (PROAIRE 20022012). Los diferentes programas de gestión ejecutados en los últimos años han llevado desde 1989 a una tendencia descendente en la concentración de la mayoría de los gases contaminantes. La concentración de partículas y de ozono sigue bajando, pero los promedios exceden los niveles admisibles (http:/ www.sma.df.gob.mx/simat2/informe2008/index. php?opcion=2). Estado de São Paulo (Brasil): La acción del Programa de Control de la Contaminación del Aire por Vehículos Automotores (PROCONVE) y por otras fuentes móviles y fijas han resultado en una disminución de la concentración de algunos gases contaminantes desde 1988. La concentración de partículas está bajando, aunque los niveles de partículas y de ozono siguen superando los niveles admisibles (http:/www.cetesb. sp.gov.br/Ar/emissoes/proconve.asp). Región Metropolitana de Santiago (Chile): Con las medidas implementadas en el marco del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA) durante el período 1989-2004 bajaron los niveles de gases contaminantes. Las partículas son el principal contaminante que afecta a esta región. Igual que en el Continúa Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana Ejemplos de iniciativas urbanas… (cont.) caso de la Ciudad de México, los niveles de partículas y de ozono siguen bajando, pero el promedio de la concentración de ozono excede los niveles admisibles (http://www.sinia.cl/1292/articles-39731_recurso_1. pdf ). Bogotá, Distrito Capital: Como consecuencia de las medidas de control de la calidad del aire adoptadas por las autoridades de la ciudad de Bogotá, la concentración de varios gases contaminantes es baja, aunque los niveles de partículas y de ozono tienden a sobrepasar el límite máximo admisible según las normas locales e internacionales (http:/www.secretariadeambiente.gov. co/sda/libreria/pdf/InformeAnual/ Informe200 8.pdf). Quito (Ecuador): Con el Plan de Manejo de la Calidad del Aire del Distrito Metropolitano de Quito 2005-2010, de la Corporación para el Mejoramiento del Aire de Quito (CORPAIRE), se mantiene la concentración de gases contaminantes dentro de los límites aceptables. Sin embargo, la concentración de partículas excede las normas de calidad locales e internacionales y el ozono todavía se considera como un riesgo para la salud (http:/www.corpaire.org/ siteCorpaire/iindex_ini.jsp). El agotamiento de recursos renovables y no renovables Las ciudades grandes de las Américas se fundaron en lugares donde los ecosistemas originalmente prestaban todos los servicios necesarios para la población. Sin embargo, el crecimiento ha producido grandes presiones en los ecosistemas, causando problemas de agotamiento de recursos tales como agua dulce, bosques, tierras, combustibles fósiles, pesquerías, etc. En consecuencia, las ciudades tratan de obtener recursos de fuentes más alejadas, lo cual tiene grandes implicaciones para el equilibrio de los ecosistemas originales. Las ciudades suelen estar situadas en lugares aptos para la agricultura. La conversión de tierras a usos urbanos crea presiones adicionales en zonas cercanas que tal vez sean menos apropiadas para la agricultura. La urbanización 73 en las zonas costeras a menudo lleva a la destrucción de ecosistemas delicados y también puede alterar las características hidrológicas de la costa y sus rasgos naturales, como los manglares, los arrecifes y las playas que sirven de barrera para la erosión y constituyen hábitats importantes para numerosas especies. Además, a medida que las ciudades van extendiéndose, este crecimiento lleva a la conversión de tierras de uso agrícola en tierras menos productivas, incluidas las zonas boscosas, lo cual lleva a la desertificación y la erosión. La urbanización en las zonas costeras puede dar lugar a la destrucción de humedales esenciales y alterar hábitats cruciales tales como playas y arrecifes coralinos. La pérdida de ambos tipos de hábitat puede causar inundaciones estacionales, deslizamientos de tierra, la pérdida de producción de alimentos y un aumento de las poblaciones de vectores. El impacto de este tipo de desarrollo urbano en la atmósfera también es bien conocido, ya que altera considerablemente la calidad del aire (Moore, 2003). El agua dulce es un recurso renovable crucial para la supervivencia humana; sin embargo, las existencias mundiales de agua dulce salubre están disminuyendo en forma sostenida. El agua se usa para actividades agrícolas, industriales, domésticas, recreativas y ambientales. En todo el mundo, la demanda de agua ya excede el suministro. Más de la mitad de los humedales y los ecosistemas de agua dulce del mundo están deteriorándose con mayor rapidez que los ecosistemas marinos o terrestres (Hoekstra, 2006). A medida que la tendencia a la urbanización se acelera, se intensifica la presión en las fuentes de agua en todo el mundo. La urbanización requiere grandes inversiones en infraestructura para abastecer de agua a la gente y depurar las aguas residuales producidas por las ciudades. La pérdida de hábitats, de especies y de biodiversidad El crecimiento urbano puede repercutir en ecorregiones, especies raras y áreas protegidas (Mcdonald, Karevi, Forman, 2008). Actualmente, un tercio de la superficie de 29 de las 825 ecorregiones del mundo está urbanizada. Estas 29 ecorregiones constituyen el único hábitat de 213 especies de vertebrados terrestres endémicos (Mcdonald, Karevi, Forman, 2008). Para el 2030, se prevé que 15 ecorregiones adicionales perderán más de 5% de la 74 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final superficie restante. De las 779 especies raras con sólo una población conocida a nivel mundial, se prevé que 24 se verán afectadas por el crecimiento urbano. Además, a medida que la distancia entre las zonas protegidas y las ciudades se acorta, es probable que la mayoría de las áreas protegidas sufran los efectos del nuevo crecimiento urbano (Mcdonald, Karevi, Forman, 2008). Las zonas naturales más afectadas por el crecimiento urbano contienen algunas de las concentraciones más altas de especies endémicas del mundo. Estos lugares tienden a ser pequeños pero importantes. Según Mcdonald (ScienceDaily, 2008), aunque los efectos de la urbanización están localizados, acumulativamente representan una gran amenaza para la diversidad biológica: “Nuestra huella urbana cubre gran parte del globo y está a punto de desplazar a muchas especies en peligro de extinción y de crear nuevos riesgos para las áreas protegidas y los parques”. En California, por ejemplo, los incendios naturales siguen incidiendo considerablemente en la pérdida de hábitat, especies y diversidad biológica en la región (Flannigan et al., 2005; Stephens et al., 2009). La intensificación de la actividad humana en la “zona de interfaz silvestre y urbana”, es decir, la zona de transición entre las áreas urbanizadas y las áreas vírgenes, es un factor importante que influye en la frecuencia de estos incendios naturales (Radeloff et al., 2005; Theobald y Romme, 2007). En América Latina y el Caribe se encuentran varios países con la mayor diversidad biológica del mundo: casi la mitad de las selvas tropicales, 33% de las especies de mamíferos, 35% de las especies de reptiles, 41% de las aves y 50% de los anfibios (UNEP, 2010). Las Américas han perdido gran parte de las superficies boscosas. Los países que han experimentado el mayor cambio desde 1990 son Ecuador, El Salvador, Honduras y Nicaragua, con un cambio de 1,3%, aproximadamente. Por otro lado, en países tales como Argentina, Brasil, Costa Rica, Guatemala, México, Paraguay y Venezuela se han producido cambios levemente superiores a 1% (UNStats). Los bosques proporcionan la base para el manejo integrado de los recursos hídricos, aunque los efectos específicos de la deforestación varían según las características de cada lugar (Dudley, 2003). Por lo tanto, hay una relación compleja y controvertida entre los bosques y la calidad del agua, ya que los bosques prestan servicios ecosistémicos relacionados con el mantenimiento de fuentes constantes de agua de buena calidad. Por lo tanto, la pérdida de la cubierta forestal y el cambio en el uso de la tierra debido a la urbanización rápida podrían afectar a las fuentes de agua, amenazando la supervivencia de millones de personas y dañando el ambiente (FAO, 2003). Es importante que los gobiernos, los responsables de la política, los urbanistas y los ecologistas colaboren para adoptar medidas a fin de proteger la naturaleza del avance de la urbanización. La información sobre las repercusiones de las ciudades en estas especies en peligro de extinción y en las áreas protegidas permite a los urbanistas configurar el crecimiento de las ciudades antes que sea demasiado tarde y realizar una planificación urbana más sostenible (Science Daily, 2008). Los peligros naturales y las situaciones de emergencia en las zonas urbanas Las Américas son una de las regiones del mundo más expuestas a peligros naturales y a situaciones de emergencia (PAHO, 2007). Muchas ciudades de la región están en zonas geográficas vulnerables a terremotos, inundaciones, deslizamientos de tierra y otros desastres, lo cual da lugar a costos elevados en términos de vidas perdidas y daños materiales. Como los recursos económicos tienden a agruparse en las ciudades más grandes, los desastres en estas áreas pueden tener efectos terribles en la economía local y nacional. La urbanización rápida y no planificada y el crecimiento contribuyen a la vulnerabilidad de las zonas urbanas a los efectos de los desastres naturales. A medida que las ciudades van extendiéndose, un número creciente de personas se instalan en zonas que podrían ser peligrosas, como cerros inestables, flancos de volcanes, fallas tectónicas, planicies inundables y zonas costeras. Gran parte de la expansión urbana ha tenido lugar fuera del marco jurídico y oficial de los códigos de construcción, las normas en materia de uso de la tierra y las operaciones inmobiliarias (ISDR, 2010), dando lugar a la construcción de viviendas precarias que se dañan fácilmente como consecuencia de fenómenos naturales. Los pobres de las zonas urbanas generalmente Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana son más vulnerables a los riesgos y desastres porque es más probable que vivan en lugares peligrosos (ISDR, 2010). Los principales desastres urbanos… (cont.) graves: varios hospitales sufrieron grandes daños y se perdieron 4.387 camas hospitalarias, o sea, una de cada cuatro disponibles en la zona17 ,18,19. Los terremotos representan una amenaza en muchas partes de la región, ya que muchas ciudades densamente construidas y pobladas están situadas en cinturones de terremotos y áreas de vulcanismo esporádico. Los edificios carentes de diseño técnico, mal construidos y en mal estado no pueden resistir la fuerza de los choques sísmicos y tienen mayores probabilidades de derrumbarse (ISDR, 2010), en tanto que la infraestructura deficiente puede impedir las tareas de socorro después de los terremotos. Por ejemplo, el costo humano del terremoto de 2010 en Haití fue mucho mayor que el costo de otros terremotos de magnitud similar, principalmente porque se produjo en una zona urbana grande con muchos edificios mal construidos (Inter-Agency Standing Committee, 2010). 4.Rio de Janeiro (Brasil): Las inundaciones de 1988 afectaron a casi 20% de los habitantes de Rio, así como a las ciudades vecinas de Acre y Petrópolis. Las pérdidas económicas llegaron a casi US$1.000 millones. Los mayores daños se observaron en los asentamientos precarios de las laderas inestables. Los huracanes son cada vez más frecuentes en la región, con vientos fuertes y lluvias torrenciales que afectan vastas zonas urbanizadas, provocando inundaciones, deslizamientos de tierra y corrientes de fango. Varias ciudades de la región son también propensas a maremotos que pueden causar grandes daños. La construcción resistente a los vientos, los sistemas de alerta anticipada y los planes de evacuación son medidas primordiales para mitigar los daños ocasionados por estos fenómenos (ISDR, 2010). 5.Huracanes del Caribe: Del 2001 al 2005 hubo numerosas tormentas tropicales en la región. La mayor devastación se registró en Haití, con 2.809 muertos y aproximadamente US$21 millones en pérdidas económicas. En Jamaica, 36% de los centros de atención de salud sufrieron diversas clases de daños, y en Granada todos los establecimientos de asistencia sanitaria dejaron de funcionar durante el huracán Iván en el 2004. 3.Armero (Colombia): Una erupción volcánica que se produjo en 1985 y una corriente de fango sepultaron rápidamente al pueblo y causaron la muerte de 23.000 personas, tres cuartos de los habitantes del pueblo20. 6.Puerto Príncipe y ciudades vecinas (Haití): Un terremoto en enero del 2010 dejó un saldo de más de 200.000 muertos (2% de la población), 300.000 heridos y daños en la infraestructura urbana esencial de la ciudad, desde los ministerios y las escuelas hasta los caminos y la electricidad21. Los principales desastres ocurridos en zonas urbanas 1.Ancash (Perú): Se calcula que el terremoto de 1970 y el deslizamiento de tierra posterior causaron la muerte de 70.000 personas y daños que ascendieron a US$530 millones. El pueblo de Yunguy fue destruido completamente por varios metros de pies de fango, tierra, agua, piedras y escombros16. 2.Ciudad de México: El terremoto de 1985 dejó un saldo de 9.500 muertos, 100.000 personas sin techo y numerosos edificios destruidos. Los daños en el sector de la salud pública fueron particularmente Continúa US Geological Survey, historic earthquakes: Ancash area, Peru (http:// earthquake.usgs.gov/ earthquakes/world/events/1970_05_31.php). 16 75 7.Chile: El terremoto de febrero del 2010 fue el más fuerte que sacudió al país en los últimos 50 años, Continúa US Geological Survey, historic earthquakes: Mexico City, Mexico (http:// earthquake.usgs.gov/ earthquakes/world/events/1985_09_19.php). 18 OPS (1985) Crónicas de Desastres - Terremoto de México, No. 3 (http:// helid.desastres.net/tmp/ export/who/059.pdf ). 19 López CM, López CL, Escamilla-Cejudo JA. Algunas consecuencias de los terremotos de 1985 en la Ciudad de México. Salud Pública Mex 1986; 28:527-36. 20 US Geological Survey (http://vulcan.wr.usgs.gov/Volcanoes/Colombia/ Ruiz/description_eruption_ lahar_1985.html). 21 Inter-Agency Standing Committee (2010). Response to the Humanitarian Crisis in Haiti following the 12 January 2010 Earthquake. 17 76 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Los principales desastres urbanos… (cont.) afectando a seis regiones donde se concentra casi 80% de la población chilena. Murieron más de 500 personas, y en la mayoría de las ciudades hubo interrupciones en los servicios de agua, electricidad, teléfono y salud. Se perdieron grandes reservas de vacunas, lo cual causó problemas con los suministros para los programas regulares de vacunación. Las inundaciones son uno de los desastres más frecuentes en la región. Ocurren después de lluvias fuertes y sostenidas en áreas que se han vuelto vulnerables debido al mal uso de la tierra, la presencia de concreto y tierra compactada que no absorbe agua, sistemas de drenaje inadecuados, zonas próximas a lechos de ríos o diques débiles, como ocurrió en Nueva Orleans (Estados Unidos) en el 2005 (ISDR, 2010; PAHO, 2007). El ascenso del nivel del mar como consecuencia del recalentamiento del planeta exacerbará la vulnerabilidad a las inundaciones de muchos asentamientos en zonas bajas, donde viven grupos de bajos ingresos. El riesgo de incendios está aumentando en las zonas urbanas debido a la gran densidad de construcción, los nuevos materiales de construcción, la construcción de más edificios altos y el mayor uso de energía en áreas concentradas. Los incendios también pueden deberse a accidentes industriales, explosiones y terremotos, y pueden causar grandes daños, especialmente en asentamientos precarios. Las sequías también pueden afectar a las zonas urbanas al desencadenar la migración masiva a las ciudades, creando presiones sobre la disponibilidad de empleos, viviendas y servicios básicos. Los desastres naturales tienen amplios efectos en la salud en las zonas urbanas, incluso más allá de la mortalidad y la morbilidad inmediatas. Los daños y las perturbaciones ocasionadas por las catástrofes pueden aumentar el riesgo de enfermedades infecciosas, principalmente debido a los desplazamientos de poblaciones, el hacinamiento, la disminución de la cantidad o la calidad del agua salubre, la interrupción de los servicios de depuración de aguas residuales y eliminación de residuos sólidos, el manejo inadecuado de productos alimenticios y la reducción de la capacidad de respuesta de la red de servicios de salud. Suelen verse también efectos perjudiciales en la salud mental después de los desastres (PAHO, 2007). Los desastres también tienen repercusiones en la infraestructura de servicios de salud. Aproximadamente 67% de 18.000 establecimientos de salud de la región están ubicados en áreas donde el peligro de desastres es mayor (PAHO, 2009). Muchos establecimientos de asistencia sanitaria y sus equipos se dañan durante los desastres, y su dificultad para proporcionar atención en tales circunstancias se ve exacerbada por la interrupción de servicios públicos, como el agua, la electricidad, los caminos, las comunicaciones, el manejo de aguas residuales y residuos sólidos, y los servicios hospitalarios (PAHO, 2007). Para abordar los riesgos y las respuestas a los desastres se necesitan medidas complejas e integrales que abarcan desde la política económica hasta la protección del medio ambiente. En el recuadro siguiente se presenta la iniciativa “Desarrollando ciudades resilientes”, que procura reducir los riesgos de las ciudades frente a los desastres. Campaña de las Naciones Unidas para que las ciudades sean más resilientes frente a los desastres La Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres, de las Naciones Unidas, está promoviendo la conciencia y el compromiso con respecto a prácticas de desarrollo sostenible que reducirán el riesgo de desastres y aumentarán el bienestar y la seguridad de los ciudadanos. La campaña “Desarrollando ciudades resilientes” impulsa a los gobiernos locales a que adopten medidas de inmediato para reducir los riesgos de las ciudades frente a los desastres. Los objetivos de la campaña son: 1.Conocer más: aumentar la conciencia de los ciudadanos y los gobiernos en todos los niveles con respecto a las ventajas de reducir los riesgos urbanos. 2.Invertir con sensatez:asignar partidas presupuestarias en los planes locales de financiamiento del gobierno Continúa Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana Campaña de las Naciones Unidas… (cont.) para invertir en actividades de reducción de riesgos de desastres. 3.Construir de forma más segura: incluir la reducción de riesgos de desastres en procesos participativos de planificación del desarrollo urbano y proteger la infraestructura fundamental. Una ciudad resiliente frente a los desastres: es una ciudad donde la gente participa, decide y planifica su ciudad junto con las autoridades del gobierno local, sobre la base de su capacidad y sus recursos; es una ciudad donde se evitan muchos desastres porque toda la población vive en viviendas y vecindarios con buena infraestructura (agua corriente, buen saneamiento y drenaje, caminos transitables todo el año, electricidad) y servicios (atención de salud, escuelas, recolección de basura, servicios de urgencia), en estructuras que se ciñen a códigos de construcción prudentes, sin la necesidad de asentamientos precarios en planicies inundables o laderas escarpadas porque no se dispone de más tierras; comprende sus peligros y establece una sólida base de información local sobre los peligros y riesgos y sobre quiénes están expuestos y quiénes son vulnerables; y ha tomado medidas para prever los desastres y proteger sus recursos (la gente, sus hogares y efectos personales, el capital económico) y puede reducir al mínimo las pérdidas físicas y sociales ocasionadas por fenómenos meteorológicos extremos, terremotos u otras amenazas. La respuesta a los retos de la salud urbana Una ciudad saludable debe ofrecer un entorno físico y social que promueva la salud de sus habitantes. Las ciudades deben elaborar políticas públicas saludables 77 centradas en los determinantes sociales de la salud, el desarrollo sostenible y la equidad en la salud local y adoptar mecanismos de planificación y gestión que incluyan la colaboración intersectorial y la participación en la adopción de decisiones. Gestión urbana saludable Un factor clave para el desarrollo y el mantenimiento de ciudades saludables es la gestión urbana saludable, que se define como “el proceso de adopción colectiva de decisiones y los procesos mediante los cuales se ponen en práctica o no se ponen en práctica las decisiones” 22. Se entiende que es un proceso dinámico arraigado en el contexto y los cambios que se producen con el transcurso del tiempo (GRNUHE, 2010). En un contexto urbano, la gestión se refiere a la “suma de las muchas formas en que las personas e instituciones, tanto públicas como privadas, planifican y administran los asuntos comunes de la ciudad” (UN-HABITAT, 2002). ONU-Hábitat (2002) afirma que la buena gestión urbana se caracteriza por los principios de: 1) sostenibilidad en todas las dimensiones del desarrollo urbano; 2) subsidiariedad de la autoridad y los recursos al nivel apropiado más cercano; 3) equidad del acceso a los procesos de adopción de decisiones y las necesidades básicas de la vida urbana; 4) eficiencia en la prestación de servicios públicos y en el fomento del desarrollo económico local; 5) transparencia y rendición de cuentas de los encargados de adoptar las decisiones y de todos los interesados directos; 6) compromiso cívico y ciudadanía; y 7) seguridad de las personas y del ambiente en que viven. Para promover la salud urbana es importante que los modelos de gestión incluyan la participación activa de todos los sectores de la sociedad en la adopción de decisiones y en mecanismos de seguimiento y evaluación. La gestión también debe ser transparente, promover la rendición de cuentas, guiarse por el consenso y buscar formas de vincular las esferas técnica y política. De esta forma, es más fácil indicar y abordar de forma más adecuada los determinantes de la salud urbana (sitio web de la CESPAP). La buena gestión urbana es importante por varias razones. En las ciudades de las Américas se concentra la mayor parte de la población de la Región. Las ciudades tienen un 22 Véase http://www.unescap.org. 78 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final tremendo potencial para fomentar el desarrollo económico y social; al mismo tiempo, también pueden generar o mantener desigualdades y exclusión social (UN-HABITAT, 2002). Los gobiernos locales pueden promover mejor una buena gestión porque tienen la responsabilidad directa de los servicios que tienen las mayores repercusiones en la población, constituyen el primer nivel de representación del pueblo y son la base de la organización de grupos sociales y de la acción de la comunidad. Para mejorar la gestión urbana es importante evaluar el contexto urbano específico en lo que se refiere a la salud y los retos y las oportunidades para la equidad, determinar quiénes son los interesados directos y promover su capacidad para adoptar medidas y construir capital social, evaluar las instituciones y procurar la colaboración intersectorial, movilizar o redistribuir recursos, ejecutar programas y abogar por el cambio de políticas (KNUS, 2008). La gestión en el ámbito de la salud urbana incluye la definición y la respuesta a los determinantes de la salud urbana desde una perspectiva multisectorial, con la participación de diversos actores (de los sectores público y privado y de la sociedad civil) (Dodgson et al., 2002). Se necesitan procesos participativos en los cuales la gente tenga la oportunidad de expresar su opinión sobre las decisiones que afectan a su salud y puedan pedir la rendición de cuentas de los encargados de las decisiones. La función de la sociedad civil es fundamental para que el proceso sea verdaderamente democrático (Dodgson et al., 2002). Los procesos de descentralización social, política y económica que están teniendo lugar en toda América Latina y el Caribe son una expresión de movimientos sociales e históricos de democratización y de sus relaciones con la sociedad. Estas experiencias afectan a la relación entre los protagonistas, fortaleciendo o debilitando el establecimiento de instituciones nuevas más inclusivas y democráticas. Existen instrumentos para la gestión local descentralizada; por ejemplo, los estatutos de la ciudad, la presupuestación participativa, planes maestros municipales y otras iniciativas que promueven la participación social en comités regionales, sectoriales y locales (Fernández y Mendes, 2007). Teniendo en cuenta la etapa actual de desarrollo de las ciudades de la Región, hay una gran oportunidad para adoptar un diseño más favorable para la salud de la población. En el documento de antecedentes para el Consejo Directivo de la OPS (OPS, 2010, Add. I) dice que incidir ahora en la definición del futuro de la ciudad es una inversión que se ve en el corto y mediano plazo e influye en el nivel de bienestar, en la calidad de vida, en la capacidad funcional y en la salud de la población. La capacidad de planificación urbana sigue siendo limitada en toda la Región. En toda América Latina hay apenas 27 escuelas universitarias con programas de planificación urbana, en comparación con 88 en Estados Unidos. Los ministerios de salud deben desempeñar una función primordial en las actividades de planificación urbana vinculándola con los criterios de salud pública más allá de la distribución geográfica tradicional de los servicios de atención médica; este vínculo debe estar estructurado desde sus fundamentos jurídicos hasta su ejecución. En el caso 1 se presentan algunos ejemplos de buena gestión urbana en las Américas. Estas intervenciones dieron resultado porque fomentaron la salud, la equidad y el poder de decisión al promover alianzas entre las comunidades y los gobiernos locales. Aun así, había retos para mantener los procesos participativos, relacionar la planificación estratégica a largo plazo con las necesidades inmediatas de la población y abrir un canal de comunicación entre los gobiernos y las comunidades locales. Además, los gobiernos locales tenían una capacidad limitada para llevar a cabo estas iniciativas y darles seguimiento y necesitaban apoyo de colaboradores externos (ONG y universidades). Por último, es necesario promover las prácticas óptimas de gestión urbana por medio de redes nacionales e internacionales y establecer mecanismos para intercambiar conocimientos y experiencias. Caso 1: Ejemplos de buena gestión en la Región En Guarulhos, localidad de las afueras de São Paulo (Brasil), se organizaron 51 foros participativos sobre la salud entre el 2005 y el 2009 para establecer un canal de comunicación a fin de tener en cuenta las reivindicaciones populares en la formulación de políticas sanitarias locales. En estos foros públicos Continúa Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana Campaña de las Naciones Unidas… (cont.) se eligieron alrededor de 1.300 representantes para formar Consejos Locales de Salud, que participaron directamente en el proceso decisorio de las políticas locales. En consecuencia, se observó una mejora en la respuesta del sector de la salud a las quejas de la comunidad, así como en la inclusión de las propuestas populares en los programas y acciones (Public Health Agency of Canada, 2010). En Pasto, municipio de Colombia, se llevó a cabo un proceso para elaborar un presupuesto participativo a fin de mejorar la gestión local y la salud urbana entre el 2001 y el 2005. Los miembros de la comunidad tuvieron la oportunidad opinar y someter a votación la asignación de fondos públicos locales, exponer sus necesidades y reivindicaciones, examinar opciones, seleccionar prioridades y, por último, dar seguimiento a la ejecución de los proyectos, supervisar los gastos y comprobar los resultados. Como resultado, aumentaron los recursos asignados a los servicios de salud, mejoraron los sistemas de saneamiento y agua potable, se agregó el tema de la salud sexual y reproductiva a los cursos para jóvenes y las escuelas agregaron el cuidado del medio ambiente a sus programas de estudios y comenzaron a ofrecer almuerzos escolares (Guerrero, 2006). Participación social y procesos decisorios En una gestión urbana saludable se definen y abordan los determinantes de la salud urbana desde una perspectiva multisectorial. Para promover la salud urbana, es importante que los modelos de gestión incluyan la participación activa de todos los sectores de la sociedad (público, privado y sociedad civil) en los procesos decisorios, así como en los mecanismos de planificación, gestión, seguimiento y evaluación de las políticas y los programas que se aplican a contextos urbanos. Un elemento esencial de la buena gestión es, por lo tanto, la participación de todos los elementos de la sociedad en la adopción de decisiones a fin de tener en cuenta las condiciones, los intereses y los puntos fuertes de toda la población. 79 Muchas ciudades de las Américas excluyen a una gran parte de sus habitantes, a saber, los pobres, del proceso de adopción de decisiones, ya que las elites o grupos con intereses especiales dominan el proceso. En consecuencia, las políticas y los programas no toman en cuenta las condiciones sociales y los determinantes de la salud que afectan a grandes sectores de la población. En ese marco, el trabajo en colaboración con la sociedad civil y ONG en problemas de salud específicos puede resultar ineficaz. La consecuencia para el sector de la salud es que los servicios no se coordinan y tienden a centrarse solo en el tratamiento de enfermedades en vez de abordar determinantes más amplios de la salud. La inclusión de las alianzas existentes entre los sectores público y privado puede promover su participación en el proceso de gestión urbana saludable. La OMS recalca la necesidad de definir metas comunes, las funciones y los principios en estos tipos de alianzas publicoprivadas (Buse y de Walt, 2000). Aunque estos comunes denominadores pueden estar presentes, la investigación indica que las alianzas publicoprivadas también dependen en gran medida de los planes y las directrices estratégicas locales de actores dedicados que podrían desempeñar un papel decisivo (Field y Peck, 2003). No todos los actores del sector privado son apropiados como colaboradores; Hancock (1998) recomienda formar alianzas con organizaciones que puedan beneficiarse económicamente de las mejoras de la salud o que sean “productores de salud” (por ejemplo, la industria agroalimentaria, la industria de la energía renovable). Por último, con respecto a la sociedad civil, se debe hacer hincapié en la participación activa de todos los actores que trabajan a nivel local, como instituciones internacionales y regionales, ONG nacionales y locales, grupos religiosos, movimientos sociales, medios de comunicación, investigadores y el sector de la educación (Dodgson et al., 2002). Es particularmente importante fomentar la participación de los grupos excluidos, como los pobres de las zonas urbanas y las mujeres. De esta forma, la gestión puede ser más inclusiva, transparente y responsable. 80 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Experiencias regionales con la participación y las alianzas intersectoriales Varias ciudades latinoamericanas han estado participando en movimientos de gestión saludable, en muchos casos en colaboración con el sector privado. Entre las experiencias más fructíferas se encuentran las nuevas redes latinoamericanas de ciudades justas y sostenibles. Estas redes usan métodos participativos e intersectoriales para abogar por la asignación equitativa de los recursos y la sostenibilidad, exigiendo la rendición de cuentas, la transparencia y una gestión adecuada de las políticas públicas por el gobierno local. Las actividades de estas redes han incluido la educación de los ciudadanos, tarjetas de puntaje de la calidad de vida (con muchos indicadores relacionados con determinantes de la salud) y encuestas de la percepción de los ciudadanos. Más de 30 ciudades de ocho países participan en este movimiento continental. En Brasil, una red de 200 ciudades está luchando contra la corrupción y desarrollando y difundiendo tecnologías específicas de gestión en todo el país. Incorporación de los determinantes sociales de la salud Se han reconocido los siguientes criterios para la adopción de decisiones en cuanto a las acciones que afectan a los determinantes sociales de la salud (Solar et al., 2007): Tratar de reducir los determinantes estructurales que perpetúan las desigualdades, la inequidad y la exclusión, actuando centralmente en el contexto social y las consecuencias diferenciales; por ejemplo, el acceso al trabajo digno y reglamentado y a la educación. Actuar en los determinantes intermedios, como las condiciones de trabajo, los derechos de género y un ambiente sano, disminuyendo la exposición diferencial y la vulnerabilidad específica a riesgos para la salud. Revertir los efectos de la posición socioeconómica, como los que derivan de la pérdida del empleo o los que crean condiciones que llevan a personas con enfermedades crónicas a permanecer en la fuerza laboral y, por medio del seguro de enfermedad, proporcionar atención curativa a las personas que sufren daños, independientemente de su posición social. Con respecto a las intervenciones de políticas, la experiencia y la investigación indican la importancia de: Adoptar estrategias específicas para el contexto a fin de abordar los determinantes tanto estructurales como intermedios. El crecimiento de la economía es y ha sido de gran importancia para mejorar las condiciones de vida, pero no es suficiente si no está acompañado de políticas que corrijan las desigualdades. Priorizar la acción intersectorial. Este nuevo enfoque mejora el modelo tradicional que considera el campo de la salud como competencia única y exclusiva del sector de la salud. También abarca la renovación del compromiso con la estrategia de atención primaria de salud. Recalcar el trabajo conjunto con la participación de la sociedad civil y sus organizaciones sociales, y el verdadero empoderamiento de los grupos más vulnerables. Eso se expresa en políticas públicas concretas que mejoran las condiciones para muchos ciudadanos que se enferman y mueren de causas evitables. Aunque el uso de la tecnología médica ayuda y es importante, es más importante crear condiciones ambientales, sociales y económicas propicias para que la población logre y mantenga un bienestar general que conduzca al bienestar individual y la buena salud, centrándose en la salud como derecho (por ejemplo, redes de municipios saludables, promoción de la causa, programas con ONG, presupuestos participativos, etc.). Fortalecimiento de la función de rectoría del sector de la salud en el desarrollo urbano El urbanismo crea una carga específica para los servicios de salud (OPS, 2010, Add. I), ya que deben procurar la equidad al tratar las enfermedades crónicas no transmisibles, Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana ¿Cómo ayudan las iniciativas de promoción de la salud y de entornos saludables a mejorar la gestión urbana en la Región? En muchos países de la Región, las metas y los procesos de promoción de la salud están plenamente integrados en las políticas sanitarias nacionales, los programas, las metas y los objetivos. Actualmente, diez países han implementado políticas y planes de promoción de la salud en la Región de las Américas (Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Estados Unidos, Guyana, México, Perú, República Dominicana y Trinidad y Tabago). A nivel local y nacional, muchos países han adoptado y puesto en práctica el llamado de la Carta de Ottawa a la colaboración con otros sectores en la elaboración de políticas públicas más favorables para la salud. Se han ejecutado políticas sanitarias orientadas a los factores de riesgo y la reducción de enfermedades, así como políticas centradas en determinantes de la salud en otros sectores. Otros países han establecido políticas nacionales que combinan la mejora de la salud y de las condiciones económicas y sociales en diversos sectores de la sociedad. En un análisis realizado por la OPS de 15 estudios de casos se observaron los mecanismos, procesos e instrumentos utilizados para apoyar la acción de promoción de la salud en la Región (Public Health Agency of Canada, 2010). Entre las características fundamentales que favorecían la promoción de la salud se encontraban la presencia de líderes políticos comprometidos en los niveles clave del gobierno; iniciativas y marcos centrados en la promoción de la salud y temas conexos; marcos políticos y jurídicos sólidos, en particular a nivel nacional; un alto grado de organización y participación comunitaria; atención a las normas culturales y sociales; y la presencia de autoridades locales y de los responsables de las políticas, plenamente integrados en el proceso. El análisis también puso de relieve el papel central de la colaboración intersectorial, la participación comunitaria y el poder de decisión en la planificación, la ejecución y la sostenibilidad de las iniciativas. La iniciativa de municipios, ciudades y comunidades saludables En el último decenio, el movimiento de municipios, ciudades y comunidades saludables ha crecido considerablemente en la Región. Además de la red de las Américas, países como Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Estados Unidos, México, Paraguay y Perú han establecido redes nacionales o regionales y han incluido iniciativas de entornos saludables en su programa político. Actualmente, 18 de los 35 países y tres territorios de las Américas participan en la iniciativa de municipios, ciudades y comunidades saludables. Adelantos en métrica de salud urbana Los métodos de medición son concebidos por la OMS como la “capacidad para analizar y resumir la forma en que los determinantes de la salud se vinculan con los procesos de gestión y rendición de cuentas y, a su vez, la forma en que estos influyen en el desempeño de los sistemas (de salud), determinando de ese modo los efectos en la calidad de vida”. Uno de los mayores retos para la salud urbana en la actualidad estriba en la creación de métodos de medición y sistemas de información que puedan detectar las inequidades y las necesidades no atendidas en la salud y los servicios a fin de abordarlas. Los modelos que se usan actualmente con ese fin en la Región de las Américas fueron concebidos para contextos predominantemente rurales. Además, en muchos países se calculan sólo los promedios nacionales y se pasan por alto los grupos especialmente vulnerables a los problemas relacionados con la salud. En consecuencia, no se dispone de la información necesaria para formular políticas focalizadas. A medida que la Región se va urbanizando y se va ensanchando la brecha de la equidad en las ciudades, es evidente que es necesario adoptar sistemas nuevos de medición e información. Continúa 81 82 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final ¿Cómo ayudan las iniciativas… (cont.) A fin de abordar este asunto, la Fundación Rockefeller ha encabezado el proyecto Mesa redonda para las investigaciones sobre el entorno urbano, con el propósito de examinar y refrendar o formular recomendaciones sobre métodos de medición que sean pertinentes para la salud urbana. Un tema recurrente de las deliberaciones del grupo que lleva a cabo el proyecto es las diferencias entre países en lo que se refiere a la capacidad en el campo de la metrica en salud urbana. El grupo está elaborando un modelo para la red de metrica en salud que ayudará a clasificar a los gobiernos nacionales y locales según su grado de preparación para la utilización de la sanimetría urbana y a proponer recomendaciones para fortalecer sus estrategias de recopilación de datos. La Evaluación de los Efectos Sanitarios es una metodología para apoyar el seguimiento y la evaluación de las iniciativas en los entornos urbanos, que facilita en diversos sectores la tarea de indicar sistemáticamente los probables efectos de las políticas, los planes, los programas y los proyectos en la salud humana. Estas evaluaciones benefician a los interesados directos al recomendar medidas para fortalecer los efectos positivos y atenuar los efectos negativos de las intervenciones propuestas en la salud y la equidad en el ámbito de la salud. Véase más información en http://www.who.int/hia/en/index.html. De forma análoga, la Herramienta de Evaluación de la Equidad Sanitaria Urbana y de Respuesta (Urban HEART) se creó para superar algunos de los principales desafíos relacionados con la medición y la vigilancia de la salud urbana. Responde a la necesidad expresa de una herramienta: 1) sencilla y fácil de usar; 2) operacionalmente factible y sostenible; 3) basada en un marco que tenga en cuenta los determinantes de la salud y sus interacciones; 4) que vincule los datos de evidencia con las políticas e intervenciones; 5) que proporcione orientación sobre la acción multisectorial y la participación comunitaria; y 6) que permita a las autoridades municipales y nacionales priorizar y asignar recursos e implementar respuestas viables y eficaces. Véase más información en http://www. who.or.jp/ urbanheart.html. como el cáncer, la diabetes, trastornos respiratorios, enfermedades cardiovasculares y enfermedades mentales, y las enfermedades resultantes de ambientes que propician la transmisión de enfermedades, como enfermedades de transmisión sexual, la infección por el VIH/sida, el dengue, la fiebre amarilla y la tuberculosis. En el sector de la salud como tal, es necesario tener modelos adecuados para los servicios de salud que reflejen los recursos y los retos planteados por la complejidad urbana. Los servicios deben ser oportunos, estar más cerca de la población y ofrecerse en los lugares donde está la gente, especialmente cuando se trata de atención primaria; se debe capacitar al personal para trabajar en medios urbanos, usando tecnologías apropiadas para ayudar a reducir las desigualdades. Eso es particularmente importante en el caso de los programas de mitigación de la pobreza, los programas de salud para la industria y los servicios de sanidad escolar y universitaria. Los modelos deben abordar los temas de la capacidad social e institucional, así como las necesidades de salud de la población urbana. Las actividades para la promoción de la salud y la reglamentación de los determinantes ambientales también deben responder a las condiciones urbanas, así como a su propio impacto ambiental. Los ministerios de salud deben usar sus recursos para actuar sobre los determinantes de la salud que dependen de otros sectores y reducir la mayor carga de morbilidad en sus puntos de origen. Con este fin, deben desempeñar su función de rectoría (OPS, 2010, Add. I), que incluye la generación de información y la vigilancia de la salud urbana, la adopción de indicadores socioeconómicos que revelen diferencias dentro de las ciudades y con el resto de la nación, la elaboración de lineamientos y normas sanitarias para la planificación y el desarrollo urbano, y la incorporación de las metodologías de evaluación de impacto en salud en la formulación de las políticas, los programas y los proyectos de desarrollo urbano. Los criterios de salud pública deben formar parte de la planificación urbana y tener en cuenta la salud en todas las políticas, utilizando la Herramienta de Evaluación de los Efectos Sanitarios, con objeto de fortalecer el papel de liderazgo del sector de la salud. Con ese fin, los ministerios de salud necesitan guías de salud pública, normas y criterios relacionados con problemas tales como la creación de espacios verdes, la promoción de la actividad física y la vida Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana saludable que promueve la salud mental, seguridad para caminar en la calle, higiene básica, y viviendas, escuelas y lugares de trabajo seguros y dignos, así como criterios para proteger el ambiente y los alimentos, entre otros (OPS, 2010). Los ministerios de salud deben aprovechar la ventaja competitiva de las administraciones de las ciudades, que reúne a múltiples sectores bajo la conducción de un alcalde o gobernador, para incorporar las perspectivas sanitarias necesarias (OPS, 2010, Add. I). Conclusiones 83 importantes en las condiciones sociales, económicas y ambientales de la mayoría de los habitantes de la Región. Las contrapartes y aliados clave para la salud son los alcaldes o intendentes municipales y las autoridades de los sectores del transporte, la vivienda, la seguridad, la educación, la cultura, el deporte, la energía, la agricultura, el turismo, el comercio y la protección civil (OPS, 2010). Una de las medidas más importantes es integrar un enfoque de equidad y determinantes de la salud en los programas y la acción de salud urbana. Eso significa proponer grandes cambios metodológicos y desarrollar herramientas y la capacidad apropiadas, debido a que: En las Américas hay muchos retos para la salud urbana. Entre ellos, la falta de un marco eficaz para la acción en pro de la salud urbana para todos y la falta de información por región, distrito, vecindario o grupo urbano posiblemente sean los principales. Completan la lista la falta de planificación y ejecución intersectorial, las dificultades para integrar la participación social y los enfoques de determinantes de la salud en la planificación urbana, así como las deficiencias de la gestión y la transparencia de los procesos normativos. Sin embargo, la urbanización también brinda oportunidades, como una mayor concentración de los servicios, que puede facilitar el acceso y, por ende, promover la salud y el bienestar. Las brechas en los resultados en materia de salud de diferentes grupos (medidos como mínimo sobre la base de la esperanza de vida y la discapacidad) importan más que los resultados promedios en materia de salud de la población. Debemos crear instrumentos para medir esas diferencias y descubrir los factores que las causan. En general, la atención prestada a la salud urbana se ha centrado principalmente en las inquietudes y los problemas inmediatos, en lugar de soluciones sistematicas generales de los problemas; por ejemplo, cómo mejorar las condiciones de vida y la vivienda; cómo crear trabajo; cómo reducir la huella ecológica de las ciudades; cómo mejorar la gestión y la planificación urbanas; y cómo administrar sistemas urbanos cada vez más complejos (UNFPA, 2007). Sin embargo, en vista del crecimiento inminente de la población urbana, se necesita un enfoque preventivo para tratar los problemas sociales, ambientales y sanitarios causados por el desarrollo urbano no planificado en los países en desarrollo. La idea es cambiar el criterio sectorial y compartimentado de la salud pública, procurando la adopción de políticas públicas que integren y mejoren la cohesión social. El gobierno nacional y los ayuntamientos, junto con la sociedad civil, las organizaciones locales y las entidades privadas, con el apoyo de instituciones académicas y organizaciones internacionales, pueden idear medidas y contribuir a su implementación para propiciar cambios Se asigna prioridad al análisis de la interacción de los factores entre sí y con las variables de la dinámica de las poblaciones, frente al conocimiento del comportamiento específico de cada factor por sí solo. Más que los universos separados de las acciones individuales, lo que es pertinente para abordar las múltiples causas es la acción intersectorial. Se ha encontrado una oportunidad en los procesos de planificación de los espacios urbanos, valorando la capacidad intersectorial del gobierno para complementar su labor con la de los gobiernos regionales y locales o municipales a cargo de la ordenación territorial (OPS, 2010). Lo que se necesita son lineamientos, normas y criterios de salud pública para definir mejor los parques y los espacios verdes, la seguridad de las aceras para caminar, y la higiene de las viviendas, las escuelas y los lugares de trabajo. Se requiere un enfoque diferente de la elaboración de políticas y programas a fin de preparar a las ciudades y a la población urbana para los retos actuales y para el futuro. Esta acción debe centrarse en la gente, haciendo hincapié en el fortalecimiento de la trama social para fomentar el desarrollo humano que incluya a todos, tanto ricos como 84 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final pobres. Tal enfoque requerirá la adopción de políticas eficaces que tengan en cuenta los derechos de los sectores pobres y vulnerables, el respeto de los derechos humanos, la salud y la sostenibilidad de los ecosistemas, y el fomento del desarrollo social y económico. Las instituciones gubernamentales y no gubernamentales, las organizaciones internacionales, el sector privado, las instancias normativas y los planificadores urbanos pueden desempeñar un papel importante de apoyo a las organizaciones comunitarias, los movimientos sociales y los gobiernos a fin de mejorar la naturaleza y la forma de la expansión urbana futura, aumentando de esa forma su capacidad para reducir la pobreza y promover la salud urbana, el desarrollo social y la sostenibilidad ambiental. Eso requerirá una visión realista del futuro, mejor información a nivel local y regional, y enfoques participativos, alianzas y una colaboración intersectorial basada en el conocimiento y la experiencia de los que trabajan en la urbanización y se ven afectados por ella. La gestión urbana saludable es un aspecto clave para la acción. Su foco y sus enfoques deben extenderse más allá de las necesidades actuales y específicas y ofrecer una estrategia sostenible a largo plazo para abordar los cambios previstos. Los procesos que afectan a la gestión urbana ponen de relieve la responsabilidad de los gobiernos locales de desempeñar un papel más activo en el desarrollo socioeconómico urbano. Además, una mayor atención a los derechos humanos, la seguridad humana y la inclusión de la sociedad civil, junto con movimientos hacia la descentralización y democratización, ayuda a fortalecer la gestión urbana al fomentar la participación y lograr que la administración local sea más responsable y responda mejor. Los gobiernos locales asumen un papel prominente con las tendencias que indican que la mayor parte del crecimiento urbano está produciéndose en las localidades más pequeñas. Tienen el potencial para abordar problemas fundamentales, como la vivienda, la infraestructura y los servicios, al mismo tiempo que están más dispuestos a incorporar la participación popular. No obstante, los gobiernos locales a menudo tienen recursos limitados y carecen de información fundamental y de capacidad técnica para asumir estas responsabilidades. Eso indica la necesidad de prestar apoyo adicional a las ciudades pequeñas y medianas de la Región y de que los gobiernos nacionales y los organismos internacionales fortalezcan la capacidad de los gobiernos locales para actuar en apoyo a la salud y el desarrollo humano. Aunque la pobreza urbana y los problemas ambientales son importantes y están aumentando en muchas ciudades de las Américas, la transición urbana es a la vez inevitable e importante para el desarrollo. Por consiguiente, los responsables de la política, los planificadores urbanos y otros interesados directos clave deben examinar objetivamente las opciones de política y buscar respuestas más creativas pero pragmáticas. Las decisiones que se tomen hoy en las ciudades influirán no solo en su propio destino sino también en el futuro social, ambiental y de la salud en toda la Región. Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana 85 ANEXO A Plan Regional de Salud Urbana de la OPS Metas y objetivos estratégicos Un plan regional de acción para proteger la salud de los efectos de la urbanización en la Región de las Américas (salud urbana) y promover el desarrollo de ciudades saludables y sostenibles debe centrarse en los temas de la equidad y los determinantes de la salud en los contextos urbanos. Se necesita un enfoque preventivo para abordar los problemas sociales, ambientales y sanitarios causados por la urbanización creciente en los países de las Américas. Los gobiernos en todos los niveles, la sociedad civil, las organizaciones locales, las entidades privadas, las instituciones académicas y las organizaciones internacionales deben trabajar en colaboración para propiciar el cambio necesario a fin de crear ciudades más saludables y sostenibles para las poblaciones urbanas de la Región y el medio ambiente. A fin de que este plan siga siendo eficaz, deberá vigilarse y evaluarse regularmente. 1. Las metas del plan propuesto serían empoderar y equipar a los países y fortalecer su capacidad a nivel local y nacional para 1) promover el desarrollo de ciudades saludables y sostenibles y 2) proteger la salud humana de los riesgos relacionados con la mayor urbanización. 2. Los objetivos estratégicos serían: Evidencia: Promover y apoyar la generación de conocimientos acerca de 1) los riesgos para la salud asociados con la mayor urbanización en la Región, a partir de una perspectiva de determinantes de la salud, y 2) prácticas óptimas para promover el desarrollo de ciudades saludables y sostenibles. Concientización: Concientizar acerca de los beneficios de invertir en soluciones saludables y sostenibles para el fenómeno urbano y los efectos de la urbanización en la salud entre el público en general, los sectores público y privado, la comunidad académica y los encargados de tomar decisiones en diversas disciplinas. Recursos: Promover el fortalecimiento y el desarrollo de los recursos humanos, los recursos financieros, el desarrollo institucional y la formulación de políticas. Adaptación y desarrollo de la capacidad: Fortalecer y promover la capacidad de los países para formular, aplicar, vigilar y evaluar medidas con el propósito de 1) mejorar la capacidad de respuesta a fin de prepararse para los riesgos de la mayor urbanización y responder eficazmente, y 2) promover el desarrollo de ciudades saludables y sostenibles. Alianzas: Promover, articular y establecer alianzas interdisciplinarias, interinstitucionales e intersectoriales para que la promoción y la protección de la salud sean temas centrales de las políticas de salud urbana. Desarrollo de marcos operativos para la acción en el campo de la salud urbana: Elaborar y aplicar estrategias eficaces y prácticas óptimas para inducir cambios sostenibles en el área de la salud urbana. Fortalecimiento de los servicios urbanos: Mejorar la disponibilidad y el acceso a mejor infraestructura y servicios básicos para todas las poblaciones urbanas, y fortalecer la salud pública, la promoción de la salud, la atención primaria de salud y los mecanismos para la participación comunitaria en la planificación de tales servicios. 3. Se necesitan las acciones indicadas a continuación para facilitar la consecución de estos objetivos, que requieren la colaboración con diferentes sectores y actores que trabajan en medios urbanos. Estas acciones se recomiendan específicamente a la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud, los ministerios de salud, los centros colaboradores y los centros de excelencia de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud. Evidencia: Apoyar el establecimiento de observatorios de salud urbana para probar, documentar y difundir enfoques innovadores a fin de promover la salud 86 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final urbana y abordar los determinantes de la salud en los entornos urbanos. Establecer sistemas de vigilancia de la salud y sus determinantes, haciendo hincapié en asuntos tales como los efectos de la urbanización en la salud, y producir datos probatorios del impacto de las ciudades en la salud de la población. Crear herramientas apropiadas para evaluar los efectos de las políticas y los programas de los sectores público y privado en la salud urbana y producir información pertinente para la formulación y el ajuste de programas y políticas. Realizar investigaciones que puedan aportar datos probatorios de los efectos de la urbanización en la salud de la población. Desarrollar un sistema de medición flexible que Fomentar la participación de las autoridades municipales y las instancias normativas en los procesos de planificación urbana saludable. Recursos: Promover el fortalecimiento y el desarrollo de los recursos humanos, los recursos financieros, el desarrollo institucional y la formulación de políticas y programas de salud urbana eficaces. Promover la colaboración entre distintos sectores e interesados directos a fin de crear sinergia en la acción y utilizar los recursos disponibles más eficazmente. Adaptación y desarrollo de la capacidad: Aprovechar la acción y las iniciativas en curso (es decir, Municipios, Ciudades y Comunidades Saludables, Escuelas Promotoras de la Salud, etc.). pueda adaptarse a los contextos, las prioridades y los problemas de la salud urbana y que permita la inclusión de datos agregados y desagregados que faciliten la tarea de llegar a las poblaciones más vulnerables. Fortalecer la capacidad de las autoridades e Formular criterios para indicar y documentar Comunidades Saludables para facilitar el intercambio de experiencias, enseñanzas, herramientas y orientación sobre los numerosos temas de salud urbana. mejores prácticas en el campo de la salud urbana. Concientización: Con una perspectiva de determinantes de la salud, promover la comunicación de información acerca de los riesgos para la salud relacionados con la urbanización. Sensibilizar a las autoridades nacionales, regionales y locales y a los encargados de tomar decisiones con respecto a los asuntos de la equidad y la mayor incidencia de estos riesgos y determinantes en la población más vulnerable. Promover el uso de canales multidisciplinarios y multisectoriales para comunicar y difundir información. Concientizar a la población general y a otros actores y sectores que están presentes en los entornos urbanos acerca del efecto de la urbanización y sus acciones en el ambiente y la salud de la población. instituciones locales en asuntos relacionados con la gestión, la participación comunitaria, el desarrollo local, los determinantes de salud y la salud urbana. Fortalecer la red regional de Municipios, Ciudades y Crear una base de datos de las ciudades, los países y la Región que brinde la oportunidad de mostrar experiencias, enfoques y métodos eficaces. Apoyar un sistema de “ciudades hermanas” que intercambien experiencias en relación con temas específicos de salud urbana. Fortalecer la capacidad para elaborar políticas integrales y eficaces. Desarrollar la capacidad de los sistemas de salud para formular, aplicar, vigilar y evaluar medidas a fin de mejorar su respuesta a los problemas de salud urbana relacionados con los determinantes sociales de la salud y la equidad. Desarrollar la capacidad de los profesionales de diversos sectores urbanos para trabajar de forma intersectorial y planificar acciones integradas. Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana Preparar al sector de la salud para responder a nuevos retos para la salud urbana: 87 flexible para adaptarse a cambios en la situación urbana y a los determinantes sociales de la salud. Fortalecer las intervenciones de salud pública y los Elaborar estrategias para reducir al mínimo los sistemas de salud a fin de prestar mayor atención a los determinantes de la salud. efectos sanitarios negativos de la falta de equidad en la Región. Llevar a cabo intervenciones de promoción y Proporcionar ejemplos de intervenciones eficaces a protección de la salud para crear sinergias con las iniciativas “Espacios Saludables” y “Rostros, voces y lugares”. nivel microurbano (vecindarios), medio (ciudades) y macrourbano (nacional). Alianzas: Promover y vincular alianzas multidisciplinarias, Incorporar el desarrollo y la participación de la comunidad como una prioridad para la salud y la gestión urbana saludable. multisectoriales e interinstitucionales para responder de forma integrada a los retos de la salud urbana e incluir el tema en las políticas y agendas públicas. Formular directrices, modelos y prácticas óptimas Indicar los actores e instituciones que pueden incorporarlos en el proceso urbano de planificación y en políticas municipales clave. servir de puente entre los encargados de adoptar las decisiones, las organizaciones locales, los sectores público y privado, la comunidad académica y los habitantes de zonas urbanas. Establecer enlaces con los movimientos de Ciudades Sostenibles y Ciudades Seguras, así como sus redes de apoyo. Establecer enlaces con organizaciones profesionales que trabajan en entornos urbanos (por ejemplo, planificadores y gerentes urbanos). Establecer enlaces con grupos de investigación y acción tales como la Mesa redonda para las investigaciones sobre el entorno urbano (RULER) y la Herramienta de Evaluación de la Equidad Sanitaria Urbana y de Respuesta (Urban HEART). Desarrollo de marcos operativos para la acción en el campo de la salud urbana: Incluir la perspectiva de los determinantes de la salud urbana en los marcos de acción, las políticas y los programas a nivel regional, nacional y local. Llegar a un consenso sobre la forma de afrontar los desafíos de la gestión urbana en la Región. Promover una planificación urbana con una visión de una ciudad saludable y viva, que sea suficientemente para la planificación urbana saludable. Crear herramientas de analisis de impacto en salud e Llevar a cabo procesos inclusivos y participativos de adopción de decisiones, así como otros procesos que fomenten el poder de decisión de las comunidades (es decir, presupuestación participativa). Establecer mecanismos formales para el debate entre todos los sectores de la sociedad acerca de temas pertinentes para la salud urbana. Sobre la base de prácticas óptimas, llevar a cabo intervenciones urbanas a nivel microurbano (vecindarios), medio (ciudades) y macrourbano (nacional). Fortalecimiento de los servicios urbanos: Mejorar la infraestructura y el acceso a los servicios urbanos para todos en las áreas de vivienda saludable, saneamiento, agua limpia, alimentos, educación, salud, caminos, transporte público, parques y recreación, etc. Fortalecer la salud pública urbana y los servicios de salud preventivos y de atención primaria de salud. Incorporar la participación comunitaria en la planificación de los servicios urbanos (es decir, presupuestación participativa). 88 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final ANEXO B Llamado a la acción: cómo abordar los retos de la salud urbana en las Américas Habiendo considerado el documento de referencia sobre los diversos factores que afectan a la salud en los entornos urbanos en el proyecto de Plan de Salud Urbana de la OPS para las Américas y habiendo participado activamente en las deliberaciones sobre los temas y las propuestas planteados en dicho proyecto, los participantes en el Segundo Foro Regional de Salud Urbana de la OPS recomendaron las siguientes acciones específicas para impulsar a la Región a que aborde los problemas de salud urbana: Para los gobiernos locales: Incorporar la promoción de la salud y la equidad en todas las políticas mediante la acción intersectorial. Fortalecer los mecanismos para la participación de los ciudadanos locales en la adopción de decisiones locales fundamentadas en relación con la salud y el desarrollo en el contexto urbano. Sistematizar el uso de herramientas de análisis de la equidad en el campo de la salud urbana a fin de detectar las inequidades en el ámbito de la salud, responder a ellas y señalar los posibles efectos de las políticas y los programas urbanos en la salud. Integrar el uso de analisis de impacto en salud en todas las políticas y los programas para que se tengan en cuenta la equidad y las repercusiones sociales, culturales y biológicas en la planificación y ejecución de políticas y programas. Desarrollar sistemas permanentes para la recopilación y el análisis regular y sostenible de datos, basados en datos desglosados, y adaptar la vigilancia de la salud pública y las herramientas de seguimiento a fin de suministrar información para tomar decisiones de forma proactiva a nivel local. Aprovechar el proceso de planificación urbana para destacar las oportunidades de equidad en el ámbito de la salud y tener en cuenta criterios de salud pública. Flexibilizar la prestación de servicios de salud lo suficiente como para responder a los cambios en las condiciones de vida y de trabajo de las poblaciones urbanas y a las mejores maneras de apoyar la atención primaria de salud. Para los gobiernos nacionales: Incorporar la equidad en el campo de la salud y la consideración del impacto en salud de todas las políticas urbanas. Efectuar arreglos institucionales de apoyo para que el gobierno local pueda enfrentar las inequidades de la salud urbana y su impacto en salud mediante la acción intersectorial Facilitar datos sobre la equidad y su impacto en salud a todo el gobierno, transformando las estadísticas sanitarias y demográficas a fin de que pongan de relieve sistemáticamente las principales características de la urbanización (es decir, densidad, infraestructura, etc.). Formular y difundir lineamientos y modelos que sirvan para orientar a las personas que trabajan en todos los niveles en el país y en muchos sectores con objeto de facilitar el diseño y la modificación de espacios saludables y servicios. Establecer lazos sostenibles entre el gobierno nacional y los gobiernos y locales, las instituciones situadas fuera del ámbito de la salud, la comunidad académica y la sociedad civil. Crear e implementar un mecanismo que facilite el intercambio de prácticas óptimas y sus enseñanzas. Facilitar el uso del enfoque de municipios, ciudades y comunidades saludables para promover la planificación participativa y multisectorial y abordar los determinantes de la salud. Establecer mecanismos de financiamiento para promover la salud y abordar asuntos relacionados Anexo 3. Documento de base sobre la salud urbana/ Documento de referencia preparado para el Segundo Foro de Salud Urbana con la equidad en el campo de la salud tales como el uso de impuestos sobre el tabaco, el alcohol y otros productos que podrían ser perjudiciales para la salud. Para la ops: Proporcionar orientación sobre herramientas y procesos, y promover su uso, para enfrentar las inequidades en el ámbito de la salud urbana (análisis de impacto en salud, herramientas para la evaluación de la equidad en la salud urbana y para la respuesta, mecanismos para la acción intersectorial). Proporcionar cooperación técnica a los Estados Miembros y los gobiernos locales y fomentar su intercambio a fin de reducir las inequidades en el campo de la salud urbana y los efectos negativos de las políticas y los programas urbanos en la salud. Introducir las dimensiones urbana y de equidad en políticas y programas apropiados de la OPS como parte de su trabajo institucional, en apoyo 89 a los Países Miembros y con otras instituciones y sectores. Fortalecer la red regional de Municipios, Ciudades y Comunidades Saludables a fin de que sirva mejor de apoyo constante a los gobiernos nacionales y locales, así como a instituciones y organizaciones públicas, privadas, académicas y de la sociedad civil, para intercambiar ideas, experiencias, herramientas y estrategias. Proporcionar foros virtuales para propiciar el diálogo en todos países, sectores e instituciones con objeto de facilitar la formulación de proyectos e iniciativas conjuntos. Trabajar con otros organismos de las Naciones Unidas y organizaciones internacionales para coordinar el apoyo a la formulación de políticas que tengan en cuenta los efectos sanitarios y que generen y sistematicen datos probatorios sobre la equidad en el campo de la salud urbana y los efectos de la salud urbana. 90 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Referencias Amorim, L (2009). Saúde Ambiental nas cidades. En First CNSA—caderno de texto, pág. 30. ABRASCO. and gastroenteritis among young children in South Australia International Journal of Epidemiology 2006;35:10511058 doi:10.1093/ije/dyl105. Babor T, Caetano R, Casswell S, Edwards G, Giebrecht N, Graham K, Grube J, Hill L, Holder H, Homel R, Livingston M, Osterberg E, Rehm J, Room R, Rossow I (2010). Alcohol: no ordinary commodity (second edition). Oxford University Press, Oxford. Balza AG, Larreal VN. 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Living Planet Report 2000. 97 Anexo 4 Documento de base sobre la promoción de la salud III Foro Regional sobre Promoción de la Salud Los retos de la urbanización: Una oportunidad para promover la salud Octubre del 2010 98 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Índice Agradecimiento.................................................................................................................... 99 Resumen Ejecutivo............................................................................................................. 101 Introducción........................................................................................................................... 102 Cinco años de acciones intensas a nivel mundial y regional: una nueva situación .......................................................................................................... 102 Del 2005 al 2010: una plataforma dinámica............................................................. 102 Retos de la Región que están poniendo a prueba la capacidad de la promoción de la salud para responder....................................................................... 105 El Reto Urbano: un compromiso a largo plazo...................................................... 106 La condición urbana........................................................................................................ 106 El reto urbano de la equidad.......................................................................................... 107 El reto urbano: gobernanza............................................................................................ 108 Participación social y procesos de toma de decisión............................................. 110 Colaboración multi-sectorial.......................................................................................... 112 Pasos hacia un plan de acción regional..................................................................... 113 El reto para la promoción de la salud como entorno, como servicio y como nueva base para la salud y el bienestar........................................................... 113 ¿Qué plataformas regionales debemos usar? Redes de municipios, universidades saludables, centros colaboradores y capacitación................ 114 Retos clave para la promoción de la salud en una región en proceso de urbanización............................................................................................ 115 Haciendo que los servicios de promoción de la salud sean accesibles y eficaces para las personas, familias y comunidades en las ciudades................. 115 Integración de la promoción de la salud en los programas de salud urbana..... 116 La promoción de la salud y la salud en todas las políticas.................................... 116 Concentrarse en el resultado: la modificación de los determinantes de la salud y el bienestar.......................................................................................................... 116 Elaboración de los métodos correctos....................................................................... 117 Desarrollo de la capacidad humana............................................................................. 117 Establecimiento de una comunicación que crezca.................................................. 117 Conclusiones......................................................................................................................... 117 Referencias............................................................................................................................. 119 Anexo 4. Documento de base sobre la promoción de la salud III Foro Regional sobre Promoción de la Salud Agradecimiento Coordinación del informe: Marilyn Rice Informe preparado por: Nadia Fazal Emma Firsten-Kaufman María Cristina Franceschini Ruti Gallia Levtov Carlos Santos-Burgoa Con contribuciones de: Rosilda Mendes Sergio Meresman Sara Walker Agradecimiento a los Miembros del Comité Científico (en orden alfabético): Stephen Fawcett Suzanne Jackson Rosilda Mendes Raúl Mercer Sergio Meresman 99 This document was developed to serve as a reference for and to fuel discussions during the III Regional Forum on Health Promotion. Anexo 4. Documento de base sobre la promoción de la salud III Foro Regional sobre Promoción de la Salud 101 Resumen Ejecutivo Este documento fue preparado como referencia y como base para las deliberaciones del III Foro Regional sobre Promoción de la Salud, que tendrá lugar en Nueva York del 25 al 27 de octubre del 2010. En él se examinan brevemente la orientación y la labor de los últimos cinco años, tras la celebración del II Foro Regional sobre Promoción de la Salud, y la situación actual de la promoción de la salud en las Américas. En los últimos cinco años sucedieron importantes eventos a escala regional y mundial en el campo de la promoción de la salud que la colocaron en una posición privilegiada. Estos eventos estuvieron acompañados de iniciativas de salud pública en gran escala las cuales están apoyando la promoción de la salud en muchas áreas, entre ellas el control del tabaco, la gripe pandémica, la obesidad y la alimentación sana, la violencia y la prevención de las lesiones, la capacidad de mapeo de la promoción de la salud y reformas de la salud en la Región de las Américas. En la mesa redonda de los ministros de salud y las delegaciones que asistieron al 50.° Consejo Directivo de la OPS (septiembre del 2010) se destacaron los retos que presenta la urbanización para la salud y para la promoción de la salud. La Región de las Américas está experimentando la tasa de urbanización más acelerada del mundo y, aunque este proceso ofrece muchas oportunidades, también crea retos para la mejora de la salud y para la eficacia de su promoción, especialmente en lo que se refiere a la gobernanza y la equidad en el ámbito de la salud. En las ciudades hay personas de diferentes edades y sexo dispersas en todos los gradientes sociales. Para determinar de forma adecuada la población destinataria y dirigirse a ella, es necesario que las políticas estatales y locales conduzcan a una acción más enérgica y focalizada y que en la asignación de tiempo, personal y recursos se aborde su distribución a toda la población. La evidencia examinada durante la mesa redonda sobre urbanismo y vida saludable y los compromisos emanados de los debates ofrecieron una gran oportunidad para analizar los retos de la promoción de la salud en la Región, especialmente en un contexto real de la ciudad como entorno determinante. Los compromisos requieren nuevos sistemas de información que incorporen los determinantes de la salud y su distribución social, a fin de que sirvan de base para mejorar las intervenciones y los programas e influir en las decisiones de otros sectores. Para eso es necesario elaborar y aplicar métodos específicos, como el Análisis del Impacto en la Salud , con objeto de apoyar la incorporación de salud y promoción de la salud en todas las políticas urbanas. Una fuerza laboral dinámica dedicada a la promoción de la salud que trabaje en el sector salud y en otros sectores alineados ayudará a abordar los determinantes de la salud, así como los retos del trabajo en entornos urbanos cambiantes. Estas recomendaciones requieren una reorientación de los servicios, a fin de incorporar la promoción de la salud y enfoques preventivos en la atención de la población urbana. Estos antecedentes, junto con los resultados de las deliberaciones del II Foro Regional sobre Promoción de la Salud y el II Foro Regional sobre Salud Urbana, servirán de base para la formulación de la nueva estrategia de salud urbana de la OPS, el plan de acción y la resolución que se someterán a la consideración del 51.° Consejo Directivo de la OPS (septiembre del 2011). 102 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Introducción La finalidad de este documento de referencia es proporcionar a todos los participantes en el III Foro Regional sobre Promoción de la Salud información básica sobre el progreso realizado en el campo de la promoción de la salud tras el Foro Regional realizado en Brasil en el 2005 (PAHO, 2006a). En este contexto, en este documento se examina la situación del urbanismo y la vida saludable en la Región como reto crucial, en consonancia con la Carta de Bangkok sobre la promoción de la salud (WHO, 2005), la Comisión de la OMS sobre Determinantes Sociales de la Salud (WHO, 2008a), el lema “Urbanización y vida saludable” del Día Mundial de la Salud 2010 y el interés Las acciones estratégicas que contribuyen al desarrollo de la salud se definieron en la Carta de Ottawa (WHO, 1986) del siguiente modo a) ambientes saludables, b) reforzamiento de la acción comunitaria, c) desarrollo de aptitudes personales, d) reorientación de los servicios de salud y e) formulación de una política pública saludable. Con el transcurso de los años, estas acciones se reforzaron con f ) la evaluación de su eficacia, g) la vigilancia de los determinantes de salud y la situación de la población, y h) la comunicación y educación por medio del mercadeo social y otros enfoques. Cinco años de acciones intensas a nivel mundial y regional: una nueva situación Conferencias históricas de la OMS sobre la promoción de la salud Año Conferencia Concepto 1978 Conferencia de Alma-Ata sobre atención primaria de la salud Promoción de la salud como meta 1986 1.a Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud: Carta de Ottawa sobre promoción de la salud Funciones y estrategias de la promoción de la salud como campo de conocimientos y práctica 1988 2.a Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud: Adelaide Políticas saludables 1991 3.a Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud: Sundsvalt Entornos saludables 1997 4.a Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud: Yakarta Formación de alianzas 2000 5.a Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud: México Declaración ministerial: elaboración de planes de acción 2005 6.a Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud: Bangkok Promoción de la salud en un mundo globalizado 2009 7.a Conferencia Mundial de Promoción de la Salud: Nairobi Cerrar la brecha de la implementación en la salud y el desarrollo por medio de la promoción de la salud expresado recientemente por los ministros de salud de la OPS durante el último Consejo Directivo (PAHO, 2010a). La Región de las Américas está experimentando la tasa de urbanización más acelerada del mundo y, aunque este proceso ofrece muchas oportunidades, también crea retos para la mejora de la salud y para la eficacia de su promoción. Al final del documento se aborda la pregunta de cómo enfrentar las contribuciones concretas que la promoción de la salud puede efectuar para mejorar la salud en los entornos urbanos específicamente. Del 2005 al 2010: una plataforma dinámica Cuando se examinan los últimos cinco años, resulta evidente que el mundo y la Región han pasado por un proceso muy dinámico que ha colocado la promoción de la salud en una posición privilegiada. Algunos de los principales logros mundiales y regionales son los siguientes: La Carta de Bangkok (WHO, 2005) Anexo 4. Documento de base sobre la promoción de la salud III Foro Regional sobre Promoción de la Salud Reconociendo la realidad de un nuevo siglo inmerso en un proceso de la globalización extremadamente rápido y señalando la necesidad de crecimiento de la profesión y de su capacidad, esta Carta tomó como punto de partida la Carta de Ottawa y especificó que la finalidad de la promoción de la salud es proporcionar a las personas la capacidad para controlar los determinantes de su salud y, en consecuencia, mejorarla. Reconoce la promoción de la salud como función esencial de la salud pública, que contribuye a los esfuerzos para enfrentar las enfermedades transmisibles y no transmisibles, así como otros retos para la salud. En la Carta se señalan como retos cruciales las nuevas pautas de consumo y comunicación, la comercialización, las crecientes inequidades entre países y dentro de ellos, los cambios ambientales y la urbanización. La Carta resalta las oportunidades, así como la necesidad de coherencia en las políticas y de abordar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Para cerrar la brecha en la ejecución, se proponen varias estrategias, entre ellas la promoción de la causa, la inversión en políticas e infraestructura, el aumento de la capacidad, normas y reglamentos, y la formación de alianzas. Se destaca la función de rectoría de los ministerios de salud y se hace un llamado en relación a cuatro compromisos para convertir la promoción de la salud en: 1) un elemento central de la agenda de desarrollo mundial, 2) una responsabilidad central de todo el gobierno, 3) un foco clave de las comunidades y la sociedad civil; y 4) un requisito para la buena práctica institucional. Segundo Foro Regional de Río sobre Promoción de la Salud (PAHO, 2006b) Este Foro recalcó la evidencia, de los logros de la promoción de la salud por la OPS. Se analizó la situación institucional y la situación de los recursos humanos en los ministerios de salud, en los programas profesionales y diferentes sucesos de la Región. Resolución de la OPS sobre promoción de la Salud (PAHO) Después de la Carta de Bangkok, el Consejo Directivo de la OPS aprobó una resolución (PAHO, 2006d), en la cual se expresó un firme apoyo a la función de rectoría intersectorial del ministerio de salud y se solicitó a 103 otros organismos multilaterales que promovieran una acción similar con otros sectores. La capacidad del ejercicio de mapeo (Cerqueira, 2007) Por primera vez se presentó un panorama de la situación de la promoción de la salud en el continente americano. Como parte de un esfuerzo mundial para evaluar el desarrollo de la promoción de la salud, se evaluó la capacidad en lo que se refiere a recursos humanos, tecnología de la información, políticas públicas saludables, estructura, ambientes sanos, financiamiento, aumento de la capacidad, educación, comunicación, acción intersectorial, planes nacionales, posicionamiento institucional e integración en los programas de salud pública. Informe de la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud, de la OMS: Subsanar las desigualdades en una generación En el 2005, la Directora General de la OMS estableció la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud. Esta Comisión indicó claramente el papel de los determinantes de la salud y estableció un conjunto de redes de conocimiento que trabajaron mancomunadamente en la evaluación de los últimos adelantos técnicos en la economía, el medio ambiente, el género, los derechos humanos, las condiciones de salud prioritarias y la salud urbana, cuyas conclusiones constan en un informe sin precedentes (WHO, 2008) llamado Subsanando las Desigualdades en una Generación y se abordó el gradiente social. En el 2008, Brasil publicó su informe sobre los determinantes sociales de la salud (CNDSS, 2008), tema que se abordó también en el Informe Anual del Organismo de Salud Pública de Canadá. Posteriormente, Chile integró sus políticas en torno a los principios de los determinantes sociales de la salud e inició un proceso de reformulación programática. Otros países, como Argentina y Costa Rica, reorganizaron sus servicios públicos para incorporar un enfoque de determinantes sociales de la salud. En fecha muy reciente, como parte del proceso de reforma en Estados Unidos, se tuvieron en cuenta los determinantes sociales de la salud en los avances estratégicos. 104 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Informe Mundial de la Salud sobre la Atención urgentes: fortalecimiento del liderazgo y de la fuerza laboral, integración de la promoción de la salud, empoderamiento de las comunidades y personas, tomar parte en los procesos participativos, y la creación y aplicación del conocimiento”. Primaria: Ahora más que nunca: (WHO, 2008c) Habiéndose cumplido el trigésimo aniversario de la Conferencia de Alma-Ata, y ahora en un contexto político mundial radicalmente diferente, en este informe se aborda el fortalecimiento de la atención primaria de salud por medio de cuatro conjuntos de reformas de la atención primaria de salud: “a) reformas que garanticen que los sistemas de salud contribuyan a lograr la equidad sanitaria, la justicia social y el fin de la exclusión, dando prioridad sobre todo al acceso universal y la protección social en salud: reformas en pro de la cobertura universal; b) reformas que reorganicen los servicios de salud en forma de atención primaria, esto es, en torno a las necesidades y expectativas de las personas, para que sean más pertinentes socialmente y se ajusten mejor a un mundo en evolución, al tiempo que permitan obtener mejores resultados: reformas de la prestación de servicios; c) reformas que mejoren la salud de las comunidades, mediante la integración de las intervenciones de salud pública y la atención primaria y el establecimiento de políticas públicas saludables en todos los sectores: reformas de las políticas públicas; d) reformas que sustituyan la exagerada dependencia de los sistemas de mando y control, por un lado, y la inhibición y laissez-faire del Estado, por otro, por un liderazgo integrador, participativo y dialogante capaz de afrontar la complejidad de los actuales sistemas de salud: reformas del liderazgo”. En este informe se analiza nuevamente la confluencia de los elementos básicos de la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud con las funciones esenciales de la promoción de la salud. Conferencias del 2010 sobre salud en todas las políticas A la luz de las recientes declaraciones e informes clave que han llamado a la acción intersectorial en el campo de la salud, reafirmando lo que se estableción en 1978 en la Declaración de Alma-Ata y en 1980 en la Carta de Ottawa, y teniendo en cuenta las dificultades en la aplicación de estos enfoques por los ministerios de salud, la Unión Europea publicó un informe sobre la salud en todas las políticas (Ministerio de Asuntos Sociales, 2006) y recientemente la OMS organizó tres conferencias consultivas para avanzar con esta agenda (Chile, inédito, 2010; Helsinki, inédito, 2010; Adelaide, Australia, Government of South Australia, 2010). Estas consultas llevaron a un llamado en favor de un nuevo papel para el sector de la salud: trabajo en colaboración, labor de divulgación con un conjunto nuevo de herramientas incluyendo mejores sistemas de información de la salud, integración efectiva de comunidades y otros procesos participativos, y aplicación de los del Lente de la Salud Pública23 y el Análisis del impacto en la salud. Día Mundial de la Salud 2010, de la OMS, dedicado al “Urbanismo y vida saludable” Partiendo de una conciencia creciente de la megatendencia a la urbanización, y en vista de que la mayor parte de la población del mundo ahora vive en ciudades, las actividades del Día Mundial de la Salud de este año incluyeron un examen de las implicaciones de la urbanización para el programa de acción de la salud. Este tema había sido evaluado anteriormente por la Comisión de la Red de Conocimiento sobre los Asentamientos Urbanos de la Comisión sobre El llamado de Nairobi a la acción para cerrar la brecha de la implementación en la promoción de la salud (WHO, 2008e) Este documento orientado a la intervención, emanado de la 7.a Conferencia Mundial de Promoción de la Salud, declara que “los países desarrollados y en desarrollo se enfrentan con una ola de enfermedades prevenibles que amenazan con socavar su desarrollo económico futuro. En consecuencia, los gobiernos y los interesados directos tienen cinco responsabilidades 23 El Lente de la Salud Pública consiste en incluir la dimensión de la población, más que el comportamiento individual que influye en la salud de la gente, y el enfoque de sus determinantes por medio de intervenciones de otros sectores, teniendo en cuenta las consecuencias de sus políticas para la salud (Frohlich KL., Potvin L., 1999). Anexo 4. Documento de base sobre la promoción de la salud III Foro Regional sobre Promoción de la Salud Determinantes Sociales de la Salud (KNUS, 2007) y había un informe al respecto de la Red Mundial de Investigación sobre la Equidad en la Salud Urbana (GRNUHE), proyecto apoyado por la Fundación Rockefeller. En el 50.o Consejo Directivo de la OPS, los ministros de salud discutieron sus implicaciones y señalaron la necesidad de una estrategia Regional, un plan de acción y una resolución. Los resultados de las deliberaciones del 50.o Consejo Directivo de la OPS y de este Foro se presentarán en el Foro Mundial sobre Salud Urbana (Kobe, Japón, noviembre del 2010), que terminará la labor de este año, en el cual se presentará un informe conjunto de la OMS/Naciones UnidasHÁBITAT para impulsar el desarrollo futuro de iniciativas de salud urbana. Resoluciones del Consejo Directivo de la OPS del 2010 El 50.o Consejo Directivo aprobó varias resoluciones que tienen implicaciones para la promoción de la salud: una sobre el fortalecimiento del Convenio Marco para el Control del Tabaco (PAHO, 2010b), otra sobre la salud pública y el consumo de drogas (PAHO, 2010c), otra sobre la salud y la seguridad humana (PAHO, 2010d) y otra sobre las competencias del personal de salud en los sistemas basados en la atención primaria (PAHO, 2010e). Estas resoluciones y el consenso sobre el futuro de la salud urbana (PAHO, 2010a) sientan las bases para hacer frente a los retos de las prioridades actuales de la salud pública. Todos estos acontecimientos hacen del año 2010 un año de oportunidades especiales para avanzar en la promoción de la salud en la Región. Retos de la Región que están poniendo a prueba la capacidad de la promoción de la salud para responder, especialmente en el contexto urbano Esta situación dinámica a nivel mundial y regional ha estado acompañada de grandes iniciativas de salud pública que están apoyando la promoción de la salud en acción en muchas áreas. 105 Convenio Marco para el Control del Tabaco Los aspectos fundamentales de este tema son la reglamentación de la industria tabacalera, el refuerzo de la base para defender los avances (como el caso de Uruguay, que está batallando con la fuerte intervención de la industria tabacalera contra sus nuevas leyes para controlar los envases de los productos de tabaco), la educación y el empoderamiento de la población, y la formación de alianzas con organizaciones profesionales y de la sociedad civil. La gripe pandémica y la respuesta no farmacéutica La respuesta inicial a la gripe pandémica en el 2009 consistió principalmente en intervenciones no farmacéuticas. Los departamentos de promoción de la salud de los países de la Región asumieron gran parte de la responsabilidad (Brasil, Canadá, Estados Unidos, México, Perú, y otros) (Ministério de Salud, Brasil, 2009; EUA, 2010; PHAC, 2009; Ministerio de Salud, 2009; DGPS-SSA, 2009; y otros países). Las bases creadas con la labor de promoción de la salud facilitaron las intervenciones de los ministerios de salud: escuelas y universidades promotoras de la salud; municipios, ciudades y comunidades saludables; promoción de la salud en el lugar de trabajo; y capacidad de la disciplina para aumentar la conciencia y la capacidad de la comunidad. La obesidad y la alimentación sana Las políticas saludables y las intervenciones de promoción de la salud requieren intervenciones multisectoriales y la reglamentación del envasado y la publicidad de los alimentos. El papel de las escuelas y las ciudades es fundamental en este tema. La condición urbana también representa una intersección única de interés para la prevención de las lesiones y la obesidad ( Jacoby, 2009). La función normativa, como el debate jurídico actual en los Estados Unidos de América o la directriz mexicana para las escuelas, es necesaria para apoyar las intervenciones de promoción de la salud. La función de gestión será crucial para la implementación de la salud en todas las políticas (como en las políticas delineadas por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, 106 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Estados Unidos de América y México, entre otros países de la Región). La violencia y los traumatismos La violencia y los traumatismos siguen siendo un gran motivo de preocupación para las poblaciones y los gobiernos de la Región de las Américas. Los medios urbanos tienen condiciones sociales y físicas que aumentan el riesgo de violencia y lesiones (Pfanner, 2010). Este tema requiere un enfoque centrado en las personas, partiendo de los métodos salutógenos de promoción de la salud para fortalecer los recursos de la comunidad. Las estrategias integradas de promoción de la salud son una intervención eficaz y muy necesaria. Es necesario que las personas que trabajan en sectores relacionados con la salud y en otros sectores tomen conciencia de que solo mediante la acción colaborativa y multidisciplinaria en diversos niveles e instituciones se podrá avanzar a fin de abordar eficazmente esta amenaza para la seguridad humana. Hay programas y proyectos modelo en Brasil, Centroamérica, Colombia, Estados Unidos de América, México, y otros lugares (OPS, Informe sobre el Estado en la Región de las Américas, 2009). Proyecto de mapeo de Capacidades En este proyecto se señalaron varias áreas que ofrecen oportunidades en la Región, como la evaluación, área en la cual muchos países todavía carecen de políticas y planes nacionales de promoción de la salud que incluyan mecanismos para procurar que se disponga de información y financiamiento adecuados. Desde principios del 2010, la OPS ha estado trabajando para actualizar esta evaluación, pero todavía no han respondido suficientes países como para que se puedan tabular los resultados. Para poner en práctica las recomendaciones del Informe de la OMS sobre los determinantes sociales de la salud es aun más necesario establecer sistemas de información y observatorios a fin de evaluar los elementos de la equidad en las comunidades y las regiones. El trabajo intersectorial de promoción de la salud y la función de rectoría de los ministerios de salud requieren información eficaz sobre los determinantes de la salud y su distribución social. Con el transcurso de los años se ha ido adquiriendo capacidad en la Región, como el sistema de vigilancia de comportamientos que constituyen factores de riesgo que se usa en los Estados Unidos de América (BRFSS, 2010) y que ahora se está introduciendo en Brasil, así como encuestas y proyectos piloto específicos en Chile (Ministerio de Salud de Chile, 2007) y México (Salud, 2008). Reformas de salud en las Américas La promoción de la salud y su función de reorientar los servicios de salud se enfrentan con la necesidad de formar parte de las reformas financieras e institucionales en la Región. Eso ha sucedido en Chile (Bastias, 2007) y en México (Frenk, 2006; SantosBurgoa, 2009) y está comenzando a incluirse en el proceso de reforma del sector salud de los Estados Unidos de América (Health Reform.gov, 2010). Hay una gran oportunidad para participar en tales reformas de gran alcance. El reto urbano: un compromiso a largo plazo La condición urbana Este año, el Consejo Directivo de la OPS realizó una mesa redonda sobre urbanismo y vida saludable (PAHO, 2010a). La salud de las poblaciones urbanas representa un reto descomunal, no sólo porque se está registrando una megatendencia mundial de integración y crecimiento de las ciudades, sino también por lo acelerado de este movimiento. Esta tendencia se traduce en el crecimiento de las ciudades pequeñas y su aglomeración en grandes metrópolis. En las ciudades se concentran recursos que potencialmente permiten una mayor oferta de servicios en comparación con las zonas rurales, al tiempo que brindan más opciones para mejorar la calidad de vida y aumentar el bienestar. Sin embargo, las grandes desigualdades sociales de la Región se agudizan en las ciudades, donde subsisten grandes inequidades en cuanto a vivienda, trabajo, calidad ambiental, educación, acceso a la alimentación, transporte, atención médica, servicios de agua y saneamiento, eliminación de desechos y otros. Las difíciles interrelaciones sociales, familiares, comunitarias y de género aumentan la Anexo 4. Documento de base sobre la promoción de la salud III Foro Regional sobre Promoción de la Salud complejidad del abordaje de estos problemas. La dinámica económica, industrial y de transporte de las ciudades y el consiguiente consumo de energía generan por sí mismos una importante huella climática. Esto se traduce en grandes diferencias que son evidentes en la práctica, pero que no son siempre capturados o detectados por los sistemas de información de salud, aunque ocasionan una carga directa de enfermedades crónicas, traumatismos, violencia, enfermedades mentales y enfermedades infecciosas reemergentes que recae en los servicios de atención médica mismos y les plantean un gran reto cuando tratan de que la prestación de sus servicios se haga de manera equitativa. Este conjunto de factores conlleva un elevado costo social, económico y organizacional. Los retos urbanos de la equidad y la gobernanza se tratan con más detalle en las dos secciones siguientes. El reto urbano de la equidad La falta de equidad en el ámbito de la salud está determinada por estructuras y procesos sociales profundamente arraigados. Es el producto de las circunstancias en las cuales las personas crecen, viven, trabajan y envejecen, y del tipo de sistemas que se usan para combatir sus enfermedades. En estas circunstancias influyen, a su vez, fuerzas políticas, sociales y económicas (WHO, 2008a). La reducción de las inequidades en el ámbito de la salud mediante la reducción de la pobreza y la desigualdad es uno de los retos principales para los países de la Región, especialmente en un contexto de urbanización rápida y no planificada. Aunque los datos probatorios indican que los países de la Región han avanzado notablemente en muchos aspectos (por ejemplo, menos personas viven en la pobreza, en tanto que la tasa de alfabetización y la esperanza de vida al nacer han aumentado), este progreso se refiere a valores medios para todos los países y a menudo oculta grandes desigualdades en los países y en las ciudades (PAHO/WHO, 2007a). Por ejemplo, en comparación con los niveles nacionales, la ciudad de Buenos Aires tenía tasas más bajas de viviendas precarias (18,5% en comparación con 6,4%), agua contaminada (21,3% en comparación con 1,9%) y personas que no habían terminado la escuela primaria (8,6% en comparación con 4,8%) en el 2001. Sin embargo, también hay grandes disparidades en el ámbito de la salud dentro de la ciudad: la mortalidad infantil va de 107 6,5% en una zona central a 16% en otras partes del Gran Buenos Aires24 (Bernardini, 2009). Aunque se reconoce que esta falta de equidad es una consecuencia directa de la distribución desigual de los recursos, las oportunidades y el poder, la mayoría de los recursos sanitarios siguen invirtiéndose en la atención de salud, como si los servicios de salud fueran el único determinante de la salud. En realidad, los demás determinantes de la salud tienen un efecto mayor en las condiciones sanitarias generales, así como en algunas desigualdades evitables (Villar, 2007). Para promover la equidad en materia de salud en las ciudades y mejorar la salud de sus habitantes, es necesario actuar en determinantes tales como la vivienda, el empleo, la educación, los ambientes construidos y naturales, las redes sociales y los servicios de salud. Eso significa mejorar la coordinación entre las personas y las instituciones que formulan y llevan a cabo programas, reducir la fragmentación y la duplicación de tareas, asignar recursos, ofrecer más oportunidades de capacitación, procurar la continuidad y sostenibilidad de las iniciativas, fortalecer las bases de datos y formular políticas públicas capaces de adaptarse a los cambios en la situación socioeconómica (CNDSS, 2008; ILPES, 2008; Stein et al., 2007). Se pueden observar tres modalidades de política a partir de un análisis de las estrategias de intervención en los determinantes de la salud: 1) mejorar la salud de los grupos más desfavorecidos de la población mediante programas focalizados según el objetivo; 2) eliminar las disparidades entre los grupos más pobres y los que se encuentran en mejores circunstancias sociales; y 3) abordar todo el gradiente de la salud, o sea, la relación entre la posición socioeconómica y la salud en toda la población (Solar et al., 2007). Tales políticas podrían ejecutarse en los entornos urbanos a nivel municipal, así como a nivel nacional. En los últimos años, muchos países de la Región de las Américas han puesto más énfasis en los determinantes sociales de la salud. En consecuencia, en los países de la Región se ha observado un aumento de las políticas y las actividades que abordan los determinantes de la salud para reducir las desigualdades en salud y que reconocen, 24 El Gran Buenos Aires abarca la ciudad de Buenos Aires y los 24 municipios contiguos. 108 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final fortalecen y usan la capacidad y los recursos de la gente para mejorar su propia salud (véase el recuadro). El desarrollo de entornos saludables (municipios, escuelas, lugares de trabajo, etc.) ha sido una de las estrategias más ampliamente aplicadas en América Latina y el Caribe. Iniciativas regionales para abordar los determinantes de la salud En el 2006 se creó en Brasil la Comisión Nacional de los Determinantes Sociales de la Salud (CNDSS). Esta comisión intersectorial trabaja para producir y difundir información sobre las relaciones entre los determinantes sociales de la salud y el estado de salud, mejorar la formulación de políticas y programas, integrar el tema de los determinantes sociales de la salud y las consecuencias de las desigualdades en la educación de los profesionales de la salud y movilizar la sociedad civil para aumentar el interés en la relación entre la salud y las condiciones de vida (CNDSS, 2008). Asimismo, en el 2007, el Ministerio de Salud de Argentina estableció la Secretaría de Determinantes de la Salud y Relaciones Sanitarias, que procura integrar las estrategias para responder a los problemas de salud y facilitar la ejecución de los programas nacionales en el país (Red de Municipios, Argentina, 2010). En Chile (2008) se creó la Secretaría de Determinantes Sociales de la Salud en el Ministerio de Salud, que realizó evaluaciones regionales de los determinantes sociales de la salud y foros para analizar estos factores a nivel nacional y regional. Esta experiencia posibilitó la formulación de propuestas de intervenciones con la participación del público (Foros de salud: desafíos y propuestas ciudadanas. Ministerio de salud de Chile, 2009, en http://www.equidad.cl/foros/). La OPS/OMS también impulsa una serie de iniciativas regionales con un enfoque de determinantes sociales de la salud (por ejemplo, Municipios, Ciudades y Comunidades Saludables, Escuelas Promotoras de la Salud, y “Rostros, Voces y Lugares”) y una campaña para renovar el enfoque de la atención primaria de salud. El reto urbano: gobernanza Un factor clave para el desarrollo y el mantenimiento de ciudades saludables es la gobernanza urbana saludable, que se define como “el proceso de adopción colectiva de decisiones y los procesos mediante los cuales se ponen en práctica o no se ponen en práctica las decisiones”.25 Se entiende que es un proceso dinámico arraigado en el contexto y los cambios que se producen con el transcurso del tiempo (GRNUHE, 2010). En un contexto urbano, la gobernanza se refiere a la “suma de las muchas formas en que las personas e instituciones, tanto públicas como privadas, planifican y administran los asuntos comunes de la ciudad” Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (UN-HABITAT, 2002). UN-HÁBITAT (2002) afirma que la buena gobernanza urbana se caracteriza por los principios de: 1) sostenibilidad en todas las dimensiones del desarrollo urbano; 2) subsidiariedad de la autoridad y los recursos al nivel apropiado más cercano; 3) equidad del acceso a los procesos de adopción de decisiones y las necesidades básicas de la vida urbana; 4) eficiencia en la prestación de servicios públicos y en el fomento del desarrollo económico local; 5) transparencia y rendición de cuentas de los encargados de adoptar las decisiones y de todos los interesados directos; 6) compromiso cívico y ciudadanía; y 7) seguridad de las personas y del ambiente en que viven. Para promover la salud urbana es importante que los modelos de gobernanza incluyan la participación activa de todos los sectores de la sociedad en la adopción de decisiones y en mecanismos de seguimiento y evaluación. La gobernanza también debe ser transparente, promover la rendición de cuentas, guiarse por el consenso y buscar formas de vincular las esferas técnica y política. De esta manera, los determinantes de salud urbana pueden ser más adecuadamente identificados y tratados (sitio web de la CESPAP). La buena gobernanza urbana es importante por varias razones. En las ciudades del continente americano se concentra la mayor parte de la población de la Región. Las ciudades tienen un tremendo potencial para fomentar el desarrollo económico y social; al mismo tiempo, también pueden generar o mantener desigualdades y exclusión social (UN-HABITAT, 2002). Los gobiernos locales pueden 25 Véase http://www.unescap.org. Anexo 4. Documento de base sobre la promoción de la salud III Foro Regional sobre Promoción de la Salud promover mejor una buena gobernanza porque tienen la responsabilidad directa de los servicios que tienen las mayores repercusiones en la población, constituyen el primer nivel de representación del pueblo y son la base de la organización de grupos sociales y de la acción de la comunidad. Para mejorar la gobernanza urbana es importante evaluar el contexto urbano específico en lo que se refiere a la salud y los retos y las oportunidades para la equidad, determinar quiénes son los interesados directos y promover su capacidad para adoptar medidas y construir capital social, evaluar las instituciones y procurar la colaboración intersectorial, movilizar o redistribuir recursos, ejecutar programas y abogar por el cambio de políticas (KNUS, 2008). La gobernanza en el ámbito de la salud urbana incluye la definición y la respuesta a los determinantes de la salud urbana desde una perspectiva multisectorial, con la participación de diversos actores (de los sectores público y privado y de la sociedad civil) (Dodgson et al., 2002). Se necesitan procesos participativos en los cuales las personas tengan la oportunidad de expresar su opinión sobre las decisiones que afectan a su salud y puedan pedir la rendición de cuentas de los encargados de las decisiones. La función de la sociedad civil es fundamental para que el proceso sea verdaderamente democrático (Dodgson et al., 2002). Los procesos de descentralización social, política y económica que están teniendo lugar en toda América Latina y el Caribe son una expresión de movimientos sociales e históricos de democratización y de sus relaciones con la sociedad. Estas experiencias afectan a la relación entre los protagonistas, fortaleciendo o debilitando el establecimiento de instituciones nuevas más inclusivas y democráticas. Existen instrumentos para la gestión local descentralizada; por ejemplo, los estatutos de la ciudad, la presupuestación participativa, planes maestros municipales y otras iniciativas que promueven la participación social en comités regionales, sectoriales y locales (Fernández y Mendes, 2007). En el caso 1 se presentan algunos ejemplos de buena gobernanza urbana en la Región. Estas intervenciones dieron resultado porque fomentaron la salud, la equidad y el poder de decisión al promover alianzas entre las comunidades y los gobiernos locales. Aun así, había retos para mantener los procesos participativos, relacionar la planificación estratégica a largo plazo con las necesidades inmediatas de la población y abrir un canal de comunicación 109 entre los gobiernos y las comunidades locales. Además, los gobiernos locales tenían una capacidad limitada para llevar a cabo estas iniciativas y darles seguimiento y necesitaban apoyo de colaboradores externos (ONG y universidades). Por último, es necesario promover las prácticas óptimas de gestión urbana por medio de redes nacionales e internacionales y establecer mecanismos para intercambiar conocimientos y experiencias. Caso 1: Ejemplos de buena gobernanza en la Región En Guarulhos, localidad de las afueras de São Paulo (Brasil), se organizaron 51 foros participativos sobre la salud entre el 2005 y el 2009 para establecer un canal de comunicación a fin de tener en cuenta las reivindicaciones populares en la formulación de políticas sanitarias locales. En estos foros públicos se eligieron alrededor de 1.300 representantes para formar Consejos Locales de Salud, que participaron directamente en el proceso decisorio de las políticas locales. En consecuencia, se observó una mejora en la respuesta del sector de la salud a las quejas de la comunidad, así como en la inclusión de las propuestas populares en los programas y acciones (Public Health Agency of Canada, 2010). En Pasto, municipio de Colombia, se llevó a cabo un proceso para elaborar un presupuesto participativo a fin de mejorar la gobernanza local y la salud urbana entre el 2001 y el 2005. Los miembros de la comunidad tuvieron la oportunidad de compartir sus opiniones y someter a votación la asignación de fondos públicos locales, exponer sus necesidades y reivindicaciones, examinar opciones, seleccionar prioridades y, por último, dar seguimiento a la ejecución de los proyectos, supervisar los gastos y comprobar los resultados. Como resultado, aumentaron los recursos asignados a los servicios de salud, mejoraron los sistemas de saneamiento y agua potable, se agregó el tema de la salud sexual y reproductiva a los cursos para jóvenes y las escuelas agregaron el cuidado del medio ambiente a sus programas de estudios y comenzaron a ofrecer almuerzos escolares (Guerrero, 2006). 110 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Participación social y procesos decisorios En una gobernanza urbana saludable se definen y abordan los determinantes de la salud urbana desde una perspectiva multisectorial. Para promover la salud urbana, es importante que los modelos de gobernanza incluyan la participación activa de todos los sectores de la sociedad (público, privado y sociedad civil) en los procesos decisorios, así como en los mecanismos de planificación, gestión, seguimiento y evaluación de las políticas y los programas que se aplican a contextos urbanos. Un elemento esencial de la buena gobernanza es, por lo tanto, la participación de todos los elementos de la sociedad en la adopción de decisiones a fin de tener en cuenta las condiciones, los intereses y los puntos fuertes de toda la población. Muchas ciudades de las Américas excluyen a una gran parte de sus habitantes, es decir, los pobres, del proceso de adopción de decisiones, ya que las elites o grupos con intereses especiales dominan el proceso. En consecuencia, las políticas y los programas no toman en cuenta las condiciones sociales y los determinantes de la salud que afectan a grandes sectores de la población. En ese marco, el trabajo en colaboración con la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales en problemas de salud específicos puede resultar ineficaz. La consecuencia para el sector salud es que los servicios no se coordinan y tienden a centrarse solo en el tratamiento de enfermedades en vez de abordar determinantes más amplios de la salud. La inclusión de las alianzas existentes entre los sectores público y privado puede promover su participación en el proceso de gobernanza urbana saludable. La OMS recalca la necesidad de definir metas comunes, las funciones y los principios en estos tipos de alianzas públicos y privadas (Buse y Walt, 2000). Aunque estos denominadores comunes pueden estar presentes, la investigación indica que las alianzas públicos y privadas también dependen en gran medida de los planes y las directrices estratégicas locales de actores dedicados que podrían desempeñar un papel decisivo (Field y Peck, 2003). No todos los actores del sector privado son apropiados como colaboradores; Hancock (1998) recomienda formar alianzas con organizaciones que puedan beneficiarse económicamente de las mejoras de la salud o que sean “productores de salud” (por ejemplo, la industria agroalimentaria, la industria de la energía renovable). Por último, con respecto a la sociedad civil, se debe hacer hincapié en la participación activa de todos los actores que trabajan a nivel local, como instituciones internacionales y regionales, organizaciones no gubernamentales nacionales y locales, grupos religiosos, movimientos sociales, medios de comunicación, investigadores y el sector de la educación (Dodgson et al., 2002). Es particularmente importante fomentar la participación de los grupos excluidos, como los pobres de las zonas urbanas y las mujeres. De esta forma, la gobernanza puede ser más inclusiva, transparente y responsable. Experiencias regionales con la participación y las alianzas intersectoriales Varias ciudades latinoamericanas han estado participando en movimientos de gobernanza saludable, en muchos casos en colaboración con el sector privado. Entre las experiencias más fructíferas se encuentran las nuevas redes latinoamericanas de ciudades justas y sostenibles. Estas redes usan métodos participativos e intersectoriales para abogar por la asignación equitativa de los recursos y la sostenibilidad, exigiendo la rendición de cuentas, la transparencia y una gestión adecuada de las políticas públicas por el gobierno local. Las actividades de estas redes han incluido la educación de los ciudadanos, tarjetas de puntaje de la calidad de vida (con muchos indicadores relacionados con determinantes de la salud) y encuestas de la percepción de los ciudadanos. Más de 30 ciudades de ocho países participan en este movimiento continental. En Brasil, una red de 200 ciudades está luchando contra la corrupción y desarrollando y difundiendo tecnologías específicas de gobernanza en todo el país. Anexo 4. Documento de base sobre la promoción de la salud III Foro Regional sobre Promoción de la Salud ¿Cómo ayudan las iniciativas de promoción de la salud y de entornos saludables a mejorar la gobernanza urbana en la Región? En muchos países de la Región, las metas y los procesos de promoción de la salud están plenamente integrados en las políticas sanitarias nacionales, los programas, las metas y los objetivos. Actualmente, diez países han implementado políticas y planes de promoción de la salud en la Región de las Américas (Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Estados Unidos de América, Guyana, México, Perú, República Dominicana y Trinidad y Tabago). A nivel local y nacional, muchos países han adoptado y puesto en práctica el llamado de la Carta de Ottawa a la colaboración con otros sectores en la elaboración de políticas públicas más favorables para la salud. Se han ejecutado políticas sanitarias orientadas a los factores de riesgo y la reducción de enfermedades, así como políticas centradas en determinantes de la salud en otros sectores. Otros países han establecido políticas nacionales que combinan la mejora de la salud y de las condiciones económicas y sociales en diversos sectores de la sociedad. En un análisis realizado por la OPS de 15 estudios de casos se observaron los mecanismos, procesos e instrumentos utilizados para apoyar la acción de promoción de la salud en la Región (Public Health Agency of Canada, 2010). Entre las características fundamentales que favorecían la promoción de la salud se encontraban la presencia de líderes políticos comprometidos en los niveles clave del gobierno; iniciativas y marcos centrados en la promoción de la salud y temas conexos; marcos políticos y jurídicos sólidos, en particular a nivel nacional; un alto grado de organización y participación comunitaria; atención a las normas culturales y sociales; y la presencia de autoridades locales y de los responsables de las políticas, plenamente integrados en el proceso. El análisis también puso de relieve el papel central de la colaboración intersectorial, la participación comunitaria y el poder de decisión en la planificación, la ejecución y la sostenibilidad de las iniciativas. La iniciativa de municipios, ciudades y comunidades saludables En el último decenio, el movimiento de municipios, ciudades y comunidades saludables ha crecido considerablemente en la Región. Además de la red de las Américas, países como Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Estados Unidos de América, México, Paraguay y Perú han establecido redes nacionales o regionales y han incluido iniciativas de entornos saludables en su programa político. Actualmente, 18 de los 35 países y tres territorios de las Américas participan en la iniciativa de municipios, ciudades y comunidades saludables. Adelantos en la métrica en salud urbana Los métodos de medición son concebidos por la OMS como la “capacidad para analizar y resumir la forma en que los determinantes de la salud se vinculan con los procesos de gestión y rendición de cuentas y, a su vez, la forma en que estos influyen en el desempeño de los sistemas (de salud), determinando de ese modo los efectos en la calidad de vida”. Uno de los mayores retos para la salud urbana en la actualidad estriba en la creación de métodos de medición y sistemas de información que puedan detectar las inequidades y las necesidades no atendidas en la salud y los servicios a fin de abordarlas. Los modelos que se usan actualmente con ese fin en las Américas fueron concebidos para contextos predominantemente rurales. Además, en muchos países se calculan sólo los promedios nacionales y se pasan por alto los grupos especialmente vulnerables 111 112 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final La iniciativa de municipios… (cont.) a los problemas relacionados con la salud. En consecuencia, no se dispone de la información necesaria para formular políticas focalizadas. A medida que la Región se va urbanizando y se va ensanchando la brecha de la equidad en las ciudades, es evidente que es necesario adoptar sistemas nuevos de medición e información. A fin de abordar este asunto, la Fundación Rockefeller ha encabezado el proyecto Mesa redonda para las investigaciones sobre el entorno urbano, con el propósito de examinar y refrendar o formular recomendaciones sobre métodos de medición que sean pertinentes para la salud urbana. Un tema recurrente de las deliberaciones del grupo que lleva a cabo el proyecto es las diferencias entre países en lo que se refiere a la capacidad en el campo de la métrica en salud urbana. El grupo está elaborando un modelo para la Red Métrica de Salud que ayudará a clasificar a los gobiernos nacionales y locales según su grado de preparación para la utilización de la métrica en salud urbana y a proponer recomendaciones para fortalecer sus estrategias de recopilación de datos. El Análisis del Impacto en la Salud (AIS) es una metodología para apoyar el seguimiento y la evaluación de las iniciativas en los entornos urbanos, que facilita en Colaboración multisectorial Las autoridades nacionales y locales de salud deberán indicar las barreras que obstaculizan su acción intersectorial eficaz y los recursos de que dispone para superarlas, entre ellos su capacidad legislativa y la capacidad para desarrollar aptitudes de persuasión y negociación con personas que no tienen necesariamente responsabilidades en el sector de la salud ni propugnan los principios y valores que caracterizan a la salud. Habrá que tratar de señalar los factores cruciales para el éxito que el sector salud llevará a la práctica basándose en las pruebas científicas a su alcance para suministrar información que sirva de fundamento para las decisiones de otros sectores y tratar de insertar la salud urbana en todas las políticas públicas de las ciudades. diversos sectores la tarea de indicar sistemáticamente los probables efectos de las políticas, los planes, los programas y los proyectos en la salud humana. Estas evaluaciones benefician a los interesados directos al recomendar medidas para fortalecer los efectos positivos y atenuar los efectos negativos de las intervenciones propuestas en la salud y la equidad en el ámbito de la salud. Véase más información en http://www.who.int/hia/en/index.html. De forma análoga, la Herramienta de Evaluación y Respuesta de la Equidad de Salud Urbana (Urban HEART) se creó para superar algunos de los principales desafíos relacionados con la medición y la vigilancia de la salud urbana. Responde a la necesidad expresa de una herramienta: 1) sencilla y fácil de usar; 2) operacionalmente factible y sostenible; 3) basada en un marco que tenga en cuenta los determinantes de la salud y sus interacciones; 4) que vincule los datos probatorios con las políticas e intervenciones; 5) que proporcione orientación sobre la acción multisectorial y la participación comunitaria; y 6) que permita a las autoridades municipales y nacionales priorizar y asignar recursos e implementar respuestas viables y eficaces. Véase más información en http://www.who. or.jp/ urbanheart.html. Continúa Es necesario concientizar a diversos sectores sobre el nexo entre el ambiente construido y la salud, con mensajes orientados o dirigidos a socios clave específicos (por ejemplo, urbanistas, empresas constructoras, el sector de la salud, y la comunidad). Para formular una política de Estado integral y coherente hay que buscar la convergencia de los sectores en el orden nacional y supranacional, y luego trasladarla a los órdenes subnacionales y locales. Las autoridades nacionales y locales de salud deben indicar los sectores y actores claves con los que es imprescindible establecer una relación intersectorial de colaboración, crear mecanismos que permitan mantener esos vínculos y promover la incorporación de aspectos pertinentes de la salud en todas las políticas. Entre esos actores clave se encuentran como contrapartes básicas los alcaldes, además Anexo 4. Documento de base sobre la promoción de la salud III Foro Regional sobre Promoción de la Salud 113 de los responsables de áreas del desarrollo urbano tales como transporte, vivienda, seguridad, educación, cultura, deportes, energía, agricultura, turismo, comercio y defensa civil, así como el sector financiero, el sector privado y las ONG. La participación social e intersectorial por medio de comisiones intersectoriales o consejos que involucren a toda la población es fundamental. 7. facilitar el intercambio de buenas experiencias y lecciones aprendidas. Pasos hacia un plan de acción regional 2. determinar cuáles son los ajustes que deben hacerse a los planes nacionales y locales y a sus respectivos programas de acción para que tengan en cuenta la dimensión urbana y sus elementos de equidad; Como resultado de la mesa redonda en ocasión del Consejo Directivo de las OPS, se recomendaron varias áreas de acción a la OPS y sus Estados Miembros (PAHO, 2010b). Los ministerios de salud examinaron la necesidad de que la Oficina Sanitaria Panamericana elabore una versión preliminar de estrategia y plan de acción regionales en materia de salud urbana que abarque las políticas que deberán adoptarse para guiar las actividades dentro del sector y su función rectora intersectorial, a fin de adaptar los servicios de salud y actuar de manera eficaz ante el cambio climático. Se solicita la redacción de una resolución para que, una vez examinada la versión preliminar, este plan sea presentado al 51.o Consejo Directivo. Se solicitó a la Oficina Sanitaria Panamericana que avanzara en colaboración con los países, centros colaboradores y otros expertos en el desarrollo de las herramientas que los Estados Miembros necesitan para el ejercicio de la función rectora, entre ellas: 1. adaptación de la vigilancia en el campo de la salud y la vigilancia epidemiológica; 2. análisis del impacto en la salud; 3. herramientas para la adaptación de los programas de salud urbana y la incorporación del tema de la salud en todas las políticas, teniendo en cuenta los determinantes de la salud; 4. instrumentos de monitoreo para la toma de decisiones en las ciudades (como “Urban HEART”); 5. adaptación o preparación de un paquete de criterios y guías esenciales para el diseño de entornos urbanos; 6. elaboración de criterios y guías para la adecuación de la prestación de los servicios de salud en el medio urbano, en especial para la atención primaria; y Al mismo tiempo, los Estados Miembros habrán de avanzar en las siguientes tareas: 1. examinar su base jurídica e institucional para incluir la dimensión urbana en su trabajo interno; 3. examinar su base jurídica e institucional a fin de incluir la dimensión urbana en su trabajo intersectorial; 4. aportar esta información a la formulación de la estrategia regional; 5. aplicar la estrategia de Municipios, Ciudades y Comunidades Saludables y promover la interacción entre estos niveles gubernamentales en comunidades urbanas y vulnerables como mecanismo para señalar los determinantes sociales de la salud y actuar en ellos forjando alianzas para la acción intersectorial y el empoderamiento de las comunidades a fin de lograr su bienestar; 6. reforzar las actividades en materia de promoción de la salud en el contexto de la Carta de Ottawa, la Carta de Bangkok y el Llamado a la Acción de Nairobi para crear alianzas con el propósito de llevar a cabo actividades colaborativas e intersectoriales que incidan en los determinantes sociales de la salud; y 7. establecer un Fondo de Promoción de la Salud que utilizará los impuestos de la venta de tabaco y otros gravámenes para ejecutar programas de salud urbana que respondan a los determinantes sociales de la salud. El reto para la promoción de la salud como entorno, como servicio y como nueva base para la salud y el bienestar Los datos probatorios examinados durante la mesa redonda sobre urbanismo y vida saludable y los compromisos emanados de los debates ofrecieron una gran oportunidad para analizar los retos de la promoción de la salud en la Región, especialmente dentro de la realidad de la ciudad 114 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final como entorno determinante. Los compromisos requieren nuevos sistemas de información que incorporen los determinantes de la salud y su distribución social, a fin de que sirvan de base para mejorar las intervenciones y los programas e influir en las decisiones de otros sectores. Para eso es necesario elaborar y aplicar métodos específicos, como las evaluaciones de los efectos de la salud, con objeto de propugnar la incorporación de salud y su promoción en todas las políticas urbanas. Estas recomendaciones requieren una reorientación de los servicios de salud, a fin de incorporar la promoción de la salud y enfoques preventivos en la atención de la población urbana. Los ministros de salud de la Región señalaron la necesidad de aplicar estrategias de promoción de la salud en las recomendaciones de la mesa redonda sobre urbanismo y vida saludable, realizada en el 50.° Consejo Directivo, así como en las resoluciones del 50.o Consejo Directivo, del 2010, sobre el tabaco (CD50.R6), competencias del personal y acción de la comunidad (CD50.R7), las sustancias psicoactivas (CD50.R2, participación de la familia y la comunidad y consideración de los determinantes sociales de la salud), los derechos humanos (CD50.R8, educación) y la seguridad humana (CD50.R16, avances metodológicos en los enfoques de la comunidad), y la resolución del 2008 sobre la violencia, los traumatismos y la promoción de la seguridad (CD48.R11, 2008, políticas saludables, coordinación intersectorial y promoción de la seguridad). En todas estas resoluciones y recomendaciones se hace un llamado para que se apliquen las estrategias de promoción de la salud en la práctica. Para que se puedan cumplir estos mandatos, la promoción de la salud debe tener un papel bien definido. Eso se describe claramente en la Carta de Bangkok como “el proceso de dar a la gente los medios para aumentar el control sobre su propia salud y sus determinantes” (WHO, 2005). El objetivo es controlar y modificar los determinantes de la salud, además de mejorar la salud y el bienestar de la población. Parte de esta tarea consiste en reconocer que las personas que viven en las ciudades no permanecen en su vecindario todo el día, sino que se desplazan por distintas partes de la ciudad donde estudian, trabajan o se entretienen, y es en todos estos lugares donde es necesario fomentar su participación. Los determinantes sociales y la acción de fuerzas privadas tienen una influencia abrumadora en el consumo y en comportamientos perjudiciales para la salud y el bienestar de la población. En las ciudades hay personas de diferentes edades y sexo dispersas en todos los gradientes sociales. Para determinar de forma adecuada la población destinataria y dirigirse a ella, es necesario que las políticas estatales y locales conduzcan a una acción más enérgica y focalizada y que en la asignación de tiempo, personal y recursos se aborde su distribución a toda la población. Según Marmot, “concentrarse exclusivamente en los más desfavorecidos no reducirá las desigualdades en materia de salud en medida suficiente. Para reducir la inclinación del gradiente social en salud, las acciones deben ser universales, pero con una escala e intensidad proporcionales al nivel de desventajas. Llamamos a esto universalismo proporcional” (Marmot, 2010). En las dos secciones siguientes se abordan la disposición general y la capacidad de la promoción de la salud para afrontar el reto de responder a condiciones específicas de salud urbana. ¿Qué plataformas regionales debemos usar? Redes de municipios, universidades saludables, centros colaboradores y capacitación Las redes locales, nacionales y regionales prestan un servicio muy importante. Ayudan a fortalecer el compromiso y la voluntad política de sus miembros de una forma que promueve la colaboración y la solidaridad. Las redes de promoción de la salud en la Región procuran mejorar la salud y la calidad de vida sobre la base de la equidad, colocando la salud en diversas agendas de desarrollo que incluyen también la agricultura y la educación. Aprovechan las oportunidades regionales y subregionales para integrar a las autoridades locales y a distintos sectores. Una red regional, como las de Municipios, Ciudades y Comunidades Saludables, Escuelas Promotoras de la Salud, Universidades Promotoras de la Salud y Viviendas Saludables, está en condiciones de encabezar la formulación y el fortalecimiento de estrategias en su campo de acción particular y de posicionar la promoción de la salud en la agenda política de sus países miembros a fin de contribuir Anexo 4. Documento de base sobre la promoción de la salud III Foro Regional sobre Promoción de la Salud a su vez al desarrollo local sostenible y la mejora de los determinantes sociales de la salud. Asimismo, las Redes Regionales de las Américas constituyen un foro importante y ofrecen un modelo regional para la labor de promoción de políticas públicas saludables, fortaleciendo alianzas a nivel continental, articulando iniciativas de redes nacionales y locales y con redes afines, y promoviendo el intercambio de experiencias entre sus miembros y la solidaridad entre ellos. Todo eso ayudará a mantener los avances y las mejoras en la equidad y la calidad de la vida frente a los nuevos desafíos que surjan. Como se senalo en el estudio realizado por la OPS y ISALUD (MERESMAN ET AL. 2010), el futuro camino para las ciudades de Latinoamerica sera basado en mayor integracion de acciones en salud con las de productividad. Esto implica que el movimiento de los MCS tiene que ser mejor conectado con actividades de la produccion local (generacion de renda), programas de vivienda e iniciativas de inclusion social. Los centros colaboradores de la OPS/OMS brindan un apoyo muy importante a las redes de promoción de la salud en las Américas. Son instituciones que poseen una gran pericia técnica y, por consiguiente, son los principales puntos de referencia en los temas fundamentales para avanzar en el campo de la promoción de la salud. Además, por medio de estos centros colaboradores se avanza en el pensamiento crítico, se realizan investigaciones sobre acciones cruciales y se establecen vínculos con otras instituciones y países que están promoviendo un trabajo similar. La mayoría de nuestros centros colaboradores funcionan en universidades e instituciones que forman profesionales en el campo de la salud pública y otros campos conexos. La formación de recursos humanos representa el futuro de cualquier país; en consecuencia, estas instituciones representan el avance futuro de nuestra Región. Por medio del Centro Colaborador de la Universidad de Puerto Rico, contamos con el Centro Interamericano de Universidades y Centros de Formación de Personal en Educación para la Salud y Promoción de la Salud (CIUEPS), que fue establecido en 1996 como red de instituciones que procuran fortalecer los lazos, la cooperación, la solidaridad y las relaciones de colaboración académica e intercambio entre las instituciones que lo integran para impulsar la 115 formación en educación para la salud y promoción de la salud. Es un foro en el cual se abordan los planes de estudio actuales y la formación de profesionales en educación para la salud y promoción de la salud. Asimismo, promueve la acción conjunta en toda Iberoamérica para estimular el desarrollo teórico, metodológico y práctico de la enseñanza y la investigación en esos campos. Desde esta óptica, el Consorcio ha promovido el trabajo por medio de redes y facilita la colaboración y el intercambio entre sus miembros. La Unión Internacional de Promoción de la Salud y Educación para la Salud (IUHPE), que tiene una Oficina Regional para América Latina (ORLA), es la principal organización profesional internacional en el campo de la promoción de la salud. Sus dos últimas conferencias mundiales se celebraron en Vancouver en el 2007 y en Ginebra en el 2010. Tales conferencias han demostrado que todos los campos de la salud pública convergen en las estrategias salutogénasis e integradas de la promoción de la salud y ponen de manifiesto el interés creciente de los profesionales de diferentes disciplinas y campos de acción en abordar este tema. Eso muestra la necesidad de la promoción de la salud, así como el interés creciente que está suscitando. También sirve de indicador del desarrollo de la disciplina y muestra que todavía se necesita un caudal de conocimientos más unificado. Retos clave para la promoción de la salud en una región en proceso de urbanización Reconociendo la tendencia a la urbanización en la Región de las Américas y en vista de la identificación de la promoción de la salud, heterogéneo del desarrollo profesional e institucional, escenario desarrollado según determinado por los criterios de diagnóstico disponibles, hacemos una evaluación final de los retos fundamentales con que nos enfrentamos. Haciendo que los servicios de promoción de la salud sean accesibles y eficaces para las personas, familias y comunidades en las ciudades Al aplicar la estrategia de “acción comunitaria” en la promoción de la salud, la definición de comunidad en las ciudades no puede depender exclusivamente de límites 116 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final geográficos, como se puede hacer fácilmente en las comunidades rurales. Debe delinearse sobre la base de las actividades de la gente (trabajo, educación, transporte, entretenimiento), sus redes e intereses. Muchas de estas categorías pueden estratificarse aun más según criterios demográficos específicos, como por grupos de edad, en donde los adolescentes requerirían un enfoque muy diferente que el de las personas mayores. La necesidad de sensibilidad cultural en la definición de comunidad es otra consideración, ya que en las ciudades hay personas de diferentes orígenes culturales y étnicos. Por consiguiente, se necesitan directrices y herramientas para identificar la estructura de las comunidades. A menos que se trate de un requisito (como en algunos programas de transferencias condicionales en efectivo para los pobres en el continente), las personas rara vez acuden a servicios de salud y establecimientos médicos en busca de intervenciones de promoción de la salud, especialmente cuando tienen poco tiempo, como ocurre en el entorno urbano. Tenemos que ser proactivos y tratar de llegar a ellas. Aunque las comunidades tienen muchos recursos individuales y comunitarios que les proporcionan elementos para mantener una vida saludable, encontrar esos recursos y aprovecharlos es un reto para las personas que trabajan en entornos urbanos. Sin embargo, hay que buscar una forma, ya que esos recursos proporcionan una plataforma esencial y un elemento fundamental para promover la salud y el bienestar de la población. Este proceso requiere un ajuste en la forma en que el contacto se hace con las diferentes comunidades: tenemos que desarrollar la capacidad de las personas y las familias e innovar de la mejor manera posible para llegar a ellas (como hemos aprendido de las campañas de vacunación de los adolescente o de salud reproductiva, en cuyo marco se realizaron actividades de promoción de la salud y prevención en lugares de entretenimiento o para poblaciones extremadamente móviles). Por consiguiente, el alcance de los servicios de promoción de la salud y la forma más apropiada y eficaz de proporcionarlos deben redefinirse en el entorno urbano. Ahora hay una oportunidad, con la renovación de la atención primaria de salud en toda la Región, y se está considerando la promoción de la salud en la estructura de las reformas sanitarias. Integración de la promoción de la salud en los programas de salud urbana Este es el momento oportuno para examinar los programas de salud pública que se ofrecen a la población en las ciudades y procurar que todos incluyan el desempeño eficaz de funciones de promoción de la salud de buena calidad. Se necesita una consideración especial en la acción de promoción de la salud para fomentar la alimentación sana y la actividad física y prevenir y revertir la epidemia de obesidad, que contribuye al aumento de las enfermedades crónicas. Hay que aplicar las cinco estrategias de la Carta de Ottawa y sus funciones complementarias de la forma más integral posible para que los programas de salud urbana sean eficaces. La promoción de la salud y la salud en todas las políticas La influencia en otros sectores es una función clave de rectoría de la promoción de la salud y el sector de la salud en los entornos urbanos. El sector salud no puede por sí solo manejar los rápidos cambios en el ambiente, de modo que debería aunar fuerzas con otros sectores para modificar la construcción y el uso de los espacios en las ciudades. En consecuencia, necesitamos con urgencia sistematizar y mejorar nuestros métodos para influir en el diseño y la construcción de ciudades, aplicando especialmente el Análisis del Impacto en la Salud a proyectos, programas y políticas. Es necesario establecer claramente la experiencia práctica empírica y, con el tiempo, incluirla como requisito en el marco normativo de la salud y el urbanismo. De esta forma, los datos probatorios derivados del Análisis del Impacto en la Salud y el valor agregado de las políticas beneficiosas para la salud respaldarán la función de promoción de la salud en todas las políticas urbanas. Concentrarse en el resultado: la modificación de los determinantes de la salud y el bienestar La promoción de la salud debe tener un claro mandato para que las personas que viven en las ciudades y las instituciones que las atienden puedan modificar los Anexo 4. Documento de base sobre la promoción de la salud III Foro Regional sobre Promoción de la Salud determinantes de la salud a fin de mejorar la calidad de vida, la función y el bienestar de las personas. El punto central, por consiguiente, tiene que ser en el resultado: LA MODIFICACIÓN DE LOS DETERMINANTES DE LA SALUD. Eso implica de forma inmediata una interacción con los actores y los sectores que manejan tales determinantes (vivienda, urbanismo, comercio, educación, etc.). Reconociendo que hay un gradiente social en la distribución de tales determinantes, tenemos que desarrollar datos probatorios, métodos y herramientas para ajustar nuestras intervenciones a fin de reforzar actitudes personales, la acción comunitaria, ambientes saludables, servicios de salud y políticas que modifiquen los determinantes considerando su gradiente. Aquí, tenemos que aplicar el principio de universalismo proporcional.26 Elaboración de los métodos correctos La aplicación de herramientas y enfoques tales como el Análisis del Impacto en la Salud, salud en todas las políticas, evaluación de la eficacia de los programas y la adaptación consiguiente de nuestros programas a los resultados, destaca el gran esfuerzo necesario a fin de establecer un sistema de información basado en los determinantes de la salud, su distribución social y la base de datos probatorios con el propósito de fundamentar las políticas. Para eso se necesitan sistemas de vigilancia de la salud en las ciudades que van más allá del seguimiento de la morbilidad y la mortalidad e incluyen la recopilación continua, el análisis y la comunicación de datos sobre los determinante de la salud (RULER, 2010). Eso requiere un cambio de mentalidad en los profesionales de promoción de la salud en lo que se refiere a su interacción con los sistemas de vigilancia epidemiológica y el establecimiento de sistemas para recopilar información apropiada. Desarrollo de la capacidad humana A fin de responder adecuadamente a la necesidad de implementar estrategias de promoción de la salud, será Para reducir la inclinación del gradiente social en la salud, la acción debe ser universal pero con una escala e intensidad proporcionales al grado de desventaja. Llamamos a esto universalismo proporcional. Probablemente se necesite una acción de mayor intensidad para aquellos con mayores desventajas sociales y económicas, pero concentrarse exclusivamente en los más desfavorecidos no reducirá el gradiente de salud y solo abordará una parte pequeña del problema (Marmot, 2010). 26 117 indispensable contar con personal de promoción de la salud riguroso y competente, así como con un mercado laboral que pueda retenerlo y permitirle avanzar en su carrera, que respondan a la dimensión urbana de la salud. Hay una gran laguna en la capacitación, y es necesario aprovechar al máximo las plataformas e instituciones actualmente disponibles, al mismo tiempo que se exploran formas nuevas y alternativas de capacitar, actualizar y mantener al personal calificado. Establecimiento de una comunicación que crezca Tenemos que comunicarnos con las diferentes comunidades y los interesados directos dentro de la dinámica del entorno urbano. Para eso se necesitan enfoques eficaces e innovadores que incluyan nuevos métodos de comunicación social y educación de la salud que recientemente han salido a la luz. Conclusiones Ha habido una ampliación dinámica en la aplicación de las estrategias e iniciativas de promoción de la salud en la Región. Sin embargo, no se ha documentado de forma suficiente y sistemática lo que se está logrando en los países. En consecuencia, la extensión y la magnitud de lo que se ha logrado no se reflejan plenamente en este documento. Hay una fuerte convicción de que, para evitar que las tendencias de la urbanización tengan un efecto negativo en la salud de los habitantes de las ciudades, la promoción de la salud debe estar a la vanguardia de las estrategias en las etapas iniciales para prevenir y controlar los resultados potencialmente negativos. Las respuestas sin precedentes en la salud se han basado y continúan basándose en la promoción de la salud. El reto urbano integra el entorno dominante que definirá el futuro de la salud y su promoción. Sin embargo, persiste una falta de definición institucional en las organizaciones gubernamentales y privadas, así como del desarrollo profesional que facilita una práctica heterogénea al responder a estos retos: todos promueven la salud, pero nadie es promotor de salud profesional. Para responder a los retos emergentes de las enfermedades crónicas, incluidos los problemas muy difundidos de obesidad, inseguridad, inequidad y salud urbana, se necesita 118 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final un avance estratégico en este campo. La renovación de las políticas intersectoriales tiene que centrarse en la modificación de los determinantes de la salud, la aplicación del concepto de la salud en todas las políticas y la función crucial de la promoción de la salud en su progreso. La prueba para los participantes en el III Foro Regional sobre Promoción de la Salud consiste en señalar los avances y los retos fundamentales para la promoción de la salud en sus países, instituciones, profesiones y práctica y, con un sentido de urgencia, encarar el futuro para indicar la dirección que debemos tomar. Las contribuciones de los participantes ayudarán a la OPS a reorientar su cooperación técnica y a elaborar estrategias y planes eficaces para el futuro. Capacidad en General de la Promoción de la Salud en las Américas Conocimientos básicos 5 Políticas y Planes 4 3 Mecanismos de Colaboración dentro del Gobierno 2 1 0 Financiamiento de Promoción de la Salud Sistema de Información Ejecución de los Programas ONG y P Desarrollo Profesional Análisis basado en respuestas de 28/34 países de las Américas Anexo 4. Documento de base sobre la promoción de la salud III Foro Regional sobre Promoción de la Salud Referencias Bastías G., Valdivia G. La reforma de salud en Chile. 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Consultado en octubre del 2010. 121 Stein E, Tommasi M. Instituciones democráticas, procesos de formulación de políticas y calidad de las políticas en América Latina. En: Visiones del desarrollo en América Latina. Machinea JL, Narcís S. (editores). Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)/ Fundación CIDOB. 2007; 2: 77-153. Unión Internacional de Promoción y Educación para la Salud (UIPES) (2010). www.iuhpe.org. USA. About Flu. Flu.gov 2010. http://www.pandemicflu. gov/. Villar E. Los determinantes sociales de la salud y la lucha por la equidad en salud: desafíos para el estado y la sociedad civil. Saúde Soc. São Paulo. 2007; 16: 7-13. WHO. 2008 Nairobi Call to Action Statement. Unedited Conference Version. 7th Global Conference on Health Promotion. Promoting Health and Development: Closing the Implementation Gap. Nairobi, Kenya, 26 al 30 de octubre del 2009. WHO. The Bangkok Charter for Health Promotion in a Globalized World. Bangkok, Tailandia, 2005. 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Descargado de http://www.who. int/whr/2008/ whr08_en.pdf. 123 Anexo 5 Presentaciones por los ganadores del Primer Concurso Iberoamericano de Mejores Prácticas sobre Urbanismo y Vida Saludable 124 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final torrenciales27.Se suma a lo anterior la alta ocurrencia de incendios, accidentes de origen tecnológico28, eventos masivos permanentes y colapsamiento de viviendas, lo que demanda atención especial y calificada. En consecuencia de estas condiciones la Administración Municipal ha creado y fortalecido un Comité Local de Emergencias denominado SIMPAD que se encarga de direccionar las políticas en materia de prevención, atención y recuperación. Es así como el SIMPAD a través de la dependencia que se encarga de la Educación en Prevención ha orientado desde hace 14 años el establecimiento y desarrollo efectivo de un programa que vincula la comunidad, de las 16 comunas urbanas para que a partir de su disposición, la actitud y el servicio voluntario, el entrenamiento y cualificación permanente, la dotación básica y complementaria y la investigación permanente de los principales fenómenos de la ciudad se constituyan en primera respuesta, en ciudadanos responsables y sensibles y en enlace estratégico permanente con la municipalidad frente a la gestión del riesgo. orientada a la gestión de riesgo Lo anterior involucra las etapas de: identificación, preparación, mitigación, atención y recuperación, componentes esenciales para mejorar la calidad de vida de la población y para incidir en los determinantes sociales que afectan la salud integralmente concebida de nuestros territorios. Laura Elidia Mesa Pino, Líder de Proyecto Prevención, Objetivos Sistema Municipal de Prevención y Atención de Generar una interacción social corresponsable y proactiva que promueva la gestión del riesgo a través de la creación, promoción, consolidación, educación, entrenamiento y dotación de la red de voluntarios de la ciudad de Medellín I. Primer Premio. Reducción de la vulnerabilidad social, ambiental y física de los habitantes de la Ciudad de Medellín a través de una estrategia de corresponsabilidad y participación comunitaria Desastres SIMPAD, Alcaldía de Medellín. La Ciudad de Medellín tiene una población total de 2.433.515 habitantes, de los cuales más de 30.000 familias se encuentran ubicadas en sectores de alto riesgo no recuperables según el plan de ordenamiento territorial (POT, Acuerdo 046 de 2006), es decir, se localizan en sitios con restricciones urbanísticas severas donde las características geológicas y topográficas del terreno favorecen la ocurrencia de movimientos en masa del suelo; además las viviendas que se localizan en las zonas de retiro de los cauces de las quebradas son altamente susceptibles a la ocurrencia de inundaciones y/o avenidas Implementar un mecanismo de participación, respuesta y promoción de la organización comunitaria frente a la reducción de la vulnerabilidad social. Las avenidas o flujos torrenciales muchas veces denominadas crecientes, avalanchas, crecidas, borrasca o torrentes, son una amenaza muy común en cuencas de alta montaña y debido a sus características pueden causar grandes daños en infraestructura y pérdida de vidas humanas. 28 Los desastres de tipo tecnológico están determinados por la interacción del uso inapropiado de la tecnología, un desarrollo no sostenible y la existencia de elementos vulnerables (http://www.helid.desastres.net/en/d/ Jcne05/1.5.html) 27 Anexo 5. Presentaciones por los ganadores del Primer Concurso Iberoamericano de Mejores Prácticas sobre Urbanismo y Vida Saludable Logros esperados Reducción significativa en el número de eventos de ciudad y su impacto negativo. Generar sostenibilidad a la red comunitaria en gestión del riesgo con representación de 16 comunas urbanas y convocando más de 3.000 personas integrando poblaciones vulnerables como la escolar, y a los sectores industriales, comerciales y de servicios con riesgos comunes. Profesionalización de 25 técnicos en áreas medio- ambientales. 1.300 ciudadanos certificados en soporte básico de vida. Consolidación de los Comités Barriales de emergencia como estrategia de la ciudad para la promoción y la prevención en salud. 15 sistemas de alarma comunitaria y 200 de seguridad escolar en permanente funcionamiento para operativizar los planes de emergencia en conexión con el Número Único de Seguridad y Emergencias. Creación y promoción de los SIEMPRE: Sistema para Emergencias, Monitoreo y Prevención. Formulación y/o actualización de planes de emergencia, contingencia y evacuación barrial y comunal en las 16 comunas de la ciudad. Generación de nuevas estrategias de respuesta básica como apoyo a los organismos de respuesta inmediata de la ciudad, es decir grupos de socorro, rescate y bomberos. Formar líderes integrales que fortalezcan su gestión frente al acceso y ejecución de recursos públicos en gestión del riesgo. Logros a la fecha Red voluntaria sostenible y confiable reconocimiento nacional y mundial. con Participación en el 100% de las emergencias que se presentaron en la ciudad. Monitoreo permanente a situaciones críticas y reporte al Número Único de Seguridad y Emergencias (NUSE). Participación en labores de recuperación ambiental, aseo, ornato, obras de mitigación. Fortalecimiento de valores y vínculos efectivos entre la comunidad y el sector público. 170 comités barriales activos en la actualidad y 240 involucrados desde la creación del proyecto. 1.500 ciudadanos integrantes de los comités barriales y 3.000 personas, incluyendo población escolar y representantes del sector privado29 comprometidos con el proceso de apoyo comunitario. Se refiere a sectores de la ciudad donde tienen asiento diversas empresas que implementan con la asesoría del SIMPAD planes de ayuda mutua enmarcados en gestión del riesgo lo cual también es una estrategia efectiva y novedosa de corresponsabilidad. 29 125 Desarrollo de la estrategia La estrategia parte de dos premisas: la realidad compleja de nuestro territorio y la necesidad de potenciar la participación comunitaria como herramienta efectiva para reducirlas amenazas de origen antrópico30. A partir de la construcción de nuevos liderazgos se construyó una estrategia necesaria para lograr el empoderamiento y el reconocimiento de los involucrados en el proyecto por parte de las personas y familias con quienes comparten riesgos y condiciones adversas. La Administración Municipal asumió esta iniciativa a partir de la destinación de recursos humanos, financieros y técnicos para lograr la construcción de capacidades locales y la creación de entornos más propicios para la ocupación humana a partir del criterio de la autoseguridad. Dicho programa se introduce en la política pública desde los planes de desarrollo, donde se concibió como un proyecto de desarrollo y promoción que contaba con la amplia y permanente participación ciudadana. Es importante resaltar el hecho que entre los voluntarios de la Red y el Municipio de Medellín se ha establecido una relación fundamentada en el ejercicio de un rol que 30 Relativo a o propio del ser humano; Debido a la acción directa o indirecta de los seres humanos y de las sociedades humanas. La intervención antrópica es el factor esencial de la evolución regresiva y del desequilibrio actual del medio 126 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final permea una clara intensión por la conservación de la vida, es decir los integrantes de los Comités comparten los intereses por el altruismo, la conservación de su entorno, la promoción de acciones de mitigación, su crecimiento personal a partir de la formación, y la preservación de su patrimonio representado en su vivienda generalmente ubicada en asentamientos incompletos e inestables; eso lo hace distinto de otras modalidades de voluntariado y de redes sociales. Finalmente, se establecieron aportes fundamentales para el desarrollo urbano y la salud que partieron de la gestión y proyección de la iniciativa como: Acciones de mantenimiento y adecuado uso de los afluentes Gestión y establecimiento de medidas de mitigación y estabilización Oportuno monitoreo y control de riesgos geotécnicos Educación y reconocimiento de factores de riesgo epidemiológicos Implementación y activación de los Sistema de Alerta Temprana Apoyo a la red pre hospitalaria de la ciudad Activación de recursos para traslado y estabilización de pacientes Participación en eventos masivos como estrategia de seguridad Actividades de protección y conservación de la vida y el entorno. Conclusiones Una vez que los desastres y las emergencias no se asocian de manera exclusiva a condiciones socio-económicas particulares, se debería insertar de manera permanente en todos los territorios, estrategias afines; pues cada vez son más diversas sus tipologías y más representativa su magnitud dada entre otras razones, por la sobrepoblación de los territorios. Igualmente, las estadísticas muestran que el 80% de las emergencias y de los desastres son de origen antrópico, lo que determina la necesidad de incidir favorablemente en su génesis: el ser humano. El Estado tiene que establecer alianzas funcionales con la comunidad que es, por un lado, receptora de servicios pero también responsable de las acciones que mejoran las condiciones físico-espaciales y ambientales de sus entornos. Es importante ratificar que una de las principales fortalezas del voluntariado de la Red Comunitaria de Prevención y Atención de Desastres de Medellín, es lograr despertar el interés y la motivación de los ciudadanos en aspectos relacionados con la preservación de la vida. Esto ha generado en ellos un sentido de participación activa que los hace sujetos protagónicos en la atención de las situaciones de riesgo contando con el acompañamiento y orientación del SIMPAD y de otros organismos de asistencia a emergencias. Este proceso estimula dinámicas de participación ciudadana con base en los mecanismos y escenarios dispuestos para tal fin, propiciando una dinámica de trabajo colaborativo entre los diversos actores de carácter institucional comprometidos con la gestión del riesgo y la atención a emergencias en la ciudad. Para más información sobre esta iniciativa consultar el sitio Web: www.medellin.gov.co o enviar un mensaje a: [email protected]. Anexo 5. Presentaciones por los ganadores del Primer Concurso Iberoamericano de Mejores Prácticas sobre Urbanismo y Vida Saludable 127 sus vidas y las de sus familias luchando por el acceso a los bienes sociales y enfrentando fenómenos urbanos como la dificultad en la movilidad, la violencia cotidiana, la inseguridad y los eventos en salud relacionados con su trabajo, sin mecanismos integrales de protección. Estas condiciones, sumadas a las barreras de acceso de los y las trabajadoras al Sistema General de Riesgos Profesionales (SGRP), el cual solamente contiene el 30% del total de trabajadores/as de la ciudad, motivaron el desarrollo de la estrategia. Objetivos Promover entornos de trabajo saludables en unidades de trabajo vinculadas a la economía informal, para el mejoramiento de las condiciones de salud, trabajo y vida de los y las trabajadoras. Resultados esperados II. Segundo Premio. Estrategia de Entornos de Trabajo Saludables en Unidades de Trabajo Informal en Contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores y trabajadoras en la economía informal, sus familias y la comunidad aledaña. Diseñar e implementar estrategias de intervención Nidia Rocio Sotelo Suarez, Consultora, Dirección de diferenciales para el mejoramiento de las condiciones de salud y trabajo que reconozcan las dinámicas particulares propias de esta población. Salud Pública, Secretaria Distrital de Salud de Bogotá. Favorecer procesos de organización y movilización Bogotá, Colombia Introducción Bogotá tiene 7.635.000 habitantes, una población en edad de trabajar de 5.707.000 y una población económicamente activa de 3.780.000, de los cuales el 54.7% se encuentran en la economía informal. La economía informal se caracteriza por grupos de población marginados del desarrollo industrial y del acceso al empleo formal, el desarrollo de las actividades productivas en condiciones precarias, con mayor participación del trabajo que del capital y en ocasiones con gran impacto sobre el ambiente de las comunidades aledañas. Se identifican en cada una de las veinte localidades en las que está dividida administrativamente la ciudad, procesos productivos pertenecientes a diversos sectores económicos, en los cuales participan trabajadores/as que desarrollan de los trabajadores y las trabajadoras en la economía informal para la garantía del derecho a la salud en el trabajo. Avanzar en la definición de mecanismos de acceso de esta población a los sistemas de protección integral. Prevenir los accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo en la población beneficiada. Desarrollo de la experiencia La experiencia se inició con la definición de un marco conceptual sobre la forma como se entiende el fenómeno de la informalidad y los procesos salud-trabajo que se derivan de este. La Secretaría de Salud de Bogotá tomó la decisión de incluir en el Plan de Atención Básica desde el año 2004 los procesos de promoción de la salud y 128 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final prevención dirigidos a los trabajadores/as en la economía informal. Se diseñaron los lineamientos técnicos y se asignó el presupuesto por localidad para la ejecución. Se desarrollaron procesos de selección y estandarización de los equipos técnicos locales quienes desarrollaron un mayor acercamiento al marco conceptual acerca de la informalidad, a través de un diplomado adelantado en convenio con la Universidad Nacional. Cada localidad, previo definición de criterios, priorizó actividades productivas y desarrolló la intervención en las siguientes etapas: 1. Sensibilización y convocatoria 2. Evaluación de condiciones de salud y trabajo 3. Diseño concertado de planes de mejoramiento de las condiciones de salud y trabajo 4. Implementación y seguimiento a los planes 5. Diseño e implementación de brigadas de emergencia 6. Formación de líderes en salud y trabajo 7. Creación y fortalecimiento de redes locales para la promoción de la salud y calidad de vida de los trabajadores/as. Resultados obtenidos 18.613 Unidades de Trabajo Informal con mejoramientos de sus condiciones de salud y trabajo. Incluye el diseño y concertación de planes de prevención de emergencias y desastres. 42.984 trabajadores y trabajadoras en la economía informal que se beneficiaron del mejoramiento de sus condiciones de salud y trabajo. 200 grupos de líderes y liderezas formados en las veinte localidades del Distrito. 60 líderes y liderezas seleccionados en las veinte localidades y capacitados en un convenio con la Universidad Nacional. Participación de un trabajador en la economía informal, elegido democráticamente por los grupos de trabajadores informales en el Comité Distrital de Salud ocupacional como invitado permanente. Diseño con prueba piloto en el 2010 de un sistema de información para la notificación de los eventos en salud relacionados con el trabajo, para la población trabajadora no asegurada al SGRP. Investigaciones para la ampliación del conocimiento sobre las condiciones de salud y trabajo de la población trabajadora en la economía informal. Fortalecimiento del capital social a través de la promoción y fortalecimiento de las organizaciones de trabajadores/as en la economía informal. Diseño e implementación de material audiovisual para el mejoramiento de las condiciones de trabajo específico a las dinámicas propias de la economía informal. Gestión de recursos para la implementación de mecanismos de control del riego en unidades de trabajo informal dedicadas a la fabricación de calzado, transformación de maderas y elaboración de muebles, y a la fabricación de piezas metálicas. Inclusión del tema en el Plan Nacional de Salud Pública, a partir de 2007, con base en la gestión que se realizó con los entes nacionales, y a partir del 2008, en el Plan Distrital de Salud. Proyecciones Es para la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá un compromiso avanzar de manera sistemática en la garantía de la salud y seguridad en el trabajo de los y las trabajadoras, con criterios de equidad e integralidad; para esto, se hace fundamental, además de incrementar el número de beneficiaros del programa, garantizar los mecanismos de atención integral de los eventos en salud de los y las trabajadoras en la economía informal, y generar procesos de abogacía para la inclusión de la población en el sistema general de seguridad social del país. Anexo 5. Presentaciones por los ganadores del Primer Concurso Iberoamericano de Mejores Prácticas sobre Urbanismo y Vida Saludable 129 de la red viaria de la Ciudad de Buenos Aires, entendiendo que las avenidas son las vías adecuadas para canalizar gran cantidad de movimientos de pasajeros y con rapidez. Por lo tanto, se establece la doble mano de circulación en avenidas, con vías preferenciales o carriles exclusivos para el transporte público de pasajeros. Programa Bicicletas de Buenos Aires Red de Vías para ciclistas: Se comienza con un fuerte impulso a la construcción de una red amplia e integrada de ciclovías protegidas y bicisendas que conecta los principales centros generadores de viajes llegando hasta los bordes de la ciudad. El segundo componente del programa es el Sistema de Transporte Público de Bicicletas en fase de preparación de documentos licitatorios. Los demás componentes son el Desarrollo de Estacionamiento para bicicletas particulares, Programa de Educación VialConvivencia, Desarrollo de material de comunicación e información y Programa de fomento del uso de bicicletas para empleados de oficinas. III. Tercer Premio. Plan de Movilidad Sustentable del Gobiernos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Dario Sarquis, Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires El Plan de Movilidad Sustentable tiene como metas principales mejorar la calidad de vida al humanizar el espacio público mejorando su calidad, mejorar la accesibilidad tanto física como económica, tendiendo hacia una movilidad saludable para todos los ciudadanos que habitan o visitan la ciudad. Para ello, se establecieron como políticas del Plan la prioridad del transporte público, de los modos no motorizados (peatonal y ciclista), de las tecnologías no contaminantes (buses eléctricos y autos híbridos), priorizando la seguridad vial teniendo como herramienta principal la jerarquización de la red vial y el ordenamiento del tránsito. Dentro del Plan se desarrollan los siguientes programas: Vías Preferenciales Este programa propone favorecer el transporte público y masivo de pasajeros, a través de la jerarquización funcional Seguridad Vial Se sancionaron leyes clave: creación del Cuerpo de Agentes de Control de Tránsito, la retención de vehículos que superen las velocidades máximas o cuyos conductores no superen el test de alcoholemia y la de quita provisoria de licencia ante infracciones graves. Estas medidas tuvieron un gran impacto en la prensa. Asimismo, se multiplicó la oferta de cursos y se construyó la pista de seguridad vial infantil más grande de la Argentina, con un circuito de 2km, un microcine y aula móvil. Junto con los gobiernos de Australia, Nueva Zelanda y la OMS se realizaron concursos nacionales para identificar buenas prácticas. 130 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Generar actitudes favorables entre los trabajadores para el cumplimiento de la normativa Disminuir la tasa de adicción al tabaco entre los trabajadores Mejorar el estado de la salud de los no fumadores Material y Metodología Programa de intervención global en el medio laboral fue compuesto de dos subprogramas complementarios: 1. Unidad de Atención al Fumador (en adelante UAF) y 2. Campaña informativa sobre los riesgos del tabaco y la normativa reguladora el consumo, mediante una intervención continuada en el tiempo. Consta de las siguientes fases: FASE 1ª (Primavera de 1998): se realizó una encuesta de consumo entre los trabajadores con información personalizada sobre riesgos, y comenzó la consulta de deshabituación del tabaco a través de consultas médicas individualizadas. IV. Cuarto Premio. Programa de intervención sobre el hábito tabáquico en el Ayuntamiento de Murcia. (Servicios Municipales de salud) Antonio Domínguez Domínguez, Jefe de Promoción de Salud, Servicios Municipales de Salud, Murcia, España FASE 2ª (Primavera de 2000):se diseñó una campaña –humos +vida- con mensajes informativos de los riesgos del tabaco y se continuó la UAF. FASE 3ª (Primavera de 2001): se continuó la campaña, con mensajes persuasivos y la UAF. FASE 4ª (Enero de 2002): se aplicó la normativa Introducción El tabaquismo está considerado como la conducta modificable con mayor repercusión en la salud de la población. Igualmente se trata de la adicción más extendida entre la población general y con mayores consecuencias sanitarias, económicas y sociales. Objetivos Implementar una intervención entre los trabajadores del Ayuntamiento de Murcia con los objetivos de: Informar sobre los riesgos del consumo de tabaco Dar a conocer la normativa que limita el consumo de tabaco en las dependencias públicas que limita el consumo y se continuó el UAF. Se realizó una evaluación telefónica, antes de la Fase 2ª y de la Fase 3ª, con 125 trabajadores (representando Grupo laboral, Género, Fumador/No fumador y dependencias municipales), con los siguientes indicadores: a) Conocimiento del programa; b) Espacios para fumadores; c) Tolerancia hacia los fumadores; d) Problemas entre fumadores y no fumadores; e) Conocimiento de la ley que limita el consumo de tabaco; f ) Cumplimiento de la ley. Los elementos metodológicos han sido orientados, por una parte a que se aproximaran a las necesidades de los destinatarios, y por otra a que hubiera la suficiente flexibilidad para adoptar progresivamente la intervención. Han sido: Anexo 5. Presentaciones por los ganadores del Primer Concurso Iberoamericano de Mejores Prácticas sobre Urbanismo y Vida Saludable La oferta de un servicio destinado a mejorar la salud de los trabajadores Planificación a medio y largo plazo Un liderazgo bien definido Un modelo de intervención basado en la educación 131 sostenibilidad son: Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (Consejerías de Sanidad y de Educación), Servicio Murciano de Salud, Universidad de Murcia, Ayuntamiento de Murcia. Resultados Información En cuanto a los resultados más relevantes, es importante destacar el cumplimiento de la normativa como estrategia inicial, y como acción de prevención, protección y promoción de la salud. Y como valores añadidos se pueden resaltar: Preservación de la imagen del programa mediante 1. Un cambio de actitudes para adoptar estilos de vida saludables para la salud Información y formación sobre riesgos y cumplimiento de la normativa de forma progresiva continua y personalizada a los trabajadores durante el proceso valoración externa para facilitar su aceptación 2. Ganancias en Salud (disminución del 15% de la prevalencia) Proceso de implantación: 3. Nuevas oportunidades de acciones en salud 1. Diseño del programa y su aprobación. 2. Análisis de situación a través de una encuesta autoaplicada en la que se recogieron datos sociodemográficos, hábito de consumo de tabaco y exploración de la intención de dejar de fumar. 3. Establecimiento de una unidad de ayuda al fumador, en horario laboral y sin costo para el trabajador. 4. Colaboración, participación y consenso interinstitucional. 5. Información personalizada del retroalimentación del programa. proceso para Tras su implantación inicial, el programa ha seguido un desarrollo continuo hasta el día de hoy extendiéndose de forma controlada a otros colectivos: Educativo - formativo (en los centros escolares, programas de EpS (Educación para la Salud) para el alumnado y deshabituación para profesorado). Asistencial (formación a especialistas de Medicina de Familia y deshabituación a pacientes derivados de los centros de salud). Comunitario (campañas). Los actores implicados desde el punto de vista institucional, los cuales, a través de acuerdos y convenios, han asegurado una estabilidad financiera y de recursos como elementos de 4. Extensión a otros grupos de población 5. Formación y atención a profesionales modelo: Sanitarios (MIR) y educadores Conclusión Las intervenciones en tabaquismo se han demostrado eficaces cuando a los elementos preventivos se les une el componente asistencial. La gran aceptación del programa se debe al proceso metodológico sobre el que se diseña e implanta (vocación de servicio, participación de todos los colectivos, gestor único, planificación progresiva y flexible, cuidado de la imagen interna y externa). La sostenibilidad del programa se basa en los siguientes elementos: colaboración interinstitucional, liderazgo bien definido, estabilidad financiera, incorporación controlada de nuevos grupos de población y retroalimenteación por recaídas. Para más información visitar el sítio Web: www.ayuntamientomurcia-salud.es o enviar un mensaje a: [email protected] 132 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Photo: © John A. Rizzo Como componentes externos se cuida la calidad del aire mediante el control de emisiones y ruido; el recurso hídrico mediante el uso eficiente y ahorro del agua, y la supervisión de su calidad; el recurso energético, mediante la calidad de combustibles y el uso eficiente de energía. El Manejo Integral de Residuos Sólidos, y la Gestión del Entorno Urbano es también un elemento que la experiencia toma en cuenta. La experiencia nos entrega un esquema de monitoreo permanente del Proyecto de Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) que puede ser emulado por otras experiencias de transporte urbano. V. Quinto Premio. Transmilenio S.A, mediante la experiencia: Transmilenio Ambientalmente Sostenible de Bogota, Colombia. La experiencia desarrolla de manera integral los procesos de planeación y gestión ambiental en el Sistema de Transporte Masivo Transmilenio, involucrando criterios de responsabilidad social y ambiental, orientado a la mejora continua del sistema, a la consolidación de un Sistema de Transporte Sostenible que contribuye a la mitigación del cambio climático, al mejoramiento de la calidad de vida de los bogotanos y a la calidad ambiental de la ciudad. Para fortalecer los procesos de la gestión ambiental se constituyó un comité para el seguimiento del Plan Institucional de Gestión Ambiental (PIGA), donde se brinda un reporte detallado de las acciones obtenidas cada trimestre. Entre los programas que contempla se encuentran: el monitoreo, el control y el seguimiento a parámetros ambientales: la gestión integral de residuos sólidos, el uso eficiente de los recursos como agua, energía, espacio y materiales. La experiencia de Transmilenio Ambientalmente Sostenible además de cumplir con los criterios de una buena práctica incluye un Observatorio Ambiental del Sistema y una Red de investigadores. Un sistema de información que ha desarrollado indicadores de desempeño ambiental y que se sustenta en una base bibliográfica y de normatividad que puede ser guía y ejemplo para otras ciudades en proceso de inversión en transporte urbano. Vale la pena mencionar que la experiencia de Transmilenio Ambientalmente Sostenible se encuentra registrada y certificada como proyecto de Mecanismo de Desarrollo Limpio ante Naciones Unidas bajo el protocolo de Kyoto para la mitigación del cambio climático. 133 Anexo 6 Llamado a la acción de Kobe del 15 al 17 de noviembre del 2010, Kobe (Japón) www.gfuh.org Los abajo firmantes, líderes gubernamentales, alcaldes y otros participantes en el Foro Mundial sobre Urbanización y Salud, reconocemos la importancia de los tres principios clave siguientes para la formulación de políticas de salud urbana: 1. Poner de manifiesto y corregir las inequidades en materia de salud urbana para lograr ciudades más saludables la comprensión de la salud urbana empieza por saber cuáles problemas de salud afectan a qué habitantes de la ciudad y por qué, lo cual permite reconocer a las personas vulnerables para que pueda abordarse su situación. De esta forma, los municipios entenderán mejor cuáles son los problemas, dónde se encuentran y cuál es la mejor manera de abordarlos. Esta comprensión puede mejorarse mediante el uso de mediciones fiables de las inequidades en materia de salud y sus determinantes dentro de las ciudades, en especial las que se relacionan con la falta de agua potable y saneamiento adecuado, así como las enfermedades y padecimientos no transmisibles relacionados con el modo de vida. 2. Demostrar liderazgo al incorporar la salud en todas las políticas urbanas, mediante la acción intersectorial los gobiernos locales pueden desempeñar un importante papel de liderazgo para mejorar la salud urbana y reducir las inequidades en materia de salud urbana. Tienen la capacidad de coordinar muchas áreas diferentes del gobierno y la sociedad para poner la salud y la equidad en materia de salud en el centro del proceso de formulación de políticas. Los requisitos previos indispensables para integrar la salud en las políticas urbanas incluyen lograr el compromiso de una amplia gama de líderes locales, generar una visión común sobre la salud y la equidad en materia de salud, establecer arreglos institucionales de apoyo, medir las repercusiones sanitarias de las políticas y los programa y conectarse con otras entidades, como la sociedad civil y el sector privado, que puedan apoyar esta labor. 3. Emplear mecanismos eficaces para la participación comunitaria en las políticas y la planificación urbana las comunidades deben intervenir activamente en las decisiones que afectan la vida de sus integrantes. Las comunidades a menudo son las que mejor conocen su situación y saben lo que debe hacerse. Más aun, las comunidades tienen la capacidad de adaptarse al cambio constante. Los gobiernos locales tienen una posición sumamente ventajosa para resolver las inequidades en materia de salud, pero deben hacerlo de una manera que incluya a otros niveles de gobierno y, específicamente, a las comunidades. Esto puede lograrse al permitir la participación de ciudadanos en el proceso de planificación urbano y transfiriendo el poder de decisión a los individuos y las comunidades para mejorar la salud y el bienestar. 134 Segundo Foro Regional de Salud Urbana y Tercer Foro Regional de Promoción de la Salud Informe final Nosotros, líderes de gobierno, alcaldes de ciudades y otros participantes en el Foro Mundial de Urbanización y Salud en Kobe, Japón Nos comprometemos a: Promover salud y equidad en las ciudades; Desarrollar sistemas en curso para la recopilación sostenible y regular y el análisis de los datos desglosados; Integrar la salud en todas las políticas públicas (por ejemplo, educación, agua y saneamiento, vivienda, consumo de tabaco, transporte y seguridad vial, actividad física, regímenes alimentarios saludables y salud mental) mediante el uso de la acción intersectorial para repercutir positivamente sobre la equidad en salud; Sistematizar el uso de herramientas de evaluación de equidad en salud para identificar y responder a inequidades, y evaluar la repercusión sobre políticas de salud y programas urbanos; Utilizar los procesos de planificación urbanos para crear y aprovechar las oportunidades que corrigen las inequidades de salud; Fortalecer los mecanismos para la participación informada de la ciudadanía en la toma de decisiones locales; Promover los conocimientos sobre la salud para apoyar a las personas al vivir las vidas más saludables. Solicitar a todos los gobiernos locales: Dar seguimiento a estos compromisos de mejorar la salud urbana y la equidad en salud. Solicitar a la sociedad civil: apoyar y ocuparse activamente de la ejecución de estos compromisos. Solicitar a todos los gobiernos nacionales: Support urban leadership in addressing Primary Health Care, urban health and health equity Integrar la salud y la equidad en salud en todas las políticas públicas urbanas; Poner a disposición de todos los niveles de gobierno los datos pertinentes sobre la equidad en salud y evaluación de impacto; Desarrollar mecanismos institucionales propicios para permitir a los gobiernos locales enfrentar las inequidades urbanas de salud mediante la acción intersectorial; Comprometer a los jefes de Estado a brindar apoyo a las recomendaciones relacionadas con la integración de las consideraciones de equidad en salud urbana en la reunión de alto nivel sobre las enfermedades no transmisibles en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre del 2011; Apoyar el liderazgo urbano en abordar la Atención Primaria de Salud, salud urbana y equidad en salud. Solicitar a la organización mundial de la salud (oms), el programa de asentamientos humanos de las naciones unidas (naciones unidas-habitat) y otros organismos *de las naciones unidas: coordinar esfuerzos, generar datos probatorios y favorecer las políticas y acciones intersectoriales en salud urbana y equidad en salud; Promover la integración de la salud urbana y la equidad en salud en las agendas, políticas y planes de acción de las redes municipales y las organizaciones de la sociedad civil; Crear herramientas y procesos diseñados para empoderar a las comunidades en la toma de decisiones locales y enfrentar las inequidades urbanas de salud; Anexo 5. Presentaciones por los ganadores del Primer Concurso Iberoamericano de Mejores Prácticas sobre Urbanismo y Vida Saludable Proporcionar asistencia técnica y apoyar ala formación de capacidades entre los Estados Miembros y gobiernos locales para mejorar la salud urbana y reducir las inequidades urbanas en salud y las repercusiones negativas sobre la salud de las políticas y los programas urbanos; 135 Promover el apoyo de las redes de Ciudades Saludables y otras redes similares como mecanismos eficaces para promover el compromiso político y la acción al nivel local para el desarrollo saludable y sostenible.