Emisiones de gases de efecto invernadero, conservación y captura
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Emisiones de gases de efecto invernadero, conservación y captura
REVISTA SEMESTRAL DE LA ESCUELA DE CIENCIAS AMBIENTALES DICIEMBRE 2013 • ISSN: 1409-2158 Emisiones de gases de efecto invernadero, conservación y captura de carbono con árboles y otros servicios ambientales EMISIONES DE GASES DE EFECTO INVERNADERO, CAPTURA Y CONSERVACIÓN DE CARBONO CON ÁRBOLES, Y OTROS SERVICIOS AMBIENTALES Diciembre 2013- N.º 46 - ISSN 1409-2158 Ciencias Ambientales, revista semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional, fue creada en 1980. Su objetivo es estimular y difundir la investigación y la discusión científica en el campo de lo ambiental. Publica resultados de investigación referentes a situaciones ambientales y, secundariamente, ensayos teóricamente consistentes con algún enfoque científico, atinentes a problemas de ese mismo ámbito temático. Se dirige principalmente a académicos, estudiantes de nivel superior y funcionarios e integrantes de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales con competencias en lo ambiental. 634.9 C569C Ambientales/ Escuela de Ciencias Ambientales.— N.º 46 (2013) – Heredia, C.R. Semestral 1. Ecología Publicaciones periódicas. I. Universidad Nacional. Escuela de Ciencias Ambientales. Ir a contenido Revista semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales, Universidad Nacional Teléfono: (506) 2277-3688 Fax: (506) 2277-3289 [email protected] Apartado postal: 86-3000 Heredia, Costa Rica www.ambientico.una.ac.cr Consejo editor Gerardo Budowski, Universidad para la Paz Enrique Lahmann, UICN Enrique Leff, Universidad Autónoma de México Sergio Molina, Universidad Nacional Olman Segura, Ministerio de Trabajo Rodrigo Zeledón, Universidad de Costa Rica Director y editor Eduardo Mora, Universidad Nacional Fotografía Alessandra Baltodano Asistencia Rebeca Bolaños Foto de portada Juan José Pucci Ciencias Ambientales 46: 3-4, ISSN: 1409-2158/2013. Contenido Editorial La revista Ciencias Ambientales da un giro, procurando dar un salto Jorge Herrera, Víctor H. Beita, David Solórzano, Hazel Argüello y Agustín Rodríguez Determinación de emisiones de metano y óxido nitroso generadas en plantaciones de arroz en Guanacaste, Costa Rica Jorge Herrera, José F. Rojas y Asdrúbal Bolaños Diagnóstico preliminar de los niveles de emisión de amoníaco y sulfuro de hidrógeno en distintas modalidades de producción en granjas avícolas en Costa Rica EDITORIAL 3 5 15 Jorge Herrera, José F. Rojas, Susana Rodríguez, Antonieta Rojas y Víctor H. Beita Determinación de emisiones de metano en tres embalses hidroeléctricos en Costa Rica 27 William Fonseca, Laura Ruiz, Marilyn Rojas y Federico Alice Modelos alométricos para la estimación de biomasa y carbono en Alnus acuminata 37 Gilmar Navarrete Proyecto de Captura de Carbono en Fincas de Pequeños(as) y Medianos(as) Productores(as) de la Región Brunca, Costa Rica Víctor Meza Adopción de usos de la tierra compatibles con el servicio ecosistémico hídrico en fincas agrícolas de la región centroamericana Ronny Villalobos, Tania Bermúdez y Marilyn Romero Percepción que de la rehabilitación forestal de la zona de protección del río Pirro tienen sus vecinos La revista Ciencias Ambientales da un giro, procurando dar un salto 51 60 75 Normas mínimas para la presentación de artículos a la revista Ciencias Ambientales con vistas a su publicación 84 Sistema de arbitraje de la revista Ciencias Ambientales 88 urante más de tres décadas, nuestra re- D Como bien se sabe, la producción científica vista semestral Ciencias Ambientales en Costa Rica es muy modesta y breve, debido a -impresa y digital- se ha dedicado a di- la relativa pequeñez de la comunidad científica, fundir conocimiento científico sobre temas am- a la magra tradición de la práctica investigativa bientales. Entre las ediciones # 14 y # 46 (esta en el país y a la cortedad de los recursos dedica- última es la presente), cada número ha sido “te- dos. En relación con el volumen de la producción mático”: cada uno ha estado dedicado al abordaje científica, la cantidad de revistas universitarias de un mismo asunto por parte de todos los articu- abocadas a publicar resultados de investigación listas. Pero, a partir del # 47 (primer semestre de es muy grande. Esta particular circunstancia 2014, en preparación), hemos decidido iniciar la tiene como consecuencia que las revistas no sue- transición hacia ediciones que traten, cada una len contar con suficiente material de alta calidad de ellas, una diversidad de temas -como hicimos para llenar una cantidad suficiente de páginas desde la edición # 1 hasta la # 13-, por supuesto que las distingan del folleto o la separata, sin todos pertenecientes a la cuestión ambiental y de dejar de cumplir la periodicidad que se indica en indiscutible pertinencia. sus portadas (frecuentemente son semestrales). Simultáneamente a ese giro, y con la mira A este drama se suma la escasez de lectores rea- puesta en contribuir más a la discusión y al avan- les, que son distintos de aquellos que la reciben ce del conocimiento científico, la revista se ha gratuitamente pero en vez de verla miran a otro propuesto elevar la calidad de los artículos que lado, hecho este que es considerado por muchos publica, para lo que será más estricta en su eva- como harina de otro costal, pero no: es parte del luación. Actualmente, por cierto, a ellos se tiene mismo fenómeno. acceso en la base de datos Latindex, pero pronto Siendo la situación así, en nuestro medio estarán presentes en varias más; estamos traba- menudean las revistas científicas –o que luchan jando ya en esa dirección. por serlo- que publican números dobles pero sin Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales 3 Ciencias Ambientales 46: 5-14, ISSN: 1409-2158/2013. [Fecha de recepción: octubre, 2013. Fecha de aprobación: febrero, 2014.] Diciembre 2013. Número 46 el doble de contenido, simulando así que cumplen salto cualitativo de ella. Hay que atraer a mejores con la periodicidad a que se han comprometido; científicos-autores para dar a conocer sus hallaz- revistas que salen de imprenta muchos meses o gos, hay que “lidiar” mejor con los pares revisores años después de la fecha que se consigna en su de artículos, hay que mejorar el “diálogo” fecun- portada; revistas que, con tal de ver la luz, inclu- do entre unos y otros y, consecuentemente, con- yen materiales que revistas de medios culturales tribuir a potenciar la calidad de la investigación con alta producción científica hubieran rechaza- científica entre nosotros. Para ello, debemos man- do, o revistas que mueren de inanición, lo que al- tener la periodicidad prometida -como ha ocurri- gunas veces es afortunado porque así se ahorrará do desde nuestra edición # 13- y proyectarnos con recursos institucionales y, quizás, tendrán más más fuerza en los diversos ámbitos (entre ellos espacio otras con más habilidades. las bases de datos) en los que la investigación Y es que, para colmo, los científicos-autores más exitosos lo que procuran es ser publicados científica echa sus raíces, de los que se nutre y a los que da vida. en revistas extranjeras con mayor prestigio, lo Este volumen, # 46, correspondiente al se- cual, por lo hasta aquí visto, es lógico que ocu- gundo semestre de 2013, da cuenta de varios ca- rra. Y de ese modo se retroalimenta la relativa sos de emisiones de gases de efecto invernadero pobreza de nuestras revistas científicas -o que en Costa Rica, de experiencias actuales de se- procuran serlo-. cuestro de carbono con árboles y de otros servi- Las modificaciones que estamos haciendo a la revista Ciencias Ambientales apuntan a un 4 cios ambientales que están siendo bien valorados e incentivados. Determinación de emisiones de metano y óxido nitroso generadas en plantaciones de arroz en Guanacaste, Costa Rica Jorge Herrera, Víctor H. Beita, David Solórzano, Hazel Argüello y Agustín Rodríguez J. Herrera ([email protected]), V. Beita ([email protected]), D. Solórzano ([email protected]), H. Argüello ([email protected]) y A. Rodríguez ([email protected]) son investigadores en el Laboratorio de Análisis Ambiental de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional (Costa Rica). Resumen Se midieron los flujos de emisión de metano y óxido nitroso en diez plantaciones de arroz ubicadas en el cantón de Liberia, Guanacaste, trabajando con al menos cuatro variedades de arroz y dos tipos de suelo, en el período comprendido de agosto 2012 a abril 2013. Para la determinación de los flujos se utilizó la técnica de la cámara estática, tomando cuatro muestras de gas del aire ubicado en el espacio superior de la cámara y usando una jeringa de plástico de 12 ml a 0, 10, 20 y 30 min después de la ubicación de la cámara. El análisis de las muestras se realzó con un cromatógrafo de gases equipado con detectores FID y ECD. Se registraron promedios de flujo de metano y óxido nitroso comprendidos entre 0,12 - 1,9 kg ha-1d-1 y 0,11 - 1,1 mg ha1d-1, respectivamente, y no Abstract Methane and nitrous oxide emissions fluxes were measured in ten rice plantations located in Liberia, Guanacaste, working at least with four varieties of rice and two types of soil in the period August 2012 - April 2013. For the determination of flows static camera technique were used taking four air gas samples located in the headspace of the chamber using a plastic syringe of 12 ml at 0, 10, 20 and 30 min after camera location. The gas samples were analyzed with a gas chromatograph, equipped with FID and ECD. Averages of flow methane and nitrous oxide were recorded between 0,12 to 1,9 kg ha-1d-1 and 0,11 - 1,1 mg ha-1d-1, respectively, and no significant difference was found (p < 0,05) in the values Editorial Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales Ir a contenido Ir a contenido Introducción E l cultivo de arroz, utilizando la técnica de inundación de las plantaciones, es una importante fuente de emisión antropogénica de metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), dos gases de efecto invernadero directos con potenciales de calentamiento global de 25 y 298 veces mayor que el dióxido de carbono (CO2), en un horizonte temporal de 100 años (IPCC, 2007). La concentración actual de metano en la atmósfera es de cerca de 1,84 ppmv (Datta et al., 2011) y se emiten alrededor de 592 Tg de CH4 en el nivel mundial por año, de los cuales aproximadamente 550 Tg se pierden en varios sumideros (Forster et al., 2007). De estas emisiones totales, las actividades antropogénicas representan el 60 % del inventario global de CH4, siendo el cultivo del arroz una fuente importante que contribuye entre el 5 y el 20 % a la emisión total de este compuesto (Insum y Wett, 2008). El metano en las plantaciones de arroz inundadas se origina a partir del 5 Ciencias Ambientales 46: 5-14, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 se encontró una diferencia significativa (p < 0,05) en los valores entre las distintas variedades de arroz y los tipos de suelos objeto del diseño experimental. Palabras clave: flujos de emisión de metano y óxido nitroso, cultivo de arroz, Guanacaste-Costa Rica. between different rice varieties and soil types subject experimental design. Keywords: methane and nitrous oxide emission fluxes, rice plantation, Guanacaste-Costa Rica. establecimiento de condiciones anaerobias en el sistema, en donde este gas se emite a través de las capas del suelo ya sea por ebullición, difusión a través de la capa de agua de inundación o mediante la aerénquima de las plantas (Aulakh et al., 2001). La mineralización completa de la materia orgánica en ambientes anaeróbicos, donde las concentraciones de sulfatos y nitratos son bajas, se produce a través de la fermentación metanogénica que origina CH4 y CO2. Esta transformación requiere acciones sucesivas de cuatro poblaciones de microorganismos que degradan moléculas complejas en compuestos más simples: • • A. Baltodano. Arrozales, Guanacaste, Costa Rica. 6 hidrólisis de polímeros biológicos en los monómeros (glúcidos, ácidos grasos, aminoácidos) por una microflora hidrolítica que puede ser aeróbica, o facultativamente, o estrictamente anaeróbica; acidogénesis a partir de compuestos monoméricos y compuestos intermedios formados durante la fermentación (producción de ácidos grasos volátiles, ácidos orgánicos, alcoholes, H2 y CO2) por una microflora fermentativa que puede ser facultativamente anaerobica o estricta; •acetogénesis de los metabolitos anteriores por una microflora microbiana o homoacetogénica, y •metanogénesis a partir de los compuestos simples que pueden ser utilizados por los metanógenos (en particular, H2 + CO2 y acetato), que constituye el último paso de la fermentación metanogénica. Las dos vías mayoritarias de formación de metano en ambientes donde la descomposición orgánica de material es importante son la acetotrófica o la reducción de CO2 por acción del H2. A pesar del bajo número de especies metanogénicas que pueden utilizar el acetato como fuente de carbono (14 %), los acetotrofos generalmente se A. Baltodano. Arrozales, Guanacaste, Costa Rica consideran responsables de alrededor de dos tercios del CH4 producido (Yu del cultivo, el tipo de suelo, la naturaleza del feret al., 2004). tilizante aplicado, la concentración atmosférica de Estudios recientes (Beaulieu et al., 2008; fondo, la gestión del agua en la plantación (Zou et Cai et al., 1997; Dobbie y Smith, 2003; Khalil et al., 2005; Liu et al., 2010), la topografía y geomoral., 2002; Kroeze et al., 1999; Toyoda et al., 2011) fología del terreno, entre otras (Gupta et al., 2009). han demostrado que se emiten cantidades imporLa utilización de fertilizantes afecta las emitantes de N2O desde las plantaciones de arroz, las siones de gases de efecto invernadero procedentes cuales pueden atribuirse al efecto combinado de la del suelo, ya sea por influir en el crecimiento de la fertilización con nitrógeno y a la gestión del agua planta de arroz (desarrollo de aerénquima y foren la plantación (Nishimura et al., 2004; Yu et al., mación de raíz), lo cual propicia modificaciones en 2004). El óxido nitroso es producido por bacterias la comunidad microbiana del suelo (metanógenos quimiolitótrofas oxidantes de amonio a través del y metanotrofos), o por cambios en las diferentes proceso de nitrificación-desnitrificación, así como propiedades físico-químicas del suelo. La adición por heterótrofos desnitrificantes, en presencia de de fertilizantes nitrogenados al suelo aumenta la amonio (NH4+), nitrato (NO3-), carbono orgánico bioemisión de CH4 en un 97 % y reduce la absorción degradable (C) y un suministro temporal de oxígeno de CH4 en el suelo en un 34 %. Este tipo de fertirestringido (Aulakh et al., 2001). lizante estimula la producción de CH4 en suelos Las emisiones de metano y óxido nitroso en mientras que inhibe la oxidación de CH4 en el plantaciones de arroz muestran una gran variasuelo y ocasiona el descenso de su absorción (Bobilidad resultante de la influencia de un complejo dilier, 2011). conjunto de factores, tales como el transporte y la El objetivo del presente artículo es mostrar naturaleza de la materia orgánica, la morfología los resultados de la medición de flujos de metano Jorge Herrera, Víctor H. Beita, David Solórzano, Hazel Argüello y Agustín Rodríguez Determinación de emisiones de metano y óxido nitroso generadas en plantaciones de arroz en Guanacaste, Costa Rica Ir a contenido Ir a contenido 7 Ciencias Ambientales 46: 5-14, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 Tabla 3. Ajuste de las condiciones para el análisis cromatográfico de CH4 y N2O Tabla 1. Características de las áreas de plantación de arroz donde se efectuaron las mediciones de flujos de metano y óxido nitroso. Época lluviosa de 2012 en el cantón de Liberia, Guanacaste, durante Área sembrada el período lluÁrea Variedad de arroz Lote durante el Tipo de suelo vioso de 2012 (Ha) plantado invierno 2012 (julio-noviem(Ha) bre) y en la époTres lagunas 140 140 Inta Puita Iceptisol ca seca de 2013 Zapal 68 68 Palmar 18 Iceptisol (enero-abril), de acuerdo con las Algodones # 1 60 60 CL Guri/Puita Iceptisol características Playitas 83 68 Inta Puita Iceptisol indicadas en la Presas 115 115 Inta Puita Iceptisol/Vertisol tabla 1. En cada uno de los loPasquiel 70 60 Inta Puita Vertisol tes se seleccionó Bancales Arriba 48 48 Xl 723+XP744+Inov ST Iceptisol un área de una hectárea para Enaguas 83 83 CL-745+Inov Iceptisol realizar la camRío Seco #1 Norte 114 114 Inta Puita Iceptisol paña de toma Río Seco #3 Norte 102 102 Inta Puita Iceptisol de muestras. El programa de fery óxido nitroso en plantaciones de arroz ubicadas tilización aplicado durante la siembra fue unien una región de la provincia de Guanacaste –Cosforme en todos los lotes y se puede observar en ta Rica–, bajo la influencia de distintas variables la tabla 2. (diferentes variedades de arroz y variaciones en el tipo de suelo), con el fin de realizar una contribuMedición de flujos de metano y óxido nitroso ción preliminar a la construcción de una métrica Los flujos de metano y óxido nitroso se deternacional para el cálculo de emisiones en este tipo minaron utilizando la técnica de la cámara estática. de actividades. Las cámaras se construyeron empleando un tubo de cloruro de polivinilo cilíndrico opaco con un diámetro medio de 36 cm y una altura efectiva de 50 cm. Cada cámara estaba equipada con un ventilador Sitio de Tabla 2. Programa de fertilización aplicado durante la siembra de las plantaciones estudio de arroz donde se efectuaron las mediciones de flujos de metano y óxido nitroso Las meDías después de Tipo de fertilización Fórmula aplicada kg/ha diciones de flugerminación jos de metano 8-40-12 o 10-50-0 Fertilización I 1 300 y óxido nitroso (NPK) se ejecutaron 1 KCl 200 en diez lotes de Fertilización II 22 Urea 300 plantación de 26-0-26 Fertilización III 65 200 arroz ubicados (NPK) accionado por una batería seca ubicada en la parte superior de la cámara para asegurar una mezcla adecuada del aire dentro de la cámara, y un pequeño puerto de muestreo lateral utilizado para tomar las muestras. En cada lote, las cámaras se colocaron de forma que la parte inferior de la cámara se encontrara siempre bajo el nivel de agua del arrozal para asegurar un sellado hermético a los gases. Las mediciones de flujo se llevaron a cabo por duplicado en un mismo sitio de muestreo. Los flujos de CH4 y N2O se midieron con una frecuencia semanal desde el inicio de la siembra y se finalizaron una semana antes de la cosecha. Dos colinas (es decir, seis plantas) fueron cubiertas por cada cámara, en promedio, durante los muestreos. Las cámaras se colocaron en el sitio de muestreo por períodos no superiores a 40 minutos, con el fin de no generar microclimas dentro de ellas. Los muestreos se realizaron siempre en horas de la mañana. Durante la medición del flujo se colectaron cuatro muestras de gas del aire ubicado en el espacio superior de la cámara usando una jeringa de plástico de 12 ml a 0, 10, 20 y 30 min después de la ubicación de la cámara, Se tomaron 11 ml del aire dentro de la cámara y se colocaron en un tubo de vidrio al vacío, de 10 ml. La jeringa se insertó varias veces para mezclar el aire dentro de la cámara antes de sacar la muestra. Todas las muestras fueron transportadas al laboratorio y guardadas en el refrigerador para ser analizadas al día siguiente, a más tardar. Los flujos de metano J (mg CH4 m–2 h–1) se determinaron utilizando la siguiente ecuación: 8 Determinación de emisiones de metano y óxido nitroso generadas en plantaciones de arroz en Guanacaste, Costa Rica Materiales y métodos Condición Metano Óxido nitroso Temperatura del puerto de inyección (°C) 200 200 Temperatura de la columna (°C) 35 35 Ionización de llama (FID) Captura de electrones (ECD) Temperatura del detector (°C) 300 250 Flujo de gas de arrastre (ml/min) 12 6 PLOTQ Porapak Q Detector Columna J = dc M P T0 H1 dt V0 P0 T Donde dc/dt (mol h–1) es la tasa de cambio de la concentración; M (mg mol–1) es la masa molar del CH4 o N2O, según corresponda; P (Pa) es la presión atmosférica en el sitio de muestreo; T (K) es la temperatura absoluta registrada durante el tiempo de muestreo; V0 (m3), P0 (Pa), T0 (k) son el volumen molar, la presión atmosférica y la temperatura absoluta a condiciones estándar, respectivamente; H (m) es la altura de la cámara sobre la superficie del agua. Análisis químico Las muestras se analizaron usando un cromatógrafo de gases Agilent 7890A, de acuerdo con las condiciones indicadas en la tabla 3. Con ambos gases se utilizó una curva de calibración para la cuantificación de las muestras, utilizando cilindros de gas de concentraciones estándar certificados (marca Scott) de 0,5, 1, 4, 10 y 15 mmol/mol. El límite de detección es de 1 y 0,2 mg/m2d para metano y óxido nitroso, respectivamente. La tasa de aumento de CH4 y N2O en el aire dentro de la cámara se calculó a partir de una regresión lineal con el cambio de la concentración de gas dentro de la cámara, en función del tiempo. Se hicieron correcciones para la temperatura y la presión. Jorge Herrera, Víctor H. Beita, David Solórzano, Hazel Argüello y Agustín Rodríguez Ir a contenido Ir a contenido (1) 9 Ciencias Ambientales 46: 5-14, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 Tabla 4. Flujos de emisión de CH4 y N2O obtenidos para cada uno de los lotes de plantaciones de arroz evaluados en el 2012-2013 Lote Número de muestras CH4 (kg/ ha*día) N2O (mg/ ha*día) Variedad de arroz plantado Tipo de suelo Tres lagunas 31 1,9 ± 0,6 0,4 ± 0,2 Inta Puita Iceptisol Zapal 30 0,9 ± 0,5 0,7 ± 0,4 Palmar 18 Iceptisol Algodones # 1 28 0,12 ± 0,08 0,6 ± 0,3 CL Guri/Puita Iceptisol Playitas 30 1,1 ± 0,5 1,0 ± 0,4 Inta Puita Iceptisol Presas 30 0,14 ± 0,09 1,1 ± 0,5 Inta Puita Iceptisol/Vertisol Pasquiel 25 0,4 ± 0,2 0,11 ± 0,06 Inta Puita Vertisol Bancales Arriba 30 0,8 ± 0,5 0,5 ± 0,3 Xl 723+XP744+Inov ST Iceptisol Enaguas 26 0,2 ± 0,1 0,7 ± 0,4 CL-745+Inov Iceptisol Río Seco #1 Norte 31 0,5 ± 0,3 0,6 ± 0,3 Inta Puita Iceptisol Río Seco #3 Norte 31 0,7 ± 0,3 0,4 ± 0,2 Inta Puita Iceptisol [* ] El dato expresado como “ ± ” corresponde a la desviación estándar del factor. En forma adicional a la toma de muestras de flujos de gases, se monitoreó la altura de la planta, la cual se midió en centímetros, desde el suelo hasta el ápice de la panícula del tallo más alto. Análisis estadístico El valor de los flujos de CH4 y N2O para cada zona se calculó promediando las seis repeticiones para cada día de muestreo. El test de Mann-Whitney U fue utilizado para determinar si existían diferencias en los flujos instantáneos de CH4 entre zonas. Los análisis de varianza (ANOVA), en los que cada campaña de muestreo se trató como una variable independiente, se utilizaron para probar si existen diferencias significativas en los flujos de CH4 y N2O entre lotes. Resultados y discusión Los promedios de flujo de metano y óxido nitroso obtenidos para las mediciones en los diferentes lotes de arroz, con su respectiva desviación 10 estándar, se presentan en la tabla 4. Al analizar los resultados se puede inferir que no existe una diferencia significativa (p < 0,05) en los valores de flujos de metano y óxido nitroso entre las distintas variedades de arroz y los tipos de suelos objeto del diseño experimental. Durante las primeras etapas de crecimiento del cultivo (plántulas con alturas promedio inferiores a 30 cm), los flujos de emisión de CH4 se registraron en el rango de 0,01 a 0,30 kg ha-1 d-1 (figura 1). Dichos valores son significativamente (p < 0,05) más bajos que los registrados al final de la etapa de producción, justo antes de la cosecha, donde se alcanzaron valores de 2,89 a 4,42 kg ha-1 d-1. Lo anterior puede deberse a la baja tasa de producción de metano en el suelo, la mala conductividad del CH4 en este medio y al escaso desarrollo de la estructura interna de la aerénquima de la planta en las primeras etapas (Parlanti et al., 2011). Trabajos de investigación similares han establecido que aproximadamente el 90 % de las emisiones de CH4 en las plantaciones de arroz son conducidas a la atmósfera Tabla 5. Variación de los flujos de emisión de CH4 obtenidos en época mediante el transporte a lluviosa respecto de los correspondientes al período seco través de la aerénquima Factor de emisión CH4 (kg/ha*día) Lote de la planta (Aulakh et al., Lluviosa Seca 2002). En el presente esTres lagunas 2,03 1,79 tudio, si se realiza una coZapal 0,99 0,66 rrelación entre los flujos de emisión en las plantaciones Algodones #1 0,15 0,10 de arroz versus la altura de Playitas 1,84 0,72 la planta, se encuentran Presas 0,11 0,19 coeficientes de Spearman Pasquiel 0,64 0,35 comprendidos en el rango Bancales Arriba 0,95 0,73 entre 0,789 y 0,885, lo que evidencia el importante Enaguas 0,32 0,14 aporte del desarrollo de esRío Seco #1 Norte 0,31 0,77 tructuras fisiológicas interRío Seco #3 Norte 1,08 0,61 nas en la planta en el rol de las emisiones de este gas. La emisión de CH4 acumulada registrada en significativamente en los períodos posteriores al traépoca lluviosa resultó significativamente (p < 0,05) tamiento de los lotes con fertilizantes nitrogenados. más alta que en el período seco (tabla 5). Corton et En la mayoría de los casos se reportaron aumentos al. (2000) y Epule et al. (2011) también han regiscomprendidos entre el 10 y 22 %, con respecto a los trado emisiones significativamente mayores duvalores registrados en la semana anterior, hecho rante la estación húmeda en plantaciones de arroz. que muestra una tasa de cambio mayor a la acuLo anterior puede deberse a que, mientras mayor mulada en el tiempo. La aplicación de fertilizantes sea el espesor de la capa de agua colocada sobre el nitrogenados disminuye el valor de la relación C/N suelo en las plantaciones, más grandes serán los y aumenta la actividad microbiana del suelo, lo que potenciales de reducción en el nivel del suelo. conduce a una mayor producción de CH4 en la maCorton et al. (2000) han reportado que duyor parte del suelo (Liang et al., 2011). rante la época lluviosa se tiende a observar inEn forma adicional, el hecho de que el fercrementos de hasta un 10 % en el contenido de tilizante aplicado contuviera P y K podría haber carbono orgánico del suelo, en comparación con la causado un incremento en la emisión de CH4, ya época seca, en plantaciones de arroz. Una condique la limitación de estos dos elementos en el ción de potencial mayor de reducción en el suelo, suelo provoca condición de estrés fisiológico en la sumada a un incremento en los contenidos de carplanta. La liberación de los ácidos orgánicos a la bono orgánico durante el período de lluvias, puerizosfera, como exudados de las raíces bajo condide haber facilitado la actividad de los organismos ciones de P o K deficientes, pueden aumentar la metanogénicos lo cual desencadenó una mayor producción de CH4 en la rizosfera de las plantas. producción de CH4 en las plantaciones. Dicho incremento en las emisiones de metano, geAl analizar el comportamiento de los danerado después de la aplicación de fertilizantes tos durante todo el período de siembra, se enconN-P-K, resultó ser menor en época lluviosa (15-18 tró que los flujos de emisión de CH4 aumentaban %) que en la temporada seca (8-12 %), situación Jorge Herrera, Víctor H. Beita, David Solórzano, Hazel Argüello y Agustín Rodríguez Determinación de emisiones de metano y óxido nitroso generadas en plantaciones de arroz en Guanacaste, Costa Rica Ir a contenido Ir a contenido 11 Ciencias Ambientales 46: 5-14, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 que se puede atribuir a una mayor acumulación de carbono orgánico en el suelo, la cual indiscutiblemente afecta el valor de la relación C/N. Si se analiza el comportamiento de las emisiones de N2O durante todo el proceso de cultivo, se puede observar que este gas presenta un comportamiento inverso al caso del metano, ya que los flujos de emisión más altos se registran al inicio del cultivo y van disminuyendo paulatinamente conforme avanza el período de cosecha (figura 1). El incremento de las emisiones de N2O en el período de crecimiento inicial observado, en el presente estudio, puede atribuirse probablemente al aumento del contenido de carbono orgánico en el suelo. La disponibilidad de carbono orgánico se considera un factor importante que influye en los procesos de nitrificación y las reacciones de desnitrificación que ocurren simultáneamente en los micrositios aeróbicos y anaérobicos del suelo. Los picos de emisión que se observan en el gráfico corresponden con los períodos de fertilización, que facilitan una mayor disponibilidad de sustratos para reacciones de nitrificación y desnitrificación. Diversos estudios han demostrado que se genera un incremento en los niveles de N2O, posterior a la aplicación de fertilizantes nitrogenados (Aulakh et al., 2001), e inclusive dichos valores pueden permanecer altos durante varias semanas, antes de regresar a los niveles de fondo después de la fertilización. Tal como sería de esperar, los valores de flujos de emisión de N2O obtenidos en época seca resultaron ser mayores a los correspondientes al período lluvioso (tabla 6). Durante la temporada de lluvias, se incrementa el contenido de carbono orgánico en el suelo. En muchos casos, ese incremento se puede atribuir a la exudación radicular resultante del aumento de la biomasa de raíces del cultivo. Con el aumento de la descomposición de residuos de la planta en el suelo, el carbono orgánico disuelto en el suelo tiende a aumentar y genera reducciones significativas en las emisiones de N2O (Huang et al., 2004). 12 Figura 1. Variación temporal de los flujos de emisión de metano y óxido nitroso en las plantaciones de arroz evaluadas (2012-2013) A. Baltodano. Arrozales, Guanacaste, Costa Rica • Conclusiones Como parte del alcance del presente trabajo se pueden considerar las siguientes conclusiones: • • Existe una relación directa entre el crecimiento de las plantas de arroz y las emisiones de metano generadas en este cultivo, la cual se puede deber al desarrollo fisiológico de estructuras como la aerénquima. Las emisiones de metano registradas en época lluviosa resultaron ser mayores a los valores reportados para el período seco, lo que evidencia una posible influencia del contenido de carbono en el suelo y de la altura de • la capa de agua presente en la plantación, las cuales favorecen las condiciones de reducción en el suelo. Este comportamiento es inverso al registrado para el caso del óxido nitroso, donde el aumento de la descomposición de residuos de la planta en el suelo y el carbono orgánico disuelto en el suelo tienden a aumentar en época lluviosa y genera reducciones significativas en las emisiones de este gas. La inexistencia de diferencias significativas entre los flujos de CH4 y N2O registrados para diferentes variedades de arroz y tipos de suelo debe ser tomada con cautela, ya que el trabajo realizado corresponde a lotes ubicados en un mismo lugar geográfico, en donde la posibilidad de que se presenten gradientes importantes de concentración en especies químicas como el hierro es menor. En el caso del metano, el factor de emisión obtenido resulta ser menor al reportado por el Instituto Meteorológico Nacional y al correspondiente al IPCC; sin embargo, se debe realizar estudios en otras áreas geográficas para lograr una mayor representatividad que permita avanzar al desarrollo de un verdadero factor nacional de emisión. Referencias Aulakh, M. S., Wassmann, R. y Rennenberg, H. (2001). Methane emissions from rice fields quantification, mechanisms, role of management, and mitigation options. Advances in Agronomy 70, 193-260. Aulakh, M. S., Wassmann, R. y Rennenberg, H. (2002). Methane transport capacity of twenty-two rice cultivars from five major Asian rice-growing countries. Agriculture, Ecosystems & Environment 91, 59-77. Bodilier, P. L. E. (2011). Interaction between nitrogenous fertilizers and methane cycling in wetland and upland soils. Current opinion in environmental sustainability 3 (5), 379-388. 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Diagnóstico preliminar de los niveles de emisión de amoníaco y sulfuro de hidrógeno en distintas modalidades de producción en granjas avícolas en Costa Rica Jorge Herrera, José F. Rojas y Asdrúbal Bolaños J. Herrera, especialista en química y física de la atmósfera, es coordinador del Laboratorio de Análisis Ambiental de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional (Costa Rica) ([email protected]). J. Rojas, químico, es investigador en el mismo Laboratorio ([email protected]). A. Bolaños es ingeniero químico de la Universidad de Costa Rica ([email protected]). Resumen Se realizó la caracterización de las emisiones de amoníaco y sulfuro de hidrógeno generadas en las diferentes modalidades de producción dada en granjas avícolas existentes en Costa Rica. Se encontró que las granjas de producción de huevos poseen las emisiones más importantes, debido a que, en su mayoría, utilizan sistemas de manejo tipo jaula con fosa que generan una alta emisión de amoníaco (16 ppm). Mientras, las granjas de engorde presentaron las emisiones más bajas, como consecuencia de que, casi en su totalidad, usan sistemas de manejo abierto, los cuales son de baja emisión (6 ppm). No se encontraron concentraciones significativas de Abstract A characterization of the ammonia and hydrogen sulfide emissions generated by different production models in poultry farms of Costa Rica was carried out. It was found that egg production farms have the largest emissions since they mostly use management systems based on cages with pits which generates a high emission of ammonia (16 ppm). While the fattening farms had the lower emissions since they mostly use open systems, which are low ammonia emission models (6 ppm). There were no significant concentrations of hydrogen sulfide in the evaluated models, except when a mechanical removal of mounds of chicken manure, Jorge Herrera, Víctor H. Beita, David Solórzano, Hazel Argüello y Agustín Rodríguez Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales Ir a contenido Ir a contenido Introducción E n el interior de las granjas avícolas se generan emisiones capaces de afectar la salud de trabajadores y de vecinos. Estas suelen ser una mezcla de gases (amoníaco y sulfuro de hidrógeno), compuestos orgánicos volátiles (COV) y partículas. Los efectos causados son esencialmente los mismos sobre seres humanos y animales (MAPA, 2006). La mayoría de los gases producidos por la actividad agropecuaria se genera como consecuencia de procesos naturales tales como el metabolismo animal y la degradación de las heces y la orina. Su emisión depende de diferentes factores asociados al diseño y mantenimiento de las instalaciones, así como de la gestión que se realice durante los procesos de almacenamiento, tratamiento y reutilización agrícola de los desechos. Esto ha ocasionado que algunas actividades 15 Ciencias Ambientales 46: 15-26, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 sulfuro de hidrógeno, excepto cuando se hizo la remoción mecánica del apilamiento de excretas almacenadas por varias semanas y se hallaron picos de emisión de hasta 163 ppm. La dispersión atmosférica de las emisiones de amoníaco fue modelada utilizando el AERMOD (USEPA), para evaluar el impacto en los alrededores. Se encontró cumplimiento con el reglamento de inmisiones a distancias más allá de los perímetros de las granjas; sin embargo, en algunos casos es posible sobrepasar el límite de detección olfatoria que normalmente representa una de las quejas más comunes por este tipo de actividades. with several weeks of storage, took place. A peak of 163 ppm of hydrogen sulfide was observed during the process. The ammonia emissions were modeled for some farms using an atmospheric dispersion model, AERMOD (USEPA), to determine the impact in the surroundings. Using the results of the validated model, it was found that the ammonia concentrations around the farms met the local regulation for air quality. But in some cases is highly probable to exceed the odor threshold for ammonia, which is one of the main complaints of the population living around this kind of agricultural and livestock activities. Palabras clave: amoníaco, emisiones de fuentes de área, granjas avícolas, modelo de dispersión atmosférica, olores. Keywords: ammonia, area source emissions, atmospheric dispersion model, odours, poultry farms. generen conflictos con las comunidades vecinas por diversas razones; una de ellas, las quejas por olores. El olor es uno de los impactos más perceptibles generados por las actividades productivas en el sector avícola y, por lo tanto, es el problema más sentido por la población. Se debe distinguir entre las sustancias olorosas (compuestos capaces de producir olor) y el olor (percepción del efecto de una sustancia olorosa cuando el sistema olfativo la detecta). Por lo tanto, es una cuestión subjetiva pero necesaria de abordar, puesto que es la principal fuente de molestias para las poblaciones cercanas, que reduce su calidad de vida e incluso devalúa las propiedades colindantes. De los compuestos químicos presentes en los desechos agropecuarios que contribuyen a la generación de malos olores, cabe destacar el amoníaco, el sulfuro de hidrógeno y los compuestos orgánicos volátiles. Estos últimos se generan en el intestino grueso por la acción de las bacterias anaeróbicas sobre los carbohidratos, proteínas y ácidos grasos. Hasta el momento, se identifican más de 150 compuestos con olores desagradables, algunos de los cuales tienen límites de detección muy bajos (por debajo de 1 ppb). Por esta razón, es muy complicado medir el olor y mucho más regularlo a través de un reglamento objetivo (Wark, 2008). En las aves, el amoníaco proviene de las excretas, que se constituyen principalmente en ácido úrico, y en la mayoría de las condiciones se transforma rápidamente en urea. Seguidamente, ocurre la hidrólisis de la urea por la acción de la enzima ureasa liberada por ciertos grupos de bacterias eliminadas con las heces, como se observa en las siguientes ecuaciones (1 y 2). UREA Ureasa NH 4+ + H 2O 16 2 NH 4+ + 2CO32− (1) NH 3( g ) + H 3O + (2) Cuadro 1. Principales compuestos relacionados con olores en granjas avícolas Sustancia Olor Densidad (g/L) Valor límite (ppm) H2S Huevo podrido 1,54 (más pesado que el aire) 10 NH3 Punzante 0,77 (más ligero que el aire) 25 Los principales factores involucrados en el equilibrio químico de la última ecuación son: la temperatura de la excreta, la temperatura ambiente, la ventilación, el pH de la excreta, su contenido en amonio, el grosor de la capa de excretas y la superficie de contacto excreta-aire (MAPA, 2006). El amoníaco es un gas irritante con un olor característico (picante), incoloro y más ligero comparado al aire. La concentración habitual en las explotaciones oscila entre 5 y 20 ppm. Concentraciones superiores producen irritación nasal y ocular. A partir de 50 ppm producen cefaleas. No es letal hasta los 5000 ppm. Se describe en numerosas ocasiones que a partir de 30 ppm lleva a disminuir la ingesta y las producciones, tanto de huevos como de carne. De igual modo, se describe su capacidad, en condiciones experimentales, de facilitar las infecciones por virus y micoplasmas (MAPA, 2006). La volatilización del amoníaco de cualquier operación de AFO (por sus siglas: Animal Feeding Operations) varía significativamente dependiendo de la concentración de este gas, de la temperatura, del pH y del tiempo de almacenaje total. Las emisiones dependerán de la cantidad del amoníaco-nitrógeno disponible en disolución para poder reaccionar y producir amoníaco, o bien generar el amonio ionizado (NH4+), el cual es permanente. En la disolución, el equilibrio entre el amoníaco ionizado (NH4+) y la especie no ionizada (NH3) se controla por el pH y la temperatura. Bajo condiciones ácidas (valores de pH de menos de 7,0), el amonio es la especie predominante y la Impacto en los animales < 2 ppm: cambios fisiológicos y de comportamiento. 2-5 ppm: irritación respiratoria. > 800 ppm: letal. > 20 ppm: irritación de las vías respiratorias. > 20 ppm: cefaleas. > 5000 ppm: letal. volatilización del amoníaco ocurre a una tasa más baja con respecto a valores de pH más altos. Sin embargo, una cierta volatilización del amoníaco ocurre incluso bajo condiciones moderadamente ácidas. Bajo condiciones ácidas, el amoníaco que se volatiliza será remplazado, debido al reestablecimiento continuo del equilibrio entre las concentraciones de la especie ionizada y no ionizada del gas en la disolución. Conforme el pH aumenta por encima de 7, la concentración del amoníaco aumenta al igual que el índice de la volatilización de este (USEPA, 2001). El otro contaminante importante generado por las actividades agropecuarias es el sulfuro de hidrógeno, el cual tiene su origen en los procesos de reducción anaeróbica de determinados aminoácidos azufrados (metionina y cistina) y presenta un olor característico a huevos podridos. Es incoloro y más denso que el aire. Por esta razón, se concentra en las partes bajas (fosos) de cualquier estructura de contención. Aunque se produce en cantidades muy pequeñas, es el gas más tóxico que se puede originar en las explotaciones agropecuarias. Puede afectar desde concentraciones bajas (< 1 ppm), dependiendo del tiempo de exposición, y causa cambios de comportamiento y fisiológicos (cambios en la frecuencia de alimentación, incremento del ritmo cardiaco y de la frecuencia respiratoria). A partir de 50 ppm causa náuseas, vómitos y afectación del sistema nervioso con pérdida de conciencia. Termina siendo letal a partir de 800 ppm, debido al edema pulmonar que ocasiona (MAPA, 2006). Jorge Herrera, José F. Rojas y Asdrúbal Bolaños Diagnóstico preliminar de los niveles de emisión de amoníaco y sulfuro de hidrógeno en distintas modalidades de producción en granjas avícolas en Costa Rica Ir a contenido Ir a contenido 17 Ciencias Ambientales 46: 15-26, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 Es difícil encontrar concentraciones elevadas de sulfuro de hidrógeno en las explotaciones avícolas. El mayor peligro se produce cuando se manipula el lecho acumulado en los fosos de eyecciones (excretas) durante períodos largos. En el momento del vaciado se pueden producir picos en la liberación de este gas que pueden resultar tóxicos. También los trabajadores deben tener cuidado cuando ingresan a las fosas de almacenamiento, especialmente cuando sean cubiertas. Diferentes organizaciones de seguridad en el trabajo recomiendan no superar los 20 ppm (MAPA, 2006). En el siguiente cuadro se resumen las principales características del amoníaco y del sulfuro de hidrógeno. Aunque en las explotaciones intensivas se manejan densidades muy elevadas de animales, en algunos sistemas de manejo no se suelen encontrar concentraciones muy elevadas de los gases señalados, ya que se eliminan al exterior mediante los sistemas de ventilación mecánica con que suelen contar este tipo de instalaciones. En el sector avícola costarricense se distinguen cuatro principales modalidades de producción de alto impacto: • • • • Granjas de reproducción e incubación integradas. Crianza y desarrollo de aves de reemplazo. Granjas para la producción de huevos de consumo. Granjas para la producción de pollos de engorde. En forma complementaria a las anteriores modalidades de producción, se han desarrollado las fábricas dedicadas a la elaboración de alimentos avícolas, las plantas destinadas exclusivamente a la incubación comercial de huevos fértiles y plantas para el procesamiento de pollo de engorde y gallinas que han finalizado su ciclo productivo. En Costa Rica las modalidades de la empresa avícola que han alcanzado mayor grado de expansión son las de producción de huevos 18 para consumo y la de producción de pollos de engorde (broiler). En estos modelos de producción normalmente se manejan 3 sistemas de explotación (Vaca, 2003): • • • • • Las diferencias entre ellos están en la forma de hacer un control de la temperatura y la humedad interna, según la ubicación geográfica (condiciones meteorológicas locales), para garantizar las condiciones suficientes que permitan un hábitat óptimo para las aves, con el fin de mantener un alto índice de producción. Esta variable hace una diferencia importante en las tasas de emisión de compuestos químicos relacionados con olores molestos. Existen distintos tipos de medidas que pueden implementarse para el control de los olores en las granjas avícolas. Algunos de ellos obedecen al sistema de manejo y operación desarrollado en el galpón y otros a las medidas de índole nutricional. Estas últimas son muy adecuadas por su efectividad en minimizar las emisiones, su facilidad de incorporación en la rutina de manejo de la explotación y porque además resultan económicamente viables, cuando no claramente favorables en ahorro de costos. Entre las medidas relacionadas con el tipo de manejo están las basadas en la remoción de la gallinaza (excretas) de la galera o del galpón, de cada tres a cuatro días (Fernández, 2007). Sin embargo, antes de implantar alguna medida, es necesario primero conocer cómo se comportan las emisiones para los diferentes tipos de manejo que pueden darse en los galpones y así poder escoger la decisión más eficiente para cada caso. El presente estudio busca hacer un diagnóstico de cómo los distintos tipos de manejo en el sector avícola afectan las emisiones de amoníaco y sulfuro de hidrógeno, reconocidos compuestos químicos relacionados con problemas de olores molestos. Tipo familiar. Semiconfinamiento. Confinamiento total. Sistema de explotación de tipo familiar: se practica principalmente en áreas rurales y semiurbanas. En las casas se mantienen, en el patio o en galerones, algunas gallinas y pollos para consumo interno y así se complementa con carne y huevos la dieta familiar. Los excedentes de los productos no consumidos se venden para aumentar el ingreso del hogar (Vaca, 2003). Sistema de explotación en semiconfinamiento: implica un mayor grado de inversión inicial y de tecnología comparado a la explotación de tipo familiar. Se practica con mayor frecuencia en sitios donde el valor de la tierra no es muy elevado y se cuenta con extensiones de terreno con pastos naturales, que pueden suplir, en parte, la alimentación de las aves. Las construcciones que se emplean para alojarlas durante la noche consisten, generalmente, en una caseta o galpón rodeado por un área verde. El perímetro del área verde se delimita por una cerca de alambre, que impide a las aves alejarse del sitio de confinamiento (Vaca, 2003). Sistema de explotación en confinamiento total: las aves permanecen confinadas bajo techo durante toda su vida. Con esto se pretende controlar, hasta en sus menores detalles, los factores que más influyen en la productividad de las aves, tales como la salud, la alimentación y el manejo del potencial productivo (Vaca, 2003). Este último sistema es uno de los más utilizados en los modelos de explotación intensiva de Costa Rica, donde el tipo de caseta o galpón utilizado varía, los más comunes son los siguientes tres tipos: • Sistemas de casetas de ambiente controlado. Sistemas de casetas de ambiente semicontrolado. Sistemas de casetas abiertas. Metodología Para el estudio se escogieron distintas granjas que contaran con las principales modalidades de operación más utilizadas en Costa Rica: • • • Granjas de reproducción. Granjas para la producción de huevos para consumo. Granjas para la producción de pollos de engorde. Además, para cada modalidad de operación se estudió las emisiones de los principales sistemas de explotación intensiva, los cuales son: • • Sistema de galpones de ambiente semicontrolado. Sistema de galpones abiertos. Tomando en cuenta los criterios mencionados, se hizo un diseño experimental, acorde con los recursos disponibles para el estudio. Este contempló la visita a ocho granjas avícolas distribuidas en cinco provincias, con lo que se muestreó un total de treinta y un galpones. La campaña de muestreo abarcó de junio a setiembre del 2008. En el cuadro 2 se muestra, de manera resumida, el diseño experimental utilizado. Para los muestreos de amoníaco y sulfuro de hidrógeno, se utilizó un analizador multiparámetros automático, marca RAE, modelo Sentry PGM-5010 MULTI-GAS MONITOR, el cual cuenta con sensores electroquímicos específicos con una resolución de 1 ppmv. Antes de cada día de muestreo se calibró el equipo empleando cilindros de concentración certificada. Además, durante los muestreos, después de cada 15 minutos de medición continua, se hizo una calibración del cero con aire fresco para evitar saturar los sensores (SentryRae, 2002). Este equipo se colocó a una altura no mayor a 10 centímetros con respecto al nivel del lecho, debido a que el sulfuro de hidrógeno es aproximadamente 1,54 veces más denso que el aire en condiciones normales, por lo que tiende a estar cerca del suelo. Cada galpón seleccionado fue dividido en una cuadrícula de ocho partes y se hicieron mediciones en el centro de cada cuadrícula en intervalos de 15 minutos, en la mañana de las 9.00 h a Jorge Herrera, José F. Rojas y Asdrúbal Bolaños Diagnóstico preliminar de los niveles de emisión de amoníaco y sulfuro de hidrógeno en distintas modalidades de producción en granjas avícolas en Costa Rica Ir a contenido Ir a contenido 19 Ciencias Ambientales 46: 15-26, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 Cuadro 3. Promedios obtenidos para el galpón VIIA Cuadro 2. Identificación de los sitios de muestreo Modalidad Granja de reproducción Granja de reproducción Granja de reproducción Granja de pollos de engorde Granja de producción de huevos (crecimiento de gallina para puesta) Granja de producción de huevos (crecimiento de gallina para puesta) Identificación de granja I II III IV V VI Granja de producción de huevos (gallina ponedora) VII Granja de reproducción VIII 20 Identificación de galpón Sistema de explotación A Abierto B Túnel C Túnel D Abierto A Enfriamiento evaporativo B Abierto C Abierto A Enfriamiento evaporativo B Enfriamiento evaporativo C Enfriamiento evaporativo D Enfriamiento evaporativo A Abierto B Abierto C Abierto D Abierto E Fogger F Abierto G Abierto A Jaula con fosa B Jaula con banda transportadora de gallinaza C Galpón de tratamiento de la gallinaza de VB A Abierto B Abierto C Abierto D Abierto A Jaula con fosa B Jaula con fosa C Jaula con fosa D Jaula con fosa A Jaula con fosa B Jaula con banda transportadora de gallinaza Cuadrícula 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Concentración promedio de NH3 (ppm) Concentración promedio de H2S (ppm) Tamaño de la muestra Mañana 11 (1) 12 (1) 24 (2) 30 (12) 38 (3) 37 (5) 34 (3) 12 (2) 23 (1) 25 (4) Mañana ND ND ND ND ND ND ND ND ND ND Mañana 8 8 8 8 8 8 8 8 8 8 Tarde 20 (6) 13 (2) 22 (2) 29 (2) 16 (1) 22 (1) 29 (4) 26 (1) 46 (2) 26 (3) Tarde ND ND ND ND ND ND ND ND 18 (32) 1 (1) ( ): desviación estándar del valor. ND: no detectable, < 1 ppm. las 12.00 h y en la tarde de las 13.00 h a las 16.00 h. De esta manera, se obtuvo un promedio de los flujos de emisión. Además, se registraron las dimensiones de los galpones y variables meteorológicas locales como dirección y velocidad del viento, temperatura y presión barométrica ambiental. Dentro de los galpones se registró la humedad y la temperatura. Resultados y discusión De los galpones muestreados entre las ocho granjas, en tan solo un galpón el equipo registró la presencia de sulfuro de hidrógeno en el aire interno. Se dio para el galpón VIIA, el cual era atípico a todos los muestreados en este proyecto, ya que poseía un área extra utilizada como bodega, en donde se depositaba, en forma de montículos, la gallinaza conforme se iba recogiendo dentro del sistema durante el ciclo de operación del galpón. Estos montículos poseían un estimado de cincuenta semanas y, con el fin de muestrear el galpón por completo, se efectuaron mediciones en esta misma área, se dividió en dos cuadrantes extra del galpón (cuadrantes 9 y 10) y, como se podrá observar en los resultados, el sulfuro de hidrógeno fue mesurable en el ciclo de la tarde. Los resultados para este galpón en específico se muestran en el cuadro 3. En los cuadrantes 9 y 10, en el ciclo de la tarde, a diferencia del de la mañana, el personal de la empresa efectuó la remoción completa de los montículos de gallinaza. Esto incluso generó, para horas de la tarde, que en el cuadrante 9 se registrase un pico de concentración máxima de 163 ppm de sulfuro de hidrógeno en el aire. La presencia del sulfuro de hidrógeno en este galpón, a diferencia de todos los demás medidos, se explica por el hecho de que la gallinaza, al llevar cincuenta semanas de estarse acumulando y no haber sido tratada con el fin de eliminar los microorganismos, permitió el desarrollo de distintos procesos microbiológicos responsables de degradar los compuestos sulfurados presentes en las eyecciones de las aves, lo que produjo el sulfuro de hidrógeno. Esta emisión se detectó solo cuando se dio el proceso de extracción del montículo, porque esta sustancia química, al ser más densa que el aire, se acumuló en los sectores inferiores de los montículos y que por la misma acción mecánica de la remoción se dispersó el sulfuro de hidrógeno al aire. Jorge Herrera, José F. Rojas y Asdrúbal Bolaños Diagnóstico preliminar de los niveles de emisión de amoníaco y sulfuro de hidrógeno en distintas modalidades de producción en granjas avícolas en Costa Rica Ir a contenido Tarde 8 8 8 8 8 8 8 8 40 8 Ir a contenido 21 Ciencias Ambientales 46: 15-26, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 Esta circunstancia genera una acumulación importante que provoca la Concentración Desviación Tamaño de la alta emisión de amoníaco. promedio de NH3 estándar muestra Cuadrícula (ppm) En contraste, los galpones de jaula con banda preMañana Tarde Mañana Tarde Mañana Tarde sentan una emisión mu1 7 19 3,16 2,70 7 7 cho más baja, debido a que 2 5 9 0,82 1,58 8 8 las excretas son constan3 9 11 2,06 2,60 7 7 temente removidas fuera de este hacia una zona 4 4 14 0,64 2,30 8 8 de confinamiento para su 5 6 11 0,46 1,16 7 7 tratamiento. Los galpones 6 13 13 3,53 1,41 8 8 dedicados al tratamiento de la gallinaza presentan 7 15 11 4,33 1,68 7 7 la siguiente emisión más 8 12 13 3,28 0,76 8 8 importante, debido al cúmulo de las excretas y a la descomposición de las especies nitrogenadas. En Para el caso del amoníaco, en el cuadro 4 de el caso de los galpones tipo túnel, al ser de amresultados se observa una tendencia generalizada biente controlado, están completamente cerrados para todos los galpones, donde la concentración y cuentan con abanicos de alta capacidad para popromedio del amoníaco es mayor por la tarde en der controlar la temperatura interna, pero al misrelación con la mañana, y se dan los valores más mo tiempo favorecen el gradiente de difusión del altos en las horas más cercanas al medio día. Esto amoníaco en el suelo hacia el ambiente interno, lo se debe a la presencia de temperaturas más altas, cual explica las altas emisiones observadas. Los lo cual aumenta el flujo de emisión del amoníaco sistemas de manejo por enfriamiento evaporativo acumulado en los lechos por las excreciones de las y el sistema “fogger” mostraron concentraciones aves. Además, se determinó, para todos los casos, intermedias, sin embargo, no son los tipos de malo independiente de esta tendencia del cuadrante nejo más utilizados. Los sistemas de tipo abieren donde se haga la medición. to mostraron los niveles más bajos, esto puede En el cuadro 5 se observa cómo varía la concentración de amoCuadro 5. Promedios obtenidos de acuerdo con el tipo níaco de acuerdo con el de confinamiento en el galpón sistema de manejo (conConcentración promedio NH3 finamiento) utilizado. Los Tipo de manejo (± 0,3 ppm) galpones de tipo jaula con fosa presentaron la maAbierto 5,9 yor emisión, debido a que Enfriamiento Evaporativo 8,9 las excretas son recolec“Fogger” 8,4 tadas en una fosa común ubicada debajo de las hiTratamiento de la gallinaza 14,9 leras de jaulas, y no son Jaula con banda 6,3 removidas durante la esJaula con fosa 15,5 tancia de las aves. Cuadro 4. Concentraciones promedio de amoníaco obtenidas para el galpón IA Túnel 22 10,5 explicarse al estar los galpones Figura 1. Distribución de los tipos de confinamiento completamente abiertos en sus costados (mallas), lo que permite una muy buena ventilación natural por corrientes de aire. Estos sistemas son de los más utilizados por ser prácticos y de bajo costo de mantenimiento; para el estudio representaron un 43 % de los sistemas evaluados entre las ocho granjas seleccionadas (figura 1). Desde el punto de vista de análisis de acuerdo con el tipo de granja (cuadro 6), las de producción de huevos para determinar si existe o no diferencia significapresentaron la mayor emisión de amoníaco, hecho tiva entre las concentraciones de amoníaco obtenique se explica por la preferencia de estas a utilizar das. En el cuadro 7 se resumen los resultados estasistemas de manejo de jaula con fosa, las cuales dísticos del análisis de varianza aplicado. poseen la emisión más importante de todas. En Para ambos casos, se obtuvo que Fcalculado> Fcrítico por lo que sí existe diferencia significativa Cuadro 6. Promedios obtenidos de acuerdo con el tipo de granja entre los sistemas de maConcentración promedio de NH3 (± nejo y entre los tipos de Tipo de granja 0,3 ppm) granja, en cuanto a las Engorde 4,6 concentraciones de amoníaco encontradas. Estas Huevos 11,5 diferencias pueden expliReproducción 9,3 carse según lo discutido anteriormente por las caun caso similar al anterior, pero opuesto, las granracterísticas de cada sistema de manejo de acuerjas de engorde mostraron los valores más bajos de do con el tipo de granja, que poseen un impacto amoníaco al preferir los sistemas de manejo abierimportante en las emisiones netas de amoníaco. to en más del 90 % de los casos, los cuales tienen la Finalmente, se hizo un estudio para deteremisión más baja del gas. Para las granjas de enminar si los flujos de emisión estaban de alguna gorde, existe una combinación más variada de los manera influenciados por la temperatura y humesistemas de manejo, por lo que presentaron una dad relativa interior en el galpón, pues estos paconcentración intermedia. rámetros se controlan muy bien en algunos sisteTanto a los datos logrados por tipo de sistema mas de explotación con ambientes estabilizados. como por tipo Cuadro 7. Resultados del ANOVA de un factor de granja se les aplicó Parámetro Valor de F obtenido Valor de F crítico Resultado un análisis Sí existe diferencia Tipo de granja 3,8140 3,3541 estadístico significativa ANOVA de Sí existe diferencia Tipo de manejo 3,2109 2,5276 un factor significativa Jorge Herrera, José F. Rojas y Asdrúbal Bolaños Diagnóstico preliminar de los niveles de emisión de amoníaco y sulfuro de hidrógeno en distintas modalidades de producción en granjas avícolas en Costa Rica Ir a contenido Ir a contenido 23 Ciencias Ambientales 46: 15-26, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 A través de este modelo de regresión lineal es posible conocer de forma rápida la presencia de amoníaco dentro del galpón, utilizando la variable de temperatura interior. Modelación de las emisiones Para determinar el impacto de las emisiones de amoníaco generadas por las granjas avícolas, se utilizó un modelo de dispersión atmosférica llamado AERMOD, el cual fue desarrollado por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (USEPA), con el propósito de evaluar la distribución de concentraciones de contaminantes alrededor de una fuente de emisión puntual o de área, tomando en cuenta características propias de la fuente y de la meteorología local. A través del modelado de las emisiones se puede establecer la distancia de la granja a la cual las concentraciones de amoníaco son máximas y podrían tener algún efecto perjudicial sobre la poE = 1,107 + 0,346*T (3) blación que habita en ese radio de acción. En la figura 2, se muestra una gráfica en tres dimensioDonde:E = emisiones de amoníaco, ppm. nes de los resultados arrojados por el modelo para T = temperatura, °C. el galpón V-C (cuadro 8), el cual presentó las mayores emisiones de amoníaco durante la etapa de muestreos. En este caso, las concentraciones máximas (alFigura 2. Modelado de la dispersión de las emisiones rededor de 20 ppm) se alcande amoníaco para el galpón V-C zaron entre los 10 y 20 metros en la dirección predominante del viento. Los resultados del modelo fueron validados mediante mediciones perimetrales de amoníaco alrededor de tres granjas seleccionadas (II, VI, VII) y se encontró una concordancia aceptable. No es posible establecer una sola distancia recomendada para todos los casos, pues esta depende del flujo de emisión para cada tipo de granja, de acuerdo con el sistema de explotación. Además, están involucradas variables 24 meteorológicas, las Cuadro 8. Matriz de resultados de la modelación de inmisiones de amoníaco cuales son propias de (ppm) para el Galpón V-C utilizando el AERMOD. cada lugar y exhiben Coordenada X (m) distintos comporta -50 -40 -30 -20 -10 0 10 20 30 40 50 mientos estacionales, por lo que cada caso es 50 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 distinto. Sin embargo, 40 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 el modelo representa 30 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 una herramienta valio20 0 0 3,3 0 0 0 0 0 0 0 0 sa para evaluar el impacto de estas activida10 0 0,6 12,9 17,5 8,7 0,1 0 0 0 0 0 des sobre la calidad del 0 0,2 1,8 13,2 21 21,5 16,4 0,6 0 0 0 0 aire en sus alrededores. -10 0,4 2,5 12,8 20,3 21,5 15,1 2,1 0,2 0 0 0 En ninguno de los casos, los niveles -20 0,6 3 11,8 18,6 19,9 13,7 2,8 0,4 0,1 0 0 máximos de amoníaco -30 0,7 3,4 10,9 16,7 17,8 12,1 3,1 0,6 0,2 0 0 generados por el mode-40 0,9 3,6 10 15 15,8 10,7 3,3 0,8 0,2 0,1 0 lo exceden los límites -50 1 3,7 9,2 13,5 14,1 9,5 3,3 0,9 0,3 0,1 0 establecidos por el Reglamento sobre Inmisión de Contaminantes Atmosféricos (Decreto n.º 30221-S); sin embargo, esta normativa está diseñada para evaluar calidad del aire y no niveles de olor en particular. Si tomamos en cuenta que el • De los compuestos más importantes relarango de detección olfativa del amoníaco está encionados con olores emitidos en granjas tre 5 y 50 ppm, es posible que en algunos casos se avícolas, solo se encontró, en concentraciollegue a percibir el olor a distancias superiores a nes significativas, la presencia de amonía50 metros, desde la granja. En el Reglamento sobre Granjas Avícolas (Decreto n.º 31088-S) se defico. Las emisiones de sulfuro de hidrógeno, nen distancias de retiro para las instalaciones de con los tipos de manejo estudiados, son poco 15 metros, con respecto a las líneas de colindancia comunes y solo en casos especiales pueden vecina y vías públicas (medido horizontalmente), darse (retiro de los montículos). Sin embary 100 metros en el caso de establecimientos de sago, en esas ocasiones (caso del galpón VIIA) lud, educativos y de adultos mayores. Este criterio pueden presentarse picos importantes con no toma en cuenta los distintos flujos de emisión concentraciones relativamente altas que que pueden encontrarse de acuerdo con el tipo de podrían generar molestias tanto a trabajamanejo, ni tampoco la meteorología local donde el dores como a vecinos. arrastre del viento determina las distancias a las • De forma general, los picos de emisión de cuales podría observarse afectación alguna. Por amoníaco se observan en horas cercanas esta razón, las distancias establecidas en el reglaal mediodía, cuando las temperaturas ammento podrían ser suficientes en algunos casos y bientales promedio son mayores. en otros no. El uso de modelos de dispersión at• El análisis estadístico de tipo ANOVA de mosférica podría ayudar a establecer una distanun factor nos confirma la existencia de una cia adecuada en una forma más objetiva. diferencia significativa en las emisiones de Coordenada Y (m) El análisis de los datos se hizo a través de estudios de correlación y regresión múltiple lineal. Este tipo de análisis indica el grado de relación simultáneo entre dos variables, aunque no exista distinción entre la variable independiente y la dependiente, lo que permite obtener una expresión matemática que las asocie (Pérez, 2008). Como resultado, se encontró una fuerte correlación entre la temperatura y la concentración de amoníaco, al obtenerse coeficientes de correlación superiores a 0,90; por otro lado, la humedad relativa no mostró correlación alguna (R < 0,5). Es claro que la temperatura juega un papel fundamental en los flujos de emisión, pues está relacionada con un aumento en las tasas de volatilización del amoníaco, y en la aceleración de cinéticas de descomposición de materia orgánica. Aplicando una regresión lineal para los datos de temperatura y concentración de amoníaco se obtuvo la siguiente relación: Conclusiones y recomendaciones Jorge Herrera, José F. Rojas y Asdrúbal Bolaños Diagnóstico preliminar de los niveles de emisión de amoníaco y sulfuro de hidrógeno en distintas modalidades de producción en granjas avícolas en Costa Rica Ir a contenido Ir a contenido 25 Ciencias Ambientales 46: 27-36, ISSN: 1409-2158/2013. [Fecha de recepción: octubre, 2013. Fecha de aprobación: febrero, 2014.] Diciembre 2013. Número 46 • • • • 26 amoníaco, de acuerdo con el tipo de granja y con el tipo de manejo. De los tipos de manejo estudiados, se encontró que las jaulas con fosa presentaron las emisiones más importantes de amoníaco, mientras los sistemas abiertos mostraron las más bajas. En todos los casos influyen factores importantes como la cantidad y el tiempo de apilamiento de las excretas dentro del galpón, la temperatura, así como el grado de ventilación, ya sea natural o forzada. Si se analiza la información de acuerdo con el tipo de granja estudiada, las granjas de producción de huevos poseen las emisiones más importantes, debido a su mayor uso de sistemas de manejo tipo jaula con fosa. Mientras, las granjas de engorde presentaron las emisiones más bajas por la aplicación, casi en su totalidad, de sistemas de manejo abierto, los cuales son de baja emisión. Es importante, también, evaluar el factor económico-productivo a la hora de escoger un sistema u otro como ideal en su aplicación, y no solo tomando en cuenta su capacidad de emisión de compuestos químicos relacionados con olores. La fuerte correlación de las emisiones con la temperatura nos dice que podemos utilizar este parámetro para controlar de alguna manera las emisiones, como una opción entre muchas, para evitar tener problemas, en el nivel perimetral, por olores. • • • La ausencia generalizada del sulfuro de hidrógeno nos indica la necesidad de explorar otros compuestos químicos que estén relacionados con los malos olores característicos de las granjas avícolas, principalmente compuestos orgánicos volátiles. El uso de modelos de dispersión atmosférica es clave para establecer las distancias mínimas de retiro con respecto a la población, para minimizar el impacto de estas actividades. En una siguiente etapa de investigación se buscará determinar la influencia del tipo de lecho o cama en las emisiones de amoníaco, partículas y compuestos orgánicos volátiles. Referencias Fernández, M. (2007) Las Mejores Técnicas Disponibles (MTD). España: INPROVO. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. (2006) Asistencia Técnica para la Implantación de la Directiva IPPC en España. Madrid: MAPA. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. (2006) Las mejores técnicas disponibles del sector de avicultura carne y puesta. Madrid: MAPA. Pérez, H. (2008) Estadística para las Ciencias Sociales: del comportamiento y de la salud. México D. F.: Cengage Learning Editores. SentryRae. (2002) Operation & Maintenance Manual: SentryRAE PGM-5010 Multi-gas monitor. California: RAE SYSTEMS, Inc. USEPA. (2001) Emissions from animal feeding operations. Estados Unidos: USEPA. Vaca, L. (2003) Producción Avícola. San José: EUNED. Wark, K. (2008) Contaminación del Aire: Origen y Control. México: Limusa. Determinación de emisiones de metano en tres embalses hidroeléctricos en Costa Rica Jorge Herrera, José F. Rojas, Susana Rodríguez, Antonieta Rojas y Víctor H. Beita J. Herrera ([email protected]), J. Rojas ([email protected]), A. Rojas (unaqm@ yahoo.com) y V. Beita ([email protected]) son investigadores en el Laboratorio de Análisis Ambiental de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica. S. Rodríguez ([email protected]) es investigadora en la Universidad de Costa Rica. Resumen Se midieron los flujos de las emisiones de metano (CH4) generados a través de la interfaz aire-agua en tres embalses hidroeléctricos en Costa Rica (Brasil, Nuestro Amo y Lago Cote), durante tres años (2009-2011), utilizando la técnica de la cámara estática flotante. Las muestras fueron tomadas durante una semana, tanto de día como de noche, a través de cuatro campañas cada año. Para la determinación de los flujos de metano, la superficie del agua de cada embalse se dividió en cuadrículas de 4 x 4 igualmente espaciadas. Durante este período, los flujos de emisión de CH4 mostraron valores promedio que oscilaron así: entre 759 y 4282 en el embalse Brasil, entre 77 y 733 en el embalse Nuestro Amo Abstract The emission fluxes of methane (CH4) across airwater interface were measured in three hydroelectric dams in Costa Rica (Brasil, Nuestro Amo and Cote Lake) during three years cycle (2009-2011), using the floating static chamber technique. Samples were taken during one week, both day and night time, through four campaigns per year. For the methane flux determination, the water surface was divided in a 4x4 grid equally spaced. During this period, CH4 fluxes showed average values that ranged from 759 - 4282 (Brasil), 77 - 733 (Nuestro Amo) and 10,9 - 44,2 mg CH4 m-2 d-1 (Cote Lake), respectively. The fluxes of CH4 showed both strong seasonal and diurnal variations. CH4 Jorge Herrera, José F. Rojas y Asdrúbal Bolaños Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales Ir a contenido Ir a contenido Introducción E n diferentes partes del mundo, se están realizando esfuerzos para establecer políticas orientadas al desarrollo de inventarios de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) cada vez más precisos, para cada uno de sus sectores productivos, como base para determinar el potencial real de mitigación por sector y así poder priorizar de mejor forma el desarrollo de proyectos de reducción de emisiones (Bambace et al., 2007). El sector energético es uno de los más importantes, debido a la magnitud de sus emisiones (IPCC, 2010). En Costa Rica, el sistema eléctrico depende en gran parte de fuentes “limpias” renovables como la energía hidroeléctrica, lo cual deja el uso de combustibles fósiles para cubrir los picos horarios de mayor demanda y la época seca. El sistema eléctrico nacional a diciembre del 2011 tenía una capacidad instalada efectiva de 2590 MW, de los cuales un 27 Ciencias Ambientales 46: 27-36, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 y entre 10,9 y 44,2 mg CH4 m-2 d-1 en Lago Cote. Los flujos de CH4 mostraron fuertes variaciones tanto estacionales como diurnas. Las tasas de emisión de CH4 resultaron ser mayores durante la época seca, y las relaciones entre flujos nocturnos de metano con respecto a los diurnos aumentaron de 0,35 a 0,72 en Brasil y de 0,43 a 0,64 en Nuestro Amo, en esa temporada. Los flujos de emisión de CH4 se correlacionaron positivamente con la temperatura del suelo, el nivel freático y las concentraciones de clorofila en el agua. Palabras clave: flujos de metano, embalses hidroeléctricos, Costa Rica. Ana R. Ramírez. Lago Arenal. 28 emission rate was highest in dry season and there was a significant difference for CH4 emissions between day and night, the ratios between nighttime to daytime methane flux increased from 0,35 to 0,72, 0,43 to 0,64 for Brasil and Nuestro Amo, respectively in this season. CH4 emission was correlated positively with soil temperature, water table and chlorophyll in water concentrations. Keywords: Methane Fluxes, Hydroelectric dams, Costa Rica. 65 % corresponde a plantas hidroeléctricas, un 21 % a plantas térmicas, un 8 % a plantas geotérmicas, un 5 % a plantas eólicas y un 1 % a biomasa (ICE, 2012). Sin embargo, muchos autores han argumentado que los embalses hidroeléctricos, especialmente en las zonas tropicales, no son tan “limpios”, en materia de huella de carbono, como se consideraba anteriormente (Fearnside, 2002; St. Louis et al., 2000). Estudios recientes han demostrado que las emisiones de CH4 de los embalses hidroeléctricos tropicales pueden comprender una fracción nada despreciable del metano generado antropogénicamente (Fearnside, 2004; Bambace et al., 2007). El metano es uno de los principales gases traza atmosféricos, el cual contribuye de manera significativa (15 %) al calentamiento global, debido a su forzamiento radiativo positivo. En general, las emisiones de CH4 de los embalses y humedales dependen de una amplia gama de factores geográficos, geofísicos, bioquímicos, entre otros (Duchemin et al., 2000; Melack et al., 2004; Whalen, 2005). El metano es producido por metanógenos, un grupo de bacterias anaerobias que requieren un potencial redox muy bajo, el uso de CO2, H2 o acetato, y se basan en un conjunto común de enzimas para la descomposición de materia orgánica. En los embalses tropicales, las principales fuentes de materia orgánica son la vegetación original que se inunda, así como la materia orgánica alóctona y autóctona. La materia orgánica alóctona es aquella que se encuentra disuelta y particulada, barrida de las costas vecinas y cuencas de drenaje. La materia orgánica autóctona es la biomasa que crece dentro del propio depósito. La cantidad de carbono alóctona es significativamente mayor en los embalses que en los cuerpos de agua naturales, debido a su velocidad de flujo más grande (Bambace et al., 2007). Los flujos de CH4 en la superficie del embalse, especialmente a través de burbujeo, son más pequeños en aguas más profundas, ya que tienen una mayor probabilidad de ser oxidados antes de llegar a la interfaz agua-aire (Keller y Stallard, 1994; Joyce y Jewell, 2003). Los embalses tropicales grandes y profundos suelen presentar patrones de estratificación térmica, lo que evita que el agua se mezcle y difunda entre las aguas profundas y las poco profundas. Esta situación favorece un perfil de concentración de CH4 que aumenta rápidamente con la profundidad hasta que se alcanza el nivel de saturación local. Los perfiles de concentración de metano pueden diferir de un depósito a otro, o incluso dentro del mismo depósito. Esta variabilidad depende de la cantidad de materia orgánica inundada, las entradas alóctonas y las condiciones redox del agua. Las concentraciones de CH4 también fluctúan en el tiempo, de manera que se muestran correlaciones significativas con las variaciones en las variables climáticas y el tiempo, como la temperatura y la precipitación (Nozhevnikova et al., 1997; Lima, 2005). El objetivo del presente trabajo es medir los flujos de las emisiones de metano, en tres embalses hidroeléctricos diferentes en Costa Rica, con el fin de analizar las variaciones espaciales y temporales, así como el posible efecto de la calidad de las aguas, que alimentan los embalses, sobre las emisiones de metano. Materiales y métodos Muestreo de campo Se seleccionaron tres embalses hidroeléctricos de acuerdo con su naturaleza, patrón de uso de suelo en las áreas cercanas al embalse, tipo y calidad química del cuerpo de agua que alimenta el embalse, entre otros. A continuación se detallan los embalses estudiados: • • • Embalse hidroeléctrico Brasil (9°56’46,06 “N, 84°13’22,68” W): se ubica en la localidad de Brasil de Santa Ana, San José. Cuenta con un volumen útil de 540 000 m3, para un caudal de diseño de 38 m3/s. Embalse hidroeléctrico Nuestro Amo (9°56’21,20 “N, 84°15’58,30” W): utiliza las aguas del río Ciruelas (1 m3/s), las cuales desvía al río Segundo (ambos ríos urbanos con altos niveles de contaminación), a través de dos canales y dos túneles, con una longitud total de conducción de 2,7 km. La planta tiene un flujo máximo, a través de sus turbinas de 5,5 m3/s y una capacidad instalada de 7,5 MW. Embalse hidroeléctrico Lago Cote (10°34’57,91 “N, 84°54’24,34” W): depósito de agua natural situado en la provincia de Alajuela, cantón 15 Guatuso, distrito 03 Cote y en la provincia de Guanacaste, cantón 08 Tilarán, distrito 07 Arenal. El proyecto aprovecha las aguas del lago de Cote. La potencia en bornes del generador es 6 300 KW, para una caída neta media de 89,5 m y un caudal nominal de 8,00 m3/s. La generación anual promedio se estima en 13,17 GWh. Estos embalses fueron muestreados de enero de 2009 a mayo de 2011, tanto durante la estación seca (de diciembre a abril) como en la estación lluviosa (de mayo a noviembre) de cada Jorge Herrera, José F. Rojas, Susana Rodríguez, Antonieta Rojas y Víctor H. Beita Determinación de emisiones de metano en tres embalses hidroeléctricos en Costa Rica Ir a contenido Ir a contenido 29 Ciencias Ambientales 46: 27-36, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 año. Las muestras fueron tomadas durante el día y la noche por una semana, al menos cuatro veces al año. Para la medición de los flujos de metano, la superficie del agua se dividió en cuadrículas de 4 m x 4 m igualmente espaciadas. Los flujos de metano se determinaron utilizando la técnica de la cámara estática flotante. Las cámaras se construyeron usando un tubo de cloruro de polivinilo cilíndrico opaco con un diámetro medio de 36 cm y una altura efectiva de 50 cm. Cada cámara estaba equipada con un ventilador accionado por una batería seca ubicada en la parte superior de la cámara, para asegurar una mezcla adecuada del aire dentro de la cámara, y un pequeño puerto de muestreo lateral para tomar las muestras. Usando una jeringa de plástico de 12 ml a 0, 10, 20 y 30 min, se tomaron cuatro muestras del aire acumulado en el interior de la cámara y se colocaron en un tubo de vidrio al vacío de 10 ml. Durante cada toma de muestra se midió la temperatura del aire dentro de la cámara y se registró tanto la temperatura del agua como la presión barométrica. Todas las muestras fueron transportadas al laboratorio en una hielera y guardadas en el refrigerador para ser analizadas al día siguiente a más tardar. Los flujos de metano J (mg CH4 m–2 h–1) se determinaron empleando la siguiente ecuación: J = dc M P T0 H1 dt V0 P0 T (1) Donde dc/dt (mol h-1) es la tasa de cambio de la concentración; M (mg mol-1) es la masa molar del CH4; P (Pa) es la presión atmosférica en el sitio de muestreo; T (K) son la temperatura absoluta registrada durante el tiempo de muestreo; V0 (m3), P0 (Pa), T0 (k) es el volumen molar, la presión atmosférica y la temperatura absoluta a condiciones estándar, respectivamente; H (m) es la altura de cámara sobre la superficie del agua. 30 Análisis químico Las muestras se analizaron usando un cromatógrafo de gases Agilent 7890A equipado con un puerto de inyección, un detector de ionización de llama (FID) operado a 200 ºC y una columna capillar tipo PLOTQ. La temperatura del horno de la columna fue mantenida a 55 ºC y se utilizó N2 como gas portador a una velocidad de flujo de 30 ml min-1. Para la cuantificación de las muestras se empleó una curva de calibración, utilizando cilindros de gas de concentraciones estándar certificados (marca Scott) de metano (0,5, 1, 4, 10 y 15 mmol/mol). El límite de detección para el metano fue de 1 mg/m2d. La tasa de aumento de CH4 en el aire dentro de la cámara se calculó a partir de una regresión lineal, con el cambio de la concentración de gas dentro de la cámara en función del tiempo. Se hicieron correcciones para la temperatura y la presión. Toma de muestras de agua y análisis químicos En los tres embalses hidroeléctricos, se tomaron muestras de agua compuestas en el tiempo a volumen constante. Una submuestra de 500 ml se filtró al vacío, utilizando un filtro de fibra de vidrio de 47 mm marca GF/C Whatman, especial para el análisis de clorofila. Los filtros fueron refrigerados a -20 ºC hasta su extracción con acetona al 90 %, durante 24 horas. El extracto obtenido se analizó con un espectrofotómetro UV-Visible (Marker et al., 1980). Las temperaturas del aire y el agua se midieron con un termómetro digital. El oxígeno disuelto, el pH, la demanda química de oxígeno y la demanda bioquímica de oxígeno también fueron analizados en muestras de agua. Los datos meteorológicos fueron recolectados in situ, simultáneamente con las mediciones de flujo. La temperatura del aire dentro de las cámaras se midió con un termómetro introducido en las cámaras. Las temperaturas del sedimento a los 0 cm, 10 cm, 20 cm, 30 cm y 40 cm (por debajo de la superficie del sedimento) se determinaron con cuatro termómetros terrestres insertados en las profundidades correspondientes. La temperatura del agua se determinó mediante un termómetro de tabla utilizando una regla adyacente a cada cámara (Nakano et al., 2000; Zhu y Sun, 2005). Análisis estadístico El valor de los flujos de CH4, la temperatura del suelo, clorofila a, DQO, DBO, OD y pH para cada zona se calcularon promediando las seis repeticiones para cada día de muestreo. El test de Mann-Whitney U fue utilizado para determinar si existían diferencias en los flujos instantáneos de CH4 entre microzonas. Los análisis de varianza (ANOVA), en los que cada campaña de muestreo se trató como una variable independiente, se utilizaron para probar si existen diferencias significativas tanto en los flujos de CH4 como en los factores ambientales. Se utilizó el análisis de correlación de Spearman Rho, con el fin de evaluar si existen correlaciones significativas entre los flujos instantáneos de CH4, los factores ambientales y las características tanto del suelo como del agua de cada embalse hidroeléctrico. Adicionalmente, se utilizaron los análisis de regresión lineal y regresión lineal multivariado para cada embalse hidroeléctrico, con el objetivo de poder determinar los flujos de emisión de metano en términos de ciertas variables ambientales, tratadas como variables independientes. El efecto de una cierta variable se consideró significativo para p < 0,05 y extremadamente significativo para p < 0,01. Resultados y discusión Los valores de los flujos de metano (media ± desviación estándar), medidos en cada una de las campañas de muestreo ejecutadas en los tres embalses hidroeléctricos, se muestran en la tabla 1. Los flujos de CH4 mostraron valores promedio que oscilaron entre 759-4282, 77-733 y 10,9-44,2 mg CH4 m-2 d-1 para los embalses Brasil, Nuestro Amo y Lago Cote, respectivamente. Durante el período de estudio, el flujo de emisión de metano registrado para el embalse de Lago Cote (media: (28,6 ± 0,5) mg CH4 m-2 d-1) fue significativamente menor que los registrados para los embalses de Brasil (media: (2 570 ± 195) mg CH4 m-2 d-1, p = 0,005) y Nuestro Amo (media: (371 ± 32) mg CH4 m-2 d-1, p = 0,005). Lo anterior puede obedecer, ente otras variables, a la calidad química y los niveles de contaminación de las aguas de los ríos que abastecen dichos embalses. Al comparar los resultados obtenidos con los valores de flujos de emisión reportados para otros embalses hidroeléctricos, localizados en zonas tropicales (tabla 2), se puede observar que los resultados se encuentran en el mismo orden de magnitud para los embalses de Nuestro Amo y Lago Cote. En el caso del embalse Brasil, las emisiones obtenidas fueron mayores a las registradas, lo que puede deberse a la alta carga de materia orgánica contenida en las aguas superficiales que abastecen dicha planta hidroeléctrica. Durante las campañas de muestreo realizadas, se observaron variaciones estacionales similares en los flujos de CH4 medidos para los embalses de Brasil, Nuestro Amo y Lago Cote. Los flujos de CH4 aumentaron durante la época seca y alcanzaron su valor máximo en temporada de marzo-abril para luego disminuir conforme avanzaba la época lluviosa. Por ejemplo, los flujos de CH4 variaron de 3729 a 1411 mg CH4 m-2d-1 para el embalse de Brasil, de la época seca a la lluviosa (tabla 1). La variación estacional de los flujos de CH4 en este estudio fue controlada tanto por la tasa de cambio de la tabla de agua de los embalses como por la temperatura del suelo. Los flujos de metano mostraron correlaciones positivas significativas con todas las temperaturas del suelo, a excepción de la temperatura del suelo para la Jorge Herrera, José F. Rojas, Susana Rodríguez, Antonieta Rojas y Víctor H. Beita Determinación de emisiones de metano en tres embalses hidroeléctricos en Costa Rica Ir a contenido Ir a contenido 31 Ciencias Ambientales 46: 27-36, ISSN: 1409-2158/2013. 32 y = 0,0710.325 x (R = 0,714, p = 0,018) 2 y = 0,04910,108 x (R = 0,679, p = 0,006) y = 0,0350.241 x (R = 0,595, p = 0,03) 2 y = 0,724ln x + 0,265 (R2 = 0,846, p = 0,044) CH4 (y) 2 Profundidad de la tabla de agua Temperatura del sedimento Temperatura del agua (x) Chl a (x) Flujos de metano Tabla 3. Ecuaciones de regresión significativa (p < 0,05) para predecir los flujos de metano generados en los embalses hidroeléctricos muestreados Este estudio 2 570 Brasil (Costa Rica) Este estudio 371 Nuestro Amo (Costa Rica) Este estudio 29 Lago Cote (Costa Rica) Abril et al., 2005 40 Nam Leuk (Laos) Dos Santos et al., 2006 192 Tucurui (Brasil) Dos Santos et al., 2005 240 Miranda (Brasil) Referencias Flujo mg CH4 m-2 d-1 Embalse Tabla 2. Flujos de metano registrados para algunos embalses hidroeléctricos localizados en zonas tropicales 16,2 31,9 44,7 22,9 5,1 22,6 42,1 83,5 32,5 127 64,7 671 3604 1374 1207 824 725 Desviación estándar 1005 11,0 1,0 3,0 5,1 5,0 9,0 59,9 229 43,0 218 18,0 98 324 2932 670 117 976 Mínimo 3218 46,0 96,0 182,0 103 18,0 82,0 204,5 1027 95,0 987 171,0 1436 4883 6717 2895 2970 4709 Máximo 5216 19,6 33,4 26,7 44,2 10,9 36,9 121,4 659 77,3 542 94,8 733 2265 4095 1208 759 2811 Promedio 4282 135 138 125 117 132 125 71 68 64 77 70 73 55 50 51 49 Período Embalse N 37 55 Lluvia 2010 Seca 2010 Lluvia 2009 Seca 2009 Seca 2010 Lluvia 2010 Seca 2011 Lluvia 2011 Seca 2009 Lluvia 2009 Seca 2010 Lluvia 2010 Seca 2011 Lluvia 2011 Seca 2009 Lluvia 2009 Lago Cote Nuestro Amo Brasil Tabla 1. Valores promedios, máximos y mínimos para los flujos de metano (mg CH4 m-2 d-1) generados en tres embalses hidroeléctricos de Costa Rica (2009-2010) Seca 2011 Lluvia 2011 Diciembre 2013. Número 46 capa de superficie (tabla 3). El flujo de metano y la temperatura del suelo se correlacionaron positivamente en todas las represas hidroeléctricas con un patrón de orden exponencial. Estos resultados pueden reflejar el control de los procesos microbianos sobre los flujos de emisión de CH4, ya que, durante la época seca, las tablas de agua se encontraban más cerca de la superficie del suelo la mayor parte del tiempo, lo cual creó probablemente un entorno bueno para la ocurrencia de los procesos de reducción. Las mayores temperaturas del suelo, debajo de la tabla media del agua, durante la época seca, pueden haber promovido una mayor actividad metanógena, fenómeno que fue reportado por Wagner et al. (2007), y, por lo tanto, aceleraron las emisiones de CH4. Los flujos de metano en los embalses Brasil y Lago Cote mostraron una clara variación diurna (figura 1). Asimismo, registraron un incremento sostenido desde tempranas horas de la mañana y alcanzaron un pico cerca del mediodía para disminuir por la tarde. Tales flujos de metano en estos dos embalses mostraron marcadas variaciones durante el día, en comparación con los valores registrados en horas de la noche; así, por ejemplo, durante la noche se obtuvieron valores de alrededor de 52 % de los registrados bajo condiciones de luz para Brasil y aproximadamente un 21 % para el Lago Cote. En ambos casos, los flujos de emisión de CH4 más altos coincidieron con picos similares en la temperatura tanto del aire como del agua (tabla 3), y los flujos registraron variaciones consistentes con los cambios en la tabla de agua, lo que indica que las temperaturas altas y las tablas de agua profundas propician el incremento en los flujos de metano. Durante la época lluviosa, las variaciones registradas entre los flujos nocturnos y diurnos fueron menores, mostraron valores de 72 y 70 % para los embalses Brasil y Nuestro Amo, respectivamente. Durante la época seca, las relaciones entre dichos flujos (nocturnos/diurnos) disminuyeron de 72 hasta 35 % y de 70 a 46 % para los embalses Brasil y Nuestro Amo, respectivamente. Las diferencias entre los valores de flujo de metano registrados en los tres embalses hidroeléctricos pueden ser resultado de una combinación de diferentes variables que incluyen, entre otras, la composición química del agua superficial que alimenta cada embalse. Por ejemplo, el análisis del agua, realizado en forma simultánea al muestreo de flujos de metano, reveló que las Ana R. Ramírez. Lago Arenal Jorge Herrera, José F. Rojas, Susana Rodríguez, Antonieta Rojas y Víctor H. Beita Determinación de emisiones de metano en tres embalses hidroeléctricos en Costa Rica Ir a contenido Ir a contenido 33 Ciencias Ambientales 46: 27-36, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 Figura 1. Variación diurna en los flujos de metano (mg CH4 m-2 d-1) medidos en los embalses Brasil y Lago Cote A. Baltodano. Planta hidroeléctrica Brasil Figura 2. Concentraciones de clorofila a obtenidas para los embalses hidroeléctricos muestreados 34 muestras tomadas en el embalse Brasil contienen la mayor concentración de Chl a (10,4 mg/m3) (figura 2). Se registraron relaciones positivas significativas entre los flujos de emisión de CH4 y las concentraciones de Chl a en todos los embalses estudiados, lo que indica que la alta producción de algas puede contribuir al incremento en los flujos de emisión de CH4, y que la materia orgánica autóctona recién producida puede servir de sustrato para la metanogénesis (Huttunen et al., 2002). Estos resultados concuerdan con estudios previos realizados en lagos y embalses, especialmente en aguas poco profundas y altamente productivas (Huttunen et al., 2002). Las concentraciones de clorofila a y DBO registradas en los embalses variaron drásticamente durante el año, de 3,6 a 17,3 mg l-1 para clorofila a y de 32 a 105 mg O2 l-1 para la DBO, de la época seca a la lluviosa, respectivamente, en el embalse Brasil. El análisis de correlación mostró que no existía ninguna relación significativa entre las emisiones de CH4 y el pH del agua (r = 0,556, p > 0,05) o la DBO y DQO (R = 0,213, 0,197, p > 0,05), lo que indica que estas variables afectan muy débilmente la variación de las emisiones. Por otra parte, los flujos de metano mostraron una correlación significativa con las concentraciones de sólidos totales (tabla 3). Algunos estudios han demostrado que los sedimentos superficiales en los depósitos de agua, a menudo se resuspenden y se mezclan en el agua, debido a las corrientes y olas inducidas por el viento, lo que conduce a un transporte por impulsos de compuestos reducidos, nutrientes y, muy probablemente, también de metano, a la columna de agua (Spagnoli y Bergamini, 1997; Bussmann, 2005). La resuspensión de sedimentos aumenta fuertemente el consumo de oxígeno a través de la oxidación de compuestos reducidos en suspensión (Laima et al., 1998), lo cual limita en gran medida la velocidad de oxidación de CH4 (Bussmann, 2005). Conclusiones De los resultados se puede concluir que varios parámetros ambientales, tanto químicos como físicos, pueden afectar los flujos de emisiones de metano de embalses hidroeléctricos. De esta forma, la temperatura del suelo, el nivel de la tabla de aguas, la concentración de la clorofila a y los sólidos totales muestran altas correlaciones positivas con los flujos de metano medidos en los embalses de Costa Rica. Jorge Herrera, José F. Rojas, Susana Rodríguez, Antonieta Rojas y Víctor H. Beita Determinación de emisiones de metano en tres embalses hidroeléctricos en Costa Rica Ir a contenido Ir a contenido 35 Ciencias Ambientales 46: 37-50, ISSN: 1409-2158/2013. [Fecha de recepción: setiembre, 2013. Fecha de aprobación: noviembre, 2013.] Diciembre 2013. Número 46 También, estos parámetros tienen un comportamiento estacional similar a los flujos de metano; por ejemplo, en la estación seca, tanto dichos parámetros como los flujos son más altos que en época de lluvias. Estos resultados deben tenerse en cuenta al considerar el uso de embalses hidroeléctricos como una opción para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que los flujos de metano pueden ser muy significativos en función de la calidad del agua que ingresa al embalse. Agradecimientos Los autores expresan su agradecimiento a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, por el apoyo logístico y financiero para la realización de las actividades de muestreo en los embalses hidroeléctricos seleccionados. Referencias Abril, G., Guerin, F., Richard, S., Delmas, R., Galy-Lacaux, C. y Gosse, P. (2005). Carbon dioxide and methane emissions and the carbon budget of a 10-year old tropical reservoir (Petit Saut, French Guiana). Global Biogeochem Cycles 19, GB4007. Bambace, L. A. W., Ramos, F. M., Lima, I. B. T. y Rosa, R. R. (2007). Mitigation and recovery of methane emissions from tropical hydroelectric dams. Energy 32, 1038-1046. Dlugokencky, E. J., Houweling, S., Bruhwiler, L., Masarie, K. 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Rojas ([email protected]) y F. Alice ([email protected]) son ingenieros forestales e investigadores en esa misma unidad académica. Resumen Para cuantificar el potencial de las plantaciones forestales como mitigadoras del cambio climático, se necesita información de la biomasa total y de su ritmo de crecimiento. Estudiar la dinámica de la biomasa es una actividad compleja y costosa, según el método utilizado. El objetivo principal de esta investigación fue construir modelos alométricos para estimar la biomasa en los diferentes componentes del árbol (hojas, ramas, fuste y raíz) y en el árbol completo, para Alnus acuminata (Kunth), en Costa Rica. Adicionalmente, se desarrollaron modelos para estimar la biomasa y el carbono en árboles por hectárea y para la biomasa y el carbono totales (árboles + vegetación herbácea + necromasa). Abstract In order to quantify the climate change mitigation potential of forest plantations, information on total biomass and its growth rate is required. Depending on the method used, the study of the biomass behavior can be a complex and expensive activity. The main objective of this research was to develop allometric models to estimate biomass for different tree components (leaves, branches, stem and root) and total tree biomass in Alnus acuminata (Kunth) in Costa Rica. Additionally, models were developed to estimate biomass and carbon in trees per hectare and for total plant biomass per hectare (trees + herbaceous vegetation + necromass). To construct the tree models, 41 Jorge Herrera, José F. Rojas, Susana Rodríguez, Antonieta Rojas y Víctor H. Beita Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales Ir a contenido Ir a contenido Introducción E l calentamiento global, producto del incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de origen antrópico (uso de combustibles fósiles y cambio de uso de la tierra, principalmente), es uno de los problemas más importantes que enfrenta la humanidad. Las emisiones se incrementaron 3,5 veces desde 1950 hasta los años noventa, una cantidad aproximada de 6,2 000 000 de toneladas de CO2 por año (IPCC, 2007; Ravindranath y Ostwald, 2008; Streck, Sullivan, Janson y Tarasofsky, 2008). Los bosques naturales y las plantaciones forestales aumentan cada día su importancia en la mitigación del cambio climático porque regulan el ciclo global del carbono (IPCC, 2007; Bonan, 2008; Liu, Zhao, Si Wang, Biao Lin y Quan Rao, 2008; Basu, 2009). Estos ecosistemas capturan el dióxido de carbono (CO2) atmosférico y lo fijan en su biomasa. Las plantaciones en el trópico, por 37 Ciencias Ambientales 46: 37-50, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 Se evaluaron 41 parcelas distribuidas en 7 sitios y se extrajeron 47 árboles con un diámetro entre 4,5 y 44,5 cm. En los modelos seleccionados para el fuste, la raíz y la biomasa total del árbol se logró un r2 > 93,87 %, mientras que para las hojas y las ramas un r 2 de 88 %, en los modelos para la biomasa y/o el carbono en árboles y en total por hectárea el r2 fue > 99 %. El factor de expansión de biomasa promedio fue de 1,22 para biomasa aérea y de 1,43 para la relación biomasa aérea total - biomasa de raíz. La fracción de carbono en la biomasa vegetal varió entre 32,9 y 46,7 % y el porcentaje de carbono en el suelo fue de 3 %. sampling plots were evaluated in 7 sites from which 47 trees with a diametric from 4.5 to 44.5 cm were selected to be harvested. In the selected models for the stem, root and total tree biomass, a r 2 > 93.87 % was accomplished, while the r 2 aj for leaves and branches was 88 %. For the biomass and carbon models for total trees and total plant biomass per hectare the r2 was > 99 %. Average biomass expansion factor was 1.22 for aboveground and 1.43 for total biomass (when the root was included). The carbon fraction in plant biomass varied between 32.9 and 46.7 % and the percentage of soil carbon was 3 %. Palabras clave: Alnus acuminata, biomasa, cambio climático, fijación de carbono, modelos alométricos. Keywords: Alnus acuminata, allometric models, biomass, carbon fixation, climate change. L. Ruíz. Plantación de jaúl, Costa Rica 38 su velocidad de crecimiento, poseen mayor capacidad de fijación de carbono y brindan otros servicios ecosistémicos (Salinas y Hernández, 2008; Vallejo, 2009; Fonseca, Navarro, Alice y Rey-Benayas, 2012; Balmaceda, 2012). Sin embargo, el Protocolo de Kioto, a través del mecanismo de desarrollo limpio (MDL), establece largos, complicados y costosos procedimientos, lo que sumado a la falta de métricas de carbono y a la existencia de muchas barreras hace difícil que el sector forestal pueda ingresar a los mercados de carbono (Salinas y Hernández, 2008). Ante las dificultades del MDL, los países tropicales tienen una nueva opción para obtener ingresos por el carbono almacenado, mediante el programa REDD+ (reducción de emisiones por deforestación y degradación de bosques). Costa Rica ha liderado esta iniciativa y cuenta con la propuesta Readiness R-PP Costa Rica, presentada al Forest Carbon Partnership Facility (FCPF) (Costa Rica, 2010). Para desarrollar esta propuesta y alcanzar la meta de carbono neutralidad promulgada por el gobierno, se debe aumentar el área por restaurar a través de sucesión secundaria y de plantaciones forestales (Costa Rica, 2009). La superficie de las plantaciones forestales en el mundo, para el año 2010, se estimó en aproximadamente 264 000 000 de hectáreas, un incremento de 5 000 000 de ha-1 año-1 (FAO, 2010). Las plantaciones en áreas tropicales y subtropicales constituyen el 45 % de los recursos forestales mundiales y el 55 % se encuentra en los países templados y boreales (FAO, Cuadro 1. Características de las fincas con plantaciones forestales de A. acuminata. Promedio ± de la desviación estándar (SD) para del dap y el número de árboles a las zonas de vida bosque pluvial montano bajo y bosque pluvial premontano. La altitud Edad dap N.° de árboles Finca N.° de parcelas (años) (cm) por ha-1 varía entre los 1300 y Juanito Hernández 3 7,9±1,86 680±0,70 2 1800 msnm. La precipitación media anual Lechería 2 5 7,3±0,38 782±5,01 12 oscila entre los 2000 y Landelina 10 23,9±0,52 324±6,49 10 3000 mm y la temperaHermanos Pinto 10 20,1±1,07 350±7,84 5 tura entre los 15,3 y 18 Julieta Vargas 12 20,1±0,32 369±4,61 6 ºC. Las plantaciones se Matinilla 14 26,3±3,05 155±7,02 4 desarrollan en suelos jóvenes con horizonte b, Vara Blanca 22 29,0±1,58 300±56,57 2 bien drenados, de origen volcánico y del orden inceptisol (ITCR, 2008), de 2006). En Costa Rica existen aproximadamente 40 color oscuro, fértiles y de topografía ondulada. 000 ha y las especies más utilizadas para reforestar son Gmelina arborea, Tectona grandis, Vochysia Muestreo de la biomasa por árbol, no arbórea guatemalensis, Cupressus lussitanica y Alnus acuy necromasa por el método destructivo minata (OET, 2008; SIREFOR, 2011). Se seleccionaron 6 fincas con plantaciones Dada la situación actual y previendo las dede A. acuminata con edades entre 2 y 14 años mandas futuras de información, se propuso inves(cuadro 1), en donde la CNFL tiene instaladas tigar el potencial de mitigación del cambio climáunidades (parcelas) de muestreo permanentes, tico que posee A. acuminata en plantación forestal de forma rectangular, de 500 m2. Adicionalmeny se formuló la siguiente pregunta: ¿cómo realizar te, se trabajó en una plantación de 22 años en el estimaciones actuales y futuras de biomasa y carsitio denominado Vara Blanca, ubicado dentro de bono con facilidad y precisión? Adicionalmente, se la zona de distribución natural de la especie. La brinda información sobre el factor de expansión de cantidad de parcelas por sitio varió entre 2 y 12, biomasa (FEB) y la fracción de carbono (FC) en los dependiendo del tamaño de la plantación (Salas y diferentes componentes de la biomasa. Se espera Castillo, 2010). En las plantaciones sin parcelas que la información generada provea elementos permanentes, se establecieron unidades tempoque faciliten el establecimiento de políticas para rales para determinar la estructura diamétrica. el pago por servicios ambientales y contribuya al Dentro de cada parcela (permanente o temporal), fortalecimiento de mecanismos de monitoreo, rea cada árbol se le midió el diámetro normal a 1,3 porte y verificación del carbono, establecidos por la m sobre el nivel del suelo (dap). En cada parcela estrategia REDD+ de Costa Rica. fueron elegidos 1 o 2 árboles, con un dap cercano al promedio para cuantificar la biomasa. En las parcelas con mayor abundancia de árboles se extrajeron 2 ejemplares. La muestra fue de 47 indiÁrea de estudio viduos cubriendo un rango entre 4,5 y 44,5 cm de La información de campo se recolectó mayodap (figura 1). ritariamente en el cantón de Vázquez de Coronado. Según Holdridge (1967), el área corresponde Métodos William Fonseca, Laura Ruiz, Marilyn Rojas y Federico Alice Modelos alométricos para la estimación de biomasa y carbono en Alnus acuminata Ir a contenido Ir a contenido 39 Ciencias Ambientales 46: 37-50, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 (gruesa y fina). Se tomó una muestra de aproximadamente 550 g, de cada componente de biomasa, para llevarla al laboratorio y secarla en un horno a 60 ºC durante 72 horas, con el fin de estimar su contenido de materia seca (MS). En el caso de árboles cuyo volumen representaba un ingreso económico al propietario de la plantación, se determinó el volumen comercial por medio de la fórmula de Smalian (Prodan, Peters, Cox y Real, 1997) y se utilizó el peso específico de la madera (0,4 gr/cm³ según FAO, 1992; Carpio, 1995; CATIE, 2003) para transformar a biomasa seca. Figura 1. Distribución diamétrica de los árboles muestreados en las plantaciones de A. acuminata con edades entre 2 y 13 años, en el cantón de Vázquez de Coronado y Vara Blanca (2011) En el caso de la raíz, se evaluó principalmente la raíz estructural (diámetro > 5 mm), según la clasificación propuesta por Sierra, Del Valle y Orrego (2001), y todas aquellas raíces de diámetro menor que al extraer la raíz principal quedan adheridas a esta. Las raíces fueron estimadas mediante la excavación y extracción del sistema radicular de los árboles cortados, usando diferentes equipos, según el sitio de trabajo y las facilidades existentes en las fincas (retroexcavadora, tractor agrícola con cadena y tecle). Las raíces fueron lavadas en el campo y pesadas después de secarse al aire durante aproximadamente 2 horas. La biomasa no arbórea (herbácea) se recolectó en 4 subparcelas de 1 m2 cada una, la necromasa fina (hojarasca y ramas con un diámetro < 2,5 cm) en 4 subparcelas de 0,25 m2 cada una y la necromasa gruesa (ramas con un diámetro > 2,5 cm) en 1 subparcela de 25 m2. Las subparcelas fueron seleccionadas aleatoriamente dentro de la parcela de 500 m2. Para cuantificar la biomasa, se obtuvo en el campo y por separado el peso fresco de los diferentes componentes del árbol: hojas (Bho), ramas (Brm), fuste (Bfu), raíz (Bra), además del peso de la vegetación herbácea (VH) y de la necromasa 40 Biomasa y carbono en la biomasa total por hectárea La biomasa arbórea (incluyendo raíces) se calculó usando información de parcelas temporales establecidas por Ruíz (2011) y de la red de parcelas permanentes de la CNFL, en total una muestra de 288 observaciones (parcelas). Los individuos de cada parcela se agruparon en clases diamétricas (5 cm de rango) y se calculó el dap promedio por clase. La biomasa del árbol promedio se estimó usando el modelo alométrico desarrollado para el árbol completo, indicado en el cuadro 2 de la sección Resultados. La biomasa y el carbono se obtienen al aplicar las siguientes fórmulas: Bárb ha = 〔 Bárb á clase diam ∗ n.º árb clase diam 〕/1000 Ct = Bárb ha ∗ FC + Bvh ∗ FC + Bnecromasa ∗ FC Donde: Bárb ha = biomasa arbórea (Mg ha-1 = megagramos por hectárea) Bárb clase diam = biomasa (kg) del árbol de diámetro promedio en la clase diamétrica N.º árb clase diam = número de árboles en la clase diamétrica Ct = carbono total (Mg ha-1) Bvh = biomasa de la vegetación herbácea (Mg ha-1) Bnecromasa = biomasa de la necromasa (Mg ha-1) FC = fracción de carbono, xxx promedio para los componentes del árbol, xxx para la vegetación herbácea y xxx promedio para necromasa fina y gruesa (Ruíz, 2011). Ajuste y selección de modelos por árbol y por hectárea Los modelos se ajustaron mediante el método de mínimos cuadrados ordinarios. Se ensayaron aproximadamente 25 modelos para cada componente de la biomasa del árbol (Bho, Brm, Bfu, Bra) y para la biomasa total del árbol (Bárbol). Adicionalmente, se construyeron modelos para la biomasa y el carbono arbóreo por hectárea y para la biomasa y el carbono totales por hectárea (árboles + herbáceas + necromasa). Para construir los modelos se utilizó el programa estadístico Statgraphics Centurion 15.1.02. Para seleccionar la ecuación de mejor ajuste se procedió según la metodología expuesta por Salas (2002) y Segura y Andrade (2008), cumpliendo los siguientes pasos. üü Comprobación de los supuestos del análisis de regresión (normalidad, independencia y homogeneidad de varianzas). Los modelos fueron eliminados cuando no cumplieron alguno de estos supuestos o cuando presentaron, al menos, un coeficiente no significativo con un nivel de significancia de 0,05. üü Cálculo de indicadores de ajuste: L. Ruíz. Plantación de jaúl, Costa Rica El coeficiente de determinación ajustado (r 2aj), cuanto más cercano a uno sea r²aj, el ajuste del modelo será mayor (Segura y Andrade, 2008). - El error estándar de la estimación (EEE), cuanto menor sea el EEE, el ajuste del modelo será mayor. üü Cálculo de indicadores de capacidad predictiva de los modelos: - Error cuadrático medio (ECM). - Diferencia agregada (DA). üü El índice de Furnival (Furnival, 1961), para comparar modelos lineales con aquellos donde la variable dependiente fue transformada. üü Error de predicción del modelo (E %) según Chave, Andalo, Brown, Cairns, Chambers, Eamus, Folster, Fromard, Higuchi, Kira, Lescure, Ogawa, Puig, Riéra y Yamakura (2005). William Fonseca, Laura Ruiz, Marilyn Rojas y Federico Alice Modelos alométricos para la estimación de biomasa y carbono en Alnus acuminata Ir a contenido Ir a contenido - 41 Ciencias Ambientales 46: 37-50, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 Los modelos que cumplieron con los supuestos de regresión fueron calificados según los indicadores citados anteriormente (r²aj, EEE, PRESS, ECM, DA, E %). Para el r²aj la menor calificación correspondió cuando está más cerca de 0 y la mayor al acercarse a 1. En los demás indicadores la escala fue inversa (entre más cerca de 0 la calificación fue mayor). El modelo con mayor puntaje resultó seleccionado. Sumadamente, se graficaron los valores estimados contra los observados, para ver si los modelos sobreestiman o subestiman el cálculo de la biomasa. También, por método gráfico se observó el comportamiento biológico de los modelos. Validación de los modelos Los modelos de biomasa total por árbol se validaron con una base de datos de 40 individuos colectados por Fonseca (2009b) y Ruiz (2011), usando la misma metodología, así como los modelos de biomasa y carbono por hectárea con 72 observaciones aportadas por la CNFL que representan la variedad en edad, sitios y crecimientos en diámetro. En este caso, la biomasa y el carbono se calculó según lo indicado en la sección trasanterior (titulada Biomasa y carbono en la biomasa total por hectárea). Determinación de carbono en la biomasa y en suelo La muestra seca de cada componente de biomasa y de suelo se trituró a 10 micras para determinar la materia orgánica (MO). El análisis de la materia orgánica se realizó haciendo uso de la metodología de Walkey y Black (Álvarez y Marín, 2011). Resultados Modelos de biomasa por árbol y por hectárea Se ajustaron modelos para cada uno de los componentes del árbol (Bho, Brm, Bfu y Bra) y para el árbol completo (Bt) (cuadro Cuadro 2. Modelos de biomasa por componente (hojas (Bho), ramas (Brm), 2); para la biomasa fuste (Bfu), raíces (Bra), árbol (Bárbol)) y modelos para estimar biomasa y el carbono arbóy carbono por hectárea en A. acuminata en plantación 2 reo por hectárea, y Modelo r EEE ECM DA IF E% n para la biomasa y Bho = exp(-3,67571 + 1,05572*√dap) 88,47 0,452 1,81 0,1 0,4 7,2 47 el carbono totales Brm = exp(-3,36041 + 1,31651*√dap) 88,42 0,565 13,9 0,36 0,5 8,2 47 por hectárea. Los Bfu = exp(-3,07585 + 2,54774*ln(dap)) 96,97 0,285 48,6 9,6 0,2 1,2 43 modelos seleccionados presentaron un Bra = exp(-4,44859 + 2,5061*ln(dap)) 93,87 0,388 10,76 0,14 0,3 9,6 47 r²aj superior al 88 97,63 0,269 58,08 13,2 0,2 1,0 43 Bárbol = exp(-2,62104 + 2,51636*ln(dap)) % y error estándar Ba = exp(0,699735 + 1,28343*ln(G)) 99,33 0,102 5,1 0 0,1 0,5 288 inferior a 0,565, un Ca = exp(-0,145192 + 1,28792*ln(G)) 99,33 0,102 2,2 0 0,1 0,4 288 ajuste significati89,24 0,234 11,8 1,7 0,2 1,2 38 Bt = exp(1,77333 + 0,937561*ln(G)) vo al 95 % y una P <0,05. Los coeficien89,56 0,272 5,2 0,7 0,3 3,6 39 Ct = exp(0,996085 + 0,455591*ln(G^2)) tes de cada modelo Donde: Bfu = biomasa de fuste (kg), Bho = biomasa de hojas (kg), Brm = biomasa de ramas (kg), Bra = fueron siempre sigbiomasa de raíces (kg), Bárbol = biomasa del árbol completo (kg), Ct = carbono en biomasa total (Mg ha-1), Ba = biomasa arbórea (Mg ha-1), Ca = carbono arbóreo (Mg ha-1), Bt = biomasa total (Mg ha-1), dap = diámetro nificativos con una a 1,30 m sobre el nivel del suelo (cm Ø), G = área basal (m2 ha-1), ln = logaritmo natural, r2 = coeficiente de P < 0,05. Se observó determinación, EEE = error estándar de los estimados, ECM = error cuadrático medio, DA = diferencia que los residuos de agregada, IF = índice de Furnival, E% = error de predicción del modelo, n = tamaño de la muestra. 42 Cuadro 3. Factores de expansión de la biomasa para A. acuminata en plantación (promedio ± SD) los modelos presentaron una distribución normal. Todos presentaron buen comportamiento biológico y expresan la biomasa y/o el carbono como una función de la raíz cuadrada del dap o del logaritmo natural (ln) del dap o del área basal. En el nivel de árbol, la biomasa del fuste, la raíz y la biomasa total presentaron mejor ajuste (r²aj > 94 %), mientras que las hojas y las ramas obtuvieron un r 2aj de 88 %. En los modelos de biomasa y carbono por hectárea (cuadro 2), el ajuste fue superior al 99 %, excepto para el carbono en biomasa total (Ct) con un r 2aj de 89,56 %. En general, la biomasa y/o el carbono estimados con los modelos elegidos presentan un comportamiento similar a la biomasa y/o el carbono observado, en donde la sobre o subestimación promedio de los valores estimados con respecto a los observados fue menor al 4 % (cuadro 2, figuras 1 y 2 del apéndice). FEB (Bat) FEB (Bat + Bra) N 47 47 Mínimo 1,05 1,23 Máximo 1,46 1,78 Promedio 1,22±0,11 1,43±0,13 2,25 2,27 E(%) Nota: n = tamaño de la muestra, E(%) = error de muestreo con un 95 % de probabilidad, Bat = biomasa aérea total, Bra = biomasa radicular. y raíz) varió entre el 32,9 y el 46,7 %. De los componentes del árbol, el fuste posee mayor FC con 44,4 %. El error de muestreo en los componentes de árbol fue inferior al 4,3 %. El suelo presentó un contenido de carbono de 4,2 % con un error de muestreo de 10,3 % (cuadro 4). Factores de expansión de biomasa En A. acuminata el FEB promedio es de 1,22 para la biomasa aérea y de 1,43 cuando se incluyó la biomasa radicular. En ambos casos el error de muestreo fue de 2,3 % (cuadro 3). Discusión En la literatura no se reporta información sobre biomasa, carbono, fracción de carbono, factores de expansión para A. acuminata, razón por la cual este estudio hace un aporte importante para el conocimiento de la especie, máxime en momentos actuales, cuando la mitigación del cambio climático cobra cada vez mayor relevancia. Fracción de carbono en la biomasa y porcentaje de carbono en el suelo La fracción de carbono (FC) en los distintos compartimentos de la biomasa (árboles, hierbas, necromasa gruesa y necromasa fina u hojarasca) y componentes de los árboles (fuste, ramas, follaje Cuadro 4. Fracción de carbono (%) de cada componente de la biomasa y porcentaje de carbón en el suelo Componente Estadístico Necromasa gruesa Necromasa fina Herbácea Hojas Ramas Fuste Raíz Suelo n 15 18 21 12 29 13 8 24 X 46,7 32,9 37,7 37,0 41,9 44,4 41,2 3,0 S 3,2 6,2 4,0 2,5 2,8 2,0 1,8 0,7 E% 3,7 9,4 4,8 4,3 2,7 2,8 3,6 10,3 William Fonseca, Laura Ruiz, Marilyn Rojas y Federico Alice Modelos alométricos para la estimación de biomasa y carbono en Alnus acuminata Ir a contenido Estadístico Ir a contenido 43 Ciencias Ambientales 46: 37-50, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 L. Ruíz. Plantación de jaúl, Costa Rica Modelos de biomasa En general, los modelos seleccionados presentan buenos ajustes (r2aj ≥ 82,6 %, P < 0,05) para todos los componentes de la biomasa y/o el carbono y poco grado de dificultad para el cálculo de esta. Tienen como variable independiente el diámetro normal (a 1,3 m sobre el nivel del suelo) o el área basal, simple de medir y/o de calcular y se obtiene en la mayoría de estudios que registran información para el manejo de plantaciones y/o bosque natural. Esto es una ventaja adicional, ya que permite estimar la biomasa a partir de una sola variable, lo cual baja los costos de los inventarios de biomasa y de carbono. Las ecuaciones por componentes del árbol presentan una ventaja en el momento de comercializar el carbono, es posible que un comprador se vea más motivado a pagar más y/o a comprar el carbono de mayor permanencia (el que está acumulado en los componentes leñosos); en tal caso puede estimarse la biomasa o el carbono utilizando las ecuaciones desarrolladas para estos componentes. La validez de las ecuaciones generadas en este estudio debe restringirse al rango diamétrico 44 (4,5 a 45,9 cm) de los árboles muestreados, en caso de extrapolaciones, el resultado debe ser considerado con precaución. Los modelos de biomasa y/o carbono por hectárea presentan la ventaja de hacer estimaciones más rápidas e, igualmente que en los modelos por componente del árbol, puede decidirse en estimar el carbono en la biomasa total o solo el carbono en árboles. Los modelos se ajustaron utilizando el dap o el área basal como variable independiente, porque tiene la ventaja de ser una variable objetiva, de fácil medición, de menor costo económico y explica un alto porcentaje de la variabilidad total (Overman, Witte y Saldarriaga, 1994; Regina, 2000; Ferrere, Lupi, Boca, Nakama y Alfieri, 2008; Segura, Kanninen y Suarez, 2006; Fonseca, 2009). Diversos autores, además de los anteriores, utilizaron el dap o el área basal como variable predictora para estimar la biomasa mediante modelos alométricos. Los ajustes logrados en los modelos (r2 > 83 %), según estos autores, coinciden con los obtenidos para A. acuminata, excepto algunas especies con un r2aj de 0,7. También el ajuste logrado en los modelos para A. acuminata son similares a los obtenidos en otros modelos que utilizan la altura como variable predictora. Por ejemplo, Álvarez (2008) logró un r2aj de 0,89 utilizando la altura comercial en su modelo de biomasa para Centrolobium tomentosum en Bolivia. Segura, Kanninen y Suarez (2006) desarrollaron modelos para biomasa total de Cordia alliodora en sistemas agroforestales en Nicaragua, utilizando el dap y la altura total y obtuvieron un r2aj de 0,95. Otros autores reportan ajustes similares utilizando el dap y la altura (Brown, Gillespie y Lugo, 1989; Najera, 1999; Cole y Ewel, 2006). En el árbol, los componentes hojas y ramas presentaron ajustes más bajos (r2aj = 88 %) y EEE más altos (< 0,56). Estos componentes mostraron el mismo comportamiento en varias investigaciones para otras especies (Nájera, 1999; Návar, González y Graciano, 2001; Cole y Ewel, 2006; González, 2008; Ferrere et al., 2008; Fonseca, 2009). El bajo ajuste en la biomasa foliar se debe a que es un componente de menos duración, que es susceptible al ataque de herbívoros, patógenos y mamíferos, que consumen aproximadamente un 11 % del área foliar anual de las especies tropicales (Huntly, 1991; Coley y Aide, 1991; Cole y Ewel, 2006). A. acuminata es una especie muy susceptible a problemas fitosanitarios, en total se han reportado 57 L. Ruíz. Plantación de jaúl, Costa Rica agentes causales de daños, el 72 % de estos se reportan en el follaje. Casi la mayoría de las plantaciones de A. acuminata del país esto puede influir directamente en la biomasa acupresenta una serie de manchas pardo amarillenmulada de ramas, ya que la especie con densidad tas producidas por Melampsoridium alni, conocida alta presenta autopoda (CATIE, 1995). Alta dencomo la “roya del jaúl” y aparentemente persiste sidad implica mayor competencia por recursos y, durante todo el año. También se destaca el ataque potencialmente, menor crecimiento por individuo. de una especie no identificada de microlepidóptePeor aún, alta densidad implica mayor alocación ra. En ambos casos las hojas severamente atacade recursos a crecimiento en altura vs. crecimiento das mueren y caen, lo que provoca una reducción secundario. Esto tendría implicaciones serias soen el volumen de la copa del árbol (Arguedas y Esbre la alometría de los árboles en estos sitios. pinoza, 2007; Álvarez, 2008). Los modelos para estimar biomasa y/o carLa escogencia del árbol es otro factor que bono por unidad de área son escasos en la literapuede estar produciendo el bajo ajuste. El árbol de tura, sobresale el trabajo de Feldpausch, Rondon, dap promedio no siempre ocupa el dosel superior, Fernandes, Riha y Wandelli (2004) y el de Foncuya copa es más reducida en comparación a la seca (2009) en plantaciones y bosque secundario. copa de un árbol del estrato dominante, debido a En ambos casos se utilizó el área basal como vala disponibilidad de luz con la que cuenta (menor riable regresora con ajustes inferiores a los logratasa fotosintética). Sin embargo, el árbol de dap dos en este estudio. promedio tiene la ventaja, en teoría, de representar las condiciones medias del sitio y de eliminar Factores de expansión de biomasa el error de sobreestimación que queremos evitar a El FEB presenta un error muy bajo (+ 2,3 toda costa, sobre todo para estimación de stocks de %). El FEB indica que por cada mg de biomasa de carbono. También, pareciera que las plantaciones fuste se tiene una biomasa aérea total de 1,2 Mg. de mayor edad (cuadro 1) presentan alta densidad, Este valor se encuentra en el límite inferior del William Fonseca, Laura Ruiz, Marilyn Rojas y Federico Alice Modelos alométricos para la estimación de biomasa y carbono en Alnus acuminata Ir a contenido Ir a contenido 45 Ciencias Ambientales 46: 37-50, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 rango reportado por diversos autores (FEB entre 1,26 y 1,9) para otras especies en plantaciones (Álvarez, 2008; Avendaño, 2008; Fonseca 2009). El bajo FEB obtenido para A. acuminata, probablemente se debe a que es un árbol de porte inferior y de copa más pequeña. Además, los sitios donde se encuentran las plantaciones son suelos volcánicos de buena fertilidad. Esto hace que no requieran un sistema radical grande para absorber recursos y, por consiguiente, poseen una mayor concentración de biomasa en el fuste, lo que reduce la participación de otros componentes como las hojas y las ramas. Son pocos los estudios que estiman los FEB incluyendo la biomasa radicular, debido a la dificultad y a los altos costos que genera la cuantificación de esta (Sierra et al., 2001; Husch, 2001; Schlegel, 2001; Fonseca, 2009). En A. acuminata el FEB, incluyendo la biomasa radical, es de 1,43, valor que coincide con los valores reportados por FAO (2003) y Fonseca (2009). Actualmente, el IPCC recomienda utilizar un FEB de 1,75 para todas las especies (IPCC, 2005), cifra muy superior a la estimada para A. acuminata. El valor obtenido viene a mejorar la precisión de los inventarios de carbono, al utilizarse información para la especie y para el país. Contenido de carbono en la biomasa En este estudio se analizó la fracción de carbono por componente de biomasa en plantaciones de A. acuminata. Pocos estudios han estimado los valores precisos de contenido de carbono en la biomasa de especies forestales, ya que generalmente se recurre a un factor de conversión de biomasa a carbono de 0,5 (Brown, Lugo y Chapman, 1986; Goudriaan, 1992; Hoen y Solberg, 1994; Ortiz, 1997; Husch, 2001). La estimación precisa de la fracción de carbono en la biomasa es necesaria para la correcta investigación del ciclo del carbono y para determinar con exactitud la retribución de los certificados de carbono. 46 Para A. acuminata entre 1 y 14 años de edad, las fracciones de carbono de la biomasa vegetal más bajas corresponden a los componentes que poseen menos lignina, como la necromasa fina, el follaje del árbol y las hierbas, mientras que la necromasa gruesa, el fuste, las raíces y las ramas presentaron las mayores concentraciones de carbono; situación similar reportan Gifford (2000), Gayoso y Guerra (2005), etc. En otros estudios, sin embargo, no se han encontrado diferencias en el contenido de carbono entre componentes del árbol (Segura, 1997) e incluso concentraciones más altas en hojas (Gifford, 2000). El contenido de carbono obtenido para A. acuminata se encuentra entre de los límites reportados por otros estudios. Así, Montero y Kanninen (2006) encontraron fracciones de carbono que oscilan entre el 41,6 % y el 49,6 % para Tectona grandis, Terminalia amazonia y Bombacopsis quinata. Cubero y Rojas (1999), en plantaciones jóvenes (entre 4 y 15 años), reportan cifras entre 0,32 y 0,4 para Gmelina arborea, de 0,32 a 0,38 para Tectona grandis y de 0,33 a 0,36 en Bombacopsis quinata. Referencias Álvarez, E. y Marín, M. A. (2011) Manual de procedimientos analíticos para suelos y plantas. México: Universidad Autónoma de Chapingo. Álvarez, G. (2008). Modelos alométricos para la estimación de biomasa aérea de dos especies nativas en plantaciones forestales del trópico de Cochabamba, Bolivia. (Tesis de maestría). CATIE, Turrialba, Costa Rica. Arguedas, M. y Espinoza, D. (2007). Problemas fitosanitarios del jaúl (Alnus acuminata Kunth) en Costa Rica. Revista Forestal Kurú 4 (10), 1-10. Avendaño, J. (2008). 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Biomasa observada (kg/árbol) vs. biomasa estimada (kg/árbol) en los modelos seleccionados. a) biomasa de fuste, b) biomasa de hojas, c) biomasa de ramas, d) biomasa de raíz, e) biomasa del árbol a) b) c) d) e) William Fonseca, Laura Ruiz, Marilyn Rojas y Federico Alice Modelos alométricos para la estimación de biomasa y carbono en Alnus acuminata Ir a contenido Ir a contenido 49 Ciencias Ambientales 46: 51-59, ISSN: 1409-2158/2013. [Fecha de recepción: octubre, 2013. Fecha de aprobación: marzo, 2014.] Diciembre 2013. Número 46 Proyecto de Captura de Carbono en Fincas de Pequeños(as) y Medianos(as) Productores(as) de la Región Brunca, Costa Rica Figura 2. Estimación de biomasa y carbono a partir del área basal. a) biomasa en árboles, b) carbono en árboles, c) biomasa total, d) carbono total a) b) Gilmar Navarrete G. Navarrete, ingeniero forestal, es jefe del Departamento de Control y Monitoreo de Servicios Ambientales del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Costa Rica) (gnavarrete@ fonafifo.go.cr). c) 50 Resumen El mecanismo de desarrollo limpio (MDL) del Protocolo de Kioto permite a los países no anexo 1 recibir proyectos que contribuyan con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y con el desarrollo sostenible de los países en vías de desarrollo. El MDL, desde su entrada en vigencia hasta la fecha, ha emitido créditos certificados por el orden de 1,4 mil millones de toneladas de CO2 equivalentes, distribuidos en 7450 proyectos alrededor del mundo, entre los 15 diferentes alcances sectoriales establecidos. El sector 14, que permite realizar actividades forestales como reforestación y forestación, tiene registrados a la fecha 53 proyectos, de los cuales 19 se encuentran en Latinoamérica. El aporte de este sector del MDL a la generación de d) Abstract The Clean Development Mechanism (CDM) of the Kyoto Protocol, allows the non Annex 1 countries to receive projects that contribute to reducing greenhouse gas emissions and sustainable development in developing countries. The CDM, since its inception, has issued credits equivalent to 1 434 737,562 tons of CO2, distributed across 7450 projects around the world, from 15 different sectors. Sectors 14 that allow forestry projects (such as reforestation and afforestation) have registered 53 projects to date; 19 of which are in Latin America. Nevertheless, the contribution of this sector currently represents less than 1% of CDM Certificates of Emissions Reduction (CERS) issued. In September 2013, through their William Fonseca, Laura Ruiz, Marilyn Rojas y Federico Alice Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales Ir a contenido Ir a contenido Antecedentes E l Protocolo de Kioto generó mucha expectativa en cuanto a sus alcances y la forma en que los países desarrollados cumplirían sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En el Protocolo se propusieron tres mecanismos con los cuales los países lograrían alcanzar la meta propuesta: implementación conjunta, comercio de emisiones y el mecanismo de desarrollo limpio (MDL). Solamente el MDL permite las transacciones entre los países desarrollados, denominados anexo 1, con aquellos países catalogados como no anexo 1 o países en vías de desarrollo. Los países no anexo 1 centraron sus posibilidades en el sector forestal como la actividad con la cual iban a contribuir en la mitigación del cambio climático y, por ende, a beneficiarse de la comercialización en el incipiente mercado de carbono. No obstante, conforme se fue reglamentando el Protocolo, 51 Ciencias Ambientales 46: 51-59, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 reducción de emisiones certificadas (CERS) es menor al 1%. Costa Rica, a través del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo), en setiembre del 2013 logró registrar el primer proyecto MDL forestal ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, posterior al cumplimiento del proceso que conlleva el ciclo del proyecto. El proyecto denominado Captura de Carbono en Fincas de Pequeños(as) y Medianos(as) Productores(as) de la Región Brunca, Costa Rica fue un proyecto sombrilla ejecutado por Fonafifo, mediante la plataforma del Programa de Pago por Servicios Ambientales. Se desarrolló en el cantón de Pérez Zeledón –San José–, en alianza con la Corporación Cooperativa CoopeAgri R. L. Tiene como meta total lograr una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de 176 050 toneladas de CO2e, en un período de 20 años, y comercializar las CERS en el mercado regulado de carbono. Palabras clave: Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo), mecanismo de desarrollo limpio (MDL), Programa de Pago por Servicios Ambientales, reducción de emisiones certificadas (CERS). 52 National Forestry Financing Fund (FONAFIFO), Costa Rica registered their first CDM project with the United Nations Framework Convention on Climate Change (UNFCCC), after having complied with all the project cycle processes. The project, known as “Carbon Sequestration in Small and Medium Farms, Brunca Region, Costa Rica” was a project executed by FONAFIFO under their Environmental Services Payment Program. This project was developed in Pérez Zeledón, San José, Costa Rica in partnership with the Cooperative Corporation CoopeAgri RL. The total goal of the project is to reduce the greenhouse gas emission by 176,050 ton of CO2-e, in a period of 20 years and commercialize the CERS in the regulated carbon market. Keywords: Forestry Financing Fund (FONAFIFO), Clean Development Mechanism (CDM), Program Payment for Environmental Services, Certified Emissions Reductions (CERS). los países no anexo 1 vieron cómo se dejaba por fuera el reconocimiento de las reservas (stock) de carbono de los bosques naturales, para el primer periodo de cumplimiento 2008-2012. Esta situación limitó la participación del sector forestal a únicamente dos actividades reconocidas: la reforestación y la forestación, lo cual afecta directamente las posibilidades de países como Costa Rica. El retraso en la reglamentación de las actividades del sector de uso del suelo, cambio de uso del suelo y bosque (LULUCF, por sus siglas en inglés) también rezagó el desarrollo de proyectos MDL forestal. No fue sino hasta la COP 9 (reunión anual de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático), en Milán, en el 2003, que se acordó una serie de reglas para la ejecución de estos proyectos, dos años después de que los otros sectores participantes ya contaban con la reglamentación que los regiría. Aunado a lo anterior, para el primer periodo de cumplimiento del Protocolo, se estableció que el uso de los créditos de carbono de los proyectos forestales bajo el MDL estaría restringido solamente al 5 % de las emisiones. Es decir, el 95 % de las transacciones del mercado de carbono estaría disponible para 14 de los 15 enfoques sectoriales del MDL (ver cuadro 1), lo que desestimula la participación de los desarrolladores de proyectos forestales. Paralelamente, la incertidumbre del precio por la tonelada de carbono de las reducciones de emisiones certificadas (CERS, por sus siglas en inglés) ha sido otro obstáculo por parte de los desarrolladores, que desacelera la presentación de proyectos MDL forestales al Consejo Ejecutivo. A pesar del panorama que tenían los proyectos forestales en el mercado regulado de carbono en estos primeros años, el país, a través Cuadro 1. Alcance sectorial definido por el Consejo Ejecutivo del MDL del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal 1. Industria de energía 9. Producción de metal (Fonafifo), se atrevió a soñar en que era posible 10. Emisiones fugitivas de combustibles que Costa Rica emitiera 2. Distribución de energía (sólidos, gaseosos y aceites) créditos de carbono provenientes de las planta11. Emisiones fugitivas de producción 3. Demanda de energía y consumo de halocarbonados y ciones forestales. hexofluoruro de azufre En 2003, en un ejercicio con el Banco 4. Industrias de manufactura 12. Uso de solventes Mundial, los países de la región centroamericana 5. Industrias químicas 13. Manejo y disposición de residuos identificaron zonas potenciales que cumplieran con 6. Construcción 14. Forestación y reforestación las condiciones de tierras previstas para proyec7. Transporte 15. Agricultura tos MDL –terrenos que no tuvieran cobertura de bosque antes del 31 de di8. Producción de mineral/minería ciembre de 1989–, donde se pudieran desarrollar las actividades de reforestación y forestación. En el y a la vez asistir a los países en desarrollo a alcaso de Costa Rica, se contaba con un mapa de tiecanzar un desarrollo sostenible. Este “mecanismo rras Kioto que permitió determinar las áreas más de flexibilidad” permite a los países del anexo 11 aptas para ejecutar este tipo de proyectos. la compra de CERS, proveniente de proyectos de El proyecto MDL se materializó en 2006, desarrollo sostenible en países no anexo 1. cuando el Fonafifo suscribió un contrato con el FonSegún el sitio web del MDL (UNFCCC) do de Bio-Carbono del Banco Mundial, para vender (http://cdm.unfccc.int/Statistics/Public/index. los créditos de carbono que generarían las activihtml), al 28 de febrero de 2014 hay registrados dades forestales, bajo los lineamientos establecidos 7450 proyectos que han certificado la reducpor el MDL. Para ello, Fonafifo como desarrollador ción de emisiones por el orden de 1 434 737,562 debió cumplir con lo que se denomina el ciclo del toneladas de CO 2 equivalentes. El aporte del proyecto aplicable a todos los sectores (MDL, 2013). sector 14 –reforestación/forestación– al total de las reducciones certificadas es de menos del 1 % respecto a la cantidad total de proyectos. Se tiene registrado un total de 53 proyectos alrededor del mundo, de los cuales 19 se ubican en Latinoamérica. El mecanismo de desarrollo limpio (MDL) fue establecido en el Artículo 12 del Protocolo de Kioto, con el objetivo de ayudar a los países desarrollados a cumplir con sus metas de reducción de 1 Países anexo 1: países con compromiso cuantificado de limitaemisiones de gases de efecto invernadero (GEI) ción de reducciones de emisiones. Mecanismo de desarrollo limpio Gilmar Navarrete Chacón Proyecto de Captura de Carbono en Fincas de Pequeños(as) y Medianos(as) Productores(as) de la Región Brunca, Costa Rica Ir a contenido Ir a contenido 53 Ciencias Ambientales 46: 51-59, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 Primer proyecto MDL forestal de Costa Rica En setiembre de 2013, Fonafifo registró ante la Secretaría Ejecutiva del MDL el proyecto denominado Captura de Carbono en Fincas de Pequeñas(os) y Medianos(as) Productores(as) de la Región Brunca (Proyecto Coopeagri), que destacó por ser el primer proyecto MDL forestal del país. Este proyecto cumplió con lo que el MDL denomina el ciclo del proyecto, el cual implica una serie de condiciones que deben ejecutarse con el afán de poder estar listos para generar las CERS. Una vez registradas las reducciones de emisiones certificadas ante la Secretaría Ejecutiva del MDL, se negocian en el mercado regulado de carbono. A continuación, se detalla el proceso que llevó a cabo Fonafifo para registrar el proyecto MDL. Documento de diseño de proyecto Para el caso de Fonafifo, el proceso de elaboración del documento de diseño de proyecto (PDD) tomó cuatro años, principalmente porque en el 2006 el sector 14 no disponía de metodologías aprobadas para las condiciones de la región centroamericana. Se procedió entonces a proponer una metodología de línea de base y otra de monitoreo, las cuales fueron remitidas a la Secretaría para su evaluación. Este proceso llevó dos años, la propuesta fue duramente criticada por los evaluadores del MDL y alcanzó una calificación de “B”, por lo que fue rechazada. El argumento que se dio fue que Costa Rica había desarrollado políticas ambientales e instrumentos financieros para el sector forestal, por lo que no se justificaba el concepto de adicionalidad 2 planteado. Mientras esto sucedía, otros países del istmo presentaron sus propias metodologías. La propuesta elaborada por Honduras fue la que se 2 La adicionalidad, en su significado actual en el contexto del MDL, es la razón por la cual un determinado proyecto de remoción de emisiones no sería factible sin el MDL. 54 aprobó y se convirtió en la primera metodología para proyectos forestales registrada en la región. Esta se denominó AR-AM00043 “Reforestation or afforestation of land currently under agricultural use”. Consiste en la ejecución de actividades de reforestación, mediante plantaciones forestales y sistemas agroforestales en terrenos degradados o de uso agrícola característico de Centroamérica. La metodología aprobada y la propuesta por Costa Rica se diferenciaron básicamente por el marco legal ambiental costarricense fuertemente desarrollado y por la existencia, desde 1997, del Programa de Pago por Servicios Ambientales (PPSA). La metodología está conformada por ocho apartados que deben completarse para poder aspirar al registro del proyecto. Seguidamente, se listan los componentes de la metodología AR-AM0004: A. B. C. D. E. F. G. H. Descripción general de las actividades propuestas en el proyecto A/R del MDL. Duración del programa de actividades / período de generación de los créditos. Aplicación de una metodología aprobada para la línea de base y el monitoreo. Estimación ex ante de las eliminaciones netas de los GEI antropogénicos por sumideros y la cantidad estimada de dichas eliminaciones durante el período de generación de los créditos. Plan de monitoreo. Impactos ambientales de las actividades propuestas en el proyecto A/R del MDL. Impactos socioeconómicos de las actividades propuestas en el proyecto A/R del MDL. Comentarios de los actores involucrados. Para continuar con el desarrollo del proyecto, Fonafifo adaptó el PDD a lo establecido en la metodología AR-AM0004, así como al cumplimiento de los nuevos formatos de reglas y 3 Metodología aprobada para el MDL, disponible en línea. (departamento forestal) el encargado de la asistencia técniACTIVIDAD ÁREA TOTAL (ha) ca, y los productores asociados a Plantaciones forestales 108,20 CoopeAgri como los ejecutores. Regeneración natural asistida 396,70 Para garantizar el comSistemas agroforestales 387,51 promiso de los dueños de finca con el proyecto y para Total 892,42 Fuente: Rodríguez et al., 2012. cumplir los requerimientos establecidos en la metodolodisposiciones que emanaba la Secretaría Ejecutigía AR-AM0004 sobre los derechos del carbono, va del MDL; esta acción tomó dos años. el proyecto se desarrolló bajo la plataforma del De acuerdo con el PDD (Rodríguez et al., PPSA. Este instrumento de compensación fue 2012), el proyecto de A/R del MDL cubrió un área el medio utilizado para atraer a los dueños de total de 892,42 hectáreas, repartidas en tres actifincas, con el fin de implementar las actividades vidades: los sistemas agroforestales, la regenerade reforestación, forestación y sistemas agrofoción natural asistida y las plantaciones forestales. restales. Por medio de un contrato, se estableSe estimó que el proyecto generaría una eliminació el reconocimiento de un pago dirigido a cada ción neta total de los GEI antropogénicos de 176 propietario de finca, y en contraprestación este 050 toneladas totales de CO2-e en un período de cede sus derechos para la comercialización de los 20 años, a razón de 8803 ton de CO2-e por año. servicios ambientales a Fonafifo. En el ordenaLa selección de la zona se realizó con la miento del MDL se debe demostrar la tenencia aplicación de las herramientas que el MDL tiene de los terrenos donde se ejecuta el proyecto. El a disposición de los desarrolladores de proyeccontrato del PPSA brinda la suficiente rigurositos. El cantón de Pérez Zeledón cumplió con los dad que exige la Secretaría del MDL, es el inscriterios de elegibilidad establecidos. Al mismo trumento legal para el contexto país que establetiempo, se demostró que los terrenos en la zona ce las reglas entre las partes y sus obligaciones 4 cumplían con la definición de bosque adoptada en cuanto al PPSA. por el país y se mostró la factibilidad para deEl proyecto tuvo la particularidad de un sarrollar las actividades de reforestación y foalto componente socioeconómico al involucrar a restación. Aunado a los criterios anteriores se muchos propietarios de tierras (proyecto sombriconsideró también que en la zona existía una lla). Son parte del proyecto MDL los contratos del cooperativa de gestión con experiencia en activiPPSA formalizados en la zona del proyecto, en el dades agrícolas, pecuarias y forestales, con más periodo comprendido entre el 2006 y el 2010, inde 10 000 asociados y con un departamento foclusive, en las modalidades del PPSA conocidas restal que facilitase la asesoría y el acompañacomo reforestación, regeneración natural y sistemiento de las actividades en el nivel de finca. mas agroforestales. De acuerdo con el arreglo institucional esLa zona del proyecto fue dividida en dos establecido para ejecutar el proyecto MDL, Fonatratos –las laderas del norte era uno y el valle fifo es el implementador de este; CoopeAgri R. L y las laderas del sur el segundo estrato– para el desarrollo de las diferentes actividades previs4 La definición de bosque que adoptó Costa Rica para aplicar a los tas. Las especies forestales que se utilizaron en proyectos circunscritos al MDL considera los valores del límilas plantaciones y en los sistemas agroforestales te superior establecidos: 30 % de cobertura de copa, 1 hectárea Cuadro 2. Área de proyecto total distribuida por actividad de A/R como área mínima y 5 metros de altura mínima para los árboles. Gilmar Navarrete Chacón Proyecto de Captura de Carbono en Fincas de Pequeños(as) y Medianos(as) Productores(as) de la Región Brunca, Costa Rica Ir a contenido Ir a contenido 55 Ciencias Ambientales 46: 51-59, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 G. Navarrete. Sistema agroforestal: café con cedro fueron, entre las nativas, amarillón (Terminalia amazonica), pilón (Hieronyma alchorneoides) y cedro amargo (Cedrela odorata), y entre las especies no nativas se usaron melina (Gmelina arborea) y teca (Tectona grandis). Con la ejecución del proyecto se pretendió alcanzar posibles beneficios más allá de generar los créditos de carbono, por lo que el PDD (Rodríguez et al., 2012) estableció los siguientes: • • 56 Conservación de la biodiversidad: se promoverá la restitución de tierras deforestadas y se contribuirá así a la creación de diversos paisajes, a la conexión de las parcelas forestales en el área del proyecto y, también, a la creación de hábitats para la protección de la biodiversidad, específicamente, mamíferos pequeños y pájaros. Empleo local: se brindará oportunidades de empleo a los habitantes locales, mediante el manejo de la tierra a través de la restauración de suelos, plantaciones, limpieza de maleza, cuidado y protección de la tierra, raleo, cultivos y viveros. • Prevención de la degradación de la tierra: se evitará que haya derrumbes, se mejorará los regímenes hidrológicos (infiltraciones, calidad y corrientes de agua) y se minimizará la erosión de los suelos. • Mejoras en las eliminaciones de los GEI, por medio del aumento de los reservorios de carbono en la biomasa: las actividades contempladas en el proyecto mejoran la eliminación de los GEI, mediante el aumento de la biomasa en la superficie y debajo de la tierra; también, mediante la prevención de las alteraciones significativas en los suelos. Aprobación de la Autoridad Nacional Designada La aprobación del país anfitrión es determinada por la Autoridad Nacional Designada (DNA, por sus siglas en inglés) de cada país. En Costa Rica, la DNA es la Dirección de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente y Energía. Para los desarrolladores del proyecto es necesario, de previo, iniciar con la aprobación de la DNA, por lo cual la Dirección de Cambio Climático estableció el siguiente procedimiento para la emisión de la carta de aprobación; este consta de dos fases: (1) presentación, evaluación y aprobación nacional, y (2) seguimiento y registro oficial de los proyectos. La fase 1 inicia con la entrega por el proponente del PDD y culmina con la emisión de la carta de aprobación nacional extendida por el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae). El Fonafifo cumplió con los requerimientos establecidos y obtuvo la carta de aprobación por parte de la DNA. Validación Elaborado el PDD y con la aprobación nacional de la DNA, se solicitó llevar a cabo el proceso de validación, que consistió en una evaluación independiente realizada por una empresa acreditada ante el Consejo Ejecutivo del MDL, denominada entidad operacional designada (DOE, por sus siglas en inglés). La Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor), fue la entidad acreditada como DOE. La DOE constató que el PDD cumpliera a satisfacción todos los parámetros establecidos en la metodología del proyecto e hizo un análisis de documentos tanto en gabinete como en visitas a la zona del proyecto. Este tiempo de validación tomó aproximadamente 18 meses, debido a las diferencias de criterio sobre la adicionalidad del proyecto Coopeagri, entre los auditores de la validación y el personal desarrollador del proyecto. El fundamento que logró justificar la adicionalidad del proyecto fue la poca penetración del PPSA en la zona, lo cual permitió desarrollar las actividades propuestas. La Aenor emitió el protocolo de validación del proyecto Coopeagri en el 2012. Registro del proyecto ante el Consejo Ejecutivo Con el reporte de validación positivo emitido por la Aenor, se presentó el proyecto ante el Consejo Ejecutivo del MDL, para su registro, el cual quedó en firme el 3 de enero del 2013. Implementación y monitoreo Desde el 2006, las actividades establecidas en el documento del proyecto se venían realizando. Se inició con la identificación de los potenciales participantes del PPSA; posteriormente, con la formalización de los contratos se comenzaba el desarrollo de las actividades previstas. Los servicios de asesoría y de regencia forestal estuvieron a cargo del personal técnico del departamento forestal de Coopeagri. En total se lograron incorporar 204 contratos de PPSA entre las tres modalidades que abarcaron un área total de 892,42 hectáreas. El Departamento de Control y Monitoreo, conjuntamente con la Oficina Regional de Fonafifo en la zona, se encarga del monitoreo de las acciones implementadas año tras año. Verificación El proceso de verificación de las actividades del proyecto fue realizado por la empresa noruega DNV KEMA Energy & Sustainability, ente acreditado como DOE. La empresa corroboró la consistencia de la metodología propuesta para la estimación de las toneladas de CO2 reducidas con el proyecto, para el periodo comprendido entre el 1 de agosto del 2006 (fecha de inicio del proyecto) al 31 de diciembre del 2012 (fecha límite para el primer periodo de cumplimiento del Protocolo de Kioto). Además fue la encargada de auditar en campo las actividades de reforestación, regeneración y sistemas agroforestales establecidas. Como complemento de esta fase, Fonafifo tuvo que demostrar con documentación la aplicación del plan de monitoreo realizado en el tiempo. DNV, después de hacer la revisión minuciosa de toda la documentación, seleccionó una muestra al azar y realizó la visita a las áreas del proyecto, con el propósito de evaluar la consistencia de los datos de crecimiento para las tres actividades implementadas. Como resultado, la DOE emitió el reporte de verificación del proyecto, en junio del 2013, y Gilmar Navarrete Chacón Proyecto de Captura de Carbono en Fincas de Pequeños(as) y Medianos(as) Productores(as) de la Región Brunca, Costa Rica Ir a contenido Ir a contenido 57 Ciencias Ambientales 46: 51-59, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 posibilitó a Fonafifo avanzar al último paso del ciclo del proyecto del MDL. Las auditorías de verificación, por lo general, se llevarán a cabo cada cinco años. • Registro El 12 de setiembre del 2013, el proyecto de Captura de Carbono en Fincas de Pequeñas(os) y Medianos(as) Productores(as) de la Región Brunca (proyecto Coopeagri) quedó registrado con el código 7572, ante el Mecanismo de Desarrollo Limpio de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, y logró ser el primer proyecto país en gene- G. Navarrete. Plantación de melina rar CERS de las actividades afrontar los desafíos de los mercados de carbono. forestales (la documentación completa del proComo parte de las lecciones aprendidas sobre los yecto está en http://cdm.unfccc.int/Projects/DB/ proyectos forestales MDL, el Fondo de Bio-CarboAENOR1349188271.57/view). no del Banco Mundial y Fonafifo presentaron en el Foro Latinoamericano del Carbono, realizado Emisión de CERS en Costa Rica en el 2011, la experiencia generada. Con el proyecto se generaron 23 080 toneladas de Reducciones de Emisiones Certificadas, para Lecciones aprendidas este primer evento de monitoreo. Fonafifo logró ne• Las actividades ejecutadas de reforestación gociar un precio de US$4,15 por tonelada de CO2 y forestación en un proyecto MDL forestal certificada con el Fondo de Bio-Carbono del Banco constituyen una forma de contribuir al auMundial, que compró los créditos generados. mento de la resiliencia de los sistemas naturales a los impactos del cambio climático, al promover la diversidad. • Producir créditos de carbono forestal con integridad ambiental, eficiencia y efectividad La experiencia generada con el desarrollo es un reto. de proyectos MDL forestales ha dejado lecciones • Proyectos en climas tropicales y en tievaliosas y desafíos para los diferentes actores en rras con altos costos de oportunidad tienen el proceso. Se considera necesario articular esgrandes dificultades para identificar a sus fuerzos y potenciar los aspectos relevantes para Lecciones aprendidas y retos 58 • • • • • participantes; aquellos con problemas para clarificar la tenencia de la tierra dedican años en identificar a los participantes. El financiamiento de carbono tiene un impacto limitado en el flujo de efectivo de los proyectos forestales, bajos volúmenes de tCO2e, contratos cortos, incertidumbre, altos costos de transacción, bajos precios y demanda limitada. Instrumentos institucionales y contractuales como el PPSA ayudan a clarificar la tenencia del carbono y mejoran el desempeño de los proyectos. Proyectos MDL forestales exigen la aplicación de buenas prácticas sociales, técnicas ambientales en coherencia con la legislación nacional. Asegurarse de que los proyectos por implementar a corto y mediano plazo tienen expectativas realistas en términos de carbono. La inversión del proyecto asegurada, teniendo en mente que los créditos de carbono son pagos ex post, no puede depender de estos ingresos para cubrir los costos de mantenimiento. El desarrollar un proyecto MDL forestal en el país, y en particular para Fonafifo, contribuyó a consolidar la imagen de la institución en el nivel internacional. Retos • Diseñar un PDD es costoso, requiere tiempo y exige muchas capacidades de carácter físico, ambiental, económico y humano, para ser exitoso. • En el ciclo de vida de un proyecto MDL, las reglas son complejas y ambiguas, al mismo tiempo que los procesos pueden resultar desgastantes. • Largos periodos discutiendo sobre la calidad del PDD y diferencias en la interpretación de las reglas entre las DOE y los • • • • • • • • desarrolladores de proyectos desestimulan la participación. Que haya pocas DOE con experiencia relevante en MDL forestal incrementa costos y tiempo. Las DNA frecuentemente retrasan la provisión de documentación esencial para la validación del proyecto –hay limitadas capacidades de coordinación y procedimientos burocráticos–. El monitoreo de los proyectos es complejo y requiere capacidades de coordinación. Los proyectos requieren el monitoreo de muchas variables que son nuevas para los ingenieros forestales (emisiones y fugas). Cumplir con la regla de elegibilidad requiere capacidades y tecnología. La regla de 1990 excluye áreas con potencial de reforestación y resulta en proyectos altamente fragmentados. Los bajos precios de los créditos forestales son determinados por la regla de no-permanencia. Los créditos deben ser reemplazados –aumentan el riesgo del comprador y desincentivan la demanda–. Referencias Rodríguez, J. et al. (2012). Captura de Carbono en Fincas de Pequeños(as) y Medianos(as) Productores(as) de la Región Brunca, (proyecto Coopeagri). [Documento de Diseño del Proyecto (PDD)]. Fondo Nacional de Financiamiento Forestal. Disponible en http://cdm.unfccc.int/Projects/DB/AENOR1349188271.57/view Gilmar Navarrete Chacón Proyecto de Captura de Carbono en Fincas de Pequeños(as) y Medianos(as) Productores(as) de la Región Brunca, Costa Rica Ir a contenido Ir a contenido 59 Ciencias Ambientales 46: 60-74, ISSN: 1409-2158/2013. [Fecha de recepción: octubre, 2013. Fecha de aprobación: febrero, 2014.] Diciembre 2013. Número 46 Adopción de usos de la tierra compatibles con el servicio ecosistémico hídrico en fincas agrícolas de la región centroamericana Víctor Meza V. Meza, ingeniero forestal, es estudiante de doctorado en la Universidad de Friburgo (Alemania) ([email protected]). Resumen En términos generales, la presencia de un número mayor de árboles en las fincas agrícolas es considerada una buena práctica para contribuir con la captación de agua. La adopción voluntaria de usos de la tierra considerados más compatibles con el servicio ecosistémico hídrico (bosque y café arbolado) fue analizada en Trifinio –zona entre Honduras y Guatemala–, lugar donde no se da ningún tipo de incentivo o pago por este servicio ecosistémico. Se detectó baja probabilidad de adopción de estos usos de la tierra en las fincas pequeñas, debido a que, en la práctica, la participación de estas fincas en programas de conservación está sujeta a factores fuera del control de los productores, como por ejemplo el área mínima de Abstract The presence of trees in the farms is typically considered a good practice in water shed management. Therefore, it was examined the voluntary adoption of land uses considered more compatible with the water ecosystem service (shade coffee and woodland) in the region of Trifinio (located in Honduras and Guatemala), where there is not given any incentives or payment for this environmental service. It was observed low adoption of these land uses on small farms. In practice, participation of small farms in conservation programs are subject to certain factors beyond the control of the producers such as minimum area of the farm. But, other factors such as perceived importance of land use has on food security and future Introducción L os gestores de proyectos de desarrollo consideran que los bosques naturales y los árboles individuales son prioritarios para la conservación, debido a la variedad de bienes y servicios que ofrecen a la sociedad. Entre los bienes están la madera y los productos no maderables; entre los servicios está el incremento de la infiltrabilidad (Benegas et al., 2011). En este sentido, la comunidad internacional desde hace décadas ha estado intentado aprovecharse de estos, para lo que se han diseñado convenios a escala global, por ejemplo: los mecanismos para un desarrollo limpio (MDL) y/o la reducción de emisiones por la deforestación y la degradación de bosque (REDD+). La mayoría de los intentos, sin embargo, se han centrado en mejorar el secuestro de carbono, a través de la reconversión de tierras con usos agrícolas a tierras con usos forestales, donde también el servicio ecosistémico hídrico se ve favorecido. Se entiende como la finca. Otros factores de carácter cultural, como la percepción de la importancia que un uso de la tierra tiene sobre la seguridad alimentaria y la motivación a futuro para la adopción de un sistema de producción, pueden ser manipulados, a pesar de que en términos prácticos no siempre es posible. Entonces, para que se dé una adopción espontánea de árboles y bosque, es necesario incidir en estos factores; pero, aun así, generalmente los cambios tardarán más tiempo en ser observados que la vida útil de los proyectos de conservación. Palabras clave: servicio ecosistémico hídrico, usos de la tierra, café arbolado, árboles aislados, bosque. Osvaldo Durán. Costa Rica 60 Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales Ir a contenido motivation for adopting a production system can be more easily manipulated, although, in practical terms it is not always possible. Thus, for a spontaneous adoption of the trees and the forest should also influence cultural factors, even if the changes in this dimension generally take longer to be observed than the lifetime of the conservation projects. Keywords: ecosystem water supply, land use, coffee trees, isolated trees, forest. servicio ecosistémico hídrico (HES, por sus siglas en inglés) el abastecimiento de agua, que incluye las funciones de almacenamiento, retención y regulación (Costanza, et al., 1997; de Groot, et al., 2002). Llama la atención que, a pesar del reconocimiento de la importancia de árboles y bosque, la adopción voluntaria de la conservación forestal es poco probable en fincas pequeñas, en los actuales contextos rurales. Una razón obvia es que estas tierras son usadas para producir alimento y, cuando es posible, también para la venta de excedentes. Congruentemente, la falta de adopción (en adelante cuando se usa la palabra adopción, se refiere a “adopción de un uso determinado de la tierra”), desde un punto de vista teórico, es explicada por la posibilidad que tienen los sistemas de producción de la tierra para satisfacer las motivaciones locales (Farrington et al., 1999). Así, la producción de alimento es por excelencia la motivación más importante en la priorización del uso de las tierras; por lo tanto, la agricultura y la ganadería constituyen los principales competidores por el uso de los suelos. De hecho, la agricultura, para un importante número de sociedades, todavía sigue siendo considerada como la principal estrategia de la sobrevivencia y, además, es el mecanismo más efectivo para mantener la cohesión social de sus integrantes (Imang et al., 2008). En consecuencia, el rol inmediato que juegan los sistemas de producción para sostener los medios de vida locales es Adopción de usos de la tierra compatibles con el servicio ecosistémico hídrico en fincas agrícolas de la región centroamericana Ir a contenido 61 Ciencias Ambientales 46: 60-74, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 un importante atributo para identificar la decisión del productor (Bhandari y Grant, 2007; Petry et al., 2010). Los sistemas de producción tienen diferentes roles y pesos, para contribuir con el suministro de alimentos, por lo tanto, entender los factores que influyen en la percepción del productor en la asignación de roles sería una poderosa herramienta para identificar cómo ellos influyen en la adopción. En primera instancia, el artículo pretende resaltar la función de los árboles sobre la recarga de aguas subterráneas en el área de estudio, según los resultados de Benegas et al. (2011) y Benegas et al. (2014). Luego, se trata de definir los vínculos y límites entre las percepciones de los agricultores y la adopción de los sistemas de producción. Para esto, se probó que la adopción de usos de la tierra estaría influenciada por tres factores críticos: (1) el área mínima disponible de tierra por finca, (2) la importancia del sistema productivo y (3) la motivación o visión a futuro del productor. La evidencia mostró un efecto positivo del factor cultural y la estructura de tenencia de la tierra sobre la adopción de árboles en las fincas. En términos objetivos, suponer que la adopción espontánea de usos de la tierra, que contribuyan con la generación de HES en la región, podría ser mejorada y conservada, sin tomar en cuenta los factores críticos que influyen en la adopción de los productores, es una posibilidad inviable (Wells y McShane, 2004). Lo anterior se debe a que, en la práctica, la participación de este tipo de fincas en programas de conservación está sujeta a ciertos factores fuera del control de los productores, los cuales son manipulados exclusivamente por actores externos. Por lo tanto, es necesario incidir en esos factores, para mejorar la adopción de nuevas propuestas de usos de la tierra, que incluyan un mayor número de árboles, y con esto promover el HES en el trópico centroamericano, inclusive, después de que un proyecto de conservación haya finalizado. 62 Beneficios de los árboles en el servicio ecosistémico hídrico: estudio de caso en Copán En esta sección, se toma como base los resultados preliminares de un trabajo publicado por Benegas et al. (2011), quienes establecieron una relación entre los árboles y la infiltrabilidad como uno de los principales procesos de recarga de aguas subterráneas en los sistemas de pastoreo en Copán, Honduras. Sus conclusiones fueron que en terrenos de pastos en la cuenca del río Copán los árboles incrementaron la infiltrabilidad (prueba de medianas de Mood, p = 0,009; mediana de grupo de árboles = 146 mm/h; mediana de terreno de pastoreo abierto = 47 mm/h). En consecuencia, los árboles contribuyeron eficazmente, según los autores, al aumento de infiltrabilidad. Benegas et al. (2014) confirman el efecto positivo de los árboles sobre la infiltrabilidad, y lo vinculan a la distancia con el grupo de árboles. Por lo tanto, el efecto de los árboles sobre la infiltrabilidad es explicado como una función de la distancia al árbol. Además, aunque de manera preliminar, los datos presentados en el mencionado estudio han mostrado que la presencia de árboles favorece la recarga de aguas subterráneas, especialmente en las tierras de pastoreo degradadas; también sugieren que el pasto (19,74 árboles/ha ± 22) sigue siendo el uso de la tierra menos favorable para mantener árboles en el área. En contraste, el café presentó un mayor número de árboles por hectárea (107 árboles/ha ± 100). Condiciones para la efectiva adopción La literatura en temas relacionados con la adopción de sistemas agrícolas es voluminosa (Sall et al., 2000); de ella podemos entender que cada factor tiene un peso diferenciado y su vigencia depende de las condiciones del contexto local (Corral y Rerdon, 2001; McGregor et al., 2001; Solano et al., 2001; Kydd, 2002; Bacon, 2005; Nascimento Francisco Rodríguez. Costa Rica y Tomaselli, 2005; World Bank, 2006; Bhandari y Grant, 2007; Macqueen, 2008; Pulhin y Inoue, 2008; Valbuena et al., 2008). Existe entonces un consenso sobre el hecho de que los factores que influyen en las condiciones de adopción están expuestos a cambios en el tiempo (Kant, 2000; Joshi y Arano, 2009; McGregor et al., 2001; Collier et al., 2009; Meinke et al., 2001) y, por lo tanto, en algunos casos la generalización tiende a ser un pobre predictor del comportamiento (Ajzen, 1991). Considerando lo anterior, establecer un marco conceptual que simplifique la inmensa cantidad de factores y la forma en que estos influyen en la adopción es una tarea casi imposible de realizar. No obstante, en esta sección se plantea una contribución al entendimiento de las condiciones básicas que deben mejorarse para la adopción de los árboles en las fincas agrícolas. Estas son: (i) la expectativa de tener mejores ingresos adicionales (Kido y Kido, 2006) por la conservación; (ii) la simplicidad de requisitos de acceso y uso (que muchas veces son engorrosos), ya que menos reglas implican mayor facilidad para acceder a los recursos (Brush, 2007); (iii) la flexibilidad de los árboles para crecer en tierras marginales (Wale, 2008) que son típicas en las fincas de pequeños productores y que, además, demandan menos insumos; (iv) un mercado relativamente conocido que genera cierta confianza sobre los beneficios esperados de la comercialización de la madera; (v) bajos costos de transacción (Nascimento y Tomaselli, 2005); (vi) beneficios mayores y seguros por el uso de la mano de obra familiar (Start y Johnson, 2004) en prácticas silvícolas, y (vii) el conocimiento de la actividad (Amacher et al., 2003) que se ajuste a como le gusta producir al agricultor. Razones para la adopción de usos de la tierra En contextos rurales existe una alta diversidad de opiniones acerca de cómo pueden actuar los diferentes factores (económicos, sociales, culturales y biofísicos) en los procesos de decisión para la adopción espontánea. Así, con la intención de aportar en el entendimiento de los procesos Víctor Meza Adopción de usos de la tierra compatibles con el servicio ecosistémico hídrico en fincas agrícolas de la región centroamericana Ir a contenido Ir a contenido 63 Ciencias Ambientales 46: 60-74, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 de decisión y principalmente Figura 1. Municipios muestreados en el estudio para Guatemala para mejorar la identificación y Honduras. Elaborado por MESOTERRA-CATIE. de los patrones de uso que puedan contribuir con el éxito de la adopción de los árboles y del bosque en pequeñas fincas de subsistencia, se han identificado dos papeles principales desde la lógica y las prácticas habituales del productor: (1) cultivos para el comercio y (2) cultivos para la subsistencia. Por una parte, los cultivos que son para el comercio son adoptados a partir del conocimiento parcial sobre el mercado (Kydd, 2002; World Bank, 2006), y donde la evidencia muestra un efecto positivo de los precios sobre la decisión de adopción. Este efecto positivo incrementa el potencial para mejorar negocios y acceder a mejores condiciones, lo cual genera en el agricultor cierta confianza en los beneficios espor lo tanto, deberán responder a la necesidad de perados de la comercialización. generar ingresos para la compra de alimento. Por otra parte, debido a que las familias en los contextos rurales de Centroamérica son altamente dependientes de los recursos naturales, la producción de alimentos es, sin lugar a dudas, uno de los criterios más importantes para identificar Área de estudio patrones de uso de la tierra (McGregor et al., 2001) La región del Trifinio tiene una extensión en esta región. De hecho, la seguridad alimentaaproximada de 7541 km2, de los cuales corresria es la función más importante que cumplen los ponden el 44,7 % a Guatemala, el 15,3 % a El sistemas productivos locales (Bhandari y Grant, Salvador y el 40 % a Honduras. Está confor2007; Petry et al., 2010) en regiones con propiemada por 45 municipios fronterizos, 8 de El dades pequeñas y de bajo ingreso (Meinke et al., Salvador, 15 de Guatemala y 22 de Honduras. 2001). En este caso, siguiendo la lógica productiva La población del Trifinio se caracteriza por el de los agricultores para la adopción, los árboles, constante intercambio comercial y cultural, así en un primer momento, van a ser valorados con como por nexos familiares que la identifican las características de un cultivo para comercio y, como integracionista. El tipo de suelo de esta Metodología 64 área, conocida como Asociación Malcote, está clasificado como Typic Argiustolls, de acuerdo con el USDA (1986), definido por suelos profundos con buen drenaje, desarrollados bajo rocas intrusivas. El suelo superficial se extiende 20 a 30 cm de profundidad; sus texturas son entre francoarcillosa y arcillosa (FAO-PESA y CATIE, 2007). El clima se describe como bosque seco tropical, de acuerdo con las zonas de vida de Holdridge (1978). En esta región, la precipitación anual promedio fue de 1772 mm. La zona se caracteriza por la alta densidad poblacional, cuyo promedio es 159 y 78 hab/km2 en el área de Guatemala y Honduras, respectivamente (figura 1); valores por encima de los promedios nacionales. La población total del área supera los 150000 habitantes y se caracteriza por la alta ruralidad por sobre el 90 %, y cerca del 64 % es población indígena maya chortí. Los niveles de pobreza en los municipios de ambos países superan el 80 %. Del lado guatemalteco se encuentra Jocotán, que ocupa el primer lugar en el nivel nacional en carencias de vida, mientras que en Honduras el departamento de Copán figura entre los más pobres del país. Los principales usos de la tierra, que compiten con el bosque, según CATIE-MESOTERRA (2000), son: ganadería, café y granos básicos. Aunque el nivel de importancia de cada uso de la tierra varía en cada país, estos sistemas de producción se caracterizan por el bajo nivel tecnológico. Encuestas sobre los medios de vida En el caso de América Central, los contextos socioambientales son muy diversos, debido a la alta variabilidad natural de las condiciones biofísicas (clima, relieve) de la región y al relativamente alto número de países (siete), cada uno con sus propias realidades socioeconómicas y políticas. En la región de estudio se utilizaron datos del proyecto MESOTERRA, un proyecto del CATIE que busca promover la gestión sostenible de las tierras degradadas en Centroamérica. Las comunidades fueron representadas por 218 entrevistados (n), separados en dos grupos étnicos: nativos (n = 175) y ladinos (n = 43). Esta muestra fue seleccionada porque la región tiene un alto potencial para la producción maderable en sistemas agroforestales con café y sistemas silvopastoriles. Por lo tanto, es necesario establecer diseños de usos sostenibles de la tierra para mejorar los medios de vida relacionados con seguridad alimentaria y la generación de servicios ecosistémicos. El trabajo de campo consistió en el levantamiento de información clave para identificar los factores que influyen en las decisiones de los pequeños productores; para orientar el trabajo, se asumió la premisa de que en la actualidad se están desarrollando sistemas productivos exitosos en generar bienestar. La encuesta para recopilar datos se organizó bajo el enfoque de los medios de vida y de los capitales de la comunidad, y fue aplicada por el grupo de técnicos de MESOTERRA, en cada una de las comunidades, entre mayo y setiembre del 2010. La percepción actual que tiene el productor sobre un uso de la tierra es determinada por el grado que cada sistema de producción tiene en satisfacer las necesidades. La percepción es, entonces, una radiografía para un momento dado, ya que los agricultores pueden sentir que las ventajas o desventajas de un sistema de producción cambian con el tiempo (Frey et al., 2012). La percepción en la entrevista fue evaluada con la pregunta ¿qué tan importante es el sistema de producción para el soporte suyo y de su familia?, de acuerdo con tres grados: (1) muy importante, (2) importante y (3) poco importante. Productores centroamericanos tienden a ser pobres, con bajos niveles de ingresos y tierras y, en su mayoría, se orientan a la subsistencia. Por lo tanto, el sistema de producción más acorde con las realidades de los productores Víctor Meza Adopción de usos de la tierra compatibles con el servicio ecosistémico hídrico en fincas agrícolas de la región centroamericana Ir a contenido Ir a contenido 65 Ciencias Ambientales 46: 60-74, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 Figura 2. Proporción del área acumulada por uso de la tierra para nativos y locales, región de Trifinio, Guatemala y Honduras es considerado más importante. Para evaluar la visión a futuro de los agricultores, se empleó la herramienta metodológica del plan de fincas de Palma y Cruz (2010). Este es una descripción de las actividades por considerar en la finca durante un período determinado, para solventar una o varias limitaciones que tiene la familia y/o para aprovechar algunas de las oportunidades que ofrece el entorno, con el objetivo de hacer la finca más productiva y sostenible (Palma y Cruz, 2010). Análisis de los datos La adopción del bosque y la del café son las variables de respuesta de interés, que fueron evaluadas desde el punto de vista 66 cuantitativo a través del área actual total de ocupación, según el área disponible por finca. Desde un punto de vista cualitativo, la variable de respuesta se evaluó mediante la percepción del productor acerca de la importancia que tiene cada cultivo para satisfacer sus medios de vida. Se seleccionaron 47 factores con el objetivo de analizar la relación entre la cantidad de bosque (variable de interés) y otras variables que representan el capital natural, humano, construido, social, cultural y financiero de las comunidades. Se aplicó un análisis estadístico multivariado con el fin de identificar los principales factores que sustentan las decisiones de los agricultores de mantener bosques en sus fincas. A través de los análisis de tablas de contingencia, pruebas de chicuadrado y análisis de árboles de clasificación se presentan las variables que explican la presencia del bosque y de café en las fincas estudiadas: área mínima de la finca, niveles de importancia por sistema de producción y la motivación para la adopción a futuro de un sistema productivo, se muestran los niveles de significancia de las tablas de contingencia. Se utilizó el software estadístico InfoStat para analizar los datos. Resultados fincas para los nativos y el 14 %, para los ladinos) es el segundo sistema de producción más adoptado e inclusive mostró valores por encima de los reportados por el café. No obstante, el segundo lugar que el bosque presenta, según el área de ocupación, en comparación a los otros sistemas de uso de la tierra, sugiere que ha existido una fuerza externa que ha influido en su permanencia. Esta es relacionada con una serie de consideraciones legales que limitan el cambio de uso del bosque, en Honduras y Guatemala, a otros usos agrícolas. Factores críticos en la adopción de árboles y de bosque La adopción actual del bosque: área de ocupación de los sistemas de producción En términos prácticos, el área física que actualmente usa un sistema productivo es un importante criterio para considerar el éxito en la adopción (figura 2), pero en este caso, también es considerado el número de árboles presentes en las fincas como un criterio de adopción de un uso de la tierra más compatible con el servicio ecosisEl tamaño de la finca témico hídrico. Por lo tanto, con base en estos criEn el análisis del tamaño de la finca, los terios se determinó que los granos básicos consgranos básicos (maíz con p < 0,0001, frijoles con p tituyen el sistema más adoptado por los nativos, < 0,0001 y pasto con p < 0,0001) presentaron una quienes dedican el 68 % de la tierra disponible a asociación con el tamaño de la finca. Este patrón esta actividad. La ganadería es más adoptada por los ladinos, ya que repreFigura 3. Área de bosque por tamaño de la finca, sentó el 80 % del área. Sin región de Trifinio, Guatemala y Honduras embargo, estos dos usos de la tierra son los menos compatibles con el número de árboles por hectárea (Benegas et al., 2011). Menos adoptados son la ganadería, en el caso de los nativos, con el 7 %; y los granos básicos, para los ladinos, con apenas el 1 % del área. El café representó el 12 % y el 5 % del área para los nativos y ladinos, respectivamente. Este último fue el cultivo agrícola que presentó el mayor número de árboles por hectárea (Benegas et al., 2011). De acuerdo con la lógica de esta sección, el uso forestal (con 13 % del uso actual en las Víctor Meza Adopción de usos de la tierra compatibles con el servicio ecosistémico hídrico en fincas agrícolas de la región centroamericana Ir a contenido Ir a contenido 67 Ciencias Ambientales 46: 60-74, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 Cuadro 2. Motivación de los agricultores por los usos de la tierra en el futuro inmediato (cinco años plazo), región de Trifinio, Guatemala y Honduras Cuadro 1. Percepción de los agricultores sobre el nivel de importancia de los usos de la tierra para sostener los medios de vida locales, región de Trifinio, Guatemala y Honduras ¿Qué tan importante es para el soporte suyo y de su familia? Ganado Nativos (n = 175) Granos Café básicos Bosque Ganado Ladinos (n = 43) Granos Café básicos La visión a futuro: ¿cómo quiere que esté su finca dentro de cinco años? 1 (1 %) 25 (14 %) 143 (82 %) 6 (3 %) 42 (98 %) 1 (2 %) NR Importante 53 (30 %) 57 (33 %) 23 (13 %) 3 (2 %) 1 (2 %) 19 (44 %) 3 (7 %) NR Menos importante 13 (7 %) 18 (10 %) NR 5 (3 %) NR 23 (53 %) 1 (2 %) 41 (95 %) No produce 108 (62 %) 75 (43 %) 9 (5 %) 161 92 %) NR NR 39 (91 %) 2 (5 %) NR se repite en los casos del café y del bosque, ambos con p < 0,0001. Esta asociación, en el caso del bosque (figura 3), presenta una tendencia positiva, con un aumento en el área de bosque cuando el tamaño de la finca es mayor. Obsérvese que para las fincas de menor tamaño la presencia del bosque es casi nula. Niveles de importancia por sistema de producción Complementaria al criterio del área ocupada por los sistemas de producción, la adopción desde la percepción del agricultor es asignada de acuerdo con rangos de importancia para satisfacer necesidades. Nativos y ladinos difieren en cuanto a su punto de vista acerca de los papeles que juegan los diferentes cultivos para satisfacer sus medios de vida. Así, la percepción para el 5 % de los nativos fue que el bosque es importante y muy importante; sin embargo, los ladinos encuestados no asignaron ningún valor de importancia al uso del bosque. En otras palabras, el 95 % de los nativos y el 100 % de los ladinos consideraron que el uso del bosque es poco o nada importante (cuadro 1). Esta baja percepción de importancia asignada al bosque teóricamente es 68 Ladinos2 Café 15 0 Café y diversificar 12 1 Café procesado 12 0 Café y granos básicos 4 0 Café y ganadería 5 1 Ganadería 2 4 Comercializar 40 0 Ganadería 0 10 Diversificar 32 8 2 10 Granos básicos y ganadería 21 0 Granos básicos 5 0 Otros 20 8 Total 170 42 Comercializar Diversificar Mejorar infraestructura NR: no fue asignada ninguna respuesta. contraria al segundo lugar que ocupa el bosque, en cuanto a una mayor cantidad de área presente en las fincas. Así, para la mayoría de los encuestados, el bosque no es asociado a un enfoque de mercado. Esto quiere decir que el bosque, en la práctica, no está contribuyendo con el mejoramiento de los medios de vida locales, por lo tanto, en términos generales, no está siendo percibido como un uso importante de la tierra. No obstante, esta afirmación es el resultado de la percepción de los entrevistados. En tal caso, la percepción es un asunto que podría asociarse a los roles relativos que pueden jugar los sistemas productivos en una finca, ya que, por ejemplo, en la producción de leña, un par de árboles podría ser más importante para fincas pequeñas; mientras que, en una finca grande que cuente con áreas de bosque, un par de árboles es solo una pequeña proporción del potencial de producción de leña que puede tener esa finca. Por otra parte, existen sistemas de producción percibidos como realmente necesarios para satisfacer necesidades locales. Así, para el 95 % de los nativos, quienes son los dueños de las fincas pequeñas, los granos básicos son Subsistencia importantes y muy importantes; mientras que para el 7 % de los ladinos los granos básicos fueron importantes y muy importantes, solamente. La ganadería es muy importante e importante para el 100 % de los ladinos y para el 31 % de los nativos. El café es muy importante e importante para el 47 % y el 46 % de los nativos y criollos, respectivamente. El rol de un sistema productivo está asociado al tamaño de la finca. Hay una relación entre el grado de importancia de la ganadería y el tamaño de la finca (p < 0,0001). De igual manera, existe una asociación entre la importancia de los granos básicos y el tamaño de la finca (p < 0,0001). Ambas asociaciones reflejan una relación significativa entre cultivos y tamaños de la finca. En la práctica, los granos básicos se relacionan con tamaños pequeños de fincas y la ganadería con tamaños más grandes. Es importante recalcar que, en el caso del café, con p < 0,1142, no se encontró una asociación con el tamaño de la finca, por lo tanto, su rol no se encuentra asociado a un tamaño específico. Bajo el mismo supuesto, el bosque, con p < 0,7963, no presentó una asociación con el tamaño de la finca. Por ende, ambos usos pueden ser encontrados en diferentes tamaños de finca. Motivación para la adopción a futuro de un sistema productivo Cuando la intención es que se adopten usos de la tierra compatibles con los procesos de infiltración, de manera espontánea, la motivación que una familia tenga sobre su finca definirá en gran medida el éxito de la adopción, lo cual se presenta en el cuadro 2. Sobre la pregunta "¿cómo quiere que esté su finca dentro de cinco años?", ningún entrevistado manifestó interés por dejar la finca. Esto plantea una perspectiva de continuidad, es Víctor Meza Adopción de usos de la tierra compatibles con el servicio ecosistémico hídrico en fincas agrícolas de la región centroamericana Ir a contenido Ir a contenido Grupo étnico Nativos1 Bosque Muy importante Sistema de producción3 69 Ciencias Ambientales 46: 60-74, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 decir, el productor tiene el deseo de seguir siendo productor. Pero, se plantea el agravante de que ningún entrevistado visualizó al bosque como un sistema de producción importante para el soporte de los medios de vida a futuro, lo que complicaría su adopción. 1. Los nativos tienen una dominancia por los granos básicos y el café. 2. Los ladinos tienen una dominancia por la ganadería. 3. Las intenciones se agrupan según los roles de importancia que juegan los sistemas productivos. Al suponer que todos los productores quieren seguir produciendo en sus fincas, la proyección de cuándo un cultivo podría ser exitosamente adoptado debería ser más realista. Así, la importancia de los granos básicos, del café y de la ganadería, los tres con p < 0,0001, presenta relación con la visión a futuro de los usos que debería tener la finca. La norma, entonces, es que los usos a futuro sean los mismos que se encuentran produciendo actualmente. Por lo tanto, al ser la intención a futuro concordante con el uso actual de la finca, teóricamente, se estaría expresando una decisión de adopción basada en la práctica habitual de mantener luego el mismo uso de la tierra que corresponde al actual. No obstante, para no caer en la trampa de aceptar como una verdad absoluta la afirmación de que los usos a futuro van a ser invariables, es necesario tomar en cuenta que, en apariencia, si se dieran cambios donde los finqueros conocieran usos alternativos más eficaces en generar mayores beneficios, la posibilidad de adoptar nuevos sistemas de producción es altamente factible. Existe una expectactiva por seguir generando ingresos y, tanto para los nativos como para los ladinos, la norma es proyectar una mejora en la comercialización y un aumento en la producción. 70 Los nativos apuestan en la comercialización del café, en combinación con la ganadería de subsistencia y los granos básicos. Como estrategia complementaria a sus intenciones, ven en la diversidad de la finca una oportunidad para mejorar su bienestar. En el caso de los ladinos, el aumento en la producción de la ganadería es la principal alternativa para mejorar ingresos. Por otra parte, aunque los granos básicos y la ganadería son considerados sistemas de subsistencia para los nativos (n = 26), se percibe una mayor expectativa en la comercialización del café para mejorar los ingresos a futuro. Dado que el café juega un rol de comercio importante, su adopción será altamente probable. Esta positiva disposición por adoptar en el futuro el café es considerada una práctica beneficiosa también para mejorar los procesos de infiltración del agua. El hecho de que el café tradicionalmente se trabaja bajo sombra implica un mayor número de árboles, al compararlo con los otros usos agrícolas analizados. Discusión Con el fin de aumentar los sistemas productivos sostenibles, los proyectos de desarrollo actuales y pasados han estado promoviendo el incremento de árboles en los sistemas agrícolas, donde las técnicas agroforestales y silvopastoriles son los cambios más comunes asociados con las mejores prácticas de manejo de cuencas hidrográficas. La inclusión de árboles en el sistema agrícola facilita la prestación de servicios ecosistémicos, en particular, aquellos de cultivos perennes como el café o el cacao, que están bastante extendidos en el Neotrópico (Rapidel et al., 2011). Pero los árboles en los contextos centroamericanos todavía tienen que competir por espacios con varios sistemas agrícolas que tradicionalmente evitan su inclusión en la finca. Son ejemplos de sistemas que evitan la inclusión de árboles la ganadería extensiva, las plantaciones de piña y palma de aceite, entre otros, en la región, los cuales están provocando que en muchos casos la adopción espontánea de árboles sea una tarea muy difícil por lograr. La percepción que tienen los agricultores sobre los sistemas de producción es un concepto que ha sido propuesto para analizar las estrategias exitosas en el uso de la tierra (Lykke, 2000). Es el momento cuando el productor se centra en evaluar cuál sistema es más o menos exitoso en satisfacer las necesidades. El proceso consiste, entonces, en valorar la adopción de un sistema de acuerdo con el grado de satisfacción, basado en las percepciones individuales de los agricultores. Estas indican que, por el momento, la escogencia del bosque como uso de la tierra no sería posible, si no es capaz de ofrecer al menos los mismos beneficios que las otras alternativas pueden brindar (Dolisca et al., 2007). Consecuentemente, una baja percepción es el resultado de la confrontación del aporte que tienen el bosque, el maíz, el café y la ganadería, de manera individual, al sustento familiar. La presencia del maíz es identificada como uno de los principales patrones de uso en las fincas pequeñas de los chortis. Allí se siembra maíz y café; como consecuencia, no queda espacio para el bosque. En el caso de los ladinos, el patrón de uso más importante es la ganadería y, en un segundo lugar, el café. La percepción del productor, más positiva hacia estos sistemas de uso de la tierra, aclara por qué el área de bosque, situado en un segundo lugar de ocupación (según el área disponible de la finca), no puede explicar por sí sola la efectiva adopción del bosque. Esta afirmación es congruente con lo mencionado por Kant (1999), quien indica que el nivel de percepción de importancia asignado a cada sistema dependerá del rol que tiene este para satisfacer las necesidades de los productores, lo que motiva a que el principal uso de la tierra, sea la agricultura. Tal aseveración puede ser aclarada, desde un punto de vista práctico, por la condición de mutua dependencia (Gray, 1998) entre las fincas y los productores, para la subsistencia. De hecho, en el caso de los chortis, existe una alta dependencia por el maíz y el café, lo que constituye, en términos generales, un factor clave para entender la teoría social de uso del suelo (Barrera-Bassols et al., 2006), el cual es considerado por Chen y colegas (2010) como relevante en la identificación de patrones de uso. Evaluar la compatibilidad de las visiones que los productores tienen sobre sus fincas también brinda una oportunidad para definir los patrones de uso (Start y Johnson, 2004). Las visiones a futuro de los productores, en general, son enmarcadas en las posibilidades de mejorar la comercialización y aumentar la producción de sus fincas, así como reiteran las diferentes necesidades de acuerdo con su tradición agrícola y cultural. Estas visiones a futuro corroboran el interés por seguir dependiendo de los recursos naturales para sostener medios de vida (Collier et al., 2009; Ostrom et al., 1999). De esta manera, los chortis son caracterizados por querer continuar con la siembra del maíz y del café, este último beneficioso para el establecimiento de árboles. Los ladinos, sin embargo, quieren seguir siendo ganaderos, lo que disminuye las posibilidades de una adopción espontánea de la forestería. Desafortunadamente, ninguno de los entrevistados manifestó que el bosque llegaría a ocupar en el futuro algún papel relevante en el soporte de sus medios de vida. Bajo las condiciones de subsistencia observadas en el área de estudio, se requiere que los sistemas de producción sean más eficaces para soportar los medios de vida (Bhandari y Grant, 2007; Petry et al., 2010) y jueguen un papel más relevante en mejorar tanto la seguridad alimentaria como la producción de ingresos. Entonces, la evaluación de éxito, en el caso de los chortis, se centra en la capacidad que cada sistema productivo tiene para generar alimento o para generar Víctor Meza Adopción de usos de la tierra compatibles con el servicio ecosistémico hídrico en fincas agrícolas de la región centroamericana Ir a contenido Ir a contenido 71 Ciencias Ambientales 46: 60-74, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 ingreso en un área limitada. Por lo tanto, mientras el bosque no aporte o no quede área disponible, la posibilidad de adopción del bosque de manera espontánea es casi nula. La asignación de tierras para el uso forestal por parte de los ladinos corresponde, generalmente, a las menos productivas, con el fin de que no compita con la producción de ganado y café. En consecuencia, el chance que tiene el bosque para ser conservado, en este caso, es asociado con el mayor tamaño de las fincas. Pero, también, sería necesario incluir en el análisis de la adopción del bosque: (1) los incentivos disponibles y (2) los costos de transacción (regentes, planes de manejo, permisos, etc.), con el objetivo de tomar en cuenta las leyes y los reglamentos como variables de discriminación. • Conclusiones • 72 Los factores que explican las causas de adopción de usos de la tierra no siempre son fácilmente extrapoladas a otros contextos ajenos a los estudiados. El tamaño de la finca es un factor que puede ser poco modificado por los pequeños productores, debido a la falta de capital financiero y a la tenencia de la tierra. Los mecanismos de tenencia de la tierra, para el caso de los nativos, fijan un área mínima de la finca por integrante de la comunidad, lo que se convierte en un factor indirecto que restringe la posibilidad de adquirir más tierra. Por lo tanto, los patrones de uso para las fincas de los chortis pueden ser explicados por el área limitada con la que ellos cuentan; a pesar de que el derecho de tenencia de la tierra es claro y respetado en ambos países, no constituye la única condición para mejorar la adopción de sistemas de producción. Debido a que, también, es necesaria más tierra, como consecuencia, cuando el tamaño de la finca es menor, la presencia del bosque es casi inexistente. • La percepción de la importancia de los sistemas productivos y la motivación son dos factores que pueden ser modificados por el productor y definirán, en gran medida, el éxito de la adopción de algún sistema de uso de la tierra, que se relacione con las características de los cultivos para cumplir con la subsistencia y/o venta. Así, el uso prioritario de la tierra en la zona estudiada del Trifinio es para ganadería, en el caso de los ladinos, y para la agricultura de subsistencia (producción de granos básicos y café), en el de los nativos. De este modo, un uso estrictamente forestal del suelo no es una alternativa factible, al menos en las fincas pequeñas. De hecho, el área de ocupación de un sistema es un buen indicador de adopción, pero no explica la importancia que dicho sistema tiene para el productor; ya que el bosque no fue percibido como importante para mantener medios de vida locales, a pesar de que reporta un área mayor a la del café. La motivación es consistente con las necesidades actuales de cada productor, la norma entre los chortis es mejorar la comercialización del café asociado a los granos básicos y a la ganadería, ambos de subsistencia. Los ladinos, por su parte, siguen viéndose como ganaderos. Así, la perspectiva del uso a futuro de las fincas es congruente con el uso actual; por tal motivo, reitera la visión contraria por adoptar la forestería, ya que el uso forestal no es valorado como un sistema de producción importante para contribuir en el sustento familiar. Por lo tanto, la práctica local de incluir sombra en el café, y aumentar la cantidad de árboles en combinación con los cultivos agrícolas en las fincas, sigue siendo, sin lugar a dudas, la opción más sensata y realista para la generación de servicios ecosistémicos (entre ellos el hídrico). • La visión contraria de los productores sobre la adopción de la forestería es un factor crítico que debe ser considerado en los programas de conservación. La posibilidad de la adopción del bosque y de árboles en el contexto de un pequeño productor transciende a los aspectos de índole técnica y legal, y más bien se debe a factores socioeconómicos de los diferentes actores que participan en el uso de los recursos; por ejemplo, la compra de tierra, como alternativa para aumentar el número de árboles, es una solución altamente onerosa, que obviamente no puede ser asumida por los productores. En consecuencia, nuevos modos de gobernanza del uso de la tierra, que mejoren la producción de bienes y servicios en pequeñas fincas, deben basarse más en modificar los factores que influyen en las decisiones de los productores y menos en las exigencias de instituciones externas que son ajenas a las comunidades. Referencias Ajzen, I. (1991). The theory of planned behavior. Organizational Behavior and Human Decision Processes 50 (2), 179-211. Amacher, G., Koskela, E., Ollikainen, M. y Conway, C. (2003). Bequest Intentions and Forest Landowners: Theory and Empirical Evidence. American Journal of Agricultural Economics 84, 1103-1114. Bacon, C. (2005). Confronting the coffee crisis: can fair trade, organic, and specialty coffees reducesmall-scale farmer vulnerability in Northern Nicaragua? World Development 33 (3), 497-511. Barrera-Bassols, N., Zinck, J. y Van Ranst, E. (2006). 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A fin de disminuir los impactos ejercidos sobre los ecosistemas urbanos, en donde tales recursos se ubican, es necesario conocer la percepción de quienes viven a orillas de los ríos, para que sobre esa base los tomadores de decisiones actúen. En este artículo se da cuenta de un estudio sobre la percepción de los vecinos del río Pirro, en Heredia, y se da especial atención a los aspectos Abstract The increase in urban sprawl and all its economic and productive activities exert pressure on the environment of areas aimed to the protection and conservation of water resources. Therefore, the study of the perception of inhabitants on the banks of rivers results key among decision makers, in order to reduce the impacts that humans exerted toward the environment on these urban ecosystems. Special attention is given to aspects of current and future land use in the buffer zone of the Pirro river, in the province of Heredia, Costa Rica; likewise the Víctor Meza Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales Ir a contenido Ir a contenido E l desarrollo de las áreas urbanas va configurando territorios cada vez más extensos, promovidos por las necesidades habitacionales y económicas, de la mano con un modelo de crecimiento urbano desplanificado, falto de responsabilidad ambiental (Romero et al., 2011). En Costa Rica, la población en la Gran Área Metropolitana pasó de 59 % a 72,8 % entre el 2000 y el 2011 (INEC, 2012). En otras palabras, 7 de cada 10 habitantes del país residen en esta área urbana. La ciudad de Heredia es uno de los principales núcleos urbanos del Gran Área Metropolitana. Para el 2015 se proyecta una población mayor a medio millón de habitantes (Acosta, 2013), por lo cual, surge la preocupación sobre la influencia directa que tendrá este incremento hacia las zonas de protección de ríos y quebradas. Según el 75 Ciencias Ambientales 46: 75-83, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 último censo, como ya se mencionó la población urbana en la Gran Área Metropolitana pasó de 59,0 % a 72,8 % entre el 2000 y el 2011 y Heredia es la provincia que registró mayor incremento urbano (INEC, 2012). La microcuenca del río Pirro es uno de los ejemKeywords: Pirro River, waPalabras clave: río Pirro, ter resources, forest rehabiplos claros de este fenómeno. De acuerdo con recursos hídricos, rehabililitation, social participation, Romero et al. (2011), el 73 % de la superficie tación forestal, participación protection zone. total de esta microcuenca es de uso urbano, social, zona de protección. con un incremento del 17 % en los últimos 20 años. El 64 % de la zona de protección del río se encuentra en usos no conformes, es decir, es utilizada para otros fines ajenos a la protección exclusiva de su cauce, incluyendo viviendas y comercios (figura 1). Desde 1989, se ha venido trabajando en el río Pirro para mejorar o atenuar todos los problemas ambientales asociados a la mala planificación urbana. Por ejemplo, la Universidad Nacional, en ese mismo año, conformó una Comisión Ambiental, Figura 1. Irrespeto a la zona de protección del río Pirro con la cual se pudo determiy desechos sólidos lanzados a su lecho nar la grave contaminación ambiental, la invasión de sus zonas de protección y la disminución de la cobertura forestal (Miranda et al., 2010). Sin embargo, 24 años después, la situación ha empeorado y, como respuesta, se han desarrollado acciones in situ, como programas de manejo de desechos sólidos y actuaciones de emergencia como limpieza del cauce. A pesar de lo anterior, se desconoce el estado de la percepción que posee la población habitante en los márgenes del cauce principal, y esto es fundamental para establecer pautas de manejo que faciliten la recuperación y rehabilitación de este río. Es primordial conocer, entonces, cuál es la percepción de la población que habita a orillas del cauce, al ser esta la protagonista de la gestión de conflictos y su entorno (Dorojeanni y Jouravlev, 1999). Cualquier acción llevada a cabo dependerá en buena medida de la capacitación, información y/o divulgación entre la población cercana. La experiencia ha demostrado que la participación de las comunidades en la toma R. Villalobos. Río Pirro, Heredia de decisiones conlleva una mayor posibilidad de éxito (Charpentier, 2001). La zona de protección de ríos y quebradas en Costa Rica se establece mediante la Ley Forestal y comprende el cauce, sus riberas y 10 metros a ambos lados en áreas urbanas. Sin embargo, en la mayoría de la Gran Área Metropolitana prevalece el uso comercial, residencial e industrial, que provoca el uso no conforme del suelo, invasión de la zona de protección y, consecuentemente, el deterioro del ecosistema forestal ripario. Es acá donde la rehabilitación ha sido sugerida y definida por diversos autores, de manera que permita restablecer la conectividad entre los componentes ambientales y sociales de un ecosistema, reconstruyendo sus estructuras, procesos y capacidades para la producción de bienes y servicios ecosistémicos; compensando de una forma específica y efectiva las alteraciones causadas por actividades humanas en sitios urbanos (Gualdrón, 2010 y 76 Percepción que de la rehabilitación forestal de la zona de protección del río Pirro tienen sus vecinos de uso actual y futuro del suelo, en la zona de protección de ese cuerpo de agua, así como a la participación de gobiernos locales y otras instituciones. perception of inhabitants concerning the participation of local governments and other institutions is analyzed. R. Villalobos. Río Pirro, Heredia Parra, 2004). Como resultado, se podría prevenir inundaciones río abajo, mediante la regulación de sistemas de drenaje y la estabilización de los taludes en los márgenes del canal hídrico; reducir los riesgos de erosión, y ofrecer un hábitat a muchas especies vegetales y animales (Arcos, 2005). De acuerdo con Veluk (2010), el término “rehabilitación” surge a partir del 2001, cuando un grupo de expertos en restauración forestal reunido en España define el concepto, por primera vez, como un sinónimo de restauración pero adaptado localmente a sitios urbanos. La rehabilitación no necesita solamente manejo forestal; para poderla alcanzar es necesario un manejo de la matriz del paisaje. Debido a esto, las acciones rehabilitadoras de la vegetación deben ser adaptadas al ambiente local, a las condiciones del paisaje y a la situación económica y cultural de la población que en ella habita (Ceccon, citado por Villarauz, 2009). Ronny Villalobos, Tania Bermúdez y Marilyn Romero Ir a contenido Ir a contenido 77 Ciencias Ambientales 46: 75-83, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 La rehabilitación, por sí misma, afecta a espacios, personas, expectativas, e intereses muy variados. Ni aun en el caso de realizarse en zonas de propiedad privada y por entidades privadas deja de existir un componente público importante. Por tanto, deben colaborar tres partes (figura 2) para asegurar la realización del proyecto. Cuanto mayor sea el grado de intersección y de participación equilibrada de las tres, mayor será grado del éxito de los objetivos en un proyecto de rehabilitación (Comín, 2002). Figura 2. Partes que deben colaborar en una restauración ecológica Metodología El sistema fluvial del río Pirro forma parte de la microcuenca del río Bermúdez, el cual a su vez es afluente de la subcuenca del río Virilla y este de la cuenca del Grande de Tárcoles que desemboca en el Océano Pacífico. La unidad natural está localizada en un contexto político administrativo que comprende territorios de tres municipios o cantones de la provincia de Heredia: San Rafael, Heredia y San Pablo (Romero et al., 2011). Con la finalidad de conocer cuál es la percepción de los habitantes de la zona de protección del río Pirro, con respecto a la rehabilitación forestal de algunos sectores de esta, se determinó la población total de hogares ubicados a lo largo de los márgenes del cauce principal. Se estudiaron los usos de la tierra a lo largo de toda la zona de protección del río, a partir de los shapes elaborados por el proyecto “corredor verde fluvial del río Pirro” (Romero et al., 2011), seleccionando todas las viviendas que estuvieran a orillas del cauce principal. Se trabajó a una escala mínima permeable aproximada de 1:1500 a 1:1000, mediante la ampliación y el procesamiento de las imágenes a través del uso de un sistema de información geográfica (ARC GIS 9.3 y Arcview 3.3). Fuente: Comín, 2002. Cuadro 1. Condiciones climáticas de la microcuenca del Pirro Altitud Precipitación promedio anual Humedad relativa Temperatura promedio anual 1420 a 1050 m.s.n.m. 2374.3 mm, los meses más lluviosos son setiembre y octubre con montos promedios de 410.88 mm y 424.6 mm, respectivamente. El período seco ocurre entre diciembre y abril con montos de 54.5 mm y 20.4 mm, respectivamente. El promedio es de 79 %; la mayor humedad se registra en ocutbre (86%) y la menor en febrero (72 %) y marzo (71 %). Es de 20.1 ºC; la máxima promedio anual, 25.1 ºC y la mínima promedio anual, 15.2 ºC. En abril y marzo la temperatura media mensual más alta es 26.6 ºC y 26.4 ºC, respectivamente, y en enero la media mensual más baja es 14.6 ºC. Posteriormente, se realizaron tres visitas de Figura 3. Representación geográfica de la ubicación campo para validar la información observada en las de los sitios encuestados y imágenes. A partir de esto, se contabilizó un total de secciones de la microcuenca del Pirro 242 viviendas (52 en la sección alta de la microcuenca, 85 en la sección media y 105 en la sección baja). Con el fin de obtener una muestra representativa, se aplicó el método de “muestras probabilísticas al azar simple” de Hernández et al. (1999), a través de la siguiente ecuación: n´= s^2/ v^2 = (p * 1-p)/ 0,05 ^2 = (0,5 * 1-0.5)/ 0,05 ^2 =100 Donde, n´= tamaño de muestra S^2= varianza de la muestra V^2= varianza de la población n´= (n´)/ ((1+ (n´)/ (N´)) = 100/ (1+100/242) = 71 Aplicando la fórmula con un error de muestreo de 0,05 y un 95 % de confianza, se obtuvo 71 viviendas. Finalmente, se estratificó la muestra en las tres secciones (figura 3): sección alta, media y baja, siguiendo el criterio de muestreo probabilístico estatificado; multiplicando el total de viviendas de cada sección por la fracción del estrato (cuadro 2). Una vez obtenida la muestra en cada sección, se aplicó un cuestionario con tres preguntas semicerradas y dos preguntas abiertas; todas con el fin de conocer los usos actuales, los usos futuros, la percepción y las opiniones de los entrevistados, acerca de su relación con la zona de protección del río y su convivencia con él. Las preguntas semicerradas fueron sobre los aspectos siguientes. Cuadro 2. Distribución estratificada de la muestra por sección, para la aplicación de entrevistas Sección de la microcuenca Total de viviendas fh* Tamaño de muestra Alta 52 x 0,293 15 Media 85 x 0,293 25 Baja 105 x 0,293 31 Fuente: Alvarado, 2012. fh*= fracción del estrato, donde fh= n (tamaño de la muestra)/N (tamaño de la población); es decir, 242 viviendas/71 entrevistadas = 0,293. 78 Percepción que de la rehabilitación forestal de la zona de protección del río Pirro tienen sus vecinos Ronny Villalobos, Tania Bermúdez y Marilyn Romero Ir a contenido Ir a contenido 79 Ciencias Ambientales 46: 75-83, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 1. 2. 3. Usos actuales que hacían de la zona de protección: protección contra inundaciones, abrevadero para animales, extracción de tierra, extracción de leña, construcción, recreación y esparcimiento, otro uso. Usos y actividades futuras en la zona de protección: protección contra inundaciones, abrevadero para animales, extracción de leña, extracción de tierra, construcción de infraestructura, protección forestal, jardín, otro uso. Disposición a colaborar, apoyar y adoptar medidas de mitigación que faciliten el proceso de rehabilitación forestal de la zona de protección colindante con su propiedad. Por otra parte, se formularon dos preguntas abiertas, la primera con el fin de dar a conocer la opinión acerca del gobierno local en el apoyo con obras de conservación en la zona de protección, y la segunda sobre la opinión de actividades y acciones para rehabilitar la zona de protección. Las personas entrevistadas fueron los propietarios de cada casa de habitación, de ambos sexos, mayores de edad y de toda clase de ingreso económico. Resultados De acuerdo con los resultados (figura 4), la construcción urbana fue el uso del suelo más frecuente mencionado por los propietarios que colindan las secciones media y baja de la microcuenca. Esto ocurre por la cercanía cada vez mayor con el centro de la cuidad de Heredia, que se refleja en mayor presión para aquellos sectores que aún presentan pastos o áreas desprovistas de infraestructura. Entre mayor es la lejanía con la sección alta, se localizan mayores actividades de uso del suelo no conforme, es decir, menor protección forestal y mayor tasa de construcción. El escenario a futuro mostró que el 50 % de los propietarios de la sección alta presentan mayor interés y disponibilidad por destinar su espacio para la protección forestal, el esparcimiento Figura 4. Usos-actividades actuales y futuros en la zona de protección del río Pirro, según cada sección (2013) 80 y/o recreación, a través de jardines en los patios traseros o de la siembra de árboles frutales y plantas ornamentales, frente a un 44 % y un 16 % de la opinión de los habitantes de las secciones inferiores que exponen lo contrario. Armstrong y Stedman (2012) atribuyen este patrón al tamaño de las propiedades y al espacio disponible. Un resultado importante es el incremento del uso dedicado a la construcción de infraestructura. En promedio, el 40 % de los casos consultados señala posibles ampliaciones y remodelaciones R. Villalobos. Río Pirro, Heredia de sus casas en años posteriores. Los más interesados en aportar en procesos de rehabilitación del río fueron los habitantes de la sección alta de la microcuenca (figura 5), quienes mostraron mejor disposición a favor de la protección forestal. Por otro lado, el 45 % de los entrevistados, que corresponde a las secciones media y baja, mostró claramente un desinterés en colaborar y lo argumentó con el poco espacio disponible de las propiedades y con el uso particular que hacen de estas, exclusivamente habitacional y comercial (el valor de la tierra es mayor y por ello debe sacársele el mayor provecho a cada espacio disponible). De acuerdo con Armstrong y Stedman (2012), las discrepancias entre propietarios de la sección alta de la microcuenca con respecto a la opinión de los habitantes de las secciones inferiores puede atribuirse, además, a que propietarios de la parte superior de la microcuenca se dedican, con mayor frecuencia, a realizar labores de campo o jardinería, en las que involucran más la importancia tanto de manejar y conservar el bosque ripario como de tener mayor conocimiento sobre la trascendencia de este en el control de inundaciones, erosión y protección de taludes. Los que habitan las partes inferiores de la cuenca, por su parte, están restringidos a poca área disponible, mayor plusvalía de la tierra y un ambiente de actividades industriales y comerciales. Otra explicación sobre el comportamiento de los propietarios puede deberse, según Canales et al. (2010), a la condición socioeconómica de las personas encuestadas, según la sección de la microcuenca donde se ubiquen. Los habitantes de caseríos ubicados en la cuenca baja del río poseen menor ingreso económico y mostraron actitudes menos positivas hacia el medio ambiente, que los que se encuentran en caseríos ubicados en las secciones media y alta del río. Ronny Villalobos, Tania Bermúdez y Marilyn Romero Percepción que de la rehabilitación forestal de la zona de protección del río Pirro tienen sus vecinos Ir a contenido Ir a contenido 81 Ciencias Ambientales 46: 75-83, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 Figura 5. Disposición de propietarios cercanos al cauce del Pirro para colaborar en procesos de rehabilitación de la zona de protección (2013) Los habitantes de la sección baja del río, donde se ubica una serie de conglomerados habitacionales de clase económica baja, mostraron un total desinterés en colaborar en el proceso de rehabilitación de la zona de protección. Dicho comportamiento, según lo indicaron las personas consultadas, es producto del temor a ser despropiadas o desplazadas del lugar en el cual actualmente tienen establecidas sus viviendas. Tal temor se asocia a las condiciones socioeconómicas de los residentes; aproximadamente el 70 % de los hogares consultados de esta sección corresponde a familias de clase económica baja, acorde con lo manifestado por los mismos encuestados. Como lo describe Sorensen (1998), muchos de los residentes llegaron a establecerse en la zona de protección del río, como una de las consecuencias de la rápida urbanización y la migración rural a sitios urbanos, en búsqueda de empleo y mejores condiciones económicas. Esto ha provocado la creación de extensas zonas urbanas marginales en la periferia de la ciudad, sin ninguna 82 planificación de infraestructura y servicios. Muchas de las personas de escasos recursos, especialmente las que llegan a las ciudades, se establecen en asentamientos irregulares en las periferias de la ciudad. Por lo general, dichos asentamientos se forman de manera ilegal y fuera del plan regulador del casco urbano, en lugares ambientalmente sensibles, como las zonas de protección de los ríos, donde hay más exposición a peligros de diverso tipo, especialmente inundaciones y deslizamientos de tierra. De manera general, el 87 % de los encuestados (62) manifestó un descontento acerca de la nula actuación de la municipalidad y del Ministerio de Ambiente y Energía, en obras de conservación de la zona de protección. El restante 13 % (9) afirmó desconocer el tema. En cuanto a su participación se refiere, el 35 % (25) dijo conocer y haber participado, de formas directa e indirecta, en campañas de recolección y limpieza de desechos sólidos o talleres que han sido organizados por la Universidad Nacional, sobre todo en la sección media de la microcuenca. Un 65 % (46) manifestó que alguna vez ha escuchado sobre talleres y campañas de recolección de desechos sólidos y limpieza del cauce, pero que no ha asistido por falta de mayor divulgación e información sobre el tema o por escasez de tiempo disponible. Conclusiones La rehabilitación forestal de la zona de protección del Pirro es un desafío ante múltiples variables, entre las cuales las más importantes son la alta plusvalía de la tierra, el poco espacio disponible de las propiedades y el uso particular que hacen de ellas; donde el 45 % de los propietarios entrevistados mostró un desinterés, aunado al nulo apoyo por parte de las instituciones competentes en esta materia, como las municipalidades y el Ministerio de Ambiente. La rehabilitación forestal mencionada es posible, siempre y cuando se propicie el trabajo coordinado y multidisciplinario entre las entidades competentes y los actores sociales de cada comunidad o caserío que forme parte fundamental de las interacciones naturales del río. La integración de las comunidades, en especial de los residentes de zonas marginales ubicadas a lo largo del cauce, debe ser un tema de urgente acción, lo cual requiere mayor estudio y discusión para asegurar su éxito a través de programas y proyectos de rehabilitación. Cada asociación comunal debería nombrar un comité encargado del río, para poder llevar a cabo obras de rehabilitación, poder solucionar conflictos entre los propietarios, las dependencias municipales y el Estado. Referencias R. Villalobos. Río Pirro, Heredia Alvarado, V. (2012). Evaluación de la revegetación para el control de la erosión laminar en taludes de la microcuenca del río Pirro, Costa Rica. (Tesis de licenciatura). Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica. Comín, F. (2002, setiembre 18). Restauración ecológica: teoría vs. práctica. Ecosistemas. Disponible en http:// www.revistaecosistemas.net/articulo.asp?Id=305.pdf Romero, M., Piedra, L. y Villalobos, R. (2011). Evaluación ecológica rápida de un ecosistema urbano: El caso de la microcuenca del río Pirro, Heredia, Costa Rica. Revista Geográfica de América Central 47 (2), 41-70. Acosta, V. (2013). Pérdida de hábitats y biodiversidad desvanecida en la ciudad de Heredia (Costa Rica). Ambientico 232-233 (2013), 64-74. INEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2012). X Censo Nacional de Población y VI de Vivienda 2011. Costa Rica. Miranda, O., Solano, V. y Balmaceda, G. (2010). II Taller: Construyendo acciones para la recuperación del río Pirro. Costa Rica. Dourojeanni, A. y Jouravlev, A. (1999). Gestión de cuencas y ríos vinculados con centros urbanos. Comisión económica para América Latina y el Caribe. Charpentier, C. (2001). Participación social y organización en la rehabilitación de la cuenca de Río Segundo. Ciencias Ambientales 22, 24-28. Gualdrón, R. (2010) Cerrejón: Hacia la rehabilitación de las tierras intervenidas por la minería a cielo abierto. Colombia: Panamericana Formas e Impresos. Parra, A. (2004). Estrategias de restauración de comunidades boscosas nativas degradadas en un contexto intercultural. (Tesis de maestría). Universidad Católica de Temuco, Chile. Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P. (1999) Metodología de la investigación. México: Panamericana Formas e Impresos S. A. Armstrong, A. y Stedman, R. (2012). Landowner willingness to implement riparian buffers in a transitioning watershed. Landscape and Urban Planning 105, 211-220. Canales, C., Breuste, J. y Hernández, J. (2010). Espacios naturales en zonas urbanas. Análisis comparado de la ciudad alemana de Halle y las chilenas de San Pedro de la Paz y Talcahuano. Revista Internacional de Sociología 68 (1), 199-224. Sorensen, M., Barzetti, V., Keipi, K. y Williams, J. (1998, agosto 22). Manejo de las áreas verdes urbanas. Disponible en http://www.iadb.org/sds/doc/1423spa.pdf Veluk, F. (2010). Restauración del paisaje forestal y planificación participativa como herramienta para la transformación del territorio y medios de vida en el altiplano del departamento de San Marco, Guatemala (Tesis de maestría). CATIE, Turrialba, Costa Rica. Ronny Villalobos, Tania Bermúdez y Marilyn Romero Percepción que de la rehabilitación forestal de la zona de protección del río Pirro tienen sus vecinos Ir a contenido Ir a contenido 83 Ciencias Ambientales 46: 84-87, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 NORMAS MÍNIMAS PARA LA PRESENTACIÓN DE ARTÍCULOS A LA REVISTA CIENCCIAS AMBIENTALES CON VISTAS A SU PUBLICACIÓN Formato de presentación El artículo ha de ser presentado en soporte informático –a espacio sencillo– en lenguaje Word. Originalidad Los artículos publicados en la revista deben ser estrictamente originales, es decir, no pueden haber sido publicados en ningún otro medio de comunicación. Tamaño El artículo no debiera exceder las 9 000 palabras. Información del autor Dado que la revista, en la página de apertura de cada artículo, hace una muy breve presentación del autor, debajo del nombre de este habrá de consignarse su campo de formación académica, su especialización –en caso de haberla– y los cargos –académicos, gubernamentales o de otro tipo– de él. Ejemplo: El autor, biólogo especialista en manejo de vida silvestre, es director del Instituto de Investigaciones sobre Animales Hipotéticos. Título No debe ser mayor a 20 palabras. 84 Resumen y abstract El artículo debe estar precedido por un resumen de no más de 200 palabras en un solo párrafo (no debe contener información adicional al artículo, ni debe ser de presentación de él, sino meramente resumen de todas sus partes –menos la de referencias–), con su traducción al inglés, o sea, el abstract. Palabras clave y keywords Debajo del resumen habrá de colocarse no más de cinco palabras clave, y debajo del abstract las correspondientes key words, que indiquen al lector los temas principales del documento (en orden alfabético). Apoyos gráficos Las figuras e ilustraciones coloreadas que el artículo contuviera habrán de ser entregadas en dos versiones, ambas en formato JPG: en blanco y negro y a color (esta última para la versión digital de la revista), ambas en alta resolución. Respecto de tales figuras e ilustraciones es importante que en el texto vengan señalados, entre corchetes, los lugares en que preferiblemente deben aparecer. Los cuadros sí pueden entregarse en el mismo archivo del texto del artículo en lenguaje Word. A las figuras, cuadros e ilustraciones que se incluya debe corresponder una referencia o varias, en el texto. Estilo de los subtítulos En el artículo puede haber subtítulos de tres rangos distintos –todos escritos en minúsculas– que deben distinguirse claramente: • Los subtítulos de primer rango deberán escribirse en letra relativamente grande. • Los de segundo rango en letra de tamaño menor que la de los de primer rango, pero más grande que la del texto del artículo, y en negrita. • Los de tercer rango en letra del mismo tamaño que la del texto del artículo y en cursivas (sin negrita). Citas textuales Se ruega no excedan las 60 palabras (se considera excepciones), no han de ponerse en cursivas, ni usando sangría ni en párrafo aparte, sino entrecomillando. Notas al pie de página Podrá usarse notas a pie de página para aclarar o ampliar información o conceptos, pero solo en los casos en que, por su longitud, esos contenidos no puedan insertarse entre paréntesis en el texto. Uso de cursivas y uso (excepcional) de comillas (nunca negritas, ni subrayado) Se usará cursivas para enfatizar conceptos, pero no negritas ni subrayado ni mayúsculas. Vocablos no aceptados por la Real Academia Española han de escribirse también en cursivas. Uso de números y unidades de medida Cuando las cantidades sean escritas numéricamente ha de usarse un espacio en blanco para separar los grupos de tres dígitos en la parte entera del número. Las unidades de medida, en caso de consignarse abreviadamente, habrán de escribirse en singular y en minúsculas. Ejemplo: “... la bestia, de 100 k de peso, recorrió 90 m antes de caer exangüe...”. En cualquier cifra con decimales, entre estos y las unidades se usa coma (esto rige también en cuadros y figuras). Uso de acrónimos Los acrónimos lexicalizados y devenidos nombres propios (como Unesco y Minae, por ejemplo) se escriben con solo la letra inicial en mayúscula. Los acrónimos Normas editoriales Normas editoriales Ir a contenido Ir a contenido lexicalizados que son nombres comunes (como ovni y mipyme, por ejemplo) se escriben con todas las letras minúsculas. Los acrónimos no lexicalizados y que, por tanto, se leen destacando cada letra por separado (como UCR y FMI, por ejemplo) se escriben con todas las letras mayúsculas. Referencias bibliográficas A partir del Manual de la American Psychological Association (APA) (2010), seguimos los siguientes lineamientos respecto a citación de fuentes bibliográficas. Hay dos modalidades de presentación de las referencias bibliográficas intercaladas en el texto. En una, el autor citado es el sujeto de la oración; en la otra, el autor citado, en tanto tal, no es parte de la oración, sino que lo que es parte de la oración es solo lo dicho o aportado por él. Ejemplo del primer caso: “ … Acuña (2008) asegura que el sistema de áreas protegidas …”. Ejemplo del segundo: “… Los problemas ambientales han resultado el principal foco de conflicto (Morales, 2009)…”. Obra con un autor Entre paréntesis, se coloca el apellido del autor al que se hace referencia, separado por una coma del año de publicación de la obra. Ejemplo: “… (Pacheco, 1989) …”. Obra con más de un autor Cuando la obra tiene dos autores, se cita a ambos, separados por la conjunción “y”. Ejemplo: “… (Núñez y Calvo, 2004) …”. Cuando la obra es de más de dos autores, se cita a todos en la primera referencia pero, posteriormente, solo se coloca el apellido del primer autor seguido de “et al.”, sin cursiva y con punto después de la contracción “al.”. Ejemplo: “… (Pérez, Chacón, López y Jiménez, 2009) …” y, luego: “… (Pérez et al., 2009) …”. Obra con autor desconocido o anónimo Si la obra carece de autor explícito, hay que consignar en vez de él, y entre comillas, las primeras palabras del título (entre paréntesis). Ejemplo: “… (“Onu inquieta”, 2011) …”; o, alternativamente, el nombre de la obra y, después de una coma, la fecha de publicación. Ejemplo: “… La Nación, 2011 …”. Solo cuando se incluye una cita textual debe indicarse la(s) página(s). Ejemplo: “… (Pérez, 1999, p. 83) …”. Presentación de las obras referenciadas Al final del artículo, debajo del subtítulo Referencias (que es de segundo rango), habrá de consignarse todas las obras referenciadas, en letra de tamaño menor a la del texto. Libro Primero se anotará el apellido del autor, luego, precedida de una coma, la inicial de su nombre; después, e inmediatamente luego de un punto, el año de publicación de la obra entre 85 Ciencias Ambientales 46: 84-87, ISSN: 1409-2158/2013. Diciembre 2013. Número 46 paréntesis; seguidamente, y en cursivas, el título de la obra; posteriormente, y después de un punto, el lugar de publicación de la obra (si la ciudad es internacionalmente conocida no hace falta señalar el país, pero, si no, solo se consigna el país), y, finalmente, antecedido por dos puntos, el nombre de la editorial. Ejemplo: Pérez, J. (1999) La ficción de las áreas silvestres. Barcelona: Anagrama. Artículo contenido en un libro En este caso, se enuncia el apellido del autor seguido de una coma, luego se pone la inicial del nombre de pila seguida de un punto; inmediatamente, entre paréntesis, la fecha. Enseguida ha de consignarse el nombre del artículo, sin cursivas. Después de un punto y seguido, ha de ponerse la preposición “En”, y, luego, el apellido seguido de una coma y la inicial del nombre de pila del editor o compilador de la obra; se indica a continuación entre paréntesis “Ed.” o “Comp.”, como sea el caso; inmediatamente se señala el nombre del libro en cursivas y, entre paréntesis, las páginas del artículo precedidas por la abreviatura “p.” o “pp.” seguidas de un punto; posteriormente, el lugar de publicación de la obra, y, antecedida por dos puntos, la editorial. Ejemplo: Mora, F. (1987). Las almitas. En Ugalde, M. (Ed.) Cuentos fantásticos (pp. 12-18). Barcelona: Planeta. Artículo contenido en una revista En este caso, se indica el apellido del autor y, luego precedidapor 86 una coma, se coloca la letra inicial de su nombre de pila; luego de un punto, y entre paréntesis, la fecha; después el título del artículo y un punto. Enseguida, va el nombre de la revista, en cursivas; inmediatamente, se indica el número de la edición o del volumen separado por una coma de las páginas que constituyen el artículo, luego se coloca el punto final. Ejemplo: Fernández, P. (2008, enero). Las huellas de los dinosaurios en áreas silvestres protegidas. Fauna prehistórica 39, 26-29. Artículo contenido en un periódico Si la referencia fuera a un diario o semanario, habría de procederse igual que si se tratara de una revista, con la diferencia de que la fecha de publicación se consignará completa e iniciará con el año, separado por una coma del nombre del mes y el día, todo entre paréntesis. Antes de indicar el número de página, se coloca la abreviatura “p.” o “pp.”. Ejemplo: Núñez, A. (2017, marzo 16). Descubren vida inteligente en Marte. La Nación, p. 3A. Material en línea En caso de que el artículo provenga de un periódico o una revista en línea, se conserva el formato correspondiente y, al final, se coloca la frase “Disponible en” seguido de la dirección electrónica, sin punto al final. Ejemplo: Brenes, A. y Ugalde, S. (2009, noviembre 16). La mayor amenaza ambiental: dragado del río San Juan afecta el río Colorado y los humedales de la zona. La Nación. Disponible en http://wvw.nacion. com/ln_ee/2009/noviembre/16/ opinion2160684.html Autores múltiples Cuando el texto referenciado tenga dos autores, el apellido de cada uno se separa con una coma de la inicial de su nombre de pila; además, entre un autor y otro se pondrá la conjunción “y”. Ejemplo: Otárola, A. y Sáenz, M. (1985). La enfermedad principal de las vacas. San José: Euned. Tratándose de tres o más autores, se coloca el apellido de cada autor separado por una coma de la inicial de su nombre de pila, luego de la que va un punto; y, entre uno y otro autor media una coma. Antes del último autor se coloca la conjunción “y”. Ejemplo: Rojas, A., Carvajal, E., Lobo, M. y Fernández, J. (1993). Las migraciones internacionales. Madrid: Síntesis. heuristic . Otro ejemplo: Titulares Revista Voces Nuestras. (2011, febrero 18). Radio Dignidad, 185. Disponible en http:// www.radiodignidad.org/index. php?option=com_content&task= view&id=355&Itemid=44 Puede utilizarse corchetes para aclarar cuestiones de forma, colocándolos justo después del título, y poniendo en mayúscula la primera letra: [Brochure] , [Podcast de audio], [Blog], [Abstract], etcétera. Ejemplo: Cambronero, C. (2011, marzo 22). La publicidad y los cantos de sirena. Fusil de chispa [Blog]. Disponible en http://www.fusildechispas.com Comunicaciones personales o entrevistas La mención en el texto de comunicaciones personales o entrevistas se hará así: luego de una apertura de paréntesis se consigna la inicial del nombre de pila de la persona entrevistada, luego se coloca un punto y, enseguida, el apellido del entrevistado; inmediatamente después, se pone una coma seguida de la frase “comunicación personal”, luego de esto se coloca otra coma y, posteriormente, se consignan el mes y el día, separados por una coma del año en que se efectuó la comunicación; finalmente, se cierra el paréntesis: (L. Jiménez, comunicación personal, septiembre 28, 1998) Las comunicaciones personales no se consignan en la sección de referencias. Sin autor ni editor ni fecha Si el documento carece de autor y editor, se colocará el título del documento al inicio de la cita. Al no existir una fecha, se especificará entre paréntesis “s.f.” (sin fecha). La fuente se indica anteponiendo “en”. En caso de que la obra en línea haga referencia a una edición impresa, hay que incluir el número de la edición entre paréntesis después del título. Ejemplo: Heurístico. (s.f.). En diccionario en línea MerriamWebster’s (ed. 11). Disponible en http://www.m-w.com/dictionary/ Normas editoriales Normas editoriales Ir a contenido Ir a contenido 87 SISTEMA DE ARBITRAJE DE LA REVISTA CIENCIAS AMBIENTALES 1. Los artículos que recibe el consejo editor de Ciencias Ambientales son, en primera instancia, leídos y evaluados por el editor para determinar si se ajustan a la orientación temática de la revista y no se distancian sustancialmente de los estándares de calidad y las características de forma de ella. 2. Cuando el dictamen del editor sobre un artículo es positivo –en los términos recién dichos–, se le comunica al autor que adapte el texto a las Normas mínimas para la presentación de artículos a la revista Ciencias Ambientales –esto en caso de que el autor no lo hubiera hecho antes de haber entregado el artículo al consejo editor–. 3. El artículo ya ajustado a las “normas” de la revista es pasado a dos revisores especialistas en el tema tratado en el texto, para que decidan si el documento es publicable tal cual, debe ser rechazado o puede ser publicado después de corregirlo, haciendo caso de sus observaciones críticas. 88 4. Los pares/revisores a los que se encomienda la evaluación del artículo son externos a la Universidad Nacional y al consejo editor de la revista. Para su trabajo de crítica, la revista les provee una pauta de evaluación (la Guía para evaluadores de la revista Ciencias Ambientales). 5. En caso de que un evaluador se incline por rechazar el artículo y el otro por aceptarlo, el texto es sometido a la consideración de un tercer evaluador, a fin de lograr un desempate. Si la posición de este tercero no contribuye al desempate el editor toma la decisión. 6. Cuando el artículo es aceptado por los revisores con la condición de que sea corregido, él es devuelto al autor para que realice las enmiendas, fijándosele el plazo de 30 días naturales. 7. En el proceso de revisión, ni el autor conoce la identidad de los evaluadores ni estos la de aquel. Además, los evaluadores actúan bajo el compromiso de no dar a conocer las interioridades del proceso de revisión ni los contenidos del artículo. Revista Semestral de la Escuela de Ciencias Ambientales Ir a contenido