Redes sociales y de apoyo en el colectivo inmigrante japonés en
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Redes sociales y de apoyo en el colectivo inmigrante japonés en
e G Redes sociales y de apoyo en el colectivo inmigrante japonés en España 2014 Tesis doctoral presentada por Jordi Martinez Callaghan Directora: Dra. Marta Gil-Lacruz Departamento: Psicología y Sociología Universidad de Zaragoza REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Programa de Doctorado en: Sociología de las Políticas Públicas y Sociales Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de Zaragoza Doctorando: Jordi Martínez Callaghan Directora: Dr Marta Gil Lacruz Departamento: Psicología y Sociología Universidad de Zaragoza Instituciones colaboradoras REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA ÍNDICE AGRADECIMIENTOS 3 INTRODUCCIÓN 5 PRIMER CAPITULO: MARCO CONCEPTUAL 9 Primera Parte: La evolución de las migraciones japonesas 11 1, Historia de las migraciones entre Japón y Europa. 11 1.1. Emigración japonesa tras la restauración Meiji. 12 1.2. Antecedentes sociales y culturales correspondientes a la segunda mitad del siglo XX. 14 2. Las bases de la comunidad japonesa en Europa. 23 3. Las migraciones japonesas en la actualidad. 24 3.1. Factores de atracción y expulsión. 25 3.2. Tipos de proyecto migratorios en la actualidad. 29 3.3. Institucionalización del fenómeno migratorio. 32 4. Las comunidades japonesas en la sociedad de acogida. 35 4.1. Tipos de comunidades japonesas en occidente. 37 Segunda parte: dinámica y estructura de las migraciones 42 5. La trayectoria en el proceso migratorio. 43 5.1. Fase pre-migratoria. 44 5.2. Fase de instalación. 45 6. El apoyo social y sus perspectivas de análisis. 51 6.1. Perspectiva funcional. 54 6.2. Perspectiva estructural. 56 7. Sociedad de acogida: redes de apoyo y sus funciones. 62 7.1. Redes de apoyo entre inmigrantes. 63 7.2. Redes de apoyo entre inmigrantes y autóctonos. 65 SEGUNDO CAPÍTULO: METODOLOGÍA 71 1. Objetivo y variables. 73 1.1 Objetivos. 73 1.2. Dimensiones y variables. 75 2. Universo y muestra. 76 3. Diseño metodológico. 81 I REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 3.1. Enfoque cuantitativo. 82 3.2. Enfoque cualitativo. 84 3.3. Triangulación. 85 4. Técnicas de recogida de datos. 89 4.1. El cuestionario. 89 4.2. La entrevista en profundidad. 96 TERCER CAPÍTULO: RESULTADOS 105 1. Contexto de partida. 107 2. Motivos intrínsecos y extrínsecos de la migración 108 2.1. Perfil del inmigrante japonés en España. 108 2.2 Razones para emigrar. 116 2.3. Factores de atracción y expulsión. 120 3. Preparación previa a la partida y fuentes de apoyo. 123 4. Estrategia migratoria y la llegada a España. 127 4.1 Estrategias migratorias. 127 4.2. Llegada y asentamiento en España. 129 5. Creación de nuevas redes sociales y de apoyo en la sociedad de acogida y su finalidad. 132 6. Identidad y sentimiento de pertenencia. 134 7. Perspectivas de futuro. 136 CUARTO CAPÍTULO: CONCLUSIONES 141 1. Nuevas tendencias en los flujos migratorios hacia España: la cuarta oleada. 143 1.1. Relación entre los factores de atracción y expulsión y los nuevos perfiles migratorios en la comunidad japonesa. 147 1.2. Nuevas estrategias de asentamiento. 151 2. El colectivo japonés en España: una comunidad en expansión. 153 3. Redes de apoyo durante el proceso de asentamiento. 155 3.1. Desinstitucionalización del proceso migratorio. 156 3.2. Características y funciones de las redes de apoyo. 157 4. Sentimiento de pertenencia y desarrollo identitario. 162 QUINTO CAPÍTULO: LIMITACIONES, RETOS Y PROPUESTAS DE FUTURO 165 1. Limitaciones en la investigación. 167 2. Retos para futuras investigaciones. 169 3. Nuevas líneas de investigación. 170 II REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA BIBLIOGRAFIA 173 ANEXOS 183 Cuestionario general. 185 Cuestionario para estudiantes 189 Guión entrevista 191 Índice de cuadros 193 Índice de tablas 195 III REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA IV REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA AGRADECIMIENTOS Desde estas líneas me gustaría agradecer y reconocer el papel que han tenido todas aquellas personas que, a lo largo de estos cuatro años, han contribuido a la culminación de la presente Tesis Doctoral. A la Dr. Marta Gil Lacruz, directora de esta Tesis Doctoral, por toda la confianza que ha depositado en este proyecto. Por las incalculables horas que ha dedicado a este trabajo, por su paciencia, sus consejos, su entusiasmo, por la ilusión y el positivismo ante las adversidades. Pero sin duda, mi agradecimiento más sincero por haberme brindado la oportunidad de dedicarme a la investigación de un tema con el que ya soñaba desde la adolescencia. Para mi directora de Tesis y amiga, mi más sincera gratitud por haberme acompañado en este increíble viaje. Al Dr. Carlos Gómez Bahillo, por haberme permitido iniciar esta investigación cuando aún era estudiante del master. Por todos los consejos que me dio antes de iniciar esta aventura, y por tenderme su mano siempre que lo he necesitado. Tampoco podría olvidar a la persona que me acogió hace ya nueve años cuando entré a formar parte del cuerpo estudiantil de la Universidad de Zaragoza, la Dr. Dolores de Pedro Herrara. No hay palabras para expresar mi gratitud por haber confiado en mis habilidades desde que empecé la diplomatura de Trabajo Social, por brindarme la oportunidad de dar mis primeros pasos como investigador, por cuidarme y por hacerme sentir una parte más del maravilloso grupo de profesores que forman la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo de la Universidad de Zaragoza. Dentro de la propia facultad también querría mostrar mi gratitud al Dr. Miguel Marco, no sólo por sus valiosísimas sugerencias y notas a lo largo de estos años, sino también por permitirme trabajar a su lado en varios proyectos y compartir conmigo sus conocimientos y dedicación hacia la investigación y las ciencias sociales. Gracias a esta Tesis Doctoral, he podido colaborar con el profesor Chris Perkins de la Universidad de Edimburgo, quién desde el primer momento creyó en este proyecto. Agradecerle el interés en promocionar este trabajo a nivel interacciona y por permitirme trabajar en una de las universidades más prestigiosas a nivel internacional. Como no podía ser de otra manera, querría destacar el enorme apoyo recibido por parte de mi familia, en especial a mi madre Mary Callaghan por estar a mi lado y ofrecerme consejo y ayuda en todo momento además de su experiencia y ayuda en la traducción del presente trabajo. A la presidenta de la Asociación Aragón Japón, doña Kumiko Fujimura por su inestimable ayuda, Sin la cual, habría sido imposible llegar a conocer la realidad de la comunidad japonesa en España. AGRADECIMINETOS-3 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA No podría olvidar la inestimable colaboración desinteresada de miembros de la propia comunidad japonesa. En especial a Yuko Mori por compartir sus vastos conocimientos sobre la cultura japonesa, por enseñarme y ayudarme a superar la barrera cultural entre occidente y oriente y por su desinteresada ayuda al ofrecerse como traductora durante las entrevistas con aquellos japoneses que dominaban el español. A Akemi Takahashi por abrirme las puertas de su casa y de su familia, por compartir sus impresiones y su punto de vista como mujer japonesa residente en nuestro país y por su paciencia y esfuerzo al colaborar con la ampliación de la muestra. Por último agradecer a aquellas personas con las que, por caprichos del azar, he tenido la suerte de encontrarme. A Helena Amigo por abrirme las puertas del mundo asiático en Zaragoza, a Guiomar Calvo, Jia Cui, a Tomoko Suzuki y a todas aquellas personas que durante estos años siempre se han estado a mi lado. A todos ellos 本当にありがとうございました。 AGRADECIMINETOS-4 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA INTRODUCCIÓN Desde las ciencias sociales, el estudio de los flujos migratorios ha ido ganando protagonismo. Cada vez es mayor el impacto que estas investigaciones tienen en la implementación de las políticas públicas y en la producción de guías de recursos tanto para profesionales de lo social como para la población extranjera. La necesidad de estos estudios queda patente en el análisis de la evolución y magnitud de los procesos migratorios en España. De ser un país de emigrantes, se pasó a ser un país receptor, pese a que en las últimas décadas y debido a la crisis esta tendencia se esta revirtiendo. El informe anual sobre inmigración publicado por el INE (Instituto Nacional de Estadística) en 2012, muestra las consecuencias demográficas que la crisis ha tenido en la población extranjera y nacional en España. Mientras la tasa de emigración española ha aumentado desde 2010, especialmente en edades comprendidas entre los 20 y 35 años, durante el mismo periodo, se ha registrado la cantidad de concesiones de nacionalidad española más alta de las últimas décadas (2010, 123.847; 2011, 114.662 y 2012, 115.620). Los colectivos inmigrantes más asentados en España son los procedentes de países del norte de África, y latinoamericanos. Sin embargo, los inmigrantes de países asiáticos como China, India o Pakistán se caracterizan por su dinamismo debido a su rápido crecimiento y expansión por todo el territorio. Esto ha hecho que ciudades como Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia o Zaragoza, estén viviendo grandes cambios sociodemográficos como consecuencia de la llegada de población inmigrante durante los últimos años. Sin embargo, el desconocimiento y halo de exotismo que envuelve a los colectivos asiáticos, junto a los estereotipos y prejuicios que orbitan sobre ellos, han favorecido que gran parte de las medidas destinadas a fomentar la integración de estos colectivos, se planeen en función de las necesidades identificadas en el colectivo más representativo, el chino. El planteamiento de estas intervenciones queda justificado ya que su objetivo es el de atender al mayor número de personas posibles. No obstante, estas medidas no han llegado a un porcentaje de la población china tan alto como se esperaba. En parte esto se debe a que las necesidades de este colectivo no han sido estudiadas con el mismo detalle con el que se ha atendido a otros flujos migratorios como el de los países del Este de Europa, los países latinos o los africanos. Un ejemplo de ello es que hasta el año 2006, no existía prácticamente ninguna guía oficial de recursos en chino, del mismo modo era casi imposible encontrar a trabajadores en los servicios sociales que pudieran entender o expresarse en este idioma. Afortunadamente, esto ha ido cambiando y hoy en día servicios públicos como hospitales, escuelas o juzgados cuentan con recursos profesionales como traductores e intérpretes o manuales para profesionales, etc., que facilitan el trabajo con estos colectivos. INTRODUCCIÓN • 5 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Lógicamente esto no es sólo responsabilidad de la administración pública. Debido a las características de este colectivo, (el hermetismo que lo caracteriza se debe en gran medida a las dificultades que experimentan para adquirir competencias lingüísticas y las fuertes redes de apoyo existentes entre sus miembros) su presencia en la vida pública se ve escasamente representada (Beltrán, 2005). La diversidad étnica también es uno de los rasgos de la población asiática en nuestro país y así, a diferencia del caso chino, el colectivo japonés en España presenta unas características que lo sitúan en un plano mucho más accesible. Como muestra de ello, se puede identificar un elevado número de asociaciones relacionadas con Japón cuyo objetivo es dar a conocer la cultura y tradición del país del sol naciente. Asimismo, estas asociaciones se caracterizan por su participación y colaboración en actividades impulsadas por asociaciones de inmigrantes, administraciones locales, etc. Buen ejemplo de ello, es que la comunidad japonesa ha sido una de las primeras asociaciones de inmigrantes en unirse a la ofrenda de flores a la Virgen del Pilar, o la participación de asociaciones culturales japonesas en fiestas locales como las celebradas en el barrio de la “Mercè” en Barcelona. Independientemente del papel tan activo de este colectivo en la sociedad de acogida, su situación de colectivo inmigrante minoritario ha quedado en un segundo plano en los estudios e investigaciones con población de emigrantes en nuestro país. Una de las posibles razones por lo que esto sucede puede ser por el desconocimiento de la situación de las personas que lo componen. Algunas de las personas japonesas a las que se les ha planteado esta cuestión, han respondido que quizás esto sea debido a que la imagen que proyectan hacía el exterior es equivocada. Otros consideran que por motivos culturales les es difícil manifestar o hacer públicas sus necesidades, y otros consideran que los estereotipos o prejuicios que comparte la sociedad de acogida hacen que se ponga el punto de mira en aspectos que no corresponden con su realidad. Al margen de estas razones, por desgracia las migraciones transnacionales siguen despertando cierto recelo entre la población autóctona. En la actualidad, se asocia a la población inmigrante con un perfil vinculado a situaciones de pobreza, delincuencia, etc. Sin duda, esto fomenta la estigmatización de la población inmigrante a la vez, que dificulta la relación entre extranjeros y autóctonos. A pesar de que el colectivo japonés no se enmarca, normalmente, en este contexto de pobreza, se encuentra en una situación paradójica al haberse construido una imagen contrapuesta al de la población inmigrante transnacional que hace que las dificultades propias de su proceso migratorio no sean reconocidas. Dicho de otra forma, nos encontramos ante un colectivo de extranjeros, pero que no son considerados inmigrantes. INTRODUCCIÓN • 6 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Con el fin de presentar una investigación coherente que aborde la situación de esta comunidad, el trabajo presenta la siguiente estructura. En primer lugar se ha elaborado un marco teórico que gira en torno a dos ejes principales: el fenómeno migratorio japonés hacía occidente, y los procesos y estructuras migratorias. A continuación se presenta el capítulo de metodología. En él, se justifica el uso de la triangulación en el análisis de datos, así como la composición y estructuras de las entrevistas y cuestionarios empleados para su recogida. En el tercer capítulo se dan a conocer los resultados obtenidos. A la hora de exponer los resultados se ha optado por ordenarlos en función de las diferentes etapas del proceso migratorio identificadas por Chou (2009). Es por ello, que se ha seguido un orden cronológico iniciado en la fase pre-migratoria y concluyendo en la fase post-migratoria. El cuarto capítulo hace referencia a las conclusiones alcanzadas tras analizar los resultados. En el se destaca el uso de las redes de apoyo como herramienta clave durante la fase post-migratoria, así como el impacto que tiene el nuevo sentimiento de pertenencia durante la fase de instalación y asentamiento. Finalmente, en el capítulo quinto, se presentan las limitaciones, retos y propuestas de futuro que se derivan de la investigación. Con este trabajo se pretende dar los primeros pasos para alcanzar un conocimiento empírico sobre la realidad social de los japoneses que emigran a España a la vez que se aborda el fenómeno migratorio como un proceso normalizador, alejado de estereotipos que estigmatizan a la población inmigrante. Para poder lograr este objetivo, es necesario contar con los testimonios de hombres y mujeres japonesas que han decidido iniciar una nueva etapa de su vida en España. Como manifiesta una de las personas entrevistadas, “estamos en una sociedad en la que tú tienes que poner de tu parte. Si te limitas a ir a trabajar y quedarte en casa nunca serás feliz ni podrás disfrutar de la vida, por eso es importante que los japoneses ayudemos a las personas de aquí, igual que ellas nos ayudan a nosotros”. Gracias a testimonios como éste, queda patente que el estudio del proceso de integración de cualquier colectivo ha de contemplarse como un fenómeno integral prestando atención al impacto que los diferentes agentes sociales tienen durante el mismo. De este modo, se pretende observar el papel de las redes sociales, y su función al contribuir a la confección de un tejido social y multicultural en el que la convivencia y la colaboración entre personas se convierte en la mejor herramienta para lograr el desarrollo personal y colectivo. Por ello, considero que mi función como investigador es ahondar en estos temas ya que con ello se puede obtener información que contribuya a construir una sociedad tolerante, alejada de estereotipos y que favorece la creación de espacios multiculturales que fomentan el aprendizaje mutuo entre las culturas de origen y de acogida. INTRODUCCIÓN • 7 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA INTRODUCCIÓN • 8 PRIMER CAPÍTULO: MARCO CONCEPTUAL REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA PRIMERA PARTE: LA EVOLUCIÓN DE LAS MIGRACIONES JAPONESAS 1. Historia de las migraciones entre Japón y Europa. Las comunidades japonesas en Europa, están experimentando un crecimiento importante en las últimas décadas. Buena muestra de ello es que su representación en occidente ha pasado de ser anecdótica a constituir uno de los focos de interés económicos, tecnológicos y culturales más importantes del viejo continente. A partir de la expansión económica de los años 60, Japón se convirtió en un referente mundial en el ámbito de las nuevas tecnologías, y a pesar del periodo de recesión de las décadas de los 80 y 90, se mantuvo como uno de los países pioneros en el ámbito científico-tecnológico. En buena medida, esto se debe al esfuerzo realizado en investigación e innovación. Tsutsui (2008), considera que la última década del siglo XX, termina con esta tendencia, iniciando un periodo de expansión cultural y social hacia occidente. Este auge de la cultura popular japonesa en Europa y Norte América, no ha sido aprovechado únicamente por las industrias niponas, sino que muchos japoneses, han visto la oportunidad de integrarse y conocer nuevos entornos a través del intercambio cultural. La diáspora japonesa ha despertado el interés, tanto de los investigadores sociales occidentales como de los japoneses. Trabajos como los de Beltrán (2005), Beltrán y Saiz (2002; 2003; 2004) o White et al. (2006), reflejan la incidencia de este colectivo en la sociedad de acogida (por ejemplo los cambios demográficos, impacto en el ámbito laboral, económico, etc.), así como su grado de asimilación e integración. Por otra parte, estudios como los de Fujita (2004; 2009) o Shiobara (2004; 2005; 2011) centran su trabajo en la población japonesa residente en el extranjero, identificando cómo se lleva a cabo el proceso de integración en la sociedad de acogida, prestando atención a factores como el choque cultural o la forma en la que se adaptan las costumbres niponas al estilo de vida occidental. Aunque el fenómeno migratorio japonés ha empezado a cobrar protagonismo a finales del siglo XX y principios del XXI, Joaquín Beltrán (2006: 7), data la primera oleada de inmigrantes japoneses en Europa a finales del siglo XVI y principios del XVII “…cuando una expedición de conversos católicos dirigida por Hasekura Tsunenaga, fue al Vaticano a visitar al Papa. Durante su trayecto Tsunenaga hizo escala en España. Esto dio lugar a la leyenda de un grupo de hombres japoneses que decidieron quedarse en el valle del Guadalquivir para poder profesar libremente la fe cristiana”. De aquí se dice que surge el linaje de los “Japón”, apellido que tiene su origen en Coria del Río (Sevilla) y que en 2006 contaba con más de 600 vecinos empadronados con este apellido (INE, 2006). MARCO CONCEPTUAL • 11 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Sin embargo, a pesar de este posible asentamiento de japoneses hace cientos de años, no es hasta la apertura de Japón con la restauración Meiji (1868-1912), que se pueden identificar las primeras comunidades de emigrantes japoneses en países extranjeros. 1.1. Emigración japonesa tras la restauración Meiji. La historia de las relaciones entre occidente y Japón es relativamente reciente. Esto se debe a que durante el periodo de colonización europeo (siglos XVIII y XIX) Japón, a diferencia de otros países de Asia y del resto del mundo, no fue conquistado. Los primeros contactos entre ambas culturas se lograron en este mismo periodo gracias a los misioneros cristianos provenientes de España y Portugal y a los comerciantes holandeses y británicos. Durante el shogunato Tokugawa el gobierno redujo drásticamente las relaciones de comercio entre Japón y los demás países, por lo que, mientras que otras naciones vecinas como China o India establecían vínculos comerciales con Europa, Japón se quedaba fuera del sistema comercial internacional (White, 2006). Además de esta situación, también se intensificaron los esfuerzos del shogun por aislar a Japón de las corrientes ideológicas provenientes de occidente, que estaban adquiriendo fuerza en países vecinos. Desde esta perspectiva, se puede apreciar como a finales de la era Tokugawa la voluntad del shogun por preservar los rasgos culturales propios ante el protagonismo que estaba cobrando el cristianismo, obligó al régimen a cerrar las fronteras para aislarse de esta amenaza. En este periodo, aparecen publicados una gran cantidad de documentos que realzan la superioridad del pueblo nipón sobre el resto al no haber sido invadido, así como la importancia de permanecer fieles a la nación ante la llegada de influencias externas. Durante los últimos años del mandato de Tokugawa, tuvieron lugar dos de los acontecimientos que pusieron en tela de juicio las medidas que había llevado a cabo el shogun para defender al país nipón. En primer lugar, en 1854, el comodoro Matthew Perry obligó al emperador japonés a firmar el tratado de Kanagawa, por el cual, el régimen nipón permitía la libre entrada de barcos norteamericanos en los puertos japoneses. Más tarde, en 1862, ocurre el incidente de Namamugi, en el cual murió un comerciante británico, y otros tres ingleses más resultaron heridos tras el ataque dirigido por el daimyō (señor feudal, 大 名 ) de Satsuma, Shimazu Hisamitsu. Como represalia a este ataque, la flota naval británica bombardeó la ciudad de Kogoshima. Tras las amenazas y exigencias estadounidenses, y el ataque británico, surgieron las primeras voces que ponían en entredicho la capacidad del shogun como máximo dirigente del país MARCO CONCEPTUAL • 12 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Otro de los conflictos que afloraron en esta década, fue la rebelión de los daimyōs del sur de Japón. Estos, a pesar de poseer grandes riquezas, se sentían discriminados por el sistema impuesto por el shogun. Por esta razón, en 1866, se crea la alianza entre los clanes “Chōshū” y “Satsuma” dos de los más poderosos del sur de Japón. Esta alianza conocida como Satsuma-Chōshū dōmei (薩摩長州同盟), fue la impulsora de la revuelta de los samurais que demostró la debilidad y el aislamiento político del shogun Tokugawa. Ambos sucesos: los conflictos por la apertura de los puertos nipones y una revuelta dentro del propio país, pusieron de manifiesto la vulnerabilidad del modelo político imperante y de la situación de Japón ante los países occidentales (Buruma, 2003). Por esta razón los simpatizantes de Mutsu-Hito (el nuevo emperador Meiji), esperaban que la restauración Meiji tuviera como objetivos prioritarios, eliminar el modelo feudal impuesto por el anterior shogun y la apertura del país con el fin de alcanzar el nivel socioeconómico y cultural de países europeos como Reino Unido, Francia u Holanda, entre otros. En 1868 se inicia durante el periodo de restauración Meiji, la apertura de Japón. Como parte de este proceso, el gobierno imperial puso en marcha la misión “Iwakura” en 1871 (Nish, 1998). Está misión perseguía dos objetivos, a) mejorar las relaciones internacionales y b) recabar información sobre la educación, cultura, tecnología, sistema económico, social, etc. de los países visitados para poder aplicarlos en el proceso de modernización nacional. La apertura de Japón no solo sirvió para incorporar mejoras tecnológicas, nuevas corrientes filosóficas y aumentar las relaciones comerciales entre el país del sol naciente y occidente, sino que a lo largo de este periodo también tuvieron lugar los primeros movimientos migratorios internacionales de la población japonesa. Durante este periodo destacan 3 corrientes migratorias: 1º corriente migratoria La primera gran oleada de emigrantes japoneses tuvo lugar en 1885, y fue protagonizada por campesinos de las regiones del sur de Japón, que se vieron obligados a emigrar, primero a Hawai, y más tarde, a países del centro y sur del continente americano. Entre los lugares de destino, destacan Brasil, Perú o Estados Unidos, donde todavía hoy, reside una comunidad numerosa de japoneses. Con este éxodo migratorio, el gobierno pretendía reducir la sobrepoblación de las regiones menos desarrolladas del sur del país, consiguiendo de este modo, reducir la pobreza y las diferencias entre el norte y el sur de Japón. MARCO CONCEPTUAL • 13 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 2º corriente migratoria La segunda oleada de emigrantes japoneses tuvo lugar tras el establecimiento imperialista en Corea y otras regiones del Pacífico Occidental a principios de 1910. En esta ocasión, el éxodo migratorio se produjo hacia Corea, China y Taiwán, como parte del proceso de colonización tras las guerras entre estos países. Este movimiento migratorio fue protagonizado en su mayoría, por hombres que pertenecían al ejército japonés. Al finalizar la guerra, muchos de los soldados y altos cargos permanecieron en los países invadidos ocupando cargos políticos como recompensa por su labor. 3º corriente migratoria Esta tercera oleada tuvo lugar a partir de 1930 (periodo Shouwa), sin embargo, las bases que la hicieron posible se desarrollaron con la Misión Iwakura en 1871. A principios del año 1930, llegan a Europa las primeras empresas japonesas (sōgō shōsha, 総合商社), con el objetivo de expandir la economía japonesa más allá de sus fronteras. Este proceso se ve interrumpido tras el estallido de la 2º Guerra Mundial. Pero de nuevo, a partir del siglo XX, las empresas japonesas retoman su actividad en Europa y asientan las bases de lo que hoy se considera el origen de las relaciones económicas entre Japón y occidente (White, 2003). Las repercusiones que tienen las sōgō shōsha van más allá de la economía. Con ellas llegan a occidente los primeros emigrantes japoneses que más tarde consolidaran las primeras comunidades niponas en países como Inglaterra, Alemania o Francia. Estas tres corrientes migratorias, a pesar de estar enmarcadas en contextos muy diferentes, poseen una característica común. Todas ellas fueron impulsadas por organismos gubernamentales, que justificaban estos éxodos como necesarios para mantener la estabilidad nacional y contribuir al desarrollo global del país. Por esta razón, para autores como White (2003; 2006) y Sakai (2003), el fuerte control que han ejercido las autoridades japonesas a lo largo de estas tres oleadas migratorias, son la razón por la cual hasta finales del siglo XX, el modelo migratorio japonés, se caracteriza por estar sometido a un excesivo control institucional, ya sea por parte de las entidades oficiales o por parte de las empresas que promueven la movilidad internacional de sus trabajadores como forma de ascender dentro de las mismas (Ben-Air, 2003). 1.2. Antecedentes sociales y culturales correspondientes a la segunda mitad del siglo XX. El cambio en el modelo migratorio nipón, está estrechamente vinculado a las transformaciones sociales y políticas que ha experimentado el país en las últimas décadas. Japón MARCO CONCEPTUAL • 14 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA abrió sus puertas a occidente a finales del siglo XIX con la llegada del régimen Meiji, y a pesar de los esfuerzos por aumentar las relaciones entre Europa y Japón, no es hasta después de la 2ª Guerra Mundial que se establece una relación fluida entre la sociedad japonesa, el viejo continente y los Estados Unidos. La llegada de la televisión y las primeras publicaciones en papel sobre la sociedad occidental a principios de los 50, suponen un punto de inflexión, ya que a partir de este momento es cuando el pueblo japonés empieza a ser consciente de la existencia de otras culturas y modos de vida. Durante esta década, empiezan a surgir los primeros mitos sobre los países occidentales y crece el interés por los mismos. Buena muestra de ello es el incremento de revistas especializadas en moda, cultura y sociedad europea y norteamericana que se publican en Japón y que tienen como consumidores principales a jóvenes nipones (Fujita, 2009). Un ejemplo de ello es la revista “Vogue” que llegó a Japón a finales de los 60 considerada como una de las revistas de moda más transgresoras y liberales. Años más tarde, revistas japonesas como Non-no (1971), empezaron a publicar artículos sobre la moda y la cultura americana desde el punto de vista nipón, alcanzando gran éxito entre la juventud. Sin embargo, a pesar del interés que había logrado despertar occidente, la situación sociopolítica que atravesaba Japón (reconstrucción del país tras la guerra, cambio de modelo político, etc.), hacía imposible el poder emigrar y conocer en persona como eran estos lugares. A la unión de estas dos situaciones (la afluencia de información a través de los medios de comunicación y la situación interna que se vivía en Japón), hay que añadir un tercer factor que favoreció la creación de esta imagen idealizada del mundo occidental: el establecimiento de las bases militares norteamericanas en Japón. En 1951, poco antes de finalizar el periodo de ocupación en tierras niponas (1945-1955), Japón firma el tratado de paz de San Francisco y pasa a ser un país desmilitarizado. Un año más tarde, 1952, Japón y Estados Unidos firman un tratado de seguridad por el cual, el gobierno norteamericano se compromete a proteger al país nipón en caso de guerra a cambio de establecer bases militares en diferentes regiones del país (Buruma, 2003). El asentamiento de estas bases militares en Okinawa, y especialmente en Tokio, sirvieron para que la población autóctona conociera, y participara en numerosos eventos y festividades organizadas por las fuerzas norteamericanas. Gracias a estos hechos, la popularidad de la sociedad y la cultura estadounidenses empezaron a crecer, hasta convertirse en una de las más influyentes para los jóvenes de esa época. Como ejemplo de la repercusión de la base militar de “Camp Zama” (キャンプ座間) en Tokio, destacan los barrios de Akihabara (秋葉原) y Roppongi (六 本木). El primero de ellos, Akihabara, en sus orígenes constituía una zona de compra y venta de aparatos electrónicos provenientes de la base militar americana. La zona de Roppongi, durante MARCO CONCEPTUAL • 15 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA los años 50, se convirtió en el lugar de ocio para las tropas norteamericanas. En ella, se establecieron bares, restaurantes, etc., dirigidos por japoneses y cuya principal clientela era de origen extranjero. La posguerra y la reconstrucción de Japón, se desarrollan bajo la influencia de la cultura occidental. Sin duda, todos estos factores tienen un papel importante, tanto en la creación de la nueva sociedad japonesa, como en la imagen que se ha ido construyendo de occidente en la misma. Un ejemplo de este cambio de tendencia lo encontramos en el “manga” o comic japonés. Durante este periodo, Osamu Tezuka, uno de los autores más destacados de este género, empieza a crear historias y personajes inspirados en la cultura europea. Asimismo, escritores como Ryū Murakami (Azul casi transparente, 1976) o Kenzaburo Oe (La presa, 1957), plasman en su obra la influencia que ha tenido occidente en la evolución de la sociedad japonesa desde la mitad del siglo XX hasta ahora. A principios de los años 60, el rápido proceso de occidentalización que experimentaba Japón, junto a los primeros indicios de lo que más adelante se conocería como “el milagro económico”, contribuyen a que las grandes potencias europeas consideren al país nipón como el más desarrollado del continente asiático (García de Rosa, 2005). Durante esta época, Japón destacó por llevar a cabo un proceso de transición económica, política y social sin precedentes en un breve plazo de apenas diez años. En el campo de la política, la Constitución de 1947 marca el inicio de la occidentalización política. A principios de los 50 nacen las dos fuerzas políticas más importantes, el Partido Liberal Democrático (PLD), de carácter conservador y fuertemente apoyado por las instituciones norteamericanas, y el Partido Socialista Japonés (PSJ) que, en 1996 cambió su nombre por el de Partido Socialdemócrata (PS), para renovar su imagen y presentarse con una ideología más próxima a la de los partidos socialistas europeos (Tsutsui, 2008). La política japonesa se ha caracterizado por su estabilidad, ya que el PLD ha sido el partido más votado desde el inicio de la democracia japonesa, exceptuando momentos puntuales como el periodo de 1947-1948 o más recientemente 2009-2012, en los que el PS ha ocupado el poder. Durante los años de la posguerra el PLD llevó a cabo una serie de políticas que tenían como objetivo, el desarrollo de la industria y la economía nipona. Es por ello que se implantaron medidas para facilitar la exportación de productos japoneses, a la vez que se fomentaba el consumo interior. Asimismo, autores como Tsutsui (2008), consideran que por sí mismas, estas políticas no habrían sido suficientes para llevar a cabo un crecimiento económico de estas características. Para él, el apoyo de los Estados Unidos durante este periodo de modernización es un elemento clave. MARCO CONCEPTUAL • 16 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA En primer lugar, la desmilitarización de Japón permitió al gobierno nipón reducir los costes destinados a la defensa del país. Esto hizo que Japón pudiese centrarse en sus políticas económicas durante la Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia, ya que, a pesar de que las relaciones entre Japón y Rusia eran tensas, el país nipón se encontraba bajo el amparo estadounidense. En segundo lugar, el hecho de que los Estados Unidos avalaran a las empresas japonesas y les facilitasen la entrada en el mercado europeo y americano, supuso una gran ventaja y una fuerte inyección para las exportaciones de productos nipones (Christian, 2003). Se puede decir que la década de 1960 fue la edad de oro del siglo XX para Japón. En este periodo la economía nipona experimentó el mayor crecimiento de la historia, el nuevo sistema político y social, impuesto por las tropas aliadas, ya había sido aceptado por la gran mayoría de japoneses y la industria nipona se consolidaba como una de las más fuertes a nivel mundial, no solo por los beneficios económicos, sino que también destacaba por los avances tecnológicos y la calidad de sus productos (Bustelo, 2009). Para muchos expertos en historia japonesa y asiática, Japón ha abierto sus fronteras a occidente en dos ocasiones; en primer lugar en 1869, tras la restauración Meiji y para iniciar el proceso de modernización del país, y por segunda vez en 1945 tras la ocupación de las fuerzas aliadas en la II Guerra Mundial. Ambos casos tienen en común, que la llegada de población extranjera vino precedida de un conflicto bélico persistieron ciertos colectivos que se mostraban en contra de la llegada de occidentales al archipiélago. 1964 deviene un año clave para Japón. Tras la ocupación de las tropas norteamericanas, las fronteras japonesas permanecieron abiertas a occidente. A pesar de ello, el número de europeos y americanos en tierras niponas era muy escaso, y se limitaba, en su mayoría, a personal militar y cargos políticos (Buruma, 2004). Sin embargo, esta situación cambia cuando se designa a Tokio como la capital de los Juegos Olímpicos de 1964. Para gran parte del pueblo japonés, las olimpiadas se consideraron una prueba de fuego ya que por primera vez, Japón iba a ser el centro de atención de todo el mundo. Para la puesta a punto de la ciudad, el gobierno japonés invirtió alrededor de 3.000 millones de dólares (IOC, 2010). Al margen del impacto económico, Tokio 1964 supuso un punto y aparte en la historia moderna de Japón, principalmente por dos motivos. En primer lugar se dio a conocer un país que había permanecido prácticamente aislado, incluso después de la II Guerra Mundial, y que tenía a occidente como el paradigma de progreso y desarrollo (Nomura, 2006). Las olimpiadas de Tokio estuvieron cargadas de simbolismo y pretendían mostrar la fortaleza y el carácter de un pueblo. Como muestra de ello, la organización decidió que la antorcha olímpica entraría en el estadio de manos del joven de 19 años Yoshinari Sakai, apodado el “bebe de Hiroshima” por haber nacido el mismo día y en una zona cercana al ataque nuclear. Otro ejemplo del afán del pueblo nipón por demostrar a occidente su valía, fue la MARCO CONCEPTUAL • 17 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA inauguración del shinkasen o tren bala (Tsutsui, 2008). Asimismo, estos juegos olímpicos pasaron a la historia como “las primeras olimpiadas electrónicas”, ya que fueron las primeras televisadas en color y transmitidas vía satélite. También fue la primera vez que se utilizaban aparatos electrónicos como la cámara lenta o cronómetros de alta precisión. En segundo lugar, gracias a este evento deportivo, se produjo la primera toma de contacto entre población civil occidental y jóvenes japoneses que habían crecido bajo la influencia de occidente en los medios de comunicación. Este primer encuentro sirvió para modificar la imagen que se tenía del pueblo japonés en occidente y viceversa. Al concluir las olimpiadas la imagen de Japón como pueblo bárbaro cambió radicalmente, en parte debido a los medios de comunicación internacionales que elogiaron la eficacia, la amabilidad y el carácter trabajador de la comunidad nipona. Por su parte, la gran afluencia de visitantes extranjeros junto a los impresionantes resultados obtenidos por los atletas de los EE.UU y la U.R.S.S., también dejarón huella en la sociedad japonesa, suscitando un mayor interés por las costumbres, tradiciones, modo de vida, etc., de estos países. Tras los éxitos alcanzados a nivel social, político y económico en la década de los 60, los años 70 para Japón se caracterizaron por: la crisis del petróleo que detuvo el crecimiento de la economía japonesa reduciéndola un 5%, y por el éxito de las primeras empresas japonesas en Europa tras la posguerra (García de Rosa, 2005; Tsutsui, 2008). Japón empezó la década de los 70 como una de las primeras potencias económicas asiáticas y una de las más fuertes a nivel global. Asimismo, los avances en materia de educación, situaron a las universidades japonesas entre las mejores del mundo (Belloso de Santiesban, 1994; Teichler, 1999; Yamamoto y Briton, 2010). Además, la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964, sirvió como puerta de salida a muchos jóvenes, que tras establecer sus primeras relaciones con ciudadanos occidentales, contemplaban la posibilidad de emigrar como una forma de ampliar sus horizontes. La crisis del petróleo de los años 70 también tuvo repercusión en la economía japonesa. La crisis, durante los años 1973-74 redujo el crecimiento económico japonés, que con un incremento anual del 5%, aún se mantenía como uno de los más altos a nivel mundial. Esta situación obligó a la industria del automóvil nipona, el sector con más exportación, a llevar a cabo cambios tecnológicos que redujeran el consumo en sus vehículos, al mismo tiempo que se introdujo un nuevo modelo de producción: el “toyotismo”. El “toyotismo”, desbanco, al que hasta la fecha había sido el modelo a seguir en la producción de vehículos, el “fordismo”. La empresa automovilística Toyota, modificó el proceso de construcción de sus vehículos. Los cambios más importantes fueron: el trabajo en equipo, los círculos de calidad de los productos, la producción bajo demanda y la autonomía de los diferentes MARCO CONCEPTUAL • 18 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA módulos de producción que permitían rectificar los errores sin necesidad de detener todo el proceso (Muto, 1996). El paso de un modelo productivo a otro fue clave para superar la crisis del petróleo, pero más allá de los resultados económicos, el “toyotismo”, puso de manifiesto que la industria japonesa estaba suficientemente madura como para innovar y competir en igualdad de condiciones con las demás potencias occidentales. Como muestra de ello, la diferencia entre las importaciones y exportaciones entre productos americanos y japoneses, a comienzos de los 70 se encontraba en un punto de equilibrio (el valor de las exportaciones e importaciones era prácticamente el mismo), mientras que a mediados de los años 70 Japón ya introducía más productos en Estados Unidos de los que recibía (en 1976 la diferencia era de 4.000 millones de dólares y a finales de los 70 rozaba los 10.000 millones de dólares). Durante los años 70, las relaciones entre Japón y los Estados Unidos se debilitaron, debido a la crisis del petróleo y al inicio de las relaciones entre los norteamericanos y chinos. Al mismo tiempo, la industria nipona empezó a cobrar protagonismo en Europa. Ciudades como Londres y Dusseldorf se convirtieron en puntos neurálgicos para la industria japonesa. Durante los años de la posguerra hasta finales de los 70, la sociedad japonesa también experimentó cambios importantes. Sin duda, el éxodo rural fue el más influyente durante esta época. En los años previos a la II Guerra Mundial, únicamente un tercio de la población residía en núcleos urbanos, sin embargo, en los últimos años de los 70, más de un 75% de la población (cerca de 80.000.000 personas) se había trasladado del campo a la ciudad (Tsutsui, 2008). Este cambio demográfico vino acompañado de transformaciones políticas y sociales, como las progresivas mejoras en el sistema sanitario y educativo, lo cual contribuyó a que la esperanza de vida de la población japonesa, se convirtiera en pocos años en una de las más elevadas del mundo, con una media de casi 80 años a principios de 1980 (Cacabelos, 1996). La evolución de la estructura familiar fue otra de las consecuencias de las reformas sociales, económicas y políticas. A finales de los 70 y principios de los 80, el modelo de familia extensa y multigeneracional de la época anterior a la guerra había desaparecido, en favor de un modelo de familia nuclear. De este modo, a principio de la década de los 80, las familias japonesas estaban compuestas por el padre de familia, que era el sostén económico; la madre, que se encargaba de las tareas del hogar, el cuidado y la educación de los hijos, y los propios hijos (Hendry, 1987). Estos cambios se produjeron como consecuencia del aumento de la esperanza de vida y el nuevo modelo económico, que favoreció la movilidad de la población japonesa dentro de sus fronteras. Los últimos 15 años del siglo XX marcaron el final de la expansión económica japonesa. Con la caída del muro de Berlín y el fin del control militar en algunas zonas europeas, el sector industrial del viejo continente empezó a despegar. Durante esta época, muchas de las miradas se MARCO CONCEPTUAL • 19 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA pusieron sobre Japón ya que se consideraba uno de los países más prósperos. Es por eso, que muchas de las empresas europeas pretendían lograr acuerdos con entidades japonesas ya que les podía garantizar una cantidad de capital importante para ponerse en marcha (Bustelo, 2009). En Japón, la década de los 80 se caracterizó por las primeras protestas ciudadanas hacia el gobierno del PLD. Los ciudadanos japoneses demandaban un mayor compromiso del gobierno a través de mejoras en la cobertura sanitaria y los derechos sociales. Al mismo tiempo, lo que hasta la fecha se había considerado como una sociedad homogénea (más del 90% de la población se consideraba clase media) empezó a observar como, gracias a los negocios con empresas extranjeras, cierto sector de la sociedad alcanzaba un mayor nivel económico, provocando las primeras revueltas entre clases desde el shogunato Tokugawa (Tsutsui, 2008; Inoguchi, 2009). Otro de los hechos más destacados de esta época fueron las políticas monetarias llevadas acabo por el gobierno japonés, bajo la presión de los Estados Unidos. La revalorización del yen, dio lugar a una espiral de especulaciones en torno al mismo. La burbuja económica generada llego a su fin a principios de los 90 haciendo que la economía japonesa entrara en la recta final del siglo XX en una situación de recesión. Como consecuencia de la situación económica, las empresas japonesas iniciaron un periodo de deslocalización, trasladando sus fábricas a China y al sur de Asia. Esta época coincide con el auge de las sōgō shōsha en Europa, así como con el aumento de inmigrantes japoneses en los países occidentales (White et al, 2006). La década de los 90 será recordada como la “década perdida” por los japoneses, ya que pasaron de ser la economía más potente del mundo a ser uno de los países desarrollados con mayor deuda pública. La inyección de dinero público a las entidades privadas, así como a las políticas keynesianas implantadas por el PLD (Tsutsui, 2008) también favorecieron este estado. La “década perdida” no se caracterizó únicamente por los problemas económicos. Las protestas y la disconformidad con el gobierno desembocaron en numerosas manifestaciones y en una situación de pesimismo y malestar social sin precedentes en Japón (Inoguchi, 2009). Lo que hasta la fecha se había considerado como el pilar clave para el milagro japonés, el sistema educativo, empezaba a mostrar sus carencias. La tasa de desempleo a mediados de los 90 pasó de un 2% a un 3,5%, lo cual ya no garantizaba un puesto de trabajo a aquellos estudiantes con titulación universitaria (Bustelo, 2009). Esta situación provocó un descontento generalizado entre la juventud japonesa, que dio pie a una alta tasa de suicido juvenil y a la aparición de enfermedades de carácter psicológico como depresiones o hikikomori entre otras (Mathews, 2007). Asimismo, otro de los pilares de la sociedad japonesa, la unidad familiar, comenzó a mostrar signos de erosión. La tasa de divorcio aumentó y el papel que desarrollaban MARCO CONCEPTUAL • 20 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA sus miembros se puso en tela de juicio, especialmente el de las mujeres (Christian, 2006; Takeda y Matthews, 2009). A la crisis de estas dos entidades tan representativas de la sociedad japonesa, se sumó un incremento de la delincuencia juvenil, así como de las protestas violentas. Un ejemplo de ello, fue el atentado del metro de Tokio en 1995, en el cual murieron 13 personas y más de un centenar resultaron heridas. Ese mismo año, Japón sufrió las consecuencias de uno de los terremotos más desbastadores de su historia. El terremoto de Kobe dejó más de 6.400 víctimas mortales e incalculables daños materiales. La suma de todos estos sucesos puso de manifiesto la escasa capacidad de reacción de las autoridades niponas, aumentando así, la desconfianza de la sociedad japonesa hacía su clase política (Tsutsui, 2008). La segunda mitad del siglo XX, estuvo marcada por grandes avances, y dolorosos retrasos. No obstante, los sucesos ocurridos durante la década de los 90 sirvieron para que Japón se replanteara una serie de cuestiones éticas y morales referentes a su identidad (Tsuitsi, 2008). La debacle de su economía, junto con el despertar de China, hizo que la sociedad nipona dudase de su supremacía en el continente asiático, del mismo modo que se reflexionaba y debatía sobre cuáles habían sido los errores que les habían conducido a esa situación (FUNDESCO, 1994; Craig, 2005). La actitud ciudadana que se adoptó tras el terremoto de Kobe en 1995, se convirtió en el paradigma de lo que sería la nueva identidad japonesa. La reconstrucción de la ciudad unió a todas las clases, relegando las críticas sobre la polarización social que experimentaba la sociedad a un segundo plano. Asimismo, las diferentes fuerzas políticas aunaron sus esfuerzos junto a los de la población para trabajar conjuntamente para la reconstrucción de la zona afectada. A la vez que se iba fraguando un nuevo concepto de identidad nacional basada en la homogeneidad y solidaridad del pueblo japonés, (Takeuchi, 2012), surgieron grupos conservadores que achacaban la problemática del país a la perdida de los valores tradicionales. Ante esta situación, el gobierno del PLD, liderado por Koizumi Junichirō, opto por adoptar una postura centrista reconsiderando muchas de las políticas que había llevado a cabo su partido con anterioridad. De manera paralela, a finales del siglo XX y principios del XXI, en Europa estalló el “boom” de la cultura japonesa. Para autores como Craig, (2005) o Tsutsui, (2008), este fue el último elemento que acabó por dar forma a la nueva identidad nipona. En esta época, el anime y el manga, se postularon como una de las alternativas a la cultura norteamericana encabezada por la industria cinematográfica. De este modo, Japón logra crear una identidad propia que la diferenciaba tanto de occidente como de los demás países emergentes del continente asiático. MARCO CONCEPTUAL • 21 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Junto al desarrollo de esta nueva identidad nació un fuerte sentimiento nacionalista. En la actualidad, la sociedad japonesa se siente orgullosa de su acervo cultural, y muestra de ello es la gran cantidad de empresas niponas que lo han exportado a occidente en forma de productos comerciales como ordenadores, moda, arte, etc. o bienes intangibles como la filosofía zen, los masajes reiki o los restaurantes temáticos (Tsutsui, 2008). El éxito de la cultura japonesa, tanto dentro como fuera de sus propias fronteras, ha servido como impulso para evitar el estancamiento de la economía japonesa (Creig, 2005). Esta nueva forma de autodefinirse como japoneses ha llegado a todas las esferas de la sociedad nipona. Mientras que durante el periodo de recesión se culpaba de la situación a los jóvenes y al cambio de valores de la sociedad, en la actualidad estos hechos se interpretan como una etapa más, que no es muy diferente de la que han vivido otros países europeos. Una muestra de la unidad y la homogeneidad de la sociedad que ha aportado este nuevo concepto de lo “japonés”, se pudo observar tras el desastre de Fukushima en 2011. Tras la sucesión de varios terremotos y ante la amenaza nuclear, japoneses de todas las regiones del país se desplazaron a la zona afectada para participar en las tareas de reconstrucción. Muchas de las personas que tuvieron que abandonar el área de Fukushima, encontraron refugio en zonas del sur de Japón donde miles de personas ofrecían de forma gratuita sus casas para las familias afectadas. Simultáneamente, la comunidad nipona residente en el extranjero, también se movilizó con el objetivo de recaudar fondos para las victimas del desastre. A pesar de la unión y la estabilidad lograda a finales de los 90, los dos pilares considerados como clave durante el “milagro económico japonés”, la estabilidad social y familiar y el sistema educativo, también se han reajustado al nuevo contexto social. Japón sigue siendo uno de los países más pacíficos y seguros del mundo, sin embargo, las protestas ciudadanas ante determinados temas como el cuidado de las personas mayores, mejores condiciones laborales, o la protección del medio ambiente, son cada vez más frecuentes. El modelo familiar también ha cambiado. La mujer japonesa es mucho más independiente de lo que lo fue antaño. Para muchas de ellas, el matrimonio ya no es la única opción posible, y en la actualidad, se está viviendo un periodo de transición en el cual se está pasando de la imagen de una mujer cuidadora y ama de casa, a la figura de “salary woman”. Del mismo modo, se ha aceptado que el propio mercado laboral japonés no puede absorber toda la demanda de empleo, y que poseer una titulación universitaria ya no garantiza un empleo estable. Estos cambios, junto al fenómeno de la globalización, han contribuido a que, durante los primeros años del siglo XXI, se esté viviendo un éxodo paulatino, pero constante, de ciudadanos japoneses que emigran hacia occidente en busca de otros modelos de vida y nuevas metas personales y profesionales. Es por esta razón, que tras los tres grandes movimientos migratorios anteriores (Sudamérica 1885, China y Corea, 1910 y occidente 1970) las primeras décadas de MARCO CONCEPTUAL • 22 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA este nuevo siglo pueden suponer el inicio del cuarto éxodo migratorio de población japonesa hacia el extranjero. 2. Las bases de la comunidad japonesa en Europa. Uno de los mitos más extendidos sobre la comunidad japonesa en occidente, es que dicho colectivo está compuesto por altos ejecutivos y élites políticas. A pesar de que en la actualidad disponemos de numerosos trabajos de investigación que demuestran lo contrario, esta idea tan asentada, tiene su origen en las sōgō shōsha, o empresas comerciales japonesas, que durante toda la segunda mitad del siglo XX, se establecieron en el continente europeo. Las primeras compañías en llegar a Europa lo hicieron a finales del siglo XIX y se asentaron en Paris y Lyón. En 1870 y tras su escaso éxito en Francia, la colonia de japoneses en Europa optó por trasladarse al Reino Unido y Alemania. Las sōgō shōsha se establecieron en Londres, Berlín y Bremen, obteniendo mejores resultados que en su etapa anterior. En 1890, Londres se consolidó como la ciudad con más población japonesa del viejo continente y principal puente de unión entre Japón y Europa. El estallido de la Segunda Guerra Mundial, junto con la posterior reconstrucción del país, hizo que el número de emigrantes se redujera considerablemente. No fue hasta finales de los años 50, y principios de los 60 cuando la población de japoneses en Europa volvió a incrementarse, gracias al reestablecimiento de las sōgō shōsha. En este nuevo intento de asentar la industria japonesa en el viejo continente, las empresas niponas optaron por incorporar cambios estructurales a nivel productivo y de organización, que permitiesen transformar lo que anteriormente habían sido pequeñas empresas con capital nipón, en grandes y modernas corporaciones transnacionales con sedes repartidas por toda Europa. La década de los 60 se considera la edad de oro de las empresas japonesas ya que establecieron sedes y filiales en Rusia, Hungría, Bulgaria, Australia, Italia, Irlanda, Noruega y Suecia. En 1962, España ya contaba con las primeras compañías japonesas, pero su impacto en el ámbito de las migraciones era muy escaso en comparación con los dos puntos neurálgicos de la actividad empresarial en Europa, Dusseldorf y Londres. A pesar de la rápida expansión de las multinacionales japonesas, no fue hasta finales de 1980 que la población nipona empezó a cobrar protagonismo en Europa. Durante los años 80 y 90 el modelo de desplazamiento de japoneses hacia Europa cambió. Se pasó paulatinamente de un modelo migratorio individual, a un modelo familiar. Dicho de otro modo, los japoneses que llegaban a Inglaterra, Alemania, etc., ya no venían solos, sino que las propias empresas facilitaban el desplazamiento de la familia nuclear hacia el país de destino. MARCO CONCEPTUAL • 23 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Asimismo durante esta época, las grandes multinacionales empiezan a ejercer un efecto “imán” y atraen a pequeñas empresas y emprendedores autónomos que centran su actividad económica en proporcionar ciertos bienes y servicios que la sociedad de acogida no es capaz de proporcionar al colectivo nipón, como por ejemplo, restaurantes, locales de ocio, asesorías, etc. Dentro de esta etapa de expansión del colectivo nipón por Europa, entre los años 19851995 tienen lugar tres sucesos que favorecen la llegada de japoneses: 1. Tras la inversión de capital nipón en las empresas alemanas durante los años 70, los empresarios japoneses se hacen con gran parte de la industria del país, por lo que Alemania, y en concreto Dusseldorf, a finales de los 80, se convierte en la capital japonesa en Europa. 2. El segundo suceso que atrae a los emigrantes japoneses a Europa, tiene lugar en el Reino Unido. Allí las empresas niponas reciben subvenciones estatales y establecen nuevas empresas en las llamadas “zonas verdes” (áreas con escasa actividad industrial). Junto a la creación de nuevas empresas, el crecimiento del sector económico japonés durante los años 80, hace de Londres un lugar idóneo para llevar a cabo tanto una actividad empresarial como la inversión de capital por lo que Londres desbanca a Dusseldorf como la ciudad más importante. 3. A mediados de los 90, el país galo vuelve a ser un destino de interés para la comunidad nipona. Sin embargo, en esta ocasión los emigrantes japoneses que llegan a Francia, se caracterizan por su desvinculación con las empresas japonesas. Durante esta época, llegan al país numerosos profesores, artistas y pequeños empresarios cuyas motivaciones para emigrar son de carácter personal. No obstante, muchos terminan desarrollando actividades profesionales vinculadas a las multinacionales, ejerciendo de traductores, profesores de japonés, etc. Esta tercera oleada se puede considerar como una primera aproximación a lo que será el modelo migratorio japonés a partir del siglo XXI, ya que junto a estos empresarios y profesionales, también aumenta la llegada de estudiantes japoneses a las universidades así como los primeros “inmigrantes culturales” (artistas, intelectuales, etc.). A partir de finales de los 90, el perfil del inmigrante japonés cambia. Poco a poco la figura del hombre de negocios va mezclándose con la de otros japoneses que llegan a occidente con otras motivaciones e intereses. 3. Las migraciones japonesas en la actualidad. Los factores de atracción-expulsión (pull-push factors) componen uno de los conjuntos de variables más estudiadas a la hora de analizar los fenómenos migratorios ya que pueden proporcionar información sobre los motivos que llevan a un determinado colectivo a emigrar, o la razón por la cual un país atrae a un elevado número de inmigrantes (d'Artis, 2010). MARCO CONCEPTUAL • 24 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Los factores de atracción (pull) suelen estar relacionados con unas condiciones sociales, políticas y económicas concretas que hacen que un determinado país resulte más atractivo desde el punto de vista de la inmigración. Por otra parte, los factores de expulsión (push) son aquellos que motivan que la población abandone su país de origen. Ambos factores constituyen dos caras de una misma moneda ya que, mientras uno hace referencia a la inmigración (pull), el otro se centra en la emigración (push). Habitualmente los factores de atracción se asocian a las condiciones de vida, a mayores oportunidades, etc., que se dan en los países económicamente desarrollados, mientras que los factores de expulsión hacen alusión a la situación social, económica, etc., en la que se encuentran los países subdesarrollados. Sin embargo, casos como el del colectivo japonés, hacen que sea necesario revisar esta relación ya que, como se muestra a continuación, variables tan subjetivas como la búsqueda de un modelo de vida determinado, o los intereses personales, pueden considerarse más importantes que mantener una posición social y económica acomodada. Uno de los factores de atracción compartido por la mayoría de los colectivos inmigrantes, es el del imaginario social (o representación social) que se ha generado de la sociedad de acogida. Este concepto, hace referencia a la forma en la que se perciben y se interpretan los rasgos de una cultura diferente a la propia. Una de las características principales del imaginario social, es que suele desarrollarse a raíz de ideas generadas por actores externos a la propia sociedad, como por ejemplo los medios de comunicación (Jodelet, 1991). Esto se traduce en que, la comunidad inmigrante crea unos esquemas mentales compartidos, basados en esta información, para entender y explicar el funcionamiento de la sociedad de destino, lo cual determina su forma de interactuar con ella. Es por ello, que conocer los factores de atracción y expulsión, que pueden influir a la hora de tomar la decisión de emigrar, nos permiten obtener más información para entender como se lleva a cabo el proceso migratorio así como la forma en la que se relacionan y se organizan estas comunidades en la sociedad de acogida. 3.1. Factores de atracción y expulsión. Atracción. Desde la invasión de los Estados Unidos a Japón en la Segunda Guerra Mundial, los medios de comunicación han jugado un papel relevante tanto en el desarrollo de la sociedad japonesa, como en la representación social compartida que se ha creado de los países extranjeros en Japón (Benedict, 1964; Goodman, Peach, Takenaka y White, 2003; Fujita 2004; Nomura 2006; Goy, 2008 ). La prensa y la radio gozaban de gran popularidad entre la población nipona durante el periodo de guerra. Con la llegada de la televisión (1950) y con la distribución de las primeras MARCO CONCEPTUAL • 25 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA revistas de ocio, la sociedad japonesa empezó a recibir noticias e información de países occidentales, principalmente de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. De manera paralela al “boom” de estos medios de comunicación, Japón ponía en marcha lo que años más tarde se conocería como “el milagro japonés”, gracias al cual, pasó de ser un país colonizado con una estructura social prácticamente feudal, a convertirse en uno de los países más ricos del mundo en poco más de un siglo. Durante el periodo de máximo crecimiento económico (1955-1967), y gracias a la publicidad en los medios de comunicación, sociedades como la estadounidense o la británica, se convirtieron en un modelo a imitar ya que representaban el éxito y la modernidad (Hendry, 1987). Hoy en día, esta idea aún prevalece en la sociedad japonesa. La imagen que se proyecta de occidente, es la de una sociedad más moderna y llena de oportunidades de éxito. Precisamente, estas oportunidades suponen un aliciente y uno de los factores de atracción más importantes para aquellas personas que buscan un modelo de vida alternativo en el seno de una sociedad con unas pautas y normas sociales muy estrictas. Las posibilidades de mejorar el propio capital humano y social es otro de los factores que motiva al colectivo japonés a emigrar hacía occidente (Cornelius et al. 2003; Fujita, 2009). Debido a las características geográficas de Japón (dos tercios de la superficie están ocupados por bosques y humedales) y a la escasez de recursos naturales de que dispone, la economía del país esta basada en la importación de materias primas y exportación de bienes provenientes del sector automovilístico y electrónico. Como consecuencia de este modelo económico, el mercado laboral premia a aquellas personas que dominen idiomas extranjeros, que hayan vivido o estudiado fuera del país o que posean experiencia laboral en empresas extranjeras. Por esta razón, muchos de los japoneses que quieren emigrar con el objetivo de retornar a su país de origen, centran su proyecto migratorio en aprender un idioma, adquirir experiencia, conocimientos y habilidades que les distingan del resto, al tiempo que entablan relaciones con personas de diferentes culturas. Sin embargo, no todos los japoneses emigran con la intención de volver a Japón. Para parte de este colectivo, permanecer en un país extranjero de forma indefinida, puede suponer una puerta de entrada a las empresas japonesas con sede en el país de destino. Como defiende BenAir (2003), la deslocalización de las compañías japonesas no sigue el mismo patrón que las europeas o americanas. Mientras que para las multinacionales occidentales trasladar una fábrica supone un desplazamiento físico de un lugar a otro, para las empresas japonesas este proceso conlleva un desplazamiento físico y estructural. Es decir, junto con la reubicación de la sede, también se desplazan directivos y personal técnico como ingenieros o personal de mantenimiento y control de producción. Es por ello que, muchas empresas buscan a japoneses residentes en el MARCO CONCEPTUAL • 26 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA extranjero para ocupar estos puestos o para desempeñar labores de intermediarios o intérpretes entre los directivos japoneses y la población local. Por último, aspectos como la calidad de vida, el clima, las tradiciones o la cultura, también forman parte de los elementos de atracción para la población japonesa. Tradicionalmente, los que decidían emigrar por alguno de estos factores, lo hacían a Estados Unidos e Inglaterra, predominando dos motivos; el vínculo histórico existente entre estos países y porque el inglés es la lengua extranjera más hablada en Japón. En la actualidad, países como Italia, Francia o España, están ganando popularidad entre la población nipona, por lo que cada vez son más los que deciden emigrar a estos países. Aunque España no ha sido uno de los destinos más habituales de la comunidad inmigrante japonesa, en los últimos años, esta situación está cambiando. Las similitudes fonéticas entre el español y el japonés, junto con el aumento de inmigrantes de países latinoamericanos que está recibiendo Japón, contribuyen a que la lengua española esté desbancando al italiano, francés o el alemán, como la segunda lengua occidental más estudiada en el país nipón. Junto al idioma, el capital cultural de España es otro de los elementos de atracción para este colectivo. Personajes históricos como Gaudí, Goya o Lorca, junto a artistas y figuras emergentes como Joaquín Cortes o Ferran Adrià, sirven de reclamo para muchos de los japoneses que imaginan un futuro fuera de su país. Asimismo, el éxito y la popularidad que han adquirido algunos japoneses en campos como el flamenco (Ishimitsu Takazuka) o el toreo (Nono Taira), ha contribuido a que la imagen que se proyecta de España, sea la de un país abierto a oriente, y que ofrece oportunidades de desarrollo personal más allá del mundo laboral. Expulsión. En el mundo occidental, la imagen que llega de Japón es la de una sociedad dicotómica en la que conviven en armonía, geishas, samuráis, televisiones 3D y teléfonos móviles, capaces de programar un reproductor de Blue-Ray desde un extremo a otro del país. Si bien es cierto que esta dualidad forma parte del encanto nipón que ha llevado a muchos occidentales a interesarse por su cultura, la conjunción entre pasado y futuro no siempre ha resultado ser tan beneficiosa. El excesivo control social o el conflicto interno entre el Giri (義理 deber moral) y el Ninjou (人情 deseo personal), son algunas de las dicotomías que han contribuido a la aparición de casos de hikikomori (jóvenes que se recluyen en sus habitaciones para aislarse de su entorno y evitar relacionarse con otras personas), futoko (niños de primaria que no van al colegio) o ijime (casos extremos de acoso escolar) (Taylor, 2006). Mathews (2007), señala que, esta presión social, se debe en parte al conflicto intergeneracional que se vive en el seno de la sociedad nipona. Mathews plantea que el orden social japonés podría llegar a quebrarse como consecuencia de la brecha generacional entre los jóvenes nacidos a finales de siglo, y las generaciones que hicieron posible el “milagro económico” de los años 1960-80. MARCO CONCEPTUAL • 27 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Este conflicto se basa en el cambio de significado que han adquirido algunos conceptos como por ejemplo “sekentei” (世間体, apariencia), “gaman” (我慢, perseverancia) o “jōshikii” (常識, sentido común) entre la población más joven (Mathews, 2007). Para parte de la juventud japonesa, estos valores son parte del pasado, y han pasado de ser considerados como un elemento positivo de la sociedad japonesa, a entenderse como una barrera que coarta su libertad e impone un modelo de vida con el que no están de acuerdo. No obstante, estos y otros factores de expulsión que influyen en el éxodo migratorio japonés como el estatus percibido o las perspectivas de futuro, requieren su análisis desde una perspectiva de género ya que se han identificado diferencias significativas entre hombres y mujeres (Beltran, 2006 y Sakai, 2003). Desde las dos últimas décadas del siglo XX hasta la fecha, uno de los cambios más significativos de la comunidad emigrante japonesa, es la feminización de este colectivo (Sakai, 2003). Su incremento, se debe en parte, a que el grupo de mujeres de entre 18 a 30 años percibe la emigración como una oportunidad de mejora personal, que difícilmente podrán llevar a cabo en su país origen (Ono y Piper, 2004 y Takeda y Matthews, 2009). Los agentes que dificultan este desarrollo individual son varios; en primer lugar, desde la familia, se espera que cumplan con el papel de madres y esposas, ejerciendo las labores del hogar, y atendiendo al cuidado de los hijos y en algunos casos, también el de las personas mayores. Desde el ámbito laboral, a pesar de contar con una ley de igualdad de oportunidades desde 1945, el papel de la mujer se limita a trabajos de atención al público, y de apoyo a los cargos ocupados por los hombres (secretarias, traductoras simultáneas, etc.). La presión social es otro de los factores de expulsión a tener en cuenta en el colectivo femenino. Para gran parte de la población japonesa, el hecho de vivir en una sociedad en la que se valora el formar parte de un determinado colectivo o gozar de una posición social privilegiada por encima de los méritos personales, supone uno de los factores de expulsión más recurrente. Sakai (2003), aporta testimonios de mujeres japonesas, que se ven obligadas a emigrar de Japón ya que, consideran que su futuro profesional y personal está condicionado por las estrictas normas sociales que rigen la sociedad. Los casos de mujeres que después de dar a luz, tienen dificultades para compaginar su vida laboral y familiar, o el de las que, a pesar de su formación, no logran ocupar cargos de mayor responsabilidad, son algunos ejemplos. También, el sector masculino, principalmente los jóvenes, se ve afectado por estos factores de expulsión. De ellos se espera que formen una familia y se responsabilicen de su situación económica. En este sentido, autores como White (2006), Cornelius et al. (2003) y Hendry (1987) consideran que la posición y el estatus tanto de la familia como del hombre, están directamente vinculados a la empresa para la que se trabaja. Dicho de otro modo, cuanto más importante es la empresa y más alto es el cargo que se ocupa, mayor es el estatus que adquiere MARCO CONCEPTUAL • 28 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA la persona y su familia. Es por ello, que muchos padres, inscriben a sus hijos en cursos extraescolares (学習塾, Gakushuujuku) para que puedan preparar los exámenes de ingreso al instituto y más tarde a la universidad, ya que en el sistema educativo japonés, es necesario realizar un examen de nivel de conocimientos adquiridos (que determinara el futuro acceso tanto a los centros de educación secundaria como a las universidades) al concluir cada uno de los ciclos que componen el itinerario académico desde primaria hasta la entrada en la universidad. Los exámenes más importantes son koukounyuugakushiken ( 高 校 入 学 試 験 ) en la educación secundaria, y los senta shiken (センター試験) y niji shiken (二次試験), que dan acceso a las diferentes universidades japonesas. Bajo esta perspectiva, Ben-Air (2003), contempla el modelo empresarial japonés como otro de los factores de expulsión a considerar a la hora de abordar el fenómeno migratorio nipón. BenAir analiza el funcionamiento interno de estas multinacionales y destaca que las estancias en sedes del extranjero suponen grandes ventajas para los trabajadores ya que, es una forma de aumentar el capital social tanto personal como empresarial. Asimismo, como forma de incentivar estas estancias en el extranjero, las multinacionales ofrecen a estos trabajadores, cargos superiores a los que desempeñaban antes de su salida, con lo que se convierte en una forma de promocionar dentro de la empresa. Al margen de estos factores, la situación laboral también constituye uno de los factores de expulsión a tener en cuenta (White, 2003 y Fujita, 2009). A la escasez de ofertas de empleo derivadas, tanto por la situación de crisis global como por la recesión económica que vive Japón desde la década de los 90, hay que añadirle unas condiciones laborales que no convencen a la población japonesa (sueldos bajos, ampliación de la jornada laboral, etc.) y que contribuyen a que cada vez más personas se plantean la opción de emigrar como una posible alternativa. 3.2. Tipos de proyectos migratorios en la actualidad. Las perspectivas de futuro en el proyecto migratorio japonés, así como en el de otros colectivos como los de los países del este de Europa, el sur de América o incluso de África (más libertades individuales, nuevas oportunidades, etc.), pueden estar condicionadas por el imaginario social que se comparte de occidente y las expectativas que la inmigración ha generado entre dicho colectivo. White (2003), en base a estas dos premisas (imaginario social y expectativas de futuro en la sociedad de destino) aglutina al colectivo de inmigrantes japonés en dos subcategorías: 1. “Company men” Formada por directivos y altos cargos de empresas internacionales japonesas a los que se destina, de forma temporal, a una sede en occidente. Los destinos más frecuentes son las grandes capitales occidentales como Paris, Londres, Milán o Nueva York. Debido a la temporalidad del proyecto migratorio, sus expectativas MARCO CONCEPTUAL • 29 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA se centran en adquirir conocimientos y experiencia laboral. En lo referente al imaginario, Cohen (1977) considera que, como consecuencia de la “burbuja ambiental” en la que vive esta población (supermercados japoneses, escuelas japonesas, etc.), la diferencia en cuanto al modo de vida que percibe esta comunidad entre Japón y la sociedad de acogida, se reduce al mínimo, ya que disponen de todos los servicios necesarios para mantener un estilo de vida muy parecido al del país de origen. 2. Voluntarios. Los integrantes de este colectivo, a diferencia del anterior, ponen en marcha el proyecto migratorio por iniciativa propia, por lo que, tanto la preparación previa (fase pre-migratoria) como el proceso de integración (fase de instalación) en el país de destino, se verá directamente influenciado por el ideal que se ha creado de la sociedad de acogida. Para autores como Fujita (2004) u Ono y Piper (2004), el grupo de inmigrantes voluntarios, suele tener una imagen idealizada de la sociedad de destino, por lo que, muchas de las personas al experimentar el contraste entre lo imaginado y la situación real, optan por regresar al país de origen y renunciar a su proyecto migratorio. De manera complementaria, Fujita (2009) propone cinco subcategorías en función de las estrategias migratorias niponas y sus objetivos: 1. Altos cargos de empresas japonesas y funcionarios. Esta subcategoría, está considerada, por los propios inmigrantes japoneses, como un grupo elitista al integrar personas con un alto nivel de formación y ocupar puestos que les otorgan un estatus elevado tanto en la sociedad de acogida como en la de origen. Al margen del estatus, este colectivo presenta dos rasgos que lo distinguen del resto. En primer lugar, destaca un proyecto migratorio perfectamente estructurado con una duración de entre tres y cinco años (aunque en el caso de los funcionarios este periodo puede ser más amplio) y con unos objetivos y unas perspectivas de futuro claras. En segundo lugar, este proyecto afecta a la familia nuclear (pareja e hijos). Este modelo de inmigración ha sido abordado desde distintas disciplinas como la economía, la sociología o la psicología, pero sin duda el caso kikokushijo (帰国子女 hijos de inmigrantes japoneses que realizan parte de su itinerario educativo en Japón y parte en el extranjero) ha copado gran parte del interés en el estudio de esta subcategoría (Goodman, 2003). 2. Asalariados y autónomos. Este grupo lo forman, en su mayoría, trabajadores de clase media que residen en el país de acogida de forma estable, pero que muestran un alto índice de movilidad geográfica. Se caracterizan por desarrollar una actividad económica estrechamente vinculada a empresas japonesas ya sea como trabajadores de estas multinacionales, o bien como profesionales autónomos. En el caso de los trabajadores por cuenta propia, su actividad se centra en ofrecer determinados servicios que la población autóctona no puede proporcionar. Algunos ejemplos son los trabajadores de MARCO CONCEPTUAL • 30 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA las tiendas de importación, bares, librerías especializadas o asesorías (Nomura, 2006; White, 2006). 3. Estudiantes. Es el más numeroso y el que presenta una mayor dispersión geográfica (Beltrán, 2003; 2005; 2006). Este subgrupo lo componen estudiantes de lengua y filología, aunque cada vez son más los alumnos que llegan desde otras disciplinas como el derecho, las ciencias empresariales, bellas artes o ciencias de la salud. El colectivo de estudiantes está formado, en su mayoría, por jóvenes de entre 18 y 23 años de clase media-alta. En los últimos años está aumentando el número de japoneses que llegan al país de destino con un permiso de estudiante, pero con el objetivo de acceder al mercado laboral. (Fujita, 2004, 2009; Nomura, 2006). Con el fin de discernir entre los que usan el visado de estudiante como estrategia de entrada al país de destino, y los que llegan con el objetivo de estudiar, autores como Ono, y Piper (2004), Walmsley y Ahmed, (2006), White, (2006) y Dua (2007) proponen varias alternativas a la hora de obtener los datos referentes a esta población. Según estos autores, los datos más que más se ajustan a la realidad son los que ofrecen los registros oficiales de las embajadas y consulados y el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, siendo éste último el más fiable ya que clasifica a los emigrantes según el tiempo de residencia en el extranjero o el propósito de la estancia, y no por el tipo de visado. Estas categorías son: turismo, estancia breve por motivos de trabajo, traslado a filiales en el extranjero, investigación, estudio pre y post universitarios y estancias para la formación y adquisición de habilidades en el ámbito laboral. 4. Mujeres. Este colectivo ha crecido considerablemente en las últimas décadas. Autores como Sato (1993), Ono, y Piper (2004) y Takeda y Matthews (2009), han denominado a estas mujeres “inmigrantes espirituales” o “lifestyle inmigrants” al considerar que su objetivo es el de conseguir mayores oportunidades laborales y alcanzar unas condiciones de vida difíciles de mantener en el país de origen. Este colectivo lo componen mujeres solteras de mediana edad que, en su mayoría, poseen unos estudios universitarios y un puesto de trabajo estable en Japón, aunque por debajo de su formación. Una de sus características principales es que, a pesar de mantener una estrecha relación con la familia nuclear a lo largo de su proyecto migratorio (a través de Internet, teléfono, etc.), éste se lleva a cabo de forma individual, por lo que, durante el proceso de instalación, suelen tener más relaciones con españoles u otros extranjeros, que con otros compatriotas. 5. Inmigrantes culturales (Fujita 2004; 2009). Esta subcategoría dentro del colectivo inmigrante japonés, la componen jóvenes entre 18 y 25 años que emigran de Japón hacia países como Inglaterra, Estados Unidos o Francia con un doble objetivo. En primer lugar, se plantean ampliar sus conocimientos y mejorar sus habilidades en ámbitos tales MARCO CONCEPTUAL • 31 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA como la música, la danza o la interpretación. En segundo lugar, buscan adquirir experiencia en un país extranjero y ampliar su capital social con el fin de diferenciarse del resto de artistas japoneses. Una de las principales diferencias entre este colectivo y el de estudiantes, es la formación. Mientras el segundo está compuesto por estudiantes universitarios o titulados superiores que cursan estudios especializados como masteres, el grupo de los inmigrantes culturales, lo componen personas que poseen estudios medios o provenientes de academias de danza o teatro. La formación es uno de los factores a tener en cuenta ya que, mientras el grupo de estudiantes universitarios establece un circulo de relaciones con iguales (universitarios, profesionales cualificados, etc.), manteniendo un estatus similar al de Japón, los inmigrantes culturales, a menudo sienten que han perdido poder adquisitivo en relación a su situación en el país de origen. Esto es debido a que, para permanecer en un país extranjero y poder cumplir los objetivos propuestos, han de desempeñar una actividad laboral, que en la mayoría de los casos suele encontrarse en la economía sumergida u ocupando puestos de trabajo poco cualificados en bares o “host clubs”. 3.3. Institucionalización del fenómeno migratorio. Como se analizará en el apartado correspondiente a las redes sociales, el estudio de los factores de atracción-expulsión junto a los diferentes modelos migratorios, son dos de las variables principales a tener en cuenta dentro del fenómeno migratorio que condicionan su dinámica y estructura. Otro de los aspectos a destacar del colectivo japonés que emigra hacía occidente, es la forma en la que esté proceso se lleva a cabo. Todo proceso migratorio se puede dividir en dos fases: pre-migratoria y de instalación (Chou, 2009). En el caso del colectivo nipón, esta primera fase (pre-migratoria) desempeña un papel fundamental ya que, una gran parte de la población inmigrante ha llevado a cabo algún tipo de preparación previa a la salida del país. En este apartado se abordará el papel de las empresas privadas y las instituciones públicas durante la fase pre-migratoria y de instalación, puesto que para autores como White (2003) y Sakai (2003), a lo largo de la historia de las migraciones de japoneses hacía Europa y Norteamérica, estos agentes han ejercido un gran control social sobre este colectivo, condicionando su proceso de instalación en la sociedad de acogida. Japón está considerado como uno de los países más consumistas del mundo, y en este aspecto, el fenómeno de las migraciones no es una excepción. Fujita (2009), destaca la mercantilización que se ha llevado a cabo en relación a la emigración hacia occidente. Durante las dos últimas décadas, un gran número de empresas privadas han decidido centrar su actividad en esta población de futuros emigrantes, al ver en ellos nuevas oportunidades de expansión económica y territorial. MARCO CONCEPTUAL • 32 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Muestra de ello son algunas de las empresas subcontratadas por las sōgō shōsha que empezaron a funcionar como puente de unión entre Japón y occidente durante los años 70 y 80, o pequeñas empresas japonesas que vieron la posibilidad de aumentar su nicho de mercado a finales de siglo con el “boom” de la cultura anglosajona en Japón. Un buen ejemplo de ello es la franquicia “ 地 球 の 歩 き 方 ”(chiyounoarukikata, www.arukikata.co.jp) que durante los años 80 empezó a publicar guías turísticas de Europa. Una década más tarde, amplió su mercado con libros y guías para estudiantes japoneses interesados en estudiar en el extranjero, y a día de hoy no solo mantiene este sector de mercado, sino que se ha subido al tren de las nuevas tecnologías ofertando “software” para japoneses que residen fuera de su país, en los que se puede encontrar información actualizada sobre los servicios para esta comunidad en las ciudades europeas, así como comparativas entre los precios de los cursos de idiomas o listados de las actividades de ocio que ofertan los diferentes municipios. Fujita (2009), destaca la importancia de las agencias y organizaciones gubernamentales como herramientas que facilitan está preparación previa o etapa pre-migratoria. Entre ellas destacan cinco tipos de organizaciones: 1. Agencias de viajes. Estas empresas ya no ofertan únicamente viajes de turismo, sino que se han adaptado a las nuevas demandas creando los “viajes de inmersión cultural”. En ellos se ofrece la posibilidad de realizar visitas turísticas, a la vez que se cursan talleres de pintura, cursos de idiomas o de danzas regionales entre otras actividades. 2. Centro de formación. Las escuelas de formación profesional como peluquería, cocina o diseño, han incorporado en su plan de estudios, la posibilidad de llevar a cabo parte del curso en centros del extranjero. Esta opción está ganando popularidad entre los jóvenes, ya que estos centros se encargan de la tramitación de los permisos y visados, así como de facilitarles la búsqueda de alojamiento, la inscripción a cursos de idiomas e incluso se les asigna una persona de referencia en el país de destino para que les oriente o a la que puedan acudir en caso de necesidad. 3. Academias. Como alternativa a las escuelas de formación profesional, han surgido academias dedicados a la preparación de pruebas de acceso para centros educativos extranjeros. En estas academias, los alumnos reciben una formación similar a la que recibirán en el país de destino con lo cual, al margen de la formación específica, los estudiantes aprenden el idioma del país de acogida, se van adaptando paulatinamente a las costumbres, se les orienta sobre temas laborales en el extranjero, etc. 4. Instituciones oficiales. Agencias gubernamentales como el “Instituto Cervantes” o el “British Council” también han visto en el colectivo de potenciales inmigrantes, una fuente de ingresos adicionales. Al margen de servicios gratuitos como bibliotecas con material MARCO CONCEPTUAL • 33 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA didáctico o guías turísticas, estas instituciones ofrecen charlas y seminarios impartidos por directores de centros extranjeros, en los que se explica cómo inscribirse en determinados centros, cómo tramitar los permisos de residencia, y en general, cómo desenvolverse en el país de destino. Asimismo, instituciones como la “Japan-United States Educational Comission” ofrecen servicios tanto de traducción como de tramitación de documentación, inscripciones o matriculas para aquellas personas que no puedan manejarse en el idioma del país de acogida. 5. Sōgō shōsha. Las propias multinacionales también han sido capaces de tejer una red de bienes y servicios para aquellos trabajadores que vayan a ser trasladados al extranjero. Como en los casos de las instituciones gubernamentales o institutos de enseñanza, los servicios que ofrecen estas empresas se dirigen tanto a las personas que aún no han emigrado, como a las que ya residen en la sociedad de acogida. Un ejemplo de ello, lo encontramos en las agencias inmobiliarias que trabajan para empresas japonesas y que ofertan alojamiento en los países de destino a aquellos trabajadores que van a ser trasladados. Estos casos son algunos ejemplos que muestran como el fenómeno migratorio japonés está siendo capaz de generar nuevos nichos de mercado en la sociedad de origen. Desde un punto de vista más amplio, se puede considerar que los beneficios de este sector van más allá del ámbito económico, ya que proporcionan a sus usuarios una fuente de apoyo formal sólida, a la vez que les ayudan a llevar a cabo una preparación previa a la fase de instalación que puede prevenir situaciones de estrés, depresión y aislamiento en la sociedad de acogida (Chou, 2009). Además, se constata como la actividad económica en torno a este fenómeno migratorio no solo afecta a la sociedad de origen, sino que también tiene sus repercusiones en la sociedad de acogida (Beltán, 2006). En el caso de España (Beltrán, 2006) así como en Inglaterra o Estados Unidos (Fujita, 2009, White, 2003), la comunidad japonesa, ante la imposibilidad de acceder a ciertos recursos y servicios en estos países, ha generado un mercado propio en función de sus necesidades. Estas demandas se centran, en su mayoría, en actividades de ocio y en el sector servicios como bares, karaokes, restaurantes, tiendas de comida, etc. Sin embargo, lo que diferencia al colectivo nipón, es que al margen del proceso de integración individual, también se lleva a cabo un proceso de aislamiento institucional. Esto sucede cuando organismos japoneses se establecen en los países extranjeros con el objetivo de proporcionar los mismos servicios que podrían ofrecerse en el país de origen, de tal modo que se genera una estructura económica y social con un funcionamiento similar al de Japón. Un claro ejemplo es el establecimiento de centros de educación primaria y secundaria en los cuales la enseñanza se imparte exclusivamente en lengua japonesa y cuyo sistema educativo está basado en el modelo nipón. MARCO CONCEPTUAL • 34 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 4. Las comunidades japonesas en la sociedad de acogida. Hasta la década de los 90, la comunidad japonesa en el extranjero presentaba unas características similares a las de las colonias de la Revolución Industrial del siglo XIX. Desde finales del siglo XX hasta la actualidad, las características de estas comunidades han experimentado cambios en relación al número de personas que las componen, genero, edad, interrelaciones con otros colectivos, etc. En gran parte, este cambio se debe a los nuevos proyectos migratorios (mencionados en el apartado anterior). Desde una perspectiva internacional, Sakai (2003) considera que se puede distinguir entre dos tipos de comunidades de inmigrantes: a) las que están controladas por estructuras formales (instituciones, empresas delegaciones del país de origen, etc.) y b) las que lo están por estructuras informales (enclaves étnicos, familia extensa en el país de acogida, etc.). A pesar de los cambios en la composición de la comunidad japonesa inmigrante, Sakai (2003) mantiene que el control y la influencia que ejercen las empresas aún juegan un papel determinante, especialmente en la fase de asentamiento ya que facilitan todo tipo de bienes y servicios a sus empleados. Este hecho, en un primer momento puede ser beneficioso ya que reduce el efecto del choque cultural, pero a medio /largo plazo puede desencadenar una situación de dependencia de la población inmigrante hacia estos agentes. El gobierno japonés y las instituciones oficiales vinculadas a éste, constituyen otra muestra de la influencia que ejercen los organismos gubernamentales sobre la población inmigrante japonesa. Desde finales de la década de los 80, se han ido establecido sedes allí donde se ubicaban las grandes multinacionales niponas. Un buen ejemplo de ello son la Japan Foudation, Japanes Business Association o las embajadas y consulados que, al margen de los servicios que puedan prestar (asesoramiento, ayuda en la tramitación de visados, etc.), entre sus funciones también figuran las de mantener un registro de la población nipona en el país, subvencionar escuelas para hijos de japoneses o servir de vínculo entre la comunidad japonesa en el país de destino e instituciones como el Ministerio de Educación (MEXT), o el Ministerio de Trabajo (MOJ) en Japón. Sakai defiende que este emplazamiento estratégico conlleva una serie de ventajas para los japoneses que ya residen fuera de Japón, así como una fuente de oportunidades para los que se plantean emigrar. Entre estos beneficios, la autora destaca: 1. La creación de un amplio tejido de redes de apoyo formal que abarca múltiples dimensiones como la adquisición de competencias lingüísticas, búsqueda de empleo, resolución de problemas burocráticos, búsqueda de alojamiento, etc. 2. La apertura de centros comerciales, peluquerías, tiendas de alimentos, etc., impulsadas por las empresas e instituciones oficiales, facilita que se lleve a cabo una fase de MARCO CONCEPTUAL • 35 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA instalación más pausada, al reducirse en un primer momento, las diferencias entre la sociedad de origen y la de acogida. 3. Se crean nuevos nichos de mercado para aquellos japoneses que se plantean emigrar como alternativa a su situación en el país de origen. Como señala Machimura (2003), en lugares como Los Angeles, Nueva York o Londres, cada vez son más los establecimientos de ocio, agencias de viajes, bufetes de abogados, etc., dirigidos por emigrantes que orientan sus negocios hacia la población japonesa que reside en el país de acogida. Al margen de estos beneficios, Sakai (2003), y otros investigadores como White (2003) o Beltrán (2004), advierten de las consecuencias negativas que puede acarrear este modelo de comunidad, en especial para aquellas personas que emigran en busca de un nuevo estilo de vida (inmigrantes culturales, mujeres o jóvenes entre otros): 1. El aislamiento social de este colectivo en relación a la sociedad de acogida como consecuencia de la “burbuja ambiental” (Cohen, 1977). En el caso de la comunidad nipona, este fenómeno requiere una especial atención ya que junto al aislamiento y el alto índice de movilidad geográfica de los miembros que la componen (Takeda y Matthews, 2009), los enclaves étnicos suponen una barrera añadida a la hora de establecer vínculos de ayuda entre compatriotas. Este modelo entorpece la creación de redes de apoyo informal ya que, por una parte dificulta la relación entre japoneses y autóctonos y por otra, la temporalidad y el desplazamiento dentro del territorio de los miembros que componen este colectivo hace complicado el establecer una relación duradera entre los propios japoneses. 2. Obstaculiza la consecución de los objetivos personales. White (2003), reflexiona sobre la dirección que está tomando el fenómeno migratorio japonés, y considera que en la actualidad, se está viviendo un periodo de transición en el que cada vez es mayor el número de personas que emigran con unos objetivos individuales, en detrimento de aquellas que lo hacen siguiendo intereses corporativos o familiares (el caso de mujeres con hijos que emigran una vez que el marido es enviado al extranjero). El peso de las instituciones y multinacionales en la sociedad de acogida, obliga a muchos inmigrantes a replantear sus objetivos ya que las posibilidades que ofrecen estos agentes para permanecer en el país de destino son mucho mayores que las que ofrece la propia sociedad de acogida. Un caso muy común entre los inmigrantes japoneses, es el de aquellos que llegan a España con la intención de trabajar como profesores de japonés para españoles, pero que, debido a la dificultad de encontrar alumnos o un puesto de trabajo, optan por acudir a la empresas niponas y ocupar puestos de interpretación o secretariado. MARCO CONCEPTUAL • 36 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 4.1. Tipos de comunidades japonesas en occidente. Los cambios políticos y económicos, la relación con la sociedad de acogida, las segundas generaciones de inmigrantes, etc., son algunos de los factores que han condicionado el devenir de la población nipona en el extranjero. Hoy en día podemos identificar tres tipos de comunidades japonesas en occidente. 1. Comunidades concentradas. Este modelo se estableció en occidente a mediados de 1980, con la llegada de las primeras empresas japonesas (総合商社, sōgō shōsha). Estas comunidades se caracterizaban por su escasa relación con la población de origen y el elevado nivel de formación de sus miembros. En la actualidad, este modelo de sociedad es muy común en los países asiáticos como China o Singapur, y aunque su presencia en occidente está disminuyendo, aún es posible identificarlas. Un ejemplo, es el que describe Glebe (2003), en la ciudad alemana de Dusseldorf. La principal característica de la población japonesa en este modelo de comunidad es su alto grado homogeneidad y aislamiento social (Toyokawa, 2005). Como señala Glebe, la mayoría de los miembros que la componen, tienen como objetivo el realizar una estancia durante un periodo de tiempo determinado y volver a Japón. Su llegada al país de acogida, está marcada por la falta de preparación y desconocimiento sobre la sociedad en la que se ubicarán y la situación de dependencia que se crea entre el inmigrante y la empresa. En relación a su emplazamiento en la ciudad, Glebe destaca la concentración de japoneses en determinados barrios, normalmente en zonas de alto poder adquisitivo. Junto a estas ubicaciones, es habitual que se establezcan zonas de ocio, comercios y demás servicios (escuelas, centros sanitarios, etc.) destinados exclusivamente a la población japonesa. Este modelo de comunidad, constituye un claro ejemplo de lo que Cohen (1977), denominó como “burbuja ambiental” ya que la población japonesa crea un microclima con unas características y modo de vida, lo más similares posible a las del país de origen, que les mantienen al margen de la sociedad de acogida. 2. Comunidades transnacionales. A diferencia de las comunidades concentradas, éstas destacan por el alto grado de heterogeneidad de la población japonesa que las componen. Suelen ubicarse en grandes ciudades como Los Ángeles o Paris. Una de sus principales características es la convivencia entre japoneses de segunda y tercera generación (二世 nisei, 三世 sansei), descendientes de americano-japoneses criados en Japón y que vuelven a los Estados Unidos (帰米, kibai), trabajadores de multinacionales, estudiantes e inmigrantes culturales. Machimura, (2003) señala que uno de los resultados más destacados de esta convivencia entre japoneses nacidos en Japón y los que han sido educados fuera del país, son las disputas que han surgido entre ambos, sobre todo en relación a la educación, a los valores transmitidos a las segundas generaciones y a la falta de atención por parte de las autoridades niponas y MARCO CONCEPTUAL • 37 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA estadounidenses a la situación de los inmigrantes que viven de forma permanente en los Estados Unidos (iman, 移民). Machimura describe la situación de sendos colectivos en la ciudad de Los Ángeles como un conflicto de estatus entre japoneses “puros” y “mestizos” (Machimura, 2003: 153). Esta situación ha favorecido el hecho de que la comunidad japonesa vaya creando pequeños enclaves étnicos en función de su origen, objetivo del proyecto migratorio, etc. Es este modo en ciudades como Paris o Nueva York, se pueden identificar diferentes subnúcleos de población japonesa repartidos en diferentes zonas, como Little Tokyo en Los Ángeles donde se concentran los comercios y servicios regentados por los ninsei, zonas residenciales al norte de Paris, en las que se ubican los empresarios y funcionarios nipones, países como Bolivia o Brasil en el que inmigrantes de hasta 4 generación se han hecho un hueco en el sector de la ganadería y la agricultura de algunas zonas. 3. Comunidades en expansión. Este modelo, comparte sus orígenes con las comunidades creadas alrededor de las multinacionales. Sin embargo, la principal diferencia es que en este caso, se ha logrado romper la burbuja ambiental, lo cual ha favorecido la relación entre el colectivo nipón y la población autóctona. Algunos ejemplos de estas comunidades las encontramos en ciudades como Barcelona (Beltrán, 2003, 2004, 2005, 2006) o Londres (White, 2003), en las que tradicionalmente se habían establecido las primeras sōgō shōsha. En la actualidad, la situación de los diversos subgrupos de japoneses que componen esta comunidad es bastante desigual. Mientras que los inmigrantes cuyo proyecto migratorio está vinculado a las multinacionales (altos cargos o autónomos subcontratados) gozan de una posición cómoda tanto dentro de su propio grupo, como en relación a la sociedad de acogida, otros colectivos como el de estudiantes, inmigrantes culturales, emprendedores, etc., se caracterizan por la situación de inestabilidad al no poder regular su situación o tener dificultades para acceder a determinados puestos de trabajo, etc. Una de las principales diferencias entre las comunidades transnacionales y en expansión, es el número de japoneses que las componen. Mientras que en el primer caso, se cuenta con un número muy abundante, en este segundo, los núcleos de población son relativamente pequeños, aunque presentan unos índices de crecimiento elevados (White, 2003; Beltrán 2005). La relación entre los diferentes colectivos, también difiere de un modelo a otro, ya que en el caso de las comunidades en expansión, no se han identificado conflictos entre clases, en parte, debido a que en Europa, los nisei son todavía una minoría en relación con el colectivo japonés en las comunidades transnacionales como es el caso de Estados Unidos. Cada uno de estos tipos de comunidades japonesas en occidente, ha evolucionado de forma independiente según los sucesos políticos, cambios sociales, etc. que se han vivido en la sociedad de acogida. MARCO CONCEPTUAL • 38 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA En nuestro continente, Paul White (2003), defiende que el modelo en expansión requiere especial atención, por dos motivos. En primer lugar, está experimentando cambios drásticos en su composición (llegada de gente joven, feminización del colectivo, expectativas laborales externas al entorno de las multinacionales japonesas, etc.), y en segundo lugar, se está demostrando que este modelo es el más frecuente de los tres en los países occidentales, por lo que su desarrollo puede tener repercusiones a nivel demográfico (rejuvenecimiento de la población), político (nueva legislación en materia de inmigración), laboral (mano de obra cualificada y con experiencia), etc. MARCO CONCEPTUAL • 39 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Cuadro 1. Características de los diferentes modelos de comunidades inmigrantes japonesas en occidente. Comunidades concentradas Comunidades transnacionales Comunidades en expansión Influencia de las multinacionales Alta Alta Media Situación económica vinculada a las multinacionales Alta Alta Media Influencia de las instituciones japonesas Alta Alta Alta Homogeneidad de la población Alta Baja Media Concentración residencial Alta Alta Baja Concentración de pequeños negocios japoneses Baja Alta Media Fuentes de apoyo formal Alta Alta Baja Fuentes de apoyo informal Baja Media Alta Situaciones de conflicto dentro de la comunidad Baja Alta Baja Situaciones de conflicto fuera de la comunidad Baja Baja Baja Relación entre japoneses Alta Media Media Relación entre japoneses y autóctonos Baja Media Alta *Elaboración propia a partir de los diferentes estudios recopilados en el libro Global Japan: The Experience of Japan's New Immigrant and Overseas Communities (Goodman et al. 2003). MARCO CONCEPTUAL • 40 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 41 Cuadro 2. Debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades del colectivo inmigrante japonés según el tipo de comunidad en la que se integran en la sociedad de acogida Comunidades concentradas Comunidades transnacionales Aislamiento social Debilidades Dependencia de la empresa Conflicto étnico Comunidades en expansión Fuentes de apoyo formal en desarrollo (fundaciones, instituciones, etc.) Incorporación al mercado laboral Influencia de las multinacionales en el desarrollo de las actividades individuales Reducción del choque cultural en las primeras fase del proceso integración Fortalezas Fuentes de apoyo formal (embajada, consulados, asociaciones) Fuentes de apoyo formal (empresa) Fase pre-migratoria trabajada Incorporación al mercado laboral Igualdad de condiciones Amenazas Oportunidades Dificultad de crear redes de apoyo estables. Éxito del proyecto migratorio familiar Estratificación social dentro de la propia comunidad Dificultades en el proceso de integración (idioma, costumbres, etc.) Aislamiento de la propia comunidad japonesa Posibilidad de crear redes de apoyo estables Más posibilidades de lograr los objetivos individuales Aislamiento de la propia comunidad japonesa Relaciones bi-direcionales entre japoneses y otros colectivos Población heterogénea (más ámbitos en los que relacionarse) Más posibilidades de lograr los objetivos individuales Redes de apoyo informal polivalentes *Elaboración propia a partir de los diferentes estudios recopilados en el libro Global Japan: The Experience of Japan's New Immigrant and Overseas Communities (Goodman et al. 2003). REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA SEGUNDA PARTE: DINÁMICA Y ESTRUCTURA DE LAS MIGRACIONES La Real Academia de la Lengua Española (RAE), propone una definición bastante aséptica de lo que se entiende por inmigración: “Acción y efecto de pasar de un país a otro para establecerse en él. Desplazamiento geográfico de individuos o grupos, generalmente por causas económicas o sociales”. Aunque resulte evidente que las migraciones consisten en un traslado de personas de un lugar a otro, lo que lo ha convertido en uno de los campos de estudio más interesantes, es el entramado de teorías y conceptos que subyacen tras este fenómeno, cada vez más visible, y que gracias al enfoque multidisciplinar desde el que se aborda, permiten conocer la situación real tanto de las personas que emigran, como los cambios que experimenta la sociedad que las acoge. El afán por abordar los procesos migratorios desde una perspectiva científica ha contribuido a que las investigaciones estén centradas en lograr objetivos cada vez más concretos, por ejemplo: favorecer la integración de los inmigrantes de "segunda generación" (Checa y Arjona, 2009). A nivel operativo, este enfoque puede aportar grandes ventajas ya que contribuye a una optimización de los recursos sociales disponibles, pero aún así, no hay que olvidar la importancia de la investigación teórica ya que existen ciertos aspectos comunes en todos los procesos que rodean el amplio campo de las migraciones. Por ejemplo, al margen de la procedencia o el destino, todo proceso migratorio sigue un itinerario, más o menos compartido; se atraviesa por una fase de planificación del proyecto, se pone en marcha, etc. A continuación, a través de la revisión bibliográfica se pretende profundizar en algunos de estos factores comunes en dicha trayectoria. Para ello, se sigue el esquema propuesto por Chou Kee-Lee (2009), en el que se divide el proceso migratorio en dos fases: pre-migratoria y de instalación. Se ha elegido este modelo por varias razones. En primer lugar, como afirman Fujita (2009) y Chou (2009), el fenómeno migratorio no se inicia cuando la persona llega a su destino, sino que la preparación previa, así como las vivencias o las condiciones en las que se emigra, influirán en el momento de integrarse en la sociedad de acogida. Estos autores lo consideran un proceso dinámico que supone la adaptación progresiva a diferentes situaciones y contextos. En segundo lugar, destaca la versatilidad y sencillez con la que se aborda este proceso. El dividirlo en estas dos fases comunes a todos los colectivos (pre-migratoria y de instalación), permite identificar los rasgos propios de cada comunidad siguiendo un mismo esquema. MARCO CONCEPTUAL • 42 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 5. La trayectoria en el proceso migratorio. El fenómeno de las migraciones internacionales en España está empezando a ganar protagonismo en diferentes ámbitos de las ciencias sociales como la psicología social, la sociología o la antropología entre otras. No en vano, cada vez es más frecuente encontrar a grupos multidisciplinares que abordan la situación de los colectivos inmigrantes desde varias perspectivas como por ejemplo: género, ámbito laboral, reagrupación familiar, etc. Aunque muchos autores reconocen la necesidad de llevar a cabo estudios longitudinales para poder ahondar en el desarrollo o la evolución de las diferentes fases como por ejemplo: asentamiento, integración o aculturación entre otros, sobre el papel son pocos los trabajos en los que se aborda el fenómeno de las migraciones desde una perspectiva global. La propia definición de inmigración nos indica que estamos ante un fenómeno dinámico que conlleva 2 dimensiones que han de ser tenidas en cuenta a la hora de estudiar este proceso: en primer lugar, este concepto hace referencia a una dimensión espacial centrada en aquellos lugares en los que se lleva a cabo la fase de integración, y en segundo lugar, hace alusión a una dimensión temporal que abarca, desde que la persona o personas plantean el hecho de abandonar su lugar de origen, hasta que se asienta/n en el lugar de destino. Esta primera dimensión es especialmente importante, ya que en ocasiones no se tiene en cuenta que la integración en la sociedad de acogida, no se realiza únicamente en un solo punto, sino qué esta, puede repetirse varias veces a lo largo del tiempo y en diferentes lugares. Estos casos son muy comunes en España, por ejemplo entre los jornaleros que se trasladan por el territorio nacional en la temporada de recolecta, o aquellas personas que se dedican a la hostelería y que en función de las estaciones desarrollan su trabajo en un lugar u otro. Fuijita (2009), señala que el desplazamiento geográfico dentro del propio país de destino, es también muy común entre los japoneses que emigran a Estados Unidos o a Europa, siendo habitual que el primer asentamiento sea una ciudad grande como Nueva York o Londres, y posteriormente, se trasladen a otras localidades que se ajusten más a los objetivos planteados en el proyecto migratorio. Además, al hablar de un proceso dinámico, la relevancia de la dimensión temporal es evidente. Una de las principales dificultades ante las que se encuentran los investigadores al abordar esta dimensión es su amplitud, ya que el proceso migratorio no abarca un periodo de tiempo determinado y varía en función de la situación personal, social, etc. A partir de esta división, se puede considerar que la fase de instalación ocupa un espacio temporal muy amplio (Ritsner, Ponizovsky y Ginath, 1997), por lo que esta última fase se ha dividido en tres subcategorías a) llegada, b) adaptación o asentamiento y c) convivencia. Con esta sistematización se pretende analizar de una manera secuencial, aquellos momentos que pueden resultar clave para lograr un proceso migratorio satisfactorio. MARCO CONCEPTUAL • 43 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Cuadro 3. Esquema de la trayectoria migratoria japonesa hacia occidente. TRAYECTORIA MIGRATORIA Llegada Fase Pre-migratoria Fase de Instalación Asentamiento Convivencia Fuente: elaboración propia 5.1. Fase pre-migratoria. En la fase pre-migratoria se sientan las bases y los objetivos que guiarán el devenir del proyecto migratorio ya sea individual o familiar. Paradójicamente, y a pesar de su importancia, son pocos los estudios que han investigado su efecto a lo largo del proceso de asentamiento en la sociedad de acogida. Chou Kee-Lee (2009), en un estudio sobre la importancia de planificar el proyecto migratorio durante esta fase inicial, y las consecuencias que esto puede tener en las etapas siguientes (fase de instalación) en la población inmigrante china, destaca el elevado número de familias que, al no haber realizado esta tarea, han presentado problemas de integración a nivel familiar e individual. El autor hace referencia a las dificultades a la hora de crear vínculos en la sociedad de acogida, o desavenencias entre padres e hijos como consecuencia de las diferencias entre los valores y pautas de comportamiento entre la sociedad de origen y la de acogida. Como indica Chou Kee-Lee (2009), conocer desde el país de origen, las pautas culturales y sociales de la sociedad de acogida, hace que las probabilidades de éxito del proyecto migratorio aumenten. Al margen de esta propuesta, autores como García Borrego, (2005), Portes, (2006) y Molero, (2008) consideran otras alternativas igualmente válidas como la de contar con una persona de referencia en el lugar de destino o conocer la experiencia previa de otras personas ya que esto puede facilitar el proceso de integración y amortiguar las situaciones de estrés que se producen en la fase de asentamiento. MARCO CONCEPTUAL • 44 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 5.2. Fase de instalación. Esta segunda fase del proceso migratorio puede dividirse en tres sub-fases: 1) llegada, 2) adaptación y 3) convivencia. A pesar de referirnos a estas sub-fases como apartados independientes, cabe destacar que entre ellas, no necesariamente tiene que haber una relación secuencial o causal, sino que pueden llevarse a cabo de forma simultánea, en función de la situación. Un ejemplo de ello, lo encontraríamos en los casos de aquellas personas que emprenden un proyecto individual sin una persona de contacto en el país de destino, en cuya situación, estas sub-etapas si que podrán seguir un orden relativamente secuencial. Por otra parte, para aquellos inmigrantes (reagrupados por ejemplo) que ya parten de la sociedad de origen teniendo a una persona de referencia en la sociedad de destino, estas sub-fases pueden solaparse ya que desde el momento de su llegada se pasará a formar parte de un grupo de familiares o amigos, por lo que el proceso inicial de asentamiento y la convivencia sucederán de forma simultanea. 1- Llegada Ritsner, et al. (1997) entienden que esta fase tiene lugar desde el momento en que la persona/as llega/n a la sociedad de acogida hasta que se logra una cierta estabilidad y familiaridad con el entorno. Esta primera sub-fase es de gran importancia ya que si se logra completarla satisfactoriamente, las posibilidades de culminar con éxito el proyecto migratorio aumentan, a la vez que ayuda a prevenir situaciones estresantes. Markus y Kitayama, (1991) y Chou, (2009) destacan la importancia de la cohesión familiar y el apoyo social como aspectos clave para el desarrollo adecuado del proceso de llegada. Sin embargo, estos autores consideran que existen diferencias culturales que pueden hacer que los objetivos iniciales se replanteen al hacerse patente el contraste entre los valores, ideales o el funcionamiento de la sociedad de acogida. Por ejemplo, consideran que los inmigrantes procedentes de países con patrones culturales occidentales, tienden a reajustar sus objetivos en base a valores más individualistas e independientes, mientras que los de los países asiáticos, mantienen unos vínculos muy fuertes con sus redes sociales, así como con la unidad familiar. Esto hace que en muchos casos, los primeros establezcan objetivos personales como metas a alcanzar, y los segundos centren todo el proyecto migratorio en torno a unos objetivos grupales. Como ejemplo de ello, los inmigrantes procedentes de Europa del Este o de América Latina, se plantean que su proyecto tendrá más probabilidades de éxito si durante la primera fase dejan a la familia nuclear en el país de origen, o directamente, optan por una separación temporal hasta que se haya cumplido su objetivo. En cambio, colectivos como el chino o el taiwanés, presentan un proyecto más duradero y sólido, en el cual se contempla unos objetivos de asentamiento familiar que alcanzan a miembros de segundo y hasta tercer grado de consanguinidad. MARCO CONCEPTUAL • 45 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Ambos modelos cuentan con ventajas e inconvenientes. En primer lugar, aquellos colectivos cuyo proyecto migratorio es temporal, mostrarán unos niveles bajos de integración y tenderán a crear vínculos más estrechos con personas de su misma nacionalidad. Este modelo de inmigración también presenta ventajas como por ejemplo, la no ruptura de los vínculos con la familia que permanece en el país de origen o el desarrollo de capital social y humano de las personas que han emigrado. Por otra parte, los colectivos que llegan al país de origen con la intención de llevar a cabo un proyecto duradero en la sociedad de acogida presentan un proceso de adaptación e integración más fluido. Como principal inconveniente de este modelo se encuentra el choque cultural, observable en indicadores como: la perdida de los rasgos propios del país de origen, conflictos identitarios, etc. 2- Asentamiento La sub-fase de asentamiento es una de las más estudiadas desde la literatura científica. Para autores como, Ritsner et al. (1997), la población inmigrante atraviesa diversos procesos de asentamiento que pueden causar tensiones a nivel personal, intrafamiliar y social. En ellos se identifican dos periodos que requieren especial atención. El primero, tiene lugar entre los 3 y 18 meses después de la llegada al país de destino y puede extenderse de 3 a 5 años. Esta primera fase se caracteriza por problemas de identidad, ansiedad, desmotivación, etc., relacionados con las expectativas generadas y la percepción que se tenía del país de destino antes de su llegada (Chou, 2009). Esta situación se puede identificar tanto en proyectos migratorios individuales, como en aquellos en los que participa la familia y/o amigos, como es el caso de las cadenas migratorias. El segundo periodo se inicia tras superar el primero y tiene su origen en los problemas intrafamiliares como la readaptación al estilo de vida en la sociedad de acogida como miembro de una familia, problemas de integración de alguno de los nuevos miembros, etc. Este segundo periodo es especialmente importante en el caso de las familias transnacionales que han reagrupado a hijos adolescentes (Callaghan, y de Pedro, 2010) y en aquellos casos en los que la persona inmigrante se incorpora a un núcleo familiar autóctono, ya que en ambos casos las pautas de convivencia y los roles han de reajustarse a la nueva situación. Las relaciones entre las personas y el entorno que las rodea durante este sub-fase, no se mantienen estables sino que van cambiando en función de los sucesos vividos. Molina (2008), señala que este fenómeno puede variar en dos direcciones; involución o evolución. La involución hace referencia a aquellas redes que se han vuelto más endogámicas con el paso del tiempo, es decir, que cada vez se han ido incorporando más personas de una misma nacionalidad en detrimento de los autóctonos, u otros inmigrantes de distinto origen. Esto puede deberse a la creación de unos vínculos restrictivos con asociaciones étnicas o de marcado carácter ideológico, MARCO CONCEPTUAL • 46 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA debido a los matrimonios, nacimientos de hijos o reagrupaciones familiares, ya que durante estos sucesos se tiende a buscar el apoyo en aquellas personas más próximas. Aquellas redes de apoyo que experimentan una evolución con el paso del tiempo, son aquellas que han ganado diversidad étnica, es decir, su composición es más heterogénea debido a la incorporación de personas de diferentes nacionalidades. El trabajo fuera de casa, asistir a cursos de formación o a ciertas actividades de ocio y deportivas favorecen que la persona de origen extranjero amplié su círculo de relaciones. Las variables que pueden influir a la hora de establecer redes de apoyo social son múltiples, sin embargo, la mayoría de los estudios coinciden en señalar el tiempo y la distancia como elementos de erosión de estas redes, sobre todo en relación al fenómeno migratorio transnacional, (Maya, Martínez y García, 1999; Ariza, 2002; Camarero Rioja, 2004; Gonzálvez, 2007; Sáiz, 2007). Como muestra de ello, las investigaciones relacionadas con este tema, destacan que tras un periodo largo de separación entre miembros de una misma unidad familiar, el reencuentro no siempre es un proceso sencillo, ya que ante la falta de la figura paterna o materna durante la estancia en el país de origen, los hijos no reconocen a sus padres como figura de autoridad una vez reagrupados. Esto se debe a que durante la separación ese rol lo han ocupado otras personas como los abuelos, o los tíos. En el caso de la comunidad asiática, en especial en el colectivo chino, se ha acuñado el término “niños banana” para referirse a aquellos niños que, o bien han nacido fuera de China y han crecido con otros compañeros y amigos autóctonos, o que han nacido en China, pero han llegado al país de destino a una edad muy temprana por lo que, no han tenido tiempo de asimilar las pautas y costumbres del país de origen. La sub-fase de asentamiento se puede considerar como una de las más interesantes ya que en ella es donde surgen los procesos de aculturación, socialización, asimilación, etc. que condicionan el desarrollo social del individuo y su entorno (Portes, 2006). La red de apoyo que se vaya tejiendo a lo largo de esta sub-fase, se verá directamente afectada por la forma en la que la persona decida integrarse, o no, las circunstancias personales y/o, el medio en el que se encuentre. Un exponente de este fenómeno se podría encontrar en el estudio llevado a cabo por Lueck y Wilson (2010), en el que se defiende el uso del análisis de las redes de apoyo como indicador de integración. Estos autores centran su trabajo en el proceso de aculturación de la población asiática en los Estados Unidos. Durante el mismo, identifican cuatro variables a tener en cuenta: a) nivel de idioma de la lengua materna, b) nivel de idioma de la lengua de destino, c) la cohesión familiar y d) el contexto desde el que se realiza el proceso migratorio. MARCO CONCEPTUAL • 47 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Para colectivos asiáticos como el chino, el japonés, el indio, etc., los dos primeros factores son de gran importancia, ya que suponen tanto una barrera como una seña de identidad y pertenencia. Aquellas personas que presentan tanto un nivel de la lengua de origen (NLO) elevado así como un nivel de la lengua de destino (NLD) alto, tendrán más facilidades para desarrollar una red de apoyo heterogénea, con diferentes clusters relacionados entre si. En el caso de la comunidad japonesa, el dominio de la lengua, tiene una doble función, por un lado se contempla como una habilidad funcional en tanto que facilita la relación con otras personas de la misma nacionalidad, a la vez que supone un aumento del capital humano, mientras que por otra parte el NLO se percibe como una seña de identidad (White, 2003). Por esta razón, muchas de las entidades privadas e instituciones gubernamentales japonesas en el extranjero, fomentan el aprendizaje del idioma desde edades muy tempranas en centros educativos financiados con capital japonés. Otro ejemplo del esfuerzo de estas instituciones, queda reflejado en el gran número de exámenes de lecto-escritura que se realizan de forma periódica. De este modo, se observa como el bilingüismo puede ser un factor positivo, ya que dentro de estos colectivos, la perdida del NLO puede interpretarse como una renuncia a su identidad étnica, por lo que las relaciones con familiares o miembros del mismo colectivo pueden verse mermadas. Durante este proceso también es importante distinguir entre: el nivel de la lengua de origen (NLO) y la preferencia del idioma en la vida cotidiana. Lueck y Wilson, (2010) consideran que la preferencia del idioma es fruto del proceso de socialización, por lo que a la hora de analizar el nivel de integración de un colectivo, habría que contemplar la decisión del idioma elegido (lengua de origen o lengua de destino) para las actividades de la vida cotidiana como indicador del nivel de aculturación. 3- Convivencia Una vez superada la barrera del idioma, asimiladas las normas del país de origen, haber realizado los primeros contactos con las instituciones, etc., no se puede considerar que el proceso migratorio haya concluido. Como se analizó en el epígrafe “las migraciones japonesas en la actualidad”, el apoyo social es un constructo dinámico que se ve modelado por diversas variables (personales y ambientales) que pueden condicionar tanto su creación como su desarrollo. En el ámbito de las migraciones, el apoyo social es un factor clave dentro del proceso de integración y adaptación a la sociedad de acogida. Desde que se inicia en la fase pre-migratoria, los individuos establecen redes de apoyo con el fin de culminar una trayectoria exitosa que les permita lograr los objetivos planteados. A lo largo de todo este camino, se van estableciendo relaciones que varían en función del ciclo vital, la situación social o la finalidad de las mismas. Así pues, se puede considerar que las variables que se relacionan con las redes de apoyo, MARCO CONCEPTUAL • 48 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA constituyen en sí mismas, uno de los pilares clave en la trayectoria que acompaña al fenómeno migratorio. Pantelidou y Craig (2006), estudian como durante el proceso de adaptación y especialmente una vez que se inicia la convivencia diaria con vecinos, compañeros de trabajo, etc., tienen lugar los conflictos debidos a posibles choques entre ambas culturas. Traff ya desarrolló el concepto de Choque cultural en 1977, al describir las dificultades que mostraron los expatriados americanos que emigraron a Europa y Sudamérica en la década de los 60, señalando seis aspectos distintivos: 1) tensión en el proceso de adaptación a la sociedad de acogida, 2) sentimiento de perdida, 3) conflicto de roles, 4) sentimiento de rechazo de los miembros de la nueva sociedad de acogida, 5) ansiedad y sentimiento de impotencia ante la dificultad de adaptación y 6) dificultades al auto identificarse como miembro de un colectivo. Como proponían Traff, (1977) y Ritsner, et al. (1997) durante la sub-etapa de convivencia es donde las relaciones de apoyo entre autóctonos e inmigrantes cobran mayor importancia, ya que el choque cultural supone una situación de estrés, que en ocasiones, puede llevar a conflictos por motivos ideológicos o valores contrapuestos entre ambas culturas. Lueck y Wilson (2010) comparten este punto de vista, aunque añaden que la situación de tensión dibuja una trayectoria bidireccional entre la población inmigrante y la autóctona. Dicho de otro modo, las situaciones de estrés o tensión vividas en ambas etapas, se pueden ver acentuadas o atenuadas según la posición que adopten ambas partes (población inmigrante y sociedad de acogida). Cuando la sociedad de acogida adopta una actitud negativa ante el fenómeno migratorio, estos prejuicios pueden afectar al proceso de integración e incluso agravar la situación de crisis personal y social. Lueck y Wilson (2010), también advierten del peligro que suponen ciertas actitudes discriminatorias, pero que sin embargo están aceptadas por la sociedad en general. Un ejemplo de ello, lo encontraríamos en la población asiática que reside en los Estados Unidos. Como muestran estos autores, el colectivo asiático está sometido a una serie de prejuicios y estereotipos que la población estadounidense ha aceptado como ciertos (como por ejemplo se les responsabiliza del auge de la piratería de aparatos electrónicos o se les acusa de actos violentos relacionados con mafias), lo cual hace que los miembros de la comunidad asiática, a través del proceso de aculturación, interioricen estas ideas y las perciban como sucesos habituales e incluso lleguen a asimilarlos como un rasgo negativo propio de la comunidad a la que pertenecen. Esta situación también se está dando en los colectivos asiáticos como el chino que residen en España. Entre la población española se difunden innumerables rumores acerca de las condiciones higiénicas de sus comercios, la comida de los restaurantes, la situación de explotación en la que viven las personas mayores, la violencia doméstica que sufren los hijos o las mafias que explotan a los trabajadores y chantajean a sus familias (Amigo, 2009). MARCO CONCEPTUAL • 49 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA En lo referente a la convivencia, son diversas las teorías que se ocupan del conflicto entre las culturas, sin embargo, también se han realizado estudios que defienden el proceso de aculturación como una estrategia menos agresiva al considerar que existen unas normas dominantes en la nueva sociedad en la que se ingresa, y que éstas han de ser aceptadas para poder llevar a cabo una convivencia pacífica. Dentro de este proceso se han diferenciado cuatro formas de interpretar el proceso de integración (EFFNATIS, 2001): 1) Integración estructural: desde la cual, bajo un punto de vista jurídico, todas las personas tienen el mismo derecho y las mismas oportunidades de acceder a los sistemas e instituciones públicas (hospitales, escuelas, mercado laboral…). 2) Integración cultural: que consiste en permitir la celebración y participación de toda la sociedad en actividades tales como ceremonias religiosas u otras manifestaciones culturales importadas por la población inmigrante. 3) Integración social: cuya característica principal es la participación de los colectivos de inmigrantes en acciones de carácter social destinadas a la población en general, como por ejemplo, grupos de voluntariado o cursos de idiomas entre otros. 4) Integración identitaria: en la cual se acepta que cada uno se identifique libremente con cualquier colectivo, etnia, o nacionalidad. Los procesos de integración suelen implicar también la incorporación de creencias, comportamientos y valores provenientes de una cultura diferente a la propia. Por lo tanto, se entiende que este proceso ya no es un hecho aislado que sirve para diferenciar a los miembros de una sociedad, sino que esto ha llevado a nuevas teorías como la del “melting pot”, que considera que el resultado de la integración, a todos los niveles expuestos anteriormente, es la creación de una nueva cultura. Las costumbres y la cultura de una sociedad son el resultado de la fusión de diferentes nacionalidades y culturas que comparten un mismo espacio de convivencia (Adams, 1971). De este modo, teniendo presentes los conceptos y procesos que engloban la creación de las redes de apoyo social, y bajo una perspectiva funcional (Caplan, 1976), se puede incorporar una tercera función, la de indicador. Lubbers et al., (2010) proponen el análisis de las redes de apoyo como indicador del proceso de adaptación e integración de la población extranjera en la sociedad de acogida. Sin embargo, este uso, a diferencia de los dos anteriores (herramienta conceptual y recurso de intervención) queda restringido únicamente a los estudios de carácter longitudinal, ya que el apoyo (o intercambio de apoyo), es un proceso dinámico estrechamente vinculado a los cambios en las redes personales, al ciclo vital o al cambio de residencia, entre otros. MARCO CONCEPTUAL • 50 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 6. El apoyo social y sus perspectivas de análisis. El fenómeno migratorio en España es relativamente reciente, pero, su estudio ha ido cobrando importancia rápidamente debido a los cambios sociales, económicos y políticos que han acontecido tanto dentro como fuera de nuestras fronteras en los últimos diez años. Desde los inicios de la investigación social en el ámbito de las migraciones, la literatura científica española ha mostrado especial interés en abordar tres objetivos principales: a) obtener un perfil sociodemográfico de la población extranjera en España, b) conocer los flujos migratorios y su influencia e c) identificar las vías que favorecen la interrelación entre autóctonos e inmigrantes (Lueck y Kerstin, 2010). Los dos primeros objetivos copan la gran mayoría de investigaciones sociales en este campo, y aunque la tendencia de los últimos años indica que el tercero está cobrando cada vez más importancia, todavía existe cierta tendencia a limitar su estudio a población de origen latina y africana. Esto hace que las investigaciones sobre colectivos asiáticos como el chino, el japonés o el pakistaní, aún se encuentren en fases iniciales a pesar de constituir un volumen importante de inmigración en España. En sus inicios, los estudios que presentaban como objetivo el análisis de las redes de apoyo y sus funciones, se limitaban únicamente a la población autóctona. Sin embargo, debido a los cambios demográficos y sociales que ha vivido España en los últimos años (la llegada de un gran número de inmigrantes tanto a zonas rurales como a urbanas o la incorporación de alumnos extranjeros a las escuelas), ha favorecido que se considere al colectivo inmigrante como población objeto de estudio. Al mismo tiempo, ha ido creciendo el interés por indagar en aspectos tales como las relaciones entre autóctonos e inmigrantes, la estigmatización de determinados colectivos o los conflictos culturales entre otros. El interés por este tipo de investigaciones no es únicamente de carácter filantrópico, sino que desde el ámbito político se están demandando cada vez más, estudios para poder confeccionar planes de integración a todos los niveles (local, autonómico y nacional), reformas en los diferentes sistemas sociales (educación, salud, vivienda o empleo entre otros), priorizando recursos y desarrollando líneas de intervención, etc. El hecho de investigar la interrelación entre población autóctona e inmigrante, ha contribuido a incorporar un gran número de dimensiones que son necesarias analizar para abordar este fenómeno con rigor. Es por esta razón que conceptos como “pertenencia”, “integración” o “redes sociales” se han ido agregando paulatinamente a la literatura científica. En este sentido, una de las principales dificultades a las que se enfrentan los investigadores es, precisamente, la de aportar una definición exacta de algunos de estos términos debido a su ambigüedad. Esto ha contribuido a que en ocasiones, el interés de los debates se centre en el uso específico de cada uno de ellos, convirtiendo el estudio de este fenómeno en un MARCO CONCEPTUAL • 51 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA debate más semántico que práctico. Es por ello, que en este trabajo se ha optado por hacer un uso genérico de algunos de estos términos, ya que de este modo, se facilita la lectura y compresión de aquellos fenómenos que envuelven al proceso migratorio del colectivo japonés, que en última instancia, es el objetivo que se persigue. Un claro ejemplo se puede encontrar en el caso del “apoyo social”, que sigue sin contar con una definición compartida por los investigadores sociales, debido al carácter polisémico del propio término. Como consecuencia de esta heterogeneidad, algunos autores como Vaux, (1988), de Miguel (2005), o Gil Lacruz (2010), prefieren utilizar el término “metaconcepto” debido a la gran complejidad de su dimensionalización. El “apoyo social”, puede adoptar múltiples significados en función de cómo se establezcan las relaciones sociales y del ámbito desde el que se aborde. Según Vaux (1998), el metaconcepto de apoyo social incluye aspectos básicos como: la pertenencia, la implicación o el compromiso; atributos de grupo y relacionales, procesos de naturaleza social, conductual, cognitiva y afectiva. En cuanto a los niveles de operatividad, Mansilla, Mayer, Pérez y Vegas (1993), proponen tres aspectos: 1. Cognitivo: referente al pensamiento, las atribuciones, las expectativas, lo que opina la persona emigrante y la impresión que tiene la población autóctona sobre este fenómeno. El análisis de este nivel es especialmente importante en las primeras etapas de la fase de instalación, ya que es ahí donde pueden surgir los primeros conflictos al contemplar que la situación real en la que se vive, choca con el imaginario que se había creado antes de iniciar el proceso migratorio. Al margen del desajuste entre el imaginario creado y la realidad, otros hechos como la perdida de un puesto de trabajo, las dificultades de reagrupación familiar o los problemas de comunicación, pueden contribuir a que las perspectivas de éxito del proyecto migratorio se vean afectadas, provocando situaciones de angustia y estrés. También hay que tener en cuenta que la percepción que tiene el inmigrante del rol que desempeña en la sociedad a través de la población autóctona, puede jugar un papel clave ya que si las personas extranjeras perciben que no son bienvenidas, o que la población ve como una amenaza la llegada de extranjeros, las relaciones entre ambos serán prácticamente inexistentes. Aún así, hay que señalar que también se puede dar el caso contrario, en el que la población inmigrante perciba que su estatus social es igual al de la población local, con lo cual la dualidad entre ambos colectivos disminuirá favoreciendo una percepción más positiva de la sociedad de acogida y del propio proyecto migratorio. Precisamente, desde esta posición de igualdad, las consecuencias del apoyo presentan más relevancia puesto MARCO CONCEPTUAL • 52 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA que las personas que lo reciben lo consideran útil para su desarrollo en la sociedad de acogida. 2. Afectivo: relativo a la esfera de las relaciones y sentimientos de la persona, a través de muestras de cariño o empatía, aunque también se puede manifestar a través de expresiones menos positivas como la frustración, depresión o la ansiedad. Este nivel está caracterizado por la forma de canalizar los sentimientos, es por ello, que las redes de apoyo cobran un papel protagonista. La composición, así como las funciones de las redes de la población inmigrante, están influenciadas por diversos factores, como: el lugar de procedencia, los objetivos que se persiguen o el tipo de proyecto que se quiere llevar a cabo. Por ejemplo, mientras que para los colectivos de origen asiático como el chino o el japonés, las fuentes de apoyo que tienen como función atender situaciones de frustración o alegría, son bastante reducidas y difíciles de identificar, para otros colectivos como el de los sudamericanos, este tipo de apoyo se comparte abiertamente entre los miembros que componen dichas redes. 3. Conductual: referente a las estrategias observables para abordar determinadas situaciones. Este nivel es especialmente interesante desde el punto de vista de la intervención comunitaria en el trabajo social ya que de la interacción con otras personas, ya sean inmigrantes o no, pueden surgir iniciativas como asociaciones de inmigrantes o movimientos sociales de carácter reivindicativo. Las acciones que se llevan a cabo desde un nivel conductual adquieren una especial relevancia, ya que en ocasiones cuentan con una gran repercusión mediática que favorece la creación de estereotipos e ideas preconcebidas alrededor de estos colectivos. Caplan (1976), propone la utilización del apoyo como una herramienta conceptual para analizar el entorno de la persona y como un poderoso recurso de intervención disponible tanto para profesionales como para los miembros de la comunidad. En esta línea de operatividad, Lin a lo largo de numerosas investigaciones (Lin, 1986; Lin y Ensel, 1989) elabora una de las definiciones más completas al considerar el apoyo social como el conjunto de provisiones expresivas o instrumentales (percibidas o recibidas) proporcionadas por la comunidad, las redes sociales y las personas de confianza, añadiendo que estas provisiones se pueden producir tanto en situaciones cotidianas como de crisis. Lin propone una definición de apoyo social muy adecuada para este trabajo ya que el análisis de la situación del colectivo japonés se realizará bajo una perspectiva sistémica (ecológica) por lo que se prestará especial atención a los tres niveles a los que se refiere Lin; la comunidad (nivel macro), las redes sociales (entendiendo como tales las compuestas por vecinos, compañeros de trabajo, etc., nivel meso) y las personas de confianza (nivel micro). MARCO CONCEPTUAL • 53 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA En base a la definición de apoyo social propuesta por Lin, (1986), Lin y Ensel (1989) y García, Herrero y Musitu (1995), resumen en cuatro ejes los aspectos más relevantes de la dimensionalización de este metaconcepto: - Dos perspectivas: la estructural que hace referencia a las redes de apoyo y la funcional que se centra en el contenido y el uso de las relaciones. - La percepción-recepción del sujeto. El apoyo como proceso comunicativo implica la inclusión de dimensiones objetivas y subjetivas. La primera hace referencia al intercambio real entre los miembros, por ejemplo en el momento de encontrar trabajo, alojamiento o cuidar de un hijo, mientras que la segunda se refiere a la percepción que tienen las personas sobre el apoyo que han recibido, es decir, a la valoración que hace la persona demandante del apoyo. Siguiendo con el ejemplo anterior, la madre que pide que le cuiden al hijo, o el inmigrante recién llegado que le solicita a un compatriota ayuda para encontrar trabajo o alojamiento. - Los ámbitos de actuación: que favorecen el sentimiento de pertenencia del individuo. Las celebraciones de festividades de un barrio, o la ayuda que se pueda prestar entre miembros de una misma unidad familiar son algunos ejemplos. - La distinción entre apoyo cotidiano y el que se recibe en momentos de crisis es importante para conocer hasta que punto las relaciones sociales son capaces de intervenir en diferentes circunstancias. Como primera dimensionalización del apoyo García y Musitu (1993) consideran que éste se puede abordar desde una perspectiva funcional (teniendo en cuenta la utilidad que tenga la relación) o desde una perspectiva estructural (en función de los elementos que constituyen este apoyo social). Dentro de la perspectiva estructural cabría destacar el análisis del apoyo social desde un enfoque ecológico o sistémico, el cual prioriza el estudio de la relación entre la persona y su entorno al entender que éste influye directamente sobre la manera de actuar de los individuos y, que por lo tanto, condiciona su comportamiento (Bronfenbrenner, 1976). 6.1. Perspectiva funcional. El análisis de las redes de apoyo desde una perspectiva funcional se realiza en base a una serie de parámetros incluyendo tanto características personales como características contextuales, como por ejemplo, un tipo concreto de apoyo, la fuente que proporciona ese apoyo o su finalidad. Maya (2002), establece una clasificación de redes de apoyo según las funciones de las mismas. Para ello se tiene en cuenta la disponibilidad del apoyo en cuatro áreas diferentes (ayuda psicológica en situaciones cotidianas, ayuda psicológica en situaciones de crisis, ayuda material MARCO CONCEPTUAL • 54 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA en situaciones cotidianas y ayuda material en situaciones de crisis). De estos criterios se deducen cuatro tipos de redes: 1. Red con predominio de funciones psicológicas, en la que el apoyo que se recibe es psicológico, principalmente en situaciones de crisis puntuales. En este caso destaca la figura de los familiares a la hora de aconsejar o pedir ayuda en temas relacionados con la convivencia y las pautas conductuales en el país de acogida. 2. Red con predominio de apoyo cotidiano. Esta suele ser la más amplia y a la que se recurre con más asiduidad ya que la componen aquellas personas con las que se tiene más afinidad o que se sitúan en un entorno más próximo, como por ejemplo, los padres, hermanos, pareja, etc. 3. Redes poco diferenciadas. Estas se caracterizan por su escaso tamaño lo cual contribuye a que no se atribuya un tipo de apoyo concreto a cada persona. Indistintamente del apoyo que se busque, las personas de referencia son siempre las mismas. Ejemplo de ellas serían las formadas por las mujeres de los empresarios destinados fuera de Japón por su empresa (Toyokawa, 2005). 4. Redes funcionalmente compensadas. Son aquellas en las que las funciones están bien cubiertas, y en las que se relaciona a cada persona con el tipo de apoyo que puede proporcionar. Como en el caso anterior, éstas son de tamaño reducido, pero su diferencia principal radica en que se identifica un tipo de apoyo específico en cada una de las personas que forman la red. La utilidad del apoyo varía según las intenciones que se adopten a la hora de establecer las relaciones (Martínez Noguiera, 1995; Maya, 2002). Por lo tanto, en función del objetivo que se persiga, se podrá distinguir entre: 1. Apoyo emocional: que constituye un fin en mismo, y que surge de la interrelación de dos o más personas. Constituye aquel tipo de apoyo que se manifiesta a través de expresiones de afecto, confianza, etc. 2. Apoyo instrumental: el cual se considera como un medio para lograr un fin. Este tipo de apoyo se puede proporcionar a través de bienes materiales, acciones o servicios, como por ejemplo el préstamo de dinero o traduciendo documentos del idioma del país de acogida al de origen. 3. Apoyo informativo: a través del cual se recibe la información necesaria para afrontar un problema. MARCO CONCEPTUAL • 55 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 4. Apoyo valorativo: en el que se proporciona información relevante para la autoevaluación, dejando al margen los aspectos afectivos que pudieran acompañar esa información, ya que de ser así hablaríamos de apoyo emocional. Rodríguez Marín (1995), distingue dos tipos de funciones del apoyo social dentro de esta perspectiva: 1. Primarias: caracterizadas por aumentar las capacidades personales de sus miembros y promover el logro de sus metas. 2. Especificas: las cuales según Jung (1990): a) permiten compartir problemas comunes, b) favorecen la creación de relaciones más intimas, c) previenen el aislamiento, d) definen las competencias mutuas, e) proporcionan elementos de referencia y f) ofrecen resistencia ante situaciones de crisis. 6.2. Perspectiva estructural. Desde una perspectiva estructural, el estudio del apoyo social hace hincapié en la provisión de relaciones sociales que desarrolla una persona. Se entiende por “red social” la suma de las personas con las que se tiene relación y que pueden devenir en una fuente de apoyo en caso de necesidad. Al hablar de este tipo de apoyo hay que resaltar dos grandes características, en primer lugar el tamaño y en segundo, la diversidad del apoyo. El tamaño varía en función del número total de personas con las que se tiene un contacto permanente. La diversidad viene definida por el número de roles que cada persona puede desempeñar dentro de la red social (Pantelidou y Craig, 2006). El análisis de las redes de apoyo desde un enfoque estructural, sitúa a cada uno de los agentes con los que se interacciona en diferentes dimensiones según su relación dentro de la propia red social del individuo. Estas pueden investigarse desde distintos niveles: nivel comunitario o macro, nivel medio o grupo y nivel micro o íntimo. La importancia de estos niveles a la hora de proporcionar apoyo, es inversamente proporcional a su tamaño. Para que tengan lugar, es necesario un entorno comunitario que contextualice estos tres niveles. Desde una perspectiva estructural del análisis del apoyo social, García y Musitu (1993) señalan dos enfoques: 1. Estructura de las redes sociales: que hace referencia al conjunto de relaciones de un individuo, grupo o comunidad prestando mayor atención a las dimensiones cuantitativas (Gil Lacruz, 2000). El análisis se centra en las propiedades de la propia red de apoyo, por ello, las variables a tener en cuenta son: el tamaño, la densidad, frecuencia temporal, la reciprocidad y el ámbito de actuación. MARCO CONCEPTUAL • 56 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 2. El análisis de la integración y participación social: (sentimiento de pertenencia) basado en un análisis cualitativo de las diferentes relaciones y su naturaleza, y en el que se señala la disponibilidad de relaciones como una condición necesaria para que los comportamientos de apoyo tengan lugar, pero que no es suficiente por si misma ya que el entorno también juega un papel importante(Gil Lacruz, 2000). Desde un enfoque ecológico, estos niveles cobran gran importancia ya que el tipo de apoyo será el resultado de la interrelación de dos factores que están en cambio constante: a) el entorno y b) los agentes (Bronfenbrenner, 1976). En el ámbito de las migraciones, el estudio de las redes de apoyo bajo esta perspectiva, puede aportar grandes ventajas a las investigaciones relacionadas con el proceso de asentamiento del inmigrante al considerar que, tanto el entorno como las personas se encuentran en una situación de adaptación mutua y cambio constante. Desde la perspectiva ecológica, los niveles que se analizan en las relaciones entre los agentes son tres: nivel micro, meso y macro (Musitu, Herrero, Cantera y Montenegro, 2004). A pesar de que en la literatura científica estos niveles han sido aceptados, las fronteras entre los sistemas que los componen no están tan bien delimitadas. Su contenido queda abierto a debate por lo que cada investigador, según sus objetivos, puede definirlos libremente, siempre y cuando estos sistemas adopten una estructura anidada, situando en un primer plano a la persona en desarrollo, en un segundo a los entornos en los que interactúa de forma directa y finalmente aquellos que afectan a la persona pero con los que no hay una relación directa. Esta laxitud a la hora de concretar los niveles de análisis se debe en parte a que el enfoque ecológico proviene de las ciencias naturales por lo que su extrapolación a las ciencias sociales obliga a una traducción más flexible. En este trabajo, teniendo en cuenta la población objeto de estudio y los objetivos planteados, los sistemas que conforman cada nivel se han distribuido de la siguiente manera: como nivel macro se ha considerado apropiado incorporar aquellos aspectos con los que la población japonesa no puede interaccionar de forma directa pero que aún así ejercen una influencia sobre sus acciones, como por ejemplo tradiciones, valores o pautas sociales entre otras. El nivel meso lo componen aquellos entornos en los que la persona se mueve habitualmente, como el trabajo o el barrio. Finalmente, el nivel micro esta formado por aquellas personas o sistemas más próximos al inmigrante y con los que se establece una relación intima como sería el caso de la familia nuclear, amigos cercanos o la pareja. MARCO CONCEPTUAL • 57 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Cuadro 4. Niveles de interrelación entre el colectivo japonés y la sociedad de acogida. Fuente: elaboración propia Macro social. Con el fin de perfilar de forma más detallada el concepto de apoyo social, autores como Gil Lacruz (2000) o Lueck y Willson, (2010), defienden la necesidad de prestar atención no solo a las interrelaciones personales, sino también a las características socio ambientales de la comunidad (como la ideología o los valores propios de la sociedad de acogida). Las diferencias sociales se producen tanto en la distribución de recursos, como en los comportamientos, actividades, valores, etc. Esto hace que variables como la edad, sexo o la procedencia en relación con el lugar de residencia, o el ámbito laboral se consideren factores clave ya que pueden suponer una dificultad añadida tanto al acceso a determinados servicios públicos como a la hora de establecer y asentar estos apoyos. En el caso de la inmigración, las variables que influyen directamente sobre este desajuste quedan mucho más acentuadas ya que a la situación personal, hay que añadirle las vicisitudes propias del proceso migratorio como por ejemplo, las condiciones sociales y psicológicas en las que se llega al país de acogida, un entorno ajeno al que adaptarse con nuevas normas, etc. Este proceso puede condicionar la relación de la persona con el medio que las rodea. Para el colectivo japonés, la llegada a la sociedad de acogida suele llevarse a cabo bajo unas condiciones favorables, en parte gracias a la preparación previa y a la situación socioeconómica personal en el país de origen. No obstante, Fujita (2009), considera que muchos MARCO CONCEPTUAL • 58 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA de estos inmigrantes no son conscientes de las dificultades que entraña empezar un nuevo proyecto de vida en un país extranjero. Para la autora, el desconocimiento de la situación social en el lugar de destino (alta tasa de desempleo, discriminación racial, violencia, etc.) supone uno de los principales factores de estrés para el colectivo nipón. En su trabajo, Cultural migrants from Japan. Youth, Media and Migration in New York and London (2009), Yuiko Fujita documenta el caso de japoneses que emigraron a Estados Unidos o al Reino Unido, y que no pudieron culminar su proyecto migratorio, al no disponer de las fuentes de apoyo necesarias para hacer frente a estas situaciones. El apoyo informal en este colectivo juega un papel muy importante, sobre todo en los inicios de su nueva vida en España. A pesar del protagonismo que adquiere este tipo de apoyo, en ocasiones, puede acarrear consecuencias negativas como la creación de guetos, la saturación de trabajadores de una misma área de procedencia en un sector determinado, como es el caso del colectivo africano en el sector agrícola o el de población latina en el ámbito doméstico. Meso. Podemos identificar dos sistemas de apoyo en la creación de redes: el apoyo informal (o afectivo) y el apoyo formal (o institucional). Por un lado, el apoyo informal hace referencia al entorno afectivo, compuesto por familiares y amigos. García y Musitu (1993), incorporan en este nivel informal a determinados colectivos de profesionales tales como camareros o peluqueros, como proveedores secundarios de apoyo. Por otro lado, los sistemas de apoyo formal lo componen expertos y profesionales como médicos, trabajadores sociales, psicólogos, etc., que generalmente aportan su contribución desde servicios sociales o institucionales. La principal diferencia entre estas dos fuentes de apoyo radica en el tipo de relación que se establece entre los demandantes y los proveedores de apoyo. En el primero de los casos (apoyo informal) se establece una relación basada en la estima y la reciprocidad, mientras que en el caso del apoyo formal, se tiende a establecer una relación usuario-profesional de carácter unidireccional. En ámbitos como la inmigración y colectivos en situaciones de exclusión social o pobreza, el apoyo informal cobra un protagonismo destacado frente al apoyo formal. Esto se debe en gran medida a su homogeneidad, en ocasiones al hermetismo de estos colectivos y a su dificultad para acceder a los recursos y servicios públicos, ya sea por desconocimiento de los mismos o por quedar excluidos de sus criterios de atención (Hernández, 2010). A pesar de esta aparente dicotomía, tanto el apoyo formal como el apoyo informal, han de mantener una relación de complementariedad, por lo que el fomento de cualquiera de ellos no MARCO CONCEPTUAL • 59 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA debería significar la renuncia del otro. Planteado de otro modo, el aumento del apoyo informal a través de actividades de voluntariado u organizaciones no lucrativas como asociaciones de vecinos, Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA), etc., no debería repercutir en el presupuesto destinado a servicios profesionalizados, ya que los primeros cubrirían aquellos ámbitos a los que la administración no pueda dar respuesta, pero sin que ésta derive su responsabilidad hacía los sistemas de apoyo informales. Las fuentes de apoyo informal establecen nexos con el nivel macro, ya que ayudan a comprender el funcionamiento, las pautas de comportamiento o los valores propios de la sociedad de acogida. A nivel meso, este tipo de apoyo también es fundamental ya que los grupos que conforman este sistema (barrio, compañeros de trabajo, amigos…) se relacionan entre sí y esto facilita la adaptación de la persona a los nuevos entornos en los que interactuará directamente. Es importante tener en cuenta que debido a la arbitrariedad y flexibilidad de cada uno de los niveles, sistemas como el barrio, podrían considerarse como parte del nivel macro. En este trabajo se ha optado por contemplarlo como un sistema más propio del nivel meso al establecerse una relación bidireccional entre el inmigrante y los agentes comunitarios que lo conforman. A nivel meso, el barrio requiere una especial atención ya que constituye un espacio común en el que se encuentran diversos microsistemas. El concepto de barrio como comunidad aporta unas expectativas al individuo acerca de que los sujetos que le rodean, actúan, piensan y sienten como él mismo, lo que contribuye a crear un sentimiento de pertenencia (Sarason, y Sarason, 1991) al sentirse un miembro más de su entorno, al poder interrelacionarse con los demás miembros y participar en las actividades que se desarrollan en la comunidad (Pons, Grande, GilLacruz y Marín, 1996). Por ejemplo, en el caso de los colectivos inmigrantes, la relación con los vecinos, así como su participación en los eventos de su propio barrio, puede facilitar el conocimiento mutuo a la vez que se estrechan los vínculos que favorecerán la relación entre ambos. El barrio es uno de los entornos más importantes a la hora de analizar el nivel de integración de los colectivos inmigrantes, no solo por su participación en actividades comunitarias y festejos, si no porque a menudo, es allí donde se llevan a cabo las actividades diarias como el trabajar, comprar, etc., por lo que se hace inevitable establecer relaciones con personas autóctonas, compatriotas y otros inmigrantes. En el caso del colectivo japonés, el barrio requiere una especial atención ya que en la sociedad japonesa, está considerado como una de las fuentes de apoyo informal más importantes (Hendry, 2003). En Japón, tareas como el cuidado de los hijos en edades tempranas, las actividades de ocio para las amas de casa, o las tareas de mantenimiento de los espacios públicos, están organizadas por los propios vecinos, lo cual favorece la creación de vínculos entre las personas de un mismo barrio. El barrio no funciona únicamente como un espacio común, sino MARCO CONCEPTUAL • 60 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA que también sirve de plataforma para impulsar iniciativas ciudadanas como asociaciones de voluntarios para el cuidado de personas dependientes, clubes deportivos, etc. Como se puede apreciar, el concepto de vecindario para este colectivo, está estrechamente ligado a un sentimiento de pertenencia comunitaria. A este nivel, al margen de los amigos, compañeros y vecinos, las asociaciones de inmigrantes también desempeñan un papel fundamental a la hora de facilitar y promover la integración de la persona en su medio. En ciudades como Zaragoza, en los que la población extranjera no se agrupa en barrios según su nacionalidad, las asociaciones como ASACHI (Asociación Sociocultural de China) o Aragón-Japón, sirven como nexo de unión entre compatriotas, autóctonos y extranjeros por lo que, se produce un acercamiento que facilita la comprensión y la interacción de las personas en un entorno compartido. Estas asociaciones contribuyen a aumentar las fuentes de apoyo informal a la vez que proporcionan apoyo formal. Micro. El nivel micro constituye la esfera de relación más íntima en la que la persona interactúa. En el caso de los colectivos inmigrantes, y en especial, durante las primeras fases del proceso de asentamiento, los dos agentes más importantes del microsistema son la pareja y la familia próxima, aunque, a medida que se avanza en este proceso, van surgiendo nuevas fuentes como las formadas por amigos íntimos. Tanto la familia como la pareja se pueden considerar como fuentes de apoyo informal, aunque sus funciones pueden variar según el momento del ciclo vital en el que se encuentre la persona. Tradicionalmente, estos dos agentes han cumplido las funciones de proveedores de apoyo afectivo y motivacional en especial cuando se emigra por razones laborales. En la actualidad, y como consecuencia de las nuevas leyes en torno a la reagrupación familiar, normativa laboral para inmigrantes, etc., el rol de la familia y la pareja ha ido evolucionando, dejando de proporcionar únicamente apoyo afectivo y aportando recursos tanto económicos (remesas al país de origen, manutención de abuelos o hijos, etc.), materiales (por ejemplo, proporcionando alojamiento a otros familiares) como informativos (relacionados con el empleo, salud, educación o tramites burocráticos, entre otros). Este tipo de ayuda permite a la persona asumir nuevos roles, establecer relaciones interpersonales y realizar distintas actividades, por lo que supone una puerta abierta hacia la nueva sociedad, que facilita el proceso de asentamiento. Este proceso no se limita únicamente a las esferas intimas, si no que estas fuentes de apoyo son la base para la creación de nuevos vínculos fuertes en los demás sistemas (meso y macro). MARCO CONCEPTUAL • 61 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA No hay que pasar por alto que estas relaciones también pueden ejercer otras funciones menos positivas como la de control social (de Miguel, 2005) o presión coercitiva (Molina, 2008), por lo que la creación de redes sociales fuera del entorno familiar se hace necesaria para desminuir los niveles de estrés a los que se pueden ver sometidas las personas inmigrantes, especialmente si éstas son pioneras en la sociedad de acogida (Ocáriz, San Juan y Vergara, 2005). A partir de esta reflexión, se constata que el apoyo independientemente del nivel que se preste, no siempre trae consigo resultados positivos. Desde el ámbito de la psiquiatría o la psicología clínica, la literatura científica distingue entre apoyo positivo y negativo, considerando que el primero aporta beneficios a la persona mientras que el segundo dificulta o impide el desarrollo de la misma. Esta misma distinción se podría extrapolar a otros ámbitos sociales como el migratorio. Hasta ahora se han señalado en su mayoría, ventajas en relación al apoyo, aunque también se han dejado entrever algunos casos en los que el apoyo, tanto a nivel formal como informal, puede suponer un obstáculo para la integración en la sociedad de acogida. Por ejemplo, los casos en los que los familiares y amigos ejercen un control excesivo que dificulta que la persona pueda abrirse camino en otros entornos y relacionarse con gente de otras procedencias. O desde el propio macrosistema, cuando a través de la planificación urbanística de una ciudad, se crean espacios destinados a albergar a determinadas comunidades de inmigrantes u otros colectivos minoritarios. 7. Sociedad de acogida: redes de apoyo y sus funciones. Cuadro 5. Evolución de las redes de apoyo durante la fase de instalación. Desde un enfoque ecológico, la relación entre el individuo y el entorno que le rodea, puede proporcionarnos información acerca del grado de integración y de las dificultades que experimenta a la hora de interactuar con los distintos agentes sociales. Tal y como se ha planteado en el MARCO CONCEPTUAL • 62 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA apartado anterior, se produce una interdependencia entre los tipos de apoyo (formal e informal) y las esferas desde las que se analiza la relación del individuo con su entorno (macro, meso y micro), siendo los niveles más concéntricos al individuo, aquellos en los que se identifican más fuentes de apoyo informal, mientras que en los más alejados predominan las fuentes de apoyo formal. 7.1. Redes de apoyo entre inmigrantes. En el ámbito de las migraciones, el apoyo informal está considerado como el más importante para este colectivo, sobre todo en las primeras fases de asentamiento, (García Ramírez, 2001; Maya, 2002; Maya, 2004), ya que como se ha señalado anteriormente, es el más accesible para el colectivo extranjero. Desde este punto de vista Maya (2002), identifica dos tipologías de redes de apoyo social dentro del colectivo inmigrante. La primera se basa en la composición familiar y étnica de estas redes de apoyo. Para su clasificación el autor utiliza cuatro indicadores de composición de la red (número de compatriotas proveedores de apoyo, número de españoles, número de familiares y número de no familiares). De esta clasificación se derivan las siguientes redes: - Redes étnicas con predominio familiar, caracterizadas por un número elevado de vínculos con familiares, independientemente de su residencia. Un ejemplo de este tipo de red sería la formada por familias numerosas, o familias transnacionales con familiares tanto en el país de origen como en el de acogida. - Red étnica de familiares y amigos, cuyo rasgo principal son los relaciones con familiares y compatriotas del mismo país de origen. Las personas que forman este tipo de red acostumbran a ser inmigrantes jóvenes que inician un proyecto migratorio individual, por lo que a su llegada al país de destino sus fuentes de apoyo son reducidas y se limitan a familiares (tíos, primos, etc.) y a compatriotas de su mismo entorno. - Red mixta con predominio de amigos, en la que se identifican a miembros tanto del país de origen como del de acogida. Estas redes acostumbran a ser extensas y equilibradas. - Red étnica con predominio de amigos, caracterizada por su elevada concentración de vínculos con compatriotas. A diferencia de la red étnica de familiares y amigos, ésta no cuenta con la figura de los familiares, por lo que los vínculos y las fuentes de apoyo se buscan en personas de la misma nacionalidad o de una zona geográfica y cultural similar. La segunda tipología se basa en la estructura de la red personal. Para esta clasificación se tienen en cuenta tres indicadores de dicha red; su tamaño, la multiplicidad de los vínculos y la MARCO CONCEPTUAL • 63 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA proporción de éstos con las funciones específicas que desarrollan. Dentro de esta segunda tipología Maya (2002), identifica cuatro redes de apoyo: - Redes amplias y equilibradas (o integradas). Estas se caracterizan por su tamaño y sus niveles moderados de multiplicidad y especificidad. En ellas se atribuye a cada uno de los miembros una determinada función combinando la especificidad y la polivalencia. Este tipo de red se podría identificar en aquellos inmigrantes de segunda o tercera generación ya que cuentan con el apoyo de sus compatriotas y con las relaciones que han ido creando tanto con personas de otros colectivos, como con la población autóctona. - Redes intermedias de vínculos especializados (o dispersas). En ellas se identifican los niveles más altos de especificidad, pero también los más bajos en cuanto a multiplicidad. Se identifica a cada persona con un tipo de apoyo concreto. Un ejemplo de ello lo componen los inmigrantes de “cuello blanco”, que debido a la naturaleza de su proyecto migratorio, ven limitada su red de apoyo a personas de su mismo ámbito laboral. - Redes pequeñas polivalentes (o concentradas), cuya característica principal es el alto grado de efectividad, ya que la persona puede obtener el apoyo necesario de un número reducido de personas. Los colectivos minoritarios como el sur coreano o el iraní, suponen un ejemplo de red polivalente, especialmente en aquellos casos en los que el choque cultural entre la cultura de origen y la de destino es más fuerte ya que sus redes de apoyo se forman en torno a personas del mismo país de origen. - Redes intermedias polivalentes (o sinérgicas) que cuentan con un elevado grado de multiplicidad, pero con un bajo nivel de especificidad, al contrario que las redes dispersas. Este tipo de red se podría identificar con los colectivos latinos ya que debido a su proximidad cultural, su proceso de integración suele ser más rápido. Además, esta población acostumbra a compartir ámbitos como el laboral (tanto en el caso de la mujer como en el del hombre) con inmigrantes de otras nacionalidades, sobre todo con compatriotas latinos y con europeos del este, lo cual favorece la creación de redes de apoyo formadas por autóctonos e inmigrantes. Molina (2008), desde el ámbito de las migraciones, señala que dentro del proceso de asentamiento, al margen de la asimilación (proceso que se ha analizado anteriormente y que supone la adaptación y aprendizaje de los valores, principios, etc., de la sociedad de acogida), los miembros de estos colectivos utilizan otras estrategias a la hora de formar sus redes de apoyo. Podemos estudiar tres tipos de estrategias de asentamiento: a) enclave étnico, en el que se introducen rasgos culturales propios dentro de los de la sociedad de acogida, b) transnacionales, caracterizados por las relaciones entre miembros de diferentes países cuyas culturas pueden ser similares o no, y c) de red múltiple o acomodación, en el cual se identifican relaciones y pautas MARCO CONCEPTUAL • 64 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA conductuales tanto propias del país de origen como del de acogida. Como se puede apreciar, se da cierta complementariedad entre los tipos de estrategias para formar redes que propone Molina, con los modelos de redes de inmigrantes señalados por Maya (2002), ya que en función de las características de los agentes que formen cada red, se podrá identificar un modelo de red u otro. 7.2. Redes de apoyo entre inmigrantes y autóctonos. Independientemente del punto de vista desde el que se analice el apoyo, su dimensionalización, intencionalidad o la relación que se establezca entre sujeto y entorno, esta interacción en muchos casos se percibe como un proceso unidireccional que trae implícito la diferencia de posiciones entre la persona que recibe el apoyo y la que lo proporciona. Autores como Rook, (1987), o López Marín (2009), han destacado la importancia de mantener el equilibrio entre el apoyo dado y recibido, ya que un excesivo desajuste puede acarrear resultados contraproducentes como resentimientos, sentimientos de culpa o vergüenza. En el ámbito de las migraciones internacionales esta diferencia se acentúa aún más si cabe, al centrarnos en los vínculos entre la población extranjera y la autóctona. De Miguel y Trammer (2010) consideran que el apoyo social se basa en el principio de reciprocidad entre personas, o lo que es lo mismo, en el intercambio equitativo. Por ello, al investigarlo como parte del fenómeno migratorio, defienden que el análisis de las redes de apoyo ha de tener en cuenta: el entorno en el que este tiene lugar y la situación social, así como las características de la población tanto inmigrante como nacional. En su estudio, se parte de la base de que este intercambio tiene lugar tanto entre compatriotas como entre extranjeros y españoles, aunque destacan que la funcionalidad entre ambos es distinta ya que mientras que el apoyo entre extranjeros tiene como finalidad principal el conseguir información o alojamiento, la relación entre nacionales e inmigrantes, tiene como principales objetivos, aspectos relacionados con el mundo laboral y el apoyo material. Pantelidou y Craig, (2006) consideran que se establece una relación de proporcionalidad entre el grado del choque cultural y la calidad del apoyo (recibida y ofrecida). Es decir, que aquellos extranjeros cuya cultura difiere en mayor medida con la del país de acogida, tienden a crear menos vínculos de apoyo, aunque más estables y consolidados que aquellos con rasgos culturales más afines a los del país de destino. En el caso del colectivo japonés, la hipótesis planteada por Pantelidou y Craig, queda abierta a debate ya que, si bien es cierto que tiene lugar un choque cultural entre Japón y occidente, también hay que tener en cuenta que ciertas características del proyecto migratorio nipón (la preparación previa o el elevado número de matrimonios entre españoles y japoneses), junto al interés que suscita su cultura entre la población autóctona, pueden favorecer el acercamiento entre inmigrantes y autóctonos, haciendo que la funcionalidad de la relaciones adquiera otras dimensiones. MARCO CONCEPTUAL • 65 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Asimismo, los autores destacan que para parte del colectivo inmigrante, la relación con personas del país de acogida, supone una forma de escapar de la presión y el control que pueden ejercer otros compatriotas, a la vez que contribuye favorablemente a mejorar sus perspectivas de futuro al abrirse camino en otros ámbitos en los que la población inmigrante no está tan representada. Como ejemplo de ello, destacarían aquellos trabajos en los que la población inmigrante escasea, o la integración de las segundas generaciones en centros educativos u otros lugares de ocio. Desafortunadamente, no todas las personas extranjeras disponen de las mismas oportunidades para establecer vínculos con la población autóctona. De Miguel y Trammer (2010), señalan una serie de rasgos propios de aquellas personas que presentan un grado de predisposición elevado para establecer vínculos de apoyo con personas de diferentes nacionalidades. En el caso de los españoles consideran que son tres las variables más influyentes: 1. Una formación académica elevada: se señala la relación entre alto nivel de estudios con la poca o nula aparición de prejuicios ante la posibilidad de establecer una relación con un extranjero. En el caso del colectivo japonés, esta formación suele estar relacionada de un modo o de otro con Japón, ya sea bien a través de la lengua, el arte, la tecnología, etc. 2. Género: el género es una variable importante ya que los hombres se muestran más propensos que las mujeres a la hora de relacionarse con población extranjera. 3. Edad: De Miguel y Trammer, (2010) también señalan que cuanto más joven es la persona española, mayor es su predisposición a incluir a un/a extranjero/a en su red de apoyo. En este aspecto, es importante señalar que la influencia de Japón en la población española ha venido de la mano de los videojuegos, la animación y la tecnología en general, por lo que no es de extrañar que estos usuarios/consumidores (gente joven en su mayoría) sientan más simpatía por este colectivo que sectores de población de edades más avanzadas. Para la población inmigrante, los aspectos que aumentan la probabilidad de establecer vínculos con españoles son: 1. Género: en la población extranjera la relación entre género y posibilidades de incluir a la persona en la red de apoyo, es opuesta a la de los españoles. En este caso, son las mujeres las que presentan una mayor predisposición (Pantelidou y Craig, 2006). Es por ello, que no es de extrañar que el número de matrimonios entre un hombre español y una mujer extranjera supere al caso contrario (17.325 matrimonios entre hombres españoles y mujeres extranjeras y 11.955 matrimonios de mujeres españolas con MARCO CONCEPTUAL • 66 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA hombres extranjeros según los datos del INE 2009). Pérez Grande, (2008) considera que esta situación se da puesto que en ocasiones, especialmente cuando la mujer llega tras una reagrupación familiar, se encuentra en una situación de dependencia al estar legalmente vinculadas el padre o al marido. Además, Pérez Grande plantea que aquellas mujeres que llegan a España desde un país donde existe una gran desigualdad de género, contemplan el matrimonio con una persona autóctona como una oportunidad de mejora personal al adquirir un nivel mayor de autonomía que ayude a mantener o aumentar su estatus social en relación al que se tenía en el país de origen. Junto a esto, Fujita (2009), considera que la imagen distorsionada que se proyecta tanto del hombre como de la mujer japonesa fuera de su país, así como la diferencia entre los objetivos de unos y otros, favorece la tendencia de que sean las mujeres las que tengan más facilidades a la hora de relacionarse con la población autóctona. 2. Edad: en cuanto a la edad, existe un cierto paralelismo entre inmigrantes y autóctonos, ya que a menor edad, mayor predisposición a integrar a una persona de diferente origen en la red de apoyo. En el caso de la población japonesa en España, como señala Beltrán (2006), una gran parte la forman estudiantes de universidad de entre 19 y 25 años. Por otro lado, White (2003), advierte que los cambios que se están produciendo en la composición de este colectivo (alto nivel de feminización y cambios en los objetivos y los proyectos migratorios) están favoreciendo la llegada de población cada vez más joven a países europeos. 3. Aspectos culturales: entre ellos los más destacados son la lengua (Lueck y Wilson, 2010), las tradiciones y la religión (de Miguel y Trammer, 2010). Cabe señalar que en ocasiones la proximidad cultural, puede jugar un papel más decisivo a la hora de establecer relaciones (Lubbers, Molina, Lerner, Brandes, Ávila, McCarty, 2010). De Miguel y Trammer, (2010), destacan cuatro tipos de composición de redes en función de las características socio-culturales de sus componentes: a) las compuestas por miembros que comparten país de origen y de residencia, b) en las que se comparte país de origen pero que residen en un país extranjero, c) las compuestas por personas nacidas y residentes en el país de origen y d) las basadas en relaciones transnacionales. La composición de estas redes está estrechamente relacionada con la propuesta de Maya (2002). 4. Precursor o pionero del fenómeno migratorio: las primeras personas que llegan al país de acogida han de buscar las fuentes de apoyo entre los autóctonos, a diferencia de las segundas generaciones o las personas que emigran como componentes de una cadena migratoria más extensa, en cuyo caso, se benefician de las redes que estos pioneros han ido estableciendo durante su estancia. En muchos casos, son los propios precursores los que desarrollan el rol de informador para los recién llegados, sustituyendo a las personas MARCO CONCEPTUAL • 67 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA autóctonas o las instituciones, al ser éstas, conocedoras de los recursos y la información necesaria para sus compatriotas. 5. Capital humano: De Miguel y Trammer (2010), investigar la conexión entre el capital humano, la densidad y la diversidad de las redes de apoyo de la población extranjera. Sin embargo, también advierten que esta tendencia puede invertirse en aquellos casos en los que: a) el capital humano es muy elevado ya que la persona inmigrante posee cierto conocimiento acerca del funcionamiento de las instituciones debido a su formación tanto en el país de origen como en el de acogida, lo cual hace que el apoyo se busque a través de estos sistemas formales, b) en los que no se reconoce de forma oficial los logros adquiridos en el país de origen, en cuyo caso el apoyo se busca en el ámbito de lo informal. Además de estas características personales, de Miguel y Trammer (2010) consideran que hay dos factores externos que desempeñan una labor importante a la hora de establecer este intercambio de apoyo. En primer lugar, señalan que la interacción entre inmigrantes y autóctonos suele tener mayor probabilidad de éxito siempre que ambas partes estén en igualdad de condiciones, o posean un estatus social percibido como equivalente. En segundo lugar, se destaca la concentración residencial de coetáneos como un factor negativo siempre y cuando su densidad sea muy elevada. Como señalan Lueck y Kerstin, (2010), los estudios relacionados con las migraciones en España están cobrando cada vez más protagonismo. No obstante, todavía parece que se mantiene la tendencia a analizar la situación de estos colectivos como grupos aislados cuya relación con la sociedad de acogida, aún es limitada. Sin duda, la relación entre autóctonos e inmigrantes es uno de los grandes retos para los investigadores de este ámbito. No hay que olvidar que los fenómenos migratorios son procesos dinámicos que están cambiando constantemente, y que se pueden ver afectados por factores tan dispares entre si como las guerras, los desastres naturales, crisis económicas, etc. El caso del colectivo nipón es un buen ejemplo de ello. Mientras que los primeros inmigrantes que llegaron a Europa durante la década de los 60-70 eran hombres que tenían como objetivo establecer sus empresas en territorio europeo (White, 2006), en los últimos años, los estudios reflejan una feminización de este colectivo así como un cambio en sus objetivos, pasando de ser puramente económicos a mostrar intereses culturales o educativos o en relación con un cambio en el modo de vida (Beltrán 2002; Fujita, 2007; Takeda, 2009). Sin duda, este cambio está condicionado por la evolución de la situación socio-económica de Japón, ya que durante su expansión económica el objetivo era establecer nuevas sedes fuera del país. Durante los años de recesión la población que ha salido MARCO CONCEPTUAL • 68 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA de Japón, lo ha hecho por motivos personales como conseguir una mejor formación o conocer nuevos modos de vida. Aunque el caso del colectivo japonés pueda verse como un hecho aislado, y si bien es cierto que determinados colectivos como el ecuatoriano o el magrebí, son más numerosos en España, esto no es razón suficiente como para obviar las necesidades y demandas de estos colectivos menos representados. La experiencia de casos como el chino (Beltrán 2002; Wallace, 2009), ha demostrado que este modo de actuar, lejos de favorecer una convivencia multicultural, fomenta el aislamiento de la población y su concentración en determinados barrios y zonas. Dicho esto, a la hora de mejorar la situación de estos colectivos, es necesario aumentar los esfuerzos destinados a ampliar el conocimiento tanto de lo que les ocurre dentro del territorio nacional, así como de los sucesos que les atañen que tienen lugar fuera de nuestras fronteras. Es por ello que investigadores como Chou (2009), de Miguel (2010), Fujita (2009) o González (2008), a través de sus estudios, reivindican la importancia de considerar las creencias y actitudes de los propios inmigrantes que dotan de forma y sentido su periplo vital. MARCO CONCEPTUAL • 69 SEGUNDO CAPÍTULO: METODOLOGÍA REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 1. Objetivo y variables. Este estudio presenta como fin analizar las características propias del fenómeno migratorio nipón en España. Para ello se plantean una serie de objetivos generales relacionados con el estado de los miembros que forman este colectivo, así como con la situación de esta comunidad en consonancia con los diferentes agentes sociales con los que interactúan en la sociedad de acogida y la forma en la que este colectivo asimila e interioriza determinadas normas y pautas conductuales propias de la sociedad de nuestro país. 1.1 Objetivos. Los objetivos especificos a alcanzar en este estudio son: 1) Conocer la evolución y las estrategias migratorias contemporáneas del colectivo japonés en España. Los flujos migratorios son un fenómeno dinámico, influenciados por los cambios sociales, políticos, económicos, etc., tanto en el país de origen como en el de destino. La literatura relacionada con estos movimientos sugiere que la situación de crisis económica junto a los cambios sociodemográficos que experimentan ambos países, genera un nuevo modelo migratorio de este colectivo en España. Para identificarlos se proponen los siguientes objetivos operativos: a) Llevar a cabo una revisión bibliográfica de los flujos migratorios japoneses hacia España. b) Establecer los diferentes perfiles sociodemográficos dentro del propio colectivo japonés, basados en parámetros como la edad, el sexo, el nivel de formación, situación laboral, etc. 2) Describir los elementos de atracción y expulsión que llevan a cabo los miembros del colectivo inmigrante nipón en la elección de España como país de destino para desarrollar su proyecto migratorio. Profundizar en la dinámica de estas estrategias supone el conocimiento y análisis tanto de las experiencias vitales de los individuos como de sus relaciones con el medio social en el que se encuentran. Por ello es necesario estudiar aquellos aspectos personales y sociales que han motivado la salida de Japón, así como aquellos elementos de la sociedad de acogida que influyen de forma tanto positiva como negativa en la consecución de sus objetivos. Ejemplos de estos objetivos de investigación son: a) Conocer la situación sociolaboral del inmigrante japonés en el país de origen. Ámbito laboral, composición familiar, satisfacción en el trabajo, etc. METODOLOGÍA • 73 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA b) Explorar las expectativas de futuro de la muestra. Probabilidades de: alcanzar un determinado cargo en la empresa, formar una familia o desarrollar un determinado estilo de vida. c) Averiguar las razones por las que se elige España como país de destino. d) Describir la imagen que se tiene de España en Japón. e) Señalar aquellos elementos o situaciones en el país de origen, con los que los participantes no están satisfechos. Como por ejemplo las normas sociales, la situación económica, los derechos sociales, etc. f) Identificar las necesidades de los miembros de esta comunidad tanto en la llegada como en la fase de asentamiento en España. 3) Analizar la importancia que ejercen las redes de apoyo en el caso del colectivo inmigrante japonés en el proceso de asentamiento en la sociedad de acogida. Su función a lo largo de este proceso puede resultar esencial a la hora de culminar con éxito el proyecto migratorio. Por este motivo se trata de indagar en las estrategias que acompañan a la creación y consolidación de las mismas y su impacto durante la fase de asentamiento. En este caso los objetivos operativos son: a) Identificar los agentes sociales que han favorecido la creación de redes sociales en el país de destino. Por ejemplo, el papel de las instituciones oficiales japonesas en España como la embajada o el consulado, asociaciones y/o acciones impulsadas por españoles, japoneses y/u otros inmigrantes, relaciones en el ámbito laboral, etc. b) Analizar el impacto y la incidencia de estos agentes sociales durante dicho proceso. c) Descubrir la características sociodemográficas de las redes sociales de la muestra. Se presta atención a la diversidad étnica, laboral, de edad, genero de los miembros de dichas redes, etc. 4) Señalar aquellos elementos culturales y sociales, propios de la sociedad de acogida, que han llevado a los miembros del colectivo nipón a renegociar su propia identidad nacional y sentimiento de pertenencia. Fenómenos como el choque cultural o los procesos de integración o asimilación durante la fase de asentamiento, pueden hacer surgir conflictos internos como por ejemplo, un sentimiento de pertenencia híbrido o el hecho de identificarse como extranjero, y no como inmigrante. Este objetivo general se articula en los siguientes objetivos operativos: a) Detectar el posible desajuste entre la imagen de la sociedad de destino que se tenía antes de inmigrar y la que se desarrolla una vez la persona forma parte de ella. METODOLOGÍA • 74 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA b) Nombrar aquellos elementos de la sociedad de acogida que la persona percibe como positivos y negativos. Por ejemplo, el carácter de las personas que le rodean o el modo de trabajar, entre otros. c) Señalar aquellos elementos de la sociedad de origen con los que la persona se siente identificado y con los que no. d) Observar el impacto que tienen las redes sociales a la hora de autodefinirse. Por ejemplo, la dualidad entre extranjero o inmigrante o español o japonés. 1.2. Dimensiones y variables. Se exponen a continuación las dimensiones y variables que se desarrollan a partir de los objetivos planteados. • Características sociodemográficas básicas de la población japonesa residente en Zaragoza y las áreas metropolitanas de Barcelona y Madrid: edad, sexo, estado civil, zona de residencia, tiempo de residencia, nivel de educación y ámbito laboral. • Contexto y proceso de llegada a España: apoyo recibido por la familia, amigos, trabajo o institución de acogida, reagrupación familiar, instalación en España, experiencia previa de residir en el extranjero, interés en la sociedad de acogida. • Antecedentes en el país de origen, zona de procedencia del país de origen, características de la familia de origen, actividad laboral en el país de origen, formación y nivel de estudios. • Proyecto migratorio y expectativas de futuro: motivo de la migración relacionado con el ámbito laboral, turismo, formación académica, de corta duración, indefinido, formar una familia transnacional, asentarse en la sociedad de acogida. • Salida del país de origen: criterios de elección del país y ciudad de acogida y expectativas laborales, educativas y familiares. • Relación entre ciudadanos japoneses, otros colectivos inmigrantes y la población autóctona: amistad, pareja, familia de acogida y trabajo. • Estrategias de integración: a través del ámbito laboral, ocio o tiempo libre, redes sociales, apoyo formal, apoyo informal. • Colectivos y asociaciones relacionadas con Japón: embajadas, consulados, asociaciones ligadas con la cultura japonesa, asociaciones de inmigrantes, asociaciones y/o clubes dedicadas al ocio, instituciones y fundaciones privadas de origen japonés. METODOLOGÍA • 75 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA • Número de asociaciones, cantidad y naturaleza de las actividades que realizan, nacionalidad de los participantes y finalidad de las mismas. 2. Universo y muestra. El universo está compuesto por 4.886 personas de origen japonés residentes en España con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor en el año 2012. En el caso de Aragón, la cifra de japoneses es de 37, sin embargo, al añadir el número de estudiantes de origen nipón, esta comunidad alcanza los 102 miembros (datos obtenidos del registro del municipal de empadronamiento del año 2011 y del Centro de Lenguas Modernas de la Universidad de Zaragoza del mismo año). Las otras dos Comunidades Autónomas seleccionadas para esta investigación cuentan con un número mayor de japoneses. La Comunidad de Madrid presenta una población de 1.307 japoneses y la de Cataluña un total de 1.921 (Ministerio de Empleo y Seguridad Social, 2012). Los motivos por los cuales se seleccionaron las Comunidades Autónomas de Aragón, Cataluña y Madrid como población de estudio son los siguientes: En primer lugar, Cataluña y Madrid, y especialmente las zonas metropolitanas de ambas capitales, presentan las siguientes características: 1) Ambas Comunidades Autónomas concentran aproximadamente al 67% de la comunidad japonesa en España. 2) Las comunidades de inmigrantes japoneses están asentadas y son estables. Las primeras oleadas de inmigrantes japoneses en España a finales del siglo XX, se instalaron en las zonas metropolitanas de Barcelona y Madrid. A esto, hay que añadir que las instituciones y organismos públicos más relevantes (embajada, consulado, Japan Foundation, etc.), junto con el interés por el patrimonio cultural e histórico de ambas regiones, han servido de reclamo para aquellos japoneses dispuestos a emigrar a España. Debido a las características sociodemográficas y al contexto histórico, los datos obtenidos en estas Comunidades Autónomas, pueden aportar una información representativa del colectivo nipón en España. La comunidad japonesa residente en Aragón, y más concretamente en Zaragoza, fue seleccionada por: 1) Un acelerado nivel de crecimiento en cuanto a la tasa de residencia en la capital aragonesa, pasando de contar con 12 japoneses empadronados en el año 1999 a 29 en el año 2010. METODOLOGÍA • 76 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 2) Por su ubicación geográfica. Zaragoza, al estar situada estratégicamente, y disponer de buenos medios de comunicación entre los dos grandes núcleos económicos españoles (Barcelona y Madrid), se ha convertido en una punto clave tanto para empresas japonesas, como para inmigrantes. 3) Nuevos modelos migratorios. Como proponen Martínez-Callahgan y Gil-Lacruz, (2012), el nuevo modelo migratorio japonés está pasando de ser un modelo basado en intereses económicos y empresariales, a un proyecto individual centrado en intereses personales. Pese a que el número de japoneses empadronados en Zaragoza, es significativamente menor al de otras grandes ciudades, la población de referencia presenta un elevado grado de heterogeneidad. Esta diversidad permite observar cómo ambos modelos migratorios (modelo empresarial y voluntario) confluyen en un mismo espacio. Aunque otras ciudades como Sevilla, Salamanca o Valencia cuentan con una comunidad japonesa mayor, se consideró que la información obtenida en estas zonas, podría estar sesgada por el elevado número de estudiantes japoneses en comparación con aquellos que han emigrado con el objetivo de permanecer indefinidamente en España. METODOLOGÍA • 77 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Tabla 1. Japoneses residentes en España según régimen y Comunidad Autónoma de residencia en el año 2012. Comunidad Autónoma Régimen general Régimen comunitario Total Andalucía 292 274 566 Aragón 20 17 37 Asturias (Principado de) 28 14 42 Balears (Illes) 48 54 102 Canarias 75 44 119 Cantabria 12 8 20 Castilla y León 52 63 115 Castilla-La Mancha 23 34 57 1.381 540 1.921 124 127 251 Extremadura 1 8 9 Galicia 33 52 85 Madrid (Comunidad de) 856 451 1.307 Murcia (Región de) 34 20 54 Navarra (Comunidad Foral) 51 21 72 País Vasco 52 63 115 Rioja (La) 0 3 3 Ceuta (Ciudad Autónoma) 0 0 0 Melilla (Ciudad Autónoma) 0 1 1 No consta 9 1 10 3.091 1.795 4.886 Cataluña Comunitat Valenciana Total Fuente: Ministerio de Empleo y Seguridad Social: residentes extranjeros en España (2012) METODOLOGÍA • 78 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA La muestra está constituida por 44 personas de origen japonés que durante los años 2010 a 2012 residían en Zaragoza, y las zonas metropolitanas de Barcelona y Madrid. En Aragón se entrevistaron a 20 personas, todas ellas residentes en la ciudad de Zaragoza. En el caso de la Comunidad Autónoma de Madrid 6 fueron los japoneses entrevistados, 4 de los cuales vivian en la capital, uno en Alcalá de Henares y otro en Leganés. En Cataluña se contactó con un total de 18 japoneses residentes en Barcelona (11), Sant Joan Despí (2), Gerona (2), Badalona (1), Mataró (1) y Hospitalet del Llobregat (1). Con objeto de obtener datos significativos de la comunidad japonesa en estas zonas, los participantes fueron seleccionados en base a criterios que pretendían acotar la muestra y descartar a aquellos japoneses que llegan a España con un proyecto migratorio de corta duración, como por ejemplo estudiantes de intercambio o empresarios destinados temporalmente en nuestro país. Como sugiere la literatura relacionada con el movimiento migratorio japonés, en estos casos las redes sociales y la relación con el lugar de destino va a reducirse a compañeros de trabajo o de aula. Asimismo, se intenta distinguir entre la situación de aquellos estudiantes que pretenden regresar a Japón tras completar sus estudios en España y la de aquellos que utilizan su ingreso en el sistema educativo como estrategia migratoria. Los criterios de selección de la muestra fueron: 1) Los participantes debían haber residido de forma continuada en España durante más de un año natural. 2) Personas de origen japonés cuyo objetivo migratorio era permanecer en España durante un periodo de tiempo igual o superior a 2 años. Esto permite incluir en la muestra a aquellos inmigrantes que regularizan su situación a través de un visado de estudios, pero que sin embargo, centran su proyecto migratorio en la búsqueda de trabajo, o en el mantener o iniciar una relación con una persona con residencia legal en España. METODOLOGÍA • 79 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Tabla 2: Lugar de residencia de los entrevistados por Comunidad Autónoma. Lugar de residencia de los participantes Comunidad Autónoma Ciudad de residencia Cataluña Madrid Aragón Total Visado de estudiante Visado de trabajo o residencia Total Barcelona 3 8 11 Sant Joan Despí 0 2 2 Badalona 0 1 1 Mataró 0 1 1 Hosp. Del Llobregat 0 1 1 Gerona 0 2 2 Madrid 1 3 4 Leganés 1 0 1 Alcalá de Henares 0 1 1 Zaragoza 9 11 20 14 30 44 Fuente: Ministerio de Empleo y Seguridad Social: residentes extranjeros en España (2012) Del total de los informantes, 9 de ellos fueron considerados como informantes claves, ya que durante sus entrevistas se pudo recopilar datos tanto de sus vivencias personales como información genérica de la comunidad japonesa. Cabe destacar que 4 de estos japoneses poseían un titulo universitario afín al tema de la investigación (2 trabajadoras sociales, 1 sociólogo y 1 doctorando en cultura y lengua española) por lo que mostraron un interés especial en colaborar en la medida de lo posible. Asimismo, 6 desempeñaban labores que les permitían conocer de primera mano la situación de sus paisanos en España (2 presidentes de asociaciones culturales, 2 profesoras de colegios japoneses en España ,1 au pair, 1 traductor). En este estudio, la participación y el apoyo de la población objeto de estudio constituyó un elemento clave a tener en cuenta en el momento de poner en marcha la fase de recogida de datos. Esta colaboración fue especialmente importante a la hora de ampliar la muestra. El sistema boca a boca, fue uno de los recursos más eficaces ya que, en muchos casos, eran los propios japoneses quienes, después de hablar con algún amigo acerca de este proyecto, se mostraban interesados en participar. Además, parte de los entrevistados se ofrecieron a traducir al japonés de forma desinteresada, a aquellos compañeros que debido a su nivel de español, no se sentían capacitados para aportar su testimonio en las entrevistas. METODOLOGÍA • 80 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Gracias a esta contribución desinteresada se puede definir esta investigación como psicosocial en el sentido más amplio del término. Los investigadores sociales no podemos olvidar que nuestro trabajo depende de personas y éstas han de ocupar una posición preferente en la investigación. Cuadro 6. Distribución de los participantes en el estudio. Universo: 4.886 Población contactada: 124 No responde: 76 No tiene tiempo: 21 Muestra: 48 Visado estudiante: 14 Visado trabajo/residencia: 34 No habla inglés/español: 7 Cancelan entrevista:4 No contesta: 48 3. Diseño metodológico. El enfoque desde el que se ha abordado este trabajo responde a una lógica sistémica, ya que como defienden Rubio y Varas (1999), la realidad social no es la consecuencia de una suma de diferentes partes, sino el resultado de distintos elementos vinculados entre sí que dan lugar a un nuevo sistema con sentido y significado propio. Siguiendo las pautas marcadas por Rubio y Varas, se ha optado por el pluralismo metodológico como forma de estudiar la situación del colectivo inmigrante nipón. Este enfoque nos permite identificar las relaciones entre las distintas fases del proceso y los elementos que la componen (proceso de integración, redes de apoyo, expectativas de futuro, etc.), por lo que posibilita el desarrollo de una imagen global de este fenómeno en nuestra sociedad. METODOLOGÍA • 81 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA El debate en las distintas disciplinas sociales entre la veracidad, utilidad y representatividad tanto del fenómeno abordado, como de los resultados obtenidos a través de los modelos metodológicos imperantes (cuantitativos y cualitativos), aún hoy sigue en pie. Rubio y Varas (1999), y Ortí (1986), consideran que para profundizar en cualquier aspecto social, se requiere de un estudio de los hechos a dos niveles o dimensiones: a) nivel fáctico o de hechos, y b) nivel discursivo o significativo. Estos dos niveles guardan una estrecha relación entre sí. El primero de ellos (nivel fáctico) trata de presentar la realidad social como el conjunto de acciones cuantificables, mientras que el segundo (nivel significativo), profundizar en un contenido simbólico a través de la dialéctica. Lueck y Wilson (2010), en consonancia con el modelo metodológico pluralista, defienden que las investigaciones en el ámbito de lo social, han de establecer un vínculo entre el objeto de estudio, la muestra y el entorno en el que ésta se sitúa. Dicho de otro modo, los estudios sociales han de relacionar: el “qué” se estudia (campo de conocimiento), el “cómo” se trabaja (enfoque metodológico), con “quién” (población) y “dónde” se ubica el estudio (contexto físico y social). Este trabajo tiene como objetivo estudiar el proceso migratorio nipón en España. Para ello, es imprescindible prestar atención al nexo que se forma entre los miembros que lo componen y el contexto en el que se encuentran. Abordar con rigor y profesionalidad este fenómeno, requiere de la combinación de ambos métodos (cuantitativos y cualitativos), ya que los hechos y sucesos que acontezcan tanto en la sociedad de acogida como en la de origen (nivel fáctico), tienen una relevancia y un efecto en las personas que los experimentan (nivel significativo). Por ejemplo, tras el desastre nuclear de Fukushima, gran parte de la comunidad japonesa residente en España se organizó y movilizó para mostrar su apoyo a las víctimas. De estas iniciativas ciudadanas han surgido nuevas asociaciones mixtas de japoneses, españoles y otros extranjeros, e incluso se han fortalecido las redes de apoyo entre los propios miembros nipones y los demás miembros de la sociedad de acogida. 3.1. Enfoque cuantitativo. El esfuerzo por lograr veracidad en las investigaciones humanísticas equiparable a las de las ciencias naturales, ha llevado a intentar cuantificar de la forma más objetiva posible, todas aquellas cuestiones que tienen que ver con las personas y la forma en la que éstas interactúan. Por ejemplo, en el ámbito de las migraciones se pone especial énfasis en detallar de la manera más precisa posible, el porcentaje de población inmigrante de una zona concreta, su representación en los distintos sectores laborales, la media de hijos por unidad familiar, etc. El modelo científico, se caracteriza por seguir un proceso lógico y coherente, que ha situado a lo cuantitativo como paradigma de la ciencia, al basarse en el estudio empírico de aquello que se puede percibir por los sentidos, lo que se puede experimentar y se puede verificar. Desde este punto de vista, la metodología cuantitativa ha servido de base para realizar todo tipo de investigaciones sociales, ya que su uso permite a otros investigadores corroborar los METODOLOGÍA • 82 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA resultados siguiendo un mismo proceso, evita sesgos por cuestiones ideológicas, sentimentales, etc., a la vez que censura los juicios de valor. Un ejemplo de ello, lo encontramos en el trabajo editado por Goodman, et al. (2003) “Global Japan. The experience of Japan’s new immigrants and overseas communities”, en el que se presenta un análisis comparativo sobre las pautas de emplazamiento urbanístico de la comunidad nipona en Alemania y el Reino Unido. En él, se contemplan la composición por sexo y edad, la media de habitantes japoneses por área, la relación entre comercios de origen nipón y población inmigrante, etc. El método cuantitativo trata de evitar todo sesgo que pueda surgir a raíz de la aparición de elementos subjetivos como la ideología, valores, prejuicios, etc., a través de la descripción y explicación de aquellos hechos sociales que se manifiestan exteriormente. Por esta razón, se presta atención a la recogida de datos perceptibles y registrables, teniendo en cuenta el número y frecuencia con que suceden. Si nos ceñimos a la sistematización que propone Ortí (1986) de la realidad social (nivel fáctico y nivel significativo), se puede afirmar que el modelo cuantitativo se centra en recoger los sucesos que acontecen a nivel fáctico. A pesar de la aparente simplicidad de este modelo, el análisis cuantitativo requiere de un elaborado proceso de preparación y codificación de datos, para posteriormente presentar los resultados obtenidos. La primera fase consiste en crear una “regla” que nos permita transformar aquellos datos subjetivos en cuantificables. Este proceso persigue el objetivo de “contar” aquellos elementos que se consideren relevantes. Sin embargo, su función no se limita únicamente a esto. La razón por la cual se realiza este proceso, es la de poder cruzar e interrelacionar las diferentes variables que se han cuantificado. Con ello se pretende describir y explicar la forma y los motivos por los que se produce esta interrelación y se genera un patrón determinado. Una de las principales características que comparten los resultados logrados a través de un modelo cuantitativo, son sus enunciados. Estos son presentados de forma estadística, basada en probabilidades (Rubio y Varas, 1999). Para la obtención y el análisis de los datos del presente trabajo, se han categorizado diferentes variables a priori cualitativas como por ejemplo, el motivo de la llegada a España, que se ha clasificado en: estudios, trabajo, pareja, familia o turismo. Asimismo, su categorización ha servido para cruzarlas con otros datos como la edad, el sexo o el lugar de procedencia, lo cual ha permitido inferir unos perfiles concretos, y relacionar cada uno de ellos con unas determinadas situaciones. Estás variables se han cruzado con otras de carácter eminentemente cuantitativo como el tiempo de residencia en España, año de llegada al país, tiempo del aprendizaje del idioma o diferentes actividades laborales en la sociedad de acogida. METODOLOGÍA • 83 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 3.2. Enfoque cualitativo. La metodología cualitativa está cobrando cada vez más importancia en el ámbito de las investigaciones sociales. No obstante, el rigor, tanto de sus resultados como de sus técnicas de recogida y análisis de datos, aún siguen sin ser aceptados por una parte de la comunidad científica. Las dudas que rodean al enfoque cualitativo se agrupan en torno a la subjetividad, tanto de la interpretación de los datos como de la elección de las técnicas y herramientas empleadas para su recopilación. Así pues, se puede observar que ambos procesos (interpretación y elección de técnicas y herramientas), requieren una justificación exhaustiva acerca de los beneficios y las ventajas que supone su elección a la hora de analizar la situación y presentar los resultados. Otra de las características de este enfoque es que la recopilación de datos no es una fase aislada dentro del proceso de investigación, sino que ésta, se constituye en sí misma como un proceso continuo y dinámico. Esto se debe a que el investigador empieza a percibir y recabar información útil desde el momento en el que se incorpora al campo de trabajo, hasta que concluye la investigación. Estas particularidades intrínsecas a la investigación cualitativa permiten dotarla de gran flexibilidad, ya que se va alcanzado una madurez conceptual mayor a medida que se desarrolla el trabajo. Desde esta perspectiva, se puede decir que el modelo cualitativo favorece la evolución del análisis de los datos, puesto que el investigador va acumulando experiencia y conocimientos con el avance de su estudio. El paralelismo entre ambos procesos (madurez conceptual y desarrollo de la investigación), permite ir readaptando las estrategias y metodologías a las nuevas vicisitudes. Dicho de otro modo, someter la recogida de datos a un continuo análisis crítico, permite visibilizar y corregir aquellos aspectos que no estén resultando suficientemente provechosos. Por tanto, el análisis de la realidad social a través del enfoque cualitativo dibuja una trayectoria circular, en la que se combinan los procedimientos inductivo y deductivo. La flexibilidad de este modelo permite que, en un primer momento se realice un análisis de lo particular a lo general (inductivo) a través de diversas técnicas como la entrevista o la observación participante. Una vez que se va avanzando en la investigación, se van generando teorías propias (inductivodeductivo), que son necesarias revisar nuevamente (deductivo) para ratificar su validez y fiabilidad (Rodríguez, 2005). En esta investigación el análisis cualitativo, a la hora de abordar la situación del colectivo japonés, se ha utilizado para profundizar en aspectos personales como las opiniones que se comparten de la población autóctona, o el papel que han jugado los amigos y la familia en este proceso. Una de las ventajas que ha supuesto la aplicación de este enfoque es lograr información acerca del “por qué”. METODOLOGÍA • 84 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Gracias a técnicas como la entrevista en profundidad, ha sido posible recabar información relacionada con las creencias, opiniones e impresiones de este colectivo. El poder abordar estos temas directamente con los informantes, ha permitido generar hipótesis basadas en sus testimonios. Esto ha supuesto que los participantes pasen de ocupar una posición de colaboradores, a un papel protagonista, al ser ellos mismos los que a través de su propio discurso han señalado los vínculos e interrelaciones entre los diversos elementos que han tenido lugar durante su proyecto migratorio hacia occidente. 3.3. Triangulación. En nuestros días, el conflicto entre la naturaleza científica (o no) del conocimiento sociológico, ha evolucionado. Mientras las primeras discusiones se centraban en torno al rigor de los resultados obtenidos a través del modelo científico, en la actualidad el foco de discusión gira en torno a la validez de los logros alcanzados mediante modelos alternativos como es el caso de la triangulación (Hernández Cardona, 2000). Aunque la triangulación comparte sus orígenes con el enfoque cuantitativo (ambos provienen directamente de las ciencias naturales), ésta surge como una tercera vía que pretende integrar posturas entre los dos enfoques predominantes en las disciplinas humanísticas (cuantitativo y cualitativo) (Rodríguez, 2005). La justificación de muchos investigadores para emplear este método es sencilla. En la actualidad, nos encontramos ante una sociedad dinámica que se encuentra en constante evolución y que se ve afectada por multitud de factores internos y externos. Por ejemplo, el estudio de la comunidad inmigrante japonesa en España no se puede limitar únicamente a conocer su número de integrantes, o las motivaciones que les han llevado a emigrar. Si se pretende analizar en profundidad su situación en la sociedad de acogida, es imprescindible abordar la realidad social desde una perspectiva multidisciplinar. La imbricación entre los resultados obtenidos a través de la psicología, sociología, educación o la economía, permite dibujar un paisaje mucho más detallado, resaltando distintos aspectos, que abordados desde una perspectiva unidisciplinar serían difíciles de comprender, explicar o justificar. La triangulación permite combinar los resultados obtenidos a través de los diferentes modelos metodológicos. Desde este punto de vista se puede decir que una de las principales ventajas que aporta la triangulación, es la de dotar al estudio de una visión holística ya que, pretende abordar un fenómeno concreto desde distintos puntos de vista, a la vez que realiza un análisis continuo y extenso en el tiempo. Así pues, la triangulación no solamente ha de ser entendida como un proceso de validación, sino que además supone una forma de expandir los límites de la comprensión del fenómeno estudiado. A pesar de que el uso de la triangulación es relativamente reciente en el campo de las investigaciones socio-humanísticas, son muchos los investigadores de esta área que han intentado ordenar y estructurar los diferentes criterios que definen este enfoque (Denzin, 1970; METODOLOGÍA • 85 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Oppermann, 2000 y Morse y Chung, 2003). En este sentido Rodríguez (2005), destaca cinco tipos básicos de triangulación: 1) Triangulación de datos con tres subtipos: tiempo, espacio y persona (que a su vez se divide en tres niveles: agregado, interactivo y colectivo). 2) Triangulación de investigador: que consiste en la observación de varios investigadores con el fin de obtener diversos puntos de vista sobre un único fenómeno de estudio. 3) Triangulación teórica: basada en la combinación de varias perspectivas. 4) Triangulación metodológica: que puede implicar el uso de diferentes métodos y triangulaciones entre métodos. 5) La triangulación múltiple: cuyo objetivo es compaginar de forma eficaz las cuatro propuestas anteriores para obtener una pluralidad de resultados que permita encarar el estudio con una mayor precisión. El análisis de los datos obtenidos, también es abordable desde diferentes niveles: 1) Análisis agregado. El análisis agregado consiste en recopilar las características de un fenómeno, manteniéndolo aislado de su contexto social. En este nivel no se establecen relaciones entre los datos recogidos y las observaciones o impresiones externas. Por ejemplo, se puede entender como análisis agregado la composición familiar de las familias japonesas en España, o a través de indicadores (celebración de tradiciones japonesas, nivel de conocimiento del idioma, participación en eventos locales, etc.) se puede conocer el nivel de integración en la sociedad de acogida. 2) Análisis interactivo. En este caso la unidad de observación, más que la persona o grupo, es la interacción que se establece entre ellos. Se tienen en cuenta las redes existentes entre individuos y grupos así como su funcionalidad. En este trabajo se ha prestado especial atención a estos vínculos entre el colectivo nipón y los demás agentes sociales que intervienen en su proceso migratorio. El apoyo de la familia en la fase pre-migratoria, o las redes informales en la sociedad de acogida, son algunos ejemplos de análisis de datos realizados a este nivel. 3) Análisis colectivo. Este se lleva a cabo desde una perspectiva estructural-funcional. La recogida de datos a través de diversos métodos como la observación, entrevistas en profundidad o historias de vida, se centra en el grupo. Dentro de este nivel se distingue otros subniveles: 1) el análisis ecológico, en el cual se buscan explicaciones espaciales para un determinado fenómeno institucional, 2) el análisis institucional a través del cual se estudian las vínculos entre estructuras formales como asociaciones, instituciones políticas, etc., 3) el análisis cultural que presta atención a las normas, valores, prácticas e ideologías, un claro ejemplo de ello es el choque cultural entre la cultura de origen y la de METODOLOGÍA • 86 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA destino. Finalmente, 4) el análisis de unidades societales, cuyo objetivo es el de conocer, las relaciones entre los diferentes agentes sociales que intervienen, en este caso, durante el proceso de migratorio. Por ejemplo, la relación entre el colectivo de inmigrantes japoneses (entendido como un solo grupo) y las asociaciones de madres, padres y tutores de alumnos (AMPTA) en los centros educativos. La suma de estos niveles de análisis en la triangulación de datos, dota a la investigación de un rigor metodológico que ayuda a reducir los sesgos que se generan al enfocarla desde una sola estrategia (cuantitativa o cualitativa). Del mismo modo, la diversidad metodológica e instrumental en el análisis, facilita la generación de hipótesis de trabajo. En síntesis, la triangulación entre métodos ofrece la oportunidad de desarrollar una investigación de carácter sistémico, a la vez que mejora el diagnóstico sintetizando los resultados a través del uso de múltiples métodos que resultan en una interpretación coherente. METODOLOGÍA • 87 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Cuadro 7. Ventajas e inconvenientes de los distintos enfoques metodológicos. Cualitativa Cuantitativa Triangulación Mayor proximidad con la Rigurosidad metodológica. Múltiples puntos de vista. población estudiada. Ventajas Mayor flexibilidad en la Validez y representatividad Proceso obtención de datos. de los datos. dinámico. flexible y Explorativa-inductivadeductiva. Permite la posibilidad de Combinación en la comparar los datos con obtención de datos otros estudios. (subjetivos y objetivos). Realidad dinámica. Generalizable. Baja representatividad Datos estáticos. de los datos. de Riesgo elevado de Categorización por motivos variables subjetivas. Incon sesgos ideológicos, morales, venie juicios de valor, etc. n-tes Recogida de datos Resultados impersonales y naturalista (sin control). poco críticos. Análisis sistémico de la realidad. Análisis de datos costoso. Riesgo de recoger información innecesaria. Requiere de una justificación exhaustiva y racional de los procesos llevados a cabo. Fuente: Elaboración propia Como se observa en el cuadro, la triangulación contribuye a solventar los inconvenientes y carencias tanto del enfoque cuantitativo como del cualitativo. Desde las disciplinas sociohumanísticas, a la perspectiva cuantitativa se le achaca un excesivo distanciamiento entre la población objeto de estudio y la forma en la que se recogen y presentan los resultados obtenidos. Un claro ejemplo lo encontramos en aquellos estudios sobre las personas en riesgo de exclusión social, que tras su participación en estudios, se sienten frustradas al ver como sus problemáticas e inquietudes son transformados en números y tablas que no reflejan el modo en el que ellos perciben la realidad que les rodea. Por otra parte, los detractores de lo cualitativo, en ocasiones consideran que la metodología y la recogida de datos bajo esta perspectiva, están sometidas a un nivel de subjetividad que hacen que la validez y fiabilidad de los datos obtenidos queden en entredicho. Una muestra de la problemática de este enfoque se puede encontrar en la interpretación que se hace de un mismo fenómeno (por ejemplo, aumentar los impuestos) en función del tinte político del grupo investigador. Pese a las ventajas de la triangulación, es preciso señalar que este modelo no se puede considerar la solución al debate metodológico. Su principal dificultad estriba en la necesidad de METODOLOGÍA • 88 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA justificar de manera pormenorizada cada una de las decisiones que se toman a lo largo del estudio. La flexibilidad y libertad que otorga este enfoque, hacen de él un arma de doble filo, ya que si no se explica de forma concisa y coherente cada una de las decisiones epistemológicas, se corre el riesgo de acabar con una gran cantidad de datos inconexos entre sí y que no aportan una respuesta ni ayudan a explicar una situación determinada. 4. Técnicas de recogida de datos. Una vez definidos el objeto de estudio, los objetivos a alcanzar y la propuesta metodológica, entra en juego una de las decisiones más importantes a la hora de diseñar el proyecto de investigación: la elección de las técnicas de recogida de datos. Desde una perspectiva cuantitativa, el cuestionario se considera la técnica básica para obtener información acerca de la población objeto de estudio. El concepto de “cuestionario” ha ido ampliándose y adquiriendo nuevas dimensiones en función de las necesidades de los investigadores. Del mismo modo, las técnicas cualitativas también se han ido adaptando a las nuevas situaciones. Como expone Valles (2007), cada vez resulta más difícil dar una definición del término “entrevista” que sea aceptado por la mayoría de la comunidad científica. Estas técnicas de recogida y análisis de datos han evolucionando con el paso del tiempo. Las nuevas tecnologías, los recientes acontecimientos socio-económicos o los cambios en los hábitos de las personas obligan a revisarlas. Esto hace que a día de hoy, el uso de cada una de las técnicas ya no esté directamente vinculado con el modelo de investigación, bien sea porque su uso ha quedado desfasado (por ejemplo el cuestionario por correo ordinario) o porque su método de aplicación ya no es posible (por ejemplo observar la conducta de los reclusos en un campo de concentración). Por esta razón, una forma adecuada de relacionar las técnicas con su objeto de estudio, consiste en su justificación racional, que ha de tener en cuenta, tanto al objeto de investigación como a su entorno y los objetivos que se persiguen con el trabajo. 4.1. El cuestionario. Rubio y Varas (1999: 251), definen el cuestionario como: “una investigación realizada sobre una muestra de sujetos representativa de un colectivo más amplio, utilizando procedimientos estandarizados de interrogación, con el fin de obtener mediciones cuantitativas de una gran variedad de características objetivas y subjetivas de la población”. En la primera etapa de este trabajo se ha optado por utilizar el cuestionario autoadministrado como técnica de recogida de datos por los siguientes motivos: 1) Reducir el handicap del idioma. Como señalan Lueck y Wilson (2010), el nivel de conocimiento del idioma es una de las variables a considerar en el estudio del fenómeno migratorio. La diferencia entre el español y el japonés puede suponer un gran obstáculo METODOLOGÍA • 89 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA a la hora de recabar información. Por esta razón se decidió distribuir un cuestionario autoadministrado (en japonés, inglés y español). 2) Conocer el grado de predisposición de la muestra. Una de las principales características de los colectivos asiáticos es su aparente distanciamiento con los agentes sociales. La entrevista en profundidad fue en primer lugar, la técnica elegida para abordar el proceso migratorio. Sin embargo, esta herramienta requiere de un elevado nivel de participación. Por ello, se decidió establecer la primera toma de contacto con la población objeto de estudio a través de una técnica más impersonal y que permitiese conocer la predisposición de sus miembros a ser entrevistados. En este sentido, el cuestionario autoadministrado no obliga al contacto directo con el entrevistado. 3) Descartar a aquellas personas que no cumplan los requisitos para formar parte de la muestra de este estudio. A pesar del incremento de la población nipona en Europa durante la última década, este colectivo se ha caracterizado por llevar a cabo un proceso migratorio directamente vinculado a grandes empresas y multinacionales japonesas (Beltrán y Saiz, 2002). Como señalan Glebe, (2003) y Beltrán, (2005), el proceso de integración en la sociedad de acogida, está muy limitado a ciertos ámbitos (por ejemplo, comercial o la contratación de servicios de traducción). Por esta razón, a través del cuestionario autoadministrado, se pretendía cribar entre aquellas personas cuyo objetivo era el de establecerse en la sociedad de acogida, y aquellos que llegaban a España bajo la tutela de una multinacional y cuyo objetivo era volver a Japón tras un breve periodo de estancia en el país extranjero. 4) Obtener información para la posterior elaboración del guión de las entrevistas. Como se ha dicho anteriormente, el desconocimiento y la falta de información sobre el colectivo analizado, constituían una de las dificultades de la investigación más importantes. Por ello, se consideró oportuno realizar una primera recogida de datos cuantitativos que permitiese identificar el tipo de inquietudes y preocupaciones de este colectivo durante el proceso migratorio. En relación al objeto de estudio de esta tesis, no cabe duda de que la evolución de la diáspora nipona ha obligado a los investigadores a adaptar sus técnicas e instrumentos de recogida de datos a esta nueva situación. Por ejemplo, cada vez es mayor el número de japoneses que llegan a España sin conocer el idioma, o que no cuentan con una red de apoyo estable durante la fase pre-migratoria, por ello, herramientas como el cuestionario, han de ajustarse a su realidad. En este sentido, las técnicas de recogida de datos cualitativas, deberían intentar profundizar en temas más personales como el grado de satisfacción, las necesidades que los sujetos han identificado durante su estancia en España, etc. La combinación entre la recogida de datos de carácter objetivo, como podrían ser los datos sociodemográficos, y la recopilación de METODOLOGÍA • 90 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA ítems de índole subjetivo como los mencionados anteriormente, aportan una mayor profundidad y riqueza a los datos obtenidos a través de herramientas como el cuestionario. Beltrán y Sáiz (2002; 2003; 2004) perfilan al colectivo japonés residente en España en tres grandes grupos: en primer lugar, el formado por empresarios y funcionarios públicos; el segundo, compuesto por estudiantes, y un tercer grupo, en el que se encuentran los trabajadores por cuenta propia, pequeños empresarios, parejas mixtas de japoneses y españoles, etc. Como señalan estos autores, el grupo más numeroso en España lo forman los estudiantes, aunque, cabe destacar que autores como White (2003; 2006) o Fujita (2009) advierten del cambio de tendencia en la composición de este colectivo en occidente, ya que cada vez son más los japoneses que salen de su país de origen con el objetivo de establecerse de forma permanente en un nuevo entorno. A la hora de elaborar y distribuir los cuestionarios, se ha tenido en cuenta la división que establecen Beltrán y Sáiz, así como los cambios en la composición de la comunidad nipona que identifican White y Fujita. Por esta razón se ha optado por realizar dos cuestionarios autoadministrados, uno destinado al colectivo estudiantil, y otro a aquellos japoneses con el objetivo migratorio de permanecer de forma indefinida en España. Ambos cuestionarios tienen como objetivo recabar datos sobre el proceso migratorio de los distintos colectivos japoneses que residen en España. Con el fin de lograr información lo más precisa y detallada posible, ha sido necesario adaptar los cuestionarios a los objetivos de la investigación ya que, si bien el fin es el mismo (conocer el proceso migratorio), las características de ambos colectivos (japoneses con visado de estudiantes y visado de trabajo o residencia) obligan a centrar las preguntas en distintas fases del proceso. Por ejemplo, en el caso de los estudiantes, teniendo en cuenta que su tiempo de residencia en España es breve (entre 4 y 20 meses) se ha considerado especialmente importante conocer cómo se ha llevado a cabo el proceso de transición y adaptación a la nueva sociedad de acogida, así como el papel que han tenido las redes de apoyo (formal e informal) a lo largo de esta etapa. Para abordar la situación de aquellos inmigrantes cuyo objetivo es asentarse de forma permanente en la sociedad de destino (trabajadores autónomos, amas de casa, asalariados, etc.) el cuestionario se ha centrado en la obtención de datos relacionados con el proceso de asentamiento. Se ha puesto especial interés en el estudio de la creación de nuevas redes de apoyo y la interrelación entre los diferentes núcleos que componen las esferas en las que se mueven la población objeto de estudio (macro, meso y micro). METODOLOGÍA • 91 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Cuadro 8. Comparativa entre los bloques que componen ambos cuestionarios (Visado de estudiantes/Visado de trabajo o residencia) Cuestionario autoadministrado para estudiantes Bloque 1 Bloque 2 Bloque 3 Cuestionario autoadministrado general Bloque 1 Datos sociodemográficos Situación del estudiante en el país de origen Bloque 2 Proceso pre-migratorio (estrategias) Perspectivas de futuro Vínculos entre Japón y España Bloque 3 Estancia en España Cuadro 9. Elementos comunes y diferenciables entre ambos cuestionarios. Elementos comunes Elementos diferenciables Visado de estudiante Visado de trabajo o residencia Situación previa a la salida de Japón Fase premigratoria Fase de integración Llegada a la sociedad de acogida Estrategias de integración Estrategias de asentamiento Redes de apoyo en el país de origen Primeras relaciones con los diferentes agentes sociales Creación y consolidación de redes de apoyo sólidas en España Situación actual Perspectivas de volver a España Perspectivas de volver a Japón Cuestionario autoadministrado para estudiantes. Esta modalidad de cuestionario tiene como objetivo conocer la situación actual de los estudiantes, así como sus perspectivas de futuro a medio plazo (uno o dos años). Con esta herramienta se intenta diferenciar a aquellos japoneses que han llegado a España con la intención de ampliar sus conocimientos, de aquellos que lo hacen como estrategia migratoria para poder permanecer en el país de acogida de forma legal. Al mismo tiempo, también se pretende identificar a aquellas personas, cuya perspectiva de futuro es quedarse en España una vez hayan finalizado su periodo de formación, tal y como se planteaba en los requisitos de selección de la muestra. Entre el colectivo de estudiantes se han distribuido 60 cuestionarios en centros públicos como universidades o institutos de idiomas y centros privados como academias de enseñanza y asociaciones, etc. De ellos, fueron devueltos 42, de los cuales 14 cumplían los requisitos METODOLOGÍA • 92 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA necesarios para ser entrevistados. Tras recibir los cuestionarios, se intentó contactar con aquellas 28 personas que no lo habían cumplimentado para averiguar sus razones e intentar corregir los posibles errores. De todas ellas, 9 alegaron que no disponían de tiempo suficiente, 5 consideraban que el estudio no tendría ninguna trascendencia para el colectivo nipón y de las cuatro restantes no se obtuvo respuesta al no poder contactar con ellas. El cuestionario para estudiantes constaba de 16 preguntas de las cuales 6 eran cerradas y 10 abiertas. Esta batería de preguntas se dividía en 3 apartados. El primero de ellos pretendía obtener información básica sobre la situación del estudiante en el país de origen. El segundo hacía referencia al proceso pre-migratorio (estrategias de preparación, objetivo y motivaciones). El tercero trataba de recopilar información sobre la perspectiva de futuro del estudiante. Cuadro 10. Resumen del contenido del cuestionario para estudiantes. Cuestionario autoadministrado para estudiantes Bloque 1 Situación del estudiante en el país de origen Datos personales (edad, sexo, lugar de procedencia) Estudios realizados en Japón Estudios cursados en el momento de emigrar Motivación para emigrar Elección del lugar de asentamiento Bloque 2 Proceso pre-migratorio (estrategias) Preparación previa a la llegada Tramitación de la documentación Recursos de apoyo formal e informal Bloque 3 Perspectivas de futuro Estancia en la sociedad de acogida Regreso al país de origen Motivaciones para la toma de decisión Expectativas familiares, laborales, etc. Cuestionario autoadministrado para japoneses con intención de asentarse en España de forma indefinida. El segundo cuestionario autoadministrado tenia como objetivo recopilar información sobre el resto de la población nipona residente en España cuya actividad principal no era el estudio (empresarios de multinacionales destinados de forma permanente o con un traslado de larga METODOLOGÍA • 93 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA duración, funcionarios públicos y asalariados, pequeños empresarios, amas de casa, artistas, etc.). Este cuestionario perseguía dos objetivos. En primer lugar aproximarse a aquellos aspectos relevantes del contexto social en el que se enmarcaría a la población objeto de estudio, y en segundo lugar, identificar a aquellas personas cuyas características personales y sociales permitiesen obtener una información fiable y representativa acerca de la situación del conjunto de emigrantes japoneses en nuestro país. Los resultados obtenidos se utilizaron para la elaboración del guión de la entrevista en profundidad. En total se repartieron 64 cuestionarios autoadministrados, de los cuales 34 fueron contestados. Del mismo modo que con los estudiantes, se intento averiguar los motivos por los que, 30 de los cuestionarios no fueron completados. En esta ocasión, 4 personas consideraron que, puesto que no disponían de tiempo para realizar la posterior entrevista, no estaban interesados en responder el cuestionario. Otros 8 japoneses alegaron falta de tiempo para responderlo, y 2 más consideraban que su nivel de español o inglés era insuficiente para responder correctamente a las preguntas. Cabe destacar que de entre las personas que no respondieron el cuestionario, 14 eran empresarios o trabajadores de multinacionales japonesas con sede en Barcelona o Madrid. De las 34 personas que respondieron el cuestionario, 30 accedieron a ser entrevistadas posteriormente. Para contactar con los miembros de este colectivo se utilizaron diferentes agentes sociales tanto formales como informales. Para hacer llegar el 60% de los cuestionarios, se utilizaron recursos institucionales como asociaciones y entidades relacionadas con el mundo japonés (Aragón-Japón, Casa Asia, Asociación de profesores de japonés, Asociación de becarios del Japanese Ministry of Education, Culture, Sports, Science, and Technology (MEXT), Kimono Club Barcelona, Asociación d’intercanvi d’idiomes de Barcelona, Facultat de Traducció i Interpetación de la UAB, Departamento de Estudios Asiáticos de la Universidad Complutense de Madrid, etc.). También se solicitó la participación de aquellos profesores que imparten clase de lengua y cultura japonesa en centros especializados como la universidad, escuela de idioma o academias, colegios japoneses de distintas ciudades. La distribución de estos cuestionarios se realizó a través de diversas redes sociales (Facebook, Mixi o Tweeter), y por correo electrónico. El contacto con el 40% restante, se produjo a través de canales informales (a través de amigos y conocidos). En estos casos, los cuestionarios autoadministrados, también se distribuyeron mediante correo electrónico tanto en español como en inglés. Cabe destacar que el índice de participación más elevado tuvo lugar entre aquellas personas que habían sido contactadas a través de canales informales (únicamente una de ellas no retornó el cuestionario). Este segundo modelo de cuestionario autoadministrado constaba de 27 preguntas, de las cuales 20 eran cerradas (5 dicotómicas y 15 de respuesta múltiple) y 7 abiertas. El cuestionario se dividía en 3 bloques, el primero de ellos formado por una batería de preguntas destinadas a la obtención de datos sociodemográficos; el segundo, tenía el objetivo de recabar datos básicos METODOLOGÍA • 94 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA sobre la interrelación entre la persona de origen japonés y su entorno más próximo y finalmente; un tercer bloque de preguntas que pretendía conocer cuales eran las impresiones de la persona encuestada acerca de su estancia en la actual ciudad de residencia, así como su futuro más próximo. Cuadro 11. Resumen del contenido del cuestionario general. Cuestionario autoadministrado general Bloque 1 Datos sociodemográficos Edad, sexo, procedencia Composición familiar (estado civil, hijos y familia en origen y destino) Lugar/ tiempo de residencia (antes y durante su estancia en España) Actividad profesional (antes y durante su estancia en España) Bloque 2 Vínculos entre Japón y España Adopción de nuevas costumbres de la sociedad de acogida Conservación de normas y pautas de la cultura japonesa Relaciones transnacionales Relaciones entre japoneses/españoles/otros extranjeros Bloque 3 Estancia en España Participación en actividades en el ámbito local Opiniones y valoraciones sobre el entorno social Perspectivas de futuro (familiar, individual, laboral, etc.) METODOLOGÍA • 95 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Cuadro 12. Cuestionarios repartidos Visado de estudiante Visado de trabajo o residencia Total Cuestionarios distribuidos 60 64 124 Cuestionarios devueltos 42 34 76 Cuestionarios válidos 14 34 48 4.2. La entrevista en profundidad. La entrevista se ha erigido como la herramienta cualitativa de recogida de datos por excelencia, al permitir a los investigadores acceder a información de primera mano y de fuentes directas. Junto a la entrevista, se dispone de otras técnicas (historia de vida, observación, grupos de discusión, etc.) que permiten recoger datos relacionados con las experiencias vividas, las opiniones o las expectativas de futuro. Este amplio abanico de posibilidades da la oportunidad a los investigadores de barajar diferentes opciones a la hora de recabar información, sin embargo, el disponer de un catálogo tan amplio ha inducido a que se busque una utilidad específica para cada una de estas técnicas. En el momento de elegir cuál de ellas era la más adecuada para abordar el fenómeno migratorio japonés, afloró este mismo debate. Por una parte, se contemplaba este objeto de estudio como un proceso dinámico que se extiende en el tiempo, por lo que la historia de vida parecía la opción más acertada, ya que ésta se centra en la recogida de hechos y experiencias narradas en primera persona. Por otra parte, se pretendía conocer el estado actual de los entrevistados como miembros participantes de la sociedad de acogida, por lo que desde esta perspectiva, la entrevista en profundidad se contemplaba como la técnica idónea ya que se esperaba obtener datos de una situación concreta. Como señala Urraco Solanillas (2007), la principal diferencia entre la entrevista en profundidad y la historia de vida, estriba en que la primera se centra en la obtención de información (personal o no) vinculada al objeto de estudio, mientras que la segunda, pretende recoger datos relacionados con la experiencia vital del entrevistado. A pesar de estas sutiles diferencias, las dos técnicas no son excluyentes entre sí, ya que ambas comparten una misma herramienta para la recogida de datos, la comunicación directa. Por esta razón, se optó por elaborar un guión para una entrevista que permitiese abordar un espectro temporal amplio (desde la salida de Japón hasta la actualidad), y de este modo establecer una relación entre los sucesos vividos y su situación actual. Con esto, se pretendía METODOLOGÍA • 96 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA estudiar sendos fenómenos (proceso pre-migratorio y situación actual) de forma conjunta para así, lograr datos más específicos y relacionados entre sí. La entrevista, entendida como tal, consiste en la interacción entre dos o más personas. Durante este intercambio de información hay que diferenciar dos tipos de elementos que juegan un papel destacado. Estos elementos pueden ser internos (aquellos que tienen una repercusión directa en la relación entrevistado-entrevistador y sobre los que se pueden intervenir) y externos (aquellos elementos que intervienen de forma indirecta y que son difíciles de controlar o prever). Elementos internos: 1) Las personas. En la entrevista de investigación se pueden identificar dos sujetos: investigador e informante. El rol del investigador es el de dirigir la conversación hacia aquellos temas relacionados con el objeto de estudio. Por su parte, el informante desempeña el rol de entrevistado, y su función es la de proporcionar información acerca de determinados aspectos en los que se puede considerar experto, ya sea por experiencia propia o por conocimiento directo del tema (en el caso de experto, representantes de instituciones, etc.). 2) El tema. El tema u objeto de estudio es la piedra angular sobre la que va a girar toda la entrevista. A pesar de que se presupone que los sujetos actúan voluntaria y libremente, la postura o la forma de abordar determinados temas delicados (como los motivos por los cuales se abandona a la familia de origen, o las dificultades personales durante el proceso de integración), pueden generar un distanciamiento entre ambas partes, dificultando así la comunicación y consecuentemente, la recogida de datos. Elementos externos: 1) La situación. El contexto en el que se lleva a cabo la entrevista influye en su desarrollo. Al hablar de situación, hay que tener en cuenta dos niveles, por un lado la situación psico-social tanto del investigador como del entrevistado, y por otro, la situación física en la que ésta se lleva a cabo. Desde el punto de vista personal, las experiencias positivas o negativas tanto en el país de origen como en el de acogida, pueden condicionar el discurso del informante, por lo que resulta necesario que el investigador profundice sobre un mismo tema desde diversas posiciones para poder contrastar la información. Por ejemplo, si la entrevista se realiza con una persona japonesa que acaba de empezar una relación personal con un autóctono, la opinión del informante acerca del trato recibido por los españoles, seguramente será positiva. En este caso, es recomendable enfocar este aspecto de forma indirecta preguntando por la relación con los compañeros de trabajo, vecinos, etc. De la misma forma que la situación personal puede condicionar la relación entrevistado/entrevistador, el medio en la que ésta se realice, puede afectar tanto al METODOLOGÍA • 97 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA sentido de las preguntas como al de las respuestas. Por ejemplo, en caso de plantear las desavenencias entre los trabajadores japoneses y los españoles, si la entrevista se lleva a cabo en el mismo puesto de trabajo, la información que se obtenga, estará condicionada por el temor a ser escuchado por otros compañeros o por la propia tensión vivida en el trabajo. 2) Las reglas de interacción entre los sujetos. A la hora de llevar a cabo la entrevista se establecen unas normas que contribuyen el entendimiento y fluidez, evitando malos entendidos y situaciones de tensión entre ambas partes. Así pues, las reglas de interacción están estrechamente vinculadas a aspectos socioculturales. Por esta razón, especialmente cuando se realizan investigaciones con colectivos extranjeros, el investigador ha de tener en cuenta dos aspectos importantes, en primer lugar ha de ser consciente de la diferencias culturales y protocolarias entre las dos culturas, y en segundo lugar ha de intentar averiguar hasta que punto, su interlocutor está familiarizado con las normas de conducta del país de acogida. Por ejemplo, en el caso de colectivos asiáticos como el japonés, donde el contacto físico entre las personas es escaso (por ejemplo, en determinadas ocasiones no es apropiado mirar directamente al interlocutor a los ojos), la forma en la que el entrevistador se presenta, o una gesticulación excesiva durante el transcurso de la entrevista, puede condicionarla, haciendo que el entrevistado se sienta incomodo e incluso cohibido. Estos elementos básicos que intervienen en el desarrollo de la entrevista, dejan entrever la complejidad de esta herramienta. Para poder maximizar su fiabilidad y validez, es necesario llevar a cabo una preparación previa a la elaboración del guión. Para este trabajo, se han tenido en cuenta las reflexiones de Yuiko Fujita en relación a la complejidad que supone realizar una investigación social con inmigrantes japoneses (Fujita, 2009). Fujita, en su trabajo “Cultural migrants from Japan. Youth, Media and Migration in New York and London”, advierte sobre la importancia de este proceso, especialmente para aquellos investigadores no japoneses, ya que esto supone una dificultad añadida a la hora de acceder a la información. Por ejemplo, Fujita señala que en el momento de llevar a cabo la entrevista, el informante también genera unas expectativas en torno al investigador. En ocasiones, estos jóvenes esperaban que las entrevistas les proporcionasen una fuente adicional de información acerca de los recursos institucionales, el modo de vida del país de destino, etc. Asimismo, Fujita recoge el testimonio de muchos japoneses que afirmaban dudar, o no estar seguros de poder relacionarse con extranjeros, especialmente si éstos no eran asiáticos. Por lo tanto, la procedencia del investigador puede suponer un obstáculo adicional a la hora de lograr esa confianza entre investigador y entrevistado, que permita a ambas partes tratar aspectos del proceso migratorio con normalidad. METODOLOGÍA • 98 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA La fase previa a la entrevista, siguiendo las indicaciones de Fujita (2009), tuvo los siguientes objetivos: 1) Profundizar en aspectos relacionados sobre las pautas de comportamiento japoneses. Son muchos los prejuicios y rumores que giran en torno a los colectivos inmigrantes, y el colectivo nipón no es una excepción. Barlés y Alamazán (2008) en su trabajo “La mujer japonesa, realidad y mito”, rebaten algunos de ellos, por ejemplo, el falso mito de la mujer japonesa sumisa o el papel de la mujer inmigrante como cuidadora. Asimismo, se analizaron los diversos estilos de vida y actividades llevadas a cabo entre los modelos de sociedad japonesa en el país de origen y en los distintos países de acogida. Como muestra de la relevancia que adquieren las pautas de comportamiento durante la entrevista, Shiobara (2004; 2005; 2011) y Fujita (2004; 2009), destacan la versatilidad del discurso de los inmigrantes japoneses en función del tema y de la persona, o grupo de personas, a la que se está refiriendo. Por ejemplo, a lo largo de esta investigación, aquellos informantes que prefirieron realizar la entrevista en japonés acompañados por un traductor, respondían a las preguntas de forma breve y muy genérica. Pese a las dificultades con el idioma, aquellos japoneses que realizaron las entrevistas individualmente, tendían a proporcionar información más detallada. 2) Elegir informantes. Encontrar fuentes de información fiables, es uno de los retos más importantes a la hora de preparar una investigación. Para esta etapa se siguieron las premisas propuestas por Benedict (1964) y Hendry (1987). Ambas autoras consideran que la rigidez de la estructura social nipona es un elemento determinante a la hora de contactar con los miembros de este colectivo. Por ello, sugieren que los primeros informantes con los que se establezca una relación, gocen de un estatus elevado dentro de la comunidad nipona. De lo contrario pueden surgir disputas entre los propios miembros del grupo, y esto dificultará tanto la ampliación de la muestra como la recogida de testimonios. Siguiendo este principio, los primeros informantes con los que se contactó fueron los presidentes de las asociaciones culturales, o personas que ocupaban cargos relevantes (profesores, directivos de empresas, etc.). Tras hablar con estos representantes, se procedió a entrevistar a aquellos japoneses con mayor tiempo de residencia en España y aquellos cuya formación profesional o experiencia laboral pudiesen proporcionar tanto información personal como general acerca de la situación de la comunidad nipona. Finalmente, se concertaron entrevistas con aquellos japoneses que no tenían un vínculo estrecho con este colectivo, (por ejemplo, artistas, estudiantes o trabajadores autónomos). 3) Elegir el lugar de la entrevista. Como se ha comentado anteriormente, el entorno o situación en la que se lleva a cabo la entrevista, es uno de los elementos claves para la obtención de información. Los manuales y guías de técnicas de investigación cualitativa, METODOLOGÍA • 99 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA recomiendan que ésta se lleve a cabo en lugares donde el informante se sienta cómodo, lejos del bullicio y las interrupciones (Valles, 2007). Los lugares más recomendados suelen ser las casas de los entrevistados, los despachos de los investigadores, etc., No obstante, Fujita considera que más importante que la ubicación física, es el ambiente en el que se realice la entrevista. Por ejemplo la socióloga, narra que durante su investigación con inmigrantes japoneses en los Estados Unidos y Reino Unido, la mayoría de las entrevistas tuvieron lugar en bares, cafeterías y otros lugares públicos elegidos por los propios informantes. Para Fujita, el estar familiarizado con el entorno, otorga al entrevistado un elevado grado de confianza y seguridad que se plasma a la hora de elaborar su discurso. Para el presente trabajo, se decidió que fuesen los propios japoneses los que decidieran el lugar y la hora de las citas. Cabe destacar que la gran mayoría propusieron lugares que solían frecuentar como bares, cafeterías, centros cívicos e incluso sus propios centros de trabajo. Sin duda, esto permitió que el proceso comunicativo fuese ameno y distendido. Como ya se ha expuesto, en ocasiones, las fronteras entre las técnicas de recogida de datos no siempre quedan bien definidas, o no se ajustan a las necesidades de la investigación. Es por este motivo que, al elaborar el guión de la entrevista, se ha optado por el término “entrevista en profundidad” desde un punto de vista genérico. Esto ha permitido incorporar al guión elementos de otras técnicas, como la entrevista biográfica o la dirigida a especialistas. El objetivo de la entrevista era conocer las experiencias vitales acontecidas durante las fases pre-migratoria y de instalación de las personas. En este sentido, se propuso una entrevista estandarizada no programada (Valles, 2007:187). La entrevista contenía 4 bloques generales: 1) Situación previa a la decisión de emigrar. Con este conjunto de preguntas se pretendía profundizar en la situación laboral, personal, familiar, etc., del entrevistado antes de plantearse la posibilidad de emigrar. Esta sección es especialmente importante porque ayuda a empatizar y entender los motivos que empujan a tomar la decisión de abandonar el país de origen. Por ejemplo, no sentirse integrado en el lugar de origen, o ver en la rígida estructura social un obstáculo que dificulta el desarrollo profesional o personal, pueden suponer un incentivo añadido a la hora de tomar la decisión de emigrar. 2) Fase pre-migratoria. En este apartado se buscaba conocer cómo la idea de emigrar cobró fuerza, y su repercusión tanto en el individuo como en su entorno más próximo (familia, amigos, trabajo, pareja, etc.). Se presttó atención a la preparación previa a la salida del país. Como señala Chu (2009), este proceso puede condicionar el devenir del proyecto migratorio, es por ello, que resulta interesante conocer cuáles son las prioridades y objetivos de los futuros emigrantes. METODOLOGÍA • 100 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 3) Fase de instalación. Con este tercer bloque se pretendía recoger el testimonio de los miembros de la comunidad japonesa en la sociedad de acogida. Uno de los ejes centrales en este apartado, lo ocupaba el proceso de resocialización y adaptación a las normas sociales y conductuales de la sociedad de destino. El choque cultural supone uno de los handicaps más importantes a la hora de asentarse en un entorno diferente al habitual. Por ello, además de la información acerca de las relaciones con la población autóctona, también se contempló el interés por el vínculo mantenido con los familiares y amigos que se habían quedado en el país de origen. 4) Situación actual y perspectivas de futuro. Este último apartado se centraba en el análisis de su situación actual, a la vez que se pedía al informante que realizase una valoración sobre cómo se había desarrollado su proceso migratorio. También se solicitó a los entrevistados que, como miembros activos de la sociedad de destino, valorasen su situación personal así como la de la comunidad japonesa en España en general. Con ello se buscaba, además, conocer cuáles eran sus impresiones y en qué medida llevar a cabo determinadas tareas como la preparación previa a la salida de Japón (fasepremigratoria) o mantener los vínculos con el país de origen, habían sido beneficiosos, o no, en su proyecto migratorio. Con esta distribución se pretendía que las entrevistas siguiesen un orden cronológico. Esto tipo de guión presenta dos ventajas: por una parte permite que el propio informante vaya asociando los diferentes acontecimientos de forma ordenada y secuencial, y por otro, facilita al investigador identificar aquellos momentos y hechos más relevantes en el discurso del entrevistado. En relación a este esquema de las entrevistas, se optó, tras una breve introducción sobre la investigación, por solicitar al informante que iniciase su narración, empezando por explicar cómo era su vida antes de plantearse su proyecto migratorio. Iniciar la sesión con una pregunta de estas características, permite observar el nivel de implicación del interlocutor y elaborar una estrategia para continuar con la entrevista. Asimismo, el ceder la iniciativa de la palabra al entrevistado, hace que éste se sienta protagonista de su relato y adquiera mayor confianza. Durante el desarrollo de la entrevista, el rol del investigador era el de orientar y asegurar que se mantuviese un orden en el relato. Para ello se emplearon preguntas abiertas de tres tipos: 1) De clarificación. Cuyo objetivo era despejar dudas y obtener una explicación más detallada sobre determinados aspectos. También se utilizaron este tipo de preguntas cuando se abordaba un acontecimiento relevante para el entrevistado, y se quería profundizar en él. 2) De prueba. Para comprobar que se había comprendido correctamente el mensaje del interlocutor. Este tipo de preguntas en ocasiones permiten ahondar en aspectos METODOLOGÍA • 101 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA subjetivos como opiniones o valoraciones que pudieran hacer el informante. Por ejemplo cuando se tratan temas sobre la familia de origen, al realizar preguntas como: “¿así que te llevabas bien con tu padre, no?” el investigador tiene la oportunidad de corroborar lo dicho, a la vez que da pie al entrevistado a ampliar la información en relación a este tema. 3) Proyectivas. El objetivo de estas preguntas es hacer que el entrevistado ponga en boca de otros opiniones que, por si mismo le resultarían incomodas o difíciles de dar. En el caso del colectivo japonés, este tipo de preguntas resultan indispensables, ya que son pocas las personas que en una primera entrevista son capaces de expresar ideas u opiniones en relación a terceras personas. Estos tres tipos de preguntas abiertas son los que han predominado en la entrevista de este estudio. Dado que el proceso comunicativo no es lineal, se debe mencionar que otro tipo de cuestiones como las de sugerencia o las generalizaciones no han sido tan efectivas. Como propone Hendry (1987), las diferencias culturales entre occidentales y japoneses, pueden ser uno motivo por el cual el planteamiento de este tipo de preguntas no obtienen una respuesta positiva del interlocutor, ya que lo que en un contexto occidental pueden ser una simple pregunta directa, en el caso nipón puede entenderse como fuente de presión. Ante la dificultad añadida que esto supone, la mejor opción es la de intentar reajustar los instrumentos de los que se dispone tanto a las características del colectivo como al objeto de estudio. Con estas opciones, la diferencia cultural entre ambos interlocutores no resultó un obstáculo insalvable. Por ejemplo, los participantes japoneses en esta investigación, mostraron un alto nivel de implicación y participación durante el proceso de recogida de datos. En la mayoría de los casos, las entrevistas superaron las dos horas por sesión (máximo recomendado por los expertos en técnicas cualitativas). Más de la mitad de los entrevistados (27 de 44) manifestaron su interés en ser citados nuevamente para continuar su relato. Finalmente se entrevistaron a 44 personas (de los 48 japoneses con los que se contacto en un principio, 4 cancelaron su entrevista, por lo que el número final fue de 44), de los cuales 14 eran estudiantes y 30 se dedicaban a otras tareas (empresarios, asalariados, amas de casa, artistas, etc.). Se realizaron un total de 68 entrevistas, de una duración medía de entre 90 y 115 minutos por sesión. Aproximadamente, el 90% de las entrevistas se llevaron a cabo en español, 6% en inglés y otro 4% en japonés, estas últimas con el apoyo de una persona japonesa que traducía el testimonio del entrevistado al español. METODOLOGÍA • 102 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Cuadro 13. Datos descriptivos de las entrevistas divididos por grupos. Datos de las entrevista Visado de estudiante Visado de trabajo o residencia Total Número de entrevistados 14 30 44 Número de entrevistas realizadas 17 51 68 Duración media por entrevista (en minutos) 87 120 - Entrevista en español 13 24 37 Entrevista en inglés 1 3 4 Entrevista en japonés 0 3 3 METODOLOGÍA • 103 TERCER CAPÍTULO: RESULTADOS REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 1. Contexto de partida. Como todo proyecto migratorio, el éxodo japonés hacia occidente tiene sus comienzos en la sociedad de origen. El proyecto migratorio con el que cada uno de los miembros del colectivo japonés ha llegado a España, se forjó en Japón. Por esta razón conocer las características básicas de la fase premigratoria puede ayudar a comprender la situación de esta comunidad en la sociedad de acogida. Cuadro 14. Zona de origen de la población japonesa residente en España en el año 2012. Fuente: Elaboración propia. En el mapa 1 se señalan aquellas zonas de las que proceden los habitantes japoneses que residen actualmente en Zaragoza y las áreas metropolitanas de Barcelona y Madrid. Se puede apreciar que la mayoría de la población proviene de dos zonas claramente definidas, la región de Kansai y la región de Kantou. Estas dos regiones son las más habitadas de Japón, no en vano sus capitales son Osaka y Tokio, ambas consideradas dos de las urbes con mayor densidad de población del mundo. Prácticamente la totalidad de la muestra (en torno al 80%), procede de ciudades grandes como las capitales Tokio, Osaka o Kyoto y otras urbes periféricas que concentran gran cantidad de población como Yokohama, Kobe o Nagoya. RESULTADOS • 107 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Los propios japoneses consideran esto como algo normal, ya que como ellos mismos plantean, los japoneses que no residen en capitales tienden a emigrar a éstas dentro de su país. Las personas que habitan en metrópolis difícilmente optan por trasladarse a ciudades más pequeñas, ya que en caso de emigrar, lo más habitual es hacerlo al extranjero. “Es normal, la gente de los pueblos va a la ciudad a trabajar, a estudiar o a lo que sea, pero ¿dónde va a ir una persona de Tokio o de Osaka? Ellos saben que si quieren mejorar su trabajo o su vida, se tienen que buscar la vida en su ciudad o si no se marchan fuera. Es muy raro que una persona de la capital quiera ir a vivir a un pueblo, incluso a una ciudad más pequeña. ” Hideo 2. Motivos intrínsecos y extrínsecos de la migración 2.1. Perfil del inmigrante japonés en España. Zona de procedencia Los participantes en esta investigación, provienen de 4 áreas de Japón, todas ellas situadas en la isla de Honshuu. Las dos regiones más representadas son las de Kantou con 20 personas, y Kansai, con 15 personas, seguidas de Chuubu, con 7 individuos y Touhoku con 2. Dicho de otro modo, del total de la muestra, 9 de cada 10 inmigrantes proviene de las zonas de Kantou o Kansai. Tabla 3. Zona de procedencia de las muestra. Valor absoluto (n) Valor relativo (%) Akita 1 2,27 Aomori 1 2,27 Tokio 13 29,55 Yokohama 3 6,82 Saitama 1 2,27 Kanagawa 3 6,82 Osaka 12 27,27 Kobe 1 2,27 Nagoya 5 11,36 Kyoto 2 4,55 Nagano 1 2,27 Toyama 1 2,27 Total 44 100 RESULTADOS • 108 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Nos encontramos ante un colectivo urbano. Las dos ciudades con mayor número de emigrantes son Tokio (la capital de Japón) y Osaka (la segunda ciudad por número de habitantes del país). Ambas metrópolis ocupan puestos destacados entre las ciudades más pobladas del mundo según el informe de las Naciones Unidas de 2011. Ambas regiones comparten su importancia en el ámbito económico y comercial, tanto a nivel local como nacional e internacional. Un buen ejemplo de ello, es que ambas regiones cuentan con los dos aeropuertos más importantes del país, el Aeropuerto Internacional de Narita en Tokio, y el Aeropuerto Internacional de Kansai en Osaka, así como con 2 de los puertos más concurridos a nivel mundial (el puerto de Hansin en Osaka y el puerto de Keihin en Yokohama). Como comentan algunos informantes, estás dos regiones administrativas representan la puerta abierta entre Japón y occidente. “Tokio (Kanto) y Osaka (Kansai), son las dos ciudades más modernas de Japón. Allí se puede encontrar de todo, desde las cosas típicas de Japón, hasta las ultimas novedades en ropa, electrodomésticos o ingeniería no sólo de Japón, sino del mundo. Mucha gente piensa que el primer paso para conocer Europa y los Estados Unidos, es venir a Osaka o Tokio. Aquí hay escuelas de idiomas, clubes de todo tipo, incluso en Osaka está “la casa de Cataluña”. Makoto Imagen previa de las ciudades españolas. En el momento de elegir una ciudad en la que asentarse, Barcelona y Madrid se perfilan como las dos opciones preferidas por parte de la muestra. Como señala Mariko esto se debe a los estereotipos y a la popularidad de estas dos urbes en el país nipón. “En Madrid puedes encontrar todas las cosas relacionadas con España, ¿no? Por ejemplo, aquí conozco unos bares donde bailan flamenco y siempre hay muchos españoles. También, los equipos de fútbol de Madrid llevan la bandera de España. En muchos sitios he leído que Madrid, por ser la capital, tiene todo lo que un extranjero puede ver de España…Cataluña creo que no es representativa de España. Solamente he estado allí una vez pero…la gente es más abierta, hay muchos extranjeros y…la actitud de la gente es muy diferente a la de Madrid. Hay excepciones claro, pero creo que en general Barcelona se parece más a Paris o a Ámsterdam. No tiene tantas cosas típicas de España, por ejemplo, ¿han prohibido los toros?, ¿no?. Eso es como si en Japón quitan el sumo o el karate o algo así, ¿no?” Mariko RESULTADOS • 109 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Tabla 4. Ciudad de destino del colectivo japonés durante la fase pre-migratoria. Primera Segunda opción opción Fr.* % Fr.* % Barcelona 25 56,8 14 31,8 Madrid 16 36,4 21 47,7 Zaragoza 1 2,3 1 2,3 Valencia 0 0,0 2 4,5 Salamanca 0 0,0 4 9,1 Bilbao 1 2,3 0 0,0 Sevilla 1 2,3 2 4,5 Total 44 100,0 44 100,0 * (Número de veces que se menciona el termino) Las razones principales por las que los inmigrantes japoneses eligen estas dos ciudades (durante la fase pre-migratoria) como principales lugares para asentarse son: a) intereses culturales y por b) recomendación de un amigo, profesor o familiar. Cabe destacar que mientras que se da una cierta homogeneidad en el discurso a la hora de recomendar estas ciudades como lugar de destino, en relación a los intereses culturales, cada ciudad se identifica con unos estandartes y aspectos muy específicos. Tabla 5. Razones por las cuales se eligen Barcelona y Madrid como ciudades de destino durante el proyecto pre-migratorio. Barcelona Razones culturales Recomendado por alguien No tiene alternativa Otras Fr. 20 15 3 1 Razones culturales Recomendado por alguien No tiene alternativa Otras 19 11 5 2 Madrid Para los informantes, Barcelona es el reflejo de una ciudad moderna y dinámica, con un valor arquitectónico y un paisaje urbano que la diferencian del resto de ciudades españolas. RESULTADOS • 110 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Destacan sobre todo las obras de Gaudí, el puerto y barrio gótico. A diferencia de otros núcleos urbanos como Madrid o Sevilla, la percepción que se tiene de la ciudad condal antes de emigrar, se asocia más al ideal de metrópoli europea, que a la de ciudad tradicional española. “Creo que no puedo decir que Barcelona es como Tokio o Kyoto. Creo que es más pequeña. Pero si que puedo decir que he visto cosas parecidas a las que tenemos en Japón. Por ejemplo, mucha gente que trabaja aquí no vive en Barcelona, si no que lo hace fuera en el extrarradio, como en Tokio. El suelo aquí es muy muy caro. También puedes ver a mucha gente vestida de forma un poco rara, como en Tokio. También conserva algunas cosas antiguas como Kyoto. Por ejemplo, la Sagrada Familia o el parque Güell son como el palacio de Oro, o el barrio de Guion. Pero creo que hay más diferencias que similitudes.” Junko Por su parte, Madrid está considerada una ciudad antigua en la que se identifican unos valores y costumbres más tradicionales. Los entrevistados plantean que en ella se encarna un estilo de vida típico español. La capital destaca por aspectos como el baile flamenco, el vino, la gastronomía y por un ritmo de vida diferente al de las grandes ciudades japonesas como Tokio u Osaka. Cuadro 15. Diferencias culturales y sociales entre las ciudades de Barcelona y Madrid según el colectivo nipón antes de emigrar a España. La muestra también resalta que los estereotipos que rodean a los habitantes madrileños (“abiertos”, “amables”, “divertidos” y “juerguistas”) son extrapolables al resto del territorio nacional. Desde esta perspectiva, la capital española se convierte en un punto en el que los diferentes estereotipos nacionales confluyen dando como resultado, una imagen representativa de lo que la comunidad nipona entiende por una España tradicional. Pese a que un elevado número de participantes se consideran a sí mismos como inmigrantes culturales (cerca del 80%), ninguno de ellos contempló la opción de emigrar a una zona rural. Esto se debe a: a) desconocimiento o falta de información b) menor oferta de ocio y c) RESULTADOS • 111 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA incompatibilidad con el proyecto migratorio como por ejemplo, mayores dificultades para acceder al mercado laboral o una oferta formativa más reducida. A todo esto hay que añadir, que son pocos los españoles procedentes de áreas rurales que emigran a Japón, por lo que aquellas personas que emigran a España con una pareja española, o por recomendación de amigos españoles, eligen las zonas urbanas de procedencia de éstos como lugar de destino. Tabla 6. Razones para no emigrar a zonas rurales. Frecuencia No tienen cursos de Español para extranjeros 36 Es más como la ciudad 32 No conozco a nadie que me pueda ayudar si voy allí 27 No hay opciones de trabajo 22 No hay muchas cosas que hacer 21 No puedo encontrar productos japoneses 16 No conozco ningún pueblo 14 La gente es más cerrada que en las ciudades 11 No obstante, no toda la colonia nipona se concentra en las grandes áreas metropolitanas de Barcelona y Madrid. Ciudades como Bilbao, Sevilla, Valencia o Zaragoza, están acogiendo a una comunidad nipona cada vez más numerosa. Se han identificado varias características comunes entre los residentes de las grandes zonas metropolitanas, y aquellos que se han asentado en ciudades más pequeñas. Aún así, la principal diferencia entre ellas es que, aquellas personas que pretenden emigrar a ciudades más pequeñas, presentan un interés específico en algún aspecto propio de la región a la que se emigra. “Hice mi tesina sobre la cooperativa de Mondragón, en el País Vasco. Me pareció un tema muy interesante y me puse en contacto con gente de allí para ver si me podrían acoger durante una temporada para conocer de primera mano lo que había estudiado con tanto interés.” Yukino “La montaña es una de mis aficiones, y en Nagoya conocí a un chico de Zaragoza que me enseñó fotos de los Pirineos y de las montañas aragonesas. Me encantaron y en ese momento decidí que si algún día iba a España, tenía que ser allí.” RESULTADOS • 112 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Tomoko Las personas que pretenden emigrar a las grandes ciudades, muestran un interés más genérico y unos planes de futuro más dispersos durante la fase de preparación previa a la salida de Japón. “Me imaginaba Barcelona como la “Nueva York” de España…después de vivir en los Estados Unidos y conocer a gente española decidí viajar y conocer el país. Hay muchísimas películas y series de animación en las que aparece Barcelona. Antes de conocer a mi novio, siempre pensaba que me gustaría encontrar un trabajo allí y poder disfrutar de los paisajes urbanos, el estilo de vida y esas cosas.” “Akino” Nivel de formación reglada. La población nipona residente en España, presenta un nivel de formación académica elevado. De los 44 entrevistados 32 llegaron a España con titulación universitaria, 6 con master y 2 de ellos lo hicieron como doctores. Únicamente 4 de los entrevistados no tenían titulo universitario, sin embrago, 3 de ellos habían realizado el equivalente a una Formación Profesional Superior (FP nivel 2) antes de emigrar. Tabla 7. Nivel de estudios previo a la emigración del colectivo japonés. Frecuencia Grado universitario 32 Master 6 Doctorado 2 Formación profesional 3 Secundaria 1 Total 44 Al margen de la titulación obtenida en Japón, el interés por continuar formándose en la sociedad de acogida es una de las características de esta comunidad. A la hora de elegir qué estudiar en España, aproximadamente un 61% tenía intención de estudiar español a través de un curso de español para extranjeros, ya sea en la universidad o en otros centros públicos o privados como la Escuela Oficial de Idiomas o academias privadas. RESULTADOS • 113 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Tabla 8. Tipo de estudios que se desean cursar en España. Fr. % Master 9 20,45 Doctorado 1 2,27 Formación profesional media 1 2,27 Formación profesional superior 2 4,55 Diplomatura 2 5,55 Cursos de Español 16 36,36 Escuela Oficial de Idiomas 11 25,00 2 4,55 Nivel de estudios No deasea estudiar 44 100,00 Total Redes sociales y tipo de apoyo: familia y amigos. Las redes sociales han desempeñado un papel importante tanto en la fase pre-migratoria, como durante la de instalación. En el contexto de partida se han identificado dos redes de apoyo clave: la familia y el grupo de amigos. Cuadro 16. Redes de apoyo durante la fase de instalación identificadas por los entrevistados. RESULTADOS • 114 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA La familia. En la etapa previa a la fase post-migratoria, la familia nuclear (formada por padres y hermanos) se considerada una de las fuentes de apoyo informal más importante. Aproximadamente un 75% de la muestra consideraba que atendía a necesidades de carácter afectivo como el apoyo a la hora de tomar decisiones relacionadas con el trabajo o los estudios, pedir consejo sobre cómo resolver conflictos por ejemplo, en el terreno laboral. Por su parte el 15% restante identificaban el apoyo obtenido por la familia como instrumental. En estos casos, la familia se encargaba de atender necesidades básicamente de carácter económico (p.ej. prestar dinero para estudiar, ayudar en la adquisición de una vivienda, etc.) o laboral (p.ej. encontrar trabajo, continuar con el negocio familiar, etc.). Amigos. En la muestra seleccionada, la red de apoyo más extensa se encuentra entre los amigos. Dentro de esta dimensión destacan tres sub grupos: amigos del trabajo, de la universidad y los de clubes y asociaciones de ocio. Se considera que todos ellos realizan una función tanto de apoyo afectivo como instrumental, ya que se comparten intereses, vivencias y experiencias, a la vez que se intercambiaban consejos acerca de cómo viajar a Europa o a los Estados Unidos. Para aproximadamente 3 de cada 4 participantes, estos grupos suponen el primer contacto con la cultura occidental. Gracias a ellos, conocen a los primeros occidentales y a otros japoneses con los que compartir inquietudes e intereses. Como señala Sakura para muchos japoneses estos grupos son el primer paso para iniciar el proceso migratorio a Occidente. “De hecho, yo conocí a mi marido gracias a un grupo de cocina española. La profesora era su hermana y él estaba de vacaciones. Como me gustaba mucho la cocina española aprendí unas palabras en español, así que ella (la profesora) me pidió que les hiciera de guía turística por Osaka. Nos lo pasamos muy bien. Y no sólo los conocí a ellos, también a otras japonesas a las que les gustaba la cultura española. Algunas estaban casadas con españoles y ellos venían a clases. También se encontraban dos chicas de China y una de Rusia que tenían novios españoles y que venían a clase a enseñarnos platos de su región”. Sakura Antes de abordar en profundidad la relación entre la muestra y los agentes sociales con los que interactúan durante la fase de instalación, es necesario conocer y comprender los motivos que han traído a España a la población objeto de estudio. RESULTADOS • 115 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 2.2. Razones para emigrar. En cuanto a la decisión de salir de Japón, se han identificado una serie de motivos, compartidos por la mayoría de los participantes, por los que se ha decidido asentarse en la capital aragonesa y las áreas metropolitanas de Barcelona y Madrid. Estas son: a) Razones culturales: El propósito del proyecto migratorio para las personas que emigran por razones culturales, está estrechamente relacionado con el interés o aprendizaje de alguno de los aspectos característicos de la sociedad de destino. Dentro de este colectivo, se han identificado dos grandes grupos. Por un lado, aquellos que mostraban un interés amplio por la cultura hispana, y por otro, aquellos que se sentían atraídos por aspectos más específicos como la obra de un artista en concreto, o un estilo arquitectónico determinado. El grupo que manifestaba un interés genérico por el folclore español, se localiza en la ciudad de Zaragoza y la zona metropolitana de Madrid, mientras que los residentes en el área de Barcelona, llegaron atraídos por obras de artistas catalanes (como Salvador Dalí, o Miró) y expresiones culturales cuyo origen se sitúa en la Comunidad Autónoma de Cataluña como por ejemplo el arte gótico y modernista de ciudades como Barcelona, o el interés por la cocina mediterránea. “Al principio, no sabía si quería ir a Barcelona o Madrid. La verdad es que las dos me parecían buenas opciones, pero al final me decidí por Barcelona. Barcelona tiene mar, y eso me gusta, pero también el hecho de tener tantos lugares diferentes en una misma ciudad me parece genial. Depende del sitio por el que vayas, no parece que estés en la misma ciudad. También aquí, hay muchísimas actuaciones de teatro y conciertos de artistas de todo el mundo.” Rioko Una de las tendencias propias de los inmigrantes culturales es su integración en asociaciones u organizaciones locales afines a con aquellas vertientes culturales que han incentivado su proyecto migratorio. Entre estas entidades destacan las asociaciones culturales, tanto las relacionadas con el país de origen como con las de acogida. b) Razones vocacionales y laborales: Las personas que vienen por motivos vocacionales o laborales, llegan a España con una intención clara, la de poder trabajar en una profesión en concreto, encontrar un trabajo que les permita conciliar la vida profesional y personal (en referencia a mas días de descanso, más tiempo RESULTADOS • 116 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA libre, menos presión, etc.) o la de acceder a un lugar de trabajo en un sector inexistente o poco desarrollado en el país de origen. Los perfiles de estos profesionales son muy diversos. Entre ellos se encuentran profesores de lengua, asalariados del tercer sector, autónomos, traductores o funcionarios, entre otros. Sin embargo, todos ellos coinciden al señalar que, tanto su salida de Japón como su decisión de emigrar a España, no estaba condicionada por la expectativa de encontrar mejores condiciones laborales (más sueldo, mejores equipamientos y herramientas de trabajo), sino que su deseo de venir estaba motivado por un cambio tanto en el ámbito laboral como en el estilo de vida. Asimismo, aquellas personas que han emigrado en busca de una oportunidad laboral difícil de lograr en Japón (por razones de género, presión familiar, etc.) llegan a España motivadas por el posible acceso a un mercado laboral que ofrece mayores oportunidades. “En Tokio trabajaba de gerente en una cadena de cafeterías americanas. Aunque mi cargo no era muy alto, siempre tenía que hacer horas extras y no podía quedar con mis amigas porque salía tarde y por la mañana empezaba pronto. Sentía que estaba perdiendo mi juventud, así que empecé a pensar en buscar otro trabajo que me dejará tiempo libre, pero creo que eso no existe en Japón.” Mariko c) Razones de formación laboral y académicas: En este colectivo se encuentran referencia a las personas que emigran con la intención de adquirir unas competencias concretas para poder desarrollar mejor su futura profesión, independientemente del lugar en el que se desarrolle. Dentro de este grupo están aquellos estudiantes universitarios que buscan ampliar el grado de conocimiento de alguna materia que previamente habían tratado en Japón. También, este colectivo integra a aquellas personas que se desplazan a Madrid, Barcelona o Zaragoza con el objetivo de aprender o perfeccionar aspectos de una formación profesional específica, que les servirá para mejorar sus competencias en su profesión. Ejemplo de ello son los casos de deportistas o personas interesadas en el sector de restauración y hostelería, trabajadores de multinacionales que buscan adquirir experiencia en trabajos de más responsabilidad, etc. “Cuando cumplí los 16 años, el entrenador de mi equipo de fútbol me dijo que tenía que pensar en mi futuro. Mis notas en el instituto eran muy buenas, pero mi equipo estaba en la segunda división japonesa. Todo el mundo pensaba que tenía más futuro como “salaryman” que como futbolista, pero un amigo de mi padre que vive en Madrid, le comentó que yo quería jugar a fútbol a un amigo que tenía un equipo en Madrid…finalmente decidí venir al Zaragoza B. Aunque no es un equipo de la primera RESULTADOS • 117 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA división, aquí puedo aprender y dedicarme a jugar, que es lo que me gusta. Si me hubiera quedado en Japón ahora estaría trabajando en “Honda”, “Panasonic”, o algo así.” Ibiki d) Razones familiares o de pareja: El encuentro con la familia nuclear, la pareja, o la intención de formar una nueva familia, son algunas de las razones que destacan los participantes de este estudio en el momento de decidir emigrar de Japón. Este colectivo se puede dividir en dos subgrupos de inmigrantes. En el primero, se están aquellos japoneses que han llegado a España como parte de un proyecto familiar ya consolidado. Este es el caso de empresarios y trabajadores desplazados por la empresa a nuestro país. El segundo caso, lo componen aquellos japoneses que han emigrado a España con la intención de iniciar o consolidar una relación sentimental con una persona de origen español. Esta subcategoría está formada por mujeres (76% aproximadamente), en su mayoría entre 25 y 40 años con estudios universitarios. Todos los japoneses entrevistados que conforman una pareja mixta con hijos nacidos en España consideraban que salvo por fuerza mayor (trabajo o salud de algún familiar en Japón), su intención es la de criar a sus hijos en España. “Vine a España por varios motivos. Entre ellos, porque cuando vivía en Kanagawa, conocí a mi marido (español). Los dos trabajábamos, pero el quería volver, y como yo estudié español en la universidad, pensamos que sería una buena idea probar una nueva vida aquí (España)…Acepté venir porque quería ser profesora de japonés, no trabajar en una empresa, y venir a Europa me daba esa oportunidad.” Totoko Cabe destacar que las razones que exponen los participantes para emigrar de Japón no son excluyentes. A lo largo del periodo de recogida de información, se ha podido constatar cómo los entrevistados han relacionado varios de estos motivos con su marcha del país de origen. Por ejemplo, en el caso de los estudiantes universitarios, un alto porcentaje ha elegido venir a España por sus estudios, y por tener un especial interés en algún aspecto de la sociedad de acogida. Del mismo modo, aquellas mujeres que buscaban acceder a un mercado laboral con más oportunidades, elegían la zona en la que asentarse en base a sus intereses como el estilo de vida o el lugar de residencia de su pareja española. RESULTADOS • 118 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Cuadro 17. Motivos por los que la población japonesa emigra a España. Una vez conocidos los motivos por los que los miembros de este colectivo deciden emigrar, es necesario identificar cuáles son los principales destinos, así como aquellos factores determinantes que influyeron a la hora de decidir asentarse en la sociedad de destino. Estos aspectos hay que tenerlos en cuenta ya que de este modo, se puede observar cuales de ellos favorecen el proceso migratorio, durante la llegada y a lo largo del periodo de asentamiento. En el cuadro 19, se indican aquellos países en los que los entrevistados, han residido antes de asentarse de forma indefinida en la sociedad de acogida. 19 de los 44 entrevistados han vivido en otros países antes de hacerlo en España. Los destinos más frecuentes son los países de habla inglesa como Estados Unidos (9) y Reino Unido (7) Canadá (2) e Irlanda (1). También se han identificado otros países menos relevantes en cuanto al número de japoneses que han residido en ellos, pero que comparten ciertos rasgos culturales con España. Estos son Italia, Francia, Perú y Brasil. “En general, para los japoneses es más fácil emigrar a los países en lo que se habla inglés….la razón es muy sencilla, estudiamos inglés desde que somos niños, entonces para nosotros es más cómodo ir a Estados Unidos o a Inglaterra, porque no nos tenemos que preocupar tanto por aprender el idioma, y podemos pensar en otras cosas.” Musume Todos los entrevistados que se han trasladado a países occidentales antes de afincarse en España, consideran que la experiencia ha sido positiva. Las principales razones por la que la escala en otra nación se considera positiva, están relacionadas con la adquisición de habilidades sociales y la experiencia vivida. “Aunque España era mi país favorito, creo que vivir fuera me ha ayudado a conocer a los españoles y su sociedad de manera diferente. Muchos jóvenes que llegan a España hacen muchas cosas porque creen que así experimentaran cosas “muy” españolas”. También soportan muchas cosas malas de los españoles porque ellos quieren vivir aquí y piensan que sus problemas pueden ser por diferencias culturales, pero a veces es sólo porque la gente no es buena o no les gusta esa persona. Creo RESULTADOS • 119 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA que si vives fuera o te relacionas con otros extranjeros puedes distinguir si las cosas que pasan son por la cultura o no.” Mariko Cuadro 18. Países de residencia previa al traslado a España de los emigrantes japoneses. Fuente: Elaboración propia 2.3. Factores de atracción y expulsión. Los factores de atracción y expulsión, proporcionan información sobre los motivos que llevan a un colectivo a emigrar, o la razón por la cual un país resulta atractivo para determinados colectivos inmigrantes. Habitualmente los factores de atracción se asocian a las condiciones de vida, a mayores oportunidades, etc., que se dan en los países económicamente desarrollados, mientras que los factores de expulsión aluden a la situación social, económica, etc., en la que se encuentran los países económicamente menos desarrollados. Sin embargo, casos como el del colectivo japonés, hacen que sea necesario revisar estos supuestos ya que, como se muestra a continuación, variables tan subjetivas como la búsqueda de un modelo de vida determinado, o los intereses personales, pueden considerarse más importantes que mantener una posición social y económica acomodada. Atracción. 1. El imaginario colectivo que se tiene de España antes de emigrar, es uno de los factores de atracción con mayor peso en el flujo migratorio de los japoneses hacia occidente. Los términos más empleados para describir como se pensaba que sería la sociedad española durante la fase pre-migratoria eran: un país con gente muy abierta (45 RESULTADOS • 120 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA repeticiones), fácil para hacer amigos (40), gente muy divertida (32). Esta imagen se ha desarrollado a partir de la información procedente de los medios de comunicación tras la Segunda Guerra Mundial, los juegos Olímpicos de Tokio, y especialmente tras los logros deportivos españoles en las últimas dos décadas. Tabla 9. Descripción de la población española según el colectivo japonés residente en España. Palabras usadas por la muestra para describir a los españoles 2. Frecuencia Gente muy abierta 45 Fácil hacer amigos 40 Gente muy divertida 32 Un poco/muy vagos 23 Gente atractiva 19 Sinceros 12 Una oferta de formación académica más económica que otros países de Europa, y mayor seguridad y estabilidad política y económica que en el continente sudamericano. 3. Las condiciones laborales que ofrece el mercado laboral europeo, permiten alcanzar un nivel elevado de especialización, posibilidades de ascenso laboral, y en muchos casos, de una mayor libertad de los trabajadores en comparación con el modelo japonés. 4. Aumento de capital social. En este sentido, la representación social que se tiene de España es importante, ya que se considera que establecer relaciones sociales en nuestro país es más sencillo que hacerlo en otros países. Asimismo, el establecer vínculos con personas extranjeras puede resultar beneficioso tanto en el ámbito personal (hacer amigos, encontrar pareja) como profesional (abrir nuevos nichos de mercado, conocer nuevos socios). 5. La afinidad o el interés por determinados aspectos culturales como la lengua, el patrimonio histórico y artístico, etc., también se consideran un factor de atracción importante. Aunque España no ha sido uno de los destinos más habituales de la comunidad inmigrante japonesa, en los últimos años, esta situación está cambiando. Las similitudes fonéticas entre el español y el japonés, junto con el aumento de inmigrantes de países latinoamericanos que está recibiendo Japón, contribuyen a que la lengua española ya sea el segundo idioma occidental más estudiado en Japón. RESULTADOS • 121 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 6. El capital cultural es otro de los elementos de atracción para este colectivo. Personajes históricos como Gaudí, Goya o Lorca, junto a artistas y figuras emergentes como Joaquín Cortes o Ferrán Adrià, sirven de reclamo para muchos de los japoneses que imaginan un futuro fuera de su país. Asimismo, el éxito y la popularidad que han adquirido algunos japoneses en campos como el flamenco (Ishimitsu Takazuka) o el toreo (Nono Taira), ha contribuido a que la imagen que se proyecta de España, sea la de un país abierto a oriente, y que ofrece oportunidades de desarrollo personal más allá del mundo laboral. Cuadro 19. Elementos de atracción hacia España, identificados por la muestra. Expulsión. 1. La presión y el control social, junto con el conflicto interno entre el deber y el querer, constituyen dos de los factores de expulsión más comunes entre los japoneses. Por ejemplo, para muchas mujeres, permanecer en el país de origen supone la aceptación de un modelo de vida concreto, en el cual los intereses y expectativas de futuro familiares pueden primar sobre los propios. 2. La falta de alicientes para el progreso individual en el puesto de trabajo. Para colectivos como el de mujeres o el de jóvenes, la falta de reconocimiento a nivel individual en el país de origen, supone una dificultad añadida a la hora de acceder a determinados puestos de trabajo o ascender profesionalmente. La presión social dificulta la iniciativa individual, especialmente de colectivos como el de jóvenes o mujeres, marcando unas pautas, valores y conductas claros, que han de ser seguidos. Por esta razón, cada vez son más los que emigran a España y otros países europeos, en busca de oportunidades de promoción de una carrera profesional o simplemente desarrollar un estilo de vida que no es aceptado por la sociedad de origen. RESULTADOS • 122 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 3. El modelo empresarial japonés constituye un elemento de expulsión a tener en cuenta. Ben-Air (2006) analiza el funcionamiento interno de las multinacionales japonesas y destaca que las estancias en sedes del extranjero suponen grandes ventajas para los trabajadores ya que, es una forma de aumentar el capital social tanto personal como empresarial. Asimismo, como forma de incentivar estas estancias en el extranjero, las multinacionales ofrecen a estos trabajadores, cargos superiores a los que desempeñaban antes de su salida. De este modo, la opción de salir de Japón se puede entender como una inversión de futuro, sobre todo para aquellos jóvenes que presentan dificultades para acceder a puestos de mayor responsabilidad. El afianzamiento de redes sociales así como el aumento de capital social y humano que esto puede suponer, también se convierten en un incentivo para emigrar. 4. La situación laboral es otro de los factores de expulsión a contemplar. A la escasez de ofertas de empleo derivadas, tanto por la situación de crisis global como por la recesión económica que vive Japón desde la década de los 90, hay que añadirle unas condiciones laborales que no convencen a los japoneses (sueldos bajos, ampliación de la jornada laboral, etc.) y que, contribuyen a que cada vez más personas estudien la opción de emigrar como una posible alternativa. Cuadro 20. Elementos de expulsión del país de origen, identificados por la muestra. Sin embargo, tanto los motivos de expulsión como de atracción expuestos, nos remiten a un colectivo diverso, en el que podemos encontrar diferentes perfiles. 3. Preparación previa a la partida y fuentes de apoyo. La muestra comparte cierto grado de similitud a la hora de encarar el momento en el que se decide salir de Japón. Cerca del 70% de las personas entrevistadas manifiestan que su intención de salir de Japón tuvo lugar en los años en los que eran estudiantes universitarios, y más concretamente a finales de su vida universitaria. De aquellos entrevistados con estudios universitarios, 4 de cada 5 habían realizado alguna estancia previa en el extranjero como parte de RESULTADOS • 123 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA su formación. Un 23% consideró la opción de emigrar después de conocer a personas extranjeras en Japón, y el 7% restante empezaron a plantearse esta opción o bien por petición expresa de la empresa o bien porque la pareja quería retornar a su país de origen. Durante la transición de la fase post-migratoria a la de asentamiento, las principales inquietudes planteadas por este colectivo giran en torno a tres aspectos: 1. Formarse en la sociedad de destino. Una de las prioridades es la de matricularse en cursos de post grado o de español para extranjeros entre otros. 2. Acceder a un mercado laboral más flexible. A lo largo de la fase previa a la salida hacia el país de destino, salvo el grupo de estudiantes, todos los entrevistados ocupaban un puesto de trabajo estable en Japón. Este grupo de asalariados, durante esta fase, seleccionó empresas o ámbitos laborales a los que les gustaría incorporarse una vez asentados en la sociedad de acogida. 3. Ahorrar dinero para afrontar la fase de asentamiento con cierta estabilidad económica. A lo largo de la fase-premigratoria se ha identificado esta estrategia común en toda la muestra. El periodo de ahorro oscila entre los 6 y 18 meses, dependiendo de la profesión y/o el nivel socioeconómico de los participantes. Las razones por las que se reserva el dinero para la fase de instalación son: a) afrontar el pago de matriculas de cursos, b) viajar por el territorio nacional y europeo y c) equilibrar el desajuste entre el nivel de vida de ambos países. Junto a estas inquietudes e intereses, a lo largo de las entrevistas, los informantes también apuntaron algunos elementos que no se tuvieron en cuenta durante la fase post-migratoria y que obstaculizaron su proceso de integración. Entre ellos destacan las dificultades para acceder al mercado de trabajo, puesto que no existe ningún convenio bilateral, y se requiere un visado especial al no ser ciudadanos miembros de la UE, cambiar el visado de estudiante o turista u obtener un permiso de residencia o de trabajo y acreditar u homologar la titulación del país de origen a la normativa europea. Los participantes señalan que la excesiva carga burocrática que requiere la tramitación de estos procesos, junto al lento funcionamiento de la administración competente, lleva a los japoneses a plantearse su regreso al país de origen. “Después de estudiar casi un año en un curso de la universidad, una academia me ofreció trabajar como profesor de japonés…sin embargo, como no tenía un permiso de trabajo no me podían contratar más que unas pocas horas a la semana. Para los que llegamos aquí como estudiantes o turistas se nos plantea un grave problema. Al no poder trabajar no podemos vivir en España, y trabajar es casi imposible si eres RESULTADOS • 124 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA japonés. Tú título no vale, al no ser europeo nadie quiere hacerte un contrato porque no saben cómo se hace y necesitan mucho tiempo.” Toshi “Para los japoneses la mejor opción es venir a Barcelona o Madrid. Aquí hay empresas japonesas que están dispuestas a hacerte los papeles. Pero esto no es lo que queremos la mayoría de japoneses. Si quisiera trabajar en Toyota o Mitsubishi, me hubiera quedado en Tokio…para muchos la única opción es trabajar una temporada con ellos, y después si tenemos suerte podemos buscar otro trabajo en alguna empresa española o de Europa.” Akino Como apuntan algunos japoneses, a este tipo de adversidades se suma el desconocimiento tanto de los organismos públicos como de las organizaciones no gubernamentales (ONGs), y esto les obliga a reajustar su proyecto migratorio, así como las estrategias de asentamiento. “En mi curso de español para extranjeros, compartía clase con chicas chinas, de Corea, de Brasil y de países de África. Cuando lo terminamos algunas de ellas pudieron encontrar trabajo en España y se quedaron aquí. No se por qué las chicas de África y Brasil no tuvieron ningún problema. Ellas me dijeron que pidieron consejo a sus embajadas y a unas ONGs y no tuvieron problemas con sus visados. Las chicas chinasnene tuvieron más dificultades, pero al final una también consiguió un trabajo en Madrid. Yo pedí ayuda a la embajada de Japón y a Casa Asía, pero nadie sabía cómo podía tramitar el visado…finalmente un amigo de mi novio (español) me explicó como hacerlo y conseguí mi visado de trabajo.” Noriko Como se recoge en el testimonio de los participantes, el apoyo social se convierte en una de las piezas claves del proyecto migratorio ya que en muchos casos, el éxito en las primeras fases de este proyecto depende, en gran medida, de la ayuda recibida durante la fase premigratoria y las primeras etapas de la fase de instalación. En este sentido, los japoneses manifiestan, de forma unánime que la contribución más importante, en la que proporciona la familia nuclear. En segundo lugar, sitúan al apoyo recibido por la familia más extensa y los amigos. En tercer lugar, se encuentran aquellos jefes, profesores o compañeros de trabajo que prestaron su ayuda durante esta etapa previa a la llegada. RESULTADOS • 125 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA A pesar de que la familia se convierta en el soporte principal para la persona que quiere emigrar, es importante señalar que el proyecto migratorio que se plantea, no es siempre aceptado, ni recibe una aprobación automática. Aquellos entrevistados que consideran que la familia no fue una de las fuentes de apoyo más importantes, defienden que las razones por las cuales los miembros familiares mostraban cierto escepticismo con el proyecto migratorio, están estrechamente relacionadas con el mundo laboral. Algunos padres, en ocasiones, no comprendían los motivos por los que una persona con un buen trabajo quiere empezar una nueva vida desde cero en un país extranjero. Otro de los factores por los cuales la familia no apoya la decisión de emigrar durante las primeras fases del proyecto migratorio, está vinculado al rol de emigrante como miembro de una familia transnacional. Este motivo se ha identificado especialmente en mujeres de edades comprendidas entre los 21 y 35 años. Como ellas mismas manifiestan, aunque sus familias no lo han expresado de forma directa, perciben que su salida de Japón, en ocasiones, se ha interpretado como un abandono de las obligaciones en relación a la familia nuclear (cuidado de los progenitores). “Pasaron casi 2 años desde que me vine a España y pude hablar con mi familia. Cuando supieron que me iba a España, ellos no me dijeron nada. Al llegar aquí les llamaba una o dos veces por semana y ellos no me contestaban…una amiga mía me dijo que ellos estaban un poco tristes y enfadados porque dejaba mi trabajo y mis obligaciones en Japón. Cuando fui de vacaciones a Japón ellos no me vinieron a buscar, y no parecían muy contentos con la idea de tenerme unos días en casa, pero lo hablamos y con el paso del tiempo lo han ido asimilando.” Sakura Independientemente de que la familia nuclear muestre su agrado con la decisión tomada, los participantes en esta investigación, en su mayoría, consideran que el apoyo familiar es útil para empezar su nueva etapa. Al contrario que en otros colectivos, el apoyo que la familia presta, suele ser de carácter afectivo o moral, más que económico. Tabla 10. Fuentes de apoyo identificadas por los entrevistados durante el proceso migratorio. Fuentes de apoyo Frecuencia Familia nuclear 13 Familia extensa 10 Amigos 10 Jefes y supervisores 4 Compañeros de trabajo 4 RESULTADOS • 126 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Los únicos casos en los que sí se confirma que la familia aportó recursos económicos para iniciar el proyecto migratorio, corresponden a aquellos jóvenes estudiantes que realizaran un periodo de formación en una universidad española. En esta situación los padres aportaron una cuantía económica suficiente para hacer frente a necesidades básicas como la manutención, alojamiento, matrículas y material para el estudio, y una pequeña cantidad reservada para hacer frente a situaciones eventuales como cuestiones sanitarias, matriculas, tasas de escolarización o imprevistos. 4. Estrategia migratoria y llegada a España. Como se ha visto anteriormente, los inmigrantes japoneses, al no ser miembros de la UE ni al existir ningún tipo de acuerdo bilateral entre España y Japón, necesitan obtener un visado que les permita entrar y/o permanecer de forma regular en el país. A pesar de algunos acuerdos en materia económica y cultural, como los realizados en el 2013 (coincidente con el aniversario de la entrada de japoneses en España), hoy en día sigue sin existir ningún convenio que facilite el flujo de personas entre ambos países. Esto, obliga a las personas que emigran del país nipón, a llevar a cabo una serie de estrategias migratorias, que la literatura de las migraciones internacionales, suele asociar a colectivos de inmigrantes cuya área de procedencia está menos desarrollada económicamente que la de destino. 4.1. Estrategias migratorias. Se han identificado 4 tipos de estrategias que permiten a este colectivo obtener permisos de residencia en España. Estos son: mediante visados de turista, a través del visado de estudiante, el matrimonio entre europeos y japoneses, y permisos de trabajo. 1. Visado de turista. Aproximadamente un 16% de la muestra viajó a España con un visado de turista antes de asentarse en el país. De ellos, 5 utilizaron el viaje para visitar universidades, buscar alojamiento, o ponerse en contacto con personas que residían en España y que les podían servir como primer punto de apoyo durante la etapa de instalación. Estas personas solían ser amigos japoneses que llevaban tiempo residiendo en España, o amigos españoles que habían conocido en Japón. Las personas que llegaron con este visado son, en su mayoría, mujeres de mediana edad con una carrera y un trabajo estable en Japón. 2. Visado de estudiante. Se pueden identificar dos tipos de inmigrantes que llegan a España con este tipo de visado. Por un lado, el 66% del total de los entrevistados llegaron a España con el visado de estudiantes y asistieron de forma regular a los cursos previstos. De éstos, un 62% (18), utilizaron este visado para quedarse en España y, al mismo tiempo, adquirir experiencia laboral fuera del país de origen (6 japoneses) o para RESULTADOS • 127 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA empezar una relación sentimental (12). En el caso de este segundo tipo de colectivo, la experiencia laboral la adquieren trabajando en la economía sumergida, por ejemplo dando clases de japonés, cuidando niños, etc. Las personas que llegaron con este visado responden al perfil de jóvenes que no superan los 35 años, con trabajos en el país de origen, cuya relación entre formación académica y funciones desarrolladas en el puesto de trabajo es escasa. “Cuando llegué a España nadie me quería contratar como profesora de inglés porque no podía demostrar mi titulación, pero por el contrario podía dar clases de japonés sin tener un título. Al principio no podía entenderlo, y de hecho no quería enseñar japonés porque para eso tendría que estudiar otra vez. Pero un día una amiga me dijo que buscaban a una japonesa para un taller de origami y como yo de pequeña era muy aficionada pues me apunte como profesora…Llevo 4 años en España y mi trabajo siempre ha estado relacionado con asuntos de la cultura japonesa. La verdad es que cuando estaba en Japón, pensaba que esto no eran más que tonterías pasadas de moda, pero ahora gracias estas “tonterías” he podido conocer a muchos amigos españoles y entender mucho mejor mi propia cultura.” Nene 3. Matrimonio entre europeos y japoneses. Debido la delicada situación económica que ha azotado a occidente en los últimos años, muchos inmigrantes han visto imposible regularizar su situación en España. El caso del colectivo nipón no ha sido una excepción. Ante la imposibilidad de conseguir un trabajo que les permitiera regularizar su situación en la sociedad de acogida, muchos de los miembros de este colectivo que llegaron a España con un visado de turista o de estudios, han visto en el matrimonio, la única opción de asentarse de forma permanente en España. Como se ha visto anteriormente, uno de los motivos para emigrar es el tener una pareja española (o de otra nacionalidad de la zona euro), y las opciones de acceder a un mercado de trabajo más flexible. En este sentido, cabe destacar que solo 2 personas de la muestra, han contraído matrimonio con una pareja distinta a la que tenían durante la fase pre-migratoria. Asimismo, la muestra manifestó, que una vez obtenido el permiso de residencia, aumentó el abanico de posibilidades para acceder al mercado laboral. 4. Permiso de trabajo. Únicamente 5 (11%) japoneses dentro de la muestra vinieron a España con permiso de trabajo. 3 de ellos, habían llegado de la mano de una empresa japonesa y 2 fueron contratados por empresas con sede en España cuando éstos se encontraban en el país de origen. Cabe destacar que 4 de estas personas, en el momento de la entrevista, ya no trabajaban para las mismas empresas que les habían traído a nuestro país. En cualquier caso, el haber llegado con un permiso de trabajo, les RESULTADOS • 128 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA facilitó el acceso al mercado laboral en la sociedad de acogida. Los japoneses con este perfil son personas de entre 35 y 50 años que a su llegada a España ocupaban cargos similares a los desempeñados en Japón. 4 de ellos llevaron a cabo un proyecto migratorio familiar que incluía a la pareja y a los hijos. 4.2. Llegada y asentamiento en España. Hasta el momento, se ha planteado el proceso que abarca desde la idea de salir de Japón hasta la llegada a la sociedad de acogida, prestando atención a aquellos factores relevantes que han influido en la fase pre-migratoria y en los inicios de la de asentamiento. Llegados a este punto, es preciso retomar la cuestión de cómo se desarrolla la fase de instalación de los japoneses que han llegado a España con visado de estudios, turista, trabajo o por arraigo familiar. Como se ha señalado anteriormente un 43% (19 personas) de las personas que conforman la población objeto de estudio, han residido en otros países diferentes a España. También se ha expuesto cómo los propios japoneses afirman que normalmente, el apoyo que reciben es de carácter moral, salvo alguna excepción. Así pues, la trayectoria migratoria dibujada por la muestra presenta dos itinerarios. Por un lado aquellos japoneses que llegan directamente a España, y aquellos que lo hacen tras haber residido previamente en uno o varios países extranjeros. España o Primer país de acogida Japón Japón España Cabe destacar que de aquellos japoneses que han residido en otro país extranjero, un porcentaje importante (57% aproximadamente), han regresado al país de origen antes de asentarse en España. En estos casos, la vuelta a Japón sirve para llevar a cabo los preparativos previos a la fase de instalación. Por lo tanto, se puede decir que un itinerario bastante utilizada por la población japonesa residente en España, muestra un esquema parecido a este: Japón País/es de acogida Vuelta a Japón Instalación en España Esta vuelta a Japón, después de haber permanecido en España de forma temporal, o haber residido en otro país extranjero, y haber decidido que se quería iniciar un nuevo proyecto de vida fuera del país de origen, no suele ser una estancia breve, sino más bien todo lo contrario. El tiempo que transcurre desde que se regresa a Japón hasta que se inicia la fase de instalación oscila entre los 5 meses y los 4 años. Durante este periodo, esta población prepara todo aquello RESULTADOS • 129 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA que cree que puede ser necesario para su nuevo proyecto en la sociedad de acogida. Durante este tiempo destacan dos actividades importantes: por un lado la preparación académica, que principalmente gira en torno al aprendizaje del español o a cursar algún estudio de postgrado, y por otro, un periodo de ahorro que le permita poder iniciar su esta nueva etapa con ciertas garantías económicas. “Mis primeros siete meses en Zaragoza fueron geniales, vivía como un vividor, no trabajaba, no estudiaba…podía vivir así porque antes de venir trabajé muy duro para ahorrar dinero y vivir aquí una temporada a ver si la vida con mi actual esposa, podía funcionar o no.” Hideo “Después de conocer a mi amigo regresé a Japón. Yo sabía que quería venir a España así que me esforcé mucho para estudiar español y poder trabajar para ahorrar dinero… Trabajé en varias cafeterías los fines de semana, y entre semana me dedicaba a dar clases de inglés a alumnos de secundaria.” Midori Este ahorro funciona de “colchón” para que la persona japonesa pueda permanecer fuera de su país durante un periodo de tiempo relativamente largo con un permiso de estudiante o de turista, sin tener la necesidad de trabajar para mantenerse. La segunda actividad relacionada con la preparación previa a la llegada a la nueva ciudad, el idioma, no solo se limita a aprender o perfeccionar el lenguaje tanto oral como escrito, sino que en algunos casos, también se elabora una búsqueda de los lugares en los que se puede aprender el idioma en la sociedad de destino. Esto es una proceso muy común no solo entre estudiantes, sino que aquellos inmigrantes interesados en otros aspectos como el arte, la historia, o los trabajadores de empresas japoneses en España, así como sus familiares, también muestran interés por participar en cursos o talleres de español o catalán (en el caso de los de las zonas próximas a Barcelona) para extranjeros. Teniendo en cuenta todo esto, se puede afirmar que la población japonesa realiza una serie de actividades previas que les ayuda a reducir, o prevenir el impacto que supone llegar a una nueva ciudad con la que no se está muy familiarizado. RESULTADOS • 130 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA “Cuando decidí vivir en España, tuve que volver a Japón a prepararlo todo. Ya tenía le experiencia de haber vivido en Irlanda,, y sabía que si volvía a cometer los mismos errores lo pasaría muy mal, así que volví a Osaka y me puse a estudiar español, a trabajar como una loca y a buscar información de universidades y cursos de español con la ayuda de mi novio.” Yuko Por lo tanto esta “preparación” actúa como complemento de muchas de las políticas públicas destinadas a la integración de los inmigrantes. A esto hay que añadir que gran parte de la muestra (únicamente 3 personas llegaron a España sin tener ningún contacto en el país) ya contaban con algún apoyo en la sociedad de destino. En su mayoría estas fuentes de apoyo en la fase inicial eran informales (amigos españoles, familia y pareja principalmente), aunque el grupo de estudiantes y el de trabajadores de empresas japonesas en España, identificaron las fuentes de apoyo formal (universidad, profesores jefes) como las más importantes en las primeras etapas de instalación. Las necesidades y demandas más frecuentes en estas primeras etapas estaban relacionadas con actividades cotidianas como la obtención de un teléfono móvil, abrir una cuenta bancaria, alquiler de una vivienda y otros quehaceres burocráticos como el empadronamiento, la tarjeta sanitaria, etc. Las razones por las que las personas que componían la muestra no podían hacerles frente por si mismos son fundamentalmente dos. En primer lugar, consideraban que su nivel de español no era lo suficientemente bueno como para ocuparse de estos asuntos personalmente, y en segundo lugar, porque consideraban que los trámites eran muy costos y la información que recibían era en ocasiones muy ambigua e incompleta. “Hace falta mucha información para poder vivir en España. Por ejemplo yo no se dónde está el médico, ni la biblioteca más cercana a mi casa, ni lo que se necesita para trabajar o ir al médico…al llegar aquí nadie me enseño nada, y bueno…yo cuando llegue no hablaba español así que no sabía que hacer. Finalmente, tuve que buscar en un foro de japoneses que viven en el extranjero y ellos me ayudaron.” Rei Una vez ya más acostumbrados a la situación en España, las fuentes de apoyo informal ganan protagonismo en detrimento de las fuentes de apoyo formal. A través de la asistencia a cursos de español, talleres de cocina, etc. los japoneses logran tejer una nueva red social. No obstante, se ha identificado en determinados colectivos dentro de la muestra una especial dificultad para establecer vínculos con la población de acogida. Estos son empresarios, y estudiantes universitarios. Especialmente estos segundos, una vez ya están asentados en la sociedad de acogida, consideran necesario el redefinir los objetivos migratorios ya que debido a RESULTADOS • 131 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA su nivel de español, y a las diferencias culturales, las relaciones con gente española son escasas. Normalmente, las redes de apoyo de este colectivo la componen compañeros de clase japoneses y otros extranjeros con los que viven o van a clase. “Llegué hace 3 años, con la idea de relacionarme con españoles y conocer más a fondo la cultura. Sabía que lo mejor era buscar un piso compartido con españoles, conseguir clases particulares, o trabajo en una empresa española…Mi novio (español) me presento a todos sus amigos, pero no conseguía hacer amigos por mi misma. Creo que hasta mi segundo año, todos los amigos que hice aquí eran extranjeros.” Soryuu “Estoy un poco triste porque es muy difícil hacer amigos españoles. Veo a mucha gente en la universidad, pero no se cómo ni dónde puedo hablar con ellos.” Ayumi 5. Creación de nuevas redes sociales y de apoyo en la sociedad de acogida y su finalidad. El interés por determinados aspectos culturales del país de destino, se ha identificado como uno de los ejes principales sobre el cual gira el proyecto migratorio nipón. El interés por llevar a cabo un proceso de inmersión cultural, favorece la creación de redes sociales y de apoyo compuesta por españoles. Asímismo, su condición de minoría facilita la formación de los enclaves étnicos y fomenta la relación con otros inmigrantes con los cuales comparten su condición de extranjeros y/o intereses personales. Uno de los aspectos más importantes a la hora de analizar las redes de apoyo es conocer como se forman estos grupos. En el caso de los participantes en esta investigación, se han identificado dos mecanismos en su creación: 1. Tener una pareja española supone una puerta de entrada no solamente a la sociedad de acogida, sino que también ayuda a establecer los primeros contactos con la población autóctona. Esto resulta especialmente significativo para aquellos japoneses que llegan a la sociedad de acogida sin un permiso de trabajo o de residencia ya que por ejemplo, el desconocimiento acerca de cómo acceder al mercado laboral o sobre las ofertas de ocio locales, hacen que la pareja autóctona se convierta en una fuente de apoyo y de recursos. 2. Acudir a cursos de español, cursos de post grado o a actividades de ocio, ha contribuido a la incorporación tanto de españoles como de otros inmigrantes en sus redes de apoyo. Para aquellos japoneses que llegaron a España como estudiantes, el hecho de asistir a clases y tener que trabajar con otros estudiantes, ha fomentado la relación con otras personas. Cabe destacar que en el caso de aquellos estudiantes de español de entre 19 RESULTADOS • 132 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA y 24 años, el compartir aula con otros japoneses, no les ha ayudado a relacionarse con compañeros de otras nacionalidades. Aunque se ha observado que, independientemente de la edad, aquellos japoneses que han realizado cursos o talleres relacionados con actividades de ocio (como cocina o danza), han logrado crear unas redes sociales multiétnicas con más facilidad que aquellos que no han asistido a este tipo de actividades. Durante la fase de instalación se observa una evolución en la composición de las redes de apoyo de este colectivo. Durante las primeras etapas, estas redes las componían básicamente familiares (en el caso de arraigo), la pareja o los compañeros de trabajo o de clase. Sin embargo, a medida que el proyecto migratorio avanza, las redes sociales ganan en heterogeneidad étnica y diversidad funcional. Por ejemplo, entre los japoneses que llevan residiendo en España más de 4 años, se han identificado una media de 4 nacionalidades distintas en los miembros que componen sus redes. Como señalan los informantes, no todas las redes sociales cumplen las mismas funciones. Por ejemplo, las fuentes de apoyo como la pareja u otros españoles se consideran fuente de apoyo funcional, es decir, la ayuda que se percibe y se espera de ellas va encaminada a atender cuestiones relacionadas con la comprensión de pautas y conductas sociales o el funcionamiento de la sociedad, de organismos públicos u otras instituciones. Por otra parte, las redes formadas por japoneses y otros extranjeros, especialmente cuando estos se consideran próximos desde un punto de vista cultural (por ejemplo coreanos o chinos), el apoyo que se recibe suele ser de carácter afectivo, ya que como los propios informantes comentan, en ocasiones es más fácil empatizar con otras personas que están en una situación parecida. “Cuando llegué aquí, pensé que todo sería muy fácil. La idea que tenía de los españoles es que eran abiertos y me aceptarían sin problemas. La realidad fue muy diferente. Es difícil hacer amigos aquí también. Quizás por el idioma o las diferencias culturales…por suerte, el grupo de amigos de mi novio, eran un poco otakus, y como les encanta el anime, manga, la lengua japonesa, etc. ellos siempre querían que yo fuese con mi novio y gracias a él, hice mis primeros amigos españoles.” Mayumi “En el curso de español para extranjeros habían estudiantes chinos, coreanos, africanos, y de Europa. Mi nivel de español era bajo, igual que el de mis compañeros japoneses, por eso tenía vergüenza de hablar con los demás alumnos. Con el tiempo me hice amigo de una chica de China, entonces descubrí que ella me podía entender muy bien. Teníamos los mismos problemas e incluso habíamos pasado por cosas muy similares. A ella le podía explicar mis problemas en España porque sabía que aunque RESULTADOS • 133 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA somos de diferentes países, tenemos más cosas en común que con gente de Europa o África.” Makoto 6. Identidad y sentimiento de pertenencia. Los cambios en el estilo de vida, las normas sociales o en las pautas conductuales, son los ejes principales sobre los que giran los objetivos a alcanzar en el proyecto migratorio japonés. La consecución de estos objetivos, a menudo trae implícito un conflicto entre los valores propios y los de la sociedad de destino. En esta investigación, se ha advertido la importancia de este conflicto, y de su impacto durante la fase de instalación. Los resultados obtenidos sugieren la existencia de una relación directa entre la composición de redes sociales multiétnicas y el favorable desarrollo de un sentimiento de pertenencia hacia la sociedad de acogida por parte del colectivo nipón. En primer lugar, durante la fase post-migratoria, los entrevistados manifiestan sentirse, de algún modo, identificados con la cultura española. En este sentido, el imaginario social promovido por los medios de comunicación (televisión, Internet o medios escritos) junto con el desagrado o rechazo de determinados aspectos de la sociedad de origen (presión social, falta de libertad, etc.) contribuyen a generar una imagen positiva de la sociedad de acogida. “Un día vi un programa que se llama españoles por el mundo, creo. En el salían unas personas de España que daban su opinión sobre la vida en Japón. Cuando escuchaba sus comentarios, me di cuenta que pensábamos de la misma manera. Ellos también hablaban de lo que les gustaba de España y no podían hacer aquí en Japón. En ese momento sentía que era más española que japonesa. Teníamos tantas cosas en común.” Yuki En el caso del colectivo japonés, poseer un alto nivel de lengua de destino (NLD) facilita el sentimiento de pertenencia a la sociedad española. Como comentaron los entrevistados, durante los años 1970, y 1980, el español era una lengua minoritaria entre los estudiantes japoneses, por ello, el ser capaz de comunicarse en un idioma distinto al japonés o el inglés, les distinguía del resto de compañeros. Asimismo, el hecho de poder hablar español suponía un vínculo de unión entre ellos, los japoneses de segunda y tercera generación que habían emigrado desde países latinos como Bolivia o Perú y los inmigrantes provenientes del sur del continente americano y España. En segundo lugar, al imaginario social se le une un interés personal por emigrar a una zona concreta. A diferencia de otros colectivos cuyo objetivo migratorio (o lugar de destino), se RESULTADOS • 134 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA determina por parámetros tales como el desarrollo económico de la zona o la posibilidad de acceder a un determinado sector laboral, estos inmigrantes culturales optan por establecerse en una zona determinada en función de otros criterios cómo oportunidades de formación, unas ofertas de ocio que se ajusten a sus intereses por la cultura de destino, etc. “A mi novio (español) le ofrecieron volver a España o marcharse a Uruguay. Tras mucho pensarlo, le dije que sólo iría con el si nos íbamos a España…Yo quería ir a España ya que viviríamos en Barcelona, y allí tendría más oportunidades para llevar a cabo mis proyectos personales. Quería estudiar el cuidado de las personas mayores con problemas mentales, y sabía que en Barcelona había unos cursos a los que me podía apuntar. En Uruguay también se habla español, pero conozco a chicas (japonesas) que han vivido allí y no están muy contentas. Además creo que la formación allí no es muy buena y como japonesa no tengo tantas oportunidades para estudiar esto en Montevideo.” Megumi La conjunción de estas dos variables (representación social e interés por la cultura de destino), sin duda contribuye a que se adopte una actitud favorable a la hora de crear nuevas redes sociales en el país de destino. Asimismo, el interés que despierta la cultura japonesa en nuestra sociedad, también ayuda a fomentar que las relaciones entre los miembros de ambos colectivos sean más fluidas. El metaconcepto de apoyo social incluye aspectos básicos como la pertenencia, la implicación o el compromiso. Por ello, los participantes en esta investigación, en relación al sentido de pertenencia hacia la sociedad de acogida, consideran que ser capaces de cumplir los objetivos establecidos durante la fase post-migratoria, así como tener la oportunidad de establecer redes multiétnicas ha favorecido el desarrollo de un mayor grado de pertenencia a la sociedad de receptora. En este sentido, la participación de los entrevistados en actividades culturales ha supuesto la conjunción entre estos dos elementos claves (objetivos migratorios y la creación de redes sociales multiétnicas). “Sinceramente, ahora si me ofrecieran un trabajo bueno en Japón, no creo que lo aceptase. Aquí he tenido la oportunidad de dedicarme a lo que realmente me gusta. Venir a Cataluña ha sido la mejor opción. Tengo la vida que soñaba cuando vivía en Japón, y una familia…claro que la familia no es la excusa para no volver. A mi marido le encantaría, pero…he conocido a mucha gente de otros países, y he hecho buenos amigos. Soy japonesa por fuera, pero creo que cada vez me siento más española y preferiría quedarme aquí muchos años.” Nana RESULTADOS • 135 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Del mismo modo, se ha identificado una clara distinción entre el sentimiento de pertenencia y la identidad nacional del colectivo japonés en España. Mientras los resultados apuntan a un sentimiento de pertenencia elevado hacía la sociedad de acogida, también se ha constatado la permanencia de la identidad nacional japonesa. “Sí, no hay duda de que soy japonés, nací en Japón y me crié allí, pero después de vivir en Zaragoza, siento que mi lugar esta aquí…hay cosas que claro que echo de menos, por ejemplo mis amigos del colegio, pero aquí he encontrado cosas que me compensan más. Aunque algunos de mis amigos y mis familiares dicen que ya no soy japonés al cien por cien, nunca podré decir que yo soy español. Puedo decir que soy japonés y que me encanta la vida española, incluso más que la de mi país, pero eso no me convierte en español ¿verdad?” Takashi “Quiero que mi hijo (nacido en España) aprenda japonés, pero se que eso no le hará japonés. Creo que su situación puede ser la contraria a la mía. El será español porque ha nacido aquí y se criara aquí, pero yo soy japonesa porque desde pequeña me han inculcado unos valores, y aunque sé que estos valores no son los mejores en determinados casos, no puedo evitar pensar, “vale soy japonesa tengo que hacer esto”. Claro que esto no quiere decir que siempre actúo al estilo japonés. A veces pienso, esto no puede ser así, pero luego me digo a mi misma que estoy en España, la gente aquí no pensará mal si hago esto o lo otro. Por eso, a pesar de estas dificultades, cada vez que me ocurre estoy contenta de estar aquí. A decir verdad, cuando voy a ver a mi familia a Japón y hago algo que no es correcto, pienso: “quiero volver a mi casa” hablando de España claro.” Yukino En relación al proceso identitario, la interacción en redes multiétnicas favorece la toma de conciencia de lo que significa la propia identidad nacional. El encuentro con una cultura diferente propicia también el encuentro con el significado de la cultura propia gracias al ejercicio de distancia y contraste. 7. Perspectivas de futuro. El fenómeno migratorio es un proceso compuesto de dos fases: la pre-migratoria y de instalación. Cada una de ellas consta de una serie de objetivos y características que una vez cumplidos llevan al inmigrante a la siguiente etapa. En ocasiones, debido a las circunstancias sociales o personales, estos objetivos, han de reajustarse ante las nuevas situaciones vividas. Un claro ejemplo de esta adaptación de los objetivos planteados en las etapas iniciales del proyecto migratorio, lo encontramos a finales del periodo de asentamiento. RESULTADOS • 136 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Aproximadamente, 3 de cada 4 entrevistados, consideraba prioritario obtener un permiso de residencia o de trabajo en España antes de plantearse objetivos a largo plazo como formar una familia, tener hijos, o encontrar un trabajo estable. En cuanto a las perspectivas de futuro, se ha advertido una gran diferencia en función de género y edad. Entre los japoneses menores de 24 años que ya han afianzado su proyecto migratorio, los objetivos de futuro son: 1. Encontrar un trabajo estable que se ajuste a su formación. Los jóvenes japoneses cuyo nivel de español no les permite acceder a puestos de trabajo en igualdad de condiciones que el resto de la población local, optan por trabajar en empresas japoneses o en academias privadas impartiendo clases de lengua japonesa, u otras disciplinas relacionadas con la cultura nipona como la caligrafía o la papiroflexia. 2. Continuar estudiando. Como manifestaron parte de los participantes, una de las ventajas de emigrar a España era la posibilidad de compaginar trabajo y ocio. En este sentido, una de las perspectivas de futuro de este subgrupo es la de continuar estudiando o practicar alguna de sus aficiones como la pintura o la música. Esto se debe a que con los problemas de visado, muchos de estos jóvenes no podían matricularse ni acceder a cursos de formación dirigidos exclusivamente a colectivos desempleados, o no cumplían ciertos requisitos cómo disponer de un permiso de residencia. Por su parte, los japoneses mayores de 25 años entrevistados, presentaban las siguientes aspiraciones para su de futuro. 1. Formar una familia en la sociedad de acogida. Como se ha visto anteriormente, un gran número de japoneses llegaron a España con pareja (o con la intención de empezar una relación) con una persona española. Durante la fase de instalación muchas de las relaciones se consolidaron. Como muestra de ello, del total de los 44 entrevistados, 13 de ellos tuvieron uno o más hijos durante este proceso. Para estas parejas con hijos, o que tienen la intención de tenerlos en la sociedad de acogida, su objetivo es permanecer y criar a sus hijos en ella. Del total de participantes con hijos nacidos en España, 10 de ellos consideran que tanto su futuro como el de sus hijos va a tener lugar en España. Por el contrario 2 de ellos no descartan volver a Japón y 1 no había pensado en esta cuestión. 2. Desarrollar una carrera profesional. Para aquellos japoneses que han logrado acceder a un lugar de trabajo que se ajusta a sus pretensiones iniciales, sus perspectivas de futuro van encaminadas a conseguir éxitos profesionales difíciles de lograr en el país de origen. Estos objetivos son: compaginar trabajo y vida personal, ocupar cargos de mayor RESULTADOS • 137 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA responsabilidad y desempeñar una labor que satisfaga sus intereses e inquietudes personales. Una minoría de personas entrevistadas en la muestra hace referencia a la posibilidad de regresar a su país. Entre ellos destacan aquellos japoneses que llegaron a España de la mano de una empresa multinacional y cuyo proyecto migratorio estaba limitado a un periodo de tiempo concreto. Para el resto de la muestra, retornar al país de destino en un futuro a corto o medio plazo, no forma parte de su proyecto vital. Sin embargo, se han identificado una serie de variables que sí condicionarían el regreso a Japón. Tabla 11. Motivos por lo que los entrevistados sí volverían a Japón. Frecuencia La pareja fuese enviada a Japón por la empresa 21 Un familiar directo enfermara Las condiciones laborales y sociales en Japón j Otros 18 Como conclusión, se deduce de los resultados 5 5 expuestos la tabla 11 que salvo por razones de fuerza mayor, no se contempla regresar al país de origen. Estas respuestas mantienen cierta relación con los motivos por los cuales la muestra estaría dispuesta a quedarse en la sociedad de acogida. Tabla 12. Motivos por lo que los entrevistados no volverían a Japón. Frecuencia Tengo a mi familia en España 30 Tengo muchos amigos en mi ciudad 23 La vida en España es más cómoda 12 La vida en España me gusta más 9 Otros 3 Todo el mundo emigra por unas razones concretas y pensamos que ir a un lugar o a otro, nos hará la vida más fácil. Es por eso que creo que Japón no es un mal país. La gente es muy amable y respetuosa, parece que nunca quieren molestarte, todo está muy limpio… pero después de vivir en varios países y ciudades, creo que el éxito de emigrar no depende del lugar, sino de la gente. La verdad es que pienso que, si los amigos que tengo en España, los extranjeros y los japoneses, los hubiese conocido en RESULTADOS • 138 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Japón, quizás nunca habría venido aquí. O si los hubiera conocido en otro país me hubiera quedado allí…no es que no quiera volver a Japón o prefiera España por ser mejor país, no. Es que aquí tengo un círculo de amigos muy bueno, tengo a mi marido y a su familia que me ayudan, tengo a mi hijo. Ahora todo eso es más importante que la idea de estudiar y aprender que tenía cuando llegué. Ino RESULTADOS • 139 CUARTO CAPÍTULO: CONCLUSIONES REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Sociedad multicultural, diversidad étnica o entornos pluriculturales, son conceptos que aparecen cada día con más frecuencia en los medios de comunicación y en conversaciones cotidianas. Aunque resulta extremadamente difícil encontrar una definición compartida para estos términos, todos ellos hacen referencia, de alguna forma, a la relación entre las diversas culturas que conviven en un mismo espacio. Sin embargo, en el ámbito académico, resulta sorprendente que parte de la literatura especializada en el desarrollo de las sociedades contemporáneas, interprete estos conceptos como un proceso unidireccional, en el cual habitualmente, el colectivo minoritario tiene un impacto cultural mayor sobre la sociedad de acogida, que la que ésta pueda tener sobre el primero (Kim, Laroche y Tomiuk, 2004 y McKay, 2010). Mientras el enfoque del fenómeno migratorio desde esta perspectiva unidireccional crea una imagen de aislamiento social (que a menudo no se corresponde con la realidad), abordar la situación de los diferentes colectivos inmigrantes como elementos que interaccionan con el resto de agentes sociales, aporta una visión global que no destaca únicamente aspectos negativos (marginación, delincuencia, conflictos, etc.), sino que resalta los beneficios y la forma en la que los diferentes colectivos que comparten un espacio común crean una nueva comunidad basada en el intercambio y en la comunicación entre personas. Por ello, las conclusiones de esta tesis pretenden aunar un marco teórico que combina, los conceptos y teorías relativas a la creación de redes sociales y la literatura referente al flujo migratorio japonés en occidente, con los resultados obtenidos de la muestra residente en España. En este sentido, las ideas expuestas continúan con las propuestas por otras investigaciones como las de Miguel y Tranmer (2010) sobre la importancia de las relaciones entre inmigrantes y españoles, así como las teorías sobre el cambio en las tendencias migratorias en Japón expuestas por White (2005). Con el fin de definir el fenómeno migratorio como un proceso dinámico en el cual, la dimensión temporal y espacial juegan un papel clave, las conclusiones se expondrán siguiendo el esquema propuesto por Chou (2009). En primer lugar, se analizarán aquellos aspectos vinculados a la fase pre-migratoria como factores de atracción y expulsión y los nuevos flujos migratorios hacia occidente. Seguidamente, se presentarán aquellos elementos relacionados con la fase de instalación como la creación de redes sociales en la sociedad de acogida, nuevas estrategias de asentamiento y el sentimiento de pertenencia. 1. Nuevas tendencias en los flujos migratorios hacia España: la cuarta oleada. Como señala White (2003), se pueden identificar cambios sustanciales en las tendencias migratorias del colectivo nipón en España. El milagro económico de la década de los 60 y 70 desembocó, en lo que White denomina, la 3ª oleada migratoria. Este éxodo lo componen altos cargos empresariales y élites políticas (embajadores, diplomáticos, etc.). Con el periodo de CONCLUSIONES • 143 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA recesión económica de los 80, cambios sociales tales como la aparición de la generación perdida (lost generation) o las primeras reivindicaciones ciudadanas, junto al auge de la cultura occidental en Japón, favorecieron que esta emigración elitista dejase paso a una generación de jóvenes emigrantes con objetivos migratorios distintos. Este colectivo marcha a Europa con la intención de formarse, y de este modo, adquirir una plusvalía que les permita, a la vuelta a su país de origen, acceder a un mercado de trabajo cada vez más exigente y de difícil acceso. El cambio en las tendencias migratorias hacia occidente en la última década, asienta la base de lo que Fujita (2004; 2009) designa como inmigración cultural (cultural migrants). Este nuevo concepto hace referencia a aquellas personas que emigran de Japón por afinidad a una cultura diferente, o en busca de un modelo de sociedad que les permita compaginar una carrera profesional con determinadas actividades propias de la sociedad de acogida. Los datos obtenidos en esta investigación coinciden con la evolución del fenómeno migratorio japonés descrita por White (2003). No obstante, a diferencia de otros países europeos como Alemania o Reino Unido, en los que la transición de un modelo migratorio a otro ha tenido lugar de forma paulatina y progresiva, en el caso de España no se observa este proceso secuencial, sino que ambos modelos (élites y jóvenes, o como los designa White, company man e inmigrantes voluntarios) confluyen en un mismo tiempo y espacio. Como se recoge en el primer capítulo de este trabajo, en la actualidad, son varios los autores que destacan la convergencia entre varios modelos migratorios en una misma área: Machimura (2003) en los Estados Unidos; Fujita (2009) en los Estados Unidos y Reino Unido: Magat (1999) en Canadá y Suzuki (2006) en Bolivia. Al analizar las características que muestran estas sociedades con los datos obtenidos en esta investigación, se pueden identificar aspectos comunes que sugieren que nos encontramos ante lo que se podría catalogar como “la cuarta oleada” de inmigrantes japoneses hacia occidente. Los atributos que la caracterizan son: 1. Preparación del proyecto migratorio durante la fase pre-migratoria. 2. Feminización del fenómeno migratorio. 3. Incremento del número de inmigrantes “voluntarios” frente al estancamiento del colectivo de “Company men”. 4. Desinstitucionalización del proceso migratorio. 5. Elección de la sociedad de destino. 6. Proyecto migratorio individual. 7. Proyecto migratorio en la sociedad de destino a largo plazo. 8. Parejas mixtas entre japoneses y locales. 9. Movilidad geográfica y laboral. 10. Alto grado de interacción con los agentes sociales en la sociedad de acogida. CONCLUSIONES • 144 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Los resultados obtenidos en esta investigación aportan testimonios que, apoyados por los estudios de autores como Tsutsui (2008), Nomura (2006), y Ono y Piper (2004), ayudan a explicar la transición a esta cuarta oleada. Cuadro 21. Características básicas de las oleadas migratorias japonesas. Época 1ª oleada 1885 2ª oleada 1910 3ª oleada 1950-1970 4ª oleada 2000 Lugar de destino Sur y centro América Asía pacífico Centro de Europa y Estados Unidos Europa oriental y Norte América Motivo del éxodo migratorio Las autoridades japonesas pretenden reducir la sobrepoblación y las diferencias entre el norte y el sur del país Asignar a militares y combatientes japoneses, territorios ocupados tras las guerras de China y Corea Expansión económica de las empresas japonesas en Occidente Interés por conocer nuevas culturas y estilos de vida diferentes Características básicas Flujo migratorio promovido por el gobierno japonés Flujo migratorio promovido por el gobierno y el ejército japonés Flujo migratorio promovido por las empresas y las familias de clase alta Inmigración "voluntaria" Modelo migratorio familiar Modelo migratorio familiar Modelo migratorio individual-familiar Modelo migratorio individual Bajo nivel de formación Altos rangos militares y miembros de la alta sociedad japonesa Élites políticas, altos ejecutivos y estudiantes universitarios Japoneses de clase media con formación mediaalta e interés en la sociedad de acogida Asignación del lugar de destino por parte de las autoridades El gobierno y el ejercito ubican a esta población en función de su estatus social y los méritos bélicos Las empresas japonesas asignan una sede a los trabajadores desplazados en función de sus necesidades y experiencia. Los estudiantes se matriculan en universidades prestigiosas El lugar de destino se determina en función del interés de cada individuo Objetivo migratorio: tareas relacionadas con la agricultura y la ganadería Reestablecer el orden político y social en las zonas ocupadas Adquirir experiencia fuera de Japón y regresar al país de origen Asentarse en la sociedad de acogida, formar parte activa de la misma y conocer la cultura Comunidades cerradas Comunidades cerradas Comunidades cerradas Comunidades en expansión CONCLUSIONES • 145 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Las características sociodemográficas específicas de esta 4ª oleada, tales como la feminización o la edad media - adulta de la llegada de japoneses a España, se puede relacionar con el boom de las empresas japonesas, así como con el aumento de estudiantes que llegan a las universidades españolas. En un primer momento, el número de empresas japonesas en España era relativamente reducido, y no se instalaron hasta finales de los 80, principios de los 90. Esto favoreció a que la diferencia entre géneros en nuestro país no fuera tan acentuada como en otros lugares en los que la 3ª oleada había tenido lugar con anterioridad, y en los que el vestigio del cambio de un modelo migratorio individual masculino a uno familiar, había reforzado la del estereotipo de inmigración japonesa masculina. En segundo lugar, como indica Beltrán (2002; 2005), durante la 3ª oleada migratoria, el colectivo de estudiantes era el más importante dentro de la comunidad nipona en España. Del mismo modo que con la inmigración de élites, durante la década de los 90, este grupo estaba formado mayoritariamente por varones. Sin embargo, a finales de los 90 e inicios del 2000, está tendencia se invierte (Martínez-Callaghan y Gil-Lacruz, 2012). La feminización de está cuarta oleada queda justificada en parte, por ambos sucesos. Es necesario destacar que el cambio que ha experimentado el papel de la mujer japonesa en su país de origen (inserción paulatina en el mundo empresarial, retraso en la edad de contraer matrimonio y concepción de hijos, emancipación, etc.), le ha permitido la oportunidad de emigrar. No obstante, mientras el papel de la mujer ha tendido a “occidentalizarse”, el rol del hombre japonés ha permanecido prácticamente invariable desde el fin de la Segunda Guerra Mundial (“obligado socialmente” a acceder al mercado laboral, ocupar la posición de cabeza de familia, etc.) Estos cambios en la sociedad japonesa introducen otras dos particularidades propias de este nuevo fenómeno migratorio: a) la desinstitucionalización del proyecto migratorio, y b) unos objetivos migratorios a largo plazo en la sociedad de acogida. Por un lado, la crisis económica a nivel global ha hecho que muchas multinacionales japonesas opten por trasladar sus sedes a países en vías de desarrollo ubicados en Sudamérica o en el sudeste asiático. Esto significa que aquellos japoneses que eligen emigrar a España, lo hacen por iniciativa propia y centran el proyecto migratorio en alcanzar objetivos personales, que normalmente suelen estar relacionados con algún aspecto propio de la sociedad a la que emigran como el aprendizaje de la lengua, mejorar o adquirir habilidades en distintas disciplinas, crear una familia con una persona de otra nacionalidad distinta a la suya, etc. Desde esta perspectiva, la 4ª oleada, al desvincularse de intereses corporativos, presenta unas estructura mucho más flexible en tanto que permite que sus miembros ya no contemplen el proyecto migratorio como un mero trámite, sino que adquiere un enfoque personal que permite CONCLUSIONES • 146 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA establecer unos objetivos a largo plazo que quedan abiertos a una posible reformulación en función de cómo se desarrolle la fase de instalación. Sin duda, esto ha contribuido a que los miembros de esta comunidad presenten un alto índice de movilidad geográfica dentro del territorio nacional, así como una experiencia laboral en España en sectores diversos como la enseñanza de japonés a españoles, funciones de secretariado para empresas nacionales o actividades de cara al público enmarcadas en el sector servicio como azafatas, camareras, interpretes, etc. Por ultimo, el carácter de voluntariedad (entendido como contraposición al de obligatoriedad impuesto por las multinacionales que destinan a sus trabajadores al extranjero) que caracteriza a esta cuarta oleada migratoria favorece que, a diferencia de periodos anteriores, los miembros que la componen muestren un especial interés en establecer lazos con la sociedad de acogida. Los resultados obtenidos en relación a los matrimonios mixtos, así como a la composición de las redes sociales de los inmigrantes japoneses, junto al elevado número de asociaciones culturales hispano-japonesas que figuran en los registros civiles, son claros ejemplos del interés que suscita la cultura española y del grado de integración que alcanza el colectivo nipón. 1.1. Relación entre los factores de atracción y expulsión y los nuevos perfiles migratorios en la comunidad japonesa. Como se puede observar, uno de lo cambios más significativos de esta nueva corriente migratoria es la “voluntariedad”, o “libertad” que presentan los inmigrantes a la hora de tomar la decisión de emigrar, así como de elegir la sociedad de destino, o plantear los objetivos migratorios. No obstante, a pesar de que es posible identificar determinados rasgos comunes entre la 3ª y la 4ª oleada, al analizar la relación entre los factores de atracción y expulsión expuestos por los participantes y sus objetivos migratorios, los resultados sugieren una categorización de los miembros de la comunidad japonesa, que combine las propuestas de autores como White (2003; 2005), Ono y Piper (2006), Takeda y Matthew (2009) o Fujita (2009). Uno de los grandes desafíos ante los que se enfrentan las investigaciones sociales, especialmente al estudiar sociedades postmodernas caracterizadas por la dispersión y diversidad de sus componentes, consiste en establecer clasificaciones respetando la diversidad individual de los elementos que forman el objeto de estudio y evitando generalizaciones que puedan distorsionar la percepción que de ella se genere. A pesar del reto que esto supone, resulta inevitable, y necesario para entender el funcionamiento de un ente social, enmarcar los distintos elementos en función de unas determinadas características comunes, o parámetros, que ayuden a identificar y/o comprender la función que ocupan dentro de un conjunto. Ante esta tesitura, se ha optado por un modelo de categorización híbrido a través del cual, se han establecido cuatro categorías (o subgrupos) basadas, no en características comunes entre los diferentes miembros del colectivo japonés (y que por lo tanto serían excluyentes en relación al resto de los subgrupos), CONCLUSIONES • 147 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA sino que se han sistematizado en función del grado de impacto de los factores de atracción y expulsión que han relatado los participantes de esta investigación durante la fase pre-migratoria y de instalación. De este modo la categorización que se propone es la siguiente: 1. Élites políticas y empresariales o white collars, cuyo punto de unión es el peso que tuvo la empresa, o el organismo público a la hora de elegir España como lugar de destino. 2. Asalariados o blue collars, es el subgrupo formado por aquellos japoneses que ven en la emigración una oportunidad de mejorar, a nivel individual, en el ámbito laboral. Estas mejoras abarcan un gran abanico de posibilidades entre las que destacan: posibilidades de ascenso, horario de trabajo más reducido o estructura empresarial menos jerarquizada entre otras. 3. Lifstyle migrants, compuesto por inmigrantes japoneses cuyos principales factores de atracción y expulsión están relacionados con la búsqueda de un nuevo estilo y condiciones de vida distintos a los del país de origen. 4. Parejas mixtas, que contemplan la oportunidad de iniciar o consolidar una relación de pareja con una persona de distinta nacionalidad como el principal motivo para emigrar de Japón. Esta categorización, presenta ciertas similitudes con las propuestas de los autores citados anteriormente, sin embargo cabe destacar la incorporación de dos elementos. En primer lugar, se introduce un nuevo colectivo, los inmigrantes con parejas de nacionalidad española. Como se observa tanto en los resultados como en las fuentes oficiales (INE, censo del padrón, etc.), el número de matrimonios mixtos entre japoneses y parejas de distinta nacionalidad ha aumentado en las últimas décadas. Durante el proceso de recogida de datos, gran parte de los entrevistados consideraban que uno de los factores de atracción más influyente, era el hecho de tener una pareja española (o con residencia habitual en España). Esta subcategoría, la componen mayoritariamente mujeres con una media de edad de 32 años, estudios universitarios, y con un trabajo estable en el país de origen. Cabe resaltar que las participantes que destacaban la relación de pareja como un factor de atracción, también manifestaron cierto interés (aunque en menor medida) en la sociedad de acogida, así como factores de expulsión compartidos con otros subgrupos como los “lifestyle migrants” relacionados a las condiciones laborales y sociales en Japón. Esta concurrencia en determinados factores de atracción y expulsión entre los subgrupos, es el segundo elemento a destacar dentro de esta nueva propuesta. Como señala White (2003), durante la tercera oleada, era posible establecer una distinción clara entre “inmigrantes voluntarios” (los que llegaban a España por iniciativa propia y CONCLUSIONES • 148 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA desvinculados de cualquier empresa japonesa), y los company man (trabajadores destinados por las empresas en Japón a ocupar cargos en el extranjero). Durante la transición de esta tercera corriente migratoria y la cuarta, autores como Fujita, Ono y Piper y otros, han ido identificando nuevos perfiles migratorios dentro de lo que se conoce como “inmigrantes voluntarios”. Sin embargo, esta cuarta oleada se caracteriza por un principio de voluntariedad que difiere del concepto que maneja White, y que en consecuencia, la aglutinación de estos nuevos perfiles dentro del colectivo de voluntarios puede llevar a formular conclusiones erróneas, ya que como se verá a continuación, en la actualidad, las fronteras entre los diferentes subgrupos no están tan definidas como lo estaban durante la llegada de japoneses en los años 70 y 90. En esta tesis, en relación a los factores de atracción y expulsión, a lo largo de la recogida de datos, se ha apreciado cierta homogeneidad en el discurso de los participantes. Por ejemplo, a pesar del diferente grado de impacto que tiene el factor de atracción cultural, éste se ha identificado en dos subgrupos aparentemente opuestos como son el formado por élites políticas y empresariales y el de lifestyle migrants. Del mismo modo, la mayoría de los entrevistados considera que determinas actitudes propias de la cultura de origen, como la presión social o los roles esperados y percibidos, o ciertos aspectos del mercado laboral japonés, como una jornada laboral extensa, o un sistema excesivamente jerarquizado, son factores de expulsión importantes a tener en cuenta. Como ejemplo, especialmente de las zonas metropolitanas de Barcelona y Madrid, se recogió el testimonio de varias mujeres que, tras haber llegado a España de la mano de una empresa japonesa, y no haber logrado su objetivo migratorio (alcanzar puestos de mayor responsabilidad), optaron por abandonar sus puestos de trabajo e intentar retomar sus carreras profesionales en multinacionales extranjeras ubicadas en España. “Entré a mi compañía justamente después de terminar la universidad. Los primeros años los pasé como secretaria de uno de los jefes de ventas. Le llevaba la agenda, concertaba las citas, buscaba a los posibles clientes y todas estas cosas, pero en las reuniones siempre me relegaba a un segundo plano...como estudié español en la universidad, la empresa me ofreció la opción de ir a Ecuador y ocupar el puesto de jefa de ventas, pero lo rechacé, creo que no es un país muy seguro. Un día mi jefe me llamó a su oficina y me dejó las cosas muy claras. Me dijo que si quería mejorar tenía que salir de Japón, así que sería mejor aceptar esa oferta. Finalmente no la acepté, pero unos meses más tarde llegó otra oportunidad, en esta ocasión de otro departamento. El puesto era de director de personal en Madrid. Llamé a mi jefe y le dije que quería ese trabajo…Al llegar a España mi trabajo no era el de jefe, sino que una vez más tenía que ser la secretaria del jefe. A él le quedaban 2 años más aquí antes de volver a Japón…yo había venido hasta España para mejorar, pero después CONCLUSIONES • 149 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA de esto no podía confiar más en la política de la empresa, así que busqué otro trabajo en Madrid, y cuando lo encontré presente mi carta de dimisión. Está nueva empresa exporta jamón, vino, aceite y estas cosas a Europa y Asia. Ahora mi situación ha mejorado. Tengo la oportunidad de viajar por España, conocer la cultura y también he conseguido ser algo más que la secretaría del jefe.” Mariko Así pues, se puede concluir que los cambios en las estrategias empresariales a la hora de designar nuevos emplazamientos para sus trabajadores, así como los cambios sociales que tienen lugar en la sociedad de origen como la incorporación de la mujer al mundo laboral o los nuevos modelos familiares, otorgan un grado de “libertad” a las personas que deciden salir de Japón. Esto hace que las razones y los factores de atracción y expulsión expuestos por los participantes, no sean exclusivamente identificables en un subgrupo o en otro. Dicho de otro modo, en esta cuarta oleada, la figura del inmigrante japonés que llega a España con la intención de ingresar en una escuela de flamenco (inmigración cultural), o la del alto ejecutivo (company man) ha dejado paso a un nuevo perfil de inmigrante que, aunque su principal objetivo sigue siendo el de adquirir ciertas destrezas en un ámbito especifico, también tiene en cuenta otros elementos a la hora de elegir un lugar de destino. Por ejemplo, el emprendedor japonés que llega a España con la intención de trabajar ofreciendo servicios de traducción e interpretación a multinacionales niponas (inmigración de asalariados o blue collar), no determina su ubicación únicamente en función del número de filiales japonesas en la zona, sino que valora la posibilidad de compaginar trabajo y tiempo de ocio (propio de la lifestyle migrants), la posibilidad de establecer nuevas redes sociales (inmigrantes culturales) e incluso la opción de crear una familia (migración con pareja local). Esta conexión entre los elementos que influyen a la hora de emigrar y decidir un lugar en el que asentarse, dificultan la tarea de diferenciar entre los subgrupos que integran la comunidad nipona en España. Sin embargo, el uso de la triangulación, ha ayudado a identificar la importancia que tiene cada uno de estos elementos para cada persona y en consecuencia, ha facilitado su categorización. Como se ha defendido hasta ahora, los fenómenos migratorios son procesos dinámicos, no estáticos, sujetos a múltiples variables que pueden afectar su devenir. Este método de triangulación, ha permitido vislumbrar dichos cambios y observar como diferentes elementos como la cultura, la búsqueda de mejores condiciones sociales o el interés por el patrimonio artístico entre otros, han ido cobrando importancia o perdiéndola a lo largo de la fase pre-migratoria. Por ejemplo, mientras que para parte de los entrevistados, durante las primeras etapas de la fase premigratoria, perfeccionar el idioma era el principal motivo para emigrar, mediante la triangulación múltiple (Rodríguez, 2005), se ha observado como este elemento pierde protagonismo en CONCLUSIONES • 150 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA beneficio de otros como tener una relación de pareja en España o experimentar un nuevo estilo de vida. Así mismo, el hecho de establecer estos nuevos subgrupos dentro del colectivo nipón, sirve de base para contextualizar y conocer las nuevas estrategias migratorias que se han identificado durante el proceso de asentamiento, así como su desarrollo dentro de la sociedad de acogida azotada por una situación de crisis económica, política y social. 1.2. Nuevas estrategias de asentamiento. La cuarta oleada de inmigración japonesa hacia occidente, y en especial a España, presenta un tercer elemento que lo diferencia de los flujos migratorios anteriores: el desarrollo de nuevas estrategias migratorias durante la fase de asentamiento en la sociedad de acogida. Este cambio se encuentra estrechamente ligado a las variaciones de los factores de atracción y expulsión, así como a los nuevos perfiles de japoneses que llegan a España. El hecho de que dentro de cada subgrupo se hayan identificado diferentes razones para instalarse en España (intereses personales, pareja, trabajo), repercute en la forma en la que los japoneses han utilizado los distintos recursos para generar nuevas estrategias de asentamiento. Como se expondrá a continuación, por ejemplo, la obtención de un visado de estudiante no siempre está ligada a intereses académicos. A lo largo de las entrevistas, se ha recogido el testimonio de japoneses que se han beneficiado de esta opción para intentar obtener experiencia laboral fuera del país de origen, o simplemente, para poder permanecer en España un tiempo superior al permitido por otros visados como el de turista. Puesto que uno de los elementos característicos de esta nueva corriente es el planteamiento de objetivos migratorios a largo plazo en la sociedad de acogida, uno de los fines operativos para ello, es la obtención de un permiso de residencia. Los resultados han identificado cuatro formas de alcanzar esta meta: a través del visado de turista, b) mediante visado de estudiante, c) contrayendo matrimonio y d) con un permiso de trabajo. Cabe destacar que, a pesar de las buenas relaciones diplomáticas entre España y Japón, los convenios o pactos en materia de inmigración son prácticamente inexistentes. Esta falta de acuerdo deriva en que, aquellos japoneses que llegan a la península, se ven obligados a hacerlo en un régimen que les sitúa en una situación de riesgo de exclusión a la vez que supone una barrera a la hora de alcanzar los objetivos propuestos en su proyecto migratorio. Como reflejan los resultados, así como otros estudios similares, cada vez es más frecuente que los miembros del colectivo inmigrante nipón, tras la imposibilidad de lograr un permiso de trabajo que les permita regularizar su situación, opten por recurrir a la economía sumergida como forma de sustento en la sociedad de acogida. De esta manera, estudiantes japoneses que buscan CONCLUSIONES • 151 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA un nuevo estilo de vida y emprendedores, se ven forzados a aceptar trabajos esporádicos, para los cuales, habitualmente, no están formados, o bien a buscar oportunidades de acceso al mercado de trabajo ligadas a las actividades que llevan a cabo las multinacionales niponas en España. Esto, en ocasiones, resulta en un conflicto interno ya que la búsqueda de un estilo y condiciones de vida diferentes queda supeditada a la posibilidad de poder permanecer de forma indefinida en la sociedad de acogida. Asimismo, para aquellos japoneses que se asentaron en España tras el estallido de la crisis económica, la posibilidad de regularizar su situación ha ido complicándose con el tiempo. Como comentaban los propios informantes, antes de la crisis, las empresas japonesas facilitaban toda la documentación necesaria para obtener un permiso de trabajo, sin embargo en la última década, cada vez son menos las filiales que están dispuestas a encargarse de estos trámites. Por tanto, los miembros de esta cuarta oleada cuentan con un recurso menos que sus antecesores. Es por ello, que muchas parejas mixtas (japoneses emparejados con personas de otras nacionalidades, especialmente españoles o europeos) ante tales dificultades, optan por estabilizar su situación acelerando los trámites del matrimonio. Cabe destacar, que, a pesar de que esto es una practica poco extendida entre la comunidad nipona, cada vez es más frecuente entre parejas jóvenes. En consonancia con estos hechos, algunos de los estudiantes entrevistados, no descartaban la posibilidad de recurrir a esta alternativa en caso de encontrar una pareja estable en la sociedad de acogida y no poder permanecer en España de forma legal. Como se deduce de los resultados y los testimonios recogidos en esta investigación, permanecer en el país de acogida de manera regularizada, es uno de lo principales retos ante los que se ha de enfrentar este colectivo. Como defiende Chou (2009), una preparación previa durante la fase pre-migratoria aumenta las posibilidades de concluir con éxito el proyecto migratorio, pero factores externos como cambios en la legislación, nuevas situaciones socioeconómicas, etc., difíciles de prever, condicionan el proceso. No obstante, resulta sorprendente que a pesar de las dificultades para mantenerse en la sociedad de acogida, ni los propios entrevistados, ni ningún otro japonés de los identificados en sus redes sociales, haya tenido que regresar a Japón por falta de trabajo en la sociedad de acogida. Esto se debe, en gran medida, a la buena salud de la que goza la cultura popular japonesa en España. El interés por la lengua, las tradiciones y la cultura, junto a la reducida cifra de japoneses, han creado un nicho de mercado reservado para aquellos inmigrantes con dificultades para acceder a otros puestos de trabajo en los que han de competir con población nacional o incluso con gente de otras procedencias. Desafortunadamente, la enseñanza del idioma, y otras disciplinas relacionadas con Japón, se enmarcan dentro del sector de la economía sumergida. Como se ha dicho anteriormente, esto sitúa a sus miembros en una situación de CONCLUSIONES • 152 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA riesgo, ya que no se garantizan unos ingresos fijos, no se tiene acceso a ayudas, prestaciones por desempleo, sanidad pública, etc. Al margen de los obstáculos, en las estrategias migratorias mencionadas, también se pueden destacar aspectos que favorecen la consecución de los objetivos migratorios. El interés que despierta la cultura japonesa en España combinado con las muestras de interés de los participantes en relacionarse con población autóctona, sitúa a los miembros de la comunidad nipona en una situación privilegiada en comparación con otros grupos más numerosos pero que no gozan de la misma popularidad, como por ejemplo, la comunidad china, la de países del este de Europa, o incluso la latinoamericana. De la misma manera, el hecho de intentar regularizar su situación a través de visados de estudiantes, matrimonios mixtos, o trabajando en puestos de intermediarios entre empresas japonesas y españolas, facilita que las relaciones con ciudadanos españoles sean mucho más frecuentes que aquellas que se basan en estrategias etnocéntricas como la puesta en marcha de pequeños negocios basados en las necesidades del colectivo migratorio al que se pertenece como locutorios, supermercados, etc. 2. El colectivo japonés en España: una comunidad en expansión. En relación al papel que la comunidad inmigrante tiene en España como agente de cambio social, investigadores como Camarero y Borrego (2004) y Beltrán y Saiz (2004), han llevado a cabo estudios exhaustivos que reflejan las características internas de las comunidades más representativas en nuestro país. No obstante, de Miguel y Tranmer (2010), ponen especial énfasis en la dificultad que supone evaluar el impacto real de las comunidades inmigrantes en la sociedad de origen, si éstas no se observan como un elemento inherente, y que interactúa de manera directa con los demás agentes sociales que forman la sociedad de acogida. Las vicisitudes de la cuarta oleada migratoria han contribuido a que la relación entre japoneses y autóctonos no sea únicamente un objetivo propio del proyecto migratorio, sino una necesidad incipiente para afrontar la fase de asentamiento en España. Siguiendo la nomenclatura propuesta para designar a los diferentes tipos de comunidades japoneses en occidente, los resultados de esta tesis sugieren que, actualmente en España, nos encontramos ante una comunidad japonesa en expansión. Los datos obtenidos apuntan a tres razones que han favorecido el desarrollo de este tipo de comunidad en la sociedad española. 1. La simultaneidad en la llegada de los diferentes flujos migratorios a España. El reducido número de componentes del colectivo inmigrante japonés, junto a la diversidad de proyectos migratorios que se han identificado, evitan que la comunidad nipona se divida CONCLUSIONES • 153 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA en subcomunidades en función del estatus social, ámbito laboral, procedencia, etc., como sucede en las comunidades transnacionales y concentradas. 2. Proyectos migratorios que contemplan la interacción con población autóctona como uno de los objetivos destacados. El principio de “voluntariedad” que rige esta cuarta oleada favorece que durante la fase de instalación, se de una predisposición por parte de los inmigrantes japoneses a participar en actividades que fomentan la inclusión. Ejemplos de ello es su asistencia a talleres, cursos u otras actividades de iniciativa local. 3. El interés por la cultura japonesa en la sociedad de acogida. En las últimas décadas el impacto de la cultura oriental en España ha ido creciendo exponencialmente. Como destacan los informantes, la popularidad de expresiones culturales como la lengua, la caligrafía o la decoración japonesa han creado entornos que favorecen la relación entre españoles y japoneses. Como se observa en el cuadro 1 (apartado 4.1. tipos de comunidades japonesas en occidente), las comunidades en expansión se caracterizan por relacionarse frecuentemente con personas de otras nacionalidades. En este sentido, el nivel de popularidad que alcanzó la cultura japonesa en la España de los años 80, puede considerarse como uno de los elementos claves para entender los motivos por los cuales, a diferencia de otros colectivos, el japonés sí ha logrado establecer vínculos entre sus miembros y los de la sociedad de acogida. Tsutsui (2008), defiende que la exportación de la cultura nipona como bien no tangible, contribuyó al desarrollo económico de Japón a finales del siglo XIX. Del mismo modo que sucedió en Japón con el boom de la cultura norteamericana, la comercialización de la marca “Japón” en occidente, también ha tenido repercusiones sociales. Desde la perspectiva del flujo migratorio nipón en España, la emisión televisiva (a nivel estatal) de un gran número de series de origen japonés, junto a la llegada de avances tecnológicos destinados al ocio como videoconsolas, televisores, reproductores de música, cámaras fotográficas, etc. contribuyeron a la creación de una representación social positiva de este colectivo, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Aunque es necesario estudiar con mayor detenimiento los factores que han contribuido a la buena acogida del colectivo nipón, los resultados obtenidos sugieren que la exportación de la cultura japonesa, parece haberse convertido en una de las políticas de integración social más exitosas. Prueba de ello es el elevado número de matrimonios mixtos, o el número significativo de españoles que se han encontrado en las redes sociales de la muestra, en comparación con otros colectivos con más tradición de presencia en España como el magrebí o los suramericanos (Maya, 2009). CONCLUSIONES • 154 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Esta idea gana en consistencia al contemplar tanto el testimonio de los entrevistados, como la edad de los miembros que figuran en dichas redes (una medía de 34,7 años). La infancia y adolescencia del colectivo de los españoles nacidos en los años setenta (que se insertan en estas redes niponas) transcurre a la par que la penetración de la cultura japonesa en los medios de comunicación españoles (ej. anime). “Creo que el hecho de que yo sea japonesa no es suficiente para que estemos juntos, pero sí reconozco que me ayudó a conocerle…En el curso de español hice amigas de Gana, Brasil y China. Después del curso ellas volvieron a sus países un poco tristes por no haber podido conocer a gente española. Yo sin embargo, al poco tiempo conocí a un grupo de españoles que estudiaban japonés y a través de esto ahora tengo novio…Cuando nos conocimos él (novio) y sus amigos querían hablar y preguntarme todo sobre los dibujos que veían cuando eran niños, los videojuegos…en ocasiones me sentía un poco sorprendida. Ellos me preguntaban cosas que habían visto u oído en la tele e internet, y me di cuenta de que sabían cosas sobre mi cultura que yo desconocía…Hablando con una amiga (japonesa), ella me contó que había tenido un problema similar. Un día fue a tomar café con unas amigas españolas. Mi amiga pidió un té, y cuando le trajeron el té, ella se lo sirvió al estilo japonés. En ese momento sus amigas (españolas) empezaron a hablar de la ceremonia del té y de las costumbres japonesas. Mi amiga se sintió muy incomoda y desde ese momento intenta evitar todas estas “actitudes tan japonesas”. Noriko A pesar de que para la validación de esta hipótesis se requiere estudiar con mayor grado de concreción el papel que juegan los españoles en el proceso migratorio japonés, testimonios como el de Noriko, ponen de manifiesto la importancia de la propuesta de de Miguel y Tranmer (2010), por la cual, el estudio del fenómeno migratorio debe abordarse como la interacción entre el colectivo a estudiar y la población local. Del mismo modo, los resultados obtenidos a través de las entrevistas indican que, a pesar de las diferencias culturales entre españoles y japoneses, en aquellos casos en los que existe un interés compartido, el choque cultural no supone una barrera a la hora de establecer vínculos. Estos resultados muestran una tendencia contraria a la teoría defendida por Pantelidou y Craig (2006), en la cual se considera que las redes de apoyo más sólidas entre inmigrantes, se forman con personas con las que se comparten rasgos culturales como el idioma, tradiciones, religión, estilos de vida, etc. 3. Redes de apoyo durante el proceso de asentamiento. En el caso del colectivo nipón, la buena acogida en España, junto con los objetivos migratorios a largo plazo en la sociedad de acogida, han favorecido la creación de unas redes CONCLUSIONES • 155 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA sociales caracterizadas por la diversidad étnica en su composición, así como por la diversidad funcional de los miembros que la componen. 3.1. Desinstitucionalización del proceso migratorio. Sakai (2003) y Fujita (2009) indican que 1a tercera oleada de japoneses hacía occidente se caracterizaba por el apoyo que recibían los emigrantes por parte de instituciones y grandes empresas. Con la llegada del nuevo modelo migratorio, las fuentes de apoyo informal han pasado a ocupar un lugar protagonista como fuentes de apoyo durante la etapa de llegada e instalación en la sociedad de acogida. La diversidad de perfiles que se han identificado en la comunidad japonesa en España y el cambio de rumbo que han tomado, tanto las empresas japonesas a la hora de desplazar a sus trabajadores, como el papel de instituciones públicas y privadas (financiadas por el gobierno japonés) con los inmigrantes japoneses en la sociedad de acogida, han contribuido a la desinstitucionalización de este fenómeno migratorio. En España, a pesar de que a finales del siglo XX, el colectivo formado por élites políticas y empresariales era ligeramente superior a los demás, la burbuja ambiental descrita por Glebe (2003), Toyokawa (2005) o Suzuki (2006), en la cual los inmigrantes japoneses en la sociedad de acogida crean una comunidad aislada y se recrean las pautas y normas propias del país de origen, no llegó a consolidarse. Esto significa que el tejido de apoyo formal descrito por Glebe (2003), en comunidades concentradas, no ha llegado a tener el protagonismo que ha adquirido en otras ciudades europeas como Dusseldorf. Como relatan los participantes, mientras la empresa para la que trabajan proporciona seguro médico privado, servicio de guardería o transporte gratuito hasta el lugar de trabajo en países como Alemania o Inglaterra, en España estos servicios se han ido recortando. En el caso de las instituciones oficiales financiadas por el gobierno japonés, con excepciones puntuales como los centros educativos japoneses (aunque su objetivo principal es atender las necesidades de los “kinkokushijo” o niños que van a retornar a Japón), no contemplan las necesidades de los inmigrantes japoneses como una competencia que deban asumir. A la falta de apoyo por parte de estas entidades, hay que añadir la escasez de recursos y el desconocimiento que las autoridades competentes en España tienen sobre esta comunidad. Todo ello coloca a este colectivo en una situación de exclusión tanto a la hora de ser beneficiarios de ayudas sociales directas (becas de comedor, asistencia médica, acceso al mercado laboral, etc.) como en el planteamiento de políticas de integración social (cursos de español específicos, talleres de búsqueda de empleo, etc.). CONCLUSIONES • 156 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA “Después de llegar a Madrid decidí matricularme en la universidad. Mi sorpresa fue que, pese a tener una carrera terminada en Japón, no podía acceder a la universidad por no haber un acuerdo en este tema entre Japón y España. Sin embargo, una chica de Nigeria que conocía del curso de Español pudo matricularse sin hacer ningún trámite.” Isshi “En la casa de las culturas hacen muchas actividades para los extranjeros, e incluso se ponen en contacto con inmigrantes para que cuenten sus experiencias y den a conocer cómo es su vida en España, y qué actividades hacen desde su comunidad para que los españoles los conozcan más y puedan relacionarse con ellos. Llevo más de 12 años aquí y nunca he oído que busquen a un japonés para hacer esto.” Hidetoshi Ante esta falta de apoyo formal, el colectivo nipón ha tenido que buscar alternativas. Como destaca Fujita (2009), empresas privadas en Japón, como por ejemplo, academias de idiomas, baile, agencias turísticas, etc., han visto este déficit de recursos como una oportunidad para ampliar su mercado. Junto a las ofertas tradicionales, estas empresas ofrecen actividades de inmersión en la cultura española acompañadas y supervisadas por una persona japonesa residente en España, garantizando de este modo un apoyo en todo momento. A pesar de que los participantes de nuestra investigación, conocían estos servicios, éstos coinciden en que la cobertura y la cantidad de actividades ofertadas, no son equiparables a las de los países anglosajones, y que por lo tanto no se pueden considerar una estrategia migratoria o una fuente de apoyo formal durante la fase de asentamiento. García Ramírez (2001) y Maya (2002; 2004), describen el carácter decisivo y la operatividad de las fuentes de apoyo informal durante las primeras etapas de la fase de asentamiento, al ser éstas más accesibles para la población inmigrante. En el caso del colectivo japonés, la escasez de fuentes de apoyo formal otorga una mayor importancia a las fuentes de apoyo informal. 3.2. Características y funciones de las redes de apoyo. Los resultados de nuestra investigación apuntan a tres ejes a través de los cuales, los inmigrantes japoneses van tejiendo sus redes de apoyo en la sociedad de acogida: a) cursos y/o actividades culturales, b) pareja española y c) compatriotas japoneses asentados en España. Desde una perspectiva funcional de las redes sociales, cabe destacar que debido a las CONCLUSIONES • 157 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA características de cada uno de estos ejes, los participantes relacionan cada grupo con un tipo de apoyo específico. Cuadro 22. Relaciones entre la composición, la función y el tipo de redes de apoyo en el colectivo japonés. En relación a la asistencia a cursos y/o actividades culturales, se han identificado 2 tipos de redes de apoyo que mantienen una estrecha relación con los objetivos migratorios y el interés en participar en actividades culturales: 1. Redes multiétnicas con predominio de amigos. Este tipo de redes nacen de la interrelación entre japoneses y personas de distintas nacionalidades en actividades específicas para la población inmigrante, como por ejemplo cursos de lengua española u otros talleres organizados por asociaciones multiculturales. Debido a que los asistentes a estos eventos comparten ciertas experiencias y sentimientos como la llegada a un país extranjero, dificultades con el idioma o tener una familia transnacional, el apoyo que de ellas de obtiene es de carácter afectivo. Estas redes acostumbran a ser pequeñas y estar formadas por personas con las que se comparten ciertos rasgos culturales. 2. Redes locales. Estas redes nacen de la participación de los inmigrantes en actividades originalmente destinadas a la población local. La relación con españoles gracias a la asistencia a este tipo de cursos/actividades es frecuente en el colectivo nipón ya que, como se ha visto anteriormente, su participación se contempla como uno de los CONCLUSIONES • 158 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA objetivos migratorios. El interés común provoca que estas relaciones se perciban como fuentes de apoyo funcional. Estas redes son pequeñas, pero con alto nivel de especificidad. El segundo pilar a partir del cual se establecen nuevos vínculos en la sociedad de acogida, la pareja española, facilita la creación de redes de apoyo polivalentes, y que cumplen una función tanto afectiva como instrumental. La figura de la pareja, o en ocasiones la de un amigo cercano español, se puede identificar como un elemento integrador. En este trabajo se ha observado que esta figura suele servir de puente de unión entre la persona japonesa, la familia de su pareja y el grupo de amigos españoles. La inserción en las redes sociales de la pareja también tiene su coste. El choque cultural es uno de los aspectos más destacados a la hora de integrarse como miembro de la familia de acogida. Este hecho se ha observado en parejas mixtas con una larga relación. Su impacto en relaciones entre un hombre japonés y una mujer española ha sido mayor que en el caso contrario. “La relación con la familia de mi mujer (española) es buena, aunque hay cosas que no entiendo. Por ejemplo mi mujer y su madre se pasan el día juntas. Se llaman por lo menos una o dos veces al día si no se ven. También tenemos que ir a casa de sus padres todos los fines de semana…ahora intento evitarlo, pero hay veces en las que no se si ella está casada con su madre o conmigo.” Toshi Pese a las diferencias culturales en las primeras fases del asentamiento, la familia de la pareja se percibe como una fuente de apoyo afectivo y operativo. “Desde el momento en el que llegué a Madrid sentí que mi suegra era como mi segunda madre. Al principio no hablaba bien español y no conocía nada de la ciudad, así que cada mañana íbamos juntas a tomar café y luego a comprar. Ella me enseñó donde comprar las diferentes cosas, a moverme con el transporte público. También me consiguió mis primeras clases de japonés…más adelante cuando tuvimos a nuestro hijo, ellos se ofrecieron a cuidarlo si teníamos que trabajar los dos.” Erin Con frecuencia la pareja, también ayuda a integrar a la persona japonesa en su grupo de amigos españoles. En estas nuevas redes sociales, se han identificado los rasgos que de Miguel y Tranmer (2010) consideran que constituyen indicadores favorables (en personas autóctonas), a la predisposición de relacionarse con personas de otras nacionalidades. CONCLUSIONES • 159 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Las redes de apoyo que se derivan de la pareja están compuestas en su mayoría por hombres con edades próximas a las de la persona japonesa, y con una formación académica alta, principalmente universitarios. A estos rasgos destacados por de Miguel y Tranmer, hay que añadir uno de los aspectos que se ha visto anteriormente, la plusvalía que aporta este nuevo individuo al resto del grupo. En el caso de la comunidad japonesa, este valor añadido sería el hecho de conocer la cultura japonesa. “Los amigos de mi novio me aceptaron en el grupo desde el primer momento. Alguno habla un poco de japonés y siempre que podemos hablamos, otros querían que les presentara a mis amigas japonesas y cosas así…Si, como he dicho antes, sus amigos son un poco “otakus” y quizás como soy japonesa siempre tenemos algún tema de conversación, aunque no siempre hablamos de Japón claro, pero sí es un tema del que hablamos, sobre todo cuando los conocí por primera vez.” Noriko Al margen del impacto que puedan tener los objetivos migratorios a la hora de crear redes de apoyo entre inmigrantes y extranjeros, en el caso del colectivo japonés, como proponen Lueck y Willson (2010), el nivel de dominio del idioma es otro de los elementos claves para entender el éxito en la relaciones entre japoneses y españoles. Como indican los resultados, durante la fase de preparación previa a la llegada al país de destino, el aprendizaje del idioma es una de las características de este colectivo. Tener un buen dominio tanto de la lengua de origen como de la lengua del lugar de destino, aumenta las posibilidades de establecer y consolidar redes de apoyo tanto entre colectivos multiétnicos como en el mismo seno del colectivo inmigrante al que se pertenece. En el caso nipón en España, esto es especialmente importante para las segundas generaciones de japoneses, ya que como se analizó en el marco teórico, el número de matrimonios entre japoneses y españoles, es superior al de matrimonios formados por japoneses. Las relaciones entre compatriotas en la sociedad de acogida, dan lugar a una tercera tipología de redes de apoyo informal. Como sostienen García Ramírez (2001), y Maya (2004) y Lubbers, Molina, Lerner, Brandes, Ávila y McCarty (2010), las redes de apoyo entre personas de un mismo país, presentan gran diversidad en cuanto a su composición y funcionalidad. En el caso de los colectivos inmigrantes, al margen del apoyo individual también es posible identificar pequeños grupos, como por ejemplo asociaciones de inmigrantes o de actividades culturales, que a pesar de ser consideradas como organizaciones formales, a menudo debido a su CONCLUSIONES • 160 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA funcionamiento y la escasez de recursos, su papel se limita a prestar una ayuda más propia de las redes de apoyo informales. La situación de las asociaciones de japoneses en España, presenta una serie de características que afecta al mecanismo mediante el cual se establecen estas redes entre compatriotas. En primer lugar, la comunidad nipona destaca por su bajo nivel de asociacionismo. Como muestran los resultados, los miembros de este colectivo participan en actividades impulsadas por la iniciativa ciudadana local y no en iniciativas encabezadas por los propios japoneses. En segundo lugar, como destaca Tsutsui (2008), Japón ha hecho de su cultura un producto a exportar, y esto, junto al interés que despierta la cultura oriental en España, hace que la asociaciones vinculadas al país nipón, estén dirigidas a atender las necesidades de la propia sociedad de acogida, y no las del colectivo japonés. En tercer, y último lugar, la dispersión territorial, junto al reducido número de inmigrantes, dificulta que este tipo de fuentes de apoyo pueda consolidarse. A pesar de estas consideraciones, la población japonesa ha creado una serie de recursos que permiten establecer redes de apoyo informal entre compatriotas. 1. Mediante asociaciones culturales japonesas en la sociedad de acogida. Como se ha mencionado anteriormente, la participación de japoneses en asociaciones de está índole es escasa, sin embargo la demanda de japoneses para la realización de cursos o talleres relacionados con la cultura japonesa, constituyen un escenario idóneo para establecer relaciones con otros japoneses con intereses o aficiones similares. Estas fuentes de apoyo son pequeñas y polivalentes y responden a necesidades tanto afectivas como operativas. 2. Redes sociales virtuales. El uso de la tecnología también se puede contemplar como una herramienta para la creación de redes de apoyo. Mientras que la participación en iniciativas sociales cara a cara del colectivo nipón destaca por su escasez, en el marco de las nuevas tecnologías, es posible acceder a una gran cantidad de recursos creados y dirigidos por la propia comunidad japonesa en el extranjero. Algunos ejemplos son el portal Discovery Nikei (portal de descendientes de japoneses en el mundo que prestan ayuda a pioneros y segundas generaciones de inmigrantes), o el portal web www.arrobaspain.com en la cual, tanto japoneses que residen de forma permanente en España como aquellos que se plantean emigrar, comparten experiencias, recursos y debaten sobre la situación del colectivo en el país de destino. A pesar de que estas redes no favorecen la interacción en espacios físicos, para parte de los participantes, estos recursos se valoran como los más eficaces a la hora de obtener apoyo tanto CONCLUSIONES • 161 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA afectivo como operativo ya que permiten crear un tejido amplio con vínculos especializados. Como muestran los resultados, existen diversas estrategias y espacios que favorecen la creación de redes de apoyo. Maya (2004), establece una categorización de las redes en los colectivos inmigrantes en la que se destaca la importancia de las redes etnocéntricas, no obstante, como se muestra en el presente objeto de estudio, esta misma tipología se puede extrapolar a colectivos inmigrantes minoritarios con predomino de redes multiétnicas. Este matiz a la hora de analizar las redes de apoyo, proporciona información sobre las estrategias de su composición y de los diferentes tipos de apoyo que se busca (y se facilita) en cada categoría. Al margen de estos resultados, el análisis de las redes de apoyo según su diversidad étnica puede inspirar nuevas vías de estudio. Como se muestra a continuación, en este trabajo se ha observado una estrecha relación entre éstas, la composición étnica de estas redes, y la forma en la que los entrevistados se ven a sí mismos, y a la comunidad a la que representan como parte de la sociedad de origen. 4. Sentimiento de pertenencia y desarrollo identitario. Como proponen Ahnellen et al., (2006), el sentimiento de pertenencia es un proceso complejo y subjetivo que se va forjando a través de las experiencias vitales y la negociación constante entre el individuo y el entorno que lo rodea. Uno de los elementos clave en esta transición de la tercera a la cuarta oleada migratoria es el contraste entre los cambios sociales que acontecen en la sociedad de origen (llegada de la mujer a puestos de alta responsabilidad, cambios en los valores y normas sociales, etc.), y el imaginario social que se tiene de países de acogida (Martinez-Callaghan y Gil-Lacruz, 2013). Los resultados obtenidos indican que la conjunción de estas dos variables, en el caso de los inmigrantes voluntarios, genera un sentimiento de pertenencia hacia el país de destino incluso previo al inicio del proyecto migratorio. El interés personal por emigrar a una zona concreta es otro de los elementos a tener en cuenta. A diferencia de otros fenómenos migratorios, el colectivo nipón presenta una serie de objetivos migratorios directamente vinculados a un estilo de vida diferente al del país de origen y un interés tácito, en asentarse en un área determinada. Esto hace que durante el proceso premigratorio y de instalación, se vaya desarrollando una predisposición a la aceptación de las normas, pautas sociales y el estilo de vida del país de destino, lo cual mitiga el estrés causado por el choque cultural. Durante la fase de instalación, también se ha observado la relación directa entre la composición de redes sociales multiétnicas y la consecución de los objetivos migratorios, con un CONCLUSIONES • 162 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA resultado favorable para el desarrollo del sentimiento de pertenencia hacia la sociedad de acogida. En el colectivo japonés en España, son muchos los casos en los que los objetivos migratorios contemplan la creación de redes sociales con personas de distinta nacionalidad, o la participación en actividades a las que no se tiene acceso en el país de origen. Estos hechos respaldan la posición de Sarason y Sarason (1991), al afirmar que el sentimiento de pertenencia en la sociedad de acogida, está ligado a su capacidad de participar y sentirse miembros activos de la comunidad en la que se han asentado. Una de las claves para la comunidad extranjera a la hora de sentirse parte activa en la sociedad de acogida, es el Nivel de Lengua de Destino (NLD). Lueck y Wilson (2010) proponen el uso de la lengua propia de la sociedad de destino y su fluidez con ella al comunicarse, como indicador de integración. A lo largo del proceso de análisis, se ha observado que al margen del uso que proponen los autores, el NLD también tiene una función importante en tanto que, para dentro del propio colectivo inmigrante, aquellas personas con un alto NLD están asociadas con un estatus elevado dentro de su comunidad ya que suponen una via de contacto entre japoneses y españoles. Como indican varios de los participantes de este estudio, aprender español es una iniciativa individual y voluntaria motivada por el interés en España o los países latinos. Por esta razón, tener un alto NLD permite a los extranjeros comunicarse y establecer contactos con comunidades hispanas tanto en el país de origen como en el de destino. Asimismo, lograr un NLD avanzado otorga un nivel de autosuficiencia que permite ir alcanzado los objetivos migratorios y asentarse en la sociedad de destino. “Poder expresarte en español sin duda me hace sentir miembro de la esta sociedad. Creo que como puedo hablar (español) mejor que otros extranjeros chinos, africanos o de otros países hace que la gente me acepte, y que yo también pueda participar en las cosas que pasan a mi alrededor y que me afectan como ciudadana.” Sayouri “En Japón aprendemos inglés por obligación. A mucha gente le gustan los EE.UU o el Reino Unido, pero hay otra gente que no, o que simplemente le da igual. Por esta razón ellos no se sienten de esos países, pero en el caso de la gente que hemos estudiado español, italiano, etc. es diferente. Nosotros hemos decidido estudiar el idioma por alguna razón en especial. Algunos quieren ir a vivir allí, a otros les gusta la cultura, incluso hay gente que quiere aprenderlo para poder tener un novio o novia español… lo importante es que nosotros cuando estamos en Japón queremos conocer a españoles y tener un grupo de amigos, o cuando venimos aquí, creo que todos los japoneses lo primero que hacen es buscar a un español para hacer intercambio.” CONCLUSIONES • 163 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Aka La conjunción de estas tres variables (imaginario social, interés por la cultura de destino y el NLD), sin duda contribuyen a que se adopte una actitud favorable a la hora de crear nuevas redes sociales en el país de destino. Del mismo modo, el interés que despierta la cultura japonesa en nuestra sociedad, también ha de verse como un factor clave que favorece que las relaciones entre miembros de ambos colectivos sean más fluidas. A pesar de que el sentimiento de pertenencia está bastante extendido entre la comunidad japonesa, los resultados también muestran una clara distinción entre el sentimiento de pertenencia y la identidad nacional en este colectivo. En relación al proceso identitario, la interrelación en redes multiétnicas favorece la toma de conciencia de lo que significa la propia identidad nacional. El encuentro con una cultura diferente propicia también el encuentro con el significado de la cultura propia gracias al ejercicio de distancia y contraste (Martínez-Callaghan y Gil-Lacruz, 2013). Esta valoración no esta exenta de conflicto. Pese a la convivencia armoniosa entre el sentimiento de pertenencia a la sociedad española y el sentimiento de identidad nacional japonesa, investigaciones como las de Green (2008) y Machimura (2003) destacan ciertas dificultades en cuanto a la asimilación de la identidad nacional en los dos fenómenos migratorios japoneses más relevantes encontrados en la literatura (el caso latinoamericano y el norteamericano) caracterizados por su escasa relación con redes multiétnicas y el bajo sentimiento de pertenencia hacia la sociedad de acogida. Aunque el colectivo nipón constituye una minoría en España, el nacimiento de pequeñas comunidades de segundas generaciones o de hijos mestizos, supone un argumento añadido a la hora de consolidar o crear un nuevo concepto de lo que significa ser japonés fuera del país de origen. Green (2008), Suzuki (2006) o Machimura (2003) consideran que el estatus social de estos colectivos en la sociedad de acogida, condiciona la forma en la que surge esta nueva identidad nacional. Asimismo, Lueck y Wilson (2010), defienden que el uso del idioma materno (japonés) en diferentes espacios (macro, meso y micro) también tiene su impacto en estas nuevas comunidades. Si bien el impacto de estos parámetros aún no puede valorarse en la sociedad española, los resultados de las investigaciones acerca de las comunidades inmigrantes como parte de la sociedad de acogida, sugieren la existencia de un vínculo sólido entre la forma en la que evoluciona una comunidad, y el sentimiento de pertenencia y la identidad nacional que desarrollan los miembros que la componen. CONCLUSIONES • 164 QUINTO CAPÍTULO: LIMITACIONES, RETOS Y PROPUESTAS DE FUTURO REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Los resultados y conclusiones expuestos en esta tesis, pretenden analizar, la situación del colectivo japonés en España. Esta comunidad muestra una serie de características (situación económica estable, escasez de enclaves étnicos o matrimonios mixtos, entre otras) que divergen del concepto de “inmigrante” encontrado en guías para científicos sociales o en diccionarios especializados como “Dicctionary for Social Studies” (Marshal, 1998) en los cuales esta definición, va ligada a factores de riesgo como segregación, exclusión, etc. Es por está razón que en un contexto de globalización como el actual, es necesario actualizar nuestros conocimientos sobre el tema, para superar este tipo de definiciones y contribuir al desarrollo del estudio de las disciplinas socio-humanísticas. En este sentido, realizar un ejercicio de reflexión y autocrítica, puede considerarse como uno de los pasos a seguir en un trabajo de investigación ya que las limitaciones de un estudio, lejos de ser consideradas como elementos negativos, deberían contemplarse como oportunidades para iniciar nuevas líneas de trabajo. 1. Limitaciones en la investigación. Una de las limitaciones de este trabajo es el tamaño muestral. A pesar de que el enfoque cualitativo permite operar con una muestra reducida, no cabe duda que un aumento en la misma puede aportar mayor riqueza de matices a la hora de comprender la situación de este colectivo en España. Asimismo, el contar con un número elevado de participantes puede ayudar a evitar sesgos en la interpretación de los resultados. Por esta razón, de cara a futuras investigaciones ampliar la muestra podría implicar encontrar nuevos resultados que refuercen o complementen los obtenidos hasta ahora. En un futuro, con el fin de incrementar la muestra, se podrían utilizar diversas estrategias. En primer lugar, establecer criterios de selección más laxos permitiría incorporar a japoneses reagrupados, segundas generaciones, o inmigrantes con un proyecto migratorio temporal. Del mismo modo, se podría considerar la opción de seleccionar a japoneses que hayan residido en España y que se encuentran asentados fuera del país o aquellos japoneses que han retornado a Japón. El hecho de trabajar con un colectivo inmigrante, y más aún si éste es minoritario, siempre implica una dificultad añadida debido al riesgo percibido de la falta de anonimato de los estudios sobre el tema. En el caso de la comunidad japonesa, a pesar de haber contactado con un gran número de participantes con redes de apoyo multiétnicas, durante las entrevistas, algunos informantes se mostraron cohibidos y evitaron dar opiniones propias que pudiesen contradecir a las de otros compatriotas. Esta actitud excesivamente precavida se podría superar si las entrevistas se realizasen de forma individual, y con preguntas específicas acerca de las experiencias personales evitando generalizaciones. LIMITACIONES, RETOS Y PROPUESTAS DE FUTURO • 167 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA La jerarquía dentro de la propia comunidad también ha tenido su impacto en el acceso a los entrevistados. En ocasiones, aquellos candidatos con los que se había contactado a través de organizaciones culturales, empresas o asociaciones, remitían las solicitudes de entrevistas a personas que ocupaban cargos de mayor responsabilidad dentro de la institución, o a aquellas personas que consideraban más “expertas”. Desde el punto de vista de las limitaciones, esto ha burocratizado el proceso de selección de informantes. Asimismo, en los casos en los que se había contactado con dos o más personas pertenecientes a un mismo grupo, únicamente una de ellas accedía a ser entrevistada. Con el fin de tener en cuenta este modo de actuar, para futuras investigaciones, sería aconsejable acudir directamente a aquellas personas que ocupen una posición de responsabilidad y solicitar su ayuda para contactar con otros compatriotas dentro de la misma organización. Otro de los aspectos externos que ha influido sobre el proceso investigador ha sido el choque cultural con la muestra. La diferencia entre las pautas culturales, ej. en la forma de expresarse o la comunicación no verbal, han sido factores claves tanto a la hora de contactar con asociaciones e informantes, como durante el proceso de recogida de datos. La falta de destrezas comunicativas del equipo investigador en el idioma nipón ha supuesto una dificultad añadida está investigación. En algunos casos se ha contado con el apoyo de una persona nativa que se ha ofrecido a traducir e interpretar las entrevistas, pero el hecho de no dominar el idioma de la muestra, no ha permitido acceder a aquellos japoneses que solamente hablan japonés y que seguramente, a causa de ello, forman parte de una red de apoyo más reducida. En este sentido, el hecho de no contar con ninguna persona nativa como miembro del equipo puede haber contribuido a que, cierta información no haya sido interpretada de forma correcta o se hayan perdido ciertos matices al utilizar una lengua vehicular como el inglés o el español. Con el fin de obtener una información más precisa en futuras investigaciones, sería apropiado contar con personal nativo, o bien realizar periodos de formación e investigación en Japón para mejorar la fluidez lingüística así como una compresión más completa acerca de su funcionamiento y sus pautas sociales. Junto a estas limitaciones, también hay que añadir las circunstancias sociales y económicas que han podido influir sobre los resultados de este trabajo. La crisis global ha supuesto un duro obstáculo tanto a parte de la muestra como al propio equipo de investigadores. Durante la recogida de datos, se dieron situaciones en las que los participantes tuvieron que cancelar las entrevistas por motivos de trabajo, o por tener que desplazarse dentro del territorio nacional. Del mismo modo, la falta de financiación para la investigación obligó a que los participantes, en ocasiones, tuvieran que hacerse cargo de los gastos de desplazamiento para realizar las entrevistas, y en ningún caso, se les pudo retribuir por su colaboración, ni tampoco a los interpretes que realizaron un trabajo voluntario. LIMITACIONES, RETOS Y PROPUESTAS DE FUTURO • 168 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA La reducción de becas y ayudas a la investigación en el sector público y privado ha obligado a que está investigación se haya realizado compaginándola con trabajos esporádicos para permitir recoger los testimonios de los participantes en comunidades autónomas distintas. Esto ha supuesto la anulación de parte de las entrevistas que se tenían concedidas con japoneses, así como con representantes de entidades vinculadas al colectivo nipón por suponer un elevado gasto de desplazamiento. 2. Retos para futuras investigaciones. Uno de los mayores retos de este trabajo ha consistido en acotar el objeto de estudio. En el primer capítulo se ha puesto de manifiesto la variedad de definiciones y usos que los expertos hacen de términos como integración, redes de apoyo o apoyo social, entre otros. Sin duda, debido a los constantes cambios sociales y la forma en la que evoluciona la sociedad, resulta difícil establecer una definición exacta. No obstante, en futuras investigaciones, el uso adecuado de indicadores puede ayudar a delimitar de forma más precisa qué es lo que se entiende por proyecto migratorio o integración plena. Así pues, consideramos que puede ser interesante prestar atención a otras variables relativas a la integración como el tiempo de residencia en una zona concreta, el sistema educativo que se escoge para los hijos de los inmigrantes o el ámbito en el que se desarrollan las actividades laborales. La investigación sobre integración social nos obliga a idear en un futuro nuevas estrategias que permitan acercarse a la realidad social de aquellos inmigrantes que, debido a su situación administrativa, se encuentran en una situación de desventaja respecto a la de sus compatriotas que residen de formal legal en la sociedad de acogida. En esta tesis, se ha tratado de abordar la situación de aquellos japoneses que han utilizado visados de estudiantes o de turistas para acceder al mercado laboral o para obtener otro tipo de permiso que les facilite asentarse de forma legal en España. Sin embargo, durante la recogida de datos, en muchos casos los informantes preferían omitir este tipo de cuestiones. Por tanto, los retos para futuras investigaciones no se limitan únicamente al proceso de recogida de datos. Desde una perspectiva académica, determinadas teorías tales como el concepto de identidad social (Tajfel y Turner, 1986) o ciertos aspectos relacionados con el uso y la composición de las redes sociales de los colectivos inmigrantes (Maya, 2002; 2004) podrían ser extrapolables a colectivos como el japonés. En este sentido, estudios como el llevado a cabo, pueden ayudar a esclarecer las diferencias y semejanzas entre las pautas culturales y sociales de occidente y oriente, contribuyendo a crear una visión más universal de temas teóricos como el concepto de identidad o el sentimiento de pertenencia a un grupo. Interesa profundizar en futuros proyectos en la percepción que los inmigrantes tienen del país de acogida, y su impacto a la hora de asentarse y llevar a cabo un proyecto migratorio. Como LIMITACIONES, RETOS Y PROPUESTAS DE FUTURO • 169 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA defiende Dense Jodelet (1991), las actitudes y valores que los individuos desarrollan personalmente no siempre son aceptados o compartidos por su entorno. En el caso del colectivo japonés, se ha observado una cierta “idealización” del país de acogida (España). En posteriores investigaciones, establecer una comparación entre aquellos inmigrantes que llegaron con una imagen positiva de la sociedad de acogida y aquellos que lo hicieron con una negativa, puede suponer un paso hacia delante a la hora de identificar aquellas variables que influyen durante el proceso de integración y asentamiento. Finalmente, en relación al uso de la metodología, a pesar de haber optado por la triangulación al considerar que ésta permite combinar los enfoques cualitativos y cuantitativos, en ocasiones tomar la decisión de bajo qué perspectiva abordar ciertos datos puede suponer un ejercicio de dispersión. Por esta razón, es necesario establecer unos criterios que ayuden a determinar qué estrategias metodológicas pueden proporcionar datos más relevantes bajo un enfoque cualitativo y cuáles en uno cuantitativo. Esta práctica ayudará a asentar las bases de nuevas líneas de investigación que permitirán profundizar en la realidad social de determinados colectivos, así como el impacto de otras comunidades en la sociedad de acogida. 3. Nuevas líneas de investigación. Tras identificar las limitaciones en esta investigación y observar los nuevos retos que éstas plantean, se contemplan varias líneas de investigación que pueden ayudar a ampliar el conocimiento y comprensión de los fenómenos migratorios. En el caso del colectivo inmigrante japonés en Europa, la escasa producción de material académico, hace de él un campo aún por explorar. Como se ha apuntado en los resultados, el papel de la mujer japonesa como inmigrante es diferente al de los hombres. Además, en el imaginario social todavía persisten ciertos estereotipos que eclipsan el proyecto migratorio de aquellas mujeres que dejan su país de origen en busca de un nuevo modelo de sociedad que les permita afrontar desafíos personales en ámbitos tan diversos como el laboral, el académico o el familiar. Del mismo modo, el inicio de un nuevo modelo migratorio japonés hacía occidente (cuarta oleada), nos plantea nuevos interrogantes como la llegada de japoneses que presentan un proyecto migratorio a largo plazo. Cada vez son más aquellos que deciden educar a sus hijos en España. Este hecho lanza nuevas cuestiones como por ejemplo: ¿cómo integrar dos modelos educativos y culturales tan diferentes en un mismo espacio?. La segregación y el aislamiento que mencionan Machimura (2003) en los Estados Unidos constituyen un exponente del impacto que ha tenido en la sociedad californiana la llegada de un modelo migratorio japonés no formado por élites políticas o empresariales. LIMITACIONES, RETOS Y PROPUESTAS DE FUTURO • 170 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA La evolución en los proyectos migratorios es uno de los ámbitos que más puertas abre de cara a futuras investigaciones ya que, su proceso de integración no afectará únicamente a esta primera generación, sino que tendrá sus consecuencias en las segundas y terceras generaciones como se ha visto en los Estados Unidos. Las características propias del colectivo nipón en España, lo sitúan en una situación particular. Por un lado, el elevado número de parejas mixtas sugiere que el proceso de integración de estas generaciones venideras va a ser menos abrupto que en el caso norteamericano ya que éste se realizará a caballo entre dos culturas. Sin embargo, la falta de redes de apoyo formales como asociaciones de inmigrantes japoneses, puede contribuir al nacimiento de nuevas subcategorías dentro de este colectivo como por ejemplo, hijos de parejas mixtas o descendientes directos de japoneses. También resultará necesario prestar atención al papel que desempeñan las instituciones educativas. En una situación como la actual, en la que cada vez son mayores los recortes en educación (especialmente aquellos destinados a atender a alumnos con necesidades especificas), la inclusión en el aula de alumnos transnacionales o de aquellos cuyas pautas conductuales y de socialización difieren del escolar nativo, puede suponer un reto para profesores, educadores y demás profesionales vinculados con el sistema educativo en edades tempranas. La creación y procesos por los cuales se generan enclaves étnicos en la sociedad de acogida es otra de las líneas de instigación a las que da pie este proyecto. A pesar de que los datos obtenidos en este trabajo muestran que la comunidad japonesa presenta unas redes de apoyo formadas por personas de diversas nacionalidades, casos como el de la comunidad nipona en Australia (Shiobara, 2011), sugieren que a medida que aumenta el número de japoneses en una misma zona, aumenta el número de asociaciones y actividades niponas destinadas a esta comunidad. En contraposición a esta tendencia endogrupal Fujita (2009) plantea que los nuevos “inmigrantes culturales” intentan evitar este tipo de redes ya que se sienten atraídos por la sociedad de acogida y manifiestan una voluntad explícita de formar parte de la misma. Ante estas tendencias, cabría analizar el papel que la sociedad de destino tiene a la hora de facilitar o dificultar la consecución de los objetivos migratorios. La situación de aquellos japoneses que retornan al país de origen tras haber residido en occidente debería ser objeto de atención. El proceso de socialización y la asimilación de las pautas y normas sociales occidentales pueden suponer un nuevo choque cultural al regresar al país de origen. Del mismo modo, son fuente de capital humano y social para su país de retorno. El conocer la situación del colectivo nipón en España amplía nuevos horizontes en el estudio de otros colectivos inmigrantes poco estudiados como es el caso del chino o procedentes de otros países asiáticos. La situación socio-económica española contrasta con el auge de países LIMITACIONES, RETOS Y PROPUESTAS DE FUTURO • 171 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA como China, Corea del Sur, Tailandia o India, y la llegada y asentamiento de nuevos flujos migratorios puede tener repercusiones en la sociedad de acogida, tanto a nivel económico como cultural. Asimismo, abordar la situación de un colectivo cuyas características socio-económicas no lo sitúan en una situación de “riesgo social”, invita a reflexionar y reconceptualizar términos como el de exclusión o aislamiento, ya que como se ha observado, no están ligados simplemente a una condición económica, sino que aspectos como las habilidades sociales, el choque cultural o el nivel de dominio de la lengua de destino pueden afectar al devenir del proceso de instalación. Es por ello, que resulta necesario establecer nuevos indicadores que eviten estereotipos y juicios de valor a la hora de identificar situaciones de riesgo en los miembros de los colectivos inmigrantes. En este sentido, no cabe ninguna duda que el proceso de globalización en el que nos encontramos nos ha ayudado a conocernos mejor. Sin embargo, la desaparición de fronteras y la facilidad con la que podemos comunicarnos con personas que se encuentran a miles de kilómetros de distancia, no puede servir de excusa para ocultar nuestra diversidad cultural, étnica, ideología, etc. Es por ello, que tras realizar este trabajo de investigación, he sido consciente de que el mundo que nos rodea es tan único, como únicas son las personas que lo habitan. LIMITACIONES, RETOS Y PROPUESTAS DE FUTURO • 172 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA BIBLIOGRAFÍA Adams, B. E. (1971). Israel zangwill . New York: Twayne. Amigo, H. (2009). Mitos, leyendas y cuentos chinos en España. Miradas y voces de la inmigración Montesinos Ed. Aparicio, R., y Tornos, T. (2006). Las redes sociales de los inmigrantes extranjeros en España: Un estudio sobre el terreno. Ministerio De Trabajo y Asuntos Sociales De Colección Documentos De La Inmigración, Aragón Medina, J. (2009). 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ANEXOS-185 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA Menos de 3 meses Entre 1 y 3 años Más de 10 años Menos de 8 meses Entre 4 y 7 años Venos de 1 año Entre 8 y 10 11) ¿Cuánto tiempo llevas residiendo en Barcelona/Madrid/Zaragoza? Menos de 3 meses Entre 1 y 3 años Más de 10 años Menos de 8 meses Entre 4 y 7 años Menos de 1 año Entre 8 y 10 12) Actualmente estoy… Estudiando trabajando buscando trabajo otro 13) Si estas trabajando, ¿Qué tipo contrato tienes? Temporal Indefinido otro 14) ¿Cuál era tu objetivo al venir a Barcelona/Madrid/Zaragoza? Estudiar Trabajar Vacaciones Familia Otro 15) ¿Cuánto tiempo pensabas/piensas vivir en Barcelona/Madrid/Zaragoza? Menos de 1 año Entre 1 y 2 años Más de 2 años No lo se 16) ¿En qué barrio de Barcelona/Madrid/Zaragoza vives actualmente? 17) Mantienes algunas de estas costumbres de tu país de origen Comidas Religión Pautas culturales Festejos Otros 18) Compartes estas costumbres con… Amigos de la misma nacionalidad Familiares de la misma nacionalidad No las comparto con nadie Amigos de otras nacionalidades Familiares de otras nacionalidades Con todos sin tener en cuenta la nacionalidad 19) ¿Qué es lo que más te gusta de Barcelona/Madrid/Zaragoza? _____________________________ 20) ¿Qué es lo que menos te gusta de Barcelona/Madrid/Zaragoza? _____________________________ 21) ¿Participas en alguna asociación relacionada con la cultura japonesa? Si No 22) ¿Participas en alguna asociación que no este relacionada con la cultura japonesa? Si No ANEXOS-186 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA 23) En general ¿con quién te relacionas más a menudo? Sólo con japoneses. Con japoneses y otras personas con las que comparto tradiciones y costumbres aun que no sean japoneses (otros países de Asia). Con cualquier persona sea del país que sea. NC 23) En el tiempo que llevas en Barcelona/Madrid/Zaragoza, ¿Con quién te relacionas más a menudo? Japoneses Españoles y otros extranjeros Españoles Españoles y japoneses Otros extranjeros asiáticos Japoneses y otros extranjeros Otros extranjeros no asiáticos Españoles, japoneses y otros extranjeros 25) ¿Participas en fiestas o tradiciones españolas? Si No 26) ¿Cómo te parece que los españoles, en Barcelona/Madrid/Zaragoza, tratan a los japoneses? Muy bien Bien Regular Mal Muy mal 27) En un futuro próximo ¿qué te gustaría hacer? Seguir estudiando en España Seguir estudiando en Japón Trabajar en España Volver a Japón NC ANEXOS-187 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO INMIGRANTE JAPONÉS EN ESPAÑA ANEXOS-188 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO JAPONES EN ESPAÑA ANEXO 2: Llegada y expectativas de futuro de los estudiantes japoneses en Zaragoza 大切: 答えはスペイン語で書いて下さい *のついている質問には答える。詳しく書いて下さい。 1- 性別 _____ 2- 年齢 _____ 3- どこで生まれましたか。____________ 4- 日本の大学では何各部ですか。______________ 5- 日本の大学では何年生ですか。______________ 6- あなたの大学はどこにありましたか。___________ 7*- 外国へ来たのは今回が初めてですか。初めてではない人は何回目の海国で すか。また、それそれの渡航の目的は何でしたか。 8*- スペインにきたのは今回が初めてですか。 9*- いつスペインへ来ると決めましたか。 10*- どうしてサラゴサで勉強しょうと思いましたか。 11*- 他のスペインの街で勉強することも考えましたか。どうしてその街を選ば なかったのですか。 12- サラゴサ大学で勉強するにあたって、入学願書やアパート探しは日本 で済ません来ましたか。誰かに手伝ってもらいましたか。手伝っても らった方は誰に手伝ってもらいましたか。 13*-サラゴサの滞在に何を期待しますか。 ANEXOS-189 REDES SOCIALES Y DE APOYO EN EL COLECTIVO JAPONES EN ESPAÑA 14*-日本ではなく外国で勉強することは何か有益はことがありますか。 15*- 将来できれば以外の国に住みたいと思っていますか。それはどこのくにで すか、またどうしてですか。 16*- サラゴサ滞在中にもし、スペインの恋人が、またどうしてですか。スペイ ンに住みたいと思いますか。 サラゴサにいる日本人留学生に関する研究をしていますので、私のインタビュ ーに応じてくれる学生を探しています。もし興味がよれば下に名前とメールア ドレスを書いて下さい!スペイン語を勉強するキャンスですよ! 名前: Eメールアドレス: どうもありがとうございました ANEXOS-190 REDES SOCILAE SY DE APOYO DEL COLECTIVO JAPONES EN ESPAÑA ANEXO 3: Guión de la entrevista 1 1- En Japón -¿Dónde nació?, ¿Dónde creció? -Tipo de familia (nº miembros, tradicional/moderna, aglutinada/extensa, etc.) -Situación profesional y social (Trabajo/paro, contenta/aburrida/disgustada, etc…) -Educación forma y no reglada (Universidad/Formación profesional/sin formación) 2- Momento en el que decide emigrar - Momento personal en el que se decide marchar. (jóven/mayor, soltera/casada, trabajo/paro) - Apoyo recibido. ¿Quién y Cómo? (familiar, amigos, compañeros, profesores…) - Motivo por el que se marcha (Pareja extranjera, motivos familiares y/o laborales, gusta España, esta cansada de Japón…) 3- 2 Proceso de emigración - Objetivo de la emigración (por qué razón decida salir de Japón ¿el motivo y el objetivo es el mismo?) - A dónde quería ir (Antes de emigrar se barajan varias opciones??? Porque se emigra a una ciudad en concreto??) - Que expectativas tenía (había vivido fuera de Japón antes, conocía a alguien que si?) - Dificultades en el proceso (idioma, cultura, familia, amigos trabajo…poner ejemplos) 4- Llegada a España - Por qué decide venir a España y no a otro país? (idioma, cultura, pareja modo de vida, algún interés particular…) - Situación psicosocial (redes de apoyo, actividades de la vida cotidiana, relación con otras personas y agentes sociales, etc…) - Dificultades ante las que se ha encontrado (España no es lo que se pensaba, la gente no es como se pensaba, problemas de cultura, idioma, relaciones con españoles y otros extranjeros, etc…) - Apoyo recibido (identificar redes de apoyo y sociales que se han creado y las que se mantiene en Japón) 5- Estado actual - Vínculos con la ciudad (por que se quiere quedar en esta ciudad?? Amigos, trabajo, pareja, modo de vida…) - Situación psicosocial (esta content@ con su situación fuera de Japón, preferiría volver o ir a otro lugar…) - Situación familiar y social (si tiene familia en España, que diferencia hay entre la japonesa y la española??) - Relación con la familia de origen y amigos (cuando vive en España se mantiene la relación con familiares (padres, hermanos, primos) y amigos, como se hace??) ANEXOS-191 REDES SOCILAE SY DE APOYO DEL COLECTIVO JAPONES EN ESPAÑA 6- Perspectivas de futuro - Familiares (quiere formar una familia en España, quieren vivir aquí, le gustaría que sus padres o hermanos o primos vinieran a España) - Psicosociales (cosas que le gustan y cosas que cambiaria de su vida en españa, ej. mas oportunidades de trabajo/ocio conocer a más gente, aprender más sobre la vida y las costumbres locales, participar en actividades comunitarias, etc…) - Volver a Japón (¿piensa volver a Japón?, solo volvería a Japón si…, solo me quedaría en España si…) - Que diferencia hay entre los japoneses de España y de Japón (mentalidad, modo de vida, tipo de amistades y relaciones con los demás…) * Actividades a desarrollar durante la entrevista - Si la persona está de acuerdo utilizar la grabadora. - Si se tiene la oportunidad proponer el dibujo de redes de apoyo percibido - Si se puede preguntar por la visión general de la comunidad japonesa en Esp. 1 El guión de la entrevista es orientativo y puede variar según el nivel de participación de la persona y la información que proporcione. 2 Los apartados 3,4,5 y 6 se han elaborado teniendo en cuenta la futura investigación conjunta con la universidad de Keio (Tokio, Japón). ANEXOS-192 REDES SOCIALES Y DE APOYO DEL COLECTIVO JAPONÉS EN ESPAÑA Índice de cuadros Cuadro 1. Características de los diferentes modelo de comunidades inmigrantes japonesas en occidente 40 Cuadro 2. Debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades del colectivo japonés según el tipo de comunidad en la que se integran en la sociedad de acogida 41 Cuadro 3. Esquema de la trayectoria migratoria japonesa hacia occidente 44 Cuadro 4. Nivel de interrelación entre el colectivo japonés y la comunidad de acogida 58 Cuadro 5. Evolución de las redes de apoyo durante la fase de instalación 62 Cuadro 6. Distribución de los participantes en el estudio 81 Cuadro 7. Ventajas e inconvenientes de los distintos enfoques metodológicos 88 Cuadro 8. Comparativa entre los bloques que componen ambos cuestionarios (visado de trabajo/ visado de residente) 92 Cuadro 9. Elementos comunes y diferenciables entre ambos cuestionarios 92 Cuadro 10. Resumen del cuestionario para estudiantes 93 Cuadro 11. Resumen del cuestionario para trabajadores 95 Cuadro 12. Cuestionarios repartidos 96 Cuadro 13. Datos descriptivos de los cuestionarios distribuidos por grupos 103 Cuadro 14. Zona de origen de la población japonesa residente en España en el año 2012 107 Cuadro 15. Diferencias culturales y sociales entre las ciudades de Barcelona y Madrid según el colectivo nipón antes de emigrar a España 111 ANEXOS-193 REDES SOCIALES Y DE APOYO DEL COLECTIVO JAPONÉS EN ESPAÑA Cuadro 16. Redes de apoyo durante la fase de instalación identificadas por los entrevistados 114 Cuadro 17. Motivos por los que la población japonesa emigró a España 119 Cuadro 18. Países de residencia previos al traslado a España de los inmigrantes japoneses 120 Cuadro 19. Elementos de atracción hacia España, identificados por la muestra 122 Cuadro 20. Elementos de expulsión del país de origen, identificados por la muestra 123 Cuadro 21. Características básicas de las oleadas migratorias japonesas 145 Cuadro 22. Relación entre la composición, la función y el tipo de apoyo en el colectivo japonés 158 ANEXOS-194 REDES SOCIALES Y DE APOYO DEL COLECTIVO JAPONÉS EN ESPAÑA Índice de tablas Tabla 1. Japoneses residentes en España según régimen y Comunidad Autónoma de residencia en el año 2012. 78 Tabla 2. Lugar de residencia de los entrevistados por Comunidad Autónoma. 80 Tabla 3. Zona de procedencia de la muestra 108 Tabla 4. Ciudad de destino del colectivo japonés durante la fase pre-migratoria 110 Tabla 5. Razones por las cuales se elige a Barcelona/ Madrid cómo ciudades de destino durante el proyecto pre-migratorio Tabla 6. Razones para no emigrar a zonas rurales 110 Tabla 7. Nivel de estudio previo a la emigración del colectivo japonés 113 Tabla 8. Tipos de estudios que se desean cursar en España 114 Tabla 9. Descripción de la población española según el colectivo japonés residente en España 121 Tabla 10. Fuentes de apoyo identificadas por los entrevistados durante el proceso migratorio 126 Tabla 11. Motivos por los que los entrevistados si volverían a Japón 138 Tabla 12. Motivos por los que los entrevistados no volverían a Japón 138 112 ANEXOS-195 REDES SOCIALES Y DE APOYO DEL COLECTIVO JAPONÉS EN ESPAÑA ANEXOS-196