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FRANCISCO
TÁRREGA
Alumna: Carmen Copoví Llop
Profesor-Tutor: Antoni Ripollés Mansilla
Castellón, mayo de 2006
¾ INTRODUCCIÓN
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¾ BIOGRAFÍA
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¾ OBRA
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¾ HOMENAJES
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¾ ENTORNO A TÁRREGA
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¾ APORTACIONES DE TÁRREGA A LA GUITARRA
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¾ AGRADECIMIENTOS
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¾ BIBLIOGRAFÍA
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Manuel de Falla dijo, que para apreciar toda la belleza y emotividad que era
capaz de encerrarse en una guitarra bastaba con citar un solo ejemplo:
“Recuerdos de la Alhambra”.
Tárrega dignificó la guitarra, la ennobleció, le devolvió el rango de instrumento
de concierto. Hoy ya nadie la mira como un instrumento que tuvo por marco
tabernas y burdeles y animaba los jolgorios y las meriendas mas o menos
fraternales.
Tenía Tárrega un inmenso mérito artístico. No sólo se admiraba en él, al diestro
ejecutable, para quien no existían las inmensas dificultades de mecanismo
propios del instrumento, sino que encantaba más por su sentimiento tan tierno
como noble, su fraseo elegante y sobrio, la pureza y claridad de ejecución.
Recurre a los grandes compositores, Bach, Beethoven, Schumann, Chopin,
etc., … elige muchas de sus buenas obras y las crea de nuevo con los recursos
de la guitarra, sin hacerles perder el carácter central del autor manteniendo la
indiosincracia de su instrumento favorito.
Tárrega fue también el creador de una escuela que casi podría clasificarse de
nueva era para la guitarra, abriendo nuevos horizontes y descubriendo una
serie de efectos y sonoridades tan desconocidos, que por esa causa, al oírlo, el
instrumento sonaba de aquella manera tan única y sublime a la vez.
Es un artista mediterráneo, preciso. Objetivo y también romántico.
Su espíritu es romántico y cristiano.
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A mediados del siglo XIX se iniciaron en la zona de la plana las primeras
plantaciones de naranjos y poco después Polo de Bernabé introduce en 1.856
el cultivo de la mandarina. Es por aquel entonces cuando, en el convento de
San Pascual, se desposaban Francisco Tárrega Tirado y Antonia Eixea Broch.
Fruto de esta unión, en una modesta casa de la plaza
vila-realense de San Pascual, a las cuatro de la
madrugada del día 21 de noviembre de 1.852 nacía el
insigne compositor Francisco Tárrega y Eixea.
Según la tradición, para la elección del nombre no
hubo problemas, el primogénito de la familia debería
llevar el nombre de los padres. Por eso, llamaron al
recién nacido Francisco de Asís Tárrega y Eixea,
familiarmente Quiquet. Cuando contaba dos años de
vida nació su hermano José. El padre de Tárrega
trabajaba en el convento de San Pascual, que estaba
junto a su casa, como celador, y su madre también
realizaba tareas para las monjas (MANDAERA).
Francisco (padre) en horas fuera de su obligación como celador, realizaba
otras tareas para ganarse algún ingreso extra. Fue durante uno de estos
trabajos eventuales, al llegar a Jérica cuando enfermó, y su mujer Antonia
precisó dejar a sus hijos al cuidado de una vecina para poder hacerse cargo
de su marido enfermo. Aquella mujer, a la que habían dejado a cargo los
chiquillos, observó cierta mañana que Quiquet había mojado la cama. En un
ataque de rabia, o simplemente por darle un escarmiento, cogió al niño y lo
arrojó a la acequia que pasaba junto a su casa. El agua sucia provocó una
infección en los ojos del pequeño. Este deplorable percance afectó la salud de
su visión y fue el origen de numerosas intervenciones quirúrgicas que nunca
llegaron a buen término.
A finales de 1.858 nacía su hermana Concha y durante el año siguiente se
trasladaron a Castellón. En la capital nacieron los demás hermanos de Quiquet:
Antonia, Rosa, Vicenta y finalmente Vicente, por quien Francisco sintió
absoluta devoción.
En su ciudad natal comenzó la educación primaria de Tárrega en la escuela
que había entonces, aprendiendo a leer, escribir, cantar y doctrina cristiana. En
Castellón continuó su educación elemental en la escuela del mestre baldat,
apodo con el que bautizaron a su profesor, que era parapléjico.
La región valenciana ha tenido desde siempre una notoria tradición musical y
prácticamente la totalidad de sus habitantes eran en mayor o menor modo,
aficionados a la música. El padre de Tárrega solía rasguear su guitarra con
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ritmos de tangos, jotas o albaes. De esta manera cautivó al pequeño, que
aprovechaba las ausencias de su padre para, a su manera, pulsar el humilde
instrumento. Este fue el primer contacto que el gran maestro tuvo con la música
y con la guitarra. Tal fue su afición por la música que empezó perdiendo el
interés por sus estudios y su padre pensó en la posibilidad del estudio serio de
la música. Después de muchas reflexiones decidió poner a Quiquet bajo la
tutela de Eugenio Ruiz, conocido popularmente como el “cego” Ruiz, pianista
del entonces café de la perla, más conocido por el café del xato.
Debido a su afición a la guitarra su padre le presentó a Manuel González,
conocido como “cego” de la marina, que se ganaba la vida en un
establecimiento de venta de guitarras. El “cego” de la marina enseñó a Quiquet
a valerse de una guitarra para arrancar de ésta los más cautivadores de los
sonidos. Durante este período la familia de Tárrega vivió en el Carrer L’Enmig y
Carrer del Bolos nº 2, hoy calle de la Morería.
A la edad de 10 años se fue a Barcelona con el guitarrista almeriense Julián
Arcas, pero pronto abandonó la casa de los familiares en donde residía u se
unió a un grupo de jóvenes músicos, tocando en tabernas y cafeterías para
ganar algún dinero, en lugar de asistir al conservatorio. Su padre se enteró de
esto, y fue a Barcelona para traer a Tárrega de vuelta a casa.
Con el paso del tiempo, el joven Tárrega, un adolescente de 13 años que sigue
teniendo un espíritu aventurero, y al que parece que Castellón se le había
quedado pequeño, vuelve a huir de su hogar camino de Valencia, donde le
esperarían nuevas aventuras.
Al cumplir los 14 años, Tárrega tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, por el
oculista Olegario Cantó, de un entropión que le había causado úlceras de
córnea, como consecuencia de una infección degenerativa. Aunque la
operación lo rescató de una indudable ceguera, su vista quedaría dañada por el
resto de su vida.
Sumiso en apariencia estuvo un par de años en la casa paterna y al fin escapó
otra vez a Valencia, reuniéndose con sus viejos amigos, reanudando las
sesiones guitarrísticas, que eran escuchadas con una devoción casi mística.
En una de estas audiciones estaba presente el hijo del Conde Parcent,quien le
invitó a tomar parte en los conciertos que en diversas fiestas o solemnidades
se organizaban en los salones de su palacio. Pero esta suerte no le duró
mucho tiempo y tuvo que abandonar el palacio a la muerte del conde Parcent,
lanzándose de nuevo a la calle en busca de fortuna.
A principios de 1869, Tárrega regresa a Castellón, entre otros motivos, a causa
de la precaria situación económica de su familia. Efectuó conciertos en Vall de
Uxó, Nules, Burriana, Segorbe y Vinaroz entre otras poblaciones. Tiempo
después, empezó a tocar el piano en el Casino de Burriana al medio día y
después de cenar en El café Sabater.
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La fama de Tárrega iba en aumento. Su doble faceta musical, de guitarrista y
de pianista, originó un círculo de amigos, admiradores y alumnos de todas las
clases sociales, situación que perdurará hasta el fin de sus días.
En esta época conoció a D. Antonio Conesa Mendozas, rico comerciante,
aficionado a la música y destacado violinista amateur que le ofreció su devota y
fecunda protección.
En una de sus tertulias musicales alguien comentó que el maestro Arcas había
utilizado, en su concierto que dió en Castellón, una guitarra de recia sonoridad
y timbre cálido, cualidades que contribuyeron a su gran éxito. Poco tiempo
después, don Antonio y el maestro partieron hacia Sevilla que es donde se
encontraba el taller del luthier que había construido la guitarra “LA LEONA”, el
conocido Antonio Torres. Esta guitarra fue la favorita de Tárrega durante
muchos años.
Durante el curso 1874-75 consiguió matricularse en el Real Conservatorio de
Madrid y al año siguiente ya pudo cursar los estudios de piano y armonía con
los profesores Miguel Galiana y Rafael Hernando y de solfeo con el profesor
José Gainza. Emilio Arrieta, director del Conservatorio enterado de su amor a
la guitarra y de que realizaba verdaderas filigranas con ella, le invitó a tocar
para el claustro de profesores. Este aceptó de buen grado, siendo la audición
un rotundo éxito.
Durante su estancia en Madrid, vivió en la calle Jesús y María nº 27 con tres
amigos, Armengot, Forés y Gil, paisanos suyos, el primero y el segundo
estudiaban medicina y el tercero estaba preparando su ingreso en el cuerpo de
telégrafos.
Entre las anécdotas de su vida estudiantil, que son muchas, destaca una en la
que, sintiendo la añoranza de su tierra (Castellón), se les despertó un deseo
irresistible de saborear unos buñuelos típicos que se elaboraban en un puesto
callejero próximo, cuyos dueños eran de Castellón. Pero al ver que el saldo no
les llegaba para la consumición de aquellas frituras cayeron todos en una
profunda tristeza. Tárrega desapareció y al poco tiempo irrumpió con aire
triunfal. Venía con un enorme cartucho de buñuelos azucarados ¡Que ricos
estaban! Sabían a mar y a montaña, a zumo de limón y a flor de azahar. Nadie
preguntó su procedencia, pero al día siguiente tuvieron que participar todos
para recuperar del Monte de Piedad la guitarra previo pago de 30 reales.
Con el fin de recaudar fondos para sus estudios hizo una gira alrededor de
Madrid. A su regreso Paco conoció a José Francisco de Paz, abogado de
profesión que escribía en diversos periódicos y cultivaba las bellas artes. De
Paz era un eminente guitarrista amateur. Poseía una de las más grandes
colecciones de guitarras de su época, entre ellas la que Antonio Torres
construyó en Sevilla en 1856, ganadora de un primer premio.
No obstante, durante su estancia en Madrid, el episodio que cambió su vida fue
cuando actuó en el Teatro de la Alhambra, en un acto benéfico, en el que
también actuarían otros artistas del prestigio de Alberniz, Chueca o Chopí.
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A partir de este momento se dedicó a los conciertos en los teatros de la
Alhambra, Circo y Jovellanos. Junto con los conciertos el maestro empezó a
dar clases de guitarra, entre otros, a los señores Marqueses de Salamanca y
de Llanos.
Aconsejado por sus profesores partió hacia Francia para darse a conocer, ante
todo París.
Tárrega gozaba entre su círculo de amistades con personajes del relieve de
Zorrilla, Campoamor,Leopoldo Alas (Clarín), Salmerón, Mariano Beulliure,
Tomás Bretón y otros.
Entre los alumnos que tuvo en Madrid hay que destacar a la hija del doctor
Llerendi, llamada Clemencia. Quedó cautivado por sus dotes para la guitarra y
su belleza juvenil. Formaron un dúo, y ejecutaron conciertos en Madrid,
Valencia y Castellón, siempre acompañados del padre de la joven.
En los conciertos que Tárrega y Clemencia dieron en Castellón, fueron muy
ovacionados. En estos días el maestro quería continuar los conciertos hasta
llegar a París diciendo que con el dinero ahorrado ya podrían llegar a la capital
francesa. El padre de Clemencia se opuso y se produjo la ruptura de la pareja,
probablemente el primer conflicto sentimental de Tárrega.
Durante un tiempo vivió triste, mohíno y desalentado, atormentado por una
especie de depresión que hizo temer un grave desenlace.
Entre sus conciertos realizados por toda la geografía española, destaca la
invitación a participar en un concierto que organizaba La Sociedad Latorre en
Barcelona, en noviembre de 1878, donde ejecutó varias piezas en su guitarra
que fueron ampliamente ovacionadas y elogiadas.
El repertorio de Tárrega fue creciendo, adaptándose a los gustos de la época.
Desde Madrid llegaban noticias a diferentes puntos de España, en especial a la
zona valenciana, de los éxitos y triunfos de un joven llamado Tárrega, que
realizaba auténticos prodigios en un instrumento tan populachero y
desprestigiado como era la guitarra.
En 1879, Tárrega se traslada a Alicante invitado por su amigo Poveda
organizando una serie de conciertos en la capital y en diversos pueblos de su
provincia, aprovechando para pasar juntos unos días. También se reencontró
con su antiguo maestro Arcas. El maestro almeriense, que no había visto a
“Quiquet” desde que estuvo en Barcelona siendo todavía un niño, le dijo: “A ver
si es verdad esa fama, muéstrame esos prodigios de los que tanto se habla y
que yo aun no he oído.” Cuando terminó, le abrazó emocionado diciéndole que
podía morir tranquilo porque quedaba quien hacía con la guitarra lo que él
nunca había podido soñar.
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Arcas le presentó a Luís Soria, alumno suyo. Se estableció entre ambos una
gran amistad y después de varias entrevistas más, nació la posibilidad de que
formaran un dúo, y así lo hicieron en varios recitales.
Hizo varios conciertos en Madrid y durante el invierno de 1881, Tárrega volvió
alas tierras alicantinas, donde debía dar un concierto en Monóvar. Cuando
llegó a Alicante se encontró con su amigo Luís Soria que tenía un concierto en
Novelda, Soria enfermó y Tárrega le salvó la velada tocando , previo
consentimiento de la organización, en lugar de su amigo. El concierto fue un
éxito rotundo.
A raiz de este acontecimiento, una joven quiso conocer
al maestro. La joven se llamaba María Rizo Ribelles y
había estado muy atenta durante toda la velada a la
música que nacía de la guitarra de Tárrega.
Don Vicente Rizo, padre de la joven, invitó a Paco a ir a
su casa a la mañana siguiente con el fin de que
escuchase a su hija y le diese los consejos pertinentes.
Después de varias visitas en casa de los Rizo y realizar
audiciones junto con la joven, nacía en el corazón del
maestro una sensación tan fuerte hacia María, que por
más que lo intentase, no la podía apartar de su mente,
hasta el último de sus pensamientos eran para ella.
El día 2 de marzo Tárrega sale de Novelda hacia París
invitado por su amigo Arcas a realizar unos conciertos
para darse a conocer. Durante este viaje tuvo varios
altercados, entre ellos fue detenido por la guardia civil y
trasladado a Castellón desde Tarragona, por prófugo, debido seguramente a
una confusión, por no presentarse al cuartel tal y como el código militar lo
exige. Después de hacerle entrega de la licencia absoluta, prosiguió su viaje
hacia tierras galas.
Antes de llegar a París se detuvo en Port.Bou, Niza y Fontainebleau, donde fue
venerado como artista extraordinario. Después pasó a Lyón, donde realizó, con
gran éxito, una serie de audiciones privadas para culminar con un concierto en
el teatro de la Ópera.
Ya en París y después de unas audiciones dadas en la capital, fue invitado por
la ex reina Isabel II, a su palacio, donde hizo amistad con Gambetta y Victor
Hugo, también conoció a Pasteur. Pero donde más se prodigó en sus
conciertos fue en los salones de la princesa Mathilde y en los del barón
Rothschild.
Pocos días después parte hacia Londres. Estando en tierras londinenses recibe
una invitación para realizar una serie de conciertos en New York, pero antes de
aceptar escribe una carta a su novia María, poniéndola al corriente de sus
planes. María se puso muy triste pensando que su amado iba a alejarse mucho
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más de ella. Salió inmediatamente hacia París y seguidamente a Castellón,
aquí tan sólo se quedó el tiempo preciso para saludar a su familia y amigos.
A finales de 1881, prácticamente estaba todo listo para la boda de Tárrega con
María Rizo y Ribelles. Como era tradición, las amigas de la novia ayudaban en
la elaboración del ajuar. En estos días empezó a correr un rumor en la ciudad,
de que las intenciones de Tárrega no eran otras que las de casarse con una de
las mayores herederas del lugar. Tal fue la coacción que presionó al padre de
la novia, que llegó a pensar que además de su fortuna le interesaba casarse
con ella para servirse posteriormente en caso de ceguera prematura. Muy
disgustado por todas estas habladurías, no consintió que a su mujer se le
otorgase la tradicional dote que los padres concedían a sus hijas para ir al
matrimonio.
La boda se celebró el día 29 de diciembre de 1881 a las 11 y media de la
mañana en la iglesia parroquial de San Pedro. La feliz pareja se casó en la
intimidad y dentro de la más rigurosa sencillez.
Después de la boda salieron de Novelda llevando consigo lo más indispensable
para llegar a Castellón y pasar unos pocos días junto a la familia de Tárrega.
Francisco y María fijaron su residencia en Burriana, en la vivienda que el
maestro había arrendado semanas antes.
A pesar de las clases particulares que daba Tárrega en su casa no tenían
suficiente para vivir y decidieron regresar a Novelda. Allí realizó una serie de
conciertos por Murcia, Cartagena y Orihuela. Terminada esta gira volvieron a
Castellón y en el viaje María comunicó al maestro que pronto iba a ser padre.
Instalados en Castellón, entró a trabajar de pianista en el Casino Nou situado
en la calle d´Enmig con un sueldo de seis quinzets. Empezó a dirigir un cuadro
de aficionados a la Zarzuela para ofrecer una serie de representaciones en el
teatro de la misma sociedad.
María se encontraba en el último mes de gestación y como aquí el trabajo era
escaso, Paco recibió una invitación de su buen amigo y ex compañero de piso
en Madrid, el doctor Miguel Armengol, en la que le ofrecía su casa y sus
servicios como médico.
El 7 de octubre partieron hacia Madrid. Llegados a la capital del Reino, se
instalaron en una modesta vivienda de la calle Aurora.
Fue el mismo Dr. Armengot quien asistió en el parto a María. El día 31 de
octubre nació una preciosa niña, siendo bautizada el día 6 de diciembre a las 8
y media en la iglesia parroquial de San Lorenzo con el nombre de María de los
Josefa de los Ángeles Tárrega Rizo, sus padrinos fueron el mismo Armengot y
Pepita Fernández.
En este invierno tuvieron que soportar una de las épocas más duraras de su
matrimonio, la trágica muerte de su pequeña María. Fue una desgracia que
partió los corazones de la familia.
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Al poco tiempo, y recuperado, reanuda su actividad concertista actuando en el
Círculo de Bellas Artes de Madrid. También, por estas fechas, Tárrega visitaría
al gran profesor de guitarra Agustín Monforte.
Un aspecto poco conocido del maestro fue la de director de orquesta. En estas
fechas le ofrecieron el puesto de director en la orquesta del teatro Recreos
Matutenses, pero con la mala suerte que la víspera del concierto en el cual
debía debutar, el teatro fue pasto de las llamas, de esta curiosa manera se
truncó su carrera de director de orquesta.
Durante el año 1884, la familia Tárrega permaneció en Novelda. El 15 de mayo
nació su hijo Paquito.
Después de este período de descanso Tárrega se fue a Barcelona para
celebrar una serie de actuaciones. El primer concierto sirvió de presentación
oficial en Barcelona ante la prensa.
Las salas más prestigiosas de Barcelona le
abrieron sus puertas, destacando entre
ellas la sala de Bernareggi, en la que
Tárrega tocó junto a su amigo Isaac
Albéniz. Trasladados a Barcelona se
instalaron primero en la calle Gignás y
después en la calle San Luís donde nació
el 13 de septiembre en 1885 su hija María
Rosalía, llamada familiarmente Marieta. En
ese mismo año murió su padre víctima del
cólera.
Marieta
Vicente Tárrega, hermano pequeño de Paco, se trasladó a la ciudad Condal
donde consiguió una plaza de violín en la orquesta del Liceo.
Entre los amigos de Tárrega en aquella época destacamos a, Albéniz, Molats,
Gaula, Millet, Rodoreda o Casals.
En el año 1887, el 23 de julio nacía el último descendiente del matrimonio,
Concepción, siendo bautizada en la iglesia de San Juan, en el barrio de Gracia.
En el año 1888 realizó una gira por Andalucía, destacando el concierto que
ofreció en la Real Academia Filarmónica de Santa Cecilia en Cádiz, donde le
distinguieron como socio de mérito. Pocos días después regresó Barcelona y
por mediación de su amigo Conde de Foscó, Tárrega es invitado a tocar en un
concierto para los socios del Casino de Gerona, obteniendo un éxito
clamoroso.
A mediados de 1888 se trasladó con su familia Valencia. En su estancia en
tierras levantinas realizó muchas audiciones y conciertos en el Conservatorio,
en el Teatro de la Princesa, en el Círculo de Bellas Artes, en el Ateneo y en
otros.
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La estancia de Tárrega en la capital del Turia marca en el maestro una época
de fecunda producción. En esta época compuso una serie de obras que
podrían calificarse de maestras, y al frente de todas ellas y como no podía ser
de otra manera, se encuentra su celebrísimo Capricho Árabe.
Tárrega solía visitar muy a menudo en Valencia, a su viejo amigo Francisco
Contó. En una de estas visitas le confesó que nunca se acostumbró al público
de los grandes escenarios. Su técnica como instrumentalista causaba asombro.
Ese mismo año Tárrega compondría una de sus más célebres piezas: La
alborada, con la siguiente dedicatoria: “Juguete dedicado a mi hijito Paco”.
En otoño de ese mismo año
el maestro y su familia
regresaron a Barcelona.
Apenas habían acabado
instalarse,
cuando
su
presencia fue reclamada en
Palma de Mallorca. Estuvo
en
tierras
mallorquinas
durante todo el mes de
diciembre. En estos días
falleció su hija Conchita
aunque se le había ocultado
al maestro hasta su llegada a Barcelona. De esta manera, decían, pudo
finalizar su gira por las islas sin quebraduras de cabeza.
El 30 de mayo, el número 129 de la revista Ilustración Musical
Hispanoamericana, publicó una litografía de Tárrega y un artículo biográfico en
la portada.
A principios de junio, Tárrega partía de nuevo a París primero y hacía tierras
anglosajonas después. Ya Inglaterra, durante las varias semanas que Tárrega
permaneció en la capital, se conservan aún tres manuscritos de los que allí
dejó escritos, el primero es la introducción de la célebre obra El carnaval de
Venecia (22 de junio de 1893-Londres); el segundo es una adaptación para
guitarra de una Romanza sin palabras de Mendelssohn (23 de junio de 1893Londres), y el tercer manuscrito es el de Las fantasías sobre temas de la
Traviata (25 de julio de 1893-Londres).
Acogido espléndidamente por los ingleses, pronto fue objeto de merecidos
elogios dentro del mundo artístico. Los críticos musicales, entusiasmados,
dedicándole desde diversos periódicos interminables columnas y hasta el más
exigente público le tributaba un aplauso espontáneo y ferviente.
Dada por terminada su aventura inglesa, y después de unos días en casa,
Tárrega emprende un nuevo viaje, esta vez a Zaragoza.
Y a era conocido este artista en la capital aragonesa, elementos valiosos le
prepararon hace algunos años un concierto en el teatro Lope de Vega y fue
aquella fiesta, una brillante solemnidad musical.
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Comenzando 1894, en el mes de febrero Tárrega se dispuso a comenzar
invitado por el doctor Leckie, una gira de conciertos por Cannes, Niza y
Montecarlo. Sin embargo Niza se quedó en esta ocasión sin escuchar al gran
artista como consecuencia de un pequeño traspiés del maestro: pocos días
antes del concierto se descolocó el dedo meñique de la mano izquierda y
tuvieron que anularse los conciertos programados en dicha ciudad.
De Niza pasó París, donde fue invitado en muchas ocasiones por la Reina
Isabel II a su palacio de L’Aveneu Kleber.
Tárrega no regresó a su casa de Barcelona hasta principios de marzo. Algunos
días después de su llegada, partió hacia Alicante, donde pasaría unos días en
casa de don Francisco Mingot. Francisco Mingot demuestra ser un gran
aficionado y conocedor de la guitarra, ya que da
indicaciones concretas a un amigo suyo llamado
Juan, que residía en Almería, para adquirir una
Torres. Pero no cualquier modelo sino la más famosa
y legendaria de todos los tiempos: La Leona.
Esta guitarra fue la favorita de Antonio Torres y de la
que jamás quiso desprenderse.
A los pocos meses, Francisco Mingot encargó a
Tárrega la compra de la guitarra para su hija Elvira.
Finalmente, la guitarra conseguida por Tárrega para
Elena Mingot fue la Leona.
Después de permanecer varios días en Barcelona familia, Tárrega se dispone a
dar comienzo una nueva campaña por las tierras de Andalucía. Durante una
breve estancia en Granada junto con su amiga Concha Gómez, visitaron toda
la ciudad, pero lo que más les subyugó fue el célebre palacio moro de la
Alhambra, que visitaron durante un atardecer con el sol casi poniente, que
inundaba el complejo árabe de colores ocre, cálidos y pasionales, donde el arte
islámico se fundía con el alma del maestro. Esa misma noche hilvanó el tema
principal de lo que sería su obra más célebre, “Recuerdos de la Alhambra”,
fechada el 8 de diciembre de 1899 en Málaga y entonces tituló “Improvisación
¡a Granada! Cántigo Árabe”. Finalmente la genial obra se publicaría en la
editorial Vidal, Llimonà i Baceta de Barcelona bajo el nombre tan sugerente y
mundialmente conocido “Recuerdos del Alhambra”.
Durante su estancia en París, otoño de 1897, Tárrega entabló gran amistad con
los hermanos Cottin, especialmente con Alfred, gran guitarrista y compositor,
que tenía en su haber una de las colecciones de guitarras más importantes del
mundo y al que dedicaría la definitiva versión que publicaría en la ya citada
editorial barcelonesa de Recuerdos del Alhambra la obra más celebrada, no
sólo de Tárrega, sino del repertorio guitarrista y universal de todos los tiempos.
Desde su aparición en las salas de París, Tárrega no había vuelto a aparecer
en público hasta el 17 de abril de 1899, en Granada donde al día siguiente del
concierto en la publicación “El defensor de Granada”, apareció la siguiente
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crónica: "al presentarse en escena el artista se convirtió en ovación continuada,
los aplausos con que fue saludado el artista. La prodigiosa ejecución, su
manera de expresar en el difícil instrumento, la modestia que no siempre
acompaña al genio y que en Tárrega constituye carácter, conquistaron, desde
luego, la simpatía y admiración de los oyentes. El concierto ha dejado gratísimo
recuerdo en el público y ya se habló anteanoche de solicitar del gran artista la
repetición de tan hermosa fiesta".
Con casi 47 años de edad, Tárrega aún no se había restablecido del todo de
esos achaques reumáticos que duraban ya varios años. No obstante bien
pronto emprendería Tárrega una nueva gira de conciertos. Primero en
Castellón donde se quedó varias semanas; a principios de diciembre llegaría a
Málaga donde escribió el preludio número
7 de Chopin (25-127899) y concluyó su
primer manuscrito de Recuerdos del
Alhambra (8-12-1899). En éste tiempo
mantenía una estrecha amistad por
correspondencia
con
el
célebre
compositor Tomás Bretón.
Acto seguido y después de residir casi un
mes en la capital andaluza, Tárrega llegó
a las africanas tierras de Argel.
Gracias a unas transcripciones del
maestro de un minueto de Haendel,
fechado el día 12 de enero de 1900 en
Argel, pudimos fechar aproximadamente
su llegada. Su estancia en esta ciudad fue
muy prolífica para Tárrega: en Argel firmó sus transcripciones de: “Fragmento
del quinteto de Mozart, Vals lento número 3 de Chopin, Granada de Albéniz,
Melodía de vísperas sicilianas de Verdi... y en cuanto a originales, se
encuentran varios preludios, entre los que cabe destacar su famoso “Preludio
número 5 en mi mayor” al que en un principio tituló “Visión de la torre del
diablo”. También la obra que Tárrega consideró la más lograda de su
producción, “Danza Mora”, que nació bajo los efluvios de una noche argelina.
Seguidamente parte hacia Marsella, donde firmó sus arreglos del “Ave María
de Bach” y “Motivos españoles para guitarra” (serenata española) de Malats
(mayo 1900).
A principios de 1901, en Castellón de la plana, Daniel Fortea había sido
designado para dirigir una orquesta electro que formaba parte de La Rondalla.
Durante los comienzos de La Rondalla Tárrega fue, bajo la rogativa de Daniel,
uno de los encargados de buscar material para la orquesta.
Durante este verano, en una de sus muchas visitas a Castellón el célebre
artista Enrique Segura dibujaría al carboncillo uno de los retratos más logrados
del maestro.
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Con motivo, en estas fechas, de la próxima publicación de una de sus más
célebres piezas, “Capricho Árabe”, Tárrega escribió una carta a su amigo don
Tomás Bretón, a quien se lo había dedicado, y en la que le pedía excusas por
su atrevimiento.
(Por una carta de Bretón y por algunos alumnos, sabemos de la elaboración de
un método había invadido la mente del maestro en la última década de su vida,
pero que no llegó a cuajar debido a sus reiterados quebrantos de salud. No
obstante, aunque este esperado método no vio a la luz, si se han encontrado
pequeños métodos que Tárrega individualizaba para sus diferentes alumnos.
Analizando en que consiste la llamada escuela de Tárrega, según el guitarrista
argentino Julio Salvador Sagreras, encontramos estos aspectos
fundamentales:
1º Como pulsar las cuerdas.
2º Posición de la mano cuando se pulsan las cuerdas.
3º La posición de la guitarra misma, que se inclina hacia delante.
4º Uso especial de la anular, que aclaró y desarrollo.
Tárrega decía que primero tocaba con uñas, pero poco a poco se las fue
cortando, hasta que poco antes de morir dijo que había encontrado la longitud
exacta de las uñas para tocar la guitarra bien. Desgraciadamente no dejó su
descubrimiento escrito.
En enero de 1904, Francisco Tárrega es nombrado socio de honor por la
sociedad barcelonesa de Orfeo y Punto después de este acontecimiento
Tárrega daría una gira de conciertos por todo el litoral levantino. Antes de llegar
a Alicante, se detuvo unos días: primero en Denia, donde dejó escrito el
manuscrito del entreacto de Carmen de Bizet. De Alicante pasó Valencia,
donde debía pasar una temporada como consecuencia de una serie de
recitales. Tras pasar parte del verano en Castellón con sus familiares, Tárrega
regresaba a Barcelona a mediados de agosto. En estas fechas regresó a
Castellón donde ofreció un concierto en los salones del ayuntamiento.
Acto seguido, el día 15 de noviembre, Vila-real, pueblo natal de Tárrega, rinde
homenaje al maestro en una comida de hermandad en el dormitorio de la
Virgen de Gràcia. Entre los diversos actos, se leyó un poema en honor al
maestro que después de la comida firmaron todos los participantes en el acto,
publicado más tarde en Heraldo de Castellón el 17 de noviembre.
Apenas comenzado 1905, Tárrega evocando tiempos pasados, siempre unos
intensos deseos de trasladarse a Valencia. Para ello escribe unas líneas a su
buen amigo don José María Robledo, encargándole la misión de que le
buscase alojamiento en la capital del Turia. La respuesta de su amigo no se
hizo esperar y, telegráficamente, le contestó que la habitación que buscaba ya
la tenía en su casa, por lo que renunciaba a buscar ningún otro alojamiento.
12
Después de unos días con su familia y amigos de Castellón, Tárrega volvía a
escribir a don José María, desde la capital de la plana, una tarjeta postal donde
comunicaba a su amigo la fecha prevista en su llegada a Valencia. Aunque
invitado por algunos de sus amigos de Valencia a pasar el mes de agosto en
una masía en el campo, Tárrega optó por estar todo el verano en Barcelona.
Tárrega estuvo todo el verano ensimismado en su trabajo. Compuso varios
preludios y estudios, transcribió también algunas obras de autores como Bach
o Shumann.
A finales de 1907, en una noche en que todos dormían en casa, a excepción de
su hermano Vicente, que había llegado que trabajar del Liceo, cuando estaban
a punto de dar las dos de la madrugada, Tárrega sufrió una embolia mientras
tocaba la guitarra en aquélla silla desvencijada en el comedor de su casa. Su
hermano que acababa de retirarse su habitación, fue el primero en acudir. La
escena fue dantesca: su hermano yacía tendido sobre la guitarra mientras que
una horrible mueca apopléjica desfiguraba su rostro. Vicente alertó a toda la
familia. Paquito salió presuroso en busca del doctor Gudel, quien poco después
le diagnosticó una hemiplejia que le paralizaba el lado derecho de su cuerpo.
Fue, sin duda, uno de los momentos más duros de su vida. Con sus facultades
seriamente en mermadas, empezó un período de rehabilitación lento y
doloroso. Se sometió a una dura disciplina, que logró encauzar su voluntad y
sus ganas de volver hacer sonar, en palabras del maestro, su Dulcinea.
Pasaron algunas semanas antes de percibir en el maestro algún signo evidente
de rehabilitación. Mientras Tárrega se sentía en una prisión sin paredes regida
por la consternación y la desesperanza. Después de muchos esfuerzos y
progresivamente, con dificultad e increíble esfuerzo, volvieron a escucharse los
ecos de su guitarra. La desesperación o la resignación dieron paso la
esperanza.
Gradualmente, una visible mejora se iba produciendo en su brazo, su pie, que
arrastraba al andar, y en su entumecida memoria; pero no sería hasta pasadas
unas semanas cuando el maestro se sentiría con fuerzas suficientes para dar
su primer paseo por los alrededores de su casa en compañía de su hermano
Vicente.
El día 24 de marzo, encontrándose mucho mejor, dedicó toda la mañana
escribir cartas, contestando a todas las que había recibido de sus muchas
admiradores, alumnos y amigos, entre los que figuraban los Morant, Pepita
Roca, los Robledo...
Durante el mes de abril, arregló para guitarra la obra de Bach “Coro crucifixus
de la misa en do menor”, posiblemente por discernir en esta misa su particular
posición.
Tárrega hubo de luchar contra hábitos adquiridos durante toda su vida: casi
nunca había tocado su guitarra para sí o para sus amigos y alumnos incluso en
conciertos públicos, sin un cigarrillo consumiéndose en sus labios. Desde ese
momento, el tabaco le fue terminantemente prohibido a la vez que se le impuso
13
una severa dieta. Todo ello, unido al reducido tiempo de estudio que le fue
estipulado, no hizo más que intensificar su dolor espiritual.
En estos momentos Tárrega pasaba por una precaria situación económica por
lo que se vio obligado a buscar ingresos por otra parte. Esa fuente ingresos
consistió en una nueva edición de sus obras. El prestigio de Tárrega fue
suficiente para que la editorial Vidal, Llimona i Baceta le ofreciera un contrato
por el que recibiría 500 ptas. mensuales al concluir cinco obras al mes y la
cesión de sus derechos. Allí publicó obras como “Recuerdos del Alhambra”,
“Mazurca en Sol”, “María minuetto” o “Sueño”. Todo iba bien hasta que el
contrato se rompió por problemas en la editorial. El maestro, con su habitual
condescendencia, no quiso imponer sus derechos legales.
A principios de julio el maestro hizo acto de presencia en la capital del Turia,
permaneciendo por tierra de levantinas durante todo el verano. El 16 de
noviembre hizo la presentación en público de su discípula a Josefinita, que ya
cantaba con 15 años de edad. El acto se desarrolló en el auditorio del
conservatorio de música. En Alicante, el éxito alcanzado en Alcoy por Tárrega
fue para recuerdo.
La prensa dedicó amplias líneas a su depurado prodigándose en frases de
elogio y admiración. No obstante ya en la capital sus viejos amigos, Poveda,
Madrazo y Rico, al no encontrarse físicamente bien el maestro, le propusieron
con toda la delicadeza del mundo que aceptara el caché que le ofrecieron por
un concierto íntimo que ellos organizarían en institución del concierto en
público que se está proyectando. Tárrega, entristecido y herido en su orgullo y
en su dignidad de maestro, declinó, eso sí, también con toda la delicadeza del
mundo, la propuesta de sus amigos regresando a Barcelona sin realizar el
concierto.
De vuelta la ciudad condal, como era ya tradición, el maestro hizo un alto en
Valencia donde se quedó algunos días y aprovechó para visitar a sus viejos
amigos de la capital.
Durante el año 1908, el maestro, aconsejado por los médicos acostumbraba a
dar largos paseos antes de la hora de comer. En la mayoría de estos paseos
por Saus, Sarriá, el Clot o el pie del Tibidabo le solía acompañar su amigo
Emilio. Tárrega en muchas ocasiones le solía contar anécdotas de su vida y le
hablaba de música y de arte en general.
Tárrega sentía una gran nostalgia hacia su tierra, tal vez añorando aquellos
huertos entre naranjos, perales, melocotoneros y el ambiente entrañable de las
Masías con sus paredes encaladas de un blanco brillante, con sus porches
llenos de jazmines, claveles..., donde en tantas y tan diversas ocasiones se
escucharán los ecos de su guitarra. Decidió partir apresuradamente hacia
Castellón.
Ya en las tierras de la plana, Tárrega se llenó de júbilo con sus hermanas y
hermanos, sobrinos, alumnos y amigos. Más tarde y durante su estancia
Valencia, fue portada en el número 54 de la revista Impresiones del 25 de
14
marzo, en la que aparte de la genial caricatura que del maestro hizo el
encumbrado dibujante Folchi, le dedicaron una columna.
El 7 de mayo, en el Heraldo de Castellón aparece anunciado el recital que
Tárrega daba en el círculo mercantil y al día siguiente el mismo periódico salía
a la crítica diciendo que Tárrega sigue siendo el primer guitarrista del mundo.
Gracias a un manuscrito del “Nocturno de Chopin” arreglado para guitarra por
Tárrega, con fecha del 28 de mayo de 1909 en Barcelona, podemos concluir la
fecha en que el maestro regreso a su casa de la calle Valencia. También en su
casa de Barcelona firmó la “Mazurca número 22 Op. 4 el 23 de junio. A
mediados del mes de octubre, Tárrega volvería a Valencia pero, a petición de
sus amigos alicantinos el maestro partió hacia Alcoy, donde dio un concierto
cuya noticia fue recogida por el Heraldo de Alcoy con fecha 25 de octubre de
1909.
A finales de noviembre, Tárrega llega a Picaña y se hospeda en una casa
parroquial en la que estaba encomendado el párroco don Manuel Gil. La casa
se comunicaba con la iglesia mediante una diminuta galería y Tárrega gustaba
escuchar, desde el comedor de la vivienda que había convertido en su estudio,
los rezos y cánticos de los fieles. Así nació su obra póstuma, el preludio
“Oremus”, fechada el 2 de diciembre de 1909 y que dejó escrita en el libro de
música de don Manuel. Realmente Oremus se trata de un estudio como los que
Tárrega solía realizar sobre temas de grandes compositores, en este caso del
Phantosietaur número 5 de Albumblätter,,Op.124, 1836 de Shumann.
Como un mal augurio, el día 13 diciembre dio algo indispuesto y decidió partir
hacia Barcelona. Durante la segunda semana de diciembre una enorme
depresión
nerviosa
había
agravado el malestar físico del
maestro y una enorme tristeza
había minado su fortaleza
anímica. El día 14 fueron
llamados con urgencias los
doctores un Gudel y García. En
efecto
ambos
doctores
después de reconocer a
Tárrega diagnosticaron un
estado de máxima gravedad.
Después de un angustioso
período de agonía el gran
maestro de la guitarra Francisco de Asís Tárrega y Eixea fallecía en la
madrugada del 15 de diciembre de 1909. Aquel corazón que con tanto delirio
había amado a la guitarra había dejado de latir. Su obra en cambio
permanecerá siempre entre nosotros.
Bajo una lluvia otoñal fina e insistente, fueron conducidos los restos del insigne
artista al Cementerio del Suroeste de Barcelona. Iba el féretro cubierto de flores
enviadas por entidades y amigos de Barcelona, Castellón, Valencia, Villarreal y
15
otras ciudades. Figuraban en el cortejo numerosos amigos, admiradores y
artistas.
Esta es la variedad de prensa en la que salió la noticia de su fallecimiento:
Heraldo de Castellón.
El Mercantil valenciano.
El Progreso de Barcelona.
En el Restaurador de Tortosa.
El Noticiero de Alicante.
A nivel personal, muchos fueron los artistas que escribieron entristecidos a la
viuda de Tárrega, se conserva aún una tarjeta que el mismo Tomás Bretón le
escribió.
16
Respecto a su obra, resulta verdaderamente difícil
explicar en estas rápidas impresiones su valor
intrínseco y su significación en relación con el
conjunto de la producción guitarrística.
Francisco Tárrega fue un artista sincero que
expresaba la música honradamente, dando a cada
nota la vibración física y espiritual que le
correspondía. Por condición natural exigía a su
guitarra el arte superior que sus cualidades de
músico virtuoso e intérprete requerían. Tárrega
fue un músico eminentemente expresivista, lo era
por razón de su raza y de su temperamento, de su
ambiente y de su ideología artística. Llevado este
expresivismo con la pasión de un alma ascética, con la firmeza de una voluntad
inquebrantable y el único interés de servir a la verdad del arte.
Tárrega, con mano de gigante, es una constante y consciente observación de
la íntima estructura orgánica de la guitarra y de las manos que la ha de pulsar,
se plantea por primera vez de modo integral estos problemas e incesantemente
va evolucionando y creando una escuela unificada, metódica, en la que todo se
ha previsto: colocación de las manos, articulación de los dedos, calidad del
sonido, fórmulas de mecanismo para alcanzar la máxima fuerza, agilidad e
independencia de los dedos, empleo sistemático del dedo anular de la mano
derecha bastante descuidado hasta entonces, minucioso estudio y
aprovechamiento de cuantos recursos y efectos sonoros puedan sacarse del
instrumento…, en fin, una titánica obra de síntesis que ha posibilitado la
formación de innumerables guitarristas.
Su eminente discípulo Emilio Pujol ha recogido su doctrina y la ha perpetuado y
completado con valiosísimas aportaciones propias en un Método, el más
completo que existe.
CATÁLOGO DE OBRAS ORIGINALES.
¡Adelita! Mazurca para guitarra.
Aires Nacionales Españoles. 1872.
Alborada. Valencia 21-07-1891.
¡A mi Padre! Valencia 09-03-1895 ; Barcelona 25-11-1895 ; Nápoles 06-051893.
Cadenza al Nocturno de Chapín. Argel 07-04-1900.
Cándida, Mazurca.
Capricho Árabe, Serenata. Barcelona 28-07-1889.
Carnaval de Venecia. Londres 22-06-1893 ; Niza 27-01-1894.
17
Danza Mora.
Danza Odalisca.
Dúo para guitarra. Castellón 29-10-1899.
El Columpio.
Emilia, polca.
Endecha, preludio.
Estudio de Mendelssohn.
6 estudios en do mayor.
2 estudios en la menor.
4 estudios en sol mayor.
2 estudios en mi menor.
3 estudios en re mayor.
17 estudios en la mayor.
Estudio en la mayor. 04-07-1899.
8 estudios en mi mayor.
Estudio en mi mayor.
Estudio en sol menor.
Estudio en forma de Minuetto. Barcelona 29-09-1906.
Estudio sobre fragmentos de Mendelsshon. Barcelona 24-12-1895.
Estudio sobre el Preludio nº 19 de Chopin.
Estudio sobre el Preludio nº 1 de Chopin.
Estudio sobre la Chacona de Bach.
Estudio sobre un fragmento de Schumann.
Estudio sobre un motivo de Henselt. Barcelona 24-12-1895.
Estudio sobre un motivo de Wagner. Argel 16-04-1900.
Estudio sobre un tema de Bach.
Estudio sobre un tema de la Travista.
Estudio sobre un fuga de Bach.
Estudio sobre una Giga de Bach.
Fantasía Española.
Fantasía sobre motivos de Marina.
Fantasía sobre motivos de la Traviata. Londres 25-07-1893; Nápoles 08-051903.
Gran Jota.
Gran Vals.
Improvisación ¡Sola!. Valencia 26-06-1897.
Isabel, vals.
Jota Aragonesa.
La Cartagenera,sobre motivos populares.
La Favorita, mazurca.
Lágrima, preludio.
La Mariposa, estudio para guitarra.
Las dos Hermanas.
Linda Pavana.
Malagueña.
María, Gavota.
María, Tango. Niza 28-01-1894; Barcelona 29-09-1906.
¡Marieta! Mazurca para guitarra.
18
Mazurca en Sol. Barcelona 14-03-1897.
Mazurca para guitarra.
Mazurca para dos guitarras.
Minuetto.
Motivos Heterogéneos.
Motivos Españoles. Nápoles 16-04-1903.
Oremus.
Paquito.
Pavana.
Pepita, polca.
Petit Minuet.
Polca. Alcoy 1904.
Preludio nº 1; 1889.
Preludio nº 2; Barcelona 16-06-1896.
Preludio nº 3.
Preludio nº 4.
Preludio nº 5; Argel 09-03-1900.
Preludio nº 6; 1901.
Preludio nº 7; 1901.
Preludio nº 8; 1891.
Preludio nº 9.
Preludio en do mayor; Alicante 1894; Barcelona 29-06-1905.
4 preludios en la menor.
Preludio en la menor, 18-01-1895.
5 preludios en la mayor.
Preludio en la mayor, Alcoy 24-12-1898.
Preludio en la mayor, Argel 04-03-1900.
Preludio en la mayor, Barcelona 05-02-1895.
3 preludios en re mayor.
Preludio en re mayor, Niza 11-02-1894.
Preludio en si menor.
Preludio en fa menor.
Preludio en mi mayor, Argel 07-02-1900.
Preludio en mi mayor.
Preludio sobre un tema de Schumann.
Preludio sobre una fuga de Bach.
Preludio sobre fragmentos de Mendelsshon.
Recuerdos de la Alambra. Málaga 08-12-1899.
Rosita, polca.
Schotis.
¡Sueño! Mazurca Conchita. Valencia 29-06-1897.
¡Sueño! Barcelona 04-09-1899; Nápoles 11-03-1903.
Tango.
Tango Español.
Una visión en la Torre del Diablo.
Vals en la.
Vals en do.
19
Vals las dos Hermanas
Vals en re.
Vals para dos guitarras.
Variaciones sobre motivos nacionales.
Variaciones sobre un motivo de la Tirolesa.
Variaciones sobre el carnaval de Venecia.
Variaciones sobre un tema de Paganini.
Vuelve a Sorrento..
Aparte de sus obras originales, Tárrega
hizo adaptaciones para guitarra de
composiciones
de
Bach,
Mozart,
Beethoven, Verdi, Chopin, Schumman y
otros.
(La música más tocada y oída en el mundo
es la conocida como “NOKIA” porque es el
tono de llamada de los móviles Nokia, pero
está sacada de una pieza llamada Gran
Vals del compositor e intérprete español
Francisco Tárrega.
El Maestro Tárrega ha sido también
versionado por artistas actuales de la
música “pop”. Quizá el mejor ejemplo de la
influencia que Tárrega ha tenido en la
música moderna sea la versión de
“Recuerdos de la Alambra”, que hizo Nike
Oldfield, renombrándola como “Etude”,y
que le ayudó a conseguir un Oscar en .1984 por la banda sonora de la película
“The Killing Fields” (titulada en España “Los gritos del silencio” ).)
20
En 1910, Vila-real dedicó un homenaje a su memoria, inaugurando una lápida
en su casa natalicia y dando su nombre a una de sus mejores avenidas. En
este mismo año se hicieron muchos homenajes y honores. De entre estos,
sobresalió la primera reunión de alumnos de Tárrega. Dicha reunión se llevó a
cabo en el salón del Círculo de Bellas Artes de Valencia el 7 de mayo, donde
tocaron homenajeando a su maestro: Pepita Roca, Josefina Robledo y Daniel
Fortea. Junto a estos devotos alumnos intervinieron también en el homenaje el
Sr. Bellver (director de Artes y Letras), el Sr. Molina y Herminia Gómez.
Hay un sinfín de artículos y gacetillas que aparecieron tras la muerte de
Tárrega, firmados por grandes personalidades de la música, amigos y
familiares. Entre todos ellos destacamos; Felipe Pedrell, Barcelona 1915;
Nicolás Forés, Castellón 1915; Miguel Llobet, París 1910; Tomás Bretón 1915;
Daniel Fortea, Madrid 1915; Emilio Pujol y otros.
El día 9 de noviembre de 1915 apareció en la revista Arte y Letras de
Castellón, un artículo en el que se pedía, interpretando el sentir popular, el
traslado de los restos mortales de Tárrega a dicha ciudad.
La ciudad de Villarreal, patria chica del Maestro, pretendió el mismo privilegio.
En un intento de aunar los mismos criterios, se celebró en dicha ciudad una
reunión con representación de ambas entidades, en la que, tras largas
deliberaciones, se tomó el acuerdo de recurrir al arbitraje de la familia Tárrega
y aceptar su fallo. Convocada el hermano, D. Vicente, expuso éste los deseos
del Maestro de que sus restos reposaran en Castellón. En cumplimiento, pues,
de la voluntad del finado, en la mañana del 18 de diciembre de 1915 se
procede a la exhumación de su cadáver en el cementerio del Suroeste de
Barcelona, asistiendo al acto representaciones oficiales de Castellón y
Villarreal, además de familiares y amigos. Se expusieron los restos en el Salón
de Sesiones del Ayuntamiento de Castellón. Durante horas estuvo desfilando el
público, que dedicaba a su memoria una oración, unos elogios, unas
lágrimas…
Se celebró el funeral en Santa María siguiendo la comitiva hasta el Paseo
Ribalta, donde cuatro bandas de música, al unísono, dirigidas por el maestro D.
Pascual Asensio, interpretaron el famoso “Capricho Arabe”.
El escritor Carlos Sarthou leyó “La Guitarra Sola”, un inspirado poema de su
hermano Vicente y dedicó unas palabras a Tárrega en nombre de los hijos de
Villarreal.
Pérez Lucía habló en representación de Valencia y de lo “Rat Penat”,
reclamando la necesidad de fomentar la vida regional, comenzando por honrar
a los hijos laboriosos e ilustres.
21
Enrique Ribes leyó un precioso documento evocando fechas, trabajos, méritos
y episodios de Tárrega, dando las gracias en nombre de Castellón y la familia
Tárrega, a todos los que se habían adherido al grandioso acto de homenaje al
ilustre artista.
EL ayuntamiento de Barcelona, por su parte, queriendo honrar y ensalzar los
méritos de una personalidad tan relevante y que tanta predilección tuvo por
Cataluña, dio su nombre a una calle de la ciudad y puso una lápida
conmemorativa en la casa nº 234 de la calle Valencia, donde Tárrega vivió la
segunda mitad de su vida y donde terminó sus días.
Entre los homenajes, hechos al Maestro, no podemos olvidar el de 1952,
celebración del centenario de su nacimiento. Revistas, periódicos, boletines,
etc… llevaban su foto en la portada, discípulos y amigos recordaban en
diversas publicaciones, sus experiencias, anécdotas, acontecimientos….con el
Maestro. Los conciertos se
sucedían por todo el mundo.
Entre éstos se distinguieron la
misa que se celebró en su
honor, el monumento cincelado
por Ortells, con su busto, la
ofrenda floral en el cementerio
de Castellón…No obstante, el
acto que de alguna manera
sobresalió por encima de todos,
fue la última reunión de sus
discípulos homenajeando a su
maestro en un concierto ya
legendario,
en
el
que
participaron Daniel Fortea, Emilio Pujol, Pepita Roca y Josefina Robledo.
La ciudad de Villarreal se volcó en este acontecimiento, asistiendo a los actos
celebrados durante todas las jornadas. Culminó el día principal con un
concierto, por la noche, en el Cinema Villarreal Teatro, interpretado por la
Orquesta Municipal de Valencia. Entre las varias obras interpretadas estaban,
dos piezas breves (para orquesta de cuerda) de Tárrega.
Los actos en Castellón fueron muy evocadores. El descubrimiento del
monumento, obra de D. José Ortells, fue espléndido. Las veladas musicales de
la Sociedad Els XIII, con la brillante intervención de la rondalla castellonense
Francisco Tárrega. La ejecución de un selecto programa de guitarra por el
concertista don Rafael Balaguer. Finalizando los actos con una amena y
oportuna charla del señor catedrático y presidente de la Sociedad Filarmónica
de Castellón, Don César Marín.
22
El 21 de noviembre de 2002 se cumplió el 150
aniversario del nacimiento de Francisco
Tárrega Eixea, el Inolvidable mago de la
guitarra.
Para conmemorar esta efeméride el
Ayuntamiento de Vila-real realizó una serie de
actividades culturales que están directamente
relacionadas con la figura del insigne
guitarrista.
•
Entre los actos celebrados destacan:
Una exposición itinerante de paneles móviles, ilustrados con
documentos y fotografías. Esta exposición ha visitado ciudades como
Munich (Alemania), Pordenone (Italia), Casablanca, Tánger y Tetuan
(Marruecos), Valencia, Castellón, Córdoba, Málaga, Benicasim…
•
Conciertos en varias ciudades, interpretados por maestros de la guitarra
como Adrian Rius Espinós, Jorge Orozco, Pedro Navarro, Roberto
Ausell, Manuel Babiloni y otros.
•
Creación de un Cd-Rom Interactivo. Intervinieron en este Cd.
Concertistas como Josefina Robledo, considerada la alumna más
célebre de Tárrega.
•
Edición Crítica Álbum Tárrega. Para difundir lo más correcto posible su
obra, se llevó a término la edición de un compendio de partituras
revisadas, basándose en las anotaciones del propio Francisco Tárrega,
incluyendo un estudio que, por primera vez, discierne la técnica de
ornamentación en la música del maestro.
•
Edición del libro Francisco Tárrega, biografía oficial. Autor Adrián Rius.
•
Monumento a Tárrega realizado por el artista Don Enrique Gimeno
Salvador.
•
Inauguración del Conservatorio de Música “Mestre Goterris” donde se
descubrió una placa conmemorativa a Francisco Tárrega.
23
El recuerdo de Francisco Tárrega siempre ha estado presente en los ámbitos
musicales y culturales de la Comunidad Valenciana.
Ya a principios de siglo y estando en vida el Maestro se creó en Novelda el
primer grupo conocido con su nombre. Se trata del quinteto Tárrega, el cual fue
creado en su honor precisamente en la ciudad con la que Tárrega le unían
vínculos matrimoniales.
Es a partir de su muerte cuando nacen todo tipo de instituciones tanto
musicales como culturales, en su nombre. Orquestas, agrupaciones corales,
filarmónicas, festivales, escuelas, institutos y un largo etcétera pasean en la
actualidad por todo el mundo.
Citaremos algunas de estas instituciones:
Coral polifónica “Francisco Tárrega”: Vila-real.
Orquesta de pulso y púa “Francisco Tárrega” : Vila-real.
Associazione Musicale Flegreo “Francisco “Tárrega”: Italia.
Academia de guitarra “Tárrega”: Italia.
Peña guitarrística “Tárrega”: creada en Barcelona.
Academia de guitarra “Tárrega”: Argentina.
Certamen internacional de Guitarra “Francisco Tárrega”: Benicásim.
Concurso de Guitarra para jóvenes “Francisco Tárrega”: Vila-real.
Festival de orquestas de pulso y púa “Francisco Tárrega”: Vila-real.
.
CERTAMEN INTERNACIONAL DE GUITARRA “FRANCISCO TÁRREGA”
Nace el Certamen Internacional de Guitarra Francisco
Tárrega como consecuencia de un concierto de ideas
convocado por el Centro de Iniciativas y Turismo y el
Ayuntamiento de Benicásim. Es muy probable que
ninguno de los miembros del C.I.T. ni tampoco la
Corporación Municipal de la época, año 1965,
imaginaran que este Certamen que se inició de una
manera modesta llegara a convertirse en uno de los
más importantes y prestigiosos del mundo.
Nació modesto sí, pero buscando desde el primer
momento la dignidad, el prestigio y el reconocimiento
24
por parte de guitarristas, crítica y público que lo han conducido a lo que hoy
representa en el mundo de la guitarra. Bastaría para constatarlo hacer
referencia a algunas personalidades que han formado parte del Jurado desde
la primera edición del Certamen. Nombrarlos a todos es imposible por ser
demasiado extenso, no obstante si es necesario citar algunos por su amor y
dedicación al Certamen.
D. Leopoldo Querol, Vicente Asensio, José Muñoz Molleda, Remigio Sainz de
la Maza, Rafael Balaguer, Manuel Cubedo, Federico Moreno Torraba,Juan Pich
Santasusana, Pedro Deyá, Ernesto Halfter, Joaquin Rodrigo, Enrique García
Asensio, David Russell, Alberto Ponce, Alirío Díaz, Manuel Galduf, Robert
Brightmore, Claudio Marcotulli, Patrick de Belleville, Vladimir Mikulka, Ruggiero
Chieisa, René Bartola, Francis Kleynjans, Eugenio Gonzalo, Antonio García
Abril, Luís Izquierdo, Xavier Güell, Jose Luís González, Joaquín Soriano,
Antonio Ruiz-Pipó, Xavier Montsalvatge, Matilde Salvador, Carmen Bravo,
María Luisa Anido y un largo etcétera que dan una idea de la repercusión que
ha alcanzado el Certamen.
Los ganadores del Certamen pasean su triunfo con orgullo, pues ganarlo,
supone tener abiertas las puertas de las salas de conciertos. Es un pasaporte y
un galardón del que todos presumen. Muchos de ellos ocupan plazas en
diferentes conservatorios de todo el mundo, otros se dedican a la actividad
concertística y a dar lecciones magistrales.
El primer Certamen tuvo lugar en 1967. Este año se celebra el cuarenta
aniversario, colaborando en la organización: Excmo. Ayuntamiento de
Castellón, Ateneo de Castellón, Banda de Música de Santa Cecilia de
Benicasim y Banda de Municipal de Castellón, así como personas de
reconocido prestigio musical.
El Certamen está dirigido a todos los intérpretes de guitarra de conciertos, y su
finalidad es fomentar la ejecución de obras de guitarra, y especialmente, las del
compositor Francisco Tárrega.
Los participantes son muchos y de diferentes nacionalidades, citaremos sólo
algunos de ellos que obtuvieron el primer premio:
Eugenio Gonzalo
Baltasar Benítez
Antonio Sánchez Picadizo
Claudio Marcotulli
Gonzalo Salazar
Kevin Gallagher
Ricardo Gallén García
Anabel Montesinos
David Martínez García
Michalis Fontaxakis
1967
1973
1981
1984
1991
1997
1999
2002
2004
2005
España
Uruguay
España
Italia
Méjico
E.E.U.U.
España
España
España
Grecia
25
Hay un premio especial a la mejor interpretación de la obra de Francisco
Tárrega, siendo el ganador de la última edición:
Fernando Espí Cremades de España.
El Certamen “Francisco Tárrega” es miembro de la Federación Mundial de
Concursos Internacionales de Música (UNESCO).
Oscar de Oro a la mejor labor de promoción musical.
CONCURSO DE GUITARRA PARA JÓVENES “FRANCISCO TÁRREGA”
Este certamen lo organiza el I.E.S. Francesc Tárrega de Vila-real bajo el
patrocinio del Ayuntamiento y la colaboración de algunas empresas. Nació el
año 1990, al cumplir el instituto los 25 años, con una doble finalidad. Por una
parte honrar la memoria del ilustre vilarrealense, por otra ayudar a los jóvenes
que aspiran a abrirse camino en el mundo de la música.
Su fecha de celebración es en el mes de diciembre, cuando Vila-real
homenajea a su ilustre Maestro.
Durante sus quince años de historia, el concurso ha ido creciendo, en edad y
en calidad. Participan guitarristas de toda España y, según los expertos,
aumenta la dificultad de las obras, la técnica y la preparación de todos los
participantes.
Los primeros premios de toda su historia
han sido los siguientes:
Ana Mª Archilés Valls
Juan Luís Nicolau
Francisco Seco / Alberto Plaza
José A. Navarro / A. Javier Riba
1990
1991
1994
1995
A partir de 1996 la clasificación se separa en dos premios:
menores y mayores
Serafín Arriaza
Dolores Rodríguez
Herminia Navarro
Roberto Morón
M. Antonio Sannicolás
Krislma Sol Jiménez
Anabel Montesinos
Serafín Arriaza / Tomás Campo
Lisardo Rodríguez
Jesús Vicente Mulet
Herminia Navarro
Menor
Mayor
Menor
Mayor
Menor
Mayor
Menor
Mayor
Menor
Mayor
Mayor
26
1996
1997
1998
1999
2000
2001
Alejandro López
Pedro A. González
Adriá Baiges
Menor
Mayor
Menor
2002
Teresa Alonso
J. Ignacio Rueda
Javier Roldán / Carlos A. Almoril
Alejandro López
Menor
Mayor
Menor
Mayor
2004
2003
2005
Hay un premio al mejor clasificado del País Valenciá. Entre ellos podemos
mencionar a:
Fernando Espí, Jesús Vicente Mulet,
Pedro Navarro, Antonio Fernández,
Santiago Gros, Doménech Llorca,
María Camahort, Cristina Martí, Mireia
Pitarch, Hector Delgado y Alberto
Rodríguez.
Los jurados han estado siempre
compuestos por personalidades de la
música, entre ellos podemos citar a
Pascual Cándido, Rosa Gil Bosque,
Rafael Beltrán, Antoni Ripollés, Manuel
Albella Ferrís, Santiago Gras, Joseph
Goterris Recatalá y otros.
FESTIVAL DE ORQUESTA Y PÚA “FRANCISCO TÁRREGA”.
Este festival surgió en Vila-real para fomentar y difundir la música de plectro.
Esta ciudad, desde siempre, ha tenido grupos o conjuntos que interpretaban
este tipo de música, siendo la pionera en toda la provincia, de este tipo de
agrupaciones.
Desde que en 1932 se fundara la Rondalla TA-GO-BA hasta su disolución en
los años sesenta, ha habido un gran número de músicos solamente de plectro
al cual dedicaban todo su entusiasmo.
La orquesta de pulso y púa Francisco Tárrega, con el fin de divulgar y dar a
conocer este tipo de música, creó este Festival que se vino realizando durante
ocho ediciones, por él han pasado grupos, tríos y orquestas de plectro de todo
el mundo llegando a alcanzar un nivel muy alto en cuanto a calidad de sus
intérpretes.
27
La base musical de Tárrega era muy sólida. Vio el mismo problema que
Fernando Sor había visto antes: para tocar bien hace falta una experiencia
musical completa que incluye el conocimiento de la armonía, composición y el
piano, y una enorme pasión por la guitarra. Estas cualidades junto con un
férreo sentido de la disciplina por el estudio le llevaron al éxito como
concertista.
La historia de la guitarra moderna llega a su cumbre con la figura de Francisco
Tárrega creador de la escuela moderna de la guitarra. Sus innovaciones no
dependieron, como se dice, de tocar con las uñas o con la yema de los dedos,
sino en la posición de las manos y de los dedos, y la manera de pulsar las
cuerdas. Tárrega y sus discípulos dieron particular énfasis en el uso de la mano
derecha.
La preocupación de Tárrega era la de conseguir un mayor volumen en el
sonido de la guitarra. En sus esfuerzos estudió los mecanismos del piano, y
trató de comparar la pulsación de los dedos de la mano derecha, que vendrían
a cumplir en la guitarra la función de los macillos del piano al golpear las
cuerdas.
Las tesis ya aparecidas a finales del XVIII y continuadas durante todo el XIX,
que defendían la separación entre la guitarra usada como mero instrumento de
acompañamiento y la guitarra como instrumento de concierto, quedaron
refutadas por Tárrega, cuyas transcripciones de la música de Bach, Mózart,
Haydn y compositores españoles como Albéniz y Malats mostraron las grandes
posibilidades del instrumento.
El mismo Albéniz, escuchando sus composiciones tocadas por Tárrega y
transcritas para guitarra, dijo que eran superiores a sus versiones para piano.
Las transcripciones de Tárrega que varios guitarristas las ejecutaban en
numerosos conciertos, despertaron el interés de otros músicos, incluyendo a
Falla, Ponce, Villa-Lobos, Broqua, Castelnuovo-Tedesco y Manén, que
probablemente ellos mismos nunca pensaron en componer para la guitarra.
Muchos guitarristas confiesan que en la guitarra la música adquiere otros
matices y un espectro casi ilimitado de sonidos, por lo tanto reconocen la
deuda que se debe a Tárrega.
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LA ESCUELA RAZONADA DE TÁRREGA
Tárrega creó una escuela guitarrística que ha pasado de generación en
generación hasta nuestros días. Sus preceptos se basan esencialmente, no
sólo la resolución lógica de los problemas técnicos, sino también los que
pudieran presentarse en un futuro; es decir, que el sentido pedagógico de su
escuela radica en solventar de antemano cuantos problemas pudieran surgir en
el estudio o ejecución de una obra.
“…La técnica no debe constituir un fin, sino un medio necesario para llegar a la
perfección del arte…”, tal y como diría el maestro. Para ello planeaba sus
clases de la siguiente manera: mecanismos técnicos, estudios e interpretación
de obras. Sus alumnos se situaban frente a su maestro y copiaban sus técnicas
de estudio, que consistían en un avance progresivo de ejercicios específicos,
que muchas de las veces improvisaban. Estos ejercicios se componían de
escala; diversas combinaciones de arpegios; acordes de todo tipo; ligados
sencillos, dobles y de posición; armónicos naturales y octavados; ejercicios de
independencia de ambas manos…
Cuando Tárrega impartía sus clases, transmitía siempre su pasión por la
guitarra a todos sus alumnos, alentándolos siempre con su carácter cordial y su
entusiasmo por la música; les ayudaba a comprender y resolver los problemas
que pudieran aparecer; nunca decía terminantemente Bien ni firmemente Mal
para evitar así la desmotivación y fomentar la superación.
Tárrega alentaba al desarrollo interpretativo e individual de cada alumno sin
imponer sus propios criterios de una forma tajante. Para ello, les daba toda la
información necesaria para una correcta ejecución. Sirva como muestra el
siguiente ejemplo:
En una ocasión, se encontraba Tárrega estudiando una obra de Beethoven y
en uno de los momentos en que se detenía para tomar aire, observó como uno
de sus alumnos, que en ese momento se encontraba a su lado, estaba
tomando apuntes a lápiz en su partitura.
“-¿Qué hace usted? – le preguntó.- Estoy apuntando algunos matices que
ha hecho usted en determinados pasajes a fin de estudiarla mejor, - le
respondió su pupilo. – Déjese de hacer semejante cosa – le replicó
Tárrega, - ¿Sabe usted?, ni yo mismo sé cómo tocaré esos pasajes en
conciertos…”
Los recitales de guitarra clásica han mantenido la estructura básica de Tárrega.
No se puede dudar la influencia de Segovia como factor determinante en la
estructura y contenido de los recitales durante su vida e incluso hoy podemos
encontrar esas huellas en muchos programas. Sin embargo, el modelo de los
programas de Segovia está heredado de Tárrega y perpetua algunos hábitos
del maestro castellonense:
-
Toca siempre el mismo repertorio.
29
-
Predominancia de piezas popularizadas. Prima el virtuosismo del ejecutor
a la calidad de la música.
Siempre toca solo. Se considera a la guitarra como una pequeña orquesta
que no necesita ningún tipo de colaboración con otros instrumentistas.
Se cree que la guitarra es un invento de origen español y que la única
música buena para ésta es la escrita por españoles.
Según Ophee, Matayna:
“La guitarra como la conocemos ahora se desarrolló durante la mitad del siglo
XIX. La técnica y la pedagogía del instrumento fue establecida durante los
tiempos del último método de Dionisio Aguado, en 1843, desde entonces poco
ha cambiado. Por otra parte la forma y contenido de los programas, ha
experimentado muchas metamorfosis desde principios del siglo XIX. (…) Un
programa típico ofrecido por Tárrega en 1888 se dividía en tres partes. En la
primera se escuchaban arreglos de Verdi, Arrieta y Gottschalk más alguna
antigua obra del ejecutante. En la segunda parte, un arreglo de alguna gavota
de Ardite o alguna polonesa de Arcas y las variaciones sobre el “Carnaval de
Venecia”. En la tercera parte, Tárrega tocaba dos arreglos de música para
piano de Prudent y Thalberg y dos potpourris sobre melodías folclóricas
españolas arregladas por él mismo.”
También García Blanco, Paulino en su artículo “La guitarra española (18181918)”:
“En Tárrega predomina el apasionamiento y el método empírico (ensayo-error)
Prefiere la audición íntima, reservada al grupo de discípulos y admiradores de
culto, a los grandes conciertos.
No hay ambición formal en la música de Tárrega: prefiere la improvisación y el
virtuosismo en lo que toca, fruto del apasionamiento romántico, a las grandes
obras con una estructura definida y ordenada.”
Finalmente no podemos olvidar a los alumnos y
seguidores del maestro cuya labor ha sido fundamental
en la transmisión de la obra de Tárrega. Gracias a
alumnos como Miguel Llobet, Emili Pujol y el
castellonense Daniel Fortea. Cabe destacar en este
último la importante recopilación de la obra a través de la
biblioteca Fortea que él mismo creó y que reúne
prácticamente toda la obra del maestro Tárrega.
Daniel Fortea
30
•
Archivo departamento de cultura del ayuntamiento de Vila-real
•
Ayuntamiento de Benicàssim
•
Instituto Francesc Tárrega de Vila-real
•
Museo de la Ciutat, “Casa de Polo”: Sala Francisco Tárrega. Vila-real
•
Profesor del Conservatorio de Música Mestre Goterris de Vila-real Josep
Rius
•
Profesor de la UJI Antoni Ripollés Mansilla
31
1. “En torno a Tárrega” Ayuntamiento de Vila-real, 1984
2. “Emilio Pujol” Riera J. Instituto de estudios ilerdenses. Excelentísima
diputación provincial de Lérida, 1974
3. “Homenaje a Francisco Tárrega e Isabel Ferrer”. Escuela Magisterio de
Castellón, 1961
4. “Memoria gráfica de Tárrega” Onofre Flores Sacristán y Salustiano
López Orba. Ayuntamiento de Vila-real, 2004
5. “Francisco Tárrega 1852-2002, biografía oficial” Adrián Rius Espinosa.
Ayuntamiento de Vila-real
6. “Tárrega: ensayo biográfico” Emilio Pujol. Artes gráficas Soler S.A.
Valencia 1978
Firmado: Carmen Copoví Llop
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