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LIBROS EN ESPAÑOL SOBRE LA INDIA Novedades y Recomendaciones por la librería www.indicalibros.com Hindu: Nacionalismo religioso y política en la India contemporánea. Borreguero, Eva - La Catarata Eva Borreguero analiza los numerosos elementos de complejidad que afectan a la construcción nacional india y los principales símbolos que definen a la nación hindú moderna. El legado de la pérdida Desai, Kiran - La Salamandra El legado de la pérdida ha merecido el Premio Man Booker 2006, convirtiendo a Desai en la ganadora más joven de la historia de este prestigioso galardón literario, el más importante de los que se conceden en el Reino Unido. Historia de la India Metcalf, Barbara; Metcalf, Thomas Cambridge University Press-Akal Esta historia pone en duda las ideas sobre una India inmutable y monolítica marcada por la tradición y las jerarquías religiosas. En vez de eso, muestra una sociedad compleja en continua transformación y que se reinventa a sí misma como consecuencia de sus cambios tecnológicos y sociopolíticos. La bailarina de la escudilla mágica (Manimekhalai) Shattan, Principe - J. J. Olañeta & Indica Books Novela tamil del siglo II d.C. narra los amores del joven Kóvalan con la cortesana Mádhavl. Repleta de leyendas deslumbradoras, de datos sobre el paisaje, la música y las costumbres de la época, ritos religiosos y doctrinas filosóficas, es uno de los más extraordinarios logros literarios de la India clásica. Japji: Poemario espiritual Guru Nanak - J. J. Olañeta & Indica Books Nacido en el siglo XV, Guru Nanak es el fundador del sikhismo, religión que sintetiza aspectos del hinduismo, y el sufismo. Este texto forma parte de los textos sagrados de los Sikhs, el Siri Guru Granth Sahib, traducido al spañol por el Dr. S. Dey. India. Historia del pensamiento Mosterín, Jesús Alianza Editorial Tres mil años de historia de esta gran potencia espiritual, que van desde la civilización de Harappa hasta el final del Imperio Mogol. El pensamiento clásico, desde las Upanishad hasta el Advaita Vedanta, pasando por importantes corrientes como el budismo, el jainismo, y sus contribuciones a la matemática y la lingüística. 2 Redacción Directora: Sujata Mehta, Embajadora de la India Jefe de Redacción: Abdul Majid Padar, Primer Secretario Publicado por la Embajada de La India en España Avenida Pío XII, 30-32 - 28016 Madrid - página web: http://www.embajadaindia.net correo electrónico: [email protected] y [email protected] Fax: 913 451 112. D. Legal: M-7280-2006 - Imprime: Naturprint HOLA NAMASTE solicita a sus lectores contribución de notas, artículos y crónicas que se pueden dirigir al correo electrónico a [email protected] Continúa en página 63 ÍNDICE 2 LIBROS EN ESPAÑOL SOBRE LA INDIA NOVEDADES Y RECOMENDACIONES 41 BRIHATKATHÀ: LA PERDIDA GRAN HISTORIA SUSANA ÁVILA 4 5 44 POEMAS Y CITAS RABINDRANATH TAGORE CITAS DIONYSOS DIALOGA CON BHARATA: EL EJEMPLO DE MARÍA PAGÉS MARIFÉ SANTIAGO BOLAÑOS 9 16 24 ”SLEEPING TRAIN” DE JOSÉ RAMÓN HUIDOBRO RESEÑA DE REDACCIÓN Se lanzó esta revista con la intención de subrayar, mediante auténticas voces, los vínculos que existen entre India y España. La respuesta recibida ha demostrado que no se trataba de un pensamiento baldío puesto que muchos académicos, poetas, pintores, escritores y periodistas se han visto atraídos hacia esta tribuna contribuyendo con artículos, reportajes, crónicas y poemas. AMI CHINI GO CHINI TOMARE: VICTORIA OCAMPO RECUERDA A GURUDEV MUKUR KANTI KHISHA LA HISTORIA DE DOS BUEYES MUNSHI PREMCHAND AL ESPAÑOL DE SU En este número de la revista se presentan las contribuciones de muchos eminentes escritores entre ellos el Premio Nacional de literatura D. Vicente Molina Foix, de Dª. Marifé Santiago Bolaños, D. Félix Roig y D. Fernando Rubio Milá. También reconocemos las contribuciones del D. Mukur Kanti Khisha, Dr. Enric Donate Sánchez, Dª. Susana Ávila y D. José Ramón Huidobro, del pintor argentino D. Horacio Aníbal Rodríguez y D. Álvaro Enterría quien ha traducido directamente del hindi al español. Esta diversidad de escritura muestra la escala y el alcance de nuestro conocimiento mutuo cada vez más profundo. Con su modesto esfuerzo, Hola Namaste ha venido haciéndose eco del respeto de nuestras respectivas naciones y pueblos por la riqueza y diversidad de nuestras dos culturas. ERRATA LAS EXPERIENCIAS DE MI VIAJE LA INDIA HORACIO ANÍBAL RODRÍGUEZ VISITANDO NUESTRO PRADESHTAMIL-NADU VIAJAR POR LA INDIA CON HOLA NAMASTE REDACCIÓN Mensaje EL COLOR DE LA INDIA VICENTE MOLINA FOIX TRADUCCIÓN DEL HINDI ÁLVARO ENTERRÍA 38 61 EL BAJO COSTE DOMINA EL CIELO INDIO ENRIC DONATE SANCHEZ 12 48 CHIDAMBARAM: SHIVA DENTRO DEL CORAZÓN DEL HOMBRE FÉLIX ROIG A Hola Namaste siempre continuará recibiendo con agrado sus opiniones, experiencias y contribuciones. Sujata Mehta Embajadora POEMAS Y CITAS DONDE LA MENTE ESTÉ LIBRE DE MIEDO Rabindranath Tagore Donde la mente esté libre de miedo y la cabeza permanezca alta; Donde el conocimiento no tenga ataduras; Donde el mundo no se haya roto en añicos Por las estrechas paredes de los hogares; Donde las palabras provengan de lo profundo de la verdad; Donde el esfuerzo incansable extienda sus brazos a la perfección; Donde la transparente corriente de la razón no pierda su cauce Por las arenas tristes del desierto de costumbre muerta; Donde Tú seas el Guía que conduce la mente, Al horizonte abierto de pensamiento y acción, En ese cielo de libertad, Padre, deja a mi patria despertar. Del Gitanjali, “Ofrenda Lírica” Traducido por Redacción Logré morir con los ojos abiertos guardando en ellos tus claras montañas - aire de vida me fue el de sus puertos -, que hacen al sol tus eternas entrañas ¡mi España de ensueño! Miguel de Unamuno 4 SHIVA JUEGA AL TETRIS José Ramón Huidobro Una moto con una familia entera Pongamos cinco miembros La mujer sentada de perfil Un camión repleto de fardos Los miembros de la cuadrilla El chófer sonriendo a la ciudad Una chica con sari en bicicleta Pashmina al viento Cadena oxidada y cestillo para pasear Un autorickshaw con cristales ahumados Ocho ojos asomados entre la mercancía encajados a la perfección Una vaca sagrada rumiando tranquilidad En el cruce donde un guardia y un semáforo hacen coreografía de ballet Un autocar desamortiguado Uniforme caqui del estado picando boletos obsoletos Sinfonía de bocinas de latón y un peatón al que se le cae un libro Se lanza al vacío lo recupera besa y ofrece al cielo Es lo que había entre estas dos aceras Shiva hizo otra pantalla de tetris Y el juego volvió a empezar CITAS Si hubiera que escoger entre la cobardía y la violencia yo aconsejaría la violencia. Yo me lanzaría mil veces a emplear la violencia antes que permitir la castración de toda una raza. Yo cultivo el coraje de morir sin matar. Pero deseo que quien no tenga ese coraje cultive el arte de matar y dejarse matar antes que huir vergonzosamente del peligro. Mahatma Gandhi Aunque supiera que el mundo se fuera a acabar mañana, hoy plantaría mi manzano. Martín Luther King DIONYSOS DIALOGA CON BHARATA: EL EJEMPLO DE MARÍA PAGÉS Marifé Santiago Bolaños S obre la reflexión de lo que significó la “crisis de identidad” que padece Europa desde el Romanticismo, hasta la constatación social de tal crisis tras las dos Guerras Mundiales, se constituyó lo que fue mi intervención en El Escorial, dentro de los cursos de verano de la Universidad Complutense. Quisimos dar cuenta de lo que implica preguntarse por el ser de la realidad, sobre todo cuando una sociedad suspende el discurrir de su trayectoria y tiene necesidad de hacerse tal pregunta. En ese camino, los creadores primero, los intelectuales y científicos después, intentan “encontrar” una respuesta que permita continuar ese sueño democrático de libertad que se llamó “Europa”; y, en tal sentido, los mitos que recogen el imaginario occidental entran en diálogo con Oriente. occidental en el siglo XX, como es el caso de Gordon Craig, Grotowski, Barba o Peter Brook. Pero, fundamentalmente, intentamos dar cuenta de lo que supone “pensar con el cuerpo” en un tiempo, el nuestro, en el que la diversidad de actitudes, tradiciones, espacios y futuros, no tiene por qué ser fuente de conflictos, sino el inicio de una nueva manera de convivir los seres humanos, donde la peculiaridad que nos hace únicos sea, también, el germen de un porvenir pacífico y plural. La constata- ción práctica de todo este desarrollo argumental se concretó con el ejemplo de la obra de María Pagés, bailaora española que en su espectáculo “Sevilla” permite, de un modo absolutamente natural, ese “diálogo” entre Dionysos y Bharata. El fragmento dedicado a su obra es el que reproducimos a continuación, señalando que parte de la intervención en tales jornadas procedía, como allí se anunció, de mi libro Mirar al dios: el Teatro como camino de conocimiento (Madrid, Biblioteca Nueva, Como la perspectiva de esta conferencia procedía de la “mirada teatral”, Dionysos y Bharata, los respectivos dioses del Teatro, de la creatividad en general, en Occidente y en India, se convirtieron en los maestros de esta ceremonia. A partir de ambas miradas, se explicitó la influencia que la Filosofía india y el trabajo de los artistas indios han tenido sobre la obra de algunos de los más influyentes creadores y teóricos del Teatro 5 cendiendo cualquier pretensión de la autora. 2005), y que el apartado dedicado a María Pagés forma parte de un estudio todavía en proceso de elaboración. Publicamos, pues, ahora, el final de la intervención general y la parte específica dedicada a María Pagés, quien nos honró con su presencia en el debate que, durante una de las jornadas, se dedicó a las influencias de la India sobre el Flamenco. Mantenemos el texto exactamente igual que fue leído en aquella ocasión: Hay una mujer española, aclamada dentro y fuera de su país, que escribiendo con la grafía de la danza el diálogo entre Dionysos y Bharata ofrece, mejor que todo discurso, el encuentro posible entre la razón y la poesía, concibiendo, sobre la escena, el nacimiento de un mundo de alianzas en el que las palabras sobrepasan el entendimiento idiomático y llegan hasta lo más hondo del pensamiento que mana del corazón. Nos referimos a María Pagés y querríamos concluir nuestra intervención tomando como ejemplo y conclusión primera su espectáculo Sevilla, planteado, en la superficie, como un homenaje a la ciudad de su nacimiento pero, sin duda alguna, tras- Como mejor testimonio de este diálogo que debe acercar, ya para siempre, a Dionysos y Bharata, a Occidente y a Oriente, y lo que todo ellos significa, es decir, acercar culturas distintas que se enriquecerán unas a las otras porque, precisamente, la diversidad no tiene por qué ser fuente de conflictos, sino de crecimiento personal y social. Sólo un breve apunte “íntimo” antes de dar comienzo al análisis sucinto de Sevilla: acostumbra María Pagés a trabajar con grupos de personas marginadas socialmente en aquellos países donde su danza la lleva; así, al mismo tiempo que actúa en los mejores teatros del mundo, reserva una de sus jornadas, cuando la zona lo requiere, para ofrecer su trabajo y la preparación de su trabajo a mujeres, a niñas que no podrían acceder a las grandes salas porque ni su economía ni su formación le dan la llave. No lo cuenta María Pagés normalmente, pero me parece importante destacarlo porque en esa actitud de entrega, el Arte se muestra como lo que verdaderamente es: una fuente de libertad, el reino de las posibilidades infinitas. Todo ello, construido estéticamente, está en su Sevilla. alquimista poético. María Pagés, con esa conciencia suprarracional que posibilita el Arte, trasciende lo inmediato, la apariencia, lo evidente que responde a una intención y despierta, para los espectadores receptivos, a esas humanas deidades que demuestran la insensatez de establecer barreras en la Belleza, entregando un fecundo tejido en el que la simbólica diosa de la vida muestra su esplendor sobre la escena. María Pagés recupera, acaso sin saberlo, ese teatro que es sagrado porque no hay en él más que humanidad, y da, entonces, al Flamenco la voz de su pasado indio añadiéndole todas las etapas metafísicas que un espíritu nómada requiere. Si la gran Pavlova había previsto una gira, entre 1931 y 1932, con el ya mítico bailarín de Flamenco Vicente Escudero, María Pagés bailará, antes de concluir 2007, con Barishnikov en los Estados Unidos: no hay, como vemos, fronteras para la Belleza. Y si Vicente Escudero, tras coincidir, entre finales de 1932 y principios de 1933, con Uday Shankar, el padre de la danza moderna india, empieza a explorar las raíces indias del Flamenco, la intuición y el rigor tanto intelectual como creativo de María Pagés, que la llevarán a la India a SEVILLA, DE MARÍA PAGÉS El 27 de diciembre de 2006 María Pagés estrenaba Sevilla en la ciudad donde nació y que da nombre al espectáculo. En mayo del mismo año había tenido lugar el estreno mundial en Tokio. Sevilla recoge la trayectoria de esta mujer de una ortodoxia artística, paradójicamente, ecléctica, que rompe las normas de la danza flamenca para llegar al mismo centro de su origen y actualizarlo, trayéndolo al más absoluto presente. Y eso significa viajar a la India y hacer que la cultura del río Ganges y la del río Guadalquivir dialoguen en un escenario convertido en puente, en templo y en retorta de Pragati Sood, bailarina de Kathak 6 principios del año próximo, han permitido que Sevilla marque, sin duda, un antes y un después en su trayectoria artística porque nunca se ha dado, en su obra, un diálogo tan fluido con Oriente como en este su, hasta el momento, último espectáculo. En su autobiografía, Mi baile, escribe Escudero lo siguiente, tal y como nos refiere Guillermo Rodríguez en su artículo “Vicente Escudero: el encuentro del flamenco con la India”: Está demostrado que los gitanos provienen del Indostán, como es sabido, y no de Egipto como erróneamente se ha venido diciendo. […] En el Indostán, como es sabido, existe una gran cantidad de lenguas y razas diferentes, que en la antigüedad estaban constituidas en tribus. Una de ellas fue la gitana, pero por no aceptar las leyes que sus vecinos querían imponerles, les declararon la guerra y tuvieron que huir, iniciando su éxodo a través de Europa. Convencido de que lo que llamamos baile flamenco no es sino la forma de expresión que tomaron los bailes gitanos en España, y tratando de descubrir las analogías que pudieran tener con las manifestaciones coreográficas gitanas en otros países, he recorrido en sentido inverso la misma ruta que siguió este pueblo, hace cinco siglos, a través de Europa. En todas partes donde viven gitanos he podido encontrar en sus cantos y bailes vestigios de una misma influencia. (1) Como en el caso de María Pagés la expresión de los brazos y de la mirada fueron características del peculiar estilo de Vicente Escudero. En el caso de Pagés, no sabemos si se trata, como en el del bailaor, de un modo intencionado de diálogo con la esencia de algunas de las danzas tradicionales de la India, pero el resultado vuelve a ser ese diálogo entre la raíz occidental y la oriental, que resultan estar mucho más próximas de lo que podríamos suponer. La mirada, desde luego, es básica en Sevilla, donde la artista comienza su espectáculo girando como los místicos sufíes seguidores de Rumi, los derviches, pero también como una devadasi, o mujer consagrada al templo en la India, heredera de la diosa Shakti. En ese inicio de Sevilla, María Pagés “crea el mundo” desde la danza, como se atribuye el origen del cosmos, desde la danza, a Shiva. Shiva, la deidad de los muchos brazos, de las muchas posibilidades, por lo tanto. Esta relación con el acontecimiento originario desde la danza, en una obra dedicada a la ciudad de su nacimiento, empieza a desarrollarse en Sevilla como si la aparición de la luz permitiera la aparición de todo lo demás: ha aparecido el “ver”, como decíamos esta mañana al referirnos al mito de Fanes como origen del nacimiento de Zagreo, el primer Dionysos. No en vano, también, los griegos decían del arte de la Danza que nació con el mundo, y que era contemporánea del Amor más antiguo. E, igualmente, los griegos señalaban que no hay posibilidad de ceremonia sin contar con el arte del cuerpo por excelencia. De todas estas ceremonias, posiblemente las más extremas, en cuando a la Danza se refieren, fueron las dedicadas a Dionysos o Baco, donde las bacantes o ménades dejaban que su cuerpo danzara “más allá del control de la razón”, verdadera danza de las futuras brujas, en un éxtasis o comunión con el dios. Danza menádica, esta de María Pagés en Sevilla, que llega a uno de sus momentos álgidos en el encuentro que la sacerdotisa, Pagés, tiene con la diosa madre, manifestada como la Macarena de Sevilla, que, en la escenografía, es más conceptual que mimética. Si decían los antiguos griegos que la danza debe expresar con claridad lo oscuro, la fuerza de ese momento en Sevilla excede lo explicable: como si ese viaje tan histórico como legendario se repitiera sobre la escena, la India, el mundo árabe, los míticos tartesios, el mundo hebreo, el mundo bizantino, el Mediterráneo que inventó la democracia, la filosofía y la ciudad, se sintetizan en ese rapto hipnótico de la mujer hablando con la diosa, desde una gestualidad cuya precisión en el código provoca la expresiva libertad a la que nos referíamos esta mañana cuando hablábamos de Gordon Craig y la influencia de la marioneta hindú en su dramaturgia. Pero también hay un abismo, la altura de la Giralda, y la lucha entre la voluntad y los demonios, entre los instintos y la racionalidad que nos humaniza, tal y como se muestra en el Mahabharata o en La Odisea, por tomar tan sólo dos ejemplos. En Sevilla, asistiremos a ese acontecimiento en el cuadro en el que María Pagés viste un traje que la hace mitad torero, mitad toro, sin renunciar a su condición de mujer. Sabemos que el toro es uno de los animales de la Gran Diosa, de la Diosa Madre, pues sus cuernos rememoran el crecimiento de la luna. Esa luna-toro se trasladó a la iconografía cristiana como la luna-cuernos del diablo que pisa la Virgen María en alguna de sus imágenes, manteniendo el manto lleno de estrellas en suficientes ocasiones como para que olvidemos el origen pagano de tales símbolos. La danza del toro, el ruedo donde da vuelta el tiempo y su luminosidad Pragati Sood, durante una actuación en Barcelona 7 recordemos que el propio traje del torero se conoce como “traje de luces”-, pertenece a ceremonias ancestrales en las que la mujer tenía un papel indispensable. Es el caso de las tauromaquias cretenses, pero también de la danza de las adoradoras de Khishna, o de las “mayas” en todo el Mediterráneo, que reviven los cultos, en el mes que acabó dedicándose a la Virgen María, a la Tierra y a la fecundidad de la Tierra. repetimos, nostalgias ni tampoco una visión travestida del mundo en la que “espiritualidad” pueda confundirse con “fanatismo” y “respeto” con “miedo”. La lectura que a través de Sevilla nos llega es plenamente contemporánea, plenamente diversa, mezclada, abierta, irónica, nos atreveríamos a decir que “posmoderna” tanto en la estética como en el fondo ético que tal estética destila. Ceremonia de la fecundidad, la asociación entre el toro y el fuego, el toro y la luna en sus diferentes fases de luz y oscuridad, de aparición y sombra, así como el sacrificio que el toreo supone, y que tanto nos dice de otros cultos semejantes como el de Kali, manifestación, también, de la Diosa. Una ética de la acción, en la que la belleza va de la mano con la armonía. Y esta sólo es posible cuando todas las voces están representadas, cuando se habla para los diferentes sectores sociales sin menospreciar a ninguno, pero sin aceptar la ignorancia tampoco, porque entonces no estaría María Pagés siendo leal a sus principios de creadora. Pero hay algo en lo que no podemos dejar de detenernos, aunque sea de un modo sucinto: no hay nostalgia en la visión de esta Sevilla de Pagés. Hay la satisfacción del que crece y sabe que la infancia real o simbólica se construye con la materia del sueño, y que ese sueño no será evasión, sino sueño que libera y emancipa cuando permite ser crítico y crear, por tanto, alternativas. No hay, La vemos cuando elige, para cantarle “a su pueblo”, la saeta que escribiera Antonio Machado, con toda la carga intelectual e ideológica que mencionar su nombre supone, y a la que puso música Serrat. En un momento de la saeta se dice: No puedo cantar ni quiero / a ese Jesús del madero / sino al que anduvo en la mar. Y también: Cantar de la tierra mía / que echa flores / al Jesús de la agonía / que es la fe de mis mayores. Y María Pagés hace que el baile y la canción transcurran de espaldas al público, y también de espaldas al ídolo religioso. Una vez más María Pagés aceptaría las palabras de Nietzsche, quien en El nacimiento de la tragedia escribe: Cantando y bailando manifiéstase el ser humano como miembro de una comunidad superior: ha desaprendido a andar y a hablar y está en camino de echar a volar por los aires bailando. Por sus gestos habla la transformación mágica […] El ser humano no es ya un artista, se ha convertido en una obra de arte: para suprema satisfacción deleitable de lo Uno primordial, la potencia artística de la naturaleza entera se revela aquí bajo los estremecimientos de la embriaguez. (2) Para continuar: […] algo jamás sentido aspira a exteriorizarse, la aniquilación del velo de Maya, la unidad como genio de la especie, más aún, de la naturaleza. Ahora la esencia de la naturaleza debe expresarse simbólicamente; es necesario un nuevo mundo de símbolos, por lo pronto el simbolismo corporal entero, no sólo el simbolismo de la boca, del rostro, de la palabra, sino el gesto pleno del baile, que mueve rítmicamente todos los miembros. (3) NOTAS: RODRÍGUEZ MARTÍN, G.: art. cit., en Revista “Doce Notas”, nº 13, veranootoño 2004, p.95 NIETZSCHE, F.: El nacimiento de la tragedia, Madrid, Alianza Editorial, 1994, p. 45 Idem: p. 49 María Pagés 8 EL BAJO COSTE DOMINA EL CIELO INDIO Enric Donate Sanchez L a campaña publicitaria del gobierno de la India para atraer al turismo extranjero funciona. Lejos de liderar el sector turístico en la región de AsiaPacífico, la India continúa registrando buenas cifras en crecimiento de visitantes e ingresos totales año tras año. En 2006 fueron 4.43 millones de llegadas internacionales, lo que supone un aumento del 13% respecto al año anterior. Su gasto total ascendió a 6.569 millones de dólares, superando en un 14.6% los registros de 2005. El país no deja de mejorar su difusión exterior con una importante campaña publicitaria, Incredible India, que ha sido galardonada con el premio Euro Effies. Asimismo, la apuesta por un turismo de calidad que comporte un enriquecimiento gene- ral en las regiones receptoras, respetando al máximo la economía tradicional y el medio ambiente le ha supuesto el premio al mejor proyecto de turismo sostenible de World Travel Awards. bordo de trenes repletos de pasaje empieza a pasar a la historia. Cada vez existen más formas de viajar, para todos los bolsillos y para todos los nive les de exigencia; con todo, no siempre un mayor confort va a ir Los transportes han experimentado en la última década una verdadera revolución en la India. La imagen del viajero intrépido a ligado a precios exorbitantes. Indian Railways ha puesto en servicio nuevos trenes que realizan largas y medias distancias a 9 mayor velocidad y con mejores prestaciones para el usuario. Los Rajdhani Express unen Delhi con las principales capitales (Chennai, Bangalore, Mumbai, Kolkata, Ahmedabad, Trivandrum, Bhubaneswar) y con ciudades de media distancia (Chandigarh, Jammu, Simla, Kalka, Ranchi), mientras que los Shatabdi Express efectúan recorridos intercity con otros orígenes y destinos. Con todo, es el transporte aéreo el que ha sufrido en los últimos años una mayor transformación. El último informe del UNWTO (Organización Mundial del Turismo) sitúa a la India como el líder del sector LCC (Low Cost Carriers) en el continente asiático, con 7 grandes compañías y más de 70 destinos cubiertos. Conocer el subcontinente aún requiere largas distancias, pero cada vez es más fácil conocer los cuatro costados de la India cruzando sus cielos. Con el milenio, llegó a Asia la fiebre por el bajo coste. Esta nueva modalidad de compañía aérea nacida en Estados Unidos donde la legislación de navegación aérea era más laxa, pasó a Europa con un éxito espectacular, llegando a Asia tras su implantación en Australia y Nueva Zelanda. En viajes de placer, las líneas aéreas de bajo coste ofrecen precios muy com10 petitivos, en especial a los clientes previsores. Las aeronaves más comunes en este tipo de vuelos son Airbus A320 y Boeing 737 con equipamientos limitados, un hecho que reduce sensiblemente el coste de adquisición de los aparatos. La compañía pone a la venta una sola clase y reduce al máximo los servicios a bordo incluidos en el precio, que pasan a ser facultativos. En muchos casos, estas compañías eligen aeropuertos con menos tráfico para aumentar sus cotas de puntualidad y reducir los tasas aeroportuarias. La venta de sus produc- tos se realiza casi exclusivamente a través de Internet, donde priman los e-tickets y se permite la adquisición de vuelos de un solo trayecto, sin perjuicio para el pasajero. En la India la primera compañía en operar en condiciones de bajo coste fue Air Deccan, con sede en Bangalore [www.flyairdeccan.com]. Su vuelo Bangalore-Delhi empezó el 25 de agosto de 2003 con un ahorro del 30% respecto a las tari- fas de Indian Airlines, Air Sahara y Jet Airways. El éxito de Air Deccan operando desde el aeropuerto internacional de Bangalore, con un segundo hub en Chennai, le ha llevado a cubrir 64 rutas, con 350 vuelos diarios. Un vuelo entre Bangalore y Delhi suele costar a partir de las 3000 rupias con tasas incluidas. A parte de Bangalore y Chennai, Air Deccán cubre las rutas a los mayores aeropuertos del sur (Trivandrum, Kochi, Coimbatore, Calicut, Madurai, Tuticorin) y a Port Blair, en las Islas Andamán y Nicobar. También tiene una buena cobertura en la zona central con vuelos a Hyderabad, Goa, Mumbai, Pune, Tirupati, Vishakhapatnam y Bhubaneswar, entre otros. Desde Kolkata opera a las principales ciudades del nordeste (Agartala, Imphal, Aizwal, Dimapur o Dibrugarh), mientras que el aeropuerto de Delhi le sirve de base para los destinos del Himalaya entre los que cuenta Kullu, Shimla, Dharamshala, Leh, Jammu y Srinagar. Mucho más joven se presenta Spicejet, la compañía del chilly [www.spicejet.com]. Nacida en el 2005 con base en Delhi ofrece vuelos a 11 de los principales destinos, incluyendo Jammu y Srinagar. Su campaña de lanzamiento fue una exitosa venta de vuelos a 99Rs., a los que han seguido tarifas promocionales desde 999Rs. A diferencia de las líneas de bajo coste, Spicejet ofrece un buen servicio a bordo y su principal target son los usuarios del ferrocarril con AC, con el que puede competir por precio, servicio y horarios. La reforma del aeropuerto Indira Gandhi de Delhi es el siguiente paso para el desarrollo de la compañía desde la capital india. El aeropuerto Chhatrapati Shivaji de Mumbai es la sede de Go Air [www.goair.in]. Esta compañía aún en crecimiento opera a diversas destinaciones del sur y el oeste del país. Inauguró su primer vuelo en noviembre del 2005 y está actualmente experimentando un aumento de la oferta tanto en destinos como en frecuencia. Por ello, en 2007 va a recibir una serie de encargos a la industria aeronáutica internacional que mejorarán su flota actual. Las tarifas promocionales desde Mumbai a Hyderabad o Bangalore empiezan desde las 500Rs. El éxito de estas compañías que, según previsiones de la UNWTO, coparan el 70% del mercado indio hacia el 2010, ha arrastrado a las líneas aéreas tradicionales. Indian Airlines [indian-airlines.nic.in], Jet Airways [www.jetairways.com] y Sahara Airlines, ahora Jet Lite [www.jetlite.com] se han visto forzadas a bajar precios, aunque todavía mantienen la doble tarifa para ciudadanos indios y extranjeros, cosa que las convierte en oferta poco atractiva para los viajeros españoles. Hasta hace poco las compañías tradicionales eran las únicas en operar vuelos a destinos populares como Leh en J&K, pero esta exclusividad parece decaer en favor de una democratización del acceso al transporte aéreo. Un caso peculiar, dentro del sector es la compañía Kingfisher Airlines [www.flykingfisher.com] que pasó de línea de bajo coste a línea aérea convencional en 2006. Cabe mencionar también Air India Express [www.airindiaexpress.in], subsidiaria de la gran compañía nacional, que ha empezado a ofertar vuelos entre la India y el sudeste asiático: Bangkok, Singapur, Kuala Lumpur y Colombo. Asimismo, opera rutas hacia Oriente Medio; Oman, Qatar, Bahrein, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos están entre sus destinos en la región. El experimento de Air India supone la primera inmersión de una compañía india en las rutas internacionales de media distancia. En conjunto, la salud del transporte aéreo en la India es excelente. Hay muchas y buenas perspectivas de crecimiento. Parece que los operadores indios han alcanzado la madurez en poco tiempo, pero todavía les queda margen por recorrer. La ampliación de las flotas y la apuesta por líneas de media y larga distancia internacional son tal vez los retos más interesantes para las compañías existentes. La tendencia generalizada en las grandes marcas a crear su sello low cost se está repitiendo en la India, lo que augura una mayor competencia en el mercado. Si a ello sumamos, que el trato de las líneas de bajo coste en la India es exquisito, así como los servicios a bordo, frente a la parquedad de los ofrecidos por sus homólogas europeas, la elección de un vuelo de bajo coste para cruzar la India parece hoy día la opción más práctica y cómoda. Con todo, para los nostálgicos siempre quedará el Himsagar Express. Pawan Hans, el mayor servicio por helicoptero de Asia 11 EL COLOR DE LA INDIA Vicente Molina Foix M i India es italiana por casualidad, aunque mi relación entera con ese país nació casualmente. Yo no tenía a la India en la cabeza -plantada en el campo de los sueños- como destino primordial, del modo en que muchos ‘hinduístas’ de mi edad y más jóvenes la han tenido, algunos a la espera aún del viaje soñado. Llegué en febrero de 1993 a la capital del país sin haberlo deseado nunca -como deseaba a Egipto, a Islandia, como sigo deseando a México-, y por ello sin haberlo leído apenas. En Delhi, mi amigo el diplomático Santiago Salas me pasó un ejemplar de ‘A Suitable Boy’, la novela de Vikram Seth entonces recién aparecida (y que, convertida pronto en un ‘bestseller’ mundial, llegaría a España con el título de ‘Un buen partido’); sus casi 1400 páginas fueron una buena compañía por el noreste de la India y Nepal hasta que, a punto de terminarla, descubrí y compré en una pequeña librería de libros usados de Katmandú ‘L´odeur de l´Inde’, la traducción francesa de un relato de viajes de Pasolini. Mi primer italiano indio. He hecho desde entonces los deberes de ‘indiomanía’ literaria, a la vez que seguí viajando regularmente por distintos estados del sur y el norte. He leído las ‘indias’ de Forster y de Ackerley, de Hesse y René Daumal, la traslaciones más o menos fieles de Sir Richard Burton y Alain Daniélou, las moradas místicas de Isherwood y Huxley, el ensayo de Octavio Paz y la fantasía de Martínez Sierra, incluso las divulgaciones de Calasso y Dalrymple, mientras trataba de ponerme al día en los autores nativos de sus diversas lenguas, desde Mirabai a Anita Desai, pasando por Tagore, G.V. Desani, Narayan, Rushdie y Ghosh. Siguiendo la pista de Pasolini llegué al ‘Esperimento con l´India’ de Manganelli, y un día en Venecia encontré saldado un tomito de Guido Gozzano cuya ‘copertina’ de miniatura erótica rajastani me atrajo más que su título, ‘Verso la cuna del mondo’. Por culpa de estos tres últimos escritores, la ‘India of my mind’ tiene el color de Italia. Olores indios. “El olfato es el más animal de nuestros sentidos, y esto confirma el neoprimitivismo de Pasolini”, dice Moravia, compañero de viaje en 1961 (junto a su mujer Elsa Morante) del autor de ‘Teorema’, en un apéndice a la edición española de ‘El olor de la India’. El libro no responde, sin embargo, al título, pues más que olfatear, Pasolini miraba: “los indios nunca están alegres: sonríen a menudo, es cierto, pero se trata de sonrisas de dulzura, no de alegría”. O recapacitaba en su estilo más comba- tivo contra la Europa de las religiones de estado y la vulgaridad burguesa, angustiado por la posibilidad de que un país que ama tanto como la India se occidentalizase de “manera mecánica y deteriorada”. Y un pensamiento ambiguo, tal vez culpable, que entiendo muy bien, respecto a los rasgos lenitivos de la dominante religiosidad hindú o jainista: “Si el indio pierde su inseguridad, su mansedumbre, su carácter temeroso, su pasividad, ¿en qué se convierte?” Manganelli hizo de periodista (le envió a la India la revista italiana ‘Il Mondo’ en el año 1975), y como tal se mostró impertinentemente sabueso, por ejemplo con Hesse: “En ‘Siddharta’ la gente muere a orillas de ríos alegóricos y, en conjunto, reina un olor a madera de sándalo”. Finísima nariz de Manganelli: “Leyendo la novela de Hermann Hesse, se olvida que los excrementos existen”. Mi 12 amiga romana Domitilla Cavalletti, con la que ya he viajado tres veces a la India (y se sabe, diría yo, de memoria a Manganelli), utiliza siempre que nos acercamos por carretera a una de sus grandes ciudades el adjetivo “esfintérico”; más que en ningún otro país que yo conozca, las aglomeraciones urbanas de la India son desparramados entes vivos, y para llegar al hotel, al templo, al palacio o a la mezquita, antes hay que pasar por un interminable y hediondo intestino grueso. ¿Cabe hacer himnos a la suciedad rectal? Manganelli, cuando menos, desconfía de nuestra aseada, aséptica civilización, que “ha encerrado sus propias deyecciones en inmaculadas jaulas de cerámica”, y rastrea en la India una “suciedad original, que es la del albor de los tiempos, y que nosotros hemos traicionado, como lo hemos hecho con todo nuestro cuerpo, con nuestros pelos, nuestro sudor, nuestras uñas, nuestras partes genitales, nuestros esfínteres”. La India es el reino de lo innegable. De lo manifiesto. El país más pudoroso y santo que conozco a la vez que el menos avergonzado de su propia exposición física, de su orgánica materialidad. No es preciso ser italiano para admirar la proliferación, el énfasis teológico, los actos de piedad reiterados, la “poesía de lo superfluo y la ciencia de las cosas inútiles”, palabras, éstas últimas, con las que caracteriza a la India Guido Gozzano, otro poeta, excelente poeta crepuscular, que también viajó allí como ‘reporter’ (a cuenta del diario ‘La Stampa’ de Turín), si bien sus crónicas poseen un nivel de veleidad metafórica y atención a lo inactual que pocos jefes de redacción actuales dejarían pasar (por no hablar de los correctores de estilo). Es cierto que la India sorprende, sobre todo si se llega sin previo aviso (ya he dicho que ése fue mi caso), por el despilfarro de sus signos, una riqueza natural que, sin paliar la pobreza, le da una mortaja llevadera, voluptuosa. En el parque de Delhi que rodea el minarete de Qutab, la primera tarde de aquel primer viaje casual de 1993, los grandes pájaros negros posados ruidosamente sobre las ramas no me dejaron ver los árboles; más cuervos que en toda la literatura gótica anglosajona. Gozzano, de visita en un Hospital de Animales de Bombay, se extasía por el espectáculo (¡y el hedor!) de las numerosas especies allí ‘internadas’: “falanges de bestias de carga, rocines de plaza, búfalos, cebúes demacrados o hidrópicos, derrengados, anquilosados, cubiertos de úlceras y de llagas, monos, perros, gatos ciegos, mancos, sin pelo: una parodia lacrimógena del Arca salvadora”. [Montale, gran entusiasta y difusor de Gozzano, dijo de él que era el primer poeta que “soltó chispas haciendo entrechocar lo áulico con lo prosaico”. Y a continuación casi lo mismo, pero dicho por el propio Gozzano, proclamando que escribía con “el estilo de un escolar un poco corregido por una criada”]. Ante tanta penalidad malamente preservada en el Hospital de Bombay, Gozzano insiste: “Nuestra piedad occidental se subleva, pregunta indignada porqué no se les da a esas pobres bestias el golpe de gracia, adormeciéndolas con una doble dosis de cloroformo”. Y el escritor italiano escucha de su anónimo interlocutor de Bombay una réplica: “Porque no se tiene derecho a destruir una vida, cualquiera que sea”. Vivir para sufrir, reflexiona Gozzano; ¿sufrir para qué? “Para extinguir en la rueda de las encarnaciones infinitas el deseo de existir”, le responde el mismo hombre del hospital. ¿Y si fuese verdad?, escribe el autor de ‘Verso la cuna del mondo’, momentáneamente convertido al dogma de la reencarnación. Siguiendo ya la hipótesis, cierra Gozzano el capítulo de sus crónicas indias titulado ‘El vivero del Buen Dios’ con la implícita aceptación de que el gusano, el perro y el hombre tal vez no sean sino “distintas graduaciones del espíritu”. Imposible no ser animalista en la India, sin necesidad por ello de creer que bajo el rumiante remolón o el ave de presa atenta al menor despojo hay un tendero reencarnado. El animal vence allí tanto por desdeñoso y peripatético, si es vacuno, como por presumido: el destello del negro de los cuervos, sociables de buena mañana cuando uno deja algo de pan o café en el servicio del desayuno; la comedia más que humana de las familias de monos que saltan a cientos de los árboles a los coches en parques naturales y templos selváticos, siempre con la burla de sus arti- Clientes sin bolsillo, foto de José Ramón Huidobro 13 mañas en la cara; la coraza sentimental de los elefantes, ni siquiera alarmados ante el paso de los turistas cuando hay bebés ejercitando su trompa en la charca. La vaca filosófica india es adorable, pero el elefante, el mono y el cuervo dan cara a mi trimurti zoológica. ¿No me estaré poniendo orientalista? Es otro gran peligro del viajero indiómano: el esteticismo de las cantidades. Gozzano cayó en él, con su brillante armería verbal, al describir un combate de monas y urracas en un mercado, o embaucado por el “ojo microscópico, casi perdido en la mole de la cabeza”, de los elefantes, donde el escritor ve alternarse “un resplandor indefinible de astucia irrisoria y bondad indulgente”. Yo, por inclinación natural más débil (y peor pertrechado de retórica que el doliente poeta piamontés), corro mayores riesgos de molicie o “pigricia contemplativa”. Así que trataré de volverme “ciego en torno a las imágenes recibidas”, como le escribiera Rilke en una carta a Benvenuta. Mi simbólica ceguera imaginista sería, de funcionar, más modesta que la del poeta de las ‘Elegías de Duino’, adoptada la suya en aras de la salvación del “alma 14 poética”: la mía, una mera purga de la concupiscencia de la mirada. Y en mi intento vuelvo a Pasolini y Manganelli, quienes, sin perder un matiz del colorido indio ni rehuir el shock olfativo, supieron ver en sus viajes periodísticos el contenido de la religión. Ya antes me referí a la idea purista, para él tan reconfortante, que Pasolini se formó de la profunda observancia religiosa de los hindúes; a ellos, sostiene en su libro el cineasta y poeta, la fe les hace substancialmente mejores, al contrario que a los católicos europeos. Manganelli es menos absoluto; para él, la sociedad, la cultura india, no dejan lugar a la “piedad individual”, pues rechazan esa “caridad dolorosa, desesperada, que en el Occidente se liga a lo efímero”. En la India existiría así, según el autor de ‘La ciénaga definitiva’, una “piedad cósmica”, la “consciencia de una pena universal y anónima que nos toca a todos y a todos nos consagra”. Y, remata Manganelli su cábala: “Esta ausencia de piedad individual transforma a la sociedad india en un lugar trágicamente inaccesible, ganado por una dulzura dramática, incomunicable, una indiferencia sin desdén, sin remordimientos, sin indulgencia.” Yo accedí a la India por el norte, y mi primer modelo de ‘letanía’ esculpida fue Khajuraho, donde en muchos de los veinte templos sembrados en el prado próximo al pueblo predominan las figuras concupiscentes más entregadas y felices del arte universal. Pero se trata de esculturas en piedra, realizadas a finales del siglo X de nuestra era y semejantes en nobleza de talla y vigor compositivo a las que adornan pórticos y capiteles del posterior gótico europeo. Por mucho que las ‘apsaras’ o ‘doncellas celestiales’ de Khajuraho se contorsionen lascivas, luciendo al sol la desnudez prometedora de sus carnes, por mucho que las parejas amatorias se unan en penetraciones de alta gimna- sia tántrica y el escultor recoja también la copulación del hombre con los animales, el espectador, aunque sea igual de ateo que yo, no pierde de vista la matriz religiosa del programa trazado en los muros; las imágenes eróticas de los templos de Khajuraho y otros conjuntos importantes del norte y centro de la India (como Konaraka y Puri) trasmiten el efecto trascendental y bonificador de una creencia profunda, verdaderamente edificante. Yo podría ser miembro de una religión así de inamovible en sus símbolos, tan gozosa y ordenada. Ahora bien, en el último viaje (febrero/marzo del 2004) llegué al sur, al estado de Tamil Nadu, que me pareció el solar arquetípico de todos los Sures del mundo. Yendo por carretera desde el estado de Kerala, la primera parada fué Madurai, que más que una inmensa población (casi millón y medio de habitantes) es un templo que ha fructificado de manera orgánica y monstruosa en una ciudad. Y tuve la gran recaída. Me sentí casi igual de abrumado que Rilke por el espectáculo del paisaje de nubes y cielo de Ronda, ante cuya belleza subrayada, múltiple, el poeta reconoció la obligación de “dejar de ocuparme de las cosas externas”. Meses después de mi visita sigo sin saber si el recinto templario de Madurai que honra a la deidad menor Minakshi, la “diosa de los ojos de pez”, es hermoso o sólo pasmoso: un problema no tanto de juicio estético como de procedencia geográfica o perfil genético, pues la capa de pintura chillona que hace seis o siete años se le ha dado a los conjuntos de figuras de yeso agobiantemente erigidas en el exterior de las ‘gopuras’, ‘mandapas’ y porches de los templos los hace demasiado semejantes a los ‘ninots’ festivos de mi tierra, bien los que se entregan al fuego las noches de San Juan y San José o aquellos que desfilan con alzas de gigante y cabezotas acartonadas en las procesiones populares. Manganelli resume muy bien ese arte escultórico del sur indio cuando habla de una escultura “en bandas”: ‘bandes dessinés’, diría yo. Un tebeo sobre los mitos y ritos de los grandes y pequeños dioses de la teología hindú en el que, sigo con el escritor italiano, “se tiene la impresión de ver una gigantesca cabellera escultural, tan tupida que no deja vacío entre las mechas. Esos escultores ignoraban el aire, el espacio, la escansión: su densidad es la del caos”. Esa “manera asiática de descubrir a los dioses” en la que Manganelli captó una invención errática, una dilatación infinita y tortuosa, una genealogía de encarnaciones sucesivas y simultáneas, un –me parece a mí, en suma- impudor decorativo y negación de todo concepto edificatorio o escultórico, inclina al descreimiento, al cinismo. He ahí un repertorio de la contrarreforma, una sinuosidad jesuítica, una concentración de mal gusto litúrgico que confiará, como los sacerdotes de las peores religiones, en que el fiel, por serlo, comulgue con la ostentación, la vacuidad y el batiburrillo. Los templos repintados de Tamil Nadu me volvieron a hacer incrédulo y hasta un poco iconoclasta. ¿Cómo ponerse a rezar a los monigotes de unas fallas protovalencianas? Sé desde luego que el coloreado crudo y estridente que los tamiles dan ahora, cada diez o veinte años, a las esculturas de muchos (no todos) de sus edificios religiosos no es falso, pues, al igual que los de otras religiones antiguas, aquellos templos estaban originalmente pintados. Al Partenón, sin embargo, le han dejado, y muy juiciosamente, su pérdida de color en el tiempo. En Tamil Nadu le temen a la piedra desnuda y al blanco, un color (o falta de él) que puede recibir cualquier otro color, como decía en 1557 el misterioso tratadista artístico Coronato Occolti, nuestro último italiano observador. Y ese temor tamil a no lucir, a acoger mansamente las manchas naturales del sol o los pájaros, a dejar el cuerpo de sus dioses y héroes descascarillado por la mano de los siglos, me ahuyentó. ¿Renegar del sur, yo, que lo llevo en la cara? Me queda mucha India por recorrer, y “una distribución azarosa de los colores más atractivos jamás producirá tanto placer como una imagen certera sin color” (esta frase no es italiana, sino de un griego que no llegó a hacer periodismo: Aristóteles). De ahí mi voluntad de seguir experimentando más el olor de la India. De no dejarme arredrar por sus ciudades y pueblos esfintéricos. Tal vez así llegaré, sin credo pero con vocación, a la cuna del mundo. 15 AMI CHINI GO CHINI TOMARE: VICTORIA OCAMPO RECUERDA A SU GURUDEV Mukur Kanti Khisha Tagore con Victoria Ocampo Durante mis cerca de 35 años de servicio como diplomático de la India, tuve la oportunidad de conocer y conversar con muchas personas supuestamente muy importantes de la talla de presidentes y primeros ministros de numerosos países. Sin embargo, hay una persona que, sin pertenecer a esta categoría oficial, consigue eclipsar al resto en mi memo- ria. Me refiero a Victoria Ocampo, la venerada videshini, Musa de Rabindranath Tagore. Tuve la buena suerte de reunirme y hablar con ella en diversas ocasiones cuando desempeñé mi misión como Primer Secretario de la Embajada de la India en Buenos Aires, de mayo de 1965 a junio de 1968. Su memorable conexión con Rabindranath Tagore es bien conocida y fue ella quien le sirvió de inspiración para escribir canciones como Ami Chini Go Chini Tomare Ogo Videshini y diversos poemas, como Vidshi Phul, Athiti, Ashanka, Milon etc. Durante su estancia en Buenos Aires, Tagore escribió muchos de los poemas incluidos en Puravi, dedicados a su Vijaya. Recuerdo vivamente nuestro primer encuentro en abril de 1966. Era una tarde de domingo cuando Victoria Ocampo accedió amablemente a recibirme, junto a mi esposa, en su ancestral residencia familiar, conocida como Villa Ocampo, situada en San Isidro, la colonia meridional de las afueras de Buenos Aires. Mi esposa llevaba un ramo de rosas y yo le llevé un bonito paquete del Consejo Superior del Té Indio con un atractivo envoltorio de regalo en el que había una inscripción dorada –“Té 16 Villa Ocampo de la India: Símbolo de Amistad.” La gentil Señora Ocampo nos agradeció efusivamente las flores y comentó que le hizo mucha ilusión el paquete de té indio, porque ella lo adoraba. Mi esposa Gloria vestía un sari y como la señora Ocampo la felicitó por el impecable español que utilizó, Gloria tuvo que desvelar el secreto de que ella era española de nacimiento, por lo que la lengua de Cervantes era su lengua materna. Entonces fue mi turno de relatar a nuestra distinguida anfitriona que yo era de Bengala y que mi lengua materna era el bengalí. Esta revelación fue como una varita mágica. Tuvo el efecto de “Ábrete, Sésamo”. Su cara se tornó radiante y sus ojos brillaron. “¡Entonces usted habla la misma lengua que Gurudev!” exclamó embargada de emoción. “Todavía recuerdo la única palabra en bengalí que Gurudev me enseñó –Bhalobasa.” Ella disipó toda muestra de formalidad y comenzamos a conversar como si nos conociéramos desde hace años. En bengalí también llamamos a Tagore Kavi-Guru y Kavindra, y mencioné que, para nosotros, no es únicamente un gran poeta, sino también un magnífico gurú. Kavindra significa que él es Indra entre los poetas, siendo Indra el rey de los dioses. Y también rima con su nombre –Rabindra. Es aclamado como Visva-Kavi, no sólo el poeta del mundo, sino el poeta del universo entero. “Señora Ocampo, por favor, relátenos algo sobre el gran hombre a quien usted llegó a conocer tan de cerca” le pidió Gloria. “He escuchado mucho a mi marido y a sus amigos bengalíes sobre las espléndidas relaciones que tenía usted con él. Me han dicho que le tenía a usted en mente cuando escribió la canción –Ami Chini go Chini Tomare Ogo Videshini. La he oído entonar en innumerables ocasiones cuando hay una sesión de Ravindra-Sangeet con una gran asistencia de bengalíes, que la escogen como un favor especial hacia mí. Aunque yo no pueda ser la “desconocida dama pálida” de la canción, en sus ojos aparezco como una videshini, una señora proveniente de una tierra extranjera”. “Hay tanto que contar, que no sé por dónde empezar”, respondió. “Considero que fue un feliz accidente encontrarme con Rabindranath Tagore. Corría el año 1914 y yo era una infeliz joven de veinticuatro años. Me encaminaba a una terrible crisis emocional. Llevaba casada dos años, lo que era un completo desastre. Pero debía mantener las apariencias puesto que no quería herir los sentimientos de mis padres. Me encontraba en una confusión abismal y buscaba una salida a ese túnel tenebroso. Quería huir de mi marido para no guardarle más odio del que ya le tenía. Al mismo tiempo estaba apasionadamente enamorada de Julián, un primo de mi marido. En ese momento crucial encontré, por azar, en una librería, un librito de poemas del poeta indio Rabindranath Tagore, que había ganado el Premio Nóbel de literatura en 1913. Era la traducción francesa de Gitanjali, Una Ofrenda de Canciones, por André Gide. Lo compré sólo por curiosidad. De hecho, fue para mí un regalo divino. En aquella época, yo vivía a la altura del 675 de la calle Tucumán, en el centro de la ciudad de Buenos Aires. De vuelta a casa, me puse a leer los poemas de Gitanjali inclinándome hacia la chimenea de mármol blanco. Los versos de estos poemas me llegaban como un bálsamo suavizante y me sentía transportada a otro mundo. Tragaba, como una persona hambrienta, cada palabra con gran voracidad. Jamás pude describir lo que sentí en la profundidad de mi ser.” Se levantó y nos pidió que la siguiéramos. “Quiero mostrarles aquella chimenea de mármol que fue testigo de mis emociones rebosantes aquel día. Cuando iban a derribar la casa de la calle de Tucumán, decidí traerla e instalarla en Villa Ocampo. Aquí la tienen. Tengo un extraño apego a esta compañera inanimada que compartió todos mis secretos de aquellos días turbulentos de mi vida.” Después de una breve pausa para que la asistenta pudiera servirnos el té, siguió contándonos: “Pese a que me crié según la tradición estrictamente católica, yo había perdido la fe en Dios. Dios me parecía demasiado exigente, vengativo e implacable. Vivía en un mundo sin Dios y sin amor que yo detestaba intensamente. No obstante, en los poemas de Tagore encontré un concepto diferente de Dios y de amor. Los primerísimos versos - ‘Me has hecho sinfín, tal es tu placer. Esta 17 frágil barquita la vacías una y otra vez, y la llenas de vida nueva una y otra vez’ me llenó de la frescura de un perfume eterno. Seguí leyendo como una persona con el alma poseída. ‘Tus regalos infinitos me llegan sólo en estas mis manos pequeñas. Pasan edades, y sigues vertiendo, y todavía queda lugar para llenar.’ No pude parar. ‘Ahora es tiempo para permanecer quieto, cara a cara contigo, y para cantar dedicación de la vida en este silencioso y preponderante ocio.´ La vida se iba revistiendo de un nuevo significado para mí. ‘Sólo estoy esperando al amor para entregarme por fin en sus manos. Por eso es tan tarde y por qué he pecado de tales omisiones (That is why it is so late Victoria Ocampo and why I have been guilty of such omissions). Las palabras y las ideas que encarnaban estos versos penetraban mi alma. ‘¿Has oído sus pasos silenciosos? Él viene, viene y siempre viene. Cada momento y cada tiempo, cada día y cada noche él viene, viene y siempre viene.´ Me sentí agradecida al invisible poeta indio que me trajo ese consuelo infinito. La experiencia fue única, como si estuviera bajo un hechizo. Era como un tipo de redención y salvación para mí. Me sorprendía cómo este poeta de lejana procedencia llegaba a mis sentimientos más recónditos. Los poemas de Gitanjali me arrastraron irresistible18 mente hacia el autor, forjando un lazo entre él y yo. El Nóbel de la India se convirtió en mi ídolo queridísimo. Pero tuve que esperar diez largos años antes de tener la oportunidad de fijar mis ojos en él.” En la India y particularmente en Bengala también celebramos este encuentro y su feliz desenlace. Consideramos nuestra gran dicha que este encuentro entre Gurudev y su Vijaya tuviera lugar. Le estamos agradecidos por cuidar con gran afecto de él durante su recuperación en un lejano país como Argentina. Esto no es todo. Usted sirvió de inspiración para muchas de sus canciones y poemas. Créame que usted es una verdadera celebridad para millones de bengalíes. Y por derecho propio. “Como es sabido, en 1924 el Nóbel fue invitado como huésped de honor por el Presidente de Perú, Augusto Leguía, para asistir a las celebraciones centenarias de la victoria en la Batalla de Ayacucho, que se había librado el 8 de diciembre de 1824. Aquella batalla puso fin al gobierno colonial español y otorgó la independencia al Perú. El barco en el que viajaba el ilustre pasajero tenía previsto llegar a Buenos Aires el 7 de noviembre de 1924. En aquel entonces, yo solía escribir para el bien conocido diario La Nación, que envió un reportero a Montevideo para entrevistar a Tagore durante su viaje de la capital uruguaya a Buenos Aires en el barco Andes. Cuando el corresponsal quiso saber sus opiniones, Tagore contestó: ‘Esperaba ver las aguas del Río de la Plata brillando como plata. Veo que no es así. Me siento feliz escuchando el gorjeo de las golondrinas y estoy impaciente por ver la tierra de la que me enamoré tras leer el libro de William Henry Hudson – Far Away And Long Ago: A Childhood Memory in Argentina.’ A la mañana siguiente, cuando la entrevista se publicó en La Nación, los intelectuales argentinos hacían colas delante de las librerías para comprar la versión española del libro de Hudson – Allá Lejos y Hace Tiempo. No tengo ni idea por qué lo llaman River Plate en inglés. Río de la Plata literalmente significa River of Silver. Es posible que los exploradores españoles vieran sus aguas cristalinas brillando como plata y lo nombraran así. Pero hemos de compartir la desilusión de Tagore ante su flujo fangoso de hoy día.” Al día siguiente, le dije que, mientras paseaba por la Plaza de San Martín, decidí ir al Hotel Plaza para ver la habitación en la que se alojó nuestro poeta nacional. Me quedé decepcionado cuando la recepcionista me comentó que el ala que albergaba esa suite ya no existía. Fue desmantelada durante el proceso de renovación. Me entregó una larga lista de personalidades ilustres que se habían alojado en el hotel a lo largo del tiempo. Fue una lectura impresionante, puesto que es un verdadero Quién es Quién de los ricos y famosos del siglo XX, desde el Rey Víctor Manuel III de Italia hasta el Duque de Windsor, de la Sra. Sukarno a Jacqueline Kennedy, de Clark Gable a Charlton Heston y de Gina Lolbrigida a Marylin Monroe. “Tagore llegó a Buenos Aires el atardecer del jueves 6 de noviembre de 1924. Se dijo que sufría un fuerte ataque de gripe y que no se permitían visitas a su habitación en el Hotel Plaza. Yo me moría por ver a mi ídolo y me fui para el Hotel Plaza acompañada de mi amiga Adelia Acevedo. Nos recibió en el hall del hotel un caballero inglés de cabello rubio y ojos azules. Nos dijo que se llamaba Leonard Elmhirst y que era el secretario de Tagore. Dijo que los médicos que le examinaron habían encontrado su corazón un poco débil y habían llegado a la conclusión de que no se encontraba en condiciones para aguantar el arduo viaje por la Cordillera de los Andes hasta Lima. Le recetaron reposo absoluto durante un periodo indefinido antes de que pudiese emprender el viaje de retorno en barco. Hubo que enviar al Presidente Leguía de Perú un telegrama para informarle de lo sucedido. Aún no sé qué es lo que me motivó proponer a Elmhirst que pondría encantada a disposición del poeta una finca para su descanso y recuperación. Lo propuse espontáneamente, sin pensar más. Pero parece que causó una fuerte impresión en Elmhirst, ya que nos condujo a Adelia y a mí arriba, al piso en que estaba alojado Tagore, y nos pidió que esperáramos en la antesala. Fue a informar a Tagore y a pocos minutos apareció Tagore vestido con una túnica larga que le llegaba a los pies. ¡Era el momento con que había soñado durante tantos años! Pero me quedé tan impactada de miedo que apenas me salía palabra. Allí estaba de pie delante de mí y yo tenía la cabeza dando vueltas como si tuviera vértigo. Ocurre que, cuando se obtiene lo que más añora una persona, se apodera de uno la sensación de huir lejos de ella. Ese fue mi caso. Sus poemas me habían hipnotizado y ahora estaba como una paralítica en su presencia. Su denso y flotante pelo blanco y sus brillan- tes ojos negros otorgaban a su personalidad un aura de extrema dignidad. Tenía 63 años, que le ponían a la altura de la edad de mi padre, pero no veía ni una arruga en su rostro. Movía sus manos rítmicamente en forma de mudras. No sabía qué decirle. La timidez me convirtió en muda. En cambio, Adelia comenzó a hablar sin parar, como una cotorra, y me enojaban mucho las impertinencias que decía. Tuve que interrumpirla repentinamente y, armándome de coraje, comuniqué a Tagore lo que había propuesto anteriormente a Elmhirst, que yo pondría a su disposición una casa donde podría estar cómodo para recuperarse. Me miró de manera sosegada y no estaba segura de si él me creía. Mi apresurada despedida sorprendió mucho a Adelia, sobre todo el que me quedase tan poco tiempo con el poeta de mis sueños, después de armar todo lo que había armado para encontrarme con él.” Gloria y yo quedamos extasiados al escuchar a la señora Ocampo. Queríamos que continuara y ella se dignó a hacerlo. “Tan pronto salimos del Hotel Plaza, corrí a ver a mi padre para pedirle que prestara nuestra casa familiar en San Isidro por una semana. Su respuesta fue un No rotundo. Estaba desesperada, pero no dispuesta a dejar el asunto zanjado así. Me acordé de que Ricardo de Lafuente, el marido de mi prima carnal, había construido una casa de campo a unas cuadras de la nuestra. La llamaban Miralrío, que significa Vista al Río, dado que desde allí se tenía una vista excelente del Río de la Plata. Fueron muy generosos en convenir cederla por una semana. Corrí hacia el Hotel Plaza para informar a Elmhirst de que había encontrado un lugar adecuado y que yo me haría cargo de su mudanza al cabo de un par de días. Necesitaba tiempo para limpiar los cuartos de Miralrío y también para dotarlo con todo lo necesario, como las sábanas, toallas, cacerolas, utensilios, etc. Yo misma me mudé a Villa Ocampo para estar cerca de Miralrío. También envié allí a mi vieja asistenta asturiana, Fani, que siempre se comportaba conmigo como una dictadora desde mi niñez. No sólo eso; me trataba como si yo fuera todavía una adolescente. También mandé a mi cocinero y al asistente para que mi distinguido invitado y su secretario pudieran tener todas las comodidades. Era una casa bonita con el diseño de una casa típica del País Vasco. Tenía persianas verdes. El inmenso jardín estaba lleno de rosas, espinos dorados y otras flores de la estación. Desde el balcón del primer piso se divisaba una vista magnífica del río. El miércoles 12 de noviembre me fui a recogerlos a las 3 de la tarde. Apenas salimos del hotel, nos encontramos con un viento fuerte y una tormenta de polvo. Finalmente, cuando llegamos a Miralrío, le mostré a Tagore su dormitorio en el primer piso. Se puso contento como un niño al ver las nubes y el sol jugando al escondite en el cielo. Miró las flores y escuchó el viento bramar entre los árboles. Más que nada le impactó ver el río desde el balcón. Se convirtió en el sitio favorito donde pasaría luego muchas horas de ocio. La semana se acabó rápido, pero los médicos aconsejaron que le haría falta pasar todavía más tiempo en reposo. Hablé con mi prima y su marido. Me alegré de que aceptaran alquilarme la quinta durante 19 Elmhirst con Tagore todo el verano. Como no tenía suficiente dinero, decidí vender la pieza favorita de mis joyas, una tiara de diamantes en forma de media luna. Conseguí un precio ridículo por ella, pero con él pude pagar los 10.000 pesos de alquiler. Me produjo una satisfacción incomparable poder hacer mi homenaje al hombre que se convirtió en mi Gurudev. Empezó a llamarme cariñosamente Vijaya, que, según me explicó, era la traducción precisa de Victoria en bengalí. Sonaba muy dulce en su boca.” Es una costumbre bengalí añadir dada o da para abreviar y didi o di que significan hermano mayor o hermana mayor al final de un nombre. Es una seña de respeto. Siguiendo esta práctica, le dijimos que deberíamos llamarle Vijayadi, si nos lo permitía. “No faltaría más,” contestó ella. “Salvo el Gurudev, jamás se me ha dirigido nadie como Vijaya. Pero suena tan maravilloso que, cuando ustedes se hayan ido, me pro 20 ducirá nostalgia.” Antes de despedirnos, la señora Ocampo me entregó un ejemplar de la versión española de Puravi titulado El Canto del Sol Poniente. Me la dedicó con su propia letra: A Mukur Kanti Khisha con toda simpatía estos poemas de mi querido y admirado Rabindranath – Victoria Ocampo, abril 1966. Sacó una foto suya y se la regaló a mi esposa con la dedicatoria: Para Gloria – Victoria Ocampo. “Por favor, vuelvan a visitarme. Como comprenderán, me gusta recordar y hablar de Gurudev. Tengo la suerte de contar con unos oyentes tan simpáticos como ustedes dos. Las puertas de Villa Ocampo permanecerán siempre abiertas para ustedes.” De tal modo nos lo dijo, que nos impresionó su sinceridad y nos alegramos de aprovechar su generosa oferta. II Visitamos Villa Ocampo unas cuantas veces. Siempre llevaba conmigo el segundo volumen de Rabindra Rachanabali (la edición centenaria publicada por el Gobierno de Bengala). Le leía poemas de Puravi en bengalí. La señora Ocampo seguía atentamente verso por verso la versión española. “Vijayadi, veo que desafortunadamente no todos los poemas de Puravi han sido traducidos al español“, dije yo. “Como sabe, Puravi contiene todos los poemas escritos por Tagore, no sólo en Buenos Aires o San Isidro, sino también los que escribió en los barcos, Harina Maru, Andes y Giulio Cesare. Siguiendo el orden cronológico, quiero seleccionar especialmente los que de algún modo se vinculan con usted. Videshi Phul o La Flor de Tierra Foránea se escribió el 12 de noviembre, el día que usted llevó a Gurudev del Hotal Plaza a Miralrío. Atithi o El Huésped está fechado el 15 de noviembre, seguido por Ashanka, escrito el 17 de noviembre. Este ha sido traducido al inglés como Faint Heart. Sesh Basanta o La Primavera Pasada fue escrito el 21 de noviembre y Chabi o El Rey el 26 de noviembre. El siguiente que tenemos es Milon o La Unión, escrito el 9 de enero de 1925 a bordo del Giulio Cesare. En todos estos poemas resalta la imagen de una mujer cariñosa. Teniendo en cuenta la época de su composición y su lenguaje, no cuesta deducir que el poeta pensaba en usted“. “Ojalá, pudiera entender bengalí,” dijo ella. “Suenan tan magníficos con su propia rima. Este encanto se pierde en la traducción. Hay un dicho – el traductor es un traidor y eso es la pura verdad. Al principio, cuando escuchaba a Gurudev cantando las canciones bengalíes, las encontraba más bien monótonas si no aburridas. Después de un corto tiempo, empecé a disfrutarlas mucho. Luego las echaría de menos. Tras recibir un ejemplar de Puravi, escribí a Gurudev preguntándole sobre su significado. Me respondió: “Me preguntas el significado del título del libro que te he dedicado. Se titula Puravi, que significa el Oriente en género femenino.“ Años más tarde, en 1961, el señor Kshitis Roy, en aquel entonces el Conservador del Museo Tagore en Santiniketan, me escribió una carta pidiéndome que tradujera los poemas de Puravi al español. Me explicó que Puravi es una raga en la música clásica india que se toca por la tarde o al atardecer. También mencionó que esconde una sutil connotación que combina Rabi, el nombre del poeta, y Purva, el Oriente. Acepté el título propuesto por él – Song of the Setting Sun, que vertido al español fue Canto del Sol Poniente.”Después de una pausa para el té, Vijayadi retomó el hilo: “Puede que suene egoísta, pero debo confesar que en mi corazón dije que bendita aquella dolencia suya por durar tanto cuanto pudo. Me dio la oportunidad de cuidar de él durante casi dos meses en lugar de una sola semana. Como mi cocinero trabajaba en Miralrío, yo me iba allá cada día para comer y cenar. Pero después de la cena me volvía a Villa Ocampo para dormir. A veces me sentía celosa de que mi mucama y mi asistente permanecieran tan cerca de él las veinticuatro horas. Habría sido feliz durmiendo en el felpudo como un perro bien adiestrado a la puerta de su cuarto.” Nos considerábamos afortunados de que nos tratase con un afecto espontáneo. Dijo que hablar con nosotros le daba la ocasión de “dar rienda suelta a los sentimientos” que tenía por su Gurudev. La familiaridad generó confianza y esto envalentonó a Gloria cuando dijo sin pelos en la lengua: “Vijayadi, tengo curiosidad de saber una cosa. Espero que sepa disculpar mi debilidad femenina. Quiero preguntarle: ¿qué sentimientos tenía hacia su Gurudev? Como ya sabrá, ha sido el tema de muchas habladurías. Diversos escritores han lanzado indirectas sobre la naturaleza de esta relación.” Se quedó algo pensativa y dijo: “Lo sé todo. No me apetece mucho hablar sobre este asunto. Le puedo decir con toda franqueza que sentía una ternura especial hacia él. Si lo llama amor, era enteramente espiritual. Lo he comentado en mi Autobiografía. En cuanto a mí, es absurdo confundir el amor con la actividad sexual. Gurudev tenía la misma edad que mi padre. Yo le miraba con afecto y admiración genuinos. Fue una experiencia maravillosamente grata estar con él y escucharle era una fuente de inspiración. Celebro cada momento que pasé con él. Algunas veces se comportaba más bien como un niño. Quizá ese fuera un rasgo de su grandeza. Había ocasiones que me causaba ansiedad y me veía obligada a hacerle alguna que otra advertencia. Un ejemplo es la corriente incesante de visitas que recibía cada día en Miralrío. Era realmente agotadora para él. Pero él ni se daba cuenta de esto. Con la ayuda de Elmhirst tuve que ponerme a controlar estrictamente el horario de las visitas y el número de las visitantes. Cuando me encontré con él en 1924, mi vida estaba en una etapa de transición. Diez años después de mi desastroso matrimonio, conseguí la separación legal de mi marido en 1922. Me mudé de la casa en la Calle Tucumán a un apartamento en la Calle Montevideo para vivir sola. Pensaba que había recuperado mi libertad perdida. Pero Julián seguía todavía muy presente en mi vida y puedo afirmar categóricamente que no sentía necesidad alguna de tener un vínculo físico con ninguna otra persona. Me alegre de leer lo que Gurudev sentía por mí en el libro Alapchari Rabindranath, escrito por Rani Chanda. Él se refiere a mi preocupación por su bienestar, puesto que seguía preguntándole constantemente – ¿Puedo hacer algo por usted? Me siento halagada por sus piropos al encontrarme inteligente, talentosa y estudiosa. Más que eso, fue noble por su parte que comparara mi dedicación a él con la de la Hermana Nivedita a Swami Vivekananda. Para mí no puede haber mayor homenaje.” Para cambiar de tema, dije: “Vijayadi, visité Shantiniketan por primera vez en 1953 cuando cursaba el tercer año de mis estudios en el Presidency College de Calcuta. Me impactó ver la silla que le había regalado a su Gurudev. Él la llevó a Shantiniketan donde era su mueble favorito para tomar descanso. Su predilección por esta silla se ve expresada con mucho vigor en el poema número 4 de Shesh Lekha. Escribió este poema titulado La Silla Vacante el 26 de marzo de 1941, pocos meses antes de su fallecimiento. No me imaginaba que un día como este estaría conversando de cara a cara con su Vijaya sobre ella. 21 Se puso contenta y dijo: “Durante su estancia en Miralrío, Gurudev seguía la rutina. Por las mañanas cuando escribía, no se permitía a nadie que le molestara. Luego daba un paseo por el jardín. Había días que venía al jardín de Villa Ocampo durante su paseo matinal. Después del almuerzo se echaba una siesta. Por las tardes se dedicaba a la lectura antes de que comenzara la avalancha de visitas. Se sentaba en el césped a la sombra de un árbol tipa rodeado de escritores, poetas, artistas, músicos y muchos curiosos. No obstante, su lugar favorito para relajarse era el balcón donde yo había colocado un sillón para él. Allí es donde se le veía muy relajado de verdad. Cuando llegó el día de su partida, lo tuve presente en mi mente. Reservé dos cabinas para Gurudev en el barco italiano Giulio Cesare – una para ser utilizada como dormitorio y otra como estudio donde pudiera escribir cómodamente. Decidí despachar el sillón también. Pero, al llevarlo al barco, tuve problemas porque no hubo manera de meterlo en la cabina. Se lo dije al capitán, quien me miró con desdén. Pero, quizá mis encarecidos ruegos tuvieron efecto y por compasión consintió quitar la puerta de la cabina para que pudiera entrar el sillón. Después de colocarlo dentro, volvieron a colocar la puerta. Gurudev se quedó asombrado al verlo en su cabina. Me sonrió cuando dije – espero que pueda descansar cuando esté cansado. La silla le acompañaría a Shantiniketan. Me alegra saber que durante los últimos años de su vida él se sentaba y descansaba en ella. El Señor Kshitis Roy, Conservador del Museo Tagore me escribió para informarme de que esta silla está guardada ahora en el Museo 22 Tagore o Rabindra Sadan.” Otro asunto que me interesaba saber era su papel en convertir a Tagore en pintor. Vijayadi, hay una opinión generalizada de que usted fue la primera persona que descubrió su genio como pintor, dije. Se le atribuye el mérito de transformar al gran poeta en un gran pintor. “No sé si puedo considerarla mi hazaña. Ocurrió como le cuento. Durante su estancia en San Isidro solía guardar en la mesa un cuaderno en el que escribía sus poemas. Un día por curiosidad lo cogí para verlo sin que él se enterara. Quizá fue una indiscreción seria por mi parte. Me sorprendió cómo tachaba las palabras para hacer correcciones. Me pareció que se entretenía dibujando distraído al juntar estas partes tachadas. De ellas surgían figuras que parecían pájaros, plantas, culebras, rostros etc. Estos dibujitos suyos me parecieron fascinantes. Le dije que tenían gran valor artístico y le animé a dibujar distraídamente aún más. Quería fotografiar algunas de estas páginas. Pensó que le bromeaba, pero consintió, supongo que sólo para agradarme. Un día Gurudev escribió una carta a su nuera Pratimadevi y decidió enviar con esta carta uno de estos dibujos a su nieta adoptiva, Nandini. Lo puse cuidadosamente entre dos cartones para que no se plegara ni se dañara durante el trayecto. Si no me equivoco, esta fue la primera etapa de Tagore como pintor. En el Prefacio a la traducción inglesa de Puravi, Kshitis Roy escribió – ‘El manuscrito de Puravi marca sin duda el comienzo de la carrera de Tagore como pintor.’ Felizmente la evolución siguió su curso y yo difiero de Román Rolland, que dice que Gurudev se asomó al dibujo en los años tardíos porque se sentía deprimido y melancólico. Seis años más tarde, en 1930, cuando estaba en París, recibí un telegrama de Gurudev que se encontraba en Cabo Martín. Justo al día siguiente me fui en coche para verle. Lo que me mostró no fue una colección de sus ‘dibujos distraídos’, sino una serie de dibujos fantásticos y cuadros bellísimos. Me parecieron extraordinarios poemas transformados en colores. Sugerí a Gurudev que organizara una exposición con ellos. Le encantó la idea como a un niño que espera recibir un premio en el colegio. Hablé con mi buen amigo George Henri Rivière, que respondió a la propuesta con gran entusiasmo. Así pues, la primera exposición de los cuadros de Tagore jamás organizada se inauguró en la Galerie Pigalle de Paris el 2 de mayo de 1930. El prefacio del catálogo fue escrito por la poetisa francesa Ana de Noailles. Más tarde, la misma exposición se llevó a Londres y a Berlín. No me imaginaba que esa sería mi última reunión con Gurudev. Quería que le acompañara a Londres. Incluso me invitó a Shantiniketan. Pero yo tenía unos cuantos compromisos en Nueva York. Uno de ellos era mi reunión con Waldo Frank, que me animó con mi proyecto de publicar una revista literaria y cultural llamado Sur desde Buenos Aires. Tuve que declinar la invitación de Gurudev sin saber que lo tendría que lamentar para siempre desde entonces. Una tarde de mayo de 1930 le dije adiós en la Gare du Nord de París. Para mi mayor pena, esta fue la última vez que vi a Gurudev. En un momento dado había soñado con comprarle una villa en Italia para pasar algún tiempo allá con él. Pero no tenía los fondos y no fue más que un sueño.” III Propuse a nuestro Embajador que deberíamos solicitar a Visvabharati que otorgara el título de Deshikottama a Victoria Ocampo. Nuestra propuesta recibió la aceptación de las autoridades de Visvabharati. Fui a ver a la señora Ocampo con la carta de invitación a Shantiniketan. Se humedecían sus ojos según iba leyendo la carta. Exhaló un suspiro y dijo: “No pude ir a Shantiniketan mientras vivía Gurudev. Ahora, no me imagino pisar el suelo de Shantiniketan sin Gurudev. He querido visitar la India desde hace mucho tiempo. Siempre ha tenido un gran atractivo para mí, dado que las tres personas que más admiro son indios – Rabindranath Tagore, Mahatma Gandhi y Jawaharlal Nehru, en ese orden. Pero he perdido mi oportunidad para siempre. Aún a esta altura de mi edad habría hecho el esfuerzo si pudiese ver a Gurudev. Sin él, mi viaje a la India sería en balde.” La Primera Ministra Indira Gandhi, que desempeñó el cargo de Rectora de Vishvabharati, tenía previsto llegar a Argentina en visita oficial en junio de 1968. Se decidió organizar una ceremonia especial en Buenos Aires para otorgar a Victoria Ocampo el título Miralrio de Deshikottama. Al concluir mi mandato en Argentina, fuimos a despedirnos de Victoria Ocampo. Nos dijo: “Cuando vinieron a Villa Ocampo la primera vez, le di un libro a usted y una foto a Gloria. Hoy le daré un libro a Gloria y una foto a usted.” Entregó a Gloria su libro Tagore En Las Barrancas de San Isidro, publicado por la Editorial Sur de Buenos Aires en 1961 para conmemorar el centenario del nacimiento de Rabindranath Tagore, con la inscripción: Para Gloria Recuerdo de su visita a Villa Ocampo 1968. A continuación me dio una foto y dijo: “Esta es una foto de Gurudev que le saqué yo en el jardín de Villa Ocampo en noviembre de 1924. No es una gran fotografía ya que no soy una buena fotógrafa. Pero la tenía sobre mi escritorio en un marco de plata.” Regresamos a Buenos Aires después de casi un cuarto de siglo, en febrero de 1992, cuando fui nombrado Embajador de la India. Pero, ay de mí, no tuvimos a nuestra Vijayadi para conversar. Había fallecido el 27 de enero de 1979 a los 88 años. Era una mujer extraordinaria, de personalidad polifacética. Era una traductora prolífica y reconocida como gran autora por derecho propio. Traducía poesías, novelas y tratados del inglés y francés al español. Su círculo de amistades era una constelación brillante de poetas, novelistas, ensayistas, artistas y músicos. Además de Tagore, conocía personalmente a Aldous Huxley, Andre Malraux, Evelyn Waugh, D. H. Lawrence, André Gide, Thomas Mann, Virginia Wolf, Graham Greene, Vladimir Navokov, Albert Camus, James Joyce, C. G. Jung, Henry Millar, T. S. Eliot, Paul Valéry, Gabriela Mistral, Jorge Luis Borges y muchos otros ilustres intelectuales con quienes llegó a cultivar una amistad duradera. Mantenía una correspondencia fluida con todos ellos y muchos de ellos contribuían con artículos a su revista Sur. Invitó a músicos como Ernest Ansermet e Igor Stravinisky a dar conciertos en Buenos Aires. Organizaba conferencias y exposiciones de arte como, por ejemplo, la de Le Corbusier. Tenía la inteligencia y la belleza para impresionar a quienquiera que se cruzara en su camino. Tenía la capacidad para atraer al enjambre como una abeja reina. En muchos casos actuó como catalizadora para despertar el talento en algunos. Había otros atraídos por su extraordinaria belleza física. Ortega y Gasset se enamoró de ella y le dirigió cartas apasionadas, que ella eventualmente ignoraba. Rechazó las proposiciones de Ernest Ansermet y del Conde Hermann von Keyserling para conquistarla. En 1953, cuando fue enviada a prisión por Juan Domingo Perón, entre los que protestaron con fuerza se encontraban Jawaharlal Nehru, el Primer Ministro de la India, y Gabriela Mistral, la Premio Nóbel de Chile. Su revista Sur fue aclamada como un logro importante por la significativa contribución al desarrollo literario y cultural en el hemisferio sur durante más de medio siglo entre 1920 y 1970. Victoria Ocampo reinó como la “Zarina Cultural” de Argentina durante toda su vida. 23 LA HISTORIA DE DOS BUEYES Munshi Premchand Notas y traducción del hindi al español de Álvaro Enterría E ntre todos los animales, se considera al burro como al más desprovisto de inteligencia. Cuando queremos decirle a alguien que es un tonto de primera clase, le llamamos burro. Pero no está muy claro si el burro es realmente estúpido, o si son su sencillez y su inofensiva mansedumbre quienes le han otorgado ese título. Las vacas dan cornadas, y una vaca que acaba de parir puede asumir fácilmente el carácter de una leona. El perro es igualmente un animal muy humilde, pero de vez en cuando también se enfada. Pero nunca se ha visto ni oído de ningún burro que se enfadara. Pégalo cuanto quieras, dale de comer la peor hierba podrida que encuentres, pero nunca verás en su cara la más mínima sombra de insatisfacción. Puede juguetear un poco en primavera, pero sin embargo nunca le hemos visto que muestre alegría. Sobre sus rasgos hay una permanente expresión de melancolía. Nunca se le ve afectado por el dolor y la alegría, la pérdida o la ganancia. Las cualidades que se atribuyen a los rishis (19) y los santos, él las posee todas en grado sumo; sin embargo, los hombres le llaman tonto. Nunca se ha visto un tal desprecio de la virtud. Quizás la sencillez no sea una cualidad conveniente para este mundo. Vean, si no, ¿por qué tratan tan mal a los emigrantes indios en África? ¿Por qué se les niega la entrada en América? Los pobres no beben alcohol, trabajan hasta romperse la espalda para ahorrar cuatro monedas para los malos tiempos, no se pelean con nadie y sufren en silencio todos los insultos. Y a pesar de todo tienen una mala reputación, y dicen que rebajan los ideales de la vida. Si aprendieran a devolver golpe por golpe, quizás entonces se los considerase civilizados. A la vista está el ejemplo de Japón: una sola victoria militar (20) les ha otorgado una plaza distinguida entre los pueblos civilizados del mundo. Pero el burro tiene un hermano pequeño que es un poco menos burro que él, y ése es el buey. Utilizamos la expresión “tío de la ternera” con un significado parecido a como usamos la palabra “burro”. Alguna gente dirá que el buey es el más tonto entre los tontos, pero nosotros no pensamos así. De vez en cuando, el buey también embiste, e incluso a veces se ha visto algún buey rebelde. También puede manifes- tar su descontento de muchas otras maneras, por lo cual no es comparable con el burro. Jhuri Kachhi tenía dos bueyes, que se llamaban Hira y Moti. Ambos eran de buena estirpe del oeste, hermosos, grandes y eficientes en el trabajo. Después de vivir muchos días el uno junto al otro, un gran sentimiento de fraternidad había surgido entre los dos. Cuando estaban de pie o sentados uno al lado del otro, se comunicaban sus pensamientos en un lenguaje sin palabras. Cómo podían comprenderse mutuamente sus pensamientos, eso yo no puedo decirlo. Sin duda alguna, tenían algun poder misterioso del que el hombre, que se proclama a sí mismo el mejor entre todas las criaturas, está desprovisto. Ambos se manifestaban su amor mutuo oliéndose y lamiéndose. De vez en cuando también entrechocaban sus cuernos, no por espíritu de lucha, sino por divertirse y por Munshi Premchand 24 familiaridad — de la forma en que dos amigos empiezan a darse cachetes y golpes en cuanto se hacen íntimos. Sin estas efusiones, una amistad parece superficial y sin contenido, e indigna de confianza. Desde el momento en que los dos bueyes eran uncidos al arado o al carro y avanzaban empujando con el cuello, cada uno de ellos intentaba que la mayor parte de la carga recayera sobre sus hombros. Al mediodía o al atardecer, cuando les quitaban el yugo después del trabajo, se lamían y acariciaban el uno al otro para mitigar su cansancio. Cuando les echaban la paja y las tortas de borujo en el comedero, los dos se levantaban al mismo tiempo, y juntos metían la cabeza en el pesebre y se volvían a sentar. En cuanto uno de ellos retiraba el hocico de la comida, el otro lo retiraba también. En cierta ocasión, Jhuri envió a la pareja de bueyes a casa de sus suegros. ¿Cómo iban a saber los pobres bueyes po qué los mandaban a otro sitio? Pensaron: el amo nos ha vendido. Quién sabe si les gustó o no el haber sido vendidos de esta manera, pero a Gayá, el cuñado de Jhuri, le sudaron hasta los dientes para conseguir llevarlos hasta su casa. Si los guiaba por detrás, se escapaban a derecha e izquierda, si tiraba de ellos hacia delante, se resistían a avanzar, y si los pegaba, se ponían a resoplar bajando los cuernos. Si Dios les hubiera dado la palabra, le hubieran preguntado a Jhuri: “¿Por qué nos echas de casa? Hemos hecho todo lo posible por servirte bien. Si nuestro trabajo no era suficiente para realizar la faena, hubiéramos trabajado aún más. Estábamos dispuestos a morir trabajando para ti. Nunca nos quejamos de la comida. Cualquier cosa que nos dieras, la comíamos con la cabeza agachada. ¿Por qué entonces nos has vendido a este malvado?” Al atardecer llegaron a su nuevo destino. No habían comido nada en todo el día, pero cuando los llevaron al lado del pesebre, ninguno de los dos agachó la cabeza. Tenían el corazón encogido. Los habían echado del que creían era su hogar. Esta nueva casa, este nuevo pueblo, estos nuevos hombres, todo se les hacía extraño. Se consultaron mutuamente en su lenguaje silencioso, se miraron por los rabillos de los ojos y se tumbaron. Cuando todo el pueblo se echó a dormir, tiraron con fuerza de la cuerda que los sujetaba, la rompieron y se dirigieron a su casa. La soga era muy fuerte, y nadie hubiera podido pensar que un buey la podría romper. Pero en ese momento, sus fuerzas se duplicaron y rompieron todas las fibras a base de tirones. Cuando Jhuri se levantó al día siguiente, vio a sus dos bueyes, con trozos de cuerda colgando del cuello, de pie frente al comedero. Tenían las patas cubiertas de barro hasta las rodillas, y en los ojos de ambos brillaba una chispa de amor revoltoso. Al ver ahí a sus bueyes, a Jhuri se le derritió el corazón. Salió corriendo y los abrazó. El espectáculo del hombre abrazando y besando a las bestias con tanto amor resultaba verdaderamente entrañable. Los niños del pueblo se congregaron y empezaron a dar palmadas para darles la bienvenida. Aunque un acontecimiento así no resultara insólito en la historia del pueblo, era sin embargo un evento importante. La congregación de los niños decidió que los dos héroes se merecían una felicitación especial, y trajeron de sus casas rotis (18), melaza, salvado y cascarillas. Un niño dijo: “Nadie tiene unos bueyes como estos”. Otro le dio la razón: “Han venido los dos solos desde tan lejos...” Y un tercero: “Estos no son bueyes. Fueron hombres en una vida anterior (21)”. Nadie se atrevió a contradecirle. Pero cuando la mujer de Jhuri vio a los bueyes al lado de la puerta, se irritó y dijo: “Que bueyes tan gandules, se han escapado sin trabajar ni un solo día en casa de mi padre.” Jhuri no podía soportar ninguna crítica a sus bueyes: “¿Por qué van a ser gandules? No les habrán dado nada de comer, ¿qué iban a hacer?” Su mujer respondió con aires de autoridad: “¡Sí, claro, sólo tú sabes alimentar a los bueyes, los demás les dan sólo agua!” Jhuri contestó, para hacerla rabiar: “Si hubieran tenido pienso, ¿por qué se iban a escapar?” Su mujer se enfadó: “Se han escapado porque en mi familia no son tan tontos como tú y no los consienten. Les dan de comer pero también les hacen trabajar. Pero estos dos son unos gandules de cuidado y se escaparon. Ahora vamos a ver de dónde van a sacar tortas y salvado. No les voy a dar más que paja seca, si quieren que se la coman, y si no que se mueran.” 25 Y así fue. La mujer de Jhuri dio instrucciones estrictas al empleado para que sólo les diera a los bueyes paja seca. Cuando los bueyes metieron el hocico en el pesebre, la comida les resultó totalmente sosa e insípida. Nada de grasa, nada de jugo... ¿Cómo iban a comérselo? Se quedaron mirando hacia la puerta de la casa con ojos llenos de esperanza. Jhuri le dijo al empleado: “¿Por qué no les echas unas pocas tortas?” “La jefa me mataría.” “Cógelo sin que se dé cuenta.” “No, no, luego usted se pondrá de su lado.” ************ Al día siguiente, llegó de nuevo el cuñado de Jhuri y se volvió a llevar a los bueyes. Esta vez los unció a un carro. Dos o tres veces, Moti intentó tirar el carro a la cuneta, pero Hira, que era más paciente, se lo impidió. Cuando al atardecer llegaron al pueblo, Gayá los ató con una gruesa cuerda y los castigó por su mala conducta del día anterior. Luego les sirvió la misma paja reseca, mientras que a sus propios bueyes les dio tortas, harina y de todo. Nuestros dos bueyes nunca habían sufrido un insulto así. Jhuri nunca les pegaba ni con un tallo en flor. Los dos salían volando en cuanto chascaba la lengua. Sin embargo, aquí les pega- 26 ban. Sentían el dolor del honor herido, y encima paja seca para comer. Ni siquiera levantaron los ojos hacia el pesebre. A la mañana siguiente, Gayá unció los bueyes al arado. Pero daba la impresión de que los dos habían jurado no levantar las patas. Gayá les golpeó hasta cansarse, pero no consiguió que se movieran. Una vez, cuando el despiadado Gayá le dio un buen palo a Hira en la nariz, Moti no pudo controlar su ira y se escapó arrastrando el arado. Yugo, soga, arado, arreos, todo se rompió en pedazos. Si no llegan a tener cuerdas alrededor del cuello hubiera sido imposible atraparlos. Hira dijo en su lengua silenciosa: “Es inútil escaparse.” En el mismo idioma, Moti le respondió: “Es que estaba a punto de matarte. Ahora tendremos que aguantar una buena paliza. “¿Qué le vamos a hacer? Hemos nacido bueyes, ¿hasta qué punto podremos librarnos de recibir golpes?” “Gayá viene corriendo con dos hombres más. Todos tienen palos en la mano”, dijo Moti, “Déjame y les enseñaré lo que es bueno. Pues no vienen con palos...” Hira intentó calmarlo: “¡No, hermano! Quédate quieto.” “Si me pegan, derribaré a uno o dos.” “No, ése no es el dharma (22) de nuestra especie” Moti se quedó pues allí de pie con el corazón encogido. Llegó Gayá, los cogió a los dos y se los llevó. Afortunadamente no se le ocurrió pegarlos, si no Moti le hubiera respondido. Al ver la expresión de sus ojos, Gayá y sus compañeros comprendieron que en ese momento era mejor evitar golpearlos. Ese día también les echaron la misma paja seca. Los dos se quedaron allí quietos, en silencio. La gente de la casa se fue a comer. En ese momento, salió una niña pequeña con dos rotis en la mano y les dio uno a cada uno. ¿Con un roti, cómo iba a calmárseles el hambre? Pero en su corazón sintieron como si hubieran comido hasta hartarse. Aquí vive también gente decente. La niña era la hija de Bheiro; su madre había muerto, y su madrastra la pegaba a menudo. Por eso había sentido cariño por los dos bueyes. Durante todo el día, nuestros dos bueyes tiraban del carro y recibían palos. Por la tarde los ataban en el establo, y por la noche la niña les traía un roti a cada uno. Era tan grande el poder de esta ofrenda de amor que, a pesar de comer sólo un par de bocanadas de paja seca, los bueyes no adelgazaron; pero en los ojos de ambos brillaba el espíritu de revuelta. Un día, Moti le dijo a su compañero en su lenguaje mudo: “¡Ya no puedo aguantar más, Hira!” “¿Qué quieres hacer?” “Cornearé a uno o dos hombres.” “Pero ¿no sabes una cosa? Esa niña tan simpática que nos trae rotis es la hija del dueño de la casa. La pobre se quedaría huérfana.” “Pues ¿por qué no le doy una cornada a la dueña? Ella le pega a la niña.” “Pero olvidas que no nos está permitido embestir a las mujeres.” “No me dejas ninguna salida. Venga, entonces hoy mismo rompemos la cuerda y nos escapamos.” “Sí, en eso sí estoy de acuerdo. Pero ¿cómo vamos a romper una soga tan gorda?” Hay un medio. Primero desmenuzaremos la cuerda con los dientes, luego daremos un tirón y se romperá.” Por la noche, cuando la niña se fue después de darles los rotis, los dos empezaron a morder la soga, pero ésta apenas les cabía en la boca. Los pobres estuvieron un buen rato intentándolo sin mucho éxito. De pronto se abrió la puerta de la casa y apareció la niña. Los dos agacharon la cabeza y se pusieron a lamerle la mano al tiempo que levantaban el rabo. La niña les acarició la frente mientras les decía: “Os voy a soltar. Escapáos sin hacer ruido, si no esta gente os matará. Ahora estaban diciendo en casa que había que poneros un aro en la nariz.” Entonces la niña les desató las cuerdas, pero los dos bueyes seguían allí quietos. Moti preguntó en su idioma: “¿Por qué no nos vamos?” Hira le respondió: “Vámonos, pero mañana esta pobre huérfana va a tener problemas. Todos sospecharán de ella.” De repente, la niña se puso a gritar: “¡Los bueyes del tío se escapan! ¡Hermano, eh, hermano! ¡Los dos bueyes se están escapando! ¡Corre, deprisa!” Gayá salió apresuradamente de la casa y se lanzó a la captura de los bueyes. Los dos amigos salieron disparados. Gayá corría tras ellos, pero ellos fueron más rápidos. Gayá se puso a gritar y luego se volvió a buscar a unos cuantos hombres del pueblo. Los dos bueyes aprovecharon la oportunidad para escapar, y corrieron sin parar sin saber adónde se dirigían. Ya no sabían dónde estaba el camino por el cual habían venido. Pasaron por varios pueblos desconocidos, hasta que se pararon al borde de un campo para pensar qué iban a hacer ahora. Hira dijo: “Parece que nos hemos perdido.” “Saliste corriendo sin pensar nada. Teníamos que haber derribado allí mismo a Gayá.” “Si le hubiéramos matado, ¿qué habría dicho el mundo? Él, que abandone su propio dharma si quiere, pero ¿por qué vamos nosotros a olvidarnos del nuestro?” Los dos estaban hambrientos. En el campo había una plantación de guisantes, y se pusieron a comerlos, asegurándose de vez 27 en cuando de que no viniera nadie. Cuando se llenaron el estómago, los dos se sintieron embriagados por la experiencia de la libertad, y se pusieron a saltar y brincar. Primero eructaron, luego empezaron a golpearse con los cuernos y a empujarse el uno al otro. Moti hizo retroceder unos cuantos pasos a Hira, hasta que éste se cayó en una zanja. Hira se enfadó entonces, se levantó y embistió a Moti. Moti se dio cuenta de que el juego iba a acabar en pelea y se echó a un lado. ************ Pero ¿qué es esto? Un toro se acerca bramando. Sí, es un toro, 28 y viene hacia aquí. Los dos amigos ojean los alrededores. El toro parece un elefante. Si le plantas cara, tu vida está en peligro, pero aun no enfrentándose directamente a él parece que tampoco hay forma de salvar la vida. Viene directamente a por ellos. ¡Qué terrible parece! Moti dijo en su lenguaje silencioso: “¡Estamos atrapados! ¿Cómo salvaremos la vida? Piensa algo.” Hira contestó, preocupado: “Viene con el orgullo subido. No escuchará ningún ruego.” “¡Pues escapémonos!” “Escaparse sería una cobardía.” “Pues entonces muramos aquí. Pero un servidor vota por salir corriendo.” “¿Y si nos persigue?” “¡Pues piensa rápido algún remedio!” “La solución es que los dos le ataquemos al mismo tiempo. Yo le entraré por delante, tú le embistes por detrás, y al verse atacado por los dos lados se escapará. Cuando se lance a por mí, tú le corneas la tripa por un lado. Peligra nuestra vida, pero no hay otro remedio.” Se abalanzaron entonces sobre su enemigo con el corazón en un puño. El toro no tenía experiencia en combatir contra un adversario organizado, sino que estaba acostumbrado a luchar con sus oponentes de uno en uno. Cuando arremetió contra Hira, Moti le persiguió por detrás. El toro se volvió hacia él, pero entonces Hira lo acosó por el otro lado. El toro quería embestirlos de uno en uno, pero los dos bueyes eran muy expertos y no le daban esa oportunidad. En un momento, el toro se enfureció y se disponía a acabar con Hira, cuando Moti le atacó por un lado y le clavó los cuernos en el vientre. El toro, exasperado, se dio la vuelta, pero Hira le corneó desde el otro lado. Al final, herido, el pobre tuvo que darse a la fuga. Los dos bueyes le persiguieron durante un buen rato, hasta que el toro se quedó sin fuerzas y se cayó al suelo. Entonces le dejaron. Intoxicados por la victoria, los dos amigos se pusieron a bailar y balancearse. Moti dijo en su lengua por señas: “Me quedé con las ganas de haberlo matado.” Hira le reprochó: “No se debe cornear a un enemigo caído.” “Eso son hipocresías. Al enemigo hay que golpearlo de manera que no se vuelva a levantar.” “Ahora tenemos que pensar cómo vamos a volver a casa.” “Primero vamos a comer algo, y luego lo pensaremos.” Enfrente estaba el campo de guisantes. Moti se metió dentro. Hira le quiso detener, pero Moti no le hizo caso. Apenas había comido un par de bocados cuando llegaron dos hombres corriendo con palos en la mano y los rodearon. Hira se encontraba al lado de la linde y se escapó. Pero el campo donde había entrado Moti estaba recién regado, y sus pezuñas se hundieron en el barro. No pudo escaparse y le cogieron. Hira vio que su compañero estaba en apuros y se volvió. Si nos atrapan, que nos atrapen a los dos. Los hombres le atraparon a él también. A la mañana siguiente los encerraron en un corral. ************ Por primera vez en su vida, nuestros dos amigos tuvieron que sufrir la experiencia de pasar todo el día sin una sola brizna de hierba que comer. No entendían qué clase de amo podría ser éste; aun incluso Gayá era mejor. Había allí también búfalos, cabras, caballos y burros, pero ninguno tenía nada para comer. Estaban todos tumbados en el suelo como cadáveres. Algunos se habían quedado tan débiles que no podían ni siquiera ponerse en pie. Los dos bueyes se pasaron todo el día mirando fijamente la puerta, pero no venía nadie para echarles algo de comer. Entonces se pusieron a lamer el adobe salado de la pared, pero ¿qué satisfacción podían obtener así? Por la noche tampoco les dieron nada de comer. El fuego de la rebelión empezó a arder en el corazón de Hira. Le dijo a Moti: “¡Ya no puedo aguantar más, Moti!” Inclinando la cabeza, éste respondió: “Me parece que me estoy muriendo.” “¡No te rindas tan fácilmente, hermano! Tenemos que encontrar alguna forma de escaparnos de aquí.” “Ven, vamos a tirar la pared.” “Yo ahora no tengo fuerzas para nada.” “¡Pues bien que presumías de tu fuerza!” “Se me ha evaporado toda la presunción.” El muro del corral no era muy sólido. Hira era fuerte en verdad, y cuando clavó sus cuernos afilados en la pared, se desgajó un pedazo de arcilla.Eso le subió la moral. Cogiendo carrerilla, empezó a golpear el muro una y otra vez, y con cada golpe tiraba un trozo de pared. En ese momento llegó el vigilante del corral con una lámpara para pasar revista a los animales. Al ver el destrozo que había hecho Hira, le pegó con un palo y le ató con una soga. Moti dijo: “Al final lo único que has conseguido ha sido una buena paliza.” “Por lo menos luché con coraje.” “¿Y de qué te ha servido, si no es para que te aten?” “Seguiré luchando con todas mis fuerzas por mucho que me aten.” “Pues perderás la vida.” “No me importa. Al fin y al cabo todos tenemos que morir. Fíjate, si hubiera tirado el muro, cuántos seres se habrían salvado. Cuántos hermanos hay aquí encerrados, sin apenas vida en el cuerpo. Si pasan dos o tres días más en estas condiciones se morirán todos.” “Sí, eso es cierto. Está bien, yo también lo intentaré.” Moti se puso ahora a golpear el muro en el mismo sitio. Cayó un poco de arcilla y con ello creció el coraje de Moti. Siguió clavando los cuernos en el muro con tanta fuerza como si estuviera luchando con algún enemigo. Finalmente, tras unas dos horas de medir su fuerza, una palmada de la parte superior del muro se 29 cayó. Moti lo sacudió con redobladas fuerzas y al fin la mitad de la pared se derrumbó. En cuanto la pared se cayó, todos los animales que estaban tumbados medio muertos revivieron de pronto. Tres yeguas salieron corriendo al galope, luego se escaparon las cabras y los bueyes. Pero los burros se quedaron quietos. Hira les preguntó: “¿Por qué no os escapáis?” Un burro contestó: “¿Y si nos vuelven a coger?” “¿Qué importa? Ahora tenéis la oportunidad de huir.” “Tenemos mucho miedo. Nosotros nos quedaremos aquí.” Había pasado la medianoche. Los dos burros seguían allí quietos pensando si escaparse o no escaparse. Mientras tanto, Moti intentaba romper la cuerda que sujetaba a su amigo. Cuando se dio por vencido, Hira le dijo: “Vete tú, déjame a mí aquí. Quizá nos volvamos a encontrar.” Moti le respondió con lágrimas en los ojos: “¿Crees que soy tan egoísta, Hira? Tú y yo hemos estado juntos tanto tiempo. Hoy tú estás en dificultades, ¡Y yo me voy a ir abandonándote a tu suerte!” “Te van a dar una paliza. Enseguida comprenderán que has sido tú quien ha hecho esto.” Moti replicó con orgullo: “Si a mí me pegan por el mismo crimen que te han atado a ti, ¿qué importa? Por lo menos nueve o diez criaturas han salvado la vida. Ellos nos bendecirán.” Tras decir esto, Moti echó con los cuernos a los dos burros 30 fuera del corral, volvió junto a su amigo y se puso a llorar. No hace falta contar la conmoción que estalló a la mañana siguiente cuando llegaron el vigilante, el oficinista y otros empleados. Basta con decir que dieron una fuerte paliza a Moti y le ataron a él también con una soga. ************ Los dos amigos permanecieron allí atados durante una semana. Nadie les dio ni una brizna de hierba para comer. Sí, una vez les dieron agua. Eso fue todo su sustento. Los dos se quedaron tan débiles que no podían ni ponerse en pie. Estaban realmente en los huesos. Un día un pregonero tocó el tambor delante del corral, y a mediodía se congregaron cincuenta o sesenta personas. Sacaron entonces a los dos bueyes y empezaron a inspeccionarlos. La gente llegaba, los miraba y se marchaba desilusionada. ¡Quién iba a comprar unos bueyes medio muertos! De pronto llegó un hombre con barba, con los ojos enrojecidos y expresión cruel. Les clavó el dedo en las caderas y se puso a hablar con el encargado. Al ver la cara del hombre, los dos amigos se pusieron a temblar en su corazón por la intuición que sintieron. No tenían ninguna duda sobre quién era ese hombre y la razón por la que les palpaba. Se miraron el uno al otro con ojos asustados y agacharon la cabeza. Hira dijo: “Nos escapamos de casa de Gayá en vano. Ahora no podremos salvar la vida.” Moti contestó, con un sentimiento de falta de fe: “Dicen que Dios es compasivo con todo el mundo. ¿Por qué no tiene piedad de nosotros?” “A los ojos de Dios es igual que vivamos o muramos. Mira, al fin y al cabo está bien, pasaremos una temporada a Su lado. En una ocasión Dios nos salvó por medio de aquella niña, ¿por qué no habrá de salvarnos ahora?” “Ese hombre nos degollará con un cuchillo, ya verás.” “¡Pues qué importa! Nuestra carne, nuestra piel, nuestros cuernos, nuestros huesos, todo servirá para algún provecho.” Después de la subasta, el hombre de la barba se llevó a nuestros dos amigos. Todo el cuerpo les temblaba. Los pobres no podían ni levantar las patas, pero estaban tan asustados que de alguna manera lograron avanzar a trompicones, porque en cuanto aminoraban la marcha recibían una tunda de palos. Por el camino vieron un rebaño de vacas y bueyes pastando en una verde pradera. Todos los animales se veían contentos, ágiles y lustrosos. Algunos brincaban, mientras otros, tumbados, rumiaban satisfechos. ¡Qué vida tan feliz la suya, pero también qué egoísta! A ninguno le importaba el infortunio de dos de sus hermanos en manos de un asesino. De pronto, a los dos les dio la impresión de que el camino por el que iban les era familiar. Sí, fue por ese camino por donde Gayá se los había llevado. Iban pasando por los mismos pueblos, los mismos campos y huertos. Cada instante que pasaba, su paso se iba haciendo más ligero. Todo su cansancio y debilidad desapareció bruscamente. ¡Anda, mira eso! Este es nuestro prado, y ése es el pozo al que veníamos para tirar de la noria. Sí, ése es el pozo. Moti comentó: “¡Nuestra casa está muy cerca!” Hira respondió: “Gracias a Dios” “Yo me escapo ahora mismo.” “¿Nos dejará éste escaparnos?” “Pues lo embisto y lo dejo tirado.” “No, no, echemos a correr hacia nuestro establo y no nos movamos de allí.” Y salieron corriendo como locos hacia su casa, brincando como jóvenes terneros. ¡Ése es nuestro establo! Llegaron a toda prisa y se quedaron allí quietos de pie. El hombre de la barba venía corriendo detrás. Jhuri estaba sentado a la puerta de su casa tomando el sol. Al ver a sus bueyes, salió corriendo y empezó a abrazarlos uno después del otro. En los ojos de los dos amigos surgieron lágrimas de alegría. Uno de ellos se puso a lamer la mano de Jhuri. Llegó el hombre de la barba y cogió la cuerda que colgaba del cuello de los bueyes. “Éstos son mis bueyes”, dijo Jhuri. “¿Cómo que son tuyos? Acabo de comprarlos en la subasta del corral.” “Yo más bien creo que los has robado. Cállate y vete sin armar follón. Son mis bueyes. Cuando yo los venda, se los podrá comprar. ¿Quién tiene derecho para subastar mis bueyes?” “Si me hubiera agarrado, no le hubiera dejado con vida.” “Ahora seguro que no vuelve.” “Iré a la policía a poner una denuncia.” “Si viene, me encargaré de él antes de que llegue aquí. Veremos cómo se las arregla para llevarnos.” “La prueba de que son mis bueyes es que han venido hasta mi puerta.” “¿Y si nos dispara con una escopeta?” El hombre de la barba se enfureció y trató de llevarse a los bueyes a la fuerza. En ese momento Moti le embistió. El hombre de la barba retrocedió, pero Moti fue a por él. El hombre salió corriendo mientras el buey le perseguía. Moti no paró hasta que el hombre no salió del pueblo, y aun así siguió vigilándole durante un buen rato. El hombre de la barba se paró a lo lejos y empezó a proferir insultos y amenazas y a tirar piedras, mientras Moti, como un guerrero victorioso, le cerraba el camino. Los aldeanos contemplaban el espectáculo con gran regocijo. Cuando el hombre de la barba se dio por vencido y se marchó, Moti se dio la vuelta y volvió con pose arrogante. Hira le dijo: “Tenía miedo de que te enfurecieras tanto que lo mataras.” “Pues me moriré, pero a él no le serviré de nada.” La vida que tenemos, nadie la considera vida.” “Eso es porque somos tan sencillos...” Al poco tiempo, el comedero estaba repleto de tortas de aceite, salvado, cascarillas y grano, y nuestros dos amigos se pusieron a comer. Jhuri a su lado los acariciaba, mientras una veintena de niños contemplaban la escena. El entusiasmo y la alegría se habían apoderado de todo el pueblo. En ese momento, la mujer de Jhuri salió de su casa y besó a los dos bueyes en la frente. *********************** ERRATA Las siguientes Dedicatorias en el Muro de los Amigos de la India aparecieron con errores en la página 13 del Número 7 de HOLA NAMASTE. Para el país al que tanto debemos – cuna de civilizaciones – Gracias. José Carlos Plaza (15/1/07) Con mis deseos de que la India prosiga su extraordinario desarrollo y no pierda en el camino su alma. Iñaki Gabilondo (30/11/06) India es mi asignatura pendiente. Paz, Amor. Ana Belén (15/1/07) India, futuro esplendoroso, paz y salud. Víctor Manuel (15/1/07) En el 60º aniversario del país del alma grande, emblema universal del amor humano. Con todo mi amor y respeto más profundo. Montserrat Caballé (26/7/07) Gandhi afirmaba l’amor a la llibertat amb gestos de PAU. El temple expiatori de la sagrada familia es per Gaudi un clamor a la fraternitat humana con proclama Jesucrist en el Pater Noster. (Jordi Bonet, Arqt. (26/8/07) La India, sus gentes, sus colores, sus templos, sus dioses … un mundo distinto en todo. Cuando la conoces, necesitas volver. Carmen Maura (25/7/07) 31 LA DIÁSPORA INDIA Fernando Rubio Milá D iáspora es una palabra de origen griego que significa dispersión y es un concepto que actualmente se utiliza de un modo indiscriminado para referirse a distintos fenómenos migratorios. A pesar de que los asiáticos están presentes en el territorio español desde hace más de un siglo, su residencia ha pasado prácticamente desapercibida hasta muy recientemente, con la excepción de determinadas comunidades como la filipina ya activa durante la última parte del siglo XIX, y otras que, desde muy temprano, se hicieron notar por las importantes repercusiones económicas de sus actividades aquí desarrolladas, como por ejemplo, los indios en las islas Canarias. Quizá las exportaciones más notables de la India, por llamarlo de alguna forma, y aquellas que, muy posiblemente, tienen la mayor influencia, sean sus personas y su cultura. La dispersión india diseminada por todo el mundo puede calcularse en alrededor de los veinticinco millones de personas y en países como Estados Unidos está experimentando un auge de su importancia económica y su incidencia política. Y no sólo por Estados Unidos, sino también por la zona del Caribe, Oriente Medio, Reino Unido, África Oriental, Sudáfrica, Canadá, Sudeste Asiático y las islas diseminadas por el océano Indico. Asimismo, en muchos países también se han ido afianzando lentamente las exportaciones de tipo cultural llámese cine, música, literatura, gastronomía, yoga y la propia filosofía. Los indios en España son la comunidad más claramente diaspórica en el sentido clásico. Los primeros indios se instalaron en las islas Canarias en la década de 1950 y allí se encuentra su base principal de residencia hasta la actualidad. Eran comerciantes que procedían tanto de la India como de comunidades establecidas en otros lugares del mundo y su ocupación fundamental era y sigue siendo el comercio internacional, al que se 32 suman los bazares de venta al por menor. Es precisamente la ventaja de formar parte de redes diaspóricas lo que ha facilitado su indudable éxito. Ese éxito ha sido tal que, una parte importante del comercio internacional de Canarias está en sus manos y sus bazares se han extendido por toda España e incluso por Andorra. Los puertos y ciudades francas, Barcelona es un ejemplo, son lugares por excelencia para su residencia. La comunidad india es muy endogámica y trata de no perder su lengua a pesar de que algunos de sus miembros ya están residiendo aquí desde hace muchos años. De madre india (Benarés), la Dra. Cynthia Wyatt vivió en la isla de Trinidad hasta los once años, para después viajar a París, donde estudió en La Sorbona. Siempre mantuvo estrechos vínculos con el resto de su familia india afincada en Canadá y el Reino Unido. Llevó a cabo diferentes trabajos de investigación en India y posteriormente realizó su tesis doctoral. Viaja a la India regularmente cada año, permaneciendo relacionada con la universidad de Mysore, donde acostumbra a dar conferencias. Como Doctora en Filología inglesa, imparte clases en la universi- dad Rovira i Virgili de Tarragona (España), organiza cursos extra-curriculares y seminarios dedicados a la India. Es una experta para hablarnos de lo que ha sido la auténtica diáspora india. Dra. Wyatt, a lo largo de los siglos los indios han salido de su país a probar fortuna, siempre han sido grandes comerciantes, mercaderes, aventureros… - Los indios no son muy aventureros. Muchos de los que viajaban a Australia, a la zona del Caribe e incluso a las costas del Índico, llegaban contratados porque, cuando se abolió la esclavitud de los africanos, había que substituirles y, por tanto, hacía falta gente para trabajar. A partir de entonces empezó una diáspora de portugueses, chinos e indios también, pero todos ellos iban a sus lugares de trabajo contratados. Los indios se marcharon de su país porque necesitaban ganar dinero… principalmente los había de Bihar, de la zona de Madrás y también de Benarés. Todos se iban a ganar un salario, aún teniendo en cuenta que, por motivos de religión, tenían dificultades, de hecho el hinduis- mo les impedía abandonar el país donde habían nacido para no sentirse desprotegidos. Los que se iban lo hacían sólo para ganarse la vida. Quizá los que iniciaban el viaje no estaban muy aferrados a la religión que practicaban –apunto-. en otras universidades extranjeras, concretamente en Inglaterra, aún así tenían mucho miedo y le aconsejaban que no comiese carne, que no saliera con mujeres, pero, sobre todo, que no olvidara en ningún momento su “dharma”. En principio se marchó porque sólo era para tres años. - Muchos de los que se iban de la India no eran auténticamente indios, me refiero a hinduistas practicantes, sino más bien personas convertidas a otras religiones. No obstante, se comprendía que aquellos hindúes que se marchaban lo hacían por motivos de trabajo, Después de su regreso, Gandhi fue contratado por un importante hombre de negocios de Bombay y marchó a Sudáfrica a ejercer como abogado, otro viaje… para cumplir con su “dharma”, su deber, pero, por supuesto, no eran aventureros. minado y él debía cumplir con su “dharma”. A los indios, en aquellas épocas no les sucedía como, por ejemplo, a los europeos, que tenían simplemente curiosidad por viajar y ver otro mundo, los indios que se iban era por necesidad, no por explorar. No hay indios exploradores. Me llama la atención eso de que el indio, por lo general, no es aventurero… No les gusta irse a otros países. Incluso Gandhi cuando se fue a Gran Bretaña tuvo la negativa de sus padres, quienes en principio no le dejaban marchar. Posteriormente aceptaron al comprender que era importante el hecho de que estudiase Lo podía hacer porque era su trabajo, un trabajo muy deter- Sin embargo, los indios como Gandhi o el propio Nehru, por citar dos ejemplos, a su regreso volvían muy occidentalizados, con unas costumbres en cierto modo cambiadas… 33 - Para ellos, como para otros muchos, viajar a Londres significaba adquirir conocimientos y enriquecerse con los mismos. Iban para estudiar, porque en la India habían estado en contacto con la elite británica y europea y admiraban mucho los conocimientos que éstos tenían, la democracia a la que pertenecían… aunque la democracia propiamente dicha, justo será reconocerlo, no existía en la India para con los indios bajo el imperio colonial británico. Los intelectuales indios desconocían la filosofía occidental y estaban satisfechos al aprender inglés, leer libros occidentales y conocer su cultura. Estos estudiosos indios iban a Inglaterra precisamente para aprender más de los europeos y después, al regresar, poder transmitir sus experiencias a la gente de su país. Hay que tener en cuenta que los indios sentían, y sienten aún hoy, una gran admiración por la cultura europea. Puede decirse que igual que para Occidente la India despierta curiosidad, también esa curiosidad existe o existía en la India por los occidentales… - Por supuesto. Más que curiosidad era un respeto cultural. Los que se marchaban a Inglaterra, a Oxford y Cambridge, para ser más exactos, eran gentes pertenecientes a una elite, un sector digamos privilegiado, personas que pertenecían a las esferas más intelectuales de la India. Los ingleses estaban admirados con el nivel intelectual de 34 estas personas que iban a estudiar, porque en la India siempre se ha considerado importante estudiar y adquirir nuevos y amplios conocimientos sobre la cultura, la filosofía y el pensamiento. Muchos personajes indios, Rabindranath Tagore de Calcuta, por citar un ejemplo muy conocido, despertó mucho interés en Inglaterra y tanto fue así que, al conocer su importante obra, un editor inglés publicó algunos de sus libros. Otro ejemplo puede ser el de Vivekananda, discípulo de Ramakrishna, quien después de su retiro en el Himalaya, marchó a Chicago y en 1893 tuvo mucho éxito en el Congreso de las religiones que allí se celebró. Los indios que se iban en aquella época eran la elite y tenían una gran aceptación en el exterior. Después todos quisieron seguir su ejemplo, porque eran brahmanes y podían hacerlo dado que se consideraba que era su “dharma”. Viajaban lejos de la India pero para adquirir conocimientos, enriquecerse con otras culturas y a su vuelta poderlo transmitir a los demás. Después de la etapa colonial se dio paso a un flujo de personas que no exclusivamente eran brahmanes o intelectuales que iban a estudiar, sino que salían para trabajar en diferentes ocupaciones. En Gran Bretaña hay una importante población india que vive allí… - Hasta la independencia en 1947 si viajaban dentro de lo que se consideraba Imperio Británico, y entonces la India lo era, estaban considerados como inglés. Los que viajaban eran personas que, pese a no ser intelectuales disponían del dinero suficiente como para pagarse el viaje y querían conocer a lo que entonces se conocía como la patria-madre. Pensaban que en Inglaterra podrían solucionar sus problemas de trabajo, serían acogidos de buen grado, les querrían y cuidarían de ellos, pero, lamentablemente, después sucedió algo muy distinto. Dado que eran personas que carecían de experiencia y determinadas cualificaciones, en Inglaterra para con ellos empezó un periodo muy duro de racismo. No obstante, los indios no se entregan, acostumbran a encerrarse en sí mismos, tienen su propia filosofía, una manera de vivir y entonces, ante esta nueva situación, ellos no comprendían lo que estaba ocurriendo. Hay que admitir que no son muy integracionistas. Cuando iban a Inglaterra lo hacían con toda la familia y una vez allí se reunían en barrios en los que sólo vivían indios, celebraban sus propios ritos en privado, en sus casas, no acostumbraban a salir, no tenían demasiado contacto con el exterior… Esa falta de adaptabilidad al ambiente en el que viven ¿sigue persistiendo en la actualidad? - Menos, mucho menos, porque ahora hay muchos jóve- nes. Hay muchos que incluso ya han nacido en otros países. De alguna forma esa falta de adaptabilidad desapareció en parte con la generación nativa que fue en principio a Inglaterra. Lo que sí persiste son algunos prejuicios raciales, estos difícilmente desaparecen. Esa diáspora de la que hablamos no sólo existía en Inglaterra sino también en otros países de la Commonwealth y en sitios tan dispares como Australia y Canadá. - En Canadá el tema era un poco distinto porque, como no existía mucha población allí, el Gobierno atrajo a una serie de gente, querían una población procedente de otros países, no les importaba un mesticismo si ello les ayudaba a trabajar y sacar el país adelante. Sin ir más lejos, yo tengo familiares que fueron a Canadá con una beca para estudiar, eso teniendo ya treinta años, profesores e ingenieros… y fueron porque necesitaban gente para trabajar y eran bien aceptados. Mientras en Australia precisaban gente pero no admitían ni indios, ni gente de color, en Canadá sí, era todo lo contrario, aceptaban a muchas personas y de ahí que, tanto de India como de la zona del Caribe y África, aprovecharan las facilidades que daba el gobierno canadiense. Algunos incluso, después de estudiar durante cinco años, pasaban a trabajar como funcionarios de la Administración. Puede decirse que esa población india en el extranjero ha sabido soportar siempre ese racismo a base de su proverbial tolerancia, a su especial forma de ser, sin generar nunca conflictos… - Sin duda. Los indios tienen una filosofía distinta de la vida, en general no son agresivos y asumen de forma innata el “ahimsa”, la no-violencia. Si hay que vivir una situación la viven, la aceptan, no son rebeldes ni revolucionarios. Lo importante es mantener un equilibrio, no dejar que se cree una situación tensa. Los indios nunca tienen problemas en el extranjero. No puede decirse lo mismo de los pertenecientes a otras culturas o religiones. Eso va en la filosofía de cada uno…. - No es una resignación, sino una aceptación. Pienso que hay otro elemento que ha ayudado mucho a los indios y es que ellos tienen una cultura y unos principios de los cuales están muy seguros, aparte de que entre ellos están muy vinculados, tenían y tienen espiritualmente una fuerza familiar, una fuerza social que les une, porque hay pocos indios que no viven dentro del ámbito de la familia. Cuando se va al extranjero, a Inglaterra, a España o a cualquier otro país, los indios saben adonde ir, hay como una red de conocidos, ya sean amigos o familiares, y siempre están en contacto entre ellos. Estos contactos ejercen de vigilancia o de protección. Si un indio manda a su hija a estudiar o trabajar a Inglaterra, los padres saben que hay otras personas mayores que van a estar pendientes de ella, para que no pierda sus costumbres, sus raíces, su contacto espiritual. Los pertenecientes a otros países, de diferentes culturas o religiones, no se apoyan como los indios, es algo muy fuerte… yo diría que indestructible. Las indias, por ejemplo, nunca se han mezclado con las inglesas, no van al cine ni a los “pubs”, tienen sus propias reuniones, celebran sus fiestas y no acostumbran a salir de su entorno. Puedo constatar que ello sucede aquí en España. Cuando los indios celebran el Holi o el Diwali se reúnen entre ellos, están en contacto permanente… - Siguen haciendo su vida o tratan de hacerlo, pero como si siguieran en la India. Eso es una fuerza que les ayuda a continuar viviendo fuera del entorno habitual de su país. Es una fuerza de grupo que saben mantener. La comunidad india en España viene a ser socialmente visible, no tanto por su número, ni por su diversidad cultural en sí, sino por su capacidad de organizarse y por la forma en que se estructuran como colectivo. Tienen formadas asociaciones muy fuertes de autoayuda y de expresión cultural, en las que afirman su existencia, su identidad cultural y su ayuda a la integración en la sociedad en la que viven. Estas redes 35 étnicas mantienen la diáspora transnacional india, no suelen participar activamente en la dinámica sociocultural española, sino que se incluyen en círculos cerrados propios de su origen. Hay muchos países con importante población india aparte de Inglaterra, en Trinidad sin ir más lejos, hay muchos indios. Naipaul, el Premio Nobel, era originario de Trinidad –apunto- que está cumpliendo con su “dharma” y eso produce una satisfacción personal muy profunda. Se sienten contentos y satisfechos de sí mismos, tienen una vida interior muy intensa, una plenitud del espíritu del hinduismo que les da esa fuerza. - Era de Trinidad aunque con familia india de cinco generaciones. Estuvo allí hasta los 18 años, pero después tuvo que marchar para estudiar en Oxford con una beca. Naipaul es muy peculiar, habla de la India pero desconoce realmente la India… - No hay deseo. Los occidentales cuando van a la India dicen que hay mendigos por las calles, pero esas personas no se consideran mendigos, piensan que es como su profesión, ellos aseguran “tengo que hacerlo porque es mi profesión” y a su vez los ricos tienen la obligación de darles dinero. - Sí, pero sus antepasados son indios. Tuvo que abandonar su cuna porque a fin de cuentas vivía en una isla donde había mucha gente pobre y muy pocas oportunidades. La familia de Naipaul era gente muy instruida, con conocimientos, y la prueba es que a los 18 años ya tuvo una beca para estudiar en el extranjero. Podemos decir que esa tolerancia que es virtud habitual o innata en el indio, o esa capacidad para resistir frente a una presión exterior, quizá nace de una felicidad interior, una felicidad de la que me atrevería a decir que se carece en Occidente… - Pienso que sí. La palabra felicidad es muy bonita. Creo en realidad que el indio está satisfecho consigo mismo… todo ello se debe a que sabe 36 Lo espiritual es antes que lo material. Puede existir un indio pobre que interiormente sea más feliz que un occidental rico… Sólo hay que observar que en los lugares donde hay ricos, siempre acostumbra a haber templos o edificios relevantes… y siempre hay pobres alrededor. Existen zonas residenciales con buenas casas y cerca de las mismas hay pobres, precisamente porque ellos piensan que los ricos tienen que ayudarles. A la inversa de lo que sucede con los inmigrantes que llegan a España y proceden de otras culturas o religiones, todos ellos con un futuro realmente incierto, los indios vienen, generalmente, a establecerse y montar un pequeño negocio, una tienda para vender diferentes artículos… - Es normal. Los indios tienen mucho sentido del comercio, todo es susceptible de ser vendido o intercambiado. En la India sucede lo mismo, puede venderse un botón, un caramelo… Resulta muy curioso. Llama la atención el hecho de que en una farmacia puedan venderse las aspirinas pero de una en una y quien dice una aspirina dice cualquier otro tipo de medicamento… - Eso es debido al exceso de población que existe. No pueden vender un paquete a cada persona porque sino terminarían enseguida las existencias… aparte de que hay quien no puede comprar una caja entera porque su disponibilidad económica no se lo permite. Cuando se precisa una caja o una cantidad determinada hay que encargarlo previamente. Hay mucha gente humilde y, por citar un ejemplo, si una mujer tiene a su marido enfermo y no puede trabajar, ella misma hace pan para después venderlo o darlo a cambio de otra cosa, efectuando un intercambio con otra cosa, otro producto del que tenga necesidad. El pobre vende lo que tiene. Al margen de ello, los indios siempre han sido grandes comerciantes. Transcurridos más de sesenta años desde la independencia, la evolución del país ha sido notable, han crecido las universidades, proliferando licenciados y expertos en diferentes temas. Puede decirse también que hoy en día, la India está capacitada para enviar médicos, científicos, economistas, técnicos informáticos y personas con una excelente preparación a todo el mundo… - Pero ese número es aún reducido, hay que tener en cuenta que en la India hay más de mil millones de habitantes y si de allí saliese un tanto por ciento elevado, acabarían invadiendo Occidente. El número de médicos, técnicos, etc. que salen a trabajar a diferentes países todavía es reducido. En el país, el 70% de la población todavía vive de la agricultura y, por tanto, con un nivel económico bastante bajo. India sigue siendo un país básicamente rural. Más de las dos terceras partes de la gente dependen de la naturaleza para vivir, por eso proteger la biodiversidad es urgente, es la base de la justicia social. La evolución experimentada en diferentes campos, en Bangalore o Hyderabad con el tema del software, en Calcuta con los artistas, en Mumbai con el cine, etc. le ha dado y le seguirá dando a la India dinero y mucho prestigio. No obstante, lo que está sucediendo, y eso es muy importante, es que ahora los indios exportan sus productos, darlos a conocer al mundo y venderlos. Hace una década, los técnicos, científicos, médicos, etc. iban a Estados Unidos o Europa, pero ahora ya no van porque pueden vender sus productos y no tienen necesidad de salir del país, se quedan y de esta forma siguen enseñando a otros más jóvenes. Hay un cambio importante y en un futuro a corto plazo dará grandes resultados. Pienso que la verdadera riqueza del país está en la gente. Lo que antes iba en su contra, la superpoblación, en unos años irá a su favor. Hay que tener en cuenta que más de la mitad de la población india tiene menos de veinte años. De ese tanto por ciento, la mitad ahora no tienen trabajo, pero se están preparando para exportar y competir en el extranjero de cara al futuro. La mayoría van teniendo estudios y convirtiéndose en personal cualificado y, por tanto, si se quedan en el país, éste tiene que prosperar, sin duda alguna. Dentro de unos años, India vivirá una explosión importante en éste sentido y eso ayudará mucho a la economía. Cuando se es joven puedes aprender y prepararte, y eso es lo que está haciendo en la actualidad la juventud india, pensando en seguir una evolución. Dentro de una o dos generaciones, según mi opinión, ya nadie saldrá del país, trabajarán y aprovecharán los conocimientos que han adquirido. Expertos económicos aseguran que a la vuelta de diez o quince años, India puede convertirse en una gran potencia económica, otro gigante de Asia de cara al mundo… - Estoy convencida de ello. Es la fuerza de estos jóvenes que ahora se están formando. Pertenecen a zonas rurales y el Gobierno está haciendo un gran esfuerzo para darles una buena educación, que sean ingenieros, técnicos, expertos en tecnología agrícola, científicos, etc. Se están produciendo cambios importantes… cambios con indudable visión de futuro. - Hoy ya no se apuesta por la apariencia o el prestigio, ello sólo favorece a una minoría de la población, a unos sectores determinados. En la actualidad se apuesta por algo diferente, por invertir en ese tanto por ciento más numeroso de jóvenes que son y serán el futuro del país. Un futuro que hay que verlo optimista… - Por supuesto. Yo lo veo muy optimista, repito que la juventud es el futuro de la India. Los propios agricultores saben que existen nuevas tecnologías y pretenden mejorar y modernizarse. Yo misma he visto en Mysore y en otros lugares cambios muy importantes en sólo unos años, fábricas de papel, de aceites, cooperativas… veo cambios interesantes. Se trabaja menos artesanalmente y dado que disponen de más medios, los jóvenes ya piensan en modernizar su propio trabajo, están consiguiendo cosas y van a seguir consiguiéndolo en las generaciones venideras. La calidad de los productos sigue siendo la misma e incluso mejor, pero la rentabilidad de las empresas es mayor y se da trabajo a más gente. Sin duda alguna, pensando en las próximas generaciones hay que ser muy optimista. 37 LAS EXPERIENCIAS DE MI VIAJE A LA INDIA Horacio Aníbal Rodríguez E xisten palabras que sin saber porque invitan con su nombre a la ensoñación. “INDIA” es una de ellas. Predispone nuestros sentidos hacia un mundo de leyenda y color. Resulta reconfortante saber que existen aún lugares vivos capaces de llevar nuestra imaginación al mundo de la fantasía, donde como en la India vive la esperanza y el ideal del hombre. Así como la Mesopotamia es la cuna de la civilización de medio oriente, y Grecia para Europa, INDIA ES LA CUNA DE LA CIVILIZACIÓN DE ORIENTE, de modo de quién no vio la INDIA difícilmente podrá comprender a Oriente. Occidente se consideró a si mismo, por largo tiempo, como la única cultura válida sobre el planeta, hoy tiene una clara y saludable conciencia de sus limitaciones. Hemos descubierto que existen otras formas de existencia que no coinciden con la nuestra, ni con su desarrollo y el descubrimiento de las grandes culturas de Oriente amplió nuestros conocimientos; los ojos occidentales ven la India bajo una doble perspectiva violentamente contrapuesta. La primera negativa: la superpoblación, con los problemas que ella acarrea, la segunda: El cuento de las Mil y Una Noche, la India fabulosa, misteriosa, con su legión de santones (que ésta palabra no les sueñe como despectiva)= por el contrario es la encarnación de la religiosidad india. Verlos por las calles, de ciudades, y puebles, con su escudillita para la que sólo aceptan la comida necesario para su sustento diario, le devoción del rezo y agradecimiento a la persona que se lo prodigó, hacía estremecer mi alma y me acercaba a la compresión de tanto amor, y a decirme ESTA ES LA INDIA QUE DESEO VIVIR. La verdadera felicidad, la paz interior no depende de las condiciones externas. ¡Cuánto se aprende en India!; nosotros que formamos una civilización de hiperconsumo y acumulación neurótica de hasta lo innecesario, perdemos el CAMINO ESPIRITUAL. El Hinduismo tiene a la búsqueda de una felicidad que no depende de las circunstancias favorables o desfavorables, liberada de las angustias del ego, de las limitaciones del tiempo, nos lleva a una transformación interior paulatina; no se trata de convertirse al hinduismo, nosotros tenemos idea acerca de Dios, mientras que la India tradicional busca vivir en Dios, sumergirse en Dios, Ser Dios. Muchos como yo, llagaron a la India con un máximo deseo de El autor en el Taj Mahal 38 una búsqueda interior, el encontrarnos a si mismo; se dice que la India es como un amplificador de todo lo mejor y lo peor que hay en cada uno de nosotros, cuando pisamos suelo indio dejamos al descubierto nuestro propio ser, con sus pobrezas, sus miedos y sus mezquindades, pero también afloran: la religiosidad, el amor y todo lo bueno que podemos cobijar. Cuanta razón hay en las maravillosas palabras de Rabindranath Tagore: “convertid un árbol en leña y podrá arder para nosotros, pero ya no producirá flores ni frutos” “La India no puede cambiar, por el bien de la humanidad, si quiere ser la eterna conciencia universal del hombre” Pidámosles a los Dioses que la India no cambie jamás, para que siga eterna, pura, limpia de corazón, al igual que los hombres que durante milenios lo hicieron. Se que la India nos muestra sus mil caras, puede arrojar todas nuestra ilusiones al suelo o elevarlas más allá del cielo, esa búsqueda sagrada se convierte en nuestra propia búsqueda y si uno está receptivo, la misma empieza en uno mismo. Toda persona que visita la India, no volverá a ser la misma por el resto de sus días, trae consigo el estigma de una paz interior y de una espiritualidad, que si somos puro de corazón podremos atesorarla durante el resto de nuestras vidas. Yo hago mías las palabras de Mark Twain que dicen “la única tierra que todos los hombres desean ver y habiéndola visto una vez, aunque sea por un instante no cederían ese instante por la contemplación de todo el resto del mundo”. El que ha estado alguna vez en la India, no haciéndolo como un viaje de placer a bordo de un trasatlántico de lujo, sino con el alma, guardará de ese país una nostalgia que a la menor remembranza todo vuelve a reavivarse. La India en el transcurso de su historia ha sido invadida y dominada por distintos países pero nunca jamás albergó el deseo de convertirse en dominado y expansionista, lo que hace factible de recordación cundo el grande, entre los grandes, Mahatma Gandhi, invocando al Altísimo dice: Enséñame que perdonar es un signo de grandeza. Y que la venganza es una señal de bajeza Eso debería hacerse carne en cada ser humano y la humanidad no sería lo que es, India debería ser el espejo del mundo, para que el mundo tuviera conciencia de sus propios errores. Nos queda la esperanza ya que el próximo siglo será –sin lugar a dudas de oriente. Cuando visité la India invitado por el Consejo India para las Relaciones Culturales (ICCR) y me preguntasen ¿qué es lo que Ud. 39 desearía ver de nuestro país? Lo primero que llegó a mi mente fue: conocer a su gente, sus templos, los lugares emblemáticos de vuestro país. Recuerdo que la primera impresión –como plástico que siempre había pintado sobre la India- fue escribirle a mi esposa: ¡OH! Aquí todos los personajes de mis cuadros cobran vida. El Tañidor de Saranguí, El Pastor de Cabras, los sarís multicolores de la mujeres indias, sus templos majestuosos e imposibles de describir; difícilmente alguien pueda sentir lo que yo sentía en esos momentos: y luego cuando los pintores indios me brindaron toda su sabiduría, su deseo de ser cicerones de los grandes museos indios y, como broche de oro me sorprendieron festejándome el cumpleaños que pasé en la India ¡Cuanta entrega! ¡Cuánto desinterés en cada una de sus acciones! ¿Cómo puede alguien brindarse tan amplia40 mente? Indudablemente ESTABA EN LA INDIA. Detenerme en cada uno de los lugares visitados, sería un nunca acabar pero siempre hay algo que marca por sobre lo demás visto; y aquí no puede apartarme de la visión de todo occidental: EL TAJ MAHAL y hasta me pareció oír la voz del MUECÍN de la Torre llamando: Venid creyentes, venid a rogar, venid a maravillarse YO SOY EL TAJ MAHAL Ese fue mi primer pensamiento, lleno de recogimiento y de asombro y puede encerrar todolo que se presentase ante mi vista, vienen a mi mente las palabras del Emperador Shah Jahan al ver la obra terminada. “Tan radiante como los jardines del cielo, con los perfumes del paraíso saturados, como si estu- viera hecho de nácar y el suelo barrido por las pestañas de los ángeles” Lo había hecho construir en honor a su amada esposa, Mumtaz Mahal, muerta al dar a luz su hijo decimocuarto. Pero tal vez las más sabias palabras salieron de la boca del insigne poeta indio Rabrindranath Tagore: “El Taj Mahal es una lágrima en la mejilla del Tiempo” realmente poder describir lo visto sería para mí una tarea apocalíptica, ya que esta maravilla del mundo seguirá impresionando y trasuntará el tiempo y la historia. Y como el Muecín de la Torre yo les diría: VENID A LA INDIA Y OS CONVERTIRÉIS EN PUROS DE ALMA Y DE CORAZÓN BRIHATKATÂ: LA PERDIDA GRAN HISTORIA Susana Ávila H ablar de Brihatkathâ resulta, cuanto menos, presuntuoso por ser una obra perdida hace siglos, sin embrago su influencia, a través de numerosas derivaciones, ha sido decisiva en la historia de la literatura india y, por ende, en la tradición de los relatos, fábulas y leyendas que se extendieron por toda Europa durante al Edad Media a través del mundo islámico. La obra fue compuesta hacia el siglo III, época en la que vivió Gunâdhya, a quien se le atribuye, personaje del que sólo se tienen noticias confusas y legendarias, pero que se le ubica en la cadena montañosa Vindhyâ, en la región comprendida entre Ujjayanï y Kaushâbî. Según un estudio de Félix Lacôte titulado Essai sur Gunâdhya et la Brihatkathâ, (París, 1908), la obra fue redactada en paishâchî, un dialecto indio medio, surgido del sánscrito, y que se conoció como “lenguaje de los demonios”. Pero, poco después, en una modificación profunda de la estructura lingüística de la India por la que se impuso la tradición sánscrita a los dialectos regionales que quedaron reducidos a un papel secundario, la Brihatkathâ, fue un objetivo importante de los trabajos de traductores y adaptadores. La estructura de la historia se ajusta al género kathâ, del que Gunâdhya se puede considerar pionero. Lacôte, en Histoire romenesque d’Udayana (París, 1913) dice: «Era una kathâ, es decir, un relato puesto en boca de uno de los héroes que cuenta su propia historia, y las historias que le refirieron los otros personajes, los cuales a su vez contienen los relatos que ellos oyeron de diversas personas, y así sucesivamente». No cabe duda que la Brihatkathâ fue célebre desde su creación, pues aunque el tema que desarrolla es profano, en un ambiente burgués, lejos de los tiempos heroicos, se consideró una obra “inspirada” y no falta la leyenda que explica cómo Gunâdhya había recibido la revelación escuchando al dios Shiva que narraba las historias para deleite de su esposa Pârvatî. Pero su consagración definitiva en la tradición de la literatura clásica Podemos reconstruir, en parte, su contenido basándonos en las obras que se derivaron de ella: La narración central es una historia de carácter amoroso en la que se insertan gran cantidad de tradiciones, episodios de carácter didáctico, fábulas moralizantes y una buena dosis de aventura en forma de ficción novelesca. La línea argumental no es nueva, el protagonista pierde a su amada que es secuestrada por un enemigo y, presa de la de la India la obtuvo gracias a su versión sánscrita. 41 42 desesperación, parte en su busca hasta finalmente encontrarla. Tras una encarnizada batalla con el secuestrador, regresa triunfante a casa con ella y el dominio de los reinos conquistados. amor, sino que atendiendo a su carácter algo ligero, recorre diversas amantes hasta encontrar a su esposa; y ella, Madanamañchukâ, tampoco responde al arquetipo de heroína tradicional, sino que se trata de una cortesana que odiaba su condición y esperaba mediante su unión con Naravâhanadatta convertirse en buena madre de familia y soñaba por lo tanto con un matrimonio legítimo. Pero si esta historia ya la habíamos encontrado en otras obras clásicas como en el Râmâyana, dentro de la épica regia, Gunâdhya la recrea en un ambiente de la clase media. El protagonista, Naravâhanadatta, es hijo del rey Udayana, pero lejos del romántico planteamiento de la obra, no es fiel a su El villano de la terna es el vidyâdhara Mânasavega. Los Vidyâdharas, genios aéreos que poseen el saber (vidyâ) y que simbolizan la superación de la condición humana, aparecen en la obra de Gunâdhya como unos personajes brillantes, se trata de criaturas semidivinas, a veces benéficas que desempeñan el papel de paladines o caballeros andantes y otras veces crueles y vengativas, y que a partir de esta obra se mencionan en otras muchas de la literatura, especialmente en relatos jainas con cuya filosofía sintonizaban perfectamente. La Brihatkathâ aún existía en el siglo VI de nuestra Era y era bas tante popular, como se deduce de las citas de algunos escritores, como Dandín, Subandhu o Bâna, cuyas fechas conocemos de un modo bastante preciso. La primera secuela que nos ha permitido hacernos una idea de la magnitud de esta obra es la Brihatkathâ-sloka-samgraha, traducción en verso de la Brihatkathâ, que ha llegado fragmentada hasta nosotros. Pero se puede decir que su heredera más completa es la Brihatkathâmânjari, título que podríamos traducir como “Ramo del Flores del Gran Relato”. Su autor, Kshemendra, es un escritor fecundo y versátil, agudo y observador que hace gala de una gran experiencia de la vida. Vivió en el siglo XI d. JC. y nos ha legado una extensa obra que nos ha permitido dibujar un mapa bastante detallado de los ambientes y costumbres de su época, tanto en sus aspectos más religiosos como con el Dasâvatârakarika (las diez encarnaciones de Vishnu), como en los más profanos de los que buena muestra es el Kalâvilâsa (el juego de las malas artes). Pero concretamente la Brihatkathâmânjari, que ahora nos ocupa, proporciona una información fundamental sobre la perdida obra de Gunâdhya. La Brihatkathâmânjari está dividida en dieciocho libros y comienza con una presentación de la figura de Gunâdhya, sigue la narración de la historia del rey Udayana, para centrarse después en el nacimiento y la historia del héroe principal, Naravâhanadatta, su matrimonio con la cortesana Manadamañchukâ y el rapto por el vidyâdhara Mânasavega. Gracias a esta obra podemos conocer con mayor detalle las andanzas del héroe que recorre su aventura acompañado de su fiel ministro Gomukha. Cómo, arrebatado en sueños, se casa con otra joven con la que pasa la vida en el monte Malaya, pero el pensamiento de la primera amada le atormenta; de pronto, la joven desaparece y un ermitaño le consuela narrándole un cuento, al que le suceden varias narraciones procedentes del vasto ciclo de leyendas sobre el emperador Vikramâditya, de manera que el príncipe se siente alentado, a perseverar en su amor. Estas historias exaltan el poder de la energía humana contra el destino, y llevan a Naravâhanadatta a reanudar su busca. De aventura en aventura conquista cinco esposas más, pero él quiere a su Madanamañchukâ. Finalmente, con ayuda de una mujer, consigue entrar en el retiro de ésta, con disfraz femenino; pero una vez descubierto, le prenden y ha de ser juzgado. Se salva huyendo y regresando a su patria, donde se prepara para declarar la guerra al vidyâdhara y con el favor de Shiva le vence. Esta obra podría ser comparada, en cierto modo, con la narrativa europea que encontramos en el Trecento burgués, que siguió a la época juglaresca de los tiempos románticos. Otra derivación de la Brihatkathâ es el Kathâsaritsâgara, el «océano de los ríos de los cuentos», título muy expresivo para este conjunto de más de trescientos cincuenta relatos, divididos en 18 libros de 124 capítulos y más de 21.000 versos, en definitiva una compilación casi tan extensa como el Râmâyana, que toma como marco la historia de Naravâhanadatta. Su autor, Somadeva, vivió en la segunda mitad del siglo XI d. de C., casi contemporáneo de Kshemendra, y se revela como un buen narrador, con mucho ingenio, capaz de plantear los asuntos más sorprendentes y resolverlos con astucia y humor, en los que lucen sus depuradas cualidades de estilista. La materia del Kathâsaritsâgara es muy variada; en él se encuentran narraciones de toda clase: desde relatos fantásticos, con la intervención de genios y demonios, de magos y brujas, armados con todo su aparato de hechizos y de metamorfosis; hasta extravagantes historias de pícaros, leyendas marinas, con acontecimientos maravillosos que ocurren en las inmensas profundidades del mar, viajes y aventuras por tierra y aire, adaptaciones de bellas leyendas, episodios de corte épico, apasionadas historias de amor, cuentos realistas, donde los elementos narrativos religiosos y profanos se entremezclan dibujando una riquísima muestra. En muchos momentos incluye otras obras narrativas, así encontramos una recesión del Pañchatantra y una versión de lo que un siglo después sería el Vetâlapañchavimshatikâ o los veinticinco cuentos del vampiro. Estas historias aparecen, unas veces idénticas y otras con importantes variaciones, en otras obras literarias, de manera que su examen comparativo permite conocer su forma originaria y las sucesivas ampliaciones de estas narraciones. 43 CHIDAMBARAM: SHIVA DENTRO DEL CORAZÓN DEL HOMBRE Félix Roig V oy a confesarles algo de suma importancia. Para descubrir la esencia de la India, el viajero solo debe disponer de todo el tiempo del mundo y andar con ojo avizor. De esta manera, los secretos de su vasta geografía se nos revelarán con la fuerza de todo su magnetismo, lo que damos en llamar su espíritu sagrado. Nunca este enunciado se expresa de forma más rotunda que en una pequeña localidad ubicada en el corazón más profundo de Tamil Nadu - Chidambaram. Para los estándares indios, la población parece a simple vista insignificante; no posee más de sesenta mil habitantes, no está en una zona particularmente fértil ni atractiva, y la reseca llanura que la rodea suele desprender una canícula impenitente. Pocos extranjeros llegan a ella, no se encuentra en ninguno de los cir44 cuitos turísticos de la región, y sin embargo, Chidambaram es uno de los centros religiosos y culturales más importantes de la tierra de los tamiles, de todo el sur de la India y por ende, del subcontinente Indio. ¿Por qué es así? Principalmente porque Chidambaram es la morada de Shiva-Nataraja, el dios de la Danza Cósmica. ¿Y quién es este dios tan peculiar? Para empezar, Shiva forma parte de la “Trimurti” o trinidad primordial de los dioses hindúes, junto con Brahma, el dios creador, y Vishnu, el preservador. A Shiva le corresponde ser el dios destructor, si bien también es el re-creador, pues según la tradición hindú, no existe creación sin destrucción, y viceversa. Pero en realidad, Shiva es mucho más que todo esto. Su irresistible naturaleza viene dada Félix Roig por el hecho de que Shiva es la suma de todos los opuestos. Como heredero del védico Rudra, “el aullador”, Shiva es el Dios Salvaje, así como el asceta, el Gran Yogui que mora en el Himalaya, absorto en profunda meditación. Por ello, este dios no se preocupa por las nociones de pureza y linaje, tan caros en la cultura india; tiene la osadía de habitar en los recintos de cremación y a menudo se presenta como una deidad repulsiva e inoportuna, y sin embargo se llama Shiva, -el propicio, el gentil. De entre sus 1.008 nombres o manifestaciones, Shiva es Pashupati o el “señor de los animales”, Bhairava o la “encarnación de la cólera”, Vishvanatha o el “señor del universo” y Mahadeva, o el Gran Dios. Pero sin lugar a dudas, su representación más plena en la mitología hindú es como Nataraja, el dios de la Danza Cósmica de la creación y la destrucción. Su iconografía –la de un sinuoso danzante con ondulantes brazos y un pie en el aire, rodeado por un anillo de fuego-, es una de las más queridas por los vendedores de recuerdos de la India, y sin embargo resulta extremadamente raro encontrarlo en los templos del país. Y aquí es cuando viene a nuestro rescate la pequeña Chidambaram, iluminando con su resplandeciente luz la magia de la densa noche india. TIERRA DE SABIDURÍA Pero ¿qué pasa con nuestra Chidambaram? Si bien su templo dedicado a Shiva-Nataraja no es el más antiguo, ni el más espectacular o visitado de Tamil Nadu, por una extraña razón, sí es el más sagrado de todos. Durante más de 2.000 años, Shiva ha sido venerado en el interior de los templos en forma de pilar o piedra erecta, a la que comúnmente se le llama “lingam”. El significado original de la palabra “lingam” es el de una “señal”, una marca que prueba la existencia de alguna cosa. La pala- bra fue usada por primera vez en la tradición sagrada en el “Svetesvatara Upanishad” (300 a.C.), aduciendo, curiosamente, que Shiva no tiene señal o representación alguna, puesto que está más allá de cualquier forma. No obstante, dado que Shiva es la esencia de todo y la fuente de toda vida, posteriormente el “lingam” también se impuso como la representación del falo u órgano sexual masculino, ya que como tal simboliza no solo la energía sexual, sino la semilla de toda esencia, de todo ser humano. Existe un grupo pan-indio de “lingas”, considerados pilares de luz, conocidos como “jyoti lingas” o “lingas” de la luz de la sabiduría. Conforman doce centros de peregrinación importantísimos, esparcidos por toda la geografía del subcontinente Indio, desde el Himalaya hasta un punto tan meridional como el templo de Rameswaram, en Tamil Nadu. Otro grupo de “lingas” igualmente sagrados se Félix Roig Un desvencijado autobús entra saltironeando por una calle ajetreada, en la que se levantan grandes nubes de polvo. Pequeña y sin industrializar, Chidambaram posee el encanto adicional de contar con escaso tráfico motorizado. Un factor que el visitante agradece cuando una vez conseguido su destino, uno tiene que llegar a todas partes a pie. A 250km al sur de Chennai, capital de Tamil Nadu, Chidambaram se encuentra a medio camino entre las poblaciones de Thanjavur y Pondicherry, en lo que se llama el corazón Chola. La dinastía Chola controló toda la India peninsular del siglo IX al XIII, distinguiéndose por la ingente construcción de magníficos templos de estilo dravídico, cuya principal característica son sus altos “gopurams” o puertas de entrada, recibiendo al devoto sobre los grandes complejos, elevándose como abigarradas pirámides truncadas. Los templos más importantes que levantaron los reyes Chola son los de Kumbakonam, Thiruvaiyaru, Thirukandiyur y Gangakondacholapuram, además de haber tomado parte en la construcción del inmenso templo de Srirangam, probablemente el más grande de la India. 45 con Kali en los recintos de cremación. Félix Roig Shiva se encuentra en el remolino de los átomos, en el giro de los planetas, las estrellas y las galaxias, y por encima de todo, en el latido del corazón humano. Debido a ello, de los 274 grandes templos que India tiene dedicados a Shiva, el de Chidambaram es el más sagrado pues aquí quien danza en nuestros corazones no es otro que Shiva en su forma de Nataraja, el Señor de la Danza Cósmica. encuentran en los cinco templos que representan los elementos eternos de Shiva. Los cinco elementos constituyen el universo conocido y subrayan la preponderancia del “shivaísmo” en la cultura tamil, puesto que todos sus templos se encuentran en Tamil Nadu. El “lingam” del fuego lo hallamos en el templo de Tiruvannamalai, el de tierra se manifiesta en Kanchipuram, agua en el de Thiruvanaikaval, aire en Kalahasti y éter en el templo de Chidambaram. EL PRINCIPIO INVISIBLE Así se comprende el carácter profundamente sagrado del templo de Chidambaram, ya que no solo alberga a Shiva-Nataraja, sino también su “lingam” de “akash” o éter, siendo éste el primer elemento de toda manifestación. El éter se esparce en todas direcciones y gracias a él es posible la creación del espacio físico. “Akash” penetra en los otros cuatro elementos, así como en todo lo que es manifiesto, y si bien él mismo permanece invisible, se le considera el más sagrado de todos los sím- 46 bolos de lo divino, la fuente de todas las cosas. Lógicamente, su sanctasanctórum interior es el único de todos los templos de la India que está vacío. Ello no desmerece en absoluto a ojos del devoto, y ésta es la razón por la cual el templo de Chidambaram se conoce en Tamil Nadu simplemente por la palabra tamil “koil” o “el templo”. El templo del Principio Divino. La palabra Chidambaram deriva de “Chit” que significa “conciencia” y “Adambaram” que podemos traducir como “ilimitado”. Por tanto, el templo de Chindambaram es una representación de esa conciencia sin límites donde danza nuestro dios. Shiva-Nataraja nunca deja de danzar. Danza para la Diosa en sus tres formas, como Uma o la Tierra, como Gauri o la Radiante, y como Kalika, o la Oscura. Shiva danzó como un mendigo para pedir la mano de Parvati, su consorte de las montañas. Danzó como Bhairava “el terrible” cuando su calavera cayó de sus manos en Benarés, y con sus diez brazos, danza En Chidambaram todo sucede alrededor del gran templo de Sabhanayaka Nataraja, por ello sus calles radiales se designan con los nombres de los cuatro puntos cardinales. Chidambaram fue la capital del reino Chola del 907 al 1310 y su templo se levantó durante el reinado de Vira Chola Raja (927-997), siendo por tanto uno de los primeros que erigió su dinastía. El complejo del templo abarca unas 22 hectáreas y está rodeado por cuatro altos muros concéntricos. De sus cuatro enormes “gopurams”, las del norte y el sur, alcanzan los 49 metros de altura, por lo que sus luces son usadas como puntos de referencia por los marineros que se encuentran en alta mar en el Golfo de Bengala. Si uno entra por la “gopuram” del oeste, verá en ella las esculturas más elaboradas y probablemente más antiguas del complejo. Girando hacia el norte, según el sentido de las agujas del reloj, uno llega al hermoso estanque de Shivaganga, flanqueado de columnas techadas y lugar de encuentro de siete manantiales naturales. Desde una de las columnas rotas en el borde del estanque, se obtienen las mejores vistas del complejo, con una cautivadora estampa de sus cuatro “gopurams”. En la esquina noroeste, se encuentra el edificio más grande del conjunto, el Raja Sabha (s.XIV-XV), también llamado “la sala de las mil columnas”, una constante de la arquitectura dravídica del sur de la India. La tradición dice que en esta sala en realidad solo hay 999 columnas y que la que falta es la pierna de Shiva. Durante los festivales aquí es donde se traslada a Nataraja y su consorte, Shivakamasundari, para las ceremonias de la unción o “abhishekha”. La importancia intrínseca de la danza en el templo queda resaltada por los relieves de las figuras bailando en el interior de la “gopuram” del este, exhibiendo las 108 “karanas” o posturas clásicas de la danza de Nataraja. Traspasado el segundo recinto circunvalatorio, se accede a los recintos interiores, todos con muy poca luz y sostenidos por un laberinto de columnas. Aquí está prohibido el paso a los no hindúes, pero desde la entrada al santuario uno puede distinguir las salas más sagradas del templo, la Kanaka Sabha y la Chit Sabha, ambas adyacentes y con tejados de cobre y plata dorada. La Kanaka Sabha es de particular interés pues alberga un “lingam” de cristal. Se dice que éste nació de la luz de la luna creciente que se encuentra sobre la ceja de Shiva, así como un pequeño rubí dedicado a Nataraja. Con un poco de suerte, desde esta cámara interior uno todavía puede escuchar a los “oduvars”, una casta de cantantes que entonan versos de la poesía tamil más antigua, sacada de compilaciones como el “Sangam”, de más de mil años de antigüedad. La Chit Sabha posee las imágenes de Nataraja y su consorte. Detrás del primero y oculto con una cortina hecha con hojas del árbol llamado “bilva”, se encuentra el gran “rahasya” o secreto del templo de Chidambaram, la “Akashalingam”, el divino “lingam” invisible de Shiva. UNIÓN DE SHIVA Y PARVATI El templo de Chidambaram también es excepcional por ser el único en Tamil Nadu que permanece fuera del control estatal. A lo largo de las vicisitudes de su historia, el templo ha logrado retener las principales características del primer periodo de los Vedas. En su momento, Chidambaram llegó a contar con 3.000 brahmanes o sacerdotes, activamente implicados en el servicio del templo. Actualmente solo son 300, pero los sacerdotes brahmanes de Chidambaram son la excepción a la regla en todos los sentidos. Pertenecen a la comunidad sacerdotal de los Dikshitar, quienes afirman haber llegado aquí para servir al templo hace tres mil años. Su aspecto es un espejo simbólico del macrocosmos que representan. Se afeitan la mitad de la cabeza, mientras que se dejan crecer el pelo en la otra mitad. Puesto que nunca se lo cortan, la mata de pelo se enrolla formando un curioso moño. De esta forma, encarnan por igual a hombre y a mujer, reflejo de la unión sagrada de Shiva y Parvati. Los Dikshitar todavía viven según tradiciones establecidas hace centurias. Los matrimonios tienen lugar a edad muy temprana, generalmente a los siete años. La pareja pasa a vivir junta cuando la niña alcanza la pubertad y entonces ella viste un sari de ocho metros, dividiendo su tiempo entre la cocina y la habitación de la casa para las ceremonias rituales. Tan pronto como el niño puede hablar, éste toma parte en las ceremonias religiosas familiares, así como en las del templo y todas sus festividades. A los siete años empieza a recibir clases regulares sobre los Vedas, por lo que un brahmán Dikshitar está profundamente versado en las sagradas escrituras y en la tradición de su templo. La propiedad privada del templo pertenece a los Dikshitar en su conjunto, y es administrada por una cooperativa cuyo secretario es elegido por un sistema rotativo, sin tener un papel superior, sino consultivo y coordinante. Para el visitante, incluso si no es devoto, el poder del templo es innegable. Basta una sola noche en Chidambaram para comprender que no hay manifestación más plena que la Danza Cósmica de ShivaNataraja. Su danza expresa mediante sus movimientos la acción quíntuple de la creación: mantenimiento, disolución, velación-desvelación y liberación. Danzando, Nataraja retira el velo que durante siglos ha confundido la existencia humana con la ilusión de lo real. Gracias a él conseguimos la liberación, por lo que no hay duda de que la danza cósmica de Shiva tiene lugar en el corazón de todos nosotros. 47 VISITANDO NUESTRO PRADESH: TAMIL NADU VIAJAR POR LA INDIA CON HOLA NAMASTE Redacción Tamil Nadu es una tierra de historia antigua, patrimonio cultural variopinto, belleza natural y visión progresista. Tamil, el idioma oficial del Estado es la madre de muchas otras lenguas dravidianas. Su gramática y literatura se remontan al 500 a.C. El Estado de Tamil Nadu está situado en la parte sudoriental de la península India, con Kanyakumari como el punto más meridional de la tierra. Este es el punto de encuentro entre la Bahía de Bengala, el Océano Índico y el Mar Arábigo. Tamil Nadu cuenta con una larga costa dotada de playas encantadoras. Marina, en Chennai, es una de las playas más largas del mundo. El Mar Arábigo y los Estados de Kerala y Karnataka constituyen 48 la frontera occidental de Tamil Nadu. Los denominados Western Ghats (Selvas Occidentales) abundan en parques naturales de flora y fauna como, por ejemplo, el Parque Mudumalai. Al norte de Tamil Nadu está Andhra Pradesh con el lago Pulicat en su extremo norte. Tamil Nadu es uno de los estados más industrializados de la India, con el índice de desarrollo humano más alto en el país. Chennai (anterior- Félix Roig Alabada seas, Diosa Tamil, tu juventud Majestuosa inspira temor y extasía. “Manonmaniam” P. Sundaram Pillai Madras permaneció como capital del estado de Madras. El estado de Madras cambió su nombre a Tamil Nadu en enero de 1969 y la capital lo hizo a su vez como Chennai en 1996. mente conocida como Madras), la capital de Tamil Nadu, es la puerta principal del Sur de la India y cuenta con un aeropuerto internacional, un puerto y una amplia red de carreteras y ferrocarriles. Con una extensión de 174km, Chennai es la cuarta ciudad más grande del subcontinente indio. Coimbatore, Madurai, Tiruchirappalli, Salem y Tirunelveli son otras grandes ciudades del Estado. Tamil Nadu destaca con un gran número de instituciones docentes y mantiene el liderazgo en las áreas de ciencia y tecnología, particularmente en la tecnología informática en la India. El parlamento de Tamil Nadu llamado Asamblea Legislativa es unicameral y tiene 235 escaños. En el Parlamento central de la India, Tamil Nadu está representado por 57 parlamentarios, es decir, 18 Senadores en la Rajya Sabha o Fuente: Gobierno de Tamil Nadu Al independizarse la India en 1947, la provincia de Madras, que abarcaba Tamil Nadu y partes de Kerala al oeste y Andhra Pradesh al norte, se mantuvo como estado de Madras. Pero la exigencia de un estado separado para los Telugu parlantes hizo que el Estado se dividiera en dos – Tamil Nadu para tamil parlantes y Andhra Pradesh para telugu parlantes. La ciudad de Invocación a la diosa Tamil Bharat es la hermosa cara de la Tierra adornada de mares ondeando. Deccan es su ceja como la media luna en la que el Lunar perfumado Es la bendita tierra drávida. La fragancia de ese lunar llena al mundo de alegría Bien alta reina la Diosa Tamil su renombre llega a todo lugar Tamil Nadu está dividido en 30 Distritos Administrativos que, además de contar con subdivisiones, abarcan 17.272 pueblos. 49 PERFIL DEL ESTADO DE TAMIL NADU Situación Geográfica Latitud norte entre 8 5’ y 13 35’ Longitud este entre 76 15’ y 80 20’ 130.058 km2 todos ellos han contribuido a la gestión de los bosques de manera significativa. Al reducirse las zonas selváticas cada vez más, Capital los recursos y las oportuHabitantes nidades de trabajo de la población tribal han sufrido importantes Densidad recortes. Esto ha afectaTasa de Alfabetización 66% Precipitación Normal 961.8 mm. do a la disponibilidad de Longitud de la costa 1.076 km. alimentos y ha mermado Distritos administrativos 30 la calidad de vida de Pueblos 17.272 Consejos de Pueblos 12.618 dicha población. De ahí, Población Tribal Rural 551.143 el plan de Desarrollo Urbana 100.178 Tribal cuyo objetivo es Total 651.321 Ganadería Reses 9 millones integrar a la población Búfalos 1.6 millones tribal en la corriente prinOvejas 5.5 millones cipal del desarrollo ecoCabras 8 millones nómico y social. En este Total Extensión Forestal 22.877 km2 De la Extensión del Estado 17, 9 % sentido, se han clasificado como primitivas a seis tribus, que son los Cámara Alta y 39 Diputados en Toda, Kota, Kurumbas, Irulur, la Lok Sabha o la Cámara Baja. Paniyan y Kattunayakan. Extensión (4.0% de la India) Chennai 62,5 millones (6.0% de la India) Rurales 34 millones Urbanos 28 millones 2 480 / km DESARROLLO TRIBAL India cuenta con una población tribal de más de 85 millones, que constituye el 8,14% de la población total. Existen casi 449 tribus en diversas partes de la India. La mitad de la población tribal vive en las selvas y zonas periféricas de los bosques y su economía está asociada al bosque. Los 651.321 individuos de población tribal que viven en Tamil Nadu pertenecen a 36 tribus. Su tasa de alfabetización apenas supera el 30%. La mayoría de ellos son cultivadores, jornaleros agrícolas o dependen de la selva para subsistir. Entre ellos hay seis tribus que son primitivas. Están repartidos por todo el estado de Tamil Nadu y 50 BIODIVERSIDAD DE TAMIL NADU En cuanto a la biodiversidad, Tamil Nadu es singular debido, no sólo a su antigüedad, sino también a su gente respetuosa con el medio ambiente a lo largo de su historia. Tamil Nadu ha reservado 3.840 km como áreas protegidas para sus 8 parques naturales, 5 parques nacionales y 12 parques de aves. También es tierra de 3 Reservas de la Bioesfera, a saber, Nilgiris Biosphere Reserve, Gulf of Mannar Biosphere Reserve y Agasthya Malai Biosphere Reserve. Las áreas protegidas se gestionan principalmente con fines de conservación de la biodiversidad, educación, recreo, relevancia histórica, singularidad de paisajes terrestres o marítimos. La gestión de la fauna se ha encargado a personal especializado que lo lleva a cabo con la colaboración de la población local. Se han establecido campamentos para acabar con la caza furtiva en los que trabajan más de 1.400 habitantes de los bosques. Esta iniciativa ha sido pionera en este sentido. COIMBATORE A 498 km. de Chennai, Coimbatore es la tercera ciudad más grande de Tamil Nadu, con una extensa base industrial. La ciudad se encuentra situada a orillas del río Noyyal y es conocida como la capital de los textiles de la India o como el Manchester del sur de la India. Hasta que cayó bajo el dominio del rey Chola Karikalan en el siglo II, Coimbatore era apenas una pequeña aldea tribal llamada Kongunad. Desde entonces la ciudad ha ido creciendo y prosperando tanto bajo los reinos de los Chalukyas, P a n d y a s , Hoysalas y los reyes de Vijayanagara, así como en la época de la plena democracia de la República. El suelo rico y oscuro de Coimbatore es muy adecuado para la industria agrícola y, de hecho, el cultivo de algodón ha contribuido a la expansión de su industria textil que abrió su primera fábrica en 1888. Actualmente hay centenares de ellas que constituyen la base de la economía y su reputación como una de las ciudades más industriales del sur de la India. CUDDALORE Allá en Chidambaram, una de las ciudades más sagradas de Tamil Nadu, el Templo Nataraja del siglo XI es el templo más celebrado de la tradición shivita en la India meridional. El dios Nataraja, más conocido como Shiva, expone como apasionado y majestuoso bailarín el mito y mitología del hinduismo, así como el ritmo de la vida humana mediante su danza cósmica.. Neyveli, otra ciudad cercana y sede de Neyveli Lignite Corporation, es el puente energético de la India en el Fueron los británicos quienes cambiaron su nombre de Kongunad a Coimbatore, con el que mejor se la conoce actualmente, si bien su nombre preferido en tamil es Kovai. Situada a la sombra de los Western Ghats, Coimbatore goza de un clima agradable a lo largo del año, gracias a la brisa que corre por la brecha Palakkad de 25 km. de longitud. 51 siglo XXI y la realización del sueño del Primer Ministro Nehru. Hogenakkal llega a Tamil Nadu como un río caudaloso. Neyveli ha alcanzado los objetivos que se le fijaron. Cuenta con dos minas de lignito, dos centrales termales, planta de briquete y carbonización y una planta de fertilizantes con las que ha mantenido un crecimiento sostenido contribuyendo al desarrollo socio-económico de la India. El lignito que se produce aquí alimenta las dos centrales térmicas. La importancia de la pequeña Hogenakkal crece aún más por ser el centro de peregrinaje de Theerthamalai, nombre que se deriva de los cinco manantiales dentro del templo de Dios Theerthagireeswar, otro nombre del dios Shiva. Theerthamalai está a 16 km de Harur, en el distrito de Dharmapuri. Port Novo está apenas a 8 kilómetros por tren desde Chidambaram. KANCHIPURAM – UNA CIUDAD LLENA DE TEMPLOS Este lugar, también conocido como Parangipettai, ha sido el punto de contacto con los portugueses, holandeses, daneses e ingleses en la época medieval. El Marine Biological Research Station de la Universidad Annamalai se encuentra aquí, así como el histórico fuerte portugués. DHARMAPURI Si los signos distintivos de Cuddalore son lignito, manglar y Nataraj, las señas de identidad de Dharmapuri son Kaveri y Theerthamalai. El Kaveri es uno de los grandes ríos de la India que atraviesa Dharmapuri. Es la fuente de prosperidad de Tamil Nadu y Karnataka. Brota en Kudagu, Karnataka, como un riachuelo, y en 52 Durante estos festivales imágenes de los dioses estos templos desfilan en vahanas respectivos vehículos en procesiones la calle. las de sus o por Kanchipuram (a 75 kms de Chennai) es, según la creencia popular, la ciudad de la salvación. Además de sus templos, Kanchipuram es famosa por la pujante industria de tejido artesanal. Es uno de los siete centros más sagrados de peregrinaje para los hinduistas. También conocida como Kanchi, la ciudad abarca 126 templos, además de tener un notable número de iglesias y mezquitas. Los tejedores de Kanchi viven allí desde hace 400 años, otorgándole la envidiable reputación de productora de los mejores saris de seda y algodón en el país. Aquí los festivales religiosos se celebran a lo largo del año. Los saris de Kanchipuram llevan un bordado dorado conocido como zari. su fama por su arquitectura y escultura en piedra, gracias a la gran contribución de los artesanos Pallava. KANIYAKUMARI – DONDE CONFLUYEN TRES MARES Conocido como el extremo terrestre de la India o el lugar donde se reúnen los tres mares, Kaniyakumari o Cabo Comorín es uno de los sitios turísticos más populares en Tamil Nadu. En este lugar que marca el fin de tierra india, se reúnen la Bahía de Bengala, el Mar Arábigo y el Océano Índico. Aquí la naturaleza se muestra en su apogeo particularmente durante la Chitra Pournami (la luna llena en abril) cuando el sol y la luna se encuentran cara a cara en el mismo horizonte. Otras lunas llenas también tienen atracción especial por el espectáculo de la puesta del sol y la salida de la luna como un fenómeno tan simultáneo, que da la impresión de que este encuentro se ha acordado con antelación. Kaniyakumari está a 700 kms de Chennai. KODAIKANAL- PRINCIPAL ESTACIÓN DE MONTAÑA VERANIEGA El encanto de Kodaikanal está en sus vertientes arboladas, las gigantescas rocas, cuestas y cenadores, prados, pastorales y riachuelos, que cautivan al visitante. La estación de montaña veraniega de Kodaikanal fue creación de los británicos en la India. En el siglo XX los indios ricos se interesaron por estas colinas y hoy Kodaikanal es el sitio turístico por excelencia. MADURAI- LA GLORIA DE LOS PANDYAS Madurai es la ciudad más antigua de Tamil Nadu. Situada en las orillas del río Vaigai, Madurai es famosa por el Templo Meenakshi porque Meenakshi-Sundareswarar es la cumbre de su esplendor. La ciudad es un centro comercial muy importante de la región. Tiene gran fama por sus textiles y productos artesanales. Madurai está a 450 km. de Chennai. MAMALLAPURAM – POESÍA EN PIEDRA Aunque ya no es un puerto, Mamallapuram ha mantenido Es quizá el más singular ejemplo de arte y arquitectura dravidianos. No es ninguna exageración considerarla la joya en la corona de Tamil Nadu, aunque hay muchas obras inacabadas o que han sufrido deterioro con el transcurso de tiempo. Aún así, las maravillas arquitectónicas de Mamallapuram producen asombro en el visitante con su derroche de belleza y armonía. Entre los nueve templos esculpidos en roca, Mahishasuramardhini llama particularmente la atención. Estos monumentos están iluminados por la noche y atraen a los visitantes las 24 horas del día. Los famosos festivales de danza de Mamallapuram se llevan a cabo cada año, durante los meses de diciembre y enero. Este festival atrae a los mejores exponentes de casi todos los géneros de danza clásica de la India, a saber: Bharatanatyam, Kuchipudi, Kathakali, Mohini Attam, Odissi, Kathak etc. RAMESHWARAM – LA ANTESALA DE LA FE Rameshwaram (a 572 km. de Chennai) es un islote en el Golfo de Mannar. Está conectado con tierra firma por carretera y ferrocarril. 53 Rameshwaram es ciudad sagrada porque se cree que aquí rezó el dios Rama al dios Shiva a su regreso de Lanka tras derrotar al demonio Ravana. Rameshwaram es conocida por sus 22 theerthas o pozos alrededor del templo principal. El templo Ramanathaswamy impresiona por sus magníficos pasillos y columnas esculpidas al milímetro. El tercer pasillo de este templo es el más largo de un edificio en todo el mundo. No hay que ignorar que además de ser un sitio de culto, Rameshwaram es el centro principal de pesca en Tamil Nadu. THANJAVUR- EL LEGADO DE LOS CHOLA Thanjavur alcanzó gloria durante la época de los Chola entre los siglos IX y XIV. La ciudad es un tesoro de las artes. En el mundo se la conoce más por ser la ciudad del templo Brahadeeswara y el famosísimo palacio Serfoji’s Saraswathi Mahal Library & Art Gallery. Las pinturas y los instrumentos musicales de Thanjavur son conocidos a nivel mundial. UDHAGAMANDALAM LUGAR DE VERANEO Más conocido como Ooty, Udhagamandalam es el lugar montañoso más popular al sur de la India. 54 Situado en los Western Ghats a 2.240 metros de altura, Udhagamandalam es el puerto principal de la cordillera Nilgiris, donde la naturaleza se ha mostrado más espléndida. Quizá es la región más hermosa de Tamil Nadu. Además de las plantaciones de té y café, los eucaliptos, pinos, zarzos y coníferas pueblan los bosques de Udhagamandalam y su entorno. La media de temperatura en verano alcanza los 25°C de máxima y los 10°C de mínima y en invierno varía entre los 21°C de máxima y 5°C de mínima. Curiosamente, este paraíso permaneció desconocido para los reyes locales hasta que lo descubrieron los británicos en 1800, aunque allí vivía la tribu Toda desde siempre. No obstante, el mérito de lograr modernizar Udhagamandalam corresponde a los británicos, que la colocaron en el mapa ferroviario de la India, convirtiéndola en la capital veraniega de la Presidencia de Madras. Nilgiri es el primer parque de la bioesfera de la India. Por su biodiversidad singular ha sido declarado uno de los 14 ‘hotspots’ (puntos calientes) del mundo. CHETTINAD – LA TIERRA DE PATRIMONIO Y DEVOCIÓN Chettinad es la tierra de los Nattukottai Chettiars, conoci- dos como Nagarathars, una comunidad de banqueros y prósperos empresarios. Chettinad es un paraíso turístico de otro orden. Tiene fama por sus casas y viviendas construidas de mármol y teca birmana. Son grandes y tienen amplios patios. Su grandeza y sus elementos de adorno reflejan la prosperidad de los Nagarathar. El diseño básico consiste en el “thinnai” que es un patio rodeado de habitaciones de diversa índole. Los muros suelen ser lisos pero hechos de un yeso especial que contiene bien molida cáscaras y conchas, cal, azúcar de palmera y especias, incluyendo el myrobalan. Esta técnica duradera sirve para mantener la casa fresca durante los veranos húmedos y calurosos de la India. La estructura arquitectónica de la casa chettiar es también ejemplo de cómo una vivienda humana se puede construir en absoluta armonía con la naturaleza. Otro rasgo distintivo de la casa chettiar se aprecia en sus adornos tallados con temas y figuras mitológicas. El thinnai es una plataforma estrecha pero elevada que sirve como el lugar de reunión familiar para todo tipo de ceremonias desde el nacimiento, boda etc., así como para la recepción de los invitados. Sus columnas suelen ser de granito y de madera de teca. PLAYAS DE TAMIL NADU Tamil Nadu tiene fama por sus playas azules y cielos soleados. Algunas de las playas más bonitas del sur de la India se hallan a lo largo de la costa de Chennai. La Marina se extiende a lo largo de 12 kilómetros y en la de Kovalam impera el silencio ya que está lejos del bullicio de la ciudad. La playa Elliot es sin lugar a dudas para quien piensa en el medioambiente limpio. Apenas a 20 minutos por carretera de Chennai está la playa VGP Golden Beach Resort que brinda un entorno apaciguado y a 60 km. de Chennai está la playa de Mahabalipuram, famosa por su el templo del siglo VII. La playa de Mamallapuram abarca unos 20 kilómetros de extensión. Allí, además se pueden apreciar los templos construidos en roca. También hay un parque de cocodrilos y un centro para extraer veneno de las serpientes. En la carretera de Chennai a Mahabalipuram, es muy reco- mendable la visita a Dakshinachitra, un centro de patrimonio tradicional donde trabajan artesanos en casas reconstruidas a partir de modelos del siglo XIX. Cabe mencionar también las excelentes playas como la de Devanampattinam en Cuddalore o las de Olaikuda, Dhanushkodi y Pamban en Rameshwaram. ECONOMÍA DE TAMIL NADU AGRICULTURA La agricultura constituye el sector más predominante de la economía de Tamil Nadu dado que el 70% de sus habitantes viven de la agricultura y actividades afines. En una extensión de 130,000km, Tamil Nadu tiene aproximadamente 6,3 millones CULTIVOS PRINCIPALES 2006-07 Cultivo Área (Hect.) Producción (Toneladas) CEREALES 1. Arroz 2. Cholam(Jowar) 3. Cumbu (Cebada) 4. Maiz 5. Ragi 6. Otros Cereales 7. Total Cereales 2.050.455 316.274 81.925 202.830 99.549 40.367 2.791.400 5.209.433 231.449 94.799 241.217 131.915 30.072 5.938.885 LENTEJAS 8. Grama Bengala 9. Gram Rojo 10. Gram Negro 11. Gram Verde 12. Gram Caballo 13. Lenteja Otro tipo 14. Total Pulses 15. Total Granos Alimenticios (7+14) 5.907 37.769 215.448 136.699 60.415 68.999 525.237 3.316.637 4.007 20.400 70.758 45.881 22.023 13.934 177.003 6.115.888 SEMILLAS OLEAGINOSAS 16. Cacahuete 17. Gingelly 18. Castor 19. Coco (cocos) 20. Otras Semillas 21. Total Semillas Oleogínosas 61.8835 65.118 8.391 370.515 24.553 1.087.412 1.097.592 30.772 2.777 * 48.671 OTROS CULTIVOS 22. Algodón 23. Caña de Azúcar 24. Tabaco 25. Chilis 109742 ^ # 335397 5102 49033 168154 35113269 7792 31830 ^ - en Bales de 170 Kg lint each; # - de caña; $ - Toneladas por hectárea 55 Unidades de industrias a pequeña escala registradas 511.351 Puestos de trabajo en industrias a pequeña escala 3,6 millones Inversión en industria a pequeña escala (en Rupias) 161.025 millones Producción (valor en Rupias) 1.039.116 millones Sindicatos registrados 9.813 COOPERATIVAS INDUSTRIALES: de hectáreas de tierra activamente cultivada. ÁREA DE ELECTRICIDAD Y ELECTRÓNICA: Siempre apostando por nuevas tecnologías, Tamil Nadu ha mantenido una notable productividad en el sector agrícola. Se han establecido polígonos para promover industrias eléctricas y la electrónica en: INDUSTRIA DE TAMIL NADU TAMIL NADU PROMUEVE INVERSIONES EN LAS SIGUIENTES ÁREAS: 1. Dr. Vikram Sarabai Instronic Estate, Chennai-41. 2. Industrial Estate, Perungudi, Chennai-96. 1. Recambios para automóviles 3. Electrical and Electronic Industrial Estates at Kakkalur, 2. Productos farmacéuticos 4) Hosur, 3. Industria de procesado de alimentos 5) Coimbatore. Existen 20 áreas de comercio organizadas dentro del marco de las Cooperativas Industriales y según se observa estas cooperativas van aumentando. También existen iniciativas especiales para promocionar la industria a pequeña escala. La siguiente tabla muestra la situación de la industria a pequeña escla: PROYECTOS E INICIATIVAS ESPECIALES DE CORPORACION ESTATAL PARA LA PROMOCIÓN DE LA INDUSTRIA DE TAMIL NADU (SIPCOT) - ZONAS ECONÓMICAS ESPECIALES (SEZ):- 6) Salem. 4. Equipos de energía solar 7) Madurai. 5. Joyería de oro y diamantes para la exportación 6. Equipos de control de contaminación 7. Artículos de deporte y accesorios 8. Materiales de construcción como aluminio 56 - NOKIA TELECOM SEZ, FASE III EN SRIPERUMBUDUR INDUSTRIAL PARK, 8) Thuvakudi. Los cuatro centros de fabricación de equipos electro-médicos establecidos en Chennai, Thanjavur, Madurai y Coimbatore gozan de fama internacional. - FLEXTRONICS SEZ, FASE II, SRIPERUMBUDUR INDUSTRIAL PARK. - FOOTWEAR SEZ, CHEYYAR INDUSTRIAL COMPLEX. - Sector específico Hi-Tech SEZ (Electronic Hardware) en SRIPERUMBUDUR INDUSTRIAL PARK (Foxconn, DELL Computer, Samsung Electronics, Motorola, TAPP semiconductors). - SEZ SECTOR ESPECÍFICO PARA HARDWARE en ORAGADAM GROWTH CENTRE - SEZ SECTOR ESPECÍFICO PARA CALZADO en IRUNGATTUKOTTAI INDUSTRIAL PARK - SEZ SECTOR ESPECÍFICO DE ALTA TECNOLOGIA PARA INDUSTRIA DEL AUTOMÓVIL en CHEYYAR INDUSTRIAL COMPLEX - SEZ SECTOR ESPECÍFICO PARA PRODUCTOS DE CUERO EN RANIPET - SEZ SECTOR ESPECÍFICO PARA PARA PRODUCTOS DE INGENIERIA en PERUNDURAI. PROGRAMAS ESPECIALES: - Nilakkottai Food Park Ltd, Nilakkottai. Valor en millones de Rupias Industrias Khadi (Artesanal) y Rural Khadi (tela de diversos materiales tejida a mano) Algodón Lana Silo Poliéster Industrias rurales Valor 522 244 9,2 206 62 11.747 INICIATIVAS DE INFORMÁTICA - Tamil Nadu fue Estado pionero en establecer el programa y la política de informática independiente. - Entre los pioneros en facilitar la conexión de fibra óptica de banda ancha. - Estado pionero en garantizar suministro ininterrumpido del suministro eléctrico a la industria de la informática. - Industrial Waste Management Association Estatus de la Industria de la Informática - Chennai Industrial Water Utility Co Ltd - Cuenta con más de 1.400 empresas - Apparel Park , Irungattukottai - Textile Processing Cuddalore Park, Se han planeado nuevos polígonos industriales en Madurai y Coimbatore - Tiene más de 200.000 informáticos profesionales trabajando. - El espectacular crecimiento de la industria de software se aprecia en la siguiente tabla: - Estudios llevados a cabo por la Universidad de Harvard, USA (Ponencias # 728, 729) y “Readiness for the Networked World: A Quiet Information Revolution in Tamil Nadu; han revelado que Tamil Nadu se ha situado para surgir como el principal Estado de la Informática en la India y para servir como puerta principal de la informática al sudeste asiático. - El “Watts Humphrey Software Quality Institute”, el único de su clase en la India se ha establecido en Chennai. - Se ha lanzado el Capítulo Chennai de The IndUS Entrepreneurs (TiE) que se encuentra en plena actividad. - Media Lab Asia– el laboratorio para la investigación, establecido en Chennai, es una iniciativa de colaboración entre el Ministerio de Comunicaciones e Informática del Gobierno de Año Exportación (en millones de Rupias) 1993-94 1994-95 1995-96 1996-97 1997-98 1998-99 1999-00 2000-01 2001-02 2002-03 2003-04 2004-05 2005-06 20 120 370 1.610 3.930 12.460 19.140 31.160 52.230 63.160 76.210 107.030 141.150 57 la India y el Instituto de Tecnología de Massachussets. Informática en Educación Para aumentar la alfabetización informática entre los alumnos se ha revisado el programa escolar y actualmente de las 1.197 escuelas 40.000 estudiantes se gradúan cada año con el nuevo programa de estudios. Tras el éxito del programa escolar, se ha lanzado otro programa de estudios de informática de un año de duración en todos los niveles académicos superiores del Estado, que incluyen 60 facultades de Artes y Ciencias, las 11 facultades de Medicina, la única facultad de Odontología y las cinco facultades de Derecho para la alfabetización de sus 30.000 estudiantes. Infraestructura informática En cada distrito de Tamil Nadu existe la banda ancha mediante cable de fibra óptica. Entre las bandas anchas más utilizadas figuran BPL Broadband, DishnetDSL, Bharti Telesonic, Reliance Infocomm Ltd., Estel Communications Pvt. Ltd. y Bharati Telenet Ltd. Con esto se quiere afirmar que existe el acceso a Internet aún en las zonas más remotas del Estado. 58 Desde luego, Tamil Nadu tiene la conectividad telefónica rural más alta del país con el 86% de sus aldeas cubiertas. Center for International Development, Harvard University and IIT Madras bajo el auspicio del Gobierno de Tamil Nadu. Software Technology Parks of India, Chennai ha instalado enlaces de datos internacionales en Madurai, Tiruchirappalli, Tirunelveli y NSIC /Guindy/Chennai. Ya está en plena operación la “TIDEL Park” de la Informática que ocupa más 300.000m. Se está implementando en el distrito de Madurai un proyecto piloto denominado “Acceso Sostenible en India Rural (SARI en inglés)” – para facilitar acceso a Internet en cada una de sus aldeas a través de “Wireless in Local Loop (WLL)”, tecnología desarrollada por el Grupo Telecom & Network en el Instituto Indio de Tecnología de Madras. Este proyecto cuenta con el apoyo de MIT Media Lab, Para trabajar como campus independiente, SIPCO ha establecido un parque en Siruseri en una extensión de 1000 acres. Además existen el Mahindra Industrial Park, un proyecto de colaboración con TIDCO, IL&FS y Mahindras, en la carretera nacional a 25 km desde el aeropuerto de Chennai. Así mismo DishnetDSL y Bharti Aquanet Limited han instalado el cable de fibra optica submarina desde Singapore hasta Chennai con una capacidad de 11 terabits por segundo para asegurar la disponibilidad de la banda internacional según demanda. SANIDAD: INFRAESTRUCTURA PÚBLICA Medicina Moderna Hospitales 315 Dispensarios 213 Otras Instituciones Médicas 29 Centros de Salud Primarios 1.417 Sub Centros de Sanidad 8.683 Camas en Hospitales 52.48 Médicos 10.52 Enfermeras 11.105 Enfermeras de Sanidad Comunitaria 384 Enfermeras de Sanidad Sectoriales 1.610 Enfermeras de Sanidad en Pueblos 10.367 Medicina Sistema Indio Hospitales 4 Dispensarios y Unidades Móviles 54 Hospitales distritales enlazadas con Facultades de Medicina 325 Centros de Salud Primaria 426 Camas en Hospitales 965 Médicos 1.078 Enfermeras 96 EDUCACIÓN Universidades 21 Colleges de Artes y Ciencias 444 Colleges para Educación Profesional Medicina (Gubernamental) Colleges de Medicina (M.B.B.S. / Cursos de Pos Grado) 13 Colleges Dental (B.D.S. / M.D.S.) 1 Enfermería (B.Sc., & P.G Diploma) 16 Colleges de Farmacia 3 Colleges de Fisioterapía (B.P.T) 2 Colleges de Terapía Ocupacional — Facultades de Medicina India Medicine (Siddha, Ayurveda, Unani, Homoeopatía & Naturopatía y Yoga) 5 Colleges de Ingeniería y Tenología 255 Colleges de Agricultura 11 Colleges de Veterinaria y Pesca 3 Colleges de Derecho 8 Colleges para Educación Especial 38 Escuelas para Educación General 51.807 Escuelas para Educación Profesional 59 Escuelas para Educación Especial 102 Institutos de Educación para Otras Profesiones 1.194 FESTIVALES Tamil Nadu es la tierra de muchos festivales que comienzan a partir de enero. Pongal es el primer festival que se celebra con gran entusiasmo. Es un festival de cosecha. En realidad, ‘Pongal’ es el nombre de un plato de arroz y lentejas en Tamil Nadu que se cocina sin falta durante este festival. Pongal se celebra el 14 de enero. De hecho, se celebran cuatro festivales en cuatro días consecutivos durante esa semana. Bhogi se celebra el 13 de enero, Pongal el 14, Maattu Pongal el 15 y Kannum Pongal y el Día de Thiruvalluvar el 16 de enero. Bhogi se celebra para deshacerrse de la maldad en la sociedad. La gente limpia sus casas y quema todo tipo de basura y desechos. Se pintan las casas de nuevo. Inclusive se les da un baño a los animales domésticos para luego ser adornados con todo tipo de colores vivos. Homoeopatía Hospitales Dispensarios Hospitales distritales vinculados con Facultades de Medicina Camas en Hospitales Médicos Enfermeras 1 5 39 50 67 4 59 económicos de la sociedad civilizada. Ésta tiene 70 capítulos. La tercera se centra en Kamam o Inbam (amor), los valores psíquicos de la vida. Ésta tiene 25 capítulos. Thirukkural fue escrito por Thiruvalluvar, que nació 30 años antes de Jesucristo. El calendario tamil se remonta a esa era y se denomina Thiruvalluvar Aandu. Los tamiles veneran a Thiruvalluvar como filósofo, experto en ciencias políticas, maestro de administración pública y artista que demostró un gran conocimiento del ser humano. Thirukkural ha sido traducido a 60 idiomas. Piensa y luego pon mano a la obra, Pensar después de comenzar traerá desgracia Thirukkural Seguramente ningún ensayo ni libro podrá abarcar todo lo que significa Tamil Nadu y su cultura. No obstante, los tamiles reservan esta distinción para el Thirukkural. sobre Aram (Virtud), el valor moral o ético de la vida humana. Tiene 38 capítulos. La segunda parte trata del Porul (Riqueza), los valores socio- Thirukkural es la obra maestra de la literatura tamil con la expresión más alta y pura del pensamiento humano. Está escrito en estrofas de dos versos que detallan diversos aspectos de la vida. Contiene 1.330 estrofas, agrupados en 133 capítulos de 10 estrofas cada uno. Thirukkural tiene tres partes principales. La primera versa 60 Chennai “SLEEPING TRAIN” DE JOSÉ RAMÓN HUIDOBRO Reseña de Redacción Sleeping Train es una mirada que se pierde paralela a las vías de un tren que atraviesa la India. Un viajero mudo opta por parapetarse tras el escudo de una cámara para ser invisible. Un papel se mancha de preguntas que no requieren respuesta. Se acumulan en topes de contención en trayecto de regreso. Dos libros, uno de fotografía y un poemario, que son el mismo porque los sentidos no se excluyen entre sí. haciendo tren y éste se convierte en agua, mercado o fachada. Las personas observan de frente y guardan silencio. Los pies de foto se ubican al final de la serie para no distraer la película de un viaje que transcurrió por Mumbai, Goa, Karnataka, Delhi, Uttar Pradesh, Orissa y Tamil Nadu. Por un lado emerge un recorrido fotográfico de noventa y dos instantáneas en color bajo la supervisión y edición gráfica de Jorge Moreiro, quien se hizo cargo de las 3000 fotografías que Huidobro trajo en el equipaje. De él es el prólogo en él dice sobre el autor: “Atacado por alguna patología poética, cada mañana se levanta hambriento de imágenes y las toma, las caza, las recolecta, a veces las roba, incluso las mendiga, según su estado de ánimo. Hasta que descubre que se relaciona con la gente a través de la fotografía”. La poesía de Sleeping Train brota al regreso de la India. “Despierto/en el mundo del cemento/Ayer el pájaro/me atrapó con sus garras/ y me destripó”. La desubicación le hace desenfocar las pupilas, levitar y volver a viajar. Así surge Poética de viaje el flash back poético a través de su diario de viaje. Algunos versos ya estaban escritos en él y los otros fluyeron naturalmente en muy corto espacio de tiempo. El tren es el protagonista de la lucha interna y las excusas del que no pertenece a un lugar. Se presiente la llegada del turista que agarra un taxi en Mumbai para desaparecer del mundo y sentir la plena libertad de avanzar sin destino fijo como un aprendiz de viajero. Las horas ralentizadas de ferrocarril pueden sintetizarse en apenas tres versos: La mujer india/presa del horizonte/ acaricia el sol. El bisturí hace que cada palabra sea la justa pues Huidobro no entiende lo que Después de miles de kilómetros a la velocidad de un vagón de segunda, el sueño se va 61 Ediciones) pero pasa el tiempo y el libro permanece inédito. Participa en la antología (no solo) palabras para la Paz de Ediciones Amargord. Ve la luz, en la misma editorial, Los amantes de Coriolis. Recorre en tren la India. Escribe, fotografía y trabaja intermitentemente. La línea recta espera su siguiente paso. pasa por sus ojos y no pretende resolver esa carencia. Esa es su forma de escribir o viajar. Sleeping Train es la tercera obra publicada de José Ramón Huidobro tras Africano (Ediciones Vitruvio, 2002) y Los amantes de Coriolis (Ediciones Amargord, 2004). José Ramón Huidobro nace en Madrid en 1966. Sigue la estela del zig-zag, tanto en su vida académica como laboral. Tiene la vocación de volar. Ingresa en una Academia Militar. Pierde el paso en la formación y rompe filas. Se matricula en Ciencias Físicas. Las fórmulas no le retienen. Empieza y termina la carrera de Periodismo. En el mundo ocurren acontecimientos y José Ramón descubre los viajes en solitario. Elige América como destino. Desarrolla trabajos diversos. Contacta por primera vez con África. Por dentro, empieza a cambiar. 62 Se deja atrapar por el peligro de la poesía. Durante tres años escribe. Viaja a Mozambique. Partidiario de la filosofía de Lester Burnham en American Beauty, se decanta por la mínima responsabilidad posible y ejerce de operario de pista en el aeropuerto de Barajas. El ruido y la frenética actividad entre aviones, que apenas tocan el suelo, le motivan a leer. Publica Africano en Ediciones Vitruvio. Se interesan por su obra El (Ellago hombre ausente SLEEPING TRAIN: RAÍLES CRUZADOS DE POESÍA Y FOTOGRAFÍA Texto y fotografía: José Ramón Huidobro Editor gráfico y prólogo: Jorge Moreiro Ediciones Amargord, Madrid 2007 Fotografía: 111 páginasPoesía: 66 páginas LIBROS EN ESPAÑOL SOBRE LA INDIA Novedades y Recomendaciones por la librería www.indicalibros.com Sarasvatam (Canto a Sarasvati + CD) Vihari, Joshi Rasik -Bodhi Rasik Vihari Joshi rinde homenaje a la diosa de la sabiduría, Sarasvati, con un libro de poesía, acompañado de un CD con los versos cantados. El dharma Besant, Annie - Teosófica El Dharma es la naturaleza interna, caracterizada en cada hombre por el grado de desenvolvimiento adquirido. En el hinduismo se trata de la ley universal de la naturaleza, ley que se encuentra en cada individuo lo mismo que en todo el Cosmos. El camino de la liberación. La mutación psicológica. Krishnamurti -Kairós Para Krishnamurti, la actitud contestataria de algunos grupos activistas que intentan “cambiar” la sociedad carece de sentido. El verdadero cambio tiene lugar en la psique misma. Eso es lo que en muchas tradiciones han llamado liberación. La terapia del yoga. Guía práctica de yoga y ayurveda. Mohan, A. G. e Indra - Oniro Una guía práctica de yoga y ayurveda. Las posturas y las prácticas respiratorias del yoga también pueden prescribirse para tratar determinados problemas de salud, combinadas a menudo con consejos dietéticos procedentes del ayurv da, la medicina tradicional india. Masaje indio de cabeza Bentley, Eilean – Gaia El masaje indio de cabeza es una terapia extraordinaria que te ayudará a sentirte revitalizado y capaz de afrontar las demandas físicas, mentales y emocionales propias de la ajetreada vida moderna. Ayuda a eliminar dolores de cabeza, el estrés, favorece la circulación sanguínea en la cabeza y en el rostro, y reduce la tensión en el cuello y en los hombros. Sleeping train Huidobro, José Ramón - Amargord Sleeping train es un mirada fotográfica y poética que se pierde paralela a las vías de un tren que atraviesa la India. Miles de kilómetros a la velocidad de un vagón de segunda por Mumbai, Goa, Karnataka, Delhi, Uttar Pradeh, Orissa y Tamil Nadu. La llamada de la India. (Regreso al Templo de Hielo) Calle, Ramiro – Palmyra Han pasado tres años desde que Augusto y Rubén regresaron de la India. Tras superar el duro aprendizaje en el Templo de Hielo, Rubén está entregado de lleno a su trabajo como psicoanalista. Augusto sigue siendo un rico anticuario, pero siente otra vez la llamada de Oriente y le propone a su amigo un nuevo viaje al país del Ganges. El camino del laberinto Danielou, Alain - Kairós El camino del laberinto es un libro de memorias indispensable para conocer a uno de los más grandes especialistas en las tradiciones de la India y uno de los máximos expertos en música india. Viene de página 2 63