Scherzo. Núm. 11
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Scherzo. Núm. 11
EDWIN FISCHER visto por ALFRED BRENDEL entrevistas CECILIA GASDIA RAYMOND LEPPARD SERGIU CELIBIDACHE: en busca de la verdad LAVOZDESUAMO Editü SCHERZO EDITORIAL, S. A. C/ Marqués de Mondejar, \l - S° C. 28028 - Madrid. Tino.: (91) 246 76 22 scht^zo Presidente Gerardo Queipo de Llano Director Antonio Moral Año: II n.° II - FEBRERO 1987 - 400 pts. Director Adjunto Arturo Reverter Redactor Jefe Enrique Martínez Miura Consejo de Dirección Javier Alfaya, Domingo del Campo Castel, Manuel García Franco, Agustin Muñoz Jiménez, Enrique Pérez Adrián Colaboran en este número R. Andrade Malde, Alfred Brendel, Cesar Calmell, Domingo del Campo, Xoan M. Carreíra, Niño Dentici, Rafael Donoso, Fernando Fraga, M. Garda Franco, M. Gómis Gavilán, Sabas de 1Hoces, José Iges, Daniel Jordán, M. Angeles de Juan, J. López Sabater, Ángel F. Mayo, J. F. Martin de Aguilera, S. Martin Bermúdez, E. Martínez Miura, A. Moral, W. A. Mozart, A. Muñoz, A. Orozco Buezo, E. Pérez Adrián, Luis Polanco, G. Queipo de Llano. Pepe Rey, A. Reverter, J. M Ruiz Conde, Los sobrinos del Capitán Grant, J. A. Tapia Granados, J. L. Téllez, Ebbe Traberg, Francisco J. Víllalba. Diseño de portada Salvador Alarco Foto de portada Agustín Muñoz Publicidad, Redacción y Administración Scherzo editorial, S. A. Marqués de Mondejar, 11 - 50 C 28028 Madrid Tfno.: 246 76 22 Imprime REYMASA Producción gráfica QEIMADA Montera, 34 - 6S I 28013 - Madrid. Tfno.: 232 74 52 Depósito legal M-41822-1985 ISSN-0213-4802 SCHERZO es una publicación de carácter phiral y no pertenece ni está adscriía a ningún orfanitmo publico ni privado. La dirección respeta la libertad de expresión de sus colaboradores Los textos firmados son de la exclusiva responsabilidad dt los firmantes, no siendo por tamo opinión oficial de la revista. SUMARIO OPINIÓN ACTUALIDAD: — Madrid: Entrevista con Raymond Leppard, A/.a Angeles de Juan, Gerardo Queipo de Llano — Barcelona: Temporada de! Liceu. Inauguración de Ibercámara 87 — Euskadi: Inauguración del Teatro Arriaga. Reestreno de Amaya — Internacional: Inauguración de la temporada de La Scala BOTÓN DE MUESTRA: El nuevo concierto de Año Nuevo, Arturo Reverter ENTREVISTA: Cecilia Gasdia: El estudio no es nada sin la intuición, Francisco José Villalba DANZA, Jesús López Sabaler MÚSICAS PRETÉRITAS: Algo se mueve, Pepe Rey .... DISCOS ESTUDIO D1SCOGRAFICO — El holandés errante de Woldemar Nelsson, Ángel F. Mayo — Don Giovanni de Karajan, Arturo Reverter LIBROS LA GUIA DE SCHERZO DOSIER: Sergiu Celibidache. En busca de la verdad — Celibidache un caso aparte, Arturo Reverter — Conversación con Celibidache, Antonio Moral — Celibidache en la memoria, Agustín Muñoz — Celibidache y los piratas, Enrique Pérez Adrián — Grabaciones, Enrique Pérez Adrián, Roberto Andrade . ALTA FIDELIDAD: Japón componentes 1986, Alfredo Orozco ANIVERSARIO: Edwin Fischer visto por Alfred Brendel HISTORIAS DE LA MÚSICA: Punctum contra punctum, Daniel Jordán CONCIERTO CONMEMORATIVO DE SCHERZO JAZZ: Episodios, Ebbe Traberg MÚSICA CONTEMPORÁNEA ESPAÑOLA Scherzo 4 8 17 20 22 24 26 30 32 35 44 45 46 49 52 55 61 63 65 67 70 75 76 78 80 3 OPINIÓN PAGAR Y EXIGIR N o es el esplendor lo que ha caracterizado hasta aquí la andadura de las dos orquestas oficiales de Madrid (de España, debería decirse si las cosas fueran de otra manera). Fuera, por supuesio, de las excepciones conocidas (la era Argenta con la ONE, por ejemplo). Siempre o casi siempre (lo que no es sólo patrimonio de nuestro país; sucede, eso si, que en los demás parecen hacerse las cosas de forma más inteligente) ha existido el problema, cada vez más difícil de resolver, del titular, del hombre (o mujer) que ha de velar por la integridad artística y musical del conjunto, que ha de racionalizar su actividad, que ha de preocuparse de su puesta a punto, de trabajarlo, de pulirlo, cuidarlo y mejorarlo: que ha de conocerlo en su todo y en sus partes (para lo que parece imprescindible la relación humana, amistosa incluso, sin que ello signifique perder autoridad y ascendencia profesional, con los instrumentistas). ¿Existen mirlos blancos de estas características? Sin duda; pero escasean en estos tiempos en los que los intereses comerciales, el mercantilismo más desaforado y la avaricia se adueñan de cualquiera de las actividades humanas, las artísticas (¡Ay!) también. Los músicos —que durante muchos decenios han tenido razón en este país— no iban a ser menos y, como tales, los directores^ los del palito, están los primeros. ¡Y qué manera de pedir! ¡Qué voracidad! Son escandalosas las exigencias de algunos, mareantes-las cantidades -* que en determinados casos perciben. Repasemos por un instante lo que ahora mismo se produce en torno a las más conspicuas, agrupaciones sinfónicas del país, resultado de ..unos planteamientos no por rutinariamente aceptados menos injustificados y aun injustos: ,• - ¡;,, Tenemos, pocieje¡mplo, el cas¿3 de la RTVE. Su titular, se enaüeníra en trance de firmar la renovación flefsu contrajo. Para ello, Gómez Martínez pide' una sustanciosa subida de los emolumentos 'que ha venido percibiendo en las tres temporadas que ha ejercitado su empleo; alrededor del cuarenta por ciento: de 500.000 pts. (quinientas mil) a 700.000 pts. (setecientas mil). El último año — y son datos de dominio público— el granadino se ha embolsado, solamente por su actividad con la RTV, la bonita cantidad de 15.757.070 (casi dieciséis millones), viajes aparte. A lo que hay que unir los ocho que cobra por su cómoda labor como asesor musical en el Teatro Lírico Nacional La Zarzuela y alguna que otra prebenda consecuencia del lícito ejercicio de su profesión aquí y en el extranjero. Francamente, nos parece excesivo que por su trabajo con la orquesta estatal pueda asignársele, por supuesto. del erario público, al joven y entusiasta maestro andaluz, una tan astronómica suma. Máxime cuando los resultados artísticos no son Se he n o precisamente de primer orden a pesar de que la . orquesta actúa ahora más conjuntada, más segura, más firme. Está, sin duda, mejor ensayada y dispuesta. Pero no son la sensibilidad ni el modo directorial de Gómez Martínez, un tanto mecánico, los más adecuados para dotar al grupo de un entusiasmo, una personalidad definidos. Ni su forma de trabajar, poco atenta a la evolución de los estilos, ni su tratamiento del sonido los idóneos para crear orquesta, corregir vicios, pulir timbres. Ni. en fin, puede calificarse de modélica su línea de programación, con ideas no especial" mente brillantes, como la del último troceado y no muy afortunado Trisian e Isolda, que no llegó a justificar el costo previsto de 16.000.000 (dieciséis millones) de pts. Podría ser por todo ello escandaloso que los responsables del coro y de la orquesta del ente RTVE aceptaran esa solicitada alza. ¿Saben ellos que por un número de conciertos similar, unos treinta, nada menos que todo un Bernard Haitink percibía hace dos años por su labor con una orquesta como la del Concertgebouw (que si es una de las mejores de Europa desde hace decenios) 14 millones de pesetas al cambio? Por su parte, López Cobospide 500.000 por concierto, en lugar de las 300.000 (trescientas mil) que venía cobrando actualmente, con una dedicación a la Orquesta Nacional de diez semanas anuales, lo que es, a tpdasiuces, insuficiente dado su actual nivel técnico, que no es precisamente como para echar las campanas al vuelo. No obstante, suponemos, que ser;á difícil retener más tiempo al maestro zamprano en nuestro país al tener que compatibilizar Sus otros cargos en Berlín y Cincinnati, lo cual supone un problema serio. Pero ¿adonde vamos en esta nuestra España de las autonomías, capaz de pagar esos sueldazos, bastante más crecidos que los que se pagan por ahí a directores normalitos o, incluso, a figuras de cierta talla? Todo es posible. Hasta que en la pesetera Cataluña se haya contratado a un director tan gris, tan oscuro como Franz Paul Decker, un practicón, para titular de la Ciudad de Barcelona, por una tuerte suma de amero, que no nos ha sido posible confirmar, pero en cualquier caso una cantidad el triple superior a la que percibió por unos conciertos en junio pasado con la Orquesta de Groningén en Holanda. Paguemos, si. paguemos si hay dinero para ello; pero paguemos cuando esté justificad o,que el dinero es de todos. Administrémoslo mejor. Calibremos, sopesemos y exijamos el máximo cuando los sueldos son astrales. En un tema que SCHERZO no quiere abandonar aquí, con este simple apunte, y que retomará, con más datos e información de primera mano, en próximas fechas. Estén atentos. OPINIÓN REVISTA DE PRENSA PERO ¿ES QUE HAY CONSERVATORIO? _ DNA BROMA M U S I C A L _ ¡Si señores! el concierto-aniversario de SCHERZO fue iodo un éxito. Entre bambalinas y vestido con traje de la época presencié el acontecimiento; no faltó nadie. Sólo sentí una cierta sensación de abandono al comprobar que no se programó ni una sola nota mía. Consolóme con la estilizada figura de Cristina Bruno, que no sé por qué se empeñó en tocar al viejo Bach, olvidando a un salzburgués de pro como yo. Empieza el año nuevo: mis primeras navidades en España me han reportado algunas insatisfacciones y sinsabores. La gente enloquece más de lo habitual y no tenia yo idea de que el mal gusto pudiera llegar a cotas tan inenarrables como la de los espectáculos musicales programados para estas fiestas. La noche de fin de año alcanzó caracteres increíbles en la televisión... la radio, especialmente Radio-2 ha decidido bajar el listón... (confieso que he tenido que consultar el diccionario). Ya me he enterado que bajar el listón, traducido libremente quiere decir: hilo musical. Han caido los cap os de las dos orquestas madrileñas y sus sustitutos se enfrentan con unas tareas nada desdeñables por no decir imposibles. Suerte a ambos, especialmente a quien hasta ayer fue consejero áulico de esta entrañable publicación. Karajan, mi estimado compatriota, envejece a ritmo de vals, lo que no es malo, aunque su utilización como fondo musical de los éxitos de la selección española de fútbol en TV, han vuelto a rizar el rizo de lo cursi e intolerable. Finalmente, en un ritual de brujería, y a manos de su propio hijo, muere un catedrático de violin, Mein Gottü! Pero, ¿quién teme al lobo feroz? Feliz año nuevo a todos. Prosit Neues Jahre. W. A. M. El diputado socialista Fernando Martínez, se ha dirigido al Conselleiro Vázquez Poríomeñe para que le conteste por escrito a dos pregunias muy concretas; ¿De quien es el Conservatorio? y "¿Desde cuand o es de ese qu ién?". De la respuesta del Gobierno se espera luz sobre el escabroso tema del Conservatorio. Mientras tanto, su director, Rogelio Groba, persiste en practicar el engaño, la simulación Je personalidad y ronda demasiado de tena la estafa. El día 26 de febrero el Parlamento votó que el Conservatorio es un Centro Privado No Oficial, pero Groba desprecia la soberanía del Parlamento y ha convocado matrícula libre para los exámenes de junio. El Conservatorio carece de habilitación docente —ver "Diario de Sesións do parlamento de Galicia" n.® 102—, pero Groba insiste en tentar la suerte y ver silos confiados alumnos no se enteran y se matriculan para unos exámenes sin validez alguna. X. M. Carreira FARO DE VICO A Coruña. I de mayo de 1985. DESESTIMADA LA QUERELLA CONTRA FARO DE VIGO La Audiencia Provincial de Pontevedra ratificó la desestimación, en auto dictado el pasado 11 de diciembre, déla querella interpuesta por el director del Conservatorio de A Coruña, Rogelio Groba, contra el colaborador de FARO DE VIGO, Xuan Manuel Carreira, por un artículo titulado "Pero, ¿es que hay conservatorio?" Publicado el 1 de mayo de 1985 por este diario. Según el Auto de la Audiencia, el contenido de! referido artículo periodístico no "reviste caracteres de infracción penal", por lo tjue carece de fundamento la calificación de "injurias y calumnias" que el demandante había utilizado como argumento judicial. En el citado artículo, Xuan Manuel Carreira comentaba la sucesión de condenas dictadas contra el Conservatorio de A Coruña por la Magistratura de Trabajo, sanciones por fraude a la Segundad Social y sanciones por fraude fiscal y añadía: "y aún no ha terminado la lista de las condenas, sanciones, expedientes..." Faro de Vigo A Coruña. 27 diciembre I9S6 CATALOGO DE DESPISTES Es sorprendente leer la crítica de un espectáculo, concretamente un concierto, en la que se alaba la labor de unos cantantes que no han actuado. El caso más reciente se refleja en EL PAÍS, página 32, sección de Espectáculos, del pasado 7 de diciembre, donde Enrique Franco firmaba en el apartado de Música clásica e informaba del concierto "de la Sinfónica de Radiotelevisión Española, con su director, Miguel Ángel Gómez Martínez, que ofrece durante tres semanas la ópera 7>útán e Isolda, de Richard Wagner, en versión concierto". Al enjuiciar la profesionalidad de los intérpretes, en la crítica se leía textualmente: "El bajo Erich Knodt hizo un buen rey Marke; Imre Remenyi, tenor, cantó Melol, y el joven marinero José Granados, en el timonel, no anduvo a la zaga™. Ni Erich Knodt ni José Granados estuvieron ese día en el escenario del tealro Real de Madrid. Numerosos lectores se han quejado de este error informativo; entre ellos, Micheline Echeverría Barriere, que comenia: "Ruego a un crítico del nombre de don Enrique Franco que tenga un poco más de seriedad y no dé su opinión sobre actuaciones que todavía no han tenido lugar". José Miguel Rodríguez Tapia comienza extrañándose de que en la ficha de la crítica se diga que la representación fue el día 3, cuando en realidad tuvo lugar los días 4 y 5 no entiende cómo se puede criticar algo que no existió, y termina preguntando: "¿Qué credenciales hacen falta para ser crítico musical de EL PAÍS?". El lamento más concreto es el del propio director titular de la Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE, Miguel Ángel Gómez Martínez. El fue el responsable del primer acto de Tristón e Isolda, de Richard Wagner, y nos escribe en carta fechada el día 8: "A la vista de la crítica de don Enrique Franco sobre el concierto de la Orquesta Sinfónica de RTVE en el que se interpretó el acto primero de la ópera Tristón e /sóida, de Wagner. aparecida el domingo 7 en el periódico, debo informar a los lectores del diario y al mismo señor Franco que es imposible que Erich Knodt como rey Marke y José Granados como timonel se hicieran acreedores a los elogios del crítico, puesto que el primero no actuará hasta la escena última del segundo acto (es decir, el próximo jueves, día 11), y el segundo, en la escena tercera del tercer acto (es decir, el jueves día 18), Por tanto, queda claro que ninguno de los dos cantantes actuó en el concierto al que se refiere la crítica". Hemos requerido a Enrique Franco para saber cuál fue el motivo de este fallo, y su respuesta no se hizo esperar: "Siempre hay personas atenías al fallo de una trompa o el semi gallo de un Scherzo OPINIÓN cantante cuando una sal i vi lia se cruza en su camino, cosas, por cierto, que nota el más ignaro. También en el periodismo existen esos fallos, y yo lo cometo al citar a Marke y al timonel con motivo del primer acto de Tristón e Isolda en la versión por entregas que nos ofrece, jueves a jueves, la orquesta de Radiotelevisión. Bien es verdad que estoy seguro de que tanto Knodi como Granados harán tan bien como anticipé sus papeles, pero lo cierto es que en el primer acto no aparecen. Quien conozca el periodismo y lo que supone —como es el caso— dictar una crónica por teléfono y reducirla sobre la marcha, no se asombrará del errar, más fácil de producirse en músicas tan familiares como Tristón e Isolda que ante un estreno. Del mismo modo, a los confeccionadores del programa se les ha escapado del reparto un pastor, ¡Pequeneces! La verdad es que el mérito o el de mérito de la versión no se modifica por un gazapito más o menos, aunque abunden los amantes de la taza menor, incluidos los que, por inadvertencia, mueren aplastados por un elefante escapado de algún zoo". No es la primera vez que Enrique Franco incurre en un lapso semejante. Desde que EL PAÍS creó la figura del defensor de los lectores hemos archivado otros errores en los que Franco ha incurrido. El 14 de octubre de 1985, al mencionar la actuación en Madrid de la Sinfónica de Bamberg, el critico de EL PAÍS afirmaba: "Rowicki inició su programa con la Sinfonía Linz, una forma de homenaje a la ciudad de Bruckner y, también, una perspectiva histórica. El éxito en ambos casos fue espectacular". Fue entonces también el joven melómano José Miguel Rodríguez Tapia quien avisó al periódico: "El señor Franco enjuicia un concierto que nunca existió. La Orquesta de Bamberg ejecutó en la primera parte la Sinfonía 35, Haffner, de Mozart, y no la Sinfonía Linz". Los profesores alemanes cambiaron el programa y este cambio no se comunicó al público". Enrique Franco dio por bueno el programa inicial y Rodríguez Tapia se quejaba: "Yo no me creo que el señor Franco no distinga entre una y otra sinfonía. Todos sabemos que es una autoridad en la materia. Por tanto, le recomiendo, para evitar que los lectores nos desconcertemos, que no haga caso del programa, que a veces es alterado sin aviso y sin nota escrita adjunta". Esta equivocación fue resuelta en una fe de errores (ver EL PAÍS del 30 de octubre de 1985). Y posteriormente Rodríguez Tapia nos recordaba que en el festival de Granada pasado un concierto de Chopin se confundió con otro del mismo. Más recientemente, el 25 de septiembre pasado, al reseñar el Reauiem alemán, de Brahms, con el que la orquesta y coro de la Radio de Berlín Este abría el apartado musical del Festival de Otoño de Madrid, en su crónica, el crítico señalaba "la indudaSeherío ble calidad"del barítono Jiirgen Kurth. Una calidad dudable, puesto que había sido sustituido por Andreas Scheibner. En este caso, la organización anunció el cambio a lo espectadores que fueron hasta el teatro Real de Madrid. El critico de EL PAÍS no se enteró. En los talleres del periódico, un musicómano que había asistido al concierto detectó la errata y la crónica se publicó con los nombres correctos. Ismael López Muñoz El Paü. 14 de diciembre de 1986 CARTAS Sr. director 1.Aprovecho esta carta para felicitarle sinceramente las pascuas y desearle para 1987 que mejoren, que los defectos se corrijan y que las impertinencias hacia el lector o el hipotético lector se eliminen de su revista, lo que redundaría en beneficio propio y ajeno. 2.¿Quién es el pseudoaficionado al que se refiere don Gerardo Queipo de Llano en la página 37, de diciembre de 1986? ¿Existe también la correlativa figura del pseudocritico'.' ¿Sería posible aclarar dicho extremo? ¿Se trata de la misma especie? 3. En la página 42 del mismo nB 10, de diciembre de 1986, existen varios errores o afirmaciones inexactas que me parece oportuno aclarar. A saber: a) "Desde el afio 1979 no hemos escuchado una sinfonía del susodicho Nielsen". (Se refiere,según MNM.alas estadísticas del Teatro Real de Madrid.) Me temo que el 24. 25, 26 de febrero de 1984, la ONE, dirigida por Galduf, interpretó la Quintada Nielsen, (ver programas). b) El director Neeme Jarvi más que escandinavo, me parece que es estoniano. Claro que, si lo miramos de cierta manera, de Irún hacia el Norte, todos escandinavos. c) Me temo asimismo que la Segunda Sinfonía de Nielsen, en la grabación comentada, es interpretada por la Orquesta Filarmónica de New York, que no por la Orquesta Real Danesa, según precisa (?) MNM en paréntesis informativo. Conste, sin embargo, micoincidencia con MNM en lamentar la ausencia del buen Nielsen de nuestros teatros. 4. En la discografia de Cario M." Giulini, eincluida en la pág. 33 del mismo n 10, debidamente anotada por E.P.A., persona de la que sé que lleva al menos diez afios.vertiendo adjetivos despectivos o descalificativos —como estandarte de "prestigio"— en distintas revistas musicales, pero no consta nada más, he echado en falta por lo menos cuatro discos de la firma ENN, que adquirí en España en distintos momentos —o sea, que no deben ser muy raros— aparte de varias grabaciones piratas comercializadas y bien difundidas, aunque la omisión de éstas sea defendible por razones obvias si se hubieran omitido todas. Euryanthe de Weber, entre otros títulos, italianos especialmente, son buena muestra de la omisión. Se lo comunico por si es de interés para algún lector: ROSSINL La italiana en Arge¡(2 Lp) Orquesta de la Scala. BEETHOVEN. Concierto }S piano. (Solista Hans Richter-Haaser) MOZART. Conciertos 9, 21. (Solista, Weissemberg) TCHA1KOWSKY. Sinfonía2"Pequeña Ruiia", Francesca de Rimini. Además se ha omitido al Sr. Ravel, al lado del Sr. Mussorgsky, al mencionar el disco Cuadros para una exposición. 5. En fin, es lamentable que gente que cobra por criticar o documentar al pseudoaficionado o al pseudolector, sea despectiva y arrogante con la chusma ignorante, afirme categóricamente cosas falsas o no se moleste en comprobar sus afirmaciones, seguros, eso sí, de tener autoridad para descalificar a intérpretes, lectores o viandantes. Es necesario y urgente que mejoren sus modales profesionales o que desaparezcan del mercado, si son capaces de cambiar, para que los aficionados españoles nos atrevamos a opinar de música sin temoral veredictodel Sanedrín o de algún pope: pseudoaficionado, ignorante. Bueno, majetes, que sigáis bien. (Nada digo de publicar esta carta, sería impensable tal ejercicio de autopseudocrítica.) Feliz 1987, a pesar suyo. José Miguel Rodríguez Tapia Madrid Pseudoaficionado que prefiere a Kubelik antes que Karajan. pero pseudoaficionado hasta la muerte. e/Huertas, S7 - Tel.: 429 29 47 Tiidos los días Música Clásica en directo De lunes a jueves y a las 23,30: CTCLOS DE MÚSICA CLASICA, dedicados a un amor, a un estilo o a un período de la Historia de la Música. Viernes, sábados y domingos, dos acluaciones: a las 20.30 y las 23.30. ACTUALIDAD RTVE-GOMEZ MARTÍNEZ: DE WAGNER A MAHLER Entre diciembre de 1986 y enero de 1987 los profesores de la orquesta de la Radiotelevisión Española han tenido que dar, juntas, más notas que en muchos meses de actividad. En el último mes del pasado año han debido enfrentarse nada menos que con Tristón e Isolda de Wagner; en el primero de éste, apechugar con la complicada Sinfonía n° 5 de Mahler. Claro que su titular, Miguel Ángel Gómez Martínez., feliz: cuantas más notas y más apretadas, mejor. Llevar la ópera a] concierto siempre es peligroso por el desgajamiento que se produce entre los factores dramáticos, inherentes al género, ausentes en una sala como la del Real de hoy, y los puramente musicales. Hay también un problema casi insoluble: la pérdida de entidad y presencia de las voces solistas, que pueden quedar sepultadas en el magma orquestal. V este problema no se resolvió en la versión escuchada a lo largo de tres semanas en tres conciertos consecutivos (secuencia temporal lógica teniendo en cuenta la duración de la obra, pero contraria a la continuidad dramática y a la fluidez de la acción). Gómez Martínez, quizá menos seguro que otras veces mostró, con la partitura en el atril, una relativa asunción de ella y no demasiada convicción respecto a lo que se ventila en la tragedia amorosa tan magistralmente pintada por Wagner. Todo resultó frío, los timbres no aparecieron articulados sino ordenados. La magia, la delectación sonora, la evanescencia del dúo de amor del segundo acto brillaron por su ausencia. La orquesta no estuvo afinada a lo largo de muchos pasajes, particularmente los finales, y la sonoridad, poco refinada, quedó en general destemplada y gruesa. En cuanto a los cantantes, nada especia|mente resalta ble a no ser la prestación emocionada, honda, patética de Erich Knodt, un bajo-bajo de verdad, de voz ancha, profunda y extensa, aunque no demasiado rica timbricamente, que hizo un Marke perfectamente creíble. Toni Kraemer fue un Tristán de instru- Miguel Ángel Gómez Martínez mentó Lírico ancho,escasa técnica, irregular cuadratura, poca expresividad y palpables limitaciones para abordar un papel como éste. Estimable, homogénea, de agradable color (un poco gutural) yextensión justa la voz de Ingrid Haubold, que compuso una Isolda pálida aunque correcta. Mejor por expresión e intensidad Hartmut Welker.de notable volumen baritonal, si bien feo timbre, rudos acentos y basta emisión. Su Kurwenal tuvo, al menos, calor. Destemplada, gritona, con enorme caudal sonoro, la Branganía de Linda Finnie. Tampoco hubo lo que se dice mucha temperatura en la versión que el mismo director y orquesta realizaron, los días 15 y 16 de enero, de la Quinta de Mahler. No es el compositor bohemio, tan proteico, tan fronterizo, tan sugerente y tan rico de significados, el que más puede identificarse con los modos directoriales del granadino, cuyo pensamiento musical se halla lejos de poder calar en las simas, meandros, fuegos interiores y alusiones localistas contenidos en la obra. Todo un mundo —ese que se sitúa precisamente detrás de las notas contenidas en el pentagrama— que en esta oportunidad no afloró más que en contados instantes y que tampoco pudo estar presente en el expresivo Adagietto, falto de carne, de dominio de las gradaciones, del exigido rubato. Todo ello sin discutir que la orquesta luchó bravamente con las innúmeras dificultades que, ya desde la mera lectura, alberga la extensa composición y que el director puso en evidencia sus consabidos e indiscutibles oficio, memoria y seguridad métrica. SONATAS Y PARTITAS DE BACH cumbre de la literatura para violín solo. Será su intérprete el joven violinista yugoslavo Misha Pogacnik, uno de los grandes valores de su generación, aunque todavía no lo suficientemente conocido por su actitud en contra de grabar discos. Los conciertos estarán organizados por 1DR1ART (Instituto para el desarrollo de las relaciones interculturales por medio de las artes), que el propio Pogacnik fundara en Ginebra en 1983. IDRIART ha promocionado hasta la fecha la celebración de festivales y semanas musicales en Austria, Brasil, Estados Unidos, Francia, Hungría, México, Nueva Zelanda, Noruega y Yugoslavia. Los dos conciertos con las obras para violin de Bach serán la primera actividad que 1DRIART desarrolle en España. Los días 6 y 7 de lebrero podrán escucharse en el Ateneo de Madrid estas seis piezas que constituyen la A. R. Scherzo ACTUALIDAD RAYMOND LEPPARD: del barroco al romántico U NO de los conciertos más esperados dentro de la serie de la Orquesta Nacional en el presente curso ha sido el protagonizado por el director Raymond Leppard. Próximo ya a los 60 años, increíblemente joven y vivaz, nos recibe en la sala de directores del Teatro Rea!, con la cordialidad propia de un gentleman inglés y en compañía de la violinista Isabel van K.eulen, con la que interpretaría el Con- vierto para violin de Bruch. Así, la entrevista se celebra a la limón con ambos, y ante alguna de nuestras preguntas Leppard invitó a la Keulen a que expresara sus opiniones. Ambos acaban de finalizar el último ensayo previo al concierto. Sobre la mesa, la partitura de Bruch, la batuta de Leppard y un ejemplar de SCHERZO, son testigos mudos de la conversación. SCHERZO.—¿Es ésta su primera actuación al frente de la Orquesta Nacional de España? LEPPARD.—Sí, aunque he actuado otras veces en España, con la English Chamber Orchestra y Sheila AmsIrong, Teresa Berganza, e t c . la verdad es que nunca había dirigido una orquesta española, de modo que sí, es mi primera actuación con la Orquesta Nacional, y también con Vd. (dirigiéndose a Isabel van Keulen). SCH.— Hablemos de los comienzos de sus respectivas carreras como artistas, Vd. como elavecinista y director de orquesta de cámara y vd. como solista de violin. L.—Bueno, la verdad es que no lo recuerdo... ¿Cómo empieza todo el mundo en la música? Simplemente comenzando: no lo cambiaría, pero lo cierto es que no podría decir cómo empecé. (Dirigiéndose a Van Keulen) ¿Cómo empezó vd.? V. K.—No lo sé... (risas)... simplemente empezando a tocar el violin. L. Pienso que es algo que no se puede evitar, éstoes lo más importante. V, K.—Sí, efectivamente. L.—Mi familia no era ni siquiera musical. Mi padre era ingeniero, tengo un hermano científico y nadie en la familia sabía música. Pero cuando era muy pequeño le pedí a mi padre que me enseñara las ñolas en el piano, y entonces sentí que nadie podía pararme. Supongo que lo mismo le habría ocurrido a vd. V. K.—Mi padre era pintor, mi hermana tocaba la flauta; sin embargo, desde un principio insistí en aprender violin, a pesar de que mi familia deseaba que estudiase con mi hermana... L.—... Y seguro que sus padres no le compraban el viotín. Schtrzo Raymond Leppard SCH.—^Cómofue su transición, Sr. Leppard. del clave a la dirección orquestal? SCH.— Uno de sus mayores méritos ha sido el de interpretar la música barroca de un modo distinto al tradicional, logrando un sonido y una riqueza rítmica sin precedentes, huyendo de las visiones que podríamos denominar románticas. ¿Cómo nació en vd., la idea de acercarse así al mundo barroco? L — Bueno, nunca me dediqué al clave como solista, di conciertos, sí pero formando parte de una orquesta de cámara, y hoy en día me sentiría incapaz de tocarlo puesto que no lo practico. Esto pertenece a un pasado algo lejano, hace ya diez años que dejé de tocar. L— Pienso que ello era consecuencia directa del ambiente musical de la Inglaterra de mi infancia, sobre todo de las ideas que surgieron en Cambridge. Si lo recuerdan, hubo un gran auge de esta música e incluso de la de épocas anteriores. En todas partes, incluso en pequeñas localidades comenzó a estu- V. K.—Exactamente, lo pedia una y otra vez y tuve que esperar tres años hasta conseguirlo, de los tres a los seis años, y a esta edad, por fin, pude comenzar. ACTUALIDAD díarse el clave, especialmente tras la llegada de la familia Domeisch. una importante familia alemana dedicada a. la fabricación de. este instrumento. Tenía diez u once años cuando me encontré por primera vez ante un clave; yo vivía entonces en Balh, al oeste de Inglaterra, y tenia unos amigos en el campo que poseían el clave más bello que nunca he visto, un instrumento absolutamente maravilloso del que no podia apartarme... Me quedé todo el fin de semana tocando de la mañana a la noche... Era un ambiente ideal para la música antigua el que se respiraba en la Inglaterra de aquellos días, que coincidió con mi niñez y continuó en mi juventud, durante mis estudios en Cambridge. SCH.—¿Conoció vd. a row.' es el que uno considera así, que no hay un modo absoluto de interpretar músiL.—Sí, fue un buen alumno mió (risas). SCH— ¿Qué otros alumnos famosos ha tenido'.' L.- Andrew Davis fue alumno mío en Cambridge y muchos .más... no recuerdo ahora. DavidMun- L.—Sí, conocí a David muy bien; no formó parte de la orquesta porque tenia su grupo propio, The Early Music Consort of London, pero siempre que necesité un flauta, por supuesto le llamé a él. Era un muchacho magnifico al que echamos mucho de menos. (Volviéndose a la Van Keulen) ¿Lo conoció Vd.? Desgraciadamente se suicidó y nadie sabe por qué. Fue un suceso triste y extraño... una gran pérdida para el mundo musical. SCH.—Cuando vd. comenzó a dirigir no era frecuente la interpretación con instrumentos originales: de hecho vd. siempre ha utilizado los modernos. ¿Cuál es su opinión sobre la interpretación de música barroca, preclásica y clásica con instrumentos de la época o sus copias'1 L.—Pienso que está bien, no me molesta, salvo cuando todo el mundo se empeña en decirme que es la única forma de hacer música. Estoy muy a favor de ella; pienso que es maravilloso que la gente dedique toda su vida a tocar, por ejemplo, el violin barroco y les ayudaré con todos los medios que pueda. Además se puede aprender mucho de la articulación de ese arco particular. Yo mismo practiqué con uno de ellos, y es muy interesante... ¿Ha interpretado vd. alguna vez con uno? V. K—En efecto, y se aprenden muchas cosas respecto a articulación y fraseo. L.—Insisto, pues, en queestoyabsolutamente a favor de este tipo de interpretación, y sólo me enfado cuando se me intenta convencer de que es la única vía de acercarse a la música barroca o preclásica, y mucho más aún a la de la época clasica. SCH.—Esta primavera, tuvimos ocasión de conversar con Christopher Hogwood y nos dijo exactamente lo mismo que nos está comentando vd. ahora; es decir, que el camino correcto Ú SCH—.¿Piensa vd. que la proliferación y florecimiento de conjuntos de cámara dedicados a la música barroca, sobre todo en Gran Bretaña, puede condicionar a oirás orquestas, sobre todo la English Chamber Orchestray la Academy of Si. Martin-in-the-Fields a elegir un repertorio diferente? L.—No, no; no se trata de un cambio de repertorio; influye solamente en la forma de interpretación musical, pero de igual forma, pienso que el modo en que la Englísh Chamber Ore h es ira interpreta a Bach puede también tener cierta influencia sobre otras orquestas. Se trata de una interacción entre todas ellas. Si interpreto un concierto, como por ejemplo hoy el de Bruch, es hoy una obra distinta, nueva, esto es lo maravilloso, debido a la interacción que se da en ese mismo instante, y asi la obra de Bruch surge fresca, como por primera vez porque hay en ese momento unos seres en conjunción y hace que eso nazca asi. V. K.—Siempre se ha de buscar una forma nueva de aproximación a la obra, es decir no interpretarla como todo el mundo, uno tiene que encontrar su modo original propio... L.—Efectivamente, lo que es verdadero para uno mismo, recreando la obra... V. K.—... presentando todo loque te sugiere la música en ese instante. Por supuesto no se puede olvidar la línea maestra marcada por el autor, lo que quiso decir y expresar a través de la partitura; esto es la recreación... L— Sí, es una cuestión de vitalidad... En cualquier buena partitura siempre hay vida, y uno tiene que encontrarla cada vez que se enfrenta a ella; de ahí, que yo no haga una obra sin haberla preparado previamente. Nunca lo haría, fuera lo que fuere. SCH.—¿Por qué se inclina más. por la música instrumental, la ópera, el oratorio...? L.—Por lodo lo que sea buena músiSCH.—¿Por qué eligió es te programa que interpreta en el Teatro Real? L.—Supe de antemano que iba a interpretar con Isabel Van Keulen, y fue ella quien eligió el Concierto de violin de Bruch. Con respecto a la Sinfonía de Beethoven, les diré que estoy volviendo, a esle autor, en concreto las sinfonías, las estoy repescando en esle momento, estando especialmente concentrado en estos días en la Cuarta: así que es muy interesante comprobar cómo salía. En cuanto a Rameau, la razón es que es un músico que se interpreta muy poco por aquí. injustamente, con las grandes orquesta no se suelen escuchar partituras de esta época. SCH.—La verdad es que Rameu es casi un desconocido para nuestras orquestas..., no es muy corriente oír aquí a Rameu... L.—Si. de hecho le ha resultado algo extraño a la Orquesta Nacional... pero están trabajando mucho y muy bien, ponen un gran interés, pero les resulta Scherío ACTUALIDAD SCH.—¿Cuántos ensayos han tenido? L.—No, no me voy a dedicar a la docencia, pero sí a escribir. Acabo de terminar un libro que precisamente trata de la autenticidad, del problema del que hablábamos antes; creo que lo titularé La verdadera autenticidad, y en él trato de la cuestión de los instrumentos originales, estilo auténtico, etc.. en una palabra, lo que es verdaderamente autenticidad. Pero no les voy a contar lo que dice el libro... (risas). L.—Cuatro y el ensayo general... En América se tienen tres y el general... SCH.—(A Van Keulen) ¿ Y sus planes futuros? V K.—En mi país, Holanda, se tienen siete u ocho. V. K.—Todavía estoy estudiando mucho; seguiré ires años más en Salzburgo, voy a i r a Japón a realizar una gira, daré algunos conciertos en Europa, y como ya he dicho, en América. difícil porque no están acostumbrados a esta música. SCH.—¿Cuál es su opinión sobre ¡a orquesta Nacional de España? L.—Están esforzándose de verdad, por ello estoy muy contento. SCH.—Hablemos de sus grabacio~ nes más recientes, de sus planes para el futuro. L.—Me voy a hacer cargo de una orquesta americana, la de Indianápolis. con la que voy a comenzar en octubre de 1987. Tengo pendientes varias actuaciones como director invitado con la Orquesta Sinfónica de San Louis, un magnífico conjunto... V. K.—Yo iré a Detroit. L.—Me encanta América. Creo que la razón radica en que allí todo es posible. Es muy difereme a Europa; por ejemplo, en Inglaterra cualquier concierto está subvencionado por el Gobierno, no existe una ayuda privada, y aunque la música es muy buena, siempre hay problemas, restricciones, etc.. En América, por el contrario, siempre hay dinero privado, y se siente uno libre para invitar a ciertos directores, a determinados solistas, e t c . y hacer realmente lo que uno quiere... Nunca te niegan el dinero. SCH.—¿Tiene vd. previsto impartir algunos cursos? SCH.—Sr. Leppard, aun cuando ahora sus pasos se dirigen por ¡a senda de un repertorio mas amplia, que llega incluso mas allá del romanticismo, ¿piensa que queda todavía algún músico barroco por descubrir? L.—Posiblemente Rameu, que todavía no es bien conocido, y fue, sin duda, un gran maestro, uno de los grandes; su música es de una gran calidad, incluso a veces me recuerda a Berilo? por sus excentricidades; por ejemplo, para su época la Sinfonía de la guerra era una cosa loca... SCH.—Su gusto por Ramean viene de lejos; recordamos una de sus primeras grabaciones para L'Oiseau-Lyre. que contenia fragmentos orquestales de Le temple de la Gloire .v piezas de Grétry... era un magnífico disco... L.—¡Oh sí! de eso hace ya veinticinco años: grabé cinco discos para ellos. De izda. a dcha.: M." Angeles de Juan, Van Keu SCH.—Algo posterior es su intervención en la grabación de los Conciertos de Brandemburgo con la Academy of Si. Martin-in-ihe-Fields y Neviíle Marriner, en la que si mal no recordamos, sustituyó a un gran clavecinista: Thurston Dar¡... L— Conocí muy bien a Thurston Dan en mí etapa de Cambridge. Era una persona encantadora y muy interesante. Como en el caso de David M unrow, su muerte fue una gran pérdida para la música. Enfermó gravemente y murió durante la grabación de los Conciertos de Brandemburgo. Hube de terminar la serie, puesto que su enfermedad no le permitió continuar la grabación. SCH.—Finalmente, Sr. Leppard, ¿qué podría decir a una intérprete que empieza con entusiasmo su carrera, como Isabel Van Keulen para darle sentido a una vida artística? L.—Bueno, pienso que la música hay que vivirla, interpretarla con entusiasmo, conseguir ser feliz mientras se interpreta e intentar transmitir estas sensaciones al público, hacer que la música, cualquiera que sea su época y la forma con que se interprete, lleve este mensaje a la gente. Al menos, asi lo veo yo. W.a Angeles de Juan Gerardo Queipo de Llano 10 Scher/o ACTUALIDAD y Leppard SABER ESTAR La presencia, ya anunciada en estas páginas, del inglés Raymond Leppard al frente de la Nacional los dias 28, 29 y 30 de noviembre, ha puesto en evidencia que cuando una persona lleva algo de música dentro y encuentra la manera de decirlo y explicarlo; cuando, en suma, sabe estar en su sitio —estética, estilística y físicamente hablando—, se le nota; aunque, si se trata de un director, haya elegido (o le hayan propuesto) un programa en parte no del todo afín a sus preferencias o conocimientos, haya echado en falta más horas de ensayos o no haya podido situarse ante la formación sinfónica de sus sueños. Lo dicho es aplicable al mencionado músico londinense, que en su actuación con la orquesta madrileña dejó constancia de su buen hacer sin especiales alharacas ni brillos de oropel. Se colocó en su sitio ydictó una no perfecta ni trascendente, pero si bonita lección de música. Porque Leppard es, sin duda, un músico cabal, de una excelente formación y de una meridiana cla- ridad conceptual que para sí quisieran algunas de las luminarias que pueblan el firmamento de los llamados grandes de la batuta. Aparte de que este simpático británico se ha hecho va desde los cincuenta para acá un lugar de importancia como instrumentista, conductor e investigador; sobre todo en el ámbito de la música barroca. Y ahí están sus numerosos discos para atestiguarlo. Leppard, de mediana estatura, de apariencia todavía juvenil a pesar de que se halla muy cerca de los sesenta, es un director dinámico, algo nervioso, aunque no vehemente. Oscila continuamente de lado a lado del podio, llevado de un contagioso deseo de estar cerca de la propia creación del tejido orquestal, de ubicarse incluso en la intersección de las líneas musicales, de las varías voces que sostienen a aquél y éstas. Pero su aproximación no resulta pese a ello molesta o atosigante para los instrumentistas ni antiestética para el público. Antes al contrario, se revela eficaz y decididamente estimulante, así como notablemente clarificadora. Supo extraer de la ONE, no acostumbrada a estas músicas, un inesperado partido en una suite, preparada por el propio director, de la ópera Dardanus de Rameau. Precisión casi insólita, idoneidad de acento y sorprendente transparencia fueron las credenciales de la jugosa versión. No tan encomiable fue la colaboración prestada a la joven y prometedora violinista holandesa Isabelle van Keuten en el Condeno n.s 1 de Bruch, donde faltó calidad sonora y amplitud romántica. Interesante, en cambio, el planteamiento e incluso la realización de la Sinfonía n.Q 4 de Beethoven, que fue expuesta de forma quizá excesivamente comedida, mirando más hacia lo puramente clásico, lo haydniano, que al mundo rompedor y a la desbordante carga energética que lleva dentro de su en apariencia estricta forma. Pero Leppard supo frasear con intención, con claridad y con gracia no exentas de vitalidad. Los planos fueron cuidadosamente tratados y la dinámica, tan importante en esta obra, acertadamente respetada. Una aproximación, pues, muy válida, fresca, lírica, libre de gangas, con loable observación del tejido contrapuntístico, en donde la Nacional hasta sonó afinada. A. R. ESTRENO DEL CONCIERTO PARA VIOLIN DE CONRADO DEL CAMPO Los dias 19, 20 y 21 de diciembre ha subido a los atriles de la Nacional el Condeno para violín y orquesta de Conrado del Campo, cuya figura viene siendo justamente recordada durante estos meses a propósito, entre otras cosas, de la edición del catálogo de sus obras por la Fundación March en recopilación meritoria de Miguel Alonso. La partitura, que data nada menos que del año 1938, es lírica, a veces ensoñadora (segundo movimiento), de bien trabajada orquestación. Se escucha con agrado, aunque la atención pueda decaer por la excesiva longitud, casi treinta minutos para servir una temática ni variada ni especialmente inspirada. El tratamiento de los distintos temas (uno básico en el primer tiempo, dos contrastados en el segundo, uno fundamental en el tercero) es rapsódico y da ocasión para que el solista, sin brillos y con discreto virtuosismo, guiado, eso si, por una escritura de excelente trazado, entone una larga y casi permanente melopea, un continuado soliloquio, lleno de efusión, de meandros, de pasajes melismáticos en los que por lo común late un españolismo —en ocasiones casticista— de buena ley. Quizá el movimiento más bello y conseguido desde un punto de vista estructural sea el segundo. "Lentamente", sobre el Allegro modéralo inicial, excesivamente moroso a pesar de sus buenos efectos y el encanto de sus motivos, y el, también. Allegro moderato final, sin duda el más flojo en su algo trasnochado casticismo danza ble. Interpretación aseada, puede que demasiado apegada a la letra, sin relieves, de un aplicado y ajustado Víctor Martín y de una Nacional sensible, pero no siempre precisa y virtuosa, que actuó con interés al mando de un atento pero un poco desplazado Maximiano Valdés. Bien, en cualquier caso, la recuperación pública de este concierto y un aplauso a su exhumad o r, Ricardo Parada, coordinador artístico de la Orquesta. A. R. Scherzo 11 ACTUALIDAD BRIGITTE FASSBAENDER: UNA MEZZO AUTENTICA Suspendido en el ciclo de) año pasado, en el de éste se ha podido recuperar el recital de la mezzosoprano Brigitte Fassbaender. Nacida el año 1939 en Berlin, hija del gran barítono alemán Willy Domgraf-Fassbaender y de la actriz Sabine Peters, estudió con su padre en el Conservatorio de Nuremberg entre 1957 y 1961, año de su presentación en Munich como Niklausseen Los Cuentos de Hoffmann. En la Opera de dicha ciudad, de la que es Kaemmersaengerin desde 1970, ha cantado gran número de papeles de mezzo. Señalemos entre ellos varios ¡ravesiidos como el antes citado, Haensel, Sesto, Cherubino, Oktavian o el Compositor; también figuran en su repertorio, Dorabella, Carmen, Eboli, Marina, Charlotte, Azucena y varias figuras wagnerianas: recordamos su excelente Fricka en la Walkiria de la Zarzuela(1986). Además, es sobresaliente intérprete de oratorio y lied, con una discografía en la que prima la calidad sobre la cantidad. Irwin Gage fue colaborador siempre atento, seguro, imaginativo y musical (ver número 2 de SCHERZO, crítica del recital de Rene Rollo) en un bello y equilibrado programa con sólo tres autores: Liszt, Strauss y Mahler; de éste, las hermosas Canciones del caminante. Desde el primer lied lisztiano que abría el concierto, fue patente que la Fassbaender posee auténtica voz de mezzo, bien proyectada, amplia, cálida y vibrante, que debe ser escuchada en teatro más que en disco. El perfecto legato es compatible con una dicción ejemplar en alemán y buena en francés; regula bien el volumen y ejecuta correctamente trinos y agilidades. Pese a sus 47 años y 25 de carrera, su voz aún suena fresca. En suma, una cantante de óptima escuela, digna discípula de su padre, cuya fama parece ampliamente justificada. Lo mejor del concierto fueron los nueve lieder de Liszt que integraron la primera parte, con mención especial para Las campanas de Marling, La canción nocturna del caminanie y Los ires gitanos: cantante y pianista formaron un dúo musicalmente perfecto. Excelentes también algunos de los Strauss (Mañana, La noche) aunque quizá 12 Scherzo LA VETERANA DE ELIZABETH SODERSTROM este bloque resultó menos brillante. El resfriado que, al parecer, aquejaba a la Fassbaender, sólo fue puesto en evidencia por la aterradora tesitura del ciclo mahleriano: problemas en el ataque de algunos agudos la pusieron nerviosa y provocaron pequeños desajustes. No obstante creo que pasará tiempo antes de que en el Real se vuelvan a escuchar estas preciosas canciones con un nivel musical comparable: las dos últimas, especialmente, resultaron escalofriantes. En caldeadísimo ambiente, la cantante concedió cuatro bises: Liszt (Es muss ein Winderbares sein), Strauss (Zueignung), Brahms (Elherrero)y según creo, Schumann. Un recital realmente hermoso, a cuyos protagonistas deseamos volver a escuchar pronto. No estaría de más abonar al estupendo Irwin Gage para estos conciertos. En un concierto extraordinario, Pro-Confederación Nacional de Sordos de España, se ha presentado en Madrid la soprano Elizabeth Soderstrom, en un recital de lieder, acompañada al piano por Roger Vignoles. El programa se componía de canciones de Liszt, Grieg, Schubert, Tchaikovsky y Rachmaninoff. La soprano sueca, nacida en 1927 —conservadora de una gran juventud y belleza, a la vez que simpatía—, es figura indiscutible del mundo lírico, desde su debut, en 1948 con el singspiel Vármiá'nningarna y Bastían y Bastiana. Salzburgo, Glyndebourne, Edimburgo, Nueva York o Londres, se la han disputado como gran intérprete de un repertorio operístico, en el que dominaban Mozart, Strauss o Janacek. A su vez destaca como una de las más atractivas intérpretes de lied en la actualidad, no sólo por sus conocimientos musicales y lingüísticos, sino ante todo por sus dotes dramáticas, consiguiendo en sus actuaciones una mayor aproximación al texto poético, que tiene por costumbre aclarar con sus comentarios: Nuestra cantante ofrece un amplio repertorio en recitales y discos, predominando por las calidades de su voz los autores escandinavos o rusos: Grieg, Sibelius, Tchaikovsky o Rachmaninoff (como muestra las grabaciones en 5 LP's de lieder de Rachmaninoff, o en 2 LP's de lieder de Tchaikovsky, acompañada por Ashkenazy, todas con el sello Decca). Actualmente su voz conserva muchas facultades, sin embargo dos graves pérdidas son evidentes: intensidad y extremos. A la primera, el hábil pianista Vignoles no supo dar contraste, ocultando en algunos momentos las exquisitas matizaciones de la soprano y en cuanto a la segunda, alguna opacidad en agudos, y, paralelamente, escasez en graves, con el apoyo de un víbralo, quizá en estos momentos más molesto, ensombrecieron algo su magnífica creación. De todas formas y aunque tardíamente, como no se había contado con ella en ninguna de las anteriores temporadas de recitales líricos, ni en la actual, y dada su gran categoría en este terreno, creemos que su actuación en Madrid ha sido un acontecimiento, aplaudiendo a los que han podido contar con su presencia. R. A. M. M. G. G. T I TEATRO KEAL ACTUALIDAD CELOS DEL AIRE MATAN Cuando el número de diciembre de SCHERZO estaba en máquinas, pudimos asistir a un buen concierto, conmemorativo del día de Santa Cecilia. La Orquesta Sinfónica de Madrid (Orquesta Arbós) bajo la dirección de Antoni Ros Marbá, interpretó un programa integrado por la Sinfonian.^35 "Haffner"de Mozart y La Canción de ¡a ¡ierra de Mahler. Ros Marbá es un buen mozartiano y aún mejor mahleriano por lo que sus versiones fueron más que plausibles. Hubo gracia, levedad y ambivalencia de la buena en Mozart. Acaso falló la dinámica en el tercer tiempo, pero el tiempo lento fue expresado con especial adecuación. La Orquesta sorprendió por su buen hacer, el templado sonido de la cuerda, y especialmente por la entrega, sin tasa ni medida, de todos sus componentes. Todo un ejemplo. En Mahler, Ros acertó plenamente y dio una noble expansión a este lied sinfónico de trascendida y emocionada belleza. Los cantantes, especialmente el tenor, sustituido a última hora, no estuvieron a la altura de las circunstancias, aun reconociendo que la tesitura de la voz masculina es forzada en ocasiones y la orquesta, no por sutil deja de ser poderosa. Algo mejor la mezzosoprano, pero le faltó espíritu y comprensión de la obra. La Sinfónica volvió a sorprender gratamente y los comentarios a la salida eran unánimes: fue toda una lección de pundonor y de buen hacer. A nuestras dos grandes orquestas: ONE y RTVE se dedica el titulo de esta pequeña crónica, con la esperanza de que los celos (?) no maten, sino que hagan despertar algunas conciencias dormidas. G. Q. Ll. O. actuación de Claudio Abbado, al frente de la Sinfónica de Londres, que tanta expectación despertó entre los aficionados, quedará sin comentar en el presente número de SCHERZO. En el próximo, correspondiente al mes de marzo, incluiremos la crítica de las sesiones pertenecientes al festival de Canarias. Dada la importancia de este acontecimiento musical le daremos en nuestras páginas una cobertura por extenso. Asistió a los conciertos José Luis Pérez de Arteaga, quien también realizó una interesante entrevista con el director italiano. Foto: M. Cronihers IVO POGORELICH: refinamiento y decadentismo No cabe duda: lvo Pogorelich el famoso, ansiado y anhelado (sobre todo en Madrid después de dos aplazamientos sucesivos de su concierto, organizado por Juventudes Musicales), el irascible, caprichoso, mimoso y hasta guapo divo yugoslavo, casado con su profesora rusa, es un magnifico pianista. Lo tiene casi todo: precisa digitación, exactitud de ataque, impresionante (por lo poderosa y por lo delicada) pulsación mágico pedal, aterciopelado y redondo sonido... Lástima que, a sus veintiocho años, se crea, al parecer, en la obligación de ser trascendente, descubridor de nuevos horizontes, revelador de mundos ocultos y extraños. Ello le hace regodearse con impúdica delectación en su propio sonido, en su visión desveladora. Y asi, derrochando belleza tímbrica, expone, sensual y enfermizamente, con una laguidez endemoniadamente atractiva y cautivante, una lección no exenta de arbitrariedad en cuanto a la regulación de los tempi y al fraseo, ondulante pero muchas veces inadecuado o fuera de estilo. No obstante, cuánta elegancia y delicadeza en esos dos Poemas op. 32 de Scriabin, quizá lo mejor del concierto del día 15 de enero; y qué evanescencia en ese increíble Para Elisa. Y qué maravilla de dedos, qué finura en la "Marcha turca "de propina a pesar de los desequilibrios dinámicos del final. La Sonata n.° II de Beethoven fue bien cantada, pero estuvo falta de brio. de vigor. La n.Q 3 de Chopin, con un excelente y justo primer movimiento y un rítmicamente adecuado Allegro postrero, quedó lastrada por la exasperante lentitud, falta de vida, del Largo Scarlatti,dotado de una prodigiosa paleta, estuvo fuera de estilo, más próximo al romanticismo que el barroco. Para catalogar a Pogorelich de genio hay que esperar unosaños. Eso está claro. A. R. Scherzo 13 ACTUALIDAD TEATRO LÍRICO NACIONAL El Teatro de La Zarzuela aspira a redimir a Madrid de su larga penuria en materia operística y balletística. para ello programa temporadas ambiciosas dentro de lo que son los condicionamientos del local y las posibilidades de esta ciudad. Pero ello le está llevando a olvidar el servicio al género al que debe su nombre y al que obedeció su creación en el lejano 1856. Este año la temporada de zarzuela, ya de por si corta, se ha sacrificado a la terminación de unas obras de reforma que no dudamos eran importantes y necesarias, aunque no tanto como para justificar una cercenación tan drástica. Nos tenemos mos que se vaya creando un precedente y se deja la música escénica española en el olvido o para el cultivo de los que animan los gustos plebeyos y encanallados. Para cubrir el vacio los responsables del Teatro han previsto la celebración de dos conciertos (eso sí, ¡repetidos sábado y domingo!) conmemorando los centenarios de los nacimientos de Guiridí y Usandizaga. Del primero e ofreció los días 6 y 7 de diciembre fragentos de Atuaya, Miremxu. I.a Meiga y El Caserío y del segundo sus famosas Golondrinas en su inicial versión zarzuelística. Los intérpretes, la Orquesta Sinfónica de Madrid, que cubre el foso del Teatro, el Coro titular del mismo, diversos solistas y el director Miguel A. Gome? Martínez, que durante la presente temporada empuñará la balula en varias óperas. El resultado no se puede decir que haya sido halagüeño en exceso. En genera], los dos conciertos tropezaron con las dificultades derivadas de la mala acústica de la sala, que todas las reformas habidas y por haber no lograrán resolver. Contando con la prolongación del escenario mediante la elevación de un tablado sobre el foso, el espacio limitado par la vieja caja armónica se amplía, permitiendo una mayor holgura a la orquesta y coro, pero el conjunto sigue sonando a rayos como sonó, entre otros ilustres precedentes, la Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig cuando intentó dar un concierto en ese mismo escenario. Resultó penoso en el concierto dedicado a Jesús Guirídi escuchar a la misma Orquesta, que muy pocos días antes había demostrado ser la mejor de las madrileñas en La Canción de la Tierra dirigida por Ros Marbá, con un sonido agrio y LA ZARZUELA DE GURIDI A USANDIZAGA: Un recorrido por la música escénica vasca üuriíli y desentonado. Claro que no toda la culpa es de las condiciones acústicas, también la batuta de Gómez Martínez, falta de frescura y espontaneidad contribuyó no poco al resultado. Y entramos en pormenorizaciones. En la sesión dedicada a Guridi faltó el lirismo que anima las partituras del compositor de Vitoria. La visión ofrecida por el director granadino fue plana, apegada a la letra y carente del más mínimo conocimiento del estilo y la efusividad tan propios de la música vasca en general y de Guridi en particular. Gómez Martínez da la impresión de ser un voluntarioso lector que no trasciende de la letra al espíritu de las obras: Cada cosa suena en su sitio, a la orquesta le resulta fácil seguir el seguro movimiento de batuta, pero ahí se queda todo. Tampoco puede ser extraño este resultado, habida cuenta que en la misma semana y en los dos días anteriores Gómez habia dirigido un acto de Tristón e Isolda con su orquesta. No sabemos de donde sacó tiempo para preparar ambos conciertos. En cuanto a los solistas 14 Scherzo - * * • - - ' las prestaciones fueron desiguales. Las dos sopranos, Paloma Pérez Iñigo y Dolores Cava, cumplieron sin desajustes ni brillanteces; Manuel Cid defendió sus cometidos con una buena línea de canto aunque no excesivamente convincente para lo que se le pedia. Cid tiene una bonita voz, pero excesivamente blanda, que no encajaba mucho en el papel de joven libertino que corresponde al tenor de El Caserío. Alfonso Echevarría, con las limitaciones ya conocidas dio más verosimilitud a sus personajes. El segundo concierto celebrado los días 10 y II de enero dedicado a Usandizaga, ofreció Las Golondrinas con la intervención de la orquesta, coro y director antes enunciados y de los solistas, M." Angeles Peiers, soprano; Alicia Nafé, mezzo y Antonio Blancas, barítono, en los principales papeles. Las Golondrinas es obra difícil, en las que se entrecruzan influencias de las músicas en auge en la época de su composición. Es una zarzuela atípica, por lo tanto, conectada a las corrientes culturales de la Europa de su tiempo y singularmente al verismo y a la música francesa, conocida por Usandizaga gracias a su formación parisina. Gómez Martínez se quedó nuevamente en la letra, letra además entendida exagerando los efectos de aspereza y violencia que la obra lleva en sí, efectismos que ahogaron la carga poética de la partitura a lo que coadyuvó el descuido general en la realización material con desajustes palpables en la orquesta y coro que pudieron ser debidos a falta de ensayos. Para poner un ejemplo, la Pantomima se oyó sin relieve, sonando, eso sí, mucho, pero sin destacar los diferentes pasajes que componen la pieza. Alicia Nafé en su breve intervención como Cecilia fue la cantante más destacada. M.a Angeles Peters, tiene una voz insuficiente para el papel de Lina. Su tesitura es más bien ligera y la obra requiere mayor densidad y contenido dramático. Antonio Blancas debe estar atravesando un mal momento, tuvo muchas deficiencias aunque no poca voluntad. Su voz es cada vez más opaca y su zona grave se pierde. Esperamos que la experiencia sirva para elevar la representación de la música escénica española en las temporadas futuras de La Zarzuela, servida con dignidad en todos los aspectos. Los sobrinos del Capitán Grant ACTUALIDAD COMIENZO DE LA TEMPORADA OPERA-87 EN MADRID El telón está apunto de levantarse de nuevo. Un Teatro La Zarzuela remozado, ton la cara pintada y los interiores adecentados, se dispone a servir otra vez de sede —temporal según iodos los indicios: el Real está próximo— a la anual ración operística que, cada año, hay que decirlo, menos modestamente organiza el Ministerio de Cultura a través del INA EM. £* la tercera temporada que afronta el joven equipo dirigido por José Antonio Campos Borrego. Lo que sigue es un examen del contenido de la programación y un avance de lo que podrá degustar el aficionado que tenga la suerte de conseguir localidades, una vez superadas las primeras dificultades para adquirirlas vía abono. L A temporada de ópera 87 se inicia en Madrid (Teatro de la Zarzuela) con Mefistofeles de Boilo, obra que nunca habíamos tenido oportunidad de escuchar y ver en nuestro teatro en las XX!V temporadas que ininterrumpidamente se han presentado. Sin embargo debemos hacer mención que su versión definitiva (Bolonia 1875. Anteriormente se había estrenado en la Scala en 1868 con un rotundo fracaso y Boito tuvo que realizar correcciones y recortes), se convertiría en España desde su estreno, en obra de repertorio, con demostraciones populares de lealtad para dos tenores: Gayarre y Masini, considerado cada cual como el mejor por distintas facciones, en el papel de Fausto, recordándose sus magníficas creaciones de Dai campi, daiprati ó Giunto sulpasso stremo. En esta ocasión el papel de Margarita lo creará Montserrat Caballé, aunque reciente está su grabación de otro rol en la misma ópera: Elena. Margarita ha sido, desde su grabación para EM 1 1974, partitura predilecta de nuestra soprano demostrándolo con su habitual interpretación en recitales L'altra notte in fondo al more, en donde su magnífica vocalidad esperemos que resplandezca una vez más, al igual que en la escena del jardín en donde Rodolfo Celletti la calificó de "ingenua y etérea como ninguna". Otro atractivo de esta representación está en el bajo Evgeni Nesterenko. Orfeoy Euridice será la siguiente obra a escuchar en esta temporada. Sus papeles protagonistas a cargo de dos grandes cantantes: Stefania Toczyska será Orfeo y Judith Blegen será Euridice. Todavía en el recuerdo la maravillosa versión de von Matacic en el Teatro Real con una deliciosa y emocionante Ruza Baldani. Esperemos ésta con el máximo interés, sobre todo al contar junto a las magnificas protagonistas, la no menos buena batuta de Antonio Ros Marbá. Uno de los acontecimientos de esta temporada será posiblemente el Wozzeck, ópera que en su anterior montaje de 1974 motivó comentarios adversos y que sin embargo hoy, pasados poco más de diez años, nadie se atreve a dudar ni de su calidad musical, ni de su situación dentro del repertorio. Un reparto homogéneo con participaciones brillantes como Christian Boesch, Arley Reece, Hermann Winkler o Karl Ridderbusch. Difícil papeleta la de Edmon Colomer de la que esperamos salga con bien como ya ocurrió con su creación del Mavbeth de Verdi. Todo un problema también para José Carlos Plaza, al cual tuvimos oportunidad de ver una triste Macbeth, en donde la búsqueda de la plástica, por otra parte poco lograda, alteró los más simples conceptos alcanzados por Verdi, incluso sembrando el confusionismo ideológico. Esperemos sin embargo ver los hechos y sus consecuencias. Don Pasquale puede ser uno de los momentos menos atractivos de la temporada centrándose su interés en Enedina Lloris, a la que auguramos un futuro, si no inmediato, si próximo y prometedor. Enzo Dará ha sido un buen bajo cantante en reperolorio bufo de ópera italiana. Su participación el año pasado en La Cenerentoladejó que desear. Continuaremos con // Tritticode Puccini, que aparte de contar como protagonista para // Tabarro y Gianni Schicchi a Juan Pons, tiene el interés, menos habitual de lo que debería ser, de poderlas escuchar en una sola función. El barítono menorquín cada día más convincente dentro de su cuerda, puede adaptarse fácilmente a las condiciones vocales distintas de ambos papeles, a pesar de que tanto en necesidades tímbricas como interpretativas se encuentran alejados entre sí. De nuevo Cosifan Tune despierta nuestro interés. En esta representación aparecerá Lelia Cuberli, a la que tuvimos oportunidad de conocer en Madrid en un recital del ciclo de "Líricos" en el Real y que sin embargo y a pesar de no haber sido unánime su aplauso, si creo que debe prestársele mucha atención. pues puede por condiciones y técnica convencernos gratamente. De nuevo Enedina Lloris. Una importante participación, a pesar de que vocalmente sus facultades por motivos obvios estén disminuidas, será la de Sesto Brusca ni in i, Y cómo no y a la vista dé sus anteriores participaciones en el foso de este mismo teatro: Pelleas, Tristón. Manon Lescaut. ó Salomé, la esperada participación de Antonio Ros Marbá. Romeo y Julieta de Gounod es obra de difícil posibilidad de escuchar en escena al requerir un tenor con grandes facultades, a la vez que un temperamento, timbre de voz y tesitura intermedio entre el lírico y el lírico-spinto. Alfredo Kraus la viene interpretando recientemente, tanto en escena como en grabación Scherzo 15 ACTUALIDAD discográfica, y su aproximación parece correcta con brillante resolución. Ana María González a la que también conocemos en esta ópera acompañando a Kraus, es cantante de fáciles soluciones que no desmerece en ningún momento junto al tenor canario. Plácido Domingo, uno de los Don José por excelencia de la historia, interpretará la ópera de Bizet, Carmen. Junto a Domingo, de nuevo, la interesante mezzo Stefania Toczyska. que repite este año ópera, en el rol principal. A Domingo ya lo vimos en Madrid junto a Elena Obraztsova, va en este mismo papel en La Zarzuela en 1975. Su voz y temperamento se adaptan plenamente a Don José e incluso es conocida su versatilidad al haber sido capa/ de crear en tres ocasiones distintas interpretaciones para el disco con Solti, Abbado y Maazel, todas ellas diferentes y a la vez válidas y convincentes. Uno de los mayores acontecimientos será la Gala de la ópera que contará con la suprema Marilyn Horne, posible la voz con mayores posibilidades y recursos que hoy se puede escuchar. Cantante capaz de emocionar y sorprender en cualquiera de sus actuaciones. Muy dúctil en el lied, su repertorio abarca incluso un amplio contenido de canción española que habitualmente suele figurar en sus recitales. Voz cálida, con tesitura de soprano y mezzo soprano, con las mayores agilidades permisibles, con las máximas condiciones para la interpretación hace convincente cualquier lied, alternando con suma facilidad desde la comicidad a la tragedia. Completan la temporada los conciertos homenaje a Guridi y Usandizaga, de los que el lector podrá encontrar un comentario critico en estas mismas páginas y otros más, que tendrá lugar el próximo mes de mayo, con IM Villi de Puccini. En todos ellos actuará como director Gómez Martínez. En resumen, una interesante temporada, aunque todavía no totalmente equilibrada. Manuel Gómis Gavilán GRAN TEATRE DEL LICEU TEMPORADA 1986.87 LA SONNAMBUl.A, V. Bellini. 22. 25. 27. 29 de enero. Director de orquesla: Armando Gallo. Enedina Lloris/ Rockwell Blake/ Francesco Ellero. LA BOHEME. G. Puccini. 7, 10. 12. 15 de febiero. Director de Orquesla José Collado, Cecilia Gasdia/ María Angeles Luis Lima,.'Enric Serra/Vicenc Esleve/ Alfredo Zanazzo. ADRIANA LECOUVREUR. F. Cilca. 20, 23, 26 febrero, I marzo. Director de orquesta: Roberto Abbado. Mirella Freni/ fiorenza Cossolto/ Ermanno Mauro,'Enríe Serra/ Piefo de Palma. RIGOLETTO. C. Verdi. 7, 9, II, 13, 15 de marzo. Director de orquesla: Romano Gandolfi. Leo Nucci/Adriana Anclli,1 Alfredo Kraus,'Alfredo Zanazzo. BEATRICE DI TENDA, V. Bellini. 20, 22, 24, 27 marzo. Director de orquesta: Armando Gano. Cecilia Gasdia/Leo Nucci/Raquel Pierotli/Vinccnzo La Scola. LULU. A. Berg. 6. 8. 10, 12 abril. Director de orquesta: Friedrich Cerha. Patricia Wise/Franí Mazura/Jean van Ree/ Hans Holler. LUCIO SILLA, W. A. Mozart, 30 de abril, 3, 6, de mayo. Director de orquesla: Julius Rudel- Ezio di Cesare: Jenny Drivala/Raque] Pierotli/Julia Conwell. LUCIA DI LAMMERMOOR. G. Donizetti. 15, 18. 21, 24 de mayo. Director de orquesta: Friedrich Haídet. Edita Gruberova/ Denes Gulyas; Enríe Serra/ Roberto Scandiuzzi. WERTHER. J. Massenel. 2. 6. 10, 14 de junio. Director de orquesla: Alain Guingal Renala Scotto/Alfredo Kraus/Ennc Serra, Montserrat Alavedra/Alfonso Echevarría. SAFFO. G. Pacini. 21, 24. 27. 30 de junio. Director de orquesla: Manfrcd Ramin. Montserrat Caballé.. Joan Pons Ahcia Nafé. ORQUESTA Y CORO DEL GRAN TEATRO DEL UCEO Direclores del Coro: Romano Gandolfi y Viltorío Sicurí. LOCALIDADES: VENTA ANTICIPADA. Horario: de 8 a 15 h.. de lunes a viernes y de 9 a 13 h.. los sobados, en las oficinas del carrer Sanl Pau. 1. bajos. 08001Barcelona. Tels.: 318 92 77. 318 99 50. 318 50 62 y 318 51 66. VENTAEL DÍA DE LA FUNCIÓN. En la taquilla de la Rambla deis Capulsins. 65. Telv. 301 67 87 de II a 14 h. y desde las 16,30 h. INFORMACIÓN: Taquillas: tels: 318 92 77,318 99 50.318 5062 y 318 51 66. Administración: leí.: .118 91 22. 16 Scherzo ACTUALIDAD SEDUCTORA CARMEN Carmen de G Bizet. Gran Teatro del Liceo, Barcelona. Primera representación: 21.12.1986. Intérpretes. Agries Baltsa. José Carreras. Bodo Brikmann (Enric Serra). Director de escena: Anlonetlo Madau- Dial. Coreografía: José de Udaeta. Producción: Gran Teatro del Uceo. Orquesta y coros del Gran Teatro del Liceo. Dirección: Ralf Weiken. Carmen es una ópera directa, sus protagonistas son seres casi, casi cotidianos... sublimados oportunamente. Se trata por lo tanto de una ópera de instantes, de situaciones sucesivas. Asi concebida, cobra lodo su sentido la frase del regista Piero Faggioni: "Si las luces no son adecuadas no se comprende nada", que es su forma de traducir visualmente este discurso. (UIMP. Sevilla un nombre en la ópera. Coord inador David Mas. Col. Galaxia. Sevilla, 1986). Una vez más nos visitó la Carmen de Bizet. En la presente ocasión sus protagonistas, Agnes Baltsa y José Carreras, entusiasmaron a los habituales y no habituales del Liceo, hasta el punto que en todas las funciones figuró sobre los carteles anunciadores del espectáculo la orgullosa apostilla "no hay billetes". Estaba claro que había expectación por escuchar y ver a esta karajaniana pareja. Para que el lector se haga una idea, Agnes Baltsa actúa en la linea de la protagonista de la película de Rossi, encarnado por Julia Migenes Johnson, aunque ella afirme que su actuación ha sido diseñada por Ponelle. Se mueve por la escena con total desparpajo. Su interpretación vocal y gestual aportan credibilidad a esta dinámica concepción. José Carreras se afianza como actor lenta pero inexorablemente. Construye un D. José visceral y arrancó con justicia los mayores aplausos. A su lado Joana Borowskafue unaescelente Micaela y Enric Serra, en la última representación, se lució en un bravo Escarnido. Coros y orquesta actuaron perfectamente bajo la batuta de Ralf Weikert, El color local lo puso el magnifico cuadro flamenco de José de Udaeta. Para unos ha sido el primer titulo de la presente temporada que les ha convencido plenamente; para otros fue lo mejor de las Navidades 86. Carmen tuvo poder de seducción. Luis Putañeo GIÍAN TKATHi: I)I,L I.ICIX 1 Trianon, o hasta las polémicas para UNA ARMIDE SIN PRECEDENTES FICHA TÉCNICA: "Armide" ¡le Ch. W. (Jlurk. Gran Tealm del Liieu, Barcelona. 6.12-19K6. Intérpretes: Montserrat Caballé. Peter l.inddroos, Martha Snrmay, Enric Serra. Valeriano Luchetli, María José Gallego. Director de escena: José Luis Alonso. Ereenografia: Hugo de Ana Coreografía: José Granero. Producción: Teatro de la Zarzuela, Madrid. Orquesta cuerpo de ballet y Coros del Gran Teatro del Liceo. Dirección: Mamfied Ramin. En retratos y bustos que se conservan, Christoph Willibald Gluck nos contempla desde su bien merecida posición, aunque sus gestos descubren a un ser distraído o ensimismado. Evidentemente ha llegado basta la cima que la carrera de compositor de ópera puede proporcionar a un hombre de su siglo pero, en la última etapa de su vida, esa iconografía no parece ser la del luchador infatigable que fue, sino la del poeta abstraído que pretendió ser. Me seduce imaginar que Gluck, en los interminables ratos en que debía posar para Greuíe, para Houdon, etc., recorrería su vida sin acertar a comprenderla del todo: "la vida es sueño", quizá sea lo más probable: desde el refugio del guardabosques de Bohemia hasta las grutas y pastoras de los jardines de Armide hacer más verosímiles a héroes descendiendo a los Infiernos, o los inconfesables amores de brujas hacia caballeros cruzados, ¿dónde está la realidad? ¿cuándo termina el sueño? Una muerte piadosa lo visitó antes de contemplar su mundo onírico cortado de cuajo por la guillotina. "No hay contradicción entre los ideales racionales del Neoclasicismo y el culto de la sensibilidad: la compasión es atributo de las personas virtuosas, y la temática neoclásica se proponía exaltar la virtud. Pero el retorno a lo antiguo, además de obedecer a ideales racionales, obedecía también a aquel volcarse hacia el mundo ideal y mejor, que estaba en el mismo centro de la aspiración romántica" (Mario Praz. "Gusto Neoclásico". Barcelona, 1982). Por lo tanto, no hay ambigüedad ni puntos débiles en el desarrollo de Armide como producto de alta cultura. Pero merece, si fuera posible, un tratamiento revolucionario que haga honor a la obra y a sus creadores: a sus denodados esfuerzos de estilización, a su concepción de la ópera en definitiva. La presentación de Armide en el Liceo ha constituido un éxito absoluto para intérpretes y producción. Montserrat Caballé, como protagonista, galvanizó a los espectadores en los actos tercero y quinto, arropada eficazmente por Martha Szirmay, Peter Lindroos, y Enric Foto: A. Boftll Scheno 17 ACTUALIDAD Sera, los coros y el cuerpo del ballet (algún mágico momento en el convencionalmente intrascendente acto cuarto). Dirección de escena, escenografía y producción fueron elementos que contribuyeron a dicho éxito. Desafortunada sin embargo la dirección de la orquesta. Sea, pues, bienvenido este titulo sin precedentes en nuestro escenario, al que auguramos un brillante porvenir. MOZART SE ASIENTA EN BARCELONA Cuando estas lineas aparezcan, se habrá puesto en marcha el proyecto "Mozartiana-Barcelona, 1987-1992", que consistirá en la interpretación integral de la obra orquestal de W. A. Mozart a cargo de la Orquesta de Cámara Solistas de Cataluña, bajo la dirección de Xavier Güell y organizado por Juventudes Musicales de Barcelona que comandan Joan Milla y Berta Jardi. A lo largo de seis años y 36 conciertos serán interpretadas, en diferentes salas barcelonesas, todas las sinfonías, conciertos, arias de concierto, divertirnentos, serenatas, casaciones, etc., del compositor de Salzburgo, con la colaboración de los más prestigiosos intérpretes nacionales de este repertorio y, más adelante, con una seleccionada participación extranjera. Se trata del primer proyecto privado de la Olimpiada Cultural anunciada, y que se irá organizando a medida que se precipiten los acontecimientos y las fechas en torno a esa magna celebración deportiva. Para ello se aprovechan tres acontecimientos: 1988, Barcelona recibirá en Seúl la bandera olímpica; 1991, año conmemorativo del segundo centenario de la muerte de Mozart; 1992, celebración de los JJOO en nuestra ciudad. Según los organizadores, la "Mozartiana" es un reto difícil y riguroso, pero también asumible; que se aborda ¡nicialmente con seriedad, sencillez y extraordinaria ilusión. Juventudes Musicales ha adelantado la programación del primer año. Está prevista la presentación general del proyecto en fechas próximas. L P. 18 Scherio INAUGURACICION DE LA TEMPORADA DE IBERCAMERA 87 Una vez más se ha inaugurado en Barcelona la temporada de Ibercámera. Esésteel tercerañoquelos jóvenes empresarios Jcsep i Francesc Prat —antiguos agentes artísticos de la extinta "Promúsica"—, junto con el patrocinio del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona, el Ministerio de Cultura y la Fundación para el Apoyo de la Cultura, consiguen organizar para Barcelona un ambicioso calendario de audiciones que incluye un total de 21 conciertos comprendidos entre el primero del 8 de enero y el último del 8 de julio del presente, y en los cuales va a tener cabida la participación de los más prestigiosos intérpretes y formaciones orquestales internacionales. Destacan entre otros, además de la English Chamber Orchestra, a la cual ya hemos tenido la oportunidad de escuchar en la primera de las sesiones, 1 Solisti Veneti con Claudio Scimone como director, la Orquesta Filarmónica de Estocolmo con el violinista Henryk Szeryng, Sergiu Celibidache al frente de la Orquesta Filarmónica de Munich, los Virtuosos de Moscú con la colaboración del Orfeón Donostiarra y de la pianista María Joao Uuis Cía reí Pires, the Academy of St.-Martinin-the-Fields, Los Angeles Philharmonic Orchestra con André Previn, o Pierre Boulez dirigiendo la Orchestre de Paris. En la sesión inaugural, a cargo de la English Chamber y del violoncelista Lluís Claret se interpretaron el Concierto para violoncelo en Do Mayor At Haydn, el poco conocido y en cambio extraordinario Concierto n.g 3 en Sol Mayor de Boccherini, la Obertura de Le Nozze di Fígaro de Mozart y la Sinfonía n.s 35 "Haffner" también de Mozart. Si correcta fue la interpretación de Claret. magistral en cambio nos pareció la actuación de la English Chamber en la Sinfonía "Haffner". Más allá de la precisión en los ataques, de la calidad tímbrica y de la profundidad de planos sonoros conseguidos, lo que más nos impresionó fue la idea que presidía la ejecución, la absoluta ligazón de todos los elementos al servicio de una finalidad expresiva que era capaz de desvelarnos la magnifica música que puede esconderse detrás de lo demasiado conocido. Buen principio y prometedores augurios para Ibercámera 87. César Calmell Foto; S. Verganu ACTUALIDAD LA TEMPORADA 86/87 DE LA CAIXA DE PENSIONES ZIMERMAN: Un romanticismo controlado De genuino romanticismo, atemperado por una sobria contención clásica, es como podríamos calificar la actuación de Krystian Zimerman en la segunda sesión del ciclo de Ibercámara en el Palau de la Música. Seguro, brillante, pero sin exageraciones ni amaneramientos, el artista comenzó ejecutando la difícil Fantasía en Ja menor Op. 49 de Chopin, obra de madure? del músico polaco; la riqueza de invención y la belleza de sus ideas musicales fueron resaltadas con naturalidad por el joven pianista, que se centró en destacar los aspeclos reflexivos e intimistas de la partitura. Cambiando el orden establecido en el programa, Zimerman prefirió dejar para el final el pialo fuerte de las Cuatro Baladas y terminó la primera parte con la Sonata n° I en Ja sostenido menor Op. 11 de Schumann. En esta obra, extensa y compleja, que sobrepasa los limites formales de la sonata y donde su carácter de constante interpretación puede fatigar al oyente, el intérprete supo jugar con su amplísima gama de posibilidades técnicas y sonoras y nos brindó una auténtica ejecución sinfónica, con una clara diferenciación de las voces y los timbres, en la que pudieron seguirse con nitidez los más pequeños detalles de este poema lírico-sonoro que es siempre la música de Schumann En las Cuatro Baladas de Chopin, ya en ta segunda parte, pudieron leerse subliminalmente los sabios consejos que, a buen seguro, le diera Artur Rubinstein a Zimerman durante el breve período que pasó éste último en su casa en París. El estilo de Chopin es siempre la forma de interpretarlo; Zimerman ha sabido seguir de cerca las sugerencias del maestro: un cantabile claro y dulce, sostenido por un ritmo ágil que nunca se arrastraba en los rubatos, una jovial vitalidad y una gran riqueza de contrastes fueron los rasgos que presidieron la interpretación del artista polaco. Ante la insistente ovación del público, Zimerman ofreció dos piezas más fuera de programa; una Romanza de Schumann y el Estudio nQ 4 de Szymanowski. C. C. FESTIVAL DE CANTONIGROS Se conoce ya la convocatoria del V Festival Internacional que tiene lugar en esta localidad catalana. El certamen consiste en competiciones de coros mixtos, voces femeninas, coros infantiles y danzas populares. En las cuatro convocatorias celebradas hasta la fecha han intervenido 116 formaciones procedentes de 42 países. La asistencia de público se ha calculado en un número superior a las 110.000 personas. Semejantes datos sitúan el Festival de Cantonigrós en los puestos de cabeza, en cuanto al interés despertado, de las actividades de estas características de las que se organizan en España. La edición de 1987 se desarrollará del 23 al 26 de julio. La importante labor que viene realizando en el campo de la música la Fundación Caixa de Pensíons, que tiene su centro principal en Barcelona, pero llega también aunque en menor cantidad a otras ciudades españolas, se prolonga este curso con una temporada ya iniciada el pasado mes de noviembre y que ha de proseguir hasta junio de 1987. Uno de los aspectos más atractivos es la coherencia de la programación que se anuncia para la capital catalana. Dos tradicionales Festivales: los de Música Romántica, que alcanza su VII edición, y Música Antigua, en su X convocatoria. Al margen de los mismos también se encuentran conciertos interesantes, como los de la Orquesta de Cámara de Stuttgart, la Engfish Chamber o el recital de Igor Oistrakh. Para el Festival de Música Romántica se cuenta con el mítico pianista Jorge Bolet, el Cuarteto Albeni —que interpretará obras de Beethoven— o la Northern Sinfonía Orchestra, dirigida por Wilfried Boettcher. En el apartado de la llamada Música Antigua se darán algunos de los conciertos de intención más renovadora. Prestigiosas agrupaciones intervendrán en la temporada de la Caixa. Así, La Grande Ecurie et la Chambre du Roy, con dirección de Malgoire, montará las Vísperas de Monteverdi. También reseñable es la intervención del conjunto Boston Camerata, que dirige Joel Cohén. Vendrá igualmente el gran laudista Hopkinson Smith; si bien el concierto que ha de despertar una mayor expectativa es el que reúne a tres de los grandes de la interpretación barroca: Frans Brüggen, Anner Bylsma y Gustav Leonhardt. Una iniciativa a imitar es sin duda la del programa centrado en obras barrocas catalanas, que será responsabilidad del director especializado Philippe Herreweghe. Para esta producción propia del Festival de Música Antigua se han creado dos conjuntos, aún innominados, vocal e instrumental. Esperemos que la idea tenga continuidad. Scher;o 19 ACTUALIDAD este Concierto todo lo que él lleva dentro en cuanto a inspiración. Paco Escudero sigue fiel a su estética musical, dentro del clima vasco que pone en sus pentagramas, con temas cortos y predominio del polirrítmü. Una composición la suya difícil de interpretar, pero Joaquín Achúcarro, fue sin duda un perfecto componente de ese binomio, tuvo lugar la primera audición de entre autor e intérprete. Joaquin esta Obertura. Compuesta cuando Achúcarro, en plena madurez, nos el compositor sólo tenía 13 años, demostró estar en uno de sus mejodijo de ella entonces la critica: "Sin res momentos de inspiración. Con conocimiento alguno de la armo- una técnica, digitación y virtuosisnía, se descubren en ella ideas en- mo sólo de los grandes maestros, cantadoras y completamente origi- alcanzó la cota de perfección con su nales". musicalidad. La Orquesta Sinfónica de BilSi la primera parte, el triunfo fue bao, consiguió una versión llena de de la Orquesta y Achúcarro, como ternura y fresca de fraseo. Fue la intérprete, y de Arriaga y Escudesuya, una interpretación llena de ro, como compositores, el comiendelicadeza, sonando con un empas- zo de la segunda no podía haber te la Orquesta, que en ocasiones sido mejor. Como autor y como llegó a lo sublime. intérprete. La Elegía, de Jesús GuPara continuar esta primera par- ridi y Félix Ayo, violinista solista. te, el Concierto Vascopara Piano y La linea por donde se mueve Félix Orquesta, del maestro Francisco Ayo, es la recta de la perfección. Escudero. Compuesta ahora hace ¡Qué vamos a decir de su técnica! 39 años, es una obra que a pesar de ¡de su virtuosismo! todo en él es los años siempre tendrá vigencia. realmente magnífico. Félix Ayo, Perlecta en cuanto a su técnica de junto con la Orquesta Sinfónica de construcción y de amortización, Bilbao, ofrecieron una versión coPaco Escudero ha sabido poner en mo hacia mucho tiempo no se había escuchado en Bilbao. En esta obra, se nota ya en el comienzo la mano maestra del compositor alavés, Guridi, que por su progreso evolutivo iba a llevarle a la cima en otras de sus muchas composiciones. Pieza ésta lírica, llegó al corazón de todos los asistentes al concierto de la mano de Félix Ayo. Y para terminar, con este concierto extraordinario, dedicado todo él a la música vasca, con intérpretes vascos, una obra del maestro vasco Guridi, Eusko-Irudiak. Obra ésta compuesta de grandes efectos sonoros, como si de obra teatral se tratara. Esta pieza musical al final desarrolla un Zortziko, en tono de Do Mayor, donde casi nadie se pone de acuerdo sobre la temática elegida por el autor, finalizando con una Espatadantza, con la totalidad de la orquesta y todo el conjunto del orfeón. Entonando el Boga-Boga inicial arremeten con una gran fuerza, desarrollándose los temas hasta el final. La Sociedad Coral de Bilbao fue muy aplaudida en este final apoteósico, donde el motivo principal estaba precisamente en el marco que lo rodeaba, por otra parte, realmente sensacional. INAUGURACIÓN DEL TEATRO ARRIAGA A principios del pasado mes de Diciembre, tuvo lugar la anunciada inauguración, del que desde ahora, será el primer coliseo del Pais Vasco. Con la presencia del Lendakari en funciones, señor Árdanla, Diputado General de ja Excma. Diputación Foral de Vizcaya y del Alcalde de la Villa, señor Robles, abrió sus puertas el remozado teatro bilbaíno. El programa no podia ser más atrayente, asi como todos y cada uno de los protagonistas. Para comenzar la Orquesta Sinfónica de Bilbao, bajo la dirección del maestro Urbano Ruiz Laorden, interpretó la Obertura de Los Esclavos Felices, del compositor bilbaíno, Juan Crisóstomo de Arriaga, también llamado el Mozart español. Ya en el año 1820, en el teatro que ocupaba el solar donde hay día se asienta el nuevo Teatro Arriaga, Escalinata del Teatro Arriaga. Mario Bravo junto al director de la Sea ¡a de Milán. 20 Scher?o José Manuel Ruiz Conde ACTUALIDAD REESTRENO DE AMA YA EN EL CENTENARIO DE GURIDI A maya. Como un fruto más de las celebraciones del centenario del compositor vasco Jesús Guridi, se pudo asistir a la reposición de su ópera Amaya, el pasado mes de diciembre, primero en Vitoria y posteriormente en Bilbao. La obra llevaba décadas sin reponerse con las mínimas garantías escénicas y musicales. En esia ocasión, y según afirma nuestro corresponsal José Manuel Ruiz Conde, Amaya ha sido reproducida con toda dignidad. Se ha comprobado, de esta forma, su magnífica calidad musical. Guridi realizó una soberbia labor de orquestación, si bien de una densidad tal que exige de los cantantes un notable esfuerzo. Dos jóvenes intérpretes vascos acertaron a dar con las dimensiones exactas, tanto musical como dramática, de los personajes principales: la soprano María Bravo encarnando a Amaya y el bajo Alfonso Echevarría como Asíer. Ruiz Conde nos señala la belleza del timbre de María Bravo, la bondad de sus registros medio y grave y la limpieza de sus agudos. Todas las dificultades de su complejo papel fueron resueltas con inteligencia y musicalidad por la soprano de Portugalete. Alfonso Echevarría, Foto: Julián según Índica nuestro colaborador Niño Dentici, fue quien logró una más eficaz síntesis de sus medios vocales y expresivos. Seguro y musical, Echevarría dotó de contenido a su personaje, sobre iodo en la escena cimera de su muerte. Cristina Deutekom, en el papel de Amaya en la representación que comenta para nosotros Niño Dentici, poseedora de una voz sin extensión ni volumen, hizo una recreación ausente y estática. El tenor Jesús Pinto, como Teodosio, le parece a Dentici adecuado en su media voz, en tanto que Ruiz Conde le considera el punto más débil en lo vocal. Declinante la composición de Adriana Stamenova del personaje Amagoya. Acertada la prestación de los ballets Skola de San Sebastián aunque Ruiz Conde nos informa de lo inapropiado de su vestuario. Nuestros dos informadores coinciden en señalar como eficaz y escrupulosa la dirección de Enrique García Asensio, quien obtuvo una estimable sonoridad de la Sinfónica de Bilbao. La versión de Urbano Ruiz Laorden, en cambio, le pareció a José Manuel Ruiz Conde mucho menos interesante. HOMENAJE A NICANOR ZABALETA El rebosante aforo que ofrecía el teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, no era sino el reflejo de una provincia y una ciudad que se volcaban en el homenaje al gran artista local y a la vez universal, Nicanor Zabaleta. Con la presencia del lendakari y máximas autoridades guipuzcoanas que arropaban en el palco la estilizada figura del arpista, el director Antón Ayestaran comenzó a interpretar un árido y atractivo programa. Las voces blancas del Orfeón Donostiarra realizaron una espléndida interpretación de Britten. La obra A Ceremony ofCarois. cantada en idioma original, resultó bella y su aire litúrgico conjuntado y de buen gusto. Acompañó al coro el joven arpista Iñaki Gurrutxaga, quien venciendo el normal nerviosismo de todo joven músico, logra ejecutar con limpieza un sencillo solo. La siguiente contribución al homenaje, estuvo a cargo de Victoria de Los Angeles. No es normal que la soprano catalana suspenda un concierto. Con el repertorio que presenta en los diversos escenarios y con la técnica de una buena impostación de voz que aún posee, puede seguir cantando mucho tiempo. Sin embargo no fue éste su dia. La soprano acababa de cantar en Madrid y se vio que sus cuerdas vocales estaban fatigadas. Los seis Heder de Schubert no los cantó con facilidad, aunque estuvieran impregnados de delicadeza. Ante El Cantar del A Imaát Mompou, optó por retirarse, privándonos de escucharla en tan hermosa canción. A continuación, intervino la joven Orquesta de Cámara de Paul Kuentz. Destacó el trompeta Eric Aubier en el Condeno para trompeía y orquesta de Tartini, como luego triunfara también Monique Frasca-Colombier, con el Concierto para viola D amore en Re menor de Vivaldi, modelo de limpieza y virtuosismo. Tras un sublime Adagio para cuerdas de Samuel Barber que deleitó, el magisterio y colofón a un agradable concierto, lo vino a dar Narciso Yepes con el Condeno para guitarra de Vivaldi. La destreza y seguridad de su mano izquierda y la flexibilidad y a la vez firmeza de su derecha, hicieron que su guitarra sonara siempre clara, diáfana, perfecta. Niño Dentici Scherzo 21 ACTUALIDAD A MAYOR GLORIA DE VERDI Las producciones de ópera de nuestros dias suelen pecar de excesivo protagonismo del director de escena, del escenógrafo, del divo/ a, por eso que un grupo de artistas se reúna para rendir homenaje al autor es infrecuente y éste quizá haya sido el mayor encanto del Nabucco de G. Verdi con que Ricardo Muti ha presentado sus credenciales como director estable del Teatro "La Scala". El espectáculo fue a niveles dramáticos muy sencillo. El director de escena, Roberto de Simone (napolitano como Muti) músico y musicólogo prestigioso, sacrificó la acción teatral en beneficio de la música. Nabucco es una obra coral, por ello de Simone, situó las magnificas huestes de Giulio Bertola, como si de un oratorio se tratase, en escaleras, estático, de forma que las voces llegasen frontalmente al público y asi poder disfrutar con toda nitidez la extraordinaria entonación, empaste, sutileza y brillantez de la masa coral escaligera que ofreció una versión antologica del Va pensiero por su intimidad, contención y vuelo lirico. A los protagonistas, excepto Bruson y Dimitrova, de Simone se limitó a marcarles las entradas y salidas. Los decorados de Mauro Carosi (también napolitano) tradicionales y eficaces, pero sin interés. Inspirados en bajorrelieves asirios y en iconografía bizantina fueron acertados en el primer acto, sugerentes en el segundo (estupendamente resuelto el eclipse tras la autoproclamación de Nabucco en dios), muy bellos, por su simplicidad, durante el Va pensiero y malos sin reservas en el cuadro con que concluye la ópera. Odette Nicoletti vistió al coro y a los figurantes con imaginación; a. los cantantes con fasto, pero sin belleza. 22 Scherzo I Nabucco - Acia IV - escena II La verdadera protagonista del Nabucco es Abigaille, papel espinoso donde los haya, para el que la Scala ha contado con la única verdadera Abigaille hoy existente Ghena Dimitrova, estupenda soprano, cuya voz prodigiosa, técnica irreprochable y medios asombrosos hacen olvidar ciertas acritudes en el agudo cuya voz prodigiosa, en el agudo y algunas imprecisiones en las coloraturas; comunes a casi todas las dramáticas que en el mundo han sido y que ciertos sectores de la critica y del público de hoy —acostumbrados a los agudos impecables de las voces insulsas de moda— juzgan, por ignorancia, como imperfecciones, y quizá lo sean, pero que no empañan la inmensa belleza que en las demás gamas despliegan las sopranos de gran calibre. Ghena Dimitrova demostró ser una consumada artista haciendo sutilezas vocales inverosímiles en el aria Anchio dischiuso un giorno del segundo acto y en el "sume ... morente esanime ..."de la escena final. La encarnación que hizo Dimitrova de Abigaille fue rica en matices. Antologica la repetición en pianissimo de la cavaletta Salgo gia del trono aurato. La actuación de la cantante búlgara caldeó la noche y el público se volcó en ovaciones con ella. Renal o Bruson es un barítono lírico, su voz quizá carezca del timbre heroico que requiere el personaje de Nabucco pero con todo es un artista fuera de serie, un maestro del fraseo, de la emisión, cálido, inteligente, uno de los poquísimos que nos devuelve el verdadero sentido del bel canto. Bruson encarnó a Nabucco de forma irreprochable, siendo especialmen- ühena Dimitrova te conmovedor en los momentos líricos de la partitura, cinceló un patético Deh perdona, den perdona en el acto tercero y un emocionado Dio di Giuda en el cuarto. Aunque en el O Prodi miei seguítemí que sigue a la antes mencionada aria se echase de menos una pizca más de temperamento. Una magna creación. ACTUALIDAD Paata Burchuladze posee la voz de bajo más sonora que se ha escuchado en los últimos años. Con técnica aún insuficiente; tiene 31 años, como Zacearía, dio muestra de sus debilidades (me parece un error hacerle cantar en piano el Tu sul labro de veggenii de la segunda escena del segundo acto) y de sus virtudes y buen hacer en el apabullante Del futuro nel buio discerno de la segunda escena del tercer acto, una voz excepcional que de no malograrse parece destinada a incluirse entre las insignes de su cuerda de nuestro siglo. • El tenor Bruno Beccaria que hacía su presentación en La Scala cantó Ismaele con entrega, pero en ópera además de entregarse hace falta tener voz y saber usarla. Pobre la Fenena de Raquel Pierrotti y discreto el Sumo Sacerdote de Mario Luperi. Y Muti. El maestro napolitano que se presentaba como titular del teatro consiguió un éxito para los anales. Logró incluso disipar la sombra que su antecesor, el irreprochable Claudio Abbado, podia proyectar sobre él, merced a la deslumbrante belleza que desplegó en la dirección de la juvenil partitura verdiana de la que extrajo sutilezas, matices y profundidades, por mí, hasta el momento insospechadas. Desde la dinámica, contrastada obertura, pasando por el mejor Va pensiero que he escuchado, en tono de súplica de oración, a la exquisita dirección de cantantes y coro, Muti que ya hace años apuntaba como un privilegiado, al que se podía achacar un exceso de brillantez y cierta superficialidad, es hoy una batuta extraordinaria, peculiar, refinadísima; no han sido inútiles sus incursiones al mundo de Mozart con unas estupendas Bodas en La Scala (que este año repite en julio) y su inolvidable COSÍ de Salzburgo. Exquisitez que unida a la fuerza del temperamento mediterráneo ha dado como consecuencia la más completa representación a niveles musicales que recuerdo en La Scala desde el legendario Lohengrin de Abbado. Una noche musical digna del Primer Teatro de Opera. Muti en el carro del triunfo proyecta inaugurar el próximo año la temporada esca ligera con un Don Giovanni y se habla de que está en conversaciones con Akira Kurosawa para montar la Tetralogía Wagnenana. Francisco José Villalba Una escena de la Tetralogía según Ruth Berghaus EL ORO DEL RHIN JUNTO AL MAIN No cabe duda que todo nuevo montaje de la Tetralogía wagneriana es un acontecimiento que despierta un considerable interés, incluso en Alemania donde se está acostumbrado a tomar contacto con la magna obra. En Frankfurt, sin embargo, se llevaba un largo plazo de tiempo sin que la genial creación fuera representada en su totalidad. La primitiva expectación acabó a la postre por convertirse en frustración, como informa nuestro corresponsal Rafael Donoso, a quien debemos los datos de esta crónica, al menos en lo que se refiere a la primera entrega, El oro del Rhin, ya contemplada. La producción, firmada por Ruth Berghaus, cayó en multitud de gratuídades e inconsecuencias escénicas. En muy raros momentos se alcanzó una plasticidad mínimamente sugerente y aun éstos se debieron sobre todo a una inteli- gente utilización de las luces. Muy pobres las soluciones adoptadas para representar al Walhala y las cuevas de los nibelungos y de un aspecto ramplonamente burgués los gigantes y los dioses. Un Wagner ultramoderno, en definitiva, fruto de la no muy feliz pretensión de actualizar su mensaje estético, lo cual no facilita en absoluto la comunicación con el receptor. Como era de esperar, dada la penuria vocal del presente, la ópera fue cantada dentro de una linea general mediocre. Un poco por encima de este baremo había que situar el Wotan, seguro pero sin matices, de Wolfgang Probst. Correcta, sin más, Anne Gjerung como Erda. Heinz Zednik, en el papel de Loge, ofreció la interpretación más sobresaliente por su buen hacer escénico y su apropiada prestación vocal. 1.a enérgica conducción musical de Judith Somogi acaparó buena parte de lo más positivo de este Oro del Rhin. La Orquesta sonó compacta y hermosa. Hubo en este apartado de la versión una capacidad para la matización casi por completo ausente en la dirección escénica y la mayoría de los cantantes. Scberzo 23 BOTÓN DEMUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA El nuevo concierto de Año Nuevo E L anciano avanzó lentamente hacia el podio desde el lateral del escenario. Al hacerlo se va apoyando, torpemente, en los respaldos de las sillas de la orquesta. Su paso, irregular e infirme, le obliga a balancearse. En su rostro, surcado de pequeñas arrugas, se dibuja, no obstante la indiscutible lustrosidad de la piel, una mal disimulada mueca de dolor e impaciencia. Al fin, envuelto en las miradas y sonrisas conmiserativas de los profesores y en los cerrados aplausos del selecto público que abarrota la hisiórica Musikverein, alcanza su objetivo y tras un postrer esfuerzo para subir a la plataforma saluda con las manos sobre el curioso respaldo barandilla. Ahora se perfila, ya claramente, una sonrisa en su faz. La ovación se recrudece. Todavía despaciosamente, se vuelve a la formación sinfónica que tiene ante él. De súbito, eleva los brazos en un movimiento eléctrico y el milagro se produce: comienzan a sonar, limpios, nítidos, precisos, tras un ataque fulminante, los primeros acordes de la obertura de El murciélago de Johann Strauss, una de las piezas favoritas del maestro. Porque, en efecto, es él, el todopoderoso, el archifamoso, el tañías veces considerado como número uno; el ahora enfermo y ya viejo Herbert von Karajan, verdadera institución del moderno arte de la dirección orquestal. Vuelve.alcabodecincuenta años, a empuñar la batuta frente al conjunto de la Filarmónica de Viena, al que conoce bien, en una festividad tan señalada como la del Año Nuevo, protagonizada, en tradición todavía respetada, por la centura austríaca. Quizá el maestro salzburgués recuerde en estos momentos, como en una veloz proyección de su mente, la apretada sucesión de acontecimientos que se han desarrollado en su vida desde aquella lejana mañana de enero de 1937, cuando, siendo el más joven direc24 Scherzo Ka raían lor general de música de teatro de Alemania (puesto desempeñado en Aquisgrán), acaba de realizar su debut, en las tradicionales fechas, ante las huestes de la Opera Imperial: Opera de Berlín, Opera de Paris. Salzburgo, Lucerna, Orquesta Philharmonia, Festival de Bayreuth, Filarmónica de Berlín, director general en Viena, en La Scala, en Salzburgo, consejero de la Orquesta de París... La clase manda Pero ante el espectador, ante el oyente, para los millones de personas que posiblemente están contemplando el concierto, este de Año Nuevo de 1987, lo que cuenta no es lo que siente, sino lo que hace y lo que ordena este hombre enfrentado a una orquesta. Por televisión se le ve, pese a todo, seguro de sí; parco de movimientos, eco- Foio; D. G. nómico de gestos, pero certero; las piernas quietas, los brazos en plano medio o, en alguna ocasión determinada, catapultados hacia arriba en característico diseño, tan personal y tan efectivo a la hora de lanzar a los metales o de imponer un velocísimo y seco ataque. La batuta, asida con elegancia, nunca apretada, actúa como elástica prolongación, dibujando sobriamente lo que quizá para otros músicos que no sean los vieneses podrían ser extraños arabescos. La mano izquierda, en la que se aprecian huellas palpables de los estragos del reuma y de la descalcificación, es aún. no obstante, ese órgano mágico capaz de jugar flexiblemente con la dinámica, de modelar, de sugerir, de acariciar en lo que parecen ser insólitos revoloteos. Los violines de la Filarmónica, tan hechos a Eos pentagramas de los Strauss, BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DEMUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA tantas veces tocados, en tantas oportunidades dibujados siguiendo las indicaciones de Clemens Krauss, de Hans Knappertsbusch, de Kart Bohm, de Willi Boskovsky, de Lorin Maaze!, aparecen como transfigurados, como embarcados en un raro sueño que hace detenerse el tiempo, como llevados, en un inesperado traslado, hacia el reino de las esferas, las descritas de mano maestra en la composición que ha abierto el concierto (no ofrecida por televisión, en donde, como se sabe, sólo se puede contemplar la segunda parte del acto). Hay un indudable hechizo en todo ello; un hechizo que envuelve a la Filarmónica, al público, a los telespectadores, a los oyentes de radio y, en fin, al propio Karajan, que mantiene casi siempre y como es habitual en él, los ojos cerrados. El arte de "rallentare" El titular de la Filarmónica de Berlín es un auténtico mago en este cometido. Posee una precisa, justa y probablemente innata habilidad para administrar sabiamente, sólo rozando en ocasiones, pero sin traspasarlo, el límite de la cuadratura, sin llegar a cruzar tampoco la frontera de lo decididamente amanerado. Prodigiosa técnica la que ha de ejercitar asimismo para encauzar el canto, diseñar el acento y evitar que el fraseo sufra irreparables transgresiones y distorsiones. La música de los Strauss de Viena es extremadamente peligrosa para realizar proezas de este estilo. Su tersa superficie sonora, su frescura, su vitalidad contagiosa y su gracia lo prohiben terminantemente. A no ser que se esté en el secreto de la medida exacta para no pasarse, para no caer en la caricatura, para no traicionar la tan clara y evidente escritura. Y Karajan, menos riguroso y clásico que Krauss, menos vivaz y auténtico que Boskovsky, menos espectacularmente virtuoso que Maazel, lo está porque tiene el dominio de la materia sonora y el perfecto control del discurso. En esta oportunidad, además, al menos esa impresión ha dado por radio y televisión, se ha mostrado más ágil, más transparente, sin exagerar las elongaciones ni hacer ostentación de innecesarias opulencias (que suelen estar presentes en sus grabaciones con los berlineses). La rica (imbricadelaorquesta, la suavidad de los violines, la dulzura de sus maderas han podido apreciarse siempre (con todo lo que, en cualquier caso, tiene de pálido reflejo) en la, como es norma impecable toma sonora. Y el mensaje de los chispeantes pentagramas ha llegado nítido y suficientemente idiomático a despecho de la general moderación de los tempi y de la parsimonia de ciertas exposiciones del director. Asi, en perfecto acuerdo de éste y de la formación vienesa, sin ningún tipo de sobresalto, con el amable fluir de las cosas bien hechas, se desgranaron, una a una, las piezas que componían el programa (un poquito más corto este año). La citada obertura de El murciélago, la aludida Música de las esferas. El barón gitano, la Polka "Pizzicato"... Una sorpresa fue la interpretación de la versión del vals Voces de primavera escrita con parte de soprano solista, que cantó muy bien, con facilidad y justeza, la norteamericana Kathleen Battle, una gentil soprano lírico-ligera. Naturalmente, no podían faltar ni El bello Danubio azul (¡Qué extremas y, sin embargo, qué sugestivas lentitudes!) ni la Marcha Radetzky, que el maestro dirigió, matizando y todo, al público a la hora de palmear. No hubo en esta ocasión, por eso el concierto fue en este sentido más soso, las gracias, incluso astracanadas, de otros años (recordemos las bromas con Boskovsky sobre todo). La gracia, sin duda, estuvo en esta oportunidad sólo en las notas musicales. La realización A un concierto como éste no puede corresponder, sería absurdo, una realización televisiva mediocre, ni siquiera simplemente buena, Por eso la Televisión Austríaca cuida tanto estas transmisiones. Este año, por consejo del propio Karajan, se encomendó la difícil misión al inglés Humphrey Burton, que hizo una labor prácticamente perfecta, matizada, atenta... y musical. El ballet, bonito pero casi siempre superfluo —cuando no cursi— funcionó a excepción del sobrepuesto, en directo, al Danubio azul, bastante desmañado. Un aplauso para el trabajo de Ralael Taíboen la transmisión por Radio 2 de RNE. Supo estardiscretamente, con flexibilidad, dejando siempre el protagonismo a la música y seleccionó acertadamente las ilustraciones sonoras del intermedio. Arturo Reverter ADIÓS A CLAIRE WATSON El año 1986 vio la desaparición de la soprano norteamericana Claire Watson. La intérprete había nacido en Nueva York en 1927. Sus primeras lecciones las tomó en la Eastman School, Rochester. Entre sus profesores se contarían luego Elisabeth Schumann y Otto Klemperer. Claire Watson hizo su presentación en 1951 en el Teatro Municipal de Graz como Desdémona. En 1955, Georg Solti se interesó por la soprano y la llamóa su lado para que colaborase en la temporada de la Opera de Frankfurt. Tres años después Claire Watson entró a formar parte de la compañía estable de la Opera del Estado de Baviera de Munich. Esta relación habría de prolongarse durante el resto de la carrera de la artista. Otros muchos teatros importantes reclamaron su intervención. Recordemos el Covent Garden, La Monnaie de Bruselas, las Operas de Stuttgart y Hamburgo y el Metropolitan de Nueva York. El repertorio de Claire Watson trabajó sobre todo los campos mozartiano y wagneriano. Fue, asimismo, una destacada intérprete de las obras de Richard Strauss. La critica señaló en su momento lo refinado de su recreación del papel de la Condesa de Capriccio. Grabó en numerosas ocasiones para los sellos Decca y Philips. De sus registros deben recordarse el Don Giovanni. con dirección de Otto Klemperer. El Oro del Rhin y El Ocaso de los dioses en La Tetralogía grabada por Solti y Peter Grimes de Benjamín Britten, bajo la dirección del propio autor. Scherzo 25 ENTREVISTA CECILIA GASDIA El estudio no es nada sin la intuición De 'e nuevo, Cecilia Gasdia vuelve a ser noticia en nuestro país en su debut, el presente mes de febrero, en el Teatro del Liceu en el rol de Mimí de la conocida ópera de Puccini, La Boheme. Hace tan sólo cuatro años nadie la conocía. Sustituía de Caballeen IM Scala, se revela inopinadamente como consumada intérprete de Anna Bolena. uno de los personajes manados por la impronta indeble de María Callas. Y. en seguida, la comparación y el comienzo de una carga que puede ser pesada:" IM nueva Callas " se dice. La leyenda, el mito empieza a gestarse. ¿Cómo contempla la jovencisima soprano italiana esta pretendida herencia? ¿Cuál es su actitud ame su prometedor futuro? La entrevista que la gemil Sonámbula de la pasada temporada concedió a esta publicación en ¡apersona de nuestro colaborador Francisco José Villalba nos muestra sus inquietudes y apunta sus respuestas a todo ello. 26 Schcrzo J - - ENTREVISTA SCHERZO: Cuándo y dónde empezaste tus esludios de música. CECILIA GASDIA: A los 5 años. A los 17 comencé a caniar y a los 18 acabé la carrera de piano. Todo ello en el Conservatorio de Verona, mi ciudad natal. S.: ¿No crees que empezar tan pronto puede perjudicar la voz? C. G.: Depende. Cuando comencé a aparecer en los escenarios no hacía más de quince o veinte representaciones al año, en la actualidad no pasan de cincuenta. Siempre procuraba alternar papeles pesados con ligeros para no agotarme. Hoy ya he centrado mi repertorio en el bclcanto. Comenzar una carrera joven puede ser arriesgado, pero con una buena técnica y un poco de cerebro se puede seguir adelante. El peligro de arruinar la voz lo puede tener también un cantante con más edad. Por otra parte los jóvenes tenemos más resistencia física y esto es una ventaja. De todas formas si me he equivocado o no, se verá dentro de unos cinco años. Si entonces continúo cantando es que lo he hecho bien, si no... S.: ¿Qué opinas de la ¡an manoseada crisis de voces? C. G.: Todo el mundo habla de ella, pero no sé hasta que punto es cierta. La verdad es que casi nadie tiene en cuenta a los jóvenes talentos. Los teatros no quieren correr riesgos con ellos. Los representantes tampoco y en el caso de que hagan un descubrimiento lo explotan, para hacer dinero, hasta que acaban con él. Hace treinta años los teatros ayudaban a los jóvenes, hoy no. En la actualidad no existen los antiguos caza talentos. S.: A pesar de tu juventud ya has trabajado con los más grandes directores de orquesta y registas. ¿A cuántos cantantes de tu edad crees que se les brinda esta oportunidad? C. G.: He tenido mucha suerte, pero también me he tenido que esforzar. Nunca pensé ser una profesional del canto, sin embargo los acontecimientos me hicieron ver claro que esta era mi profesión. Decisivo fue el éxito que alcancé cantando, en sustitución de Montserrat Caballé, Anna Bolena en la Scala, un verdadero golpe de suerte, pero ya* entonces estudiaba mucho para perfeccionarme. Por el trabajo y no por el azar, es mi carrera cada vez más sólida. Mi Traviata con Carlos Kleiber y Zeffirelli el año 84 en Florencia fue otro golpe de suerte. Jamás por entonces había pensado cantar Violeta Valery. Kleiber nunca me había escuchado en directo. Lo único que conocía de mi era un programa de la televisión italiana, retransmitido en Alemania, en el que yo interpretaba lieder de Schubert. Kleiber puso como condición para dirigir La Traviata en Florencia el que yo fuese la protagonista. Hace unos días me llamó para repetir la experiencia en el Covent Garden, pero por ahora no creo oportuno cantar más Violeta. Deseo hacer una buena carrera y adquirir prestigio. El dinero no me importa. Por esto rechazo muchas ofertas. S.: ¿Cómo fueron tus relaciones con Kleiber? C. G.: Excelentes. Mis relaciones han sido siempre buenas con los directores con que he trabajado: Abbado, Muti, Mehta, etc. pero con Kleiber había algo especial. Yo tenía miedo a enfrentarme con un papel tan comprometido como el de Violeta, necesitaba los consejos de un gran músico que además hiciese un poco de padre y en Kleiber encontré ambas cosas. Me habían hablado de Kleiber como de alguien introvertido, dificilísimo. Sin embargo me encontré con un amigo, todos los días que había representación me invitaba a ir a su camerino y durante cuarenta y cinco minutos, media hora, hablábamos de todo. Sólo puedo decir que Kleiber consiguió que aquella Violeta cantada por mi débil voz saliera bastante bien. Eso que tanto él como yo éramos conscientes de que se trataba de una Violeta de 24 años... quizá si yo hubiese tenido treinta habría sido mejor. S.: ¿Por qué en el primer acto, que parece el más apropiado a tu voz, era en el que te desenvolvías con más dificultad? C. G.: No me considero una soprano ligera,ni lírica, soy una soprano d'agilitá. Mi voz no es de gran potencia, puedo hacer cosas de ligera, sin embargo el primer acto era el que me resultaba más difícil. Cuando estudiaba la partitura de Traviata creí que el primer acto sería para mi el más sencillo, en la practica fue el peor. No por la extensión del registro, sino porque no lograba encontrar el color de voz apropiado. Todo empezaba a mejorar a partir del segundo acto, cuando se requiere una soprano más dramática. ¿La razón? No la sé. La Traviata es una ópera dificilísima, una ópera incógnita. Cuando un acto sale bien, el otro no. En todo caso he rechazado todas las ofertas que me han hecho para hacer La Traviata, excepto una hace poco en París con Mehta. S.: ¿En cuántas premieres has participado? C. G.: En veintidós y con obras muy diferentes. S.: ¿Cómo han sido tus trabajos con Abbado y Muti? ¿Qué piensas de ellos? "Interpretar Mozart parece sencillo, pero es el más difícil de todos" C. G.: Abbado es una persona muy accesible, bondadosa, con la sonrisa siempre en los labios, pero a la horade trabajar muy exigente, de extrema precisión, con el que no se puede jugar. Muti en principio es reservado y distante, al menos esa fue la primera impresión que me causó cuando trabajé con él por primera vez en Edimburgo, pero cuando ha tomado confianza, la mejor persona del mundo, divertidísimo. Acabo de cantar con él en Filadelfia la Gilda de Rigoletto, y ha sido muy cordial, estaba de un humor excelente, quizá porque trabajaba con su orquesta. S.: He leído que tienes el proyecto de encarnar a Zerlina en un Don Giovanni que dirigirá Claudio Abbado en el Festival de Edimburgo. C. G.: Sí, en el 87 en Edimburgo y en el 88 en Florencia, también con Abbado. S.: ¿Te interesa el repertorio mozarüano? C. G.: Como toda persona que ha estudiado piano en profundidad sé muy bien que Mozart es el más difícil de todos los compositores. Interpretar Mozart parece muy sencillo, pero cuando comienzas a tocarlo te das cuenta de que alcanzar la aparente simplicidad que requiere la ejecución de sus partituras es la labor de una vida. Lo mismo ocurre con su música vocal. Para cantar a Mozart es necesaria una preparación musical y técnica altísimas, un especial adiestramiento de las cuerdas vocales. Las partituras cantables de Scherzo 27 ENTREVISTA Mozart además tienen una tesitura muy extraña que obliga a forzar ciertas zonas de la voz. Algunos dicen que Mozart no hay que cantarlo a la italiana, yo creo que sí. Pero no como a Verdi o a Bellini. Cuando se canta a Mozart, se canta a Mozart y hay que olvidarse de los demás compositores. S.: ¿Es más difícil que Rossini? C. G.: Aún más. Quizá por eso no me han ofrecido papeles mozartianos antes. Porque es cierto eso de que quien canta a Mozart bien, puede cantarlo todo. S.: En caso de perder la voz, Dios no lo quiera, ¿le crees capacitada para seguir tu carrera musical como concertista de piano? C. G.: Una cosa es tocar bien un instrumento musical y otra muy distinta ser concertista. Necesitaría estudiar más. De todas formas espero que esto no ocurra porque no me gusta la idea de ser solista de piano. S.: ¿Cómo estudias los personajes que interpretas? ¿Cómo te acercas a ellos no musicalmente sino dramáticamente? ¿Una cantante de ópera debe ser actriz? C. G.: Eso es indudable. Yo intento dar contenido dramático a todos los personajes que interpreto y para esto creo necesarias dos cosas, una, la menos importante, documentación general sobre el personaje y dos, la imprescindible, la intuición. Y la intuición no se puede, no sé, explicarla. Los cantantes contamos con la ayuda de la música y en ella está la inscripción. Se I • * ; c Gasdia en Madrid en la Sonámbula 28 Scherio puede leer toda una biblioteca sobre Medea o sobre La Dama de las Camelias, pero esto no es nada, la llave de la interpretación en ópera es siempre la música. S.: ¿Y el texto? C. G.: Importantísimo. Incluso en el belcanto, a pesar de lo que generalmente se piensa. Por ejemplo en el lo non credea mirarti de IJI Sonnambula, el texto y la música están tan ligados que si no vocalizas bien destrozas la partitura. A Bellini hay que frasearlo y mucho. Pero no me considero aún con la experiencia suficiente como para dar una opinión autorizada sobre el tema. Descubro cosas a diario, creo que siempre se están descubriendo, pero, aún así, estoy convencida de la importancia del instinto, que es el que te guía. Alguien me narró la siguiente anécdota sobre María Callas. Un día el maestro Serafín preguntó a Callas cómo hacía para interpretar de forma tan maravillosa y exacta los recitativos, que lo son todo en la ópera. Callas respondió: "No hago más que lo que siento que debo hacer". Se pueden tener los más grandes directores de orquesta, los mejores directores de escena, los mejores profesores, si no se tiene intuición, instinto, no se tiene nada. Para demostrarlo ahí están algunos grandes compositores y directores de orquesta del pasado que carecían de preparación académica y como músicos, sin embargo, eran incomparables. Esto no quiere decir que no me guste estudiar, muy al contrario, siempre procuro aprender de las personas con las que trabajo, de aquellas que me puedan aconsejar o enseñar. También trato de hacer mías las sugerencias o críticas que recibo. Zeffirdli jamás te dice haz ésto o aquéllo; él, como otros grandes del teatro con los que he trabajado, sugiere, inspira más que indica específicamente lo que tienes que hacer. S.: ¿Tienes predilección por algún músico? C. G.: Yo amo la música, toda la música y no tengo preferencias. Aunque en función de mi voz tengo que confesar que los compositores que interpreto con más agrado son Bellini y Rossini. Pero adoro a Mozart, Puccini, Verdi, Bach, Monteverdi, Vivaldi, a todos... S.: ¿También a Wagner? C. G.: Sí, pero no para cantarlo. Sus personajes líricos son muy hermosos, pero aún necesito madurar... quizá cuando tenga más años. S.: ¿ Y la música contemporánea? C. G.: Sí. Incluso alguna música ligera. De hecho he intervenido en la representación del Rake's Progress de Strayinsky que fue dirigido por líen Russell en Florencia. S.: Tu carrera es la de una cantante ecléctica. Has hecho Liu de la Turandot de Puccini, Gilda de Rigoletto de Verdi, Corinna del Viaggio a Reims de Rossini, la Luisa Miller... C. G.: No. Luisa Miller no la canto más por el momento. S.: Te la escuché hace un mes en Viena. C. G.: ¡Horror! No estaba en forma. Con Luisa inicié mi carrera pero desde entonces no la había vuelto a hacer. La representación en Viena no fue muy bien, no es un papel para mi. Pero con las equivocaciones también se aprende. S.: Siendo ésta la primera vez que cantas en España tpor qué has elegido La Sonnambula? C. G.: No es la primera vez que canto en España. Hace tiempo lo hice en Oviedo y hace quince días, poco más o menos, en Barcelona. Pero lo de Barcelona fue un imprevisto. ENTREVISTA me han ofrecido otros papeles pero que sabían de antemano que no podía aceptar a no ser que estuviese tan loca como para aceptarlos y arruinar mi éxito de Anna Bolena. Si algún día me ofrecen algo para lo que me considere preparada y segura, regresaré encantada. S.; ¿Yo la Arena de Verana? C.G.: Adoro la Arena. Pero es un teatro demasiado grande, peligroso. En un mismo día puede hacer calor, después llover y más larde un frío espantoso. Una vez canté allí la Liu de Turando! con Ghena Dimitrova, pero exclusivamente por complacer a mis paisanos. Este año haré el Réquiem de Verdi. Me da miedo la Arena, no el público, la Arena en sí, el aire libre, la bronquitis. S.: ¿Cuál es tu teatro favorito? C.G.: Quizás la Opera de París, también Chicago... en realidad me gustan casi todos los teatros. S.: ¿Qué público consideras más exigente? C.G.: Sin duda el italiano. "el público vienes no se entera de nada' OíUta tiasdia ionio Violeta en Milán Hago mi presentación en Madrid con la Sonnambula porque me la ofrecieron y creo que es uno de los personajes que mejor interpreto, uno de mis personajes favoritos, vocalmente hablando. Quería hacer algo sobre seguro y con Sonnambula he tenido éxito en todas partes. S.: ¿Qué proyectos ¡ienes? C.G.: En el 88 inauguré la temporada de la Lyric Opera de Chicago con Sonnambu/a, queen treinta y tres años de vida de este teatro jamás se ha representado. También mi debut en el Met de Nueva York con Romeo y Julieta, de Gounod. S.: ¿Y la Scala? C.G.: Soy italiana y en la Scala prefieren a los cantantes extranjeros. Así que los pobres italianos tenemos que emigrar a América viendo cómo los teatros italianos se llenan de cantantes americanos. S.: ¿Quizás por esa cantantes italianos de prestigio internacional hacen pocas apariciones en ¡a Scala? C.G.: La Scala es el primero de los teatros, pero es un teatro extraño con todo el mundo, hasta con Pavarotti. Un día te abren las puertas y al siguiente te olvidan por tres o cuatro años. La Scala tiene una política con vistas al exterior. Las premieres generalmente las hacen extranjeros. Tras Anna Bolena he cantado allí Gianni Schicchi de Puccini / Pellegrini alia Mecca de Gluck; después S.: ¿Y el público vienes? C.G.: Siento tener que decirlo pero el público vienes no se entera de nada. Esto parece una revancha por mi descalabro en Viena con la Luisa Miller. No es así. El público de Viena es de esos a los que lo único que les interesa son los agudos. S.: ¿ Y el de Madrid? C.G.: Extraño. S.: ¿Cómo ha sido tu trabajo en el Teatro de la Zarzuela? C.G.: La representación de la Sonnambula ha sido buena considerando que sólo hemos tenido seis días de ensayo. Es un teatro con un ambiente de trabajo estupendo. Se nota un gran deseo de hacer las cosas bien. S.: ¿Volverás? C.G.; Eso no depende de mí. Depende del Teatro de la Zarzuela. S.: ¿Por ejemplo con Pamina? C.G.: No. Aquí no haré Mozart. Pero si un Puccini, otro Bellini. S.: ¿Algo fácil o más popular que Sonnambula? C.G.: Eso de fácil o conocido es un error. Acabo de hacer Capuleilie i Montecchi en Chicago con Tatiana Troyanos. Era una ópera que jamás se habla representado allí, el público no la conocía, no entendía el texto y sin embargo el éxito fue muy grande. ¿Por qué?, pues porque la dirección musical fue inspirada, la regia buenísima, el reparto excelente y además se logró esa conexión público-escenario que hace grande una noche de ópera. Francisco José ViUalba Scherzo 29 DANZA UN LAMENTABLE CASCANUECES D ESPUÉS de varias temporadas en diferentes teatros del país, donde el rigor profesional a todos los niveles parecía estar asentado, el Ballet Nacional Clásico de España ha dejado mucho que desear con esta puesta en escena de Cascanueces. Este tradicional ballet, cuya coreografía original pertenece a Lev Ivanov, ha sido uno de los más sufridos (por así decirlo) del repertorio de (odas las compañías de danza clásica mundiales. En esta ocasión y bajo la dirección de Ray Barra. Cascanueces se pierde en el intento de una nueva versión ajena totalmente a su historia y origen. Barra ha introducido en esta puesta en escena el personaje de una viuda y un grupo de cadetes jóvenes. No aparecen en esta versión ni niños, ni el Rey de los Ratones, en cambio ha preferido un Brujo Real que es más bien una caricatura carnavalesca. La coreografía (sobre todo en el primer acto) es paupérrima, no llegando nunca a la altura de la música (P. 1. Tchaikovski). El cuerpo de baile, a pesar de la simplicidad de sus ejecuciones, no logró unidad ni seguridad y nos parecía que estábamos ante una regular representación de graduación escolar. A pesar del aspecto negativo de la realización del trabajo de Ray Barra, vale destacar la entrega en las danzas de algunos solistas como María Luisa Ramos en el rol de Clara, con una delicada inocencia y frescura demostrando además su buena técnica y profesionalismo, al igual que su partenaire Ricardo Franco en el papel de Cascanueces. Arantxa Arguelles y Antonio Castilla, en La Reina de las Flores y Su Caballero, nos ofrecieron un agradable pas de deux, con esa compenetración, dominio de la técnica y seguridad a la que ya nos tiene habituados esta joven pareja. El decorado y los figurines fueron diseñados por José Ramón Sánchez y el desacierto sólo ocurre con Los Genios, que es más bien revisteril. Las luces de Federico Gerlache no son un aspecto a destacar pero fueron funcionales. En general el Ballet Nacional de España Clásico no ha podido alcanzar el nivel de profesionalismo con que sabemos que cuenta, quedando muy por debajo de sus posibilidades en esta nueva versión de Cascanueces. El somhreni de tres picas EL SOMBRERO DE TRES PICOS Y LOS TARANTOS Para la última temporada del año en el Teatro de la Zarzuela, José Antonio, bailarín estrella y actual director artístico de la compañía ha seleccionado F.I sombrero de tres picos, una recreación coreográfica realizada por él mismo, sobre el relato de Alarcón con música de Manuel de Falla y decorados y figurines de Pablo Picasso. José Amo- Cascanueces 30- Se heno nio no ha quitado ni puesto nada a la conocida coreografía de Massine, simplemente ha enriquecido con nuevos aires esta simpática pieza del baile español. Solistas y cuerpo de baile hacen derroche de gracia y dominio en el difícil arte de la danza clasica española, conjugando asi, baile e interpretación, bajo la inmejorable dirección de su actual coreógrafo. ÍMS tarantos es una coreografía original de Felipe Sánchez, sobre texto de Alfredo Mañas, que narra la historia del amor imposible entre familias rivales de gitanos, que semejando la trama de Romeo y Julieta, termina en tragedia. La música ha sido compuesta por Paco de Lucía en exclusiva para el Ballet Nacional de España. La primera bailarina Aida Gómez en la Juana de la familia de los Camisones y el solista Antonio Márquez en el Ismael (hijo de la Taranta), no sólo demostraron en sus bailes ese temperamento arrollador del flamenco, sino también ser unos magníficos actores. Para el rol de La Taranta, epicentro de esta historia, ha sido invitada la primera bailarina, Merche Esmeralda. Fuerte personalidad y elocuencia gestual hacen de esta mujer (que posee "duende"), una de las grandes figuras del baile flamenco de España y del mundo. Enriquece la Coreografía la participación de los niños Manuel Reyes. Raquel Giner y Jasón Andrés y la colaboración especial de Manolete en El Troya. Es lamentable que para esta puesta en escena se haya obviado el "poder de síntesis", dado el conocimiento del tema. El conjunto de bailarines, guitarristas, cantaores y orquesta dirigida por J. Alberl Amargos, han hecho posible que el público madrileño disfrutara una obra de rigor y calidad estupendos. j. L s. DANZA BALLET CLASICO DE ZARAGOZA El Centro Cultural de la Villa, albergó durante dos semanas al Ballet Clásico de Zaragoza que en esta ocasión nos ha traído dos programas. El primero consta de tres ballets: Las Silfides, El amor brujo y Sinfonía en Re. La versión coreografía de Lynn Seymour para su Sylphides es poco original, quedando mediatizada entre un "aire moderno" (que no cuaja) y el clásico de Fokine. Falla la esencia etérea que caracteriza a estas ánimas, teniendo en cuenta que ta coreógrafa mantiene los mismos pasos y estructuras coreográficas de la original. Desconcierta el vestuario entre la innovación de traje de más reciente época, con las "alitas" tradicionales del auténtico ballet. Un pobre trabajo de luces no ayudó tampoco a que esta nueva Sylphides saliera airosa en esta temporada. La interpretación del pianista Jaime López fue acertada, aunque no brillante, pendiente siempre de la ejecución danzable de los bailarínes. Marta R. Estrampes y Michel Wallerand nos ofrecieron una digna interpretación. El amor Brujo, coreografiado por Cristina Miñana, ha sido interesante y agradable, aunque quedándose atrapada por el lenguaje de la danza clásica. Tal vez si la coreografía estuviera enriquecida con algunos elementos del "español", no echáramos en falta esa fuerza siempre presente en este ballet, sobre todo en La Danza del Fuego. En cambio no faltó pasión ni entrega en la Candelas de Marta R. Estrampes y el Carmelo de Michel Wallerand, ambos magníTicos bailarines de estupenda técnica y alto nivel de profesionalismo. Symphony in re. es sin duda el plato fuerte de la temporada. Un increíble derroche de humor y fantasía hacen las delicias de este ballet de Jiri Kylian, coreógrafo y bailarín checoslovaco, actual director del Nederlands Dans Teater. Esta coreografía fue estrenada en La Haya en 1976 y ha sido montada para el Ballet Clásico de Zaragoza por Hedda Twiehaus y Ulf Esser. La maravillosa interpretación de estos jóvenes zaragozanos, hicieron que Symphony in re, nos quedara bailando en la mente más allá de finalizada la representación. El canto de la tierra, pone de manifiesto el talento y buen gusto de su coreógrafa: Cristina Miñana que es a su vez la directora de esta agrupación de bailarines. Este ballet fue estrenado en Zaragoza en 1985 y consta de dos partes donde se alternan y conjugan, conjuntos y pasos a dos. En la segunda, Ln despedida, se presenta toda la compañía. Tiene un alegórico fina! lleno de encanto y sutileza. Para las representaciones de El Cania de la Tierra fue invitado el primer bailarín de la Opera de Frankfurt Glen Tuggle. Es notoria la presencia de Marta R. Estrampes en esta coreografía (al igual que en todo el repertorio del Ballet de Zaragoza), por su entrega en cada interpretación, asumiendo la responsabilidad de primera bailarina. Los diseños de Pedro C. Fernández junto a la coreografía de Miñana y la música de Mahler, logran un conjunto armónico y de exquisita belleza. Cristina Miñana dirige desde 1983 la Escuela Municipal de Danza y El Ballet Clásico de Zaragoza. J. L S. SEPARADOS EL BALLET CLASICO Y EL BALLET NACIONAL DE ESPAÑA En conferencia de prensa evocada por el Sr, Don José Manuel Garrido Guzmán, director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), se dio a conocer a los medios informativos de la capital la decisión del Ministerio de Cultura de la separación de los sectores Español y Clásico del Ballet Nacional de España. El ballet de técnica clásica pasará a formar parte de la agrupación de la Opera, y hará su primera aparición en las representaciones de Orfeo y Euridice, de Gluck. A partir de este momento dicha agrupación se llamará Teatro Lírico Nacional La Zarzuela, cuya sede será el Teatro Real. Tendrá como director estable a Ray Barra y posiblemente asuma la dirección artística del mismo la conocida bailarina soviética Maia Plisetskaia. El Ballet Nacional de España, mantendrá en su plantilla como director artístico al bailarín estrella y coreógrafo José Antonio. También fueron dados a conocer los planes de creación del Taller de Danza (cantera promocional de futuros bailarines) y la Joven Orquesta Nacional, asi como becas y subvenciones a compañías privadas. TEMPORADA DE DANZA 86/87 CENTRO CULTURAL DE LA CA1XA DE TERRASA Finalizó el año con las representaciones del Ballet Español de Yoko Komatsubara y Dart, Companya de Dansa que dirige Guillermina Coll. Goya: La Luz y La Sombra, es un trabajo inspirado en los cuadros del pintor Francisco Goya y cuya coreografía es de Victoria Eugenia y Yoko Komatsubara. Dart, Companya de Dansa presentó seis coreografías: Danzas sin palabras, coreografía de Hans Wrona y música de F. Mendelssohn. Variaciones sobre Balanchine, del mismo coreógrafo (Wrona) y música de P. Tchaikovski. ¡AHi! ¿Dónde? coreografía de Pavel Vokoun y música de J. S. Bach. Lligams. con música de Gustavo Ríos interpretada al piano por el compositor y Juegos, música de I. Stravínski, ambas creaciones de la catalana Guillermina Coll. Para el comienzo del año 87 están anunciadas las actuaciones de Are Dance Company de Gran Bretaña, con tres coreografías de Kim Bronstrup: A Soldier's tale y Los Noces, con música de I. Stravinski y Chamber play, en silencio. Ballet del atlántico (Islas Canarias). Esta joven compañía se presentará con Pasión, homenaje a Pier Paolo Pasolini.con música de J. S. Bach y coreografía de Anatol Yanowsky. Por su parte el Ballet Contemporain de Bruxelles (Bélgica) ofrecerá en dos representaciones: Sonatas del padre Soler, música de Antonio Soler. Nada, música de Peter M. Hammel y Nuevo tango, con música de Astor Piazzolla, todos coreografiados por liarme n Larumbe. También se presentará en esta temporada el Black Ballet Jazz (USA). Cake Waík, Congo Square, Funk Rhythms y Mannequin Suite, serán la muestra de este ballet norteamericano. Scheno 31 MÚSICAS PRETÉRITAS Algo se mueve... Mirando hacia atrás este 1986 que se ha acabado, tiene uno ¡a impresión de que ha sido movidito y, sin embargo, tal impresión es simultánea a la de que todo sigue igual. Don Juan de Mairena —tan olvidado este año como su padre Don Amonio en aras de otras conmemoraciones de obligado cumplimiento— decía: "Si quieres que nada cambie, refórmalo. " Frecuentemente la importancia de los hechos culturales se mide por la resonancia social de los mismos: número de asistentes, publicidad, criticas en la prensa, etc. Y, sin embargo, no son magnitudes que se puedan superponer o que guarden una relación causa-efecto. Si es válido este baremo para valorar los actos de pirotecnia cultural, esos números tan sonados, en los que tanta dinero se inviene y de los que, después de la explosión, no queda más que humo y una varilla que cae al vacío. P OR eso conviene dejar constancia de ciertas pequeñas cosas que han pasado inadvertidas parajos más, a pesar de tener un alto valor significativo. Son quizás (la comparación es un poco cursi, pero no se me ocurre otra que lo sea menos) como las estacas que se clavan en los bordes de un glaciar para estudiar el movimiento de la masa de hielo. Los tiempos venideros dirán si los pun- . tos que voy a marcar eran significativos o no. ... en la enseñanza... Algo en lo que todo el mundo parece estar de acuerdo es en que, mientras la educación musical básica del español no mejore, todo será echar abono en el yermo. Pues bien, ha habido cambio en la Subdirección General de Enseñanzas Artísticas, ente burocrático del MEC encargado de los Conservatorios y la enseñanza musical. El funcionario que durante varios años ha puesto de manifiesto su ineficacia en estos asuntos, coronándola con el caos provocado en la matriculacíón de este curso, ha sido cesado y trasladado al Centro de las Letras Españolas (¡que Dios proteja a las letras españolas, de la A a la Z!). En su puesto ha sido nombrado otro funcionario que ha tardado quince dias en dimitir (supongo que los quince días necesa32 Scherzo rios para enterarse del caos que reina en el citado arte). Para cubrir la vacante se ha nombrado a un tercero, que está ahora aterrizando, corno se dice en el argot. ¿Quieren Vds. más movimiento con menos cambio? ... en la guitarra... La Segunda estaca que quiero señalar es un ciclo de cinco conciertos de instrumentos de puiso en el que han colaborado el Instituto de la Juventud del Ministerio de Cultura, las Juventudes Musicales de Madrid y el Circulo de Bellas Artes, en cuyo local se han producido los conciertos en los meses de febrero y marzo. Intérpretes e instrumentos: Juan Carlos de Mulder, laúd renacentista; Juan Carlos Rivera, laúd barroco; José Miguel Moreno, guitarra romántica; Nicolás Daza, guitarra y Tomás Camacho, guitarra. Habría que completar la ficha técnica con otros datos. Público: escaso, tirando a escasísimo. Publicidad: mínima indispensable. Crítica, prensa, radio, televisión: nadie. Y, sin embargo, insisto en que ha sido un ciclo reseñable. Por la juventud absoluta o relativa de los tañedores, por su excelente preparación técnica, porque ha habido estrenos y obras absolutamente desconocidas, pero sobre todo por la programación misma del ciclo y de cada uno de tos conciertos. Hasta ahora era habitual un recital de guitarra que empezaba por Luis Milán y acababa con Villalobos, pasando por Mudarra, Narváez, San/, Sor. Tárrega y Moreno Torroba, cuando no por Bach, Albéniz, Ponce, etc. El guitarrista era como un recitador de poesía en veinte idiomas. El público se fijaba sobre todo en la agilidad, la velocidad y la habilidad, aspectos importantes en el circo y en el estadio pero no tanto en el concierto. El ciclo que comento ha sido totalmente distinto: lo que en él ha destacado ha sido, sobre todo, la coherencia. Cada día hemos escuchado a un intérprete con un concepto sonoro particular y a un instrumento con la técnica y el repertorio adecuados. No han sido conciertos monográficos —no sé MÚSICAS PRETÉRITAS CANTO por qué cuando oigo esta palabra me imagino a un mono pintando d rogad icios en la pared— sino conciertos coherentes. Añado dos corolarios para los que es gusta preguntarse por qué ocurren las cosas. Primero: el aprendizaje de estos intérpretes sólo en mínima parte se ha realizado en centros oficiales, vulgo conservatorios. Quiere esto decir que la enseñanza oficial anda retrasadilla en este campo. Segundo; el patrocinio ha corrido a cargo del Instituto de la Juventud y no del INAEM. La imaginación de cada lector sacará las conclusiones. El ciclo reseñado no ha estado solo. Casi por las mismas fechas la Fundación Cultural Albacete organizaba otro similar. A algunos de los intérpretes reseñados se anadia el nombre de Gerardo Arriaga, guitarra barroca. Meses más tarde, ya en el otoño, tenían lugar casi simultáneamente en Madrid y Sevilla sendos ciclos en los que convivían los diversos laúdes, la vihuela y las guitarras, que ya vamosaprendiendo que son varias a pesar de un nombre que aparentemente las unifica. En Madrid hemos tenido asi oportunidad de escuchar la vihuela y la guitarra renacentista en las manos de Hopkinson Smilh (mal entendido por algún critico al que se le rompieron los esquemas), al que después se le ha podido oir en los Lunes Musicales de RNE con un programa Weiss en laúd barroco. Todo ello me parece índice suficiente para deducir que algo ha cambiado en el mundillo de la guitarra, al menos desde mi puesto de observación aquí en Madrid. ... y en la música antigua... También desde mi puesto de observación he detectado cambios, o, al menos, movimiento en otro mundo cerrado sobre sí mismo, el de la música antigua. En la primavera el Instituto de la Juventud —de nuevo— convocaba su II Muestra de Jóvenes Intérpretes de Música Antigua. Los participantes fueron sensiblemente parecidos a los de la primera, lo que indica que de un año para otro no pueden esperarse grandes cambios sobre todo en un terreno en el que la enseñanza oficial apenas si interviene. De todas maneras para el observador se va perfilando una t ti Qnindo pe ti «orri mi no vorró nueva generación de músicos-históricos-con-instrumentos-originales, mejor preparados que los de la generación anterior porque han tenido más posibilidades de estudiar en cursos diversos. Su preparación teórica es, sin embargo, inferior a la técnica, como corresponde a una enseñanza a salto de mata, de curso en curso. Una característica de esta nueva generación es que sus componentes pueden no tener su residencia en Madrid o Barcelona, como antes era normal, sino en Córdoba, Sevilla, Murcia, Zaragoza o Santiago de Compostela. Precisamente en Córdoba hizo su aparición en el verano una revista. Música Antiqua, dedicada a este campo. El proyecto, que en un principio pudo aparecer suicida, ha conseguido llegara final de año con visos de poder mantenerse, al menos mientras haya colaboradores dispuestos a no cobrar, como suele ser habitual en las publicaciones musicales. Su voz se suma así a la de Anuario Musical. Revista de Musicología, Recerca Muskológica y Nassarre. Es, seguramente, la mi no IOIÍÓ )j voz de esta nueva generación frente a los musicólogos de vieja escuela, aunque quizá ni ellos mismos lo saben, porque una característica inherente a la juventud es la imposibilidad de conocer el momento presente por desconocimiento del pasado. El otoño ha traído más movimiento en este terreno. En Madrid la 111 Semana de Música Española del Festival de Otoño se ha dedicado a la música del Renacimiento. Como yo he sido el coordinador de la misma, intentaré ser aséptico, reseñando meramente algunos hechos. Que cada cual añada la valoración. Por primera vez se ha oído en Madrid a Hesperion XX, por primera vez se ha contemplado un espectáculo de danza del Renacimiento. Por primera vez se han escuchado las obras de Alfonso Lobo (publicadasaquí)en las voces de Pro Cantione Antiqua. La docena larga de conferenciantes que intervinieron en las sesiones de trabajo aportaron cada cual su granito para un más completo conocimiento del tema. Como las conferencias se publicarán en la Revista de Musicología, remito a ella a los interesados. Me limitaré a poner los nombres de los participantes: Margit Frenk, Roma Escalas, Antonio Gallego, Francisco José León Tello, Macario Santiago Kastner, José Rada, Barbara Sparti, Ana Yepes, Agustí Ros, Caries Mas, Mary Collins, Rafael Mota, Howard Mayer Brown y Luis Robledo. Algunos de estos trabajos, como podrá verse oportunamente, presentan puntos de vista realmente novedosos, pero una elemental discreción me obliga a ser comedido en mis apreciaciones. Una de las virtudes experimentales de este ciclo —a decir verdad, no del todo conseguida—fue poner en contacto directo a la investigación con la música práctica. He de confesar que se trataba de un diseño copiado del Congreso Internacional "Música española del Renacimiento", que en memoria de Melchor Robledo tuvo lugar en Zaragoza a finales de noviembre. Las experiencias de Madrid y Zaragoza no funcionaron a la perfección. Scherzo 33 MÚSICAS PRETÉRITAS pero deben servir de referencia útil 7¡"}"í"í"o~» í~*"I " • " • i ' n e r 'n a n a P°r taa "o una notable bopara quien tenga que preparar Ü!lÍlÍ™-~-T"--t----"í" cañada de oxígeno que se ha sumaeventos similares en lo venidero: no : T. . _ ., r . . do a la traída por voces como las de r debe separarse la interpretación ü n « i puct. Co.fi^ Irgmeiorli Luis Robledo o los especialistas en viva de ta música de sus estudios n"~IS"#i"É"í"S—ilt'l— danza antigua, no demasiado oídos teóricos. fl"fllilT_IlIIIi;ÉIÍ_IIIIÍI en los habituales foros musicolóLo de Zaragoza constituyó una *'7J~I"I"¿"T~r~Í— s i l " gicos. gozada para los asistentes. Confe. . "" " . ~r ". " ^ t o d o e " ° c r e o P o d e r deducir n rendas de Ángel Cañellas, María * ' C*ndtBKeorí* xccorfl del q Ue a | g o s e m u e ve en estos terrer os D e d e n I c a s A. Ester Sala, John Griffiths, Eleaq Ue se mueve en este terreno habií ' i fuentes me parece ñor Russel! y Antonio Gallego, tualmente anquilosado de la músilicito concluir que todavía hay eleentreveradas con conciertos y recimemos que se niegan al cambio (no Ca antigua. Las reduciré a una: la tales de The Scholars, José Luis afluencia de sangre nueva, manifessé por qué desde hace unos años esta González Uriol, Jorge Fresno, Flos tada en varios detalles. EnZaragopalabra no suena como antes). Florum, Conjunto de Danzas de za se matricularon 350 participanSon aquellos que tienen las posaderas Barcelona, Rose Marie Meíster y tes al congreso, de los que al menos firmemente asentadas en polMontserrat Torrent. Añádanse nu[as dos terceras partes eran estutronas vitalicias. Algúndiatendrán merosas comunicaciones que apordiantes de la universidad. En Ma- que dejarlas vacantes. Entonces las taron la sal y la pimienta —alguna drid la asistencia fue mayoritariaocuparán los que ahora aparecen incluso acíbar— necesarias para el mente joven también. Por otra parcomo la nueva generación, perfecto condimento de estas celeie, las aportaciones del australiano ¿Habrán cristalizado para enbraciones. John Griffiths, el norteamericano tonces estos movimientos en un Por mi condición de participanHoward Mayer Brown o el multiverdadero cambio? Tarea de futute-organizador me resulta incómonacional (él sabe que lo digo con rólogo y no de músico. do establecer conclusiones sobre lo cariño) Macario Santiago KastPepe Rey ESPASA, COMO BERNSTEIN, TOCA ODOS LOS TEMA LAS CONCEPCIOPiES POLÍTICAS DEL SIGLO XX F'raiKois Chatekt E. Pisiei-Koüchoer I.E0IURD BERNSTEIN Peter Gradenwitz E 5 P A S A. C A L P E E ^ PONEMOS LA CULTURA EN SU SITIO ^ D 34 Scheivo A COCINA MODERNA EN GALICIA Edición Bilingüe Xuxo Víctor Suciro DISCOS BEETHOVEN: Sonatas para piano: "Waldstein", "Appassionaia" y "Les tu/ú-iM. Wilhem KempfT.(Gallería419 0S3-1). Reprocesado a digital. Este disco es un resumen del álbum doble editado hace ya unos años por D. G. en su serie económica Privilege. Aquel álbum contenía las sonatas Claro de luna. Patética y La tempestad además de las tres que integran el disco Gallería. Aquí creo que el lavada de cara digital no ha significado ningún avance con respecto a la edición Privilege y si se realiza una comparación exhaustiva gana por ligero margen, pero gana la edición antigua. El sonido del disco Gallería resulta algo más duro y por ende menos musical. Esto se aprecia más en la Wajdstein. Realmente este tipo de análisis en discos de piano resulta a veces un trabajo algo escabroso. De todas formas la magnífica loma de sonido realizad» en 1965 bajo la supervisión de Karl Faust está ahí en todo su esplendor. Pienso que también hay un esplendor notable en las versiones de Kempf suficientemente comentadas en otro tiempo. Desde otro punto de vista no menos interesante hay que señalar que el disco tiene una hora larga de duración, una hora larga degran Beethoven. La compra, pues.de esle disco constituye un excelente negocio naturalmente para quienes no dispongan ya del álbum "Privilege" antes citado. A. O. B. BEETHOVEN: Mina Salemnh. Lrila Cuberli, Trudeliese Schmidl, Vinson Colé y José van Dam. Wiener Singverein. Orquesta filarmónica de Berlín. Herbert von Kara jan. (D. G. 419 1662). Grabación Digital. La tradicional consistencia y perseverancia de Karajan en el tratamiento de algunas obras (por ej. Fantástica, Pastoral o Zarathusira) no se aprecia en absoluto en la presente versión que, salvo error o lapsus, es ta cuarta que realiza de la monumental obra sacra de Beethoven. La versión anterior realizada para EMI hace aproximadamente diez años tuvo como productor a Michel Glotz, supervisor de esta nueva edición para DG. Pese a ello no existe la menor ilación entre la anterior grabación EM! y la presente DG. Pierde en todos los aspectos esta última edición gracias a una lectura con muy poca personalidad y penetración y para terminar de estropear las cosas una toma de sonido francamente mediocre. Otro aspecto en el que media un abismo con respecto a la edición de 1975 es el cuarteto de cantantes. Sólo sobrevive José van Dam; el resto está muy por debajo de la interpretación que realizaron Janowitz, Baltsay Peter Schreier. En la presente versión se salva van Dam quien ofrece por ejemplo un excelente solo al comienzo del Agnus DISCOS Dei. El Kyrie es uno de los puntos más flojos de esta versión; no hay aquí nada de la energía y fogosidad presentes por ejemplo en las antiguas versiones de Bohm o Klemperer. Las lomas de sonido del órgano son muy poco afortunadas; el sonido se hace abrumador y faltan esas distancias justas imprescindibles cuando un órgano tiene naturalmente que armonizarse con orquesta y cantantes. El coro se ofrece como demasiado distante y el sonido de las voces tiene un cuerpo muy débil. Bueno, y así sucesivamente. La versión no pasa de mediana y la grabación es francamente mediocre. Con estos ingredientes no hace falta decir que el álbum en cuestión noes recomendable. Mi versión de referencia, desde lodos los puntos de vista, es la de Klemperer para EMI. de ta vena nórdica del músico hamburgués. Como se podía esperar, la interpretación es sobresaliente: Perlman y Ashkenazy. dos instrumentistas cimeros en su género, forman además un compenetrado dúo que ya en su día nos ofreció una versión clave de las diez Sonatas para violin y piano de Beethoven. También resulta excelente su colaboración en las de Brahms, cuyo curso es lógico y proporcionado gracias a lo natural y equilibrado del diálogo entre ambos músicos. No obstante y habida cuenta de que Perlman es con seguridad el más completo violinista actual, cabe formular alguna reserva a su gama dinámica, menos contrastada de lo que debiera; a su soberbio legato, que a veces le lleva a olvidar las cesuras; y a su expresión: estas sonatas pueden ser especialmente tiernas o efusivas, pero no blandas ni dulces. Ashkenazy, por su pane, ha ignorado en disco hasta la fecha la obra para piano solo de Brahms y carece aún de la precisión en acento y rubalo y de la idoneidad de sonido que caracterizó la aproximación del gran Julius Katchen a Brahms, bien perceptible en su colaboración con Josef Suk cuyo resultado fue y sigue siendo referencia para las partituras comentadas, por encima de versiones tan destacadas como las de Zukerman y Barenboim, Oistrakh con Bauer o Richter, Szeryng con Rubins tein, o la hoy comentada. En suma, un álbum muy recomendable aunque acaso merezca la pena esperar a que el soporte compacto/láser restituya en las mejores condiciones A. O. b posibles la grabación que Suk y Katchen realizaron para Decca a mediados BRAHMS: Las tres Sonatas para violinypiano Opus 78. 100 y 108. Scherzo de los sesenta. en do menor. Cuatro danzas húngaras R. A. M. números. I. 2, 7 y 9. Itzhak Perlman, violín. Vladtmir Ashkertaij', piano. EMI EX 27-00103. Álbum de 2 discos. JUAN 8RIZ: 15 Nocturnos. Juan Briz, piano. Dial 54.9350. Importante publicación, tanto por la categoría de los intérpretes como por lo escasamente representada que la música de cámara en general —no sólo la de Brahms— está en nuestro catálogo. Las tres Sonatas de violin y piano nos ofrecen la vena más lírica de su autor, que demoró mucho la composición para este tipo de dúo, tal vez a fin de evitar comparaciones con Mozart y Beethoven: 46 años lenía ya cuando su opus 78 fue publicada. Huelga añadir que se trata de obras de sazonada madurez, cuya gratificante escucha puede estimular el conocimiento ulterior de la producción camirística de Brahms, custodia de sus mejores esencías y reveladora de aspectos de su vena musical poco familiares al que no haya ido más allá de su obra orquestal, y que van desde el humor haydniano de su Cuarteto opus 67 hasta la serena, nostálgica o sensual meditación de su Quinteto para clarinete opus 115, pasando por el vigoroso y conciso dramatismo de su Trío opus 101, paradigma No cabe duda que una iniciativa como la que encarna este disco responde, por un lado, a la urgente necesidad de ampliación de la producción fonográfica española: mientras que, del otro, posee interés por sí misma. El registro ha sido apoyado por la O.N.C.E.ensudeseodepromocionara los autores e intérpretes invidentes. La triple condición se da en el joven compositor y pianista aragonés Juan Briz (1950). Dentro de su ya extensa obra —se cuentan hasta la fecha 73 números de Opus—los Nocturnos aquí reunidos representan una etapa muy temprana, puesto que todos datan de los años 1967-1972. El conjunto transparente una estética, en realidad desde el titulo mismo, que se adscribe a la tradición heredada del romanticismo, por más que algunas sonoridades o las características armónicas o rítmicas de varias de las piezas denoten con claridad las transformaciones sufridas por la idea originaria. Las interpretaciones del propio Briz inciden en el lado lírico, a Schmo 35 DISCOS veces incluso sentimental —puede que demasiado para según qué oyente— de estos Nocturnos. Su autor asi los ha querido. limpieza y una nitidez que es preciso escuchar para poder creer en ella. Se afirma que Chopin no sabia bailar esta danza, de la que nos legó tan excepcionales ejemplos: yo sostengo que. de haber oído a Lipatti, los pies se le E. M. M. hubieran ido ellos solos, e incluso no se hubiera muerto tan joven, quién sabe. F. CHOPIN: Sonatas para piano n. <>2 Con estos valses (con todos los valses) en si bemol menor y n.Q 3 en si menor. caben dos aciitudes básicas: convertirMaurizio Pollini. DGG 415 346-1 DIlos en refinadas piezas de concierto GITAL. Importación. (caso del gran Zimerman, o de Karajan con Johann Strauss) o, por el contra"El único Chopin que a uno le gusta rio, demostrar que se trata de auténtica es el de Pollini..." Recuerdo haber y verdadera música de danza, sin que escrito esta frase (u otra muy parecida) por ello pierdan un adarme de su en estas mismas páginas, hace relatiasombrosa exquisitez y su frágil bellevamente poco tiempo. De modo que, za. Este segundo caso es el Boskowsky con insistir en ella, quedarla ert princicon Strauss. Y el de Lipatti con Chopio cubierta la opinión de este comenpin. Un pasmo. . tarista ante el presente disco. Habría Como no estoy metido en cabildos que añadir algo más: que Pollini lo empresariales, ignoro si a es|as grabahace bien, que Pollini lo hace muy bien, ciones históricas que ACORDE nos que Pollini lo hace endiabladamente está deparando a precios, digamos, bien, que es una exageración lo bien plausibles, se les piensa dar algún preque lo hace Pollini. Que, además, la mio, prebenda o senaturía desde algún grabación prescinde de la célebre —y organismo creado al efecto: yo, por mi tal vez demasiado frecuentada— Priparte, propongo desde mis modestos mera Sonata, para ofrecernos la Terce- medios, el que creo mejor acto de ra, que a uno se le antoja muchísimo recompensa: que cada vez que os enmejor. Que lo de Pollini va mucho más contréis por la callea Roberto Portillo, allá de ofrecer un exquisito y poderoso responsable directo de esta edición, le sonido, para enseñarnos y explicarnos convidéis a unos cafés en nombre del la profunda y real unidad de estas Arte. Será un acto de estríela justicia. obras, lan maltratadas ocasionalmente por la critica academicista, haciendo J. L T. por una vez evidentes sus ocultas virtudes constructivas (resulta admirable el modo en que se relacionan los temas de la Segunda Sonata, a través de una lectura que los entiende como prolongación y no como antagonismo...). Que la Marcha fúnebre es, por fin, menos fúnebre y más marcha. Que muy bien Que ya iba siendo hora. J. L. T. F. CHOPIN: Valses. Dinu Llj»tti. Reimpresión de la grabación de julio de 1959. KM1 ACORDE. 037 10 0167 1. Jóvenes que me leéis, padres que enviáis vuestros vastagos al Conservatorio, novias de los antedichos, aficionados todos a quienes la poca edad privó de este registro: desoíd los cantos de sirena de aquellos que pronuncian la palabra modernización, abalanzaos sobre vuestro habitual proveedor y proveeros de este disco singular para respirar el siempre vivificante aroma de la antigua y nunca desmentida sabiduría: aprenderéis más con su escucha que con todos los dircursos del señor Maravall (hijo) puestas en tila. Lipatti tocaba muy deprisa, con la celeridad del viento de aquél otoño que nos lo arrebató para siempre. Pertenecía a una raza de virtuosos que (como el gran Rachmaninoff) eran capaces de volar como saetas y conseguir, a la vez, el milagro casi inaudito de que su decir, puramente musical, no resultase atropellado o confuso, sino que, por el contrario, permitiese un fraseo de una 36 Scherzo diseccionador, nos expone, sin dejar de cantar ni un instante, las bellezas de esta espléndida partitura sinfónica. La concisión e intensidad del fraseo, la bien trabajada dinámica permiten escuchar, casi ver, tal es la fuerza de su presencia y la nitidez de su trazado, los tres hermosos temas que configuran el discurso del Allegro con brío inicial. El perfumado lirismo, el brillo nocturno del Adagio se nos brindan corpóreos, consistentes. En el Allegretto, la batuta juega magistral mente con el ritmo y hace que los violines entonen, con gracia pero con vigor, el motivo de apertura, que luego, en detalle de gran clase, es expuesto en la repetición con sorprendente levedad. El Allegro final tiene toda la vitalidad y el sabor ferial requeridos; la música surge fluida, imparable, a borbotones, de una construcción sinfónica que la mano rectora sabe hacer tan impecable como primorosa. Interpretación, pues, de primer orden, lo que ha de hacerse extensivo asimismo a las dos Danzas eslavas. Alturas parejas se localizan solamente en las ya algo añejas versiones de Karajan con Filarmónica de Viena (Decca) de bellísimo sonido y juvenil vibración, o Kubelik con Filarmónica de Berlín (DG), extraordinaria y apabullante expresión nacionalista. En la actualidad quizá únicamente Neumann con la Filarmónica Checa (Supraphon) y Giulini con Chicago (DG) darían talla semejante. A. R. VINCENT DWDY-.Sinfonía n.^2, en Si bemol mayor, Op. 57. Orquesta del Capitolio de Toulouse. Director: MiA. DVORAK: Sinfonía n.& 8. Danza chel Plasson. EMI, 2 C 069-73100. eslava nS 10. Op. 72 n.s 2. Danza Stereo. eslavan.03. Op. 46 n.^3. Orquesta de JOUT d'élé a la moniagne, Op. 61; La Cleveland. Director: Gtotgt Siell. fdret enchantée. Op, 8; Tableaux de EMI Acorde 037 10 2095 1. voyage, Op. 36. Orquesta Filarmónica de los Países del Loira. Director: Pierre Dervaux. EMI, 2 C 069-16301. Slereo. Nueva ocasión de reencontrarnos con el arte precioso y exquisito del Vincent dindy ha sido victima de director húngaro-norteamericano George Siell (1897-1970), tantos aflos toda una historiografía demasiado sim—desde 1946 hasia su muerte— ligado plista basada en la idea del progreso a la Orquesta de Cleveland, a la que lineal. Desplazado a un segundo plano elevó a alturas técnicas e interpretati- como contrario a la corriente principal, sus mismas dedicaciones docentes han vas que la convirtieron en una de las terminado por desdibujar su imagen de primerisimas centurias del orbe. Esta versión de la lírica, colorista, melodio- compositor hasta el punto de que es mucho más citado que oído. Apenas sa, exultante y tan netamente bohemia puede escucharse alguna de sus obras Sinfonía en Sol mayor de Antonin Dvorak es sencillamente antológica: de vez en cuando, ninguna con asiduiclara, luminosa, vibrante. Advertimos dad. Y sin embargo no fue totalmente en seguida las características definito- ajeno a los estímulos más interesantes de su tiempo. rias del estilo directoría] del maestro en esa vigorosa manera de acentuar, en ese D'lndy y Debussy diferian en mucuidado casi obsesivo por otorgar rele- chos aspectos pero también tenian vancia a todas las voces, por ofrecer, coincidencias que ha señalado Gerard sin mácula, pero con todo su brillo Abraham: temprano encantamiento tímbrico, toda su transparencia y iodo con Wagner; preferencia por trabajar su colorido, la textura orquestal. Es con pequeñas unidades de sonido antes admirable la forma en que Szell, cons- que con melodías de largo aliento; tructor genial y exigente, maravilloso ambos detestaban los modelos rítmicos DISCOS claros y simétricos, d'Indy los distorsionaba y Debussy los disolvía; los dos orquestaban con el característico comedimiento francés. D'Indy fundó en octubre de 1984 con los organistas Charles Bordes y Alexa nd re Guilmant la Schola Cantorum, ai principio como una sociedad para el cultivo e interpretación de la música sacra. Este hecho iba a marcarle definitivamente y también a muchos de los discípulos de la institución. En la Schola se pretendía preparar a artistas antes que a virtuosos; allí la música de Wagner era aceptada como el resultado natural de la tradición musical, cuyas raices se hundían en el canto llano y en los maestros de la polifonía de la Edad Media y el Renacimiento. La Segunda Sinfonía (1902-3) se inserta en una linea de revitalización del género en Francia y que en la década anterior había proporcionado ejemplos muy notables suscritos por Chausson, Ropartz, MagnardyDukas. Lo que más llama la atención en esta Sinfonía es la unidad del material llevada a extremos casi obsesivos. Toda la obra es una gran batalla entre dos temas básicos, cuya manipulación lleva a veces a una polifonía que por su aspereza y violencia recuerda por momentos a Max Reger. Por lo demás y en cuanto al plan general, tonalidad e incluso temática, debe mucho a la Sinfonía en si bemol mayor de Chausson pero acentuando la economía, el ascetismo y el rigor científico. Michel Plasson hace una lectura aguda y mesurada en la que seria de desear un mayor refinamiento ¡imbrico, La enorme tensión liberada en ciertos momentos queda un tanto amortiguada manteniéndose la versión en líneas generales en un tono más didáctico que creativo, lo que no es poco, tratándose de una Sinfonía alejada del repertorio. Merecedora en todo caso de una mayor atención que la prestada hasta ahora y aun contando con que ofrece pocos halagos para el oyente convencional. El tríptico sinfónico Jour d'été a la montagne, (1905-6), una de las más importantes partituras de d'lndy, es una celebración de la naturaleza de gravedad mística y panteísta. Su aparente carácter improvisatorio oculta una forma sinfónica muy estricta y rigurosa como ocurre en el contemporáneo Mar de Debussy. El final utiliza una antífona gregoriana mientrasqueel primer movimiento tiene llamativas premoniciones del Daphnis ra ve lia no de apenas un lustro después. Completan el disco Lafdrel enchantée, obra primeriza basada en una balada de Uhland de un poematismo romántico no excesivamente original y los Tableaux de voyage {1981), orquestación de piezas pianísticas anteriores, amenas y pintorescas a la manera de la Sute Pasiorale de Chabrier pero sin su viveza y encanto. Dervaux al frente de una orquesta sólo discreta hace una lectura literal y de escaso vuelo poético, como si hubiese sufrido el contagio de algunos de los tópicos que han circulado en torno a la Schola Cantorum. Así no se hace plena justicia a unas obras de indudable interés y que por lo menos en toqúese refiere a Jourd'eté con méritos más que suficientes para acceder al olimpo del repertorio establecido y tradicional. De todas formas el poder contar con ella en disco es un valor indiscutible de esta edición. D. C. C. C. FHANCK: Sonata en la mayor para vioíin y piano. C. SA1NT-SAENS: Sánala en re menor para violín y piano. Pinchas Zukerman y Marc Neikrug. PHILLIPS 416 I57-I. Digital. Importación. La única razón que justifica la aparición de un disco tan convencional como éste es la exhibición de una interpretación antológica, o bien su carácter histórico. Como quiera que ninguna de estas suposiciones tienen lugar en el presente registro, tentado se halla el cronista, llegado este punto, de abandonar la péñola en pos de más fructíferos empeños. La verdad es que el chico pinchas tiene, como siempre, un limpio y poderoso sonido que el t a barroso acompañamiento echa lo suyo a perder. Como quiera que cualquiera de estas obras se caracteriza por la importancia que el piano asume, ya me dirán ustedes, queridos lectores, qué puede pasar cuando semejante instrumento hace gala de actitudes no ya académicas, sino colegiales: parece un examen de virtuosismo en la antigua y madrileña calle de San Bernardo, en los tiempos del venerable Don Jesús de Monasterio. Por su parte, la sonata de Saint-Sáens, bien hecha, como suya, es más aburrida que una intervención parlamentaria del Señor Sáinz de Cosculluela. En fin. rector. En segundo lugar, el mejorar la discografía española de Pilar Lorengar, que aunque en algunos casos pueda estar agotada, en otros nunca llegó a existir. Y en tercer lugar, el alabar una correcta interpretación. La obra es atractiva, incluso bella, pero no cabe dudar de la lejanía de la gran inspiración o de la genialidad. Es obra bien hecha, grata, pero en ocasiones reiterativa y algo alejada de las vías melódicas del autor de Fausi. La obra forma parte de un catálogo muy amplio de música religiosa escrita por Gounod, a pesarde lo poco conocida que es entre los aficionados y la escasez de sus reproducciones en disco. Estrenada el día de Santa Cecilia, el 22 de noviembre de 1855 en la Iglesia de San Eustaquio,enel mismo lugar donde lóanos antes había estrenado su primera Misa. Se debe destacar también la calidad de la reproducción, que parece que no es exclusiva de este disco, sino que en general el sello Acorde de la casa discográfica EMI está ofreciendo muy buena calidad en todo lo recientemente aparecido, a la vez que en todo su conjunto, es muy digno de alabar el gran material recuperado. M. G. G. GIMÉNEZ, VIVES, LLEO, LUNA, BRETÓN, PANELLA, ALONSO, CHAPI, CHUECA, BARBIERI y FERNANDEZ CABALLERO: Amologia de la Zarzuela. Angeles Chamorro, Norma Lerer, Alicia de la Victoria, Cario del Monte, Julio Catania y Gregorio Gil; Orquestas Sinfónicas j Coros de la RTV Española; director, Igor Markevilcfa. Philips, 416 800-1 G.T. DQ. En los primeros años de Markevitch al frente de la Orquesta Sinfónica de la RTVE el gran director de Kiev se propuso un ambicioso programa de trabajo para convertir la orquesta en J. L.T. una centuria de proyección internacional. Este programa incluía un plan de grabaciones, que no se llevó a cabo más que parcialmente, como el resto del proyecto. La más interesante de tales grabaGOUNOD: Messesotemelle" Saint Ce- ciones ha sido reeditada por Philips, casa que realizó toda la breve serie. No cile". Pilar Lorengar(s). Heinz Hoppe es la primera vez que esto ocurre, pues (I). Frinz Crass (bj). Orchestrt de la Socifté des Concerts de Conserva!oiré. fue utilizada con anterioridad en una de las colecciones de divulgación de Dir.: Jetn-Cliude Hartemann. EMI Salvat. Se trata de una titulada "AntoACORDE. 037.11 1076 I. logía de la Zarzuela" que recoge fragmentos de algunas de las más caracteTres puntos se deben destacar en rizadas obras de nuestra peculiar forma cuanto al hecho de la aparición de este disco en nuestro país. En primer lugar, dramático-musical (La Tempranica. Doña Francisquiia, El baile de Luis el recuperar para la díscografia esta obra de Gounod a precio económico, Alonso, La cone del Faraón, El niño aunque ya existía en nuestro mercado, judio. La verbena de la Paloma, El Gato Montes. La Calesera, La Revolpor importación EMI, otra grabación de 1984, interpretada por Bárbara Hen- tosa, Agua, azucarillos y aguardiente. La boda de Luis Alonso, El tambor de dricks, Laurence Dale, Jean-Philippe Lafont, con Georges Prétre como di- granaderos, El barberillo de Lavapiés, Scherzo 37 DISCOS El rey que rabió. Enseñanza libre y Gigantes y cabezudos). Los fragmentos, de desigual extensión, se reúnen en un álbum de dos discos. Como se ve por la enumeración más arriba reseñada, la selección del maestro ruso prima a Jerónimo Giménez. No podía ser menos, porque el músico gaditano es, entre lodos los zarzuelistas de finales del siglo pasado y comienzos del presente, el que quizá enlaza más estrechamente con la música europea de su tiempo y, por lo tanto, que está en mejor disposición para conectar con la sensibilidad de Markevitch. El criterio selectivo es plausible, con un marcado predominio del género chico y de la producción de la época de oro de la zarzuela, la de la última década del siglo Xix. El resultado es apasionante. La aproximación de un director europeo, y director de las características de Markevitch, a unas músicas que desde siempre se han considerado patrimonio exclusivo de los intérpretes españoles consigue una perspectiva inexplorada. La concepción de la materia sonora tan peculiar del ruso, que tantas veces nos puso de manifiesto en inolvidables interpretaciones, con sus pétreas masas y sus aristas afiladas, da unas dimensiones inéditas a las músicas escogidas. Por otro lado, Markevitch es un músico con una gran cultura que conoce todos los recovecos de la música europea. Esta cualidad suya le sirve para rastrear los olvidados parentescos de nuestros compositores y sus deudas con la música que se hacía más allá de los Pirineos. Una frase aquí, un detalle constructivo allá, otro de instrumentación acullá sirven para colocar los fragmentos, y las obras de que proceden, en el contexto de la música culia de su tiempo y para comprobar que el casticismo de estas partituras no significa aislamiento de las corrientes culturales de su momento. Al lado de todo esto bien poca importancia tiene la deficiente prestación vocal de los cantantes intervinientes. Su papel es el de meros comparsas. En definitiva, una afortunada reedición de una original y cariñosa aproximación a nuestra zarzuela, llevada a efecto con evidente calidad técnica. J. F. M. A. F. J. HAYDN: Sinfonías, Vol. X (N.e 50,54, 55, 56,57, 64) L "Estro Armónico Dir.: Dereck Solomons. Álbum 3 LPs, CBS MASTERWORKS M3 42111. Difílal. Importación. El paciente lector que fatigue la colección de SCHERZO hallará, firmada por este mismo cronista, la reseña laudatoria correspondiente al volumen precedente de las sinfonías haydinianas registradas por este mismo 38 Scherao grupo. No es ahora el momento de repetir, ni siquiera de abundar, en lo allí expuesto; importa sobre todo, insistir en lo que las inevitables premuras dejaron entonces en segundo plano, a saber: la calidad absolutamente excepcional de estas versiones, el trabajo admirable, depuradísimo, de que esta formación hace gala, la imagen enteramente nueva que el inigualable maestro austrohúngaro está restituyéndonos, la tenue, quebradiza, mágica sonoridad de perfecta transparencia que estas versiones ofrecen. Se trata —ya lo hicimos constar- de una formación orquestal idéntica a la existente en Esterháza hacia la década de 1770: 3 violines primeros, 2 segundos, una viola, un violonchelo, un contrabajo, dos oboes y dos trompas, con un fagot doblando al cémbalo y el añadido de dos trómpelas y timbales en las sinfonías ceremoniales en la tonalidad de do mayor. Estos recursos se justifican, aparentemente, por razones historicislas: se trata de reconstruir, en la medida de lo posible, la sonoridad primigenia del asombroso experimento sinfónico haydiniano. Pero la realidad es muy otra: lo que hoy nos ofrece este trabajo es la evidencia apabullante de su pura, directa, incuestionable belleza. Como siempre sucede, la razón final de la arqueología no es descubrirnos un pasado conjetural que nada nos importa, sino introducir en el mundo nuevos arquetipos estéticos que enriquezcan e incluso saboteen nuestras más arraigadas convicciones sobre el discurrir artístico, recurriendo para ello al ardid de su hipotética legitimación científica. Tal acaba siendo el empeño y la causa a la que estos esforzados y beneméritos ingleses están entregando un encomiable esfuerzo: lograr que lo mil veces escuchado tenga aún niveles de expresión inexplorados que se nos revelen en toda su poderosa originalidad. Ciertas versiones de la música de repertorio - singularmente el barroco y el preclásico— han sido hasta el presente una exhibición de opulencia, magnificencia y brillantez. Solomons, Hogwood y otros compatriotas suyos parecen empecinados en ofrecernos el costado sensual, fascinatorio, de infinita fragilidad, de una música que posee, en su lectura, la misma cualidad irisada, evanescente y mórbida del cristal o de la porcelana, sin renunciar por ello a su potencia y su dinamismo, pero hay aún algo más: la ejecución con la inestable afinación arcaica torna en hecho puramente expresivo la simple elección de las tonalidades por parte del compositor; una sinfonía en do mayor (por ejemplo, la n.e 56, que estoy escuchando mientras redacto esle apresurado ditirambo) exhibe un colorido lonalD totalmente diferente a. digamos, la n. 45 en la tonalidad remota de fa sostenido menor, incluida en el álbum precedente. De este modo, todos los parametros sonoros cobran su verdadera dimensión de anclajes del sentido, de decisiones no solamente constructivas sino, sobre todo, expresivas, musicales, significativas, Un ruego, lector: prescinde ya de mi cansada palabrería y corre en pos de estas grabaciones y escúchalas una y otra vez y satúrate de su hermosura. J. L T. F. J. HAYDN: Sinfoníasn.o¡OOenSol mayor "Militar" y n.^ 102 en Si bemol mavor. Orquesta New Phi I harmonía. Director: Otto Kkmperer. EMI Acorde. 037 10 0611 1. Oportuna reedición de este disco del viejo Klemperer. En su día, fue reconocido como uno de los registros indispensables del Haydn sinfónico. Hoy cuando tantas y tan buenas interpretaciones haydmanas se han llevado al disco a lo largo de las dos últimas décadas, estas auténticas recreaciones del maestro alemán permanecen indiscutibles y conservan los valores que las hicieron modélicas. Quizá, puede decirse, es una manera de tocar y de mostrar estas impagables músicas que ya no se llevan. Pero eso, ya lo sabemos, no significa nada. Los modos de entender y exponer cualquier partitura de cualquier tiempo van evolucionando. Lo mismo que la manera de hacer teatro. ¿Puede alguien, sin embargo, en conciencia, discutir la autoridad soberana de una Sarah Bernardt por mucho que haya cambiado el estilo interpretativo, la forma de entonar, de moverse o de gesticular? La personalidad verdadera y el arle auténtico persisten, son inmutables y siempre reconocibles. Por eso, al repasar estas antiguas, que no anticuadas, grabaciones —bien reprocesadas, con un sonido más que aceptable, a partir de su matriz de mediados de los sesenta, bondades bastante disimuladas por el imperfecto prensado hispano— se identifica uno de nuevo con la óptica klempereriana, que nos aproxima en buena medida estas páginas maestras del genial empleado de los Esterhazy a las revolucionarias creaciones sinfónicas del no menos genial Beethoven, respetuosa en el fondo de los esquemas clásicos y seguidor de algunas de las sutilezas orquestales y formales y de no pocas originalidades tímbricas, armónicas e instrumentales de su antecesor. Klemperer nos informa fielmente, quizá distorsionando algo el estilo, alargando el lempo y engrosando la textura, pero con un enorme respeto al fondo, al espíritu, de estas premoniciones del compositor austrohúngaro. Acertamos a ver así, con estas luces extrañamente fronterizas, el origen de los monumentales desarrollos beethovenianos, el vigor de sus contrapuntos, el definido diseño de sus scherzos. No tenemos más que seguir, en esta versión, el trabajo tan imaginativo realizado por Haydn en la sección central del Allegro inicial de las 100 o el majestuoso fluir DISCOS de las variaciones instrumentales del famoso Ailegretto mili/arde la misma obra. O la tensión armónica y contrapuntistica creada en el Rondó final de la 102. Klemperer, siempre excelente constructor, calibra perfectamente desde la comentada perspectiva lodos los factores y elementos interpretativos, de tal manera que estas reproducciones resultan, dentro de su buscada amplitud prerromántica, milagrosamente equilibradas y particularmente coherentes. Las voces orquestales son en todo momento audibles y el discurso eslá lleno de hallazgos del mejor gusto e interés: ligereza y sutil acentuación de los violines en el desarrollo del Presto de la 100, manera de cantar el maravilloso Adagio de la 102, exposición del tan brahmsiano trio de la misma obra... La Philharmonia (Nevé en esa época) toca soberbiamente a las órdenes del que fuera su titular durante varios años. Se ñola que sus componentes se recrean en el placer de hacer música; ¡Y qué música! He aquí, pues, interpretaciones de otros tiempos. De todos los tiempos. Como las no menos señeras de Furtwaengler {la 88 y la 94), en todo caso más clásico, más impulsivo e inesperado, o de Bruno Walter, más efusivo y lírico, o de George Szell, más vivaz, incisivo y exacto... De las modernas grabaciones podrían recomendarse la singular 100 de Christopher Hogwood, con instrumentos originales, y la curiosa de N ikolaus Harnoncourt, que utiliza material sonoro verdaderamente turco para las efusiones militares, la espléndida 102 de Colín Da vis con el Concertgebouw y, en ambos casos, Georg Solti con Filarmónica de Londres. Sin olvidar al extrovertido y algo ampuloso, pero brillante Karajan. A. R. "Jesús Lópei Cobos y la O.N.E. interpretan a Antonio José". Colección de autores e intérpretes za mora nos Vol. 2. Obra Cultural de la Caja de Ahorros Provincial de Zamora. CAPZ-1SGAE. CBS. Madrid, 1986. Contenido: Antonio José (Martínez Palacios). Sinfonía Castellana. Evocaciones. Suite Ingenua. Preludio y Danza Popular. La Caja de Ahorros Provincial de Zamora inició su colección fonográfica con un disco dedicado al maestro de capilla de la Catedral de Zamora Alonso de Tejada, según la edición de sus motetes por Dionisio Preciado y en versión de la Coral de la Capilla Clásica de León dirigida por Ángel Barja. Este segundo disco es un homenajea un intérprete zamorano, Jesús López Cobos —de ahí que sea quien figura en portada— interpretando la música de un compositor burga les, Antonio José (1902-1936), revisada por Migue! Ángel Palacios Garzón. La cuestión Antonio José es compleja pues al criterio puramente musical ha de sumarse la cuestión de su asesinato, disfrazado de ejecución, al inicio de la Guerra Civil. Miguel Ángel Gómez Palacios ha realizado una labor músico lógica ejemplar al haber catalogado, recuperado, revisado y completado la dispersa, cuando no perdida, obra del compositor burgalés. Esle disco, el estreno el 11 de octubre en Burgos de El mozo de muías y un próximo disco de piano, junto a la publicación del Cancionero Burgalés y la biografía, colectiva, de Antonio José son la mejor muestra de lo exhaustivo de un trabajo que empezó a conocer la luz en 1979 al comunicar Palacios la recuperación de la Sinfonía Castellana en un artículo premiado por la revista Ritmo. Mi defensa del trabajo de Palacios —Antonio José es uno de los compositores españoles del s. xx mejor conocidos— no implica que participe de su valoración de Antonio José, autor cuya obra pianística conocía en parte —por cierto, no cita Palacios el articulo de Ramiro Cartelle sobre la Sonata Gallega, única obra de A.J. disponible en partitura en la actualidad—. Las obras grabadas en este disco son encuadrables en loque JuanCarlos Paz denominaba estilo rapsódico; no existe un desarrollo propiamente dicho sino la reiteración de los temas populares que van pasando por los grupos instrumentales una y otra vez hasta el tedio. La orquestación, salvo levesaciertos como en Nocturno de la sinfonía y algún atisbo en el Andantino de la suite, es simplona cuando no pedestre. Pudiera justificarse lo naifúe la sinfonía compuesta a los 21 años y siendo aún estudiante. Pero la pobreza formal, textural y de ideas del Preludio y Danza Popular, compuesta a los 33. no se justifica ni siquiera con el comentario paternalista de Salazar: "Agradable música, llana y eficaz, como corresponde a su designio escénico, terreno en el que no se suele escribir mejor ni con más conciencia que como lo ha hecho Antonio José". Es curioso que los comentaristas del encarte intenten relacionar el estilo de Antonio José con Wagner o Strauss; sin duda existen aquí y allá pinceladas tristanescas pero Antonio José está. por lo menos después de sus visitas estivales a París, claramente influido por el deseo de claridad y simplicidad neoclasicislas, por el espíritu de los alegres veinte sí bien con cierto toque a lo impresionista. Su pensamiento pudiera relacionarse con el de Vaughan Williams por su obsesión por el dato tradicional, pero Antonio José no vivió lo suficiente como para alcanzar el oficio y la madurez del ingjés y, desde luego, no poseyó su refinamiento cultural. En obras como la Marcha de los soldados de plomo para piano tiene Antonio José aciertos que harían posible creer en un desarrollo ulterior de su lenguaje, nunca lo sabremos, pero la brutalidad de su muerte no implica que su obra orquestal sea de calidad. Desde 1908 al menos se venia desarrollando en España una estética realmente vinculada al poema sinfónico germano y con obras de calidad ciertamente superior, y en lugares lan adaptados como Burgos. Por lo que se refiere a la interpretación, la O.N.E. toca como acostumbra. Los desajustes de la cuerda, lo brusco de los vientos, la desgana y el desinterés se notan aun sin tener disponibles las partituras. Por lo que se refiere a López Cobos, no es director a quien confiar obras inéditas y menos aún autores inéditos; sus comentarios elogiosos a Antonio José, tras la grabación, muestran un estudio superficial de las obras corroborado por su dirección. Es comprensible que López Cobos ses un director con excesivo trabajo, pero de ello no tiene culpa Antonio José. La producción del disco es modélica y CBS se esmeró en la grabación. Felicidades pues a la Caja de Ahorros por ello si bien he de recomendarle que cuide la distribución. X. M. C- JANACEK: Capricho para piano (mano izquierda) e instrumentos de viento; Tema y Variaciones (Variaciones Zdenka); Sonata para piano 1.X.I905; Concertino para piano y conjunto de Cámara; En el Sendero Frondoso: En la Niebla. Rudolf Firkusny. piano; Miembros de la Orquesta Sinfónica de IB Radio Bávara; director Rafael Kubelik. Deutsche Crammophon, Stereo, 2721251 (2 LP's). Para la mayor parte del público musical Janacek es sobre lodo el autor de una serie de grandes óperas que principalmente gracias al disco se han hecho accesibles en los últimos tiempos. También alcanza el conocimiento a otras obras como la Sinfonietta, el poema Taras Bulba o la Misa Glagolitica. Pero aun reconociendo la importancia de estas producciones no deben olvidarse otras de su espléndido catálogo. Las que nos ofrece este álbum doble tienen el atractivo suplementario de ser interpretadas por el pianista de origen moravo Rudolf Firkusny, quien recibió lecciones del propio Janacek a partir de 1919 y es lógicamente un vehiculo ideal de su música. La selección de estos discos recoge lo más sustancial de la obra pianística de Scherzo 39 DISCOS Ja nácele, desde la schumannesca Variaciones Zdenka, hasta los tintes impresionistas de "£n/a Niebla", pasando por la dramática y comprometida Sonata y las pequeñas miniaturas de En el Sendero Frondoso, cuadros en los que se evocan aspectos de su biografía. La recreación de Firkusny de todas estas maravillas puede calificarse de auiéntica; no en vano posee una copia de En el Sendero Frondoso que contiene varias correcciones de la propia mano de Janacek, y ha sido desde hace muchos años campeón indiscutible de su música, dándola a conocer en los más variados ámbitos. No menos interesante es su intervención en el Concertino y en el Capricho. obras en las que el piano se enfrenta a dos pequeños conjuntos instrumentales que aquí dirige con su proverbial competencia Rafael Kubelik. Un notable sentido rítmico, sonoridades puras, primitivismo y un sutil despliegue tirnbrico son características destacadas que saben captar estas excelentes versiones, equiparables por verbo e idiomatismo a las espléndidas del pianista Radoslav Kvapil y conjunto dirigido por Jiri Hanousek de la firma checa Panton (11 0211). En suma una magnífica producción y a precio razonable. O. C. C. MARÍN MARAIS: Suite dun gñui elranger. Jordi Savall, viola da gamba; Ton Koopinan, clave; Hopkinson Smilh, guitarra barroca y tiorba. Astríe AS 13. Marín Marais (1656-1728) representa la cima absoluta de la gran tradición francesa de la viola da gamba. Este intérprete y compositor llevó las posibilidades del instrumento hasta el limite. En la vasta obra que produjo, cinco series de piezas para una, dos o tres violas que suponen en torno a casi 600 composiciones, el virtuosismo demandado, por instantes totalmente diabólico, nunca fue el fin último perseguido. Marais incrementó considerablemente el valor estético de la música de viola, que en algunos de sus antecesores quedaba un punto desdibujado frente a lo que había llegado a ser una carrera de obstáculos para el ejecutante. La Suile d'un gfiut etranger forma parte de las Pieces de viole de 1717. La grabación recoge una suerte de antología de esta página maestra, en la que la técnica de escritura instrumental del compositor alcanza su cota más elevada. No parece preciso insistir en que Jordi Savall es uno de los más grandes gambistas de nuestro tiempo. Si alguien tiene dudas que acuda a este disco. Savall será acaso igualado interpretando a Marais pero difícilmente superado. El músico catalán sigue con pasmosa exactitud las indicaciones, muy detallistas, de la partitura. El complejísimo mundo de la ornamenta40 Scheno ción en Marais es resuelto con la difícil sencillez de quien domina todos los recursos del instrumento y del estilo. A esto hay que añadir grandes dosis de imaginación musical y una constante atención a los aspectos expresivos. De losdos músicos que acompañan a Jordi Savall lo mejor que puede decirse es que no desmerecen en ningún sentido del gran violista. Disco imprescindible. E. M. M. MASSENET: Scenes Alsatiennes. Scenes Pitioresques. Orcheslre du Théatre National de L'Opera-Cómiquc. Director: André Cluytens. EM1. ¡Qué gran director fue André Cluytens! Para modelo estas escenas cargadas de colorido, vitalidad, fuerza, expresividad. Obras menores que en sus manos alcanzan un alto nivel de calidad. André Cluytens, fallecido en junio de 1967, fue director de foso de ópera fundamentalmente, y en concreto de la Orquesta de la Opera Cómica de Paris desde 1947 a 1949. También fue el primer director francés invitado al Festival de Bayreuth en el año 1955, dirigiendo Tannh'áuser. En 1956 repitió con Los Maestros Cantores. En 1957, Los Maestros Cantores de nuevo y Parsifal. En 1958 Lohengriny de nuevo Los Maestros Cantores. Repetirla más tarde en 1965 Tannháuser y Parsifal. Con todo esto, sólo pretendo dar a conocer algo de su gran carrera en torno a toda la música escénica y lo que parece también indudable: su seriedad en la concepción musical que le llevó a la lectura de Parsifal en este festival wagneriano. De esta forma, Cluytens aparece como un director plástico, a la vez que muy vinculado a una música de concepción melodramática, pero también de riquezas abstractas y de obligada expresividad. Llama por ello la atención el encuentro con esta música un poco más frivola, pero aqui viene lo curioso y a la vez sorprendente: su interpretación. No cabe duda de que se trata de una pequeña joya. De nuevo alabar el buen sonido y calidad de reproducción del sello, aunque en este caso en la segunda cara aparezcan algunos cracs, asi como fallos en la impresión. las obras concertantes con piano de Félix Mendelssohn presentan un interés muy relativo. Hay en ellas, como suyas, un dominio sin tacha de la escritura y un melodísmo desbordante. Pero, al mismo tiempo, se dan demasiados elementos brillantes y superficales. Si a todo esto sumamos que, como es bien sabido, la propuesta orquestal de mayor peso del autor de El sueño de una noche de verano se halla en sus sinfonias, se llega a la conclusión de que las piezas reunidas en este disco se mueven en la incierta tierra de nadie que media entre la obra superflua y la decididamente frustrada. Ahora bien, interpretaciones dotadas de una fuerza vital como la que anima a la de Ogdon, la Sinfónica de Londres y Ceccato pueden recubrir del suficiente atractivo estas partituras y convertir su escucha en gratificante. Virtuosismo, luminosidad, bello y fluido discurrir son algunas de las notas de las versiones. La opción no es decididamente clásica, como en la grabación de los dos conciertos a cargo de Murray Perahia y Neville Marriner (CBS), pues la óptica abarca también rasgos entremezclados de romanticis£. M. M. MOZART: Kr&nurtgsmesse Kv. 317. Kathleen Battle (s). Trudeliese Schmidt (m-s>. Gosta Winbergh (I). Ferruccio Furlanetto (Bj). Filarmónica de Viena. Director: Herbert von Ka rajan. DG. 419 095-1 Grabación Digital. MENDELSSOHN: Concierto para piano n.Q I en sol menor Op. 25. Concierto para piano n,Q2en re menor Op. 40. Rondo brillante en mi bemol mayor Op. 29. John Ogdon, piano. Orquesta Sinfónica de Londres. Director AldoCeccalo. EM1 Acorde. 03710 2007 t. Disco de muy escaso interés al contener la Misa Kv, 317 de Mozart, interpretada en un Concierto en la Basílica de San Pedro, a la vez que se efectuaba el rito católico de la Santa Misa, con lo que dicha obra de Mozart, aparece inmersa en lo que posiblemente sea su función, pero sin embargo, las largas esperas entre tiempo y tiempo, interrumpidas para escuchar palabras de contenido eclesiástico, nos conducen al tedio más supremo. Posiblemente, en su contemplación en vivo, no desmerezca, sino incluso pueda elevarse la música a un terreno más celestial si cabe pero indudablemente en el disco es un grave error, al menos, si lo que se quiere es escuchar música. La interpretación, dentro de la concepción algo romántica del Mozart de Ka rajan, no deja de ser discreta. La participación de los solistas es buena en las voces femeninas y de menor interés en las voces de hombre, faltando en Furlanetto un mayor empaste o colorido del medianamente requerido. En general poco más que comentar; disco que significa un acontecimiento en el Vaticano, al conmemorar la solemne festividad de San Pedro y San Pablo, que a su vez interesará a los partidarios acérrimos o simplemente seguidores de Karajan, pero que en general despierta muy poco interés. Frente a la magnifica consecución del Concierto para viotin en mi menor. M. G. G. M. G. G. DISCOS MUSSORGSKY (Orq. RAVEL): Cuadros de una exposición. RAVEL: Lo valse. Orquesta Filarmónica de Viena. Director: André Previn. Philips (Digital classics) 416 296-1. De acuerdo con los propios comentarios de la cárpela ésta es la primera vez que la Filarmónica de Viena graba ambas piezas; en mi opinión con indudable éxito. Tiene este disco el atractivo adicional de haber sido grabado en vivo (20 y 21 de abril de 1985). La interpretación de los Cuadros es del tipo ascendente. Al principio hay una cierra frialdad en el color orquestal para ir avanzando, subiendo y concluir con una versión francamente sobresaliente. Eslán muy bien logrados los contrastes y en los pasajes en climax la perfección que Previn obtiene de la orquesta es casi absoluta. Indudablemente en la interpretación de esta obra la competencia es muy fuerte ya desde las versiones mono de Toscanini y Kubelik por ejemplo y más modernamente Reiner. Maazel y Giulini. Pese a ello la clasificación de Previn queda en lugar destacado y dignísimo. La Valse eslocada enmiopinión con un excesivo relajamiento. Mis gustos sobre la forma de interpretar esta obra van hacia las inefables versiones de Monteux y Cluytens. El sonido está ligeramente velado, cosa rara si se tiene en cuenta que ambas tomas han sido realizadas en la Musikvcreinsaal de características más bien brillantes. El prensado es irreprochable en las dos obras. Recomendabilidad discreta pero recomendad]]idad al fin. El dúo Previn-Filarmónica de Viena ha salido más que airoso de la prueba. A. O. B. PUCCIN1: La Boheme. Victoria de los Angeles, Jussi Bjorlíng, Roberl Merrill, Lucirte Amara, John Rtardón, Gíorgio Tozzi, Fernando Corena, William Nahr, Thornas Powell y George del Monte. Coro y Orquesta RCA Víctor; director, Thomas Beecham. EMI 10 0126 3 (2 LPs). El mundo de la ópera desde hace unos años ya no sólo mira hacia atrás en lo que al repertorio se refiere sino también en el capitulo de los intérpretes. Parece que los valores operísticos para ser auténticos precisan la pátina del tiempo. Estas nostalgias por edades de oro, reales o supuestas, suelen aparecer en épocas que se viven con conciencia de crisis y liquidación, en las que el consumo masivo e indiscriminado produce por saturación frustraciones antes que verdadera satisfacción. Para el operófilo militante no parece quedar otra salida que la mitomania. héroes y gestas fabulosos y legendarios que vengan a redimir lo que se siente como miseria actual. A veces todo es un mero espejismo. No es este por fortuna el caso de esta grabación de 1955 cuya reedición se justifica por si misma. Su principal atractivo lo aporta la presencia de Victoria de los Angeles y Jussi Bjorling, cuya belleza de timbre y depurada línea de canto va más allá de lo meramente musical para alcanzar una eficacia teatral y una credibilidad con la que el oyente se siente fácilmente identificado. Del resto de los intérpretes vocales destaca Lucine Amara en su difícil papel. Todo funciona bien bajo la siempre controvertida batuta de Beecham quien con todas las heterodoxias que se quiera potencia extraordinariamente la magia orquestal de la partitura, demostrando que el lirismo, aun el más exacerbado, no está reñido con una puesta en música de calidad. Privilegia la elegancia de las melodías, la sutileza de la construcción y la justeza de los resortes dramáticos y lleva la acción como una verdadera narración en la que lodos los pasos encajan con naturalidad, sin forzar, pero al mismo tiempo sin dejar nada al azar. El buen sonido de la grabación permite apreciar mejor las virtudes de esta sobresaliente propuesta. D. C. C. PUCCIN1: Tosca, ópera completa. Te Kanawa, A raga 11, Niicci. National Phi I harmonio Orchestra, Welsh National Opera Chorus. Director, Sir Georg Solti. Decca 414.597.1. Álbum de dos discos digitales. Sexta grabación de Tosca en el catálogo Decca tras las dos de Tebaldi, las dirigidas por Karajan y Maazel y la de Freni y Pavarotti. La mejor de todas ellas sigue siendo la de Karajan (1961) con Leontyne Price, Di Stefano y Taddei, que domina la discografia tras la versión clásica debida a Callas, Di Stefano y Gobi. dirigida por De Sabata (EMI, 1953). Entre las más recientes recordemos la muy buena de Mehta (RCA, 1973) y las de Colin Davis con Caballé y Carreras (Philips, 1976) y de Levine con Scotto, Domingo y Bruson (EMI. 1982). La que motiva este comentario es la segunda grabación pucciniana de Sir Georg Solli, tras su excelente Boheme de 1976 con Caballé, Domingo y Milnes. Concebida y grabada a mayor gloria de Dame Kíri te Kanawa. cuyo nombre es garantía de ventas en el Reino Unido, resulta muy poco relévame. Dame Kiri posee una estupenda voz de lírica ancha y es notable intérprete de Mozart y Sirauss, pero todavía no ha simonizado con Verdi ni con Puccini. Los problemas derivados de la falta de temperamento y de su torpe dicción italiana, patentes en la Manon Lescaui recientemente ofrecida por TVE, reaparecen en esta grabación agravados por su total ignorancia acerca de cómo deben decirse las frases de conversación, tan abundantes en Tosca, con las que Puccini sustituye el clásico recitativo. Precisamente el conocimiento de esa ciencia le aseguró a Callas su primacía en un papel para el que Tebaldi o Leontyne Price poseían un timbre mucho más idóneo. Dame Kiri canta el Visst darle con un admirable légalo y un escrupuloso respeto de lo escrito; pero el resto de su actuación se olvida una vez escuchada. Aragall fue,durante lósanos setenta. un tenor de voz sensacional, como testimonian numerosas grabaciones piratas de la época (Favorita <yi el Liceo; Copúlelos y Mónteseos en Bolonia o La Scala). Por desgracia, su actuación aquí tiene poco que ver con las citadas: momentos en que la voz suena aún bella y colocada alternan con otros de afinación dudosa y cantados con inseguridad o como con desgana. Falta, además, una auténtica personalidad que si cabe hallar en los Cavaradossi de Domingo o Carreras. Nucci es un Scarpia anónimo. Parece que su familiaridad con el papel es tan escasa como la de la Te Kanawa con el suyo. Los secundarios, según la mejor tradición inglesa, son ininteligibles y espantosos vocalmente (recordemos el Geronte de la antedicha Manon Lescaut: una perla). La excepción es Piero de Palma, en su enésimo Spoletta, aunque ya acusa el peso de los años. Buen sonido, con voces algo atrás para mi gusto. Notable labor de Sir Georg Solti, claro, equilibrado, sorprendentemente lirico y un punto fallo de tensión. Claro que el reparto asignado no permitía maravillas. Álbum de escaso interés, máxime teniendo en cuenta que la Tosca de Víctor de Sabaia se halla ya en compacto (Cfr. número 9 de SCHERZO). R. A. M. A. SALIERI, D. CIMAROSA, C. STAM1TZ: Conciertos para flauta, oboe y orquesta. A. Nicolel, H. Holliger. Academy of St.-Martin-in-theFields. Dir.: K. Sillito. PHILIPS 416 359-1. Digital. Importación. Uno de esos tenderos que descubre que cualquier hombre se resigna a comprar cualquier libro, publicó una edición popular de la Historia de la Seda de los Hasídim... Ahora, lo que publican son discos como éste, que ni eslán demasiado bien, ni siquiera demasiado mal (lo que, a la poslre, resulta mucho más frustrante). Gracias a la edición, tenemos la renovada oportunidad de comprobar que ni Salieri era tan malo, ni Cimarosa tan bueno, ni Siamitz tan original como habiiualrnente los teóricos y come nía ristas venimos, de consuno, repitiendo. Disco, pues, agradable para veladas y sobremesas navideñas, con buena factura, aceptable sonido e intepretaciones solventes, como la propia listadeejecutantes reseñada en la nota liminar hace Scherzo 41 DISCOS fácilmente suponer. Por su parte, los muchachos de la Cofradía de los Prados andan ya más planos que nunca, que parecen la Jane Birquin del preclásico. Qué tiempos. J. Z- T. SIBEL1US: Las sielf Sinfonías. En Saga. Karelia Suile. Finlandia. Luonnoiar. Tapióla. Elisabeth Soederstroem, soprano. Orquesta Filarmonía. Vladimir Ashkenazy, director Decca 417.378-1. Álbum de 5 discos digitales. Vladimir Ashkenazy. uno de los mejores pianistas actuales, es artista favorito de Decca: sus numerosos trabajos como solista en el gran repertorio (desde Mozart, Beethoven y Chopin hasta Rachmaninoff, Prokofiev y Shostakovich) han constituido una parte importante del catálogo de esa firma inglesa, con resultados siempre buenos, y a menudo sobresalientes. Deunosañosa esla parte, su campo de actividad se ha ampliado al dirigir obras orquestales de Beethoven. Tchaikovsky, Rachmaninoff y Strauss entre otros. A comienzos de este decenio, Decca resolvió complementar el notable ciclo Sibelius que Lorin Maazel había grabado a mediados de los sesenta, con otro de tecnología digital confiado a Ashkenazy, que lamentablemente, ha resultado ser en el aspecto interpretativo, el menos interesante de todos los que el mercado ofrece. Como ya quedó reflejado en una critica anterior (ver número 10 de SCHERZO), las Sinfonías completas de Sibelius ya han sido grabadas por grandes batutas como Barbirolli o Berglund para EMI, y Collins o Maazel para Decca; Bernstein para CBS, Kamu y Karajan para DG, Colín Davis para Philips y Rojdestvensky para Melodía. (Desconozco los ciclos que recientemente han terminado Jarvi y Gíbson.) A mayor abundamiento, cabe encontrar versiones aisladas preferibles a las de Ashkenazy para todas las obras que integran este álbum. Así por ejemplo, de Tapióla —acaso la partitura cumbre de Sibelius— los registros debidos a Beecham, Karajan (DG o EMI) o al propio Maazel son muy superiores al de Ashkenazy y, salvo el de Sir Thomas, que tiene ya cerca de 30 años, no suenan peor. Para En Saga. Beecham de nuevo, un excepcional _De Sabata, Furtwaengler o Sanderling —entre otros— han firmado grabaciones muy preferibles. En estos dos Poemas sinfónicos y en varias Sinfonías. Ashkenazy tropieza con la difícil sintaxis s i bel í a na y da la sensación de no saber exactamente cómo se debe construir la obra- de qué modo se han de articular las células básicas; dónde está el (o los) cümax y cómo se han de preparar y resolver; cómo relacionar las partes con el todo, y de qué manera 42 Scherzo conseguir clarificar las texturas. Estos serios reproches, generales para todo el álbum, son quizá aplicables en menor medida a Karelia. Finlandia, y a las Sinfonías Quinta y Séptima. Pero frente a una competencia tan fuerte (compárese, por ejemplo, la versión de esta ultima Sinfonía por Ashkenazy con las de Kussevitzky, Beecham, Mravinsky, Maazel o Davis), ni siquiera en esas u otras obras la muy buena actuación de la Filarmonía y la notable toma sonora son suficientes para recomendar este álbum, que debe ceder lugar de primacía a los de Rojdestvensky o Colin Oavis, primeramente; y luego a los de Maazel, Barbirolli, Bernstein o KamuKarajan. Para Sinfonías aisladas, recordemos aún ludas las versiones de Beecham y las que Kussevitzky, Monteux o Szell firmaron de la Segunda. Espléndidos también los nuevos registros de Karajan para EMI. TCHAIKOVSKY-MENDELSSOHN: Conciertos para violin. Nathan Milstein, violin. Orquesta filarmónica de Viena. Dirección: Claudio Abbado. (D.G. Gallería 419 067-1). Reprocesado a digital. No conozco ningún disco mediocre de Nathan Milstein y no tenía éste por qué ser una excepción. Se trata de lecturas calmadísimas, de una gran belleza. El timbre del violin de Milstein nos indica que estamos ante un maestro ya de otro tiempo. El acompañamiento de Claudio Abbado y los vieneses es de primer orden. En Mendelssohn prefiero la propia versión de Milstein con el acompañamiento de León Barzin al frente de la Orquesta Filarmonía. Este disco ha sido editado por EMI en su serie Acorde y es a mi.juicio del mayor interés. En el concierto de Tchaikovsky mis gustos se dirigen inexorablemente hacia el trabajo de Heifetz-Reiner (RCA). R. A. M. Esta es la tercera vez que la D.G. pone este disco en circulación. Primero tuvimos la edición normal (carpeta con foto de Milstein, Abbado y un sector de la orquesta), después la edición PrivileJOHANN STRAUSS 1, JOHANN ge y ahora el ejemplar Gallería que a mi STRAUSS II V JOSEF STRAUSS: El juicio es la mejor. El sonido no es bello Danubio Azul, Sangre Vienesa. especialmente dinámico pero si de una Polka de Ana, Truenos y relámpagos, gran belleza; puede perfectamente haMarcha persa, De cacería. Cuentos de blarse de sonido impoluto. Hasta aholos bosques de Viena, Polka-Pizzicato, ra todos los discos Gallería que he Marcha Ratletzky y Vals del Empera- escuchado me han cautivado desde este dor. Orquesta Filarmónica de Berlín; punto de vista. Prensado perfecto y en Director, Herbert voit Karajan. consideración a lo anteriormente exDeutsche Grammophon. Gallería. Ste- puesto disco altamente recomendable. reo 415 852-1 10 GGA. A. O. B. Se reedita con el tratamiento digital de esta serie de D.G. esta colección de VAUGHAN WILLIAMS: Sinfonía viejas y conocidas versiones de Karajan Antartica. Sheila Armstrong, soprano. con la Filarmónica berlinesa de obras Coro y Orquesta de la Filarmónica de de la familia Slrauss. El reprocesa- Londres. Dir.: Bernard Haítink. EMI miento digital no hace más que acen- 27 0318 1 • digital. tuar las características ya conocidas del modo de concebir estas músicas por el El aspecto más sólido de la obra de director saizburgués. La limpieza so- Ralph Vaughan Williams lo constituye nora y el acrecentamiento de las posibi- el ciclo de sus nueve sinfonías, comlidades dinámicas se traducen en una puestas entre 1903 y 1957, unas con mayor densidad del sonido orquestal y mayor y otras con menor acierto. En en un reforzamíento de la visión quasi todas ellas aparece el fondo romántico sinfónica ya muchas veces recalcada. tardío del compositor que entre su Estamos muy lejos de la alegría de un generación demostró ser el más imperWilli Boskovsky o la elegancia de un meable a las influencias externas, pero Lorin Maazel, por citar dos ejemplos al mismo tiempo un mediador entre la sobradamente conocidos. Karajan música anglosajona y la del continente. adopta una postura que parece querer La Sinfonía núm. 7, Antartica, metrascender la naturaleza puramente sonos relevante que otras de su produccial de estas piezas. ción, presenta una dimensión expresiva La orientación adoptada por Kara- cercana a la contemplación absorta jan nunca nos ha gustado, aunque enrarecida y visionaria, en parte esbocomprendemos que tienen sus partida- zada como música de película en 1948 y rios. Portante, una acentuación de ella concluida como sinfonía en 1952. La no puede sernos demasiado grata. Que- partitura que quiere ser visión del polo da la apreciable aproximación de! di- sur es dirigida de manera sobresaliente rector de la centuria berlinesa a estas por Haitink, que se ve correspondido obras como presagio de lo que será el por los miembros de la Filarmónica de próximo concierto de Año Nuevo de la Londres. Disco que ha recibido el Filarmónica de Viena en que Karajan premio de Música de Orquestas por sustituirá al defenestrado Maazel. una de las más prestigiosas revistas inglesas del mundo musical y fonográJ. F. M. A. fico, Gramophon. DISCOS Recomendable también la versión que hiciera igualmente para EMI, de esta misma obra, Sir Adrián Boutt al frente del mismo conjunto, aunque la calidad de sonido y brillantez no pueden igualar a la comentada que data de 1985. Se puede adquirir asimismo en Compact Disc. M. G. F. EIGHTEENTH-CENTURY BEL CANTO. Recital de Elly Amcling. Giordani, Vivaldi, Paisiello, Heinichen, Haendel, Gluck, Per goles!, Moza rt, Purcell. Gewandhausorchester Leipzig. Director: Kurt Masur. Phiüps 412 233-1. Disco Digital importado. La soprano holandesa (nacida en Rotterdam) Elly Amelíng ha constituido, en los últimos quince años, una de las más altas cotas en el mundo interpretativo del lied, e incluso de algún repertorio operístico (su debut en este campo tuvo lugar en 1973 en Amsterdam, encarnando llia en ¡domeneo de Mozart). Su voz, no especialmente bella, como con algunas nasalidades que la afean, ha gozado de gran cantidad de recursos como para poder figu' rar entre las grandes del lied, heredera de las mejores tradiciones. Asi, su correcta respiración apoyada en un buen fraseo y su clarísima dicción, la han hecho capaz de la mayor elegancia. Su discografia, muy amplia, se acrecienta con una grabación de arias belcantistas, acompañada por la Orquesta de Gewandhausde Leipzig dirigida por Kurt Masur, realizada en esta ciudad en junio de 1984. La colaboración con los citados director y orquesta ya se había realizado anteriormente y asi se puede comprobar en grabación de diciembre de 1983, con la Rosamundeáe Schubert, con lo cual se ha favorecido el buen acoplamiento, traducido en la magnífica labor del conjunto, que a diferencia de otras grabaciones similares, en ésta tiene carácter también protagonista con una exquisita labor orquestal. Elly Ameling, sin embargo, presenta ya un declive, que tuvimos oportunidad de conocer cuando en febrero de 1985 actuó en Madrid junto a la Orquesta de Radio Televisión, siendo claras las disminuciones en intensidad, fíalo, extremos, coloración de la voz y agilidad. En todo el disco, dentro de su asepsia puede hacer milagros y recuperar la voz. En resumen: disco interesante para los que quieran seguir hasta su final la evolución de una gran cantante. M. G. G. LA ESCUELA DE VIENA. SCHOENBERG: Sinfonía de cámara n.° 2 op. 38, 3 piezas para orquesta de cámara, Lied de Waidtaube de los Gurre-Lieder (versión de cámara), 5 piezas para orquesta op. 16. BERG: 3 piezas para orquesta op. 6. Altenberg Lieder op. 4, 7 LJeder de juventud. El vino. WEBERN: Passaccaglia op. i. 6 piezas op. 6, 5 piezas op. 10, Sinfonía op. 21. Variaciones op. 30. Fuga Ricercata a 6 voces de Bach transcrita para orquesta de cámara. Jessye Norman, Ha Una Lukomska, Heather Harper. O. F. Nueva York, O. S. Londres, O. S. de la BBC, Eme rtible Interconlemoorain. Director: PierTe Bou leí. CBS M3 42225 (3 LPs). Este álbum, en rigor, es una antología (realizada no sé con qué criterios) de interpretaciones de música de Schoenberg, Berg y Webern dirigidas por Pierre Boulez para CBS. Son tres discos, uno para cada compositor. El primero, dedicado a Schoenberg, recoge, por este orden, dos obras raras y poco significativas (vid. supra), un fragmento camerístico de otra mucho más amplia y una de sus obras clave, el op. 16. donde implanta el método de variaciones tímbricas (Klangfarbenmelodie). El álbum de Berg recoge dos obras anteriores a su plena madurez, los Lieder juveniles admitidos y orquestado por el compositor en época avanzada y la cantata El vino, anterior a Lulu y al Concierto para víolin. El de Webern incluye las obras orquestales de este compositor. Es decir, no se pretende ofrecer en el álbum una perspectiva significativa, amo lógica, de la Escuela de Viena. Todos estos registros proceden de siete álbumes anteriores y no será sencillo encontrar un aficionado a esta música que no posea varios de ellos. Son grabaciones de entre 1968 y 1982, con ciertas desigualdades, aunque dentro de un alto nivel. Schoenberg: Una buena versión de la Sinfonía op. 38. obra tonal, no nos impide añorar la dirigida por Prausnitz a la New Philharmonia (EM I, inencontrable). Mayor interés interpretativo poseen las postumas 3 piezas de cámara, brevísimas, que ya se encuentran en el excelente álbum quíntuple de Atherton (Decca). Las Piezas op. 16 palidecen ante el antiguo registro de Dorati con la O. S. de Londres, de una fuerza expresionista ausente en Boulez, más analítico y distante. Jessye Norman y Boulez, con el Ensemble Intercontemporain, crean un Canto de la paloma del bosque de contenida intensidad, una lección de canto lírico-dramático en progresión de efecto, con su acompañamiento que tiene más en cuenta la época de esta orquestación (1922, inmediatamente antes de sistematizar el scrialismo) que la de composición de los Gurre-Lieder originales. Bcrg: El disco de Berg es excelente, empezando con una intensísima versión de las Piezas op. 6. En este caso el análisis no impide un tensión sostenida, constante. De todas formas, no hace olvidar las de Dorati (Philips, 1963) y Karajan (D. G). ambas magnificas. Con Halina Lukomska consigue Boulez unos Altenberg Lieder de referencia, magistrales, con esa voz expresionista, tan comprensiva de esta obra, de amplio registro y expresividad, acompañada por una BBC que el director francés lleva a un alto extremo d% sombría y dramática elocuencia, mesurada sin embargo, bellísima en su desolación. Se echa de menos en este disco la pieza que acompañaba a estas dos grabaciones de 1968, el Concierto de cámara, con Barenboim y Gawriloff, uno de los mejores posibles. Sin embargo, se nos ofrece una magnífica versión de los Siete Lieder de Juventud, de 1973, con una soberbia Keather Harper a la que Boulez (también con BBC) impide excesos románticos, sin que por eso renuncie esta bellísima lectura a la expresividad romántica de estas creaciones tempranas del joven Alban, vehemente, sentimental y admirador de Schumann, Brahmsy Wolf. La cantata El vino, con poema de Baudelaire traducido por Stefan George, es una de las obras menos grabadas de Berg. Esta breve pieza, preparatoria del mundo sonoro de Lulu, es interpretada con auténtica maestría dramática por esa excelente actriz y magnífica soprano de voz gruesa, envolvente y poderosa que es Jessye Norman, para la que Boulez (en la única aparición en este triple álbum de la Filarmónica de Nueva York) crea un acompañamiento teatral, pensando en la última ópera de Berg (no olvidemos que en el disco original se emparejaba con la Suite de Lulu. aunque cantada ésta por Judith Blegen.) Webern: El último disco está formado por las obras orquestales de Webern incluidas en el maravilloso álbum cuádruple que contenia toda la obra catalogada del compositor, al que debería haber seguido (no perdemos la esperanza) otro álbum con las obras postumas. Ya fue publicado así por separado. Pueden encontrarse otras versiones muy convincentes de algunas de estas obras: Karajan para los opp. 1. 5. 6 y 12; de nuevo Dorati para el op. 10; por no hablar de las versiones inencontrabies y espléndidas de la integral de Roben Craft. Pero la coherencia, el rigor y la altura artística de la integral de Boulez me parecen indiscutibles, y de ello son buena muestra las magníficas lecturas de estas seis piezas que constituyen toda la obra orquestal catalogada de Webern, cada una de las cuales es, además (a diferencia de las obras seleccionadas de Berg y, sobre todo, de Schoenberg), un hito en su ejemplar evolución estética. Boulez, distante otras veces, hace una nueva síntesis entre rigor analítico y fuerza expresiva, demostrando que estas brevísimas obras están llenas de una tensión sin la cual no hay auténtica interpretación de las mismas. S. M. B. Scherzo 43 DISCOS WAGNER, R.: El holandés errante (versión original, 1843). Simón Estes, Lisbeth Balslev, Martí Sal minen, Robert Schunk, Anny Sthkrom, Graham Clark. Orquesta y Coro del Festival de Bayrtuth. Woldemar Nelsson, director. Norbert BaItsch, director de coros. Coproducción Philips-Unitel 1985. Álbum de tres discos digitales. Philips 416300-1. Libreto en alemán, francés e inglés, con fotogramas del «ideo de Unitel. Comentarios de Erich Rapp) en alemán, francés, inglés e italiano. Las cuatro producciones del Holandés ofrecidas en Bayreuth desde 1951 han sido grabadas o ricial mente (Decca, 1955; Philips, 1961; Polydor, 1971; otra vez Philips, 1985). a lo que hay que añadir los registros privados aparecidos hasta ahora (Melodram 1955 y 1956; Melodram, 1959). La última es, sin embargo, la primera que se filma y es de esperar que algún día la emita TVE. El producto audiovisual no ha sido obtenido durante una representación ordinaria del Festival o varias, como ha sido en Bayreuth norma, sino medíanle una o más sesiones especiales para las cámaras de TV y los micrófonos de registro, organizadas el último año de la programación de esta producción (1985), que ya no volverá a darse: por tanto, sin audiencia —y ya se sabe que la música no suena igual en una sala vacia que en otra llena—, pero sí con todos los ruidos escénicos (algunos de ellos brutales, como los dos últimos situados estratégicamente en los silencios entre los dos acordes conclusivos. pues el decorado se abatía para dejar desnudo el escenario) y con los medios técnicos que hacen al caso. Se trata, asi. de un semivivo tomado en el estudio de grabación llamado Festspielhaus de Bayreuth, al igual que ya lo son el Anillo de Chéreau-Boulez (1979/ 1980), el Lohengrin de Friedrich/Neisson (1982), el Parsifaláe Friedrich/ Levine (1985) y los Maestros Cantores de Wolfgang Wagner/Stein (1986). Centrada la cuestión, hay que añadir en seguida que este Holandés ha sido una producción de regisseur al ciento por ciento. Harry Kupfer, escenógrafo formado en la otra Alemania y, por tanto, imbuido de realismo y de eso que hoy se llama compromiso, se planteo el texto de Wagner como un testimonio (no consciente) de la condición femenina, personificada aquí en una locacuerda (los locos son los oficialmente cuerdos), encerrada y utilizada por un medio hostil, la cual se imagina o sueña una imposible historia a la inversa de redención por el amor: la de ella, al liberarse en la muerte-sacrificio por una fantasmagoría; como ya he explicado en otras ocasiones, Senta permanece constantemente en escena, encerrada en su sórdida habitación y al final se arroja por la ventana —única vía de liberación— a un mar inexistente: allí quedará su cadáver, tirado en medio de 44 Scher/ci una oscura calleja de algún oscuro lugar del sombrío Norte. También hay que precisar que esta producción es considerada generalmente la más perfecta del Bayreuth realista, vigente con excepciones desde 1976, sin que en esta apreciación importe mucho el hecho de que Kupfer haya forzado el texto de Wagner a drama de Ibsen con música otra vez de Wagner. De aquí la elección de la partitura original, en un acto de acuerdo con los deseos de su autor, pero menos experta, más áspera y sin la ideación musical de la redención por el amor al final (y en la coda de la obertura), como corresponde a una visión materialista de las cosas. Pero aquí sólo poseemos el documento sonoro y, sin el amparo de su coartada escénica, de alto nivel teatral, es para mí indudable que aún señala una cota más baja que el de la producción de 1971 (Everding/BShm). Todas las referencias I itera río-musicales están eludidas: Heine, Hoffmann, Weber. La dirección de Nelsson es tan rotunda como lineal y plana; se oyen en la orquesta muchas cosas —demasiadas, gracias a ta toma—, pero no hay idioma, niacompañamientoacantantes.ni respiración poética, ni interpretación. Por supuesto, ta orquesta es experta y los coros de Bayreuth siguen siendo la joya del Festival; también ha de destacarse la precisión de todos estos elementos en la escena de los marineros (tercer acto), sobre todo si se tiene en cuenta que al coro de noruegos se le pide aquí una gran movilidad escénica (el de espectros, invisibles, posiblemente está pregrabado). Mas aquí terminan las virtudes musicales. Los actores, al servicio de las intenciones del regisseur, tienen poco que decir como cantantes. A Salminen, la mejor voz, no se le permiten las agradecidas referencias bufas de Daland (que explotaban estupendamente Weber, Greindl y Ridderbusch) y es así —no por su culpauna marioneta, no un carácter. Simón Estes tiene una voz baritonal potente, pero poco homogénea y con los clásicos problemas en la zona de paso que obligan a entubamientos y reforjamienlos nasales: un cantante en la linea de un Donald Mclntyre y, más cavernoso éste, de un Norman Baíley, todo ellos ajenos a la prosodia alemana; además, Estes no existe como arquetipo del dolor o del hastío, y no voy a extenderme —porque no procede aquí— en su aspecto de ancestro (vía Cabana del tío Tom)de Kuma Kinteen Raices. La danesa Lisbeth Balslev es una excelente actriz psicopática que. Como cantante, desafina y cala aquí y allá o perturba la línea melódica con un víbralo nada controlado; aun asi, corno tiene sensibilidad, en los pasajes piano de la balada o del dúo con el Holandés consigue a veces un legato, si no distinguido, si relativamente conmovedor; por el contrario, la articulación —con una dirección que no ayuda nada— es también a veces fatigosa. Schunk, el ESTUDIO DIS Erik, es un tenor aquí aburrido y sin relieve que ratifica la mala fama del papel: quien pueda, que se aparte del lugar común escuchando a Windgassen en el registro privado con Knappertsbusch (Melodram, 1955). Anny Schlemm es una Mary harto agria y desagradable, que es lo que aquí se pretendía. Y el timonel Clark, un grumetillo que farfulla una coplilla. Luego vienen los milagros de la técnica: son harto audibles los reforzamientos (sobredimensión) de las voces, especialmente en el monólogo del Holandés y en el düo de éste con Sema, cuando el registro pretende reproducir los tutti con una presencia que no tienen en el foso del Festspielhaus. En cuanto al coro de espectros, que ya he dicho que parece pregrabado y, en todo caso, está reforzado electrónicamente, el delito me parece menor: el procedimiento es ya moneda de uso corriente, y hasta es posible que en la realidad los espectros utilicen hoy el ordenador para asustar a los mortales aún no computerizados. Pero la amplia reverberación de la sala del Festspielhaus, con su curioso equilibrio cuando está llena, perturba aquí el reposo de los silencios; y la rica toma hace que los metales no vengan délo profundo, sino que emerjan en primer plano: hay asi, por ejemplo, acentos estáticos (trompas al comienzo del dúo) que suenan como esas bocinas de automóvil que parecen inspirarse en la pesadilla de un borracho al que le percutieran en las sienes los marciales temas de la Quinta de Beethoven En fin, es probable que quienes hayan visto la producción, yguarden —el gusto es, por supuesto, suyo— buen recuerdo de ella, agradecerán esta posibilidad de añorar los bellos tiempos idos; pero sinceramente creo que, sin el video, el castillo se desmorona. A destacar aún que el registro está consagrado, en justicia, a la mayor gloria de Harry Kupfer; Erich Rappl, redactor y crítico del Nordbayerischer Kurier y hoy cronista áulico del Bayreuih de Wolfgang Wagner, dedica al regisseur el segundo de sus comentarios: El sueño de Senta del sacrificio infinito. Por el contrario, las notas al programa prescinden esta vez de los habituales datos biográficos del colectivo de intérpretes, los cuales, por otra parte, ya he dicho que apenas existen vocalmente. ¡Ay, quién nos iba a decir hace sólo veinte años que el Nuevo Bayreuth iba a dar, por el momento, este otro paso DISCOS COGRAFICO claudicante; de Taller (la expresión favorita de Wieland Wagner) a Colectivo! A. F. M. W. A. MOZART: Don Giovanni. Samuel Ramey, Anua Tomowa-Sintow, Agnes Ballsa, Kathlecn Bal I le, Costa Winbergh, Ferruccio Furlanetto, Alexander Malta, Paata Burchuladze. Coro de la Opera Alemana de Berlín. Orquesta Filarmónica de Berlín. Director: Herbert von Karajan. DO Deutsche Grammophon, 419 179-1 (tos discos llevan, sin embargo, individualmente, los números 419180, 419 181 y 419 182). Digital. Todo o casi todo —algo ya bastante habitual en el modo de hacer de DG— está pesado y medido en esta grabación para que funcione: algunos de los mejores cantantes del momento (con la incorporación de dos o tres señalados mozartianos), un coro y una orquesta de probado prestigio operístico (aunque la segunda sea en origen sinfónica ante todo) y una batuta histórica, magistral, conocedora en profundidad de la obra lírica de Mozart y de quien se esperaba desde hace tiempo que llevara al disco, por fin, este "dramma giocoso*\ tras haber trasladado a la negra superficie —en ocasiones hasta dos veces— las otras grandes óperas del salzburgués. Bien es cierto que Karajan había dejado testimonio de su visión de esta obra maestra en una grabación, lomada en vivo, de una representación del verano de 1960 en Salzburgo. Pero era un registro pirata (después distribuido por Melodram), de dudosa calidad sonora (aunque de indiscutible rango musical). Se aguardaba, por lanto, que el director austriaco vertiera en una moderna edición sus saberes de viejo hombre de teatro y su idea actual sobre esta tremenda ópera en la que se alberga el completo y complejo espectro del genio mozart ¡ano. ¿El resultado? Bueno, como cabía esperar, teniendo en cuenta los mimbres y el cuidado general que se ha puesto en la realización del producto, magníficamente grabado y preparado para el consumo. Máxime cuando, además, el nivel artístico es alto y el equilibrio musical está casi siempre conseguido. La Deutsche hace bien las cosas. Y por eso, fundamentalmente, vende. Sin embargo... Sin embargo, sucede que, con todo y con estar la versión ricamente ataviada y elaborada, con cada cosa en su sitio, a la interpretación que se nos sirve, que tiene el atractivo de la extraordinaria presentación, le ocurre lo que a las carnes rojas de apariencia suculenta y de soso sabor: textura suave, fibra jugosa... e insustancial paladar. Karajan parece estar claro que ha optado, como firme base de su aproximación, por un planteamiento vigoroso, en ocasiones solemne, donde la dimensión trágica prevalece sobre la cómica; lo serio sobre lo bu/o. Hay algo de marmóreo, de friso clásico en esta visión, que perjudica no poco la dialéctica de fondo sobre la que se edifica la partitura y la fluida y vivificante elocuencia que anima el magistral y eficaz libreto de Da Ponte, preñado de efectos y golpes teatrales de la mejor ley. La dirección, precisa, bruñida, capaz por supuesto.de las mayores finuras instrumentales, de resaltar los más variados matices tímbricos y subrayar los meandros expresivos del discurso vocal, se orienta, poderosa y firmemente, a veces de manera casi atosigante, a destacar por encima de todas las cosas la implacabilidad de la tragedia, la inevitabilidad del designio que pesa sobre el pecador Don Juan. En el camino hacia su destrucción, en el recorrido que. al modo tradicional propio de la ópera napolitana, nos cuenta una serie de peripecias, equívocos y situaciones característicos del género, Mozart puso muchas cosas, mucho de sí también (excelente el articulo de Fedele D'Amico "II Don Giovanni" ossia Mozart. que se incluye en el folleto que acompaña a la grabación); gracia, ternura, humor y humanidad por arrobas. Elementos que pocas veces afloran en esta férrea y en tal sentido nada teatral (en su acepción más alejada de lo acartonado), nada napolitana recreación. Más verdad y autenticidad mozartiañas había en la referida versión de 1960 o en las posteriores versiones salzburguesas de finales de los sesenta (con Ghiaurov y Kraus), en las que la batuta del maestro austriaco se identificaba en mayor medida con la singular mezcla de lo inefable y lo popular que hay siempre en toda ópera mozart ¡ana. Meritorio trabajo el de Samuel Ramey. entonado, correcto, inteligente. de voz apropiada (bajo-barítono), de plausible dicción y medios suficientes. Su personaje no acaba, sin embargo, de tomar total encarnadura por falta de elegancia en el porte, de fantasía en el recitativo, de variedad en la composición de sus encontradas reacciones. Bella voz, carnosa y brillante aún la de Tomowa-Sintow, que representa una convincente Donna Anna. menos delicada y sutil que vengadora. Un víbralo excesivo y ciertos apuros en determinadas agilidades han de colocarse en su debe. No muy apropiada para su cometido la voz de Agnes Ballsa. cuya estructura fonadora se encuadra, aun con reservas, más en el campo de las mezzos que en el de las sopranos. La tesitura de Donna Elvira le queda bastante tirante y le obliga, a pesar de su envidiable extensión, a emitir forzadamente y a pasarlas canutas en la peligrosa coloratura de Mi tradi. No nos hace partícipes, esa es la verdad, del drama intimo que la consume ni nos ofrece el señorial patetismo que en gran parte definen a la atribulada criatura. Exquisita la línea de canto de la Battle, que desde su muy lírico, joven y puro instrumento nos brinda una grácil, aunque quizá demasiado clasica Zerlina. Winbergh, tenor muy de Karajan, canta con propiedad y justeza, de forma algo blanda y poco efusiva, pero afinada y pulcramente. Don Ottavío, personaje tan borrado en lo escénico y en el acontecer dramático general, tiene más, mucho más. dentro. Purlanetto, voz vulgar y cantante discreto, da. sin embargo, en la diana al componer un Leporello expresivo, pero sin excesos. No hay duda de que su dominio del idioma (es el único italiano del reparto) influye para que asi sea. Corrientito Alexander Malta como Masetto, con una voz extrañamente empequeñecida y gris, y suficientemente cavernoso el Comendatore del joven bajo ruso Paata Burchuladze, cuya voz es innecesariamente amplificada en la escena del convidado de piedra, sin duda para dar una mayor monumentalidad yespectacularidad al singular momento. Se contribuye con ello, por el contrario, a resaltar la artificiosidad y no siempre legal aparatosidad de la versión. En suma, estimable interpretación, excelente puesta en estudio (más que en escena), brillante toma de sonido. Pero muy lejos del ideal mozartiano (naturalmente, de! ideal según el que esto firma). Bastante más próximas a él se encuentran otras grabaciones anteriores. Fundamentalmente: Fritz Busch, con el elenco del Festival de Glyndebourne (1936), excepcional por su elocuencia y finura; Wilhelm Furtwaengler. con sus huestes salzburguesas, el gran Cesare Siepi —sin duda el mejor Don Giovanni de la postguerra— a la cabeza (a su lado. Schwarzkopf, Grümmer, Dermota...), en una recreación que agota todos los aspectos de la obra, con la vista puesta en Gluck (1954); Josef Krips, también con Siepi y algunos de los de la versión anterior, meritoria por la gracia, la transparencia y el equilibrio (1955). y Cario María Giulini (1961), que cuenta con un reparto no menos excelente y homogéneo y que acierta a extraer todo el sabor y vivacidad de la comedia a la italiana que en origen es —como, con sus características propias, lo son Las bodas y Cosi/an tune— este Dissoluio punilo. A. R. ScheríO 45 LIBROS CLAUDIO GALL1CO: Historia de la música. 4. La época del humanismo y del renacimiento. Traducción de Verónica y Beatriz Moría. 1 volumen de XV111, 161 pp. y 12,5 X 20 cms. Ed. Turner S. A. Madrid, 1986. Ignoro si este volumen de la magnifica Storia delta música de la "Societa Italiana di Musicologia"fueproducido por Turner con excesivo apresuramiento para que estuviera en las tiendas anies de agosto y sus ferias del libro o si hubo simplemente descuidado. Lo cierto es que las numerosas erratas de imprenta se acompañan de una traducción cuyas deficiencias afectan no sólo al italiano y al repertorio léxico musical, sino también al idioma castellano que por veces se convierte en inextricable en este volumen. No se trata en el original de un libro de fácil lectura por varias razones: 1) El tema es ideológicamente complejo y lo hace más complejo la acumulación de vicios heredados por los especialistas actuales que veneran, quizás en demasía, la monumental aportación de los pioneros de la musicología. No en vano estos dos siglos fueron tema central de la investigación músico lógica hasta la II Guerra Mundial. 2) El estilo sincopado de Gallico contribuye a hacer de lenta digestión la lectura. 3) Gallico no acaba de tomar posición respecto al libro que desea hacer y mezcla la acotación para el colega o el erudito con la divulgación. 4) Gallico evita cuidadosamente los temas polémicos, muy especialmente la cuestión manierista pese a que parece estar de acuerdo con la tesis que abandera M.1 Ríka Maniates, y el libro adolece de falla de nervio, de capacidad para cautivar al lector. Indiscutiblemente es una buena historia de la música en los siglos xiv-xv pero sólo eso, si bien dado que la bibliografía en castellano es como es no queda otra opción que señalar que se convierte en obra de referencia. Lamentablemente la atención dedicada a los españoles es radicalmente pobre. Morales, Guerrero, Navarro, Anchieta, Vázquez, Encina son merecedores, como mínimo de algo masque la cita de su nombre en una lista y los Flecha o Vivanco ni siquiera son citados. Me sorprende en este coniexto la referencia a Pujol. Otro tanto podría señalar sobre el trato que reciben los portugueses que figuran representados exclusivamente por Escobar, olvidando los Carreira y tantos otros que poseen importancia similar a autores que son tratados in extenso. Más grotesco resulta el tratamiento de la música instrumental ibérica, pero habida cuenta del minúsculo espacio destinado a los géneros instrumentales —a Dowland se dedica sólo esta frase "compositor muy estimado"— no cabe reproche. 46 Scherzo LIBROS También es irrisorio el espacio que se dedica a los géneros escénicos. Afortunadamente éstos y los instrumentales son bien atendidos en las lecturas, lo mismo que la teoría musical, tema bastante poco atendido y de manera poco clara por Gallico. Lo mejor del libro es, sin duda, la historia de la polifonía y es de calidad el análisis de Trento —no tanto el de Lulero, el anglicano no existe—. Es lamentable que el coordinador, Andrés Ruiz Tarazona, no hubiera superado escrúpulos irreprochables y perdiera la oportunidad de o bien intercalar notas a pie de página sobre las deficiencias de Gallico, o al menos, hubiera añadido una bibliografía española a fin de volumen. Gallico sólo cita a los siguientes autores españoles: Pedrell, Anglés, Mitjana, Bal y Gay y López Galo (sic). X. M. C. GALINA VISHNEVSKAYA: Calina (Autobiografía). "La música y los músicos". JAVIER VERGARA, editor. Galina Vishnevskaya constituye una de las más altas personalidades no sólo de la música soviética, sino de la cultura en general. Su matrimonio con el genial Rostropovich y sus relaciones con Dimitri Shostakovich, David Oistrakh, o Alexander Solzhenitsyn asi lo confirman. Pero su entorno, a pesar de los muchos años de relativo aislamiento en su país de origen, no termina aquí y se amplía en vinculaciones tan magnificas como la de Britten, para la creación de su War Réquiem o con Landowsi, de quien recientemente ha interpretado Un enfaní appelle loin, tres lomo La Prisión (en grabación inmejorable con direcciones respectivas de Rostropovitch y Landowski Erato STU 71515), o con Penderecki, can-, tandosu Réquiem polaco en una interpretación en Washington en 1983 previa a su estreno definitivo que tuvo lugar en 1984 en Stuttgart. Galina con fácil desarrollo novelesco nos acerca a su tempestuosa vida, contrastando lo artístico con su vida sentimental, refiriendo anécdotas que hacen más comprensibles las apariciones de su incondicional amigo Shostakovich, como puede ser la aproximación a su obra Sátiras sobre textos de Sasha Cherny, dedicada a Galina y creada por ella en 1961; o anécdotas de la vida musical en la URSS entre las que destacan, por su triste sentido del humor, la ausencia de interpretaciones en este país de la Missa Solemnis de Beethoven o las censuras impuestas a Markevitch en La Creación de Haydn en la que se le prohibía el empleo o mención de la palabra "Dios". En general un texto grato y hábil en su escritura, que puede interesar ai amante de la ópera, a la caza de una gran diva, sin ánimo peyorativo, como a quién intente conocer mejoría música en la URSS, en nuestra época. M. G. G. Lewis Rowell: Introducción a la Filosofía de la Música. Traducción de Miguel Wald. 237 págs. Gedísa. Buenos Aires, 1985. Puede que haya sido la música el arte que venga suscitando una preocupación más constante entre los filósofos. Lewis Rowell defiende su condición de objeto de estudio filosófico. La peculiaridad distintiva del ser en si de la música reside, en gran medida, en la naturaleza asemática de su contenido. Pero si algo es consustancial al arte de los sonidos es su discurso temporal. La música llega a ser tiempo organizado. No es extraño, por ello mismo, que ya los pensadores del mundo antiguo se interesasen por este esencial aspecto de la música. Rowell realiza una exposición histórica. Las sucesivas épocas y culturas han pensado la música de muydislintas formas. La Grecia clásica, sin embargo, constituye un inomitible punto de partida. Platón, Aristóteles y muchos otros filósofos se interesaron en temas que cubren un anchocampo.de la pura estética a la función social que la música debe cumplir. Algunos de sus enfoques —carácter, la música como imitación- mantuvieron una situación de vigencia durante cientos de años. Los planteamientos de Lewis Rowell no son nítidamente esteticístas. Fluctúan entre este polo y el de consideración de la música como simple objeto de conocimiento. La espinosa cuestión del valor de las obras musicales remite a criterios pertenecientes a la técnica misma del arte sonoro. Todo otro juicio apreciativo se cimenta sobre una determinada tradición cultural. Rowell acompaña sus ideas con una breve incursión en dos estéticas musicales no occidentales, la hindú y la japonesa. Valioso y oportuno libro éste de Lewis Rowell, cuya utilidad se hubiera visto aumentada si el editor castellano hubiera hecho seguir al texto de unos adecuados índices temáticos y onomásticos. E. M. M. LIBROS ANDRÉS BATISTA: Maestros v estilos (Manual flamenco). Madrid 1985. Vol. de 24 X 17 de 170 páfs. Dentro de la bibliografía flamenca. existen ya incontables textos de contenidos no musicales, lo que no deja de ser una paradoja casi escandalosa y que pone en evidencia de qué pie cojeamos a la hora de referirnos sobre materias musicales en general y flamenco en particular: que las tratamos con criterios diversos (estéticos, biográficos, históricos, literarios y frecuentemente líricos-alucinantes) pero casi nunca y como seria lo adecuado con criterios musicales. No entraremos ahora en las múltiples causas de tan inconsistentes hábitos, pero si señalaremos una vez más la desiqu ¡librada y monopólica educación letristica que se practica en nuestras enseñanzas medias, en mengua de la ciencia, asi como relación a oirás expresiones artísticas y entre estas particularmente la música, de hecho ausente en tales programas de enseñanza y cuya descompensación pedagógica produce en primer lugar pocos hombres de ciencia y en segundo lugar una agobiadora plaga de potenciales aspirantes a escritores, en un pais de alfabetizados que no leen y por demás ignorantes de un mínimo de cultura musical. Desde las consabidas referencias flamencas del prolifico Felipe Pedrellalas más recientes y sólidas de Manuel García Matos, apenas unos pocos autores entre decenas y decenas han sabido con más o menos acierto entrar en el flamenco con una estricta concepción musical, sucediendo que lo impepinable ha sido escribir pesadísimos ladrillos de disertación literaturistica como si el arte flamenco no contuviera más que un solitario texto que no fuese cantado. n ¡ ' i r ^ ^ i t}íy,B^irtn nijn)"r do. Esta visión de los flamencólogos al uso, constituye a estas alturas la mayor distorsión de la cultura gitano-andaluza que sin embargo se manifiesta por los cuatro costados de la música: el cante, el loque, el baile, y el jaleo. Afortunadamente. Andrés Batista, autor del libro que reseñamos, es de los que rompe el molde literaturisiico de los tratamientos flamencólogos. Maestros v estilases un texto imprescindible de consulta para Iodo aquel que quiera sacudirse el desacreditado calificativo de llamemólogo. para pasar a niveles de entendidos en casi todos los elementos y conceptos musicales válidos aplicables al flamenco de los que sus profesionales, principalmente guitarristas que. como el autor, son los que más apropiadamente dominan esa concepción musical, y sirviéndose de ellos perfectamente sin necesidad de pasar por ningún conservatorio. La cultura musical flamenca es tan sólida, tan fuerte, y tan vital que crea su propia terminología desde adentro —y no desde afuera como solemos hacer sus estudiosos y flamenco I ogos— definien- autor, locual justificaríaciertos errores que parecen más de despiste que de desconocimiento —como "cuernos" por "trompas"— pues en otros lugares no comete ese error. Pero esa vitalidad no sólo es de estilo, también es de contenido y Pestelli parece estar en su cátedra turinesa o en el estrado en un congreso pues no renuncia a la afirmación tajante y polémica. Uno de los alicientes del libro es, precisamente, su capacidad para obligar al lector a discutir con el autor —yo disiento en su menosprecio de las seis últimas misas de Haydn, que califica de "dignamente aburridas"— desde los pequeños detalles al propio planteamiento. De hecho su interpretación del fenómeno forma sonata choca con bastante violencia con las tesis actualmente más de moda en el área germana. Y no deja de ser divertido que un italiano sea quien reste importancia a la influencia vocal en la música instrumental de la época, aportando argumentos socioculturales de extraordinaria fuerza. Por otra partees sorprendente la capaS. H. cidad de Pestelli para simultanear el rigor característico de la nueva musicoGiorglo Pestelli: la Época de Mozart y logía italiana con un vocabulario subjetivo, cuando no poético. Pestelli Beetnoven. Introducciones de Alberto apuesta por la utilización de la termiBasso y Andrés Ruiz Tarazón*. Tranología habitual de la época investiga ducción de Carlos Caranci. Historia de —etéreo, suspensivo, nocturnal, enerla Música Vol. 7, Ed. Turner. Madrid, gía virgen,...— para hablar de esa épo1986. XVIII + 295 pp. 20 X 12,5 cm. ca en forma crítica; tour de forcé que exige un conocimiento y talento desEl titulo de este libro hay que tomarmesurados por el peligro de caer en el lo casi al pié de la letra pues realmente simple testimonialismo que tantas vela protagonista es la cultura y la socieces sustituye a la ciencia histórica so dad europea entre 1750 y 1827 y como pretexto de objetividad. los cambios radicales que operan en esa época van a generar unas consecuenComo era de esperar en una obra cias musicales de tal calibre que ha editada en 1977, no hay el menor condicionado una ideología musical protagonismo de España y Portugal, ni que aún sobrevive en muchos aspectos. siquiera al tratar el tema Boccherini. Pestelli cierra su hermosísimo libro con Algunas notas afortunadas de Andrés esta frase, resumen de su|tesis: Ruiz. Tarazona sirven para recuperar la "I.. epoca de Mozart y de Beethomemoria de algunos autores no citados ven, con todas las pasiones que la han por Pestelli. Sin embargo no puedo agitado, basó su fuerza en las convendejar de señalar una carencia de la ciones, en los códigos formales aceptamusicología española de urgente atendos de manera estable y amplia: es una ción: El análisis del fenómeno sonatísépoca liberada del dédalo del intento, tico. El magnífico y polémico prólogo del experimento porel experimento; en de Ciment a la edición de las de Rodrieste sentido, el adjetivo clásica, que guez-Monllort no parece haber servido generalmente la acompaña, le corres- de incentivo a esta investigación. La ponde de pleno derecho." réplica de Ruiz Tarazona a Pestelli, a pié de la página 27, sobre el carácter Pestelli no ha hecho, desde luego, un libro de divulgación y parte de la epigonal de Soler respecto a Scarlatti, siguiendo las tesis de Rubio no va más premisa de dirigirse a un lector que, al allá de una anotación del editor espamenos conoce un repertorio amplio de ñol pero no soluciona la cuestión de obras —lo cual en España puede ser qué hacemos para explicar ese camino más frecuente entre los disco filos que importante de la música ibérica que entre los músicos profesionales— y por recorre nombres como Soler, Seixas, ello no duda en apoyar sus tesis con referencias a momentos concretos de Blasco de Nebra, Montero, Oxinaga, Gamarra, hasta desembocar en la maobras determinadas, pero no hay en durez de Rafael Ustariz ó Félix Máxiningún momento análisis formal de las mo López. Como dice Ruiz Tarazona grandes obras de referencia. su introducción, "la falta de investiEl estilo de Pestelli es de una vitali- en gación y de ediciones en la música dad desbordante y es prácticamente española, sobre todo la carencia de imposible abandonar la lectura de un ediciones, es la causa principal de que capítulo antes de su fin. El traductor nuestros compositores no sean apreciahizo un adrttirable esfuerzo por ade- dos como merecen". cuarse a este estilo, incluso parece que ajustó su trabajo al ritmo literario del X. M. C. do por sí misma los conceptos más imprescindibles y universales de la técnica interpretativa. Desde los primeros y breves datos históricos de la guitarra expuestos con acertada información y hasta las finales pautas musicales de ritmos básicos, melodías y cadencias armónicas todo lector, en particular si es aficionado a la guitarra, encontrará una guia segura por la diversa temática de este texto interesantísimo, de los más correctos y esclare cedo res que he podido leer sobre música flamenca, donde se incluye un estudio de estilos, esquemas de cante y baile, terminología apropiada y diversa, biografías de intérpretes históricos y actuales del cante, toque, y baile, constructores de guitarra, y por si faltaba algo, consejos a los profesionales, que sin duda Andrés Batista reunió en su larga experiencia de profesor y guitarrista además de compositor galardonado junto a Ana Mercedes también baílaora y profesora en su academia madrileña de la calle Libertad. Schcrzo 47 LIBROS ICOR STRAVINSKI: Crónicas de mi vida. Traducción, epilogo y ñolas de Jesús García-Pérez. Ediciones de Nuevo Arte Thor. Colección El Laberinto, n.e 17. 190 paginas. Barcelona, 1986. A pesar de tratarse de una obra que tiene ya cincuenta años, Crónicas de mi vida es una novedad en el mercado español. Fue publicada en castellano, inmediatamente después de ser escrito cada uno de los dos volúmenes, por la inquieta Editorial Sur de Buenos Aires, en 1935 y 1936. Es de agradecer esta nueva edición, aunque la traducción no sea ejemplar (si bien resulta comprensible) y las notas a pie de página del traductor, abundantes y bienintencionadas, contengan a menudo errores de bulto y apreciaciones inexactas y apresuradas. Stravinski, ayudado por Walter Nouvel (que no es mencionado en esta edición), compuso estas breves memorias provisionales (por decirlo asi) cuando ya le quedaba poco para instalarse en Estados Unidos, pero él no lo sabia aún. Son muy interesantes, pero no sólo por lo que dicen, sino tal vez más por lo que silencian. Puede deducirse algo de la crisis personal y estética que le llevó a un cambio radical en los años veinte, pero para ello hay que poseer demasiados datos previos. Sus ideas estéticas no están plasmadas aquí, sino en otro libro poco posterior. Poética musical (publicado en español por Taurus), y fueron matizadas y en ocasiones cambiadas en los diversos volúmenes de Conversaciones con Roben Craft, que ambos publicaron entre 1959 y 1969, alguno de ellos considerado de dudosa autenticidad por ciertos observadores. Pese al indudable interés de la Crónicas resulta irritante (o significativo) cómo pasa Stravinski por encima de determinados aspectos esenciales y cómo se detiene en otros sin gran significación. Desde luego su perspectiva no tenia por qué ser la nuestra, y en cualquier caso sus intereses eran demasiado inmediatos. No faltan agudas apreciaciones de un compositor que. después de Le sacre, se negó aadularal público. Tampoco faltan sus patadiias (a Nijinski, a Scnabin) y sus homenajes (a Diaghilev, a Klemperer, a Balanchin, a Prokofiev, a Falla,a Picasso...). Este librito es imprescindible para los stravinskianos y contiene datos importantes sobre aspectos de la música y los músicos desde 1910 hasta 1934. Su atractiva edición en bolsillo nos lo trae de forma asequible aunque tardía, En próximas ediciones se debería revisar la traducción, las notas y el epilogo, añadiendo alguna orientación discográfica. S- M. B. LUCIANO PAVAROTTI: Mi propia historia. Con William Wright. Javier Vergara Editor. Buenos Aires 1985. No es infrecuente el que un cantante 48 Scherzo de ópera deje constancia por escrito de su vida y experiencias artísticas. Si lo es cuando el relato aparece en el momento en que el artífice se encuentra en una fase de máxima popularidad y actividad. Se trata entonces de un fenómeno más económico que de otra índole. Además, en este caso, si Domingo nos ha contado sus primeros cuarenta años de existencia, Pavarotti no va a ser menos, o viceversa. Wílliam Wright, coautor de la crónica con el tenor, explica en el prólogo que "el libro debe, sobre todo, describir exhaustivamente y en forma esclarecedora su extraordinaria personalidad, una personalidad que es inseparable de su arte, pero que, indudablemente, alegra la segunda mitad del siglo veinte, asi como su voz la embellece". Sin entrar en comentarios a tan inflados propósitos, el contenido de Mi propia historia de Pavarotti-Wright se estructura en tres apartados. El puramente biográfico, en primer lugar, está narrado fluidamente, bastante inspirado en modelos cinematográficos made in Hollywood: infancia pobre pero feliz, turbada por una extraña enfermedad que se supera milagrosamente, escenas con figuras mitícas como Schipa y Gigli. triunfo como recompensa al trabajo y fuerza de voluntad, el amor... Todo muy en la óptica del sistema de vida americano. En el segundo apartado del contenído del libro, ya concluido el periplo vital, el cantante nos informa de su arte y del medio en que éste se desenvuelve. Aqui aparecen los capítulos más interesantes, los dedicados al canto y la interpretación y a la descripción del babilónico mundo de la ópera. Interesantes, aunque demasiado superficiales, sin duda para no perturbar con innecesarios tecnicismos al gran público que, en definitiva, es el destinatario del texto. Opiniones de diversas personalidades, que de alguna manera se relacionan con Pavarotli, interrumpen oportunamente la narración. Y aqui entramos en el tercer contenido del volumen. Capítulos firmados por su maestro de canto, su empresario, compañeros de profesión, etc., de desigual interés. Así contrastan las acertadas líneas de Arngo Pola (profesor) y Joan Ingpen (ejecutiva) con el sosilo informe de su amiga y colega Mirella Fren i o el irresponsable de Giuseppe Di Stefano, que es una sencilla manera de aconsejar a Pavarotti que arruine su instrumento con la mayor rapidez posible. En devinitiva. Mi propia historia se deja leer con amenidad y, en muchos momentos, con interés. Se echa de menos algo de acidez en los juicios, todo es demasiado color rosa. Existen numerosos errores de impresión en los nombres propios. En este sentido es imperdonable que se inicie un apartado figurando Judith Raskin con ni final en su apellido, cuando en el resto del capítulo y en el índice aparezca correctamente escrito,esdecir,con n. Asimismo, la traducción es confusa, a menudo con párrafos obscuros o mal redactados, propia de alguien que quizá conozca el idioma original en que está el libro escrito (suponemos, en este caso, el inglés), pero que ignora, o no está dentro, del tema musical operístico. Asi no puede resolverse una frase de ta forma en que se halla en la página 53: "Recuerdo que canté Adío alia madre y un par de canciones más." Ejemplos como el señalado abundan. Además no se incluye el apartado, existente en el original, referido a la discografía de Pavarotti, perdiéndose la oportunidad de actualizarlo, ya que desde la aparición del libro hasta su traducción el cantante amplió su catálogo. Incluso grabó el papel titular de Andrea Chenier, contradiciendo las declaraciones que figuran en el libro de que nunca lo cantaría por no convenirle, como el de Otello. Para terminar: es lamentable también que no se incluya un índice onomástico. Por lo demás, es un mal endémico en las publicaciones musicales en castellano. F; F. MIGUEL ALONSO: Catálogo de obras de Conrado del can¡po. Centro de documentación de IR música española contemporánea. Fundación Juan March. Madrid, 1986, 188 pp. 21 X 15 cm. índice: Presentación. Prólogo. Ohras fechadas. Obras sin fechar. Bibliografía esencial. Edición es-Partituras. Discografía. Miguel Alonso merece, desde luego, los honores reservados a los discípulos agradecidos; su pasión por la obra de su maestro Conrado del Campo lo ha llevado a trabajar en múltiples ocasiones sobre la misma y producto de ella es este catálogo que inicia una nueva serie de la Fundación Juan March. Por propia experiencia puedo comprender las dificultades de hacer el catálogo de un compositor del siglo xx y estas dificultades se acentúan necesariamente en un autor de obra tan dispersa como el que nos ocupa, mezclándose la multitud de cuartetos de cuerda con la música incidental o con una lección de solfeo para oposición. De la peculiar psicología del autor da fe una anécdota que le atribuye gran indignación con el público de un local del Paralelo barcelonés por no saber apreciar la finura contrapuntistica de un "can-can" con forma fugheta! Las fichas presentan diez entradas: Título, Género. Coautores, Focha de composición. Estreno, Plantilla, Partes, Localización de la partitura. Grabación y Observaciones. La coherencia de las fichas permite pues, de un vistazo, la comprensión de lo concerniente a cada obra. Lamentablemente, Miguel LIBROS Alonso, optó por ordenarlas 182 partituras fechadas por orden cronológico por lo cual es dificultoso localizar la que se busca. No asi las 35 sin fechar, ordenadas por orden alfabético de títulos. La inexistencia de índices de títulos y de géneros es et único defecto de un catálogo primorosamente realizado y confío en que pueda ser reparado en una segunda edición que imagino inminente ante el merecido éxito de esla obra. La edición es muy pulcra y se ha cuidado la corrección de pruebas, sólo he apreciado un error de impresión en lapág. 128, pues se borraron los núme- ros de las entradas, y algún signo no borrado por la máquina electrónica pero que no logra inducir a error. En este sentido la Fundación Juan March con sus catálogos de teatro y de música viene a demostrar la funcionalidad de estos útilísimos libros impresos a partir de copia de ordenadores, infrecuentes aún en España. No es ésta ocasión para comentar la valía de la obra catalogada, pero sí me permito apostar por que Miguel Alonso desde su nuevo cargo como gerente de la ORTVE prestará atención a los autores del entorno de Conrado del Campo y podamos recuperar una épo- ca casi maldita de la música española. Conrado del Campo, Julio Gómez, Gregorio Baudot, Rogelio del Villar, etc. son merecedores de, al menos, una reposición selectiva. Sólo cuando su música suene podremos enjuiciarlos. Mientras tanto es tan vano el elogio desmedido de algunos—especialmente de quienes hasta hace poco los despreciaban tanto como a Bruckner— como la condena sin paliativos de otros —que no dudan en entusiasmarse con los productos más execrables de un Elgar, por ejemplo. CONCIERTOS GUIADESCHERZO MADRID Orquesta Nacional 30. 31. 1 dt febrero: Cafo Nacional. Gerd Albrechi. K. Maltila. P. Rozarlo, A Gjevang, G. Schreckcnbach. K. l.ewis. J. Broche let Se humarm. El Paraíso y la Pe'i. o, 7, 9: Jesús López Cobos Lynn Hariell. violoncillo. Lalo, Bruckner. 13, 14, 15; Jesús Lópel Cobos. Brahn». Schoenberg. 20.21.11: Rafael Frllhheck Dvorak. Rirmky-Korsakov. 27, IR, l de m i n o : Orfeón Donostiarra. Rafael Fríih. beck. A míe Sofie ven Oí ler. meuo. Mahler, Segunda Smfiinie. í, 7, t; Jin Belohlavek. Igor Oistrakh. violln. Beethnven. Dvorak. Sinfónica de RTVE 29,30 de enero: A moni RosMarbá. Pedro Leún. violin: Emilio Maleu, viola. Ana Higueras, soprano. Mozarl, Coria. Prokofiev. 5, í de febrera: Heinz Wallberg. Luis Navidad, violln. Webein, Mozart. Tchaikowsky. 11, 13: Walter Weller. Joaquín Achúcarro. piano. Moi a n . Rachmaninov. Kodaly 1», 10: Arturo Tamayo. Arturo Muruzábal. violonce11o. Ravel. Elgar, Délas, Debussy. tí. 17: Víctor Pablo Pire!. Jesús María Corral, oboe. Bath, Bruckner. S, í de mano: GUmer Neuhold. André Watts, piano. Biahms. Ravel. Krainev. piano; José Orti. trompeta. María Joao Pires, plano. Ce r ve lio. Shosiakovich, Vivaldi. Mozan. I n i t f n l de bu Sonatas para peino de Be*rhoven por1 Daniel Barenboim (2. parle) 3 de febrero: Sonatas núms. 13.7. 27 y 21. S: Sonatas númi. 15. 3, 24 y 30. 7; Sonatas núm5 16. 14. 6 y 31. I : Sonatas núms. 9, 4, 22 y 11. I I dt febrero: Orquesta de Cámara de Europa. Cuidan Kremer. violln y director. Mozari, Schmllckí. 14, li: Filarmonía de Munich. Sergm Celibadache Schumann, Mussorgsky. Milhaud, Debussy. Brahms. I I . I I : Virtuosos dt Moscú. Orfeón Donostiarra. Wladimir Spivakov. Wladiroir Eiaroconcert i de ftbrero: Mariha Acgerich. Michcl Bcroff. pianos. Debussy. Brahms. Ravett. Liszt. l l : Silvia Marcovici. violin. Alben Gutiman. piano. Beethoven. Debussy. Brahms 32. Fundación Juan March Ciclo Canlo Gregoriano lt: Grupo de Música e Investigación "Alfonso X el sabio". Luis Lozano. Ciclo tlolín » l o I I , IB, 25 de febrero:Gonzalo Cornelias, violln. Telemann. Bach, Paganini, Barlok. Inlegral de loa Cúrtelo* de B (T. B t l l Organiza I ni venida d AulAnooia de Madrid) 10 y 17 de febrero: Cuarteto Endrtss. 19 ¡r U: Cuartelo de Piris l í j IS: Cui rielo de Varsovii BILBAO Sinfónica de Bilbao 29, 30 de enero; Enrique García Asensio. Julián López Gimeno. piano Asencio. Schumann. Larra un. Usandi?aga 12,13 dt lebrero: Luis Aguirre. LUIÍ Ángel Sarobe. Ravel. Beethoven. 19, 2t: Colman Pearce. Varuian Cojiehian. violin. Lindholm. Katchaturian. . Schumann. 17, 21: Lorenzo Martine; Palomo. Mo/art, La Flama Mágh a. CANARIAS ASTURIAS III Festival de Mloica de Canarias Sinfónica d i Aüurun l.ondon Philharmonic Orchestra. Chnsioph Elche nbach. Tzimon Baño, piano Brahms- U d t f n e r o f Las Palmas). 26 ISta. Crai| J.ondon Philharmomc Orchestra. Chrntoph Eschcnbach. Wagner, Scriabin. Ravel. 15 {La? Palmas). 17 {Sla. Cruz). Joae Carrera!, EdennlroArnallts. Lieder. 29 <Las Palman), 1 de febrero (Sla. Cruz). Virtuosos de Moscú. Coro Polifónico Universitario de La Laguna. Wladimir Spivakov. Vivaldi. 2 (Las Palmas). 4 (Sta Cruz). Virtuosos de Moscú. Wladimir Spivakov. Mana Joao Pires, piano. Mozart. 3(Lai Palmas). 5 (Su. Cnu). 2í, 29. 30 de enero: Coro Universitario de Oviedo Victor Pablo Pérez. Faurt. Pranck. 11.12. 13 de febrero: Sabas CaTvillo. Alberto Gimener A ten el le, piano. Beefthoven. 15, 26. 27: A Myrat. Pedro Corostola. violoncello Sibelius. Castillo. Schumann. VALENCIA Sociedad Filarmónica 2 de febrero: Dan Tahi Son. piano 9: Virtuosos de Moscú. Wladirnir Spivakov. I t : Gyorgy Sebok. piano. 13: Niños cantores de Vtena. BARCELONA OrquHti Ciudad de Barcelona Ibcrminka Grandes Orquestal del mundo Farrés. piano. Weber. Schumann. Brahrn5. IS, 1 de mano: Mallhias Anchbacher. Lazar Brrman, piano. Tchaikowsky. Sirawinsty. 31, I de febrero: Coral Carmina. FianJ-Paul Decker E. Hynes. M. Punli. A. Baidin. Lamote. Mendclssohn. Segunda Sinfoitia. 7, | : LeopokJ Kager Joaquín Achúcarro, piano. Schubert. Moiarl. Beelhoveii. 14, IS: Fram-Paul Decker. Nelson Freiré, piano. Glinka, Prckofiev. Rachmani21, 11: Jan krcni. Miqucl LAS PALMAS PARÍS Sociedad Filarmónica Orquesta dt Parii la de febrero; Lazar Berma n. piano.Rachmaninuv. Shosiatovich. Liszt 21, 2*. 30 de entro: Cario Mana Giulini. Bruckner, Ociara Smítmia I de febrero: Zubin Mehta. Daniel Barenboim. piano. Beethoven. Tchaikowsky. 4, ñ: Andras Schiff. director y piano. Bach I I , 12: Syivain Cambreling Chrisriane Eda-Pierre. soprano. Rossim. Chausson, DutiDeut. IS. 2é, 17: Danwl Baren- TENERIFE Sinfónica de Tenerife 12, 13. 14 de febrero: Víctor Pablo Pérez Guillermo González, piano Haydn. Beethoven. Mendelssohn. X. M. C. boim. Isaac Stern. viotin Dutilleuí. Schubert. 4. S de mano: Daniel Barcnboim.Leon Fleischer. pdno. Brirrcn, Ravel, Schumann. BERLÍN Filarmónica de Btrlin I dt febrero: Herben von Ka rajan. Biarims. 4, S: Jeffrey Tate. Mitsuko tchida. piano. Mozari.Bartok, BíCIhoven. 10, l t : Lonn Maazel. Slrawinsky. 13, 14: Riccaido Muti. Moíart. Bruckner. 17. I Í : Udo Zimmermann. Mozart. Zimmermann. 10, I I : Myung-Whun Chung Ka-lia y Marielle La beque. pianos. Rimiky-Korsakov. Poulenc. ShoslaVovich. I dt mano: Herben von Ka rajan. Moran, Sibetius 3. 4; Dimitri Kuaienku. Antlreas Blau. flaula. Ravel. Iben. Shostakovich. Sinfónica di la Radio de Berlín 29 de enero: Leónidas Kavakos. Ramón Jaffí. violóncello. Tchaikowsky. 7, í: R iccarda Chailty. Heinnch Schiff. violonccllo. Berio. Schumann. Tchaikotvsky. 15. I*: Riccaido Chailly. Lynn Harrell. violoncello. Kaydn. Ligeti. Bruckner. BONN Orqutsta dt la Btcthovenhalk 9 df febrero: Miltiades Candis. Tabea Zunmermann. viola. Berlioz. Hesse. Ravel. I I : LJwe Mund Hcrmann Baumann. trompa Webern. Mo/arl. Schumann. DRESDE Filarmónica de D m d t 31 de mero, I de febrero: Tomas Koulnik. Tsuyoshi Tstsumi. violoncello. Vonsek. Schumjinn. Prokofiev. 13, 14: Milán Hoivat. Dvorak. 2S, I de mano: Martino Tirimo. Mozart. Schubert. Tippelt. Scherio 49 GUIADESCHERZO ESTOCOLMO Fll*nnónici de Eilocoli» 31 de entro: Sitian Parkman. Amus Kersiin Anderssoti. violín. Soderman. Mozart. Ibert. Alfvin. 4, S de febrero: Ve man Handley. Helen Jahren. oboe. Boru. Resto por determinar. 11.11,13,14: YuriAhronovilch. Shostakovich, Séptima Sinfanía. I I , 19: Naohiro Totsuka. Dag Achaiz, piano. Boldenunn. Resto por determinar. J7, 21: Oimo Vanska. Diño Asciolla, viola. Bach. Hindermth. Brahms. 4, 3 de nano: Leif Segerslam. Anden Kimby, violin. Nysiioem. Mahler HOLANDA Orquesta del Con«rl|fboutt 1 de febrero: Myung-Whun Chung. Nobuko [mai. viola. Sehubert. Wtber. Paganini. Del Tredici. 4, S de febrero: MyungWhun Chung. Chou-Liang Lin, violín. Mussorgsky. Sibelius. Prokoflev. 13: Charles Dutoit. Berlio/. 19, 21, I I : Charles Duloil. Gyorgy Pauk. violín. Dutilleux. Luloslawski. Roussel. 25, I * . 17: Charles Duloil Coro de la Orquesta del Concerlgebouv. C. Watkinson, T. Krauu. Berlioz, Romeo y Julieta. LEIPZIG Orquesta de la Cewandhaus 29, 31 dt enero: John Ne|son. Tsuyoshi Tsutsumi. violoncillo. Ravel. Lalo, Berlioz 5, • de febrero: Paavo Bergiund. Liana lisakadse. vioün. Gade. Brjhms. Nklsen. 5, 6 de mario: Georg Christopn Biller. Hiroko Nakamura. piano. Chapín. Mendelsshon. LONDRES Sinfónica de la BBC 4 de febrero: Gíimer Wand. M o u r l , Tchaikowsky. I I : Coio de la BBC. Canloic* de la BBC Peter Eolvos Xenakis, Banok. Ligeii. 15: Ora ni Llewellyn. Andrezej Psnuínik (dirs). Andrei Gavrilov. piano. Mofar!. Beethoven. Panufnik. 4 de mano: John Prilchard Peter Serkin. piano. Brahms Henze, Scriabin. 11: WiloH Rowicki. Paul Tortelicr. violoncello. Rossini. Tchaikowsk>\ RimskyKorsakov. I I : Ulrich Meyer-Schoellkopf. James Galway. flauta. Lillian Watson. soprano Bceihoven, Niel«nT Mahler. lt:WallciWdhr. John Lili, piano. Beethoven. MUNICH Filarmonlea de Munich S, 6, I dt febrero: Sergiu Celibidache. Schurnann. Musiorgsky. 15. 2*. IT, 21: Hiroshi Wakasugi. Miche! Btroft. piano Dutilleu*. Ravel. Debussy. SIENA Aceademfa Música le Chitiaru 6 de febrero: Cuarteto Smetana Beelhoven. Smelana. Janacek. 13: Niños Cantores de Viena. Dir.: Georg Sangelberger. Galuppib Lcchner. Arcadelt. Haydn. Poulenc. Mendelssohn, Schuben. Klerr. Mozarl, Kodaly. J. Strauss 29: Wiener Schubcrt Trio. Mozart. Ravel. Schubcrt. 27: Jurij Bashmel. viola: Mihail Munijan, piano. Marais. Brillen. Shüstakovich. 3 de mario: John Gibbons. fortepiano. Mozart. BOSTON Sinfónica de fcnion 4 de mano: Seiji Ozawa. Mstislav Rosiropovitch, violoncillo; Burton Fine, viola. Boechenni. Prokofiev, Sirauss. 5: Seiji Oíawa Mstislav Rostropovuch. violoncello. Vjvakl^ l.utoslawski. £>vonik. 7, t de febrero: Riccirdo Muli. Schubert. Bruckncr. 21, I I : Claudio Abbado. MaurÍ7Ío Pollini. piano. BcethovcnSinfAnita de la ORF 12. 13 de febrero: Coro ORF. Loihar Zagrosek. Schollm. Mozarl. 26:Zdcnek Kosler. Dvorak. Suk. Marrinu. 5 de mano: Marek Janowski. Webern. Biwhof. ícmlinsky. i; Ka rol Stryja. Lutoslavfíki. Meycr. Langlais. Sttawinsky. Sinfónk. de Viena IS de febrero: Ivan Frschcr. Erwm Stephan. tenor Webern. Cerha. Mahler. 22: Jacek Kasprjyk. Joanna Madros7kirwic?.violin ELsner, Wieniawski. Lutoslawski. BONN WOZZECK IBERG) KurzBecht. Vejzovic, Reece. H leste rmann. 31 enero. BRUSELAS FII.AOELFIA Orquesta át FlladeHia S, é, 7. 10 de febrero: Kiaus Tennsledl. Mahler. Séptima Sin/unía. 12, 13, 14, I t , 17: Erich Leinsdorf. Joseph de Pasuualc. viola. Debussy. Duhlltux, Berlioi I I , I I , 14: Erich Uinsdorf. Radu Lupu. piano. Musa, Morart, Ravel. I», 27, 2Í, JiJunarao: Eíich Ltmsdorf. Dvorak, Schumann, Babbill. Slrauvs S, í, 7: William Smith. Salvatore Aceardo. violln. Wallon. Mendelssohn. Bartók. Ravel. La Monnale MACBETH IG.Verdil. DirecTor: Showandl. Producción: Sireuil Escenografía. Chambas. Reparto: Sass, Dur. OTJeill. Grudheber. Polgar Febrero 13. 15. 19. 21. 24, I*. Mano I. DON CARLOS IG. Verdi). Director. Cainbreling. Producción: Deflo. Escenografía y vestuario Frigerio y Scuarciapino. Reparto: Madra. Budai. Cupido. Van DamíMuff. Summers, López. Enero 25. 27. GINEBRA T.rand Theatre OPERA VIENA Fllarmdnleí d* Vktna CAPRICCIO(Strauss) Weiken, Ronconi. Palli. Kabaivanska. Maueuzzi, Bailo. Portella. Ariostinl. 15 febrero. BARCELONA Tealro del Lkeo LA SONNAMBULA (Bt111 n i > Gallo. Llons. Blakc. Ellero. Enera 22, 25. 27, 29. LA BOHEME IPuccini) Collado. Gasdia, Peters. Lima. Serra. Esleve. Za ñau o Febrero?, IB, I I , 15. ADRIANA LECOUVREUR fCilea) R Abbado. Fren i. Cosstlo; Mauro. Serra. Palma. Enero 20, 13. 26 Maro I. ÍES BRIGANDS (Offenhach) nueva producción. Director: Miner. Producción: Marcel. Escenografía: C y i r y n o w s k i . R.eparto. Batbasini, Che va lie r. Fonlana. Garci/anz. Orain. Enero I*. 22. 24. 27.31. Febrero 3, 7, 16. P . IR, 19. 20, 21. 22. LA BOHEMEIG. Puccinil Director: Jordán Producción. Menotti/Carscn. Escenografía: Saman la ni Reparto: D'Amico. Caíorio. Pavarolli. Pavlu. LONDRES Coveni Carden MADRID DER ROSENKAVALIER (STRAUSS) Hailink-Lolt. Murray. Bonney. Bonney. Sotin. 24 enero. NORMA (BELLIN1I Prilchard. Copley. Don. Price. Nafí, Giacomini, Howell. IB febrero. Teatro de la Zanuela MILÁN MEF1STOFELE (Boito) Gandolfi. Sagi. Nesterenko. Marusin, Caballé. Haberedcr. Perelslein, Cava. Ruiz. Muñií. Febrero 4. 7. I t , 13, 15. Teatro Alia Sea la RICCARDO l l t (TESTI) R. Abbado. Puecher. Grossi. Oliver. Tumagian. Reppel di Credico, Gaifa. Luccardi 27 enero. O1ELLO (Verdi) Kleibcr. Domingo. Frcni, Bruson. S febrero. ZllRICH 2 de febrero: André Previn. Alicia de Lar rocha, piano. Berlioz, Ravel. 5: André Prcvin Rudu Luu. piano. Mozart. Tchaiowsky. t: Louis Ftémaux. Jererny Menuhin. piano. Dulcas, Bceihoven. Saint-Sí ens. I I : Van Pascal Torlelier. solista y director. Rossini, Sibelius. Mendelsssohn. Bceihoven Orqunla de la Tonhalle BERLÍN MUNICH 21 de enero: Dimitri Kilaienlo. Wladimir Krainiev. ianu. Prokofiev. Tchaiowsky. 4, 5, A de febrero: Lorin Maazel. Isaac Sicrn. violin. Dukas. Bruch. Rim^kyKorsakov. 24, 25. I * . 27: Clwisloph Eschenbach. Tzimon Baño, piano. Schumann. Brahms. DeulKhe Oper StMttoper LA NOVIA VENDIDA (Smetanak Rabenslein. Peacock. Borra, Sciffcn, Sardi. M febrero. l.L'LU (Bcrgl Bender. Conwell. Fassbacnder, Mazura. Holtcr. 27 enero. SO Schereo E Salle F»>ut ATYS ÍLullyl Christie. Ans Florissants. Villegier Rívenq. Gardeil. Zneiti. Van der Meel. Vallin. Enero I t , 17,1», 21. 23, 24, 26, 21, 30. Febrero 3, 5, • . Thealre Chaleltt LE NOZZE DI FÍGARO (W A. Mozan). Versión de concierto. Director: Leyer. Reparto Marshall. Pcrry. Laurtncc, Quilico, Dean. Febrero 13, IS. VIENA StMUODCI IDOMENEO (Moiarl) Harnoncourt. Schaaf. Fielding. Schreier. Ziegler. Murpfty. Moser 21 febrero. LOS ANGELES Lm Angeles Musk Cerner Opera PORGY AND BESS (Gf rshwin). Director. DeMain. Producción: O'Brien. Escenografía Schmidl y Polis. Febrero 19,20,21. BALTIMORE ROMEO E JU1.1ETTE (Ch. Gound). Director: Slewart Kellog; Producción: Heberr. Reparto: Gamberoni. Schwisow. Pedrotti Febrero 19. 21.23. HOUSTON Junes Hall For The Performlnf Art> Real Orquesta Filarmónica E (nueva producción 1. Director: Ozawa 'Producción: Schncidrcmann Escenografía: Monloup. Reparto: Behrens/ Jones, Ludwig; QcuKsch, Altneyer; Garetli, Dupouy. Dume, Brocheler Enero 30. Febrero 16, 19, 22, 24, 27. FALSTAFF(G.Verdi). Director: a determinar. Producción y escenografía: Pone He. Reparto: Johnson, Maziola. James. Wixell/ Noble. Elvira. PORGY AND BESS (Gershwín). Director' DeMain. Producción: O'Brien. Enero 21, 22, 23, 24. 25. CHICAGO PARÍS BOLONIA Palah Gamier Teatro Coa únale ELEKTRA (R. Strauss) Ljric Opera LA GIOCONDA (PonchieII i). Director: Bortoletti. Producción: Cri.clli. Escenografía Brown y Robbins. Reparto: Dimitrova. Milcheva. Matinucci. Carrol, Plishka. Enero 23. 2*. 2». 31. DOSIER SERGIU CELIBIDACHE En busca de la verdad i 5' on muchas —y confiamos puedan ser más— las veces que la figura de Sergiu Celibidache, el insigne y visionario maestro y director rumano, se ha asomado a estas páginas. Hoy lo hace plenamente dando relieve así al contenido de este número. Una entrevista, quizá difícil, en la que el músico apunta algunas de sus teorías en torno a su manera de concebir el arte de los sonidos y sus conexiones cósmicas, extraída de una larga conversación que con él mantuvo nuestro director en Santander, nos ha permitido construir este modesto pero esperamos que interesante dosier que se completa con un trabajo sobre su polémico y singular arte, unas breves notas biográficas, un recuerdo de su contacto con la Nacional y un repaso a su presencia, casi nunca deseada por él, en el disco. El lector podrá acercarse de este modo a una personalidad clave de la dirección orquestal moderna sólo unos días antes de que, al frente de la Filarmónica de Munich, visite España. Scherzo SI DOSIER CELIBIDACHE: S ERGiu Celibidache pasará probablemente a la historia como un director genial y extraño; una personalidad musical fascinante y nueva, original. Y, según muchos, como un bicho raro. ¿Hasta qué punto obedece esto a la realidad y no es un simple tópico extraído de una serie de datos superficiales o de impresiones a primera vista nada matizadas? ¿Es verdaderamente un genio, con independencia de que, a veces, sus pautas de conducta se aparten de lo que se considera normal (habría antes, claro, que definir si lo así llamado es lo que dicen o practican los más)? Puede que con Celibidache suceda aquello de que los árboles no dejan ver el bosque y que sus gestos y opiniones, juzgados o considerados fuera de contexto, sean tomados como máximas aisladas, como notas más o menos pintorescas cuando, en el fondo, son expresiones perfectamente integradas en un pensamiento y en una forma de ver y sentir la música que, a poco que se profundice —y si se llega a captar y entender—, se nos revelan dotadas de una coherencia máxima (y, en tal sentido, si cabria hablar de rareza). La genialidad de este maestro no deriva de que sus postulados creadores y sus ideas acerca del hecho musical sean diferentes a las de los demás —no siempre lo son—, sino de la hondura conceptual y la solidez estética que las fundamentan, la convicción con que las defiende y la pasión y conocimientos con que las traslada a la práctica. Lo genial viene, entonces, de saber encontrar caminos, en ocasiones nunca transitados, de buscar la manera de plantearse cuestiones muchas veces orilladas y de hallar la forma de contestarlas a base de trabajo constante, de conocimiento y de rigor. Cierto es que para alcanzar la finalidad artística, el resultado perseguido, también se precisan dotes naturales y una especial clarividencia y que este hombre las posee. ¡Qué duda cabe que de este modo su labor se ve favorecida! Pero nada se podría hacer sin un estudio previo y sin una asunción de todos los factores, tan diversos y tan complejos, que entran en la configuración de una partitura. Veamos, someramente, cuáles son esos rasgos externos, esos gestos, que permiten a muchos trazar un perfil, sin duda esquemático - y, por ello, falso en alguna medida—, del director rumano; una imagen desde luego atractiva per radicalmente incompleta. En primer lugar, su radical postura en contra de las grabaciones discográficas, ardiente y firmemente defendida. Para él el concierto, la producción física de la música, es un acto único, irrepetible, resultado de la confluencia de diversos factores; .una ecuación espacio-tiempo que sólo tiene sentido en el momento en que se realiza y en el lugar en que se desarrolla. Recogerlo en una superficie grabada es atentar contra su propia esencia, fosilizado. Por otro lado, los elementos físicos que caracterizan la naturaleza del sonido, las vibraciones que lo animan, todo su riquísimo espectro se diluyen en el instante en que un micrófono trata de aprehenderlos; por muy perfectos y modernos que sean, estos ingenios electrónicos no pueden dar sino una pálida imagen de las ondas que tratan de reproducir. 52 Scherzo Un caso aparte En segundo lugar, sus exigencias a la hora de ensayar. Celibidache pide siempre, como condición básica a la hora de dirigir cualquier orquesta, muchas más sesiones de trabajo de las habituales: el doble o el triple al menos. En tercer término, su radicalismo cuando trata de opinar o de juzgar sobre aspectos de la industria de la música o acerca de determinados personajes de la misma, compañeros de batuta incluidos. Siempre atrae al gran público que se digan las cosas claras, que con ello se contribuya a crear polémica; en suma, que exista alguien que no tenga pelos en la lengua. Hay, luego, cuestiones también barajadas que entran dentro de lo más externo y pintoresco, pero que ayudan a la conformación de la imagen insólita, excéntrica y extravagante. Por ejemplo, la mímica, el modo de moverse y de gesticular ante la orquesta. Celibidache ha sido hasta ahora un hombre muy activo en el podio, tremendamente expresivo y móvil ("Se entrega despreocupadamente al oriental placer de la gesticulación", decía hace años un crítico alemán). No hay duda de que, para muchos, su arte entra por los ojos. Por ejemplo, la emisión de determinados sonidos con los que ayuda a marcar el ritmo o a moldear la materia musical. Por ejemplo, la asombrosa memoria, que le permite no solamente dirigir sin partitura, sino rechazarla también para el ensayo. Por ejemplo... Son, desde luego, factores que coadyuvan a tejer la colorista tela sobre la que aparece usualmente el retrato de esta singularísimo maestro. Son los gestos con los que se ha quedado la mayoría del personal, pero que no ofrecen más que la epidermis de su auténtica y creadora imagen musical. Conviene, por tanto, intentar, bien que brevemente, un calado de ella. Los comienzos No son del todo exactos los datos que se poseen sobre los inicios de la carrera de nuestro músico. Ve las primeras luces en la localidad rumana de Román, pero poco después ha de trasladarse a lasi, en donde su padre ocupa el cargo de prefecto. Aquí realiza sus estudios básicos, que inmediatamente amplia en la Universidad de Bucarest. en la que sigue cursos de filosofía pura y alta matemática. Decide marchar a París y, entre otros trabajos desempeñados con el fin de costearse las clases de música, toca el piano en una escuela de baile. Llega a Berlín en 1936 y completa sus estudios generales especializándose en mecánica ondulatoria. Su tesis doctoral versa sobre Las normas seguidas en el desarrollo de los elementos formales en la técnica constructiva de Josquin des Prés. Se inscribe en la Hochschule fiir Musik y trabaja, de 1939 a DOSIER 1945, con Fritz Stein, Kurt Thomas, Heinz Thiessen y Walter Gmeindl. En la Universidad ha profundizado en matemáticas y filosofía con Spranger y Hartmann y en musicología con Schering y Schünemann. Tras ganar un concurso de directores organizado por la Radio de Berlín, es inmediatamente llamado por la Filarmónica, que por entonces comienza a reconstruirse y que, todavía vetado Furtwaengler por su colaboracionismo con el régimen nazi y fallecido repentinamente el prometedor León Brochard, busca una cabeza rectora con urgencia. Celibidache aprovecha la ocasión y en seguida da pruebas de facultades musicales fuera de lo común. Ocupa en solitario la titularidad de la falange berlinesa durante tres años consecutivos. En 1948, vuelto con todos los honores, Furtwaengler retoma el mando. Los dos se alternan en el podio durante la gira que la orquesta realiza a los Estados Unidos. Celibidache permanece, no obstante, ligado al conjunto filarmónico y al de la R.l.A.S. Debuta en Londres, con la Philharmonia, y viaja a Italia. El 12 de diciembre de 1952 se presenta en Madrid y dirige a la Nacional un concierto que incluye la Sinfonía Clásicagde Prokofíev, Ata mere l'Oie de Ravel y la Sinfonía n i de Brahms, iniciando así una interesante colaboración con el conjunto madrileño que, entre tiras y aflojas, debidos al mal carácter de uno y a la indisciplina de la otra —dicho sea de forma muy esquemática—, se extiende hasta finales de 1979. También en 1952 rompe sus ataduras con la Filarmónica berlinesa y emprende en realidad lo que puede considerarse su verdadero camino. Así lo entiende él. Profundas meditaciones sobre el auténtico sentido de la música le hacen rechazar buena parte de su trabajo y creencias anteriores. La enseñanza Celibidache es un maestro nato, que disfruta enseñando. Cada ensayo suyo es una provechosa dase. A partir de su reconversión o, si se quiere, conversión, ha desempeñado labores docentes, y siempre de forma apasionada y muchas veces desinteresada, en Siena, en París, en Madrid... Es famoso el curso que en los últimos años imparte, para un reducido grupo de alumnos, en Mainz. Su magisterio ha estado unido desde 1959, con calidad de consejería artística, a diversos conjuntos sinfónicos de fuste: Sudwestfunk de Stuttgart, Radio de Estocolmo, Nacional de Francia, a los que ha mejorado notablemente. Desde 1980 es el director musical de la Filarmónica de Munich. Su actividad ante otras orquestas es cada vez menor a medida que pasan los años y sus reservas físicas, mermadas por la gota, disminuyen. El absoluto musical En música, ya se sabe, no se puede hablar, como probablemente de nada, en términos absolutos; y menos de lo absoluto. Habría que averiguar primero si, en efecto, existe tal concepto y luego, en caso afirmativo, si es aplicable al asunto que tratamos. Pero puede ser una base, aunque sólo sea por mera alusión, para intentar entender la impresión que en uno causa la manera que Celibidache tiene de abordar el hecho musical, la forma en que lo contempla, lo estudia y lo diseña, el método con el que lo analiza, y los resultados sonoros que todo ello promueve. Es difícil comprender los cada vez más desnudos, simples y al tiempo más esenciales, más absolutos, conceptos con los que el maestro rumano explica su postura y su Scherzo S3 DOSIER sentir ante la música (pero ¿existe la música tal y como hasta aqui la hemos entendido? ¿puede definirse?), algo que, como todo, forma parte del Cosmos y con arreglo al cual ha de observarse. Máxime cuando en ocasiones pueden plantearse problemas de léxico o terminología. Pero esto quizá no nos deba importar a nivel intelectual porque la explicación y, más aún, la comprensión la tenemos en la audición, en la escucha sensible y sensitiva. Es el sonido, son las notas musicales ordenadas y planificadas de acuerdo con unas leyes cósmicas y fenomenológicas marcadas por una mente abierta, receptora e instrumental, conocedora de aquéllas y de la manera de servirlas (la de Celibidache), lo que a la postre nos dará la clave y nos hará sentir y nos ayudará a integrarnos en el todo artístico fundamental (¿En lo absoluto?). Conocida es la forma de trabajar del director, sabidas son sus exigencias. Por supuesto nada gratuitas. Su profundización en las partituras, en la técnica compositiva de sus autores, en las circunstancias históricas en que nacieron le hacen plantearse muy rigurosamente la cuestión, tan esencial, de) estilo (tampoco nada fácil de defínir). Celibidache construye milimétricamente cada nota, cada compás, cada frase del pentagrama, dosifica sutilmente cada acento, edifica paso a paso el discurso sonoro, que, conforme a sus propias leyes prosódicas, fluye ligado, expresivo, dotado de vida interior, animado. El tempo no existe en esta concepción como algo previo, sino como una consecuencia de la transformación en sonidos articulados de lo escrito, a veces imperfectamente, por el compositor. El tempo —fuera ya de los conceptos meramente contingentes y físicos de lentitud o rapidez— debe entenderse por ello que tiene una dimensión mental. El ritmo es en este planteamiento fenomenológico algo cambiante, flexible, pero firme en sus presupuestos básicos. El timbre Factor primordial del sonido, identifica a una fuente emisora a partir de un número determinado de vibraciones y de la unión del llamado sonido fundamental con los armónicos, producto de las resonancias. Celibidache integra como elemento fundamental de una ejecución este factor. La combinación de timbres proporcionará un color. Nadie como el maestro rumano para alquitarar y dosificar los rasgos tímbricos definitorios de cada instrumento y para conjugar las distintas intensidades de los mismos. Es la única manera, por supuesto, de que la reproducción pueda tener la exigíble claridad y la transparencia que permita hacer inteligible el discurso y captar los matices y anotaciones dinámicos que le dan personalidad y peso específico. ¿Cómo levantar, si no se atienden estas reglas, y no se atienden bien, un monumento sonoro cual es el Amanecer de la segunda suite de Dafnis y Che de Ravet, de la que Celibidache hace una creación? ¿O cómo construir el complejo final, y su correspondiente y polifónica coda, de la Sinfonía /i8 de Bruckner, de la que es consumado recreador? No es raro que Celibidache no se sienta interesado en su calidad de servidor de una partitura por la ópera. Primero porque la música, y, más concretamente, su dimensión física, el sonido, ha de observarse como suma, y no indiscriminada sino todo lo contrario, de notas, cada una con su personalidad y significación, con sus relaciones y leyes; el drama, abstracto pero real, no argumenta! pero cierto, se produce al ponerse 54 Se he r;o en marcha el mecanismo sonoro y al establecerse los contactos y contraposiciones entre aquéllas. Segundo porque en el teatro cantado, sobre todo si se desarrolla en un escenario y se representa, no hay lugar para la precisión (de la que nuestro músico, lógicamente, es obseso), para el rigor constructivo. Existe demasiada distancia entre unos cantantes y otros, entre éstos y el foso orquestal; entre todos y la batuta. En busca de la verdad Se consiga o no, hay que tender a ello desde el conocimiento y la seguridad. No hay duda de que Sergiu Celibidache, hombre sabio, ejerce y pone en práctica este credo. Aunque como hombre pueda equivocarse. En todo caso, siempre tardará más en hacerlo porque sabe, pone los medios para saber más, es tan riguroso como apasionado y persigue, con una rara honradez y un firme criterio, la localización de esa verdad, relativa o absoluta, qué más da; porque al fin será su verdad. Y para lograrla no hay como poner en movimiento los mecanismos subjetivos, los del propio individuo. Es la constante de todo arte. La convicción del director, del músico rumano es formidable, la fuerza de su credo contagiosa; la técnica con que lo sirve, apropiada, comunicativa, elocuente, llena de gracia, de vida (sí, a pesar de eso que muchos consideran tan absurdamente fundamental que es la velocidad: entendamos que ésta, como otros factores, está en función de la obra, de su textura, de la época en que se compuso; es la única manera de ser, a la postre, respetuoso con el autor, aunque se crea lo contrario). Como vemos, nada más lejos que la postura de Celibidache de lo pintoresco; nadie más cercano que él a la pureza del arte musical. Es éste, en definitiva, el protagonista, al servicio del que hay que estar, siempre y en todo momento. Los medios —los gestos, a veces necesarios— son secundarios. No nos distraigamos, no miremos demasiado a los árboles. Fijémonos en la MÚSICA (?). Arturo Reverter DOSIER CONVERSACIÓN CON CELIBIDACHE "La música no se puede definir" SCHERZO.— Vd. forma parte de una generación, ya casi extinguida, de maestros que bebió directamente de la gran tradición centroeuropea del arte de la dirección orquestal. Vds. recogieron esta herencia e hicieron propia una singular forma de hacer música... S. CELIBIDACHE.—Si hablan de herencia, hay herencia en todo, hay influencias conscientes e influencias subconscientes. Hay una parte de nosotros que está influida directamente, que no se puede cambiar; son las influencias propias de cada país, son valores que pasan de una generación a otra sin que sepamos por qué. En cambio hay otra parle que si es influenciable por todo aquello que pueda llegar a significar algo en la vida de un individuo. ¿Qué hacemos y qué hemos obtenido con lo que hemos encontrado en la actividad directa, activa? Los valores innatos los llevamos todos dentro; ahora bien, lo que a mi me parece haber descubierto, esta búsqueda de la verdad en la técnica, se compone de dos grandes capítulos: en primer lugar, el estudio del sonido en función de la consciencia humana en todos sus aspectos, estáticos o dinámicos; en segundo lugar, tendríamos la forma en que responde el espíritu ante la percepción del sonido. Yo siempre he encontrado que el uso del conocimiento estático ha sido en Alemania —que es quizá el país más grande en cuanto a tradición sinfónica— abusivo... S.—¿Cómo abusivo? S. C—Sí, abusivo, porque cada uno pensaba que podía hacer lo que le daba la gana. Entonces me paré a estudiar aquello que hay en la música que no se puede interpretar. Estudiando, desde este punto de vista, el fenómeno música llegué a la conclusión que no se podía interpretar absolutamente nada. Lo que Vds. piensan —esto se puede ver así o asá— es debido a una limitación de la consciencia del ser humano. El fenó- meno música por su naturaleza no tiene límites. Si la consciencia no funciona, entre el hecho que intenta uno perseguir y la consciencia que lo persigue hay una cortina coloreada, que no es otra cosa que toda la experiencia del ego —que es parte consciente, parte subconsciente— y que está pendiendo entre la realidad y la función de la consciencia. S.—Entonces Vd. parte de la tesis de que el fenómeno música no es interpretable, pero de hecho interpreta música, eso si, entendiendo ésta desde una concepción integral en la que participan el consciente y el subconsciente. S. C.—No, no es eso. Vd. habla de la música como si hubiese sido algo. No hay definición para la música. ¿Qué es ese algo? Algo, la música no es sonido. Algo se puede volver música, ésto es el sonido. Objetivar, hacer un objeto de este estudio no implica que Vds. pudieran reducir la música a un objeto de estudio o contemplación. No hay nada que pueda definir la música. La música presupone un volverse continuo, pero no es un ser vital ni tampoco una situación de ser, es que algo se vuelve música y ese algo es el sonido. S.—Entonces, la música no se identifica con el sonido... S. C.—Adelante con esa afirmación. Por eso, si llegan a entender ésto, verán que la música no se puede nunca definir. Vd. me decia que yo concebía la música como un todo. No. Yo considero toda actividad del ser humano, bien sea música o comida, como una materialización muy privilegiada, muy restringida y muy pequeñita de un todo. Esto: música, comida, sólo son aspectos de aquel todo. Un todo indivisible. ¿Cuál es el elemento sin el que la música no se podría materializar?: el espíritu. Pero este espíritu no concebido como hoy se concibe: con todo mi egoísmo. No, es el espíritu Seherzo 35 DOSIER puro, la consciencia pura; por eso es muy difícil encontrar definición. Una consciencia sucia como la nuestra no puede compararse con la consciencia pura, por eso la música no se puede entender, se puede vivir. S.—¿ Y cómo se materializa toda esta concepción? S. C.—Ya el cómo es otro atributo del pensamiento discursivo. Uno detrás del otro. Esto no llega a la música... S.—Es completamente intemporal S. C.—Efectivamente, está fuera del tiempo. Si uno ha estudiado la fenomenología se encuentra un capítulo donde dice: el principio contiene el fin; por consiguiente el principio y el fin son simultáneos, y así, el compás veinticinco no es otra coSa que el resultado del anterior y del inmediatamente posterior. El primer compás está en correlación con el último. ¿Quién correlaciona los valores de la música?; los sonidos. Si no existe esta correlación ¿qué pasa?, que entonces sale todo fuerte. Como hace un director español cuando dice que aquí hacemos mezzoforte y aquí forte. ¿Cómo quiere Vd. definir el mezzoforte y el forte? Un cretino, un pobrecito que se encuentra, por razones desconocidas para mí, delante de cien profesores, que, tomados uno por uno, saben más que él cien veces y él está dando lecciones de interpretación. ¡Dios mío! Pero eso, ¿qué hay de objetivo en una partitura?: la estructura. Hindemith marca toda la orquesta, las siete octavas, fortissimo; pero ¿qué es el fortissimo de una flauta, de una trompa...? S.—Son completamente diferentes... S. C.—Cierto, pero él no quiso entrar en más detalles; al contrario de Berlioz, no fue un gran músico, pero sí un gran innovador. Como ve, estamos en un campo muy difícil de abordar y al mismo tiempo muy fácil, por una sola razón: nosotros, Vd. o yo, no podemos comportarnos de forma diferente ante el fenómeno musical, si nos comportamos igual es que esta cortina, de la que hablábamos antes, y que cuelga delante de nuestra consciencia es demasiado fuerte, pesada y colorada. S.—Pero el fenómeno musical, aun partiendo de esta concepción fenomenológica, hay que articularlo de alguna manera... S. C.—No, no, esto es otra cosa, la forma de articular el sonido es objeto de la presión vertical y de la presión horizontal. Es la forma de poder correlacionar. Si uno no es consciente de estas dos presiones, no puede correlacionar, pero no me interesa si Vd. puede correlacionar o no; hay mucha gente que no sabe nada de fenomenología y correlaciona perfectamente. S.— Y algunos, incluso, con gran éxito. S. C.—No; yo no me refiero a músicos profesionales, hablo de Vd., del público en general. Siempre me acuerdo, una vez en Alemania, después de un concierto, que se me acercó una persona y me dijo: "Asi es". Esta persona había transcendido el aspecto bello de la música. La belleza es el anzuelo, todos entran por la 56 Scherzo DOSIER belleza en la música; pero todos son empujados por la fuerza del ego puro que quiere otra vez liberarse. Esa es la herencia del arte: el arte como búsqueda de la libertad. Por eso le digo otra vez que no podemos buscar definiciones de lo musical. Si uno pudiera llegar, a través del lenguaje, del pensamiento o de la escritura, a la música, todo seria muy fácil y así los idiotas dominarían el mundo. No es posible, no se puede llegar a vivir lo que es la música a través de conclusiones de naturaleza discursiva. ¡Imposible! S.—¿Pera Vd. cree, volviendo ahora al músico profesional, que ésie aborda el fenómeno musical asi? S. C.—Cada músico transciende y sobrepasa los valores puramente fisices de una forma inconsciente. El nunca lo sabrá. Cuando un clarinete hace una frase perfecta de dieciséis compases, no es por casualidad. Lo hace, entra en un acuerdo con esta armonía interior, que es tan sólo un aspecto de toda la armonía universal. La prueba de que ha transcendido es porque la música puede activarlo directamente, pero no por conocimiento. Tú le puedes decir que el punto culminante está en el Fa, él intenta imitarte; Faaaa. Resultado: un Fa más fuerte que el de los demás; eso no es fraseo. Lo que él hizo, solo, sin conocer nada, lejos de todo conocimiento lógico, eso sí es un fraseo. No hay lógica en el pensamiento aplicable a la música, pero la fenomenología es una disciplina lógica. Uno puede decir; "¡No! ¡Así no!, ¡A la punta, al talón...! ¡No!, ¡No!, ¡No!..." Pero delante de todos estos noes hay un solo si: la realidad, que toma forma para poder ser vivida. Si Vd. lo vivió está por encima de todos estos noes. Un campesino cuando canta por la mañana hace música pura, a él no le preocupa nada, ni el texto, ni las notas, a él sólo le preocupa lo bonita que está la mañana. Aquí se encuentra lo más profundo del arte. El ha transcendido los valores. Pero ¿cuándo aparece este fenómeno? No se lo puedo aclarar. Nada. Después del concierto ¿qué hubo? Nada. ¿Qué vas a explicar? Nada. Hubo, claro que hubo, lo vivimos todos los que estábamos allí, el público también, pero nadie, ninguno de nosotros tampoco, puede decir: "¡ Eso es!" No es posible objetivar todo lo que has vivido con las posibilidades que te ofrecen la lógica o el lenguaje. El mayor ejemplo, que aclara toda esta situación de confusión total en que vivimos, está en la disciplina asiática Zen. Una vez un alumno le preguntó al patriarca: "Maestro ¿qué hay detrás del pensamiento?" El le respondió: "la realidad"'. Por eso la música es una realidad, una realidad que vivimos. S.—... Y en esa realidad, que es posible sólo en el momento del concierto, ¿qué papel juegan el director, el público, la orquesta? S. C.—¡No! ¡No! El director no tiene nada que hacer. El prepara, crea las condiciones, para que esta percepción se pueda hacer realidad. El no tiene ningún otro mérito, no es él quien hace posible la transcendencia. La transcendencia es obra de cada espíritu individual. Hay conciertos perfectamente preparados tras los que no ocurre nada y hay otros con muchos errores de preparación donde la actitud del espíritu humano es enorme y entonces se hace posible esa realidad. A lo mejor el tempo no es perfecto para la correlación, pero hay una predisposición para considerar eso y correlacionar los valores etéreos. Si la quinta no es perfecta —un poco más baja, un poco más alta— puede, sin embargo, cumplir con su función de quinta, aunque para un oído fino eslá desafinada. S.— Pero ¿se puede preparar un concierto perfectamente? S. C.—No, no de esta manera. No es posible si falta alguno de estos elementos, si tu consciencia no está limpia, si llevas contigo un equipaje previo es imposible. Tengo trescientas versiones. La circulación de noticias sobre estos dioses falsos, estos ídolos de cartón tienen la culpa. Toscanini, todo el mundo a sus pies. Pero ¿qué ha sido Toscanini?: un músico medioerísimo, un gran director, todo lo llevaba junto: afinación, ritmo... Pero ¿qué hizo? Si tú escuchas un vals, tocado por una banda de pueblo está tocando mil veces con más gracia, a pesar de todas sus imperfecciones. ¡Pero Toscanini! Eso no es un vals, eso es un pote que está hirviendo... El director es ya un dios sin el menor sentido de su ego y sin el sentido de la realidad, concebida como algo que está más allá del pensamiento. Los directores son gente muy primitiva y, de entre todos los músicos, son los que menos cultura tienen. Si Frühbeck ha hecho carrera, éste es el más profundo documento de este capitulo; y no es el único. "Los directores son gente muy primitiva y, de entre todos los músicos, son los que menos cultura tienen" S.— Vd. ¿cuántos años lleva dirigiendo? S. C—Cuarenta y uno. S.—Entonces, cuando se situó con 31 años delante de una orquesta. Vd. no podía ser consciente de esta realidad, ¿Tenia esta vivencia como lo hace hoy? S. C.—No, en absoluto, yo hice lo que hacen todos: buscar efectos, hacía fortissimos que temblaba todo el edificio y unos pianissimos que no podían ser oídos ni con instrumentos de precisión. Pero ese no era mi mundo. Yo con 42 años he tenido la primera experiencia vivida de la transcendencia. Cuarenta y dos años. Entre 31 y 42, once años de porquería, de tráfico de sensaciones musicales, de impresiones sonoras. Pero todo este campo tiene un enorme efecto sobre el ser humano. Música concreta, música que no es nada. S.—Esto desde su vivencia de hoy es como una traición... S. C.—No, traición no. Es el proceso normal de la evolución. Vd. no es Celibidache, pero es un Celibidache en potencia sin saberlo, pues ya piensa de una forma que su actividad de todos los días está en función del pensamiento. Si Vd. hiciera música, a pesar de sus medios reducidos —que no son otros que los suyos—, llegaría a la misma trascendencia, aunque Scherzo 57 "T, DOSIER los medios puedan ser totalmente diferentes. Pero hoy todo el mundo está bajo la presión inmensa de los intereses materiales organizados, así que una cabeza tan pequeña como la mía sólo siente esta traición enorme y progresiva. Si yo hubiese vivido veinte años más tarde, me hubiese sido mucho más difícil lograr, lo que he logrado, dadas las condiciones actuales. Ahora es todavía mucho peor. Por ejemplo, la London Symphony no puede ser dirigida por grandes directores porque no tienen ensayos. Y como esta orquesta, casi todas. Los conciertos que yo hice en Japón con ellos fueron mediocres del todo. ¿Cómo es posible: una gran orquesta con Celibidache, que es un gran director? ¿Qué director? Nada ¿Qué pudiemos conseguir? Algunos acordes juntos... Nada. S.—No sé en Japón, pero con esta misma orquesta en Madrid, y me parece que con ¡os mismos problemas, hubo realidad y más que realidad... S. C.—Sí, cierto. Allí en Madrid hicimos una Iberia extraordinaria. Pero la misma gente, las mismas condiciones, las mismas partituras, la misma concepción de la música, en Japón, una auténtica porquería. S.—Recuerdo con especial significación el Romeo y Julieta de Prokofiev. Ya hemos hablado de esio oirás vetes, y creo que fue ésta la vez que más he vivido un concierto, hasta el grado de emocionarme completamente. Fue maravilloso. Fue toda una experiencia. S. C.—Es cierto, aquél fue uno de los mejores conciertos de mi vida, pero no puede tampoco decir eso, quedarse en la experiencia. No me gusta que me haga ese razonamiento. Lo auténtico, lo que yo le aceptaría con mucho gusto sería: "Maestro, hubo una vivencia". Cierto. Si Vd. vivió esto, entró en aquella realidad de la que hablaba el maestro Zen. Ahora, después de diez años, se acuerda casi con la misma intensidad; para toda la música es así, aunque no logremos estas condiciones no podemos concretar las posibilidades que ellas pueden tener. Yo sé que de cien conciertos sólo hay nueve, diez que ofrecen esta posibilidad de ir más allá, y éste del que hablamos fue uno de ellos. Pero ¿dónde está ese más allá? ¿Transcender? ¿Adonde? ¿De Santander a Bilbao? No, no es eso. Si entiendes qué es este más allá, que no se puede ubicar en el lenguaje, entonces vas a ser libre en la vida, libre de todas tus experiencias, que te van a ofrecer un aspecto no condicionado, libre. Cuando te enamoras de una muchacha, de repente desaparece todo el mundo para ti, aparece una sola persona ¿No es esto un cambio? ¡Si!, por eso cuando tú trasciendes no dejase el otro mundo, eres consciente de todo cuanto te sucede —me duele un dedo, me hace...—, sigues ahí, pero algo nuevo se te ofrece, te invade... Esto que es nuevo te acompaña siempre, aunque tú no sepas nada de ello, es la omnipresencia de la divinidad, pero no la divinidad comprendida como un ser humano, sino desde mi consciencia liberada de tantos complejos, que llega a contactar con la tuya, pero no puede explicar cómo. Eso es lo divino. "cuando hacemos música somos todos uno" S.— Volviendo al tema, al que antes hacíamos referencia, de las versiones o lecturas de una partitura, de esas 300 formas de entender la música que invaden la consciencia humana... S. C - ¡Qué horror! ¡Qué mentira tan innoble! Odiosa mentira. Interpretaciones de Furtwengler ¡ Dios mío! "Maeslro" —tenía yo 31 años y fui con una partitura complicada y le pregunté— "¿Cómo es? ¿Qué tempo hay aquí?" Y me contestó: "Depende de como suene". No entendí nada. Ahora, estos cretinos que quieren explicar el tempo con el lenguaje: Allegro ma nom troppo. Pero ¿qué quiere decir eso? Me gustaría que de toda esta conversación de hoy tomara una sola frase: El lenguaje, el pensamienio, la escritura no tienen acceso a la realidad. ¿Cuál es el papel de la melodía, del ritmo, de la armonía, en la música? Sólo son partes que se van a unir gracias a la capacidad de mi espíritu, es lo que se definiría como multiplicidad reducida, es el mundo del ser humano, lo reducimos para poder arrebatárselo al Cosmos porque si no la confrontación con el Cosmos es eterna. El Cosmos y yo. ¿Qué hago yo ahi? Definiciones. No son otra cosa que formas individuales de catalogar generalmente. ¿Qué es el lenguaje? Aparte de una serie de símbolos, también una reducción. Árbol, pero ¿qué es un árbol? Hay millones, cómo puedes juntarlos todos en uno. Si yo te digo que me definas el agua. Imposible. No hay nadie en el mundo igual a Vd. Es un uno absoluto, indivisible. No hay nada que le pueda representar. No hay un sustituto de Antonio Moral. Esta es la divinidad del ser humano. Entonces, estas categorías: aspirina para todo el mundo; ¡Cretinos! Vd. tiene 1,80 y pesa SO kgs., entonces tres limones al día. ¡Dios mío! 58 Scher/o Adelante esta diversidad infinita, diversidad definida en el campo discursivo del pensamiento. Por eso, cuando hacemos música somos todos uno, vivimos la viviencia no limitada de lo mismo. S.—Pasando a otra vosa, hay algo que quería pregunlarle y es sobre toda esia moda que ha nacido hace algunos años de interpretar música con instrumentos y notación de la época. ¿Qué piensa de todo esto? S. C—Me parece bien, si con ello nos acercamos masa la realidad del compositor. Mozart escribió para un mundo de sonoridad conocida por él, experimentado por él. No conocía el saxofón, si no hubiese escrito melodías más gordas y más largas; en su arco no se utilizaba el metal... Entonces, uno tiene que encontrar otra vez la unidad de medios de expresión de Mozart para poder llegar a la unidad de su espíritu. No obstante, no es posible llegar a saber exactamente qué valores han fructificado gracias a la fantasía de Mozart. No tenemos datos. S.—Pero puede intentarse la búsqueda de la máxima fidelidad. S. C.—Sí, uno se puede acercar, muy bien, si no hay que utilizar los instrumentos de hoy quedándose en el centro del arco, evitando todo virtuosismo, sin ningún vibrato. Por ejemplo, en la Sinfonía Incompleta de Schubert el primer tema del primer movimiento (lo canta) está concebido para una cuerda de tripa, en él hay una suavidad increíble. Si ponemos una cuerda de metal, como las que se utilizan hoy, el mismo tema será totalmente gritón. ¿Cómo se puede llegar a la substancia del contraste? Porque el primer tema es muy introvertido, al contrario que el segundo que es más extrovertido, más abierto. De este contraste se alimentará todo el movimiento, pero ese contraste, si se intenta hacer con el instrumento de hoy, no es el mismo que animó a Schubert, aquél que él conocía, que experimentaba, aquél que ha transcendido. Cojamos un violín con cuerdas de metal y toquemos este mismo tema (cantándolo de nuevo, pero esta vez más bruscamente) ¿Cómo puede ser? Asi que tampoco tenemos esta libertad, pero aquí no he hablado de transcendencia, aunque la transcendencia no se puede transmitir. ¿A quién? No veamos el nivel de la critica, el nivel de los músicos. Trata de hablar con Bemstein, que es un hombre inteligente. No tiene ni idea, de verdad. "Yo lo veo así..." Pero ¡qué! ¡Dios mío! ¡Qué cretino! El mar ¿cómo se ve?: unos lo verán de una manera, otros de otra... Hay uña verdad que es el mar y hay impresiones que esa realidad puede tocar o hacer en el mundo cognoscitivo del individuo, distintas a esa realidad. El mar es una realidad, aunque se pueda materializar de diferentes formas. Lo mismo ocurre con la música. Así que finalmente hemos de llegar a esta conclusión, substancial conclusión: no se puede definir la música. Es la verdad. S.—Efectivamente, la música hay que hacerla. S. C.—No, tampoco. Hay que crear las condiciones para que el espíritu pueda pasar más allá del sonido. Es por esto por lo que no se puede escribir una fenomenología, porque después de la tercera página, sin ejemplos vividos, estás perdido. Es la contradicción total. Scherío 59 DOSIER S.—Esta forma de vivir la música no es, desde luego, compartida por muchos; en cambio hay otros que la entendieron asi. Este seria el caso de Funwaengler, del que Vd. ha hablado tan a menudo y con el que mantuvo una estrecha relación a principios de los cincuenta. S. C.—El único. Para mí la música me la reveló él, incluso mucho antes de poder yo percibir lo que seria la música. S.—¿Pero Vd. entendía en ese momento lo que hacía Furtwaengler, lo que decía cuando le pedia consejo? S. C—No, en absoluto. Cuando él me dio aquella explicación que conté antes, de primeras me quedé paralizado y pensé: qué poco intelectual es este hombre. No entendía lo que él me habia dicho: "Depende de como suene". "Si te suena bien, será lento..." Entonces ¿qué pasa? Que en la vivencia total, en la absoluta vivencia, no hay medidas tomadas conscientemente. No se pueden tomar decisiones como ésla: aqui lo hago más lento porque la complejidad de la frase es muy grande. No. Tengo que oír con absoluta fidelidad lo que pasa para así apropiarme de todo y no tan sólo de una parte de las sensaciones. Fenomenología ¿para llegar a qué? Al mismo sitio. ¿Y qué me dicen después?: "Maestro, así es", y no: ¡Qué bonito! ¡Vd. es el director más grande del mundo! ¡Jamás hemos oido los Nocturnos de Debussy como Vd. los hizo! ¿Qué es todo eso? Impresiones. Pero la realidad que me asemeja a él es que Furtwaengler también estuvo por encima de las impresiones sonoras. estilístico. En la Quinta Sinfonía, por ejemplo, Mahler empieza otra vez la primera parte de la segunda parte, la tercera parte de la primera... Jamás sabe terminar. ¡Y era un genio musical! Todo su material tenia una enorme expresión, conocía la orquesta mejor que su propio bolsillo, de esto no hay duda, pero no tenia el menor sentido de la continuidad. Fíjese cómo empieza la Sexta Sinfonía y cómo termina. No sabe terminar y otra vez por acá, de nuevo por allá. Nada. En cambio, Bruckner, con esas distancias que son materialmente tres veces mayores, cómo sabe empezar, continuar y terminar. "Bruckner ¿por qué escribe Vd. siempre periodos de 4, 8 ó 12 compases?", le preguntaron una vez. Y él respondió: "Porque si lo hiciese de otra manera a Dios no le gustaría." En su inocencia... era un infeliz, un inculto... S.—Como Vd. me contó, sólo tenia dos libros en la cabecera de la cama: La Biblia y la Historia de Napoleón... S. C.—Ningunisima cultura, ninguna experiencia humana. Estuvo enamorado veintidós años de una muchacha con la que jamás habló. Le escribió una carta al padre contándoselo. Todavía espera el pobre Bruckner la contestación. Y, además, cómo lo trataron, deprimieron y humillaron. Era un genio. No sabía pensar, pero tenía el ingenio de la realidad. En un ensayo le preguntaron una vez: "Bruckner, aqui en el fagot ¿es Fa sostenido o Mi bemol?" "Como Vd. quiera", contestó. Nunca quería herir a nadie. Arthur Nikisch —dicen que el más grande director de todos los tiempos, cosa que habría que poner en tela de juicio— tuvo un enorme éxito con la Séptima Sinfonía al frente de la Filarmónica en Munich. Al finalizar todos vinieron como locos: "¡Qué éxito. Maestro!" S.—Sin embargo Furtwaengler era un pésimo direc- "Demasiado tarde", contestó. El pobre Bruckner no tor, me refiero al aspecto técnico fundamentalmente; recibió nunca nada del mundo contingente en el que lo contrario de Toscanini. vivió. No recibió nada, nada, ni una mujer, ni un reconocimiento. ¿Cuál es la fuerza que lo animó a vivir S. C—Si, pero esta facultad de transcender a las todavía? "Bruckner, Vd. terminó la Séptima, pero condiciones, aun cuando no se sea perfecto, existe en ¿dónde está la Quinta?" "Allá, no sé, entre los papeel espíritu humano. Su ritmo era imperfecto, pero era les." "Pero si vamos a tardar una semana para poder todavía ritmo por la capacidad del espíritu de actuar juntar y ordenar las hojas..." allá donde la función existe. Sin eso él nunca hubiera podido hacer nada. El otro se quedó en la función S,—¿Cree Vd. en la tesis que apunta que Bruckner solamente, en lo más fácil. ¿Y quién hace eso? Un no terminó la Novena? cretino, un mayordomo de palacio sin regla. S. C.—Hombre, cierto. Aunque no hay ninguna S.—Hay otra cosa que me llama la atención: el Bruckner estaba muy quemado y castigado por (ttrioso paralelismo que hay entre ustedes dos. Furt- tesis. no haber recibido el estimulo necesario a cada ser waengler nunca dirigió Mahler, excepto algunas can- humano. ¿Qué me estimula a mi ahora? ¿Por qué yo ciones, al igual que Vd.; en cambio, él era un gran soy por dentro tan joven? Porque he vivido algo. Si yo intérprete de Bruckner, asi como de la mayor parte de no siguiera en la búsqueda de todo eso todavía, estaría los compositores románticos centroeuropeos. al igual muerto. que Vd. S.—Bueno, nos tenemos que ir y aún no hemos S. C.—¿Por qué? porque Mahler no tenía ni idea de empezado la entrevista. la forma, era un caótico, y él lo sabia. Por eso dos semanas antes de morir le pidió a Alma que quemara S. C—Más no va a obtener. Vd. quiere algo todas las partituras. No tenía ningún estilo. Ocurre lo mismo que con las óperas de Mozart, que para palpable para el lector y esto es difícil, ¿no? interesar al público incluían movimientos de su SinfoAntonio Moral mia en Sol menor y hacían cantar a una soprano dramática del tipo de la noruega: la Flagstad, en lugar de una lírica. Esto atraía más al público, y la cantante haciendo ¡Uuhhh! con un acento masculino que parecía un angelito, sí, pero un angelito con tres huevos en lugar de dos... (Risas). Y además, sin ningún sentido 60 Scheno DOSIER CELIBIDACHE EN LA MEMORIA tí) ennüYii mu la On/iieuu \iuitnml en 1979. L E vi por vez primera allá al final de los años 60, ensayando en la O.R.T.V.E.; un hombre de unos 50 años se desmelenaba literalmente, bailaba en medio de un follón de violines, oboes y timbales la obertura de la Gazza ladra de Rossini. Era< él, el mítico Celibidache del que los más veteranos deja cola del Real hablaban con veneración. Cuando inició a continuación el ensayo de los Nocturnos de Debussy, vi a los trompas meter trapos en las embocaduras de sus instrumentos para lograr unos pianísimos casi inaudibles y el agrio sonido de la orquesta transformarse en algo suave y redondo, lleno de sugerencias e imágenes. Entonces empecé a comprender que la música se podia hacer y sentir de otra manera. Por suerte me he vuelto a encontrar con él muchos años después, a su vuelta con la O.N.E. en el año 1979, en la época en que Ros Marbá asumía su titularidad en un momento crítico para el conjunto, después de la larga etapa cargada de rutina de Frühbeck. De aquellos ensayos a los que asistí como fotógrafo u oyente me impresionaron muchas cosas, como su familiaridad con los profesores a los que llamaba por su nombre, su afán docente, su tesón por conseguir el sonido adecuado y, sobre todo, su energía transmitida por sus miradas, sus gestos o sus manos. En aquellos días era posible todo, desde una conferencia a pie de piano con la orquesta sentada en plan auditorio, ha blando le de su filosofía musical, de todo ese conjunto de vivencias que es la música, de cómo una partitura tiene una vida que hay que desentrañar, de cómo el hecho musical es algo irrepetible, de que hacer música no es sólo tocar notas, etc. a unas trifulcas fenomenales, cuando después de 25 minutos de repeticiones del comienzo del scherzo de la Segunda de Schumann no se alcanzaba el ideal que buscaba, aunque al poco rato los Anos del Janiculo de Respighí podían hallar en sus manos una sonoridad mágica que le hacia exclamar: ¡Qué bonito, ya lo hemos hecho hoy! ¡Qué lástima que mañana tengamos que hacer el concierto! La relación de Celibidache con la O.N.E. terminó de una manera violenta después de un ensayo especialmente conflictivo en el que los viejos demonios que pululan en nuestras orquestas, transformados en maScherzo 61 •entendidos, dieran al traste una vez más, con sus deseos de hacer algo por nuestra endémica vida musical. No ha vuelto a dirigir una orquesta española, fue una lástima, porque en toda mi vida de aficionado no he visto a nadie trabajar tan a fondo su sonoridad, ni obtener mejores resultados de un conjunto sinfónico. Amado y temido por su fuerte carácter que, a veces, inhibía a los profesores porque era difícil darle lo que pedía, casi todo el mundo ha reconocido después que con él han dado lo mejor de sí mismos, quizás porque él tenía el secreto de despertar la fantasía dormida en cada interprete. Con el paso de los años, las vivencias se transforman y pierden sus perfiles que se hacen difusos en el recuerdo, pero su Mar de Debussy, su Bolero de Ravel o su Segunda Sinfonía de Schumann siguen ocupando ese punto inalcanzable en el que se funden vida y música, y su figura, su gesto, sus gritos, siguen ahí martilleando los oídos como ejemplo irrepetible de lo que es hacer música. Recuerdos de un instrumentista Mucho más revelador que mis recuerdos es ei testimonio de mi amigo Andrés Carreres, primer flauta de la O.N.E. durante veinte años, y cuyas palabras de alguna manera resumen el sentimiento de muchos de sus compañeros; esta entrevista es el extracto de una conversación sobre la orquesta realizada en el año 1985. Carreres considera que valorar su carrera de intérprete en la O.N.E. era hablar de M. Rossi, W. Sawallisch, Giulini y, sobre todo, de Celibidache. ¿Cómo recuerdas al maestro? No era un director, era un maestro de los que se pueden contar con los dedos de la mano, entendiendo por maestro aquél que, además de dirigir bien una obra, te hace tocar descubriendo facetas nuevas en la interpretación, porque te dices: este solo lo he hecho más de 10 veces y no sabía que podía interpretarlo asi, y cuando alguien te puede sacar de la rutina haciendo dar lo mejor de tí mismo, ése es un maestro. ¿Cómo trabajaba? Le preocupaba la sonoridad del conjunto, cuidando 62 Scherzo especialmente los planos sonoros, él era el dueño de ese secreto, sabía qué hacer para que se escuchara todo; por ejemplo, la flauta es un instrumento que si el resto de la orquesta no respeta su sonido ya puedes tener toda la potencia del mundo que no se te oirá, y sin embargo, con él siempre sobresalía por encima de todos, muchas veces me decía: "Andrés que estás por encima de la orquesta" y le respondía: "Maestro, es la primera vez que me ocurre esto, toco como siempre". La verdad es que en seguida te adaptabas porque, en realidad, te dejaba interpretar relajado. Normalmente, te daba una idea de lo que podía hacer, pero jamás exigía cómo habías de hacer tu solo; en esos momentos él dirigía lo que tú tocabas. ¿ Y los estilos? Siempre se tienen dudas de cómo ha de tocarse tal o cual pasaje de Mozart, Bruckner o Debussy. Muchas veces se hace todo igual, con el mismo sonido, víbralo, etc. y él nos aclaraba cómo hacer cada música, por ejemplo, en el caso del Dafnis, en el pasaje del amanecer normalmente se tiene la manía de tocar nota por nota, lo que en el impresionismo no interesa exactamente, ya que es un momento difuso, vago, por lo que nos pedia notas no como notas realmente dadas sino como efectos de aire, de manera que con ello se conseguía algo inmaterial pero físico. Para mí, fue el único amanecer que he visto en música, después no he vuelto a tocar un Dafnis igual. ¿Qué anécdota recuerdas? Hay muchas, dada su personalidad, pero quizá una de las más divertidas fue el día, hace ya muchos años, en que preparando un concierto vio muy preocupado a uno de los violas y le preguntó qué le pasaba: "Fulano, qué sucede, hay algún problema? No, no maestro, no hay problemas". Seguimos tocando y al poco tiempo, otra vez: "Fulano, ¿le pasa algo? ¿Algún problema con la partitura? No, no maestro, está todo claro." Y así hasta que no pudo más, paró el ensayo y le dijo: "Fulano, realmente le pasa algo. Lo sigo viendo muy preocupado, ¿qué pasa?" Y el viola un poco azorado le dijo; "En realidad no es nada, es que no se qué poner en la quiniela de esta semana al LazioFiorentina, si un uno o una equis". Agustín Muñoz DOSIER CELIBIDACHE Y LOS PIRATAS T ARDE de invierno de 1979. Una treintena de personas pretendíamos asistir a una experiencia fascinante en el Teatro Real, el ensayo de la Orquesta Nacional con Sergiu Celibidache como preparación al concierto que tendría lugar días después en el coliseo madrileño. En los atriles la Segunda Sinfonía de Roberl Schumann. Pasadas las cuatro de la tarde el Maestro, de aparente buen humor, subió al podio, echó un vistazo general a la orquesta y preguntó por uno de los primeros violines, cuya silla estaba vacia ("está enfermo", dijo alguien). Sin más preámbulos extendió los brazos mirando a trompas, trompetas y trombones y comenzó el Sostenuto assai de la Sinfonía en Do mayor. Al llegar al quinto compás, bajó los brazos y dirigiendo la mirada hacia los que estábamos en el primer piso exclamó airado: "¡Que echen inmediatamente a esos sinvergüenzas, me están grabando, a ver con qué permiso!". Obviamente la desbandada fue general, y entre el estupor y el desconcierto, los consternados espectadores que tan felices nos las prometíamos tuvimos que abandonar la sala. Uno de los sinvergüenzas era quien esto les cuenta, teniendo que añadir de inmediato que mi relación con las empresas de grabación "fuera de la ley!' se limita a ojear de vez en cuando algún que otro catálogo. Durante la grabación de su vhra "Jardín de bolsillo" para la Esta anécdota nos lleva de nuevo a la sempiterna polémica entre el director rumano y las grabaciones discográficas. ¿Por qué Celibidache no graba discos? Su postura es bien conocida, aunque no estará de más el volver sobre ella. Según él, el disco es la destrucción de la verdadera música, los sonidos se distorsionan y, en consecuencia, desfiguran todo. En un diálogo mantenido entre Sergiu Celibidache y el técnico de la emisora Sender Freies de Berlín, Dr. Klaus Lang, el Maestro se expresaba asi: "No se puede escuchar una grabación en las mismas condiciones en que fue realizada, y resulta una verdad incontrovertible que la acústica tiene una función vital, por ejemplo, en la elección de los tiempos. El tiempo que un director tiene que elegir para una sala de conciertos de Berlín puede no valer para una sala de Londres, pongamos por caso. Los tiempos de reverberación constituyen un criterio esencial y diferente, como es lógico, de unas salas a otras. Si no se tiene en cuenta estas reglas de carácter matemático puede producirse una gran confusión en la interpretación musical. Usted mismo es enemigo de las grabaciones. Lo que sucede es que no se ha dado cuenta porque es usted sordo. Claro que usted cree que no es sordo porque, por ejemplo, me está oyendo hablar a mí en este momento. Lo que yo VNItth'. Folo. Mediaphon. Schcrzo 63 DOSIER quiero significar es que está sordo para lo que realmente importa en música. Un micrófono es capaz de amplificar unos sonidos y cancelar otros; una grabación puede contener sonidos interesantes, pero desde un punto de vista completamente heterodoxo dentro de la música. ¿Qué hay de auténtico, entonces, en una grabación!". No al disco Así las cosas, no ha habido forma humana {ni divina) de asociar su nombre a cualquier empresa de reproducción sonora y, salvo sus esporádicas grabaciones en la década de los cincuenta (no tenemos en cuenta su registro de Der Tasihengarten —El jardín de bolsillo—, composición original del propio Celibidache grabada para la firma alemana Intercod en 1980 con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Stuttgart y a beneficio de la Unicef). el Maestro se ha mantenido en una insólita y férrea postura de rechazo a todo lo que no sea escuchar música en el propio concierto. Ofertas le han llovido y le llueven a miles; una conocida multinacional europea le ofreció pagarie un diez por ciento más de lo que cobrase Karajan, y otra americana le remitió un cheque en blanco para que el propio Celibidache fijase la cantidad, pero todo fue inútil. El resultado de esto es bien conocido: ya que las multinacionales del disco no han logrado cazar a la que es ya leyenda viviente de la dirección de orquesta, los piratas, por el contrario, con sus catálogos refulgentes y atractivos, nos han comenzado a-ofrecer algunos conciertos en público de! director rumano, generalmente pertenecientes a las décadas de los cincuenta y sesenta, en algunos casos (y para curarse en salud) con información a todas luces insuficientes. Por ejemplo, la firma Rococó edita los discos de Celibidache sin hacer constar ni la fecha de grabación, ni el lugar donde se celebró el concierto, ni el nombre de la orquesta (simplemente hacen constar: Orquesta Sinfónica dirigida por Celibidache). SCHERZO agradecería cualquier información de sus lectores a este respecto. La RAÍ (Radiotelevisión Italiana) también comenzó hace algunos años a publicar conciertos de Celibidache en discos, amparándose en cierta clausula que les permite disponer del registro pasados veinte años de su realización. Nuestra RNE, a través de Radio 2, ofrece regularmente algunas obras dirigidas por Celibidache a la Sinfónica de la RTVE durante los años 1968 a 1972, así como conciertos del Maestro con diversas orquestas europeas (hace bien poco los habituales de Radio 2 nos quedamos literalmente petrificados con una Cuarta de Schumann y unos Cuadros de una exposición dados por el Maestro con la Filarmónica de Munich en el pasado Festival de Berlín)... En fin, respetamos e! derecho del que es, cada vez con menos dudas, la batuta más importante de la historia, a encerrarse en su torre de marfil, pero también reivindicamos el derecho de la comunidad a la información, la belleza y la cultura. Creemos que el Maestro debe afrontar una realidad (como lo hizo al permitir que se retransmitieran sus conciertos a sabiendas de que millones de piratas tenían conectada la emisora y aprestado el magnetofón). Tiene una responsabilidad con la Historia, querido Maestro, y una obligación ineludible con las generaciones futuras. Enrique Pérez Adrián 64 Scheno DOSIER TCHAIKOVSKY: Cascanueces, suite Op. 71 A OF Londres (Decca Eclipse ECM 836 12/1948). MOZART: Sinfonía 25. Discos BEETHOVEN: Condeno i. Benedelti-Michelangeti. ON Francesa (Balón 1010). BEETHOVEN: Condeno violin. Schneiderhahn. OS RAÍ, Roma (30) 1/54. Mclodram 201). BEETHOVEN: Sinfonía 7. OS (Rococó 2148). BRAHMS; Sinfonía I. OSR Colonia (Essen, 29; 9, 58. Paragon LB1 53007). BRAHMS: Sinfonía4 (+ Anacreome, obertura de CHERUB1N1). OS (Rococó 2150). BRAHMS: Las4Sinfonías. OS RAÍ, Milán (20 y 24/3,59. Cerra LARG 4) BRAHMS: Contieno violin. [da Haendel OS Londres <EMI>. BRUCKNER: Sinfonías 4 y 8. OS (Rococó 2135.3 LPs). BRUCKNER: Sinfonía 9. OS (Rmoco 2110). BRUCKNER: Misa n.o 3. OS y C RAÍ, Roma (15, 3/58, Melodram 14). CELIB1DACHE: Der TaschenKanen.OSk Stutlgarl (Inlercord, estudio. 160832). CHOPlN: Contieno 2. Koczalski. OS Berlin (25/10,48, Replica 2462). MOZART: Sinfonía 39 (+ HAYDN: Sinfonía 103). OS (Rococó 2140). MOZART: Condeno flauta. K 314. Ga*«lloni (+ HAYDN: Sinfonía 102) OS (Rococo2!4l). MOZART: Réquiem. Plltz. Haman. Gricknick. Schramm. OS y C (Rococó 2152). MOZART: Misa en Do. K. 427. Giebel. Lear, Munteanu, Guihrie. C y OS RAÍ Roma (26/3/60, Celta Archivio RAÍ, LAR I). PROKOFLEV: Sinfonía I (+ Sin). 5 por Mitropoulos). OS (Rococó 2152). PROKOFIEV: Sinfonías. OS RAÍ, Milán (29/1/60, Cetra LAR 15). RAVEL: Ma mere l'oye (+ Gaspard de la Suil por Michelangeli). OS RAÍ (Milán 22/1/59). RAVEL: Ma mere l'o\e. ¡a Valse, Pavone. Dafnis 2. OS (Rococó 2141). SCHUMANN: Sinfonía 2. Capilla Real Danesa (Copenhague. 7/11/61 MM 01.022). SCHUMANN: Sinjonia 2. OS RAL, Roma (18,3'60. Celra Archivio RAÍ, LAR ¡4). SCHUMANN: Sinfonía 2 (+ Preludio y Uebestodáe Trislan), OS (Rococó 2139). SCHLMANN: Sinfonía 1 (+ Damas rumanas de BARTOK y 6 Danzas alemanas de SCHUBERT orq WEBERN). OS (Rococó 2132). SHOSTAKOV1CH: Sinfonía 7. OF Berlín (1951, Urania). SIBELIUS: Sinfonía 2. Orquesta del Festival Suizo. (Rococó 2131). TCHAIKOVSKY: Sinfonía 5. OF Londres (Decca Eclipse ECM 833). TCHAIKOVSKY: Sinfonía 6. OS RAÍ, Milán (22/1,60, MM 01.006). TCHAIKOVSKY: Sinfonía 6. OSR Colonia (21/10/57. Melodram). Álbumes y disto* con varios compositores TCHAIKOVSKY/ BERLIOZ/ PROKOFIEV: Romeo y Julieta. OS RAÍ, Turin (4/4/60. LAR 10). HAYDN: Sinfonía 104. BIZET: Sinfonía en Do. STRAVINSKY: Jeu de canes. MENDELSSOHN: Sinfonía 4. TCHAIKOVSKY: Sinfonía 2. OF Berlín (20/1 y 21 / 2/ 50, Cetra Concertó live LO 533). "Per Naiale" (CORELL1, VIVALDI, MOZART...) OS RAÍ Milán (22/2/60, LAR 22). R. A. M-/E- P A- GRABACIONES Foto Bosio DEBUSSY/RAVEL/MILHAUD: La Mer. OS RAÍ, Milán (29/1/60). La demoiselle élue. OS RAÍ, Turin (30/1/59). Bolero. OS RAÍ, Turin (14/5/54). Mamére ¡•oye. OS RAL Milán (22/1/60). Le Tombeau de Coupenn OS RAÍ, Nápoles (17/2/57). Alborada. OS RAÍ, Turin (30 Saudades do Brasil. OS RAÍ, Ñapóles{8/2/ 57). (Fonit Cetra). ROUSSEL/DEBUSSY: Pttite Suile. OS Berlín (Urania-Varese Sarabande VC 81.110). MENDELSSOHN: Las Hébridas. PROKOFIEV: Suile Esdia FRANCK: Variaciones sinfónicas (Takahiro Sonoda. piano). OS (Rococó 2136). PROKOFIEV: Sinfonía I. MENDELSSOHN: Condeno violin (Siegfried Borries. violin). (EMI, primera producción de la Filarmónica de Berlín tras la guerra). SCHUBERT: Sinfonía 2. OSR Colonia (5/10/58. 1 Grandi Concerti, + la misma versión de la Sinfonía Italiana de MENDELSSOHN reseñada en el segundo álbum). Conciertos didos por Sergiu Ctlibidicht en Madrid y Barcelona grabados por Radio Nacional de España y relrimunitidt» de vez en cuando por Radio 2 BACH: Concierto Brandemburgo 2. OS RTVE (Teatro Real. 28/2/71) BARTOK: Concierto orquesta. OS RTVE (Palacio Congresos, 4/3/72) BARTOK: Danzas populares rumanas. OS RTVE (Teatro Real. 29/3/72) BEETHOVEN: Coriolano. OS RTVE (Palacio Congresos 17/12/72) BEETHOVEN: Sinfonía 2. OS RTVE (Palacio Congresos 12/12/71) BEETHOVEN: Sinfonía 5. OS RTVE (Teatro Real 29/11/70) BEETHOVEN: Sinfonía 6 OS RTVE (Teatro Real 29/11/70) BRAHMS: Danza húngara n<> I. OS Londres (Teatro Real 19/4/78) BRAHMS: Obertura Trágica. OS RTVE (Teatro Real 11/1/70) BRAHMS: Sinfonía I. OS RTVE (Teatro Real 1/2/69) BRAHMS: Sinfonía 3. OS RTVE (Palacio Congresos 19/12/71) BRAHMS: Sinfonía 4. OS Londres (Teatro Real ¡9/4/78) CHERUBINI: Obertura Anacreonte, OS RTVE (Teatro Real 21/2/71) DALLAP1CCOLA: Tartiniana 2.'. OS RTVE (Teatro Real 1/2/69) DEBUSSY: Ibtrta. OS RTVE (Palacio Congresos 15/4/73) DEBUSSY: Ibtria. OS Londres (Teatro Real 19/4/78) DEBUSSY: Socturnos. OS RTVE (Teatro Real 22/2/69) DEBUSS Y. Preludio a la siesta de un fauno. OS RTVE (Palacio Congresos 12/12/71) DVORAK: Danza eslava n<>8. OS Londres (Teatro Real 19/4'78) GABRIEL: Aria delta Baiaglia. OS RTVE (Palacio Congresos 10/12/72) E. HALFFTEft: Concierto guitarra. OS RTVE(Palacio Congresos 17/12/72) HA YDN: Sinfonía 102. OS RTVE (Palacio Congresos 10/10/72) HAYDN: Sinfonía 104. OS RTVE(Palacio Congresos 7/4/73) HINDEMITH: Mathis der Maler. OS RTVE (Teatro Real 22/2/69) KODALY: Danzas de Galanía. OS RTVE (Teatro Real 1/2/69) KODALY: Danzas de Galanía. OC Barcelona (Palau 2 6 / 1 1 / 7 1 ) MAHLER: Kindenotenlieder. Souiay. OS RTVE (Teatro Real 22/2/69) MENDELSSOHN: Las Hébridas. OS RTVE (Palacio Congresos 5/3/72) MILHAUD: Saudades do Brasil. OS RTVE (Teatro Real 5,4, 70) MOZART: Sinfonía 38. OS RTVE (Teatro Real 11/1/70) MOZART: Sinfonía39. OS RTVE(Palacio Congresos 15/4/73) MOZART: Sinfonía 41. OS RTVE (Teatro Real 21/2/71) PROKOFIEV: Romeo v Julieta (Muertedr Tibaldo). OS Londres (Teatro Real 19/4/78) PROKOFIEV: Sinfonía I. OS RTVE (Palacio Congresos 12/12/71) PROKOFIEV: Sinfonía 5. OS RTVE (Teatro Real 5/4/70) Se heno 65 DOSIER PROKOF1EV: Sin/unía 6. OS RTVE (Palacio Congresos 10: 12; 72) RAVEI.: Bolero. OS RTVE (Palacio Congresos 7; 4/73) RAVEL: Dafnh »• Cloe. OS RTVE (Teairo Real II, 1.70) RAVEL: Ma mere luye. OS RTVE (Teairo Real 29,3/70) RAVEL: Ma mere l'ove. OC Barcelona (Palau26/ll,7l) RAVEL: Alborada del gracioso. OS RTVE (Palacio Congresos 19/12/71) RAVEL: Rapsodia española. OS RTVE (Teatro Real 28/1/71) RESPIGHI: f l w de Ruma. OS RTVE (Palacio Congresos 15,4/73) RIMSKY-KORSAKOV: Sirtelierezade. OS RTVE (Teatro Real 21. 2.71) ROSSIN1: ¡ A xazza ladra (obertura). OS RTVE (Teatro Real 22/2/69) S C H U B E R T : Sinfonía 9. OS RTVE (Palacio Congresos 17/12/72) SCHUMANN: Condeno piano, Cnstina Bruno. OS RTVE (Palacio Congresos 5/3/72) SCHUMANN: Sinfonía 4. OS RTVE (Teairo Real 28/2/71) SIBEI.IUS: Condeno violin. Ida Haendel. OS RTVE (Teatro Real 5:4/70) STRAUSS: Muene y iransfiguradón. OS R1VE (Palacio Congresos 7/4/73) STRAVINSKY: Pelrushka (lia danzas). OS Londres (Teatro Real 19/4/78) STRAVINSKY: Petrushka. OS RTVE (Palacio Congresos 19/12/71) WAGNER: Idilio Sufrido. OS RTVE (Palacio Congresos 27/2/72) WAGNER: Mtisiersinger (Preludio acto I»), OS RTVE (Palacio Congresos 27, 2: 721 WAGNER: El Ocaso de h.\ Dioses (.lían ha fúnebre). OS RTVE (Palacio Congresos '26/2/72) WA GNER: Parsífal (Emanlamienio Viernes Sanio). OS RTVE (Palacio Congresos 26/2/72) WAGNER: Tannhauser lObertura). OS RTVE (Palacio Congresos 26 2, 72) Reparación y Restauración violas indines vbloncellos contrabajos Algunos conciertos de Sergiu Celibidache con la orquesta sinfónica de la Radio de Stuligart retransmitidos por RNE a través delosstrviciosdtintercambiointernicional HAYDN: Sinfonía 104, BRUCKNER Sinfonía 3. (25: 11,80) BRUCKNER: Sinfonía 5. (12 I9K0) SCHUBERT. Sinfonía 5. , MILHÁUD: Saudades. . PROKOFIEV: Sinfonía 5. (10,1979) BRAHMS: Obertura Festival Académico. TCHAIKOVSKY: Sinfonía 5. (11 1979) MOZART: Sinfonía 41. R. STRAUSS: Vida de héroe. Joac M* Lozano \ LUTHIER > Riego iic í.eiíii, fiO-l.l Tefe. TaJlrr402 10 32 l'url.246 59 38 2111)06 MADRID (111979) RAVEL: Condeno en Sol (Zacharias). Dafnis v Cloe (suiies 1» y 2'). (12 1979) BEETHOVEN: Curiolano.; R. STRAUSS: Muene y iransfiguración. .. BRAHMS. Cuarta. (1980) WEBER: Freischütz., DEBUSSY: Xoilurnes. , DVORAK: Sinfonía 9 (17 10 1978) BRUCKNER: Sinfonía 7. (1978) RAVEL: Bolero. La Valse. Ma mere l'ove. Condeno Sol. (1978) RAVEL: Tonibeau Couperin. I STRAVINSKY: Pájaro fuego. (1978) E. P. A. Alta Fidelidad de Referencia 'QGEE-HCOUSTICS, INC. DJL DUETTA E LECTtJOCOM PAN I ET 4UPLIWUIEH SARTE AUDIO ÉLITE PADRE JOFRE.22 - B Telf. 351 07 98 TELEX 62779 ATT SARTE . 46007 - VALENCIA IMPORTADOR EXCLUSIVO PARA ESPAÑA DE -AMADEUS-SONDEX". APOGEE ACOUSTICS. BURMESTER. COPLAND, ATR, ELAC. ELECTROCOMPANiET. KRELL, SAWAFUJi. SYMO. VANDENHUL. WBT, OEHLBACH. OPUS 3, SFI 66 Scherzo ALTA FIDELIDAD A NUALMENTE y en su número de Invierno la revista trimestral japonesa Verey Sound hace balance del año anterior en lo que a novedades concierne. Inventos, lo que se dice inventos, se dan muy de tarde en tarde. La Stereo Sound es de amplio contenido, cerca de 600 páginas, y reúne la información gráfica de más nivel que haya visto yo en una publicación dedicada a temas de sonido. En bloque puede indudablemente ser incluida entre las tres mejores revistas a nivel mundial sobre Alta Fidelidad. Pienso que la revista en cuestión es fiel reflejo del estado de la afición por los componentes de sonido en aquel país donde la cadena H ¡-FÍ es más importante que la lavadora en un plano general y en el sector de la élite se calcula que existen unos 150.000 superequipo.s. Se entiende por superequipo, a nivel japonés, aquél cuyo precio excede de los tres o cuatro millones de yens. ¿Recuerdan los veteranos el inmenso sistema de altavoces elaborado por JBL bajo la denominación Paragón? Pues bien, aún se fabrican 40 ó 50 unidades por año con destino exclusivo para el mercado japonés. Por aquellas playas un previo Marantz-7 se cotiza próximo al medio millón de yens y la l'irma británica Radford ha resucitado el legendario STA-25 con el exclusivo objeto de satisfacer la gula musical de aquella extraordinaria gente, extraordinaria y por supuesto adinerada. El culto por algunas labores occidentales raya en la veneración y firmas tales como Rogers. Linn, Thorens, Tannoy, Mc-lntosh (válvulas sobre todo), Vitavox, Marantz, etc.. tienen tanto prestigio o más que en sus países de origen. Un relato más detallado sobre el estado de la cuestión en aquel país podría llevarnos muy lejos: por lo tanto vamos al grano. Este año ha habido dos "Golden Sound Awards". Uno para el gabinete acústico Tannoy RHRSpecial Limited y el otro para el preamplificador nipón Yamaha CX-10.000. El gabinete británico aloja el ya clásico y legendario altavoz coaxial Gold-Monitor en su versión de 15 pulgadas en un recinto acústico de un lujo extremado. La caja pesa 85 kilos y la impedancia standard es de 8 ohmios. El otro premio, el preamplificador CX-10.000, de YAMAHA responde a una filosofía muy querida JAPÓN como es natural por el panel de críticos de la revista con su director Sr. Arada al frente. Citemos algunos por grupos de componentes. Lectores de discos compactos c° 1986 La batalla continúa y parece ser que va para largo. Ya se empiezan a ver y sobre todo a oír cosas más que estimables. Los chicos de la Stereo Sound han destacado lo siguínte: Accuphase DP-80/ DC-81. El DC-81 es un procesador digital y el DP-80 el lector propiamente dicho. El aspecto de estas soberbias pie/as es el propio de Accuphase; sobran pues los comentarios. Yamaha CDX-10.000. Corresponde al mismo lanzamiento que el preamplificador premiado y ratifica la robustez y fiabilidad de los aparatos de esta marca. La estética es sumamente convincente y el precio muy elevado, pero nadie sueñe, al menos por ahora, con lectores económicos y con prestaciones de verdadera fidelidad. Technics SL-P1200 de diseño en plan consola sumamente atractivo. Sony CDP-555ESD y Teac ZD6000. Los tres se encuentran en un terreno de precios más abordable y en particular el Technics gana en originalidad de diseño. No hace falta decir que los tres modelos pueden ser utilizados con mando a distancia. Cajas acústicas (iubiiwn- aiíiMicu O\KYO GRASD SCtntR - Premio cu IV84. de esta firma en el plan de otreccr unidades de control con todas las facilidades imaginables. Este estilo fue estrenado hace unos doce años y parece pretender imponerse de nuevo aunque las apetencias de los audiófilos en los últimos años han derivado básicamente al estilo de la austeridad {Levinson. Dennesen, Krell, e t c . ) . La completísima electrónica del CX-10.000 justifica el peso de 24 kilos de este previo. Como el lector puede imaginar el precio resulta bastante elevado, 800.000 yens en Japón. Aunque las dos firmas premiadas tienen imponadoren España es de suponer que estos preciados objetos no se traigan más que por encargo a no ser que el próximo Sonimag nos depare alguna gratísima sorpresa. Antes de tomar esta decisión otros componentes han sido considerados por el Jurado, integrado El gusto de los japoneses ha sido siempre muy peculiar en este difícil y personah'simo campo aunque los resultados del certamen 1986 son a mi juicio bastante conservadores. Veamos: Diatone (Mitsubishi) DS-9Z curioso gabinete en forma de pirámide truncada y soporte ad hoc. Bang-Olufsen Beolab Penta, una verdadera columna acústica pues tiene una altura de 165 cms. para una anchura de tan sólo 13,5 cms.: hay que presumir unas notables cualidades en cuanto a dispersión del sonido. Celestion-6000; no es otra cosa que los ya famosos gabinetes 600 con suhwoofers de original tamaño y forma. Denon SC2000 de formidable aspecto; aloja un altavoz coaxial dentro de un gabinete de respetables dimensiones y un peso de 66 kilos. He aquí un ejemplo vital del gusto japonés al respecto con las obvias remembranzas de Lowther, Tannoy, Vitavox, etc.. Y finalmente el gabineScherío 67 ALTA FIDELIDAD Denon POA-3000-ZR (250 vatios por canal), Yamaha MX-I0.000 (250 vatios por canal), hace juego con el previo CX-10.000, MarkLevison 20-L, bloques monofónicos de 100 vatios en pura clase A. Finalmente la etapa de potencia Counterpoint S A-20 de origen californiano. Es un amplificador híbrido de válvulas y transistores con la etapa final a base de transistores Mosfet. Su potencia especificada es de 220 vatios por canal. Existe alguna posibilidad de que esta firma sea importada en España. Amplificadores integrados El giruttiM-o* THORENS TD-520 rttn brazo SM E-MII2-I2. IM cápsula que se aprecia en la ilu\t radón e\ la Thorent MCH-II, iic bíibinti móvil. te acústico Omkyo Scepter 5001 (65 kilos). Se trata de una versión reducida del Grand Scepter y pone de relieve el muy estimable avance conseguido por Onkyo en el diseño de cajas acústicas. El acabado y presentación es algo absolutamente formidable muy en la línea, a mi juicio, de los modelos Yamaha NS1000 y NS-2000. cadenas de sonido que no sonarán de forma óptima por causa de un deficiente acoplamiento entre cápsula y previo. Para obviar o al menos disminuir este tipo de problema es el SPA-IHL y algún que otro ingenio parecido. A un precio infinitamente menor la firma británica QED ha producido dos ecualizadores de este tipo. Cápsulas y enseres afines Sintonizadores Lo mejor del año parece haber sido la Ortofon MC-30 Super, versión remodelada de la clásica MC30 cuyo lanzamiento en Japón es enorme; en el hit parade de cápsulas lectoras, además del modelo citado, la MC-20 Super y la SPU Gold se encuentran entre las diez mejores. Hay otra mención para el producto japonés Ikeda 9EM de fantástico aspecto y ya bonísima fama. Lo malo es el precio de 170.000 yens que rige en Japón. Se trata como es natural de una cápsula de bovina móvil. El jurado ha incluido y analizado en este grupo un aparato de extraordinario aspecto con apariencia de amplificadores de altos vuelos con un enorme vúmetro circular en el centro. Es un producto SME de signatura SPA-IHL. Consiste nada más y nada menos que en un ecualizador de phono para optimizar el rendimiento de cápsulas lectoras. Bien cierto es que se ha profundizado muy poco en este tipo de ingenios sin duda útiles e incluso imprescindibles en muchas De modo parco y escueto solamente han señalado el Kenwood D-33OO-T. Hay que observar que este campo está muy trillado y resulta enormemente difícil producir novedades que verdaderamente destaquen. 68 Scherzo Prea m plifi cad ores Además del ganador Yamaha el Jurado ha reparado en otros cuatro modelos, a saber: Primare 928, de forma cúbica fabricado en Dinamarca. Nakamichi CA-70; supone el regreso del famoso fabricante de pletinas al campo de la electrónica en el que ya cosechó éxitos años ha. Accuphase C-270 y Mc-lntosh C-34-V (Audio Video Control Center). La adoración de los japoneses por Mc-lntosh es algo casi patológico sobre todo en lo que concierne al modelaje moderno. Etapas de potencia En este grupo dos productos japoneses y otros dos americanos; Sansui y siempre Sansui. Es el rey oriental de los integrados: ahora le ha tocado la distinción al modelo Au-907 y viene a rematar brillantemente la gloriosa trayectoria de los AU-9500, AU-9900 y 11.000 y finalmente los AU-919 y 917. Plataformas giradiscos La única mención ha sido para el Thorens TD-520con equipamiento de brazo SME 3012-R. De nuevo, pues, un Thorens entre el material selecto. Este modelo viene a sustituir simultáneamente a los TD-126 y TD-127. La suspensión es regulable desde arriba y admite brazos largos como el citado SME o el EMT-997 por ejemplo. Dada la calidad del producto hay que suponer una larga duración en el pelotón de cabeza de esta clase de componentes. Por suerte este aparato está siendo ya importado en España por Thorens Ibérica. En materia de brazos no ha habido definiciones sobre 1986. Los japoneses siguen manteniendo la supremacía del SME-V y a continuación los SME 3009-R, 3010R, 3012-R, Technics EPA-100, Zeta y los modelos de lujo de Audiocraft, Saec y Fidelity Research. El Sumiko y el Well tempered Arm parecen ser desconocidos para la audiofilia nipona. Nadie tome lo anteriormente expuesto como dogma pero si como una valoración bastante seria de lo que ha aportado el año 1986 en materia Hi-Fi hecha por un grupo de técnicos y comentaristas con unos medios de conocimientos verdaderamente envidiables. Alfredo Orozco 1 1| 1 1 1 1 k í f !r 1 v •4 • • •• 41 • n V ¿ 1 J• — 1 pi -i ir i i [lll • #1 "THi iT T 4-TTTT i i MI t l i lrr ¡1 1 i ± m- •^ • i— —i • i i UL i tai n JSñnirte u tarMti • a Utt UnOaüd SVWMtaH Ul * uumr • DÉS£ SuW ^^ Ctrt •mar m u Ti(f-lll-~ Q¿í* mjy 1 ^ Ff —k- 4£ m 1• • oc eme ar oc one6 56be n • n93 B•gcffelas O p .13 L a. U or >s ira II 1 N CS i | ti ¿ i e —\ | | i—- «roifF«ivBHíÉtSeos n-a IJ 35 T B 1 •— P ta»Mi •—r * lnNo>rui|(j non is oatu -fi f: 1 tape* Knt Cii c nr > l k . p D) ol •<L Í i'¡' rr U l F a u f í : Peí ie«s_ fií da ]f K /> •c r e . Z O i ni An s U «lllto^lpg D 11 Ht 4 i-: í m i• • ) 5i tá n.1 vt ^ ?j CMUT-2 1 rf| SK l i 1 1 Mili iI_LJJ J_ i. ^ r rv k Biga r ortc q Male hostfe HorriJú L re en ira poru Worto ríones tnignuo. bei gky AÍJUII- K '4 0C4Í H44-2 1I ±m] 3> hd 1' Z i£ . •'• • :B í •i» nr btCn liiiHfcfci i k i r« i ota I f h nía*-ti. 1: ^a oerU P " violi 1 írt yi Ui cerfe pi110 viotifi •Vi vkerr ñor . * . i toi rt ~ * f-f Ti Utl«> )1 ni iA i 11 1 *fc J i - i i i i |T lili ' f 1- é v i ay-a ny QichsíBa 1 182-2 lps/| 4 THT ¡ 1 k YORIGINAL COLEI JDOI1LES CASSETTES W1 f • L MECIÓSEMIIlliO • EJEMPUUHiSuflITTADOS • : >< i ; ' m ; i vi e i3an i i * < ' • ^ ' • to 1 ^ ciert< « p1 roVH - rm • lililí io ! n f -ii li ° 0|A i 1 5ú m rcnM A ', 5 LonO Sfiñi i. • d es •o Boulez I-OIT» s: "3 cdndotit Mb énii, Moreno, Rod go, Pu^c ni. ros i, MtJSCÍ g n , León [pvallQ... os Angáíñ v,áOTO rf? t/ei J Alkms, pro M I ai-: ImA^T1A1 31 -2 M 9 1 __ f i 1 Ñi M « wi S m Ni 3 lo üa . ci r . VI la !E "31 s>• • M i i —a • = Sfi! • * • • • » * rY CT* U2 hí - «nilMr t JI 3 r :id i <eltor i ^ l\ Sa/déiei mpéiony O«A. /Motora.A. de yMmeida n 1 na •di T—m.p^fi. n - l«ul 1 »z .e me sohsjngl n j «lon Pl rieou .ivre ord ÍS iour c !ÍC. Ora*s tre 'ytnph tnsen t - Bó ¡ble As/DCI 4U ; j i i 173- - loLJ anuías nP1 2Y r ^ estudien a p. it_r lililí • On c 1r AÜ\ JV D E Út íiffl lit• V Or V •r 1 •a -mmrmmmrnm-* .; r • IIHUlMlAlAU iB: ANIVERSARIO EDWIN FISCHER visto por Alfred Brendel El centenario del nacimiento del gran pianista suizo Edwin Fischer (Basilea. ¡886; Ziirich, 1960) se conmemoró, como es obvio, el año que nos dejó recientemente. El articulo que puede leerse a continuación se programó inicia/mente para que apareciese dentro del plazo de la cifra redonda. Retrasos de última hora con el original nos han conducido a traspasar la barrera del ¡986. Pensamos que la personalidad de Edwin Fischer no puede dejarse sin recordar. Contamos, además, con una colaboración extraordinaria, la de Alfred Brendel, gran pianista del presente, que en su condición de discípulo del propio Fischer es una de las plumas más capacitadas para realizar la semblanza del sensacional artista. El legado de Edwin Fischer, junto a sus interpretaciones antológicas recogidas en disco, continúa vivo en los músicos a los que marcó con su seriedad musical y su profundidad en la reflexión. Alfred Brendel es uno de ellos. Su trabajo nos proporciona una nítida imagen del pianismo de Edwin Fischer. N os acordamos de haber visto en escena a ese hombrecillo de ligereza felina, cuya más pequeña fibra parecía vibrar bajo el efecto de una fuerza musical elemental. En su interpretación, salvajismo y ternura estaban íntimamente ligados, y la paz interior sucedía como por encanto a explosiones geniales. Como dijo Alfred Pogar a propósito de un actor, le era tan fácil salir de sí mismo como volver a si mismo. Sus movimientos lentos revelaban tal olvido de si, tal concentración interior que, comparada con la suya, la interpretación de casi todos los otros músicos parecía académica o afectada. Con él la música nos llegaba más directamente que con los demás; cuando él interpretaba parecía disimular menos los sentimientos de su alma. ¿Quién es el músico que ha sabido hacer realidad tan a menudo como él este sentimiento: "Ya no tengo la impresión de ser yo el que toca, pero eso suena"? Furtwaengler, sin duda, cuya muerte impresionó profundamente a Fischer. Lo mismo que a Furtwaengler le gustaba tocar el piano a su forma absolutamente personal, a Fischer le gustaba dirigir. En ello también 70 Scherzo era genial. Su forma de dirigir desde el piano los Conciertos de Bach, Mozart y Beethoven, permanece todavía inigualada. Quien lo dude debería escuchar su grabación del segundo movimiento del Concierto en Fa menor de Bach: desde la primera a la última nota reina la más pura perfección. El solista y el director no deben hacer olvidar que a Fischer le gustaba interpretar música de cámara, acompañar Lieder y enseñar. Las interpretaciones que realizó con Mainardi y Kulenlcampff (reemplazado después por Schneiderhan) representan para nosotros la cima del arte del trío, y cuando acompañaba a Elisabeth Schwarzkopf, el Maestro nos mostraba cómo hay que interpretar los Lieder de Schubert. Como profesor inspiró a dos generaciones de jóvenes pianistas incitándoles a "alejarse del piano para encontrarse a sí mismos", dándoles con esto la regla fundamental de su vida. Como editor ayudó a restablecer el texto original de las obras maestras clásicas, y como escritor encontró preciosas fórmulas, por ejemplo: "Den vida a las obras sin violentarlas". ¿Hay una fórmula más simple para resumir la tarea del intérprete? Eso nos hace pensar en Alfred Cortot a quien Fischer tanto se parecía por la diversidad de sus actividades musicales. Estos dos maestros, ligados por una gran estima recíproca, tenían repertorios totalmente opuestos; se puede decir que en este campo eran complementarios. Fischer se sentía cómodo en la música alemana clásica y romántica, es decir en Bach, Mozart, Beethoven, Schubert y Brahms. Cortot cultivaba con resultados particularmente buenos Chopin, Liszt y la música francesa para piano. Sus universos se encontraban en Schumann. Fischer en su casa gustaba de interpretar a Chopin (tal como me dijo un día), mientras que Cortot alimentaba un amor secreto por Brahms. Fischer era todo menos un pianista perfecto en el sentido académico del término. Angustia,nervios y sufrimientos psíquicos han alterado a veces su interpretación. Pero sabía como nadie evitar caer en un falso sentimentalismo. Y es evidente para el iniciado que sería un error subestimar la técnica que le permite interpretar con una riqueza de expresión tan fantástica. Ésta es manifestaba sobre todo en el sonido del piano magníficamente lleno y aéreo: incluso en los momentos en que la explosión de formas elementales alcanzaba su paroxismo, el sonido mantenía su redondez y su canto se prolongaba en los pianísimos más inauditos. (En el curso de una conversación Fischer comparó un día el sonido del piano al de las vocales. En la práctica musical actual, me decía, se descuida la a y la o en provecho de la e y la i. El carácter agudo y estridente tiene prioridad sobre la belleza y la sonoridad, la técnica sobre la sorpresa. ¿No expresan acaso sorpresa las expresiones ¡ah! y ¡oh!?) Su forma magnifica de poner en relieve las voces medias iluminaba los acordes del interior, y su cantabile realizaba plenamente el deseo de Beethoven: salir del corazón para volver a él. El maestro Edwin Fischer Fischer como profesor: su presencia era electrizante. Cuando cogía por los hombros a las dulces jovencitas y a los jóvenes timoratos, su interpretación de pronto cobraba vida. Algunos gestos de orientación o una palabra de ánimo podían en sí mismos llevar a un ANIVERSARIO alumno a superarse. Cuando Fischer sugería de este modo el sentido de todo un movimiento, los alumnos dotados tenían la impresión de descubrir uno de los secretos de la música. A menudo nos ha ayudado mucho con una anécdota o una metáfora que no hubiera podido hacer con indicaciones objetivas. Prefería mostrar cómo interpretar que dar un curso: en todo momento se sentía él mismo en el piano. Estos instantes eran los más inolvidables de sus clases. Era la época antes de su larga enfermedad, en la que no ahorraba esfuerzos. Era feliz al sentirse rodeado de jóvenes que le daban su confianza, e interpretaba para nosotros como pocas veces lo hacía. Vojvemos a sentir entonces lo que él mismo decía, "que el piano se adorna en ciertos momentos de todos los colores de la orquesta y que en otros produce sonidos que provienen de otro mundo". ¿Qué es el genio en el piano? Es interpretar a la vez de una forma exacta y audaz. La exactitud nos hace sentir que se debe interpretar asi. La audacia nos sorprende y nos fuerza a reconocer que lo que creíamos imposible se realiza. En el contacto con Fischer se podía aprender a ver la diferencia entre magia y oficio. La exactitud puede ser alcanzada también por el hombre de oficio. Pero en lo que concierne a la audacia es necesario ese don de la comunicación que pone al público bajo el encanto de una personalidad. Lo que la interpretación de Fischer tenia de personal, de imposible, era que emanaba de una naturaleza de niño y poseía al mismo tiempo, en las horas privilegiadas, toda la sapiencia de un maestro consagrado. Su autenticidad y su espontaneidad eran las de un niño, lo mismo que el frescor siempre renovado de su sorpresa y la alegría que le producía interpretar, bromear y correr riesgos (se divertía a veces como un loco interpretando sin descanso un Allegro de Mozart). Se reconocería al Maestro por su capacidad de variar las emociones, por la belleza, así como por el extremado refinamiento de su sonido, y no solamente por la concepción sino también por el dominio del conjunto de la obra. En las interpretaciones más felices de Fischer el Maestro y el niño eran indisolubles, no había ninguna divergencia entre ellos. e Foto: EM¡ Scherzo 71 ANIVERSARIO £1 piano según Fischer Interpretar al piano es una ruda disciplina. El trabajo (clasificar, poner en limpio, fijar, restituir una obra) puede volverse contra el que lo lleva a cabo. Se puede ejercer sobre la interpretación un control parecido a una coraza, a un corsé o a un traje hecho a medida. En los momentos privilegiados ese control puede parecer ligado al azar. No conozco una forma más apasionante de controlar la linea pianística con todos sus matices que la de Fischer en sus ejecuciones del movimiento lento del Concierto en Fa menor de Bach, en los largos pasajes de la Fantasía en La menor o en algunas piezas de El clave bien temperado (estos ejemplos serían suficientes para hacer retroceder a los detractores de la técnica de Fischer). Pero esta tensión no tiene nada de opresiva, más bien libera. La interpretación de Fischer guarda siempre un lado no domesticado, incluso cuando es extremadamente disciplinada. "En la obra de arte es necesario que el caos se transparente por detrás del velo de! orden", dice Novalis. En Fischer el orden no revela nada del constreñimiento de la razón: es una creación realizada en un estado de inocencia. ¿Toma el control aquí, como en el gran Cortot, la máscara de la improvisación? Se podría hablar más bien de un movimien1 •.< circular: partiendo de la improvisación el pianista pasa por un esi.i do de consciencia extremadamente aguda antes de volver a la improvisación. Hay pianistas cuya ejecución es tan previsible que sólo un sincope del intérprete provocaría una agradable diversión. Fischer sabía sorprender en cada nota, sus caprichos de niño podían incluso a veces poner los pelos de punta (por ejemplo en sus terribles cadencias) y su nerviosismo podía ser terrorífico. Hay pianistas que viven como parásitos en ciertos fragmentos de música, hay verdaderas hienas de la escena que se lanzan sobre las obras maestras como sobre la carroña. Fischer era de los que dan; sabía expirar y aconsejaba a sus alumnos hacer cada mañana ejercicios de expiración (todo el mundo sabe inspirar). Esta expiración musical era posible gracias a una técnica de distensión particular. Dicha técnica permite explicar ciertas imprecisiones, que a fin de cuentas no tenían ninguna importancia, 72 Scherzo puesto que su interpretación ganaba con ellas enormemente. "Quieren hacer ustedes demasiado" decía a los que estaban demasiado tensos y eran demasiado concienzudos. Pero la influencia de Fischer no era solamente liberadora. Llegaba a dar nervio a las naturalezas flemáticas, para hacerles expresar aunque fuera un poco de personalidad. No dudaba en mostrarse riguroso cuando se trataba de poner en relieve las grandes articulaciones: lo esencial para él no era descortezar para hacer aparecer los diferentes elementos, sino relacionarlos, reunirlos para que el menor detalle fuera percibido en relación con el conjunto. ¿Cómo hacer captar, para los que nunca asistieron a uno de sus conciertos, la impresión que causaba su interpretación? En los años cincuenta un profesor de una orquesta vino a verme después de un ensayo. Me explicó que había formado parte de la Orquesta de Cámara de Edwin Fischer y que siempre vivía en ella con el pensamiento. Durante las giras de la orquesta los Conciertos de Bach habían sido cada vez un nuevo descubrimiento para él. Volviendo a recordar cierto pasaje todavía hoy, veinticinco años después, se le ponía la carne de gallina. "Mire", me decía levantando su manga. Fischer tenia miedo de los micrófonos, sobre todo después de la última guerra. Una grabación como la de la Sonata en Fa menor de Brahrns no da más que un sólo momento —el de la entrada del tema patriótico en Re bemol mayor en el último movimiento— la idea de la forma en que concebía esta obra. Felizmente se encuentran otros discos de él que permiten acercarse bastante más a la realidad desde su interpretación. Algunos pueden incluso servir de referencia para una ejecución perfecta, desprovista de todo manierismo y que escapa a toda visión temporal. Entre sus antiguas grabaciones me parece que los Conciertos de Mozart K.466 y K.491, así como los Impromptus de Schubert son al lado de sus numerosas y magníficas interpretaciones de Bach, particularmente preciosas; entre las últimas recuerdo el Concierto en Do mayor para tres pianos de Bach ANIVERSARIO (con Dotiald Smith y Dennis Mathews) y el Concierto Emperador de Beethoven bajo la dirección de Furtwaengler. Aunque el Concierto en Do mayor no lo interpretó con sus acompañantes habituales, que formaban parte de sus grupos de alumnos, la obra fue ejecutada en una sola toma; es en ella donde aparece el don de la comunicación que tenía Fischer. £1 disco de los Lieder de Schubert con Elisabeth Schwarzkopf y la grabación de la Sonata en So! mayor de Brahms con Gioconda da Vito, son los productos más puros de su último estilo tan refinado. Las interpretaciones del Trio Fischer no viven desgraciadamente más que en el recuerdo de los que asistieron a sus BACH-BUSON1: Orgelbüchiein n. e 41, BWV. 639: coral "Ich rufzu dir". (Berlín, 1941/42, EMI)'. Preludio y triple fuga. BWV. 552. (Londres, 25/4/33, EMI). DISCOGRAFIA BACH-FISCHER: Concierto n. & 3 en Re menor, BWV. 974. (sólo Adagio). (Londres, 25/11/33, EMI). Ofrenda musical, BWV. 1079: Ricercare a 6 voces. Orquesta de Cámara Edwin Fischer. (Berlín, enero 1933, EMI). J. S. BACH: Concierto en Re menor, BWV. 1052. Orquesta de Cámara Edwin Fischer (Berlín, enero 1933. EMI). Concierto en La mayor, BWV. 1055. Orquesta de Cámara Edwin Fischer. (Berlín, octubre 1936. EMI). Concierto en Fa menor, BWV. 1056. Orquesta de Cámara Edwin Fischer. (Berlín, abril 1938. EMI). Concierto en Do mayor, BWV. 1061. Ferry Gebhardt (2.0 piano). Orquesta Cámara Winterthur. (Munich, 6/5/51, ARB). Concierto en Do mayor, BWV. 1064. Ronald Smith y Dennis Matthews (2.a y 3<r. piano). Orquesta Filarmonía. (Londres, 15/5/1950, EMI)s Concierto de Brandemburgo. n. 2. BWV. 1047. Orquesta de Cámara Edwin Fischer. (Berlín, 1941/42, EMI). Concierto de Brandemburgo n. s 2. BWV. 1047. Orquesta Filarmónica (Londres, febrero 1953, EMI). Concierto de Brandemburgo n. Q 5, BWV. 1050. Orquesta Filarmonía (Londres, octubre 1952, EMI). El clave bien temperado, BWV. 846-893. (Londres, 25/4/33y6/6/36,EMl). Fantasía cromática y fuga, BWV. rtíocljcr 903. (Berlín, octubre 1931, EMI). Fantasía en Do menor. BWV. 906. (Londres, 31/5/49, EMI). Fantasía y fuga en La menor, BWV.904. (Londres, 5/3/37, EMI). Fantasía en La menor, BWV. 922. (Londres, 5/3/37, EMI). Suite n. Q 3 en Re mayor, BWV. 1068 (sólo el 2.2 mov. "Aria"). Orquesta de Cámara Edwin Fischer. (Berlín, 13/10/36, EMI). Toccatan. 9 3 en Re mayor, BWV. 912. (Berlín, 1941/42, EMI). BEETHOVEN: Concierto n. Q 1, Op. 15. Orquesta de Cámara Edwin Fischer. (Berlín, 1943, Discocorp). Orquesta Filarmónica de Viena. (Salzburg, 30/7/51, Archivo Edwin Fischer). B Concierto n. 3, Op. 37. Orquesta Filarmonía (Londres, mayo 1954, EMI). Concierto n. » 4. Op. 58. Orquesta Radio Bávara. Dir.: Eugen Jochum (Munich, 8/11/51, ARB). Orquesta Filarmonía (Londres, mayo 1954, EMI). Concierto n. s 5, Op. 73, "Emperador". Orquesta Radio Berlín. Dir.: Herma nn Scherchen (Berlín, 15/5/30, ARB). conciertos. Es esta una de las más graves omisiones cometidas por la industria del disco. Asi se puede dar uno cuenta de cómo la documentación musical de esta época está incompleta. © Ai/red Brendel Traducción: Enrique Pérez Adrián Orquesta Estatal de Sajonia. Dir.: Karl Boehm (Berlín, 1941/42, EMI). Orquesta Filarmonía. Dir.: Wilhelm Furtwaengler (Londres, febrero 1951, EMI). Gran Fuga, Op. 133 (arreglo para orquesta de cuerda). Orquesta de Cámara Edwin Fischer (Berlín, 1939/41, EMI). Sonata en Re mayor, Op. 10-3. (Londres, mayo 1954, EMI). Sonata en Do menor, Op. 13, "Patética ". (Londres, noviembre 1938, EMI). Sonata en Fa menor, C~J. 57 "Appassionata ". (Londres, octubre 1952, EMI). Sonata en Re mayor, Op. 28, "Pastoral". (Salzburg, 28/7/54, Cetra). Sonata en Do mayor, Op. 53, "Waldstein". (Salzburg, 28/7/54, Cetra). Sonata en La bemol mayor, Op. 110. (Londres, 8/11/38, EMI). Sonata en Do menor, Op. 111. (Londres, mayo 1954, EMI). Trío en Re mayor, Op. 70-1. Con Schneiderhan y Mainardí, (Salzburg, 8/853). Trío en Si bemol mayor. Op. 97, "Archiduque". Con Schneiderhan y Mainard (Salzburg, 9/8; 52, Cetra). BRAHMS: Balada. Op. 118-4, Intermezzo. Op. 117-2. Rapsodia, Op. 79-2, Intermezzo, Op. 117-1. (Londres, 21/2/47. EMI). Concierto n. s 2. Op. 83. Orquesta Filarmónica de Berlín. Dir.: Wilhelm Furtwaengler (Berlín, 11/42, EMI). Cuarteto n. ? i, Op. 25. Con Brero, Nel y Schürgers (Berlín, 1939/1941, EMi). Sonata n. Q 3, Op. 5. (Londres, 30/5/49, EMI). Sonatas 1 y 3. Op. 78 y 108. Con Gioconda da Vito. (Londres, mayo 1954, EMI). Trio n. o 1. Op. 8. Con Schneiderhan y Mi inardi. Sitierío 73 ANIVERSARIO (Munich, 30/11/53, Discocorp). Trío n. o 2, Op. 87. Con Schneiderhan y Mainardi. (Munich, 2/12/51, Discocorp). FURTWAENGLER: Concierto sinfónico, sólo el 2.Q movimiento. Orquesta Filarmónica de Berlín. Dir.: el autor. (Berlín, agosto 1939, EM1). HAENDEL: Chacona en Sol mayor. (Berlín, octubre 1931, EMI). Suiie n. B 3 en Re menor. (Londres, 8/8/1934, EMI). HAYDN: Concierto en Re mayor, Op. 21. Orquesta Filarmónica de Viena (Viena, 1943,s Discocorp). Sinfonía n. ¡04 en Re mayor, "Londres ". Orquesta de Cámara Edwin Fischer. (Berlín, 11/4/38, EMI). MOZART: Concierto n. e 17, K. 453. Orquesta de Cámara Edwin Fischer. (Berlín 7/5/37, EMI). Concierto n. B 20, K. 466. Filarmónica de Londres. (Londres, 24/11/33, EMI). Orquesta Radio Bávara. Dir.: Eugen Jochum. (Munich, 10/12/54, Discocorp). Concierto n. & 22, K. 482. Orquesta dirigida por Sir John Barbirolli. (Londres, 6/6/ 35, EMI) Condeno n. B 24, K. 491. Filarmónica de Londres. Dir.: L. Collingwood. (Londres, 3/3/37, EMI). Condeno n. B 25, K. 503. Orquesta Filarmónica. Dir.: Josef Krips. (Londres, 10/10/47, EMI). Fantasía K. 396. (Londres, 28/8/34, EMI). Fantasía, K. 475. (Berlín, 1941/42, Discocorp). Romanza, K. Anh. 205. (Berlín, 1941/42, EMI). Rondó en Re mayor, K. 382. Orquesta Radio Bávara. Dir.: Eugen Jochum (Würzburg, 28/6/54, ARB). Serenata, K. 361. Orquesta de Cámara Edwin Fischer (Berlín, 1939/1941, EMI). Sinfonía n. e 33, K. 319. Orquesta de Cámara Edwin Fischer (Berlín, 13/10/36, EMI). Sinfonía n. ^Í5, K. 385, "Haffner " Orquesta de Cámara Danesa. (París, 1953, Cetra). Sonata n. s ¡o, K. 330. (Londres, 6/3/37, EMI). Sonata n. e 11, K. 331, "Turca". (Londres, 28/4/53, EMI). Trio n. 94, K. 548. Con Schneiderhan y Mainardi. (Salzburg, 9/8/52, Discocorp). SCHUBERT: Fantasía Wanderer, D. J60. (Londres, 22 y 24/5/1934, EMI). Impromptus, D. 899 y D. 935. (Londres, 8 y 9/3/1938, EMI). 12 Lieder. Con Elisabeth Schwarzkopf. (Londres, octubre 1952, EMI). Momentos musicales, Op. 94. (Londres, 18/5/50, EMI). SCHUMANN: Fantasía Op. 17. (Londres, 30 y 31/5/1949, EMI). Trío n.e I. Op. 63. Con Schneiderhan y Mainardi. (Salzburg, 8/8/53, Discocorp). Enrique Pérez Adrián octubre 1986 ORQUESTA SINFÓNICA Y C 0 R 0 DE R.T.V.E. T I TEATRO KEAL TEMPORADA 1985-86 Dt-U-Híuht General: Miguel Alonso / limlttr: Miguel Ángel Gómez Martínez Z. KODALY: Febrero PROGRAMA B: tuevei. 26 - Viernes. 27 D U H dr (Muta Z KODALY: M t e d e >H«ry PROGRAMA 16: Juevcí. S - Viernes. 6 A. WEBERN: ftaacacHt, Op. 1, iwa orquetta W. A. MOZART CondcrU n.' S a i Li mayor, KV. I I * p a n vbUn y a m u u l a SolisU. LUIS NAVIDAD P. 1- TCHAIKOWSKY: n .• 4 en F» mtmor, Op. 36 Director: HEINZ WALLBERG PSOGRAMA 17: Jueves. 12 - Viemea. 13 W. A MOZAKT: Sinlbata ntma. 9 eo Do, KV. 71 S. RACHMAN1NOFF: Caadcrto aúa. 3, par* plano y orquesta SoVMK JOAQUÍN ACHDCAlUtO 74 Scherzo Dircclor: WALTER WELLER J. S. BMZH: Concierlb para oboe de a n o r y Solisl». JESÚS M" CORRAL A. BRUCKNER: a* 7 en MI mayor Director: VÍCTOR rXBLO PÉREZ PROGRAMA 18: Juevei, 19 - Vieron, 10 M RWEL U M b«rta t o b n d Océano E. Marzo PROGRAMA 21: Jueves, 12 - Viernes. 13 EUJAR: Coactarto ea MI menor, Op. BS, para rioknchda y oinuerta SdiJU ARTURO MURUZABAL J. L. de DÉLAS .L* murique M Talr C DEBUSSY: D Mar Dueoor ARTURO TAMATO J. BRAHMS: Concierto n.* 2 en Si bemol mayor, para piano y orquesta, Op. 83 Soiisu: ALEXIS WEISSENBERG A. ROUSSEL: i j ArkMW 1.' y 2." Suitei Director: THEODOR GUSCHLE^UER HISTORIAS DE LA MÚSICA unctum contra punctumQJu L A orden de San Nicolau Maru, en Transilvania, fue fundada a comienzos del siglo íx por el monje Nicósimo: un limosnero analfabeto a quien el Altísimo se sirviera ungir con la Gracia de los Números. Este don, raramente reseñado en la teología, otorga la capacidad de conocer intuitivamente y sin cálculo previo el resultado de todas las operaciones aritméticas posibles, nombrando con clarividencia las proporciones en que puede dividirse la unidad de una manera armónica. De ahí que tanto la geometría como la música fuesen materias de las que el humilde monje poseyese un saber inagotable, brotando por su boca tanto el álgebra de Euc lid es como la acústica de Pitágoras, sin necesidad de la reflexión y sin la servidumbre de la fatiga. Un año antes de su tránsito, Nicósimo legó su conocimiento a sus discípulos, haciéndolo recoger por escrito al único entre ellos conocedor de tal arte. Este empeño quebrantó la salud del religioso, que se esforzara día y noche en dictar retoques y correcciones, urgido por un final que conocía cada vez más próximo. Ya en su lecho de muerte reunió a la comunidad, les habló de la Divina Armonía y les instó al conocimiento y difusión de su enseñanza, preservada en una considerable cantidad de volúmenes que abarrotaban su celda. Luego expiró, serenamente. Durante los primeros años el trabajo de interpretación pareció destinado al fracaso: ninguna de las lenguas conocidas ofrecía, al confrontarse con los manuscritos, otra cosa que meros laberintos sin lógica ni orden. Con más buena fe que prudencia algunos monjes dieron en ensayar soluciones cabalísticas: esta débil hermenéutica proliferó con rapidez infecciosa, y solamente la decidida actitud prioral fue capaz, no sin grandes obstáculos, de poder finalmente erradicarla. Durante muchos años se prohibió la consulta de los libros, que comenzaron a venerarse como objetos casi sacrales. A comienzos del siglo undécimo llegó al convento un joven procedente de la lejana ciudad de Arezzo con la declarada intención de profesar, que vio cumplida un año más tarde. La delicadeza de sus modales y la discreción de su discurso delataban su elevada cuna, pero nadie, salvo el Abad en confesión, supo de su familia ni de sus maestros. Al siguiente dia de su consagración le fue permitido examinar la olvidada escritura. Bajo su dirección, el trabajo progresó sensiblemente y, hacia el final de su vida, se había logrado establecer la comprensión del texio. Es sabido cómo, en ciertas lenguas, los signos alfabéticos poseen la doble función de representar los grados de las escalas a la vez que el correspondiente indicador fonético. Por su parte, la posición de los signos sobre el papel, su color y tamaño relativo, ofrecían una pluralidad de significación que el manuscrito dilataba hasta el paroxismo y el vértigo. La investigación reveló finalmente una mezcla de palabras, fórmulas matemáticas y notación musical que lo mismo podia entenderse como un tratado escatológico que geométrico, o bien como una descomunal partitura. El movimiento de las estrellas era su declarado objeto, pero esa meticulosa cosmogonía se hallaba representada por piezas musicales independíenles, o tal vez fragmentos de una única e interminable pieza. La escritura se distribuía en varias líneas paralelas, como si el texto hubiera de interpretarse a varías voces simultáneamente, de modo difícil de imaginar. Esa disposición había sido intuida por Nicósimo, según se decía, al observar una carta celeste sobre la que, por azar, acertase a caer un trozo de vidrio durante la construcción del convento. Las negras lineas del emplomado, al superponerse con los dibujos que los astros seguían en el orbe celeste, habían generado en la mente del monje la imagen de una música ramificada y plural cuyas voces se acercaban y se alejaban en una plenitud armónica sin parangón. El texto se extendía a la vez en el Tiempo y en el Espacio, de modo que cada línea seguía el curso de una estrella en su viaje de los siglos, del que la música era el reflejo sonoro. Al converger y diverger con las otras, las voces indicaban en cada compás (equivalente a cada página del códice) la precisa evolución del Universo sobre el presente de la Eternidad. Las distancias entre los cuerpos estaban representadas por las diferencias de intervalos y sus duraciones proporcionales, consonando por quintas y por cuartas en los trígonos y los sextiles y disonando por séptimas y novenas en las oposiciones y cuadraturas. Asi, cualquier acontecimiento astronómico quedaba determinado por la conducción de las voces y los acordes en que confluía el diálogo de las infinitas criaturas celestes. Poco tiempo después de la muerte del aretino, la orden de San Nicolau desapareció, como lo hace el día al llegar la noche. De su final dan cuenta hipótesis diversas: según la primera de ellas, el Universo no tolera las duplicaciones y, cuando los monjes acometieron la ejecución musical del códice, el Cosmos se estremeció y el Monasterio se disolvió en el Tiempo, o bien se trasmutó a un tiempo diferente, vedado a la comprensión de los hombres. Según otra conjetura, la orden su fundador y su desmesurado textt» no pasan de constituir una de tantas leyendas con que los mortales intentan mitigar su nostalgia de la inmortalidad. La tercera hipótesis, quizá más verosímil, establece que los monjes, habiendo alcanzado la sabiduría como punió final de su tarea, resolvieron incorporarse al Siglo bajo la forma de una Fraternidad Secreta, ofreciendo el fruto de su conocimiento tan sólo a quienes se mostrasen capacitados para comprenderlo, entre los que cada hermano elegiría a su continuador, transmitiéndole la clave de su musical criptografía. La escuela fue creciendo y alcanzó su cénit hacia el ano 1600, declinando lentamente en los siglos sucesivos. El último de sus miembros falleció en Leipzig el 28 de julio de 1750: fue el organista más grande de su época, y sus composiciones (fragmentos, como las de sus antecesores, del Códice del Firmamento) siguen hoy en día causando el asombro de las gentes por su inigualable plenitud y su perfecta serenidad. Daniel Jordán Scherzo 75 ANIVERSARIO DE SCHERZO CONCIERTO CONMEMORATIVO DE SCHERZO J Í4 L y como hemos venido anunciando en números anteriores de esta revista, tuvo lugar, el 23 de diciembre último, en el Teatro del Circulo de Bellas Artes, un concierto conmemorativo del nacimiento de esta publicación. La pianista Cristina Bruno, que reaparecía en la villa y corte con todos los honores, quiso sumarse a la efemérides con un programa de bigote en el que, según lo adelantado, se incluían nada menos que la Partila n.° 1 de Bach. los 24 Preludios de Chopin y sendos Scherzos escritos expresamente para la ocasión por José Luis Turina y Eduardo Rincón, compositores de reconocidos méritos y probada sabiduría. El acto convocó, en una fecha no precisamente propicia dado su carácter semivacacional, a un numeroso y distinguido público —amigos y enemigos incluidos—, que, lógicamente, prefirió no perderse la suculencia del manjar musical ofrecido ni la posibilidad de salir en las revistas del corazón (por cierto: ¿dónde estaban sus prometidos sabuesos? Nos dejaron compuestos y sin fotos). Todos acudieron en masa bloqueando puertas y accesos, colmando la enorme sala, que vio ampliamente desbordado su aforo de setecientas localidades. Los asistentes, prendidos en la magia de la música desgranada por los hábiles dedos y la sensibilidad de la pianista, guardaron, a despecho de catarros, resfriados y gripes propias de la estación, un sepulcral silencio solamente alterado por dos o tres tímidas tosecillas inmediatamente acalladas con la fulminante expulsión. Los hados, por tanto, fueron propicios para el festejo, para el gozo del espíritu y para que el concierto, con lodo su ambiente, pudiera ser registrado por los estratégicos micrófonos que en su momento trasladarán al disco el evento y lo llevarán a la justa y merecida inmortalidad. Algunos dignos prebostes de la critica madrileña (no todos, como la causa pedia), conspicuos y queridos amigos, han tenido a bien, y se lo agradecemos, dar cuenta en sus órganos de difusión del acontecimiento y sus circunstancias, como el lector, sin duda fiel, tendrá oportunidad de comprobar leyendo nuestra revista de prensa adjunta. Al final se sirvió una copa de vino español. La revista musical SCHERZO ha conmemorado su primer aniversario de la mejor manera: ofreciendo música. Música del gran repertorio, pero también páginas españolas escritas especialmente para la ocasión. Y además, la reaparición de una intérprete a la que todos queremos y admiramos. Quizá es imposible una mayor convergencia de circunstancias felices. El teatro de] Circulo de Bellas Artes se llenó de un público entusiasta, que apreció e! regalo en lo que valia, aplaudiendo muchísimo. Cristina Bruno no es sólo una de las pianistas españolas más destacadas de su generación, sino una de las figuras indiscutibles en nuesiro panorama artístico. Su sensibilidad resulta evidente, a través de un dominio de los estilos, tan inteligente como cordial. Luchando con el frío siberiano de la sala y con un piano que debe estar bastante baqueteado, el pobre, Cristina nos ofreció las músicas, tan distintas, de Juan Sebastián Bach y de Chopin. De Bach, la Primera partita en una clara versión. Sólo un pequeño reparo, el excesivo predominio de la mano derecha sobre la izquierda. En la segunda parte, una apasionada e impulsiva interpretación de los Preludios chopinianos, es decir, el Chopin más concentrado. Hubo propina. Los dos obras encargadas por la Revista para su estreno en este recital se tiiulan, sencilla y naturalmente, Scherzo. El de José Luis Turina es una preciosa obra. José Luis se afirma cada vez más como uno de los grandes valores en la música española actual. Escribir para piano en lenguaje de nuestro tiempo es muy difícil, ya que no se tiene el recurso de la variedad timbrica. Hay que tener un gran poder de invención para que una obra pianística resulte nueva, interésame y original. José Luis Turina ha demostrado que el rigor formal y la técnica más firme no son, ni mucho menos, incompatibles con la libertad y la fantasía. Su Scherzo es muy pianístico y muy directamente atractivo, con su potencia y sus ráfagas tradicionales. Escuchándolo, creímos advertir la presencia de dos sombras protectoras. Las de dos grandes del teclado: el generoso Albéniz y el visionario Scriabin. Esta obra merece entrar inmediatamente en el repertorio. Nos gustarla escuchar más música del ya veterano Eduardo Rincón, al que le debemos un buen trabajo sobre Peña y Goñi. No sabemos la causa del aislamiento de este excelente músico. Su Scherzo demuestra la seguridad de un hombre que sabe muy bien lo que quiere y que sirve a la música desde convicciones profundas. Cristina Bruno, con la memoria a punto, sirvió a la música nueva como a la de repertorio. Carlos Gómez Amat S.E.R. Radio Madrid F.M. 76 Scherzo ANIVERSARIO DE SCHERZO Celebración modelo. "Scher?o" conmemora su primer año de servicios musicales brillantes, con un programa de alta calidad y perfecto sentido por intérprete española de clase, que recuperamos después de un prolongado silencio. Con dos obras capitales en la historia del teclado y dos estrenos absolutos de músicos nuestros, en presencia de sus autores y que adoptan el mismo título de la revista centro del festejo. Con propósito de publicar las versiones que escuchamos y una respuesta ejemplar del público: en el lleno, a hora y en día nada propicios, el silencio, el aplauso... y el aguante de una temperatura, terrible "handicap" para la pianista, mucho menos bonancible que la artística. Si; con el Círculo de Bellas Artes colmado. Cristina Bruno ratificó la verdad de una clase fuera de lo común. Es artista que nada tiene que ver con el intérprete, incluso con el buen ejecutante rutinario. Ella crea música, la sirve con una personalidad sensible, una distinción natural reflejada en el sonido y el fraseo y una técnica primorosa y refinada, sin perjuicio de circunstanciales motas - ¡por favor!: escribo "motas", no se confunda en la transcripción con "notas"— que impiden realizaciones meca nías tas si más perfectas, quizá de menos quilates artísticos. Lo primero que hemos de aplaudir en Cristina Bruno es su tan distinto concepto del Bachde la "Primera partita" y el Chopin de los "Veinticuatro preludios". Sobre todo, en el tipo de sonoridades, que convierten al mismo piano en instrumentos distinlos. Y siempre con calidad de una expresión tan lejos de la asepsia como del exceso. Versiones musicales de una gran intérprete. Espléndida la idea: encargar a dos compositores de hoy, aunque de generaciones diferentes, la escritura de sen- das obras, tituladas precisamente como la revista y la contrastada forma musical: "Scherzo". El de José Luis Turina — 1952— es un gran acierto. Obra pianística, que emplea el teclado en toda su extensión y lo hace con un virtuosismo coherente. Puede ser que en la adoptada fórmula ABA el período central resulte un punto desproporcionado con respecto a los extremos, pero el conjunto es feliz y la página merece persistir en el repertorio. La de Eduardo Rincón - -1924— no me hizo sentir la reserva de brillantez, por pre- mura en el trabajo, que el compositor apunta en el programa. Cierto que el curso no es dramático, profundo, pero sí con momentos de, llamaríamos, reflexión, que silencios y calderones subrayan. El resultado es plausible. La reproducción de Cristina Bruno, que tocó ambos estrenos de memoria, admirable. Y las ovaciones del público para compositor, intérprete y organizadores, harto justificadas. Amonio FERNANDEZ-CID ABC BELLO ANIVERSARIO La revista "Scherzo" cumple esle mes un añito de su existencia. Se trata de un publicación musical de características muy marcadas, elegante formato, cuidada presentación y un contenido orientado a interesar al aficionado más clásico, es decir, abundante información discográfica, culto a los héroes de la interpretación y atención constante a los divos, así como a la pequeña crónica del diario acontecer en lo que respecta a la música clásica. En este contexto de publicaciones (que no es nuevo y que espióla el único sector existente de aficionados) "Scherzo" ha traído una bocanada de aire fresco. Sin duda el aficionado que pida un debate cultural profundo en la vida musical — y no constantemente circular—, pediría más, pero es evidente que ese aficionado escasea y no forma un cuerpo capaz de mantener una publicación. Pues bien, los muchachos de "Scher- zo", con el juvenil impulso de su breve andadura, han organizado un concierto, dedicado a celebrar su primer aniversario, de características muy estimables, sorprendentes incluso: dos estrenos (dos "scherzos", naturalmente), encargados a José Luis Turina y Eduardo Rincón, respectivamente, enmarcados en dos monumentos de la música para teclado, la "Suite núm. 1", de Bach, y los "24 preludios", Op. 28, de Chopin. La encargada de lidiar con este exigente y bello programa es la pianista Cristina Bruno, una intérprete que se prodiga poco, pero de la que el aficionado conserva una inmejorable impresión. Todo ello en la sala Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes, el martes 23, a las 9 de la noche, y, además con entrada libre. Feliz cumpleaños. Jorge Fernández (Juerra LA Guia del Ovio Scherzo 77 JAZZ U N reciente viaje-relámpago a Roma tenía mucho que ver con el fútbol, pero se convirtió inevitablemente en una lucha tenaz contra las eternas tentaciones pasionales, lucha perdida de antemano, ¿hace falta decirlo? Nada más pisar el aeropuerto Leonardo da Vinci surgió el jazz, no a través de los altavoces, que en el mundo entero parecen negados a la bella música, sino en el primer quiosco de periódicos. Ahi estaba el último número de la magnifica revista Música Jazz, a ocho mil liras, que incluía un disco-regalo con una serie de grabaciones de Sarah Vaughan que llevan años en mi colección. Pero el detalle no dejaba de tener su gracia: yo que había venido con el firme propósito de no cargarme de discos en este viaje, me veia en posesión de uno ya a los dos minutos de la llegada... En el autobús que me llevó a la Stazione Termini tenía tiempo de leer atentamente la revista: un sinfín de críticas de recientes conciertos y reseñas de discos nuevos, un amplio informe sobre la presencia del jazz en el creciente mercado de video, la larga introducción a un interesante libro sobre el gran pianista italiano, Gíorgio Gaslini, que sigue siendo absolutamente desconocido fuera de su país (G. C: vita, lotle, opere de un protagonista della música contemporánea, Franco Muzzio Editore, Padova, 1986, 208 páginas, 20.000 liras). Luego resultó que todas las librerías romanas estuvieron cerradas durante mi estancia que coincidía con el fin de semana. Tendré que pedir a algún amigo un ejemplar de ¡a obra de Adriano Bassi. Mi hotel estaba muy cerca de la estación, y como llegué varias horas antes de los demás componentes de la excursión balompédica, me puse a pasear con el fin de revivir un lejano pasado en aquella ciudad casi olvidada. Rápidamente me perdí en un laberinto de calles oscuras, y como dirigido por el azar (pero a estas alturas ¿quién cree todavía en el azar?) di con la Via dei Mille, donde, fíjense, se encuentra, como descubrí, en seguida, Millerecords, nada menos que la tienda especializada más importante de la capital italiana en lo que a la música, y sobre todo el jazz, concierne. ¿Quién resiste tan deliciosa tram78 Schcizo EPISODIOS \ De.xier Cordón cunto Dale Turner en "Round Midnighl" pa? Naturalmente entré y me presenté a Roberto Manganini que, rodeado de otros graníticos aficionados, me saludó como si de un viejo amigo se tratara y no tardó en introducirme en sus tesoros. Y afanoso como un recién llegado, como un apenas iniciado deseoso de encontrar su propio camino, volví a la extraña, interminable búsqueda de siempre. De repente se me fueron dos o tres horas, y salí atormentado de allí para volver al día siguiente pagando la friolera de 289.000 liras por los casi cuarenta discos indispensables que había logrado separar dejando otros laníos para la próxima visita. La verdad es que Manganini, acostumbrado a tratar con coleccionistas incurables, se portó como un caballero y me hizo una suculenta rebaja, pero aún así estaba claro que me había, de golpe, autoexcluido de los otros placeres, sin duda inferiores, que ofrece la ciudad eterna. Cuando volví a la realidad, descubrí que me había quedado casi exclusivamente con los pianistas (Ran Blake, Paul Bley, Kenny Barron, Martial Soiat, Wynton Kelly...) y los saxofonistas (Sonny Rollins, Big Nick Nicholas, Charlie Rouse, Paul Quinichette, Clifford Jordán, David Murray, Eric Dolphy, Dexter Gordon...) dejando de lado casi todo lo que los italianos ofrecen en sus múltiples sellos (Red Record, Soul Note, Black Saint, Gala, Splasc(h)...), en su mayoría desconocidos en España. Pero había que poner fin a aquella locura. El domingo saqué fuerzas de flaqueza y me lancé por el clásico circuito turístico, que es como volver atrás en el tiempo buscando la propia juventud. Todos los famosos monumentos que llevan siglos sin cambiar seguían igual, claro está. La visita al Coliseo, al Foro Romano, a la Pizza Navona, a la Fontana di Trevi y tantos otros lugares tópicos era obligada aunque bastante aburrida por ser precisamente día festivo, con lo que ello supone de multitudes anodinas en las grandes ciudades. Y una vez más me salvó la música. Al pasar por la Piazza Capranica vi con asombro que, en el cine de] mismo nombre, daban Round Midnighl, la ya famosa y tan elogiada película del director francés Bertrand Tavernier que estuvo a punto de llevarse un premio del último festival de Venezia con este emocionante homenaje a los legendarios jazzmen Bud Powell y Lester Young, unidos en un solo personaje. Dale Turner (alias Dexter Gordon). La obra no se estrenará en España hasta bien entrado el nuevo año, y al otro lado del Mediterráneo lleva ya varios meses en cartel,.. ¡Qué cosas! Nadie en mi situación lo habría pensado dos veces. Busqué en el bolsillo las penúltimas 7.000 liras que valía la entrada, y me dejé caer en una butaca en el mismo instante de apagarse las luces en ia sala. Los 133 minutos que siguieron son difíciles de describir. Fueron como un hermoso slalom una y otra vez frenado por algo cercano al sadismo, un continuo zigzag entre la emoción más honda y la brusca sensación de presenciar lo absurdo. Cada vez que Gordon, magnífico en su papel de músico maltratado por la vida, levantaba su saxo tenor para soplar, como sólo él lo sabe, penetramos en la verdad, y cada vez que abría la boca para hablar parecía la mentira más descarada. La película, que sin lugar a dudas es una obra maestra, estaba doblada, JAZZ y oír a un músico americano hablar en italiano, o en cualquier otro idioma que no es el suyo, resulta sencillamente repugnante. Hagamos votos para que se presente esta gran película, la más auténtica jamás realizada sobre el mundo del jazz, en versión original en España. Lo otro no sólo es una chapuza sino un sacrilegio. Claro, la falsificación no llega a afectar las escenas donde el protagonista habla por gestos que son los momentos más inolvidables. Esta dicción manual tan dexteriana fue precisamente la que convenció a Tavernier haciéndole abandonar la idea de elegir a Archie Shepp para el papel del anciano saxofonista que se acerca inexorablemente a su fin. Ah, con tantos impactos musicales se me olvidó comentar el partido de fútbol que era el verdadero objeto del viaje a Roma. A mí me CLAMDRÉ<f* ALBURQUERQUE. 14 JUMO Man Nbao FEBREROS 1 al T. GRUPO MADRID JAZZ «al 17: l.OU BtNNEl I RIO 18 M 23: LA CLAMORES D1XIEI.AND JAZZ BAND 24 al I MARZO: I A B1G BAÑO DEI FORO J A Z Z EN VIVO CADA DÍA PASES: 11,30 y 1,30. «a a: Una escena de "Round Midnight" en el jamoso club Blue Norte. En el centro Dexler Cordón como Dale Turner. dieron un puesto en el mediocampo de mi equipo, y empatamos a cuatro después de noventa feroces minutos sobre un campo sin hierba, en las afueras de la metrópoli y muy cerca de un campamento de gitanos. Era mi primer match internacional en varios años, e internacional fue, ya lo creo. Once daneses se enfrentaron amistosamente, es un decir, a una selección compuesta por italianos, brasileños, españoles, griegos, turcos y finlandeses, más un jugador checo con un pasado glorioso en la primera división holandesa que, más tarde, le valió el puesto como seleccionad or nacional de Costa Rica. El arbitro de la contienda se retiró en el segundo tiempo cuando un elemento del equipo adversario se metió creo que con su madre, y el substituto pitó un penalti en el último minuto. Un agresivo carioca tiró fuerte a gol, y para no acabar el partido con una conmoción cerebral, defendiendo tanto nuestra portería como mis imprescindibles gafas, se me ocurrió alejar el balón con el puño en lugar de con la cabeza. De esta manera salvé un gol cantado, e I van, así se llamaba el famoso checo, falló el indiscutible penalti, como últimamente suele ocurrir en Italia. Según la prensa, que eramos nosotros mismos, el espectáculo fue digno de ver, y el resultado justo. Sigo, sin embargo, prefiriendo la audición de la música a la práctica del fútbol, la verdad sea dicha. Volvi cojo, pero el breve viaje, en su conjunto, valió ta pena, créanme. ,-., , _ , Ebbe Traberg TORROELLA DE MONTGRI {Costa Brava) 20 ENCUENTRO INTERNACIONAL DE MÚSICA DE CÁMARA CON LA CAMERATA LYSY (1-21 jubo) DIRECTOR: ALBERTO LYSY CLAUSTRO DE PROFESORES DE LA INTERNATIONAL MENUHIN MUSIC ACADEMY DE GSTAAD (Suiza) Instrumentos: Violfn, viola, violoncelo, clarinete, oboe, fagot, trompa, flauta dulce y travesera, arpa, clavicémbalo, piano, órgano y guitarra. Becas: La Fundación Academia Internacional de Música de Cámara de Barcelona concede un número limitado de becas a estudiantes españoles de talento. Los interesados deberán mandar a la Secretaria del curso, antes del 30 de abril, una grabación en cinta cassette de una o dos obras de libre elección de una duración mínima de 5 minutos. Organización e información: Joventuts Musicals. Apartado 70. Tfno.: 972-75 83 96 17257 Torroella de Montgrí Scherzo 79 MÚSICA CONTEMPORÁNEA ESPAÑOLA V Festival de Música Contemporánea de Málaga L OS días I al 6 de diciembre se ha celebrado en el Conservatorio Superior de Música el V Festival de Música Contemporánea, patrocinado por la Diputación Provincial a travos de su Área de Cultura. Loqueen años anteriores habia sido un Ciclo de Música Contemporánea Andaluza, bien por los intérpretes, bien por los compositores, pero sin exacta adecuación al indicativo de "Música contemporánea andaluza" —también a expensas de la Diputación malagueña— ha ampliado y asentado su andadura en esta quinta muestra, convertido en Festival. La conferencia inaugural estuvo a cargo del compositor Claudio Prieto, con "Creación musical en el siglo XX: El timbre" como tema a tratar. Prieto hizo una cumplida exposición de lo que ha sido y viene siendo el timbre dentro de la música de nuestro tiempo, aportando como ilustración, grabaciones de fragmentos de obras de Debussy, Strawinsky y Penderecki. Como final se refirió a su Fandango de Soler —escuchado en un registro del estreno en Chicago— y que fue tema preferente del auditorio en el coloquio final. Imagen y Música —audiovisuales con proyecciones de diapositivas, música en directo con video— han tenido un trato diríamos que preferente en este V Festival malagueño, en sesiones del Grupo L1M y el Grupo OMN; y otro espectáculo de música y acción escénica se encomendaba a Esperanza Abad mientras que la aportación exclusivamente musical estuvo de parte del Taller de Música Contemporánea de la Universidad de Málaga que dirige el compositor Rafael Díaz, con su Des concierto. LIM brindó un par de jornadas en el ciclo. La primera, dentro de su excelente línea habitual y con una formación de Francisco Martín (violín), Jesús Villa Rojo (clarinete), Belén Aguirre (violoncello), Pedro Estevan (percusión) y Luis Regó (piano), se abrió, con el estreno absoluto de Tornasol (ocho can80 Scherzo Taller de Música Contemporánea de la Universidad de Málaga ciones sin palabras) un tanto descafeinadas. para continuar con páginas de los españoles Bernaola y Prieto, más otras de Gentilucci, Bortolotti y Reverdy. La segunda sesión de LIM —asiduo concurrente todos los años a estas muestras contemporáneas— tuvo el protagonismo de Tomás Castillo (clarinete bajo y violoncello), Jesús Villa Rojo (clarinete), Manuel Lillo(piano y electrónica), Pedro Estevan (percusión) y Domingo Sarrey (imagen y video). El contenido de la sesión era música en directo —improvisación sin gran relieve en un escenario a oscuras— con video en lo que la música, a veces con lugares comunes en el juego improvisatorio sugerido por las imágenes, a veces con mayor originalidad, pasó sin gran entusiasmo. Sí que lo tuvo el espectáculo Ritual de Esperanza Abad (voz) con José Iges (electroacústica), subtitulado o explicado como "Recital para voz amplificada y tratada por medios electroacústicos, que se subdivide en 3 partes, separadas entre sí por breves censuras: Ecos de ti en el ambiente. He viajado entre desconocidos (?). El corto presente". Espléndido trabajo el expuesto, con ese dominio del gesto y de la expresividad, de la actitud y el movimiento, de la intención y el juego fonético, por Esperanza Abad. Pero para nosotros fuera de lugar en un Festival de Música Contemporánea, puesto que había de todo menos música. Y somos los primeros en admirar lo que hicieron Esperanza Abad —su canto en Rituales absolutamente mínimo— y José Iges. El Taller de Música Contemporánea de la Universidad de Málaga brindó, en la sexta sesión, una aportación musical interesante a través de las interpretaciones de autores españoles como Bertomeu, de las Heras, Roldan, Barber y del propio director Rafael Diaz, que presentó Dos perfiles como estreno absoluto, pieza para cinta magnetofónica —música generada por un ordenador y guitarra en vivo—. Formaciones variables, intención en la búsqueda (¿se hallan siempre?) de las sonoridades y un entusiasmo en el trabajo de los intérpretes son los principales méritos a resaltar. Para final del Festival el Grupo OMN, que actuaba por vez primera en'Málaga: Eduardo Armenteros, compositor de la música electroacústica, y María Rosa Cervera y Javier Gómez-Pioz, autores de la creación visual, brindaron un audiovisual con proyecciones de diapositivas en tres grandes pantallas y música electrónica; entre las obras vistas y oídas, los titulados Cuatro Preludios Omnicos, realizados pensando en este Festival, MÚSICA CONTEMPORÁNEA ESPAÑOLA Impresionantes proyecciones, música electrónica para ellas con el trato personal de Armenteros, cerrándose asi el V Festival de Música Contemporánea en Málaga, asentado este año —insistamos— en la colaboración ImagenMúsica o Música-Imagen. La asistencia ya sabemos que no puede ser numerosa, aunque si interesada, en Festivales de esta indole, cosa que también aconteció en éste; y si fue singularmente grande la presencia en Ritual del público, con absoluta mayoría de aficionados al arte dramático, que mostró su complacencia con grandes aplausos. Manuel del Campo .-. itTffíI* irtf^j^rVitlíf^i*'*"*^ ESTRENO EN MADRID DE UN ESPECTÁCULO SOBRE FAUSTO Como una de las actividades paralelas al Festival de Opera de Madrid, en coproducción con el Centro para la Difusión de la Música Contemporánea y el Centro de Nuevas Tendencias Escénicas, tendrá lugar el estreno de la ópera Sin demonio no hay fortuna (espectáculo sobre el tema de Fausto) en la Sala Olimpia, los días 22, 24, 26 y 28 de febrero. La música se debe al joven compositor madrileño Jorge Fernández Guerra, del que ya se han podido escuchar partituras como Tres noches (1979), Almogeo (1981), Trio ftvo{1983), Concierto para violín y conjunto instrumental (1984), estrenadoenel Teatro Real, asi como diversas obras escritas para representaciones de diferentes grupos de teatro (T.E.I., C.I.T., Tábano). El número de instrumentistas en el foso será de trece que bajo la batuta de José Luis Temes se encargarán de acompañar a Luis Alvarez (Me fisto fe les), Manuel Cid (Fausto), Carmen González (Margarita) y Ricardo Muñiz (Croupier). El libreto pertenece a Leopoldo Alas y la dirección escénica correrá a cargo de Simón Suárez. M. G. F. SEMANA MADRID-BURDEOS D EL 30 de noviembre al 7 de diciembre del pasado año tuvo lugar, en diversos emplazamientos de la capital de España, la Semana de Música Francesa MadridBurdeos 1986, réplica de la celebrada en 1985 en Burdeos, con la música española como protagonista. Se trata de una elogiable iniciativa que nace de la colaboración entre los Ministeriosde Cultura de ambos países; en esta edición, y junto a diversas instituciones colaboradoras, el patrocinio corrió a cargo del Ayuntamiento de Madrid y del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea, dependiente del Ministerio de Cultura. Nos comentaba el Director de dicho Centro, Tomás Marco, que el criterio de programación de obras y autores había tomado como base la música —y también la personalidad e influencia— de Olí ver Messiaen, sin el cual no puede entenderse buena parte de la creación francesa desde posguerra hasta casi nuestros dias. Y junto a él, otros clásicos galos del siglo xx, como Milhaud e Ibert (de quienes sendos cuartetos de cuerda fueron interpretados el 2 de diciembre por el Cuarteto del Centro Nacional de Música de Aquitania) o como la impar figura de Erik Satie (la integral de sus canciones con pianofue deliciosamente interpretada por Maria Villa, con Guadalupe Castelo al piano, el Viernes 5). Pero la parte del león se la llevó Messiaen: Su música estuvo presente en 5 de los 7 conciertos de la Semana y en algunos fue exclusiva protagonista. Varda Nishry, por ejemplo, dedicó el concierto de apertura —30 de noviembre— a 6 títulos del monumental Catalogue d'oiseaux, gran conocedora del ciclo ornitológico-pianístico de Messiaen, la intérprete israelí se lució en tan difícil prueba, ante el público asistente al Circulo de Bellas Artes —y también, suponemos, ante quienes siguieron su actuación a través de Radio 2. En el acto de clausura —celebrado en la misma sala— hubo ocasión para admirar otra de sus grandes creaciones: el Cuarteto para el Fin di los Tiempos —obra escrita en un campo de concentración durante la II Guerra Mundial—; intérpretes precisos fueron Goncal Cornelias (violín), Rafael Ramos (cello), Salvador Vidal (clarinete) y Sebastian Mariné (piano). Entre ambas sesiones, de inaugural y de cierre de la Semana, cabe elogiar asimismo la intervención del Grupo Vocal de Francia que, bajo la dirección de Guy Reibel, puso en pie obras de Debussy, Dufourt, Xenakis y... ¡cómo no!. Messiaen: sus Cinq Rechants. Ello tenia lugar en el Centro Cultural Conde Duque, en donde 2 dias después —el 4 de diciembre— intervenía un grupo ya conocido del público madrileño: el "Ensemble Musique Nou ve I le", formado por destacados i nsi rumen listas de la Orquesta de Burdeos-Aquitania. El mítico Octandre del, a fin de cuentas, parisiense Várese, fue interpretado junto a partituras de Tessier, Monnet, Ducol y Dusapin. Muy interesante resultó asimismo el acercamiento a la música organística francesa, en interpretación de Michel Bourcier: el marco, en dicho recita] (6de diciembre), fue la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Obras de Messiaen. Alain, Girard, Duruflé y Florentz integraron dicho programa. De esta Semana panorámica queda —como conclusión y en contraste con la dedicada a la música española un año antes, en Burdeos— la sensación de que, en la creación francesa de los últimos lOOaños.hayuna continuidad, una evolución necesaria que no olvida ciertas bases de referencia: a buen seguro, es el poso de los diversos impresionismos lo que concede a la mayoría de las obras escuchadas esa percepción. lo que también podría decirse de las de autores, por desgracia, ausentes en esta ocasión de la programación —como las grandes figuras Boutez y Risset. o lo jóvenes valores Garcin y Murail. Oliver Messiaen José ¡ges Schcizo 81 MÚSICA CONTEMPORÁNEA ESPAÑOLA ESTRENO DE PARA TI -SOLEDADES SIN SOMBRA— Estrenar no es una tarea precisamente fácil para los jóvenes compositores españoles, pero cuando la obra que se desea dar a conocer es una ópera la empresa bordea los limites de lo imposible. Alberto Garcia Demestres, sorprendentemente, ha logrado escapar —en gran parte gracias a su propia voluntad de granito— a la maldición de guardar una ópera acabada en un cajón durante decenios. Merced a la ayuda económica de la Fundación de Juan March, el autor pudo dedicar su tiempo a escribir la obra, correspondiendo la organización del estreno, el próximo 18 de febrero en el Teatro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, al Centro para la Difusión de la Música Contemporánea. De esta manera, la ópera de cámara Para ti —soledades sin sombra— llegará al público en el instante oportuno por su cercanía al de creación mismo. García Demestres estrena así su primera ópera a los 26 años. No es fácil describir ordenadamente lo que ocurrirá en el escenario del Circulo por espacio de dos horas el 18 de febrero. Lo menos que puede decirse es que se asistirá a una interesante confluencia de manifestaciones estéticas. Refirámoslas: muebles diseñados por los grupos Akaba y Trasatlantic, videos de Julián Alvarez, esculturas de Joaquín González, fotografías de Danielle Mussatti, Pere García Demestres y el Servei de Fotografía de Barcelona. A todo ello hay que añadir el desarrollo de un desfile de modas, a cargo de la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada, en el marco de la ópera. Otra experiencia cuando menos novedosa y atractiva será la entrevista que tendrá lugar en el escenario para el programa Metrópolis de televisión, no dejando, desde luego, de pertenecer ese momento a la ópera. A lo largo de la representación los pintores Ramón y Josep Moscardó se colocarán a los extremos del escenario y plasmarán en sendos cuadors lo que el curso de la ópera les inspire. Es evidente por lo que se lleva descrito que Para ti—soledades sin sombra— no posee un hilo argumental en sentido tradicional. Ahora bien, los elementos utilizados se presentan integrados en un discurso coherente. Los textos escogidos 82 Scherzo proceden principalmente del libro Para ti de Ignacio Prat, a quien el compositor quiere homenajear con su ópera. Otra parte del libreto se debe al músico y cuenta también con destacadas colaboraciones —en forma de poemas escritos y leídos por sus autores, luego recogidos en cinta que se reproduce durante la representación— de importantes poetas actuales: Pere Gimferrer, Alejandro Amusco, Antonio Carvajal, José Luis Jover, Jaime Siles, Mario Hernández y José Enrique Gargallo. Las soledades que nunca han de encontrarse, aparte de poder entenderse como los actos creadores de losdistintos artistas convocados para la representación, son tres instancias que de alguna manera rozan la locura. Sobre la escena se hallan un tenor, al que se dirigen las partes más líricas y operísticas de la obra, un recitador, que se equivoca y también canta en un determinado momento, y, por fin, una bailarína. La parte musical del estreno estará confiada al grupo de cámara Suena 4e Alabastro, en cuyos miembros pensó el compositor al redactar la obra, con dirección de Ernesto Martínez Izquierdo. Los solistas serán Joan Cabero, tenor; Alberto Garcia Demestres, recitador y tenor, y Pilar Buira, bailarina que tendrá también a su cargo la realización de la coreografía. II CONCURSO DE COMPOSICIÓN DE LA J.O.N.D.E. Con la asistencia de José Manuel Garrido Guunán, Director General del I.N.A.E.M., Ángel Barutell, representante de El Corte Inglés, empresa patrocinadora del Concurso, y Edmon Colomer, titular de la Orquesta que da nombre al Premio, se procedió el 27 de noviembre a la entrega de los galardones de la edición 1986 del Concurso de Composición de la Joven Orquesta Nacional de España. El. Primer Premio (Medio millón de pesetas) fue concedido a la partitura titulada Música extremada —se habían presentado un total de 21 obras— del joven compositor Mauricio Sotelo Cancino. Los dos accésits de 100.000 ptas. cada uno fueron para José Manuel López por su pieza Chronos y César Bartolomé Cano por El espejo y la máscara. Un accésit de 100.000 Ptas. fue para Morgengesang III de Enrique X. Maclas, autor que ganó el Primer Premio de la pasada edición del Concurso de Composición de la J.O.N.D.E. ESTRENOS DEL AÑO EUROPEO El lunes 24 de noviembre tuvo lugar en el auditorio de la Escuela Superior de Canto de Madrid el concierto Estrenos del Año Europeo, en el que solistas de la Orquesta Arbós interpretaron cinco obras inéditas de otros tantos autores españoles contemporáneos. Lo mejor del concierto fueron en opinión del que suscribe las obras de José Báguena y Jesús Villa Rojo. La Sincronía de J. Báguena (1910) es una pieza para violoncello y flauta elaborada a partir de procedimientos seriales y variaciones tímbricas (pizzicatos, fíatterzunge, trémolos) que consiguen un conjunto plenamente melódico a la vez que de sonoridad moderna y de gran unitariedad por la utilización de métodos de repetición y exposición progresiva —primero dos, luego cuatro, luego seis, luego las ocho primeras notas de la serie y así sucesivamente—. La obra Atrezzo, de J. Villa Rojo (1940), para clarinete y plano, está estructurada en cuatro partes y representa una interesante exploración de las posibilidades sonoras del instrumento del autor. En el primero de los fragmentos se presentan diversas ideas —entre las que destaca una célula básica de tres notas— que dan lugar al material de los tres fragmentos posteriores. En el último fragmento la célula inicial de tres notas se convierte en idea central alrededor de la cual se acumulan ruidos extraídos del clarinete que asemejan chillidos, quejidos, murmullos... En el concierto olmos también Los inmortales de Pascual Aldave (1924) para voz y piano, sobre un texto de Vicente Aleixandre —del que no pudimos entender más que alguna palabra suelta—, El itinerario de las palmeras, de Enrique X. Macías (1958) para violoncello,. percusionista y banda magnética, y Dos movimientos (Sonata II) de Enrique Pérez Maseda (1953). En resumen, un concierto interesante para abrir los oídos a sonoridades nuevas. / A. T. G. LA MEJOR OPERA Y BALLET —™ AHORA EN VIDEO. SELECTA visión, NA1 < 1NAI Desde los mayores Escenarios del mundo, la mejor selección de OPERA Y BALLET de la mano de los mejores intérpretes, directores 1'íil "M ¡ih'll GlvndehiHirnc CAHMtN G. Bizet : Mitríd r.wint) E)ir- Hf tiidid Hditink 175 nitn. MÁXIMA CALIDAD Todas nuestras cassettes parten de Masiers de 1" grabadas sobre cinta Alto Grado para que ud. vea la mejor calidad de imaqen posible en vídeo, Sonido Hi-Fi Estéreo v Dolby Sisiem, superior al audio convencional, par. . J:_!_..._ J_ . . _ „ ;..: ^nl:JnJ i- I: •' kl_J_ J i i- i hasla hoy en Video puede serle comparado. Además, cada cassette se acompaña de un completo Libreto de la Obra. Deseo redbv en mi domid&ú Las vide«¿Kenes que viWo con una X : AÍDA i I MANON LESCAUT : ANDREA CHEIVIER Ll TOSCA ^CARMEN -N • p n d o de cada vMeoeaawtte óm 9 . M 5 pt>. (IVA Inc-l, n á * 400 ptt. pot « H t o * de empaquetado y emlo que i TALÓN Barcario adjunto u Contra REEMBOLSO D MASTERCARD, o D EUROCARD POBLACIÓN No pagaré jatlu d* empaquetado y mío aprawchando n OFERTA DE LANZAMIENTO FIRMA (impradndlble) AL SERVICIO (RM) DE LA MÚSICA REAL MUSICAL CARLOS III, 1 (Frente al Teatro Real) Tels,: 241 30 09 - 241 31 06 28013 MADRID
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