Dar a la población rural pobre del Perú la oportunidad de salir
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Dar a la población rural pobre del Perú la oportunidad de salir
©FIDA/Cesar Ascención Huamán Sopla Dar a la población rural pobre del Perú la oportunidad de salir de la pobreza La pobreza rural en el Perú El Perú es un país de ingresos medios cuyo producto interno bruto (PIB) está en crecimiento. Ocupa el puesto 77 de un total de 187 países según el índice de desarrollo humano de 2012 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que es una medida comparativa de la esperanza de vida, la alfabetización, la educación y el nivel de vida entre distintos países de todo el mundo. Según las estadísticas del Gobierno, actualmente menos de un tercio de la población peruana vive por debajo de la línea de pobreza nacional, mientras que a principios de los años 2000 era aproximadamente la mitad. Sin embargo, unos 8 millones de personas siguen siendo pobres, y la pobreza está más arraigada entre quienes tienen origen indígena y viven en zonas rurales remotas. De hecho, la tasa de pobreza rural a nivel nacional está por encima del 50 por ciento, y se considera que el 20 por ciento de los habitantes de la región de la Sierra se hallan en situación de pobreza extrema. La falta de oportunidades de que dispone la población rural ha provocado migraciones masivas a los centros urbanos, donde la actividad de los mercados ofrece mejores posibilidades de subsistencia. Hoy en día, tres de cada cuatro peruanos vive en zonas urbanas o cerca de ellas. Sin embargo, aunque la pobreza afecta tanto a las zonas urbanas como rurales del Perú, la inseguridad alimentaria es crónica en las regiones rurales, donde muchos pequeños agricultores producen cultivos alimentarios básicos a nivel de subsistencia. Por este y por otros motivos, las personas nacidas en Lima tienen una esperanza de vida casi 20 años superior que quienes nacen en la Sierra Sur. La pobreza rural en el Perú radica en: • altas tasas de analfabetismo, especialmente entre las mujeres; • falta de servicios esenciales como la enseñanza y la energía eléctrica; • inseguridad sobre los derechos relativos a la tierra, los bosques y el agua; • investigación agrícola, capacitación y servicios financieros insuficientes; • servicios zoofitosanitarios ineficaces; • infraestructura de transporte y sistemas de comercialización deficientes, y • ausencia de organización y planificación territorial bien definida. Las personas más pobres de entre los pobres se encuentran en las zonas áridas de la sierra andina del Perú, donde una gran mayoría de las comunidades indígenas quechua y aimara viven por debajo de la línea de pobreza. Las mujeres son las más afectadas, y la mayoría de las mujeres rurales son pobres o extremadamente pobres, si bien desempeñan un papel crucial en la economía de subsistencia. Las mujeres trabajan la tierra, cuidan del ganado y participan en actividades generadoras de ingresos, por lo que representan hasta el 80 por ciento de la fuerza de trabajo de una familia. Gracias a todas estas actividades productivas que absorben las mujeres, además de las tareas tradicionales en el hogar y el cuidado de los hijos, sus esposos pueden migrar en busca de trabajo temporal. Erradicar la pobreza rural en el Perú A pesar de los múltiples desafíos económicos y sociales a los que se enfrentan las comunidades pobres en el Perú, entre 2001 y 2010 el número de personas que vivían en situación de pobreza disminuyó casi en un 25 por ciento, y el Gobierno se ha comprometido a reducir los índices generales de pobreza en un 10 por ciento más en el próximo decenio. Entre 2002 y 2012, el PIB del Perú tuvo un crecimiento medio anual del 6,4 por ciento, con el panorama histórico de violencia política, inestabilidad social y vulnerabilidad económica como telón de fondo. Sin embargo, las tasas de pobreza rural siguen siendo desproporcionadamente altas. El principal organismo responsable del desarrollo agrícola y rural en el Perú es el Ministerio de Agricultura. Su mandato consiste en reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida en las zonas rurales mediante la integración de los pequeños productores y los campesinos de subsistencia en los mercados. Para ayudar a los pequeños productores a obtener mayor rentabilidad y una ventaja competitiva, el Gobierno les presta apoyo en materia de gestión de recursos naturales, control de calidad, transferencia de tecnología y mejora de la productividad. La estrategia del Perú para combatir la pobreza rural en los últimos años se ha dirigido específicamente a: • reforzar la competitividad de los pequeños productores y los miembros de las comunidades indígenas andinas y amazónicas para incrementar los niveles de empleo e ingresos; • aumentar la rentabilidad de los recursos disponibles; • contribuir a la seguridad alimentaria y la nutrición en los hogares, y • mejorar las capacidades de los pequeños productores para que aprovechen las oportunidades del mercado. 2 ©FIDA/Cesar Ascención Huamán Sopla En esta estrategia se presta especial atención a la gestión del agua, el acceso a mercados locales y extranjeros y la investigación agrícola. El Perú promueve un modelo de competencia comercial que se combina con políticas de desarrollo rural integradoras desde el punto de vista social, en particular en forma de inversiones dirigidas a los pueblos indígenas y los pequeños agricultores y oportunidades para mujeres y jóvenes. Estos grupos objetivo son clave para la agricultura sostenible y la mitigación del cambio climático, pero el primer paso es ayudarles a pasar de una agricultura de subsistencia a actividades empresariales rurales. Según el sistema de asignación de recursos locales del país, los pequeños agricultores pueden controlar la financiación para asistencia técnica y de otro tipo que se destina a los proyectos de desarrollo rural. De esta forma, se convierten en los impulsores de su propio desarrollo. Este enfoque orientado a la demanda, con el que se garantiza la sostenibilidad a largo plazo de las inversiones de los proyectos, se ha reproducido en una variedad de contextos. Asimismo, la inversión del Gobierno en las mujeres rurales ha sido crucial en los esfuerzos para reducir la pobreza. Por ejemplo, el Proyecto de Fortalecimiento de los Mercados, Diversificación de los Ingresos y Mejoramiento de las Condiciones de Vida en la Sierra Sur (Proyecto Sierra Sur) ha ayudado a unas 9 000 mujeres a abrir cuentas de ahorro. Estas mujeres cuentan ahora con un total combinado de más de USD 1 millón en ahorros acumulados. La piedra angular del singular modelo de desarrollo rural del Perú es el concepto de invertir en talentos locales. Este enfoque se refleja en el Proyecto de Manejo de Recursos Naturales en la Sierra Sur (MARENASS). En las zonas rurales, los principales instructores en el proyecto comparten conocimientos con sus estudiantes acerca de técnicas agrícolas, ordenación del suelo, acceso a los mercados y ahorro. Los estudiantes, a su vez, se convierten poco después en maestros y transmiten sus conocimientos a las comunidades vecinas. 3 Estrategia del FIDA en el Perú Proyectos: 9 Costo total: USD 282,6 millones Financiación total del FIDA aprobada: USD 144,0 millones Beneficiarios directos: 136 380 hogares El FIDA ha concedido nueve préstamos al Perú desde 1980 por un total de USD 144 millones, que han beneficiado directamente a más de 136 000 hogares. La mayoría de los proyectos que cuentan con el apoyo del FIDA han abordado las necesidades de los pequeños agricultores de la Sierra Sur, la región más pobre del Perú. El país también se ha beneficiado de las donaciones regionales del FIDA destinadas a la capacitación en materia de desarrollo rural. El FIDA tiene cuatro objetivos estratégicos principales en el Perú, dirigidos a: • Mejorar la propiedad y los recursos de los pequeños agricultores mediante una mejor gestión de los recursos naturales, el sistema de titulación de tierras y la solución de conflictos relativos a la tenencia de la tierra. • Mejorar el acceso de los pequeños productores a asistencia técnica y servicios financieros mediante el desarrollo de los mercados, el incremento de la capacidad local para contratar servicios y el fortalecimiento de los proveedores de servicios en los planos institucional y privado. • Promover vínculos entre las zonas rurales y las urbanas al ayudar a los pequeños empresarios a ampliar sus actividades no agrícolas y al prestar apoyo a los agricultores que montan empresas relacionadas con el sector agrícola en pueblos cercanos de tamaño pequeño y mediano. • Fomentar el desarrollo al hacer que las instituciones locales y las comunidades sean las encargadas de tomar las decisiones relativas a la financiación de los proyectos y su ejecución. El FIDA también ha establecido premios a la innovación y a la conservación de los conocimientos tradicionales en el Perú. Los propios proyectos financiados por el FIDA han introducido innovaciones como, por ejemplo, licitaciones públicas para asignar recursos para el desarrollo y gestionar los activos naturales como la tierra y el agua; la promoción de cuentas de ahorro para mujeres de las zonas rurales, y transferencias directas de efectivo a los participantes en los proyectos para contratar asesores técnicos. Estos mecanismos de integración social han pasado a formar parte de la estrategia nacional del Perú para reducir la pobreza rural y se están reproduciendo en proyectos financiados por el FIDA en otros países como Bolivia, Colombia, el Ecuador y Viet Nam. Algunos de los proyectos en curso en el Perú que reciben apoyo del FIDA son el Proyecto Sierra Sur, que se encuentra en su segunda fase, y el Proyecto de Fortalecimiento de los Activos, los Mercados y las Políticas para el Desarrollo Rural de la Sierra Norte (Proyecto Sierra Norte). Los USD 22 millones del Proyecto Sierra Norte incluyen una donación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial por valor de USD 1,8 millones para la gestión sostenible de zonas protegidas. Además, el Gobierno del Perú, en colaboración con el FIDA, ha puesto en marcha el Proyecto de Fortalecimiento del Desarrollo Local en Áreas de la Sierra y la Selva Alta, que ampliará la escala de las innovaciones financiadas por el FIDA en favor de nuevas iniciativas de reducción de la pobreza en las regiones de la Sierra y la Selva Alta. Operaciones en curso Proyecto de Fortalecimiento de los Mercados, Diversificación de los Ingresos y Mejoramiento de las Condiciones de Vida en la Sierra Sur Proyecto de Fortalecimiento de los Activos, los Mercados y las Políticas de Desarrollo Rural en la Sierra Norte Proyecto de Fortalecimiento del Desarrollo Local en Áreas de la Sierra y la Selva Alta Lima Proyecto de Fortalecimiento del Desarrollo Local en Áreas de la Sierra y la Selva Alta El objetivo del proyecto es aumentar la eficacia, eficiencia y pertinencia de las inversiones públicas procedentes del Gobierno central y los gobiernos regionales y locales en la zona del proyecto. De este modo, se pretende mejorar el bienestar de la población rural y aumentar el valor de los activos naturales, materiales, humanos, sociales y financieros. El proyecto consta de tres componentes principales: Costo total: USD 36,5 millones Préstamo del FIDA aprobado: USD 20,0 millones Duración: 2013-2018 Beneficiarios directos: 15 900 hogares • Valorización de los activos de los pequeños agricultores mediante el fortalecimiento de las capacidades de gestión de recursos naturales y el financiamiento de planes de ordenación territorial. • Acceso de los pequeños productores a servicios financieros y no financieros, en particular asistencia técnica, vínculos con el mercado y aptitudes de liderazgo. • Fortalecimiento de las capacidades para el desarrollo local con un enfoque territorial. El área del proyecto abarca las zonas norte y central de la región de la Sierra, así como una pequeña parte de la Selva Alta del departamento de San Martín. La población objetivo está compuesta principalmente por pequeños agricultores de subsistencia y pequeños productores con escaso capital material, financiero y humano y un acceso limitado a los mercados. Proyecto de Fortalecimiento de los Activos, los Mercados y las Políticas para el Desarrollo Rural de la Sierra Norte (Proyecto Sierra Norte) Con este proyecto se pretende proteger y mejorar la herencia natural y cultural de los hogares rurales pobres de la Sierra Norte del Perú. También se trabaja para fortalecer las organizaciones comunitarias en zonas rurales y abrir nuevos mercados para actividades empresariales. Concretamente, el proyecto: • ayuda a los pequeños productores y empresarios a contratar asistencia técnica para mejorar la producción, comercialización y gestión de las empresas rurales; Costo total: USD 21,7 millones Préstamo del FIDA aprobado: USD 14,4 millones Duración: 2009-2014 Beneficiarios directos: 20 040 hogares Cofinanciación: Ayuda en Acción (USD 1,0 millones) • ofrece servicios financieros y no financieros para ayudar a la población rural pobre, especialmente a las mujeres y los jóvenes, a desarrollar nuevas iniciativas de negocios y contratar los servicios necesarios para llevarlas a cabo, y • reduce los riesgos en los medios de vida al promover el ahorro y los microseguros. 5 ©FIDA/Pablo Coral Vega En el proyecto se adoptan enfoques participativos e innovadores ya utilizados en proyectos anteriores del FIDA en la región de la Sierra, como sistemas de adjudicación por concurso para la asignación de los recursos y labores de cartografía comunitaria participativa en la evaluación de recursos naturales. Proyecto de Fortalecimiento de los Mercados, Diversificación de los Ingresos y Mejoramiento de las Condiciones de Vida en la Sierra Sur (Proyecto Sierra Sur) Costo total: USD 34,5 millones Préstamo del FIDA aprobado: USD 16,0 millones Duración: 2005-2013 Beneficiarios directos: 15 000 hogares En el contexto de este proyecto se trabaja con familias pobres quechua y aimara en la Sierra Sur del Perú a fin de ayudarles a mejorar la calidad de sus productos, preservar los conocimientos tradicionales y mejorar la gestión de recursos naturales para diversificar sus fuentes de ingresos. Una de las características más innovadoras del proyecto es que los fondos se transfieren directamente a las comunidades, de manera que los pequeños agricultores y microempresarios pueden contratar asistencia técnica para que sus productos sean competitivos en los mercados nacionales, regionales e internacionales. En el marco del proyecto se proporcionan recursos específicos a las mujeres agricultoras. Todo ello les ayuda a adquirir derechos de propiedad de las tierras y reconocimiento jurídico para sus pequeños negocios de artesanía y les permite gestionar sus propios ahorros. El proyecto se encuentra actualmente en su segunda fase con financiación del FIDA por valor de USD 8,2 millones. 6 ©FIDA/Elisa Finocchiaro Operaciones terminadas Proyecto de Desarrollo del Corredor Puno-Cusco (CORREDOR) Costo total: USD 30,9 millones Préstamo del FIDA aprobado: USD 18,9 millones Duración: 2000-2008 Beneficiarios directos: 14 400 hogares Proyecto de Manejo de Recursos Naturales en la Sierra Sur (MARENASS) Costo total: USD 19,1 millones Préstamo del FIDA aprobado: USD 12,3 millones Cofinanciación: Fondo OPEP para el Desarrollo Internacional (USD 4,0 millones) Proyecto de Fomento de la Transferencia de Tecnología a las Comunidades Campesinas de la Sierra (FEAS) Costo total: USD 26,8 millones Préstamo del FIDA aprobado: USD 15,9 millones Cofinanciación: Programa Mundial de Alimentos (USD 5,5 millones) Duración: 1993-1999 Beneficiarios directos: 40 680 hogares Proyecto de Desarrollo Rural de la Sierra Alta de Cuzco y Arequipa Costo total: USD 14,7 millones Duración: 1997-2004 Préstamo del FIDA aprobado: USD 7,0 millones Beneficiarios directos: 10 560 hogares Cofinanciación: Corporación Andina de Fomento (USD 3,0 millones), Programa Mundial de Alimentos (USD 1,7 millones) Duración: 1987-1993 Beneficiarios directos: 4 800 hogares 7 Proyecto de Desarrollo Rural del Alto Mayo Costo total: USD 79,7 millones Préstamo del FIDA aprobado: USD 19,0 millones Cofinanciación: Banco Mundial/Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) (USD 27,5 millones) Duración: 1983-1993 Beneficiarios directos: 8 500 hogares Proyecto de Crédito para Pequeños Agricultores de la Sierra Costo total: USD 17,0 millones Préstamo del FIDA aprobado: USD 11,9 millones Duración: 1980-1985 Beneficiarios directos: 6 500 hogares Construir un mundo libre de pobreza El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) trabaja con la población rural pobre para que pueda cultivar y vender más alimentos, aumentar sus ingresos y determinar la orientación de sus propias vidas. Desde 1978, el FIDA ha invertido alrededor de 14 900 millones de dólares estadounidenses en donaciones y préstamos a bajo interés en los países en desarrollo mediante proyectos con los cuales se ha empoderado a más de 410 millones de personas para que salgan de la pobreza y, por tanto, se ha contribuido a construir comunidades rurales dinámicas. El FIDA es una institución financiera internacional y un organismo especializado de las Naciones Unidas con sede en Roma, donde se encuentra el mecanismo central de las Naciones Unidas para el sector de la alimentación y la agricultura. Se trata de una asociación de 172 miembros, única en su género, integrada por países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), otros países en desarrollo y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Contacto Juan Moreno Belmar Gerente en funciones del Programa en el País [email protected] ©FIDA/Cesar Ascención Huamán Sopla Para más información sobre la pobreza rural en Perú visiten el portal de la pobreza rural: htpp://www.ruralpovertyportal.org Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola Via Paolo di Dono, 44 - 00142 Rome, Italy Tel: (+39) 06 54591 - Fax: (+39) 06 5043463 E-mail: [email protected] www.ifad.org www.ruralpovertyportal.org ifad-un.blogspot.com www.facebook.com/ifad www.twitter.com/ifadnews www.youtube.com/user/ifadTV Julio 2013